UPEL – IPRAEL P.

A: 2023 - II

CURSO: Práctica I

AUTOR (A): Diana C. Montoya O. Maracay, 22 de julio de 2023

LA REALIDAD DE NUESTRO ENTORNO

“La educación no es preparación para la vida; la educación es la vida en sí

misma.”

-John Dewey.

No hace falta mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de la

decadencia consecutiva que ha estado teniendo el sistema educativo los últimos
años. De hecho, no es necesario preguntar el cómo se encuentra la educación de
hoy en día; esto se debe a que con el paso del tiempo se ha evidenciado el hecho
de que el sistema educativo en lugar de evolucionar, retrocede.

Dicho retroceso se debe en gran parte a la escasez de los profesores, pero;

sin embargo, la responsabilidad no recae totalmente en ello ya que la crisis
humanitaria se ha extendido de tal manera que ha logrado afectar a lo que vendría
siendo el sistema educativo. Incluso, en el año 2021 se hizo una estadística sobre
las principales razones por las cuales el alumnado solía faltar a clases; para poder
comprender un poco mejor este tema, haré una breve mención sobre los casos más
destacados. Entre ellos podemos encontrar:

 Falta de servicios básicos (56,7%)

 Incapacidad para obtener los útiles escolares (55,5%)
 Vulnerabilidad alimentaria (56,9%)
 Falta de motivación para seguir estudiando (43,5%)
 El alumnado no considera importante la educación (39,7%)

Visto lo anterior, podemos patentizar el hecho de que no se debe solo a un

problema económico, sino que también se debe a la desmotivación que se
encuentra en los adolescentes y adultos debido a la situación actual de Venezuela.
Además, un detalle muy importante que deberíamos tomar en cuenta, es la escasez
del personal docente, dicha escasez ha estado arrasando desde el año 2015 debido
a los a la insatisfacción que se siente por los bajos salarios que reciben. No
obstante, a pesar de los motivos y razones que he mencionado anteriormente, se
debe hacer un especial hincapié en lo que vendría siendo el deterioro de las
infraestructuras escolares; pese a que este no es un caso que se de en todas las
áreas educativas (colegios, liceos, academias, etc) es un tema que no se puede
pasar desapercibido ya que es algo que tiene mucho peso de una manera u otra.

En el año 2022, la organización civil “Centros Comunitarios de

Aprendizaje” (CECODAP) realizó un informe en el cual se mencionaban las
carencias más comunes en las infraestructuras escolares; esta investigación reveló
que la mayoría de las áreas escolares públicas tenían cierto grado de deterioro en
lo que sería los servicios de electricidad y agua, y el mantenimiento de las áreas
comunes (salones, cancha, baños, patio, etc).

Sin embargo, a pesar de las bajas condiciones de las infraestructuras,

debemos darle cierto mérito a aquellos profesores que han intentado dar clases a
pesar de las condiciones actuales del lugar en el que se encuentren. Pero, por el
contrario, guiándonos por este mismo parámetro, podemos tantear un poco en el
“concepto” de enseñanza de aquellos profesores que dan las clases solo por darlas
y no por el deseo de enseñar desde una perspectiva un poco más genuina.

Aunque este parezca un tema que no está tan enlazado con la realidad del
sistema educativo, podemos percatarnos de que en realidad sí lo está, y que, de
hecho, tiene más peso del que uno pensaría. Esto se debe a que hoy en día,
podemos encontrar más docentes sin vocación que mandan tareas a diestra y
siniestra sin ningún fin u objetivo, y por consecuencia, se dificulta bastante la
búsqueda o encuentro con un docente que de verdad esté predispuesto a enseñar.

No obstante, si nos ponemos en los zapatos del docente podemos llegar a

comprender por qué algunos no se encuentran tan receptivos al momento de
enseñar, pero; sin embargo, también debemos ponernos en los zapatos del alumno,
ya que al momento de cruzarnos con un docente que no está incentivado a
enseñar, la motivación de la persona que está escuchando la clase va decayendo
de a poco.

Asimismo, al momento de empatizar con ambas partes, podemos notar que

es un trabajo de 50/50 ya que con la cooperación de ambos se podría lograr una
relación de estudiante-profesor bastante aceptable, por no decir, ideal. Ahora, con
respecto a las diferentes carencias y deficiencias que se han mencionado
anteriormente, considero pertinente mencionar los efectos post-pandemia.

Uno de los más importantes y probablemente de los más notorios sería la

falta de disciplina que tiene la mayoría de los estudiantes al momento de estudiar
o investigar, esto se debe a que se acostumbraron al hecho de tener alguna que
otra pantalla cerca que les permita hacer cierto grado de trampa en las clases
virtuales. De hecho, para sondear un poco más en el tema, se debe destacar el mal
uso del internet; con esto me refiero a las diversas herramientas que existen hoy
en día para falsificar los trabajos escolares; un claro ejemplo de esto sería el
famoso “chatgpt.” Este chat, a pesar de ser una herramienta de bastante utilidad
suele ser utilizado de manera incorrecta.

Por otra parte, una de las mayores fallas que podemos encontrar en la
educación a distancia que se dio durante la etapa de la pandemia, es la poca
conexión que había en el lazo de profesor y estudiante. Con esto me refiero a que
nunca se pudo crear una verdadera relación entre ambas partes, y como
consecuencia, se perdió cierta parte del proceso de aprendizaje; esto se debe a que
no había manera alguna de confirmar que los estudiantes estaban comprendiendo
de manera genuina y eficaz los temas que se estaban dando durante ese período
escolar. De hecho, aquí entraría el tema de los problemas de internet o de la
escasez de los recursos tecnológicos; este asunto en cuestión tuvo bastante peso ya
que la falta de alguna de las dos cosas dificultaba totalmente el proceso de
aprendizaje.

Ahora bien, un último aspecto que debemos tomar en cuenta con respecto
a la educación a distancia, es el poco empeño que le pusieron algunos padres al
momento de apoyar a sus hijos durante ese breve período de virtualidad. Con esto
me refiero a que algunos no se tomaban la molestia de sentarse con sus hijos y
explicarles lo que el docente en cuestión les estaba pidiendo, pero, sin embargo, es
necesario ver la otra cara de la moneda. Así como podemos encontrar a aquellos
representantes que no dieron apoyo, podemos encontrarnos con los que
“abusaban” de dicho apoyo; es decir, en lugar de explicarles directamente a los
niños la manera correcta de hacer cierta actividad, los padres preferían hacer la
tarea por ellos.

A pesar de que esta era una acción de buena fe, claramente, llegó a
perjudicar el nivel de aprendizaje y desempeño de los niños; y, a decir verdad,
esas son consecuencias que se han hecho muy notorias hasta el día de hoy. Un
claro ejemplo de ello son aquellos niños que se perdieron la etapa final de la
primaria, para luego entrar repentinamente a una etapa totalmente nueva al
finalizar la pandemia; en este caso, sería media general (1er año-2do año). Los
estudiantes, al pasar de una forma tan brusca dichas etapas, tuvieron cierto grado
de dificultad al momento de “acoplarse” a ese nuevo sistema de aprendizaje; no
obstante, se les debe dar cierto mérito ya que a pesar de las dificultades que se les
pudieran presentar, intentaron mantenerse al nivel que se les estaba exigiendo.

Ya para finalizar, podemos decir, o, mejor dicho, reiterar, que la educación

en Venezuela deja mucho que desear debido a las anteriores carencias y
deficiencias que se han mencionado anteriormente. Sin embargo, tenemos que
darle cierto reconocimiento a aquellos docentes, profesores y maestros que se han
esforzado por dar un nivel de enseñanza digno a pesar de las condiciones en las
que se puedan encontrar. Y es que, de hecho, gracias a ellos, se puede mantener
un poco de esperanza en lo que podría ser el sistema educativo con un toque más
de paciencia y amor.
 BIBLIOGRAFÍA

Cardozo, R (2022) La crisis del sistema educativo en Venezuela [Revista en

línea]. Disponible en: https://www.dw.com/es/la-crisis-del-sistema-
educativo-en-venezuela/a-63989657 [Consulta: 2023, julio, 20]