“Competencia, jurisdicción y derecho aplicable en el proceso sucesorio”

En primer lugar el CCyC establece en el artículo 2336 la “norma general de competencia” para
el proceso sucesorio dentro del territorio argentino:

Art.2336 Competencia: La competencia para entender en el juicio sucesorio corresponde al

Juez del último domicilio del causante, sin perjuicio de lo dispuesto en la Sección 9°, Capitulo 3,
del Título iV del Libro Sexto.

Sin embargo, en casos de causantes fallecidos en el exterior también deben ser reguladas por
el TÍTULO IV - Disposiciones de derecho internacional privado. Allí se establece que:

Art. 2643. Jurisdicción Son competentes para entender en la sucesión por causa de muerte, los
jueces del último domicilio del causante o los del lugar de situación de los bienes inmuebles en
el país respecto de éstos.

Art. 2644. Derecho aplicable La sucesión por causa de muerte se rige por el derecho del
domicilio del causante al tiempo de su fallecimiento. Respecto de los bienes inmuebles
situados en el país, se aplica el derecho argentino.

Puede observarse que el Código determina 2 criterios a tener en cuenta: 1-el juez
competente; 2- el derecho aplicable.

En cuanto a los JUECES COMPETENTES se puede observar que el Código establece 2

posibilidades: 1.a. los jueces del último domicilio del causante; o 1.b. los del lugar de situación
de los bienes inmuebles en el país respecto de estos.

En este sentido, se puede observar que tanto los/las jueces de, por ejemplo, Uruguay como
Argentina tienen competencia, ya sea por el lugar de fallecimiento del causante como también
de lugar de situación de los bienes.

En cuanto al DERECHO APLICABLE, el código establece una cuestión similar. 2.1 el derecho del
domicilio del causante al tiempo de su fallecimiento; 2.2 Respecto a los bienes inmuebles
situados en el país, se aplica el derecho argentino.

En cuanto a esto, el Código establece entonces la posibilidad de aplicabilidad de dos tipos de

ordenamientos, el de un país extranjero, por ser el país donde falleció el causante, o el de
Argentina, por ser el lugar respecto de los bienes inmuebles.

Asimismo, y si bien no es un tema propiamente dictado en la materia, el Tratado de

Montevideo (1940), establece una cuestión similar en cuanto a los procesos sucesorios
similares al caso modelo enviado - tendiente a regular este tipo de cuestioens en los países
firmantes de la región-

Como norma general establece en su Titulo. X - De los bienes Art. 32.- Los bienes, cualquiera
que sea su naturaleza, son exclusivamente regidos por la ley del lugar en donde están situados
en cuanto a su calidad, a su posesión, a su enajenabilidad absoluta o relativa y a todas las
relaciones de derecho de carácter real de que son susceptibles.
Además de ello el Tratado tiene un apartado específico para el tema de Sucesiones del cual se
trata, el derecho aplicable y la jurisdicción.

En cuanto a la jurisdicción, se establece en el artículo Art. 63.- Los juicios a que dé lugar la
sucesión por causa de muerte se seguirán ante los jueces de los lugares en donde se hallen
situados los bienes hereditarios.

Asimismo, en cuanto al derecho aplicable, se puede entender que:

Tít. XII - De las sucesiones

Art. 44.- La ley del lugar de la situación de los bienes hereditarios, al tiempo de la muerte de la
persona de cuya sucesión se trate, rige la forma del testamento. Esto no obstante, el
testamento abierto o cerrado otorgado por acto solemne en cualquiera de los Estados
contratantes será admitido en todos los demás.

Art. 45.- La misma ley de la situación rige: a) La capacidad del heredero o legatario para
suceder; b) La validez y efectos del testamento; c) Los títulos y derechos hereditarios; d) La
existencia y proporción de las legítimas; e) La existencia y monto de los bienes disponibles; f)
En suma, todo lo relativo a la sucesión legítima o testamentaria

De la lectura de los mismos, se puede destacar que se establece que: En suma, en todo lo
relativo a la sucesión legitima o testamentaria rige la ley del lugar de la situación de los
bienes hereditarios, al tiempo de la muerte de la persona cuya sucesión se trate.

Por todo lo antes mencionado, se puede decir a manera de conclusión que tanto el derecho
internacional como el ordenamiento argentino, establecen la jurisdicción y el derecho
aplicable al lugar de los bienes hereditarios al momento del fallecimiento del causante.