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Rostro Seis

Por David Mahom

Mi modo de obrar: Sostener Mi afirmación: "Soy leal"

Mi centro: La cabeza

Mi pasión: La duda y la ansiedad

Mi compulsión: La seguridad

Mi temor: El miedo

Lo que evito: La originalidad

Mi método: La autoridad y el peligro

Mi necesidad: La fe

Mi virtud: La valentía

 Don

El don de las personalidades SEIS los hace leales y trabajadores: son confiables y ofrecen generoso apoyo
particularmente a aquellos que han sido descuidados o tratados injustamente. Productivos e imaginativos, están listos
a trabajar firmemente sin recibir reconocimiento público. Tienen capacidad para sacrificarse mucho, en particular
cuando amenaza un peligro real. Son confiables y fieles a su familia, sus amigos y la sociedad.

Los SEIS de niños tienen un agudo sentido del peligro y crecen experimentando mucho temor. Son naturalmente
cautelosos y pueden ser muy suspicaces de situaciones nuevas. Es posible que posean escasa autoestima y esto puede
impedir su progreso. A veces intentan evitar el peligro respetando las reglas y siendo, en general, conformistas. Son,
por naturaleza, buenos trabajadores.

Los SEIS a menudo están plagados de dudas y temores sobre sí mismos y los demás. Su prudencia los lleva a dilatar la
toma de decisiones. Perciben los aspectos negativos en todo nuevo desafío. Pero son leales a sus amigos y a
cualquier grupo al que se unan. Son más felices siguiendo instrucciones y obedeciendo las reglas que tomando por sí
mismos la iniciativa. Resultan buena compañía para los demás.

Cuando rompen las reglas, los SEIS pueden experimentar considerables dificultades para reconocerlo, debido a la
vergüenza que sienten. Es mucho más probable que vean la culpa en los demás que en sí mismos.

A los SEIS les gusta conocer el orden preciso de las cantidades. A veces poseen una consideración excesiva por la autoridad.
Pueden recurrir a comportamiento agresivo para contrarrestar cualquier acción que les parezca amenazante. No les
agrada que sus propias opiniones sean desafiadas. El tipo combativo de la personalidad SEIS decide presentar batalla a lo
que teme y enérgicamente, pero con miedo, intenta colocar bajo control aquello que percibe como el enemigo.

Es probable que los SEIS vean la mayoría de los desafíos como amenazas y, por lo general, evitan tomar riesgos. Le temen
al cambio y a lo desconocido y pueden volverse ansiosos y agresivos. También pueden resultar legalistas en sus actitudes.
Las reglas juegan un papel importante en sus vidas y pueden intentar imponérselas a los demás. Suelen ser
pesimistas por naturaleza.
Debido a su inseguridad básica, tienen tendencia a ser serios, reservados y desconfiados. A veces encuentran
dificultades en disfrutar el tiempo libre. No confían en sus instintos y usualmente experimentan la vida como muy
demandante para ellos.

Cuando logran un buen desempeño encuentran dificultades para reconocer su propia contribución. Fácilmente se
identifican con los oprimidos y están deseosos de defender su causa.

Los SEIS estarán inclinados a responder "Sí" a la mayoría de las siguientes declaraciones:

 Trabajo mucho, soy confiable y me agrada que las cosas se hagan.

 Pareciera que siempre estoy desafiando o luchan do con mis temores.

 Disfruto trabajar con personas a las que respeto.

 Me agrada tener límites para trabajar.

 Pareciera que percibo los peligros o las amenazas con mayor claridad que los demás.

 Me agrada sentirme seguro en mis relaciones.

 A menudo me detiene la duda. Tomar decisiones puede resultarme difícil.

 La lealtad a un grupo es muy importante para mí.

 Confío en mi habilidad para la lógica más de lo que confío en mis sentimientos.

 Puedo encontrarme ansioso la mayor parte del tiempo y no me agrada que me culpen.

 Los desafíos del Sostenedor

Los SEIS optan por pensar, y más específicamente por preocuparse en sustitución de la acción. El pecado básico, que
hemos llamado la ceguera capital, en el SEIS es el miedo. La admonición constante del Evangelio de Jesús "No tengan
miedo" se dirige a esta ansiedad instintiva experimentada en la personalidad del SEIS.

El miedo muchas veces aparece cubierto por la virtud de la obediencia. Pero la falsa obediencia no es más que la
fruta podrida del miedo, un pretexto para la ansiedad y una huida de la valentía.

Resulta esencial para el SEIS darle a su miedo el nombre que le corresponde: miedo. Debe acabar con la
inclinación de llamarlo fe, lealtad o incluso fe verdadera. El miedo es un pecado contra la fe en el más amplio de
los sentidos y puede convertirse en una postura vital. En principio, los SEIS tienen el desafío de reconciliarse con
algunas medidas contrarias a su ansiedad y temor, dándole más espacio al riesgo y permitiéndose disfrutar la
libertad y el humor.

Los SEIS sospechan de los motivos de los demás. Tienen dos formas para intentar calmar su propia inseguridad:
buscando un protector y guía confiable u oponiéndose contra la autoridad y adoptando el papel del abogado del
diablo. Se encuentran atrapados entre la necesidad de encontrar un guía o sociedad digna de crédito y una profunda
desconfianza de las estructuras autoritarias.

Temerosos de actuar por derecho propio, los SEIS a menudo temblarán cuando llegue el momento de dar el salto. La duda
puede darle forma a su hábito, conduciendo a una grave dilación.

Los fundamentalistas de todos los tonos buscan encontrar una fuente infalible de rectitud. Esta búsqueda de lo
correcto puede estar tapando sus intentos por combatir su inseguridad. La conciencia de este tipo de comportamientos
es el primer paso para reducir la influencia de esta perspectiva.
El anhelo de los SEIS de seguridad y orden puede entonces ser deslumbrado por la jerarquía, la burocracia y las
autoridades afirmativas. Prácticamente en todas las situaciones los SEIS quieren saber dónde están parados. A menudo
reconocerán que están más conformes cuando la cadena de mando es clara. Los SEIS simultáneamente pueden
sobrestimar y desconfiar de la autoridad. Debido a que se sienten vulnerables, a veces se encuentran dispuestos a
aceptar con obediencia ciega.

Muchos SEIS son especiales en observar la letra de la ley. También suelen insistir para que otros no quebranten la ley.
Para ellos la ley, mantener la ley —y a veces incluso romperla— les resulta fascinante. Desarrollan un sexto sentido para
circunstancias sospechosas.

Como poseen una desconfianza natural, los SEIS fácilmente prevén lo peor. Esto se suma a la ansiedad y el miedo que ellos
son muy capaces de proyectar en los que los rodean. Estos contextos negativos pueden convertirse en algo que se siente
y parece como abierta hostilidad, incluso odio.

Los SEIS a menudo cuestionan sus propias capacidades. Como abrigan una desconfianza básica en sí mismos, pueden caer
fácilmente en la trampa de buscar y encontrar los mismos rasgos en otras personas. Los SEIS continuamente
confirman sus peores temores. Rápidamente hallarán chivos expiatorios. Pueden conjurar una visión de cómo todo
podría salir mal. Los SEIS continuamente otearán el horizonte buscando señales amenazadoras y escudriñarán
atentamente para dilucidar qué es lo que hay en los pensamientos de los otros.

Pero el desafío básico que enfrenta el SEIS es reclamar su propia autoridad interior. Una verdadera confianza en sí
mismo está basada en esta toma de conciencia y reduce la dependencia de autoridades externas. Para superar sus
temores debe aprender a confiar. Esto es lo que más quisiera la personalidad SEIS en la vida: librarse del miedo. El
peligro es que reduzca su búsqueda y se conforme con la seguridad.

 Anzuelos del SEIS

 Incapacidad para disfrutar del éxito y del placer.

 Duda y escepticismo eternos.

 Lealtad y esfuerzo por la causa.

 Camino de integración para el Sostenedor

A los SEIS a veces les cuesta mucho reconocer el valor de sus propios talentos: lealtad, voluntad de sacrificio por la
causa y disponibilidad para comprometerse en el servicio práctico.

Es sorprendente que la gracia particular del SEIS sea el valor. Por encima de los otros tipos del Eneagrama, y a pesar
del hecho de que tienen que luchar tanto con el miedo, pueden madurar hasta ser las personas más valientes.

Los SEIS no redimidos carecen de confianza en sí mismos. La vida los invita a descubrir la fe en el sentido de una
voluntad de internarse en el misterio. Deben abrirse a sus propios talentos. Dios confía en nosotros y espera en
respuesta la misma moneda. Precisamente porque Dios confía en nosotros, podemos desarrollar una sana confianza
en nosotros mismos. A su momento esto puede servir para sostener y guiar a otros en empresas comunitarias
importantes que dependan del sacrificio personal.

Es en este sentido que los SEIS deben aprender a confiar en sí mismos. Si esperan la certeza, es posible que nunca
lleguen a actuar. Deben descubrir a partir de su propia experiencia lo que es mejor para ellos. Este camino a menudo
comienza cuando nombran sus miedos. Los SEIS deben luchar para quedar libres de la dirección externa y de
referirlo todo "a las autoridades". Es esencial que tomen en sus manos la responsabilidad de sus vidas, sus
decisiones y sentimientos.
Los SEIS deben buscar la confianza personal en sí mismos y en Dios. El punto es desarrollar una relación íntima, desde
el corazón, con un Dios personal. Es el miedo lo que impide que se arriesguen a esta relación.

Para los SEIS resulta una ayuda, aunque es posible que necesiten superar su miedo a nacerlo, unirse a una
comunidad en la que las personas se abran y compartan sus verdaderos miedos y sentimientos. Necesitan
desarrollar la valentía de comunicarse espontáneamente. También puede resultarles útil probar sus miedos con
sus amigos para detectarlos y lograr abandonar lo inconsecuente, (y los SEIS están sujetos a muchos miedos de este
tipo). A menudo están tentados de tomarse a sí mismos demasiado en serio. Una estrategia más efectiva es recordar
continuamente sus éxitos y utilizarlos como trampolín para el progreso futuro.

Es esencial para los SEIS encontrarse con un Dios que no castiga ni amenaza y les permite cometer errores, sus
propios errores. Al final descubrirán que la confianza y la fe por sí mismas son dadoras de vida.

Para alcanzar la integración en el modelo del Eneagrama los SEIS necesitan tomar los aspectos positivos del NUEVE.
Esto los ayudará a:

 Abandonar sus sospechas y avanzar hacia la confianza. Comenzarán a permitirles a otros que los conozcan
y los amen, y en el proceso se verán aceptados.

 Descubrir su propia calma y paz interior. Sus dudas y temores comenzarán a disminuir y ellos lograrán al fin
comenzar a experimentar su propio centro como perdurable y digno de confianza.

 Evitar concederle un peso excesivo a las opiniones de los demás. Comenzarán a tomar responsabilidad por
sus propios actos y a cuestionar las figuras de autoridad. Dejarán de exigirse logros imposibles.

 Evitar reacciones ridículas. Cuando se hallan bajo presión mantienen sus miedos estrictamente controlados.

 Volverse más realistas acerca de sus propios sentimientos y más directos en la expresión de los MISMOS

 El Sostenedor: Símbolos e invitación

Los símbolos se utilizan aquí como caricaturas de algunas de las energías exhibidas por la personalidad SEIS, el
Sostenedor.

Animales: ratón, liebre, ciervo.

El ratón, al menos en la superficie, vive con miedo constante. Corre de aquí para allá activamente. El fóbico SEIS
también es comparado con la liebre, que huye a toda velocidad, lanzándose por todos lados, escabullándose de aquí para
allá. La liebre tiene enemigos naturales y como táctica de supervivencia ha desarrollado su color de camuflaje para lograr
desaparecer en el suelo. El lobo o la rata son agresivos cuando los acorralan, y pueden ser vistos como símbolos de las
personalidades en el espectro del SEIS que se enfrentan con sus miedos principalmente adoptando una posición
agresiva.

Los SEIS redimidos son comparables a un perro pastor alemán o un ciervo. Los ciervos obtienen de su grupo la fuerza
para sobrevivir. Se encuentran constantemente alertas contra el peligro y están preparados, con unos cuantos
brincos atléticos, para huir de las amenazas. El SEIS redimido, que puede ser comparado con la liebre,
probablemente tiene muchas cicatrices y ha aprendido a vivir aceptando lo que le toca, sabiendo que Dios es leal y fiel,
y digno de su confianza.

País: El país del SEIS es Alemania. La imagen estereotipada de la rígida Alemania concuerda con esta energía masculina, la
confianza artificial en uno mismo que esconde la incertidumbre. Esta represión del miedo puede rastrearse en la historia
de Alemania.
Color: El color simbólico del SEIS es el beige. Por sí mismo no atrae la atención, pero es expresivo. Como el beige, los
SEIS se adaptan a cualquier ambiente. El beige/marrón es la combinación de rojo y verde pero el resultado no
pertenece al espectro clásico de colores. Transmite cercanía a la tierra y seguridad.

 Creencias

 Mantén la distancia. Ser vulnerable te hará sufrir.

 La vida es peligrosa así que es mejor que te prepares.

 Debo cumplir con mi deber.

 Inquietudes

 ¿Hay algún peligro en esto?

 ¿Qué me golpeará ahora?

 Mensaje de la infancia

Nada parece ser confiable. Hubo experiencias de humillación. Los padres pueden haber sido percibidos como
impredecibles y, por lo tanto, se hizo muy difícil una protección adecuada. La defensa personal fue problemática. Las
figuras de autoridad eran distantes y pueden haber sido incluso violentas.

 Invitación: hacia la confianza

Los SEIS son invitados a abrazar la fe, a avanzar hacia lo que, a primera vista, sólo puede ser descripto como oscuridad.
Deben internarse en el misterio. Esto los llama a una relación de confianza, una confianza en su propio ser, en el prójimo
y finalmente en Dios.

Los SEIS tienen el desafío de tomar la responsabilidad de sus vidas, de tomar sus propias decisiones. Necesitan
identificar y nombrar sus miedos para romper la trampa de la ansiedad.

El crecimiento comienza cuando se conceden algo de crédito por sus éxitos. El humor juega un papel importante en
ahuyentar los miedos y liberarlos para poder actuar. Ven a través de su posición ansiosa, avanzan desde su vacilación
y se niegan a tomarse muy seriamente.

Los SEIS necesitan viajar hacia un amor que es positivo y seguro, descansando en la convicción de la fe. Encuentran
confianza en un amor que al final reconocerán que nunca está ausente. Es fiel, tierno y comprometido.

Llegan a descubrir que Dios tiene una fe y confianza enorme en nosotros y nosotros, a cambio, somos invitados a
hacer lo mismo. Descubrir la confianza de Dios nos lleva directamente a la confianza en nosotros mismos. El amor
perfecto, que es el Espíritu Santo en dentro de nosotros, aleja todo temor.

Finalmente, los SEIS son invitados a atravesar sus miedos para llegar a la alta virtud de la valentía. Al descubrir que no
pueden ser separados del amor de Dios, ellos desentierran la valentía interior para tomar decisiones arriesgadas
en beneficio de otros y alentar a los que los rodean a hacer lo mismo.

 Jesús como el sostenedor leal

Como leemos en los relatos de los evangelios, Jesús demuestra las fortalezas de los tipos de personalidades del
sistema del Eneagrama mientras, al mismo tiempo, permanece libre de los rasgos obsesivos de cada tipo. El Evangelio
indica, por ejemplo, cómo Jesús estaba completamente dispuesto a sacrificarse por la causa, mientras vivía el papel
del siervo fiel de Dios.

El objetivo de la personalidad SEIS en el sistema del Eneagrama será relacionarse con Jesús como modelo de lealtad, una
lealtad destacada en el Evangelio por la dedicación específica de Jesús a su propio pueblo judío, el pueblo de Dios.

Jesús llegó a ver su tarea como el cumplimiento de las escrituras, aceptando plenamente las cargas que esto ine-
vitablemente le impuso. Él había venido "no para ser servido sino para servir". Jesús fue especialmente leal con
aquellos que le eran más cercanos. Él vivió esta fidelidad y también la enseñó: "No hay amor más grande que dar la
vida por los amigos. Ustedes son mis amigos..."

Los SEIS pueden encontrar su virtud de ser "siervos fieles" reflejada en muchas historias del evangelio. Vemos, por
ejemplo, cómo Jesús cumplió con su deber filial cuando, durante la pasión, le pidió a su discípulo favorito Juan que cuidara
de su madre.

También queda claro que Jesús tenía poco aprecio por las estructuras de poder terrenal. Él dijo a sus discípulos: "Quien
quiera ser grande entre ustedes debe ser su servidor, y quien quiera ser el primero debe hacerse su esclavo." Él rechazó
las reglas cuando éstas atrapaban a las personas en lugar de servirles. Los SEIS pueden ser fácilmente paralizados por el
temor y la incertidumbre, pero Jesús, repetidas veces, exhortó a la gente a que superaran sus temores y confiaran en
Dios: "No tengan miedo. Sólo crean."

Los SEIS, como hemos visto, pueden sentirse tentados a llevar demasiado lejos su lealtad, y caer en el legalismo. Hay una
lección aquí para los seguidores de Cristo. Siempre existe el peligro de que la observancia de las reglas se convierta en un
fin en sí mismo en lugar de un medio. La moralidad y la religión pueden concentrarse con demasiada facilidad
únicamente en la adhesión a las normas. Este estilo de religión puede alimentar la inseguridad de los SEIS.
Cumpliendo con las reglas pueden afirmar que se mantienen en la observancia de Dios. Pero Jesús quería que sus
seguidores fueran libres: "He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia." La medida de esta plenitud no se
limitaba a las reglas.

Junto con su adhesión a las leyes escritas, es posible que los SEIS intenten alcanzar seguridad llevando a cabo las
órdenes de alguien con autoridad. En situaciones de incertidumbre, los SEIS, a menudo, buscan una autoridad externa
para lograr una solución. La obsesión con las reglas y las rúbricas también puede llevarlos a la santurronería. Pero la
historia de Jesús demuestra que el espíritu de la Ley es más importante que "la letra de la Ley". Una observancia
demasiado estricta puede impedir la maduración de una relación profunda con Dios. En ese caso, cumplir con la Ley se
convierte en el medio de salvación en lugar de un abandono confiado a la gracia de Dios.

Jesús siempre insistió en que Dios era mucho más que un dador de leyes. Él es Abbá, el Padre amoroso. Reconocemos esto
cuando imitamos a Dios al ser compasivos, misericordiosos y justos. Jesús le dio primacía al amor de Dios y al amor del
prójimo. La religión tiene que ver con la salvación en cuanto a una buena relación con Dios, la unión con Dios, una
apertura a la esperanza. La autoridad interior de Jesús proviene de su relación confiada con el Padre Celestial.

El encuentro evangélico con Jesús ayudará a los SEIS a cuidarse de:

 Contenerse debido a la incertidumbre y la duda.

 Ser demasiado precavidos, desconfiados, nerviosos y tímidos. Jesús quería que sus seguidores caminaran en la
luz.

 Ser reacios a abandonar su independencia por un amor más grande.

 Colocar demasiado énfasis en la adhesión a las reglas.

Jesús les muestra a los SEIS cómo regocijarse en:


 La prudencia y la disponibilidad al tomar responsabilidades

 La habilidad de tener amistades entrañables caracterizadas por sentimientos profundos y la lealtad.

 Su capacidad para proteger y ser constante con los que amaba.

 El descubrimiento en sí mismos de valentía y perspicacia.

 Su capacidad para ser compasivos.

Lo individual mantiene su importancia para los SEIS. Están llamados a ejercitar este cuidado íntimo y la responabilidad
que conlleva.

Propósito: superar el temor y la precaución excesiva para llegar al servicio práctico y el sostén valiente.

 Vía de oración para el Sostenedor

El Sostenedor, la personalidad SEIS en el sistema del Eneagrama, es defensivo por naturaleza y tiende a la pro-
tección. Pero el progreso en el viaje espiritual lo lleva en la dirección opuesta, hacia el abandono y la entrega. Su inte-
gración, como sucede con todos los rostros del Eneagrama, depende de la voluntad de convertirse en quien es
realmente. Debe permitir que su vida emocional y espiritual sea tocada y sanada, para que pueda aceptarse a sí
mismo como digno de amor profundo 'por derecho propio. Tiene que atravesar su mundo interior de precaución y
temor.

Cuando rezamos, respondemos a la invitación a acercarnos a Dios. Inicialmente, los SEIS, por instinto evitan este
estilo de abandono. Se esforzarán mucho por evitar el riesgo de la espontaneidad. La plegaria los ayuda a ponerse en
contacto con sus sentimientos más profundos, a descubrir la aceptación y la confianza, reconociendo su propio
valor a los ojos de Dios. Esta experiencia del amor permanente e incondicional de Dios se encuentra en el corazón
de la vida interior.

Al abrirse a este Dios omnipresente y amoroso, al hablar directamente con El como con un amigo de confianza, los SEIS
profundizarán su relación. Entonces, podrán hallarse en posición de superar sus patrones establecidos y adicción a la
seguridad, lo que podría impedir que se comprometieran más profundamente. Deben posarse en una vía de oración
que busca más allá del miedo y se hunde en la confianza y la intimidad.

Por lo tanto, un estilo de oración conversacional y fuerte puede resultar una ayuda para los SEIS. Aquí pueden admitir
sus emociones. Pueden expresar su realidad con palabras, revelar sus temores y sentimientos, compartir sus dudas,
esperanzas y planes, y expresar plenamente sus necesidades.

De la misma manera, el contacto con la creación y la apreciación de la naturaleza generan acción de gracias y pueden
encender el deseo de Dios. Los dones de la creación ayudan a los SEIS a salir de sus pensamientos y de sí mismos,
permitiendo una reacción espontánea y expresión sentida.

Como hemos visto, es posible que los SEIS deban enfrentar lo que puede convertirse en una interminable cadena de
preocupaciones. Ellos encuentran libertad de la tiranía de sus propias ideas y temores en formas físicas y expresivas de
oración, que pueden utilizar música, movimiento y danza. Los SEIS también pueden adaptarse bien al fluir del año
litúrgico de la Iglesia.

Estas técnicas, que pueden progresar hasta incluir artes creativas, danza litúrgica o posturas de yoga, estimulan la
responsabilidad personal y alimentan la flexibilidad de la mente y el cuerpo, además de ayudarlos a tomar conciencia y
aceptarse a sí mismo. La confianza en uno mismo puede comenzar aquí, desembocando en un abandono profundo. A
medida que aprenden a valorarse a sí mismos y tomar riesgos más grandes, se vuelven conscientes de que poseen
tesoros interiores valiosos y reales.

Como hemos visto, un conocimiento personal del Espíritu en su interior transforma la fuente de su autoridad.
Éste es el encuentro que los hace superar su inseguridad hacia la confianza absoluta.

 El camino del SEIS al bienestar

Características insalubres: dependiente, inseguro, agresivo.

Características típicas: cumplidor, ambivalente, indeciso.

Características redimidas: leal, confiado, valiente.

Valores: seguridad, conformismo

Tendencia temporal: futuro.

Sentido más fuerte: vista.

Emoción menos controlada: miedo.

Dominación: autoridad.

Máscaras: obediencia.

Problemas: inseguridad, abandono.

 Las renuncias del SEIS

 Ya no necesito culpar a los demás por mis propios problemas y errores.

 Renuncio a mi miedo a ser abandonado y dejado solo.

 Abandono mi tendencia a quejarme y ser negativo.

 Las afirmaciones del SEIS

 Afirmo que tengo fe en mí mismo, mis talentos y mi futuro.

 Digo sí a mi habilidad para permanecer calmo y confiado.

 Ahora afirmo que soy seguro y capaz de sacar lo mejor de lo que surge en mi camino.

 La senda del SEIS: la fidelidad

La búsqueda más esencial para la personalidad SEIS en el sistema del Eneagrama es alcanzar su propia verdad. Los SEIS
pueden sentirse tentados a posponer esta llegada. Antes de que se liberen para servir, puede haber transcurrido la mayor
parte de sus vidas. En cierta medida, esto es verdad para todos nosotros, pero de manera particular, debido a que ellos
tienen que desempeñar un papel tan decisivo y comunitario, es más fácil ver cómo esto se aplica a los SEIS.

La sociedad paga un alto precio cada vez que un SEIS no logra integrarse.

Los SEIS saludables son capaces de comprometerse profundamente. Ellos también quieren que otros les respondan.
Poseer lazos fuertes con familiares y amigos les hace sentir que no están solos. Las decisiones que toman y los vínculos
que crean a menudo implican una identificación real. Son sumamente respetados por su confiabilidad. Muchas cosas
dependen de ellos, en maneras intrincadas.

Cuando son saludables, los SEIS son divertidos e impredecibles. Quieren agradar, y poseen características infantiles.
Pueden luchar por el otro como lo harían por sí mismos. Pero sólo cuando su trabajo interior se encuentra avanzado
son lo suficientemente libres como para hacerse cargo en nombre de todos de lo que debe hacerse. La lealtad a su propia
verdad, proporciona al SEIS la libertad necesaria para actuar.
Son leales al status quo. Son el punto de apoyo de la familia; el corazón del hogar ancestral. Poseen un talento social que, si
es reprimido, nos pondrá a todos en problemas. Tienen una humildad y sensatez que debe hallar expresión en y a favor
de la sociedad. Sin los vínculos necesarios, todas las superestructuras corren el riesgo de desmoronarse.

Al final, resulta decisivo que los SEIS aprendan a afirmarse a sí mismos y a ver a través a de lo falso e indigno. Deben
descubrir el verdadero significado de la confianza en sí mismos y refrenar las reacciones caprichosas a sus
sentimientos. Es esencial que se transformen en una persona decidida. Sólo entonces, serán capaces de amar y ser
amados. Cuando finalmente encuentran fe en sí mismos, se hallan en el camino real hacia la valentía. Entonces pueden
dejar de protegerse, escudriñar la verdad y abrirse a la bondad y el valor de una causa en particular o a la humanidad
en general. Una vez integrados, emocionalmente estables y espiritualmente cómodos, son capaces de
comprometerse de manera vital con el bienestar de la sociedad.

 Imagen de Dios

Los SEIS se relacionan fácilmente con Dios como Salvador. Éste es el Dios de los salmos, eternamente confiable, el Dios
que libra a sus amigos de sus enemigos. Se relacionan con el Dios que promete seguridad. Hasta aquí vamos bien. El
peligro es que la inmutabilidad les impida avanzar. Dios es más que una roca. Es posible que Dios también quiera
que nosotros vayamos al desierto, a la oscuridad de la pérdida y el sufrimiento.

 Cuando conoces a un SEIS

 Aliéntalo a ver lo positivo y a reírse de sí mismo. Recuerda: él lucha con la duda, y le resulta difícil
confiar.

 No te sorprendas si parece renuente a aceptar tus halagos y cumplidos.

 Dale confianza con tu manera de escucharlo. Dile que los amas.

 Comprende que se siente alentado cuando haces lo que dices. Puede ser que incluso confíe en ti, lo
que nunca le resulta fácil

 No seas demasiado riguroso con sus temores. Recuerda que se compromete profundamente a pesar de
estar lleno de dudas.

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