GREMIO «SEIS» (6)

“Hola, un gusto poder saludarlos.

Espero poder hacer una presentación clara de las principales características de este,
mi gremio Seis. Si no soy claro, por favor, envíenme una carta y con mucho gusto haré las
correcciones necesarias. No tengan miedo, todas sus sugerencias y aportes serán
bienvenidos.

Quienes pertenecemos a este gremio somos personas que nos caracterizamos por ser
cooperadoras y responsables. Somos muy leales hacia quienes nos son significativos.
Nuestro interés se centra en fortalecer alianzas con cualquier clase de “autoridad” y crear
camaradería, siendo en extremo esforzados y fieles a las normas, pues nos parece que es
importante tener siempre claro qué terreno estamos pisando.

Nuestra gran pregunta es cómo encontrar la seguridad. Quienes pertenecemos a este

grupo frecuentemente nos preocupamos de no poner en peligro la estabilidad de las
relaciones que hemos entablado. Por ello, hacemos un gran esfuerzo por ser aceptados y
aprobados por nuestros compañeros o hermanos y autoridades.

Sí, ustedes pueden percibir en todo esto una carencia en la autoconfianza, pues en
vez de tomar decisiones independientes, por nosotros mismos, crecientemente buscamos
precedentes y respuestas en normas y regulaciones por los cuales nos sentimos atraídos y
después nos identificamos. Sobra decir que, aunque nos vemos a nosotros mismos como
dignos de confianza y discretos, los demás nos ven como defensivos e inseguros. El
discernimiento previo a las decisiones comúnmente se apoya en segundas opiniones y/o en
el consenso. Y aunque a veces hacemos cosas sin consultar (pues, en realidad, no es que
nos guste que tomen decisiones por nosotros), toda ocasión de decisión se da en un clima
interior de gran incertidumbre y temor. Por ello, a diferencia de muchos, nos sentimos
bastante cómodos siendo miembros de cualquier agrupación mayor a nuestra individualidad,
sea ésta familia, empresa, equipo deportivo, partido político, iglesia, etc.

Somos personas que vivimos en constante alerta, pero eso no es tan malo. Nuestro
aporte es muy valioso a la hora de hacer proyecciones respecto a los problemas potenciales
que pueden surgir en un proyecto, haciendo críticas constructivas.

La vida se complica cuando la ansiedad nos urge a no perder el apoyo de los

significativos, y al mismo tiempo, nos negamos a cumplir todas las áreas que de ellos
recibimos. Surge así la estrategia de la resistencia velada, indirecta. Como no se puede
responder a todos, habría que ser leal y obediente sólo con aquellos que son leales con uno;

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pero, ¿cómo saber quién es quién? Así, los de este gremio comenzamos a probar, a tantear
a los demás para saber qué sienten por nosotros.

La ansiedad sube más y más: dudamos de nosotros y dudamos del resto,

reaccionando a veces de modo defensivo, a veces de modo agradable, incluso a veces de
ambos modos al mismo tiempo. ¡Qué bueno sería tener la cabeza fría para reaccionar
siempre adecuadamente! Cuando las cosas van bien, lo hacemos. Pero si surgen problemas,
la balanza interna cambia rápidamente a nerviosismo y confusión, y nos llevan a inesperadas
reacciones impulsivas. En algún momento podemos creer que hemos sido demasiado
obedientes, así que para mantener nuestra autoestima y evitar posibles abusos, actuamos
contra la gente. De ser personas estables, nos convertimos en personas muy suspicaces,
desconfiadas de las autoridades, celosos, con temor a cualquier traición de quienes son
cercanos. Debido a estas tensiones opuestas, los de este gremio a veces nos acercamos a
los demás, y a veces los rechazamos; esto, a su vez, no puede sino llevarnos a sentir que
son los otros quienes a veces se nos acercan y a veces nos rechazan. No han sido pocas las
veces en que no hemos visto salida a determinados problemas y hemos pensado que
estamos a un paso de volvernos locos. Sí, la angustia puede agudizar la vista, el oído y el
olfato; eso permite captar anticipadamente al enemigo, pero también puede invitar e inventar
la aparición de fantasmas.

De más está decir que esto afecta nuestra debilitada capacidad de toma de
decisiones. Damos vueltas en círculos, inseguros de lo que queremos, dilatando el fin. Si
somos obligados a actuar, esperamos el último momento y somos extremadamente cautos
en los pasos; nos cubrimos de legalismos que nos guíen y protejan.

La presión emocional nos mantiene tensos y cansados, como si al mismo tiempo

tuviésemos un pie puesto en el acelerador y el otro en el freno. No han sido pocas las
ocasiones que nos han reclamado que de un grano de arena hacemos una montaña y que
en toda situación vemos amenazas potenciales o, derechamente, razones por las cuales
fracasaremos sin duda.

Dicen que en tales momentos es difícil relacionarse con nosotros: que en un momento
somos amorosos, en otro antipáticos; que con una mano les estrechamos la mano, y con la
otra los empujamos lejos; que nuestro humor es muy sarcástico y que por medio de
estrategias veladas e indirectas podemos causar mucho daño.

Estos son los principales rasgos de mi gremio Seis… creo”.

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