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TRATADO DE DERECHO

DEL TRABAJO
TOMO VI
EL DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
RIESGOS DEL TRABAJO
SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES
Y PENSIONES
ASIGNACIONES FAMILIARES
EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
Y DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
DEL TRABAJO

JULIÁN A. DE DIEGO

©Julián A. de Diego,2012
© De esta edición, LA LEY S.A.E. e I., 2012
Tucumán 1471 (C1050AACC) Buenos Aires
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723

Impreso en Argentina

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Tirada: 700 ejemplares.

I.S.B.N. 978-987-03-2349-5(Tomo VI)


I.S.B.N. 978-987-03-2348-8 (Obra completa)
SAP 41378249
SET 41378247
ARGENTINA
Julián A. de Diego
Tratado de derecho del trabajo. - 1a ed.- Buenos Aires: La Ley, 2012.
v. 1, 912 p. 24x17

ISBN 978-987-03-2349-5
1. Derecho Laboral. I. Título
CDD 344

1
ABREVIATURAS

AFIPADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS (EX DGI)


AFJPADMINISTRADORA DE FONDOS DE JUBILACIONES Y PENSIONES
ARTASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO
CDSICOMPENDIO DE DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
CNTRAB. CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJODE LA CAPITAL
FEDERAL
CPCCNCÓDIGO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN
CSJN CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
DT REVISTA DERECHO DEL TRABAJO DE EDITORIAL LA LEY
DL DERECHO LABORAL DE EDITORIAL ERREPAR
ED REVISTA EL DERECHO
ILT INCAPACIDAD LABORAL TEMPORARIA
IPP INCAPACIDAD PARCIAL Y PERMANENTE
ITP INCAPACIDAD TOTAL Y PERMANENTE
JA REVISTA JURISPRUDENCIA ARGENTINA
LAG O LAS LEY DE ASOCIACIONES GREMIALES O LEY DE ASOCIACIONES
SINDICALES
LCTLEY DE CONTRATO DE TRABAJO
LE LEY NACIONAL DE EMPLEO
LL REVISTA LA LEY
LRTLEY DE RIESGOS DEL TRABAJO
ME MINISTERIO DE ECONOMÍA
MT MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL
MTSS MINISTERIO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL DE LA NACIÓN
OEA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS
OIT ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO
ONU ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
P.E. PODER EJECUTIVO
SAFJP SUPERINTENDENCIA DE ADMINISTRADORAS DE FONDOS DE
JUBILACIONES Y
PENSIONES
SCBA SUPREMA CORTE DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

2
SIJP SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES
SRT SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO
SSN SUPERINTENDENCIA DE SEGUROS DE LA NACIÓN
SST SUBSECRETARÍA DE TRABAJO
ST SECRETARÍA DE TRABAJO
SSSN SECRETARÍA DE SEGURIDAD SOCIAL DE LA NACIÓN
TYSSREVISTA TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL DE EDITORIAL EL DERECHO

3
ÍNDICE GENERAL
Abreviaturas VII
CAPÍTULO XX
EL DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
I . CONCEPTO Y ALCANCES DEL DERECHO DE LA S EGURIDAD
SOCIAL
II. BREVE HISTORIA DE LA SEGURIDAD SOCIAL
II. CARACTERES Y PRINCIPIOS
1. Caracteres
2. Principios
III. MARCO NORMATIVO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
1. La Constitución Nacional
2. Los Tratados Internacionales
3. La legislación de fondo
4. Las facultades reglamentarias
IV. LAS CONTINGENCIAS SOCIALES, CLASIFICACIÓN Y
CONTENIDO

V. LA ORGANIZACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL


VI. PRESTACIONES DE LA SEGURIDAD SOCIAL
VII. CRISIS DE LA SEGURIDAD SOCIAL. TENDENCIAS
ANEXO DEL CAPÍTULO XX
Bibliografía
A. Bibliografía general
B. Lecturas recomendadas
Los interrogantes claves
CAPÍTULO XXI
RIESGOS DEL TRABAJO
XXI.1. INTRODUCCIÓN
I. INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Y LA
SEGURIDAD SOCIAL
1. Ubicación de los riesgos del trabajo dentro del
sistema jurídico y dentro del derecho del trabajo
y la seguridad social
2. Antecedentes legislativos de la ley 24.557
3. Génesis de la ley 24.557

4
II. TEORÍAS Y DOCTRINAS EN LOS RIESGOS LABORALES
1. Responsabilidad por culpa (aquiliana)
2. Responsabilidad contractual
3. Responsabilidad objetiva
4. Teoría del "riesgo profesional"
5. Teoría del "riesgo de autoridad"
6. Teoría de la responsabilidad social
7. Teoría inspiradora de la NuevaLey de Riesgos
del Trabajo
III. MARCO CONCEPTUAL
1. Prevención vs. reparación
2. Objeto de la prevención y de la reparación
3. Prioridades del sistema
IV. ESTRUCTURA Y CONTENIDO DE LA LEY
1. Nuevos fundamentos de la ley
2. Clasificación del contenido
3. Estructura funcional del nuevo sistema
4. La importancia de la reglamentación. Su actual
estado
5. Los temas que demandarán reformas
6. La reforma legal introducida por el decreto de
necesidad y urgencia 1278/2000, y la ampliación
de la misma a través del decreto 1694/2009

V. Reformas y mejoras de fondo en la LRT


1. El DNU 1278/2000 de reforma de la LRT
2. El decreto reglamentario 1694/2009
2.1. El decreto reglamentario 1694/2009.
Procedencia
2.2. El plan de la reforma
2.3. Los nuevos montos indemnizatorios y las
compensaciones mínimas legales
2.4. El nuevo cálculo del salario de las licencias
2.5. Supresión del tope legal de las
indemnizaciones

5
2.6. Nuevo valor mínimo en el cálculo de las
indemnizaciones
2.7. Nuevas compensaciones dinerarias de
pago único
2.8. Nuevo monto y sistema de ajuste del pago
mensual de asistencia por gran invalidez
2.9. El Registro de Prestadores Médico
Asistenciales
2.10. El pago de las prestaciones dinerarias
2.11. Reducción de costos y diseño de las
alícuotas
2.12. Habilitación del seguro de responsabilidad
civil
2.13. Impulso a la creación de entidades sin
fines de lucro
2.14. Vigencia de la reforma
3. La ley 26.773/2012 de reforma parcial de la LRT
3.1. Los imperativos de la reforma de la LRT
3.2. Introducción
3.3. El contenido fundamental de la reforma
propuesta
3.4. El proyecto de reforma y el modelo
resultante a la luz de la jurisprudencia
3.5. La nueva opción excluyente conjunta
3.6. Conclusiones
XXI.2.LOS SUJETOS Y EL ÁMBITO DE APLICACIÓN
I. INTRODUCCIÓN
II. CLASIFICACIÓN DE LAS PERSONAS Y DE LOS SUJETOS
III. LOS BENEFICIARIOS O DAMNIFICADOS POTENCIALES
1. Las inclusiones obligatorias
2. Las inclusiones voluntarias
IV. EL EMPLEADOR
1. Identificación del empleador
2. El empleador bajo el seguro obligatorio, y el
autoasegurado
3. Las obligaciones de las partes
4. El incumplimiento de los deberes del empleador

6
5. El deber de afiliación del empleador
6. La responsabilidad del empleador por omitir la
afiliación
7. La insuficiencia patrimonial del empleador
V. LA SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO
1. Fundamentos de la existencia de la SRT
2. La creación de la SRT
3. La integración de la SRT
4. El financiamiento y presupuesto de la SRT
5. Las funciones de la SRT
VI. LAS ART
VII. LAS COMISIONES MÉDICAS Y LA COMISIÓN MÉDICA
CENTRAL
VIII. EL COMITÉ CONSULTIVO PERMANENTE
IX. AMBITO DE APLICACIÓN PERSONAL
X. AMBITO DE APLICACIÓN TEMPORAL
XI. AMBITO DE APLICACIÓN TERRITORIAL
XXI.3.LAS CONTINGENCIAS CUBIERTAS
I. CONTINGENCIAS Y SITUACIONES. EXISTENCIA Y DENUNCIA
1. Accidentes de trabajo
2. El accidente in itinere
3. Enfermedades profesionales
4. Las enfermedades profesionales no
incorporadas al listado
5. Enfermedades accidentes
II. INCAPACIDAD LABORAL TEMPORARIA
III. INCAPACIDAD LABORAL PERMANENTE
1. Carácter provisorio de la ILP
2. Carácter definitivo de la ILP
IV. GRAN INVALIDEZ
V. MUERTE
VI. EXCLUSIONES
1. Accidentes y enfermedades causadas por el
trabajador

7
2. Fuerza mayor extraña al trabajo
3. Patologías preexistentes y el bloqueo
4. Las exclusiones por omisión en el listado
XXI.4.LAS PRESTACIONES
I. PRESTACIONES DINERARIAS Y EN ESPECIE
II. PRESTACIONES O INDEMNIZACIONES DINERARIAS
TARIFADAS

1. Generalidades
2. Clasificación
3. Ingreso Base
3.1. Concepto y naturaleza jurídica
3.2. El cálculo del Ingreso Base
4. Las prestaciones dinerarias de la ILT y la IPP
III. PRESTACIONES POR INCAPACIDAD LABORAL
TEMPORARIA (ILT)
IV. PRESTACIONES POR INCAPACIDAD PERMANENTE
PARCIAL (IPP)
1. Período de IPP provisoria
1.1. Prestaciones durante el IPP provisional
2. Período de IPP definitiva
2.1. Prestación de pago único del IPP igual o
inferior al 50 %
2.2. Derogación de la Renta periódica y el pago
único de la IPP definitiva superior al 50% e
inferior al 66%
2.3. El daño complementario de la
"indemnización dineraria tarifada"
V. PRESTACIONES POR INCAPACIDAD PERMANENTE TOTAL
(IPT)
VI. PRESTACIONES PARA EL CASO DE GRAN INVALIDEZ
VII. PRESTACIONES PARA EL CASO DE MUERTE DEL
DAMNIFICADO

VIII. PRESTACIONES EN ESPECIE. CLASIFICACIÓN


1. Asistencia médica y farmacéutica
2. Prótesis y ortopedia
3. Rehabilitación

8
4. Recalificación profesional
5. Servicio funerario
6. Negativa injustificada del damnificado a percibir
las prestaciones
7. Duración de las prestaciones
8. Daños en la salud durante la asistencia médica.
Responsabilidad
IX. RETORNO AL TRABAJO DEL DAMNIFICADO
X. PRESCRIPCIÓN
XI. EL DAMNIFICADO FRENTE A LA LCT
1. Acoplamiento de la "reserva de puesto"
2. La extinción del vínculo sin responsabilidad
indemnizatoria
3. El regreso al trabajo del artículo 212, LCT y el
artículo 16, LRT
4. La ruptura del vínculo directa o indirecta, por
decisión de las partes
XXI.5.EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA
I. INTRODUCCIÓN. DISTINTOS SISTEMAS
II. COTIZACIONES Y ALÍCUOTAS
1. La contribución a cargo exclusivo de la empresa
2. La base imponible de la contribución (aplicación
de la ley 24.241)
2.1. Inclusión de las prestaciones
remuneratorias
2.2. Exclusión de las prestaciones no
remuneratorias
3. El pago de la contribución
4. Fiscalización, verificación y ejecución de las
contribuciones
4.1. Fiscalización
4.2. Verificación
4.3. Ejecución de las contribuciones
5. Determinación de la alícuota para calcular la
contribución por establecimiento
6. Responsabilidad del empleador por omisión del
pago de las contribuciones

9
7. Responsabilidad penal por falta de pago
III. TRATAMIENTO IMPOSITIVO
IV. EL FONDO DE GARANTÍA
V. EL FONDO FIDUCIARIO DE ENFERMEDADES
PROFESIONALES
VI. FONDO DE RESERVA DE LA LRT
VII. EL FINANCIAMIENTO DE LA SRT
VIII. LAS EMPRESAS AUTOASEGURADAS Y EL
FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA

XXI.6.LA DETERMINACIÓN DEL DAÑO


I. INTRODUCCIÓN
II. LA DETERMINACIÓN DE LA INCAPACIDAD EN LALRT
1. La Comisión Médica Central. Composición
2. La función de las comisiones médicas.
Integración
III. LA REVISIÓN DE LA INCAPACIDAD
IV. LA RELACIÓN DE CAUSALIDAD
V. LA CAUSALIDAD EN LAS ENFERMEDADES NO LISTADAS
XXI.7. LA RESPONSABILIDAD CIVIL
I. LA VÍA DEL DERECHO COMÚN
1. Introducción
2. La responsabilidad civil en el derecho común
II. LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL DEL DERECHO
LABORAL
III. LAS ALTERNATIVAS EN LA LEY9688Y EN LA LEY24.028
IV. LA RESPONSABILIDAD CIVIL EN LALRT
1. Eximición de responsabilidad civil del empleador
2. Responsabilidad civil excepcional del empleador
por dolo
3. Articulación conjunta de laLRTy elCódigo Civil
4. Daños provocados por un tercero ajeno
5. Competencia civil en los reclamos por el derecho
común
V. LA CRÍTICA AL SISTEMA HERMÉTICO DE LALRTY SU
CONSTITUCIONALIDAD

10
VI. LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA Y SUS
ANTECEDENTES

1. La etapa inicial de la aceptación


2. La etapa de transición entre la aceptación y el
cuestionamiento inicial del sistema
3. El caso "Gorosito" de la CSJN
VII. ELFALLO "AQUINO" Y LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL
ART. 39INC. 1ºLRT

VIII. LA REFORMA DE LA LEY26.773Y LA ADHESIÓN AL


SISTEMA DE OPCIÓN EXCLUYENTE

VIII. PRESCRIPCIÓN
XXI.8. LA SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL
TRABAJO Y LAS ASEGURADORAS DE RIESGOS DEL
TRABAJO
I. LA SRT. CREACIÓN. INTEGRACIÓN
1. Creación de la SRT
2. Funciones de la Dirección Nacional de Salud y
Seguridad en el Trabajo
3. El superintendente de la SRT
4. La remuneración del superintendente y de los
funcionarios superiores
5. La remuneración del personal subordinado
6. La estructura de la SRT
II. FUNCIONES DE LA SRT
1. Control de cumplimiento de las normas de
higiene y seguridad laborales
2. Dictar normas reglamentarias en materia de
higiene y seguridad
3. Control y fiscalización de las ART
4. Aplicar sanciones conforme a laLRT
5. Requerir información con el auxilio de la fuerza
pública y con órdenes de allanamiento
6. Dictar su reglamento interno
7. Administrar su patrimonio
8. Administrar el Fondo de Garantía y el Fondo de
Reserva
9. Determinar su estructura y los recursos
humanos de la SRT

11
10. Administrar el Registro Nacional de
Incapacidades Laborales
11. Controlar y fiscalizar las empresas
autoaseguradas
12. Evaluación de las categorías de riesgo de las
actividades
13. Registro de altas y de bajas de los
empleadores afiliados
14. Los empleadores rebeldes a la afiliación al
sistema
15. Las cuotas omitidas por los empleadores
elusores
16. La aplicación de la Ley Penal Tributaria
17. Participación en los casos de insuficiencia
patrimonial
18. La declaración de insalubridad de lugares y
ambientes de trabajo
19. Se crea el Registro de Prestadores Médico
Asistenciales conforme lo dispone eldecreto
1694/2009en su art. 7º
III. FINANCIAMIENTO
1. El financiamiento del primer ejercicio de la SRT
2. El financiamiento de la SRT
IV. LAS ART
1. Creación y funcionamiento
2. Deberes, derechos y prohibiciones de las ART
V. LAS COMPAÑÍAS DE SEGUROS CON LA RAMA ACCIDENTES
DE TRABAJO

VI. RESPONSABILIDAD POR OMISIONES


VII. INSUFICIENCIA PATRIMONIAL
VIII. LAS SANCIONES POR INCUMPLIMIENTO
IX. LA PRESCRIPCIÓN DE LAS COTIZACIONES
XXI.9. IMPACTO DE LALEY DE RIESGOS DEL TRABAJO
EN OTRAS MATERIAS

I. RELACIÓN DE LA LRT CON OTRAS NORMAS


II. RELACIÓN DE LA LRT CON LA LCT
1. Reforma del deber de prevención

12
2. La remuneración computable en el Ingreso Base
y su reemplazo por el art. 208 (LCT) en la ILT y
en la IPP o IPT provisorias
3. Incompatibilidad del ingreso por ILT con el
devengamiento de salarios
4. Compatibilidad de las prestaciones por ILP con
el regreso al trabajo
5. Extensión de las ART en materia de
enfermedades y accidentes inculpables
6. El personal subalterno de la SRT se regirá por la
legislación laboral
7. Normas reglamentarias sobre temas laborales
encomendadas al Poder Ejecutivo
8. Inclusión obligatoria del trabajador dependiente
en la LRT
III. RELACIÓN CON EL NUEVO RÉGIMEN PREVISIONAL
1. Compatibilización del régimen previsional y la
LRT
2. Empleo del MOPRE como referente para ajustar
prestaciones y su reemplazo por los ajustes del
Sistema Integrado Previsional Argentino
3. Aportes y contribuciones y pago de
asignaciones familiares
4. Naturaleza de las prestaciones por Incapacidad
Permanente Parcial (IPP)
5. Naturaleza de las prestaciones por IPT y el
sistema previsional
6. Prestaciones definitivas en el caso de la IPT y
las prestaciones previsionales
7. La ART y el capital de recomposición con
incapacidad provisoria
8. Posible reducción de aportes y contribuciones
en trabajadores discapacitados
9. La pensión del régimen previsional y la
prestación periódica de la LRT para el caso de
muerte de la víctima
10. La renta periódica por IPP definitiva.
Derogación por la ley 26.773
11. Utilización de las comisiones médicas en la
LRT y en el régimen previsional

13
12. Base imponible común entre la LRT y el
sistema previsional
13. La reducción de las cargas sociales con el
aumento de la recaudación su tratamiento
diferenciado en el SIPE y en la LRT
14. Unificación y restricciones en las empresas de
seguros de retiro
15. Unificación de la comisión médica central y de
las comisiones médicas
IV. RELACIÓN DE LA LRT Y LA LEY 24.028 DE ACCIDENTES
DE TRABAJO Y ENFERMEDADES PROFESIONALES

1. Cobertura de las ART sobre accidentes y


enfermedades de normas anteriores
2. Procedimiento administrativo previo y obligatorio
de conciliación
3. Aplicación de la ley en el tiempo y los casos
pretéritosen laLRT
4. Vigencia de la LRT y derogación de la ley
anterior de accidentes y enfermedades (ley
24.028)
V. RELACIÓN DE LA LRT CON LA LEY DE CONVENIOS
COLECTIVOS
1. La actividad preventiva a través de los convenios
colectivos de trabajo
2. La creación de ART sin fines de lucro a partir de
la negociación colectiva
3. Creación de aseguradoras sin fines de lucro
XXI.10. RECLAMACIÓN JUDICIAL.
RÉGIMEN DE SANCIONES DE LALRT
I. LA RECLAMACIÓN JUDICIAL. PRINCIPIOS GENERALES
II. LA COMPETENCIA JUDICIAL
III. LA CONCURRENCIA
IV. LAS RECLAMACIONES EN EL TIEMPO
V. VIGENCIA DE LA LRT. CRONOGRAMA
CAPÍTULO XXII
SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES
Y PENSIONES

I. INTRODUCCIÓN

14
II. ELRÉGIMEN JUBILATORIO. CONCEPTO, ALCANCES Y
ANTECEDENTES

III. CLASIFICACIÓN
IV. SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES
1. Opciones
2. Sujetos comprendidos
3. Las personas excluidas
4. Los deberes de los sujetos del sistema y la
obligación recíproca de inscripción
5. Las bases de cálculo de los aportes y
contribuciones al sistema
V. LAS CONTINGENCIAS CUBIERTAS
VI. EL FINANCIAMIENTO
1. Aportes y contribuciones
2. El MOPRE, su derogación y la actualización de
la base
VII. LAS PRESTACIONES
1. Jubilación ordinaria
a) Prestaciones comunes
b) Prestaciones del sistema de reparto vigentes
c) Prestaciones del sistema mixto
2. Jubilación por invalidez
3. Las pensiones
4. Normas transitorias
5. Compatibilidad entre las prestaciones
jubilatorias y el regreso a la actividad
VIII. TENDENCIAS, CRISIS Y FUTURO DEL SISTEMA
JUBILATORIO

ANEXO DEL CAPÍTULO XXI


Bibliografía
A. Bibliografía general
B. Lecturas recomendadas
Los interrogantes claves
Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones -
Ley 24.241

15
CAPÍTULO XXIII
ASIGNACIONES FAMILIARES
I. ORIGEN, CONCEPTO Y ALCANCE
II. EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y SISTEMA VIGENTE
III. CONTINGENCIAS CUBIERTAS Y SUS PRESTACIONES
1. Régimen legal vigente y personas incluidas
2. Personas excluidas
3. El financiamiento del sistema
3.1. El sistema de pago indirecto
3.2. El sistema de pago directo
4. Condiciones para determinar el monto de la
asignación
5. La asignación por hijo
6. Asignación por hijo con incapacidad
7. Asignación prenatal
8. Asignación por ayuda escolar
9. Asignación por maternidad
10. Asignación por nacimiento
11. Asignación por adopción
12. Asignación por matrimonio
13. Asignación especial a la madre con hijo con
síndrome de Down
14. Los montos de cada asignación
IV. LA ASIGNACIÓN UNIVERSAL POR HIJO Y POR MATERNIDAD
1. Introducción
2. El régimen legal y los beneficiarios
3. La protección universal por embarazo para
protección social
V. LAS ASIGNACIONES FAMILIARES PARA LOS JUBILADOS
ANEXO DEL CAPÍTULO XXII
Bibliografía
A.Bibliografía general
B.Lecturas recomendadas
Los interrogantes claves

16
Régimen legal de Asignaciones Familiares -
Ley24.714/1996
CAPÍTULO XXIV
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
Y DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
DEL TRABAJO

I. NACIMIENTO, ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN AL


DERECHO INTERNACIONAL DEL TRABAJO
1. El Derecho Internacional Privado del Trabajo
2. El Derecho Internacional Público
II. LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1994 Y LOS TRATADOS
INTERNACIONALES CONSTITUCIONALES Y
SUPRALEGALES

1. La Declaración Americana de los Derechos y


Deberes del Hombre
2. La Declaración Universal de Derechos Humanos
3. La Convención Americana sobre Derechos
Humanos. Pacto de San José de Costa Rica
4. El Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales
5. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y su Protocolo Facultativo
6. La Convención sobre la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio
7. La Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial
8. La Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer
9. La Convención contra la Tortura y otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
10. La Convención sobre los Derechos del Niño
III. EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO DEL TRABAJO
IV. LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO
1. Antecedentes
2. Creación de la OIT
3. Principales funciones
4. Estructura tripartita
5. Principales órganos
17
6. Comisiones y comités
7. Los instrumentos: convenios y
recomendaciones
8. Aplicación de los convenios en el derecho
interno
9. Temática de los convenios
9.1. La aplicación concreta de los convenios en
la jurisprudencia
9.1.1. El Convenio 95 de la OIT sobre
"salarios"
9.1.2. El Convenio 87 98 y 132 de la OIT
sobre Libertad Sindical
9.1.3. La aplicación de los Tratados
Internacionales en el caso "Aquino"
9.1.4. La aplicación de los Tratados
Internacionales en el caso "Vizzoti"
9.1.5. El caso "Alvarez Maximiliano" por
discriminación antisindical
V. EL MERCOSUR, EL NAFTA Y EL MERCADO COMÚN
EUROPEO
VI. EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO DEL TRABAJO
1. El principio general de la lex loci executionis
2. El trabajador expatriado
2.1. Diversos tipos de expatriación
2.2. El derecho aplicable al expatriado
2.3. El contrato del expatriado
A. La remuneración
B. Los pagos pactados fuera del territorio
nacional
C. Los beneficios especiales
D. Houssing y gastos de vivienda de
residencia
E. Automóvil, chofer y custodia
F. El celular provisto por la empresa y sus
gastos de uso
G. Los viajes al exterior o la visita a su lugar
de origen
H. La repatriación

18
I. La extinción del contrato del expatriado
J. Los cambios de destino pactados y los no
acorda dos 842
K. Los problemas cambiarios originados en
restricciones en el empleo o en el pago
con divisas
ANEXO DEL CAPÍTULO XXIV
Bibliografía
A. Bibliografía general
B. Lecturas recomendadas
Los interrogantes claves
INDICE ANALÍTICO
EPILõGUS

CAPÍTULO XX

EL DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL


Sumario : I. CONCEPTO Y ALCANCES DEL DERECHO
DE LA SEGURIDAD SOCIAL.— II. BREVE HISTORIA DE LA
SEGURIDAD SOCIAL . II.1. Caracteres. II.2
Principios.— III. MARCO NORMATIVO DE LA
SEGURIDAD SOCIAL. III.1. La Constitución
Nacional. III.2. Los Tratados Internacionales.
III.3. La legislación de fondo. III.4. Las
facultades reglamentarias.— IV. LAS
CONTINGENCIAS SOCIALES, CLASIFICACIÓN Y
CONTENIDO .— V. LA ORGANIZACIÓN DE LA
SEGURIDAD SOCIAL.— VI. PRESTACIONES DE LA
SEGURIDAD SOCIAL.— VII. CRISIS DE LA SEGURIDAD
SOCIAL. TENDENCIAS.— ANEXO DEL CAPÍTULO XX. A.
Bibliografía General. B. Lecturas
recomendadas.

19
"Noé construyó el arca
antes de que llegara el diluvio" .

I. CONCEPTO Y ALCANCES DEL DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Es muy difícil concebir para mí la Seguridad Social sin ligarlo a las enseñanzas de
Juan José Etala († ) (1) que hacia fines de la década de los '60 reafirmaba con
indudable visión de futuro "el sujeto de la seguridad es todo hombre y mujer sin
diferenciación, que deba enfrentar una contingencia social que compromete su
capacidad de ganancia y genera cargas económicas suplementarias".

Ejemplificaba luego, los desocupados, los postergados, las personas sin recursos,
las que no pueden ingresar al mercado de trabajo, los retirados que no pueden
acceder a la jubilación ordinaria y los que sufren los daños de un accidente o una
enfermedad que los incapacita, los que sufren necesidades, los que no poseen
cobertura de salud, todos de un modo u otro, estarán amparados o deberían estar
amparados por la Seguridad Social.

A partir de su modelo de abordaje de la dispersión que ofrece la materia, se puede


estructurar un sistema que por diversas causas, está interconectado, y que tiende a
la universalización de los mismos, de modo que alcance sencillamente a todos los
hombres y mujeres que habiten el suelo argentino.

En su clasificación original de las contingencias publicada hacia 1966 (ver p. 10 de


este Capítulo XX) Etala enunciaba a los desocupados y el desempleo, a la familia y
a las cargas de familia, a y los indigentes o marginados (2) .

Cuando analizábamos el tema de la salud, por ejemplo, se partía de la salud pública


como deber esencial del Estado a través del hospital público, pasando luego por la
salud a través de las obras sociales sindicales y luego de personal de dirección,
avanzando a través de las empresas privadas luego prepagas de la salud, a las
entidades de bien común, a las mutuales y cooperativas, o proveniente de los
organismos internacionales, y a la necesidad de un seguro universal de salud que
incluyera a los beneficiarios que fueran contribuyentes, y a los que no puedan
contribuir.

La seguridad social provee los medios para atender las contingencias sociales, y es
subsidiaria pero sobre todo, se basa en el principio de la solidaridad, de modo que
por distintas vías, todo ser humano que habite nuestro territorio esté alcanzado por
la protección requerida sin diferenciaciones arbitrarias.

En gran medida, el reconocimiento de la dignidad de la persona es en esencia el


fundamento de la existencia de esta rama autónoma del derecho, que sin dudas

20
excede los límites y el marco de referencia del derecho del trabajo. En efecto, el
derecho laboral se circunscribe a proteger sólo al trabajador que presta su fuerza
laboral por cuenta ajena y en relación de dependencia, cuando enfrenta las
contingencias sociales ligadas o interrelacionadas con el mundo del trabajo.

La Seguridad Social es la expresión del derecho que impone el deber social de que
todo ser humano requiere asistencia, y nadie debe quedar desamparado ni librado
al azar.

Es sin dudas la rama del derecho de la diversidad (3) y de la protección con alcance
universal (4) , porque donde no llega nadie, deberá tener presencia la Seguridad
Social, generalmente a través de la intervención de alguno de los poderes del Estado
en su división de poderes.

El desempleado, el indigente, el que lleva una vida marginal, en rigor, cualquier


persona debe recibir y merece la asistencia del Estado, y la protección a través de
él de la comunidad, con el fin de lograr que el bien común y el bienestar general
incluya a todos sin distinciones.

En el marco del Estado Benefactor y del Estado de Bienestar como hito en el


desarrollo de la sociedad y las relaciones con quien los gobierna, asegurando una
serie de prestaciones que tienen que ver con la salvaguarda de los derechos
humanos, y con la protección que se hace indispensable a la hora de valorar las
condiciones en las que debe custodiarse la dignidad humana (5) .

La crisis de Europa, el Euro y los países centrales originada en el año 2008/2009 y


que sigue sin ser superada, está mutilando y minando el "Estado de bienestar",
aplicándose los primeros recortes presupuestarios en los beneficios que
supuestamente debía garantizar.

Aumentar la edad de jubilación, reducir la calidad y cantidad de las prestaciones de


salud, prohibir los servicios asistenciales a los extranjeros indocumentados, expulsar
a los ilegales, y otras medidas, son aprobadas diariamente en España, Grecia,
Irlanda, Portugal, Italia, y ahora en Francia y en Alemania, mientras el desempleo
bate récords y se paraliza el crecimiento, dando lugar en distintos frentes a la
recesión.

En este contexto, el "Estado de bienestar" no sólo está en crisis, sino que resulta
prácticamente inviable.

Concepto de seguridad social:es la rama del derecho que se ocupa del hombre y de
la mujer en general, frente a laposible ocurrencia de contingencias sociales,que
comprometan todo o parte de su ingreso, y generen habitualmentecargas
económicas suplementarias(6) .

Los objetivos de la Seguridad Social, en este contexto son:

 Brindar determinadas coberturas de protección a toda la


población, como v.gr. el seguro de salud;
 Cubrir y amparar a toda persona contra los efectos negativos,
nocivos o disvaliosos de las contingencias sociales,
considerando que ellas son los eventos futuros e inciertos que

21
pueden presentarse en la vida de las personas, y que
comprometen su capacidad de ganancia, los afecta en forma
personal o familiar, y en su caso, generan cargas económicas
suplementarias para poder atender sus efectos;
 Contar con un régimen jubilatorio sustentable y con
prestaciones razonables y actualizadas que aseguren su
movilidad;
 Brindar protección social, de salud, y general a la familia
primaria, integrada por los cónyuges y sus hijos;
 Proteger en especial a los grupos más frágiles, como los que
tienen capacidades especiales, los desempleados, los
excluidos y los marginales;
 Construir puentes entre los que sufren contingencias y
cualquier forma de marginación del mercado formal, para que
puedan ingresar al mismo con los requisitos y condiciones
impuestos por la economía, las nuevas formas de organizar el
trabajo y por las nuevas tecnologías;
 Extender a todos el bien común y el bienestar general a través
de la universalización de las prestaciones que contribuyan a
dignificar el trabajo.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un documento publicado en


1991 denominado "Administración de la seguridad social" definió la seguridad social
como:

"La protección que la sociedad proporciona a sus


miembros, mediante una serie de medidas públicas,

 contra las privaciones económicas y sociales que, de


no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte
reducción de los ingresos
 por causa de enfermedad,
 maternidad,
 accidente de trabajo,
 o enfermedad laboral,
 desempleo,
 invalidez,
 vejez
 y muerte;
 y también la protección en forma de asistencia
médica
 y de ayuda a las familias con hijos".

En nuestros días, se concibe la seguridad social como la estamos definiendo dentro


del denominado "Estado del Bienestar", que como concepto general, determina que
corresponde al Estado o a la Sociedad asumir la responsabilidad del bienestar social
y económico de todos y de cada uno de sus miembros, y con prescindencia de
cualquier diferenciación como las que provienen de etnias, origen social religioso
político o racial.

Esta responsabilidad es entendida generalmente como comprensiva y universal,


porque "bienestar" es un concepto amplio que se aplica a todos.

22
Adicionalmente, para algunas posturas políticas conservadoras, tal bienestar o el
Estado de bienestar es un derecho atribuible al sujeto a fin de afianzar y resguardar
l a dignidad de las personas y afianzar con ello los derechos humanos
esenciales (7) .

Una segunda fase de los derechos humanos se vivió a comienzos del siglo XX con
acontecimientos sociales y políticos en donde la población se reveló contra
regímenes autoritarios y no participativos. Eran tradiciones donde la máxima era "por
el pueblo pero sin el pueblo" (8) .

En rigor, los derechos humanos dentro de la denominada tesis iusnaturalistas las


que afirman la existencia del Derecho natural.

Aunque en cada época se ha entendido este concepto de manera diferente, todas


estas doctrinas coinciden en afirmar la existencia de:

 una juridicidad previa y


 la consolidación a través del derecho positivo;
 la positivación entendiendo por tal la materialización del
derecho originario;
 en la letra de una norma de fondo se limitaría a declarar
derechos ya existentes.

En las declaraciones de derechos del siglo XVIII se refleja esta concepción, y el


art. 1º de la Declaración Universal de Derechos Humanos afirma que "todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos", lo que es
considerado por juristas como Hans Kelsen una clara manifestación de la doctrina
del iusnaturalismo.

Algunas teorías iusnaturalistas afirman que los derechos humanos se basan en


aspectos biológicos, tales como la conveniencia para la supervivencia de la especie,
en el contexto de la selección natural, de una conducta basada en la empatía y el
altruismo.

Otras los sustentan en el orden moral natural tal y como se deriva de determinados
preceptos religiosos.

En rigor, los derechos humanos fundamentales se sustentan en base a la conducta


moral que son un conjunto de prescripciones objetivamente válidas cuyas raíces
apelan a textos como la Biblia o el Corán.

Frente a estas posturas, desde el siglo XVII, con Hugo Grocio, ha cobrado fuerza el
iusnaturalismo racionalista, de la mano de autores que se desvinculan
progresivamente de la idea de Dios, si bien existen en la actualidad diversas
fundamentaciones iusnaturalistas de carácter o inspiración religiosa (9) .

Entre ellas se encuentra la Doctrina Social de la Iglesia, que retoma las ideas de los
Padres de la Iglesia y de Santo Tomás de Aquino.

Llegar a lo realmente humano es una de las críticas principales de las ponencias de


Juan Pablo II en su encíclica "Humanae vitae".

23
La vida es un sentir desde una divinidad al bien común expreso en la realidad
cristiana, desde la moralidad del bienestar.

Según la Doctrina Social de la Iglesia, el fundamento sólido o inmediato de los


derechos se encuentra en la ley natural, la norma —de derecho natural— que es
fuente equilibrada de derechos y deberes de cada uno; a su vez, su fundamento
último es Dios mismo: el orden con que Dios gobierna el universo recibe el nombre
de ley eterna, del que la ley natural es una participación o derivación.

Los derechos humanos son objetivos en tanto que no dependen de la subjetividad


de quien es su titular o está obligado por ellos.

Por tanto, no quedan sujetos a los estados de ánimo, las opiniones o la voluntad de
nadie; tampoco el consenso, ni siquiera de la mayoría.

Para la Iglesia Católica, además, otra característica de los derechos humanos es su


sociabilidad: siendo el hombre naturalmente social, existen derechos naturales de
la persona en cuanto individuo, pero también en tanto miembro de diversos grupos
sociales naturales; es decir, derechos naturales de la familia, de las asociaciones o
de las naciones.

Por la misma razón, los derechos se ordenan al bien común y están


constitutivamente limitados.

Concretando más en cuanto su precisión y limitación, los derechos humanos remiten


a lo justo, concreto, por lo que no significan el reconocimiento de una libertad para
realizar cualquier cosa, en cualquier momento o de cualquier manera, ya que obrar
siempre está sometido a reglas morales, a normas éticas, y al marco regulatorio de
cada país.

Uno de los teóricos de derechos humanos más relevantes e influyentes fue John
Locke, que elevó la defensa de los derechos naturales a la categoría de principio
fundamental de legitimación del gobierno y fin básico de la sociedad civil (10) .

Locke basó sus ideas en el concepto de propiedad, que utilizó en un sentido amplio
y en un sentido restringido.

En sentido amplio, se refiere a un gran conjunto de intereses y aspiraciones


humanas; más restrictivamente, alude a los bienes materiales. Locke afirmó que la
propiedad es un derecho natural y que se deriva del trabajo.

Además, dijo que la propiedad precede al Estado y que éste no puede disponer de
la propiedad de los sujetos arbitrariamente.

De acuerdo con Locke, negar el derecho de propiedad es negar los derechos


humanos.

El filósofo británico tuvo una gran influencia en el Reino Unido y fue decisivo en la
filosofía en que se basó la fundación de Estados Unidos.

Algunos filósofos han considerado que los derechos humanos se derivan de un


derecho o valor fundamental determinado.

24
Para muchos autores, entre los que se encuentra Samuel Pufendorf, el sistema de
derechos naturales del hombre se deriva de su dignidad; otros, como Hegel o Kant,
afirmaron que la libertad es fundamento de los derechos humanos y, al mismo
tiempo, el principal de éstos.

Kant representó la culminación de un proceso encaminado a depurar las teorías


iusnaturalistas de elementos históricos o empíricos, al fundamentar su teoría del
Derecho natural en principios a priori , entendidos como exigencias de la razón
práctica.

En la segunda mitad del siglo XX, y tras su decadencia en favor de las ideas
iuspositivistas, el Derecho natural resurgió con fuerza con multitud de teorías muy
diversas.

De ellas, algunas mantienen una fundamentación objetivista de los derechos


humanos, en tanto que afirman la existencia de:

 un orden de valores o principios con validez objetiva y


universal,
 que los valores o principios son independientes de los
individuos.

Otras, las subjetivistas, sitúan a la autonomía humana como fuente de todos los
valores; basan los derechos humanos en:

 la autoconsciencia racional de la dignidad,


 la libertad,
 la igualdad humanas.

Finalmente, las llamadas tesis intersubjetivistas, que surgen de un intento de


síntesis entre las dos tendencias anteriores, consideran los derechos humanos
como:

 valores radicados en necesidades comunes,


 que son valores intrínsecamente comunicables.

La división de los derechos humanos en tres generaciones fue concebida por


primera vez por Karel Vasak en 1979 (11) .

Cada una se asocia a uno de los grandes valores proclamados en la Revolución


francesa (12) :

 Libertad;
 Igualdad;
 Fraternidad.

En función de la temporalidad y de la razonabilidad de su generación, existen tres


generaciones de derechos humanos, a saber:

Los derechos de primera generación , son los derechos civiles y políticos, vinculados
con el principio de libertad. Generalmente se consideran derechos de defensa o
negativos, que exigen de los poderes públicos su inhibición y no injerencia en la

25
esfera privada. Estos derechos fueron propuestos por primera vez en la Carta de
Derechos de los Estados Unidos, y en Francia por la Declaración de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano en el siglo XVIII, y fueron consagrados por primera vez
a nivel global por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y
dándole lugar en el derecho internacional en los arts. 3º al 21 de la Declaración
Universal y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Los derechos
humanos de primera generación son:

 Toda persona tiene los derechos y libertades fundamentales sin


distinción de raza, sexo, color, idioma, posición social o
económica.
 Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad jurídica.
 Nadie estará sometido a esclavitud o servidumbre.
 Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes, ni se le podrá ocasionar daño físico,
psíquico o moral.
 Nadie puede ser molestado arbitrariamente en su vida privada,
familiar, domicilio o correspondencia, ni sufrir ataques a su
honra o reputación.
 Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su
residencia.
 Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
 En caso de persecución política, toda persona tiene derecho a
buscar asilo y a disfrutar de él, en cualquier país.
 Los hombres y las mujeres tienen derecho a casarse y a decidir
el número de hijos que desean.
 Todo individuo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de
religión.
 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y
expresión de ideas.
 Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de
asociación pacífica.

Por su parte, los derechos de segunda generación son los derechos económicos,
sociales y culturales, que están vinculados con el principio de igualdad. Exigen para
su realización efectiva de la intervención de los poderes públicos, a través de
prestaciones y servicios públicos. Existe cierta contradicción entre los derechos
contra el Estado (primera generación) y los derechos sobre el Estado (segunda
generación). Los defensores de los derechos civiles y políticos califican
frecuentemente a los derechos económicos, sociales y culturales como falsos
derechos, ya que el Estado no puede satisfacerlos más que imponiendo a otros su
realización, lo que para éstos supondría una violación de derechos de primera
generación. Estos derechos demandan un Estado de Bienestar que implemente
acciones, programas y estrategias, para lograr que las personas gocen de manera
efectiva de estos derechos, entre los que citamos:

 Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la


satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales.
 Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones
equitativas y satisfactorias.

26
 Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la
defensa de sus intereses.
 Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le
asegure a ella y a su familia la salud, la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios.
 Toda persona tiene derecho a la salud física y mental.
 Durante la maternidad y la infancia, toda persona tiene derecho
a cuidados y asistencia especiales.
 Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas
modalidades.
 La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita.

Por su parte, la tercera generación de derechos , surgida en la doctrina en los años


1980, se vincula con la solidaridad. Unifica su incidencia en la vida de todos, a escala
universal, por lo que precisan para su realización una serie de esfuerzos y
cooperaciones en un nivel planetario. Normalmente se incluyen en ella derechos
heterogéneos como el derecho a la paz, a la calidad de vida o las garantías frente a
la manipulación genética, aunque diferentes juristas asocian estos derechos a otras
generaciones: por ejemplo, mientras que para Vallespín Pérez la protección contra
la manipulación genética sería un derecho de cuarta generación, para Roberto
González Álvarez es una manifestación, ante nuevas amenazas, de derechos de
primera generación como el derecho a la vida, la libertad y la integridad física. Se
denominan así a un conjunto de derechos de aparición reciente, producto de
acuerdos de la comunidad internacional, se demanda un medio ambiente sano y
libre de problemas. Por su parte, la tercera generación de derechos humanos,
surgida en la doctrina en los años 1980, se vincula con la solidaridad. Unifica su
incidencia en la vida de todos, a escala universal, por lo que precisan para su
realización una serie de esfuerzos y cooperaciones en un nivel planetario y
universal. Se originan de la segunda postguerra. Normalmente se incluyen en ella
derechos heterogéneos como el derecho a la paz, a la calidad de vida o las garantías
frente a la manipulación genética, aunque diferentes juristas asocian estos derechos
a otras generaciones: por ejemplo, mientras que para Vallespín Pérez la protección
contra la manipulación genética sería un derecho de cuarta generación, para
Roberto González Álvarez es una manifestación, ante nuevas amenazas, de
derechos de primera generación como el derecho a la vida, la libertad y la integridad
física. Este grupo fue promovido a partir de los ochenta para incentivar el progreso
social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos.

Autores como David Vallespín Pérez, Franz Matcher, Antonio Pérez Luño, Augusto
Mario Morello, Robert B. Gelman y Javier Bustamante Donas (13) afirman que está
surgiendo una cuarta generación de derechos humanos . No obstante, el contenido
de la misma no es claro, y estos autores no presentan una propuesta única.
Normalmente toman algunos derechos de la tercera generación y los incluyen en la
cuarta, como el derecho a la ecología y al medio ambiente sano y preservado, o
aspectos relacionados con la bioética la biogenética y los problemas de la
procreación de futuras generaciones bajo métodos o mecanismos extracorpóreos,
por fecundación in vitro o por la locación de vientres. Javier Bustamante Donas
afirma que la cuarta generación viene dada por los derechos humanos en relación
con las nuevas tecnologías; otros, que el elemento diferenciador sería que, mientras
las tres primeras generaciones se refieren al ser humano como miembro de la
sociedad, los derechos de la cuarta harían referencia al ser humano en tanto que

27
especie. Tal idea había quedado acordada en la Carta de las Naciones Unidas (ver
punto 5) cuando en su preámbulo se escribió, "nosotros los Pueblos de las Naciones
Unidas resueltos... a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en
la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres
y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas... hemos decidido sumar nuestros
esfuerzos para realizar estos designios" y luego de manera más explícita, cuando
expresaron entre sus propósitos el siguiente: "realizar la cooperación internacional
en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural
o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto de los derechos humanos y
a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza,
sexo, idioma, religión". Para el cumplimiento de tal propósito inicialmente se
continuaba concibiendo como agente inmediato al Estado, a cuya custodia la
tradición occidental había confiado cierto número de garantías al ciudadano, a partir
de las revoluciones inglesas, norteamericanas y francesas. Mas el precario
desarrollo de la democracia en el mundo, la amarga experiencia de la Segunda
Guerra Mundial y la caótica situación política creada por sus consecuencias en
muchas naciones demostraba la consagración de los derechos humanos en
constituciones y leyes internas que no eran suficientes para asegurar su protección
y respeto por parte de los gobiernos. En numerosos Estados, por factores diversos,
la protección del derecho nacional resultaba eliminada, suspendida, inoperante o
abiertamente conculcada por gobiernos de fuerza o de careta jurídica.

Helio Gallardo (14) , por su parte, defiende la existencia de cinco generaciones de


derechos humanos , que identifica con las reivindicaciones de diferentes grupos
sociales. Serían los derechos civiles y políticos, reclamados por la burguesía; los
económicos, sociales y culturales, propios de los movimientos obreros y
antiesclavistas; los derechos de los pueblos y sectores diferentes, incluyendo las
luchas de descolonización y feministas; los ambientales, que define como derechos
las generaciones futuras; y los relativos al control del cuerpo y la organización
genética de uno mismo, enfrentados a la mercantilización del interior de la vida.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos Emergentes (DUDHE) surge


de un proceso de diálogo de diversos componentes de la sociedad civil, organizado
por el Instituto de Derechos Humanos de Cataluña en el marco del Foro Universal
de las Culturas Barcelona 2004, titulado Derechos Humanos, Necesidades
Emergentes y Nuevos Compromisos . El 2 de noviembre de 2007, en el marco del
Forum de Monterrey (México) es aprobada la DUDHE.

Los derechos humanos emergentes suponen una nueva concepción de la


participación de la sociedad civil, dando voz a organizaciones y agrupaciones
nacionales e internacionales que tradicionalmente han tenido poco o ningún peso
en la configuración de las normas jurídicas, como las ONG, los movimientos sociales
y las ciudades, frente a los retos sociales, políticos y tecnológicos que plantea la
globalización y la sociedad global. La DUDHE no pretende sustituir ni quitar vigencia
a la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, ni a los instrumentos
nacionales o internacionales de protección de los derechos humanos, más bien
pretende actualizar, complementar, responder a los retos de la sociedad global y
actuar como complemento desde el punto de vista de la ciudadanía participativa.

A pesar que la propuesta original en ese sentido se basaba en el simple argumento


que administrar prestaciones como derechos ciudadanos o de los habitantes sería
más simple y de menor costo que administrarlos de alguna otra manera, el debate

28
al respecto se extendió a examinar muchos otros aspectos y fundamentos de los
derechos sociales, con mucha influencia de la obra seminal de Beatrice Webb,
debate que eventualmente dio origen, por parte del sociólogo Thomas H. Marshall,
al concepto de ciudadanía social , que sugiere que el concepto de ciudadanía debe
entenderse como implicando derechos (15) .

En la actualidad, muchos de esos argumentos se basan en la sugerencia de John


Rawls de la Justicia como equidad. Justicia como equidad(16)(o como
imparcialidad) es la que se refiere a su teoría de la justicia y corresponde también al
título de un ensayo sobre el tema escrito en 1958, consiste en dos principios:

Primero, cada persona debe tener un derecho igual al esquema más extenso de
libertades básicas iguales compatible, con un esquema similar de libertades que
alcanzan o benefician a los demás.

Segundo, las desigualdades sociales y económicas deben de resolverse de modo


tal que:

1. resulten en el mayor beneficio de los miembros menos


aventajados de la sociedad (el principio de la diferencia o
diferenciación ) y;
2. los cargos y puestos deben de estar abiertos para todos bajo
condiciones de igualdad de oportunidades (justa igualdad de
oportunidades).
3. El primero de los dos principios es conocido como el principio
de la libertad , mientras que el segundo, reflejando la idea que
la inequidad es sólo justificada si permite la ventaja de los más
desposeídos, es llamado el principio de la diferencia .

Rawls explica que los dos principios deberían ser escogidos por las partes
representantes en la posición original —un experimento mental en el que las partes
escogerán los principios de justicia de la estructura básica de la sociedad detrás de
un velo de la ignorancia— despojando a los representantes de la información sobre
las características particulares (como la salud y las habilidades naturales) de las
partes a quienes ellos representan. La justicia como equidad es desarrollada por
Rawls en su clásico libro, Teoría de la justicia .

En Teoría de la justicia Rawls argumenta heurísticamente (17) en favor de una


reconciliación de los principios de libertad e igualdad a través de la idea de la justicia
como equidad. Para la consecución de este fin, es central su famoso acercamiento
al aparentemente insuperable problema de la justicia distributiva.

De forma medular a este esfuerzo corresponde realizar un recuento de las


circunstancias de la justicia (inspirado en David Hume), y de una situación de
elección justa (más cercana en espíritu a Kant) para las partes enfrentadas a tales
circunstancias y que se encuentren en la búsqueda de principios de justicia que
guíen su conducta.

Los sujetos se enfrentan a una escasez moderada y no son ni naturalmente


altruistas ni puramente egoístas: tienen fines que buscan promover.

29
Rawls ofrece un modelo de una situación de elección justa (la posición original con
su velo de ignorancia) al interior de la cual las partes hipotéticamente escogerían
principios de justicia mutuamente aceptables.

Bajo tales restricciones, Rawls argumenta que las partes encontrarían


particularmente atractivos sus principios de justicia favorecidos, superando a otras
alternativas, incluyendo la utilitarista y la liberal-libertaria.

Para otros, tal derecho no existe como tal, sino que más bien hay un deber ya sea
del Estado, la sociedad o sus miembros
—la llamada responsabilidad social— que puede o no concebirse como emanada o
fundada ya sea en el concepto de bien común o en la responsabilidad moral o en el
concepto legal de obligación conjunta derivada de un hipotético Contrato Social que,
a su vez, puede o no ser explícito en una Constitución.

Sin embargo, para otros, el asunto no trata de principios, sino de objetivos: el


propósito del Estado no puede ser otro que promover el Interés público o "social" o
"común" de manera prác tica.

Así, se sugiere, si fuera el caso que los gastos que el sistema implica son de
beneficio a la sociedad en su conjunto, tales gastos serían ampliamente justificados.

Desde este punto de vista, los gastos de "bienestar" pueden ser considerados no
sólo gastos de "buen funcionamiento" de la sociedad, sino también como inversión
social, pudiendo ser vistos no sólo como aumentando la cohesión social sino
también la productividad común.

Adicionalmente se alega que tales gastos pueden implicar un ahorro o disminución


de costos, ya sea para obtener bienes y servicios de interés general o que los gastos
sociales son más efectivos y cuestan menos que otras medidas de reducción de
problemas sociales, por ejemplo, criminalidad, etc.

A extremis , esta visión puede ser concebida como utilitaria, con una concepción de
la sociedad como grupo de interés: sería, se puede alegar, más efectivo y eficiente
gastar en asuntos sociales que eliminar o controlar los problemas que de otra
manera se multiplicarían.

Sin embargo, y a pesar que tal percepción facilita y ordena el discurso político-social
en relación a gastos sociales, en la medida que centra la atención en ventajas
comunes promoviendo al mismo tiempo el desarrollo de técnicas y conceptos de
utilidad social se ha alegado, en contra, que esta aproximación empobrece la visión
tanto académica como social.

Lo anterior da origen a tres interpretaciones principales sobre la idea de Estado de


Bienestar:

 Estado del Bienestar como concepto general, de acuerdo al


cual los miembros de una sociedad tienen la expectativa
legítima de que la sociedad, el gobierno o el Estado los apoye,
ya sea en general o en momentos de necesidad, o la
expectativa real de que ellos se beneficiaran de los esfuerzos
comunes y del progreso social. En esta visión general, tal

30
expectativa es considerada bien un derecho de los ciudadanos
o bien una obligación u objetivo social.
 Estado del Bienestar como el sistema en el cual el Estado
como tal asume la responsabilidad por el bienestar de los
ciudadanos. Ciertos ejemplos de este modelo de Estado del
bienestar se basan en una "red o sistema de seguridad", con
provisiones claramente delimitadas.
 Estados del Bienestar puede identificarse con sistemas
generales de bienestar social. En muchos "Estados" del
Bienestar, el bienestar no se proporciona actual o
exclusivamente por el Estado, sino por una combinación de
servicios independientes, voluntarios, mutualistas y
gubernamentales. En algunos casos de este tipo, el Estado o
gobierno actúa como coordinador de las provisiones y al mismo
tiempo como proveedor de último recurso. En otros, el Estado
puede delegar la provisión de servicios a caridades,
organizaciones sociales o privadas (apoyándolas
financieramente); en este último caso, algunos autores utilizan
el término "sociedad del bienestar'.

Es frecuente escuchar decir que existe un solo modelo social europeo , como
contraposición al modelo social existente en los EE.UU.

Lo cierto es que la realidad es mucho más compleja. Existen en realidad distintos


modelos sociales (es decir, Estados del Bienestar) en el seno de la UE.

A pesar de que cada país tiene unas particularidades propias, se pueden distinguir
cuatro modelos distintos:

 El modelo nórdico, de Dinamarca, Noruega, Islandia, Finlandia,


Suecia y Holanda.
 El modelo continental, de Austria, Bélgica, Francia, Alemania y
Luxemburgo.
 El modelo anglosajón, de Irlanda y Gran Bretaña.
 El modelo mediterráneo, de Grecia, Italia, Portugal y España.

La comparación entre los diversos países muestra la reducción en las desigualdades


después de tomar en consideración los impuestos y las transferencias, es decir, en
qué medida cada modelo social reduce la pobreza sin tener en cuenta la reducción
de ésta provocada por los impuestos y las transferencias.

En general, la capacidad de reducción de la pobreza está en línea con la talla del


Estado del Bienestar: a mayor proporción del PIB dedicado a los gastos sociales,
mayor reducción de la pobreza. Este marco está planteado en países centrales, con
un nivel de evasión fiscal y previsional muy acotado, con un contenido impositivo
muy gravoso, y con una fuerte acción contra el desempleo, la marginación, la
pobreza y el delito.

Sin embargo, otro aspecto a tener en cuenta es ver si algunos modelos son más
eficientes en la reducción de la pobreza que otros, y en algunos casos no depende
tanto de los recursos, como la forma de encarar la solución de los problemas
sociales, la eficiencia en los procedimientos y en la forma de destinar los recursos,

31
y en especial, la estrategia en materia de inclusión social de los excluidos y
marginados. En rigor, "no hay que enseñar a comer pescado, sino que hay que
enseñar a pescar".

Por esto se entiende —en los casos referidos— que con un menor gasto social se
consiga una mayor reducción de la pobreza.

En este caso, se puede observar que los modelos anglosajón y nórdico son más
eficientes que el continental y mediterráneo , pero sobre todo muestra que
el continental es el menos eficiente.

Dado su elevado gasto social, se esperaría una mayor reducción de la pobreza que
la que consigue este modelo.

Obsérvese como el modelo anglosajón se encuentra por encima de la línea trazada,


indicando que reduce más de lo esperado (teniendo en cuenta el resto de modelos)
la pobreza.

En cambio el modelo continental se encuentra por debajo de la línea y más alejado


que el modelo mediterráneo , indicando que es el que menos reduce la pobreza
dado su gasto social.

La protección contra los riesgos del mercado de trabajo puede ser, en general, de
dos tipos:

1. Mediante regulación del mercado de trabajo (lo que se conoce


con el nombre de protección del trabajo ); básicamente, con el
incremento de los costes de despido para las empresas.
2. Mediante subsidios de desempleo, que en este caso protegen
al trabajador desempleado y se suele financiar mediante
impuestos a los trabajadores con empleo.

Como se observa en los diversos modelos, existe un clarotrade-off(palabra


frecuente en la jerga económica que significa sacrificar algo por conseguir otro
objetivo) entre estos dos instrumentos de protección del mercado de trabajo;
obsérvese cómo se podría trazar una línea de media con pendiente n egativa.

Como se verifica en los distintos países europeos han seleccionado distintas


medidas de protección (se observan distintos puntos en el gráfico). En esta elección,
las diferencias se pueden resumir de la siguiente forma:

 Los países mediterráneos prefieren una mayor protección del


trabajo, mientras que un número muy reducido de sus
trabajadores reciben subsidios de desempleo.
 Los países nórdicos, en cambio, protegen poco al trabajador,
pero, sin embargo, la mayor parte de sus trabajadores en
situación de desempleo reciben subsidios.
 Los países continentales presentan un nivel ligeramente más
elevado de ambas variables que la media europea.

32
 Los países anglosajones basan su protección en los subsidios
de desempleo, con un nivel muy reducido de protección del
trabajo.

La evaluación de ambas medidas de protección es complicada.

En general, existe un consenso entre economistas en que la protección del trabajo


genera ineficiencia en las empresas: puesto que las empresas no pueden despedir
a los trabajadores libremente, quizá decidan no despedir a pesar de no necesitar a
tales trabajadores, dañando su eficiencia.

No existe tal consenso en cuanto a si la protección del trabajo genera un mayor


desempleo que la protección del trabajador.

A modo de evaluación general, los modelos sociales de los diferentes tipos de


Estado del Bienestar se han valorado en función de dos criterios:

1. La eficiencia, es decir, si el modelo provee los incentivos


necesarios para que el mayor número de personas trabaje, y
por tanto, haya altas tasas de actividad y ocupación.
2. La equidad, es decir, si mantiene el riesgo de pobreza
relativamente bajo.

El mejor modelo en función de la combinación de estos dos criterios es el nórdico .


El modelo continental tiene menor eficiencia, mientras que el
modelo anglosajón tiene menor equidad. El modelo mediterráneo es inferior en
ambos aspectos.

Algunos economistas consideran que entre el modelo continental y el anglosajón es


este último el preferible, puesto que sus mejores resultados en materia de empleo
lo hacen más sostenible financieramente a largo plazo, mientras que el nivel de
equidad depende de las preferencias de cada país (Sapir, 2005).

Otros economistas consideran que el modelo continental no puede considerarse


peor que el anglosajón puesto que este también es el resultado de las preferencias
de sus ciudadanos (Fitoussi et al ., 2000; Blanchard, 2004).

Los estudios y críticas más importantes, aportan los siguientes argumentos contra
el Estado del Bienestar:

 Individualista:la intervención del Estado infringe la libertad


individual; el individuo no debe ser forzado a subvencionar el
consumo de terceros, el Estado del Bienestar quita libertad de
elección, ya que son burocracias sobre las que el ciudadano
tiene muy poco control las que deciden qué bienes y servicios
"compra" uno con sus impuestos, mientras que en un mercado
libre y privado, el consumidor es el soberano total (argumento
desarrollado por Milton Friedman en "Libertad de elegir").
 Conservador: el Estado del Bienestar supone un riesgo moral,
ya que los individuos se ven desligados de las consecuencias
económicas de sus actos. Por ejemplo: uno puede practicar
deportes de riesgo, a sabiendas de que la atención sanitaria

33
está pagada colectivamente, y de que, si sufre un accidente
grave, existen pensiones de invalidez.
 Objetivista: el Estado del Bienestar se basa en una falacia, ya
que si individualmente los ciudadanos no pueden permitirse un
determinado nivel de "bienestar", no hay ningún motivo para
que sí puedan hacerlo colectivamente (argumento de Leonard
Peikoff).

Movimiento obrero revolucionario (marxista o anarquista): el Estado del Bienestar


es un instrumento temporal para disimular la explotación que subyace bajo el
sistema capitalista.

Amartya Zen (18) en su difundida conferencia sobre "El futuro del Estado de
bienestar" (19) afirma:

Vamos a hacer un par de comentarios antes de proceder. Primero: ¿Cuál es la


naturaleza de ese Estado de bienestar?

La naturaleza del Estado de bienestar consiste en ofrecer algún tipo de protección


a las personas que sin la ayuda del Estado puede que no sean capaces de tener
una vida mínimamente aceptable según los criterios de la sociedad moderna, sobre
todo la Europa moderna.

La idea fundamental versa en torno a la interdependencia entre los seres humanos.

En este sentido, el Estado de bienestar, tiene algo en común con la economía de


mercado, porque la economía de mercado también es algo donde el individuo solo
no es absolutamente nada.

En la economía de mercado las personas dependen unas de otras, y nadie ha


explicado esto tan claramente como Adam Smith en "La riqueza de las Naciones".

Toda la base de la economía de mercado gira en torno a la capacidad de interactuar


entre sí, de depender unos de otros, de poder hacer cosas para los demás y que
ellos hagan cosas por ti.

Los incentivos económicos.

En este punto puede decirse que si el Estado de bienestar ofrece un alto grado de
protección, las personas no se esforzarán en buscar trabajo y, a veces, se dice que
el desempleo viene alimentado por el seguro de desempleo, pues se goza de una
relativa seguridad a pesar del desempleo y de ahí que la atracción hacia el trabajo
es muy inferior de lo que sería sin este subsidio.

Hay cierta verdad en ello, si bien hay que ver cuánta verdad hay y cuánta
exageración hay en lo que es la incentivación.

Es decir, debemos preguntarnos: ¿En qué medida el subsidio de paro es un factor


que hace que la gente no se interese por la búsqueda de un puesto de trabajo?
Europa es muy autocomplaciente.

34
Al preguntarse, ¿a qué se debe que la gente tenga ese gran incentivo de buscar
trabajo, incluso trabajo de bajo nivel?, considera que los americanos no tienen
desempleo pero tienen una gran cantidad de empleos con muy bajos salarios. Creo
que se está exagerando.

También en Europa hay trabajos de paga reducida, legales o no, pero creo que la
situación en Estados Unidos es dramáticamente diferente a la de Europa.

Yo diría que el factor básico y único en el mantenimiento de la cultura de la


autoayuda —y el mantenimiento de los incentivos, de la motivación de búsqueda de
empleo— es el alto nivel de empleo existente.

El desempleo se fomenta a sí mismo y ésta es una de las penalidades del


desempleo. Achacar la culpa al subsidio de desempleo es confundir una de las
consecuencias del desempleo con el mal del propio desempleo, lo cual tiene un
enorme impacto en reducir la motivación para buscar trabajo y en tener un sentido
de responsabilidad individual y mayor dependencia de los demás.

Si Europa va a racionalizar el Estado de bienestar, creo que, indudablemente, esta


cultura de la autoayuda se necesitará aquí y la revisión de la política del empleo ha
de constituir una parte central de ello.

La respuesta inmediata sería: si la gente vieja no se jubila, ¿qué pasará con los
jóvenes? No encontrarán trabajo. Con lo cual, el miedo al desempleo mantiene
cualquier reforma de la edad de jubilación como una especie de rehén. En aquellos
países donde el nivel de desempleo es mucho más bajo este miedo no existe. Por
ejemplo, en Estados Unidos ya no hay edad de jubilación.

Yo, por ejemplo, no tengo edad de jubilación. La edad de jubilación era, de todos
modos, a los 70 años, más tarde que en Europa, pero ha sido eliminada.

Uno puede trabajar dando clases siempre que pueda. Por supuesto, yo podría optar
por la jubilación y probablemente me jubilaré a los 70, porque el tema del desempleo
puede ser un problema en algunas profesiones, y en el mundo académico hay
bastante desempleo, incluso en Estados Unidos. Entonces puede haber un
argumento social para que me jubile, pero si yo me jubilo no será porque me sienta
incapaz de seguir enseñando.

No hay razón alguna por la que una expansión de la mano de obra, simplemente
porque se pospone la edad de jubilación, no pueda conllevar a una expansión
proporcionada del mercado de trabajo.

No creemos que simplemente por ser grande un país tiene que tener forzosamente
más desempleo, porque hay más personas, porque esperamos que si un país es
grande y hay muchas personas también habrá más trabajo.

No cabe pensar que hay más desempleo en la India que en Pakistán, porque la India
es un país más grande, y más desempleo en el Reino Unido que en Escocia, porque
el Reino Unido es un país más grande, porque no creemos que las cifras absolutas
tienen tanta importancia, es sólo cuestión de ajuste.

35
Pero dado esto, cabe esperar que si cambiamos la edad de jubilación la proporción
de dependencia disminuiría y las personas podrían seguir trabajando durante más
tiempo y muchas personas estarían más felices.

A algunas personas les encanta la jubilación, están encantados al llegar a su


jubilación.

La flexibilidad es importante también, pero es perfectamente posible continuar


trabajando más allá de la edad de jubilación, pero ¿por qué no podemos tener esto
en Europa?

Porque inmediatamente se describiría como muy poco ético el no jubilarse cuando


te toca o el ampliar la edad de jubilación, ¿qué pasaría con los jóvenes que buscan
trabajo, por ejemplo?

Es decir, el tema del desempleo ha dificultado las cosas para el Estado de bienestar,
tanto por el seguro del desempleo y también por la proporción de dependencia y las
pensiones, porque ésta es una de las grandes cargas.

Dos son las grandes, el seguro de desempleo y las pensiones. Los dos son
prisioneros del desempleo, hay que mantener esto muy presente. Esto era el primero
de los puntos generales que quería destacar.

Ahora voy a tratar el segundo punto: ¿Cómo podemos revaluar el Estado de


bienestar? Todos deberíamos reconocer que es un momento excelente para
reexaminar todo lo que significa el Estado de bienestar, porque el Estado tal como
está, está congelado, sigue ciertas pautas. En ciertos países como Italia, por
ejemplo, la racionalidad es muy difícil de comprender. Algunas personas tienen
mucha protección en pensiones, otras personas apenas tienen, ahí hace falta
racionalizar. Ello no es sinónimo de recortar. Hay que ser más sensato, más justo,
hay que tener un sistema más humano del Estado de bienestar, se trata de un
momento idóneo para plantearnos esta cuestión.

También el problema presupuestario es importante, pues da la casualidad que ha


coincidido con Maastricht, el 3% y la estabilidad monetaria.

La crítica de Amartya Kunar Sen realizada mucho antes de la crisis del 2008/2009
que puso en crisis al "Estado de bienestar", degradándole hasta en su esencia, que
sin dudas, y a pesar de los diversos modelos, afecta en forma crucial a las grandes
economías del orbe. Las columnas vertebrales de lo que fue un plexo normativo de
beneficios y garantías mínimas se desploma ante la crisis.

En alguna medida, agobiados por una crisis que no se resuelve, y tiene en jaque a
los países centrales se han experimentado distintas alternativas.

En efecto, agobiados por los modelos de protección laboral vigentes en la eurozona,


se busca desesperadamente una reforma laboral basada en la "flexiseguridad". Los
sistemas de estabilidad propia o absoluta de nada sirvieron frente a la realidad y la
crisis financiera y económica de las empresas que las obligó a hacer ajustes masivos
y colectivos de la dotación laboral, con despidos de cantidad tal que no se recuerda
una crisis similar en la historia .

36
La estabilidad absoluta, la protección total cede cuando la crisis ahoga a las
empresas, y la necesidad de la subsistencia impone el ajuste de la estructura y si es
necesario, el éxodo.

Es por ello que las empresas europeas, como ocurrió en Japón y en los Estados
Unidos realizaron despidos masivos para reacomodar las unidades productivas.

El ajuste, además, no es cíclico, sino por el contrario, sus efectos anticíclicos


determinan que los países centrales de Europa no tienen condiciones ni costos
laborales competitivos.

Como las empresas americanas se refugiaron en China con enormes inversiones


en fábricas y centros de investigación y de producción, los países centrales de
Europa se refugian en los países que formaban parte del ex bloque soviético, y que
ahora son atractivos para Europa por sus bajos costos laborales.

Muchas operaciones de Francia, Italia, Alemania, Suecia, Suiza y Holanda se


mudaron a Polonia Hungría o República Checa, donde los salarios por el mismo
trabajo descienden de cinco mil quinientos euros por persona por mes a tres mil, y
las imposiciones previsionales y fiscales son muy inferiores.

Al contrario, países como los referidos cuentan con planes sumamente atractivos,
para apoyar las inversiones extranjeras y crear nuevas oportunidades de
crecimiento y trabajo.

En este marco se ha creado en los países centrales la "flexiseguridad". En teoría,


se trata de una estrategia política encaminada a lograr un mercado de trabajo
flexible, que además garantice la protección social de los trabajadores, además de
su contribución a que el Mercado de Trabajo sea más reactivo, inclusivo y
competitivo.

La flexiseguridad se basa en realidad en tres pilares: la flexibilidad a la hora de


contratar y despedir con excepciones a la estabilidad propia y absoluta, la alta
protección social para los desempleados con amplias coberturas de la seguridad
social, y una política de formación y reinserción laboral muy activa.

Los trabajadores deben estar dispuestos a modificar su formación para adecuarse


a lo que en cada momento necesite el mercado; para ello se articulan medidas de
formación continua tanto para los que tienen trabajo como sobre todo para los
desempleados.

En muchos casos de desocupados de los Estados Unidos, profesionales de larga


trayectoria asumieron que es conveniente comprar y producir vegetales en una
huerta orgánica, cuando el oficio o profesión del desocupado era bioquímico,
farmacéutico o ingeniero de sistemas.

La reconversión frente a una crisis que literalmente borró organizaciones enteras


que lucían excelente salud, pero que sus ahorros y reservas los habían invertido en
los títulos que se desplomaron con la explosión de la burbuja financiera o la
inmobiliaria.

37
En cualquier caso, y a pesar de que los detractores califican a la flexoseguridad
como "una nueva parodia del neoliberalismo" que procura disfrazar la
insustentabilidad del modelo vigente en las otrora grandes potencias industriales y
de servicios, lo cierto es que son todas maniobras distractivas para reencontrarse
con la confianza perdida.

Lo cierto es que en la Argentina y en otros países emergentes, los indicadores


marcan otras tendencias.

Nuestra economía crece al 8%, el empleo en crisis en general mejoró alrededor de


3% en los últimos doce meses, y los salarios han crecido más que la inflación, con
lo cual ha mejorado la distribución del ingreso.

En efecto, mejoraron los salarios de los que menos ganaban a costa de un sacrificio
de los que más ingresos tenían.

En el actual contexto, se nos presenta una importante oportunidad para revisar todos
los objetivos y alinear los medios para lograrlos.

En otras palabras, nuestro sistema legal impone la necesidad de su modernización,


no recurriendo a viejos instrumentos ya perimidos de las décadas pasadas, sino
reenfocando el futuro.

Pocas herramientas cambiarían el horizonte con gran dinamismo.

Veamos. Dos anteproyectos ya están redactados, debatidos, y son la Ley de


Teletrabajo y la reforma de la Ley de Riesgos del Trabajo. Sólo falta la decisión
política de instrumentarlas.

No es necesario insinuar ni anunciar lo anunciado y lo indiscutible por ser lo más


conveniente para seguir creciendo.

Es imperativo afrontar los grandes desafíos. Veamos, los conflictos han trepado en
violencia e irracionalidad, y durante el 2010 han comprometido la productividad. Los
aumentos salariales son sustentables, con inflación moderada, aumento de las
inversiones, y mejor rendimiento del capital.

No tiene racionalidad que un año electoral es una oportunidad para solicitar y lograr
peticiones desproporcionadas, que alienten la inflación, desalienten la inversión, y
nuevamente, aprovechemos las oportunidades que nos ofrece la providencia.

En cambio, parece lógico buscar una salida concensuada a las negociaciones


salariales, para que dentro de cierta armonía y compatibilidad, permitan evolucionar
junto con el curso de la economía.

Resulta claro a través de las evidencias, que los sistemas de controles de precios
han carecido de eficacia.

Para evitar que algo se rompa al caer, es muy difícil anular la ley de gravedad, pero
sí es posible amortiguar el golpe.

38
No es posible ir contra las reglas despiadadas del mercado y la libre competencia,
pero se pueden emplear instrumentos eficaces para evitar daños irreparables. Por
ejemplo, nadie entiende lo que ocurrió con el mercado de la carne, donde perdimos
parte de nuestras exportaciones, pagamos la carne más cara en el mercado interno,
y hemos destruido en toda la cadena de valor más de cien mil puestos de trabajo, y
una gran oportunidad de contribuir al crecimiento general.

Se impone la moderación y la racionalidad. Las leyes no crean empleo, pero sí


determinan el marco dentro del cual se pueden fijar las reglas que impone el futuro,
y no los rencores y malos recuerdos de los errores del pasado.

La política social de inclusión propiciada a partir de la década del 2000 en adelante,


propone que toda persona que vive dentro del territorio cuente con una batería de
recursos que asegure su subsistencia.

Propicia además el desarrollo personal y grupal, y el crecimiento individual a través


de puentes o mecanismos que contribuyen a que todos cuenten con oportunidades,
con recursos como la educación oficial con salida laboral regional, capacitación y
entrenamiento en un arte oficio o profesión, y medios alternativos de progreso y
mejora constante.

El sujeto es mucho más amplio que el del derecho del trabajo, que sólo contempla
a quienes trabajan en relación de dependencia, ya que procura alcanzar a todos los
habitantes sin distinciones.

En la seguridad social se incluyen:

 a los trabajadores dependientes,


 a los trabajadores autónomos,
 a los retirados de ambas actividades,
 e inclusive a los desempleados,
 a los pobres e indigentes (20) ,
 y en especial el amparo de la familia como unidad básica de la
sociedad (21) .

A su vez, cubre un amplio espectro de situaciones sociales y coyunturales, que


buscan amparar a la mayor cantidad de sujetos posibles, en rigor a toda la
comunidad que sufra la contingencia en identidad de situaciones y bajo ciertos
límites o pautas, y con la mayor amplitud en las prestaciones, en orden a los daños
o las necesidades que se producen en cada circunstancia.

La seguridad social pasa por una importante crisis, en donde todas las instituciones
están generando importante insatisfacción de los beneficiarios de los diversos
sistemas.

La insuficiencia de las jubilaciones y de las pensiones, los planes sociales y de


desempleo también limitados, las asignaciones familiares han sido restringidas, las
obras sociales no brindan adecuadamente los planes de salud, y la Ley de Riesgos
del Trabajo ha sido prácticamente mutilada por numerosas objeciones
jurisprudenciales e importantes declaraciones de inconstitucionalidad de la Corte
Suprema.

39
Concepto de contingencias sociales : Se denomina contingencias sociales a los
eventos futuros e inciertos, que suelen comprometer la capacidad de ganancia del
sujeto y provocan cargas económicas suplementarias.

A través de las contingencias sociales se puede clasificar el contenido del derecho


de la seguridad social.

A su vez, frente a cada uno de estos eventos encontramos un marco legislativo que
brinda un sistema o subsistema de protección. Veamos:

En esta clasificación deberíamos incluir a nuevas categorías como los excluidos


también denominados desamparados o marginales, que son aquellos grupos que
por distintas causas, no son aceptables por el mercado laboral ni por el ciclo
económico como personas que se pueden incorporar a la producción de bienes y
servicios.

Los orígenes son muy diversos. Entre ellos tenemos los analfabetos, los que
carecen de conocimientos mínimos para resultar competentes para las tareas de
menor calificación, los disminuidos en su facultades físicas o mentales por efecto de
enfermedades o accidentes o por haber sido víctimas dentro de alguna de las
adicciones (alcohol, drogas, etc.), los discapacitados y las personas con
capacidades especiales víctimas de eventos dañosos, o por haber participado de
guerras o conflictos armados, y otros.

Concepto de cargas económicas suplementarias: Se denomina así a los gastos en


los que incurre el sujeto en virtud de las prestaciones, servicios y beneficios que
requiere el beneficiario protegido para enfrentar las contingencias sociales.

Estas prestaciones son por ejemplo la asistencia médica en caso de una


enfermedad o para atender un parto, o una suma de dinero para atender una
eventualidad de desempleo para cubrir necesidades mínimas, o la cobertura de
rehabilitación para quién ha sufrido un evento invalidante.

En definitiva, frente a los eventos que puede sufrir toda persona en el marco de su
vida, y que producen efectos tales que alteran el curso normal de los
acontecimientos, la seguridad social debería proveer los servicios, beneficios y
prestaciones que permitan enfrentar los mismos, de modo de proteger la salud y la
integridad física, la subsistencia, la familia, y el regreso —en cierto modo— a la
normalidad razonablemente apreciadas.

II. BREVE HISTORIA DE LA SEGURIDAD SOCIAL

40
Desde la Edad Media, algunas organizaciones de profesionales establecían una
suerte de asistencia muy limitada a sus miembros. Sin embargo, la supresión de las
corporaciones en Francia por el decreto Allarde, en 1791, puso fin a este
sistema (22) .

Fue sustituida, sin embargo por las sociedades de mutuels secours , o sociedades
de apoyo mutuo, reconocidas y reguladas en definitiva hacia 1835. Estas entidades
defendían ciertos derechos básicos de sus asociados, con un sistema de
solidaridad, aportando los socios para crear las condiciones y viabilidad del
beneficio.

Estas sociedades a partir de entonces serían libres y no tendrían mayores


restricciones, aún cuando contarían con cierto control administrativo. Sin embargo,
recién a fin del siglo XIX fueron verdaderamente promovidas y alentadas por la ley
del 1º de abril de 1898, denominada "el Chartre de la Mutualidad", o "Carta de la
mutualidad".

La ley 1898 establece en definitiva los principios de mutualismo, tal como se


encuentran hoy en la legislación francesa —las organizaciones de ciertos grupos o
unidades colectivas o de la seguridad social— fueron autorizados para ofrecer
préstamos a cualquier persona de nacionalidad francesa, aunque en un principio,
las tasas de interés eran demasiado altas para una persona promedio.

Se dieron luego otros beneficios, como un plan de salud básico, gastos básicos de
sepelio, y otros, que luego fue creciendo en complejidad y calidad.

Se le atribuye al Prócer de la Independencia de Sudamérica y la integración


latinoamericana Simón Bolívar, en el discurso de Angostura (15 de febrero de 1819)
dijo: "El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de
felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad
política.

La prohibición de los grupos intermedios organizados entre el Estado y los


trabajadores, fue común a numerosos países europeos, de modo tal de que muchas
de estas organizaciones fueron clandestinas hasta aproximadamente 1823, en
donde de la legalización se pasó a una etapa progresista para la época cuando
fueron promocionados por los gobiernos por su importancia social.

Una vez encausada la mentada promoción, los asociados —que muchas veces eran
trabajadores de un arte u oficio—, reclamando más derechos, así es que se logran
las primeras formas de protección por accidente de trabajo, que eran sumamente
frecuentes durante toda la eclosión de la revolución industrial, dadas las pésimas
condiciones en las que se trabajaba, sobre todo en las grandes fábricas industriales.

Hasta ese entonces, en caso de accidentes de trabajo, sólo si el trabajador lograba


probar que la culpa del hecho viene por acción u omisión del empresario, sólo en
estos casos el principal debía correr con los gastos del mismo.

Pero el trabajador no podía permitirse acudir a litigios y sus recursos para probar el
hecho eran nulos. Lo que piden a los gobiernos es que cubran las consecuencias
de los accidentes de trabajo; así se practica el principio de responsabilidad objetiva

41
en contra del principio de responsabilidad subjetiva que existía antes, que implica
que el empresario debe hacer frente del accidente tenga o no culpa del mismo.

Aparecen las leyes de accidente de trabajo.

Después ya se exige a los empresarios el aseguramiento de su patrimonio; así es


como nacerán las mutuas(23) .

Los principios básicos de las mutualidades son los siguientes:

 adhesión voluntaria.
 organización democrática.
 neutralidad institucional: política, religiosa, racial y gremial.
 contribución acorde con los servicios a recibir.
 espíritu comunitario y solidario.
 capitalización social de los excedentes.
 educación y capacitación social y mutual.
 integración para el desarrollo.

En el siglo XIX, la industrialización y la urbanización modificaron drásticamente la


composición de las familias y las comunidades y quebrantaron las formas
tradicionales de organizar esa protección. La industrialización provocó una
generación de riqueza sin precedentes así como una desigualdad y una pobreza
dramáticas, que condujeron a luchas sociales.

En el siglo XIX con la revolución industrial, surgen riesgos desconocidos y más


graves (por trabajar cono máquinas o sistemas más sofisticados) que lleva al
desempleo masivo, por los débiles contratos, pérdida de salud, etc., y unido a la
ideología liberal del momento, hace que los trabajadores se encuentren en una
situación de desamparo provoca que riesgos sociales más graves tengan un menor
apoyo estatal.

Así comienzan a constituir agrupaciones para cubrirse de estos riesgos, con esto se
forma el precedente primero y más remoto de la Seguridad Social que son las
sociedades de socorros mutuos, que se caracterizaban por:

 Se agrupaban para constituir fondos comunes con la aportación


individual que servían para sufragar situaciones de
necesidades de uno de los individuos que lo forman.
 En principio se establecen teniendo en cuenta colectivos
homogéneos.

En 1881 el Canciller Otto Von Bismarck declaró ante su Parlamento que la curación
de los males sociales reinantes sólo podía curarse con la iniciativa del Estado a
través de los medios que contribuyan al bienestar de los trabajadores.

Posteriormente, Alemania aprobó en 1883 una ley de seguro de salud para los
trabajadores, que disponía la incorporación del seguro nacional obligatorio para la
mayoría de los trabajadores manuales y administrativos, en 1884 se aprobó la
primera ley de accidentes de trabajo que se conoce, y en 1889 una ley sobre Seguro
de Vejez y por Invalidez para Trabajadores, Oficiales y Aprendices.

42
En España El punto de partida de las políticas de protección se sitúa en la Comisión
de Reformas Sociales (1883) que se encargó del estudio de cuestiones que
interesasen a la mejora y bienestar de la clase obrera. En 1900 se crea el primer
seguro social,la Ley de Accidentes de Trabajo , y en 1908 aparece el Instituto
Nacional de Previsión en el que se integran las cajas que gestionan los seguros
sociales que van surgiendo.

En 1885 Noruega estableció la cobertura de los accidentes de trabajo y creó un


fondo estatal de dinero para asistir a personas enfermas y brindarles prestaciones
funerarias.
Ebbe Hertzberg, profesor de economía estatal, utilizó el término "Estado de
bienestar " por primera vez en 1884.

Dinamarca aprobó una ley de pensiones de vejez en 1891 y poco después Suecia
desarrolló el primer plan nacional universal de pensiones.

La ley del 15 de julio de 1893, en Francia instituyó la asistencia médica gratuita, la


ley del 9 de abril de 1898, facilitó considerablemente las reclamaciones de
indemnización de los trabajadores; la ley del 27 de junio de 1904, creó el servicio
departamental d'aide à l'enfance sociale , un programa de asistencia al parto, y a
partir del 14 de julio de 1905 se inicio un programa de asistencia a personas de edad
avanzada y con discapacidad.

En Argentina se aprobó la ley 9688 en 1915 de Accidentes de Trabajo, y al año


siguiente su reglamentación. Esta es probablemente, la primera norma de la
seguridad social en sentido formal y material, que amparaba a los trabajadores
frente a los accidentes de trabajo y las enfermedades del trabajo como contingencias
sociales, estableciendo el deber de asistencia médica y unas indemnizaciones
rudimentarias.

El decreto reglamentario de la ley 9688, dictado el 14/1/16, al tratar las


incapacidades parciales, habla, en su art. 56 de la suma de los porcentuales sin
establecer condición alguna a esta operación aritmética, por lo cual no existe
ninguna razón de orden jurídico que autorice a aplicar la doctrina llamada de la
incapacidad residual.

El único sustento que se provee a la misma consiste en afirmar que no se debe


llegar al absurdo de exceder, mediante sucesivas declaraciones de incapacidad, el
100% de la total obrera.

Esta idea tiene la seducción de todas las argumentaciones matemáticas, pero


contiene una falacia: si la suma de incapacidades parciales diera alguna vez un
resultado superior al 100%, ello no significaría que se deba pagar una indemnización
superior a la total posible. Simplemente deberá considerarse que ésta constituye un
tope legal.

En España fue recién después de la Primera Guerra Mundial que se crearon los
mecanismos de protección que desembocan en una serie de seguros sociales, entre
los que destacan el Retiro Obrero (1919), el Seguro Obligatorio de
Maternidad (1923), Seguro de Paro Forzoso (1931), Seguro de
Enfermedad (1942), Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI) (1947).

43
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Consejo Nacional de la Resistencia
francesa, adoptó planes para crear un programa universal de seguridad social para
cubrir a todos los ciudadanos, independientemente de su clase, en caso de que una
enfermedad o lesión les impida su trabajo.

En el Reino Unido, el primer Informe de Beveridge del economista británico William


Beveridge (24) expone los principios generales que rigen la integración y la
evolución de la seguridad social de la posguerra en Francia. De hecho, las
ordenanzas de 4 y 19 de abril de 1945, creó un sistema general que describe el
sistema de seguridad social similar al descrito en el plan Beveridge.

Los seguros sociales surgen para cubrir todos aquellos riesgos (enfermedad,
accidente no laboral), y luego los accidentes de trabajo y las enfermedades
profesionales. Son ya gestionados por el Estado para cubrir esos riesgos comunes
que no están previstos ni protegidos por las leyes de accidente de trabajo.

Es más o menos simultánea a las leyes de accidentes de trabajo y se caracteriza


por:

 Obligatoriedad: Para los colectivos que va fijando la ley,


primero para los desprotegidos, los trabajadores por cuenta
ajena, y luego para el resto.
 Estatales : Gestionados por los gobiernos por lo que se elimina
el ánimo de lucro y es más posible la cobertura por ser más
barata.
 Financiación: Al intervenir el Estado, se produce de forma
tripartita; el trabajador beneficiario de la ayuda, el empresario
que se beneficia del trabajo y el Estado que necesita que los
trabajadores estén contentos.
 Gestión individualizada de los seguros: Con lo que hay uno
para enfermedad, otro de jubilación, de invalidez, etc., con sus
propios recursos y autonomía, son independientes.
 Relación cuotas - prestaciones de los trabajadores : Según lo
ingresado por cada trabajador así cobraba luego.

La aparición de la seguridad social se produjo en EE.UU. en 1935 con las leyes de


la Seguridad Social, aunque un año antes la OIT en la recomendación 67 lo propone
y dice que ésta debe garantizar a los sujetos unas protecciones mínimas.

La protección dispensada por estos seguros pronto se mostró insuficiente, lo que


llevó a la aparición de otros mecanismos de protección articulados a través de las
Mutualidades laborales, organizadas por sectores laborales y cuyas prestaciones
tenían como finalidad completar la protección preexistente.

Dada la multiplicidad de Mutualidades, este sistema de protección condujo a


discriminaciones entre la población laboral, produjo desequilibrios financieros e hizo
muy difícil una gestión racional y eficaz.

En Estados Unidos, ante el drástico empobrecimiento que desencadenó la "Gran


Depresión" de 1929, el presidente Franklin Roosevelt creó el Comité de Seguridad
Económica e incorporó sus recomendaciones en la Ley de Seguridad Social de

44
1935. Sus prestaciones cubrieron a más de la mitad de los trabajadores y las
trabajadoras del país cuando entró en vigencia en 1940, luego de otra profunda
recesión en 1937.

En 1963 aparece en España la Ley de Bases de la Seguridad Social cuyo objetivo


principal era la implantación de un modelo unitario e integrado de protección
social, con una base financiera de reparto, gestión pública y participación del Estado
en la financiación. A pesar de esta definición de principios, muchos de los cuales se
plasmaron en la Ley General de la Seguridad Social de 1966, con vigencia de 1º de
enero de 1967, lo cierto es que aún pervivían antiguos sistemas de cotización
alejados de los salarios reales de trabajadores, ausencia de revalorizaciones
periódicas y la tendencia a la unidad no se plasmó al pervivir multitud de organismos
superpuestos.

La Ley de Financiación y Perfeccionamiento de la Acción Protectora de 1972 intentó


corregir los problemas financieros existentes, si bien, agravó los mismos al
incrementar la acción protectora, sin establecer los correspondientes recursos que
le dieron cobertura financiera.

Por ello, no será hasta la implantación de la democracia en España, y la aprobación


de la Constitución, cuando se produzcan una serie de reformas en los distintos
campos que configuran el sistema de la Seguridad Social.

En efecto, el art. 41 de la Constitución establece que los poderes públicos


mantendrán un régimen público de seguridad social para todos los ciudadanos que
garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de
necesidad, especialmente en caso de desempleo, indicando que la asistencia y
prestaciones complementarias serán libres.

La idea de servicios sociales universales y la protección contra los riesgos sociales


garantizada por el Estado generó un consenso sin parangón entre los trabajadores
y sus sindicatos, las empresas, los políticos de izquierda y de derecha y líderes
religiosos. Incluso las empresas privadas de seguros la apoyaron, ya que no podían
asegurar a los pobres o los trabajadores contra los numerosos riesgos que
enfrentaban y a la vez obtener ganancias.

En 1948 se incluyó el "derecho a la seguridad social " y a un nivel de vida


"adecuado " en la Declaración Universal de Derechos Humanos (arts. 22 y 25);
posteriormente estos mismos derechos fueron consagrados en otros importantes
instrumentos de la ONU.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define la seguridad social:

El análisis de la experiencia de los países desarrollados suele agruparlos en tres


amplias categorías:

 El modelo "liberal " o "residual " (así llamado porque el Estado


sólo interviene como último recurso) de Estados Unidos y
Reino Unido, con las aportaciones de contribuyentes más
bajas, pero con niveles de pobreza comparativamente más
elevados.

45
 El modelo "corporativista " de Alemania, Austria y
(originalmente) la mayor parte del mundo católico, con énfasis
en la cohesión social, los convenios tripartitos entre los
trabajadores, las empresas y el Estado, y las prestaciones
derivadas de programas cuidadosamente reglamentados
correspondientes a distintos sectores de actividad.
 El modelo nórdico o "socialdemócrata ", originario de
Escandinavia, basado en la solidaridad, los servicios
universales y los derechos sociales a los que cada ciudadano y
ciudadana tiene derecho como tal y no como integrante de un
grupo en particular.

II. CARACTERES Y PRINCIPIOS

1. Caracteres

La caracterización del derecho de la seguridad social en gran medida está


enunciada en los conceptos iniciales de este Capítulo. Sin embargo, habría que
precisar:

a) marco de protección establecido por las normas vigentes: la


seguridad social es un instrumento de la política social con un
espectro muy amplio. Sin embargo, su cobertura está limitada a lo
que las normas imponen a la comunidad y a la función indelegable
de los gobiernos de brindar las condiciones de salud, educación,
justicia y seguridad que se impone al Estado.
b) sectores o grupos en estado de necesidad, indefensión o con
carencias: la seguridad social existe además porque se dan
circunstancias de hecho basadas en múltiples causas que generan
la existencia de medios de protección y cobertura, pues de lo
contrario esos grupos quedarían desamparados.
c) el fin perseguido en la búsqueda de justicia social: en el sentido más
amplio, la mayoría de los autores sostienen que el fin de la seguridad
social es ponderar el valor justicia a través de la justicia social (25) .

2. Principios

46
La seguridad social tiene un sujeto más amplio que el derecho del trabajo porque se
extiende a todos los hombres y mujeres, en razón de la existencia de contingencias
sociales.

La finalidad de la seguridad social no tiene raíz contractual como en el derecho del


trabajo, sino que se basa en problemas sociales que requieren de una solución
basada en el principio —muy discutido por cierto y que a la vez es difícil de acotar—
de la justicia social.

En un marco como el precitado, también la seguridad social tiene sus propios


principios, que son los siguientes:

a) solidaridad(26): dado que los vínculos que existen entre los sistemas
y subsistemas de la seguridad social no son contractuales, la
asistencia y protección que brindan sus institutos se basan en el
principio de solidaridad hacia los comprendidos en las contingencias.
La solidaridad no es un principio aplicable a unos pocos, sino
fundamentalmente es una responsabilidad social para asistir a los
flagelos nacidos de la necesidad, la desigualdad, la enfermedad y la
miseria (Antonio Vázquez Vialard) (27) .
b) subsidiariedad(28): sin perjuicio de la responsabilidad que le cabe a
cada sujeto dentro de la sociedad, los sistemas de la seguridad social
tienen una función protectoria a través de muy diversos mecanismos,
tales como ayudar, facilitar, orientar, integrar y también implementar
e invertir en todos los ámbitos en donde se produzcan contingencias
sociales. Al respecto es importante tener presente el reclamo que se
le hace al Estado para que no abandone el cumplimiento de este
principio y la actividad consecuente que genera esta función
indelegable, y para que brinde cobertura en los planos en donde
ciertos sectores de la sociedad no tienen protección posible, por sí o
a través de los órganos u organismos pertinentes.
c) universalidad: la seguridad social no puede hacer diferenciaciones,
sino que debe contemplar los grupos o personas que sufran las
contingencias sociales —en ciertas condiciones de igualdad—, y en
tal caso brindar los servicios, beneficios o prestaciones que se
requieran para neutralizar sus efectos negativos. Es posible que este
principio establezca diferenciaciones en orden a los niveles de
ingresos de los sujetos protegidos y de las características sociales o
económicas que se imponen como requisito. Habrá que determinar
si esos límites son adecuados para brindar protección conveniente, o
si quienes tienen mayores ingresos subsidian a otros con ingresos
menores. Una variante del principio de universalidad es el
denominado Principio de Universalidad Subjetiva : El sistema de la
Seguridad Social debe proteger a todos los ciudadanos, tanto
trabajadores como no. Según cumpla como se cumpla este principio
pueden haber varios modelos: Modelo Asistencial: La Seguridad
Social protege a todos los ciudadanos, pero no todos los modelos
asistenciales son iguales. Residual : Protege a todos pero con un

47
nivel mínimo de prestación Social-demócrata: Protege a todos y con
prestaciones dignas y elevadas. Modelo no contributivo: es aquel que
brinda servicios mínimos a la comunidad, y no exige participar del
financiamiento. Modelo contributivo: La Seguridad Social protege a
los ciudadanos que hayan participado en los fondos, es decir a
aquellos que hayan cotizado. Modelo mixto: La Seguridad Social
protege a trabajadores y también a personas que no hayan trabajado,
aunque las prestaciones que reciben son diferentes, son mayores las
de los trabajadores porque han cotizado.
d) Integridad: no sólo se debe contemplar un marco de amparo a toda
la comunidad, sino que se debe propender a que la cobertura
neutralice los efectos nocivos o negativos que son consecuencia
directa, y a menudo indirecta, de la existencia de la contingencia
social.
e) Igualdad: conforme al mandato constitucional según el cual se aspira
a brindar igual tratamiento a las situaciones objetivamente similares
(en igualdad de circunstancias) del art. 16 de la CN, la seguridad
social debe asegurar la igualdad entre todos los que sufren las
contingencias en situaciones que resulten objetivamente
comparables (29) . Es por ello que son admisibles determinadas
condiciones impuestas por la legislación para acceder a determinado
beneficio. El ejemplo se da hoy con las asignaciones familiares, que
para poder acceder a ellas se deben tener ingresos inferiores a $
1500. El principio de igualdad garantiza que todos los que cuentan
hasta con ese ingreso son beneficiarios del régimen. Principio de
Igualdad: La Seguridad Social tiene que ser igual para todos, tanto
para trabajadores como no, y esto se conseguiría a través de
financiación vía presupuestos o también llamada solidaridad
financiera que consiste en que a través de la financiación única por
parte del Estado vía impuestos se consigue que pueda ser igualitaria
para todos, sin discriminación ni perjuicio para aquel que antes
cotizaba.
f) Unidad de gestión o descentralización: para algunos autores la
unidad de gestión era un principio inalterable. Según esta postura, se
debía garantizar la coordinación y conducción de la seguridad social
desde un único mando o dirección, sin perjuicio de la utilización de
organismos autónomos. Hoy el Estado sólo se reserva la
determinación de políticas y la facultad legislativa y judicial, mientras
muchos de los sistemas no sólo ya no están dentro de su órbita
directa, sino que además lo brindan empresas privadas u organismos
ajenos a la acción pública.
g) Previsión: la seguridad social debe implementar los medios, no sólo
en el plano asistencial o reparativo, sino también en el preventivo, a
cuyos efectos debe procurar anticiparse a la ocurrencia de los
eventos dañosos y de las contingencias sociales, tratando de evitar
o neutralizar los riesgos, evitando con ello el daño efectivo.
h) Principio de Generalidad Objetiva: La Seguridad Social protege
frente a todos los riesgos que provoquen una situación de necesidad.
Las modalidades de actuación bajo este principio son: Modalidad
preventiva : Está dirigido a evitar que esos riesgos se

48
produzcan. Modalidad Reparadora : Está dirigido a hacer frente al
daño causado por el riesgo si se produce.
Modalidad Recuperadora . Está dirigido a la sustitución de lo que ha
perdido y además a intentar colocarle en la situación que tenía
anterior al riesgo.
i) Principio de Gestión Pública: La Seguridad Social debe ser
administrada por el Estado sin perjuicio de la gestión por parte de
entes de naturaleza privada que hayan sido autorizados por el
Estado.
j) Principio de cobertura irrestricta: que cubre absolutamente todas las
hipótesis al punto de impedir que haya nadie desamparado.

III. MARCO NORMATIVO DE LA SEGURIDAD SOCIAL

La problemática de la seguridad social, en forma fragmentada comenzó a crecer en


nuestra legislación a comienzos del siglo XX, y culminó su desarrollo en nuestros
días.

1. La Constitución Nacional

El art. 75, inc. 12 de la CN reformada en 1994 —original 67, inc. 11— establece
claramente que corresponde al Congreso de la Nación el deber de dictar el Código
de Trabajo y de la Seguridad Social, lo que importa que se trata de normas de fondo,
en las que las provincias han delegado la facultad expresamente en la Nación.

El art. 14 bis de la Constitución Nacional dedica el tercer párrafo, entre otros temas,
a la seguridad social. Enunciaremos los temas específicos contenidos en dicho
artículo, que son:

a) Seguro social obligatorio: el enunciado tiene mucha relación con los


sistemas solidarios, de amplia cobertura, dirigidos a toda la
comunidad. En nuestra legislación podemos poner como ejemplo el
sistema de salud, o la normativa sobre riesgos del trabajo.
b)Jubilaciones y pensiones móviles:el sistema jubilatorio está
abandonando el sistema totalmente estatal que se encuentra
claramente en crisis, por otro privado que administra los recursos y
paga las prestaciones. En rigor, hoy coexisten ambos.

49
d) Protección integral de la familia: la protección de la familia tiene
distintos institutos, como el régimen nacional de salud y las obras
sociales, o las asignaciones familiares para atender la cobertura de
cargas de familia.
c) La compensación económica familiar: en la actualidad este principio
se yuxtapone con el anterior, y puede relacionarse con todos los
mecanismos que generan directa o indirectamente ventajas
económicas, como es el caso de la maternidad y el nacimiento que
brinda cobertura sin cargo (en las obras sociales) no sólo por el
embarazo y el parto sino hasta un año de vida del recién nacido, o
los tickets de supermercado o consumo, que tienen por objeto
aumentar la capacidad de compra del trabajador para adquirir
productos básicos con el fin de mejorar la calidad de vida del mismo
dependiente y de su familia.

2. Los Tratados Internacionales

En el marco de la seguridad social muchas contingencias pueden presentar


elementos mixtos cuando una misma persona presenta razones de por lo menos
dos países, o en su caso, cuando se opera en determinadas zonas o mercados,
como el Mercosur o el Mercado Común Europeo.

Los principios de irregresividad y progresividad —también denominados


principios pro homine— han sido receptados de los tratados internacionales de los
derechos humanos, y son de plena aplicación en la seguridad social, sobre todo en
el estado actual de crisis, en donde muchos de los beneficios del arquetípico "Estado
de bienestar" se están degradando por falta de recursos, y por el imperativo de hacer
un ajuste en el gasto público, que permita a la economía de los respectivos países
equilibrarse y volver a crecer.

Los ejemplos más difundidos son los relativos a los protocolos del Mercosur y los
acuerdos binacionales en materia previsional que la Argentina tiene con algunos
países.

A su vez, desde la reforma constitucional de 1994, ciertos tratados internacionales


tienen rango constitucional y otros tienen jerarquía superior a la de las leyes de
fondo. Tenemos tratados de rango constitucional —los de los derechos humanos—
y de rango supralegal, por ende, se instalan entre la CN y las leyes de fondo.

3. La legislación de fondo

50
El art. 75, inc. 12 de la CN producto de la reforma de 1994 prevé que es
responsabilidad indelegable del Congreso de la Nación el dictar los códigos, y entre
ellos enuncia el Código del Trabajo y la Seguridad Social.

Por ende, no caben dudas de que ésta como otras es una facultad propia del Poder
Legislativo y expresamente delegada por las provincias en la legislatura federal,
donde obviamente también están representadas todas ellas.

Las normas que en su consecuencia se dicten deberán provenir del Congreso en


donde están representados los estados federales, por los gobiernos locales y por la
comunidad, a fin de que las normas sean de alcance irrestricto.

Es más, es fundamental que las normas de la seguridad social lleguen a donde el


mercado, la economía, y la competencia no llegan, a fin de asistir a todo habitante
del suelo argentino, que como reafirma la CN sean o no nacionales, en la medida
que los extranjeros se sometan a las reglas locales, y cumplan con las mismas a los
fines del ingreso a nuestro territorio y de conformidad con las reglas migratorias.

4. Las facultades reglamentarias

Una curiosidad de los sistemas de seguridad social ha sido la de admitir las


atribuciones reglamentarias no sólo dentro de la órbita del Poder Ejecutivo, sino, en
particular, a partir de los organismos de contralor creados en cada régimen o,
inclusive, en los organismos que administran los mismos.

Las facultades reglamentarias del Poder Ejecutivo son las previstas expresamente
en la Constitución (art. 99, inc. 2º) en la medida en que las mismas no sean alteradas
por excepciones reglamentarias.

En cuanto a las atribuciones de organismos de contralor y administrativos, siempre


se admitieron sus normas en la medida que fueran meramente interpretativas, ya
que si exceden este marco, corresponde al Poder Ejecutivo dictar un decreto o una
resolución, dentro de sus facultades específicas.

IV. LAS CONTINGENCIAS SOCIALES, CLASIFICACIÓN Y CONTENIDO

51
Ya hemos enunciado las contingencias en el cuadro del apart. I de este Capítulo.
Veamos cuál es el marco de la seguridad social, en forma sintética, entre las
contingencias y las prestaciones:

PRESENTACIONES
CONTINGENCIA
OBSERVACIONES (CARGAS ECONOMICAS
SOCIAL
SUPLEMENTARIAS)

Compromete la
Asist. médica. Internación (parto).
Maternidad/Nac. estabilidad y genera
Atención del hijo
gastos

Se pierden ingresos Rég. jubilatorio. Prest. AFJP


Vejez
Se requiere asist. médica Salud/ PAMI.

Desamparo del grupo Pensión.


Muerte
familiar Asist. médica / PAMI.

Accidentes - Compromiso de ingresos


Salarios a cargo del empleador.
Enfermedades Asist. médica / Obra
Obras sociales.
inculpables social

Riesgos del Afecta estabilidad. Cobertura completa. Provee


trabajo Riesgo de ingresos ingresos y asist. médica.

Efectos de una patología. Jub. por invalidez.


Invalidez
Posible desamparo Asist. médica.

Mayores gastos por


Asignaciones familiares. Asist.
Cargas de familia esposa e hijos.
médica: obras sociales.
Insuficiencia del ingreso

Desamparo. Período de Salarios / Subsidios. Asist. médica.


Desempleo ingreso. Falta de asist. Reconversión. Reinserción laboral.
médica Capacitación. Reentrenamiento.

La cobertura va desde el seno materno cuando nace la vida humana en la


concepción hasta después de la muerte del sujeto, amparando a la familia supérstite.

Cubre tanto la maternidad como al hijo, la salud como la enfermedad, el trabajo


como el desempleo, las eventualidades y vicisitudes de la salud y su protección
hasta el fallecimiento del beneficiario, y cubre las contingencias de los
desamparados, los desposeídos y los que padecen privaciones o necesidades.

V. LA ORGANIZACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL

52
En general, se afirma que existe una primera gran división en el financiamiento y
organización de la seguridad social, en tanto que se trate de un sistema contributivo
o un sistema asistencial no contributivo.

El sistema contributivo es el que se basa en el financiamiento del sistema a través


de la propia comunidad mediante pagos o cuotas que brindan los recursos al
subsistema.

Mientras que los no contributivos o asistenciales son aquellos que están a cargo del
Estado que los financia desde los recursos del Tesoro logrados a través de los
impuestos directos o indirectos.

En la actualidad, enunciar en general la organización de la seguridad social obligaría


a particularizar en cada instituto, cosa que hemos tratado en particular en este
libro,supra, de modo que al concepto remitimos.

Sin perjuicio de ello, cabe puntualizar que contamos con organizaciones estatales,
privadas, mixtas y delegadas.

Las estatales, dentro de la órbita del Poder Ejecutivo, son por ejemplo las cajas
jubilatorias.

Los órganos mixtos son aquellos en donde se combinan el Estado con los
particulares.

Tenemos los organismos privados que nacieron de la beneficencia con el fin de crear
medios para asistir solidariamente a los necesitados.

En una etapa ulterior nació y se desarrolló el mutualismo, con entidades sin fines de
lucro, concentradas en brindar una serie de servicios solidarios a los asociados,
basados también en principios de solidaridad comunitaria.

Las cooperativas fueron y son también entes privados basados en la solidaridad


entre los socios cooperativos, en las más variadas actividades, como la asistencia
social, la salud, el turismo, los créditos, la vivienda, la enseñanza y los más variados
servicios.

Las organizaciones religiosas también cuentan con subsistemas basados en el


aporte de la comunidad a un fondo solidario o a un administrador de bienes, que los
redistribuye entre las personas y las comunidades más necesitadas. Son ejemplos
elCotolengo Don Orione de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, Cáritas (30)y
Emaus.

Los privados son los entes que por imperio de la ley administran un sistema o
subsistema de la seguridad social (v.gr. ART y AFJP), y las delegadas son
organismos autónomos o autárquicos que, supervisados y controlados por el
Estado, tienen a su cargo la administración o el control del régimen.

53
Son por ejemplo los casos de la Superintendencia de Seguros de la Nación,
Superintendencia de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo y Superintendencia de
Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones ahora derogadas y
reenviadas al ANSeS.

En general, los expertos en seguridad social son contestes que uno de los medios
idóneos para extender los beneficios servicios y prestaciones para toda la
comunidad, es a través del denominado "seguro social", que tiene naturaleza
contributiva, pero que no guarda proporción entre los aportes y los beneficios, dentro
de administradoras sin fines de lucro, abarcando los grandes ámbitos que propone
la materia, en el marco de un sistema obligatorio, impuesto a toda la sociedad, y con
beneficios también expandidos hacia todos sus miembros.

VI. PRESTACIONES DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Las prestaciones de la Seguridad Social se dividen en servicios, beneficios y


prestaciones en especie o en dinero.

Son servicios cuando se requiere por ejemplo asistencia médica para un


accidentado, o la atención de un parto.

Son beneficios cuando se recibe una prestación no vinculada con el marco


contractual laboral, sino que apunta a brindarle cobertura y mejor calidad de vida al
trabajador y su familia, como son los tickets de consumo o la guardería para los hijos
de las trabajadoras del establecimiento.

Hay prestaciones que son en dinero, y que nada tienen que ver con los vínculos
contractuales, ya que la causa es de naturaleza y origen diverso. Es el caso de las
asignaciones familiares, donde se paga una suma por las cargas de familia que tiene
el trabajador dentro de ciertos ingresos.

Finalmente, hay prestaciones en especie, como los medicamentos o las drogas


oncológicas o las necesarias para un caso de cirugía, que proveen los sistemas de
salud de la seguridad social.

En cuanto a su duración, las prestaciones suelen ser periódicas, de pago único o de


pago ocasional. Son periódicas cuando se liquidan habitualmente en forma mensual,
son de pago único cuando se abonan por única vez en el momento que se produce
la causa, y son ocasionales cuando se liquidan en forma atípica o imprevista en cada
oportunidad que se verifi que la contingencia.

54
VII. CRISIS DE LA SEGURIDAD SOCIAL. TENDENCIAS

La crisis de la seguridad social comenzó en los años '60 por muy diversas causas.

En general, las vicisitudes respondieron a tres variables comunes:

 la crisis económica de cada país;


 la prolongación de la edad de las personas;
 la mayor demanda de prestaciones sociales y asistenciales de
la comunidad.

En nuestro país se adicionó la crisis financiera, primero porque los fuertes ingresos
iniciales de los sistemas jubilatorios fueron desviados con otros objetivos
presupuestarios primero, y luego comenzaron a resultar insuficientes respecto de
todas las prestaciones que se habían comprometido por ley.

En definitiva, desde los años '80 el proceso de deterioro de todos los sistemas y
subsistemas de la seguridad social, caracterizados por una enorme burocracia y una
gran ineficacia, comenzaron a condicionar la economía local, agregamos además a
todo ello el deterioro general que iba produciendo la inflación y su consecuente
emisión de moneda espuria con la que se intentaba cubrir los déficit del Estado.

A partir de los años '90 se propició una reforma integral, que básicamente tendió a
simplificar las organizaciones que administraban la seguridad social, y en especial
procuró delegar en los particulares algunos de sus más importantes institutos,
poniendo al efecto nuevos subsistemas en manos privadas con controles estatales.

Actualmente estamos viviendo este último proceso, en donde siguen debatiéndose


temas básicos, como la proyección de los sistemas en el tiempo, los controles
estatales y la armonización de las necesidades con las prestaciones previstas para
cada contingencia.

ANEXO DEL CAPÍTULO XX

BIBLIOGRAFÍA

55
A. Bibliografía general
ETALA, JUAN JOSÉ,Derecho de la Seguridad Social, Ediar, Buenos Aires,
1966.

B. Lecturas recomendadas
1ª Convención de Jubilación Privada, Certidumbre Social y Crecimiento
Económico, Buenos Aires, 1996 (CAFAP).

LOS INTERROGANTES CLAVES


1. ¿Qué es y qué características tiene el derecho de la seguridad social?
2. ¿Puede diferenciar el derecho del trabajo del derecho de la seguridad
social?
3. ¿Cuáles son los elementos típicos de la definición de derecho de la
seguridad social?
4. ¿Cuál es el concepto de contingencias sociales? Enuncie ejemplos.
5. ¿Cuál es el concepto de cargas económicas suplementarias?
6. ¿Cuál es la clasificación de las contingencias sociales?
7. ¿Cuáles son los principios del derecho de la seguridad social y por
qué son diferenciados?
8. ¿Cuáles son los caracteres típicos de la seguridad social?
9. ¿Cómo puede describir el marco normativo de la seguridad social?
10. ¿Qué normas prevé la Constitución Nacional en materia de
seguridad social?
11. ¿Es posible que se establezcan normas de la seguridad social a
través de tratados internacionales?
12. ¿Cómo están limitadas las facultades reglamentarias del Poder
Ejecutivo y de los organismos de la seguridad social?
13. ¿Cómo se puede enunciar de forma general la organización de la
seguridad social?
14. ¿Cuáles son las prestaciones de la seguridad social y qué
características o variantes tienen?
15. ¿En qué consiste la crisis de la seguridad social y cuáles son sus
principales causas?

56
CAPÍTULO XXI

RIESGOS DEL TRABAJO

XXI.1. INTRODUCCIÓN
Sumario : I. INTRODUCCIÓN DEL DERECHO DEL
TRABAJO Y LA SEGURIDAD SOCIAL . 1. Ubicación de
los riesgos del trabajo dentro del sistema
jurídico y dentro del derecho de trabajo y de la
seguridad social. 2. Antecedentes legislativos
de la ley 24.557. 3. Génesis de la ley 24.557. —
II. TEORÍAS Y DOCTRINAS EN LOS RIESGOS
LABORALES . 1. Responsabilidad por culpa
(aquiliana). 2. Responsabilidad contractual. 3.
Responsabilidad objetiva. 4. Teoría del "riesgo
profesional". 5. Teoría del "riesgo de
autoridad". 6. Teoría de la responsabilidad
social. 7. Teoría inspiradora de la nueva ley de
riesgos del trabajo. — III. MARCO CONCEPTUAL . 1.
Prevención vs. reparación. 2. Objeto de la
prevención y de la reparación. 3. Prioridades
del sistema.— IV. ESTRUCTURA Y CONTENIDO DE LA
LEY . 1. Nuevos fundamentos de la ley. 2.
Clasificación del contenido. 3. Estructura
funcional del nuevo sistema. 4. La importancia
de la reglamentación. Su actual estado. 5. Los
temas que demandarán reformas. 6. La reforma
legal introducida por el decreto de necesidad y
urgencia 1278/2000, y la ampliación de la
misma a través del decreto 1694/2009.—
V. REFORMAS Y MEJORAS DE FONDO EN LA LRT . 1. El
DNU 1278/2000 de reforma de la LRT. 2. El
decreto reglamentario 1694/2009. 2.1. El
decreto reglamentario 1694/2009. Procedencia.
2.2. El plan de la reforma. 2.3. Los nuevos
montos indemnizatorios y las compensaciones
mínimas legales. 2.4. El nuevo cálculo del
salario de las licencias. 2.5. Supresión del tope
legal de las indemnizaciones. 2.6. Nuevo valor
mínimo en el cálculo de las indemnizaciones.
2.7. Nuevas compensaciones dinerarias de
pago único. 2.8. Nuevo monto y sistema de

57
ajuste del pago mensual de asistencia por gran
invalidez. 2.9. El Registro de Prestadores
Médico Asistenciales. 2.10. El pago de las
prestaciones dinerarias. 2.11. Reducción de
costos y diseño de las alícuotas. 2.12.
Habilitación del seguro de responsabilidad
civil. 2.13. Impulso a la creación de entidades
sin fines de lucro. 2.14. Vigencia de la reforma.
3. La ley 26.773/2012 de reforma parcial de la
LRT. 3.1. Los imperativos de la reforma de la
LRT. 3.2. Introducción. 3.3. El contenido
fundamental de la reforma propuesta. 3.4. El
proyecto de reforma y el modelo resultante a la
luz de la jurisprudencia. 3.5. La nueva opción
excluyente conjunta. 3.6. Conclusiones.

I. INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Y LA SEGURIDAD SOCIAL

La reparación de los daños sufridos por quienes trabajan en relación de


dependencia, y las acciones preve ntivas que tienen por fin anticiparse a los hechos
dañosos, constituyen la base que da lugar al tratamiento legal de los accidentes del
trabajo, de las enfermedades profesionales y de las consecuencias derivadas de
ellos.

El Derecho del Trabajo como la Seguridad Social nacieron y se desarrollaron en


función de reivindicaciones sociales y laborales que tuvieron y tienen por finalidad
la protección de la dignidad del hombre que trabaja bajo cualquiera de las formas y
modalidades posibles. Desde la autonomía o trabajo por cuenta propia, hasta el
trabajo por cuenta ajena, ingresando ahora dentro del mundo del trabajo virtual.

Al proceso de reacción inicial se siguió un proceso inverso y de energía similar, que


actuó como contrarreacción.

Hoy, todo el sistema se debate entre la subsistencia y la crisis, condicionado por


razones económicas, en un mercado sin fronteras invadido por la globalización, la
desregulación y la flexibilización del mundo del trabajo.

En ese contexto, la protección del trabajador frente a las contingencias sociales es,
y será, una de las preocupaciones más importantes del legislador, los gobernantes,
los agentes sociales, y en general de la comunidad toda.

Véase el cuadro de la página siguiente.

58
Esta preocupación se basa en la particular indefensión que sufren los que trabajan
en relación de dependencia, ya que pueden poner en riesgo su subsistencia y la de
su familia si su ingreso salarial —generalmente la única fuente de recursos posible—
resultara comprometida o se extinguiera por cualquier causa.

De hecho, y a pesar de las buenas intenciones de los creadores de los modelos


legislativos utilizados, distintas causas han distorsionado el marco tuitivo que,
necesariamente, debe amparar a quienes sufren daños en la salud, y en particular
cuando tales daños afectan su empleo, y por ende, su ingreso. En algunos casos,
se superaron todos los límites aconsejados por la razonabilidad y el equilibrio, y por
tanto, hay que ajustar el sistema para restablecerlo; en otros, la despiadada
competencia en el mercado, obliga a bajar los costos, y con ello —sin ningún límite
apreciable— se cercenan muchos derechos que otrora se consideraran inalienables.
En alguna medida está demostrado que la dignidad de la persona comienza a sufrir
algún tipo de compromiso.

Los daños en la salud nunca fueron adecuadamente tratados por la legislación o, en


el mejor de los casos, una norma medianamente aceptable, generó un modelo
resultante ineficaz para atender al damnificado.

En ese contexto, se generaron confusiones y desórdenes que desplazaron del


centro de atención la figura principal: el trabajador y su salud. En el marco de esa
confusión, se olvidó por ejemplo, que antes de reparar un daño en la salud, que
hasta puede compensarse con dinero lo que la medicina no puede recuperar, hay
que procurar la eliminación de los riesgos (su aislamiento o neutralización) a fin de
evitar los eventos dañosos y sus graves consecuencias personales y sociales.

Obsérvese en el cuadro que la primera protección que se debe brindar es preventiva


anticipándose a los hechos dañosos (ver PICO, J. E., "Penalidades y sanciones de la
LRT. Mecanismos de refuerzo para el cumplimiento", TySS, vol. 1999, p. 355).

En el centro de la crisis del sistema, y frente a la imperiosa necesidad de abandonar


el viejo esquema y crear otro nuevo, apareció la iniciativa que hoy es ley.

En efecto, siguiendo alguno de estos objetivos, es que el legislador nuevamente ha


reformulado el régimen de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, a
través de la ley 24.557 denominada "Ley de Riesgos del Trabajo" (en adelante LRT),
sancionada el 13 de setiembre de 1995 y promulgada el 3 de octubre del mismo año
(B.O. 4/10/1995, ps. 1 y sigs.).

Luego se dictaron numerosas normas reglamentarias, que se realizaron primero con


el fin de dar cobertura de implementación a la LRT, y luego, tuvieron por fin mejorar
el sistema en orden a las críticas recibidas, como ocurrió con el Decreto de
Necesidad y Urgencia 1278/2000, y más recientemente el decreto reglamentario
1694/2009. Al momento de desarrollar la presente edición prácticamente han
culminado la tarea a cargo del Poder Ejecutivo y de la Superintendencia de Riesgos
del Trabajo (en adelante SRT), que deben velar por la aplicación concreta del
sistema y se introdujeron las reformas basadas en cuestionamientos, y en la
necesidad de actualizar los montos indemnizatorios. Resulta evidente que la LRT es

59
perfectible y que en breve exigirá modificaciones importantes, tanto en los textos de
la norma de fondo como en los decretos y otras disposiciones que las reglamentan.

Es de esperar, a su vez, que cuando se pretenda reformular parte de la esencia


normativa se recurra a iniciativas para ser analizadas en el Parlamento, y que la
reglamentación respete el espíritu de la ley sin generar transgresiones con
excepciones reglamentarias.

Seguimos pensando que el nuevo sistema ha cambiado esencialmente el modelo


de las viejas leyes 9688-24.028, que partía de un esquema en donde la prevención
era inexistente y separable de los accidentes y las enfermedades, y a la vez el
damnificado estaba obligado a recurrir inexorablemente a la justicia para poder
reclamar una reparación. El producto resultante era verdaderamente perverso, ya
que poco se hacía por prevenir, la curación y rehabilitación eran también
insuficientes, y por último la indemnización llegaba tarde al damnificado y dentro del
contexto de un importante aparato judicial, con la intervención de peritos y
abogados; y procesos que se prolongaban por plazos demasiado largos. En todos
estos planos, el nuevo régimen de la LRT incorpora innovaciones, tuvo como
objetivo evitar la proliferación injustificada de reclamos judiciales y controla un
sistema que, con nuevos ajustes, puede ser el régimen ideal para el futuro.

1. Ubicación de los riesgos del trabajo dentro del sistema jurídico y


dentro del derecho del trabajo y la seguridad social

La LRT debemos situarla dentro de la seguridad social como el marco prestacional


que tiene por objeto reparar los daños originados por enfermedades profesionales o
accidentes del trabajo. Al respecto, es importante destacar que el sistema de
reparación de daños generado por el derecho común dentro del Código Civil resulta
insuficiente para atender los siniestros del trabajo, que requiere de la construcción
de un subsistema de asistencia en la emergencia, de tratamiento inmediato
especializado, con todas las prestaciones que hacen al daño inmediato (salarios
caídos, asistencia médica integral, internación, farmacia, cirugía, etc.), que sólo es
viable con la prevención de un sistema legal (CSJN, 7/9/2004, "Castillo, Angel S. c.
Cerámica Alberdi S.A.", LL, 2005-A, 259).

En cambio, dentro del Derecho del Trabajo debemos ubicar todo el marco
preventivo, como parte de los deberes-derechos de empleadores y trabajadores, de
anticiparse a los eventos dañosos para neutralizarlos o eliminarlos. En este sentido,
es un deber contractual y legal recíproco adoptar todas las diligencias y cumplir con
las normas legales o internas que contribuyan a aquel propósito, que es prioritario
en nuestro tiempo. En efecto, prevenir para evitar daños es el objetivo supremo. En
tal sentido resulta claro el "deber de seguridad" previsto en el art. 75 (LCT) incluido
en el Capítulo VII "de los deberes y derechos de las partes", dentro del marco del
contrato individual de trabajo.

60
Reparar y rehabilitar son objetivos secundarios, cuando frente a la fatalidad o los
errores se produjo finalmente un daño en la salud de un trabajador.

a. Concepto de seguridad social: es la rama del Derecho que se ocupa del hombre
en general, frente a la posible ocurrencia de contingencias sociales que puedan
comprometer o neutralizar su capacidad de ganancia, generando cargas
económicas suplementarias.

Tradicionalmente se ha incluido la legislación sobre accidentes y enfermedades


profesionales dentro del derecho de la seguridad social, dada la responsabilidad
social que siempre se le atribuyó a la asistencia y amparo de los damnificados. En
el marco de la responsabilidad social parece estar inscripta la nueva LRT, aun
cuando el costo político, social y económico sigue concentrado en los empleadores.

b. Concepto de contingencias sociales: son los eventos, generalmente futuros e


inciertos que afectan la capacidad de ganancia del sujeto, ya que lo comprometen o
le impiden trabajar y que, a la vez generan cargas económicas suplementarias.

Como lo veremos en la clasificación, encontraremos a los accidentes y


enfermedades profesionales como una contingencia social patológica .

c. Cargas económicas suplementarias: son las prestaciones, servicios y beneficios


que requiere todo sujeto que enfrenta las contingencias sociales, a fin de obtener
amparo en lo que hace a sus ingresos, y cobertura para atender sus necesidades
circunstanciales.

Los servicios médicos, farmacéuticos, de cirugía y de rehabilitación, las prótesis, y


hasta el salario por el tiempo de la incapacidad son las cargas económicas
suplementarias que atiende la legislación, en amparo de los damnificados, y en su
caso, de los derechohabientes.

El esquema planteado se puede graficar de la siguiente forma:

d. Clasificación de las contingencias sociales: las podemos ordenar, siguiendo al


sociólogo español Severino Aznar, citado y adaptado por Juan José Etala
(p.), Derecho de la Seguridad Social , Ediar, 1966, ps. 96-97, en:

Dentro del cuadro, se advierte la inclusión de las enfermedades y accidentes del


trabajo como una contingencia social patológica que, a la vez, está vinculada con
las enfermedades y accidentes inculpables, y con las contingencias de invalidez
(también patológica) y de muerte (contingencia biológica).

61
El espectro que en definitiva cubre la LRT es muy amplio, y se interconecta con el
régimen previsional (por los efectos sobre invalidez, beneficios jubilatorios, y sobre
pensiones), con la LCT por los efectos sobre el contrato y la relación de trabajo, y
sobre las normas de higiene y seguridad laboral (ley 19.587 y dec. 351/1979).

e. El derecho del trabajo y los "riesgos del trabajo": en la doctrina se discute si los
accidentes y enfermedades laborales son parte del derecho del trabajo, o si integran
el derecho de la seguridad social. En rigor, esta discusión es casi bizantina. Sin
embargo, habría que afirmar que hoy es muy poco sostenible la autonomía del
derecho laboral y de la seguridad social. Por ende, estaríamos frente a una única
materia que contempla, fundamentalmente, a quienes trabajan en relación de
dependencia, y extiende a menudo su objeto sujeto a un marco más amplio, fundado
en razones sociales (ver op. cit. de Juan José Etala, Hugo Carcavallo y Jorge
Rodríguez Mancini).

2. Antecedentes legislativos de la ley 24.557

a. La ley 9688 y sus innumerables reformas: la ley 9688 fue sancionada y


promulgada en 1915, después de una ola de proyectos que se iniciaron hacia 1892
de los diputados Avellaneda y Roldán —el más antiguo que se conoce— que nunca
fue tratado en el recinto. Hacia 1912, y después de una serie de iniciativas que no
prosperaron se formó una comisión que integraron los legisladores Bas, Palacios y
Escobar. Fue Arturo Bas el que finalmente redactó la norma definitiva, basada en el
trabajo de aquella comisión. El 15 de setiembre de 1915, con un debate casi
intrascendente, se aprobó. En rigor, la norma siguió antecedentes legislativos
similares de comienzos del siglo XX (Inglaterra, 1897; Alemania, 1884; España,
1903).

Sus reformas más relevantes no sólo fueron producto de modificaciones legislativas.


En realidad, cuando se conoció la Reforma del Código Civil de la ley 17.711, que
introdujo la "responsabilidad por los hechos de las cosas" (en base a la teoría del
"riesgo creado") en el art. 1113, y en la justicia laboral se discutió la viabilidad de la
reforma. En efecto, el art. 17 de la ley 9688 establecía que sólo era posible invocar
el Código Civil cuando mediara negligencia o dolo del empleador.

En el ámbito nacional, la controversia fue resuelta en el Plenario 169 "Alegre


Cornelio c. Manufactura Algodonera Argentina S.A." (14/10/1971) que admitió la vía
instaurada por el nuevo art. 1113 del Código Civil. Con ello, se instaló en la sociedad
y en la justicia un largo y penoso proceso que incentivó la conflictividad judicial, con
enormes costos laborales improductivos, sin que el sistema resultara satisfactorio
para las partes, y en particular, para los damnificados o sus causahab ientes. Tanto
en la posición del entonces Procurador General, Dr. Humberto Podetti como en los
votos de Goyena, López y Allocati, se destacó que el art. 17 habilitaba el dispositivo
del Código Civil vigente a la fecha en que la ley 9688 nació o fue reformada. Impedir
que un trabajador acceda a los beneficios de la reforma importaría discriminar al

62
trabajador frente al resto de los ciudadanos que pueden acceder al derecho común
en su plenitud.

La postura minoritaria, liderada por Fleitas sostuvo que la responsabilidad por


accidentes o enfermedades proviene de la ley, que puede circunscribir sus alcances
en función de ciertos valores o motivaciones de política social, lo que la hace exenta
del juicio de los magistrados.

Ya, en las postrimerías de la ley 9688 se introdujo la reforma de la ley 23.643 que
modificó el sistema de cálculo incluyéndose la edad de la víctima como un
mecanismo para mejorar la indemnización en forma inversamente proporcional a la
edad (100: edad de la víctima x 1.000 salarios diarios x % de incapacidad). Elevó el
tope de diez años de Salario Mínimo Vital y Móvil a veinte. Se innovó también en el
mecanismo de cálculo —con actualización— del salario diario, se ajustaron las
reglas sobre enfermedad-accidente, y se fijaron nuevas pautas para el cálculo de la
prescripción (desde la toma de conocimiento de la incapacidad). Con sus
innumerables reformas la ley 9688 llegó hasta diciembre de 1991, cuando se intentó
una reforma integral, sustituyendo el viejo texto por otro totalmente nuevo, aun
cuando no abandonó el esquema inicial.

b. La ley 24.028: la nueva ley se sancionó el 14 de noviembre de 1991 y fue


promulgada el 5 de diciembre de ese año. El decreto reglamentario 2569/91 fue
publicado en el BO el 17 de diciembre sin ninguna demora. El 26 de diciembre fue
sepultada definitivamente la ley 9688, y se la reemplazó por la ley 24.028 que no
aportó demasiados cambios, aun cuando el texto fue totalmente renovado.

En síntesis, la nueva norma no generó mayores innovaciones.

Veamos:

 mantuvo el esquema tradicional de la división entre accidentes


y enfermedades del trabajo, bajo las circunstanc ias de "...por
el hecho o en ocasión del trabajo";
 se afirmó la responsabilidad objetiva, aun cuando sólo se la
admitía frente a eventos cuya causalidad fuera inmediata y
directa;
 redujo los eventos cuya relación de causalidad fuera inmediata
cuando se tratara de enfermedades-accidente, lo que motivó
una importante caída de los reclamos por patologías
típicamente ajenas al trabajo (quedó comprometida la teoría de
la "indiferencia de la concausa" creada por la jurisprudencia);
 declara solidariamente responsables a los empleadores por los
eventos dañosos de los contratistas, subcontratistas, y
cualquier forma de intermediación, destacando en especial a
las empresas de servicios temporarios que suministran
personal eventual a empresas usuarias, todo ello con el fin de
ampliar la base de sustentación y la verosimilitud del reclamo;
 mantiene la acción contra los terceros responsables que
generen o produzcan el evento dañoso, sin perjuicio de la
responsabilidad primaria del empleador. Habilita la acción tanto
al trabajador damnificado como a sus causahabientes, y otorga
el derecho al empleador para repetir contra terceros si cumplió

63
con sus obligaciones, y el causante del daño estaba fuera del
ámbito de la responsabilidad del principal;
 los riesgos y prestaciones de la ley 24.028 son asegurables,
aun cuando en los hechos los contratos eran limitados por el
monto y excluían ciertas patologías cuyo aseguramiento
desbordaba cualquier cálculo actuarial y cualquier costo;
 las eximentes de responsabilidad del empleador son tres:

a) cuando el daño lo cause intencionalmente el trabajador, con lo cual


la responsabilidad del dependiente desplaza a la del principal;
b) cuando el evento fuere por causa de fuerza mayor extraña al
trabajo, considerando que es tal cuando la causa que produce el
daño es independiente del trabajo, hipótesis de muy difícil factura
en la realidad;
c) cuando detectadas patologías preexistentes, las mismas fueren
bloqueadas por un examen médico que las detectare (mediante
medios e instrumentos de diagnóstico fehacientes), y se diere
noticia de ello a la autoridad de aplicación.

 se mantiene la indemnización de la ley 9688 en su última


versión, por ende se calcula un coeficiente en base a dividir
100 por la edad de la víctima, y el resultado se multiplica por
mil salarios diarios con un tope de u$s 55.000 para el caso de
muerte o incapacidad total. En la hipótesis de incapacidad
parcial, los mil salarios deben proporcionarse en relación con la
incapacidad;
 en lo que hace a la incapacidad temporaria, se sigue con el
plazo de hasta un año con goce de salarios, calculados en
base al sistema del "salario diario";
 el empleador o su asegurador serán responsables de la
asistencia médica, farmacéutica, de la provisión de prótesis y
su renovación, y de la rehabilitación de los damnificados, lo que
no ofrecía límites razonables ni en la ley ni en la
reglamentación;
 el fondo de garantía se mantiene con el esquema tradicional
para hacer frente a los casos de insolvencia, y se financia con
una contribución especial que se abona con cada
indemnización, en cualquier sede que se pague;
 se crea una instancia administrativa, con un procedimiento
sumarísimo, que habilita inclusive la posibilidad de que en base
a la incapacidad y a la eventual liquidación las partes puedan
llegar a un acuerdo conciliatorio.

Este procedimiento fue complementado por la posibilidad de arribar a


un acuerdo conciliatorio —también en sede administrativa— con la
presentación de un estudio médico y la concurrencia del trabajador
asistido por un letrado o el sindicato que lo representa. La solución
económica a la que se arribe puede ser homologada por la autoridad
interviniente confiriendo autoridad de cosa juzgada administrativa a
la misma. Este trámite es de instancia voluntaria, quedando siempre
habilitada la vía judicial;

64
 se mantiene la opción por la vía del derecho civil sin
limitaciones (en cuanto al marco de responsabilidad y los
principios reparativos del Código Civil), como alternativa
excluyente, sin embargo, se considera competente la justicia
civil de la Capital Federal (se invita a las provincias a establecer
el mismo principio) con exclusión de la justicia laboral que sólo
opera cuando se insta la acción por la vía de la ley especial;
 se introduce una novedad en materia de costas, al imponer a
los jueces que se regulen los honorarios de los profesionales
intervinientes con prescindencia del monto reclamado,
teniéndose en cuenta fundamentalmente los trabajos
realizados.

3. Génesis de la ley 24.557

La ley 24.557 fue sancionada el 13 de setiembre de 1995, y promulgada el 3 de


octubre del mismo año (B.O. 4/10/1995, ps. 1 y sigs.) luego de arduas negociaciones
y "retoques" operados en la Cámara de Diputados ratificados por el Senado de la
Nación.

En rigor, más de un año antes de la publicación de la LRT, se había firmado el 25


de julio de 1994, el "Acuerdo Marco para el Empleo, la Productividad, y la Equidad
Social", entre el Poder Ejecutivo nacional, los representantes del sector empresario
liderados por la Unión Industrial Argentina, y la Confederación General del Trabajo.

En el listado de objetivos se establecía la necesidad de una reforma integral del


régimen de accidentes y enfermedades del trabajo. El mismo día de la firma del acta
que ratificaba el acuerdo, se distribuyó un proyecto de reforma cuya autoría
correspondía al licenciado Osvaldo Giordano, subsecretario de Economía Laboral
del Ministerio de Economía y de Obras y Servicios Públicos, luego transferido al
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social como secretario de Empleo y Formación
Profesional, asistido por ese entonces por la doctora Alejandra Torres, por entonces
Coordinadora de la Comisión de Estudio y Reforma Laboral de dicha secretaría. Al
equipo se integró como asesora Mara Bettiol.

El borrador era un sistema que se denominaba SIPRIT (Sistema Integral de


Protección por Riesgos de Trabajo). En este proyecto, que mereció muchas y
calificadas objeciones, se partía de un régimen análogo al que ahora plantea la LRT,
liberando al empleador de todo riesgo mediante la contratación de una suerte de
"seguro obligatorio" cuyas cotizaciones (primas) se abonarían a entes especiales
creados al efecto que asumen el deber de brindar las prestaciones impuestas por la
ley (Aseguradoras de Riesgos del Trabajo).

65
Lo cierto es que de aquel proyecto no han quedado casi rastros, pero en un largo
proceso de análisis, y también de ensayo, error e improvisación se llegó hasta el
texto que nos proponemos analizar.

No existen dudas de que Giordano, Torres y Bettiol fueron los factotum de la nueva
norma, y que su gestión tiene el mérito de haber llevado a la vigencia un nuevo
esquema de tutela de los que sufran eventos dañosos en su trabajo, que puede ser
el comienzo de un régimen más eficaz y de menor costo que los precedentes. Desde
su vigencia la más calificada doctrina destacó la importancia que tenía para el nuevo
sistema la indemnización tarifada, en tanto que la misma debía ser suficiente (a los
efectos de la reparación del daño) y por ende, razonable. Hugo Carcavallo destacó
además que las restricciones para recurrir al Código Civil eran de muy difícil
sustentabilidad. En una apretada síntesis, los objetivos de la LRT que básicamente
pretendían concentrar todos los recursos en la asistencia al trabajador, sin que se
produzcan desvíos para eventuales reclamos judiciales, sólo era viable si el régimen
hermético y autónomo que proponía preservara la calidad de las prestaciones en
especie (asistencia médica integral), y si las indemnizaciones eran apropiadas en
cuanto a suficiencia y razonabilidad.

La ley 24.557 fue objeto de una minuciosa reglamentación, a cuyos efectos fueron
contratadas doce (12) subcomisiones de técnicos que tuvieron expresas
instrucciones de ser herméticos y aislarse de las presiones de los eventuales
interesados en que la ley o la reglamentación se orienten en un sentido o en otro.
Sólo se admitieron —en principio— propuestas o sugerencias por escrito de quienes
—con espíritu de colaboración— acercasen ideas constructivas que asegurasen o
intentasen preservar el sistema creado y la eficiencia que se le pretende asignar. La
realidad indica, que las empresas de seguros, las ART y distintos sectores de la vida
empresaria y sindical hicieron llegar sus inquietudes, y de un modo u otro resulta
evidente que influyeron en el resultado final que hemos plasmado en esta edición
del manual.

A su vez juega un papel fundamental el Comité Consultivo Permanente, del que


luego nos ocuparemos, de conformación tripartita (el Estado, la CGT y los
empresarios), presidido por el ministro de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos
Humanos, que deberá consensuar la propuesta reglamentaria de los técnicos.

La LRT tuvo desde su aparición muchos críticos y hasta importantes detractores,


que desde la doctrina o desde la jurisprudencia cuestionaron no sólo el sistema
legal, sino que llegaron a afirmar que el sistema era arbitrario e inconstitucional in
totum . Es más, la indemnización tarifada que los primeros años fue considerada
razonable comenzó a atrasarse por efecto de los topes, generando el
cuestionamiento constitucional de los montos, y la necesidad de recurrir en forma
irrestricta por la vía del Código Civil.

En alguna medida, ese fuerte cuestionamiento motivó algunos ajustes que se


hicieron al sistema, y la reforma introducida en la misma LRT a través del decreto
de necesidad y urgencia 1278/2000. De hecho, debemos partir de que la LRT ya
generó tres etapas: la primera nació con la sanción y promulgación de la ley
24.557 en su versión original, la segunda estaba prevista en la misma ley con el
ajuste de algunos de sus contenidos, y el tercero se genera con el decreto de
necesidad y urgencia 1278/2000. De estos nuevos contenidos, y de lo que resulta
del nuevo esquema legal, nos ocuparemos detalladamente.

66
A la reforma legislativa precitada que mejoró las indemnizaciones, agregó
prestaciones de pago únicas cuando ciertas incapacidades definitivas o por
fallecimiento, y estrechó el marco de la prevención a través de recursos que
reemplazaron el Plan de Mejoramiento y los sustituyeron por esquemas vinculados
con la medicina, la higiene y seguridad en el trabajo.

Todo esto se vio vigorizado por los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en los casos "Gorosito" y "Brítez" que le han concedido mayor fortaleza y
confiabilidad al sistema, reencauzando los casos que perseguían la
inconstitucionalidad de una parte o de la totalidad de la LRT. En rigor, todo resultó
fuertemente cuestionado, pero no se produjeron cambios importantes —a pesar de
la multiplicación de las críticas— hasta que cambió la composición de la Corte
Suprema, que con una serie de fallos que comenzaron con el caso "Aquino, Isacio
c. Cargo Servicios Industriales S.A.", (CSJN, 21/9/2004, LL, 1/12/2004, 9, con nota
de José P. Descalzi) donde se declaró la inconstitucionalidad del art. 39 (LRT) que
restringía la opción por el Código Civil a los casos de dolo del empleador (art. 1072
Cód. Civil) (1) .

A partir del caso precedente el trabajador podrá recurrir al reclamo por la vía del
derecho común en forma irrestricta. Ello dio lugar una nueva norma, de carácter
reglamentario, el decreto 1694/2009 que vuelve a mejorar las indemnizaciones
tarifadas de la LRT, y promueve la reinstalación del seguro de responsabilidad civil
para cubrir lo que exceda dicha indemnización, además de fijar otras pautas para
mejorar los servicios asistenciales, proteger a las pequeñas empresas con la
determinación de sus contribuciones, y bancarizar el depósito de las sumas a favor
de los damnificados.

En una nueva etapa de la jurisprudencia de la Corte Suprema, se amplía la


responsabilidad a la ART cuando no se cumplen los controles y deberes a su cargo
de naturaleza preventiva en materia de higiene, seguridad y medicina del
trabajo (2) .

La reforma de la LRT por vía de la ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) introduce varios
cambios a saber:

 La determinación de un monto en el régimen tarifado de la LRT


y con un sistema de actualización automático y permanente,
que lo convierta en una suma más equitativa a la hora de
reparar los daños surgidos de un accidente de trabajo, o de una
enfermedad profesional, incluyendo otros daños además del
lucro cesante y el daño emergente;
 Los montos previstos en la LRT se ajustarán por vía del RIPTE
o Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores
Estables, calculadas en base a la evolución de los salarios que
evaluará el Ministerio de Trabajo a través de la Secretaría de
Seguridad Social;
 La aplicación efectiva del "principio de intangibilidad" de las
indemnizaciones tarifadas a cargo de la ART, que aseguren el
pago íntegro y oportuno de la indemnización, con un plazo
perentorio de depósito y puesta a disposición del trabajador de
las sumas liquidadas en tales conceptos, sin gastos ni
intermediarios;

67
 La alternativa de recurrir a la vía del derecho común en forma
irrestricta, a los fines de reclamar por intermedio de ella los
daños y perjuicios en base al principio de la reparación integral;
 Se deja de lado el "cúmulo", según el cual se acumulaban la
indemnización tarifada de la LRT con la acción por la vía del
derecho común por daños y perjuicios;
 Se propicia la opción excluyente tácita o expresa, según la cual
el trabajador puede optar en forma no acumulativa y excluyente
por cobrar las indemnizaciones tarifadas de la LRT depositadas
en un plazo perentorio asegurando su intangibilidad, o no
cobrar dicha suma, y accionar por la vía del derecho común;
 El cobro de las sumas depositadas por la ART por las
indemnizaciones tarifadas que reparan el daño implica la
aceptación tácita de las mismas, y excluye toda posibilidad de
recurrir a la vía del derecho común;
 Si el trabajador opta en forma expresa por la vía del derecho
común, puede cobrar los sustitutos del salario de la ILT, recibir
las prestaciones en especie, pero no debe cobrar las
indemnizaciones tarifadas liquidadas por la ART en virtud de
las fórmulas sacramentales prevenidas en la LRT, a fin de
quedar habilitado para interponer dicha acción;
 Se concede el pago único en prestaciones de pago diferido en
cuotas periódicas;
 Se habilita la competencia de la justicia civil para el caso de
que el trabajador opte por la vía del derecho común como
medio de perseguir la reparación integral de los daños y
perjuicios sufridos, y eventualmente, de otros daños. A su vez
se fijan como criterios los propios del derecho civil en lo que
hace a la forma y principios aplicables al caso.

II. TEORÍAS Y DOCTRINAS EN LOS RIESGOS LABORALES

Antes de ingresar al análisis de la nueva ley 24.557, repasaremos las teorías de la


responsabilidad, que dieron fundamento a las distintas normas jurídicas que
conformaron los antecedentes del actual régimen, para determinar cuáles de ellas
se aplican al modelo resultante de la LRT (J. J. Etala [p.]).

En general se parte de la búsqueda de la justificación de la responsabilidad del


empleador desde distintos ángulos de análisis, que fundamentalmente se dividen en
criterios provenientes del derecho civil, y las nuevas teorías provenientes del
derecho del trabajo.

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1. Responsabilidad por culpa (aquiliana)

Partiendo de la lex aquilia , que basa la atribución de responsabilidad en la


existencia de culpa (tanto in faciendo como in omittendo ).

Se trata de un sistema que contempla la responsabilidad extracontractual (arts. 1382


y 1383, Cód. de Napoleón) basada en la acción negligente (actos positivos) como
en la omisión en las medidas o conductas que hubiesen sido necesarias para
impedir o evitar el daño (aislar los riesgos, brindar elementos de seguridad,
proporcionar equipos adecuados y confiables, capacitar y entrenar al personal en la
prevención, etc.).

El onus probandi está en cabeza del damnificado a pesar de que esta teoría, al
establecer que en materia laboral la máquina estaba dentro de la órbita de control
del empleador, cabría invertir la carga probatoria presumiéndose su culpa salvo
prueba en contrario a su cargo.

2. Responsabilidad contractual

Esta teoría se encontraba más cerca de la realidad, al responsabilizar al empleador


por los daños provocados en el ámbito laboral en virtud de la existencia del contrato
de trabajo (Saintelecte y Sauzet). En dicho contrato el empleador debe cumplir con
una serie de obligaciones, entre las cuales está incluida la "integridad psico-física"
del dependiente.

La víctima debe probar la existencia del contrato de trabajo (que la legislación


presume si existe relación laboral) y la existencia del hecho que provoca el daño (la
relación causal). Obviamente, había que demostrar también la cuantía del daño a
fin de obtener en proporción a ello la reparación económica.

El empleador podía eximirse de responsabilidad demostrando la culpa de la víctima.

3. Responsabilidad objetiva

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La responsabilidad originada en el marco de la culpa o del dolo, donde debía haber
una conducta reprochable del causante del daño, como la responsabilidad
contractual, dejaba una serie de casos sin resolver, cuando los hechos eran
provocados por o con las cosas, inclusive, sobre todo en los casos donde no se
pudiera detectar aquella conducta reprochable.

Es así como surgió "la responsabilidad por los hechos de las cosas" (J. J. Llambías),
en función de la cual el empleador responde frente a los hechos dañosos
provocados por las cosas (con riesgo o vicio) en la medida que resulte ser el titular
o el guardián de las mismas (teoría del "riesgo creado").

En definitiva, el riesgo nace de la cosa viciosa o riesgosa, y es por ello que a esta
teoría se la denomina también del "riesgo creado". No es necesaria la existencia de
culpa.

Esta teoría fue incorporada por la reforma de la ley 17.711 (1969) en el art. 1113 del
Código Civil, y se la aplicó a la opción derivada del art. 17 de la ley 9688, vigente
por entonces, en la jurisdicción nacional a partir del Plenario 169 de la Justicia
Nacional del Trabajo, en la causa "Alegre, Cornelio c. Manufactura Algodonera
Argentina S.A." (14/10/1971).

La responsabilidad había que complementarla con el marco de la "reparación


integral" contenida en el Código Civil, y con ello, las indemnizaciones no tenían topes
ni límites. El juez era el que determinaba el criterio a seguir para fijar la cuantía de
la indemnización, basándose en lo que según su convicción, permitía plasmar las
pautas enunciadas por el derecho común.

4. Teoría del "riesgo profesional"

A las teorías típicamente originadas en el derecho civil, se les fueron acoplando


otras que se consideraron propias del derecho del trabajo, o en su caso, del derecho
de la seguridad social.

La primera en el orden histórico fue la denominada "teoría del riesgo profesional", y


establecía que el empleador creaba un riesgo profesional por la sola interposición
de la máquina, los equipos, los sistemas productivos. A su vez, de la producción de
bienes o servicios producidos se obtiene una utilidad.

Por ende, es el empleador el que provoca y genera el riesgo al ordenar el proceso


productivo con la maquinaria, y por tanto, debe ser responsable de los daños
generados por el empleo de los mismos.

70
5. Teoría del "riesgo de autoridad"

La teoría del riesgo profesional tuvo éxito cuando estábamos en presencia de


máquinas o equipos que entrañaban un riesgo indiscutible.

Sin embargo, cuando se enfrentaba con la modernización de las máquinas con las
nuevas tecnologías, cada vez más sofisticadas, y sobre todo, cuando se pasaba a
actividades que por definición no eran riesgosas como el comercio y los servicios,
la teoría no tenía respaldo.

Se llegó a la conclusión de que la teoría del riesgo profesional era insuficiente e


insatisfactoria para justificar la responsabilidad sin la existencia de la máquina.

Allí nació la teoría del "riesgo de autoridad" según la cual el empleador era
responsable, ya no por la existencia de una máquina, sino por cuanto el ejercicio de
los deberes-derechos de organizar y dirigir generaban a la vez la obligación de
responder por los daños originados en aquellas facultades (Rouast y Durand). El
principio de autoridad y su ejercicio, eran los que en definitiva podían llevar al sujeto
a ser víctima de un daño. El principio de autoridad, como atributo de las facultades
de dirigir y organizar lo son con el fin básico de generar lucro para la compañía. Por
ende, autoridad y lucro no pueden estar al margen de los daños que tales actos
producen en el contexto de la fuerza laboral.

6. Teoría de la responsabilidad social

Del marco de la responsabilidad individual por la que pasan la mayoría de las teorías
analizadas, se llega a la responsabilidad de la sociedad en general que debe asistir
a quienes sufren daños, ya que es la sociedad toda la que se beneficia de una forma
u otra, por los bienes y servicios producidos por el trabajador en relación de
dependencia (Rouast y Durand, Mario L. Deveali, G. Ripert y J. J. Etala).

Esta teoría encuentra fundamento también en la existencia de culpa compartida


entre los diversos protagonistas de la realidad laboral y social y su creciente
globalización. Con ello, no sólo existe y debe individualizarse la responsabilidad del
autor, o del titular o guardián de una cosa, también hay una sociedad que se vale
de lo producido, y por eso, de una forma razonable y proporcionada, debe sostener
un sistema que asegure el amparo de quienes sufren daños en su salud.

71
7. Teoría inspiradora de la Nueva Ley de Riesgos del Trabajo

Todo indica que el legislador adhirió a la teoría de la responsabilidad objetiva en


cabeza de la ART o del empleador autoasegurado, con excepción de la aplicación
de la responsabilidad subjetiva para el accidente producido por dolo del empleador
que habilita la acción civil directa del damnificado contra su empleador, eximiendo
de esta última responsabilidad a la ART.

Con ello, sólo operan como eximentes de responsabilidad del empleador


autoasegurado o de la ART las causales de excepción previstas especialmente, sin
que pueda invocarse la responsabilidad del damnificado como una forma de
neutralizar o retacear las indemnizaciones, excepción hecha de la ocurrencia
generada por dolo del trabajador damnificado, o el caso fortuito o fuerza mayor
extraña al trabajo.

En rigor, la LRT en gran medida, partió de un sistema hermético y autónomo, en


donde se privilegiaban inicialmente la prevención anticipatoria de todas las medidas
que contribuyeran a evitar accidentes y enfermedades profesionales, y un sistema
de reparación, con una amplia batería de medios técnicos en la cobertura en
especie, y con un sistema tarifado en lo que hace al marco reparatorio. El
cuestionamiento a las indemnizaciones y las restricciones de acceso al Código
Civil dieron lugar al fallo "Aquino", que conmovió el marco original, habilitando en
denominado "cúmulo", por el cual se puede acceder a ambas indemnizaciones, la
tarifada y la proveniente del derecho común, cuando la primera fuere irrazonable e
insuficiente.

III. MARCO CONCEPTUAL

Formulada la síntesis de la ubicación contextual de la materia bajo análisis, de sus


antecedentes relevantes, y de las teorías que han justificado a través del tiempo la
responsabilidad por los daños sufridos por un trabajador por el hecho o en ocasión
del trabajo, es conveniente repasar algunos conceptos básicos que luego serán
desarrollados en el marco de la ley 24.557 (LRT).

a. Accidente de trabajo: se denomina accidente de trabajo a aquel que se produce


dentro del ámbito laboral o por el hecho o en ocasión del trabajo, tratándose
normalmente de un hecho súbito y violento que produce un daño síquico o físico
verificable, en la salud del trabajador, que lo incapacita para cumplir con su trabajo
72
habitual (art. 6º, LRT). El concepto precitado siempre fue criticado por la doctrina, ya
que pueden darse eventos dañosos que no resulten instantáneos o súbitos, o que
inclusive no contengan ninguna manifestación violenta. Es más, puede ocurrir que
un daño a la salud no incapacite a la persona —prima facie— para el trabajo. Todas
estas críticas, siempre referidas por Mario Akerman, y por ello, respetables, no
tienen muchos efectos prácticos, cuando en la práctica se genera un daño a la salud
por el hecho o en ocasión del trabajo. Por ende, podemos afirmar que la definición
no opera ni debe operar como un elemento limitativo de la cobertura que propicia
la LRT(3) .

b. Enfermedad profesional: es la patología adquirida por el trabajador dentro del


ambiente laboral por la acción de un agente hostil o por las características y
modalidad de la tarea realizada, que a través de una evolución generalmente lenta,
produce un daño síquico y/o físico en la salud del trabajador y lo incapacita para
cumplir con su trabajo habitual. En el preámbulo del Laudo 156/96 se definió a la
enfermedad profesional como aquella que fuere el resultado directo del trabajo que
realiza una persona, agregando luego, identificada en el listado que aprueba el
mismo laudo, o las que se anexen en el futuro. Si bien el "listado cerrado" del laudo
cuenta con un procedimiento de incorporación de nuevas enfermedades en relación
de causalidad directa con el trabajo, lo cierto es que la determinación de dichas
inclusiones se originaba en la administración del sistema. Ello generó algún planteo
judicial y cuestionamientos doctrinarios.

El DNU 1278/2000 agregó en el art. 6º, apart. 2.b, de la LRT las ahora denominadas
"enfermedades profesionales no listadas", es decir, aquellas que no forman parte de
los listados anexos de la LRT, pero que, por tratarse de patologías generadas en
forma directa por el ambiente o el trabajo realizado, se las consideran para ese caso
particular alcanzadas por los beneficios de la LRT, a criterio de la Comisión Médica
Central, cuyo dictamen es recurrible como lo establece de modo ordinario la norma,
ante la Justicia Federal de cada provincia o ante la Cámara Federal de la Seguridad
Social a nivel de la Nación.

c. Enfermedad-accidente: son las patologías típicamente ajenas al trabajo o al


hecho u ocasión del mismo, pero que tienen una concausa vinculada con él. Cuando
la concausa no tiene relación de causalidad eficiente con la patología detectada o
es remota no cabe responsabilidad alguna del empleador. Sólo en situaciones
especiales de causalidad próxima y esencial podría admitirse una enfermedad-
accidente.

Advertimos que la LRT parece excluir todo rastro de enfermedad-accidente, a pesar


de que mantiene en la letra de la definición de accidente la terminología que generó
en la jurisprudencia el origen de esta creación pretoriana. El Laudo 156-96 ratifica
los conceptos vertidos precedentemente, en el sentido de que no es admitida por la
LRT la enfermedad-accidente, en cuanto que no es el resultado exclusivo del tipo
de trabajo o del ambiente laboral del eventual damnificado. En los procesos de
cuestionamiento al sistema, la enfermedad-accidente o enfermedad concausal se
mantiene fuera del sistema de la LRT.

d. Accidente in itinere: es el evento que se produce en el trayecto del domicilio del


trabajador al lugar de trabajo sin que se produzcan desvíos por causas particulares
o ajenas al itinerario habitual, excepción hecha de algunas hipótesis extraordinarias.

73
e. Incapacidad parcial o total: denominamos incapacidad a la disminución que sufre
la víctima de su aptitud física y psicológica para trabajar por efecto del daño sufrido
en un accidente o enfermedad profesionales.

Dicha incapacidad es parcial cuando afecta en forma restringida la aptitud para


trabajar del sujeto y por debajo de dos tercios de la capacidad total (menos del 66%),
de modo tal que es probable su reinserción en el proceso productivo.

La incapacidad es total cuando supera los dos tercios de la capacidad total,


partiendo de la suposición de que en tales circunstancias es improbable que pueda
reinsertarse en el proceso productivo.

f. Incapacidad temporaria o permanente: la incapacidad es temporaria cuando


afecta por un lapso determinado o determinable la imposibilidad de trabajar del
sujeto. A su vez es permanente, cuando los daños en la salud se prolongan después
de determinados plazos preestablecidos, o cuando, la lesión resulta irreparable sine
die .

g. Incapacidad subjetiva o profesional: la incapacidad subjetiva o profesional es


aquella que se funda en la evaluación de la actividad, arte, oficio o profesión del
sujeto, y el grado de afectación que sobre la misma tiene la lesión o patología del
sujeto. Se estima pues, el grado de incapacidad atendiendo a la peculiar actividad
del trabajador y el compromiso que sobre ella le generan los daños verificados en
su salud.

h. Incapacidad objetiva o interprofesional: la incapacidad objetiva o interprofesional


es aquella que contempla la capacidad del sujeto desde ese punto de vista. Por
ende, la evaluación se aleja del oficio del sujeto damnificado y tiene en cuenta su
potencial en cualquier actividad rentada, desde un ángulo genérico, atendiendo
fundamentalmente a la pérdida de la aptitud funcional y fisiológica generada por el
accidente o la enfermedad profesional. El Laudo 156/96 parece combinar las
incapacidades objetiva y subjetiva, ponderando patologías sobre una base que
procura combinar el arte, oficio o profesión del sujeto con su reinserción laboral en
el mercado de trabajo.

1. Prevención vs. reparación

74
El análisis de las normas en materia de accidentes y enfermedades profesionales
nos lleva inexorablemente a considerar que se trata de reparar con distintas
prestaciones un daño ya ocurrido , a menudo irreversible desde el punto de vista de
la salud del ser humano afectado. Es, por lo tanto, un sistema o subsistema legal
que opera ex post facto . Sólo se puede reparar cuando existe un daño efectivo en
la salud. Lo grave de esta realidad, es que la medicina puede, en la mayoría de los
casos contribuir a la curación o recuperación parcial, de modo que el daño termina
transformándose en una suma de dinero, frente a la impotencia de restituir al
damnificado su salud originaria. En un marco utópico, la LRT se sustenta sobre el
deber de indemnidad, primero preventivo si se logra eliminar, aislar, controlar o
minimizar los riesgos, luego reparativo, cuando el daño se ha producido y el deber
legal es el de procurar la recuperación integral de la persona tanto en los daños
físicos como los psíquicos y los psicosomáticos.

En realidad, sólo se debe reparar cuando se produce un daño a pesar de haber


tomado todas las medidas necesarias para prevenirlas consecuencias dañosas,
aislándolas, neutralizándolas o amortiguando sus efectos nocivos sobre la salud
humana. El orden lógico de prelación es primero prevención, luego reparación con
el fin de lograr la "restitutio al status quo ante" .

Nuestra legislación ha sido deficitaria en la prevención y nunca encontró el camino


más adecuado para la reparación. Es por ello, que puede sostenerse, que por lo
menos, desde el punto de vista teórico la LRT incorpora una serie de conceptos
preventivos que resultan destacables y loables como uno de los fines fundamentales
deseados por el legislador. Si son o no eficaces es tarea de la aplicación práctica,
de la reglamentación, y en particular, del modelo resultante que opere efectivamente
sobre la realidad.

Parece, en cualquier caso, que la absorción de funciones vinculadas con higiene y


seguridad laborales por parte de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT)
nos habla de la búsqueda de cierta unidad que priorice la prevención, y frente al
hecho dañoso, que cuente con los elementos eficaces para reparar los daños,
primero desde los recursos de la medicina, y finalmente, cuando ya no exista otra
salida, desde la determinación de una suma de dinero con fines resarcitorios.

2. Objeto de la prevención y de la reparación

Resulta claro en todo el texto legal, y en particular en algunas normas que enuncian
objetivos y principios, que el legislador obró con la intención de fortalecer la
prevención, sin desmedro de crear un mecanismo que tiene por objeto reparar los
daños sufridos por la víctima.

Veamos el texto del art. 1º de la LRT:

75
Artículo 1º. — Normativa aplicable y objetivos de
la Ley sobre Riesgos del Trabajo (LRT)
1) La prevención de los riesgos y la reparación de los
daños derivados del trabajo se regirán por esta Ley
sobre Riesgos del Trabajo (LRT) y sus normas
reglamentarias.
2) Son objetivos de la Ley sobre Riesgos del Trabajo
(LRT):
a) Reducir la siniestralidad laboral a través de la
prevención de los riesgos derivados del trabajo;
b) Reparar los daños derivados de accidentes de
trabajo y de enfermedades profesionales,
incluyendo la rehabilitación del trabajador
damnificado;
c) Promover la recalificación y la recolocación de los
trabajadores damnificados;
d) Promover la negociación colectiva laboral para la
mejora de las medidas de prevención y de las
prestaciones reparadoras.
Del texto surgen con claridad las siguientes pautas:
1) La LRT tiene un fin previo al articulado de sus consecuencias, que se
basa en propender y estimular la adopción de medidas preventivas
de higiene, seguridad y medicina laboral, a fin de evitar los eventos
dañosos.
En relación directa con esta pauta tenemos la estimación de las
cotizaciones que abonarán las empresas, cuyo monto tendrá relación
con las medidas de higiene, seguridad y prevención que se adopten.
2) Resulta claro que si bien es imposible anular los riesgos, un objetivo
prioritario es reducir la siniestralidad , a cuyos fines existen: por
ejemplo: incentivos económicos (la reducción de la contribución
patronal). En cualquier caso, no se trata sólo de un mero problema
económico, ya que por sobre todo, estamos frente a la custodia de la
salud y de la vida humanas, que es valor que debe tenerse presente,
a los fines de instrumentar un sistema como el que plantea la LRT.
3) Reparar los daños y rehabilitar a los damnificados son dos objetivos
inevitables si la prevención no resultó plenamente satisfactoria y por
ende, se produjeron eventos dañosos.
4) Buscar mecanismos para reconvertir la mano de obra y recolocar al
trabajador que padece una incapacidad son también objetivos
generados por la existencia de daños verificados, y de menoscabo
en la capacidad operable del sujeto sobre el total de sus
potencialidades.
5) Finalmente, en este enunciado de buenas intenciones, se espera que
dentro de la negociación colectiva se introduzcan pautas, principios
y deberes que procuren prevenir los riesgos laborales, o en su caso,

76
para contribuir a repararlos satisfactoriamente, con el objeto de
reinsertar al damnificado como un trabajador útil.

3. Prioridades del sistema

A menudo se ha hablado de la "industria del juicio", de la mala praxis legal, de los


abusos en desmedro de los intereses de los damnificados, de la incidencia de los
honorarios de los letrados y peritos, de los gastos originados en el pleito, del retardo
de justicia provocado por largas y penosas acciones judiciales que arrojan los
resultados muy a destiempo de las necesidades de los damnificados, etcétera.

En general se puede afirmar que las prácticas deformantes y los desvíos son el
producto de un sistema perverso, que no centralizó su objetivo en el sujeto esencial
del sistema que es y siempre será el trabajador damnificado. Si no se preserva la
aplicación oportuna y plena de los servicios y prestaciones legales a la víctima de
un accidente o una enfermedad profesional, sencillamente habremos fracasado
nuevamente.

El objeto esencial de una norma como la LRT es amparar oportunamente y con toda
la plenitud de la legislación al damnificado y su grupo familiar primario, o en su caso,
a los derechohabientes.

IV. ESTRUCTURA Y CONTENIDO DE LA LEY

Si damos una rápida lectura a la LRT, observaremos como elementos distintivos los
siguientes:
1) Tiene un papel importante la prevención de los riesgos laborales , no
sólo por los enunciados en distintas normas declarativas, sino por los
efectos que la reducción de los eventos dañosos implican para el
empleador como un incentivo para mejorar las medidas de higiene y
seguridad, y la calidad de vida del trabajo dentro o fuera del ámbito
laboral. En este plano, se privilegia el denominado Plan de Acción
(común y especial), que establece las condiciones en base a las
cuales las empresas deberán cumplir con las normas preventivas
estándar, con las complementarias, y con normas que se encuentren
inclusive por sobre las pautas legales.
2) Se aspira a bajar el costo laboral con la utilización de un sistema
contributivo que traslada las responsabilidades patrimoniales a las
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, que reciben las contribuciones
77
para financiar el sistema y a la vez tienen a su cargo las prestaciones
dinerarias y en especie. Con ello, los montos impredecibles, lo
aleatorio y heterogéneo del resultado desaparece, o en su caso, si
algo de aleatoriedad subsiste, se traslada a las ART.
3) Procura neutralizar la conflictividad judicial , ya sea con la asunción
de responsabilidad por parte de las Aseguradoras de Riesgos del
Trabajo (ART) como con las limitaciones establecidas para articular
acciones por la vía del Código Civil, que ahora se pueden articular en
forma irrestricta, en la medida que se pueda prevenir la insuficiencia
de las indemnizaciones tarifadas y/o su irrazonabilidad. Resulta claro
que el legislador partió de un sistema complementario entre lo
establecido por la LRT como cobertura especial de carácter objetivo,
y la cobertura suplementaria, que con el decreto 1694/2009 será
cubierto con un seguro de responsabilidad civil omnicomprensivo.
A la vez, ambas coberturas se suplementan, de modo que un monto
debe compensarse con el otro, y sólo es reclamable la diferencia (si
así no fuera estaría reparándose dos veces un mismo daño),
reiteramos por insuficiencia o por irrazonabilidad.
4) Se propicia la eliminación de costos periféricos : es muy clara la
intención del legislador de eliminar la acción de una serie de
interlocutores, que operaban en derredor de los sistemas de
accidentes y enfermedades profesionales anteriores. En efecto, la
filosofía que ahora se pretende modificar giraba en torno de dos
direcciones. Una era la vía prevista por la ley, en función de la cual el
trabajador damnificado procuraba un servicio asistencial que lo
asistiera. La otra, era la búsqueda —generalmente realizada a través
de un reclamo judicial— de una indemnización. En la primera como
en la segunda etapa, aparecían peritos, elementos de diagnóstico,
abogados, accidentólogos, etc. que generaban honorarios y gastos
al sistema, que no sólo resultaban a menudo superfluos o
innecesarios, sino que se pudo demostrar, que en definitiva, no
permitían que parte de lo que le correspondía al trabajador, no llegara
efectivamente a él, en tiempo, en forma o en su integridad. En alguna
medida, si analizamos la casuística de la vieja ley 9688 (incluida la
etapa de la ley 24.028) el trabajador se veía obligado a articular las
acciones por vía judicial para hacer valer sus derechos. El sistema
de la LRT trató de pasar al otro extremo, es decir, a crear todos los
pasos y en su caso, todos los obstáculos para no llegar a la acción
judicial. Sin embargo, no se contó con que las indemnizaciones
tarifadas pudieran transformarse en sumas insuficientes para
estructurar un sistema de reparaciones satisfactorias para cubrir el
principio de la reparación integral. Por ende, se rehabilitó la instancia
del reclamo fundado en el derecho común, lo que quedó habilitado
en forma irrestricta con el fallo "Aquino" de la Corte Suprema.
La LRT trata de evitar el dispendio de recursos hacia terceros,
concentrando el esfuerzo económico en la canalización de
prestaciones en dinero o en especie con destino al trabajador
damnificado. En el modelo que resulte de las reformas y de la
jurisprudencia sería conveniente que no pierda de vista estos
objetivos.

78
5) Se reorienta la solución de los conflictos : el legislador ha buscado
mecanismos que neutralicen conflictos, bajo distintos medios. Por lo
pronto, se elude la intervención ipso facto del fuero laboral a fin de
dilucidar la resolución de las cuestiones judiciales. Se le confieren
facultades especiales a las Comisiones Médicas, muy criticadas por
la doctrina, y se crean alternativas en sede administrativa, las que
una vez superadas pueden generar un paso dentro del Poder
Judicial, en la Justicia Federal —en primera instancia— como en la
Cámara Federal en lo Previsional en alzada. La Corte Suprema, en
el fallo"Castillo, Angel S. c. Cerámica Alberdi S.A." (7/9/2004, LL,
3/12/2004, 5) estableció la inconstitucionalidad del art. 46, apart. 1º
con la cual la competencia federal quedó descartada, y deberá
recurrirse ante la justicia laboral de conformidad con las normas
procesales de cada provincia. Sin perjuicio de la problemática que
puede generar para la jurisdicción provincial este tipo de soluciones,
parece claro para el legislador, la deliberada intención de evitar el
fuero laboral, al que sólo se le confiere alguna alternativa opcional y
periférica o residual. Si bien la justicia federal y la Cámara Federal de
la Seguridad Social tenía cabida por tratarse la LRT de un Instituto
de la Seguridad Social, muchos interpretaron que era una forma de
sustraer al trabajador de sus jueces naturales, con alguna
intencionalidad que escapaba a los principios y normas que inspiran
la problemática laboral y de la seguridad social, que en distintos
planos es esencialmente tuitiva.
6) Cambio filosófico en el circuito prestacional y asistencial : del mismo
modo que la LRT pone el acento en la faz preventiva, también trata
de fijar un nuevo lineamiento en materia la faz prestacional,
procurando un espectro más amplio, que se inicia obviamente en los
requerimientos asistenciales y médicos, pero que casi no reconoce
límites, ya que teóricamente, la ART debe acompañar al damnificado
hasta su recuperación con el alta, y hasta su reinserción laboral en el
mercado de trabajo.
7) Transformación del sistema indemnizatorio: otra de las
características del nuevo régimen es el de la desaparición de las
indemnizaciones de cierto volumen, y la sustitución por prestaciones
periódicas, divididas en cuotas mensuales, que se encuentran
relacionadas, en general, con el promedio de los ingresos del
trabajador damnificado y con el porcentaje de incapacidad estimada
o definitiva. Esta temática fue severamente cuestionada por la
doctrina, y de hecho, y la Corte Suprema declaró la
inconstitucionalidad del pago en cuotas en el caso "Milone, Juan
Antonio c. Asociart S.A. ART s/accidente" (CSJN, 26/10/2004, LL,
29/10/2004, DJ, 2004-3, 735 con nota de Horacio Schick) en tanto
que configuraba un agravio al art. 14 bis CN, violaba el principio de
igualdad (art. 16 CN) y se configura un acto discriminatorio.
Inicialmente, el pago en cuotas tuvo la buena intención de administrar
el ingreso del trabajador, de modo que proveerle periódicamente el
ingreso. Para otros, se trató de un medio de financiamiento de quién
debía pagar la indemnización. La Corte Suprema no tuvo en cuenta
ninguno de dichos argumentos, y se remitió solamente a las garantías
y derechos básicos de la Constitución Nacional, de modo que el pago

79
periódico también puede ser objetado por el trabajador, en el planteo
de inconstitucionalidad precitado.
8) Transformación del concepto de empleo y la reinserción laboral : otro
tema en el cual el cambio observado es sustancial, es el claro objetivo
de la LRT de rehabilitar a la persona que sufre las consecuencias de
un accidente o una enfermedad profesional de modo que pueda
mantenerse o reinsertarse en su vida laboral activa. En los regímenes
anteriores, las indemnizaciones tardías e insuficientes fueron
ineficaces para atender necesidades de rehabilitación, entrenamiento
y capacitación, más el vínculo necesario con las oportunidades, que
todo trabajador necesita una vez superado el trauma de la patología
y sus consecuencias.

1. Nuevos fundamentos de la ley

a. Autoasegurados y asegurados:la LRT plantea básicamente dos tipos de


situaciones: por un lado, los autoasegurados o empresas que serán responsables
directos de las obligaciones de la ley sin ninguna intervención de otro ente u
organismo (art. 30, LRT).

Por el otro, tenemos las ART (Aseguradoras de Riesgos del Trabajo) que operarán
en forma análoga a una empresa de seguros, y serán los responsables de las
prestaciones y obligaciones impuestas por la ley sustituyendo la responsabilidad de
la empresa en función de una contribución que la misma efectuará para estar
amparada (art. 26, LRT).

No está prevista la cobertura parcial de una ART, de modo que no existen dudas de
que éstas son y serán las dos únicas posibilidades que ofrece el sistema.

Los empleadores, sean unipersonales o multipersonales, sociedades o


asociaciones, con o sin fines de lucro, y cualquiera sea su naturaleza, están
obligados a incorporarse al sistema, sea como asegurados en la mayoría de los
casos, o como autoasegurados, en los casos que resulte viable. Nadie que cuente
con personas en relación de dependencia puede estar ajeno al sistema. Si se
detectara un empleador fuera del mismo, las sanciones son de máxima severidad
sin perjuicio de la responsabilidad por la reparación de los daños que eventualmente
pudieran sufrir sus dependientes.

b. Las ART son depositarias de todo el sistema: las ART serán controladoras y
reguladoras del sistema, además de receptoras de los fondos aportados por los

80
empleadores afiliados, y de los prestadores de servicios y dinerarias que establece
la LRT.

En efecto, la importancia que tiene para el nuevo modelo legal la prevención (Plan
de Acción [común y especial]), su incidencia a los fines de determinar junto a otros
factores la contribución patronal, y potestades en materia inspección, control,
seguimiento, determinación de alícuotas para el cálculo de las contribuciones,
derecho a denunciar con fuertes sanciones (arts. 5º y 32, LRT ), etcétera, hacen de
las ART verdaderos núcleos operativos y funcionales de la ley y son también
concentradoras de una serie de poderes y facultades sólo comparables con las
funciones que tienen algunos ministerios del Poder Ejecutivo (art. 26, LRT ).

c. Los empleadores asegurados están eximidos de toda responsabilidad emergente


de la ley especial (LRT): todo empleador que se afilie al sistema (los que no se
autoaseguran) transfiere la responsabilidad del cumplimiento de las prestaciones
dinerarias y en especie previstas en la LRT a las ART, que a su vez asumen la
totalidad de las obligaciones emergentes de la ley especial.

Se puede afirmar pues, que las ART asumen un deber de indemnidad para con sus
afiliadas (empresas) frente a las obligaciones de éstas sobre sus trabajadores una
vez que se presentan eventos dañosos (art. 26, LRT). Resulta obvio que la cobertura
de amparo de las ART alcanza las prestaciones de la LRT, aun cuando la Corte
Suprema ha extendido la responsabilidad encausada por la vía del derecho común.

d. Los empleadores están también eximidos de la responsabilidad civil salvo el caso


de dolo: la LRT puntualizaba que el sistema creado eximía de toda responsabilidad
civil del empleador, frente a los trabajadores damnificados o, en su caso, frente a
los causahabientes (si el damnificado muere) salvo lo previsto en el art. 1072 del
Código Civil (art. 39, LRT). Este principio originario fue pulverizado por la Corte
Suprema en el fallo "Aquino", que determinó la inconstitucionalidad del mentado
art. 39, y abrió la posibilidad de que el trabajador damnificado demande por la vía
del derecho común en forma irrestricta, según nuestra opinión cuando se pueda
invocar la insuficiencia de la indemnización tarifada o su irrazonabilidad.

En síntesis, salvo la existencia de dolo en la producción del evento dañoso, el


empleador no era responsable —conforme los deseos del legislador— frente a los
reclamos del derecho común. Ahora bien, si se diera la hipótesis del art. 1072, el
trabajador podrá simultáneamente gozar de las prestaciones brindadas por las ART
(o por el empleador autoasegurado) y a la vez demandar la reparación de los daños
y perjuicios fundado en el principio de la reparación integral.

Este acotamiento de la posible aplicación del Código Civil en base a un régimen


legal especial y hermético, ha dividido las opiniones de los especialistas.

Autores como Hugo R. Carcavallo sostuvieron que un régimen que prevé


prestaciones y beneficios dentro de un derecho especial, puede recurrir al Código
Civil en forma restringida y acotada, como una opción excluyente, en donde debe
elegir uno de los dos caminos: o cobra la indemnización especial, o la rechaza y
opta por la acción civil.

81
Otros autores, como Mario Akerman, afirman que, si todo ciudadano puede acceder
al Código Civil en forma integral, mal podría limitarse el mismo para el caso en que
el damnificado sea un trabajador en relación de dependencia.

Los fallos "Gorosito" y "Brítez" y el DNU 1278/2000 habían iniciado una nueva etapa,
que podemos llamar de convalidación de la nueva LRT, introduciendo cambios o
confirmando su constitucionalidad, tomando como premisa que es un sistema
perfectible que se perfeccionará a partir del modelo diseñado originalmente, sin
admitir ya un retroceso a los viejos modelos de las leyes 9688 y 24.028.

Al cambiar la composición de la Corte Suprema, el proceso de convalidación se


detuvo, y al contrario, la LRT fue sistemáticamente cuestionada, comenzando con
el fallo "Aquino", que admitió el acceso irrestricto al Código Civil sin perjuicio de las
indemnizaciones tarifadas de la LRT.

A partir del caso "Aquino" se propició el denominado "cúmulo" según el cual el


trabajador podía cobrar la indemnización especial y luego recurrir en sede laboral
por la vía del derecho común, de modo tal, que se pudiera establecer una reparación
por el principio de la reparación integral.

La reforma introducida por laley 26.773 (B.O. 26/10/2012)derogó el art. 39 y dejó de


lado la teoría del "cúmulo" y se pronunció por la teoría clásica de "la opción
excluyente", según la cual si se cobra la indemnización especial de la LRT se ha
optado en forma tácita por el régimen tarifado, y por ende, queda excluidaministerio
legisla opción por la vía del derecho común.

Para alentar el cobro de la indemnización tarifada en la reforma se propició un


sistema de actualización de los montos mínimos a través de un ajuste por la vía del
coeficiente RIPTE o Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores
Estables, que en principio generaría una suma lo suficientemente atractiva como
para optar por el sistema especial renunciando automáticamente la vía del derecho
común.

Además, laley 26.773incorporó el pago de un adicional pordaños no contemplados


en la fórmula, como puede ser el daño moral, la pérdida de la chance, el daño
prospectivo o el daño potencial, y cualquier otro. Dicho adicional se determina en el
20% de las indemnizaciones dinerarias previstas en la LRT, (art. 3º). Con ello se
salva una de las críticas emanadas de la jurisprudencia de la Corte Suprema, en el
sentido de que la fórmula solo estaba referida al daño material, o sea al lucro cesante
y al daño emergente.

La opción por la vía del derecho común se deberá ejercer en la justicia civil, y no en
la justicia laboral como surgió de los cuestionamientos judiciales, (art. 4º, in fine, ley
26.773).

e. Las empresas deben contribuir a prevenir más que a reparar económicamente


daños en la salud: tanto en los objetivos generales de la LRT (art. 1º) como en los
distintos segmentos de la norma aparece la figura de la prevención como la clave
de la ley en cuanto a su filosofía básica (hay que evitar y prevenir antes que reparar).

Los empleadores con el plan de prevención de riesgos que los obliga a aislar, reducir
o eliminar los riesgos, a adecuar las instalaciones, a capacitar al personal en la

82
prevención, a suministrar los elementos de protección personal, son el eje de la
prevención. A su vez, se establecerá un listado de empresas o establecimientos
considerados críticos, los que deberán cumplir con un plan de acción especial para
reducir la siniestralidad en cantidad y en la calidad de los eventos dañosos,
supervisados por la ART y por la Superintendencia de ARTs (art. 4º, LRT, reformado
por DNU 1278/2000). Su accionar eficaz se traducirá luego en una reducción de la
contribución a su cargo. La SRT, conjuntamente con cada ART o con las empresas
autoaseguradas deberán encarar la prevención en higiene, seguridad y medicina
laboral como prioridad. La reducción del costo laboral depende en gran medida, de
la ejecución de las medidas preventivas y de su eficacia para disminuir o extinguir
la siniestralidad.

2. Clasificación del contenido

a. Clasificación por los sujetos de la LRT:

b. Clasificación por las contingencias sociales cubiertas:

c. Clasificación por los deberes del empleador:

d. Clasificación por los deberes de las ART:

e. Clasificación de los deberes de la SRT:

f. Clasificación de los deberes de los trabajadores:

83
3. Estructura funcional del nuevo sistema

El circuito tiene cuatro niveles que se interrelacionan entre sí, y son:

 Primer nivel: la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT)


 Segundo nivel: las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART)
o las Empresas Autoaseguradas
 Tercer nivel: las empresas cotizantes del sistema
 Cuarto nivel: los trabajadores amparados por el sistema

4. La importancia de la reglamentación. Su actual estado

La LRT requirió de una ardua tarea en materia reglamentaria, ya que la norma


original no sólo remitía en forma sistemática a ella, sino que además sus enunciados
imponían un importante desarrollo de temas claves, que partían de aspectos
meramente operativos o funcionales y llegaban a temas de fondo claves como el
funcionamiento de las Comisiones Médicas o el listado de enfermedades
profesionales.

A su vez, es importante destacar que existen temas que demandan normas


reglamentarias, y otras que, por su naturaleza y características, imponen reformas
de la propia ley. De hecho, el decreto de necesidad y urgencia 1278/2000 constituye
la reforma de la LRT más importante desde su sanción y promulgación (B.O.
4/10/1995), y los aspectos que reforma y aquellos que introduce como novedad han
reforzado la validez y vigencia del sistema, construyendo el mismo a partir de un
esquema inicial que se sigue perfeccionando. El decreto 1694/2009 volvió a
modificar los montos indemnizatorios con el fin de reforzar los valores del régimen
tarifado, partiendo de la premisa que esta elevación importaría una suerte de
desaliento de cualquier reclamo por la vía del derecho común, opción que es ahora
irrestricta en función de la declaración de inconstitucionalidad del art. 39 de la LRT
por el fallo "Aquino".

a. Normas que remiten a la reglamentación:

La LRT tiene una serie de disposiciones que —expresamente— remiten a la


necesidad de una reglamentación. En muchos casos, sin ella carecen de eficacia.
Es por ello que podemos afirmar que la LRT contiene numerosas normas

84
programáticas, que imponen la necesidad de su reglamentación para poder
transformarse en operativas.

En general, podemos considerar prudente y razonable la remisión y delegación


operadas para reglamentar la LRT.

Esta flexibilidad en materia de reglamentación y la delegación de atribuciones


reglamentarias parece una decisión del legislador que responde a dos causas. Una,
obvia, y es la necesidad de brindar cierta flexibilidad a la instrumentación de los
medios e instrumentos creados por la LRT, y que ofrecerán en la práctica distintas
alternativas que habrá que resolver conforme a cómo se desarrollen los distintos
casos. La otra causa es la relativa a la necesidad de contar con cierta amplitud de
criterio para que la LRT evolucione, perfeccionándose y consolidando el sistema. En
otros términos, si debemos mejorar la cobertura preventiva y reparativa del sistema,
lo debemos hacer a partir de la LRT y no cambiando nuevamente el régimen por
otro nuevo. Esta última alternativa sería un claro retroceso.

En la legislación de fondo se suelen enunciar las grandes pautas, los principios, en


función de los cuales se deben desarrollar los medios técnico-legales. No existen
dudas de que hubo y existirá siempre la necesidad de corregir los distintos
instrumentos por medio de los cuales se cumplen con las pautas, principios y
objetivos impuestos por la ley.

A título de ejemplo, enunciamos algunas normas que remiten a la reglamentación,


a saber:

Artículo 3º. Inc. 2º: Sobre la periodicidad en materia de solvencia económico-


financiera de los empleadores que se autoaseguren, a fin de verificar si mantienen
la garantía de las prestaciones y el respaldo correspondiente. A ese respecto, se
dictó el decreto 585/1996 que específicamente trata el tema de la solvencia
económico-financiera de las empresas autoaseguradas, que son sólo dos en todo
el país.

Artículo 4º. Inc. 2º in fine : Sobre las pautas y contenidos del plan de acción que
deben realizar las empresas o establecimientos considerados críticos, las que se
encontrarán sometidas a controles especiales. Esta norma fue introducida por
el decreto 1278/2000,y reemplazó el llamado "plan de mejoramiento". Obviamente,
se aplican en forma complementaria la ley 19.587 de Higiene y Seguridad en el
Trabajo y sus normas reglamentarias (dec. 351/1979), y más recientemente el
denominado Programa "Trabajo seguro para todos" de conformidad con el decreto
700/2000.

Artículo 6º. Inc. 2º: Que requiere el listado de enfermedades profesionales,


identificación de los agentes de riesgo, cuadros clínicos y actividades capaces de
determinar por sí la enfermedad profesional. Sólo las enfermedades contenidas en
el listado se considerarán resarcibles con los alcances de la ley, con la sola
excepción de aquellas patologías que, no incluidas en el listado, presenten en el
caso concreto, evaluado por la Comisión Médica Central, como provocadas por
causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, excluyendo los factores ajenos
al trabajo. Esta reforma fue introducida por el decreto 1278/2000, y constituye un
avance singular para fortalecer la vigencia y eficacia de la LRT. Al respecto, se dictó
el laudo 156/96, aprobado por el decreto 658/96.

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Artículo 8º. Inc. 3º: Donde se requiere la tabla de evaluación de las incapacidades
dentro del SIJP y de la LRT, que fue introducida en el mismo laudo 156/2000, donde
se enunció el listado de enfermedades profesionales incluidas.

Artículo 11. Inc. 3º: Sobre el mejoramiento de las prestaciones dinerarias


establecidas en la LRT, cuando las circunstancias lo permitan, y cuando el sistema
verifique posibilidades económico-financieras para ello. De hecho, el decreto
1278/2000 introdujo tres prestaciones de pago único, $ 30.000 para incapacidades
permanentes superiores al 50% e inferiores al 66%; $ 40.000 para los trabajadores
totalmente incapacitados en forma permanente cuya incapacidad fuera superior al
66%; y $ 50.000 para los causahabientes del trabajador fallecido en el evento
dañoso. Estos montos fueron modificados por el decreto 1694/2009, y el de
$ 30.000 pasó a ser de $ 80.000, el de $ 40.000 pasó a ser de $ 100.000 y el de
$50.000 pasó a ser de $ 120.000.

Artículo 16. Inc. 2º: Sobre reducción de aportes y contribuciones al SUSS en los
supuestos de retorno al trabajo del dependiente damnificado con Incapacidad
Laboral Permanente (ILP), aspecto que no ha sido reglamentado.

Artículo 19. Inc. 2º: Sobre la forma y cuantía de la garantía del pago de la renta
periódica para casos de insolvencia por quiebra o liquidación de la compañía de
seguros de retiro contratada al efecto. Esta norma no ha sido reglamentada, y, de
hecho, por ahora no se han dado casos.

Artículo 21. Inc. 3º: Sobre los procedimientos de las comisiones médicas y el
régimen arancelario de las mismas. Esta norma ha sido objeto de una copiosa
reglamentación, que en la actualidad ofrece alguna confusión y hasta discrepancias.

Artículo 26. Inc. 1º: Sobre los requisitos de diversa naturaleza, sobre todo en lo
relativo a solvencia financiera, capacidad de gestión, y sobre el capital mínimo para
la constitución de una ART. Al respecto se dictaron numerosas normas, que hoy
ofrecen discrepancias y alguna confusión.

Artículo 31. Inc. 2º: Sobre el registro de siniestralidad de cada establecimiento, en


donde se dictaron normas reglamentarias de diversa índole, relacionadas con los
registros estadísticos, en particular la resolución conjunta entre SRT y SSN 31/97 y
25.178/97 sobre sinestralidad.

Artículo 33. Inc. 2º: Sobre los plazos para la declaración de insuficiencia patrimonial
y sobre el monto de la contribución a cargo de los empleadores privados
autoasegurados al fondo de garantía. Se dictaron normas específicas como los
decretos 334/96 (ver art. 33, apart. 3º), 585/1996 (art. 9º sobre las contribuciones) y
491/97 (ver arts. 10 y 11).

Artículo 40: Sobre el funcionamiento del Comité Consultivo Permanente u Organo


Tripartito de Participación, y sus distintos mecanismos de consulta o funcionales. Su
funcionamiento no ha sido objeto aún de reglamentación y debería analizarse una
norma que especifique la frecuencia de las reuniones, la existencia de una secretaría
de coordinación permanente que funcione en el seno de la SRT, y las materias de
incumbencia con sus accesorios, siguiendo las pautas de la LRT.

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Artículo 45: Sobre la conveniencia de dictar normas reglamentarias en virtud de la
LRT y su intervinculación con temas tales como pluriempleo, relaciones laborales de
duración determinada y a tiempo parcial, sucesión de siniestros, trabajador jubilado
o con jubilación postergada. Los arts. 13 y 14 del decreto 491/1997 se ocuparon de
las situaciones de pluriempleo y sucesión de siniestros, bajo la hipótesis de
incapacidad incremental.

Artículo 46. Inc. 1º: Sobre las reclamaciones ante la justicia de los damnificados y
entre las ART y los empleadores, ya sea por:

 las decisiones de las comisiones médicas,


 la intervención de la Comisión Médica Central,
 la acción derivada del Código Civil de conformidad con la
jurisprudencia que admite el acceso irrestricto a las normas del
Código Civil (desde el fallo "Aquino"),
 el cobro de las cuotas, recargos e intereses adeudados al
sistema.

El decreto 717/1996 estableció el procedimiento para las comisiones médicas. Sin


perjuicio de ello, cabe recordar que las normas procesales son resorte de cada
provincia por ser ésta una atribución no delegada al Congreso nacional. Por ende,
las normas procesales aplicables serán las pertinentes en cada jurisdicción.

b. Normas que es conveniente reglamentar o mejorar la ya existente:

La reglamentación debería contemplar además aquellas normas —que sin contar


con una remisión expresa— demanden aclaraciones, pautas y hasta meras
definiciones, límites o conceptos.

Entre las normas que no tienen remisión expresa, tenemos:

 lo relacionado con la cobertura que pueden tener las ART en


materia de enfermedades o accidentes inculpables;
 la cobertura posible sobre los reclamos provenientes de leyes
precedentes y de eventos no comprendidos en la LRT;
 la posible cobertura por responsabilidad civil, ya sea la prevista
como residual en la LRT, ya sea la que pueda emerger de las
decisiones jurisprudenciales;
 los límites de la interferencia de las ART dentro de las
empresas afiliadas, de modo de asegurar la continuidad normal
del circuito productivo sin ningún riesgo, demora o mayor costo;
 la existencia de un procedimiento de conciliación sumarísimo
para poder negociar para las empresas autoaseguradas ciertos
reclamos, y los que se derivan de las posibles acciones por el
derecho civil;
 pautas en base a las cuales se deberían determinar los listados
de enfermedades profesionales, y la información sobre
eventuales datos complementarios.

Es muy importante la experiencia —negativa por cierto— sobre la delegación de


facultades legislativas que recae sobre órganos del Poder Ejecutivo, o sobre

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organismos autónomos o autárquicos, dentro de los cuales podemos situar a la SRT.
Las atribuciones reglamentarias deberían ser meramente administrativas, o
burocráticas, y terminan accediendo a facultades propias del legislador responsable
del poder de policía (el Poder Ejecutivo), e inclusive llegan a invadir el territorio
exclusivo del Parlamento.

Por lo tanto, la LRT como la reglamentación le han conferido facultades legislativas


a la SRT, entre otros, en los siguientes temas:

 reglas básicas para remitir información al organismo de


contralor;
 normas sobre la mecánica y operatoria de las presentaciones
ante la SRT;
 contrato de afiliación y sus eventuales anexos;
 controles sobre empresas autoaseguradas;
 evaluación de los niveles de calificación de las empresas
afiliadas.

5. Los temas que demandarán reformas

No existen dudas sobre la importancia de la reglamentación de la LRT. Sin embargo,


habría que formular una clara advertencia de que por vía reglamentaria, no se puede
alterar ni la letra ni el espíritu de la norma de fondo. Es grande la tentación de quien
tenga la responsabilidad de reglamentar, en orden a introducir modificaciones en
contradicción con la ley, o por llenar lagunas del Derecho de un modo anómalo. Hoy
parece fundamental que se enfrente una reforma integral de la LRT, y sólo es posible
con una nueva legislación que se discuta y aprueben en el Parlamento. Ya el decreto
1694/2009 modificó el sistema indemnizatorio en el límite de las atribuciones
delegadas por la LRT, y al borde de incurrir en un exceso reglamentario.

Es posible que la reglamentación cree otra ley, pero también es posible que se obre
con sabiduría, preservando su contenido, y formulando las objeciones que requieran
cambios de fondo remitiendo los mismos al Parlamento nacional.

Si la reglamentación interfiere con la competencia del Congreso, la norma perderá


eficacia y ganará en conflictividad. Si se separa lo reglamentario de lo legal, dando
a cada uno lo suyo, es posible que estemos frente a un sistema que, con los retoques
y cambios que lo perfeccionen, ampare a los damnificados, sea útil para prevenir los
riesgos del trabajo, creen los cambios en condiciones más favorables y reformulen
el régimen hasta hacerlo eficiente.

En cualquier caso, parece conveniente pensar en una reforma de fondo en los


siguientes temas:

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a. La cobertura del Código Civil: que extienda las posibilidades de las ART a todo el
marco asegurable posible, incluyendo los reclamos que, por la vía ordinaria y el
derecho común, pueden entablar los damnificados. A tal fin, podría establecerse una
alícuota especial, o en su caso, un régimen de primas o contribuciones
independiente, o la alternativa prevista por el decreto 1694/2009 que promueve la
cobertura de seguros de responsabilidad civil para cubrir con ellos a los
demandados.

b. La existencia de un sistema más ordenado: que prevea formas promovidas de


reinstalación laboral de los que han sufrido alguna incapacidad invalidante y tengan
dificultades para reinsertarse en el mercado de trabajo.

6. La reforma legal introducida por el decreto de necesidad y


urgencia 1278/2000, y la ampliación de la misma a través del
decreto 1694/2009

Desde el nacimiento de la LRT en octubre de 1995 se partía de la premisa de que


el viejo régimen de la ley 9688 y su versión corregida de la 24.028 habían cumplido
con una etapa, cuyos resultados habían sido disvaliosos, fundamentalmente por no
haber privilegiado la protección del trabajador, tanto en forma preventiva como en el
ámbito reparativo. Hoy todos reconocen que la vieja práctica que se dio en llamar
"la industria del juicio laboral" desapareció, para dar paso a un sistema donde el
beneficiario sea siempre la persona que brinda servicios dependientes, sin dispendio
alguno de recursos que a menudo se esfumaban o se dispersaban en honorarios,
pericias y trámites. Lo peor del viejo régimen era que el trabajador —en lugar de
recurrir ante quien lo amparaba— tenía que formalizar una demanda judicial que
obviamente, sólo llegaba después de un tiempo relativamente largo con una
indemnización, desatendiendo prioridades tales como la prevención, la asistencia
adecuada del trabajador damnificado, y en su caso, la continuidad de un tratamiento
curativo y de rehabilitación, hasta la posible reinserción laboral .

Todos reconocemos hoy algunos de los méritos de la LRT, y obviamente bregamos


por la corrección de sus defectos. En todos los casos, lo hacemos desde el sistema
existente, y no a través de la fantasía de ensayar otro nuevo régimen o la vuelta al
sistema anterior.

V. REFORMAS Y MEJORAS DE FONDO EN LA LRT

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Si bien se ha insistido mucho en la corrección y reformulación de distintos contenidos
de la LRT, sólo se intentaron dos reformas que podemos considerar "de fondo", en
el sentido de que procuraron corregir la norma y procurar mejorarla. Sin dudas, los
ajustes realizados antes del fallo "Aquino" (21/9/2004) fueron menos sustantivos, y
arraigados en un marco en el que se procuró la consolidación del sistema. La nueva
composición de la Corte Suprema modificó sus criterios 180 grados, y desde el fallo
citado en adelante, sistemáticamente consideró a la LRT inconstitucional, en no
menos de 17 de sus contenidos fundamentales. Es por ello, que a partir de fines del
2004 se constituyó una Comisión Redactora de la reforma de la LRT, que pudo
lograr un texto tentativo de una reforma que podríamos considerar "integral", en
donde no solo se consultó a todos los sectores, sino que además, se pidió la opinión
de terceros, especialmente en el ámbito doctrinario. Sin embargo, no se pudo
resolver en forma razonable el tema de la opción entre el sistema especial y la acción
por la vía del derecho común. Se confrontó contra el denominado "cúmulo", según
el cual, el trabajador tiene derecho a todos los beneficios de la LRT incluyendo sus
indemnizaciones tarifadas, y si la misma resultare insuficiente o en su caso
irrazonable, podría interponer la acción civil en forma complementaria. Reiteramos,
que según nuestra opinión, solo sería pertinente si la indemnización tarifada
resultare insuficiente y/o irrazonable. Dado que este tema no se pudo resolver,
la LRT sigue sin contar con una reforma que cubra íntegramente todas las críticas,
y resuelva en consecuencia, todas sus fisuras.

1. El DNU 1278/2000 de reforma de la LRT

En este plano se inscribe la reforma legal introducida por el decreto de necesidad y


urgencia 1278/2000 (B.O. 3/1/2001). Se llegó a este recurso, el de una reforma legal
dispuesta por el Poder Ejecutivo, dadas las serias divergencias y multiplicidad de
proyectos de ley y de reforma que se habían instalado en el Parlamento nacional,
respondiendo a intereses contrapuestos. En rigor, el Parlamento demostró una vez
más que los intereses juegan un papel complejo, y hasta contradictorio, no sólo con
el interés general, sino particularmente con el bien jurídicamente protegido o con los
destinatarios de los beneficios.

La reforma del decreto 1278/2000 es un avance importante hacia la consolidación


del sistema, aun cuando sabemos que es sólo un paso, al que le seguirán otros,
para lograr que el régimen se consolide. El decreto 1694/2009 busca actualizar los
montos indemnizatorios, introduciendo inclusive alguna reforma en el modo de fijar
los montos (suprimiendo topes y fijando pisos), creando el seguro de
responsabilidad civil, y fijando otras normas especiales para la mejora del sistema.
No ha resuelto el tema de la opción del sistema, de modo que por vía de los hechos
parece que se ha consolidado el denominado "subsistema del cúmulo", por el cual
se integran la indemnización tarifada con el reclamo ulterior por la vía del derecho
común.

90
2. El decreto reglamentario 1694/2009

La Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) 24.557 fue criticada desde su promulgación
por el sistema indemnizatorio, por el régimen hermético que proponía el sistema sin
la intervención judicial, por el tratamiento que se le daba al subsistema de
prevención de higiene y seguridad, por la competencia del fuero federal, y por las
restricciones que imponía a los damnificados la acción por la vía del derecho común.
En alguna medida, el Decreto de Necesidad y Urgencia 1278/2000 (B.O. 3/1/2001)
procuró mejorarlo manteniendo el sistema originario.

Los que la redactaron se centraron en evitar y hasta neutralizar la litigiosidad que


habían registrado los regímenes legales precedentes, los de las leyes 9688 y
24.028, en los cuales la interposición del juicio laboral es inevitable para poder
acceder a una indemnización por la vía del derecho común, ya que la tarifada era
muy criticada por insuficiente.

Así nació la LRT que tuvo por fin encontrar un sistema que por una vía expedita le
permitiera al trabajador acceder a las indemnizaciones por daños, junto a la
cobertura asistencial, y de rehabilitación. Al respecto, la LRT creó un sistema
administrativo que evitaba trámites judiciales, pero las indemnizaciones tarifadas y
sus topes resultaron insuficientes, las normas de higiene y seguridad preventivas
debían ser controladas por las mismas ART y en su caso por la SRT, y a una etapa
inicial sin mayores reclamos en sede judicial, le sucedió un importante incremento
de la litigiosidad cuestionando la constitucionalidad de gran parte de las normas.

La jurisprudencia laboral primero y los superiores tribunales provinciales


comenzaron a cuestionar los temas precitados, determinando la necesidad de la
Corte Suprema se expidiera sobre el particular. Lo hizo primero en el fallo "Gorosito"
("Gorosito, Juan Ramón c. Riva S.A. s/art. 1113 Código Civil", 4/2/2002) en el cual
declaró la constitucionalidad del art. 39 (LRT) soslayando el planteo central del
principio de igualdad (art. 16 CN) y de la insuficiencia de los montos indemnizatorios
planteados en la mayoría de los agravios. Al cambiar la composición del más Alto
Tribunal con posterioridad al año 2003, se dictó un nuevo pronunciamiento en el
caso "Aquino", que declaró la inconstitucionalidad del mentado art. 39, no sólo por
ser contrario a las normas de nuestra Carta Magna, sino por contraponerse a
tratados internacionales de los derechos humanos —de rango constitucional—, o a
tratados internacionales supralegales (CSJN 21/9/2004, "Aquino, Isacio c. Cargo
Servicios Industriales S.A.").

Otros cuestionamientos se sucedieron en los casos "Castillo" y "Milone", que


imponían la necesidad de una reforma legislativa. Dicha discusión se constituyó en
una tarea del Ministerio de Trabajo desde aquella fecha, que conformó una comisión
redactora que tropezó con innumerables dificultades. Es más, dada la complejidad
y tecnicismo que imponía una reforma como la propuesta, se buscaron mecanismos
para lograr una aprobación parlamentaria "a libro cerrado", o por lo menos, con la
consulta previa a los legisladores. Todo ello, sin perjuicio del mandato impuesto por

91
el más alto nivel del Poder Ejecutivo que fue el de plasmar en la reforma un proyecto
que fuera compatible con los fallos emanados de la Corte Suprema, y en su caso,
que fueren concordantes con el imperativo constitucional que imponían dichas
sentencias.

Dado que por distintas razones no se pudo enfrentar la reforma legislativa, es que
el Ministerio de Trabajo, previa consulta a los especialistas del sector empresario y
del sector sindical, se orientó por una norma reglamentaria, dentro de las
atribuciones conferidas por la Constitución Nacional (art. 99) y por la misma LRT.

2.1. El decreto reglamentario 1694/2009. Procedencia

El decreto 1694/2009 (B.O. 6/11/2009) ha sido emitido como un decreto


reglamentario, conforme lo autorizan el art. 99 incs. 1º y 2º de la Constitución
Nacional, y a las atribuciones previstas por el art. 11 inc. 3º de la LRT (ley 24.557).
En rigor, se trata de una norma de excepción, dictada por el Poder Ejecutivo en el
límite de su constitucionalidad, dado que se reglan temas que tienen atribuciones
delegadas, pero que configuran cambios —en algún caso— sustantivos respecto
del régimen legal. Si bien la LRT habilita al mismo a dictar normas que eleven o
modifiquen los montos, lo cierto es que la norma realiza adecuaciones del cuerpo
legal que son sustantivos, al eliminar topes, y al fijar un nuevo piso no contemplado
anteriormente en la normativa de fondo (arts. 2, 3º y 4º, decreto 1694/2009).

En cuanto al denominado impuesto al cheque según la Ley de Competitividad, se


exime del mismo a los débitos y créditos originados en la LRT conforme las
atribuciones concedidas al Poder Ejecutivo por el art. 2º de la ley 25.413.

La reforma introducida por el decreto 1694/2009 llega en un momento de fuertes


críticas al sistema vigente, sin contemplar todos los ejes en torno de los cuales
giraba una reforma integral. Es por ello, que seguramente todavía subsisten
importante críticas, ya sea por los temas omitidos, ya sea por las sugerencias
formuladas por los actores sociales, que no se incluyeron en la normativa.

2.2. El plan de la reforma

Los redactores de la reforma partían de las siguientes premisas y cuestionamientos


a la LRT:

92
 Los montos indemnizatorios eran exiguos y por ende,
arbitrarios, lo que obligaba al damnificado a interponer una
acción judicial, en donde se suele invocar la vía alternativa del
Código Civil, y sus arts. 1109, 1113 y concordantes, en función
de la responsabilidad por culpa, culpa grave, dolo o en virtud de
la denominada "responsabilidad objetiva causada por los
hechos de las cosas", todo ello a la luz del fallo "Aquino" que
había declarado inconstitucional el art. 39 de la LRT;
 Los montos fijos de $ 30.000, $ 40.000 y $ 50.000 habían
quedado desactualizados, para los casos de incapacidad entre
50 y 66 %, incapacidad total (más del 66 %) y por muerte,
respectivamente, de modo que era fundamental proceder a su
reajuste conforme al curso de la inflación y al imperativo de la
realidad económica;
 Si los montos fueran más adecuados al daño reparado, el
trabajador damnificado optaría por el régimen especial, y no se
aventuraría a una acción judicial por la vía del derecho común;
 Las prestaciones dinerarias de la LRT no deben tener
intermediarios, y su pago debe estar garantizado por el
depósito bancario en la cuenta especialmente habilitada al
efecto, a cuyos fines se requiere la regulación pertinente;
 La fijación de un piso indemnizatorio, en una forma de generar
equidad para lograr que la reparación de los daños sea más
razonable, y lo suficientemente atractiva como para disuadir a
los damnificados de la necesidad de formular un reclamo en
sede civil;
 Se reclama el abaratamiento del sistema, seguramente con la
solución de temas burocráticos, y en la aprobación de las
alícuotas que se imponen a las pequeñas empresas, a fin de
evitar cualquier tratamiento diferenciado en su perjuicio;
 Resultaba imprescindible crear la cobertura de seguro por el
marco de la responsabilidad civil, dado que la empresa carece
de un sistema de protección que lo ampare frente a los
reclamos por esta vía, sin perjuicio de que la ART en principio
debería cubrir la indemnización tarifada por la cual la empresa
abonó la contribución patronal;
 De hecho, la jurisprudencia se orientó en numerosos fallos
hacia el denominado "cúmulo", que consiste en integrar las
indemnizaciones tarifadas aportadas por la ART con un saldo a
cargo del empleador, por los reclamos del derecho común. En
este último rubro, lo que emergió fue la necesidad de que
generara la cobertura de seguros por responsabilidad civil, ya
habilitado por la Superintendencia de Seguros de la Nación en
dos empresas que lo solicitaron;
 El régimen de prestadores ha ofrecido alguna dificultad, en
especial por su heterogeneidad, y en su caso, por la falta de
controles eficientes sobre la calidad de los servicios, y su
contribución a la recuperación psico-física de los trabajadores
afectados por las patologías laborales;
 El sistema impone la necesidad de vigilar en forma conjunta el
resultado operado por la reforma, a través de los actores

93
sociales de máximo grado en conjunto con el Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

2.3. Los nuevos montos indemnizatorios y las compensaciones


mínimas legales

Una de las críticas y cuestionamientos empresarios y jurisprudenciales estaba dado


por la insuficiencia y a menudo con lo exiguo de algunas indemnizaciones.

La reformulación del sistema indemnizatorio se realizó por vía reglamentaria,


cuando en rigor se están modificando cuestiones de fondo.

Deberíamos afirmar que se encuentra en el límite de lo admitido por los incs. 1º y 2º


del art. 99 de la Constitución Nacional que habilita al Poder Ejecutivo a dictar las
instrucciones y reglamentos que sean necesarios para la ejecución de las leyes,
cuidando de no alterar su espíritu con excepciones reglamentarias.

A la vez, el art. 11, inc. 3º de la LRT puntualiza que el Poder Ejecutivo puede
modificar las indemnizaciones por vía reglamentaria, en la medida que mejore los
montos. Esta mejora no implica el cambio del sistema, y la nueva implementación
de pisos altera el régimen legal de fondo.

Es por ello, que entendemos que varias de las normas debieron haberse aprobado
en el contexto de un decreto de necesidad y urgencia, según lo habilita el art. 99 inc.
3º de la Constitución Nacional.

El cambio en la estructura de las indemnizaciones, tiene los siguientes parámetros:

1) Se modifica la base de cálculo de la retribución o prestación mensual


que se debe liquidar al damnificado durante la Incapacidad Laboral
Temporaria;
2) Se suprimió el tope indemnizatorio de $ 180.000;
3) Se cambió el "valor mensual del ingreso base" (vmIB) por el cálculo
previsto por el art. 208 de la Ley de Contrato de Trabajo para la
Incapacidad Laboral Temporaria, y para las licencias suplementarias
por incapacidad provisoria;
4) Se fijó un piso o valor mínimo a las indemnizaciones, que en alguna
medida suple los resabios de la economía clandestina parcial que
opera en muchas pequeñas empresas;
5) Se incrementaron los montos fijos de pago único previstos para
incapacidades mayores al 50%, al 66% y fallecimiento de la víctima;
6) Se cambia el valor mensual o prestación adicional para los casos de
Gran Invalidez.

94
El objetivo claro del legislador es el de volver a generar el atractivo por el cobro de
las indemnizaciones tarifadas, y en alguna medida desalentar las acciones por la vía
del derecho común, conforme lo admite hoy parte importante de nuestra
jurisprudencia.

2.4. El nuevo cálculo del salario de las licencias

Uno de los temas que había generado controversias, por su asimetría, era el trato
diferencial que tenían las licencias en el caso de las enfermedades y accidentes
inculpables de las contempladas en la LRT para los eventos del trabajo o
profesionales. En efecto, mientras el primero ordena pagar la misma retribución que
le correspondería al trabajador si el mismo estuviere prestando servicios, la segunda
se liquidaba con el promedio de las remuneraciones de los últimos doce meses
anteriores al accidente o a la enfermedad. Por ende, mientras uno era prácticamente
el salario vigente al momento del cobro, el otro respondía a un promedio que
generaba un pago menor al vigente, sin que la diferenciación tuviere justificación
alguna. Es más, la LRT exhibía una suerte de desprotección al damnificado, al pagar
una suma menor a la prevista en el marco contractual.

La reforma introducida por el decreto 1694/2009 establece en el art. 6º, que las
prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) o permanente y
provisoria mencionadas en el art. 11 inc. 2º de la LRT se calcularán, liquidarán y
ajustarán de conformidad con lo establecido en el art. 208 de la Ley de Contrato de
Trabajo.

2.5. Supresión del tope legal de las indemnizaciones

El art. 2º del decreto 1694/2009 suprime el tope de $ 180.000 previsto en el art. 14,
inc. 2º, aparts. a y b, y en el art. 15, inc. 2, último párrafo de la LRT.

El primero se refiere a la indemnización prevista para la Incapacidad Permanente


Parcial (IPP) inferior al 50% y a la indemnización calculada para la Incapacidad
Permanente Parcial de más del 50% y menos del 66%, ambas obtenidas de
multiplicar 53 veces el valor mensual del Ingreso Base (vmIB) por el grado de
incapacidad de la víctima por el coeficiente de edad que resulta de dividir 65 sobre
la edad de la víctima.

95
2.6. Nuevo valor mínimo en el cálculo de las indemnizaciones

Una novedad que trae la reforma es la fijación de un monto mínimo o piso de las
indemnizaciones por incapacidad parcial o total y permanente que fija en la suma
de $ 180.000. Dicho piso habrá que cotejarlo con el grado de incapacidad
determinada en la víctima, y ese constituirá el valor mínimo indemnizable. En otros
términos, si la aplicación de la fórmula de 53 veces el valor mensual del Ingreso
Base vmIB multiplicado por el grado de incapacidad cuando la misma fuere parcial
y permanente, multiplicado por el coeficiente de edad que resulta de 65 sobre la
edad de la víctima.

Por lo tanto, si como resultado del cálculo indemnizatorio resulta una suma mayor
al piso, se paga ésta última. Si en cambio, la fórmula arroja un monto menor al piso,
se abonará el piso conforme a las pautas precitadas. Por ende, de los dos valores,
el correspondiente a la fórmula y el que surja del nuevo piso, se pagará el mayor.

2.7. Nuevas compensaciones dinerarias de pago único

Se actualizan con valores reales los montos fijos establecidos para las
incapacidades mayores y para el caso de fallecimiento de la víctima, conforme a la
siguiente escala:

1. Incapacidades entre 50 y 66% de $ 30.000 pasa a $ 80.000


2. Incapacidades superiores al 66% de $ 40.000 pasa a $ 100.000
3. Fallecimiento de $ 50.000 pasa a $ 120.000
Estas sumas se pagan con independencia de las que surjan de la indemnización
tarifada calculada en base a 53 veces el valor mensual del Ingreso Base por el grado
de incapacidad de la víctima cuando ésta fuere parcial (hasta 66%) por el coeficiente
de edad que se calcula dividiendo 65 por la edad de la víctima.

2.8. Nuevo monto y sistema de ajuste del pago mensual de


asistencia por gran invalidez

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El decreto 1694/2009 introduce dos cambios en el monto mensual que se le abonó
al damnificado cuando requiere la asistencia permanente de otra persona para
atender necesidades elementales. En efecto, se cambia el monto base de la
prestación mensual, que en el pasado era una suma casi irrisoria, y se establece un
mecanismo de actualización automático y permanente.

En el art. 5º del decreto se actualiza el monto y se lo fija en la suma de $ 2000


mensuales, pago que se extinguirá con el fallecimiento del beneficiario.

El monto enunciado en el art. 5º de $ 2000 se actualizará en la misma proporción en


que lo sean las prestaciones del Sistema Integrado Provisional Argentino (SIPA), de
acuerdo a lo dispuesto en el art. 32 de la ley 24.241 modificado por su similar de
la ley 26.417. Por lo tanto, cuando se ajusten las prestaciones jubilatorias, se
corregirá el monto de $ 2000.

2.9. El Registro de Prestadores Médico Asistenciales

Se crea un Registro de Prestadores Médicos que seguramente tienen por objeto


mejorar los controles sobre los mismos, atento a los reclamos y controversias que
ha generado la atención de los pacientes, y a la necesidad de mejorar los estándares
de calidad en el servicio y de eficiencia en la atención concreta de las patologías.

2.10. El pago de las prestaciones dinerarias

Para asegurar los controles sobre el pago de las prestaciones dinerarias se impone
la apertura de una cuenta especial bancaria a nombre de la víctima, o en su caso,
de sus causahabientes, a fin de que se depositen en la misma las deudas o
prestaciones dinerarias.

Se encomienda al Banco Central de la República Argentina el dictado de las normas


que hagan al cumplimiento efectivo del mandato legal.

Si el pago no se realiza a través de este mecanismo no se puntualizan los efectos,


sin embargo, de verificarse el depósito, el mismo sería válido y tendría efectos
cancelatorios.

97
2.11. Reducción de costos y diseño de las alícuotas

El cálculo de las alícuotas ha perjudicado sin dudas a las empresas más pequeñas,
que dada sus carencias en materia preventiva, la fragilidad y riesgos que generan
sus actividades específicas, y los planteles muy pequeños determinaron que las
contribuciones fueran las más onerosas. Es más, diversas denuncias fueron
receptadas sobre la desproporción entre dichas contribuciones y las que se
negocian con las empresas medianas y grandes.

2.12. Habilitación del seguro de responsabilidad civil

Se dispone la creación de la cobertura de seguros por responsabilidad civil, que


tiene por objeto cubrir el monto suplementario que surge de la acción del derecho
común, una vez integrado en el cúmulo la suma que surge de aplicar la fórmula que
debe aportar la ART al momento de cancelar la condena.

2.13. Impulso a la creación de entidades sin fines de lucro

Conforme a formales peticiones de parte del sector empresario que requería de la


autoridad administrativa la habilitación de ARTs que no tuvieran fines de lucro, y que
operaran como las mutuas en lo que hace al modelo español, con el fin de lograr
mejores cotizaciones en lo que hace a las contribuciones patronales, sobre todo de
las pequeñas empresas.

2.14. Vigencia de la reforma

98
El decreto 1694/2009 (art. 16) establece que la reforma adquiere vigencia desde la
fecha de publicación en el Boletín Oficial (6 de noviembre de 2009) y en aparente
contradicción, reafirma que "y se aplicarán a las contingencias previstas en la ley
nro. 24.557 y sus modificaciones cuya primera manifestación invalidante se
produzca a partir de esta fecha" . Por ende, los casos cuyos eventos ocurrieron
antes del 6 de noviembre de 2009 y se encuentran pendientes, no están alcanzados
por la reforma ni corresponde adecuar las indemnizaciones.

3. La ley 26.773/2012 de reforma parcial de la LRT

3.1. Los imperativos de la reforma de la LRT

No existen dudas que las reformas como la promovida por el Poder Ejecutivo a partir
del anteproyecto redactado por el Ministerio de Trabajo de la Nación respondía a
una serie de imperativos surgidos de las críticas, los cambios operados desde la
justicia laboral que desencadenaron una serie de declaraciones de
inconstitucionalidad.

En efecto, en fallos emblemáticos de la Corte Suprema en su actual composición,


sino porque forman parte de la aplicación concreta de los tratados internacionales
de los derechos humanos, que después de la reforma constitucional de 1994
adquirieron rango constitucional en función del art. 75 inc. 22 CN, en la medida que
no se opongan a la primera parte de nuestra Carta Magna.

Los temas más relevantes son los siguientes:

 La determinación de un monto en el régimen tarifado de la LRT


que lo convierta en una suma más equitativa a la hora de
reparar los daños surgidos de un accidente de trabajo, o de una
enfermedad profesional, incluyendo otros daños además del
lucro cesante y el daño emergente;
 Los montos previstos en la LRT se ajustarán por vía del RIPTE
o Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores
Estables, calculadas en base a la evolución de los salarios que
evaluará el Ministerio de Trabajo a través de la Secretaría de
Seguridad Social;
 La aplicación efectiva del "principio de intangibilidad" de las
indemnizaciones tarifadas a cargo de la ART, que aseguren el
99
pago íntegro y oportuno de la indemnización, con un plazo
perentorio de depósito y puesta a disposición del trabajador de
las sumas liquidadas en tales conceptos, sin gastos ni
intermediarios;
 La alternativa de recurrir a la vía del derecho común en forma
irrestricta, a los fines de reclamar por intermedio de ella los
daños y perjuicios en base al principio de la reparación integral;
 Se deja de lado el "cúmulo", según el cual se acumulaban la
indemnización tarifada de la LRT con la acción por la vía del
derecho común por daños y perjuicios,
 Se propicia la opción excluyente tácita o expresa, según la cual
el trabajador puede optar en forma no acumulativa y excluyente
por cobrar las indemnizaciones tarifadas de la LRT depositadas
en un plazo perentorio asegurando su intangibilidad, o no
cobrar dicha suma, y accionar por la vía del derecho común;
 El cobro de las sumas depositadas por la ART por las
indemnizaciones tarifadas que reparan el daño implica la
aceptación tácita de las mismas, y excluye toda posibilidad de
recurrir a la vía del derecho común;
 Si el trabajador opta en forma expresa por la vía del derecho
común, puede cobrar los sustitutos del salario de la ILT, recibir
las prestaciones en especie, pero no debe cobrar las
indemnizaciones tarifadas liquidadas por la ART en virtud de
las fórmulas sacramentales prevenidas en la LRT, a fin de
quedar habilitado para interponer dicha acción;
 Se concede el pago único en prestaciones de pago diferido en
cuotas periódicas;
 Se habilita la competencia de la justicia civil para el caso de
que el trabajador opte por la vía del derecho común como
medio de perseguir la reparación integral de los daños y
perjuicios sufridos, y eventualmente, de otros daños. A su vez
se fijan como criterios los propios del derecho civil en lo que
hace a la forma y principios aplicables al caso.

3.2. Introducción

Cristina Fernández de Kirchner, al presentar el anteproyecto de reforma parcial de


la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) informó de contenidos aún no revelados por el
texto remitido al Parlamento, ahora la ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) al especificar
que la indemnización tarifada podría ser tan importante (se mencionaron $ 600.000
y $ 800.000 de monto mínimo por fallecimiento) que sería más atractivo para el
beneficiario cobrar sin gastos ni honorarios tales sumas, antes que recurrir a la
acción del derecho común, reclamo que entraña la reparación integral surgida del
sistema de reparación de daños del Código Civil.

100
En consecuencia, por lo entraña para la Primera Mandataria no podemos opinar
sobre el texto remitido, que nada dice de un monto mínimo como el que ella refiriera
en su discurso de elevación (20/9/2012).

Néstor Kirchner le pidió al Ministro Carlos A. Tomada que preparara un proyecto de


reforma de la Ley de Riesgos del Trabajo que cumpliera con los requerimientos de
la Corte Suprema.

Esto ocurrió hacia el año 2004 a poco de conocerse el fallo "Aquino" (CSJN Fallos:
327:3753), y de hecho, esta reforma parcial es la cuarta versión de una serie de
anteproyectos que tuvieron como mínimo otras tres versiones previas, alguna de las
cuales fue integral (4) .

Se optó por una reforma parcial, que básicamente se refiere a los cuestionamientos
judiciales, como el referido caso "Aquino", y principalmente los casos
"Castillo" (5) referido a la inconstitucionalidad de la competencia de la justicia federal
para entender en los casos de riesgos del trabajo(CSJN Fallos: 327:3610) y "Milone"
respecto de la impugnación de las rentas concedidas en la LRT en forma periódica,
determinando que las mismas deben abonarse en un pago único, siendo el
damnificado o los causa habientes los habilitados a administrar los fondos
concedidos en función de la necesidad de repara los daños sufridos por la víctima,
(CSJN Fallos: 327:4607) (6) .

En el fallo "Aquino" entre otras cosas dispuso: "El propósito del legislador mediante
el art. 39, inc. 1º de la ley de riesgos del trabajo —al que se declara
inconstitucional— no fue otro que consagrar un marco reparatorio de alcances
menores que los del Código Civil, apartándose de la concepción reparadora integral,
pues dicha ley mediante la prestación del art. 15, inc. 2º, segundo párrafo, y la
consiguiente eximición de responsabilidad del empleador prevista en el citado
art. 39,sólo indemniza daños materiales y dentro de éstos, únicamente el lucro
cesante que, asimismo, evalúa menguadamente. La ley de riesgos del trabajo al
excluir mediante el art. 39, inc. 1º sin reemplazar con análogos alcances la tutela de
los arts. 1109 y 1113 del Código Civil, no seadecua a los lineamientos
constitucionales a pesar de haber proclamado que tiene entre sus objetivos reparar
los daños derivados de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales —
art. 1º, inc. 2º b—, negando a la hora de proteger la integridad psíquica, física y
moral del trabajador, la consideración plena de la persona humana y de los
imperativos de justicia de la reparación que no deben cubrirse sólo en apariencia. El
hecho de que los menoscabos a la integridad psíquica, física y moral del trabajador,
prohibidos por el principio 'alterum non laedere', deban ser indemnizados en los
términos del art. 39, inc. 1º de la ley de riesgos del trabajo, que excluye la vía
reparadora del Código Civil,vuelve a dicha norma contraria a la dignidad
humana, ya que ello entraña una suerte de pretensión de reificar a la persona por
vía de considerarla no más que un factor de la producción, un objeto del mercado
de trabajo. El art. 39, inc. 1º, en cuanto exime de la responsabilidad civil al empleador
frente al daño sufrido por el trabajador, no tiende a la realización del principio
constitucional de la justicia social sino que, marcha en sentido opuesto al agravar la
desigualdad de las partes que regularmente supone la relación de trabajo y, en
consecuencia, formula una preferencia legal inválida por contrariar dicho principio.
La norma impugnada en cuanto excluye la vía reparadora del Código Civil, comporta
un retroceso legislativo en el marco de protección que pone a ésta en grave conflicto
con el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que está

101
plenamente informado por el principio de progresividad, según el cual, todo Estado
Parte se compromete a adoptar medidas para lograr progresivamente la plena
eficacia de los derechos allí reconocidos, existiendo una fuerte presunción contraria
a que dichas medidas regresivas sean compatibles con el Tratado, cuya orientación
no es otra que la mejora continua de la condiciones de existencia".

Se abordan en la reforma propuesta los grandes temas con criterio razonable y


aceptable por los sectores contrapuestos.

La Corte Suprema resolvió condenar a la ART en forma solidaria con el empleador


asegurado, en distintos fallos posteriores al cuestionamiento de la constitucionalidad
del mentado art. 39, inc. 1º LRT(7) .

3.3. El contenido fundamental de la reforma propuesta

El anteproyecto parece querer ratificar el modelo básico existente, con las


correcciones que emergen de la jurisprudencia.

Así lo dispone el art. 1º del anteproyecto que dice:"Las disposiciones sobre


reparación de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales constituyen
un régimen normativo cuyos objetivos son la cobertura de los daños derivados de
los riesgos del trabajo con criterios de suficiencia, accesibilidad y automaticidad de
las prestaciones dinerarias y en especie establecidas para resarcir tales
contingencias. A los fines de la presente, se entiende por régimen de reparación al
conjunto integrado por esta ley, por la ley de riesgos del trabajo 24.557 y sus
modificatorias, por el decreto 1694/2009, sus normas complementarias y
reglamentarias, y por las que en el futuro las modifiquen o sustituyan".

Con ello parece que se ha abandonado la teoría vertida en los tres proyectos
anteriores, en los cuales se propiciaba una reforma integral de todo el sistema.

Al contrario, hoy tenemos una ratificación del modelo, que se ajusta con los serios
cuestionamientos de la jurisprudencia, en especial de la Corte Suprema, sin atender
a todos ellos, y buscando un atajo por un camino intermedio.

En función de ello, las reformas principales promovidas por el Poder Ejecutivo a


través del anteproyecto elaborado en el Ministerio de Trabajo, previa consulta a los
actores sociales, a los expertos y a los interesados, son las siguientes:

1. Se reformula la indemnización especial a través de


un mecanismo de actualización, que lleva el monto actual —
criticado por insuficiente— a un valor que lo prácticamente lo
incrementa en un 300% de modo que lo hace atractivo. Si bien
no se conoce con precisión el monto al que se llegaría, el
mismo se supone que será más equitativo, al punto de ser una

102
mejor opción cobrar el mismo por parte del damnificado o sus
causahabientes que desecharlo, y recurrir a la vía excluyente
del derecho común, ante un tribunal civil. Este incremento
surge de los anuncios de lo que resultará del RIPTE enunciado
en el art. 8° del anteproyecto que literalmente dispone: "Los
importes por incapacidad laboral permanente previstos en las
normas que integran el régimen de reparación, se ajustarán de
manera general semestralmente según la variación del
índiceRIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los
Trabajadores Estables), publicado por la Secretaría de
Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social, a cuyo efecto dictará la resolución pertinente fijando los
nuevos valores y su lapso de vigencia".
2. Se adiciona por otros daños —incluyendo daño moral— un
20% al capital por daño material excluido el accidente in
itinere , con un piso mínimo de $ 70.000 para el caso de
incapacidad total o muerte. El art. 3° del anteproyecto
establece:"Cuando el daño se produzca en el lugar de trabajo o
lo sufra el dependiente mientras se encuentre a disposición del
empleador, el damnificado (trabajador víctima o sus
derechohabientes) percibirá junto a las indemnizaciones
dinerarias previstas en este régimen, una indemnización
adicional de pago único en compensación por cualquier otro
daño no reparado por las fórmulas allí previstas, equivalente al
veinte por ciento (20%) de esa suma. En caso de muerte o
incapacidad total, esta indemnización adicional nunca será
inferior a pesos setenta mil ($ 70.000)". Con lo expuesto se
atiende la crítica contenida en el fallo "Aquino" según la cual la
LRT sólo repara el daño material, dejando de lado "otros
daños", en especial, el "daño moral", que ahora estaría
expresamente incluido y liquidado por la ART en los plazos
perentorios establecidos por la reforma.
3. Se establece un plazo perentorio de quince (15) días para que
se pague la indemnización tarifada de la LRT, a fin de asegurar
la intangibilidad del pago prometido por el sistema legal. Con
este mecanismo se completan los recaudos del "principio de
intangibilidad" consagrados en la legislación protectoria, según
el cual el legislador debe velar por el pago íntegro y oportuno
de las prestaciones consagradas por la legislación de orden
público. Con ello se evita todo diferimiento, y sin gastos
causídicos, se pone a disposición del damnificado o sus
causahabientes la suma que provenga de la incapacidad de
terminada por las comisiones médicas y la fórmula vigente con
el nuevo sistema de actualización. Se parte de la premisa de
que será lo suficientemente importante como para que los
beneficiarios opten por este pago, y renuncien tácitamente a la
indemnización emergente del Código Civil.
4. Se puntualiza en el art. 2° lo siguiente: "La reparación dineraria
se destinará a cubrir la disminución parcial o total producida en
la aptitud del trabajador damnificado para realizar actividades
productivas o económicamente valorables, así como su
necesidad de asistencia continúa en caso de gran invalidez, o

103
el impacto generado en el entorno familiar a causa de su
fallecimiento. Las prestaciones médico asistenciales,
farmacéuticas y de rehabilitación deberán otorgarse en función
de la índole de la lesión o la incapacidad determinada. Dichas
prestaciones no podrán ser sustituidas en dinero, con
excepción de la obligación del traslado del paciente. El derecho
a la reparación dineraria se computará, más allá del momento
en que se determine su procedencia y alcance, desde que
acaeció el evento dañoso o se determinó la relación causal
adecuada de la enfermedad profesional. El principio general
indemnizatorio es de pago único, sujeto a los ajustes previstos
en este régimen". En alguna medida la norma precitada
procura avanzar sobre el lucro cesante, el daño emergente, y
hasta sobre el daño moral, admitiendo otras formas de reparar
integralmente los menoscabos y los detrimentos de la aptitud o
estados permanentes de invalidez parcial o total, o en su caso,
la muerte, que se extienden a aspectos ligados a pérdida de la
chance, daño potencial o daño ponderado, o los efectos e
impacto sobre la familia en caso de fallecimiento. Se establece
con claridad que las prestaciones llamadas "en especie" no
pueden ser suplidas por una suma de dinero y se deben
efectivizar sin retaceos, (salvo el caso del traslado del
paciente). También se establece que los cálculos
indemnizatorios pertinentes se realizarán con prescindencia de
la procedencia o no de las sumas liquidadas. El art. 2º in
fine del proyecto, siguiendo el caso "Milone" de la CSJN ratifica
que las indemnizaciones, como principio general, serán de
pago único.
5. Se establece la opción excluyente entre la percepción por la vía
de la Ley Especial y el pago sin otro elemento que el proceso
administrativo de determinación de la incapacidad y del monto
indemnizatorio, y la alternativa opcional de la vía por el derecho
común, a cuyos efectos será competente la justicia civil. No lo
será la justicia laboral como lo ha resuelto en forma unánime la
jurisprudencia, ni la federal que fue invalidado por el caso
"Castillo" de la CSJN, como lo disponía el régimen original. Se
deja de lado en forma expresa la opción acumulativa o cúmulo
actualmente unánime en la jurisprudencia. Al respecto, el art. 4°
dispone:"Los obligados por la ley 24.557 y sus modificatorias al
pago de la reparación dineraria deberán, dentro de los 15
(quince) días de notificados de la muerte del trabajador, o de la
homologación o determinación de la incapacidad laboral de la
víctima de un accidente de trabajo o enfermedad profesional,
notificar fehacientemente a los damnificados o a sus
derechohabientes los importes que les corresponde percibir por
aplicación de este régimen, precisando cada concepto en forma
separada e indicando que se encuentran a su disposición para
el cobro. Los damnificados podrán optar de modo excluyente
entre las indemnizaciones previstas en este régimen de
reparación o las que les pudieran corresponder con
fundamento en otros sistemas de responsabilidad. Los distintos
sistemas de responsabilidad no serán acumulables. El principio

104
de cobro de sumas de dinero o la iniciación de una acción
judicial en uno u otro sistema implicará que se ha ejercido la
opción con plenos efectos sobre el evento dañoso. Las
acciones judiciales con fundamento en otros sistemas de
responsabilidad sólo podrán iniciarse una vez recibida la
notificación fehaciente prevista en este artículo. La prescripción
se computará a partir del día siguiente a la fecha de recepción
de esa notificación. En los supuestos de acciones judiciales
iniciadas por la vía del derecho civil se aplicará la legislación de
fondo, de forma y los principios correspondientes al derecho
civil". La fecha de pago perentoria coloca en mora automática a
la ART, y por otra parte, es el hito que marca la prescripción de
la acción de dos años que se contará a partir del día siguiente a
la fecha de pago indicada en el art. 4º del anteproyecto, párrafo
1º, prevenida como plazo para articular los reclamos por
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Como se
advierte del texto, existe un momento en donde se configura la
deuda por vía del cierre de la operatoria de la ART donde se
determina el grado de incapacidad de la víctima por intermedio
de las Comisiones Médicas, y a propósito de ellas, se calcula la
fórmula con los guarismos que según los anuncios serán
vigorosamente actualizados a valores que resulten equitativos y
satisfactorios para la reparación del daño sufrido por la víctima,
a favor de ella o de sus causahabientes.
6. La ART debe concurrir con el eventual reclamo civil hasta la
concurrencia de la fórmula que determina la indemnización
especial de la LRT, más las costas en proporción a la parte
asumida conforme a la indemnización tarifada resultante. Si la
condena fuere por una suma menor a la liquidada, el saldo se
depositará en el Fondo de Garantía.
7. Se establece un régimen de responsabilidad civil ad
referendum de lo que al respecto se establezca desde la
Superintendecia de Seguros de la Nación. Al respecto el art. 7°
del anteproyecto literalmente dispone:"El empleador podrá
contratar un seguro aplicable a otros sistemas de
responsabilidad que puedan ser invocados por los trabajadores
damnificados por daños derivados de los riesgos del trabajo, en
las condiciones que fije la reglamentación que dicte la
Superintendencia de Seguros de la Nación".
8. Se crea el RIPTE, mecanismo de actualización semestral de
las indemnizaciones previstas en la LRT en base al promedio
de ajuste de las remuneraciones, que se calculará desde la
Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo de la
Nación, seguramente desde los salarios registrados con
aportes con los que cuenta dicha secretaría.
9. La opción tácita por el sistema de la LRT o por la
indemnización especial no se da por la percepción de otras
prestaciones periódicas, como las que reemplazan el salario
mensual en la ILT o la complementaria por Gran Invalidez o las
prestaciones médicas asistenciales de farmacia internación
cirugía y rehabilitación no son eficacias para tal fin. Así lo
dispone el art. 5° que dice:"La percepción de las prestaciones

105
en dinero, sea imputable a la sustitución de salarios en etapa
de curación (ILT) o sea complementaria por gran invalidez, así
como la recepción de las prestaciones en especie, no
implicarán en ningún caso el ejercicio de la opción excluyente
prevista en el artículo precedente".

3.4. El proyecto de reforma y el modelo resultante a la luz de la


jurisprudencia

Resulta claro que en un proceso como el que se ha experimentado de la LRT,


actualmente herido de muerte por la jurisprudencia de la Corte Suprema y de la
Justicia Laboral de todo el país, los cambios son sólo el comienzo de otro nuevo
camino a recorrer a la luz de la opinión de la doctrina primero, y a la receptividad y
cuestionamiento de la jurisprudencia después. En rigor, el tema crítico de la reforma
es el abandono de la figura del "cúmulo", abordando el nuevo esquema de las
"opciones excluyentes", tanto expresa como tácita, como lo eran de hecho las viejas
leyes 9688 y 24.028, antecesoras de la 23.557 que originó el actual sistema de
Riesgos del Trabajo.

Cuando se produce una reforma siempre se dan cinco etapas:

A. La génesis originadas en la sociedad y sus necesidades y


requerimientos;
B. La interpretación que hace de esas necesidades el legislador a través
de una norma legal;
C. Una vez dictada la ley debemos asumir el modelo que resulta de un
texto abstracto al aplicarlo en forma concreta al mundo real;
D. La génesis y la ley, sufren una especial metamorfosis cuando la
misma se aplica y cuando es sometida a la consideración de la
justicia laboral, que en forma irremediable e impiadosa mantiene una
línea que propicia el cúmulo;
E. Néstor Kirchner tenía razón, para que una reforma resulte aplicable
en forma más o menos pacífica y eficiente, hay que seguir los
lineamientos de los fallos de la Corte Suprema, y la adaptación que
se ha realizado dentro de la creación de un nuevo modelo, que ya no
es la Ley de Riesgos del Trabajo, sino una combinación escalonada
entre la fórmula legal, sea cual fuere su monto, y la máxima
aspiración originada en la indemnización basada en el principio de "la
re paración integral".

La reforma propuesta es una síntesis de "lo mejor dentro de lo posible", y por ende,
deberá pasar por la primera prueba y esta es el debate y los cambios que se
intercalen en el Parlamento.

106
3.5. La nueva opción excluyente conjunta

El anteproyecto plantea una nueva formulación del "cúmulo", que en lugar de


presentar dos momentos, se conjuga al momento de dictarse la sentencia en sede
civil. El pago previo de la indemnización tarifada, no daba chance a que no se
produzca de hecho una hipótesis de "enriquecimiento sin causa" cuando por lo
menos en parte, se compensara dos veces el mismo daño.

En la fórmula se contempla una doble participación de la ART y del empleador o del


seguro que cubre la responsabilidad civil, recién cuando se dicta el fallo por la vía
del derecho común.

En efecto el art. 6° establece literalmente:"Cuando por sentencia judicial,


conciliación o transacción se determine la reparación con fundamento en otros
sistemas de responsabilidad, la ART deberá depositar en el respectivo expediente
judicial o administrativo el importe que hubiera correspondido según este régimen,
con más los intereses correspondientes, todo lo cual se deducirá, hasta su
concurrencia, del capital condenado o transado. Asimismo, la Aseguradora de
Riesgos del Trabajo interviniente deberá contribuir en el pago de las costas, en
proporción a la parte del monto indemnizatorio que le hubiera correspondido
respecto del total del monto declarado en la condena o pactado en la transacción.
Si la sentencia judicial resultare por un importe inferior al que hubiera correspondido
abonar por aplicación de este régimen de reparación, el excedente deberá
depositarse a la orden del Fondo de Garantía de la ley 24.557 y sus modificatorias".

En efecto, si analizamos la jurisprudencia, en su versión actual, admite el cobro de


la suma liquidada por la ART y la fórmula de la ley especial, y luego, la acción por la
vía del derecho común.

Al finalizar el caso, la suma percibida en sede administrativa o en forma directa de


la ART se deduce de la condena civil.

Si así no fuera, en forma parcial se estaría generando un caso de enriquecimiento


sin causa, al cobrar una suma dos veces por la misma causa generadora.

En la propuesta de reforma, la ART concurre con el capital liquidado al momento de


la sentencia y con su participación proporcional de los honorarios.

En el momento de calcular los honorarios al capital de condena habrá que restarle


el monto de la indemnización calculada por la ART. En efecto, en el art. 17, inc. 3º
se establece literalmente: "En las acciones judiciales previstas en el art. 4° último
párrafo de la presente ley, resultará de aplicación lo dispuesto por el art. 277 de
la ley 20.744. Asimismo, se deberá considerar como monto del proceso a todos los
efectos de regulaciones de honorarios e imposición de costas, la diferencia entre el
capital de condena y aquél que hubiera percibido el trabajador —tanto en dinero

107
como en especie— como consecuencia del régimen de reparación contenido en
esta ley".

3.6. Conclusiones

La realidad informa al legislador, el legislador lo vuelca en una ley, la ley se aplica a


la realidad interpretada por el legislador, la doctrina critica la norma y su aplicación
práctica en función del modelo resultante, y la jurisprudencia interpreta, a la luz de
la Constitución Nacional, los tratados internacionales y las normas de orden público
la viabilidad del sistema.

La reforma que importa en mi opinión un avance loable en procura de ordenar el


actual caos que existe con una norma cuestionada, en un marco de incertidumbre e
imprevisibilidad.

El trabajador podrá cobrar la suma depositada en forma tarifada sin ninguna carga,
tasa u honorario.

El empleador podrá mejorar la previsibilidad, y sobre todo, podrá contar con un


sistema de cobertura integral.

Seguramente habrá que afrontar un mayor costo del sistema, pero se ganará
reiteramos— en certeza y previsibilidad.

La verdad se sabrá finalmente, cuando este nuevo modelo resultante pase por el
tamiz de los casos concretos que se ventilen ante la justicia, afrontando el embate
de los detractores.

En rigor, es un deber esencial del legislador aportar seguridad jurídica y reglas


claras, y para ello, el eje de la protección debe centrarse en la aplicación plena de
los recursos a favor del damnificado que ha sido víctima de un accidente o
enfermedad profesionales, a fin de reparar las secuelas invalidantes, o para amparar
a los causahabientes, si la víctima muere como consecuencia del evento dañoso.

También habrá que contemplar, y las bases están enunciadas, la suficiente


protección al empleador para que contribuya a la prevención, y para que al pagar
las contribuciones y las primas, se encuentre protegido sin retaceos.

XXI.2. LOS SUJETOS Y EL ÁMBITO DE APLICACIÓN


108
Sumario : I. INTRODUCCIÓN.— II. CLASIFICACIÓN DE
LAS PERSONAS Y DE LOS SUJETOS.— III. LOS
BENEFICIARIOS O DAMNIFICADOS POTENCIALES . 1.
Las inclusiones obligatorias. 2. Las inclusiones
voluntarias.— IV. EL EMPLEADOR . 1.
Identificación del empleador. 2. El empleador
bajo el seguro obligatorio, y el autoasegurado.
3. Las obligaciones de las partes. 4. El
incumplimiento de los deberes del empleador.
5. El deber de afiliación del empleador. 6. La
responsabilidad del empleador por omitir la
afiliación. 7. La insuficiencia patrimonial del
empleador.— V. LA SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS
DEL TRABAJO . 1. Fundamentos de la existencia
de la SRT. 2. La creación de la SRT. 3. La
integración de la SRT. 4. El financiamiento y
presupuesto de la SRT. 5. Las funciones de la
SRT.— VI. LAS ART.— VII. LAS COMISIONES
MÉDICAS Y LA COMISIÓN MÉDICA CENTRAL .— VIII. EL
COMITÉ CONSULTIVO PERMANENTE.— IX. AMBITO DE
APLICACIÓN PERSONAL.— X. AMBITO DE APLICACIÓN
TEMPORAL.— XI. AMBITO DE APLICACIÓN
TERRITORIAL .

I. INTRODUCCIÓN

El eje central de la protección prevista en los sistemas legales de accidentes de


trabajo y enfermedades profesionales, es sin duda el trabajador, poniendo énfasis
en la faz preventiva y anticipatoria, sin perjuicio de contemplar obviamente el
subsistema de reparación integral de los daños surgidos de estas contingencias. El
bien jurídicamente protegido es entonces la indemnidad psicofísica del trabajador
en forma integral respecto de los daños que pueda sufrir con relación de causalidad
o por el hecho y en ocasión del trabajo.

La LRT —sin perjuicio de lo expresado— tiene multiplicidad de sujetos, que van


desde los órganos de contralor como la SRT —Superintendencia de Riesgos del
Trabajo y la Superintendencia de Seguros de la Nación pasando por los entes
centrales del sistema que son las ART —Aseguradores de Riesgos del Trabajo—
por supuesto: los empleadores como asegurados del sistema o como
autoasegurados, y finalmente, las personas físicas que resultarán afiliadas y son
beneficiarias del régimen y por ser potenciales damnificados son el sujeto central de
la norma.

Los sujetos activos y pasivos y los efectores y órganos de contralor no han


cambiado, excepción hecha de la desaparición de la Superintendencia de
Administradoras de Jubilaciones y Pensiones (SAFJP) que fue derogada por efecto

109
de la reforma del régimen jubilatorio, operado por la ley 26.425 que dispuso la
unificación del sistema que ahora se denomina Sistema Integrado Previsional
Argentino (SIPA), eliminándose el régimen de capitalización a través de AFJP y bajo
el control de la SAFJP. Por ende, toda vez que se cite al sistema jubilatorio nos
referiremos al mentado SIPA y cada vez que debamos recurrir a atribuciones que
detentaba por ley la SAFJP nos remitiremos al AnSes (Administración Nacional de
la Seguridad Social, art. 19, ley 26.425) es la autoridad de aplicación que debería
suplir las atribuciones que tenía el órgano precitado.

II. CLASIFICACIÓN DE LAS PERSONAS Y DE LOS SUJETOS

A las clasificaciones ya enunciadas en el Capítulo Introductorio, les agregamos la


presente, que tiene por objeto enunciar el marco de todos los aspectos que
trataremos, ahora, en particular. Adviértase que el Estado aparece en su doble rol
de controlador del sistema y de legislador aunque por otra parte, es un empleador
autoasegurado o un empleador que se puede afiliar al sistema.

III. LOS BENEFICIARIOS O DAMNIFICADOS POTENCIALES

No existen dudas de que el beneficiario principal del sistema y receptor de las


prestaciones son las personas físicas que, a la vez, son los damnificados
potenciales. Ellos pueden estar ligados al sistema bajo diversas formas en las cuales
se incluyen las no laborales.

Veremos cada una de ellas, conforme el contenido del art. 2º de la LRT, que enuncia
la relación jurídica que vincula a cada persona, de modo de incluir prácticamente,
todo el espectro de la población económicamente activa, aun en los casos en donde
los beneficiarios se deben autoproteger como los autónomos o los que tienen
vínculos no dependientes ni laborales.

Es posible también que podamos detectar figuras que no han sido contempladas
expresamente, pero que pueden incluirse por el carácter enunciativo de las
alternativas voluntarias.

110
1. Las inclusiones obligatorias

Llamamos inclusiones obligatorias a aquellas que la LRT incluye sin admitir


opciones, sancionando a quienes sean responsables de incluirlas y no lo hagan o
las omitan.

a. Los empleados públicos: se sigue con esta primera inclusión, la línea tradicional
de las normas que precedieron a la LRT.

Art. 2º.— Ambito de aplicación


1. Están obligatoriamente incluidos en el ámbito de la
LRT:
a) Los funcionarios y empleados del sector público
nacional, de las provincias y sus municipios y de
la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.

Todo trabajador estatal está incluido, cualquiera sea su vínculo con el Estado.
Deberíamos aclarar que todas las figuras atípicas utilizadas por la Administración
Pública con el fin de reclutar recursos humanos, cuya naturaleza esté discutida,
también están incluidos. Nos referimos a los servicios contratados en forma
dependiente, los servicios de contratistas exclusivos, los asesores temporarios
dependientes, los consultores por tiempo determinado o tiempo parcial, etcétera. En
general, los servicios contratados ofrecen muy diversas modalidades en cuanto a la
prestación. Con frecuencia, se los emplea como un medio para contratar personal
que, en rigor, son verdaderos agentes de la administración pública, y se los
encuadra como contratados, a fin de evitar cargas sociales y coberturas como la de
la LRT. Si el agente demostrara que esta figura es en fraude de la legislación
vigente, obviamente, puede imponer la aplicación de la LRT.

b. Los trabajadores dependientes privados: son el grupo central de la cobertura,


como ya ocurrió con las leyes anteriores, y no se excluye ningún grupo, salvo
algunas figuras que tradicionalmente se han marginado del sistema (el servicio
doméstico).

El art. 2º incluye, como apuntamos precedentemente, a:

b) Los trabajadores en relación de dependencia del


sector privado.

A los fines de determinar el concepto de trabajador, nos debemos remitir a la LCT,


que si bien lo plantea en el contexto laboral, por la unidad sistemática que debe
observar el sistema jurídico, es aplicable a la seguridad social, y dentro de ella al
régimen de la LRT.

111
En definitiva, el art. 25, LCT dispone:

"Art. 25.— Trabajador

"Se considera 'trabajador' a los fines de esta ley, la persona física que se obligue o
preste servicios en las condiciones previstas en los arts. 21 y 22 de esta ley,
cualesquiera sean las modalidades de la prestación".

El art. 21 (LCT) refiere al acuerdo de voluntades entre el empleador y el trabajador


con el fin de constituir la ejecución de las prestaciones, lo que configura la relación
laboral del art. 22 (LCT).

Va de suyo, que todas las variantes de la figura del trabajador están incluidas, tal el
caso del "socio-empleado" (art. 27,LCT), o los "auxiliares del trabajador"
(art. 28, LCT), hasta las figuras que pretenden ocultar la figura del trabajador bajo el
velo de otra figura aparente (art. 102, LCT).

El ingreso del trabajador al sistema se obtiene a través de Mi Simplificación que


permite en un solo acto registrar al trabajador, e inscribirlo en el subsistema de ART
(La inscripción se realiza conforme la Resolución ... AFIP), que por sí sola es
suficiente para ingresar a cada trabajador al sistema, a través de la información
generada por el Sistema Unico de la Seguridad Social (SUSS). Ha quedado atrás el
doble trámite de inscribir en el CAT y a la vez en la ART respectiva (ver res. SRT
676/2000, BO, 4/12/2000, modif. res. SRT 320/1999). Es dable destacar que el CAT
y su actual automaticidad operan como un recurso eficaz contra el trabajo "en
negro", ya que si el trabajador no ha recibido el Alta Temprana no estará amparado
por la cobertura de la Ley de Riesgos, con las implicancias que ello generará para
el empleador renuente.

El trabajo no registrado, o la registración insuficiente de la retribución del trabajador


sigue siendo un mecanismo fraudulento que atenta contra el equilibrio y el
funcionamiento del sistema. Aun cuando la LRT le impone al empleador la
responsabilidad por no afiliarse al sistema (art. 28), y las normas contra el trabajo
no registrado o parcialmente no registrado le generan cargas, multas y sanciones,
muchas veces el sistema se topa con la insolvencia y la clandestinidad, que dejan
al trabajador damnificado o a sus derechohabientes desprotegidos. Es por ello, que
se operan en muchos casos los mecanismos de la responsabilidad solidaria para
que de un modo u otr o siempre exista un responsable que se haga cargo de las
obligaciones incumplidas.

c. Las personas físicas alcanzadas por cargas públicas: en general se trata de


eventos tales como los comicios nacionales, provinciales y municipales que
convocan a los ciudadanos para integrar las autoridades oficiales de las mesas de
votación, o el auxilio que se reclama de los grupos de emergencia civil cuando ocurre
algún siniestro trascendente, o el socorro reclamado por las autoridades públicas en
eventos especiales también imprevistos, etcétera.

El art. 2º incluye a:

c) Las personas obligadas a prestar un servicio de


carga pública.

112
Se supone que la inclusión de las personas precitadas requerirá por parte de la
reglamentación determinaciones básicas. Por ejemplo, quién será el responsable de
brindar todas las prestaciones de la LRT en tales casos, aun cuando va de suyo que
lo será el Estado nacional, provincial o municipal, conforme al ámbito en el cual se
desarrolló el servicio ocasional. Considerando el cargo que deberá preverse o
imponerse en el presupuesto, será necesario determinar cuáles serán los servicios
contratados o vinculados a cada jurisdicción que atenderá los eventos, ya que estas
situaciones deben preverse en el marco de la instrumentación de la LRT, y no
esperar que estos temas sean resueltos cuando estemos frente a damnificados sin
cobertura previsible. Entre los servicios previstos como carga pública, tenemos a las
personas que integran las mesas de recepción y control de los votos en una elección
nacional, provincial o municipal. Es a cargo de la autoridad gubernamental a cargo
de las personas involucradas en la carga pública la concesión de los servicios, que
en la experiencia de la LRT ha sido heterogénea y deficiente, pues los eventos
ocurridos fueron atendidos precariamente por los servicios públicos de salud, sin
tener conciencia que si se trataba de un accidente ocurrido por el hecho o en ocasión
del cumplimiento de la carga pública contaba con todos las prestaciones previstas
en la LRT.

2. Las inclusiones voluntarias

Además de las personas físicas que el sistema de la nueva LRT incluye como
sujetos activos y beneficiarios del plexo prestacional, existe la posibilidad de que el
Poder Ejecutivo formule otras inclusiones. Tal inclusión transformaría la intención
del legislador, que no admitió automáticamente la inclusión de ciertas personas, en
parte del grupo social a los que se consideró como beneficiarios compulsivos.

a. Un enunciado no taxativo: el listado de la segunda parte (apart. 2º) del art. 2º no


es en mi opinión taxativo, y podría llegar a incluir a las personas físicas que pudieran
haber quedado fuera del sistema, como por ejemplo, los extranjeros que con la
admisión de visa turística brinden algún servicio a una empresa extranjera radicada
en nuestro país. No están en relación de dependencia de la filial local, sí lo están de
la casa matriz, no cobran salario, sólo perciben viáticos por gastos de residencia
transitoria (desarraigo), no facturan como un autónomo porque no reúnen las
condiciones fiscales, y a pesar de todo ello, pueden estar expuestos a riesgos por
efecto de las maquinarias, instalaciones o equipos con los que operan.

En cualquier caso, el art. 2º (LRT) plantea al respecto:


2. El Poder Ejecutivo nacional podrá incluir en el
ámbito de la LRT a:
a) Los trabajadores domésticos;
b) Los trabajadores autónomos;
c) Los trabajadores vinculados por relaciones no
laborales; y
d) Los bomberos voluntarios.

113
Analicemos brevemente cada caso, y los fundamentos de su exclusión dentro del
régimen denominado "obligatorio".

b. Los trabajadores del servicio doméstico: es tradicional la exclusión de los


trabajadores del servicio doméstico de los regímenes generales, ya sea por las
peculiares características de la prestación, ya sea por la informalidad y atomización
de los empleadores, ya sea porque no se asimilaron los mayores costos que
implicaría modificar el sistema.

En definitiva, la inclusión voluntaria como un sujeto dentro del sistema implica dos
definiciones. La primera es que, de incluirse habría que dictar una norma expresa
que, además de aceptar a estos trabajadores, debería establecer el marco
reglamentario de su aplicación efectiva. La segunda es que la norma reglamentaria
debería fijar un sistema alternativo, voluntario, y que dependa de la voluntad de los
empleadores.

El decreto 491/1997 estableció (art. 1º) que los trabajadores del servicio doméstico
se deben incorporar obligatoriamente al sistema de la LRT, pero subordina dicha
inclusión a que se dicte la norma reglamentaria pertinente a fin de que se fijen las
reglas conforme a las características propias de la actividad.

En otros términos, de existir un marco para el servicio doméstico, el mismo debería


admitir el autoseguro y como una facultad del empleador, la posibilidad de ingresar
al sistema de una ART.

c. Los trabajadores autónomos: la inclusión del trabajador autónomo, es decir aquel


que desarrolla su actividad profesional, empresaria, comercial en forma
independiente, es sólo posible si se crea un mecanismo especial de
autoaseguramiento con el pago de una suerte de prima que cubra sus propios
eventos dañosos. Más que un sistema de riesgos del trabajo, parece ser o tratarse
de un mecanismo de riesgos personales.

d. Los que trabajan en relaciones no laborales: el legislador ha ampliado en este


apartado el marco de los autónomos, o ha creado una alternativa residual para
situaciones especiales. Se nos ocurre que esto es posible concebirlo para las
relaciones de voluntariado, donde las personas no vinculadas a una institución le
brindan servicios basados en sentimientos elementales como la ayuda al prójimo o
la solidaridad. Otro tanto ocurre con los vínculos especiales nacidos de los planes
legislados por el Poder Ejecutivo como el "plan trabajar" o el "plan capacitar" o
"proyecto joven" y el "plan jefes y jefas de familia", sobre todo en aquellos casos
donde estos planes tienen como actividad complementaria alguna práctica laboral
de capacitación o entrenamiento, o se deben realizar tareas de apoyo o ayuda
comunitaria, como se aplican en el derecho comparado. Otro ejemplo es el de las
becas o prácticas rentadas, contratos civiles que tienen por objeto entrenar o
capacitar a una persona en un arte, oficio o profesión, por un término relativamente
breve (ver art. 7º, ley 24.241). Las pasantías, ahora legisladas por la nueva
normativa de las leyes 25.161 y 25.013 generada por la Ley 26.427 (B.O.
22/12/2008) (por ende, quedaron derogados las pasantías de las leyes 25.161,
25.013, los decretos 491/97 y 1250/98, y el decreto 340, más el decreto 93/95 y el
art. 7º del decreto 487/2000), son también formas de contratación no laborales que
114
tienen por fin entrenar y capacitar a un estudiante en una actividad afín con sus
estudios por un plazo determinado.

Los becarios contemplados por el art. 7 de la Ley 24.241, al considerar que no


integra la remuneración "las asignaciones pagadas en concepto de beca" son
también vínculos contractuales "no laborales", que deben incluirse entre los casos
especiales, en donde la ART debería dar cobertura.

e. Los bomberos voluntarios: ha sido tradicional en las normas sobre accidentes y


enfermedades del trabajo la inclusión de los bomberos voluntarios, que no es otra
cosa que el responsabilizar a la entidad que administra o patrocina estos servicios
frente a los posibles eventos dañosos que puedan producirse en tan riesgosa
profesión. Para incluirlos se necesitará en este caso una norma reglamentaria que
expresamente lo haga, fijando las pautas especiales que esta particular modalidad
impone a las partes.

IV. EL EMPLEADOR

El empleador puede adoptar muchas formas. Tiene dos roles en la LRT, que son la
de autoasegurado, o la de asegurado obligatorio, según si puede garantizar con su
solvencia económico-financiera las prestaciones dinerarias y el cumplimiento de las
prestaciones en especie enunciadas por la legislación, o si por su voluntad o porque
no reúne los requisitos, se ve compelido a afiliarse a una ART. No estamos de
acuerdo con la terminología utilizada por algún autor en el sentido de calificar al
empleador como "causante del daño", en primer lugar, porque puede darse en
muchos casos, que el empleador sea ajeno a la causalidad del evento, y como se
ha comprobado estadísticamente, en la causa del daño participa en más del 90%
de los casos el trabajador con culpa en diversos grados, negligencia y hasta culpa
grave o dolo en la ocurrencia del evento dañoso.

La LRT —a diferencia de sus predecesoras— dedica un espacio singular con


incentivos y sanciones (premios y castigos) a las empresas que procuran anticiparse
a los hechos dañosos, en forma preventiva, adoptando medidas en materia de
higiene, seguridad y medicina laborales.

1. Identificación del empleador

Debemos partir de la definición que enuncia la LCT, a la que recurrimos nuevamente


sin limitaciones, dado que necesariamente debe haber armonía contextual entre las
normas del derecho del trabajo y las provenientes de la seguridad social.

115
El art. 26 (LCT) dice:

Art. 26.— Empleador

"Se considera 'empleador' a la persona física o jurídica, o conjunto de ellas, tenga o


no personalidad jurídica propia, que requiera los servicios de un trabajador".

Como ya es unánime entre la jurisprudencia, el elemento "finalidad lucrativa" no es


distintivo alguno de la figura del empleador. Por ende, puede ser tanto una empresa
con fines de lucro, una que preste servicios, otra que produzca bienes, una sociedad
regularmente constituida o irregular, una entidad civil con o sin fines de lucro, una
fundación, etcétera.

La existencia de figuras fraudulentas no invalida el deber de estar incluido en el


sistema, y en todo caso, quien emplee figuras no laborales para ocultar la condición
de empleador, estará sujeto a las sanciones previstas en la LRT y deberá asumir en
forma directa las responsabilidades impuestas por la legislación vigente al momento
de la ocurrencia de los eventos dañosos.

La existencia de figuras interpuestas, como los contratistas o los servicios externos,


o las empresas de servicios temporarios estarán igualmente incluidas en el sistema.
En tal caso, el asegurado obligatorio es el empleador directo del trabajador, sin
perjuicio de los casos de fraude en los cuales se establezcan mecanismos de
responsabilidad solidaria.

Las empresas de servicios temporarios merecen tal vez una aclaración especial, ya
que sus trabajadores son contratados con miras a su colocación en un tercero
(empresa usuaria) a fin de cubrir servicios eventuales. La empresa de servicios
temporarios deberá contar con una única ART para incluir a su personal, y no se
aplicará a ellos la imposición de estar incluidos en el sistema que rija en la empresa
usuaria. Si así no fuera, este tipo de empleadores deberá aportar a una multiplicidad
de ART, sin un debido control sobre el sistema, y en forma heterogénea, de modo
que inevitablemente se apartará de las reglas generales de la LRT .

Existe la opinión de que las empresas de servicios temporarios deben adaptarse y


acoplarse a la ART de cada empresa usuaria, debido a que las alícuotas que se
aplicarán son diferenciadas en orden a la particular situación de cada
establecimiento. En definitiva este problema se resolvería haciendo un análisis de
una alícuota especial para la actividad en general de cada empresa de servicios
temporarios en particular (se abandonaría el análisis de la contribución por
establecimiento).

2. El empleador bajo el seguro obligatorio, y el autoasegurado

Autoasegurarse, o resultar incluido dentro del seguro obligatorio no es algo que


pueda resolver el empleador libremente, aun cuando lo deseable para cada empresa
responda a una conveniencia objetiva.

116
Por ejemplo, las empresas que tienen siniestralidad "cero" (v.gr. empresas de
servicios, comercios minoristas, etc.) probablemente les convenga autoasegurarse,
ya que sería injusto abonar una contribución a un sistema que es muy probable que
nunca brinde un servicio. Aun cuando sabemos que los accidentes "in itinere" son
los que distorsionan toda campaña efectiva del empleador de prevención dentro del
ámbito de la empresa, ya que los primeros son eventos fuera de todo control posible,
porque ocurren en la vía pública, en el trayecto directo y habitual del domicilio del
trabajador al lugar de trabajo y viceversa. Sin embargo, las estrictas condiciones
legales, más los recaudos específicos que sobre el particular enunciará la
reglamentación (que será muy restrictiva) es probable que dejen escaso margen
para eludir la obligación de asegurarse.

Veamos lo que dispone expresamente la LRT en su art. 3º (ver decreto 334/1996) y


hagamos un breve análisis.

Art. 3º.— Seguro obligatorio y autoseguro


1) Esta LRT rige para todos aquellos que contraten
trabajadores incluidos en su ámbito de aplicación.
2 ) Los empleadores podrán autoasegurar los riesgos
del trabajo definidos en esta ley, siempre y cuando
acrediten con la periodicidad que fije la
reglamentación;
a) solvencia económico-financiera para afrontar las
prestaciones de esta ley; y
b) garanticen los servicios necesarios para otorgar
las prestaciones de asistencia médica y las
demás previstas en el art. 20 de la presente ley.
3) Quienes no acrediten ambos extremos deberán
asegurarse obligatoriamente en una "Aseguradora
de Riesgos del Trabajo (ART)" de su libre elección.
4) El Estado nacional, las provincias y sus municipios
y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires
podrán igualmente autoasegurarse.

A su vez, la LRT incluye pautas especiales para el autoseguro a fin de que se supla
la ausencia de la ART sin que los beneficiarios puedan sufrir ningún daño. En otros
términos, será fundamental que la empresa abone las prestaciones dinerarias, y que
tenga por sí o por intermedio de terceros contratados los servicios disponibles para
atender las necesidades de siniestros eventuales.

Al respecto el art. 30 (LRT) establece:

Art. 30.— Autoseguro


Quienes hubiesen optado por el régimen de
autoseguro deberán cumplir con las obligaciones que
esta ley pone a cargo del empleador y a cargo de las
ART, con la excepción de la afiliación, el aporte al

117
Fondo de Reserva de la LRT y toda otra obligación
incompatible con dicho régimen.

Al respecto se dictaron normas reglamentarias que especifican los deberes del


empleador autoasegurado, tanto en el decreto 334/96(art. 1º) como en el decreto
585/96 que trata específicamente la solvencia económica-financiera de las
empresas autoaseguradas, los controles especiales a las que estarán sometidas y
las reservas que deberán constituir.

a. Requisitos para autoasegurarse: los observadores visualizan que el autoseguro


va a ser una alternativa no sólo restrictiva, sino casi impracticable. En otros países
con experiencia análoga, son muy pocas las empresas que logran estar al margen
de las aseguradoras.

Existe, a pesar de todo, frente al escepticismo de muchos, un aspecto que es


fundamental en el análisis. El autoseguro, en sí mismo implica no sólo solvencia
económica y financiera, y garantía para los servicios. En rigor, el autoasegurado
debe tener además solvencia e integridad ética. La vida humana, la integridad física,
la realización de una tarea creativa como es el trabajo, deben estar respaldados por
la certeza de que no ingresar al sistema no sea un simple producto de una ecuación
económica (Encíclicas Mater et Magistra y Populorum Progressio ).

Lo mismo ocurre con las ART. El respaldo económico que tengan, y la importancia
de las marcas en los servicios propios y contratados no son suficiente, si no se da
prioridad a un marco ético que oriente los deberes asistenciales que cada
aseguradora tiene para con la comunidad laboral.

El legislador responsable de la reglamentación debe tener presente que no está


fijando pautas de un negocio bursátil o de una inversión, ya que la materia prima y
el objeto del sistema es el ser humano, su integridad física y su eventual
recuperación frente a los eventos dañosos (Encíclica Laborem Exercens ).

a.1. Solvencia económico-financiera: resulta claro que el legislador busca en este


requisito la seguridad de que la empresa que se autoasegure pueda afrontar el pago
de las prestaciones impuestas por la LRT. Si bien la reglamentación habrá de
expedirse sobre los recaudos concretos que pueden acreditar este extremo, resulta
claro que estos requisitos no pueden ser más severos que los que se les reclama a
las ART, pues de lo contrario, se estaría violando el principio de igualdad. El decreto
585/96 establece en forma detallada los requisitos que deberán cumplimentar las
empresas autoaseguradas para acreditar la solvencia económico-financiera, junto a
los controles a los que estarán expuestas y a la reserva especial que deberán
constituir.

a.2. Garantizar la prestación de los servicios:el empleador deberá brindar sus


servicios propios, o en su caso, deberá contratar los que necesite para cubrir los
eventuales riesgos del trabajo en su empresa. Los contratos de prestación deberán
tener como mínimo, la vigencia de los controles que realizará la SRT
(Superintendencia de Riesgos del Trabajo). Obviamente, los servicios referidos
deben comprender todo el espectro de las prestaciones enespecie que imponen
la LRT, que están enunciados en el art. 20, que dispone:
Art. 20.— Prestaciones en especie

118
1) Las ART otorgarán a los trabajadores que sufran
algunas de las contingencias previstas en esta ley
las siguientes prestaciones en especie:
a) asistencia médica y farmacéutica;
b) prótesis y ortopedia;
c) rehabilitación;
d) recalificación profesional; y
e) servicio funerario.

Como se advierte del listado de la norma transcripta, no sólo debe contemplarse


todo el abanico de la asistencia médica (internación, cirugía, transfusiones, etc.) sino
que se debe ir más allá, como es el caso de rehabilitación, el problema de la
recalificación profesional, o los servicios de sepelio.

a.3. Ratificar las garantías periódicamente: la SRT controlará en la periodicidad que


establezca la reglamentación, la vigencia de los recaudos exigidos a las empresas
autoaseguradas. Se afirma que el Poder Ejecutivo exigirá controles iniciales cada
año primero, que según su criterio, se puede prolongar a dos.

a.4. Aseguramiento obligatorio en caso de inobservancia de los requisitos: la LRT


es categórica en el sentido de afirmar que quien no reúna los requisitos del
autoseguro no tiene otra alternativa que inscribirse en cualquiera de las ART
existentes. Si bien no está prevista la inscripción residual, según la cual, quien no
se inscriba se agregará a una lista que indefectiblemente lo incorporará a una ART,
sí están establecidas graves sanciones para quien omita la inscripción (arts. 27 y
28, LRT).

a.5. Excepción incondicionada para el Estado:queda librado a lo que el Estado


nacional, las provincias, las municipalidades y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
decidan sobre la opción en favor del autoseguro o el de la inscripción en una ART.
El Estado no ha sido garantía de una prestación eficiente, y utilizó la cadena
asistencial sanitaria, que presenta grandes divergencias y amplio especto de
heterogeneidad. Seguramente será necesaria una estandarización de prestaciones
y servicios con mayor profesionali dad y foco en la particularidad que ofrece el marco
accidentológico.

En efecto, el art. 3º de la ley exceptúa al Estado nacional, provincial y municipal y a


la Ciudad Autónoma de Buenos Aires habilitándolos para autoasegurarse sin remitir
a las condiciones exigidas a los empleadores en general. Esta excepción parece
irrazonable, ya que muchas provincias soportan fuertes crisis económicas,
financieras y de insuficiencia fiscal, de modo que mal podrían asegurar las
prestaciones y demostrar que cuentan con solvencia suficiente. La reglamentación
y la SRT deberán acotar este grave riesgo. Si así no lo hicieran, es probable que los
gobiernos no puedan afrontar los siniestros que se produzcan, no sólo frente a las
prestaciones en especie, sino sobre todo en las dinerarias.

En rigor, una crítica efectiva que se puede hacer al sistema es la heterogeneidad de


los servicios asistenciales y de los sistemas de control, en la medida que se realizan
en distintas jurisdicciones, con recursos locales. El Pacto Federal del Trabajo
debería crear todas las condiciones para estandarizar las prestaciones y los

119
controles, y evitar con ello daños a la salud de los trabajadores damnificados por
mala atención "mala praxis" o por falta de elementos o servicios adecuados o
idóneos para resolver cada situación.

3. Las obligaciones de las partes

Todo sistema jurídico tiene pautas que importan las denominadas "obligaciones
genéricas de las partes". La buena fe, y el marco del buen hombre de negocios, el
buen comerciante, el buen pater familiae , también tienen su correlato en la LRT en
donde se espera que cada una de las partes involucradas obre conforme los
objetivos fundamentales de la normativa, en orden a los bienes jurídicamente
protegidos , y a los valores que tales bienes custodian. Las normas legales también
tienen un orden jerárquico en función de los "bienes jurídicamente protegidos", y sin
dudas, la LRT tiene por fin amparar la vida, la integridad psicofísica, y la salud del
hombre y la mujer que trabajen, en un amplio espectro que incluye las actividades
públicas y privadas, y multiplicidad de actividades de regímenes especiales. En
función de ello, es esencial considerar como deber genérico de las partes el
cumplimiento de las normas preventivas de higiene y seguridad como prioridad, y la
observancia de todos los procedimientos y cumplimiento de todas las prestaciones
en los casos que haya que asistir a un trabajador damnificado.

El principio general está establecido en el art. 4º (LRT) que dispone:

Art. 4º.— Obligaciones de las partes (Texto


modificado por decreto de necesidad y urgencia
1278/2000)
1) Los empleadores y los trabajadores comprendidos
en el ámbito de la ley sobre riesgos del trabajo, así
como las aseguradoras de riesgos del trabajo están
obligados a adoptar las medidas legalmente
previstas para prevenir eficazmente los riesgos del
trabajo.
A tal fin y sin perjuicio de otras actuaciones
establecidas legalmente, dichas partes deberán
asumir compromisos concretos de cumplir con las
normas sobre higiene y seguridad en el trabajo.
Estos compromisos podrán adoptarse en forma
unilateral, formar parte de la negociación colectiva,
o incluirse dentro del contrato entre la aseguradora
de riesgos del trabajo y el empleador.
"2) Las aseguradoras de riesgos del trabajo deberán
establecer exclusivamente para cada una de las
empresas o establecimientos considerados críticos,
de conformidad a lo que determine la autoridad de

120
aplicación, un plan de acción que contemple el
cumplimiento de las siguientes medidas:
a) La evaluación periódica de los riesgos existentes
y su evolución;
b) Visitas periódicas de control de cumplimiento de
las normas de prevención de riesgos del trabajo
y del plan de acción elaborado en cumplimiento
de este artículo;
c) Definición de las medidas correctivas que
deberán ejecutar las empresas para reducir los
riesgos identificados y la siniestralidad
registrada;
d) Una propuesta de capacitación para el
empleador y los trabajadores en materia de
prevención de riesgos del trabajo. Las ART y los
empleadores estarán obligados a informar a la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo o a las
Administraciones de Trabajo provinciales, según
corresponda, la formulación y el desarrollo del
plan de acción establecido en el presente
artículo, conforme lo disponga la reglamentación.
3) A los efectos de la determinación del concepto de
empresa crítica, la autoridad de aplicación deberá
considerar especialmente, entre otros parámetros,
el grado de cumplimiento de la normativa de higiene
y seguridad en el trabajo, así como el índice de
siniestralidad de la empresa.
4) La ART controlará la ejecución del plan de acción y
estará obligada a denunciar los incumplimientos a
la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
5) Las discrepancias acerca de la ejecución del plan
de acción serán resueltas por la Superintendencia
de Riesgos del Trabajo" (texto entre comillas,
según DNU 1278/2000, art. 1º) .

a. Prevención común de los riesgos del trabajo: la actividad preventiva nace del
denominado "deber de protección o deber de prevención" que originariamente se
introdujo a través de la ley de higiene y seguridad en el trabajo (ley 19.587) y en las
normas reglamentarias correspondientes (en la actualidad el dec. 351/1979) como
una obligación recíproca entre las partes. La LCT, en el art. 75 insertó el deber de
prevención dentro de las obligaciones contractuales.

La LRT ratifica este deber conjunto, ya con referencia no sólo a la prevención de los
riesgos, sino con respecto a la búsqueda de un marco más concreto y menos
genérico del deber.

El legislador no sólo pretende enfatizar las medidas de prevención, como un deber


del empleador sino también como un deber del trabajador, pero procura extender

121
estos deberes a todo el ámbito de la prestación, para que la prevención exista
subyacente hasta en los aspectos menos relevantes de la realidad laboral.

El eje del proceso preventivo, en los comienzos de la LRT y por los dos primeros
años, fue el denominado "Plan de Mejoramiento", que a la vez fue reglamentado por
una norma que hoy ha perdido vigencia en lo que hace al Plan de Mejoramiento (el
dec. 170/1996), con resultado dispar. El Plan de Mejoramiento tenía por objeto
nivelar a las empresas dentro de un marco de protección preventiva, obligándolas a
realizar una serie de obras y ajustes en materia de higiene, seguridad y medicina
laborales, que permitieran mejorar la acción anticipatoria, para reducir los riesgos y
procurar una mejora en las acciones para impedir o evitar accidentes o
enfermedades profesionales. Esta etapa se agotó y dio lugar a la reforma del decreto
1278/2000, cuyo contenido preventivo ahora se centra en un fuerte control sobre las
denominadas empresas críticas, y en continuar sin prisa y sin pausa con la acción
preventiva.

b. Compromisos en materia de higiene y seguridad en el trabajo: Derogado el Plan


de Mejoramiento, que por otra parte se había agotado en los primeros dos años de
vigencia de la LRT (art. 4º, apart. 2º, LRT y dec. 170/1996), debemos atenernos al
texto que ha quedado de la LRT y a las reformas introducidas en dicha ley por el
decreto de necesidad y urgencia 1278/2000.

Del texto original de la LRT subsiste el deber de prevención, que ya está


suficientemente impuesto por la ley 19.587 de Higiene y Seguridad en el Trabajo, y
sus decretos reglamentarios, partiendo del decreto 351/79 y sus modificaciones, y
del deber de prevención surgido del actual art. 75 de la Ley de Contrato de Trabajo.
En otros términos, el deber de asumir las acciones, inversiones, medidas de
anticipación, etc., para aislar los riesgos y evitar accidentes o enfermedades es
preexistente a la LRT, y ahora toma un sentido integral al encontrarse enclavada
como una condición que produce efectos dentro de la LRT. Los compromisos
preventivos, que llamaremos de aquí en más "Planes de Acción", surgen no sólo de
las normas precitadas, sino que se enuncia con claridad en el art. 4º, apart. 1, que
en sus dos primeros párrafos enfatiza el deber tanto de las aseguradoras como de
los empleadores, no sólo para prevenir eficazmente los riesgos laborales (primer
párr.), sino que además se deberán asumir compromisos concretos para cumplir con
las normas de higiene y seguridad en el trabajo, compromisos que podrán adoptarse
en forma unilateral (a cargo de quien debe cumplir la obligación), como a partir de
la negociación colectiva (con normas expresas contenidas en los convenios
colectivos de la ley 14.250), como, por ejemplo, dentro del contrato que suscribe la
ART con cada uno de sus asegurados (segundo párr. del art. 4º, apart. 1º de la
LRT).

c. Los controles especiales sobre las empresas críticas y el Plan de Acción


Especial: Sin perjuicio de los que podemos llamar ahora "planes de acción", en
general para las empresas aseguradas o para las autoaseguradas, tenemos un
"Plan de Acción Especial" para las que se calificarán por medio de la autoridad de
aplicación como "empresas críticas" (art. 4º, apart. 2º, LRT, reformado por el dec.
1278/2000). En rigor, siguiendo los principios generales, el sistema no necesita un
plan especial para promover en forma constante campañas, acciones y estrategias

122
preventivas, direccionadas a prevenir los riesgos cuya siniestralidad refleje
incrementos.

¿Qué son empresas críticas? En rigor, son aquellas que en virtud de lo resuelto por
la SRT tienen un nivel de siniestralidad muy elevado, en calidad o intensidad, y
ofrecen o generan riesgos no neutralizados para la salud y/o la vida de los
trabajadores, o eventualmente de terceros. No necesariamente estará incluida como
empresa crítica aquella que exhiba un nivel de bajo cumplimiento o manifiestos
incumplimientos de las normas vigentes en materia de seguridad, medicina e higiene
del trabajo. A su vez, habrá que establecer si las empresas testigo son las mismas
que se denominan empresas críticas.

A su vez, pueden calificarse de críticas las empresas o sus establecimientos. O sea


que se puede incluir un empleador in totum, o se puede calificar como tal uno o más
establecimientos de la empresa, obviamente excluyendo otros.

Las empresas o establecimientos considerados críticos contendrán un Plan de


Acción Especial, que deberá establecer, entre otras, las siguientes pautas y
controles:
1) Evaluación periódica de los riesgos existentes y su evolución: una de
las falencias o debilidades del sistema de riesgos del trabajo, desde
el punto de vista de su eficacia, es que los controles que se realizan
en materia de higiene, seguridad y medicina preventivos son a cargo
en primera instancia de la ART, quien a su vez tiene como cliente al
empleador asegurado, al que debe denunciar a la SRT si no cumple
con las medidas citadas. Es por ello que resulta claro que la ART
habrá de evaluar periódicamente los riesgos y la evolución de las
empresas críticas, y de cualquier otra, y esos registros podrán ser
analizados luego, en los controles que a su vez efectúen de las ART,
a fin de verificar su fidelidad y trasparencia.
2) Visitas periódicas para controlar las normas de prevención y el Plan
de Acción Especial: la ART deberá dejar constancia de los controles
realizados, y para ello tendrá la obligación adicional de controlarin
situlas medidas de prevención y el curso del Plan de Acción Especial.
Es dable destacar que los controles generales, las visitas e
inspecciones, las actas que se formulen de ellos y los siniestros, su
origen y ocurrencia, pueden suministrar información cruzada que
permite controlar si la ART realiza controles eficientes y si los
empleadores están ejecutando el Plan.
3) Instalación de medidas correctivas con el fin de reducir riesgos y
siniestralidad registrada: frente a los siniestros ocurridos, es lógico
que deban estudiarse las causas que los generaron y, por ende, las
medidas correctivas para evitar que los mismos se repitan. Dichas
medidas son generalmente las denominadas "correctivas" en función
de riesgos y siniestralidad. Es decir, en función de la existencia de un
peligro potencial de que se generen accidentes o enfermedades
profesionales, y también en base a los hechos ya ocurridos y que
integran la información estadística de siniestralidad.
4) Capacitación para la empresa y sus trabajadores para alinearlos en
el Plan de Acción Especial: es frecuente observar que los riesgos
pueden provocar daños por falta de capacitación preventiva tanto de
123
los que conducen la empresa como de sus dependientes
subalternos. La reforma del decreto 1278/2000 utiliza un lenguaje
poco claro al puntualizar que la capacitación está dirigida no sólo a
los trabajadores, sino también al empleador, cuando todos son
trabajadores, salvo los accionistas o los miembros del directorio. En
cualquier caso, suponemos que se quiso incluir a todos los niveles,
inferiores y superiores, a fin de que reciban adecuada información
sobre planes preventivos, acciones contra eventuales riesgos, y
medios para evitar daños personales por accidentes o enfermedades
profesionales. Nuestro país no tiene cultura prevencionista, del
mismo modo que no se aprecia la llamada "conciencia ecológica" o
"memoria verde", según la cual cada persona debe hacer su aporte
para evitar eventos dañosos, sean accidentes, enfermedades o
eventos que contaminen el ambiente, desde la limpieza, la
separación de desperdicios por su poder de contaminación o su
degradación, hasta acciones colectivas más importantes, en relación
con el cuidado de la naturaleza, la protección de los bosques y
parques naturales, la no utilización del papel para evitar la
destrucción de bosques para obtener la materia prima, los planes con
meses o semanas con campañas especiales, y otras.
5) Cronograma de comunicaciones con la SRT o con la autoridad de
aplicación provincial sobre la evolución del Plan de Acción Especial:
además de los controles de la SRT y de la ART, el empleador
asegurado deberá informar a la SRT o a la autoridad de aplicación
local el Plan de Acción Especial, y en su caso, su formulación en
cuanto a la forma, contenido y plazos o cronograma de ejecución. No
se conocen evaluaciones generales de los planes realizados, y sólo
se cuenta con alguna información general de casos de alta
siniestralidad.
6) La ART deberá controlar escrupulosamente el Plan de Acción
Especial y deberá denunciar su incumplimiento a la SRT: la ART
incurre en una grave falta a sus obligaciones si no controla la
ejecución de los planes de acción, tanto para empresas críticas como
para cualquier asegurado. Sin perjuicio de las sanciones o controles
que pueda aplicar la SRT, la ART debe dejar constancia de los
controles efectuados, en qué consistieron y qué medidas correctivas
u observaciones fueron realizadas al empleador asegurado. Deberán
también dejar constancia de qué medidas y en qué plazosse requirió
al empleador para cumplimentar actos u obras de prevención.
7) Cualquier discrepancia o conflicto generado por la aplicación del Plan
de Acción Especial será resuelto por la SRT: si se produce un
conflicto interpretativo o discrepancias sobre cualquier elemento
referido a la aplicación del Plan de Acción Especial, será la SRT la
que resuelva el litigio.
8) La jurisprudencia ha establecido que la omisión en las
responsabilidades en materia de higiene y seguridad en el trabajo no
puede generar responsabilidad con independencia del nexo causal
adecuado, ya que éste es requisito indispensable para que proceda
la responsabilidad resarcitoria. A la vez, es la Dirección Nacional de
Salud del Ministerio de Trabajo, delegada en la SRT la que debe
controlar las medidas y su cumplimiento (CSJN, 3/12/2002, "Rivero,

124
Mónica E. por sí y en representación de sus hijos mejores c. Techo
Técnica SRL", en TySS, vol. 2002, p. 1029).
d. Plan de inclusión de empleadores al régimen de prevención y cobertura: es un
régimen especial que permite compensar la cuota omitida prevista en el art. 28,
apart. 3º, de la LRT por no estar autoasegurado o asegurado con destino al fondo
de garantía creado por el art. 33 de la LRT, con las inversiones realizadas por las
empresas en prevención de eventos dañosos. Este mecanismo temporario se ha
denominado Plan de Inclusión de Empleadores (PIE) y tiene por objeto insertar a las
empresas renuentes, pagando de algún modo la deuda acumulada. El PIE implica
la firma de un acuerdo con el reconocimiento de la deuda, de la cuota omitida
conforme la determinación que realizará la autoridad de aplicación, y un proceso de
cancelación sujeto a plazos legales. Por los primeros doce meses sólo se abonará
la cuota correspondiente a su afiliación, y hasta un máximo de sesenta meses (cinco
años posteriores) abonará la cuota de afiliación con un adicional cuyo mínimo será
del 15% a fin de cancelar la deuda pretérita reconocida en el convenio. Obviamente,
se suspenderán los procesos judiciales que se hayan iniciado para cobrar las cuotas
omitidas por la empresa de que se trate. Si el empleador no cumple con las cuotas
o cancela su convenio con la ART elegida, el convenio caduca y la deuda total se
convierte en exigible, con el agravante de que podrá ejecutarse por vía de apremio
atento a que se trata de una deuda reconocida. E ste plan de inclusión tiene fijada
una vigencia de seis meses desde que la norma se dictó, y puede reactivarse o
prorrogarse (dec. 2239/2002, BO, 7/11/2002).

En línea con los controles especiales a las llamadas empresas críticas, se dictó la
resolución SRT 700/2000, que creó un programa denominado "Trabajo Seguro para
Todos" (TST), que parece complementar las reglas que hemos analizado
precedentemente, con acento en aquellas empresas de alta siniestralidad, y con el
propósito de vigilar las acciones, nuevas instalaciones, medidas de tipo particular y
general, y equipamiento preventivo, que generen con el fin de reducir la
siniestralidad. Para ello la SRT crea nuevas áreas de control y seguimiento, y castiga
como una falta grave el incumplimiento de los planes de ajuste, tanto en lo que hace
a las medidas a adoptar como a los plazos de ejecución.

e. Los deberes, derechos y prohibiciones de las ART: El deber de prevención tiene


un responsable y operador primario, que es todo empleador asegurado. Sin
embargo, para que estas obligaciones se cumplan existen dos tipos de controles.
Unos generados desde la SRT, y otros desde la misma ART que asegura a cada
empleador. Es más, la ART es la que debe denunciar los incumplimientos para que
la SRT opere en consecuencia, investigue las infracciones y aplique sanciones.

En el marco de los deberes y los derechos de las partes, y una vez que se
enunciaron las obligaciones genéricas o más importantes, la LRT marca una serie
de deberes específicos.

En efecto, el art. 31 (LRT) establece:

125
Art. 31.— Derechos, deberes y prohibiciones
1) Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo:
a) Denunciarán ante la SRT los incumplimientos de
sus afiliados de las normas de higiene y
seguridad en el trabajo, incluido el Plan de
Mejoramiento;
b) Tendrán acceso a la información necesaria para
cumplir con las prestaciones de la LRT;
c) Promoverán la prevención, informando a la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo acerca
de los planes y programas exigidos a las
empresas;
d) Mantendrán un registro de siniestralidad por
establecimiento;
e) Informarán a los interesados acerca de la
composición de la entidad, de sus balances, de
su régimen de alícuotas, y demás elementos que
determine la reglamentación;
f) No podrán fijar cuotas en violación a las normas
de la LRT, ni destinar recursos a objetos distintos
de los previstos por esta ley;
g) No podrán realizar exámenes psicofísicos a los
trabajadores, con carácter previo a la celebración
de un contrato de afiliación;
2. Los empleadores:
a) Recibirán información de la ART respecto del
régimen de alícuotas y de las prestaciones, así
como asesoramiento en materia de prevención
de riesgos;
b) Notificarán a los trabajadores acerca de la
identidad de la ART a la que se encuentren
afiliados;
c) Denunciarán a la ART y a la SRT los accidentes
y enfermedades profesionales que se produzcan
en sus establecimientos;
d) Cumplirán con las normas de higiene y
seguridad, incluido el plan de mejoramiento;
e) Mantendrán un registro de siniestralidad por
establecimiento.
3. Los trabajadores:
a) Recibirán de su empleador información y
capacitación en materia de prevención de
riesgos del trabajo, debiendo participar en las
acciones preventivas;
b) Cumplirán con las normas de higiene y
seguridad, incluido el plan de mejoramiento, así

126
como con las medidas de recalificación
profesional;
c) Informarán al empleador los hechos que
conozcan relacionados con los riesgos del
trabajo;
d) Se someterán a los exámenes médicos y a los
tratamientos de rehabilitación;
e) Denunciarán ante el empleador los accidentes y
enfermedades profesionales que sufran.

Analizaremos brevemente estos deberes genéricos y específicos enunciados por la


legislación, que en rigor están vinculados con los deberes expresos e ínsitos en todo
el texto de la LRT.

a. Los derechos y obligaciones de las ART: es difícil afirmar que en estas normas
están todos los deberes genéricos y específicos de las ART, aun cuando no hay
dudas de que los esenciales están claramente establecidos.

En cualquier caso, es notable la cantidad y la intensidad de los poderes y


atribuciones que tienen las ART, y por ende, la presión que en virtud de la LRT van
a poder ejercer sobre las empresas. Veamos.

a.1. Denuncia de los incumplimientos en general: las ART pueden denunciar los
incumplimientos en materia de prevención (higiene, seguridad y medicina laboral),
dentro del plazo de treinta días de verificado el hecho (art. 16, dec. 170/1996) en
orden a que tienen facultades especiales en materia de fiscalización, que no sólo
comprenden el Plan de Mejoramiento, sino los deberes legales no incluidos en él.

El procedimiento de denuncia será reglamentado por la SRT, con formularios y


requisitos que especialmente se determinarán. Debe tenerse en cuenta, que la
denuncia puede provenir también del trabajador (damnificado o no) y de un tercero
(art. 31, dec. 170/1996).

a.2. Acceder a la información necesaria de las empresas: el deber de información


de las empresas sigue siendo uno de los temas más controvertidos. ¿Hasta dónde
es posible requerir a una empresa su información confidencial? En general se
custodia como un derecho personalísimo la intimidad de las personas físicas, sin
embargo, las corporaciones cada vez deben desnudar más su información
reservada. En la LRT se vuelve a dar otro ejemplo de la disponibilidad que debe
tener una empresa frente a los entes que ejercen controles, y en este caso, lo harán
frente a entidades privadas, muchas de las cuales pueden ser patrocinadas o contar
con socios sindicales, cuyos intereses excedan el marco de la misma ley, para
ingresar al terreno de la defensa irrestricta de intereses sectoriales.

La reglamentación comenzó por establecer ciertas pautas en el decreto


170/1996 (art. 28) que brinda atribuciones a las ART y genera obligaciones en
cabeza del empleador que, fuera de aportar moderación y pautas referenciales,
atribuye facultades que pueden calificarse de hasta abusivas. Por ejemplo, el
ingreso al establecimiento de las personas destinadas por las ART es irrestricto,
dentro del horario de trabajo y sin previa notificación. No se especifica, y se debió
especificar, qué tipo de funcionarios podrán ejercer tal atribución, y si existen

127
restricciones aconsejadas por la naturaleza de los trabajos, o por las necesidades
productivas. Es más, la acción de las personas autorizadas —que deberían ser sólo
los inspectores técnicos— no pueden interferir ni en la calidad ni en la cantidad de
la producción.

a.3. Promover la prevención e informar planes y programas:no existen dudas sobre


el fuerte nexo complementario que existirá entre la SRT y las ART, en desmedro de
los derechos de los empleadores. Estas pautas resultan reforzadas en el decreto
170/96 que enfatizó todas las atribuciones preventivas, con fuertes imposiciones
para los empleadores, y con un importante reforzamiento del proceso de denuncia,
que no sólo involucra a la ART, sino también a los trabajadores (art. 31) y a terceros.

El deber de información de la ART sobre la promoción de la prevención, y sobre las


medidas de higiene y seguridad exigidas a las empresas es otra de las
manifestaciones de ese nexo, que refleja la importancia de la política que se adopte
desde la SRT, a fin de lograr equilibrio entre todos los sujetos involucrados (ver
arts. 28 y 31, dec. 170/96).

a.4. Registro de siniestralidad por establecimiento: un dato relevante del sistema es


el correcto control de los siniestros ocurridos, que tiene un valor estadístico (para
analizar la tendencia de los siniestros), y además valor desde el punto de vista
financiero, pues es uno de los datos básicos del sistema para determinar la alícuota
y con ella las contribuciones a cargo de los empleadores.

a.5. Estado económico-financiero de la ART para las empresas afiliadas: no parece


muy importante el deber de información que le impone la LRT a las ART, cuando el
empleador debe ser un observador interesado de la situación económico-financiera
de la entidad a los fines de prevenir eventuales crisis. En cualquier caso, las ART
deben contar con información permanente y actualizada de:

 composición de la entidad: las ART deberán informar sobre los


socios que las integran, y sus eventuales cambios;
 balances: los balances y la memoria respectiva deberán dar
información transparente de la situación económico-financiera
de la ART;
 régimen de alícuotas: las alícuotas deben informarse a la
comunidad de modo tal, que las empresas afiliadas las puedan
utilizar simplemente incorporando los datos que se exigen para
hacer los cálculos pertinentes. Es dable destacar, que las
alícuotas deben ser previamente aprobadas por la SRT.

a.6. Información sobre régimen de alícuotas: no existen dudas de que uno de los
temas conflictivos y a la vez críticos de la LRT, es la imposición de contribuciones a
todo el sistema. Para el cálculo de la contribución las alícuotas tienen un papel
esencial, y en ellas no interviene para nada la empresa. En efecto, la determinación
la hace cada ART, y la SRT las aprueba.

La reglamentación, en el decreto 170/1996 ha enunciado algunas pautas en las


alícuotas, a saber:

¿ tendrán dos componentes, uno porcentual y otro fijo;

128
¿ las bonificaciones por permanencia, que recibirá la empresa afiliada
serán por adhesión;
¿el cambio de la alícuota podrá ser solicitado a la SRT en cualquier
momento;
¿ cualquier cambio de alícuota podrá generar, en favor del empleador,
una doble opción consistente en permanecer con la vieja alícuota por
un año más, o adherir al nuevo según cuál resulte el más favorable;
¿ el plazo de un año se computará desde la fecha de afiliación, o desde
la fecha de incorporación de la nueva alícuota y hasta la renovación
del contrato.

Los empleadores deberían contar con un referente para observar o impugnar las
alícuotas cuando las mismas registren errores, pautas equívocas, datos subjetivos
o sometidos a evaluaciones o consideraciones tendenciosas, o cuando se pueda
inferir que se ha manejado la misma con el fin de obtener un lucro indebido
(enriquecimiento sin causa). Aun cuando esta hipótesis no esté expresamente
enunciada, es parte de las atribuciones de la SRT la obligación de controlar el
régimen de alícuotas y su transparencia, como parte de las facultades genéricas del
poder de policía que la LRT le ha conferido al ente de contralor.

La SSN dictó normas específicas respecto del diseño (circ. 3302/1996), para
empleadores con más de un establecimiento (circ. 3349/1996), y sobre la
instrumentación de un sistema informático (circ. 3334/1996).

A la vez la SRT y la SSN dictaron las resoluciones conjuntas 24.364-I-96 y


24.445/SRT -III-96 sobre la instrumentación del régimen.

El régimen tarifario parte del principio de libertad de contratación y plena capacidad


para las partes, las ART y sus aseguradas, para pactar las contribuciones, en base
a las alícuotas acordadas y en función de los valores o tarifas máximas aprobadas
por la SSN, que, como hemos apuntado, controla a las ART como empresas
similares a las de seguro, sin perjuicio de los que realiza la SRT.

a.7. Fijación de cuotas y destino de los fondos: las ART pueden fijar cuotas en base
a la alícuota creada al efecto y aprobada por la SRT, pueden establecer cuotas para
servicios ajenos al tema de los riesgos laborales contemplados en la LRT, como es
el caso de las enfermedades y accidentes inculpables, y cuotas especiales para
amparar a las empresas afiliadas por los eventos dañosos contemplados en leyes
anteriores (por ej. la ley 24.028 de Accidentes y Enfermedades del Trabajo). Existe
también la alternativa de incluir la cobertura de los eventuales reclamos contra el
empleador originadas en el Código Civil.

Fuera del marco precitado, que es lo que la LRT admite o puede aceptar, no cabría
la posibilidad de que pudiera fijar contribuciones especiales.

A su vez las ART no pueden dar distinto destino a los fondos que no sea el de las
prestaciones correspondientes al sistema.

a.8. Prohibición de exámenes psicofísicos previos: es muy razonable que el


legislador haya prohibido en forma expresa la realización por parte de la ART del
examen psicofísico de sus dependientes. En rigor la prohibición debería ser más

129
amplia, en el sentido de que debería prohibir, también, el acceso a historias clínicas,
o a antecedentes médicos que se puedan obtener de los servicios asistenciales
internos o contratados. Es más, debería haber alguna sanción severa para evitar el
análisis de mala fe de la situación planteada. Así lo confirmó —con buen criterio—
la reglamentación, en cuanto que las ART no pueden evaluar por ningún medio el
estado de salud de los trabajadores (ver art. 25, dec. 170/1996), sin desmedro de
utilizar los elementos preexistentes o de verificar el cumplimiento de dicha obligación
legal, obviamente, con posterioridad a la incorporación como afiliado de la empresa.

a.9. Exámenes preocupacionales de salud, periódicos, especiales y de egreso: uno


de los temas controvertidos es el de los límites e incumbencias en materia de higiene
y seguridad entre las ART y las empresas aseguradas, lo que implica además, la
pertinente distribución de gastos y la incidencia de los costos del sistema. Un caso
concreto de esta distribución es el de los exámenes preocupacionales de salud con
sus distintas variantes (periódicos, especiales, y de egreso), que en virtud del
decreto 351/1979 (reglamentario de la ley 19.587 de Higiene y Seguridad en el
Trabajo) estuvieron a cargo del empleador.

A través de una pauta enunciada por la LRT (art. 31, inc. 1º, apart. g]) que impide a
las ART la realización de exámenes psicofísicos a los trabajadores en forma previa
a la afiliación de la empresa (precisamente, para impedir por parte de la ART la
evaluación del "negocio" en función de los riesgos amparados), se estableció en la
reglamentación (arts. 25 y 27, dec. 170/1996) que los deberes de examinar a los
trabajadores con estudios médicos de evaluación en forma previa, durante la
relación laboral y finalmente, al egreso, están a cargo de las ART. La norma
del decreto 170/96 (art. 27) fue luego modificada por el decreto 334/1996 (art. 27)
en el sentido de que la obligación de realizar los estudios a cargo de las ART se
difiere por un año desde el lanzamiento del sistema. Por ende, dichos estudios
médicos no fueron obligación de las ART hasta el 1º de julio de 1997.

Para habilitar esta creación emergente de la reglamentación, el legislador emitió


esta norma prácticamente de forma por deducción a contrario sensu de lo afirmado
por la regla del art. 31.

La SRT 37/2010 derogó la Resolución SRT nro. 43 (del 12/06/1997), la Resolución


SRT nro. 28 (del 13/3/1998), y la Resolución SRT nro. 54 9/6/1998, y fijó las nuevas
pautas. El costo de los estudios se discrimina de la siguiente forma:

a) el principio general, que debió esbozarse en el artículo primero, lo


establece en el art. 12 al puntualizar que los denominados
"responsables" de la realización de los exámenes médicos descriptos
en la presente resolución deberán hacerse del costo en cada caso,
sin perjuicio de que las ART y los empleadores — en base a la
normativa vigente— podrán acordar otra modalidad de pago. En
síntesis, quien tiene el deber de realizar el estudio tiene a su cargo el
costo del mismo. Este tópico ha ofrecido innumerables críticas, ya
que siempre se debe colocar a cargo de los Estudios a quien los
puede utilizar en forma clara y transparente para delimitar la
responsabilidad del empleador y de la ART frente a patologías
preexistentes y a las que son ajenas o provocadas por causas
exógenas que no guardan relación directa con el trabajo, el ambiente
o las condiciones de trabajo. En otros términos, deberían ser ambos,

130
los empleadores y las ART los que deberían extremar los esfuerzos
para realizar los estudios en forma conciente, y no como un mero
trámite burocrático.
b) los estudios preocupacionales, realizados antes de comenzar el
vínculo laboral son a cargo del empleador , y tiene la función
fundamental de evaluar la salud del trabajador, y en su caso, detectar
patologías preexistentes, también son la base para "bloquear" dichas
patologías a los fines de que no se le atribuyan al nuevo empleador
responsabilidades que no tiene, y que formaron parte del marco de
otros vínculos pretéritos;
c) los estudios periódicosson a cargo de la ART, y por sus
características especiales, las empresas autoaseguradas (que son
pocas y excepcionales), por ende, de estos estudios periódicos no se
deben hacer cargo del costo las empresas aseguradas;
d) los estudios para el agente de riesgo "ruido", son a cargo de la ART y
de las empresas autoaseguradas. Las empresas aseguradas no
tienen responsabilidad en la realización de estos estudios;
e) los estudios previos a una transferencia de actividad o después de
una ausencia prolongada, son a cargo del empleador como lo
dispone claramente Resolución SRT 37/2010 en los arts. 5º y 12;
f) los estudios previos al cese de la relación laboral, están a cargo de la
ART que es la que debe hacer el seguimiento del estado de salud del
trabajador a los fines de un eventual y futuro reclamo. La resolución
37/2010 es clara al respecto (ver arts. 6º y 12).

En función de lo expresado, si se prohíben los exámenes previos a la afiliación de


la empresa a la ART (para evitar una análisis del eventual resultado del negocio), a
contrario sensu , están permitidos los exámenes a posteriori a la afiliación, y por otra
parte resulta coherente que así ocurra, ya que son las ART las encargadas de velar
por la salud de los trabajadores. En definitiva, lo que define la oportunidad de hacer
los exámenes son los "momentos" previstos por la normativa dentro de la relación
laboral del trabajador, y nunca es admisible antes de que la ART afilie a una
empresa. En otras palabras, la debe afiliar "a ciegas" del cuadro de patologías,
accidentología, prevención o estadísticas que exteriorice su cuadro de riesgos,
eventos daños y contingencias. Es una sana decisión para evitar especulaciones en
torno de la contratación con mejores o peores resultados.

Para terminar con la confusión que generó quien realizaba los estudios y quien se
hacía cargo del costo del mismo, conforme lo establece la resolución SRT 37/2010,
que dispuso las siguientes pautas:

Como surge claramente del cuadro precedente, los estudios serán los siguientes: el
preocupacional o de ingreso, los periódicos, los previos a una transferencia de
actividad, los posteriores a una ausencia prolongada y el previo a la terminación de
la relación laboral. El primero o preocupacional y el previo a una transferencia de

131
actividad son responsabilidad del empleador asegurado y su costo está a cargo del
mismo, los demás están a cargo de la ART y bajo su responsabilidad. Quien es
responsable del examen se hace cargo del costo, tal como lo establece la
Resolución SRT 37/2010 en su art. 12, sin perjuicio de los acuerdos que con cierta
libertad podrán pactar sobre el particular las ART con las empresas aseguradas
dentro del marco de la legislación vigente.

Todos estos estudios son obligatorios, salvo el último (previo a la terminación de la


relación laboral). Su importancia varía conforme al momento y elementos que se
relevan en cada caso, pero tiene claramente una función preventiva, ya sea para
verificar la salud del trabajador, ya sea para controlar la evolución de las patologías
que padezca, ya sea para evitar el agravamiento de una patología existente o su
labilidad.

En cualquier caso, estos estudios están sometidos a las reglas impuestas por la
resolución SRT 37/2010, que a su vez, en una serie de anexos, prevé cuáles son
los estudios que se habrán de realizar en cada caso, sin perjuicio de los que
aconseje el médico, cuando advierta o presuponga la existencia de una patología, o
la conveniencia y necesidad de realizar un estudio especial.

De todos los estudios, uno de los que despierta el interés del marco jurídico más
apropiado es el referido al estudio preocupacional, del cual puede surgir la existencia
de una patología preexistente, no imputable, por ende, al empleador que lo va a
ingresar.

Para ello se ha establecido un sistema que hemos denominado "bloqueo" y que


consiste en homologar el estudio que revela la patología ante la autoridad de
aplicación, de modo de impedir con este bloqueo que el trabajador pueda reclamar
a su nuevo empleador y a la ART que lo ampara la reparación de un daño
preexistente del que son ajenos (art. 6º, apart. 3º, inc. b de la LRT, y res. SRT
37/2010, art. 2º, apart. 1º).

La Resolución 37/2010 puntualiza que los estudios preocupacionales tienen por fin
determinar la aptitud del postulante conforme sus condiciones psicofísicas para el
desempeño de las actividades que se le requerirán (art. 2º, apart. 1º) y a pesar de
que se podrán determinar las patologías preexistentes, y en su caso, para evaluar
la adecuación del postulante. En ningún caso se utilizarán como un elemento que
discrimine arbitrariamente al trabajador.

Para que se formalicen los efectos precitados se tienen que dar las condiciones que
se detallan en el cuadro de página siguiente:

En definitiva, es lógico que un nuevo empleador no se tenga que hacer cargo del
pasado y de las consecuencias dañosas de causa que le son ajenas. Es también
lógico que se le deba atribuir esa responsabilidad al empleador con el que se generó
el daño y que con él responda la ART que lo amparaba. Por ende, estas exclusiones
resultan justas, y el procedimiento es el adecuado para impedir estos abusos.

Quienes tienen la responsabilidad de realizar los estudios médicos, tienen a su cargo


el costo, y la obligación de suministrar la información que surja de ellos, no sólo a
132
los auditores de la SRT, a las Comisiones Médicas si lo requirieran, a los peritos
médicos en funciones, sino también a quienes estén autorizados a requerirlos. Por
ello, es fundamental su preservación y conservación a través del tiempo, destacando
que no son documentos que tengan fecha de vencimiento, y por ende, deben
conserv arse "sine die".

b. Los derechos y obligaciones del empleador: el empleador deberá contar con


garantías para poder moderar las atribuciones y facultades que tendrán la ART, no
sólo en lo que hace a las funciones específicas, como también a la interferencia en
la vida interna de cada establecimiento, en orden a la prevención, el Plan de Acción
Común o Especial, y el cumplimiento legal de las normas vigentes en materia de
higiene y seguridad, cuyo contenido no tiene límites.

Aun cuando la reglamentación no lo especifique, va de suyo que las facultades


discrecionales y prácticamente ilimitadas que tienen las ART y la SRT dentro de los
establecimientos de los empleadores, existe un límite obvio e indiscutido en la
razonabilidad de los procedimientos, los que en ningún caso pueden afectar la vida
normal de cada empresa, la producción habitual, y los procedimientos ordinarios.
Salvo situaciones de riesgo ocurrido o inminente, resulta impensable que tanto los
organismos de contralor como las mismas ART, puedan interrumpir el proceso
productivo, o puedan generar un trastorno en el desarrollo normal de la actividad
productiva. Sólo situaciones de daño ocurrido con consecuencias graves, o riesgo
inminente de daños en la salud pueden motivar medidas de prevención como la
suspensión de tareas. Es más, en alguna situación extrema, parte de la doctrina
admite la posibilidad de que el trabajador, al advertir en forma clara y manifiesta la
posible ocurrencia de un siniestro, retenga tareas, como una expresión de
la exceptio non adimpleti contratus. En la actualidad, no compartimos esta
alternativa, ya que el legislador que reformó la LCT en 1976 derogó expresamente
esa regla, y en la actualidad no forma parte del derecho positivo.

En cuanto al ejercicio abusivo del derecho a interferir, interrumpir, o perturbar el


desarrollo del circuito productivo, se dará lugar al reclamo contra la ART, la que en
definitiva, puede ser responsabilizada, como lo puede ser cualquier sujeto del
derecho, por los daños y perjuicios que genere su decisión irrazonable.

El ejercicio abusivo de la autoridad de la SRT o de quienes tengan a su cargo


facultades de policía laboral o preventiva (en materia de higiene, seguridad o
medicina laborales) pueden encuadrarse en el incumplimiento de los deberes de
funcionario público, y eventualmente, en otras figuras con responsabilidades
administrativas o penales.

La exceptio non adimpleti contratus fue contemplada en algunos convenios


colectivos como un mecanismo de defensa, cuando se verificara la existencia de un
riesgo grave e inminente de producir un daño, cuando se esté en presencia de un
siniestro grave, y cuando se esté frente a un hecho grave ya ocurrido que puede
generar nuevos daños adicionales y riesgos para la salud (v.gr. Convenio Colectivo
de la Industria Petroquímica de Zárate-Campana, art. 29).

b.1. Información del régimen de alícuotas: es un derecho expreso que le confiere al


empleador afiliado, el recibir información clara de las alícuotas que se aplicarán en
su establecimiento, de modo tal que las mismas permitan hacer los cálculos de

133
contribuciones en forma objetiva. Al respecto, la SRT establecerá los indicadores en
base a las cuales cada ART elaborará su alícuota con cierta libertad.

El decreto 1694/2009 establece que la SRT y SSN deberán adoptar los recaudos
necesarios para que las ART diseñen el régimen de alícuotas en orden a la
configuración establecida en el art. 24 de la LRT y sus modificaciones, promoviendo
condiciones favorables para su acceso por parte de las pequeñas empresas y
evitando cualquier tratamiento diferenciado en su perjuicio. La norma se refiere a
ciertos abusos cometidos en la determinación final de las contribuciones patronales
en las pequeñas empresas, que resultaron desproporcionados, onerosos, o
carentes de los fundamentos y respaldos técnicos impuestos por la legislación
vigente.

Las alícuotas estarán a su vez compuestas por un porcentaje sobre las


remuneraciones brutas liquidadas por cada empleador (hasta un tope de sesenta
MOPRES) y por una suma fija que se establecerá por cada trabajador (expres ada
en pesos de curso legal).

El denominado "régimen de alícuotas" que cada ART someterá a la consideración


de la SRT será objeto de aprobación especial, tanto en su versión inicial como en
las posibles modificaciones que se produzcan. Estos cambios pueden llegar a
provocar algún tipo de daño o de costo imprevisible para los empleadores afiliados.
Es por ello, que la reglamentación ha previsto un mecanismo según el cual, el nuevo
régimen de alícuotas que pueda sorprender a un afiliado será objeto por parte de
éste de dos opciones libradas a su criterio: a) aceptar el nuevo régimen, si es que
éste le resulta el más favorable; y b) mantener el sistema que se estableció en su
contrato de afiliación por un plazo máximo de un año, contados desde que la nueva
alícuota fue incorporada y hasta un máximo de la fecha de renovación del contrato
(ver art. 15 in fine , dec. 170/1996).

A su vez, se ha dictado una norma reglamentaria —en forma conjunta entre la SRT
y la SSN— que especifica que cuando un empleador tenga distintas alícuotas
aplicables por contar con distintos establecimientos, se le aplicará la
correspondiente a la actividad del establecimiento con menor nivel de cumplimiento,
salvo que exista un acuerdo en contrario que tome en cuenta otro establecimiento
para determinar la calificación (resolución conjunta 65/96 SRT y SSN 24.573/96).

En general debemos afirmar que este tipo de normativa, de efecto fundamental para
la economía de la empresa, es contraria a uno de los principios fundamentales del
nuevo sistema, cual es, el de reducir y acotar los costos laborales, rebajando su
incidencia en el costo final de los bienes y servicios producidos por cada empresa.

Las tarifas son resorte de la SSN que aprueba los valores máximos que pueden
acordar las ART con sus asegurados, contándose para ello con una amplia
capacidad de negociación. Es también un riesgo a cargo de la ART si pacta tarifas
cuyo valor o monto resulta insuficiente o ineficaz para amparar la cobertura.

b.2. Asesoramiento preventivo: las ART tienen un deber de seguridad reflejo, ya que
antes de fiscalizar y de denunciar irregularidades o pedir sanciones deben,
fundamentalmente, brindar a las empresas afiliadas asesoramiento preventivo a fin
de procurar el aislamiento, eliminación o moderación de los riesgos laborales. Tanto
la LRT como la reglamentación hacen permanentemente alusión a las tareas

134
preventivas que deben desplegar las ART, que van desde lo más simple y elemental
como brindar asesoramiento, promover campañas de prevención, y hacer cursos
para empleadores y trabajadores (capacitación) hasta llegar a la creación de comités
mixtos de higiene y seguridad, hacer aportes técnicos para anticiparse a los hechos
dañosos con la mayor eficacia, lo que involucra la función de controlar e inspeccionar
el curso de acción desplegado por el principal para el cumplimiento y la
implementación del Plan de Mejoramiento (dec. 170/1996).

b.3. Información a los trabajadores sobre la ART: los empleadores tienen la


obligación de informar a sus dependientes cuál es la ART que los cubre, de modo
tal que pueda ser luego acreditado. La LRT nada expresa sobre el particular, sin
embargo, incumbirá al empleador probar que ha sido informado oportunamente.

En el caso de un eventual conflicto sobre prestaciones insatisfechas u otra


eventualidad, originadas en un error o confusión sobre la ART que tiene a su cargo
las prestaciones, incumbirá al empleador la carga de la prueba que sólo podrá
documentarse por medio fehaciente.

Para el trabajador es importante conocer la identidad de la ART ya que tendrá una


serie de derechos que puede sólo ejercer si tiene tal conocimiento, como lo es el de
intervenir en la implementación del Plan de Mejoramiento, denunciar eventos
dañosos o riesgos inminentes o amenazas de riesgo, etcétera. En general la LRT
prevé que el trabajador tenga contacto sobre riesgos y prevención con el empleador,
pero nada impide que lo tenga con la ART, sobre todo si ésta está patrocinada por
la entidad sindical que lo representa.

b.4. Denuncia de los eventos dañosos: la cobertura de accidentes y enfermedades


sólo se puede instrumentar a partir de la denuncia, de modo que es una obligación
fundamental del empleador formalizarla ante la ART a la que esté afiliado, a fin de
que ella proceda a brindar las prestaciones y servicios.

La reglamentación ha previsto la denuncia —por parte del trabajador— por sí o a


través de sus representantes, ante la ART o ante la SRT —según los casos y las
incumbencias— tanto de los incumplimientos de cualquier naturaleza en materia de
higiene y seguridad como en lo relativo al Plan de Mejoramiento. Las denuncias
tendrán un marco restringido si el empleador se encuentra dentro del plazo para
ejecutar el Plan de Mejoramiento, salvo los casos en los cuales la posible ocurrencia
de un evento dañoso tenga peligro cierto o fuera inminente (art. 31, dec. 170/1996).

b.5. Cumplimiento del Plan de Acción: un deber básico del empleador es el de


observar las medidas de higiene y seguridad impuestas por la legislación vigente.
Dentro de ese marco se establecerá el Plan de Acción, que las ART pactarán por
contrato con cada empresa por establecimiento, y que con una duración no superior
a la vigencia del contrato, debe adecuar cada unidad técnica a los requerimientos
preventivos.

La ART tiene atribuciones para fiscalizar el Plan, y para denunciar los eventuales
incumplimientos que observe. El cumplimiento del Plan contará con controles
cruzados de la SRT, la ART a la que se encuentra afiliado y los trabajadores de cada
establecimiento, que pueden interferir, participar, denunciar o inclusive formular
objeciones sobre el desarrollo de los trabajos de prevención.

135
b.6. Registro de siniestralidad por establecimiento: es otro deber básico del
empleador la elaboración del registro de siniestralidad, que también llevará por
establecimiento, cada ART de sus afiliadas, de modo que se puedan calcular la
alícuota y la contribución a cargo de los empleadores. La siniestralidad histórica
como la proyectada, son dos factores ratificados y reiterados por la reglamentación,
en función de la reciente constatación de la carencia de datos históricos en la
mayoría de los establecimientos y la existencia de registros muy pobres en datos
fundamentales, que impiden la realización de estudios responsables.

b.7. Denuncia de los incumplimientos de las ART: el empleador afiliado tiene


derecho a denunciar los incumplimientos en los que incurra la ART (en todo su
espectro legal). Al respecto, debemos distinguir los mencionados incumplimientos,
o en su caso, la insatisfacción que pueda sufrir el empleador afiliado frente a su
aseguradora. Dicha insatisfacción habilita a la empresa afiliada a cambiar de ART,
y lo podrá hacer una vez que haya superado el noveno aporte.

En el primer caso, la reglamentación ha fijado un procedimiento según el cual el


empleador deberá intimar fehacientemente a su ART dentro de los treinta días
corridos de ocurrido el hecho (dec. 170/1996, art. 29). En rigor, el término opera —
aparentemente— como un plazo de caducidad, de modo que transcurrido el mismo,
en principio, el empleador afiliado perdería el derecho a formular el reclamo. A su
vez, el plazo de treinta días, seguramente por un error del legislador, debió contarse
desde que el incumplimiento de la ART fuera conocido por el empleador afiliado, y
no como dice ahora la norma, desde la fecha de ocurrencia del incumplimiento ("...de
haberse producido el hecho...").

La intimación tiene el evidente propósito de colocar en mora a la ART. La norma


reglamentaria agrega, que transcurrido el plazo o cursada la intimación sin que la
misma hubiese tenido una respuesta favorable o se hubiere regularizado la
situación, la empresa afiliada podrá denunciar el hecho ante la SRT. En rigor, habrá
que evaluar el tipo de incumplimiento de que se trate, ya que según la importancia
y gravedad del mismo, el empleador puede solicitar la intervención de la SRT —
como órgano de contralor— y en ciertas situaciones podrá cambiar de ART sin estar
condicionado por los plazos. Obviamente, para hacer uso de esta excepción, tendrá
que sustentarse la medida en causas de extrema gravedad.

La SRT, de oficio o a pedido de parte, debe intervenir en forma preventiva o


ejecutiva, y sin retaceos, ya que es garante y custodia del sistema, y opera como
órgano sancionador al aplicar las multas y recargos previstos en la LRT.

b.8. El conflicto entre las ART y las Obras Sociales en la atención del trabajador
enfermo o accidentado: es frecuente la discusión sobre la naturaleza de la patología
que sufre el trabajador, la que se puede transformar en un evento dramático para el
damnificado, si este debate se plantea con la primera atención. La cuestión no está
resuelta de forma expresa en la LRT que brinda atribuciones a las Comisiones
Médicas (art 21LRT, incs. "a" y apartado "3" incorporado por el DNU 1278/2000),
que suelen expedirse en forma tardía y después de ocurridas las primeras
curaciones y no sin que se produzcan en el ínterin desencuentros, atención
deficiente y hasta calamidades. Para resolver la atención de la urgencia, debemos
regirnos por los principios generales, según los cuales, el primero que recibe a la
persona lesionada o que requiere asistencia tiene el deber de asistencia, curación y
todos los servicios que requiera la patología, conforme a las mejores prácticas

136
médicas y asistenciales. Si la atención fue brindada en definitiva, por el ente que no
aplicaba a la naturaleza del evento, deberá hacer la derivación médica sin riesgo
para el damnificado, y tendrá derecho a repetir contra la contraparte los gastos
incurridos. Es por ende, inadmisible que una obra social o una ART le niegue
asistencia al accidentado o enfermo, sobre todo en emergencia. Será pasible el
profesional médico de abandono de persona, además de haber deshonrado el
juramento hipocrático, más los eventuales daños que de su omisión se generaran.
La entidad será responsable directa de las omisiones que se hubieren producido, de
los daños efectivos padecidos por la víctima, y en general, serán responsables
primarios el médico o autoridad que dio la orden de rechazar la asistencia, o en su
caso, el que tomó la decisión in situ , en forma conjunta con los directivos directos,
o con los directores generales.

c. Los derechos y obligaciones del trabajador: siempre se discutió el deber de


seguridad del trabajador, como una consecuencia del correcto ejercicio del deber de
seguridad del empleador. Sin embargo, está demostrado estadísticamente que más
del 80% de los accidentes tienen que ver con algún grado de negligencia o de
incumplimiento de los deberes básicos de higiene y seguridad a cargo del
dependiente. La reglamentación hace permanente hincapié en el rol del trabajador
como sujeto activo de la prevención, y en la capacitación que debe recibir para crear
su conciencia preventiva.

Al respecto, el decreto 170/1996 puntualiza ese carácter, y lo responsabiliza por el


cumplimiento de la normativa (ver arts. 30 y concs.), con lo cual se ratifica lo
establecido oportunamente por la ley 19.587 (de higiene y seguridad) y su decreto
351/1979 (ahora modificado para adecuarlo a la LRT). Desde el punto de vista de la
relación jurídica entre el empleador y el trabajador, cabe puntualizar que la
prevención fue y es un deber contractual, de modo que su incumplimiento habilita la
aplicación del régimen disciplinario, y puede ser despedido —dependiendo de su
importancia cualitativa y cuantitativa— con justa causa, sin derecho a indemnización
alguna.

El mismo derecho asiste al trabajador, de considerarse injuriado y despedido, si es


que el empleador ha incurrido en un incumplimiento grave de su deber preventivo,
generándose en favor del dependiente el derecho a las indemnizaciones por despido
indirecto (LCT).

En síntesis, reivindicar el deber de seguridad compartido, y las obligaciones de


prevención del dependiente será fundamental para que se actúe sinergéticamente
en el logro del objetivo preventivo.

c.1. Cumplimiento de las normas de higiene y seguridad: dentro de los deberes del
trabajador son centrales sus deberes activos y pasivos en materia de prevención, y
sobre todo, el empleo de los recursos que hagan a la diligencia que debe observar
para anticiparse a los hechos dañosos.

Para ello, no sólo se espera una conducta debida, sino que cuenta con recursos
para anticiparse a eventos dañosos, prevenir sobre riesgos, y aconsejar sobre
medidas de prevención.

137
En este marco, es fundamental la participación responsable del trabajador en toda
su capacitación (asistencia a cursos, trabajos prácticos, prácticas y simulacros,
ensayos, reentrenamiento, prácticas de conciencia preventiva, etc.).

La reglamentación puntualiza también una serie de conductas que debe observar al


dependiente, como una contribución fundamental y sinérgica al deber de
prevención. Entre las mismas tenemos: utilizar los elementos de protección
personal; usar y manipular en forma correcta sustancias, máquinas, herramientas, y
dispositivos y cualquier otro medio empleado en la actividad laboral; observar las
indicaciones de carteles y advertencias y colaborar con el empleador en la
observancia de los mismos; interesarse y participar en los programas de formación
preventivos de higiene o de salud; informar al empleador toda situación de riesgo
vinculada con su puesto o con el establecimiento, etcétera (art. 30, dec. 170/1996).

La omisión expresa o tácita de estos deberes puede hacer pasible al trabajador de


sanciones disciplinarias y hasta del despido, todo ello, sin perjuicio de la cobertura
que se le debe al dependiente, ya sea por la empleadora, ya sea por la ART, en
orden a lo establecido en la LRT, en la normativa sobre higiene y seguridad, y a la
LCT (arts. 67 y concs.).

c.2. Denuncia de riesgos laborales: un deber básico del trabajador es la denuncia


de riesgos laborales que no hayan generado aún daños a fin de procurar su
aislamiento, neutralización, o para prevenir con advertencias y con mecanismos
idóneos sobre consecuencias no deseadas. El deber de buena fe, impone que el
primer notificado de cualquier situación de hecho que genere riesgo, es el
empleador, con el propósito de que se adopten los recaudos pertinentes. La ART y
la SRT pueden ser receptores de estas o de otras denuncias, pero están obligadas
a dar vista, en primer término, al empleador afiliado o autoasegurado, a fin de que
adopte las medidas pertinentes, ya sea de prevención, ya sea de atención de
consecuencias dañosas (art. 31, dec. 170/1996).

El trabajador no sólo podrá denunciar —por sí o por intermedio de sus


representantes— los incumplimientos de hecho, sino que tendrá facultades para
denunciar peligros inminentes y graves. Por ende, la potestad de denunciar es
amplia, no tiene limitaciones, y su procedencia deberá evaluarla el receptor de la
misma. El trabajador no podrá formular denuncias, sin embargo, de aquello que sea
objeto del Plan de Mejoramiento durante los plazos de ejecución de los mismos, con
la única excepción de la existencia de riesgo grave e inminente para la salud de la
comunidad laboral o de terceros (ver art. 31, dec. 170/1996).

c.3. Exámenes médicos periódicos y especiales y tratamientos de rehabilitación: uno


de los datos fundamentales para prevenir, es el estudio médico que permita el
diagnóstico precoz, la determinación de patologías potenciales, los casos de
labilidad, en síntesis, todos los sucesos que puedan ser útiles a los fines de prevenir.
Las ART no podrán hacer estos estudios en forma previa a la incorporación de
ninguna empresa afiliada, todo ello sin perjuicio de que, además, no pueden
rechazar a ninguna empresa que desee afiliarse.

Sin embargo, se le podrá requerir al empleador antecedentes médicos de los


trabajadores. A su vez, está previsto que los exámenes médicos preocupacionales
serán responsabilidad y estarán a cargo del empleador asegurado, mientras que el
resto de los estudios será responsabilidad y estarán a cargo de la ART. Estos

138
estudios son los periódicos, los previos a una transferencia de actividad, los
posteriores a una ausencia prolongada y los previos a la terminación de la relación
laboral (res. SRT 37/2010).

Nada se expresa —a su vez— sobre el eventual conflicto entre la ART y la empresa


afiliada sobre la incorporación de un trabajador por ser NO APTO, o por padecer
patologías que la ART considera inconvenientes para su futuro laboral. En mi
opinión, la contratación del trabajador sigue siendo una potestad privativa del
empleador, aun con la verificación de patologías preexistentes, a cuyos efectos
habrá que "bloquear" las mismas con la certificación —ante la autoridad de
aplicación— de los daños en la salud pretéritos a una nueva contratación, trámite
que habrá que realizarlo ante la autoridad naci onal, provincial o municipal que
habilite oficialmente la SRT (art. 2º, apart. 1º de la res. SRT 37/2010).

c.4. Denuncia de eventos dañosos sufridos: es un deber del trabajador denunciar


los daños sufridos, a fin de que se articulen todos los mecanismos asistenciales
previstos en la LRT. El receptor inicial de cualquier daño es el mismo empleador,
que tomará las medidas de urgencia necesarias para asistir al trabajador de modo
eficaz e inmediato. Serán los servicios asistenciales y de emergencia los que
deberán actuar inmediatamente, aun ante la duda de si se trata de un evento
comprendido a no dentro de la LRT. Este deber de asistencia, no sólo surge de un
principio humanitario, sino que se corresponde con la debida conducta ante un
evento dañoso, sobre todo si se trata de una emergencia. Luego se verá, si conviene
continuar con los servicios o derivarlo a la obra social pertinente si se trata de una
patología inculpable.

La denuncia se instrumentará como lo disponga la reglamentación, sin perjuicio de


algún mecanismo que debe establecerse como automático, cuando frente a un
hecho incapacitante el damnificado sea atendido por alguna unidad asistencial de la
ART que corresponda al empleador.

4. El incumplimiento de los deberes del empleador

Llama la atención la severidad con la que la LRT trata el tema del empleador, que
no es correlativa con los incumplimientos en los que pueda incurrir la ART o inclusive
los trabajadores cuando su comportamiento es causa esencial de la producción de
un evento dañoso.

Veamos. El art. 5º (LRT) establece:

Art. 5º.— Recargo por incumplimientos


1) Si el accidente de trabajo o la enfermedad
profesional se hubiere producido como
consecuencia de incumplimientos por parte del

139
empleador de la normativa de higiene y seguridad
en el trabajo, éste deberá pagar al Fondo de
Garantía, instituido por el art. 33 de la presente ley,
una suma de dinero cuya cuantía se graduará en
función de la gravedad del incumplimiento y cuyo
tope máximo será de treinta mil pesos ($ 30.000).
2) La SRT es el órgano encargado de constatar y
determinar la gravedad de los incumplimientos, fijar
el monto del recargo y gestionar el pago de la
cantidad resultante.

En general, el art. 5º (LRT ) como otras normas contenidas en la ley, colocan como
centro de los incumplimientos al empleador. Sin embargo, estadísticamente se sabe
que más del 80% de los eventos tienen como causa alguna infracción o negligencia
del trabajador. A la vez, si evaluamos las normas de higiene y seguridad vigentes
(ley 19.587 y dec. 351/79) será fácil advertir que es tan amplio y exigente su
contenido, y tan versátil la interpretación de sus deberes, que prácticamente
cualquier evento dañoso puede tener, por lo menos, alguna de sus causas en algún
incumplimiento en materia de higiene y seguridad.

Veamos los distintos temas planteados por el art. 5º (LRT) y su estrecha relación
con la problemática planteada.

a. Infracción a las normas de higiene y seguridad: el enunciado del art. 5º (LRT) es


muy amplio, cuando impone sanciones al empleador si por efecto de
incumplimientos de la normativa de higiene y seguridad se produce el evento
dañoso. La LRT debió haber sido más precisa, como por ejemplo, cuando el suceso
se derive de una causa esencial constituida por el incumplimiento de las normas
preventivas, cabe una sanción al empleador. Estadísticamente se sabe que los
eventos dañosos tienen un contenido particularmente causal vinculado con las
normas de higiene y seguridad, las que son, en general, versátiles, sujetas a muy
variadas interpretaciones, y por extensión, cabría la posibilidad de que comprendan
todos los hechos posibles.

En otros términos, tal como está redactado, cualquier evento dañoso será pasible
de las sanciones fijadas en el art. 5º (LRT).

b. Multa por incumplimiento: la multa tendrá un valor variable conforme al grado de


responsabilidad, la reincidencia en eventos análogos, la gravedad del
incumplimiento, etcétera.

El monto tiene un tope máximo por evento de $ 30.000, suma que no sólo es
importante por sí sola, sino que lo es más, si se tiene en cuenta que puede aplicarse
a cada evento dañoso que registre la empresa. El importe de lo que
la LRT denomina recargo, será depositado a la orden del Fondo de Garantía
(art. 33, LRT) que es el que tiene a su cargo cubrir las prestaciones de las empresas
autoaseguradas que caen en estado de insuficiencia patrimonial.

c. Sumario y determinación a cargo de la SRT: si bien las ART tienen atribuciones


tanto en materia de fiscalización como en materia de denuncia, no son ellas las que
pueden sumariar y aplicar las sanciones. En efecto, será la SRT la encargada de

140
recibir las denuncias, realizar la investigación y evaluación del caso, y aplicar las
sanciones.

5. El deber de afiliación del empleador

El sistema establecido por la LRT no admite fuga de empleador ni de sujeto alguno


que tenga bajo su control y dependencia personas físicas que prestan servicios. Es
lógico que así sea para que el sistema sea eficaz.

El empleador tiene dos opciones, que no están en rigor libradas a su arbitrio. Una
es de la autoasegurarse, para lo cual estará sometido a una serie de reglas muy
estrictas, que de poder cumplirlas no tendrá obligación de afiliarse a una ART.

Todo aquel que no pueda en definitiva alcanzar las reglas del autoseguro, o
reuniéndolas, no procure autoasegurarse, deberá afiliarse a una ART.

El principio general está contenido en el art. 27 (LRT) que dispone:

Art. 27.— Afiliación


1) Los empleadores no incluidos en el régimen de
autoseguro deberán afiliarse obligatoriamente a la
ART que libremente elijan, y declarar las altas y
bajas que se produzcan en su plantel de
trabajadores.
2) La ART no podrá rechazar la afiliación de ningún
empleador incluido en su ámbito de actuación.
3) La afiliación se celebrará en un contrato cuya forma,
contenido, y plazo de vigencia determinará la SRT.
4) La renovación del contrato será automática,
aplicándose el Régimen de Alícuotas vigente a la
fecha de la renovación.
5) La rescisión del contrato de afiliación estará
supeditada a la firma de un nuevo contrato por parte
del empleador con otra ART o a su incorporación en
el régimen de autoseguro.

a. Los no autoasegurados son afiliados obligatorios: las empresas que no se puedan


autoasegurar o que no deseen hacerlo, están obligados a afiliarse a una ART a su
elección. En la elección de la ART no participan los trabajadores ni las entidades
gremiales.

Sin embargo, existe la posibilidad de que por convenio colectivo se cree una ART y
que las empresas vinculadas al sector le den alguna prioridad. En cualquier caso, ni

141
por vía reglamentaria ni por convenio colectivo se puede generar una ART que
pueda mantener cautivos a los empleadores.

Justamente, la movilidad del sistema depende de la libertad que tenga cada


empleador de poder elegir o de poder cambiar la ART que le brinde los servicios y
prestaciones a los dependientes damnificados que él pretende.

El empleador tiene una obligación fundamental con las altas y bajas del personal
sobre las que deberá informar de modo inmediato, cuando se produzcan. La
reglamentación establecerá seguramente los mecanismos para ello.

b. Las ART y la obligación de afiliar: las ART no pueden rechazar a ninguna empresa
que desee afiliarse, con lo cual estarán obligadas a aceptar a cualquier empleador,
sea cual sea la actividad de que se ocupe.

Con ello se procura preservar la total libertad dentro del sistema, no sólo en cuanto
a la movilidad como en cuanto a la libre elección para afiliarse como para cambiar
de ART.

En cualquier caso, habrá algún incentivo en el cálculo de las contribuciones para


aquel empleador que permanezca en una misma ART.

c. Contrato entre la ART y cada afiliado: la ART deberá firmar un contrato de


afiliación con cada empresa, en los términos y condiciones que fijará la SRT. A tal
fin se dictó la resolución 39, SRT que aprobó el "contrato tipo de afiliación". Con ello,
nos volvemos a enfrentar con una suerte de delegación reglamentaria en favor de
la SRT ya que en los hechos tendrá numerosas facultades que suplan la del
legislador.

Habrá que buscar algún mecanismo para que la SRT no se exceda en sus
atribuciones, y sólo legisle en el marco y límites establecidos por la LRT.

Es posible, que además del contrato de afiliación, la ART suscriba adendas u otros
contratos con las empresas afiliadas, sobre todo con lo relativo al Plan de
Mejoramiento, que tiene importancia capital en la tarea preventiva que se ha
propuesto el legislador.

d. Renovación automática del contrato: los contratos firmados con las ART son de
renovación automática. Sólo pueden interrumpirse por el cambio de ART que haya
resuelto una empresa afiliada, o por el pase de afiliado a la condición de
autoasegurado que haya logrado o resuelto un empleador.

e. Las alícuotas variables:las alícuotas son variables en función de la modificación


de las pautas o de los parámetros que contienen. Los cambios pueden diferir de los
tiempos en los cuales se firman los contratos entre las ART y las empresas afiliadas.
Es por ello, que se determinarán las mismas a la firma de cada contrato, y se
modificarán o adecuarán a la fecha de cada renovación.

Frente a posibles variaciones de la alícuota, en el curso de la relación con una ART,


el empleador afiliado podrá optar entre la consignada en el contrato o la nueva,
según cual fuere la más favorable. Las variaciones se pueden dar por haber
cambiado la ART el régimen de alícuotas, con la correspondiente aprobación de

142
parte de la SRT, o por operarse una modificación sustancial del empleador en lo que
hace a la calificación de los niveles de riesgo.

En cualquier caso, el empleador tendrá un año, contado desde la afiliación o desde


la fecha de incorporación de la alícuota para mantener la alícuota anterior más
favorable (ver art. 15, dec. 170/1996).

f. Rescisión del contrato con una ART: es posible la rescisión de un contrato con una
ART, a condición de que se contrate con otra. El legislador previó además que se
rescinda un contrato para que el empleador pase de su condición de afiliado a la de
autoasegurado, sin relación alguna con una ART.

g. Derecho del empleador a desafiliarse sin invocar causa de una ART: tal como lo
establece el art. 27, inc. 5º (LRT) el empleador puede desafiliarse voluntariamente y
sin expresar causa, bajo condición de contar con otro contrato de afiliación.

Para ello, es necesario haber ingresado como mínimo seis contribuciones a la


misma ART, y si se intentara hacer un nuevo cambio, el mismo se podrá formalizar
después de un año de transcurrido el pase anterior (art. 15, dec. 334/1996). La
rescisión del contrato en las condiciones precitadas no generará derecho alguno en
favor de las ART para reclamar reparaciones o indemnización de ninguna
naturaleza.

h. Derecho a desafiliarse con causa de una ART: es obvio que el empleador tiene
derecho a la desafiliación con causa, y para ello no operan los plazos precitados en
el apartado anterior. Por lo pronto, la desafiliación se opera casi automáticamente si
es que la ART es suspendida o se le cancela la autorización para funcionar, o si la
misma ha ingresado al proceso de liquidación. En cualquier caso, parece ilógico que
una empresa que advierta incumplimientos graves de la ART en lo que hace a sus
obligaciones principales, se vea obligado a esperar la intervención de la SRT a fin
de suspender, retirar la autorización o liquidar la aseguradora .

Además de estas circunstancias, la reglamentación enuncia otras alternativas de


rescisión con causa, a saber:
¿ el cese de la actividad del establecimiento o explotación del
empleador afiliado;
¿ la inexistencia de trabajadores en relación de dependencia a cargo
del empleador.

Entendemos que también corresponde extinguir el vínculo si la ART no cumple con


las prestaciones a su cargo, a cuyos fines será menester previamente hacer la
denuncia ante la SRT a fin de que proceda a realizar los controles pertinentes.

6. La responsabilidad del empleador por omitir la afiliación

143
La omisión por parte del empleador de su deber de afiliación tiene distintos matices,
y a la vez, puede dar lugar a distintos tipos de incumplimientos.

La LRT, en su art. 28 hace el enunciado, a saber:

Art. 28.— Responsabilidad por omisiones


1) Si el empleador no incluido en el régimen de
autoseguro omitiera afiliarse a una ART,
responderá directamente ante los beneficiarios por
las prestaciones previstas en esta ley.
2) Si el empleador omitiera declarar su obligación de
pago o la contratación de un trabajador, la ART
otorgará las prestaciones, y podrá repetir del
empleador el costo de éstas.
3) En el caso de los apartados anteriores el empleador
deberá depositar las cuotas omitidas en la cuenta
del Fondo de Garantía de la LRT.
4) Si el empleador omitiera —total o parcialmente— el
pago de las cuotas a su cargo, la ART otorgará las
prestaciones, y podrá ejecutar contra el empleador
las cotizaciones adeudadas.

Las omisiones pueden estar vinculadas con el deber de afiliarse, de modo de que
no opera dentro del sistema ni como autoasegurado ni como vinculado a una ART.
Las consecuencias en tal caso son dos: en primer lugar el beneficiario que sufra
algún evento dañoso deberá reclamar directamente del empleador el cumplimiento
de las prestaciones dinerarias y en especie. Esta solución no parece ser muy
equitativa, ni tiene como objeto principal al damnificado que quedará librado a su
suerte si el empleador es un irresponsable, o si es insolvente. Es posible inclusive,
que estas situaciones se den más en empresas pequeñas de escaso respaldo que
en compañías bien constituidas. Debió pensarse una solución más adecuada para
cumplir con el objeto social y asistencial del sistema. En todo caso, el legislador
debe tener presente que el sujeto-objeto esencial del régimen es el ser humano
afectado por una patología derivada de enfermedades y accidentes laborales.

La segunda consecuencia es que se lo deberá intimar a afiliarse a una ART, y se le


aplicarán las sanciones económicas y en todo caso penales que correspondan a la
omisión.

Mucho menos grave es la omisión de parte del empleador de uno o más trabajadores
con el fin de reducir la contribución a su cargo. En esta hipótesis, y sin perjuicio de
las multas respectivas, la ART prestará los servicios al trabajador sin perjuicio de
demandar el pago de las contribuciones no ingresadas, y de repetir el costo de los
servicios y prestaciones brindadas por falta de cobertura.

La omisión del pago parcial o total de las contribuciones dará lugar al reclamo por la
vía judicial de la deuda, con más sus recargos intereses y multas, sin perjuicio de la
responsabilidad penal que cabe a la omisión.

144
Con el sistema de Clave de Alta Temprana (CAT) por medio de la cual no sólo se
inscribe al trabajador, adquiriendo el status de registrado, sino que —en forma
automática— se lo tiene por incorporado a la ART que contrató la empresa. No se
requiere más la denuncia, por parte de la empresa, ante la ART para dar de alta al
trabajador.

7. La insuficiencia patrimonial del empleador

A menudo se ha planteado la problemática de la insolvencia del empleador frente a


la cobertura de accidentes y enfermedades profesionales. La realidad de las normas
que precedieron a la LRT era que los procedimientos eran lentos, burocráticos y
hasta intrincados, antes de que el damnificado pudiera acceder al Fondo de Garantía
que cubría las falencias del empleador.

La nueva LRT parece haber tenido en cuenta los antecedentes negativos, y por ello
creó un procedimiento que es posible que mejore la situación planteada.

El art. 29 (LRT) plantea el tema así:

Art. 29.— Insuficiencia patrimonial


Declarada judicialmente la insuficiencia patrimonial
del empleador no asegurado, o en su caso
autoasegurado, para asumir las obligaciones a su
cargo, las prestaciones serán financiadas por la SRT
con cargo al Fondo de Garantía de la LRT.
La insuficiencia patrimonial del empleador será
probada a través del procedimiento sumarísimo
previsto para las acciones meramente declarativas
conforme se encuentre regulado en las distintas
jurisdicciones donde la misma deba acreditarse.

Para poder acceder a los beneficios del Fondo de Garantía es menester que el
empleador en estado de insolvencia patrimonial sea así declarado judicialmente. Sin
embargo, se introduce la novedad de que por vía sumarísima (previsto en cada
jurisdicción para las acciones simplemente declarativas) se puede acreditar tal
insuficiencia, y con ello habilitar en menor tiempo que en el pasado, los beneficios
del Fondo.

Debemos destacar que esta norma se complementa con lo dispuesto en el art. 33


(LRT) que aclara que el damnificado o la ART debe procurar el agotamiento de los
procedimientos que persigan el cobro, y frente al fracaso de los mismos se
afrontarían las prestaciones.

145
Seguimos pensando que estos mecanismos son impropios si se piensa en las
necesidades económicas y prestacionales de quien sufre lesiones o una patología y
requiere asistencia.

La reglamentación fijó una serie de pautas, que a la postre no sabemos si han


agilizado o han tornado más burocrático el acceso del damnificado al Fondo de
Garantía. Veamos:
¿ se le otorga a los damnificados (trabajador o derechohabientes) un
plazo de noventa días para gestionar ante la autoridad judicial
competente, una declaración de insuficiencia patrimonial, a cuyos
fines se debió contar con la decisión firme de las Comisiones
Médicas;
¿ otros treinta días se confieren a fin de que se obtenga la declaración
de insuficiencia patrimonial, en un texto en el que no es claro si
enfrenta a los damnificados con un plazo de caducidad, o si en un
procedimiento no aclarado, le está imponiendo al juez una resolución
inmediata;
¿ los trabajadores dependientes de un empleador no asegurado y no
registrados conforme a la Ley de Empleo (ley 24.013) y que hayan
denunciado la no afiliación del empleador, también podrán acceder
al Fondo de Garantía, previo cumplimiento de los extremos
precitados;
¿ las ART pueden obtener del Fondo de Garantía la repetición de lo
gastado, sólo en el extremo previsto en el art. 47 de la LRT; que prevé
los casos de concurrencia, y siempre que haya concurrido un
empleador conforme al art. 29 (LRT), es decir con insuficiencia
patrimonial declarada;
¿ el pedido de declaración de insuficiencia patrimonial debe ser
debidamente fundado, y de las actuaciones se dará traslado a la
SRT, la que podrá pedir nuevos elementos de prueba a los fines
solicitados en la acción (que tramitará con los procedimientos de las
acciones meramente declarativas, en todo caso por vía sumarísima);
¿ si el empleador o su patrimonio están sometidos a proceso universal,
la ART, o en su caso los damnificados podrán reclamar el pago, y
ante su imposibilidad, la declaración de insuficiencia patrimonial, a fin
de que queden habilitados para cobrar del Fondo de Garantía;
¿ obtenida la declaración de insuficiencia patrimonial, los damnificados
pueden cobrar del Fondo de Garantía únicamente las prestaciones
de la LRT, excluyéndose los intereses, las costas y los gastos
causídicos;
¿ por último, los pagos efectuados por el Fondo de Garantía serán
considerados como pagos efectuados por un tercero, que se subroga
en los derechos del acreedor, y con ello queda automáticamente
habilitado para repetir de quien resulte económica o
patrimonialmente responsable de los fondos abonados, con más sus
intereses y costas. Los intereses serán computables desde que cada
suma fue abonada.

146
V. LA SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO

1. Fundamentos de la existencia de la SRT

Es evidente que los entes aseguradores que administrarán gran parte del sistema
deben contar con eficaces sistemas de control. Es más, la alta especialización que
este tipo de regímenes impone no puede relegar los controles a las oficinas
burocráticas de los ministerios, sin crear un organismo especial con importantes
atribuciones.

Tal vez lo más importante sea que la SRT no pierda de vista nunca que el sistema
está al servicio de la prevención de riesgos o de la protección del trabajador
damnificado. Con ello, el centro de atención no es solamente el funcionamiento
transparente y eficaz de las ART o la cobertura de control sobre las empresas
autoaseguradas. El centro de atención es el beneficiario, tanto en la prevención
como en la asistencia.

2. La creación de la SRT

La LRT dispone la creación de la SRT en el art. 35 que dice:


Art. 35.— Creación
Créase la Superintendencia de Riesgos del Trabajo
(SRT), como entidad autárquica en jurisdicción del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación.
La SRT absorberá las funciones y atribuciones que
actualmente desempeña la Dirección Nacional de
Salud y Seguridad en el Trabajo.

La absorción de la dirección de salud y seguridad ha sido y es muy criticada, al igual


que las funciones y deberes atribuidos a las ART en materia de higiene y seguridad
en el trabajo, (art. 31, apart. 1º, inc. c, LRT). Es en rigor necesario, que los controles
en materia preventiva, como son los de higiene, seguridad y medicina laborales, los
determine y los verifique un tercero, y no quién puede tener un interés que
desequilibre el balance que debe haber entre obligados primarios o sea los
empleadores, obligados subjetivos o sea los trabajadores, obligados secundarios
como las ART y obligados institucionales como la SRT. Si el empleador puede elegir
ART, rescindir el contrato de adhesión celebrado con o sin causa, es lógico suponer
que el poder arbitral se puede inclinar por quién menos le cobra y quién menos le
exige. Ambos extremos deben considerarse especulaciones distorsivas, ya que al
empleador se le debe cobrar lo que resulte pertinente, y las exigencias en materia

147
de prevención deben ser para todos por igual, y tendientes a la excelencia, sea cual
fuere el tamaño de la empresa, su importancia, la marca o el prestigio de contar con
ella como asegurada. Las alícuotas serán como lo determinan las fórmulas para
evaluar riesgos, frecuencia, intensidad y persistencia. Las normas de higiene y
seguridad son para evitar los eventos dañosos, aislando, minimizando o
neutralizarlo.

3. La integración de la SRT

La SRT estará presidida por un superintendente, que será la máxima autoridad y


que tendrá el auxilio de expertos, especialistas y empleados administrativos para
cumplir con su cometido.

En base a facultades acordadas por la LRT, la SRT, dictó sus propias normas para
aprobar su estructura organizativa, mediante la resolución 180/96 SRT que la propia
norma exhibe en el organigrama de la página precedente.

El esquema es más o menos moderno, y responde a una conducción distribuida


entre dos gerencias, con seis subgerencias y cinco departamentos. Si el
organigrama se refleja luego, en la estructura administrativa, podemos estar en
presencia de un órgano eficaz y que apuntará a la funcionalidad racional. Tratándose
de organismos técnicos que conducen políticas, es posible que resulten proclives a
la superestructura. En cualquier caso, habrá limitaciones presupuestarias, ya que el
Tesoro del Estado nacional no podrá incluir partida alguna con destino al sistema,
que se autofinanciará con un aporte especial de los afiliados.

4. El financiamiento y presupuesto de la SRT

La SRT se financiará con una tasa especial que se impondrá sobre las
contribuciones patronales a cargo de las empresas aseguradas, que será semejante
a la prevista en el régimen de seguros de la ley 20.091.

148
5. Las funciones de la SRT

Como todo organismo tiene funciones esenciales expresas y funciones tácitas que,
en orden a sus objetivos y finalidad, deben cumplimentar para fiscalizar, prevenir, y
custodiar la buena salud del sistema.

Es posible que la reglamentación sea más específica que la LRT, y en su caso, que
establezca tareas o funciones compatibles con los objetivos, y con las asignaciones
ya realizadas. Debe tenerse presente que la SRT, al igual que la Superintendencia
de Seguros de la Nación y que la Superintendencia de Administradoras de Fondos
de Jubilaciones y Pensiones (SAFJP) tienen aptitudes legislativas en las que
generalmente se autogeneran facultades o funciones en orden a facultades
preexistentes (res. 180/96, SRT).

a. Autorizar el funcionamiento de las ART. Controlar el sistema: la SRT en forma


conjunta con la Superintendencia de Seguros de la Nación autoriza el
funcionamiento y verifica el cumplimiento de los requisitos de las ART (art. 26, LRT).

Son también autoridad de aplicación a fin de revocar el funcionamiento de las ART


cuando exista alguna de las hipótesis previstas en la Ley de Aseguradores y su
Control (ley 20.091), o por las razones específicas establecidas al efecto, como es
la omisión en el otorgamiento de las prestaciones, cuando se verifiquen deficiencias
graves en el cumplimiento de su objeto, y en su caso, que no sean subsanadas en
el tiempo que la reglamentación determine.

b. Administrar el Fondo de Garantía:la SRT tiene funciones administrativo-


financieras ya que está a cargo del Fondo de Garantía, creado con el fin de atender
las prestaciones dinerarias y en especie de las empresas que han caído en
insuficiencia patrimonial (art. 33, LRT) bajo un procedimiento especial que procura
celeridad y eficacia en la atención del damnificado desprotegido (art. 29,LRT).

c. Verificar infracciones y aplicar sanciones: las funciones de control, fiscalización y


verificación importan la actuación de la SRT en materia de sumarios y sanciones,
que en general están constituidas por multas, como verbigracia la establecida en el
art. 5º (LRT) donde se pueden imponer al empleador recargos de hasta $ 30.000
cuando el evento dañoso se produjese por incumplimiento de las normas de higiene
y seguridad. Dichos recargos serán depositados en el Fondo de Garantía.

d. Fiscalizar las comisiones médicas: la Comisión Médica Central, integrada por


cinco médicos, y las comisiones médicas que estarán subordinadas a la primera,
tienen a su cargo la difícil tarea de controlar las incapacidades detectadas en los
damnificados, atender las apelaciones o reclamos, y en su caso, dictaminar sobre
las patologías y sus consecuencias en el sujeto. La SRT tendrá funciones de
supervisión, además, controlará su funcionamiento.

149
Es posible inclusive que la SRT tenga alguna función de contralor, y pueda investigar
irregularidades, requerir informes, y sobre todo, remover a los médicos cuando
existan claras omisiones o incumplimientos de los deberes impuestos (arts. 21 y 50,
LRT y art. 51 de la ley 24.241 del Nuevo Régimen Previsional). Sobre el
funcionamiento de las Comisiones Médicas se dictó el laudo 405/1996 en donde se
ratifican las funciones y se establece un "manual básico" orientador de los
procedimientos.

e. Dictar normas interpretativas: no existen dudas sobre la necesidad y conveniencia


de que la SRT dicte normas interpretativas vinculadas con el funcionamiento de las
áreas a su cargo, o con los controles, fiscalización y seguimiento de los temas
ligados a la higiene y seguridad en el trabajo, y sobre todo, las evaluaciones de las
incapacidades a cargo de las comisiones médicas.

Al respecto, conviene recordar también que la SRT absorbe las funciones de la


Dirección Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo dependiente del Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social de la Nación. Con ello, también se heredan funciones
reglamentarias, no sólo interpretativas, sino vinculadas con la prevención, la
utilización y manipuleo de sustancias tóxicas y de residuos peligrosos, la
problemática de la in salubridad, etcétera.

f. Adoptar medidas de prevención administrativa en las ART: los controles de la SRT


se realizarán sobre los empleadores autoasegurados, sobre las ART, y sobre los
damnificados, de modo de asegurar el cumplimiento de los objetivos y de las
prestaciones de la LRT.

A los fines administrativos se aplica la Ley de los Aseguradores y su Control (ley


20.091) y sus normas reglamentarias con respecto al funcionamiento de las ART y
el cumplimiento de los extremos administrativos, financieros y reglamentarios de su
gestión.

g. Coordinar funciones con la SAFJP y la SSN: la SRT tiene funciones combinadas


con la AnSeS (antes con la Superintendencia de Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones SAFJP hasta su supresión) y con la Superintendencia de
Seguros de la Nación (SSN).

Por ende, y en lo que hace al cumplimiento de los fines y objetivos de la LRT, deberá
por ejemplo, coordinar la actividad de la Comisión Médica Central y de las
comisiones médicas con la SAFJP, ya sea al momento de la designación de las
autoridades, ya sea para la coordinación y distribución de los aranceles por su
intervención.

Con respecto a la administración, contralor del cumplimiento de los extremos legales


en la constitución y funcionamiento de la ART, y con respecto a su fiscalización, la
SRT deberá combinar funciones y atribuciones con la SSN.

h. Declarar la insalubridad de los lugares de trabajo: la resolución MTySS 695/1999


amplió en su momento las facultades y atribuciones de la SRT concediéndole el
poder de declarar la insalubridad de los lugares y ambientes de trabajo, conforme lo
puntualizado por el art. 200 de la LCT, en función de inspecciones y dictámenes
basados en estudios médicos de rigor científico. Por medio de la resolución
434/2002 del Ministerio de Trabajo se derogó la norma precedente, y se reenvió la

150
atribución de declarar la insalubridad a las administraciones provinciales y a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en una suerte de combinación entre dichas
autoridades de aplicación, el requerimiento de apoyo a la SRT y la Administración
Nacional de la Seguridad Social. Si hay recursos que objeten la medida adoptada,
la vía administrativa se agota en el Consejo Federal del Trabajo donde, como se
recordará, están representadas todas las carteras laborales de las provincias, de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Nación. La resolución del MT 212/2003
reglamentó el procedimiento para calificar los lugares de trabajo como normales o
insalubres. Agotada la vía administrativa quedará expedita la apelación en Sede
Judicial ante la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo (art. 4º resolución MT
434/2002 y resolución MT 860/2002).

VI. LAS ART

Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) son los entes que administrarán
las prestaciones dinerarias y en especie del sistema en base al financiamiento que
proveerán a través de contribuciones las empresas afiliadas al sistema.

El decreto 1720/2012 (B.O. 20/09/2012) habilita la creación de las "ART-MUTUAL",


equivalentes a las "Mutuas" del derecho español. Los socios de estas ART -mutual
sin fines de lucro serán las entidades profesionales de empleadores o grupos de
empleadores con asociaciones profesionales de trabajadores con personería
gremial. La creación de la ART -mutual se celebrará dentro del convenio colectivo
bajo las reglas de la ley 14.250 (t.o. 2004) complementada por las leyes 23.929 y
24.185.

Estas ART sin fines de lucro deberán cumplir con los requisitos y condiciones del art.
2º de la ley 20.091, con las modificaciones de la ley 20.321, y el art. 42, inc. a) de la
LRT (ley 24.557) y sus modificaciones.

LasART-mutuales operarán como entidades asociativas de seguros mutuos, para


cumplir con todas las prestaciones en servicios, beneficios, en especie o en dinero,
que impone la LRT 24.557 sin ninguna restricción.

En oportunidad de pactar entre las partes signatarias del CCT, cada una de ellas
deberá acompañar la decisión o aprobación de los órganos directivos que autoricen
a los firmantes a introducir en el convenio la creación de la entidad, por un plazo no
menor a diez (10) años, y la libertad de afiliación por parte de las empresas
comprendidas en el ámbito personal del CCT. La homologación del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social habilitará a las partes para realizar la
constitución formal de la ART -mutual (arts. 4º y 5º, decreto 1720/2012, B.O.
20/09/2012).

Las pautas básicas para su constitución están contenidas en el art. 26 (LRT) que
dispone:

151
Art. 26.— Aseguradoras de Riesgo del Trabajo
1) Con la salvedad de los supuestos del régimen del
autoseguro, la gestión de las prestaciones y demás
acciones previstas en la LRT estarán a cargo de
entidades de derecho privado, previamente
autorizadas por la SRT, y por la Superintendencia
de Seguros de la Nación, denominadas
"Aseguradoras de Riesgo del Trabajo" (ART), que
reúnan los requisitos de solvencia financiera,
capacidad de gestión, y demás recaudos previstos
en esta ley, en la ley 20.091 y en sus reglamentos.
2) La autorización conferida a una ART será revocada:
a) Por las causas y procedimientos previstos en
esta ley, en la ley 20.091, y en sus respectivos
reglamentos;
b) Por omisión de otorgamiento íntegro y oportuno
de las prestaciones de esta LRT;
c) Cuando se verifiquen deficiencias graves en el
cumplimiento de su objeto, que no sean
subsanadas en los plazos que establezca la
reglamentación.
3) Las ART tendrán como único objeto el otorgamiento
de las prestaciones que establece esta ley, en el
ámbito que —de conformidad con la
reglamentación— ellas mismas determinen.
4) Las ART podrán, además, contratar con sus
afiliados:
a) El otorgamiento de las prestaciones dinerarias
previstas en la legislación laboral para los casos
de accidentes y enfermedades inculpables; y,
b) La cobertura de las exigencias financieras
derivadas de los juicios por accidentes y
enfermedades de trabajo con fundamento en
leyes anteriores.
Para estas dos operatorias la ART fijará libremente la
prima, y llevará una gestión económica y financiera
separada de la que corresponda al funcionamiento
de la LRT.
Ambas operatorias estarán sometidas a la normativa
general en materia de seguros.
5) El capital mínimo necesario para la constitución de
una ART será de tres millones de pesos ($
3.000.000) que deberá integrarse al momento de la
constitución. El Poder Ejecutivo nacional podrá
modificar el capital mínimo exigido, y establecer un
mecanismo de movilidad del capital en función de
los riesgos asumidos.

152
6) Los bienes destinados a respaldar las reservas de
la ART no podrán ser afectados a obligaciones
distintas a las derivadas de esta ley, ni aun en caso
de liquidación de la entidad.
En este último caso, los bienes serán transferidos al
Fondo de Reserva de la LRT.
7) Las ART deberán disponer, con carácter de servicio
propio o contratado, de la infraestructura necesaria
para proveer adecuadamente las prestaciones en
especie previstas en esta ley. La contratación de
estas prestaciones podrá realizarse con las obras
sociales.

Sin perjuicio de lo que desarrollaremos en particular en el apart. VIII, cabe


puntualizar que las ART son entidades de derecho privado que se regirán por lo que
dispongan al efecto la LRT y la ley 20.091 de Empresas Aseguradoras y su Control.

Sus funciones fundamentales son recaudar los fondos provenientes de las


empresas afiliadas en base al sistema de la libre elección, y a la vez brindar a los
damnificados las prestaciones dinerarias y en especie establecidas por la LRT.

Pueden también, en forma optativa establecer la cobertura financiera de accidentes


y enfermedades profesionales originados en leyes anteriores , con lo cual se podría
cubrir una de las mayores preocupaciones empresarias, como son los reclamos de
normas anteriores (ley 9688 y reformas, y ley 24.028).

No se descarta inclusive, que ya sea por vía de mecanismos voluntarios o por medio
de alguna extensión reglamentaria, las ART puedan ofrecer una cobertura adicional,
con costo aparte, para cubrir a las empresas de los riesgos originados en reclamos
por la vía del derecho común.

También está prevista la cobertura adicional para las prestaciones dinerarias en


materia de enfermedades y accidentes inculpables. Obviamente, no podrían prestar
servicios médicos, que son materia exclusiva de las obras sociales.

Ambas coberturas, la de reclamos por otras leyes y la de enfermedades y accidentes


inculpables, se regirán por las normas en materia de seguros pertinentes.

Se exige además como capital mínimo la suma de $ 3.000.000 que deberá


suscribirse e integrarse al momento de la constitución.

Para poder funcionar, las ART deberán acreditar la viabilidad de la atención masiva
de la salud en las contingencias previstas por la LRT, ya sea con recursos e
infraestructura propios, como por medio de servicios contratados.

Por último debemos destacar que las ART pueden nacer de un acto expreso e
independiente, o de una disposición en materia de convenios colectivos (art. 42, LRT
), o a partir de la rama habilitada de accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales de una entidad aseguradora.

153
La LRT complementa los elementos básicos de la ART con un enunciado de
deberes, derechos y prohibiciones de la ART con la SRT, con los empleadores, y
con los trabajadores, en el art. 31 que dispone:

Art. 31.— Derechos, deberes y prohibiciones


1) Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo:
a) Denunciarán ante la SRT los incumplimientos de
sus afiliados de las normas de higiene y
seguridad en el trabajo, incluido el Plan de
Mejoramiento;
b) Tendrán acceso a la información necesaria para
cumplir con las prestaciones de la LRT;
c) Promoverán la prevención, informando a la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo acerca
de los planes y programas exigidos a las
empresas;
d) Mantendrán un registro de siniestralidad por
establecimiento;
e) Informarán a los interesados acerca de la
composición de la entidad, de sus balances, de
su régimen de alícuotas, y demás elementos que
determine la reglamentación;
f) No podrán fijar cuotas en violación a las normas
de la LRT, ni destinar recursos a objetos distintos
de los previstos por esta ley;
g) No podrán realizar exámenes psicofísicos a los
trabajadores, con carácter previo a la celebración
de un contrato de afiliación.
2) Los empleadores:
a) Recibirán información de la ART respecto del
régimen de alícuotas y de las prestaciones, así
como asesoramiento en materia de prevención
de riesgos;
b) Notificarán a los trabajadores acerca de la
identidad de la ART a la que se encuentran
afiliados;
c) Denunciarán a la ART y a la SRT los accidentes
y enfermedades profesionales que se produzcan
en sus establecimientos;
d) Cumplirán con las normas de higiene y
seguridad, incluido el Plan de Mejoramiento;
e) Mantendrán un registro de siniestralidad por
establecimiento.
3) Los trabajadores:
a) Recibirán de su empleador información y
capacitación en materia de prevención de

154
riesgos del trabajo, debiendo participar en las
acciones preventivas;
b) Cumplirán con las normas de higiene y
seguridad, incluido el Plan de Mejoramiento, así
como con las medidas de recalificación
profesional;
c) Informará al empleador los hechos que conozcan
relacionados con los riesgos del trabajo;
d) Se someterán los exámenes médicos y a los
tratamientos de rehabilita ción;
e) Denunciarán ante el empleador los accidentes y
enfermedades profesionales que sufran.

La norma transcripta establece el conjunto de deberes y derechos que relacionan a


la ART con la SRT, con las empresas afiliadas y con los trabajadores. Por lo pronto
deberá denunciar cualquier irregularidad ante la SRT que es la que tiene la
obligación de investigar, hacer el sumario, aplicar las sanciones y perseguir el cobro
de las multas o los recargos. La ART deberá elevar también a la SRT los planes y
programas de prevención, de higiene y seguridad, y los Planes de Acción suscriptos
por contrato con los asegurados. La ART debe acceder para ello a los elementos
informativos necesarios en las empresas, elaborar un registro de siniestralidad por
establecimiento, y exhibir la información que sea necesaria para determinar los
socios que integran el ente, los balances, y los resultados de la gestión.

Las ART, en su relación con las empresas deberán exigir información básica sobre
higiene y seguridad, y deberán suministrar los elementos suficientes para el cálculo
de las alícuotas, dando apoyo simultáneo en materia de riesgo. Recibirán las
denuncias de los siniestros, y brindarán los servicios que se les requiera en cada
caso.

En su relación con los trabajadores, las ART recibirán de ellos las denuncias de
eventos dañosos y en su caso, de riesgos potenciales. La ART, en el último caso
informará a la SRT. A su vez, como sujetos obligados al cumplimiento de las normas
y planes en materia de higiene y seguridad, formarán parte del Plan de Acción, y la
ART controlará su ejecución y participación.

Las ART pueden disponer la realización de estudios médicos a los trabajadores, con
excepción de aquellos estudios que sean previos a la afiliación de una empresa, y
podrán disponer de los tratamientos de rehabilitación. El trabajador estará obligado
a someterse tanto a los estudios rutinarios o periódicos como a los estudios
especiales y a los tratamientos de rehabilitación. La ART puede inclusive suspender
las prestaciones dinerarias a aquel trabajador damnificado que se niegue a recibir
las prestaciones en especie de asistencia médica y farmacéutica, rehabilitación, y
de recalificación profesional, dado que las mismas generan un perjuicio para el
propio damnificado y pueden provocar daños mayores en su salud o en su futuro
profesional (ver art. 20, apart. 2º, LRT).

155
VII. LAS COMISIONES MÉDICAS Y LA COMISIÓN MÉDICA CENTRAL

La Comisión Médica Central y las comisiones médicas fueron creadas a propósito


de la nueva Ley Previsional (ley 24.241) a los fines de la evaluación de los casos de
retiro por invalidez, sin perjuicio de alguna otra función periférica en materia de salud
de los afiliados al sistema. La desaparición del sistema previsional de capitalización
a través de las AFJP, y la liquidación de la SAFJP nos obliga a remitir al AnSeS. En
efecto, la ley 26.425 (B.O. 9/12/2008) derogó el régimen mixto, y centralizó todo el
sistema en un régimen íntegramente de reparto a través del Sistema Integrado
Previsional Argentino (SIPA), que opera bajo la órbita del AnSeS, y que tendrá a su
cargo la designación de las Comisiones Médicas.

Cuando nace la LRT se partió de la premisa de que no se podía volver a incurrir en


situaciones conflictivas originadas en decisiones contradictorias entre distintos
institutos de la seguridad social. En el pasado ocurrió esto cuando se tenían
conceptos distintos de incapacidad total o incapacidad absoluta dentro de
la LCT (art. 212) o en el ámbito previsional (con la ley 18.037). Afortunadamente, las
reformas integrales que se desarrollaron en materia previsional y ahora en los
riesgos del trabajo, han uniformado criterios .

Otro tanto podría ocurrir, si el sistema previsional contara con un órgano de


evaluación de las incapacidades distinto del que tenga la misma función para la LRT.
Es por ello que parece correcto que se haya recurrido a un mismo órgano de
evaluación de las incapacidades, a través de la Comisión Médica Central y las
comisiones médicas que operarán en las provincias y en la ciudad de Buenos Aires.

Por otra parte, habría que destacar que las comisiones médicas son órganos
independientes de las ART, y por ende, deberán actuar desinteresadamente y con
ecuanimidad en sus dictámenes, contando como único fundamento el criterio
médico, dentro de los términos y con los alcances previstos en la LRT.

El art. 21 (LRT) establece las pautas fundamentales en materia de funciones y


atribuciones, sin perjuicio de otros preceptos dispersos que existen en la norma.
Dicho artículo dispone:
Art. 21.— Comisiones médicas
1) Las comisiones médicas y la Comisión Médica
Central creadas por la ley 24.241 (art. 51), serán
las encargadas de determinar:
a) La naturaleza laboral del accidente o profesional
de la enfermedad;
b) El carácter y grado de la incapacidad;
c) El contenido y alcances de las prestaciones en
especie.
2) Estas comisiones podrán, asimismo, revisar el tipo,
carácter y grado de la incapacidad, y —en las
materias de su competencia— resolver cualquier
discrepancia que pudiera surgir entre la ART y el
damnificado o sus derechohabientes.

156
3) La reglamentación establecerá los procedimientos
a observar por y ante las comisiones médicas, así
como el régimen arancelario de las mismas.
4) En todos los casos el procedimiento será gratuito
para el damnificado, incluyendo traslados y
estudios complementarios.
5) En lo que respecta específicamente a la
determinación de la naturaleza laboral del
accidente prevista en el inc. a) del apart. 1º de este
artículo y siempre que al iniciarse el trámite
quedare planteada la divergencia sobre dicho
aspecto, la Comisión actuante, garantizando el
debido proceso, deberá requerir, conforme se
establezca por vía reglamentaria, un dictamen
jurídico previo para expedirse sobre dicha cuestión.
(Texto incorporado por el dec. 1278/2000, art. 11 ).

a. Relación de causalidad y naturaleza laboral del evento: los expertos médicos no


se podrán expedir sobre la relación de causalidad del evento dañoso ya que sólo
tendrán bajo su análisis el estado de salud de la persona afectada y en ningún caso
han tenido, ni podrán tener, bajo análisis las circunstancias de hecho que originaron
la patología.

Hecha la salvedad, las comisiones médicas se podrán expedir sobre la naturaleza


laboral del accidente (prescindiendo de la causalidad) o sobre el carácter profesional
de la patología que padezca el trabajador. En cualquier caso se deberán guiar por
las tablas de enfermedades y los listados de incapacidades que se aprobarán en el
contexto de la LRT. Aprobados estos listados y los grados de incapacidad, las
comisiones médicas no se podrán apartar de ellos.

b. Carácter y grado de incapacidad: el carácter temporario o permanente de la


enfermedad o accidente, y el grado detectado en orden a las tablas que se
aprobarán en el contexto de la LRT, será función específica de las comisiones,
dentro de los límites y parámetros que les establece la misma ley y que seguramente
será completada por la reglamentación.

c. Contenido y alcances de las prestaciones en especie:una tarea compleja será la


determinación en cada caso del contenido y de los alcances de las prestaciones en
especie, que seguramente serán objeto de limitaciones a los fines presupuestarios
y de viabilidad, en orden a lo que aprueba asimismo el Comité Consultivo
Permanente.

d. Procedimiento de las comisiones médicas: los procedimientos fueron


establecidos fundamentalmente en el dec. 717/1996, sin perjuicio de las pautas que
establece la misma LRT para sus funciones y atribuciones. En dicha norma se
puntualizan además los casos en donde las comisiones médicas participan a
instancia del trabajador, cuando por ejemplo se le rechaza un siniestro, y cuáles son
sus atribuciones en estos casos. Se fijan normas de procedimiento, y los recursos
posibles, con mecanismos que son más propios de un tribunal que de expertos en

157
medicina a cargo de dictámenes sobre el estado de salud de una persona afectada
por una patología. Estas normas fueron complementadas por un Manual de
Procedimientos aprobado por una resolución conjunta de la SRT 184/1996 y de la
SAFJP 590/1996 (ahora bajo la órbita del AnSeS) vinculado con aquellos casos de
invalidez que generen beneficios comunes a ambos sistemas. El decreto 717/1996
(B.O. 12/7/1996) establece el procedimiento a través del cual deben operar las
comisiones médicas y la Comisión Médica Central.

e. Aranceles de las comisiones médicas y gratuidad para el damnificado: tanto los


montos, la forma de distribución de los gastos y aranceles y los eventuales cargos
que esto puede generar a las ART o a los asegurados que no hayan registrado al
beneficiario. A su vez, se establece con toda claridad que el damnificado no puede
sufrir el pago de ningún gasto, incluyendo aquellos que se originen en traslados y
los estudios complementarios que se puedan imponer en cada caso.

f. Dictamen jurídico previo en caso de discrepancia sobre la naturaleza de un


accidente: a fin de resolver las frecuentes discrepancias que se originan en el
rechazo de accidentes considerados ajenos al hecho o ejercicio del trabajo, se
impone la emisión de un dictamen jurídico previo que determine la naturaleza y
eventualmente la relación de causalidad, que es la q ue, en definitiva, genera los
elementos determinantes de dicha naturaleza.

VIII. EL COMITÉ CONSULTIVO PERMANENTE

No existen dudas de la vigencia de importantes conflictos sociales y laborales en


torno de las deficiencias que observaron los distintos regímenes en materia de
accidentes y enfermedades del trabajo. Es por ello, que no parece impropia la
creación del Comité Consultivo Permanente (Organo Tripartito de Participación), de
composición tripartita (Estado, sindicatos y empleadores) con funciones
reglamentarias delegadas, interpretativas en algunos casos, y de política social en
otros.

La norma central de la LRT es el art. 40 que dispone:

Art. 40.— Comité Consultivo Permanente


1) Créase el Comité Consultivo Permanente de la
LRT, integrado por cuatro representantes del
Gobierno, cuatro representantes de la CGT, cuatro
representantes de las organizaciones de
empleadores, dos de los cuales serán designados
por el sector de la pequeña y mediana empresa, y
presidido por el Ministro de Trabajo y Seguridad
Social de la Nación.

158
El Comité aprobará por consenso su reglamento
interno, y podrá proponer modificaciones a la
normativa sobre riesgos del trabajo y al régimen de
higiene y seguridad en el trabajo.
2) Este comité tendrá funciones consultivas en las
siguiente materias:
a) Reglamentación de esta ley;
b) Listado de enfermedades profesionales previo
dictamen de la Comisión Médica Central. (Texto
reformado por el dec. 1278/2000, art. 12);
c) Tablas de evaluación de incapacidad laborales;
d) Determinación del alcance de las prestaciones
en especie;
e) Acciones de prevención de los riesgos del
trabajo;
f) Indicadores determinantes de la solvencia
económica financiera de las empresas que
pretendan autoasegurarse;
g) Definición del cronograma de etapas de las
prestaciones dinerarias;
h) Determinación de las pautas y contenidos del
plan de mejoramiento.
3) En las materias indicadas, la autoridad de
aplicación deberá consultar al comité con carácter
previo a la adopción de las medidas
correspondientes.
Los dictámenes del comité en relación con los incs. b),
c), d) y f) del punto anterior, tendrán carácter
vinculante.
En caso de no alcanzar unanimidad, la materia en
consulta será sometida al arbitraje del Presidente
del Comité Consultivo Permanente de la LRT
previsto en el inc. 1º, quien laudará entre las
propuestas elevadas por los sectores
representados. En definitiva, siempre desempatará
el Ministro de Trabajo que preside el Comité
Consultivo Permanente.
El listado de enfermedades profesionales deberá
confeccionarse teniendo en cuenta la causa directa
de la enfermedad con las tareas cumplidas por el
trabajador y por las condiciones medio ambientales
de trabajo.

Existen dos aspectos contradictorios en esta norma. Por lo pronto se dice que el
Comité tiene funciones consultivas, sin embargo sus dictámenes y decisiones en
algunos temas son vinculantes. También se sostiene que las decisiones se deberán
adoptar por unanimidad (poco probable en una composición tripartita como la

159
propuesta) de modo que si no existe tal, es el Ministro de Trabajo el que debe
resolver por arbitraje el diferendo .

Veamos. Los temas enunciados en los incs. b), c), d) y f) son vinculantes, y en ellos
se trata el listado de enfermedades profesionales, las tablas de evaluación de las
incapacidades, la determinación de los alcances de las prestaciones en especie, y
los indicadores de la solvencia económico-financiera de las empresas que se
autoaseguren.

Los cuatro apartados están ligados con los rubros que constituyen el equilibrio
económico-financiero del sistema.

Existen otros temas vitales como el cronograma de las etapas de puesta en


funcionamiento del sistema, y en su caso, la determinación de las pautas y
contenidos del Plan de Acción (común y especial). El DNU 1278/2000 adicionó otra
función al Comité, al establecer que las enfermedades no listadas que sean
consideradas en el caso particular como originadas en forma directa por el ambiente
o el trabajo se incorporen al listado de patologías de la LRT con sus características,
relación de causalidad, grados y efectos.

En síntesis, el Comité Consultivo Permanente tendrá vital importancia en lo que hace


a la reglamentación de la LRT, y a lo relacionado con el futuro funcionamiento del
sistema. Es de esperarse que en él no sólo estén representados los intereses de las
ART y de los empleadores, sino fundamentalmente el de los beneficiarios. Si así no
fuera, es de esperarse que la norma no tenga operatividad.

Cabe puntualizar que si el Comité Consultivo Permanente no se expidiera en término


existe la posibilidad de que el Poder Ejecutivo lance la reglamentación provisoria, la
que luego se irá ajustando periódicamente.

El comité tiene además su Reglamento Interno que establece las condiciones en


base a las cuales opera que a la vez explica el modo pactado para resolver, y la
forma por la que se llega al laudo.

En algunos fallos se ha considerado que el art. 40 de la LRT, al generar atribuciones


como las que posee el Comité Consultivo Permanente, viola el art. 75, inc. 12 de la
Constitución Nacional, el 76, por cuanto se arroga atribuciones que son propias de
un órgano legislativo, y el 116 por estar reservado a la justicia el conocimiento de
causas que imponen su interpretación a la luz de las pretensiones de las partes en
litigio.

IX. AMBITO DE APLICACIÓN PERSONAL

Las personas comprendidas por la LRT son aquellas que prestan servicios en
relación de dependencia de las empresas privadas, cualquiera sea el tipo de
empleador, tanto sociedad regular como irregular, de empresas nacionales o

160
extranjeras, de entidades con o sin fines de lucro, de entidades personales o
sociedades de hecho, sin ninguna limitación.

También están alcanzadas las personas que conforman los agentes del sector
público, por decirlo de algún modo, los que son dependientes del Estado nacional,
provincial o municipal y del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires .

Finalmente, están también incorporados al sistema todas las personas que cumplan
con una carga pública mientras la misma se está desarrollando.

Con carácter optativo, el Poder Ejecutivo podrá incorporar al sistema los


trabajadores del servicio doméstico, los autónomos, los contratados en relaciones
no laborales y los bomberos voluntarios (ver dec. 491/1997, arts. 1º, 2º y 3º).

Las personas no comprendidas son los que no tienen trabajo o actividad vinculado
con las áreas de comprensión, los jubilados y pensionados, y los que trabajan en
forma no registrada.

X. AMBITO DE APLICACIÓN TEMPORAL

La aplicación de la ley en el tiempo tiene que ver con su puesta en vigencia, que fue
gradual después de su sanción (13/9/1995), promulgación (3/10/1995) y publicación
en el Boletín Oficial (4/10/1995). Por ejemplo, se subordinó la vigencia a que se
contara con el listado de enfermedades aprobado por el Comité Consultivo
Permanente, a cuyos efectos se otorgó un plazo de seis meses. En cuanto a las
prestaciones dinerarias, la puesta en vigencia fue gradual.

En cuanto a la ley aplicable, debemos partir del principio general conforme al cual
se aplican las normas vigentes al momento de la ocurrencia de los hechos que
motivan el reclamo.

Ahora bien, el legislador incurrió en alguna confusión en la que podemos llamar el


período de riesgo, y éste es cuando una ley caduca en función de su derogación y
la otra entra en vigencia.

Por lo pronto, todas las acciones judiciales iniciadas con anterioridad a la vigencia
de la LRT se regirán por la normativa anterior de la ley 24.028. Esta ley quedó
derogada a partir de la vigencia de la LRT, vigencia que, como dijimos, fue gradual.

El primer interrogante es qué ocurre con hechos ocurridos durante la vigencia de la


ley 24.028 y demandados con posterioridad a la vigencia de la LRT. En nuestra
opinión, se rigen por la ley 24.028, aun cuando la LRT parece decir lo contrario si se

161
lo infiere de lo expresado en la disposición tercera de las Disposiciones Finales. Sin
embargo, carece de toda lógica que se aplique una ley cuya cobertura no se
encontraba vigente.

Otro tanto habría que analizar para los casos amparados por la ley 24.028, y luego
con un trabajador que continúa con su contrato de trabajo vigente, y mientras se
mantenía aquella cobertura la ley fue derogada y la reemplazó la LRT. También
corresponde que se mantenga el sistema anterior hasta la fecha de puesta en
marcha del régimen nuevo, aplicándose éste a partir de la fecha de dicha vigencia.
Al respecto, cabe destacar que el trabajador pasará a ser cotizante de las
contribuciones de la LRT a partir de su vigencia, por ende, está alcanzado por las
normas vigentes al momento en que se desarrollen las distintas contingencias. Por
lo tanto, se puede aplicar sin mayor conflicto para un episodio que nació de la ley
anterior y el curso de los hechos pasan a ser contemplados e incluidos por la LRT.

XI. AMBITO DE APLICACIÓN TERRITORIAL

La aplicación de la LRT en el espacio se relaciona con los límites geográficos en


donde resulte aplicable. Al respecto, es claro que la LRT tiene vigencia en todo el
territorio nacional, y esto es así porque es una norma de fondo emergente de las
atribuciones delegadas en el Parlamento nacional por las provincias, en tanto y en
cuanto es dicho órgano legislativo el que tiene la atribución de dictar, entre otros, el
Código del Trabajo y la Seguridad Social, como lo establece claramente el art. 75,
inc. 12 de la Constitución Nacional.

La LRT también se aplica a las zonas sometidas a su jurisdicción, tal como son los
consulados, embajadas y legaciones diplomáticas, o en los buques de bandera
argentina en cuanto se encuentren en aguas internacionales.

Existen también casos en donde una norma laboral o de la seguridad social se


encuentre vigente por acuerdos binacionales o multinacionales, como ocurre en las
obras en territorio limítrofe, donde es difícil determinar en qué territorio se dieron los
hechos que generan la aplicación de la LRT.

XXI.3. LAS CONTINGENCIAS CUBIERTAS


Sumario : I. CONTINGENCIAS Y SITUACIONES.
EXISTENCIA Y DENUNCIA . 1. Accidentes de trabajo.

162
2. El accidente in itinere . 3. Enfermedades
profesionales. 4. Las enfermedades
profesionales no incorporadas al listado. 5.
Enfermedades accidentes. — II. INCAPACIDAD
LABORAL TEMPORARIA. — III. INCAPACIDAD LABORAL
PERMANENTE . 1. Carácter provisorio de la ILP. 2.
Carácter definitivo de la ILP.— IV. GRAN
INVALIDEZ .— V. MUERTE . — VI. EXCLUSIONES . 1.
Accidentes y enfermedades causadas por el
trabajador. 2. Fuerza mayor extraña al trabajo.
3. Patologías preexistentes y el bloqueo. 4. Las
exclusiones por omisión en el listado.

I. CONTINGENCIAS Y SITUACIONES. EXISTENCIA Y DENUNCIA

Concepto: denominamos contingencias a los hechos, generalmente futuros e


inciertos, que pueden comprometer o neutralizar la capacidad de ganancia del sujeto
y generar cargas económicas suplementarias.

Recordemos que los riesgos del trabajo es una institución que se encuentra
comprendida dentro del derecho de la Seguridad Social, cuyo sujeto principal es el
hombre y la mujer en general, con prescindencia de si su actividad es dependiente,
es autónoma, e inclusive, si no tiene actividad rentada. Para individualizar los
institutos se recurre a la clasificación que hizo Juan José Etala (p.) en contingencias
biológicas (las del ciclo vital: nacimiento, vejez y muerte) patológicas (en la que se
incluyen los riesgos del trabajo, y que son las generadas por enfermedades y
accidentes y sus consecuencias permanentes con la invalidez), y las económico-
sociales, en donde se contemplan situaciones que tienen que ver con las
circunstancias y condiciones del mercado y los efectos sobre los integrantes de todo
el grupo familiar, (el desempleo, los grupos excluidos y las cargas de familia). Las
contingencias sociales, además generan cargas económicas suplementarias, que
obligan al legislador a crear una batería de prestaciones, servicios y beneficios que
tienen por fin atender las consecuencias dañosas de las contingencias.

En la clasificación referida por Etala dentro de las contingencias patológicas


tenemos a los accidentes y las enfermedades generadas por el hecho o en ocasión
del trabajo y los efectos disvaliosos permanentes sobre la capacidad laboral del
individuo, que genéricamente denominaremos invalidez.

En base a esta definición, cabe preguntarse cuáles son las contingencias que debe
contemplar un régimen de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales,
ahora denominada "de riesgos del trabajo".

163
La respuesta sigue la secuencia lógica de los eventos dañosos, por ende, las
contingencias básicas son las siguientes:

¿ accidentes de trabajo;
¿ enfermedades profesionales;
¿ accidentes in itinere ;
¿ enfermedad-accidente (eliminada de la ley);
¿ la incapacidad o invalidez generada por ellos;
¿ la muerte.

Veremos pues, el tratamiento que le da a cada uno de estos eventos la LRT. Por lo
pronto, analicemos el enunciado general contenido en el art. 6º de la norma citada,
que formula definiciones básicas.

ACCIDENTE DE TRABAJO

Enuncia primero el concepto de "accidente de trabajo", y en el mismo párrafo incluye


el del "accidente in itinere ".

Artículo 6º.— Contingencias


1) Se considera accidente de trabajo a todo
acontecimiento súbito y violento ocurrido por el
hecho o en ocasión del trabajo, o en el trayecto
entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo,
siempre y cuando el damnificado no hubiere
interrumpido o alterado dicho trayecto por causas
ajenas al trabajo. El trabajador podrá declarar por
escrito ante el empleador, y éste dentro de las
setenta y dos (72) horas ante el asegurador, que el
itinere se modifica por razones de estudio,
concurrencia a otro empleo, o atención de familiar
directo enfermo y no conviviente debiendo
presentar el pertinente certificado a requerimiento
del empleador dentro de los 3 (tres) días hábiles de
requerido.

El art. 1º de la ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) dispone en forma literal:

Artículo 1º.— Las disposiciones sobre reparación de


los accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales constituyen un régimen normativo cuyos
objetivos son la cobertura de los daños derivados de
los riesgos del trabajo con criterios de suficiencia,
accesibilidad y automaticidad de las prestaciones
dinerarias y en especie establecidas para resarcir
tales contingencias.
A los fines de la presente, se entiende por régimen de
reparación al conjunto integrado por esta ley, por la
Ley de Riesgos del Trabajo 24.557 y sus

164
modificatorias, por el decreto 1694/2009, sus normas
complementarias y reglamentarias, y por las que en el
futuro las modifiquen o sustituyan.
ENFERMEDADES PROFESIONALES
LISTADO
ENFERMEDADES NO LISTADAS DE CAUSALIDAD
DIRECTA E INMEDIATA

A continuación, el art. 6º enuncia el concepto de enfermedades profesionales en


base a un listado excluyente que incluirá las únicas patologías que amparará la LRT.

2) Se consideran enfermedades profesionales


aquellas que se encuentran incluidas en el listado
de enfermedades profesionales que elaborará y
revisará el Poder Ejecutivo anualmente, conforme
al procedimiento del art. 40 apart. 3º de esta ley. El
listado identificará agente de riesgo, cuadros
clínicos y actividades, en capacidad de determinar
por sí la enfermedad profesional.
Las enfermedades no incluidas en el listado como sus
consecuencias en ningún caso serán consideradas
resarcibles, con la única excepción de lo dispuesto
en los incisos siguientes:
2.b) Serán igualmente consideradas enfermedades
profesionales aquellas otras que, en cada caso
concreto, la Comisión Médica Central determine
como provocadas por causa directa o inmediata de
la ejecución del trabajo, excluyendo la influencia de
factores atribuible al trabajador o ajenos al trabajo.
A los efectos de la determinación de la existencia
de estas contingencias, deberán cumplirse las
siguientes condiciones:
i) El trabajador o sus derechohabientes deberán
iniciar el trámite mediante una petición fundada,
presentada ante la Comisión Médica
Jurisdiccional, orientada a demostrar la
concurrencia de los agentes de riesgos,
exposición, cuadros clínicos y actividades con
eficiencia causal directa respecto de su dolencia.
ii) La Comisión Médica Jurisdiccional sustanciará la
petición con la audiencia del o los interesados así
como del empleador y la ART; garantizando el
debido proceso, producirá las medidas de prueba
necesarias y emitirá resolución debidamente
fundada en peritajes de rigor científico.
En ningún caso se reconocerá el carácter de
enfermedad profesional a la que sea
consecuencia inmediata, o mediata previsible, de
factores ajenos al trabajo o atribuibles al

165
trabajador, tales como la predisposición o
labilidad a contraer determinada dolencia.
2.c) Cuando se invoque la existencia de una
enfermedad profesional y la ART considere que la
misma no se encuentra prevista en el listado de
enfermedades profesionales, deberá sustanciarse
el procedimiento del inc. 2b. Si la Comisión Médica
Jurisdiccional entendiese que la enfermedad
encuadra en los presupuestos definidos en dicho
inciso, lo comunicará a la ART, la que, desde esa
oportunidad y hasta tanto se resuelva en definitiva
la situación del trabajador, estará obligada a brindar
todas las prestaciones contempladas en la presente
ley. En tal caso, la Comisión Médica Jurisdiccional
deberá requerir de inmediato la intervención de la
Comisión Médica Central para que convalide o
rectifique dicha opinión. Si el pronunciamiento de la
Comisión Médica Central no convalidase la opinión
de la Comisión Médica Jurisdiccional, la ART
cesará en el otorgamiento de las prestaciones a su
cargo. Si la Comisión Médica Central convalidara el
pronunciamiento deberá, en su caso, establecer
simultáneamente el porcentaje de incapacidad del
trabajador damnificado, a los efectos del pago de
las prestaciones dinerarias que correspondieren.
Tal decisión, de alcance circunscripto al caso
individual resuelto, no importará la modificación del
listado de enfermedades profesionales vigente. La
Comisión Médica Central deberá expedirse dentro
de los 30 días de recibido el requerimiento de la
Comisión Médica Jurisdiccional(1).

Finalmente, la LRT puntualiza en el apart. 3 del art. 6º determinadas exclusiones.


En efecto, por un lado se puede hablar de patologías contraídas por efecto de actos
dolosos del trabajador, y por otro de las patologías preexistentes a la iniciación de
un nuevo contrato y relación de trabajo.

EXCLUSIONES LEGALES
3) Están excluidos de esta ley:
a) los accidentes de trabajo y las enfermedades
profesionales causados por dolo del trabajador o
por fuerza mayor extraña al trabajador;
b) las incapacidades del trabajador preexistentes a
la iniciación de la relación laboral y acreditadas
en el examen preocupacional efectuado según
las pautas establecidas por la autoridad de
aplicación.
LAS CONTINGENCIAS EN EL ART. 6º DE LALRT

166
En orden a lo expuesto, podemos dividir el art. 6º de
la LRT de la siguiente forma:
1) definición de accidente de trabajo;
2) inclusión del accidente in itinere, con alguna
variante;
3) definición de enfermedad profesional, el listado;
4) las enfermedades profesionales no listadas;
5) exclusión de la figura de la enfermedad accidente;
6) las exclusiones y los límites de la responsabilidad.
En cuanto a la incapacidad resultante de estos
eventos dañosos, la LRT enumera y describe las
siguientes situaciones:
a) la incapacidad laboral temporaria (ILT) (art. 7º,
LRT);
b) la incapacidad laboral permanente (ILP) (art. 8º,
LRT);
c) la gran invalidez (art. 10, LRT);
d) la muerte del damnificado (art. 18, LRT).

Con ello, se completa el cuadro de la totalidad de las contingencias y situaciones


(siguiendo la terminología de la LRT) planteadas por la norma, que analizaremos
brevemente en este capítulo.

LA DENUNCIA DEL EVENTO DAÑOSO

Cabe destacar que la denuncia del evento o de la patología o de los daños o


síntomas existentes, es condición esencial para viabilizar las prestaciones. Así lo
dispone con claridad el art. 43,LRT.

Artículo 43.— Denuncia


1) El derecho a recibir las prestaciones de esta ley
comienza a partir de la denuncia de los hechos
causantes de daños derivados del trabajo.

167
1. Accidentes de trabajo

La LRT vuelve a repetir la definición tradicional de accidentes de trabajo como todo


acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o en ocasión del trabajo
( art. 6º, LRT). El concepto no fue objeto de aclaraciones por vía de la
reglamentación, salvo lo expresado en el Preámbulo del laudo 156/1996 que incluye
a los accidentes dentro del marco de la custodia de un valor superior del ser humano,
como es "la salud" como bien jurídicamente protegido de grado superlativo. A su vez
el decreto 659/1996 aprueba la Tabla de Evaluación de Incapacidades Laborales,
en donde se fijan, en función de bandas que parten de un mínimo y tienen un tope
máximo, el grado de reducción de la capacidad que podrá asignarse a cada
trabajador en función de las lesiones sufridas y la secuela permanente (provisoria o
definitiva) que ellas hayan provocado en la salud del mismo.

Para el legislador, las características del accidente de trabajo son:

a. Acontecimiento súbito y violento: en rigor de verdad, el accidente es un hecho


anormal, o en su caso, es también un hecho que produce un daño, no es sólo un
acontecimiento súbito y violento. Puede ocurrir inclusive, que se trate de un hecho

168
súbito (instantáneo, sorpresivo, etc.) y no violento. Un ejemplo de hecho súbito no
violento es el caso de los microtraumatismos provocados por vibraciones, por el
sonido, o por la exposición instantánea a ciertos productos, sustancias o
radiaciones. Hay otros que son violentos y no son súbitos, como los de las lesiones
de un operador de balancín, que sufre una amputación dentro del contexto de una
tarea de operación sistemática.

Coincidimos con Ackerman, que ambos requisitos pueden ser de ordinario


conjuntos, pero son —en ciertos casos— separables.

b. Ocurrencia por el hecho o en ocasión del trabajo: el uso ya consuetudinario de la


frase por el hecho o en ocasión del trabajo(utilizada tanto en la ley 9688 como en la
24.028) ha generado no pocas controversias. Por lo pronto, en base a esa frase la
jurisprudencia introdujo la enfermedad-accidente o concausal como patología
imputable al empleador y comprendida en el régimen legal especial.
Afortunadamente, la LRT rechaza expresamente esas patologías, y por ende, no
tienen actualmente cobertura, sin embargo, la vigencia de secuelas del pasado que
fueron negativas pudieron extirparse. Sería conveniente —en la próxima reforma—
cambiar el concepto tradicional por otro más moderno y menos ambiguo y conflictivo.

La frase que objetamos se ha utilizado también, como fórmula para incluir —dentro
de un marco de responsabilidad objetiva o cuasi-objetiva— a todos los eventos
dañosos que giran en torno del ambiente laboral y aun fuera de él pero dentro del
desarrollo de la relación laboral (ejecución del contrato de trabajo).

Veamos, dentro de este marco, qué incluye y qué excluye la frase por el hecho o en
ocasión del trabajo .

b.1. Inclusiones: no hay duda de que se incluyen dentro del concepto de accidente
de trabajo a todos los eventos dañosos que se producen dentro del ámbito laboral,
o fuera de él cuando se está cumpliendo con la relación laboral (v.gr. el vendedor
que sufre un accidente al visitar un cliente).

Son ejemplos típicos de accidentes laborales los siguientes:


¿ los eventos traumáticos tales como fracturas, lesiones superficiales e
internas, como consecuencia del uso de máquinas o equipos;
¿ las quemaduras por fuego, por sustancias corrosivas, por altas
temperaturas, o por efecto de explosiones;
¿ las amputaciones parciales o totales de las extremidades, producto
del efecto de un equipo, de la caída de equipos y de instalaciones, o
por maquinarias cuyo uso conlleva el riesgo de amputaciones, como
prensas, balancines o sacabocados, mezcladoras y calandras,
dobladoras de chapa, guillotinas, cortadoras de hojalata o de piezas
duras o metálicas, etcétera;
¿ los cortes y punzaciones, por efecto del uso de herramientas, por un
desvío de un equipo, o por el empleo de elementos cortantes como
tijeras, extractores de piezas, guadañas, punzones, elementos de
corte, o de ajuste, etcétera.

Otros aspectos y situaciones pueden ser controvertidos. Por ejemplo, cuando el


trabajador se encuentra en una pausa dentro de la jornada laboral, y en el transcurso

169
de la misma se produce el evento dañoso. Existen fallos a favor de la inclusión de
estos eventos dentro de la órbita legal especial (CNTrab., sala V, 30/11/1983,
"Valdés, B.W. c. Lemme, C. y otros", en TySS, vol. 1984, p. 352).

Otro tema controvertido es el caso en que el trabajador realiza interrupciones donde


la disponibilidad al servicio del empleador cesa y a la vez, el dependiente utiliza ese
tiempo en beneficio propio. En el caso planteado, de ocurrir un evento dañoso no
estaría comprendido en la responsabilidad de la LRT.

La responsabilidad por los hechos de las cosas en base al art. 1113 del Código Civil
obliga al empleador por el riesgo o vicio de la cosa con la que se produjo el daño en
la salud o la pérdida de la vida del damnificado, con la reparación integral en orden
a que el reclamo se basa en el derecho común (2).

La realización de eventos deportivos, las prácticas de deportes y la representación


que ejercía el trabajador de la empresa en un equipo de fútbol, han generado
controversias. Por lo pronto, existen antecedentes jurisprudenciales que incluyen el
evento dañoso como un accidente si la práctica deportiva se estaba realizando
dentro de la jornada de trabajo (CNTrab., sala II, 21/2/1991, "Acuña L. c. Neptuno
SRL", Bol. Jur., nro. 141).

En otros fallos, se estableció que la práctica deportiva era totalmente ajena a la


empresa, de modo que se resolvió que se trataba de un evento excluido como
accidente laboral, pero incluido como accidente inculpable (art. 208, LCT), de modo
que el empleador sólo responde por los salarios por los días de licencia en los
términos de una patología ajena al trabajo (CNTrab., sala III, 21/12/1991, "Giménez
S. c. Sigra", Bol. Jur., nro. 140).

Durante la jornada laboral, se han incluido los accidentes —como en mi opinión no


puede ser de otro modo— de los períodos de inactividad del trabajador dentro de la
jornada (SCBA, 27/12/1985, "Clausen, F. c. Motor Porta SRL", en TySS, vol. 1986,
p. 806). Algún fallo planteó la responsabilidad de la LRT cuando el evento deportivo
se realiza en un torneo o competencia en donde el trabajador forma parte del equipo
oficial que representa a la compañía en un "intercompany". No así, cuando el
trabajador por su cuenta realiza actividades con elementos provistos por la empresa
como indumentaria, calzado deportivo, etc. en cuyo caso, realiza prácticas o
participa en competencias por su cuenta. En rigor, la intervención de equipos en las
competencias son temas que pueden ser objeto de una adenda en el contrato que
se suscribe entre la empresa asegurada y la ART.

b.2. Exclusiones: las enfermedades y accidentes inculpables, o sea aquellos que no


tienen relación alguna con el trabajo y la relación laboral, se encuentran fuera del
marco conceptual del accidente profesional.

Obviamente, debemos dejar de lado todo evento que se produzca sin contacto con
la actividad laboral del sujeto, o cuando la relación laboral no haya comenzado o
haya ya culminado.

Veamos. Los becarios que siguen un plan de capacitación no están ligados a la


empresa por un vínculo laboral y no son trabajadores en relación de dependencia.
Por lo tanto, si sufren un evento dañoso no estarán alcanzados por las normas de

170
la LRT, como es el caso de las prácticas deportivas no realizadas en representación
del empleador o fuera del ámbito de su autorización.

b.3. La relación de causalidad eficiente : el hecho de que la LRT considere accidente


de trabajo a todo acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o en ocasión
del trabajo. En rigor, esta definición está incluyendo el marco de la relación de
causalidad, o relación de causa-efecto entre el instrumento físico, químico o
biológico que produjo el daño y la persona física víctima del evento que por efecto
de aquél sufre un deterioro de su salud. La relación de causalidad está compuesta
por los siguientes elementos esenciales:

A) La fuente que genera la causa: para que se pueda producir un


accidente es esencial que exista un equipo, máquina, instalación o
edificio del cual surja la instalación o elemento que genere la acción
agresiva en perjuicio de la salud del trabajador. A este elemento lo
llamaremos fuente; es el origen físico, funcional u operativo que tiene
entidad suficiente como para producir el desencadenamiento de los
hechos que producen el daño. Por lo pronto, puede ocurrir que el
equipo produzca por sí mismo el daño, como ocurre con un torno que
lesiona la mano de su operador. Puede ocurrir que el equipo dispare
un elemento que a la vez provoca el daño, cuando el mismo torno,
en lugar de producir la lesión, lo hace a través de una esquirla
lanzada hacia el operador que, por ejemplo, lesiona el rostro o un ojo.
Finalmente, la fuente puede ser el primer eslabón de una cadena que
termina generando el daño, cuando un equipo pierde aceite, el aceite
se derrama en el piso, el trabajador pisa el aceite, y en una zona
resbaladiza cae y se fractura una pierna. La cadena puede tener más
de una fuente, lo que ocurre cuando, en el ejemplo anterior, el aceite
pegado al calzado toma una chispa y provoca un incendio con
quemaduras.
B) La acción que emite la fuente que genera el daño: para que el daño
tenga relación de causalidad la causa parte de una fuente, y es ella
la que determina la responsabilidad del empleador y eventualmente
de la ART que lo ampara. Un esguince de tobillo puede haberse
producido al bajar una escalera de incendio dentro de una planta, o
en un partido de fútbol 5 durante las horas de descanso.
C) La idoneidad de la fuente: la fuente y, eventualmente, su cadena
causal deben ser idóneas para provocar el daño. Es lógico que un
generador provoque una quemadura o lesiones por una descarga
eléctrica. En cambio, carece de idoneidad la fuente si se pretende
que la descarga eléctrica provino de una estiba de bolsas de
cemento.
D) El efecto dañoso sobre la salud del trabajador: no existe accidente,
por más que la fuente haya provocado su acción dañosa, si dicha
acción no llega al trabajador y lo lesiona. Una descarga eléctrica leve,
que llega a un trabajador que opera un equipo, si no le provoca un
daño a la salud, no existe accidente. En todo caso, existirá un riesgo
que habrá que prevenir, para evitar en el futuro un daño efectivo.
E) La razonabilidad del daño: para que la relación causal se complete
es obvio que el daño sufrido por la víctima sea compatible con las
características de la acción desencadenada por la fuente. Es posible

171
que un torno provoque una herida cortante, pero resulta inverosímil
que produzca una fractura en una pierna. Una descarga eléctrica de
un generador puede producir lesiones musculares o una quemadura,
es inverosímil que provoque una herida cortante.
F) La inexistencia de exclusiones: por último, es claro que no deben
existir exclusiones de las contempladas en la LRT o en lógica de los
hechos. No hay responsabilidad del empleador o su ART si el
trabajador sufre un accidente con otro empleador. Tampoco hay
responsabilidad en los casos de dolo del trabajador en la producción
del evento dañoso o fuerza mayor extraña al trabajo.

2. El accidente in itinere

Concepto: se denomina accidente in itinere a aquel evento dañoso que se produce


en el trayecto directo y habitual entre la salida del umbral de la casa del trabajador
y el límite del ingreso al lugar de trabajo.

En alguna medida, la nueva LRT sigue el temperamento de los antecedentes (leyes


9688 y 24.028). Sin embargo, apoyada sobre una vertiente jurisprudencial
mayoritaria se adicionaron nuevos elementos ligados a la evaluación del trayecto.
Veamos.

El art. 6º de la LRT sigue el criterio tradicional al sostener que son in itinere los
accidentes "en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo,
siempre y cuando el damnificado no haya alterado dicho trayecto por causas ajenas
al trabajo"; sin embargo agrega luego varias hipótesis, receptadas por los fallos de
las normas que precedieron a la LRT. No es una contingencia resarcible a la luz del
derecho común (3).

El primer caso es el derazones de estudio o concurrencia a otro empleo, de modo


que tanto al concurrir como al salir del trabajo, podrá mantener el amparo legal,
simplemente denunciando la circunstancia ante el empleador, el que, a su vez,
tendrá un plazo de setenta y dos (72) horas para informarlo al asegurador (ART). En
caso de que la persona tenga dos empleos o más, la ART que se hará cargo de las
prestaciones es aquella hacia la cual se dirigía el trabajador cuando ocurrió el
accidentein itinere. Todo ello, sin perjuicio de las compensaciones que entre las ART
corresponda reclamar para compartir el costo del caso (dec. 491/97, art. 4º).

La segunda hipótesis esla atención de familiar directo enfermo y no conviviente, de


modo que el trabajador al ingresar o al salir del establecimiento donde presta

172
servicios tiene que recorrer un camino distinto hasta donde se encuentra el familiar.
Se considera que el familiar es no conviviente cuando, aun conviviendo con el
trabajador, se encuentre en un domicilio distinto. A su vez, son familiares directos a
los parientes por consanguinidad hasta el segundo grado inclusive (dec. 491/97,
art. 4º).

No aclara la nueva norma si el amparo de la LRTin itinerecomprende el recorrido


desde los dos lugares deexcepción a su lugar habitual de prestación laboral, o si a
ello debe adicionarse el recorrido de cualquiera de esos dos lugares a su domicilio,
ya sea después o antes de ir a estudiar, a otro trabajo o a lo de un familiar directo
enfermo. Da la impresión de que el amparo debería cubrir el desvío; y por ende, en
todos los casos se debería contemplar el trayecto completo, desde la casa hacia el
desvío, y luego desde el lugar de éste hasta el lugar de destino final (4) .

La reglamentación ha establecido que las modificaciones del trayecto deben ser


notificadas fehacientemente por el trabajador antes de realizar las mismas, en cada
empleo que registre el trabajador, a cada uno de sus empleadores.

La LRT prevé nuevas situaciones que no se apartan de la regla general de que sólo
hay accidente in itinere cuando el mismo ocurre en el trayecto entre el domicilio y el
trabajo, trayecto que debe ser el normal y habitual, siempre que el mismo no resulte
alterado por causas ajenas al trabajo, con lo cual cualquier desvío excluye la

173
cobertura. Las nuevas situaciones, en general de ocurrencia frecuente, pueden
conformar el trayecto ordinario de la persona, como el caso del que tiene dos
empleos o el que estudia. Veamos cada caso.
1) in itinere con dos empleos: el trabajador sale de su casa, se dirige al
primer empleo, luego sale del mismo y se dirige al segundo empleo,
y de éste regresa a su domicilio. Esta secuencia, para estar
debidamente cubierta, debe ser informada a cada empleador con
anticipación.
2) in itinere con empleo y lugar de estudio: en este caso el trabajador
sale de su domicilio en dirección a su empleo, y luego se dirige al
lugar donde estudia, y finalmente regresa a su domicilio. Otro tanto
ocurre si concurre al lugar de estudio primero y luego al trabajo. Debe
también notificar con anticipación al empleador.
3) in itinere con empleo y familiar directo enfermo: la secuencia consiste
en salir del domicilio, concurrir al trabajo, luego visitar o pernoctar
donde se encuentra el familiar enfermo, volver al domicilio o no.
También hay que notificar al empleador los recorridos y sus variantes.
4) in itinerecon dos empleos, lugar de estudio y familiar directo enfermo:
nada impide que se puedan combinar todas las situaciones, por ende
el trabajador sale de su domicilio al empleo 1, luego se dirige al
empleo 2, luego concurre al lugar de estudio, y finalmente visita o
pernocta con el familiar enfermo. También habrá que notificar al
empleador con anticipación, y en el caso que existan variaciones,
deberá informarlas también.

El empleador, a su vez, deberá notificar a la ART lo informado por el trabajador,


dentro de las 72 horas de haber recibido la información, a fin de que se afiance la
cobertura (dec. 491/97, art. 4º).

No configura accidente in itinere cuando se dan alguno de los siguientes casos:

¿Desvío del trayecto habitual por razones personales o familiares: la


jurisprudencia ha sido unánime en rechazar los eventos dañosos
ocurridos en desvíos al trayecto habitual, o en cambios en el recorrido
habitual (CFed. Seg. Soc., sala III 7/6/2006, "Maturana, Rodrigo c.
Provincia ART S.A., RDLSS nro.17, p. 1551);
¿ No es procedente una acción fundada en el derecho civil por
accidente in itinere , ya que el empleador no tiene responsabilidad
subjetiva, y los hechos que generan el daño están fuera de su control
y alcances. Sólo es procedente la vía del derecho especial de
la LRT (CNTrab., sala I, 6/7/2007, "Duarte, Luis A. c. Prevención ART
S.A. y otro", DT, 2007-B, 1049);
¿Obviamente, resultan excluidas las hipótesis en las cuales se
presentan hechos relacionados con la vida personal que generan
vicisitudes, como es el caso de un trabajador herido en un evento
cuyo origen fue un hecho pasional (CFed. Seg. Soc., sala III,
15/12/2005, "Aranda, Gustavo c. QBE ART S.A.", RDLSS, 2006, 10-
893);
¿Para eximir de responsabilidad a la ART es fundamental demostrar el
acto doloso del trabajador en la ocurrencia de un evento mortal, que

174
permita determinar que fue el causante el que con su conducta llegó
a que se produjera el accidente. No es suficiente demostrar que el
lugar de los hechos era o estaba prohibido en cuando al acceso
(CFed. Seg. Soc., sala I, 28/2/2005, "Aquino Bobadilla, Pablo c.
Provincia ART S.A. y otro", DT, 2006-3, 477).

La ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) en su art. 3º, a contrario sensu de su enunciación


positiva sobre el carácter accesorio pero a la vez compensatorio de otros daños que
se busca cubrir con un 20% calculado sobre las indemnizaciones dinerarias, excluye
este adicional por daño moral y otros daños accesorios del daño material (lucro
cesante y daño emergente) en el caso de los accidentes in itinere , en virtud de que
el evento dañoso ocurre fuera del lugar de trabajo y no está el trabajador a
disposición del empleador en el trayecto de viaje entre su domicilio y el de la
empresa, con sus diversas variantes.

El artículo 3° dispone:Cuando el daño se produzca en el lugar de trabajo o lo sufra


el dependiente mientras se encuentre a disposición del empleador, el damnificado
(trabajador víctima o sus derechohabientes) percibirá junto a las indemnizaciones
dinerarias previstas en este régimen, una indemnización adicional de pago único en
compensación por cualquier otro daño no reparado por las fórmulas allí previstas,
equivalente al veinte por ciento (20%) de esa suma.

En caso de muerte o incapacidad total, esta indemnización adicional nunca será


inferior a pesos setenta mil ($ 70.000).

3. Enfermedades profesionales

Concepto: son las patologías adquiridas dentro del ámbito laboral en virtud de la
existencia de un agente hostil o la peculiar característica de la tarea desarrollada.
En general son de larga evolución, y la fecha de iniciación del proceso patológico
difiere del de la primera manifestación de la enfermedad y del de la primera
manifestación invalidante (ver art. 6º, apart. 2º, LRT).

En el nuevo régimen de la LRT son enfermedades resarcibles aquellas que figuran


en un listado especial que conforma un anexo reglamentario de la norma
(art. 6º, LRT) conforme a un procedimiento especial reglado en el art. 40, apart. 3º
(LRT). Serán también resarcibles aquellas patologías no incluidas en el listado que
en cada caso particular resulte acreditado que son causa directa e inmediata del
trabajo realizado conforme lo disponga, después de cumplir con un proceso de
acreditación la Comisión Médica Central (reforma introducida por el dec. 1278/2000,
art. 2º).

175
Curiosamente, el concepto de enfermedades profesionales se fracturó en el texto de
la LRT, ya que comenzó con un enunciado determinista en el art. 6º, apart. 2º, pero
la verdadera definición está contenida, asistemáticamente, en el art. 40, apart. 3º,
último párrafo de la LRT, que dispone:
Artículo 40, apart. 3º (último párrafo)
El listado de enfermedades profesionales debió
confeccionarse teniendo en cuenta la causa directa de
la enfermedad con las tareas cumplidas por el
trabajador y por las condiciones medio ambientales de
trabajo.

Con estos elementos adicionados por la norma citada, es dable destacar que en el
marco de la nueva LRT sólo serán enfermedades profesionales las que estén
registradas en un listado especial , que será objeto de revisión cada año.

En un marco que no es el más adecuado se elaboró con mayor detalle y profundidad


el concepto y alcance de enfermedad profesional en el laudo 156/96. En efecto, el
mismo fue dictado por el ministro de Trabajo Armando Caro Figueroa, resolvió una
controversia existente dentro del Comité Consultivo Permanente creado por la LRT,
y con ello se aprobó el listado de enfermedades y en una segunda columna las
"actividades laborales que pueden generar expo sición".

En una introducción del laudo, denominada por el Ministerio "preámbulo" se acota


la enfermedad profesional y seguramente, se excluyen las patologías cuya
causalidad es remota y/o accesoria.

Al respecto, primero se introduce al tema dentro de un contexto mayor que puede


graficarse así:

Estas pautas establecen que serán enfermedades profesionales, únicamente,


"aquellas que son el resultado directo del trabajo que realiza una persona" y se
omitió considerar las patologías originadas —conforme al art. 40, apart. 3º de la
LRT— "por las condiciones medioambientales del trabajo", ya que no es sólo la tarea
la que produce un daño en la salud sino fundamentalmente las condiciones
ambientales. O en todo caso, es el equipo, la máquina, los dispositivos, las
herramientas, los materiales, y en pocos casos es la tarea misma la generadora de
una patología.

Luego, el redactor del laudo incursiona peligrosamente en el marco de las


"enfermedades multifactoriales", y para ello, analiza cuatro elementos que deben ser
contemplados a fin de incluir en la lista a una patología determinada:

¿ Variabilidad biológica: ante la existencia de un riesgo o condición


patógena presente en el ámbito laboral (o en el ambiente de trabajo)
no todos los trabajadores contraen la enfermedad, tampoco lo hacen
al mismo tiempo entre los que se enferman, y finalmente varía la

176
intensidad con que los afecta el mal. El legislador debió aclarar
inclusive —y no lo hizo— que el factor "variabilidad" debe ser
contemplado exclusivamente en relación con los ingredientes que
constituyen "los datos de ocurrencia", y deben excluir los ingredientes
o elementos ajenos al vínculo fáctico entre un empleador y su
trabajador.
¿ Multicausalidad: una misma enfermedad puede tener muy diversas
causas, inclusive, las mismas pueden no tener relación alguna, o
actuar de diversa forma. La identificación de esas causas en forma
precisa en esencial para determinar las responsabilidades. En este
marco, el legislador debió haber precisado que la multicausalidad
importa la determinación de la causa esencial y próxima, y debe
excluir las causas remotas o accesorias aun cuando resulten —en
alguna medida— concausales.
¿ Inespecificidad clínica: la mayoría de las enfermedades no tienen un
cuadro clínico que permita relacionar la sintomatología con un
determinado trabajo. Se debió contemplar sólo el ámbito laboral del
damnificado, ya sea en lo que hace a las características de las tareas,
el tipo de actividad, las condiciones ambientales y los agentes
hostiles o nocivos presentes en dicho ámbito.
¿ Condiciones de exposición: las patologías originadas en el ambiente
de trabajo tienen efectos nocivos diversos, según las condiciones de
exposición y las distintas vías de ingreso al organismo. En rigor, sólo
se genera una enfermedad profesional cuando la exposición a un
riesgo es suficiente en cantidad y calidad, por un tiempo mínimo para
producir el daño.

Decíamos, que todo este análisis, lejos de generar precisiones, peligrosamente roza
la teoría de la indiferencia de la concausa que creó la jurisprudencia para incluir
dentro del sistema a las enfermedades-accidente, que según el texto legal de la LRT
no estarían alcanzados por el nuevo régimen. En cualquier caso, estaríamos
tratando de dar cobertura a un sistema que admite sólo las patologías incluidas en
un listado, y que a la vez debe ser canalizado en los casos en donde se verifique
relación de causalidad próxima y esencial con los agentes que dan origen a la
patología.

El listado debería ser autosuficiente para identificar no sólo las patologías, sino
aspectos que sean útiles para puntualizar la relación de causalidad.

A tal fin, es dable destacar, que el laudo 156/96 no es un listado de doble entrada.

En efecto, en la columna de la izquierda se enumeran las enfermedades.

Sólo las enunciadas y sólo ellas pueden ser invocadas por el damnificado para
reclamar la cobertura de la LRT, por ende, estamos frente a una enumeración
taxativa.

177
En una columna paralela a las enfermedades, el legislador incluyó las denominadas
"actividades laborales que pueden generar exposición", en donde se especifican los
trabajos, tareas, ambientes o materiales que pueden generar las patologías.

Esta columna —de la derecha— es complementaria de la primera columna —


ubicada a la derecha—, y por ende, sólo se puede utilizar si se identifica primero la
enfermedad.

Esta segunda enumeración es meramente enunciativa, ya que indica una posible


relación de causalidad, que puede no ser la única. Ya apuntamos que este listado a
dos columnas no es de doble entrada.

En efecto, sólo se puede acceder a ella a partir de cada enfermedad profesional, y


se emplea como elemento indicativo de la causalidad "las actividades laborales que
pueden generar exposición".

El sistema elegido por el legislador recurriendo a un sistema cerrado puede tener


muchas críticas, sin embargo, de las opciones existentes parece ser ésta la que
ofrece mayor seguridad jurídica.

En efecto, los listados son una forma idónea de limitar la creatividad que ha tenido
siempre la jurisprudencia, que adicionó hipótesis tuitivas que siempre fueron más
allá de las pautas del texto.

En el otro extremo del análisis, el listado no puede ser tan restrictivo que reste
protección al damnificado en algún caso no contemplado por el listado, pues de lo
contrario estaría comprometida la eficacia del sistema instalado por la LRT.

Ahora bien, el listado cerrado de la LRT se puede ampliar por aquellas patologías
que se vayan incorporando por vía del Comité Consultivo Permanente, que puede
tomar la iniciativa de incluir una enfermedad, o puede recibir el planteo de terceros
al respecto.

También el trabajador damnificado o sus causahabientes tienen la opción de


reclamar por una enfermedad no listada, en la medida que se demuestre que la
patología resulta de una causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, (texto
incorporado en el decreto 1278/2000).

Es además importante que el listado contemple el marco causal y el medio en el


cual se debe generar el daño, ya que el enunciado de una enfermedad no
implicaipso factoque el empleador o en su caso la ART sea responsable. El empleo
de uno de los productos enunciado en el encabezamiento de cada cuadro o su
empleo conforme lo establece la columna de la derecha puede no ser el causante
de un daño, si es que la tecnología utilizada por el empleador aisla de tal modo el
agente hostil que resulta imposible su efecto nocivo sobre la salud del trabajador.

En alguna medida, esto es lo que ocurrió con el sistema de la vieja ley 11.544, que
instauró la declaración de insalubridadministerio legis, a fin de reducir la jornada
laboral ordinaria (de 8 o 9 horas diarias y 48 horas semanales) a la denominada
jornada insalubre (de 6 horas diarias y 36 horas semanales) basado en un listado
de productos cuya utilización implicaba automáticamente la existencia de una
patología potencial. Se habían prescindido de la evolución de la tecnología, que

178
había posibilitado que muchos de estos productos habían sido aislados, o se había
logrado neutralizar sus efectos dañosos en forma parcial o total.

El "preámbulo" del laudo 156/96 hace un enunciado referido al derecho a la salud


que tiene el trabajador, derecho que no se limita a la faz curativa o reparativa —
cuando se ha sufrido un daño— sino que es un derecho referido a un bien
jurídicamente protegido como es el de la integridad psicofísica. En rigor, el legislador
dice que el bien protegido es la salud, lo que por definición es una utopía, ya que el
empleador sólo responde por la prevención y la reparación de los daños generados
en el ámbito laboral en forma directa, y por ende, no puede responder por los daños
que el trabajador padezca fuera de aquellos límites.

Es por eso que, peligrosamente, el legislador se pronuncia por incluir como ámbito
de la responsabilidad del empleador y de las ART en su caso, toda alteración
bioquímica, fisiológica o anatómica que, en rigor, son fases previas a la ocurrencia
de una enfermedad, y que deben ser detectadas en forma precoz como un modo
eficaz para proteger la salud, como el bien jurídicamente tutelado por el legislador.

Por cierto, la custodia precoz es una tarea preventiva ajena al plano estrictamente
laboral, y genera una zona de confusión entre las patologías totalmente ajenas al
trabajo, como es el caso de las enfermedades y accidentes inculpables y los daños
generados por el trabajo que se traducen en enfermedades y accidentes del trabajo.

El legislador, se refiere en el "preámbulo" a cuatro elementos esenciales que


configuran la estructura determinante del listado de enfermedades, elementos que
contendrá, o debería contener, cada patología, a los fines de su diferenciación de
enfermedades que son ajenas al ámbito laboral, y a la vez que son conducentes
para establecer su configuración dentro del marco de la LRT. Estos elementos
caracterizantes se pueden graficar así:

a. Agente de riesgo o causa directa: toda patología, para que pueda ser identificada
como laboral, debe contener necesariamente un agente de riesgo, también
denominado causa directa, y que en mi opinión debe denominarse "agente hostil",
presente en el ambiente laboral. Sin esa presencia agresiva contra la salud del
trabajador, ninguna patología —aun cuando sea estrictamente laboral— no contará
con el recaudo de la relación causal mínima necesaria y no tendrá un mecanismo
que haga viable la idoneidad del riesgo sobre la potencialidad que debe contener
para llegar a producir una lesión en la salud de un ser humano.

El "preámbulo" del laudo 156/96 puntualiza que el agente es el ambiente que por
sus propiedades puede producir un daño, o las condiciones de trabajo cuando
producen una sobrecarga en el organismo o en parte del mismo. Luego, aclara que
los mismos son de tres tipos, a saber:

Los agentes físicos son aquellos que operan en el ambiente o en la actividad laboral
por intermedio de las cosas, los equipos o las herramientas. El ejemplo típico es el

179
ruido ambiental, obviamente, cuando el nivel de presión sonora es nocivo para el
oído humano (en rangos superiores a 95 decibeles A).

Los agentes químicos son los que actúan a través de la acción nociva de una
sustancia, como puede ser el efecto irritativo para la piel o la inhalación del ácido
sulfúrico.

Los agentes biológicos son aquellos que actúan a través de un virus, una bacteria,
generalmente por vía de contagio directo, como es el caso de la brucelosis en la
industria frigorífica, bajo ciertas condiciones de salubridad.

El legislador, en principio ha incorporado los agentes que tienen reconocida acción


nociva contra la salud del trabajador. Sin perjuicio de ello, el redactor apunta que
cualquier agente —en el marco de una sobreexposición— puede ser víctima de un
daño en la salud. Esta relativización general, no vulnera el carácter taxativo de la
lista incorporada por el laudo 156/96, pero implica de un modo tangencial, el carácter
flexible del listado, que puede generar incorporaciones en el futuro, en la medida
que se cumplan con las pautas de la LRT.

b. Exposición: se parte de la demostración —conforme lo establece el "preámbulo"


del laudo 156/96— de que el trabajador estuvo expuesto en un ambiente que
registraba la presencia de un agente hostil, apto para producir el daño, o que las
condiciones laborales eran idóneas para producir el daño.

El legislador señala que existen dos criterios. El cualitativo, que parte de un listado
de ocupaciones donde se puede producir el daño, sin señalar la intensidad de la
exposición y el cuantitativo, que contempla los valores umbrales límite y las
concentraciones máximas permisibles de exposición.

c. Enfermedad determinada: deben existir una o más enfermedades claramente


definidas desde los ángulos clínico, anátomo-patológico y terapéutico, y un daño
verificado en la salud en virtud de la exposición a la que estuvo sometido el
trabajador a los agentes agresivos u hostiles y en las condiciones que hagan viable
la generación de dicho daño.

d. Relación de causalidad: deben existir pruebas de orden clínico, patológico y


experimental o epidemiológico, que en forma aislada o concurrente, permitan
establecer una asociación de causa-efecto, entre la patología definida y la presencia
en el trabajo, de los agentes hostiles o las condiciones de trabajo idóneas para
producir el daño en la salud del damnificado. En rigor, debe haber una causa
presente en el ambiente, generalmente un vehículo, para que esa causa llegue al
ser humano, y un efecto nocivo sobre la salud del damnificado con efectos
incapacitantes.

180
Sin perjuicio de lo expuesto, se debería contemplar:

a. Cuadros clínicos: estimamos que el legislador pensó en el marco de la patología,


sus componentes médicos y el contexto que los elementos hacen a su contracción
para apoyar la acreditación de la relación de causalidad, la idoneidad del riesgo
potencial y el daño físico o psíquico en la salud del trabajador. Es por ello que el
legislador se refiere en el "preámbulo" del laudo 156/96 a la especificidad y a los
factores clínicos, anatómico-patológicos y experimentales que configuran la
enfermedad profesional.

b. Actividades: la identificación de las actividades posibles donde se pueden generar


las patologías identificadas en la lista, puede ser un elemento de apoyo para que se
establezcan las responsabilidades. La actividad por sí sola puede ser un elemento
negativo, ya que el daño en la salud no depende de la definición de una actividad,
como de la existencia del agente hostil, y, en su caso, de la eficacia de ese agente
contra la integridad física o psíquica del damnificado. En otros términos, hoy la
actividad no define la relación de causalidad, sino el grado de exposición. En efecto,
la incorporación permanente de nuevas tecnologías, la participación esencial que
tiene el creador de las mismas de la protección preventiva de la salud, la fabricación
en condiciones ergonométricas, y la protección del medio ambiente, han aislado
numerosos riesgos, aun en las actividades más riesgosas. La Argentina, a través de
numerosas empresas privadas ostenta importantes records medidos en cantidad de
horas de trabajo sin accidentes ni enfermedades profesionales. Por ende, la
inclusión en la lista no es un hecho inoponible, si es que se puede acreditar la
inexistencia de responsabilidad, y la responsabilidad de un tercero por quien no se
debe responder, o la existencia de una patología preexistente.

c. Tareas cumplidas: el tipo de tareas suele ser lo suficientemente eficaz como para
producir un daño en la salud. De hecho, ciertas tareas (la carga y descarga de pesos
pesados) es idónea para crear un deterioro lento pero gradual y persistente de la
salud (artrosis, lumbalgia, hernia inguinal por esfuerzo físico, etc.). En cualquier
caso, muchas de estas enfermedades tenían causas ajenas al trabajo, y operaban
como una "enfermedad-accidente" más que como una patología exclusiva y
esencialmente ligada con el trabajo realizado (para el empleador implicaba asumir
la responsabilidad por eventos que le eran ajenos).

d. Condiciones ambientales de trabajo: si las circunstancias precedentes tienen un


marco muy amplio de variantes, y su aplicación bajo reglas y pautas rígidas puede
conducir a situaciones arbitrarias, el contemplar las condiciones ambientales resulta
fundamental para apreciar con suficiente razonabilidad la existencia de condiciones
idóneas para provocar un daño.

Si se cumple con lo que dispone la LRT, la reglamentación deberá establecer con


claridad las condiciones ambientales que corresponden a cada una de las
enfermedades profesionales que figuren en la lista.

e. La intervención del Comité Consultivo Permanente: Además del marco restrictivo


que el listado fija, se establece un procedimiento para incluir las patologías y sus
elementos periféricos. El mismo surge del art. 40, apart. 3º.

181
Artículo 40, apart. 3º
En las materias indicadas, la autoridad de aplicación
deberá consultar al comité con carácter previo a la
adopción de las medidas correspondientes.
Los dictámenes del comité en relación con los incs. b),
c), d) y f) del punto anterior, tendrán carácter
vinculante.
En el caso de no alcanzar unanimidad, la materia en
consulta será sometida al arbitraje del presidente del
Comité Consultivo Permanente de la LRT previsto en
el inc. 1º, quien laudará entre las propuestas elevadas
por los sectores representados.
El listado de enfermedades profesionales deberá
confeccionarse teniendo en cuenta la causa directa de
la enfermedad con las tareas cumplidas por el
trabajador y por las condiciones medio-ambientales
de trabajo.

En términos simples, el Poder Ejecutivo dispondrá, a través de la autoridad de


aplicación, cuáles son las patologías admisibles y dentro de qué marco causal y de
contexto lo son. El Comité Consultivo Permanente, órgano mixto integrado por la
CGT, la representación empresaria, el Poder Ejecutivo y presidido por el ministro de
Trabajo y Seguridad Social de la Nación, tratará de consensuar las propuestas. A
su vez, está previsto un mecanismo arbitral para casos en los que no se obtenga
unanimidad, actuando como el árbitro el mencionado ministro de Trabajo y
Seguridad Social de la Nación.

Es y resulta evidente que con el procedimiento indicado, es el Poder Ejecutivo el


que tiene un singular manejo de todos los resortes de la ley, lo que en sí mismo no
ofrece garantías, ya que dependerá de quién está frente al mismo para poder
determinar qué curso tiene un sistema como el de la LRT , que debería tener cierta
estabilidad. En lo que hace a las enfermedades profesionales, como las mismas
surgen de una lista que se renueva anualmente, un gobierno progresista restringiría
su contenido, otro de corte popular, la ampliaría. En síntesis, sólo el manejo del
listado podría generar una amenaza para la segurida d jurídica.

f. Los criterios finales en base a los cuales se establecieron las enfermedades


profesionales incluidas en la lista: el legislador admite que ha tenido en cuenta todos
los factores que hemos enunciado precedentemente a los fines de elaborar una lista
de patologías causadas de modo directo y esencial por una causa presente en el
ámbito laboral, ya sea por la acción de un agente hostil, ya sea por las condiciones
peculiares del trabajo des arrollado.

4. Las enfermedades profesionales no incorporadas al listado

182
Concepto : serán consideradas enfermedades profesionales resarcibles, a pesar de
no encontrarse comprendidas en el listado de enfermedades de la LRT, aquellas
que en cada caso concreto resulten provocadas por causa directa e inmediata de la
ejecución del trabajo, excluyendo factores atribuibles al trabajador o ajenos al
trabajo, todo lo cual deberá resultar acreditado fehacientemente y resuelto por la
Comisión Médica Central.

La reforma introducida en la LRT por el decreto de necesidad y urgencia 1278/2000


respondió a una de las mayores críticas que se formulaban a la norma, en el sentido
de la hermeticidad que presentaba el listado de patologías y la imposibilidad de
plantear casos que no se pueden concebir como de aplicación general.

En efecto, este mecanismo resuelve la situación en cada caso particular, sin que su
admisión resulte aplicable a otros casos si no se acreditan los extremos impuestos
por la ley.

En efecto, el reconocimiento en un caso particular es sólo para dicho caso, y este


reconocimiento no altera ni incorpora la hipótesis del caso en el listado cerrado de
la LRT, salvo que resulte expresamente aconsejado por el Comité Consultivo
Permanente.

En orden a lo expresado en la definición y resumido en el cuadro precedente , los


elementos de esta nueva categoría incorporada a la LRT son los siguientes:

a) que la enfermedad no esté incluida en el listado: esta nueva categoría


surge, en primer lugar, de que la patología por la cual se formula el
reclamo no está incluida en el listado hermético ordenado por la LRT.
Por ende, el procedimiento de revisión será caso por caso y sólo
tendrá efectos para el reclamante o sus causahabientes.
b) que la patología resulte de causa directa e inmediata de la ejecución
del trabajo: la patología invocada como profesional y resarcible debe
surgir como causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, y
en tal hipótesis, estaría comprendida en los beneficios de la LRT. Un
ejemplo podría ser un virus no contemplado en el listado, generado
por enfermos atendidos por un médico o un auxiliar dependientes de
un servicio específico, contagiados por vía directa e inmediata de la
tarea de asistencia médica a su cargo.
c) que no se contemplen factores atribuibles al trabajador ni factores
ajenos al trabajo: son factores propios del trabajador su labilidad o
predisposición o fragilidad para padecer ciertas enfermedades, o
factores ajenos al trabajo como los concausales, que han sido
definitivamente excluidos de la LRT.
d) que la Comisión Médica Central reconozca los extremos precitados:
se establece un proceso en donde se deben respetar los principios

183
del derecho de defensa y del debido proceso, a fin de asegurarles a
los peticionantes los derechos a acreditar y formalizar el reclamo. Si
bien cada comisión médica jurisdiccional tiene atribuciones primarias
en cada caso que se presente, es la resolución de la Comisión
Médica Central la que declara a la patología generada en forma
directa e inmediata de la ejecución del trabajo y, por ende, resarcible
en los términos y con todos los alcances de un caso bajo la cobertura
de la LRT.
e) que el trabajador o sus causahabientes promuevan el procedimiento
de reclamación: como estos reclamos se resuelven caso por caso,
sólo son atendibles a petición de la parte interesada, como son el
trabajador damnificado o, en su caso, los causahabientes.

La reforma introducida por el decreto 1278/2000 fija una serie de normas de


procedimiento para que el trabajador o sus causahabientes accedan al beneficio.
Los pasos a seguir son los siguientes:

A) Invocación de una patología no incluida en el listado y rechazada por


la ART: obviamente, sólo corresponde iniciar el reclamo si la
patología no figura en el listado, o si el reclamante invocara la
aplicación de la cobertura de la LRT y la ART lo rechazara por no
estar incluida en el listado aludido. Con este procedimiento, las
declaraciones de inconstitucionalidad de la LRT de algunos fallos,
estableciendo que un listado hermético sin un mecanismo de
reclamos viola el derecho de defensa y el principio de igualdad,
quedarían desbaratados. En efecto, este proceso puede tornar, en el
caso particular, una patología no incluida en resarcible si se acredita
la relación de causalidad directa e inmediata con la ejecución del
trabajo a cargo del damnificado.
B) Iniciación del procedimiento por el trabajador o sus causahabientes:
no existe otra forma de iniciar el reclamo si no es por iniciativa del
trabajador damnificado o de los causahabientes, cuando el trabajador
hubiere fallecido como consecuencia de la patología invocada. Por
ende, no existe la alternativa de la iniciación del proceso de oficio, ni
por medio de la asociación gremial, salvo que ésta opere como
apoderado del trabajador en un caso de derecho individual.
C) Demostración de la existencia de los factores de riesgo, exposición,
cuadros clínicos y actividades con eficiencia causal directa de la
dolencia: en rigor, los denunciantes deben demostrar la relación de
causalidad directa para atribuirle a una patología no listada la relación
directa o inmediata. Lumbalgias y várices, dos patologías no incluidas
en el listado, tendrán ahora posibilidades de ser invocadas cuando
las mismas no surjan de la intervención de distintos factores, sino que
resulten provocadas por causa directa de la ejecución del trabajo a
cargo del damnificado.
D) Se sustancia ante la Comisión Médica Jurisdiccional con
intervención del empleador y la ART: la comisión de cada jurisdicción
es la que recibirá el reclamo, debiendo convocar al empleador y a la
ART para que sean parte del reclamo. Recuérdese que en algunos
fallos se resolvió que aquella patología no incluida en el listado,

184
cuando no sea enfermedad o accidente inculpable, será
responsabilidad del empleador.
E) Se debe garantizar el derecho de defensa y el debido proceso a fin
de demostrar la viabilidad del reclamo: los denunciantes tendrán
plena libertad para arrimar las pruebas que consideren pertinentes,
y, de hecho, la Comisión Médica Jurisdiccional deberá aceptar esos
medios, salvo que resulten inidóneos o ajenos a lo que se pretende
demostrar. Ante la duda, se deben admitir los medios que resulten
conducentes.
F) Son elementos críticos las pericias científicas y médicas y los
informes técnicos sobre los agentes, las fuentes, las causas y la
causalidad: además de las pruebas ofrecidas, resulta claro que los
informes técnicos de peritos ingenieros y el informe médico, sin
perjuicio de los elementos que se aporten a los fines de la
determinación de la relación de causalidad directa, deben evaluarse
las pruebas para la determinación de los elementos que permitan
dilucidar si existió causalidad ajena o factores personales no
vinculados con el trabajo realizado por el reclamante.
G) Si la Comisión Médica Jurisdiccional entiende ab initio que la
enfermedad encuadra en los presupuestos legales, ordenará el
cumplimiento de las prestaciones de la LRT: la ART deberá brindar
las prestaciones a su cargo en tal caso, y no podrá variar su conducta
hasta tanto una decisión en sentido contrario pueda surgir de la
Comisión Médica Central.
H) Se requerirá luego y de inmediato la intervención de la Comisión
Médica Central, que dictaminará en consecuencia: si la CMC
rechazara por improcedente la patología, la ART suspenderá las
prestaciones a partir de recibir la notificación. Si, en cambio, admite
que la patología es resarcible, la ART continuará con el cumplimiento
de todas las obligaciones emergentes de la LRT. En el mismo acto
de reconocimiento, se deberá expedir sobre el grado de incapacidad
atribuible al trabajador, a fin de encuadrar el marco de las
prestaciones.
I) Contra la decisión de la Comisión Médica Central cabe la reclamación
judicial de quien resulte agraviado por la decisión: siempre existe
como último recurso el reclamo judicial contra la decisión final de la
Comisión Médica Central, por el principio de que todo acto
administrativo siempre es revisable, en particular si se ha incurrido
en error esencial o manifiesta arbitrariedad.
La resolución definitiva que admite la patología no listada como
resarcible tiene sólo efectos en el caso particular y no incorpora la
misma al listado. Este efecto es tal en virtud de que las patologías no
incluidas sólo tienen alguna posibilidad de ser resarcibles cuando en
el caso concreto surgiera la responsabilidad directa e inmediata de la
ejecución de las tareas a cargo del trabajador damnificado.

J) El decreto 410/2001 fijó plazos y condiciones para ajustar el


procedimiento de reclamo que permita la inclusión de una patología
185
dentro del marco de protección de la LRT. Estas pautas son las
siguientes:

 Frente al rechazo de la ART, las comisiones médicas deben


procurar la aplicación de la tabla de evaluación de incapacidades
del decreto 659/1996;
 Al tratarse de una patología no incluida en el listado, las comisiones
médicas deben ajustar su operatoria al decreto 478/1998 sobre
Normas para la Evaluación, Calificación y Cuantificación del Grado
de Invalidez de los Trabajadores Afiliados al Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones;
 La petición del trabajador damnificado o sus derechohabientes debe
estar acompañada de un certificado médico de un especialista en
medicina del trabajo y debe tener como anexos los estudios y
medios de acreditación que resulte pertinente para demostrar los
extremos que hagan admisible la inclusión de la patología dentro de
la LRT;
 Se debe citar a una audiencia a la que deben concurrir todas las
partes, el damnificado o sus causahabientes, la ART y el
empleador, y donde se sustanciarán los elementos vertidos por el
peticionante, sin perjuicio de los estudios que se realicen;
 La resolución de las comisiones médicas se notificará al empleador
dentro del plazo de cinco días de emitida;
 La denegatoria de la inclusión solicitada por el damnificado o sus
causahabientes será recurrible ante la Comisión Médica Central
dentro de los diez días de notificada la resolución;
 Si bien no se establece en forma taxativa, la resolución definitiva de
la Comisión Médica Central es recurrible judicialmente, en los
mismos términos y alcances en que pueden apelarse sus
decisiones finales en los casos de verificaciones ordinarias de la
LRT;
 La Comisión Médica Central fijará el grado de incapacidad y si la
misma es temporaria o provisoria o permanente y definitiva, a fin de
que se apliquen las normas de la LRT pertinentes a cada caso.

K) En el supuesto de las enfermedades no incluidas en el listado, pero


contempladas en el caso particular sólo tienen efectos en éste y no
se extienden a otros si no se repite el procedimiento, y se acredita en
cada hipótesis un nuevo vínculo directo que haga admisible la
cobertura. Sin embargo la enfermedad incorporada a los beneficios
de la LRT en el caso particular se podría incluir en la lista cerrada de
la ley como una patología en general por intermedio del Comité
Consultivo Permanente en el supuesto en que éste disponga en
forma expresa la inclusión en los anexos (ver art. 2º del dec.
410/2001, B.O. , 17/4/2001). En la misma norma (art. 7º del dec.
410/2001, reglamentario del art. 40, apart. 2º, de la LRT) se
puntualiza, que a los efectos de la evaluación que el Comité
Consultivo Permanente desee establecer, la Comisión Médica
Central remitirá periódicamente a la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo los dictámenes conforme lo establecido en el art. 6º,
apart. 2º, de la LRT —enfermedades no incluidas en el listado—
(modificado por el DNU 1278/2000, art. 2º).

186
L) Mientras el decreto 1278/2000 (art. 6 inc. 2.b.) incorporó la posibilidad
de que el trabajador o sus causahabientes podían reclamar la
cobertura de la LRT de enfermedades no listadas en la medida que
se produjeran los extremos ya referidos de que "la patología resulte
provocada por causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo",
se conoció el fallo "Silva" que había planteado oportunamente la
inconstitucionalidad del art. 6º inc. 2º (LRT), que dispuso que "aunque
una enfermedad laboral no esté incluida en el listado de
enfermedades de la LRT, confeccionado por el PEN, pero se
demuestre que dicha enfermedad está vinculada causalmente a la
actividad laborativa corresponde la inmunización sobre la base de las
disposiciones del Código Civil". Se sigue el principio contenido en el
art. 19 (CN) en donde se enuncia el principio "alterum non
laedere" que traducido importa: "derecho a no dañar", y en su caso a
compensar los daños con una suma si el mismo no puede
restablecerse al status quo ante . En definitiva, la imposibilidad
planteada por la LRT de no poder demandar enfermedades no
listadas (del texto anterior a la reforma) y de no poder recurrir al
derecho común en forma irrestricta, violan este principio y tornan
inconstitucionales ambas normas, (CSJN, 18/12/2007, Recurso de
Hecho, "Silva, Facundo Jesús c. Unilever de Argentina S.A.", ver voto
conjunto de los Ministros Petracchi y Fayt) (5) .

5. Enfermedades accidentes

Concepto: se denominan así a las enfermedades típicamente ajenas al trabajo, que


por efecto de la acción concausal del mismo son consideradas como una extensión
de la responsabilidad dentro de las leyes de riesgos profesionales.

La nueva LRT no las ha tenido en cuenta, de modo que parecen haber desaparecido
como una parte de la cobertura. En mi opinión su destierro es muy sano, ya que en
función de este concepto amplio se produjeron numerosas injusticias, asignando a
los empleadores una responsabilidad patrimonial frente a daños que generalmente
eran totalmente ajenos al trabajo.

Obsérvese sobre el particular la norma contenida en el art. 40, apart. 3º, último
párrafo, que establece que el listado de enfermedades profesionales deberá
confeccionarse teniendo en cuenta la causa directa de la enfermedad con las tareas
cumplidas por el trabajador y por las condiciones medio-ambientales de trabajo .

En cualquier caso, en este tema se ha hablado de causalidad esencial o principal y


causalidad remota.

187
a. Causalidad esencial o principal: uno de los temas que constituía la crítica
fundamental a las enfermedades-accidente era la falta de conexión eficiente entre
la patología padecida por el trabajador y las condiciones ambientales o el trabajo o
las tareas. Es por ello, que se comenzó a distinguir la causalidad esencial y/o
principal de la remota o accesoria. En general, se llegó a aceptar como dentro de
cierta zona gris, que la enfermedad-accidente tenía como causa próxima el trabajo,
el ambiente o una o más circunstancias presentes en él. Son las causas que actúan
como elemento desencadenante, propiciatorio o acelerador de la patología.

b. Causalidad remota o accesoria: la denominada "teoría de la indiferencia de la


concausa" fue la que dio fundamento al concepto amplio de accidente de trabajo, a
partir del art. 1º de la ley 9688. Calificados autores apoyaron la existencia de esta
figura, donde enfermedades típicamente ajenas al trabajo, por la incidencia
concausal del trabajo, y en la medida que tuviera alguna incidencia, eran
consideradas equivalentes a las enfermedades profesionales, y por ende, bajo la
cobertura legal a cargo del empleador. Lo cierto es que la jurisprudencia fue tan
permisiva que numerosas patologías que nada podían tener con el trabajo fueron
endilgadas a las empresas, que debieron soportan innumerables reclamos,
articulados en serie, generando un costo impredecible.

La ley 24.028 descartó esta postura, hiriendo de muerte a la teoría de la indiferencia


de la concausa. La LRT no parece admitir ninguna fórmula que acepte patologías
ajenas al trabajo, salvo por la admisión que pudiera articularse si se incluyen en el
listado de patologías comprendidas algunos casos que reúnan estas características.

II. INCAPACIDAD LABORAL TEMPORARIA

Concepto: se denomina incapacidad temporaria al período en el cual el trabajador


sufre los efectos de un accidente o los efectos incapacitantes de una enfermedad
profesional, lo que lo obliga a ausentarse de sus obligaciones laborales por un plazo
determinable.

La LRT, siguiendo el temperamento ya observado por las leyes anteriores, admite


que este plazo se extienda hasta doce meses, con el pago de una compensación
mensual equivalente a un promedio salarial que arroja el llamado ingreso base.

La norma básica está contenida en el art. 7º (LRT) que dispone:

Artículo 7º.— Incapacidad Laboral Temporaria


1) Existe situación de Incapacidad Laboral Temporaria
(ILT) cuando el daño sufrido por el trabajador le
impide temporariamente la realización de sus
tareas habituales.

188
2) La situación de Incapacidad Laboral Temporaria
(ILT) cesa por:
a) Alta médica;
b) Declaración de Incapacidad Laboral Permanente
(ILP);
c) Transcurso de un año desde la primera
manifestación invalidante;
d) Muerte del damnificado.

La norma está complementada por el decreto 491/1997 referida a manifestaciones


del accidente o enfermedad en períodos discontinuos, en cuyo caso, dichos
períodos se sumarán desde la primera manifestación invalidante, a los fines de
calcular los diez (10) primeros días a cargo del empleador, que establece el art. 13
de la LRT.

En rigor, la ILT es una "licencia" con goce de salarios (art. 208 LCT, conforme
reforma introducida por decreto 1694/2009 art. 6º) de una duración máxima de un
año aniversario, contado desde la fecha de la ocurrencia del accidente, o desde la
primera manifestación invalidante de una enfermedad profesional, o sumando los
lapsos discontinuos que se produzcan como consecuencia del mismo evento.

Debemos destacar que el art. 208 (LCT) es aplicable a los efectos del cálculo de la
prestación periódica que suple el ingreso durante la ILT, y que los plazos y demás
condiciones de las enfermedades y accidentes inculpables no son de aplicación a
los eventos referidos en la LRT.

Analicemos la ILT a la luz de lo establecido en el art. 7° (LRT):

a. Impedimento para el trabajo: la ILT parte de la premisa de que todo evento dañoso
genera en forma momentánea algún impedimento para concurrir al trabajo, a la vez
que se brindan al damnificado la asistencia médica —primero de urgencia— y luego
el tratamiento con el fin de procurar su restablecimiento. Durante el impedimento
momentáneo que sufra el trabajador para continuar con su labor habitual, se aplica
la licencia de hasta un año aniversario, y se liquidan los ingresos conforme al art. 208
LCT, o sea que cobra el equivalente del salario que habría cobrado si hubiere
trabajado;

b. Carácter temporal de la incapacidad: es también lógico que se parte del carácter


temporal y en su caso efímero de los eventos, aun cuando ello no depende de la
voluntad de las partes sino fundamentalmente de la importancia o de la gravedad
de la patología. El tiempo fue fijado por la LRT, siguiendo sus antecedentes, en un
año contado en forma aniversario desde su primera manifestación. Si la patología
sufrida generara alternativas variables en las cuales el trabajador alternara períodos
de receso con otros de trabajo, el año se contará en forma acumulativa por cada
período en donde el trabajador se ausente, hasta alcanzar en forma sumatoria el
período precitado.

c. Causales de cese de la ILT: la LRT prevé distintas hipótesis de cese del período
de ILT, los que analizaremos brevemente.

189
c.1. Alta médica: lo deseable es que el trabajador damnificado se recupere de las
lesiones sufridas. Por ende, es muy lógico que se establezca como la primera forma
de extinguir la ILT el alta médica que dará cuenta de la recuperación del trabajador,
o de la existencia de una ILP en los casos que la LRT la admite.

c.2. Declaración de ILP: es posible que antes de que transcurra el período de un año
previsto por la LRT como comprendido dentro de la ILT, se obtenga una declaración
de Incapacidad Laboral Permanente, como es el caso típico de las amputaciones,
que una vez curadas y suturadas, no dejan dudas de que el damnificado tiene una
disminución de su capacidad laborativa.

c.3. Un año de ILT: la LRT presume, aun cuando no utiliza la palabra presunción,
que transcurrido el año previsto por el art. 7º, el trabajador deja el estado de ILT y
pasa al estado de Incapacidad Laboral Permanente (ILP), que luego veremos puede
ser provisoria (por un período) y posteriormente puede llegar a ser definitiva, si es
que la persona no pudo recuperarse o curarse de la patología sufrida.

c.4. Muerte del damnificado: una obvia causal de culminación de la ILT es el


fallecimiento del damnificado, toda vez que la misma interrumpe las prestaciones en
dinero y en especie, y habilita las prestaciones previstas por la LRT para los
causahabientes.

III. INCAPACIDAD LABORAL PERMANENTE

Concepto: existe Incapacidad Laboral Permanente (ILP) cuando el trabajador


estuviere alcanzado por un daño en la salud que en principio es irreversible y no
tiene límites en el tiempo.

Las causales de extinción de la ILT dan lugar a dos alternativas. O el trabajador


damnificado se recupera totalmente y vuelve ya rehabilitado al trabajo, o pasa al
ámbito de la ILP, que como veremos puede ser provisoria o definitiva , o puede
ser parcial o total , según la evaluación que se haga en cada caso. La norma básica
está contenida en el art. 8º (LRT), que dispone:

Artículo 8º.— Incapacidad Laboral Permanente


1) Existe situación de Incapacidad Laboral
Permanente (ILP) cuando el daño sufrido por el
trabajador le ocasione una disminución permanente
de su capacidad laborativa .
2) La Incapacidad Laboral Permanente (ILP ) será
total, cuando la disminución de la capacidad
laborativa permanente fuere igual o superior al 66%
y parcial, cuando fuere inferior a este porcentaje.

190
3) El grado de incapacidad laboral permanente será
determinado por comisiones médicas de esta ley en
base a la tabla de evaluación de las incapacidades
laborales, que elaborará el Poder Ejecutivo
nacional y ponderará entre otros factores, la edad
del trabajador, el tipo de actividad y las
posibilidades de reubicación laboral.
4) El Poder Ejecutivo nacional garantizará en los
supuestos que correspondiere, la aplicación de
criterios homogéneos en la evaluación de las
incapacidades dentro del Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones (SIJP) y de la LRT.

La ILP como veremos, es un marco y un lapso en donde la LRT procura extender


los beneficios y las prestaciones en dinero y en especie, a quien requiera un
tratamiento prolongado, y que obviamente exceda la ILT del primer año de licencia
continua o discontinua. Es una ILP que puede ser parcial o total, y también en
principio es provisoria (mientras se desarrolle el tratamiento), pero se puede
transformar en definitiva (con el alta, que da fin al tratamiento).

La norma plantea una serie de situaciones básicas que analizaremos por separado:

a. Incapacidad Laboral Permanente: la LRT parte de una suerte de ficción que


consiste en la suposición de que el damnificado cuenta con una lesión de carácter
irreversible, y por ende, debe ser contemplada su asistencia y los daños con criterio
reparativo y asistencial.

b. Incapacidad Laboral Permanente Parcial: estamos frente a un trabajador que en


principio padece un grado de incapacidad verificado inferior al 66% de la total obrera.
Dentro de la ILPP tenemos dos tratamientos diversos para los que tienen una
incapacidad de 0 a 50% y para los que padecen una incapacidad de más de 50% e
inferior al 66%.

c. Incapacidad Laboral Permanente Total: cuando el grado de incapacidad verificado


resulte superior al 66%, en principio estaríamos frente a un trabajador que padece
incapacidad total.

Al admitir este porcentaje, la LRT se coloca en línea con los parámetros establecidos
para los casos de invalidez del nuevo Régimen Previsional (ley 24.241).

1. Carácter provisorio de la ILP

191
La ILP puede ser, como apuntamos precedentemente, provisoria o definitiva .
Trataremos ambas hipótesis por separado.

Sobre el particular, el art. 9º, apart. 1º (LRT) dispone:

Artículo 9º.— Carácter provisorio y definitivo de la


ILP
1) La situación de Incapacidad Laboral Permanente
(ILP) que diese derecho al damnificado a percibir
una prestación de pago mensual, tendrá carácter
provisorio durante los treinta y seis meses
siguientes a su declaración.
Este plazo podrá ser extendido por las comisiones
médicas, por un máximo de veinticuatro meses
más, cuando no exista certeza acerca del carácter
definitivo del porcentaje de disminución de la
capacidad laborativa.
En los casos de Incapacidad Laboral Permanente
parcial el plazo de provisionalidad podrá ser
reducido si existiera certeza acerca del carácter
definitivo del porcentaje de disminución de la
capacidad laborativa.
Vencidos los plazos anteriores, la Incapacidad Laboral
Permanente tendrá carácter definitivo.

Como se advierte en la transcripción tenemos dos plazos, uno de hasta 36 meses y


otro adicional de hasta 24 meses más. Estamos frente a casos de excepción en
donde el tratamiento, las diversas intervenciones médicas, y la rehabilitación del
damnificado requieran un largo período, sin que se determine un grado de
incapacidad definitiva.

Veamos los distintos componentes de la ILP tanto provisoria como definitiva


planteada por el art. 9°, apart. 1º (LRT):

a. ILP provisoria: la situación de ILP puede ser provisoria seguramente cuando no


se tenga la certeza de su carácter definitivo. El texto del art. 9º parece decir que el
primer tramo provisorio del sistema se aplicará inexorablemente, en los casos de
incapacidad provisoria total, aun cuando exista incapacidad definitiva claramente
acreditada.

b. Plazos del marco provisorio: los plazos provisorios son dos. El primero es de
treinta y seis meses; es ad referendum de la certeza de la incapacidad en los casos
de IPP (Incapacidad Permanente Parcial), y es de cumplimiento inexorable en los
casos de IPT (Incapacidad Permanente Total). Las comisiones médicas podrán
prolongar el plazo precitado por hasta veinticuatro meses más sólo en los casos en
donde no se pudo lograr la determinación clara de la incapacidad sufrida por la
víctima. Estos plazos no son aplicables a los casos de incapacidad parcial que
generan derecho a la percepción de una indemnización de pago único, en cuyo
caso, dicha indemnización se determina como máximo al finalizar el período de ILT
(Incapacidad Laboral Temporaria).

192
c. ILP parcial y certeza de la incapacidad:cuando es parcial la ILP, la LRT la
denomina IPP. Durante los períodos provisorios, si se alcanzara la certeza de que
existe una determinación definitiva, a criterio de las comisiones médicas el plazo de
provisoriedad puede ser objeto de una reducción. Si se puede reducir, la certeza de
la incapacidad puede determinar también la cancelación del período pendiente
provisorio.

d. Vencimiento de los plazos de provisoriedad: si no se ha producido alguna de las


vicisitudes precitadas, y el plazo de treinta y seis meses, extensibles por otros
veinticuatro, se ha extinguido, la situación provisoria pasa a ser definitiva.

2. Carácter definitivo de la ILP

En rigor, el art. 9º (LRT) plantea tres hipótesis:

 La primera la analizamos en apartado precedente, y es el caso


del trabajador con derecho al pago de una prestación de pago
mensual (cuando su incapacidad es superior al 20%);
 la segunda es cuando culminan los plazos de provisoriedad y
se alcanza el carácter definitivo de la incapacidad padecida;
 El tercero es el caso que analizaremos aquí, cuando el
trabajador tuviese derecho a la percepción de una suma de
pago única (con incapacidad igual o inferior al 20%).

Analicemos lo dispuesto en el apart. 2º del art. 9º (LRT):

En otros términos, con lo expuesto cabe destacar que lo dispuesto en el art. 9º,
apart. 2º es sólo una de las tres hipótesis bajo análisis.

El art. 9º, apart. 2º dispone:

Artículo 9º.— Carácter provisorio y definitivo de la


ILP
2) La situación de Incapacidad Laboral Permanente
(ILP) que diese derecho al damnificado a percibir
una suma de pago único tendrá carácter definitivo
a la fecha del cese del período de incapacidad
temporaria.

En síntesis, el trabajador damnificado con incapacidad inferior o igual al 20% no


contará con los plazos provisorios de treinta y seis y de veinticuatro meses
planteados para la ILP superior al 20%.

193
Por ende, la incapacidad y la indemnización respectiva se liquidarán al finalizar el
período de ILT (que puede tener una duración máxima de un año aniversario,
sumado en forma conjunta o alternada por cada patología).

En definitiva el cuadro de los temas analizados es el siguiente:

IV. GRAN INVALIDEZ

Aun cuando terminológicamente parezca que la gran invalidez es una novedad, en


rigor se trata de la figura del trabajador incapacitado que requiere la asistencia
permanente de una persona para que le brinde apoyo y auxilio (arts. 10 y 17, LRT).

En cualquier caso, el "gran inválido" debe ser declarado como tal, y si así no lo fuera,
el damnificado podrá formular el reclamo administrativo y/o judicial, o requerir un
amparo si se le ha denegado en forma injustificada o sin fundamentos válidos.

Sin embargo, agrega una guía orientativa al sostener que el auxilio de otra persona
debe ser para realizar los actos elementales de su vida . Hasta ahora, tanto la ley
9688 como la 24.028 habían corregido las indemnizaciones admitiendo un
incremento del 50% de la que resulte calculada, incluyendo el incremento del tope.

En función de lo dicho hasta aquí, parece sólo aplicable la gran invalidez para los
damnificados alcanzados por la IPT (Incapacidad Permanente Total), lo que tiene
una cuota de razonabilidad.

A fin de establecer las modalidades y los plazos de pago de las prestaciones


dinerarias de los trabajadores afiliados al régimen de capitalización por Gran
Invalidez se dictó la resolución conjunta SSN 28.659/2002 - SAFJP 4/2002 (B.O.
15/4/2002) que en su anexo fija las pautas y los plazos de pago. Otro tanto se
dispuso para los que no se encuentran comprendidos en el sistema de capitalización
(SSN 28.545/2002, B.O. 10/1/2002).

La reforma del decreto 1694/2009 (arts. 5º y 6º in fine) ha dejado de lado el texto


original que preveía un monto equivalente a tres (3) MOPRES y lo sustituyó por la
suma de $ 2000, y dicha suma se ajustará en la misma proporción que el Sistema
Integrado Previsional Argentino (SIPA).

V. MUERTE

194
Concepto: la contingencia social de muerte del damnificado extingue los derechos
provenientes de la atención del mismo y genera derechos para sus causahabientes,
sin perjuicio de procurar cubrir gastos de sepelio.

La muerte del damnificado tiene varias connotaciones si analizamos lo ocurrido con


los precedentes.

Por lo pronto, los efectos son los mismos si el accidente o la enfermedad


profesionales provocan la muerte, que si ésta se produce durante el tratamiento por
una mala praxis o por efecto de una intervención quirúrgica.

Las ART serán seguramente responsables del fallecimiento de la víctima, si es que


el mismo se produce por efecto de la mala atención recibida por la misma en los
servicios propios o contratados por la entidad.

En cualquier caso, el art. 18, apart. 2º (LRT) dispone:

Artículo 18.— Muerte del damnificado


"1) Los derechohabientes del trabajador accederán a
la pensión por fallecimiento prevista en el régimen
previsional al que estuviera afiliado el damnificado
y a las prestaciones establecidas en el segundo
párrafo del apart. 2º del art. 15 de esta ley, además
de la prevista en su art. 11, apart. 4º.
"2) Se consideran derechohabientes a los efectos de
esta ley, a las personas enumeradas en el art. 53
de la ley 24.241, quienes concurrirán en el orden de
prelación y condiciones allí señaladas. El límite de
edad establecido en dicha disposición se entenderá
extendido hasta los veintiún (21) años, elevándose
hasta los veinticinco (25) años en caso de tratarse
de estudiantes a cargo exclusivo del trabajador
fallecido. En ausencia de las personas enumeradas
en el referido artículo, accederán los padres del
trabajador en partes iguales; si hubiera fallecido
uno de ellos, la prestación será percibida
íntegramente por el otro. En caso de fallecimiento
de ambos padres, la prestación corresponderá, en
partes iguales, a aquellos familiares del trabajador
fallecido que acrediten haber estado a su cargo. La
reglamentación determinará el grado de parentesco
requerido para obtener el beneficio y la forma de
acreditar la condición de familiar a cargo".(Texto
entre comillas según DNU 1278/2000, art. 9º).

Como se advierte del nuevo texto del art. 18 (LRT, reformado por el dec. 1278/2000,
art. 9º), no sólo se contemplan los causahabientes previstos en la ley previsional,

195
sino que además se admite que la edad límite prevista en dicha norma será de 21
años, y se extenderá a 25 cuando sean estudiantes a cargo del trabajador fallecido.

Se les concede además la posibilidad de acceder a las indemnizaciones a los padres


del fallecido en partes iguales cuando los causahabientes de la ley previsional no
existieran.

Es más, pueden acceder ambos progenitores, o uno de ellos si el otro ha fallecido,


en cuyo caso cobraría el total.

Por último, se admite la posible reclamación de la indemnización de familiares a


cargo del trabajador fallecido que demuestren haber estado a cargo del mismo,
derivándose a la reglamentación el grado y condiciones para acceder al beneficio.

Ley 24.241 (parte pertinente).


Pensión por fallecimiento. Derechohabientes
Artículo 53
En caso de muerte del jubilado, del beneficiario de
retiro por invalidez o del afiliado en actividad, gozarán
la pensión los siguientes parientes del causante:
a) La viuda;
b) El viudo;
c) La conviviente;
d) El conviviente;
e) Los hijos solteros, las hijas solteras y las hijas
viudas, siempre que no gozaran de jubilación,
pensión, retiro o prestación no contributiva, salvo
que optaren por la pensión que acuerda la presente,
todos ellos hasta los 18 (dieciocho) años de edad.
La limitación a la edad establecida en el inc. e) no rige
si los derechohabientes se encontraren incapacitados
para el trabajo a la fecha de fallecimiento del causante
o incapacitados a la fecha en que cumplieran 18
(dieciocho) años de edad.
Se entiende que el derechohabiente estuvo a cargo
del causante cuando ocurre en aquél un estado de
necesidad revelado por la escasez o carencia de
recursos personales, y la falta de contribución importa
un desequilibrio esencial en su economía particular.
La autoridad de aplicación podrá establecer pautas
objetivas para determinar si el derechohabiente
estuvo a cargo del causante.
En los supuestos de los incs. c) y d) se requerirá que
el o la causante se hallase separado de hecho o
legalmente, o haya sido soltero, viudo o divorciado y
hubiera convivido públicamente en aparente
matrimonio durante por lo menos 5 (cinco) años
inmediatamente anteriores al fallecimiento. El plazo

196
de convivencia se reducirá a 2 (dos) años cuando
exista descendencia reconocida por
ambos convivientes.
El o la conviviente excluirá al cónyuge supérstite
cuando éste hubiere sido declarado culpable de la
separación personal o del divorcio. En caso contrario,
y cuando el o la causante hubiere estado
contribuyendo al pago de alimentos o éstos hubieran
sido demandados judicialmente, o el o la causante
hubiera dado causa a la separación personal o al
divorcio, la prestación se otorgará al cónyuge y al
conviviente por partes iguales.
(Art. 35, reglamentado por dec. 1290/1994 [B.O.,
17/8/1994]).

Por vía reglamentaria (dec. 410/2001, art. 5º, reglamentario del art. 18, LRT, B.O. ,
17/4/2001) se estableció, además, que en caso de fallecimiento de los padres del
trabajador siniestrado, los familiares a cargo de éste con derecho a obtener las
prestaciones del art. 18, apart. 1º, son los parientes por consanguinidad en línea
descendente, sin límite de grado, los parientes por consanguinidad en línea
ascendente sin límite de grado, y los parie ntes por consanguinidad en primera línea
colateral hasta el tercer grado.

Los dos primeros deben ser solteros y menores de 21 años y se eleva el límite a 25
años si son estudiantes.

El límite de edad no se aplica si los eventuales beneficiarios estuvieren


incapacitados, o si la incapacidad fuere sobreviniente al momento de cumplir los 21
años.

En cuanto a los gastos de sepelio la LRT puntualiza:

Artículo 20
1. Las ART otorgarán a los trabajadores que sufran
algunas de las contingencias previstas en esta ley
las siguientes prestaciones en especie: a)
Asistencia médica y farmacéutica: b) Prótesis y
ortopedia: c) Rehabilitación; d) Recalificación
profesional; y e) Servicio funerario. 2. Las ART
podrán suspender las prestaciones dinerarias en
caso de negativa injustificada del damnificado,
determinada por las comisiones médicas, a percibir
las prestaciones en especie de los incs. a), c) y d).
3. Las prestaciones a que se hace referencia en el
apart. 1º, incs. a), b) y c) del pre sente artículo, se
otorgarán a los damnificados hasta su curación
completa o mientras subsistan los síntomas
incapacitantes, de acuerdo a como lo determine la
reglamentación.

Nos referiremos a continuación al inc. e) Servicios funerarios .

197
Es muy escueto el enunciado legislativo para el caso de fallecimiento de la víctima
debido a un accidente o enfermedad profesionales.

Es más, los servicios de sepelio, de un modo u otro gozaban de un reintegro en los


antecedentes legislativos de la LRT. En la nueva normativa se hace una mera
mención enunciativa, de modo que es de esperar que la reglamentación establezca
qué tipo de prestaciones brindará a los damnificados y bajo qué condiciones.

Lo que parece resultar distinto a los mecanismos anteriores, es que las ART, o en
su caso el empleador autoasegurado, se harán cargo de los servicios o contratarán
a un tercero para que los preste, abandonando el viejo régimen donde se reconocía
un pago a quien abonaba los servicios, previa acreditación de haber soportado los
mismos.

VI. EXCLUSIONES

Tanto la ley 9688 como la 24.028 contuvieron en su texto exclusiones, la primera


restringida a eventos muy limitados (dolo o culpa grave de la víctima y fuerza mayor
extraña al trabajo), mientras que la segunda admitió las patologías preexistentes en
la medida que fueren debidamente acreditadas al ingreso (mediante el
procedimiento de "bloqueo" detectado de las dolencias de un nuevo trabajador al
momento del ingreso en la empresa).

La LRT no es ajena a estos antecedentes, y en el art. 6º, apart. 3º, dispone:

Artículo 6º.— Contingencias


3) Están excluidos de esta ley:
a) Los accidentes de trabajo y las enfermedades
profesionales causados por dolo del trabajador o
por fuerza mayor extraña al trabajo;
b) Las incapacidades del trabajador preexistentes a
la iniciación de la relación laboral y acreditadas
en el examen preocupacional efectuado según
las pautas establecidas por la autoridad de
aplicación.

El inc. a) mantiene la figura original de sus predecesoras, aunque no incluye la culpa


grave como grado de responsabilidad del trabajador.

198
El inc. b) recoge la norma de la ley 24.028 con los mismos alcances, recurriendo a
lo que llamamos "el bloqueo de incapacidades preexistentes" mediante un estudio
médico especial.

Habría un tercer mecanismo de exclusiones y es el que proviene de aquellas


patologías no incluidas en el listado que será el único instrumento en virtud del cual
un trabajador puede pretender las prestaciones de la nueva LRT.

1. Accidentes y enfermedades causadas por el trabajador

Resulta lógico excluir de las contingencias amparadas por el sistema de la LRT a


los daños que el trabajador se produjere a sí mismo en forma intencional, situación
que es muy poco frecuente, y que en la extraña hipótesis de existir, es de difícil
prueba.

El trabajador debería haber resuelto, por alguna extraña causa masoquista,


lesionarse provocando un accidente, o enfermarse en base a alguna fórmula que le
permita intencionalmente sufrir las consecuencias negativas de la acción del
ambiente.

En síntesis, el art. 6º, apart. 3º (LRT) dispone:

Artículo 6º
3) Están excluidos de esta ley:
a) Los accidentes de trabajo y las enfermedades
profesionales causados por dolo del trabajador o
por fuerza mayor extraña al trabajo.

2. Fuerza mayor extraña al trabajo

Otra hipótesis de muy difícil factura es la de localizar algún hecho que nacido de una
causa de fuerza mayor, resulte a la vez ajena al trabajo, y que de un evento de tales
características se produzca un acontecimiento dañoso.

199
En general, las normas respaldadas por un marco como el de la LRT que se refugia
en la responsabilidad objetiva, no admite ninguna excepción, salvo estas que hemos
resumido que son infrecuentes y hasta extrañas.

En el marco de la ley 9688 se consideró una hipótesis de fuerza mayor extraña al


trabajo el caso de muerte de un trabajador que fue picado por una araña venenosa
que le provocó la muerte.

3. Patologías preexistentes y el bloqueo

Hasta la ley 24.028 el bloqueo de las incapacidades preexistentes no se había


introducido en la normativa de fondo.

El hecho de que la LRT haya mantenido el mecanismo es un acto de estricta justicia,


pues sin este recurso muchas empresas llegaron a soportar patologías
preexistentes, respondiendo no sólo con el marco de responsabilidad propia, sino
por los daños sufridos en trabajos anteriores, cuyo deslinde era casi imposible.

La LRT enuncia el principio en el art. 6º, apart. 3º, inc. b), que dispone:

Artículo 6º.— Contingencias


b) Las incapacidades del trabajador preexistentes a
la iniciación de la relación laboral y acreditadas
en el examen preocupacional efectuado según
las pautas establecidas por la autoridad de
aplicación.

En el texto se advierten algunas variantes. Por lo pronto, es en el marco del examen


preocupacional de salud cuando se admite ahora la aplicación del bloqueo. Habría
que establecer si dicho examen es previo al inicio de la relación laboral, o existe un
plazo de admisión, por ejemplo, mientras se desarrolle el período de prueba
recientemente incorporado a la legislación laboral (art. 92 bis, LCT).

En segundo lugar se remite la reglamentación a las pautas conforme a las cuales la


autoridad de aplicación dará fe o certificará las patologías detectadas, y en su caso,
el grado de incapacidad verificado.

Adviértase que son dos los aspectos relevantes del "bloqueo". Uno es la detección
de la patología, de modo de establecer que se contrajo, se adquirió o se sufrió el
evento dañoso antes de ingresar al nuevo empleo. La otra está referida al grado de
incapacidad bloqueado, lo que permitirá deslindar responsabilidades respecto de los
procesos de reagravación de la misma enfermedad originaria, como consecuencia
del proceso productivo al que se incorporó el trabajador.

200
La LRT, en su reglamentación debería mantener un proceso análogo al actualmente
existente, donde los estudios realizados por facultativos habilitados se presentan al
Ministerio de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos Humanos, y con ello, se da
cuenta de lo detectado. La presentación se acompaña de los dictámenes médicos
respectivos debidamente notificados al trabajador damnificado.

La autoridad de aplicación sólo toma vista y archiva las actuaciones, las que serán
oportunamente exhibidas cuando se produzcan reclamos por daños sufridos por el
trabajador con anterioridad al hecho del ingreso bajo las órdenes del nuevo
empleador.

En la actualidad el bloqueo es un deber del empleador, ya que es él quien se


encuentra a cargo del estudio preocupacional de salud y es quien se debe hacer
cargo de su costo. Sin embargo, el bloqueo beneficia fundamentalmente a la ART,
de modo que es ella la que debe velar porque estos estudios y determinaciones se
realicen a fin de deslindar responsabilidades por las patologías preexistentes.

La resolución SRT 43/1997 establece las pautas del preocupacional puntualiza la


virtualidad del bloqueo y autoriza a los organismos nacionales, provinciales o
municipales para que visen el contenido y las determinaciones de patologías de
estos estudios, a fin de certificar las patologías preexistentes conforme lo autorice
en forma expresa la SRT.

4. Las exclusiones por omisión en el listado

Es posible que el nuevo sistema adoptado por la LRT según el cual sólo estarán
amparadas por la norma las patologías incluidas en el listado que el Poder Ejecutivo
actualizará permanentemente, genere una nueva forma de exclusión de los
reclamos, simplemente omitiendo la patología en dicho listado.

En rigor, no creo que tal omisión implique un marco previsible para neutralizar
reclamos que para cualquier damnificado, y de acuerdo a un criterio no compartido
por el legislador, pueda ser considerado como una enfermedad profesional.

Es más, es posible que la falta de un listado exhaustivo pueda provocar reclamos


judiciales dentro de un aspecto que la LRT no contempla.

De hecho cuando alguien sufre un daño, en su salud por ejemplo, existe de acuerdo
con el sistema de imputación de responsabilidad vigente alguien que de una forma
u otra va a responder.

Esta breve síntesis me lleva a concluir, que si una patología es imputable


exclusivamente al trabajo que tenía la víctima, y no está incluida en el listado, el

201
damnificado podrá accionar contra la empresa empleadora, y en su caso lo podrá
hacer también contra la ART correspondiente, pues la omisión en el listado no tiene
fundamentos —en tales casos— para neutralizar la pretensión del accionante.

Si alguien pensó lo contrario, fue seducido por el típico voluntarismo que suele
envolver a los legisladores, que, a menudo, creen que lo que consta en la letra de
una ley es la ley, y en realidad, una cosa es el texto, y otra muy distinta es el modelo
resultante.

Esta opinión, vertida desde la primera edición de nuestro Manual de Riesgos del
Trabajo , provocó no pocas adhesiones, no sólo porque la lógica de un sistema de
amparo preventivo y reparativo se basa en que no puede ni debe consagrar
injusticias.

De hecho, el decreto de necesidad y urgencia 1278/2000, que modificó la LRT,


incorporó un mecanismo para que caso por caso, se puedan analizar aquellas
patologías no listadas (art. 6º, LRT, apart. 2.b) que por haberse generado en causas
directas e inmediatas del trabajo realizado por el damnificado.

Este procedimiento recibe las pruebas del caso, y con intervención final de la
Comisión Médica Central se puede considerar resarcible, en el caso concreto, una
patología no incluida en el listado ordenado por la LRT.

En rigor, el trabajador damnificado o sus derechohabientes pueden formular un


planteo sólo cuando la enfermedad de que se trate no esté listada, y que ésta sea
provocada por causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo excluyendo la
influencia de los factores atribuibles al trabajador o ajenos al trabajo (art. 6º, incs. b
y c de la LRT, incorporado por el DNU 1278/2000).

La inclusión dentro del sistema de la LRT tiene sólo efectos para el caso particular
y no implica la incorporación al listado especial de enfermedades profesionales.

Un antecedente como el citado, obviamente, puede considerarse hábil para que


otros reclamos análogos puedan prosperar, pero en cada caso habrá que sustanciar
el procedimiento.

La nueva patología no listada, podría ser incluida en la lista de enfermedades


profesionales sólo si el Comité Consultivo Permanente así lo admite por resolución
fundada.

La Corte Suprema también se expidió sobre el particular al sostener que "aunque


una enfermedad laboral no estuviera incluida en el listado de la LRT, confeccionado
por el PEN, pero se demuestra que dicha enfermedad está vinculada causalmente
a la actividad laborativa, corresponde la indemnización sobre la base de las
disposiciones del derecho civil" (CSJN, 18/12/2007, Recurso de Hecho, "Silva,
Facundo Jesús c. Unilever de Argentina S.A.").

XXI.4. LAS PRESTACIONES

202
Sumario : I. PRESTACIONES DINERARIAS Y EN ESPECIE.— II. PRESTACIONES
DINERARIAS . 1. Generalidades. 2. Clasificación. 3. Ingreso Base. 3.1.
Concepto y naturaleza jurídica. 3.2. El cálculo del Ingreso Base.—
III. PRESTACIONES POR INCAPACIDAD LABORAL TEMPORARIA (ILT).—
IV. PRESTACIONES POR INCAPACIDAD PERMANENTE PARCIAL (IPP). 1. Período
de IPP provisoria. 1.1. Prestaciones durante el IPP provisional. 2.
Período de IPP definitiva. 2.1. Prestación de pago único del IPP igual o
inferior al 50%. 2.2. Renta periódica de la IPP definitiva superior al 50%
e inferior al 66%.— V. PRESTACIONES POR INCAPACIDAD PERMANENTE
TOTAL(IPT).— VI. PRESTACIONES PARA EL CASO DE GRAN INVALIDEZ .—
VII. PRESTACIONES PARA EL CASO DE MUERTE DEL DAMNIFICADO .—
VIII. PRESTACIONES EN ESPECIE. CLASIFICACIÓN . 1. Asistencia médica y
farmacéutica. 2. Prótesis y ortopedia. 3. Rehabilitación. 4.
Recalificación profesional. 5. Servicio funerario. 6. Negativa
injustificada del damnificado a percibir las prestaciones. 7. Duración
de las prestaciones. 8. Daños en la salud durante la asistencia médica.
Responsabilidad.— IX. RETORNO AL TRABAJO DEL DAMNIFICADO .—
X. PRESCRIPCIÓN .— XI. EL DAMNIFICADO FRENTE A LA LCT . 1.
Acoplamiento de la "reserva de puesto". 2. La extinción del vínculo sin
responsabilidad indemnizatoria. 3. El regreso al trabajo del artículo
212, LCT y el artículo 16, LRT. 4. La ruptura del vínculo directa o
indirecta, por decisión de las partes.

I. PRESTACIONES DINERARIAS Y EN ESPECIE

Concepto: llamamos prestaciones dinerarias y en especie al conjunto de servicios,


beneficios prestaciones y sumas de dinero que constituyen el marco protector y el
amparo que prevé la LRT con el fin de cubrir las contingencias sociales de accidente
y enfermedad profesionales, los distintos grados de invalidez, y la muerte de la
víctima en todos los planos previstos por la normativa, desde la ocurrencia del
evento dañoso hasta la fecha del alta, y finalmente, con las compensaciones por los
daños permanentes que hayan dejado secuela.

Este marco protector, trata de suplir los ingresos que la víctima podría perder por
efecto de su incapacidad, y de surtirle las prestaciones que sean necesarias para la
curación, rehabilitación y reinserción del trabajador damnificado.

A través de la jurisprudencia de la Corte Suprema, en su actual composición se ha


revalidado el principio "alterum non laedere" que surge con claridad del artículo 19
(CN) y que implica que "nadie tiene derecho a dañar a otro", y en el caso de que se
viole esta norma, cabe reclamar a quien produce el daño o se subroga en sus
obligaciones a que de conceda y le pague una justa compensación, que procure
respetar el principio de "la reparación integral", aún cuando no se pueda recuperar
el daño en la salud. Para ello el sujeto activo de este deber de reparar deberá
compensar razonablemente los daños con una suma de dinero, abarcativa de la
extensión y profundidad del daño.

203
En una primera clasificación, la LRT las subdivide en prestaciones dinerarias y
prestaciones en especie.

Sonprestaciones dinerariaslas sumas de dinero previstas por la ley para atender


tanto la situación de incapacidad temporaria, como la reparación de las distintas
formas de invalidez, incluyendo la invalidez total y la muerte. En general, los pagos
que se realizan en dinero tienen por objeto suplir la carencia de los ingresos del
sujeto por salarios o, en su caso, cubrir la cuota de incapacidad, una vez que la
misma se pueda establecer, de la proporción del ingreso que eventualmente
resultará comprometida, durante la convalecencia, y luego una vez dado de alta.

Son prestaciones en especie los servicios y beneficios previstos por la ley con el fin
de asistir al damnificado con sus necesidades asistenciales, médicas, de farmacia o
de prótesis y rehabilitación.

CRITICAS, INSUFICIENCIA, INEFICIENCIA


E INCONSTITUCIONALIDAD

Los sistemas de la seguridad social como el contenido en la LRT, para perdurar en


forma sustentable, deben respetar los principios constitucionales, deben brindar
prestaciones razonables y suficientes para cubrir el objetivo del legislador, deben
ser eficientes en cantidad, calidad, modo tiempo y lugar, al brindar todas las
prestaciones. Son sin dudas requisitos que máxima exigencia, que imponen a una
norma como la LRT su constante actualización y agiornamiento con el fin de corregir
deficiencias, mejorar las prestaciones servicios y beneficios que brinda, ya que todos
estos medios son instrumentales, orientados al fin central del sistema que es
proteger la vida e integridad psicofísica de los trabajadores frente a las
consecuencias generadas por los riesgos del trabajo.

En alguna medida el decreto de necesidad y urgencia 1278/2000, a cinco años de


promulgada la LRT procuró generar esa revisión de la que hablamos, manteniendo
una serie de puntos que ya a esa altura tenían numerosos y muy fuertes
cuestionamientos. Es más, la Corte Suprema, en su anterior composición soslayó la
temática central, para dictar un fallo ("Gorosito") que mantuvo pendientes temas que
inexorablemente serían cuestionados por su inconsistencia, porque generaban
situaciones arbitrarias o injustas, o porque como referí antes, no se habían
enfrentado los problemas planteados con soluciones duraderas.

Una reforma importante del decreto 1278/2000 fue la incorporación de las


enfermedades no listadas a los reclamos posibles de un trabajador damnificado,
cuando la relación de causalidad fuere por causa directa e inmediata de la ejecución
del trabajo. Desde la primera edición de este Manual hemos criticado duramente la
lista hermética, si no contaba con algún mecanismo como el que incorporó
la reforma referida.

Hoy tenemos una nueva reforma, esta vez a través de un decreto reglamentario nro.
1694/2009, que centró su consigna en la mejora sustancial de los montos
indemnizatorios, eliminando topes, estableciendo pisos, y en alguna medida
resolviendo alguno de los temas urticantes.

La tarea de actualizar, corregir y mejorar debería ser sistemática y constante, ya que


aún quedan por resolver distintos aspectos fundamentales que hacen a la

204
credibilidad y sustentabilidad de un sistema, que no puede perder de vista los bienes
jurídicamente tutelados como eje de su desarrollo y perfeccionamiento. Dichos
bienes son la protección de la salud, la integridad psicofísica y la vida del trabajador
frente a los riesgos del trabajo. Para ello, habrá que tender a un sistema obligatorio
—como lo es hoy— de cobertura total para todos los empleadores, cualquiera fuere
su solvencia, tamaño, facturación o cantidad de trabajadores, con reglas equitativas
también aplicables a todos.

Es fundamental hoy ya pensar en la próxima reforma de la LRT, cuando todavía


están pendientes temas centrales como la opción por la vía del derecho común, o el
tratamiento de ciertas patologías en forma especial.

La reforma de la LRT por medio de la ley 26.773, dispone:

Artículo 2°.— La reparación dineraria se destinará a cubrir la disminución


parcial o total producida en la aptitud del trabajador damnificado para realizar
actividades productivas o económicamente valorables, así como su necesidad
de asistencia continúa en caso de gran invalidez, o el impacto generado en el
entorno familiar a causa de su fallecimiento.
Las prestaciones médico asistenciales, farmacéuticas y de rehabilitación
deberán otorgarse en función de la índole de la lesión o la incapacidad
determinada. Dichas prestaciones no podrán ser sustituidas en dinero, con
excepción de la obligación del traslado del paciente.
El derecho a la reparación dineraria se computará, más allá del momento en
que se determine su procedencia y alcance, desde que acaeció el evento
dañoso o se determinó la relación causal adecuada de la enfermedad
profesional.
El principio general indemnizatorio es de pago único, sujeto a los ajustes
previstos en este régimen.

La ley 26.773 agrega a la reparación de los daños materiales en base a una fórmula,
un adicional del 20% calculado sobre las indemnizaciones dinerarias, para cubrir
otros daños como la pérdida de la chance, el daño moral y otros.

La norma referida expresa:

Artículo 3°.— Cuando el daño se produzca en el lugar de trabajo o lo sufra el


dependiente mientras se encuentre a disposición del empleador, el damnificado
(trabajador víctima o sus derechohabientes) percibirá junto a las
indemnizaciones dinerarias previstas en este régimen, una indemnización
adicional de pago único en compensación por cualquier otro daño no reparado
por las fórmulas allí previstas, equivalente al veinte por ciento (20%) de esa
suma.
En caso de muerte o incapacidad total, esta indemnización adicional nunca
será inferior a pesos setenta mil ($ 70.000).

A fin de establecer un "procedimiento" claro y efectivo en torno de las dos "ideas


fuerza" de la reforma de la ley 26.773 establece en su art. 4º un plazo perentorio de
quince (15) días para que la ART notifique al damnificado, y en su caso, a sus
derechohabientes la conclusión del proceso de determinación de incapacidad y de

205
la indemnización dineraria, y la puesta a disposición en el mismo plazo de la suma
o sumas debidamente discriminadas que están depositadas y a disposición de los
que deben percibir las mismas.

En rigor, el sistema busca los siguientes objetivos:

 Fijar un plazo, para conformar un sistema de mora automática, que brinde


certeza, y perentoriedad a los pagos a cargo de la ART;
 Generar un sistema de disponibilidad ficta que no genere dilaciones ni
trámites ulteriores, a fin de que quién desee cobrar lo perciba sin ningún
obstáculo ni demora;
 Es una forma de generar el "principio de intangibilidad" de las
indemnizaciones dinerarias, integradas por el daño material de la fórmula
legal más el 20% de otros daños, prevenido en la ley 26.773 en su art. 3º ya
comentado;
 Se establece un sistema de opción excluyente, según la cual el trabajador o
los causahabientes pueden optar en forma expresa o tácita por las
compensaciones indemnizatorias, o pueden renunciar a ella y optar por la
vía del derecho común en juicio que debe entablar en la competencia civil
bajo sus términos, procedimientos y condiciones;
 Los dos sistemas no podrán acumularse entre sí, se podrá acceder por
ende a uno, o en su defecto al otro;
 En cualquier caso, en la condena por la vía civil, la ART deberá concurrir en
el pago por el capital por daño material y por daños accesorios más su
proporción de los honorarios, en la medida que la condena civil sea de
monto igual o mayor. Si fuere menor, pagará hasta completarlo;
 La percepción de la indemnización tarifada y sus accesorios, o la iniciación
del reclamo por la vía del derecho común importa la opción por uno u otro
sistema, en forma excluyente;
 La opción se puede ejercer una vez recibida la notificación fehaciente
prevenida en el art. 4º de la ley 26.773, y a partir del día de la recepción
comenzará a operar el plazo de prescripción extintiva de dos años;

La norma en forma expresa dispone:


Artículo 4°.— Los obligados por la Ley N° 24.557 y sus modificatorias al pago
de la reparación dineraria deberán, dentro de los 15 (QUINCE) días de
notificados de la muerte del trabajador, o de la homologación o determinación
de la incapacidad laboral de la víctima de un accidente de trabajo o enfermedad
profesional, notificar fehacientemente a los damnificados o a sus
derechohabientes los importes que les corresponde percibir por aplicación de
este régimen, precisando cada concepto en forma separada e indicando que
se encuentran a su disposición para el cobro.
Los damnificados podrán optar de modo excluyente entre las indemnizaciones
previstas en este régimen de reparación o las que les pudieran corresponder
con fundamento en otros sistemas de responsabilidad. Los distintos sistemas
de responsabilidad no serán acumulables.
El principio de cobro de sumas de dinero o la iniciación de una acción judicial
en uno u otro sistema implicará que se ha ejercido la opción con plenos efectos
sobre el evento dañoso.

206
Las acciones judiciales con fundamento en otros sistemas de responsabilidad
sólo podrán iniciarse una vez recibida la notificación fehaciente prevista en este
artículo.
La prescripción se computará a partir del día siguiente a la fecha de recepción
de esa notificación.
En los supuestos de acciones judiciales iniciadas por la vía del derecho civil se
aplicará la legislación de fondo, de forma y los principios correspondientes al
derecho civil.

Siguiendo la vieja jurisprudencia en torno de la opción tácita y excluyente de las


leyes 9688/1915 y 24.028/1991, se establece en el art. 5º de la ley 26.773, que no
conforma la opción tácita a favor del sistema tarifado de la LRT la percepción o
recepción por parte del damnificado de las siguientes prestaciones:

 El pago de salarios conforme el artículo 208 LCT durante la ILT;


 La prestación complementaria por Gran Invalidez;
 Las prestaciones en especie, tales como servicio médico, cirugía,
internación, farmacia, ortopedia, ortodoncia, rehabilitación, y reincersión
laboral.

La norma dispone en forma expresa:

Artículo 5°.— La percepción de las prestaciones en dinero, sea imputable a


la sustitución de salarios en etapa de curación (ILT) o sea complementaria por
gran invalidez, así como la recepción de las prestaciones en especie, no
implicarán en ningún caso el ejercicio de la opción excluyente prevista en el
artículo precedente.

Como lo referimos precedentemente, la ART debe concurrir con el pago de la suma


a su cargo cuando se gestione el reclamo por la vía del derecho común, con todo el
monto si la condena es igual o mayor, y con la condena completa cuando el monto
es inferior a lo resultante de la fórmula especial más los adicionales. En todos los
casos debe concurrir con la parte proporcional de los honorarios.

Si la suma pagada es inferior a la prevenida en la fórmula, el excedente debe


reservarse en el Fondo de Garantía.

La norma dispone en forma literal:

Artículo 6°.— Cuando por sentencia judicial, conciliación o transacción se


determine la reparación con fundamento en otros sistemas de responsabilidad,
la ART deberá depositar en el respectivo expediente judicial o administrativo el
importe que hubiera correspondido según este régimen, con más los intereses
correspondientes, todo lo cual se deducirá, hasta su concurrencia, del capital
condenado o transado.
Asimismo, la Aseguradora de Riesgos del Trabajo interviniente deberá
contribuir en el pago de las costas, en proporción a la parte del monto
indemnizatorio que le hubiera correspondido respecto del total del monto
declarado en la condena o pactado en la transacción.
Si la sentencia judicial resultare por un importe inferior al que hubiera
correspondido abonar por aplicación de este régimen de reparación, el
207
excedente deberá depositarse a la orden del Fondo de Garantía de la Ley N°
24.557 y sus modificatorias.

La ley 26.773 contiene una novedad que según los anuncios, promete ser un modo
de reajustar los montos y los valores mínimos prevenidos en la LRT de modo que
permiten generar una compensación por la vía de las indemnizaciones dinerarias
tarifadas, una suma decorosa y equitativa. El índice o coeficiente se denomina
RIPTE que significa Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores
Estables, a los que seguramente podrá acceder la Secretaría de Seguridad Social
por intermedio del AnSes dentro de la órbita del Ministerio de Trabajo Empleo y
Seguridad Social de la Nación.

Las mismas están resguardadas por el principio de "intangibilidad", de modo tal, que
la ley garantiza "el pago íntegro y oportuno" de las indemnizaciones dinerarias
tarifadas prometidas al damnificado o a sus causahabientes.

La norma expresa:

Artículo 8°.— Los importes por incapacidad laboral permanente previstos en


las normas que integran el régimen de reparación, se ajustarán de manera
general semestralmente según la variación del índice RIPTE (Remuneraciones
Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables), publicado por la
Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social, a cuyo efecto dictará la resolución pertinente fijando los nuevos valores
y su lapso de vigencia.

II. PRESTACIONES O INDEMNIZACIONES DINERARIAS TARIFADAS

1. Generalidades

En un primer enunciado, el artículo 11 de la LRT enuncia ciertas pautas de tipo


general de las que se fijan algunas vinculadas con el tratamiento que tienen, desde
el punto de vista de la cobertura legal, los mecanismos de ajuste que podrán tener
las mismas y por último la posibilidad de que éstas resulten mejoradas.

La norma citada dispone:

Artículo 11.— Régimen legal de las prestaciones o indemnizaciones


dinerarias tarifadas

208
1) Las prestaciones dinerarias de esta ley gozan de las franquicias y privilegios
de los créditos por alimentos. Son, además, irrenunciables y no pueden ser
cedidas ni enajenadas.
2) Las prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) o
permanente provisoria se ajustarán en función de la variación del AMPO
definido en la ley 24.241, de acuerdo a la norma reglamentaria.
3) El Poder Ejecutivo nacional se encuentra facultado para mejorar las
prestaciones dinerarias establecidas en la presente ley cuando las
condiciones económicas financieras generales del sistema así lo permitan.
"4) En los supuestos previstos en el artículo 14, apartado 2, inciso 'b'; artículo
15, apartado 2; y artículos 17 y 18, apartados 1 de la presente ley, junto con
las prestaciones allí previstas los beneficiarios percibirán, además, una
compensación dineraria adicional de pago único, conforme se establece a
continuación:
"a) En el caso del artículo 14, apartado 2, inciso 'b', prevista para los que
padezcan una IPP entre un mínimo del 50% y un máximo inferior al 66%
dicha prestación adicional será de pesos ochenta mil($ 80.000).(Decreto
1694/2009,artículo 1º). Estos importes se ajustarán por el RIPTE.
"b) En los casos de los artículos 15, apartado 2 y del artículo 17, apartado 1,
prevista para quién padezca una IPT superior al 66%, dicha prestación
adicional será de pesos cien mil($ 100.000). (Decreto 1694/2009artículo
1º).Este importe se ajustará por el RIPTE.
"c) En el caso del artículo 18, apartado 1, prevista para el caso de
fallecimiento de la víctima, la prestación adicional será de pesos cincuenta
mil ($ 120.000) ". (Decreto 1694/2009,artículo 1º). Este importe se
ajustará por el RIPTE.
(El texto entre comillas del apartado 4, fue incorporado por art. 3º del DNU
1278/2000, incluyendo las tres sumas fijas de $ 30.000, $ 40.000, y $ 50.000
respectivamente, que ahora son sustituido por las sumas de$ 80.000,
$ 100.000, y $ 120.000, por medio de la actualización dispuesta por
el decreto 1694/2009, con vigencia a partir del 6 de noviembre de 2009).
Estos importes se ajustarán por el RIPTE.

El apartado 4 incorporó una suma fija para pagar en tres situaciones diversas,
conforme la reforma introducida en la LRT por el decreto de necesidad y urgencia
1278/2000 (art. 3º), cuyos montos fueron actualizados por el decreto 1694/2009.

El AMPO citado por el art. 11 fue reemplazado por el MOPRE, y este último fue
derogado. El PE ajustará dos veces por año las prestaciones previsionales por
decisiones que se adoptarán en forma unilateral y no automática. En las
prestaciones que sean salariales, habrá que guiarse por la evolución de los salarios,
en las indemnizatorias dinerarias tarifadas, por la evolución del RIPTE o el indicador
de Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables, mecanismo
introducido por la ley 26.773 en su artículo 8º(1) .

a. Cobertura legal de las prestaciones dinerarias: las prestaciones dinerarias reciben


el mismo tratamiento que los créditos por alimentos . Por ende, se aplican las reglas
establecidas en el artículo 374 del Código Civil, que establece:

209
¿ las prestaciones no pueden ser objeto de compensación alguna;
¿ no se pueden efectuar sobre ellas transacción alguna;
¿ las prestaciones dinerarias son irrenunciables ;
¿ no pueden ser objeto de transferencia por acto entre vivos ni por causa de muerte;
¿ no puede constituirse derecho alguno sobre la suma de la prestación dineraria;
¿ y por último, la suma de las prestaciones dinerarias es inembargable.

b. Mecanismo de ajuste de ciertas prestaciones dinerarias: las prestaciones


periódicas en dinero pueden estar sujetas a vicisitudes por el transcurso del tiempo.
Es por ello que se admitía un mecanismo de ajuste, tanto para el pago de la
prestación dineraria por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) provisoria como
permanente en función de la variación sufrida por el MOPRE (ahora derogado). La
reforma del decreto 1694/2009 actualiza los montos conforme a la evaluación de los
salarios (art. 208, LCT).

Una de las razones que comprometen al régimen original de la LRT es la falta de


ajuste o de actualización de los montos indemnizatorios, de las prestaciones, o la
utilización de mecanismos, que por diversas causas se anquilosaron, como es el
caso del valor del MOPRE. Por ello que se modificaron los mecanismos de
actualización (decreto 1694-2009), y por en de, las prestaciones periódicas se
ajustan conforme al curso de los salarios.

En rigor, los ajustes de las prestaciones del régimen jubilatorio los realizará el Poder
Ejecutivo dos veces al año, en función de los ajustes de la necesidad de ajustar las
prestaciones previsionales.

A su vez, la reglamentación había establecido que todo ajuste general del MOPRE
(ahora derogado) modificaría el valor de las prestaciones, lo que fue sustituido por
el RIPTE para las indemnizaciones dinerarias tarifadas, la evolución de los salarios
para la ILT, y los ajustes del PE dos veces al año para las prestaciones de la
seguridad social y previsionales.

Ahora son los salarios y su evolución lo que produce dichas modificaciones en el


marco de lo que suple la remuneración durante los lapsos de incapacidad
temporaria.

Las prestaciones alcanzadas por esta movilidad eran las generadas por la
Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) y las abonadas por Incapacidad Permanente
Provisoria. Ahora las prestaciones se actualizan por la evolución salarial aplicándose
a tal fin el art. 208 (LCT).

Reiteramos, por efecto del decreto 1694-2009 los ajustes de las prestaciones por
ILT se realizan conforme a la evolución del salario del trabajador damnificado
(art. 208, LCT).

210
c. Mejora futura de las prestaciones dinerarias: en un marco que parece una
expresión de deseos, el artículo 11, apartado 3 puntualiza que el Poder Ejecutivo
podrá mejorar —es decir incrementar— las prestaciones dinerarias, cuando las
condiciones económico-financieras del sistema así lo permitan. En rigor, dichos
ajustes se pueden obtener mediante suplementos a los pagos establecidos para
cada prestación, o incrementando el Ingreso Base, modificando el sistema de
cálculo adicionándole algún suplemento. En ningún caso parece posible que una
persona accidentada reciba una suma periódica superior a su ingreso habitual en
concepto de remuneración.

El congelamiento del MOPRE agravó la situación de los damnificados. Ahora se


aplica el art. 208 (LCT) y normas concordantes, con lo cual las retribuciones mejoran
en relación con la evolución de las remuneraciones y los aumentos pactados en los
convenios colectivos de trabajo.

2. Clasificación

Las prestaciones dinerarias las podemos clasificar en primer lugar en los tipos de
prestación , luego por la periodicidad de las prestaciones , las prestaciones
variables y prestaciones fijas o predeterminadas , y las que tienen o no topes
legales .

a) Por los tipos de prestación:

b) Por la periodicidad de las prestaciones:

c) Prestaciones variables y prestaciones fijas o predeterminadas:

d ) Prestaciones dinerarias con o sin topes legales:

211
3. Ingreso Base

Las normas que precedieron a la LRT (leyes 9688 y 24.028) tuvieron como unidad
de cálculo para las indemnizaciones el denominado "salario diario", que se basaba
en el promedio de los ingresos dividido por los días trabajados (incluidos los que
generaban derecho a la retribución). Si el damnificado no registraba aquella
antigüedad mínima, se calculaba el promedio sobre el tiempo menor trabajado.

La ley 9688, como su versión corregida, la ley 24.028, siguieron el temperamento


descripto. La LRT no innova demasiado al crear la figura del Ingreso Base, y quizás
la simplifica. En gran medida, se esperó que la reglamentación no complicase el
marco definido por la ley, y de hecho no lo hizo.

Sólo estableció alguna pauta vinculada con el cálculo del Ingreso Base en los casos
en los cuales la primera manifestación invalidante se produjera con posterioridad a
la extinción del vínculo, y el cálculo en los casos de quienes sufran infortunios en
ocasión de cumplir con un servicio de carga pública (art. 3º, dec. 334/96 reglam.
art. 12 de la LRT).

La reformulación de las prestaciones e indemnizaciones formulada por el decreto


1694/2009 (ver art. 6º), estableció que en las prestaciones periódicas de la ILT y
provisoria de la IPP se tomará como base el artículo 208 de la LCT, que impone un
sistema más realista que el vmIB cuyos promedios perjudicaban al trabajador, y lo
alejaban de la suma que debería cobrar en el momento de estas incapacitado para
trabajar.

Ahora, el vmIB se empleará únicamente para el cálculo de las indemnizaciones por


invalidez de carácter permanente o por muerte.

3.1. Concepto y naturaleza jurídica

Concepto: se denomina Ingreso Base al monto de la remuneración mensual


promedio, en función de la cual se calcularán las prestaciones dinerarias.

Es conveniente hacer alguna disquisición sobre elIngreso Baserespecto de


sunaturaleza jurídica. En mi opinión se trata de unaindemnización de naturaleza no
remuneratoriaa la que se le han establecido consecuencias especiales. Los
fundamentos de que se trata de una indemnización no remuneratoria son los
siguientes:

¿no hay contraprestación laboral del trabajador : durante el período de ILT el


damnificado no puede poner a disposición del empleador su fuerza laboral

212
(arts. 103 y 197, LCT) por encontrarse impedido físicamente para ello. Por ende,
no cabría que por un plazo de inactividad, una prestación creada por un instituto
de la seguridad social pueda concebirse como salario.
¿el pago lo realiza un tercero : salvo un plazo muy corto (diez días) en donde el pago
del Ingreso Base estaba a cargo del mismo empleador (primer tramo de la ILT),
en el resto del término la ley lo ponía a cargo de la ART por el equivalente,
también, del pago del Ingreso Base y por el término de la ausencia y hasta por un
año de duración (se aplica además a otras prestaciones como los períodos
provisorios de la ILP). Con la reforma introducida por el decreto 1694/2009, el
salario ya no es sustituido por el vmIB sino por el monto resultante de la aplicación
del artículo 208 (LCT), cuyo cálculo es un claro sustituto del ingreso del trabajador
conforme lo que hubiere percibido si hubiere podido trabajar.

El deudor de la obligación es pues un tercero, la ART que se subroga en los deberes


de los empleadores por efecto de la cobertura creada por la LRT. La subrogación —
por otra parte— es onerosa, ya que la ART abona las prestaciones en función de
que se le ha abonado el precio de los servicios a través de la contribución a cargo
de los empleadores afiliados.

¿tiene una función resarcitoria : el pago de la prestación prevista en el artículo 208


(LCT) que ordena el pago del salario que hubiere cobrado el trabajador si hubiere
prestado el servicio, por el tiempo de ausencia temporaria del trabajador tiene una
función resarcitoria, toda vez que se procura sustituir el daño sufrido por el
trabajador por efecto de su ausencia, lo que se traduce en la pérdida de los
salarios que se pudieron haber devengado si no se hubiera generado el hecho
dañoso.
¿simultáneamente no se devengan salarios : ya sea por la crítica realizada por muy
calificada doctrina (Mario Ackerman), ya sea como un elemento aclaratorio de la
naturaleza jurídica de lo que constituye el pago del Ingreso Base, ya sea para
evitar que se generen dos prestaciones periódicas simultáneamente, es que se
ha llegado al extremo de aclarar —y así lo hace la LRT— que durante el término
de ausencia no se pueden devengar salarios (ver art. 13, apart. 3, LRT).

En mi opinión esta aclaración es superflua, ya que si el trabajador está ausente por


su incapacidad, mal puede devengar salarios. Esta pauta está reforzada por la
prestación no remuneratoria creada a los fines de cubrir la ILT.

¿las cargas sociales no desnaturalizan la condición no remuneratoria del pago


periódico : la LRT impone, a quien tenga a su cargo el pago de la suma periódica,
el pago de las cargas sociales (aportes y contribuciones) con destino a los entes
de la seguridad social, abonando las asignaciones familiares. Esta obligación no
desnaturaliza el carácter no retributivo, ya que las mismas surgen de la
conveniencia de que el trabajador siga gozando de los beneficios originados en
el marco de la seguridad social.

3.2. El cálculo del Ingreso Base

213
El cálculo del Ingreso Base está definido en el artículo 12 de la LRT, que abandona
los mecanismos de sus antecedentes legales (leyes 9688 y 24.248) que se regían
por los días de trabajo, y adopta un criterio matemático que coloca al sistema al
margen de las vicisitudes de los regímenes anteriores que generaban conflictos en
torno de la definición de cuáles son los días trabajados (incluyendo o excluyendo las
ausencias por causas económicas, disciplinarias, los permisos con y sin goce de
salarios, ciertas licencias especiales no legales, los días de permiso por prácticas
deportivas, los días de franquicia gremial con crédito en horas habilitadas, etc.).
Ahora, esta prestación —el vmIB prevista en el artículo 12LRT— queda reservada
para el cálculo de las indemnizaciones previstas por la LRT en los artículos 14 y 15.

En síntesis, parece mucho menos conflictivo y más transparente el sistema


adoptado por el artículo 12 (LRT), que dispone:

Artículo 12.— Ingreso Base


"1) A los efectos de determinar la cuantía de las prestaciones dinerarias se
considera ingreso base la cantidad que resulte de dividir la suma total de las
remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones, con destino al Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones, devengadas en los doce (12) meses
anteriores a la primera manifestación invalidante, o en el tiempo de
prestación de servicio si fuera menor a un (1) año, por el número de días
corridos comprendidos en el período considerado". (Texto entre comillas,
según DNU 1278/2000, art. 4º). (El decreto 1694/2009 dejó de lado el vmIB
para el pago de las indemnizaciones tarifadas, y para la compensación por
pérdidas de salarios, y la reemplazó por el monto previsto por el artículo
208 de la LCT, que fija un valor similar al del trabajador que presta servicios
en condiciones normales).
2) El valor mensual del Ingreso Base resulta de multiplicar la cantidad obtenida
según el apartado anterior por 30,4.

De lo expuesto surge con claridad que se deben seguir los siguientes pasos:

a. Inclusión de las remuneraciones sujetas a cotización: por lo pronto debemos partir


de las prestaciones remuneratorias brutas liquidadas al trabajador por doce meses.

En la pauta legal debemos incluir todas las prestaciones sujetas a aportes y


contribuciones, como son los salarios básicos de convenio, los adicionales del
convenio colectivo aplicable, los salarios voluntarios liquidados por las empresas de
cualquier índole u origen, los recargos por horas suplementarias, los recargos por
tareas especiales, los recargos por riesgo o actividades bajo condiciones de peligro
o amenaza de daño, los premios o incentivos, las gratificaciones (las que se
computarán por el período legal precitado de doce meses), las comisiones y
cualquier otra forma de pago de prestaciones por resultado, las habilitaciones y los
sistemas de participación en las utilidades, etcétera. En síntesis, debemos incluir
todo lo que revista naturaleza remuneratoria.

De lo dicho surge con claridad, que están excluidas todas las prestaciones que no
tienen naturaleza remuneratoria. Es el caso de las asignaciones familiares, las

214
asignaciones por guardería, los planes complementarios de salud, el beneficio de
almuerzo o cena y refrigerios provistos en los comedores de la empresa, el ticket de
almuerzo o refrigerio, y el ticket alimentario (vale de supermercado), los viáticos
sujetos a rendición de cuentas y avalado por comprobantes, los gastos del
automotor debidamente comprobados para su utilización específica en la prestación
laboral, etcétera.

En este marco, este listado es sólo enunciativo, de modo que debemos sumarle
cualquier otra prestación ajena al marco retributivo, ya sea porque se trate de un
gasto o un viático necesario para el cumplimiento de la prestación laboral, ya porque
sea un beneficio social no remuneratorio.

Sin embargo, de lo expuesto surge una clara limitación, además de la


precitada respecto de las prestaciones que no tienen naturaleza salarial. En efecto,
sólo son computables lasremuneraciones sujetas a cotización, es decir aquellas que
se encuentran entre un mínimo de tres y un máximo de sesenta AMPOS (conforme
lo establece la ley 24.241, luego extendido a todo el sistema de la seguridad social) .

La reglamentación ha contemplado algunas situaciones especiales, en lo que hace


al cómputo del Ingreso Base, en el artículo 3º, decreto 334/96 que dice:

"Primera manifestación invalidante posterior a la extinción del vínculo laboral:


cuando el trabajador padeciera los efectos de un accidente o enfermedad
profesional con posterioridad a la extinción del contrato de trabajo, se
computarán los salarios de los últimos doce meses aniversario anteriores al
último mes en el que se abonaron o debieron abonarse las remuneraciones
sujetas a cotización con respecto a un mismo empleador".

La solución es lógica, ya que no existe otra alternativa que tomar las retribuciones
hasta la fecha en la que se extinguió el vínculo.

Si el trabajador hubiese prestado servicios para diversos empleadores, el Ingreso


Base se calculará sobre los salarios registrados por el último empleador, conforme
lo establece el artículo 12, apartado 1 de la LRT.

Si existiere responsabilidad de otros empleadores o de otras ART, el eventual


prorrateo será objeto de un análisis y reclamo independiente.

Meses sin obligación de pago de salarios, su cómputo: aquellos períodos en donde


el empleador no tuviere obligación de pagar salarios, obviamente, serán excluidos
del cómputo.

Esta indicación hace obvia alusión al monto que no puede contemplarse y a los días
transcurridos, que tampoco deben incluirse.

Por el contrario, los meses en que el empleador debió abonar el salario y por causas
aleatorias no lo hizo, sí son computables y deben computarse a los fines del cálculo
del Ingreso Base.

Pago del Ingreso Base en meses incompletos: en los casos en los cuales se deba
pagar el Ingreso Base en meses incompletos, obviamente, el mismo se deberá

215
abonar proporcionalmente al tiempo del mes, a cuyos efectos el legislador recurrió
al mecanismo de computar los días corridos del mes transcurrido.

Cálculo del Ingreso Base en las personas obligadas a prestar un servicio o carga
pública: dado que pueden existir diversas hipótesis de hecho, la reglamentación
previó tres mecanismos, cuya enumeración implica en nuestra opinión, también el
orden en el que deberán explorarse las alternativas.

Por lo pronto, si el ciudadano tiene una actividad remunerada en relación de


dependencia, se deberá computar el ingreso sujeto a aportes de dicha actividad.

Como alternativa, si se trata de una persona que realiza una actividad autónoma, la
norma establece que puede computarse la renta presunta que tuviere el sujeto
conforme al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones para el caso de los
trabajadores autónomos (ley 24.241).

Por último, si se trata de un desempleado, se computará el salario mínimo del


escalafón de la planta permanente del personal incluido en el Régimen Jurídico
Básico de la Función Pública.

El sistema parece completo y adecuado a las circunstancias.

b. Cómputo de los doce (12) meses: el período computable es el de los doce meses
anteriores o el menor período trabajado respecto de la primera manifestación
invalidante . Con ello, la LRT toma un año aniversario a los fines del cómputo, o si
el trabajador no hubiera prestado servicios por un término menor, se computará el
mismo.

Lo importante es tener un promedio de ingresos, aún cuando una inflación superior


al 10% debería ser contemplada con índices de ajuste, para evitar que se apliquen
montos devaluados .

En períodos de estabilidad este promedio no generará mayores dificultades, sin


embargo, habría que contemplar algún mecanismo de ajuste cuando la inflación
gravitara sobre el promedio, agraviando los derechos del damnificado.

El alcance de la expresión primera manifestación invalidante siempre fue discutida


en doctrina para los precedentes de la actual LRT en los casos de enfermedades
profesionales, ya que para los accidentes, los doce meses suelen correr desde la
fecha de ocurrencia del evento dañoso.

En las enfermedades, cuya lenta evolución puede producir distintos hitos, se ha


convenido, como la solución más razonable, la fecha en la cual el damnificado se
ausenta por primera vez por los efectos de la patología.

c. El divisor en días corridos:la existencia de dos términos, uno de doce meses y


otro del menor tiempo trabajado por el trabajador, obligó al legislador a utilizar como
divisor la cantidad de días corridos del período de liquidación contemplado en el
promedio.

216
Se abandona la pauta de los precedentes de los días hábiles laborados por el
trabajador y una cantidad de equivalentes que generaron no pocas controversias
jurisprudenciales.

Con el sistema adoptado, y al considerar las remuneraciones brutas del período


divididas por los días corridos, se obtiene como resultado el valor unitario promedio
de los días corridos computados.

En otros términos, se obtiene el valor de un día corrido.

d. El promedio diario por 30,4 = Ingreso Base: dentro del sistema analizado, si se
tomaron los salarios del período computado y se dividieron por los días corridos,
para lograr el valor promedio de un mes habrá que tomar el promedio anual de los
días corridos de los meses del calendario.

El legislador hizo el siguiente cálculo:

enero 31 días
febrero 28 "
marzo 31 "
abril 30 "
mayo 31 "
junio 30 "
julio 31 "
agosto 31 "
setiembre 30 "
octubre 31 "
noviembre 30 "
diciembre 31 "
total 365: 12 = 30.4

No se contempla en la fórmula el año bisiesto, que tiene 366 días ni la mezcla que
puede generarse por la combinación de distintos meses frente a eventos aniversario,
o que tomen parte de dos meses, y distintas combinaciones de los doce meses en
cuestión.

En base a los cálculos precedentes, veamos cómo se aplica la fórmula en un caso


concreto.

Un ejemplo:

12 m. $
mes 1 880
mes 2 875
mes 3 912

217
mes 4 914
mes 5 868
mes 6 880
mes 7 816
mes 8 856
mes 9 914
mes 10 880
mes 11 890
mes 12 900
total 10.585: 363 (días corridos) = $ 29.15 x 30,4 = $ 886,16 (I.B.)

En el cálculo precedente se siguieron todos los pasos de un trabajador hipotético


que mes tras mes tenía una retribución que oscilaba entre $ 816 y $ 914. Sumamos
todos los importes mensuales brutos sujetos a aportes, y luego por separado,
sumamos los días corridos correspondientes a esos doce meses, que sumaron 363
días.

El resultado del valor diario fue $ 29,15 que multiplicado por el coeficiente previsto
por la LRT de 30,4 arroja un monto mensual promedio que la norma
denomina Ingreso Base .

e. El ajuste del valor mensual del Ingreso Base por el cambio de salarios. Debemos
dejar de lado el ajuste por medio del MOPRE dado que el mismo fue derogado. El
valor mensual del Ingreso Base se ajustaba a través del cambio de los salarios dado
que el MOPRE o Módulo Previsional fue derogado.

Estas aplicaciones eran tanto en el caso de la Incapacidad Laboral Temporaria,


como en los períodos de incapacidad permanente y provisoria, tanto parcial como
total. Ahora los ajustes se realizan por la variación del salario del trabajador (decreto
1694/2009).

En efecto, la LRT puntualizaba que los pagos que se realicen en base al valor
mensual del Ingreso Base se ajustarán en orden a los cambios operados por el
MOPRE (art. 21, ley 24.241, reformado por la ley 24.347), que en rigor no cambiaron
por varios años (2) .

El congelamiento del MOPRE y su posterior derogación, generó numerosas críticas


al sistema. Ahora, los equivalentes al salario mensual se ajustan por los aumentos
salariales de los trabajadores afectados en el caso de la ILP como lo enuncia el
art. 208, LCT. Para el vmIB también se emplean los salarios pero en rigor, se aplican
los emergentes del pasado de los 12 meses anteriores a la fecha de cálculo.

4. Las prestaciones dinerarias de la ILT y la IPP

218
Los salarios para la ILT y para la IPP conforme al artículo 208 (LCT): el decreto
1694/2009 establece en su artículo 6, que: "establécese que las prestaciones
dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) o permanente provisoria (IPP)
mencionadas een el artículo 11, inciso 2), se calcularán, liquidarán y ajustarán de
conformidad con lo establecido porr el artículo 208 de la ley de contrato de trabajo
20.744 (t.o 1976) y sus modificatorias".

De la norma se extrae con claridad, que se abandona el vmIB de la LRT y se pasa


a utilizar el salario determinado por la LCT, que literalmente dispone:

"Plazo. Remuneración
Artículo 208 (LCT).— Cada accidente o enfermedad inculpable que impida la
prestación del servicio no afectará el derecho del trabajador a percibir su
remuneración durante un período de 3 meses, su antigüedad en el servico fuere
menor a
5 años, y de 6 meses si fuera mayor. En los casos que el trabajador tuviera
cargas de familia y por las mismas circunstancias se encontrará impedido de
concurrir al trabajo, los períodos durante los cuales tendrá derecho a percibir
su remuneración se extenderá a 6 y 12 meses respectivamente, según si su
antigüedad fuere inferior o superior a 5 años. La recidiva de enfermedades
crónicas no será considerada enfermedad, salvo que se manifestara
transcurridos los 2 años. La remuneración que en estos casos corresponda
abonar al trabajador se liquidará conforme a la que perciba en el momento de
la interrupción de los servicios, con más los aumentos que durante el período
de interrupción fueren acordados a los de su misma categoría por aplicación
de una norma legal, convención colectiva de trabajo o decisión del empleador.
Si el salario estuviere integrado por remuneraciones variables, se liquidará en
cuanto a esta parte según el promedio de lo percibido en el último semestre de
prestación de servicios, no pudiendo en ningún caso, la remuneración del
trabajador enfermo o accidentado ser inferior a la que hubiese percibido de no
haberse operado el impedimento. Las prestaciones en especie que el
trabajador dejare de percibir como consecuencia del accidente o enfermedad
será valorizado adecuadamente .

La suspensión por causas económicas o disciplinarias dispuestas por el empleador


no afectará el derecho del trabajador a percibir la remuneración por los plazos
previstos, sea que aquélla se dispusiera estando el trabajador enfermo o
accidentado, o que estas circunstancias fuesen sobrevinientes".

En función de lo expresado por la norma, durante la ILT y la IPP, tomarán como


base el salario calculado conforme el que debería cobrar el trabajador de haber
trabajado en condiciones normales.

En la ILT se toma el 100% del valor mensual generado por el artículo 208LCT primer
párrafo (LCT) de conformidad con lo previsto en el art. 13, apart. 1 (LRT), que
impone el pago referido (ref.: DNU 1278/2000 y dec. 1694/2009), suma a la que
habrá que aplicarles los aportes y contribuciones correspondientes a la Seguridad
Social conforme a la legislación vigente al momento de efectuarlos.

219
En la IPP del art. 11, inc. 2 (LRT) se produce cuando ha cesado el año de la ILT, y
se recurre a los plazos de extensión de 36 y de 24 meses adicionales. En tales
casos, se tomará como prestación mensual la prevista en el art. 208 (LCT) y se
multiplicará por el grado de incapacidad (art. 14, apart. 1, LRT), a lo que habrá que
adicionar las asignaciones familiares, todo ello hasta que se declare el carácter
definitivo de la enfermedad.

III. PRESTACIONES POR INCAPACIDAD LABORAL TEMPORARIA (ILT)

Como ya lo hemos analizado al determinar las contingencias sociales, la primera


que contempla la LRT es la denominada "Incapacidad Laboral Temporaria" que, en
rigor,es el tiempo en el cual el trabajador se encuentra imposibilitado de trabajar por
los efectos en su salud del accidente o la enfermedad profesional quepadece .

Este primer período se puede extender hasta por un año aniversario considerando
el plazo máximo contemplado en el artículo 7º de la LRT, a cuyos fines se computan
las ausencias continuas o discontinuas por accidente o por enfermedad sufridas por
el damnificado.

En cuanto al marco legal de las prestaciones, el artículo 13 de la LRT dispone:

Artículo 13.— Prestaciones por Incapacidad Laboral Temporaria


"1) A partir del día siguiente a la primera manifestación invalidante y mientras
dure el período de Incapacidad Laboral Temporaria (ILT), el damnificado
percibirá una prestación de pago mensual, se calcularán, liquidarán y
ajustarán de conformidad con lo establecido por el artículo 208 de la Ley de
Contrato de Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias (texto en letra
artículo 6, decreto 1694/2009) ("de cuantía igual al valor mensual del ingreso
base" ahora derogado y sustituido por el decreto 1694/2009).
"La prestación dineraria correspondiente a los primeros diez días estará a cargo
del empleador. Las prestaciones dinerarias siguientes estarán a cargo de la
ART la que, en todo caso, asumirá las prestaciones en especie.
"El pago de la prestación dineraria deberá efectuarse en el plazo y en la forma
establecida en la ley 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias para el pago de
las remuneraciones a los trabajadores.
"2) El responsable del pago de la prestación dineraria retendrá los aportes y
efectuará las contribuciones correspondientes a los subsistemas de
seguridad social que integran el SUSS o los de ámbito provincial que los
reemplazan, exclusivamente, conforme la normativa previsional vigente
debiendo abonar, asimismo, las asignaciones familiares".(Texto entre
comillas, según DNU 1278/2000, art. 5º).
3) Durante el período de Incapacidad Laboral Temporaria, originada en
accidentes de trabajo o en enfermedades profesionales, el trabajador no

220
devengará remuneraciones de su empleador, sin perjuicio de lo dispuesto en
el segundo párrafo del apartado 1 del presente artículo.

Analicemos cada una de las etapas que propone la norma que, en parte, reformula
el sistema si tenemos en cuenta sus precedentes legislativos.

a. Primera manifestación invalidante: el trabajador que sufre un accidente laboral o


padece una enfermedad profesional, desde el día siguiente en que sus
consecuencias le impiden trabajar está comprendido en los beneficios de la
denominada Incapacidad Laboral Temporaria (ILT). El elemento caracterizante no
es sólo la primera manifestación, sino que la misma le impida concurrir al trabajo.

Es durante el amparo por este primer plazo, donde se tiene como objetivo primordial
la recuperación del damnificado y su eventual regreso a las tareas habituales, que
se extiende por un máximo de un año. En rigor, la cobertura de la ILT es por 365
días, ya que son computables los plazos en forma acumulativa si la ausencia del
trabajador —por la misma dolencia— se produce en forma discontinua.

Si la ausencia es continua, se utiliza el mecanismo del término aniversario, de modo


que si el damnificado comenzó su ausencia el día 6 de marzo de un año, la misma
finaliza el mismo día del año siguiente.

Es incorrecta la reforma introducida por el decreto 1278/2000 en el sentido de


generar el cobro de la ILT a partir del día siguiente al momento en que se produce
la primera manifestación invalidante, y no como establecía la norma antes, desde la
primera manifestación. Con la actual redacción parece que ese día quedaría sin
cobertura, o el empleador, que se debe hacer cargo de los primeros diez días de
ingresos, ahora parece que debe hacerse cargo de once.

En lo que hace a las reformas introducidas por el decreto 1694/2009, el artículo 16


establece literalmente: "Las disposiciones del presente decreto entrarán en vigencia
a partir de su publicación en el Boletín Oficial y se aplicarán a las contingencias
previstas en la Ley Nº 24.557 y sus modificaciones cuya primera manifestación
invalidante se produzca a partir de esa fecha". A su vez, la fecha de publicación de
la norma en el Boletín Oficial fue el 6 de noviembre de 2009. Esta norma ya ha sido
muy criticada, ya que los beneficios de la reforma sólo se podrán cumplir con
eventos cuyo proceso se inicia después del 6 de noviembre de 2009 precitado, y no
alcanza a todo evento dañoso comprendido en la LRT cuya primera manifestación
invalidante se hubiere producido hasta el 5 de noviembre de 2009.

b. El cobro del Ingreso Base conforme a la LCT (ref. decreto 1694/2009,artículo


6): durante el plazo de la ILT el trabajador tendrá derecho a la percepción de una
suma equivalente al salario calculado conforme al artículo 208 de la LCT, que le
asegura al damnificado la misma remuneración que cobraría el trabajador si hubiere
trabajado más las actualizaciones o aumentos que se produzcan para la persona
que se encuentra activa, (El dec. 1694/2009 derogó la utilización del valor mensual
del Ingreso Base para la ILT, conforme a la fórmula de cálculo ya analizada. A su
vez, dicho importe ya no se ajustará conforme las correcciones que sufra el MOPRE
—unidad que fue derogado por la reforma del SIPA según art. 32ley 24.241 ref. ley
26.417— en forma anual, aplicándose dicho ajuste a partir del mes siguiente a la
publicación del nuevo valor art. 11, apart. 2, LRT, y art. 2º, dec. 334/96).

221
La periodicidad de los pagos se realizará conforme lo dispone la LCT, es decir que
se liquidará dentro de los cuatro días hábiles del vencimiento del período, cuando el
trabajador recibiera su liquidación por quincena o por mes, y dentro del tercer día
hábil cuando el trabajador cobrara por semana (ver art. 128, LCT). Se deberán
observar los mismos requisitos que prevé la LCT para las prestaciones
remuneratorias.

Resulta obvio destacar que los requisitos que deberá cumplimentar la ART no
implican la observancia del artículo 52 de la LCT, ya que éste es un deber exigido
sólo a los empleadores.

c. Responsabilidad del pago de la prestación periódica y salarios de los primeros


diez días de licencia: el pago de la prestación periódica conforme al artículo 208
(LCT) se divide en dos plazos. Los primeros diez días de ILT están a cargo del
empleador, mientras que el período restante está a cargo de la ART. Desde el
comienzo de dichos plazos están a cargo de las ART todas las prestaciones en
especie.

Se vuelve con ello a la teoría de los microaccidentes —los más frecuentes por
cierto— y la responsabilidad por las compensaciones dinerarias periódicas por un
breve tramo inicial a cargo del empleador.

Las ART podrán hacerse cargo total o parcialmente de los primeros diez días de
prestación, en los términos y condiciones que pacten entre la aseguradora y la
empresa afiliada. Es por ello legal bonificar a los empleadores, como un elemento
de captación como, también, que la ART asuma la obligación del pago de los
primeros diez días de la prestación en dinero, sencillamente porque la LRT no lo
prohíbe, y a la vez, no se visualizan disposiciones que operen en contra de esta
afirmación. Tampoco resulta contrario a la normativa de la LRT que la bonificación
tenga una limitación temporal, que esté sujeta a condición resolutoria, o que la ART
abone de los primeros diez días una parte (fija o escalonada) o con algún método
especial, en la medida que cualquiera de todos estos procedimientos y acuerdos
entre la ART y las empresas afiliadas no afecten ni perjudiquen al trabajador.

d. Pago de aportes y contribuciones al SUSS: a pesar de la condición no


remuneratoria de las prestaciones periódicas en dinero dispuestas por la LRT, y de
su concepción resarcitoria, se le impone a quien esté a cargo de las mismas, el pago
de los aportes y contribuciones (en algunas ambas, en otras sólo aportes) con
destino a los entes de la seguridad social como el pago de las asignaciones
familiares. En el caso de la ILT, está claramente especificado que se le imponen los
aportes retenidos del monto bruto liquidado al trabajador, y la contribución patronal
sobre idéntica base, con los límites impuestos desde el sistema previsional, que hoy
no cuenta con límites en los aportes ni en las contribuciones.

Como está previsto que los primeros diez días los abone el empleador y el resto —
hasta completar el año— lo pague la ART, por el primer mes las asignaciones
familiares se deberán abonar en forma proporcional entre la empresa y la ART.

No están contemplados los pagos que, sobre la retribución habitual, se liquidan


mediante retenciones con destino a los sindicatos (cuota sindical) y aportes y
contribuciones extraordinarios provenientes de los convenios colectivos, o las
retenciones para sistemas de seguro voluntario o para mutuales o cooperativas.

222
e. No devengamiento de salarios al empleador: de un modo que a mi juicio resulta
—en principio— redundante, el último párrafo del artículo 13 de la LRT establece
una pauta que, a la vez, es contradictoria. Por un lado sostiene que durante el
período denominado de ILT no se devengan salarios, salvo los diez días previstos
por la norma a cargo del empleador cuando se inicia el período de Incapacidad
Laboral Temporaria. Ahora bien, si el pago a cargo de las ART no es salario,
confirmando con ello la teoría de que lo que paga es una prestación resarcitoria —
ya que el salario no se devenga durante la licencia por incapacidad temporaria—,
no es necesario afirmar que no hay devengamiento salvo los primeros diez días.
Como anteriormente decíamos, es una contradicción, ya que las sumas abonadas
son una prestación no remuneratoria de carácter indemnizatorio, que cubre el daño
sufrido por el trabajador al no recibir su retribución. Es posible que este tipo de
afirmaciones, redundante por cierto, se haya originado en las críticas formuladas por
Mario Ackerman. El calificado autor dejó la duda, en una de sus críticas a la LRT,
sobre la posible superposición que se podría generar cuando se aplicara la nueva
norma y subsistieran las disposiciones en torno de las enfermedades y accidentes
inculpables contenidas en la LCT, ya que éstas son un género y los riesgos laborales
una especie (arts. 208 y sigs., LCT).

En síntesis, en una afirmación sobreabundante, el legislador optó por generar


seguridad jurídica en un tema que podría producir opiniones diversas y conflictos
innecesarios.

Para que no se abriguen dudas sobre el particular, la ILT por el plazo de 365 días,
salvo los diez primeros y salvo acuerdo en contrario entre la ART y el empleador
asegurado, tendrá como compensación una suma igual a la retribución del
trabajador como si el mismo estuviere trabajando con más sus ajustes de
conformidad con el artículo 208 (LCT) conforme lo reformó el decreto 1694/2009.
Esta sería la única compensación resarcitoria para el trabajador que le cubre la
ausencia de pago de los salarios a cargo del empleador, con una suma igual al
salario a cargo de la ART.

f. Las asignaciones familiares durante la ILT: ya habíamos apuntado que la LRT


impone el pago de las asignaciones familiares al trabajador damnificado durante la
vigencia de la ILT. También aclaramos, que si le corresponden en el primer mes en
donde el empleador debe abonar los primeros diez días de salarios y luego se hace
cargo la ART, las asignaciones corresponde que se liquiden en forma proporcional
a lo abonado por los dos sujetos.

La reglamentación ha aclarado, que el pago será financiado —como no podría ser


de otro modo— por el Régimen de Asignaciones Familiares, que hoy es operado a
través del Sistema Unico de Seguridad Social (SUSS ). Si así no fuera, se estaría
liquidando un sucedáneo de las asignaciones como elemento sustitutivo (art. 4º, 1er.
párr., dec. 334/96).

g. El cese de los efectos de la ILT: finalmente, la ILT cesa por las siguientes causas:

 alta médica: el contralor de la evolución de una enfermedad profesional o


de un accidente corresponde a quien brinda los servicios y las prestaciones
en especie, es decir las ART. Ellas son las más indicadas pues, a través de
las comisiones médicas, son las que deben conferir el alta médica.

223
¿declaración de Incapacidad Laboral Permanente (ILP):la incapacidad temporal es
por definición una circunstancia efímera, que tiene por objeto apreciar si es viable
la recuperación psicofísica del damnificado a fin de que se reintegre normalmente
al trabajo. Sin embargo, y aun cuando no haya finalizado el año previsto para la
ILT, la persona puede haber adquirido un nuevostatu quo, al verificarse que los
daños en la salud son de carácter permanente. Por ende, la situación de
incapacidad temporaria se convierte en Incapacidad Permanente Parcial (IPP)
habiendo pasado o no por la IPP provisoria, que se establece y transforma en
definitiva,statusque sólo se puede adquirir mediante dictamen médico fundado.
¿el transcurso de un año desde la primera manifestación invalidante: siguiendo
pautas de sus antecedentes legales, la LRT también declara y presume la ILP
definitiva, al finalizar el plazo máximo admitido para la ILT.
¿muerte del damnificado: obvio es establecer que toda situación temporaria cesa
cuando se produce un hecho como la muerte que objetivamente transforma la
situación del damnificado y hace nacer los derechos de los causahabientes.

IV. PRESTACIONES POR INCAPACIDAD PERMANENTE PARCIAL (IPP)

Una vez superado el marco establecido por la LRT para la ILT, y producida alguna
de las causales que hacen cesar la ILT (alta médica, declaración de Incapacidad
Permanente Parcial
—IPP—, transcurso de un año desde la primera manifestación invalidante, y muerte
del damnificado ) nacen los mecanismos vinculados con la Incapacidad Permanente
Parcial (IPP ), o en su caso la Incapacidad Permanente Total, que en principio es
provisoria, hasta que el alta médica la transforma en definitiva.

Analizaremos en primer lugar la IPP (Incapacidad Permanente Parcial) tanto en el


plano provisorio como en el definitivo.

La LRT distingue pues la Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) de la Incapacidad


Laboral Permanente (ILP), y dentro de esta última, distingue el carácter provisorio
de la Incapacidad Permanente Parcial (IPP) de la definitiva de dicha incapacidad, y
la Incapacidad Permanente Total (IPT) que también puede ser otorgada en forma
provisoria, y cuando se otorga el alta se concederá de modo definitivo.

La reforma introducida por el decreto 1694/2009 suprimió el tope de $ 180.000, y


creó un piso de $ 180.000 multiplicado por el índice de incapacidad cuando fueren
inferiores al 66%, y de $ 180.000 de piso si fuere superior al 66% o por muerte. Los
importes se ajustarán por el RIPTE, conforme al artículo8° de la ley 26.773. Los
importes por incapacidad laboral permanente previstos en las normas que integran
el régimen de reparación, se ajustarán de manera general semestralmente según la
224
variación del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los
Trabajadores Estables), publicado por la Secretaría de Seguridad Social del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a cuyo efecto dictará la resolución
pertinente fijando los nuevos valores y su lapso de vigencia.

En primer lugar analicemos el artículo 14 de la LRT que enuncia un sistema distinto


de los antecedentes, en cuanto que no sólo separa la IPP en provisoria y definitiva,
sino que agrega además, una escala de prestación de diversa índole conforme a los
distintos grados de incapacidad sufrida por la víctima.

Artículo 14.— Prestaciones por Incapacidad Permanente Parcial (IPP)


"1) Producido el cese de la Incapacidad Laboral Temporaria y mientras dure la
situación de provisionalidad de la Incapacidad Laboral Permanente Parcial
(IPP), el damnificado percibirá una prestación de pago mensual cuya cuantía
será igual al valor mensual del ingreso base multiplicado por el porcentaje
de incapacidad, además de las asignaciones familiares correspondientes,
hasta la declaración del carácter definitivo de la incapacidad.
"2) Declarado el carácter definitivo de la Incapacidad Laboral Permanente
Parcial (IPP), el damnificado percibirá las siguientes prestaciones:
"a) Cuando el porcentaje de incapacidad sea igual o inferior al cincuenta por
ciento (50%) una indemnización de pago único, cuya cuantía será igual a
cincuenta y tres (53) veces el valor mensual del ingreso base, multiplicado
por el porcentaje de incapacidad y por un coeficiente que resultará de
dividir el número sesenta y cinco (65) por la edad del damnificado a la
fecha de la primera manifestación invalidante(3) . Decreto
1694/2009 incorporó en el art. 3º — Establécese que la indemnización
que corresponda por aplicación del artículo 14, inciso 2, apartados a) y b),
de la Ley Nº 24.557 y sus modificaciones, nunca será inferior al monto que
resulte de multiplicar pesos ciento ochenta mil ($ 180.000.-) por el
porcentaje de incapacidad. Los importes se ajustarán por el RIPTE,
conforme al artículo 8° de la Ley 26.773. Los importes por incapacidad
laboral permanente previstos en las normas que integran el régimen de
reparación, se ajustarán de manera general semestralmente según la
variación del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los
Trabajadores Estables), publicado por la Secretaría de Seguridad Social
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a cuyo efecto dictará
la resolución pertinente fijando los nuevos valores y su lapso de vigencia.
"b) Cuando el porcentaje de incapacidad sea superior al cincuenta por ciento
(50%) e inferior al sesenta y seis por ciento (66%), una Renta Periódica
—contratada en los términos de esta ley— cuya cuantía será igual al valor
mensual del ingreso base multiplicado por el porcentaje de incapacidad.
Esta prestación está sujeta a la retención de aportes de la seguridad social
y contribuciones para asignaciones familiares hasta que el damnificado se
encuentre en condiciones de acceder a la jubilación por cualquier
causa(4) . Deberá asimismo adicionarse la prestación complementaria
prevista en el artículo 11, apartado cuarto de la presente ley". Texto entre
comillas según DNU 1278/2000, art. 6º). El decreto 1694/2009 en su
Art. 3º agregó a la norma lo siguiente:— Establécese que la indemnización
que corresponda por aplicación del artículo 14, inciso 2, apartados a) y b),
de la Ley Nº 24.557 y sus modificaciones, nunca será inferior al monto que
resulte de multiplicar pesos ciento ochenta mil ($ 180.000.-) por el

225
porcentaje de incapacidad. Los importes se ajustarán por el RIPTE ,
conforme al artículo 8° de la Ley 26.773. Los importes por incapacidad
laboral permanente previstos en las normas que integran el régimen de
reparación, se ajustarán de manera general semestralmente según la
variación del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los
Trabajadores Estables), publicado por la Secretaría de Seguridad Social
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a cuyo efecto dictará
la resolución pertinente fijando los nuevos valores y su lapso de vigencia.

Las prestaciones previstas para la Incapacidad Parcial y Permanente superior al


50% y para la Incapacidad Total y Permanente, o sea la superior al 66%, están
ligadas a la contratación de una renta periódica con una compañía de seguros de
retiro.

Con ello, las ART establecen un vínculo con las empresas de seguros que puede
tener distintas vertientes. Unas son las legales como la planteada en este caso, otras
son las paralegales como puede ser un seguro de caución o un seguro que garantice
las prestaciones de la LRT para los autoasegurados.

Veamos lo que dispone el art. 19 a los fines de la contratación de la renta con una
empresa de seguros de retiro. Sin perjuicio de ello, debemos destacar que la Corte
Suprema, en el caso "Milone" (CSJN, "Milone, Juan A. c/ Asociart SA ART", La Ley,
29/10/2004, p. 4) declaró inconstitucional el pago a través de un sistema en cuotas
o de renta, y consideró que el pago se debía formalizar en un solo monto
indemnizatorio, y por ende, es el damnificado o sus derechohabientes los que deben
administrar la suma.

La ley 26.773 derogó el art. 19 y puntualizó en su art. 2º que "El principio general
indemnizatorio es de pago único, sujeto a los ajustes previstos en este régimen".

Por ende, fue derogado el art. 19 de la LRT por la norma citada. Contratación de la
renta periódica (5).

Con el cuadro que sigue podemos graficar cómo ha quedado el sistema


considerando la ILT (Incapacidad Laboral Temporaria), la ILP (Incapacidad Laboral
Permanente), y sus derivaciones, la IPP (Incapacidad Permanente Parcial) y la IPT
(Incapacidad Permanente Total).

Analicemos los distintos puntos que importa el cuadro precedente.

1. Período de IPP provisoria

Una vez concluida la Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) por cualquiera de las
formas por las que cesa, conforme lo dispone el artículo 7º de la LRT (ya analizado),
se pasa al período de Incapacidad Laboral Permanente (ILP), que puede ser Parcial

226
(IPP) o puede ser Total (IPT), de acuerdo con el grado determinado en el
damnificado.

La LRT ha fijado un período provisorio en función de que la lesión o la patología del


damnificado no tiene carácter definitivo . En cualquier caso, las comisiones médicas
determinarán un grado de incapacidad también provisorio a fin de determinar en
forma temporaria el ganancial que la persona cobrará en forma también temporaria
hasta la determinación final.

El período provisorio de la ILP se extiende por: 36 meses

Este plazo se puede extender por otros: 24 meses

En ambas situaciones, no se ha podido determinar la existencia de una incapacidad


laborativa definitiva y permanente del damnificado (ver art. 8º, apart. 1º, LRT).

Ahora bien, la LRT aclara que en los casos de Incapacidad Laboral Permanente que
revistan carácter parcial el plazo de prestación provisional podrá acortarse si
existiera certeza del grado definitivo de la incapacidad.

En cambio, en los casos de Incapacidad Laboral Permanente que pueda ser total, o
que siendo parcial no haya habido certeza sobre la incapacidad, sólo tendrán
carácter definitivo cuando se hayan agotado los dos plazos precitados, o cuando se
otorga el alta por la finalización del tratamiento, en cuyo caso el plazo se extingue
antes por el carácter definitivo de la incapacidad.

1.1. Prestaciones durante el IPP provisional

Durante los plazos de treinta y seis y de veinticuatro meses previstos para la


situación de Incapacidad Laboral Permanente (ILP) provisoria el damnificado tendrá
derecho a una prestación de pago mensual igual a:

La suma que resulte de aplicar el artículo 208 (LCT) que le asegura al trabajador el
valor del salario que hubiere ganado si estuviere trabajando, multiplicado por el
porcentaje de incapacidad, suma que está sujeta a aportes y contribuciones, más
las asignaciones familiares (art. 14, inc. 2, aps. a y b, LRT).

(Derogado por el decreto 1694/2009: "el valor mensual del Ingreso Base (vmIB) por
el grado de incapacidad de la víctima" más las asignaciones familiares).

Veamos un ejemplo:

227
Salario conforme art. 208 (LCT): $ 1000 (ya calculado)
Grado de incapacidad: 60%
Asignaciones familiares: $ 50
En consecuencia 1000 x 60% = 600 más $ 50 = $ 650

Por ende, y siguiendo el ejemplo que resumimos precedentemente, el trabajador en


cuestión percibirá mensualmente $ 350 mientras se desarrolle la IPP provisoria y
hasta que finalicen los plazos de 36 o 24 meses, o hasta que sea dado de alta antes
de que se cumplan aquellos plazos, alta condicionada a que la incapacidad parcial
deje de ser provisoria y se transforme en permanente.

En el régimen original, ahora modificado por el decreto 1278/2000, el vmIB había


que reducirlo al 70% y sobre dicho valor se aplicaba el grado de incapacidad (ahora
reformulado). Ahora, el el salario habitual del trabajador se ve reducido por el grado
de incapacidad estimado provisorio de la víctima.

Resulta evidente que para pagar esta prestación durante el tiempo admitido por la
LRT para la ILP provisional o provisoria, será menester hacer una determinación,
también provisoria del grado de incapacidad, hasta que llegue el momento de fijar
la definitiva en base a la certeza generada por el alta, o a la culminación de los
plazos, conforme lo establece la LRT.

El porcentaje de incapacidad opera sobre la remuneración habitual del trabajador,


que se actualiza conforme los ajustes y aumentos que sufra la retribución como si
el dependiente estuviere trabajando, de conformidad con el artículo 208LCT.

(El régimen derogado establecía: El importe del Ingreso Base puede sufrir cambios
a través del tiempo, en la medida que se produzcan modificaciones en el MOPRE.
El decreto 334/96 estableció (art. 2º) que al mes siguiente de conocida una
corrección en el MOPRE se aplicará sobre el Ingreso Base la modificación, que
puede mantener el valor en idéntico importe, lo puede aumentar y lo puede reducir,
según los casos).

2. Período de IPP definitiva

Como apuntábamos precedentemente, se adquiere el carácter definitivo de la


Incapacidad Permanente Parcial (IPP) cuando:

¿ se hubiere determinado con certeza el grado definitivo de incapacidad antes de


vencido el plazo de treinta y seis meses en los casos de Incapacidad Laboral
Permanente (ILP) parcial;

228
¿ se hubieren vencido los plazos de treinta y seis y de veinticuatro meses;
¿ el damnificado tuviere derecho a un pago único conforme a las prestaciones
dinerarias de la LRT, la incapacidad definitiva se presumirá al finalizar el período
de hasta doce
(12) meses de la Incapacidad Laboral Temporaria.

2.1. Prestación de pago único del IPP igual o inferior al 50%

Declarado el carácter definitivo de la Incapacidad Laboral Permanente Parcial,


cuando la misma fuere inferior al 50% el damnificado tendrá derecho a
una indemnización de pago único consistente en:

53 veces el valor mensual del Ingreso Base (vmIB)


por el grado de incapacidad
por 65 dividido la edad de la víctima

Se fija un piso, o sea un valor mínimo equivalente a $ 180.000 por la incapacidad de


la víctima, de modo que toda la cuenta precedente no puede ser inferior al valor
mínimo resultante. (Derogado por el decreto 1694/2009: tope: $ 180.000 por el
grado de incapacidad). Estos valores se actualizarán por el RIPTE (art. 8º, ley
26.773).

Pongamos un ejemplo:

VmIB ya calculado: $ 1000

Grado de incapacidad: 30%

Edad de la víctima: 32,5 años

Realizando los cálculos enunciados:

53 por 1000 = 53.000 por 30% = 17.666


por 65 dividido 32,5 = 2
luego, 17.666 por 2 = 35.332
El piso será de 180.000 por 30% = 54.000

Estos valores se ajustarán por el RIPTE

Eliminado el tope el damnificado cobraría $ 35.332, pero por aplicación del piso, el
damnificado no puede percibir menos del 30% de $ 180.000 que asciende a
$ 54.000. Es importante observar que este nuevo piso, opera como un valor de
referencia que puede absorber y compensar lo que puede resultar de la economía
clandestina, sea esta de la parcialidad que sea.

229
El número 53 (introducido por el dec. 1278/2000, ya que el original era 43) es
arbitrario, aun cuando tiene cierta similitud con los 1000 salarios diarios que tomaban
como indemnización predecesoras de la LRT, o sea la ley 9688 y la ley 24.028.

Por otra parte, fijar un coeficiente en base a la edad de la víctima que establezca un
valor mayor cuanto menor sea dicha edad, tiene la lógica propia de que son mayores
las expectativas de ganancia frustradas por el evento dañoso cuando más joven
resulte el damnificado.

2.2. Derogación de la Renta periódica y el pago único de la IPP definitiva


superior al 50% e inferior al 66%

Ya hemos visto en el punto anterior que frente a incapacidades iguales o menores


al 50%, cuando se la declara definitiva, corresponde el pago de una indemnización
de pago único, indemnización que se calcula en base a un número arbitrario
multiplicado por el vmIB por el grado de incapacidad de la víctima y corregido por
un coeficiente de edad, todo lo cual es restringido por un tope fijo que se corrige con
la edad de la víctima.

La LRT cambia el mecanismo cuando la incapacidad supera el 50% y es inferior al


66%.

En esta hipótesis se establece la obligación de contratar una Renta Periódica. Desde


el caso "Milone", la Corte Suprema declaró inconstitucional y contrario a los
principios enunciados en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional el pago a
través de cuotas o sumas de una renta, considerando que el derecho protectorio
que asiste al damnificado o sus derechohabientes es a la indemnización en forma
íntegra y disponible. En el fallo "Soria", la Corte se expidió sobre la no acumulación
de un sistema de la seguridad social con otra basado en los principios del Código
Civil de la reparación integral y de indemnidad ("Soria, Jorge Luis c. RA CES S.A. y
otro s/ind.", CSJN, 10/04/2007, DJ 2007-II-1273).

La ley 26.773 dejó sin efecto los pagos a través de rentas periódicas o pagos en
cuotas. Así lo establece el art. 2º in fine de la norma citada.

La renta periódica asegurará el pago de un monto mensual. Para calcular la Renta


Periódica se debe seguir la siguiente fórmula:

¿ valor mensual del Ingreso Base (vmIB) multiplicado por el grado de incapacidad
(sujeto a aportes y contribuciones) sin tope (el dec. 1694/2009 derogó el tope de
la Renta Periódica que no podía superar los $ 180.000).

 y una prestación de pago único consistente en la suma de $ 80.000 (el dec.


1694/2009, art. 1º, reemplazó la suma de $ 30.000 por la de $ 80.000).

230
 los valores precitados se actualizan por el RIPTE (ver art. 8º, ley 26.773) a
partir de enero de 2010.

Veamos un ejemplo:

Valor mensual del Ingreso Base: $ 800


Incapacidad: 50%
Cálculo: 800 x 0.50 = $ 400

La Renta Periódica ha sido derogada por la ley 26.773 y por ende, no es ya una
alternativa para cobrar en cuotas.

Es un deber de la ART abonar las sumas que antes se podían liquidar en cuotas, en
un pago único.

En efecto, la ley 26.773 dispone la obligación de pagar la indemnización en un solo


pago, y que los montos indemnizatorios prevenidos se actualicen por el RIPTE:

Artículo 2°.— La reparación dineraria se destinará a cubrir la disminución


parcial o total producida en la aptitud del trabajador damnificado para realizar
actividades productivas o económicamente valorables, así como su necesidad
de asistencia continúa en caso de gran invalidez, o el impacto generado en el
entorno familiar a causa de su fallecimiento.
Las prestaciones médico asistenciales, farmacéuticas y de rehabilitación
deberán otorgarse en función de la índole de la lesión o la incapacidad
determinada. Dichas prestaciones no podrán ser sustituidas en dinero, con
excepción de la obligación del traslado del paciente.

El derecho a la reparación dineraria se computará, más allá del momento en que se


determine su procedencia y alcance, desde que acaeció el evento dañoso o se
determinó la relación causal adecuada de la enfermedad profesional.

El principio general indemnizatorio es de pago único, sujeto a los ajustes previstos


en este régimen.

Artículo 8°.— Los importes por incapacidad laboral permanente previstos en


las normas que integran el régimen de reparación, se ajustarán de manera
general semestralmente según la variación del índice RIPTE (Remuneraciones
Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables), publicado por la
Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social, a cuyo efecto dictará la resolución pertinente fijando los nuevos valores
y su lapso de vigencia.

El art. 17, inc. 6. Las prestaciones en dinero por incapacidad permanente, previstas
en la ley 24.557 y sus modificatorias, y su actualización mediante el decreto
1694/09, se ajustarán a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley conforme
al índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores
Estables), publicado por la Secretaría de Seguridad Social, desde el 1 de enero del
año 2010.

231
2.3. El daño complementario de la "indemnización dineraria tarifada"

Las críticas surgidas de la jurisprudencia de la Corte Suprema establecían que tanto


la indemnización tarifada como los enunciados técnicos de las fórmulas indicaban
que la LRT sólo reparaba el daño material, o sea el lucro cesante y el daño
emergente. Por ende, estaba ausente el daño moral, y otros eventuales daños
accesorios como la pérdida de la chance, el daño potencial y otros.

La ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) incluye el daño accesorio, admitiendo un 20% de


las "indemnizaciones dineraria tarifada", calculada sobre las fórmulas y las sumas
fijas contemplando obviamente los valores mínimos.

La norma expresa en forma literal:

Artículo 3°.— Cuando el daño se produzca en el lugar de trabajo o lo sufra el


dependiente mientras se encuentre a disposición del empleador, el damnificado
(trabajador víctima o sus derechohabientes) percibirá junto a las
indemnizaciones dinerarias previstas en este régimen, una indemnización
adicional de pago único en compensación por cualquier otro daño no reparado
por las fórmulas allí previstas, equivalente al veinte por ciento (20%) de esa
suma.
En caso de muerte o incapacidad total, esta indemnización adicional nunca
será inferior a pesos setenta mil ($ 70.000).

V. PRESTACIONES POR INCAPACIDAD PERMANENTE TOTAL (IPT)

Hasta ahora hemos desarrollado las situaciones de Incapacidad Laboral


Permanente (ILP) que en definitiva está plasmada en la Incapacidad Permanente
Parcial (IPP).

Ahora corresponde analizar la situación de Incapacidad Permanente Total (IPT), o


sea aquella en la cual el trabajador damnificado tiene una incapacidad superior al
66%, cuyo régimen está contenido fundamentalmente en el art. 15 de la LRT, que
dispone:

Artículo 15.— Prestaciones por Incapacidad Permanente Total (IPT)

232
"1) Mientras dure la situación de provisionalidad de la Incapacidad Laboral
Permanente Total, el damnificado percibirá una prestación de pago mensual
equivalente al setenta por ciento (70%) del valor del salario conforme
al artículo 208 de la LCT(Reforma introducida por el decreto 1694/2009, que
estableció la aplicación del salario calculado conforme al artículo 208LCT, y
dejó sin efecto la utilización del valor mensual del Ingreso Base). Percibirá,
además, las asignaciones familiares correspondientes, las que se otorgarán
con carácter no contributivo.
Durante este período, el damnificado no tendrá derecho a las prestaciones del
sistema previsional, sin perjuicio del derecho a gozar de la cobertura del
seguro de salud que le corresponda, debiendo la ART retener los aportes
respectivos para ser derivados al Instituto Nacional de Servicios Sociales
para Jubilados y Pensionados, u otro organismo que brindare tal prestación.
"2) Declarado el carácter definitivo de la Incapacidad Laboral Permanente Total
(IPT), el damnificado percibirá las prestaciones que por retiro definitivo por
invalidez establezca el régimen previsional al que estuviere afiliado.
"Sin perjuicio de la prestación prevista por el apartado 4 del artículo 11 de la
presente ley, el damnificado percibirá, asimismo, en las condiciones que
establezca la reglamentación, una prestación de pago mensual
complementaria a la correspondiente al régimen previsional. Su monto se
determinará actuarialmente en función del capital integrado por la ART. Ese
capital equivaldrá a cincuenta y tres (53) veces el valor mensual del Ingreso
Base, multiplicado por un coeficiente que resultará de dividir el número 65
por la edad del damnificado a la fecha de la primera manifestación
invalidante (El decreto 1694/2009 suprimió el tope y lo reemplazó por un
pis o de $ 180.000. Por ende no rige el tope superior a pesos ciento ochenta
mil $ 180.000).
"3) Cuando la Incapacidad Permanente Total no deviniere en definitiva, la ART
se hará cargo del capital de recomposición correspondiente, definido en
la ley 24.241 (art. 94) o, en su caso, abonará una suma equivalente al
régimen provisional a que estuviese afiliado el damnificado". (Texto entre
comillas según DNU 1278/2000, art. 7º).

Estas sumas se actualizarán desde enero de 2010 por el RIPTE, valor de ajuste en
base a las remuneraciones registradas por el ANSeS y recolectadas por la
Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo de la Nación.

Analizaremos los diversos aspectos que plantea la IPT, con las prestaciones
pertinentes.

a. Período de provisionalidad de la IPT: del mismo modo que la IPP contaba con un
período provisorio y otro definitivo, la IPT tiene los mismos plazos, es decir hasta
por treinta y seis meses primero , y si la situación de provisionalidad continúa, a
criterio de las comisiones médicas se podrá extender hasta por otros veinticuatro
meses más .

Durante estos dos plazos, el damnificado recibirá mensualmente: el 70% del salario
calculado en base al salario previsto en el artículo 208 (LCT) + las asignaciones
familiares (el decreto 1694/2009 derogó la utilización del valor mensual del Ingreso
Base en este caso de pago periódico).

233
Con el pago de estas dos prestaciones, el damnificado no tendrá derecho a la
percepción de ningún beneficio del sistema previsional.

La reglamentación, confirmando esta pauta, puntualizó en el decreto 334/96 (art. 5º,


apart. 2º) que no corresponde el Retiro Transitorio por Invalidez previsto por la Ley
Previsional (ley 24.241) durante el período de provisionalidad establecido en la LRT
para la Incapacidad Permanente Total (IPT).

Por ende, sólo la ART o el empleador autoasegurado son responsables por estas
prestaciones durante el período de provisionalidad, y no resulta pertinente recurrir
al sistema previsional.

Es por ello, que el decreto 334/96 afirma que el pago de la prestación provisoria de
la IPT es sustitutiva del retiro transitorio por invalidez.

En los casos de trabajadores adheridos al régimen de capitalización, y que reunidas


las condiciones perciba la prestación durante el período de provisionalidad, se
entenderá como alcanzado por lo dispuesto en el art. 45, inc. c) de la ley 24.241 que
dispone: "Tratándose de beneficiarios que se encuentren percibiendo retiro
transitorio por invalidez, el derecho a traspaso de administradora no podrá ser
ejercido mientras aquéllos perciban el correspondiente haber". Esta norma fue
derogada por el nuevo régimen previsional que suprimió el Sistema de
Capitalización.

A su vez, la reglamentación ha determinado de conformidad con la LRT que el


Ingreso Base, durante los períodos provisorios será ajustado con el MOPRE, ajuste
que se deberá practicar al mes siguiente de la publicación de dicha corrección del
MOPRE en elBoletín Oficial(art. 11, apart. 2º, LRT y art. 2º, ley 24.241, dec. 334/96).
Ahora, el sistema de actualización se realiza por efecto de los aumentos salariales
(art. 208, LCT).

b. Carácter definitivo de la IPT: la determinación del carácter definitivo provendrá de


uno de las siguientes alternativas:

¿vencimiento de los plazos de incapacidad provisorios o provisionales , a partir de


los cuales la Incapacidad Laboral Permanente (ILP) tendrá carácter de definitiva;
¿determinación de las comisiones médicas de que la Incapacidad Laboral
Permanente se ha convertido en definitiva al vencimiento del primer plazo de
treinta y seis meses . No es posible en estos casos, aun cuando exista certeza,
que las comisiones médicas hagan una determinación de incapacidad total
definitiva, antes de cumplido por lo menos el primer término provisorio.

La LRT prevé las siguientes prestaciones:

el retiro por invalidez del sistema previsional


renta mensual complementaria
suma de pago único

234
b.1. Retiro por invalidez: al sufrir el damnificado una incapacidad definitiva de más
del 66%, se hace acreedor al retiro por invalidez previsto en la ley 24.241 del Nuevo
Régimen Previsional.

Por ende, esta prestación estará sujeta a las normas legales y reglamentarias que
fija aquel régimen para cualquier situación considerada comprendida en el retiro por
invalidez previsional. La reglamentación confirma este principio (art. 5º, apart. 3º,
dec. 334/96) en cuanto a que se deben observar los extremos de la ley previsional,
sus extremos y recaudos, y las condiciones de viabilidad que allí se establezcan. En
rigor, la LRT contempla el pago de las prestaciones previsionales como
complementarias, sin embargo, las dos responden a causas diversas y a sistemas
que, entre sí, no deben observar incompatibilidades, pero para acceder a cada uno
los requisitos y el contexto son diversos.

b.2. Prestación de pago mensual complementario y suma de pago único: además


de la prestación previsional precitada, que es obvia y de carácter ordinario, la LRT
prevé el pago de otra renta mensual en favor del damnificado. La LRT no aclara
desde cuándo se deberá liquidar en favor del damnificado esta prestación mensual
a cargo de la ART o del empleador autoasegurado. En cualquier caso, lo deberán
hacer en forma inmediata a la determinación de Incapacidad Permanente Total
Definitiva.

A su vez, el decreto 1278/2000 incorporó una indemnización de pago único, a cargo


de la ART y del empleador autoasegurado de $ 100.000 (Suma actualizada por
el decreto 1694/2009,art. 1º modificatorio del art. 11, apart. 4º, inc. b] de la LRT,
reformado por el dec. 1278/2000). Aun cuando la norma no aclara en qué fecha se
debe pagar la suma de pago único, va de suyo que debe liquidarse en el momento
de ser declarada la Incapacidad Permanente Total Definitiva del damnificado.

La ley 26.773 ajustará los montos fijos por el RIPTE, y derogó el pago en cuotas o
por vía de la renta, que ahora serán exigibles como una suma de pago única, salvo
lo relativo a los sistemas previsionales como por ejemplo, la jubilación por invalidez.

El decreto 334/96 (art. 5º, apart. 4º) establece que la renta mensual se devengará a
partir del dictamen de la Comisión Médica que establezca el carácter definitivo de la
Incapacidad Laboral Permanente y Total (IPT). Al respecto, caben dos reflexiones.

El devengamiento no implica el pago, sino la fecha desde donde el derecho al cobro


existe.

Por ende, puede haber un diferimiento o un lapso entre el vencimiento de los


períodos provisorios de pago, y la declaración de la Comisión Médica de incapacidad
permanente total.

La reglamentación debería acortar los plazos, ya que se trata de un caso de


gravedad, en donde la persona se encuentra inválida, y por tanto, su subsistencia
puede depender únicamente de la percepción del pago mensual complementario,
que no puede estar subordinada a trámites burocráticos o a la insensibilidad de un
funcionario.

235
En segundo lugar, parece que sólo un trámite de ejecución previa a los vencimientos
operados durante el período de provisoriedad sería adecuado para garantizar la
continuidad de los pagos al damnificado.

El monto del valor de la prestación mensual complementaria:

El monto del valor mensual se calcula actuarialmente, en base a un capital integrado


cuyo monto se determina de la siguiente forma:

53 x valor mensual del Ingreso Base


x 65: edad de la víctima sin tope
(Tope eliminado por decreto 1694/2009)

La edad de la víctima computable es la que tenía a la fecha de la primera


manifestación invalidante.

Veamos un ejemplo:

Valor mensual del Ingreso Base ya calculado: $ 1000


Edad de la víctima: 32,5 años

53 x 1000: 53.000
x 65 : 32,5 = 2
53.000 x 2 = 106.000
Tope eliminado por decreto 1694/2009

Se fijó un piso mínimo de $ 180.000 a la indemnización resultante (decreto


1694/2009,art. 4º). Este monto se ajustará por el RIPTE desde enero de 2010,
conforme lo dispone la ley 26.773.

En definitiva, la víctima del evento dañoso cobrará todos los meses el monto que
resulte del cálculo actuarial correspondiente, en base al capital integrado , que en el
ejemplo asciende a $ 106.000, y que nunca podría ser inferior a la suma de $
180.000, que ahora opera como piso mínimo. Este piso o monto mínimo se ajustará
por el RIPTE desde enero de 2010.

Modalidades según el régimen previsional y la modalidad del retiro elegido:

Según cual fuere el régimen previsional y la modalidad de retiro definitivo por


invalidez, será diversa la forma a la que accederá a los beneficios:

Supuesto 1

Si bien el sistema está derogado, es importante tener en cuenta el subsistema que


originariamente estableció la LRT. En efecto, los afiliados al régimen de
Capitalización del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones que optaron por
la Renta Vitalicia Previsional como modalidad por retiro definitivo por invalidez: en
estos casos la ART o el empleador autoasegurado integrará el capital impuesto por
el art. 15, apart. 2º de la LRT ya analizado, a la cuenta individual del damnificado
(art. 91, ley 24.241). Con ello, el beneficiario contará con el capital acumulado en su

236
cuenta personal del régimen previsional más el capital aportado por la ART o el
empleador autoasegurado. Con ambos capitales podrácontratar la Renta Vitalicia
del sistema previsional (art. 101, ley 24.241).

Dado que la norma ya citada —el art. 101, inc. c)— admite la libre disponibilidad del
saldo, la reglamentación establece que esta disponibilidad sólo afectará al monto
excedente de su cuenta de capitalización individual, sin computar el capital aportado
por la ART o por el empleador autoasegurado. Esta alternativa fue derogada por la
reforma previsional que eliminó el sistema de capitalización.

Supuesto 2

Afiliados al régimen de Capitalización del Sistema Integrado de Jubilaciones y


Pensiones que optaron por el Retiro Programado como modalidad por retiro
definitivo por invalidez: En tal supuesto la ART o el empleador autoasegurado
integrará junto a la cuenta de capitalización del damnificado el monto impuesto por
la LRT (art. 91, ley 24.241). En definitiva, el beneficiario podrá disponer de ambos
fondos a los fines de determinar el monto al que accederá mensualmente
(art. 102, ley 24.241).

En cuanto a la libre disposición del saldo al que hace referencia el artículo 102, inciso
c) de la ley 24.241, sólo será aplicable a los excedentes del fondo acumulado en la
cuenta de capitalización, excluyéndose por ende lo aportado por la ART o por el
empleador autoasegurado. Este supuesto también fue derogado al suprimirse el
sistema de capitalización.

Supuesto 3

En los demás supuestos, éstos son —entre otros— los que se encuentran en el
sistema de Reparto: la ART o la empresa autoasegurada integrará el capital
establecido por la LRT en la Compañía de Seguros de Retiro elegida por el
damnificado, a fin de que se contrate una renta vitalicia.

La Superintendencia de Riesgos del Trabajo podrá establecer un sistema de pago


con periodicidad distinta de la mensual a los fines de reducir los costos. En tales
hipótesis, habrá que informar fehacientemente al damnificado o su representante
respecto del mecanismo elegido, a fin de que él mismo pueda administrar
adecuadamente el monto que recibe y no se encuentre en apuros al no haber podido
organizar sus gastos por falta de información adecuada.

c. Incapacidad Permanente Total no definitiva: existe la posibilidad de que las


comisiones médicas dictaminen que un damnificado no alcanzó la Incapacidad
Permanente Total de carácter definitivo.

En este supuesto, la LRT prevé que la ART o la empresa autoasegurada, tendrá que
hacerse cargo del capital de recomposicióndefinido en el art. 94 de la ley
24.241 (Nuevo Régimen Previsional) lo que constituye la primera opción.

Artículo 94 .— Capital de recomposición


Se define como capital de "recomposición" al monto representativo de los
aportes con destino al régimen de capitalización, que el afiliado con derecho a

237
retiro transitorio por invalidez hubiera acumulado en su cuenta durante el
período de percepción de la prestación en forma transitoria. Las normas
reglamentarias determinarán la forma de cálculo del correspondiente capital.

Tomando literalmente lo dispuesto por la LRT, la ART debía abonar una suma
equivalente alcapital de recomposiciónal régimen previsional al que esté el
trabajador afiliado, sea éste el de reparto (Prestación Básica Universal —PBU—,
Prestación Compensatoria —PC— y la ahora derogada Prestación Adicional por
Permanencia —PAP—), o el mixto donde se combinan prestaciones a cargo del
Estado (Prestación Básica Universal
—PBU— y Prestación Compensatoria —PC—) con el capital más la renta
acumulados en una AFJP, ahora derogado y reemplazado por el Sistema Integrado
Previsional Argentino (SIPA) de la ley 26.417 que derogó el sistema de
capitalización privado, y transformó todo el sistema en estatal de reparto.

Con buen criterio, la reglamentación (art. 5º, apart. 6º, dec. 334/96) puntualiza que
existen dos opciones, a saber:

Opción 1: Si el trabajador se encontrara afiliado al Régimen de Capitalización del


Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones la ART o el empleador
autoasegurado deberán integrar el capital del artículo 94 de la LRT. Esta alternativa
ha sido derogada por la ley 26.417 que transformó el sistema previsional en estatal
de reparto, derogando el régimen de capitalización privado de las AFJPs.

Opción 2: Si el trabajador estuviere afiliado al sistema de reparto o a otro sistema


previsional, la ART o el empleador autoasegurado deberán integrar el capital al
sistema previsional que corresponda, el capital de recomposición del art. 94 de la ley
24.241, a los fines de determinar el período de aportes que comprende el referido
pago a los fines del cómputo de los años de servicios con aportes.

La derogación del régimen de capitalización ha dejado como única opción la


segunda prevista para el sistema de reparto.

VI. PRESTACIONES PARA EL CASO DE GRAN INVALIDEZ

La LRT denomina gran invalidez a aquella situación en la cual el trabajador


damnificado requiere de la asistencia permanente de otra persona para atender
actos elementales de su vida (ver art. 10, LRT). Los antecedentes legales (leyes
9688 y 24.028) mejoraban la indemnización por incapacidad incrementándola en un
50%. La LRT sustituye aquellos precedentes por el pago de una suma periódica,
que se extingue con la muerte del damnificado, a fin de cubrir —seguramente en
forma parcial— la asistencia precitada.

En rigor, puede ocurrir que no se trate de una persona que padezca una incapacidad
total (superior al 66%) y a pesar de ello, requiera de la asistencia precitada. Sin

238
embargo, el espíritu de la LRT parece relacionarse con la persona que registra la
IPT (Incapacidad Permanente Total), ya que el artículo 17, apartado 1 comienza por
aclarar que el gran inválido recibirá las prestaciones previstas para este grado de
incapacidad permanente.

Sobre el particular, el artículo 17 de la LRT establece:

Artículo 17.— Gran invalidez


1) El damnificado declarado gran inválido percibirá las prestaciones
correspondientes a los distintos supuestos de Incapacidad Laboral
Permanente Total (IPT).
2) Adicionalmente, la ART abonará al damnificado una prestación de pago
mensual de $ 2000 (decreto 1694/2009,artículo 5º) (Derogado por el decreto
1694/2009: equivalente a tres veces el valor del AMPO definido por la ley
24.241 —art. 21—, que se extinguirá a la muerte del damnificado).

Los montos serán ajustados por uno de tres criterios: los salarios y su evolución
conforme el art. 208 LCT, el ajuste del RIPTE para las sumas que surjan de las
indemnizaciones dinerarias tarifadas, y los salarios conforme el cálculo del vmIB.

La norma precitada plantea diversos temas que analizaremos.

a. Declaración de gran inválido: es posible que esta declaración sea sólo un


problema de evaluación médica, y por tanto sería una función no contemplada
expresamente por la ley de las comisiones médicas o en su caso de la Comisión
Médica Central.

La declaración implica la verificación, ya no del grado de incapacidad que se habrá


formalizado en la oportunidad de controlar y evaluar al damnificado a los fines de
recibir las distintas prestaciones de la LRT, sino para determinar"...si necesita la
asistencia continua de otra persona para realizar los actos elementales de su
vida...".

De ello dependerá la declaración, a ese único aspecto se debe remitir, y en función


de lo que resulte, el beneficiario podrá recibir o no la prestación adicional prevista
para estos casos (art. 17, apart. 2º, LRT).

b. Prestaciones que corresponden al damnificado gran inválido: el gran inválido no


sufrirá modificación alguna de las prestaciones que por efecto de las evaluaciones
oportunamente realizadas, le haya otorgado el sistema. El artículo 17, apartado 1
de la LRT parece circunscribir esta situación, como ya lo apuntamos a los casos de
Incapacidad Laboral Permanente Total (ILPT) que la LRT denomina IPT
(Incapacidad Permanente Total).

El legislador ha creado tantas siglas que él mismo no guardó coherencia


terminológica.

c. Prestación adicional especial para el gran inválido:el art. 17, apart. 2º, prevé el
pago de una prestación mensual a quien reúna las condiciones y sea declarado
"gran inválido". Esta prestación es de $ 2000 conforme la actualización del decreto
1694/2009, que derogó el valor anterior equivalente a tres (3) veces el MOPRE

239
(art. 21, ley 24.241) cuyo monto ascendió a $ 80, el monto resultante de este
adicional periódico será hasta marzo de 1996 de $ 240, suma que resultaba exigua
y totalmente insuficiente.

Si el propósito es atender el salario que demandaría la asistencia permanente de


otra persona, la LRT ha creado una prestación insuficiente, ya que el salario mínimo
de una enfermera oscila en no menos del doble de la suma precitada.

La reglamentación podría crear un mecanismo adicional de corrección, para lograr


que esta prestación resulte satisfactoria.

d. Vigencia del pago del adicional especial al gran inválido:es obvio que el pago se
realizará desde que el gran inválido es declarado como tal por las comisiones
médicas, y por ende, resulte obvio que requiere de la asistencia permanente de otra
persona para atender actos elementales de su vida. En general, esto puede ocurrir
en cualquiera de las etapas en las cuales el damnificado recibe una suma periódica.

La prestación se extingue con el fallecimiento de la víctima, sin embargo, parece


que debería recibir un tratamiento diverso, según el damnificado se encuentre dentro
de los períodos provisorios, o cuando la incapacidad y la declaración de gran
invalidez resulten definitivas.

La reglamentación aclaró que el pago a cargo de la ART o del empleador


autoasegurado de la suma de $ 2000 se realizará al damnificado, mientras dure la
Incapacidad Laboral Permanente Total (IPT), es decir los treinta y seis meses
provisorios iniciales y los veinticuatro meses también provisorios y complementarios.

Obvio es de recalcar que mientras se desarrolle la Incapacidad Laboral Temporaria


no es pertinente el pago del adicional de los $2000.

A su vez, habrá que transformar ese pago adicional al momento de convertir la


Incapacidad Permanente Total de provisoria en definitiva.

e. La declaración definitiva de Incapacidad Permanente Total más Gran


Invalidez: cuando la Incapacidad Permanente Total declarada Gran Invalidez se
transforme de provisoria en definitiva, el monto de tres MOPRES recibirá el mismo
tratamiento que la prestación de pago mensual complementario, cuyo capital será
integrado por la ART o por el empleador autoasegurado.

En otros términos, y bajo las condiciones que en definitiva establecerá la


Superintendenciade Seguros de la Nación, la suma de $ 2000 seguirán la misma
suerte que el capital aportado por las ART o los empleadores autoasegurados, a fin
de componer el sistema resultante de la elección del damnificado cuando sea
pertinente, como del régimen previsional en el que se encuentre afiliado (art. 6º, dec.
334/96).

VII. PRESTACIONES PARA EL CASO DE MUERTE DEL DAMNIFICADO

240
La muerte del damnificado tiene fundamentalmente efectos sobre sus deudos, que
en el marco de la seguridad social se los ha denominado causahabientes o
derechohabientes. Por un principio elemental de unidad contextual del sistema
jurídico, se ha seguido tanto en los precedentes como en la LRT la enumeración
establecida en el régimen previsional.

La norma central que trata el tema de la muerte del damnificado es el artículo 18


que dispone:

Artículo 18.— Muerte del damnificado


"1) Los derechohabientes del trabajador accederán a la pensión por
fallecimiento prevista en el régimen previsional al que estuviera afiliado el
damnificado y a las prestaciones establecidas en el segundo párrafo del
apartado 2 del artículo 15 de esta ley, además de la prevista en su artículo
11, apartado 4.
"2) Se consideran derechohabientes a los efectos de esta ley, a las personas
enumeradas en el artículo 53 de la ley 24.241,quienes concurrirán en el
orden de prelación y condiciones allí señaladas. El límite de edad establecido
en dicha disposición se entenderá extendido hasta los veintiún (21) años,
elevándose hasta los veinticinco (25) años en caso de tratarse de
estudiantes a cargo exclusivo del trabajador fallecido. En ausencia de las
personas enumeradas en el referido artículo, accederán los padres del
trabajador en partes iguales; si hubiera fallecido uno de ellos, la prestación
será percibida íntegramente por el otro. En caso de fallecimiento de ambos
padres, la prestación corresponderá, en partes iguales, a aquellos familiares
del trabajador fallecido que acrediten haber estado a su cargo. La
reglamentación determinará el grado de parentesco requerido para obtener
el beneficio y la forma de acreditar la condición de familiar a cargo". (Texto
entre comillas según DNU 1278/2000, art. 9º).

La norma plantea distintos temas, que no se apartan de la tradición sobre el


particular, y adiciona las peculiares características del sistema creado por la LRT.

a. Beneficios del régimen previsional: el fallecimiento del trabajador nos remite con
claridad al sistema de pensiones que está contemplado en la ley 24.241.

b. Prestación de pago mensual, e indemnización de pago único: la LRT dispone


integrar el capital con cincuenta y tres veces el valor mensual del Ingreso Base,
multiplicado por el coeficiente resultante de dividir 65 por la edad de la víctima (a la
fecha de la primera manifestación invalidante). El tope de $ 180.000 fue eliminado
por el decreto 1694/2009, y a la vez, se creó un piso de $ 180.000. El monto
resultante de la fórmula precedente se debe dividir (actuarialmente) en una renta de
pago mensual.

A la renta que genere el capital integrado, la reforma del decreto 1278/2000 le


adicionó el pago de una suma de pago único en beneficio de los causahabientes,
que fue actualizada en la suma de $ 120.000 por el decreto 1694/2009 (antes fue

241
de $ 50.000), que debe liquidarse una vez confirmado el accidente laboral y
acreditado el vínculo de los eventuales reclamantes.

Los montos fijos o valores denominados indemnizaciones dinerarias tarifadas se


ajustarán por el RIPTE, a partir de enero de 2010 con el fin de canalizar un ajuste
que los eleve de modo tal que resulten equitativos desde el punto de vista de la
justicia, pero a la vez, que sean suficientemente compensatorios de los daños
sufridos, para que resulten más atractivos que la alternativa aleatoria de un reclamo
por la vía del derecho común y en la justicia civil.

En síntesis, los beneficiarios recibirán:

53 veces el valor mensual del Ingreso Base (vmIB)


como capital para generar la prestación de pago mensual
complementaria sin tope, y con un piso mínimo de $ 180.000
más el régimen previsto en el sistema previsional
más una suma de pago único de $ 50.000

Las sumas fijas que componen las fórmulas serán ajustadas por el RIPTE a partir
de enero de 2010, a fin de lograr obtener una suma más equitativa que las
precedentes, que resultaron insuficientes e insatisfactorias al momento de evaluar
la reparación que se corresponde con los daños sufridos.

c. Derechohabientes conforme la nueva ley previsional:la LRT remite al artí culo 53


de la nueva ley previsional a fin de establecer el orden de prelación de los
causahabientes en caso de muerte de la víctima. La reforma del decreto 1278/2000
incorporó a los padres del trabajador fallecido y a falta de éstos a los familiares a
cargo, cuando no exista ninguno de los causahabientes previstos en el art. 53 de
la ley 24.241, conforme las pautas que establezca la reglamentación. El art. 53 de
la ley 24.241 dispone:

Artículo 53.— Pensión por fallecimiento. Derechohabientes


En caso de muerte del jubilado en actividad, gozarán de pensión los siguientes
parientes del causante:
a) La viuda;
b) El viudo;
c) La conviviente;
d) El conviviente;
e) Los hijos solteros, las hijas solteras y las hijas viudas, siempre que no
gozaran de jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, salvo que
optaren por la pensión que acuerda la presente, todos ellos hasta los
dieciocho (18) años de edad.
La limitación a la edad establecida en el inciso e) no rige si los
derechohabientes se encontraren incapacitados para el trabajo a la fecha de
fallecimiento del causante o incapacitados a la fecha en que cumplieran
dieciocho (18) años de edad.
Se entiende que el derechohabiente estuvo a cargo del causante cuanto
concurre en aquél un estado de necesidad revelado por la escasez o carencia
de recursos personales, y la falta de contribución importa un desequilibrio

242
esencial en su economía particular. La autoridad de aplicación podrá establecer
pautas objetivas para determinar si el derechohabiente estuvo a cargo del
causante.
En los supuestos de los incisos c) y d) se requerirá que el o la causante se
hallase separado de hecho o legalmente, o haya sido soltero, viudo o divorciado
y hubiera convivido públicamente en aparente matrimonio durante por lo menos
cinco (5) años inmediatamente anteriores al fallecimiento. El plazo de
convivencia se reducirá a dos (2) años cuando exista descendencia reconocida
por ambos convivientes.
El o la conviviente excluirá al cónyuge supérstite cuando éste hubiere sido
declarado culpable de la separación personal o del divorcio. En caso contrario,
y cuando el o la causante hubiere estado contribuyendo al pago de alimentos
o éstos hubieran sido demandados judicialmente, o el o la causante hubiera
dado causa a la separación personal o al divorcio, la prestación se otorgará al
cónyuge y al conviviente por partes iguales.

La reglamentación estableció con acierto que este orden de prelación a los fines de
determinar la o las personas con derechos, y que como consecuencia de la muerte
del damnificado, pueden acceder a los beneficios del sistema, son las enunciadas
en la norma transcripta del art. 53 de la Nueva Ley Previsional (ley 24.241) tanto
para las personas que están comprendidas en ella como para las de cualquier otro
régimen (art. 7º, dec. 334/96).

Como ya apuntamos, la reforma del decreto 1278/2000 adicionó las siguientes


pautas:

¿ El límite de edad de los hijos solteros, hijas solteras e hijas viudas, la edad que
está prevista en 18 años se extiende a 21 en general, y si son estudiantes se
extiende la edad hasta 25 años.
¿ Si las personas enumeradas en el artículo 53 no existieran, accederán a las
prestaciones los padres supérstites del fallecido que accederán en partes iguales
a las mismas; si viviera sólo uno de los padres, se le otorgará el 100% de las
prestaciones.
¿ Si los padres no estuvieren vivos, accederán al beneficio los familiares a cargo en
las condiciones y grado que establezca la reglamentación.

Al respecto se dictó el decreto 410/2001, cuyo art. 5º dispone:

Decreto 410/2001 (parte pertinente). Causahabientes y orden de prelación.


Artículo 5º (reglamentario del art. 18 de la Ley Nacional de Empleo 24.557
y sus modificatorias)
En caso de fallecimiento de los padres del trabajador siniestrado, los familiares
a cargo de éste con derecho a obtener las prestaciones establecidas en el
apartado 1 del artículo 18 de la Ley Nacional de Empleo 24.557, serán los
siguientes:
a) Los parientes por consanguinidad en línea descendente, sin límite de grado.
b) Los parientes por consanguinidad en línea ascendente, sin límite de grado.
c) Los parientes por consanguinidad en primera línea colateral hasta el tercer
grado.

243
En los casos de los incisos a) y c), los parientes allí enumerados deberán ser
solteros y menores de veintiún (21) años. Dicho límite de edad se elevará a
veinticinco (25) años, en caso de tratarse de estudiantes.
La precedente limitación de edad no rige si los derechohabientes mencionados
en el presente artículo se encontraren incapacitados para el trabajo a la fecha
de fallecimiento del causante o incapacitados a la fecha que cumplieran
veintiún (21) años.
En todos los casos, los parientes enumerados deberán acreditar haber estado
a cargo del trabajador fallecido.
Se entiende que el derechohabiente estuvo a cargo del trabajador fallecido
cuando concurre en aquél un estado de necesidad revelado por la escasez o
carencia de recursos personales, y la falta de contribución importa un
desequilibrio esencial en su economía particular.
La acreditación deberá efectuarse mediante un procedimiento sumarísimo
(información sumaria) previsto para las acciones meramente declarativas, de
conformidad a cómo se encuentre regulado en las distintas jurisdicciones
donde la misma deba acreditarse.
A los efectos de lo que determina el apartado 2 del artículo 18 de la ley 24.557 y
la presente reglamentación, deberá entenderse por estudiante a cargo del
trabajador fallecido a quien se encuentre cursando estudios regulares
oficialmente reconocidos por la autoridad pertinente.

VIII. PRESTACIONES EN ESPECIE. CLASIFICACIÓN

Tal vez el tema más complejo y conflictivo de lo que hace a la asistencia del
trabajador damnificado sea la cobertura médica y prestacional que necesita para
recuperarse del evento.

La LRT hace un enunciado genérico del marco prestacional en el artículo 20 que


tiene carácter enunciativo, y que será seguramente motivo de normas especiales en
la reglamentación.

Artículo 20
1) Las ART otorgarán a los trabajadores que sufran algunas de las
contingencias previstas en esta ley las siguientes prestaciones en especie:
a) Asistencia médica y farmacéutica;
b) Prótesis y ortopedia;
c) Rehabilitación;
d) Recalificación profesional; y
e) Servicio funerario.

244
2) Las ART podrán suspender las prestaciones dinerarias en caso de negativa
injustificada del damnificado, determinada por las comisiones médicas, a
percibir las prestaciones en especie de los incisos a), c) y d).
3) Las prestaciones a que se hace referencia en el apartado 1, incisos a), b) y
c) del presente artículo, se otorgarán a los damnificados hasta su curación
completa o mientras subsistan los síntomas incapacitantes, de acuerdo a
cómo lo determine la reglamentación.

La ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) estableció que las prestaciones en especie no


pueden ser sustituidas por dinero y se deben brindar en cantidad y calidad
apropiadas para el fin curativo, reparativo, y de rehabilitación impuesto por la LRT.

La norma establece:

Artículo 2° .— La reparación dineraria se destinará a cubrir la disminución


parcial o total producida en la aptitud del trabajador damnificado para realizar
actividades productivas o económicamente valorables, así como su necesidad
de asistencia continúa en caso de gran invalidez, o el impacto generado en el
entorno familiar a causa de su fallecimiento.
Las prestaciones médico asistenciales, farmacéuticas y de rehabilitación
deberán otorgarse en función de la índole de la lesión o la incapacidad
determinada. Dichas prestaciones no podrán ser sustituidas en dinero, con
excepción de la obligación del traslado del paciente.
El derecho a la reparación dineraria se computará, más allá del momento en
que se determine su procedencia y alcance, desde que acaeció el evento
dañoso o se determinó la relación causal adecuada de la enfermedad
profesional.
El principio general indemnizatorio es de pago único, sujeto a los ajustes
previstos en este régimen.

1. Asistencia médica y farmacéutica

Las ART deberán prestar por sí, o por medio de prestadores, todos los servicios
médicos que sean necesarios para la recuperación psicofísica del trabajador
damnificado. Asimismo, deberán brindar a la víctima todos los medicamentos que
requiera la asistencia médica y el tratamiento de la patología que padezca.

En la actualidad se discute en el marco de la política de salud cuáles son los límites


que tienen estas prestaciones, ya que existen hoy requerimientos ilimitados por
parte de quienes sufren daños en su salud, que van desde la exigencia de los
mejores medios de diagnóstico y tratamiento hasta la alternativa de buscar servicios
fuera del país a fin de lograr una cura eficaz.

245
El Comité Consultivo Permanente y la Comisión Médica Central (junto a las
comisiones médicas) tienen atribuciones, tanto en materia reglamentaria como
desde el punto de vista instrumental, para establecer los alcances de la atención
médica conforme a cada patología, y dentro de ciertos límites (ver art. 40, apart. 2º,
inc. d]) en lo que hace al Comité, y art. 21 en lo que hace a las Comisiones Médicas,
complementada por el art. 50 de la LRT que modifica el art. 51 de la ley 24.241 sobre
el tema).

Esta temática deberá asumirla la reglamentación, y será una de las posibles áreas
de conflicto entre las pretensiones de los interesados, la posición de los médicos a
cargo de la determinación y lo presupuestado y delimitado dentro del contexto de
las ART.

Las ART podrán contratar los servicios de las obras sociales , a fin de brindar
asistencia médica y farmacéutica al damnificado, lo que permite vislumbrar la
creación de varias ART administradas por los sindicatos, o por obras sociales de
personal de dirección del sector empresario.

El marco de la atención de la salud en general no reconoce fronteras, y es evidente


que por un problema de costos, será necesario fijar pautas de determinación de la
cobertura que en cada caso deberá brindarse a los damnificados. De no existir esas
pautas claramente determinadas, la demanda de salud no tiene otros límites que lo
que la práctica y la ciencia médica, más la mejor tecnología, indiquen a fin de
recuperar la salud psicofísica del trabajador.

2. Prótesis y ortopedia

Los trabajadores afectados por lesiones graves o por amputaciones podrán acceder
a ortopedia y prótesis en los términos y con los alcances que seguramente fijará la
reglamentación, previa determinación del Comité Consultivo Permanente.

La LRT trae pocos elementos sobre lo que ocurrirá con los reemplazos y repuestos
como losservicesque generalmente tienen este tipo de elementos auxiliares. Dentro
de las facultades del Comité Consultivo al igual de dentro de la órbita de la Comisión
Médica Central y de las comisiones médicas zonales se establecen pautas con el
fin de acotar más que de expandir el empleo de estos elementos.

Por ejemplo, el artículo 21 (LRT) establece que las comisiones médicas


determinarán el carácter y grado de las prestaciones en especie que se brindarán a
los damnificados, entre ellos obviamente deberá contemplarse prótesis y ortopedia
cuando resulte pertinente.

Dentro de las facultades del Comité Consultivo Permanente se establece que


tendrán particular injerencia en materia de determinación del alcance de las

246
prestaciones y el dictamen unánime que en esta materia dicte dicho comité será
vinculante para la reglamentación que a sus efectos dicte el Poder Ejecutivo.

En definitiva, estamos frente a otra de las limitaciones que se enuncian en la LRT


para acotar las prestaciones a servicios que tendrán límites en cuanto a su extensión
y en cuando al presupuesto que generen. Al respecto, no debe olvidarse el enfático
mandato del artículo 20 (LRT) que en el apartado 3 establece que las prestaciones
de asistencia médica y farmacéutica, la de prótesis y ortopedia y de rehabilitación
deberán brindarse al damnificado hasta su curación completa o mientras subsistan
los síntomas incapacitantes, de acuerdo a cómo lo determine la reglamentación .

3. Rehabilitación

Otro de los imperativos del sistema asistencial está dado por la rehabilitación del
trabajador damnificado. El artículo 20 (LRT) es claro en el sentido de que esta
prestación no tiene límites en el tiempo, y que se debe prestar hasta la total
recuperación del damnificado o mientras subsistan los síntomas incapacitantes. De
hecho este tipo de prestaciones son costosas y de larga evolución, de modo tal que
es posible que la reglamentación fije alguna limitación.

4. Recalificación profesional

La LRT establece como un objetivo importante la recalificación profesional del


trabajador damnificado, la que estará a cargo de las ART y será controlado por la
SRT. Si bien ya existen antecedentes en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
de la Nación, es probable que la reglamentación establezca las bases y condiciones
para que se opere este procedimiento, que tiene por objeto reinsertar al trabajador
damnificado dentro del ámbito laboral en una actividad acorde y conveniente, sin
perjuicio de las prestaciones que impuestas por la LRT se le aseguran a todo
damnificado.

5. Servicio funerario

247
El artículo 20, al enunciar las prestaciones en especie, incluye los servicios
funerarios, sin embargo no brinda ninguna pauta sobre el particular. En los
antecedentes se había recurrido a la determinación de un monto medido en salarios
mínimos vitales y móviles o en salarios del mismo trabajador, a fin de reintegrarle
alguna suma a quien había soportado los gastos de sepelio. En la LRT se pone bajo
la responsabilidad de la ART la asunción de los servicios funerarios, lo que podrá
hacer por sí o a través de tercero.

6. Negativa injustificada del damnificado a percibir las prestaciones

En una redacción poco feliz, el artículo 20 (LRT) puntualiza que las ART podrán
suspender las prestaciones dinerarias si el trabajador se resiste a recibir la
asistencia médica y farmacéutica, las prótesis y la ortopedia, o los tratamientos de
rehabilitación.

La norma tiene sólidos fundamentos, ya que el fin primordial del sistema no es el de


brindar únicamente apoyo económico al damnificado, sino que es el de recuperar
las patologías que lo afectan y reinsertarlo nuevamente en la sociedad como un
trabajador rehabilitado.

La LRT recurre a un mecanismo idóneo para lograr la suspensión, cual es el de


obtener para proceder a la suspensión un dictamen técnico de las comisiones
médicas que informe sobre la resistencia injustificada.

En cuanto al empleo por parte de la norma de la expresión negativa injustificada,


cabe puntualizar que el damnificado deberá haber hecho abandono de las
prestaciones sin invocar causa y sin alegar irregularidades ni ninguna otra razón
valedera. Las comisiones médicas sólo podrán dar fe de la resistencia a los
tratamientos, si es que los mismos eran idóneos y correctamente practicados.

En definitiva, el artículo 20 (LRT), apartado 2, dispone:

Artículo 20
2. Las ART podrán suspender las prestaciones dinerarias en caso de negativa
injustificada del damnificado, determinada por las comisiones médicas, a
percibir las prestaciones en especie de los incisos a), c) y d).

Es posible que la reglamentación fije alguna pauta al respecto, toda vez que la
resistencia al tratamiento suele estar ligada a problemas de eficiencia o calidad de
los servicios médicos e inclusive a hipótesis de mala praxis.

248
7. Duración de las prestaciones

Uno de los temas más controvertidos de los precedentes legislativos de la LRT fue
y es el de la profundidad y de la extensión de las prestaciones asistenciales.

En los regímenes anteriores, en la práctica y en la opinión de algún autor, la


culminación del período de licencia por incapacidad temporaria hacía cesar los
servicios asistenciales.

Esta conducta era controvertida, pero no lo era tanto cuando el trabajador había
interpuesto una acción por la vía del Derecho común, en cuyo caso la mayoría
sostenía que aquella reparación incluía todas las prestaciones y era el trabajador el
que abandonaba la cobertura de la ley especial por su voluntad.

La LRT abandona totalmente aquellos temperamentos, al enunciar los servicios


prácticamente ilimitados en el artículo 20, que dispone:

Artículo 20
3. Las prestaciones a que se hace referencia en el apartado 1, incisos a), b) y
c) del presente artículo, se otorgarán a los damnificados hasta su curación
completa o mientras subsistan los síntomas incapacitantes, de acuerdo a
cómo lo determine la reglamentación.

Es posible, como lo hemos apuntado precedentemente, que la reglamentación


formule alguna limitación.

Sin embargo, el objetivo claramente enunciado en la norma es que las prestaciones


se extenderán hasta la curación completa o mientras subsistan los síntomas
incapacitantes .

En cualquiera de los dos casos, no pueden interrumpirse por ninguna causa, salvo
la resistencia injustificada del trabajador que ya hemos analizado.

8. Daños en la salud durante la asistencia médica. Responsabilidad

249
Uno de los temas críticos es el de los daños en la salud, el reagravamiento de la
patología, o en su caso, la mala praxis que pueda darse durante las prestaciones
asistenciales impuestas por la ley.

En otros términos, si de los servicios brindados se agravara la salud del damnificado,


y en algún caso, se produjera la muerte, la LRT deberá adecuar las prestaciones a
las consecuencias sufridas por la salud de la víctima, o en su caso por el deceso.

Las ART, al neutralizar toda responsabilidad del empleador, y a la vez, al hacerse


cargo de las prestaciones en dinero y en especie, será la única y principal
responsable de los daños en la salud sufridos por los trabajadores en el marco de
los servicios brindados.

La ART que haya contratado los servicios médicos a una obra social o a un prestador
ajeno a su organización tendrá derecho a repetir contra él los daños que tuvo que
soportar por efecto de la mala praxis, o en su caso, de un incorrecto servicio
asistencial.

IX. RETORNO AL TRABAJO DEL DAMNIFICADO

El trabajador que resulte afectado por una incapacidad de carácter permanente, y


que con ello perciba las prestaciones dinerarias respectivas, puede regresar al
trabajo, ya sea en el mismo empleo en el que estaba, adecuando su regreso a la
incapacidad que padece con la realización de tareas adecuadas (art. 212, LCT), ya
sea en otro empleo en el cual resulte inserto con la incapacidad que padezca.

Nada establece la LRT respecto de posibles quitas que pudieren afectar los ingresos
de la persona como consecuencia de su incapacidad.

En cambio, se puntualiza que el Poder Ejecutivo podrá reducir los aportes y


contribuciones a la seguridad social por la captación de una persona en tales
condiciones, como un incentivo para la reinserción.

Al respecto, el artículo 16 (LRT) dispone:

Artículo 16.— Retorno al trabajo por parte del damnificado


"1) La percepción de prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral
Permanente es compatible con el desempeño de actividades remuneradas
por cuenta propia o en relación de dependencia.
"2) El Poder Ejecutivo nacional podrá reducir los aportes y contribuciones al
Sistema de Seguridad Social, correspondientes a supuestos de retorno al
trabajo de trabajadores con Incapacidad Laboral Permanente.

250
"3) Las prestaciones establecidas por esta ley son compatibles con las otras
correspondientes al régimen previsional a las que el trabajador tuviere
derecho, salvo lo previsto en el artículo 15, segundo párrafo del apartado 1,
precedente". (Texto entre comillas según DNU 1278/2000, art. 8º).

La percepción de las prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral Permanente


es compatible con el desempeño de actividades remuneradas. Recordemos que
esta incapacidad puede ser parcial o total, pero sólo genera prestaciones periódicas
a los que cuentan con una incapacidad mayor del 50%, ya que por debajo del 50%
la indemnización que se liquida es de pago único.

El Poder Ejecutivo podrá reducir los aportes y contribuciones para quienes se


reintegren al trabajo con más del 50% de incapacidad, como un medio para
promover la reocupación de estos trabajadores que padecen discapacidad.

Salvo el caso de Incapacidad Laboral Permanente Total, mientras sea provisoria es


incompatible con cualquier prestación del sistema previsional. El resto de las
prestaciones son compatibles con prestaciones del sistema previsional.

X. PRESCRIPCIÓN

La LRT establece dos plazos de prescripción en orden a la reclamación de las


distintas prestaciones. Veamos. Por lo pronto se establece el plazo de dos años para
reclamar por las prestaciones de la LRT desde que debió pagarse (para el caso de
prestaciones dinerarias) o desde que debió cumplimentarse (para el caso de las
prestaciones en especie).

Artículo 44.— Prescripción


1) Las acciones derivadas de esta ley prescriben a los dos (2) años a contar de
la fecha en que la prestación debió ser abonada o prestada y, en todo caso,
a los dos años desde el cese de la relación laboral.
2) Prescriben a los 10 (diez) años a contar desde la fecha en que debió
efectuarse el pago, las acciones de los entes gestores y de los de la
regulación y supervisión de esta ley, para reclamar el pago de sus
acreencias.

En cuanto a la prescripción decenal, es la prevista para la reclamación de las


contribuciones y demás prestaciones del sistema.

La ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) establece que el plazo de prescripción de dos años
se contará desde el día siguiente al deber de notificación a cargo de la ART en la
que se establece el fin del procedimiento de determinación de la incapacidad y
donde además se puso a disposición del trabajador damnificado o de sus

251
derechohabientes la indemnización dineraria tarifada y su adicional por daños
adicionales, como daño moral, daños periféricos, daño potencial y otros.

Artículo 4°.— Los obligados por la Ley N° 24.557 y sus modificatorias al pago
de la reparación dineraria deberán, dentro de los 15 (quince) días de notificados
de la muerte del trabajador, o de la homologación o determinación de la
incapacidad laboral de la víctima de un accidente de trabajo o enfermedad
profesional, notificar fehacientemente a los damnificados o a sus
derechohabientes los importes que les corresponde percibir por aplicación de
este régimen, precisando cada concepto en forma separada e indicando que
se encuentran a su disposición para el cobro.
Los damnificados podrán optar de modo excluyente entre las indemnizaciones
previstas en este régimen de reparación o las que les pudieran corresponder
con fundamento en otros sistemas de responsabilidad. Los distintos sistemas
de responsabilidad no serán acumulables.
El principio de cobro de sumas de dinero o la iniciación de una acción judicial
en uno u otro sistema implicará que se ha ejercido la opción con plenos efectos
sobre el evento dañoso.
Las acciones judiciales con fundamento en otros sistemas de responsabilidad
sólo podrán iniciarse una vez recibida la notificación fehaciente prevista en este
artículo.
La prescripción se computará a partir del día siguiente a la fecha de recepción
de esa notificación.
En los supuestos de acciones judiciales iniciadas por la vía del derecho civil se
aplicará la legislación de fondo, de forma y los principios correspondientes al
derecho civil.

XI. EL DAMNIFICADO FRENTE A LA LCT

La persona que sufre las consecuencias dañosas de un riesgo laboral afecta con
ello los efectos del contrato de trabajo, dentro del marco de la relación laboral. Esto
es así, porque por lo pronto, no puede —mientras dure su incapacidad— volver al
desempeño normal del trabajo.

En los precedentes legislativos (leyes 9688 y 24.028) la doctrina y la jurisprudencia


habían acoplado la "reserva de puesto" del régimen de enfermedades y accidentes
inculpables, antes de admitir la extinción del contrato de trabajo. En la nueva LRT
caben algunas dudas por la existencia de mecanismos y coberturas que exceden el
marco de la ILT por plazos de provisoriedad de la incapacidad definitiva parcial o
total.

Sin embargo, nos inclinamos por admitir la "reserva de puesto" al finalizar el período
de incapacidad temporaria, sin perjuicio de las prestaciones que establece la LRT
para los plazos provisorios de la ILP (Incapacidad Laboral Permanente).
252
1. Acoplamiento de la "reserva de puesto"

La LCT admite pues que la culminación de la incapacidad temporaria no genere la


ruptura del contrato de trabajo, y que la misma se prolongue como mínimo por un
año más, al cabo del cual las partes estarán liberadas para extinguir el vínculo sin
responsabilidad indemnizatoria por efecto de la ruptura del contrato.

El artículo 211 (LCT) sobre el particular dispone:

Artículo 211, LCT.— Conservación del empleo


Vencidos los plazos de interrupción del trabajo por causa de accidente o
enfermedad inculpable, si el trabajador no estuviera en condiciones de volver
a su empleo, el empleador deberá conservárselo durante el plazo de un año
contado desde el vencimiento de aquéllos. Vencido dicho plazo, la relación de
empleo subsistirá hasta tanto alguna de las partes decida y notifique a la otra
su voluntad de rescindirla. La extinción del contrato de trabajo en tal forma,
exime a las partes de responsabilidad indemnizatoria.

2. La extinción del vínculo sin responsabilidad indemnizatoria

La extinción del vínculo sin responsabilidad indemnizatoria prevista en el artículo


211 (LCT) no implica que el trabajador no pueda acceder sin retaceos a todas las
prestaciones previstas por la LRT, sin perjuicio de lo que en definitiva se establezca
por efecto de la aplicación del artículo 212 que procura, entre otras alternativas, la
reinstalación del trabajador en su empleo.

3. El regreso al trabajo del artículo 212, LCT y el artículo 16, LRT

La culminación del período de reserva de puesto, o la determinación previa de la


incapacidad definitiva, permite la aplicación del artículo 212 (LCT) que dispone:

253
"Artículo 212.— Reincorporación
Vigente el plazo de conservación del empleo, si del accidente o enfermedad
resultare una disminución definitiva en la capacidad laboral del trabajador y
éste no estuviere en condiciones de realizar las tareas que anteriormente
cumplía, el empleador deberá asignarle otras que pueda ejecutar sin
disminución de su remuneración.
Si el empleador no pudiera dar cumplimiento a esta obligación por causa que
no le fuera imputable, deberá abonar al trabajador una indemnización igual a
la prevista en el artículo 247 de esta ley.
Si estando en condiciones de hacerlo no le asignare tareas compatibles con la
aptitud física o psíquica del trabajador, estará obligado a abonarle una
indemnización igual a la establecida en el artículo 245 de esta ley.
Cuando de la enfermedad o accidente se derivara incapacidad absoluta para
el trabajador, el empleador deberá abonarle una indemnización de monto igual
a la expresada en el artículo 245 de esta ley.
Este beneficio no es incompatible y se acumula con los que los estatutos
especiales o convenios colectivos puedan disponer para tal supuesto.

Como se advierte del texto transcripto, el trabajador con incapacidad o disminución


de su aptitud laboral podrá reintegrarse al marco de tareas adecuadas. Si el
empleador se las provee le debe respetar la remuneración. Si no tuviere tareas
adecuadas, el vínculo se extinguirá con una indemnización retaceada (art. 247,
LCT), si las tuviere y no se las desea brindar, le deberá la indemnización completa
(art. 245, LCT).

Finalmente, en una hipótesis que parece injusta y asistemática, si derivara de la


dolencia incapacidad absoluta, el empleador deberá abonar al trabajador la
indemnización completa del artículo 245 (LCT).

4. La ruptura del vínculo directa o indirecta, por decisión de las partes

Fuera del marco previsto por la LCT, es posible la ruptura del vínculo mediante
acuerdo de partes (art. 241, LCT), en cuyo caso se podrán pactar libremente las
condiciones de la desvinculación.

a. La renuncia del trabajador: la renuncia voluntaria del trabajador (art. 240, LCT) no
genera derecho alguno al pago de una indemnización en la medida que se realice
bajo las condiciones y forma establecidas por la norma, y no afecta las prestaciones
dinerarias ni en especie establecidas por la LRT.

254
b. El despido incausado del trabajador: es otra hipótesis en la cual el trabajador no
resultará afectado en lo que hace a las prestaciones originadas en las ART, las que
seguirán su curso con prescindencia de la decisión que haya adoptado el empleador
con el vínculo laboral.

En definitiva, se puede sostener que tanto la desvinculación del trabajador como su


reinstalación pueden afectar el curso normal de las prestaciones, las que seguirán
su curso independiente a cargo de la ART. Si las prestaciones las brinda el
empleador autoasegurado, ocurrirá otro tanto, siendo independientes y autónomos
los deberes laborales de los que surgen de la LRT.

Contingencias
Tipos
y situaciones Concepto Prestaciones
Características
cubiertas
Pago mensual según
art. 208 (LCT)
Primeros 10 días a
Finaliza
Impedimento cargo del empleador
- Alta médica
temporario Restantes = a cargo
Incapacidad - Incapacidad laboral
para realizar de la ART
Laboral permanente
tareas - Trabajador: no
Temporaria - Al año de la 1ª
habituales por devenga
manifestación
12 meses remuneraciones
- Muerte
- Derecho a cobrar
asignaciones
familiares
Provisoria: primeros - Pago mensual
Incapacidad Inferior al 66%
36 meses Salario art. 208 (LCT)
Laboral incap.
Prorrogable = 24 x % incap. (más
Permanente 0% a 50% y
meses asignaciones
Parcial 50% a 66%
Incap. >> 50% familiares)
Pago único: 53 x vmIB
Definitiva: x % incap. x 65: edad
- vencidos plazos de la víctima
anteriores Piso mínimo:
Incap - 50% $ 180.000 (1) x %
incapacidad
Pago periódico: Salario
art. 208 (LCT) x %
incap. (aportes y
+ 50%
contribuciones) +
<< 66%
prestación de pago
único de
$ 80.000 (1)
Pago mensual IPT
Incapacidad Provisoria:
Provisoria 70% Salario
Laboral Igual o superior Primeros 36 meses
art. 208 (LCT) + Asig.
Permanente al 66% prorrogable = 24
Fam. ART a cargo del
Total meses
capital de

255
Contingencias
Tipos
y situaciones Concepto Prestaciones
Características
cubiertas
recomposición (art. 94,
ley 24.241)
53 x vmIB x 65: edad
Sin tope, y con un piso
mín: $ 180.000 (1)
Definitiva:
Pago mensual + prest.
Vencidos plazos
por retiro definitivo
anteriores
(SIJP) + prestación de
pago único: $ 100.000
(1)
Idem anterior:
(53 x vmIB x 65: edad)
Sin tope. Con piso
mínimo: $ 180.000 (1)
Gran invalidez
Pago mensual de
$ 2000 si se requiere
de la asistencia de una
persona
53 x vmlB x 65: edad
- Pago mensual
- Sin tope, piso
mínimo: $ 180.000
- Pensión conforme
Derechohabientes pautas ley 24.241
conf. art. 53, ley Pago mensual por
Muerte
24.241 + padres y capital 53vmlB
familiar a cargo x 65: edad de la
víctima
Sin tope, con piso
mínimo: $ 180.000
+ Prestación de pago
único: $ 120.000 (1)
Referencias:
IB = ingreso base = remuneraciones sujetas a cotización últimos 12 meses
dividido los Días corridos en el mismo período
vmIB = ingreso base = IB x 30,4
(1) Los montos mínimos y las sumas fijas establecidas en el régimen de la ley 24.557
o Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estatales, que
publicará en forma semestral la Secretaría de Seguridad Social dependiente del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (art. 8º, ley 26.773,
B.O. 26/10/2012).

256
XXI.5. EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA
Sumario: I. Introducción. Distintos sistemas.— II. Cotizaciones y
alícuotas.— 1. La contribución a cargo exclusivo de la empresa.— 2.
La base imponible de la contribución (aplicación de la ley 24.241).—
2.1. Inclusión de las prestaciones remuneratorias.— 2.2. Exclusión de
las prestaciones no remuneratorias.— 3. El pago de la contribución.—
4. Fiscalización, verificación y ejecución de las contribuciones.— 4.1.
Fiscalización.— 4.2. Verificación.— 4.3. Ejecución de las
contribuciones.— 5. Determinación de la alícuota para calcular la
contribución por establecimiento.— 6. Responsabilidad del empleador
por omisión del pago de las contribuciones.— 7. Responsabilidad
pena l por falta de pago.— III. Tratamiento impositivo.— IV. El fondo de
garantía.— V. El fondo fiduciario de enfermedades profesionales.— VI.
Fondo de reserva de la LRT.— VII. El financiamiento de la SRT.— VIII.
Las empresas autoaseguradas y el financiamiento del sistema.

I. INTRODUCCIÓN. DISTINTOS SISTEMAS

La cobertura de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales puede


financiarse con dos sistemas:

¿el sistema contributivo: es aquel que obtiene los recursos de imposiciones


efectuadas al empleador (contribuciones), al trabajador (retenciones del salario)
o a ambos, y que se obtienen del cálculo de un porcentual sobre el total de las
prestaciones remuneratorias, con destino a un ente asegurador que cubre las
contingencias.
Con el pago de las contribuciones al ente asegurador, el empleador queda eximido
de responsabilidad de cubrir las contingencias.
¿el sistema no contributivo: es aquel que se financia con el pago de primas
voluntarias u obligatorias, que constituyen el precio del servicio de seguros, o que
se autofinancia a partir de la responsabilidad directa del empleador que debe
garantizar las prestaciones dinerarias y la cobertura de las prestaciones en
especie.
¿el sistema mixto: que es aquel que combina el sistema contributivo con el no
contributivo.

El empleador es siempre el responsable principal del sistema.

Hasta la nueva LRT, se había establecido un sistema no contributivo basado en la


responsabilidad de la empresa, o en el caso que se contratara un seguro de

257
accidentes y enfermedades profesionales, basado en un contrato de seguro a cuyos
efectos el empleador soportaba el costo del premio (prima más gastos).

Con la nueva LRT se ha creado un sistema contributivo , basado en el pago de


una contribución patronal calculada en base a parámetros relacionados con las
medidas preventivas adoptadas o a adoptar, la historia de los eventos dañosos
pasados, la proyección de los futuros y la permanencia en una ART. El trabajador
no aporta de sus ingresos ninguna suma al sistema. Sería curioso que lo hiciera, ya
que el asegurado es el empleador, y no debería requerir financiamiento alguno de
los potenciales damnificados.

En el marco de la LRT también surge el planteo de si el financiamiento puede


ser obligatorio o voluntario , en orden al particular sistema creado que admite el
autoaseguramiento en la medida que se cuente con solvencia económico-financiera
para afrontar las prestaciones de la ley, y se garanticen los servicios asistenciales
(denominados prestaciones en especie) (ver art. 3º, apart. 2, LRT).

Lo cuestionable del régimen es que la LRT exige que la reglamentación determine


los recaudos que deberán cumplimentar las empresas que se deseen autoasegurar,
las que deberán hacerlo por establecimiento . Es más, en experiencias como la de
Chile, las empresas autoaseguradas son unas pocas, ya que se ha ponderado como
vital para el sistema la inclusión de la mayor cantidad posible de empleadores. Con
ello, se puede hablar de financiamiento obligatorio , ya que los clientes "más
apetecibles" serán los de mayor promedio salarial con baja o nula siniestralidad.
Para ellos, formar parte del financiamiento obligatorio les impondrá un costo laboral
adicional que hasta ahora no debían soportar. En el otro extremo, las empresas de
alta siniestralidad no tendrán interés alguno en autoasegurarse, pues el costo de los
siniestros será considerablemente mayor que la máxima contribución que se les
pueda exigir.

En síntesis, es de esperar que la reglamentación del artículo 3º de la LRT admita el


autoseguro, no sólo en función de las prestaciones que deben garantizarse y de la
solvencia económico-financiera de cada empresa, sino también en orden a la baja
o nula siniestralidad, situación que debe comprender un amplio espectro dado que
las empresas de servicios han registrado un considerable incremento en los últimos
años.

El sistema de la LRT puede sintetizarse en el siguiente cuadro:

II. COTIZACIONES Y ALÍCUOTAS

258
Como apuntábamos en el primer apartado de este capítulo, el legislador ha optado
por un sistema contributivo bajo un aspecto compulsivo y obligatorio , que
excepcionalmente dará cabida a las empresas que desearan autoasegurarse.

En otros términos, la empresa autoasegurada no formaliza la mayoría de los aportes


por cuanto debe autofinanciarse en todo el transcurso de la prestación, y debe a la
vez, contragarantizar el cumplimiento de los mismos mediante una serie de recursos
establecidos por la LRT (fideicomiso, y reservas).

La empresa afiliada a una ART, obviamente debe financiar el sistema con el pago
de las contribuciones, las que recibidas por la aseguradora a través de la AFIP
permiten canalizar todo el marco prestacional del sistema.

La contribución obligatoria será a cargo del empleador. Veamos lo que en particular


dispone el artículo 23 de la LRT:

Artículo 23.— Cotización


1) Las prestaciones previstas en esta ley a cargo de las ART, se financiarán
con una cuota mensual a cargo del empleador.
2) Para la determinación de la base imponible se aplicarán las reglas de la ley
24.241 (art. 9º), incluyéndose todas las prestaciones que tengan carácter
remuneratorio a los fines del SIJP.
3) La cuota debe ser declarada y abonada conjuntamente con los aportes y
contribuciones que integran la CUSS. Su fiscalización, verificación y
ejecución estará a cargo de la ART.

El régimen de alícuotas fue modificado por la ley 26.773 (B.O. 26/10/2012)


derogándose el artículo 24 de la LRT, y estableciendo un nuevo régimen que se
sintetiza en las siguientes normas de la citada ley:

Capítulo II
Ordenamiento de la gestión del régimen
Artículo 10.— La Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) en forma
conjunta con la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) establecerán
los indicadores que las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) habrán de
tener en cuenta para establecer su régimen de alícuotas, entre los cuales se
considerarán el nivel de riesgo y la siniestralidad presunta y efectiva; con más
una suma fija que, por cada trabajador, corresponda integrar al Fondo
Fiduciario de Enfermedades Profesionales.
Entre los citados indicadores se deberá considerar:
a) El nivel de riesgo se ajustará a categorías que se determinarán de acuerdo
al grado de cumplimiento de la normativa de higiene y seguridad, y demás
parámetros objetivos que la reglamentación establezca.
b) El rango de alícuotas fijado para cada categoría no podrá superponerse con
los rangos de alícuotas establecidos para los restantes niveles.
c) La prohibición de esquemas de bonificaciones y/o alícuotas por fuera del
nivel de riesgo establecido.

259
d) La prohibición de discriminación directa o indirecta basada en el tamaño de
empresa.
La determinación de la base imponible se efectuará sobre el monto total de las
remuneraciones y conceptos no remunerativos que declare mensualmente el
empleador.

Resulta clara la intención del legislador de la ley 26.773de brindar a las partes
signatarias de la contratación mayor verosimilitud y trasparencia a los parámetros
dentro de los cuales opera el sistema, y en base a los cuales se fijan las
contribuciones con las que el empleador financia las prestaciones a cargo de la ART.

Es en función de estas pautas que se le otorgan atribuciones a la SSN, junto al


hecho de que el rango de las alícuotas se ajustará al grado o nivel de cumplimiento
de las normas preventivas de higiene, seguridad y medicina laborales.

Artículo 11.— El sistema de alícuotas deberá estar sujeto a lo normado por


el artículo 26 de la Ley N° 20.091, sus modificatorias, y disposiciones
reglamentarias, y será aprobado por la Superintendencia de Seguros de la
Nación (SSN). Si transcurridos treinta (30) días corridos de la presentación
efectuada por la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) el organismo de
control no hubiera notificado objeción o rechazo alguno, el régimen se
considerará aprobado.
Una vez transcurrido un (1) año desde la incorporación de la alícuota al contrato
del empleador, la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) podrá modificarla
dentro del régimen de alícuotas aprobado por Superintendencia de Seguros de
la Nación (SSN) y previo aviso de manera fehaciente con sesenta (60) días de
anticipación al empleador. En este supuesto, el empleador podrá optar por
continuar con el contrato de afiliación y la nueva alícuota o cambiar
deAseguradora de Riesgos del Trabajo (ART). Cuando el empleador tuviera la
obligación legal de ajustarse a un sistema de contrataciones por licitaciones
públicas, dicho plazo se extenderá a seis (6) meses.

La información sobre siniestralidad, esenciales para determinar las contribuciones


patronales será suministrada por la SRT a cada una de las ART a los efectos de
contemplarlas en las fórmulas de determinación de frecuencia e intensidad.

Artículo 12.— A los fines de una adecuada relación entre el valor de la cuota
y la siniestralidad del empleador, la Superintendencia de Riesgos Del Trabajo
(SRT) pondrá a disposición de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART)
toda la información sobre siniestralidad registrada en cada uno de los
establecimientos de los empleadores incluidos en el ámbito de aplicación del
régimen.

La ley prevé además un plazo de dos años para que se modifiquen y se fijen las
nuevas alícuotas por parte de las ART en donde se puedan verificar en los hechos
la relación y proporción entre las cuotas, la siniestralidad, y el cumplimiento de la
tarea y deberes de prevención de accidentes y enfermedades laborales.

Artículo 13.— Transcurridos dos (2) años de la vigencia de la presente, la


Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), en forma conjunta con la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), podrán establecer nuevos

260
indicadores para la fijación del sistema de alícuotas por parte de las
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART), orientados a reflejar la vinculación
entre las cuotas y la siniestralidad efectiva y presunta, así como los niveles de
cumplimiento de la normativa de higiene y seguridad.
Podrán considerar a tales efectos: alícuotas básicas, un componente de
proporcionalidad entre la actividad económica principal y la de mayor riesgo
que realice el empleador afiliado, suplementos o reducciones
proporcionalmente relacionados tanto con el nivel de incumplimientos del
empleador a la normativa vigente en materia de higiene y seguridad, como con
los índices de siniestralidad.
La Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), en forma conjunta con la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), podrán fijar un sistema de
alícuotas uniformes por colectivo cubierto, que sólo reconocerá variaciones de
acuerdo al nivel de riesgo probable y efectivo.

Las primas y premios para cubrir al asegurado frente a los reclamos por el
remanente que pueda resultar de una condena por la vía del derecho común, que
exceda el marco de las indemnizaciones dinerarias tarifadas, se determinarán por
separado de las contribuciones a cargo del empleador para cubrir la cobertura de la
LRT a cargo de la ART.

Artículo 14.— Para el supuesto de cobertura de la reparación fundada en


otros sistemas de responsabilidad, por lo que exceda de lo cubierto en el
presente régimen, deberán establecerse separadamente las primas para hacer
frente a la misma, conforme a las normas que rigen en la materia, fijadas por
la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN).

No se le podrá negar a los asegurados la información que requieran como afiliados


a una ART en lo relativo al sistema de alícuotas, y a las demás obligaciones que
están a cargo de la aseguradora. Esta es otra medida que procura formalizar una
nueva contribución en procura de la mayor transparencia posible del subsistema.

Artículo 15.— Los empleadores tendrán derecho a recibir de la Aseguradora


de Riesgos del Trabajo (ART) a la que se encuentren afiliados información
respecto del sistema de alícuotas, de las prestaciones y demás acciones que
este régimen pone a cargo de aquélla.

Otra medida muy utilizada en el derecho comparado es el de limitar la imputación


de gastos de la ART al sistema, en base a un acuerdo entre las aseguradoras y el
organismo de contralor, cuyo techo o imputación máxima no podrá superar el 20%
del total.

Artículo 16.— Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) deberán limitar
su presupuesto en gastos de administración y otros gastos no prestacionales
al porcentaje que establezcan conjuntamente la Superintendencia de Riesgos
del Trabajo (SRT ) y la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), el
que no podrá superar el veinte por ciento (20%) de los ingresos que les
correspondan para ese seguro. Dentro de ese importe, podrán asignar a gastos
de comercialización o intermediación en la venta del seguro hasta el cinco por
ciento (5%) del total.

261
Analicemos los puntos que plantea la norma, que seguramente serán parte del lado
más controvertido de la LRT, ya que las pautas dictadas por la reglamentación y la
práctica indicarán si habrá una reducción efectiva del costo laboral, o si en su caso,
se incrementará. En general se sostiene que resulta previsible un incremento del
costo para las empresas de baja siniestralidad y una reducción del mismo para las
que tienen gran siniestralidad, sin que exista una salida razonable para las empresas
que puedan verse perjudicadas por el régimen financiero compulsivo a partir de las
restricciones para autoasegurarse. En gran medida los primeros subsidiarán a los
segundos.

Es de esperarse que el sistema opere equilibradamente, y que en breve se puedan


alcanzar pautas razonables para cada caso.

El mercado ha ido evolucionando, de la puja inicial donde privó la conquista del


cliente con contribuciones que eran claramente inferiores a los valores aconsejados,
y de tarifas relativamente altas aplicadas a las pequeñas y medianas empresas, se
fue pasando gradualmente a un sistema tarifario más realista.

Con la aprobación del decreto 1278/2000, que incrementó las prestaciones


dinerarias y aumentó consecuentemente el costo del sistema, se autorizó a la
Superintendencia de Seguros de la Nación a que recepcionara las propuestas de
las ART y diera aprobación a un nuevo régimen de alícuotas (ver art. 20, dec.
1278/2000), dentro de los 75 días de la publicación de la norma. A su vez, la SSN
tiene 30 días para aprobar las nuevas alícuotas. Lo que apruebe la SSN es sólo el
tope de la tarifa que luego habrá que adecuarlo a cada caso particular, conforme a
las pautas que ha fijado la misma LRT. El asegurado no podrá exigir a su ART que
le mantenga las contribuciones suscriptas en el contrato por un plazo de 120 días,
pero de no estar de acuerdo con las nuevas alícuotas, podrá rescindir el contrato y
suscribir uno nuevo con otra ART. Estas reglas constituyen una excepción al art. 15
del decreto 170.

El costo del sistema fue incrementándose, y de hecho, se generaron importantes


diferencias en el tratamiento que las ART brindaron a las compañías grandes y
medianas, y a la pequeña empresa.

En rigor, los porcentajes fueron muy contrastantes e inequitativos, si se comparaban


las empresas, los riesgos, y en su caso, los porcentajes aplicados sobre la base
salarial de cálculo.

La preocupación fue creciente, y el decreto 1694/2009 enunció en su art. 12 lo


siguiente: "Art. 12. — Encomiéndase a la Superintendencia de Seguros de la Nación
(S.S.N.) y a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (S.R.T.) el dictado de las
disposiciones necesarias, en el ámbito de sus respectivas competencias, con el
objeto de reducir los costos del sistema de la Ley sobre Riesgos del Trabajo Nº
24.557 y sus modificaciones, sin por ello afectar la calidad del servicio brindado a
los trabaja dores.

Asimismo, los citados entes deberán adoptar los recaudos necesarios para que las
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (A.R.T), en el diseño de su régimen de

262
alícuotas, ajusten su configuración a los indicadores contenidos en el artículo 24 de
la Ley Nº 24.557 y sus modificaciones, promoviendo condiciones favorables para su
acceso por parte de las pequeñas empresas y evitando cualquier tratamiento
diferenciado en su perjuicio".

De la norma se extrae la inquietud del legislador de reducir los costos del sistema, y
en su caso, el cálculo de las alícuotas en la pequeña empresa, sin que con ello se
deterioren los servicios, tanto en calidad como en cantidad, según lo que requieran
los trabajadores y su protección preventiva y reparativa.

1. La contribución a cargo exclusivo de la empresa

Como lo apuntamos en la introducción, la LRT parte de un financiamiento único y


unilateral a cargo de las empresas que están obligadas a afiliarse al sistema por no
contar con la posibilidad de autoasegurarse. Así lo establece con claridad el art. 3º,
apart. 3º, al afirmar enfáticamente que "...quienes no acrediten ambos extremos
deberán asegurarse obligatoriamente en una Aseguradora de Riesgos del Trabajo
(ART), de su libre elección..." .

En síntesis, salvo los pocos que podrán autoasegurarse, ningún empleador podrá
dejar de afiliarse al sistema, y su contribución será con ello compulsiva. No está
prevista ninguna participación del trabajador en el financiamiento, ni siquiera para
situaciones de excepción o para casos de alta siniestralidad íntimamente
relacionada con los eventos generados desde la culpa del trabajador.

Tampoco está prevista alguna contribución adicional para quien desee extender la
cobertura para eventos del pasado (con anterioridad a la vigencia de la ley) o para
los eventuales reclamos originados en demandas fundadas en el Código Civil, como
de hecho existía en sus precedentes. En efecto, no resulta admisible dentro del
sistema que el empleador logre una cobertura total frente a accidentes o
enfermedades profesionales aun cuando lo desee e inclusive cuando se haga cargo
del importe que implique tal cobertura adicional.

El decreto 170/96 en su artículo 15 (Título II) puntualiza las bases y los extremos
que deben orientar al régimen de alícuotas. Analizaremos a continuación los temas
relevantes.

1.1. Las alícuotas que determinan la contribución: la determinación de la


contribución responde a una serie de factores, tales como el riesgo de actividad del
establecimiento, la siniestralidad histórica y la proyectada, y los elementos de
evaluación que la ART podrá fijar para exponerlos ante los futuros afiliados. A tal fin
la ART, deberá guiarse por los indicadores que le establezca la SRT, pero en rigor,
tendrá plena libertad para tomar las determinaciones, las que deberán ser de una
claridad y transparencia suficientes como para que cualquier empresa interesada o

263
afiliada pueda formalizar los cálculos respectivos fácilmente (art. 15, dec. 170/96 y
arts. 10 al 13, cap. II, ley 26.773, B.O. 26/10/2012).

1.2. Las alícuotas se pactan por contrato de adhesión: ya sea que el contrato se
considere de adhesión, o que se establezca dentro del contrato de afiliación una
cláusula de adhesión, lo cierto es que la empresa afiliada sólo puede aceptar la
alícuota aplicable a su establecimiento en orden a las que han sido aprobadas por
al ART ante la SRT.

1.3. Composición de laalícuota:cada alícuota tendrá dos elementos. Uno de ellos es


porcentual, variable y sujeto a determinación en cada mes, y el otro e s fijo y
predeterminado y se calcula por cada trabajador.

¿El primero, será porcentual y que se aplicará sobre los salarios brutos de los
trabajadores, respetando para ello los parámetros mínimos previstos por la
legislación vigente en materia de aportes y contribuciones previsionales;
¿El segundo, será una suma fija que se cobrará por cada trabajadorexpresada en
pesos, suma que estará en relación seguramente, con el nivel de riesgo o la
calificación de la actividad. Este puede no ser el único criterio, ya que la libertad
que existe para fijar las alícuotas puede generar criterios diversos, en la medida
que seancompatibles y razonables con el sistema de la LRT, y que sean
aceptados como tales por la SRT .

A la suma fija y la porcentual, se le adicionará $ 0,60 destinada al financiamiento del


Fondo para Fines Específicos, suma que podrá incrementarse por decisión del
Poder Ejecutivo si dicho fondo resultara insuficiente para cubrir sus prestaciones
(art. 15 del dec. 170/96, y art. 17 del dec. 1278/2000). Este fondo, ahora denominado
Fondo Fiduciario de Enfermedades Profesionales, tiene por objeto financiar las
patologías preexistentes como las hipoacusias, y ahora financiará además las
enfermedades no listadas que sean consideradas por causa directa e inmediata del
trabajo en cada caso particular.

1.4. El cambio o sustitución de las alícuotas: las alícuotas aprobadas por la SRT no
pueden ser modificadas unilateralmente sin que previamente, un nuevo sistema al
respecto sea aprobado por la SRT. Por ende, los empleadores afiliados cuentan con
una serie de resortes en los casos que el cambio se pueda producir, ya sea por la
solicitud de la ART, ya sea porque la SRT aprobó un nuevo régimen.

1.5. Las bonificaciones por permanencia: las bonificaciones por permanencia están
expresamente admitidas por la LRT, premiando a quien supere cierto período
estipulado en una misma ART.

El decreto 170/96 puntualiza que las bonificaciones por permanencia, en cualquier


caso, establecidas por la ART integrarán el régimen de alícuotas por adhesión, de
modo que habrá que especificar en qué consiste y qué parte comprenden de la
contribución.

1.6. El empleador frente al cambio de las alícuotas:a fin de impedir que un cambio
de alícuotas perjudique al empleador afiliado, el decreto 170/96 (art. 15) establece
que podrá optar por la situación más favorable según las siguientes alternativas:

264
a. si la nueva alícuota es más favorable para la empresa afiliada podrá adherir
inmediatamente a ella;

b. si la nueva alícuota no le es favorable, e inclusive es más onerosa, podrá


mantener la vieja alícuota por un año, plazo que se contará desde la fecha de la
afiliación de la empresa a la ART, o desde la fecha de la incorporación de la alícuota
vigente en el contrato y hasta su renovación. En tales circunstancias, cabe
puntualizar que ese año permite al empleador afiliado cambiar de ART sin causa, si
es que la que eligió obró de forma inconveniente, desleal o impropia para la
empresa. En alguna medida, los plazos precitados son una válvula de escape al
permitir optar por otra ART.

2. La base imponible de la contribución (aplicación de la ley 24.241)

Con un criterio que responde a la unidad contextual que debe mantener el sistema
jurídico, el legislador ha considerado un monto imponible sobre el que se calcularán
las contribuciones impuestas por la LRT a todo lo que registre naturaleza
remuneratoria. Excluye obviamente —a contrario sensu — a toda prestación no
remuneratoria. Analizaremos ambas hipótesis.

2.1. Inclusión de las prestaciones remuneratorias

La base de cálculo de la contribución será el conjunto de las prestaciones


remuneratorias definidas en el art. 9º de la Nueva Ley Previsional (ley 24.241), que
a la vez remite a lo dispuesto en los arts. 6º y 7º de la misma norma.

Veamos. Por lo pronto, la base imponible es definida como aquella que no puede
ser inferior a tres MOPRES y sin tope en lo que hace al máximo. El valor del MOPRE
está a la vez, definido en el art. 21 de la Nueva Ley Previsional, y es el equivalente
al promedio mensual de los aportes al sistema de los dependientes y de once (11)
puntos de los autónomos, dividido por la cantidad de aportantes en base al promedio
mensual de los mismos (todo calculado dentro de cada uno de dos semestres). En
el cálculo del MOPRE se excluye el sueldo anual complementario.

A los fines de determinar los rubros sobre los cuales se hacen los aportes y
contribuciones nos guiaremos por lo que establecen los arts. 6º y 7º de la Nueva Ley
Previsional (ley 24.241).

265
El art. 6º (ley 24.241) establece que será base de cálculo toda prestación susceptible
de apreciación pecuniaria que se original en la retribución por su actividad personal.
En particular, la norma menciona:

¿sueldo: es la retribución mensual del trabajador origine en la puesta a disposición


del empleador de su fuerza laboral (art. 103, LCT), e incluye generalmente
distintos rubros.
¿sueldo anual complementario: también denominado aguinaldo, que se abona el 30
de junio y el 31 de diciembre de cada año (el 50% de la mejor remuneración del
semestre), es parte de la retribución y por ende, será base imponible de las
contribuciones.
¿salario: es una denominación genérica que contiene todas las especies, de modo
que su inclusión en el listado del artículo 6º tiene fundamento por el valor
omnicomprensivo que la norma le quiere dar al listado.
¿honorarios: son los emolumentos que cobran los profesionales por servicios
autónomos, de modo que la enunciación dentro del texto es al solo efecto de
establecer que la denominación no es óbice para que se los considere una
prestación imponible, si es que un servicio en relación de dependencia ha utilizado
esta expresión. En rigor, su uso dentro del derecho individual del trabajo es
inapropiada, pues es una prestación típicamente relacionada con servicios
independientes.
¿comisiones: es una forma remunerativa variable y en base a un porcentaje sobre
las operaciones concertadas, utilizada para los trabajadores que venden,
promocionan y cobran por lo vendido fuera del ámbito del establecimiento. Existen
comisiones porcentuales y por unidad para quienes desarrollan la tarea de ventas
dentro del establecimiento.
¿participación en las ganancias: si bien la Constitución Nacional incluye este
mecanismo como una forma de la remuneración, es de uso infrecuente dentro de
las figuras laborales. Por el contrario, se han desarrollado mecanismos dentro del
derecho comercial para fomentar la inclusión de los trabajadores en el capital, por
ejemplo a través de las PPP (Programas de Propiedad Participada) de las
privatizaciones. Sin embargo, estos mecanismos son ajenos al marco laboral, y
se rigen —como ya lo apuntamos— por las normas pertinentes de la Ley de
Sociedades.
¿habilitación:es un mecanismo creado originariamente para incentivar, a través de
una prestación remuneratoria denominada "habilitación", a quien conducía, en
nombre del empleador, un comercio o una tienda; dicha habilitación solía estar
ligada a los rendimientos o al nivel de ventas del local a su cargo.
¿propinas: a pesar de que en sus orígenes estaban prohibidas o eran consideradas
una práctica inmoral, los usos y costumbres las impusieron en numerosas
actividades (acomodadores de cine y teatro, mozos de bares y restaurantes, etc.),
y hoy forman parte de la remuneración sin ningún inconveniente. Dado que se
trata de prestaciones muy variadas, y que quien las paga es un tercero
(generalmente el cliente), el empleador la deberá estimar dentro de los recibos
correspondientes.
¿gratificaciones: fue siempre un tema controvertido, aun cuando hoy se reconoce
que todas las prestaciones semestrales o anuales que resulten de pago normal y
habitual son parte de la remuneración y están sujetas a aportes y contribuciones.

266
¿suplementos adicionales habituales y regulares: del mismo modo que las
gratificaciones, los suplementos habituales y regulares son parte del salario, ya
que nacen de la contraprestación laboral, y están generalmente relacionados con
ciertos logros o resultados en el trabajo.
¿viáticos: los viáticos son otra prestación controvertida, ya que en el pasado se los
utilizó con propósitos fraudulentos. En la actualidad, tanto la LCT (art. 106) como
la normativa previsional consideran el viático parte de la remuneración cuando se
lo ha abonado en forma global y si no está respaldado por comprobantes que
demuestren efectivamente la verosimilitud del gasto realizado con el fin de cumplir
con el trabajo o con la misión encomendada por el empleador.
¿gastos de representación: un tratamiento análogo al de los viáticos deben recibir
los gastos de representación, que son aquellos que realiza el trabajador con el fin
de atender clientes o ejecutivos, dentro del marco de sus obligaciones. En
general, deben considerarse parte de la remuneración si no están avalados por
comprobantes, y si por su naturaleza no son propios de la función o investidura
de quien los realiza.
¿compensación por servicios ordinarios y extraordinarios en relación de
dependencia: el legislador recurrió a esta expresión omnicomprensiva para
procurar que ninguna prestación quedara al margen del salario y, por ende, bajo
los efectos de los aportes y contribuciones.
No incluye el art. 6º (de la ley 24.241) otras prestaciones que deban considerarse
remuneratorias, y que convendría aclarar:

¿los salarios básicos de los convenios colectivos: dentro del marco genérico de la
norma bajo análisis debemos incluir las retribuciones emergentes de los
convenios colectivos, como son los básicos pactados en los mismos, en función
de las categorías profesionales.
¿los adicionales de los convenios colectivos: los adicionales de los convenios son
también prestaciones sujetas a aportes y contribuciones, salvo aquellos que
hayan sido definidos por el convenio como prestaciones ajenas a la retribución,
como de hecho ocurre con los viáticos (transportistas de corta y larga distancia),
o con los beneficios sociales tales como algunos ticketso las prestaciones
previstas para lactancia o para guardería infantil.
¿los sistemas de premios o incentivos: es muy frecuente que las empresas hayan
instrumentado sistemas de incentivos o premios, como una suerte de retribución
variable que apunta a mejorar determinados parámetros, y a distinguir el monto
del salario por el resultado obtenido. Todas estas prestaciones son parte
integrante de la remuneración.
¿los adicionales voluntarios de las empresas: también debemos incluir las sumas
liquidadas en concepto de salarios voluntarios, los que en general tienen la
propiedad —reservada expresamente o tácita— de absorber los ajustes que se
produzcan por causas ajenas a la voluntad de las partes.
¿las compensaciones por trabajo flexible: la aparición de la figura del trabajo flexible
nos enfrenta con innumerables situaciones en las cuales se establecen
mecanismos indudablemente remunerativos que incentivan la ejecución de tareas
polivalentes o multifuncionales.
¿las compensaciones por dedicaciónfull time: con el fin de retener a los trabajadores
que se consideran esenciales, las empresas suelen liquidar pagos adicionales por
la dedicación y exclusividad de aquéllos, los que también forman parte del salario.

267
¿los adicionales por productividad:bajo formas más sofisticadas y complejas que las
de los premios o incentivos, estos mecanismos, generalmente contenidos
encomputadoras que controlan la productividad, se liquidan en forma variable
para los que hacen aportes concretos para su mejoramiento, tanto de pago único,
como de pago periódico, y por montos variables.
¿las retribuciones por mérito: el mérito como valor en sí mismo es difícil de medir,
es por ello que se han creado mecanismos muy sutiles para incentivar el
desarrollo extraordinario y la dedicación, que también forman parte del salario.
¿las compensaciones por integrar equipos de seguridad: tanto por tareas de
entrenamiento en simulacros, como en las brigadas de incendio o de catástrofes,
se suelen liquidar compensaciones especiales que son de naturaleza salarial.
¿las prestaciones por prevención: son adicionales variables por la iniciativa
demostrada en forma espontánea en prevención de riesgos del trabajo.

De lo expuesto surge con claridad que la contribución a cargo de las empresas


afiliadas a las ART parte de la misma base y de los mismos límites y criterios que
para el resto del sistema de la seguridad social.

Si un trabajador tuviere más de un empleo, las pautas precitadas se aplicarán en


forma independiente en cada uno.

Las prestaciones remuneratorias pueden sintetizarse en el cuadro siguiente:

2.2. Exclusión de las prestaciones no remuneratorias

A su vez, tenemos a las prestaciones excluidas, ya sea porque no son de naturaleza


remuneratoria, ya sea porque constituyen beneficios sociales o prestaciones
indemnizatorias. Conforme la ley 24.241 son:
¿las asignaciones familiares:son las prestaciones impuestas por la ley como una
forma de compensar la existencia de las cargas de familia. En ningún caso
revisten naturaleza salarial.
¿indemnización por extinción del vínculo laboral: todas las indemnizaciones
previstas por la LCT para los casos de extinción del vínculo laboral no tienen
carácter salarial, sencillamente porque se trata de indemnizaciones tarifadas y
reparativas que sólo procuran compensar el daño emergente de la ruptura
unilateral del contrato.
¿indemnización por vacaciones no gozadas:son las sumas liquidadas por las
vacaciones que el trabajador —al momento de la extinción del vínculo— no pudo
gozar por distintas razones, y que no hayan caducado conforme la LCT.
¿indemnización por incapacidad permanente originada en accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales: aun cuando se discute la naturaleza de las
prestaciones emergentes de las leyes de accidentes y enfermedades

268
profesionales, no existen dudas para el legislador de que las indemnizaciones por
incapacidad no tienen naturaleza salarial.
¿las prestaciones económicas por desempleo: los subsidios por desempleo que no
importan la ejecución subordinada de trabajo alguno, y que se pagan porque el
trabajador se encuentra desempleado, no tienen naturaleza retributiva.
¿asignaciones pagadas en concepto de becas: otro tema que no admite hoy
controversia, es el de las becas de capacitación, que implican el pago de un
subsidio no remuneratorio a fin de incentivar el interés en capacitarse y de cubrir
gastos mínimos del estudiante.
¿gratificaciones abonadas con motivo del cese de la relación laboral: cuando junto
a la indemnización por despido se adicione una suma superior con motivo de la
extinción del vínculo, dicha suma no tendrá carácter remuneratorio.
¿las gratificaciones extraordinarias de pago único:a contrario sensu de lo
establecido por la norma respecto al carácter remuneratorio de las gratificaciones
de pago normal y habitual, las de pago único y extraordinario no están sujetas a
aportes y contribuciones.

Asimismo, deberán considerarse no remuneratorias las prestaciones llamadas


beneficios sociales, que en general fueron enunciados en el decreto 333/91,
ratificado por el decreto 433/93 que luego se tradujo en una reforma legal en el
artículo 103 bis (LCT) que entre otros incluyó:
¿los servicios de comedor de la empresa: los comedores instalados por las
empresas, sean propios o contratados a concesionarios, no tiene carácter
remuneratorio en lo que hace al beneficio recibido en especie por el trabajador, y
por ende, no es base imponible de ningún aporte o contribución para la seguridad
social.
¿fueron derogados losticketsde almuerzo o merienda:lostickets suministrados por
terceros, para ser distribuidos por el empleador entre los trabajadores con el fin
de almorzar o merendar fuera del ámbito del establecimiento, son un beneficio
social no remuneratorio.
¿fueron derogados los tickets de supermercado o vales alimentarios: en una figura
análoga a la de los tickets de almuerzo, éstos son vales suministrados por
empresas habilitadas, con el fin de que el empleador los distribuya entre sus
trabajadores, para que estos puedan canjearlos por productos esenciales de la
canasta familiar.
¿los planes de salud complementarios:la crisis de las prestaciones asistenciales de
las obras sociales terminó por generar, en numerosas empresas, la necesidad de
contratar servicios asistenciales complementarios, los que han sido considerados
por el decreto 333/91 como una prestación no remuneratoria.
¿los gastos de guardería documentados: los gastos de guardería documentados
que el empleador reintegre a los trabajadores con hijos menores de cinco años,
previa presentación de los comprobantes respectivos, son beneficios sociales no
remuneratorios.
¿la ropa de trabajo: fue siempre tema discutido, ya que los entes recaudadores
sostenían que dicha ropa de trabajo era la sustitución de un gasto propio, cuando
fue siempre un daño suplido por el empleador, dado que no era lógico que el
trabajador soportara el desgaste de ropa propia como consecuencia de su tarea.
El decreto 333/91 terminó con la discusión considerándola una prestación no
remuneratoria.

269
En síntesis, las prestaciones no incluidas en la base imponible se pueden resumir
en el siguiente cuadro:

3. El pago de la contribución

El pago de la contribución con destino a la ART se hará efectivo junto con el resto
de los aportes y contribuciones con destino a la seguridad social que integran el
CUSS, ahora SUSS dentro del marco de la AFIP AnSes. A tal fin será necesario
algún cambio en el formato del formulario en el que se hacen efectivas las
prestaciones, y en el diskette cuyo software elabora la AFIP AnSes para suministrar
la información sobre las prestaciones y los montos a pagar.

El legislador estableció en la reglamentación una pauta para determinar cuándo se


paga la primera contribución. El decreto 334/96(art. 9º) puntualiza que el pago se
efectuará en el mes en que se prestan los servicios, en base a la nómina salarial del
mes anterior, con lo cual la primera contribución se hizo efectiva en julio de 1996, a
pesar de que el sistema devengó su primer salario en dicho mes. Sin duda una
contradicción que puede generar conflictos.

Con respecto a la fecha, las contribuciones se deberán depositar conjuntamente con


las demás prestaciones con destino al Sistema Unico de Seguridad Social (SUSS)
y la DGI luego procederá a distribuir los fondos en las distintas ART. A su vez, la
DGI dio a conocer la resolución general 4180/96 en virtud de la cual se establecieron
los vencimientos en orden a la terminación del número de CUIT de los empleadores.
Los vencimientos parten del primer aporte al sistema que se debe ingresar en el
mes de julio de 1996, en base al primer mes devengado que fue el de junio del
mismo año.

En la hipótesis de empleadores no obligados a hacer aportes al SUSS deberán


hacerlo en forma directa a la ART.

Las reducciones de las contribuciones patronales, instrumentadas a través del Pacto


Fiscal y de otros mecanismos complementarios no serán aplicables al SRT.

4. Fiscalización, verificación y ejecución de las contribuciones

270
Las ART tienen importantes facultades, tanto en lo que hace a la vida interna de las
empresas a propósito de sus funciones en materia de higiene, seguridad y
prevención como también respecto a facultades análogas, que no tienen otros entes
de la seguridad social como las obras sociales o las AFJP ahora derogadas y
liquidadas por la ley 26.417 y por la ley 26.425 (Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones). En efecto, podrán realizar toda la secuencia de actos
necesarios para controlar y cobrar. Veamos.

4.1. Fiscalización

Esta facultad implica la posibilidad de inspeccionar las empresas y chequear tanto


los trabajadores como la documentación correspondiente a fin de verificar la
verosimilitud de lo expresado (en cuanto a la cantidad de personal comprendido) y
los salarios declarados como base de la contribución, el cálculo de la alícuota para
cada establecimiento y, en su caso, la información conexa con los rubros
mencionados.

4.2. Verificación

La fiscalización está ligada con la verificación, ya que en un caso se inspecciona la


documentación que sustenta la información y las bases de cálculo suministradas, y
en el otro, se chequean los depósitos y el monto de los mismos.

4.3. Ejecución de las contribuciones

La falta de pago de las contribuciones a cargo de las empresas afiliadas da


facultades directas a las ART para perseguir el cobro a través de mecanismos
dinámicos de apremio, y en base a un certificado de deuda.

271
5. Determinación de la alícuota para calcular la contribución por
establecimiento

Las reglas básicas para fijar las alícuotas serán dispuestas por la SRT y trasladadas
a las ART para que cada una confeccione las propias, que deberán responder a las
siguientes pautas:

¿siniestralidad presunta: es el cálculo estimado de los eventos dañosos que se


puedan dar, dadas las condiciones de higiene, seguridad y prevención, y los
riesgos detectados conforme a la actividad, al equipamiento y maquinaria y, en
su caso, a la lista de eventuales patologías de posible ocurrencia.
¿siniestralidad efectiva: es aquella que surge de los datos históricos, en donde se
registraron eventos dañosos, en base a su localización, a los riesgos existentes y
no modificados y la persistencia de los eventos potenciales.
¿permanencia del empleador en una misma ART: es evidente que la permanencia
de una empresa afiliada tiene un valor financiero, histórico y de prevención que
puede convenir a la ART y por ende, debe ser incentivado dentro del cálculo de
la alícuota para fomentar dicha permanencia.

6. Responsabilidad del empleador por omisión del pago de las contribuciones

El empleador es obviamente responsable por el incumplimiento del pago de las


contribuciones, la omisión de trabajadores pertenecientes a su nómina y cualquier
otra conducta reprochable en contra del sistema.

El artículo 28 (LRT) establece sobre el particular:

Artículo 28.— Responsabilidad por omisiones


1) Si el empleador no incluido en el régimen de autoseguro omitiera afiliarse a
una ART, responderá directamente ante los beneficiarios de las prestaciones
previstas en esta ley.
2) Si el empleador omitiera declarar su obligación de pago o la contratación de
un trabajador, la ART otorgará las prestaciones, y podrá repetir del
empleador el costo de éstas.
3) En el caso de los apartados anteriores el empleador deberá depositar las
cuotas omitidas en la cuenta del Fondo de Garantía de la LRT.
4) Si el empleador omitiera —total o parcialmente— el pago de las cuotas a su
cargo, la ART otorgará las prestaciones, y podrá ejecutar contra el
empleador las cotizaciones adeudadas.

272
El art. 28 contempla distintas hipótesis, y procura combinar el amparo del trabajador
y la custodia de sus derechos y sus necesidades asistenciales con la mora o la
omisión en el cumplimiento de sus obligaciones del empleador afiliado. Veamos
brevemente cada uno de los casos.

a. Omisión del empleador a la afiliación: el empleador que no hubiera cumplido con


el deber de afiliarse a una ART, cuando no reúna obviamente las condiciones para
autoasegurarse (y sea admitido en el marco precitado), generará dos
consecuencias:

¿los beneficiarios le reclamarán directamente las prestaciones previstas en


la LRT: con lo cual el empleador se constituye en deudor principal de las
obligaciones y no podrá reclamar de una ART (inexistente por el momento) la
atención de siniestro alguno.
¿los beneficiarios podrán denunciar la situación:cosa que provocará la intervención
de la SRT, y con ello, la iniciación de las acciones previstas en la LRT para los
que eluden la afiliación.

La reglamentación refuerza el derecho de los trabajadores, y eventualmente de los


representantes gremiales a reclamar el cumplimiento del deber de afiliación del
empleador (art. 16, dec. 334/96), y el pago de las contribuciones con los alcances
de la ley 23.449. En todos los casos, las denuncias se deberán presentar ante la
SRT.

b. Omisión de un trabajador: omitir uno o más trabajadores para reducir las cuotas
o las contribuciones, producirá los siguientes efectos:

¿el trabajador omitido recibirá las prestaciones de la ART: de modo que no tendrá
que soportar desamparo alguno, y podrá repetir el costo de las prestaciones sin
perjuicio del derecho a ejecutar la contribución no ingresada al sistema.
¿el empleador pagará las prestaciones y las contribuciones adeudadas: por ende,
se duplica el costo de la omisión ya que deberá pagar los servicios brindados al
trabajador y oportunamente tendrá que pagar las cuotas. Ello sin perjuicio de las
multas por incumplimiento que habrá de soportar.

La omisión en la declaración de uno o más trabajadores era un fraude utilizado para


eludir el pago de las cargas sociales y entre ellas las contribuciones al régimen de
riesgos del trabajo. El proceso consistía en mantener "no registrado" (en negro) a
un trabajador hasta que ocurriera un evento dañoso, y se lo declaraba en el mes de
la ocurrencia. Finalmente, con el CAT o Clave de Alta Temprana luego transformado
en Mi Simplificación, se terminó con este proceso, ya que si el trabajador no ha sido
dado de alta con este registro previo, no ingresa al sistema de protección de la LRT.
A partir de la resolución SRT 676/2000, con la CAT de la resolución de la AFIP
899/2000 el trabajador ingresa al sistema en forma simultánea con su inscripción
previa, y sólo desde dicha inscripción está beneficiado por la cobertura de la ley. Se
dejó sin efecto lo que disponía una norma anterior, que al CAT había que agregarle,
sin mayor justificación, una inscripción adicional ante la ART que el empleador tenía
contratada. En el régimen posterior de Mi Simplificación el sistema quedó totalmente
integrado. En el marco del proceso de simplificación registral, que ha tenido distinta
suerte, esta nueva norma ha sido un avance, no sólo en el plano de la lucha contra

273
el trabajo no registrado, sino en lo que hace a la transparencia del sistema de riesgos
del trabajo .

c. Omisión total o parcial de la contribución: si en lugar de omitir trabajadores, los


incluye a todos pero paga la contribución en forma parcial o directamente no la paga,
la ART tendrá derecho a reclamar los pagos adeudados mediante ejecución,
brindando sin retaceos los servicios a los beneficiarios que sufran eventos dañosos.

La reglamentación especificó con mayor precisión el concepto de cuotas omitidas


(art. 17, dec. 334/96) con las siguientes pautas:
¿son cuotas omitidas, en primer término las que debía pagar un empleador a una
ART desde la fecha en que debió afiliarse. La SRT determinará la cuota omitida
en tal caso, en base a las más alta cotización prevista para el riesgo en el que
esté comprendida la empresa.
¿es también una cuota omitida , la que debió pagar el empleador a una ART desde
que estuviera obligado a declarar su obligación de pago o desde la contratación
de un trabajador.

Obviamente, el incumplimiento hace pasible al empleador de las sanciones


contempladas en el artículo 32, apartado 3 de la LRT que establece para el mismo
prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años por la omisión en el pago de las cuotas,
cuando intimado fehacientemente por el plazo de quince (15) días por la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo no las cancelara dentro de dicho término.
Todo ello, sin perjuicio de la aplicación de la ley 23.771.

7. Responsabilidad penal por falta de pago

La omisión parcial o total en el pago de las prestaciones es un agravio para el


sistema, y no sólo puede generar desequilibrios con respecto al empleador, sino que
los puede provocar con respecto a la comunidad de recursos y riesgos que
conforman este sistema. Es por ello que resulta razonable que se instrumente una
norma penal severa, sin perjuicio de que se admitan los mecanismos de pago
anómalos como eximente.

En función de ello, el artículo 32 (LRT ), en su parte pertinente, dice:

Artículo 32.— Sanciones


(...)
3) Si el incumplimiento consistiera en la omisión de abonar las cuotas o de
declarar su pago, el empleador será sancionado con prisión de seis meses
a cuatro años.
(...)

274
5) Cuando se trate de personas jurídicas la pena de prisión se aplicará a los
directores, gerentes, síndicos, miembros del consejo de vigilancia,
administradores, mandatarios o representantes que hubiesen intervenido
en el hecho punible.
6) Los delitos tipificados en los apartados 3 y 4 del presente artículo se
configurarán cuando el obligado no diese cumplimiento a los deberes
aludidos dentro de los quince días corridos de intimado a ello en su domicilio
legal.

Los temas para analizar son los siguientes:

a. Omisión del pago de cuotas desde el derecho penal: en el ámbito penal, las
empresas que no abonaran las cuotas serán sancionadas, a través de sus
representantes o autoridades constituidas, con una pena que oscila entre seis
meses hasta cuatro años de prisión.

La gradación se estimará en función de la importancia de la omisión y de la


frecuencia y los antecedentes registrados.

b. Responsabilidad de las personas físicas: es obvio que las personas jurídicas no


podrán soportar penas de prisión, de modo que serán las autoridades constituidas
de cada empresa las primeras responsables. Sin perjuicio de ello, la LRT incluye a
los órganos de contralor, a los mandatarios y a los representantes en general que
hubieran intervenido en el hecho punible.

c. Pago anómalo por intimación como eximente: se vuelve a utilizar el recurso


previsto, en forma no tan clara, en la Ley Penal Tributaria de intimar fehacientemente
al deudor por un plazo de quince días, antes de proceder con la vía penal. El deudor
sólo se podrá eximir de su responsabilidad penal si dentro de ese plazo formaliza el
depósito correspondiente a la orden de la ART, o en su caso de la SRT, con más
sus intereses.

Los pagos formalizados en el modo anómalo descripto no eximen al deudor del pago
de las multas y recargos que prevea la LRT y en su caso, las normas de la SRT y
las que disponga la reglamentación.

d. Omisión del pago desde el ángulo del contrato de afiliación: es obvio que la ART
responderá por todas las contingencias producidas durante la vigencia del contrato
de afiliación, y aun frente a la falta de pago parcial o total de las contribuciones, tales
deberes serán cumplidos a rajatabla. Los trabajadores, por ende, no sufrirán
desamparo alguno tanto en el plano asistencial como en el de las prestaciones en
dinero.

Ahora bien, la omisión del pago de las contribuciones a cargo del empleador debe
tener un límite, que inclusive habilite a la ART a adoptar ciertas medidas que la
protejan.

El tema ha sido tratado por el legislador en la reglamentación, con las siguientes


pautas:

¿ la omisión por parte de la empresa afiliada del pago de dos cuotas mensuales,
consecutivas o alternadas, o la acumulación de una deuda total equivalente a dos
275
cuotas (computando la mayor del último año) facultará a la ART a extinguir el
contrato de afiliación;
¿ para poder extinguir el contrato de afiliación, la ART, previamente deberá intimar
por el plazo de 15 días corridos como mínimo (puede ser superior) a la empresa,
de modo fehaciente, a fin de que cancele la deuda atrasada;
¿ vencido el término acordado sin que el empleador afiliado haya cumplido con la
intimación, la ART podrá extinguir el vínculo mediante una nueva notificación en
la que le informará lo decidido, ésta tendrá efectos a partir de la cero hora del día
siguiente de ser notificado.
¿ el empleador desafiliado se considerará no asegurado;
¿durante un plazo de dos meses posteriores a la extinción del vínculo la ART deberá
brindar prestaciones a los trabajadores, siempre que el trabajador hubiera
denunciado la contingencia hasta transcurridos 10 (diez) días de vencido dicho
plazo ;
¿ la ART que brinde prestaciones en especie a trabajadores de la empresa
desafectada del sistema, podrá perseguir la repetición de las prestaciones
otorgadas a los beneficiarios;
¿ una vez producida la desafiliación de una empresa por falta de pago, se procederá
a notificar a las entidades gremiales y a la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo que abrirá un registro al efecto;
¿ el registro de desafiliaciones de la SRT deberá contener las altas y las bajas del
sistema, a cuyos fines se dictarán normas de procedimiento;
¿ las ART podrán rechazar la afiliación de una empresa desafiliada por falta de pago
dentro del año inmediato anterior, en la medida que no haya regularizado la
situación con la ART que lo desafilió.

e. Suspensión automática de cobertura por falta de pago: con lo que hemos


expuesto, tanto en el marco de la LRT como en lo que ha dispuesto la
reglamentación, no se ha instalado un sistema de suspensión automática de
cobertura, como de hecho se trató de elaborar, y por tanto depende exclusivamente
de la voluntad de la ART la decisión final de analizar las distintas alternativas. Este
es un ejemplo más de que la nueva legislación no es un sistema de seguros, sino
que estamos frente a un instituto de la seguridad social con recursos y técnicas
propias.

f. Desamparo del trabajador damnificado a causa de los morosos, desafiliados y


evasores:la LRT no resuelve adecuadamente la problemática de los eventuales
damnificados sin cobertura, que padecen las consecuencias del incumplimiento del
empleador, sin que con ello puedan resolver la problemática de las prestaciones y
de los servicios en dinero y en especie que deberían recibir para hacer frente a la
contingencia social a la que están expuestos.

III. TRATAMIENTO IMPOSITIVO

276
Nunca el análisis de las prestaciones permite una clara determinación de sus
implicancias impositivas. Sin perjuicio de ello, la LRT contiene una norma expresa
en el artículo 25 que dispone:

Artículo 25.— Tratamiento impositivo


1) Las cuotas del artículo 23 constituyen gasto deducible a los efectos del
impuesto a las ganancias.
2) Los contratos de afiliación a una ART están exentos de todo impuesto o
tributo nacional.
3) El contrato de renta periódica goza de las mismas exenciones impositivas
que el contrato de renta vitalicia previsional.
4) Invítase a las provincias a adoptar idénticas exenciones que las previstas en
el apartado anterior.
5) Las reservas obligatorias de la ART están exentas de impuestos.

Analicemos las pautas básicas de la LRT, que por supuesto deben complementarse
con las normas impositivas pertinentes.

a. Las contribuciones son un gasto deducible: las contribuciones a cargo de las


empresas son un gasto deducible del balance impositivo, como de hecho no podía
ser de otro modo. Es sin duda una norma superflua, ya que aplicando los principios
generales se hubiera llegado a la misma conclusión.

b. Los contratos entre las ART y las empresas están exentas:a fin de evitar
gravámenes que perjudiquen su viabilidad, se exime a los contratos de cualquier
impuesto. Obviamente, la norma se refiere en especial al impuesto de sellos, y al
IVA.

En lo relativo al primero, no dependen de la voluntad nacional sino de la local. Al


respecto, las provincias que aún lo mantengan están invitadas a adherir a la
exención. Lo mismo ocurre en aquellas provincias que tienen tasas especiales para
los contratos.

En cuanto al IVA, la reglamentación establece con claridad que los contratos como
las prestaciones y servicios brindados por las ART están exentos (art. 10, dec.
334/96).

Es más, las ART recibirán el mismo tratamiento que las obras sociales en cuanto a
la exención impuesta por el art. 6º, inc. j), punto 7 de la ley 23.349.

Finalmente, el decreto 334 (art. 10) aclaró que los impuestos internos que gravan la
actividad del seguro tampoco alcanzan al régimen de la LRT.

c. La renta periódica tiene las mismas exenciones que la renta vitalicia previsional: la
LRT equipara el tratamiento de la renta vitalicia previsional con las exenciones para
la renta periódica.

277
d. Se invita a las provincias a adherir: dado que las normas dictadas por la LRT
pueden afectar la jurisdicción federal de las provincias, se solicita a las mismas que
adhieran al régimen nacional en lo pertinente.

e. Las reservas de las ART están exentas de impuestos: a fin de no afectar las
reservas con gravámenes que puedan comprometer su integridad, las mismas
estarán exentas totalmente de impuestos. Sin perjuicio de ello, las reservas
obligatorias de las ART serán deducibles del impuesto a las ganancias (art. 10,
párr. 4º, apart. 2º, dec. 334/96).

IV. EL FONDO DE GARANTÍA

El Fondo de Garantía es una reserva que acumulará y administrará la SRT, con el


fin de cubrir la insuficiencia patrimonial de una empresa respecto a las obligaciones
que tiene frente a los trabajadores y/o frente a las ART.

El Fondo de Garantía fue siempre un mecanismo muy poco eficaz para atender la
situación generada por la insolvencia del deudor de las prestaciones de la ley. En
los precedentes no tuvo operatividad, y el trámite que acreditaba la insuficiencia
patrimonial del deudor era burocrático, prolongado y hasta interminable. El legislador
de la nueva LRT parece ser consciente de aquellos antecedentes, e intentó —por
ahora de modo que no parece haber modificado esencialmente la situación
preexistente— normas fundamentales que tienen por objeto acelerar los trámites y
brindar cierta seguridad jurídica a los eventuales acreedores (dec. 491/1997).

La LRT contempla el sistema dentro del artículo 33 que dispone:

Artículo 33.— Creación y recursos


1) Créase el Fondo de Garantía de la LRT con cuyos recursos se abonarán las
prestaciones en caso de insuficiencia patrimonial del empleador,
judicialmente declarada.
2) Para que opere la garantía del apartado anterior, los beneficiarios o la ART
en su caso, deberán realizar las gestiones indispensables para ejecutar la
sentencia y solicitar la declaración de insuficiencia patrimonial en los plazos
que fije la reglamentación.
3) El Fondo de Garantía de la LRT será administrado por la SRT y contará con
los siguientes recursos:
a) Los previstos en esta ley, incluido el importe de las multas por
incumplimiento de las normas sobre daños del trabajo y de las normas de
higiene y seguridad;
b) Una contribución a cargo de los empleadores privados autoasegurados, a
fijar por el Poder Ejecutivo nacional, no inferior al aporte equivalente al
previsto en el artículo 34.2;

278
c) Las cantidades recuperadas por la SRT de los empleadores en situación
de insuficiencia patrimonial;
d) Las rentas producidas por los recursos del Fondo de Garantía de la LRT,
y las sumas que le transfiera la SRT;
e) Donaciones y legados;
f) Las sumas que resultaren como excedente de las sentencias
condenatorias por la vía del derecho común, cuyo monto resulte inferior a
las prestaciones dinerarias tarifadas de la LRT, de conformidad con el
art. 6º, 3er. párrafo, ley 26.773 (B.O. 26/10/2012).
4) Los excedentes del fondo, así como también las donaciones y legados al
mismo, tendrán como destino único apoyar las investigaciones, actividades
de capacitación, publicaciones y campañas publicitarias que tengan como
fin disminuir los impactos desfavorables en la salud de los trabajadores.
Estos fondos serán administrados y utilizados en las condiciones que prevea
la reglamentación.

En lo que hace al modo de obtener los recursos para integrar el Fondo de Garantía
y el Fondo de Reserva, creado con otro propósito, la LRT dispone:

Artículo 48.— Fondos de garantía y de reserva


1) Los fondos de garantía y de reserva se financiarán exclusivamente con los
recursos previstos por la presente ley. Dichos recursos son inembargables
frente a beneficiarios y terceros.
2) Dichos fondos no formarán parte del presupuesto general de la
administración nacional.

Las normas precitadas nos permiten sistematizar el análisis del tema en los puntos
que siguen:

a. La SRT administra el Fondo de Garantía: los fondos recaudados en virtud de los


ingresos previstos en la LRT serán administrados por la SRT, y será ésta la que
invertirá los mismos con el fin de obtener rentas, y también la que los aplique a los
casos de insuficiencia patrimonial.

b. Integración del Fondo de Garantía con recursos previstos en la LRT: los recursos
de estos fondos solían ser contribuciones adicionales a las indemnizaciones
pagadas por las empresas deudoras o por sus aseguradores. En el texto de la LRT
no se plantea claramente la existencia de una contribución, y de existir sería a cargo
de la ART o de los empleadores autoasegurados.

b.1. Los fondos previstos en la LRT: los fondos previstos se detallan sobre una serie
de alternativas donde tiene injerencia la SRT. Definiremos brevemente cada uno de
ellos.

b.2. Las multas por infracciones: las multas están ligadas a varios incumplimientos,
que incluyen a los empleadores y a las ART. Así, en el artículo 5º (LRT) se
establecen multas de hasta $ 30.000 cuando se produjeran eventos dañosos por
incumplimiento de las normas de higiene y seguridad. La constatación de la
infracción, la determinación del monto y la gestión de cobro estará a cargo de la

279
SRT, lo cual es particularmente criticable porque el ente se convierte en juez y parte,
y en especial interesado en descubrir infracciones y recaudar.

Otro tanto ocurre con lo dispuesto en el artículo 32 (LRT) que contempla multas de
entre 20 y 2.000 MOPRES (1 MOPRE = 80; 20 MOPRES = $ 1.600 y 2.000
MOPRES = $ 160.000) por incumplimientos por parte de empleadores
autoasegurados, de las ART y de las compañías de seguros de retiro. La derogación
del MOPRE obligará a tomar otro parámetro.

A fin de cobrar las deudas que se hayan generado contra el Fondo por
incumplimiento de aseguradoras y empleadores autoasegurados, se emite un
"certificado de deuda con el fondo de garantía" que se extiende en triplicado y tiene
valor ejecutivo. Con dicho certificado se inicia la vía de apremio, y el mismo
constituye el título ejecutivo para gestionar el cobro. Este mecanismo canaliza la
percepción del cobro, y le concede a la SRT la posibilidad de cobrar (ver la res. SRT
389/2002, B.O., 17/10/2002).

Se aplican además el decreto 520/2001 y las resoluciones SRT 25/1997 y 426/2002


(B.O. , 28/10/2002) como procedimiento para cuestionar las multas e impugnar su
monto o procedencia.

b.3. Contribución de los empleadores autoasegurados: por vía reglamentaria el


Poder Ejecutivo fijará una contribución a cargo de los empleadores autoasegurados,
que no será inferior a la contribución que las ART deberán hacer anualmente al
Fondo de Reserva de la LRT.

b.4. Recuperos de los empleadores con insuficiencia patrimonial: cuando se


produce un caso de insuficiencia patrimonial el Fondo de Garantía cubre el
cumplimiento de las prestaciones incumplidas por la empresa autoasegurada. A la
vez nace una acción de recupero de la SRT en contra de la empresa insolvente. Los
fondos recuperados de los insolventes se integrarán también al fondo.

b.5. Las rentas del Fondo de Garantía: los fondos que integran el Fondo de Garantía
podrán ser invertidos, seguramente en los términos y con los límites que establezca
la reglamentación.

b.6. Donaciones y legados: aun cuando es difícil que existan, es tradicional que
todos estos entes acepten donaciones y legados con el fin de incrementar su
patrimonio, y el Fondo de Garantía no es una excepción.

b.7. Los fondos son inembargables: a fin de evitar que los reclamos de terceros
puedan afectar el Fondo de Garantía, sobre todo los damnificados que persigan el
cumplimiento de las prestaciones incumplidas por una empresa autoasegurada, la
LRT declara inembargables estos recursos.

b.8. Los fondos no forman parte del Presupuesto nacional: para evitar que el Estado
eche mano a los recursos del Fondo, se los considera autónomos y ajenos al
Presupuesto nacional.

c. Los excedentes del Fondo y donaciones y legados: estos fondos se aplicarán a la


investigación, capacitación y difusión de las normas preventivas que contribuyan a

280
reducir los riesgos del trabajo, y generar una conciencia prevencionista. La
reglamentación deberá fijar pautas al respecto.

d. La función del Fondo de Garantía: fue creado con el fin de atender los eventos
dañosos y siniestros de las empresas que han caído en estado de insuficiencia
patrimonial.

El artículo 29 (LRT) fija un procedimiento para procurar celeridad en los trámites de


modo de asegurar el cumplimiento de las prestaciones en forma oportuna.

La reglamentación estableció un procedimiento sumarísimo, con plazos cortos (de


noventa [90] primero y de treinta [30] días después) con el fin de obtener la
declaración (bajo el procedimiento de acción meramente declarativa) de
insuficiencia patrimonial del empleador, para que el Fondo de Garantía habilite el
pago de las prestaciones (arts. 19 y concs., dec. 334/96).

En los casos de empleadores no asegurados, los trabajadores no registrados


conforme a la Ley de Empleo (ley 24.013) podrán solicitar al Fondo de Garantía el
pago de las prestaciones que les correspondan, si es que antes de ocurrido el evento
han denunciado a la SRT la falta de afiliación de su principal. Obviamente, la SRT
será la encargada de fijar las pautas y condiciones y los requisitos de tiempo y forma
para formular las denuncias precitadas.

Una vez que el trabajador damnificado obtiene la declaración de insuficiencia


patrimonial, el Fondo de Garantía se hará cargo del pago de las prestaciones,
excluidos los intereses, las costas y los gastos causídicos.

Las ART tienen derecho a reclamar del Fondo de Garantía las prestaciones
emergentes del artículo 47 de la LRT, es decir aquellas hipótesis en donde se
produzcan casos de concurrencia.

Resulta obvio que todo pago formalizado por el Fondo de Garantía será considerado
como pago realizado por un tercero, subrogándose hasta su concurrencia en los
derechos del acreedor. Con ello, el Fondo de Garantía puede repetir contra
cualquiera de los deudores, y a tal fin, la SRT deberá disponer los medios prácticos
para analizar la conveniencia de llevar adelante acciones, que en alguna medida
tengan expectativas ciertas de cobro, y con ello se evite el dispendio jurisdiccional
de intentar una acción contra un deudor insolvente o por una deuda que pueda
calificarse de incobrable.

Por último, si la SRT o el órgano recaudador (DGI) advierten la omisión en el pago


de la contribución o cuota con destino al Fondo de Garantía, podrá actuarse
conforme las normas de la ley 23.771, también denominada Ley Penal Tributaria y
Previsional.

V. EL FONDO FIDUCIARIO DE ENFERMEDADES PROFESIONALES

281
El decreto 590/1997 (B.O., 4/7/1997), reformulado en parte por el DNU 1278/2000,
había creado este fondo fiduciario especial para atender las contingencias de
hipoacusia perceptiva como patología incluida en el listado de enfermedades
profesionales (art. 6º, apart. a, de la LRT). Con la reforma apuntada
precedentemente, dicho fondo cubrirá además el costo de las enfermedades no
incluidas en el listado que fueren reconocidas por las comisiones médicas o por la
Comisión Médica Central y que no se incorporen al citado listado. El fondo fiduciario
especial no se aplicará a dicha cobertura cuando la enfermedad no listada se
incorpore al citado listado del artículo 6º, apartado a, de la LRT. La utilización del
fondo para el caso de las hipoacusias perceptivas se hará en proporción a un listado
que forma parte deldecreto 590/1997.

El financiamiento del Fondo Fiduciario para Enfermedades Profesionales se


conformará por una porción de cada alícuota de los contratos que se renueven,
prorroguen o inicien con posterioridad a la vigencia de la norma que le da origen.

Se suma a ello la renta de estos fondos, y los que se hayan acumulado a la versión
original de la norma.

El Fondo Fiduciario de Enfermedades Profesionales será administrado según el


decreto por las ART, sin embargo, es la SRT la que debe aprobar cada uno de los
casos. La resolución SSN 28.754/2002 (B.O. , 29/5/2002), a su vez, estableció el
régimen de contabilización, de ingresos y egresos de fondos y de inversiones del
Fondo, la actualización de los egresos bajo información mensual, etcétera. Los
fondos no utilizados se pueden invertir en depósitos a plazo fijo o letras del Banco
Central de la República Argentina. Se formula una expresa prohibición de utilizar
sus fondos en otro destino que no sea el específico para el cual han sido creados.
A su vez, la SSN es la que establecerá la forma de coordinar la administración y
utilización del fondo, y controles bajo un auditor de su empleo y destinos adecuados.

VI. FONDO DE RESERVA DE LA LRT

El Fondo de Reserva se crea con el objeto de cubrir las prestaciones a cargo de las
ART y que no se cumplen por efecto de que la misma se encuentra en liquidación.

Las pautas fundamentales se encuentran en el artículo 34 (LRT) que dispone:

Artículo 34.— Creación y recursos


1) Créase el Fondo de Reserva de la LRT con cuyos recursos se abonarán o
contratarán las prestaciones a cargo de las(1) ART que éstas dejaran de
abonar como consecuencia de su liquidación.
2) Este fondo será administrado por la Superintendencia de Seguros de la
Nación, y se formará con los recursos previstos en esta ley, y con un aporte
a cargo de las ART cuyo monto será anualmente fijado por el Poder Ejecutivo
nacional.

282
a. Administración a cargo de la SRT: como ocurre con el Fondo de Garantía, los
recursos obtenidos por este fondo son administrados por la SRT. No sólo los
recauda, sino que los debe aplicar a la atención de las prestaciones dinerarias y en
especie que requieran los trabajadores damnificados que pertenezcan a una ART
que entró en liquidación.

b. Financiación con aporte anual de las ART: el Poder Ejecutivo fijará por vía
reglamentaria el aporte que harán las ART a este fondo con el propósito de cubrir
los casos de insolvencia.

No está previsto, pero este fondo podría también aportar subsidios en casos
extremos y por necesidades especiales que permitan salvaguardar el equilibrio
económico-financiero de las ART.

El decreto 334/96 (art. 23) estableció que el aporte de la ART para integrar el Fondo
de Reserva sea del 8 ‰ de los ingresos percibidos en concepto de cuota mensual,
a cargo del empleador, establecida en el artículo 23 (LRT), que hemos denominado
contribución patronal ordinaria conformada por el monto fijo y variable de la alícuota.

Si la cuota (contribución empresaria) se abona a través del SUSS, la DGI retendrá


con destino al Fondo de Reserva —en forma automática— el 8 ‰ . En los demás
casos, la ART será la deudora de la obligación. La mora de más de tres (3) meses
en el pago de la suma precitada importará la suspensión de pleno derecho y sin
declaración previa para realizar nuevas contrataciones dentro de la órbita de la LRT
.

c. No forman parte del Presupuesto nacional: del mismo modo que la mayoría de las
normas que fijan pautas para sostener económica y financieramente los entes
efectores y de contralor, a fin de que obtengan recursos genuinos para cubrir sus
gastos y aplicar los fondos para los destinos previstos, se trata también de aislar
esos fondos para que el Tesoro no los pueda derivar a otros destinos como ha
ocurrido recientemente con los recursos del Instituto de Servicios Sociales para
Jubilados y Pensionados (PAMI). Es por ello que el art. 48 (LRT) puntualiza
claramente que los recursos del Fondo de Garantía y del Fondo de Reserva son
inembargables y a la vez no integran el presupuesto general de la administración
nacional.

VII. EL FINANCIAMIENTO DE LA SRT

En los últimos años se ha generado la tendencia de buscar el autofinanciamiento de


los entes, que no sólo no deberían recurrir a los fondos del Presupuesto nacional,
sino que deben contar con ingresos genuinos que cubran todos los gastos.

283
En el primer ejercicio, por lo menos en forma parcial, tal objetivo es imposible, y en
rigor, el Tesoro proveerá una partida en el Presupuesto nacional a los fines de cubrir
temporariamente los gastos.

La norma que trata expresamente el tema es el artículo 37 (LRT) que dice:

Artículo 37.— Financiamiento


1) Los gastos de los entes de supervisión y control se financiarán con aportes
de las aseguradores de riesgos del trabajo (ART) y empleadores
autoasegurados conforme la proporción que aquéllos establezcan.

En su texto original, el art. 37 de la LRT remitía a la ley 20.091, que en su art. 81


establecía una tasa, calculada sobre la recaudación, que las empresas
aseguradoras remitían al órgano de contralor para su financiación. Esta norma fue
reemplazada por la que hemos reproducido, y, en consecuencia, se dictaron la
resolución SRT 39/98 y la resolución SSN 25.806/98, que establecieron que desde
el 1º de julio de 1998 las ART remitirán el 3% de las cuotas que recauden, se
abonarán en forma mensual por mes vencido, y con una fecha límite de 15 días del
mes posterior al mes en el que realizaron la recaudación. Este fondo es remitido
para que la SRT y la SSN financien los gastos de ambas superintendencias en las
proporciones que ellas determinen.

VIII. LAS EMPRESAS AUTOASEGURADAS Y EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA

La empresa que se autoasegure no contará con el deber que se impone a los


afiliados al sistema de abonar una contribución calculada en base a una alícuota con
destino a las ART. Se le impondrá, sin embargo, una contribución con destino al
Fondo de Garantía, que no será inferior a la prevista para el Fondo de Reserva
(cuota anual a cargo de las ART).

El autoasegurado se hace cargo de atender la totalidad de los riesgos del trabajo


con sus propios recursos, a cuyos fines deberá acreditar solvencia económico-
financiera adecuada (conforme lo establezca la reglamentación) y en particular,
deberá demostrar y garantizar las prestaciones en especie, por sí o a través de
terceros.

En la reglamentación (art. 32, dec. 170/96) complementado luego por el decreto


585/96 sobre autoasegurados, establece cumplir con el Nivel 3 de calificación y con
ello, se deberá observar el estricto cumplimiento de las normas de higiene y
seguridad, pues de lo contrario el tratamiento sería inequitativo con los que están
efectivamente afiliados al sistema.

284
a. Fondo de Garantía: el aporte será una cuota anual, no inferior a las que se
impongan a las ART para el Fondo de Reserva. Al respecto, el decreto 585/96
(art. 9º) dispuso que dicha cuota anual fuera del 2% de la reserva especial que deba
integrar cada empresa multiplicada por 12 y aplicado a las remuneraciones
mensuales sujetas a cotización. A su vez, las remuneraciones se calcularán como
promedio mensual de los salarios sujetos a cotización de los últimos 6 (seis) meses
anteriores al pago de dicha contribución.

Las empresas que aspiren a autoasegurarse, deberán integrar la primera


contribución al momento de efectuar la primera presentación.

b. Fondo de Reserva: servirá de guía para fijar el monto de la contribución a cargo


de las empresas autoaseguradas, con destino al Fondo de Garantía.

c. Garantías de las rentas contratadas con empresas de seguro de retiro: es posible


que se les exija a las empresas autoaseguradas alguna garantía por las empresas
de seguro de retiro que tengan a su cargo la renta periódica, la que se deberá
sustanciar conforme a la reglamentación (art. 19, aps. 1 y 2, LRT ). En estos casos
la elección de la empresa de seguro de retiro estará a cargo del beneficiario, por lo
cual parece injusto que la empresa autoasegurada participe de la garantía.

XXI.6. LA DETERMINACIÓN DEL DAÑO


Sumario: I. Introducción.— II. La determinación de la incapacidad en la
LRT. 1. La Comisión Médica Central. Composición. 2. La función de las
comisiones médicas. Integración. — III. La revisión de la
incapacidad.— IV. La relación de causalidad.— V. La causalidad en las
enfermedades no listadas.

I. INTRODUCCIÓN

La determinación del grado de incapacidad presupone la existencia de un agente


hostil, de relación de causalidad eficiente entre dicho agente y una lesión a la salud
del trabajador que lo incapacita para trabajar, en forma parcial o total, y de modo
temporario o permanente.

Ya hemos visto que la LRT sólo comprende accidentes del trabajo, accidente in
itinere y enfermedades profesionales determinadas a través de un listado especial,
más las que surjan de reclamos individuales en los cuales el trabajador demuestre
la relación de causalidad directa de una patología con su fuente u origen por el hecho
o en ocasión del trabajo.

Por tanto, lo que se produzca fuera de sus límites no está amparado por la LRT, y
aparentemente queda exento de cualquier reclamación y análisis. El laudo 156/1996
y el decreto 659/1096 han establecido el Listado de Enfermedades Profesionales
admitidos como tales por la LRT, y los grados de incapacidad (a fijar entre un mínimo

285
y un máximo) en función de cada lesión. A su vez, el Comité Consultivo Permanente
tendrá la responsabilidad de evaluar, en base a informes médicos de rigor científico
qué patologías se deberían incorporar al listado y bajo qué condiciones en lo que
hace a la fuente y a la relación de causalidad.

También hemos visto que la determinación de la incapacidad tiene un elemento


intrínseco que es el de las lesiones o daños en la salud que impiden al damnificado
cumplir con su trabajo en plenitud, o lo inhiben totalmente para su ejecución.

Otro factor, el extrínseco, tiene que ver con la capacidad operativa del ser humano
en una actividad rentada, que puede ser aquella para la que se capacitó y entrenó
(actividad monoprofesional), o toda actividad que potencialmente puede realizar el
individuo (actividad multiprofesional).

En rigor, la evaluación subjetiva apunta a la calificación profesional o al arte, oficio


o profesión que el individuo posea. En cambio, la evaluación objetiva no tiene en
cuenta al sujeto por su aptitud o capacidad personal, sino como un trabajador
potencialmente apto para cualquier actividad rentada, y en función de esa
multiplicidad se evalúa el daño sufrido.

La realidad indica que ambas formas de evaluación, en forma pura son injustas. Por
ende, la mayoría de los sistemas de evaluación de incapacidades parten de la
reubicación poliprofesional o multifuncional del sujeto, y hacen concesiones a su
aptitud personal (arte, oficio o profesión dominada por el damnificado) como un
elemento de ponderación valorativo del quantum de incapacidad predeterminado, y
definido como un módulo flexible entre un valor mínimo y otro máximo. El médico
que evalúe la incapacidad identificará el daño en las tablas, y ponderando los
elementos subjetivos, aplicará valores menores o mayores, según corresponda.

II. LA DETERMINACIÓN DE LA INCAPACIDAD EN LA LRT

La existencia de numerosos antecedentes negativos ha sido lo que seguramente


orientó al legislador a buscar un sistema cerrado y con fuertes controles operativos
y de gestión, a fin de determinar el grado de incapacidad del damnificado. Pero, a la
vez, se crean mecanismos muy rígidos y de difícil implementación en lo relativo a la
revisión o reanálisis del quantum de la disfunción.

Por lo pronto veamos el enunciado que plantea el art. 21 de la LRT, que concentra
los puntos relevantes del nuevo sistema, sin perjuicio de otras normas dispersas o
menciones tangenciales que contiene la ley en otros artículos.

Artículo 21.— Comisiones médicas


1) Las comisiones médicas y la Comisión Médica Central creadas por la ley
24.241 (art. 51), serán las encargadas de determinar:

286
a) La naturaleza laboral del accidente o profesional de la enfermedad;
b) El carácter y grado de la incapacidad;
c) El contenido y alcances de las prestaciones en especie.
2) Estas comisiones podrán, asimismo, revisar el tipo, carácter y grado de la
incapacidad, y —en las materias de su competencia— resolver cualquier
discrepancia que pudiera surgir entre la ART y el damnificado o sus
derechohabientes.
3) La reglamentación establecerá los procedimientos a observar por y ante las
comisiones médicas, así como el régimen arancelario de las mismas.
4) En todos los casos el procedimiento será gratuito para el damnificado,
incluyendo traslados y estudios complementarios.
5) En lo que respecta específicamente a la determinación de la naturaleza
laboral del accidente prevista en el inc. a) del apart. 1º de este artículo y
siempre que al iniciarse el trámite quedare planteada la divergencia sobre
dicho aspecto, la Comisión actuante, garantizando el debido proceso, deberá
requerir, conforme se establezca por vía reglamentaria, un dictamen jurídico
previo para expedirse sobre dicha cuestión. (Apart. 5º incorporado por la
reforma del decreto 1278/2000,art. 11) .
La intervención de peritos o de expertos para que se expidan sobre la relación
de causalidad o sobre los hechos que conforman la misma, y que interactúan
desde la causa eficiente, hasta los efectos dañosos ocasionados a la víctima,
pasando por los lazos o vasos comunicantes que los conectan, suelen
requerir de elementos complementarios para que su informe final resulte
verosímil. De lo contrario, sólo pueden hablar de razonabilidad o casuismo
hipotético.

El sistema planteado por el legislador parte de que cada ART cuente con su propio
servicio médico a fin de atender la cobertura de prestaciones impuesta por la LRT,
hacer el seguimiento de las mismas y alcanzar el alta del trabajador con el mayor
grado de recuperación posible. Si la recuperación no fuere total, habrá que continuar
con la asistencia al trabajador mediante rehabilitación, tratamientos especiales,
prótesis (incluyendo reemplazos y services , etc.). Sin embargo, las ART pueden no
ser los entes más adecuados para determinar en función de las cuales el trabajador
damnificado puede estar expuesto —por razones materiales o de conveniencia
económica— a vicisitudes que no centren su objetivo en la mejor atención, en su
recuperación psicofísica, o en el más adecuado tratamiento, dentro de los límites
que fijarán las normas reglamentarias, una vez que sobre el particular se expida el
Comité Consultivo Permanente.

Para que los objetivos deseados no sufran la distorsión precitada, es que el


legislador ha recurrido a las comisiones médicas y a la Comisión Médica Central,
originada en el régimen jubilatorio para evaluar el retiro por invalidez, y que ahora
aumenta considerablemente su trabajo en cantidad y calidad, porque pasa a ser la
evaluadora de casi todos los aspectos esenciales que hacen a la determinación de
la capacidad del trabajador y en su caso, de toda actividad prestacional que tenga
que ver con su recuperación psicofísica.

287
A su vez, por vía del laudo 405/96 se estableció el Manual de Procedimientos para
el Diagnóstico de las Enfermedades Profesionales que establece pautas indicativas
para determinar la naturaleza de un accidente o enfermedad, elcarácter y grado de
incapacidad, y el contenido y alcances de las prestaciones en especie.

La reforma del decreto 1278/2000 incorporó al art. 21 de la LRT la necesidad de que


se expida un dictamen jurídico cuando se encuentre controvertida la naturaleza del
accidente sufrido por el trabajador, frente a lo informado desde el punto de vista
médico por la Comisión actuante, que a la vez debe recibir todos los elementos
probatorios que arrimen las partes a fin de garantizar el debido proceso. Con ello, el
informe médico debe validarse o convalidarse con la opinión legal.

Esta combinación de la opinión médica calificada unida a la interpretación legal ha


sido un cambio sustantivo y atinado del legislador, a fin de brindar mayor seguridad
jurídica a las resoluciones que se adopten. Ello es así porque en el cúmulo de casos
analizados ha sido más que frecuente el planteo sobre la naturaleza laboral o
extraña al trabajo de los eventos dañosos bajo análisis. El dictamen jurídico debe
ser previo al dictamen médico de las Comisiones Médicas y así se debe solicitar.
Debemos concluir que tal y como está redactada la norma, una resolución de las
Comisiones Médicas sin el dictamen jurídico previo sería nulo y sin valor. Al efecto,
la SRT dictó la resolución 222/2001 en la que creó la Unidad de Asesoramiento de
las Comisiones Médicas a partir de la Gerencia de Asuntos Legales del organismo.
El financiamiento se realizará prima facie con el Fondo de Reserva creado para
financiar las comisiones médicas (res. SRT 134/1996), pero las ART, a prorrata de
la cantidad de trabajadores asegurados, restituirán los costos incurridos, dentro de
los cinco días de remitida la liquidación respectiva.

1. La Comisión Médica Central. Composición

Desde el punto de vista de la organización del sistema, la LRT dispone la reforma


del art. 51 de la ley 24.241 (nueva Ley Previsional) a fin de conformar la Comisión
Médica Central con integración mixta donde se combinen los representantes de la
Superintendencia de Administradoras de Jubilaciones y Pensiones (SAFJP) que al
haberse derogado son suplidas por la autoridad de aplicación del nuevo Sistema
Integrado Previsional Argentino (SIPA) que es el ANSeS junto a la Superintendencia
de Riesgos del Trabajo (SRT).

Al respecto, el art. 50 (LRT) dispone:

Artículo 50.— Sustitúyese el art. 51 de la ley 24.241 por el siguiente:


Artículo 51.— Las comisiones médicas y la Comisión Médica Central estarán
integradas por cinco (5) médicos que serán designados: tres (3) por la
Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones
(Ahora, ANSeS SIPA) y dos (2) por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo,

288
los que serán seleccionados por concurso público de oposición y antecedentes.
Contarán con la colaboración de personal profesional, técnico y administrativo.
Los gastos que demande el funcionamiento de las comisiones serán
financiados por las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones y
las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, en el porcentaje que fije la
reglamentación.
Como mínimo funcionará una comisión médica en cada provincia y otra en la
ciudad de Buenos Aires.

a. Integración de la Comisión Médica Central: en su versión original la ley


24.241 había conformado la Comisión Médica Central con tres facultativos
designados por concurso, y por vía del decreto 1290/94 (29/7/1994), se había
dispuesto que las comisiones médicas serían distribuidas en todo el territorio
conforme lo que disponga el ANSeS SIPA, por haberse derogado el régimen de
capitalización privada controlado por la Superintendencia de Administradoras de
Fondos de Jubilaciones y Pensiones (SAFJP). Para ello, se habrían tenido en cuenta
la cantidad de casos posibles, la concentración poblacional y la racionalidad con que
debían distribuirse los gastos, dadas las necesidades de infraestructura,
financiamiento inicial, como la participación de la Administración Nacional de la
Seguridad Social ANSeS (para los casos de los retiros por invalidez del sistema
nacional de reparto), ya que no operan más las AFJP y la SAFJP que fueron
derogados por el SIPA o nuevo Sistema Integrado Previsi onal Argentino.

Ahora, la Comisión Médica Central se integrará con cinco (5) miembros, tres (3) de
los cuales representarán al ANSeS (fueron derogadas las normas sobre jubilación
por capitalización privada y la Superintendencia de Administradoras de Jubilaciones
y de Pensiones), y otros dos (2) a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).
No se advierte por qué razón tienen una representación minoritaria con respecto a
la LRT cuando la tarea a desarrollar será cualitativa y cuantitativamente muy
superior —la de los accidentes y enfermedades profesionales— si se la compara
con los casos de retiro por invalidez.

b. Integración de las comisiones médicas: las comisiones médicas estarán


integradas con la misma estructura que la Comisión Médica Central, de modo que
contarán con tres médicos en nombre del ANSeS (no opera más la SAFJP) y dos
por la SRT.

No se advierte por qué se mantiene una estructura tan rígida, cuando la comisión
puede tener tres facultativos y no cinco, sobre todo para zonas de baja densidad de
población y baja siniestralidad, en las cuales no se justifica semejante estructura.

c. Selección de los integrantes por concurso público: los facultativos que aspiren a
integrar la Comisión Médica Central y las comisiones médicas zonales serán
seleccionados por concurso público de oposición y antecedentes, con lo cual no sólo
deberán acreditar suficiente experiencia profesional, y en todo caso académica, sino
que puede llegar a ocurrir que se los interrogue sobre su dominio efectivo de las
materias que se les requiera.

d. Equipo de profesionales, técnicos y administrativos: con el riesgo de caer en


prácticas burocráticas inconvenientes para la austeridad que debe siempre
caracterizar estos organismos, la LRT y el art. 51 de la Nueva Ley Previsional (ley

289
24.241) mandan disponer de la estructura de profesionales, técnicos y personal
administrativo que requiera cada comisión técnica para lograr su eficaz
funcionamiento. Suponemos que este tipo de organizaciones, exige la locación en
un edificio adecuado, donde se puedan interponer los trámites. Al respecto, es
interesante volver a citar el decreto 1290/1994 que reglamentó algunos aspectos de
las comisiones médicas y estableció que la estructura, destino, composición de la
administración y recursos humanos, sería determinado por la SAFJP que al haber
desaparecido con la reforma del sistema previsional y la sustitución por el SIPA, será
determinado por el ANSeS.

Con ello, simplemente planteamos que para que estas unidades sean rentables y
se autofinancien, será conveniente idear un esquema hermético y controlable que
no caiga bajo la órbita de esquemas corporativos y de estructuras innecesarias e
ineficientes.

e. Financiamiento de los gastos de las comisiones médicas: una de las fórmulas


para preservar los desbordes presupuestarios es la de procurar que el
financiamiento de las comisiones médicas esté articulado por medio de mecanismos
proporcionales a la tarea profesional desarrollada, con pautas arancelarias
claramente determinadas.

A su vez, y dado que las comisiones médicas serán utilizadas por la SRT y por la
Administración Nacional de la Seguridad Social, corresponderá distribuir la carga de
los gastos y aranceles en proporción adecuada a su utilización por parte de cada
uno de los organismos.

A la vez, dentro del sistema de la LRT, corresponderá que la SRT imponga los
mecanismos que permitan liquidar los gastos y aranceles en proporción al uso que
le darán cada una de las ART y, en su caso, cada uno de los empleadores
autoasegurados, cuando deban recurrir a ellas.

f. Distribución geográfica de las comisiones médicas: la distribución geográfica de


las comisiones médicas deberá hacerse en forma racional. La LRT ya nos da una
pauta en la reforma al art. 51 (ley 24.241) al afirmar que corresponde contar con una
comisión médica en cada provincia y una en la ciudad de Buenos Aires. Esta pauta
es mínima, y por ende es posible que se instalen otras conforme a la existencia de
ciudades de alta densidad poblacional o que concentren áreas geográficas
conectadas con otros centros poblados.

2. La función de las comisiones médicas. Integración

La LRT ha establecido las funciones de las comisiones médicas en el art. 21


excluyendo todo otro mecanismo de determinación. Es más, si se planteara alguna
controversia judicial, parece que estas comisiones son las que deberían actuar para

290
determinar cualquier incapacidad, y sólo es aceptable la presencia de un perito
cuando la discrepancia versa sobre una decisión arbitraria de las comisiones.

a. La determinación de la naturaleza laboral o profesional de la patología: el inc. a)


del art. 21 asigna a las comisiones médicas una función que ha sido muy criticada,
cual es la determinación de la naturaleza laboral del accidente o profesional de la
enfermedad. Ello implica expedirse sobre la relación de causalidad, relación que
exige el conocimiento de las circunstancias y condiciones en las que el damnificado
sufrió el evento o adquirió la patología. En general estas circunstancias y
condiciones, que versan sobre los hechos y la ocurrencia, son ajenas al
conocimiento de los expertos. En tal sentido, el laudo 156/96 determina el Listado
de Enfermedades, que para la nueva LRT son de carácter profesional, y el decreto
659/96 que determina los grados de incapacidad en función de las lesiones
padecidas por cada damnificado.

Sin embargo, si la LRT lo plantea como una forma de establecer la compatibilidad


de las lesiones detectadas es posible que tal conclusión sea aceptable. Es por ello
que la LRT distingue la naturaleza laboral del accidente de la naturaleza profesional
de la enfermedad.

En el caso de los accidentes, la comisión médica se deberá guiar por la denuncia, y


en función de ella podrá afirmar que las lesiones bajo observación y análisis son
compatibles con el evento denunciado.

En lo que hace a la enfermedad profesional, nuevamente la comisión médica ha de


guiarse por la denuncia, sin embargo, su naturaleza profesional surgirá en primer
lugar del listado de patologías incluidas en el sistema, ya que si la enfermedad de
que se trate no está incluida en dicho listado, no existe daño resarcible para la LRT
(laudo 405/96).

b. Determinación del carácter y grado de incapacidad: no existen dudas de que las


determinaciones de las comisiones médicas son centrales, y que es correcta la
opción del legislador de considerarlas como un órgano autónomo, a fin de preservar
la transparencia y credibilidad de las determinaciones.

El art. 8º (LRT) puntualiza que la incapacidad laboral será determinada por las
comisiones médicas. Para ello, los expertos no estarán librados a su propio criterio,
ya que contarán con listados de patologías por un lado, más tablas de determinación
de incapacidades por el otro. Estas últimas no serán rígidas. En efecto, contarán con
una banda de mínimos y máximos, y cuando la tabla o la dolencia lo permita, con
un abanico de alternativas. Al respecto debe tenerse en cuenta tanto el decreto que
enumeró las patologías que constituyen el Listado de Enfermedades Profesionales
comprendidas en el sistema, como el decreto 659/96 que aprobó la Tabla de
Evaluación de Incapacidades Laborales.

Las comisiones médicas deben determinar también el carácter de la incapacidad, y


como tal la LRT se refiere a si es temporaria o permanente o si se trata de parcial o
total.

Se suele incluir en el carácter de la incapacidad a las hipótesis de determinación


subjetivas (elementos a considerar del sujeto, como su profesión o especialidad),
con los elementos de determinación objetivos (tablas indicativas, esquemas de

291
determinación de incapacidades, valoración de la reubicación multiprofesional del
sujeto, etc.).

c. Determinación del contenido y alcances de las prestaciones en especie: en un


contexto difícil de determinar, la LRT impone a las comisiones médicas la
determinación del contenido y alcances de las prestaciones. En primer lugar, tales
determinaciones —caso por caso— no parecen viables. En segundo lugar, la
reglamentación es la que debe determinar el contenido y alcances de las
prestaciones como claramente se indica en las funciones del Comité Consultivo
Permanente, que se podrá expedir sobre este tema —en forma excluyente— entre
otros que formarán parte de distintos decretos del Poder Ejecutivo.

En cualquier caso, la LRT puede haberse referido al contenido y alcances de las


prestaciones en especie para situaciones no previstas, o para casos que sean
conflictivos u opinables.

El art. 8º, apart. 3º (LRT ) especifica en lo que hace a la determinación del grado de
incapacidad laboral permanente, una serie de pautas enunciativas que
consideraremos por separado (laudo 405/96).

c.1. Edad de la víctima: recordemos que el Poder Ejecutivo impondrá una lista de
patologías consideradas enfermedades profesionales (ligadas en forma inmediata
por relación causal directa con el ambiente o tareas) y una tabla de incapacidades
(con bandas de oscilación entre mínimos y máximos) en función de las
enfermedades y de los eventuales accidentes laborales.

Sin embargo, a estos datos provistos por la ciencia médica, habrá que agregar
elementos para ponderar.

Uno de esos elementos es la edad de la víctima, y lo es en dos sentidos. El primero


está vinculado con el tiempo de vida útil que al damnificado le falta hasta llegar a la
edad en donde se encontraría en condiciones de jubilarse en forma ordinaria (65
años) o en su caso, hasta llegar a la edad promedio de vida en la Argentina que
ronda los 75 años.

El otro está relacionado con el potencial de ganancia del sujeto, también en orden a
su edad, nivel profesional y cultural, jerarquía profesional y/o académica cuando
correspondiere, inserción de su especialidad en la actividad empresaria, etcétera.

En cualquier caso, la LRT ya considera importante la edad, al utilizar el número 65


dividido por la edad de la víctima para el cálculo de algunas prestaciones dinerarias.

En lo que hace a la determinación de la incapacidad, la edad no es un valor esencial,


sino que se trata de un ingrediente accesorio que debe ponderarse, en función de
que cuanto más joven sea la víctima, mayor es la incidencia de su restricción para
el trabajo.

c.2. Tipo de actividad: en sí mismo el tipo de actividad no es un elemento para


ponderar, salvo que el legislador se refiera al arte, oficio o profesión del damnificado,
en cuyo caso sí es un elemento para ponderar en la gradación de la incapacidad.
En otros términos, no es lo mismo la pérdida de la funcionalidad de una mano para
un pianista profesional (que obviamente no podrá ejecutar más el piano) que la

292
misma pérdida funcional para un jugador de fútbol que no sea el arquero, que
seguramente podrá continuar con su práctica deportiva (de hecho ambos ejemplos
se dieron en la realidad con destacadas personalidades en cada ámbito).

c.3. Posibilidad de reubicación laboral del damnificado: otro elemento para ponderar,
al chequear el grado de incapacidad, es si, como consecuencia de la patología
sufrida, la persona puede o no volver a realizar alguna actividad lucrativa.

c.4. Omisión legal de las cargas de familia del damnificado: si bien el listado de
elementos ponderables del art. 8º, apart. 3º (LRT) no es taxativo, el mismo omitió un
dato que debió incluirse como factor de ponderación. En efecto, me refiero a la
existencia de cargas de familia, entendiendo por tales a las personas del grupo
familiar primario a cargo del damnificado, o para el cual el damnificado contribuía
con su ingreso.

No es éste un factor objetivo desencadenante ni esencial para determinar el grado


de incapacidad, pero sí es un factor importante desde el punto de vista social y
desde el ángulo asistencial, dado que quien trabaja en relación de dependencia, al
comprometer su ingreso por efecto de un evento dañoso, no sólo sufre implicancias
personales, sino que agravia y compromete la subsistencia de todos los que
dependían económicamente de él.

En cualquier caso, el art. 8º dispone que la reglamentación establecerá pautas de


ponderación, donde enuncia entre otros factores , los aspectos ya analizados (edad,
tipo de actividad, reubicación).

d. Poder de revisión del tipo, carácter y grado de incapacidad:las comisiones


médicas podrán intervenir en cualquier proceso de revisión que procure neutralizar
conflictos entre la ART y el damnificado o sus derechohabientes (art. 21, apart.
2º, LRT).

En cuanto al tipo de incapacidad, la LRT parece referirse a si es parcial o total, en


cambio según el carácter se refiere a si es temporario o permanente, mientras que
con respecto al grado, obviamente se hace referencia al quantum de cero (0) a cien
(100) que admitirá la escala que publicó el Poder Ejecutivo. En efecto el decreto
659/96 aprobó la Tabla de Evaluación de Incapacidades Laborales con un sistema
flexible según el cual se enuncia la lesión y a la vez el rango (con mínimo y máximo)
de incapacidad determinable en cada caso. El sistema, en sí mismo es el aceptado
por el derecho comparado sólo cabrían críticas en la fijación de mínimos superiores
a cero (0), ya que en muchos casos, el porcentaje a determinar puede estar por
debajo del mínimo establecido por el decreto 659/96.

Este poder de revisión es siempre recurrible, inclusive por vía judicial, fuera de la
alternativa administrativa prevista en la LRT

A su vez, el art. 22 (LRT) establece:


Artículo 22.— Revisión de la incapacidad
Hasta la declaración del carácter definitivo de la incapacidad y a solicitud del
obligado al pago de las prestaciones o del damnificado, las comisiones médicas
efectuarán nuevos exámenes para revisar el carácter y grado de incapacidad
anteriormente reconocidos.

293
La norma transcripta pone un límite temporal al proceso de revisión administrativa
al admitir la revisión hasta la declaración del carácter definitivo de la incapacidad.

La revisión puede ser requerida tanto por el damnificado como por quien esté
obligado al pago, y al respecto tenemos a las ART y a los empleadores
autoa segurados.

Frente a los pedidos precitados, y en las condiciones provisorias admitidas, las


comisiones médicas deberán realizar nuevos exámenes para revisar tanto
el carácter como el grado de la incapacidad hasta aquel momento determinada.

e. Procedimientos para verificación y para la revisión: la reglamentación deberá


establecer el procedimiento para verificar y revisar el carácter y grado de
incapacidad. Es dable esperar un mecanismo sencillo, de resolución rápida, y que
no sumerja a las partes, y sobre todo al damnificado, en burocracias dilatorias
cuando se encuentran pendientes prestaciones necesarias para la recuperación y
la subsistencia de la persona. La verificación y revisión desarrollada ante la misma
autoridad es la llamada autorrevisión, que generalmente no ofrece garantías ni
produce resultados satisfactorios para las partes agraviadas.

El procedimiento a través del cual intervienen las comisiones médicas fue


establecido por el decreto 717/1996 (B.O. , 12/7/1996), entre otras normas que fijan
su intervención en el proceso de control médico y verificación de incapacidades y
prestaciones para cada una. En rigor, se fijan una serie de pautas donde la
participación de las comisiones médicas es obligatoria, a saber:
¿ cuando lo requiera el trabajador;
¿ cuando una denuncia fuera rechazada por la ART;
¿ cuando hubiere discrepancias sobre la ILT y su duración;
¿ cuando hubiere discrepancias sobre las prestaciones en especie, como por
ejemplo los servicios médicos;
¿ cuando hayan transcurrido más de tres días sin que la ART haya aceptado o
rechazado su intervención, frente a la existencia de un evento dañoso;
¿ para extender la provisionalidad de la IPP;
¿ en el momento de definir el carácter permanente de la IPP y la IPT .

A la vez, se hace expresa mención a que los aspectos administrativos como la


determinación del monto del Valor Mensual del Ingreso Base (VMIB) o el monto de
la cuantía de los valores a liquidar al beneficiario, son temas que debe resolver la
autoridad de aplicación, con base en los análisis, documentación y cálculos exigidos
en cada caso.

El decreto 717/1996 enuncia también las etapas del procedimiento, a saber:

¿ La SRT es la que determinará las cuestiones de forma respecto de los requisitos


de las presentaciones, tanto en lo que hace a contenido como a los eventuales
formularios;
¿ Las partes, ante cualquier petición deben constituir domicilio legal donde se
formalizarán las notificaciones;

294
¿ Es imprescindible la intervención de un médico habilitado cuando haya un daño
en la salud (psicofísico o enfermedad) y a fin de determinar la incapacidad y
contenido o alcances de las prestaciones en especie requeridas;
¿ En un plazo de diez días se fija una audiencia de sustanciación, donde las partes
deben aportar sus antecedentes, elementos de convicción, y cuanto se pueda al
esclarecimiento del caso. Una vez concluida la audiencia las comisiones médicas
resolverán con los elementos aportados y los estudios que se disponga realizar;
¿ Si hubiere una revisión del caso, se fijará el plazo en el cual la ART realizará la
nueva evaluación;
¿ En la audiencia precitada, las partes deben hacer los descargos. Si la ART se
allana a dar curso a lo peticionado por el trabajador damnificado, el procedimiento
finaliza en forma anticipada dejando constancia;
¿ Las partes pueden aportar peritos o llevar sus propios expertos. A su vez el
trabajador, además de acompañar el dictamen suscripto por su médico y los
estudios debe someterse a los que dispongan las comisiones médicas, que
tomará recaudos si el trabajador no puede trasladarse para efectuarlos;
¿ Las comisiones médicas podrán recurrir a terceros, expertos y peritos, u otros
profesionales si las circunstancias lo requieren;
¿ Finalmente, las comisiones dictarán su resolución con los resultados y su
determinación respecto de las peticiones del trabajador damnificado, sin dejar de
tener en cuenta lo aportado por las partes.

El decreto 717/1996 finalmente fija los recursos que se pueden interponer contra las
comisiones médicas, a saber:
¿ Son recurribles todas las resoluciones hasta la declaración definitiva de
incapacidad;
¿ Los recursos se pueden interponer tanto por el trabajador como por la ART, no se
admiten recursos por la empresa asegurada, que podrá hacerlo si la decisión
afecta sus intereses aun cuando la norma no lo especifique, amparada en el
principio de defensa en juicio, y en la existencia de un int erés válido;
¿ Los recursos se interpondrán en el plazo de 10 días ante quien haya dictado la
resolución que se impugna;
¿ Interpuesto el recurso, las comisiones médicas deben elevar el recurso a la
Comisión Médica Central que será la que lo sustanciará y resolverá;
¿ Se podrá insistir en medidas probatorias denegadas en el proceso de
conocimiento sumarial, y no se podrán generar nuevos elementos de prueba,
salvo que de los dictámenes médicos surja algún hecho nuevo que lo justifique;
¿ Recibidas las actuaciones, la Comisión Médica Central le dará vista a las partes
para que expresen sus agravios dentro del plazo de cinco días;
¿ De los agravios se correrá traslado por otros cinco días;
¿Sustanciado el recurso y las pruebas, se dictará la resolución, que será apelable
ante la Justicia Federal en cada jurisdicción o ante la Cámara Federal de la
Seguridad Social a nivel nacional;
¿ El presupuesto, aranceles y honorarios de las comisiones médicas y de la
Comisión Médica Central será fijado por la SAFJP y la SRT.

295
f. Régimen arancelario de las comisiones médicas: la reglamentación también fijará
el régimen arancelario de las comisiones médicas, que deben contar con un sistema
razonable de contraprestaciones, las que deben limitar los posibles abusos, y en su
caso, neutralizar también los gastos desproporcionados o el reciclado de los
mismos.

Para ello será conveniente desarrollar algún mecanismo de auditoría médica desde
la SRT, al estilo de las utilizadas en los centros médicos o en los sistemas prepagos
de salud. Sin controles, que deberían generarse desde los niveles superiores, y con
la eventual intervención del Ministerio de Trabajoy Seguridad Social, existe la
posibilidad de que estas comisiones adquieran un poder irrestricto para definirel
destino de cada damnificado y las prestaciones a las que estará obligada la ART o
el empleador autoasegurado.

g. Gratuidad de los procedimientos para el damnificado: sin perjuicio de todo lo


expresado, el damnificado y sus derechohabientes cuentan con la gratuidad de los
procedimientos, motivo por el cual no se podrá fijar arancel o coaseguro alguno, ni
ninguna forma encubierta de contraprestación.

La gratuidad no debería admitirse para los casos de fraude doloso del interesado o
sus derechohabientes, o por maniobras que tuvieren como propósito la búsqueda
de un beneficio o el pago de una prestación sin derecho.

h. Gratuidad de los exámenes y los traslados del damnificado: el damnificado no


tendrá que soportar tampoco ningún gasto, ni parcial ni total —ni ninguna forma
encubierta de arancel como los coaseguros, la compra de talonarios o de formularios
para prácticas, etc.—, para la realización de todos los exámenes que sean
necesarios para determinar el diagnóstico y el carácter y el grado de su incapacidad.

En el marco de la gratuidad precitada también se inscriben los gastos de traslado


del damnificado, única prestación que puede suplirse en dinero por parte de la ART
(ver art. 2º, 2do. párrafo, ley 26.773, B.O. 26/10/2012), cualquiera sea la
complejidad del mismo, el que será provisto por la ART, por la empresa
autoasegurada o por los servicios contratados por cualquiera de ellos con tal
propósito.

Como en los casos anteriores, las maniobras fraudulentas o dolosas deberían traer
como consecuencia la pérdida de la gratuidad con que ampara la LRT.

i. Garantización de homogeneidad de las incapacidades: ya hemos comentado la


importancia que tiene para el sistema jurídico, que dentro de una misma rama del
Derecho no se incurra en contradicciones que pueden comprometer no sólo la
unidad sistemática del subsistema, sino los bienes y objetivos que se pretenden
salvaguardar.

Es por ello que el art. 8º, apart. 4º (LRT) establece que el Poder Ejecutivo,
seguramente a través del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación, se
asegurará la utilización de criterios homogéneos entre el Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones (tanto en la Administración Nacional de la Seguridad
Social como en el marco de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT ).

296
En otros términos, las tablas serán comunes a todas las determinaciones en
condiciones análogas y se deberán utilizar en todos los casos los mismos listados,
con idénticas referencias, y los mismos datos ponderados.

De esta forma se asegura la consistencia entre los distintos organismos y la misma


evaluación, por más que ella se realice desde distintos ángulos de análisis. Unos a
los fines jubilatorios, otros a los fines de determinar los daños y las prestaciones
dinerarias y en especie.

En síntesis, las funciones se resumen en el siguiente cuadro:

j. Las enfermedades del trabajo no incluidas en el listado, procedimiento de


inclusión: el art. 6º de la LRT, aparts. b y c, admite que por vía de excepción, la
enfermedad provocada por causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo,
sea encuadrada en las prestaciones de la norma especial. Si las Comisiones
Médicas o la Comisión Médica Central resolviera que una patología está incluida
dentro de la LRT, sólo tendrá efectos en el caso particular. Es más, no podrá ser
invocada como antecedente vinculante, aun cuando el precedente pueda mejorar la
situación del reclamante. El Comité Consultivo Permanente, al cual la Comisión
Médica Central debe girar los dictámenes que se resuelvan al respecto, podrá
resolver la incorporación de una patología en el listado. Será en este último caso
cuando la enfermedad no incluida sea aplicada en forma general a los casos que se
ajusten a la hipótesis y causalidad determinadas.

III. LA REVISIÓN DE LA INCAPACIDAD

Hasta ahora habíamos analizado la función de las comisiones médicas, que como
órganos externos son las únicas que pueden determinar el carácter y los grados de
incapacidad posibles. Por los controles que existen sobre ellas, y por la
independencia que se ha procurado respecto de su criterio y funcionamiento, es
posible que se logre una determinación al margen de los intereses contrapuestos
que puedan existir en las ART, los damnificados y las empresas autoaseguradas.
Como las comisiones médicas responden por su objetividad ante la SRT,
posiblemente los desvíos que se puedan producir sean reparados o reprimidos
rápidamente. De hecho, la reglamentación deberá indicar las causales de remoción
de los integrantes de las comisiones médicas, y en particular, la forma de sustanciar
sumarios con el fin de investigar las denuncias por apartamiento de sus deberes
éti cos y técnicos.

Como ya apuntáramos, el art. 22 prevé un mecanismo de autorrevisión, en virtud del


cual las mismas comisiones médicas deben reiterar análisis y estudios a fin de
verificar las determinaciones de incapacidad, en la medida que las mismas no hayan

297
adquirido el estado de definitivas. Esta autorrevisión debe realizarse tanto a pedido
de quien debe las prestaciones (ART o empresa autoasegurada) como del
damnificado.

El proceso de autorrevisión, en sí mismo no parece una solución dinámica y que


ofrezca garantías para las partes. Seguramente incrementará los gastos, ya que hay
que hacer nuevos estudios de diagnóstico para garantizar la verosimilitud de las
determinaciones. En muchos casos los estudios arrojan resultados análogos, y lo
que está en tela de juicio no son los estudios sino las conclusiones a las que arriban
las comisiones médicas de cómo interpretar dichos estudios.

El art. 46 (LRT) plantea una alternativa jurisdiccional a lo resuelto finalmente por las
comisiones médicas provinciales. En efecto, dicha norma plantea la posibilidad de
apelar las conclusiones que se pretenden impugnar ante la justicia federal de cada
provincia, en donde se formularán los agravios. No se menciona el aporte de
pruebas que avalen el agravio, lo que por ser esencial no puede omitirse en el
recurso. De hecho, la norma hace una aclaración de tipo general, al admitir las
medidas de prueba que sean necesarias, las que en todos los casos tramitarán en
el domicilio y con el juez competente del domicilio del damnificado. A su vez, en
ningún caso la producción de las medidas de prueba precitadas generarán para el
trabajador gasto o arancel alguno, tanto en forma directa como por medios indirectos
como por coaseguros, compra de talonarios o de órdenes d e práctica, etcétera.

Como opción, se puede interponer la apelación ante la Comisión Médica Central,


por la vía de un procedimiento que se establecerá expresamente en la
reglamentación.

Tanto lo resuelto por el juez federal con competencia en cada provincia, como el
recurso administrativo interpuesto ante la Comisión Médica Central, serán
recurribles ante la Cámara Federal de la Seguridad Social (es federal desde la
aplicación de la Ley de Solidaridad Previsional).

La LRT nada dice de apelaciones ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación,


ni de recursos interpuestos por otras razones distintas a la discrepancia con
el quantum o el carácter de la incapacidad. Por ende, cabe aclarar que en la medida
que se den los supuestos que permitan la interposición del recurso extraordinario,
la última instancia es el Supremo Tribunal de la Nación.

IV. LA RELACIÓN DE CAUSALIDAD

Nada expresa la LRT sobre la causalidad de los eventos dañosos, y sobre la


alternativa de que se discuta con las ART respecto de una patología o de un
accidente en los que se niegue la ocurrencia, o en su caso, la existencia de un nexo
causal entre las causas productoras y generadoras del daño y el daño mismo en la
salud del trabajador.

298
Los mecanismos creados por la LRT se basan en los eventos que podemos
denominar incluidos en el sistema. Habrá por lo menos de dos tipos. Por una parte
los accidentes que se generen en base a riesgos laborales existentes en el ambiente
como máquinas o equipos, uso de alta tensión, elementos corrosivos o de alta
velocidad, etcétera.

También contaremos con un listado que se basa en enfermedades profesionales


típicamente admitidas como tales, y que se originan en una serie de causas
perfectamente determinadas.

Hasta aquí, partimos de la presunción de que los eventos son imputables al


empleador autoasegurado o al empleador asegurado en una ART, de modo que
ellos responderán por las prestaciones dinerarias y en especie fijadas por la LRT.
De hecho, en los listados se describe el marco causal y los vínculos que relacionan
la causa con el daño en la víctima.

Existe a la vez una zona gris que es difícil de especificar, en donde distintos
componentes producen daños, y esos daños terminan convirtiendo al dependiente
en un discapacitado. Aun descartando la enfermedad-accidente, que parece estar
fuera del nuevo régimen legal, los eventos no admitidos como denunciables, y las
patologías que pueden ser objeto de discusión, no cuentan con un procedimiento
que impida la conflictividad judicial.

Tal vez la reglamentación debería dar cabida a dos mecanismos que serían de gran
utilidad para asegurar el correcto funcionamiento del sistema:

a. un procedimiento de reclamos, que permita la intervención de las comisiones


médicas, para aquellos eventos o enfermedades que el empleador no admita, y que
el trabajador considere imputable a la empresa;

b. un sistema de conciliación obligatoria de tipo administrativa, como se ha


establecido para la ley 24.028 y sus reclamos residuales previos a la vigencia de
la ley 24.557.

V. LA CAUSALIDAD EN LAS ENFERMEDADES NO LISTADAS

Como ya lo hemos visto, la reforma del DNU 1278/2000 había agregado al sistema
de la LRT las enfermedades profesionales extrasistémicas, (art. 6º, 2.b.) que
literalmente dispone: "Serán igualmente consideradas enfermedades profesionales
aquellas otras que, en cada caso concreto, la Comisión Médica Central determine
como provocadas por la causa directa o inmediata de la ejecución del trabajo,
excluyendo la influencia de los factores atribuibles al trabajador o ajenos al trabajo".

299
La norma prevé el procedimiento:

¿ La petición debe formularla el damnificado, y en caso de fallecimiento, sus


causahabientes;
¿ La petición se debe formular ante la Comisión Médica Jurisdiccional;
¿ La Comisión Médica garantizará la concurrencia de las partes, el debido proceso,
y la recepción de las pruebas que resulten pertinentes y conducentes;
¿ Producidas las pruebas, se emitirá después de las pericias que resulten
convenientes, un dictamen fundado en base al debido respaldo de elementos de
rigor científico;
¿ Se deberán excluir como factores ligados a la causalidad directa e inmediata,
elementos subjetivos como labilidad o predisposición de la víctima;
¿ Una sustanciación similar tendrá la enfermedad que la ART considere que no está
incluida en la lista de la LRT, que cuenta con la imposición complementaria, que
abierto el procedimiento, la ART debe brindar todas las prestaciones que sean
necesarias para propender a la recuperación de la víctima.

XXI.7. LA RESPONSABILIDAD CIVIL

Sumario: I. LA VÍA DEL DERECHO COMÚN . 1. Introducción. 2. La


responsabilidad civil en el derecho común.— II. LA RESPONSABILIDAD
CONTRACTUAL DEL DERECHO LABORAL.— III. LAS ALTERNATIVAS EN LA LEY
9688 Y EN LA LEY 24.028.— IV. LA RESPONSABILIDAD CIVIL EN LA LRT . 1.
Eximición de responsabilidad civil del empleador. 2. Responsabilidad
civil excepcional del empleador por dolo. 3. Articulación conjunta de
la LRT y el Código Civil. 4. Daños provocados por un tercero ajeno. 5.
Competencia civil en los reclamos por el derecho común.— V.LA
CRÍTICA AL SISTEMA HERMÉTICO DE LA LRT Y SU CONSTITUCIONALIDAD.— VI. LA
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA Y SUS ANTECEDENTES. VI.1. La etapa
inicial de la aceptación. — VI.2. La etapa de transición entre la
aceptación y el cuestionamiento inicial del sistema. VI.3. El caso
"Gorosito" de la CSJN.— VII.EL FALLO "AQUINO" Y LA
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 39 INC. 1ºLRT. — VIII.PRESCRIPCIÓN.

I. LA VÍA DEL DERECHO COMÚN

300
La ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) cambió varios de los paradigmas originarios de la
LRT con una serie de nuevos objetivos, a saber:

 La determinación de un monto en el régimen tarifado de la LRT que lo


convierta en una suma más equitativa a la hora de reparar los daños
surgidos de un accidente de trabajo, o de una enfermedad profesional,
incluyendo otros daños además del lucro cesante y el daño emergente;
 Los montos previstos en la LRT se ajustarán por vía del RIPTE o
Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables,
calculadas en base a la evolución de los salarios que evaluará el Ministerio
de Trabajo a través de la Secretaría de Seguridad Social;
 La aplicación efectiva del "principio de intangibilidad" de las
indemnizaciones tarifadas a cargo de la ART, que aseguren el pago íntegro
y oportuno de la indemnización, con un plazo perentorio de depósito y
puesta a disposición del trabajador de las sumas liquidadas en tales
conceptos, sin gastos ni intermediarios;
 La alternativa de recurrir a la vía del derecho común en forma irrestricta, a
los fines de reclamar por intermedio de ella los daños y perjuicios en base
al principio de la reparación integral;
 Se deja de lado el "cúmulo", según el cual se acumulaban la indemnización
tarifada de la LRT con la acción por la vía del derecho común por daños y
perjuicios,
 Se propicia la opción excluyente tácita o expresa, según la cual el
trabajador puede optar en forma no acumulativa y excluyente por cobrar las
indemnizaciones tarifadas de la LRT depositadas en un plazo perentorio
asegurando su intangibilidad, o no cobrar dicha suma, y accionar por la vía
del derecho común;
 El cobro de las sumas depositadas por la ART por las indemnizaciones
tarifadas que reparan el daño implica la aceptación tácita de las mismas, y
excluye toda posibilidad de recurrir a la vía del derecho común;
 Si el trabajador opta en forma expresa por la vía del derecho común, puede
cobrar los sustitutos del salario de la ILT, recibir las prestaciones en
especie, pero no debe cobrar las indemnizaciones tarifadas liquidadas por
la ART en virtud de las fórmulas sacramentales prevenidas en la LRT, a fin
de quedar habilitado para interponer dicha acción;
 Se concede el pago único en prestaciones de pago diferido en cuotas
periódicas;
 Se habilita la competencia de la justicia civil para el caso de que el
trabajador opte por la vía del derecho común como medio de perseguir la
reparación integral de los daños y perjuicios sufridos, y eventualmente, de
otros daños. A su vez se fijan como criterios los propios del derecho civil en
lo que hace a la forma y principios aplicables al caso.

La ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) introdujo las siguientes reformas dentro de la LRT,
en función de los cuales, ha cambiado totalmente el subsistema en lo que hace a la
búsqueda de un nuevo modelo de reparación, que se adecue en lo posible a muchos
de los requerimientos de la jurisprudencia.

La norma expresa sobre el particular:

301
Artículo 4°.— Los obligados por la ley 24.557 y sus modificatorias al pago de
la reparación dineraria deberán, dentro de los 15 (quince) días de notificados
de la muerte del trabajador, o de la homologación o determinación de la
incapacidad laboral de la víctima de un accidente de trabajo o enfermedad
profesional, notificar fehacientemente a los damnificados o a sus
derechohabientes los importes que les corresponde percibir por aplicación de
este régimen, precisando cada concepto en forma separada e indicando que
se encuentran a su disposición para el cobro.
Los damnificados podrán optar de modo excluyente entre las indemnizaciones
previstas en este régimen de reparación o las que les pudieran corresponder
con fundamento en otros sistemas de responsabilidad. Los distintos sistemas
de responsabilidad no serán acumulables.
El principio de cobro de sumas de dinero o la iniciación de una acción judicial
en uno u otro sistema implicará que se ha ejercido la opción con plenos efectos
sobre el evento dañoso.
Las acciones judiciales con fundamento en otros sistemas de responsabilidad
sólo podrán iniciarse una vez recibida la notificación fehaciente prevista en este
artículo.
La prescripción se computará a partir del día siguiente a la fecha de recepción
de esa notificación.
En los supuestos de acciones judiciales iniciadas por la vía del derecho civil se
aplicará la legislación de fondo, de forma y los principios correspondientes al
derecho civil.

Las definiciones son las siguientes:

1. Se elige un subsistema de opción excluyente, por medio de la cual se


puede optar en forma tácita o expresa por las indemnizaciones especiales
de la LRT sencillamente cobrándolas una vez que la ART las pone a
disposición del o los beneficiarios, o se puede renunciar a dicha suma y
accionar por la vía del derecho común;
2. Si se opta por la vía civil, habrá que interponer la demanda en función de
sus pautas, procedimientos y parámetros ante la justicia civil;
3. Si la condena en sede civil es superior a las indemnizaciones dinerarias
tarifadas la ART contribuirá con el monto de las mismas, y el empleador o
su asegurador abonará la diferencia, haciéndose cargo en forma
proporcional de los honorarios y gastos causídicos;
4. Si el monto es inferior al resultante de la fórmula se depositará el mismo
más los accesorios y gastos causídicos, y el saldo se depositará en el
Fondo de Garantía;
5. La prescripción extintiva operará a los dos años de la notificación fehaciente
que hiciere a los beneficiarios la ART poniendo a disposición de ellos las
indemnizaciones dinerarias tarifadas.
6. Se derogó en forma expresa el art. 39 de la LRT, junto a los arts. 19 y 24.

La LRT en su texto original, instaló el debate sobre la vigencia de una norma


hermética y autosuficiente que brinda una cobertura total al trabajador damnificado,
sin alternativas para el reclamante dentro de la órbita del Código Civil, con excepción
de una acción excepcional fundada en la responsabilidad por dolo del empleador,
(art. 39, LRT).

302
Con ello se excluye la vía opcional que caracterizó a las normas que precedieron a
la LRT, y con ello se marca un hito hacia un sistema de seguro social previsible y
con costos acotados a las contribuciones impuestas a las empresas afiliadas, o con
costos también previsibles para los empleadores autoasegurados.

Esta base conceptual confrontó con los principios consagrados en la Constitución


Nacional en lo relativo al principio de igualdad (art. 16), al derecho a la protección
integral del trabajador consagrado en el art. 14 bis, y en los Tratados Internacionales
que amparan al hombre, su integridad y su salud psicofísica, y la tutela del bien más
importante para la persona humana que es su vida.

El sistema de la LRT fue declarado inconstitucional por violar normas fundamentales


que hacen a la custodia de la vida y la integridad psicofísica, y fue necesario el
cambio de composición de la Corte Suprema para que el tema de fondo dejara de
ser soslayado. Así ocurrió en el caso "Aquino", que declaró inconstitucional el art. 39
(LRT) y dejó con ello abierta la posibilidad de que el trabajador reclame por la vía
del derecho común su indemnización, sin ninguna restricción, y en la medida que la
indemnización tarifada de la ley especial resulte irrazonable o insuficiente. ("Aquino,
Isacio c. Cargo Servicios Industriales S.A.", CSJN, 21/9/2004, Fallos: 308:1109,
1115).

1. INTRODUCCIÓN

La vía del reclamo por el derecho común fue una alternativa prevista en las leyes
que fueron precedente de la nueva LRT, como una opción excluyente. Por ende, el
damnificado o sus causahabientes podían optar por la ley especial, o en su caso,
por la vía del derecho común.

El haber elegido expresa o tácitamente una de las alternativas excluía de plano la


segunda.

LaLRTplantea dos cambios fundamentales. Por una parte, restringe la aplicación


delCódigo Civila los casos de dolo. Por otra, admite que el trabajador o sus
causahabientes entablen la acción del derecho común fundado en dolo del
empleador en forma acumulativa con el goce de los beneficios de la ART. El fallo
"Aquino" considera que esta restricción es inconstitucional, y por ende, ha generado
una apertura irrestricta a la acción por la vía del derecho común enforma
irrestricta(1) .

303
En nuestra opinión, el sistema elegido es imperfecto, de modo que demandará
ajustes y en todo caso reformas. Por ejemplo, si en el pasado fue asegurable con
topes y con franquicias lo reclamado por la vía del Código Civil, no se advierte ningún
impedimento para que las ART asuman las mismas responsabilidades, como una
alternativa libre y adicional al marco establecido por la LRT. Finalmente, después de
largos años de experiencia y de cuestionamientos de diversa índole, el decreto
1694/2009 admitió la necesidad de crear nuevamente el seguro de responsabilidad
civil. En efecto el art. 14 dispone literalmente: "Instrúyese a la Superintendencia de
Seguros de la Nación (S.S.N.) para que adopte medidas tendientes a la aprobación
de líneas de seguro por responsabilidad civil por accidente de trabajo y
enfermedades laborales que les fueran presentadas por los distintos operadores de
la actividad". En alguna medida, la legislación debe emerger del Parlamento, el
Poder Ejecutivo debe velar por su cumplimiento, y la Justicia debe interpretar su
contenido en el caso concreto a la luz de las normas de rango superior y en armonía
con el sistema jurídico, en función de los bienes jurídicamente tutelados. La LRT
debe continuar con su proceso de adecuación a la armónica relación e interacción
entre los tres poderes del Estado.

2. La responsabilidad civil en el derecho común

Repasemos brevemente la responsabilidad, en todas sus alternativas, ofrecidas por


el Código Civil.

A tal fin, debemos partir de la base genérica, de que quien invoca un daño debe
acreditar en principio la causa que lo generó (bajo la responsabilidad de alguien), la
forma o vehículo conforme a la cual la causa produjo los efectos (relación de
causalidad eficiente), el daño sufrido en la salud de la víctima o damnificado, el
marco resarcible del daño sufrido y su eventual base de cuantificación (lucro
cesante, daño emergente, daño moral).

a. La responsabilidad subjetiva o extracontractual:es la originada en los arts. 1109


y 1067 del Código Civil, y se basa en la culpa o dolo del empleador.

Dentro de este marco, el patrono debe cumplir con el deber de seguridad y previsión,
adoptando las medidas que resulten razonables para prevenir la integridad
psicofísica de los dependientes a su cargo.

El deber ser esperado puede contemplar cualquiera de los planos de la actividad


laboral dentro de la empresa, o fuera de ella, cuando el dependiente estuviera
cumpliendo con su tarea.

La materia preventiva (higiene, seguridad y medicina laborales) no son el marco


excluyente de la responsabilidad por culpa o negligencia. Por ejemplo, el ejercicio
indebido del derecho a dirigir u organizar el trabajo puede ser causa eficaz de un
evento dañoso, generador del daño resarcible.

304
Este era el marco admisible del Código Civil con la ley 9688 antes de que se
reformara el mismo por la ley 17.711 (1968).

b. La responsabilidad contractual: nace de la aplicación del art. 1107 del Código


Civil, y en función de ella, un accidente del trabajo o una enfermedad profesional
serían incumplimientos contractuales al deber de prevenirlos y de salvaguardar la
integridad física del trabajador. Así, se enlaza con los arts. 75 y 79 de la LCT y el
deber de seguridad y previsión (2) . Para calificados autores (Jorge Rodríguez
Mancini) la acción fundada en la responsabilidad contractual emergente del contrato
de trabajo es autónoma.

c. La responsabilidad objetiva: se funda en la aplicación del art. 1113 del Código


Civil en su versión posterior a la reforma de 1968 de la ley 17.711, que inaugura en
nuestro derecho común la teoría dela responsabilidad por los hechos de las cosas,
cuyo fundamento radica en la aparición del automóvil como un producto de la
tecnología que produce daños materiales y físicos en las personas, y no siempre
existe culpa o dolo del responsable . En definitiva, con la reforma se plantea la
responsabilidad sin culpa.

En rigor, la norma citada plantea dos hipótesis:

c.1. Daños causados "con" las cosas: donde rige la presunción de culpa iuris
tantum contra el propietario o el guardián de la cosa, ya que se parte del supuesto
de que hay un "hecho del hombre" que genera la acción eficiente que provoca el
daño (hecho de un dependiente por quien se debe responder). Por ejemplo, un
trabajador lanza una herramienta que hiere a otro dependiente. En este caso, la
cosa no requiere del vicio o riesgo para generar la responsabilidad. A la vez, este
tipo de responsabilidad podría eludirse acreditando el dueño o guardián que de su
parte no hubo culpa.

c.2. Daños causados "por" el vicio o riesgo de la cosa: en este caso se presume la
responsabilidad del propietario o del guardián salvo que se demuestre la existencia
de una causa ajena. En estas hipótesis hay total ausencia de una conducta humana
reprochable, y lo que caracteriza la eficacia del daño que atribuye responsabilidad
al dueño o guardián es que la cosa de su propiedad o bajo su guarda padece un
vicio (defecto) o un riesgo (que sea real o potencialmente peligrosa).

El titular o guardián sólo puede eximirse en este caso de responsabilidad, si


demuestra la existencia de una causa ajena al vicio o riesgo de la cosa, el hecho de
la víctima que provocó el daño, o el hecho de un tercero por quien el titular no deba
responder.

Se incluyen como eximentes el caso fortuito exterior al riesgo o vicio, o bien que en
el momento de producirse el daño, el mismo fue causado en contra de su voluntad.

La nota característica de esta hipótesis del art. 1113 del Código Civil es la existencia
de un riesgo creado, en donde una cosa produce un daño sin que necesariamente
concurra la culpa del causante, o del titular o guardián de la cosa.

El art. 1113 del Código Civil, en definitiva, dice:

305
"La obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que causaren
los que están bajo su dependencia, o por las cosas de que se sirve, o que tiene a
su cuidado.

"En los supuestos de daños causados con las cosas, el dueño o guardián, para
eximirse de responsabilidad, deberá demostrar que de su parte no hubo culpa; pero
si el daño hubiere sido causado por el riesgo o vicio de la cosa, sólo se eximirá total
o parcialmente de responsabilidad acreditando la culpa de la víctima o de un tercero
por quien no debe responder.

"Si la cosa hubiese sido usada contra la voluntad expresa o presunta del dueño o
guardián, no será responsable" (los dos últimos párrafos agregados por el art. 1º,
inc. 59, ley 17.711).

Llambías afirma que esta hipótesis —la del riesgo creado— ("por la cosa") es la que
se deriva de la acción causal de una cosa, sin que medie autoría humana (3) .

Los ingredientes de esta definición son dos:

 uno es que existe una cosa que tiene eficacia para producir un daño;
 otro, es que no existe una conducta humana que participa del evento
dañoso, por lo que se consagra una responsabilidad sin culpa.

d. Pautas de la acción de resarcimiento: a su vez, deben observarse los principios


generales que el Código Civil plantea para que una acción de resarcimiento resulte
viable. Para ello, se deben dar las siguientes pautas:

d.1. Antijuridicidad:no es posible perseguir la obtención de un resarcimiento si no se


ha incurrido en una acción, omisión o acción por omisión que importe un
incumplimiento por parte del deudor responsable. La antijuridicidad no es un acto
típico, ni necesariamente impone la violación de una ley (contra legem), basta
inclusive con la inobservancia de las reglas que imponen la moral y las buenas
costumbres. En síntesis, la antijuridicidad importa para el deudor la obligación de
resarcir.

d.2. Imputabilidad: todo obrar antijurídico requiere de la imputación a un agente que


resulte responsable del deber de resarcir. Al empleador le es imputable un evento
dañoso (como un accidente o una enfermedad profesionales) si obró con culpa o
dolo, o si es el titular o guardián de una cosa con vicio o riesgo que provocó un daño
en la salud de un dependiente.

d.3. Existencia de un daño resarcible: para que exista la posibilidad de resarcir debe
haberse generado un menoscabo, el que puede adquirir dos formas: el daño material
y el daño moral.

 daño material: está constituido por el lucro cesante (lo que se dejó de ganar
o de percibir) y el daño emergente (el daño efectivo sufrido en la persona).
Ambos tienen un valor económico aun cuando se trate de la salud y de la
vida humanas, ya que, a pesar de que ambas no son cuantificables
patrimonialmente, no queda otra alternativa ante la evidencia de los daños
sufridos que resarcir estableciendo un monto indemnizatorio.

306
 daño moral: son las lesiones o menoscabos de carácter inmaterial
soportados por una persona, como es el caso de los padecimientos
psicológicos, sufrimientos, etcétera, que sufre la persona como
consecuencia de un daño material. En algún caso, puede existir un daño
moral autónomo, aun cuando no es admisible en materia de enfermedades
y accidentes del trabajo.

e. Relación de causalidad entre el evento y el daño sufrido: otro de los presupuestos


del derecho civil es la llamada "relación de causalidad", en función de la cual debe
haber un adecuado y razonable conjunto de elementos que vinculen el daño sufrido
por la víctima con las cosas existentes en el ambiente laboral o con el tipo de trabajo
realizado por el dependiente.

En función de ello se habla de las consecuencias inmediatas cuando éstas se


desprenden de la misma naturaleza de las cosas, de las consecuencias mediatas
que son las que surgen del adecuado y previsible uso de las cosas, y de las
consecuencias casuales que son aquéllas imprevistas y signadas por la
eventualidad pero que, a menudo, se pueden ligar a la previsibilidad subjetiva del
responsable.

En este marco dejamos establecido el amplio margen que ofrece el derecho civil
como opción, a fin de analizar el nuevo régimen de la LRT y su eventual
vulnerabilidad frente al sistema restrictivo que adoptó.

f. Criterios adoptados por la jurisprudencia para establecer la indemnización: en


general, la jurisprudencia ha adoptado muy diversos criterios para fijar la
indemnización, fundada en el principio civil de la "reparación integral". Lo que ha
ocurrido, es simplemente que dentro del derecho común, el resarcimiento queda
librado a la decisión del juez, en la medida en que brinde suficiente fundamento para
determinarla. Por otra parte, la aplicación de un criterio general, y la ausencia de
pautas o límites claros, ha permitido la formación de muy diversos criterios.

Obviamente, las decisiones jurisprudenciales se alejan considerablemente de toda


indemnización tarifada, que dentro del régimen especial, limita el resarcimiento en
orden a que recurre a un sistema especial de responsabilidad objetiva, que en
principio hace responsable al empleador de todo evento dañoso ocurrido por el
hecho o en ocasión del trabajo.

Por razones de síntesis, los hemos clasificado en tres grandes criterios, que a la vez
resumiremos con algunos ejemplos.

f.1. Estimación prudencial del daño resarcible: esta posición parte de la hipótesis de
que el juez no debe subordinarse a ninguna pauta rígida, y ponderando los distintos
factores que relacionan el daño en la salud con elementos sociales como la edad o
las cargas de familia, y factores profesionales como es el efecto del daño sobre el
futuro del trabajador, el juez estimará prudencialmente el monto de
la indemnización .

Se sabe que entre los jueces que utilizan este razonamiento, que no es técnico ni
científico, se utiliza —sin manifestarlo en las sentencias— un valor testigo de algún
bien, como es el caso de un departamento de tres ambientes en Barrio Norte. Para
el magistrado, contar con el valor de un bien como referencia, es útil para no perder

307
de vista el marco del poder adquisitivo y contar con un hito —arbitrario por cierto—
para llegar a la estimación del valor presunto de la vida humana, y con esa pauta,
estimar la incidencia que puede tener ese valor en las incapacidades permanentes
parciales o totales.

f.2. Fórmulas cuantitativas: el segundo grupo de fallos, utiliza como referencia la


sumatoria de prestaciones, la acumulación ficticia de una renta vitalicia, o la simple
determinación de una cantidad de salarios.

Para estos fallos, el daño sufrido por la víctima le genera un impedimento para el
futuro que la inhibirá de cobrar el salario que ganaba habitualmente o una parte de
él, si la incapacidad fuere parcial. Por ende, la indemnización debe medirse en
salarios.

Uno de los mecanismos más utilizados fue el de sumar los salarios entre la fecha
de la incapacidad y la fecha estimativa del retiro del damnificado (la edad para
jubilarse o la edad promedio de vida útil), y a ese resultado aplicarle el porcentaje
de incapacidad que sufría el trabajador.

f.3. Fórmulas financieras: la utilización de fórmulas, parte de la ficción de que al


trabajador se lo priva de un salario y de la renta presunta que dicha falta de ingreso
puede producir. Es por ello, que se combinan los ingresos habituales, el grado de
incapacidad, la renta presunta del capital (intereses) y la obtención de un ingreso
periódico (en la ficción) que le permita suplir los daños provocados en su salud.

Hemos tratado de traducir las fórmulas más utilizadas a una definición genérica que
permita explicitar el contenido de los ingredientes de estos procedimientos de
cálculo. En función de ello, llegamos a la conclusión de que la fórmula más utilizada
se puede resumir como sigue:

"la indemnización que se abonará al trabajador damnificado será igual a una suma
tal, que puesta a interés constante de plaza, le permita cobrar una suma mensual
igual al salario o porción de él que hubiere perdido (en relación con la incapacidad
verificada) de modo que todos los meses el saldo se reinvertirá, hasta que con la
percepción de la última cuota, en momentos en que la persona pueda acceder al
beneficio jubilatorio ordinario, se agoten el capital y los intereses de la renta".

La fórmula del caso "Vuoto" en alguna medida refleja esta descripción:

C = a x (1 — Vª) x 1; donde Vª = 1/ ( i (1 + i)ª )

En la fórmula la "C" es el capital que debemos obtener combinando "a" que es la


pérdida salarial anual del damnificado, "n" es el número de meses que le restan de
vida, teniendo en cuenta la expectativa estadística, e "i" es el interés al cual se
expone el capital. (CNTrab., sala III, 16/6/1978, "Vuoto, Dalmero Santiago c. AEG
Telefunken Argentina SAIC s/accidente de trabajo") (4) .

Como surge de las tres corrientes sintetizadas, las indemnizaciones provenientes


de la reparación del derecho común son absolutamente impredecibles, aun para las
expectativas razonables de cualquier ciudadano, y han provocado reacciones
lógicas por la cuantía, por lo insólito de muchos resultados, y por la imprevisibilidad
del costo generado.

308
Es por ello, que coincidimos con el espíritu del legislador de la LRT, combinado con
la jurisprudencia de la Corte Suprema a partir del caso "Aquino", en el sentido de
que se debe procurar la reparación integral del trabajador damnificado, no centrando
sólo el daño en ecuaciones económicas sólo regidas por el ingreso y por la
expectativa de vida sujeta a un interés, que en muchos casos puede resultar
arbitraria. La reparación integral debe alcanzar con razonabilidad y equidad la
compensación por el daño sufrido, en su legítima y auténtica dimensión.

Las fórmulas matemáticas, basadas en un contexto financiero, fue criticado por la


Corte Suprema en el fallo "Arostegui" en cuanto que ellas pueden ser
irrepresentativas del principio de indemnidad y de reparación integral (5) .

Coincidimos con la teoría de la reparación integral, en el sentido de que debe


asignarse una indemnización que compense el daño sufrido, en orden al estándar
de vida del sujeto, con criterios que respalden la decisión, con fundamentos y sin el
uso indebido de caprichos o de estimaciones arbitrarias. Resulta claro que frente a
daños irreversibles en la salud y a la disminución de la total obrera del sujeto, una
suma de dinero debe compensar la pérdida del ingreso posible, dejando al
damnificado haciéndose cargo de parte del daño sufrido.

II. LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL DEL DERECHO LABORAL

En base a lo dispuesto por los arts. 75 y 79 de la LCT se sostuvo y actualmente se


afirma que existe una acción autónomaproveniente de un incumplimiento
contractual, cual es, el del deber de previsión (cumplimiento de las normas de
higiene, seguridad y medicina laboral) y el del deber de diligencia e iniciativa del
empleador.

En su texto posterior a la reforma integral de la LCT (1976) se había fijado el


denominado deber de seguridad directo y amplio como una responsabilidad
personal e indelegable del empleador.

La LRT introduce cambios fundamentales, en el art. 49, apart. 1º, que dispone:

Artículo 49.— Disposiciones adicionales y finales


Disposiciones adicionales
Primera. Modificación de la ley 20.744. Sustitúyese el art. 75 de la ley
20.744 por el siguiente texto:
1) El empleador está obligado a observar las normas legales sobre higiene y
seguridad en el trabajo, y a hacer observar las pautas y limitaciones a la
duración del trabajo establecidas en el ordenamiento legal.
2) Los daños que sufra el trabajador como consecuencia del incumplimiento
de las obligaciones del apartado anterior, se regirán por las normas que

309
regulan la reparación de los daños provocados por accidentes en el trabajo
y enfermedades profesionales, dando lugar únicamente a las prestaciones
en ellas establecidas.

El nuevo art. 75 (LCT) mantiene el esquema contractual, previsto por la legislación,


del deber de seguridad y del deber de cumplir con las limitaciones de la jornada
emergentes del sistema jurídico. Con ello, se mantiene el mismo esquema que el
anterior régimen. Ahora bien, en el segundo párrafo se introduce la diferencia,
cuando remite en forma direccionada y sin alternativas a la legislación laboral
específica, y a las prestaciones en ella contenidas.

En alguna medida, se propone en el nuevo texto la existencia de una única vía para
reclamar el amparo de las prestaciones, frente a un accidente o una enfermedad
profesional, que es sólo la fijada por la LRT.

Con ello, se abandona la posición originaria en el sentido de que estábamos frente


a una acción autónoma, que implicaba un incumplimiento de un deber contractual,
y por ende, ahora se la convierte en una vía subordinada a la LRT.

Cabe preguntarse si este tipo de "direccionamientos" impuestos por el legislador son


válidos a la luz de lo que pueda deducirse de la aplicación de normas de mayor
jerarquía como son las de la Constitución Nacional.

Por lo pronto existen opiniones en el sentido de que se ha vulnerado con esta


reforma el art. 18 de la Constitución Nacional, en el sentido de que se viola el
principio universal de derecho de defensa en juicio, retaceado por la aplicación
hermética del nuevo plexo legal, en desmedro de los derechos que asisten a
cualquier ciudadano de ampararse en la legislación de fondo vigente, sin
diferenciaciones.

Como consecuencia de esta primera objeción, serían también aplicables los arts. 16
y 17 de la Carta Magna. El art. 16 por cuanto se estaría vulnerando el principio de
igualdad ante la ley, aplicándose a los trabajadores damnificados un régimen
diferenciado que retacea derechos en su perjuicio. A la vez, las restricciones
económicas que impone el nuevo sistema violarían el art. 17 que asegura en
plenitud la vigencia de la propiedad privada.

En definitiva, y sin perjuicio de lo previsto por el legislador, y frente a las críticas ya


existentes, esta vía y la que analizaremos —de carácter restringido— del Código
Civil, es esperable que sean altamente conflictivas.

Cabe la pregunta de dónde se va a producir el conflicto, atento a las restricciones


en materia de competencia que la misma ley plantea. En principio será la justicia
federal la que considere.

III. LAS ALTERNATIVAS EN LA LEY 9688 Y EN LA LEY 24.028

310
Las normas que precedieron a la nueva LRT mantuvieron la opción excluyente del
Código Civil en toda su magnitud. Con ello, quien optaba expresa o tácitamente por
uno de los sistemas, automáticamente quedaba excluido del otro.

Cuando el damnificado optaba por la vía del derecho común tenía la posibilidad de
emplear la totalidad de la normativa del Código Civil sin retaceos, tanto en el marco
de la responsabilidad extracontractual, como la contractual, y por último, frente a la
responsabilidad objetiva del riesgo creado.

El sistema, en gran medida, partía de un mecanismo que no admitía confusión. En


efecto, si el trabajador damnificado recurría a la seguridad que generaba para él la
articulación de la responsabilidad objetiva del régimen especial, obviamente no
podía discutir la cuantía de la reparación, ya que las indemnizaciones eran tarifadas.
En cambio, si se inclinaba por la vía del derecho común corría todos los riesgos que
implica su aplicación, con cargas probatorias exigentes, con la intervención de la
responsabilidad de la víctima como un modo de retacear o neutralizar la
reclamación, y con un proceso con mayores vicisitudes que el régimen de oficio de
la justicia laboral.

Este procedimiento alternativo ha sido sustancialmente modificado por la nueva


LRT, que nos proponemos sintetizar, sin perjuicio del debate doctrinario y
jurisprudencial que el nuevo modelo propone.

IV. LA RESPONSABILIDAD CIVIL EN LA LRT

La LRT ha adoptado una posición restrictiva respecto de la alternativa de recurrir al


Código Civil, ya que sólo la admite en el caso de que se produzca dolo del
empleador. En efecto, la LRT parte de la premisa de que la norma ofrece un espectro
completo para la cobertura dañosa, con prestaciones en dinero y en especie que
custodian al damnificado, o en su caso, a los derechohabientes. Es para el legislador
inadmisible otra vía o alternativa para la búsqueda de una reparación, pues la LRT
ofrece una suerte de "satisfacción total" acotada al marco económico en el que está
inserto el trabajador damnificado.

Sólo deja una "puerta abierta" en dirección a una opción acumulativa, cuando se ha
dado una hipótesis cuya responsabilidad es inexcusable y que es imposible
soslayar. Ese es el caso en el cual el principal ha incurrido en un ilícito denominado
en el Código Civil delito, por haber obrado con dolo en la ocurrencia del siniestro.

La LRT plantea el esquema precitado, y enuncia sus principios generales en el


art. 39 que dispone:

311
Artículo 39.— Responsabilidad civil
1) Las prestaciones de esta ley eximen a los empleadores de toda
responsabilidad civil, frente a sus trabajadores y a los derechohabientes de
éstos, con la sola excepción de la derivada del art. 1072 del Código Civil.
2) En este caso, el damnificado o sus derechohabientes podrá reclamar la
reparación de los daños y perjuicios, de acuerdo a las normas del Código
Civil.
3) Sin perjuicio de la acción civil del párrafo anterior el damnificado tendrá
derecho a las prestaciones de esta ley a cargo de las ART o de los
autoasegurados.
4) Si alguna de las contingencias previstas en el art. 6º de esta ley hubieran
sido causadas por un tercero, el damnificado o sus derechohabientes
podrá(6) reclamar del responsable la reparación de los daños y perjuicios
que pudieren corresponderle de acuerdo con las normas del Código Civil, de
las que se deducirá el valor de las prestaciones que haya percibido o deba
recibir de la ART o del empleador autoasegurado. (Que a su vez tienen
acciones por los daños y perjuicios contra el tercero, causante del evento
dañoso y responsable de la causalidad y ocurrencia del mismo).
5) En los supuestos de los apartados anteriores, la ART o el empleador
autoasegurado, según corresponda, están obligados a otorgar al
damnificado o a sus derechohabientes la totalidad de las prestaciones
prescriptas en esta ley, pero podrán repetir del responsable del daño
causado el valor de las que hubieran abonado, otorgado o contratado.

En orden a lo expuesto en este artículo, debemos recurrir a lo establecido en el


art. 1072 del Código Civil que dispone:

"El acto ilícito ejecutado a sabiendas y con intención de dañar la persona o los
derechos de otro, se llama en este Código 'delito'".

La ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) derogó el art. 39 y en su lugar estableció la


siguiente normativa:

Artículo 4°.— Los obligados por la ley 24.557 y sus modificatorias al pago de
la reparación dineraria deberán, dentro de los 15 (quince) días de notificados
de la muerte del trabajador, o de la homologación o determinación de la
incapacidad laboral de la víctima de un accidente de trabajo o enfermedad
profesional, notificar fehacientemente a los damnificados o a sus
derechohabientes los importes que les corresponde percibir por aplicación de
este régimen, precisando cada concepto en forma separada e indicando que
se encuentran a su disposición para el cobro.
Los damnificados podrán optar de modo excluyente entre las indemnizaciones
previstas en este régimen de reparación o las que les pudieran corresponder
con fundamento en otros sistemas de responsabilidad. Los distintos sistemas
de responsabilidad no serán acumulables.
El principio de cobro de sumas de dinero o la iniciación de una acción judicial
en uno u otro sistema implicará que se ha ejercido la opción con plenos efectos
sobre el evento dañoso.

312
Las acciones judiciales con fundamento en otros sistemas de responsabilidad
sólo podrán iniciarse una vez recibida la notificación fehaciente prevista en este
artículo.
La prescripción se computará a partir del día siguiente a la fecha de recepción
de esa notificación.
En los supuestos de acciones judiciales iniciadas por la vía del derecho civil se
aplicará la legislación de fondo, de forma y los principios correspondientes al
derecho civil.

La LRT también imponía para la jurisdicción nacional la competencia de la justicia


civil. La norma fue impugnada por inconstitucional por distintos fallos. En la ley
26.773 (B.O. 26/10/2012) se dispuso nuevamente que es competente la justicia civil,
en el art. 5º in fine . Veamos el proceso.

Artículo 46.— Competencia judicial


2) Para la acción derivada del art. 1072 del Código Civil en la Capital Federal
sería competente la justicia civil. La jurisprudencia de la Corte Suprema ha
desechado la competencia preestablecida en la LRT, remitiéndose a los
jueces naturales que resulten de la aplicación de las normas procesales de
cada jurisdicción local, que son las que tienen la atribución de dictar las
normas procesales. En general, en la mayoría de las jurisdicciones se ha
volcado por declarar la competencia originaria de la justicia laboral.
Invítase a las provincias para que determinen la competencia en esta materia
según el criterio establecido precedentemente.

La temática reflejada en las normas transcriptas, nos plantea una serie de temas
que debemos necesariamente considerar y que analizaremos brevemente en los
puntos siguientes.

1. Eximición de responsabilidad civil del empleador

Para comprender el esquema propuesto por el legislador, hay que partir del
supuesto de lo que hemos denominado "sistema hermético" según el cual, la LRT
provee todo lo necesario y posible para asistir al trabajador, tanto en la faz
económica (con las prestaciones dinerarias) como en la faz asistencial (con las
prestaciones en especie). Fuera de la LRT no era necesario recurrir a ningún
mecanismo para obtener la cobertura de las prestaciones deseables y posibles,
acordes con el nivel de ingresos y dentro del marco asistencial que toda persona
necesita para enfrentar los daños en la salud generados por un evento laboral. Esta
visión hermética hoy se encuentra totalmente modificada por la jurisprudencia de la
Corte Suprema.

313
Es por ello que el legislador no le había dado cabida a una alternativa fuera de la
LRT, salvo cuando se produce el extremo en que no puede ser tratado del mismo
modo que los accidentes y enfermedades que llamaríamos corrientes, cuando el
empleador incurre en un delito civil (por haber obrado con dolo en la comisión del
hecho reprochable). En ese único caso, el legislador admitió —en su modelo— que
se pueda entablar un reclamo por el derecho común, y excluyó todo lo demás. Lo
hace al establecer que la cobertura de la LRT eximía al empleador de toda
responsabilidad civil, y de inmediato agrega la excepción del caso de dolo enunciado
en el art. 1072 del Código Civil.

2. Responsabilidad civil excepcional del empleador por dolo

Siguiendo la ficción de la que parte el legislador para aislar el riesgo de las acciones
por daños y perjuicios, fundadas en el principio de la reparación integral, debemos
destacar que la admisión de la vía excepcional del Código Civil es reconocida por la
peculiar y extraordinaria situación de que se hubiere incurrido en dolo, es decir en
un ilícito intencional y eficaz para producir el daño. En este marco, no parece
admisible el dolo verificable en los casos de incumplimiento contractual, ya que la
hipótesis fue "ajustada" por el legislador al reformar el art. 75 (LCT) en el cual remite
a la LRT por el incumplimiento de cualquier grado del deber de previsión y custodia
preventiva (a través de las normas de higiene y seguridad en el trabajo).

3. Articulación conjunta de la LRT y el Código Civil

Como la situación planteada es excepcional, el legislador no duda en admitir la


acción conjunta, en virtud de la cual el damnificado recibirá sin retaceos todas las
prestaciones que le correspondan conforme a la LRT desde la ART o desde el
empleador autoasegurado, y a la vez, podrá entablar la demanda en sede civil por
la reparación de los daños fundados en el ilícito doloso que configura un delito civil.

4. Daños provocados por un tercero ajeno

314
Si los daños son provocados por un tercero ajeno a la relación entre el empleador y
el trabajador damnificado (por quien el empleador no responde) tanto la víctima o
sus derechohabientes como la ART o el empleador autoasegurado podrán reclamar
los daños y perjuicios por la vía del Código Civil. Si reclama el interesado, del monto
resultante se deducirán las prestaciones percibidas o a percibir en virtud de la LRT.

A su vez la ART y el empleador autoasegurado podrán repetir del causante del daño
el valor de lo que hubieren abonado, otorgado o contratado. Todo ello sin perjuicio
de brindarle al damnificado, sin retaceos todas las prestaciones dinerarias o en
especie admitidas por la LRT.

5. Competencia civil en los reclamos por el derecho común

Durante la experiencia de la ley 24.028 se implementaron mecanismos que


redujeron la conflictividad judicial, o tuvieron como objetivo o propósito desalentar
los reclamos con distintos mecanismos. Uno de ellos fue instrumentado al modificar
la competencia en los casos demandados en el contexto de aquella ley, remitiendo
las demandas al fuero civil, y abandonando la competencia originaria en sede
laboral. Tratándose de un tema que es resorte de cada provincia, corresponde que
las mismas adhieran al sistema, y en todo caso, que lo resuelvan libremente.
Conforme a los antecedentes, la mayoría se ha resistido y se utilizó el recurso de
condicionar aquellas adhesiones dentro del Pacto Fiscal.

En la LRT se siguió aquel temperamento exitoso, y por ende, quien formule el


reclamo por la vía civil, lo debería hacer ante los tribunales competentes en lo civil.
Las provincias podrán adherir modificando o adaptando las normas locales. La
competencia en materia federal y en el reclamo del derecho común en tribunales
civiles, rápidamente fue cuestionada por comprometer las normas procesales
locales que son las que tienen la atribución de fijar tanto el marco jurisdiccional como
las competencias. Hoy, en forma casi unánime, se acepta la competencia de los
tribunales laborales como los que conforman la materia de fondo contemplada por
los códigos locales.

V. LA CRÍTICA AL SISTEMA HERMÉTICO DE LA LRT Y SU CONSTITUCIONALIDAD

315
Como lo hemos analizado hasta aquí, la LRT plantea un esquema cerrado que
denominamos "sistema hermético" donde las prestaciones deseables (dinerarias y
en especie) son brindadas en forma clara y expeditiva por las ART o en su caso los
empleadores autoasegurados, por sí, o por intermedio de servicios contratados al
efecto. Sólo se admitía la alternativa del Código Civil para el empleador que ha
incurrido en dolo en la comisión del daño. Obviamente, la ART es ajena a este
reclamo, salvo algún caso en el que se lo responsabilizó por no cumplir con el control
de las normas de higiene y seguridad, y es el empleador el que deberá soportar las
consecuencias indemnizatorias de un reclamo como el planteado. No está previsto
en la LRT que las ART cubran el riesgo de los reclamos por dolo, o los que
eventualmente surjan del derecho común.

Un sistema de la seguridad social como el elaborado por el legislador debe amparar


en forma especial los bienes jurídicamente tutelados, que fundamentalmente son la
salud o integridad psico-física del trabajador y la vida. En rigor, la LRT es una versión
corregida y aumentada de las leyes que la precedieron, con un bajo nivel de
litigiosidad y con un fuerte acento en las coberturas dinerarias y en especie que debe
recibir la persona afectada para reparar los daños sufridos, sin perjuicio de las
acciones en materia de prevención que también se despliegan, íntimamente ligadas
a la LRT.

En cualquier caso, la opción prevista en el art. 39 (LRT) ha recibido todo tipo de


críticas, no sólo tachándosela de inconstitucional, sino que además se la ha
estigmatizado como un mecanismo prácticamente macabro, creado para perjudicar
al trabajador. Veremos que muchas de las críticas y de las declaraciones de
inconstitucionalidad parten inclusive de preconceptos, que no admiten siquiera que
se articulen las acciones judiciales, llegándose al extremo de considerar la LRTin
totum inconstitucional inaudita parte y sin siquiera trabar la litis.

En función de lo que ha ocurrido hasta ahora, analizaremos pues la


constitucionalidad del art. 39 (LRT), con sus argumentos.

a. la violación del principio de igualdad: el principio de igualdad ante la ley en


igualdad de circunstancias, en rigor resulta quebrado por la LRT, pero no lo hace en
perjuicio del trabajador damnificado, sino en perjuicio del ciudadano común, ya que
los beneficiarios de dicha ley reciben una serie de beneficios que los colocan
claramente en una posición ventajosa frente a los derechos que confiere una
eventual acción por el Código Civil, con la que sólo se puede lograr una suma de
dinero por lucro cesante, daño emergente y daño moral, no sin antes tener que pasar
por las instancias judiciales con su consiguiente demora. En cambio, la LRT genera
deberes preventivos para evitar los eventos dañosos, y a la vez en los casos donde
se producen daños en la salud, inmediatamente, produce una serie de acciones y
prestaciones que ampara al trabajador, tanto en procura de la recuperación de su
salud como en lo que hace al amparo económico, cubriendo salarios de corto y
mediano plazo, e indemnizaciones reparativas. En función de lo expuesto, no parece
haber ninguna violación al principio de igualdad del art. 16 (Const. Nac.), que ahora
además se encuentra reforzado por la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (arts. 1º, 2º y 7º), por el Pacto de San José de Costa Rica (arts. 1º y 24),
y el Preámbulo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, todo lo cual se haya incorporado por la reforma de 1994 al rango
constitucional por el art. 75, inc. 22 de la Constitución Nacional.

316
b. la violación del principio de defensa en juicio y las garantías del debido
proceso: se afirma que existe una violación al art. 18 de la Constitución Nacional
porque la LRT viola o vulnera el derecho de defensa en juicio. En rigor, no se impide
el acceso a la justicia, sino que se crean mecanismos previos a fin de que la justicia
sea el último recurso. Es más, en el plano administrativo, en forma reiterada se
impone a los interlocutores, por parte de los órganos de aplicación o de control y de
las ART, el respeto por el debido proceso y la admisión de los medios probatorios y
recursos interpuestos por el damnificado o sus causahabientes. A su vez, se
generan, una vez concluidos los procesos creados por la LRT para administrar con
rapidez y eficacia sus prestaciones, los recursos judiciales que resulten necesarios
para que, agotados aquéllos, se pueda contar con la revisión jurisdiccional.

c. la violación del derecho de propiedad: los agravios fundados en este principio


constitucional se ligan con las tarifas y topes fijados por la LRT, que provoca
restricciones o limitaciones en la búsqueda de una reparación satisfactoria, versus el
principio de reparación integral propiciada por el Código Civil. Es cierto que las
pautas tarifarias de la LRT acotan la reparación a ciertos parámetros, que no son
otros que los ingresos efectivos del trabajador, ya que a partir del "valor mensual del
Ingreso Base" se generan la mayoría de las prestaciones. A la vez, el Código Civil
ha enunciado el principio de reparación integral que también tiene fuertes
restricciones, tanto en lo que hace al desarrollo del proceso judicial como en lo que
se refiere al monto del resarcimiento resultante de la sentencia definitiva. Es más,
no sólo no existe certeza de que un reclamo por dicha vía llegue a tiempo para asistir
al damnificado, sino que tampoco existe certeza de que resulte ni procedente ni de
cuantía superior a la que, en su evaluación integral, aporta la LRT. En el Código Civil
se impone la carga de la prueba, a cargo del damnificado, sobre la relación de
causalidad entre la fuente generado, el vehículo de la acción dañosa y el daño
efectivo sufrido en la salud del trabajador. La indemnización no sólo es de
apreciación prudencial del juez, sino que además puede suprimirse o retacearse en
función de la conducta del propio trabajador, que pudo incurrir en culpa en la
producción del evento dañoso. Recordemos, finalmente, que la existencia de
regímenes tarifados con límites o topes no han sido considerados violatorios de
la Constitución Nacional y rigen pacíficamente en nuestro sistema jurídico, como el
establecido en el Código Aeronáutico o las normas sobre transporte de personas y
mercaderías por agua (leyes 20.094 y 22.718), o sobre daños nucleares de la ley
17.048. Recordemos también que a pesar de que con la reparación se busca un
ideal de justicia, no es posible lograr la máxima equivalencia entre un daño en la
salud o la misma vida humana y una suma de dinero que procura compensar los
daños causados.

d. El beneficio otorgado por la ley proviene del derecho de la seguridad social que
debe ser integral e irrenunciable: el art. 14 bis de la Constitución Nacional consagra
el principio de que "el Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que
tendrá el carácter de integral e irrenunciable". Estos enunciados de la Carta Magna,
según un sector de la doctrina, no sólo hacen referencia a la extensión de las
prestaciones sino a la cuantía de la misma. Siguiendo este temperamento, a la
insuficiencia de la LRT puede completarla la condena por la vía del Código Civil
siguiendo nuevamente el principio de la reparación integral. Cabe puntualizar al
respecto que no sólo es opinable que la LRT sea una norma que debe enclavarse
claramente como de dicha rama del Derecho, sobre todo porque no aplica la mayoría
de sus principios, como que el asegurado no es el trabajador sino el empleador. En
cualquier caso, el carácter integral de los beneficios provenientes de la seguridad

317
social siempre responde a algún parámetro, que sobre todo en los últimos años
responden a los argumentos y respaldos más variados, muy frecuentemente ligados
no tanto a lo integral de sus prestaciones como al financiamiento y sustentabilidad
de los subsistemas. El régimen jubilatorio es un claro ejemplo de un sistema de la
seguridad social, cuyas prestaciones responden a una serie de pautas matemáticas
cuya concepción del amparo integral dista mucho de aproximarse siquiera a los
ingresos con aportes registradas por los beneficiarios. Basta para ello con citar no
tanto las fórmulas como los topes que arbitrariamente se han impuesto a las
prestaciones del sistema de reparto.

En definitiva, cuando se analizan los argumentos vertidos en contra de la


constitucionalidad de la LRT, se advierte mayor rigor y parcialidad que cuando se
hacía el mismo análisis sobre los mismos temas ligados a las leyes 9688 y 24.028.

Es por ello que es importante destacar los pilares que conforman la fortaleza del
sistema, que podemos sintetizarlas como sigue:

A. La especialidad de un sistema hermético: un subsistema como el de la LRT


genera una serie de recursos que el Código Civil no puede disponer, porque la
reparación sólo puede surgir de lo dispuesto en una sentencia. Con ello, el
beneficiario del sistema, es decir el trabajador, tiene cinco amparos fundamentales.

 Uno previo a cualquier evento dañoso, que consiste en todo el marco


preventivo que, en la medida que se profundice, no sólo debe tender al
ideal de que no exista en el futuro ningún evento dañoso, sino que puede
gradualmente eliminar ciertos riesgos, al punto de neutralizarlos totalmente.
 Un segundo momento en donde la LRT articula todas las medidas que sean
necesarias para que la persona tenga asistencia inmediata, en la
emergencia del momento en donde ocurre el evento dañoso o donde la
enfermedad profesional genera su primera manifestación invalidante.
 El tercer momento es aquel en el cual la persona desarrolla su
convalecencia y tratamiento, y donde requiere prestaciones que compensen
el ingreso salarial que deja de percibir y todas las prestaciones médicas
necesarias para procurar su recuperación.
 Un cuarto amparo lo dan los tratamientos de rehabilitación y las acciones
de reinserción laboral que tienen por fin volver a colocar en el mercado de
trabajo al damnificado.
 Y, por último, tenemos el cuarto marco de protección consistente en las
indemnizaciones de pago mensual y de pago único creadas para
indemnizar o compensar económicamente junto al sistema previsional,
cuando éste se articule con la LRT, la pérdida sufrida en función de la
incapacidad de carácter permanente que sufra el sujeto.

B. La autonomía del sistema protectorio de la LRT: no existen dudas de que la LRT


opera como un sistema totalmente autónomo, independiente de lo que implique la
aplicación del sistema de daños y su reparación generada por el Código Civil. En
cualquier caso, para que la LRT opere eficazmente como un régimen autónomo y,
por ende, opere como un subsistema cerrado, su marco protectorio debe preservar
un adecuado equilibrio entre los bienes jurídicamente tutelados, los instrumentos
creados para tutelarlos y una armónica distribución de deberes y derechos como de
cargas entre las partes involucradas, que aseguren amparo al asegurado del
sistema que es el empleador, pero sobre todo que protejan al beneficiario del

318
sistema, que es el trabajador. Es por ello, que la LRTdebe actualizarse
progresivamente, para llegar a perfeccionar los beneficios y ventajas de un régimen
tarifado. Por su parte, la opción delCódigo Civil siempre debe ser una alternativa,
para que se preserve el equilibrio, la equidad y la razonabilidad de las
indemnizaciones.

C. El derecho de opción es acumulativa en caso de dolo, y no es excluyente: que la


opción prevista en el art. 39 (LRT) sea acumulativa en caso de dolo, es decir que
por un lado el trabajador goce de todas las prestaciones de la LRT, y por otro,
cuando el empleador incurre en dolo (art. 1072 del Cód. Civ.) es totalmente
razonable, porque no opera, como en los sistemas anteriores, como una opción
excluyente. En efecto, en las leyes 9688 y 24.028 la opción por la vía del Código
Civil era excluyente; si se optaba tácita o expresamente por uno de los dos sistemas,
automáticamente se excluía la aplicación del otro. En la LRT, la norma especial
opera como un sistema cerrado y autosuficiente, y sólo admite como sanción la
opción acumulativa, ya no bajo la responsabilidad de la ART, sino bajo la
responsabilidad del empleador por haber incurrido éste en dolo en la producción del
daño. En otros términos, el nuevo régimen garantiza prestaciones preventivas y
reparativas en un marco de calidad y cantidad muy superiores a los regímenes que
lo precedieron, y brinda una opción acumulativa no excluyente a favor del
damnificado o sus causahabientes cuando el empleador haya incurrido en dolo. Es
también un marco protectorio mayor que en las normas predecesoras, porque
cuando se optaba por un sistema se perdían los beneficios del otro. Declarada la
inconstitucionalidad por la Corte Suprema en el caso "Aquino", se mantiene la
acumulación, bajo la denominación del "cúmulo", según el cual el trabajador puede
cobrar la reparación del Código Civil, siguiendo el principio de la reparación integral
y en rigor, que sólo puede haber una reparación integral, a fin de evitar el abuso del
derecho que configura un enriquecimiento sin causa, si se indemniza en dos marcos
el mismo daño.

D. No puede haber dos reparaciones superpuestas para un mismo daño: no parece


razonable ni justo importar la aplicación integral del Código Civil, que —como ya
dijimos— era tardía, arbitraria y subordinada al criterio judicial, con cargas
procesales y probatorias en cabeza del damnificado, y que puede generar una
reducción o la neutralización de la indemnización pretendida en función de la
conducta del sujeto reclamante, cuando la LRT produce una serie de mecanismos,
instrumentos, acciones e impone el pago de prestaciones dinerarias y en especie,
antes, durante y después del evento dañoso, que llegan —por decirlo de algún
modo— a tiempo de lo que requieren las circunstancias, y que ambas además se
superpongan; imponiendo, por lo tanto, una doble reparación de un mismo daño,
con una doble cobertura de lucro cesante y daño emergente, con un claro amparo
de las consecuencias que podrían comprender el daño moral, y con dos
responsables que pueden llegar a tener que cumplir con sus respectivas
obligaciones, la ART y el asegurado, en función de dos cuerpos legales que
deberían aplicarse en forma autónoma. La indemnización tarifada, debidamente
actualizada, como de algún modo lo fue con el decreto 1694/2009 puede resultar
más ventajosa que la que se resuelva en base al derecho común. Pero si ambas
operaran en forma simultánea, la percepción de la tarifa de la LRT sólo puede dar
lugar a un reclamo por el derecho común, en base a la cobertura de la reparación
integral, y a la sumatoria de ambas. Si se condena por la vía civil, la ART debería
concurrir con la tarifa para integrar el monto. Si se paga la tarifa, la condena en base

319
al derecho civil debería ser un suplemento o un complemento. En ningún caso,
pueden ser dos pagos independientes por la misma causa.

E. Un sistema tarifado garantiza las prestaciones con parámetros objetivos: para


que un sistema pueda generar un régimen justo basado en indemnizaciones
tarifadas, las mismas deben responder a parámetros objetivos, que armonicen entre
el daño sufrido por quien recibe la prestación y la cuantificación de dicha prestación
dentro de un sistema que asegure el principio de proporcionalidad y suficiencia.
Recordemos, además, que muchas de estas prestaciones tarifadas tienen, más que
un valor reparativo —como claramente lo tienen las indemnizaciones que procuran
compensar la incapacidad permanente o el fallecimiento de la víctima—, una función
alimentaria, porque sustituyen la carencia del ingreso salarial mientras se desarrolla
la incapacidad del damnificado durante la convalecencia, el tratamiento y, en su
caso, la rehabilitación. En distintos fallos de la Corte Suprema se ha sostenido que
un sistema tarifado no es contrario a la Constitución Nacional en la medida en que
el resarcimiento sea adecuado, proporcional, y hasta en algunos casos, idéntico a
lo que ganaría la persona de continuar cumpliendo con su tarea habitual. Es por ello
que la LRT, sobre todo después de la reforma introducida por el decreto de
necesidad y urgencia 1278/2000, ha alcanzado un nivel de proporcionalidad y
razonabilidad asimilable a la situación de cada trabajador, lo que asegura su
legitimidad, legalidad y constitucionalidad en el marco del sistema tarifado que ha
elegido el legislador para proteger al damnificado. El paso del tiempo demandó otro
ajuste, y se logró con el decreto 1694/2009, que suprimió los topes, creó un piso de
$180.000 por el grado de incapacidad o al 100% cuando la incapacidad fuere total
(más del 66%), y se actualizaron los montos fijos, pasando de $30.000 a $ 80.000,
de $ 40.000 a $ 100.000, y de $ 50.000 a $ 120.000. También se estableció en
$ 2000 el valor mensual de la ayuda por Gran Invalidez.

F. La inconstitucionalidad en el momento de dictar sentencia: no parece pertinente,


ni resguarda los principios constitucionales más elementales, como el referente al
debido proceso o al derecho de defensa en juicio, que se resuelva la
inconstitucionalidad al momento de la recepción de la demanda, con una resolución
que se manifiesta pronunciándose in liminee inaudita parte sobre la
inconstitucionalidad de la norma, sin que puedan las ART o los empleadores
formular declaración alguna. Tampoco parece adecuado que una vez que se
conteste la demanda, se dicte la inconstitucionalidad, sin que se agoten todos los
extremos probatorios, que seguramente hacen al fondo de la cuestión y a la certeza
en el análisis final del amparo o contradicción con la Carta Magna. Por último, no
existen dudas de que el momento adecuado para pronunciarse sobre la
constitucionalidad de la norma es la sentencia, una vez que el derecho de defensa
ha sido ejercida plenamente.

VI. LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA Y SUS ANTECEDENTES

320
El sistema, en momentos en los cuales se estaba redactando el texto legal, fue
objeto de críticas, en lo que hace a la aplicación del Código Civil, como una opción
excluyente —al estilo de lo que fueron las leyes 9688 y 24.028— y no como una
opción restringida al dolo del empleador como en definitiva resultó aprobada. Hugo
R. Carcavallo había hecho llegar sus comentarios, que sin duda fueron de
anticipación a lo que en definitiva resultaría ser el eje de la crisis del sistema, y la
necesidad de reformarlo prácticamente en forma íntegra, en lo que hace a la
cobertura de los daños.

Lo curioso fue también, que los críticos más importantes que sucedieron a la
aprobación de la LRT, cuando fueron convocados vacilaron, y es más, algunos se
inclinaron por opinar conforme al modelo que resultara de la realidad.

También es importante destacar, que fuera del marco estrictamente académico, al


que pertenece sin dudas un grupo selecto de profesores y expertos, se recrearon
dos grupos, uno de apoyo que se veía afectado por la restricción legal de que las
eventuales discrepancias se dirimieran en juicio, y otros, que propiciaban que el
sistema se profundizara, evitándose así el dispendio de la actividad judicial.

En rigor, este conflicto no se dirime por vía de los intereses en pugna, y debe
centrarse en focalizar los bienes jurídicamente tutelados, en nuestro caso nada
menos que la vida humana, la integridad psicofísica del trabajador, y los daños a la
salud originados en el trabajo. Luego, y a partir de dichos bienes, habrá que resaltar
las normas de grado superior, o sea la Constitución Nacional, los Tratados
Internacionales de los Derechos Humanos de rango constitucional, y aquellos
Tratados de rango supralegal y subconstitucional. Una norma legal de fondo no debe
ni puede requerir que las normas de grado superior se adecuen a su normativa, y
mucho menos, una norma de fondo no puede desatender el eje de los bienes
jurídicamente tutelados que le dan origen y sentido a su existencia.

A ello habría que agregar lo planteado por el art. 19 de la Constitución Nacional que
establece el "principio general" que "prohíbe a los hombres en general perjudicar los
derechos de un tercero": "alterum non laedere" , que se encuentra "entrañablemente
vinculado a la idea de reparación". A ello se yuxtapone, que "la responsabilidad que
fijan los arts. 1109 y 1113 del Código Civil sólo consagra el [citado] principio general"
(del voto de la mayoría).

Por último, resulta interesante destacar que tradicionalmente la Corte Suprema


defendió el principio de la reparación integral, que en materia de daños implica que
resultaba inconstitucional una indemnización que no fuera "justa", puesto que
"indemnizar es [...] eximir de todo daño y perjuicio mediante un cabal resarcimiento",
lo cual no se logra "si el daño o el perjuicio subsisten en cualquier medida" (Fallos:
268:112, 114, consids. 4° y 5°; del voto de la mayoría).

Es por ello, que hoy se puede sostener, analizando retrospectivamente la evolución


de la jurisprudencia del más Alto Tribunal, que resultó clave el cambio de
composición de la Corte Suprema para que se operara la actual jurisprudencia, ya
que la compasión anterior, claramente soslayaba los temas centrales que hacían a
la crítica del sistema de la LRT, y posponían el debate central sobre su
constitucionalidad a la luz de los principios superiores, los bienes jurídicamente
tutelados, y el principio de justicia en la reparación integral de los daños.

321
1. La etapa inicial de la aceptación

Un sistema hermético como lo habían planteado los autores del proyecto parecía
ofrecer importantes garantías, que tenían un objetivo inicial que era el de garantizar
los servicios, beneficios y prestaciones del sistema de la LRT sin intermediación
alguna, y evitando en lo posible un proceso judicial, a cuyos fines el régimen debía
suministrar una serie de garantías.

En rigor, el objetivo primario del sistema fue el de evitar el dispendio de recursos y


de energía en trámites, burocracias, gastos, pericias, honorarios, sentencias y
apelaciones, etc. Tal vez el eje de la crítica se centró en los legisladores en evitar la
constante que se había dado con las viejas leyes 9688 y 24.028, según la cual sólo
era posible obtener una reparación de cierta razonabilidad para la época si se
entablaba una acción judicial, y si se optaba en forma excluyente por la vía del
derecho común.

Con un sistema hermético y autónomo, todo lo que se desarrollara fuera de su


ámbito era considerado extrasistémico. En rigor, cuando se crea un nuevo régimen,
siguiendo la doctrina Caro Figueroa, un primer dato lo da la idea generalmente
originada en una fuente sociológica, luego se redacta la norma, para obtener
finalmente "el modelo resultante", modelo que luego es sometido al juicio de valor
de la sociedad de la cual surgió, y a la interpretación de la justicia en la evaluación
del caso particular. La LRT nació de reclamos de los damnificados, de los
trabajadores y de los empleadores, en contraposición con intereses de
corporaciones profesionales, y en especial, con la necesidad de buscar una solución
que focalice todo el esfuerzo en dos temas centrales:

 Los bienes jurídicamente tutelados son la vida, la salud y la integridad


psicofísica del trabajador.
 La tarea prioritaria y fundamental debe ser preventiva, anticipándose a los
eventos dañosos.
 Los recursos del sistema deben concentrarse en los sujetos protegidos en
armonía con los bienes jurídicamente tutelados.
 El trabajador damnificado y sus causahabientes deben contar con un
sistema de prestaciones en dinero y en especie razonables basadas en el
principio de la reparación integral.
 Todo el sistema debe tener asegurada la garantía del debido proceso y la
revisión de los actos en sede judicial.

A partir de un modelo como el original, muchos de estos objetivos no estaban claros,


si se los analizaba a la luz de la Constitución Nacional y de las normas de rango
mayor.

322
2. La etapa de transición entre la aceptación y el cuestionamiento inicial del
sistema

La Suprema Corte de la Provincia de Mendoza fue uno de los primeros tribunales


en pronunciarse a favor de la constitucionalidad de la LRT, considerando en
particular la renta periódica y el art. 39 Se trataba de un caso de fallecimiento del
trabajador en donde la renta acordada ascendía a $ 600 cuando su ingreso era de
$ 727,13. El Alto Tribunal consideró razonable el importe acordado, y por la misma
razón rechazó el agravio sobre el derecho de propiedad invocado por los
causahabientes, dado que ambas cifras eran similares y, por lo tanto, cubrían el
riesgo de la pérdida de ingresos generada por el fallecimiento de la víctima.

La sala VI de la Cámara del Trabajo de Córdoba consideró que no se violaba el


principio de igualdad ante la ley garantizado por nuestra Carta Magna, si se
consideran dentro del marco interpretativo de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación que impone la identidad de circunstancias para evaluar cada caso en
especial (7) .

Sin embargo, al promediar la década de los 90 numerosos fallos de primera instancia


y otros tantos de los tribunales colegiados de la provincia de Buenos Aires se habían
pronunciado en contra de la constitucionalidad de la LRT, algunos sólo en lo referido
al art. 39 que ahora nos ocupa, otros in totum . Es más, en algunos casos lo habían
hecho inaudita parte , sin siquiera conceder a los eventuales demandados el
derecho de defensa.

Es notable observar el contraste entre el apoyo inicial, inclusive de los tribunales que
tuvieron optimismo sobre un modelo que demostraría en los hechos numerosos
casos de injusticia. Es posible pensar, que se tenía más fe en los objetivos, que lo
que enunciaba una norma que por sí, contenía graves contrastes con los principios
de igualdad, con el derecho de propiedad, y con el principio de indemnidad. Se había
perdido en el sistema el eje sobre el cual debían girar los procesos y procedimientos
preventivos y reparativos: los bienes tutelados por el sistema eran la vida humana,
la salud, la indemnidad psicofísica del trabajador, y en su caso, la necesidad de
reparar los daños irreversibles con indemnizaciones razonables que procuren
restablecer con ingresos lo irreparable de un daño permanente en la salud.

3. El caso "Gorosito" de la CSJN

323
La Corte Suprema de Justicia de la Nación —en su composición anterior al 2003—
en el caso "Gorosito" y luego, en el fallo "Brítez" en el que revoca una sentencia de
la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, se pronunció sobre
la constitucionalidad del art. 39 y con ello brindó un fuerte respaldo a la nueva Ley
de Riesgos del Trabajo. Veamos los casos por separado.

En el caso "Gorosito" el análisis está circunscripto al art. 39, inc. 1º, de la ley 24.557.
El fallo considera en primer lugar pertinente la vía del art. 14 de la ley 48 (recurso
extraordinario) en función de que la declaración de inconstitucionalidad del artículo
en cuestión por parte del Tribunal Superior de la Provincia del Neuquén importaba
la invalidez de la LRT y como consecuencia de ello, el apartamiento de tal régimen
legal aprobado por el Congreso de la Nación, para recurrir a las normas in totum del
Código Civil, dentro de un marco que la ley especial ha vedado expresamente (8) .

Una vez declarada la pertinencia de habilitar el recurso, en contra de lo aconsejado


por el procurador general Nicolás E. Becerra, el más Alto Tribunal se hace dos
preguntas: a) si el legislador puede crear válidamente un sistema específico para la
reparación de los daños del trabajo y separarlo del régimen general de
responsabilidad por daños establecido en el Código Civil; y b) si las normas de la
LRT violentan las garantías de igualdad ante la ley y de propiedad. Veamos cómo
se resuelven por separado las dos incógnitas.

A) Creación de un sistema especial de reparación por los riesgos del trabajo


independiente del sistema del derecho común: en primer lugar, el juzgador repasa
lo ocurrido a la luz de la ley 9688 (1915) y su última versión corregida, la ley
24.028, que admitían las vías excluyentes de la ley especial y del Código Civil
irrestricto. En cuanto a la última norma, se reconoce, como lo relatan los
comentarios al sistema que se pretendía reemplazar, que la ley 24.028 establecía
un sistema reparativo en "donde se cobra tarde, mal y poco", y es por ello, que se
resolvió instrumentar un sistema completamente distinto que supla las falencias
del anterior. El nuevo sistema propone no sólo la automaticidad de las
prestaciones sino también su multiplicidad, por la sola ocurrencia de los eventos
dañosos y sin necesidad de recurrir ante la justicia, que puede brindar una
reparación económica ulterior pero en general tardía. En rigor, sólo contemplando
los antecedentes de la norma, y las peculiares características de un sistema de
protección especial, se imponen una serie de acciones preventivas y curativas de
acción inmediata, que son el fundamento de que exista un sistema autónomo y
especial referido a los sujetos amparados por la LRT. El principio de amparo de
la salud y la integridad psicofísica, traducido a través del principio de indemnidad
que procura primero en forma preventiva, y luego en forma reparativa o curativa,
justifica la existencia de un sistema especial, y con un régimen especial
independiente de las pautas que inspiran al Código Civil. Al respecto, la Corte
Suprema ha sostenido siempre que no existe derecho adquirido alguno sobre las
normas, una vez que las mismas son objeto de reformas, o son derogadas y
sustituidas por otras, y no afectan ningún derecho amparado por la Constitución
Nacional (ver Fallos: 244:259; 267:247; 273:14; 307:134 y 1108; 308:885;
310:1080 y 1924; y 313:1007).
B) Garantías de igualdad y de propiedad: la reforma de un sistema legal y su
sustitución de un régimen por otro, no implica per se ningún agravio al principio
de igualdad ni al derecho de propiedad, en la medida en que el nuevo sistema
genera una serie de pautas en procura del resarcimiento además de que el
sistema en sí mismo pone como prioridad la integridad psicofísica del trabajador.

324
En cuanto a la evaluación del principio de igualdad, se debe destacar que el
legislador está facultado para resolver sobre situaciones distintas con diversos
regímenes que tengan por fin reparar el daño conforme lo impone cada
circunstancia en especial. La limitación al acceso a la vía civil no es
discriminatoria, ya que la ley 24.557 atiende riesgos tanto en un ámbito
específico, como en un marco preventivo y de reparación de los daños que
puedan existir. En lo que hace a la cuantía del daño sólo puede evaluarse en un
caso concreto y no en términos del sistema o en una evaluación genérica. En el
otro extremo hay que destacar que la LRT asegura prestaciones en dinero y en
especie, bajo condiciones de inmediatez y automaticidad que no podrían
obtenerse si la ley especial no lo hubiera establecido. La LRT contempla
mecanismos a través del Fondo de Garantía y del Fondo de Reserva que permite
cubrir la efectiva cumplimentación de las prestaciones a pesar de la insolvencia
del empleador o de la liquidación de la ART. Otro tanto ocurre con la cuantía de
la reparación, ya que a través del Código Civil no necesariamente se pueden
lograr compensaciones mayores. No sólo prevé las contingencias probatorias que
impone la acción por daños y perjuicios, sino además los servicios, beneficios y
prestaciones de la LRT cubren un amplio espectro de situaciones, necesidades
asistenciales y, en forma programada, pagos que suplen la pérdida de ingresos
periódicos por algún grado de incapacidad, a cuyos fines se fijan indemnizaciones
de pago único y periódico, que, además, el Poder Ejecutivo va mejorando en
beneficio de los eventuales damnificados. El principio de reparación integral, por
sí mismo, tiene una serie de límites. La apreciación judicial dentro del marco del
Código Civil también tiene límites basados en las condiciones subjetivas y las
objetivas que impone la prueba del lucro cesante, el daño emergente y el daño
moral. De hecho, en otros ámbitos de la reparación también se han fijado límites,
como ocurre, v.gr., con el Código Aeronáutico. En todos los casos, el sistema de
reparaciones limitado no es cuestionable, salvo que se verifique un claro
menoscabo de la reparación que se pretende obtener en función de los daños
sufridos.

En otros fallos, como "Brítez, Primitivo c. Productos Lipo S.A." (SCBA, 25/9/2002,
en DT, 2003-136, enero 2003) cumpliendo con el mandato de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, el Superior Tribunal de la Provincia de Buenos Aires finalmente
se expidió a favor de la constitucionalidad de la LRT e inclusive, como lo refieren
alguno de sus críticos fue más allá de los límites impuestos por el caso, a saber:

 Corresponde el rechazo de la demanda basada en el art. 1113 del Código


Civil, basada en el hecho de que el art. 39 de la LRT es constitucional al
excluir la aplicación de dicho cuerpo legal sólo para los casos de dolo del
empleador;
 El art. 39 de la LRT es constitucional, porque al mismo tiempo que restringe
la vía del derecho común, brinda una serie de beneficios y coberturas al
damnificado, que de resolverse en forma contraria le estarían vedados;
 El régimen de la LRT no afecta el derecho de propiedad, ya que la
reparación que propicia la ley especial se presenta como plena al enunciar
una serie de prestaciones en dinero y en especie, que brindan un amplio
espectro de medios de amparo y reparación, además de los medios de
protección preventivos, y el pago en cuotas y a través de sumas de pago
único que en su conjunto generan un sistema integral e integrado .

325
Para algunos autores, el fallo del Superior Tribunal provincial se excedió en el marco
de sus fundamentos en "Gorosito", ya que la Corte Suprema de la Nación dejó
abierta la puerta para el análisis caso por caso, a fin de verificar si la reparación por
el régimen especial es o no satisfactoria. Creemos que tal crítica trata de buscar en
"Gorosito" una fisura en su andamiaje que en rigor no existe. Ya que la esencia del
fallo citado está en la circunstancia de que la Corte admite la existencia de un
sistema hermético, previsto en forma especial para un marco específico, y con una
batería autosuficiente, compuesta por medios preventivos y reparativos que no
vulneran el principio de igualdad ni el derecho de propiedad.

VII. EL FALLO "AQUINO" Y LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 39 INC. 1º LRT

El vuelco de 180º de la jurisprudencia de la Corte Suprema se inicia una vez que ha


cambiado su composición hacia el año 2003.

El caso resuelve declarar por múltiples fundamentos el art. 39 inc. 1º de la LRT y por
ende, abre la alternativa de recurrir por la vía del derecho común en caso de
accidentes de trabajo o enfermedades profesionales en forma irrestricta. (A. 2652.
XXXVIII - CSJN, 21/9/2004, "Aquino, Isacio c. Cargo Servicios Industriales S.A. s/
accidentes ley 9688", provisto por El Dial).

Los ejes del fallo "Aquino" son los siguientes:

 El principio "alterum non laedere" : según el cual nadie tiene derecho a


dañar a otro.
 El principio de "progresividad" en donde el Estado se "compromete a
adoptar medidas para lograr progresivamente la plena efectividad de los
derechos humanos reconocidos internacionalmente:
 La custodia de los derechos esenciales del ser humano: el principio de
indemnidad y de protección de la dignidad humana sustentado no sólo por
las normas internacionales sino por los principios esenciales que hacen a
los valores en custodia
 El principio de indemnidad: implica contar con toda la normativa del derecho
común. Al restringir su aplicación la LRT se apartó del principio de
reparación integral, y generó un caso claro de desigualdad, (del voto de los
doctores Petracchi y Zaffaroni).
 El principio de igualdad en igualdad de circunstancias: un ciudadano
cualquiera y el ciudadano trabajador en relación de dependencia, deberían
contar con igual marco para su protección y para lograr la reparación de los
daños sufridos.
 Para asegurar la protección de las leyes que establece el art. 14 de la
Constitución Nacional, debemos custodiar el principio de igualdad ante la
ley, el de propiedad privada, el principio del debido proceso y del derecho
de defensa, y sobre todo, el que asegure la reparación integral en igualdad
de condiciones que cualquier ciudadano.

326
El fallo "Aquino" sobre riesgos del trabajo anula la exclusión de toda la normativa en
materia de daños del Código Civil y declara la inconstitucionalidad del art. 39, inc. 1º
de la ley 24.557. (Nos guiamos por material suministrado por El Dial, y por La Ley).

Su doctrina se puede sintetizar como sigue:

"La LRT, al excluir, sin reemplazarla con análogos alcances, la tutela de los
arts. 1109 y 1113 del Código Civil, no se adecua a los lineamientos constitucionales
antes expuestos, a pesar de haber proclamado que tiene entre sus 'objetivos', en lo
que interesa, 'reparar los daños derivados de accidentes de trabajo y de
enfermedades profesionales' (art. 1º, inc. 2.b). Ha negado, a la hora de proteger la
integridad psíquica, física y moral del trabajador, frente a supuestos regidos por el
principio alterum non laedere , la consideración plena de la persona humana y los
imperativos de justicia de la reparación, seguidos por nuestra Constitución Nacional
y, de consiguiente, por esta Corte, que no deben cubrirse sólo en apariencia (Fallos:
299:125, 126, consid. 1° y sus citas, entre muchos otros)".

"Si se trata de establecer reglamentaciones legales en el ámbito de protección de


los trabajadores dañados por un infortunio laboral, el deber del Congreso es hacerlo
en el sentido de conferir al principio alterum non laedere toda la amplitud que éste
amerita, y evitar la fijación de limitaciones que, en definitiva, implican 'alterar' los
derechos reconocidos por la Constitución Nacional (art. 28)".

"Es un hecho notorio que la LRT, al excluir la vía reparadora del Código Civil eliminó,
para los accidentes y enfermedades laborales, un instituto tan antiguo como este
último (v. Fallos: 123:379), que los cuerpos legales específicos no habían hecho
más que mantener, como fue el caso de la ley 9688 de accidentes del trabajo,
sancionada en 1915 (art. 17). Este retroceso legislativo en el marco de protección,
puesto que así cuadra evaluar a la LRT según lo que ha venido siendo expresado,
pone a ésta en grave conflicto con un principio arquitectónico del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos en general, y del PIDESC en particular. En
efecto, este último está plenamente informado por el principio de progresividad,
según el cual, todo Estado Parte se 'compromete a adoptar medidas [...] para lograr
progresivamente [...] la plena efectividad de los derechos aquí reconocidos'
(art. 2.1)".

"La exclusión y eximición sub discussio impuestas por la ley de 1995, también
terminan mortificando el fundamento definitivo de los derechos humanos, enunciado
desde hace más de medio siglo por la Declaración Universal de Derechos Humanos:
la dignidad del ser humano, que no deriva de un reconocimiento ni de una gracia de
las autoridades o poderes, toda vez que resulta 'intrínseca' o 'inherente' a todas y
cada una de las personas humanas y por el solo hecho de serlo (Preámbulo, primer
párrafo, y art. 1º; asimismo, PIDESC, Preámbulo, primer párrafo; Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, ídem y art. 10.1, y Convención Americana sobre
Derechos Humanos, Preámbulo, párrafo segundo y arts. 5.2 y 11.1, entre otros
instrumentos de jerarquía constitucional)".

"El hecho de que los menoscabos a la integridad psíquica, física y moral del
trabajador prohibidos por el principio alterum non laederedeban ser indemnizados
sólo en los términos que han sido indicados (supra consid. 6°), mediando solo dolo
del empleador, vuelve al art. 39, inc. 1º, de la LRT contrario a la dignidad humana,
ya que ello entraña una suerte de pretensión de reificar a la persona, por vía de

327
considerarla no más que un factor de la producción, un objeto del mercado de
trabajo".

"El régimen de la LRT cuestionado tampoco se encuentra en armonía con otro


principio señero de nuestra Constitución Nacional y del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos: la justicia social, que cobra relevante aplicación en el ámbito
del derecho laboral a poco que se advierta que fue inscripto, ya a principios del siglo
pasado, en el Preámbulo de la Constitución de la Organización Internacional del
Trabajo, como un medio para establecer la paz universal, pero también como un fin
propio".

"Mediante la eximición de la responsabilidad civil del empleador frente al daño


sufrido por el trabajador, la LRT no ha tendido a la realización de la justicia social,
según ha quedado ésta anteriormente conceptualizada. Antes bien; ha marchado
en sentido opuesto al agravar la desigualdad de las partes que regularmente supone
la relación de trabajo (Fallos: 181:209, 213/214; 239:80, 83 y 306:1059, 1064,
consid. 8°) y, en consecuencia, formular una "preferencia legal" inválida por contraria
a la justicia social (doctrina de Fallos: 264:185, 187, consid. 6°)".

"No hay dudas, para esta Corte, que es justo y razonable que la legislación
contemple el abanico de intereses y expectativas que pone en juego la relación
laboral con motivo de un accidente o enfermedad, en términos que atiendan,
equilibradamente, a todos los actores comprometidos en ese trance. Tampoco las
hay, en cuanto a que la solución de estas cuestiones debe ser encarada desde una
perspectiva mayor, comprensiva del bien común".

Empero, esto es así, bajo la inexcusable condición de que los medios elegidos para
el logro de dichos fines y equilibrios resulten compatibles con los principios, valores
y derechos humanos que la Constitución Nacional enuncia y manda respetar,
proteger y realizar a todas las instituciones estatales".

"Desde antiguo, esta Corte ha establecido que las leyes son susceptibles de
cuestionamiento constitucional 'cuando resultan irrazonables, o sea, cuando los
medios que arbitran no se adecuan a los fines cuya realización procuran o cuando
consagren una manifiesta iniquidad' (Fallos: 299:428, 430, consid. 5° y sus
numerosas citas)".

"En tales condiciones, por cuanto ha sido expresado, el art. 39, inc. 1º, de la LRT, a
juicio de esta Corte, es inconstitucional al eximir al empleador de responsabilidad
civil mediante la prestación del art. 15, inc. 2º, segundo párrafo, de aquélla".

La Corte Suprema, al argumentar el fallo "Aquino" parece perfilar esta sentencia,


como lo ha hecho en el caso "Vizzoti", dentro de un más cuidado marco de la
integración entre la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales, tanto
aquellos que tienen rango constitucional como aquellos que revisten el nivel
supralegal. En ese plano, se exalta el valor supremo de los derechos humanos, y en
especial, de los derechos especiales que hacen al amparo del trabajador y su
dignidad. Es una exaltación de los valores humanos por encima de los que tienen
que ver con la economía laboral, y con la consideración del trabajo como una mera
mercancía. Desde este punto de observación, deberíamos apoyar fervorosamente
iniciativas que buscan consolidar y elevar sin retaceos la dignidad del ser humano a
través de la consolidación y respeto de sus legítimos derechos.

328
La Corte, en el caso "Castillo" estableció que era competencia de la justicia laboral,
desechando la competencia federal prevenida en la LRT(9) .

En el caso "Milone", la Corte volvió sobre la LRT y determinó que el pago en cuotas
o través de un sistema de renta era contrario a los principios de reparación que
impone el susbsistema legal impidiendo que el beneficiario pueda ordenar
razonablemente sus derechos en orden al agravio sufrido en detrimento de su
salud (10) . El tratamiento no es ecuánime respecto de otros casos en donde la
misma LRT prevé un pago único como indemnización reparatoria del infortunio.

La normativa cuestionada no sólo viola el principio de igualdad en igualdad de


circunstancias, generando un tratamiento desigual perjudicando a unos y
beneficiando a otros con un sistema indemnizatorio que carece de razonabilidad.
Además de ello, genera diferenciaciones arbitrarias y a la vez discriminatorias (11) .
El respeto por el principio de igualdad, de no discriminación, impuestos al legislador
deben ser contemplados con mayor rigor cuando de lo que se trata es de contemplar
la particular situación de indefensión en la que se encuentran determinados grupos,
como es el caso de un trabajador que sufre una discapacidad de carácter parcial o
total y permanente, que lo enfrenta con límites y restricciones para su actividad
futura, y para su reinserción en el mercado de trabajo.

En el caso "Soria" la Corte responsabilizó a la Aseguradora de Riesgos del Trabajo


en función del art. 1074 del Código Civil por los daños sufridos por el trabajador,
siguiendo el principio del derecho común de la reparación integral (12) .

En el caso "Busto" la Corte rechazó la condena solidaria en perjuicio de la


Aseguradora de Riesgos del Trabajo cuando no se diferenció la acción especial de
la LRT de la acción por la vía del derecho común, ya que una es propia y automática,
y la otra requiere de la demostración de la relación de causalidad y de uno o más
incumplimientos graves de parte de la aseguradora en el marco especial de su
función preventiva y anticipatoria como causa eficiente de la ocurrencia del evento
dañoso (13) .

En el caso "Llosco" la Corte Suprema admitió que un trabajador que había percibido
la indemnización especial de la LRT articulara luego una demanda por la vía del
derecho común a fin de perseguir la reparación integral (14) .

En el caso "Galván" la Corte Suprema nuevamente condena a la Aseguradora de


Riesgos del Trabajo por no haber cumplido con el control de las normas preventivas
de higiene y seguridad en el trabajo, incumplimiento que provocó el evento dañoso
con secuelas permanentes en perjuicio del trabajador asegurado (15) .

En el caso "Arostegui" la Corte Suprema admitió el reclamo por daños no sólo con
respecto a la renta en sí misma sino con la actualización de la renta futura (16) . En
el caso se aplicaron los casos "Aquino", "Milone" y otros, acumulándose los fallos
que siguen minando la LRT que ya sólo opera para el proceso de tratamiento y
rehabilitación, pero no para el régimen indemnizatorio, que se ha derivado a un
sistema virtual de "cúmulo" entre la ley misma y el reclamo de la reparación integral
por la vía del derecho común.

En el caso "Medina" se admitió que corresponde abonar las indemnizaciones a los


padres o a uno de los padres, según los casos, del trabajador fallecido soltero, que

329
no ha dejado herederos ni personas con derecho a percibir en función de que el
mismo asistía en forma directa o indirecta a los mismos (17) .

En el caso "Suárez" la Corte Suprema admitió que el trabajador damnificado con


una renta periódica, demandara de la empresa de seguros de retiro la
transformación de la misma en el pago de una suma única compuesta por el capital
que de otro modo se habría abonado en cuotas (18) .

La Corte Suprema mantiene la postura de condenar a la Aseguradora de Riesgos


del Trabajo toda vez que el incumplimiento de su obligación de controlar
preventivamente el empleo de las medidas recursos e implementos de higiene y
seguridad en el trabajo, que de ser empleados se habría evitado el evento
dañoso (19) .

VIII. LA REFORMA DE LA LEY 26.773 Y LA ADHESIÓN AL SISTEMA DE OPCIÓN EXCLUYENTE

La opción excluyente tácita o expresa por una de las dos vías, y el abandono del
sistema del cúmulo por el cual se acumulaban ambas indemnizaciones —la de la
LRT tarifada y la originada en el principio de la reparación integral del Código Civil—
es regresar al Plenario "Alegre con Manufactura Algodonera", y al modelo de la vieja
ley 9688 y de la ley 24.028, que no responde sin dudas a la jurisprudencia de la
Corte Suprema, en especial, en lo resuelto en el caso "Aquino".

Cristina Fernández de Kirchner, al presentar el anteproyecto de reforma parcial de


la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) informó de contenidos aún no revelados por el
texto remitido al Parlamento, al especificar que la indemnización tarifada podría ser
tan importante (se mencionaron $ 600.000 y $ 800.000 de monto mínimo por
fallecimiento) que sería más atractivo para el beneficiario cobrar sin gastos ni
honorarios tales sumas, antes que recurrir a la acción del derecho común, reclamo
que entraña la reparación integral surgida del sistema de reparación de daños del
Código Civil.

En consecuencia, por lo entraña el texto legal para la Primera Mandataria no


podemos opinar sobre el texto remitido, que nada dice de un monto mínimo como el
que ella refiriera en su discurso de elevación (20/9/2012).

Néstor Kirchner le pidió al Ministro Carlos A. Tomada que preparara un proyecto de


reforma de la Ley de Riesgos del Trabajo que cumpliera con los requerimientos de
la Corte Suprema.

Esto ocurrió hacia el año 2004 a poco de conocerse el fallo "Aquino" (CSJN Fallos:
327:3753), y de hecho, esta reforma parcial es la cuarta versión de una serie de
anteproyectos que tuvieron como mínimo otras tres versiones previas, alguna de las
cuales fue integral (20) .

330
Se optó por una reforma parcial, que básicamente se refiere a los cuestionamientos
judiciales, como el referido caso "Aquino", y principalmente los casos
"Castillo" (21) referido a la inconstitucionalidad de la competencia de la justicia
federal para entender en los casos de riesgos del trabajo (CSJN, Fallos: 327:3610)
y "Milone" respecto de la impugnación de las rentas concedidas en la LRT en forma
periódica, determinando que las mismas deben abonarse en un pago único, siendo
el damnificado o los causa habientes los habilitados a administrar los fondos
concedidos en función de la necesidad de repara los daños sufridos por la víctima
(CSJN, Fallos: 327:4607) (22) .

En el fallo "Aquino" entre otras cosas dispuso: "El propósito del legislador mediante
el art. 39, inc. 1º de la ley de riesgos del trabajo —al que se declara
inconstitucional— no fue otro que consagrar un marco reparatorio de alcances
menores que los del Código Civil, apartándose de la concepción reparadora integral,
pues dicha ley mediante la prestación del art. 15, inc. 2º, segundo párrafo, y la
consiguiente eximición de responsabilidad del empleador prevista en el citado
art. 39, sólo indemniza daños materiales y dentro de éstos, únicamente el lucro
cesante que, asimismo, evalúa menguadamente . La ley de riesgos del trabajo al
excluir mediante el art. 39, inc. 1º sin reemplazar con análogos alcances la tutela de
los arts. 1109 y 1113 del Código Civil, no se adecua a los lineamientos
constitucionales a pesar de haber proclamado que tiene entre sus objetivos reparar
los daños derivados de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales —
art. 1º, inc. 2º b—, negando a la hora de proteger la integridad psíquica, física y
moral del trabajador, la consideración plena de la persona humana y de los
imperativos de justicia de la reparación que no deben cubrirse sólo en apariencia. El
hecho de que los menoscabos a la integridad psíquica, física y moral del trabajador,
prohibidos por el principio alterum non laedere , deban ser indemnizados en los
términos del art. 39, inc. 1º de la ley de riesgos del trabajo, que excluye la vía
reparadora del Código Civil, vuelve a dicha norma contraria a la dignidad
humana, ya que ello entraña una suerte de pretensión de reificar a la persona por
vía de considerarla no más que un factor de la producción, un objeto del mercado
de trabajo. El art. 39 inc. 1º, en cuanto exime de la responsabilidad civil al empleador
frente al daño sufrido por el trabajador, no tiende a la realización del principio
constitucional de la justicia social sino que, marcha en sentido opuesto al agravar la
desigualdad de las partes que regularmente supone la relación de trabajo y, en
consecuencia, formula una preferencia legal inválida por contrariar dicho principio.
La norma impugnada en cuanto excluye la vía reparadora del Código Civil, comporta
un retroceso legislativo en el marco de protección que pone a ésta en grave conflicto
con el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que está
plenamente informado por el principio de progresividad, según el cual, todo Estado
Parte se compromete a adoptar medidas para lograr progresivamente la plena
eficacia de los derechos allí reconocidos, existiendo una fuerte presunción contraria
a que dichas medidas regresivas sean compatibles con el Tratado, cuya orientación
no es otra que la mejora continua de la condiciones de existencia".

Se abordan en la reforma propuesta los grandes temas con criterio razonable y


aceptable por los sectores contrapuestos.

La Corte Suprema resolvió condenar a la ART en forma solidaria con el empleador


asegurado, en distintos fallos posteriores al cuestionamiento de la constitucionalidad
del mentado art. 39 inc. 1º LRT(23) .

331
El anteproyecto parece querer ratificar el modelo básico existente, con las
correcciones que emergen de la jurisprudencia. Así lo dispone el art. 1º del
anteproyecto que dice: "Las disposiciones sobre reparación de los accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales constituyen un régimen normativo cuyos
objetivos son la cobertura de los daños derivados de los riesgos del trabajo con
criterios de suficiencia, accesibilidad y automaticidad de las prestaciones dinerarias
y en especie establecidas para resarcir tales contingencias. A los fines de la
presente, se entiende por régimen de reparación al conjunto integrado por esta ley,
por la ley de riesgos del trabajo 24.557 y sus modificatorias, por el decreto
1694/09, sus normas complementarias y reglamentarias, ypor las que en el futuro
las modifiquen o sustituyan". Con ello parece que se ha abandonado la teoría vertida
en los tres proyectos anteriores, en los cuales se propiciaba una reforma integral de
todo el sistema.

Al contrario, hoy tenemos una ratificación del modelo, que se ajusta con los serios
cuestionamientos de la jurisprudencia, en especial de la Corte Suprema, sin atender
a todos ellos, y buscando un atajo por un camino intermedio.

En función de ello, las reformas principales promovidas por el Poder Ejecutivo a


través del anteproyecto elaborado en el Ministerio de Trabajo, previa consulta a los
actores sociales, a los expertos y a los interesados, son las siguientes:

1. Se reformula la indemnización especial a través de un mecanismo de


actualización, que lleva el monto actual —criticado por insuficiente— a un valor que
lo prácticamente lo incrementa en un 300% de modo que lo hace atractivo. Si bien
no se conoce con precisión el monto al que se llegaría, el mismo se supone que será
más equitativo, al punto de ser una mejor opción cobrar el mismo por parte del
damnificado o sus causahabientes que desecharlo, y recurrir a la vía excluyente del
derecho común, ante un tribunal civil. Este incremento surge de los anuncios de lo
que resultará del RIPTE enunciado en el art. 8° del anteproyecto que literalmente
dispone: "Los importes por incapacidad laboral permanente previstos en las normas
que integran el régimen de reparación, se ajustarán de manera general
semestralmente según la variación del índiceRIPTE (Remuneraciones Imponibles
Promedio de los Trabajadores Estables), publicado por la Secretaría de
Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a cuyo
efecto dictará la resolución pertinente fijando los nuevos valores y su lapso de
vigencia".

2. Se adiciona por otros daños—incluyendo daño moral—un 20% al capital por


daño material excluido el accidente in itinere , con un piso mínimo de $ 70.000 para
el caso de incapacidad total o muerte. El art. 3° del anteproyecto establece: "Cuando
el daño se produzca en el lugar de trabajo o lo sufra el dependiente mientras se
encuentre a disposición del empleador, el damnificado (trabajador víctima o sus
derechohabientes) percibirá junto a las indemnizaciones dinerarias previstas en este
régimen, una indemnización adicional de pago único en compensación por cualquier
otro daño no reparado por las fórmulas allí previstas, equivalente al veinte por ciento
(20%) de esa suma. En caso de muerte o incapacidad total, esta indemnización
adicional nunca será inferior a pesos setenta mil ($ 70.000)".

Con lo expuesto se atiende la crítica contenida en el fallo "Aquino" según la cual la


LRT sólo repara el daño material, dejando de lado "otros daños", en especial, el

332
"daño moral", que ahora estaría expresamente incluido y liquidado por la ART en los
plazos perentorios establecidos por la reforma.

3. Se establece un plazo perentorio de quince (15) días para que se pague la


indemnización tarifada de la LRT, a fin de asegurar la intangibilidad del pago
prometido por el sistema legal. Con este mecanismo se completan los recaudos del
"principio de intangibilidad" consagrados en la legislación protectoria, según el cual
el legislador debe velar por el pago íntegro y oportuno de las prestaciones
consagradas por la legislación de orden público. Con ello se evita todo diferimiento,
y sin gastos causídicos, se pone a disposición del damnificado o sus causahabientes
la suma que provenga de la incapacidad de terminada por las comisiones médicas
y la fórmula vigente con el nuevo sistema de actualización.

Se parte de la premisa de que será lo suficientemente importante como para que los
beneficiarios opten por este pago, y renuncien tácitamente a la indemnización
emergente del Código Civil.

4. Se puntualiza en el art. 2° lo siguiente: "La reparación dineraria se destinará a


cubrir la disminución parcial o total producida en la aptitud del trabajador damnificado
para realizar actividades productivas o económicamente valorables, así como su
necesidad de asistencia continúa en caso de gran invalidez, o el impacto generado
en el entorno familiar a causa de su fallecimiento. Las prestaciones médico
asistenciales, farmacéuticas y de rehabilitación deberán otorgarse en función de la
índole de la lesión o la incapacidad determinada. Dichas prestaciones no podrán ser
sustituidas en dinero, con excepción de la obligación del traslado del paciente. El
derecho a la reparación dineraria se computará, más allá del momento en que se
determine su procedencia y alcance, desde que acaeció el evento dañoso o se
determinó la relación causal adecuada de la enfermedad profesional. El principio
general indemnizatorio es de pago único, sujeto a los ajustes previstos en este
régimen".

En alguna medida la norma precitada procura avanzar sobre el lucro cesante, el


daño emergente, y hasta sobre el daño moral, admitiendo otras formas de reparar
integralmente los menoscabos y los detrimentos de la aptitud o estados
permanentes de invalidez parcial o total, o en su caso, la muerte, que se extienden
a aspectos ligados a pérdida de la chance, daño potencial o daño ponderado, o los
efectos e impacto sobre la familia en caso de fallecimiento. Se establece con
claridad que las prestaciones llamadas "en especie" no pueden ser suplidas por una
suma de dinero y se deben efectivizar sin retaceos, (salvo el caso del traslado del
paciente). También se establece que los cálculos indemnizatorios pertinentes se
realizarán con prescindencia de la procedencia o no de las sumas liquidadas. El
art. 2º in fine del proyecto, siguiendo el caso "Milone" de la CSJN ratifica que las
indemnizaciones, como principio general, serán de pago único.

4. Se establece la opción excluyente entre la percepción por la vía de la Ley Especial


y el pago sin otro elemento que el proceso administrativo de determinación de la
incapacidad y del monto indemnizatorio, y la alternativa opcional de la vía por el
derecho común, a cuyos efectos será competente la justicia civil. No lo será la
justicia laboral como lo ha resuelto en forma unánime la jurisprudencia, ni la federal
que fue invalidado por el caso "Castillo" de la CSJN, como lo disponía el régimen
original. Se deja de lado en forma expresa la opción acumulativa o cúmulo
actualmente unánime en la jurisprudencia. Al respecto, el art. 4° dispone: "Los

333
obligados por la ley 24.557 y sus modificatorias al pago de la reparación dineraria
deberán, dentro de los 15 (quince) días de notificados de la muerte del trabajador, o
de la homologación o determinación de la incapacidad laboral de la víctima de un
accidente de trabajo o enfermedad profesional, notificar fehacientemente a los
damnificados o a sus derechohabientes los importes que les corresponde percibir
por aplicación de este régimen, precisando cada concepto en forma separada e
indicando que se encuentran a su disposición para el cobro. Los damnificados
podrán optar de modo excluyente entre las indemnizaciones previstas en este
régimen de reparación o las que les pudieran corresponder con fundamento en otros
sistemas de responsabilidad. Los distintos sistemas de responsabilidad no serán
acumulables. El principio de cobro de sumas de dinero o la iniciación de una acción
judicial en uno u otro sistema implicará que se ha ejercido la opción con plenos
efectos sobre el evento dañoso. Las acciones judiciales con fundamento en otros
sistemas de responsabilidad sólo podrán iniciarse una vez recibida la notificación
fehaciente prevista en este artículo. La prescripción se computará a partir del día
siguiente a la fecha de recepción de esa notificación. En los supuestos de acciones
judiciales iniciadas por la vía del derecho civil se aplicará la legislación de fondo, de
forma y los principios correspondientes al derecho civil".

La fecha de pago perentoria coloca en mora automática a la ART, y por otra parte,
es el hito que marca la prescripción de la acción de dos años que se contará a partir
del día siguiente a la fecha de pago indicada en el art. 4º del anteproyecto, párr. 1º,
prevenida como plazo para articular los reclamos por accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales.

Como se advierte del texto, existe un momento en donde se configura la deuda por
vía del cierre de la operatoria de la ART donde se determina el grado de incapacidad
de la víctima por intermedio de las Comisiones Médicas, y a propósito de ellas, se
calcula la fórmula con los guarismos que según los anuncios serán vigorosamente
actualizados a valores que resulten equitativos y satisfactorios para la reparación
del daño sufrido por la víctima, a favor de ella o de sus causahabientes.

5. La ART debe concurrir con el eventual reclamo civil hasta la concurrencia de la


fórmula que determina la indemnización especial de la LRT, más las costas en
proporción a la parte asumida conforme a la indemnización tarifada resultante. Si la
condena fuere por una suma menor a la liquidada, el saldo se depositará en el Fondo
de Garantía.

6. Se establece un régimen de responsabilidad civil ad referendum de lo que al


respecto se establezca desde la Superintendecia de Seguros de la Nación. Al
respecto el art. 7° del anteproyecto literalmente dispone: "El empleador podrá
contratar un seguro aplicable a otros sistemas de responsabilidad que puedan ser
invocados por los trabajadores damnificados por daños derivados de los riesgos del
trabajo, en las condiciones que fije la reglamentación que dicte la Superintendencia
de Seguros de la Nación".

7. Se crea el RIPTE, mecanismo de actualización semestral de las indemnizaciones


previstas en la LRT en base al promedio de ajuste de las remuneraciones, que se
calculará desde la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo de la
Nación, seguramente desde los salarios registrados con aportes con los que cuenta
dicha secretaría.

334
8. La opción tácita por el sistema de la LRT o por la indemnización especial no se
da por la percepción de otras prestaciones periódicas, como las que reemplazan el
salario mensual en la ILT o la complementaria por Gran Invalidez o las prestaciones
médicas asistenciales de farmacia internación cirugía y rehabilitación no son
eficacias para tal fin. Así lo dispone el art. 5° que dice: "La percepción de las
prestaciones en dinero, sea imputable a la sustitución de salarios en etapa de
curación (ILT) o sea complementaria por gran invalidez, así como la recepción de
las prestaciones en especie, no implicarán en ningún caso el ejercicio de la opción
excluyente prevista en el artículo precedente".

Resulta claro que en un proceso como el que se ha experimentado de la LRT,


actualmente herido de muerte por la jurisprudencia de la Corte Suprema y de la
Justicia Laboral de todo el país, los cambios son sólo el comienzo de otro nuevo
camino a recorrer a la luz de la opinión de la doctrina primero, y a la receptividad y
cuestionamiento de la jurisprudencia después. En rigor, el tema crítico de la reforma
es el abandono de la figura del "cúmulo", abordando el nuevo esquema de las
"opciones excluyentes", tanto expresa como tácita, como lo eran de hecho las viejas
leyes 9688 y 24.028, antecesoras de la 23.557 que originó el actual sistema de
Riesgos del Trabajo.

Cuando se produce una reforma siempre se dan cinco etapas:

A. La génesis originada en la sociedad y sus necesidades y requerimientos;


B. La interpretación que hace de esas necesidades el legislador a través de una
norma legal;
C. Una vez dictada la ley debemos asumir el modelo que resulta de un texto
abstracto al aplicarlo en forma concreta al mundo real;
D. La génesis y la ley, sufren una especial metamorfosis cuando la misma se aplica
y cuando es sometida a la consideración de la justicia laboral, que en forma
irremediable e impiadosa mantiene una línea que propicia el cúmulo; y
E. Néstor Kirchner tenía razón, para que una reforma resulte aplicable en forma más
o menos pacífica y eficiente, hay que seguir los lineamientos de los fallos de la
Corte Suprema, y la adaptación que se ha realizado dentro de la creación de un
nuevo modelo, que ya no es la Ley de Riesgos del Trabajo, sino una combinación
escalonada entre la fórmula legal, sea cual fuere su monto, y la máxima aspiración
originada en la indemnización basada en el principio de "la reparación integral".

La reforma propuesta es una síntesis de "lo mejor dentro de lo posible", y por ende,
deberá pasar por la primera prueba y éste por el debate y los cambios que se
intercalen en el Parlamento.

El anteproyecto plantea una nueva formulación del "cúmulo", que en lugar de


presentar dos momentos, se conjuga al momento de dictarse la sentencia en sede
civil. El pago previo de la indemnización tarifada, no daba chance a que no se
produzca de hecho una hipótesis de "enriquecimiento sin causa" cuando por lo
menos en parte, se compensara dos veces el mismo daño.

En la fórmula se contempla una doble participación de la ART y del empleador o del


seguro que cubre la responsabilidad civil, recién cuando se dicta el fallo por la vía
del derecho común.

335
En efecto el art. 6° establece literalmente: "Cuando por sentencia judicial,
conciliación o transacción se determine la reparación con fundamento en otros
sistemas de responsabilidad, la ART deberá depositar en el respectivo expediente
judicial o administrativo el importe que hubiera correspondido según este régimen,
con más los intereses correspondientes, todo lo cual se deducirá, hasta su
concurrencia, del capital condenado o transado". "Asimismo, la Aseguradora de
Riesgos del Trabajo interviniente deberá contribuir en el pago de las costas, en
proporción a la parte del monto indemnizatorio que le hubiera correspondido
respecto del total del monto declarado en la condena o pactado en la transacción".
"Si la sentencia judicial resultare por un importe inferior al que hubiera correspondido
abonar por aplicación de este régimen de reparación, el excedente deberá
depositarse a la orden del Fondo de Garantía de la ley 24.557 y sus modificatorias".

En efecto, si analizamos la jurisprudencia, en su versión actual, admite el cobro de


la suma liquidada por la ART y la fórmula de la ley especial, y luego, la acción por la
vía del derecho común.

Al finalizar el caso, la suma percibida en sede administrativa o en forma directa de


la ART se deduce de la condena civil.

Si así no fuera, en forma parcial se estaría generando un caso de enriquecimiento


sin causa, al cobrar una suma dos veces por la misma causa generadora.

En la propuesta de reforma, la ART concurre con el capital liquidado al momento de


la sentencia y con su participación proporcional de los honorarios.

En el momento de calcular los honorarios al capital de condena habrá que restarle


el monto de la indemnización calculada por la ART. En efecto, en el art. 17 inc. 3º
se establece literalmente: "En las acciones judiciales previstas en el art. 4° último
párrafo de la presente ley, resultará de aplicación lo dispuesto por el art. 277 de
la ley 20.744. Asimismo, se deberá considerar como monto del proceso a todos los
efectos de regulaciones de honorarios e imposición de costas, la diferencia entre el
capital de condena y aquel que hubiera percibido el trabajador —tanto en dinero
como en especie — como consecuencia del régimen de reparación contenido en
esta ley". La realidad informa al legislador, el legislador lo vuelca en una ley, la ley
se aplica a la realidad interpretada por el legislador, la doctrina critica la norma y su
aplicación práctica en función del modelo resultante, y la jurisprudencia interpreta, a
la luz de la Constitución Nacional, los tratados internacionales y las normas de orden
público la viabilidad del sistema.

La reforma que importa en mi opinión un avance loable en procura de ordenar el


actual caos que existe con una norma cuestionada, en un marco de incertidumbre e
imprevisibilidad. El trabajador podrá cobrar la suma depositada en forma tarifada sin
ninguna carga, tasa u honorario. El empleador podrá mejorar la previsibilidad, y
sobre todo, podrá contar con un sistema de cobertura integral. Seguramente habrá
que afrontar un mayor costo del sistema, pero se ganará —reiteramos— en certeza
y previsibilidad.

La verdad se sabrá finalmente, cuando este nuevo modelo resultante pase por el
tamiz de los casos concretos que se ventilen ante la justicia, afrontando el embate
de los detractores.

336
En rigor, es un deber esencial del legislador aportar seguridad jurídica y reglas
claras, y para ello, el eje de la protección debe centrarse en la aplicación plena de
los recursos a favor del damnificado que ha sido víctima de un accidente o
enfermedad profesionales, a fin de reparar las secuelas invalidantes, o para amparar
a los causahabientes, si la víctima muere como consecuencia del evento dañoso.

También habrá que contemplar, y las bases están enunciadas, la suficiente


protección al empleador para que contribuya a la prevención, y para que al pagar
las contribuciones y las primas, se encuentre protegido sin retaceos.

VIII. PRESCRIPCIÓN

El reclamo originado en el Código Civil, como cualquier otro que se formule dentro
del marco de la LRT tiene una prescripción de dos años conforme lo enuncia el
art. 44. La norma dice:

Artículo 44.— Prescripción


1) Las acciones derivadas de esta ley prescriben a los dos años a contar de la
fecha en que la prestación debió ser abonada o prestada y, en todo caso, a
los dos años desde el cese de la relación laboral.
2) Prescriben a los diez años a contar desde la fecha en que debió efectuarse
el pago, las acciones de los entes gestores y de los de la regulación y
supervisión de esta ley, para reclamar el pago de sus acreencias.

Es evidente que la norma plantea distintos tipos de reclamos. Uno podría ser el del
trabajador damnificado al que se le negó injustificadamente una o más prestaciones.
En tales casos, el plazo de dos años se puede contar, o desde que la prestación
(dineraria o en especie), se adeude, o desde que culminó la relación laboral.

La segunda parte del art. 44 se refiere a los reclamos que pudieren formular los
entes gestores como son las ART, o los de regulación y supervisión como es la SRT.
En estos casos, se aplica la prescripción decenal, lo cual evidencia un trato
inequitativo, y por demás extenso, cuando la tendencia universal reduce a cinco
años como máximo el plazo para interponer las acciones pertinentes por los
reclamos dinerarios.

Laley 26.773estableció que la prescripción de dos años corre a partir del día
siguiente a la notificación recibida por los beneficiarios, emanada de la ART que da
por concluido el procedimiento de determinación de los montos indemnizatorios
dinerarios tarifados, y los pone a disposición para su cobro (ver art. 5º de la reforma).

337
XXI.8. LA SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO Y LAS ASEGURADORAS DE
RIESGOS DEL TRABAJO
SUMARIO:I.LA SRT. CREACIÓN. INTEGRACIÓN. 1. Creación de la SRT. 2.
Funciones de la Dirección Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo.
3. El superintendente de la SRT. 4. La remuneración del
superintendente y de los funcionarios superiores. 5. La remuneración
del personal subordinado. 6. La estructura de la SRT. — II.FUNCIONES DE
LA SRT. 1. Control de cumplimiento de las normas de higiene y
seguridad laborales. 2. Dictar normas reglamentarias en materia de
higiene y seguridad. 3. Control y fiscalización de las ART. 4. Aplicar
sanciones conforme a la LRT. 5. Requerir información con el auxilio de
la fuerza pública y con órdenes de allanamiento. 6. Dictar su
reglamento interno. 7. Administrar su patrimonio. 8. Administrar el
Fondo de Garantía y el Fondo de Reserva. 9. Determinar su estructura
y los recursos humanos de la SRT. 10. Administrar el Registro Nacional
de Incapacidades Laborales. 11. Controlar y fiscalizar las empresas
autoaseguradas. 12. Evaluación de las categorías de riesgo de las
actividades. 13. Registro de altas y de bajas de los empleadores
afiliados. 14. Los empleadores rebeldes a la afiliación al sistema. 15.
Las cuotas omitidas por los empleadores elusores. 16. La aplicación
de la Ley Penal Tributaria. 17. Participación en los casos de
insuficiencia patrimonial. 18. La declaración de insalubridad de
lugares y ambientes de trabajo. 19. Se crea el Registro de Prestadores
Médico Asistenciales conforme lo dispone el Decreto 1694/2009 en su
art. 7º.— III.FINANCIAMIENTO. 1. El financiamiento del primer ejercicio de
la SRT. 2. El financiamiento de la SRT.— IV.LASART. 1. Creación y
funcionamiento. 2. Deberes, derechos y prohibiciones de las ART.—
V.LAS COMPAÑÍAS DE SEGUROS CON LA RAMA ACCIDENTESDE TRABAJO. — VI.
RESPONSABILIDAD POR OMISIONES.— VII. INSUFICIENCIA PATRIMONIAL.— VIII.
LAS SANCIONES POR INCUMPLIMIENTO.— IX. LA PRESCRIPCIÓN DE LAS
COTIZACIONES.

I. LA SRT. CREACIÓN. INTEGRACIÓN

Ya hemos citado en el cap. XXI.2 la existencia de un sistema que básicamente está


constituido por las ART como administradoras del sistema, y por un ente de
contralor, con innumerables funciones que es la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo (SRT). Este ente tiene una función análoga a la Superintendencia de
Seguros de la Nación con respecto a la actividad aseguradora, y la Superintendencia
de Administradoras de Jubilaciones y Pensiones con respecto a los entes que
administran el sistema previsional privado.

338
En alguna medida, todo el esquema planteado por el nuevo régimen, indica que la
SRT y las ART son fundamentales para el control de la prevención y monopolizarán
las prestaciones, absorbiendo la conflictividad. En la primera observación surge con
claridad la intención del legislador, de no dejar posibilidad alguna para que ningún
conflicto pueda resolverse fuera del ámbito de los organismos creados al efecto, ni
siquiera en los casos en los cuales damnificados o aportantes estuviesen
disconformes con el tratamiento brindado, o discreparan con las determinaciones.

Es más, tanto los poderes de la SRT sobre las ART y las empresas autoaseguradas,
como el alineamiento de los trabajadores afiliados y/o damnificados a estrictos
procedimientos a fin de encausar las prestaciones (dinerarias y en especie),
convierten al régimen en un sistema hermético que no admite que nada se resuelva
al margen de los entes, ni fuera del control de éstos. Es posible que un sistema
hermético como éste, ofrezca áreas conflictivas que no puedan resolverse por los
procedimientos reglados, y en tal caso, vuelva a intervenir la justicia como un modo
de preservar el "derecho de defensa en juicio". Sin embargo, el legislador ha resuelto
inteligentemente ese riesgo, al derivar los conflictos por las incapacidades a la órbita
federal (primera instancia Justicia Federal en cada jurisdicción, Cámara Federal en
lo Previsional para las apelaciones) y los reclamos fundados en el Código
Civilrestringido (art. 1072, Cód. Civil, ver art. 39, LRT) son también derivados a la
justicia civil. Sin perjuicio de los fallos de la Corte Suprema que han alterado el
régimen legal vigente, resulta claro que el sistema original guardaba cierta
coherencia. Sólo queda fuera de control el tema de la adhesión de las provincias o
lo resuelto a nivel nacional, ya que en la mayoría de ellas sigue siendo competente
la justicia laboral, y por ende sigue manteniéndose una alta conflictividad judicial con
costos impredecibles. En alguna medida, la modernidad, el progreso, las reglas de
juego que atraen inversiones, pasan por aquellas jurisdicciones que garantizan
ciertos límites y pautas. Las provincias que no se adhieran al sistema propuesto por
la LRT estarán en desventaja respecto a las que lo acepten, dado el impacto que se
producirá en los costos y en las perspectivas que plantea el sistema.

La armónica relación entre la SRT, las ART y las empresas aseguradas sigue
necesitando ajuste en el plano de la prevención. En efecto, la responsabilidad en
materia de contralor, vigilancia e inspección sobre higiene, medicina y seguridad
preventiva en el trabajo, que originariamente estaba en cabeza del Ministerio de
Trabajo nacional y las carteras provinciales, en un marco relativamente caótico de
índole jurisdiccional como legislativo, pasó a la SRT y a las ART. Si bien este
aspecto ha mejorado durante los últimos dos años, con ajustes que contribuyen a
reforzar el statu quo existente, lo cierto es que la ART no tiene un poder legítimo
para exigirle a sus asegurados que cumplan con las normas de higiene y seguridad
en el trabajo. En rigor, son varios los puntos de conflicto que crecen día a día. Uno
es el de la prevención, el otro es el de las tarifas que cobran las ART a sus
asegurados. Lo cierto es que un sistema basado en la necesidad de exigir el
cumplimiento de normas que, anticipándose a los hechos dañosos, aislen los
riesgos e impidan dichos hechos, tiene que contar con un sistema de control y de
inspectoría sólido y eficaz, que con plazos de adecuación y verificaciones
periódicas, transforme el costo de la reparación en un costo similar para evitar los
accidentes y enfermedades. Este es un tema que no ha sido hasta ahora resuelto
de modo eficaz. Para nosotros la solución está ligada con un regreso del ejercicio
del poder de policía al Ministerio de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos
Humanos, y a las secretarías y ministerios laborales de las provincias, cuyas
atribuciones deben ubicarse por encima de la SRT y de las ART y sus aseguradas,

339
como de las empresas autoaseguradas. Todo ello, sin perjuicio de las atribuciones
existentes, habría que eliminar las líneas de control y fiscalización que importan el
control del control. En efecto, si se analiza el cuadro existente, el titular del deber de
prevención es el empleador, ya que dichas medidas se deben aplicar
fundamentalmente en el lugar de trabajo. Los reclamos dieron lugar a que el decreto
1694 dedicara el Capítulo IV con una serie de medidas relativas a la gestión y
cobertura de las prestaciones del Sistema de Riesgos del Trabajo.

A su vez, en el art. 12 se dispone: Encomiéndase a la Superintendencia de Seguros


de la Nación (SSN) y a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) el dictado
de las disposiciones necesarias, en el ámbito de sus respectivas competencias, con
el objeto de reducir los costos del sistema de la Ley sobre Riesgos del Trabajo
24.557 y sus modificaciones, sin por ello afectar la calidad del servicio brindado a
los trabajadores.

Asimismo, los citados entes deberán adoptar los recaudos necesarios para que las
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART), en el diseño de su régimen de
alícuotas, ajusten su configuración a los indicadores contenidos en el art. 24 de la ley
24.557 y sus modificaciones, promoviendo condiciones favorables para su acceso
por parte de las pequeñas empresas y evitando cualquier tratamiento diferenciado
en su perjuicio.

La ART debe controlar a los empleadores, y a la vez la SRT recibe las denuncias y
debe controlar que las ART exijan el cumplimiento de los Planes de Acción comunes
y especiales. El Ministerio de Trabajo no debe verificar si la SRT controla que las
ART, a su vez, vigilen a las empresas aseguradas. Creemos que la solución está
ligada a dos cambios fundamentales. El primero es que las ART no tiene, y no
deberán tener, más atribuciones en materia de prevención. Se limitarán a verificar
las condiciones de higiene y seguridad, verificación de la que serán responsables, y
a suscribir los Planes de Acción comunes y especiales (estos últimos para las
empresas críticas o las empresas testigo). A su vez, la SRT controlará a las
empresas aseguradas y autoaseguradas y las sancionará, todo ello bajo la
supervisión de la autoridad de aplicación nacional o provincial. Las empresas
aseguradas o autoaseguradas que no cumplan y las ART que no verifiquen
correctamente las condiciones de higiene y seguridad y no suscriban los Planes de
Acción adecuados, serán sancionados con multas crecientes conforme a la
importancia de las faltas y a la reincidencia en las mismas. Las multas engrosarán
los recursos del Fondo Fiduciario para Fines Determinados.

Analicemos el marco de control y de subordinación que impone la LRT a partir de la


SRT. Veamos, por lo pronto, lo que dispone la LRT en lo que hace a la creación y a
las autoridades de la SRT.

Artículo 35.— Creación


Créase la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) como entidad
autárquica en jurisdicción del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la
Nación. La SRT absorberá las funciones y atribuciones que actualmente
desempeña la Dirección Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo.
Artículo 38.— Autoridades y régimen del personal
1) Un superintendente, designado por el Poder Ejecutivo nacional previo
proceso de selección, será la máxima autoridad de la SRT .

340
2) La remuneración del superintendente y de los funcionarios superiores del
organismo serán fijadas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de
la Nación.
3) Las relaciones del personal con la SRT se regirán por la legislación laboral.

En orden a lo previsto en el art. 35 de la LRT y en referencia a las autoridades y


régimen de personal, del art. 38 de la LRT, cabe sintetizar los puntos relevantes.

1. Creación de la SRT

En primer lugar se crea la SRT como una entidad autárquica, lo que implica
independencia funcional, y como veremos luego, independencia económica y
presupuestaria.

El superintendente, máxima autoridad del sistema reportará al Ministerio de Trabajo,


Empleo y Formación de Recursos Humanos, autoridad de donde parte además la
designación que aprobará el Poder Ejecutivo.

En otros términos, a pesar de la independencia, el reporte del superintendente al


ministro de Trabajo es directo. A pesar de la independencia económica y financiera,
los controles funcionales y de auditoría los ejercerá el Estado a través de sus
órganos competentes, por tratarse de un ente autárquico dentro de su órbita.
Finalmente existe un vínculo en orden a la competencia del Ministerio de Trabajo
por la desaparición de la dirección que tenía a su cargo higiene y seguridad
laborales.

2. Funciones de la Dirección Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo

La absorción de la Dirección que tenía a su cargo higiene, seguridad y medicina


laborales, implica la externalización fuera de los límites de la estructura ministerial
de una de las funciones y tareas más importantes en materia de prevención y de
custodia de la salud de los trabajadores.

La desaparición en el Ministerio y la absorción por parte de la SRT tiene su


fundamento en la superposición que aquella Dirección tendría con la mayoría de las
funciones preventivas del órgano de contralor. Es más, la SRT cuenta con una serie
de resortes que pueden impulsar la conciencia preventiva, y favorecerán sin duda

341
acciones en procura de reducir la siniestralidad. Cuenta con ello con armas que la
Dirección no tenía, además de las singulares limitaciones que ésta como otras
direcciones del Ministerio de Trabajo padecen por falta de recursos, problemas de
organización, esquemas y cultura desarticulados, burocracia excesiva, y muchos
otros problemas formales y materiales.

No hay duda de que puede surgir la tentación de caer en otra burocracia dentro de
la SRT, ya que al absorber ésta las funciones de la Dirección, es posible que se
importen de aquélla funcionarios, inspectores y colaboradores. Indudablemente la
experiencia y formación de algunos de los integrantes de la Dirección son
importantes a los fines de trasmitir conocimientos y observar proyectos en trámite
de ejecución, pero no es menos cierto que los cambios culturales a menudo exigen
nuevos elementos, y en particular, nuevos mandos para incentivar la renovación.

En cualquier caso, las áreas de la Dirección Nacional de Salud y Seguridad en el


Trabajo, el cuerpo de inspectores, la oficina de sumarios e infracciones, etcétera,
desaparecerán por una parte, aun cuando necesariamente continuarán operando,
con lo cual es posible que del Ministerio a la SRT, en principio, se opere un simple
trasplante.

A pesar de que la LRT ha mejorado considerablemente su operatividad, y las


distintas reformas han incorporado mecanismos para fortalecer la prevención, como
por ejemplo el Programa Trabajo Seguro para Todos (res. SRT 700/2000), lo cierto
es que el modelo de prevención tiene una falla, y es que el control del cumplimiento
de las medidas de higiene, seguridad y medicina laborales está a cargo de la ART,
control que cada ART debe ejercer sobre sus propios clientes, que además deben
liquidar las tarifas generadas por las alícuotas a través de las contribuciones. Es
indudable que con la sola relación prestador-cliente que tienen las ART-empresas
aseguradas, el sistema por definición nunca podrá ser lo suficientemente confiable
ni riguroso, porque, a su vez, la empresa asegurada tiene la libertad de cambiarse
de ART cuando lo desee, y una de las razones lógicas puede ser que le exijan
cambios preventivos con sus costos consiguientes.

Para mejorar esto, las ART deben registrar las verificaciones y el control debe estar
a cargo de la SRT, controlada, a su vez, por las carteras nacionales y provinciales,
no sólo en lo que realizan sino en las medidas verificadas, tanto en la faz preventiva,
como cuando ocurren accidentes o enfermedades con cierta frecuencia o
intensidad, y se investigan las causas y las medidas convenientes para prevenir los
eventos dañosos en el futuro.

3. El superintendente de la SRT

El superintendente será elegido sin ningún procedimiento previsto por el Poder


Ejecutivo, salvo que se enuncia que debería haber un proceso de selección. En los
Estados modernos se prioriza la profesionalidad en los entes técnicos como es el

342
caso de la SRT. Es por ello que sería deseable que se realizara un concurso de
antecedentes y oposición a fin de seleccionar la terna en base a la cual se puede
designar al superintendente.

Es un cargo unipersonal, y tiene las máximas atribuciones dentro del sistema


funcional de la repartición autárquica.

4. La remuneración del superintendente y de los funcionarios superiores

La remuneración del superintendente y de los funcionarios superiores del organismo


las determina el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación, aun cuando
no se ha fijado ningún criterio. Se abandona la iniciativa prevista en la ley 24.241 en
la cual la retribución del superintendente de Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones se fija en orden a los salarios chequeados del personal
superior de las AFJP.

Por lo enunciado en la norma, resulta claro que estos funcionarios superiores


parecen estar dentro de la órbita del Estado, y por ende se deben regir por el régimen
de los funcionarios públicos. En cambio, el art. 38 (LRT) aclara que el personal en
general, se regirá por la legislación laboral, obviamente la aplicable al sector privado.

5. La remuneración del personal subordinado

Los salarios del personal subalterno serán fijados conforme a las pautas que rigen
las relaciones individuales o colectivas de trabajo de la legislación laboral aplicable
a la actividad privada. Por tanto, es posible que se fijen los mismos por convenio
colectivo, o que se dispongan unilateralmente, dado que se trata de una actividad
que no puede encuadrarse prima facie en ninguna actividad conocida.

6. La estructura de la SRT

La SRT comenzó con la resolución 180/96 generando su primera estructura


orgánica, la que sufrió no menos de media docena de correcciones y ajustes. En la
actualidad, se encuentra en proceso de implementación la resolución SRT
318/2001, que aprueba la nueva estructura orgánica y funcional, y la resolución SRT
375/2001, que aprueba el nuevo régimen de autorización y aprobación de
adquisiciones de bienes y servicios (ver organigrama en p. 126). En el nuevo

343
esquema, el Superintendente cuenta con un gerente general para operar la línea, y
con un solo gerente de Planeamiento y Control que dirige las áreas operativas y
funcionales. Dos áreas quedan reportando directamente al gerente general, que son
Asuntos Legales y Coordinación de Estudios y Desarrollo Técnico, la primera de
apoyo y la segunda ajena al área operativa. En rigor, un organigrama curioso, cuya
lógica es muy difícil de descubrir para que la estructura por sí resulte eficiente, con
cargos con una enorme carga y otros muy ligeros. Por ejemplo, el gerente de
Planeamiento y Control parece ser la figura clave, porque de él dependen el corazón
de la Superintendencia, y el de Asuntos Legales, que debe interactuar con él —no
opera en forma directa— sino a través de la Gerencia General. En síntesis, no
parece que la nueva estructura orgánica y funcional sea la más eficiente, a pesar de
que la SRT tiene hoy un funcionamiento razonable dentro de lo que son los
organismos de control de origen estatal.

En el mismo plano, habría que destacar que, de un modo u otro, va a requerirse en


el futuro inmediato una mejor estructura funcional en materia de control, ya que por
el actual esquema la SRT ha caído en una suerte de confusión sobre qué debe
controlar en materia de prevención (higiene, seguridad y medicina del trabajo) y
cuáles son las atribuciones concretas de las ART en esta materia, y cómo se
armonizan con las atribuciones de las provincias y de la Nación, para que alguien,
sea eficazmente el responsable de este tema clave del nuevo sistema de riesgos
del trabajo. Con el modelo real que rige en la actualidad, el sistema preventivo ofrece
muchas fisuras si partimos de la premisa de que debe haber un responsable primario
—que es el empleador—, uno que lo controla y corrige —que es la ART (verifica,
propone cambios y suscribe el Plan de Acción)—, otro que controla a las ART y
recibe las denuncias por incumplimiento y a la vez releva las empresas críticas y las
testigo (controla incumplimientos, a través de las ART) y realiza el seguimiento, y
por último el Estado provincial y nacional, que ejerce ciertos controles o tiene a su
cargo, conforme a cada jurisdicción, los controles de inspección y cumplimiento de
las normas de prevención. Este es un tema clave para que el sistema reemplace la
carga en materia de reparaciones por un carga que pondere como elemento clave
la prevención anticipatoria.

II. FUNCIONES DE LA SRT

Como órgano máximo de contralor sobre el sistema, la SRT no sólo controlará las
ART, sino también a las empresas afiliadas al sistema y a las autoaseguradas, y a
los trabajadores afiliados al sistema y de ellos, a los que resulten damnificados.

En síntesis, al tener funciones múltiples y complejas, corre el peligro de


transformarse en una burocracia similar a la que, de hecho sabemos, ocurre en otros
organismos análogos que, por tener tantas facultades terminan siendo meras
oficinas con muy pocas atribuciones reales, y con manejos políticos más que
344
técnicos. Con el objeto de revisar las múltiples funciones a las que hicimos
referencia, veamos lo que dispone el art. 36 de la LRT.

Artículo 36.— Funciones


1) La SRT tendrá las funciones que esta ley le asigna y, en especial, las
siguientes:
a) Controlar el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad en el
trabajo pudiendo dictar las disposiciones complementarias que resulten
de delegaciones de esta ley o de los decretos reglamentarios;
b) Supervisar y fiscalizar el funcionamiento de las ART;
c) Imponer las sanciones previstas en esta ley;
d) Requerir la información necesaria para el cumplimiento de sus
competencias, pudiendo peticionar órdenes de allanamiento y el auxilio de
la fuerza pública;
e) Dictar su reglamento interno, administrar su patrimonio, gestionar el
Fondo de Garantía, determinar su estructura organizativa y su régimen
interno de gestión de recursos humanos;
f) Mantener el Registro Nacional de Incapacidades Laborales en el cual se
registrarán los datos identificatorios del damnificado y su empresa, época
del infortunio, prestaciones abonadas, incapacidades reclamadas, y
además, deberá elaborar los índices de siniestralidad;
g) Se crea el Registro de Prestadores Médico Asistenciales, conforme
lo dispuso el decreto 1694/2009 en su artículo 7º— Créase, en el
ámbito y bajo la administración de la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo (S.R.T.), el Registro de Prestadores Médico Asistenciales de la
Ley de Riesgos del Trabajo, en el que deberán inscribirse los prestadores
y profesionales médico asistenciales, incluyendo a las obras sociales a
que hace referencia el art. 26, inc. 7º, de la ley 24.557 y sus
modificaciones.
La Superintendencia de Riesgos del Trabajo (S.R.T.) establecerá la
información que deberá incluirse en el mencionado registro y relevará la
estructura y la complejidad de los establecimientos de los prestadores y
profesionales médico asistenciales que brinden servicios para una
Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) o un empleador
autoasegurado, con el fin de establecer si se encuentran en condiciones
de otorgar las prestaciones previstas en la ley 24.557 y sus
modificaciones, con los estándares mínimos de calidad y especialidad
requeridos en la materia, como condición de permanencia.
Los distintos actores del Sistema de Riesgos del Trabajo, por sí o por
quienes legalmente los representan, tendrán acceso a la nómina de
prestadores y profesionales inscriptos en el registro.
La inscripción en el registro no releva a los prestadores profesionales y obras
sociales de contar con las matrículas y habilitaciones que se requieran por
parte de la autoridad sanitaria y municipal que corresponda.
h) Supervisar y fiscalizar a las empresas autoaseguradas y el cumplimiento
de las normas de higiene y seguridad del trabajo en ellas.

345
2) La Superintendencia de Seguros de la Nación tendrá las funciones que le
confieren esta ley, la ley 20.091, y sus reglamentos.

En función de lo que dispone la norma transcripta, analizaremos las funciones


principales.

1. Control de cumplimiento de las normas de higiene y seguridad laborales

Los controles van desde la verificación de los ambientes laborales a fin de constatar
riesgos del trabajo, ambientes insalubres, condiciones de riesgo posible o inminente,
etcétera, pasando por la toma de muestras, estudios de laboratorio, determinaciones
basadas en dictámenes médicos de rigor científico (art. 200, LCT), para llegar
finalmente al marco represivo consistente en la intimación para el cumplimiento o
adecuación, y detección de infracciones.

Al respecto, la reglamentación ha previsto innumerables intervenciones de la SRT;


desde la diagramación de formularios (art. 5º, dec. 170/1996) cosa que parece un
tanto insólito plantear desde un decreto reglamentario, hasta actividades
fundamentales como entender en el sumario o la investigación de denuncias por
incumplimientos a fin de aplicar las sanciones previstas en la LRT.

La SRT deberá dictar normas especiales para cada sector en el que puedan
encuadrarse las empresas afiliadas a fin de exigir requisitos especiales en el Plan
de Mejoramiento (art. 6º, dec. 170/1996). La evolución de los planes de
mejoramiento pactados, los casos en los que el mismo sea simbólico y no se cumpla,
la realización de los trabajos y las obras que fueren necesarias para cumplir con las
distintas etapas para mejorar la calificación, la conducta elusiva o evasiva que se
observe respecto de los deberes y objetivos propuestos, el cambio de ART con el
fin de eludir los mayores gastos del Plan de Mejoramiento, etcétera, son todos
aspectos que pueden y deben ser controlados —en parte por las ART, y en gran
media por la SRT—.

2. Dictar normas reglamentarias en materia de higiene y seguridad

Subordinadas a la legislación de fondo, la SRT hereda de la Dirección de Salud y


Seguridad en el Trabajo, atribuciones en materia reglamentaria que pueden dictarse
en forma directa a través de resoluciones o disposiciones, o por medio de decretos
en la medida que se eleve la iniciativa al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
346
de la Nación. Por lo expuesto, la SRT debe subordinarse a lo que dispone, en
materia preventiva la ley 19.587, el decreto 351/1979, las normas complementarias
que se han dictado en la materia, y las disposiciones en materia de prevención
contenidas en la LRT.

En este marco se dictó el decreto 911/1996 que estableció medidas especiales de


prevención en materia de higiene y seguridad en la industria de la construcción,
norma que con el tiempo requiere de su actualización, en especial por razones de
la modificación y modernización de las tecnologías. Al efecto, el decreto 144/2001
(B.O., 13/2/2001) facultó a la SRT para que dicte las normas complementarias y de
actualización de los anexos del decreto 911/1996 en orden a las innovaciones
tecnológicas que se produzcan en la industria de la construcción.

3. Control y fiscalización de las ART

La preservación del sistema depende de la conducta que asuman las ART en la


responsabilidad social y tuitiva que se les asigna al confiárseles funciones
preventivas, y cuando el evento dañoso se ha consumado, funciones curativas o
reparativas. La mercantilización de la medicina; la conservación de la salud y de la
protección del ser humano en un problema económico-financiero, es uno de los
riesgos que asolarán el nuevo modelo legal. La SRT debe verificar que tales fines
sociales se cumplan en un plano macro, y luego, tendrá la obligación de verificar y
controlar el cumplimiento de los extremos técnico-legales impuestos por la LRT.

La reglamentación destaca la alternativa de que los controles se efectúen a través


de la denuncia de una empresa asegurada (art. 29, dec. 170/1996). En efecto, si
una empresa observara que la ART no cumple con las normas de la LRT, la intimará
por 30 (treinta) días para que cumpla con su obligación. Cumplido el plazo sin
respuesta o sin haber cumplido al requerimiento, la empresa afiliada podrá dar
intervención a la SRT. En rigor, esta norma puede tener distintas alternativas
conforme a la importancia o gravedad del incumplimiento, y en su caso, la empresa
afiliada puede dar intervención a la SRT en el momento que le resulte pertinente.

4. Aplicar sanciones conforme a la LRT

Como complemento de las facultades de controlar y fiscalizar, está el de detectar


infracciones y aplicar sanciones a quienes las cometan. Para ello la SRT podrá
efectuar el correspondiente sumario, investigar de oficio o a pedido de parte las
347
denuncias, y aplicar las sanciones de multa autorizadas por la LRT. Un ejemplo de
ese poder sancionatorio lo tenemos en el art. 5º (LRT) que habilita a la SRT para
aplicar recargos por incumplimiento de las normas de higiene y seguridad cuando
por el mismo se han producido accidentes del trabajo o enfermedades profesionales.
Otro tanto ocurre con las sanciones impuestas por el art. 32, apart. 1º, con multas
que oscilan entre 20 y 2000 AMPOS cuando las ART, los empleadores
autoasegurados, o los empleadores asegurados incurran en algún incumplimiento a
las obli gaciones impuestas por la LRT (el valor de un AMPO osciló entre $ 63 y $
76).

5. Requerir información con el auxilio de la fuerza pública y con órdenes de


allanamiento

La información es uno de los elementos fundamentales para la SRT ya que de ese


modo puede controlar tanto a las ART, como a las empresas autoaseguradas o a
los empleadores asegurados, y a los que son renuentes o elusores del sistema, o
sea las empresas no afiliadas. Es por ello que el legislador no sólo le confiere a la
SRT facultades para requerir información, sino que le da facultades especiales para
solicitar de la justicia, el auxilio de la fuerza pública o gestionar órdenes de
allanamiento a los fines de verificar como de secuestrar la documentación necesaria.

6. Dictar su reglamento interno

Siguiendo el clásico espíritu burocrático de las organizaciones estatales, la LRT le


asigna facultades especiales a la SRT para dictar su reglamento interno. La mayoría
de las organizaciones eficientes prescinden de los reglamentos, y conforman su
organigrama con criterio funcional, dando prioridad a los mecanismos que faciliten
el cumplimiento de los objetivos de la organización, dando un adecuado régimen de
prestaciones de servicios, como debería procurarlo la SRT. Otro tanto ocurre con la
determinación de la estructura organizativa y el régimen interno de gestión de los
recursos humanos.

7. Administrar su patrimonio

Es obvio que una organización como la SRT debe tener atribuciones para controlar
sus recursos, los que se obtendrán por vía de una contribución adicional o que forme

348
parte de las contribuciones patronales a cargo de las empresas afiliadas al sistema.
Estos recursos son independientes de los fondos especiales creados por la LRT
para cubrir las empresas en estado de insuficiencia patrimonial o las ART en
liquidación.

8. Administrar el Fondo de Garantía y el Fondo de Reserva

Como se recordará, la LRT creó dos fondos especiales. Uno es el Fondo de Garantía
(art. 33, LRT) con el cual se atenderán las prestaciones (dinerarias o en especie) de
los empleadores declarados en estado de insuficiencia patrimonial judicialmente
declarada.

En cuanto al Fondo de Reserva, éste es el que se hará cargo de las prestaciones


(dinerarias y en especie) de las ART que ingresen a estado de liquidación, y se
integrará con un pago periódico (aporte) a cargo de las ART conforme a pautas y
formas determinadas que el Poder Ejecutivo fijará anualmente.

En ambos casos, la reglamentación pone énfasis en los controles previos al


otorgamiento de la autorización para utilizar los fondos, que deben hacerse cuando
se den las condiciones para pagar (art. 19, dec. 334/1996)

9. Determinar su estructura y los recursos humanos de la SRT

Es obvio que la SRT necesitará de una estructura funcional y de recursos humanos


idóneos para cumplir con su función, de modo que aunque superfluo es típico de las
organizaciones ligadas a la administración pública, enunciar que el ente tiene esta
facultad. En cualquier caso, la SRT debe contar con recursos genuinos para ordenar
su estructura, excepción hecha del primer ejercicio donde una partida
presupuestaria los auxiliará. En rigor, la SRT no debe guiarse por la partida
suministrada en primera instancia por el Poder Ejecutivo, sino por la proyección de
los recursos posibles.

10. Administrar el Registro Nacional de Incapacidades Laborales

349
El control y manejo de las estadísticas en materia de siniestralidad histórica es un
elemento fundamental para determinar las alícuotas en base a las cuales se fijará la
contribución a cargo de las empresas afiliadas. Es por ello, que la SRT tendrá a su
cargo el Registro Nacional de Incapacidades, que identificará a los damnificados y
las empresas a las que pertenecieron, la fecha del infortunio, las prestaciones que
se liquidaron, las incapacidades reclamadas y las verificadas, con lo cual se podrán
elaborar los índices de siniestralidad. A tal efecto, no sólo las empresas afiliadas
están obligadas a brindar la información, sino también las autoaseguradas, en cuyo
caso, la misma se cursará directamente a la SRT (art. 32, dec. 170/1996).

Si el registro se ordena por varias entradas, se podrá contar con la historia de cada
trabajador que haya sufrido un infortunio, se podrán compatibilizar prestaciones, y
también establecer mecanismos de seguimiento a las empresas que registren alta
siniestralidad, intensidad y frecuencia en determinado sector, establecimiento o
explotación, etcétera, lo que permitirá mejorar el proceso de prevención, y orientará
los planes de me joramiento.

11. Controlar y fiscalizar las empresas autoaseguradas

Las empresas autoaseguradas no contarán con la relación inmediata que tendrán


las afiliadas con las ART, y a través de ellas con la SRT. La LRT ha creado un
mecanismo de supervisión directa de la SRT sobre las empresas que de una forma
u otra estarán fuera del sistema. Debemos recordar que las empresas
autoaseguradas, deberán reunir ciertos requisitos en cuanto a la solvencia
económico-financiera y a la garantía de las prestaciones a su cargo para poder estar
al margen del sistema (ver arts. 3º y concs., LRT). Todos estos recaudos que serán
fiscalizados en la periodicidad que establezca la reglamentación (uno o dos años),
los controlará la SRT.

Además, la absorción de las facultades de control y seguimiento de las medidas de


higiene y seguridad preventivas, confiere a la SRT suficientes atribuciones como
para controlar las medidas preventivas en cada establecimiento de las empresas
autoaseguradas.

La reglamentación estableció el modo de garantizar la solvencia y las prestaciones,


y con ello, todo lo atinente a los aspectos que deben estar sujetos a control (art. 2º,
inc. d], dec. 585/1996).

En efecto, mensualmente el fiduciario informará a la SRT la valoración y


composición de los bienes recibidos en fideicomiso, como también deberá denunciar
la cancelación o finalización del mismo.

350
El reintegro del fideicomiso, si el autoasegurado resolviera afiliarse a una ART, será
supervisado por la SRT junto a la SSN, reintegro que se producirá a razón del 15%
por año.

La SRT también controlará el cobro por parte de los beneficiarios de fondos con
cargo al fideicomiso, cuando conforme a la LRT tal pago fuere procedente.

En forma conjunta con la SSN, la SRT controlará en forma constante el cumplimiento


de los requisitos para que una empresa se autoasegure, y a la vez, controlará que
dichos requisitos o condiciones se mantengan a través del tiempo.

La SRT podrá disponer la revocación de la autorización para autoasegurarse a una


empresa que no reúna las condiciones para ello, o cuando la siniestralidad supere
ciertos parámetros.

12. Evaluación de las categorías de riesgo de las actividades

La SRT será la encargada de determinar la categoría de riesgo de las distintas


actividades, y a la vez determinará los planes alternativos y los elementos a
desarrollar de cada uno. Es importante tener presente que la SRT tiene una función
importante de contralor en todo lo referido a la localización de los asegurados en las
categorías previstas en la normativa en materia de higiene y seguridad en el trabajo
(art. 3º, apart. b., dec. 170/1996).

13. Registro de altas y de bajas de los empleadores afiliados

La SRT, a fin de llevar cierto control sobre las empresas que se encuentran dentro
del sistema, y a fin de localizar las que pueden haber quedado fuera del mismo,
deben contar con un registro especial de altas y de bajas. En el mismo registro se
anotarán las empresas calificadas con insuficiencia patrimonial declarada en juicio
como aquellas que fueran excluidas del sistema, tanto por incumplimientos graves
como por acto expreso (art. 1º, dec. 334/1996).

Este registro tiene muchas utilidades, pero una de ellas es la registración de las
bajas por falta de pago de empleadores afiliados, y la posibilidad de que las ART,
en base al registro administrado por la SRT pueda rechazar la afiliación de un

351
empleador moroso mientras éste no regularice la deuda que mantenga con una ART
hasta por el año inmediato anterior.

14. Los empleadores rebeldes a la afiliación al sistema

Yahemos destacado que los empleadores deben estar afectados a una de dos
alternativas. O son empresas autoaseguradas o son afiliadas. Los renuentes o
rebeldes están eludiendo o evadiendo el sistema y por ende son responsables de
sanciones ordinarias y penales. Al respecto los trabajadores o sus representantes
gremiales pueden denunciar el incumplimiento del deber de afiliación ante la SRT, y
ella a su vez, canalizará las acciones sumariales, penales y de apremio que sean
pertinentes. Sobre el tema se han establecido facultades especiales en la
ley 23.449.

Con idéntica intención el legislador faculta a la SRT para que abone prestaciones
incumplidas por un empleador elusor desde el Fondo de Garantía, a cuyos fines es
esencial que los dependientes afectados hubieren formulado las denuncias en los
términos y con los alcances de la Ley de Empleo, y que los eventos dañosos por los
que se efectúan los reclamos fueren posteriores a la denuncia efectuada por los
trabajadores ante la SRT.

15. Las cuotas omitidas por los empleadores elusores

Cuando el empleador haya incurrido en la omisión al deber de pagar las cuotas a la


ART a la que se afilió, tanto en cuanto al monto como desde la fecha que las
obligaciones son debidas, la SRT podrá estimar el valor de las cuotas omitidas
tomando para ello la máxima cotización posible para su categoría de riesgo (art. 17,
dec. 334/1996).

16. La aplicación de la Ley Penal Tributaria

352
La SRT tiene una importante función en orden a la aplicación de la ley 23.771,
conocida como Ley Penal Tributaria y Previsional. En efecto, cuanto el empleador
afiliado incurriere en mora, y no diera respuesta a la intimación que se le curse a fin
de regularizar su situación en el término de 15 (quince) días, la ART o la SRT según
los casos, podrá formalizar la denuncia ante el juez competente, y en esa hipótesis
articularse todos los resortes de la norma citada (art. 17, dec. 334/1996).

17. Participación en los casos de insuficiencia patrimonial

La SRT deberá actuar como parte interesada, en el proceso judicial en el que se


persiga la declaración de insuficiencia patrimonial del empleador, a fin de habilitar
los pagos a través del Fondo de Garantía. En tales casos, la SRT podrá aportar
pruebas conducentes para el esclarecimiento del caso, y dentro del procedimiento
previsto para las acciones meramente declarativas.

18. La declaración de insalubridad de lugares y ambientes de trabajo

Por medio de la resolución del MTySS 695/1999 se le había encargado a la SRT la


evaluación de lugares y ambientes de trabajo a los fines de la declaración de
insalubridad. Esta atribución fue consecuencia de que la SRT absorbió las funciones
de la Dirección Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo del Ministerio de
Trabajo de la Nación, dentro de cuyas atribuciones estaba la de declarar las
insalubridades de los lugares o ambientes de trabajo. Si bien no parece una tarea
específica de la SRT, lo cierto es que están enclavadas dentro del ámbito más
amplio, cual es el de la prevención de eventos dañosos que no sólo incluyen los
accidentes sino también las enfermedades profesionales. Es, por ende, coherente
que la SRT reciba la función precitada y que la ejerza. Por medio de la resolución
MT 434/2002 dicha atribución fue transferida a la autoridad de aplicación de cada
provincia, y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en su caso, sólo se requerirá
la intervención de la SRT a pedido de alguna de las autoridades referidas y a mero
título de apoyo o colaboración técnica.

La derivación de atribuciones a la autoridad local no sólo genera una visión


heterogénea del problema de la insalubridad, sino que se constituye en un
mecanismo que puede generar, por el solo hecho del trato dispar, en un mecanismo
arbitrario que produzca injusticias. En rigor, una decisión como la comentada va en
contra de lo normado en la LCT, art. 200, que fijó un criterio uniforme para la
determinación de las insalubridades, comoultima ratio—con base en dictámenes

353
basados en informes médicos de rigor científico—, a cargo de una autoridad
nacional unificadora de criterios que se apliquen con equidad en cada cas o.

En un sentido contrario, el Estado nacional fue buscando delegar en las provincias


las facultades que originariamente estaban en manos del Ministerio de Trabajo de
la Nación. De hecho, la ley 25.250, que creó el Sistema Integrado de Inspección del
Trabajo y de la Seguridad Social, está en línea con la ley 25.212 que creó el Consejo
Federal del Trabajo y el Régimen de Sanciones por Infracciones Laborales. Así se
integran, supuestamente en un sistema armónico, las jurisdicciones provinciales, la
nacional, el ANSeS, y las SAFJP, SRT y la AFIP.

Con el nuevo procedimiento, la autoridad provincial es la que tiene a su cargo


dictaminar la insalubridad, conforme al domicilio del lugar de trabajo bajo análisis; la
SRT sólo opina como asesor, salvo el dictamen que pueda emitir si el ANSeS
formula objeción sobre la insalubridad declarada, que en definitiva será resuelta por
el Consejo Federal del Trabajo. La SRT, el ANSeS y el Consejo Federal del Trabajo
a través de la Comisión Técnica de Policía del Trabajo deben elaborar los
estándares y parámetros que regulen el procedimiento y los requisitos para cumplir
con las actuaciones.

Este nuevo esquema fue criticado por calificados autores por la ausencia de criterios
unívocos, la utilización de estos procesos para generar situaciones injustas o
arbitrarias, y por no respetarse los mecanismos del debido proceso que aseguren
resoluciones ecuánimes, la confusión entre la autoridad que resulte competente
para declarar la insalubridad y el ejercicio del poder de policía laboral, además de
objeciones de naturaleza constitucional (1) . En una postura más enfática, la
resolución 434/2002 es nula por delegar atribuciones que son propias del Ministerio
de Trabajo de la Nación, tanto en el plano del derecho del trabajo como en el de la
seguridad social.

19. Se crea el Registro de Prestadores Médico Asistenciales conforme lo


dispone el decreto 1694/2009 en su art. 7º

Créase, en el ámbito y bajo la administración de la Superintendencia de Riesgos del


Trabajo (S.R.T.), el Registro de Prestadores Médico Asistenciales de la Ley de
Riesgos del Trabajo, en el que deberán inscribirse los prestadores y profesionales
médico asistenciales, incluyendo a las obras sociales a que hace referencia el
art. 26, inc. 7º, de la ley 24.557 y sus modificaciones.

La Superintendencia de Riesgos del Trabajo (S.R.T.) establecerá la información que


deberá incluirse en el mencionado registro y relevará la estructura y la complejidad
de los establecimientos de los prestadores y profesionales médico asistenciales que
brinden servicios para una Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) o un
empleador autoasegurado, con el fin de establecer si se encuentran en condiciones
de otorgar las prestaciones previstas en la ley 24.557 y sus modificaciones, con los
estándares mínimos de calidad y especialidad requeridos en la materia, como
condición de permanencia.

354
Los distintos actores del Sistema de Riesgos del Trabajo, por sí o por quienes
legalmente los representan, tendrán acceso a la nómina de prestadores y
profesionales inscriptos en el registro. La inscripción en el registro no releva a los
prestadores profesionales y obras sociales de contar con las matrículas y
habilitaciones que se requieran por parte de la autoridad sanitaria y municipal que
corresponda.

III. FINANCIAMIENTO

El financiamiento de la SRT tiene dos momentos. Uno es el primer ejercicio, en el


cual no habrá recursos disponibles, de modo que el Estado, a través de la Ley de
Presupuesto Nacional tendrá que disponer una partida. Luego, la SRT se deberá
autofinanciar.

Sobre el particular, habrá que tener en cuenta lo dispuesto en el art. 37 de la LRT.


Artículo 37.— Financiamiento
1) Los gastos de funcionamiento de los entes de supervisión se
atenderán(2) con la tasa prevista en la ley 20.091 (art. 81), aplicada sobre
las cuotas mensuales que el empleador paga a las ART.
2) Facúltase al Poder Ejecutivo nacional a reasignar las partidas
presupuestarias correspondientes con el fin de proveer a la SRT del
equipamiento y presupuesto necesario para el presente ejercicio.

En el cuadro que sigue sintetizamos el marco económico que controla la SRT, con
recursos propios para atender gastos de funcionamiento, y recursos afectados a
fines especiales, en los fondos creados por la LRT:

1. El financiamiento del primer ejercicio de la SRT

La LRT dice que el Poder Ejecutivo proveerá recursos a través de partidas


presupuestarias reasignadas para atender el presente ejercicio. Se supone que la
norma se refiere al primer año de vida de la SRT , que puede comprender una parte
de 1995 y todo el año 1996. Debemos recordar que la LRT entraba en vigencia el 9
de abril de 1996, de modo que comenzará a generar recursos genuinos hacia mayo
o junio de 1996. Si el Estado no provee recursos hasta aquella fecha el sistema
estaría acéfalo y tal hipótesis es imposible. Luego, el cronograma se modificó, y por
ende, el 1º de junio de 1996 se lanzó la campaña de afiliación, que hasta no
conocerse las tarifas oficiales (a través de las alícuotas aprobadas) no se aceleró.

355
Esto ocurrió hacia fines de junio. Luego, el 1º de julio se lanza el período de vigencia
plena, y la primer contribución vence con lo devengado en junio, o sea en los
primeros días de julio. Con esta contribución la SRT podría comenzar a recibir el
financiamiento genuino que enuncia la LRT.

2. El financiamiento de la SRT

En el texto original la SRT se financiaba con el 6o/oo calculado sobre las cuotas
mensuales que el empleador pagaba a las ART, conforme lo establecía el art. 81 de
la ley 20.091. Con la reforma introducida por la ley 24.938 (art. 74, B.O.,
31/12/1997), el nuevo art. 37 directamente puntualiza que dicho porcentual será de
los aportes de las ART y de los empleadores autoasegurados. Al respecto las
resoluciones SRT 39/98 y SSN 25.806/98 disponen que las ART remitirán a la SRT
el 3% calculado sobre el monto recaudado de los empleados asociados. Este aporte
rige, en definitiva, desde el 1º de julio de 1998.

En cuanto a las autoaseguradas, el aporte será con destino al financiamiento de los


gastos de la SRT y al Fondo de Garantía de la LRT y consistente en el 2% de los
porcentajes establecidos como contribución por cada actividad al sistema,
multiplicado por doce (sobre el promedio de las remuneraciones sujetas a
cotización) y en forma anual (arts. 9º y 3º, dec. 658/96).

IV. LAS ART

Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) son el eje central del sistema, y
operarán como un ente equivalente a una empresa de seguros. Concentrarán una
enorme lista de facultades y atribuciones especiales, e interferirán sin reservas en
la vida interna de cada establecimiento, atento al papel vital que, en materia
preventiva se asigna a estas organizaciones, con el fin de reducir los riesgos
laborales incentivando las medidas de anticipación en higiene y seguridad del
trabajo.

1. Creación y funcionamiento

356
Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) serán entes concentradores de la
mayoría de las facultades y atribuciones que conduzcan y operen el sistema.

Es y resulta claro que muchas de las funciones son centrales y estratégicas, de


modo que la reglamentación y la SRT deben procurar que las mismas se ejerzan
con razonabilidad y prudencia, a fin de que se cumpla con el fin esencial de la LRT
que es el de brindar cobertura adecuada a quienes sufran infortunios del trabajo y
adoptar todas las medidas que sean necesarias para evitarlos.

Veamos lo que dispone la norma central sobre la creación y funciones de las ART,
sin perjuicio de otras atribuciones dispersas en la LRT a las que también no
referiremos luego.

Analizaremos el art. 26 (LRT) en función de los objetivos planteados por la norma.

a. Creación de las ART: las ART son entes de derecho privado cuya normativa se
regirá por la LRT y por las normas que rigen los entes de seguros. A tal fin no sólo
controlará los requisitos formales y materiales de creación la SRT, sino que también
actuará la Superintendencia de Seguros de la Nación.

Artículo 26.— Aseguradoras de Riesgos del Trabajo


1) Con la salvedad de los supuestos del régimen del autoseguro, la gestión de
las prestaciones y demás acciones previstas en la LRT estará a cargo de
entidades de derecho privado, previamente autorizadas por la SRT, y por la
Superintendencia de Seguros de la Nación, denominadas "Aseguradoras de
Riesgos del Trabajo" (ART), que reúnan los requisitos de solvencia
financiera, capacidad de gestión, y demás recaudos previstos en esta ley, en
la ley 20.091 y en sus reglamentos.

Es discutible el alcance de la ley 20.091 sobre aseguradores y su control, de modo


que parece lógico circunscribir los controles a los elementos mencionados en el
art. 26, es decir solvencia financiera, capacidad de gestión, y las condiciones de
viabilidad de los aseguradores.

b. Revocación de la autorización para funcionar:tanto la SRT como la


Superintendencia de Seguros de la Nación podrán revocar la autorización para
funcionar de cualquier ART en los casos en que no cumplan con los requisitos de
solvencia, transparencia y orden administrativo, reservas y control de gestión,
etcétera.

Al respecto, el art. 26, apart. 2º (LRT) puntualiza:

2) La autorización conferida a una ART será revocada:


a) Por las causas y procedimientos previstos en esta ley, en la ley 20.091, y
en sus respectivos reglamentos;
b) Por omisión de otorgamiento íntegro y oportuno de las prestaciones en
esta LRT;

357
c) Cuando se verifiquen deficiencias graves en el cumplimiento de su objeto,
que no sean subsanadas en los plazos que establezca la reglamentación.

Además de las causales tradicionales que originan la revocación de la autorización


para funcionar, la norma destaca dos especiales. Una está referida a la omisión por
parte de la ART del cumplimiento de las prestaciones en forma íntegra y oportuna,
lo que evidencia falta de recursos suficientes para afrontar las prestaciones a su
cargo.

La otra causal es la existencia de deficiencias graves en el cumplimiento del objeto


como, por ejemplo, la falta de estructura asistencial propia o contratada para cubrir
las prestaciones en especie, o la falta de recursos suficientes para atender las
prestaciones dinerarias.

c. El objeto único de las ART: las ART tienen como objeto único el otorgamiento de
las prestaciones previstas en la LRT. La reglamentación especificará los detalles y
alcances, sin perjuicio de ello, resulta claro que la ART no puede adicionar al objeto,
ni siquiera por afinidad, ninguna prestación que resultare ajena a la norma de fondo
o a lo que la reglamentación declare compatibles.

Entre las pautas compatibles con el objeto central de las ART está la de disponer de
coberturas opcionales para prestaciones o reclamos previstos por otras leyes de
accidentes, o la de amparar a las empresas por las prestaciones dinerarias de las
enfermedades y accidentes inculpables.

En definitiva, el art. 26, apart. 3º (LRT) dispone:

3) Las ART tendrán como único objeto el otorgamiento de las prestaciones que
establece esta ley, en el ámbito que —de conformidad con la
reglamentación— ellas mismas determinen.

d. Otras coberturas voluntarias a cargo de las ART: por extensión de lo expresado


precedentemente, cabe puntualizar que las ART pueden tener coberturas conexas
con el objeto central. El art. 26, apart. 4º (LRT) dispone:

4) Las ART podrán, además, contratar con sus afiliados:


a) El otorgamiento de las prestaciones dinerarias previstas en la legislación
laboral para los casos de accidentes y enfermedades inculpables; y,
b) La cobertura de las exigencias financieras derivadas de los juicios por
accidentes y enfermedades de trabajo con fundamento en leyes
anteriores.
Para estas dos operatorias la ART fijará libremente la prima, y llevará una
gestión económica y financiera separada de la que corresponda al
funcionamiento de la LRT.
Ambas operatorias estarán sometidas a la normativa general en materia de
seguros.

Adviértase que la norma se refiere no sólo a las prestaciones dinerarias previstas


para accidentes y enfermedades inculpables (las prestaciones asistenciales las
brindan las obras sociales) sino que admite coberturas para reclamos judiciales con

358
fundamento en leyes pretéritas (leyes 9688 o 24.028). Estas dos operatorias
funcionarán en forma independiente del resto de las prestaciones de la ART.

Es posible que dentro del marco de la norma bajo análisis, se pueda incluir en el
futuro los reclamos originados en el Código Civil, cualquiera fuere el marco
referencial del mismo.

e. Capital mínimo de las ART: la exigencia de capital mínimo es un requisito


procedente de la absoluta necesidad de que las ART sean sólidas, sanas en materia
económica y financiera, y cuenten con la infraestructura suficiente como para poder
operar. La exigencia impone a la nueva ART la suscripción y la integración del capital
de $ 3.000.000 sin retaceos, aun cuando incurre en una contradicción al exceptuar
del cumplimiento de este requisito a la empresa de seguros con rama habilitada de
accidentes y enfermedades profesionales.

Sobre el particular, el art. 26, apart. 5º (LRT) dispone:

5) El capital mínimo necesario para la constitución de una ART será de tres


millones de pesos ($ 3.000.000) que deberá integrarse al momento de la
constitución. El Poder Ejecutivo nacional podrá modificar el capital mínimo
exigido, y establecer un mecanismo de movilidad del capital en función de
los riesgos asumidos.

La reglamentación ha ratificado estos principios, previniendo que podrá modificarse


el capital mínimo elevándolo en función de los riesgos asumidos por cada ART. Para
ello, la SRT será la encargada de fijar normas uniformes para todas las ART con el
criterio precitado, normas que establecerán las pautas de variación del capital
mínimo, y la forma de suscribirlo e integrarlo (art. 13, dec. 334/1996).

La norma aclara que dicho capital podrá regularse en función de los riesgos
asumidos por la ART. Lo que resulta lógico es que dicha movilidad no puede nunca
perforar el capital mínimo que junto con las reservas son dos parámetros
fundamentales con los que cuenta la SRT para controlar la solvencia e integridad de
la ART. A la vez, el compromiso que pueda existir sobre ambas habilitaría a la SRT
para adoptar primero medidas preventivas, y luego, para llegado el caso, intervenir
la ART o en su defecto, afrontar su liquidación. En tales situaciones, se utilizaría el
Fondo de Reserva.

f. Bienes destinados a respaldar las reservas: las reservas son los recursos que la
reglamentación mandará colocar como respaldo en relación con las contribuciones
recaudadas, los siniestros atendidos y las prestaciones en ejecución. Dichas
reservas y los bienes que la integran no pueden ser comprometidos para otros
destinos que no sean los especificados en la LRT. La inobservancia de este requisito
puede dar lugar a medidas preventivas de la SRT.

Los bienes que respalden las reservas han sido declarados inembargables frente a
cualquier crédito que resulte ajeno a la aplicación de la LRT (art. 14, dec. 334/1996).

Cuando la integración del capital lo fuere con bienes inmuebles o bienes muebles
registrables, la SRT dispondrá en forma compulsiva la inscripción de los mismos
como afectados al cumplimiento de las normas imperativas emanadas de la LRT.

359
Con dicha inscripción los bienes serán inembargables con las limitaciones ya
apuntadas.

El art. 26, apart. 6º (LRT) dispone:

6) Los bienes destinados a respaldar las reservas de la ART no podrán ser


afectados a obligaciones distintas a las derivadas de esta ley, ni aun en caso
de liquidación de la entidad.
En este último caso, los bienes serán transferidos al Fondo de Reserva de
la LRT.

Cuando se produce la liquidación de la ART por haber caído ésta en estado de


insolvencia, o en cualquiera de las hipótesis en las que se le cancela la autorización
para funcionar, los bienes de las reservas se transfieren al Fondo de Reserva que,
justamente, se ha creado (art. 34, LRT) con el fin de afrontar las prestaciones
dinerarias y en especie de las ART en liquidación.

g. Infraestructura para proveer las prestaciones:la ART deberá contar con suficiente
infraestructura como para poder brindar todas las prestaciones. Ello no sólo implica
contar con servicios asistenciales propios o contratados, en todos los rubros y
especialidades que indique la reglamentación, sino que, también, contar con la
estructura administrativa, para atender a los afiliados y a los beneficiarios. La
recaudación, el contacto con la comunidad, el seguimiento de los controles de
gestión y la auditoría, la existencia de oficinas de atención al público debidamente
distribuidas en el territorio de influencia, la disponibilidad de sistemas de emergencia
o la contratación de un servicio compatible, son algunos de los extremos requeridos
por la LRT.

Al respecto, el art. 26, apart. 7º (LRT) dispone:

7) Las ART deberán disponer, con carácter de servicio propio o contratado, de


la infraestructura necesaria para proveer adecuadamente las prestaciones
en especie previstas en esta ley. La contratación de estas prestaciones
podrá realizarse con las obras sociales.

La norma no sólo impone la exigencia de la infraestructura, sino que la ART debe


acreditarla, previamente a la obtención de la autorización, dentro de los mínimos
indispensables para estructurar los servicios. Es posible que esta infraestructura sea
revisable en función del incremento de los casos a atender, y de la población
alcanzada por cada ART en función de las empresas que registre afiliadas.

Las prestaciones podrán ser contratadas por las ART a las obras sociales, de modo
que varios sindicatos han resuelto constituir su propia ART ya que cuentan con la
infraestructura asistencial y con la nueva fuente de recaudación pueden amortizar
la crítica situación financiera de los entes de la salud. El único problema que
enfrentarán las ART sindicales está ligado a la plena libertad que habrá para
contratar la aseguradora que a cada empresa le parezca la mejor oferente, y la
realidad indica que las obras sociales sindicales tienen una cobertura magra y a
menudo deficiente en materia de patologías inculpables y maternidad, lo que hace
presumir que los eventos dañosos no encontrarán las prestaciones más adecuadas,
salvo que se realicen importantes cambios en el marco prestacional.

360
Distinta es la situación de las obras sociales de personal de dirección, que pueden
ser contratadas por una ART, y que salvo excepciones, brindan un tipo de prestación
eficaz y de calidad satisfactoria. Es posible que alguna de las obras sociales más
importantes sea socia de una ART con el fin de hacer llegar su cobertura
prestacional contratando a una o más aseguradoras.

2. Deberes, derechos y prohibiciones de las ART

Ya hemos anotado que la SRT, con sus facultades en materia de higiene y seguridad
en el trabajo, y con su aptitud respecto de los controles de supervisión y fiscalización
del sistema, utiliza como instrumento para completar aquellas atribuciones a las
ART; éstas serán como brazos del sistema dentro de cada empresa afiliada, y sobre
cada trabajador que, cuando se convierte en damnificado pasará a recibir las
prestaciones del sistema.

a. Denuncias de incumplimientos: las ART no tienen facultades represivas ni


sancionatorias, que obviamente se le adjudicaron al órgano máximo del sistema que
es la SRT.

Sin embargo, y como una extensión de los controles que debe efectuar la SRT, las
ART deben denunciar las irregularidades en lo que hace a los planes de higiene y
seguridad y al Plan de Mejoramiento.

Debemos recordar que la LRT parte de la premisa de que en el Plan de


Mejoramiento las empresas ajustarán sus establecimientos a la normativa vigente
(ley 19.587 y dec. 351/1979 y normas complementarias) sin perjuicio de las medidas
correctivas que permitan reducir la siniestralidad y moderar los efectos dañosos de
los agentes agresivos presentes en el ambiente laboral.

Hay pues dos momentos. Uno, durante la ejecución del plan (que puede extenderse
por un máximo de veinticuatro (24) meses) período en el cual las empresas no
pueden ser objeto de sanciones (salvo que al finalizar cada etapa, la misma no se
hubiese cumplido en término sin justificación). El segundo comienza cuando
concluyó el Plan de Mejoramiento (suscripto contractualmente entre la ART y cada
afiliado) y se pasa a la faz prevencional propiamente dicha, donde se ajustarán los
comportamientos y las pautas de acción a lo que resulte necesario para bajar la
siniestralidad e impedir la ocurrencia de ev entos dañosos.

Al respecto, el art. 31, inc. a) (LRT) dispone:

Artículo 31.— Derechos, deberes y prohibiciones


Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo:

361
a) Denunciarán ante la SRT los incumplimientos de sus afiliados de las normas
de higiene y seguridad en el trabajo, incluido el Plan de Mejoramiento.

Como consecuencia de las denuncias la SRT debe iniciar un sumario de las


respectivas inspecciones a fin de verificar las infracciones y en su caso, practicar la
intimación para que la empresa afiliada, en un plazo perentorio, rectifique la
conducta o realice los ajustes o las obras que permitan corregir los desvíos. Por las
infracciones cometidas la SRT podrá aplicar las sanciones (art. 32, LRT) o imponer
los recargos (art. 5º, LRT).

b. Derecho de información: las ART podrán requerir información tanto de los


trabajadores afiliados, como de las empresas, a fin de prevenir los riesgos, y sobre
todo, con el fin de brindar a los damnificados las prestaciones. Obsérvese que para
los cálculos de las prestaciones se necesitan datos sobre salarios brutos liquidados
en el último año, o para determinar los plazos de licencia se requieren datos sobre
las distintas ausencias en base a las manifestaciones incapacitantes de las lesiones.

En definitiva, tanto el empleador afiliado como el trabajador damnificado deben


suministrar sin retaceos la información pertinente a los fines del cumplimiento del
objeto y de los fines de la LRT.

El art. 31, inc. b) (LRT) dispone:

b) Tendrán acceso a la información necesaria para cumplir con las prestaciones


de la LRT.

La negativa injustificada a suministrar información por parte de la empresa afiliada,


puede dar lugar a las sanciones previstas en los arts. 5º y 32 (LRT) según los casos.

La negativa del trabajador a facilitar información, sobre todo en el plano de los


estudios médicos, puede llevar a la suspensión de las prestaciones por resistencia
injustificada. En estos casos tendrá intervención necesaria la SRT.

c. Promoción de la prevención: la ART es un brazo esencial de la promoción de la


prevención en materia de accidentes y enfermedades, a través de la imposición de
los planes de higiene y seguridad laborales. A fin de evitar que estos planes sean
meramente formales, y por lo contrario tengan un contenido cierto, se impone a las
ART que eleven los mismos a la SRT. A su vez, la SRT podrá requerir aclaraciones,
pedir explicaciones, verificar controles y seguimiento, o requerir correcciones o
cambios en las políticas implementadas.

El art. 31, inc. c) (LRT) dispone:

c) Promoverán la prevención, informando a la Superintendencia de Riesgos del


Trabajo acerca de los planes y programas exigidos a las empresas.

d. Registro de siniestralidad: obsérvese que la siniestralidad y los registros sobre la


misma recorren la LRT e imponen su instrumentación tanto a la ART —que lo debe
hacer por establecimiento— a la SRT que lo necesita para aprobar las alícuotas, y
a las empresas que lo necesitan para exhibir las mejoras y en su caso, obtener
reducciones en la contribución. La reglamentación fijará las pautas para su
instrumentación.

362
El art. 31, inc. d) (LRT) dispone:

d) Mantendrán un registro de siniestralidad por establecimiento.

e. Información sobre composición y funcionamiento: las empresas afiliadas tendrán


ante sí un mercado polifacético de ART cuya oferta será seguramente heterogénea
a pesar de las imposiciones de la LRT y de lo que establezca la reglamentación.

A fin de que la oferta sea transparente y genere elementos objetivos para su


evaluación, deberán publicarse la composición (es decir los socios que la integran),
ofrecerse los balances (que deberán contar con información complementaria para
poder evaluarse), y las alícuotas que deberán permitir el fácil cálculo de las
contribuciones, y la aplicación a cada establecimiento en forma automática y
transparente.

El art. 31, inc. e) (LRT) dice:

e) Informarán a los interesados acerca de la composición de la entidad, de sus


balances, de su régimen de alícuotas y demás elementos que determine la
reglamentación.

Es posible que con el fin de asegurar una correcta evaluación por parte de las
empresas afiliadas la reglamentación elabore una lista de elementos para informar
y publicar, y agregue otros no previstos expresamente en las normas.

f. Restricción en las cuotas: tanto la recaudación como el destino de los fondos están
restringidos en el régimen de la LRT. Las ART no pueden cobrar ningún adicional o
suma complementaria más que las contribuciones autorizadas por la LRT, con los
límites y las características establecidas en la norma.

A su vez los fondos tienen como único destino la atención de la cobertura


prestacional, de modo que no pueden ser distraídos ni orientados a un objeto distinto
que el precitado.

El art. 31, inc. f) (LRT) dispone:

f) No podrán fijar cuotas en violación a las normas de la LRT ni destinar


recursos a objetos distintos de los previstos por esta ley.

Es por ello que para impedir que tales controles se ejerzan, el examen
preocupacional de salud es responsabilidad y está a cargo del empleador, quién es
además el que juzga y evalúa si una persona bajo estos estudios, con prescindencia
de las dolencias o antecedentes médicos que registre, ingresa o no a trabajar en la
empresa. Recordemos, además, que las patologías preexistentes se pueden
bloquear, no siendo con ello responsabilidad de la nueva empresa ni de su ART.

g. Exámenes psicofísicos previos a la afiliación: "jóvenes, sanos, sin cargas de


familia, con salarios altos, y en actividades sin siniestralidad" son los ideales de
cualquier ART. Sin embargo, la realidad es que existe una pirámide poblacional con
un conjunto heterogéneo de sujetos en las más variadas circunstancias y
situaciones.

363
Es por ello, que para evitar reticencia o actitudes previas de rechazo o de
marginación, ninguna ART puede realizar estudios médicos previos, a la población
de una empresa que aspira a ser afiliada, y debe obligatoriamente aceptar a
cualquier compañía sin hacer distingos.

El art. 31, inc. g) (LRT) dice al respecto:

g) No podrán realizar exámenes psicofísicos a los trabajadores, con carácter


previo a la celebración de un contrato de afiliación.

h. Alícuotas prestaciones y asesoramiento preventivo: las ART deberán ofrecer a los


empleadores afiliados y a los que aspiren a serlo información sobre las alícuotas,
las que se podrán deducir de un cálculo transparente que será publicado y que toda
empresa pueda estimar, por sí sola, sin intervención alguna de un tercero.

A la vez, la ART deberá publicar e informar sobre las prestaciones en especie a su


cargo y los recursos propios y los contratados con los que cuente para atenderlas.

En lo que hace a las prestaciones dinerarias la SRT, deberá exhibir su estado de las
reservas, la recaudación y los gastos y erogaciones, de modo de poderse evaluar
su solvencia y su resistencia a la presión de los pagos que deba realizar con motivo
de los siniestros que se verifiquen.

Al mismo tiempo las ART deberán contar con un equipo que brinde asesoramiento
preventivo a las empresas afiliadas, con el fin de integrar el Plan de Mejoramiento,
orientar las obras, servicios o accesorios que se estén implementando con fines
preventivos, y procurar el aislamiento, neutralización o reducción de los riesgos
laborales.

El art. 31, apart. 2º, inc. a) (LRT) dispone:

2) Los empleadores:
a) Recibirán información de la ART respecto del régimen de alícuotas y de
las prestaciones, así como asesoramiento en materia de prevención de
riesgos.

i. Identidad de la ART: los trabajadores deben conocer con precisión la ART que
cubre las consecuencias dañosas de un accidente o enfermedad a la que su
empleador decidió afiliarse. El deber de información es primordialmente del
empleador. A su vez, esa información debe estar complementada con datos sobre
los medios de asistencia y consulta, y sobre los recursos en materia de emergencias.

El art. 31, apart. 2º, inc. b) (LRT) dice:

b) Notificarán a los trabajadores acerca de la identidad de la ART a la que


se encuentran afiliados;

j. Denuncia de los eventos dañosos: los empleadores son los obligados primarios
para hacer la denuncia de un accidente, o informar a la ART sobre la ocurrencia o
detección de una enfermedad profesional ni bien se tome contacto con su primera
manifestación. De hecho la denuncia articula todos los resortes de la LRT en cuanto

364
al control médico y su correspondiente asistencia prestacional. Sin embargo, es
posible que exista un mecanismo de denuncia automática cuando el empleador
remite a un servicio asistencial o médico de la ART a la que está afiliada un
trabajador damnificado. La omisión de la denuncia, que no es muy previsible, puede
generar sanciones de recargos o multas a la empresa afiliada. Si bien la obligación
esencial es con la ART, existe la misma obligación con la SRT. Lo previsible es que
la reglamentación imponga completar un formulario con copias para la empresa
afiliada, el interesado, la ART y la SRT.

Al respecto el art. 31, apart. 2º, inc. c), dice:

c) Denunciarán a la ART y a la SRT los accidentes y enfermedades


profesionales que se produzcan en sus establecimientos.

k. Plan de Acción: las ART tienen un papel fundamental en el Plan de Acción, que
se elaborará basado en pautas que dictará la reglamentación y sobre todo, en las
que se establezcan desde la SRT. El Plan de Acción debe estar contenido en el
contrato que se firma entre la ART y la empresa afiliada, y existe un plazo de hasta
veinticuatro meses para cumplirlo. El plan puede dividirse en etapas, con hitos que
las separen y perfeccionarse con correcciones que puedan surgir de la práctica
usual y de la técnica más recomendable para prevenir eventos dañosos.

El art. 31, apart. 2º, inc. d) (LRT) dice:

d) Cumplirán con las normas de higiene y seguridad, incluido el plan de


mejoramiento.

El texto legal no fue adecuado a la desaparición del Plan de Mejoramiento y a la


creación de su reemplazo, constituido por el Plan de Acción común para todas las
empresas que suscriban el contrato con las ART y el Plan de Acción especial para
las empresas críticas o las empresas testigo (ver art. 4º, LRT, modificado por el dec.
1278/2000, y res. 700/2000 con el Programa Trabajo Seguro para Todos).

l. Registro de siniestralidad en la ART y por establecimiento: el registro de


siniestralidad por establecimiento es un elemento fundamental para el cálculo de las
alícuotas, la clasificación de los mismos por categorías de riesgo, y para la
determinación final de la contribución a cargo de cada empleador. Este registro se
complementa con otro llevado desde la SRT y con el histórico ya exigido por la ley
19.587 y el decreto 351/1979 que debe tener debidamente actualizado el
empleador.

Al respecto, el art. 31, apart. 2º, inc. e) (LRT) dispone:

e) Mantendrán un registro de siniestralidad por establecimiento.

V. LAS COMPAÑÍAS DE SEGUROS CON LA RAMA ACCIDENTES DE TRABAJO

365
a. Compañías de seguros operando: Exceptuadas de cumplir con los requisitos de
capital mínimo ($ 3.000.000), de contratar con un beneficiario una renta periódica, y
de contar con un ente de objeto único, las compañías de seguros que tengan
habilitada la rama accidentes de trabajo podrán operar en condiciones idénticas a
una ART sin necesidad de constituirla.

Con ese motivo la compañía de seguros deberá gestionar la autorización pertinente,


a cuyos fines se deberá cumplir con todos los requisitos formales y materiales
impuestos por la LRT, excepción hecha de los mencionados precedentemente.

El art. 49, "disposiciones adicionales", sección cuarta (LRT) dice:

Artículo 49.— Disposiciones adicionales


Cuarta: Compañías de seguros.
1) Las aseguradoras que a la fecha de promulgación de esta ley se encuentren
operando en la rama de accidentes de trabajo podrán:
a) Gestionar las prestaciones y demás acciones previstas en la LRT, siendo
sujeto, exclusivamente en lo referente a los riesgos del trabajo, de
idénticos derechos y obligaciones que las ART, a excepción de la
posibilidad de contratar con un beneficiario una renta periódica, de la
obligación de tener objeto único y las exigencias de capitales mínimos. En
este último caso serán de aplicación las normas que rigen la actividad
aseguradora general. Recibirán además igual tratamiento impositivo que
las ART.
Los bienes que respalden las reservas derivadas de esta operatoria estarán
sujetos al régimen de esta LRT , deberán ser registrados y expresados
separadamente de los correspondientes al resto de sus actividades, y no
podrán ser afectados al respaldo de otros compromisos.
En caso de liquidación, estos bienes serán transferidos al Fondo de Reserva
de la LRT y no podrán ser afectados por créditos o acciones originados en
otras operatorias.

Obtenida la autorización pertinente, la aseguradora tendrá el mismo tratamiento que


una ART, incluyendo el marco impositivo. Los bienes que utilice el asegurador para
conformar las reservas no podrán ser afectados a destinos distintos de los
contenidos en la ART, y en el caso de que se produzca la liquidación, dichos bienes
pasarán automáticamente al Fondo de Reserva.

El mecanismo previsto por la LRT es poco claro. Por lo pronto, las compañías de
seguros que tienen habilitadas distintas ramas, deberán independizar la rama de
accidentes y enfermedades del trabajo, para que la misma opere con total
autonomía. Sin embargo, la persona jurídica es una sola. Esta alternativa, es en
nuestra opinión insostenible para una norma que se precia de tratar de lograr la
máxima seguridad posible para el sistema. Ya es inequitativo que una compañía de
seguros no tenga que integrar y suscribir el capital mínimo, cuyo objeto es el de
asegurar la solvencia económico-financiera inicial de cada ART. Las aseguradoras
no tendrán que cubrir ese requisito. En su reemplazo la reglamentación deberá exigir

366
suficientes reservas y garantías como para que el sistema esté asegurado con
adecuado respaldo patrimonial, y con la solvencia necesaria para atender la
cobertura prestacional.

b. Transferencia de la cartera a una ART: otra alternativa prevista en la LRT es que


la empresa aseguradora que tiene habilitada la rama accidentes de trabajo,
transfiera la cartera a una ART constituida con todos los requisitos contemplados en
la norma; controlada para que esta transferencia sea operada dentro de los límites
de la LRT y de la ley 20.091, con la garantía de los activos necesarios como para
contragarantizar los siniestros que habrá que cubrir. Con ello, la compañía de
seguros se libera de la cartera, cierra su operatoria en la rama de accidentes y
enfermedades laborales habilitada, y la ART será la responsable de asumir la
prestación. A causa de la transferencia entendemos que se mantendrá entre ambos
sujetos la responsabilidad solidaria por los pasivos que se generen.

El art. 49 "disposiciones adicionales", sección cuarta (LRT) inc. b) dice:

b) Convenir con una ART la transferencia de la totalidad de los siniestros


pendientes como consecuencia de esa operatoria, a la fecha que
determine la Superintendencia de Seguros de la Nación debiendo, en tal
caso ceder igualmente a los activos que respalden la totalidad de dichos
pasivos.

VI. RESPONSABILIDAD POR OMISIONES

La LRT trae una norma muy severa en materia de "responsabilidad por omisiones"
que trataremos en este apartado. En ella se combinan sanciones correctivas, con
otras represivas, y se tipifican delitos, además de remitir a figuras ya existentes y no
utilizadas del Código Penal. Analizaremos cada uno de los casos.

a. Omisión en la afiliación: contamos con dos clases de empleadores dentro del


sistema, los autoasegurados que se valen por sí mismos tanto en el plazo asistencial
(prestaciones en especie) como en el dinerario (prestaciones en dinero); como
también las empresas que no reúnen las condiciones para autoasegurarse o que
reuniéndolas no desean hacerlo, las que, inexorablemente, están compelidas a
afiliarse al sistema eligiendo libremente una ART conforme su voluntad y capacidad
de elección se lo aconsejen.

Frente a un cuadro como el precitado, quien omita afiliarse incurre en una grave
infracción pasible de sanciones pecuniarias, y a la vez se transforma en responsable
directo de las prestaciones debidas (tanto dinerarias como en especie).

El art. 28, apart. 1º (LRT) dispone sobre el particular:

Artículo 28.— Responsabilidad por omisiones

367
1) Si el empleador no incluido en el régimen de autoseguro omitiera afiliarse a
una ART responderá directamente ante los beneficiarios por las prestaciones
previstas en esta ley.

El legislador pensó en el acto de incumplimiento del empleador, pero no lo hizo con


demasiado cuidado en lo que hace a las consecuencias negativas que tal conducta
genera para el trabajador damnificado, quien deberá accionar para obligar al
principal a cumplir con la obligación de brindarle las prestaciones cuando, en
realidad, fue éste quien faltó a un deber elemental, cual es el de afiliarse al sistema
eligiendo una ART .

En cualquier caso sería conveniente, en primer lugar, brindar al trabajador


damnificado una cobertura a través del Fondo de Garantía o del Fondo de Reserva,
o en su caso, a través de una ART. Sostener que el dependiente queda librado a su
suerte ya que el principal responderá directamente, es una alternativa que
desconoce las urgentes necesidades de quien ha sufrido un evento dañoso o
padece una enfermedad profesional. En este caso el empleador deberá ingresar las
cuotas adeudadas por el tiempo de omisión de la afiliación, pero esos fondos serán
girados al Fondo de Garantía administrado por la SRT, ya que la ART no tiene
derecho a ellos pues no prestó los servicios (dinerarios y en especie) que debía, ni
tenía incorporada debidamente la empresa a dichos efectos.

b. Omisión de la declaración de un trabajador: una solución más razonable es la


resuelta por la LRT para el empleador que afiliado omite inscribir a un trabajador
para eludir contribuciones. En este caso, el trabajador damnificado recibirá las
prestaciones sin retaceos de la ART, y ésta tendrá derecho al pago de las cuotas no
ingresadas y a repetir del empleador los gastos y erogaciones en los que incurrió
para atender al traba jador omitido.

En definitiva, el art. 28, aparts. 2º y 3º (LRT), dispone:

2) Si el empleador omitiera declarar su obligación de pago o la contratación de


un trabajador, la ART otorgará las prestaciones y podrá repetir del empleador
el costo de éstas.
3) En el caso de los apartados anteriores el empleador deberá depositar las
cuotas omitidas en la cuenta del Fondo de Garantía de la LRT.

Al pagar las cuotas omitidas, el empleador debe desviar los fondos en mora del
pasado, los que no serán recibidos por la ART (que se resarcirá con la restitución
de lo gastado en las prestaciones) sino que serán depositados en el Fondo de
Garantía.

El empleador será además pasible de las multas y recargos que podrá aplicar la
SRT por haber incurrido en incumplimiento de los deberes a su cargo dispuestos por
la LRT.

c. Omisión en el pago de las cuotas: la omisión del pago (en forma parcial o total)
de las cuotas de una empresa afiliada al sistema será objeto de verificación y la ART
podrá ejecutar el cobro de la deuda.

368
El trabajador recibirá normalmente de la ART las prestaciones. A su vez, el
incumplimiento de un deber fundamental hará pasible al principal moroso de las
sanciones de multas y recargos que le imponga la SRT.

El art. 28, apart. 4º (LRT) dice al respecto:

4) Si el empleador omitiera —total o parcialmente— el pago de las cuotas a su


cargo, la ART otorgará las prestaciones y podrá ejecutar contra el empleador
las cotizaciones adeudadas.

VII. INSUFICIENCIA PATRIMONIAL

Uno de los problemas graves del sistema de accidentes de trabajo en el pasado y


que, sin duda, se repetirá con el nuevo modelo es la insuficiencia patrimonial del
empleador autoasegurado (y obviamente no afiliado a una ART ), y por ende, el
incumplimiento de los deberes a su cargo.

Al respecto, el art. 29 (LRT) dispone:

Artículo 29.— Insuficiencia patrimonial


Declarada judicialmente la insuficiencia patrimonial del empleador no
asegurado, o en su caso autoasegurado, para asumir las obligaciones a su
cargo, las prestaciones serán financiadas por la SRT con cargo al Fondo de
Garantía de la LRT.
La insuficiencia patrimonial del empleador será probada a través del
procedimiento sumarísimo previsto para las acciones meramente declarativas
conforme se encuentre regulado en las distintas jurisdicciones donde la misma
deba acreditarse.

Es difícil determinar qué es un estado de insuficiencia patrimonial. El legislador quiso


soslayar seguramente figuras como la quiebra, el estado de convocatoria, el estado
de liquidación, y prefirió recurrir a una figura que, sin guardar las formas de una
sentencia definitiva, partiera del presupuesto de que la empresa no asegurada no
puede hacer frente a la cobertura prestacional. Con el fin de evitar las dilaciones de
largos procesos judiciales, se admite la acreditación del estado de insuficiencia
patrimonial por vía de un procedimiento sumarísimo (el utilizado para las acciones
meramente declarativas). Una vez lograda dicha acreditación, el damnificado podrá
recibir las prestaciones dinerarias y en especie a través del Fondo de Garantía.

Obra la incógnita de si el trabajador damnificado no queda desamparado mientras


se desarrollan los procedimientos, sobre todo cuando el evento está constituido, por
ejemplo, por un accidente traumático, en el cual, la atención médica y farmacéutica
se requieren en forma inmediata. Sigo sosteniendo, que en todas las hipótesis

369
anómalas, donde el trabajador es víctima del incumplimiento del empleador, el
legislador debe buscar amparo inmediato. Este es un ejemplo más de que la LRT
no contempla acabadamente los derechos de las víctimas, que debería ser —y
parece no serlo— el objetivo fundamental de la norma.

La reglamentación creó un procedimiento sumarísimo, asimilable a los existentes


por acciones meramente declarativas, en el cual se fijan plazos perentorios (90 y 30
días) e interviene en forma obligatoria la SRT que puede aportar pruebas referidas
al fin perseguido. Con la declaración de insuficiencia patrimonial queda abierto para
el damnificado el cobro del Fondo de Garantía (art. 19, dec. 334/1996).

VIII. LAS SANCIONES POR INCUMPLIMIENTO

La LRT tiene un sistema que abarca sanciones, recargos, delitos, infracciones,


controles y medidas cautelares un tanto caótico. Tras elcorsiyrecorside amenazas
de sanciones que aplicará la SRT, también se agrega una norma represora, mitad
correccional, mitad criminal, con algunas contradicciones, entre ellas la existencia
de penas privativas de libertad que se pueden eludir si el deudor —a pesar de haber
cometido el delito y haberlo consumado— paga la deuda y sus recargos e
intereses, que lo eximen.

a. Los incumplimientos en general:por lo pronto se recurre a una nueva multa que


debe agregarse a la lista de las ya existentes. Esta multa oscila (con el valor del
AMPO o MOPRES en $ 80) entre $ 1.500, y $ 150.000 en razón decualquier
incumplimientoen los que incurran las ART, los empleadores autoasegurados y de
las compañías de seguros de retiro (el monto varía según el valor del AMPO-
MOPREque osciló entre $ 63 y $ 76, y llegó a $ 80).

Se prevé también un régimen de multas por el mal ejercicio de la función de policía


laboral en materia de higiene, seguridad y medicina laborales, tareas éstas que
fueron extirpadas al Ministerio de Trabajo cuando se disolvió la Dirección a cargo de
estos controles; esta función pasó a la SRT, que deberá establecer un sistema que
permita castigar los incumplimientos en orden a lo dicho por el art. 32 de la ley
18.694, régimen antes utilizado por la cartera laboral, y ahora transferido a la SRT
(art. 25, dec. 334/1996).

Estas multas no son aplicables a los infractores cuando por la falta cometida se haya
impuesto una sanción más grave que la misma multa. Por ejemplo, los delitos
sancionados con prisión o reclusión no están alcanzados por las multas.

El art. 32 (LRT), apart. 1º dispone:

Artículo 32.— Sanciones

370
1) El incumplimiento por parte de los empleadores autoasegurados, de las ART
y de las compañías de seguros de retiro de las obligaciones a su cargo, será
sancionado con una multa de 20 a 2000 AMPOS MOPRES (Aporte Medio
Previsional Obligatorio), si no resultare un delito más severamente penado.

b. Abandono de personas: con especial severidad ha querido castigar el legislador


a quienes por efecto de su incumplimiento dejaran de otorgar las prestaciones en
especie de asistencia médica y farmacéutica, los que serán encuadrados en el delito
penal de abandono de persona enunciado en el art. 106 del Código Penal.

2) El incumplimiento de los empleadores autoasegurados, de las ART y de las


compañías de seguros de retiro, de las prestaciones establecidas en el
art. 20, apart. 1º inc. a) (Asistencia médica y farmacéutica), será reprimido
con la pena prevista en el art. 106 del Código Penal.

Como se advierte de la norma remitida, el abandono tiene tres hipótesis. El


abandono simple (seis meses a tres años de prisión) cuando exista el deber de
asistencia a una persona y se le niegue; el que haga abandono con grave daño en
la salud (prisión o reclusión de tres a seis años), y finalmente, el abandono seguido
de la muerte del abandonado (tres a diez años de prisión o reclusión).

El art. 106 del Código Penal dice:

"El que pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en situación de
desamparo, sea abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la
que deba mantener o cuidar o a la que el mismo autor haya incapacitado, será
reprimido con prisión de seis meses a tres años.

"La pena será de reclusión o prisión de tres a seis años, si a consecuencia del
abandono resultare un grave daño en el cuerpo o en la salud de la víctima.

"Si ocurriere la muerte, la pena será de tres a diez años de reclusión o prisión".

c. Omisión en el pago de las cuotas o en su declaración: del marco de las


infracciones y de la figura del abandono de personas, se pasa a tipificar el caso de
la falta de pago de las contribuciones a cargo del empleador afiliado a una ART, que
es castigado con prisión de seis meses a cuatro años. A pesar de la comisión del
delito, si intimado a pagar dentro de quince días el deudor renuente paga, la pena
se deja sin efecto por falta de configuración del delito que, como ingrediente
esencial, tiene el de mantener la condición de deudor recalcitrante a pesar de haber
sido intimado formalmente a cumplir con la obligación adeudada.

El mismo tratamiento recibirá el empleador afiliado que omite la declaración parcial


o total de lo que debe abonar a la ART a la que está integrado.

El art. 32, apart. 3º (LRT) dice:

3) Si el incumplimiento consistiera en la omisión de abonar las cuotas o de


declarar su pago, el empleador será sancionado con prisión de seis meses
a cuatro años.

371
d. Incumplimiento de las prestaciones dinerarias: en esta figura penal se han incluido
dos obligaciones de dar sumas de dinero. Una, referida a las obligaciones dinerarias
de las ART, de los empleadores autoasegurados y de las compañías de seguros de
retiro de abonarle las prestaciones respectivas al trabajador damnificado.

Otra hipótesis es la del incumplimiento de los aportes dinerarios de los mismos


sujetos pero con destino a los fondos especiales (Fondo de Garantía, Fondo de
Reserva, y Tasa fija para financiar la SRT ). En ambas situaciones se aplica la misma
pena de dos a seis años de prisión.

El art. 32, apart. 4º (LRT) dispone:

4) El incumplimiento del empleador autoasegurado, de las ART y de las


compañías de seguros de retiro de las prestaciones dinerarias a su cargo, o
de los aportes a los fondos creados por esta ley será sancionado con prisión
de dos a seis años.

e. Aplicación de las penas a los responsables de las personas jurídicas: a fin de que
las penas enunciadas por las normas precitadas no resulten ilusorias, el legislador
declara aplicables las penas a las personas físicas que conducen a las personas
jurídicas que resulten imputadas y condenadas con las sanciones analizadas. El
listado que no parece taxativo, se orienta hacia quienes administran y dirigen o a los
que controlan la administración, y no tanto a los accionistas o propietarios de las
entidades a quienes el legislador no menciona.

El art. 32, apart. 5º (LRT) dispone:

5) Cuando se trate de personas jurídicas la pena de prisión se aplicará a los


directores, gerentes, síndicos, miembros del consejo de vigilancia,
administradores, mandatarios o representantes que hubiesen intervenido en
el hecho punible.

f. Intimación previa al pago de obligaciones en dinero: ya habíamos mencionado que


la tipificación o la conformación del tipo penal tiene dos elementos. Uno es la
conducta reprochable definida por el legislador en la LRT, y la otra es la omisión del
pago reclamado cuando el acreedor intimara al deudor en forma fehaciente, por un
plazo de quince días y en el domicilio legal.

El art. 32, apart. 6º (LRT) dice:

6) Los delitos tipificados en los aparts. 3º y 4º del presente artículo se


configurarán cuando el obligado no diese cumplimiento a los deberes
aludidos dentro de los quince días corridos de intimado a ello en su domicilio
legal.

g. Competencia de la justicia federal: con el firme propósito de no dejar en manos


de la justicia ordinaria el manejo de alguna de las figuras penales, es que se
determina que, para los casos de omisión en el pago de las cuotas o en la omisión
en la declaración de los mismos, y el incumplimiento de las prestaciones dinerarias
en favor del trabajador o la omisión del pago de los aportes a alguno de los fondos;
todas estas hipótesis competen a la justicia federal.

372
El art. 32, apart. 7º (LRT) dispone:

7) Será competente para entender en los delitos previstos en los aparts. 3º y 4º


del presente artículo la justicia federal.

IX. LA PRESCRIPCIÓN DE LAS COTIZACIONES

Con respecto del cobro de las prestaciones dinerarias, y del reclamo de las
prestaciones en especie la LRT ha fijado dos pautas. Establece una prescripción
corta pero razonable de dos años para los reclamos originados en las prestaciones
debidas al trabajador, plazo que se contará desde que cada obligación es debida, o
como ya lo estableció la ley 24.028, desde que el trabajador cesó en la relación
laboral con el empleador a quien le formula el reclamo.

Lo otro, que llama la atención, es el mantenimiento de la prescripción decenal para


todos los reclamos originados en deudas en favor de las ART y la SRT que son los
acreedores de las contribuciones o del pago de cuotas, multas, recargos y tasas.

Este plazo de prescripción se cuenta desde que cada una de las obligaciones es
debida.

Sobre este particular, el art. 44 (LRT) dispone:

Artículo 44.— Prescripción


1) Las acciones derivadas de esta ley prescriben a los dos años a contar de la
fecha en que la prestación debió ser abonada o prestada y en todo caso, a
los dos años desde el cese de la relación laboral.
2) Prescriben a los diez (10) años a contar desde la fecha en que debió
efectuarse el pago, las acciones de los entes gestores y de los de la
regulación y supervisión de esta ley, para reclamar el pago de sus
acreencias.

XI.9. IMPACTO DE LA LEY DE RIESGOS DEL TRABAJO EN OTRAS MATERIAS


Sumario: I. RELACIÓN DE LA LRT CON OTRAS NORMAS .— II. RELACIÓN DE LA LRT
CON LA LCT . 1. Reforma del deber de prevención. 2. La remuneración
computable en el Ingreso Base y su reemplazo por el art. 208 (LCT) en
la ILT y en la IPP o IPT provisorias. 3. Incompatibilidad del ingreso por

373
ILT con el devengamiento de salarios. 4. Compatibilidad de las
prestaciones por ILP con el regreso al trabajo. 5. Extensión de las ART
en materia de enfermedades y accidentes inculpables. 6. El personal
subalterno de la SRT se regirá por la legislación laboral. 7. Normas
reglamentarias sobre temas laborales encomendadas al Poder
Ejecutivo. 8. Inclusión obligatoria del trabajador dependiente en la
LRT.— III. RELACIÓN CON EL NUEVO RÉGIMEN PREVISIONAL . 1.
Compatibilización del régimen previsional y la LRT. 2. Empleo del
MOPRE como referente para ajustar prestaciones y su reemplazo por
los ajustes del Sistema Integrado Previsional Argentino. 3. Aportes y
contribuciones y pago de asignaciones familiares. 4. Naturaleza de las
prestaciones por Incapacidad Permanente Parcial (IPP). 5. Naturaleza
de las prestaciones por IPT y el sistema previsional. 6. Prestaciones
definitivas en el caso de la IPT y las prestaciones previsionales. 7. La
ART y el capital de recomposición con incapacidad provisoria. 8.
Posible reducción de aportes y contribuciones en trabajadores
discapacitados. 9. La pensión del régimen previsional y la prestación
periódica de la LRT para el caso de muerte de la víctima. 10. La renta
periódica por IPP definitiva. 11. Utilización de las comisiones médicas
en la LRT y en el régimen previsional. 12. Base imponible común entre
la LRT y el sistema previsional.
13. La reducción de las cargas sociales con el aumento de la
recaudación su tratamiento diferenciado en el SIPE y en la LRT. 14.
Unificación y restricciones en las empresas de seguros de retiro. 15.
Unificación de la comisión médica central y de las comisiones
médicas.— IV. RELACIÓN DE LA LRT Y LA LEY 24.028 DE ACCIDENTES DE
TRABAJO Y ENFERMEDADES PROFESIONALES . 1. Cobertura de las ART sobre
accidentes y enfermedades de normas anteriores. 2. Procedimiento
administrativo previo y obligatorio de conciliación. 3. Aplicación de la
ley en el tiempo y los casos pretéritos en la LRT. 4. Vigencia de la LRT
y derogación de la ley anterior de accidentes y enfermedades (ley
24.028).— V. RELACIÓN DE LA LRT CON LA LEY DE CONVENIOS COLECTIVOS . 1.
La actividad preventiva a través de los convenios colectivos de trabajo.
2. La creación de ART sin fines de lucro a partir de la negociación
colectiva. 3. Creación de aseguradoras sin fines de lucro.

I. RELACIÓN DE LA LRT CON OTRAS NORMAS

La LRT ha creado una serie de mecanismos que se interrelacionan con otras normas
afectándolas, a menudo, de un modo singular. Lo hace porque procura
compatibilizar el nuevo régimen con otros institutos, en general con coherencia, y a
la vez para proteger el sistema hermético que el legislador a través de la norma
pretende consolidar. Los fallos de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores
que minaron su contenido con declaraciones de inconstitucionalidad han quebrado
el sistema, y le imponen al legislador una reforma integral de la ley de fondo, y de
sus vínculos con otras disposiciones.

374
II. RELACIÓN DE LA LRT CON LA LCT

La LCT está siempre interconectada con todos los institutos del derecho laboral y
con los de la seguridad social. Dentro del mismo cuerpo legal existen mecanismos
complementarios de ambas ramas del Derecho, como las enfermedades inculpables
o la indemnización por incapacidad total del art. 212 (LCT), cuarto párrafo.

En materia de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, siempre se


sostuvo que su existencia podía constituir un incumplimiento grave de obligaciones
contractuales nacidas de la ley o del contrato individual en sí mismo. Lo cierto es
que el legislador no pudo soslayar la LCT, y contempló numerosas referencias y
alguna reforma, que hemos sintetizado.

1. Reforma del deber de prevención

El deber de previsión fue considerado por el legislador original de la LCT como uno
de los deberes contractuales fundamentales, al punto de que en el texto original,
luego reformado, admitió la figura de la retención de tareas del trabajador en el caso
de verificarse el incumplimiento grave del empleador. En el plano de la reforma de
1975, el art. 75 se convirtió en el eslabón contractual del deber preventivo de higiene
y seguridad que, por entonces, a partir de la ley 19.587 (ahora con el dec. 351/1979),
era considerado como un deber esencialmente legal.

Para calificados autores (Jorge Rodríguez Mancini) el art. 75 planteaba el hecho


conformado por una acción autónoma, basado en la responsabilidad contractual, por
incumplimiento de parte del empleador del deber de prevenir riesgos del trabajo. El
texto, hasta la reforma de la LRT remitía a las normas según el tipo de trabajo y la
experiencia y la técnica para tutelar la salud psicofísica y la dignidad del trabajador,
dentro de cuyo contexto se debían observar las normas legales y reglamentarias
sobre higiene y seguridad.

La LRT reformula esta norma, con el fin de relacionar simbióticamente la LCT y su


deber preventivo de protección con la LRT como única salida cuando el
incumplimiento generado pudiere provocar un daño en la salud de un dependiente.

El art. 49 (LRT) dice:

375
Artículo 49.— Disposiciones adicionales y finales
Disposiciones adicionales.
Primera: Modificación de la ley 20.744.
Sustitúyese el art. 75 de la ley 20.744 por el siguiente texto:
1) El empleador está obligado a observar las normas legales sobre higiene y
seguridad en el trabajo, y a hacer observar las pausas y limitaciones a la
duración del trabajo establecidas en el ordenamiento legal.
2) Los daños que sufra el trabajador como consecuencia del incumplimiento
de las obligaciones del apartado anterior, se regirán por las normas que
regulan la reparación de los daños provocados por accidentes en el trabajo
y enfermedades profesionales, dando lugar únicamente a las prestaciones
en ellas establecidas.

Del texto precitado surge claramente la intención del legislador, cual es la de evitar
que por alguna "fisura" del sistema legal creado se pueda accionar u operar por un
camino imprevisto, o por una vía apoyada en la jurisprudencia, que ha sido una de
las fuentes conflictivas del viejo régimen, en lugar de resolver la problemática con
criterio funcional, racional y constructivo.

2. La remuneración computable en el Ingreso Base y su reemplazo por el


art. 208 (LCT) en la ILT y en la IPP o IPT provisorias

Otro aspecto relacionado con la LCT es el referido a la utilización de las prestaciones


remuneratorias para la determinación del ingreso base, que a la vez debe ser
compatible con la pauta salarial de la nueva Ley Previsional (arts. 6º, 7º y 9º, ley
24.241). Esta forma de determinar la compensación por los salarios que se pierden
durante la licencia por incapacidad temporaria y por incapacidad parcial o total
provisoria, generó muchas críticas por tratarse de una suma menor a la que cobraría
el trabajador si estuviere trabajando. En alguna medida, es cierto que un trabajador
licenciado tiene menos gastos que el que trabaja (viáticos, vianda, etc.).

En efecto, las prestaciones de la LRT —que a mi juicio no son remuneratorias aun


cuando se le asignen aportes y contribuciones— parten del cálculo del promedio de
los salarios del último año trabajado dividido por los días corridos, que multiplicado
por 30,4 arroja como resultado el Valor Mensual del Ingreso Base.

Al respecto, el art. 12 (LRT) dispone:

Artículo 12.— Ingreso Base


1) A los efectos de determinar la cuantía de las prestaciones dinerarias se
considera ingreso base la cantidad que resulte de dividir la suma total de las
remuneraciones sujetas a cotización correspondientes a los doce meses

376
anteriores a la primera manifestación invalidante o al tiempo de prestación
de servicio si fuera menor a un año, por el número de días corridos
comprendidos en el período considerado.

El decreto 1694/2009 determinó finalmente en su art. 6º lo siguiente:

Artículo 6º — Establécese que las prestaciones dinerarias por Incapacidad


Laboral Temporaria (ILT) o permanente provisoria mencionadas en el art. 11,
inc. 2º, se calcularán, liquidarán y ajustarán de conformidad con lo establecido
por el art. 208 de la Ley de Contrato de Trabajo Nº 20.744 (t.o. 1976) y sus
modificatorias.
La prestación adicional de pago mensual prevista en el art. 17, inc. 2º, de la ley
24.557 y sus modificaciones, se ajustará en la misma proporción en que lo sean
las prestaciones del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), de
acuerdo a lo dispuesto en el art. 32 de la ley 24.241, modificado por su
similar 26.417.

3. Incompatibilidad del ingreso por ILT con el devengamiento de salarios

Durante la percepción de los ingresos por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT)


resulta incompatible el devengamiento simultáneo de salarios. Esta aclaración
provino de la duda que generaba en el sistema la aplicación de un régimen
subsidiario a cargo de la ART, y el riesgo de que se aplicaran normas sobre licencia
con goce de salarios por el tiempo que durara la ILT. En efecto, autores que han
criticado duramente la LRT sostienen que podría interpretarse que la norma especial
establece un marco protectorio, que ya cubre la LCT cuando, dentro del régimen de
enfermedades y accidentes inculpables es omnicomprensiva de todas las patologías
laborales o no.

Es por ello que, aunque redundante, parece conveniente contar con dicha norma a
fin de evitar especulaciones que acarrearían inseguridad jurídica, y despejar las
dudas que planteó la doctrina. En definitiva, la aclaración surge del art. 13, apart. 3º
(LRT) que dice:

Artículo 13.— Prestaciones por Incapacidad Laboral Temporaria


3) Durante el período de Incapacidad Laboral Temporaria, originada en
accidentes de trabajo o en enfermedades profesionales, el trabajador no
devengará remuneraciones de su empleador sin perjuicio de lo dispuesto en
el segundo párrafo del apart. 1º del presente artículo.

4. Compatibilidad de las prestaciones por ILP con el regreso al trabajo

377
El trabajador que ha sufrido un evento dañoso (accidente o enfermedad profesional)
podrá regresar al trabajo sin desmedro de sus derechos acordados por la LRT por
Incapacidad Laboral Permanente. El legislador partió del fundamento de que las
prestaciones dispuestas en orden a las incapacidades que el dependiente padece
como secuelas sine die de un evento dañoso de origen laboral, son compensatorias
y reparativas. Con ello, la ART no abona al trabajador una suma por su trabajo, sino
que le liquida una indemnización que tiene la finalidad de compensar el daño y los
presuntos ingresos perdidos como consecuencia de la reducción de su capacidad
laboral general. En cambio el salario es la contraprestación que recibe el trabajador
por haber puesto a disposición del empleador su esfuerzo laboral. De la simple
observación de la fuente generadora de cada prestación surge con transparencia su
compatibilidad.

En definitiva, el art. 16 (LRT) dispone:

Artículo 16.— Retorno al trabajo por parte del damnificado


1) La percepción de prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral
Permanente es compatible con el desempeño de actividades remuneradas
por cuenta propia o en relación de dependencia.
2) El Poder Ejecutivo nacional podrá reducir los aportes y contribuciones al
Sistema de Seguridad Social, correspondientes a supuestos de retorno al
trabajo de trabajadores en Incapacidad Laboral Permanente.

La norma fue reformada por el decreto 1278/2000, y con ello se incorporó también
la compatibilidad entre la percepción de las prestaciones dinerarias de la ILP con el
trabajo autónomo además del que se pueda realizar en relación de dependencia.

A su vez, el Poder Ejecutivo podrá reducir los aportes y contribuciones al Sistema


de Seguridad Social, reducción que ya se da por la incorporación al mercado de
personas que registren cierto grado de incapacidad o invalidez de carácter
permanente. El enunciado tiene una clara intención promocional de parte del
legislador, para incentivar la reinserción en el mercado de trabajo de personas con
disminución de su capacidad laborativa.

5. Extensión de las ART en materia de enfermedades y accidentes inculpables

Ya hemos apuntado que las ART, aun bajo las condiciones especiales impuestas
por la LRT según la cual tienen un objeto único consistente en cumplir con los
recaudos y prestaciones de la ley, pueden extender sus prestaciones a algunos
rubros ajenos a ella, en forma independiente. Uno de ellos es la cobertura por las

378
prestaciones dinerarias generadas por enfermedades y accidentes inculpables (las
prestaciones en especie son a cargo de las obras sociales).

Este tipo de extensiones se liquidará por separado de la contribución calculada por


la alícuota controlada y aprobada por la SRT. En rigor, se trata de un seguro
complementario y, como tal, es ajeno al marco específico de la LRT.

Sobre el particular, el art. 26, apart. 4º, inc. a) (LRT) dispone:

Artículo 26.— Aseguradoras de Riesgos del Trabajo


4) Las ART podrán, además, contratar con sus afiliados:
a) El otorgamiento de las prestaciones dinerarias previstas en la legislación
laboral para los casos de accidentes y enfermedades inculpables.

6. El personal subalterno de la SRT se regirá por la legislación laboral

La SRT se rige por las normas de la administración pública en lo que hace al


superintendente y al personal superior. En cambio, se aplica la LCT en todo el resto
de la estructura conformada por el personal subalterno y técnico.

Es claro que el legislador no perdió su inclinación estatista, y mantuvo el cordón


umbilical de los funcionarios superiores y el superintendente de la SRT con el
régimen del empleo público. Por otra parte, consideró, seguramente más flexible y
de más bajo costo, ubicar al resto del personal dentro del marco de la legislación
aplicable a la actividad privada, y por ende los incluyó legalmente en la LCT. Para
el personal superior se crea pues una relación jurídica de empleo público, rígida e
intrincada, y para el resto del personal la SRT es un empleador común como
cualquier otro fuera del Estado.

Al respecto, el art. 38 (LRT) dispone:


Artículo 38.— Autoridades y régimen del personal
1) Un superintendente, designado por el Poder Ejecutivo nacional previo
proceso de selección, será la máxima autoridad de la SRT.
2) La remuneración del superintendente y de los funcionarios superiores del
organismo serán fijadas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de
la Nación.
3) Las relaciones del personal con la SRT se regirán por la legislación laboral.

379
7. Normas reglamentarias sobre temas laborales encomendadas al Poder
Ejecutivo

En lo que puede ser una expresión de deseos del legislador, pero que configura a
la vez una excesiva intromisión en las facultades de dictar las leyes que están
reservadas al Congreso Nacional, se impone por vía de un decreto el tratamiento
especial de temas laborales de fondo.

En rigor, son temas relacionados con la aplicación de la LRT que pueden acarrear
dificultades e incongruencias. Por ejemplo, el pluriempleo puede dar lugar a la
configuración de dos o más coberturas con diferentes ART, y con situaciones de
difícil identificación, como el accidente in itinere , para determinar cuál de las ART
involucradas cubre el o los siniestros. En cuanto a los contratos de duración
determinada (plazos preestablecidos) como el de plazo fijo, los contratos
promovidos de la Ley de Empleo (ley 24.013) o los contratos especiales como el de
Fomento del Empleo tienen coberturas acotadas. En los contratos de tiempo parcial,
además de la posible superposición con el pluriempleo, pueden existir dificultades
con el salario restringido que se suele pagar por esos servicios.

En síntesis, el art. 45 (LRT) dice:

Artículo 45.— Situaciones especiales


Encomiéndase al Poder Ejecutivo de la Nación el dictado de normas
complementarias en materia de:
a) Pluriempleo;
b) Relaciones laborales de duración determinada y a tiempo parcial.

8. Inclusión obligatoria del trabajador dependiente en la LRT

El sujeto central de la LRT debe ser y es el hombre que trabaja en relación de


dependencia comprendido, obviamente, en la LCT. Desde cualquier ángulo de
análisis se puede observar que el legislador ha tratado de alejar la LRT del derecho
laboral, ha tratado de deslaboralizarla, ya sea no admitiendo la competencia de los
tribunales de trabajo, ya sea anulando las funciones en materia de higiene y
segurida d del Ministerio de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos Humanos de
la Nación y transfiriéndola a la SRT, ya sea procurando que la norma sea hermética
y que haya que recurrir al marco normativo de otras leyes que en alguna medida
puedan contaminar a la LRT . En cualquier caso, la interacción dentro del marco del
contrato laboral será intensa y parte de la realidad cotidiana, a pesar de que la
consigna en el sistema sea la del aislamiento. El eslabón fundamental es que más
del 80% del sistema se basa en la inclusión obligatoria de los trabajadores
dependientes como sujetos beneficiarios y centrales de la LCT.

380
En efecto, el art. 2º (LRT), apart. 1º, dispone:

Artículo 2º.— Ambito de aplicación


1) Están obligatoriamente incluidos en el ámbito de la LRT:
b) Los trabajadores en relación de dependencia del sector privado.

III. RELACIÓN CON EL NUEVO RÉGIMEN PREVISIONAL

Al contemplar la cobertura para las personas que sufren eventos dañosos,


la LRT debe fijar reglas determinantes en materia de incapacidad, invalidez que
pueden resultar conflictivas o hasta incompatibles con el sistema previsional, que
tiene reglas semejantes para otorgar a los beneficiarios la pensión por invalidez.Este
y otros temas conexos conforman el impacto de la LRT sobre la legislación
previsional, que ya ha tratado de poner orden en uno de los rubros más deformados
del sistema, como es el de la determinación del estado de invalidez, que dentro de
la política social del Estado, en el pasado reciente fue utilizado como otro de los
mecanismos impropios para cubrir el desempleo, y por ende, durante décadas se
otorgaron jubilaciones por invalidez con extrema generosidad o sin mayor
objetividad.

En estos momentos, en los cuales el tema ha vuelto a tratarse desde lo objetivo, se


acopla la LRT que, basada en la heterogeneidad y discrecionalidad que suponían
las determinaciones de incapacidad en sede judicial, también va a poner orden.
Ahora junto con el sistema previsional, con profesionalidad y bases técnicas y
científicas, sólo la LRT determina los grados de incapacidad y el estado de invalidez,
cuando los mismos se verifican en los hechos y en la evaluación de la afección de
la persona.

1. Compatibilización del régimen previsional y la LRT

El uso de criterios homogéneos para la evaluación de las incapacidades implica la


utilización de la misma base de datos, las mismas tablas de patologías y presuntas
incapacidades, y la unificación de criterios de evaluación, incluyendo el uso común
de los mismos expertos. Los criterios además, conforme al sistema adoptado por la
Nueva Ley Previsional están circunscriptos a pautas acotadas, con escaso margen
de error, y referentes que no admiten mayores desvíos. En la misma senda debe
inscribirse cualquier evaluación que se haga de un trabajador afectado por un riesgo
del trabajo, y con la unificación, es de esperarse que sólo se evalúe dentro de un
marco restrictivo y con los mismos elementos y criterios.

Al respecto, el art. 8º, apart. 4º (LRT) dice:

381
Artículo 8º.— Incapacidad Laboral Permanente
4) El Poder Ejecutivo Nacional garantizará en los supuestos que
correspondiese, la aplicación de criterios homogéneos en la evaluación de
las incapacidades dentro del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones
(SIJP) y de la LRT.

2. Empleo del MOPRE como referente para ajustar prestaciones y su


reemplazo por los ajustes del Sistema Integrado Previsional Argentino

El Módulo Previsional (MOPRE) era una unidad previsional que se obtenía


dividiendo el promedio mensual de los aportes personales de los trabajadores
dependientes y once (11) puntos de los veintisiete (27) correspondientes a los
autónomos por el número total promedio mensual de los afiliados del sistema. La
unidad previsional tiene muy diversas funciones. Por ejemplo, es una forma de
establecer los mínimos y los máximos en base a los cuales se hacen los aportes y
contribuciones.

En cuanto al caso que aquí consideramos, debemos tener en cuenta que la Ley de
Convertibilidad prohibió la utilización de cualquier mecanismo indexatorio,
temperamento que siguieron tiempo después con las normas de emergencia
económica dictadas después de la caída de la convertibilidad desde el año 2002 en
adelante, y que la estabilidad económica se ha apoyado en gran medida, en no
reciclar la problemática de la inflación que se basaba en ajustes de montos y de
precios, que a su vez eran el motor del mencionado mecanismo inductivo. La
reglamentación estableció que cuando se conocía el valor del MOPRE en cada
semestre, el mismo será aplicable a partir del mes siguiente al de su publicación
(art. 2º, dec. 334/1996).

Respecto de la LRT, el legislador recurrió al valor del MOPRE, que se ajusta en


forma semestral (puede incrementarse como disminuirse) para determinar el monto
de las prestaciones periódicas (mensuales) por Incapacidad Laboral Temporaria
(ILT) o por Incapacidad Laboral Permanente Provisoria (ILP prov.). Cabe la duda en
cuanto a que estas prestaciones podrían ser inferiores a los promedios sobre los
cuáles fueron calculados por si el MOPRE experimentara una caída. En mi opinión
no debería admitirse el ajuste de la prestación por debajo del promedio mensual del
Ingreso Base, pues para calcular el mismo, se ha tenido en cuenta el año anterior al
evento dañoso, y por ende, ya se han contemplado variantes pretéritas que volverían
a afectar el ingreso del damnificado si se aplica sobre su prestación el ajuste del
valor del MOPRE. En cualquier caso, es la reglamentación la que debe establecer
estas pautas. Lo cierto es que el MOPRE, continuador del AMPO se fosilizaron, y el
valor quedó congelado por varios años. La reforma del decreto
1694/2009 estableció en su Artículo 6º— Establécese que las prestaciones
dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) o permanente provisoria
mencionadas en el art. 11, inc. 2º, se calcularán, liquidarán y ajustarán de

382
conformidad con lo establecido por el art. 208 de la Ley de Contrato de
Trabajo 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias.

La prestación adicional de pago mensual prevista en el art. 17, inc. 2º, de la ley
24.557 y sus modificaciones, se ajustará en la misma proporción en que lo sean las
prestaciones del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), de acuerdo a lo
dispuesto en el art. 32 de la ley 24.241, modificado por su similar 26.417.

En definitiva, el art. 11, apart. 2º (LRT) dispone:


Artículo 11.— Régimen de las prestaciones dinerarias
2) Las prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) o
permanente provisoria se ajustarán en función de la variación del AMPO
definido en la ley 24.241, de acuerdo a la norma reglamentaria.

A pesar de que la norma transcripta refiere al AMPO, y no fue modificado su texto,


debemos tenerlo por sustituido primero por el Módulo Previsional o MOPRE, que
para el año 2001 fue fijado en $ 80, y desde noviembre de 2009 por el decreto
1694/2009 que terminó con todos los conflictos, imponiendo el empleo del art. 208
(LCT) y el criterio de que el trabajador damnificado debe tener como base la
remuneración que hubiere cobrado como si estuviese trabajando, más los ajustes o
aumentos que se produzcan durante el tiempo de licencia.

3. Aportes y contribuciones y pago de asignaciones familiares

La responsabilidad del pago de los aportes y contribuciones pone en tela de juicio


la naturaleza jurídica de las prestaciones enunciadas en la LRT por ILT, al igual que
el deber de pagar las asignaciones familiares. Obsérvese que la misma LRT dice
que, para que no haya superposición durante el pago de las prestaciones por
Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) no existe la posibilidad de que se devenga al
mismo tiempo el salario. Si no hay devengamiento en este período, no existe una
prestación salarial, y sólo cabe liquidar la prestación periódica enunciada por la LRT
que no puede tener, consecuentemente, naturaleza salarial. En cualquier caso, el
legislador quiso, tratándose de una prestación no remuneratoria, que estuviera
sujeta a aportes y contribuciones y al régimen de asignaciones familiares por una
razón social o financiera del sistema. No existen dudas de que soluciones como
éstas contaminan el sistema y luego, en la práctica, generan conflictos, pero lo cierto
es que la prestación no es remuneratoria, y que el legislador respecto de los aportes
y contribuciones le ha dado a una suma de naturaleza indemnizatoria el tratamiento
de naturaleza salarial. Negativo y contradictorio.

En definitiva, el art. 13, apart. 2 de la LRT dispone:


Artículo 13.— Prestaciones por Incapacidad Laboral Temporaria
3) El responsable del pago de la prestación dineraria retendrá los aportes y
efectuará las contribuciones correspondientes a los subsistemas de
Seguridad Social que integran el SUSS o los de ámbito provincial que lo
reemplazan, exclusivamente, conforme la normativa previsional vigente

383
debiendo abonar, asimismo, las asignaciones familiares. (Reformado por el
dec. 1278/2000).

La nueva norma introdujo la aplicación de los regímenes provinciales que suplan el


sistema nacional, en orden a la legislación vigente en cada caso.

4. Naturaleza de las prestaciones por Incapacidad Permanente Parcial (IPP)

De la misma forma que se plantea la duda con las prestaciones por ILT, existen
dudas sobre la IPP más sus prestaciones, y el carácter indemnizatorio que tienen
en algún caso, y el análogo al salarial en otros. Al respecto habría que destacar que
la indemnización de pago único en los casos de IPP para incapacidades iguales o
inferiores al 50% no reviste en ningún caso naturaleza remuneratoria.

En síntesis, el art. 14 (LRT), apart. 2º, inc. a) dispone:

Artículo 14.— Prestaciones por Incapacidad Permanente Parcial (IPP)


2) Declarado el carácter definitivo de la Incapacidad Laboral Permanente
Parcial (IPP) el damnificado percibirá las siguientes prestaciones:
a) Cuando el porcentaje de incapacidad sea igual o inferior al cincuenta por
ciento (50%), una indemnización de pago único, cuya cuantía será igual a
cincuenta y tres (53) veces el valor mensual del ingreso base, multiplicado
por el porcentaje de incapacidad y por un coeficiente que resultará de
dividir el número sesenta y cinco (65) por la edad del damnificado a la
fecha de la primera manifestación invalidante.(Tope suprimido por
el decreto 1694/2009: Esta suma en ningún caso será superior a la
cantidad que resulte de multiplicar pesos ciento ochenta mil [$ 180.000]
por el porcentaje de incapacidad).
b) Cuando el porcentaje de incapacidad sea superior al cincuenta por ciento
(50%) e inferior al sesenta y seis por ciento (66%), una Renta Periódica
—contratada en los términos de esta ley—, cuya cuantía será igual al valor
mensual del ingreso base multiplicado por el porcentaje de incapacidad.
Esta prestación está sujeta a la retención de aportes de la seguridad social
y contribuciones para asignaciones familiares hasta que el damnificado se
encuentre en condiciones de acceder a la jubilación por cualquier
causa.(Tope suprimido por el decreto 1694/2009: El valor actual esperado
de la Renta Periódica en ningún caso será superior a pesos ciento ochenta
mil $ 180.000).Deberá asimismo adicionarse la prestación
complementaria prevista en el art. 11, apartado cuarto de la ley.(Reforma
introducida por el dec. 1278/2000).

384
La Ren ta Periódica también tiene carácter indemnizatorio y no remuneratorio, a
pesar de que tiene aportes y contribuciones y de que se abonan las asignaciones
familiares. La razón es muy simple: no existe prestación remuneratoria que resulte
ajena a la contraprestación a cargo del trabajador. En los casos que nos ocupan el
trabajador no está a disposición del empleador para trabajar.

La reforma introdujo además el deber de abonar una suma de dinero de pago único
de $ 80.000 (Suma actualizada por decreto 1694/2009) para los que padezcan una
incapacidad entre 50 y 66% de incapacidad, suma que también es indemnizatoriay
no remuneratoria (dec. 1278/2000, art. 6º, modificatorio del art. 11, apart. 4º de
la LRT).

5. Naturaleza de las prestaciones por IPT y el sistema previsional

En los casos de IPT provisoria o en situación de provisionalidad, en la cual la


incapacidad predeterminada asciende al 66% o más, se liquidará una prestación
periódica, y las asignaciones familiares. A la vez se declara la incompatibilidad con
cualquier beneficio del régimen previsional. La naturaleza jurídica de estas
prestaciones tampoco es salarial, aun cuando la persona resulte beneficiaria de las
asignaciones familiares.

En efecto, el art. 15, apart. 1º (LRT) dispone:

Artículo 15.— Prestaciones por Incapacidad Permanente Total (IPT)


1) Mientras dure la situación de provisionalidad de la Incapacidad Laboral
Permanente Total, el damnificado percibirá una prestación de pago mensual
equivalente al setenta por ciento (70%) de la remuneración dispuesta por el
art. 208 (LCT) (Reemplazado por el decreto 1694/2009 por el art. 208 LCT:
del valor mensual del ingreso base). Percibirá, además, las asignaciones
familiares correspondientes, las que se otorgarán con carácter no
contributivo.
Durante este período, el damnificado no tendrá derecho a las prestaciones del
sistema previsional, sin perjuicio del derecho a gozar de la cobertura del
seguro de salud que le corresponda, debiendo la ART retener los aportes
respectivos para ser derivados al Instituto Nacional de Servicios Sociales
para Jubilados y Pensionados, u otro organismo que brinde tal prestación.

6. Prestaciones definitivas en el caso de la IPT y las prestaciones previsionales

385
Las prestaciones por IPT también se ligan con las prestaciones del régimen
previsional, no sólo por el encuadre previsto para el régimen de invalidez, sino por
la existencia —conforme a pautas reglamentarias— de prestaciones que
complementarán la principal.

En efecto, quien padezca una incapacidad de grado total (más del 66%) tendrá
derecho —obviamente— a la jubilación por invalidez si es que las comisiones
médicas, ahora unificadas confieran a la restricción que padezca el damnificado el
carácter de permanente y total.

A la prestación propia de la seguridad social (SIJP) se le adiciona una prestación


generada desde la LRT. Esta suma a cobrar tiene una semejanza con los mil salarios
diarios de las antecesoras y se paga mensualmente, luego de realizar cálculos
actuariales y poner en práctica la fórmula enunciada en la norma. En definitiva, en
esta disposición se orientan a un mismo fin los sistemas previsional y de accidentes
laborales para que el sujeto pueda percibir los ingresos indispensables que le
corresponden para subsistir a partir de su invalidez.

Se neutraliza con ello, la posibilidad de que los reclamos se vuelquen fuera del
ámbito administrativo, y se resuelvan en el seno de las AFJP o de las ART.

El art. 15 (LRT), apart. 2º, dispone en consecuencia:

Artículo 15.— Prestaciones por Incapacidad Permanente Total (IPT)


2) Declarado el carácter definitivo de la Incapacidad Laboral Permanente Total
(IPT), el damnificado percibirá las prestaciones que por retiro definitivo por
invalidez establezca el régimen previsional al que estuviere afiliado.
Sin perjuicio de la prestación prevista por el apart. 4º del art. 11 de la presente
ley, el damnificado percibirá, asimismo, en las condiciones que establezca la
reglamentación, una prestación de pago mensual complementaria a la
correspondiente al régimen previsional. Su monto se determinará
actuarialmente en función del capital integrado por la ART. Este capital
equivaldrá a cincuenta y tres (53) veces el valor mensual del ingreso base,
multiplicado por un coeficiente que resultará de dividir el número 65 por la
edad del damnificado a la fecha de la primera manifestación
invalidante. (Tope suprimido por el decreto 1694/2009: y no podrá ser
superior a pesos ciento ochenta mil $ 180.000).

La reforma del decreto 1278/2000 incorporó una suma de pago único para la IPT
definitiva de $ 100.000 (monto actualizado por el decreto 1694/2009) a favor del
trabajador damnificado.

Ambas prestaciones son no remuneratorias, ya sea porque suplen un nivel de


incapacidad, ya sea porque no tienen contraprestación alguna de parte del
trabajador.

386
7. La ART y el capital de recomposición con incapacidad provisoria

Puede plantearse la hipótesis de que una persona afectada por IPT no adquiere
el status definitivo de su incapacidad, en cuyo caso la ART se haría cargo del capital
de recomposición habida cuenta de que al no haber logrado el requisito precitado,
no caben las prestaciones enunciadas en el art. 15, apart. 2º (LRT) y por ende, la
ART se tiene que hacer cargo del capital de recomposición correspondiente al
damnificado. Al respecto, el art. 15, apart. 3º (LRT) dispone:

Artículo 15.— Prestaciones por Incapacidad Permanente Total (IPT)


3) Cuando la Incapacidad Permanente Total no deviniere en definitiva, la ART
se hará cargo del capital de recomposición correspondiente, definido en
la ley 24.241 (art. 94) o, en su caso, abonará una suma equivalente al
régimen provisional a que estuviese afiliado el damnificado.

El texto transcripto, incorporado por el decreto 1278/2000 (art. 7º), prevé que la
suma de recomposición pueda derivarse al régimen al que estuviese afiliado el
trabajador damnificado.

8. Posible reducción de aportes y contribuciones en trabajadores


discapacitados

El trabajador que padece una incapacidad parcial y permanente puede volver al


trabajo, y al respecto no existe ninguna incompatibilidad. El legislador prevé en el
futuro una reducción de aportes y contribuciones, seguramente con fines
promocionales.

En efecto, la captación del personal que padezca alguna incapacidad debe ser un
objetivo social, y de hecho, para complementarlo debe contar con incentivos fiscales
o de la seguridad social. En el caso planteado por la norma analizada, el legislador
impone al Poder Ejecutivo la potestad (es voluntaria la decisión gubernamental
sobre el particular) de reducir aportes y contribuciones, seguramente para propiciar
e incentivar la captación de las personas, en el mismo empleo en el que estaban, o
en otra empresa, a fin de que se reintegren en forma total a la sociedad, a pesar de
padecer una incapacidad permanente.

Al respecto el art. 16, apart. 2º (LRT) dispone:

387
Artículo 16.— Retorno al trabajo por parte del damnificado
2) El Poder Ejecutivo nacional podrá reducir los aportes y contribuciones al
Sistema de Seguridad Social, correspondientes a supuestos de retorno al
trabajo de trabajadores con Incapacidad Laboral Permanente.

9. La pensión del régimen previsional y la prestación periódica de la LRT para


el caso de muerte de la víctima

Nuevamente la LRT vuelve a combinar prestaciones del SIJP y del régimen de


riesgos del trabajo. En efecto, la muerte de la víctima de un accidente de trabajo o
una enfermedad profesional, genera dos derechos. Uno proveniente de la LRT y
otra del Nuevo Régimen Previsional. En cuanto al régimen previsional, los
derechohabientes indicados en la ley 24.241 acceden a la pensión por fallecimiento,
mientras que por la LRT se les otorga una prestación de pago mensual más o menos
equivalente —en total— a los mil salarios de los regímenes anteriores, que calculado
con técnicas actuariales. (El tope fue suprimido por el decreto 1694/2009: tiene un
tope de $ 180.000).

El art. 18 (LRT) al respecto dispone:

Artículo 18.— Muerte del damnificado


1) Los derechohabientes del trabajador accederán a la pensión por
fallecimiento prevista en el régimen previsional al que estuviera afiliado el
damnificado y a las prestaciones establecidas en el segundo párrafo de
apart. 2º del art. 15 de esta ley, además de la prevista en su art. 11, apart. 4º.
2) Se consideran derechohabientes a los efectos de esta ley, a las personas
enumeradas en el art. 53 de la ley 24.241, quienes concurrirán en el orden
de prelación y condiciones allí señaladas. El límite de edad establecidos en
dicha disposición se entenderá extendido hasta los veintiún (21) años,
elevándose hasta los veinticinco (25) años en caso de tratarse de
estudiantes a cargo exclusivo del trabajador fallecido. En ausencia de las
personas enumeradas en el referido artículo, accederán los padres del
trabajador en partes iguales; si hubiera fallecido uno de ellos, la prestación
será percibida íntegramente por el otro. En caso de fallecimiento de ambos
padres, la prestación corresponderá, en partes iguales, a aquellos familiares
del trabajador fallecido que acrediten haber estado a su cargo. La
reglamentación determinará el grado de parentesco requerido para obtener
el beneficio y la forma de acreditar la condición de familiar a cargo.

La norma incorporó, con la reforma del decreto 1278/2000, en el orden de prelación


legal, a los padres, y a falta de ellos, a los familiares a cargo del trabajador fallecido.

A su vez, se estableció una suma adicional de pago único a favor de los


derechohabientes de $ 120.000 (Monto actualizado por el decreto 1694/2009).

388
10. La renta periódica por IPP definitiva. Derogación por la ley 26.773

En los casos de IPT de más del 50% y menos del 66% se generaba el derecho a la
contratación de una renta periódica (con retenciones por aportes previsionales y del
sistema nacional del seguro de salud, obras sociales) con una empresa de seguros
de retiro, bajo las condiciones previstas en la LRT. La empresa de seguros de retiro
será determinada por la ART en los casos de los trabajadores damnificados de
empresas afiliadas, y será la que determine el trabajador víctima de un infortunio
laboral cuando el empleador se encuentre autoasegurado.

Al respecto, el art. 19 (LRT) dispone:


Artículo 19.— Contratación de la renta periódica
1) A los efectos de esta ley se considera renta periódica la prestación dineraria,
de pago mensual, contratada entre el beneficiario y una compañía de
seguros de retiro, quienes a partir de la celebración del contrato respectivo,
serán las únicas responsables de su pago. El derecho a la renta periódica
comienza en la fecha de la declaración de carácter definitivo de la
incapacidad permanente parcial y se extingue con la muerte del beneficiario.
En el caso de las empresas que no se afilien a una ART, dicha prestación
deberá ser contratada con una entidad de seguro de retiro a elección del
beneficiario. Esta, a partir de la celebración del contrato respectivo, será la
única responsable de su pago.

La ley 26.773 determinó que las rentas periódicas se transforman en un sistema de


pago único (ver art. 2º, último párr., ley 26.773,B.O. 26/10/2012)

11. Utilización de las comisiones médicas en la LRT y en el régimen previsional

En el marco del proceso de uniformación y homogeneización que debe reinar entre


el Sistema de la LRT y el Sistema previsional, la utilización de la Comisión Médica
Central y de las comisiones médicas para todo el proceso de control, verificación y
determinación de incapacidades de las patologías juega un papel fundamental.

La utilización de las mismas tablas, de la misma tecnología, de las mismas fórmulas


de evaluación, y sobre todo, de las mismas personas bajo un sistema común,
determinarán criterios que, en general, serán restrictivos (se abandonará el vicio de
otorgar incapacidades generosamente con fines sociales indirectos) y a la vez

389
uniformes. Hay que aclarar que las Comisiones Médicas tienen funciones
jurisdiccionales, sustituyendo en muchos casos la conflictividad que se solía debatir
ante la justicia.

Al respecto, el art. 21 (LRT) dispone:

Artículo 21.— Comisiones Médicas


1) Las comisiones médicas y la Comisión Médica Central creadas por la ley
24.241 (art. 51), serán las encargadas de determinar:
a) La naturaleza laboral del accidente o profesional de la enfermedad;
b) El carácter y grado de la incapacidad;
c) El contenido y alcances de las prestaciones en especie.
2) Estas comisiones podrán, asimismo, revisar el tipo, carácter y grado de la
incapacidad, y —en las materias de su competencia— resolver cualquier
discrepancia que pudiera surgir entre la ART y el damnificado o sus
derechohabientes.
3) La reglamentación establecerá los procedimientos a observar por y ante las
comisiones médicas, así como el régimen arancelario de las mismas.
4) En todos los casos el procedimiento será gratuito para el damnificado,
incluyendo traslados y estudios complementarios.
5) En lo que respecta específicamente a la determinación de la naturaleza
laboral del accidente prevista en el inc. a) del apart. 1º de este artículo y
siempre que al iniciarse el trámite quedare planteada la divergencia sobre
dicho aspecto, la Comisión actuante, garantizando el debido proceso, deberá
requerir, conforme se establezca por vía reglamentaria, un dictamen jurídico
previo para expedirse sobre dicha cuestión.

El apart. 5º fue incorporado por el decreto 1278/2000, que tiene por fin resolver la
controversia que pueda darse sobre la naturaleza de un accidente sufrido por el
damnificado, para lo cual se garantiza el debido proceso y se requiere un dictamen
jurídico.

12. Base imponible común entre la LRT y el sistema previsional

Las contribuciones que financian a las ART provienen de un cálculo basado en una
alícuota aprobada por la SRT que se aplicará sobre el total de las remuneraciones
brutas liquidadas por la empresa afiliada. Por ende, es muy importante unificar la
base de cálculo, a cuyos fines se utilizan las normas del Sistema Previsional,
habiéndose omitido una referencia a los arts. 103 y concordantes de la LCT que son
complementarios de la seguridad social. En cualquier caso, el legislador partió de la
premisa de que existe un solo concepto de remuneración para todo el sistema
jurídico, y se encuentra unificado en base a los conceptos provenientes de

390
la LCT(arts. 103 y concs.) y la nueva Ley Previsional (arts. 6º, 7º, 9º y concs.). Este
proceso de unificación está en línea con la homogeneización que se pretende de
ambos regímenes y de todos los institutos de la seguridad social y el derecho laboral.

Al respecto, el art. 23 (LRT) dispone:

Artículo 23.— Cotización


1) Las prestaciones previstas en esta ley a cargo de las ART, se financiarán
con una cuota mensual a cargo del empleador.
2) Para la determinación de la base imponible se aplicarán las reglas de la ley
24.241 (art. 9º), incluyéndose todas las prestaciones que tengan carácter
remuneratorio a los fines del SIJP.
3) La cuota debe ser declarada y abonada conjuntamente con los aportes y
contribuciones que integran la CUSS. Su fiscalización, verificación y
ejecución estará a cargo de la ART.

13. La reducción de las cargas sociales con el aumento de la recaudación su


tratamiento diferenciado en el SIPE y en la LRT

La LRT excluye la aplicación del temperamento introducido por la nueva Ley


Previsional en el sentido de reducir las contribuciones patronales en la medida que
aumente o mejore la recaudación. Tal temperamento, introducido por la ley
24.463, importa un principio importante en materia de costos laborales e impuestos
al trabajo, que sin fundamento fue eliminada de la LRT. No se advierten las razones
por las cuales, si uno de los objetivos es neutralizar o reducir el costo laboral, se
incurrió en una excepción al proceso de unificación y homogeneización, creando
esta agresiva e inequitativa diferencia. Al respecto, el art. 41 (LRT) dispone:

Artículo 41.— Normas aplicables


2) No es aplicable al régimen de esta ley, el art. 188 de la ley 24.241.

"Artículo 188. Normas sobre el financiamiento

"En la medida que aumente la recaudación de los recursos de la seguridad social el


Poder Ejecutivo queda facultado para disminuir proporcionalmente la incidencia
tributaria sobre el costo laboral, preservando un adecuado financiamiento del
sistema previsional.

"Las contribuciones patronales destinadas al financiamiento de la seguridad social,


podrán ser disminuidas por el Poder Ejecutivo nacional únicamente en la medida
que fueran efectivamente compensadas con incrementos en la recaudación del
sistema, o con aportes del Tesoro que equiparen dicha reducción".

391
14. Unificación y restricciones en las empresas de seguros de retiro

Con el mismo criterio de homogeneización y de compatibilización sistemática que


se aplicó en otros terrenos comunes, se reformula una norma de la nueva Ley
Previsional, con el fin de habilitar a las empresas de seguro de retiro para poder
contratar con ellas las rentas de pago periódico previstas en la LRT, y que no existan
objeciones legales ni incompatibilidades.

Al respecto el art. 49 dispone:

Artículo 49.— Disposiciones adicionales


Segunda: Modificaciones a la ley 24.241.
Sustitúyese el art. 177 de la ley 24.241 por el siguiente texto:
El seguro del artículo anterior sólo podrá ser celebrado por las entidades
aseguradoras que limiten en forma exclusiva su objeto a esta cobertura y a las
prestaciones de pago periódico previstas en la Ley de Riesgos del Trabajo.
Tales entidades podrán operar en otros seguros de personas, que resulten
complementarios de las coberturas de seguros de retiro, deberán estar
autorizadas por la Superintendencia de Seguros de la Nación, y su razón social
deberá contener la expresión "seguros de retiro".

15. Unificación de la comisión médica central y de las comisiones médicas

La reformulación del art. 51 de la nueva Ley Previsional tiene por objeto crear las
condiciones para que los mismos médicos y especialistas que evalúan las
incapacidades para el régimen de pensiones por invalidez tengan la función de
controlar, supervisar, fiscalizar y determinar incapacidades dentro de la LRT. El
aspecto central de la modificación del art. 51 de la ley 24.241 es para dar cabida a
la designación de representantes en dichas comisiones que estén vinculados con
los dos organismos de contralor, o sea la Superintendencia de Administradoras de
Fondos de Jubilaciones y Pensiones (SAFJP) y la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo (SRT).

Al respecto, el art. 50 (LRT) dispone:

Artículo 50. — Sustitúyese el artículo 51 de la ley 24.241 por el siguiente:

392
Artículo 51: Las comisiones médicas y la Comisión Médica Central estarán
integradas por cinco (5) médicos que serán designados: tres (3) por la
Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones
y dos (2) por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, los que serán
seleccionados por concurso público de oposición y antecedentes. Contarán con
la colaboración de personal profesional, técnico y administrativo.
Los gastos que demande el funcionamiento de las comisiones serán
financiados por las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones y
las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, en el porcentaje que fije la
reglamentación.
Como mínimo, funcionará una comisión médica en cada provincia y otra en la
ciudad de Buenos Aires.

IV. RELACIÓN DE LA LRT Y LA LEY 24.028 DE ACCIDENTES DE TRABAJO Y


ENFERMEDADES PROFESIONALES

La Ley de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales 24.028 reformuló


la histórica ley 9688, que fue la norma que perdió vigencia en abril de 1996 cuando
la LRT comenzó a operar en plenitud. Luego sigue un período de transición en el
cual continúan aplicándose las disposiciones anteriores respecto de la fecha de
ocurrencia del evento o de su manifestación incapacitante. En cualquier caso, el
sistema de la ley 24.028 tiene ingredientes que sirven como precedentes, pero en
los hechos, la nueva LRT la reemplaza totalmente.

1. Cobertura de las ART sobre accidentes y enfermedades de normas


anteriores

Uno de los temas más controvertidos es el de la necesidad de que el nuevo régimen


de accidentes y enfermedades profesionales brinde cobertura por eventos pasados
o en su caso, por lo que pueda llegar a ocurrir con la responsabilidad civil pretérita
y la que pueda generarse en la LRT. Esta cobertura será independiente del nuevo
régimen de riesgos del trabajo, se administrará y se liquidará por separado, y tendrá
su propio sistema de financiamiento independiente de la contribución establecida
para la operatoria habitual de las ART.

Al respecto, el art. 26, apart. 4º dispone:

393
Artículo 26.— Aseguradoras de Riesgo del Trabajo
4) Las ART podrán, además, contratar con sus afiliados:
b) La cobertura de las exigencias financieras derivadas de los juicios por
accidentes y enfermedades del trabajo con fundamento en leyes
anteriores.

2. Procedimiento administrativo previo y obligatorio de conciliación

La LRT introduce una importante reforma en la ley 24.028, que será objeto, sin
dudas, de importantes controversias. En efecto incorpora un procedimiento de
conciliación obligatoria administrativa previo a la interposición de cualquier acción
judicial. Con ello, ningún trabajador podría interponer una acción ante la justicia sin
haber agotado anteriormente el paso por la vía extrajudicial. Obviamente hay
obligación de someterse al procedimiento pero no hay necesidad alguna de negociar
ni de acordar un acuerdo conciliatorio o transaccional. Cabe la duda, por lo pronto,
de cuáles son los casos incluidos. En principio, todo aquel evento que a la vigencia
de esta norma (a los ocho días de la publicación de la LRT en el Boletín Oficial )
tenga interpuesta la acción judicial y la haya notificado a la contraparte no deberá
recurrir a la instancia administrativa previa. Todos los demás casos, deberán recurrir
a la misma, ya sea porque la demanda no fue notificada, ya sea porque no se
iniciaron las acciones, ya sea porque no se consolidaron los extremos para radicar
aún el reclamo. En nuestra opinión, no tiene relevancia la fecha de ocurrencia del
evento o la fecha de la primera manifestación invalidante (si es o no anterior a la
vigencia de la LRT).

Al respecto, el art. 49 dice:

Artículo 49.— Disposiciones adicionales


Tercera. Modificaciones a la ley 24.028.
Reemplázase el primer párrafo del art. 15 de la ley 24.028 por el siguiente:
El trabajador que sufra un daño psicofísico por el hecho o en ocasión del trabajo
durante el tiempo que estuviese a disposición del empleador, deberá —previo
al inicio de cualquier acción judicial— denunciarlo a fin de iniciar el
procedimiento administrativo obligatorio de conciliación, ante la autoridad
administrativa del trabajo. Los jueces no darán traslado de las demandas que
no acrediten el cumplimiento de esta obligación.

3. Aplicación de la ley en el tiempo y los casos pretéritos en la LRT

394
Cuando se produce un cambio legislativo tan profundo como el que plantea la nueva
LRT, aparecen roces y conflictos a propósito de cómo se aplican ambas normas en
el tiempo, sobre todo en el tramo transicional en el cual existe cierta dispersión e
impresión sobre cuál es la norma que rige cada situación. Al respecto, es interesante
el planteo del art. 49 (LRT) ya que impone a las ART la responsabilidad de asumir
los casos cuya causa generadora fuere anterior a la vigencia de la LRT, pero que
haya sido puesta en conocimiento del empleador con posterioridad a su vigencia.
Por ende, habría que preguntarse cuándo entrará en vigencia la LRT, y a su vez,
cuáles son los límites de la pauta establecida en la normativa.

Al respecto, el art. 49 (LRT) dispone:

Artículo 49.— Disposiciones adicionales


Quinta: Contingencias anteriores.
1) Las contingencias que sean puestas en conocimiento del empleador con
posterioridad a la entrada en vigencia de esta ley darán derecho únicamente
a las prestaciones de la LRT, aun cuando la contingencia fuera anterior, y
siempre que no hubiere prescripto el derecho conforme a las normas de esta
ley.
2) En este supuesto el otorgamiento de las prestaciones estará a cargo de la
ART a la que el empleador se encuentre afiliado, a menos que hubiere
optado por el régimen de autoseguro o que la relación laboral con el
damnificado se hubiere extinguido con anterioridad a la afiliación del
empleador a la ART.

4. Vigencia de la LRT y derogación de la ley anterior de accidentes y


enfermedades (ley 24.028)

Es obvio que el legislador trate de "separar las aguas" entre las responsabilidades
emergentes de la ley anterior de accidentes y enfermedades profesionales (ley
24.028) y la responsabilidad que les cabe a las ART y a los empleadores
autoasegurados con respecto a la nueva norma. Es también lógico que las acciones
judiciales iniciadas con anterioridad a la vigencia de la LRT no podrá extenderse ni
a las ART ni a las prestaciones contenidas en la nueva norma.

Al respecto, el art. 49 (LRT) dispone:

Artículo 49.— Disposiciones finales


Tercera.

395
1) La LRT no será de aplicación a las acciones judiciales iniciadas con
anterioridad a su vigencia salvo lo dispuesto en el apartado siguiente.
2) Las disposiciones adicionales de primera y tercera entrarán en vigencia en
la fecha de promulgación de la presente ley.
3) A partir de la vigencia de la presente ley, deróganse la ley 24.028, sus
normas complementarias y reglamentarias y toda otra norma que se oponga
a la presente.

V. RELACIÓN DE LA LRT CON LA LEY DE CONVENIOS COLECTIVOS

No existen dudas de que una ley como la LRT tiene fines muy claramente orientados
a evitar los conflictos, a deprimir las instancias judiciales, a eludir la competencia y
jurisdicción de los tribunales de trabajo, y a tratar de volcar la normativa hacia la
autorregulación que importan los convenios colectivos de trabajo. En este mismo
sentido está orientado el legisla dor de la LRT.

1. La actividad preventiva a través de los convenios colectivos de trabajo

Una cultura renuente a la prevención como la existente en nuestro país exige un


importante esfuerzo de los agentes sociales y de las partes involucradas, para
encontrar los caminos más adecuados para lograr su rápida instrumentación. La
prevención es sinónimo de anticipación a los hechos dañosos, cuyas implicancias
humanas y sociales son esenciales, sin dejar de contemplar los riesgos dentro del
marco asistencial, la cobertura de subsistencia, y el problema de marginación que
existe en desmedro de quien padece una incapacidad laboral.

Es por ello, que es un imperativo fundamental que se tome conciencia de la


necesidad de prevención, y que ésta se vuelque entre otros instrumentos en los
convenios colectivos.

Al respecto, el art. 1º (LRT) dispone:


Artículo 1º.— Normativa aplicable y objetivos de la Ley sobre Riesgos del
Trabajo (LRT)
2) Son objetivos de la Ley sobre Riesgos del Trabajo (LRT):

396
d) Promover la negociación colectiva laboral para la mejora de las medidas
de prevención y de las prestaciones reparadoras.

2. La creación de ART sin fines de lucro a partir de la negociación colectiva

La negociación colectiva puede ser la fuente creadora de una ART, bajo la condición
de que la misma sea sin fines de lucro, y sin desmedro del principio de la libre
afiliación. Esto es así, por cuanto en el seno de la comisión negociadora (ley 14.250)
se suelen resolver preventivamente numerosos conflictos que hacen a las relaciones
entre los empleadores y los gremios, y entre ellos y los trabajadores. La
convergencia y la necesidad han creado sistemas eficaces de protección, como
ocurrió en sus orígenes con las asignaciones familiares, que se crearon a partir de
la negociación colectiva.

La LRT no exige condiciones especiales, salvo que la ART que se cree no tenga
fines de lucro.

Al respecto, el art. 42 dispone:


Artículo 42.— Negociación colectiva
La negociación colectiva laboral podrá:
a) Crear Aseguradoras de Riesgos de Trabajo sin fines de lucro, preservando
el principio de libre afiliación de los empleadores comprendidos en el ámbito
del Convenio Colectivo de Trabajo;
b) Definir medidas de prevención de los riesgos derivados del trabajo y de
mejoramiento de las condiciones de trabajo.

3. Creación de aseguradoras sin fines de lucro

El decreto 1694/2009 dispuso en su art. 13: Instrúyese al Ministerio de Trabajo,


Empleo y Seguridad Social, a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) y
a la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) a fin de que adopten las
medidas necesarias, en los ámbitos de sus respectivas competencias, para impulsar
la creación de entidades sin fines de lucro, de seguros mutuos, que tengan a su
cargo la gestión de las prestaciones y demás acciones previstas en la Ley sobre
Riesgos de Trabajo, en los términos del art. 2º y concordantes de la Ley de

397
Entidades de Seguros y su Control Nº 20.091 y sus modificatorias y el art. 42, inc. a),
de laley Nº 24.557y sus modificaciones .

Con ello, se genera una nueva alternativa, ya que la prevista por vía convencional
fracasó, para que se generen las bases desde la SRT y desde la SSN para que se
puedan crear ARTs sin fines de lucro, y con ello, se concentren todos los recursos
en los fines específicos y explícitos de la LRT.

El decreto 1720/2012 estableció las pautas para constituir las ART-mutual, por vía
de un acuerdo dentro del CCT entre los signatarios del mismo, sin fines de lucro. Al
respecto, se conocen sólo dos iniciativas en estado incipiente.

XXI.10. RECLAMACIÓN JUDICIAL. RÉGIMEN DE SANCIONES DE LA LRT


Sumario: I. LA RECLAMACIÓN JUDICIAL. PRINCIPIOS
GENERALES.— II. LA COMPETENCIA JUDICIAL.— III. LA
CONCURRENCIA. — IV. LAS RECLAMACIONES EN EL
TIEMPO.— V. VIGENCIA DE LA LRT. CRONOGRAMA .

I. LA RECLAMACIÓN JUDICIAL. PRINCIPIOS GENERALES

La ley 26.773 (B.O. 26/10/2012) volvió a disponer que en los casos en los cuales se
recurra ante la justicia por la vía del derecho común, lo deberá hacer en la justicia
civil que será la competente para estos planteos, en base a sus procedimientos
parámetros y pautas (art. 5º), en donde concurrirán la ART hasta el monto de las
indemnizaciones dinerarias tarifadas a su cargo más la proporción de los honorarios
y gastos causídicos, siendo a cargo del empleador asegurado o de la aseguradora
el saldo si el monto de la condena excede lo calculado en el marco d e la LRT.

Subyace en todo el texto de la LRT cierto mensaje anticonflictivo, en el sentido de


que se deben arbitrar los medios para que se cumpla el espíritu de la ley y sus fines
esenciales, pero además se crean mecanismos judiciales que dificultan su
articulación procesal.

En algunos casos, los procedimientos operan casi como una especie de "trampa"
que encierra a los damnificados sobre todo a lo que dispongan las ART, con
prescindencia de las garantías mínimas que cualquier sistema exige para que sea
razonable y flexible.

398
El decreto 1694/2009 trató de sacar a la LRT de este encierro en un marco más
amplio y generoso con sus indemnizaciones. Quitó el tope de las indemnizaciones
tarifadas, incluyó un piso para luchar contra los mínimos irrisorios emergentes de los
cálculos, y elevó el salario conforme al art. 208 (LCT) y los montos fijos en valores
adecuadamente actualizados.

La ley 26.773 vuelve a ratificar los mismos criterios en el sentido de aumentar los
montos de las indemnizaciones dinerarias tarifadas, de modo de alentar su cobro y
de desalentar la interposición de un reclamo por montos mayores por la vía del
derecho común.

En cualquier caso, el que debe evaluar la oportunidad y conveniencia es el


trabajador damnificado o los causahabientes, a fin de que pueda optar libremente.

Otra evidente inclinación de la LRT y seguramente de sus inspiradores es una clara


tendencia antilaboral en todos los temas que trata. Atoda costa se evitó la
intervención de la justicia del trabajo, orientándose los reclamos hacia la justicia
federal en primera instancia, la Cámara Federal de la Seguridad Social en segunda
instancia, y obviamente la Corte Suprema como un regulador de los desvíos que
sobre ese esquema se pudieran operar. También se buscó que los distintos
conflictos se sustanciaran fuera de la órbita laboral. Aun cuando quedan dudas sobre
si los reclamos por la existencia o no de un accidente o enfermedad rechazados por
el empleador autoasegurado o la ART son de la justicia laboral, o si tramitan en la
justicia federal como fuero central. Si la norma se consolida, la justicia del trabajo
perderá en poco tiempo dos tercios de su trabajo actual, con lo cual la enorme
infraestructura creada en la Capital Federal y en el resto del país dejará de tener
sentido. Es, por enunciarlo de algún modo, la partida de defunción de los tribunales
laborales, que perdiendo los conflictos por riesgos del trabajo, les quedan los, cada
vez, menos frecuentes reclamos por despido o diferencias salariales, que en gran
medida se resuelven extrajudicialmente o en sede administrativa.

En cualquier caso, se han creado mecanismos que de un modo u otro posibilitan la


instancia judicial frente a las discrepancias que se puedan tener dentro del sistema,
o para entablar la acción del derecho común en un campo muy restringido. La Corte
Suprema declaró inconstitucional la determinación legal de las competencias, y las
derivó claramente hacia la que determine cada jurisdicción, con lo cual la mayoría
descansó sobre los juzgados o tribunales laborales.

II. LA COMPETENCIA JUDICIAL

No hay dentro de la LRT un procedimiento judicial (ni siquiera se los menciona)


previsto para quien aspire a formular un reclamo por los derechos emergentes de la
norma, por la insatisfacción que se hubiere padecido por incumplimiento de los
deberes de los interlocutores, o por simples discrepancias en el marco o la cobertura
otorgados a partir de un evento dañoso. Si se admiten algunas hipótesis, parecen

399
ser sobre temas periféricos, sin que se observe una salida sobre los aspectos
centrales de un reclamo. Todo parece resolverse ante el nuevo "juez" de este
proceso que sería la Comisión Médica Central o sus extremos en las comisiones
médicas zonales.

Sobre el particular, el art. 46 (LRT) dispone claramente:

Artículo 46.— Competencia judicial


1) Las resoluciones de las comisiones médicas
provinciales serán recurribles y se sustanciarán
ante el juez federal con competencia en cada
provincia ante el cual en su caso se formulará la
correspondiente expresión de agravios, o ante la
Comisión Médica Central a opción de cada
traba jador.
La Comisión Médica Central sustanciará los recursos
por el procedimiento que establezca la
reglamentación.
Las resoluciones que dicte el juez federal con
competencia en cada provincia y las que dicte la
Comisión Médica Central serán recurribles ante la
Cámara Federal de la Seguridad Social. Todas las
medidas de prueba, producidas en cualquier
instancia, tramitarán en la jurisdicción y
competencia donde tenga domicilio el trabajador y
serán gratuitas para éste.
2) Para la acción derivada del art. 1072 del Código
Civil en la Capital Federal será competente la
justicia civil.
Invítase a las provincias para que determinen la
competencia en esta materia según el criterio
establecido precedentemente.
3) El cobro de cuotas, recargos e intereses adeudados
a las ART así como las multas, contribuciones a
cargo de los empleadores privados autoasegurados
y aportes de las ART, se harán efectivos por la vía
del apremio regulado en los códigos procesales
civiles y comerciales de cada jurisdicción, sirviendo
de suficiente título ejecutivo el certificado de deuda
expedido por la ART o por la SRT.
En la Capital Federal se podrá optar por la justicia
nacional con competencia en lo laboral o por los
juzgados con competencia en lo civil o comercial.
En las provincias serán los tribunales con
competencia civil o comercial.

a. Recurso sobre las resoluciones de las comisiones médicas: como se recordará


las comisiones médicas estarán distribuidas en todo el país, a razón de no menos
de una por provincia y una por la ciudad de Buenos Aires. Sus decisiones son

400
obviamente recurribles, a cuyos efectos parece que el único que tiene la posibilidad
de hacerlo es el trabajador. Dentro de la lógica del sistema no parece existir
un interés de apelar por parte de quien está amparado por una ART. Sin embargo,
las comisiones médicas son órganos independientes, y por ende, tanto el empleador
autoasegurado como la ART y en su caso el empleador afiliado, por las razones que
corresponda a cada uno, deberían tener la oportunidad de interponer el recurso.

El recurso se puede interponer, como lo dice el art. 46 (ART), ante el juez federal
con competencia dentro del territorio de que se trate, y a opción del trabajador ante
la Comisión Médica Central. Ante cualquiera de ellos no sólo se podrán expresar los
agravios del caso, sino que también se podrán aportar pruebas pertinentes a los
fines de dilucidar la verdad cuestionada.

Si el trabajador apeló ante la justicia o ante la Comisión y ésta resuelve


desfavorablemente, tiene otra instancia ante la Cámara Federal de la Seguridad
Social, como tribunal de alzada. Obviamente, como cualquier ciudadano, y en la
medida que se logren reunir los requisitos de fondo y forma pertinentes, se puede
recurrir como última instancia ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Cabe
analizar si estas normas que interfieren con los ámbitos procesales de las provincias
serán toleradas con hidalguía, o como es de suponer serán resistidas hasta las
últimas consecuencias por cada jurisdicción. Se trata, en muchos casos, de la virtual
desaparición de la justicia laboral en las provincias, dado que en estos momentos
más de dos tercios de los reclamos judiciales que tramitan ante el fuero laboral son
por accidentes y enfermedades del trabajo y es posible que, con las reformas
introducidas, la conflictividad se reduzca a menos de un tercio de la actualmente
existente. Es más, es posible que la justicia laboral no sólo tenga un papel residual
en materia de relaciones laborales, sino que recurrir a ella sería parte de un
mecanismo anómalo, ya que la mayoría de los conflictos individuales se resuelve
por vías y procedimientos extrajudiciales o ante la autoridad administrativa laboral
nacional o local.

Apartarse de la competencia del fuero laboral fue una de las ideas-fuerza del
régimen de riesgos del trabajo, por dos razones fundamentales. La primera está
referida al papel que tuvieron los tribunales en la evolución y finalmente en la
deformación de los sistemas que precedieron al actual. La otra se vincula con la
localización de los riesgos del trabajo dentro de la seguridad social, como lo hiciera
desde su clasificación de las contingencias sociales Juan José Etala (p.).

En la actualidad muchos fallos reconocen la competencia federal, o la de la Cámara


Federal de la Seguridad Social dentro de la Ciudad Autónoma y en el ámbito
nacional (ver art. 46, LRT), por los fundamentos que siguen:

¿ Por lo pronto, la LRT fija la competencia de la justicia federal y de la


Cámara Federal de la Seguridad Social al momento de cuestionar lo
resuelto por las Comisiones Médicas o por la Comisión Médica
Central (art. 46, LRT);
¿ No está consagrado legislativamente qué tribunal es competente a los
fines de analizar la constitucionalidad de las normas de la LRT,
parece coherente que ese tribunal sea el determinado por la propia

401
ley dentro del marco de los temas que trata para conceder el derecho
de defensa en juicio;
¿Sería incoherente, después de advertir que el legislador ha
establecido ya una competencia judicial para resolver los temas de la
norma, que se elija otro distinto;
¿ El tribunal elegido por el legislador no es ajeno al marco en donde se
desarrolla la normativa, o sea, la seguridad social;
¿ Hechas las consideraciones precitadas, y teniendo en cuenta que la
declaración de inconstitucionalidad es un acto de singular gravedad
institucional y conforma la ultima ratio dentro del ordenamiento y del
sistema jurídico, resulta claro que debe seguirse la competencia del
tribunal emergente de la norma y que no resulta competente el fuero
del trabajo;
¿ En el sentido expuesto se expidió la sala X con los Dres. Héctor J.
Scotti, Julio C. Simon y Gregorio Corach ("Molina Zapata, José S. c.
Mafre Aconcagua ART SA", CNTrab, sala X, 9/9/2002, en DT, enero
2003, p. 148). La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en igual
sentido, en la causa "Torres, Martín A. c. Carrascosa, Aldo", del
15/6/1999;
¿ La Corte Suprema, en su actual composición salió al cruce de los
fallos iniciales que justificaron la competencia federal, cuando en la
mayoría de las provincias, se habían declarado competentes los
tribunales laborales. En efecto, en el fallo "Castillo",
consideró inconstitucional el art. 46 inc. 1º de la LRT por vulnerar en
forma directa lo dispuesto en la Constitución Nacional en sus arts. 75
inc. 12 y 116. La competencia federal es un mero arbitrio del
legislador, contrario a las normas citadas, e impide que la justicia
provincial pueda cumplir con la misión que le es propia, en cuestiones
de derecho común, por ende, en cada jurisdicción se resolverá
conforme al derecho local. (CSJN, 7/9/2004, "Castillo, Angel S. c.
Cerámica Alberdi S.A.", LL, 2005- A, 259, con nota de Horacio
Schick).

b. La acción derivada del art. 1072 del Código Civil: en cuanto a la acción no
excluyente derivada de la responsabilidad por dolo del empleador, será competente
en la Capital Federal la justicia civil. Obviamente, se plantea aquí otro conflicto con
las provincias, muchas de las cuales se resisten sin remedio a producir los cambios,
o lo hacen bajo presión como la que se ejerció a través del Pacto Fiscal.

Recordemos que esta acción es acumulativa con la cobertura prestacional provista


por las ART o por el empleador autoasegurado, y por ende, el trabajador
damnificado recibirá por una parte todos los beneficios en dinero o en especie
previsto en la LRT, y por otro, podrá interponer la acción por el derecho común
contra el empleador.

Cabe recordar además, que aun cuando la LRT no lo admita, es posible que en el
ámbito asegurador se ofrezca una cobertura adicional para este tipo de riesgos,
hecho que obviamente, estará al margen de la norma analizada, contarán con un
costo independiente, pero, en definitiva una empresa de seguros, o en el caso de
que lo admita la reglamentación, las mismas ART lo podrán cubrir.

402
La Corte Suprema consideró inconstitucionales las normas que determinaran la
competencia de otros tribunales que no sean lo que resulten de la legislación local
en cada provincia, sin perjuicio de hacer otras consideraciones a favor de los
juzgados o tribunales laborales (CSJN, "Ruiz, Jesús Manuel c. Transporte Río
Grande S.A.", Fallos 323:2730).

En el mismo fallo se determina que los procedimientos ante las comisiones médicas
son también inconstitucionales, en tanto que no son competentes ni conforman un
tribunal con las garantías del debido proceso, para que diriman las cuestiones
consignadas en la LRT.

En el fallo "Venialgo" de la Corte Suprema se reiteró como en el caso "Marchetti"


que las comisiones médicas no son competentes, y que corresponde a la justicia
laboral dirimir los conflictos originados en la LRT (CSJN, 13/3/2007, "Venialgo,
Inocencio c. Mapfre Aconcagua ART").

c. Competencia para el cobro de contribuciones, recargos y multas: continuando con


la política de alejamiento del fuero laboral propiciado por el legislador en casi toda
la LRT (a través de distintos mecanismos) se ha establecido que para el cobro de
contribuciones, multas y recargos y sus accesorios, se utilizará el procedimiento por
la vía del apremio (con medidas cautelares previas) en base al certificado de deuda
que se expida en forma ordinaria desde la ART, y para casos especiales desde la
SRT (con los alcances que establezca la reglamentación).

A su vez, será competente en la Capital —en forma optativa— la justicia laboral, la


civil o la comercial. En las provincias la competencia será de la justicia civil o la
comercial. En otros términos, cada jurisdicción planteará las reservas del caso. Lo
importante es que el fuero laboral —salvo por la rara inclusión en la Capital
Federal— no tendrá tampoco intervención en el reclamo de las deudas en favor de
las ART.

III. LA CONCURRENCIA

Se denomina así a la posible secuencia que se producirá seguramente en el futuro


por la cual un trabajador afectado por una dolencia o patología se haya relacionado
con más de una ART, o en su caso, cuando la patología registre un período dentro
de la ART y otro fuera del régimen de la LRT.

Al respecto, el art. 47 (LRT) dispone:

Artículo 47.— Concurrencia

403
1) Las prestaciones serán abonadas, otorgadas o
contratadas a favor del damnificado o sus
derechohabientes, según el caso, por la ART a la
que se hayan efectuado o debido efectuarse las
cotizaciones a la fecha de la primera manifestación
invalidante.
Cuando la contingencia se hubiera originado en un
proceso desarrollado a través del tiempo y en
circunstancias tales que se demostrara que hubo
cotización o hubiera debido haber cotización a
diferentes ART, la ART obligada al pago según el
párrafo anterior podrá repetir de las restantes los
costos de las prestaciones abonadas u otorgadas a
los pagos efectuados, en la proporción en la que
cada una de ellas sea responsable conforme al
tiempo e intensidad de exposición al riesgo.
Las discrepancias que se originen en torno al origen
de la contingencia y las que pudieran plantearse en
la aplicación de los párrafos anteriores, deberán ser
sometidas a la SRT.
2) Cuando la primera manifestación invalidante se
produzca en circunstancia en que no exista ni deba
existir cotización a una ART las prestaciones serán
otorgadas, abonadas, o contratadas por la última
ART a la que se hayan efectuado o debido
efectuarse las cotizaciones y en su caso serán de
aplicación las reglas del apartado anterior.

a. La ART que se hace cargo de las prestaciones como principio general: por lo
pronto rige el principio general según el cual la ART que registre el accidente o la
enfermedad del trabajador y sus efectos incapacitantes debe brindar todas las
prestaciones dinerarias y en especie impuestas por la LRT. La norma ofrece alguna
confusión, al mencionar que la primera manifestación invalidante define la ART que
se hace cargo de las prestaciones. Si se hace un análisis literal, y en una fecha el
damnificado tiene su primera manifestación y por ende la ART que tiene como
afiliado a su empleador le brinda los servicios, si el dependiente cambia de trabajo
o si el empleador cambia de ART, la primera debe continuar con la totalidad de las
prestaciones. En otros términos, no es la última ART la responsable, todo ello sin
perjuicio de los derechos que tenga para repetir cuando corresponda.

b. La existencia de dos o más ART en el proceso invalidante: cuando existan dos o


más ART en el proceso invalidante, teniendo por tal al proceso de deterioro de la
salud del trabajador, y en la medida que las contribuciones se hayan dispersado, la
que tiene a su cargo las prestaciones podrá repetir contra las restantes en un marco
que seguramente la reglamentación habrá de definir. En efecto, la LRT dice que se
deberá tener en cuenta la proporción en que cada ART es responsable por el tiempo
que tuvo al trabajador sujeto a contribuciones en el curso del proceso prestacional,
y la intensidad y exposición al riesgo que registró cada aseguradora.

404
c. El conflicto entre dos o más ART y la intervención de la SRT: es posible que este
proceso de distribución y prorrateo entre las ART involucradas en el curso de la
atención de un damnificado genere conflictos de diversa magnitud. Para resolverlo,
se ha fijado una instancia ante la SRT que lo definirá conforme a las pautas de la
LRT y lo que disponga la reglamentación. A su vez, es posible que contra la decisión
de la SRT exista la alternativa de un recurso judicial, donde parece ser competente
la justicia federal.

d. La secuencia dentro de la LRT y fuera de ella: existe finalmente la posibilidad de


que el trabajador comience con sus primeras manifestaciones invalidantes sin
ninguna ART (por ejemplo antes de que se hubieren implementado). En tales
condiciones y con el mismo sistema se procederá a proyectar la responsabilidad de
cada una de ellas (la empresa o la aseguradora) a fin de determinar la proporción
que deberá soportar en algún tramo del proceso.

IV. LAS RECLAMACIONES EN EL TIEMPO

La existencia de dos regímenes legales en secuencia, y la zona gris que se suele


generar entre ambos, plantea la necesidad de establecer el marco de la nueva LRT
en el tiempo y las normas aplicables en cada caso.

Al respecto, el art. 49 (LRT) dispone:

Artículo 49.— Disposiciones adicionales


Quinta. Contingencias anteriores.
1) Las contingencias que sean puestas en
conocimiento del empleador con posterioridad a la
entrada en vigencia de esta ley darán derecho
únicamente a las prestaciones de la LRT, aun
cuando la contingencia fuera anterior, y siempre
que no hubiere prescripto el derecho conforme a las
normas de esta ley.
2) En este supuesto el otorgamiento de las
prestaciones estará a cargo de la ART a la que el
empleador se encuentre afiliado, a menos que
hubiere optado por el régimen de autoseguro o que
la relación laboral con el damnificado se hubiere
extinguido con anterioridad a la afiliación del
empleador a la ART.

a. Principio general en materia de aplicación de la ley en el tiempo: obviamente,


serán de aplicación sólo los hechos originados con posterioridad a la vigencia de la
ley. Sin embargo, admite distintas hipótesis especiales. A la vez, excluye

405
enfáticamente todos los casos cuyas acciones judiciales se hubieran iniciado con
anterioridad a la LRT.

b. Acciones judiciales en curso de ejecución: las acciones judiciales en curso a la


fecha de vigencia de la LRT no alcanzarán a ninguna ART ni a los mecanismos
creados por la nueva norma. Por lo tanto, se aplicarán las normas en base a las
cuales se fundaron las acciones, conforme a la que resulte vigente a la fecha de la
ocurrencia de los eventos o la manifestación invalidante padecida por el
damnificado.

V. VIGENCIA DE LA LRT. CRONOGRAMA

Para determinar la fecha de corte entre el nuevo sistema y los anteriores, y en su


caso los reclamos que caen bajo las normas pretéritas y bajo la actual, es importante
tener presente la fecha de vigencia de la LRT.

Al respecto, el art. 49 (LRT) dice:

Artículo 49.— Disposiciones finales


Primera. Esta LRT entrará en vigencia una vez que el
comité consultivo permanente apruebe por consenso
el listado de enfermedades profesionales y la tabla de
evaluación de incapacidades.
Tal aprobación deberá producirse dentro de los 180
días desde la promulgación de esta ley.
Hasta tanto el comité consultivo permanente se
expida, el Poder Ejecutivo nacional se encuentra
facultado por única vez y con carácter provisorio a
dictar una lista de enfermedades y la tabla de
evaluación de incapacidades
Segunda:
1) El régimen de prestaciones dinerarias previsto en
esta ley entrará en vigencia en forma progresiva.
Para ello se definirá un cronograma integrado por
varias etapas previendo alcanzar el régimen
definitivo dentro de los tres años siguientes a partir
de la vigencia de esta ley.
2) El paso de una etapa a la siguiente estará
condicionado a que la cuota promedio a cargo de
los empleadores asegurados permanezca por
debajo del 3% de la nómina salarial. En caso que

406
este supuesto no se verifique se suspenderá
transitoriamente la aplicación del cronograma hasta
tanto existan evidencias de que el trámite entre una
etapa y otra no implique superar dicha meta de
costos.
3) Durante la primera etapa el régimen de
prestaciones dinerarias correspondiente a la
incapacidad permanente parcial será el siguiente:
Para el caso en que el porcentaje de incapacidad
permanente fuera igual o superior al 50% e inferior
al 66% y mientras dure la situación de
provisionalidad, el damnificado percibirá una
prestación de pago mensual cuya cuantía será igual
al porcentaje de incapacidad multiplicado por el
55% del valor mensual del ingreso base, con más
las asignaciones familiares correspondientes. Una
vez finalizada la etapa de provisionalidad se
abonará una renta periódica cuyo monto será igual
al porcentaje de incapacidad multiplicado por el
55% del valor mensual del ingreso base, con más
las asignaciones familiares correspondientes. En
ningún caso el valor actual esperado de la renta
periódica en esta primera etapa podrá ser superior
a $ 55.000. Este límite se elevará automáticamente
a $ 110.000 cuando el Comité Consultivo
Permanente resuelva el paso de la primera etapa a
la siguiente.
En el caso de que el porcentaje de incapacidad sea
inferior al 50% se abonará una indemnización de
pago único cuya cuantía será igual a 43 veces el
valor mensual del ingreso base multiplicado por el
porcentaje de incapacidad y por el coeficiente que
resultará de dividir el número 65 por la edad del
damnificado a la fecha de la primera manifestación
invalidante.
Esa suma en ningún caso será superior a la cantidad
que resulte de multiplicar 55.000 por el porcentaje
de incapacidad.
Tercera:
1) La LRT no será de aplicación a las acciones
judiciales iniciadas con anterioridad a su vigencia
salvo lo dispuesto en el apartado siguiente.
2) Las disposiciones adicionales primera y tercera
entrarán en vigencia en la fecha de promulgación
de la presente ley.
3) A partir de la vigencia de la presente ley, deróganse
laley 24.028,sus normas complementarias y
reglamentarias y toda otra norma que se oponga a
la presente.

407
El decreto de necesidad y urgencia 1278/2000 modificó y mejoró las prestaciones y
sus modificaciones previstas en el cronograma original, una vez que se agotó aquél.
En efecto, hoy los parámetros para calcular la renta son en base a 53 veces el valor
mensual del Ingreso Base (vmIB), y los topes que de $ 55.000 pasaron luego a $
110.000 hoy son de $ 180.000. El pago único previsto para incapacidades de menos
del 20% ahora se liquidan para incapacidades parciales menores o iguales al 50%.
En los demás componentes, se ha mantenido el régimen como se lo bosquejó
inicialmente. Para reforzar el marco de la compensación tarifada del régimen original
de la LRT, el decreto 1278/2000 incorporó tres sumas de pago único. Una de
$30.000 para la incapacidad permanente de 50 a 66%, $ 40.000 para los
damnificados con incapacidad superior al 66% y $ 50.000 para los causahabientes
del trabajador fallecido.

a. Vigencia de laLRT: la LRT entrará en vigencia cuando el Comité Consultivo


Permanente haya aprobado el listado de enfermedades profesionales y la lista de
incapacidades, o en su caso, cuando el Poder Ejecutivo lo determine, dictando para
ello un decreto provisorio con los listados precitados. El límite para una de las dos
hipótesis es de ciento ochenta días que vencen el 9 de abril de 1996.

b. División de la aplicación de laLRTen etapas: la LRT plantea una suerte de


implementación en etapas, marcando la primera como la que debe lograr una
contribución promedio inferior al 3% de la nómina salarial. En otros términos, la
primera etapa estará signada por costos superiores al 3% aun cuando no se saben
los límites, y por prestaciones de monto menor. No hay duda de que se busca
generar una base financiera y económica al sistema, lo que ocurre es que tal base
se hace a costa de los elevados costos para las empresas y, a la vez, bajo
compensaciones menores para los damnificados.

c. Las prestaciones de la primera etapa: en esta primera etapa, cuando la


incapacidad del damnificado provisoria fuere del 50 al 66%, se cobrará una cuota
mensual cuyo monto resulta de multiplicar la incapacidad por el 55% del monto del
Ingreso Base más las asignaciones familiares. La renta periódica que se liquidará
cuando del marco provisorio se pase al definitivo, será la del porcentaje de la
incapacidad multiplicada por 55% del valor mensual del Ingreso Base con más las
asignaciones familiares. El tope de la renta periódica será de $ 55.000, que se
duplicará y por ende pasará a $ 110.000 cuando se pase de la primera a la segunda
etapa.

Si la incapacidad fuere inferior al 50% se liquidará una indemnización de pago único


equivalente a cuarenta y tres veces el valor mensual del ingreso base multiplicado
por un coeficiente que surge de dividir 65 por la edad del damnificado a la fecha de
la primera manifestación invalidante. La suma tendrá como tope $ 55.000.
Obviamente, todas estas normas iniciales carecen hoy de relevancia, con la sola
excepción de visualizar que el legislador le atribuyó al sostenimiento y
financiamiento de las ARTs ciertos beneficios y privilegios, que no son aceptables
en un marco de riesgo para empresas con fines de lucro.

CAPÍTULO XXII

408
SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES
Sumario : I. INTRODUCCIÓN .— II. EL RÉGIMEN
JUBILATORIO. CONCEPTO, ALCANCES Y
ANTECEDENTES.— III. CLASIFICACIÓN. — IV. SISTEMA
INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES . 1.
Opciones. 2. Sujetos comprendidos. 3. Las
personas excluidas. 4. Los deberes de los
sujetos del sistema y la obligación recíproca de
inscripción. 5. Las bases de cálculo de los
aportes y contribuciones al sistema.— V. LAS
CONTINGENCIAS CUBIERTAS.— VI. EL
FINANCIAMIENTO . 1. Aportes y contribuciones.—
VII. LAS PRESTACIONES . 1. Jubilación ordinaria.
Prestación Básico Universal (PBU). Prestación
Compensatoria (PC). Prestación Adicional por
Permanencia (PAP) Derogada. Prestación
Anual Complementaria (PAC). La Jubilación
por Edad Avanzada. Régimen de
compatibilidades. Reclamos por las vías
administrativas y judiciales. Movilidad de las
prestaciones. 2. Jubilación por invalidez. 3. Las
pensiones. 4. Normas Transitorias. 5.
Compatibilidad entre las prestaciones
jubilatorias y el regreso a la actividad.— ANEXO
DEL CAPÍTULO XXI.

"Lo que hagas en este mundo replicará en la eternidad".


Marco Aurelio.

"El día que dejes de jugar con felicidad comenzarás a envejecer".


Albert Einstein.

"Persistencia, consistencia, tenacidad, resiliencia y convicción".

I. INTRODUCCIÓN

El debate sobre el sistema más adecuado y su financiamiento, y la tentación


gubernamental sobre los enormes recursos que se acumulan en la tesorería del
sistema previsional, vuelven a ser un debate clave de los países inmersos en una
grave crisis económica y financiera, que termina repercutiendo sobre el empleo, y
por ende, sobre el financiamiento de la segurid ad social.

Las medidas gubernamentales que propician el aumento de la edad para jubilarse,


ya no son sólo de países emergentes, sino que se proponen en España, Italia y

409
Francia, para aliviar el presupuesto de los retiros y a la tesorería que no cuenta con
los recursos para afrontarlos. En septiembre de 2012 el gobierno español anticipó
que no podrá pagar los beneficios de los retiros si se ajustan por inflación.

Hoy se discute también la concesión de los beneficios son aplicables a las uniones
no legalizadas como la de los concubinos o las de género, en donde las personas
que cohabitaban en pareja son del mismo sexo, que ha sido resuelto por la Corte
Suprema, en principio a favor de la concesión del beneficio previsional aun cuando
no esté prevenido en forma expresa en la norma especial (1) .

Es una interminable discusión si el sistema jubilatorio debe ser estatal o de reparto,


o si debiera privatizarse, o en su caso, si el sistema debe ser mixto.

Sistemáticamente el régimen previsional ha defraudado a los jubilados y


pensionados, ya sea retaceando los beneficios, ya sea desactualizando los haberes,
algunas veces en general, otras a los que más cobran, y eventualmente, repartiendo
haberes que son a todas luces insuficientes para amparar la subsistencia de
nuestros mayores.

Se cuestiona si el sistema debe ser solidario, alcanzando a aquellos que no han


tributado a alguno de los sistemas en forma satisfactoria, o si debe sólo beneficiar a
los que han contribuido al régimen por un plazo razonable y prestablecido en forma
rígida (30 años).

En cualquier caso, el sistema previsional estatal y los planes de pensiones privados


están en crisis sobre todo en los países centrales, y serán seguramente víctimas
propiciatorias de parte de los "recortes" que se están promoviendo en la eurozona,
para reducir el déficit existente.

La cantidad de activos no pueden financiar a los pasivos, la población pasiva cada


vez tiene un nivel de supervivencia mayor gracias al progreso de la ciencia y de la
medicina preventiva, y el crecimiento vegetativo ha decaído.

En la actualidad, nuestro sistema legal volvió íntegramente a formar parte de un


régimen estatal o de reparto, derogándose el sistema mixto por el cual se podía
combinar el sistema estatal con una cuenta personal administrada por las AFJP.

Subsiste un problema endémico, y éste es la evasión previsional y fiscal, que ha


colocado a un tercio de los trabajadores dependientes y autónomos fuera del
mercado, trabajando al margen de la legalidad.

El trabajo clandestino, vulgarmente llamado "trabajo en negro", desfinancia a la


seguridad social, e impide en parte, la movilidad de las prestaciones, sencillamente,
porque los recursos con que se financia el sistema no son suficientes para atender
las prestaciones.

410
II. EL RÉGIMEN JUBILATORIO. CONCEPTO, ALCANCES Y ANTECEDENTES

Conforme a nuestra clasificación de las contingencias sociales, que dan contenido


y justificación a la seguridad social, tenemos que:

 La contingencia social de vejez ,


 junto a las de invalidez,
 y a la de muerte ,
 son atendidas por el régimen jubilatorio,
 a través de la jubilación ordinaria ,
 de la jubilación por invalidez ,
 de la jubilación por edad avanzada,
 y de las pensiones .

Al respecto, la ley 24.241 dispone en su art. 1º:

Institución del Sistema Integrado


de Jubilaciones y Pensiones
Artículo 1°— Institúyase con alcance nacional y con
sujeción a las normas de esta ley, el Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), que
cubrirá las contingencias de vejez, invalidez y muerte
y se integrará al Sistema Único de Seguridad Social
(SUSS).
Conforman este sistema: 1) Un régimen previsional
público, fundamentado en el otorgamiento de
prestaciones por parte del Estado que se financiarán
a través de un sistema de reparto, en adelante
también Régimen de Reparto, y 2) Un régimen
previsional basado en la capitalización individual, en
adelante también Régimen de Capitalización.

Concepto de régimen jubilatorio: es el conjunto de prestaciones contributivas de la


seguridad social financiadas generalmente con aportes de los trabajadores y
contribuciones de los empleadores, que tienen por fin cubrir las contingencias
sociales de vejez, invalidez y de muerte, a través de jubilaciones comunes u
ordinarias, jubilación por invalidez y el régimen de pensiones, más prestaciones
complementarias como el plan de salud y asignaciones familiares.

Todas estas prestaciones han sufrido no pocas vicisitudes en nuestro sistema legal.

En efecto, con los viejas leyes 18.037 y 18.038 (hoy derogadas) se pasó
rápidamente, a poco de ser creadas, del éxito inicial a una larga lista de dificultades
y de crisis de la más variada naturaleza.

Al principio se pensaba, dentro del marco de un sistema contributivo, que todos los
trabajadores activos financiaban con sus aportes y contribuciones a los que al mismo
tiempo se encontraban en la pasividad.

411
Con el tiempo este procedimiento fue teórico, ya que en determinado momento los
recursos del financiamiento no fueron suficientes para cubrir las necesidades de los
pasivos.

En definitiva, el cuestionamiento al sistema puro de reparto, basado en el


financiamiento a cargo de los activos para financiar con los recursos a los pasivos,
entró en crisis.

En teoría, con 5.75 a 7.25 activos se puede financiar el retiro de un pasivo, en base
a nuestro promedio de ingresos al sistema de la seguridad social.

Estos guarismos disminuyen cuanto mejor y mayor sea el promedio de ingresos.

Ello implica que todos los sujetos económicamente activos deben aportar a los
sistemas vigentes de relación de dependencia, de autónomos, y a los sistemas
periféricos y los especiales.

Primero se comenzaron a desajustar los haberes respecto del curso de la inflación,


de modo que se fueron deteriorando los beneficios, y luego se demoraron los pagos
periódicos.

A su vez, el problema se agravó en sede judicial con miles de planteos sobre la


inconstitucionalidad de topes o límites fijados para el pago de los haberes o para su
ajuste periódico.

Al llegar las condenas se instrumentaron numerosos sistemas de pago diferido o


con quitas, en cuotas o con bonos, con el fin de reducir el impacto de la deuda sobre
el presupuesto.

Todo ello llevó a la búsqueda de una reforma por la cual el sistema previsional
público de reparto diera paso a un nuevo régimen privado que administrara los
aportes de los afiliados, y en función de los cuales se liquidarían al reunirse las
condiciones los haberes de los pasivos.

En alguna medida, la crisis provocó la aparición del actual sistema mixto, que tiene
por objeto desarrollar una transición hacia un sistema totalmente privado.

Una nueva crisis volvió a impactar sobre el sistema mixto, ya que las AFJP habían
invertido gran parte de sus fondos privados en títulos de la deuda pública del Estado
argentino, cuando se produjo la crisis y cesación de pagos de los años 2001/2002,
y por ende, las reservas se desplomaron.

Con esa crisis se puso en duda también el sistema de ahorro privado, que en el caso
que comentamos quedó atrapado en inversiones inducidas o impuestas por el
mismo Estado, que tiene a su cargo el control y la salvaguarda de los ahorros y sus
inversiones.

En función de esas críticas se dictó una nueva reforma que le confiere al afiliado del
sistema nuevos derechos con el fin de que se pueda optar entre el sistema de
reparto puro estatal, y el mixto combinando prestaciones a cargo del Estado y los
fondos acumulados e invertidos por las AFJP.

412
En rigor, la calidad de los fondos amparados por las AFJP tiene que ver con la
calidad de las inversiones, y con las imposiciones que le formule el Estado sobre
ellas.

En la medida que se le impongan el deber de cubrir las reservas con títulos de la


deuda pública argentina, las garantías dependen de las vicisitudes de la cambiante
realidad local. Cuando más internacional y diversificadas sean las inversiones,
mayor será la garantía para los futuros pasivos del sistema mixto.

Por último, hacia el año 2008 mediante la ley 26.425 (B.O. 9/12/2008) se derogó el
régimen de AFJP, se dispuso la transferencia de los fondos al Estado, y se regresó
al régimen de reparto estatal originario.

Antecedentes

Los sistemas previsionales, en general, nacieron de regímenes contributivos y de


reparto. Eran contributivos, porque se fundaron en el financiamiento a partir de
aportes y contribuciones, y de reparto porque lo que se recaudaba por vía de los
activos se gastaba simultáneamente para financiar a los pasivos.

El primer régimen que se conoce nació en 1904 y benefició a los empleados públicos
de la administración nacional.

Sin embargo, hasta 1944 cuando se crea el Instituto Nacional de Previsión Social el
sistema no tuvo verdadero impulso. Entre 1944 y 1946 se extendió el régimen a los
empleados de comercio y luego a la industria.

Finalmente, hacia 1968 se crea la Dirección Nacional de Recaudación Previsional,


y se aprueban las leyes 18.037 para trabajadores en relación de dependencia y
18.038 para trabajadores autónomos.

Ambas normas rigieron hasta el 15 de julio de 1994 cuando entró en vigencia la


nueva ley 24.241 (ref. 24.307 y 24.463), que luego analizaremos y es la que rige
actualmente, con muchas reformas, que concluyeron con el sistema mixto.

La más importante innovación de la ley citada es que crea un sistema mixto, donde
se combina el sistema contributivo de reparto con un régimen de capitalización en
empresas privadas controladas: las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y
Pensiones (AFJP).

En 2007 se dictó una nueva reforma por medio de la ley 26.222 (B.O. 8/3/2007). En
ella se modificaron una serie de normas que en su momento fortalecieron al sistema
mixto, con clara ponderación de las AFJP.

La reforma de la ley 26.222 volvió a valorizar el sistema estatal de reparto,


favoreciendo a este último régimen y desalentando el régimen mixto e
indirectamente, a las AFJP.

Por último, en el año 2008 se derogó el sistema de AFJP y se volvió en forma integral
al sistema estatal de reparto, a través de la ley 26.425 (B.O. 9/12/2008), que es la
que rige actualmente.

413
III. CLASIFICACIÓN

La primera clasificación en materia previsional es la que enuncia las contingencias


cubiertas por el régimen:

El nuevo sistema mixto prevé una alternativa totalmente ligada al sistema estatal y
otro combinado este último y el de capitalización.

IV. SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES

1. Opciones

El régimen de la ley 24.241 (2) le permitía a todo trabajador en relación de


dependencia o autónomo optar entre dos sistemas (se derogó el sistema de
capitalización privado):

 el régimen estatal de reparto;


 el régimen mixto, en parte estatal y en parte de
capitalización (ahora derogado).

La opción era un acto expreso del trabajador en favor de uno u otro sistema en un
plazo no mayor de noventa (90) días.

Si se omitía la opción, se entiende que ha optado tácitamente por el régimen estatal


de reparto o Régimen Provisional Público, (art. 30, 23.241 ref. ley 26.222/2007).

El sistema estaba controlado por la Superintendencia de Administradoras de Fondos


de Jubilaciones y Pensiones —ahora en liquidación— que, a la vez, depende de la

414
Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo. En rigor esta secretaría es
el órgano de aplicación junto al ANSES.

A su vez, se habían creado las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y


Pensiones (AFJP), que eran empresas que tienen a su cargo la administración de
los fondos integrados por las cuentas individuales de los afiliados al sistema que
optaran por el régimen mixto, las que deberán producir rentas en función de un
sistema de inversiones controlada por la SAFJP y cuidadosamente reglamentada.

Estas entidades —las AFJP— fueron liquidadas, y hoy sólo existe un único régimen
de reparto, administrado por el Estado. Por art. 1° de la ley 26.425 (B.O. 9/12/2008)
se dispone la unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en un
único régimen previsional público que se denominará Sistema Integrado Previsional
Argentino (SIPA).

El subsistema es financiado a través de un sistema solidario de reparto,


garantizando a los afiliados y beneficiarios del régimen de capitalización vigente
hasta la fecha idéntica cobertura y tratamiento que la brindada por el régimen
previsional público, en cumplimiento del mandato previsto por el art. 14 bis de la
Constitución Nacional.

En consecuencia, se elimina el régimen de capitalización por intermedio de la AFJP,


que será absorbido y sustituido por el régimen de reparto, en las condiciones de la
presente ley.

Se establece la vigencia: a partir de la fecha de su publicación en el Boletín Oficial.

A su vez, por art. 13 de la ley 26.417 (B.O. 16/10/2008) se establece que se


sustituyen todas las referencias al Módulo Previsional (MOPRE) existentes en las
disposiciones legales y reglamentarias vigentes, las que quedarán reemplazadas
por una determinada proporción del haber mínimo garantizado a que se refiere el
art. 125 de la ley 24.241 y sus modificatorias, según el caso que se trate.

2. Sujetos comprendidos

El plan comprende a los mayores de 18 años que se desempeñen en relación de


dependencia o los autónomos.

El art. 2º de la ley 24.241 diferencia a los sujetos de incorporación obligatoria, y por


ende a los que inexorablemente se debenincorporar al sistema, de los sujetos de
incorporación voluntaria.

Son sujetos que deben incorporarse al sistema en forma compulsiva:

 los trabajadores dependientes de la actividad privada,

415
 los empleados públicos,
 el personal civil de las fuerzas armadas y de seguridad, los
funcionarios de organismos interprovinciales o integrados a las
provincias o a la nación,
 los que presten servicios remunerados en forma permanente o
transitoria,
 los extranjeros que trabajen en nuestro territorio, y los naturales
que brinden servicios en el exterior,
 los que brinden servicios contratados en nuestro territorio para
ser ejecutado fuera del mismo,
 los que dirigen son gerentes o conducen las organizaciones y
empresas,
 los que operan en producción y cobranza de seguros,
 planes de ahorro o servicios financieros,
 los que realicen cualquier actividad lucrativa no enunciada en
las normas bajo análisis,
 los profesionales egresados de universidades nacionales o
locales y las personas habilitadas para ejercer un arte oficio o
profesión,
 los socios de las sociedades con fines de lucro, de cualquier
tipo o naturaleza, los socios de las entidades civiles o
fundaciones,
 los de cooperativas y mutuales, y los de cualquier entidad que
cuente con cualquier forma o modalidad de socio o entidad.

La norma específica establece:

Incorporación obligatoria
Artículo 2º — Están obligatoriamente comprendidas
en el SIJP y sujetas a las disposiciones que sobre
afiliación establece esta ley y las normas
reglamentarias que se dicten, las personas físicas
mayores de dieciocho (18) años de edad que a
continuación se detallan:
a) Personas que desempeñen alguna de las
actividades en relación de dependencia que se
enumeran en los apartados siguientes, aunque el
contrato de trabajo o la relación de empleo público
fueren a plazo fijo:
1. Los funcionarios, empleados y agentes que en
forma permanente o transitoria desempeñen
cargos, aunque sean de carácter electivo, en
cualquiera de los poderes del Estado nacional,
sus reparticiones u organismos centralizados,
descentralizados o autárquicos, empresas del
Estado, sociedades del Estado, sociedades
anónimas con participación estatal mayoritaria,
sociedades de economía mixta, servicios de
cuentas especiales y obras sociales del sector
público, con exclusión del personal militar de las
fuerzas armadas y del personal militarizado o con

416
estado policial de las fuerzas de seguridad y
policiales.
2. El personal civil de las fuerzas armadas y de las
fuerzas de seguridad y policiales.
3. Los funcionarios, empleados y agentes que en
forma permanente o transitoria desempeñen
cargos en organismos oficiales interprovinciales,
o integrados por la Nación y una o más
provincias, cuyas remuneraciones se atiendan
con fondos de dichos organismos.
4. Los funcionarios, empleados y agentes civiles
dependientes de los gobiernos y municipalidades
provinciales, a condición que previamente las
autoridades respectivas adhieran al SIJP,
mediante convenio con el Poder Ejecutivo
Nacional.
5. Las personas que en cualquier lugar del territorio
del país presten en forma permanente, transitoria
o eventual, servicios remunerados en relación de
dependencia en la actividad privada.
6. Las personas que en virtud de un contrato de
trabajo celebrado o relación laboral iniciada en la
República, o de un traslado o comisión
dispuestos por el empleador, presten en el
extranjero servicios de la naturaleza prevista en
el apartado anterior, siempre que dichas
personas tuvieran domicilio real en el país al
tiempo de celebrarse el contrato, iniciarse la
relación laboral o disponerse el traslado o
comisión.
7. En general, todas las personas que hasta la
vigencia de la presente ley estuvieran
comprendidas en el régimen nacional de
jubilaciones y pensiones por actividades no
incluidas con carácter obligatorio en el régimen
para trabajadores autónomos.
Cuando se trate de socios en relación de
dependencia con sociedades, se estará a lo
dispuesto en el inc. d).
b) Personas que por sí solas o conjunta o
alternativamente con otras, asociadas o no, ejerzan
habitualmente en la República alguna de las
actividades que a continuación se enumeran,
siempre que éstas no configuren una relación de
dependencia:
1. Dirección, administración o conducción de
cualquier empresa, organización,
establecimiento o explotación con fines de lucro,
o sociedad comercial o civil, aunque por esas

417
actividades no obtengan retribución, utilidad o
ingreso alguno.
2. Profesión desempeñada por graduado en
universidad nacional o en universidad provincial
o privada autorizada para funcionar por el Poder
Ejecutivo, o por quien tenga especial habilitación
legal para el ejercicio de profesión universitaria
reglamentada.
3. Producción o cobranza de seguros, reaseguros,
capitalización, ahorro, ahorro y préstamo, o
similares.
4. Cualquier otra actividad lucrativa no comprendida
en los apartados precedentes.
c) Personas al servicio de las representaciones y
agentes diplomáticos o consulares acreditados en
el país, como también el dependiente de
organismos internacionales que preste servicios en
la República, si de conformidad con las
convenciones y tratados vigentes resultan
aplicables a dicho personal las leyes de jubilación y
pensiones argentinas. Al personal que quede
excluido le será de aplicación lo dispuesto en el
segundo párrafo del art. 4º.
d) Cuando se trate de socios o sociedades, a los fines
de su inclusión obligatoria en los incs. a) o b), o en
ambos, serán de aplicación las siguientes normas:
1. No se incluirán obligatoriamente en el inc. a):
1.1. Los socios de sociedades de cualquier tipo
cuya participación en el capital sea igual o
superior al porcentual que resulte de dividir el
número cien (100) por el número total de socios.
1.2. El socio comanditado único de las sociedades
en comandita simple o por acciones. Si hubiera
más de un socio comanditado se aplicará lo
dispuesto en el punto anterior, tomando en
consideración solamente el capital comanditado.
1.3. Los socios de las sociedades civiles y de las
sociedades comerciales irregulares o de hecho,
aunque no se cumpla el requisito a que se refiere
el punto 1.1.
1.4. Los socios de sociedades de cualquier tipo —
aunque no estuvieran comprendidos en los
puntos anteriores—, cuando la totalidad de los
integrantes de la sociedad estén ligados por un
vínculo de parentesco de hasta el segundo grado
de consanguinidad y/o afinidad.
2. Sin perjuicio de su inclusión en el inc. b), cuando
un socio quede incluido obligatoriamente en el

418
inc. a) la sociedad y el socio estarán sujetos a las
obligaciones de aportes y contribuciones
obligatorios por la proporción de la remuneración
y participación en las utilidades que el socio
perciba y/o se le acrediten en cuenta, en la
medida que exceda el monto que le hubiera
correspondido de conformidad con su
participación en el capital social.

Además de los sujetos que deben integrarse al subsistema previsional como


afiliados obligatorios, a casos excepciones o singulares de incorporación voluntaria
los siguientes casos:

 Los directores de sociedades anónimas que trabajan para la


misma persona jurídica en relación de dependencia;
 Los miembros del consejo de administración de cooperativas,
los socios gerentes de las SRL, y los síndicos de cualquier
sociedad;
 Los miembros de condominios o de sociedades indivisas;
 Los miembros del clero de la Iglesia Católica y los registrados
en el Registro de Credos;
 Los que están afectados a otros regímenes jubilatorios como
los provinciales o los profesionales;
 Las amas de casa que se integren a la categoría mínima del
sistema.

La norma expresa literalmente:

Incorporación voluntaria
Artículo 3º— La incorporación al SIJP es voluntaria
para las personas mayores de dieciocho (18) años de
edad que a continuación se detallan:
a) Con las obligaciones y beneficios que
corresponden a los incluidos en el inc. a) del
artículo anterior:
1. Los directores de sociedades anónimas por las
asignaciones que perciban en la misma sociedad
por actividades especialmente remuneradas que
configuren una relación de dependencia.
2. Los socios de sociedades de cualquier tipo que
no resulten incluidos obligatoriamente conforme
a lo dispuesto en el inc. d) del artículo anterior;
b) Con las obligaciones y beneficios que
corresponden a los incluidos en el inc. b) del
artículo anterior:
1. Los miembros de consejos de administración de
cooperativas que no perciban retribución alguna
por esas funciones, socios no gerentes de
sociedades de responsabilidad limitada, síndicos
de cualquier sociedad y fiduciarios.

419
2. Los titulares de condominios y de sucesiones
indivisas que no ejerzan la dirección,
administración o conducción de la explotación
común.
3. Los miembros del clero y de organizaciones
religiosas pertenecientes al culto católico
apostólico romano, u otros inscriptos en el
Registro Nacional de Cultos.
4. Las personas que ejerzan las actividades
mencionadas en el art. 2º, inc. b), apart. 2º, y que
por ellas se encontraren obligatoriamente
afiliadas a uno o más regímenes jubilatorios
provinciales para profesionales, como asimismo
aquellas que ejerzan una profesión no
académica autorizada con anterioridad a la
promulgación de esta ley. Esta incorporación no
modificará la obligatoriedad que dimana de los
respectivos regímenes locales.
5. Las amas de casa que decidan incorporarse
voluntariamente al Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones lo harán en la categoría
mínima de aportes, pudiendo optar por cualquier
otra categoría superior(3) .

Las personas incluidas son:

 por un lado se incluyen a los trabajadores, funcionarios y


agentes de la administración pública o de organismos
interprovinciales integrados a la Nación, que se desempeñen
en forma permanente o transitoria en todos lo s órdenes y
niveles;
 los dependientes de las empresas del Estado, y los
funcionarios, empleados y agentes civiles dependientes de los
gobiernos y municipalidades provinciales;
 los empleados y obreros de la actividad privada, y los
autónomos en todas las categorías, como aquellos que se
encontraran comprendidos en el régimen nacional de
jubilaciones y pensiones y que no estuvieran incluidos en el
régimen obligatorio;
 las personas al servicio de las representaciones y agentes
diplomáticos o consulares acreditados en el país, o los
dependientes de los organismos internacionales que presten
servicios en nuestro país;
 los autónomos, ya sea porque cumplen funciones de dirección,
administración o conducción de empresas, o por el ejercicio de
la profesión liberal, o por estar incluidos en actividades
conceptuadas como autónomas (productores asesores de
seguros) o cualquier otra actividad a la que se califique como
tal, aun cuando no esté expresamente individualizada.
 Las amas de casa que decidan incorporarse voluntariamente al
Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones lo harán en la

420
categoría mínima de aportes, pudiendo optar por cualquier otra
categoría superior (4) .
 Son una excepción al régimen, y por ende se excluye a los
extranjeros que como profesionales, investigadores, científicos
o técnicos, sean contratados para realizar su actividad en
nuestro país, siempre que cuenten en el país de origen con un
sistema previsional y estén amparados contra las contingencias
de vejez, invalidez o muerte.

3. Las personas excluidas


Las reglas precitadas, admiten excepciones, siendo la más relevante la de los
profesionales, investigadores, científicos y técnicos contratados para prestar
servicios en nuestro país provenientes del extranjero.
Excepción
Artículo 4º— Quedan exceptuados del SIJP los
profesionales, investigadores, científicos y técnicos
contratados en el extranjero para prestar servicios en
el país por un plazo no mayor de dos (2) años y por
una sola vez, a condición que no tengan residencia
permanente en la República y estén amparados
contra las contingencias de vejez, invalidez y muerte
por las leyes del país de su nacionalidad o residencia
permanente. La solicitud de exención deberá ser
formulada ante la autoridad de aplicación por el
interesado o su empleador.
La precedente exención no impedirá la afiliación a
este sistema, si el contratado y el empleador
manifestaren su voluntad expresa en tal sentido, o
aquél efectuare su propio aporte y la contribución
correspondiente al empleador.
Las disposiciones precedentes no modifican las
contenidas en los convenios sobre seguridad social
celebrados por la República con otros países, ni las de
la ley 17.514(5) .

A pesar de las actividades simultáneas que se produzcan, el sujeto obligado a


afiliarse y a aportar al sistema, no podrá exceptuarse por ninguna vía.

Actividades simultáneas
Artículo 5º— La circunstancia de estar también
comprendido en otro régimen jubilatorio nacional,
provincial o municipal, así como el hecho de gozar de
cualquier jubilación, pensión o retiro, no eximen de la

421
obligatoriedad de efectuar aportes y contribuciones a
este sistema, salvo en los casos expresamente
determinados en la presente ley.
Las personas que ejerzan en forma simultánea más
de una actividad de las comprendidas en los incs. a),
b), o c) del art. 2º, así como los empleadores en su
caso, contribuirán obligatoriamente por cada una de
ellas.

4. Los deberes de los sujetos del sistema y la obligación recíproca


de inscripción

El trabajador dependiente, el agente de la administración pública, o el autónomo,


tienen la obligación de inscribirse y, a la vez, deben optar entre el régimen de reparto
estatal o el régimen mixto.

Tienen también deberes suplementarios de información, si el sistema se los


requiere, y en el caso de los autónomos, deben ingresar el pago de sus aportes y
contribuciones en término.

En cuanto a los empleadores, tienen obligación de inscribirse ante la Administración


Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) y luego efectuar los aportes y
contribuciones en fecha, conforme los vencimientos. Deben presentar la información
periódica de salarios, aportes y contribuciones y demás requisitos vinculados con el
cumplimiento del sistema.

Capítulo III
Obligación de los Empleadores, de los Afiliados
y de los Beneficiarios
Obligaciones de los empleadores
Artículo 12. — Son obligaciones de los empleadores,
sin perjuicio de las demás establecidas en la presente
ley:
a) Inscribirse como tales ante la autoridad de
aplicación y comunicar a la misma toda
modificación en su situación como empleadores, en
los plazos y con las modalidades que dicha
autoridad establezca.
b) Dar cuenta a la autoridad de aplicación de las bajas
que se produzcan en el personal.
c) Practicar en las remuneraciones los descuentos
correspondientes al aporte personal, y depositarlos
en la orden del SUSS.

422
d) Depositar en la misma forma indicada en el inciso
anterior las contribuciones a su cargo.
e) Remitir a la autoridad de aplicación las planillas de
sueldos y aportes correspondientes al personal.
f) Suministrar todo informe y exhibir los comprobantes
justificativos que la autoridad de aplicación les
requiera en ejercicio de sus atribuciones y permitir
las inspecciones, investigaciones, comprobaciones
y compulsas que aquélla ordene en los lugares de
trabajo, libros, anotaciones, papeles y documentos.
g) Otorgar a los afiliados y beneficiarios y sus
derechohabientes, cuando éstos lo soliciten, y en
todo caso a la extinción de la relación laboral, las
certificaciones de los servicios prestados,
remuneraciones percibidas y aportes retenidos y
toda otra documentación necesaria para el
reconocimiento de servicios u otorgamiento de
cualquier prestación.
h) Requerir de los trabajadores comprendidos en el
SIJP, al comienzo de una relación laboral, en los
plazos y con las modalidades que la autoridad de
aplicación establezca, la presentación de una
declaración jurada escrita de si son o no
beneficiarios de jubilación, pensión, retiro o
prestación no contributiva, con indicación, en caso
afirmativo, del organismo otorgante y datos de
individualización de la prestación;
i) Denunciar a la autoridad de aplicación todo hecho o
circunstancia concerniente a los trabajadores, que
afecten o puedan afectar el cumplimiento de las
obligaciones que a éstos y a los empleadores
imponen las leyes nacionales de previsión.
j) En general, dar cumplimiento en tiempo y forma a
las demás disposiciones que la presente ley
establece, o que la autoridad de aplicación
disponga.
Las reparticiones y organismos del Estado
mencionados en el apart. 1º del inc. a) del art. 2º,
están también sujetos a las obligaciones enumeradas
precedentemente.
Obligaciones de los afiliados y de los
beneficiarios
Artículo 13. —
a) Son obligaciones de los afiliados en relación de
dependencia, sin perjuicio de las demás
establecidas en la presente ley:

423
1. Suministrar los informes requeridos por la
autoridad de aplicación, referentes a su situación
frente a las leyes de previsión.
2. Presentar al empleador la declaración jurada a la
que se refiere el inc. h) del art. 12, y actualizar la
misma cuando adquieran el carácter de
beneficiarios de jubilación, pensión, retiro o
prestación no contributiva, en el plazo y con las
modalidades que la autoridad de aplicación
establezca.
3. Denunciar a la autoridad de aplicación todo
hecho o circunstancia que configure
incumplimiento por parte del empleador a las
obligaciones establecidas por las leyes
nacionales de jubilaciones y pensiones.
La autoridad de aplicación, en un plazo no mayor de
45 días, deberá investigar los hechos denunciados,
dictar resolución desestimando la denuncia o
imponiendo las sanciones pertinentes y efectuar la
denuncia penal, según corresponda y notificar
fehacientemente al denunciante todo lo actuado y
resuelto. El funcionario público que no diera
cumplimiento a las obligaciones establecidas en
este inciso incurrirá en falta grave.
b) Son obligaciones de los afiliados autónomos sin
perjuicio de las demás establecidas en la presente
ley:
1. Depositar el aporte a la orden del SUSS.
2. Suministrar todo informe referente a su situación
frente a las leyes de previsión y exhibir los
comprobantes y justificativos que la autoridad de
aplicación les requiera en ejercicio de sus
atribuciones, y permitir las inspecciones,
investigaciones, comprobaciones y compulsas
que aquélla ordene en los lugares de trabajo,
libros, anotaciones, papeles y documentos.
3. En general, dar cumplimiento en tiempo y forma
a las demás disposiciones que la presente ley
establece, o que la autoridad de aplicación
disponga.
c) Son obligaciones de los afiliados, sin perjuicio de
las demás establecidas en la presente ley:
1. Suministrar los informes requeridos por la
autoridad de aplicación, referentes a su situación
frente a las leyes de previsión.
2. Comunicar a la autoridad de aplicación toda
situación prevista en las disposiciones legales
que afecte o pueda afectar el derecho a la

424
percepción total o parcial de la prestación que
gozan.
3. Presentar al empleador la declaración jurada
respectiva en el caso que volvieren a la actividad.
Si el beneficiario fuera incapaz, el cumplimiento de las
obligaciones, precedentemente establecidas
incumbe a su representante legal.
Si existiera incompatibilidad total o limitada ente el
goce de la prestación y el desempeño de la
actividad, y el beneficiario omitiere denunciar esta
circunstancia, a partir del momento en que la
autoridad de aplicación tome conocimiento de la
misma, se suspenderá o reducirá el pago de la
prestación según corresponda. El beneficiario
deberá además reintegrar lo cobrado
indebidamente en concepto de haberes
previsionales, con los accesorios correspondientes,
importe que será deducido íntegramente de la
prestación que tuviere derecho a percibir, si
continuare en actividad; en caso contrario se le
formulará cargo en los términos del inc. d) del
art. 14.
El empleador que conociendo que el beneficiario se
halla en infracción a las normas sobre
incompatibilidad no denunciara esta circunstancia a
la autoridad de aplicación, se hará pasible de una
multa equivalente a diez (10) veces lo percibido
indebidamente por el beneficiario en concepto de
haberes previsionales. El hecho de que el
empleador no practique las retenciones en
concepto de aportes hace presumir, cuando el
trabajador fuere el beneficiario de prestación
previsional, que aquél conocía la circunstancia
señalada precedentemente.

5. Las bases de cálculo de los aportes y contribuciones al sistema

Es clásica la diferenciación entre el salario laboral y el salario previsional o de la


seguridad social.

El primero se refiere a la contraprestación que recibe el trabajador por poner a


disposición del empleador su fuerza de trabajo.

425
El segundo es aquel que se constituye en la base de cálculo o suma imponible de
los aportes y contribuciones a la seguridad social, con el fin de financiar los
subsistemas, como es en nuestro análisis el régimen jubilatorio.

Las sumas sujetas a aportes y contribuciones se enuncian en el art. 6º con las


excepciones prevenidas en el art. 7º de la ley 24.241.

Las normas específicas expresan:

Capítulo II
Remuneración, Aportes y Contribuciones
Concepto de remuneración
Artículo 6º — Se considera remuneración, a los fines
del SIJP, todo ingreso que percibiere el afiliado en
dinero o en especie susceptible de apreciación
pecuniaria, en retribución o compensación o con
motivo de su actividad personal, en concepto de
sueldo, sueldo anual complementario, salario,
honorarios, comisiones, participación en las
ganancias, habilitación, propinas, gratificaciones y
suplementos adicionales que tengan el carácter de
habituales y regulares, viáticos y gastos de
representación, excepto en la parte efectivamente
gastada y acreditada por medio de comprobantes, y
toda otra retribución, cualquiera fuere la denominación
que se le asigne, percibida por servicios ordinarios o
extraordinarios prestados en relación de dependencia.
La autoridad de aplicación determinará las
condiciones en que los viáticos y gastos de
representación no se considerarán sujetos a aportes
ni contribuciones, no obstante la inexistencia total o
parcial de comprobantes que acrediten el gasto.
Las propinas y retribuciones en especie de valor
incierto serán estimadas por el empleador. Si el
afiliado estuviera disconforme, podrá reclamar ante la
autoridad de aplicación, la que resolverá teniendo en
cuenta la naturaleza y modalidad de la actividad y de
la retribución. Aun mediando conformidad del afiliado,
la autoridad de aplicación podrá rever la estimación
que no considerara ajustada a estas pautas.
Se consideran asimismo remuneración las sumas a
distribuir a los agentes de la administración pública o
que éstos perciban en carácter de:
1. Premio estímulo, gratificaciones u otros conceptos
de análogas características. En este caso también
las contribuciones estarán a cargo de los agentes,
a cuyo efecto antes de proceder a la distribución de
dichas sumas se deberá retener el importe
correspondiente a la contribución.

426
2. Cajas de empleados o similares, cuando ello
estuviere autorizado. En este caso el organismo o
entidad que tenga a su cargo la recaudación y
distribución de estas sumas, deberá practicar los
descuentos correspondientes a los aportes
personales y depositarlos dentro del plazo
pertinente.
Conceptos excluidos
Artículo 7º— No se consideran remuneración las
asignaciones familiares, las indemnizaciones
derivadas de la extinción del contrato de trabajo, por
vacaciones no gozadas y por incapacidad permanente
provocada por accidente del trabajo o enfermedad
profesional, las prestaciones económicas por
desempleo, ni las asignaciones pagadas en concepto
de becas. Tampoco se considera remuneración las
sumas que se abonen en concepto de gratificaciones
vinculadas con el cese de la relación laboral en el
importe que exceda del promedio anual de las
percibidas anteriormente en forma habitual y regular.

En lo relativo a la renta imponible y a la base imponible, los arts. 8º y 9º refieren:

Renta imponible
Artículo 8º — Los trabajadores autónomos
efectuarán los aportes previsionales obligatorios
establecidos en el art. 10, sobre los niveles de rentas
de referencia calculadas en base a categorías que
fijarán las normas reglamentarias de acuerdo con las
siguientes pautas:
a) Capacidad contributiva.
b) La calidad de sujeto o no en el impuesto al valor
agregado y en su caso, su condición de
responsable inscripto, de responsable no inscripto
o no responsable por dicho impuesto(6) .
Base imponible
Artículo 9º — A los fines del cálculo de los aportes y
contribuciones correspondientes al Sistema Integrado
de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) las
remuneraciones no podrán ser inferiores al importe
equivalente a tres (3) veces el valor del módulo
previsional (MOPRE) definido en el art. 21. A su vez,
a los fines exclusivamente del cálculo de los aportes
previstos en los incs. a) y c) del art. 10, la mencionada
base imponible previsional tendrá un límite máximo
equivalente a setenta y cinco (75) veces el valor del
módulo previsional (MOPRE).
Si un trabajador percibe simultáneamente más de una
remuneración o renta como trabajador en relación de

427
dependencia o autónomo, cada remuneración o renta
será computada separadamente a los efectos del
límite inferior establecido en el párrafo anterior. En
función de las características particulares de
determinadas actividades en relación de
dependencia, la reglamentación podrá establecer
excepciones a lo dispuesto en el presente párrafo.
Facúltase al Poder Ejecutivo Nacional a modificar la
base imponible establecida en el primer párrafo del
presente artículo, proporcionalmente al incremento
que se aplique sobre el haber máximo de las
prestaciones a que refiere el inc. 3) del art. 9º de la ley
24.463, texto según decreto 1199/04(7) .

En rigor, estamos frente a un proceso con distintos pasos. En efecto:

 Una vez determinada la base de cálculo, constituida como


referimos a las prestaciones que tienen carácter remunerativo
según lo que configura de acuerdo a la ley 24.241 el salario a
los fines de la seguridad social,
 podemos avanzar el financiamiento del sistema;
 con los aportes —retenciones realizadas en el salario del
trabajador— por el empleador que actúa como agente de
retención,
 y las contribuciones patronales a cargo del empleador.

Los aportes y contribuciones calculados sobre la base imponible de las prestaciones


remunerativas y sobre el monto prevenido en las categorías de autónomos, están
enunciadas en los arts. 10 y 11 de la ley 24.241, a saber:

Aportes y contribuciones obligatorias


Artículo 10. — Los aportes y contribuciones
obligatorios al SIJP se calcularán tomando como base
las remuneraciones y rentas de referencias, y serán
los siguientes.
a) Aporte personal de los trabajadores en relación de
dependencia comprendidos en este sistema;
b) Contribución a cargo de los empleadores;
c) Aporte personal de los trabajadores autónomos
comprendidos en el presente sistema.
Porcentaje de aportes y contribuciones
Artículo 11. —El aporte personal de los trabajadores
en relación de dependencia será del once por ciento
(11 %), y la contribución a cargo de los empleadores
del dieciséis por ciento (16 %).
El aporte personal de los trabajadores autónomos
será del veintisiete por ciento (27 %).
Los aportes y contribuciones obligatorios serán
ingresados a través del SUSS. A tal efecto, los

428
mismos deberán ser declarados e ingresados por el
trabajador autónomo o por el empleador en su doble
carácter de agente de retención de las obligaciones a
cargo de los trabajadores y de contribuyente al SIJP,
según corresponda, en los plazos y con las
modalidades que establezca la autoridad de
aplicación.

V. LAS CONTINGENCIAS CUBIERTAS

Las contingencias cubiertas son las siguientes:

a) La vejez con la jubilación ordinaria

La contingencia social de vejez es aquella según la cual el trabajador ha alcanzado


una edad en donde se presume que debe ingresar a la pasividad.

En nuestro sistema, la edad es de 65 años para el hombre y de 60 años para la


mujer. A su vez, se deben acreditar un mínimo de 30 años de servicios computables
con aportes para cualquiera de los dos sistemas (el anterior a la ley 24.241 y el de
dicha ley).

Existen regímenes especiales cuyos requisitos de edad y años de servicios son


menores por haberse desempeñado el trabajador en actividades especiales.

b) La edad avanzada y la jubilación por edad avanzada

Se considera que una persona llegó a la edad avanzada al superar los 70 años, en
ambos sexos.

Para acceder a la jubilación por edad avanzada deberá acreditar como mínimo 10
años de aportes en cualquiera de los sistemas comprendidos en el régimen de
reciprocidad, y de ellos por lo menos deben acreditarse 5 años dentro del período
de 8 anteriores al cese.

Este tipo de prestaciones se otorga si la persona no cuenta con ningún beneficio


previsional (8) .

c) La invalidez con la jubilación por invalidez

La invalidez es un estado de incapacidad de tipo permanente que le impide al sujeto


trabajar. El trabajador puede acceder a esta jubilación si este estado se adquiere
antes de encontrarse la persona en condiciones de jubilarse por la vía del beneficio
ordinario.

429
La determinación del estado de invalidez lo realizan las comisiones médicas
habilitadas por la ley especialmente para tal fin, a las que todo afiliado al sistema
debe presentarse junto a sus antecedentes médicos a los fines de realizar los
estudios especiales, y en función de ellos dictaminar el estado de salud del
peticionante.

Las comisiones médicas en la actualidad son la combinación del régimen jubilatorio


con el de riesgos del trabajo, y sus cinco integrantes deben adoptar decisiones
uniformes y compatibles a ambos sistemas cuando la incapacidad del sujeto se
relaciona con ambos.

Una vez concluidos los estudios, las comisiones médicas tienen 10 días para
expedirse a partir de las pruebas y estudios realizados sobre el grado de incapacidad
e invalidez permanente de la persona, sobre si es un caso comprendido en la
llamada gran invalidez y sobre la compatibilización de sistemas cuando esté
involucrado más de uno.

Si el afiliado registra una incapacidad superior al 66% estará en condiciones de


recibir el retiro transitorio por invalidez . A su vez, las comisiones médicas podrán
indicar los tratamientos de rehabilitación y curativos que requiera el afiliado.

El dictamen de las comisiones médicas puede ser apelado ante la Comisión Médica
Central, o alternativamente se puede recurrir a la Cámara Federal de la Seguridad
Social.

d) La muerte con las pensiones

El fallecimiento del afiliado genera habitualmente una contingencia social al grupo


familiar que tenía a cargo, generalmente la esposa y eventualmente algún hijo a
cargo. En tal caso, se produce el derecho a la pensión.

En principio los beneficiarios de la pensión son la viuda, el viudo, la conviviente, el


conviviente, los hijos e hijas solteros y las hijas viudas, todos ellos hasta los 18 años
y si no gozaren de un beneficio previsional de cualquier índole o naturaleza.

Los derechos de los convivientes se admiten si el fallecido se encontrara separado


de hecho o legalmente o si era soltero, viudo o divorciado y hubiere convivido con
el afiliado los últimos 5 años en aparente matrimonio, período que se reduce a 2
años si existieren hijos reconocidos por ambos.

VI. EL FINANCIAMIENTO

1. Aportes y contribuciones

430
El financiamiento del sistema se basa en el pago de aportes y contribuciones. Los
aportes los realiza el trabajador, que se opera mediante una retención compulsiva
del salario mensual, y las contribuciones calculadas sobre el total de
remuneraciones hasta un total de 60 MOPREs el empleador.

El decreto 491/2004 modificó los topes y creó un sistema de salida de éste hasta
llegar a liberarlo a partir del 1/10/2005 para las contribuciones.

Los mismos son los siguientes:

a) contribuciones que se devenguen hasta el 30 de setiembre de 2004,


inclusive: Pesos seis mil ($ 6.000),
b) contribuciones que se devenguen a partir del 1 de octubre de 2004 y
hasta el 31 de marzo de 2005, inclusive: Pesos ocho mil ($ 8.000),
c) contribuciones que se devenguen a partir del 1º de abril de 2005 y
hasta el 30 de setiembre de 2005, inclusive: Pesos diez mil ($
10.000), y
d) contribuciones que se devenguen a partir del 1º de octubre de 2005:
sin base imponible máxima.

Los aportes y contribuciones generales son como se los resume en el siguiente


cuadro:

FINANCIAMIENTO
TRABAJADOR EMPLEADOR
CONTRIBUCIONES CONTRIBUCIONES
APORTES (DTO. 814/01 - ART. 2º, (DTO. 814/01 — ART. 2º,
INC. A) INC. B)
11% 12,71% 10,17%
SOBRE EL SALARIO
HASTA 3
SIN BASE IMPONIBLE MÁXIMA
MOPRES
El cuadro precedente resume la unificación de las contribuciones en todo el país,
que totalizan un 21% si computamos obra social.

Una parte de estas contribuciones se podrá computar a cuenta del IVA conforme el
cuadro que sigue:

TOT.
ASIG. DIF. AL
ZONA FNE INSSPYJ SIST.
JUBILACIÓN FAM. 16%:
GEOGRÁ- LEY LEY ANT. SIN
LEY 24.241 LEY PAGO A
FICA 24.714 19.032 OBRA
24.714 CTA. IVA
SOCIAL

431
1 7,81 5,25 1,05 0,59 14,70 1,30%
2 7,25 4,87 0,97 0,55 13,64 2,36%
3 6,70 4,50 0,90 0,51 12,61 3,39%
4 6,14 4,12 0,82 0,47 11,55 4,45%
5 5,58 3,75 0,75 0,42 10,50 5,50%
6 5,02 3,37 0,67 0,38 9,44 6,56%
7 4,46 3,00 0,60 0,34 8,40 7,60%
8 3,91 2,62 0,52 0,30 7,35 8,65%
9 3,35 2,25 0,45 0,25 6,30 9,70%
10 2,79 1,87 0,37 0,21 5,24 10,76%
11 2,23 1,50 0,30 0,17 4,20 11,80%

2. El MOPRE, su derogación y la actualización de la base

El MOPRE o Módulo Previsional es la nueva unidad previsional utilizada dentro del


sistema previsional para determinar la movilidad de las prestaciones del régimen de
jubilaciones y pensiones, el valor de los aportes —mínimo y máximo— a cargo de
los trabajadores autónomos y en relación de dependencia, y distintos topes legales
para la aplicación de la base imponible, o la medida o topes de las prestaciones a
cargo del sistema al momento de pagar los haberes.

Se cuestiona la constitucionalidad de este nuevo parámetro, en primer lugar por


cuanto el mismo fue aprobado por el dec. 833/1997 de necesidad y urgencia, que
modifica una ley aprobada por el Congreso Nacional. En segundo lugar, se
abandona un mecanismo de cálculo objetivo (como lo era con el AMPO) y se pasa
a un sistema de cálculo que depende de las posibilidades económico-financieras del
Presupuesto Nacional, que se convierte en una forma de valoración subjetiva, la que
dependerá de la valoración circunstancial de que se trate.

El monto anual MOPRE previsto para 1998 será de $ 80 (res. conj. del MTySS del
ME y OSP 54/1998 y 124/1998). En cualquier caso, la Corte Suprema ha destacado
que la movilidad de las prestaciones impuesta por la CN (art. 14 bis 3er. párrafo) es
un imperativo dirigido al Estado en cualquiera de sus tres poderes.

Por art. 13 de la ley 26.417 B.O. 16/10/2008 se establece que se sustituyen todas
las referencias al Módulo Previsional (MOPRE) existentes en las disposiciones
legales y reglamentarias vigentes, las que quedarán reemplazadas por una
determinada proporción del haber mínimo garantizado a que se refiere el art. 125 de
la ley 24.241 y sus modificatorias, según el caso que se trate.

432
La reglamentación dispondrá la autoridad de aplicación responsable para determinar
la equivalencia entre el valor del Módulo Previsional (MOPRE), y el del haber mínimo
garantizado a la fecha de vigencia de la ley de referencia. (Ver art. 16 de la ley
26.417).

VII. LAS PRESTACIONES

Las prestaciones son el conjunto de derechos patrimoniales que la ley confiere a los
beneficiarios del sistema, a partir de su condición de afiliados al mismo y de los
derechos emergentes de los años de actividad con aportes y la edad para estar en
condiciones de jubilarse.

La norma establece:
Caracteres de las prestaciones
Artículo 14. — Las prestaciones que se acuerden por
el SIJP reúnen los siguientes caracteres:
a) Son personalísimas, y sólo corresponden a sus
titulares.
b) No pueden ser enajenadas ni afectadas a terceros
por derecho; alguno, salvo las prestaciones
mencionadas en los incs. a) y b) del art. 17, las que
previa conformidad formal y expresa de los
beneficiarios, pueden ser afectadas a favor de
organismos públicos, asociaciones sindicales de
trabajadores con personería gremial, asociaciones
de empleadores, obras sociales, cooperativas,
mutuales y entidades bancarias y financieras
comprendidas en la ley 21.526, con las cuales los
beneficiarios convengan el anticipo de las
prestaciones o el otorgamiento de créditos. Las
deducciones por el pago de obligaciones dinerarias
no podrán exceder del cuarenta por ciento (40%)
del haber mensual de la prestación resultante del
previo descuento de las retenciones impuestas por
las leyes;
Fíjase un límite máximo para el costo de los créditos
otorgados a través de la operación del sistema de
código de descuento a favor de terceras entidades,
en la forma de Costo Financiero Total (C.F.T.)
expresado como Tasa Efectiva Anual (T.E.A.), que
permita determinar la cuota mensual final a pagar
por los beneficiarios de los mismos, la cual incluirá
el importe abonado en concepto de cuota social, los

433
cargos, impuestos y erogaciones por todo
concepto. El C.F.T. máximo no podrá exceder en un
cinco por ciento (5%) adicional la tasa informada
mensualmente por el Banco de la Nación Argentina
como aplicable a las operaciones de préstamos
personales para Jubilados y Pensionados del
Sistema Integrado Previ sional Argentino, que sean
reembolsados a través del sistema de código de
descuento(9) .
c) Son inembargables, con la salvedad de las cuotas
por alimentos y litisexpensas.
d) Las prestaciones del Régimen de Reparto están
sujetas a las deducciones que las autoridades
judiciales y administrativas competentes dispongan
en concepto de cargos provenientes de créditos a
favor de organismos de seguridad social o por la
percepción indebida de haberes de jubilaciones,
pensiones, retiros o prestaciones n o contributivas.
Dichas deducciones no podrán exceder del veinte por
ciento (20%) del haber mensual de la prestación,
salvo cuando en razón del plazo de duración de
ésta no resultara posible cancelar el cargo
mediante ese porcentaje, en cuyo caso la deuda se
prorrateará en función de dicho plazo.
e) Son imprescriptibles, salvo las establecidas en el
art. 17, que se regirán por las normas del art. 82 de
la ley 18.037 (texto ordenado 1976).
f) Sólo se extinguen por las causas previstas por la
ley.
Todo acto jurídico que contraríe lo dispuesto
precedentemente será nulo y sin valor alguno.

El régimen previsional es contributivo, y por ende, se financia con aportes y


contribuciones de los sujetos activos, de los aportantes, y de los sujetos convocados
a dicho financiamiento.

El enunciado está establecido en el art. 16 que dispone:

TITULO II
Régimen previsional público
Capítulo I
Garantía. Financiamiento. Prestaciones
Naturaleza del Régimen y Garantía del Estado
Artículo 16. —
1. El régimen público es un régimen de reparto
asistido, basado en el principio de solidaridad.

434
Sus prestaciones serán financiadas con los recursos
enumerados en el art. 18 de esa ley.
2. El Estado Nacional garantiza el otorgamiento y
pago de las prestaciones establecidas en este
Capítulo, hasta el monto de los créditos
presupuestarios expresamente comprometidos
para su financiamiento por la respectiva Ley de
Presupuesto(10) .

En rigor, después de la reforma en la que se vuelve al sistema de reparto, y por ende


desaparecen todos los componentes ligados a la cuenta personal administrada por
la AFJP, volcándose los recursos recaudados, a favor de los que se encuentran en
la pasividad y han sido adjudicatarios y beneficiarios de alguna de las prestaciones
del subsistema previsional.

Las prestaciones están enunciadas en forma expresa dentro de la ley 24.241 que
literalmente dice:

Prestaciones
Artículo 17. — El régimen instituido en el presente
título otorgará las siguientes prestaciones:
a) Prestación básica universal.
b) Prestación compensatoria.
c) Retiro por invalidez.
d) Pensión por fallecimiento.
e) Prestación adicional por permanencia.
f) Prestación por edad avanzada(11) .
La Ley de Presupuesto determinará el importe mínimo
y máximo de las prestaciones a cargo del régimen
previsional público. Ningún beneficiario tendr á
derecho a recibir prestaciones por encima del tope
máximo legalmente determinado(12).

1. Jubilación ordinaria

Las prestaciones previstas para el régimen de jubilación ordinaria , para quien ha


alcanzado la edad prevista (65 años en los hombres, 60 años en las mujeres) y 30
años de servicios con aportes, se resumen en el siguiente esquema:

 Se deroga el sistema mixto, y por ende, los aportes y


contribuciones se dirigen al ANSeS y al SIPA;

435
 Se mantienen la PBA y la PC, y se derogan el PAP y los
aportes mixtos;
 Se mantiene el sustituto del aguinaldo en junio y diciembre.

a) Prestaciones comunes

Las prestaciones comunes son aquellas que mantienen vigencia y son la Prestación
Básica Universal que siempre fue concebida como la jubilación mínima, y la
Prestación Compensatoria que constituye el eje de la jubilación ordinaria. Todo lo
relativo a la AFJP y al capital acumulado en la cuenta personal fue derogado, las
AFJP fueron liquidadas y los fondos transferidos al sistema previsional estatal de
reparto.

Prestación Básica Universal (PBU)

La PBU o Prestación Básica Universal es una prestación solidaria que cumple la


función de conformar una jubilación mínima, de idéntico monto para todos los
beneficiarios que reúnan los requisitos para percibirla.

Capítulo II
Prestación Básica Universal
Requisitos
Artículo 19.— Tendrán derecho a la prestación
básica universal (PBU) y a los demás beneficios
establecidos por esta ley, los afiliados:
a) Hombres que hubieran cumplido sesenta y cinco
(65) años de edad.
b) Mujeres que hubieran cumplido sesenta (60) años
de edad.
c) Acrediten treinta (30) años de servicios con aportes
computables en uno o más regímenes
comprendidos en el sistema de reciprocidad.
En cualquiera de los regímenes previstos en esta ley,
las mujeres podrán optar por continuar su actividad
laboral hasta los sesenta y cinco (65) años de edad;
en este supuesto, se aplicará la escala del art. 128.
Al único fin de acreditar el mínimo de servicios
necesarios para el logro de la prestación básica
universal se podrá compensar el exceso de edad con
la falta de servicios, en la proporción de dos (2) años
de edad excedentes por uno (1) de servicios faltantes.

436
A los efectos de cumplimentar los requisitos
establecidos precedentemente, se aplicarán las
disposiciones de los arts. 37 y 38,
respectivamente(13) .
Haber de la prestación
Artículo 20. — El monto del haber mensual de la
Prestación Básica Universal se establece en la suma
de pesos trescientos veintiséis ($ 326)(14) .
Artículo 21(15) .
Cómputo de servicios
Artículo 22. — A los fines del art. 19, inc. c), serán
computables los servicios comprendidos en el
presente sistema, como también los prestados con
anterioridad. Dicho cómputo comprenderá
exclusivamente las actividades desarrolladas hasta el
momento de solicitar la prestación básica universal.

Veamos.

Los requisitos para acceder al PBU y el monto y adicionales son los siguientes:

 30 años de servicios acreditados con aportes contados desde


los 18 años y hasta el momento de jubilarse;
 si se superan los 30 años y hasta los 45 la PBU se
incrementará por cada año un 1% hasta un máximo del 15%;
 el monto de la PBU es igual al monto que establecerá el Poder
Ejecutivo, el que se adecuará conforme la evolución de las
jubilaciones y la forma en que las mismas se ajusten por lo
menos dos veces al año.

PBU
REQUISITOS 30 AÑOS SERV. CON APORTES
MONTO DETERMINADO
MONTO
POR EL PODER EJECUTIVO
LA REGLAMENTACIÓN DETERMINARÁ CAMBIOS
Y VARIABLES

Prestación Compensatoria (PC)

La PC o Prestación Compensatoria es una prestación que compensa los años de


servicio en el sistema anterior a la ley 24.241 en el texto original. Ahora que el
sistema mixto se derogó se aplica a toda la historia previsional del afiliado con
prescindencia de la vigencia de la ley original.

En rigor, es la que conforma el corazón de las prestaciones jubilatorias, ya que se


conforma con un porcentaje del promedio de las remuneraciones de los diez (10)

437
años anteriores al cese que se registren con aportes y contribuciones al subsistema,
porcentaje que surge de multiplicar por 1,5% por los años de servicios con aportes
o fracción mayor de seis (6) meses (16) .

Capítulo III
Prestación Compensatoria
Requisitos
Artículo 23. —Tendrán derecho a la prestación
compensatoria, los afiliados que:
a) Acrediten los requisitos para acceder a la
prestación básica universal.
b) Acrediten servicios con aportes comprendidos en el
sistema de reciprocidad jubilatorio, prestados hasta
la fecha de vigencia del presente libro.
c) No se encuentren percibiendo retiro por invalidez,
cualquiera fuere el régimen otorgante.
Haber de la prestación(17)
Artículo 24. — El haber mensual de la prestación
compensatoria se determinará de acuerdo a las
siguientes normas:
a) Si todos los servicios con aportes computados lo
fueren en relación de dependencia, el haber será
equivalente al uno y medio por ciento (1,5%) por
cada año de servicio con aportes o fracción mayor
de seis (6) meses, hasta un máximo de treinta y
cinco (35) años, calculado sobre el promedio de
remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones
actualizadas y percibidas durante el período de diez
(10) años inmediatamente anterior a la cesación del
servicio. No se computarán los períodos en que el
afiliado hubiere estado inactivo, y
consecuentemente no hubiere percibido
remuneraciones.
Facúltase a la Secretaría de Seguridad Social del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social a
dictar las normas reglamentarias que establecerán
los procedimientos de cálculo del correspondiente
promedio(18) .
b) Si todos los servicios con aportes computados
fueren autónomos, el haber será equivalente al uno
y medio por ciento (1,5%) por cada año de servicios
con aportes o fracción mayor de seis (6) meses,
hasta un máximo de treinta y cinco (35) años,
calculado sobre el promedio mensual de los montos
actualizados de las categorías en que revistó el
afiliado. A los referidos efectos, se computará todo
el tiempo con aportes computados en cada una de
las categorías;

438
c) Si se computaren sucesiva o simultáneamente
servicios con aportes en relación de dependencia y
autónomos, el haber se establecerá sumando el
que resulte para los servicios en relación de
dependencia, y el correspondiente a los servicios
autónomos, en forma proporcional al tiempo
computado para cada clase de servicios.
Las normas reglamentarias establecerán la forma de
determinación del haber para los diferentes supuestos
de servicios sucesivos y simultáneos buscando la
equiparación con lo dispuesto en los incs. b) y c)
anteriores.
Si el período computado excediera de treinta y cinco
(35) años, a los fines de este inciso se considerarán
los treinta y cinco (35) más favorables.
Para determinar el haber de la prestación, se tomarán
en cuenta únicamente servicios de los indicados en el
inc. b) del artículo anterior(19) .
Promedio de las remuneraciones
Artículo 25.— Para establecer el promedio de las
remuneraciones no se considerará el sueldo anual
complementario ni los importes que en virtud de lo
establecido en el segundo párrafo del art. 9º excedan
el máximo fijado en el primer párrafo del mismo
artículo(20) .
Se establece también un techo o tope, que en rigor lo enuncia el Poder Ejecutivo en
forma periódica, y que limita los haberes de los que más aportaron.

La norma establece:

Haber máximo
Artículo 26. — El haber máximo de la prestación
compensatoria será equivalente a una (1) vez el
AMPO por cada año de servicios con aportes
computados(21) .

El monto de esta prestación es variable en función de los distintos factores que


impone la ley para su cálculo. Veamos:

 se calcula el 1,5% por año de servicios con aportes al viejo


sistema, hasta la fecha de presentación, incluyendo la fracción
mayor de 6 meses en que culminó su vigencia, hasta un
máximo de 35 años;
 se calcula el promedio mensual de las remuneraciones del
sujeto en los diez últimos años inmediatamente anteriores al
cese, no computándose los meses en los cuales el trabajador
no se encontró activo y por ende no realizó aportes (a los
distintos sistemas) incluyendo las prestaciones recibidas por
vía del régimen de desempleo;

439
 en definitiva, el porcentaje acumulado se aplica sobre el
promedio precitado, y esto arroja como resultado el valor de la
Prestación Compensatoria del afiliado.

PBU

+ 1.5% X AÑO DE SERVICIOS o FRACCIÓN MAYOR DE


SEIS MESES CON APORTES AL SISTEMA
EL % SE APLICA SOBRE EL PROMEDIO DE LAS
CALCULO REMUNERACIONES DE LOS 10 ÚLTIMOS AÑOS
ANTERIORES AL CESE DEL SERVICIO INGRESOS POR
TODO CONCEPTO REGISTRADOS Y CON APORTES Y
CONTRIBUCIONES

PROMEDIO MENSUAL X % ACUMULADO


RESULTADO
(1,5 X AÑO C/AP.)

b) Prestaciones del sistema de reparto vigentes

El afiliado del sistema de reparto tendrá acceso a las siguientes prestaciones:

— a la Prestación Básica Universal;


— a la Prestación Compensatoria que incluye la totalidad de los años
de servicios con aportes, antes y después de la vigencia de la ley
24.241.
Prestación Adicional por Permanencia (PAP) Derogada

En el régimen anterior, el PAP cubría los años de servicios con aportes al nuevo
sistema, es decir, con posterioridad a la vigencia de la ley 24.241, y para desalentar
la inscripción en reparto, tenía un valor inferior a la Prestación Compensatoria
(0,85% por año de servicios con aportes). Se experimentó una etapa previa, en la
cual el porcentaje de la PC se equiparó con el PAP, y por ende se calculó a razón
del 1,50% por año de aportes al nuevo sistema (SIJP), es decir, con posterioridad al
15 de julio de 1994 (ref. ley 26.222/2007); sobre la misma base de cálculo de la PC,
o sea que se calculaba en base al promedio mensual de las remuneraciones con
aportes de los últimos diez años de servicios inmediatamente anteriores al cese, en
donde no se computan los meses sin aportes.

En definitiva, la PAP desapareció y hoy está subsumido en la PC que cubre la


totalidad de los años de servicios con aportes del afiliado.

Prestación Anual Complementaria (PAC)

440
Es un sucedáneo del aguinaldo o sueldo anual complementario, y consiste en el
50% que se abona en dos cuotas de la Prestación Básica Universal más la
Prestación Compensatoria (22) .

Las dos cuotas se abonan en junio y diciembre, y se suelen dividir en turnos de


percepción, por la letra del apellido, abonándose en su mayoría por acreditación
bancaria como el resto del subsistema.

Si, por otra parte, se diera alguna situación de derecho a una parte del PAC, la
misma se liquidará en forma proporcional al semestre.

Capítulo V
Disposiciones comunes
Prestación anual complementaria
Artículo 31. — Se abonará una prestación anual
complementaria, pagadera en dos (2) cuotas,
equivalentes cada una al cincuenta por ciento (50 %)
de las prestaciones mencionadas en el art. 17, en los
meses de junio y diciembre.
Cuando se hubiere tenido derecho a gozar de las
prestaciones sólo durante parte de un semestre, la
cuantía respectiva se determinará en proporción al
tiempo en que se devengaron los haberes.
La Jubilación por Edad Avanzada

Se considera que una persona llegó a la edad avanzada al superar los 70 años, en
ambos sexos.

Para acceder a la jubilación por edad avanzada deberá acreditar como mínimo 10
años de aportes en cualquiera de los sistemas comprendidos en el régimen de
reciprocidad, y de ellos por lo menos deben acreditarse 5 años dentro del período
de 8 anteriores al cese (23) .

Cumplidos los requisitos de fondo y forma impuestos por el marco regulatorio, el


ANSeS no tiene atribuciones para denegar el beneficio por edad avanzada (24) .

Este tipo de prestaciones se otorga si la persona no cuenta con ningún beneficio


previsional (25) .

Prestación por edad avanzada


Artículo 34 bis. —
1. Institúyese la prestación por edad avanzada para
trabajadores que presten servicios en relación de
dependencia y para trabajadores autónomos.
2. Tendrán derecho a esta prestación los afiliados que:
a) Hubieran cumplido setenta (70) años, cualquiera
fuera su sexo;

441
b) Acrediten diez (10) años de servicios con aportes
computables en uno o más regímenes
jubilatorios comprendidos en el sistema de
reciprocidad, con una prestación de servicios de
por lo menos cinco (5) años durante el período
de ocho (8) inmediatamente anteriores al cese en
la actividad;
c) Los trabajadores autónomos deberán acreditar,
además, una antigüedad en la afiliación no
inferior a cinco (5) años, en las condiciones que
establezcan las normas reglamentarias.
3. El haber mensual de la prestación por edad
avanzada será equivalente al setenta por ciento (70
%) de la prestación establecida en el inc. a) del
art. 17 de la presente ley, más la prestación
compensatoria y la prestación adicional por
permanencia o jubilación ordinaria en su caso.
El haber de la pensión por fallecimiento del
beneficiario se determinará según las pautas que
establecen los arts. 28 y 98 de esta ley y su
reglamentación.
4. El goce de la prestación por edad avanzada es
incompatible con la percepción de toda jubilación,
pensión o retiro civil o militar, nacional, provincial o
municipal, sin perjuicio del derecho del beneficiario
a optar por percibir únicamente la prestación
mencionada en primer término.
5. Las prestaciones de retiro por invalidez y/o pensión
por fallecimiento del afiliado en actividad se
otorgarán a los afiliados cuya edad no exceda de
sesenta y cinco (65) años.
Si el afiliado mayor de sesenta y cinco (65) años se
incapacitare, tendrá derecho a la prestación por
edad avanzada: en caso de fallecimiento, el haber
de pensión de los causahabientes será equivalente
al setenta por ciento (70 %) del que le hubiera
correspondido percibir al causante(26) .
Percepción unificada
Artículo 35. — Las prestaciones previstas en el
art. 17 de la ley 24.241 y sus modificatorias serán
abonadas en forma coordinada con el haber de la
jubilación ordinaria o con alguna de las prestaciones
del art. 27 otorgadas a través del Régimen de
Capitalización. Las normas reglamentarias
instrumentarán los mecanismos a fin de procurar la
inmediatez y simultaneidad de los pagos
respectivos(27) .
Régimen de compatibilidades

442
Artículo 34. —
1. Los beneficiarios de prestaciones del Régimen
Previsional Público podrán reingresar a la actividad
remunerada tanto en relación de dependencia
como en carácter de autónomos.
2. El reingresado tiene la obligación de efectuar los
aportes que en cada caso correspondan, los que
serán destinados al Fondo Nacional de Empleo.
3. Los nuevos aportes no darán derecho a reajustes o
mejoras en las prestaciones originarias.
4. Los beneficiarios de prestaciones previsionales que
hubieren accedido a tales beneficios amparados en
los regímenes especiales para quienes presten
servicios en tareas penosas, riesgosas o
insalubres, determinantes de vejez o agotamiento
prematuro, no podrán reingresar a la actividad
ejerciendo algunas de las tareas que hubieran dado
origen al beneficio previsional. Si así lo hicieren, se
le suspenderán el pago de los haberes
correspondientes al beneficio previsional otorgado.
5. El goce de la prestación del retiro por invalidez es
incompatible con el desempeño de cualquier
actividad en relación de dependencia.
6. Sin perjuicio de las demás obligaciones
establecidas en el art. 12 de la presente ley, el
empleador deberá comunicar la situación a que se
refiere el apartado 1 de este artículo a la autoridad
de aplicación, en el plazo y con las modalidades
que la misma establezca. La omisión de esta
obligación hará pasible al empleador de una multa
equivalente a diez (10) veces lo percibido por el
beneficiario en concepto de haberes
previsionales(28) .
Reclamos por las vías administrativas y judiciales

El cuestionamiento de los beneficios, en cuanto a su procedencia y en lo relativo a


su operatividad, se inicia una causa judicial, y luego de cerrado el proceso se
reinicia, la norma que comentamos puntualiza que a todos los fines, la fecha de
iniciación del proceso es la de la reapertura.

Reapertura del procedimiento. Nulidad


Artículo 15. — Cuando hubiere recaído resolución
judicial o administrativa firme, que denegare en todo o
en parte el derecho reclamado, se estará al contenido
de la misma. Si como consecuencia de la reapertura
del procedimiento, frente a nuevas invocaciones, se
hiciera lugar al reconocimiento de este derecho se
considerará como fecha de solicitud la del pedido de
reapertura del procedimiento.

443
Cuando la resolución otorgante de la prestación
estuviere afectada de nulidad absoluta que resultara
de hechos o actos fehacientemente probados, podrá
ser suspendida, revocada, modificada o sustituida por
razones de ilegitimidad en sede administrativa,
mediante resolución fundada, aunque la prestación se
hallare en curso de pago(29) .
Movilidad de las prestaciones

El art. 14 bis (CN) establece que el Estado debe garantizar jubilaciones y pensiones
móviles. Con ello, se ha discutido tanto en el plano normativo como en la
jurisprudencia los alcances y extensión de la actualización del monto de los haberes
jubilatorios del que gozan los pasivos (30) .

La ley 24.241 establece:

Movilidad de las prestaciones


Artículo 32. — Las prestaciones mencionadas en los
incs. a), b), c), d), e) y f) del art. 17 de la ley 24.241 y
sus modificatorias, serán móviles.
El índice de movilidad se obtendrá conforme la
fórmula que se aprueba en el Anexo de la presente
ley.
En ningún caso la aplicación de dicho índice podrá
producir la disminución del haber que percibe el
beneficiario(31) .

La adecuación de las prestaciones de los pasivos conforme a las vicisitudes


presupuestarias puede tornarse en arbitraria (32) .

Cuando la diferencia entre la corrección del haber y el mecanismo de adecuación


es inferior al nivel de confiscatoriedad (33%) no ha sido suficiente para habilitar el
reclamo del ajuste jubilatorio (33) .

Después de muchos debates (34) , la Corte Suprema dictó el fallo "Badaro" en el


cual se estableció la necesidad de la movilidad y actualización razonable de las
jubilaciones con criterios objetivos (35) .

El fallo "Badaro" estableció las siguientes pautas:

 En primer lugar, la movilidad de las prestaciones jubilatorias


debe ser razonable y adecuada, y si así no ocurriera, la norma
empleada —en el caso la ley 26.198— resulta inconstitucional;
 Es adecuado utilizar el índice de salarios, nivel general
elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
INDEC;
 Corresponde aplicar dichos índices en forma retroactiva, por el
período no prescripto en orden a la interposición del recurso
correspondiente;

444
 La movilidad aplicada a las jubilaciones mínimas no obsta la
aplicación a toda la escala, ya que los efectos del deterioro del
curso monetario lo sufren todos los pasivos con prescindencia
del nivel de haberes otorgado;
 Las atribuciones que se le han conferido al Parlamento para
adecuar el presupuesto nacional en lo que hace a la movilidad
de las jubilaciones, no le confiere derecho alguno a no cumplir
con la movilidad establecida en el art. 14 bis (CN) como un
deber del Estado, con prescindencia del Poder del mismo que
se haga cargo de la corrección;
 La corrección del haber en un 11% cuando el índice de salarios
nivel general se ajustó en torno del 91,26% refleja un
comportamiento claramente confiscatorio en perjuicio de los
beneficiarios del sistema jubilatorio;
 No es una defensa aceptable la invocada por el ANSeS en el
sentido de la grave crisis por la que atraviesan las cuentas
públicas, cuando a la vez no coinciden con la mejora de las
cuentas públicas ni con el superávit fiscal;
 El Estado debe contar con un mecanismo razonable y
adecuado para asegurar el imperativo constitucional de
movilidad, que se aparte de sistemas basados en la
discrecionalidad que es fuente de litigios, que han redundado
en perjuicio de los justiciables y del adecuado funcionamiento
del Poder Judicial.

En definitiva, el fallo "Badaro" impone al Poder Ejecutivo, y eventualmente al


Parlamento, para que cumplan con la movilidad del art. 14 bis (CN) de modo
eficiente y sistemático, conforme al índice de corrección de los salarios nivel general
publicado por el INDEC (36) . La movilidad de las prestaciones sigue siendo un reto
entre los distintos gobiernos y los ciudadanos, ya que muchos de los fondos son
utilizados con otros fines distintos al sistema previsional, de modo que los ajustes
nunca se compadecen con la actualización monetaria que los mismos requieren. La
reforma de la ley 26.417 estableció con claridad que los ajustes se realizarán en
función de una fórmula que forma parte del anexo de la ley, y se ha establecido que
se hará en dos etapas, en cada uno de los dos semestres del año (37) .

c) Prestaciones del sistema mixto

El sistema mixto ahora derogado preveía tres alternativas, uno era una Renta
vitalicia previsional, el segundo era un sistema de Retiro programado, y por último
un Retiro fraccionado.

Cada uno de ellos partía de la combinación del monto, de si el pago mensual erasine
die, o si el monto total se agotaba con el pago de la última cuota. Estos subsistemas
coexistían con las prestaciones del régimen de reparto que a su vez percibía el

445
afiliado. Por efecto de la derogación y modificación del régimen de la ley
26.417, estos subsistemas no se aplican más, salvo para los que a la fecha de la ley
ya gozaban de los beneficio s respectivos.

2. Jubilación por invalidez

La invalidez es un estado de incapacidad de tipo permanente que le impide al sujeto


trabajar. El trabajador puede acceder a esta jubilación si este estado se adquiere
antes de encontrarse la persona en condiciones de jubilarse por la vía del beneficio
ordinario.

La determinación del estado de invalidez lo realizan las comisiones médicas


habilitadas por la ley especialmente para tal fin, a las que todo afiliado al sistema
debe presentarse junto a sus antecedentes médicos a los fines de realizar los
estudios especiales, y en función de ellos dictaminar el estado de salud del
peticionante.

Las comisiones médicas en la actualidad son la combinación del régimen jubilatorio


con el de riesgos del trabajo, y sus cinco integrantes deben adoptar decisiones
uniformes y compatibles a ambos sistemas cuando la incapacidad del sujeto se
relaciona con ambos.

Una vez concluidos los estudios, las comisiones médicas tienen 10 días para
expedirse a partir de las pruebas y estudios realizados sobre el grado de incapacidad
e invalidez permanente de la persona, sobre si es un caso comprendido en la
llamada gran invalidez y sobre la compatibilización de sistemas cuando esté
involucrado más de uno.

Si el afiliado registra una incapacidad superior al 66% estará en condiciones de


recibir el retiro transitorio por invalidez . A su vez, las comisiones médicas podrán
indicar los tratamientos de rehabilitación y curativos que requiera el afiliado.

El dictamen de las comisiones médicas puede ser apelado ante la Comisión Médica
Central, o alternativamente se puede recurrir a la Cámara Federal de la Seguridad
Social.

Se otorga a quien padezca una incapacidad superior al 66% porque se supone que
es equivalente a la invalidez total, y la persona no cuenta con ningún otro beneficio
jubilatorio o no puede acceder a la jubilación ordinaria (38) .

A su vez, el certificado de invalidez lo otorgan las comisiones médicas con los


procedimientos reglados dentro del régimen de la ley 24.241 (39) .

En cuanto a la determinación del haber de la prestación, se computan los años


trabajados y los que restan por trabajar dentro de la vida útil normal, hasta alcanzar
446
la jubilación ordinaria (65 en los hombres, 60 en las mujeres). El cálculo se conforma
con el PBU, el PAP y al resultado se le adiciona la Prestación Compensatoria (PC),
cuya cuenta es independiente.

El pago lo realiza el ANSeS en su carácter de administradora del Sistema Unico de


la Seguridad Social (SUSS).

Capítulo IV
Prestaciones de Retiro por Invalidez y de Pensión
por Fallecimiento
Normas aplicables
Artículo 27. — En ningún caso la prestación
establecida en este artículo será superior al haber de
las prestaciones establecido en el art. 28(40) .
Las normas reglamentarias establecerán el
procedimiento a seguir relacionado con la
determinación de la invalidez en el caso de los
afiliados que hubieran ejercido la opción por el
régimen de reparto, el que deberá ser compatible en
lo pertinente, con lo dispuesto en el Capítulo II del
Título III.
Las prestaciones por invalidez o fallecimiento a
otorgarse a los beneficiarios que opten por
permanecer en el régimen de reparto, serán
equivalentes a las que se establece en los arts. 97 y
98(41) .
Haber de las prestaciones
Artículo 28.— El haber de las prestaciones
mencionadas en el artículo anterior se determinará de
acuerdo con las siguientes normas
a) El retiro por invalidez, según lo establecido en el
art. 97.
b) La pensión por fallecimiento del afiliado en
actividad, según lo establecido en el apart. 2º del
art. 98.
c) La pensión por fallecimiento del beneficiario,
establecida en el segundo párrafo del artículo
anterior, según las disposiciones del apart. 3º del
art. 98(42) .
Pago de las prestaciones
Artículo 29. — Las prestaciones indicadas en el
primer párrafo del art. 27, y la pensión derivada de la
prestación mencionada en el inc. c) del art. 17, serán
abonadas a los beneficiarios en forma directa por el
SUSS.
Opción de los afiliados

447
Articulo 30. — Las personas físicas comprendidas en
el art. 2º, podrán optar por el Régimen Previsional
Público de Reparto o por el de Capitalización, dentro
del plazo de noventa (90) días contados desde la
fecha de ingreso a la relación laboral de dependencia
o a la de inscripción como trabajador autónomo. En
caso de no ejercerse la referida opción, se entenderá
que la misma ha sido formalizada por el Régimen
Previsional Público.
La opción por este último Régimen, producirá los
siguientes efectos para los afiliados:
a) Los aportes establecidos en el art. 11 serán
destinados al financiamiento del Régimen
Previsional Público;
b) Los afiliados tendrán derecho a la percepción de
una Prestación Adicional por Permanencia que se
adicionará a las prestaciones establecidas en los
incs. a) y b) del art. 17. El haber mensual de esta
prestación se determinará computando el uno y
medio por ciento (1,5%) por cada año de servicios
con aportes realizados al Régimen Previsional
Público, en igual forma y metodología que la
establecida para la Prestación Compensatoria.
Para acceder a esta prestación los afiliados
deberán acreditar los requisitos establecidos en los
incs. a) y c) del art. 23;
c) Las prestaciones de Retiro por Invalidez y Pensión
por Fallecimiento del Afiliado en Actividad serán
financiadas por el Régimen Previsional Público;
d) A los efectos de aspectos tales como movilidad,
Prestación Anual Complementaria y otros
inherentes a la Prestación Adicional por
Permanencia, ésta es asimilable a las disposiciones
que a tal efecto se establecen para la Prestación
Compensatoria.
Los afiliados al Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones podrán optar por cambiar el régimen al cual
están afiliados una vez cada cinco (5) años, en las
condiciones que a tal efecto establezca el Poder
Ejecutivo(43) .
Artículo 30 bis. — Los afiliados al Régimen de
Capitalización, mayores de cincuenta y cinco (55)
años de edad, los hombres y mayores de cincuenta
(50) años de edad las mujeres, cuya cuenta de
capitalización individual arroje un saldo que no supere
el importe equivalente a doscientos cincuenta (250)
MOPRES, serán considerados afiliados al Régimen
Previsional Público. En tal caso, las Administradoras
de Fondos de Jubilaciones y Pensiones deberán
transferir al citado régimen el mencionado saldo,

448
dentro del plazo de noventa (90) días contados desde
la fecha en que el afiliado alcanzó la referida edad,
salvo que este último manifieste expresamente su
voluntad de permanecer en el Régimen de
Capitalización, en las condiciones que establezca el
Poder Ejecutivo Nacional. La Secretaría de Seguridad
Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social fijará los conceptos de la cuenta de
capitalización individual que integrarán la mencionada
transferencia(44) .

3. Las pensiones

El fallecimiento del afiliado genera habitualmente una contingencia social al grupo


familiar que tenía a cargo, generalmente la esposa y eventualmente algún hijo a
cargo. En tal caso, se produce el derecho a la pensión.

En principio los beneficiarios de la pensión son la viuda, el viudo, la conviviente, el


conviviente, los hijos e hijas solteros y las hijas viudas, todos ellos hasta los 18 años
y si no gozaren de un beneficio previsional de cualquier índole o naturaleza.

Los derechos de los convivientes se admiten si el fallecido se encontrara separado


de hecho o legalmente o si era soltero, viudo o divorciado y hubiere convivido con
el afiliado los últimos 5 años en aparente matrimonio, período que se reduce a 2
años si existieren hijos reconocidos por ambos.

Cuando se produce la muerte de un afiliado, jubilado o beneficiario de una prestación


o no, se genera desamparo sobre el grupo familiar que tenía a su cargo.

A los fines de determinar el haber, como consecuencia del fallecimiento del afiliado,
se toma primero el PBU no sólo a la fecha de la muerte sino hasta la fecha de la
obtención de la jubilación ordinaria, y a ello se le adiciona la Prestación
Compensatoria (PC) y la Prestación Adicional por Permanencia (PAP). Conforme a
la aplicación de cada régimen al que pertenece cada beneficiario (45) .

El monto resultante genera derecho a pensión por el 70% del total.

A su vez, el fallecimiento del afiliado genera el reconocimiento a la devolución de


gastos de sepelio a quien los hubiere realizado por hasta un total de 3 veces el
salario mínimo vital y móvil.

Tienen derecho a pensión los causahabientes (46) previstos en la ley 24.241 art. 53,
en donde se establece el siguiente orden:

1. La viuda;

449
2. El viudo;
3. La conviviente;
4. El conviviente;
5. Los hijos solteros, las hijas solteras y las hijas viudas siempre
que no gozaran de jubilación, pensión retiro o prestación no
contributiva, salvo que optaren por la pensión que acuerda la
presente, todos ellos hasta los dieciocho (18) años de edad.

4. Normas transitorias

En rigor, se trata de normas ligadas a cuestiones de procedimiento, y a la


intervención de la autoridad de aplicación como órgano de control, de aplicación y
de fiscalización.

La norma expresa:

Capítulo VI
Autoridad de Aplicación, Fiscalización y Control
Facultades y atribuciones
Artículo 36.— La ANSeS tendrá a su cargo la
aplicación, control y fiscalización del Régimen de
Reparto(47) .
f) La certificación de los requisitos necesarios para
acceder a las prestaciones estatuidas en el
presente título.
g) La instrumentación de normas y procedimientos
para dar cumplimiento a lo establecido en el art. 35.
h) El requerimiento de toda información periódica u
ocasional a los responsables de la declaración e
ingreso de los aportes y contribuciones, necesaria
para un adecuado cumplimiento de sus funciones
de control.
i) La concesión de las prestaciones establecidas en el
presente título.
j) El procedimiento para la tramitación de denuncias a
que se refiere el apart. 3º del inc. a) del art. 13(48) .
Esta enumeración es meramente enunciativa,
pudiendo el citado organismo realizar todas aquellas
funciones no especificadas que hagan al normal
ejercicio de sus facultades de administración del
Sistema Único de Seguridad Social.

450
Capítulo VII
Disposiciones Transitorias
Gradualismo de edad
Artículo 37.— La edad establecida en el art. 19,
inc. b) para el logro de la prestación básica universal,
se aplicará de acuerdo con la siguiente escala:

HOMBRES MUJERES
DESDE RELACIÓN DE RELACIÓN DE
AUTÓNOMOS AUTÓNOMOS
EL AÑO DEPENDENCIA DEPENDENCIA
1994 62 65 57 60
1996 63 65 59 60
1998 64 65 60 60
2001 65 65 60 60
2003 65 65 60 60
2005 65 65 60 60
2007 65 65 60 60
2009 65 65 60 60
2011 65 65 60 60

5. Compatibilidad entre las prestaciones jubilatorias y el regreso a


la actividad

Tradicionalmente, quien se jubilaba no se encontraba en condiciones de volver a la


actividad laboral sin que ello le ocasionara ciertos inconvenientes muy
desalentadores.

En la actualidad, la percepción de las prestaciones jubilatorias son compatibles con


el regreso al trabajo, a cuyos fines no existe ninguna limitación.

El trabajador jubilado que regresa al trabajo no realizará aportes y contribuciones al


Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, sino al Fondo Nacional de Empleo
que financia el seguro o subsidio por desempleo. Por ende, dichos aportes no
influyen en el posible ajuste de los haberes, porque sencillamente tienen otro
destino.

En cuanto al jubilado que regresó al trabajo, si fuera despedido sólo se computará


el tiempo de la última contratación o lo que es lo mismo, la antigüedad devengada
en la última contratación para el cálculo de las indemnizaciones.

451
VIII. TENDENCIAS, CRISIS Y FUTURO DEL SISTEMA JUBILATORIO

Nuestro sistema mixto de jubilaciones y pensiones ha comenzado a operar el 15 de


julio de 1994, con la expectativa de que se concentren los fondos en las AFJP, con
un doble beneficio.

Uno es el de la acumulación de grandes capitales que fortalezcan el sistema y


favorezcan las rentas y el incremento —con ellas— de las cuentas individuales de
los futuros jubilados.

El otro es el de encontrar una salida razonable a un sistema que se encuentra


inmerso en una profunda crisis, que no permite esperar que el Estado cubra
prestaciones que en la actualidad consumen más de la mitad del presupuesto
nacional de la administración central.

En la medida que la responsabilidad del Estado se transfiera a las AFJP, se suponía


que el sistema se iría saneando y las posibilidades de asegurar un régimen
jubilatorio razonable aumentarían.

Lo cierto es que los proyectos iniciales se frustraron. Los fondos de las AFJP —por
normas dictadas por el Estado— se invirtieron en títulos de la deuda pública
argentina que en el año 2001 cayeron en estado de cesación de pagos.

Si bien la recuperación a partir del año 2003 fue notable el Estado volvió a embestir
sobre ellas con la imposición de nuevas inversiones en títulos de la deuda pública
actual, y una nueva reforma volvió a ponderar como la mejor alternativa la estatal.

La Corte Suprema volvió a poner orden en el sistema jubilatorio a través del caso
"Badaro" imponiendo la movilidad de las prestaciones a través del índice de salarios
nivel general del INDEC impuesta al Estado por el art. 14 bis 3er. párrafo de la
Constitución Nacional.

Se cuestiona la constitucionalidad de este nuevo parámetro, en primer lugar por


cuanto el mismo fue aprobado por el dec. 833/1997 de necesidad y urgencia, que
modifica una ley aprobada por el Congreso Nacional. En segundo lugar, se
abandona un mecanismo de cálculo objetivo (como lo era con el AMPO) y se pasa
a un sistema de cálculo que depende de las posibilidades económico-financieras del
Presupuesto Nacional, que se convierte en una forma de valoración subjetiva, la que
dependerá de la valoración circunstancial de que se trate.

El monto anual MOPRE previsto para 1998 fue de $ 80 (res. conj. del MTySS del
ME y OSP 54/1998 y 124/1998).

452
En cualquier caso, la Corte Suprema ha destacado que la movilidad de las
prestaciones impuesta por la CN (art. 14 bis, párr. 3º) es un imperativo dirigido al
Estado en cualquiera de sus tres poderes.

El art. 14 bis (CN) establece que el Estado debe garantizar jubilaciones y pensiones
móviles. Con ello, se ha discutido tanto en el plano normativo como en la
jurisprudencia los alcances y extensión de la actualización del monto de los haberes
jubilatorios del que gozan los pasivos (49) .

La adecuación de las prestaciones de los pasivos conforme a las vicisitudes


presupuestarias puede tornarse en arbitraria (50) .

Cuando la diferencia entre la corrección del haber y el mecanismo de adecuación


es inferior al nivel de confiscatoriedad (33%) no ha sido suficiente para habilitar el
reclamo del ajuste jubilatorio (51) .

Después de muchos debates (52) , la Corte Suprema dictó el fallo "Badaro" en el


cual se estableció la necesidad de la movilidad y actualización razonable de las
jubilaciones con criterios objetivos (53) .

El fallo "Badaro" estableció las siguientes pautas:

 En primer lugar, la movilidad de las prestaciones jubilatorias


debe ser razonable y adecuada, y si así no ocurriera, la norma
empleada —en el caso la ley 26.198— resulta inconstitucional;
 Es adecuado utilizar el índice de salarios, nivel general
elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos
INDEC;
 Corresponde aplicar dichos índices en forma retroactiva, por el
período no prescripto en orden a la interposición del recurso
correspondiente;
 La movilidad aplicada a las jubilaciones mínimas no obsta la
aplicación a toda la escala, ya que los efectos del deterioro del
curso monetario lo sufren todos los pasivos con prescindencia
del nivel de haberes otorgado;
 Las atribuciones que se le han conferido al Parlamento para
adecuar el presupuesto nacional en lo que hace a la movilidad
de las jubilaciones, no le confiere derecho alguno a no cumplir
con la movilidad establecida en el art. 14 bis (CN) como un
deber del Estado, con prescindencia del Poder del mismo que
se haga cargo de la corrección;
 La corrección del haber en un 11% cuando el índice de salarios
nivel general se ajustó en torno del 91,26% refleja un
comportamiento claramente confiscatorio en perjuicio de los
beneficiarios del sistema jubilatorio;
 No es una defensa aceptable la invocada por el ANSeS en el
sentido de la grave crisis por la que atraviesan las cuentas
públicas, cuando a la vez no coinciden con la mejora de las
cuentas públicas ni con el superavit fiscal;
 El Estado debe contar con un mecanismo razonable y
adecuado para asegurar el imperativo constitucional de
movilidad, que se aparte de sistemas basados en la

453
discrecionalidad que es fuente de litigios, que han redundado
en perjuicio de los justiciables y del adecuado funcionamiento
del Poder Judicial.

En definitiva, el fallo "Badaro" impone al Poder Ejecutivo, y eventualmente al


Parlamento, para que cumplan con la movilidad del art. 14 bis (CN) de modo
eficiente y sistemático, conforme al índice de corrección de los salarios nivel general
publicado por el INDEC.

Se otorga a quien padezca una incapacidad superior al 66% porque se supone que
es equivalente a la invalidez total, y la persona no cuenta con ningún otro beneficio
jubilatorio o no puede acceder a la jubilación ordinaria (54) .

A su vez, el certificado de invalidez lo otorgan las comisiones médicas con los


procedimientos reglados dentro del régimen de la ley 24.241(55) .

En cuanto a la determinación del haber de la prestación, se computan los años


trabajados y los que restan por trabajar dentro de la vida útil normal, hasta alcanzar
la jubilación ordinaria (65 en los hombres, 60 en las mujeres).

El cálculo se conforma con el PBU, el PAP y al resultado se le adiciona la Prestación


Compensatoria (PC), cuya cuenta es independiente.

El pago lo realiza el ANSeS en su carácter de administradora del Sistema Único de


la Seguridad Social (SUSS).

ANEXO DEL CAPÍTULO XXI

BIBLIOGRAFÍA

A. Bibliografía general
CORTE, NÉSTOR T., DE VIRGILIS, MIGUEL ANGEL, TABERNERO, RODOLFO
M.,Nuevo Sistema Previsional Argentino, Rubinzal-Culzoni, Santa
Fe, 1993.
DE FERRARI, FRANCISCO,Los Principios de la Seguridad Social, Depalma,
Buenos Aires, 1972.

454
DEVEALI, MARIO L.,Derecho Sindical y de la Previsión Social, Zavalía,
Buenos Aires, 1952.

B. Lecturas recomendadas
ETALA, JUAN JOSÉ,Derecho de la Seguridad Social, Ediar, Buenos Aires,
1966.
MOLES, R. R., "Pautas programáticas de la seguridad social en los
procesos de reconversión económica", en Estudios de la Seguridad
Social, nro. 72, Ginebra-Buenos Aires, 1992, p. 110.
BRITO PERET, JOSÉ I. - JAIME, RAÚL C., "Algunas observaciones al
proyecto de ley aprobado por la Cámara de Diputados sobre el
Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones", TySS, 1993, p. 665.

LOS INTERROGANTES CLAVES


1. ¿Qué contingencias cubre el sistema previsional? Enuncie las
contingencias y sus prestaciones.
2. ¿Cómo está organizado el sistema actualmente y qué opciones
ofrece a los afiliados?
3. ¿Qué es y en qué fundamentos se basa el sistema de reparto?
4. ¿Qué es y qué fundamentos tiene el sistema de capitalización?
5. ¿Cómo está organizado actualmente el sistema y cuáles son los
entes más importantes?
6. ¿Qué es y qué funciones tiene la Superintendencia de
Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones?
7. ¿Qué son y qué funciones tienen las Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones (AFJP)?
8. ¿Cuáles son los sujetos comprendidos en el sistema?
9. ¿Cómo se financia el sistema y con qué destino se dirigen los fondos?
10. ¿Cuáles son las prestaciones previstas en el actual régimen
previsional?
11. ¿Qué prestación corresponde a la contingencia de vejez?
12. ¿Qué prestación corresponde a la contingencia social de invalidez?
13. ¿Qué está previsto en el sistema por edad avanzada?
14. ¿A qué se denomina jubilación anticipada?
15. ¿Cuáles son las prestaciones previstas para el régimen de reparto?
16. ¿Qué es y cómo se calcula la Prestación Básica Universal (PBU)?
Enunciar los requisitos.

455
17. ¿En qué consiste la Prestación Compensatoria (PC) y cómo se
accede a ella?
18. ¿Qué es la Prestación Adicional por Permanencia (PAP) y cómo se
accede a ella?
19. ¿En qué consiste la Prestación Anual Complementaria (PAC) y
cuándo se liquida?
20. ¿Cuáles son las prestaciones para quien optó por el sistema mixto?
21. ¿En qué consiste el régimen de capitalización?
22. ¿Qué opciones tiene el beneficiario cuando se encuentra frente al
sistema de capitalización y se encuentra en condiciones de jubilarse?
23. ¿En qué consiste el sistema de renta vitalicia previsional?
24. ¿En qué consiste el régimen de retiro programado?
25. ¿En qué consiste el sistema de retiro fraccionado?
26. ¿Qué es y en qué consiste la jubilación anticipada y en qué casos
es posible recibirla?
27. ¿Cómo se calcula e integra la jubilación por invalidez?
28. ¿Cómo se integra y calcula la jubilación por edad avanzada?
29. ¿En qué consiste el beneficio jubilatorio por muerte del afiliado o
pensión?
30. ¿Es compatible la percepción de los haberes jubilatorios con el
regreso del jubilado al trabajo? ¿Cuáles son sus efectos?
31. ¿En qué consistió la crisis del sistema previsional y por cuál etapa
atraviesa actualmente?

SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES - LEY 24.241


Creación. Ambito de aplicación. Disposiciones
complementarias y transitorias. Consejo Nacional de
Previsión Social. Creación y Misión. Compañías de
Seguros. Prestaciones No Contributivas. Normas
sobre el Financiamiento
Fecha de Sanción: 23/09/1993
Fecha de Promulgación: 13/10/1993
Publicado en: Boletín Oficial 18/10/1993 - ADLA, 1993 - D, 4135 - DT, 1993 - B, 1482
Fe de Erratas: Boletín Oficial 26/10/1993
(Nota Infoleg: por art. 1° de laLey N° 26.425B.O. 9/12/2008 se dispone la
unificación del SistemaIntegrado de Jubilaciones y Pensiones en un único régimen
previsional público que se denominará Sistema Integrado Previsional Argentino
(SIPA), financiado a través de un sistema solidario de reparto, garantizando a los
afiliados y beneficiarios del régimen de capitalización vigente hasta la fecha idéntica
cobertura y tratamiento que la brindada por el régimen previsional público, en

456
cumplimiento del mandato previsto por el art. 14 bis de laConstitución Nacional. En
consecuencia, elimínase el actual régimen de capitalización, que será absorbido y
sustituido por el régimen de reparto, en las condiciones de la presente ley. Vigencia:
a partir de la fecha de su publicación en el Boletín Oficial).
(Nota Infoleg: por art. 13 de laLey N° 26.417B.O. 16/10/2008 se establece que se
sustituyen todas lasreferencias al Módulo Previsional (MOPRE) existentes en las
disposiciones legales y reglamentarias vigentes, las que quedarán reemplazadas
por una determinada proporción del haber mínimo garantizado a que se refiere el
art. 125 de laLey 24.241y sus modificatorias, según el caso que se trate.
La reglamentación dispondrá la autoridad de aplicación responsable para
determinar la equivalencia entre el valor del Módulo Previsional (MOPRE), y el del
haber mínimo garantizado a la fecha de vigencia de la ley de referencia. Ver art. 16
de la ley de referencia).
LIBRO PRIMERO — Sistema Integrado
de jubilaciones y pensiones
TITULO I — Disposiciones generales
CAPITULO I — Creación. Ambito de aplicación
Institución del sistema integrado de jubilaciones y pensiones
Art. 1º — Institúyese con alcance nacional y con sujeción a las normas de esta
ley, el sistema integrado de jubilaciones y pensiones (SIJP), que cubrirá las
contingencias de vejez, invalidez y muerte y se integrará al Sistema Unico de
Seguridad Social (SUSS).
Conforman este sistema: 1. Un régimen previsional público, fundamentado en el
otorgamiento de prestaciones por parte del Estado que se financiarán a través de
un sistema de reparto, en adelante también régimen de reparto, y 2. Un régimen
previsional basado en la capitalización individual, en adelante también régimen de
capitalización.
Incorporación obligatoria
Art. 2º — Están obligatoriamente comprendidas en el SIJP y sujetas a las
disposiciones que sobre afiliación establece esta ley y a las normas reglamentarias
que se dicten, las personas físicas mayores de dieciocho (18) años de edad que a
continuación se detallan:
a) Personas que desempeñen alguna de las actividades en relación de
dependencia que se enumeran en los apartados siguientes, aunque el contrato de
trabajo o la relación de empleo público fueren a plazo fijo:
1. Los funcionarios, empleados y agentes que en forma permanente o transitoria
desempeñen cargos, aunque sean de carácter electivo, en cualquiera de los
poderes del Estado nacional, sus reparticiones u organismos centralizados,
descentralizados o autárquicos, empresas del Estado, sociedades del Estado,
sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, sociedades de
economía mixta, servicios de cuentas especiales y obras sociales del sector público,
con exclusión del personal militar de las fuerzas armadas y del personal militarizado
o con estado policial de las fuerzas de seguridad y policiales.
2. El personal civil de las fuerzas armadas y de las fuerzas de seguridad y
policiales.
3. Los funcionarios, empleados y agentes que en forma permanente o transitoria
desempeñen cargos en organismos oficiales interprovinciales, o integrados por la

457
Nación y una o más provincias, cuyas remuneraciones se atiendan con fondos de
dichos organismos.
4. Los funcionarios, empleados y agentes civiles dependientes de los gobiernos y
municipalidades provinciales, a condición que previamente las autoridades
respectivas adhieran al SIJP, mediante convenio con el Poder Ejecutivo nacional.
5. Las personas que en cualquier lugar del territorio del país presten en forma
permanente, transitoria o eventual, servicios remunerados en relación de
dependencia en la actividad privada.
6. Las personas que en virtud de un contrato de trabajo celebrado o relación
laboral iniciada en la República, o de un traslado o comisión dispuestos por el
empleador, presten en el extranjero servicios de la naturaleza prevista en el apartado
anterior, siempre que dichas personas tuvieran domicilio real en el país al tiempo de
celebrarse el contrato, iniciarse la relación laboral o disponerse el traslado o
comisión.
7. En general, todas las personas que hasta la vigencia de la presente ley
estuvieran obligatoriamente comprendidas en el régimen nacional de jubilaciones y
pensiones por actividades no incluidas con carácter obligatorio en el régimen para
trabajadores autónomos.
Cuando se trate de socios en relación de dependencia con sociedades, se estará
a lo dispuesto en el inc. d);
b) Personas que por sí solas o conjunta o alternativamente con otras, asociadas
o no, ejerzan habitualmente en la República alguna de las actividades que a
continuación se enumeran, siempre que éstas no configuren una relación de
dependencia:
1. Dirección, administración o conducción de cualquier empresa, organización,
establecimiento o explotación con fines de lucro, o sociedad comercial o civil,
aunque por esas actividades no obtengan retribución, utilidad o ingreso alguno.
2. Profesión desempeñada por graduado en universidad nacional o en
universidad provincial o privada autorizada para funcionar por el Poder Ejecutivo, o
por quien tenga especial habilitación legal para el ejercicio de profesión universitaria
reglamentada.
4. Cualquier otra actividad lucrativa no comprendida en los apartados
precedentes;
c) Personas al servicio de las representaciones y agentes diplomáticos o
consulares acreditados en el país, como también el dependiente de organismos
internacionales que preste servicios en la República, si de conformidad con las
convenciones y tratados vigentes resultan aplicables a dicho personal las leyes de
jubilaciones y pensiones argentinas. Al personal que quede excluido le será de
aplicación lo dispuesto en el segundo párrafo del art. 4º;
d) Cuando se trate de socios de sociedades, a los fines de su inclusión obligatoria
en los incs. a) o b), o en ambos, serán de aplicación las siguientes normas:
1. No se incluirán obligatoriamente en el inc. a):
1.1. Los socios de sociedades de cualquier tipo cuya participación en el capital
sea igual o superior al porcentual que resulte de dividir el número cien (100) por el
número total de socios.

458
1.2. El socio comanditado único de las sociedades en comandita simple o por
acciones. Si hubiera más de un socio comanditado se aplicará lo dispuesto en el
punto anterior, tomando en consideración solamente el capital comanditado.
1.3. Los socios de las sociedades civiles y de las sociedades comerciales
irregulares o de hecho, aunque no se cumpla el requisito a que se refiere el punto
1.1.
1.4. Los socios de sociedades de cualquier tipo —aunque no estuvieran
comprendidos en los puntos anteriores—, cuando la totalidad de los integrantes de
la sociedad estén ligados por un vínculo de parentesco de hasta el segundo grado
de consanguinidad y/o afinidad.
2. Sin perjuicio de su inclusión en el inc. b), cuando un socio quede incluido
obligatoriamente en el inc. a) la sociedad y el socio estarán sujetos a las
obligaciones de aportes y contribuciones obligatorios por la proporción de la
remuneración y participación en las utilidades que el socio perciba y/o se le acrediten
en cuenta, en la medida que exceda el monto que le hubiera correspondido de
conformidad con su participación en el capital social.
Incorporación voluntaria
Art. 3º— La incorporación al SIJP es voluntaria para las personas mayores de
dieciocho (18) años de edad que a continuación se detallan:
a) Con las obligaciones y beneficios que corresponden a los incluidos en el inc. a)
del artículo anterior:
1. Los directores de sociedades anónimas por las asignaciones que perciban en
la misma sociedad por actividades especialmente remuneradas que configuren una
relación de dependencia.
2. Los socios de sociedades de cualquier tipo que no resulten incluidos
obligatoriamente conforme a lo dispuesto en el inc. d) del artículo anterior;
b) Con las obligaciones y beneficios que corresponden a los incluidos en el inc. b)
del artículo anterior:
1. Los miembros de consejos de administración de cooperativas que no perciban
retribución alguna por esas funciones, socios no gerentes de sociedades de
responsabilidad limitada, síndicos de cualquier sociedad y fiduciarios.
2. Los titulares de condominios y de sucesiones indivisas que no ejerzan la
dirección, administración o conducción de la explotación común.
3. Los miembros del clero y de organizaciones religiosas pertenecientes al culto
católico apostólico romano, u otros inscritos en el Registro Nacional de Cultos.
4. Las personas que ejerzan las actividades mencionadas en el art. 2º, inc. b),
apart. 2, y que por ellas se encontraren obligatoriamente afiliadas a uno o más
regímenes jubilatorios provinciales para profesionales, como asimismo aquellas que
ejerzan una profesión no académica autorizada con anterioridad a la promulgación
de esta ley. Esta incorporación no modificará la obligatoriedad que dimana de los
respectivos regímenes locales.
5. Las amas de casa que decidan incorporarse voluntariamente al Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones lo harán en la categoría mínima de aportes,
pudiendo optar por cualquier otra categoría superior. (Inciso sustituido por art. 1º de
laley 24.347B.O. 28/6/1994 ).
Excepción

459
Art. 4º — Quedan exceptuados del SIJP los profesionales, investigadores,
científicos y técnicos contratados en el extranjero para prestar servicios en el país
por un plazo no mayor de dos (2) años y por una sola vez, a condición que no tengan
residencia permanente en la República y estén amparados contra las contingencias
de vejez, invalidez y muerte por las leyes del país de su nacionalidad o residencia
permanente. La solicitud de exención deberá ser formulada ante la autoridad de
aplicación por el interesado o su empleador.
La precedente exención no impedirá la afiliación a este sistema, si el contratado
y el empleador manifestaren su voluntad expresa en tal sentido, o aquél efectuare
su propio aporte y la contribución correspondiente al empleador.
Las disposiciones precedentes no modifican las contenidas en los convenios
sobre seguridad social celebrados por la República con otros países, ni las de la ley
17.514.
(Nota Infoleg: por art. 5º de laley Nº 26.566B.O. 24/12/2009 se amplía a cuatro (4)
años, respecto del personal indicado en el primer párrafo del art. 4º de la norma de
referencia, el plazo establecido en el presente artículo. Vigencia: a partir del día de
su publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto para los hechos imponibles que
se perfeccionen a partir del primer día del mes siguiente al de dicha publicación. )
Actividades simultáneas
Art. 5º — La circunstancia de estar también comprendido en otro régimen
jubilatorio nacional, provincial o municipal, así como el hecho de gozar de cualquier
jubilación, pensión o retiro, no eximen de la obligatoriedad de efectuar aportes y
contribuciones a este sistema, salvo en los casos expresamente determinados en la
presente ley.
Las personas que ejerzan en forma simultánea más de una actividad de las
comprendidas en los incs. a), b), o c) del art. 2º, así como los empleadores en su
caso, contribuirán obligatoriamente por cada una de ellas.
CAPITULO II — Remuneración, aportes
y contribuciones
Concepto de remuneración
Art. 6º — Se considera remuneración, a los fines del SIJP, todo ingreso que
percibiere el afiliado en dinero o en especie susceptible de apreciación pecuniaria,
en retribución o compensación o con motivo de su actividad personal, en concepto
de sueldo, sueldo anual complementario, salario, honorarios, comisiones,
participación en las ganancias, habilitación, propinas, gratificaciones y suplementos
adicionales que tengan el carácter de habituales y regulares, viáticos y gastos de
representación, excepto en la parte efectivamente gastada y acreditada por medio
de comprobantes, y toda otra retribución, cualquiera fuere la denominación que se
le asigne, percibida por servicios ordinarios o extraordinarios prestados en relación
de dependencia.
La autoridad de aplicación determinará las condiciones en que los viáticos y
gastos de representación no se considerarán sujetos a aportes ni contribuciones, no
obstante la inexistencia total o parcial de comprobantes que acrediten el gasto.
Las propinas y las retribuciones en especie de valor incierto serán estimadas por
el empleador. Si el afiliado estuviera disconforme, podrá reclamar ante la autoridad
de aplicación, la que resolverá teniendo en cuenta la naturaleza y modalidad de la
actividad y de la retribución. Aun mediando conformidad del afiliado, la autoridad de
aplicación podrá rever la estimación que no considerara ajustada a estas pautas.

460
Se consideran asimismo remuneración las sumas a distribuir a los agentes de la
administración pública o que éstos perciban en carácter de:
1. Premio estímulo, gratificaciones u otros conceptos de análogas características.
En este caso también las contribuciones estarán a cargo de los agentes, a cuyo
efecto antes de proceder a la distribución de dichas sumas se deberá retener el
importe correspondiente a la contribución.
2. Cajas de empleados o similares, cuando ello estuviere autorizado. En este caso
el organismo o entidad que tenga a su cargo la recaudación y distribución de estas
sumas deberá practicar los descuentos correspondientes a los aportes personales
y depositarlos dentro del plazo pertinente.
Conceptos excluidos
Art. 7º — No se consideran remuneración las asignaciones familiares, las
indemnizaciones derivadas de la extinción del contrato de trabajo, por vacaciones
no gozadas y por incapacidad permanente provocada por accidente del trabajo o
enfermedad profesional, las prestaciones económicas por desempleo, ni las
asignaciones pagadas en concepto de becas. Tampoco se considera remuneración
las sumas que se abonen en concepto de gratificaciones vinculadas con el cese de
la relación laboral en el importe que exceda del promedio anual de las percibidas
anteriormente en forma habitual y regular.
Renta imponible
Art. 8º — Los trabajadores autónomos efectuarán los aportes previsionales
obligatorios establecidos en el art. 10, sobre los niveles de rentas de referencia
calculados en base a categorías que fijarán las normas reglamentarias de acuerdo
con las siguientes pautas:
a) Capacidad contributiva;
b) La calidad de sujeto o no en el impuesto al valor agregado y en su caso, su
condición de responsable inscripto, de responsable no inscripto o no responsable
en dicho impuesto.
(Nota Infoleg: por art. 3° de laley N° 26.417B.O. 16/10/2008 se establece que las
rentas de referencia que se establecen en el art. 8º de laley 24.241y sus
modificatorias se ajustarán conforme la evolución del índice previsto en el art. 32 de
la mencionada ley, con la periodicidad que establezca el Poder Ejecutivo nacional.)
Base imponible
Art. 9º — A los fines del cálculo de los aportes y contribuciones correspondientes
al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) las remuneraciones no
podrán ser inferiores al importe equivalente a tres (3) veces el valor del módulo
previsional (MOPRE) definido en el art. 21. A su vez, a los fines exclusivamente del
cálculo de los aportes previstos en los incs. a) y c) del art. 10, la mencionada base
imponible previsional tendrá un límite máximo equivalente a setenta y cinco (75)
veces el valor del módulo previsional (MOPRE).
Si un trabajador percibe simultáneamente más de una remuneración o renta como
trabajador en relación de dependencia o autónomo, cada remuneración o renta será
computada separadamente a los efectos del límite inferior establecido en el párrafo
anterior. En función de las características particulares de determinadas actividades
en relación de dependencia, la reglamentación podrá establecer excepciones a lo
dispuesto en el presente párrafo.
Facúltase al Poder Ejecutivo Nacional a modificar la base imponible establecida
en el primer párrafo del presente artículo, proporcionalmente al incremento que se
461
aplique sobre el haber máximo de las prestaciones a que refiere el inc. 3) del art. 9º
de la ley Nº 24.463, texto según decreto Nº 1199/04.
(Artículo sustituido por art. 1° de laLey N° 26.222,B.O. 8/3/2007.)
(Nota Infoleg: por art. 10 de laley N° 26.417B.O. 16/10/2008 se establece que la
base imponible máxima prevista en el primer párrafo del presente artículo, se
ajustará conforme la evolución del índice previsto en el art. 32 de la misma.)
(Nota Infoleg: por art. 5° deldecreto N° 279/2008B.O. 21/2/2008 se sustituye a
partir del 1º de marzo de 2008 y del 1º de julio de 2008, el límite máximo que hace
referencia el presente artículo para el cálculo de los aportes previstos en los incs. a)
y c) del art. 10, el cual tendrá un monto equivalente a noventa con setenta
centésimos (90,70) de veces el valor del módulo previsional (MOPRE), y noventa y
siete con cincuenta centésimos (97,50) de veces el valor del módulo previsional
(MOPRE),respectivamente.)
(Nota Infoleg: por art. 5° deldecreto N° 1346/2007B.O. 5/10/2007 se sustituye a
partir del 1º de septiembre de 2007 el límite máximo para el cálculo de los aportes
previstos en los incs. a) y c) del art. 10, el cual tendrá un monto equivalente a
ochenta y cuatro con trescientos setenta y cinco milésimos (84,375) de veces el
valor del módulo previsional (MOPRE).)
Aportes y contribuciones obligatorias
Art. 10. — Los aportes y contribuciones obligatorios al SIJP se calcularán
tomando como base las remuneraciones y rentas de referencia, y serán los
siguientes:
a) Aporte personal de los trabajadores en relación de dependencia comprendidos
en este sistema;
b) Contribución a cargo de los empleadores;
c) Aporte personal de los trabajadores autónomos comprendidos en el presente
sistema.
Porcentaje de aportes y contribuciones
Art. 11. — El aporte personal de los trabajadores en relación de dependencia será
del once por ciento (11 %), y la contribución a cargo de los empleadores del dieciséis
por ciento (16 %).
El aporte personal de los trabajadores autónomos será del veintisiete por ciento
(27 %).
Los aportes y contribuciones obligatorios serán ingresados a través del SUSS. A
tal efecto, los mismos deberán ser declarados e ingresados por el trabajador
autónomo o por el empleador en su doble carácter de agente de retención de las
obligaciones a cargo de los trabajadores y de contribuyente al SIJP, según
corresponda, en los plazos y con las modalidades que establezca la autoridad de
aplicación.
CAPITULO III — Obligaciones de los empleadores,
de los afiliados y de los beneficiarios
Obligaciones de los empleadores
Art. 12. — Son obligaciones de los empleadores, sin perjuicio de las demás
establecidas en la presente ley:

462
a) Inscribirse como tales ante la autoridad de aplicación y comunicar a la misma
toda modificación en su situación como empleadores, en los plazos y con las
modalidades que dicha autoridad establezca;
b) Dar cuenta a la autoridad de aplicación de las bajas que se produzcan en el
personal;
c) Practicar en las remuneraciones los descuentos correspondientes al aporte
personal, y depositarlos a la orden del SUSS;
d) Depositar en la misma forma indicada en el inciso anterior las contribuciones a
su cargo;
e) Remitir a la autoridad de aplicación las planillas de sueldos y aportes
correspondientes al personal;
f) Suministrar todo informe y exhibir los comprobantes justificativos que la
autoridad de aplicación les requiera en ejercicio de sus atribuciones, y permitir las
inspecciones, investigaciones, comprobaciones y compulsas que aquélla ordene en
los lugares de trabajo, libros, anotaciones, papeles y documentos.
g) Otorgar a los afiliados y beneficiarios y sus derechohabientes, cuando éstos lo
soliciten, y en todo caso a la extinción de la relación laboral, las certificaciones de
los servicios prestados, remuneraciones percibidas y aportes retenidos, y toda otra
documentación necesaria para el reconocimiento de servicios u otorgamiento de
cua lquier prestación;
h) Requerir de los trabajadores comprendidos en el SIJP, al comienzo de la
relación laboral, en los plazos y con las modalidades que la autoridad de aplicación
establezca, la presentación de una declaración jurada escrita de si son o no
beneficiarios de jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, con
indicación, en caso afirmativo, del organismo otorgante y datos de individualización
de la prestación;
i) Denunciar a la autoridad de aplicación todo hecho o circunstancia concerniente
a los trabajadores, que afecten o puedan afectar el cumplimiento de las obligaciones
que a éstos y a los empleadores imponen las leyes nacionales de previsión;
j) En general, dar cumplimiento en tiempo y forma a las demás disposiciones que
la presente ley establece, o que la autoridad de aplicación disponga.
Las reparticiones y organismos del Estado mencionados en el apart. 1 del inc. a)
del art. 2º, están también sujetos a las obligaciones enumeradas precedentemente.
Obligaciones de los afiliados y de los beneficiarios
Art. 13 . —
a) Son obligaciones de los afiliados en relación de dependencia, sin perjuicio de
las demás establecidas en la presente ley:
1. Suministrar los informes requeridos por la autoridad de aplicación, referentes a
su situación frente a las leyes de previsión.
2. Presentar al empleador la declaración jurada a la que se refiere el inc. h) del
art. 12, y actualizar la misma cuando adquieran el carácter de beneficiarios de
jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, en el plazo y con las
modalidades que la autoridad de aplicación establezca.
3. Denunciar a la autoridad de aplicación todo hecho o circunstancia que configure
incumplimiento por parte del empleador a las obligaciones establecidas por las leyes
nacionales de jubilaciones y pensiones.

463
La autoridad de aplicación, en un plazo no mayor de 45 días, deberá investigar
los hechos denunciados, dictar resolución desestimando la denuncia o imponiendo
las sanciones pertinentes y efectuar la denuncia penal, según corresponda, y
notificar fehacientemente al denunciante todo lo actuado y resuelto. El funcionario
público que no diera cumplimiento a las obligaciones establecidas en este inciso
incurrirá en falta grave.
b) Son obligaciones de los afiliados autónomos, sin perjuicio de las demás
establecidas en la presente ley:
1. Depositar el aporte a la orden del SUSS.
2. Suministrar todo informe referente a su situación frente a las leyes de previsión
y exhibir los comprobantes y justificativos que la autoridad de aplicación les requiera
en ejercicio de sus atribuciones, y permitir las inspecciones, investigaciones,
comprobaciones y compulsas que aquélla ordene en los lugares de trabajo, libros,
anotaciones, papeles y documentos.
3. En general, dar cumplimiento en tiempo y forma a las demás disposiciones que
la presente ley establece, o que la autoridad de aplicación disponga;
c) Son obligaciones de los beneficiarios, sin perjuicio de las demás establecidas
en la presente ley:
1. Suministrar los informes requeridos por la autoridad de aplicación, referentes a
su situación frente a las leyes de previsión.
2. Comunicar a la autoridad de aplicación toda situación prevista por las
disposiciones legales, que afecte o pueda afectar el derecho a la percepción total o
parcial de la prestación que gozan.
3. Presentar al empleador la declaración jurada respectiva en el caso que
volvieren a la actividad.
Si el beneficiario fuere incapaz, el cumplimiento de las obligaciones
precedentemente establecidas incumbe a su representante legal.
Si existiera incompatibilidad total o limitada entre el goce de la prestación y el
desempeño de la actividad, y el beneficiario omitiere denunciar esta circunstancia,
a partir del momento en que la autoridad de aplicación tome conocimiento de la
misma, se suspenderá o reducirá el pago de la prestación, según corresponda. El
beneficiario deberá además reintegrar lo cobrado indebidamente en concepto de
haberes previsionales, con los accesorios correspondientes, importe que será
deducido íntegramente de la prestación que tuviere derecho a percibir, si continuare
en actividad; en caso contrario se le formulará cargo en los términos del inc. d) del
art. 14.
El empleador que conociendo que el beneficiario se halla en infracción a las
normas sobre incompatibilidad no denunciara esta circunstancia a la autoridad de
aplicación, se hará pasible de una multa equivalente a diez (10) veces lo percibido
indebidamente por el beneficiario en concepto de haberes previsionales. El hecho
de que el empleador no practique las retenciones en concepto de aportes hace
presumir, cuando el trabajador fuere beneficiario de prestación previsional, que
aquél conocía la circunstancia señalada precedentemente.
CAPITULO IV — Caracteres de las prestaciones
Caracteres de las prestaciones
Art. 14 . — Las prestaciones que se acuerden por el SIJP reúnen los siguientes
caracteres:

464
a) Son personalísimas, y sólo corresponden a sus titulares;
b) No pueden ser enajenadas ni afectadas a terceros por derecho; alguno, salvo
las prestaciones mencionadas en los incs. a) y b) del art. 17, las que previa
conformidad formal y expresa de los beneficiarios, pueden ser afectadas a favor de
organismos públicos, asociaciones sindicales de trabajadores con personería
gremial, asociaciones de empleadores, obras sociales, cooperativas, mutuales y
entidades bancarias y financieras comprendidas en la ley Nº 21.526, con las cuales
los beneficiarios convengan el anticipo de las prestaciones o el otorgamiento de
créditos. Las deducciones por el pago de obligaciones dinerarias no podrán exceder
del cuarenta por ciento (40%) del haber mensual de la prestación resultante del
previo descuento de las retenciones impuestas por las leyes;
Fíjase un límite máximo para el costo de los créditos otorgados a través de la
operación del sistema de código de descuento a favor de terceras entidades, en la
forma de Costo Financiero Total (C.F.T.) expresado como Tasa Efectiva Anual
(T.E.A.), que permita determinar la cuota mensual final a pagar por los beneficiarios
de los mismos, la cual incluirá el importe abonado en concepto de cuota social, los
cargos, impuestos y erogaciones por todo concepto. El C.F.T. máximo no podrá
exceder en un cinco por ciento (5%) adicional la tasa informada mensualmente por
el Banco de la Nación Argentina como aplicable a las operaciones de préstamos
personales para Jubilados y Pensionados del Sistema Integrado Previsional
Argentino, que sean reembolsados a través del sistema de código de
descuento. (Párrafo incorporado por art. 1° deldecreto N° 246/2011B.O. 22/12/2011.
Vigencia: a partir del día de su publicación en el Boletín Oficial. Ver aplicación art. 4°
de la misma norma.)
(Inciso sustituido por art. 1º deldecreto Nº 1099/2000B.O. 27/11/2000.)
c) Son inembargables, con la salvedad de las cuotas por alimentos y
litisexpensas;
d) Las prestaciones del régimen de reparto están sujetas a las deducciones que
las autoridades judiciales y administrativas competentes dispongan en concepto de
cargos provenientes de créditos a favor de organismos de seguridad social o por la
percepción indebida de haberes de jubilaciones, pensiones, retiros o prestaciones
no contributivas. Dichas deducciones no podrán exceder del veinte por ciento (20
%) del haber mensual de la prestación, salvo cuando en razón del plazo de duración
de ésta no resultara posible cancelar el cargo mediante ese porcentaje, en cuyo
caso la deuda se prorrateará en función de dicho plazo;
e) Son imprescriptibles, salvo las establecidas en el art. 17, que se regirán por las
normas del art. 82 de la ley 18.037 (texto ordenado 1976);
f) Sólo se extinguen por las causas previstas por la ley.
Todo acto jurídico que contraríe lo dispuesto precedentemente será nulo y sin
valor alguno.
Reapertura del procedimiento. Nulidad
Art. 15 . — Cuando hubiere recaído resolución judicial o administrativa firme, que
denegare en todo o en parte el derecho reclamado, se estará al contenido de la
misma. Si como consecuencia de la reapertura del procedimiento, frente a nuevas
invocaciones, se hiciera lugar al reconocimiento de este derecho, se considerará
como fecha de solicitud la del pedido de reapertura del procedimiento.
Cuando la resolución otorgante de la prestación estuviere afectada de nulidad
absoluta que resultara de hechos o actos fehacientemente probados, podrá ser

465
suspendida, revocada, modificada o sustituida por razones de ilegitimidad en sede
administrativa, mediante resolución fundada, aunque la prestación se hallare en
curso de pago.
(Verdecreto Nº 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley N°
26.222B.O. 8/3/2007, que incorporó el art. 15 bis pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto Nº 438/01B.O. 19/04/2001
—que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
Nº 1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
TITULO II — Régimen previsional público
CAPITULO I — Garantía. Financiamiento. Prestaciones
Naturaleza del Régimen y Garantía del Estado
Art. 16 . —
1. El régimen público es un régimen de reparto asistido, basado en el principio de
solidaridad.
Sus prestaciones serán financiadas con los recursos enumerados en el art. 18 de
esa ley.
2. El Estado Nacional garantiza el otorgamiento y pago de las prestaciones
establecidas en este Capítulo, hasta el monto de los créditos presupuestarios
expresamente comprometidos para su financiamiento por la respectiva Ley de
Presupuesto.
(Artículo sustituido por art. 2° de laley Nº 24.463B.O. 30/3/1995. Vigencia: a partir
del día de su publicación en el Boletín Oficial).
Prestaciones
Art. 17 . — El régimen instituido en el presente título otorgará las siguientes
prestaciones:
a) Prestación básica universal;
b) Prestación compensatoria;
c) Retiro por invalidez;
d) Pensión por fallecimiento;
e) Prestación adicional por permanencia.
f) Prestación por edad avanzada (Inciso incorporado por art. 3º de laley Nº
24.463B.O. 30/3/1995. Vigencia: a partir del día de su publicación en el Boletín
Oficial).
La Ley de Presupuesto determinará el importe mínimo y máximo de las
prestaciones a cargo del régimen previsional público. Ningún beneficiario tendrá
derecho a recibir prestaciones por encima del tope máximo legalmente
determinado (Párrafo incorporado por art. 3º de laley Nº 24.463B.O. 30/3/1995.
Vigencia: a partir del día de su publicación en el Boletín Oficial).
(Verdecreto Nº 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley N°
26.222B.O. 8/3/2007, que modificó el presente artículo y cuya entrada en vigencia
se suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto Nº 438/01B.O.

466
19/04/2001 —que estableció como fecha de entrada en vigencia de las
disposiciones deldecreto Nº 1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran
tenido efecto hasta el 16 de marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes
siguiente a aquel en que quede firme la sentencia que, en su caso, revoque la
medida cautelar dictada en el Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de
la Cámara Federal de la Seguridad Social—.)
Financiamiento
Art. 18 . — Las prestaciones del régimen previsional público serán financiadas
exclusivamente con los siguientes recursos:
a) Los aportes personales de los afiliados comprendidos en el régimen previsional
público;
b) Las contribuciones a cargo de los empleadores, establecidas en el art. 11 de
esta ley;
c) Dieciséis (16) puntos de los veintisiete (27) correspondientes a los aportes de
los trabajadores autónomos; (Nota Infoleg: por art. 10 de laLey N° 26.425B.O.
9/12/2008 se establece que la totalidad de los aportes correspondientes a los
trabajadores autónomos financiará las prestaciones del régimen previsional público,
modificándose, en tal sentido, el presente inc. c). Vigencia: a partir de la fecha de su
publicación en el Boletín Oficial.)
d) La recaudación del Impuesto sobre los Bienes Personales no incorporados al
Proceso Económico o aquel que lo sustituya en el futuro, y otros tributos de
afectación especifica al sistema jubilatorio;
e) Los recursos adicionales que anualmente fije el Congreso de la Nación en la
Ley de Presupuesto;
f) Intereses, multas y recargos;
g) Rentas provenientes de inversiones;
h) Todo otro recurso que legalmente corresponda ingresar al régimen previsional
público.
(Artículo sustituido por art. 4º de laley Nº 24.463B.O. 30/3/1995. Vigencia: a partir
del día de su publicación en el Boletín Oficial).
CAPITULO II — Prestación básica universal
Requisitos
Art. 19. — Tendrán derecho a la prestación básica universal (PBU) y a los demás
beneficios establecidos por esta ley, los afiliados:
a) Hombres que hubieran cumplido sesenta y cinco (65) años de edad;
b) Mujeres que hubieran cumplido sesenta (60) años de edad;
c) Acrediten treinta (30) años de servicios con aportes computables en uno o más
regímenes comprendidos en el sistema de reciprocidad.
En cualquiera de los regímenes previstos en esta ley, las mujeres podrán optar
por continuar su actividad laboral hasta los sesenta y cinco (65) años de edad; en
este supuesto se aplicará la escala del art. 128.
Al único fin de acreditar el mínimo de servicios necesarios para el logro de la
prestación básica universal se podrá compensar el exceso de edad con la falta de
servicios, en la proporción de dos (2) años de edad excedentes por uno (1) de
servicios faltantes.

467
A los efectos de cumplimentar los requisitos establecidos precedentemente, se
aplicarán las disposiciones de los arts. 37 y 38, respectivamente.
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que modificó el presente artículo y cuya entrada en vigencia se suspendió
en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/04/2001 —que
estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto Nº
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—).
Haber de la prestación
Art. 20 . — El monto del haber mensual de la Prestación Básica Universal se
establece en la suma de pesos trescientos veintiséis ($ 326).
(Artículo sustituido por art. 4° de laley 26.417B.O. 16/10/2008. Vigencia: la
reglamentación establecerá las fechas a partir de las cuales comenzarán a regir las
distintas normas incluidas en la presente ley.)
Módulo previsional(Título sustituido por art. 1º deldecreto 833/97B.O. 29/8/1997
Vigencia: a partir del día de su publicación en el Boletín Oficial).
Aporte medio previsional obligatorio
Art. 21. — (Artículo derogado por art. 5° de laley 26.417B.O. 16/10/2008.
Vigencia: la reglamentación establecerá las fechas a partir de las cuales
comenzarán a regir las distintas normas incluidas en la presente ley).
Cómputo de servicios
Art. 22 . — A los fines del art. 19, inc. c), serán computables los servicios
comprendidos en el presente sistema, como también los prestados con anterioridad.
Dicho cómputo comprenderá exclusivamente las actividades desarrolladas hasta el
momento de solicitar la prestación básica universal.
CAPITULO III — Prestación compensatoria
Requisitos
Art. 23 . — Tendrán derecho a la prestación compensatoria, los afiliados que:
a) Acrediten los requisitos para acceder a la prestación básica universal;
b) Acrediten servicios con aportes comprendidos en el sistema de reciprocidad
jubilatorio, prestados hasta la fecha de vigencia del presente libro;
c) No se encuentren percibiendo retiro por invalidez, cualquiera fuere el régimen
otorgante.
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que derogó el presente artículo pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/4/2001 —
que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
Haber de la prestación

468
Art. 24 . — El haber mensual de la prestación compensatoria se determinará de
acuerdo con las siguientes normas:
a) Si todos los servicios con aportes computados lo fueren en relación de
dependencia, el haber será equivalente al uno y medio por ciento (1,5%) por cada
año de servicio con aportes o fracción mayor de seis (6) meses, hasta un máximo
de treinta y cinco (35) años, calculado sobre el promedio de remuneraciones sujetas
a aportes y contribuciones actualizadas y percibidas durante el período de diez (10)
años inmediatamente anterior a la cesación del servicio. No se computarán los
períodos en que el afiliado hubiere estado inactivo, y consecuentemente no hubiere
percibido remuneraciones.
Facúltase a la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo
y Seguridad Social a dictar las normas reglamentarias que establecerán los
procedimientos de cálculo del correspondiente promedio. (Inciso a) sustituido por
art. 12 de laley 26.417B.O. 16/10/2008. Vigencia: la reglamentación establecerá las
fechas a partir de las cuales comenzarán a regir las distintas normas incluidas en la
presente ley) ;
b) Si todos los servicios con aportes computados fueren autónomos, el haber será
equivalente a un uno y medio por ciento (1,5 %) por cada año de servicios con
aportes, o fracción mayor de seis (6) meses, hasta un máximo de treinta y cinco (35)
años, calculado sobre el promedio mensual de los montos actualizados de las
categorías en que revistó el afiliado, ponderado por el tiempo con aportes
computado en cada una de ellas;
c) Si se computaren sucesiva o simultáneamente servicios con aportes en relación
de dependencia y autónomos, el haber se establecerá sumando el que resulte para
los servicios en relación de dependencia y el correspondiente a los servicios
autónomos, ambos en proporción al tiempo computado para cada clase de servicios.
Si el período computado excediera de treinta y cinco (35) años, a los fines de este
inciso, se considerarán los treinta y cinco (35) años más favo rables.
Para determinar el haber de la prestación se tomarán en cuenta únicamente
servicios de los indicados en el inc. b) del artículo anterior.
(Artículo sustituido por art. 1º de laley Nº 24.347B.O. 28/6/1994).
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que derogó el presente artículo pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/4/2001 —
que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
Promedio de las remuneraciones
Art. 25 . — Para establecer el promedio de las remuneraciones no se considerará
el sueldo anual complementario ni los importes que en virtud de lo establecido en el
segundo párrafo del art. 9º excedan el máximo fijado en el primer párrafo del mismo
artículo.
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que derogó el presente artículo pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/4/2001 —

469
que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
Haber máximo
Art. 26 . — El haber máximo de la prestación compensatoria será equivalente a
una (1) vez el AMPO por cada año de servicios con aportes computados.
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que derogó el presente artículo pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/4/2001 —
que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
CAPITULO IV — Prestaciones de retiro por invalidez
y de pensión por fallecimiento
Normas aplicables
Art. 27 . — (Párrafos 1°, 2°, 3° y 4° vetados por art. 1° deldecreto 2091/1993B.O.
18/10/1993.)
En ningún caso la prestación establecida en este artículo será superior al haber
de las prestaciones establecido en el art. 28.
Las normas reglamentarias establecerán el procedimiento a seguir relacionado
con la determinación de la invalidez en el caso de los afiliados que hubieran ejercido
la opción por el régimen de reparto, el que deberá ser compatible en lo pertinente,
con lo dispuesto en el capítulo II del título III.
Las prestaciones por invalidez o fallecimiento a otorgarse a los beneficiarios que
opten por permanecer en el régimen de reparto, serán equivalentes a las que se
establece en los arts. 97 y 98.
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que derogó el presente artículo pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/4/2001 —
que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
Haber de las prestaciones
Art. 28. — El haber de las prestaciones mencionadas en el artículo anterior se
determinará de acuerdo con las siguientes normas:
a) El retiro por invalidez, según lo establecido en el art. 97;
b) La pensión por fallecimiento del afiliado en actividad, según lo establecido en
el apart. 2 del art. 98;

470
c) La pensión por fallecimiento del beneficiario, establecida en el segundo párrafo
del artículo anterior, según las disposiciones del apart. 3 del art. 98.
Pago de las prestaciones
Art. 29 . — Las prestaciones indicadas en el primer párrafo del art. 27, y la pensión
derivada de la prestación mencionada en el inc. c) del art. 17, serán abonadas a los
beneficiarios en forma directa por el SUSS.
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que derogó el presente artículo pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/4/2001 —
que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
Opción de los afiliados
Art. 30 . — Las personas físicas comprendidas en el art. 2º, podrán optar por el
Régimen Previsional Público de Reparto o por el de Capitalización, dentro del plazo
de noventa (90) días contados desde la fecha de ingreso a la relación laboral de
dependencia o a la de inscripción como trabajador autónomo. En caso de no
ejercerse la referida opción, se entenderá que la misma ha sido formalizada por el
Régimen Previsional Público.
La opción por este último Régimen, producirá los siguientes efectos para los
afiliados:
a) Los aportes establecidos en el art. 11 serán destinados al financiamiento del
Régimen Previsional Público;
b) Los afiliados tendrán derecho a la percepción de una Prestación Adicional por
Permanencia que se adicionará a las prestaciones establecidas en los incs. a) y b)
del art. 17. El haber mensual de esta prestación se determinará computando el uno
y medio por ciento (1,5%) por cada año de servicios con aportes realizados al
Régimen Previsional Público, en igual forma y metodología que la establecida para
la Prestación Compensatoria. Para acceder a esta prestación los afiliados deberán
acreditar los requisitos establecidos en los incs. a) y c) del art. 23;
c) Las prestaciones de Retiro por Invalidez y Pensión por Fallecimiento del Afiliado
en Actividad serán financiadas por el Régimen Previsional Público;
d) A los efectos de aspectos tales como movilidad, Prestación Anual
Complementaria y otros inherentes a la Prestación Adicional por Permanencia, ésta
es asimilable a las disposiciones que a tal efecto se establecen para la Prestación
Compensatoria.
Los afiliados al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones podrán optar por
cambiar el régimen al cual están afiliados una vez cada cinco (5) años, en las
condiciones que a tal efecto establezca el Poder Ejecutivo.
(Artículo sustituido por art. 2° de laley 26.222B.O. 8/3/2007.)
Art. 30 bis. — Los afiliados al Régimen de Capitalización, mayores de cincuenta
y cinco (55) años de edad, los hombres y mayores de cincuenta (50) años de edad
las mujeres, cuya cuenta de capitalización individual arroje un saldo que no supere
el importe equivalente a doscientos cincuenta (250) MOPRES, serán considerados

471
afiliados al Régimen Previsional Público. En tal caso, las Administradoras de Fondos
de Jubilaciones y Pensiones deberán transferir al citado régimen el mencionado
saldo, dentro del plazo de noventa (90) días contados desde la fecha en que el
afiliado alcanzó la referida edad, salvo que este último manifieste expresamente su
voluntad de permanecer en el Régimen de Capitalización, en las condiciones que
establezca el poder ejecutivo nacional. La Secretaría de Seguridad Social del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social fijará los conceptos de la cuenta
de capitalización individual que integrarán la mencionada transferencia.
(Artículo incorporado por art. 3° de laley 26.222B.O. 8/3/2007.)
CAPITULO V — Disposiciones comunes
Prestación anual complementaria
Art. 31 . — Se abonará una prestación anual complementaria, pagadera en dos
(2) cuotas, equivalente cada una al cincuenta por ciento (50 %) de las prestaciones
mencionadas en el art. 17, en los meses de junio y diciembre.
Cuando se hubiere tenido derecho a gozar de las prestaciones sólo durante parte
de un semestre, la cuantía respectiva se determinará en proporción al tiempo en que
se devengaron los haberes.
Movilidad de las prestaciones
Art. 32. — Las prestaciones mencionadas en los incs. a), b), c), d), e) y f) del
art. 17 de la ley 24.241 y sus modificatorias, serán móviles.
El índice de movilidad se obtendrá conforme la fórmula que se aprueba en el
Anexo de la presente ley.
En ningún caso la aplicación de dicho índice podrá producir la disminución del
haber que percibe el beneficiario.
(Artículo sustituido por art. 6° de laley 26.417B.O. 16/10/2008. Por art. 15 de la
mencionada norma se establece queel primer ajuste en base a lo establecido en el
art. 32 y concordantes de laley 24.241y sus modificatorias se aplicará el 1º de marzo
de 2009. Vigencia: la reglamentación establecerá las fechas a partir de las cuales
comenzarán a regir las distintas normas incluidas en la presente ley.)
Límite de acumulación
Art. 33 . — La misma persona no podrá ser titular de más de una (1) prestación
básica universal y, en caso de corresponder, de más de una (1) prestación
compensatoria, ni más de una (1) prestación adicional por permanencia, debiendo
optar por cada una de ellas.
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que derogó el presente artículo pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/4/2001 —
que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
Régimen de compatibilidades
Art. 34 . —

472
1. Los beneficiarios de prestaciones del Régimen Previsional Público podrán
reingresar a la actividad remunerada tanto en relación de dependencia como en
carácter de autónomos.
2. El reingresado tiene la obligación de efectuar los aportes que en cada caso
correspondan, los que serán destinados al Fondo Nacional de Empleo.
3. Los nuevos aportes no darán derecho a reajustes o mejoras en las prestaciones
originarias.
4. Los beneficiarios de prestaciones previsionales que hubieren accedido a tales
beneficios amparados en los regímenes especiales para quienes presten servicios
en tareas penosas, riesgosas o insalubres, determinantes de vejez o agotamiento
prematuro, no podrán reingresar a la actividad ejerciendo algunas de las tareas que
hubieran dado origen al beneficio previsional. Si así lo hicieren, se le suspenderán
el pago de los haberes correspondientes al beneficio previsional otorgado.
5. El goce de la prestación del retiro por invalidez es incompatible con el
desempeño de cualquier actividad en relación de dependencia.
6. Sin perjuicio de las demás obligaciones establecidas en el art. 12 de la presente
ley, el empleador deberá comunicar la situación a que se refiere el apartado 1 de
este artículo a la autoridad de aplicación, en el plazo y con las modalidades que la
misma establezca. La omisión de esta obligación hará pasible al empleador de una
multa equivalente a diez (10) veces lo percibido por el beneficiario en concepto de
haberes previsionales.
(Artículo sustituido por art. 6º de laley 24.463B.O. 30/3/1995 Vigencia: a partir del
día de su publicación en el Boletín Oficial).
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que derogó el presente artículo pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/4/2001 —
que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
Prestación por edad avanzada
Art. 34 bis . —
1. Institúyese la prestación por edad avanzada para trabajadores que presten
servicios en relación de dependencia y para trabajadores autónomos.
2. Tendrán derecho a esta prestación los afiliados que:
a) Hubieran cumplido setenta (70) años, cualquiera fuera su sexo;
b) Acrediten diez (10) años de servicios con aportes computables en uno o más
regímenes jubilatorios comprendidos en el sistema de reciprocidad, con una
prestación de servicios de por lo menos cinco (5) años durante el período de ocho
(8) inmediatamente anteriores al cese en la actividad;
c) Los trabajadores autónomos deberán acreditar, además, una antigüedad en la
afiliación no inferior a cinco (5) años, en las condiciones que establezcan las normas
reglamentarias.

473
3. El haber mensual de la prestación por edad avanzada será equivalente al
setenta por ciento (70 %) de la prestación establecida en el inc. a) del art. 17 de la
presente ley, más la prestación compensatoria y la prestación adicional por
permanencia o jubilación ordinaria en su caso.
El haber de la pensión por fallecimiento del beneficiario se determinará según las
pautas que establecen los arts. 28 y 98 de esta ley y su reglamentación.
4. El goce de la prestación por edad avanzada es incompatible con la percepción
de toda jubilación, pensión o retiro civil o militar, nacional, provincial o municipal, sin
perjuicio del derecho del beneficiario a optar por percibir únicamente la prestación
mencionada en primer término.
5. Las prestaciones de retiro por invalidez y/o pensión por fallecimiento del afiliado
en actividad se otorgarán a los afiliados cuya edad no exceda de sesenta y cinco
(65) años.
Si el afiliado mayor de sesenta y cinco (65) años se incapacitare, tendrá derecho
a la prestación por edad avanzada: en caso de fallecimiento, el haber de pensión de
los causahabientes será equivalente al setenta por ciento (70 %) del que le hubiera
correspondido percibir al causante.
(Artículo incorporado por art. 3º de laley 24.347B.O. 28/6/1994).
(Verdecreto 1306/2000B.O. 3/1/2001, abrogado por art. 18 de laley 26.222B.O.
8/3/2007, que derogó el presente artículo pero cuya entrada en vigencia se
suspendió en virtud de una resolución judicial pordecreto 438/01B.O. 19/4/2001 —
que estableció como fecha de entrada en vigencia de las disposiciones deldecreto
1306 del 29 de diciembre de 2000, que no hubieran tenido efecto hasta el 16 de
marzo de 2001 inclusive, el primer día del tercer mes siguiente a aquel en que quede
firme la sentencia que, en su caso, revoque la medida cautelar dictada en el
Expediente Judicial Nº 700.027/2001 del registro de la Cámara Federal de la
Seguridad Social—.)
Percepción unificada
Art. 35 . — Las prestaciones previstas en el art. 17 de la Ley 24.241 y sus
modificatorias serán abonadas en forma coordinada con el haber de la jubilación
ordinaria o con alguna de las prestaciones del art. 27 otorgadas a través del
Régimen de Capitalización. Las normas reglamentarias instrumentarán los
mecanismos a fin de procurar la inmediatez y simultaneidad de los pagos
respectivos.
(Artículo sustituido por art. 11 de laley 26.417B.O. 16/10/2008. Vigencia: la
reglamentación establecerá las fechas a partir de las cuales comenzarán a regir las
distintas normas incluidas en la presente ley).
CAPITULO VI — Autoridad de aplicación, fiscalización y control
Facultades y atribuciones
Art. 36 . — La ANSES tendrá a su cargo la aplicación, control y fiscalización del
Régimen de Reparto (La expresión "así como la recaudación de la Contribución
Unica de la Seguridad Social (CUSS), la que además de los conceptos que
constituyen recursos del Régimen de Reparto, incluirá el aporte personal de los
trabajadores, que se orientará al Régimen de Capitalización" fue vetada por art. 2°
deldecreto 2091/1993B.O. 18/10/1993) . Corresponderá al citado organismo el
dictado de normas reglamentarias en relación a los siguientes ítems:
a) (Inciso vetado por art. 3° deldecreto 2091/1993B.O. 18/10/1993)

474
b) (Inciso vetado por art. 3° deldecreto 2091/1993B.O. 18/10/1993)
c) (Inciso vetado por art. 3° deldecreto 2091/1993B.O. 18/10/1993)
d) (Inciso vetado por art. 3° deldecreto 2091/1993B.O. 18/10/1993)
e) (Inciso vetado por art. 3° deldecreto 2091/1993B.O. 18/10/1993)
f) La certificación de los requisitos necesarios para acceder a las prestaciones
estatuidas en el presente título.
g) La instrumentación de normas y procedimientos para dar cumplimiento a lo
establecido en el art. 35.
h) El requerimiento de toda información periódica u ocasional a los responsables
de la declaración e ingreso de los aportes y contribuciones, necesaria para un
adecuado cumplimiento de sus funciones de control.
i) La concesión de las prestaciones establecidas en el presente título.
j) El procedimiento para la tramitación de denuncias a que se refiere el apartado
3 del inciso a) del art. 13.
(Penúltimo párrafo vetado por art. 4° deldecreto 2091/1993B.O. 18/10/1993.)
Esta enumeración es meramente enunciativa, pudiendo el citado organismo
realizar todas aquellas funciones no especificadas que hagan al normal ejercicio de
sus facultades de administración del Sistema Unico de Seguridad Social.
CAPITULO VII — Disposiciones transitorias
Gradualismo de edad
Art. 37 . — La edad establecida en el art. 19, inc. b) para el logro de la prestación
básica universal, se aplicará de acuerdo con la siguiente escala:

HOMBRES MUJERES
DESDE RELACION DE RELACION DE
AUTONOMOS AUTONOMOS
EL AÑO DEPENDENCIA DEPENDENCIA
1994 62 65 57 60
1996 63 65 59 60
1998 64 65 60 60
2001 65 65 60 60
2003 65 65 60 60
2005 65 65 60 60
2007 65 65 60 60
2009 65 65 60 60
2011 65 65 60 60

475
CAPÍTULO XXIII

ASIGNACIONES FAMILIARES
Sumario : I. ORIGEN, CONCEPTO Y ALCANCE.— II.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y SISTEMA VIGENTE.—III.
CONTINGENCIAS CUBIERTAS Y SUS PRESTACIONES. 1.
Régimen legal vigente y personas incluidas. 2.
Personas excluidas. 3. El financiamiento del
sistema. 3.1. El sistema de pago indirecto. 3.2.
El sistema de pago directo. 4. Condiciones para
determinar el monto de la asignación. 5. La
asignación por hijo. 6. Asignación por hijo con
incapacidad. 7. Asignación Prenatal. 8
Asignación por ayuda escolar. 9. Asignación
por maternidad. 10. Asignación por nacimiento.
11. Asignación por adopción. 12. Asignación
por matrimonio. 13. Asignación especial a la
madre con hijo con síndrome de down. 14. Los
montos de cada asignación.— IV. LA ASIGNACIÓN
UNIVERSAL POR HIJO Y POR MATERNIDAD . 1.
Introducción. 2. El régimen legal y los
beneficiarios. 3. La protección universal por
embarazo para protección social.— V. LAS
ASIGNACIONES FAMILIARES PARA LOS JUBILADOS.—
ANEXO DEL CAPÍTULO XXII.
"Perception is reality".
Peter Drucker

"El trabajo es una oportunidad que nos brinda la realidad


y que debe estar al alcance de todo ciudadano honesto
a fin de salvaguardar o de recuperar la dignidad humana".

I. ORIGEN, CONCEPTO Y ALCANCE

La familia, es sin dudas la unidad básica de la sociedad, y su integración y su


composición debe ser amparada, promovida y alentada, y no puede ni debe ser
fuente de ninguna discriminación o diferenciación arbitraria (1) .

476
De hecho, nuestro sistema garantiza a todo trabajador o trabajadora con cargas de
familia el mismo costo para el empleador, que debe realizar una contribución sobre
el total de las remuneraciones, a través del cual se abonan las asignaciones
familiares conforme a las contingencias sociales cubiertas, como el matrimonio, la
maternidad, el nacimiento, y los hijos y su educación.

La protección de la familia está enunciada en el art. 14 bis CN en el tercer párrafo,


cuando se expresa que "el Estado otorgará los beneficios de la seguridad social,
que tendrá carácter de integral e irrenunciable".

Luego agrega "...En especial ... , la protección integral de la familia; ...la


compensación económica familiar...".

Uno de los medios para arbitrar esta protección es a través de prestaciones de la


seguridad social, en este caso contributivas, que tiene por fin asistir al trabajador
que cuenta con un grupo familiar a su cargo (2) .

A su vez, la cantidad de personas que integran el grupo familiar no debe ser una
fuente de discriminación laboral, en el sentido, de que cuanto mayor es el número
de integrantes, mayores son las obligaciones o las prestaciones que debe pagar el
empleador.

La legislación, por medio de diversos recursos ha procurado preservar el mismo


costo para el empleador a pesar de que el trabajador registre y acredite diversas
cargas de familia, costo que es idéntico para el que cuenta con muchos hijos como
para el que no tiene ninguno.

Concepto de contingencia social de cargas de familia: es la contingencia social


constituida por la familia directa y primaria a cargo del trabajador la que genera
normalmente la necesidad de una ayuda especial en orden a sus integrantes, y
generan cargas económicas suplementarias.

Aun cuando se discuta el concepto y alcances de las cargas de familia , la misma


está integrada por el grupo familiar primario, compuesto por el cónyuge y los hijos.
Hay quienes incluyen en este grupo a familiares consanguíneos en línea directa y a
cargo del jefe de familia.

Concepto de asignaciones familiares: se denominan asignaciones familiares a las


prestaciones de la seguridad social, de carácter contributivo y de naturaleza no
remuneratoria, que tienen por fin cubrir la contingencia social de cargas de familia,
a propósito de las cargas económicas suplementarias que provoca.

Su correcto funcionamiento depende del respeto que se le atribuya al sistema


financiero y compensador, que permite soportar a todos los empleadores el mismo
costo, con prescindencia de las cargas de familia que haya que financiar (3) .

Las cargas económicas suplementarias son los gastos servicios y beneficios que
requieren el grupo familiar para cubrir sus necesidades esenciales y de subsistencia.

Las asignaciones tienen por causa las cargas de familia, no el contrato ni la


contraprestación de trabajo, por ende son beneficios sociales de la seguridad social
no remunerativos.

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De esta definición extraemos los siguientes elementos fundamentales:

a) son prestaciones de la seguridad social: las asignaciones familiares


son subsidios creados por la seguridad social para brindar apoyo
económico al jefe de familia frente a los mayores gastos y
responsabilidades que pueden presentársele respecto de lo que
implica asistir al grupo familiar a su cargo.
b) son de naturaleza no remuneratoria : los subsidios son prestaciones
no remuneratorias ya que la causa que da origen al pago no es el
trabajo o la contraprestación laboral, sino la existencia de cargas de
familia, que es un hecho ajeno al marco de la relación entre el
empleador y el trabajador. En virtud de la naturaleza jurídica
precitada, estas prestaciones no tienen efectos laborales (en
licencias, aguinaldo, indemnizaciones) ni están sujetas a aportes y
contribuciones (efectos en el plano de la misma seguridad social).
c) cubren la contingencia social de cargas de familia: la causa del pago
de los subsidios o asignaciones es la existencia de cargas de familia,
las que deberán ser acreditadas fehacientemente por el trabajador.

Las cargas de familia son una de las contingencias sociales tipificadas como de
naturaleza económico-social.

En general, el derecho laboral primero y la seguridad social después siempre


consideraron como un valor esencial la protección de la familia.

Dentro de ese marco se inscriben los subsidios vinculados con el trabajador casado
o en concubinato y con hijos, tanto desde el ángulo de los ingresos como desde el
plano de la asistencia en la salud y la educación.

II. EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y SISTEMA VIGENTE

Las asignaciones son una creación relativamente moderna. El antecedente más


cercano es el pago de subsidios por esposa, por hijos o por ayuda escolar que
voluntariamente abonaban algunas empresas como un uso o costumbre, o algún
pago que se realizaba con motivo del matrimonio o del nacimiento de un hijo del
trabajador.

En el derecho comparado, surgieron distintos mecanismos al finalizar la Segunda


Guerra Mundial, con el fin de apoyar a la familia en tiempos de reconstrucción, y
fomentar el crecimiento demográfico, después de la devastación que implicó la
contienda armada.

478
En la actividad de los empleados de comercio, uno de los primeros convenios
estableció una ayuda económica para el trabajador con esposa e hijos (Convenio
Colectivo 108-48).

Otras entidades asimilaron el sistema e hicieron lo propio.

Sin embargo, de inmediato surgieron problemas de discriminación en función del


mayor costo que importaba que un trabajador tuviera cargas de familia, y con ello
se prefería un dependiente soltero y se excluía o postergaba al casado con hijos.

El conflicto se originaba obviamente en la proporción entre las cargas y los subsidios


que había que pagar.

Sin embargo, el régimen adoptó el sistema anterior en la ley 18.017/1968, con la


creación de las cajas que administraron el sistema, que eran las que se ocupaban
de compensar a los empleadores el excedente de su aporte de referencia, o recibían
de las empresas las sumas faltantes para llegar al aporte d e referencia.

Así se había llegado a generar un sistema compensador con la intervención de


grandes organismos que también requerían de un importante sistema de contralor,
y de un departamento contencioso sumamente activo, en procura del pago de los
morosos, o de las distintas interpretaciones que generaba el sistema.

Finalmente, el sistema fue reformado por la ley 24.714 (1996) abandonándose


primero el sistema de cajas compensadoras, y pasando finalmente a un régimen de
pago directo a través del ANSES, que es la que rige actualmente (4) .

A los objetivos iniciales de la ley 24.714 se le agregaron dos asignaciones para los
desocupados, que se abonan dentro del presupuesto contributivo aportado por los
empleadores registrados. Estas asignaciones se abonan en base a la registración
de un número de CUIL a fin de asegurar que el beneficiario se encuentre sin empleo,
y para cancelar el beneficio si es que ha logrado un empleo registrado.

III. CONTINGENCIAS CUBIERTAS Y SUS PRESTACIONES

Las asignaciones familiares suelen diferenciarse en los siguientes grupos:

a) asignaciones de pago único: son aquellas que registran un único


pago en virtud de las causas que le daban origen. Fue el caso del
matrimonio antes de la vigencia de la legislación sobre divorcio
vincular.
b) asignaciones de pago anual: es aquella que se paga una vez por año,
como es el caso de la asignación anual de ayuda escolar.

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c) asignaciones de pago ocasional: son las que se pagan cuando se
produce el evento que configura la causa del pago, como son los
haberes por nacimiento o por adopción.
d) asignaciones de pago mensual: son aquellas que se abonan todos
los meses, como son las asignaciones por cónyuge (en el caso de
los jubilados), por hijo e hijo con discapacidad.
La ley 24.714, crea el sistema obligatorio, de naturaleza contributiva, y con fines
solidarios para quienes cuentan con cargas de familia, en rigor, las especificadas en
la norma, ya que fue eliminada como tal, por ejemplo, la asignación por esposa, y la
asignación especial por maternidad de hijo Down.
El artículo 1º de la ley establece:
Artículo 1°— Se instituye con alcance nacional y
obligatorio, y sujeto a las disposiciones de la presente
ley, un Régimen de Asignaciones Familiares basado
en:
a) Un subsistema contributivo fundado en los
principios de reparto de aplicación a los
trabajadores que presten servicios remunerados en
relación de dependencia en la actividad privada,
cualquiera sea la modalidad de contratación
laboral, beneficiarios de la Ley sobre Riesgos de
Trabajo y beneficiarios del Seguro de Desempleo,
el que se financiará con los recursos previstos en el
artículo 5° de la presente ley.
b) Un subsistema no contributivo de aplicación a los
beneficiarios del Sistema Integrado de Jubilaciones
y Pensiones, y beneficiarios del régimen de
pensiones no contributivas por invalidez, el que se
financiará con los recursos del r égimen previsional
previstos en el artículo 18 de la ley 24.241.
c) Un subsistema no contributivo compuesto por la
Asignación por Embarazo para Protección Social y
la Asignación Universal por Hijo para Protección
Social, destinado, respectivamente, a las mujeres
embarazadas y a aquellos niños, niñas y
adolescentes residentes en la República Argentina;
que pertenezcan a grupos familiares que se
encuentren desocupados o se desempeñen en la
economía informal(5) .
Artículo 2°— Se exceptúan de las disposiciones del
presente régimen a los trabajadores del servicio
doméstico.
Artículo3° — Quedan excluidos de las prestaciones
de esta ley, con excepción de las asignaciones
familiares por maternidad y por hijos con
discapacidad, los trabajadores que perciban una
remuneración inferior a pesos cien ($ 100) o igual o
superior a pesos cuatro mil con un centavo ($
4.000,01)(6) . Para los que trabajen en las Provincias

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de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa
Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico
Sur; o en los Departamentos de Antofagasta de la
Sierra (exclusivamente para los que se desempeñen
en la actividad minera) de la Provincia de Catamarca;
o en los Departamentos de Cochinoca, Humahuaca,
Rinconada, Santa Catalina, Susques y Yavi de la
Provincia de Jujuy; o en el Distrito Las Cuevas del
Departamento de Las Heras, en los Distritos
Potrerillos, Carrizal, Agrelo, Ugarteche, Perdriel y Las
Compuertas del Departamento de Luján de Cuyo, en
los Distritos de Santa Clara, Zapata, San José y
Anchoris del Departamento Tupungato, en los
Distritos de Los Arboles, Los Chacayes y Campo de
los Andes del Departamento de Tunuyán, en el Distrito
de Pareditas del Departamento San Carlos, en el
Distrito de Cuadro Benegas del Departamento San
Rafael, en los Distritos Malargüe, Río Grande, Río
Barrancas, Agua Escondida del Departamento
Malargüe, en los Distritos Russell, Cruz de Piedra, Las
Barrancas y Lumlunta del Departamento Maipú, en los
Distritos de El Mirador, Los Campamentos, Los
Arboles, Reducción y Medrano del Departamento
Rivadavia de la Provincia de Mendoza; o en los
Departamentos de General San Martín (excepto
Ciudad de Tartagal y su ejido urbano), Rivadavia, Los
Andes, Santa Victoria y Orán (excepto Ciudad de San
Ramón de la Nueva Oran y su ejido urbano) de la
Provincia de Salta; o en los Departamentos Bermejo,
Ramón Lista y Matacos de la Provincia de Formosa,
la remuneración deberá ser inferior a pesos cien
($100) o igual o superior a pesos cuatro mil con un
centavo ($ 4.000,01) para excluir al trabajador del
cobro de las prestaciones previstas en la presente
ley(7) .
Quedan excluidos del beneficio previsto en el artículo
1º inciso c) de la presente los trabajadores que se
desempeñen en la economía informal, percibiendo
una remuneración superior al salario mínimo, vital y
móvil(8) .

1. Régimen legal vigente y personas incluidas

El régimen actual de asignaciones familiares fue aprobado por la ley 24.714 y


comprende a los trabajadores en relación de dependencia, los beneficiarios de la

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Ley de Riesgos del Trabajo y los del Fondo Nacional de Empleo y los beneficiarios
del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones.

2. Personas excluidas

A su vez, se excluye al servicio doméstico y a los trabajadores en relación de


dependencia cuyos ingresos sean superiores a $ 4000.

3. El financiamiento del sistema

3.1. El sistema de pago indirecto

El régimen actual no tiene intermediario ni cajas que administren el sistema, y


después de una transición reglada y gradual, se pasó del pago directo al nuevo
régimen, en donde las asignaciones familiares las paga el sistema, y no pasa más
por la intervención del empleador.

El régimen opera en forma directa con el AnSes que recibe las contribuciones
patronales, y paga a los beneficiarios las asignaciones familiares mediante depósito
en su cuenta bancaria, o en mediante acreditación en una cuenta especial.
Artículo 4°— Se considerará remuneración a los
efectos de esta ley, la definida por el Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones (ley
24.241,artículos 6º y 9º) con excepción de las horas
extras y el sueldo anual complementario (SAC).
Los límites que condicionan el otorgamiento de las
asignaciones familiares o la cuantía de las mismas, se
calcularán, en cada caso, en función de la totalidad de
las remuneraciones y prestaciones dinerarias y
asignación por maternidad o prestación por
desempleo o haberes previsionales correspondientes
al período que se liquide, excluyéndose las horas

482
extras y el sueldo anual complementario (SAC) en los
casos de trabajadores en relación de dependencia y
la prestación anual complementaria en los casos de
beneficiarios del Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones.

Para los trabajadores a que hace referencia el segundo párrafo del artículo 3º y sólo
a los efectos del cobro de las asignaciones familiares, se excluirán del total de la
remuneración las sumas que percibiera el trabajador en concepto de horas extras,
sueldo anual complementario (SAC) y zona desfavorable, inhóspita o importes
zonales (9) .

Simplemente se hacen tres operaciones, a saber:


1) se extrae un porcentaje del total de las remuneraciones incluyendo
el aguinaldo (4,44% para la alícuota del 17% y 5,56% para la del 21%
para empresas que facturan más de cuarenta y ocho millones
anuales y estén comprendidas en comercio o servicios), calculada
hasta el tope de $ 6000 entre mayo y septiembre de 2004, $ 8000
entre octubre de 2004 y marzo de 2005, $ 10.000 entre abril y
septiembre de 2005, y a partir del 1º de octubre de 2005 el tope quedó
liberado,
2) se suman todas las asignaciones pagadas,
3) se toma el resultado obtenido en 1), y se le resta la suma obtenida
en el punto 2).
Si el empleador observa que el resultado de la operación realizada
revela que las asignaciones pagadas son inferiores a la contribución
a su cargo,debe depositar la diferencia. Si, por el contrario, las
asignaciones superan la contribución, el sistema le restituye, por
unasimple operación de resta, el excedente. En definitiva, el costo
asumido debe ser la contribución calculada sobre las
remuneraciones brutas de cada unode los meses.

3.2. El sistema de pago directo

Mediante la res. 641/2003, AnSeS, se implementó el Sistema Unico de Asignaciones


Familiares (SUAF) a través del cual se pagarán las asignaciones familiares en forma
directa a los beneficiarios, mientras que los empleadores liquidarán, también en
forma directa y sin realizar ninguna operación, la contribución a su cargo.

Artículo 5° — Las asignaciones familiares previstas


en esta ley se financiarán:

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a) Las, que correspondan al inciso a) del artículo 1º de
esta ley, con los siguientes recursos:
1. Una contribución a cargo del empleador del
nueve por ciento (9 %) que se abonara sobre el
total de las remuneraciones de los trabajadores
comprendidos en el ámbito de aplicación de esta
ley. De ese nueve por ciento (9 %), siete y medio
puntos porcentuales (7,5 %), se destinarán
exclusivamente a asignaciones familiares y el
uno y medio (1,5 %) restante al Fondo Nacional
del Empleo, con la escala de reducciones
prevista en el decreto 2609/93, y sus
modificatorios decretos 372/95, 292/95 y 492/95,
los que mantienen su vigencia en los porcentajes
y alícuotas especificados para cada caso.
2. Una contribución de igual cuantía a la establecida
en el punto anterior, a cargo del responsable del
pago de prestaciones dinerarias derivadas de
la ley 24.557, sobre Riesgos de Trabajo.
3. Intereses, multas y recargos.
4. Rentas provenientes de inversiones.
5. Donaciones, legados y otro tipo de
contribuciones.
b) Las que correspondan al inciso b) del artículo 1º de
esta ley con los siguientes recursos:
1. Los establecidos en el artículo 18 de la ley.
c) Las que correspondan al inciso c) del artículo 1º de
esta ley con los siguientes recursos:
1. Los establecidos en el artículo 18 de la ley
24.241 y sus modificatorias;
2. Los rendimientos anuales del Fondo de Garantía
de Sustentabilidad del Sistema Integrado
Previsional Argentino creado por el decreto
897/07 y modificatorios(10) .

En nuevo régimen se puede resumir de la siguiente forma:

 Los trabajadores acreditarán sus cargas de familias ante el


ANSeS;
 Las empresas pagaron su contribución sobre la remuneración
bruta del trabajador hasta un tope de $ 6000 hasta el
30/9/2004, luego hasta $ 8.000 desde el 1/10/2004 al
31/3/2005, luego hasta $ 10.000 entre el 1/4/2005 hasta
30/9/2005, y después de esa fecha quedó el tope liberado;
 El ANSeS pagará directamente a los trabajadores beneficiarios
las asignaciones familiares que les corresponda.

484
El nuevo sistema prevé un traspaso paulatino de las empresas de un sistema al otro.
Hay empresas que ingresan en forma automática, otras que deben solicitarlo y
esperar la resolución que los incorpora, y otras que son incorporadas por el ANSeS.

A su vez, una vez incorporadas al SUAF, el empleador debe informar y notificar a


todos los trabajadores de las nuevas normas que rigen el sistema.

Siempre es el trabajador el que debe acreditar la existencia de las cargas de


familia (11) con la documentación requerida en cada una de ellas (12) .

4. Condiciones para determinar el monto de la asignación


Artículo 6°— Se establecen las siguientes
prestaciones:
a) Asignación por hijo.
b) Asignación por hijo con discapacidad.
c) Asignación prenatal.
d) Asignación por ayuda escolar anual para la
educación inicial, general básica y polimodal(13) .
e) Asignación por maternidad.
f) Asignación por nacimiento.
g) Asignación por adopción.
h) Asignación por matrimonio.
i) Asignación Universal por Hijo para Protección
Social(14) .
j) Asignación por Embarazo para Protección
Social(15) .

Las asignaciones tienen tres montos distintos conforme si el trabajador percibe más
de $ 100 y menos de $ 2000.01, entre $ 2000,01 y $ 3,000 y $ 3000,01 hasta 4,000.
Los montos precitados determinan el monto, y por encima de $ 4,000 no se perciben
las asignaciones, lo cual ha sido cuestionado por la jurisprudencia, inclusive se los
ha tachado de inconstitucionales en casos especiales (16) .

El hecho de que se haya limitado el pago de las asignaciones familiares en función


del monto del salario del trabajador, ha sido justificado en el marco de la crisis del
sistema o de los subsistemas de la seguridad social. Es difícil sin embargo sostener
este principio, cuando se están destinando fondos de la seguridad social a fines
ajenos a ella (17) .

485
A fin de establecer en qué nivel se encuentra el trabajador se toma el valor del mes
de que se trate sin horas extra ni aguinaldo en la medida en que cuente con un
salario superior a $ 100.

El empleador debe controlar el sistema, notificar al trabajador las normas del


régimen, obtener la documentación del dependiente que acredite las cargas y
controlar los montos de las asignaciones, que se pagarán junto al salario mensual o
a la segunda quincena.

5. La asignación por hijo

Esta asignación se paga mensualmente por cada hijo menor de 18 años a cargo del
trabajador, con residencia en el país que se acredite con la documentación emitida
por el Registro Civil de las Personas (18) .

La norma específica establece:

Artículo 7º — La asignación por hijo consistirá en el


pago de una suma mensual por cada hijo menor de 18
anos de edad que se encuentre a cargo del trabajador.

Si el nacimiento del hijo se produce sin vida no se genera el derecho a esta


asignación. Si se produce la separación de hecho y se acredita legalmente, o el
divorcio simple o vincular o la nulidad del matrimonio, la asignación la cobra el
cónyuge que tiene la tenencia del hijo, generalmente es la esposa.

A tal fin se puede suscribir un acuerdo ante el ANSeS, o se acredita con la sentencia
que concede la tenencia.

6. Asignación por hijo con incapacidad

La asignación por hijo con incapacidad se paga en forma mensual a quien lo acredita
mediante una certificación del ANSeS, sin límite de edad, y se encuentre a cargo del

486
trabajador. La discapacidad debe ser invocada y debe acreditarse conforme a los
requerimientos del sistema, en oportunidad de la petición o solicitud (19) .

La norma establece:

Artículo 8°— La asignación por hijo con discapacidad


consistirá en el pago de una suma mensual que se
abonara al trabajador por cada hijo que se encuentre
a su cargo en esa condición, sin limite de edad, a partir
del mes en que se acredite tal condición ante el
empleador. A los efectos de esta ley se entiende por
discapacidad la definida en la ley 22.431,artículo 2°.

No resulta procedente el pago de esta asignación en los casos de tutela ad litem y


curatela de los bienes.

La documentación es la partida de nacimiento o el testimonio en caso de adopción,


o el certificado de guarda, tenencia o tutela expedido por la autoridad administrativa
o judicial.

La asignación se paga aun cuando el hijo discapacitado tenga trabajo en relación


de dependencia.

El pago de la asignación es compatible con otros beneficios que se puedan conceder


al hijo desde la seguridad social.

La asignación se le puede conceder, si el hijo discapacitado no tiene padres, al


pariente consanguíneo o por afinidad, a quien por sentencia judicial se le haya
impuesto la obligación alimentaria, desde la fecha de la sentencia que lo establezca.

7. Asignación prenatal
Es la asignación que se abona a la mujer que acredita el embarazo o al esposo
que demuestra el embarazo de su esposa, a partir del tercer mes y con una
antigüedad mínima también de 3 meses en el empleo.
La norma establece:
Artículo 9°— La asignación prenatal consistirá en el
pago de una suma equivalente a la asignación por
hijo, que se abonara desde el momento de la
concepción hasta el nacimiento del hijo. Este estado
debe ser acreditado entre el tercer y cuarto mes de
embarazo, mediante certificado médico. Para el goce
de esta asignación se requerirá una antigüedad
mínima y continuada en el empleo de tres meses.

487
Se abona por 9 mensualidades y puede cesar antes por interrupción del embarazo.

Esta asignación se transforma en la asignación por hijo cuando se produce el


nacimiento.

Si es la mujer la que presta servicios y reclama la asignación es irrelevante el estado


civil, en cambio si el que lo reclama es el hombre, debe acreditar que se ha celebrado
el matrimonio o el respectivo vínculo de concubinato (20) .

8. Asignación por ayuda escolar

Es una asignación de pago anual que se abona al trabajador por cada hijo acreditado
que sea alumno regular en establecimientos con educación básica, polimodal o
diferencial.

La norma establece:

Artículo 10. — La asignación por ayuda escolar anual


consistirá en el pago de una suma de dinero que se
hará efectiva en el mes de marzo de cada año. Esta
asignación se abonará por cada hijo que concurra
regularmente a establecimientos de enseñanza
básica y polimodal o bien, cualquiera sea su edad, si
concurre a establecimientos oficiales o privados
donde se imparta educación diferencial(21) .

Es una suma fija que se abona en marzo de cada año (con las remuneraciones de
febrero) o en el mes del comienzo de las clases, previa acreditación de su condición
de alumno regular en el establecimiento habilitado (22) .

9. Asignación por maternidad

488
La asignación por maternidad es la que se abona a la trabajadora durante el
tiempo de la licencia pre y posparto, por un total de 90 días, y que registre una
antigüedad mínima de 3 meses (23) .

La norma expresa:

Artículo 11.— La asignación por maternidad


consistirá en el pago de una suma igual a la
remuneración que la trabajadora hubiera debido
percibir en su empleo, que se abonara durante el
período de licencia legal correspondiente. Para el
goce de esta asignación se requerirá una antigüedad
mínima y continuada en el empleo de tres meses.

El monto de la asignación es igual al salario bruto fijo de la trabajadora, y en el caso


de las retribuciones variables, se extrae el promedio de los últimos 3 meses. En
definitiva, como la trabajadora percibe una suma bruta sin descuentos (por tratarse
de una asignación familiar) cobra un monto mayor que cuando recibe su salario (que
obviamente tiene retenciones).

Se prevén además situaciones especiales, como la relacionada con la temporada


con goce de salarios para la licencia de trabajadores bajo este régimen.

10. Asignación por nacimiento

La asignación por nacimiento es de pago único u ocasional cuando se produce el


alumbramiento y se acredita el mismo.

La norma expresa:
Artículo 12. — La asignación por nacimiento de hijo
consistirá en el pago de una suma de dinero que se
abonará en el mes que se acredite tal hecho ante el
empleador. Para el goce de esta asignación se
requerirá una antigüedad mínima y continuada de seis
meses a la fecha del nacimiento.

El trabajador debe contar con una antigüedad mínima de 6 meses, y en caso de


nacimiento múltiple, cobra una asignación por cada niño. Como en los demás casos
debe presentar la documentación habilitante. La paga el ANSeS en forma directa al
beneficiario (24) .

489
11. Asignación por adopción
La asignación por adopción —de pago único— es similar a la de nacimiento, y se
paga a quien adopta un hijo menor de 21 años, que se abona por cada adopción si
se formaliza más de una, y debe acreditarse con documentación habilitante,
principalmente la partida de nacimiento y la sentencia de adopción. La paga el
ANSeS.
La norma expresa:
Artículo 13.— La asignación por adopción consistirá
en el pago de una suma dinero, que se abonará al
trabajador en el mes en que acredite dicho acto ante
el empleador. Para el goce de esta asignación se
requerirá una antigüedad mínima y continuada en el
empleo de seis meses.

12. Asignación por matrimonio

La asignación por matrimonio es de pago único y se abona en el mes dentro del cual
el trabajador acredita el matrimonio ante el empleador. Esta asignación será
percibida por los dos cónyuges cuando ambos se encuentren en condiciones de
acceder a la misma (25) . La paga el ANSeS.

La norma establece:
Artículo 14.— La asignación por matrimonio
consistirá en el pago de una suma de dinero, que se
abonara en el mes en que se acredite dicho acto ante
el empleador. Para el goce de este beneficio se
requerirá una antigüedad mínima y continuada en el
empleo de seis meses. Esta asignación se abonará a
los dos cónyuges cuando ambos se encuentren en las
disposiciones de la presente ley.

13. Asignación especial a la madre con hijo con síndrome de Down

490
La madre que dé a luz un hijo con síndrome de Down contará con una licencia
especial posterior a la de posparto de 6 meses. La documentación habilitante será
el certificado médico pertinente (ley 24.716 de 1996) (26).

14. Los montos de cada asignación

Los montos son variables conforme a los tres niveles de ingreso ya mencionado y
los remitimos en el siguiente cuadro:

En resumen, los valores de las Asignaciones Familiares al mes de septiembre de


2012 para trabajadores en relación de dependencia y beneficiarios de la Ley de
Riesgos del Trabajo serán como siguen:

RANGO
ASIGNAC DE VALOR
IÓN INGRESO GENERA ZONA 1 ZONA 2 ZONA 3 ZONA 4
FAMILIAR GRUPO L
FAMILIAR
SIN TOPE REMUNE REMUNE REMUNE REMUNE REMUNE
REMUNER RACIÓN RACIÓN RACIÓN RACIÓN RACIÓN
ATORIO BRUTA BRUTA BRUTA BRUTA BRUTA
DE $ 200
NACIMIE A
600,00 600,00 600,00 600,00 600,00
NTO $
14.000,00
DE $ 200
ADOPCIÓ A
3.600,00 3.600,00 3.600,00 3.600,00 3.600,00
N $
14.000,00
DE $ 200
MATRIM A
900,00 900,00 900,00 900,00 900,00
ONIO $
14.000,00
PRENAT DE $200 A
340,00 340,00 733,00 680,00 733,00
AL $ 3.200,00
DE $
3.200,01 A 250,00 331,00 497,00 662,00 662,00
$ 4.400,00
DE $
160,00 318,00 477,00 635,00 635,00
4.400,01 A

491
$ 6.000,00
DE $
6.000,01 A
90,00 179,00 269,00 357,00 357,00
$
14.000,00
RANGO
ASIGNAC DE VALOR
IÓN INGRESO GENERA ZONA 1 ZONA 2 ZONA 3 ZONA 4
FAMILIAR GRUPO L
FAMILIAR
DE $200 A
HIJO 340,00 340,00 733,00 680,00 733,00
$ 3.200,00
DE $
3.200,01 A 250,00 331,00 497,00 662,00 662,00
$ 4.400,00
DE $
4.400,01 A 160,00 318,00 477,00 635,00 635,00
$ 6.000,00
DE $
6.000,01 A
90,00 179,00 269,00 357,00 357,00
$
14.000,00
HIJO
CON HASTA
1.200,00 1.200,00 1.800,00 2.400,00 2.400,00
DISCAPA $ 3.200,00
CIDAD
DE $
3.200,01 A 900,00 1.200,00 1.800,00 2.400,00 2.400,00
$ 4.400,00
DESDE
600,00 1.200,00 1.800,00 2.400,00 2.400,00
$4.400,01
DE $ 200
AYUDA
A
ESCOLA 170,00 340,00 510,00 680,00 680,00
$
R ANUAL
14.000,00
AYUDA
ESCOLA SIN TOPE
R HIJO REMUNER 170,00 340,00 510,00 680,00 680,00
DISCAPA ATORIO
CITADO
Se establecen asimismo los siguientes valores de las Asignaciones Universales
para Protección Social:

 Hijo: $ 340,00.
 Hijo con Discapacidad: $ 1.200,00.
 Embarazo: $ 340,00.

492
Referencias :

Valor General: Todo el país a excepción de las localidades comprendidas como


Zona 1, Zona 2, Zona 3 o Zona 4.

Zona 1: Provincias de La Pampa, Río Negro y Neuquén; en los Departamentos


Bermejo, Ramón Lista y Matacos en Formosa; Departamento Las Heras (Distrito
Las Cuevas); Departamento Luján de Cuyo (Distritos Potrerillos, Carrizal, Agrelo,
Ugarteche, Perdriel, Las Compuertas); Departamento Tupungato (Distritos Santa
Clara, Zapata, San José, Anchoris); Departamento Tunuyán (Distrito los Arboles,
Los Chacayes, Campo de los Andes); Departamento San Carlos (Distrito Pareditas);
Departamento San Rafael (Distrito Cuadro Venegas); Departamento Malargüe
(Distritos Malargüe, Río Grande, Río Barrancas, Agua Escondida); Departamento
Maipú (Distritos Russell, Cruz de Piedra, Lumlunta, Las Barrancas); Departamento
Rivadavia (Distritos El Mirador, Los Campamentos, Los Arboles, Reducción,
Medrano) en Mendoza; Orán (excepto la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán y
su ejido urbano) en Salta.

Zona 2 : Provincia del Chubut.

Zona 3: Departamento Antofagasta de la Sierra (actividad minera) en Catamarca;


Departamentos Cochinoca, Humahuaca, Rinconada, Santa Catalina, Susques y
Yavi en Jujuy; Departamento Los Andes, Santa Victoria, Rivadavia y Gral. San
Martín (excepto la ciudad de Tartagal y su ejido urbano) en Salta.

Zona 4: Provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico
Sur.

IV. LA ASIGNACIÓN UNIVERSAL POR HIJO Y POR MATERNIDAD

Existe la posibilidad de luchar eficazmente contra la pobreza al punto de lograr


extirparla como un flagelo que es de la sociedad.

Esta afirmación que podría ser un grave y gran interrogante, no tiene aún solución.

En los países socialistas la carga impositiva tiene por fin suplir las carencias de
quienes no cuentan con recursos para atender sus necesidades básicas.

1. Introducción

493
La flexiseguridad (27) promovida desde algunas iniciativas en los países centrales
de la eurozona, tiene por fin buscar que el mercado y el Estado aseguren la
ocupación total, y en su caso, que toda persona que no accedió a un trabajo digno,
suministrarle todos los beneficios, servicios y prestaciones, para asistirlo en el plano
asistencial, con el fin de que la persona se capacite con el fin de lograr una
contratación adecuada.

Mientras ello no ocurra se le deben dar los elementos para sobrevivir en condiciones
mínimas de subsistencia. Las asignaciones familiares, tal y como se emplearon en
la última reforma en la cual se incluyen tres asignaciones para desocupados, en
base a una simple declaración jurada, se inscribe dentro de la batería de recursos
de la flexiseguridad referida, aún cuando dista mucho de ser un plexo que
comprenda la protección que dicho subsistema implica. En cualquier caso, es un
buen comienzo.

En ese marco, las asignaciones que sólo tenían por fin promover la protección de la
familia del trabajador dependiente, ahora también está dirigida a los desocupados y
a los carecientes con el fin de brindar una asistencia mínima de supervivencia.

El deber de asistir a toda la comunidad en sus diversas necesidades esenciales, o


sea en salud, educación, seguridad y trabajo, tiene distintas vertientes entre los
países centrales. En el particular enfoque de laComisión Europea , la flexiguridad se
caracteriza por buscar el equilibrio justo entre acuerdos de trabajo flexibles —entre
trabajadores y empleadores— y seguridad en las transiciones entre puestos de
trabajo, con el objetivo declarado de mejorar cuantitativa y cualitativamente el
empleo y reforzar los modelos sociales europeos.

La idea central es que flexibilidad y seguridad no deben ser vistos como opuestos
sino como complementarios, con el fin de que la cobertura surgida de la iniciativa
estatal o gubernamental, alcance en forma plena a todos los ciudadanos, en especial
a aquellos que presentan un diagnóstico vulnerable, o que se encuentran en los
grupos sociales o etarios más proclives al desempleo y cualquiera de las formas de
exclusión.

Desde este plano, la flexibilidad consiste en organizar el trabajo de tal forma que se
pueda combinar las responsabilidades tanto laborales como privadas mientras se
mantiene un proceso de formación continua y donde en caso de necesidad se pueda
introducir una flexibilización de la jornada laboral, en los descansos y en las formas
de contratación. También serviría para permitir a empleadores y empleados un
entorno menos rígido para el cambio entre puestos de trabajo. Por su parte,
seguridad se refiere a proporcionar programas de formación continua así como una
generosa cobertura en caso de desempleo.

La flexiguridad es también vista como una manera de preservar el modelo social


europeo mientras se mantiene y mejora la competitividad de la Unión Europea, hoy
afectada por indudables problemas económicos, financieros y sociales.

Se argumenta que en el contexto de la globalización y la revolución tecnológica, y


de la crisis actual, que aumenta las demandas sobre las empresas para adaptarse

494
de forma continua, los altos niveles de protección laboral no dependen tanto del
mantenimiento del puesto de trabajo específico, sino de la capacidad de hacer que
los trabajadores permanezcan en el mercado del trabajo, protegiendo al misma en
las transiciones entre los lapsos de trabajo y los tramos sin ocupación, permitiendo
que se forme de modo dinámico y continuo, para adaptarse a este complejo proceso.

Por otra parte, la flexiguridad es vista como una estrategia para hacer que los
mercados laborales sean más inclusivos, especialmente en algunos de los países
europeos, combatiendo la segmentación del mercado laboral entre los trabajadores
que se encuentran en una situación de mayor protección, con empleos estables y
de calidad, y los que están en situación de desempleo o con empleos precarios, con
frecuencia los jóvenes, inmigrantes, y otros grupos vulnerables como los
discapacitados, los mayores de 45 años de edad, y los que están afectados por
alguna patología endémica o crónica.

La utilidad de la flexiguridad para hacer frente a los modernos desafíos del mercado
de trabajo ha sido reconocida por los representantes de los interlocutores sociales
a nivel europeo, Business Europe , organización patronal europea y
la Confederación Europea de Sindicatos .

En rigor, las entidades gremiales, especialmente las socialistas y comunistas, se


han quejado de que el término flexiguridad se está usando "para justificar la erosión
de los derechos de seguridad laboral, sin que al mismo tiempo se refuerce la
protección social y la negociación colectiva, que por otra parte son elementos
igualmente cruciales en la ecuación de la flexiguridad".

En nuestro país, no podemos dejar de contemplar estos procesos como un ejemplo


para aplicarlos en nuestra cambiante y conflictiva realidad social, cuando existe un
grupo importante de la sociedad que está excluido del mercado, y no logra
reinsertarse en él por falta de medios, por carecer de las competencias necesarias
para obtener un puesto de trabajo estable, o sencillamente, porque no se trazan los
lazos y no se tienden los puentes para lograr la inclusión.

En este marco, reiteramos están los denominados "planes sociales", como la


asignación universal por hijo o por maternidad, que debería complementarse con
mecanismos de inclusión, fundamentalmente los planes de capacitación y
entrenamiento para la obtención de un puesto de trabajo (28) .

2. El régimen legal y los beneficiarios

La "asignación universal por hijo para protección social " es una suma de dinero
pagada por el subsistema de asignaciones familiares, asciende a la misma suma
que corresponde a la asignación por hijo del sistema contributivo.

La norma dispone en forma expresa:

495
Artículo 14 bis. — La Asignación Universal por Hijo
para Protección Social consistirá en una prestación
monetaria no retributiva de carácter mensual, que se
abonará a uno solo de los padres, tutor, curador o
pariente por consanguinidad hasta el tercer grado, por
cada menor de dieciocho (18) años que se encuentre
a su cargo o sin límite de edad cuando se trate de un
discapacitado; en ambos casos, siempre que no
estuviere empleado, emancipado o percibiendo
alguna de las prestaciones previstas en la ley
24.714, modificatorias y complementarias.
Esta prestación se abonará por cada menor
acreditado por el grupo familiar hasta un máximo
acumulable al importe equivalente a cinco (5)
menores(29) .

En rigor, los requisitos son formales como tener un hijo argentino, nativo o por opción
cuya identidad se acredita con el DNI respectivo, junto a la partida de nacimiento o
instrumento equivalente, más controles sanitarios hasta los cuatro (4) años primero
y la acreditación de que se cursan estudios hasta los 18 años.

Artículo 14 ter . - Para acceder a la Asignación


Universal por Hijo para Protección Social, se
requerirá:
a) Que el menor sea argentino, hijo de argentino
nativo o por opción, naturalizado o residente, con
residencia legal en el país no inferior a tres (3) años
previos a la solicitud.
b) Acreditar la identidad del titular del beneficio y del
menor, mediante Documento Nacional de
Identidad.
c) Acreditar el vínculo entre la persona que percibirá
el beneficio y el menor, mediante la presentación de
las partidas correspondientes y en los casos de
adopción, tutelas y curatelas los testimonios
judiciales pertinentes.
d) La acreditación de la condición de discapacidad
será determinada en los términos del artículo 2º de
la ley 22.431, certificada por autoridad competente.
e) Hasta los cuatro (4) años de edad —inclusive—,
deberá acreditarse el cumplimiento de los controles
sanitarios y del plan de vacunación obligatorio.
Desde los cinco (5) años de edad y hasta los
dieciocho (18) años, deberá acreditarse además la
concurrencia de los menores obligatoriamente a
establecimientos educativos públicos.
f) El titular del beneficio deberá presentar una
declaración jurada relativa al cumplimiento de los
requisitos exigidos por la presente y a las calidades
invocadas, de comprobarse la falsedad de algunos
496
de estos datos, se producirá la pérdida del
beneficio, sin perjuicio de las sanciones que
correspondan(30) .

La norma prevé un mecanismo de anulación del beneficio si se tergiversan o se


falsean los datos de la declaración jurada, que en forma conjunta son condición
esencial para conceder la prestación.

3. La protección universal por embarazo para protección social

Es un beneficio para desocupadas que acrediten la condición del embarazo


mediante la inscripción en el "Plan Nacer" del Ministerio de Salud.

La norma establece:

Artículo 14 quinquies .— Para acceder a la


Asignación por Embarazo para Protección Social, se
requerirá:
a) Que la embarazada sea argentina nativa o por
opción, naturalizada o residente, con residencia
legal en el país no inferior a tres (3) años previos a
la solicitud de la asignación.
b) Acreditar identidad, mediante Documento Nacional
de Identidad.
c) La acreditación del estado de embarazo mediante
la inscripción en el "Plan Nacer" del Ministerio de
Salud. En aquellos casos que prevea la
reglamentación, en que la embarazada cuente con
cobertura de obra social, la acreditación del estado
de embarazo será mediante certificado médico
expedido de conformidad con lo previsto en dicho
plan para su acreditación.
Si el requisito se acredita con posterioridad al
nacimiento o interrupción del embarazo, no
corresponde el pago de la asignación por el período
correspondiente al de gestación.
d) La presentación por parte del titular del beneficio de
una declaración jurada relativa al cumplimiento de
los requisitos exigidos por la presente y a las
calidades invocadas. De comprobarse la falsedad
de alguno de estos datos, se producirá la pérdida
del beneficio, sin perjuicio de las sanciones que
correspondan(31) .

497
V. LAS ASIGNACIONES FAMILIARES PARA LOS JUBILADOS

Las asignaciones familiares están previstas en el régimen jubilatorio para el caso de


cónyuge, hijo, e hijo con discapacidad. Los medios de acreditación son los mismos
que se exigen a los trabajadores que prestan su actividad laboral en relación de
dependencia.

La norma establece puntualmente:

Artículo 15 .— Los beneficiarios del Sistema Integrado


de Jubilaciones y Pensiones gozarán de las siguientes
prestaciones:
a) Asignación por cónyuge.
b) Asignación por hijo.
c) Asignación por hijo con discapacidad.
d) Asignación por ayuda escolar anual para la
educación básica y polimodal(32) . El monto de la
asignación por ayuda escolar anual para la educación
inicial, básica y polimodal o sus niveles equivalentes
dispuestos por la ley 26.206 , prevista en el presente
inciso d) (Vigencia: de aplicación a partir del ciclo
lectivo 2008 correspondiendo el pago de la prestación
durante el curso del mes de marzo).
Artículo 16 .— La asignación por cónyuge del
beneficiario del Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones consistirá en el pago de una suma de
dinero que se abonara al beneficiario por su cónyuge.
Artículo 17 .— Las asignaciones por hijo y por hijo con
discapacidad son las previstas en los artículos 7° y 8°
de esta ley.

ANEXO DEL CAPITULO XXII

498
BIBLIOGRAFÍA

A. Bibliografía general
MARTÍNEZ VIVOT, JULIO J.,"Asignaciones familiares (la ley
24.714, modificando el régimen vigente y la ley 24.716 agregando
inmediatamente una nueva asignación)", TySS, 1996, p. 1035.

B. Lecturas recomendadas
VÁZQUEZ VIALARD, ANTONIO, "El nuevo régimen de asignaciones
familiares", TySS, 1996, p. 713.

LOS INTERROGANTES CLAVES


1. ¿En qué consiste la contingencia social de cargas de familia?
2. ¿Qué son y cómo operan las asignaciones familiares?
3. ¿Cuál es el mecanismo utilizado para que el costo sea igual para toda
empresa que deba abonar asignaciones familiares?
4. ¿Cómo es el régimen financiero y el sistema de compensaciones?
5. ¿Qué es la asignación por hijo, cuáles son sus requisitos y cómo se
paga?
6. ¿En qué consiste la asignación por hijo discapacitado?
7. ¿Qué es la asignación prenatal y cómo se paga?
8. ¿En qué consiste la asignación de ayuda escolar anual?
9. ¿En qué consiste la asignación por maternidad?
10. ¿En qué consiste la asignación familiar por nacimiento?
11. ¿En qué consiste la asignación familiar por adopción?
12. ¿En qué consiste la asignación familiar por matrimonio y a quiénes
se paga y en qué condiciones?
13. ¿Existe un monto diferenciado de las asignaciones familiares?
Explique el sistema.
14. ¿Cómo se calcula el salario a fin de determinar el nivel en el que se
encuentra cada trabajador?
15. ¿Después de qué suma no hay derecho a las asignaciones
familiares y cuál es el salario mínimo que genera derecho a ellas?

499
RÉGIMEN LEGAL DE ASIGNACIONES FAMILIARES - LEY 24.714/1996
(Nota Infoleg: por art. 1° deldecreto 1482/2011- B.O. 27/9/2011 se establece que
los montos de las Asignaciones Familiares y de la Asignación Universal por Hijo para
Protección Social contempladas en la presente ley serán los que surgen de los
Anexos I, II, III, IV del mencionado decreto).
(Nota Infoleg: norma abrogada por art. 26 deldecreto 1382/01 - B.O. 2/11/2001 y
restablecida su vigencia pordecreto 1604/2001- B.O. 6/12/2001, con excepción de
las normas correspondientes a las prestaciones a las que se refiere el tercer párrafo
del art. 26 deldecreto 1382/01, cuya vigencia se regirá por las pautas en el
establecidas).
Se instituye el mismo con alcance nacional y obligatorio. Derógase la ley 18.017
y sus modificatorias, y los decretos 770/96, 771/96, 991/96 y toda otra norma que
se oponga al presente.
Sancionada: Octubre 2 de 1996.
Promulgada Parcialmente: Octubre 16 de 1996.
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso
etc., sancionan con fuerza de Ley:
Artículo 1° —Se instituye con alcance nacional y obligatorio, y sujeto a las
disposiciones de la presente ley, un Régimen de Asignaciones Familiares basado
en:
a) Un subsistema contributivo fundado en los principios de reparto de aplicación
a los trabajadores que presten servicios remunerados en relación de dependencia
en la actividad privada, cualquiera sea la modalidad de contratación laboral,
beneficiarios de la Ley sobre Riesgos de Trabajo y beneficiarios del Seguro de
Desempleo, el que se financiará con los recursos previstos en el artículo 5° de la
presente ley.
b) Un subsistema no contributivo de aplicación a los beneficiarios del Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones, y beneficiarios del régimen de pensiones no
contributivas por invalidez, el que se financiará con los recursos del régimen
previsional previstos en el artículo 18 de la ley 24.241.
c) Un subsistema no contributivo compuesto por la Asignación por Embarazo para
Protección Social y la Asignación Universal por Hijo para Protección Social,
destinado, respectivamente, a las mujeres embarazadas y a aquellos niños, niñas y
adolescentes residentes en la República Argentina; que pertenezcan a grupos
familiares que se encuentren desocupados o se desempeñen en la economía
informal. (Inciso sustituido por art. 1° deldecreto 446/2011- B.O. 19/4/2011)
(Nota Infoleg: por art. 1° deldecreto 1668/2012- B.O. 13/9/2012 se establece que
el límite de ingresos mínimo y máximo aplicable a los beneficiarios de los incisos a)
y b) del artículo 1° de la presente Ley, correspondientes al grupo familiar referido en
el artículo 1° del decreto 1667 de fecha 12 de setiembre de 2012, será de pesos
doscientos ($ 200) y pesos catorce mil ($ 14.000) respectivamente. Vigencia:
comenzará a regir para las asignaciones familiares devengadas en el mes
deseptiembre de 2012).

500
Artículo 2° — Se exceptúan de las disposiciones del presente régimen a los
trabajadores del servicio doméstico.
Artículo 3° — Quedan excluidos de las prestaciones de esta ley, con excepción
de las asignaciones familiares por maternidad y por hijos con discapacidad, los
trabajadores que perciban una remuneración inferior a pesos cien ($ 100) o igual o
superior a pesos cuatro mil con un centavo ($ 4.000,01). (Tope máximo de
remuneración sustituido por art. 1° deldecreto 1345/2007- B.O. 5/10/2007. Vigencia:
a partir del 1º de julio de 2007).
Para los que trabajen en las Provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro,
Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; o en los
Departamentos de Antofagasta de la Sierra (exclusivamente para los que se
desempeñen en la actividad minera) de la Provincia de Catamarca; o en los
Departamentos de Cochinoca, Humahuaca, Rinconada, Santa Catalina, Susques y
Yavi de la Provincia de Jujuy; o en el Distrito Las Cuevas del Departamento de Las
Heras, en los Distritos Potrerillos, Carrizal, Agrelo, Ugarteche, Perdriel y Las
Compuertas del Departamento de Luján de Cuyo, en los Distritos de Santa Clara,
Zapata, San José y Anchoris del Departamento Tupungato, en los Distritos de Los
Arboles, Los Chacayes y Campo de los Andes del Departamento de Tunuyán, en el
Distrito de Pareditas del Departamento San Carlos, en el Distrito de Cuadro Benegas
del Departamento San Rafael, en los Distritos Malargüe, Río Grande, Río Barrancas,
Agua Escondida del Departamento Malargüe, en los Distritos Russell, Cruz de
Piedra, Las Barrancas y Lumlunta del Departamento Maipú, en los Distritos de El
Mirador, Los Campamentos, Los Arboles, Reducción y Medrano del Departamento
Rivadavia de la Provincia de Mendoza; o en los Departamentos de General San
Martín (excepto Ciudad de Tartagal y su ejido urbano), Rivadavia, Los Andes, Santa
Victoria y Orán (excepto Ciudad de San Ramón de la Nueva Oran y su ejido urbano)
de la Provincia de Salta; o en los Departamentos Bermejo, Ramón Lista y Matacos
de la Provincia de FORMOSA, la remuneración deberá ser inferior a pesos cien
($100) o igual o superior a pesos cuatro mil con un centavo ($ 4.000,01) para excluir
al trabajador del cobro de las prestaciones previstas en la presente ley (Tope
máximo de remuneración sustituido por art. 1° deldecreto 1345/2007- B.O.
5/10/2007. Vigencia: a partir del 1º de julio de 2007).
Quedan excluidos del beneficio previsto en el artículo 1º inciso c) de la presente
los trabajadores que se desempeñen en la economía informal, percibiendo una
remuneración superior al salario mínimo, vital y móvil. (Párrafo incorporado por
art. 2° deldecreto 1602/2009- B.O. 30/10/2009. Vigencia: a partir del 1º de noviembre
de 2009).
(Artículo sustituido por art. 1° deldecreto 368/2004- B.O. 1/4/2004. Vigencia: a
partir del 1º de marzo de 2004).
Artículo 4° — Se considerará remuneración a los efectos de esta ley, la definida
por el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (ley 24.241, artículos 6º y 9º)
con excepción de las horas extras y el sueldo anual complementario (SAC).
Los límites que condicionan el otorgamiento de las asignaciones familiares o la
cuantía de las mismas, se calcularán, en cada caso, en función de la totalidad de
las remuneraciones y prestaciones dinerarias y asignación por maternidad o
prestación por desempleo o haberes previsionales correspondientes al período que
se liquide, excluyéndose las horas extras y el sueldo anual complementario (SAC)
en los casos de trabajadores en relación de dependencia y la prestación anual
complementaria en los casos de beneficiarios del Sistema Integrado de Jubilaciones
y Pensiones.

501
Para los trabajadores a que hace referencia el segundo párrafo del artículo 3º y
sólo a los efectos del cobro de las asignaciones familiares, se excluirán del total de
la remuneración las sumas que percibiera el trabajador en concepto de horas extras,
sueldo anual complementario (SAC) y zona desfavorable, inhóspita o importes
zonales.
(Artículo sustituido por art. 2° del decreto 368/2004- B.O. 1/4/2004. Vigencia: a
partir del 1º de marzo de 2004).
Artículo 5° — Las asignaciones familiares previstas en esta ley se financiarán:
a) Las, que correspondan al inciso a) del artículo 1º de esta ley, con los siguientes
recursos:
1. Una contribución a cargo del empleador del nueve por ciento (9 %) que se
abonara sobre el total de las remuneraciones de los trabajadores comprendidos en
el ámbito de aplicación de esta ley. De ese nueve por ciento (9 %), siete y medio
puntos porcentuales (7,5 %), se destinarán exclusivamente a asignaciones
familiares y el uno y medio (1,5 %) restante al Fondo Nacional del Empleo, con la
escala de reducciones prevista en el decreto 2609/93, y sus modificatorios
decretos 372/95, 292/95 y 492/95, los que mantienen su vigencia en los porcentajes
y alícuotas especificados para cada caso.
2. Una contribución de igual cuantía a la establecida en el punto anterior, a cargo
del responsable del pago de prestaciones dinerarias derivadas de la ley 24.557,
sobre Riesgos de Trabajo.
3. Intereses, multas y recargos.
4. Rentas provenientes de inversiones.
5. Donaciones, legados y otro tipo de contribuciones.
b) Las que correspondan al inciso b) del artículo 1º de esta ley con los siguientes
recursos:
1. Los establecidos en el artículo 18 de la Ley
c) Las que correspondan al inciso c) del artículo 1º de esta ley con los siguientes
recursos:
1. Los establecidos en el artículo 18 de la Ley Nº 24.241 y sus modificatorias;
2. Los rendimientos anuales del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del
Sistema Integrado Previsional Argentino creado por el Decreto Nº 897/07 y
modificatorios. (Inciso c) incorporado por art. 3° deldecreto 1602/2009- B.O.
30/10/2009. Vigencia: a partir del 1º de noviembre de 2009).
Artículo 6° — Se establecen las siguientes prestaciones:
a) Asignación por hijo.
b) Asignación por hijo con discapacidad.
c) Asignación prenatal.
d) Asignación por ayuda escolar anual para la educación inicial, general básica y
polimodal. (Inciso sustituido por art. 2° de laley 25.231 - B.O. 31/12/1999).
e) Asignación por maternidad.
f) Asignación por nacimiento.
g) Asignación por adopción.
h) Asignación por matrimonio.

502
i) Asignación Universal por Hijo para Protección Social. (Inciso incorporado por
art. 4° deldecreto 1602/2009- B.O. 30/10/2009. Vigencia: a partir del 1º de noviembre
de 2009).
j) Asignación por Embarazo para Protección Social. (Inciso incorporado por art. 2°
deldecreto 446/2011 - B.O. 19/4/2011).
Artículo 7º — La asignación por hijo consistirá en el pago de una suma mensual
por cada hijo menor de 18 años de edad que se encuentre a cargo del trabajador.
Artículo 8° — La asignación por hijo con discapacidad consistirá en el pago de
una suma mensual que se abonara al trabajador por cada hijo que se encuentre a
su cargo en esa condición, sin limite de edad, a partir del mes en que se acredite tal
condición ante el empleador. A los efectos de esta ley se entiende por discapacidad
la definida en la ley 22.431, artículo 2°.
Artículo 9° — La asignación prenatal consistirá en el pago de una suma
equivalente a la asignación por hijo, que se abonara desde el momento de la
concepción hasta el nacimiento del hijo. Este estado debe ser acreditado entre el
tercer y cuarto mes de embarazo, mediante certificado médico. Para el goce de esta
asignación se requerirá una antigüedad mínima y continuada en el empleo de tres
meses.
Artículo 10. — La asignación por ayuda escolar anual consistirá en el pago de
una suma de dinero que se hará efectiva en el mes de marzo de cada año. Esta
asignación se abonará por cada hijo que concurra regularmente a establecimientos
de enseñanza básica y polimodal o bien, cualquiera sea su edad, si concurre a
establecimientos oficiales o privados donde se imparta educación
diferencial. (Párrafo modificado por art. 3° de laLey N° 25.231- B.O. 31/12/1999).
Artículo 11. — La asignación por maternidad consistirá en el pago de una suma
igual a la remuneración que la trabajadora hubiera debido percibir en su empleo,
que se abonara durante el período de licencia legal correspondiente. Para el goce
de esta asignación se requerirá una antigüedad mínima y continuada en el empleo
de tres meses.
Artículo 12. — La asignación por nacimiento de hijo consistirá en el pago de una
suma de dinero que se abonará en el mes que se acredite tal hecho ante el
empleador. Para el goce de esta asignación se requerirá una antigüedad mínima y
continuada de seis meses a la fecha del nacimiento.
Artículo 13. — La asignación por adopción consistirá en el pago de una suma
dinero, que se abonará al trabajador en el mes en que acredite dicho acto ante el
empleador. Para el goce de esta asignación se requerirá una antigüedad mínima y
continuada en el empleo de seis meses.
Artículo 14. — La asignación por matrimonio consistirá en el pago de una suma
de dinero, que se abonara en el mes en que se acredite dicho acto ante el
empleador. Para el goce de este beneficio se requerirá una antigüedad mínima y
continuada en el empleo de seis meses. Esta asignación se abonará a los dos
cónyuges cuando ambos se encuentren en las disposiciones de la presente ley.
Artículo 14 bis. — La Asignación Universal por Hijo para Protección Social
consistirá en una prestación monetaria no retributiva de carácter mensual, que se
abonará a uno solo de los padres, tutor, curador o pariente por consanguinidad hasta
el tercer grado, por cada menor de dieciocho (18) años que se encuentre a su cargo
o sin límite de edad cuando se trate de un discapacitado; en ambos casos, siempre

503
que no estuviere empleado, emancipado o percibiendo alguna de las prestaciones
previstas en la ley 24.714, modifi catorias y complementarias.
Esta prestación se abonará por cada menor acreditado por el grupo familiar hasta
un máximo acumulable al importe equivalente a cinco (5) menores.
(Artículo incorporado por art. 5° deldecreto 1602/2009- B.O. 30/10/2009.
Vigencia: a partir del 1º de noviembre de 2009).
Artículo 14 ter . — Para acceder a la Asignación Universal por Hijo para
Protección Social, se requerirá:
a) Que el menor sea argentino, hijo de argentino nativo o por opción, naturalizado
o residente, con residencia legal en el país no inferior a tres (3) años previos a la
solicitud.
b) Acreditar la identidad del titular del beneficio y del menor, mediante Documento
Nacional de Identidad.
c) Acreditar el vínculo entre la persona que percibirá el beneficio y el menor,
mediante la presentación de las partidas correspondientes y en los casos de
adopción, tutelas y curatelas los testimonios judiciales pertinentes.
d) La acreditación de la condición de discapacidad será determinada en los
términos del artículo 2º de la ley 22.431, certificada por autoridad competente.
e) Hasta los cuatro (4) años de edad —inclusive—, deberá acreditarse el
cumplimiento de los controles sanitarios y del plan de vacunación obligatorio. Desde
los cinco (5) años de edad y hasta los dieciocho (18) años, deberá acreditarse
además la concurrencia de los menores obligatoriamente a establecimientos
educativos públicos.
f) El titular del beneficio deberá presentar una declaración jurada relativa al
cumplimiento de los requisitos exigidos por la presente y a las calidades invocadas,
de comprobarse la falsedad de algunos de estos datos, se producirá la pérdida del
beneficio, sin perjuicio de las sanciones que correspondan.
(Artículo incorporado por art. 6° deldecreto 1602/2009- B.O. 30/10/2009.
Vigencia: a partir del 1º de noviembre de 2009).
Artículo 14 quater . — La Asignación por Embarazo para Protección Social
consistirá en una prestación monetaria no retributiva mensual que se abonará a la
mujer embarazada desde la décimo segunda semana de gestación hasta el
nacimiento o interrupción del embarazo.
Sólo corresponderá la percepción del importe equivalente a una (1) Asignación
por Embarazo para Protección Social, aún cuando se trate de embarazo múltiple.
La percepción de esta asignación no será incompatible con la Asignación Universal
por Hijo para Protección Social por cada menor de dieciocho (18) años, o sin límite
de edad cuando se trate de un discapacitado, a cargo de la mujer embarazada.
(Artículo incorporado por art. 3° deldecreto 446/2011- B.O. 19/4/2011).
Artículo 14 quinquies . - Para acceder a la Asignación por Embarazo para
Protección Social, se requerirá:
a) Que la embarazada sea argentina nativa o por opción, naturalizada o residente,
con residencia legal en el país no inferior a tres (3) años previos a la solicitud de la
asignación.
b) Acreditar identidad, mediante Documento Nacional de Identidad.

504
c) La acreditación del estado de embarazo mediante la inscripción en el "Plan
Nacer" del Ministerio de Salud. En aquellos casos que prevea la reglamentación, en
que la embarazada cuente con cobertura de obra social, la acreditación del estado
de embarazo será mediante certificado médico expedido de conformidad con lo
previsto en dicho plan para su acreditación.
Si el requisito se acredita con posterioridad al nacimiento o interrupción del
embarazo, no corresponde el pago de la asignación por el período correspondiente
al de gestación.
d) La presentación por parte del titular del beneficio de una declaración jurada
relativa al cumplimiento de los requisitos exigidos por la presente y a las calidades
invocadas. De comprobarse la falsedad de alguno de estos datos, se producirá la
pérdida del beneficio, sin perjuicio de las sanciones que correspondan.
(Artículo incorporado por art. 4° deldecreto 446/2011- B.O. 19/4/2011).
Artículo 15 . - Los beneficiarios del Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones gozarán de las siguientes prestaciones:
a) Asignación por cónyuge.
b) Asignación por hijo.
c) Asignación por hijo con discapacidad.
d) Asignación por ayuda escolar anual para la educación básica y polimodal.
(Inciso agregado por art. 1° deldecreto nacional 256/1998 - B.O. 11/3/1998) (Nota
Infoleg: por art. 2° deldecreto 337/2008- B.O. 3/3/2008, se establece en la suma de
pesos ciento setenta ($ 170) el monto de la asignación por ayuda escolar anual para
la educación inicial, básica y polimodal o sus niveles equivalentes dispuestos por
laley 26.206, prevista en el presente inciso d). Vigencia: de aplicación a partir del
ciclo lectivo 2008 correspondiendo el pago de la prestación durante el curso del mes
de marzo).
Artículo 16 . — La asignación por cónyuge del beneficiario del Sistema Integrado
de Jubilaciones y Pensiones consistirá en el pago de una suma de dinero que se
abonara al beneficiario por su cónyuge.
Artículo 17 . — Las asignaciones por hijo y por hijo con discapacidad son las
previstas en los artículos 7° y 8° de esta ley.
Artículo 18 . — Fíjanse los montos de las prestaciones que otorga la presente ley
en los siguientes valores:
(Nota Infoleg: por art. 4° deldecreto 1668/2012- B.O. 13/9/2012 se establece que
los rangos, topes y montos de las asignaciones familiares contempladas en la
presente ley serán los que surgen de los Anexos I, II y III del decreto de referencia.
Vigencia: comenzará a regir para las asignaciones familiares devengadas en el mes
de septiembre de 2012). (Nota Infoleg: por art. 5° deldecreto 1668/2012- B.O.
13/9/2012 se establece que los montos de la Asignación Universal por Hijo, Hijo con
Discapacidad y Embarazo para Protección Social contemplados en la presente Ley
serán los que surgen del Anexo IV del decreto de referencia. Vigencia: comenzará
a regir para las asignaciones familiares devengadas en el mes de septiembre de
2012).
a) Asignación por Hijo: la suma de pesos cien ($ 100) para los trabajadores que
perciban remuneraciones desde pesos cien ($ 100) e inferiores a pesos dos mil con
un centavo ($ 2.000,01); la suma de pesos setenta y cinco ($ 75) para los
trabajadores que perciban remuneraciones desde pesos dos mil con un centavo ($

505
2.000,01) e inferiores a pesos tres mil con un centavo ($ 3.000,01) y la suma de
pesos cincuenta ($ 50) para los que perciban remuneraciones desde pesos tres mil
con un centavo ($ 3.000,01) e inferiores a pesos cuatro mil con un centavo ($
4.000,01). (Inciso sustituido por art. 3° deldecreto 1345/2007- B.O. 5/10/2007.
Vigencia: a partir del 1º de julio de 2007).
b) Asignación por Hijo con Discapacidad: la suma de pesos cuatrocientos ($ 400)
para los trabajadores que perciban remuneraciones inferiores a pesos dos mil con
un centavo ($ 2.000,01); la suma de pesos trescientos ($ 300) para los trabajadores
que perciban remuneraciones desde pesos dos mil con un centavo ($ 2.000,01) e
inferiores a pesos tres mil con un centavo ($ 3.000,01) y la suma de pesos
doscientos ($ 200) para los que perciban remuneraciones desde pesos tres mil con
un cen tavo ($ 3.000,01). (Inciso sustituido por art. 3° deldecreto 1345/2007- B.O.
5/10/2007. Vigencia: a partir del 1º de julio de 2007).
c) Asignación prenatal: una suma igual a la de asignación por hijo.
d) Asignación por ayuda escolar anual para la educación inicial, general básica y
polimodal: la suma de $ 130. (Inciso sustituido por art. 4° de laley 25.231- B.O.
31/12/1999) (Nota Infoleg: por art. 1° deldecreto 337/2008- B.O. 3/3/2008, se
establece en la suma de pesos ciento setenta ($ 170) la asignación por ayuda
escolar anual para la educación inicial, general básica y polimodal o sus niveles
equivalentes dispuestos por laley 26.206, prevista en el presente inciso d). Vigencia:
de aplicación a partir del ciclo lectivo 2008 correspondiendo el pago de la prestación
durante el curso del mes de marzo).
e) Asignación por maternidad: la suma que corresponda de acuerdo a lo
establecido en el artículo 11 de la presente ley.
f) Asignación por nacimiento: la suma de $ 400.
g) Asignación por adopción: la suma de $ 2.400.
h) Asignación por matrimonio: la suma de $ 600.
i) Asignación por Cónyuge del beneficiario del Sistema Integrado de Jubilaciones
y Pensiones: la suma de pesos treinta ($ 30) para los que perciban haberes
inferiores a pesos cuatro mil con un centavo ($ 4.000,01).
Para los beneficiarios que residan en las Provincias de Chubut, Neuquén, Río
Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, La Pampa
y el Partido de Carmen de Patagones de la Provincia de Buenos Aires, la suma de
pesos sesenta ($ 60) para los que perciban haberes inferiores a pesos cuatro mil
con un centavo ($ 4.000,01).
(Inciso i) sustituido por art. 3° deldecreto 1345/2007- B.O. 5/10/2007. Vigencia: a
partir del 1º de julio de 2007).
(Tope máximo de remuneración sustituido por art. 2° deldecreto 1345/2007- B.O.
5/10/2007. Vigencia: a partir del 1º de julio de 2007).
j) Asignaciones por hijo y por hijo con discapacidad de beneficiarios del Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones:
j.1) Asignación por Hijo: la suma de pesos cien ($ 100) para los beneficiarios que
perciban haberes inferiores a pesos dos mil con un centavo ($ 2.000,01); la suma
de pesos setenta y cinco ($ 75) para los beneficiarios que perciban haberes desde
pesos dos mil con un centavo ($ 2.000,01) e inferiores a pesos tres mil con un
centavo ($ 3.000,01).

506
CAPÍTULO XXIV

DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO DEL TRABAJO


SUMARIO : I. NACIMIENTO, ANTECEDENTES E
INTRODUCCIÓN AL DERECHO INTERNACIONAL DEL
TRABAJO . 1. El Derecho Internacional Privado
del Trabajo. 2. El Derecho Internacional
Público.— II. LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1994
Y LOS TRATADOS INTERNACIONALES
CONSTITUCIONALES Y SUPRALEGALES . 1. La
Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre. 2. La Declaración
Universal de Derechos Humanos. 3. La
Convención Americana sobre Derechos
Humanos. Pacto San José de Costa Rica. 4. El
Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales. 5. El Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo
Facultativo. 6. La Convención sobre la
Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio. 7. La Convención sobre los
Derechos del Niño.— III. EL DERECHO
INTERNACIONAL PÚBLICO DEL TRABAJO.— IV. LA
ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO . 1. Antecedentes. 2.
Creación de la OIT. 3. Principales funciones. 4.
Estructura tripartita. 5. Principales órganos. 6.
Comisiones y Comité. 7. Los Instrumentos:
Convenios y recomendaciones. 8. Aplicación
de los convenios en el derecho interno. 9.
Temática de los convenios. 9. 1. La aplicación
concreta de los convenios en la jurisprudencia.
9.1.1. El Convenio 95 de la OIT sobre "salarios".
9.1.2. El Convenio 87, 98 y 132 de la OIT sobre
Libertad Sindical. 9.1.3. La aplicación de los
Tratados Internacionales en el Caso "Aquino".
9.1.4. La aplicación de los Tratados
Internacionales en el Caso "Vizzoti". 9.1.5. El
caso "Alvarez Maximiliano" por discriminación
antisindical. — VI. EL MERCOSUR, EL NAFTA Y EL
MERCADO COMÚN EUROPEO . — VII. EL DERECHO
INTERNACIONAL PRIVADO DEL TRABAJO . 1. El
principio general de la lex loci executionis . 2. El
trabajador expatriado. 2.1. Diversos tipos de
expatriación. 2.2. El derecho aplicable al
expatriado. 2.3. El contrato del expatriado. A. La
507
remuneración. B. Los pagos fuera del territorio
nacional. C. Los beneficios especiales.
D. Houssing y gastos de vivienda de residencia.
E. Automóvil, chofer y custodia. F. El celular
provisto por la empresa y sus gastos de uso. G.
Los viajes al exterior o la visitar a su lugar de
origen. H. La repatriación. I. La extinción del
contrato del expatriado. J. Los cambios de
destino pactados y los no acordados.
K. Los problemas cambiarios originados en
restricciones en el empleo o en el pago con
divisas. — ANEXO DEL CAPÍTULO XXIII.

"Cómo se hace un libro de 7000 páginas?


Muy simple, escribiendo una por una".

"Someter al contrincante sin librar batalla


es el súmmum de la habilidad", Sun Tzu.

I. NACIMIENTO, ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN AL DERECHO INTERNACIONAL DEL


TRABAJO

1. El Derecho Internacional Privado del Trabajo

El derecho del trabajo puede superar los límites del derecho interno y puede exceder
el principio de territorialidad:

 cuando el caso o la norma traspasa el marco y los límites de un


país y se trata de aplicar o imponer en otro;
 y cuentan con elementos de dos o más jurisdicciones
denominados casos mixtos, por obra de que el empleador
actúa en dos o más países y requiere de trabajadores locales
distribuidos en otros territorios;
 o cuando existen elementos del ordenamiento jurídico de un
país combinados u opcionales con elementos del ordenamiento
jurídico de otro país diverso, o cuando se busca determinar la
competencia del juez que debe entender en un conflicto mixto o
complejo por la nacionalidad de las personas, por la naturaleza
de los actos o los hechos, o por la circunstancias que se
desarrollan en distintas jurisdicciones;

508
 o cuando una persona contratada en un país presta su
actividad laboral en otro u otros diversos, en forma eventual,
ocasional, de mediano plazo, de largo plazo, o en secuencia;
 o cuando el marco regulatorio está pactado entre dos o más
países o en su caso, por organismos u organizaciones
internacionales a través de convenios o de tratados bilaterales,
regionales o globales (1) .

El derecho internacional privado produce un doble efecto, cuando las normas


internacionales buscan la determinación de reglas para ser aplicados dentro del
derecho interno con implicancias en materia de soberanía y el principio de no
inte rferencia.

Cuando se combinan elementos de dos o más sistemas legales, enfrentamos un


caso mixto (2) .

Si el instituto, el plexo normativo, o el principio o el derecho, son tratados por los


países o por organizaciones internacionales que los relacionan, estamos frente a
temas del Derecho Internacional Público, que no sólo cuenta con herramientas
normativas, sino que se ejercen ciertos controles en lo que hace al cumplimiento de
las normas en los países miembros, y hasta se ventilan casos especiales ante
órganos de contralor o de enjuiciamiento sin jurisdicción.

Con ello, es posible que exista una sentencia condenatoria o una sentencia
absolutoria, que como no es posible ejecutarla, sólo implique un precedente con
efectos éticos, o ligado a los valores fundamentales, como los derechos humanos o
los derechos que sin serlo sean apreciables a los fines de salvaguardar la dignidad
humana.

En cambio, cuando se trata de cuestiones entre personas físicas o jurídicas privadas


particulares o mixtas alcanzadas por dos o más ordenamientos jurídicos
pertenecientes a dos o más países independientes estamos frente al Derecho
Internacional Privado.

El Derecho internacional privado específicamente, es aquella rama del Derecho que


tiene como finalidad dirimir conflictos de jurisdicción internacionales; conflictos ley
aplicable y los conflictos de ejecución, elegir con algún criterio uniforme el juez
competente y el derecho aplicable, y determinar la condición jurídica de los
extranjeros.

Entre los precursores fue Jérôme-Adolphe Blanqui (3) y Luis-René


Villermé (4) Daniel le Grand (5) , Robert Owen y otros.

Esta rama del Derecho analiza las relaciones jurídicas internacionales ya sea entre
privados, o donde existe un interés privado.

Esta relación jurídica tiene la particularidad de tener un elemento extraño al derecho


local, que suscita ya sea conflictos de jurisdicción o de ley aplicable, y su fin es
determinar quien puede conocer sobre el tema y que derecho debe ser aplicado.

En algunos países a esta rama del derecho se le conoce como Derecho Civil
Internacional.

509
Cabe recalcar que el Derecho internacional privado no soluciona los conflictos,
simplemente determina la norma o ley de qué país se debe utilizar en la solución de
conflictos internacionales, así como el juez que resolverá esta controversia (Posición
Normativista).

En el marco de las últimas tendencias la doctrina está cambiando hacia una posición
sustancialista, en donde dentro del DIPr se incluyen Normas que resuelven
directamente los casos que se puedan plantear, y centra el estudio de esta rama del
derecho, no ya en la "Norma indirecta o de conflicto" sino en las relaciones Jurídicas
Privadas Internacionales que es donde realmente radican las controversias de las
que se hará cargo el Derecho Privado Internacional.

Trata también temas de gran importancia sobre las relaciones jurídicas entre los
estados. En este orden de cosas, regula el exequátur y la extradición.

 Es un Derecho nacional : Cada país dicta sus propias normas


de derecho internacional privado, lo cual puede llevar a
conflictos entre los países.
 Es un Derecho positivo : Sus normas se encuentran en
diversos textos legales, preferentemente en los Códigos
Civiles. Pero también, y tal vez la más importante de las
fuentes es la que se encuentran en los tratados en los que los
países a través de esas convenciones determinan la forma de
resolver los conflictos de leyes.
 Contiene un elemento particularizante que es el elemento
extranjero dentro de la relación.
 Forum shopping : Consiste en la práctica de los abogados de
plantear la solución de sus controversias internacionales ante
aquel de entre los distintos tribunales que pueden ser
competentes que, a tenor de la ley aplicable, le dará una
respuesta jurídica más favorable a sus intereses.

Se denomina como "relaciones privadas internacionales" a aquellas que en su


composición presentan elementos extranjeros, ya sean subjetivos u objetivos, los
primeros referidos a las personas y los segundos a bienes o actos jurídicos que
componen dicha relación.

Las fuentes del Derecho Internacional Privado, pueden ser cuatro:

 las de Derecho Internacional Privado Autónomo, que son


ordenamientos jurídicos puramente nacionales;
 las de Derecho Internacional Privado Convencional, integrado
por tratados internacionales bilaterales o multilaterales;
 las de Derecho Internacional Privado Institucional, que se
integra por ordenamientos jurídicos derivados de un proceso de
integración económica, como puede ser la Unión Europea o el
Mercosur;
 y las de Derecho Internacional Privado Trasnacional, que está
integrado por la denominada Nueva Lex Mercatoria oNew Law
Merchant(6) .

510
En todo caso, las fuentes de Derecho Internacional Privado forman parte del
ordenamiento jurídico nacional, ya que los tratados internacionales deben aprobarse
y ser ratificados conforme a las normas constitucionales nacionales y, en su caso,
las normas de Derecho Internacional Privado Institucional deben ser integradas al
mismo ordenamiento nacional por los métodos que determine el Derecho Nacional.

Respecto al caso de la Lex Mercatoria podemos afirmar que su existencia depende


del reconocimiento de la libertad contractual otorgada a los particulares. En rigor, en
cada región se han establecido reglas supranacionales, que tienen por objeto
resolver los casos mixtos, con la intervención de un juez que valore los componentes
de cada una de las jurisdicciones, y permita alcanzar una solución que pueda ser
exigible a las partes en conflicto (7) .

En ese sentido, puede afirmarse que el Derecho Internacional Privado es el sector


del ordenamiento nacional que regula las relaciones privadas internacionales.

De acuerdo a la escuela de concepción estricta, seguida principalmente en Alemania


y en Italia, se atribuye como contenido a la materia sólo el Derecho Aplicable o
Conflicto de Leyes, en tanto los temas de Competencia Judicial Internacional y
Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Judiciales Extranjeras o Laudos
Arbitrales Extranjeros se estudian como parte del denominado Derecho Procesal
Civil Internacional, que tiene por fin fijar procedimientos aplicables a los casos
mixtos, a través de un tribunal internacional, al que adhieran los países con el fin de
imponer reglas supranacionales originadas en una sentencia internacional.

Si bien este tipo de decisiones judiciales no se pueden imponer a los países en


disputa, la decisión tiene efectos internacionales, como mínimo de alcance ético o
moral. Existen ejemplos internacionales de sentencias incumplidas, por las cuales
se adoptaron medidas de boicot, sanciones económicas, o simplemente, sanciones
declarativas de derechos o de principios.

De otro lado es importante destacar que la escuela de concepción amplia, seguida


originada en Francia y con fuerte influencia en gran parte de América Latina apuntan
que son temas de estudio de la materia la Nacionalidad, la Condición Jurídica del
Extranjero y los Conflictos de Leyes y Conflictos de Jurisdicción (Pereznieto Castro,
Leonel, 2006).

Finalmente de acuerdo a la escuela de concepción intermedia, el contenido temático


del Derecho Internacional Privado, lo es la denominada Competencia Judicial
Internacional o "Jurisdiction", el Derecho Aplicable o "Choice of Law" y el
Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Judiciales Extranjeras o Laudos
Arbitrales Extranjeros o The Recognition and Enforcement of Judgments Rendered
by Foreign Courts or Awards of Foreign Arbitrations .

La Competencia Judicial Internacional es el sector del Derecho Internacional Privado


que determina los casos y las circunstancias bajo las cuales un juez nacional habrá
de conocer de un caso derivado de una relación privada internacional.

El Derecho Aplicable (8) es el sector dedicado a determinar cuál habrá de ser el


derecho conforme al cual habrá de resolver el fondo de asunto derivado de una
relación privada internacional, dentro del que existen diversas técnicas de
reglamentación que a saber son:

511
 La Norma de Conflicto (9) ,
 la norma material especial (dentro de las que englobo a la
Norma Material de Derecho Internacional Privado y la Norma
Material de Derecho Uniforme),
 la Norma de Extensión y,
 la Norma de Aplicación Inmediata.

Finalmente el Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Judiciales Extranjeras o


Laudos Arbitrales Extranjeros es el concreto sector del Derecho Internacional
Privado que determina los requisitos e impedimentos que deben atenderse ante los
casos en que deba conocerse de un reconocimiento y en su caso, ejecución de una
sentencia o laudo dictado en el extranjero.

2. El Derecho Internacional Público

La legislación interestatal (entre Estados independientes), regional (entre Estados


independientes de una región), y la legislación global (entre todos o la mayoría de
los Estados del orbe), dio origen al Derecho Internacional Público.

En lo que hace al ámbito laboral, fue Robert Owen —empresario y emprendedor


inglés— fue una suerte de precursor de normas extranacionales, con el fin de
establecer reglas en materia laboral que limitaran las situaciones extremas en las
que se trabajaba en las fábricas de la época (siglo XIX) (10) . Originario de Gales,
de familia menestral, trabajó desde los 10 años; a los 20 años se hace con la
dirección de una fábrica de tejidos en Manchester. El primero de enero de 1800,
Robert Owen se hizo cargo de una empresa en New Lanark. Sus prácticas y
principios sentaron las bases de la fijación de reglas que superaran la soberanía
nacional, y alcanzaran una región constituida por varios países.

A partir de su experiencia en ese lugar escribió algunas de sus obras más


importantes: La Formación del Carácter Humano (1814) y Una Nueva Visión de la
Sociedad (1823) que trata sobre las reformas del régimen industrial y sus
consecuencias para el carácter humano.

En 1825 compró la Comunidad de Harmony en Indiana de la Harmony Society, y la


estableció como un proyecto de sociedad utópica bajo el nombre de "New Harmony";
el experimento fracasó sin embargo, y tuvo que vender el terreno en 1828, perdiendo
con ello una buena parte de su fortuna. Volvió entonces al Reino Unido a liderar un
sindicato.

Robert Owen defendía también la posibilidad de desarrollar un sistema económico


alternativo basado en la cooperativa.

Su planteamiento era utópico, pero no irreal, porque pretendía sustituir el sistema


capitalista por otro más justo que evitara los problemas británicos.

512
El derecho internacional público es el que trata las relaciones entre Estados o entre
éstos y organismos internacionales, con el fin de elaborar y desarrollar normas para
la comunidad internacional, o en su caso para influir o modificar normas dentro del
plano interno, en función de valores y objetivos acordados en el plano mundial o
regional.

Los temas tratados en los acuerdos entre países, o entre ellos con la intervención
de organismos internacionales abarcan la más variada gama de temas, entre ellos,
la complementación o reciprocidad de los sistemas provisionales o de retiro de cada
país cuando un trabajador presta su actividad en dos o más de ellos, la circulación
y libre tránsito de los trabajadores entre países de una región, el derecho aplicable
y el juez competente en los casos mixtos, el tratamiento impositivo a las
compensaciones de los trabajadores expatriados, y muchos más.

En cuanto al derecho internacional privado, es el que trata las relaciones y conflictos,


generalmente entre un trabajador y su empleador, en el contexto de un caso mixto,
en donde intervienen elementos locales y otros de otro país. La nacionalidad de los
contratantes, lugar de contratación, lugar de ejecución, derecho aplicable, juez
competente, son algunos de los temas planteados en los casos mixtos.

II. LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1994 Y LOS TRATADOS INTERNACIONALES


CONSTITUCIONALES Y SUPRALEGALES

La Constitución Nacional fue reformada en 1994 y en ella se introdujo un importante


cambio en lo que hace a la aprobación y jerarquía de los tratados internacionales
concluidos con otras naciones o con organismos internacionales (11) .

En efecto, el nuevo art. 75 (CN) correspondiente al 4º Capítulo de la Segunda Parte


de nuestra Carta Magna establece las atribuciones del Congreso Nacional.

En el inc. 22 se abandona la teoría dualista según la cual todo tratado requería de


una ley para ser aplicada al derecho interno, y se pasa abruptamente a la teoría
monista, según la cual los tratados internacionales con otras naciones o con
organismos internacionales son aprobados por el Parlamento, y cuando dicha
aprobación se perfecciona, se convierten en normas de rango constitucional, cuando
las mismas son de los derechos humanos, y de rango supralegal cuando no lo son.

La Constitución Nacional de 1853 no tuvo en su contenido la enunciación de los que


ahora denominamos derechos sociales .

Sólo se hizo referencia en el art. 14 al derecho a trabajar como al de ejercer toda


industria lícita.

513
El derecho a trabajar no obliga al Estado a proporcionar el mismo, sino a generar el
marco y las políticas que lo promuevan, incrementen y enriquezcan con empleo de
buena calidad (12) .

Recién en 1956, las únicas reformas introducidas por la Convención Constituyente


fueron de naturaleza social, con el art. 14 bis sobre los derechos del trabajador (13) ,
y el art. 67, inc. 11 (ahora art. 75, inc. 12, CN, después de la reforma de 1994) que
dispuso como facultad del Congreso nacional la de dictar los códigos, en donde se
incluye el de "trabajo y seguridad social".

En definitiva, el art. 14 Nuevo enumeró los derechos conforme los límites que
impongan las leyes que reglamenten su ejercicio (14) .

La reforma constitucional de 1994 no modificó estas pautas, y no introdujo textos en


el ámbito social.

Los efectos sobre la materia pueden relacionarse, sin embargo, con la elevación a
rango constitucional de algunos tratados internacionales que se mencionan y que
se refieren a los derechos humanos.

Esta incorporación se realiza bajo la condición de que no se contradigan con las


garantías contenidas entre los arts. 1º y 35 de la CN.

Entre ellos se destacan la Convención Americana sobre Derechos Humanos,


también conocido como Pacto de San José de Costa Rica.

A ellos se deben considerar también la Declaración Universal de los Derechos


Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
la Convención sobre todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la
Convención sobre los Derechos del Niño, y otros (15) .

A su vez, los tratados en general, en definitiva los no referidos a los derechos


humanos, tienen jerarquía superior a la ley (arts. 31 y 75, inc. 22, CN) (16) .

En esta materia la Argentina tiene celebrados numerosos instrumentos con otros


países, en especial los limítrofes, sobre migraciones de trabajadores, y sobre la
temática provisional, que ahora tienen jerarquía supralegal, y están subordinados a
la CN.

A propósito, es dable destacar que existen dos teorías respecto de la aplicación de


los tratados internacionales dentro de nuestro territorio nacional: la teoría dualista y
la teoría monista .

La primera teoría sostiene que un tratado puede ser fuente


—por separado— del derecho internacional y del derecho nacional.

Para que sea fuente del derecho internacional basta con que nuestro país suscriba
y ratifique el tratado.

Pero para que el tratado sea aplicable en el derecho interno requiere de una ley
aprobada por el Congreso nacional.

514
Esta es la teoría sostenida hasta la reforma de 1994.

En efecto, después de la reforma citada se adhirió a la teoría monista, según la cual


los tratados suscriptos y ratificados por nuestro país automáticamente forman parte
del derecho interno, sin necesidad de que el Parlamento dicte una normaad hoc.

En el caso "Chocobar" la Corte Suprema estableció que conforme al art. 75 inc. 22


(CN) "no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben
entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos" juicio
que no pueden los poderes constitucionales desconocer o contradecir (17) .

Conforme a la reforma constitucional del año 1994 no es posible prescindir de los


tratados internacionales de los derechos humanos incorporados por el art. 75 inc. 22
CN como parte del derecho vigente que son de jerarquía constitucional (18) , sin que
los mismos se puedan oponer a la primera parte de nuestra Carta Magna (hasta el
art. 43 inclusive).

Entre los tratados internacionales más importantes podemos citar los que dieron
origen al Mercosur que obviamente incluyen importantes temas laborales, el de San
José de Costa Rica, los convenios de la OIT, o los tratados de Montevideo (19) .

Otro ejemplo de tratados internacionales son los suscriptos a propósito de los


emprendimientos binacionales, destacándose entre ellos los de Yaciretá y los de
Salto Grande que, tanto en la etapa de la construcción como en lo que hace a su
explotación, contienen normas laborales y de la seguridad social.

En cuanto a los convenios internacionales de la OIT (Organización Internacional del


Trabajo) establece en el texto de su constitución (art. 405, apart. 7º) que los Estados
que resuelvan ratificar los mismos, tomarán las medidas necesarias para su
implementación en el derecho interno del país de que se trate.

A su vez, la misma constitución puntualiza que los Estados miembro deberán


informar las medidas adoptadas para aplicar los convenios ratificados (art. 408).

A los convenios de la OIT se le aplican las mismas pautas que hemos relatado para
los tratados internacionales, de modo que antes de la reforma constitucional de 1994
se aplicaba la teoría dualista (que requiere del dictado de una ley del Congreso para
darle vigencia en el derecho interno), y ahora la teoría monista por la cual los
convenios ratificados por nuestro país se aplican en forma inmediata en nuestro
derecho interno.

La incorporación automática de los tratados, divididos en aquellos que son de rango


constitucional y los que se los considera supralegales, nos imponen la adecuación
de nuestro sistema legal a ellos y su consideración al momento de evaluar los casos
particulares (20) .

La supremacía de la CN no sólo se da a través de su propio texto e investidura, sino


por medio de los tratados internacionales de los derechos humanos, y a través de
los tratados internacionales estrictamente laborales (21) .

515
La Constitución de 1853 resolvió la eliminación de los títulos de nobleza para
asegurar la igualdad, ratificó la caducidad de la esclavitud en todas sus formas, pero
solo hizo —en todo su cuerpo legal— una sola referencia al trabajo en la escueta
mención del art. 14 viejo, al conceder el derecho "de trabajar".

Los derechos sociales se vieron plasmados por primera vez en la reforma


constitucional de 1949, derogada por la Convención Constituyente de 1955.

La Constitución Nacional —a los fines de ingresar al denominado


"constitucionalismo social"— fue reformada en 1955 y en 1994, para incorporar el
derecho del trabajo al rango de rama autónoma como parte del derecho de fondo, y
al referir a los tratados internacionales.

En el art. 67 inc. 11 de aquella reforma (la de 1955) hoy art. 75 inc. 12 se incorporó
el "código del trabajo y seguridad social" como una atribución exclusiva del
Congreso Nacional, según la cesión de atribuciones explícitamente concedida por
las provincias.

En materia de tratados abandonó la teoría dualista, incorporando la teoría


monista (22) en lo que respecta a los Tratados Internacionales, según la cual sólo
se requiere la aprobación del Congreso Nacional de dichos tratados, con las pautas
y condiciones establecidas en la misma norma, manteniendo la reforma introducida
por la Convención de la denominada "Revolución Libertadora" en el sentido de que
el derecho del trabajo forma parte del derecho de fondo.

El art. 75 inc. 22 CN, en cambio fue incorporado en la reforma de la Convención


Constituyente de 1994, consagrando en rango constitucional y supralegal de los
tratados internacionales, y el procedimiento y mayorías para incorporar nuevos.

La nueva constitución de la Corte Suprema ha utilizado y sigue empleando a los


tratados internacionales para puntualizar principios fundamentales, en especial en
materia de derechos humanos.

Orden Juez Edad Nombrado por Año

56
Juez Presidente Néstor Kirchner 2004
años
Ricardo Lorenzetti
Juez 69
Néstor Kirchner 2004
Vicepresidente años
Elena Highton de Nolasco
Orden Juez Edad Nombrado por Año
94
Ministro Carlos Fayt Raúl Alfonsín 1983
años
Enrique Santiago 77
Ministro Raúl Alfonsín 1983
Petracchi años

62 Eduardo
Ministro 2002
años Duhalde
Juan Carlos Maqueda

516
72
Ministro Néstor Kirchner 2003
años
Eugenio Raúl Zaffaroni
72
Ministra Néstor Kirchner 2005
años
Carmen María Argibay
La CSJN en la composición precedente, y a partir del año 2004, cuando se
incorporaron los Ministros Lorenzetti y Highton de Nolasco primero y Carmen
Argibay después, los tratados internacionales pasaron al primer plano de la
cobertura de respaldo de importantes sentencias en función también de importantes
aportes realizados por el Secretario de la Corte en temas laborales Dr. Rolando
Gialdino (Secretaría Nro. 6), que antes de ocupar dicha secretaría era el Director de
Derecho Comparado del Alto Tribunal, y reemplazó a la recordada Dra. María
Cristina Alvarez de Magliano que se retiró por jubilación.

Como analizaremos de inmediato, la norma reformada en 1994 no fue tenida en


cuenta con el énfasis a partir del fallo "Vizzoti" en lo relativo a la indemnización por
despido del art. 245 (LCT), o en el caso "Aquino" en materia de Riesgos del Trabajo.

Obsérvese que tenemos cuatro principios generales:

a) La facultad de aprobar los tratados: es sin duda el Parlamento


Nacional el órgano de la división tripartita del Estado Nacional, quien
tiene la atribución de aprobar o desechar los tratados internacionales,
sean éstos con otros estados, con organismos internacionales como
la OIT, ONU y otras, y los concordatos con el Vaticano.
b) Los tipos de tratados y su jerarquía: existen claramente tres tipos de
tratados:

 Los tratados internacionales ordinarios de rango legal;


 Los tratados internacionales de rango supralegal y
subconstitucional;
 Los tratados internacionales de rango constitucional.

Cada uno de ellos tiene requisitos de admisión diversos, y mayorías especiales para
su aprobación. En cualquier caso, se abandona la teoría dualista, y se admite que
con la sola intervención del Parlamento el Tratado pasa a formar parte del derecho
interno con rango constitucional, sin oposición posible a la primera parte de la CN.

a) La mayoría requerida para aprobar tratados de los derechos


humanos: se exigen el voto de dos tercios de la totalidad de los
miembros de cada una de las dos Cámaras para los tratados de
rango constitucional.
b) Aprobación de los tratados supralegales: si bien el inc. 22 no lo dice
en forma expresa, es de suponer que los demás tratados podrán ser
aprobados por mayoría simple de votos presentes, previa
acreditación del quórum impuesto para las leyes comunes de fondo.

La Conferencia de La Haya del Derecho Internacional Privado o (COHADIP), es una


organización internacional con sede en la ciudad de La Haya (Países Bajos) que
tiene por objeto buscar la homologación de las normas de derecho internacional
517
privado a nivel mundial, ha elaborado una treintena de convenciones internacionales
donde una veintena están actualmente en vigencia, y de ellas una gran parte
corresponde exclusivamente a conflictos de legislación, por ejemplo en materias de
ley aplicable a las obligaciones alimentarias, a los accidentes de tránsito en
carreteras, a la responsabilidad de hechos y resultados, a los regímenes
matrimoniales o sobre las sucesiones.

Actualmente son 66 los estados y una organización internacional los miembros de


la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado:

Albania, Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Bielorrusia, Bosnia-


Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, China, Chipre, Croacia, Dinamarca,
Ecuador, Egipto, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia,
Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón,
Jordania, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Macedonia, Malasia, Malta, Marruecos,
México, Mónaco, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú,
Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, República de Corea, Rumania,
Rusia, Serbia y Montenegro, Sri Lanka, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Surinam, Turquía,
Ucrania, Unión Europea, Uruguay y Venezuela.

Los tratados internacionales y los fallos de los tribunales internacionales —aun


aquellos que no tienen jurisdicción— son fuentes reconocidas por los países como
esenciales para el presente y futuro del derecho del trabajo, la seguridad social y el
derecho social en general.

Se les atribuyen funciones trascendentales, como por ejemplo, que son fuentes que
contribuyen a la mejora de los sistemas legales, tomando para ello estándares
admitidos en forma general. Muchas de las reformas claves en materia laboral
fueron introducidas en el derecho interno de muchos países desde los tratados, y
sobre todo, desde la acción de la Organización Internacional del Trabajo.

Ultimamente, los tratados de los derechos humanos, que enuncian derechos


fundamentales contenidos en la mayoría de las normas constitucionales, a las que
es necesario generarles energía adicional para que no sean letra muerta, sino
normativa vigente aplicable a todos los habitantes por igual y sin diferenciación ni
distinciones arbitrarias o discriminatorias.

Pero tal vez uno de los ejes que han movido a las naciones a asociarse en la
Organización de los Estados Americanos, o en las Naciones Unidas, y hasta en la
OTAM y el MERCOSUR ha sido contribuir al progreso de las naciones, procurando
evitar o neutralizar la amenaza constante y destructiva de la guerra.

Es por ello, que los tratados internacionales, en su esencia, procuran neutralizar


diferencias, siendo la más sublime de sus finalidades contribuir en forma efectiva a
la paz entre los pueblos, en efecto, su fin primero y último, es tratar de contribuir a
la paz mundial.

En nuestro sistema legal, la existencia de un sistema dual con anterioridad a la


reforma constitucional de 1994, es coherente con el principio de autodeterminación
de los pueblos, y de la no injerencia en los problemas internos de los países por
parte de otros países o de otros organismos.

518
Con ello, en nuestro sistema se requerían dos pasos, la aprobación del tratado y
luego, de una ley del Congreso que lo aprobara para que recién entonces era
aplicable al derecho interno.

Era una forma de tomar recaudos frente a la generalidad de los sistemas


internacionales, y a menudo, frente a la precariedad de nuestro régimen interno.
Después de la reforma constitucional de 1994 pasamos al sistema de un solo paso
atribuido únicamente al Congreso Nacional.
En el inc. 22 del art. 75 CN referido a las atribuciones del Congreso Nacional se
nombran como fuentes internacionales de rango constitucional (23)los siguientes
Tratados Internacionales:

 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del


Hombre.
 Declaración Universal de Derechos Humanos.
 Convención Americana sobre Derechos Humanos.
 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales.
 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su
Protocolo Facultativo.
 Convención sobre la Prevención y la sanción del Delito de
Genocidio.
 Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación Racial.
 Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer.
 Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes.
 Convención sobre los Derechos del Niño.

Este cambio ha sido y es crucial para el futuro y de hecho, se ha convertido en uno


de los pilares de la nueva jurisprudencia de la Corte Suprema, sobre todo en la
actual composición.

CONSTITUCION DE LA NACION ARGENTINA


(Reforma realizada en la Ciudad de Santa Fe, 22 de agosto de 1994)
CAPITULO CUARTO
Atribuciones del Congreso
Artículo 75 . — Corresponde al Congreso:
22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las
demás naciones y con las organizaciones
internacionales y los concordatos con la Santa Sede.
Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a
las leyes.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre; la Declaración Universal de Derechos
Humanos; la Convención Americana sobre Derechos
Humanos; el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto

519
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su
Protocolo Facultativo; la Convención sobre la
Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la
Convención Internacional sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación Racial; la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra la Mujer; la Convención
contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los
Derechos del Niño: en las condiciones de su vigencia,
tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo
alguno de la primera parte de esta Constitución y
deben entenderse complementarios de los derechos y
garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser
denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo
nacional, previa aprobación de las dos terceras partes
de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos
humanos, luego de ser aprobados por el Congreso,
requerirán del voto de las dos terceras partes de la
totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar
de la jerarquía constitucional.

Del texto precedente surge que existen cuatro tipos de tratados:

 Los tratados de los derechos humanos de rango constitucional,


que son los enunciados en el art. 75 inc. 22, y los que sean
aprobados por el Congreso Nacional por dos terceras partes de
la totalidad de los miembros de cada Cámara;
 Los tratados de derechos humanos que no alcanzaron las
mayorías para ser de rango constitucional, lo que les
concedería el rango de supralegales;
 Los tratados internacionales de rango supralegal y
subconstitucional;
 Los acuerdos o concordatos con la Santa Sede.

1. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del


Hombre

La Declaración no es específicamente un tratado, sin embargo, hoy nadie duda


sobre su naturaleza y que constituye una fuente ineludible de grandes principios
generales. José de San Martín y Simón Bolívar (1820) pensaron en una unión
americana.

520
A partir de ellos se pensó en la unión Panamericana y en la búsqueda de derechos
y garantías fundamentales comunes para la región.

La Conferencia de Lima de 1938 y la de México sobre la Guerra y la Paz de 1945


fijaron algunas pautas que son fuente directa de la Declaración.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre fue aprobada en


la Conferencia de Bogotá el 2 de mayo de 1948, junto con el acta constitutiva de la
Organización de los Estados Americanos (OEA).

La Argentina estaba presente entre los miembros originales de la OEA y fue uno de
los firmantes de la Declaración.

Las motivaciones principales de este importante instrumento son la guerra, la


necesidad de crear normas que enfrentaran las numerosas violaciones a los
derechos humanos verificados en la región, y fue también una herramienta frente a
la permanente intervención o interferencia de los Estados Unidos de Norteamérica.

La Declaración se convirtió en una herramienta imperativa al combinarse con la


Carta de la OEA, junto a otros instrumentos complementarios, con el fin de contribuir
a la paz y el progreso, a la consolidación de la soberanía de cada país, a su
integridad territorial, resolviendo los diferendos por vías diplomáticas y pacíficas.

En sus diversos enunciados, la Declaración defiende el derecho a la vida, a la


integridad, a la libertad, a la propiedad privada y a los derechos subjetivos
fundamentales como la inviolabilidad de la correspondencia, o a la educación y a la
investigación.

Son motivo de especial mención el principio de igualdad:

"Todas las personas son iguales ante la Ley y tienen


los derechos y deberes consagrados en esta
declaración sin distinción de raza, sexo, idioma, credo
ni otra alguna".

El trabajo cuenta con sus principios también, como en materia de salarios y su


v aloración en cuanto a equidad y a suficiencia:

"Toda persona que trabaja tiene derecho de recibir


una remuneración que, en relación con su capacidad
y destreza le asegure un nivel de vida conveniente
para sí misma y su familia".

El descanso también es enunciado desde la necesidad del ocio y el tiempo libre y


disponible:

"Toda persona tiene derecho a descanso, a honesta


recreación y a la oportunidad de emplear útilmente el
tiempo libre en beneficio de su mejoramiento
espiritual, cultural y físico".

521
La seguridad social está centrada en el desempleo y su protección, la vejez y la
jubilación y la incapacidad y la asistencia:

"Toda persona tiene derecho a la seguridad social que


le proteja contra las consecuencias de la
desocupación, de la vejez y de la incapacidad que,
proveniente de cualquier otra causa ajena a su
voluntad, la imposibilite física o mentalmente para
obtener los medios de subsistencia".

La salud en términos asistenciales y como deber del Estado, se enuncia también:

"Toda persona tiene derecho a que su salud sea


preservada por medidas sanitarias y sociales,
relativas a la alimentación, el vestido, la vivienda y la
asistencia médica, correspondientes al nivel que
permitan los recursos públicos y los de la comunidad".

Curiosamente, la Declaración enuncia como deber subjetivo el "deber de trabajar",


como una obligación para procurarse la subsistencia:

"Toda persona tiene el deber de trabajar, dentro de su


capacidad y posibilidades, a fin de obtener los
recursos para su subsistencia o en beneficio de la
comunidad".

A su vez, tenemos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que opera


como un tribunal arbitral sin jurisdicción, en donde sus fallos son ejemplares y
refieren a las violaciones a tales derechos.

En lo relativo a las causas que involucraban a la Argentina, el Tribunal se avocó a


numerosos reclamos originados en violaciones a los derechos humanos por parte
del Gobierno Nacional al no respetar los principios constitucionales ligados a la
movilidad de las jubilaciones y pensiones, que se deterioraban con la inflación y
colocaban al beneficiario en situaciones de necesidad extrema por lo irrisorio de las
prestaciones (24) .

2. La Declaración Universal de Derechos Humanos

Esta declaración fue aprobada también poco después de finalizada la Segunda


Guerra Mundial en las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, y procuró
general un instrumento similar al de la OEA.

En primer lugar pregona la libertad, y destierra la esclavitud, la trata de esclavos y


la servidumbre:
522
"Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre,
la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en
todas sus formas".

Se pregona la garantía de acceso a la justicia:

"Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo


ante los tribunales nacionales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución o por la
ley".

Se establecen las bases de la seguridad social:

"Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene


derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante
el esfuerzo nacional y la cooperación internacional,
habida cuenta de la organización y los recursos de
cada Estado, la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales, indispensables a su
dignidad y al libre desarrollo de su personalidad".

Se preserva el derecho al trabajo, condiciones de trabajo y protección contra el


desempleo.

El problema que se presenta en todas las sociedades del orbe, es que las
oportunidades de trabajo o en su caso, la disponibilidad de empleo, es un bien
escaso, donde la oferta de puestos es inferior a la demanda. El saldo es el nivel de
desempleo, de subempleo, de pobreza y de marginación que registran todos los
países. En tales hipótesis se propicia el seguro de desempleo.

Se consagran principios como la no discriminación, el derecho a la remuneración, y


a crear sindicatos y afiliarse a ellos:

"Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre


elección de su trabajo, a condiciones equitativas y
satisfactorias de trabajo y a la protección contra el
desempleo. Toda persona tiene derecho, sin
discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
Toda persona que trabaja tiene derecho a una
remuneración equitativa y satisfactoria, que le
asegure, así como a su familia, una existencia
conforme a la dignidad humana y que será
completada, en caso necesario, por cualesquiera
otros medios de protección social. Toda persona tiene
derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la
defensa de sus intereses. Toda persona tiene derecho
al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una
limitación razonable de la duración del trabajo y a
vacaciones periódicas pagadas".

523
Se reiteran algunos conceptos y se ratifican otros en relación con un nivel de vida
que asegure la salud, la asistencia en caso de enfermedad, la asistencia a la
maternidad, a la infancia, y la protección al matrimonio:

"Toda persona tiene derecho a un nivel de vida


adecuado que le asegure, así como a su familia, la
salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho
a los seguros en caso de desempleo, enfermedad,
invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de
sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad. La maternidad y la
infancia tienen derecho a cuidados y asistencia
especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o
fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección
social".

Los tratados internacionales asignan la calidad de derecho el acceso a una serie de


prestaciones y de bienes, que de no encontrarse disponibles para una parte de la
sociedad, impone al Estado el deber de brindar la asistencia, que por medios propios
resultan inaccesibles.

Como los derechos van desde bienes genéricos como la salud y el bienestar, hasta
bienes concretos como alimentación, vestido, vivienda, asistencia médica y servicios
sociales, los seguros de desempleo, enfermedad, invalidez, y las prestaciones para
el retiro por jubilación, pensión, y otros.

Se destacan bienes tales como la asistencia a los niños y la maternidad.

El deber de asistencia resulta obvio y compatible con las necesidades humanas


fundamentales, y a la vez, un imperativo prioritario de la aplicación de los recursos
del Estado, a fin de brindar las prestaciones a quienes no pueden por sus medios
acceder a ellas.

3. La Convención Americana sobre Derechos Humanos. Pacto de


San José de Costa Rica

La Convención Americana sobre Derechos Humanos reconoce como antecedentes


a la Conferencia de Chapultepec de marzo de 1945, en el que se le dio la atribución
al Comité Jurídico Interamericano para que elaborara un proyecto de declaración de
derechos y deberes internacionales.

La iniciativa fracasó y recién en 1959 se creó la Comisión Interamericana de


Derechos Humanos y se encomendó al Consejo Interamericano de Jurisconsultos
la elaboración de un proyecto de convención americana sobre derechos humanos.

524
Después de reuniones en Chile, Río de Janeiro en Brasil, y Uruguay, finalmente se
firmó el 22 de noviembre de 1969.

En Argentina fue aprobada por la ley 23.054 (1984, durante el Gobierno del Dr. Raúl
Alfonsín), dentro del marco del restablecimiento de la democracia.

Por ende, se tardaron más de catorce años para que la Convención se incorporara
al derecho interno, aun cuando lo fue antes de la reforma constitucional de 1994.

Además de la abolición de la esclavitud y de toda forma de servidumbre, la garantía


a todos los habitantes del pleno ejercicio de los derechos subjetivos, políticos,
sociales y los que deben garantizar el Estado, se establecen pautas que hacen al
marco estrictamente laboral.

En primer lugar se garantiza el principio de igualdad, y el de no discriminación, a


saber:

Artículo 24. — (Igualdad ante la ley).


Todas las personas son iguales ante la ley. En
consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a
igual protección de la ley.

El principio de progresividad, controvertido en el marco del derecho del trabajo


aparece en distintos tratados, no como un desarrollo creciente de nuevos derechos,
sino como el afianzamiento de la calidad de los derechos garantizados:

Artículo 26. — (Desarrollo progresivo).


Los Estados partes se comprometen a adoptar
providencias, tanto a nivel interno como mediante la
cooperación internacional, especialmente económica
y técnica, para lograr progresivamente la plena
efectividad de los derechos que se derivan de las
normas económicas, sociales y sobre educación,
ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la
Organización de los Estados Americanos, reformada
por el Protocolo de Buenos Aires, en la medida de los
recursos disponibles, por vía legislativa u otros medios
apropiados.

El principio está ligado, según nuestra opinión, no a la mejora de los derechos a


través de otros derechos que amplíen la cobertura del precedente, sino mediante
una mejora de la calidad de los derechos. A ese proceso responde la expresión
"lograr la plena efectividad de los derechos que se derivan de las normas...".

525
4. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales

El Pacto fue aprobado el 16 de diciembre de 1966 en la Asamblea General de las


Naciones Unidas.

La República Argentina lo firmó en febrero de 1968 pero no lo incorporó hasta el 8


de agosto de 1986 durante el Gobierno democrático de Raúl Alfonsín.

Como en otros tratados de los derechos humanos, los principios que se establecen
son básicos, pero cada uno tiene alguna peculiaridad que lo hace preponderante
frente a sus precedentes.

En este Pacto Internacional se consagra según distintos autores (Luis Ramírez


Bosco) "el principio de progresividad" (25) en el primer párrafo del art. 11.1, junto al
Tratado de San José de Costa Rica que en el art. 26, al referirse a que los Estados
parte del tratado se comprometen a adoptar providencias a nivel interno o mediante
la cooperación internacional para lograr progresivamente la plena efectividad de los
derechos que se derivan de las normas (26) .

El principio de progresividad, según la doctrina citada está expresado en la


siguiente norma:
Artículo 2º
1. Cada uno de los Estados Partes en el presente
Pacto se compromete a adoptar medidas, tanto por
separado como mediante la asistencia y la
cooperación internacionales, especialmente
económicas y técnicas, hasta el máximo de los
recursos de que disponga, para lograr
progresivamente, por todos los medios apropiados,
inclusive en particular la adopción de medidas
legislativas, la plena efectividad de los derechos aquí
reconocidos(27) .

La norma busca a través de una expresión de deseos, y a la vez mediante un


compromiso internacional a mejorar "progresivamente", centrado especialmente la
plena efectividad a través de la normativa legal.

Artículo 7º(28)
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el
derecho de toda persona al goce de condiciones de
trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren en
especial: a) Una remuneración que proporcione como
mínimo a todos los trabajadores: I) Un salario
equitativo e igual por trabajo de igual valor, sin
distinciones de ninguna especie; en particular, debe
asegurarse a las mujeres condiciones de trabajo no
inferiores a las de los hombres, con salario igual por

526
trabajo igual; II) Condiciones de existencia dignas
para ellos y para sus familias conforme a las
disposiciones del presente Pacto; b) La seguridad y la
higiene en el trabajo; c) Igual oportunidad para todos
de ser promovidos, dentro de su trabajo, a la categoría
superior que les corresponda, sin más
consideraciones que los factores de tiempo de
servicio y capacidad; d) El descanso, el disfrute del
tiempo libre, la limitación razonable de las horas de
trabajo y las variaciones periódicas pagadas, así
como la remuneración de los días festivos.

Se reafirman primero los principios esenciales sobre los mínimos interprofesionales,


el de equitatividad, el de igualdad entre hombres y mujeres, la preservación de
condiciones dignas de trabajo, las normas de prevención de seguridad e higiene, la
igualdad de oportunidades, el derecho a la promoción dentro del empleo en base a
antigüedad y capacidad, el descanso el disfrute de tiempo libre en base a la jornada
limitada, las vacaciones y la retribución por los días festivos o vacaciones.

Artículo 8º
1. Los Estados Partes en el presente Pacto se
comprometen a garantizar:
a) El derecho de toda persona a fundar sindicatos y
a afiliarse al de su elección, con sujeción
únicamente a los estatutos de la organización
correspondiente, para promover y proteger sus
intereses económicos y sociales. No podrán
imponerse otras restricciones al ejercicio de este
derecho que las que prescriba la ley y que sean
necesarias en una sociedad democrática en
interés de la seguridad nacional o del orden
público, o para la protección de los derechos y
libertades ajenos;
b) El derecho de los sindicatos a formar
federaciones o confederaciones nacionales y el
de éstas a fundar organizaciones sindicales
internacionales o a afiliarse a las mismas;
c) El derecho de los sindicatos a funcionar sin
obstáculos y sin otras limitaciones que las que
prescriba la ley y que sean necesarias en una
sociedad democrática en interés de la seguridad
nacional o del orden público, o para la protección
de los derechos y libertades ajenos;
d) El derecho de huelga, ejercido de conformidad
con las leyes de cada país.
2. El presente Artículo no impedirá someter a
restricciones legales el ejercicio de tales derechos
por los miembros de las fuerzas armadas, de la
policía o de la administración del Estado.

527
3. Nada de lo dispuesto en este artículo autorizará a
los Estados Partes en el Convenio de la
Organización Internacional del Trabajo de 1948
relativo a la libertad sindical y a la protección del
derecho de sindicación a adoptar medidas
legislativas que menoscaben las garantías
previstas en dicho Convenio o a aplicar la ley en
forma que menoscabe dichas garantías.

Se hace especial referencia a los derechos colectivos comenzando por la libertad


sindical individual, pasando luego a los derechos sindicales colectivos. Se garantiza
el funcionamiento libre de los sindicatos, el derecho de huelga, incluyendo a los
miembros de las fuerzas armadas, la policía o la misma administración del Estado.

Artículo 9º
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el
derecho de toda persona a la seguridad social, incluso
al seguro social.

Es muy escueta la enunciación sobre los derechos de la seguridad social y al modelo


de seguro social, que obviamente alude a la responsabilidad del Estado en esta
materia, como administrador de los recursos, y como el otorgante de los beneficios
y prestaciones.

Artículo 10
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen
que:
1. Se debe conceder a la familia, que es el elemento
natural y fundamental de la sociedad, la más amplia
protección y asistencia posibles, especialmente
para su constitución y mientras sea responsable del
cuidado y la educación de los hijos a su cargo. El
matrimonio debe contraerse con el libre
consentimiento de los futuros cónyuges.
2. Se debe conceder especial protección a las madres
durante un período de tiempo razonable antes y
después del parto. Durante dicho período, a las
madres que trabajen se les debe conceder licencia
con remuneración o con prestaciones adecuadas
de seguridad social.
3. Se deben adoptar medidas especiales de
protección y asistencia en favor de todos los niños
y adolescentes, sin discriminación alguna por razón
de filiación o cualquier otra condición. Debe
protegerse a los niños y adolescentes contra la
explotación económica y social. Su empleo en
trabajos nocivos para su moral y salud, o en los
cuales peligre su vida o se corra el riesgo de
perjudicar su desarrollo normal, será sancionado
por la ley. Los Estados deben establecer también

528
límites de edad por debajo de los cuales quede
prohibido y sancionado por la ley el empleo a sueldo
de mano de obra infantil.

Los derechos de la familia como unidad básica de la sociedad, en lo que hace al


plano asistencial, a la maternidad y a la madre en el parto y en la asistencia al hijo
recién nacido como un derecho cuyas prestaciones deberán provenir de la
seguridad social, la protección de al niñez en especial frente a la explotación de los
menores. Se establece la necesidad de puntualizar una edad mínima, pero no se
establece en base a qué límites.

Artículo 11
1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen
el derecho de toda persona a un nivel de vida
adecuado para sí y su familia, incluso alimentación,
vestido y vivienda adecuados, y a una mejora
continua de las condiciones de existencia(29) .
Los Estados Partes tomarán medidas apropiadas para
asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo
a este efecto la importancia esencial de la cooperación
internacional fundada en el libre consentimiento(30) .

Nuevamente el tratado adhiere al principio de progresividad, ligada a las condiciones


de vida en general, siempre aludiendo a la calidad de los derechos, como ha ocurrido
con otros similares de los derechos humanos.
2. Los Estados Partes en el presente Pacto,
reconociendo el derecho fundamental de toda
persona a estar protegida contra el hambre,
adoptarán, individualmente y mediante la
cooperación internacional, las medidas, incluidos
los programas concretos, que se necesitan para:
a) Mejorar los métodos de producción,
conservación y distribución de alimentos
mediante la plena utilización de los
conocimientos técnicos y científicos, la
divulgación de principios sobre nutrición y el
perfeccionamiento o la reforma de los
regímenes agrarios de modo que se logren la
explotación y la utilización más eficaces de las
riquezas naturales ;
b) Asegurar una distribución equitativa de los
alimentos mundiales en relación con las
necesidades, teniendo en cuenta los problemas
que se plantean tanto a los países que importan
productos alimenticios como a los que los
exportan(31) .

El tratado hace particular hincapié en la lucha contra el hambre, y la obligación del


Estado de proteger a los habitantes frente a este flagelo, asegurando una adecuada
distribución de alimentos entre los indigentes y necesitados.

529
Se hace especial mención a la información sobre nutrición, en cuanto a lo relativo a
la divulgación científica y técnica, y en cuanto a la distribución de los alimentos que
son repartidos por vía de la ayuda internacional.

5. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su


Protocolo Facultativo

Aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas


el 16 de diciembre de 1966.

Una de las funciones de los tratados internacionales son sin dudas las que se
relacionan con la integración interpretativa que permite brindar coherencia a la
jurisprudencia y a la vez, generarle uniformidad conceptual y contextual (32) .

Los tratados se suscriben aun cuando las normas internas de mayor rango contienen
los mismos principios, sea para ratificarlos, sea para fortalecerlos, sea para extender
los alcances de los mismos a ámbitos aún no alcanzados.

Es el caso del presente pacto (ver texto completo en el Anexo de este Capítulo
XXIII), cuyas normas más destacables en nuestra materia son:

Los pactos y acuerdos de los derechos humanos parten de la ratificación de la


libertad, y consecuentemente la abolición de la esclavitud y de cualquier práctica
que imponga trabajos forzosos, excepción de las condenas que cuenten con dicha
accesoria.

En rigor, se prohíbe en forma expresa las diversas formas de servidumbre que


todavía registran vestigios en diversas zonas de Latinoamérica. La norma expresa:
Abolición de la Esclavitud
Art. 8º —
1) Nadie estará sometido a la esclavitud. La esclavitud
y la trata de esclavos estarán prohibidas en todas
sus formas.
2) Nadie estará sometido a servidumbre.
3) a) Nadie será constreñido a ejecutar un trabajo
forzoso u obligatorio;
b) El inciso precedente no podrá ser interpretado en
el sentido de que prohíbe, en los países en los
cuales ciertos delitos pueden ser castigados con
la pena de trabajos forzados impuesta por un
tribunal competente;

530
c) No se considerarán como "trabajo forzoso u
obligatorio", a los efectos de este párrafo: i) Los
trabajos o servicios que, aparte de los
mencionados en el inc. b), se exijan
normalmente de una persona presa en virtud de
una decisión judicial legalmente dictada, o de
una persona que habiendo sido presa en virtud
de tal decisión se encuentre en libertad
condicional;

Se vuelve a consagrar el principio de no discriminación a través del principio de


igualdad ante la ley y ante la justicia:
Principio de Igualdad
Art. 14 . — 1) Todas las personas son iguales ante los
tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá
derecho a ser oída públicamente y con las debidas
garantías por un tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido por la ley, en la substanciación
de cualquier acusación de carácter penal formulada
contra ella o para la determinación de sus derechos u
obligaciones de carácter civil. La prensa y el público
podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los
juicios por consideraciones de moral, orden público o
seguridad nacional en una sociedad democrática, o
cuando lo exija el interés de la vida privada de las
partes o, en la medida estrictamente necesaria en
opinión del tribunal, cuando por circunstancias
especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar
a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en
materia penal o contenciosa será pública, excepto en
los casos en que el interés de menores de edad exija
lo contrario, en las actuaciones referentes a pleitos
matrimoniales o a la tutela de menores(33) .

Dentro del derecho de reunirse con fines lícitos se adiciona el derecho a constituir
los sindicatos, como entidades representativas de los intereses profesionales de los
trabajadores:

Derecho de Reunión y de Asociación y de Fundar


Sindicatos
Art. 20 . — 1) Toda propaganda a favor de la guerra
estará prohibida por la ley. 2) Toda apología del odio
nacional racial o religioso que constituya incitación a
la discriminación, la hostilidad o la violencia estará
prohibida por la ley.
Art. 21 . — Se reconoce el derecho de reunión
pacífica. El ejercicio de tal derecho sólo podrá estar
sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean
necesarias en una sociedad democrática, en interés
de la seguridad nacional, de la seguridad pública o del

531
orden público, o para proteger la salud o la moral
públicas o los derechos y libertades de los demás.
Art. 22 . — 1) Toda persona tiene derecho a asociarse
libremente con otras, incluso el derecho a fundar
sindicatos a afiliarse a ellos para la protección de sus
intereses(34) .

6. La Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de


Genocidio

Esta convención la mencionamos, por encontrarse enunciado en el art. 75 inc. 22


que establece las atribuciones del Congreso Nacional, aun cuando ninguna
referencia hace en materia laboral.

El proceso de reconocimiento de los derechos del trabajador no estuvo exento de


graves eventos que generaron numerosos sacrificios, incluyendo la misma vida
humana, expuesta a graves riesgos por quienes llevaron adelante las
manifestaciones en procura del reconocimiento de los institutos fundamentales.

El 1º de mayo, día universal del trabajo recuerda los graves incidentes de Chicago
de 1886 (35).

7. La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las


Formas de Discriminación Racial

Adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su resolución


2106 A (XX), de 21 de diciembre de 1965. Entrada en vigor: 4 de enero de 1969, de
conformidad con el art. 19.

La discriminación racial en nuestro país no es entre afroamericanos y blancos como


existe en los Estados Unidos, sino que se manifiesta entre las razas autóctonas, a
menudo provenientes de la mezcla entre los aborígenes de las diversas regiones y
los colonizadores, pero luego se dio entre los grupos de mestizos y mezclas locales
y los blancos europeos provenientes de las migraciones del siglo pasado de diversos
países como España, Portugal, Italia, Alemania, Rusia, y más recientemente de
China.

En este Tratado, veremos en distintos capítulos la temática del derecho a la igualdad


en igualdad de circunstancias, y con ello, la equiparación de los institutos entre
iguales o entre pares.

532
En alguna medida, la ley 23.592 contra todas las formas de discriminación
(Denominada "Ley De la Rúa") aprobada en 1988 durante el Gobierno democrático
de Raúl Alfonsín, busca brindar herramientas al juez para desactivar actos
continuatorios o de tracto sucesivo que constituyan una manifestación de
discriminación arbitraria, o la anulación del acto que en sí mismo es
discriminatorio (36) .

Se destacan las siguientes normas:

La abolición de la esclavitud tenía como derivación razonada la lucha contra la


"discriminación" a través de la selección arbitraria con el fin de excluir o devaluar a
un determinado grupo o persona, que comenzó por la que se generaba por raza
color de piel o linaje:
Parte I
Artículo 1º
1. En la presente Convención la expresión
"discriminación racial" denotará toda distinción,
exclusión, restricción o preferencia basada en
motivos de raza, color, linaje u origen nacional o
étnico que tenga por objeto o por resultado anular o
menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en
condiciones de igualdad, de los derechos humanos
y libertades fundamentales en las esferas política,
económica, social, cultural o en cualquier otra
esfera de la vida pública. 2. Esta Convención no se
aplicará a las distinciones, exclusiones,
restricciones o preferencias que haga un Estado
parte en la presente Convención entre ciudadanos
y no ciudadanos(37) .

El art. 5º de la Convención enuncia una serie de derechos fundamentales de la


persona humana, en donde se puntualizan el derecho al trabajo y la libre elección
del mismo, con algunas reglas en materia de garantismo estatal, y la accesibilidad
a derechos que hacen a la esencia de la dignidad humana como son la vivienda, la
creación y la sindicalización para defender sus intereses, los derechos sociales, y a
la salud la educación y otros, a saber:

Artículo 5º
e) Los derechos económicos, sociales y culturales, en
particular:
I) El derecho al trabajo, a la libre elección de trabajo,
a condiciones equitativas y satisfactorias de
trabajo, a la protección contra el desempleo, a
igual salario por trabajo igual y a una
remuneración equitativa y satisfactoria;
II) El derecho a fundar sindicatos y a sindicarse;
III) El derecho a la vivienda;

533
IV) El derecho a la salud pública, la asistencia
médica, la seguridad social y los servicios
sociales;
V) El derecho a la educación y la formación
profesional;
VI) El derecho a participar, en condiciones de
igualdad, en las actividades culturales;
f) El derecho de acceso a todos los lugares y servicios
destinados al uso público, tales como los medios de
transporte, hoteles, restaurantes, cafés,
espectáculos y parques.

8. La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación contra la Mujer

Adoptada y abierta a la firma y ratificación, o adhesión, por la Asamblea General en


su resolución 34/180, de 18 de diciembre de 1979. Entrada en vigor: 3 de septiembre
de 1981, de conformidad con el art. 27 (1).

Este tratado consagra la igualdad entre el hombre y la mujer a través del principio
de no discriminación. Es una norma de gran impacto e influencia sobre la nueva
etapa sobre protección para los casos de desigualdad o discriminación que comenzó
a desarrollarse hacia fines de la década de los '80 en nuestro país.

Al respecto se dictó la ley 26.485 "de protección integral para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus
relaciones interpersonales" (38) .

Si bien la norma es abarcativa de todas las posibles relaciones interpersonales en


las cuales se puedan dar actos de violencia y de discriminación, obviamente, tanto
en la ley como en el decreto se extiende el principio de igualdad a cualquier acto de
diferenciación arbitrario, injusto o ilícito en perjuicio de cualquier persona por razón
del sexo, y ahora, por razón del género.

Ambas normas se fundamentan en tratados internacionales suscriptos por nuestro


país como son: la Convención sobre Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979), y la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de
Belem do Pará, 1994), aprobadas por el Estado Argentino por las leyes Nros.
23.179 (39) y 24.632 (40) , cuyo contenido está dirigido a los Estados que aprueben
las convenciones con el fin de impulsar normas y políticas a fin de prevenir y
erradicar la violencia contra las mujeres.

534
A la protección de la mujer en el ámbito laboral se refieren numerosas disposiciones
de la ley de fondo como su reglamentación. Se define por primera vez en qué
consiste la discriminación, a saber:

"Se considera discriminación en el ámbito laboral


cualquier omisión, acción consumada o amenaza que
tenga por fin o por resultado provocar distinción,
exclusión o preferencia basada en los motivos
mencionados en la ley que se reglamenta o en
cualquier otro motivo que tenga por efecto anular o
alterar la igualdad de oportunidades o de trato, empleo
u ocupación de las mujeres. En el mismo sentido, se
entiende discriminatoria la exigencia, tanto sea para
acceder como para mantener un contrato de trabajo,
de cualquier requisito inherente a la pertenencia de
género".

Se enuncia también en la ley en qué consiste la violencia en el plano estrictamente


laboral, a una serie de acciones en donde se incluye el acoso u hostigamiento o
"mobbing", con la siguiente norma:

"Violencia laboral contra las mujeres: (es) aquella que


discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo
públicos o privados y que obstaculiza su acceso al
empleo, contratación, ascenso, estabilidad o
permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre
estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la
realización de test de embarazo. Constituye también
violencia contra las mujeres en el ámbito laboral
quebrantar el derecho de igual remuneración por igual
tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento
psicológico en forma sistemática sobre una
determinada trabajadora con el fin de lograr su
exclusión laboral".

Se incluye una de las formas de hostigamiento laboral o "mobbing" dentro de los


actos ilícitos de violencia contra la mujer. En la ley se enuncia la violencia psicológica
y se la define como:

"La que causa daño emocional y disminución de la


autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo
personal o que busca degradar o controlar sus
acciones, comportamientos, creencias y decisiones,
mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción,
humillación, deshonra, descrédito, manipulación
aislamiento. Incluye también la culpabilización,
vigilancia constante, exigencia de obediencia
sumisión, coerción verbal, persecución, insulto,
indiferencia, abando no, celos excesivos, chantaje,
ridiculización, explotación y limitación del derecho de
circulación o cualquier otro medio que cause perjuicio
a su salud psicológica y a la autodeterminación".

535
A su vez, la reglamentación agrega:
"Se considera hostigamiento psicológico a toda
acción, omisión o comportamiento destinado a
provocar, directa o indirectamente, daño físico,
psicológico o moral a una trabajadora, sea como
amenaza o acción consumada, y que puede provenir
tanto de niveles jerárquicos superiores, del mismo
rango o inferiores".

Se dispone también que los actores sociales, signatarios de los convenios colectivos
contemplen los casos planteados y contribuyan con normas en el mismo sentido:
"En oportunidad de celebrarse o modificarse una
norma convencional, en el marco de la negociación
colectiva del trabajo, las partes contratantes tomarán
en consideración los principios protectorios que por
razón de género se tutelan en la presente normativa
legal, a fin de asegurar mecanismos orientados a
abordar la problemática de la violencia en el trabajo".

Tanto la ley como su decreto reglamentario fijan políticas públicas, una de ellas
dirigida directamente al ámbito laboral, y dispone:
"Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de
la Nación: a) Desarrollar programas de
sensibilización, capacitación e incentivos a empresas
y sindicatos para eliminar la violencia laboral contra
las mujeres y promover la igualdad de derechos,
oportunidades y trato en el ámbito laboral, debiendo
respetar el principio de no discriminación en: 1. El
acceso al puesto de trabajo, en materia de
convocatoria y selección; 2. La carrera profesional, en
materia de promoción y formación; 3. La permanencia
en el puesto de trabajo; 4. El derecho a una igual
remuneración por igual tarea o función. b) Promover,
a través de programas específicos la prevención del
acoso sexual contra las mujeres en el ámbito de
empresas y sindicatos; c) Promover políticas
tendientes a la formación e inclusión laboral de
mujeres que padecen violencia; d) Promover el
respeto de los derechos laborales de las mujeres que
padecen violencia, en particular cuando deban
ausentarse de su puesto de trabajo a fin de dar
cumplimiento a prescripciones profesionales, tanto
administrativas como las emanadas de las decisiones
judiciales".

Nos enfrentamos con una norma de avanzada, que requiere de numerosos


instrumentos para hacerse efectiva, ya que la mayoría de las enunciaciones son
programáticas. En el plano laboral, los enunciados se inscriben en el marco de las
disposiciones que protegen a la mujer contra la desigualdad, en contra de la
violencia, y contra cualquier forma de discriminación arbitraria, injusta o ilícita.

536
En lo que hace al marco conceptual, es importante la definición de discriminación
que conforme el concepto genérico es "una forma de seleccionar en forma arbitraria
separando sesgando o marginando a una persona o grupo" sin ninguna motivación
objetiva, técnica, profesional o interprofesional.

El art. 1º de la Convención dispone al respecto:


Artículo 1º
A los efectos de la presente Convención, la expresión
"discriminación contra la mujer" denotará toda
distinción, exclusión o restricción basada en el sexo
que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular
el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base
de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos
humanos y las libertades fundamentales en las
esferas política, económica, social, cultural y civil o en
cualquier otra esfera.

9. La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,


Inhumanos o Degradantes

Adoptada y abierta a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su


resolución 39/46, de 10 de diciembre de 1984. Entrada en vigor: 26 de junio de 1987,
de conformidad con el art. 27 (1).

La prohibición bajo todas las formas posibles de tortura, incluido el trabajo forzoso,
y las garantías del debido proceso, son algunos de los principios generales de un
tratado contra la opresión, y contra todas las formas de abuso de autoridad.

En rigor, la Convención no prohíbe el trabajo forzoso cuando el mismo surja de


sentencia firme habiendo observado el debido proceso bajo el juez natural. En
cambio, se pone énfasis en la prohibición sobre tratos o penas crueles, inhumanos
o degradantes .

Entre las normas destacadas tenemos:

Artículo 16
1. Todo Estado Parte se comprometerá a prohibir en
cualquier territorio bajo su jurisdicción otros actos
que constituyan tratos o penas crueles, inhumanos
o degradantes y que no lleguen a ser tortura tal
como se define en el art. 1º, cuando esos actos
sean cometidos por un funcionario público u otra
persona que actúe en el ejercicio de funciones
oficiales, o por instigación o con el consentimiento

537
o la aquiescencia de tal funcionario o persona. Se
aplicarán, en particular, las obligaciones
enunciadas en los arts. 10, 11, 12 y 13,
sustituyendo las referencias a la tortura por
referencias a otras formas de tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes.
2. La presente Convención se entenderá sin perjuicio
de lo dispuesto en otros instrumentos
internacionales o leyes nacionales que prohíban los
tratos y las penas crueles, inhumanos o
degradantes o que se refieran a la extradición o
expulsión.

10. La Convención sobre los Derechos del Niño

Adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su resolución


44/25, de 20 de noviembre de 1989. Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de
conformidad con el art. 49.

La protección de los menores, la lucha contra el trabajo infantil, y la protección de


los niños sobre todo cuando se los conmina a que trabajen para su subsistencia, no
sólo merece la atención de las leyes, sino que es fundamental para que desde
temprana edad se puedan dar las condiciones de integración, salud y educación
mínimas que permitan al niño después al joven para que llegue a alcanzar las
oportunidades de obtener un empleo decente y digno, y con ello, iniciar un proceso
d e crecimiento y superación.

Las normas fundamentales sobre los derechos del niño son las siguientes:

2. Los Estados Partes adoptarán medidas legislativas,


administrativas, sociales y educacionales para
garantizar la aplicación del presente artículo. Con
ese propósito y teniendo en cuenta las
disposiciones pertinentes de otros instrumentos
internacionales, los Estados Partes, en particular:
a) Fijarán una edad o edades mínimas para
trabajar;
b) Dispondrán la reglamentación apropiada de los
horarios y condiciones de trabajo;
c) Estipularán las penalidades u otras sanciones
apropiadas para asegurar la aplicación efectiva
del presente artículo.

538
En rigor, si se adoptara una postura moderna, el trabajo debería estar prohibido
hasta los 18 años, a fin de asegurar la educación obligatoria, e impedir la ocupación
abusiva de menores en las actividades agropecuarias, en la industria, inclusive, en
los servicios.

III. EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO DEL TRABAJO

El derecho internacional público tiene numerosas manifestaciones, originadas en los


tratados internacionales entre dos o más países (Acuerdo sobre Yacyretá), o en los
tratados multinacionales (Pacto de San José de Costa Rica), o los regionales
basados en mercados o acuerdos comerciales (Mercosur), algunos de los cuales
hemos referido precedentemente.

Sin embargo, el derecho internacional público del trabajo por excelencia se gestó en
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde las naciones discuten y
acuerdan normas y recomendaciones con el fin de desarrollar la legislación laboral
en el seno de cada país.

IV. LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO

1. Antecedentes

Antes de la creación en 1919 de la OIT existieron algunos antecedentes aislados y


una organización que se disolvió con el comienzo de la Primera Guerra Mundial que
tuvo intereses y objetivos semejantes.

En 1890 una conferencia de países europeos reunidos en Berna procuró formalizar


la integración de un organismo pero fracasó. En 1897 se dispuso otra nueva reunión
en Bruselas con la misma intención.

En 1900 se fundó la Asociación Internacional para la Protección Legal de los


Trabajadores con sede en Basilea como una iniciativa del II Congreso de Legislación
de Trabajo celebrado en París.

539
Esta organización desarrolló dos reuniones internacionales en Berna (1905 y 1906)
que aprobaron los primeros convenios internacionales. La entidad se discontinuó en
1909 en vísperas del estallido de la Primera Guerra.

En 1914 la Federación Americana del Trabajo (A.F.L.) celebrado en Filadelfia


suscribió una declaración según la cual se presentan propuesta con el fin de adoptar
las medidas necesarias para el restablecimiento de las relaciones y la protección
comunes e internacionales de los trabajadores. Los ejes de la declaración se basan
en la paz social duradera, y la justicia social como objetivo central.

En julio de 1916 se realizó una reunión en Leeds entre dirigentes sindicales de Gran
Bretaña (el anfitrión) Francia, Bélgica e Italia, en base a una reunión previa que se
realizó el 1º de mayo del mismo año en París. En base a un informe de Leon Jouhaux
secretario de la CGT (41) y al líder británico W. A. Appleton, evitar los males de la
competencia capitalista internacional y asegurar a la clase obrera de todos los
países un mínimo de garantías de orden moral y material relativas al derecho al
trabajo, al derecho sindical, a las migraciones, a los seguros sociales, a la duración
a la seguridad y a la higiene en el trabajo. Se requería también la creación de una
comisión internacional que vigilara el cumplimiento de las normas (42) .

2. Creación de la OIT

Al finalizar la Primera Guerra Mundial se firmó la Paz en Versalles, de cuyo


contenido surge la Comisión de Legislación Internacional del Trabajo, que elaboró
la Parte XIII del Tratado que aprueba la creación de la Organización Internacional
del Trabajo (1919) (43) .

La Organización Internacional del Trabajo fue creada en 1919, al término de la


Primera Guerra Mundial, cuando se reunió la Conferencia de la Paz, primero en
París y luego en Versalles.

Ya en el siglo XIX dos industriales, el galés Robert Owen (1771-1853) y el francés


Daniel Legrand (1783-1859), habían abogado por la creación de una organización
de este tipo.

Las ideas que éstos formularon, tras haber sido puestas a prueba en la Asociación
Internacional para la Protección Legal de los Trabajadores, fundada en Basilea en
1901, se incorporaron en la Constitución de la Organización Internacional del
Trabajo, adoptada por la Conferencia de la Paz en abril de 1919.

Su fundación respondía, en primer lugar, a una preocupación humanitaria.

La situación de los trabajadores, a los que se explotaba sin consideración alguna


por su salud, su vida familiar y su progreso profesional y social, resultaba cada vez
menos aceptable.

540
Esta preocupación queda claramente reflejada en el Preámbulo de la Constitución
de la OIT, en el que se afirma que "existen condiciones de trabajo que entrañan ...
injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos".

La creación de la OIT dentro del seno de la Sociedad de las Naciones en el contexto


de la Primera Guerra Mundial, responde en función de los mentores de la época,
como una iniciativa para prevenir la paz global. En efecto, para muchos
observadores resultaba esencial la preservación de la paz social y de la paz laboral,
como un modo de prevenir grandes movimientos de agitación y belicosidad que
desencadenan las causas eficientes que conducen a la guerra armada.

Si observamos fenómenos previos a la Segunda Guerra Mundial, con los


movimientos sociales originados en torno del nazismo en la Alemania de Hitler y del
fascismo de Mussolini en Italia, tal observación se convirtió en una dramática
realidad.

También se basó en motivaciones de carácter político. De no mejorarse la situación


de los trabajadores, cuyo número crecía constantemente a causa del proceso de
industrialización, éstos acabarían por originar conflictos sociales, que podrían
desembocar incluso en una revolución.

El Preámbulo señala que el descontento causado por la injusticia "constituye una


amenaza para la paz y armonía universales".

La tercera motivación fue de tipo económico. Cualquier industria o país que adoptara
medidas de reforma social se encontraría en situación de desventaja frente a sus
competidores, debido a las inevitables consecuencias de tales medidas sobre los
costos de producción.

El Preámbulo señala que "si cualquier nación no adoptare un régimen de trabajo


realmente humano, esta omisión constituiría un obstáculo para otras naciones que
deseen mejorar la suerte de los trabajadores en sus propios países".

Los participantes en la Conferencia de la Paz aportaron un motivo adicional para la


creación de la Organización Internacional del Trabajo, motivo relacionado con el final
de la guerra, a la que tanto habían contribuido los trabajadores en el campo de
batalla y en la industria. Esta idea queda reflejada en la propia frase inicial de la
Constitución: "la paz universal y permanente sólo puede basarse en la justicia
social".

La Comisión de Legislación Internacional del Trabajo, instituida por la Conferencia


de la Paz, redactó la Constitución de la OIT entre los meses de enero y abril de
1919. Integraban esta Comisión los representantes de nueve países (Bélgica, Cuba,
Checoslovaquia, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Polonia y Reino Unido) bajo
la presidencia de Samuel Gompers, presidente de la Federación Estadounidense
del Trabajo (AFL).

Como resultado de todo ello, se creaba una organización tripartita, única en su


género, que reúne en sus órganos ejecutivos a los representantes de los gobiernos,
de los empleadores y de los trabajadores.

La Constitución de la OIT se convirtió en la Parte XIII del Tratado de Versalles.

541
La primera reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, que en adelante
tendría una periodicidad anual, se celebró a partir del 29 de octubre de 1919 en
Washington, y cada uno de los Estados Miembros envió dos representantes
gubernamentales, uno de las organizaciones de empleadores y otro de las
organizaciones de trabajadores.

Se aprobaron durante dicha reunión los seis primeros convenios internacionales del
trabajo, que se referían a las horas de trabajo en la industria, al desempleo, a la
protección de la maternidad, al trabajo nocturno de las mujeres y a la edad mínima
y al trabajo nocturno de los menores en la industria.

El Consejo de Administración, órgano ejecutivo de la OIT elegido por la


Conferencia —la mitad de cuyos miembros son representantes gubernamentales,
una cuarta parte representantes de los trabajadores y la cuarta parte restante
representantes de los empleadores — eligió a Albert Thomas como primer Director
de la Oficina Internacional del Trabajo, que es la secretaría permanente de la
Organización. Albert Thomas era un político francés que demostraba un profundo
interés por los problemas sociales, y que fue miembro del Gobierno durante la guerra
como responsable en materia de municiones.

Dio un fuerte impulso a la Organización desde el primer momento.

En menos de dos años, se aprobaron 16 convenios internacionales del trabajo y 18


recomendaciones.

La OIT se estableció en Ginebra en el verano de 1920. Pronto, el celo que guió a la


Organización en sus primeros años fue atenuándose.

Algunos gobiernos opinaban que el número de convenios era excesivo, que las
publicaciones eran demasiado críticas y que el presupuesto era muy elevado.

En consecuencia, era necesario proceder a una reducción global.

Sin embargo, la Corte Internacional de Justicia declaró, a instancias del Gobierno


de Francia, que la reglamentación internacional de las condiciones de trabajo del
sector agrícola se encontraba asimismo dentro del ámbito de acción de la OIT.

En 1926 se introdujo una innovación importante: la Conferencia Internacional del


Trabajo creó un mecanismo para supervisar la aplicación de sus normas,
mecanismo que aún existe en nuestros días.

La Conferencia creó una Comisión de Expertos, compuesta por juristas


independientes y cuya misión consistía en examinar las memorias sometidas por los
gobiernos y presentar cada año su propio informe a la Conferencia.

Albert Thomas falleció repentinamente en 1932, tras haber logrado durante 13 años
que la OIT mantuviera una fuerte presencia en el mundo.

Su sucesor, el inglés Harold Butler, adjunto de Albert Thomas desde la creación de


la Organización, hubo de enfrentarse a la Gran Depresión y al consiguiente
desempleo masivo.

542
En este período, los representantes de los trabajadores y los de los empleadores
debatieron sobre el tema de la reducción del número de horas de trabajo, sin lograr
resultados apreciables.

En 1934, durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt, los Estados Unidos, que


no pertenecían a la Sociedad de Naciones, se adhirieron a la OIT en calidad de
Miembro.

En 1939, el estadounidense John Winant, antiguo Gobernador de New Hampshire y


primer director del sistema de seguridad de social de su país, que ocupaba a la
sazón el puesto de Director Adjunto de la OIT, sucedió a Harold Butler, que había
presentado su dimisión.

Su principal tarea consistió en preparar a la Organización para la guerra que ya era


inminente.

En mayo de 1940, la situación reinante en Suiza, país que se encontraba aislado y


amenazado en el centro mismo de una Europa en guerra, indujo al nuevo Director a
trasladar temporalmente la sede de la Organización a Montreal, en Canadá.

En 1941, el Presidente Roosevelt nombró a John Winant como Embajador de los


Estados Unidos en Londres, puesto en el que sustituyó a Joseph Kennedy.

En 1941, fue nombrado Director el irlandés Edward Phelan, quien conocía


perfectamente la OIT, puesto que había participado en la redacción de su
Constitución.

Había desempeñado asimismo un importante papel durante la reunión, en medio de


la Segunda Guerra Mundial, de la Conferencia Internacional del Trabajo en
Filadelfia, a la que asistieron los representantes de gobiernos, empleadores y
trabajadores de 41 países.

Los delegados aprobaron la Declaración de Filadelfia que, como anexo a la


Constitución, sigue siendo todavía la carta en la que se fijan los fines y objetivos de
la OIT.

En 1948, aún durante el mandato de Phelan, la Conferencia Internacional del


Trabajo adoptó el Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de
sindicación, 1948 (núm. 87).

En 1948 fue nombrado al frente de la OIT el estadounidense David Morse, quien


desempeñaba importantes funciones, aunque de poca notoriedad, dentro de la
administración del Presidente Harry Truman.

David Morse ocupó el cargo hasta 1970. Durante este prolongado período de 22
años, el número de Estados Miembros se duplicó, la Organización adquirió su
carácter universal, los países industrializados quedaron en minoría frente a los
países en desarrollo, el presupuesto se quintuplicó y el número de funcionarios de
multiplicó por cuatro.

En 1960, la OIT creó en su sede de Ginebra el Instituto Internacional de Estudios


Laborales y, más tarde, en 1965, el Centro Internacional de Perfeccionamiento

543
Profesional y Técnico, con sede en Turín. Por último, en 1969, la OIT recibió el
Premio Nobel de la Paz, al conmemorar su 50 aniversario.

El británico Wilfred Jenks, Director General desde 1970 hasta su fallecimiento en


1973, hubo de hacer frente a una politización de los problemas laborales debida al
enfrentamiento Este-Oeste.

En esta labor le resultó de gran utilidad su profundo conocimiento de la


Organización. De hecho, había sido coautor, junto con Edward Phelan, de la
Declaración de Filadelfia. Jurista de renombre, se constituyó en firme defensor de
los derechos humanos, del imperio de la ley, del tripartismo y de la autoridad moral
de la OIT en relación con los problemas internacionales.

Realizó una contribución muy importante al desarrollo de las normas internacionales


del trabajo y del mecanismo de supervisión de la aplicación de éstas y, de manera
muy especial, a la promoción de la libertad sindical y del derecho de sindicación.

Le sucedió en el cargo Francis Blanchard, que había sido alto funcionario del
Gobierno de Francia y había dedicado la mayor parte de su carrera profesional a la
OIT, participando activamente en el desarrollo de la cooperación técnica a gran
escala.

Diplomático y hombre de principios, desempeñó el cargo durante 15 años, de 1974


a 1989.

Cuando se produjo la crisis causada por la retirada de los Estados Unidos de la


Organización (entre 1977 y 1980), que dio lugar a una reducción del 25 por ciento
del presupuesto de la Organización, logró evitar que los daños fueran importantes.

Los Estados Unidos se reincorporaron en la Organización al iniciarse la


administración del Presidente Reagan.

Durante este período, la OIT continuó resueltamente con su labor en defensa de los
derechos humanos.

De este modo, la OIT desempeñó un papel principal en la lucha por librar a Polonia
de la dictadura, al apoyar con todas sus fuerzas la legalización del Sindicato
Solidaridad según lo dispuesto en el Convenio sobre la libertad sindical y la
protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87), ratificado por Polonia en
1957.

En 1989, Michel Hansenne, antiguo Ministro del Trabajo y de la Función Pública de


Bélgica, se convirtió en el primer Director General después del final del período de
la Guerra Fría.

Reelegido en 1993, ha señalado que su objetivo primordial es el de lograr que la OIT


entre en el siglo XXI con toda la autoridad moral, competencia profesional y eficacia
administrativa que la Organización había sido capaz de demostrar a lo largo de 75
años.

Frente a los nuevos problemas que se plantean, tiene intención de dotar a la OIT de
los medios necesarios para garantizar su plena participación en las principales

544
reuniones internacionales en materia de desarrollo económico y social, con el fin de
situar la justicia social en el centro de los debates.

A través de la política de asociación activa, ha puesto en marcha en la OIT un


proceso de mayor descentralización de las actividades y de los recursos que hasta
ahora se localizaban en Ginebra.

El 4 de marzo de 1999, Juan Somavia, abogado de profesión asumió las funciones


de Director General.

El Sr. Somavia, el noveno Director General de la OIT, ha desarrollado una extensa


y distinguida carrera en el servicio público y las relaciones internacionales, habiendo
asumido, entre otras, las funciones de presidente del Consejo Preparatorio de la
Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (celebrada en Copenhague en 1995) y
Presidente del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (de 1993 a
1994).

También ha desempeñado las funciones de Embajador de Chile y Consejero sobre


cuestiones económicas y sociales del Ministerio de Asuntos Exteriores de Chile.

El Preámbulo establece que el objetivo es propiciar la justicia social, y a través de


las condiciones de trabajo neutralizar las situaciones de abuso o de pobreza, a fin
de mejorarlas como uno de los factores que contribuirán a la paz universal, objetivo
central del Tratado en todos los planos.

La constitución de la OIT fue varias veces reformada, pero quizás el acto más
importante fue su ratificación hacia 1944 en la Declaración de Filadelfia, que
estableció además una serie de principios, a saber:

1. el trabajo no es una mercadería;


2. la libertad de expresión y de asociarse son esenciales para el
progreso constante;
3. la pobreza, en cualquier parte, constituye un peligro para la
prosperidad de todos;
4. la lucha contra la necesidad debe proseguirse con incesante
energía dentro de cada Nación y mediante un esfuerzo
internacional continuo y concertado, en el cual los
representantes de los trabajadores y de los empleadores,
colaborando en un pie de igualdad con los representantes de
los gobiernos, participen en discusiones libres y en decisiones
de carácter democrático, a fin de promover el bienestar común.

En rigor, la historia de la OIT refleja la intención efectiva de construir una


organización internacional que bregara por los derechos de los que trabajan en
relación de dependencia en cada país, con el fin de contribuir a la paz interior, paz
que era condicio sine qua non a evitar la guerra entre naciones (44) .

545
3. Principales funciones

Tradicionalmente se distinguen las siguientes funciones: consultiva, de apoyo y


cooperación técnica, de investigación y estudio, y normativa. Excepcionalmente,
interviene por vía de los comités o comisiones a fin de resolver conflictos internos.
Veamos.

a) función consultiva: es una función orientadora de la OIT a través de


todos sus instrumentos, como son verbigracia: las investigaciones,
los informes especiales, las recomendaciones y los informes a pedido
de los países miembros;
b) función de cooperación técnica: todos los países tienen un nivel
diverso de actualización respecto de su legislación laboral de modo
que es frecuente que se requieran estudios especiales para orientar
su desarrollo y proceso de cambio. Para ello se elaboran proyectos
especiales sobre formación profesional, empleo, relaciones
laborales, relaciones sindicales y legislación de fondo;
c) función normativa: es tal vez la más importante actividad de la OIT
mediante la aprobación de convenios y de recomendaciones, las
primeras de carácter obligatorio para los signatarios, las segundas de
carácter orientativo o consultivo;
d) función de investigación y estudio: sin una aplicación práctica
determinada, la OIT realiza estudios que profundizan sobre temas ya
existentes o sobre proyectos para el futuro, y los publica y difunde a
través de numerosas publicaciones e informes.
e) intervención en conflictos internos: no es una función propia de la OIT
intervenir en cuestiones internas de los países, pero a menudo se
solicita el apoyo técnico para que con ello se diriman eventuales
conflictos internos, sin que dichos informes resulten obligatorios. En
general, son sólo orientativos.

4. Estructura tripartita

Si bien la OIT estuvo relacionada con la Sociedad de las Naciones, actualmente es


un organismo internacional especializado con personalidad jurídica propia e
independiente, y se encuentra vinculado con las Naciones Unidas.

La autonomía se logró en un acuerdo suscripto en 1946.

546
Una de las características diferenciales de la OIT está dada por su estructura
tripartita, donde están representados:

1) los trabajadores a través de las organizaciones sindicales;


2) los empleadores por medio de las entidades que los nuclean;
3) los Estados miembros mediante su representación o el ministro de
Trabajo de cada país.

Esta división tripartita garantiza la intervención de las partes en forma igualitaria y


preserva el equilibrio que debe privar entre ellas.

5. Principales órganos

Los órganos permanentes de la OIT son tres, a saber:

a) la Conferencia Internacional del Trabajo(45): está constituida por los


Estados miembros que integran la Asamblea. Todos los años se
reúnen en Ginebra (Suiza) en el mes de junio.
La delegación de cada país está compuesta por cuatro miembros, dos
por el Estado miembro, uno por los trabajadores y uno por los
empleadores, y los consejeros técnicos o consultores que determine
cada una de las representaciones.
Cada representante vota en forma individual sobre las cuestiones
sometidas a revisión. En dichas votaciones se adoptan los
instrumentos más importantes de la OIT, es decir los convenios y las
recomendaciones.
b) el Consejo de Administración: es el órgano ejecutivo de la OIT y sus
miembros son elegidos cada tres años en la Conferencia
Internacional del Trabajo que se realiza en el mes de junio de cada
año, como ya mencionamos (46) .
El Consejo está compuesto por 56 miembros, divididos en 28 por el
sector gubernamental, entre los que se encuentran 10 miembros de
derecho, que corresponden a los 10 países de mayor importancia
industrial. Los 10 cargos precitados son fijos, y actualmente
corresponden a Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Japón, Italia,
Francia, Alemania, China, Brasil e India. El resto de los cargos se
eligen por medio de los delegados de la Conferencia. En cuanto a los
representantes de los trabajadores y de los empleadores, cada uno
de los dos sectores cuenta con 14 miembros.
Las funciones centrales del Consejo son: reunirse tres veces al año,
armar el orden del día de la Conferencia, tomar conocimiento de las
conclusiones y velar porque se cumplan las mismas.

547
c) la Oficina Internacional del Trabajo: es la secretaría permanente de
la OIT, y tiene su sede en Ginebra (Suiza).
La misma tiene a su cargo la elaboración de los informes que sirven de
base a la conferencia; conduce y dirige los trabajos de apoyo a los
países miembros y los proyectos de cooperación técnica; realiza una
importante actividad editorial coordinando investigaciones y
contratando expertos para que realicen estudios locales o regionales.
Los trabajos realizados son publicados por la editorial de la OIT y
difundidos en numerosos idiomas.
El director general de la Oficina es designado por el Consejo de
Administración y es el responsable de las funciones de la misma.
d) El director General: es un cargo ejecutivo a cargo de quien está toda
la estructura (47) .
e) Las oficinas Regionales: están instaladas en sendas regiones en las
que están excluidas los Estados Unidos de Norteamérica (48) , y
f) Las Direcciones Ejecutivas: el Director General dependen cinco
direcciones ejecutivas, dedicadas al diálogo social, la que brinda
apoyo a los trabajadores, el de apoyo a los empleadores (49) .

6. Comisiones y comités

La OIT desarrolla numerosas actividades relacionadas con el control de los


convenios y su implementación por parte de los países que los ratificaron y que, por
ende, se comprometieron a implementarlo en forma concreta en su derecho interno.
Al efecto existen dos órganos, a saber:

a) la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y


Recomendaciones: es un organismo técnico integrado por
especialistas, que son los que realizan el primer control sobre la
aplicación de las normas y elevan un informe con los resultados. Los
integrantes son en su mayoría juristas de reconocido prestigio y
versación en materia laboral internacional. La designación de los
mismos la hace el Consejo de Administración, a propuesta de ternas
que debe elevar el director general. Una vez elegidos los expertos se
los nombra por tres años, y sus mandatos se suelen renovar
automáticamente. La Comisión de Expertos: está integrada por un
número predeterminado de juristas que controlan y formulan
observaciones sobre la aplicación anómala o impropia de los
Convenios y las Recomendaciones (50) .
b) la Comisión de Aplicación y Convenios y Recomendaciones de la
Conferencia: es un grupo de trabajo de integración tripartita (el
Estado, los empleadores y los trabajadores) que recibe los informes

548
sobre cumplimiento de los convenios y recomendaciones de la
Comisión de Expertos, y los discute en plenarios, para finalmente
adoptar alguna recomendación, que a la vez debe someter a
aprobación en la Conferencia Internacional del Trabajo, que
recordamos se realiza una vez por año. Además existen desde 1950
dos órganos vinculados a los temas de libertad sindical, a saber:
c) la Comisión de Investigación y Conciliación en Materia de Libertad
Sindical: es un organismo dedicado a la investigación de casos
especiales. Está integrado por 9 personalidades de reconocida
capacidad y especialización, designados por el Consejo de
Administración. Esta Comisión no puede intervenir en casos de
países que no hayan suscripto los convenios sobre libertad sindical,
salvo que el gobierno de quien se trate exprese su conformidad. En
general, han podido participar en pocos casos.
d) el Comité de Libertad Sindical: es un órgano consultivo que recibe
las quejas de cualquiera de las partes (el Estado, los empleadores y
los trabajadores) sobre violaciones al ejercicio de la libertad
sindical (51) .

El Comité está compuesto por 9 miembros titulares y otros tantos como suplentes,
y se reúnen tres veces al año simultáneamente con el Consejo de Administración.

7. Los instrumentos: convenios y recomendaciones

Concepto de convenios de la OIT: son normas vinculadas al derecho del trabajo y a


ciertos temas de la seguridad social, que obligan a los países que las ratifican a
aplicar las normas en su derecho interno, informar sobre la aplicación y aceptar los
controles que disponga el organismo internacional (52) .

Concepto de recomendaciones de la OIT: son propuestas o consejos sobre temas


centrales que se interpretan como opinión indicativa, sin el deber de incorporar su
contenido al derecho interno del país que la ratifica.

Los convenios, en la mayoría de los casos, son propuestas legislativas aceptadas


y reconocidas por la comunidad internacional como razonables, y por ello los países
que los ratifican se comprometen a incorporar las normas en la legislación local. En
cambio, en los temas donde no hay consenso como para configurar un convenio, se
los suele anexar como una recomendación.
En general estos instrumentos nacen de una propuesta para que se incorpore el
tema en el orden del día a través del Consejo de Administración. La Oficina
Internacional del Trabajo es la encargada de realizar los estudios técnicos y de
elevar un informe. Se distribuyen estos informes entre los Estados miembros, en el
marco de la estructura tripartita. Cada uno de ellos podrá hacer llegar sus
observaciones a la Oficina Internacional del Trabajo, que receptará las inquietudes

549
y preparará un informe. Las decisiones son adoptadas por la Conferencia con el voto
de los dos tercios de los delegados.
En ambos casos, los instrumentos son aprobados por la Conferencia
Internacional del Trabajo en donde son sometidos a votación y, una vez aceptados,
son notificados a cada uno de los países miembros a los fines de su ratificación.

8. Aplicación de los convenios en el derecho interno

Los convenios de la OIT aprobados y ratificados por los países miembros tienen dos
caminos posibles para que sean aplicados en el derecho interno. El mismo análisis
cabe para otros tratados aprobados y/o ratificados por la representación
internacional de nuestra Cancillería siguiendo instrucciones del Poder Ejecutivo.

Algunos países, con la sola ratificación, incorporan el convenio al derecho interno


sin ningún paso intermedio y con la simple registración del mismo en lo que se dio
en llamar la teoría monista. En esta línea se enrolan España y México y la Argentina
con posterioridad a la reforma constitucional de 1994. En cualquier caso, el Estado
Argentino asume una importante responsabilidad internacional si no ratifica un
convenio internacional, cuando requería —antes de la reforma constitucional de
1994— la ratificación parlamentaria (53) .

En otros se aplica la teoría dualista (54) ,según la cual no es posible incorporar al


derecho interno los convenios de la OIT hasta tanto el Congreso o Parlamento no
haya dictado una norma expresa que así lo determine (Despontin). En esta teoría
encontramos a Canadá y Gran Bretaña.

La Corte Suprema, en el caso "Alonso, Gregorio c. Haras Los Cardos", estableció


que los convenios internacionales tienen alcance programático —o sea que no son
de aplicación inmediata— hasta tanto exista una ley que, en forma expresa, recepte
su contenido y por ende los convierta en normas imperativas dentro de nuestro
territorio nacional (55) .

Durante el gobierno constitucional del presidente Raúl Alfonsín, la Corte adhirió en


temas no laborales a la teoría monista al aceptar la vigencia por su sola ratificación
del Tratado de San José de Costa Rica, denominado Convención Americana sobre
Derechos Humanos.

La reforma de la Constitución Nacional de 1994 adhirió a la postura monista al


considerar incorporados a la Constitución ciertos tratados y al darle rango
constitucional y superior al de la ley a los tratados internacionales. En función de
ello, los tratados internacionales de los derechos humanos, por la sola aprobación
por parte del Gobierno Argentino adquieren rango constitucional. A su vez los
tratados internacionales aprobados por el Gobierno local que no sean de los

550
derechos humanos tienen rango supralegal, por lo que se ubican sobre las leyes
pero por debajo de la Constitución Nacional.

También se han considerado aplicables los tratados internacionales que resulten


supralegales y no de rango constitucional que resulten más favorables para el
trabajador a la luz de la aplicación de la norma más favorable, y que en su conjunto
sea más beneficiosa (56) .

También se distinguen los convenios o tratados internacionales (57) de jerarquía


cuasiconstitucional, con lo cual tiene algún grado de interacción con normas de
máximo rango, mientras que las normas supralegales tienen supremacía sobre la
legislación de fondo, pero deben estar claramente subordinados a las normas de la
Carta Magna.

9. Temática de los convenios

Los convenios de la OIT ratificados por la Argentina son de los más variados temas.

Entre los más importantes tenemos:

 Convenio número 87 sobre libertad sindical y protección del


derecho a la sindicalización (1948);
 Convenio número 97 sobre derechos sindicales y de
negociación colectiva (1949);
 Convenio número 141 sobre organizaciones de los
trabajadores rurales (1975);
 Convenio número 105 sobre abolición del trabajo forzoso
(1957);
 Convenio número 100 sobre el principio de igual remuneración
por trabajo de igual valor (1951);
 Convenio número 1 sobre jornada de trabajo (1919);
 Convenio número 3 sobre protección de la maternidad (1919);
 Convenio número 26 sobre métodos para la fijación de salarios
mínimos (1928).
 Convenio número 156 sobre los trabajadores con
responsabilidades familiares, (1981);
 Convenio número 150 sobre administración del trabajo (1978);
 Convenio número 154 sobre negociación colectiva, (1981);
 Convenio número 138 sobre edad mínima en el trabajo, (1973)
ratificado por nuestro país en 1996;
 Convenio número 98 sobre agencias retribuidas de colocación
revisado en 1949, ratificado en 1996.

551
9.1. La aplicación concreta de los convenios en la jurisprudencia

Si bien los Convenios de la OIT fueron siempre considerados por nuestra


jurisprudencia, los mismos no han tenido suficiente énfasis, sobre todo en los fallos
de la Corte Suprema hasta que se consolidara la actual composición de nuestro más
Alto Tribunal. El caso del Convenio 169 de la OIT relativo a la protección de los
pueblos originarios, y la mora del Gobierno Nacional en la realización del depósito
de los documentos que consolidan la ratificación, es un ejemplo de los casos
planteados en los límites entre las dos corrientes del más Alto Tribunal (58) .

En rigor, la alusión a los convenios de la OIT como normas supralegales, y


subconstitucionales, es un acontecimiento relativamente reciente. Sólo algunos
casos aislados tuvieron como respaldo dichos convenios.

Otro tanto se debe decir de los cuestionamientos de la Comisión de Expertos y de


la Comisión de Libertad Sindical de la OIT, respecto de las normas de derecho
colectivo de nuestro país, frente a una serie de denuncias, fundamentalmente
realizadas por la CTA.

Otro tanto ocurrió con la justicia del trabajo que solo refirió a los convenios y
recomendaciones de la OIT en forma marginal, o como un dato de referencia, pero
no como parte de la normativa que debería aplicarse dentro de nuestro territorio,
hasta que la reforma de 1994 de nuestra Carta Magna le concediera a los mismos
rango supralegal (59) .

En realidad, estos fallos forman parte de un proceso que no sólo tiene como base
normativa nuestro art. 75 inc. 22 CN que integra al rango constitucional los tratados
de los derechos humanos, y como de rango supralegal los demás tratados.

Es en rigor, la nueva corriente internacionalista busca elevar la dimensión de las


normas que hacen a los derechos fundamentales al primer plano del análisis dentro
de la jurisprudencia local, sin perjuicio de tener en cuenta el curso de los eventos
que surgen de los tribunales internacionales, especialmente aquellos que basan su
función y competencia en el respeto de los derechos humanos fundamentales. Este
es el caso de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuyos precedentes
están fundamentalmente dirigidos a la protección de las poblaciones autóctonas y
los denominados pueblos originarios (60) .

Los derechos humanos de las comunidades de aborígenes han volcado muchos


de los enfoques que se sostenían en base al derecho local, por la vía de los tratados
internacionales de los derechos humanos, que al poseer rango constitucional se
imponen a las reglas de fondo, con la única salvedad de que no se opongan a la
primera parte de nuestra Carta Magna.

552
Es el caso de la Convención Americana de los Derechos Humanos, y del Convenio
169 sobre poblaciones originarias de la OIT (61) .

9.1.1. El Convenio 95 de la OIT sobre "salarios"

El Convenio 95 estableció un principio antifraude en donde puntualiza que toda


prestación recibida por el trabajador del empleador apreciable y cuantificable en
dinero reviste carácter remuneratorio, sin admitir excepciones ni ninguna
aclaración (62) .

En rigor, el Convenio 95 de la OIT resulta anacrónico, ya que se aprobó en un


contexto en el cual se procuraron normas antifraude, en función del cual se
estableció que toda prestación mensurable en dinero constituía remuneración.

Sin perjuicio de ello, resulta claro que el Convenio precitado fue previo al Plenario
"Estrada" que determinó que los luncheon ticket no eran parte de la remuneración,
y también anterior a la legislación que se dictó en torno de los vales de almuerzo y
de los vales alimentarios, que mientras existieron fueron muy valorados por los
trabajadores que los recibían (alrededor de 5.000.000 de beneficiarios) y por los
empleadores, atento al tratamiento que tenían desde el punto de vista previsional y
laboral.

En rigor, los vales están hoy derogados con lo cual ese debate devino
abstracto (63) .

Por obra de eventualidades que son ya históricas, un sistemaque era perfectible,


hoy no existe, y los perjudicados son toda la comunidad laboral, que han perdido un
importante beneficio .

Sin embargo, se sigue invocando el Convenio 95 y no la derogación a los efectos


de invalidar la prestación como no remunerativa, y asignarle el carácter salarial a
todos los fines y efectos (64) .

9.1.2. El Convenio 87 98 y 132 de la OIT sobre Libertad Sindical

En el caso ATE c. Ministerio de Trabajo la Corte Suprema aplica los tratados


internacionales, y los Convenios de la OIT 87, 98 y 135 dado que considera que

553
la ley 23.551 —LAS— en su art. 41 inc. "a" es inconstitucional porque viola los
principios de libertad sindical emergentes del art. 14 bis CN y de los tratados o
convenios citados (65) .

En el texto del fallo se dice: 3º) "Que el desarrollo progresivo del que ha sido objeto
la regulación del derecho de asociación, ya previsto en la Constitución Nacional de
1853-1860 (art. 14), puso de manifiesto el doble orden de notas esenciales
contenidas en aquél, las cuales, en pareja medida, resultan decisivas para
esclarecer el sub lite. Por un lado, reveló las dos inescindibles dimensiones que
encerraba ese derecho: individual y social. Por el otro, advirtió la especificidad de la
asociación en el campo de los sindicatos, dando lugar a la profundización de la
llamada libertad sindical. De todo ello, da cuenta una sucesión ininterrumpida de
numerosos instrumentos internacionales que, desde 1994, tienen jerarquía
constitucional (Constitución Nacional, art. 75.22, segundo párrafo). Así, para abril de
1948, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre previó que
'[t]oda persona tiene el derecho de asociarse [...] para promover, ejercer y proteger
sus intereses legítimos de orden [...] sindical' (art. XXIII), al tiempo que, pocos meses
después, la Declaración Universal de Derechos Humanos sumó a la norma general
de su art. 20: libertad de 'asociación' (pacífica) y prohibición de pertenencia
obligatoria a una asociación, la del art. 23.4: '[t]oda persona tiene derecho a fundar
sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses'. Siguieron a estos
antecedentes, los dos Pactos Internacionales de 1966. El relativo a Derechos Civiles
y Políticos, según el cual, '[t]oda persona tiene derecho a asociarse libremente con
otras, incluso el derecho a fundar sindicatos y afiliarse a ellos para la protección de
sus intereses' (art. 22.1); y el concerniente a Derechos Económicos, Sociales y
Culturales que, de manera estrechamente vinculada con la temática sub discussio ,
reconoció el derecho de toda persona 'a fundar sindicatos y a afiliarse al de su
elección, con sujeción únicamente a los estatutos de la organización
correspondiente, para promover y proteger sus intereses económicos y sociales'
(art. 8.1.a). La Convención Americana sobre Derechos Humanos, a su hora (1969),
estableció que todas las personas 'tienen derecho a asociarse libremente con fines
[...] laborales [...]' (art. 16.1). Por cierto, se emplaza en medio de este decurso el
art. 14 bis de la Constitución Nacional, introducido en 1957, que prevé la
'organización sindical libre y democrática', sobre lo cual se volverá infra ". "Más aún,
bajo variadas modalidades, los citados instrumentos internacionales establecieron,
al modo previsor del art. 14 bis, marcados ámbitos de libertad sindical. De esta
suerte, el art. 8º del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, enunció el 'derecho de los sindicatos a funcionar sin obstáculos y sin
otras limitaciones que las que prescriba la ley y que sean necesarias en una
sociedad democrática en interés de la seguridad nacional o del orden público, o para
la protección de los derechos y libertades ajenos' (inc. 1.c). Además de ello, su
inc. 3º se hizo eco, preceptivamente, de un hito mayúsculo del historial antes
reseñado, al disponer que '[n]ada de lo dispuesto en este artículo autorizará a los
Estados Partes en el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo de 1948
relativo a la libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación a adoptar
medidas legislativas que menoscaben las garantías previstas en dicho Convenio o
a aplicar la ley en forma que menoscabe dichas garantías'. El Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, de su lado, mediante el art. 22.2 y 3, se expresó en
términos sustancialmente análogos a los del antedicho art. 8.1, y compartió ad
litteram el inc. 3º de éste. La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en
su oportunidad, siguió puntualmente los mencionados arts. 8.1 y 22.2 (art. 16.2). Y
todavía pueden sumarse a estos preceptos, diversos enunciados del art. 8º del

554
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo de San
Salvador, 1988), de jerarquía supralegal (Constitución Nacional, art. 75.22, primer
párrafo), como el 'derecho de los trabajadores a organizar sindicatos y a afiliarse al
de su elección, para la protección y promoción de sus intereses' (art. 8.1.a), la
prohibición de la pertenencia compulsiva a un sindicato (art. 8.3), y la reiteración del
art. 16.2 de la Convención Americana (art. 8.2)".

Se enfatiza luego, respecto de las reglas, adhesión y Convenios de la OIT al


expresar: "5º) Que lo expuesto en el considerando que antecede, muestra con
elocuencia que la libertad de asociación sindical remite muy particularmente al ya
recordado Convenio Nº 87, de lo cual es ejemplo la sentencia de esta Corte recaída
en el caso Outón (Fallos: 267:215, 223 - 1967). Esto es así, por un cúmulo de
razones. El Convenio, además de haber sido ratificado por la Argentina (en 1960) y
estar claramente comprendido en la citada Declaración de la OIT relativa a los
Principios y Derechos Fundamentales del Trabajo, ha sido hecho propio, de acuerdo
con lo ya señalado, por dos tratados con jerarquía constitucional". "A este respecto,
resulta nítida la integración del Convenio Nº 87 al Pacto contenido o de privarlo de
todo efecto útil, lo cual constituye un método poco recomendable de exégesis
normativa (Madorrán c. Administración Nacional de Aduanas, Fallos: 330:1989,
2001/2002 - 2007). Análoga conclusión surge del criterio del Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, al recomendar a los Estados, en repetidas
oportunidades, que adecuen su legislación al Convenio Nº 87 (v. Concluding
Observations: Australia, 31/8/2000, E/C.12/1 Add. 50, párr. 29; Concluding
Observations: Germany, 31-8-2001, E/C.12/1/Add. 68, párr. 22, y Concluding
Observations: Japan, 21-8-2001, E/C.12/1/Add. 67, párrs. 21 y 48, entre otras). Del
mismo modo corresponde discurrir en orden al ya transcripto art. 22.3 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (v. Nowak, Manfred, Covenant on Civil
and Political Rights. CCPR Commentary, Kehl/Estrasburgo/ Arlington, N.P. Engel,
1993, p. 400). Y aun se debe agregar a estos dos instrumentos, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, a poco que se repare en la aplicación que ha
hecho del Convenio Nº 87 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Caso
Huilca Tecse vs. Perú, fondo, reparaciones y costas, sentencia del 3/3/2005, Serie
C Nro. 121, párr. 74). "El Convenio Nº 87, según sus considerandos, se inspira en
los principios y valores de la Constitución de la OIT y de la Declaración de Filadelfia,
supra indicados. Con ese sustento, dispone que todo Miembro de la Organización
para el cual esté en vigor, "se obliga a poner en práctica" determinadas
"disposiciones" (art. 1º), entre las que se destacan, para el presente caso, que "los
trabajadores [...], sin ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho
de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse
a estas organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos de las
mismas" (art. 2º), así como, que las "organizaciones de trabajadores [...] tienen el
derecho de redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir
libremente sus representantes, el de organizar su administración y sus actividades
y el de formular su programa de acción". Por otro lado, así como las "autoridades
públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este derecho
o a entorpecer su ejercicio legal" (art. 3.2), la "legislación nacional no menoscabará
ni será aplicada de suerte que menoscabe las garantías previstas por el presente
Convenio" (art. 8.2). Todo Miembro, añade, también "se obliga a adoptar todas las
medidas necesarias y apropiadas para garantizar a los trabajadores [...] el libre
ejercicio del derecho de sindicación" (art. 11). El término "organización", aclara el

555
art. 10, significa "toda organización de trabajadores que tenga por objeto fomentar y
defender los intereses de los trabajadores [...]".

En lo que hace a las observaciones de la OIT al establecer que la ley 23.551 no


respeta los principios de la democracia sindical y ni de la libertad sindical individual
ni colectiva, en el fallo se agrega: "8º) Que este orden conceptual se corresponde
con la interpretación del Convenio Nº 87 y la labor de dos órganos de control
internacional de la OIT. Por un lado, el Comité de Libertad Sindical —creado por el
Consejo de Administración de la OIT en su 117ª reunión de noviembre de 1951—,
destinado al examen de las alegaciones relativas a la violación de la libertad sindical
(Compendio normativo aplicable al Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo, adoptado por el Consejo en su 292ª reunión, marzo de
2005, anexos I y II). Por el otro, la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios
y Recomendaciones de la OIT —instituido por resolución adoptada por la
Conferencia Internacional del Trabajo en su octava reunión (1926)—, que ejerce el
control regular de la observancia por los Estados Miembros de las obligaciones
derivadas de los convenios que han ratificado (Manual sobre procedimientos en
materia de convenios y recomendaciones internacionales del trabajo, Sección VI).
De estas fuentes, por lo demás, hizo mérito la Corte Interamericana de Derechos
Humanos tant o en Huilca Tecse (cit., párr. 75) cuanto en Baena (cit., párrs. 157,
164 y 165). Y tampoco ha faltado la oportunidad para que el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales exhortara a un Estado a que revise su legislación
laboral con vistas a adaptarla a las observaciones de la Comisión de Expertos
relativas al Convenio Nº 87 (vgr.: Concluding Observations: Malta, 26/11/2004,
E/C.12/1/ Add. 101, párr. 35, y Concluding Observations: Poland, 29/11/2002,
E/C/C.12./1/Add. 82, párr. 44). Más todavía, ya en 1989, al formular sus
observaciones sobre la ley 23.551, la Comisión de Expertos advirtió que no parecía
estar en conformidad con el Convenio Nº 87 la disposición de aquélla, conforme a
la cual, 'las funciones de representante de los trabajadores en la empresa sólo
pueden ser ejercidas por los miembros de [las] organizaciones que poseen la
personería gremial', al paso que recordó: 'cuando [...] el legislador confiere a los
sindicatos reconocidos, que de hecho son los más representativos, ciertos
privilegios relativos a la defensa de los intereses profesionales [...], la concesión de
tales privilegios no debe estar subordinada a condiciones de tal naturaleza que
influyese indebidamente en la elección por los trabajadores de la organización a la
que desean afiliarse' (Observación individual sobre el Convenio Nº 87, Libertad
sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948, Argentina (ratificación:
1960), 1989). Estos criterios de la mentada Comisión resultan, indudablemente, del
todo concordes con los del Comité de Libertad Sindical: si bien a la luz de la
discusión del proyecto de Convenio Nº 87 y de la Constitución de la OIT (art. 5.3),
'el simple hecho de que la legislación de un país establezca una distinción entre las
organizaciones sindicales más representativas y las demás organizaciones
sindicales no debería ser en sí criticable', es 'necesario' que la distinción no tenga
como consecuencia 'conceder a las organizaciones más representativas [...]
privilegios que excedan de una prioridad en materia de representación en las
negociaciones colectivas, consultas con los gobiernos, o incluso en materia de
designación de los delegados ante organismos internacionales'. En otras palabras,
la distinción no debería 'privar a las organizaciones sindicales, que no hayan sido
reconocidas como las más representativas, de los medios esenciales para defender
los intereses profesionales de sus miembros, ni del derecho de organizar su gestión
y su actividad y de formular su programa de acción, previsto por el Convenio Nº 87'
(Libertad sindical: Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad

556
Sindical del Consejo de Administración de la OIT, Ginebra, OIT, 4ª ed. revisada,
19 96, párr. 309)". — Ricardo Luis Lorenzetti. — Elena I. Highton de Nolasco. —
Carlos S. Fayt. — Enrique Santiago Petracchi. — Juan Carlos Maqueda. — E. Raúl
Zaffaroni.

En el caso "Rossi" la Corte Suprema la Procuración dice: "En el recurso


extraordinario la quejosa reprocha arbitrariedad en la sentencia por entender que
incurre en una exégesis inadecuada de la ley 23.551, con lo que vulnera las
garantías contenidas en los arts. 14 bis de la Constitución Nacional; XXII de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; 23.4 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos; 16.1 del Pacto de San José de Costa
Rica; 8.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y
22 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, todos con rango
constitucional de acuerdo a lo prescripto por el art. 75, inc. 22, de la Carta Magna".
Agrega luego: "A mayor abundamiento, cabe recordar que la tutela sindical con
rango constitucional no se agota en el art. 14 bis de la Constitución Nacional, porque
esa manda se vio fortalecida por la singular protección reconocida a toda persona
trabajadora en textos internacionales de derechos humanos que cuentan con
jerarquía constitucional (cf. Fallos: 327:3753, etc.); a lo que se agrega lo establecido
en numerosos convenios de la OIT —como los nros. 87, 98 y 135— donde se
vislumbra una protección especial contra los hechos de discriminación sindical
dirigida a los trabajadores, trátese o no de representantes gremiales, y a la actividad
sindical desarrollada por los representantes en el marco del establecimiento o
empresa" (66) .

Dentro del fallo se dice luego: "Que a los fines de esclarecer el agravio indicado, es
preciso asentar dos premisas. La primera de éstas, reside en la doctrina
constitucional expuesta por esta Corte el 11 de noviembre de 2008 en el caso
'Asociación Trabajadores del Estado c. Ministerio de Trabajo' (Fallos: 331:2499), al
que cabe remitir en razón de brevedad. En efecto, según fue juzgado en esa
oportunidad, la libertad sindical o, en otros términos, la 'organización sindical libre y
democrática', es un principio arquitectónico que sostiene e impone la Constitución
Nacional mediante su art. 14 bis, y por vía de un muy comprensivo corpus iuris con
jerarquía constitucional, proveniente del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos contenido en su art. 75.22, segundo párrafo: Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre (art. XXII), Declaración Universal de Derechos
Humanos (arts. 20 y 23.4); Convención Americana sobre Derechos Humanos
(art. 16); Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 22.1/3) y Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 8.1.a y c, y 3). El
precedente también destacó cómo estos dos últimos pactos de 1966 se hicieron
eco, preceptivamente, del Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) relativo a la libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación, sobre
el cual se volverá infra (considerando 6). Y no dejó de tomar en consideración, a su
vez, el art. 8º del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo de
San Salvador), de jerarquía superior a las leyes (Constitución Nacional, art. 75.22,
primer párrafo)". "Con base en ello, el Tribunal entendió que el art. 41.a de la ley
23.551 resultaba inconstitucional, en la medida en que concedía a los sindicatos que
ostentan el carácter de más representativos, privilegios que excedían de una
prioridad en materia de representación en las negociaciones colectivas, en la
consulta por las autoridades y en la designación de los delegados ante los
organismos internacionales, en detrimento de la actividad de los sindicatos

557
simplemente inscriptos que compartían con aquéllos, total o parcialmente, el mismo
ámbito de actuación".

En función de estos precedentes es posible que la justicia laboral imponga el


otorgamiento de personería gremial a otro gremio representativo en los mismos
ámbito personal y territorial, ya que la exclusividad en un único gremio es contrario
al Convenio 87 de la OIT. Puede ser el comienzo de un subsistema plural o de
pluralidad sindical contra legem , en función de la aplicación del convenio
aludido (67) .

9.1.3. La aplicación de los Tratados Internacionales en el caso "Aquino"

En el caso "Aquino" la Corte Suprema volvió a fundamentar la inconstitucionalidad


del art. 39 de la Ley de Riesgos del Trabajo que limitaba la alternativa de recurrir al
Código Civil al damnificado o a los causahabientes de un evento dañoso laboral.

En el texto del fallo se hacen numerosas alusiones a la violación del art. 14 bis CN
y a los tratados internacionales (68) .

En efecto, al respecto se dice: "El Pacto Internacional de Derechos Económicos,


Sociales y Culturales (PIDESC) es asaz concluyente al respecto, pues su art. 7º
preceptúa: "Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda
persona al goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias que le
aseguren en especial: [...] a.ii) Condiciones de existencia dignas para ellos y para
sus familias [...]; b) La seguridad y la higiene en el trabajo". A ello se suma el art. 12,
relativo al derecho de toda persona al "disfrute del más alto nivel posible de salud
física y mental", cuando en su inc. 2º dispone: "Entre las medidas que deberán
adoptar los Estados Partes en el Pacto a fin de asegurar este derecho, figurarán las
necesarias para [...] b. El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene del
trabajo [...]; c. La prevención y el tratamiento de las enfermedades [...]
profesionales". El citado art. 7.b del PIDESC, corresponde subrayarlo, implica que,
una vez establecida por los estados la legislación apropiada en materia de seguridad
e higiene en el trabajo, uno de los más cruciales aspectos sea la reparación a que
tengan derecho los dañados (Craven, Matthew, The International Covenant on
Economic, Social and Cultural Rights, Oxford, Clarendom, 1998, p. 242). Añádense
a este listado de normas internacionales con jerarquía constitucional, por un lado,
las relativas a la específica protección de la mujer trabajadora contenidas en la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer, como son, más allá de las previstas en cuanto a la discriminación respecto
del trabajador masculino, vgr., el art. 11, que impone la "salvaguardia de la función
de reproducción" (inc. 1.f), y que obliga al Estado a prestar "protección especial a la
mujer durante el embarazo en los tipos de trabajos que se haya probado pueden
resultar perjudiciales para ella" (inc. 2.d). Por el otro, no puede ser pasada por alto
la protección especial del niño trabajador, claramente dispuesta en el art. 32 de la
Convención sobre los Derechos del Niño, y de manera general, en el art. 19 de la

558
Convención Americana sobre Derechos Humanos. En este orden de ideas, cuadra
poner de relieve la actividad del Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, por cuanto constituye el intérprete autorizado del PIDESC en el plano
internacional y actúa, bueno es acentuarlo, en las condiciones de vigencia de éste,
por recordar los términos del art. 75, inc. 22, de la Constitución Nacional. Dicha
actividad es demostrativa de la gran importancia que el PIDESC reconoce a la
protección del trabajador víctima de un accidente laboral. Por ejemplo, no ha faltado
en el seno de ese órgano la censura a la New Zealand Accident Rehabilitation and
Compensation Insurance Act de 1992, en cuanto ponía en cabeza del trabajador
víctima de un accidente una parte del costo del tratamiento médico (Comisionado
Simma, Summary record of the 25th meeting: New Zealand. 22/12/1993, E/C.12/
1993/SR. 25, párr. 17). A su vez, las Directrices relativas a la Forma y el Contenido
de los Informes que deben presentar los Estados Partes, elaboradas por el citado
Comité, requieren que éstos den cuenta de las disposiciones legales,
administrativas o de otro tipo, que prescriban condiciones mínimas de seguridad e
higiene laborales, y proporcionen los datos sobre el número, frecuencia y naturaleza
de accidentes (especialmente fatales) o enfermedades en los últimos 10 y 5 años,
comparándolos con los actuales (HRI/GEN/2, 14-4-2000, párr. 16.a y b). Agrégase
a ello, que no son escasas las advertencias y recomendaciones del mencionado
órgano internacional, dirigidas a los países en los que las leyes de seguridad en el
trabajo no se cumplen adecuadamente, de lo que resulta un número relativamente
elevado de accidentes laborales tanto en el ámbito privado como en el público (vgr.,
Observaciones finales al tercer informe periódico de Polonia, E/C.12/Add.26, 16-6-
1998). Respecto de nuestro país, el Comité mostró su inquietud con motivo de la
"privatización de las inspecciones laborales", y por el hecho de que "a menudo las
condiciones de trabajo [...] no reúnan las normas establecidas". De tal suerte, lo instó
"a mejorar la eficacia de las medidas que ha tomado en la esfera de la seguridad y
la higiene en el trabajo [...], a hacer más para mejorar todos los aspectos de la
higiene y la seguridad ambientales e industriales, y a asegurar que la autoridad
pública vigile e inspeccione las condiciones de higiene y seguridad industriales"
(Observaciones finales al segundo informe periódico de la República Argentina,
1/12/1999, E/C.12/1/Add.38, párrs. 22 y 37). Cabe acotar que, ya en las
Observaciones que aprobó el 8 de diciembre de 1994, este órgano había advertido
a la Argentina "que la higiene y la seguridad en el lugar de trabajo se encuentran
frecuentemente por debajo de las normas establecidas", por lo que también había
instado al Gobierno "a que analice los motivos de la falta de eficacia de sus
iniciativas de seguridad e higiene en los lugares de trabajo y a que haga más
esfuerzos para mejorar todos los aspectos de la higiene y la seguridad
medioambiental y laboral" (E/C.12/1994/ 14, párrs. 18 y 21). Desde otro punto de
vista, el ya mencionado principio protectorio del art. 14 bis guarda singular concierto
con una de las tres obligaciones que, según el Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, impone el PIDESC al Estado ante todo derecho humano: la
de "proteger", por cuanto requiere que este último "adopte medidas para velar que
las empresas o los particulares" no priven a las personas de los mentados derechos
(v. Observación General N° 12. El derecho a una alimentación adecuada (art. 11),
1999; N° 13. El derecho a la educación (art. 13), 1999; N° 14. El derecho al disfrute
del más alto nivel posible de salud (art. 12), 2000, y N° 15. El derecho al agua
(arts. 11 y 12), 2002, HRI/GEN/1/Rev.6, ps. 73 —párr. 15—, 89 —párr. 50—, 104 —
párr. 35— y 123 —párrs. 23/24—, respectivamente). En línea con lo antedicho, no
huelga recordar los más que numerosos antecedentes que registra el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos respecto de las llamadas "obligaciones
positivas" de los estados, que ponen en cabeza de éstos el deber de "garantizar el

559
ejercicio y disfrute de los derechos de los individuos en relación con el poder, y
también en relación con actuaciones de terceros particulares" (v., entre otros: Corte
Interamericana de Derechos Humanos, Condición jurídica y Derechos Humanos del
Niño, Opinión Consultiva OC-17/2002, 28/8/2002, Informe anual de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos 2002, San José, 2003, ps. 461/462, párr. 87
y sus citas). Más aún; en el terreno de las personas con discapacidad, en el que se
insertan, naturalmente, las víctimas de infortunios laborales, el PIDESC exige
"claramente que los gobiernos hagan mucho más que abstenerse sencillamente de
adoptar medidas que pudieran tener repercusiones negativas" para dichas
personas. "En el caso de un grupo tan vulnerable y desfavorecido, la obligación
consiste en adoptar medidas positivas para reducir las desventajas estructurales y
para dar trato preferente apropiado a las personas con discapacidad, a fin de
conseguir los objetivos de la plena realización e igualdad dentro de la sociedad para
todas ellas", máxime cuando la del empleo "es una de las esferas en las que la
discriminación por motivos de discapacidad ha sido tan preeminente como
persistente. En la mayor parte de los países la tasa de desempleo entre las personas
con discapacidad es de dos a tres veces superior a la tasa de desempleo de las
personas sin discapacidad" (Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, Observación General N° 5. Las personas con discapacidad, 1994,
HRI/GEN/1/Rev. 6, ps. 30 —párr. 9— y 33 —párr. 20—).

Se agrega luego, en función de lo que para la Corte Suprema fue un retroceso en la


protección de los derechos del trabajador: "Que, desde otro ángulo, es un hecho
notorio que la LRT, al excluir la vía reparadora del Código Civil eliminó, para los
accidentes y enfermedades laborales, un instituto tan antiguo como este último (v.
Fallos: 123:379), que los cuerpos legales específicos no habían hecho más que
mantener, como fue el caso de la ley 9688 de accidentes del trabajo, sancionada en
1915 (art. 17). Ahora bien, este retroceso legislativo en el marco de protección,
puesto que así cuadra evaluar a la LRT según lo que ha venido siendo expresado,
pone a ésta en grave conflicto con un principio arquitectónico del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos en general, y del PIDESC en particular. En
efecto, este último está plenamente informado por el principio de progresividad,
según el cual, todo Estado Parte se 'compromete a adoptar medidas [...] para lograr
progresivamente [...] la plena efectividad de los derechos aquí reconocidos'
(art. 2.1). La norma, por lo pronto, 'debe interpretarse a la luz del objetivo general,
en realidad la razón de ser, del Pacto, que es establecer claras obligaciones para
los Estados Partes con respecto a la plena efectividad de los derechos de que se
trata'. Luego, se siguen del citado art. 2.1 dos consecuencias: por un lado, los
Estados deben proceder lo 'más explícita y eficazmente posible' a fin de alcanzar
dicho objetivo; por el otro, y ello es particularmente decisivo en el sub lite , 'todas las
medidas de carácter deliberadamente retroactivo a este respecto requerirán la
consideración más cuidadosa, y deberán justificarse plenamente con referencia a la
totalidad de los derechos previstos en el Pacto y en el contexto del aprovechamiento
pleno del máximo de los recursos de que se disponga' (Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, Observación General N° 3. La índole de las
obligaciones de los Estados Partes, párr. 1 del art. 2º del Pacto, 1990,
HRI/GEN/1/Rev. 6, p. 18, párr. 9; asimismo: Observación General N° 15, cit., p. 122,
párr. 19, y específicamente sobre cuestiones laborales: Proyecto de Observación
General sobre el derecho al trabajo (art. 6°) del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, presentado por Phillipe Texier, miembro del
Comité, E/C12.2003/7, p. 14, párr. 23). Más todavía; existe una 'fuerte presunción'
contraria a que dichas medidas regresivas sean compatibles con el tratado (Comité

560
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Observación General N° 14 y N°
15, cits., ps. 103 —párr. 32— y 122
—párr. 19—, respectivamente), sobre todo cuando la orientación del PIDESC no es
otra que 'la mejora continua de las condiciones de existencia', según reza,
preceptivamente, su art. 11.1. El mentado principio de progresividad, que también
enuncia la Convención Americana sobre Derechos Humanos precisamente respecto
de los derechos económicos y sociales (art. 26), a su vez, ha sido recogido por
tribunales constitucionales de diversos países. Así, vgr., la Corte de Arbitraje belga,
si bien sostuvo que el art. 13.2.c del PIDESC no tenía efecto directo en el orden
interno, expresó: 'esta disposición, sin embargo, se opone a que Bélgica, después
de la entrada en vigor del Pacto a su respecto [...], adopte medidas que fueran en
contra del objetivo de una instauración progresiva de la igualdad de acceso a la
enseñanza superior...' (Arrêt n° 33792, 7-5-1992, IV, B.4.3; en igual sentido: Arrêt
n° 40/94, 19-5-1994, IV, B.2.3). Este lineamiento, por cierto, es el seguido por el
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales al censurar, por ejemplo, el
aumento de las tasas universitarias, dado que el art. 13 del PIDESC pide por lo
contrario, esto es, la introducción progresiva de la enseñanza superior gratuita
(Observaciones finales al tercer informe periódico de Alemania, 2/12/1998,
E/C.12/1/Add.29, párr. 22)".

En efecto, la norma invalidada por inconstitucional afectaba derechos esenciales de


la persona y la dignidad del trabajador: "11) Que la exclusión y eximición sub
discussio impuestas por la ley de 1995, también terminan mortificando el
fundamento definitivo de los derechos humanos, enunciado desde hace más de
medio siglo por la Declaración Universal de Derechos Humanos: la dignidad del ser
humano, que no deriva de un reconocimiento ni de una gracia de las autoridades o
poderes, toda vez que resulta 'intrínseca' o 'inherente' a todas y cada una de las
personas humanas y por el solo hecho de serlo (Preámbulo, primer párrafo, y art. 1º;
asimismo, PIDESC, Preámbulo, primer párrafo; Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, ídem y art. 10.1, y Convención Americana sobre Derechos
Humanos, Preámbulo, párrafo segundo y arts. 5.2 y 11.1, entre otros instrumentos
de jerarquía constitucional). Fundamento y, a la par, fuente de los mentados
derechos pues, según lo expresa el PIDESC, los derechos en él enunciados 'se
desprenden' de la dignidad inherente a la persona humana (Preámbulo, segundo
párrafo; en iguales términos: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
Preámbulo, segundo párrafo. Ver asimismo: Convención Americana sobre Derechos
Humanos, Preámbulo, párrafo segundo). Por demás concluyente es este último
tratado de raíz continental: ninguna de sus disposiciones puede ser interpretada en
el sentido de 'excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano
[...]' (art. 29.c), así como también lo es la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre: 'Considerando: Que los pueblos americanos han dignificado
la persona humana y que sus constituciones nacionales reconocen, que las
instituciones jurídicas y políticas, rectoras de la vida en sociedad, tienen como fin
principal la protección de los derechos esenciales del hombre y la creación de
circunstancias que le permitan progresar materialmente y alcanzar la felicidad...'
(primer párrafo). Protección de la dignidad del hombre que, inserta en el texto
constitucional de 1853-1860, como será visto en el considerando siguiente, ha
recibido un singular énfasis si se trata del trabajador, por vía del art. 14 bis: las leyes
asegurarán a éste condiciones 'dignas' de trabajo. Incluso el trabajo digno del que
habla el PIDESC es sólo aquel que respeta los derechos fundamentales de la
persona humana y los derechos de los trabajadores, entre los cuales 'figura el
respeto de la integridad física y moral del trabajador en el ejercicio de su actividad'

561
(v. Proyecto de Observación General sobre el derecho al trabajo (art. 6°)..., cit., p. 5,
párr. 8º)".

En la síntesis final, el art. 39 inc. 1º de la LRT afectaba el principio de igualdad,


discriminando en forma arbitraria al trabajador respecto de los derechos de cualquier
ciudadano que no lo fuera, de recurrir al Código Civil, a los fines de lograr la
reparación integral (69) .

Siguiendo ese temperamento, la ley 26.773 que reformó la LRT rehabilitó el acceso
irrestricto a la vía del derecho común, pero como una opción excluyente entre dicha
vía y la especial originada en la misma ley.

9.1.4. La aplicación de los Tratados Internacionales en el caso "Vizzoti"

En el caso "Vizzoti" sobre el carácter confiscatorio del tope de la indemnización por


despido incausado, también la Corte se fundamenta principalmente en los Tratados
Internacionales (70) .

En efecto, se dice que: "A su turno, la incorporación del art. 14 bis a la Constitución
Nacional tradujo ese ritmo en deberes 'inexcusables' del Congreso a fin de 'asegurar
al trabajador un conjunto de derechos inviolables, entre los que figura, de manera
conspicua, el de tener protección contra el despido arbitrario' (Fallos: 252:158, 161,
considerando 3°). Su 'excepcional significación, dentro de las relaciones económico-
sociales existentes en la sociedad contemporánea, hizo posible y justo' que a las
materias sobre las que versó el art. 14 bis 'se les destinara la parte más relevante
de una reforma constitucional' (ídem, p. 163, considerando 7° y sus citas). 10. Que
sostener que el trabajador es sujeto de preferente atención constitucional no es
conclusión sólo impuesta por el art. 14 bis, sino por el renovado ritmo universal que
representa el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que cuenta con
jerarquía constitucional a partir de la reforma constitucional de 1994 (Constitución
Nacional, art. 75, inc. 22). Son pruebas elocuentes de ello la Declaración Universal
de Derechos Humanos (arts. 23/25), la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre (art. XIV), el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (arts. 6º y 7º), a lo que deben agregarse los instrumentos
especializados, como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (art. 11) y la Convención sobre los Derechos del Niño
(art. 32). Al respecto, exhibe singular relevancia el art. 6º del citado pacto pues, en
seguimiento de la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 23.1), enuncia
el 'derecho a trabajar' (art. 6.1), comprensivo del derecho del trabajador a no verse
privado arbitrariamente de su empleo, cualquiera que sea la clase de éste. Así surge,
por otro lado, de los trabajos preparatorios de este tratado (v. Craven, Matthew, The
International Covenant on Economic, Social and Cultural Rights, Oxford, Clarendom,
1998, ps. 197 y 223). Derecho al trabajo que, además de estar también contenido
en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. XIV) y en
la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de

562
Discriminación Racial (art. 5.e.i), debe ser considerado "inalienable de todo ser
humano" en palabras expresas de la Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer (art. 11.1.a)".

9.1.5. El caso "Alvarez Maximiliano" por discriminación antisindical

En el caso "Alvarez, Maximiliano y otros c. CENCOSUD" aplica la ley 23.592 contra


la discriminación arbitraria, en la que se invalida el acto —en este caso un despido
incausado— en función de que los trabajadores estaban constituyendo un sindicato
de personal jerárquico, y demostraron que el despido respondió a dicha
circunstancia.

A su vez, se hace referencia al Convenio 158 de la OIT no ratificado por nuestro


país,y a las normas internacionales contra la discriminación utilizando como recurso
el despido por una causal encubierta o sin invocar causa, cuando en rigor existe una
de naturaleza ilegal e ilícita en cuando que procura neutralizar o anular derechos
fundamentales como el prevenido en el art. 14 bis primer párrafoin fine, que le
concede a los trabajadores el derecho a crear organizaciones sindicales libres y
democráticas con el único requisito de la simple inscripción en un registro
especial (71).

V. EL MERCOSUR, EL NAFTA Y EL MERCADO COMÚN EUROPEO

Los acuerdos y tratados que fijaron zonas de libre comercio, o mercados comunes,
tienen una importante problemática laboral, relacionada con los siguientes temas:

a) migraciones de trabajadores entre los países miembros: se propicia


la libre circulación, bajo ciertas condiciones, de los trabajadores de
los países miembros de las empresas que operan en el área;
b) migraciones de trabajadores de otros países: se fijan pautas y
restricciones en materia de migraciones de trabajadores de países
ajenos al acuerdo;
c) sistemas de reciprocidad en materia jubilatoria: se procura
compatibilizar los sistemas jubilatorios o, en su caso, que los
trabajadores de cada país puedan continuar con su propio plan a
pesar de que transiten o trabajen para las empresas de los países
miembros en distintos países.

563
d) sistemas de complementación en asistencia a la salud: se trata de
armonizar el sistema de asistencia a la salud del trabajador con
independencia del país en donde esté prestando los servicios dentro
de los que son miembros;
e) régimen de accidentes de trabajo: se trata de asegurar la cobertura
entre los países miembros de modo que cualquier trabajador —con
independencia del lugar en donde se encuentre— esté alcanzado por
un plan completo de salud.

VI. EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO DEL TRABAJO

El derecho internacional privado del trabajo es el que suele plantearse frente a la


existencia de un caso mixto, donde se combinan elementos locales y otros de otra
nación, en el marco de las relaciones individuales o colectivas del trabajo (72) .

Al detenernos en el marco del Derecho Internacional Privado del Trabajo debemos


reparar en la postura que adopta nuestra LCT que en el art. 3º (ley 21.297)
establece:

Art. 3° — Ley aplicable.


Esta ley regirá todo lo relativo a la validez, derechos y
obligaciones de las partes, sea que el contrato de
trabajo se haya celebrado en el país o fuera de él; en
cuanto se ejecute en su territorio.

En rigor, se plantean varios temas en forma simultánea cuando se trata de casos


que debemos denominar "mixtos" en el sentido de que tienen componentes locales
y extranjeros, o elementos de por lo menos dos países. El primero es el derecho
aplicable, y el segundo es el juez competente para entender los casos mixtos, o sea
los que tienen componentes de por lo menos dos países (73) .

Si tenemos en cuenta las normas procesales laborales internas, la competencia


territorial del juez dependerá del trabajador ante un reclamo laboral, quien podrá
elegir entre:

1. el juez del lugar del trabajo;


2. el del lugar de celebración del contrato;
3. el del domicilio del demandado;
4. lo determinado en los tratados internacionales sobre
jurisdicción y competencia (74) ;
5. Si bien estas normas son de carácter interno, se ha entendido
que se aplican de manera analógica a los casos de jurisdicción
internacional.

564
De cumplirse alguna de estas condiciones, entonces el juez se declarará
competente para entender en el asunto planteado (75) .

El contrato de trabajo escrito, sin embargo, podría prever una determinada prórroga
de jurisdicción. En líneas generales, se puede concluir que la jurisprudencia ha
considerado válida la prórroga de jurisdicción contemplada en un contrato de
trabajo.

Sin embargo, calificada doctrina ha entendido que esta prórroga no puede


considerarse irrestricta; por el contrario, la cláusula de prórroga de jurisdicción se
considerará ineficaz si:

 es lesiva a los intereses y derechos fundamentales del


trabajador;
 y/o si no responde a alguna de las alternativas que otorga la ley
procesal argentina.

Si bien estamos resolviendo las cuestiones en forma simplista, cabe puntualizar que
el contrato de trabajo y su ejecución se rigen por el lugar en donde se desarrollaron
ambos. A su vez, respecto del juez competente, en principio es el lugar donde se
genera el conflicto.

Como veremos, el derecho aplicable es el del lugar de ejecución, pero el trabajador


puede pactar que se aplique el derecho local cuando fuere más beneficioso que el
derecho del lugar de ejecución. .

1. El principio general de la lex loci executionis

El marco legal del tratamiento de los temas está centrado en primer término en el
art. 3º (LCT) enuncia el principio "lex loci executionis" que puntualiza que la LCT
regirá en todo lo relativo a la validez, derechos y obligaciones, si el contrato se
celebró dentro o fuera del país, en la medida que se ejecute dentro de nuestro
territorio.

En rigor, es una norma demasiado escueta que sólo plantea en los casos mixtos el
contrato celebrado fuera del país, que se ejecuta en el nuestro, en cuyo caso se
aplica la norma del lugar de ejecución, como no lo podía haber expresado de otro
modo.

Habrá que aclarar por lo pronto, que un contrato celebrado fuera de la Argentina, y
por ende en otro país, en cuanto a las normas de validez capacidad y demás
elementos esenciales que hacen a la validez del acuerdo celebrado, se regirán por
el país de celebración.

565
La norma plantea por lo tanto muchas situaciones que nos proponemos analizar a
continuación, y cuya solución no surge de una norma de conflicto tan escueta.

El art. 3º (LCT) no plantea el contrato celebrado en la Argentina para ser ejecutado


fuera de nuestro país, y por ende, no se puede apuntar a la aplicación del derecho
argentino, aun cuando resulte más favorable para los derechos del trabajador, se
enfrenta con el principio territorial por el cual cada país aplica en su territorio, por
razones obvias, su propio derecho, y en general se rechaza la aplicación del derecho
extranjero (76) .

Sin embargo, analizando las normas de conflicto de los países de Latinoamérica


ninguno de ellos impide que el trabajador pacte la aplicación de la norma más
favorable, comparando el instituto de derecho argentino versus la del derecho del
lugar de ejecución.

Es más, es posible construir un modelo que se basa en acordar entre las partes un
"derecho de afectación", en todo lo relativo a la conformación de un plexo especial
indicando a qué derecho recurrir, o en su caso, a qué norma específica recurrir, en
cada instituto, y en cada caso especial en donde no se aplique la norma del lugar
de celebración, del lugar de la novación, o del lugar de ejecución del contrato de
trabajo. En cualquier caso, para que esta solución sea viable, se debe respetar el
derecho que resulte más favorable al trabajador.

En todos los casos, quien invoca el derecho extranjero tiene el onus probandi o la
acreditación del mismo, dado que no está alcanzado con la presunción iuris et de
iure de que el derecho en general se presume conocido, regla sólo aplicable al
marco regulatorio del país en el cual se opera el conflicto.

En rigor (77) el Código Civil plantea la aplicación del derecho del lugar de
cumplimiento de las obligaciones (arts. 1029 y 1210 Cód. Civil).

A su vez, el Tratado de Montevideo de 1889 en su art. 34 y el Tratado de 1940 art. 48


disponen que se debe aplicar el derecho del lugar de prestación de servicios, si el
mismo es determinado, o por el derecho del domicilio del trabajador si el lugar es
indeterminado.

Similar solución la da el art. 1210 del Código Civil en cuanto establece que los
contratos celebrados en la República para tener su cumplimiento fuera de ella, serán
juzgados en cuanto a su validez, naturaleza y obligaciones, por las leyes y usos del
país en el que debieron ser cumplidos.

La Cámara Nacional del Trabajo señaló que en la medida que el trabajador se


encuentre cumpliendo funciones en Argentina y en virtud de lo normado por los
arts. 3º LCT y 1209 Cód. Civil, corresponde aplicar la ley nacional, salvo que se
hubiera pactado la aplicación de una ley extranjera y la misma fuera más favorable
al trabajador (78) .

En doctrina se cita el caso "Adano" demanda a Dresser Atlas Argentina S.A. en


Argentina, reclamando el pago de las indemnizaciones que esgrime corresponderle
conforme el derecho inglés, desde que alegaba que dicha legislación era la
convenida por las partes con vigencia al tiempo de su desvinculación (79) .

566
El actor ingresa en Dresser Argentina S.A., para trabajar en nuestro país en enero
de 1966. En noviembre de 1975 fue transferido a la Filial de Dresser Corporation en
Venezuela. A los 6 meses lo trasladan a Argelia. En agosto de 1978 se desplaza a
Túnez, pero figuraba en nómina de la Sucursal de Dresser Corporation en Gran
Bretaña. En diciembre de 1978 trabaja en Noruega, siempre bajo la dependencia de
la Sucursal de Dresser Corporation en Gran Bretaña. En 1979 vuelve a Túnez donde
es despedido en noviembre de ese año. Los tres votos coinciden en que el contrato
fue uno solo, con el llamado "Grupo Dresser", y sin mayores explicaciones concluyen
que estamos fuera de la situación prevista por el art. 229 LCT.

El Dr. Santa María dijo que si un contrato de trabajo fue celebrado en el país,
ejecutado en dos de sus terceras partes en su territorio, y su celebración se realizó
bajo el marco jurídico argentino que pasó a integrar el contrato, sin que mediara
voluntad y menos acuerdo de su posterior modificación, corresponde aplicar el
derecho argentino por ser el correspondiente al lugar de celebración y al principal
lugar de ejecución (arts. 1209 y 1210, Cód. Civil).

El Dr. Guibourg opinó que si bien hubiera correspondido el derecho de Túnez, éste
no fue alegado ni acreditado; por lo que correspondería aplicar el derecho argentino.

El derecho aplicable a la disolución del contrato de trabajo corresponde al último


país donde el trabajador se haya desempeñado ya que el despido es un acto
recepticio pero, la aplicación queda supeditada a que sea invocado el régimen,
atento a que no resulta aplicable en su defecto la facultad conferida por el último
párrafo del art. 377 del Cód. Procesal Civil y Comercial, correspondiendo en
consecuencia ante la falta de acreditación de otro derecho, resolver, por aplicación
del derecho argentino.

El Dr. Vázquez Vialard sostuvo: Si la ley del lugar donde se ejecutó por última vez
el contrato —en el caso de trabajo—, no ha sido invocada, puede el juzgador utilizar
la facultad que le confiere el art. 377 del Cód. Procesal Civil y Comercial, que
mantiene el principio de la aplicación de oficio "cuando sea llamado por norma de
conflicto".

De acuerdo a lo que establece la doctrina del Derecho Internacional Privado, basado


en la doctrina trialista del mundo jurídico, para que pueda aplicarse la "lex fori" se
requiere o bien la conformidad de las partes, o cuanto ante la imposibilidad de
conocer el derecho aplicable el juez puede suponer que el suyo es similar a aquél.

Las partes pueden someter convencionalmente la vinculación a un derecho


determinado, siempre que el acuerdo resulte más favorable al trabajador, condición
ésta que no puede pasarse por alto pues el principio protectorio del derecho del
trabajo tiene validez internacional (80) .

En el caso "Del Puerto del Río" la sala X de la CNTrab. señaló que, "habiéndose
ejecutado parte del contrato de trabajo en el territorio nacional, y dado que al
momento en que el trabajador dispuso el despido indirecto se encontraba en el país,
corresponde aplicar el derecho nacional, en virtud de lo reglado por el art. 3° del
Código Civil y de conformidad con el principio de la territorialidad dispuesto en el
art. 3° de la LCT" (81) .

567
A su vez la Corte Suprema estableció que cabe aplicar la legislación argentina y las
convenciones colectivas que se dicten bajo su amparo con respecto a las
prestaciones laborales efectivizadas a bordo de una plataforma marítima móvil que
efectuó operaciones en aguas jurisdiccionales argentinas. "... El fundamento del
art. 3° de la LCT no es otro que la protección del trabajador y el cumplimiento de las
políticas públicas del lugar de ejecución del contrato que hacen a los intereses
generales de orden social y económico" (82) .

Por ende, si un contrato es celebrado y ejecutado por ejemplo en Madrid, España


se aplicarán las normas de aquel país a los fines de la validez del contrato y a los
fines de determinar el derecho aplicable a la ejecución del contrato, lo que
denominamos relación laboral en nuestro sistema legal (83) .

La ley del lugar de ejecución rige para todo el marco del contrato individual de
trabajo, como son las modalidades de contratación, el desarrollo de la relación
laboral a través de la ejecución de las prestaciones, como en lo que hace a la
consideración de los deberes y derechos, y en lo relativo a las formas de extinción
y sus efectos (84) .

En rigor, no sólo debe analizarse desde el ángulo del trabajador, sino también desde
la perspectiva de la multiplicidad de locaciones de las empresas corporativas
internacionales, que se presentan en cada jurisdicción, en función del
reconocimiento del derecho del lugar de ejecución (85) .

El marco de las empresas multinacionales plantea a menudo las relaciones y las


responsabilidades de la casa matriz, las sucursales, o las legaciones o sociedades
vinculadas o controlantes (86) .

En cuanto a la competencia judicial, lo son los jueces locales respecto de los


contratos que se ejecuten en nuestro territorio, sea cual fuere el lugar de celebración
de los mismos (art. 1215, Cód. Civil) (87) .

Los temas más frecuentes son:


a) validez y capacidad de contratos celebrados fuera del país: en
general, se aplica la regla por la cual la validez de los contratos y la
capacidad de las partes se rigen por el derecho del lugar en donde
los mismos fueron celebrados;
b) legislación aplicable a contratos ejecutados dentro de nuestro
país: siguiendo el principio de la lex loci ejecutionis , a todo contrato
que se ejecute dentro del territorio argentino aun cuando haya sido
celebrado fuera del país se le aplicará la legislación argentina (88) .
Se discute alguna excepción cuando la legislación del país de origen
o de celebración del contrato laboral sea más favorable para el
trabajador;
c) aplicación de la legislación laboral de otro país: como lo
mencionábamos en el párrafo anterior, se discute si es pactable
dentro de un contrato la aplicación de las normas extranjeras cuando
resultaran más favorables, y en general se aceptan si no se violan
normas de orden público local o la moral y las buenas costumbres.
En cualquier caso, aun en los casos ventilados en tribunales
argentinos, por conflictos individuales ocurridos en el extranjero y que

568
por vía de ser un caso mixto obtuvo el reconocimiento de la
competencia local, si el contrato se ejecutó fuera de nuestro territorio,
se aplicará el derecho del lugar de ejecución, y no es invocable el
derecho argentino (89) .
d) la prueba del derecho extranjero: el derecho local se presume
conocido en función de haber cumplido con las pautas que impone el
sistema jurídico para que las normas sean imperativas, o sea que
sean sancionadas por el Parlamento, promulgadas y publicadas por
el Poder Ejecutivo. El derecho extranjero no goza de este beneficio,
y por ende el derecho extranjero deberá probarse, y conforme a la
jurisprudencia de nuestro país se puede recurrir a:

 las colecciones reconocidas del país extranjero, con transcripción


de textos y de doctrina y jurisprudencia;
 en los precedentes de los países anglosajones es valiosa la
"opinión legal" requerida a reconocidos especialistas, respecto de la
interpretación fundada del derecho que se pretende aplicar, para
ser evaluada por el juez competente al momento de aplicar el
derecho extranjero;
 o el oficio dirigido al consulado, embajada o representación
diplomática del país requerido, por la vía diplomática, ministerial
(cancillería) pertinentes, o conforme los procedimientos
internacionales establecidos;
 informes de los tribunales del país requerido con transcripción de
textos legales;
 obras jurídicas reconocidas en el país requerido, y una pericia que
informe los textos legales y su aplicación en base a las fuentes y a
doctrina y a jurisprudencia;
 e informes de por lo menos dos jurisconsultos reconocidos del país
requerido (90) .

e) La aplicación de la ley argentina en los contratos ejecutados fuera de


nuestro país: cuando el conflicto se produce en un país distinto del
nuestro, para un trabajador generalmente argentino contratado en
Argentina, se plantea si puede invocarse nuestro sistema legal. En
general, las normas de conflicto de todos los países del orbe parten
del principio de territorialidad, es decir, que en cada caso, se aplica
el derecho del lugar de realización del acto, del lugar de ejecución del
contrato, o en su caso, del lugar de la extinción. Para poder hacer
prevalecer el derecho argentino sobre el del lugar de ejecución, se
deberá partir de un acuerdo que resulte válido a los fines de las leyes
locales, y no contradiga las normas de orden público del país de
ejecución. Recordemos además que el derecho extranjero en todos
los casos debe ser acreditado por quien lo invoca de modo fehaciente
y a través de organismos oficiales habilitados para dar fe de su
acreditación (91) . Es más, en los contratos de trabajo de ejecución
internacional o global, se aplicará el derecho de cada uno de los
lugares en donde el trabajador ejecute su prestación (92) . Cuando
se analizan los contratos mixtos, aun aquellos sometidos —
reiteramos— a los jueces argentinos, si el vínculo se extinguió fuera
del país, se aplicará el derecho del país en el que se produjo la
extinción salvo que se haya pactado el derecho argentino si era o

569
fuere más favorable para el dependiente (93) . No es necesario
invocar el derecho del lugar de ejecución para que el mismo resulte
aplicable, porque surge de las normas de conflicto que determinan
objetivamente cuál es el derecho aplicable (94) . En los casos de
teletrabajo, donde el contrato se ejecuta a distancia, prevalecerá
también el derecho del lugar de ejecución (95) .
f) El derecho aplicable al fondo como a la forma del contrato de
trabajo: siguiendo los principios generales del derecho internacional
privado, se aplica el mismo derecho a las cuestiones de fondo que
de forma, y no sería posible desdoblarlo en dos o más sistemas
jurídicos (96) .
g) determinación del juez competente: en general el juez competente
es, a elección del reclamante, el juez del lugar de ejecución del
contrato o, en su caso, el juez del domicilio del reclamante. El
trabajador de una embajada, que conforme al Derecho Internacional
Público, es territorio del país de la legación, puede articular una
demanda laboral ante el juez del lugar en donde se encuentra la
legación, aplicando el derecho del país en el que se encuentra la
embajada, ya que de lo contrario quedaría afectado un derecho
humano fundamental que es el del acceso a la jurisdicción y al órgano
jurisdiccional para demandar un derecho insatisfecho, en un marco
dentro del cual el derecho internacional actual tiende a prevenir y
proteger (97) .
h) multiplicidad de acciones judiciales: otro de los temas conflictivos es
el relativo a la multiplicidad de acciones, cuando un mismo conflicto
es sometido a los tribunales locales y por otra vía se realiza lo propio
en el país de origen o de celebración del contrato. En estos casos
habrá que recurrir a las normas de conflicto de cada país y a los
elementos esenciales del conflicto, a fin de establecer cuál de ellas
es la pertinente. En general, se está por la competencia del juez del
domicilio de ejecución del contrato, con prescindencia de los lugares
de celebración o de ejecución transitoria y con independencia de la
nacionalidad de la empresa o del trabajador.
i) empresa multinacional y ejecutivo que viaja al exterior: no estamos
frente a un caso mixto cuando el trabajador es contratado en nuestro
país y parte de la ejecución del contrato se realiza fuera de nuestro
territorio, en donde viaja en forma habitual y regular, pero regresa a
su centro de trabajo y a su domicilio habitual dentro de la
república (98) . La misma solución debe adoptarse con un
dependiente que la empresa considera internacional, dado que su
tarea es visitar las distintas oficinas del exterior con la casa matriz y
lugar de residencia del trabajador en Buenos Aires (99) .

2. El trabajador expatriado

570
Se denomina trabajador expatriado a aquel que tiene su residencia habitual en un
país y por razones de los destinos en los cuales está realizando operaciones o
negocios la empresa empleadora, se lo traslada a otro país diverso con su
consentimiento y en base a las condiciones pactadas entre las partes (100) .

Zeinep Aycan entiende que expatriados son "aquellos empleados de organizaciones


gubernamentales o empresariales enviados por su organización a una unidad
relacionada en un país que es diferente al suyo, para ocupar un puesto o alcanzar
una meta relativa a la organización durante un período temporal prefijado
normalmente más de seis meses y menos de ci nco años" (101) .

E s el empleador el que tiene la atribución de asignar un trabajador local a una


actividad laboral (servicios, obras, o actos) fuera del país, sea como una asignación
temporaria y hasta circunstancial, como de tiempo determinado o indeterminado, y
de duración fija o sin plazo preestablecido, siempre y cuando el trabajador preste
conformidad a dicha condición contractual sea en forma expresa y previa, sea en
forma sobreviniente, en base a una propuesta ulterior al comienzo de ejecución del
contrato (102) .

En cuanto al expatriado y la seguridad social se establece la Afiliación obligatoria al


SIPA, en clara contradicción con el principio de territorialidad, que puede
desembocar en una doble imposición del sistema de la seguridad social, salvo que
exista un acuerdo especial que sólo rige con algunos países en forma excepcional.
Veamos cómo lo presenta nuestra ley 24.241, y cómo se desarrolla en la práctica.

La ley 24.241, art. 2°, inc. A, apartado 5° dispone la afiliación obligatoria de las
personas físicas mayores de 18 años de edad, que en cualquier lugar del territorio
del país presten en forma permanente, transitoria o eventual servicios remunerados
en relación de dependencia en la actividad privada.

De esta manera se impone la obligatoriedad del pago de aportes y contribuciones


de la seguridad social, tanto para el trabajador extranjero como para el empleador
que lo contrate.

Es decir que el ordenamiento positivo establece con carácter imperativo la afiliación


de aquellos que considera comprendidos dentro de su ámbito de aplicación
personal. Esta obligatoriedad se compadece con los fines de protección social a los
cuales responde la implantación del sistema y se desprende de la irrenunciabilidad
de los beneficios de la seguridad social consagrada en la Constitución Nacional,
art. 14 bis, párr. 3°.

El principio de territorialidad que se explica tiene consonancia con lo dispuesto en el


art. 3° de la LCT que dice: "Esta ley regirá todo lo relativo a la validez, derechos y
obligaciones de las partes, sea que el contrato de trabajo se haya celebrado en el
país o fuera de él, en cuanto se ejecute en su territorio".

Sin perjuicio de ello, el art. 2°, inc. "a", apart. 6º dispone la afiliación obligatoria del
expatriado argentino que emigra al extranjero, siempre que estén presentes
determinados supuesto y requisitos.

En ese sentido establece que quedan obligatoriamente incluidos en el S.I.P.A.: "Las


personas que en virtud de un contrato de trabajo celebrado o relación laboral iniciada

571
en la República, o de un traslado o comisión dispuestos por el empleador, presten
en el extranjero servicios de la naturaleza prevista en el apartado anterior, siempre
que dichas personas tuvieran domicilio real en el país al tiempo de celebrarse el
contrato, iniciarse la relación laboral o disponerse el traslado o comisión".

En este apartado se fija una excepción al principio general de territorialidad. El art. 1°


del Código Civil dispone que: "las leyes son obligatorias para todos los que habitan
el territorio de la República, sean ciudadanos o extranjeros, domiciliados o
transeúntes".

Se trata de personas que prestan servicios fuera del territorio de la República y por
tanto en jurisdicciones donde no se aplica la ley nacional. No obstante habiéndose
celebrado su contrato de trabajo o iniciado la relación laboral en la República la ley
se hace extensiva a la actividad realizada en el extranjero.

La norma se limita a los servicios establecidos en el apartado anterior, esto es,


servicios en relación de dependencia para un empleador privado.

Es decir que se obliga a mantener la afiliación del expatriado al sistema de la


seguridad social argentino.

Ello sería así, porque la empresa argentina debería mantener vigente el contrato de
trabajo con el expatriado, cumplir con las obligaciones que se derivan de su
condición de empleador y registrar los pagos realizados en el exterior, los que de
esta forma servirían de base de cálculo para las cargas sociales con destino al SIPA.

Sin perjuicio de ello se advierte cierta contradicción entre las normas laborales y la
de seguridad social respecto al expatriado.

Mientras la LCT opta por el criterio de territorialidad clásico y rígido al disponer que
sólo regirá sobre la validez de los efectos originados en la ejecución del contrato de
trabajo en el territorio argentino, la norma previsional prevé su aplicación
extraterritorial proyectando su obligatoriedad sobre un contrato de trabajo que se
cumple fuera del país.

En cuanto a los aspectos fiscales: La doble o múltiple tributación se presenta


siempre que dos o más países consideran que les pertenece el derecho de gravar
una misma renta. Para evitar que esto ocurra, los Estados celebran acuerdos
mediante los cuales renuncian a gravar ganancias y acuerdan que sea sólo uno de
ellos el que cobre el impuesto, o bien que se realice una imposición compartida, es
decir, que ambos recauden parte del tributo que debe pagar el sujeto.

A. Los requisitos para que se configure la doble tributación son:

 Identidad de sujeto gravado.


 Identidad de hecho imponible.
 Identidad temporal.
 Diversidad de sujetos fiscales.

B. Criterios de atribución de la potestad tributaria

572
I. Nacionalidad: consiste en sostener que el derecho a gravar deviene
de la nacionalidad del contribuyente. Cualquiera que sea el lugar
donde éste viva, trabaje, tenga ganancias o posea sus bienes, debe
tributar en el país al que está vinculado por la ciudadanía.
II. Domicilio: la facultad de gravar corresponde al Estado donde el
contribuyente se radica con carácter permanente y estable.
III. Residencia: para atribuir la potestad tributaria se tiene en cuenta la
simple habitación en un lugar sin que concurra la intención de
permanencia.
IV. Establecimiento permanente: es el emplazamiento o instalación que
sirve para el ejercicio de actividad económica en un país por parte
del propietario que está domiciliado en el extranjero. El hecho de
existir establecimiento en un país da derecho a que éste grave la
actividad económica que allí se desarrolle.
V. Fuente: corresponde gravar el país donde está la fuente generadora
de riqueza. Puede ser el lugar de radicación de los bienes o en
general, donde el contribuyente realiza su actividad productiva, con
total independencia del domicilio, residencia o nacionalidad.

Villegas, señala que la mayoría de los países desarrollados han seguido los primeros
cuatro criterios y los que están en vías de desarrollo postulan el criterio fuente, según
el cual deben gravarse los ingresos obtenidos en el territorio del país. Es decir que
los países exportadores de capitales tienden a gravar según la nacionalidad,
domicilio o residencia, siguiendo el principio de radicación del contribuyente. En
cambio los que reciben capitales del exterior suelen gravar las ganancias generadas
en sus territorios.

Esta diversidad de criterios existentes en los distintos Estados es la causa principal


de la doble imposición.

Sin perjuicio de lo señalado cabe advertir que los países no adoptan cada criterio a
rajatabla, a veces se combinan.

C. Mecanismos para solucionar la doble imposición

Se conoce como Doble Tributación Internacional al fenómeno que consiste en que


dos o más Estados tienen o pretenden tener potestad tributaria sobre una misma
renta. En otras palabras, dos países aplican impuestos a la renta sobre un mismo
hecho económico.

La carga tributaria combinada a que puede dar lugar la doble tributación representa
normalmente un obstáculo serio a la inversión extranjera tanto activa como pasiva,
así como el desarrollo del comercio de servicios, transferencias de tecnología y la
movilidad del trabajo.

A fin de eliminar o al menos atenuar la Doble Tributación, existen varios remedios:

a. de carácter unilateral: los países modifican su legislación interna a fin


de acomodar la situación tributaria de las rentas, cuya fuente se
encuentra en el extranjero y que son devengadas o percibidas por

573
contribuyentes domiciliados en el país. Estas medidas se traducen
normalmente en exenciones o bien en créditos contra los impuestos
locales por los impuestos a la renta pagados en el extranjero.
b. de carácter convencional: son Tratados para evitar la Doble
Tributación. En estos instrumentos los Estados convienen que ciertas
rentas sólo pueden ser gravadas en uno de los dos Estados o que,
de ser gravadas en ambos, se afecten con tasas reducidas y que
existan mecanismos de crédito o exención que en definitiva lleven a
cargas impositivas razonables.
El objetivo central de estos convenios es evitar la Doble Tributación
internacional, es decir, que el contribuyente no pague dos veces:
tanto en su país de origen como en el que lo acoge para hacer
negocios.

Para lograr ese objetivo se establece una serie de disposiciones que regulan la
forma en que los Estados contratantes se atribuyen la potestad tributaria para gravar
los distintos tipos de rentas.

En algunos tipos de rentas, sólo uno de los países tiene el derecho a someterlas a
imposición, siendo consideradas rentas exentas en el otro, con lo cual se evita la
doble imposición. En otras rentas, en cambio, se establece una imposición
compartida, lo cual significa que ambos Estados tienen derecho a gravarlas, pero
limitándose en algunos casos la imposición en aquel donde la renta se origina o
tiene su fuente, como ocurre con los intereses y regalías.

Las reglas claras que otorgan los acuerdos para evitar la doble tributación facilitan
el flujo de las inversiones.

El objetivo central de estos convenios es evitar la doble tributación internacional, es


decir, que el contribuyente pague dos veces: tanto en su país de origen como en el
que lo acoge para hacer negocios.

Para lograr ese objetivo se establecen una serie de disposiciones que regulan la
forma en que los Estados contratantes se atribuyen la potestad tributaria para gravar
los distintos tipos de rentas.

En aquellos casos en que ambos Estados tienen el derecho de someter a imposición


un tipo de renta el Estado donde reside el perceptor de la renta, debe evitar la doble
imposición por medio de los mecanismos que contempla su legislación interna, ya
sea eximiendo de impuestos a las rentas de fuente externa o bien otorgándoles un
crédito por los impuestos pagados en el otro Estado.

Es importante la eliminación de la doble imposición, ya que ésta desincentiva a los


inversionistas extranjeros por el alto costo fiscal en que tendrían que incurrir al
efectuar transacciones internacionales y resta competitividad a las empresas.

2.1. Diversos tipos de expatriación


574
El trabajador expatriado se presenta con diversas modalidades y en especial, con
una variada gama de alternativas. Ferrante (103) los clasifica como sigue:

a) La contratación de trabajadores en Argentina para desempeñarse en


el exterior. Se aplica la legislación de Argentina a los fines de las
condiciones de validez y legitimidad del contrato por haberse
celebrado en nuestro país, pero se aplican las normas del país del
lugar de ejecución a los fines del desarrollo de la relación laboral
propiamente dicha. Ferrante cita un caso planteado por Werner
Goldschmidt, antes de la sanción de la LCT, en el sentido de una
contratación realizada en Argentina, para ser ejecutada en
Venezuela, en la que se acuerda además aplicar la ley venezolana,
que fue resuelto por el tribunal aplicando el art. 13 del Código
Civil(104) . Cuando el tribunal competente para resolver el caso no
sea del país de ejecución, compete a la parte que invoca el derecho
aplicable su acreditación, mediante oficio a quien lo pueda proveer
de la representación extranjera, o con oficio internacional requiriendo
la información, o en su caso, con la consulta por vía de Internet a la
página oficial del país requerido. Otro medio de prueba es por
intermedio de las páginas oficiales de la OIT certificadas por el
organismo internacional. En muchos casos se requiere una "opinión
legal" de un experto calificado en el país de destino, en función de
que la aplicación del derecho extranjero debe realizarse con el
respaldo de las interpretaciones doctrinarias y de los precedentes
jurisprudenciales mayoritarias (105) . En la justicia nacional del
trabajo se entiende que no corresponde investigar de oficio el
derecho extranjero (ver art. 377 3er. párrafo CPCCN, y el art. 155 LO
remite sólo a párrs. 1º y 2º de dicho artículo) y por ende, el derecho
extranjero que no fue probado por quien la invoca, deja al caso
huérfano del marco regulatorio que debe aplicarse, debiendo
rechazarse en tal caso la demanda. Existe algún caso aislado que ha
opinado lo contrario (106) . En lo que hace a los contratos
individuales, el desarrollo de los expatriados ha generado no pocos
temas controversiales cuando el los mismos se pacta, por ejemplo el
juez competente y el derecho aplicable, que luego confronta con las
normas de conflicto y con el principio de la normas que resulten más
favorable al trabajador. En materia de seguridad social, al trabajador
argentino que se desempeña en el exterior debe continuar con sus
aportes y contribuciones en nuestro país, (art. 2º ley 24.241). En el
país de ejecución del contrato exigirán otro tanto, por ende, habrá
que establecer un mecanismo de doble imposición, o en su caso,
habrá que recurrir a los acuerdos bilaterales que existan entre los
distintos países. En cualquier caso, las normas de la seguridad social
también se aplican siguiendo el principio de territorialidad, y por ende,
no se puede invocar la aplicación de nuestro sistema legal, a un
argentino que trabaje fuera de nuestro territorio, territorio en el cual
se impondrá el principio de la lex loci excecutionis y por lo tanto,
habrá que cumplirla sin retaceos.

575
b) La contratación de trabajadores en el exterior para desempeñarse en
Argentina: se aplica el derecho argentino conforme lo dispone el
art. 3º de la LCT. No existe ningún impedimento que se pacte entre
las partes, al momento de celebrar el contrato, o con una estipulación
posterior, que se aplique el derecho del lugar de contratación o del
lugar de origen del trabajador, que tiene la única salvedad de que
debe ser más favorable para el trabajador que nuestro sistema legal
o convencional en su caso. La aplicación del derecho extranjero debe
ser probado por quien lo invoca, y en su caso, la carencia probatoria
dejará al juez librado a la aplicación del derecho local. Son
competentes los tribunales locales para entender en los conflictos,
conforme al lugar de ejecución. En cuanto al extranjero que regresa
a su país de origen, podrá elegir el juez de su país o el nuestro, y en
ambos casos, habrá de aplicarse el derecho argentino. En el país de
origen deberá probar el derecho argentino por los medios hábiles
para ello.
c) Las transferencias de trabajadores desde la Argentina hacia el
exterior: son muchos los casos y los formatos. En general, existe un
mecanismo que parte de un contrato de trabajo ya vigente en
Argentina, y la propuesta de trabajar en la misma empresa en una
delegación, oficina, sucursal o compañía radicada en otro país. En
otros casos, se extingue el vínculo, y lo recontrata otra empresa, a
menudo del mismo grupo económico en otro país. La tercera fórmula,
es la contratación de un trabajador en Argentina, para que sólo
cumpla con funciones en el país de destino. En rigor, el derecho
aplicable siempre es del lugar de ejecución, o en su caso, el del último
lugar de ejecución del contrato, si se trató de una expatriación a
diversos países en los cuales se ejecutó el contrato (107) . El hecho
de que un trabajador se desplace hacia distintos destinos, y que en
cada uno de ellos brinde servicios para compañías ligadas a la casa
matriz o a la empresa originaria de contratación, evidencia que se
trata de un conjunto económico, y por ende, todas son solidariamente
responsables de cualquier deuda, y en su conjunto conforman la
antigüedad del dependiente en forma sumatoria (108) . Como lo
refiere Ferrante en un detalle de las diversas contrataciones
sucesivas que registró Juan O. Adamo, en diversos destinos, se llegó
a la determinación de que los distintos empleadores conformaban el
grupo económico y por ende, no existieron contratos independientes,
sino uno solo durante todo el vínculo. Se dispuso la aplicación del
derecho argentino porque fue con él con el cual se celebró el
contrato, y fue en la Argentina donde se desarrolló la parte más
importante de él. Se determinó que la ley aplicable se pudo haber
pactado atento a la existencia de diversos lugares de
ejecución (109) . Existe también la hipótesis del pluriempleo, o sea la
hipótesis en donde un trabajador brinda servicios que son
independientes en su calidad, pero relacionados por las empresas
que interactúan entre sí o porque forman parte del grupo económico,
o porque están interrelacionadas, o porque forman una UTE (110) .
En materia previsional, si bien existe la norma nacional que impone
a los que se trasladen al extranjero que continúen cumpliendo con
la ley 24.241 en nuestro país, hay convenios con Brasil, Colombia,
Chile, España, Grecia, Italia, con los países del Mercosur, y con

576
Portugal y Uruguay, que establecen distintos mecanismos para evitar
la doble imposición o la complementación.
d) Las transferencias de trabajadores desde el exterior hacia la
Argentina: si bien vamos a tratar este tema en particular, es dable
destacar que se aplica el derecho interno a los extranjeros en las
mismas condiciones que a los ciudadanos, con la sola salvedad de
cumplir con las reglas de inmigraciones que en nuestro país son más
que benignas. El juez competente es el del lugar de ejecución del
contrato, y es posible aplicar el derecho extranjero, cuya prueba está
a cargo de quien lo invoca, sólo en el caso de que sea más
beneficioso para el trabajador.
e) La prestación simultánea de servicios para empresas de un mismo
grupo económico, cuando uno de los lugares de ejecución es
Argentina: se aplica el derecho del lugar de ejecución, y en el caso
de la repatriación se aplica el derecho local más el derecho específico
de otro país, según lo que se haya pactado dentro del contrato
individual de trabajo al momento de expresar el consentimiento inicial
o con una adenda o novación posterior. La fragmentación del contrato
no exculpa al grupo económico o a un integrante del mismo a que se
formule el reclamo por el resto de los integrantes del mismo conjunto
empresario (111) . En los casos en los cuales el trabajador extranjero
es contratado en el exterior para que cumpla con su prestación en la
Argentina, lo hará bajo las condiciones impuestas por nuestro
sistema legal para el caso de los trabajadores que prestan su
actividad temporariamente dentro de nuestro territorio y
jurisdicción (112) . En rigor, un extranjero sólo puede trabajar dentro
de nuestro territorio si cumple con los trámites de residencia
conforme a nuestras normas legales, que le imponen ciertos deberes
y le reconocen con ello los mismos derechos que cualquier
ciudadano, sin diferenciación (113) . El trabajador contratado en el
extranjero que presta servicios en nuestro país puede gestionar una
exención de aportes y contribuciones de la seguridad social, cuando
su residencia en nuestro país es temporaria y a la vez, tributa para la
seguridad social en su país de origen (114) . El contrato de trabajo
de un trabajador extranjero implica la realización de todos los trámites
que implica legalizar su residencia, y por ende, ambos se
complementan a los fines de determinar la voluntad del empleador y
la conformidad de los dependientes (115) .
f) El contrato de trabajo eventual en un destino extranjero, permite
aplicar por excepción el derecho del lugar de contratación y no el
derecho de ejecución del contrato, si el tiempo en el cual el
dependiente fue destinado era efímero, circunstancial u ocasional.
Así se resolvió en un caso en el cual un viaje breve de un trabajador
desde Argentina, en el cual se produjo un accidente del trabajo, y se
envió al dependiente de regreso, aplicándose la LRT y las normas
locales para brindarle cobertura asistencial, en especie y luego en lo
que hace a las indemnizaciones dinerarias tarifadas (116) .

577
2.2. El derecho aplicable al expatriado

El principio general de la lex loci executionis es el universalmente reconocido, y por


ende, se aplica la legislación en donde se conforma cada etapa del contrato y de la
relación laboral (117) .

Se presentan muchos casos y situaciones que habrá que tratar en forma especial.

En efecto, puede haber sucesión ininterrumpida de traslados, puede haber destinos


provisorios y de corta duración, y otros no tan provisorios y de larga duración.

Tenemos casos en donde el deber final del empleador es la repatriación, y cuando


se aplicaron diversos derechos, se realiza una construcción que puede implicar un
nuevo "derecho de afectación" al caso particular.

La repatriación implica a menudo que el último tramo o lapso del contrato de trabajo
se ejecuta en el lugar de celebración del contrato, y por ende, se aplica finalmente
el mismo derecho para ambas situaciones.

Tenemos también casos en donde la selección se realiza en un país, el contrato en


otro, y la ejecución se va desarrollando en distintos destinos temporarios, en donde
se acumula la antigüedad, los derechos de cada uno, y en definitiva, la comparación
final con el derecho del último lugar de ejecución.

Cuando el juez que se declara competente por vía interpretativa o por vía de las
normas de conflicto, podrá aplicar el derecho de otro país, siendo la prueba de dicho
derecho, su doctrina y jurisprudencia, y su opinión preponderante a cargo de quien
la invoca.

A manera de síntesis, el principio debe interpretarse como sigue:

 La capacidad de las partes se rigen por el lugar en los cuales


se debe tener en cuenta a los fines de cada una de las etapas.
V.gr. a los fines de la capacidad para firmar el contrato, las
partes se rigen por el derecho del lugar en el cual se celebra el
contrato, o sea la lex loci celebrationis ;
 Los requisitos y condiciones para firmar el contrato de trabajo
se rigen por los requisitos de validez en cuanto a fondo y a
forma por las normas del lugar de celebración del contrato;
 Los deberes y derechos, la remuneración y demás
prestaciones, las condiciones de trabajo y demás componentes
de la relación laboral se rigen por el lugar en el cual se ejecuta
el contrato, o sea por la lex loci executionis ;
 Es posible segmentar el derecho aplicable a los distintos
tramos en los cuales se desarrollan las distintas etapas,
territorios, jurisdicciones, competencias, y actos jurídicos
relevantes a los fines de un eventual conflicto planteado ante la
justicia;

578
 La extinción del contrato de trabajo se rige por la ley del lugar
en donde se produce la extinción del vínculo (118) .
 El cálculo de la indemnización por despido se rige por el lugar
en donde se produce la causa del pago, que es el lugar en el
cual se produce el despido. Si el despido se rige por el derecho
local, se aplica el art. 245 (LCT) en donde se aplican las
prestaciones remunerativas, y no las que en forma
documentada compensan los mayores gastos de la
expatriación (119) .

2.3. El contrato del expatriado

El contrato de trabajo por el cual se establecen los deberes y derechos de las partes
a través de un acuerdo de voluntad común, expresado a través del consentimiento,
se rige por el derecho del país de celebración de dicho contrato.

Por ende, es el derecho del lugar en que se celebra el contrato (donde se acuerda
y se expresa el consentimiento), es el que determina los requisitos y/o las
condiciones que hacen a su validez.

Podría ocurrir que el contrato se establece en un país, y el consentimiento se


expresa en otro. En tal caso, los recaudos de validez del contrato serán del lugar
determinado como el domicilio del acuerdo, y la expresión válida del consentimiento
se regirá por las normas del país en el cual se exterioriza el mismo.

En cualquier caso, en el derecho comparado, la ejecución del contrato a través de


las prestaciones a cargo de cada una de las partes, presume la existencia, vigencia
y validez del contrato cuyo consentimiento no se haya expresado en forma expresa
o cumpliendo con las formalidades del derecho aplicable.

La presunción es iuris tantum(120) en el derecho codificado y en general es iuris et


de iure en el derecho anglosajón basado en los precedentes más que en las reglas
legales.

En cualquier caso, se ha resuelto en forma pacífica dentro de nuestra jurisprudencia,


que la aplicación del derecho del lugar de ejecución de los contratos lo es sin
perjuicio de los mayores beneficios pactados en el contrato original de trabajo, donde
se establecen cláusulas de mayores beneficios que los legales a favor del trabajador
extranjero que cumple con sus funciones en nuestro país (121) .

579
A. La remuneración

La remuneración del expatriado y los beneficios especiales que suelen acordarse,


se fijan en el contrato de trabajo, cuya validez se rige por las normas del lugar de
celebración.

Sin embargo, como la retribución es la contraprestación del trabajador por haber


puesto a disposición del empleador su fuerza de trabajo, se rige por las normas del
lugar de ejecución del contrato, que para nuestro sistema legal configura la "relación
laboral" o la "relación de trabajo".

En cualquier caso, la retribución de la persona que presta servicios en el extranjero


deberá seguir las normas que correspondan a los rubros salariales o retributivos que
se fijan en el marco regulatorio, con sus respectivas bases de cálculo o con su
incidencia en las mismas (122) .

El compromiso de pago del salario en divisas ha sido entendido siempre por nuestra
doctrina y por nuestra jurisprudencia como una fórmula de ajuste, de modo tal, que
el pago debe cancelarse en una suma de pesos de curso legal tal que permita
cancelar las divisas prometidas al valor vendedor según dicha cotización del Banco
de la Nación Argentina.

Por ende, ni bien se inicie la ejecución del contrato en el país en donde se ha pactado
la relación laboral, impone el deber de seguir las reglas sobre remuneración de los
siguientes componentes:

 Se debe registrar, anotar e inscribir la retribución en los libros


especiales, registros y procedimientos del país del lugar de
ejecución;
 Se deben seguir las mismas reglas en materia de pago,
documentación respaldatoria como operatoria bancaria, recibos
y certificados que den fe de los respectivos actos jurídicos del
lugar de ejecución;
 Se deben realizar los aportes y contribuciones con destino a la
seguridad social y al régimen impositivo local, con la sola
salvedad de que existan convenios multilaterales o bilaterales
que permitan complementar los sistemas.
 Cualquiera sea el lugar de ejecución del contrato, habrá que
cumplir con los recaudos de residencia, registración y demás
herramientas o instrumentos requeridos por el país de
ejecución del contrato.
 Si se produjera la novación del contrato, los elementos que
hagan a su validez deberán regirse por el lugar de celebración
de la misma, y en su caso, por los medios, forma y condiciones
establecidas por la legislación. Si se trata de una adenda del
contrato original firmado en otro país, se podrán observar los
recaudos de ambas legislaciones a los fines de su validez en el
derecho de origen y en el derecho de ejecución del contrato de
trabajo.

580
B. Los pagos pactados fuera del territorio nacional

Las restricciones cambiarias impuestas por las autoridades locales nos plantean
algunas dudas sobre cómo tratar el pago de los expatriados, dado que dichas
normas imponen la pesificación de todo compromiso establecido en divisas.

Por lo pronto, parece de cumplimiento imposible que se le abone a un trabajador


destinado en el exterior con pesos de curso legal en la Argentina, para que obtenga
las divisas en el país de destino, salvo aquellos en los cuales esta alternativa sea
viable, y el valor de cambio resulte razonable o previsible, conforme a las
necesidades operativas y funcionales de que se trate.

C. Los beneficios especiales

Aun cuando muchos de los beneficios clásicos están en crisis, es frecuente observar
una serie de prestaciones especiales que benefician a los expatriados, con el fin de
procurar que su estadía en el país de destino sea aceptable a pesar de todos los
efectos negativos del desarraigo (123) .

Los beneficios más empleados son los siguientes:

 El houssing , o provisión de vivienda, y los gastos que implica


la vivienda (impuestos, expensas, servicios de vigilancia
limpieza y mantenimiento, y otros servicios;
 La provisión de automóvil y los gastos que encierra;
 La incorporación y las cuotas sociales de un club a elección del
expatriado;
 Los gastos de inscripción y de cuota mensual de escuela
bilingüe privada de los hijos hasta la edad de cumplir con los
estudios universitarios (generalmente hasta los 24 años de
edad);
 Viajes para el expatriado y su familia a su lugar de origen con
una determinada frecuencia preconcebida;
 Los servicios de custodia personal para resguardar la
seguridad del expatriado y de su familia;
 La realización de determinados cursos, estudios, capacitación o
perfeccionamiento acordes con la especialidad y la tarea y
funciones del expatriado en la empresa.
581
Todos estos beneficios, y otros que han surgido en forma atípica han sido tratados
por la doctrina y jurisprudencia de cada país en forma restrictiva, en función de las
normas generales que a menudo no resultan aplicables o coherentes con la
particular situación del expatriado, cuyos beneficios o prestaciones se relacionan
más con la búsqueda de una forma de compensar los aspectos negativos de la
expatriación y del desarraigo, más que para mejorar su situación patrimonial.

D. Houssing y gastos de vivienda de residencia

La vivienda es uno de los temas más discutidos en torno de las prestaciones que se
le conceden al expatriado como consecuencia de su relocalización fuera del país, y
con el fin de compensar un gasto, que en principio no debería tener en su lugar de
origen.

Entre los argumentos que se invocan, tenemos el hecho indubitable de que el


expatriado generalmente posee su vivienda local, en el país de origen, y en forma
temporaria —a veces no lo es tanto—, tendrá que instalarse en una vivienda
provisoria, mientras esté destinado en su asignación —generalmente jerárquica—
en otro país.

Ante la apreciación de cualquier observador resulta claro, que la nueva


relocalización importa un gasto y no un beneficio patrimonial, que suple un mayor
gasto que el corriente, por obra de la necesidad de residir en un país ajeno a su
domicilio habitual de origen.

En rigor, es más que contradictoria la jurisprudencia (124) .

E. Automóvil, chofer y custodia

La provisión de automóvil de propiedad de la empresa empleadora, y el pago de los


gastos del mismo se rigen también por las reglas impuestas en el lugar de ejecución
del contrato.

En nuestro país, la condición de expatriado no cambia la situación de la provisión y


de los gastos del rodado, que no integran la remuneración cuando el vehículo es
una herramienta de trabajo. Es el caso del ingeniero de petróleo, que se le provee

582
un vehículo utilitario para trasladarse a las distintas bases o yacimientos, cumpliendo
con su tarea y funciones (125) .

En lo que hace a los destinos fuera del territorio, se siguen temperamentos muy
similares, en donde se asignan requisitos en lo que hace a la provisión de
comprobantes, se debe delimitar y discriminar los gastos realizados con el vehículo
en vacaciones o en descanso de fin de semana, y se debe presentar un informe
detallado del uso del mismo para la tarea y funciones.

En cualquier caso, el rodado sólo es considerado una herramienta de trabajo si se


emplea la tarea y funciones (126) .

En todos los casos en los cuales se concede el beneficio de cubrir los gastos del
rodado por razones de status, por confort personal, o por razones de políticas de la
compañía, la prestación es parte de la remuneración, a todos sus efectos laborales,
de la seguridad social, y fiscales (127) .

La naturaleza de la prestación está ligada a las características de la tarea que


cumple el dependiente, a sus funciones en la organización, a las necesidades de
desplazamiento, y como contrapartida, que no se está supliendo o sustituyendo un
gasto que debía asumir el trabajador como propio (128) .

El chofer y la custodia de seguridad, sean personas separadas o se reúnan ambas


condiciones en un solo trabajador, no han sido tratados por la jurisprudencia como
el sustituto de un gasto particular.

Es más, la mayoría previene que se trata de un gasto a cargo de la empresa,


debidamente documentado, que se relaciona con la cobertura de la prestación,
máxime si se trata de un ejecutivo de jerarquía, en donde la seguridad personal está
ligada a la provisión de ciertos recursos, los que tienen por objeto salvaguardar la
integridad, la salud y la vida de la persona protegida.

F. El celular provisto por la empresa y sus gastos de uso

El celular y sus gastos de utilización centrados en la tarea y funciones del expatriado


constituyen una herramienta de trabajo y no integran la remuneración, sino que se
trata de un gasto documentado de un implemento asignado al trabajo.

G. Los viajes al exterior o la visita a su lugar de origen

583
No debería formar parte de la remuneración los gastos de viaje a su lugar de origen,
en forma periódica, para el trabajador y su familia que sufren el desarraigo por la
expatriación, y que por razones afectivas y sociales, desean visitar a sus seres
queridos en el lugar de residencia habitual. Para ello, los viajes deben ser periódicos
pero espaciados, por ejemplo una vez por año, deben ser gastos perfectamente
documentados donde se traslada todo el grupo familiar junto al expatriado, y el
destino debe ser su domicilio de residencia habitual, y no un lugar de turismo o
recreación.

H. La repatriación

La repatriación es un fenómeno que podría considerarse natural, sin embargo suele


ser tan traumático como la expatriación.

En general, cuando la expatriación lleva un plazo relativamente prolongado, el


empleador se hacer cargo de los gastos de mudanza debidamente documentados
desde el domicilio al nuevo destino, y viceversa cuando el expatriado resulta
repatriado a su domicilio habitual de origen.

En rigor, el regreso está asociado fundamentalmente a la reubicación del trabajador


en la función que debería resultar adecuada y razonable (129) .

La repatriación en un trabajador nómade, que tiene la prevención contractual de que


su destino fuera de su lugar de residencia habitual será una rutina, inclusive con la
periodicidad en al que se realiza, es al cabo de cumplirse con el plan diseñado.

Distinta es la situación del expatriado que lo es por un lapso muy prologando y a un


solo destino, con lo cual se suele afincar en el lugar de destino.

En esos casos habrá que analizar cuidadosamente su repatriación, a la que


lógicamente podrá oponerse o resistirla, también dependiendo de las condiciones
contractuales (130) .

La decisión de la empresa de desvincular a su expatriado en el lugar de destino, a


menudo en base a las condiciones en las que se operó el traslado, no inhibe al
principal del deber de asumir los gastos de repatriación, incluyendo lo pactado en lo
que hace a la mudanza de los bienes muebles personales del expatriado.

I. La extinción del contrato del expatriado

584
La extinción del vínculo generalmente se rige por el derecho del lugar en donde se
produce la extinción.

Un contrato celebrado en Argentina para luego ser ejecutado en Francia, implica


que la extinción operada en este último país importará la aplicación de sus normas
en materia de extinción, salvo que las partes hayan pactado una forma especial, o
la aplicación del derecho más beneficioso, que podría ser el derecho del lugar de
contratación.

Habrá que determinar si es más favorable para el trabajador el pago de una


indemnización dineraria tarifada, como rige en el derecho argentino, o
eventualmente, la protección de la estabilidad que impida un despido incausado,
como rige en determinadas condiciones en Francia.

El juez competente parece ser el de Francia que es el lugar en donde se produce el


acto extintivo, salvo que el trabajador haya sido repatriado, en cuyo caso, habrá que
recurrir al juez del lugar del domicilio, que deberá aplicar el derecho francés. La
prueba de la aplicación del derecho extranjero, su doctrina, jurisprudencia, y la
"opinión legal preponderante" en el caso particular, habrá que requerirlo y
acreditarlo, onus probandi que es sin dudas a cargo de quien lo invoca.

J. Los cambios de destino pactados y los no acordados

Al analizar los casos de expatriación, establecimos que existen los casos de destino
único, y los de destino múltiple (131) .

Estos últimos son aquellos que se pacta y son trasladados conforme a las
condiciones contractuales.

Las condiciones en general de ésta y otras vicisitudes se pactan en el contrato de


expatriación, o se intercalan dentro de la vigencia del contrato de trabajo

K. Los problemas cambiarios originados en restricciones en el empleo


o en el pago con divisas

585
En las empresas se pacta para los ejecutivos expatriados junto a los ejecutivos
locales de mayor nivel una serie de beneficios especiales, como son los planes de
pensiones y los planes de acciones o stock options que ahora están sujetos a una
serie de restricciones cambiarias, por efecto de la prohibición de girar dólares o
divisas al exterior, y por las limitaciones al pago o gasto en divisas fuera de nuestro
territorio.

En general el sistema de pensiones se puede resumir así:

 El dependiente realizaba un aporte al Plan a través de un


depósito en un Fondo Común de Inversión (a su elección
dentro de una cartera cerrada ofrecida por el sector empresarial
en el mercado internacional que podría consistir en fondos
líquidos o títulos). El aporte se materializaba a través de un
descuento que practicaba la empresa empleadora local en
oportunidad del pago del salario mensual, de un número de
salarios, o del SAC (junio y diciembre) de un determinado
porcentaje de sus ingresos que varía según la categoría. Estos
aportes están indisponibles para el dependiente mientras se
encuentre vigente la relación laboral.
 La empresa empleadora, en función del aporte que realizó el
empleado, asignaba fondos de libre disponibilidad que posee
en el exterior al plan de pensión. Estos valores estaban
invertidos en el exterior en depósitos a plazo, fondos de
inversión o fideicomisos a nombre de la empresa, todos en
divisas extranjeras, generalmente medidas en dólares o en
euros.
 Al producirse el retiro del dependiente por cese o jubilación el
beneficiario quedaría en condiciones de retirar los fondos
propios invertidos así como los fondos asignados por la
empresa. Para ello, la empresa practicaba los correspondientes
aportes previsionales y efectuaba las retenciones del impuesto
a las ganancias aplicables al monto otorgado por la empresa.

Desde el punto de vista laboral, la existencia de restricciones para girar los fondos
a su destino nos enfrenta con la cancelación total o parcial del Plan de Pensión, lo
que puede dar lugar a un reclamo individual del trabajador por los daños y perjuicios
(daño moral, lucro cesante y daño emergente) por haber sufrido una modificación
en perjuicio del trabajador, como consecuencia de la modificación unilateral
dispuesta por su empleador, sosteniendo que puede tratarse de un beneficio
sustancial e irrenunciable incorporado a su contrato de trabajo (arts. 12 LCT, y
art. 66 LCT) (132) .

Es probable que se pueda invocar la existencia de una causal ajena a la voluntad y


decisión de la empleadora, dado que las restricciones cambiarias se dispusieron
desde normas emanadas de la autoridad de aplicación, configurando los llamados
"hechos del príncipe", y por ende, no son atribuibles a ningún incumplimiento ni falta
del principal.

En el fallo "Murman c. IBM" (133) , se estableció que al momento del ingreso de


reclamante en la empresa, la firma IBM se comprometió y éste adquirió de un modo
pleno perfecto, el derecho a gozar de la pensión que IBM había establecido para

586
asistir a los empleados efectivos después de su retiro de la compañía, siempre y
cuando se cumplieran con una serie de requisitos de antigüedad, permanencia y de
edad para retirarse.

Este beneficio lo financiaba íntegramente IBM, tenía un valor económico muy


significativo y garantizaba al empleador de por vida, después de su retiro de la
empresa, un ingreso mensual importante calculado en base a su antigüedad y
remuneración promedio.

El Plan de pensión fue implementado por IBM a un alto costo económico, pero
también eran muy importantes las ventajas que obtenía a cambio, ya que servía
como un condicionante de alineación y de compromiso del personal más capacitado
hacia la compañía, era en definitiva un incentivo motivacional importante para
fortalecer la retención, a fin de que se alejaran de la tentación de emigrar hacia otras
compañías, sobre todo de la competencia.

Es decir, unilateral y voluntariamente IBM se comprometió a abonar a Murman una


pensión mensual después que se retire de la empresa, obligación que pasó a formar
parte del contrato de trabajo, integrando así las condiciones de trabajo que rigen la
relación (art. 1° apart. D, LCT).

Se integró desde el momento que se inició el contrato de trabajo legítimamente a su


patrimonio del derecho —pleno y perfecto— que IBM reconoció irrestrictamente a
todos sus empleados. En rigor, el hecho de que se tratara de un beneficio graciable,
unilateral y cuya naturaleza escapaba al ámbito laboral, y se internaba en la
seguridad social, no impedía que la empresa hubiere asumido el compromiso, y que
como tal se generara un derecho en expectativa central para las decisiones que
pudiera tomar el beneficiario del sistema.

Derecho que, por integrar el contenido del contrato —como una de sus elementos
esenciales— el empleador no puede revocar ni modificar unilateralmente, esto es
sin que exista el consentimiento del otro contratante, conforme lo exige un elemental
principio general de derecho (arg. 1197 y 12 del Código Civil, y art. 66, LCT).

La aplicación al contrato de los principios que rigen la vigencia temporal de las leyes
resulta manifiestamente improcedente, ya que constituye una característica propia
del acto legislativo que el mismo pueda ser modificado o derogado sin que sus
destinatarios puedan invocar los derechos que la ley les reconocía —sólo
constituían una expectativa—, salvo que el derecho futuro se convierta en uno
adquirido (en el ejemplo proporcionado, cuando el destinatario reúne los requisitos
necesarios para gozar de la jubilación).

Por eso se dice que nadie tiene derechos adquiridos frente a los cambios legislativos
(mientras no se han incorporado al patrimonio del destinatario), y que la ley rige las
relaciones jurídicas desde afuera, esto es no pasa a integrar su contenido.

En cambio, en el marco de los actos jurídicos pasa todo lo contrario, ya que la


cláusula contractual se integra al contenido de la relación y por lo tanto no puede
ser modificada o revocada unilateralmente, sin el acuerdo del otro contratante.

Esto es así al margen de que los créditos que surjan de la obligación contraída
nazcan en el futuro, como ocurre en el caso cuando se produzca el retiro de Murman,

587
de modo que IBM siempre deberá respetar el goce del beneficio futuro, cuando se
reúnan las condiciones requeridas para su adquisición (antigüedad, edad, etc.)

El día 7 de junio de 1994 IBM comunicó a su personal que a partir de julio de ese
año el Plan de Pensión vigente hasta entonces había sido cancelado y sustituido
por otro de características diferentes, sin dar opción a los empleados para quedarse
en el régimen antiguo.

Con este nuevo plan IBM disminuía sustancialmente los aportes que debía efectuar
para financiar el sistema, y por cierto ello se reflejaba en el valor económico de los
nuevos beneficios, que eran sustancialmente inferiores a los que concedió el plan
anterior, perjudicando en especial al personal que contaba con mayor permanencia
en la empresa, como era el caso de Murman.

En la causa, la sala VI se expidió en consecuencia manifestando lo siguiente: IBM


modificó unilateralmente el plan de pensión que integraba la relación de trabajo, esto
es por su propia voluntad, sin ninguna participación del titular del derecho afectado,
o sea de Murman. Como lo resolvió esta Sala en otra oportunidad, la decisión
unilateral del empleador de modificar o alterar "modalidades esenciales del
contrato", sin que exista consentimiento del trabajador, resulta violatoria de l o
dispuesto por la norma imperativa que impone límites al ius variandi (art. 66 LCT), y
por lo tanto esa decisión constituirá un acto nulo de nulidad absoluta, y en
consecuencia inconfirmable, el que no podrá ser convalidado por la conformidad
posterior del trabajador.

Dicho en otros términos, "el consentimiento posterior del trabajador sea expreso o
tácito, no produce efectos jurídicos, en tanto no se puede sanear o confirmar un acto
pasible de nulidad absoluta" (causa "Velazco, Héctor c. Celulosa Jujuy SA",
publicada en DT, 1999-A, 506; para mayores detalles me remito a mi trabajo,
"Invalidez del acuerdo que modifica condiciones esenciales del contrato de trabajo
en perjuicio del trabajador sin su consentimiento previo", DT, 1999-A, 988 y sig.).

Conforme a lo expuesto, la modificación unilateral efectuada por IBM de condiciones


esenciales del contrato —como es el derecho de gozar en el futuro del plan de
pensión hasta entonces vigente—, por estar viciada de nulidad absoluta no puede
ser confirmada o saneada por el consentimiento posterior de Murman, que éste
prestó recién el 24/6/94, aun cuando el mismo sea exteriorizado de un modo
expreso.

Por lo tanto, la modificación contractual introducida unilateralmente por IBM carece


de todo valor, razón por la cual el antiguo plan de pensión continuó plenamente
vigente, de modo que Murman conservó intacto su derecho a obtener el beneficio
siempre que reuniera al momento de su retiro de la empresa los requisitos exigidos.

Aún si no se compartiera nuestra posición al respecto, es decir si se admitiera que


el consentimiento posterior del trabajador convalida la decisión unilateral del
empleador, en el caso sub examen también arribamos al mismo resultado de
desconocer todo valor a dicho acuerdo, formalmente válido pero que resulta nulo de
nulidad absoluta por contener renuncias de derechos prohibidas.

En efecto, para nosotros todos los derechos adquiridos por el trabajador son
irrenunciables, sea que los mismos provengan de normas imperativas o no

588
imperativas, de modo que las partes podrán, después de respetar los mínimos
imperativos, convenir libremente la modificación de las condiciones de trabajo, salvo
que esa alteración cause un perjuicio al trabajador ya que entonces éste estaría
renunciando a derechos de los cuales no puede disponer.

En definitiva, si los "hechos o actos del príncipe" impiden la continuidad de un


sistema que se prodiga en el tiempo, y lo tornan de cumplimiento imposible, es dable
reconocer que la empresa, para poder enfrentar este especial marco de
restricciones, debe tomar una iniciativa que supla o reemplace un sistema cuya
viabilidad es muy baja o nula.

En suma, debemos concluir que:

a) el cambio o cancelación del Plan sólo podría instrumentarse a través


de una novación contractual con las nuevas condiciones requeridas
para acceder al mismo, y a cambio se podría analizar la posibilidad
como una alternativa de abonar una gratificación para compensar
eventualmente cualquier perjuicio patrimonial, en el que los
trabajadores puedan verse afectados. La suma abonada
compensaría el posible reclamo de daños y perjuicios que pudiere
sufrir el beneficiario;
b) si bien se podría eventualmente alegar, que la aplicación del Plan de
Pensión por sus características en el contrato de trabajo, y en función
de los principios que rigen la vigencia temporal de las leyes,
constituyen una característica propia del acto legislativo que el mismo
pueda ser modificado o derogado sin que sus destinatarios puedan
invocar los derechos que la ley les reconocía —sólo constituían una
expectativa—, salvo que el derecho futuro se convierta en uno
adquirido —en el ejemplo proporcionado, cuando el destinatario
reúne efectivamente los requisitos necesarios para gozar de la
jubilación—, y con la decisión unilateral se cancela una expectativa
cierta consolidado por el cumplimiento de la condición que activa un
derecho en expectativa, y lo convierte en el mentado derecho
adquirido;
c) por eso se dice que nadie tiene derechos adquiridos frente a los
cambios legislativos mientras no se han incorporado al patrimonio del
destinatario, y que la ley rige las relaciones jurídicas desde un ángulo
externo, y por ende su abstracción no pasa a integrar su contenido.

Si por suspensión se entiende dejar congelado el fondo en el exterior (el cual no


recibirá más aportes), y se mantendrá bajo las reglas de su lugar de destino,
preservando su valor, y en su caso, realizando inversiones que mejoren su valor real
y final. Una solución como la referida implica que el plan se seguirá liquidando del
mismo modo y con las mismas reglas, esto es recién cuando el dependiente se retire
o jubile. En rigor, dejar el plan congelado en el exterior no ocasiona ninguna
contingencia (puesto que los fondos siguen siendo indisponibles para el empleado)
y al momento de retirarse el empleado de la empresa y hacer efectivo el fondo
invertido, se seguirá tal como entendimos está previsto, reteniendo la empresa el
impuesto a las ganancias sobre sus aportes a favor del empleado y tributando el
empleado impuesto a las ganancias por declaración jurada sobre toda la utilidad
restante que perciba el empleado por encima de su aporte personal.

589
Si en cambio por suspensión se entiende liquidar el plan y darle hoy el dinero
acumulado al empleado. Por ende, al liquidar el fondo en el exterior (los fondos
pasan a estar a disposición de los beneficiarios-dependientes), la compañía deberá
actuar tal como tenía previsto para el momento de la liquidación total o parcial del
plan. En consecuencia procederá tal como está previsto en el sistema, abonará el
beneficio y procederá a retener el impuesto a las ganancias sobre el aporte
efectuado a favor del beneficiario y éste habrá de tributar previa declaración jurada
sobre toda la utilidad que perciba por encima de su aporte personal.

En el caso de un reemplazo del plan por un plan local, también deberá especificar
que entiende por reemplazo: Si por reemplazo se entiende que, a partir de una
determinada fecha y debido a las restricciones cambiarias pasa a haber un régimen
mixto compuesto de un plan en el exterior el cual queda congelado y un plan local
que comienza ahora, el pasar a un régimen mixto no origina contingencias
impositivas, puesto que los montos invertidos no son puestos a disposición del
empleado.

En este caso es dable analizar cómo continuar localmente porque el efecto


impositivo local puede ser muy superior al efecto impositivo del plan externo.

El punto pasa porque las diferencias de cambio están exentas y las utilidades por
inversiones locales, según en que se invierta, pueden no tener diferencias de
cambio.

Si en cambio, por reemplazo se entiende que se liquida el fondo del exterior, se le


devuelve al empleado sus aportes más las utilidades generadas y se le devuelve a
la empresa sus aportes y luego ambos empleado y empresa vuelven a invertir en un
fondo local, en este caso, como lo aportado por la empresa no se acredita al
dependiente, la empresa no debe retener impuesto a las ganancias y el empleado
por declaración jurada debe tributar sobre las utilidades que han sido puestas a
disposición del beneficiario.

Ante las restricciones actuales girar los fondos netos de impuestos y cargas sociales
a una cuenta que el empleado designe en el exterior sólo sería posible si la empresa
tuviese fondos de libre disponibilidad en el exterior.

Incluso sin las restricciones actuales la empresa desde que hay control de cambios,
sólo podría hacerlo con autorización previa y taxativa del Banco Central para
comprar dólares con pesos y luego girar esos dólares a la cuenta del empleado.

Sin las restricciones actuales la empresa hubiese pagado en pesos localmente y el


empleado hubiese girado bajo la forma de atesoramiento.

En definitiva, la empresa y el empleado tienen dos opciones:

a) la empresa tiene moneda extranjera de libre disponibilidad en el


exterior, en este caso puede disponer de ella libremente y depositarla
en la cuenta del exterior del empleado si éste así lo desea;
b) la empresa no tiene dicha moneda de libre disponibilidad, entonces
sólo podrá pagarle en pesos al empleado localmente. Y será el
empleado quien deba decidir en que invierte dicho dinero siendo una
de las opciones la adquisición de títulos valores argentinos emitidos
590
en dólares con cotización en bolsas del exterior. Si adquiriese estos
títulos como inversión luego de transcurrido un tiempo podría —
llegado el caso y si todas las normas continuaran igual convertirlos
en USD vendiéndolos en el exterior o cobrando sus cupones— en
cualquier caso, esta transacción deberá analizar muy detenidamente
debido a que los bancos y brokers presentan muchas objeciones,
conforme a las reglas que rigen su operatoria, y sobre todo, conforme
a las restricciones que propone e impone cada país, dentro de sus
decisiones soberanas.

ANEXO DEL CAPITULO XXIV

BIBLIOGRAFÍA

A. Bibliografía general
VON POTOBSKY, GERALDO W., BARTOLOMEI DE LA CRUZ, HÉCTOR,La
Organización Internacional del Trabajo, Astrea, Buenos Aires, 1990.
LÓPEZ, JUSTO, CENTENO, NORBERTO O., FERNÁNDEZ MADRID, J. C.,Ley de
Contrato de Trabajo Comentada, t. I, Contabilidad Moderna, Buenos
Aires, 1977, p. 39.

B. Lecturas recomendadas
VALTICOS, NICOLÁS,Derecho Internacional del Trabajo, Tecnos, Madrid,
1977.
CARCAVALLO, HUGO R., "La reforma constitucional, los convenios
internacionales y el derecho del trabajo (nota al fallo 'Méndez
Valles')", TySS, 1996, ps. 516 y sigs.

LOS INTERROGANTES CLAVES


1. ¿Cuáles son los ámbitos en los que podemos dividir el derecho
internacional del trabajo?

591
2. ¿De qué se ocupa el derecho internacional público del trabajo?
3. ¿De qué se ocupa el derecho internacional privado del trabajo?
4. ¿Cuáles son los antecedentes que culminaron con la creación de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT)?
5. ¿Cuáles son los órganos de la OIT y cuáles son sus funciones?
6. ¿Cuáles son las comisiones y comités que actúan dentro de la OIT?
7. ¿Qué es la Oficina Internacional del Trabajo y cuáles son sus
funciones?
8. ¿Cuál es la función de la Conferencia Internacional del Trabajo y
quiénes la integran?
9. ¿Qué es y qué funciones tiene el Consejo de Administración de la
OIT?
10. ¿Quién lo designa y qué funciones tiene el director general de la
Oficina Internacional del Trabajo?
11. ¿Cómo se integra y qué funciones tiene la Comisión de Expertos en
Aplicación de Convenios y Recomendaciones?
12. ¿Cómo está integrada la Comisión de Aplicación de Convenios y
Recomendaciones?
13. ¿Cómo está integrado y qué funciones cumple el Comité de Libertad
Sindical?
14. ¿Cómo está integrado y qué funciones tiene la Comisión de
Investigación y Conciliación en Materia de Libertad Sindical?
15. ¿Qué es un convenio, cuáles son sus requisitos y cómo se
aprueban?
16. ¿Qué es una recomendación, cuál es su contenido y cómo se
aprueba?
17. ¿Cuáles son los efectos sobre los convenios y recomendaciones en
el derecho interno de los países miembros?
18. ¿En qué consisten las teorías monista y dualista en materia de
aplicación de convenios al derecho interno?
19. ¿Qué postura asumió la Corte Suprema frente a los convenios de la
OIT?
20. ¿Cuál es la teoría a la que adhiere laConstitución Nacionaldespués
de la reforma de 1994?
20. ¿Cuál es el derecho aplicable a un caso mixto? ¿Cómo se determina
el derecho aplicable?
21. ¿Cuál es el juez competente en un caso mixto?
22. ¿Cómo se acredita la existencia del derecho extranjero? ¿Quién
debe probar el derecho extranjero aplicable en un caso mixto?

592
INDICE ANALÍTICO
A

Abandono de trabajo y retención de tareas, IV.

Acoso sexual, III.

Acta de extinción del art. 241, Otro modelo, IV.

adicionales y accesorios del salario. Los, II.

alcohol. El consumo indebido de, IV.

Alemania, III.

Asignaciones familiares, VI.

 Anexo del Capítulo XXIII, VI.


o Bibliografía, VI.
o Régimen legal de Asignaciones Familiares Ley 24.714/1996,
VI.
 Asignaciones familiares para los jubilados, VI.
 Asignación especial a la madre con hijo con síndrome de Down, VI.
 Asignación por adopción, VI.
 Asignación por ayuda escolar, VI.
 Asignación por hijo, VI.
 Asignación por hijo con incapacidad, VI.
 Asignación por maternidad, VI.
 Asignación por matrimonio, VI.
 Asignación por nacimiento, VI.
 Asignación prenatal, VI.
 Asignación universal por hijo y por maternidad, VI.
o Introducción, VI.
o Protección universal por embarazo para protección social, VI.
o Régimen legal y los beneficios, VI.
 Condiciones para determinar el monto de la asignación, VI.
 Contingencias cubiertas y prestaciones, VI.
o Personas excluidas, VI.
o Régimen legal vigente y personas incluidas, VI.
 Evolución histórica y sistema vigente, VI.
 Financiamiento del sistema, VI.
o Sistema de pago directo, VI.
o Sistema de pago indirecto, VI.
 Montos de cada asignación, VI.
 Origen, concepto y alcances, VI.

593
Australia, III.

Bélgica, III.

Brasil, III.

"Blockbuster. El Fallo, IV.

"Brandi, Roberto A. c.Lotería Nacional SE," 5/10/2000. C. Nac. Trab., en pleno, IV.

Canadá, III.

causas reconocidas por la jurisprudencia como válidas. La, IV.

 La falta grave de respeto a un superior, IV.


 Las llegadas tarde y las ausencias del trabajador, IV.
 Las sanciones disciplinarias reiteradas, IV.

Chile, III.

China, III.

Códigos de conducta, normas éticas y reglas de transparencia, II.

 código de conducta, Concepto y naturaleza del, II.


 código de conducta, Marco legal de los, II.
 código de conducta, Deber de denuncia de violaciones al, II
 Contenido no contemplado por la legislación vigente, II.
 Introducción. II.
 Violación del código de conducta como una causal de despido, La, II.

Colectivo del Trabajo. Derecho, V

 Anexo del Capítulo XVI V


o Bibliografía V.
o Convenios OIT
 Convenio OIT C 135 V.
 Convenio OIT 98 V.
 Convenio OIT 87 V.
 Observaciones e información sobre la aplicación de los
Convenios, V.
 Interrogantes claves V.
 Autonomía de la voluntad colectiva, V.
 Balance y derecho a la información V.
 Concepto de derecho colectivo V.
 Contenido y clasificación V.
 Historia del derecho colectivo V.
 Introducción V.
594
 Libertad sindical, La esencia del derecho colectivo del trabajo V.
 Marco normativo V.
o Constitución Nacional, La V.
o Leyes en materia de derecho colectivo, Las V.
o Tratados Internacionales V.
 Modelo sindical en crisis constante V.
 Nuevos temas del derecho colectivo V.
 Organización Internacional del Trabajo, El derecho colectivo en la V.
 Principios generales del derecho colectivo V.

Colombia, III.

contrato de beca, Modelo de, I.

contrato de tiempo indeterminado, Modelo, I.

contrato marco de pasantía, Modelo de, I.

contrato de pasantía, Modelo de, I.

contrato de plazo fijo de duración mayor a un mes, IV.

contrato de locación de obra,, Modelo de, I.

contrato de locación de servicios, Modelo de, I.

Convenio Nº 1 sobre las horas de trabajo (industria), 1919, I.

Convenio Nº 95 de la OIT, IV.

Convenio Nº 100. Convenio sobre la igualdad de remuneración, 1951, I.

Convenio Nº 111. Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958, I.

Convenio Nº 142. Convenio sobre desarrollo de los recursos humanos, 1975, I.

Convenio Nº 144. Convenio sobre la consulta tripartida (Normas internacionales del


Trabajo), 1976, I.

Convenio Nº 154. Convenio sobre la negociación colectiva, 1981. I.

Convenio Nº 169. Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989, I.

Convenio Nº 182. Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999. I.

Convenio sobre las horas de trabajo (Industria), 1919,III.

crisis. El despido por causa de,

 El modelo de reestructuración y las desvinculaciones, IV.


 Introducción, IV.

595
 Las fuentes del procedimiento preventivo de crisis, IV.
 Los objetivos originales y el resultado previsible de una crisis, IV.
 Marco regulatorio, IV.
o El decreto 328/1988 para despido por crisis menores, IV.

Deberes y derechos de las partes

 Clasificación, II.
 Códigos de conducta, normas éticas y reglas de transparencia, II.
o código de conducta, Concepto y naturaleza del, II.
o código de conducta, Marco legal de los, II.
o código de conducta, Deber de denuncia de violaciones al, II
o Contenido no contemplado por la legislación vigente, II.
o Introducción. II.
o Violación del código de conducta como una causal de
despido, La, II.
 Concepto y contenido, II,
 empleador, Deberes del, II.
o diligencia e iniciativa, Deber de, II,
o formación profesional y capacitación, Deber d, II.
o igualdad de trato, Deber de no discriminación e, II.
o indemnidad, Deber de, II.
o libre expresión, Deber de respecto por la, II.
o ocupación, Deber de, II.
o organismos sindicales y de la seguridad social, Deber de
cumplir con los, II.
o prevención o seguridad, Deber de, II.
o protección, alimentación y vivienda, Deber de, II.
o remuneración, deber de pago de la, II.
 empleador, Derechos o facultades del, II.
o controles personales, Los, II.
o derechos del empleador, Otros, II.
o dirección, Facultad de, II.
 casos en los que se cuestiona la facultad de Dirección,
Los, II.
 interpretación de la facultad de dirección en la
jurisprudencia, La, II.
 norma legal, Exégesis de la, II.
o organización, Facultad de, II.
 facultad de organización en la jurisprudencia, La. II,
 norma legal que consagra la facultad de organización,
Exégesis de la, II.
o poder disciplinario, El, II
 norma legal que consagra el poder disciplinario,
Exégesis de la, II.
 principios generales del poder disciplinario, Secuencia,
II.
 Facultades comunes entre las partes, II.
o deber de buena fe recíproco y entre las partes, El, II.

596
o obligación genérica de las partes, La, II.
 "Ius variandi"
o casos de cuestionamiento del "ius variandi", Los, II.
o norma legal que consagra el "ius variandi", Exégesis de la, II.
 trabajador, Derechos o facultades del, II.
 trabajador, Los deberes del, II.
o Auxilios y ayudas extraordinarias, II,
o confidencialidad y preservación de secretos, Deber de, II.
o custodia de instrumentos y útiles de trabajo, II,
o deber de no concurrencia, II.
o Diligencia y colaboración, II.
o fidelidad, Deber de, II
o responsabilidad por daños, La, II.
o subordinación y cumplimiento de órdenes e instrucciones, II.

Derecho del trabajo

 Asociaciones profesionales de trabajadores y los conflictos de


intereses, La crisis, II.
 Autonomía, I,
 Caracteres peculiares, I.
 Caracteres del derecho del trabajo, I.
o Componente central es el derecho del trabajo personal e
infungible, libre y por cuenta ajena, El, I.
o convenios colectivos, La autorregulación de los, I.
o derecho transaccional, Es un, I.
o huelga, El derecho de, I.
o marco protectorio al trabajador, El, I.
o relación laboral subordinada o en relación de dependencia,
La, I.
 Concepto y división del Derecho del Trabajo, I.
o Concepto, I.
o derecho del trabajo, Concepto de, I.
o Deberes y derechos, I.
o derecho privado, Rama del, I.
o Relaciones individuales y colectivas, I .
o Trabajadores dependientes y empleadores, I.
 definición en el derecho comparado, La, I.
 Contenido, I.
 Contenido del Derecho del Trabajo, I,
 Crisis del Derecho del Trabajo; I,
 conflicto entre los modelos regulados y la desregulación, El, I.
 costos laborales, Las necesidades de la economía de bajar los, I.
 derecho colectivo, Concepto de, I .
 derecho individual, Concepto de, I.
 derecho del trabajo, El objetivo del, I
o objeto, El, II

597
o Principios propios y específicos, I.
o Recursos técnicos propios. I,
o sujetos, Los, I.
 derecho del trabajo como marco legal de las relaciones laborales. El,,
I.
 División del Derecho del Trabajo, I .
o Derecho individual y derecho colectivo, I.
o Derecho interno y derecho internacional, I.
o Derecho legal y convencional, I.
o Derecho procesal y derecho administrativo, I.
o Derecho internacional privado y el derecho internacional
público del trabajo, I.
 economía global, El surgimiento de nuevos ejes de la, I.
 empleo, Contrato de promoción del, II.
 Flexibilización laboral, II.
o flexible, Jornada, II.
o flexibles, Descansos, II.
o fraccionadas, Vacaciones, II.
o Hora Flex, II.
 "impuestos al trabajo", El cuestionamiento de los denominados, I.
 intensiva, Jornada, II.
 mano de obra, Reconversión, II.
 modelos rígidos frente a los nuevos modelos flexibles, La existencia
de, I.
 Multiprofesionalidad, II.
 negociación colectiva, La sustitución de las normas de fondo por las
nuevas
o formas de, I.
 Nuevos Contenidos del derecho del trabajo: El empleo y los procesos
de modernización. II,
 Polivalencia funcional, II.
 primer trabajo, Contratos no laborales para promover la obtención
del,.
 protección al trabajador, El cuestionamiento del sistema de, I.
 prueba, Período de, II.
 Relaciones laborales o industriales, Concepto de, I.
o Adaptabilidad de las estructuras al mercado y los cambios de
la demanda, I.
o Al más bajo costo posible, I.
o Calidad de servicio y atención al cliente, I.
o competitivos a nivel local e internacional, Para ser, I.
o desempeño, Evaluación objetiva del, I.
o flexiseguridad como nuevo modelo integrador, La, I.
o innovación, Constante, I.
o Integración de la comunidad productiva en el producto, I,

598
o intervención de la OIT a través de los convenios y
recomendaciones. La, I.
o mecanismos de seguimiento y verificación, Controles
electrónicos, I.
o nuevas tecnologías, Desarrollo de las, I.
o productividad, Idoneidad y capacidad para aumentar la
productividad, I.
o stock options o derechos accionarios, Sistema de, I.
o Ultraflexibilidad para mejorar la eficiencia, I.
 Sistemas autocráticos versus los nuevos modelos participativos, Los,
I.
 tendencias, Las I.
 Trabajo autosupervisado, II.
 trabajo dependiente y los riesgos del retorno de la esclavitud. El, I.

Derecho Internacional Público y Derecho Internacional Privado del Trabajo. VI

 Derecho Internacional Privado del Trabajo, VI


o Anexo del Capítulo XXIV, VI.
 Bibliografía, VI.
 Principio general de la lex loci executionis, VI.
o Trabajador expatriado, VI.
 Contrato del expatriado, VI.
 Automóvil, chofer y custodia, VI.
 Cambio de destinos pactados y los no
acordados, VI.
 Celular provisto por la empresa y sus gastos de
uso, VI.
 Beneficios especiales, VI.
 Extinción del contrato del expatriado, VI.
 Houssing y gastos de vivienda de residencia, VI.
 Pagos pactados fuera del territorio nacional, VI.
 Problemas cambiarios originados en
restricciones en el empleo o en el pago con
divisas, VI.
 Remuneración, VI.
 Repatriación, VI.
 Viajes al exterior o la visita a su lugar de origen,
VI.
 Derecho aplicable al expatriado, VI.
 Diversos tipos de expatriación, VI.
 Derecho Internacional Público del Trabajo, VI.
o Aplicación de los Tratados Internacionales en el caso
"Aquino", VI.
o Aplicación de los Tratados Internacionales en el caso
"Vizzoti", VI.
o Caso "Álvarez, Maximiliano" por discriminación antisindical,
VI.
o MERCOSUR, el NAFTA y el Mercado Común Europeo, VI.
o Organización Internacional del Trabajo, VI.
 Antecedentes, VI.

599
 Aplicación concreta de los convenios en la
jurisprudencia, VI.
 Convenio 95 de la OIT sobre "salarios", VI.
 Convenio 87 98 y 132 de la OIT sobre Libertad
Sindical, VI.
 Aplicación de los convenios en el derecho interno, VI.
 Comisiones y comités, VI.
 Creación de la OIT, VI.
 Estructura tripartita, VI.
 Instrumentos: convenios y recomendaciones, VI.
 Principales funciones, VI.
 Principales órganos, VI.
 Temática de los convenios, VI.
 Nacimiento, antecedentes e introducción al derecho internacional del
trabajo, VI.
o Derecho internacional privado del trabajo, VI.
o Derecho internacional público, VI.
 Reforma constitucional de 1994 y los tratados internacionales
constitucionales y supralegales, VI.
o Convención Americana sobre Derechos Humanos. Pacto de
San José de Costa Rica, V.
o Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes, VI.
o Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial, VI.
o Convención sobre derechos del Niño, VI.
o Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, VI.
o Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio, VI.
o Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, VI.
o Declaración Universal de los Derechos Humanos, VI.
o Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su
Protocolo Facultativo, V.
o Pacto Internacional de Derechos Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, VI.

Descansos, Los, III

 Antecedentes legislativos. III.


o Antecedentes legislativos nacionales, III.
o descanso anual. El, III
o descanso diario. El, III.
o descanso semanal, El, III.
 cierre de comercios. Apertura y, III.
 clasificación, III.
 descanso anual o vacaciones. El, III.
o plazos de vacaciones. Los, III.
o requisitos para el goce, III.
o vacaciones o descanso anual. Concepto legal. Clasificación.
Las, III.

600
 descanso diario. El, III.
o descanso diario. Concepto. El, III.
o descanso entre jornadas. El, III.
 descanso semanal. El, III.
o autorización administrativa. La, III.
o decisión del empleador y las excepciones admitidas. La, III.
o descanso compensatorio, III.
o descansos semanales atípicos. Los, III.
o descanso semanal en la jornada nocturna. El, III.
o descanso semanal en sistemas de producción excepcionales
o especiales. El, III.
o extensión y características, III.
o jurisprudencia sobre el trabajo en el descanso hebdomario.
La, III.
o legislación vigente en el descanso semanal. La, III.
o prestación durante el descanso, La, III.
o principios del descanso semanal. Síntesis de los, III.
o recargos y compensaciones durante el trabajo en el descanso
semanal. Los, III.
o trabajo durante el descanso semanal y el descanso
compensatorio. El, III.
 flexibilidad laboral en las vacaciones. La, III.
o función y principios generales del descanso. Concepto, III.
o Oportunidad del pago. III.
o retribución por vacaciones. La, III.
 aumentos salariales y el cálculo del salario por
vacaciones. Los, III.
o remuneraciones variables. Las, III.
o trabajador jornalizado. El. III,
o trabajador mensualizado. El, III.
o vacaciones anuales en la jurisprudencia. Las, III.
o vacaciones en caso de extinción del contrato. Las, III.
 Concepto de descanso El ocio. El, III.
 descanso y la compensación en dinero, III.
 descansos y las fuentes del derecho. Los, III.
o Constitución Nacional. La, III.
o legislación de fondo y los convenios colectivos. La, III.
o usos y costumbres. Los, III.
o voluntad de las partes. La, III.
 feriados y días no laborables. Los, III.
 licencias especiales. Las, III.
 Otras formas de descanso, III.
o año sabático o las licencias prolongadas. El, III.
o días conmemorativos. Los, III.
o maternidad, la lactancia y el período de excedencia. La, III.
 Tipos de descanso. Clasificación, III.

Despido indirecto por causa de hostigamiento laboral o mobbing. El, V

 Conclusiones, V.
 Introducción, V.

601
o De la presión en el trabajo al acoso laboral
o mobbing y/o bullying , V.
o El trabajo en el tiempo y las nuevas tecnologías, V.
o El trabajo y la protección de las leyes y las reglas del
mercado, IV.
o Protección y ambiente saludable, V.
o Víctima, victimario y protector, V.
 La injuria y el despido indirecto, V.
 La etapa preventiva dentro de la organización, V.
 La Ley de Defensa de la Mujer contra toda forma de Violencia, V.
 La restitutio al status quo ante , V.
 Los casos de mobbing no admitidos y rechazados por la
jurisprudencia, V.
 Los daños y perjuicios adicionales a la extinción del vínculo laboral
por culpa del empleador, V.
 Los medios legales y la reparación de los daños originados en
el mobbing o bullying, V.
 Mobbing : Concepto, Etimología y alcances, V.
o Concepto de mobbing y bullying en la jurisprudencia, V.
o El mobbing en sus orígenes, V.
 Mobbing en el derecho comparado, V.
o Frases del mobbing o acoso laboral en la experiencia
comparada, V.
 Mobbing o bullying en el derecho positivo de la Argentina, V.
 Nuestro sistema legal y su contenido genérico en contra
del mobbing y del bullying , V.
o El acoso laboral junto a las normas contra la discriminación
arbitraria en los proyectos legislativos, V.
o El régimen disciplinario, el régimen de compensaciones
variables y el despido con justa causa, V.
o La introducción al acoso como acto reprochable dentro de los
Códigos de Conducta o de Ética, V.
o La legislación en el derecho administrativo para los
empleados públicos, V.
o Los deberes y derechos de las partes, V.
o Los principios generales, V.

Despido sin justa causa, IV.

 El despido incausado y la reinstalación del trabajador al puesto de


trabajo por nulidad del acto extintivo.
o Reingreso por despido discriminatorio, IV.
o Reingreso por despido por causa antisindical, IV.
o El pago de la indemnización, IV.
 El pago insuficiente y el pago a cuenta, IV.
 El plazo de pago, IV.
 Los medios de pago, IV.
o El reclamo de la indemnización por daño moral como
accesorio de la indemnización por despido, IV.
o El sistema legal. IV,
 La exención de Impuesto a las Ganancias 4º categoría de la
indemnización por antigüedad, IV.

602
o Cálculo de la exención en el pago de una indemnización
global por cese, IV.
o Exención en el caso de la indemnización homologada por la
autoridad de aplicación, IV.
o Exención en las indemnizaciones pagadas en un Plan de
Retiro Voluntario, IV.
 La extinción del contrato dispuesto por el empleador sin justa causa,
IV.
 La indemnización del art. 245 LCT vigente, IV.
o Despido sin justa causa o por causa deficiente o insuficiente,
IV.
o El cálculo de la indemnización por antigüedad, IV.
 El monto y los períodos. 3º Paso, IV.
 El cómputo de la antigüedad, IV.
 El fallo "Vizzoti" de la Corte Suprema, IV.
 El piso o base mínima, IV.
 El tope legal. 2º Paso, IV.
 Habiendo o no mediado preaviso, IV.
 La base de cálculo de la indemnización. 1º Paso, IV.
 Trabajadores fuera de convenio, o convenio
inexistente, IV.
 Trabajadores remunerados a comisión o con
remuneraciones variables. IV.
 La indemnización por despido no está sujeta a aportes y
contribuciones de la seguridad social, IV.
 La notificación y la forma de comunicar el despido, IV.
o El marco legal, IV.
o El texto formal de la notificación, IV.
o La forma de la notificación, IV.
o La notificación del despido al destinatario, IV.
 Las sanciones por actitud temeraria en la defensa de un caso, IV.
 Los antecedentes y reformas de la indemnización tarifada, IV.
o La ley 11.729 de 1934, IV.
o La LCT 20.744 de 1974. IV,
o La reforma de la LCT de la ley 21.297 de 1976. IV,
o La reforma de la Ley Nacional de Empleo 24.013 de 1994, IV.
o Las reformas de la LCT de la ley 25.13 de 1998, IV.
o Nueva reforma de la LCT de lay 25.877 de 2004, IV.
o Reforma de la ley 25.250 de 2000, IV.
 La jurisprudencia en torno de las prestaciones no remuneratorias, IV.
o El fallo "Blockbuster", IV.
o El fallo "Disco", IV.
o El fallo "Polimat", IV.
 La jurisprudencia y la doctrina contradictoria, IV.
 La provisión de vivienda para el trabajador y su familia, IV.
 Las gratificaciones anuales, IV.
 Las prestaciones de naturaleza dudosa y sus efectos sobre la base
de cálculo de la indemnización por antigüedad, IV.
o La cochera provista en dependencias de la empresa, IV.
o La provisión del vehículo y sus gastos, IV.
o La provisión de la computadora personal portátil, IV.
o Los gastos y el uso del celular provisto por la empresa, IV.

603
 Los adicionales de los expatriados por efecto de la expatriación, IV.
 Los casos especiales en el cálculo de la indemnización por despido
incausado, IV.
o El cómputo de aguinaldo o sueldo anual complementario en la
base de cálculo de la indemnización por despido, IV.
 Los gastos, viáticos y compensaciones del trabajador expatriado, IV.
 Los recargos a las indemnizaciones por despido incausado, IV.

Despido y otras formas de extinción, III

 "Disco". El fallo, IV.


 Etimología y terminología, III.
 Introducción al sistema de estabilidad en el empleo, III
o estabilidad. Grados de, III.
 despido como derecho o como acto ilícito. El, III.
o estabilidad absoluta en los trabajadores bancarios.
Antecedentes sobre, III.
o indemnización por despido y otros daños originados en la
extinción del vínculo. La, III
o posición de la jurisprudencia con respecto a la estabilidad y el
despido desde el caso "Madorrán", III.
o responsabilidad del despido se extiende a los directivos
cuando los actos ilícitos son dolosos. La, III.
o responsabilidad del principal frente a los auxiliares del
trabajador. La, III.
o responsabilidad entre la empresa y el socio empleado del art.
27 LCT. La, III
o responsabilidad entre la empresa controlante y controladas o
relacionadas del art. 31 LCT. La, III.
o sistema legal y la Constitución Nacional. Nuestro, III.
 etapa fundacional. La III.
 etapa revisionista. La, III.
 marco actual. El, III.
o solidaridad entre el principal y contratistas del art. 30 LCT. La,
III.
o solidaridad entre la empresa principal y la empresa que
provee personal del art. 29 LCT. La, III.
o solidaridad entre la empresa usuaria y la empresa de servicios
eventuales del art. 29 bis LCT. La, III.
 Introducción general, III.
 Sistemas de estabilidad. Aproximación inicial. Los, III.

Despido verbal, V

 Intercambio de notificaciones e intimaciones, V.


 Introducción, V.
 Jurisprudencia, V.
 Marco regulatorio, V.
o Deber de ocupación frente al despido verbal, V.
o Operatoria de las presunciones, V.

604
Ecuador, III.

Egipto, III.

El despido con justa causa por culpa del trabajador, IV.

 El despido por falta o incumplimiento del trabajador y sus casos


específicos, IV.
o Contemporaneidad, IV.
o El derecho de defensa del trabajador, IV.
o El valor de los antecedentes positivos o negativos, IV.
o Invariabilidad de la causa por despido, IV.
o Gradualismo, IV.
o La existencia de una causa suficiente. Proporcionalidad, IV.
o La recepción de la notificación por parte del trabajador y del
empleador, IV.
o Non bis in idem, IV.
o Notificación por escrito, IV.
o Onus probandi a cargo de quien invoca los hechos, IV.
o Que la causa impida la continuidad del vínculo.
Razonabilidad, IV.
o Valoración de la injuria en función del rango o jerarquía del
trabajador, IV.
 El marco general, IV.
 El marco legal, IV.
 La configuración de la injuria, IV.
 La injuria como la justa causa del despido y la casuística, IV.
o Abandono del puesto de un señalero, IV.
o Actos contrarios a la ética, IV.
o Acoso sexual, IV.
o Adelantos de salario no comunicados por el beneficiario, IV.
o Agresión física y antecedentes negativos, IV.
o Alta médica, ocultamiento, IV.
o Amenaza verbal en el marco de circunstancias atenuantes, IV.
o Antecedentes y antigüedad, sanción disciplinaria en lugar del
despido, IV.
o Atención inadecuada de un cliente, IV.
o Ausencia del trabajador en una junta médica, IV.
o Ausencias injustificadas a pesar de haber dado aviso, IV.
o Ausencias registradas por el trabajador sin una falta actual al
momento del despido, IV.
o Bromas leves, IV.
o Cambio de presidente, IV.
o Chofer que retuvo dinero de la recaudación, IV.
o Compra a precio vil de productos reparadas a nuevo, IV.
o Concurrencia o competencia desleal, IV.
o Conducta social reprochable en una cena fuera del horario de
trabajo, IV.
o Copiado de fórmula, IV.
o Corte de cabello impuesto por el empleador, IV.
o Daños producidos en forma involuntaria, IV.
o Demolición del edificio donde prestaban los servicios, IV.

605
o Denuncia de violación de domicilio abusiva, IV.
o Despido por negarse a firmar dos planillas, IV.
o Diferencias compensables, IV.
o Distribución de panfletos injuriosos para la empresa, IV.
o Domicilio no denunciado y denunciado a la vez, IV.
o El consumo indebido de alcohol, IV.
o El desconocimiento del trabajador de sus firmas cuando las
mismas eran auténticas, IV.
o El despido del delegado gremial, IV.
o El despido del trabajador extranjero, IV.
o El despido por el uso indebido de las herramientas
informáticas y del correo electrónico. IV.
o El trabajador que duerme o incumple con sus obligaciones
laborales, IV.
o Empleo incorrecto de los elementos de trabajo con daños en
los mismos, IV.
o Entablar una demanda infundada, IV.
o Error en el uso de elementos de trabajo, IV.
o Error en la determinación de la falta cometida, IV.
o Evaluación de las condiciones laborales, IV.
o Evasión de los controles de entrada y salida de la empresa,
IV.
o Jefe con errores y fallas en la liquidación, IV.
o Falsa declaración en juicio o entablar juicio laboral, IV.
o Falsear parte de producción, IV.
o Falta cometida fuera del horario de trabajo, IV.
o Falta de contracción a las tareas, IV.
o Falta de idoneidad del trabajador, IV.
o Falta de sometimiento a control médico, IV.
o Falta de respeto aislada y sin antecedentes, IV.
o Faltas alegadas y no acreditadas, IV.
o Faltante de caja, IV.
o Fichar por un valor inferior al que debía facturarse, IV.
o Horas extras no autorizadas para hacer café, IV.
o Incumplimiento de rendición de cuentas, IV.
o Indumentaria inapropiada y utilización del uniforme, IV.
o Infectados con el virus de sida, IV.
o Introducción, IV.
o La ausencia del trabajador por un día, IV.
o La causa con entidad suficiente, IV.
o La crisis económica general o de la actividad no es causal
justificada de despido, IV.
o La falta de aviso de la enfermedad, IV.
o La negativa del trabajador a firmar planillas de producción, IV.
o La pérdida de confianza, IV.
o La prueba de la injuria y su presconstitución y acopio, IV.
o La retención de tareas, IV.
o La violación del principio de buena fe, IV.
o Licencia por enfermedad y trabajo den un tercero, IV.
o Ligereza en el manejo de la administración, IV.
o Los elementos que componen la causa justificada, IV.
o Manifestaciones vertidas en juicio, IV.

606
o Marcado de tarjeta ajena para ocultar llegadas tarde o
ausencias, IV.
o Médico que abandona la guardia o sus deberes, IV.
o Médico que concede licencia prolongada en base a
certificados, IV.
o Menoscabos y apretujones malintencionados, IV.
o Negativa a cumplir con su tarea, IV.
o Negativa del trabajador a realizar horas extras, IV.
o Negativa del trabajador de someterse a cirugía, IV.
o No cumplir con el uso de uniforme provisto por la empresa, IV.
o Omisión de denuncia de una falta de un subordinado, IV.
o Omisión de estudios o de estado de salud, IV.
o Omisión del aviso de enfermedad inculpable, IV.
o Omisión del trabajador de confeccionar nota de venta, IV.
o Omisión deliberada de información en la solicitud de empleo,
IV.
o Omisión deliberada en el uso de la escarapela nacional, IV.
o Omitir informar acto deshonesto de un subordinado, IV.
o Participación en una medida de fuerza, IV.
o Planilla de ventas reales, IV.
o Prohibición de usar barba, IV.
o Prueba y entidad de las causa en un vigilador, IV.
o Reingreso al finalizar las vacaciones, IV.
o Reorganización o reestructuración, IV.
o Retención de documentación, IV.
o Retención de una suma de dinero no rendida, IV.
o Retención de recibos de alquiler, IV.
o Retiro sin autorización antes de finalizar el horario, IV.
o Riña y agresiones de hecho, IV.
o Rotura de una herramienta costosa por negligencia, IV.
o Sobreseimiento de denunciar por amenazas, IV.
o Supuesta venta de boletos falsos, IV.
o Suspensión seguida de despido diferido, IV.
o Suspensión preventiva fallida, IV.
o Sustracciones por robo o hurto, IV.
o Tarjeta fichada por un tercero para ocultar llegadas tarde, IV.
o Tomar mate con bombilla sin mediar prohibición, IV.
o Trabajador pasivo en un riña, IV.
o Trabajadores que difamaron a la obra social de empresa, IV.
o Trato discriminatorio en la aplicación de sanciones, IV.
o Trato inequitativos de trabajadores del mismo empleador, IV.
o Una serie de faltas que culmina en una última falta leve, IV.
o Utilización indebida de elementos del empleador, IV.
o Venta de productos ajenos a la empresa, IV.
o Ver televisión dentro de una emisora de TV, IV.
o Violación de la condición del "buen trabajador", IV.
 Las causas reconocidas por la jurisprudencia como válidas, IV.
o La falta grave de respeto a un superior, IV.
o Las llegadas tarde y las ausencias del trabajador, IV.
o Las sanciones disciplinarias reiteradas, IV.

El despido del trabajador por incapacidad o por inhabilidad, IV

607
 El marco regulatorio, IV.
 Extinción por incapacidad del trabajador, IV.
o El despido del trabajador por incapacidad sobreviniente, IV.
 Extinción por inhabilidad del trabajador, IV.
 Introducción, IV.
 La notificación de la extinción del vínculo por inhabilidad
sobreviniente, IV.

El despido dispuesto por el empleador por jubilación del trabajador, IV .

 Concepto de extinción del contrato de trabajo por jubilación del


trabajador, IV.
 El marco regulatorio, IV.
 Introducción, IV.
 La extinción anticipada del plan, IV.
 Los planes de jubilación anticipada, IV.
o El contenido y el desarrollo del plan, IV.
o Introducción, IV.
o La naturaleza de las prestaciones recibidas, IV.

El despido en el trabajo no registrado, en la registración anómala y en los


casos de figuras no laborales, IV.

 Casos en los que resulta improcedente el reclamo de regularización


o su despido indirecto, IV.
 El marco regulatorio del trabajo no registrado y en la registración
anómala, IV.
 El art. 123 bis LCT como mecanismo complementario contra la
evasión, IV.
 El trabajo registrado contra el trabajo clandestino, IV.
 Introducción, IV.
 La aplicación de la ley 25.323 para empleo no registrado y por falta
de pago de la indemnización por despido, IV.
 La extinción del vínculo directa o indirecta previa intimación de
regularización, IV.
 La intervención de la autoridad de aplicación y de los sistemas de
control, IV.
 La intimación de regularización del trabajador, IV.
 La obligación de regularización y la emisión de certificados de
aportes y contribuciones, IV.
 La responsabilidad de los administradores, directores y ejecutivos de
la empresa por el trabajo no registrado, IV.
 Las consecuencias de la regularización frente a la seguridad social y
a la AFIP, IV.
 Los casos de no registración bajo una razonable duda, IV.

El despido por causa de crisis, IV.

 El modelo de reestructuración y las desvinculaciones, IV.


 Introducción, IV.
 Las fuentes del procedimiento preventivo de crisis, IV.
 Los objetivos originales y el resultado previsible de una crisis, IV.

608
 Marco regulatorio, IV.
o El decreto 328/1988 para despido por crisis menores, IV.

El despido por causa de huelga, IV

 Bloqueo de los accesos, IV.


 Constatación, intimación y despido, IV.
 Desmanes en el comedor, IV.
 El concepto de huelga en la Constitución Nacional, en la doctrina y
en la jurisprudencia, IV.
o La huelga en la Constitución Nacional, IV.
 El despido por causa de huelga ilegal, IV.
 El despido por causa de huelga ilegal de un trabajador amparado por
la tutela sindical, IV.
 El empleo de la violencia, IV.
 El modo en el ejercicio. Caracterización, IV.
 El objeto de la huelga, IV.
o Objetos admitidos, IV.
o Objetos rechazados, IV.
 Interrupciones programadas breves, IV.
 Interrupciones programadas sorpresivas, IV.
 La constatación de las medidas de fuerza, IV.
 La constitución en mora a través de la intimación del empleador, IV.
 La declaración de ilegalidad de la huelga, IV.
 La negativa del trabajador a participar en el sumario de una medida
de fuerza ilegal, IV.
 La violación de guardias mínimas en los servicios esenciales, IV.
 Las huelgas de solidaridad son ilegales y justifican el despido de
quien participó en ellas, IV.
 Las medidas promovidas por el gremio junto a "piquetes" o solo con
"piquetes", IV.
 Los conflictos y la huelga. Conceptos y terminología, clasificación, IV.
 Los derechos del empleador frente a una medida de fuerza ilegal, IV.
 Los efectos individuales del ejercicio de huelga. IV.
o Durante la huelga no se devengan los salarios, IV.
 Los procedimientos reglados de la solución de conflictos y la
intervención de la autoridad de aplicación, IV.
 Manifestaciones realizadas por terceros en solidaridad con otro
gremio en conflicto, IV.
 Ocupación del establecimiento, IV.
 Participación en medias de fuerza con amenaza de producir graves
daños al empleador, IV.
 Recaudos y condiciones de la huelga lícita, IV.
 Sujetos legitimados de la huelga, IV.
 Trabajo a reglamento, IV.
 Trabajo a tristeza, IV.

El despido por causa de discriminación arbitraria y las acciones legales


complementarias, IV.

 Casos en los cuales se consideró improcedente el reclamo por


discriminación arbitraria, IV.

609
 El despido indirecto o la reincorporación del trabajador despedido, IV.
 Introducción, IV.
 La discriminación por HIV, IV.
 La jurisprudencia y las medidas contra la discriminación arbitraria, IV.
o Discriminación por razón del salario, IV.
o La discriminación por acciones sindicales, IV.
 Marco regulatorio de la Ley de Contrato de Trabajo, IV.
 Marco regulatorio de la Ley 23.592 contra la Discriminación en
general, IV.

El despido por falta o disminución de trabajo y por fuerza mayor. IV

 Concepto de falta o disminución de trabajo y de fuerza mayor, IV.


 El marco regulatorio de la LCT, IV.
 El orden de los despidos por falta o disminución de trabajo y por
fuerza mayor, IV.
 El régimen legal e indemnizatorio, IV.
 Fuerza mayor o falta o disminución de trabajo aceptada por el
sindicato o por la autoridad de aplicación, IV.
 Introducción, IV.
 La causal de fuerza mayor o caso fortuito, IV.
 La causal por falta o disminución de trabajo, IV.
 La notificación del despido por falta o disminución de trabajo no
imputable a la empresa, IV.
 La notificación de la extinción por fuerza mayor o caso fortuito no
imputable al empleador, IV.
 Los procedimientos especiales previstos para las causas de crisis
económicas, organizativas y tecnológicas, IV.

El empleo, el subempleo y el desempleo

 desempleo y el seguro de desempleo. El, III.


o desempleo y beneficiarios de riesgos del trabajo. Régimen de,
III,
o estado de desempleo. El, III.
o extinción del contrato para acceder al beneficio de desempleo.
Causales de, III.
o financiamiento del seguro de desempleo. El, III.
o obligaciones de las partes frente al Sistema Integral del
Prestaciones por Desempleo. Las, III.
o otorgamiento de las prestaciones dinerarias y no dinerarias.
El, III.
o solicitud del beneficio por desempleo. La, III.
o suspensión y la extinción de las prestaciones por desempleo.
La, III.
 Elementos, contenido y clasificación del empleo, III.
o Clasificación del empleo y el desempleo, III.
o Objetivos, III.
 Emergencia ocupacional y las formas de incentivar y promocionar la
creación del empleo. La, III.

610
o contratos promovidos (ahora derogados) y los contratos
promocionales y de aprendizaje. Los, III.
o incentivos para trabajadores con más dificultades para
obtener empleo. Los, III.
o Plan de subsidios para situaciones de crisis. REPRO, III.
o programas para grupos protegidos y para discapacitados. Los,
III.
 empleo como un capítulo del derecho del trabajo. El, III.
o Concepto e introducción al empleo. Relaciones
interdisciplinarias. III,
o desempleo y el subempleo. El, III.
o proceso de exclusión social. El, III.
 flexibilidad laboral y modernización del modelo de relaciones
laborales. La, III.
 Procedimiento de crisis y reestructuración productiva, III.
 promoción de las PYMES. La, III.
 protección laboral de los pueblos originarios. La, III.
 reconversión de la mano de obra. La, III.
 recursos técnicos — legales. Los, III.
 reducción de los costos laborales y de los impuestos al trabajo. La,
III.
 regularización del empleo no registrado. La, III.
o controladores laborales. Los, III.
o controles de policía laboral y previsional. Los, III.
o moratorias y regímenes de facilidades de pago. Las, III.
o sistemas de protección al trabajador. Los, III.
 sanciones en caso de despido del trabajador no
registrado. Las, III.
 sanciones sobre las sumas no registradas. Las, III.
 Responsabilidad social empresaria RSE., III.

Empleador, El, I

 Caracterización, I.
o deber fundamental hacia el trabajador es pagar el salario, Su,
I.
o entidad con o sin fines de lucro, Puede ser, I.
o persona física o jurídica, Puede ser una, I.
o responsable de dirigir y organizar el trabajo, Es la, I.
o sociedad o asociación regular o irregular, Puede ser una, I.
 Concepto de empleador, empresa, empresario, establecimiento y
explotación, I.
o Concepto de empleador, I.
 empresa, Concepto de, I.
 empresario, Concepto de, I.
 establecimiento, Concepto de, I.
 explotación, Concepto de, I.
o Contratistas y subcontratistas, Los, I.
 Concepto de empresas contratistas, I.
o empresas de servicios eventuales, Las, I
 Concepto de empresas de servicios eventuales, I.
o Empresas relacionadas, controladas o controlantes, I

611
 Concepto de sociedades relacionadas, I.
 Administración o dirección, I.
 Control accionario, I.
 Conjunto económico, I.
 Controladas y controlantes, I.
o interposición y mediación, La, I.
o tercerización de servicios, I.
 Concepto de tercerización de servicios, I.

estabilidad. Grados de, III.

 despido como derecho o como acto ilícito. El, III.


 estabilidad absoluta en los trabajadores bancarios. Antecedentes
sobre, III.
 indemnización por despido y otros daños originados en la extinción
del vínculo. La, III
 posición de la jurisprudencia con respecto a la estabilidad y el
despido desde el caso "Madorrán". La, III.
 responsabilidad del despido se extiende a los directivos cuando los
actos ilícitos son dolosos. La, III.
 sistema legal y la Constitución Nacional. Nuestro, III.
o etapa fundacional. La III.
o etapa revisionista. La, III.
 marco actual. El, III.
o responsabilidad del principal frente a los auxiliares del
trabajador. La, III.
o responsabilidad entre la empresa y el socio empleado del art.
27 LCT. La, III
o responsabilidad entre la empresa controlante y controladas o
relacionadas del art. 31 LCT. La, III.
o solidaridad entre el principal y contratistas del art. 30 LCT. La,
III.
o solidaridad entre la empresa principal y la empresa que
provee personal del art. 29 LCT. La, III.
o solidaridad entre la empresa usuaria y la empresa de servicios
eventuales del art. 29 bis LCT. La, III.

España, III.

Estados Unidos, III.

Extinción del contrato de trabajo en el derecho comparado, III

 Alemania, III.
 Australia, III.
 Bélgica, III.
o Despido por motivo grave, III.
o Indemnización compensatoria de preaviso, III.
o Otras disposiciones relevantes, III.
o preaviso. El, III.
 Brasil, III.
 Canadá, III.

612
o Despido congédiement , III.
o Despido licenciement , III.
 Chile, III.
 China, III.
o derecho de afectación. El, III.
o marco regulatorio actual. El, III.
o régimen laboral "dormitorio". III.
 Colombia, III.
o Parte. I. Derecho individual del trabajo, III.
o Parte II. Derecho colectivo del trabajo, III.
 diferenciación de los sistemas y subsistemas de estabilidad. La, III.
o estabilidad impropia relativa y absoluta. La, III.
o estabilidad propia relativa y absoluta. La, III.
o indemnidad absoluta y relativa. La, III.
o inestabilidad absoluta y relativa. La, III.
 Ecuador, III.
 Egipto, III.
 España, III.
 Estados Unidos de América, III.
o Ámbito de aplicación de la legislación y tipos de contratos, III.
o Aviso y forma y las controversias, III:
o protección colaterales. Otros medios de, III.
o régimen en general. El, III.
 Francia, III.
 Gran Bretaña, III.
 Hungría, III.
 Italia, III.
 Introducción, III.
 Japón, III.
 Malasia, III.
 México, III.
o Despido improcedente. III,
o Despido nulo, III.
o Despido procedente, III. I
 Nueva Zelanda, III.
 Panamá, III.
 Perú, III.
 Polonia, III.
 Portugal, III.
 Puerto Rico, III.
 República Checa, III.
 Rusia, III.
 Sudáfrica, III.
 Suiza, III.
o Causales de extinción del vínculo laboral. III,
o contrato de duración determinado. Fin del, III.
o consecuencias de la extinción del vínculo laboral, III.
o despidos. Clases. III,
o indemnizaciones. III,
o interrupción temporaria colectiva. Terminación o, III.
o Preaviso, III.
o Rescisión: inmediata e inoportuna, III.

613
 Uruguay, III.

extinción del contrato de trabajo por causa de abandono de trabajo. IV

 configuración del marco regulatorio, IV.


o Abandono de trabajo y retención de tareas, IV.
o El abandono por inasistencia, IV.
o La constitución en mora del trabajador mediante intimación
formal, IV.
o La extinción por abandono de trabajo en el teletrabajo o en
tecnotrabajador, IV.
o La extinción del vínculo por abandono de trabajo imputable al
trabajador, IV.
o La intimación formal del teletrabajador, IV.
o Las vicisitudes del intercambio de correo y la justificación de
las ausencias, IV.
 El abandono tácito, IV.
 Hipótesis de hecho y tendencias jurisprudenciales, IV.
 Introducción, IV.
o Abandono de trabajo en el teletrabajador, IV.
 Los casos atípicos, IV.

extinción del contrato de trabajo por renuncia del trabajador, La, IV.

 Extinción del contrato de trabajo por decisión del trabajador, IV.


 La materialidad de la renuncia, IV.
o Efectos de la renuncia del trabajador, IV.
o El texto de la renuncia, IV.
o La notificación formal de la renuncia, IV.
o La respuesta del empleador al acto de notificación de la
renuncia del trabajador, IV.
o vicisitudes de las notificaciones y de los domicilios y lugares
de notificación, IV.
 La nulidad o la anulabilidad de la renuncia, IV.
 La revocabilidad o retractación de la renuncia por parte del
renunciante, IV.
 renuncia del trabajador. La. IV.
o intervención del tercero como referente de validez. La, IV.
o marco regulatorio en la LCT. El, IV.
 renuncia o la extinción tácita. La, IV.

falta o disminución de trabajo y por fuerza mayor. El despido por, IV.

 Concepto de falta o disminución de trabajo y de fuerza mayor, IV.


o Fuerza mayor o falta o disminución de trabajo aceptada por el
sindicato o por la autoridad de aplicación, IV.
o La causal de fuerza mayor o caso fortuito, IV.
o La causal por falta o disminución de trabajo, IV.
o La notificación del despido por falta o disminución de trabajo
no imputable a la empresa, IV.

614
o La notificación de la extinción por fuerza mayor o caso fortuito
no imputable al empleador, IV.
 Introducción, IV.
 El orden de los despidos por falta o disminución de trabajo y por
fuerza mayor, IV.
 El régimen legal e indemnizatorio, IV.
 El marco regulatorio de la LCT, IV.
 Los procedimientos especiales previstos para las causas de crisis
económicas, organizativas y tecnológicas, IV.

figuras no laborales. El despido en el trabajo no registrado, en la registración


anómala y en los casos de, IV.

 Casos en los que resulta improcedente el reclamo de regularización


o su despido indirecto, IV.
 El marco regulatorio del trabajo no registrado y en la registración
anómala, IV.
 El art. 123 bis LCT como mecanismo complementario contra la
evasión, IV.
 El trabajo registrado contra el trabajo clandestino, IV.
 Introducción, IV.
 La aplicación de la ley 25.323 para empleo no registrado y por falta
de pago de la indemnización por despido, IV.
 La extinción del vínculo directa o indirecta previa intimación de
regularización, IV.
 La intervención de la autoridad de aplicación y de los sistemas de
control, IV.
 La intimación de regularización del trabajador, IV.
 La obligación de regularización y la emisión de certificados de
aportes y contribuciones, IV.
 La responsabilidad de los administradores, directores y ejecutivos de
la empresa por el trabajo no registrado, IV.
 Las consecuencias de la regularización frente a la seguridad social y
a la AFIP, IV.
 Los casos de no registración bajo una razonable duda, IV.

Francia, III.

Fuentes del derecho del trabajo

 aplicación del derecho del trabajo en caso de conflicto de normas en


el tiempo y el espacio. La, I.
o Ámbito geográfico, I
 Concepto de ámbito geográfico de la aplicación del
derecho del trabajo, I.
 ámbito personal, inclusión y exclusiones, El, I.
o Concepto de ámbito personal de la aplicación del derecho del
trabajo, I.
o Conflicto entre dos leyes vigentes, o entre una anterior y otra
posterior, I.
o convenios articulados y la disponibilidad colectiva, los. I.
o convenios sobre los contratos individuales, Efectos de los, I.

615
o Derogación de un convenio colectivo anterior por otro
posterior, I.
o Derogación de un convenio colectivo por una ley posterior, I.
o Derogación de un convenio posterior in peius , La, I.
 Convenio colectivo posterior, La visión de contexto, I.
 "Fontanive", El plenario, I.
 marco normativo, El I.
o lagunas de la ley y del derecho, Las, I.
 Concepto de lagunas de la ley, I.
o normas, El conflicto de las, I.
 acumulación, El sistema de, I.
 conglobamiento, El, I.
 método orgánico, El, I.
o normas en el tiempo, Aplicación de las, I.
 Concepto de ámbito temporal en la aplicación del
derecho del trabajo, I.
o órganos de aplicación judiciales y administrativos, Los, I.
 Fuentes del derecho del trabajo, I.
o Concepto e importancia, I.
 de producción, Fuentes de, I.
 fuente del derecho, Concepto, I.
 formales, Fuentes, I.
 materiales o reales, Fuentes, I.
o Enumeración y jerarquía, I.
 casos en la jerarquía de las fuentes, Análisis de, I.
 marco regulatorio, Exégesis, I.
 Ley de Contrato de Trabajo, Las fuentes omitidas por
la enumeración taxativa del art. 1º de la, I..
 Constitución Nacional, La, I.
 decretos reglamentarios y los derechos de
necesidad y urgencia, Los, I.
 doctrina y la opinión de los autores, La, I.
 jurisprudencia, La, I.
 normas interpretativas procedimentales u
operativas de órganos autónomos
descentralizadas como la SRT, Las, I.
 normas establecidas a través del ciberespacio y
por vía de herramientas informáticas, Las, I.
 Otras leyes no laborales, I..
 Otras normas, I.
 resoluciones o las disposiciones reglamentarias,
Las, I.
 Tratados Internacionales de los Derechos
Humanos y de las Derechos laborales, Los, I.
 Las normas de la Constitución Nacional y los Tratados
Internacionales, I.
 Art. 14, CN: Exégesis del, I.
 Art. 14 bis, CN, Exégesis del, I.
 acceso a una vivienda digna, La, I.
 Condiciones dignas y equitativas de
labor, I.

616
 convenios colectivos de trabajo,
Concertar los, I.
 Descanso y vacaciones pagados, I.
 derecho de huelga, Recurrir a la
conciliación y al arbitraje, I.
 despido arbitrario: Protección contra el, I.
 empleado público, Estabilidad del, I.
 ganancias de las empresas, con control
de la producción y colaboración en
gremios, queda garantizado a los, I.
 Igual remuneración por igual tarea, I.
 inscripción en un registro especial, I.
 Jornada limitada, I.
 Jubilaciones y pensiones móviles, I.
 la dirección, participación, I.
 Organización sindical libre y democrática
reconocida por la simple protección
integral de la familia; la compensación
económica familiar y los representantes
gremiales gozarán de las garantías
necesarias para el cumplimiento de su
gestión sindical y las relacionadas con la
estabilidad de su empleo, Los I.
 provinciales con autonomía financiera y
económica, administrado por los
interesados con participación del Estado,
sin que pueda existir superposición de
aportes, En especial, la ley establecerá:
el, I.
 Retribución justa, I.
 Salario mínimo vital y móvil, I.
 seguro social obligatorio, que estará a
cargo de entidades nacionales o trabajo
en sus diversas formas gozará de la
protección de las leyes, El, I.
 trabajador, las que asegurarán al, I.
 Art. 75, incs. 12 y 22, Exegésis del, I.
 Las facultades legislativas y el Código
del Trabajo y la Seguridad Social, I.
 LCT, las leyes y los estatutos especiales, La, I.
 Los convenios colectivos y los laudos con fuerza tales,
I.
 Los tratados internacionales y su jerarquía
constitucional o superlegal, I.
 Convención Americana sobre Derechos
Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, I.
 Convención contra la Tortura y otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, I..
 Convención sobre los Derechos del Niño 1995,
I.

617
 Convención Internacional sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación Racial,
I.
 Convención sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación Contra la Mujer, I.
 Convención sobre la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio, I.
 Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, I.
 Declaración Universal de Derechos Humanos, I.
 Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y su Protocolo Facultativo, I.
 Derecho de Reunión y de Asociación y
de Fundar Sindicatos, I.
 esclavitud, Abolición de la, I.
 igualdad, Principio de, I.
 Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales 1966, I.
 orden de prelación de las normas, El, I.
 Otras fuentes, I.
 aplicación supletoria del Código Civil o de
normas del derecho común, La, I.
 comisiones paritarias, Las decisiones de las, I.
 doctrina, La, I.
 jurisprudencia, La, I.
 leyes provinciales, Las, I.
 normas reglamentarias, Las, I.
 resoluciones administrativas, Las, I..
 Principios generales del derecho del trabajo, Los, I.
 principio protectorio, El, I.
 condición más beneficiosa, Concepto del
principio de la, I.
 in dubio pro operari , Concepto del
principio, I.
 norma más favorable, Concepto del
principio de la, I.
 buena fe, El principio de, I.
 continuidad del contrato de
trabajo, El principio de. I,
 equidad, El principio de, I.
 gratuidad de los procedimientos,
El principio de, I.
 irrenunciabilidad, El principio de, I.
 justicia social, El principio de, I.
 primacía de la realidad, El
principio de. I,
 prohibición de hacer
discriminaciones, El principio de,
I.
 progresividad, El principio de, I.
 reglamentos de empresa o de taller, Los, I.
 usos y costumbres, Los. I.

618
 Concepto de usos y costumbre, I.
 Secundum legem , I.
 Proepter legem, I.
 Contra legem , I.
 voluntad de las partes, La, I.

Garantía de estabilidad, IV.

Grados de estabilidad, III.

 despido como derecho o como acto ilícito. El, III.


 estabilidad absoluta en los trabajadores bancarios. Antecedentes
sobre, III.
 indemnización por despido y otros daños originados en la extinción
del vínculo. La, III.
 posición de la jurisprudencia con respecto a la estabilidad y el
despido desde el caso "Madorrán", III.
 responsabilidad del despido se extiende a los directivos cuando los
actos ilícitos son dolosos. La, III.
 responsabilidad del principal frente a los auxiliares del trabajador. La,
III.
 responsabilidad entre la empresa y el socio empleado del art. 27
LCT. La, III.
 responsabilidad entre la empresa controlante y controladas o
relacionadas del art. 31 LCT. La, III.
 sistema legal y la Constitución Nacional. Nuestro, III.
o etapa fundacional. La III.
o etapa revisionista. La, III.
o marco actual. El, III.
 solidaridad entre el principal y contratistas del art. 30 LCT. La, III.
 solidaridad entre la empresa principal y la empresa que provee
personal del art. 29 LCT. La, III.
 solidaridad entre la empresa usuaria y la empresa de servicios
eventuales del art. 29 bis LCT. La, III.

Gran Bretaña, III.

Huelga y otras medidas de acción directa, La. V

 Breves antecedentes históricos, V.


 Calificación de la huelga y su revisión judicial, V.
 Clasificación de los conflictos colectivos laborales, V.
 Conflicto, concepto causas y alcance, V.
 Conflictos, conceptos básicos, V.
o Huelga y violencia, V.
 Declaración de ilegalidad en sede administrativa, V.
 Efectos de la ilegalidad de la huelga, V.
o Efectos de la huelga en el plano colectivo, V.

619
o Efectos de la huelga ilegal en el plano individual, V.
 Etimología de la expresión "huelga", V.
 Huelga en los servicios esenciales, V.
o Rol del trabajador en la huelga en los servicios esenciales, V.
 Huelga y otras medidas de acción directa, La V.
o Anexo del Capítulo XIX
 Bibliografía, V.
 Carta Internacional Americana de Garantías Sociales o
Declaración de los Derechos Sociales del Trabajador,
V.
 Carta Social Europea, V.
o Concepto, V.
o Condiciones de legalidad o ilegalidad de la huelga, V.
 Ejercicio por el modo de las medidas de fuerza, V.
 Objeto de la medida de fuerza, V.
 Observancia de los procedimientos de
autocomposición y de Conciliación mediación y
arbitraje, V.
o Efectos normales de la huelga, V.
o Huelga en la Constitución Nacional, V.
 Jerarquía constitucional del derecho de huelga. El bien jurídicamente
tutelado, V.
o Etapas del proceso de conflicto y la huelga, V.
 Lock out y otras medidas de fuerza de los empleadores, V.
o Concepto y alcances del lock out, V.
o Marco normativo del lock out, V.
o Origen e historia, V.
 Medidas de fuerza y la prueba de las distintas etapas del conflicto, V.
o Titular del derecho de huelga, V.
 Medidas de fuerza que no son huelga, V.
o Avasallamiento de otros derechos de rango o jerarquía
superior, V.
o Bloqueos operados por barras bravas o por gestores y
activistas, V.
o Medidas de fuerza operadas por terceros en solidaridad, V.
o Medidas de fuerza realizadas con piquetes, V.
o Restricciones en medidas de fuerza en el sector público, V.
o Retención de tareas por incumplimiento grave de las
obligaciones del empleador, V.
 OIT, La huelga en el marco de la, V.
 Presupuestos y naturaleza de la huelga y otras medidas de fuerza, V.
 Solución de los conflictos, La, V.
o Arbitraje voluntario y obligatorio, V.
o Concepto, V.
o Conciliación voluntaria y obligatoria, V.
 Conciliación voluntaria, V.
 Conciliación obligatoria, V.
 Efectos y soluciones posibles de la conciliación
obligatoria, V.
 Fórmulas de solución, V.
 Intervención de la autoridad de aplicación, V.
 Instalación del conflicto, V.

620
 Lock out empresario o el cierre patronal, V.
 Oferta de arbitraje y sus efectos, V.
 Plazos y efectos de la conciliación obligatoria,
V.
 Resolución que determina la aplicación de la
conciliación obligatoria, V.
 Retrotracción o restitutio al statu quo ante , V.
 Supuestos de aplicación de la conciliación
obligatoria, V.
 Mediación, V.
 Solución por vía judicial, V.

huelga. El despido por causa de, IV.

 El concepto de huelga en la Constitución Nacional, en la doctrina y


en la jurisprudencia, IV.
o La huelga en la Constitución Nacional, IV.
o Los conflictos y la huelga. Conceptos y terminología,
clasificación, IV.
 Los derechos del empleador frente a una medida de fuerza ilegal, IV.
o Constatación, intimación y despido, IV.
o El despido por causa de huelga ilegal, IV.
 Bloqueo de los accesos, IV.
 Desmanes en el comedor, IV.
 El despido por causa de huelga ilegal de un trabajador
amparado por la tutela sindical, IV.
 El empleo de la violencia, IV.
 Interrupciones programadas breves, IV.
 Interrupciones programadas sorpresivas, IV.
 La negativa del trabajador a participar en el sumario de
una medida de fuerza ilegal, IV.
 La violación de guardias mínimas en los servicios
esenciales, IV.
 Las huelgas de solidaridad son ilegales y justifican el
despido de quien participó en ellas, IV.
 Las medidas promovidas por el gremio junto a
"piquetes" o solo con "piquetes", IV.
 Manifestaciones realizadas por terceros en solidaridad
con otro gremio en conflicto, IV.
 Ocupación del establecimiento, IV.
 Participación en medias de fuerza con amenaza de
producir graves daños al empleador, IV.
 Trabajo a reglamento, IV.
 Trabajo a tristeza, IV.
o La constatación de las medidas de fuerza, IV.
o La constitución en mora a través de la intimación del
empleador, IV.
 Recaudos y condiciones de la huelga lícita, IV.
o El modo en el ejercicio. Caracterización, IV.
o El objeto de la huelga, IV.
 Objetos admitidos, IV.
 Objetos rechazados, IV.

621
o Los efectos individuales del ejercicio de huelga, IV.
 Durante la huelga no se devengan los salarios, IV.
o Los procedimientos reglados de la solución de conflictos y la
intervención de la autoridad de aplicación, IV.
 La declaración de ilegalidad de la huelga, IV.
o Sujetos legitimados de la huelga, IV.

Hungría, III.

incapacidad o por inhabilidad. El despido del trabajador por, IV

 El marco regulatorio, IV.


 Extinción por incapacidad del trabajador, IV.
o El despido del trabajador por incapacidad sobreviniente, IV.
 Extinción por inhabilidad del trabajador, IV.
o La notificación de la extinción del vínculo por inhabilidad
sobreviniente, IV.
 Introducción, IV.
 injuria como la justa causa del despido y la casuística. La, IV.
o Abandono del puesto de un señalero, IV.
o Actos contrarios a la ética, IV.
o Acoso sexual, IV.
o Adelantos de salario no comunicados por el beneficiario, IV.
o Agresión física y antecedentes negativos, IV.
o Alta médica, ocultamiento, IV.
o Amenaza verbal en el marco de circunstancias atenuantes, IV.
o Antecedentes y antigüedad, sanción disciplinaria en lugar del
despido, IV.
o Atención inadecuada de un cliente, IV.
o Ausencia del trabajador en una junta médica, IV.
o Ausencias injustificadas a pesar de haber dado aviso, IV.
o Ausencias registradas por el trabajador sin una falta actual al
momento del despido, IV.
o Bromas leves, IV.
o Cambio de presidente, IV.
o Chofer que retuvo dinero de la recaudación, IV.
o Compra a precio vil de productos reparadas a nuevo, IV.
o Concurrencia o competencia desleal, IV.
o Conducta social reprochable en una cena fuera del horario de
trabajo, IV.
o Copiado de fórmula, IV.
o Corte de cabello impuesto por el empleador, IV.
o Daños producidos en forma involuntaria, IV.
o Demolición del edificio donde prestaban los servicios, IV.
o Denuncia de violación de domicilio abusiva, IV.
o Despido por negarse a firmar dos planillas, IV.
o Diferencias compensables, IV.
o Distribución de panfletos injuriosos para la empresa, IV.
o Domicilio no denunciado y denunciado a la vez, IV.
o El consumo indebido de alcohol, IV.

622
o El desconocimiento del trabajador de sus firmas cuando las
mismas eran auténticas, IV.
o El despido del delegado gremial, IV.
o El despido del trabajador extranjero, IV.
o El despido por el uso indebido de las herramientas
informáticas y del correo electrónico, IV.
o El trabajador que duerme o incumple con sus obligaciones
laborales, IV.
o Empleo incorrecto de los elementos de trabajo con daños en
los mismos, IV.
o Entablar una demanda infundada, IV.
o Error en el uso de elementos de trabajo, IV.
o Error en la determinación de la falta cometida, IV.
o Evaluación de las condiciones laborales, IV.
o Evasión de los controles de entrada y salida de la empresa,
IV.
o Jefe con errores y fallas en la liquidación, IV.
o Falsa declaración en juicio o entablar juicio laboral, IV.
o Falsear parte de producción, IV.
o Falta cometida fuera del horario de trabajo, IV.
o Falta de contracción a las tareas, IV.
o Falta de idoneidad del trabajador, IV.
o Falta de sometimiento a control médico, IV.
o Falta de respeto aislada y sin antecedentes, IV.
o Faltas alegadas y no acreditadas, IV.
o Faltante de caja, IV.
o Fichar por un valor inferior al que debía facturarse, IV.
o Horas extras no autorizadas para hacer café, IV.
o Incumplimiento de rendición de cuentas, IV.
o Indumentaria inapropiada y utilización del uniforme, IV.
o Infectados con el virus de sida, IV.
o Introducción, IV.
o La ausencia del trabajador por un día, IV.
o La causa con entidad suficiente, IV.
o La crisis económica general o de la actividad no es causal
justificada de despido, IV.
o La falta de aviso de la enfermedad, IV.
o La negativa del trabajador a firmar planillas de producción, IV.
o La pérdida de confianza, IV.
o La prueba de la injuria y su presconstitución y acopio, IV.
o La retención de tareas, IV.
o La violación del principio de buena fe, IV.
o Licencia por enfermedad y trabajo de un tercero, IV.
o Ligereza en el manejo de la administración, IV.
o Los elementos que componen la causa justificada, IV.
o Manifestaciones vertidas en juicio, IV.
o Marcado de tarjeta ajena para ocultar llegadas tarde o
ausencias, IV.
o Médico que abandona la guardia o sus deberes, IV.
o Médico que concede licencia prolongada en base a
certificados, IV.
o Menoscabos y apretujones malintencionados, IV.

623
o Negativa a cumplir con su tarea, IV.
o Negativa del trabajador a realizar horas extras, IV.
o Negativa del trabajador de someterse a cirugía, IV.
o No cumplir con el uso de uniforme provisto por la empresa, IV.
o Omisión de denuncia de una falta de un subordinado, IV.
o Omisión de estudios o de estado de salud, IV.
o Omisión del aviso de enfermedad inculpable, IV.
o Omisión del trabajador de confeccionar nota de venta, IV.
o Omisión deliberada de información en la solicitud de empleo,
IV.
o Omisión deliberada en el uso de la escarapela nacional, IV.
o Omitir informar acto deshonesto de un subordinado, IV.
o Participación en una medida de fuerza, IV.
o Planilla de ventas reales, IV.
o Prohibición de usar barba, IV.
o Prueba y entidad de las causa en un vigilador, IV.
o Reingreso al finalizar las vacaciones, IV.
o Reorganización o reestructuración, IV.
o Retención de documentación, IV.
o Retención de una suma de dinero no rendida, IV.
o Retención de recibos de alquiler, IV.
o Retiro sin autorización antes de finalizar el horario, IV.
o Riña y agresiones de hecho, IV.
o Rotura de una herramienta costosa por negligencia, IV.
o Sobreseimiento de denunciar por amenazas, IV.
o Supuesta venta de boletos falsos, IV.
o Suspensión seguida de despido diferido, IV.
o Suspensión preventiva fallida, IV.
o Sustracciones por robo o hurto, IV.
o Tarjeta fichada por un tercero para ocultar llegadas tarde, IV.
o Tomar mate con bombilla sin mediar prohibición, IV.
o Trabajador pasivo en un riña, IV.
o Trabajadores que difamaron a la obra social de empresa, IV.
o Trato discriminatorio en la aplicación de sanciones, IV.
o Trato inequitativos de trabajadores del mismo empleador, IV.
o Una serie de faltas que culmina en una última falta leve, IV.
o Utilización indebida de elementos del empleador, IV.
o Venta de productos ajenos a la empresa, IV.
o Ver televisión dentro de una emisora de TV, IV.
o Violación de la condición del "buen trabajador", IV.

Instrumentación del retiro voluntario, IV.

Italia, III.

Ius variandi

 casos de cuestionamiento del "ius variandi", Los, II.


o norma legal que consagra el "ius variandi", Exégesis de la, II.
 Diligencia y colaboración, II.
o fidelidad, Deber de, II
o responsabilidad por daños, La, II.

624
o subordinación y cumplimiento de órdenes e instrucciones, II.
 facultad de organización en la jurisprudencia, La, II.
o norma legal que consagra la facultad de organización,
Exégesis de la, II.
o poder disciplinario, El, II.
 norma legal que consagra el poder disciplinario,
Exégesis de la, II.
 principios generales del poder disciplinario, Secuencia,
II.
 Facultades comunes entre las partes, II.
o deber de buena fe recíproco y entre las partes, El, II.
o obligación genérica de las partes, La, II.
 organización, Facultad de, II.
 trabajador, Derechos o facultades del, II.
 trabajador, Los deberes del, II.
o Auxilios y ayudas extraordinarias, II,
o confidencialidad y preservación de secretos, Deber de, II.
o custodia de instrumentos y útiles de trabajo, II,
o deber de no concurrencia, II.

Japón, III.

Jornada de Trabajo, III

 acción de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La, III.


o Conferencia de Washington, de 1919. La, III
o Perspectivas actuales. Las, III.
 Alcances del concepto legal de la jornada laboral. III.
 Alcances y justificación de la limitación de la jornada, III.
 ambientes declarados insalubres. Jornada en, III.
o categorías sobre ambientes o tareas agresivas. Nuevas, III.
 actividad, o ambiente insalubre. Tarea, III.
 penosas. Tareas, III.
 penosas, peligrosas, riesgosas, productoras de
envejecimiento prematuro y la insalubridad laboral.
Tareas, III.
 peligrosas. Tareas, III.
 promotoras de envejecimiento prematuro. Tareas, III.
 reducción del tiempo de exposición. La, III.
o concepto legal de insalubridad laboral. El, III.
o evolución de la insalubridad. Etapas de la, III.
o jornada declarada insalubre como jornada reducida. La, III.
o jornada insalubre. Régimen legal. La, III.
 calificación del ambiente laboral. La, III.
 descargo empresario. El, III.
 efecto retroactivo de la insalubridad. El, III.
 insalubridad y las horas suplementarias. La, III.
 insalubridad y la jornada mixta. La, III.
 insalubridad y las mujeres y los menores. Las
presunciones. La, III.

625
 intervención de la autoridad de aplicación. La, III.
 período de análisis previo. El, III.
 plazos de adecuación. Los, III.
 procedimiento. Formas de iniciar el, III.
 procedimiento por insalubridad. La legislación. Síntesis
del, III.
 recursos contra la autoridad administrativa. Los, III.
 reducción de la jornada y la remuneración. La, III.
 resolución administrativa. La, III.
 vías de reconsideración judicial. Las, III.
 Ámbito de aplicación personal, III.
o estatutos y los regímenes especiales. Los, III.
 casas de renta. Encargados, III.
 ejecutantes musicales. Los, III.
 establecimientos de composición familiar exclusiva, III.
 gente de mar, III.
 jugadores de fútbol profesional. Los, III.
 radiotelegrafista. El, III.
 serenos y la vigilancia subalterna. Los, III.
 servicio doméstico. El, III.
 trabajadores de la actividad periodística. Los, III.
 trabajadores médicos, farmacéuticos y dentistas. Los,
III.
 trabajo portuario. El, III.
 trabajos agrícolas y ganaderos. Los, III.
 transporte de pasajeros. El, III.
o exclusiones legales. Las, III.
 Concepto jurídico y legal de la jornada laboral, III.
o Concepto, III.
 jornada integral. La, III.
 contrato de tiempo parcial. El, III.
o ejemplos prácticos de aplicación, III.
o marco legal y el reglamentario. El, III
 Etimología, III.
 Evolución y antecedentes históricos, III.
o antigüedad. La esclavitud. La, III.
o Edad Media. La, III.
o Edad Moderna. La, III.
o historia americana. Evolución en la, III.
o Revolución de Mayo hasta la Creación del Estado Nacional en
1852/1853. Desde la, III.
o tiempos modernos. Los, III.
 Excepciones legales permanentes y temporarias, III.
o "empleos de dirección y vigilancia" a "gerentes y directores".
De, III.
 Directores y gerentes comprendidos en la excepción,
III.
 régimen derogado. El, III.
 reforma de la ley 26597/2010 para gerentes y
directores. Contexto actual. La, III.
 reforma propiamente dicha de la ley 26.597. La, III.
o excepciones al régimen general. Las, III.

626
 fundamentos de la limitación de la jornada y de los descansos. Los,
III.
o biológicas. Causas, III.
o culturales. Causas, III.
o de naturaleza espiritual. Causas, III.
o de naturaleza productiva. Causas, III.
o económicas. Causas, III.
o esparcimiento. El, III.
o índole educativa. Causas, III.
o laborales, Causas, III.
o político-partidistas. Causas, III.
o previsión. La, III.
o Seguridad, III.
o sociales. Causas, III.
o sociológicas de índole doméstica y familiar. Causas, III.
 formas de jornada y tendencias. Nuevas, III.
 guardia pasiva y la guardia activa como un subsistema de la jornada
laboral. La, III.
o Concepto y alcances, III.
o guardia y la forma de remunerarla. La, III.
o guardia pasiva y activan en la jurisprudencia. La, III.
o Modalidades y características, III.
o tratamiento normativo de fondo. Ausencia de, III.
 Horario extraordinario o las horas extras. El, III.
o Autorización de la autoridad administrativa y los recargos
legales. La, III.
o concepto de horas extra. El, III.
 Horario extraordinario obligatorio, III.
o hipótesis previstas por la LCT. Las, III.
o LCT y la ley 11.544, y la negativa del trabajador. La, III.
 Horario extraordinario y prestaciones en condiciones especiales, III.
o descanso hebdomario. Durante el, III.
o insalubre, Jornada, III.
o jornadas mixta. En, III.
o menores. Trabajo de, III.
o tareas riesgosas o peligrosas. En, III.
o trabajo nocturno. En el, III.
o trabajo por equipos o en turnos rotativos. En el, III.
 horas extras y de horario extraordinario. Concepto de, III.
 horas extras voluntarias y obligatorias, III.
 horas suplementarias. Límite en la cantidad de, III.
o jornada suplementaria. Determinación de la, III.
o principios legales. Los, III.
o Recargos salariales, III.
 principio general. El, III.
 retribución mensual. La, III.
 trabajadores retribuidos por hora. Los, III.
o recuperación y la compensación horarios. La, III.
o retiro de colaboración como medida de fuerza. El, III.
 Introducción, III.
o tiempo libre, el ocio y la calidad de vida. El, III.

627
 Ubicación de las jornada y los descansos dentro del
derecho individual del trabajo, III.
 Ius variandi y la jornada laboral. El, III.
o Alteración esencial del contrato, III.
o cuestionamiento judicial, con o sin acatamiento. Opción por el,
III.
o despido indirecto, previa intimación. Opción por el, III.
o horarios flexibles y los cambios de jornada. Los, III.
o material. Indemnidad, III.
o modalidades de la prestación, Forma y, III.
o moral. Indemnidad, III.
o Razonabilidad funcional, III.
o sanción disciplinaria. Inexistencia de, III.
 jornada. Clasificación de la, III.
 Jornada diurna, III.
o jornada diurna y nocturna de los menores. La, III.
o jornada diurna y nocturna de mayores de 18 años de edad.
La, III.
o jornada diurna y nocturna de mujeres. La, III.
o jornada máxima y jornada por tarea, III.
 jornada. Lapsos que no integran. La, III.
o disponibilidad y conexión en el teletrabajo, III.
o horarios continuos y discontinuos. Los, III.
o interrupciones del trabajo. La disponibilidad. Las, III.
o jornada ordinaria y los períodos de inactividad. La, III.
o pausas del trabajo. Su ponderación. Las, III.
 obligaciones legales. Trámites y, III.
 Jornada de trabajo. Concepto de, III.
o contractual. Jornada, III.
o convencional. Jornada, III.
o de taller o empresa. Jornada, III.
o discontinua. Jornada, III.
o efectiva. Jornada, III.
o extraordinaria. Jornada, III.
o heterogénea. Jornada, III.
o Horario de ingreso, III.
o Horario de trabajo. III,
o in itinere. Jornada. III.
o integral. Jornada, III.
o intensiva. Jornada, III.
o jornada de tarjeta-reloj y planillas y sistemas de control
electrónico, las de control digital, las de control por video, las
de registración electromagnética, las de detección por vía de
un chip, hasta los sistemas. Sin control alguno en función de
los sistemas de autosupervisión. De la, III.
o legal. Jornada, III.
o merienda o almuerzo. Tiempo de, III.
o nominal, Jornada, III.
o ordinaria. Jornada, III.
o Rotación, III.
o suplementaria. Jornada, III.
 jornada de trabajo y el horario de labor. Potestades. La, III.

628
o intervención del Estado en la limitación de la jornada. La, III.
 Jornadas especiales, III.
o Estatutos especiales. Distintos sistemas. Los, III.
 servicio doméstico. La jornada en el, III.
 trabajadores rurales. Los, III.
 trabajo marítimo y la gente de mar. El, III.
o jornada de la mujer trabajadora. La, III.
o jornada de los trabajadores menores. La, III.
o jornadas especiales. Clasificación. Las, III.
o jornada del trabajador discapacitado. La, III.
o jornada por tratamiento terapéutico. La, III.
o Jornada in itinere o el tiempo de trayecto, III.
 tiempo de trayecto y el pago de compensaciones. El,
III.
 Jornada mixta, III.
o mixta diurna-noctura. Jornada, III.
o mixta salubre-insalubre. Jornada, III.
 Jornada nocturna, III.
o jornada nocturna. Concepto de, III.
o Pausas entre jornadas, III.
 jornada normal. La, III.
o diagramación de los horarios. La, III.
o diaria (diurna y nocturna). La jornada, III.
o diurna y jornada nocturna. Jornada, III.
o duración de la jornada ordinaria normal. La, III.
o posibles diseños de los horarios y cronogramas. Los, III
o semanal. La jornada. III.
 jornada promedio o jornada ultraflexible. La, III.
o Concepto, origen, alcances y marco regulatorio. Nuevo
género denominado hora Flex., III.
o forma y modalidad de aplicación. La, III.
 jornada flexible promedio de Heladerías Freddo y la
Federación Argentina de Trabajadores Pasteleros,
Confiteros, Healderos, Pizzeros y Alfajoreros, III.
 Jornada promedio CCT Minera Alumbrera con AOMA,
III.
 jornada reducida. La, III.
o casos basados en el contrato individual de trabajo. Los, III
o casos originados en la ley de fondo. Los, III.
 periodista profesional. El, III
o casos originados en las normas reglamentarias. Los, III.
 jornada reducida de los bancarios: Un caso de
costumbre contra legem . La III.
o casos provenientes de los convenios colectivos. Los, III.
o Concepto y alcances, III.
o marco regulatorio. El. III
 modalidad legal del contrato de tiempo parcial. La, III.
o Concepto y alcances, III.
o Ejemplos prácticos de aplicación, III.
o jornada como elemento característico de una modalidad
contractual. La, III.
o marco legal y el reglamentario. El, III.

629
 normas sobre jornada. Las, IIII.
o Antecedentes legales, III.
 antecedentes legislativos de jornada y descansos.
Evolución y, III.
 atribuciones de las provincias en la legislación sobre
jornada. Las, III.
 derecho colonial. Antecedentes del, III.
 doctrina de los autores. La, III.
 jornada de trabajo en las convenciones colectivas. La
III,
 jurisprudencia. La, III.
 normas de jornada y descanso en la LCT. Las, III.
 régimen legal en general. El, III.
 regulación nacional del régimen de jornada. La, III.
 topes legales. La autonomía contractual residual. Los,
III.
 tratados internacionales. Los, III.
 usos y costumbres. Los, III.
 voluntad de las partes. La, III.
o Constitución vs. el constitucionalismo social. La, III.
o fuentes del derecho y de la jornada de trabajo. Las, III.
o prelación legal. Orden de, III.
 reclamación privada, administrativa y judicial. La, III.
o asistencia y la puntualidad. La, III
o clasificación. Distinciones y, III.
o deber de asistencia. El, III.
o extinción por abandono de trabajo. La, III.
 abandono del trabajo en la jurisprudencia. El, III
 constitución en mora. La, III
 extinción por abandono de trabajo. La, III.
 incumplimiento del trabajador. Acto, III.
 requisitos legales. Los, III.
o incentivación por medio de premios. La, III.
o puntualidad como deber y como derecho. La, III.
 concepto de incumplimiento del deber de puntualidad.
El, III.
o puntualidad, disciplina y despido con causa. Asistencia, III.
 Contemporaneidad, III.
 Gradualismo, III.
 gravedad del hecho. La, III.
 invariabilidad de la causa del despido. La, III.
 Non bis in idem , III.
 notificación del despido. La, III.
 Proporcionalidad, III.
o teletrabajo y el tecnotrabajo. El, III.
 conexión en el teletrabajo. Disponibilidad, III.
 tipos jornada y de descansos legislados. Los, III.
o intervención de la autoridad de aplicación en el régimen de
jornada. La III.
 Trabajo por equipos. El, III.
o Distinciones y clasificación. III.
o Encuadramiento normativo, III.

630
o equipo. El concepto de, III.
o sistemas y tipos, III.
o Trabajo por equipos. Antecedentes. El, III.

jubilación del trabajador. El despido dispuesto por el empleador, IV.

 Concepto de extinción del contrato de trabajo por jubilación del


trabajador, IV.
 El marco regulatorio, IV.
 Introducción, IV.
 La extinción anticipada del plan, IV.
 Los planes de jubilación anticipada, IV.
o El contenido y el desarrollo del plan, IV.
o Introducción, IV.
o La naturaleza de las prestaciones recibidas, IV.

La duración del contrato de trabajo. Contrato de tiempo indeterminado y


modalidades a plazo, II

 Contrato de tiempo indeterminado, El, II.


o Concepto y alcances del contrato de tiempo indeterminado, II,
o período de prueba, El, II.
o promoción del empleo decente, Contrato para la, II.
 formas de contratación no laborales, Las, II.
o becas y prácticas rentadas, Las, II,
o pasantías, II.
 Formas especiales de contratación, Las, II.
 Introducción, II.
o Actos y relaciones precontractuales, II.
o oferta de trabajo, La, II.
o principio general de los contratos en el derecho del trabajo, El,
II.
 Modalidades de la LCT, Las, II.
o contrato de equipo, El, II.
o contrato laboral de aprendizaje, El, II.
o contrato de plazo fijo, El, II.
o contrato de temporada, El, II.
o contrato de trabajo de tiempo parcial, El, II.
 Caracterización y elementos relevantes de la reforma
de la Ley 26.474, II.
 Instrumentación de la modalidad contractual de tiempo
parcial del art. 92 ter LCT, II.
 Introducción, II.
 modalidad contractual de tiempo parcial y su
diferenciación con la jornada reducida, La, II.
 jornada reducida del art. 198 LCT, Respaldo de la, II.
o contrato de trabajo eventual, El, II.
 contrato de trabajo eventual directo, El, II.
 contratación eventual a través de una empresa de
servicios eventuales, La, II.

631
 Modalidades promovidas. Su derogación, Las, II.

La estabilidad y el despido bajo el marco de la tutela sindical. IV.

 Casos en lo es que procedente la exclusión de la tutela y el despido


incausado del representante gremial, IV.
 El despido con causa grave y concluyente del amparado por la tutela
sindical, IV
o La notificación de la extinción del vínculo bajo tutela y
desafuero. IV.
 Introducción, IV.
 Marco regulatorio de la tutela sindical, IV.
o Casos en donde no puede invocarse la tutela sindical, IV.
o El procedimiento de desafuero, IV.
 El procedimiento sumarísimo, IV.
 La medida cautelar, IV.
 Las opciones frente a la sentencia y a los diversos
resultados de la causa judicial, IV.
o La cobertura de los candidatos, IV.
o La protección contra acciones sindicales, IV.
o La tutela sindical propiamente dicha, IV.
o Las consignas de la protección frente a las condiciones de
trabajo y el despido incausado, IV.
o Los requisitos para acceder a la tutela, IV.

La extinción del contrato de trabajo durante el período de prueba, III

 El marco del período de prueba y sus precedentes, IV.


 El marco regulatorio del período de prueba, IV.
 Introducción, IV.
 La extinción con justa causa, IV.
 La extinción del vínculo por causa de discriminación arbitraria, IV.
 La extinción en caso de maternidad o matrimonio, IV.
o Extinción por causa de maternidad, IV.
o Extinción por causa de matrimonio, IV.
 La extinción en caso de tutela sindical o de prácticas antisindicales,
IV.
 La extinción incausada, IV.
 Formas de extinción dentro del período de prueba, IV.
 La instalación formal del período de prueba, IV.
 La invocación del matrimonio igualitario en el marco de la LCT, IV.
 Período de prueba, IV.
o Cómputo del período de prueba a los fines laborales y de la
seguridad social, IV.
o Deber de realizar los aportes y contribuciones a la seguridad
social, IV
o Exclusión de la aplicación del art. 212 (LCT) 4º párr. Por
incapacidad absoluta, IV.
o La notificación del acto extintivo durante su vigencia. El deber
de preavisar, IV.
o La registración formal de la relación laboral, IV.
o Los plazos del período de prueba, IV.

632
o Mantenimiento de los deberes y derechos de las partes, IV.
o Potestad de extinguir el vínculo durante su vigencia. El deber
de preavisar, IV.
o registración expresa del período de prueba y renuncia al
mismo, IV.
o Uso abusivo del período de prueba, IV.
o Utilización por única vez por trabajador, IV.
o Vigencia plena de la cobertura por accidentes y enfermedades
del trabajo e inculpables, IV.

La extinción del contrato de trabajo por voluntad concurrente de las partes, IV

 Cláusulas especiales de un convenio de extinción de común acuerdo,


IV.
o Asistencia o asesoramiento posterior al distracto, IV.
o compromiso de indemnidad y de asistencia, El, IV.
o Confidencialidad, IV.
o Deber de concurrencia o de colaboración, IV.
o Exoneración de responsabilidad del empleador, IV.
o Exoneración de responsabilidad del trabajador, IV.
o No competencia, IV.
 Concepto de extinción por voluntad concurrente, IV.
 El marco regulatorio, IV.
o cláusulas especiales y liberatorias incluidas en el acuerdo, IV.
o extinción tácita, IV.
o Forma de instrumentación, IV.
o Indemnizaciones no previstas, IV.
o Registración y la homologación del acuerdo. La, IV
 Introducción, IV.
 retiro voluntario. Planes de, IV.
o acceso al subsidio por desempleo, IV.
o Antecedentes, IV.
o cuestionamiento del sistema de retiro. El, IV.
o Efectos impositivos del acuerdo económico alcanzado. Los,
IV.
o Instrumentación del retiro voluntario, IV.
o La oferta del retiro voluntario, IV.

La extinción del contrato de trabajo por vencimiento del plazo en el contrato


de plazo fijo, IV

 El marco regulatorio, IV.


 El marco regulatorio del contrato de plazo fijo, IV.
 Introducción, IV.
 La extinción ante tempus, IV.
 La extinción por el vencimiento del plazo, IV.
 Los requisitos y condiciones de validez, IV.
o El requisito de la forma escrito del contrato de plazo fijo, IV.

633
o Especificación de la modalidad contractual de plazo fijo, IV.
o Establecimiento del plazo predeterminado, IV.
o La particularidad del objeto determinante del requerimiento de
un plazo predeterminado coincidente, IV.
o La existencia de límites máximos de vigencia, IV.
o La existencia de un sistema de preaviso confirmatorio del
plazo, IV.
o La novación contractual por el mandato legal, IV.
o Las restricciones en la renovación del contrato de plazo fijo,
IV.
 Otros casos tratados por la jurisprudencia y por la doctrina, IV.
La extinción por causa de maternidad y por causa de matrimonio, IV.

 El marco regulatorio de protección a la maternidad, IV.


o Garantía de estabilidad, IV.
o Notificación fehaciente y certificado médico respaldatorio, IV.
 Introducción, IV.
 La protección frente al despido por causa de maternidad, IV.
 La protección de la maternidad frente al despido incausado, IV.
 Los casos en los cuales no procede la protección por maternidad, IV.
 Protección especial por matrimonio, IV.
o Concepto, VI.
o Introducción, IV.
o Marco regulatorio, IV.
 El despido por matrimonio de la mujer trabajadora, IV.
 El despido por matrimonio del trabajador varón, IV.
 La acumulación de indemnizaciones agravadas por
maternidad y por matrimonio, IV.
 la aplicación de la Ley de Empleo a las
indemnizaciones agravadas, IV.

La extinción del contrato de trabajo por voluntad concurrente de las partes, IV

 Concepto de extinción por voluntad concurrente, IV.


 El marco regulatorio, IV.
 Introducción, IV.

La extinción del contrato de trabajo eventual y en las empresas de servicios


temporarios y por interposición o mediación, IV

 El contrato de trabajo eventual por vía de la contratación directa, IV.


o El marco regulatorio de la LCT, IV.
o La extinción de contrato de trabajo eventual, IV.
o La novación automática del contrato eventual en el contrato
de tiempo indeterminado, IV.
 En concepto de trabajo eventual como objeto de la modalidad
especial, IV.
 Introducción, IV.
 La concepción del contrato de trabajo eventual y los modos de
resolver la eventualidad por parte de las empresas, IV.

634
 La contratación de fraude de la ley laboral, IV.
 La contratación de trabajadores bajo la interposición de un tercero,
IV.
o El marco regulatorio de la interposición, IV.
o El plenario " Vazquez c. Telefónica", IV.
 Los servicios eventuales brindados por empresas ad hoc , IV.
o El marco regulatorio, IV.
o La extinción del contrato de un trabajador de una empresa de
servicios eventuales, IV.

La extinción por despido dispuesto por el trabajador, IV.

 El despido indirecto en instituciones especiales y en la jurisprudencia,


IV.
o Clausura del establecimiento imputable al empleador. IV.
o El despido indirecto fundado en acoso sexual, IV.
o El despido indirecto por discriminación arbitraria, IV.
o El despido indirecto por negativa del trabajo, IV.
o El despido indirecto por malos tratos y por mobbing del jefe
hacia el subordinado, IV.
o El despido indirecto y el traslado de la empresa, IV.
o En el caso de ejercicio irrazonable del ius variandi, IV.
o Falta de otorgamiento del descanso por lactancia, IV.
o Falta de pago de horas extras o de suplementos por trabajo
extraordinario, IV.
o Falta de pago de los salarios en término y deuda impaga, IV.
o Incumplimiento del convenio colectivo por parte del
empleador, IV.
o La falta de registración o la registración anómala previa
intimación a la regularización, IV.
o Los malos tratos y contrariedades en trono del período de
embarazo de la trabajadora, IV.
o Por uso indebido de la contratación bajo la modalidad
eventual, IV.
o Socio de una cooperativa en fraude de la legislación laboral,
IV.
 El despido indirecto improcedente según la jurisprudencia, IV.
 Introducción, IV.
o Efectos del despido indirecto, IV.
o El despido indirecto, IV.
o El marco regulatorio del despido indirecto, IV.
 La configuración de la injuria y su entidad y los
principios en materia de despido indirecto, IV.
o El principio de contemporaneidad, IV.
o El principio de proporcionalidad, IV.
o El principio de razonabilidad, IV.
 La invariabilidad de la causal de despido indirecto
invocada por el trabajador, IV.
 La notificación por escrito del trabajador al empleador,
IV.
o El texto de la extinción del vínculo dispuesta por el trabajador
por vía del despido indirecto, IV.

635
o El texto de la intimación formal y recepticia del trabajador, IV.
o La intimación previa como acto de constitución en mora, IV.

La extinción del vínculo por muerte del trabajador y por muerte del empleador,
IV.

 Concepto de extinción por muerte del trabajador y las prestaciones,


IV.
 El marco regulatorio de la LCT, IV.
 Introducción, IV.
 La extinción por muerte del empleador, IV.
o Casos en los que procede, IV.
o Concepto de extinción del contrato de trabajo por muerte del
empleador, IV.
o El marco normativo, IV.

La extinción del contrato de trabajo por quiebra o concurso del empleador, IV .

 Concepto de extinción por razón de la quiebra del empleador, IV.


o El curso de los intereses una vez decretada la quiebra del
empleador, IV.
o Improcedencia de la duplicación de la indemnización por
despido de la Ley de
o Emergencia Económica, IV.
o Improcedencia del preaviso en caso de extinción por quiebra,
IV.
o La suspensión temporaria de la vigencia del convenio
colectivo aplicable en caso de quiebra, IV.
o Las indemnizaciones por extinción del vínculo por causa de
quiebra, IV.
 El marco normativo de la extinción por quiebra, IV.
 El trámite procesal del juicio de conocimiento y la verificación del
crédito ante el juez de la quiebra, IV.
 Introducción, IV.
 Las empresas autoadministrativas y la extinción del vínculo, IV.
 Soluciones alternativas a la quiebra, IV.

Lock out y otras medidas de fuerza de los empleadores, V.

 Concepto y alcances del lock out, V.


 Marco normativo del lock out, V.
 Origen e historia, V.

Los principios generales del derecho del trabajo. Los medios técnico-legales.
I

 marco legal. El, I.


 Medios Técnicos-Legales, I.
o Clasificación I,
o Concepto y alcances. I.

636
 medios técnico-legales, Concepto de, I.
 derecho positivo, Provienen del, I.
 finalidad protectoria, I.
 recursos técnicos-legales o herramientas, son, I.
o Estado, El control del, I.
o fraude, Nulidad en el caso de, I.
o Restricciones al principio de autoridad del empleador, I.
o Sustitución automática de las cláusulas nulas, I.
o Reconocimiento de la autonomía de la voluntad colectiva y
poder de negociación privilegiado, I.
 principios. Contenido y análisis de los, I
o buena fe, Principio de la, I.
 Concepto del principio de buena fe, I.
 casos prácticos de inobservancia del principio
de buena fe, I.
 marco regulatorio, Exégesis del, I.
o continuidad, Principio de, I.
 Concepto del principio de continuidad del contrato de
trabajo, I.
 marco regulatorio, Exégesis del, I.
 contrato, conservación del. I.
 casos particulares donde se vulnera el principio de
continuidad. Los, I.
o norma más favorable, Regla de la, I.
 Concepto del principio de la norma más favorable, I.
 marco regulatorio, Exégesis del, I.
 normas legales, La duda entre dos,I:
o condición más beneficiosa, Regla de la; I.
 Concepto del principio de la condición más beneficiosa,
I.
 marco regulatorio, Exégesis del, I.
o Equidad, La I.
 Concepto de equidad, I.
o Gratuidad de los procedimientos, Principio de, I.
 Concepto del principio de gratuidad de los
procedimientos, I.
o Irrenunciabilidad, I.
 irrenunciabilidad, Concepto de, I.
 marco regulatorio, Exégesis del, I.
 contrato individual de trabajo, El
contenido del, I.
 cláusulas contractuales y los
documentos anexos, Las, I.
 onus probandi del contenido del
contrato de individual, El, I.
 irrenunciabilidad, La aplicación del principio de, I
 Caducidad, I.
 Conciliación, I.
 empleo, Renuncia al, I.
 trabajador como presunción de renuncia de
derechos, El silencio del, I.
 Prescripción, I.

637
 Justicia social, I.
o Concepto de justicia social, I.
 primacía de la realidad, Principio de I.
o Concepto del principio de primacía de la realidad, I.
 progresividad, El principio de, I.
 Prohibición de hacer discriminaciones, I.
o Concepto del principio de prohibición de hacer
discriminaciones, I.
 protectorio, principio, El, I.
o Concepto de principio protectorio, I.
o in dubiopro operari , El principio, I.
 Concepto del principio in dubio pro operari , I.
 Exégesis del marco regulatorio, I.
o "principio protectorio", La ampliación del, I.
 duda a favor del trabajador en materia de prueba en
juicio, La aplicación de la, I.
 duda sobre la prueba a favor del trabajador y la carga
dinámica de la prueba, La, I.
 Tipo y clasificación, I.
o Acoso sexual, I.
o aspecto físico, por, I.
o despido indirecto por discriminación y la orden judicial de cese
de la acción antidiscriminatoria, El I.
o discriminación antisindical, La, I.
o discriminación por efecto de la diferenciación salarial
arbitraria, La, I.
o estado civil, por, I.
o HIV - Homosexualidad - Drogadicción - Alcoholismo. Casos
especiales, I.
o ideología política o creencia religiosa, Por, I.
o raza, origen étnico o nacionalidad, por, I.
o sexo, Por, I.
 principios generales del derecho, Concepto y función de los, I.
o principios generales del derecho del trabajo, Concepto, I.
 conforman una regla que orienta e integra la
interpretación, I,
 elemento de integración jurídica, Son un, I.
 lagunas del derecho, Cubren, las, I.
 unidad sistemática, Evitan desvíos y preservan la, I.
o principios generales, Enumeración y clasificación de los, I.

"Madorrán". El caso, III.

maternidad o matrimonio. La extinción en caso de, IV.

 Extinción por causa de maternidad, IV.


 Extinción por causa de matrimonio, IV.

Malasia, III.

638
México, III.

Mobbing, El despido indirecto por causa de V.

 Concepto, metodología y alcances V.


 Derecho argentino V.
o Códigos de conducta y ética V.
o Deberes y derechos de las partes V.
o Defensa de la mujer contra toda forma de violencia V.
o Derecho administrativo y empleados públicos V.
o Nuestro sistema legal V.
o Principios generales V.
o Proyectos legislativos V.
o Régimen disciplinario, compensaciones variables y despido
con causa V.
o Reparación de los daños V.
 Casos de mobbing admitidos y rechazados V.
 Conclusiones V.
 Daños y perjuicios adicionales V.
 Etapa preventiva V.
 Injuria y despido indirecto V.
 Restitutio al status quo ante V.
 Derecho comparado V.
o Fases V.
 Introducción V.
 Jurisprudencia V.
 Orígenes V.
 Presión en el trabajo al acoso laboral o mobbing y/o bullying V.
 Protección y ambiente saludable V.
 Trabajo en el tiempo y las nuevas tecnologías V.
 Trabajo y la protección de las leyes y las reglas del mercado global,
V.
 Víctima, victimario y protector, V.

Modelo de acta de extinción del art. 241 por voluntad concurrente de las partes, IV.

Modelo de contrato de confidencialidad y no competencia, IV.

Modelo de contrato eventual (Contratación directa entre la empresa y el trabajador


eventual), IV.

Modelo de contrato de tiempo indeterminado, IV.

Modelo de contrato de trabajo a plazo fijo (por un plazo menor a un mes o de un


mes), IV.

Mujeres y Menores

 Acoso sexual, III.


o acoso sexual. Consecuencias del, III.
o derecho comparado. Soluciones provenientes del, III.
o Elementos tipificantes, III.

639
o incorporación a la legislación. La, III.
 Educación técnica y capacitación, III.
 Igualdad entre el hombre y la mujer en el trabajo. La, III.
 Protección especial por matrimonio, III.
o despido por matrimonio del trabajador varón. El, III.
o despido por matrimonio de la mujer trabajadora. El, III.
 Protección especial frente a los riegos laborales. III,
 Protección especial frente a los riesgos laborales, III.
 Protección legal y especial por maternidad. III.
o asistencia médica y la cobertura de salud. La, III
o licencia por maternidad. La, III.
o notificación del estado de embarazo. Certificado Médico. La,
III.
o protección frente al despido por causa de maternidad. La, III.
 despido de la mujer embarazada durante el Período de
Prueba. El, III.
 Impuesto a las Ganancias sobre la Indemnización
agravada por Maternidad. El, III.
 regreso de la mujer al trabajo: opciones y lactancia. El,
III.
 lactancia. Pausas por, III.
 período de excedencia. El, III.
 remuneración y los ingresos de la mujer en el marco
del embarazo y la maternidad. La, III.
 trabajo de los menores. Fundamento de la protección especial. El, III.
o Ahorro, III.
o Descanso al mediodía, III.
o edad de los menores. La, III.
o Marco legal especial para los menores, III.
o Prohibición de pagar salarios inferiores, III.
o protección especial, III.
o Trabajo en locales y a domicilio, III.
o trabajo. Jornada de, III.
o Vacaciones, III.
 trabajo de las mujeres. Fundamento de la protección especial. El, III.
o Antecedentes históricos, III.
o antecedentes legislativos y el derecho comparado. Los, III.

Negociación colectiva, La, V.

 Acuerdo, El fin de la negociación: el, V.


o Acuerdo final, V.
o Acuerdos parciales, V.
o Acuerdos y los desacuerdos, V.
o Armado preventivo de las distintas hipótesis de conflicto, V.
o Armado y preparación de las herramientas para la
negociación, V.
o Caracteres, V.
o Causas: necesidades, los deseos y las expectativas, V.
o Condiciones del conflicto, V.

640
o Confidencialidad y las comunicaciones del proceso de
negociación, V.
o Construcción del proceso de negociación, V.
o Controles a cargo del Ministerio de Trabajo, V.
o Convocatoria del Ministerio de Trabajo y la constitución de la
Comisión Negociadora, V.
o Efecto "erga omnes" de la homologación del Ministerio de
Trabajo, V.
o Elección de los ámbitos y los niveles de negociación, V.
o Enfrentamiento y el eventual conflicto, V.
o Homologación, V.
o Intervención de la autoridad de aplicación, V.
o Lanzamiento del proceso de negociación, V.
o Manejo de las expectativas, V.
o Naturaleza de la negociación, V.
o Negociación colectiva formal e informal, V.
o Negociación propiamente dicha, V.
o Pedido empresario: la idea fuerza que impulsa el armado de
la estrategia, V.
o Propuesta y contrapropuestas de las partes, V.
o Publicación del convenio colectivo homologado, V.
o Recaudos de fondo de forma, V.
o Salida del conflicto con la búsqueda de un acuerdo, V.
o Sujetos de la negociación colectiva, V.
 Ámbito de aplicación personal, temporal y territorial, V.
o Ámbito de aplicación personal, V.
o Ámbito de aplicación temporal, V.
o Ámbito de aplicación territorial, V.
 Anexo del Capítulo XVIII, V.
o Bibliografía, V.
o C154 Convenio OIT sobre negociación colectiva, 1981, V.
o Convenio Colectivo de Eastman Chemical, V.
o Convenio Colectivo Empresa Heladería Freddo, V.
o Índice del ordenamiento de la Ley 14.250 ordenado y
actualizado, V.
o Índice del ordenamiento de la Ley 23.546 conforme a las
reformas, V.
o Interrogantes clave, V.
o Lectura recomendada, V.
o R163 Recomendación sobre la negociación colectiva, 1981,
V.
 Articulación de los convenios colectivos, V.
 Autorregulación, V.
 Clases de convenio colectivo y clasificación, V.
 Comisión paritaria, V.
 Contenido (de los convenios colectivos), V.
o Beneficios sociales y prestaciones no remunerativas, V.
o Cláusulas con los deberes de conducta de los trabajadores en
la empresa, V.
o Cláusulas de absorción o compensación, V.
o Cláusulas de articulación convencional, V.
o Cláusulas de autocomposición, V.

641
o Cláusulas de compensaciones por horas de viaje, V.
o Cláusulas de convergencia y de objetivos comunes, V.
o Cláusulas de crisis, V.
o Cláusulas de información por vía del correo electrónico, V.
o Cláusulas de jornadas especiales promedio, V.
o Cláusulas de paz, V.
o Cláusulas de polivalencia funcional y multiprofesionalidad, V.
o Cláusula de prohibición de consumo de alcohol y de drogas,
V.
o Cláusulas de viáticos y gastos fuera del lugar de trabajo, V.
o Cláusulas para servicios esenciales con continuidad del
servicio y guardias mínimas, V.
o Cláusulas sobre aportes solidarios con destino a la entidad
gremial, V.
o Cláusulas sobre higiene y seguridad en el trabajo y comité
mixto de prevención de eventos dañosos, V.
o Cláusulas sobre la prohibición de la discriminación por
razones del género, V.
o Cláusulas sobre trabajo de temporada, V.
o Cláusulas que establecen premios o incentivos a la
productividad y el presentismo, V.
o Cláusulas que prevén la comisión paritaria de interpretación
del CCT, V.
o Condiciones especiales, V.
o Contenidos específicos, V.
o Procedimiento de quejas o de reclamos, V.
o Sistema de crédito en horas de los delegados gremiales, V.
 Controles de legalidad y de oportunidad de la autoridad de
aplicación, V.
 Convenio colectivo, concepto y caracteres, V.
 Convenio colectivo de crisis, V.
 Fomento y promoción de los convenios colectivos, V.
 Homologación, requisitos y efectos, V.
 Inderogabilidad de las normas del convenio, V.
 Interpretación y aplicación, V.
 Marco normativo de los convenios colectivos, V.
o Convenio colectivo en la Constitución Nacional, V.
o Convenio colectivo en la legislación nacional, V.
 Modificación in peius de los convenios colectivos por medio de una
ley de fondo, V.
 Naturaleza y caracteres de la negociación colectiva, V.
 Publicación del convenio colectivo, V.
 Publicación de los convenios de empresa, V.
 Régimen legal de los convenios colectivos de trabajo, V.
o Acuerdo, V.
o Comisión negociadora, V.
o Derecho de información en la negociación colectiva, V.
o Intervención de la autoridad de aplicación, V.
o Práctica desleal dentro de la negociación colectiva, V.
o Sujetos y voluntad de la concertación del convenio, V.
 Registración de los convenios de empresa, V.
 Reglas básicas de la negociación colectiva, V.

642
o Decálogo de la negociación, V.
 Reglas clásicas de negociación, V.
o Bien del grupo prevalece sobre el bien de unos pocos, V.
o El peor enemigo de mi enemigo es mi mejor amigo, V.
o El recurso de la negociación gradual siempre debe comenzar
con los temas periféricos y finalizar con los temas centrales,
V.
o Equilibrio en intereses contrapuestos, V.
o Estar preparado para el conflicto en un proceso de
negociación, V.
o Estimo un objetivo para logar el doble sabiendo que me
pueden dar la mitad, V.
o Ganar-ganar, ganar-perder, y ganar y perder, en forma
equitativa, V.
o Interés es la medida de las acciones. El, V.
o No hay mejor defensa que un buen ataque, V.
o Paciencia, serenidad, saber escuchar, hablar lo necesario,
actuar después de haber pensado, tener siempre claro el
objetivo, V.
o Primer escenario lo da siempre el "modus operandi" de la
contraparte, V.
o Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a
algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos
todo el tiempo, V.
o Visión estratégica y espíritu constructivo, V.
 Reglas nuevas de negociación, V.
o Elaborar un pronóstico colaborativo, V.
o La negociación es un camino de ida y vuelta, V.
o Lo mejor es enemigo de lo bueno, V.
o Reconocer el interés fundamental de la contraparte para
poder defender nuestro principal interés, V.
o Siempre se deben analizar los procesos, las etapas, y los
resultados intermedios,con criterios ceñidos a nuestro plan
estratégico, V.
 Secuencia operativa de la autorregulación y las herramientas
efectivas, V.
o Agenda oficial y agenda extraoficial o invisible, V.
o Alcances de la negociación, V.
o Condiciones y características del negociador ideal, V.
o Decir "no" cuando sea necesario, evitar el "no" y ser
diplomático con el "no", V.
o El armado del equipo de negociación, V.
o El "dilema del prisionero", V.
o El foco de la negociación, V.
o El lugar en donde se desarrollan las negociaciones, V.
o El "síndrome de Estocolmo", V.
o El "timing" de la negociación, V.
o Esquemas y modelos de negociación, V.
o Equipamiento y material de apoyo, V.
o Etapas intermedias en proceso, V.
o Honrar lo acordado y el sentido real de lo acordado, V.
o Intereses racionales, emocionales y personales, V.

643
o La ayuda "memoria" y los borradores, V.
o La comunicación efectiva, V.
o La estrategia de la negociación, V.
o La estrategia en el centro de la negociación, V.
o La preparación de la negociación, V.
o Las causas de la negociación, V.
o Las competencias del negociador, V.
o Las partes de la negociación, V.
o Las tácticas operativas, V.
o Los intereses responden a la posición de las partes, no a las
personas que operan, V.
o Más vale no firmar un acuerdo que firmar un mal acuerdo, V.
o Nunca subestimar al oponente, V.
o Planificación del momento de operar las negociaciones, V.
o Siempre será mejor no firmar un acuerdo que firmar un mal
acuerdo, V.
o Una buena relación personal ha sido la clave de muchos
acuerdos, V.
 Suspensión del convenio por concurso del empleador, V.
 Vigencia y extinción del convenio colectivo, V.
o Plenario "Fontanive", V.
 Marco normativo, V.
 Plenario "Fontanive", V.
 Visión de contexto del convenio colectivo posterior, V.
o Vigencia y ultractividad del convenio colectivo, V.

Non bis in idem, IV.

Nueva Zelanda, III.

Organización Internacional del Trabajo, Declaración relativa a los fines y objetivos


de la, II.

OIT, Preámbulo de la, II.

Panamá, III.

Período de prueba, IV.

 Cómputo del período de prueba a los fines laborales y de la


seguridad social, IV.
 Deber de realizar los aportes y contribuciones a la seguridad social,
IV.
 Exclusión de la aplicación del art. 212 (LCT) 4º párr. por incapacidad
absoluta, IV.
 La notificación del acto extintivo durante su vigencia. El deber de
preavisar, IV.
 La registración formal de la relación laboral, IV.

644
 Los plazos del período de prueba, IV.
 Mantenimiento de los deberes y derechos de las partes, IV.
 Potestad de extinguir el vínculo durante su vigencia. El deber de
preavisar, IV.
 registración expresa del período de prueba y renuncia al mismo, IV.
 Uso abusivo del período de prueba, IV.
 Utilización por única vez por trabajador, IV.
 Vigencia plena de la cobertura por accidentes y enfermedades del
trabajo e inculpables, IV.

Perú, III.

"Polimat". El fallo, IV.

Polonia, III.

Portugal, III.

Preaviso. El, III

 antecedentes del preaviso. Los, IV.


o ley 11.729 de 1934. La, IV.
o ley 20.744 o LCT de 1974. La, IV
o reforma de la ley 21.297 de la LCT de 1976. La, IV.
o reforma de la ley 25.013 de la LCT de 1998. La, IV,
o última reforma de la ley 25.877 de 2004. La, IV.
 concepto de preaviso. El, IV.
o concepto de preaviso en doctrina. El, IV.
o concepto de preaviso en la jurisprudencia. El, IV.
o concepto legal del preaviso. El, IV
 deberes y derechos de la partes durante el preaviso. IV,
 estatuto del periodista profesional. El, IV.
 Estatuto del personal administrativo de empresas periodísticas, IV.
 estatuto del viajante de comercio.
 indemnización sustitutiva y la aplicación de la ley 24.013 y la ley
25.561. La, IV.
 Introducción, IV.
 liberación de prestar servicios durante el preaviso. La, IV.
 licencia diaria durante el goce del preaviso. La, IV.
 marco legal. El, IV.
o Formas de extinción que incluyen el preaviso, IV.
o Formas de extinción que no admiten el preaviso, IV.
 notificación del preaviso. La, IV.
o contenido de la notificación del preaviso. El, IV.
o cumplimiento de las obligación de notificar. Generalidades y
casos especiales. El, IV.
o gratuidad del envío de telegrama y carta documento. La, IV.
 notificación del preaviso y la suspensión del contrato de trabajo. La,
IV.
 omisión del preaviso. La, IV.
o El preaviso y la integración del mes de despido, IV.

645
 omisión del preaviso. La indemnización sustituida. La,
IV.
 El preaviso en el despido intempestivo y verbal.
El, IV.
 indemnización sustitutiva y el sueldo anual
complementario o aguinaldo. La, IV.
 indemnización sustitutiva en los casos de
despido con causa falsa o insuficiente. La, IV.
 indemnización sustitutiva y el retiro voluntario.
La, IV,
 indemnización sustitutiva y la base de cálculo
de otras prestaciones. La, IV.
 indemnización sustitutiva y las gratificaciones
anuales. La, IV.
 indemnización sustitutiva y las vacaciones. La,
IV.
 Indemnización sustitutiva y salarios variables,
IV.
 omisión del otorgamiento del preaviso. La, IV.
 rubros que integran la indemnización sustitutiva.
Los, IV.
 plazos de preaviso. Los, IV.
o plazos legales. Los, IV.
 preaviso con más de cinco años de antigüedad. El, IV.
 preaviso con menos de cinco años de antigüedad. El,
IV.
 preaviso durante el período de prueba. El, IV.
o preaviso pactado entre las partes. El, IV
 preaviso con licencia para prestar servicios. El, IV.
 preaviso en el contrato de plazo fijo. El, IV.
 preaviso en el contrato de plazo fijo. El, IV.
 preaviso en el contrato de temporada. El, IV.
 preaviso en el contrato de trabajo eventual. El, IV.
 preaviso en la extinción del vínculo por inhabilidad o incapacidad
absoluta deltrabajador. El, IV.
 preaviso en la extinción por jubilación del trabajador. El, IV.
 preaviso en los estatutos especiales. El, IV.
 preaviso en la extinción por falta o disminución de trabajo o caso
fortuito o de fuerza mayor. El, IV.
 preaviso en la extinción por muerte del trabajador. El, IV.
 preaviso en la gente de mar. El, IV.
 preaviso en los trabajadores de casas de renta. El, IV.
 preaviso en los usos y costumbres contra legem . El, IV.
 preaviso y la estabilidad gremial de la tutela sindical. El, IV.
 preaviso y el concurso y la quiebra del empleador. El, IV.
 preaviso y el pago de aportes y contribuciones a la seguridad social y
el
 impuesto a las ganancias. El, IV.
 prueba de la notificación del preaviso. La, IV.
 renuncia del trabajador del plazo faltante durante el preaviso. La, IV.
 retractación de la extinción del vínculo. La, IV.
 servicio doméstico. El, IV.

646
 suspensión del preaviso. La, IV.
 Tácita reconducción del contrato después del preaviso, IV.
 trabajador agrario de la ley 22.248. El, IV.

principios generales, Enumeración y clasificación de los, I.

Procedimiento de desafuero. El, IV.

Procedimiento preventivo de crisis. Escrito inicial de presentación ante el Ministerio


de Trabajo, IV.

Protección especial por matrimonio, IV.

Puerto Rico, III.

Reclamación administrativa y judicial del trabajador (por despido), V

 Certificados del art. 80 y las multas por omisión, V.


 Introducción, V..
 Pago a cuenta o el pago insuficiente, V.
 Prescripción y suspensión de la prescripción, V.
o Suspensión de la prescripción, V.
 Presunción de conducta temeraria o maliciosa, V.
 Vía administrativa, V.
o Vía administrativa ordinaria, V.
 Vía judicial, V.
o Alternativas judiciales atípicas, V.
o Efectos de la demanda, el curso de los intereses, V.
 Vía ordinaria, V.
 Vía prejudicial del SECLO, V.
o Acuerdo y homologación del Ministerio de Trabajo, V.
o Ejecución del acuerdo homologado, V.
o Ejecución del acuerdo homologado incumplido, V.
o Impugnación de la homologación, V.
o Suspensión de la prescripción, V.
 Vías de reclamación, V.
 Vía privada, V.

remuneración; La, II.

 adicionales y accesorios del salario. Los, II.


o adicionales. Clasificación. Los, II.
 gratificaciones. Las, II.
 gratificaciones extraordinarias. Las, II.
 gratificaciones. Los tipos de, II.
 gratificaciones periódicas. Las, II.
 gratificaciones y su incidencia en la
indemnización por despido del art. 245, LCT.
Las, II.
o adicionales por antigüedad. Los, II.

647
 Comisiones, II.
o colectivas. Comisiones, II.
o comisión en los trabajadores en general. La, II.
o individuales. Comisiones, II.
 viajantes de comercio. La comisión de los, II.
 Adquisición de la comisión, II.
 base de la comisión. La, II.
 cobranza. Comisión por, II.
 Tipos de comisión, II.
 Constitucionalismo social, El, II.
o Constitución Argentina, La, II.
o Igual remuneración por igual tarea de igual valor, II.
o Participación en las ganancias de las empresas, La, II.
o Régimen de vacaciones, La retribución en el, II.
o salario justo, El principio del, II.
o Salario mínimo vital y móvil, II.
 Créditos salariales a través del tiempo. Actualización-intereses. Los,
II.
o actualización monetaria y los intereses en época de inflación.
La, II.
o desindexación de los créditos laborales. La, II
o intereses en época de estabilidad. Los, II.
o evolución de la legislación, La, II.
 Etapa colonial, II.
 Etapa de la Organización Nacional, La, II.
 Ley de Contrato de Trabajo. Estructura, La, II.
 Evolución histórica, II.
o Antigüedad, La, II.
o Edad Media, La, II.
 bizantino, El mundo, II.
 ensayos de unificación imperiales, II .
o Edad Moderna, Los comienzos de la, II.
 El curso del primer tramo de la edad Moderna, II.
 revolución industrial. El maquinismo, La, II.
 siglo XVIII, El, II.
o mundo contemporáneo, El, II.
 protección del salario, La, II.
o nuevas tecnologías y el conocimiento, La edad de las, II.
 fuentes normativas de la remuneración, Las, II.
o buena fe, La II.
o convenciones colectivas y los laudos con fuerza de tales, Las,
II.
o decisión unilateral del empleador, La, II.
o determinación judicial del salario, La, II.
o equidad, La, II.
o ius variandi , Aplicación del, II.
o leyes análogas, Las, II.
o principios de la justicia social, Los, II.
o principios generales del derecho del trabajo, Los, II.
o salario mínimo contractual, II.
o salario mínimo convencional, El, II
o usos y costumbres, Los, II.

648
o voluntad de las partes, La, II.
 historia del trabajo humano y la retribución, Etapas de la, II.
 indemnizaciones y otras prestaciones de la seguridad social. Las, II.
o asignaciones familiares. Las, II
o indemnización por incapacidad temporaria de la Ley de
Riesgos del Trabajo y del derecho común. La, II.
o salarios por incapacidad temporaria de la ley de Riesgos del
Trabajo y por enfermedad y accidente inculpable. Los, II.
 Introducción al tema de la remuneración. Aproximación al concepto,
II.
 jornadas especiales. Los recargos por, II.
o adicionales por tareas especiales, II.
o gastos de comedor. Los, II.
o Habitación o vivienda, II.
o jornada extraordinaria. Los recargos de la, II.
o Mercaderías en general y alimentos, II.
o pago de seminarios o de cursos de capacitación. El, II.
o provisión de útiles escolares y guardapolvos para los hijos del
trabajador. La, II
o recargos por descanso no gozado. Los, II.
o recargos por jerarquía, idioma, título y dedicación funcional, II.
o recargos por riesgo. Los, II.
o reintegro de gastos de guardería y sala maternal. El, II.
o remuneración in itinere, La, II.
o ropa de trabajo, II.
o salarios en días feriados y no laborables. Los, II.
o tareas nocturnas. Los recargos por, II.
o vale de combustible. El, II.
 pago. Concepto. El, 688
o adelantos o anticipos de salarios.. Los, II.
o certificado de trabajo. El, II-
o Cesión de salarios, II.
o circunstancias personales. Firma del trabajador, II.
o compensación para daños. La, II.
o Días, horas y lugares de pago. II.
o Forma y prueba del pago, II.
o Límite máximo de las retenciones. II,
o medios de pagos. Límites. Los, II.
 bancarización del pago de salarios. La, II.
 nuevo marco legal y algunos desvíos y malas prácticas
observadas en la primera etapa de la bancarización del
pago del salario. El, II.
 mora en el pago de haberes. La, II
o obligación de pagar. Titular de la, II.
o pago de remuneraciones accesorias. El, II.
o períodos de pago. Los, II.
o plazos de pago. Los, II.
o prohibición de aplicar multas La, II.
o protección del salario frente a los acreedores del trabajador.
La, II.
 embargabilidad de la remuneración. La, II.
o recepción. Titular de la, II.

649
o retenciones admitidas. Las, II.
o retenciones. Las, II.
o retenciones prohibidas. Las. II,
 Participación en las utilidades, II.
o Mecanismos de control, II.
o Modalidades de la participación, II,
o participación del peón de taxi. La, II.
o participación en las utilidades. Habilitación. La, II.
 prescripción de los créditos laborales. La, II
 prestación por vacaciones. La, II.
o caducidad en materia de vacaciones. La, II.
 retribución por vacaciones en caso de extinción del contrato de
trabajo. La, II.
o salario por vacaciones del trabajador mensualizado. El, II.
o salario por vacaciones de los trabajadores retribuidas con
salarios variables. El, II.
o salario por vacaciones de los trabajadores retribuidos por día
o por hora, El. II,
 Prestaciones no remuneratorias o de naturaleza dudosa. Las, II.
o asignaciones por becas. Las, II.
o equipos, herramientas o elementos de protección personal.
Los, II.
o gastos de transporte. Los, II.
o gastos y los servicios de comedor. Los, II.
o herramientas materiales e inmateriales de trabajo. Las, II.
o indemnizaciones laborales. Las, II.
 compensación por tiempos de servicios. La, II.
 indemnización especial en el despido por causa de
embarazo, maternidad y matrimonio. La, II.
 indemnización por antigüedad. La, II.
 indemnización por despido por falta o disminución de
trabajo y fuerza mayor. La, II.
 indemnización por la existencia del contrato sin
relación. La, II
 indemnización por vacaciones proporcionales no
gozadas. La, II.
 indemnización sustitutiva del preaviso. La, II.
 salarios continuatorios de la construcción (ley 17.258,
derogada). Los, II.
o pagos extralaborales. Los, II.
o Prestaciones remuneratorias y prestaciones sociales, II.
o Préstamos al personal, II.
o proveedurías, mutuales y cooperativas. Las, II.
o provisión gratuita de leche, agua, infusiones, café y merienda
o refrigerio. La, II.
o ropa de trabajo. La, II.
 prestaciones remuneratorias y no remuneratorias, Distinción de las,
II.
 proceso laboral y la remuneración. El, II.
 propinas. Las, II.
o laudo gastrónomico. El, II.
o oportunidad de ganancia. La, II.

650
o propina. Concepto de, II.
o Recompensas, II.
 Protección de la remuneración. Clasificación. La, II.
o protección del salario frente al empleador. La, II.
 determinación del monto del salario mínimo vital, La, II.
 Inembargabilidad del salario mínimo vital y móvil. II,
 prohibición de pagas salarios inferiores al SMVM. La,
II.
 salario mínimo vital y móvil. El, II.
o protección del salario frente al mismo trabajador. La, II.
 créditos laborales. Incesibilidad de los, II.
 prohibición de venta de bebidas alcohólicas y de
mercaderías. II.
o protección de la remuneración frente a los acreedores del
empleador. La, II.
 Acuerdos conciliatorios o liberatorios, II.
 Continuación de la empresa. II,
 derecho de pronto pago. El, II.
 Exclusión del fuero de atracción, II.
 Irrenunciabilidad de los privilegios. II,
 Principios generales y procesales, II.
 privilegios, Los, II.
 privilegios generales. Caracterización. Los, II.
o reclamación judicial de la remuneración. La, II.
 prueba de la remuneración. La, II.
 Consignación Judicial de Salarios. La, II.
 compensación judicial. La, II.
 confesional, Prueba (arts. 85 a 88 de la ley
18.345), II.
 intereses por mora y la actualización monetaria
por inflación. Los, II.
 honorarios del abogado. Plus petición
inexcusable. Los, II.
 pago en juicio. El. II.
 pericia técnica. La, II.
 pericial contable (art. 91, ley 18.345). Prueba, II.
 pericial caligráfica. (art. 91, ley 18.345). Prueba,
II.
 prescripción de los reclamos salariales. La, II.
 presunciones y las atribuciones judiciales. Las,
II.
 prueba instrumental (arts. 82 y 83, ley 18.345).
La, II.
 prueba testimonial (arts. 89 y 90, ley 18.345).
La, II.
 remuneración, Adquisición y pérdida de la, II.
o adquisición de la remuneración, La, II.
o pérdida de la remuneración, La. II.
o remuneración y retención de tareas, Pago de la, II.
 remuneración, Clasificación de la, II.
 remuneración, El concepto de, II.
o salario, El concepto económico del, II.

651
o salario, El concepto legal del, II.
o salario, El concepto social del, II.
o salario en la Doctrina Social de la Iglesia, El concepto del, II.
o salario. La naturaleza jurídica. El concepto jurídico del, II.
o salario y su función, El concepto de, II.
 remuneración, Principios y caracteres de la, II.
o Caracteres, II.
o Otros principios generales, II.
o Principios de la remuneración, II,
 remuneración, Tipos de, II.
o En dinero y en especie, II, 493
 remuneración en dinero. La remuneración en dinero de
curso legal. La, II.
 remuneración en especie. La, II.
o Por tiempo y por rendimiento, II.
 salario en período atípicos, El, II.
 salario por día o jornal, El, II.
 salario por hora, El, II.
 salario por tiempo y la categoría profesional, El, II.
 salario mensual o sueldo, El, II.
 salario por semana o quincena, El, II.
 retribución de licencias, La, II.
 salario del preaviso. El, II.
 salario en casos de suplencia. El deber de ocupación. El, II.
 Salario laboral y salario previsional, II.
 salario por condiciones personales. El, II.
o Remuneración por trabajo de igual valor. Igual, II.
o valoración del trabajo individual por mérito. La, II.
 salario por resultado. Concepto, El, II.
o incentivación laboral por medio de premios. Concepto.
Clasificación. La, II.
 resultado premiado, El. II.
 sistemas de incentivación a la producción o
rendimiento, Los. II.
o salario por unidad de obra, El, II.
 sistema de la ley de contrato de trabajo, El, II.
 Sueldo anual complementario o aguinaldo, II.
 sumas no remuneratorias. Las, II.
o beneficios sociales. Los, II.
o doctrina de los primeros fallos de la Corte Suprema sobre la
naturaleza jurídica de las prestaciones no remunerativas. La,
II,
o inconstitucionalidad de las prestaciones no remunerativas en
sus efectos laborales, previsionales y fiscales. La, II.
o Sumas no remunerativas por decisión del Poder Ejecutivo, II.
o sumas no remunerativas de los convenios colectivos. Las, II.
 Terminología, II, 351
o Etimología, II.
o términos empleados, Los, II.
 unidad de obra. Por, II.
 Viáticos
o asignación por automóvil y sus gastos. La, II.

652
o viáticos. Clasificación de los, II.
o viáticos. Concepto legal. Los, II.
o remuneratorios. Viáticos, II.
o no remuneratorios. Viáticos, II.

renuncia encubierta o en fraude de la ley laboral, La. IV.

renuncia del trabajador, La, IV.

renuncia encubierta o en fraude de la ley laboral. La, IV.

renuncia o extinción tácita. La, IV.

República Checa, III.

retiro voluntario. Instrumentación del, IV.

Retiro voluntario, Los planes de, IV.

 acceso al subsidio por desempleo, IV.


 Antecedentes, IV.
 cuestionamiento del sistema de retiro. El, IV.
 Efectos impositivos del acuerdo económico alcanzado. Los, IV.
 Instrumentación del retiro voluntario, IV.
 La oferta del retiro voluntario, IV.

Retiro voluntario, Plan de, IV.

Riesgos del Trabajo, VI.

 ART, VI.
o Creación y funcionamiento, VI.
o Deberes, derechos y prohibiciones de la ART, VI.
o Insuficiencia patrimonial, VI.
o Prescripción de las cotizaciones, VI.
o Sanciones por incumplimiento, VI.
 Compañías de seguros con la rama accidentes de trabajo, VI.
 Contingencias cubiertas, VI.
o Accidente de trabajo, VI.
o Accidente in itinere , VI.
o Contingencias y situaciones. Existencia y denuncia, VI.
o Enfermedades accidente, VI.
o Enfermedades profesionales, VI.
o Enfermedades profesionales no incorporadas al listado, VI.
o Exclusiones, VI.
 Accidentes y enfermedades causadas por el
trabajador, VI.
 Exclusiones por omisión en el listado, VI.
 Fuerza mayor extraña al trabajo, VI.
 Patologías preexistentes y el bloqueo, VI.
o Gran invalidez, VI.
o Incapacidad laboral permanente, VI.

653
 Carácter definitivo de la ILP, VI.
 Carácter provisorio de la ILP, VI.
o Incapacidad laboral temporaria, VI.
o Muerte, VI.
 Determinación del daño, VI.
o Causalidad de las enfermedades no listadas, VI.
o Determinación de la incapacidad en la LRT, VI.
 Comisión Médica Central. Composición, VI.
 Función de las comisiones médicas.
Integración, VI.
o Introducción, VI.
o Relación de causalidad, VI.
o Revisión de la incapacidad, VI.
 Financiamiento del sistema, VI.
o Cotizaciones y alícuotas VI.
 Base imponible de la contribución (aplicación de la ley
24.241) VI.
 Contribución a cargo exclusivo de la empresa, VI.
 Determinación de la alícuota para calcular la
contribución por establecimiento, VI.
 Empresas autoaseguradas y el financiamiento del
sistema, VI.
 Exclusión de las prestaciones no remuneratorias, VI.
 Financiamiento de la SRT, VI.
 Fiscalización verificación y ejecución de las
contribuciones, VI.
 Ejecución de las contribuciones, VI.
 Fiscalización, VI.
 Verificación, VI.
 Fondo de Garantía, VI.
 Fondo de reserva de la LRT, VI.
 Fondo Fiduciario de enfermedades profesionales, VI.
 Inclusión de las prestaciones remunerativas, VI.
 Pago de la contribución, VI.
 Responsabilidad del empleador por omisión del pago
de las contribuciones, VI.
 Responsabilidad penal por falta de pago, VI.
 Tratamiento impositivo, VI.
o Introducción. Distintos sistemas, VI.
 Impacto de la Ley de Riesgos del Trabajo en otras materias, VI.
o Relación con el nuevo régimen previsional, VI.
 Aportes y contribuciones y el pago de asignaciones
familiares, VI.
 Base imponible común entre la LRT y el sistema
previsional, VI.
 Capital de recomposición con incapacidad provisoria,
VI.
 Compatibilización del régimen previsional y la LRT, VI.
 Empleo del MOPRE como referente para ajustar
prestaciones y su reemplazo por los ajustes del
Sistema Integrado Previsional Argentino, VI.

654
 Naturaleza de las prestaciones por Incapacidad
Permanente Parcial (IPP), V.
 Naturaleza de las prestaciones por IPT y el sistema
previsional, VI.
 Pensión del régimen previsional y la prestación
periódica de la LRT para el caso de muerte de la
víctima, VI.
 Reducción de cargas sociales conel aumento de la
recaudación su tratamiento diferenciado en el SIPE y
en la LRT, VI.
 Reducción de aportes y contribuciones en trabajadores
discapacitados, VI.
 Relación de la LRT con la Ley de Convenios
Colectivos, VI.
 Actividad preventiva a través de los convenios
colectivos de trabajo, VI.
 Creación de ART sin fines de lucro a partir de la
negociación colectiva, VI.
 Creación de aseguradoras sin fines de lucro, VI.
 Relación de la LRT y la Ley 24.028 de Accidentes de
Trabajo y Enfermedades Profesionales, VI.
 Aplicación de la ley en el tiempo y los casos
pretéritos en la LRT, VI.
 Cobertura de la ART sobre accidentes y
enfermedades de normas anteriores, VI.
 Procedimiento administrativo previo y obligatorio
de conciliación, VI.
 Vigencia de la LRT y derogación de la ley
anterior de accidentes y enfermedades (ley
24.028), VI.
 Renta periódica de la IPP definitiva, VI.
 Unificación de la comisión médica central y de
las comisiones médicas, VI.
 Unificación y restricciones en las empresas de
seguros de retiro, VI.
 Utilización de las Comisiones Médicas en la
LRT y en el régimen previsional, V.
 Reclamación judicial. Régimen de sanciones de la
LRT, VI.
 Competencia judicial, VI.
 Concurrencia, VI.
 Reclamación judicial. Principios generales, VI.
 Reclamos en el tiempo, VI.
 Vigencia de la LRT. Cronograma, VI.
 Relación de la LRT con la LCT, VI.
 Compatibilidad de las prestaciones por ILP con
el regreso al trabajo, V.
 Extensión de las ART en materia de
enfermedades y accidentes inculpables, V.
 Inclusión obligatoria del trabajador dependiente
en la LRT, VI.

655
 Normas reglamentarias sobre temas laborales
encomendadas al Poder Ejecutivo, VI.
 Personal subalterno de la SRT se regirá por la
legislación laboral, VI.
 Reforma del deber de prevención, VI.
 Remuneración computable en el Ingreso Base y
su reemplazo por el art. 208 LCT en la ILT y en
la IPPO o IPT provisorias, VI.
 Relación de la LRT con otras normas, VI.
o Introducción (general), VI.
 Antecedentes legislativos de la ley 24.557, VI.
 Estructura y contenido de la ley 24.557, VI.
 Clasificación del contenido, VI.
 Estructura funcional del nuevo sistema, VI.
 La importancia de la reglamentación. Su actual
estado, VI.
 Nuevos fundamentos de la ley, VI.
 Reforma legal introducida por el decreto de
necesidad y urgencia 1278/2000, y la
ampliación de la misma a través del decreto
1694/2009, VI.
 Temas que demandan reformas, VI.
 Génesis de la ley 24.557, VI.
 Ley 26.773/2012 de reforma parcial de la LRT
 Conclusiones, VI.
 Contenido fundamental de la reforma propuesta,
VI.
 Imperativos de la reforma de la LRT, VI.
 Introducción, VI.
 Nueva opción excluyente conjunta, VI.
 Reforma y el modelo resultante a la luz de la
jurisprudencia VI.
 Marco conceptual, VI.
 Objeto de la prevención y de la reparación, VI.
 Prevención vs. reparación, VI.
 Prioridades del sistema, VI.
o Mejoras y reformas de fondo de la LRT, VI.
 Decreto reglamentario 1694/2009. Procedencia, VI.
 Habilitación del seguro de responsabilidad civil,
VI.
 Impulso a la creación de entidades sin fines de
lucro, VI.
 Nuevas compensaciones dinerarias de pago
único, VI.
 Nuevo cálculo del salario de las licencias, VI.
 Nuevo monto y sistema de ajuste del pago
mensual de asistencia por Gran Invalidez, VI.
 Nuevos montos indemnizatorios y las
compensaciones mínimas legales, VI.
 Nuevo valor mínimo en el cálculo de las
indemnizaciones, VI.
 Pago de las prestaciones dinerarias, VI.

656
 Plan de la reforma, VI.
 Reducción de costos y diseño de las alícuotas,
VI.
 Registro de prestadores médico asistenciales,
VI.
 Supresión del tope legal de las
indemnizaciones, VI.
 Vigencia de la norma, VI.
 DNU 1278/2000 de reforma de la LRT, VI.
o Prestaciones VI.
 Damnificado frente a la LCT VI.
 Acoplamiento de la reserva de puesto VI.
 Extinción del vínculo sin responsabilidad
indemnizatoria, VI.
 Regreso al trabajo del art. 212 LCT y el art. 16
LRT, VI.
 Ruptura del vínculo directa o indirecta, por
decisión de las partes, VI.
 Prestaciones dinerarias y en especie, VI.
 Clasificación, VI.
 Generalidades, VI.
 Ingreso base, VI.
 Cálculo del ingreso base, VI.
 Concepto y naturaleza jurídica, VI.
 Prestaciones dinerarias de la ILT y la IPP, VI.
 Prestaciones en especie. Clasificación, VI.
 Asistencia médica y farmacéutica, VI.
 Daños en la salud durante la asistencia
médica. Responsabilidad, VI.
 Duración de las prestaciones, VI.
 Negativa injustificada del damnificado a
percibir las prestaciones, VI.
 Prótesis y ortopedia, VI.
 Recalificación profesional, VI.
 Rehabilitación, VI.
 Servicio funerario, VI.
 Prestaciones para el caso de Gran Invalidez, VI.
 Prestaciones para el caso de muerte del
damnificado, VI.
 Prestaciones por incapacidad laboral temporaria
ILT, VI.
 Prestaciones por incapacidad permanente
parcial IPP, VI.
 Período de IPP definitiva, VI.
 Daño complementario de la
indemnización dineraria tarifada,
V.
 Derogación de la renta periódica y
el pago único de la IPP definitiva
superior al 50% e inferior al 66%,
VI.

657
 Prestación de pago único del IPP
igual o inferior al 50%, V.
 Período de IPP provisoria, VI.
 Prestaciones durante el IPP
provisional, VI.
 Prescripción, VI.
 Prestaciones por incapacidad
permanente total IPT, VI.
 Retorno al trabajo del damnificado, VI.
o Responsabilidad civil, VI.
 Alternativas en la ley 9688 y en la ley 24.028, VI.
 Crítica al sistema hermético de la LRT y su
constitucionalidad, VI.
 Fallo "Aquino" y la inconstitucionalidad del art. 39,
inciso 1ro. LRT, V.
 Jurisprudencia de la Corte Suprema y sus
antecedentes, VI.
 Caso "Gorosito", VI.
 Etapa de transición entre la aceptación y el
cuestionamiento inicial del sistema, VI.
 Etapa inicial de la aceptación, VI.
 Prescripción, VI.
 Reforma de la ley 26.773 y la adhesión al sistema de
opción excluyente, V.
 Responsabilidad civil en la LRT, VI.
 Articulación conjunta de la LRT y el Código
Civil, VI.
 Competencia civil en los reclamos del derecho
común, VI.
 Daños provocados por un tercero ajeno, VI.
 Eximición de responsabilidad civil del
empleador, VI.
 Responsabilidad civil excepcional del empleador
por dolo, VI.
 Responsabilidad contractual del derecho laboral, VI.
 Vía del derecho común, VI.
 Introducción, VI.
 Responsabilidad civil en el derecho
común, VI.
 Sujetos y el ámbito de aplicación, VI.
o Ámbito de aplicación personal, VI.
o Ámbito de aplicación temporal, VI.
o Ámbito de aplicación territorial, VI.
o ART, VI.
o Comisiones médicas y la comisión médica central, VI.
o Beneficiarios y damnificados potenciales, VI.
 Inclusiones obligatorias, VI.
 Inclusiones voluntarias, VI.
o Clasificación de las personas y de los sujetos, VI.
o Comité Consultivo Permanente, VI.
o Empleador, VI.
 Deber de afiliación del empleador, VI.

658
 Identificación del empleador, VI.
 Incumplimiento de los deberes del empleador, VI.
 Insuficiencia patrimonial del empleador, VI.
 Obligaciones de las partes, VI.
 Responsabilidad del empleador por omitir la afiliación,
VI.
 Seguro obligatorio y el autoseguro, VI.
 Introducción, VI.
 Superintendencia de Riesgos del Trabajo, VI.
o Creación de la SRT, VI.
o Financiamiento y presupuesto de la SRT, VI.
o Funciones de la SRT, VI.
o Fundamentos de la existencia de la SRT, VI.
o Integración de la SRT, VI.
 Superintendencia de Riesgos del Trabajo y las Aseguradoras de
Riesgos del Trabajo. La, VI.
o SRT. Creación. Integración, VI.
 Creación de la SRT, VI.
 Estructura de la SRT, VI.
 Funciones de la Dirección Nacional de Salud y
Seguridad en el Trabajo, VI.
 Funciones de la SRT, VI.
 Administrar el Fondo de Garantía y el Fondo de
Reserva, VI.
 Administrar el Registro Nacional de
Incapacidades Laborales, VI.
 Administrar su patrimonio, VI.
 Aplicación de la Ley Penal Tributaria, VI.
 Aplicar sanciones conforme a la LRT, VI.
 Controlar y fiscalizar las empresas
autoaseguradas, VI.
 Control de cumplimiento de las normas de
higiene y seguridad laborales, VI.
 Control y fiscalización de las ART, VI.
 Creación del Registro de Prestadores Médico
Asistenciales conforme lo dispone el decreto
1694/2009 en su art. 7°, VI.
 Cuotas omitidas por los empleadores elusores,
VI.
 Declaración de insalubridad de lugares y
ambientes de trabajo, VI.
 Determinar su estructura y los recursos
humanos de la SRT, VI.
 Dictar normas reglamentarias en materia de
higiene y seguridad, V.
 Dictar su reglamento interno, VI.
 Empleadores rebeldes a la afiliación al sistema,
VI.
 Evaluación de las categorías de riesgo de las
actividades, VI.
 Financiamiento, VI.
 Financiamiento de la SRT, VI.

659
 Financiamiento del primer ejercicio de la
SRT, VI.
 Participación en los casos de insuficiencia
patrimonial, VI.
 Registro de altas y bajas de los empleadores
afiliados, VI.
 Requerir información con el auxilio de la fuerza
pública y con órdenes de allanamiento, VI.
 Remuneración del personal subordinado, VI.
 Remuneración del superintendente y de los
funcionarios superiores, V.
 Superintendente de la SRT, VI.
 Teorías y doctrinas de los riesgos laborales, VI.
o Responsabilidad contractual, VI.
o Responsabilidad objetiva, VI.
o Responsabilidad por culpa (Aquiliana), VI.
o Teoría de la responsabilidad social, VI.
o Teoría del riesgo de autoridad, VI.
o Teoría del riesgo profesional, VI.
o Teoría inspiradora de la nueva ley de riesgos del trabajo, VI.
o Ubicación de los riesgos del trabajo dentro del sistema jurídico
y dentro del derecho del trabajo y de la seguridad social, VI.

Rusia, III.

Seguridad Social, El derecho de la, VI .

 Anexo del Capítulo XX, VI.


o Bibliografía, VI.
 Breve historia de la seguridad social, VI.
 Caracteres y principios, VI.
o Caracteres, VI.
o Principios, VI.
 Concepto y alcances de la seguridad social, VI.
 Contingencias sociales, clasificación y contenido, VI.
 Crisis de la seguridad social. Tendencias, VI.
 Marco normativo de la seguridad social, VI.
o Constitución nacional, VI.
o Facultades reglamentarias, VI.
o Legislación de fondo, VI.
o Tratados internacionales, VI.
 Organización de la seguridad social, VI.
 Prestaciones de la seguridad social, VI.

Sistema integrado de jubilaciones y pensiones, VI..

 Anexo del Capítulo XXI, VI.


o Bibliografía, VI.
o Sistema integrado de jubilaciones y de pensiones ley 24.241,
VI.

660
 Clasificación, VI.
 Contingencias cubiertas, VI.
 Financiamiento, VI.
o Aportes y contribuciones, VI.
o MOPRE, su derogación y la actualización de la base, VI.
 Introducción, VI.
 Prestaciones, VI.
o Compatibilidad entre las prestaciones jubilatorias y el regreso
a la actividad, VI.
o Jubilación ordinaria, VI.
o Jubilación por invalidez, VI.
o Normas transitorias, VI.
o Pensiones, VI.
 Régimen jubilatorio. Concepto, alcances y antecedentes, VI.
 Sistema integrado de jubilaciones y pensiones, VI.
o Bases de cálculo de los aportes y contribuciones del sistema,
VI.
o Deberes de los sujetos del sistema y la obligación recíproca
de inscripción, VI.
o Opciones, VI.
o Personas excluidas, VI.
o Sujetos comprendidos, VI.
 Tendencias, crisis y futuro del sistema jubilatorio, VI.

Sistema legal argentino, III.

 Clasificación de las formas de extinción conforme a la LCT, III.


o extinción con justa causa. La, III.
o Extinción del contrato de temporada, III.
o Extinción del contrato de trabajo eventual, III.
o Extinción del contrato de trabajo de grupo o de equipo, III.
o Extinción del contrato de trabajo de tiempo parcial, III.
o extinción del contrato por falta o disminución de trabajo. La,
III.
o extinción del contrato por incapacidad del trabajador. La, III.
o Extinción del contrato por inhabilidad del trabajador, III.
o extinción del contrato por muerte del empleador. La, III.
o extinción del contrato por muerte del trabajador. La, III.
o extinción del contrato de trabajo por causa de caso fortuito o
fuerza mayor. La, III.
o extinción del contrato por voluntad concurrente de ambas
partes. La, III.
o extinción por concurso o quiebra del empleador. La, III.
o extinción por jubilación del trabajador. La, III.
o extinción por vencimiento del plazo acordado. La, III.
o extinción sin justa causa. La, III.
o preaviso, El, III.
o renuncia unilateral del trabajador. La, III.
 Clasificación general, III.
o causas que justifican el despido. Por las, III.
o contratos de uso corriente y las formas de contratación
especiales o

661
o efectos del despido y sus diversas causas. Por los, III.
o modalidades. Por los, III.
o sistema de estabilidad. Por el, III.
o subsistema de protección en caso de despido incausado, Por
el, III.
o subsistemas del derecho comparado. Por los, III.
 Criterios de clasificación, III.
o Causales ajenas a la voluntad de las partes, III.
o causales de extinción en general. Las, III.
o causales de extinción por decisión del empleador. Las, III.
o causales de extinción por decisión del trabajador. Las, III.
o causales de extinción por voluntad concurrente de las partes.
Las, III.
 fórmulas y sistemas de extinción y la política social. La, III.
 Otras formas y perspectivas de la clasificación de las diversas formas
de extinción, III.
o por la forma en que la extinción se perfecciona, III.
o por el tipo de reparación prevista para cada caso, III.
 Por causas ajenas a la voluntad de las partes, III.
o inhabilidad sobreviniente del empleador. Por, III.
o inhabilidad sobreviniente del trabajador. Por, III.
o incapacidad sobreviniente del empleador. Por, III.
o incapacidad sobreviniente del trabajador. Por, III.
o muerte del empleador. Por, III.
o muerte del trabajador, Por, III, 1
 Por las indemnizaciones que se abonan principales y accesorias, III.
o indemnizaciones agravadas. Las, III.
o indemnizaciones legales por despido y otras indemnizaciones.
Las, III.
o indemnizaciones reducidas. Las, III.
o indemnizaciones tarifada. Las, III.
 Por parte del empleador, III.
o Clasificación del despido en general, III.
o despido con justa causa. El, III.
o despido por decisión del empleador. El, III.
o despido por decisión del empleador en las modalidades
contractuales. El, III.
o despido sin justa causa . El, III.
o despido unilateral en los estatutos especiales. El, III.
 Por parte del trabajador, III.
o renuncia tácita, La, III.
o renuncia unilateral. La, III.
 Por vía de la voluntad de ambas partes, III.
o Extinción de común acuerdo expreso, III.
o Extinción de común acuerdo tácito, III.
 Régimen general y las fórmulas de extinción. El, III.
 Tendencias, III.

Subsidio por desempleo. Acceso al, IV.

Sudáfrica, III.

662
Suiza, III.

Sujetos en el derecho individual del trabajo. El contrato y la relación del


trabajo. Los, I.

 contrato de trabajo. Cláusulas especiales, Contenido del, I.


o contrato de trabajo en trabajadores de alta dirección,
Contenido del, I.
 Golden handcaff, I.
 golden parachute , El sistema de, I.
 hiring bonus , El, I.
 Housing, I.
 Stock options , I.
 trabajador de dirección superior y su exclusión del
régimen laboral, El, I.
 Training, I.
 contrato, Incumplimiento de, I.
o relación de trabajo, Contrato sin, I.
o relación sin contrato de trabajo, I.
 contrato de Trabajo. El, I.
o contrato de trabajo. Concepto de, I.
 Acuerdo de voluntades, I.
 Contenidos y plazo, I.
 empleador, Compromiso del, I.
 trabajador, Compromiso del, I.
o Caracteres del contrato de trabajo, I.
 Autónomo, I.
 Bilateral, I.
 Conmutativo, I.
 Consensual, I.
 Dependiente, I.
 ejecución continuada o de tracto sucesivo, De, I.
 No formal, I.
 Oneroso, I.
 Personal, I.
 Sinalagmático, I.
 Típico, I.
o Diferenciación con otras figuras, I.
 contrato de mandato, Con el, I.
 contrato de sociedad, Con el, I.
 locación de servicios, Con la, I.
 locación de obra, Con la, I.
 Teorías sobre la existencia del contrato de trabajo, I.
o Empleador, El, I.
 Caracterización, I.
 deber fundamental hacia el trabajador es pagar
el salario, Su, I.
 entidad con o sin fines de lucro, Puede ser, I.
 persona física o jurídica, Puede ser una, I.
 responsable de dirigir y organizar el trabajo, Es
la, I.

663
 sociedad o asociación regular o irregular. Puede
ser una, I.
 Concepto de empleador, empresa, empresario,
establecimiento y explotación, I.
 Concepto de empleador, I.
 empresa, Concepto de, I.
 empresario, Concepto de, I.
 establecimiento, Concepto de, I.
 explotación, Concepto de, I.
 Contratistas y subcontratistas, Los, I.
 Concepto de empresas contratistas, I.
 empresas de servicios eventuales, Las, I.
 Concepto de empresas de servicios eventuales,
I.
 Empresas relacionadas, controladas o controlantes, I.
 Concepto de sociedades relacionadas, I.
 Administración o dirección, I.
 Control accionario, I.
 Conjunto económico, I.
 Controladas y controlantes, I.
 interposición y mediación, La, I.
 tercerización de servicios, I.
 Concepto de tercerización de servicios, I.
o Introducción, I.
o relación laboral. La, I.
 Caracteres de la relación laboral, I.
 contrato de trabajo, Presunción de existencia
del, I..
 disponibilidad activa del trabajador, Implica la, I.
 prestaciones se ejecutan conforme lo dispone el
empleador, Las, I.
 remuneración, Se devenga la, I.
 Concepto de relación laboral, I.
 prestaciones, Ejecución de las, I.
o Trabajador. El, I.
 Auxiliares del trabajador, Los, I.
 Concepto de auxiliar del trabajador, I.
 Caracterización, I.
 insustituible, Es, I.
 persona con capacidad jurídica, Es una, I.
 persona dotada de cierta capacidad laboral, Es
una, I.
 persona física, es una, I.
 Vínculos no laborales o anómalos, I.
 caddies o auxiliares de golf, los, I.
 trabajador cibernético, El. I,
 El socio empleado, I.
 Concepto de socio empleado, I.
o Trabajador. Concepto de, I.
 tratativas precontractuales, Las, I.
o búsqueda del candidato, La, I.
o búsqueda de candidatos, I.

664
 perfil, Determinación de un, I.
o contratos no laborales previos al contrato de trabajo, Los, I.
 concepto de contrataciones no laborales, I.
 Becas, I.
 contrato de aprendizaje, El, I.
 Pasantías, I.
 Sistemas subsidiados, I
 oferta de empleo y la oferta de trabajo, La, I.
 proceso de selección. El, I. I
o Sujetos en el derecho individual del trabajo. Los, I.
o Validez del contrato, Requisitos, I.
 Capacidad de las partes, I.
 capacidad, Concepto, I.
 empleador, El, I.
 trabajador, El,I.
 consentimiento, El I.
 consentimiento, concepto, I.

Suspensión de ciertos efectos del contrato de trabajo. La, III.

 cargos electivos. Desempeño de, III.


 cargos gremiales. Desempeño de, III.
o Licencia gremial atípica, III.
 Concepto. Clasificación. Contenido, III.
o Clasificación y contenido, III.
o Conceptos y alcances, III.
 Introducción general, III.
 suspensión por acuerdo entre ambas partes. La, III.
 suspensión concertada con subsidio. La, III.
 Suspensiones no legisladas, III.
 Suspensión por accidentes y enfermedades inculpables, III.
o atención médica de las obras sociales. La, III.
o control médico. EL, III.
o despido del trabajador enfermo. El, III.
o licencias con goce de salarios. Las, III.
o notificación del Estado de Salud invalidantes. La, III.
o regreso al trabajo. El, III.
o reserva de puesto. La, III.
 suspensiones por causa de la declaracion de quiebra. La, III.
 Suspensiones por causas económicas, de fuerza mayo y
disciplinarias, III.
o Justa causa, III.
o Notificación por escrito, III.
o Plazo fijo, III.
 suspensiones en particular. Las, III.
o plazos individuales y conjuntos Los, III.
 suspensión por decisión del trabajador. La, III.
o retención de tareas. La, III.
 suspensión originada en la huelga. La, III.
 suspensión precautoria o cautelar. La, III.
 suspensión preventiva. La, III.

665
T

Tipos de descanso. Clasificación, III.

Trabajo Humano. El, I.

 La concepción del trabajo en el marco de los desafíos del futuro, I.


o Flexoseguridad como una herramienta integradora. La, I.
o Trabajador inmerso en el novísimo mundo tecnológico y
cibernético. El, I.
 El trabajo como fruto del trabajo del hombre y no como mercancía de
la doctrina de los fallos "Vizzotti" y "Aquino" de la CSJN, I.
o Constitución Nacional, El marco de la, I.
o Introducción, I.
o mercancía. El trabajo como, I,
o protección de las leyes, El trabajo contará con, I.
 El trabajo del siglo XXI, I.
o desempleo, Subempleo, la precarización del empleo. El, I.
 desempleo, Concepto de, I.
 precarización del empleo. Concepto de, I.
 subempleo. Concepto de, I.
o globalización. El proceso de, I.
 globalización. Concepto de, I.
o modernización y flexibilidad laboral. La, I.
 flexibilidad laboral. Concepto de, I.
 modernización laboral. Concepto, I.
o trabajo, Las nuevas formas de, I.
 electrónico, El trabajo, I.
 teletrabajo, El, I.
 virtual, El trabajo, I.
 virtual, El trabajo; I.
o voluntariado. El contrato de trabajo gratuito del, I.
 contrato de adhesión del voluntario. El, I.
 Medidas de promoción del voluntariado, I.
 voluntariado. Características del, I.
 voluntariado. Concepto y alcances del, I.
 voluntarios. Derechos y obligaciones de los, I.
 Voluntariado gratuito y su diferenciación con el
trabajador remunerado, I.
 voluntariado social. Organizaciones que pueden
valerse, I.
 El trabajo en la historia; I, 77
o Antigüedad. El trabajo en, I.
o Edad Media. El trabajo en, I.
o Revolución Industrial. La, I.
o Contemporánea. La etapa, I.
 reemplazo de la esclavitud por el trabajador en relación
de dependencia. El, I.
o Constitucionalismo social. El, I.
 Tecnológica, La revolución, I.
 El trabajo y su evolución en la Argentina. I.
o Constitución de 1853 y la segunda mitad del silgo XIX. La, I.

666
o derecho del trabajo a principios del siglo XX. La aparición, I.
o Estado Nacional. La creación del, I.
o Etapa colonial. El trabajo en, I.
o Introducción, I.
 Caracterización del trabajo en relación de
dependencia. Concepto de trabajo dependiente. La, I.
o Personal infungible e intransferible: el trabajo dependiente, I.
o Voluntario y libre, I.
 cuenta ajena. Por, I.
 Dependiente o subordinado, I.
 Remunerado, I.
o Concepto legal del trabajo en general, I.
 Concepto legal del trabajo, I.
o Concepto primario del trabajo humano. El, I.
o Concepto legal del trabajo frente al trabajo de las nuevas
tecnologías. El, I.
 Ciber-trabajador del futuro. El, I.
 Tecno-trabajo y nuevas formas de sometimiento
esclavizantes, I.
 Tecno-trabajador y el teletrabajo. El ciberespacio., El, I.
o Etimología de la expresión "trabajo", I.
 Trabajo como un deber y el trabajo como un derecho.
El, I.
o Críticas al concepto legal del trabajo dependiente, I.
 actividad productiva y creadora del hombre. La, I.
 actividad libre. Es una, I.
 actividad lícita., Es una, I.
 actividad remunerada. Es una, I.
 relación de intercambio. El trabajo surge de, I.
 trabajo se presta al empleador. El, I.
o Diferentes tipos de trabajo, I.
 trabajo autómata, El, I.
 trabajo benévolo y gratuito, El, I.
 trabajo dirigido o dependiente y por cuenta ajena, El, I.
 trabajo forzoso, El, I.
 trabajo personal o autónomo, El, I.
 trabajo vacante o sustituto, El,I
 trabajo virtual, El, I,
 teletrabajo, El, I.
o Exégesis del concepto de trabajo en la LCT, I.
 El trabajo de otros ángulos de análisis, I.
o ángulo jurídico, El trabajo desde el, I.
o ecología y con el medio ambiente, El trabajo y su relación con,
I.
o económico, El trabajo desde el punto de vista, I.
o organizacional, El trabajo desde el punto de vista I,
o psicológico, El trabajo desde el punto de vista, I.
o Responsabilidad Social Empresaria (RSE). El trabajo desde el
punto de vista, I.
667
o sociológico. El trabajo desde el punto de vista, I.
 Otros enfoques, El trabajo analizado desde, I.
o corrientes socialistas. Las, I.
o Doctrina Social de la Iglesia. El trabajo desde, I
o liberalismo individualista. El, I.
o marxismo en particular., El, I.
o neoliberalismo en las reformas laborales. El, I.
 Ramas del Derecho que tienen conexidad con el derecho del trabajo,
I.
o Derecho Civil. El, I.
o Derecho comercial. El, I.
o Derecho constitucional. El, I.
o Derecho internacional privado. El, I.
o Derecho internacional público. El, I.
o Seguridad Social, La, I.
o sistema jurídico para el trabajo dependiente. La necesidad de
un, I.
 política Social. La, I.
o Alcances y clasificación, I .
o Concepto de política social, I.
o Introducción, concepto y objeto, I.
o Principios e instrumentación, I.

Trabajador. El, I.

 Auxiliares del trabajador. Los, I.


o Concepto de auxiliar del trabajador, I.
 Caracterización, I.
o insustituible. Es, I.
o persona con capacidad jurídica. Es una, I.
o persona dotada de cierta capacidad laboral. Es una, I.
o persona física. Es una, I.
 Vínculos no laborales o anómalos, I.
 caddies o auxiliares de golf. Los, I.
 trabajador cibernético. El, I.
 El socio empleado, I.
o Concepto de socio empleado, I.
 Trabajador. Concepto de, I.

tutela sindical. La estabilidad y el despido bajo el marco de la, IV.

"Tulosai", 19/11/2099. C.Nac. Trab., en pleno, Plenario, IV.


U

Uruguay, III.

668
V

"Vazquez c. Telefónica", El Plenario, IV.

Viáticos

 asignación por automóvil y sus gastos. La, II.


o viáticos. Clasificación de los, II.
o viáticos. Concepto legal. Los, II.
 no remuneratorios. Viáticos, II.
 remuneratorios. Viáticos, II.

"Vizzotti, Carlos Alberto c. Amsa", 14/09/2004, Fallo de la Corte Suprema, IV.

EPILOGUS
Los prólogos son para las primeras letras, los epílogos para las últimas (1) .

Ni unas ni otras son las mejores ni se espera que sean las peores. Sin embargo, de
lo que sí estoy seguro que las últimas palabras sirven para no olvidarse de las
personas y los agradecimientos. También es importante visualizar el trabajo
realizado, cuando de un modo u otro, llegó a su fin, por lo menos hasta la siguiente
edición. En rigor, la versión electrónica del Tratado permite su actualización
permanente, y con ello, el papel es una prueba inequívoca de la matriz, y los ajustes
y reformas que se produzcan, son una demostración de que la tecnología nos
permite transformar la obra en una herramienta dinámica.

En primer lugar debo mencionar al Padre Tomás, sacerdote y abogado, compañero


de estudios desde 1968, siempre cerca de mi familia e invalorable compañía en los
momentos más felices y en los que necesitamos su apoyo.

Quienes tienen la palabra en el momento adecuado, quienes están sin decir palabra
en el momento necesario, y la constante de la actividad con muchas personas
valorables y estimables, que por la oportunidad, o las circunstancias, son claves en
las decisiones y en los momentos más importantes o más difíciles. Mi
reconocimiento por esos momentos a Juan Carlos De Pablo, académico y profesor
de la Universidad de San Andrés, y a Adrián Goldin, de la Universidad de Buenos
Aires. Otro tanto para Sergio Ceci (CAEMe) y a Benjamín Djenson, con quienes
cuento en todo momento.

Ernesto Felicio (CAEMe) a quien me une una buena cantidad de batallas libradas
con éxito. Con el recuerdo de muchos maestros como lo fueron Francisco Pancho

669
Abruzese (Abbot), Nicolás Papola (Pfizer) y Carlos Mourier (Roche). La actual
Comisión Laboral de CAEMe está integrada por muchos jóvenes a saber:
C. Viniegras (3M), Víctor R. López (Abbot Laboratories), Cecilia Pesquero (Alcon
Laboratorios), Lucila Torres (Allergan Productos Farmacéuticos), Silvia Schmadel
(Allergan Productos Farmacéuticos), Sofía Videla (AstraZeneca), Maria Derico
(Bausch && Lomb Argentina), Daniela Portas (Baxter Argentina), Enrique Gerber
(Bayer), Adriana Móndula (Biogen Idec), Claudia Liliana Carusi (Biogen Idec), Kelly
Polanco (Bristol-Myers Squibb), Manuel Rodríguez (Bristol-Myers Squibb), Paola
Gómez (Bristol-Myers Squibb), Esteban Ziegler(Boehringer Ingelheim) , Ana
Hausdorff (CAEMe), Sergio Ceci (CAEMe), Graciela Mantegazza (Catalent Pharma
Solutions), María Muscari (CSL Behring), Juan Feliu (CSL Behring), Leonardo
Romero (Eli Lilly Interamerica), Natalia Giqueaux (Ferring), Gustavo Sabelli
(Galderma), Liliana Pomar, M. Mangini (Gobbi Novag), Juan Carlos Lombardi
(Grifols), Domingo Di Martino (GSK), Patricio G. Schmitt (GSK), Adrián Romero
Mundani (HLB Pharma Group), Gabriela Cantero (HLB Pharma Group), L. Colmegn
(Janssen Cilag Farmaceútica), I Freire (Janssen Cilag Farmaceútica), Débora Gelpi
(Janssen Cilag Farmaceútica), M. Egesual (Janssen Cilag Farmaceútica) Susana
Faura (Janssen Cilag Farmaceútica), Carlos A. Vaccaro (Justesa Imagen
Argentina), Enrique Alba Valle (Lundbeck Argentina), M. Giacomino (Menarini
Argentina), Viviana López (Merck Química Argentina), Antonio Rodríguez (Merck
Química Argentina), Gerardo Cione (Novartis Argentina), Paulina Focaia (Novartis
Argentina), Gabriela Del Zotto (Novo Nordisk Pharma), Beatriz Cipitria (Takeda
Company), Mariana Laurence (Pfizer), Rosalía García (Pfizer), Andrés Pesqueira
(Pierre Fabre Medicamente-Rovafarm), Fernando Filho (Roche), Luciano Lucentini
(Sanofi), Griselda Fernández Buzzi (Sanofi), Virginia Fontana (Sanofi Pasteur) y
Nicolás Todino (Servier), Virginia Rey (Servier).

Cuando escribía este Tratado trataba de recopilar los trabajos escritos en el pasado,
las notas de la vida académica en la Universidad Católica Argentina, en las
conferencias de la Asociación Argentina de Derecho del Trabajo del Trabajo y de la
Seguridad Social, hoy presidida por la Dra. Graciela González y en el período
anterior por la Dra. Noemí Rial, y en congresos y jornadas de la especialidad. Sin
embargo, el mundo académico no termina de sincerarse con la realidad,
generándose brechas que parecen separarlos. Es un hecho reconocido
universalmente, que la Universidad debe brindar hoy más que nunca las
herramientas para que los profesionales puedan operar en la realidad. Es por ello
que habría que combinar los valores o el plano axiológico, con las normas y las
regulaciones en sentido amplio, y el plano de la realidad o sociológico,
conformándose así el "mundo jurídico" integrador, como lo sostuvo desde su
doctrina trialista de Werner Goldschmidt (Berlín , 1910 - † Buenos Aires , 1987 ,
Profesor Emérito de la UCA).

Es por ello que creo y reafirmo que existe un bien invalorable que se aprende de
quienes reciben nuestra opinión legal y consejo, y que son los que aportan los
hechos y la realidad en la cual se debe aplicar el ordenamiento jurídico.

Es por ello, que debo mi reconocimiento a las entidades que confían en nuestra
opinión y consejo, cuya enumeración completa sería imposible. Es por ello que
destaco las que se encuentran más próximas a la confianza y el afecto. Quisiera
destacar sobremanera a las entidades y personas que también han contribuido sin
saberlo a esta importante recopilación.

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Es el caso, en primer término de la Cámara Franco-Argentina, a través de su
presidente Jean Edouard de Rochebouët (Cave Extrême), de sus directivos entre
ellos a Máximo Bomchil, Eric Louveau, Jorge M. Macri, Javier M. Torrent, y a Liliana
Hidalgo (Gerente General), junto a la Comisión Laboral integrada entre otros por
Federico Basile, Cristina Bomchil, Héctor Casarino (Torrent) Amalia Vanoli (Tiempo
Real) Susana Serra (Suessa). Mi agradecimiento también a los Consejeros
Internacionales de la Cámara Franco Argentina y de la Embajada de Francia
dirigidos por Jean Bernard Lemire, e integrada entre otros por Francise Alland, con
el apoyo y la visita habitual del Embajador Jean Pierre Asvazadourian .

Mi especial reconocimiento a las experiencias vividas en CEOPE, entidad que


agrupa a las empresas de servicios petroleros, a través de los integrantes de la
Comisión Directiva Presidente: (Bolland y Cía.) - Adolfo Sánchez Zinny - Vice
Presidente: (Schlumberger) — Richard Brown Tesorero: (Halliburton) - Raúl
Bonifacio Secretario: BJ Services — Alfredo Da Forno y los Vocales (Weatherford)
Alejandro Burazer (Baker) - Julio Lera (San Antonio) — Denis Pi y Exterran S.A. -
Juan Carlos Oxoby Revisor de cuentas: Mi Swaco - Carlos Bianconi. Gerente
General lic. Gustavo Smidt y la multitudinaria Comisión Laboral la integran: Luis
Arias (Baker Hughes) Mariano Arroyo (Key Energy) Juan Cuenca (Key Energy),
Gustavo Barba (Schlumberger Argentina) Silvia Bruno (Weatherford), Alejandro
Burazer (Weatherford) Hugo Cabo (BJ), Dardo Cabrera (Asesor Técnico), Juan A.
Couchot Remu (Tenaris), Natacha Dejean (Halliburton), Sebastián Fasce
(Halliburton), Paula Duprat (Exterran), Valeria Kail (Exterran), Josefina Radl
(Exterran), Elio Russo (Christensen), Elisa Galeri (Geolog), Gabriel Winter
(Ugaseismic), Horacio Galdame (Benmonz), Ana Clara Gómez Casadei (MCRLEX),
Jorge Pico (MCRLEX), Jorge Herrera (Woodgroup), Juan Pablo Tolosano
(Woodgroup), Germán Varas (Woodgroup), Débora Kirschner (Huinoil), Mariela
Palazzo (Teledrift Argentina), Matías Novelli (San Antonio Internacional), Luis Ríos
(San Antonio Internacional), Eduardo Ochoa (Bolland), Leopoldo Silveira (Bolland),
Silvia Zapata (Bolland), Pablo Pascual (Paradigm), Rosa Novoa (Paradigm), Mabel
Roldán (Petreven), Francisco Salmeri (Texproil) Horacio Sígari (Tuboscope), Silvina
Varela (Geoservices), Pedro Cesar Escriche (Geopatagonia), Javier Giolitti (Well
Log).

La CEPH que ahora preside el Ingeniero Oscar Vicente (Entre Lomas) con la
Dirección Ejecutiva de Javier Melcer fue y es otra fuente de enseñanzas y de
inspiración. Su Comisión Laboral está integrada por Rodrigo Ramacciotti (PAE),
Domingo Rocchio (YPF), Tomás Gómez Alzaga (YPF), Julio G. Cordero (Tecpetrol),
Carlos Gaccio (Tecpetrol), Norberto Barrionuevo (Arpetrol), Karen Gorosito
(Arpetrol), Bernardo Frau (Sinopec), Ricardo Rodríguez (Sinopec), Mariana Carosio
(Medanito), Claudio Carrillo (DLS), Daniel Figliola (DLS), Luciano Azarloza (DLS),
Ramiro Canedo (Apache), Leandro Lanfranco (Apache), Adrián Escobar (PAE),
Leandro Corengia (PAE) Dante Fitipaldi (PAE), Gabriela Guida (CAPSA), Matías
Novelli (San Antonio Internacional), Luis Ríos (San Antonio Internacional) Gustavo
Duro (Petrobras), Mario Lordi (Petrobras), Silvana Chacra (Roch), Alfredo Mallea Gil
(Enap Sipetrol), Ignacio Urbieta (Chevron), Gustavo Diez Monnet (Total), Gustavo
Motta (Total), Sebastián Panetta (Pluspetrol), Gonzalo Ferrer Cárdenas (Pluspetrol),
Gustavo Soria (Asesor).

En FEGHRA, otra escuela de negociación y de resolución de conflictos cuenta con


su Comisión Laboral dirigida por el Dr. Francisco Pancho Costa (Bahía Blanca).
Región Centro: Fernando Desbots (Titular), Carlos Tremsal (Titular), Hugo Marconi

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(Suplente). Región C.A.B.A.: Marcelo Giovannoni (Titular), Verónica Sánchez
(Titular), Región Cuyo: Rodolfo Luque (Titular), Jorge Segovia (Titular), Augusto
Nehín (Suplente). Región NEA: María Eva Orlando (Titular), Aldo Santalucía
(Titular), Francisco Zuza (Suplente). Región NOA: Juan Chiban (Titular), Carlos
Rodríguez Vega (Titular), Diego González Robles (Suplente). Región Patagonia:
Hugo De Barba (Titular), José Recchia (Titular), Antonio Roqueta (Suplente). Región
Pcia. de Buenos Aires: Mario Aguilar (Titular), Daniel Suffredini (Titular) y Luis
Cerone (Suplente).

También hubo y siempre habrá un aprendizaje de los dirigentes sindicales


adversarios en las lides con los cuales se ha elaborado una relación y trayectoria
como ocurrió entre otros con el Lic. Carlos West Ocampo (FATSA), Héctor Daer
(ATSA y CGT), Oscar Lescano (Luz y Fuerza) Antonio Caló (UOM-CGT), Naldo
Brunelli (UOM), Guillermo Pereyra (Petróleo y Gas Neuquén, Río Negro y La
Pampa), Armando Cavalieri (FAECYT), y Luis Hlebowickz (Pasteleros).

Otro tanto ha ocurrido con los asesores sindicales, mencionando en forma simbólica
a Luis Ramírez, Marta Pu jadas (UOCRA) Alberto Tomassone (FAECYT)y Federico
West Ocampo (FATSA).

Cualquiera podría pensar que una tarea como ésta por sí misma agobiante, y sin
duda que lo es, pero cada vez que lo vencen a uno las largas horas de trabajo, y
que lo domina el agotamiento, el desafío de llegar a un final razonable, se renueva
una y otra vez. En alguna medida nos ponemos a prueba cuando existen verdaderos
desafíos que debemos o que nos proponemos alcanzar.

Cuando entregué la última página, descubrí que no era el final sino el comienzo de
una nueva etapa, con el reto de mejorar el Tratado en el futuro, de hacer otro con
un nuevo enfoque, y en definitiva, de superar una nueva meta.

Es cierto que las épocas aciagas de nuestra historia que sumen a todos en las
insólitas paradojas, son los momentos en donde emergen nuevas ideas, nuevos
movimientos, nuevos líderes.

En alguna medida, las contribuciones sinceras, que tengan por objeto mejorar la
calidad de vida del ser humano que trabaja y el de su familia, es un fin loable,
cualquiera sea la óptica o la ideología que uno asuma.

En definitiva, los aportes que cada uno pueda realizar para generar condiciones
aptas y oportunidades, con el propósito de que toda persona de bien pueda acceder
a un trabajo digno, es un medio y un camino idóneo, para que todo aquel que quiera
habitar nuestro suelo, recupere o preserve su dignidad.

En definitiva los que más tienen, más saben y más pueden son los que deben ayudar
a superarse a los que menos tienen, menos saben y menos pueden.

JULIÁN A. DE DIEGO

31 de octubre de 2012

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