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China, con una población de más de 1.4 mil millones de habitantes, representa un mercado con
un gran potencial para las exportaciones de limón mexicano. El cambio en los hábitos
alimenticios y el aumento en la preferencia por ingredientes frescos y saludables han generado
una mayor demanda de limones y productos cítricos en China. Esto ha llevado a los
productores mexicanos a identificar a China como un mercado clave para expandir sus
exportaciones y aumentar su participación en el comercio internacional.
El problema principal al exportar limones desde México a China está relacionado con los
requisitos fitosanitarios y arancelarios impuestos por China. Estos requisitos pueden variar con
el tiempo y pueden tener un impacto significativo en las exportaciones mexicanas. Las barreras
fitosanitarias están diseñadas para garantizar la seguridad y calidad de los productos
importados, pero también pueden ser utilizadas como una herramienta de protección
comercial. Por lo tanto, es fundamental comprender y cumplir con los requisitos fitosanitarios y
arancelarios específicos establecidos por China para evitar obstáculos en el proceso de
exportación.
México se destaca como uno de los principales países productores y exportadores de cítricos,
con Estados Unidos de América siendo el principal receptor de estos productos, seguido de
Japón. Sin embargo, dada la inestabilidad en las relaciones comerciales con Estados Unidos y el
panorama incierto de los tratados internacionales de comercio, es necesario buscar nuevos
mercados como alternativa para la exportación. En este sentido, la Unión Europea y Asia se
presentan como opciones viables y prometedoras.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER, 2018) el limón, después
de la naranja y el plátano Tabasco, es una de las frutas de mayor consumo en México. Este
cítrico, de acuerdo con el Consejo de Productores y Exportadores de Limón Persa (COPELP,
2021), es de origen asiático y se introdujo a México a partir de la colonización española. A lo
largo de México se cultivan tres especies de limón, el amarillo o italiano (Citrus lemon) que
representa apenas el 2% del total nacional, el persa (Citrus latifolia) que representa el 31% de
la producción y el mexicano (Citrus aurantifolia) que ocupa el 68% de la producción.
Según datos de agencias como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER, 2018) y el
Instituto para la Innovación Tecnológica en Agricultura (INTAGRI, 2022), la variedad persa
carece de semilla y generalmente es producto de exportación a países como Estados Unidos,
Canadá, Países Bajos, Japón, Corea y Francia, mientras que la variedad mexicana se destina
principalmente al consumo interno.
El estado de Veracruz es el principal productor de limón persa. En la campaña 2019-2020,
Veracruz alcanzó las 21.2 toneladas por hectárea y Oaxaca, 13.3T, según datos del gobierno de
Estados Unidos. Los árboles de limón persa en Veracruz son más nuevos y eficientes, con 12
floraciones o cosechas por año.
Favorecido por sus condiciones climáticas altamente convenientes para la producción de limón,
México dispone de este cítrico durante todo el año, aunque con altas en producción de abril a
noviembre.
En el caso de Jalisco, las exportaciones iniciaron el pasado 25 de abril con un primer embarque
de 780 kilogramos, y seis envíos más que salieron desde el aeropuerto de Guadalajara con
7,740 kilogramos de limón persa. Adicionalmente, se mandó un contenedor vía marítima con
19,440 kilogramos, con lo cual la entidad alcanzó las 27.9 toneladas.
Cabe recordar que luego de 12 años de negociaciones y trabajo técnico entre el Senasica y la
Agencia de Cuarentena Vegetal y Animal de Corea del Sur (QIA), se autorizó el ingreso de limón
persa mexicano a ese país asiático.
El 29 de octubre del 2014 funcionarios de ambos países firmaron el Plan de Trabajo para la
Exportación de Limón Persa de México a Corea del Sur, a partir del cual se inició la
comercialización, con un mercado de más de 50 millones de personas.
México produce dos tipos de limón, el mexicano (de presentación más pequeña y sabor más
concentrado) y el persa (conocido también como sin semilla). De cada 100 toneladas de limón
que se producen en el mundo, casi 14 son de origen mexicano, pues ocupa el tercer lugar como
productor en el mundo.
Una vez que el limón persa es cortado de su árbol, éste debe trasladarse del campo
directamente a la empacadora, donde pasará por un proceso para perder el calor del campo,
de manera natural, en sombra.
A diferencia de otros tipos de fruta fresca que necesitan del método de la ultracongelación
individual (individual quick frozen – IQF) para ser transportados a otros países, la exportación
de limón Tahití por vía marítima se realiza a través de contenedores refrigerados estándar, ya
que no se requiere contar con una atmósfera controlada* u otras tecnologías adicionales.
No olvidarse de la ventilación
Como toda la fruta fresca, el limón persa es un organismo vivo, que necesita de intercambio de
oxígeno con el medio ambiente. Aunque refrigerado, el contenedor debe ofrecer un nivel de
ventilación que permita remover el exceso de etilenoy de gas carbónico producidos por la
fruta, para que ésta no se sofoque en el viaje.
Revisar el drenaje
Una vez que los limones persa viajan a una temperatura menor que el exterior, con ventilación
externa entra humedad al contenedor.
Ese vapor, en contacto con el producto y las paredes del equipo, forma pequeñas gotas de
agua, que se acumulan. Para que el exceso de agua pueda escurrir, previniendo la proliferación
de algún tipo de bacteria y sin afectar la estructura de las cajas, es bastante importante que los
drenes del contenedor estén abiertos.
Es importante buscar rutas marítimas sin transbordo, directas, para evitar el riesgo de perder
una conexión y disminuir los días restantes para ofrecer la lima persa, fresca, en anaquel.
Toda fruta es considerada un producto de alto valor. Por ello, es bastante importante que las
cargas viajen aseguradas
En la familia de los cítricos, el limón ocupa el segundo lugar en importancia comercial, tanto
por su consumo en fresco como por su uso industrial. Por ejemplo, los limones se utilizan en la
producción de productos farmacéuticos, aceites esenciales (aromatizantes, perfumes y
jabones), jugos concentrados y extractos.
Hasta ahora, Argentina y Chile han dominado las exportaciones de limón del hemisferio sur a
China, dijo la CGA. Sin embargo, la organización indicó que una vez que el protocolo revisado
esté en vigor, espera que Sudáfrica supere a ambos países, exportando 25.000 toneladas de
limones a China para 2024.