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El documento describe el establecimiento de una nueva parroquia en Bucaramanga a finales del siglo XIX. Un grupo de caballeros liderados por el párroco Joaquín Uribe solicitaron al obispo la creación de la nueva parroquia. En una reunión se recaudaron ocho mil pesos para la construcción de un templo. La primera piedra se colocó en 1896 y los primeros párrocos fueron Luis María Figueroa, Miguel Blanco, Severo Ordóñez y Serafín Piñeres. El impulsor principal
El documento describe el establecimiento de una nueva parroquia en Bucaramanga a finales del siglo XIX. Un grupo de caballeros liderados por el párroco Joaquín Uribe solicitaron al obispo la creación de la nueva parroquia. En una reunión se recaudaron ocho mil pesos para la construcción de un templo. La primera piedra se colocó en 1896 y los primeros párrocos fueron Luis María Figueroa, Miguel Blanco, Severo Ordóñez y Serafín Piñeres. El impulsor principal
El documento describe el establecimiento de una nueva parroquia en Bucaramanga a finales del siglo XIX. Un grupo de caballeros liderados por el párroco Joaquín Uribe solicitaron al obispo la creación de la nueva parroquia. En una reunión se recaudaron ocho mil pesos para la construcción de un templo. La primera piedra se colocó en 1896 y los primeros párrocos fueron Luis María Figueroa, Miguel Blanco, Severo Ordóñez y Serafín Piñeres. El impulsor principal
En la última década del siglo pasado, la ciudad se extendía
hacia el oriente, donde, entre lo que hoy es parque de Santander, y el parque de Bolívar, crecían las casas y residencias y lotes cercados, en donde vivían centenares de bumangueses. El propio párroco de San Laureano, doctor JOAQUÍN URIBE, había solicitado al prelado pamplonés, la creación de una nueva parroquia, y un distinguido grupo de caballeros, convocados por el mismo levita, se reunió, con dicho fin. Entre ellos, el doctor CAYETANO PRADILLA, padre de Emilio y MONIN Pradilla, don Félix Amaya, don Benicio Collazos, don Jesús Neira, y otros. (El párroco titular de San Laureano, había sido llamado a Roma, por el Santo Padre, LEÓN XIII, y era también partidario, de la Nueva Parroquia. En una sola reunión, con asistencia de más de cuarenta vecinos se reunió la apreciable suma de OCHO MIL PESOS, que, a la cotización actual sobrepasa el millón, calculando por lo bajo. Por su parte, el Gobierno Departamental contribuyó con otros TRES MIL y el obsequio de un GLOBO, (sic), de terreno, antigua pertenencia de don Pedro Miguel Jaimes, que fue bien vendido. Se iniciaron pues los trabajos del nuevo templo a principios de 1895, se firmaron dos escrituras, la una con Jaimes y la otra con don Eusebio Cadena, y así, al colocar la primera piedra, a principios de 1896, se celebró una misa solemnísima, previa la autorización del prelado diocesano. Los primeros párrocos, de la Nueva parroquia fueron en su orden, los doctores LUIS MARÍA FIGUEROA, MIGUEL BLANCO, SEVERO ORDÓÑEZ y SERAFÍN PIÑERES. Pero, el auténtico impulsor, el alma de la nueva parroquia fue un sacerdote notable, también pionero de la empresa del acueducto de Bucaramanga, JOSÉ DE JESÚS TRILLOS. (Dos o tres veces párroco de dicha parroquia). Lo sucedieron el doctor CARLOS O SOTO, hacia 1920 y 22, y a este ilustre prelado, oriundo del Norte de Santander le correspondió el honor de coronar la obra total de la nueva "fábrica", como se decía entonces. (La entrega del aporte departamental tuvo lugar hacia fines de 1898, y quedaba con ella pagado el resto del terreno, situado en el costado norte de la plazuela de BELÉN, y aquí vale la pena destacar un hechoimportante. La actual cúpula fue hecha, exactamente siguiendo el modelo del panteón de los Inválidos de París, en donde reposan los restos de Napoleón. (El doctor Soto, conservaba una tarjeta postal que le envió un amigo de París y exigió a los arquitectos, que se hiciera así). También le correspondió al padre SOTOla inauguración de las esbeltas y hermosas torres de la hoy catedral metropolitana de Bucaramanga.” Nuevas Crónicas de Bucaramanga Pág. 161 - 163.
“Octubre 28 -Aparece la entrega primera de "El Alcázar", órgano parroquial dirigido
por el señor Cura y Vicario de San Laureano. Posteriormente entró también a la Dirección el doctor Manuel Sorzano, Cura de la Sagrada Familia.” Libro Real de mina de Bucaramanga, 1939 “No solo el gobierno departamental planteaba sus reparos frente al alinderamiento y participación activa de algunos sacerdotes en hechos de orden público; diputados liderados por Mario Galán Gómez propusieron en 1936 expulsar algunos sacerdotes del departamento y declarar persona no grata al párroco Daniel Jordán, en el mismo sentido se pronunciaron, el Diputado Cepeda para quien “los curas son un problema y una amenaza” y Regueros Peralta quien pidió la expulsión de los frailes. Esto da cuenta del ambiente que antecedió el atentado del cual fue objeto el templo de la Sagrada Familia en Bucaramanga en mayo de 1936. En su sesión del 19 de julio de 1936 la Asamblea Departamental se hallaba discutiendo la siguiente proposición presentada por el Diputado Gómez Pinzón:
“a). Que el concordato vigente entre Colombia y la Iglesia católica se halla
en oposición con las exigencias, con la vida contemporánea principalmente en lo que se refiere a la educación pública y al estado civil de las personas…”” La violencia del Olvido de Eduardo Guevara Cobos Pág. 35 y 36
ARMAS ASÍN, Fernando. “Defensa del patrimonio, cambio social y turismo, 1930-1950”, En: Armas Asín, Fernando, La invención del Patrimonio católico. Modernidad e identidad en el espacio religioso peruano (1820-1950). Lima: 2006, Asamblea Nacional de Rectores, pp. 129-153.