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Diagnóstico, evaluación y toma de decisiones.

En el proceso de planeación, la evaluación es medio fundamental para conocer la relevancia


social de los objetivos planteados, el grado de avance con respecto a los mismos, así como la
eficacia, impacto y eficiencia de las acciones realizadas.

De ahí que la información que resalta del proceso evaluativo sea la base para establecer los
lineamientos, las políticas y las estrategias que orientan la evaluación de este nivel educativo.

Al escuchar la palabra evaluación, tendemos a asociarla o a interpretarla como sinónimo de


medición del rendimiento y con examen de los alumnos; haciendo a un lado y olvidando que
todos los elementos que participan en el proceso educativo comprenden el campo de la
evaluación, y algo que es muy importante y significativo, destacar el hecho de que la evaluación
no debe limitarse a comprobar resultados, conocer o a interesarse de lo que el alumno es, sino
debe considerarse como un factor de educación.

la evaluación del aprendizaje es un medio para comprender, medir y mejorar la calidad y la


equidad de la educación, basándose en la recopilación, la investigación, el análisis, la difusión y
la utilización de información procedente de múltiples fuentes, sobre lo que los educandos saben y
lo que pueden hacer con lo que han aprendido, cuáles y cómo los diferentes factores afectan a su
aprendizaje, y cómo se distribuyen estas competencias entre los diferentes grupos de educandos.
Esto forma parte del proceso de seguimiento y evaluación para determinar en qué medida el
sistema educativo está consiguiendo los resultados de aprendizaje esperados. Los datos y los
conocimientos extraídos de las evaluaciones del aprendizaje proporcionan una base sólida para
elaborar políticas y estrategias más eficaces destinadas a mejorar el plan de estudios, la
pedagogía, los recursos educativos y todas las demás condiciones conexas para obtener mejores
resultados del aprendizaje en armonía con la visión y las necesidades de cada país.

En el plano individual, la evaluación de la comprensión, las necesidades de aprendizaje y el


progreso académico de los educandos la llevan a cabo los docentes durante una lección, módulo o
curso con miras a recopilar información detallada que pueda ser utilizada para mejorar la
instrucción y el aprendizaje de los educandos mientras tienen lugar la enseñanza y el aprendizaje
(evaluación formativa). La evaluación también se lleva a cabo al final de un periodo de
instrucción específico, normalmente al final de un proyecto, módulo, semestre, programa o año
lectivo, para evaluar el progreso y los logros del aprendizaje.

Es por ello que los datos recopilados a partir de las evaluaciones del aprendizaje proporcionan
información, perspectivas y pruebas fundamentales para la toma de decisiones relativas a la
certificación y validación del aprendizaje, la mejora de los planes de estudio y la pedagogía y la
asignación de recursos entre un conjunto de partes interesadas, incluidos los educandos y sus
familias, los docentes, los administradores escolares, los proveedores de servicios y las
comunidades locales. Junto con otros datos educativos que se analizan y contextualizan, también
proporcionan valiosos conocimientos y pruebas para establecer las orientaciones y diseñar las
intervenciones que permitan abordar los problemas y desafíos sistémicos.

Con ello también observamos que los Indicadores nacionales de la mejora continua de la
educación, además de actualizar y ampliar el análisis de indicadores y estadísticas presentados en
2020, incorporan otros de carácter coyuntural que pueden ser de interés para autoridades
educativas de los distintos niveles de gobierno, investigadores, académicos y, desde luego, para
las comunidades escolares y la sociedad en general.

Sin embargo uno de los principales desafíos para las instituciones involucradas en la recopilación
y el análisis de la estadística educativa es solventar las carencias de información en algunos
tópicos educativos tales como: educación inicial; formación inicial y continua de docentes y sus
procesos de evaluación diagnóstica; evaluaciones diagnósticas de los aprendizajes; e información
relacionada con los comités escolares de participación social, entre otros.

Por esta razón es que creemos que el propósito y único fin de crear instrumentos de evaluación
docente debe concentrarse en determinar cómo aprenden los estudiantes, qué aprenden y qué
conocimientos requeridos tienen. También sirve para promover un aprendizaje significativo. Se
puede evaluar procesos de pensamiento, estrategias de resolución de problemas, uso de
materiales y recursos, comunicación oral y escrita, actitudes, entre otras cosas. Permite que el
docente pueda mejorar el proceso de enseñanza, evaluar las tareas que propone y su actuación. La
evaluación se puede realizar a través de diferentes instrumentos: prueba diagnóstica, diario del
docente, rubricas, diario del estudiante y exámenes, como lo hemos visto y analizado de manera
continua, poniendo como foco de análisis la prueba PISA.

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