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El documento resume brevemente los antecedentes históricos del contrato en el derecho romano y su regularización en el Código Napoleónico. Describe los elementos esenciales de un contrato como el consentimiento, el objeto y la causa. Finalmente, explica que el consentimiento es el elemento volitivo fundamental de un contrato.
El documento resume brevemente los antecedentes históricos del contrato en el derecho romano y su regularización en el Código Napoleónico. Describe los elementos esenciales de un contrato como el consentimiento, el objeto y la causa. Finalmente, explica que el consentimiento es el elemento volitivo fundamental de un contrato.
El documento resume brevemente los antecedentes históricos del contrato en el derecho romano y su regularización en el Código Napoleónico. Describe los elementos esenciales de un contrato como el consentimiento, el objeto y la causa. Finalmente, explica que el consentimiento es el elemento volitivo fundamental de un contrato.
CONTRATO Un contrato es un acuerdo legal, oral o escrito, manifestado en común entre dos o más personas con capacidad jurídica (partes del contrato), que se vinculan en virtud del mismo, regulando sus relaciones a una determinada finalidad o cosa, y a cuyo cumplimiento pueden compelerse de manera recíproca, si el contrato es bilateral, o compelerse una parte a la otra, si el contrato es unilateral. Es el contrato, un acuerdo de voluntades que puede generar derechos, obligaciones y otro tipo de situaciones jurídicas relativas; es decir, que solo vinculan a las partes contratantes y, eventualmente, a sus causahabientes.
Además del acuerdo de voluntades, algunos
contratos exigen, para su perfección, otros hechos o actos de alcance jurídico, tales como efectuar una determinada entrega (contratos reales), o exigen ser formalizados en documento especial (contratos formales), de modo que, en esos casos especiales, no basta con la sola voluntad. La mayoría de los Códigos civiles de los países cuyos ordenamientos jurídicos provienen históricamente del sistema romano-canónico y germánico, contienen definiciones aproximadas del contrato.
La mayoría de ellos, siguen las directrices
estructurales del Código civil francés, heredero del Código Napoleónico, cuyo artículo 1101 establece (repitiendo el literal del Digesto referido anteriormente) que el contrato es la convención por la cual una o más personas se obligan, con otra u otras, a dar, hacer, o no hacer alguna cosa. Antecedentes históricos En el Derecho romano el contrato aparece como una forma de acuerdo (conventio).
La convención es el consentimiento de dos
a más personas que se avienen sobre una cosa que deben dar o prestar.
La consensualidad era el prototipo
dominante. La convención se divide en pacto (pactum) y contrato (contractus), siendo el pacto aquel que no tiene nombre ni causa y el contrato aquel que lo tiene. En este contexto se entiende por nombre la palabra que produce la acción (el pacto se refiere únicamente a relaciones que solo engendran una excepción). La causa es alguna cosa presente de la cual se deriva la obligación. El pacto fue paulatinamente asimilándose al contrato al considerar las acciones el instrumento para exigir su cumplimiento. El contrato se aplica a todo acuerdo de voluntades dirigido a crear obligaciones civilmente exigibles y estaba siempre protegido por una acción que le atribuía plena eficacia jurídica. Los contratos se dividen en verdaderos y en cuasicontratos.
Eran verdaderos los que se basaban en
el consentimiento expreso de las partes y eran cuasicontratos los basados en el consentimiento presunto.
A su vez los contratos verdaderos de
dividían en nominados e innominados. Eran nominados los que tenían nombre específico y particular confirmado por el derecho (ej. compraventa) e innominados los que aun teniendo causa no tenían nombre. Los contratos innominados eran cuatro: "Doy para que des" "Doy para que hagas" "Hago para que des" y "Hago para que hagas". Lo característico de los contratos innominados es que en ellos no intervenía el dinero contado.
En el Derecho romano existían
contratos unilaterales y bilaterales.
Los contratos unilaterales obligaban solo a
una de las partes (por ejemplo, el mutuo) y los bilaterales obligaban a ambas partes (como en el caso de la compraventa). En Roma existió La mancipatio La in jure cessio,y La traditio La mancipatio: Se refería solamente a la res mancipi, ya sean bienes muebles e inmuebles. Era una forma de contratación esencialmente formalista, porque la conducta de los intervinientes era un elemento esencial sin el cual las partes no pueden quedar obligadas, ni surtir efectos los actos que se celebran. Los sujetos que intervenían en tal modalidad de contratación se les denominaba de distintos modos, como el mancipio accipiens quien era el adquirente; el mancipio dans quien era el transferente; también el libripens quien era el agente público y los testis classics que eran cinco testigos. el mancipio accipiens y el mancipio dans ante el libripens y los testis classics, comparecían para que el primero pronunciara las palabras rituales: nuncupatio, mismo que a la vez colocaba sus manos sobre la cosa que en el acto simbolizaba, por ejemplo el predio enajenado, y que podía consistir en un puñado de tierra ó en otra cosa semejante. Posteriormente golpeaba la libra, que sostenía el libripens con una rama del árbol La in jure cesio De acuerdo a lo expuesto por Roca Sartre, la In jure cessio era un modo de transmisión de la propiedad, anterior a las 12 tablas, en virtud de la cual el cedente y el adquirente comparecían ante el pretor romano, o el presidente en provincias y en el caso de que la cosa fuese mueble, el adquirente ponía la mano sobre ella y afirmaba ser el propietario y luego el magistrado preguntaba al cedente si había oposición, no habiéndola como acto contiguo se dictaba el addicit que declaraba la propiedad del adquirente. En el caso de bienes inmuebles, se debía trasladar el pretor al lugar en donde se localizaba tal bien La in jure cessio tenia como efecto inmediato la transmisión de la cosa al adquirente de la propiedad. Se utilizaba para la constitución de derechos reales, a los cuales no podía aplicarse la mancipación, usufructo, uso y servidumbre predial urbana. De la exposición anterior se puede determinar que la in jure cessio se utilizaba con una modalidad de reivindicar la propiedad sobre un bien específico o simplemente como un acto traslativo de dominio, y que por la intervención de la autoridad local así como su contiguo archivo, dan lugar a considerar tal institución como un antecedente significativo del registro. Caso contario sucede con la mancipatio, la cual fue concebida como un modo de contratación o de celebración de un negocio jurídico que estaba compuesto por numerosas formalidades. Tanto la mancipatio como la in jure cessio, con la evolución del mismo derecho romano, terminan siendo desplazadas por otra institución conocida como traditio, la que será analizada y conceptualizada a continuación La traditio
Era aplicable a toda clase de bienes, pero
sin observar mayores formalismos, tales como ritos o determinadas conductas sagradas, pues se trataba de una entrega de la cosa con desapoderamiento. Por su observancia y subsistencia en el curso de los años, por tradición se entiende: entrega La regularización del contrato en el código napoleónico La materia de contratos queda incluida en el Libro Tercero “ De los contratos o las obligaciones convencionales en general” Donde dice el artículo 101 “ El contrato es un convenio por medio del cual una o diversas personas se obligan hacia otra o varias personas a dar , a hacer , o no hacer alguna cosa. El derecho, con ser un signo de progreso de los pueblos, no está tan hecho, al menos en los países de derecho escrito, a una adaptación a las circunstancias del momento como lo pueden estar las reglas de la economía. El derecho francés pese a que conserva un sistema de servidumbres urbanas que obligó al alimentado, a la conservación de fachadas. Con relación al contrato, la intervención del Estado es igualmente decisiva . Repasar derecho romano Hecho y acto jurídico Hecho: Es un evento comprobable mediante la percepción de los sentidos. Acto: Acción u obra que realiza una persona.
Hecho Jurídico: Todo suceso o acontecimiento al que la ley otorga
algún efecto jurídico.
Acto jurídico: El hecho jurídico en el que interviene la voluntad
consciente del hombre para su formación (ya posee el efecto jurídico). Es una manifestación exterior de voluntad, bilateral o unilateral, cuyo fin directo consiste en engendrar, con fundamento en una regla de Derecho o en una institución jurídica, a cargo o en provecho de una o varias personas, un estado, es decir, una situación jurídica permanente y general, o por el contrario, un efecto de Derecho limitado, relativo a la formación, modificación o extinción de una relación jurídica. (Pereira Orozco, Alberto) Negocio Jurídico: Conforme la doctrina el Negocio Jurídico es el contrato mismo, a través del cual se da la declaración de voluntad que va a producir el efecto deseado y del cumplimiento de la obligación. (Arango, Erick)
Acto jurídico lícito, constituido al menos por una
declaración de voluntad y que tiene por objeto la producción de determinados efectos jurídicos, amparados por el ordenamiento jurídico. (Arango, Erick).
Los requisitos de validez de un Negocio jurídico se
encuentran contemplados en el artículo 1251 del Código Civil Elementos del contrato El contrato tiene todos los elementos y requisitos propios de un acto jurídico que son los elementos personales, elementos reales y elementos formales. Elementos esenciales Básicamente son tres, aquellos requisitos que, en casi todos los sistemas jurídicos, exigen las leyes, para alcanzar la eficacia del contrato: Consentimiento, Objeto y Causa. Consentimiento Es el elemento volitivo, el querer interno, la voluntad que, manifestada bajo el consentimiento, produce efectos en derecho.
La perfección del contrato exige que el consentimiento sea
prestado libremente por todas las partes intervinientes, por razón o efecto del principio de relatividad de los contratos.
La voluntad se exterioriza por la concurrencia sucesiva de
la oferta y de la aceptación, en relación a la cosa y la causa que han de constituir el contrato.
Será nulo el consentimiento viciado, por haber sido
prestado por error, con violencia o intimidación, o dolo, o por sujeto ajeno al objeto del contrato. Objeto del contrato Pueden ser objeto de contratos todas las cosas que no estén fuera del comercio de los hombres, aún las cosas futuras. Art. 1538. C.C.
Pueden ser igualmente objeto de contrato
todos los servicios que no sean contrarios a las leyes, a la moral, a las buenas costumbres o al orden público. Causa del contrato (origen) Normalmente, la normativa civil de los ordenamientos jurídicos exige que haya una causa justa para el nacimiento de los actos jurídicos.
La causa es el motivo determinante que llevó a las partes a
celebrar el contrato.
Un contrato no tiene causa cuando las manifestaciones de
voluntad no se corresponden con la función social que debe cumplir, tampoco cuando se simula o se finge una causa.
El contrato debe tener causa y ésta ha de ser existente,
verdadera y lícita. Elementos personales del contrato Los sujetos del contrato pueden ser personas naturales (físicas) o jurídicas, con la capacidad de obrar en derecho, necesaria para obligarse. En este sentido pues, la capacidad en derecho se subdivide en capacidad de goce (la aptitud jurídica para ser titular de derechos subjetivos, comúnmente denominada también como capacidad jurídica) y capacidad de ejercicio o de obrar activa o pasiva (aptitud jurídica para ejercer derechos y contraer obligaciones sin asistencia ni representación de terceros, denominada también como capacidad de actuar). Elementos reales del contrato Integran las denominadas prestación y contraprestación, o sea, la cosa o el servicio objeto del contrato, por un lado, y la entrega a cambio de ello de una suma de dinero, u otro acuerdo, por otro. Elementos formales del contrato La forma es el conjunto de signos mediante los cuales se manifiesta el consentimiento de las partes en la celebración de un contrato. En algunos contratos es posible que se exija una forma específica de celebración. Por ejemplo, puede ser necesaria la forma escrita, la firma ante notario o ante testigos, etcétera. En el caso de la forma escrita, el documento puede incluir las siguientes secciones: antecedentes o considerandos, declaraciones y cláusulas. Elementos accidentales del contrato Son aquellos que las partes establecen por cláusulas especiales, que no sean contrarias a la ley, la moral, las buenas costumbres, o el orden público. Por ejemplo: el plazo, la condición, el modo, la solidaridad, la indivisibilidad, la representación, etc. En consonancia con la autonomía de la voluntad, los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por convenientes, siempre que no sean contrarios a la ley, la moral, los buenos usos y costumbres, o el orden público. Saneamiento El saneamiento puede definirse como: la indemnización que el enajenante debe prestar por imperativo legal al adquirente en caso de existir en la cosa, en que se transfiere la propiedad, la posesión, el uso, goce o disfrute, vicios ocultos o defectos que la hagan inútil para el uso a que se le destina, o por haber sido privado el adquirente, de la cosa, en virtud de sentencia firme amparada en derecho anterior a la enajenación. (Sigüenza Sigüenza, Gustavo Adolfo) Cuando una persona le enajena a otra un bien, mueble o inmueble, el adquirente tiene interés en que, sobre la cosa adquirida, pueda ejercer el dominio que le corresponde, sin que sea perturbado por un tercero que pretenda tener derechos sobre lo que ha comprado.
Si tal perturbación sucede, surge el saneamiento por
evicción; y - Si el objeto enajenado tiene vicios o defectos ocultados que lo hacen inservible, el adquirente puede pretender el saneamiento por vicios ocultos. (Villegas Lara, René Arturo)
C.C. Artículo 1543. El enajenante está sujeto al saneamiento
por evicción o por vicios ocultos, en todo contrato oneroso en que se transfiere la propiedad, la posesión, el uso, goce o disfrute de una cosa C. Not. Art. 30 Saneamiento por Evicción: La evicción es privar al adquirente de todo o parte de la cosa adquirida, como consecuencia de una sentencia firme y de un derecho anterior a la enajenación.
C.C. Artículo 1548. Tendrá lugar la evicción
cuando se prive al adquirente, por sentencia firme en virtud de un derecho anterior a la enajenación, de todo o parte de la cosa adquirid. Observar además lo contemplado en los Artículos 1549 a 1558 del Código Civil. Saneamiento por vicios ocultos: Los defectos ocultos de la cosa, cuyo dominio, uso o goce se transmitió, existentes al tiempo de la adquisición, que la hagan impropia para su destino, si de tal modo disminuyen el uso útil de ella que, de haberlos conocido, el adquirente no la habría adquirido o hubiera pagado por ella menos de lo que pagó. (De Pina, Rafael) C.C. Artículo 1559. El enajenante está obligado al saneamiento por los vicios o defectos ocultos de la cosa enajenada que la hagan impropia o inútil para el uso a que se la destina, o que disminuya este uso de tal modo que, de haberlos conocido el adquirente, no hubiera aceptado la cosa o el precio convenido. Observar además lo contemplado en los Artículos 1560 a 1573 del Código Civil. Perfeccionamiento del contrato El contrato se fundamenta en el consentimiento de las partes y éste consiste en el acuerdo de voluntades sobre el objeto y fines del contrato: la esencia del negocio contractual está en el consentimiento. (Villegas Lara, René Arturo)
Artículo 1518. C.C. Los contratos se
perfeccionan por el simple consentimiento de las partes, excepto cuando la ley establece determinada formalidad como requisito esencial para su validez.