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La pedagogÌa problematizadora de Freire, se empeÒa en la desmitificaciÛn a travÈs del di·logo

para descubrir y comprender la realidad. El di·logo en la educaciÛn permite compartir las ideas
de unos con otros y lleva a la socializaciÛn; contrario a la individualizaciÛn en el aprendizaje,
muy propia de la educaciÛn tradicional o ´educaciÛn bancariaª, que es individualista. Con el
di·logo se llega a la comprensiÛn del mundo y de su realidad; pero este di·logo debe presentar
un profundo amor al mundo y a los hombres. La misma revoluciÛn es un acto de amor. El
di·logo hace necesaria la investigaciÛn cientÌfica y pedagÛgica con la cual se llega a la
creatividad y a la a la transformaciÛn, que no es el derecho de una clase, sino de todos los
hombres. El di·logo y la investigaciÛn son de trascendencia para la EducaciÛn Liberadora, que
tambiÈn da importancia a la conciencia histÛrica, como un camino fundamental para el
conocimiento de la autÈntica realidad10. El educador Paulo Freire recalca que el verdadero
di·logo se hace con amor al mundo y a los hombres. AsÌ dice en su obra ´PedagogÌa del
oprimidoª: Cada vez nos convencemos m·s de la necesidad de que los verdaderos
revolucionarios

Cada vez nos convencemos m·s de la necesidad de que los verdaderos revolucionarios
reconozcan en la revoluciÛn un acto de amor, en tanto es un acto creador y humanizador. Para
nosotros, la revoluciÛn que no se hace sin una teorÌa de la revoluciÛn y por tanto sin
conciencia, no tiene en Èsta algo irreconciliable con el amor. Por el contrario, la revoluciÛn que
es hecha por los hombres es hecha en nombre de su humanizaciÛn11. En el di·logo es
importante que los lÌderes revolucionarios tengan amor, fe y confianza en el pueblo. Los
maestros y lÌderes revolucionarios no pueden estar distantes de las masas oprimidas, sino
mantener un di·logo permanente sobre su acciÛn. AsÌ expresa: ´Ninguna pedagogÌa realmente
liberadora puede mantenerse distante de los oprimidosª. SeÒala Freire que para trabajar con
las masas es indispensable partir de Èstas y no de los propios deseos del lÌder. AsÌ expresa:
´Nuestro papel no es hablar al pueblo sobre nuestra visiÛn del mundo, e intentar imponerla a
Èl, sino dialogar con Èl sobre su visiÛn y la nuestraª12. Este di·logo con el pueblo no debe ser
con lenguaje demasiado intelectual, sino muy popular para que llegue verdaderamente a las
masas populares. Un lenguaje muy acadÈmico crea una barrera ling¸Ìstica entre el lÌder y el
pueblo. Por ello, el lenguaje debe ser muy sencillo y muy apropiado para hablar con el pueblo.
No se puede permitir que el lÌder popular en la pedagogÌa de la liberaciÛn, transmita e
imponga sus ideas a las masas populares, para que Èstas 10 IbÌdem, p·g. 91. 11 IbÌdem,
p·g.102. 12 IbÌdem, p·g.111. 6 7 sigan sus ideas y derroteros, como en la ´educaciÛn bancariaª
o tradicional. Se debe llegar al verdadero di·logo con amor, compenetraciÛn y con la ayuda de
las masas populares para la soluciÛn de los problemas. Para Paulo Freire, la pedagogÌa
liberadora sirve a la liberaciÛn, contrast·ndola con la pedagogÌa bancaria o tradicional que
sirve a la opresiÛn. Seg˙n sus ideas, los hombres son del quehacer con din·mica en la actividad,
y no con una posiciÛn est·tica e inmÛvil. Ese quehacer din·mico no es propio de la EducaciÛn
tradicional o bancaria, que es est·tica, sino con la EducaciÛn liberadora, cuyo dinamismo
puede llevar a los pueblos a una revoluciÛn social con la participaciÛn de los oprimidos que
conforman las masas populares. 3. La EducaciÛn Liberadora y el MÈtodo Freire de la
AlfabetizaciÛn En la segunda mitad del siglo XX se generalizÛ la EducaciÛn Liberadora para la
formaciÛn de las masas populares en el Mundo. La educaciÛn libera a los hombres de la
dependencia y busca concientizar a las masas para que conozcan su realidad y busquen los
cambios necesarios para su progreso. Se dio importancia al humanismo educativo y se luchÛ
por defender los valores dignos del Hombre. Se considerÛ necesario evitar la servidumbre de
los oprimidos y la dominaciÛn de los opresores. Asimismo se buscÛ potenciar las fuerzas
din·micas de creatividad y progreso de los educandos, creando conciencia en ellos sobre la
realidad de su situaciÛn social y econÛmica. Se considerÛ indispensable luchar decididamente
por eliminar la ignorancia y el analfabetismo a travÈs de programas intensos de alfabetizaciÛn
para las grandes masas13. El educador brasileÒo Paulo Freire, buscÛ con su nuevo mÈtodo de
aprendizaje, despertar el interÈs y la integraciÛn del hombre y la cultura a base de sus propias
experiencias personales. Se preocupÛ porque todos los seres humanos cultiven el espÌritu
crÌtico responsable y de participaciÛn, que lleve a la constante transformaciÛn social. De
acuerdo con sus ideas educativas y sociales, en el desenvolvimiento histÛrico de las sociedades
se ha podido comprobar que la humanidad se divide en opresores y oprimidos, lo cual seÒala
que siempre ha existido una deshumanizaciÛn, tanto de los oprimidos como de los opresores.
Los oprimidos lograr·n su liberaciÛn solamente cuando adquieran conciencia de su problema y
sientan en carne propia los efectos m·s negativos de la opresiÛn. La liberaciÛn solamente se
realiza con la praxis liberaciÛn, o acciÛn reflexiva de los oprimidos sobre las estructuras
opresoras para transformarlas. Por todo ello, es necesaria la concientizaciÛn de los oprimidos
13 VÈase la obra de FREIRE, Paulo. (1993): PedagogÌa de la esperanza: un encuentro con
pedagogÌa del oprimido. MÈxico, Siglo XXI. 6 8 sobre su situaciÛn y realidad para luchar por la
liberaciÛn y la transformaciÛn de la realidad. Esto seÒala que para Freire y sus seguidores, la
educaciÛn debe entenderse como un deber primordial de ´concientizar para liberarª. La
PedagogÌa de la LiberaciÛn tiene una funciÛn polÌtica en la sociedad, pues parte de la situaciÛn
real de los pueblos del Tercer Mundo en donde la mayorÌa de las gentes son paupÈrrimas y
analfabetas y no tienen acceso a lo m·s elemental para poder subsistir. Las masas populares
sufren muchas privaciones, mientras los grupos minoritarios o Èlites plutÛcratas tienen todas
las riquezas y comodidades. De ahÌ la lucha entre los oprimidos, que son las clases sociales m·s
bajas, y los opresores que son las minorÌas dominantes. Por ello, seg˙n Paulo Freire, es
necesario concientizar a los analfabetos y a todas las gentes sin recursos econÛmicos para que
a travÈs de la alfabetizaciÛn en la educaciÛn masiva se lleve al conocimiento de la realidad
social. En esta concepciÛn de la vida social, la educaciÛn se concibe como ´pr·ctica de la
libertadª. En esta situaciÛn, la labor de los maestros debe ser, tratar de liberar al hombre de
las alienaciones y asimilaciones de la conciencia dominadora u opresora. Los maestros deben
crear conciencia de la liberaciÛn a travÈs del conocimiento y la praxis. El maestro debe educar
a las masas sin condicionamientos socio-econÛmicos exigidos por los opresores y dominantes.
El educador debe actuar de modo que la transmisiÛn del saber debe ser un autÈntico trabajo
humano. A travÈs de la alfabetizaciÛn, las masas populares deben llegar al dominio del
lenguaje, con una aproximaciÛn crÌtica a la realidad. El primer paso para la concientizaciÛn o
acciÛn-reflexiÛn sobre la realidad debe ser la AlfabetizaciÛn. No debe ser una alfabetizaciÛn
de conocimiento, solamente, de saber leer y escribir, sino como un medio eficaz para llegar a
la concientizaciÛn y al conocimiento de la realidad social y econÛmica. Siempre debe existir un
constante di·logo educativo eficaz y crÌtico, que lleve a pensar en la realidad y en hacer los
esfuerzos para su transformaciÛn. A travÈs de la alfabetizaciÛn se crea conciencia y se busca la
liberaciÛn y transformaciÛn de la realidad14. Contrario a la idea de la educaciÛn para la
dominaciÛn y la domesticaciÛn, el pedagogo Paulo Freire seÒala que es importante la
educaciÛn para la liberaciÛn. Precisamente, la alfabetizaciÛn debe realizar la liberaciÛn con la
fuerza espiritual educativa de la concientizaciÛn. Seg˙n Paulo Freire, la educaciÛn debe
considerar al Hombre como sujeto y no como un objeto. El hombre llega a ser sujeto cuando
reflexiona sobre sÌ 14 FREIRE, Paulo. (1976): EducaciÛn y cambio, Buenos Aires, ComisiÛn
EcumÈnica Latinoamericana de EducaciÛn (Celadec). 6 9 mismo, se identifica y tiene
conciencia sobre su situaciÛ

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