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Instituto tecnológico OMIE

NEUMOTORAX

Autora: Gutiérrez Ramos Dayanne Elvira

Carrera: FISIOTERAPIA Y KINESIOLOGIA

Asignatura: PATOLOGIA MEDICO TRAUMATOLOGICO

Docente: LIC. Milton G. Conde Vargas

Fecha: 08/08/2022

Cochabamba-Bolivia
Resumen

Una descripción del neumotórax traumático a partir de fracturas


costales aparece en la obra Cirugía Imperial del cirujano
turco Şerafeddin Sabuncuoğlu (1385–1468), en la que recomienda
tratarlo con drenaje simple.
El concepto de neumotórax se describió en el año 1803 por Jean Itard,
alumno de René Laënnec, quien también proporcionó una amplia
descripción de las características clínicas en 1819. Aunque Itard y
Laennec reconocían que algunos casos no eran provocados
por tuberculosis —que, por aquel entonces, era la causa principal de
neumotórax—, el concepto de neumotórax espontáneo en ausencia de
esa enfermedad no se introduciría hasta 1932 por el
doctor danés Hans Kjærgaard.
Antes de que se introdujesen las terapias de tratamiento para la
tuberculosis, los propios profesionales de la salud inducían el
neumotórax con intencionalidad terapéutica con el objetivo de hacer
colapsar un lóbulo pulmonar en pacientes con cavitaciones
pulmonares. Este proceso se hacía bajo el razonamiento clínico de
que realizándolo se «deja descansar» al pulmón y fue introducido por
el cirujano italiano Carlo Forlanini en 1888 y publicado por el cirujano
estadounidense John Benjamin Murphy a principios del siglo XX.
Murphy hacía uso de la entonces reciente tecnología radiográfica para
producir neumotórax del tamaño adecuado

INTRODUCCION

El neumotórax es la presencia de aire en el espacio existente entre los


pulmones (espacio pleural), que provoca pérdida de volumen
pulmonar y colapso del lado afectado.
Existen diferentes tipos: neumotórax por tensión, espontáneo,
espontáneo secundario a otra enfermedad pulmonar, y secundario a
traumatismo.
El más frecuente es el neumotórax espontáneo que se produce sin
una causa clara evidente.
¿Qué síntomas presenta

Los principales síntomas del neumotórax son: dificultad para respirar y


opresión torácica, seguidas de un aumento de la frecuencia cardiaca y
del cambio de color de la piel, que se torna azulada, por falta de
oxígeno.

El neumotórax es la presencia de aire en el espacio existente entre los


pulmones 
 Causas del neumotórax

La principal causa del neumotórax es una lesión de pulmón: herida por


arma de fuego o cuchillo en el tórax, fractura de costilla o algún
procedimiento médico. A veces también puede aparecer por ampollas
de aire que se rompen, y que pueden aparecer en cambios de presión
del aire (buceo, altura, etc.).
 Por otra parte, las neuropatías (asma, EPOC, fibrosis quística,
tuberculosis, tos ferina, etc.) pueden aumentar la probabilidad de sufrir
neumotórax.
 ¿Se puede prevenir?

No existe una manera concreta de prevenir un neumotórax, salvo


evitando hábitos y situaciones que pueden provocarlo, como el tabaco.

Marco teórico y antecedentes

Las causas principales por las que se produce un neumotórax son:

1. Causas espontáneas: Se producen sin antecedente


traumático, normalmente asociado a la rotura de bullas o
quistes localizados en la pleura.
2. Causas iatrogénicas: Se produce por cualquier tratamiento o
intervención médica, por ejemplo, en las cirugías pulmonares
donde se presenta como una de las complicaciones más
frecuentes. Alguna de sus causas más comunes son:
toracentesis, biopsia pleural, biopsia hepática, cirugía torácica,
canalización subclavia-yugular, resucitación, ventilación
mecánica...
3. Enfermedades respiratorias: Muchas de las enfermedades que
afectan al aparato respiratorio cursan con la aparición de
neumotórax en alguno de sus estadíos. Son frecuentes en
enfermedades como: membrana hialina, síndrome de aspiración,
quistes broncopulmonares, asma, fibrosis quística, tuberculosis,
neumonía necrotizante, bronquiolitis, neumopatías intersticiales,
tumores, inhalación de tóxicos (hidrocarbonos, cocaína), etc.
4. Traumatismos torácicos: Son el conjunto de alteraciones
anatómicas y funcionales provocadas por un agente traumático
sobre el tórax, produciendo una alteración, bien en sus
paredes, en su contenido, o en ambos a la vez.
5. Enfermedades congénitas: Son aquellas que se manifiestan
desde el nacimiento, producidas por un trastorno durante el
desarrollo embrionario o durante el parto. Puede ser
consecuencia de un defecto hereditario o de factores
ambientales. Dentro de estas enfermedades que cursan con
neumotórax destacan el síndrome de Marfan, linfangiomatosis.

Neumotórax Espontáneo
Se producen sin antecedente traumático, normalmente asociado a
rotura de bullas (ampollas subpleurales preexistentes)
Dentro de los distintos tipos de neumotórax es el que causa un mayor
número de ingresos hospitalarios.

 Neumotórax Espontáneo Primario: Aparece espontáneamente


sin otra patología previa. También llamados criptogénicos o
juveniles, suelen aparecer entre los 20-40 años, sobre todo en
el sexo masculino. Esta forma de neumotórax es relativamente
frecuente y se presenta preferentemente en sujetos jóvenes
altos y delgados. El 90% de estos accidentes se presenta en
reposo. Se producen por ruptura de pequeñas bullas
subpleurales, generalmente en los vértices pulmonares,
probablemente debido a que en posición vertical la presión
transpulmonar es más negativa en las partes altas del pulmón. El
hecho que se presente especialmente en sujeto longilíneos, con
un pulmón de mayor altura, apoyaría esta hipótesis. Otro factor
que se ha demostrado que contribuye al neumotórax es el
tabaco porque los bronquiolos inflamados facilitan la
hiperinsuflación de la bullas subpleurales.

 Neumotórax Espontáneo Secundario: Tiene lugar de forma


espontánea pero con una patología previamente conocida (asma
bronquial, fibrosis intersticial, E.P.O.C…). Más frecuente a partir
de los 50 años. Es similar al neumotórax primario, pero presenta
síntomas y consecuencias funcionales de mayor gravedad, ya
que las roturas suelen ser mayores al producirse en tejido
pulmonar enfermo unido a bajas reservas y bajas posibilidades
de compensación. Su causa más frecuente es el enfisema
pulmonar, presentándose también en asma, lesiones
destructivas localizadas y en algunas enfermedades difusas. A
diferencia del primario, el secundario es una condición
potencialmente letal, debido a la asociación de patología
parenquimatosa pulmonar difusa, con reserva cardiopulmonar
límite. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la
más frecuente; se desencadena específicamente por obstrucción
bronquial inicial que genera un fenómeno de válvula, favorece el
atrapamiento de aire con la consiguiente generación de espacios
aéreos y luego destrucción de la pared alveolar, lo que da origen
a las bullas y éstas, a medida que incrementan en tamaño y en
número, se desarrollan en la periferia, pueden romperse y
ocasionar el neumotórax.

Neumotórax Traumático:
Como consecuencia de un traumatismo, sea abierto (herida
penetrante) o cerrado (traumatismo cerrado).
Aparte de las lesiones por accidentes y agresiones, merece especial
mención el traumatismo iatrogénico. Los avances médicos de los
últimos años han significado la incorporación de numerosos
procedimientos invasivos, varios de los cuales tienen un riesgo
significativo de neumotórax: biopsia transbronquial, punción
transtorácica, catéter subclavio y ventilación mecánica. Esta última
produce neumotórax por las altas presiones que se generan en la vía
aérea que hiperinsuflan algunas áreas del pulmón provocando su
ruptura (barotrauma) con importante probabilidad de neumotórax a
tensión. Este mismo factor tiene a perpetuar la comunicación
broncopleural, obligando a drenaje por tubo pleural.
Puede generarse neumotórax como consecuencia de un traumatismo
penetrante, como consecuencia de un traumatismo cerrado o como
consecuencia de un traumatismo de aceleración y desaceleración
bruscas.

Neumotórax A Tensión:
Es una complicación extremadamente grave que se puede presentar
si la fisura pulmonar adopta la disposición de una válvula
unidireccional, que permite la entrada de aire a la pleura pero no su
salida. Ésto significa que la presión dentro de la pleura llega a ser igual
o superior a la atmosférica, con el consiguiente colapso de todo el
pulmón de ese lado y la desviación del mediastino hacia el lado
opuesto con colapso vascular e interrupción del retorno venoso. Se
observa con mayor frecuencia en relación con ventilación mecánica o
maniobras de resucitación.
El tratamiento debe ser inmediato, sin perder tiempo en radiografías o
en búsqueda de especialistas. Todo médico debe estar preparado
para drenar un neumotórax a tensión.

Diagnóstico
El diagnóstico en la evaluación física puede ser poco concluyente, ya
que los síntomas hallados en pacientes con neumotórax pueden variar
de intensidad sin poseer necesariamente una relación con la gravedad
de la lesión. Además, al tratarse de síntomas muy comunes en otras
patologías del aparato respiratorio, como el derrame pleural o
el hemotórax, es complejo llegar a un diagnóstico definitivo
exclusivamente a través de la exploración física. Existen ciertas
características de la auscultación del paciente con neumotórax que
pueden servir como guía en el diagnóstico, como la disminución del
murmullo vesicular del lado afecto (silencio auscultatorio) o, en raras
ocasiones, la presencia de soplo anfórico. En la percusión puede
hallarse hipersonoridad o timpanismo.
El diagnóstico definitivo lo aportan pruebas radiológicas como
la radiografía de tórax simple (postero-anterior), el TAC o
el ultrasonido. El neumotórax a tensión es asumido como urgencia
médica y a menudo es tratado sin necesidad de diagnóstico por
imagen, sobre todo si se da hipoxia severa, caída de la tensión
arterial o pérdida del nivel de conciencia, aunque ocasionalmente se
requiere de una radiografía para determinar la localización exacta.
Radiografía
Una radiografía realizada en proyección postero-anterior (de atrás
hacia delante) y durante la inspiración máxima constituye la forma de
diagnóstico más frecuente. Las imágenes realizadas en espiración, al
contrario, no poseen valor diagnóstico significativo, aunque pueden
resultar útiles cuando existe una alta sospecha de neumotórax pero la
radiografía en inspiración aparece normal.Si este es el caso, también
pueden realizarse radiografías de proyección lateral, aunque esta
práctica no se realiza con frecuencia.

radiografía anteroposterior que muestra un neumotórax de reducido


tamaño en el pulmón izquierdo, causado por una punción
 

Radiografía lateral en inspiración, que muestra el neumotórax en la


parte posterior
 

Radiografía anteroposterior en espiración en la que también puede


observarse el neumotórax
A veces puede darse una desviación del mediastino hacia el lado
contrario en el que se halla el neumotórax debido a las diferencias de
presión que crea esta patología. La presencia de esta desviación no
implica la existencia de un neumotórax a tensión, que habitualmente
se diagnostica a través de signos de gravedad como hipoxia severa y
choque obstructivo.
El tamaño del neumotórax (es decir, la cantidad que este ocupa en la
cavidad pleural) puede determinarse midiendo la distancia entre la
caja torácica y el borde del pulmón. Esto es de relevancia para el
tratamiento, ya que los neumotórax de menor tamaño a menudo
poseen un enfoque terapéutico distinto. Una distancia de dos
centímetros significa que el neumotórax ocupa un 50 % del hemitórax.
Las guías de práctica clínica afirman que esta medida debe darse a
partir del hilio pulmonar, con un umbral de referencia de dos
centímetros para indicar la presencia de un neumotórax de menor o
mayor tamaño. La medida también puede realizarse a partir del ápice
pulmonar, y en este caso el umbral es de tres centímetros,aunque esta
forma de medición puede hacer pensar que el tamaño del neumotórax
es mayor si este se encuentra concentrado en la parte superior de la
caja torácica. Aun teniendo en cuenta esto, estos métodos de medida
no poseen una correlación perfecta con el tamaño del neumotórax y,
aunque el TAC ofrece imágenes más precisas en este sentido, se
desaconseja su uso en estas situaciones clínicas.
No todos los neumotórax son uniformes; algunos ocupan solamente
un pequeño espacio en un espacio particular de la cavidad pleural. A
veces, pueden hallarse pequeñas cantidades de líquido en la
radiografía (hidroneumotórax), que puede estar constituido por sangre
(hemoneumotórax). En algunos casos la única manifestación de estos
que se da en la radiografía es el signo del surco profundo, por el cual
se da un aumento del espacio entre la caja torácica y el diafragma por
la presencia de líquido.
Tomografía axial computarizada
TAC en el que se identifica la patología respiratoria subyacente a un
neumotórax secundario: una cavitación apical en el lado derecho
Aunque el TAC supone el gold standard en la detección de
neumotórax, superando en sensibilidad y especificidad a la radiografía,
generalmente este no se necesita para establecer el diagnóstico de
neumotórax, pero puede resultar de utilidad en situaciones
particulares. En algunas patologías de las vías respiratorias, y
especialmente en presencia de enfisema, es posible que ciertas
estructuras pulmonares (como las cavitaciones) tengan la misma
apariencia que un neumotórax en la radiografía, en cuyo caso el
tratamiento específico de neumotórax no está indicado. En ciertos
casos de traumatismo el paciente es incapaz de permanecer en
posición vertical durante la realización de la radiografía, lo cual dificulta
la identificación del neumotórax en la imagen. Para estas situaciones,
el TAC puede indicarse al poseer una mayor fiabilidad.
Otro uso del TAC es para la identificación de lesiones concomitantes,
ayudando a detectar bullas o lesiones quísticas en casos de
neumotórax primario, y como herramienta de búsqueda de la causa de
origen en el neumotórax secundario.
Ultrasonido
Del mismo modo, el ultrasonido se usa habitualmente para la
evaluación en pacientes que han sufrido un traumatismo físico. Su
eficacia a la hora de detectar neumotórax varía ampliamente según la
habilidad del profesional que realiza el examen: en profesionales con
experiencia, la sensibilidad y la especificidad pueden alcanzar hasta
un 94 % y un 100 % respectivamente, por encima de la radiografía y
similar al TAC.Ciertos rasgos clínicos hallados en la exploración por
ultrasonido pueden utilizarse para confirmar o descartar un diagnóstico
de neumotórax.
Bibliografía

Topdoctors España; , obtenido del diccionario medico : https://www.topdoctors.es/diccionario-


medico/osteopatia-tratamiento
Diplomado en masajes y fisioterapia oscar maurin: osteoterapia, obtenido del documento digital:
Pablo zas y María Ortiz; osteopatía y usos terapéuticos; obtenido del documento virtual:
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Terapia manual (fisiolaherradura): osteoapatia; obtenido del documento virtual:
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