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LA CIENCIA

La ciencia es el conjunto de conocimientos organizados, jerarquizados y comprobables, obtenidos a partir de


la observación de los fenómenos naturales y sociales de la realidad, y también de la experimentación y
demostración empírica de las interpretaciones que les damos. Estos conocimientos, además, son registrados
y sirven de base a las generaciones futuras. Así que la ciencia se nutre a sí misma, se cuestiona, depura y
acumula con el paso del tiempo. Ciencia están contenidos diferentes saberes, técnicas, teorías e instituciones.
Todo ello, en principio, tiene como objetivo descubrir cuáles son las leyes fundamentales que rigen la realidad,
cómo lo hacen y, de ser posible, por qué. Se trata de un producto cultural de la humanidad moderna, quizá
uno de los más celebrados y reconocidos de su historia, cuyas raíces sin embargo han estado con nosotros
desde la Antigüedad clásica. Es un modelo de pensamiento inspirado en la racionalidad humana y en el
espíritu crítico, valores filosóficos que tuvieron su auge a partir del Renacimiento europeo.
CARACTERÍSTICAS DE LA CIENCIA
En toda su complejidad, la ciencia se caracteriza por lo siguiente:
. Aspira a descubrir las leyes que rigen el universo que nos rodea, mediante métodos racionales, empíricos,
demostrables y universales. En ese sentido, valora la objetividad y la metodicidad, y se aleja de las
subjetividades.
. Analiza sus objetos de estudio tanto cuantitativa como cualitativamente, aunque no siempre acuda a modelos
experimentales de comprobación (dependiendo de la materia).
. Se fundamenta en la investigación, esto es, en un espíritu crítico y analítico, así como en los pasos que
establece el método científico, para formular leyes, modelos y teorías científicas que expliquen la realidad.
. Genera una importante cantidad de conocimiento especializado que debe ser puesto en duda y luego
validado por la propia comunidad científica, antes de ser aceptado como cierto o valedero.
. Se compone de un número importante de ramas o campos especializados del saber, que estudian
fenómenos naturales, formales o sociales, y que en su totalidad conforman un todo unificado.
ORIGEN DE LA CIENCIA
La palabra “ciencia” proviene del latín scientia, que traduce “conocimiento”, pero su empleo para denominar al
estudio crítico de la naturaleza es reciente: en el siglo XIX el británico William Whewell (1794-1866) comenzó
a emplear el término “científico” para referirse a quienes practicaban lo que toda la vida se llamó “filosofía”,
“naturalismo”, “historia natural” o “filosofía natural”, esto es, el estudio de las leyes de la naturaleza. De hecho,
bajo algunos de esos nombres se cultivó en la Antigüedad el conocimiento científico, esto es, el interés por
averiguar cómo funcionan las cosas del mundo y por qué. Pero en la Antigüedad la búsqueda científica era
indisociable del pensamiento religioso, ya que la mitología y la magia eran las únicas formas de explicación
disponibles para el ser humano. Esto cambió significativamente en la Grecia clásica, al surgir la filosofía: una
doctrina de pensamiento no religioso, cuyo fin era reflexionar y tratar de hallar las respuestas de manera
lógica. Los grandes filósofos griegos eran también “científicos” de alguna manera, pues junto a la lógica formal
y el pensamiento existencial cultivaban la matemática, la medicina y el naturalismo, o sea, la observación de
la naturaleza. Las disertaciones de Aristóteles (384-322 a. C.), por ejemplo, fueron tenidas por verdad
incuestionable durante siglos. Rigieron incluso a lo largo del Medioevo cristiano, en el que el discurso religioso
volvió a dominar el pensamiento de Occidente. Hacia el siglo XV se produjo el Renacimiento y nuevas mentes
comenzaron a cuestionar lo que dictaban los textos bíblicos. Aumentó la confianza en la interpretación
racional y empírica de la evidencia, produciendo un importante quiebre que permitió el paulatino nacimiento de
la ciencia. En ello jugaron un rol importantísimo muchos pensadores renacentistas y postrenacentistas,
influenciados por el Humanismo que, por primera vez, convenció a la humanidad de que podía hallar sus
propias respuestas a las eternas preguntas sobre el porqué de las cosas. Destacan los nombres de Galileo
Galilei (1564-1642), René Descartes (1596-1650), sir Francis Bacon (1561-1626) e Isaac Newton (1643-
1727), entre otros. Así nació formalmente el pensamiento científico que fue cobrando cada vez mayor
relevancia en el orden cultural de la sociedad. De hecho, a partir del siglo XVIII la transformó profunda y
radicalmente en <combinación con la técnica, creando así la tecnología y dando inicio a la Revolución
Industrial.
RAMAS DE LA CIENCIA
Las ciencias sociales estudian la humanidad tanto de la actualidad como en la historia. La ciencia abarca un
enorme conjunto de saberes organizados, que se distribuyen a lo largo de tres grandes ramas, que son:
. Ciencias naturales. Se llama así a todas aquellas disciplinas científicas que se dedican al estudio de la
naturaleza, empleando el método científico para reproducir experimentalmente los fenómenos en los que se
interesan. Se las conoce también como ciencias experimentales, ciencias duras o ciencias físico-naturales, y
son ejemplo de ello: la biología, la física, la química, la astronomía, la geología, etc.
. Ciencias formales. A diferencia de las ciencias naturales, las formales no se dedican a estudiar la naturaleza,
sino objetos y sistemas puramente abstractos, que sin embargo pueden ser aplicados al mundo real. Así, sus
objetos de estudio existen sólo en el mundo de la mente, y su validez se deriva no de experimentos, sino de
axiomas, razonamientos e inferencias. Ejemplo de tipo de ciencias: la matemática, la lógica, la informática,
etc.
. Ciencias sociales. También conocidas como ciencias humanas, este conjunto de disciplinas se dedica al
estudio de la humanidad, pero conservando una perspectiva empírica, crítica, guiada por el método científico.
Se alejan, así, de las humanidades y del mundo de la subjetividad, aunque también del mundo experimental,
acudiendo en su lugar a la estadística, la transdisciplinariedad y el análisis del discurso. Son ejemplo de este
tipo de ciencias: la sociología, la antropología, las ciencias políticas, la economía, la geografía, etc.
EL MÉTODO CIENTÍFICO Y SUS PASOS
La observación de un fenómeno es el primer paso del método científico. Se conoce con este nombre a una
metodología propia del pensamiento científico, propuesto inicialmente por sir Francis Bacon, pero fruto de
años de pensamiento racionalista y empírico, y de la colaboración de pensadores posteriores, como David
Hume o William Whewell, por citar sólo dos nombres. Este método exige la construcción del conocimiento
según criterios de falsabilidad o refutabilidad y de reproductibilidad o repetibilidad.
Los pasos del método científico son los siguientes:
. Observación. Ir a buscar el fenómeno que se desea estudiar en su contexto natural, para obtener así datos e
información con los que analizarlo.
. Hipótesis. Formulación de una explicación tentativa o “de trabajo” que nos permita seguir indagando en la
naturaleza del fenómeno, teniendo ya una dirección y una posibilidad interpretativa.
. Experimentación. Llevar a cabo pruebas, ya en un ambiente controlado (por ejemplo, un laboratorio), para
replicar el fenómeno y poder estudiar sus mecanismos internos o sus respuestas a determinadas
modificaciones.
. Teoría. Retomar la hipótesis más probable y proceder a explicarla conforme a los resultados experimentales
y a la información total obtenida, brindándole sentido al fenómeno dentro del marco científico de la época.
. Conclusiones. Se expresan las conclusiones finales de la teoría formulada.
CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
El conocimiento científico abarca el conjunto de hechos verificables y sustentados en evidencia que la ciencia
tiene por válidos en un momento determinado de su historia. Se trata de un conjunto de leyes, teorías y
modelos para la interpretación y explicación de los fenómenos de la realidad. Si bien están debidamente
documentados y sometidos al juicio especializado, también están abiertos a la reinterpretación y el
rebatimiento. Esto significa que el conocimiento científico se actualiza a sí mismo, afinando sus perspectivas,
desechando miradas obsoletas y manteniéndose en un constante estado de comprobación. Por eso se
diferencia enormemente de otras doctrinas de interpretación de la realidad, como la religión, en las que el
saber es estanco e incuestionable.
Otras cualidades del conocimiento científico:

SENCILLO CLARO SISTEMÁTICO

LEGAL ESPECIALIZADO OBJETIVO

FÁCTICO CRÍTICO PREDICTIVO

Hay que tener en cuenta que la validez del conocimiento científico no es permanente ni incuestionable, sino
que se los consideran como tal siempre y cuando no sean refutados. Constantemente los conocimientos
obtenidos se contrastan entre sí y se cuestionan.
El conocimiento científico se organiza en base a una jerarquía de principios, que diferencia entre:
• Hipótesis teórica. Un enunciado no verificado, pero en principio aceptable o creíble, que se formula al
abordar un problema desde una mirada científica, lo cual implica recolección de datos y de información previa.
• Ley científica. Una proposición que establece una relación entre una causa y un efecto, proponiendo un
lenguaje formal para demostrarla. En ella se lleva a cabo el ideal del método científico: formulación de la
hipótesis, observación, experimentación y demostración.
• Teoría científica. Una explicación que se formula a partir de un conjunto de principios o leyes, para dar
sentido coherente a las observaciones empíricas. Se trata de una abstracción totalizante, o sea, una
interpretación empírica sustentada en las leyes. En ese sentido, una teoría científica ya cuenta siempre con
sustento real y demostrado, y no debe entenderse como “una teoría más” o “una teoría entre muchas”, en el
sentido en que usamos la palabra teoría.
• Modelo científico. Una representación conceptual o visual del conocimiento, que permite analizar, simular o
explorar la operación de las teorías científicas en un contexto determinado. Los modelos científicos son
recortes de la realidad que permiten poner en marcha lo establecido en las teorías y las hipótesis previas.

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