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EL ESTADO EN LA PERIFERIA

CAPITALISTA
( versión espanola dei autor corregida y aumentada)

por
TILMAN EVE,RS

M~XICO
ESPAl'JA
ARGENTINA
COLOMBIA

l p
u:u
l ~NDICE
siglo veintiuno editores, sa de cv
CERRO OEL AGUA 248, OELEGACIÓN COYOACÁN, 04310 MÉXIC~,.D.F.

siglo veintiuno _de espai'ia editores, sa


CIPLAZA 5, MADRID 33, ESPANA

siglo veintiuno argentina editores, sa L INTRODUCCIÓN 7


siglo veintiuno de colombia, ltda
AV. 3a. 17-73 PRIMER PISO, BOGOTÁ, O.E. COLOMBIA ';!_ ELEMENTOS DE LA TEORfa DEL SUBDESARROLLO 16
2.1. Puntos de partida, 16; 2.2. Las estructuras dei subdesarrollo, 18
[2.2.1. La fundamentaci6n hist6rica dei subdesarrollo, 18; 2.2.2. Re-
producci6n dependiente dei mercado mundial, 21; 2.2.3. Heterogenei-
dad estructural de la formaci6n social, 26]; 2.3. Algunas determina-
ciones te6ricas provisionales, 34 [2.3.1. EI plano de una teoria de la
reproducci6n capitalista periférica, 34; 2.3.2. Las tendencias ai des-
arrollo d,el capitalismo en la periferia, 39; 2.3.3. Las diferencias entre
el capitalismo desarrollado y el subdesarrollado, 43]

ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL ESTADO 47


3.1. Puntos de partida, 47; 3.2. La fundamentaci6n 16gica dei estado
burgués, 49; 3.3. Las funciones y los medias de la acción estatal, 63;
3.4. Sobre las :formas institucionales dei estado, 68

EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 71


4.1. .ELestatus_~uni.LE12rl!l.J!st.e,mdo~~!if~LÇ..o, 71; 4.2. Las condi-
ciones constitutivas dei estado en la periferia capitalista, 77 [4.2.1. Es-
tado·y reproducci6n dependiente dei mercado mundial, 77; 4.2.2. Esta-
do y heterogeneidad estructural de la formaci6n social, 91]; 4.3. Las
funciones dei estado en la periferia capitalista, 95 [4.3.1. Garantia de
la inserción ai mercado mundial, 96; 4.3.2. Imposición de regias gene-
rales de mercado, 111 ; 4.3.3. Garantía de la disponibilidad de la fuerza
de tràbajo, 130; 4.3.4. Garantía de condiciones generales materiales
de producción, 1371; 4.4. Los medios de la acción estatal en la peri-
portada de anhelo hemández feria capitalista, 145 [4.4.1. Dinero, 147; 4.4.2. Derecho, 150; 4.4.3.
Ideologias, 152; 4.4.4. Violencia, 162]; 4.5. La organización de la
primera edici6n en espaiiol, 1979 acción estatal en la periferia capitalista, 168 [4.5.1. El aparato dei
tercera edici6n en espaiiol, 1985 estado, 168; 4.5.2. La cuestión de las "dases sociales", 175; 4.5.3. Las
© ~iglo ~ editores, s. a. de c. v. formas institucionales dei estado, 181]
XSBN .968-23·0534·9
5 RESUMEN E INDICACIONES DE USO 198
primera ec:Íici6n en alemán, 1977
.© europãische verlagsanstalt, kõln/frankfurt am. main
.titulo original: bürgerliche herrschaft in der dritten welt lUBLrOGRAFÍA 202
derechos reservados conforme a la ley
impreso y hecho en méxico/printed and made in mexico ÍNDICE DE NOMBRES 225
[5]
1. INTRODUCCiôN

Para las masas de los pueblos africanos, asiáticos y latinoamericanos los


procesos políticos en sus respectivos países no tienen nada de aquella
insignificancia exótica con que los medias informativos de los países in-
dustrializados suelen presentados a su público. Para ellos, las instancias
estatales que condensan estas procesos constituyen aparatos poderosos
que a diario influyen en su vida y determinan su futuro. Cualquier
cambio -y de la necesidad de cambias tienen conciencia hasta los que
se resisten a ellos- recae en el estado como eje de decisiones sociales.
Pero los países industrializados tampoco pueden ya considerar que
las pugnas políticas en el "tercer mundo" son dé ; poca magnitud.
Vietnam y·"Angola; la crisis estructural de algunas ramas de la indus-
tria a causa del traslado de instalaciones a países de mano de obra
barata; el acuerdo nuclear entre Brasil y Alemania Federal con SuS
consecuencias para las relaciones entre Alemania y los Estados Unidos,
son algunos ejemplos de cómo los procesos sociales dei "tercer mundo,,
influyen en los. dei "primero".
Ya sea para determinar los marcos de referencia para politicas en
los países industrializados, o para investigar el desarrollo social en el
mundo económicamente subdesarrollado, ningún análisis ni ninguna
estrategia política -ni hablar de una estrategia emancipadora- puede
prescindir hoy en dia de un conoclmiento* dei "estado dei subdesarro-
llo". De hecho, este conocimiento existe -si no, cualquier práctica
política seria imposible-, pero en forma intuitiva, desorganizada,
fragmentaria y también equivocada. No existe todavia una teoría, y(··
pare,cería que la disparidad enorm~ de estos países ?ace imposible tal
teoria. Pero el hecho de que continuamente se este hablando de un
"tercer mundo", de países "subdesarrollados" o "en vías de desarrollo"
-por deficientes que sean estos rótulos- indica que hay rasgos comu-
nes y, en consecuencia, conexiones que desentrafiar. Lo siguiente tiene
ramo finalidad contribuir a ello.

* El ci>nocirniento es un proceso colectivo: también en este trabajó han


colaborado muchísimas personas además del "productor directo". Haber apren·
dido de ellos me resulta de especial evidencia con respecto a Wolfgang Hein,
Franz Hinkelammert y su círculo de discusión, durante su estadia en Berlín,
Thomas Hurtienne, Luiz Ramalho y los demás participantes dei seminario sobre
teoria dei estado en el Instituto Latinoamericano de la Freie Universitât Berlin,
y Wolfgang Schoeller. Si aprendí lo suficiente de ellos, es otra cuestión.
8 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA DITRODUCCIÓN 9

Cualquier intento de pasar de una intuición a una comprensión ··-Hipercentralización regional de las autoridades políticas y admi-
de estas conexiones se enfrenta con una marafia de fenómenos y for- nistrativas en la capital respectiva.
mas de lo más variados y contradictorios. La primera reacción es de --Numerosas funciones económicas directas dei estado, fuerte inci-
confusión y de pânico ante la magnitud del problema. Pero no ha de ser dencia en procesos y decisiones económicos ( "estatización de lo
impedimento: la práctica política de estos países es la que día a día privado") .
plantea estas cuestiones teóricas. -Como contrapartida, apoyo estatal a los fines económicos de
El primer paso -explícito o no-- siempre lo constituyen una grupos reducidos, llegando hasta la instrumentalización dei estado para
indicación y una tipología provisionales de los fenómenos por explicar, intereses particulares ("privatización del estado").
e.orno primera ojeada al problema y como delimitación de su âmbito. A pesar del funcionamiento deficiente que acabamos de comprobar,
Si fuéramos apuntando al azar aspectos notorios, fenómenos llama- encontramos una concentraci6n de funciones econ6micas y políticas en
tivos de las estructuras políticas del "tercer mundo" para después darles el estado.
un primer ordenamiento, e! resultado sería un catálOgo más o menos -Fuerte injerencia de potencias extranjeras a través de interven-
como éste: ciones abiertas o solapadas de organismos económicos, militares, diplo-
-Variedad de formas autocráticas de gobiemo~ gobiemos mili- máticos, de servido secreto, sindicales, religiosos, etcétera.
tares, oligarquías, "democracias autoritarias'', imperios, monarquías, ' -Los grandes intereses económicos extranjeros logran zafar1le del
principados ... control estatal, si no es que ellos mismos controlan el estado.
-Variedad de formas de dominación dentro de estos estados: -'-Patté del térritorio nacional está sustraído al control del go-
paternalismo y personalismo, caudillismo y caciquismo, líderes étnicos, biemo central: zonas controladas por caciques, jefes de tribu, latifun-
religiosos o carismáticos, segmentación por tribus, castas, etnias, regio- distas, empresas agrícolas o mineras extranjeras,. por fuerzas armadas
nalismos ... irregulares de insurgentes o de traficantes ilegales. ·
--Inestabilidad institucional, cambies frecuentes de forma1l de Así que Ia soberanía que ostenta el estado bacia fuera y bacia
dominación. dentro es sólo una soberanía restringida.
A estas fenómenos los une la falta de algo, un negativo que les Revisando'. los resultados de nuestra lista salta a la vista que parti-
puede servir de resumen: la no constitución plena de formas demo- mos de una norma no expresada ai principio, y que los fenómenos que
crático-burguesas. · apuntàmos nos llamaron la atención justamente porque se apartan
Siguiendo: de esa norma. Se trata de la norma del estado capitalista desarrollado -
::_Alto grado d€ represividad: en la mayoría de estos .países los "de- o, más precisamente, de su imagen ideal.
rechos humanos" se violan en forma más o menos sistemática; perse- Esto nos obliga a revisar críticamente nuestro modo de proceder~·
cución política, tortura y asesinato están a la orden del día. No es posible que teoricemos sobre posibles divergenciàs de un ideal/
-En general alto grado de violencia como medio de lucha polí- imaginario. i Es lícito comparar la ·realidad de un estado "subdesarro- /
tica: golpes de estado como método corriente de transferencia dei llado" con el ideal de un estado industrializado? La noción misma (
poder, movii'.nientos de liberación, organizaciones guerrilleras, terrO:: de "subi' -desarrollo i no constituye ya la aplicación de la norma d:!}
rismo para policial, guerras de religión, de etnias o de tribus ... "desarrollo" a realidades distintas?
También de la suma de estos fenómenos se desprende un denomi- Una primera respuesta se impone: no se trata de proyectar la
nador negativo común: no constitución plena del estado de derecho. imagen dei estado de derecho democrático-burgués o de la sociedad
-Hipertrofia dei aparato burocrático. industrializada occidental como meta histórica. Los rasgos salientes
-Contradicción, discontinuidad, falta de coordinación y de sen- , de las formas políticas del "tercer mundo" no interesan por aquello en
tido práctico de la acción estatal. que difieren de fenómenos análogos del "primer mundo", sino por
· -Incompetencia, corrupción, nepotismo, demagogia como rasgo su. realidad propia. El que discrepen de modos habituales de pensar
recurrente de los funcionarias públicos. debe instigarnos a abandonar justamente estos conceptos prefabricados
Esto se resume en: funcionamiento deficiente del aparato estatal. \ y a analizar las funciones y formas de acción estatal peculiares del
-Hipercentralización jerárquica de todas las decisiones políticas l "tercer mundo" con base en las condiciones sociales específicas dei sub-
en el estado, y dentro del estado en la cumbre. )desarrollo económico. La represi6n generalizada, por ejemplo, cons-
EL ESTADO EN LA PERIFEP.IA CAPITALISTA lNTRODUCCIÓN, 11
10

tituye un problema analítico no por la violación escand'.1'l~sa de las el lógico; se pone de relieve la importancia de ciertos aspectos econó-
reglas de convivencia civilizada sino· por ser factor cond1c10nante de micos, políticos e ideológicos, pero éstos quedan incompletos y desor-
la acción política y del desarrollo social de esas sociedades. denados y no se conectan entre sí a no ser "por la fuerza", saltando
Creemas que el únieo instrumental teórico válido para ese aná- por encima de mediaciones necesarias. 3 Caracteriza el estado p:recario
lisis es el que proporciona la economía política e~ su vert!ente marxista. de las formulaciones existentes el que algunos autores puedan llegar a la
Y ahí no escapamos al problema del eurocentnsmo: s1endo que e~te conclusión de que el estado periférico es un estado "fuerte" ,4 mien-
instrumental análítico se elaboró con base en el desarrollo social tras otros no menos apodícticamente terminen tildándolo de "débil".5
de los países centrales, su aplicación a otras realidades efectivamente Estas deficiencias son en parte inevitables: mientras no exista una
constituye una transferencia ·de medidas europeas. Pero a la transfe- teoría acabada del subdesarrollo por un lado y del estado por el otro,
rencia de las medidas se antepuso una transferencia de lo que importa cualquier propuesta de una teoría del "estado del subdesarrollo" tiene
medir. A partir de su incorporación más o menos violenta al mer- que seguir siendo provisional.
cado mundial al compás de la expansión del capitalismo inglés Y En el .momento actual de la teorización tienen importancia aque-
posteriormente del norteamericano, el modo de producción dominante llos traba1os que desde un comienzo se proponen metas limitadas, pero
~n los países del "tercer mundo" es el capitalista. Por consiguiente, que muestran claridad y consecuencia en los métodos para alcanzarlas.
cualquier marco teórico distinto del de 13: e~~nomía política. seria un As!, ex:iste.n. para el caso de. Amér~ca Latina .en su conjunto o para
retroceso ante una realidad consumada histoncamente. Es c1erto que pa1ses md1v1duales propuestas convincentes de correlación entre cam-
esa realidad asume formas específicas; lo que importa entonces es
a veces no dan prioridad a algunas connotaciones del original importantes para
evitar que por falta de :rigor analítico la transferencia del aparato nuestro argumento.
teórico conlleve la transferencia de resultados acostumbr.ados. 3 Litnitándonos al análisis de la situaci6n latinoamericana, creemos poder
La discrepancia entre los fenómenos reales y una supuesta "nor- encontrar sobrados fundamentos para esta lafirmación hasta en los trabajos de
malidad" no puede ser más que un impulso para el análisis, pero no aquellos autores que más han contribuido pâra su avance. Quizá los trabajoa
de Marcos Kaplan sean el ejemplo más elocuente; véase por ejemplo su trabajo
·w. ma.teria ni su medida. fI!áS redente, "EI Leviatán crioilo" [415]. Heinz Rudolf Sonntag, en su trabajo
Ahora bien, que el. marco teórico tenga que ser el de la economia p1onero en lengua alemana [372), perfeccionado después para la publicaci6n
política no quiere decir que en los arsenales de la literatura teórica en espaiiol [372, y en 417), establece una relación a nuestro modo de ver básica-
ya se encuentra todo lo necesario para desentraiiar la complejidad de mente correcta pero .demasiado directa y mecánica entre las deficiencias de una
~os fenómenos políticos del hemisferio sur. No existe hasta la fecha economia subdesarrollada y la necesidad de su compensaci6n por la acci6n
estatal. En los trabajos de F. H. Cardoso, el estado no pasa de una organizaci6n
iun intento sistemático de formular una teoria del estado de la peri· a~ hof en la que se dan pactos de dominación cambiantes según las situaciones
\feria capitalista. En los pocos trabajos que lo proponen como temática h1st6r1cas; no aparece como estructuraci6n orgánica especítica de una sociedad
para consideraciones teóricas,1 éstas todavía se limitan "a relacionar capitalista que justificaría la pretemión te6rica que nosotros asignamos a la
de modo casual lo que debería ser un todo orgánico, a ponerlo en un noci6n de "autonomia relativa". En los trabajos de Guillermo O'Donnell ante•
mero contexto de reflexión". 2 Se confunde el discurso histórico con riores a sus valiosos "Apuntes para una teoría dei estado" [416], ha~ una
tendencia opuesta de presumir la existencia dei estado como ente preexistente
y separado de la sociedad; desde entonces, no ha realizado un intento de Uevar
1 Véase Alavi [169]; Cardoso [187, 188]; Hein/Stenzel [240]; Hein/Si- sus nuevos conceptos teóricos ai caso dei estado en la periferia capitalista sino
monis [241]; Mandel [295]; Pompermayer/Smith [337]; Saul [357); Sonntag en forma tangente dentro de otras temáticas, que no dejan' de ser muy suges·
[371, 372]; Torres Rivas [388]. Las cifras en corchetes se refieren a la nume- tivas; véase por ejemplo sus "Notas para el estudio de la burguesía local, en sus
vinculaci~nes con el capital internacional y el aparato estatal" (borrador),
ración en la bibliografia ai final dei libro.
2 Karl Marx, Grundrisse der Kritik der politischen ôkonomie, Frankfurt, Buenos Aires, CEDES, febrero de 1978.
Europaische Verlagsanstalt, s.f., pp. 9s. En todas las citas de autores alemanes Reconoc~mos un alto grado de parentesco con los supuestos teóricos básicos
se mantendrán las referencias a las respectivas ediciones alemanas; se indicarán en los traba1os de Norbert Lechner, especialmente aquellos incluídos en su libro
ediciones en castellano con sus respectivas páginas, cuando las haya, para permi- La crisis del estado en América Latina [4141; es patente, sin embargo, que
tir el cotejo y la profundización ai lector espafiol o latinoamedcano; en este Lechner no se propone una sistematizaci6n más global.
caso: Karl Marx, Elementos fundamentales para la crítica de la economia poli· 4 Sonnta~ [371), p. 170.

tica (Grundrisse) 1857-1858, México, Siglo XXI, p. 10. Asimismo, toda~ .las "
5
My,rdal. f,4?J, p. 125; Otros autores sabiamente se abstienen de indagar en
traducciones del alemán y dei inglés serán dei autor, aun cuando haya ed1c16n la cuestion d1f1c1l dei caracter estatal de los países pertenecientes a la periferia"
espafiola, pues no todas las traducciones son satisfactorias, y aun cuando lo son (v. Braunmühl [8], p. 51.).
12 EX. ESTADO l!.N LA PERIFERIA CA.PITAL.ISTA INTRODUCCIÓN ·
13

bios en las condiciones del mercado mundial y modificaciones en la ~ucci6n de, t~do ~uestro .argumento a pocos elementos básicos signi-
composición de las dases en el interior de esos paísesª o también fica que, en ultima mstanc1a, se trata de la construcción de un modelo
en las formas inst~tucionales de sus aparatos estatales. 7 capaz ?e tran~mit~r. una pri~era idea d~ una realidad compleja, pero
Por lo demás, existe una gran cantidad de estudios sobre países a prec10 de sunphficarla. N1 en los me1ores modelos se puede evitar
individuales, sobre fenómenos políticos específicos, sobre determinadas que quede una brecha entre su lógica inmanente y Ia realidad que
etapas históricas, 8 útiles para el conocimiento de lo concreto pero no tratan de retratar.
para su explicación en un plano de abstracción superior. Pod~mos an~cipar en qué consistirá esta brecha: de los puntos
e! Cómo ha de construirse una teoría sistemática del estado en la de ,~ª;tida escog1dos. para el presente trabajo sólo se puede llegar ai
periferia capitalista? Se precisan dos "materias primas": una teoría anális1:8 ~e las .rel~ones estructurales entre economía y política en
del capi•talismo aplicada a las economías de la periferia histórica del la penfena capitalista, pero no a Ia formación histórica de los estados
capitalismo, o sea una teoría del subdesarrollo, y una teoría del esta- respectivos, no a sus exponentes sociales correspondientes, ni tampoco
do capitalista. El resultado buscado se obtiene a través de la combi- a las leyes específicas de la esfera política consecuencia de su auto-
nación de estos. dos materiales básicos bajo la pregunta: c! cómo se nomía r~lativa. Para ser purista: la temática dei presente trabajo no
modifican las funciones y las formas del estado burgués en presencia la constituye el estado propiamente dicho sino las determinaciones

l
.
1
de las condiciones económicas específicas del capitalismo subdes-
a:rrollado?
Ambas teorías de base no existen todavía; hay, sin embargo, ele-
que le surgen de una infraestructura económica subdesarrollada No
más, pero tampoco menos.
Otra limitación se desprende del carácter general de una teoría dei
estado periférico: sólo puede explicar lo que haya de común entre
·

mentos importantes para su formulación, resultado de las amplias discu-


siones habidas, que sin duda formarán parte de una futura elaboración todos Ics estados de 1a erileri~ÇiP:iialliiã:]~:n ~v1Sta õe'1a:--v:ar-1ea;;:d ~;si
más acabada. Estos elementos son, por un lado, la .generalización en aewfc>rmãS-~en~prÓ~esos polít~cos
int1ruta del "tercer mundo"' parece
las sociedades capitalistas de las relaciones comerciales enforma de in- que .esto ha de ser poco o nada, y efectivamente la imposibilidad de
tercambio de equivalentes, con inclusión de la fuerza de trabajo, como considerar toda la gama de variaciones históricas concretas es la brecha
base material para el estado burgués; por otro lado, la reproducción más importante que separa una tal teoría de Ia realidad. Sin embargo.
dependiente del mercado mundial y la heterogeneidad estructural que se .verá que a través de. toda esa multiplicidad de expresiones concreta~
caracterizan a las sociedades. de la periferia capitalista. Los dos capítulos ex1sten rasgos,;omun~~ ~~e se amplía~ además a medida: que nos apar-
siguientes se dedicarán a aclarar estos elementos básicos; tamos de la superf1cie de esas sociedades para profundizar en sus
En el capÍitulo cuarto -la parte central del trabajo-- se tratará estructuras básicas. Más todavía: trataremos de demostrar que lo que
de relacionar estos elementos entre sí para llegar a algunas hipótesis hay de común entre esas sociedades son precisamente aquellos elemen-
explicativas sobre fenómenos políticos del "tercer mundo". En el 1:apí· tos que fundamentan la posibilidad de una multiplicación de formas
tulo final se tratará de valorizar los resultados obtenidos desde el en la superficie.
punto de vista de su utilidad para análisis concretos y para futuros Todas estas delimitaciones del poder explicativo de nuestro es-
trabajos teóricos. fuerzo teórico, así. cor;io la, dirección de las especificaciones que quedan
En vista de lo provisional e inacabado de sus elementos básicos, por hacer, se perf1laran mas claramente en el curso de la investigación
no puede pretenderse que con el presente trabajo se llegue a la "teoría en, I.a medida . en que resulten importantes desde el punto de vis~
de! estado capitalista periférico" buscada o que pueda servir en sí teorico. Lo mismo vale para los dos conceptos centrales: "periferia
y en forma directa como explicación de una realidad concreta: sólo capitalista" y "estado"; aquí nos basta: dar indicaciones someras desti-
puede ser un paso preliminar y un instrumento auxiliar-para ello. La nadas más que nada a delimitarlos de otras nociones similares.
. La periferia capita~ist~ abarca aquellas formaciones sociales capita-
e Alavi [169]; Cardoso/Faletto [12]; O'Donnell [323); Hamilton [236]; h~ta~ ~n las que e~ cap~tahsmo no se desarrólló a raíz de su surgimiento
Hein/Stenzel [240]; Hein/Simonis [241); Murmis/Portantiero [311); Torres histonca~':n~e pnmano en Eu:opa occidental, sino que se impone en
Rivas [388); Peralta Ramos [330); y otros más. f~rma h1stoncamente secundaria a partir de la existencia del capita-
7 Cardoso [186, 188]; Chile·Nachrichten [195]; O'Dónnell [319); Le~hner
[282]; Meireles [304]; y otros más. lismo ~orno modo de producción dominante en los centros hegemónicos
s Véanse los ejemplos en la parte m de la bibliografia. mund1ales. No es que las leyes del capitalismo sean diferentes en un
EL ESTADO EN LA PERIFERIA· CAPITALISTA INTRODUCCIÓN 15
14

caso y en otro; pero las condiciones y formas hist6~icas a tra~~s .de las etc., participan de hecho en ese ejercicio de dominación general,
cuales se realizan sí son diferentes en las reg1ones penfencas y abstracto y público.
en los países del centro. Evitamos la expresión "capitalis~o peri~éri~o" En comparación con una noci6n tan amplia de "estado", el único \
porque sugiere que no son sólo las. formas de pene~r~c1on capitalista concepto más amplio todavia es el de "esfera política", que abarca
sino las mismas leyes las que camb1an. Donde la i:it1lizamo.s, ~ doxy;le todo tipo de relaciones de dominación, ·incluyendo la individual con-
hablamos de "capitalista periférico", queremos dec1r: "cap1tahsmo en creta y priv~da. Trataremos de distinguir estos dos conceptos; pero
se verá•que Justamente una de las características del estado capitalista
la periferia del capital".9 • , •
La noción de "periferia capitalist~' es m~s. amp~ a. que el term~~o
0
periférico es la de hacer incierta esta distinción.
"tercer mundo" (hasta donde sea pos1ble def1rurlo); mcluye tamb1en . Si en cambio hablamos de "estado nacional", sólo estaremos refi-
a algunos países de la periferia sudeuropea, entre ellos a las dos met:ó· riéndonos al marco exterior de ese ejercicio de dominaci6n a Ia unidad
polis de la época mercantil: Portugal y (en menor grado). Espana. convencional de territorio y población nacional, haciend~ abstracción
Hasta en las metrópolis actuales se encuentran zonas (por e1emplo el de que muchos de los estados ''nuevos" no constituyen una "nación" en
sur italiano) 0 sectores (por ejem~lo. la agri~u!t?ra francesa) cuyas el sentido. d; ~na s?Ciedad formada e integrada a ttavés de un largo
estructuras pueden considerarse cap1tahstas penfer1cas, .~unque muchas p~oceso h1stonco. Fmalm~nte. quedan otros conceptos afines como fun-
veces en grados inferiores. Siend~ que fueron la~ m1sma~ leyes del 1 ciones, aparato o forma institucional del estado que se entienden de
'
desarrollo capitalista las que produ1eron las formac1ones soc1ale.s de los por s1, como aspectos parciales dei estado.
países centrales así como de las zonas margin~les, no .es de sorprender Las experiencias e impresiones de las que surge nuestro intento de
que haya estas similitudes de sus conform~c1ones estructurales. Una teoriZación tienen como origen casi exclusivo a América Latina· tam-
teoría de las expresiones .económicas y políticas del subdesarrollo tam- bién los ejemplos que ilustrarán nuestro argumento próvienen de ella.
bién puede servir como lente de aumento para estudi~r la~ analo?í~ Por consiguiente, habría que hacer un~ lectura especialmente crítica
embrionarias e imperfectas del subdesarro~lo en l~s. pa1ses mdustnah- ª.
dei text? que continuació~ presentamos para determinar hasta qué
zados. y viceversa tales fenómenos conoc1dos fac1htan al observador punto t1ene vahdez para sociedades capitalistas de otras regiones peri-
de uno de los país~s "ricos" la comprensión de ~~s equival~~tes poten- féricas. dei mundo.
ciales en e! mundo "pobre". También esta relac1on se clanficara en e! -~inalmente, una advertencia p~ra la lectura: como cualquier explo-
rac1on en un terreno poco conoc1do, ésta tampoco puede prescindir
curso de nuestro trabajo teórico. .. . . .
Por "estado" se entiende "todo el compleJO de funciones e mstitu· de :iertos preparativos. Así, buena parte del esfuerzo total tiene que
cion~s de! ejercicio general, abstracto y públic~ ~e dominació~" en
11
de~1carse a reconocer el terreno teórico de partida, a equiparnos con

una sociedad. El concepto trasciende por co?s.1~u1ente l~s func1~nes e el mstrumental conceptual necesario y a planificar el curso de Ia
instancias del gobierno central y de sus subd1v1Slones reg1onales, mc~u­ ar~mentación. Es ésta la función de los dos capítulos siguientes. Habrá
yendo también aquellas instituciones "ex~aestatales" 9ue,. ?orno asoc1a· qmenes conozcan sobradamente las discusiones que ahí tratamos de
,ciones 0 gremios, partidos políticos, med1os de comumcac1on de masas, resumir, o quienes se interesen más por la orientación general de nues-
tro argumento que por su fundamentación detallada. Para ellos, puede
bastar una hojeada rápida de làs primeras páginas y comenzar una
s Véas~ Ramalho [345], pp. 6-18. lectuta más detenida a partir dei parágrafo 4.2, que es donde llegamos
io Se entiende que utilizamos la expresión "tercer mundo" meramente como
denominación precientífica de uso corriente. Frente a los ~os "grandes" sis:ei;t!as ai meollo de nuestro argumento.
económicos mundiales, el dei capitalismo '! el d~ las soc!e~ades ~e trans1c1on,
las estructuras sociales de los países de África, As1a y Amenca Latina no rep:e·
sentan ninguna "tercerà" alternativa, sino pertenecen clarament~ a la 6~b1ta
del "primer" mundo, con la excepción de unos pocos, .que co!1 1?ual" cla:1d~d
han ingresado en el campo dei "segundo" ( y en e~te sentido ~l termino perifer1.a
capitalista" es más estrecho, puesto que se ref1ere exclus1va1;11ente a los pr!·
meros). Criterios como la "no alineación:• en bloques internac1?1nales son ,te?r1·
camente tan inservibles como una "teoria de los t~es mund~s b~s~da 1!~1ca­
mente en una clasificación discrecional de su respectivo poderio pohtico-m1htar.
11 Blanke [86], p. 369.
ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 17

ciones sociales que un desarrollo capitalista dependiente procrea en los


2. ELEMENTOS DE LA TEOR1A DEL SUBDESARROLLO países periféricos.
Estas dos líneas de investigación apareceu cada vez más como
complementarias -'-no en el sentido de que bastaría con sumar sus
respectivos resultados para dar con la teoría buscada, sino más bien
porque sus temáticas se acercan al mismo problema desde dos ángulos
diferentes. Tampoco son casuales estos dos ángulos; corresponden a
2.1 PUNTOS DE PARTIDA los dos aspectos del subdesarrollo lógicamente posibles: por un lado e!
subdesarrollo como proceso inducido esencialmente por la din:ámica
Una teoría materialista del estado en la periferja capitalista tiene que del mercado mundial, cuyas leyes se trata de establecer, y por otro lado
partir de las estructuras socioeconómicas básicas cuya .!~2~EE;Ji§E. polí- el subdesarrollo como situación social en cada momento de ese proceso,
tica se trata de analizar. No cabe, en el contexto de este trabaJo,.dar una cuya conformación se trata de describir y de analizar. 13
resefia completa de la discusión sobre capitalismo "dependiente" o Ambos aspectos tendrían que convergir en una "teoría de la repro-
"subdesarrollado", ni mucho menos podemos pretender llenar las lagu- ducción capitalista periférica", que no sería otra cosa que una apli-
nas que esa discusión ha d~jado. Sólo. recalcaremos algunos puntos, que, . cación de la teoría general del capitalismo a las condiciones históricas
con base en esa discusión, pueden considerarse como aspectos centrales específicas de las respectivas zonas periféricas del capitalismo mundial,
de este tipo de capitalismo y que por consiguiente tienen que refle- y que tendría por objeto explicar las formas a través de las cuales se
jarse en la esfera política. Para una fundamenta~ión i_nás comi:ileta de impone la ley de valor en esas sociedades con la progresiva interna-
estos puntos y para una exposición detal~ada de los ?iferentes intentos cionalización de las relaciones de producción capitalistas. Sólo sobre
de explicación, remitimos al leçtor a la literatura existente. tal base teórica sería posible un anális~s de los fenómenos superestruc-
Durante los últimos anos la discusión marxista sobre el subdesarrollo turales del "tercer mundo" sin saltos ni fisuras teóricas.
ha progresado principalmente por dos caminos: por un lado,_ por. ,el Pero de estas cuestiones se desprenden algunas consecuencias para
debate sobre el "intercambio desigual", por otro lado, por la d1scus1on la esfera política de esas sociedades. De los dos aspectos posibles del
sobre la "dependencia" .12 Ambás corrientes se refieren a la teoría .''.clá- subdesarrollo que acabamos de mencionar -subdesarrollo como pro·
sica" del imperialismo y, a través de ella, a las leyes de producc1on Y ceso y como situación- ya hay conocimiento suficiente para una
acumulación capitalistas analizadas por Marx, pero de las cuales asu- formulación provisional de dos elementos centrales dei subdesarrollo.
men y desarrollan aspectos diferentes: mientras el primer grupo de A estos dos elementos centrales los llamaremos la reproducción depen-
autores trata de determinar el movimiento de valores en. el mercado diente del mercado mundial de las economías periféricas y la hetero-
mundial (primero en la relación de los países ce~trales ez:tr,e .sí, pero
a continuación también en su relación con las reg10nes penfencas), la 13 No es de extraiíar, pues, si encontramos en los trabajos más redentes sobre

otra "escuela" se concentra en las estructuras internas de las forma- las dos corrientes una aproximación de sus respectivas problemáticas y métodos;
véase, por ejemplo, e! libro de Schoeller [55], que define el "intercambio desigual"
como aquel en que intervienen cuantos de trabajo dispares (y no de valores),
12 Acerca dei tema del "intercambio desigual" véase especialmente Emma· , con lo cual retrotrae la cuestióri desde la esfera de la circu!ación a aquella de las
nuel [14]; Amin [3); Palloix [52, 53]; Busch [10) y el. mism~, "Ungleich~r · fuerzas productivas y de la organización social del trabajo. Por su parte, los auto-
Tausch. Zur Diskussion über foternationale Durchschmtt~profitrate, ungl~1: res latinoamericanos se esfuerzan por verter la mera descripción de la dinâmica
chen Tausch und komparative Kostentheorie anhand der 1 hesen von Arghm * económica de sus países en los términos de la economía política para funda-
Emmanuel" Probleme des Klassenkampfs, 8/9, 3/1973,. PP· 17-46; Busch/ mentar el análisis de situaciones sociales concretas; un intento importante, aun-
Schoeller/S~low [11); Neusüss [47]; Schoeller [55) y d,~l mismo, "Unteri;_n~wick• que con falias, es el de Ruy Mauro Macini, "Dialéctica de la dependeneia".
Jung und ungleicher Tausch auf dem Weltm~rkt , :_n Brandes(11b1 [7], en Sociedad y Desarrollo, Santiago, 1, enero-marzo de 1972, pp. 35-52; avances
pp. 140-175. La cuestión de la "dependencia" ha sido resenada y analizada.para; significativos son los de Peralta Ramos [330] y los trabajos dei CEBRAP, especial-
el lector alemán especialmente en los trabajos de Evers/Wogau [15] y Hurttenne : mente Oliveira [50]. Cualquier autor que se propone informar sobre los princi-
[28]; véase la literatura ahí indicada. Una bibliografia prácticamente comple~a : pales elementos determinantes dei subdesarrollo termina por referirse de una
de todos los trabajos redentes en los idioi:nas más usuales. a.cerca, de !~ tema· forma u otra a estos dos aspectos, transfiriéndoles no pocas veces la función .de
tica dei imperialismo y dei subdesarrollo, mcluyendo la b1bhografia mas com· elementos básicos en la organización de su trabajo; así por ejemplo Schuhler
plct~\d; la "teoría de la_ depend~ncia" que se conozca, se encuentra en las do; [56] y Szentes [63].
antologias de Senghaas [::>7], pp. :i79-403, y [58], PP· 374-390.

[16]
18 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA µEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 19

fll,n~idad estructural de su f ormación social. El primer elemento se denominado "el desarrollo del subdesarrollo".14 El distanciamiento
~iere a Ia orientación económica de estas sociedades hacia los centro;; entre las condiciones de producción y reproducción social entre centro
;fl~lcapitalismo mundial y a su subordinación a una dinámica histórica y periferia a partir del siglo XJX asume formas cada vez más extremas:
-l~bal; el otro a las formas concretas en las que se materializa dicha mientras en los países centrales la ''revolución industrial" conduce a
'~iJlámica en las estructuras económicas, sociales, políticas e ideológicas una rápida expansión económica que -aunque con retraso- Ilega
IJl]os respectivos países. Ambos elementos se condicionan mutua- a mejorar sensiblemente el nivel general de vida, los obstáculos y las
itente en una relación de movimiento y forma; en última instancia deformaciones dei desarrollo social se exacerban a medida que se pro-
~ refieren a una misma cosa bajo dos perspectivas distintas, que sólo fundiza y generaliza la funcionalización de sus recursos para la acumu-
Çon fines expositivos pueden ser separadas la una de la otra. lación industrial de las economías centrales.1.5
__.. En el plano de las clases sociales la diferencia entre el capitalismo
"endógeno" y el "exógeno" radica en que el surgimiento dei modo
de producción capitalista en los lugares de nacimiento dei capitalismo
2.2 LAS ESTRUCTURAS DEL SUBDESARROLLO condujo a la superación de las clases dominantes históricamente cadu·
cas por parte de dases y capas progresistas, mientras en las colonias la
imposición del capitalismo va acomipafiada de la subyugación -econó-
mica y muchas veces también política- de la totalidad de la sociedad
2.2.1 La fundamentación histórica del subdesarrollo autóctona a las dases dominantes de una sociedad extranjera. Con eso, ~,
las clases dominantes locales se convierten en meros intermediarios de ·
EI elemento constitutivo que da origen y que define al capitalismo de la una hegemonía extranjera (con mayor o menor margen de autoncr .
periferia al mismo tiempo que lo diferencia dei capitalismo de las me- mía) , se crea una mezcla sumarn:ente conµ-adictoria de clases y capas \
trópolis es su génesis histórica derivada: mientras en los países centro- sociales y se obstaculiza la posibilidad histórica de que surjan dases so-
europeos la historia del desarrollo del capitalismo es idéntica a su ciales nuevas que logren convertirse en protagonistas de un nuevo
primer surgimiento a escala mundial, en los países periféricos aparece ciclo de desarrollo económico.
como reflejo de ese desarrollo y partiendo de la existencia y él pre- El criterio de la hegemonía del desarrollo económico puede servir
dominio del capital en el mercado mundial. de explicación para aquellos contados ejemplos históricos en l?s 9ue
En Europa el capitalismo se impuso a las relaciones de producción algunas economías (Prusia, Japón) realizaron un desarrollo cap1tal1sta
precapitalistas a través de un largo proceso histórico y a medida que el subsecuente y hoy en día forman parte de las metrópolis a pesar de
mismo desarrollo económico y social de esas sociedades lo hizo posible estar confrontados en sus orígenes con la existencia y el predomínio
y necesario; aparece como solución transitoria de contradicciones so- dei capitalismo a escala mundial. La capacidad de sus clases dominan·/
ciales y pone en marcha un desenvolvimiento enorme de fuerzas pro- tes de mantener la hegemonía dei proceso económico -dadas una ;!
ductivas. Por el contrario, en aquellas regiones del globo en .que ese cantidad de condiciones económicas, sociales y políticas favorables- l
capitalismo se incorpora al proceso de la expansión progresiva de sus les permitió un desenvolvimiento amplio de fuerzas productivas en e1
contextos reproductivos, viene a interrumpir la dinámica históric~ marco nacional, aunque siempre en formas muy peculiares.
pmpia de aquellas sociedades; no supera progresivamente las relacione$ La problemática de los modos de producción no originarias forma
: de producción precapitalistas, sino las transforma de acuerdo con suJ parte de aquellos temas que Marx tuvo en vista para su posterior
exigencias y las confunde en forma contradictoria con otras relacione~ elaboración, pero que ya no logró terminar. Sólo dejó un título: "R~la­
sociales nuevas. ciones de producción secundarias". Su plan de trabajo en los Grundrisse
En el contexto de una división internacional del trabajo organizada prevé como punto 3:
los centros capitalistas, a estas zonas marginales se les asignan fun-
económicas cuy.f finalidad casi exclusiva es la de afianzar y 14 Frank [18], en el subtítulo. Véase ai respecto Mandei [42] y otros.
acelerar la acumulación en los centros. Así, la prosperidad económica 25 Se entiende que ai designar ciertas sociedades como "periféricas" nos refe-
de las metrópolis impide el desarrollo amplio de las fuerzas produc- rimos únicamente a su función económica dentro dei sistema capitalista mundial,
no a su ubicación geográfica ( aunque puede coincidir) ni mucho menos a un cri-
tlvas en sus áreas de influencia, poniendo en marcha lo que se ha terio de ''importancia" en términos absolutos o· extraeconómicos.
20 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 21

Lo secundario y terciario, en general relaciones de producción derivadas, metralmente opuestas a su lógica? Para dar respuesta a estos interro-
transferidas, no originarias. Ahí: injerencia de relaciones internacionales.H' gantes, tenemos que concretar primero los dos aspectos básicos dei
subdesarrollo mencionados -el proceso económico· subyacente y las
Siguen en los Grundrisse algunos ejemplos esporádicos: estructuras que produce- para después buscar el nivel de· mediación
entre las formas histórie>as y el análisis teórico.
La producción comunal y la propiedad común, que existe p. ej. en el Perú,
aparentemente .es una forma secundaria; introducida y transferida por. parte
de tribus conquistadoras, que por sí solas conocían la propiedad y Ia pro- 2.2.2 Reproducción dependiente dei mercado mundial
ducción comunal en su forma simple y antigua tal como existían en la India
y entre los eslavos. Asimismo la forma que encontramos entre los celtas de
Gales, p. ej., parece ser una forma trasmitida, secundaria, introducida
Con "reproducción dependiente dei mercado mundial" designaremos
por conquistadores entre tribus conquistadas de nivel inferior.11 el hecho de que elementos esenciales de la producción y reproducción
de las economías periféricas, en su aspecto económico como en el social,
Marx también comprobó que estas relaciones de producción secun- pasan por los mecanismos dei mercado mundial, quedando sometidos
darias -justamente por la "injerencia de relaciones internacionales"- a los intereses económicos de aprovechamiento y ai control político de
podían asumir apariencias muy distintas de las primarias de Ias que las dases dominantes en los países centrales. 19
se derivaban: Este interés económico de aprovechamiento de las metrópolis fue
lo que impulsó originalmente la incorporación de los países "retrasa-
Que a los duefios de las plantaciones [esclavistas] en América no. sólo los dos" ai sistema capitalista mundial por medio de la violencia o de la
llamemos capitalistas sino que lo sean se explica porque existen como competencia desigual. La misma función ha determinado todo el des-
anomalías dentro de un mercado mundial fundado en el trabajo libre.18 arrollo económico y social posterior d~ estos países hasta hoy día, y las
tendencias más redentes hacia una industrialización acelerada de algu-
Si no nos contentamos con tener estas "anomalías" por meras casua- nos países periféricos y hacia el lanzamiento ai mercado mundial de
lidades, se nos plantean los siguientes interrogantes: i Cuáles son las algunas de sus materias primas más "estratégicas" han modificado y
condiciones económicas que logran engendrar un capitalismo ·que se diferenciado ( "cuarto mundo") esa relación básica, pero no Ia han
basa no en el trabajo libre asalariado sino en el trabajo de esclavos? iNo suprimido.
hay que poner un signo de interrogación detrás de la teoría clásica dei En Ia base de la reproducción dependiente están las indispensables
capitalismo ante semejantes formas históricas que aparecen como diar relaciones de intercambio de materias primas que encadenan la pro-
ducción de los países periféricos con la de los centrales. Las estructuras
is Gnmdrisse, p. 29 [t. l, p. 30]; las cursivas son dei original. La temática
de producción creadas en el curso de la divísión internacional dei
de las "fonnaciones sociales secundarias" lleva necesariamente a plantear el
problema de un posible socialismo secundario o "periférico". No faltan los ejem- trabajo -eufemismo que esconde una asignación o imposición de tra-
plos de países, en la vecindad de la Unión Soviética, en que la abolici6n de la bajo-- implican que el excedente realizable de estos países la mayoría
propiedad privada de los medios de producci6n no fue el resultado de una de las veces consista en pocas materias primas de origen mineral o
revoluci6n proletaria victoriosa, sino que se consumó como consecuencia de agrario para las cuales hay poca o ninguna demanda local. EI grueso
una ocupaci6n militar en el curso de la segunda guerra mundial o cuando
menos bajo el amparo del poderio politico-militar de la Unión Soviética. La
de estos productos "tiene .que realizarse en el mercado mundial o en
consecuencia lógica sería que tampoco ahi fueron superadas ciertas contradiccio- los países industrializados, posibilitando en contrapartida la impor-
nes sociales sino que apenas se les superpusieron las nuevas condiciones histó- tación de aquellos bienes (de consumo, de equipo, etc.) que n.o · se
ricas, con la consecuencia inevitable de insuficiencias y deformaciones en su producen en el propio país dada la estructura unilineal de la produc-
constituci6n como formaciones sociales socialistas. La discusi6n acerca de las ción. A través de la forma material del excedente de los países econó-
"sociedades de transici6n" -en la que no podemos entrar aquí- en parte
podría bien llevarse bajo el denominador de "periferia socialista". micamente subdesarrollados se impone así un contexto determinado
11 Grundrisse, p. 390 [t. 1, p. 451]. La correcci6n hist6riéa del ejemplo no
19 Esto designa .una relación cualitativa, no necesariamente cuantitativa.
hace a nuestro argumento.
1s Grundrisse, p. 412 [t. 1, p. 476]. Marx se adelant6 pues por 110 aiios a Aun cuando el comercio exterior representa apenas un tanto por dento muy
la tesis central de Andre Gunder Frank sobre la funcionalidad capitalista de lu bajo del producto social bruto, este tanto por dento puede constituir el elemento
relaciones de producci6n en el Nuevo Mundo. estructurador para el conjunto de la ecoriomía.
22 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 23

de intercambio y de reproducción con los países industrializados, pa- Con esto no queremos negar las diferencias enormes que existen
sando por el mercado mundial". 20 entre las diferentes fases y formas de subordinación a los designios del
Así como en su aspecto material, también en sus proporciones de mercado mundial. El "mercado mundial" no es uniforme sino que se
valor, sus relaciones de distribución y de consumo y finalmente en ·sus presenta en una variedad infinita de expresiones que cambian radical-
expresiones y articulaciones ·sociales, el contexto reproductivo de los mente con el tiempo y el lugar. Tomar la abstracción teórica por Ia
países económicamente subdesarrollados sólo se complementa a través realidad cone.reta sería vaciar el término "mercado mundial" de todo
de su vinculación con el circuito económico de las metrópolis. contenido histórico.
La estructura de las dases dominantes de estos países sólo se En una primera fase, que dura hasta el siglo xvu y que se define
explica si la vemos como formando parte de una dominación social por el predomínio del capital comercial, todavía no se puede hablar
internacional. Las dases dominantes de un determinado país periférico de un mercado mundial strictu senso: las regiones deI mundo conquis-
sólo se complementan con una fracción "externa" de la burguesía tadas por los imperios espaiioles y portugueses en su proceso de expan-
compuesta por aquellas partes de las burguesías de las metrópolis que sión eran objeto del pillaje directo y del despojo de aquellos bienes que
a.hí detentan el control sobre los elementos exteriores del contexto prácticamente sin transformación produotiva podían servir para el
reproductivo de la economía periférica, ejerciendo así funciones econó- atesoramiento, como metales preciosos y bienes de consumo de máximo
micas, sociales, políticas e ideológicas esenciales de una clase domi- lujo (seda, especies). En una segunda fase, que se extiende a los
nante.21 siglos xvu y XVIII, se inicia la exportación de materias primas y de
La expresión "reproducción dependiente del mercado mundial" alimentos coloniales de alto valor (por ejemplo, colorantes orgánicos,
sólo pretende designar esta parcialidad de los órganos necesarios para azúcar) para Ias zonas manufactureras de los Países Bajos y Francia;
un sistema socioeconómico, obligando a una integración a través de apareciendo así formas primarias de una división internacional de
sus nexos con las metrópolis bajo condiciones que benefician el proceso trabajo articulada a través del mercado1 mundial.
de acumulación en los países centrales y obstaculizan el de los peri- Se puede habiar de un mercado mundial plenamente constituído
féricos. "Mercado mundial" equivale aquí a la totalidad de las estruc- en una tercera fase determinada por el capital industrial a partir de
turas económicas metropolitanas, a los centros del capitalismo mundial mediados del siglo XIX, cuando la exportación de productos primarias
en su conjunto; no hace referencia a las formas pormenorizadas en las para Inglaterra, la nueva metrópoli mundial -más tarde también para
cuales se articulan estas vinculaciones internacionales, no excluyendo sus competidores Alemania, Francia y Estados Unidos--, comienza a
por lo tanto aquellas relaciones que no asumen la forma de relaciones estructurar todo el potencial productivo de los países periféricos, que
de mercado. 22 a su vez se convierten en compradores de los productos terminados
en los centros industriales. Hasta esta fase no se termina de estruc-
2o Olle/Schoeller (325], citado del manuscrito, Berlín, 1975, p. 15. turar una "reproducción dependiente del mercado mundial" con todas
21 La distinción entre burguesías "externas" e "internas", a pesar de ser sus co~secuencias sociales, quedando restringida la validez plena de
analíticamente necesaria, muchas veces presenta extremas dificultades cuando este término a esa época, que es también la que en definitiva da origen
se trata de efectuarla empíricamente. Precisamente en los· sectores económicos a lo que hoy llamamos el "subdesarrollo".
hegemónicos es donde ambos componentes de la burguesía se entrelazan y se
funden en empresas, consorcios o danes. Así, capitales originalmente nacionales Sería demasiado simple si redujéramos la relación de dependencia
se asocian con capitales extranjeros; empresas originalmente extranjeras se con- económica a la fórmula
·vierten a lo largo de generaciones en componentes plenamente integrados de los
intereses económicos locales y de sus exprçsiones sociales. Piénsese por ejemplo Metrópoli: Departamento I (bienes de producción)
en los imperios Bunge y Bom en Argentina, Gildemeister en Perú, Volmer en
Venezuela, para citar tan sólo los casos de capitales originalmente alemanes. Periferia: Departamento II (bienes de consumo) .2 ª
Seria simplista considerar a los representantes locales de intereses extranjeros
como meros encargados o testaferros de estos intereses·; en sociedades apenas definición a la relación entre países industrializados y economías subdesarrolladas
diferenciadas, se insertan en la estructura local de dases, sin por eso dejar de ser -como lo hace Schoeller [55]- será muy problemático m:entras en estas últi·
los portadores de una dominación imperialista. mas el proceso de formación dei valor se siga rigiendo predominantemente por
22 En especial, no utilizamos aquí "mercado mundial" en el sentido de el intercambio internacional, porque no existen todavía condiciones de produc·
"competencia internacional de capitales nacionales", como puede definirse con dón "medias" en el ámbito nacional.
respecto a la relación de los países industrializados entre sí. Transferir esta za Según Juan Carlos Esteban, Imperialismo y desarrollo económico, Buenos
24 EL ESTADO EN LA PERIFERlA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO

Los dos departamentos tienen que subdividirse por lo menos una vamos una internacionalización creciente de la producción industrial,
vez para llegar a una primera aproximación esquemática de la trabazón orientada de nuevo hacia el consumo de las capas de altos ingresos y
económica internacional: hegemonizada por consorcios transnacionales, pero que tienen por
efecto que en los países periféricos más adelantados el proceso de
Depanamento la (maquinaria, equipo) industrialización se efectúe "hacia atrás", alcanzando hasta el sector
de bienes de capital.
Metrópoli: Departamento Ib (materias primas) El nexo reproductivo con el mercado mundial se reproduce en este
modelo nuevo a través de Ia dependencia en lo tocante a tecnolo-
Periferia: Departamento Ha (brenes de consumo de gía, modelós de consumo y sistemas de producción extranjeros; con
la clase trabajadora) ello, el interés y el control de las burguesías metropolitanas se desplaza
Departamento Hb · (bienes.de consumo de de los reflujos materiales destinados a la comercialización en los países
las dases altas y medias
improductivas). 24
centrales hacia la realización local y a los reflujos meramente financie·
ros en forma de transferencia de ganancias y el pago de licencias y
Este esquema puede servir como ei modelo más simple del contenido patentes. 25 Un síntoma de esta forma nueva de dependencia tecnológica
económico de la "reproducción dependiente del mercado mundial", y financiera es el crecimiento vertiginoso de las deudas externas de los
tal como se formó en la fase del "imperialismo dásico" hasta la crisis países periféricos. Quizás a través de e~tas tendencias anuncie el comien-
económica mundial y sigue subyaciendo a los fenómenos actuales de zo de una cuarta~ fase del mercado mundial, hegemonizada por el
subdesarrollo. capital financiero y dentro de la cual la actual función de los Estados
Sin embargo, ni ese ni ningún otro esquema simple puede satisfacer Unidos como rector dei sistema se desplaza bacia varios centros finan-
en última instancia: hay demasiadas excepciones, expresiones dema- cieros y conglomerados indm.triales enplavados en diferentes puntos del
siado multiformes, tendencias nuevas demasiado importantes como para orbe ( induyendo por ejemplo São Paulo, Teherán, Hong Kong ... ) ,
poder detenerse en tal modelo de relaciones internacionales. Así, en superándose así la circunscripción dei papel de metrópoli al marco
algunos países de la periferia la producción de comestibles destinados ai geográfico y social de un estado-nación definido.
consumo de las dases traba jadoras en los centros (trigo, por e jemplo) A estas variaciones históricas en la forma de vinculación con el
desempei"íó un papel importante desde su incorporación al sistema mercado mundial se agregan por supuesto otras de tipo geográfico,
internacional de trabajo. Mucho depende de qué productos se producen climático, ecológico, étnico y demográfico. Así, por ejemplo, las rela-
en concreto para la exportación, qué fases de elaboración recorren en el ciones entre un estado minúsculo y un consor.cio bananero internacio-
país de origen antes de ser embarcados, si los medios de producción nal tienen que ser radicalmente distintas a las que hay entre un
de estos sectores exportadores se encuentran en manos de una burguesía número mayor de empresas extranjeras y un estado ampliamente
local o extranjera, qué cantidad y calidad de mano de obra requiere dotado de territorio, población y recursos naturales. Pero sigue inva-
y cómo se reparte el excedente entre las diferentes· fracciones de las riada -y eso es lo que importa aquí- la subordinación funcional a
dases dominantes. las exigencias dei proceso de acumulación en los países centrales.
Una muestra de este tipo no debe considerarse como algo estático. Esta dependencia dei mercado mundial de ninguna manera repre-
En una fase transitoria que va aproximadamente desde la crisis econó- senta un aspecto meramente externo de la sociedad en cuestión; por
mica mundial hasta la guerra de Corea, en algunos de los países más el contrario, prácticamente no se encuentran estructuras sociales que
grandes de América Latina se implantá una industria sustitntiva de no hayan sido o creadas o impregnadas de modo decisivo por esa lógica
importaciones de bienes de consumo masivo, Desde los afios 50 obser- económica internacional. Y viceversa, son estas estructuras internas
con sus exponentes sociale~ las que transforman este nexo determinante
Aires, Palestra, 1961, pp. 30-31 (por lo demás precursor sagaz en e! análisis en práctica social, lo concretan y lo diferencian, y las que a través de
de la "dependencia", en vista de! afio en que escribe).
24 Según la fórmula de Schoeller [55], p. 213, y la muy similar de Sarnir
" 5 "En e! horizonte de! afio 2000 vislumbramos el advenirniento de una
Amin [2] y "Zur Theorie von Akkurnulation und Entwicklung in der gegen- era en la cual las economías, como la alemana, en lo fundamental exportan
Weltgesellschaft", en Senghaas [58], pp. 71-97 (versión original pat.entes, técnicas y calcos" ( Canciller Helmut Schmidt, Frankfurter Allgemeine
en Tiers MQnde, 52, 1972). Zeitung, 23 de agosto de 1975).
26 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 27

conflictos sociales deciden sobre posibles alternativas de art1culación tras que extensas regiones del interior siguen casi .desiertas o abando-
o de ruptura. nadas a un letargo económico; estas "periferias de las periferias" a
veces se conectan menos entre sí que cada una radialmente con el res-
2.2.3 Heterogeneidad estructural de la formación social pectivo polo urbano. 27
La coexistencia de componentes sociales capitalistas con otros no
El resultado de esta articulación interna de una dinámica económica
capitalistas, que a primera vista parece anárquica, no está, sin embargo,
global es una formaci.ón social caracterizada por su heterogeneidad :
en Ias sociedades periféricas el modo de producción capitalista ha falta de sistema; la generalización incompleta de las relaciones de
producciôn capitalistas no rige para todos los sectores de la economía '
Uegado indudablemente a ser el dominante, pero no es el único. Existen
~r el cont~ari.o, ei;i, amplios sectores formas _no capitalistas de produc~ y para todas las regiones dei mismo modo.
Así, la esfera de circulación ya prácticamente no conoce otro modo
;
cmn y de distnbucmn, pero que .deben su existencia y su funcionalidad
de organización que el capitalista: rige en forma exclusiva para el
a esa forma histórica específica de penetración capitalista en las regiones
auxiliares de la economía internacional. 2e intercambio a través del mercado mundial, y en forma predominante
La característica más definitoria de aquellas estructuras sociales también para la distribución interna; aunque en lo que respecta a esta
que hoy llamamos "subdesarrolladas" no es sólo un retraso económico última, en algunos sectores los órganos de la circulación capitalista como
-cabría llamar a esto "no desarrollo" o "infradesarrollo" - sino la el si_ste~a bancario y creditício tienen un desarrollo todavía precario,
coexistencia de técnicas productivas modernísimas al lado de anticua- sustitmdo mm:has veces por relaciones de clientela o de usura al lado
das. A esta disparidad extrema de niveles de productividad se agrega de relaciones. de mercado sobreviven tributaciones extraco~erciales
y en algunos sitios aislados todavía se usan pagos en especies y true-
que clirecto de valores ?e ?so. Pero donde más típicamente se encuen~
una estructura sectorial sumaniente desequilibrada y un mercado que-
llrantado por múltiples barreras económicas y sociales.
En el plano social esto se expresa en un fraccionamiento múltiple tran las formas no capitalistas es en Ia esfera de la producción, en las
acompafiado por una compleja estratificación de las dases dominantes relaciones entre los propietarios de l~s medios de producción con..:,
que aglomeran a representantes del capital financiem internacional los productores directos, que muchas veces siguen teniendo un ingre-
dient~ de dependencia personal, y en las técnicas de producción prein-
con pequenos empresarios manutactureros, capitalistas agrarios mo·
dustr1ales. Estos elementos no capitalistas de producción se encuentran
demos con latifundistas tradicionales, etcétera.
No menos clispares se presentan las relaciones de trabajo de las en sectores agrarios28 y en formas de trabajo simples. En sociedades
dases dominadas: al lado del trabajo asalariado libre siguen existiendo donde existen castas, tribus o etnias discriminadas (en América Latina:
formas abiertas o solapadas de dependencia persÓnal, restos de una negros e índios) 29 son ellos los que en proporción alta se encuentran
en ese tipo de relaciones no plenamente capitalistas.
producción comunal precolonial y, finalmente, un amplio sector de
27 Véase la red ferrocarrilera y carretera de Argentina, que se concentra a
sobrepoblación relativa -los llamados "marginales"- que se mantie-
nen penosamente gracias a trabajos ocasionales, seudoautónomos, o manera de telaraíía en el puerto de Buenos Aires.
28 Jean Piei [334], p. 349; da e! ejernplo del Perú, donde subsisten formas
-como sirvientes o minifundistas. de servidumbre por deudas ("enganche"), así corno el pago en coca o en
El bajo grado de integración económica se refleja en lo espacial alc~hol. Los ~jemplos podrían arnpliarse infinitamente; en Papúa, Nueva
-como desequilíbrio e insularidad de las diferentes regiones que compo- Gumea, por e1ernplo, a los trabajadores de las minas de ·cobre se les paga
nen el territorio económico nacional. Todas las ·funciones urbanM jen cocos!
29 Con ello se plantea corno problema teórico la relación entre raza y clase.
-'-industria, comercio, adminístración. cultura- se concentran en una Aunque ambas se correlacionan estrechamente, no son idénticas, corno lo pos·
o muy pocas "cabezas de Goliat" co~ infraestructura moderna, mien- tulan polémicamente Carlos Guz.rnán BOckler y Jean-Loup Herbert, Guatemala.
26 Tal como "reproducción dependiente del mercado mundial", tarnbién la Una interpretaci6n hist6rico-social, México, Siglo XXI, 1972, paI'a los cuales
expresión "heterogeneidad estructural" es apenas un término provisional y auxi- la división de· dases en Guatemala asurne la forma de una divisi6n entre indí-
liar de tipo estructuralista -más cuestionable todavía que el prirnero, porque no genas y ladinos ( mestizos y blancos). No obstante su valor provocativo, esta
da prácticarnente ninguna indicación acerca de su contenido ( i qué hay en este concepción resulta teóricamente deficiente y políticamente peligrosa por la línea
mundo que no sea estructuralrnente heterogéneo?). En lo posible, utilizamos d_i~isoria que traza ~mtre los in~ígenas y el proletariado ladino. Una concep-
el término sólo en la cornposición "heterogeneidad estructural de la forrnación c1on correcta tendna que partir del concepto de superposición de contra-
social" -pero en última instancia la expresión sólo puede llenarse de un dicciones de dases a diferencias étnicas, de una rnanera que permita rnantener
contenido específico a través de su definición. legitimar y mistificar· las relaciones de dorninación existentes. '
28 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA T~ORÍA DEL SUBDESARROLLO 29

Queda por último todo e.1 sector reproductivo de la economía casera, Como consecuencia de los intereses extremadamente unilaterales
típico dei trabajo femenino, donde las relaciones de tipo capitalista de estos sectores hegemónicos, el adelanto técnico se limita a áreas
casi no han penetrado todavía ( es en el traba jo femenino donde las económicas muy parciales que se convierten en islas de alta tecnología
estructuras sociales de los países industriales tienen más parecido con y de poder financiero. Todos los recursos naturales y humanos aprove-
los países "retrasados"). chables para estas actividades se explotan en forma sistemática, mien-
Vemos, pues, que e] grado de penetración de las relaciones capi~a­ tras que los. demás recursos y las demás zonas del país que no brindan
listas no es parejo en todos los sectores, sino que demuestra un declive perspectivas de lucro a corto plazo quedan abandonados o cumplen
sectorial. social y espacial. Siguiendo este declive hacia "arriba", llega- una función subordinada como proveedores de bienes o de mano de
mos al elemento clave que produce históricamente tales formaciones obra baratos. 31
sociales heterogéneas. Este elemento dinámico son los sectores econó- En este proceso las formas no capitalistas de producción y de distri-
micos hegemónicos, los que realizan la vinculación con el mercado mun- bución no sólo no se eliminan, sino que se reproducen permanente-
dial y representan la forma concreta que asume la subordinación dei mente hasta el día de hoy. Los componentes no capitalistas que se
país respectivo a la estrategia económica global. Los intereses económi- encuenfran hoy en los países del "tercer mundo" sólo muy excepcio-
cos metropolitanos se materializan en filiales comerciales, plantaciones, nalmente pueâen llamarse precapitalistas en el sentido de ser resíduos
minas, ferrocarriles, industrias, bancos. etc; Constituyen el eje a partir de modos de producción que históricamente precedieron al capita-
dei cual se estructuran en forma concéntrica las demás estructuras eco- lista en estos países. Las estructuras actuales del subdesarrollo en su
nómicas y sociales del país. gran mayoría constituyen productos directos de la historia de la pe-
Desde el punto de vista estrurtural e histórico los sectores hege~ netración capitalista en estos países. No corresponden al caso de una
mónicos representan e] eslabón principal a través del cual la repro- sociedad precapitalista relativamente intacta que apenas comienza a
ducción dependlente del mercado mundial se transforma en una for- sufrir los impactos de un comercio exterior incipiente, a que se refiere
mación social heterogénea. Cambios en las condiciones de acumulación la siguiente observación de Marx:
en los países industrializados se traducen en rambios en la oferta y la
demanda dei mercado mundial y llevan a la creación de nuevos sectores La organización de Ia producción interna ya está modificada por Ia circula-
hegemónicos, mientras los antiguos pasan a una etapa vegetativa, si no ción y el valor de cambio; pero todavía no está compenetrada por ella ni en
es que desaparecen, arrastrando en su ruína ciudades y regiones enteras. toda su superficie ni en toda su profundidad. Eso es lo que se llama el efecto
EI auge y el ocaso de fracciones de la clase dominante, por consi- civilizador del comercio exterior. Depende entonces en parte de la intensidad
guiente, tampoco se debe a adelantos de las foerzas productivas opera- de esta influencia externa, en parte dei grado de desarrollo de los elemen-
dos dentro dei propio país, sino que son consecuencia de nuevas formas tos de Ia producción interna -división de trabajo, etc.-, hasta qué punto
de penetración extranjera y reflejo de avances técnicos en las metró- ·
polis que redefinen las funciones económicas asignadas a las periferias. ,
ampliación, del desplazamiento y de la agregac1on, y casi. nunca por medio
De ahí que sectores caducos o no capitalistas de las dases domi- ! de la ruptura definitiva y la revolución." (Jean Piei [334], p. 336.) Véase
nantes raras veces se eliminen por completo. porque no es condición también Oliveira [50], pp. 30-32. Una percepc.ión aguda desde una perspectiva
para que una nueva fracción asuma e! papel hegemónico. EI relevo se no marxista de esta a~regación de elementos de apariencia "museal" se encuen-
opera desde fuera, no tiene su origen en pugnas interfraccionales. tra en Anderson [173].
31 El papel de los sectores hegemónicos en muchos aspectos es comparable
Desalojada la antigua fracción hegemónica de su funrión rectora, al de los monopolios en los países capitalistas altamente desarrollados; de hecho.
puede seguir participando en el sistema ai cumplir con funciones secun- en la mayoria de los casos se trata precisamente de monopolios de los centros
darias o mediadoras ai margen dei acontecer económico moderno1 industrializados. Los estudios existentes sobre la función de los monopolios en
estancándose técnica y financieramente. Así se crea un sistema estrati- el desarrollo capitalista de los centros industrializados contienen indicaciones
ficado de burguesías fuertes, intermedias y débiles, según su "cercanía" teóricas importantes para el análisis de los sectores hegemónic-0s de las peri-
ferias. Sin embargo, sus efectos sobre el resto de la estructura social de un país
histórica y funcional al sector hegemónico dei momento. 30 van mucho más aliá de meros obstáculos a la libre competencia o en general
de fenómenos que se limitan a la esfera dei mercado: todo el desarrollo de las
ao "Lo nuevo se ha sobrepuesto a lo viejo sin eliminarlo. La estructura de fuerzas productivas y el correspondiente despliegue de la formación social se
la sociedad peruana se .ha desarrollado por medio. dei desdoblamiento, de la ven condicionados por ellos; ante esto, ya es secundario el que dominen
el mercado, si no es que lo crean de acuerdo con sus necesidades.
í'

30 EL ESTADO EN LA
t
PERIFERIA CAPITALISTA i ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 31
- 1
í
el movimiento bacia la imposici6n del valor de cambio se apodera de la! disponibilidad, está pervertido en su forma cuando no hay fuerza
totalidad de la producción. 32 f de traibajo libre o cuando resulta demasiado cara. Asimismo las for-
!
mas de agricultura de subsistencia en minifundios se distinguen sustan-
Sigue siendo válido para el caso de las economías subdesatrolladas (
cialmente de una producción de valores de uso precapitalistas: sirven
(desconocidas por Marx) que el capitalismo no ha generado las formas 1
para asegurar una reproducción gratuita de una fuerza. de trabajo
que lo tipifican "hi en toda su superficie ni en toda su profundidad''. !
temporaria fuera del tiempo de la cosecha o para producir a bajo
No obstante, hoy en día las estructuras sociales todavía no "apoderadas''!
costo víveres o bienes de consumo simples para la8 capas trabaja-
por el modo de producción capitalista representan rarezas etnológicas. !
Los remanentes de sistemas sociales autóctonos que excepcionalmente j dt>ras urbanas. Así que lo que llamamos sectores "no capitalistas'i
(utilizando una expresión corta y conocida) en realidad casi siempre
se han podido encontrar, han tenido que cambiar su contenido social !
constituyen componentes sociales imperfectos o deformados en su
en un proceso de adaptación al sistema capitalista dominante. 33 1
forma, pero capitalistas en su función.
Desde este punto de vista resulta insostenible considerar estas estruc- !.
Por consiguiente, tampoco los sectores plenamente capitalistas pue-
turas no capitalistas como restos de sociedades "tradicionales" que!
den verse aislados de las condiciones no capitalistas de trabajo en otros
existen en forma inconexa al lado de sectores económicos modernos, '
sectores y regiones. La rehaja de los costos reproduotivos originada
obstaculizando su difusión. AI contrario, en la mayoría de los casos
ahí se transmite a toda la escala de trabajo sucesivamente más com-
puede demostrarse que estos sectores "retrasados" tienen una utilidad
económica directa para el proceso de acumulación en los sectores capi- plejo, abaratando los costos de reproducción de la fuerza de trabajo
en todos los niveles y ampliando así la tasa de ganancia en su pro-
talistas, constituyendo muchas veces una condición sine qua non en Ias
circunstancias históricas prevalecientes, y que de esta función econó- medio nacional.
1
mica se deriva su existencia o por lo menos su contenido social actual.
Si por ejemplo la imposición de la producción capitalista en las
Pero también allí donde resulta imposible encontrar una funci6n
económica directa de ciertos elementos ,no capitalistas para la produc-
colonias llegó a resucitar el esclavismo y si sigue inventando formas ción capitalista de valores, su existencia en su forma actual muchas
de dependencia personal, no se trata entonces de remanentes afuncio- veces se debe a una racionalidad económica que justamente exige su
marginación como solución más económica para el proceso de acumu-
nales de producción esclavista o feudal, sino, por su función económica,
lación en curso. Si por ejemplo el capital disponible se concentra plena-
de trabajo asalariado que, con el fin de abaratarlo y de asegurar su
mente en los polos dinámicos de la economía, sustituyéndose en otro~
s2 Grundrisse, p. 168 [t. 1, pp. 195·196]. sectores por trabajo simple ilimitado,34 o si el mercado interno se retrae
~s Amin, en Senghaas [58], pp. 95s. La mayoría de las formas no (plena- a los detentores de altos ingresos obligando a todas las demás capas
mente) capitalistas que se encuentran hoy día en América Latina tienen su
origen no en la época precolonial, sino en la colonia; no representan por ende sociales a revivir formas de subsistencia, 35 esto, lejos de constituir un
remanentes de formaciones sociales precapitalistas, sino de una fase temprana impedimento de la acumulación, puede significar su aceleración, a
de la imposición dei capitalismo. manera de incubadora.
A manera de ejemplo de cómo relaciones de producci6n no capitalistas siguen Puede haber ejemplos de lo contrario, donde no existe en la actua-
procreándose precisamente como consecuencia de una forma específica de la lidad una racionalidad económica para ciertas estructuras, o donde
penetración de una producción capitalista moderna puede servir el caso ;
de la apertura de la Amazonia: el estado brasilefio ofrece a las empresas indus- los polos industriales ya no se benefician de su existencia. Así, por
triales concentradas en el sudeste dei país la posibilidad de amortizar buena ejemplo, no se vislumbra ninguna manera en que la sobrepoblación
parte de sus deudas impositivas en ínversiones en el norte. Prácticamente todos, rural paupérrima del noreste brasilefio hoy día pueda seguir siendo-
incluida la Volkswagen, hacen uso de esta posibilidad, que es un regalo por parte económicamente útil para el crecimiento industrial en el sur del país.
del estado. La forma más simple y especulativa de inversión es el latifundio,
aprovechada superficialmente para la cría de ganado. Para el desmonte no se Pero estas estructuras no surgieron como afuncionales, sino que se
emplean trabajadores asalariados, sino se deja que trabajadores agrícolas emi~
grantes del noreste se asienten en estas propiedades y comiencen a talar un S4 Oliveira (50].
pedazo de tierra para su propia subsistencia ("posseiros"). Después de aproxi- 85 Wolfgang Schoeller, "Unterentwicklung und ungleicher Tausch auf dem
madamente tres afios, cuando estas tierras llegan a ser plenamente aptas para Weltmarkt'', en Brandes/Tibi [7], pp. 140-175. Es éste el principal mecanismo
el uso agrícola, se aprovecha la situación ilegal de estos asentamientos para de la pauperización y no un supuesto drenaje continuo de partes del valor
expulsar a los habitantes, obligándolos a repetir el proceso más adentro en la producido en estas "colonias internas", tal como lo postula el modelo de "me-
selva. El costo del desmonte para la Volkswagen: ninguno. trópolis" y "satélites" de Andre Gunder Frank.
32 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 33

crearon en el pasado siguiendo ias racionalidades económicas del mo~ histórica .lo que impregna profundamente su conformación y funcio-
mento histórico, y no.se convirtieron en inoperantes has.ta que cambia- namiento concretos.
ron las condiciones económicas; EI hecho de que deban su existencia al accionar de las leyies del
Vemos así que a la cuestión del nexo funcional entre sectores no capitalismo no significa que estén suficientemente descritos por los
capitalistas y modernos en eI nivel económico no se le puede dar una términos "puros" de la teoría capitalista. Así, por ejemplo, relaciones
respuesta general, sino sólo diferenciada por épocas, regiones y sec- de dependencia personal pueden constituir, por su ftmción económica,
tores. En un plano histórico más general hay que invertir los términos trabajo asalariado pervertido; no por eso la relación es menos real
de Ia pregunta: si es Ia forma específica de la penetración capitalista y ello impide que a los trabajadores que se encuentran en esta situa-
la que, en el proceso de su expansión por el me.reado mundial, produce ción se les incluya sin más en la noción del proletariado.
y perpetúa estructuras no capitalistas, entonces estas estructuras --en Numerosos contexos económicos de los que depende el juego libre
promedio, como tendencia y tomadas en su conjunto- tienen que tener de la dinámica propiamente capitalista aparecen aquí desvinculados.
una funcionalidad histórica para esta .forma de penetración capitalista. Falta un espacio económico nacional integrado y un mercado único.
No se excluye que en este proceso puedan surgir también elementos La movilidad de capital y de traibajo sólo es posible dentro del marco /
parciales contraproducentes, que excepcionalmente focluso lleguen a limitado de "compartimientos'', de suoursales, niveles de productividad
poner en peligro ai sistema -lo contradictorio de cualquier tendencia y de regiones con condiciones de producción comparables. El tiempo de
es algo inherente ai carácter delmodo de producción capitalista. 36 trabajo se valora de forma completamente distinta según el sector o
La expresión "heterogeneidad estructural" justamente quiere poner la región, porlo que no hay un proceso constitutivo dei vàlnr nacional.
de relieve que las formas de organización no capitalista por su cantidad En consecuencia, no se establecen todos aquellos promedios nacionales
y calidad no constituyen cuantos meramente residuales, sino que la (condiciones medias de trabajo; trabajo necesario; tasa de ganancia
expansión del modo de producción capitalista precisa históricamente media; precio de producción, etc.) que serían la base de una compe-
de estas "muletas" no capitafütas. La heterogeneidad "normal" de tencia libre y de los movimientos comPensatorios inherentes a la ley
rualquier sociedad concreta, y el hecho de que hasta en Ias sociedades de valor. 38
capitali;;tas más avanzadas se encuentran remanentes de organización Algunas de las relaciones lógicamente consustanciales con el moào
social. capitalista, todo esto ya queda expresado por el término de de producción y reproducción capitalista aparecen desmembradas;
"formación social" como concreción histórica de un "modo .de pro- como la necesaria correspondencia entre capital y trabajo asalariado,
ducción" abstracto. Y sólo a eso se refiere Marx en el conocido párrafo: entre competencia y desarrollo de las fuerzas productivas, entre bienes
de capital y bienes de consumo, etc. Esta disociación de órganos sociales
En todas las forrnaciones sociales es una producción determinada -y por
puede darse en. sociedades estructuralmente heterogéneas, porque a
consiguiente tarnbién las relaciones de producción que le son propias- la
que asigna a todas las dernás su rango y su influencia. Es una ilurninación través de su reproducción dependiente estas relaciones necesarias siguen
general que inunda a todos los dernás colores y los modifica en su pecu- estableciéndose, pero en el contexto mundial. Los supuestos lógicos
liaridad. 37 rigen para el modo de producción como un todo histórico, pero no se
verifican en cada una de sus partes. 39
Por cierto que también en la periferia capitalista todas las relacio-
nes sociales reciben su "rango y su influencia" del modo de producción 38 Véase Karl Marx, Das Kapital, t. 3, MEW 25, pp. 206ss. [El capital (en

capitalista; pero no obstante son elementos constitutivos de su existencia 8 vols.), México, Siglo XXI, t. m/6, pp. 228ss.] En lo subsiguiente, se citarán
las obras de Marx y de Engels de la principal edici6n alemana, la Marx-Engels-
Werke, 39 tomos,. Berlín·RDA, Dietz-Verlag, varios aiios, con Ja, abreviatura
36 "La tendencia principal a la subordinaci6n bajo el capital implica una
de MEW .. No están incluidos en esta edici6n los Grundrisse ni los Resultate.
iimitaci6n dei desarrollo para adecuarlo a la divisi6n de trabajo impuesta por el que se dtan con una referencia aparte.
3 9 Unos apuntes de Marx acerca de la funci6n dei comercio exterior con-
mercado mundial [ ... ] Estas condiciones desfavorables para el desarrollo nacio-
nal son, sin embargo, en un primer plano condiciones favorables para el capital tienen la observaci6n de que hasta la relaci6n necesaria entre acumulaci6n capi-
como relaci6n universal. Así, el dorninio dei capital en su forma internacional talista y trabajo asalariado "libre" puede presentarse disociada, "porque toda
está en cierto grado opuesto a su dorninio en forma nacional" (Ramalho la forma social de las naciones retrasadas [ ... ), que se encuentran relacionadas
[345], p. 60). ron un mercado mundial basado en la producci6n capitalista, se ve determinada
37 Grundriss11, p. 27 [t. 1, pp. 25-26].
por é!. Por grande que sea el excedente que e~traen en forma simple como ai-
34 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 35

Claro está que un tal desmembramiento de contextos sociales en el Para captar el objeto de la investigación en su pureza, libre de circunstancias
plan~. local y su reconstitución en el marco internacional tienen que accesorias perturbadoras, tenemos que considerar todo el universo comercial
mod1_f1car enormemente e! modo concreto de àcción de la Iey de valor. como una nacíón y presuponer que el modo de producción capitalista se ha
E:içphcar este modo de acción modificado sería justamente la tarea instalado por todas partes y se ha apoderado de todas las ramas indus~riales.42 ·
de una "teoría de la reproducción capitalista periférica", en la cual
t~ndrían que fundirse también los aspectos de la "reproducción depen- El concepto del modo de producción capitalista, de acuerdo con Marx,
d1ente del mercado mundial" y la "heterogeneidad estructural de la sólo puede elaborarse partiendo de dos supuestos:
formación social". Estos dos conceptos no pasan de ser una generali- 1] EI proceso global de la producción y reproducción sociales se
zación de elementos histórico-decriptivos y una aproximación "estruc- realiza exclusivamente dentro del marco de un estado-nación aislado
turalista''. p~ovisional que se justifica mientras los complejos históricos de influencias externas. 43
a que se ref1ere no encuentran aún una conceptuación teórica válida; 2] El modo de producción capitalista ha eliminado todos los vestí-
gios de sistemas económicos precapitalistas.
La situación real de. los países de la periferia capitalista dista de
2.3 ALGUNAS DETERMINACIONES TEÓRICAS PROVISIONALES adecuarse a estas premisas teóricas. AI contrario: si el subdesarrollo
puede ser definido como "reproducción dependiente dei mercado mun-
l dia!" y "heterogeneidad estructural de la formación social" entonces
2.3.l E plano de una teoría de la reproducción capitalista periférica esto equivale a que la realidad social de las regiones periféricas del
No podemos desarrollar aquí esta teoría buscada, pero sí podemos dar capitalismo justamente en sus dos aspectos principales contraría diame-
algunas indicaciones preliminares al respecto -necesarias, por lo demás, tralmente las dos premisas teóriéas centrales de un modo de producción
porque de ellas depende el que realmente pueda haber una tal capitalista "puro": .
teoría del subdesarrollo y por ende una teoría "del" estado de la pri- 1] El proceso de reproducción de estas sociedades no puede ser ana-
feria capitalista. lizado haciendo abstracción de su contexto internacional, que ai contra-
Se plantea la siguiente pregunta: ifüdsten características específi- rio constituye e! marco históricamente determinante de la repro-
, · ducción.
cas d e tod as las economias de la periferia capitalista que puedan se'r
conceptualizadas en un nível Jógico-abstracto? i Sólo se puede analizar 2] La producción capitalista "no se ha instalado por todas partes";
la expansión capitalista en forma separada para cada sociedad y en un su conformación concreta sólo se explica a través de su relación funcio-
nivel histórico concreto? En otras palabras: ipuede haber una teoría na! con componentes sociales no capitalistas.
del capital periférico diferenciada de la teoría dei capital én general? No es extrano, pues, que el análisis dei subdesarrol16 se caracterice
í.ste es el postulado de buena parte de la literatura "dependen- por titubeos teóricos: i puede una teoría general dei capital "cuajar"
tista'', 4 º mientras que los autores que parten dei análisis dei mercado con una realidad que pone sus premisas teóricas centrales patas para
mundial tienden: a negar esta posibilidad.41 arriba? iNO hay que elaborar una nueva teoría dei capitalismo peri-
El dilema metodológico salta a la vista si recordamos las premisas férico partiendo de premisas inversas, o por lo menos modificar la
con las que comienza Marx su análisis de la sociedad capitalista: .+.~•·,.nr•" general introduciéndole estas circunstancias distintas?
Proceder así sería mal entender la relación entre teoría e historia
-godón o ;:orno trigo dei trabajo excedente de sus esclavos, pueden quedarse en el sistema de Marx: su exposición de la "anatomía de la sociedad
en este mvel de un trabajo simple, no diversificado, porque están facultados burguesa" no es una descripción de una realidad histórica concreta;
i:or el comercio exterior [a dar] cualquier forma de-valor de uso a este producto
s1mple" (Karl Marx, Theorien über den Mehrwert, MEW 26 .3, p. 239 ). en consecuencia, sus premisas tampoco son la definición de un "tipo
40
Ruy '."fauro Marim, op. cit.; Córdova [ 13]; y tendencialmente también 42 Das Kapital, t. l, ME.W 23, p. 607 [t. 1/2, p. 715n]. Hay varias citas
en los traba1os de Theotonio dos Santos, por ejemplo los contenidos en su libro
Lucha de clases y dependencia en América Latina, Bogotá, Oveja Negra, 1970, similares en las cuales Marx recuerda ai lector que desarrolla sus categorías
Y en buena parte dei estudio sobre "marginalidad". "haciendo abstracción provisional de todos los fenómenos que ocultan el juego
41
Así, con bastante anticipación, Wolfgang Schoeller, en un Comentaria inmanente de su mecanismo" (ibid., p. 590 [t. 1/2, p. 693]).
4 ª La cita también puede interpretarse en ·e! sentido de que supone un
a un artículo de ~ardoso. en Probleme des Klassenkampfs, 6, marzo de 1973,
pp. 71-74, Y el mismo Cardoso en Las contradicciones del desarrollo asociatlo. mercado mundial plenamente integrado, ya no obstaculizado por fronteras nacio-
nales -con el mismo iesultado en un modelo cerrado.
ELEMENTOS DE LA TEORÍA.DEL SUBDESARROLLO 37
36 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
están más evolucionados y que circunstancias modificadoras tienen
ideal" que reduce una cantidad de casos concretos a un denominador una influencia menor, de modo que la dinámica social real se acerca
común para de ahí llegar a clasificar los fenómenos individuales por m;ís a las leyes lógicas.
la vía de la ampliación y la modificación. Esto corresponde al método El capitalismo "subdesarrollado", por consiguiente, se caracteriza
"comprensivo" de la teorización burguesa; el método "explicativo" porque el capital en cuanto relación social se encuentra todavía menos
de Marx, por el contrario, logra analizar los fenómenos de la sociedad adelantado en su conquista de la sociedad, obstaculizado en su avance
burguesa justamente porque no se detiene en la superficie de la socie-. por múltiples estructuras específicas no plenamente capitalistas que lo
dad: descubre los mecanismos que están en su base, retrotrayendo e! obligan a una cantidad de comprornisos que no concuerdan con su
sistema burgués a sus determinantes más abstractos y mostrando las verdadera naturaleza. No obstante, desde el momento en que damos
relaciones lógicas que existen entre ellos. por supuesto que la existencia del capitalismo al nivel del mercado
"Para examinar los fenómenos en su forma intrínseca, correspon- mundial ya no resulta algo externo a una sociedad, sino que domina
diente a su concepto",4 4 hay que hacer abstracción de peculiaridades la "organización de la producción interna", sólo podemos compren-
históricas dei caso individual y suponer un conjunto plenamente desen- der las expresidnes imperfectas del capitalismo partiendo del capitalismo
vuelto en el cual todas sus partes se comporten de acuerdo con el acabado.
sistema en su totalidad.
Llegamos a la conclusión de que en el plano lógico-abstracto no
Para relacionar una tal teoría con la realidad histórica no corres-
puede haber una teoría del subdesarrollo al lado de la teoría general
ponde "modificar" o "ampliar" estas leyes abstractas dei sistema, sino
del capitalismo o como su ampliación; el subdesa:rrollo sólo puede ana-
aplicarlas en e! análisis de fenómenos concretos estudiando su modo
lizarse en un nivel histórico-concreto aplicando Ias definiciones lógicas
de operar en condiciones específicas. Hay que preguntarse: i Hasta
generales.
qué punto e! modo de producción caipitalista ya se ha constituido como
totalidad? Y i qué circunstancias empíricas específicas modifican el Esta distinción entre lo lógico y lq empíri.co nos permite compren-
modo en que operan sus mecanismos básicos? 45 der cómo puede ser válida una teoría para un tipo de sociedad cuyas
Este modo de proceder es indispensable en e! análisis de cualquier particularidades históriéas se conforman precisamente en el opuesto
realidad histórico-concreta, incluso en el de una sociedad capitalista directo .de las premisas que fundamentan la construcción teórica. La
altamente desarrollada: jarnás ha existido el capitalismo en forma pura reprodución dependiente y la heterogeneidad estructural de las forma-
y abstracta. En todos los países y desde el comienzo su desarrollo ha ciones sociales periféricas no hacen la lógica sino la historia del capital.
estado vinculado al mercado mundial e influído por é!, 46 y en cualquier Si los supuestos teóricos para un modelo puro y cerrado, necesario para
sociedad capitalista concreta ha habido y sigue habiendo componentes la explicación de la dinámica inherente ai sistema, no se dan en la
no capitalistas. realidad histórica, esto no es óbice para que la dinámica siga funcio-
Así, pues, capitalismo "desarrollado" quiere decir sólo que las leyes nando: operará de un modo impuro y trastornado por influencias
inherentes a este modo de producción ya han logrado una vigencia externas. Lo esencial del capitalismo no es el marco nacional ni su
más global, que los órganos y la dinámica que les corresponden grado de desenvolvimiento, sino la conversión de las relaciones sociales
en relaciones de mercancía y un sistema de reproducción ampliada
44 Karl Marx, Das Kapital, t. 3, MEW 25, p. 199 [t. m/6, p. 240].
basado en la extracción de plusvalor. Si no son éstas las regias que
45 "Lo que puede variar en sítuaciones históricas distintas es sólo la forma dominan el proceso social, no podemos hablar de una sociedad capita-
en que se imponen aquellas leyes [ ... ] La ciencia consiste precisamente en lista -pero si lo s-:m, el método para su análisis es la teoría general
saber cómo se impone la ley de valor" (Karl Marx, Carta a Kugelmann dei que explica estas regias, por más impuramente que se realicen en la
l l de ju!io de 1868, en Karl Marx/Friedrich Engels, Briefe i.iber "Das Kapital",
Erbngcn, Politladen, 1972, p. 185. práctica.
46 "Las condiciones nacionalcs de la acumulación dei capital son acufiadas Si los dos aspectos centrales del capitalismo periférico no concuer-
desde el comienzo por el mercado mundial" ( Gerstenberger [105], p. 213), de dan con las premisas de la teoría pura, esto "sólo" implica que la
donde se dcduce, para la cuestión dei estado, "que la influencia determinante aplicación de sus conceptos se vuelve extremadamente complicada.
de sus estructuras ya operaba en la fase constitutiva dei estado burgués" ( ibid:,
p. 220). Inglaterra no es el caso "normal", sino el caso excepcional de un
Los obstáculos que encuentra la dinámica del capital la fragmentan
desarrollo capitalista originario, con domínio dei mercado mundial. Véase tam- de tal forma que sus re~ultados pueden aparecer como su negación. Por
hién Olle/Schoeller [325].
38 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL 'SUEDESARROLLO 39

la-
ejemplo, las relaciones necesarias entre. distintos. elementos çle p_roduc- capítulo, "aspectos generales", de un análisis · histórico que resume
ción pi.;eden parecer disociadas de tal manera que cabe pensar que su todo lo que hay de común en todas estas sociedades antes de que el
lógica no puede ser la capitalista, porque el contexto en que estas examen pr:osiga en pasos subsecuentes de concreción y de diferencia-
apariencias invertidas vuelven a ponerse sobre sus pies no es el local, ción, pasando por grupos de países más específicos, fases históricas, etc.,
sino el internacional. hasta llegar al caso individual. ·
En retrospectiva, comprendemos que la existencia de dos corrien~es
en el estudio teórico del subdesarrollo ( análisis del mercado mundial Pensamos que sólo a través dei análisis de estructuras histórica-:; específicas
y discusión sobre "dependencia") no es nada casual sino que cor~~s­ pero comun.es .(como condiciones promedio) a todas las sociedades capita-
ponde a los dos aspectos principales del subdesa~rollo ( reproducc10~ listas de un grado de desarrollo determinado puede cerrarse aqudla brecha
dependiente y heterogeneidad estructural), const1tuyendo por cons1- que media entre el análisis de las "estructuras básicas" y el de las "circuns-
guiente dos intentos de aproximación que enfoca11; ~~da cual uno ~e tancias empíricas". 4 ª
los dos interrogantes principales que plantea el anal!Sls de estas socie-
EI hecho de que se pucdan generalizar algunos rasgos históricos espe-
dades. Dijimos al principio que sus respectivas temáticas se consideran
cíficos de estos países no significa que haya ninguna similitud entre
como complementarias, alwra vemos por qué y en qué sentido.
lo demás. Si, por ejemplo, tanto en Brasil como en Guatemala e!
Todo esto parece llevar a la conclusión de que cualquier teorización
capitalismo surgió en dependencia de la exportaci~n dcl café y esta
sobre la problemática del subdesarrollo en su conjunto es un desatino
génesis sigue nrnrcando las estructuras de ambos paises hasta hoy, ello
metodológico y que sólo puede haber un análisis caso por caso de las
no borra: el hecho de que en otros aspectos hay diferencias abismales
formas concretas de penetración capitalista en cada país.
entre los dos países. Por e! mismo juego de las peculiaridades histó-
Sin embargo, nuestra tesis es que hay rasgos históricos com~nes a
ricas puede haber semejanzas estrechas entre un país de la periferia
todos los países de la periferia capitalista que pueden ser analizados
y otro de! centro (por ejemplo Argentiníl e Italia) o también contrastes
en un "nivel intermedio" de lo específico, entre lo general de las leyes
extremos (Haití y Estados Unidos).
abstractas del capital y lo particular de su funcionamiento conc~eto
Por otro lado. el grado de abstracción de una teoría en este nivel
en cada país. En su expansión por el mercado mund~al el caplt~­
más general fambién marca los límites de su poder explicativo: sólo
lismo encuentra en las sociedades que penetra determmadas condi-
puede delinear un enmarcamiento común. Esto es necesario, ~ro
ciones históricas que modifican el. modo como se realiza su dinámica.
no suficiente; una aplicación inmediata al caso concreto o a la prac-
En la medida en que estas condiciones específicas le resultan comunes
tíca política sería equivocada y peligrosa.
a todos los países de la periferia capitalista, también tienen que origi-
nar en todos estos países modificaciones comune1 de! modo de operar
de la ley de valor. Nosotros creemos que efecti'tamente existi:n :ales
2.3.2 Las tendencias al desarrollo del capitalismo en la periferia
espeçificaciones históricas comunes a todos los países dei capitalismo
de la periferia, y que son aquellas que provisionalment: hemos deno-
No podemos resolver aquí e! problema de cuáles son en definitiva estas
minado "reproducción dependiente del mercado mundial" y "hetero-
modificaciones comunes al modo de operar de la ley de valor -esto
geneidad estructural de la formación social".
supondría tener resuelto el problema del análisis dei. r:iercado mundial.
Estas modificaciones no son "comunes" en el sentido de que se
Tencmos que limitarnos a indicar en forma prov1s1onal los factores
deducen en forma lógica de la teoría de! capital, sino en el sentido
históricos comunes que las originan. Por consiguiente, todas las cues-
de que se encuentran en forma empírica en todos los países de una
tiones subsecuentes cuya resolución presupondría poder contar con el
génesis histórica similar del capitalismo. Podemos conceptualizar estos
fundamento de una teoría acabada de la rcproducción dcpendicnte
rasgos comunes de todos los países periféricos como especificidad histó-
tendrán que seguir siendo interrogantes no resueltos.
rica generalizable. Y sobre esta base también puede haber una "teoría
dei subdesarrollo": sigue siendo un análisis histórico-genético, pero en se refiere claramente al capitalismo maduro y en· declive, y no· a un capitalis-
el ni,-el más alto de abstracción posible.47 Es algo así como un primer mo retrasado como lo connota ambiguamente la tradticción castellana), "mo-
4 1 También e! capitalismo altamente industrializado -"desarrollado", "so-
nopolista de ~stàdo", o como quiera llamarse- es por consiguiente una espc-
cificidad histórica gencralizable de] capitalismo mundial.
bredesarrollado'', "tardío" (expresión que en su origen alemán, S piitkapitalismus, 48 Blanke/Jürgens/Kastendiek [87], p. 56.
40 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 41

Pero a una de estas preguntas todavía tenemos que referimos en desequilibrada y a saltos como respuesta a crisis y estrangulamientos
el contexto de estas consideraciones teóricas preliminares, aunque seà en el comercio exterior, así como por medio de la incorporación de
en forma hipotética, porque incide en toda formulación teórica poste- tecnología desarrollada importada desde los países centrales.
rior: iva la tendencia al desarrollo del capitalismo en sus regiones Para un futuro previsible se i!Ilpone entonces el pronóstico de que
periféricas bacia Ia imposición plena de las relaciones que lo caracte- las relaciones de producción capitalistas van a seguir avanzando por la
rizan, o consiste la modificación justamente en hacer estructuralmente "extensión" y la "profundidad" de estas sociedades, sin que por ello
imposible el desenvolvimiento pleno de Ias formas capitalistas? se supere la heterogeneidad de estas formaciones sociales, en el sentido
También aquí se encuentran respuestas divergentes que reflejan de que las estructuras no capitalistas queden relegadas a un papel
los diferentes puntos de partida: de la ley general de la economía meramente residual. Más bien, el desarrollo se dará de una forma de
política los unos, de los fenómenos empíricos los otros; mientras que heterogeneidad a una ptra.
los primeros pronostican la plena realización histórica de la dinámica No sabemos si este proceso lleve algún día a la superación de la
intrínseca del capitalismo, los demás, por el contrario, presumen una dependencia reproductiva d.el mercado mundial. o inclusive al traspaso
agudización de sus actuales trastomos, un ''desarrollo dei subdes- de la función metropolitana a uno de los países hoy periféricos.5 "
arrollo". 49 No es impensable que el proceso histórico de un traslado paulatino de
Con base en nuestras observaciones acerca de la relación entre hasta las periferias ( extracción de materias primas~propiedad de los
teoría e historia, sugerimos la hipótesis de que las leyes inmanentes a sucesivos órganos de la producción y la circulación desde los centros
largo plazo y como tendencia histórica lograrán hacer evolucionar las medios de producción primaria ~comercialización de las materias pri-
formas que le son propias. De hecho, los cambios sociales que se pue- mas~establecimiento de ind.ustrias para el procesamiento de las mate-
den observar en el "tercer mundo" a lo largo de las últimas décadas rias primas r de industrias ligeras~propiedad de los medios de produc-
( el laps~ mínimo indispensable para evaluar tales tendencias) clara- ción secundaria~establecimiento de industrias pesadas y de equipa-
mente indican un avance notable del capitalismo. Sin embargo, ni en 1 miento~propiedad de estas industrias~transferencia de tecnología~
los países más adelantados en su desarrollo capitalista (Irán, Brasil) los f generación de tecnología propia) termine con el salto cualitativo.hacia
componentes no capitalistas han perdido su significación social. AI i el control propio de estas sociedades de su proceso de reproducción y su
!
contrario, es justamente en estos países "subimperialistas" pioneros evolución productiva, por lo menos en una medida comparable a los
del desarrollo capitalista periférico donde mejor podemos observar 1 países centrales de hoy. O quizá con la progresiva dcsnacionalizaci6n
cómo una industrialización en el marco de una reproducción depen· ! de la función metropolitana también se dé un proceso de intemacio-
cliente del mercado mundial genera nuevas formas no capitalistas de! nalización de la heterogeneidad estructuraJ que corte las actuales fron-
relaciones de trabajo. Se explica por la manera en que avanzan las f ~ras de los estados-nación o de las regiones hemisféricas ..De todos
fuerzas productivas en estos países: no depende de equilíbrios internos 1 modos, como especulación acerca de un futuro no previsible podemos
entre los diferentes sectores y ramas, sino que se realiza en forma f descartar todo este proceso. ulterior. Lo más probable es que la liquida-
ción revolucionaria de las relaciones de producción capitalistas se
49 En e! primer sentido véase por ejemplo Schoeller [364]; véase también 1 adelante a su plena expansión.
Thomas Hurtienne, "Zur Entstehungsgeschichte, Struktur und Krise des brasi· i Los países de la periferia capitalista son, pues, sociedades. en transi-
lianischen Akkumulationsmodells", en Lateinamerika-Berichte und Analysen, !
t. l, 1977, Berlín, Olle y Wolter, 1977, pp. 70-96. Los participantes en los!.
âón, pero de una transición duraderamente obstaculizada51 en la
análisis sobre el mercado mundial arriban. a conclusiones distintas, según partan i
de un intercambio desigual de cuantos de trabajo (como lo hace Schoeller)
o de valores, corno por ejemplo Emmanuel [14] y Jalée [32]; estos llarnadosÍ
i 50 La rápida industrialización que observamos en algunos países dei "tercer

mundo" tarnpocó tiene visos de producir ahí · estructuras sociales semejantes


"tercermundistas" comparten con los "dependentistas" de la primera fase laf a las que encontramos hoy día en los Estados Unidos, Europa occidental o el
visión de una continua profundización de las coritradicciones entre países indus·li Japón. Parece más probable que e! resultado sean estructuras extremadamente
trializados y s~bdesarr?llados, to?1ando ambos g:upos como conjuntos. :eiativa-~ desiguales que integren una parte de los recursos productivos locales ai aparato
mente homogeneos; vease por e1emplo Theotomo dos Santos, "La crms de lat: productivo de las metrópolis sin haber completado todavía la constitución de un
teoría dei desarrollo y las relaciones de dependencia en América. Latina", en!: mercado interno integrado --e! contraste entre São Paulo y e! resto dei Brasil
Jaguaribe y otros [31], pp. 147-187; Frank [18], de cuyo subtítulo fue tornadat es un ejemplo. O sea que las metrópôlis se internacionalizan por metástasis,
la cita; Ruy Mauro Marini, op. cit., y dei mismo, Subdesarrollo y re11olución,j; pero siguen en su posición de metrópolis para e! futuro previsible.
51 Véase, en la polémica acerca dei "capitalismo monopolista de estado",
México, Siglo XXI, varias ediciones. · (
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1
42 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALJSTA ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 43

cual Ia compenetración mutua de elementos "modernos" con "anti- Los modos de producción precapitalistas tienen su propia lógica inma-
guos" se mantiene por toda una época histórica, dando origen a nente; el capitalismo periférico, por e) contrario, es sólo una expresión
formaciones sociales heterogéneas que -a pesar y en contrapartida de la lógica general dei capital. Vemos que todas las citas de los clásicos
de su carácter transitorio-- ostentan una dinâmica económica especí- pueden referirse sólo a una de las dos caras de esta contradicción entre
fica de cierta autonomía, estabilidad y capacidad de reproducirse a transición y permanencia; son necesariamente incompletas y precisan
sí misma. de la complementación interpretativa. 52
Esto permite un desvío bacia los "clásicos": .'. en qué manera pue- La reproducción clependiente del mercado mundial, por un lado.
den aprovecharse sus análisis ya no ·de las leyes abstractas dei capita- es la puerta de entrada de todos los estímulos que operan en direc-
lismo, sino de situaciones históricas similares a Ia dei subdesarrollo? ción de una expansión del capitalismo; pero el contenido de estos
Según el carácter contradictorio de estas sociedades sirven de refe- estímulos y su modo de ·articularse con las estructuras internas preexis-
rencia sus escritos sobre las sociedades en transición lo mismo que tentes hacen que también produzcan elementos no capitalistas. La hete-
acerca de los modos de producción precapitalistas; pero no pueden togeneidad estructural de estas formaciones sociales es un obstáculo
ser aplicados en forma directa (como muchas veces ocurre en la lite- para Ia expansión de las relaciones de pr~ducción capitalistas, pero, por
ratura). El capitalismo de la periferia no es ni lo uno ni lo otro de otro lado, en las circunstancias históricas prevalecientes, son su coro-
las problemáticas visualizadas por los clásicos, pero existe una analo- lario indispensable. La transición al capitalismo produce la tendencia
gía doble: a su · obstaculización, la obstaculización es condición necesaria de la
transición.
En cuanto se trata de la tendencia histórica de la transición ai
capitalismo, hay una analogía con la temática de la transición dei L.os dos aspectos principales del subdesarrollo mantienen, · pues; una
relac1ón de complemento pero también de contradicción -de ahí todas
feudalismo ai capitalismo. Pero: los procesos de transición qtie obser-
las dificultades para la teoría materialista del subdesarrollo.
vamos hoy en. los países dei "tercer mundo" se distinguen de la fase
histórica estudiada por Marx y Engels en que no se trata de una
transición de un modo de producción a otro que !e sucede histórica-
mente, surgiendo el posterior de las contradicciones inmanentes dei 2.3.3 Las diferencias éntre el capitalismo desarrollado
anterior. A causa de su función rectora ya establecida en ef plano y el subdesarrollado
del mercado mundial, el capitalismo ya es claramente el modo de
producción determinante en los países periféricos, y los elementos Nos queda por plantear una última cuestión ineludible en el marco
no capitalistas existentes se deben en su gran mayoría precisamente ai de nuestras consideraciones preliminares acerca de una futura teoría de
proceso específico de su penetración. La tendencia dei desarrollo para la reproducción dependiente: si distinguimos entre el capitalismo
el futuro previsible no es entonces la eliminación de estos compo- 52 Esta puede demostrarse, por ejemplo, con la cita siguiente: "EI comercio
nentes no capitalistas por el avance de formas más puramente capita-
opera [ ... J en todas partes de una manera más o menos disolvente sobre las
listas, sino que este tipo de capitalismo, incluyendo las formas no organizaciones de producción que encuentra, que en todas sus variadas formas
capitalistas que le son propias, evolucione históricamente para producir si: orientan primordialmente hacia e! valor de uso. Pero el grado en que
en un nivel más alto de desarrollo formas más avanzadas de un d1suelve el modo de producción antiguo .depende primeramente de su solidez
modo de operar fragmentado de la ley de valor. y su estructuración interna. Y por dónde transcurre este proceso de disolución, o
sea qué nuevo modo de pródúcción suplanta ai antiguo, no depende dei co-
En cuanto el examen se centra en estas transformaciones especí- mercio, s~no dei carácter mismo dei modo de producción antiguo" (Karl Marx,
ficas de la lógica capitalista con sus típicas estructuras no capitalistas Das Kapztal, t. 3, MEW 25, p. 344 [t. 3/6, p. 424]). Son observaciones valederas
y su capacidad de autopreservación, la analogía se da con los escritos para la disolución de una sociedad precapitalista en su primer contacto con e!
sobre los modos de producción precapitalistas ( sirviendo de parangón capitalismo comercial -pero l qué pasa cuando el "nuevo modo de ptoducción"
surgido en esta primera fase, que necesariamente tiene que presentarse como
no sólo la organización social feudal, sino también la "asiática" y lâ una fotmación social híbrida a manera de las colonias europeas de los siglos xv1
esclavista). Pero otra vez: estos elementos no capitalistas raras veces a XIX, se disuelve a su vez bajo la influencia de nuevas formas de comercio
constituyen remanentes de sistemas sociales existentes en e! pasado. internacional? l Qué pasa cuando ya no es el comercio exterior sino la pro-
la cuestión en torno a qué puede significar una obstaculización "duradera" de las ducción interna en los respectivos sectores hegemónicos la que opera como factor
disolvente?
tendencias de la ley de valor a eliminar los monopolios.
. I'.
~

44 CAPITALIST;A~,
EL ESTADO. EN LA PERIFERIA
J ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO 45
desarrollado y el subdesarrollado, l cómo definimos esta diferencia?j
Los estudiosos del terna dan también respuestas ·distintas: aquí unqsf' También en las metrópolis hay elementos sociales no capi1talistas
minimizan esta diferencia, allá otros la hacen casi absoluta.3s !1 cuya absorción acompafia al proceso de acumulàción hasta nuestros
, .De hecho, para casi todas Ias c~;acterísticas dei capitalismo perii días. ~e~ estos coi_nponentes no c~pitalis~~ ?istan de ocupar la función
fenco se encuentran paralelos tamb1en en los países centrales y en.sul orgamzativa que tienen en los pa1ses penfencos, y tampoco constituyen
histori_a: en ningún país, ni siq?ie~a en !nglaterra, surgió el. capit~lismoJ ya un factor condicionante dei futuro desarrollo soci~conór_nico.
e;xclus1va~ente de Ias contrad1cc1ones mternas de la prop1a sociedad,~ Encont~amos, .pues, e~ todos los aspectos una d1ferenc1a notable,
smo que s1empre fue, desde el comienzo, una respuesta a Ias condicio·I pero una d1ferenc1a que solo se expresa en términos de grado. l Quiere
nes econór_nic~,Y políticas externas. 5 ~ En perspectiva histórica, el caso!;·.· esto d~cir que las teorías caducas dei. "c~bio social" con ·SU~ escaleras
de la dommac1on dei mercado mundial por parte de Inglaterra constk monohneales de desarrollo desde Et1op1a hasta Estados Umdos vuel~
tuye una rarísirna excepción: ya para los países europeos continentales, ven a su anterior sitiai de honor? Éste no puede ser el resultado.
el desarroll~ dei capitalismo se efe.ctuó ~ás en dependencia del mer~.1·•. :ara p~ec.is~r la dif~rencia. tenemos que recapitu~ar ~a relación entre
cado mundial que con el control dei lllSmo (Alemania es e! mejorf teona e h1stona: Ia d1ferenc1a entre centro y penfenas es de grado
ejemplo}. No obstante, queda la diferencia de que. en los países .hcd s~lo por lo que toca a Ias leyes lógicas generales dei capitalismo; en este
metropolitanos el capitalismo surgió sin rompimiento de la continuidadJ mvel más abstracto en que convergen los des tipos de capitalismo se
h.istórica y sin dominación externa bajo la hegemonía de algunos seol trata de dos modos distintos de realización de estas Ieyes, de los cuales
tores de las dases dominantes locales, posibilitando un desarrollol uno se acerca más, el otrO menos, a los conceptos puros. Pero en el
ami;>Iio de las fuerzas productivas y una acumulación en el marcot nive~ del análisis. nistórico esta d!ferencia se convierte en una dife-
nac1onal. í. renc1a de sustancza -porque precisamente en este nivel es donde esta
También hoy en los países centrales algunos aspectos de Ia repro~ diferencia deja su impronta.
ducción social dependen dei mercado mundial: ninguno de ellos podríal Siempre que en el curso de este tra'bajo vuelva a surgir una com-
mantene; su actu~l. nível ~conómico sin el concurso de prnduc~os ~ ~ara~ión en~e. fenómenos dei subdesarr?llo con los de~ mundo capita-
tecnolog1as extran1eras o sm la exportación de pro~uctos propios.5i! hsta mdus;r:~hzado --cosa que sucedera con frecuenc1a cuando pase-
Pero aunque los elementos ligados al mercado mundial sean muy imJi mos ai anahs1s dei estado-- nuestra respuesta será (provisionalmente)
porta,nt~s, no son los ese~ciales que ?eterminan. toda Ia dinámica socio~t la n?sn:a: referida a las leyes '!~n~rales del c~pit~l, la dif~rencia entre
econom1ca de estos pa1ses; no existe, por e1emplo, la dependencia1 c~pttalzsm~ ~esarrollado y perife;zco es cuantztatzua, referida a la rea-
absoluta de uno o dos productos de exportación, los desequilíbrios entreJ ltdad empmca de ambas expreszones del capitalismo, es cualitativa.56
l~s diferentes ramas de la producción y entre los niveles de producti.! Record~mo~ que en el plano de los fenómenos empíricos operamos
v1dad no asumen formas tan extremas, no hay una dominación compa-I co? generahza~10nes de algunos rasgos com unes; en el plano del análisis
rable de los sectores dinámicos por parte dei capital extranjero, etcéteraJ mas pormenorizado los e.as.os límites y atípicos no son sólo posibles sino
1probables. Pero entonces su tipificación no es un problema teórico
53 Asi, Amin trata de "demostrar que existe una diferencia fundamenta/f sino empírico: si por ejemplo hoy en día el Brasil llama mucho la

entre. un modelo de. acumula~ión y el correspondiente desarrollo econ6mic~ atención como "modelo" de desarrollo entonces no es un caso m'
y social que caracteriza a un sistema autocentrado, por un lado y µn modelJ . , ' as
periférico, por e! otro" (Sarnir Amin, ºZur Theorie von Akk~mulation un~ r~presentativo par~ un numer? r_nayor de países dei "tercer mundo",
Entwicklung in der gegenwartigen Weltgesellschaft", en Senghaas [58], pp. 11{ smo, por el contrano, un caso hm1te extremo que plantea la posibilidad
97; ;ersión original francesa en Tiers Monde, ~2, 1972; la primera c~rs~val -~pensable para la gran mayoría de los demás países-- de una supe-
es mia; T. E.). Fl'ank llega a1 extremo de asum1r una segunda contrad1cc16nJ rac1on del subdesarrollo por lo menos en algunos aspectos
fundamental ai lado de aquella entre trabajo y capital, que define como aquell~I:
entre metr6polis y satélites; véase Frank [18], pp. 26ss. 1 . Las divergencias
. de'op· ·'
" imon en.t re 1~s anal't"
I icos
d l . d
e merca o mun-
54 Véase la nota 46. W d1al, por un lado, y los dependent.J.stas por el otro se revela así como
5 5 Acerca. de la "depen.dencia", de las metr6polis secundarias europeas resf
pecto ai capital norteamencano vease Poulantzas [152], pp. 39ss, en especialfl • • • • •
las pp. 59ss. Podemos concluir de la Jectura de este texto que sin duda exist~ ,56 Nunca s.e puede ms1shr suf1c1entemente. en que con eso el problema no
una tal dependencia, pero .qu: por su contenido y su intensidad difiere e~ esta resuelto, smo apenas. reordenado P~1; med10 de un e,sque~a estructuralista;
1 mucho de aquella de las periferias con respecto a las metrópolis en su conjuntol porque n~ se resuelv~ sm la fonnulac10n de una teoria mas acabada de la
Í reproducc1ón dei capital que integre también sus ramificaciones periféricas.

1 it.·•.

l l_l
46
3. ELEMENTOS DE LA TEORfA DEL ESTADO
disenso inconsciente acerca dei nivel de abstracción: mientras los unos
insisten en la identidad de lo general, los otros hacen hincapié. en
diferencias de lo específico. No es .por azar que el primer gr:upo
autores resida predominantemente en países metropolitanos, mientras
que el segundo haya surgido en una región periférica: una argumen-
tación que parte de la dinámica de la expansión dei capital a escala 3.1 Pt;l\!TOS DE PARTIDA

mundial es la adecuada para analizar los efectos retroactivos que


Consideremos ahora el segundo elemento básico para la materia de
para el desarrollo socioeconómico en.las metrópolis; pero para todos
fines prácticos en las periferias hay que partir de. Ia situación de pe- est~ trabajo: la t~or~a dei es~~do. T~l c~mo en. el estudio sobre el capi-
talismo de la penfena, tamb1en aqm ex1sten diferentes corrientes cuyos
netración incompleta que constituye su realidad actual.
Todos estos esfuerzos de precisar y relativizar los elementos exis- métodos ~ ~esulta~o ~n parte todavía divergen considerablemente, pero
euya tematica se msmua como complementaria: en última instancia
tentes de una teoría dei subdesarrollo se imponen como condición
se trata de. recons~ruir la teoría deJ estado burgués tal como la pr~
previa para el análisis de la e51fera política de estas sociedades y deben
yectó el mismo Marx en correspondencia con su sistematización de la
tenerse en mente como advertencia para no sobrestimar el alcance
economía capitalista, sin que llegara a realizar este proyecto.
una tal teoría !legando a "aplicaciones" míopes. Tendremos
Estas corrientes de estudio son: 57
volver a este punto después de la exposición de nuestros puntos
l] La crítica ideológica de la teoría burguesa dei estado.
partida en la teoría dei estado. 2] Las teorías sobre la superación revolucionaria dei estado burgués.
3] Estudios sobre la génesis histórica dei estado burgués sus trans-
fo~aciones funcionales e institucionale~ a lo largo de la hi;toria de la
sociedad burguesa y su papel en momentos históricos específicos.
4] La definición de las relaciones estructurales entre eco:flomía y
política, características de la sociedad burguesa.
~stos puntos siguen aproximadamente el orden cronológico en que
surg1eron tales corrientes de investigación; su contexto metódico sin
embargo, sigue más bien un orden inverso: el estudio sobre la ~·d:fini­
ción" de la lógica dei estado es la más reciente de las corrientes teóricas
quizá porque los escritos de los clásicos se muestran más parcos a est~
respecto; 58 no obstante, se refiere ai armazón lógico de cualquier teoría
d~l es~~do burg~~~ y por lo tanto está en la base de cualquier otra
direcc1on de anahs1s, a la que tendría que incorporarse como elemento
indispensable.
L~ relación :nt;~ una definición general dei estado y el análisis
de la 1mp;onta .h1stoncament~ ,real dei estado es I.a mi~ma que compro-
!('"'ª""." mas arnb~ i:n. la rel~c10n entre las leyes generales dei capital y
s~s ª?pro~tas h1stoncas. S1 por el supuesto básico dei materialismo
htstónco de una unidad dialéctica entre la base y la superestructura
. . .algo .más que un simple "contexto de refleXión" capaz
de d1genr cualqmer contenido, tiene que haber entre estos dos niveles
.sociales relaciones lógicas que se "deducen" de la estructura y la diná-

:: V~ase Gerstenberger [103] y Gold/Lo/Wright [107].


Vease la antología de Marx y Engels, Staatstheorie [130].

[47]
1

l'
48 EL ESTADO EK LA PERIFERIA CAPITALISTA ~;111.EMENTOS DE LA TEORÍA DEL ESTADO 49

mica. básica del .modo de producción en cuestión. La vinoulación entre f Los resultados hasta ahora obtenidos de la polémica sobre Ia lógica
economía y política, propia del modo de producción capitalista, elide! estado burgués todavia distan de haber descubierto las relaciones
concepto "puro" de l~ superestructura burguesa, forma parte de {e.structurales. busca?~s.; aún no pueden arrogarse el derecho de inva-
1

la "anatomia" de Ia sociedad burguesa elaborada en sus fundamentos !hdar cualqwer anallSls que no los asuma como armazón categorial
económicos por Marx, quien no alcanzó ya a dar el i:aso siguiente JSin embargo, los primeros intentos de llevar resultados provisionales
en eI estudio sistemático de la superestructura correspon.d1e~te, a pe.sar i;a una aplicación práctica61 han demostrado que ya en su estado inci-
de haberse propuesto expresa y personalmente la elaborac1ón de esta 1 1
piente pueden servir en el análisis de casos concretos, sacando a luz
temática. como complemento importante pero difícil de su obra ante- trelaciones desconocidas o precisando relaciones conocidas.
rior.59 El objetivo de los estudios que se vienen realizando desde co-1 En e! presente trabajo investigaremos, pues, hasta qué punto los~:
mienzos de ~os afios 70 acerca d~ la "deducción" del es:ado es ~rec!~ (1resultados provisionale~ de estos intentos ~e "deducir" la lógica intrín- ·
sarnente el mtento de reconstrmr esta parte de .la teoria marxista. lseca dei estado burgues pueden ser fructiferos para la explicación de
, Por supue~to, estas determinaciones lógicas d.el ,e~tado burgués portfenómenos i:olíticos en los. países !1~ _la periferia c~pitalista. Intenta-
51 solas no d1cen nada acerca de un estado h1stonco concreto -lo Jl'emos un pnmer paso hac1a e! anahs1s de estos fenomenos ·no sólo en '
mismo que los conceptos de "plusvalor" o de "competencia" no bast:m iun nivel histórico descriptivo, sino aplicándoles categorías estructurales.
para explicar por ejemplo las crisis recurrentes de la1 economía m• ! Estamos en e! mismo aprieto en que nos dejó el estado actual de la
·· glesa. Pero un análisis concreto tampoco se puede hacer sin estos tpolémica sobre el subdesarrollo: no hay una teoría acabada de la repro- ·~ -
conceptos básicos que forman su esqueleto categorial y que indican los tducción periférica, y tampoco existe ya "el" concepto de estado
límites entre lo estructuralmente posible y lo imposible. Sin este arma-~burgués. De existir estos dos elementos básicos, la metodología que
zón lógico, todas las demás corrientes de estudio seguirán siendo tanteos~stamos tratando de aplicar al análisis de fenómenos políticos de los
empiristas que 0 renuncian a una estructura lógica o la sustituyen porf~aíses del "tercer mundo" no sólo sería posible sino obligatoria dentro
aproximaciones intuitivas. :Un análisis .válido de fenómeno: s~peres·re una con~ep?ión_ n:a:xista: se ~r~taría de< un ejemplo de Ia dialéctica
tructurales presupone un .mstrumentano conceptual _matena:1sta _nolçntre el anahs1s h1stonco y el log1co que caracteriza esta concepción.
sólo para el nivel económico, sino. para todo el conjunto d1aléct1co'l problema está en que todavía no podemos llegar a buen término
;\de base y superestructura. . . ron esta metodología, por lo incompleto de. los elementos teóricos que!
59 En una carta a Kugelmann, Marx observa que en su análisis dei "capitalrresupone.
en general" está la quintaesencia de la economía ~olítica; "el de~arrollo de lo\ i Qué alternativas metodológicas aceptables hay en vista de esta
subsiguient.e (con excepción por ejemplo d~ l~ relac1ón ent~e las div.ers~s .form~s.t·ituación? Esto lo tendremos que establecer al comienzo de la parte
estatales con las diferentes estructuras economicas de la sociedad) podnan realt· rincipal de nuestro trabajo ( 4 1) después de haber pas do re ista
zarlo otros sin dificultad basándose en lo entregado" (Karl Marx, Carta a . ' ' a V ,
Kugelmann dei 28 de diciembre de 1862, en Briefe über "D~ Kapital:', Ber~í~1zen lo que s1gue .del presente capítulo, de los elementos, d~ una te?ría
1954, p. 113. Tomamos esta nota de Lapple [125], p. 30, qmen agrego tamb1en~el estado con que contamos como resultado de Ias polem1cas hab1das
la cursiva). . . . !hasta ahora. Y, tal como en nuestra recapitulación de la teoría dei
ao No nos ocuparemos sino muy tangencialmente de ?~ras dos cornente~ bdesarrollo, también aquí tenemos que limitamos a resumir las líneas
estudio que también se esfuerzan por aclarar la relac1on entre economia ·! . d ] ]' . h d nd d . . l .
política. Se trata por un lado dei "estructuralismo francés" vinculado al no netra es e ta es po cmicas , asdta ll 0 e ~. qu ieren re evan?ia para
bre de Poulantzas, y por el otro de aquella corriente que se conoce por .es ro argumento, Y para mas eta es rem1tlr e1 lector a la hteràtura
concepto central de "capitalismo monopolista de estado". En el marco de u .x1stente sobre el tema.
nota ai pie es imposible fundamentar esta omisión sin cometer un reducc
nismo inadmisible en contra de estas dos "escuelas". Sólo presentaremos
resultado a manera de tesis: a pesar de todas sus diferencias, las dos corrien
tienen estó en común: que despliegan su argumento a partir de una sepa .2 LA FUNDAME-NTAOIÓN LÓGICA DI':L ESTADO BURGUÉS
ción ya prestablecida entre lo económico y lo político, sin haber fundamenta
categorialmente la posibilidad y la necesidad de este "desdoblamiento" c objetivo central de los intentos de encontrar los fundamentos del
base en las condiciones dei modo de producción capitalista. Sus resultados
refieren en el primer caso, más ai mecanismo de las relaciones dialécticas en ado burgués consiste en deducir las relaciones estructurales qur
ambos :'niveles", en e! segundo caso a tendencias y fenómenos histórieos cu
fundamentación lógica no se busca de forma sistemática. flt Véase, por ejemplo, Gerstenberger [104 y 105) y Müller [135].
!
50 ' EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITAl1IST~ ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL ESTADO 51
1
cxisten entre la economía y Ia política en la sociedad burguesa, a partirf Es, entonces, la categoría "puente" entre lo económico y lo polí-
de las dctcrminacioncs básicas del modo de producción capitalista,! tico, el "y" en "sociedad y estado", o por lo menos lo que este "y"
El estado burgués se distingue de los estados de otras 'Sociedadesj contiene de teórico.'i 7 De poder reconstruirse esta categoría a partir
de clases por, su "existencia propia, al lado y por fuera de la socieda~ ~e! sistema de Marx, la fórmula grandiosa pero imprecisa de la dialéc-
civil", 62 en que aparece como neutro con respecto a las clases socialest tica entre base y superestructura habría encontrado su sustrato teórico,
y como encarnación del interés general. E! "desdoblamiento de todo~ Se acabaría la necesidad ( y la posibilidad) de recurrir a metáforas de
los elementos en civiles y estatales" 63 y el apartamiento de lo "ilusoj goma como la de la "determinación en última instancia".
riamente común"<H en la forma dei estado tienen que tener su razó~ J:.a.l1ipótesísc,entr,al es entguces gi,u~ el ~stadoco!lstítuye una de las r(
\ de ser en las leyes de la economía capitalista.65 Hasta que no conoz! f~!!~.qLct~,teftiiiri<:!l~~sdel m9~2 cie, . PEc:Jcl~-~iªt1c<lJ?i!iifata~'Estã'Tôrma \ Y
camos esta razón de ser del estado burgués, estas raíces estructuralef llamada "estado" no es -1a~ntica a una determinada forma. institucio- 1 '1

de las cualcs surge como posible y necesario, no podremos determinai! na! dei estado, sino su supuesto y contenido básico en un plano mucho i 1

el alcance preciso de las funciones que cumple, dei montaje organi{ más alto de abstracción. Siguiendo la terminología de Marx, el con- ! '
zativo e institucional de que se vale y las apariencias que asume en e~ cepto de "forma" se refiere aquí a la figura necesaria que asumen las
proceso histórico. t contradicciones entre los ~~-!~,~!!!~.:>, de la reproducción eco-
El supuesto básico de esta línea de estudio -que ha sido denomi1 nómica y social, e! sitiai estructural en que· se .mueven y desarrollan
nada "escuela alemana" por la procedencia de la mayoría de sut -como por ejemplo la contradicción en~re v1Ior de uso y valor de
participantes-66 es entonces que e! estado no es tan sólo un hech~ cambio ep. laforma de fa mercancía.~orm~1buscada sería en!<;>_!l_9'!.s \
superestructural, sino que forma parte de la base reproductiva mismj «:.L.êtig_~~r,.ti<:!.ur~_ci~J~- diªJfc.6~a.,.~i:!!~~'Qmic!LLIQ.=PQ.litico ~~ ·
de la economía capitalista; y que por consiguiente su análisis no s~ en el modo de proci_~,_ça,pitalis.ta. No conocemos todavía su exacto /
sitúa solamente en el plano de lo político, sino también en lo socioeconóf ~l sistema de la econoniía política, ni sus determinantes
mico. El estado burguês no es, según esta línea teórica, tan sólo 1.1~ conceptuales; de ello trataremos a continuación. Es muy precipitado,
fenó~eno h~stórico,,siQQ:,ll~,'f.ft!:l!!.&JJÍ!,d~!!,,,!Je J97fU;.!Jl!J11JJJ/h,,f:Jolític~ y de criterio peligrosamente teleológico, el dar y~~.~L!121!!R!!Lik~~.'.es.ta·
AI mismo t1empo, se d1stmgue de todas las <lemas' categorías de la, clg.'.,'_~.. ~1iLf2!!!!~ buscada; el hecho deqÜ.e el estado burgués, en
economía política en que no se queda en el nível de la reproduci toda su vigorosa Teãiiclãtl-~creta, sea e! fenómeno social del cual
ción económica y de sus personificaciones sociales, sino que condens~ parte nuestra problemática teórica. no significa que su sustrato cate-.
las determinaciones estructurales que parten desde la infraestructwJi gorial tenga que llamarse también así.
hacia la superestructura. ! Más precisa y modestame.nte, la problemática parte de la obser-
vación de un rasgo recurrente de los estados capitalistas del que supo-
62 Marx/Engels, Deutsche ldeologie, MEW 3, p. 62. 1 nemos tiene en la base un sustrato categorial que se trata de descubrir.
e3 Karl Marx, Die bürgerliche Gesellschaft und die kommunistische Rev~
lution, MEW' 3, p. 537. l' Este rasgo común es su existencia propia, apartada de la "sociedad
64 Marx/Engels, Deutsche ldeologie, MEW 3, p. 33. ! civil", como encarnación ilusoria de un supuesto interés común. A dife-
'i*'"~"""''"'""'""'~"'""
65 Véase, por ejcmplo, Lapplc [125], p. 10. li! ret1.cia .. de es!mçturas ~êta,tales. de otra.s .soçie9a.des,,J10 ...c.apita,J1stas, el
n6 No son rnuchos los trabajos de esta "escuela alemana" que sean accesil
blcs ai lcctor que no domina d alcmán. Un trabajo bastante temprano, cl dt é~tiéiü ~,~~i1:1.~~,.§,~,,<:~E<lS~t~.!i~~j~§i:J2 •. -itz!~f!!5,C>'.i,~f~,...~~s~~.t;E.tº., .. Y. i~neiál
áe si:t~donlinacióQ,,,,,,que ..rnis.tific.a su e§~!!QM,.Ç.QJnQ,,Jfo,minio de .. élase .
.Altvatcr [75], aparcció cn Cuadernos Políticos, núm. 9, y posteriormentl
cn. Sonntag/Vakcillos [4~ 7], Éste, así c,omo trabajos de Wirth [165] y ,<lt a
Ll~~aremõs este rasgo común el principio formal del estad~-burgués.
Hirsch [113], fucron publicados cn frances por J. M. Vincent, L'état dans ~I No es la forma categorial buscada, sino -de acuerdo con nuestra
capitalisme contemporain, París, Maspcro, 1975, Además, de los artícul < hipótesis- su expresión en la "superficie'' de la sociedad. Tampoco
de Claus Offe püblkados en su rolección [143), uno está traducido ai castellan~ se confunde con las diferentes f armas in'stitucionalcs, que serían los
en Sonntag/Valccillos [417) y otro ai inglés en Klaus von Beyme (comp,), Ge1~.
man Political Studies, vol. 1, Sage Publications, Londres, 1974. (Offe, sin embar~ ropajes organizativos cambiantes en que se presenta este rasgo común.
go, no participa sino tangencialrncnte en la corriente de elaboración teórica apuni El concepto de "principio formal" del estado burgués a que nos referi-
tada, ya que su inquietud no se dirige tanto ai "por qué" categorial dei estad · remos repetidamente en el transcurso de este trabajo se sitúa, pues, en
sino haHa su "cómo" estructural.) A pesar de que falta una recepción sistt
mática, cs clara la presencia de esta línea alcmana de pensamiento en 1 \
67 Parafraseando a Guillermo O'Donnell [416], p. 1.
trabajos de Lechner [414) y de O'Donnell [416].
52 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA E.LEME;NTOS DE LA TEORÍA D~;l. ESTADO 53

un nivel intermedio entre los otros dos conceptos que acabamos de men- superior a la producción, que se les antepone con una racíonalidad
cionar, como una generalización más de rasgos comunes históricos ai y un rigor. incuestionables, como si fuera una "ley natural" .69
nivel más alto posible de abstracción, y como un concepto estructural Esta reificación y deificación dei intercambio llega a su expresión
más que anuncia una categoría teórica. máxima con la abstracción del valor de cambio y su encarnación en
.'. Cómo llegar entonces a esta categoría buscada? El punto de par- la mercancía dinero como mediador general del intercambio económico .
tida de todos los intentos de "deducción"{l 8 es Ia manera específica A este la_do má teria! de. Jl\Li!l!:~!'I~ªcio~es econóxnicas tiene que
de producción, apropiación y distribución dei modo de producción c~~.Q!1Q~.L~!LlaÇf~·saciãE""La merca;)(J~l" nôpuedc elfa misma ir ai
capitalista. A diferencia de todos los demás modos de producción, el ca- mercado e intercambiarse [ ... ] Para que los oh jetos puedan relacio-
pitalista se caracteriza porque en é! llega a su apogeo la conversión narse como mercancías, sus duefios deben tenerse mutuamente por
de todos los valores en mercancías, alcanzando por primera vez la personas cuya voluntad vive en cstos objetos, de manera que uno sólo
misma fuente dei valor, la f uerza de trabajo. Con eso, la forma de se apropia de la mercancía. con la voluntad dei otro, cada cual pues
la mercancía se generaliza por todos los ámbitos sociales, impregnando sólo por medio de un acto de voluntad común a ambos, y enajenando
a todas las demás formas de su racionalidad de mercado. la mercancía propia. Deben pues reconocerse mutuamente como pro-
En e! capitalismo la producción de los valores necesarios para la pietarios privados." 70
supervivencia y la arnpliación de la sociedad se basa en la división dei Esta facultad de todos los dueiíos de mercancías de disponer libre-
trabajo entre produc!ores particulares. La interrelación social necesaria mente de ellas -indispensable para un sistema social basado en la
entre estas unidades de producción aisladas, la compkmentación mutua producción de mercancías- obliga a tenerles por libres e iguales. Se
de los infinitos trabajos individuales no se realiza en forma planificada impone, pues, en el nível social formal un principio de "libertad" y
y organizada, sino a través de no menos infinitos actos de intercambio. de "igualdad".
Para el productor individual no cuenta entonces la utilidad con- Así, los fenómenos en la "superficie" de la sociedad capitalista·.
creta de su producto (valor de uso), sino su capacidad de intercam- asumen apariencias que correspond~n a este sistema de intercambio
biarse por otros productos en el mercado (valor de cambio). Así, la de bienes equivalentes. En él, parece que la propiedad de una mer-
necrsiclad social de producir bienes socialmente útiles por algún siste- cancía y su producción han de ser idénticas; pues cada dueiío de
ma de división de trabajo asume la apariencia de la necesidad privada mercancías sólo puede apropiarse de mercancías ajenas a medida que
de producir bíenes capaccs de encontrar una demanda en e! mer- dispone de propias que necesariamente son el producto de un trabajo
cado, El contexto social se constituye "a espaldas" de los productores, anterior. En realidad, las. relacio.n.~s de .. C:~rnbi() sólo pueden
sin su concicncia y rontrol. Para ellos, la fase dei intercambio se inde- ra
liz~rse s.i .e~ la. esfera de proâ§~siôn.Jig5'nrelaciones de
pendiza hasta aparecer como lo socialmente dominante externo v se.s~iisiituy~i;i ...en_§t§E~~c:~fa.~füctQ...d~ ..~ê~~.•iPidc~·~~.
' ' Se da por sentada la concentración de todo eI patrimonio social
productivo en un número reducido de grandes unidades. EI dinero
GR Hablar -en una expresión que se ha puesto de moda en Ia terminología entonces ya no es más que la fase inicial de un circuito que abarca
alcmana- de una "deducdón dei estado" (Staatsableítung) no pasa de ser la producción y la circulación, se transforma en un valor por valorizar,
un reduccionismo terminológico que suscita concepciones falsas o cuando menos en capital. La existencia de muchos capitales .crea una situación de
simplistas. El estado burgués en sí no puede ser objeto de una "deducción";
,su riqueza histórica y su dinámita política propia escapan a cualquier abstrac~ competencia entre las necesidades de valorización en juego y los obliga
ci6n lógica. Sólo se pucden deducir aquellos aspectos "anatómicos" dei estado a seguir recorriendo e] circuito a un nível cada vez más alto e incor-
burguês que prcdsamrntc no varían scgún los casos históricos y las coyunturas porando medios de producción cada vez más amplios.
1~ol~tir~s, o sca s.us r:~íccs lógicas cn la cconomía burguesa y las funciones,
lim1tar1ones y ex1gcnc1as formales más gencralcs que de ahí derívan y que
haccn a su rsrnda como rstado capitalista. La dcnominación más corta para sn "Tanto e! carácter social dei trabajo, como la fonna social dei producto,
formar run la palabra "d~ducdón" seria: "drdurdón de las dctrrminacíones como también la participación dei individuo en la producción aparccen
l6gic:u dei estado burguês a partir de la cronomía capitalista". Más breve, pero aqui como algo ajeno y reificado frente ai individuo, no como su [ref. a lm
ya no intrligihl<~ sino para los cxpcrtos, scría "drtennínación de la fonna dei individuo.>] manera de relacionarse entre sí, sino como su subordinación bajo
estado burguês", utilii:ando el conccpto dr. "forma" t•n ri sentido que acabamos condiciones que existen indcpendientemcnte de ellos" (Karl Marx, Grundrisse,
de explicar cn cl texto. Utilizamos d t~rmino "dcducrión", pero Pntre romíllas, pp. 74ss) [t. 1, pp. 84ss].
a manrrn de advertcncia ( aunque la pai abra "deduccíón" en sí sea inocente). 10 Karl Marx, Das Kapital, t. 1, MEW 23, p. 99 [t. 1/I, p. 103].
54 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL ESTADO 55

Estes medios de producción ya no pueden ser operados por sus capital con su concomitante social: la escisión de la sociedad en las
mismos propietarios. Necesitan de una masa de trabajadores no pro- dos dases principales, burguesía y proletariado.
pietarios, a la cual se antepone una minoría de propietarios no traba-
jadores. El otro supuesto lógico de la producción de mercancía genera- Este resultado se vuelve inevitable cn cuanto la fuena de trabajo se vende
lizada es la transformación de trabajo en trabajo libre asalariado libremente como mercancía por parte del trabajador mismo. Pero también
s61o a partir de ahí se generaliza la producción de mcrcancías y se convierte
-"libre" en e! sentido doble de ser los propietarios de su capacidad
en la forma de producción típica; sólo a partir de ahí todo producto se
de trabajo, de la que pueden disponer sin restricciones sociales, pero produce desde· el comienzo para el mercado, y toda riqueza producida pasa
también de estar desprovisto de cualquier propiedad de medios de la circulación. Sólo ahí donde el trabajo asalariado constituye su base
producción. En vez de poder intercambiar su trabajo en la forma producción de mercancías se impone a toda la sociedad; pero también
sustanciada de! producto, el trabajador asalariado se encuentra en la sólo ahí dcspliega todas sus potencias ocultas. 73
necesidad de vender su capacidad de trabajo vivo, aceptando con eso
que e! comprador se apropie dei producto dcl trabajo comprado. "La AI comprarse y venderse la fuerza de trabajo como cualquier otra mer-
separación entre propiedad y trabajo se convierte en la consecuenria cancía, esta transacción se somete a los mismos principies formales de
inexorable de una ley que·parecía partir de su identidad." ª "libertad" e "igualdad" que rigcn en la esfera .de circulación como
Ahora bien, la peculiaridad de la mercanría trabajo es que su correspondencia social necesaria del cambio de equivalentes. EI consu-
valor de cambio -o sea el precio llamado "sueldo" o "salario", cbn mo de esta mercancía -su posterior desgaste en el proceso productivo-
el cual se comercializa en el mercado, idéntico al costo de su repro- queda fuétâ de consideración: se lo sitúa en la esfera privada dei
ducción- es inferior a su valor de uso, o sea su valor eu trabajo comprador como el consumo de un objeto comprado cualquiera. Así,
socialmente útil que es capaz de realizar y de transferir a sus productos en apariencia, toda la transacción entre capitalista y trabajador parece
durante el tiempo de trabajo comprado. En el "consumo" de la fuerza terminar con "la disposición libre por1 parte dei trabajador de sus
de trabajo comprada el propietario de los medios de producción se capacidades propias, por parte del propietario del dinero o de mercan-
apropia así, cón cada producto, una parte .de trabajo excedente, que cías, de los valores que le pertenecen". 74 En realidad, con esto sólo
se manifiesta en la mercancía como plusvalor, base de su ganancia termina el "primer acto" 75 de esta transacción, cuyo contenido social
en la posterior realización comercial de la mercancía. A escala social. estriba en el uso posterior de la fuerza de trabajo comprada en el
esta masa de plusvalor creada por los trabajadores y que se apropian proceso productivo. Allí los principios que rigen este segundo acto
gratuitamente los propietarios de los medios de producción es lo que son bien distintos: nada de igualdad y libertad, sino subordinación
permite un proceso de acumulación dei capital, su reproducción cada estricta dei trabajador a los mandamientos dei capitalista.
vez más amplia.
No podemos entrar aquí a considerar todo el proceso histórico de Miehtras cada transacción siga correspondiendo a la ley del intercambio
la "acumulación originaria" 72 a través dei cual se hizo esta transfor- de mercancías, el capitalista siempre comprando la fuerla de trabajo, el
mación dei dinero en capital y de trabajo en trabajo asalariado, Lo trabajador siempre vendiéndola [ ... ] es evidente que la ley de apropiación
que nos importa aquí es que el concepto de una sociedad productora o ley de propiedad privada, basada en la producción y circulación de mer-
de mercancías presupone lógicamente relaciones capitalistas de pro- cancías, por su propia dialéctica inmanente, inevitable, se convierte en su
ducción y de reproducción, o sea producción de plus\·alor y su apropia- opuesto directo. E! intcrcambio de equivalentes,· que apareció como opcra-
ción capitalista, por ende la contraposición entre trabajo asalariado Y ci6n originaria, ha dado un vuelco: ah ora sólo. se intercambia en a pariencia,
puesto que primeramente la porción dei capital dada a cambio de fuena
lbid., p. 610 [t. 1í2, pp. 721-722].
•1 de trabajo no es otra cosa que una parte dei producto dei trabajo ajeno
Consideramos poco feliz la traducción "acumulación primitiva" que se
12 sin equivalente, y segundo no sólo tiene que ser restituido por su
ha impuesto en e! lenguaje marxista espaíiol. Aunque la expresión original ale- productor, e! habajador, sino restituido además con un nuevo excedente.
mana "ursprüngliche Akkumulation" contenga esta connotación, de! contexto La relación de intercambio entre capitalista y trabajador se revela así comn
de la obra parece surgir claramente que queda mejor traducida por su otra
connotación de "originaria". Se trata de explicar cómo se echó a andar la
reproducción ampliada dei capital, a partir de una rcproducción simple en 73 Karl Marx, op. cit., p. 613 [t. 1/2, p. 725].
la economía feudal. No se trata pues de una acumulación en una supucsta 74 lbid., p. 609 [t. 1/2, p. 719].
etapa o forma primitiva, sino dei origen de la acumulación. 75 Karl Marx, Grundrisse, p. 186 [t. 1, p. 216].
56 RC m~ •A >U•U~ ~ITAU"1
RN
ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL ESTADO 57

mera apariencia propia del proceso de circulaci6n, mera. forma que resultai La "fuerza muda" de las relaciones de producción capitalistas, por
7
ajena ai contenido y lo mistifica. fl el contrario, ai poder prescindir de la fuerza abierta también puede
·1·
prescindir de su fijación ideológica: e! mismo mecanismo económico
La explotación y la servidumbre aparecen así como emanadas de la• produce no sólo sus premisas sociales, sino también las apariencias
libertad y la igualdad. En la subordinación de las relaciones de trabajo. adecuadas. "Si un individuo empobrece, el otro se enriquece, esto es su
a las regias del cambio de equivalentes, sus principios f ormales se libre voluntad y de ninguna manera surge [visiblemente, T. E.] de1
· convierten en su opuesto material. He aquí Ia clave para cualquier sistema económico, de la relación económica en que se sitúan mu-
teorización sobre la relación entre economía y poHtica en la sociedad tuament~~~---- _____
burguesa. ---cm:;
esta independencia dei proceso de producción y apropiaci6n
Una vez generalizada esta relación capitalista, sus bases económi· capitalista con respecto a intervenciones extraeconómicas, se abre la 1
cas y sociales se reproducen permanentemente por sí solas, otra vez. posibilidad de constituir una esfera política en forma separada de
"a espaldas" de los agentes sociales y sin necesidad de una interven· · la económica. Hay consenso en los estudios sobre los fundamentos lógi-
., , .
c1on extraeconom1ca.
~
t
cos dei estado -y puede considerarse su primer resultado-- de que '.
ahí radica la premisa básica de .Ja existencia del estado por separado
No s61o las condiciones materiales dei proceso productivo surgen como suf en la sociedad .~11rg.uesa, 81
resultado, sino asimismo su carácter social específico, las relaciones socialesl. rió-SparaT.~--p~oducción de sus propios medios de subsistencia, la relación de
y por ende las posiciones sociales respectivas de los agentes productivos -lasf propiedadtie.ne que presentarse también .como relación inmediata de dominio
mismas relaciones de producci6n [ ... ) salen como resultado siempre rena-• y sumisión [ ... ] [es] una talta de libertad que puede graduarse desde la servi-
vado del proceso. 77 dumbre con trabajo forzoso hasta la mera tributación. El productor directo
se encuentra aquí potencialmente en posesión de sus propios medios de produc-
Todos los vínculos y relaciones de domínio personal que restringen ción, de las condiciones materiales de tr"bajo necesarias para la realización
de su trabajo y para la elaboración de sus medios de subsistencia [ ... ] .En estas
vigencia del principio formal de libertad e igualdad sólo puede~ t:·a circunstancias, sólo a través de una fuerza extraeconómica se le puede 11rran-
tornar este autorregulamiento económico y por eso deben ser ehmrn car el trabajo excedente para el propietario nominal de la tierra, cualquiera
dos dei proceso de producción y reproducción. Basta la "fuerLa mu que sea la forma que asuma esta fuerza" (Karl Marx, Das Kapital, t. 3,
de las realidades económicas" 78 para garantizar, por un lado, la "lib MEW 25, pp. 798s [t. rn/8, pp. 1005s]; véase también, dei mismo, Grundrisse,
pp. 73-76 [t. 1, pp. 82-86]).
voluntad" de los trabajadores de vender su capacidad de trabajo y1 Blanke/Jürgens/Kastendiek [87], p. 68, utilízan e! término "fuerza extra·
por otro, la "libre voluntad" dei propietario de los medios de prod~,c~ económica" como aquel "algo" a que arriban en su esfuerzo de deducir la
ción de valorizar su capital. Aquí es donde el modo de producc1 necesidad de una instancia política a partir de los mecanismos de la reproduc-
capitalista se distingue de todas las épocas socioeconómícas anterior ción capitalista, este "algo" que asume históricamente la forma dei estado
en que el productor directo todavía no estaba separ~?º de sus :n. bur!l1Jés. Hubiera sido mejor no utilizar para ello un término propuesto por
Marx como elemento constitutivo de la apropiación en sociedades precapita·
dios de producción, con lo cual sólo una franca relac1on de do:nm1 listas. Aunque el ~stadci bur!\"ués hava heredado lo que queda en las sociedades
podía obligarlo a entregar el producto excedente a su amo, ( t.nbuta capitalistas de la funcíón de aquella "fuerza extraeconómica", lo que marca
rios esclavos siervos) . En · estas épocas, la fuerza extraeconormca e toda la diferenda es que ya no se trata de una relación de dominación privada,
un 'supuesto' indispensable dei p~oceso productivo; e;i consecuen~~ concomitante indispenrnble de la apropiación dei producto excedente. Es éste
d contexto conceptual dei término "fuerza extraeconómica", y no conviene
quedaban al descubierto las relacmnes .de clase a traves de la .~anc10 sacarlo de ahí. En este trabajo hablaremos, pues, de una "instancia extraeconó-
jurídica de la desigualdad y la serv1dumbre, cuya aceptac1on p mica" cuando tengamos que referimos a este "algo" que pormovernos en una
parte de las clases dominadas se imponía por medio de la ideologí· fase inicial dei desarrollo de nuestras categorías todavía no podemos llamar
(religión) o de la fuerza. 79 "estado burgués". ·
so Karl Marx, Grundrisse, p. 158 [t. 1, p. 185).
81 "La relación específica .de dominación entre e! capital y e! trabajo asala-
rn Karl Marx, Das Kapital, t. 1. MEW 23, p. 609 [t. r/2, pp. 720-721
77 Karl Marx, Resultate des unmittelbaren Produktionsprozesses, Frankfu riado es un elemento inmanente a la circulación de mercancías, que surge, se
Verlag Neue Kritik, 1969, p. 89. reproduce y ai mismo tiempo se oculta a través de ella. Esta relaci6n de domi·
78 Karl Marx, Das Kapital, t. I, m:w 23, p. 765 [t. 1/3, P: 922]. . nación mediãffzada es la base absoluta de todas las concepciones juridic~s,
79 "En cualquiera de Ias formas eu que e! productor d1recto s1gut" políticas y sociales de la sociedad burguesa" ( Projekt Klassenanalyse [159]:-
'posesión' de los medios dr produr.ción y de las condiciones dt! trabajo necesa· p. 87 ).
l
58 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ~LEMENTOS DE LA TEORÍA DEL ESTADO 59

~ Sin embargo,. queda por dar un paso esencial: deducir las relacio- \ ~us propias premisas sociales y de ·darles las formas y apariencias más
fies estructurales que unen el estado a la economía significaría poder decuadas, con ser básica, no es sin embargo completa. Quedan comQ

f
1
demostrar no sólo la posibilidad sino la necesidad de su existencia sepa- /'déficit" algunas funciones soc:iales también indispensables para garan-
rada en el contexto del modo de producción capitalista. .!tizar la apropiación ininterrumpida de plus\'alor, .pero que ya no sur-
A grandes rasgos, hay consenso en qué ha de consistir esta nece- 'en e~pontúneamente de 1?s pro~ios me~an.ismos del mercado, por lo
sidad, y hasta aquí también nos acompafian los escritos de los "dási- &tual ttene que haber una mstanc1a constltmda en forma separada del
cos": para garantizar la continuidad ininterrumpida del proceso de ercado para hacerse cargo de ellas. Algunos buscan este "déficit"

t
producción y reproducción capitalista se precisa de ciertas condiciones or el lado material dei proceso productivo. en la necesidad de proveer
generales y de funciones sociales que ya no surgen sin más del automa- los capitales privados de ciertas condiciones materiales de produc-
' • tismo económico. Algunas de las premisas genéricas de la vida material ón como energía, comunicación, etc., que por alguna razón no pue-
de la sociedad ya no pueden ser provistas por productores privados en en ser suministradas pro\'echosamente por otros capitales privados. 83
la forma de mercancías, "y justamente a partir de esta contradicción iOtros lo buscan por el lado social, en la supuesta necesidad de que los
i entre el interés particular y e! comunitario el interés común asume Jirincipios de propiedad, Iibertad e igualdad tengan un garante extra-
una conformación independiente como estado, separado de los inte- fconómico que vele por el cumplimiento de las reglas dei mercado,
reses particulares y conjuntos reales, y al mismo tiempo como comuni- fª que e! cumplimiento de estos principios está permanentemente
dad ilusoria". 82 El estado aparece así como instancia que expresa y l!imenazado ya sea por el afán desmedido de lucro de algunos capitales,
garantiza todo aquello del contexto social que no iiene su existGnÇJ.a ~a sea por parte de la clase obrera que ya no acepta como única libertad
asegurél.da ya en la base económica de la sociedad a través de lo§.me- fª de \'ender su propia fuerza de trabajo. 84
canismos de producción capitalista. I! Para otro grupo de autores, la necesidad de un agente extraeconó-
Con esto, el problema de la relación entre economía y política fmico surge, por así decir, ex post, por la 1 necesidad de compensar una
1

~
queda puntualizado, pero no resuelto. l Cuáles son, en detalle, estas ··.ariedad de deficiencias que van apareciendo en e! proceso repr·o. d.uc-
condiciones generales de la producción y la reproducción? l Por qué Í\"O pero cuyo "lugar" exacto no se puede establecer de antemano;
no pueden ser proporcionadas por los capitales privados? l Cómo se . egún ellos, y a diferencia dei· primer grupo, la .capacidad. de la diná-
encarnan estos "intereses comunitarios" en el estado, y qué hacl;! éste ica capitalista de reproducir su propio ambiente material y social
para garantizarlos? Y más que nada: l qué contradicciones y crisis fº es limitada, sino contradictoria: rontiene también tendencias poten-
surgen de él? l En qué se manifiesta su carácter como estado de una \ialmente destructoras que tienen que ser desactivadas y corregidas
sociedad de clases, lo "ilusorio" del bien común que parece re- or una instancia consustanciada con el interés general del sistema. La
presentar? iàtegoría central de estos intentos de "deducción" es la crisis; de qué
Éstas son las preguntas a las que una deducción de los funda- ·.risis se trate, las opiniones varían. 85 .
mentos estructurales de! estado debería dar respuesta. Sin embargo, los Otros autores se ahorran el desvío por la base económica, con sus
trabajos realizados basta la fecha distan de llegar a esta meta; son ape- éontradicciones y crisis, y van directament.e a la lucha de dases como
nas pasos tentativas en este terreno desconocido. Además, estos pasos menaza principal de la reproducción capitalista. De ahí deducen la
toman direcciones bastante diversas. Los estudios efectuados hasta ecesidad de un centro de poder no idéntico a las dases que vele
ahora se centran en dos puntos: 1) en qué consisten estas tareas gene- r que ellas no se destruyan mutuamente, .lo que implica que también
rales sociales que necesitan de un procurador extraeconómico, y 2] de las dases dominadas se les garantiza su existencia mínima (fase
qué nivel de exposición dentro dei sistema de Marx tiene que partir 83 Altvater [i5].
metodológicamente la fundamentación lógica de esta necesidad. 84 Por ejemplo Lapple [125].
Con respecto a 1]: un grupo de autores considera. la existen.cia .de 85 Hirsch (113] identifica la caída tendencial de la tasa de ganancia como
una instancia extraeconómica como elemento necesano y constitutivo !l cr.isis "madre". Los ~utores de la Arbeitskonferenz München [81] y Apel [80)
del proceso de producción y reproducción capitalista. Según ellos, l.a .:ons1deran las tendenc1as destructoras de la competencia como crisis centrales.
capacidad de los mecanismos capitalistas de producir y reproducff ara otros autores basta con una suma de diferentes crisis, sin preocuparse
or una priorización estricta; así Mandei (41], pp. 432ss, y Klaus Funken,
berlegungen zu einer marxistischen Staatstheorie, en Braunmühl/Cogoy/
'l2 Marx/Engels, Deutsche I deologie, MEW 3, p. 33. unken/Hirsch [89],. pp. 92-123.
60 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPlTAL!ST . LEMENT0S DE LA TEORÍA DEL ESTADO 61

integrativa}, pero dentro de su situación de dominadas (fase tor. soviético Paschukanis, publicadas en 1929,91 identifican esta san-
presiva} .86 'n intersubjetiva de una práctica social capitalista como el dereçho,
Con respecto a 2]: buena parte de los trabajos sobre la fundame ncepto que utilizan en el sentido más amplio, como conjunto de
tación teórica dei estado está dedicada a la cuestión metodológica d às soeiales, escritas o no, conscientes o inconscientes, que regulan
de qué "lugar" sistemático, dentro de la exposición hecha por Marx gran mercado que es una sociedad capitalista. Para ellos, tal como
modo de producción capitalista, ha de partir la deducción lógica de 1 1 dinero cumple una función indispensable como mediador general
relaciones estructurales entre la economía y la política. Cuestión q1u. •·.e. las relaciones de próducción capitalistas en su fase material, el dere-
a pesar de ser metodológica es de gran trascendencia práctica: de 1 ho lo hace en su fase de práctica social, mediador social que bajo la
respuestas que se den a esta pregunta depende cómo se co.n:~ptualic'.•pariencia de igualdad ya transporta una esencia mistificada de clase,
la "autonomía relativa" dei estado y, por ende, qué poszbzlzdades. or sancionar también el derecho de propiedad. En virtud de este
(sobre todo) qué limitaciones estructurales de la intervención estat ontenido contradictorio y mistificado, las formas de conciencia que
se pueden pronosticar en una situación concreta. Tamb~én se conec,rasladan estas normas a la práctica social quedan sujetas a tensiones
con este problema metodológico la manera como se exphcan. los .1?"1ec' no dan suficiente garantía para la continuidad de esta conducta
nismos de mistificación por cuyo medio un órgano de dommac10n dtocial. Hace falta que esta normatividad social tome cuerpo en un poder
clase asume la apariencia de árbitro neutro dei bien común, ·lo qu,xttaeconómico que le transfiera fuerza material para imponerse.
daría también la clave para comprender e influir en procesos práctic '; No podemos exponer aquí en detalle estos dos distintos intentos de
de desmistificación. . . . . ndamentacíórf 1ógicá, ni niucho menos hacerles una crítica exhaus-
Algunos autores opinan que ya en el mvel de la simple cz.rculacz6. va. Estas críticas se han hecho en otras partes, 92 y además su resultado
de mercancías (tomo r, capítulos 1 a 3, de El capital), o sea en 1 .ara los fines de este trabajo sería negativo: todos los intentos reali-
determinantes más abstractos de la sociedad burguesa, puede enco dos hasta la fecha con haber adelantado enormemente la conciencia
trarse Ia necesidad de un garante extraecon~mico, ~e la reproducció Í:ítica dei problem~, no han sabidó resolverlo. El objetivo final de
económica y social. 87 Otros buscan el lug_ar SIStematico de una de~~ .emostrar no sólo la posibilidad sino la necesidad estructural dei estado
ción de la lógica estatal en la competencza (tomo m, segunda seccio entro dei modo de producción capitalista no lo han alcanzado todavía.
de El capital) ; aducen para e~lo que el e.stado como P.arte. de la sup No es de extrafíar, pues, que desde 1975 vengamos observando un
estructura social sólo se explica a partir de determmaciones mu~ ntervalo de reflexión". iEs admisible metodológicamente hacer abs-
rp.ás complejas. 88 Quedan, finalmente, quienes ven el punt~ de parti ción de la existencia histórica real dei estado en el intento de
en un nível intercalado de la práctica social; según ellos, el mtercam blecer las relaciones estructurales entre economía y política? l O hay
mater~al de me~cancí~s necesita co,m~ com~lemento, P?r e~ lado. buscar un planteamiento del problema que integre desde el comien-
los sujetos que mterv1enen, una pract1ca social de propietanos pn el aspecto lógico con el aspecto histórico? En vista de toda la auto-
dos, libres e iguales, asegurada Y prolongada por formas de. c?nci.e,n mía social de la que es capaz la esfera política, l será posible "dedu-
correspondientes. EI estado )lparece entonces co~o :Uªt.en~hzacion r" por la vía lógica algo tan eminentemente histórico como el estado?
fijación intersubjetiva de estas formas de conciencia, mdispensab sólo se trata "de indicar en forma general los puntos de partida
9
para una conducta social ajustada a un sistema de mercado.ª ra la formación de aquellas 'funciones' dei proceso reproductivo
Quizás el intento más promisorio de cu~ntos se han hech? en ya característica reside en que han de formarse fuera dei sistema
9
línea s.ea e! de Blanke, Jürgens Y Kastendiek. º Retomando ideas otganización privada dei trabajo social"? 93
au Por ejemplo Müller-Neusüss [136]: Wirth (165]; Agnoli [71]; cada e
Queda por hacer también la deducción de la lógica de la forma
con diferente acentuación.
~1 Por ejemplo Lapple [125]. crente, pero én la misma dirección, es el dei Projekt Klassenanalyse (157
ss Por ejemplo Arbeitskonferenz München (81] y Apel [80]; sin emba 59], pp. 69-175.
la propuesta queda sin desarrollar, ya que ambos sólo se proponen una crítica ni Pas('hukanis [144].
02 Véase Agnolí [71]; Apel [80]; Arbeitskonferenz München [81); Gersten·
trabajos anteriores.
"º Un trabajo precursor, aunque todavía deficiente, es el de ger (106]; Hirsch [117]; Kostede [122]; Projekt Klassenanalyse [158 y 159];
Huisken (100]. desde una perspectiva no marxísta, Guggcnberger [109].
90 Blanke/Jürgens/Kastendiek [87]. Otro aporte importante por una n~ B!anke/Jürgens/Kastendiek [88], p. 418 (cursivas mías).
62 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALIS ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL ESTADO
63
exterior del estado burgués como estado nacional soberano -pue reprodu.cción", conscientes de que se trata de una expresión provisional
decirse que esta temática hasta ahora apenas ha sido tocada. 04 q.ue design~ un "algo" dei que sólo sabemos que existe sin poder pre-
laguna se justifica por c~anto est~, forma "bacia fuer~" :?lo P? cisar todavia su contenido.
emanar de la forma "haC1a dentro· , quedando su exphcacmn teo · Con. base en estas consideraciones podemos proveernos finalmente
pendiente de los avances de la discusión sobre .l~s r:Iaciones inter de un. mstrumento termi~ológico que vamos a precisar en una fase
entre estado y sociedad, de cuyos resultados surgm~ sm. grandes esfu P,ºs.tenor de nuestro traba10: cuando se trata de aplicar los elementos
zos adicionales. Para los fines de nuestro trabajo, sm embargo, log1cos de la .teoría dei estado ai análisis de casos concretos de estruc-
laguna se hace sentir bastante, porque ai discuti~ ~o: estados de.! "ter turas esta tales ( aquí: el estado capitalista periférico) ya no podemos
mundo" no podemos dejar de poner en tela de JUICJO su forma de es habl , ?~ d ~ ,"d.ed ucc10n
·' " , por excluir
· esta expresión ' precisamente cl
do nacional soberano; llegado el momento, tendremos que elabo ~~ahs,1s .h1ston~o. -~ace falta un término que abarque Ia sfntesis dei aná-
algunas hipótesis ad /zoe. . hsis log1co e h.1stonco; con este fin suele hablarse de la "constitución"
En resumen, queda como resultado de todo lo anterior: 1] L~ P? ~~! es~a~o. burg~é~. Desde Iuego, no se trata aquí de aquella norma-
bilidad de una existencia dei estado, apartada de la esfera. econom1 ~mn J~nd1~a bas1ca que reglamenta sus instituciones políticas. Se
como aparente y neutral expresión dei interés general, está fundada cons.tituye el estado burgués a través de un doble movimiento el
el sistema capitalista de producción y distribución. Los determinan d~s~lz~gue de su dinámica lógica, en el transcurso de .la f orma:ión
más abstractos de este sistema se encuentran en e! intercambio ~iston.c~ de un est?do.co~~reto. Así, cuando se habla dei análisis de Ias
equivalentes en el plano de la circulación de .mercancías simple, ' cond1cione:~onstit~ti~as · de un estado, se trata de aplicar el conjunto
cual por sus propias características, se presenta como momento, m ~e las, P_reczszones logzcas (.o sea la totalidad de aque:llos elementos
for~a aparente de un proceso más profundo que resulta de ella a 51
sternat1c?s del modo de producción capitalista que posibilitan y exigen
vez que la produce: el dei capital industrial". 95 Cualquier explicac la separac1ón ,d.e. lo político en la f orma1 dei estado bacia dentro y bacia
dei estado es en última instancia "esta base en otra potencia". 96 fuera) al analzszs de una conereción histórica de fenómenos estatales.
está claro si una fundamentación lógica del estado ba de partir de e
nível o de otros más complejos, pero éstos de cualquier manera tamb
contienen el nível de la circulación de mercancías simple como "esf
abstracta. dei conjunto dei proceso burgués'' .97 3.3 LAS FUNCIONES Y LOS MEDIOS DE LA ACCIÓN ESTATAL
2] La necesidad de un estado surge porque algunas condicion.es
dispensables para la continuidad.de la reproducción capitalista no p Toda elaboración teórica sobre las relaciones estructurales entre el
den ser suministradas en forma de mercancías por los producto estado burgués y la economía capitalista se justifica en cuanto sirva
particulares. La producción de estas condiciones es, así, una. t para equipamos con instrumentos más adecuados para el análisis de
directamente social, "común", de la que debe hacerse cargo una ms la acción social. La finalidad práctica de cualquier teoría del esta-
eia absuelta de las limitaciones apremiantes dei mercado. Este "asu do .cs. la de poder determinar con más precisión los alcances y límites de
común" representa la función básica dei estado, su razón de ser, la m1erenc1a dei estado en la sociedad. Es el campo de las funciones
Falta todavía demostrar en detalle cómo surge esta función ne dei estado, de sus medios y finalmente sus formas organizativas.
saria de las leyes económicas y determinar su co.ntenido exacto, m Sobre esta parte más directamente práctica de una teoría dei es-
todavía no alcanzada de una deducción de los fundamentos lógi ~do burguês la discusión se encuentra en una fase todavía más inci-
dei estado. Para los fines dei presente trabajo a esta funcionali piente que sobre sus fundamentos lógicos -lo que es natural tratán-
básica dei estado la llamaremos "garantia de condiciones generales dose de una e~ificación teórica que necesita para su solidez' de este
fun~amento, s1 no se quiere seguir describiendo sin más escrúpulos
94 Hay algunos avances en esta direcci6n en los trabajos de
teó~1c?s algunas "funciones" dei estado que no pasan de apreciaciones
[105] y de Diner/Schmitt-Egner [94]. sub~etivas de apariencias empíricas. Por el momento sin embargo lo
95 Karl Marx, Grundrisse, pp. 922s [t. 3, p. 186]. rud1men,tario de la discu~ión teórica en parte todavía 'nos obliga a ~ro­
96 lbid., p. 156 [t. l, p. 183]. ceder as1: no hay todavia un consenso sobre la relación entre funda-
s1 lbid., pp. 922s [t. 3, p. 188]. mentos estructurales y funciones dei estado, y en la enumeración y
64 EL. ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
lll.EMENTOS DE LA TEORÍA DEL ESTADO
65
sistematización de las distintas funciones estatales reina todavía la arbi- -Condiciones generales materiales de producción
trariedad más absoluta. ,
-Cond~c~ones gencrales de reproducción de la fuerzà de trabajo
Hay, eso sí, un consenso negativo en el sentido d_e, que I?ás. alla de
. -Cond1c10ne~ g.enerales externas dei modo de producción capita-
Ia funcionalidad básica del estado para la reproducc1on capitalista que
lista ( el establec1m1ento de un ordenamiento jurídico general y su
fundamenta su existencia ya no se puede avanzar exclusivamente por garantía por la "fuerza pública").
la vía de la lógica deductiva, y que para la explicación ~e. l_as ~ift;·
Salta a la vista lo cuestionable de estos intentos de sistematización.
rentes' funciones concretas del estado hay que pasar al anahs1s histo-
; ~órrío se delimita la garantía de la disponibilidad de fuerza de tra-
rico-genético. Pero t cómo se vincula entonces este análisis histórico
ba.10 dei establecimiento de un orden jurídico? ~ Es esta función norma-
con la deducción lógica anterior?
tiva d:J estado idéntica .ª su función represiva? Parece que Lapple
Ambas partes a veces son tratadas como rígidamente sep~radas,. y
subordina la representac1ón internacional de] capital nacional bajo
otras veces como casi idénticas. Up grupo de autores hace la diferencia
su punto tres, mientras Altvater la aparta para elevaria a un punto
entre la garantía de condiciones generales externas de la producción
cuatro; y otro autor1 º1 cierra su catálocro con cinco puntos de igual
capitalista ( derecho, rep:;sión, segurid~d) . que ~manan directamente ?ivel. de. abstracción al hacer de la "ga rantía de regias formalm~nte
0

de ese modo de producc1on y resultan md1spensables para su mante-


1guahtanas de competencia" una función por separado. No. está claro
nimiento, y por otra parte aquellas funciones 9ue. surgen del desarrollo
si es~os puntos constit_uyen conceptos gcneralcs de los que se desprenden
de las fuerzas productivas y. de las contrad1cc1ones dei proces? de
( l como?) otras funciones más específicas ( i cuáles?), y si àe làs activi-
acumulación; con eso llegan a la conclusión de que hay. ,func~o~es dades estatales que observamos en la práctica queda un "remanente"
de estado constitutivas susceptibles de una . fundamentac1on log1ca
qu~ .no se su~o:dina a estas puntos (,: qué hay, por ejemplo, de la
( con su desarrollo histórico correspondiente) y funciones accesoria.1
, respon d en a causas hº1stóncas.
' . pohtica econ.or:i1~a. coyuntural, o de la asistei;icia social a categorías
de personas mutiles para e! proceso p~oductivo, como .ancianos o en-
98
que solo . .
Mientras subsistan estas dudas, los esfuerzos de SIStematizar el cam-
fermos fnentales?). No se reconoce una necesidad'intrínscca de los
po de las diferentes actividades estatales tienen que contentarse ~o~
sistemas propuestos, con lo cual qucdan disponibles para clasificaciones
catálogos provisionales. Un intento para establecer algunas subd1v1- según otros criterios.
siones principales es el de Altvater: 99
Así, por ejemplo_, .escribe Mandei: 102 "Las funciones principales de]
estado p:ie~en clas1f1carse como represivas, intcgrativas y técnicas.. "
Es ~n cnter~o para el cual la referencia a la base económica es secun-
t] Suministro de condiciones materiales generales de producción ("infra·
estructura") ; ·
2) Establecimiento y garantía de un ordenamiento jurídico general dentro daria Y sust1tu1ble -podría decirsc lo mismo de un estado socialista.
del cual se mueven las relaciones de los sujetos jurídicos en la socíedad C:on eso; Mandei nos brinda la oportunidad de recapacitar sobre Ia
capitalista; d1fere?c1~ entre funciones de estado, por un lado, y los medias y fo;mas
3] Regulamiento del conflicto entre trabajo asalariado y capital y, en organzzatzva:> para su ejercicio, por el otro, que cobrará relevancia
caso de necesidad, represión política de la clase trabajadora [ ... ]; en la posten?r estructuración .de este trabajo.
4] Garantía de la existencia y de la expansión del capital nacional en . Por func10ncs del estado entendemos los campos de acción ncce-
su conjunto en el mercado mundial capitalista. sana Y ~~ncreta dcl esu;?o frente ai proceso económico y social de la
producc1on y reproducc10n; lo demás son los mcdios de los que se vale
Un listado algo distinto lo abre Lapple: 100 Y las formas organizativas e institucionalcs que asume para tal efccto.

ns Con respecto al problema de la relación entre la existencia lógica 101


Himh [ l l 3], p. 23.
estado y sus funciones individuales, véanse Arbeitskonferenz Münch.en 102
Mandei [41], p. 432; hay que tomar en cuenta que la disçusión sobre
p. 129; Bielcfelder Seminarpapiere, cit. por ~lanke/Jürgens/Kastend1ek los fundamentos lógicos dei rstado frnrgués no ticnc auge hasta despiu's dcl
p. 53; los mismos [87), pp. 84ss; Flatow/Huisken [1001: pp. 136-137;
escrito de Mandei que citamos aqui r.on intenc:ión de crítica. Otra sistemática
stenberger [106], p. 11; Hein/Simonis (241), p. 10; Hmc~ [113], p. es l_n que utilizan Hcin/Simonis [241 ], pp. 220·221. Haccn un listado de los
Llipple (125], p. 55; Projekt Klassenanalyse [159], p. 93; W1rth [165], p. pos1hl~s origcncs de crisis cn cl modo de rcproducdón capitalista que pucden
oe Altvater [75], p. 9,
rcquer1r de una romprnsadón por parte dP. la arrión estatal -"-enfoque útil
tôO Li:ipple [125], pp. 95ss. para finrs hrurlstiros sin pr~tcmión teórica.
66 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA 'rl-:ORÍA DEL ESTADO 67

Vemos así que la enumerac1on de Mandei de las "funciones princi- tes pueden deducirse por vía dei análisis lógico: conociendo las vincu-
pales" en realidad es una lista de medios. E! estado no tiene la fun- laciones estructurales entre economía y política podemos también deter-
ción de reprimir o de integrar a la clase obrera (lo que además son minar lo estructuralmente imposible. Son, pues, parte integrante de
só lo dos caras de la rnisma moneda), sino de garantizar la disponi- una deducción de los fundamentos lógicos dei estado y a su mismo
bilidad de mano de obra con condiciones beneficiosas; cómo lo realiza, nivel metodológico,
es una cuestión de los medias más adecuados y disponibles en · un .Lós límites de acción;\ a su vez, corresponden ai nível de las fun-
momento histórico dado. ciohes esta tales y sólo pueden determinarse con apoyo en 'un análisis
En el marco de este trabajo no podemos elaborar los fundamentos histórico. Sargen de las contradicciones y fricciones específicas a las
lógicos e históricos para una sistematización propia de las funciones que se enfrenta la actividad estatal. Los estudios realizados han puesto
estatales. Tendremos que guiamos por las clasificaciones hechas por de relieve en especial los límites de acción siguientes:
otros, formando grupos más o menos plausibles de las actividades esta- a] En el capitalismo el contexto social se constituye en su dimen-
tales que se observan y dándoles denominaciones provisionales. sión ernnómica y social a través de relaciones de mercado. Utiliza,
En su inversión negativa, la cuestión de las funciones estatales se pues, como "vehículos" de contenido social a los dos mediadores gene-
presenta como el problema de los límites de la acción estatal. Esta rales dei mercado: el dinero y el derecho, que contienen ambos la
temática de los "análisis de restricciones" está más desarrollada · contradicción entre igualdad formal y desigualdad material. Como
su premisa, la determinación positiva de las funciones estatales. 103 garante de una sociedad productora de mercancías, el estado tiene que
Siguiendo una proposición hecha por unos autores 10 • influir eri la sóciedad a través de estos mediadores; en caso contrario,
comenzar haciendo una distinción entre "límites de sistema" y lesionaría su apariencia como garante neutro de propiedad, libertad
de acción". Se trata de un intento de desglosar la noción de e igualdad. Resulta, pues, que medidas estatales generales alcanzan a
mía relativa dei estado" y de concretarla para su·-afllicación..a-.aspectos los agentes productivos sólo en su papel formalmente igualitario de
determinados de la actividad estatal. Los límites de sistema sur~en de propietario de dinero y de ciudadano, respectivamente, y no llegan
su naturaleza como estado capitalistà:: consisten ep la garant'í~ de la ai plano de la desigualdad material en el que se originan las crisis
propiedad privada (más precisamente de su contenido material, el de- que hay que resolver. La injerencia de la actividad estatal en el pro-
recho de apropiación de plusvalor) y por lo tanto dei carácter de clase ceso de la producción y reproducción capitalista no puede traspasar
de la sociedad. Si pudiera traspasar esta frontera, el estado tendría e! límite de la propiedad privada y tiene que contentarse con ser
que convertirse en fuerza revolucionaria contra sí mismo. 105 Estos lími- indirecta, siempre imprecisa e impredecible en sus resultados indi-
viduales.
rn3 Véasc Ronge/SchmiC"g [161]; Altvater [75]; el mismo y otros (78];
b] La mayoría de las posibles líneas de acción cuestan dinero dei
O'Connor [141]; y otros más. Esto C"xplica por qué toda la polémica co.ntem· cual el estado sólo puede proveerse tomándolo dei proceso de v;lori-
poránca acerca de! l'Stado C'n Alrmania tomó su impulso prC"cisamentc por un zación privado a costa dei revenue dei capital o dei trabajo. Entonces,
afán de poder dcmostrar las reslricciones inhcrcntcs a la acción estatal, en su. capacidad interventora está permanentemente restringida por sus
un doblc intento de crítica: por un lado, frente a la euforia planificadora que recursos financieros siempre limitados, recursos que adem<ls escasean
in11ndó las esÍ<'ras politirns oíiciales y sus exprrsíonPs científicas a fines de los
anos 60, con b incorporación de! Partido Sori;ildcm6crata de Willy Brandt justamente cuando más falta hacen: cualquier crisis dei proceso de
.ai gobi(•rno y, más precisanwntr, su lleri;ada ai Ministerio de Eronomía cn la acumulación privada aumenta las necesidades de inter\"ención estatal,
persona drl (cntonces) keynesiano Karl Schiller; por otro lado, frente a un pero ai mismo tiempo hace bajar sus ingresos fiscales ("restricción
análisis de la csruela dei "capitalismo monopolista de estado", que sostenía financiera") .10 G
el advrnimicnto de un nucvo tipo de capitalismo con base en una supuesta
raparidad dei estado de dar solucionC"s duraderas y tendencialmente no contra·
c] Para que e! estado pueda cuidar de los asuntos comunes de la
dictorias a las tendcncias a las rrisis existentes. reproducción, debe conocerlos primero. Pero las exigencias dei sistema
1o< Blanke/Jiirgcns/Kastcndiek [!l7], pp. 92Js. sólo se le comunican a través de crisis y muchas veces en apariencias
tOi\ Ejrmplo~ recirntcs como los casos de Chile y de Portugal dem11estran mistificada~ y ligadas a intereses que pueden resultar indescifrables en
eómo· rcacciona cl capital con boicoteo de inversiones, fuga de capitales, bloqueo cuanto a sus causas reales ( "restricción informativa").
de las relaciones comercialcs y financicras externas, rctend6n de mercadería y
ml'rrndo nc~ro. y cn última instancia con 1m•dios políticos t>xtremos, cuando 106 Vtlame O'Connor [141]; Altvater [76); Wirth (165], p. 38; Ronge/
el estado apenas se accn:a a este Iímite dei sisten1a. Vt'ase también Altvater [161), pp. 156ss.
68 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ELEMENTOS DE LA TEORÍA DEL ESTADO 69

d] Las crisis que plantean la necesidad de una intervención es.tatal por otro lado de las tradiciones históricas y del grado de desarrollo
muchas veces son sólo una expresión de contradicciones objetivas inma- de la esfera política del país de que se trate. Sin embargo, estas formas
nentes al modo de producción capitalista. Por consiguiente, el estado exteriores dei estado no son completamente discrecionales. La manera
sólo puede resolver un problema a costa de crear otro nuevo. "Los como se exterioriza el estado frente a la sociedad burguesa tiene que
instrumentos regulatorios del estado son tan contradictorios como la corresponder con la manera en que se constituye su papel dentro de esta
sociedad de la cual son tomados." 107 De ahí que e! estado en su función sodedad. Recordemos que la constitución del estado como esfera dife-
de "manager" de la crisis justamente no pueda ser un est~do monolí- renciada dei resto de la sociedad parte de las formas capitalistas de
tico y congruente, sino necesariamente un estado (hasta cierto punto) interrelación social en el plano de la circulación; sus formas institucio-
contradictorio e incoherente, que busca sus decisiones por la vía dei nales tienen que reflejar, pues, la racionalidad mistificada que reina
"ensayo y error". 108 en esta esfera de circulación, básicamente los princípios de libertad e
e] AI regular las condiciones de reproducción de la fuerza de tra- igualdad esenciales al cambio de equivalentes.
bajo el estado se enfrenta con la respectiva fuerza política de la clase La equiparación de los individuos en el ámbito económico como
trabajadora de un momento histórico dado, límite a su acción en esta propietarios privados libres exige en el ámbito político su reconoci-
dimensión social. 109 miento como ciudadanos también libres e iguales. En el ejercicio dei
f] Finalmente, está sometido a los Jímites de acción derivados dei poder sócia! estos principios formales imponen una forma de domina-
contexto económico mundial, cuyo poder condicionante dei proceso ción aparentemente neutra, impersonal y desinteresada de toda dife-
socioeconómico interno casi siempre es muy superior a las posibilidades rencia material que se limita a articular e! interés promedio dei con-
11
del estado nacional de influir en este contexto internacional. º junto de los propietarios privados. Es justamente esta abstracción de las
Además de estos límites de acción, y ya en un nível empírico, en desigualdades materiales la que mejor sirve para afianzarlos: ai equi-
todo el camino desde la percepción de un problema hasta la imple- parar formalmente todos los intereses p;uticulares sin distinguir entre
mentaeién de una solución puede ocurrir una gran cantidad de defi- propietarios de medios de producción y propietarios de su sola fuerza
ciencias organizativas y estorbos políticos que redundan en una pérdida de trabajo se garantiza qué en el promedio de los intereses predomi-
adicional de capacidad regulativa. nen los de las dases dominantes.
En aras de esta apariencia de universalidad la clase dominante no
puede gobernar ella misma en forma directa, máxime que sus inte-
grantes se encuentran aislados y enfrentados unos con otros en la
3.4 SOBRE LAS FORMAS INSTITUCIONALES DEL ESTADO
competencia. La articulación de sus intereses generales por encima
de la competencia debe quedar a cargo de una categoría de pe1sonas
Después de lo dicho resulta evidente que las diferentes formas orga- específica: los políticos profesionales y un aparato de funcionarias
nizativas e institucionales que asumen los estados son sólo una expre- subordinados a ellos, que aparecen corno meros instrumentos para
sión instrumental de sus finalidades funcionales. Su conformación medir y expresar el interés general. La autonomía relativa dei estado
concreta depende, por un lado, de la fase en que se encuentrn el pro- producto dei apartamiento de lo político en la sociedad burguesa'
ceso de acumulación y de la estructura de clases que le corresponde, adquiere así un cuerpo material también relativamente autónomo'.
que la burguesía no pierda totálmente el control de su poder
101 Altvater [761 y [75), p. 30; en el mismo sentido, Ronge/Srhrnieg [161), ""''"1-'."'uv y pueda impedir una independización contraproducente del
p. 291: Wirth [165], p. 38. queda atado por restricciones legales como la "división de po-
1os Wirth (165), p. 39; y similar Offe [143], pp. 27ss y 65ss.
o las "garantías fundamentales".
100 Blnnke/Jürgens/Kastendiek [87], . pp. 94s.r; Altvater [76): bajo este
aspecto vé::tse tarnbién Flatow/Huisken [100]. con su referencia ai capítulo octavo También en sus medios de intervención el estado debe reflejar su
de El capital sobre cl dia normal de trabajo. origen en las relaciones de intercambio: éstas "por la fuerza de las
no Olle/Schoell<:'r [325] proponen ronsiderar la necesaria forma externa de circunstancias en lugar de la coacción directa, y [aquéllos) por la norma
estado nacional soberano como límitr de sistema "para fuera'', rrntrado cn la legal en lugar dei látigo" .111
necesidad de acotar un mercado interno, como contrapartida ai limite de
sistema "haria d~ntro", basado en la propiedad privada ( en su manuscrito, 111
Berlín, 1975, p. 38). Karl Marx, Das Kapital, t. 3, MEW 25, p. 803 [t. m/8, p. 1011].
70 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITAl.!STA

Todo esto converge en una tendencia hacia el estado de derecho 4. EL ESTADO DE LA CAPITALISTA
democrático-parlamentario como correspondencia política más ade-
cuada de un modo de producción cuyas formas de intercambio .social
operan de tal modo que .reproducen y a la misma vez disimulan las
desigualdades materiales entre sus agentes de producción.
Pero esta forma anónima y encubierta de domínio de clase exige
como .fundamento material una reproducción capitalista que sigue sus 4.1 EL ESTATUS DE UNA TEORÍA DEL ESTADO PERIFÉRICO
propios moldes sin crisis muy notables, para que las dases dominadas
sigan ilusionadas con la apariencia de "orden natural" que produce. Tenemos presentes, pues, los elementos disponibles para una teoriza.ción
En la realidad, ni la continuidad reproductiva ni la mistificación sobre e! estado de la periferia capitalista. Son, en rcsumen:
pueden llegar a ser perfectas y dl\raderas. E! estado de derecho demo-
Como características dei subdesarrollo:
crático-parlamentario no se da en la realidad en su forma pura,
-:la reproducción dependiente de! mercado mundial y la hetero-
como tampoco su supuesto lógico, e! capitalismo competitivo puro.11 2
gene1dad estructural de las formaciones sociales periféricas,
Es necesario estar permanentemente alerta para que la igualdad formal
de los ciudadanos no sea aprovechada por la clase obrera como brecha Y como características dei estado burguês:
para introducir elementos de igualdad real. El estado burgués con su . -la generali:;:ación de relaciones de mercancías, incluyendo las. rela-
tendencia democrática se funda en una permanente tendencia con- ciones de traba30, como base constitutiva de la forma de! estado
burgués,
traria hacia formas autoritarias de dominación rebasando las restric-
ciones legales. . -la garantía ~e la~ condiciones generales de reproducción capita·
En situaciones críticas agudas pueden darse situaciones conflictivas lista como su func10nahdad básica
entre la forma institucional de estado democrático de derecho y la -la concreción de esta funcio,nalidad global a través de una va-
función material de salvaguardar el sistema de reproducción capita. riedad de funciones estatales específicas, de efectos siempre limitados
lista. En estos momentos históricos se hace patente que l.as formas Y muchas. veces contradictorios, que surgen con el desarrollo capitalista,
institucionales, aunque dotadas de cierta racionalidad propia, respon- -y finalmente las cambiantes formas institucionales dei estado.
den en última instancia a. las funciones del estado y son por ende adaptadas a las e~i,gencias materia1es que plantea cada etapa dei pro-
sustituibles. Surge entonces el estado de excepción que, prescindiendo ces~ de acumulac10n ai estadp, y expuestas a tensiones contrapuestas
de las apariencias democráticas propias de la esfera de circulación, se hac1a. e! estado de de:ecl~o democrático-parlamentario por un lado,
erige en expresión abierta del domínio de clase subyacente. y hacia el .estado autont::i.no y arbitrario por el otro.
En estas situaciones de excepción ocurre que .las dases dominantes, . Vimo,s que todos. estos puntos constituyen simplificaciones que
al dejar que el estado se desligue de sus atad,uras legales frente a depn mas preguntas planteadas que contestadas, pero que en e! mo-
clase trabajadora, se ven obligadas a aceptar que se independice tam- mento actual no hay más remedio que contentarse con estos 1esultados
bién de ellas. Las burguesías pueden entonces perder su control dei parciales.
aparato del estado y verse privadas sucesivamente de todas sus Jiber- ;. De qué manera pueden aprovecharse estos elementos para una
tades económicas y políticas, con la sola excepción de una, esencia teoría dei estado en la periferia capitalista? .'. Puede haber tal tcoría
de su domínio de clase: la libertad de apropiación de! plusvalor. primer lugar, cómo debería construirse, y quê posibilidadcs de
quedan hoy por hoy con base en los fragmentos

U n primer indicio para la solución de estos interrogantes lo da el


112Gerstenberger [106], p. 9, revoca expresamente su observación de párrafo de Marx:
afios antes en [105], p. 208, según la cual el estado de derecho
burgués era la forma política más adecuada dei capitalismo, y la sustituye cl contrario, el "estado contemporáneo" cambia con las fronteras na-
la tesis de que democracia, estado de derecho, libertad e igualdad tienen Es otro en el Impcrio alemán prusiano que en Suiza, otro en Ingla-
permanecer como ideales ilusorios que nunca deben akanzarse, porque su quc en Estados Unidos. "El estado contemporáneo" cs una ficrión.
zación sería incompatible con la salvaguardia dei sistema (p. 10). embargo, los diferentes estados de los diferentes países civilizados, a

[71]
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA BL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 73

pesar de su variedad multicolor de formas, tienen todos ~n común que 1] De los fundamentos teóricos del estado burgués sólo se han
se basan en la socicdad burguesa moderna, aunque una mas, otra ~enos elaborado las condiciones constitutivas generales, y éstas sólo en el
avanzada en su dcsarrollo capitalista. Por eso también comp~rten c1ertas plano de la posibilidad de una separación de lo político.
características csenciales. En este sentido se puede hablar de estado. con- Acerca de su necesidad, así como de las funciones, medios y formas
temporánco", como contrapuesto ai futuro cuando su raiz actual, la soC1edad en que se desagrega la funcionalidad básica del estado, hasta ahora
burguesa, haya rnucrto. 113 sólo existen a!gunos fragmentos teóricos cuya conexión entre sí y con
las bases lógicas sigue siendo dudosa. Pero aun si. estas conexiones estu-
;~- Surge la pregunta: .'.No puede haber también, en el grado de con- vieran terminadas, ya no podría haber una teoría. general a este nível
creción siguiente, "ciertas características esenciales" que -comparten desagregado, porque en la reconstrucción conceptual de las tareàs y
todos aquellos estados que se basan en una sociedad "menos avanzada los modos de actuar del estado ya interviene forzosamente la dimen-
en su desarrollo capitalista", a diferencia de otros rasgos comunes sión histórica.
propios de aquellos estados que tienen su raíz en sociedades de mús 2) Una teoría general del subdesarrollo só lo puede darse en el
avanzado desarrollo capitalista? nivel más alto de generalización histórica. Estas rasgos comunes de
Llegamos antes a la conclusión de que todos los países de. la peri- la reproducción capitalista periférica son sustituibles provisionalmente
feria capitalista muestran cierta~ semejanzas e? sus estruct~ras ~conó­ por los conceptos de reproducción dependiente y heterogeneidad estruc-
micas, susceptibles de convertirse en mater~a, ~e una teona, ~el tural de la formación social, aunque no por ello quedan del todo
subdesarrollo" como generalización de lo historicamente especifico. aclarados.
Es impensable que estas estructuras económic~s ~ue ~efinen todo un Todas las demás características dei subdesarrollo que especifican
tipo de desarrollo capitalista no tengan su mc1denoa en la esfera con más detalle estos rasgos históricos más comunes del capitalismo
política de estas países. Y, tratándose de rasgos económicos comunes periférico sólo pueden irse hallando ai paso de análisis cada vez más
a todas las sociedades en una situación periférica, lógicamente sus concretos sobre grupos de países niás reducidos, períodos históricos, etc.,
reflejos en las estmcturas políticas tendrán que seguir ciertas pautas hasta llegar ai caso individual. Estas diferenciaciones históricas siguen
comunes. Hasta donde alcanza este paralelismo histórico de formas refiriéndose a una teoría general del subdesarrollo como su denomi-
políticas, podemos, pues, hablar "del estado capitalis~a periférico'', e;i nador común más abstracto, pero ya no son generalizables entre sí,
el mismo nível de un promedio empírico y con el mismo valor anah- porque "Ia misma base económica -la misma de acuerdo con sus
tico provisional que cuando hablamos de la "periferia capitalista"
2

rasgos principales-, a través de incontables circunstancias empíricas


m1sma. diferentes, condiciones naturales y raciales, influencias históricas exter-
El "estado de! subdesarrollo" -al igual que el "subdesarrollo" en nas, etc., puede mostrar infinitas variaciones y gradaciones en su apa-
sí- es rnatcria de estudio metodológicamente válida si se consider_a riencia, que sólo se explican por el análisis de estas circunstancias
como prímera parte de un análisis histórico-concreto. _Podemos rem1- empíricas" .114
tirnos entonces a lo que dijimos arriba respecto dei mvel de a~strac­ Análisis empíricos de este tipo los hay a montones en la literatura
ción de una teoría de] capitalismo periférico, de las tendenc1as de "tercermundísta"; sin embargo, les falta una referencia sistemática
desarrollo de este tipo de capitalismo y de la manera en que confluyen común a "la" teoría del subdesarrollo.
lo lógico y lo histórico en su análisis-, ~o~, entonces, que "el:' Al comparar estos dos tipos de limitaciones a que está supeditada
estado de laperiferia capitalista es unt1po ~1~!~:1cq dtL&s1a~J?~g_11~s una teorización sobre "el" estado capitalista periférico, nos percatamos
especffíco, pero a tin alto nível cle ...~_e,11~t<il~:;:ªcl?I1, çuy~ <lnal1s18:_jleoe de que .ambos se agravan a medida que se avanza desde lo general
partLr ciçlconcepto lógico del estado l:iurgues. S1endo .as1,. es obv1.o, ~ue hacia lo específico. O sea, .los alcances explicativos de una tal teoría
1éuãlq-;:;ier ro;TnuJa:ciõn teórica sobre "~!". est~do c~p1~ltsta penfenco general no son los mismos en cada uno de sus niveles, sino que se
1 hoy por hoy darú con una serie de lim1tac1on~s mev1tables, con cada paso que dan hacia lo concreto.
podemos puntualizar: son limitaciones que denvan 1] de lo . , Por consiguiente, a medida que "nos acerquemos paso a paso a la
pleto de los fundamentos teóricos, y 2] dei grado de abstracczon de las apariencias sociales en los puntos siguientes de este
\ que se sitúa el análisis. .
ns Karl Marx, Kritik de: Gothaer Programms, MEW 19, p. 28. m Karl Marx, Das Kapital, t. 3, MEW 25, p. 800 (t. m/3, p. 1007).
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA E.L ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITAl.lSTA 75

capítulo, se harán notar cada vez más las lagunas de nuestros elemen· social rorrespondiente, incluyendo la situación de conflicto de clase,
tos teóricos y ai mismo tiempo se "diluirá" e! poder explicativo de uri para lo cual el análisis tiene que restringirse a casos individuales y
análisis deductivo, al aumentar proporcionalmente el "déficit" de coyunturas históricas delimitadas; e! más alto nivel de generalización
un análisis histórico inductivo complementario 7 posible abarcada un (pequeno) grupo de países con alguna similitud
Podemos precisar los pasos principales de esta tendencia paralela histórica.
de la siguiente forma: Esta diferenciación por niveles de abstracción nos da la clave bus-
a] El ni 'Jel de las condidones constitutivas del estado en la peri- cada para ubicar en su preciso "lugar" teórico nuestro intento de una
feria capitalista: los fundamentos teóricos de este nivel más general se conceptualización general del "estado dei tercer mundo": una teoría
han desarrollado sistemáticamente hasta los supuestos ( todavía I'I:º. del estado de la periferia capitalista só lo puede darse en el primer
la necesidad) de la constitución de lo político en forma de estado nivel más general; por su contenido, es una teoria de las condiciones
burgués; hasta aquí estamos, pues, en tierra teórica firme. constitutivas de la forma bur.~uesa del estado en formaciones sociales
EI nível correspondiente de generalización histórica es el de una económicamente subdesarrolladas.
teoría general de la reproducción capitalista periférica, para la cual Y ya se vislumbra este contenido: si e! subdesarrollo se caracte-
tenemos, como resultado de los estudios efectuados hasta ahora, una riza por ~na obstaculización duradera de la dinámica "pura" de la
aproximación "operacional" de los conceptos de reproducción depen·: reproducción capitalista, un análisis de las condiciones constitutivas
diente y de heterogeneidad estructural. se topará no sólo con expresiones necesariarnente impuras, corno en
Quiere decir que en este nivel se pueden desarrollar consideracio- cualquier s9ciedad capitalj~ta real, sino con graves deficiencias y pro::.__.,-,
nes no definitivas, pero relativamente fundamentadas y sobre todo blemas constitutivos.. O sea. que una teoría global de !.as formas políti- \. 1.,

sistemáticas, aunque no puedan ir más allá de trazar un marco rnuy cas de la periferia capitalista sólo puede ser una teoría de determi- ·
general y amplio. nantes negativos comunes: "sólo" puede indicar por qué la forma ·
1
b] El nível de las funciones y los medias del estado en la periferia burguesa del estado no puede desenvorverse plenamente en presencia \
capitalista en general: como fundamento teórico encontramos aqui de una econornía subdesarrollada, y en términos rnuy generales tam~ _j
algunos elementos todavía inconexos, que perrniten una denorninación bién qué es lo que falta a todos los estados de .la periferia capitalista
provisional y una correlación tentativa como experimento heurístico. en su forma burguesa. El "sólo" hay qué ponerlo entre comillas, porque
El nivel histórico presupone corno concreción correspondiente por lógicamente estas deficiencias de sus fundamentos constitutivos tienen
lo menos un modelo de acumulación específico --o sea los rasgos bási- que repercutir fuertemente en todos los niveles de la superestructura
cos de la inserción al mercado mundial y su articulación en las estruc- política. 115 ·

ruras económicas internas de las sociedades respectivas, así como los En qué consisten más detalladarnente estas deficiencias, y cómo se
lineamientos principales de las estructuras de clase correspondientes. traducen positivamente en la generación de funciones, medias y apa-
Resulta entonces que aquí ya no hay lugar para consideraciones riencias correspondientemente modificadas, ya no puede ser el terna
sobre "la" periferia capitalista y "sus" formas políticas, sino a lo sumo
acerca de un grupo de países en un período histórico. 115 Suponemos que también la teoria misma del subdesarrollo en cuanto
e] El nivel de las funciones y los medios en particular y sus exterio- teoría general só/o puede contener determínaciones negativas, o sea deficiencias
rizaciones organizativas e institucionales: para análisis en este nivel y problemas de reproducción capitalista comunes. No podemos seguir por este
los fundamentos teóricos ya no Sf! encuentran en una teoría dei estado camino en el contexto dei presente trabajo; llama la atención, sín embargo,
que los dos aspectos centrales dei subdesarrollo, la "reproducción dependíente
strictu sensu, sino en todo el amplio campo de la ciencia política --en
dei mercado mundial" y la "heterogeneidad estructural de la formación social",
virtud de lo cual se encuentran inevitablemente confrontados con todo son, en última instancia, tales determinaé:iones negativas, ya que equívalen a
ese embrollo babilónico de sistematizaciones parciales, incongruencias sefialar una reproducción capitalista incompleta y no generalizada. Hasta las
terminológicas y tergiversaciones ideológicas que hoy día caracterizan expresiones más generales como "subdesarrollo" y "tercer mundo" contienen
a la teoría política (entre otras cosas, porque le falta el marco común como idea central su diferencia con respecto ai mundo desarrollado, no una
indiracíón positiva de las características de este otro mundo. Se explicarían
de una teoría materialista del estado). así las dificultades con que topan todos los intentos de fonnular una teoría
En e! nivel histórico se hace necesario llevar la concreción hasta general dei subdesarrollo, ·sí lo único que une estructuralmente a. todas las
una fase definida de la acumulación con e! detalle de la estructura economias de la periferia capitalista es \!na falta de algo.
76 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 77

de una teoría general; es ma teria de un análisis cada vez más con- nuestra conceptualización parte de formas actuales del subdesarrollo,
creto de grupos y casos determinados de formaciones sociales sub- se limita implícitamente a un lapso histórico que abarca el surgimiento
desarrolladas. de estas formas, o sea la época del imperialismo inglés. Además, se
Sin embargo, estos análisis más concretos no están de ninguna ma- refiere a estados formalmente soberanos, como es la norma en Ia actua·
nera desvinculados de una teoría general, sino precisamente de su lidad. Lo que difiera de esto tendría que plantearse como tema de
campo de aplicación. Los determinantes comunes (negativos) de for- una diferenciación en un plano especial.
mas estatales en la periferia capitalista no tienen otra forma de existen- También hacia e! futuro se extiende el poder explicativo de la
cia sino a través de estas concreciones históricas; están en la base de teoría del estado periférico, llegando hasta donde subsiste la situación
todas ellas como elemento abstracto, que se hace valer en todos los socioeconómica subyacente: termina allí donde se acabe Ia naturaleza
niveles de diferenciación, aunque de manera cada vez más mediatizada subdesarrollada dei capitalismo en las periferias ai alcanzar éstas un
y mistificada. La tarea analítica consiste precisamente en explicar las nivel de desarrollo comparable o superior al de Ias metrópolis ( un su-
"infinitas variaciones y gradaciones en su apariencia" como respuestas puesto hipotético para .el futuro previsible) ; o allí donde se acabe
diferentes adaptadas históricamente a los mismos "rasgos principales", la naturaleza capitalista de las economías en cuestión (Cuba).
o sea a las deficiencias constitutivas del estado burgués de las que
parten todas ellas por igual.
En lo que sigue de este capítulo trataremos primero de puntua-
lizar estos problemas constitutivos comunes, para después observar cómo 4.2 LAS CONDICIONES CONSTITUTIVAS DEL ESTADO EN LA PERIFERIA
se reflejan en todas las funciones, los medios y las formas exteriores CAPITALISTA
del estado. Con este segundo paso ya salimos dei ámbito de una teoría
general: ahí ya no podemos hablar de todos los estados dei "tercer Vimos que la f arma dei estado burgu6s -como existencia separada
mundo", a pesar de las muchas similitudes que pueda haber en algunos de lo político bajo la apariencia de representación neutra de los inte-
aspectos. Y ya no podemos· avanzar sin una concreción histórica que reses generales por encima de las dases- ,se debe lógicamente a ciertas
va más allá de los dos conceptos altamente agregados de "dependencia c.aracterísticas estructurales de la producción y reproducción capita-
del mercado mundial" y "heterogeneidad estructural". Tácitamente lista. Pero en la periferia capitalista rigen condiciones históricas espe-
-y en algunos ejemplos también de manera explícita- tendremos cíficas que difieren en algunos aspectos esenciales de las condiciones
que referimos ya a formas concretas de inserción en e! mercado mun- constitutivas teóricas de! estado burgués.
dial y a formaciones sociales de una heterogeneidad determinada; Dijimos que estos rasgos específicos dei mundo subdesarrollado
estas mediaciones históricas implícitas se guiarán sobre todo por la pueden agruparse bajo los denominadores comunes de la dependencia
experiencia latinoamericana. Evidentemente en estos niveles más con- dei mercado mundial y de la heterogeneidad de sus estructuras in-
cretos los efectos de los problemas constitutivos básicos sólo pueden ternas. Nos preguntamos entonces cómo inciden estos dos elementos
indicarse a manera de ejemplo y en sus expresiones típicas, y una dei subdesarrollo en la constitución de las formas estatales corres-
complementación histórica ad hoc sólo puede tener un valor ilustra- pondien tes.
tivo para un sinnúmero de casos posibles;
E! alcance temporal de una tal teoría "dei" estado capitalista peri-
férico también se desprende de su nível de abstracción: hacia el 4.2.l Estado y reproducción dependiente del mercado mundial
pasado su poder explicativo llega hasta el momento de la incorporación
de estas sociedades al sistema económico dei mercado mundial capita- La primera característica de las economías subdesarrolladas, la depen-
lista en expansión; que en aquel entonces, salvo raras excepciones, no dencia de su reproducción respecto dei mercado mundial, pone en tela
constituyeran 1'estados" sino colonias no es ningún impedimento, ya que de juicio una condición constitutiva de! estado capitalista periférico
hablamos aquí de estructuras de dominación pública. Pero sólo en el que no concierne a su forma burguesa sino, más profundamente, a su
nivel más general de las condiciones constitutivas se impone incorporar existencia como expresión de lo político. La premisa de .cual.quier
al análisis la génesis histórica de! subdesarrollo; en los niveles subse-
cuentes más concretos puede considerarse como prehistoria. ~==:::h,_d0.,e, 10 ,e·,: s tad~Jn l~iii~=ci~~~1~~}~~r~=s:l~ ~~fü~::~cõii6mic~y. p()lític;a,
78 EL ESTADO EN LA PER!FÉlUA C.:AP!TALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
79
Para que lo económico y lo poiítico puedan ~ntrar en una r~l~ción contrario, encontramos muchas veces fronteras totalmente artíficiales
dialéctica y desarrollar las formas correspond1entes. de cond1c1o~a­ que cortan a través de conjuhtos históricos y aglomeran entidade~
miento mutuo, tienen que referirse a la misma soczedad. Cualqu1er históricamente dispares ..
intento de conceptualizar esta relación da por supuesto que el es~ado El principio formal dei estado nacional soberano tiene como condi-
no recibe sus determinaciones económicas de ninguna otra entidad ción constitutiva un sistema reproductivo lo suficientemente integrado
social más que de aquella sobre la que é! a su vez ejerce su influ~n:}ª como para sostener. básicamente la vida material de una sociedad. Este
lítica La: constitución de un estado tiene, pues, como cond1c1on
·P~imari~ -~;·:en~eT'nlvêCe~ôn"§JilIÇ·~,~~:~i:ã·''cômoJ~E~·~s:mrêJ~r1i~~cial fundamento material de la existencia de un estado soberano justa-

~c'ônte~~.~..·· r·.epr~ªµ:ç:t)\:o'~Çl~i
(fTü"estruÇlüTiiJ .~~ .Qiêt.ingu.~.~~n. :~.J.9· . ~spac:ial,Jo ..te~poral
de otras sociedades. colindantes.. . . . .
mente no se da en sociedades de una reproducción incompleta de-
pendiente dei mercado mundial. ' ~
Esto no sólo pone en duda la capacidad que normalmente distin-
· •· E;;-)1~ historia dei modo de producción capitalista el surg1m1ento gue ai estado nacional de hacer valer su soberanía hacia fuera como
dei estado burguês vino siempre aparejado con la delimitación polí-
indepe~?encia ef~~tiva de otros estados y hacia dentro como epicentro
tica dei úrea de acumulación respectiva hacia fuera, en forma de
~e dec!Slones poli.ticas para todos los sectons sociales y para e! con-
estado nacional soberano con su circunscripción territorial. Amb~s ,1unto dei terntono estatal. Las c.onsecuencias van mucho más lejos:
procesos se condicionan mutuamente, y se deben lógica como hist?n-
hay congruencia entre la esfera política y la esfera económica. Los
camente ai mismo desarrollo de la sociedad productora de mercanc1~s.
económicos y los fenómenos políticos no se dan en la misma
íTal como la generalizaci?n de las relac~one~ mer:antiles en una s~c1e­ fucitl .
/ dad exige y procrea la figura dei prof'.ietano privado que se trasl~~a
/ ai âmbito político como ciudadano hbr~ y abstracto'. la expans1on
Esta discrepancia en.tre un contexto reproductivo anexado al merca-
do mundial y una unidad estatal referida ai marco nacional no sólo so-
1 internacional de estas relaciones mercantiles en e! nac1ente mercado
cava su constitución como estado nacion'al soberano, sino además tras-
l mundial exige el estado soberano como transfigu:ación política de la
torna todas las relaciones recíprocas entre economía y política entre
l competencia de capitales nacionales formalmente hbres e iguales. . "! " ' da d y " su " esta do,___EJL\LCa§.g'"e.una
1 d '
-··· AI principio formal del estado capitalista "bacia, ~entro", anali- a soCJe i::conomía c:leinserción
periférica ai mercado mundial no está claro q.~ê· ;~··Í~~q··~~·· f~;~~ ~~·t~
zado cuando intentamos "deducir" sus fundamentos log1cos, se agrega
pues otro principio formal "bacia fuera": su constitucíón com? estado
derJ;i~~s.ocied~d,~níen gUé
J:l1.e9id.a. el ... 12cª!J~ c~r~~~P~~<l~:wr-P~~·
esta.dg
rnalquier ~onc:ptualización materialista de estas relaciones recíprocas
nacional soberano. Esta máxima formal representa hoy mundialmente
~l elemento básico ordenador de estructuras y procesos políticos. La <lamentai.
la determmac10n de .estas unidades sociales es sin embargo fun,
·
política internacional se refiere primordialmente a ~ntidades
En muchos análisis de fenómenos políticos dei "tercer mundo" se
nacionales y en ellas encuentra su marco determmante. Esto
pa~te err~ne.amente de la identidad dei marco social para procesos
también ;ara los países actuales dei "tercer mu?do" (salvo.~, ·~·-···-·
soc10econom1cos por un lado, po1íticos por el otro. Induce en este
excepciones, de las que nos ocuparemos en segmda) . Tamb1en
error la trasposicí?n irrefl~xiva de concepciones que surgen primera-
se presentan ha~ia dentro como bacia, fuera .cºU:º detento~es . .
mente de la doctrma marxista sobre la relación entre "base" y "super·
mente independ1entes de una soberama terntonalmente circunscrita.
estructura". y segundo de la experiencia histórica de los estados nacio-
Si se vacila en llamarlos estados nacionales es porque la europt>os.
sociohistórica de estas sociedades evidentemente no concuerda
Ahora bien, los conceptos búsicos dei materialismo histórico elabo·
mente con esta pretensión formal: muy pocos de e.stos estados
por Marx. representan leyes abstractas que no tienen poder expli-
ponden a sociedades para las cuales e! .concepto de "~ación"
para soc1l"daclf's concretas sino a trm·és ele la concreción histó-
plenamente justificado; el conjunto social no se fundo '-"'''""'rn-~
La relación dialéctica entre base y superestructura opera de la"!
a lo largo de un proceso secular de integración con fundamento en
descrita por .los "cl~si~o.s" sólo en eL marco de un modo de (
context~ reproductivo común. La circunscripción territorial dei •wr.,.,,,,..,.., como conjunto lustonco, no en cada una de las expresiones ,1

de soberanía no ha surgido históricamente de relaciones de


de este modo de producción. Además, sólo d<"signa la relación
que se extendieron alrededor de unos núcleos de acumul~:ión
zonas manufacturcras), como en el caso dei estado-nac1on europeo. . de de.terminación mutua entre las dos esferas, dejando de
las mfluenc1as externas de sistemas sociales basados en diferentes
80 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPIT'ALISTA 81

modos de producción, históricamente anteriores o posteriores. En el teóricamente. No deja de tener una dimensi6n espacial, pero en forma
caso del modo de producción capitalista, la relación recíproca entre de un espacio de acumulación transoceânico difuso, de una enverga-
base y superestructura sólo puede niostrarse en su forma acabada y dura tendencialmente mundial. Abarca:
correspondiente a la dinâmica inherente en el desarrollo del sistem;i -los determinantes esenciales de] sistema capitalista mundial en-
capitalista mundial en su conjunto -y también ahí aparece modificada raizados geográficamente en · el conjunto de los centros econó~icos
por la competencia con sistemas sociales no capitalistas. mundiales;
Esto no significa que la dinámica entre lo económico y lo político -aquellos componentes socioeconómicos de Ias metrópolis que
no estuviera operando también en sistemas sociales parciales y en están directa o indirectamente correlacionados con la actividad econó-
momentos históricos concretos, sólo que ahí se fragmentan comple· mica en la periferia; y, finalmente,
jamente en las circunstancias empíricas específicas y asumen aparien· -el conjunto de las estructuras económicas dentro de Ia sociedad
cias casi imposibles de descifrar. Por eso resulta equivocado, desde el periférica, salvo aquellas que no tengan contacto con er mercado de
punto de vista metodológico, hablar en el análisis de una sociedad mercancía y dinero.
concreta de "su" base o "su" superestructura; en su lugar tienen que Haciendo abstracción de regiones económicamente inexploradas
ir, según el grado de abstracción, conceptos como "esfera económica y este último componente -y sólo éste- coincide con fronteras na~
política", "contexto reproductivo" y "estructuras políticas", "econo- cionales.
mía" y "estado". El espacio económico nacional no es por consiguiente la "base" de]
La trasposición inconsciente de la identidad dialéctica teórica estado capitalista periférico, sino sólo un segmento de un todo econó-
entre base y superestructura a sociedades concretas no conducía a mico cuyos elementos má.s d. ecisivos en cuanto determinantes históricos
errares erasas mientras se trataba de sociedades organizadas en forma se encuentran fuera de este espacio. Sólo estos componentes internos y
de estado-nación con base en un sistema reproductivo esencialmente externos en su conjunto conforman el fundamento socioeconómico que
interno; por lo que toca al estado-nación occidental "clásico", la equi- obra como marco condicionante infraestructural para la esfera política(
paración de "base" con "economía nacional" también era equivocada, de una socieda,d capitalista periféi;ica. . ·-
pero por lo menos se aproximaba a la realidad. Como en lo siguiente nos referiremos recurrentemente a esta "base",
Pero para e! análisis de fenómenos políticos dei "tercer mundo" tenemos que designaria, qe algún modo. En adaptación a Ia expresión
esta equiparación debe quedar descartada desde el comienzo. Si el "reproducción depenci~-ente del mercado mundial" hablaremus dei
co11texto reproductivo que sustenta la vida material en un área econó- cont.exto reproductiq<;>,j:ritegrado al mercado mundial.11 6 Los dos con-
\ mica dada sólo se mantiene y se explica gradas a sus vinculaciones ceptos se refieren a la misma realidad empírica; el cambio de expre-
1con el mercado mundial, entonces evidentemente esta área económica sión sólo se debe a un cambio de perspectiva: si antes se trataba de
' no puede servir como circunscripción de la "base" económica de recalcar lo incompleto de la reproducción local, ahora se precisa
vida social, por más que asuma la apariencia de una economía nacio- un concepto que designe el conjunto "completado" de esta remo-
nal. Si en e! marco de un sistema de división de trapajo las ducción. ·
productivas que se realizan dentro de las fronteras nacionales resultan Si el contexto económico trasciende el espacio nacional, esta signi-
a tal punto desequilibradas e incompletas que no logran sostener fica en términos de agentes sociales que tampoco la composición local
explicar e! metabolismo social, entonces sólo pueden considerarse de clase puede considerarse un universo completo y autónomo: forman
segmento de un sistema socioeconómico. parte de las dases dominantes aquellas burguesías externas que como
E! contexto reproductivo dei cual recibe sus determinantes financistas, industriales y comerciantes controlan los centros de pro-
micos la esfera política de un país periférico abarca pues, además ducción y de decisión económica en las metrópolis de los que depende
las estructuras econ6micas en el espacio económico nacional, la vida económica de la periferia. Quiere decir que los "intereses
aquellas conexiones con e! mercado mundial y aquellas generales" que se articulan en el estado constituyen una amalgama
correlativas dentro de las mismas metrópolis sin las cuales el de intereses locales y extranjeros; y en el conjunto de las clases domi-
econ6mico en el área periférica no podría subsistir, nantes a las que el estado capitalista periférico representa como su
116 Se ruega ai lector nos ayude en la búsqueda de expresiones alternativas
Este contexto reproductivo entrelazado con e! mercado
evidentemente ya no puede delinearse de manera geográfica, sino sean más claras por su contenido o más bellas por su expresión lingüística.
82 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAt'ITALISTA M. ESTADO DE LA PERIFERIA CAPIT'ALISTA 83

"comité político" la ~ran mayoría de las veces las fracciones externas


son precisamente las hegemónicas.
una realidad que no se adapta a los conceptos puros. Queda e! hecho
de que partes esentiales de la economía local se relacionan con una
1
Obviamente las estructuras económicas y sus agentes sociales dei evolucion de las fuerzas productivas, . un proceso de acumulación '

r
~egmento externo de este contexto reproductivo integrado ai mercado una competencia que no se verifican localmente, sino en las metrópolis. j'
mundial sólo pueden influir en los procesos y las instancias políticas P?r ,n;ás que est?s ~echos t_engan su expresión inte~na, su .raci~~alida~ ,
de la sociedad periférica en la medida en que sus intercscs económicos lustonca y econom1ca se cimenta externamente. S1 se qmere salvar 1
j y sociales se articulan localmente y se trasmiten efectivamente ai apa- la unidad de lo político con lo económico aferrándose a las estruc- /
. rato estatal. Los procesos económicos en las metrópolis serían irrele- turas visibles, ai analizar la dinámica de estas últimas dicha unidad_J
1 \·antes para una sociedad periférica si no se materializaran de alguna wzobrará inevitablemente.
1 forma en su interior; los intereses de clase de las burguesías externas Queda pues una discrepancia entre los princípios organizadores
Lguedarían sin efecto si no tuvieran representación local. de la esfera económica y la política: mientras que en el plano econó-
Esta expresión interna de intereses de clase arraigados exterior- miro e! espacio económico nacional queda restringido en su autonomía
mente se encuentra en los sectores económicos hegemónicos, que orien- y sólo se mantiene y se explica como parte de un contexto reproduc-
tan el acontecer económico de su respectivo país "huésped" y cuyos tivo internacional, en e! plano político la circunscripción espacial en
requerimientos se imponen como guía para el resto de las estructuras forma de estado nacional desempená un ·papel mucho más impor-
económicas. A través de ellos -su gestación, su manera de articularse , tante( La inserción en un sistema mundial que en lo económico se
con el resto de la economía local, su relevo por nuevas modalidades de , realiza con ·cierta: fluidez, en !~ político se ve obstaculizada por la alta
penetración imperialista-, las exigencias de acumulación de la parte rnlla de la soberanía estatal.
externa dei Cj;Ontexto reproductivo se transmiten a la interna, inscri- Dicho de otro modo: en situasio~~perifmc:ll..§.~~-?:g:ani­
biéndose en sus mismas estructuras materiales, desde donde ejercen el . zadora dei ma;::o e~~.~~tal_!!~ci~na~~~~-1:1ªi;lt~~:1~~E~-.<;~J-tpJ2it~w;:>liti:o,
poder incontestable de lo fáctico. Aquí la ausencia de ciertas actividades perosepíefcf~~~Q...J:&JJJlQJ!l!.l;º· AI abrigo
económicas tiene tanta o más fuerza coercitiva que la presencia (mu- ; ~de soberanía la esfera polítiéa adquiere una ventaja nota-
chas veces desmesurada) de otras. : hle sobre la esfera económica en cuanto a su grado de autonomía.
En correspondencia, las burguesías externas tlenen sus representan- Traduciendo ai lenguàje de las teorías estructural-funcionalistas: las
tes internos en las personificaciones respectivas â'el· capital invertido en • estructuras económicas en un país periférico sólo constituyen un subsis-
los sectores hegemónicos: se trata de agentes y sulfürdinados directos si • tema, cuya dinúmica interna es secundaria y derivada con respecto
este capital es de propiedad extranjera, o de una fracción burguesa . a la externa; la vida política por el contrario enéuentra tanta auto- ~
autóctona aliada, si los sectores económicos vinculados al mercado nomía dentro dei marco nacional que puede ser analizada como un
mundial están en manos de capitales locales. Otros sectores más débiles sistema propio con respecto ai cual sus condicionantes externos apare-
de la burguesía se adjuntan como fuerzas sociales auxiliares a este i cen como secundarios. 117
núcleo hegemónico ai depender sus intereses de las industrias líderes, Podemos ahora dar respuesta a la pregunta inicial de qué es lo
convirtiéndose también ellos en defensores dei modo actual de inser- ' que podemos definir como "sociedad" y cuúl es el "estado" correspon-
l'ÍÓn al mercado mundial. i diente en situaciones en que ~1'2.01!..~in­
Aquí se puede objetar que las estructuras económicas que se mate- cipios org~feu:E~es: en el nível socioeconómico estamos]
rializan internamente y los intereses sociales que tienen representación : ante 'âõs entidades sociales distintas, de las cuales una constituye la
local son eo ipso parte dei conjunto socioeconómico local; lo que reper- totalidad, la otra una parte diferenciada de ella. EI universo total
cute en la esfera económica no es otra cosa que el "propio" espacio decisi\·o para la dinúmica general dei proceso histórico es el contexto
económico nacional con todo lo que ahí se encuentre de capitales reproductivo integrado ai mercado mundial. El espacio económico na-
autóctonos o extranjeros; la pretendida ti-ascendencia dei contexto
reproductivo por encima dei marco nacional es una construcción super- 111 La contradicción entre una profunda hetetonomía de lo económico y

! flua, y no hay por consiguiente tal incongruencia entre la esfera econó- Cardoso/Faletto
una relativa autonomía de lo político ha sido formulada especialmente por
[12]; desde muy pronto estos autores hicieron de esta no
t mica y Ia esfera política. Esta argumentación, a primera vista tan rongruencia un elemento central de la noción de "dependencia", lamentable-
ortodoxa, necesariamente termina en apuros al tener que explicar mrntc poco aprovechado por otros autores.
84 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPn'AT.ISTA &L ESTADO .DE LA PERIFERIA CAPITALISTA

cional es sólo un ámbito parcial, segmento dei universo anterior. Adquie- externa de su contexto socioeconómico determinante, se constituye
re una existencia diferenciable sólo por causa dei principio organizador. en el promotor político de estas intereses frente a Ia parte interna de ese
diferente del nivel político que es el marco estatal nacional; figm::ati~ universo socioeconómico; y, al acéeder ai papel de representante de la
vamente la soberania dei estado rodea una parte de este contexto superioridad metropolitana, esa superioridad se Ie confiere en algún
reprodu~tivo global de un cerco jurídico, declarando esta parte su grado y lo capacita para actuar con tànta más fuerza transformadora
coto político privado. Sólo por esta razón ese estribo. periférico de un frente a las fuerzas sociales comprendidas en su esfera de dominio. 118
sistema económico mundial adquiere cierta autonomia histórica, a Concretamente: mientras una política estatal esté acorde con los
través de la cual genera retroactivamente cierta legalidad propia tam- respectivos intereses metropolitanos respecto a un espacio económico
bién en el campo económico. . periférico, recibe el beneplácito de los exponentes máximos de las doc-
La incongruencia entre las unidades económicas y políticas básicas trinas económicas dominantes y de las agencias financieras interna-
conduce necesariamente ·a una relación escindida, no recíproca, entre cionales, se abren las cajas de los créditos oficiales, que representan
ambas: los contextos económicos que determinan el desarrollo histó- la luz verde para inversiones privadas extranjeras, acompaiiadas a su
rico de la sociedad periférica y por ende conforman el marco infraes- vez por proyectos y misiones de "ayuda" técnica y militar; interna-
tructural de su esfera política no son los mismos que aquellos expuestos mente tal política no suscita la menor resistencia de los grandes inte-
a su vez a la injerencia política dei estado. reses creados, que ai contrario le ofrecen su àpoyo económico y finan-
En la dinâmica social dei contexto reproductivo integrado al mer- ciero, y aprovecha el poder de lo fáctico para legitimarse como
cado mundial pesa decisivamente la superioridad tecnológica, finan- ''pragmática''; ·etcétera.
ciera, política, militar e ideológica de las sociedades metropolitanas. En lugar de una rela:ción recíproca entre lo político y lo econó-
A través de los sectores hegemónicos y las personificaciones locales de mico hay, pues, !.!~ª de!(!E!!!LQ~C:~ón escalona<!'.:1:.:..(!.!:1 la c~i~l~n­
las burguesías externas la presión de estos impulsos sociales se trasmite texto reproductivo integrado ai 'mercã<úo''rnundíãr,Cn una posición
(
a las estructuras estatales de la sociedad periférica. El estado perifé- in1:ermeâia··ere8t~dç;j;~riléí.=ico;:;;·15ô·t.l7TiIIlio•·]as·"estr:ua·urãS:~sõCíoeco~
rico dificilmente puede sustraerse a la influencia determinante nomI~~.~J~te.r~.~~:~.~.: w§(! entie~~(! .9\le. J!Q.. Se .. trata ...!k,,J!.tJ.Jl!J,jQ ...9!-.\1~.;!;l.
esta presión social .de origen metropolitano; en .dirección de la parte monolineaJ en ,!;L<;uaLeLni.YeL.ê!:!;ggr9.inado es ~I produc,:~Q dite<;t.Q...dcl.
externa de su universo socioeconómico determinante sus posibilidades slipefior·;·.eccom:;epto de..la determinaciÓn conJlevâ~'.s'J:emp.re e}.asp@Gk>
de retroacción están muy limitadas. El mercado mundial en sí y las de un relati~o po~(!Z:.Z:(!.~Z:2~S.fü'..Q· 1 2 º
bases operacionales económicas de las burguesías externas situadas Lo'feslllâosâe la periferia capitalista no tienen, pues, en rigor nin-
en las metrópolis están prácticamente fuera dei alcance político dei guna sociedad "propia". El contexto reproductivo integrado ai mer-
estado periférico. cado mundial trasciende con mucho el marco nacional y no es entonces
A lo sumo puede influir en las personificaciones locales de el universo económico "dei" estado. Tampoco constituye una "socie-
burguesías y en las actividades económicas controladas por ellas que se dad" más aliá dei aspecto estrictamente económico. En contrapartida,
encuentran dentro dei territorio de la soberanía estatal. Pero ai estar en- las fucrzas sociales. locales tampoco ·logran formar una "sociedad",
raizadas en la potencia económica superior de las metrópolis en gran faltándoles a ellas justamente el aspecto económico de un contexto
medida logran sustraerse de la subordinación exigida por el poder reproductivo autosust!:;,ntado.
estatal local, y por e! contrario imponer sus intereses ai estado
°los intereses socialmente predominantes. Al estado muchas veces no i1s El términb "formàciones sociales secundarias" que propone Marx para
queda más campo de acción que influir en el modo concreto de caso de relaciones de prd~ucción transferidas ( Grundrisse, p. 29 [i. 1, p. 29],
lación de estas intereses que en su esencia le resultan superiores. 20) tiene eni:onces el doble significado de "derivado" y de
remos más adelante que esta tarea de articulación es pr·ec1samc~m:e
O, en là terminGlogía de Althusscr: cl contexto reproductivo integrado
una de las funciones centrales del estado capitalista mercado mundial es ·1a estructura, que sohredetermina la relación entre estado
Al ejercer su imperio sobre los demás componentes dei civil de tal manera que la esfera política. adquicrc el papel domi-
económico nacional y sus agentes sociales esa presión de las m.<>tt·r.ru-.11• con respecto a la economía local.
12ú Otra vez nos referimos a la terminologia althusseriana: no se trata tan
se convierte en apoyo: en la medida en que el estado se ve
de una "dcterminación en última instancia", cuyo cfccto dominante puede
en su accionar a asumir y expresar los requerimientos de oculto o contradicho durante largos períodos.
86 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA E.L ESTADO •DE LA PERU;ERIA CAPITALISTA 87

Esta relación escindida de lo pol~tico con lo· económico· necesaria- bahia de que e! estado "se ade!anta" con respecto a la sociedad. Dan
mente ha de impregnar todas las estructuras y apariencias dei estado motivo para esas tesis: la historia de estos países a partir del hecho
capitalista periférico. He aquí la clave para explicar aquellas "anoma- político de su conquista por parte de las potencias colonialistas; las
lías" funcionales y formales que hacen tan difícil el análisis del "estado relaciones de trabajo impuestas por coac.ción extraeconómica; la indus-
del subdesarrollo"; lo que sigue de1 presente trabajo es básicamente el trialización sólo alcanzada a través de una fuene intervención estatal;
intento de desentranar los efectos de esta inrongruencia entre los prin- la experiencia diaria de la fuerza represiva dei estado como puntal
cipies organizadores de la economía y la política en los diferentes nive- dei sistema .socioeconómico. Pero l no significa esto poner a Marx ·de
les estructurales dei estado. cabeza?
En última instancia encontramos aquí la explicación para el dilema La solución la da el mismo Marx: radica en que "la sociedad~·
apuntado en la introducción de que el estado capitalista periférico es burguesa trasciende ai estado" .122 La tesis de que es la superestructura 1
considerado como un estado "fuerte" por algunos autores y "débil,. la que determina la base en sociedades dependientes se origina pri- \
por otros; también a esto nos referiremos con más detalle. mero en la utilización metodológicamente inadmisible de estos conceptos ·
Por la falta de congruencia entre sociedad y estado en condiciones teóricos para sociedades .concretas (que ya hemos criticado), y segundo
de inserción periférica al· mercado mundial se explica también toda en e! "error óptico" de equiparar el espacio económ.ico nacional con
una serie de problemas muy debatidos, a los que no podemos referimos dicha "base". Con respecto ai grado de desarrollo económico que preva-
más que ai pasar: lece dentro de su ;í.rea de. soberanía, el estado efcctivamente puede
a) Aunque con mucha cautela, hay quienes hablan de que en llegar a "adelantarse'', pero justamente porque ésa no es su "base".
sociedades subdesarrolladas económicamente es la "superestructura" En relación con el conjunto reproductivo determinante integrado a]
la que determina la "base". 121 Enforma menos provocativa también se mercado mundial, ese supuesto "adelanto" se revela y se explica como
un "retraso" -también sobre esto volyeremos más adelante.
121 Así, por ejemplo, Córdova, [13], p. 60; en un sentido meramente des· • b) Hay otro aspecto más en que Marx aparece de rnbeza si se
criptivo .observa S. I. Tjulpanow (Politische Ôkonomie und ihre Anwendung quiere hacer entrar sus descubrimientos teóricos en los límites esfrechos
in den Entwicklungslãndern, Frankfurt, Verlag Marxistische BHitter~ 1972, de los países periféricos; ai proceder así, la producción en esos países
p. 38) "que la idedlogía y la política tienen que asumir un papel notablemente
más activo y transformador en los países en vías de desarrollo que lo que hasta aparece como histórica y estructuralrriente dominadà por la circulación
ahora ha sido el caso en la historia de Europa occidental y de Norteamérica". en vez de ser ella la fase dominante -y esto no sólo en la mistifica-
José Carlos Chiaramonte (El problema del tipo histórico de sociedad: crítica ción propia de toda reproduêción capitalista por la cual el mercado se
de s·us supuestos, México, ponencia ai congreso de americanistas, 1974) expone percíbe como la instancia que orienta la producción. Hasta en el aná-
la tesis de que las estructuras sociales en los países coloniales ·son en realidad
lisis materialista es difícil de explicar el desarrollo no sistemútico y
creaciones a partir de actos políticos (e ideológicos) por parte de la sociedad
metropolitana (conquista, gobierno colonial, "cristianización·•). En e! mismo "a saltos" de las fuer.ms productivas y las relaciones de trabajo si no
congreso, Luisa Paré ([328], p. 2) expuso, como resultado de una investigación es por los cambios bruscos de las exigencias dei mercado y la implan-
suya, que todavía hoy día "la instai:icia político-ideológica abre el paso a la i ta.ción de nuevos modelos de consumo. 123 La solución se encuentra ai
penetración capitalista en Ia disolución de formas sociales no capitalistas en i
el interior dei país". Sonntag ([371), p. 166) llega a resultados similares, aunque . dominante de este aparato radica en que .1igue tcniendo una parte de su funda-
con la salvedad de una "determinación en última insfancia" por parte de la • mento socioeconómico "en la estructura metropolitana misma".
1 22 Karl Marx, Grundrisse, p. 175 [t. l, p. 204].
base económica. Se acerca más a nuestra tesis Alavi ([169], p. 61; [371], p. 187):
123 Este problema es e! que yace en la base de la poUmica cri Brasil entn-
'Se podría decir que en la colon.ia. la 'superestructura' es.tá 's.obred.esarrollada.. · .·
en relación a la 'estructura', ya que su base se sitúa en la estructura metro· estructuralistas como Celso Furtado ( es representativo su trabajo "Depcndl'n-
politana misma, de la cual se separa posteriormente en e! momento· de la : cia externa y teoría económica", Trimestre Económico, 150, ahril-junio de 1971.
mdependencia." La concepción de Alavi se diferencia de la nuestra tan sólo pp. 335-349), por un lado, que parten de modelos de consumo y de cfrctos d<'
( por su afirmación en la última parte de la cita, según la cual con el acto de la . demostración, .Y sus críticos como Oliveira [50], que partcn de la esfera de Li
mdependencia el contexto reproductivo deja de entrelazarse con la economia producción. Sin embargo, no se explica esta produrción sino -- por lo nwno.<
j metropolitana y se vuelve nacional. Greemos tener toda la evidencia empírica. también- con base en cstrat<'gias intcrnacionales de ampliación dP mercados:
a favor de nuestra tesis de que la independencia. política formal no termina ..'.qué otra raz6n podría tcner, por ejemplo, que Procter & Gamhlc produze.a
rnn la subordinación dei contexto reproductivo a .los intereses de la(s) metró- ; detergentes ~intéticos en Brasil con productos químicos importados cn hucna
poli(s) (a lo sumo la atenúa). No es que el nuevo estado nacional "herede" un parte, cn vez de utilizar los recursos nacionalcs para producir dctergenle.s
1· aparato político "sobredesarrollado) (como plantea Alavi). sino que la fuer;:a : na tu rales? ( Dcbernos estas indicaciones a Thomas Hurtiennc.)
i
88 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITAJ.ISTA ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 89

recordar que se trata prioritariamente de un mercado mundial: Ia es-:fquier conflicto de clase se verifica en un contexto espacial definido.
fera de circulación puede estar dominando Ia producción local justa- !Si Ia contradicción de dases trasciende ei ámbito del estado nacional
mente porque ella misma no es local, sino correa de transmisión y lpuede aparecer como un antagonismo entre países; pero esto es sólo
vínculo con un contexto productivo más amplio. Las leyes lógicas noh dimensión espacial de una lucha de dases que se internacionaliza al
están invertidas, aunque la producción (local) esté determinada por compás de la internacionalización de las relaciones de producción
la ;irculaci?n (internacional), ??rque el. mercado mundial a su vez tapitalista. No hay, pues, ning_u. na "lucha de países" independiente1
esta determmado por la producc10n mundial. de la lucha de clases; lo que se t1ene por tal es o una pugna de compe-
c] Toda la polémica latinoamericana sobre "feudalismo vs. capi- tencia dentro de l.as dases dominantes o la expresión espacial de un~
talismo" 12 4' podía haberse acartado al precisar primero el universo conflicto de dases internacionalizado.
social cuyo modo de producción se trata de establecer. Si el con- Esto no exduye que dicha apariencia pueda tener relevancia polí-
texto socioeconómico determinante de Ia dinámica social latinoame- tica e incidir en la constitución de alianzas -como todas las aparien-
ricana se encuentra con sus componentes más decisivos fuera de las tias de las estructuras capitalistas, también ésta puede cobrar alguna
fronteras de Ia región, y si la naturaleza capitalista de estas campo- realidad social. No podemos seguir esta pregunta, que además no tiene
nentes está fuera de duda; entorices tiene que ser el modo de produc- solución abstracta. Creemas, sin embargo, que ha de incidir en su
ción capitalista e! dominante para todo el conjunto reproductivo; y examen que I) las burguesías externas dependen de mediadores econó-1
entonces tampoco hay necesidad de negar la subsistencia de formas micos y sociales locales para hacer valer sus intereses en el interior
no capitalistas de producción e intercambio e'n segmentos importal'ltes de una sociedad periférica, con lo cual un conflicto de dases esencial-
de la sociedad local para "salvar" su caracterización como capitalista. mente internacional se condensa políticamente en torno de estas "cabe- j
d] Curiosamente, tampoco está sentada todavía la discusión de si zas de puente" locales, y que 2) la lucha política sigue teniendo como 1
al lado de la contradicción entre capital y trabajo hay otra contra- marco de referencia primordial al esddo nacional, aun cuando las i
dicción entre países capitalistas periféricos y centrales, independiente relaciones económicas subyacentes sean internacionales. --
de la primera y de rango igual o incluso superior, y qué estrategias de e] Sólo asumiendo como elemento de juiciÓ la falta de congruen-
125
alianzas derivan de ahí. eia apuntada entre las esferas económica y política puede llevarse a
Si las dases dominantes comprenden una fracción externa, entonces buen término la discusión de si el concepto de "formación .social" .es
lógicamente el antagonismo entre las dases principales induye también aplicable a sociedades periféricas, o si sólo pueden considerarse como
la contradicción entre las masas trabajadoras de \lna sociedad capita- partes de. una formación social por su carácter de subsistemas anexados
lista periférica y las burguesías metropolitanas correspondientes. Cual- .ai mercado mundial.
Creemas que el concepto de "formación social", por su misma na-
.
124 Véanse los trabajos de .Frank (18 y 19); Luís Vitale, "Ist Latemamerika. d
turaleza
. empírica,
r .no , se
" restringe
I d ,,estrictamente a .un solo nivel ' sino
feudal oder kapitalistisch?". en Frank y otros [20], pp. 67-91; Frank/Puiggrós/ ·ª mite una ap icac10n esca ona a tanto a formac10nes globales como
Laclau, América Latina - Feudalismo o capitalismo, Bogotá, Oveja Negra, 1972; a sus partes integrantes. La delimitación entonces tampoco es cuestión
Córdova [13], pp. 108ss. . . . . . teórica, sino empírica, basada en el grado de autonomía y de diferen-
12s Véase supra la nota 53, con su referencia a Frank y Amm. Amm (1b1d., .ciación real dei subsi'stema soci'al en cuest·' t 1 •
pp. 8 ls) designa 1a contra 1cc10n entre pa1ses e esarro o autocentra o, por .• J h
· d. ., , d d 11 d D'. I , . 10n . con respec. o a sistema
. .
un lado, y exógeno, por el otro, como la "contradicción principal tendencial" :engº. ante. IC ª autonomia no tJene la m1sma amphtud en todos ~.
1
1

d~l ~i,stema económ~co mun~ial (proba?leme~te no. en remplazo de la c~ntra·.·1·.l~s ,m\:eles, pu:sto que tal~s sociedades periféricas suelen tener una
diffwn entre trab;i_io asalanado y capital, smo. en el sentido_ d;- la teoria de .dmam1ca propm mucho mas acentuada en el nivel político que en e! 1 1

Mao Tse-tung segun la cual en cada comple30 de contrad1cc1ones hay una •econo'mi'c·o NTo b t t ·· I d . ,
· · prmc1p;il
contradirc1ón · · ) . La d'1scus10n , cons1·derarse cerrn da de no haber i·· .
·, po dna ,· · as a en onces rem1tirse
. a. os etermmantes econo-
sido replanteada por las tesis de la política exterior de la República Popular:; rmcos mas generales para negar la ex1stenc1a. de una formación social
China (y sus port;ivoces en otros países) en forma de una "teoría de los tres :por separado: pero tampoco esa autonomía está tan fuera de duda
mnndos", que postula la primacía de la contradiccíón entre "los países del;.\(:Omo parece cuando la o'pti'ca se restri'nrr l t t )' ·
· " con resp.ecto a contra d'1cc10nes
tercer mundo" v las "dos superpotencias · · 1es;,.111 d
sona b' t . , · . ,,,e
, .a as es ruc uras
, . po iticas ·
internas de est~s países, lo que a nuestros ojos es un disparate teórico y una , ~. 10
menos. as a con I~ expres1on Jund1ca de lo poht1;0: la con-
<lesgracia política. : quista de la mdependenc1a formal del estado de por si nunca es
EL ESTADO EN LA PjlRIFERI_,. CAPITALIST ,EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 91
90

suficiente para marcar el corte entre mera estructura parcial antes 4.2.2 Estado )' heterogeneidad estructural de la f omzarión wcial
formación social propia después. 127
Dijimos que la posición periférica de los países del "tercer mundo El otro aspecto de] subdesarrollo, la heterogeneidad estructural de la
socava las condiciones materiales para la constitución de sus respecf formación social, .atane a aquellas condiciones constitutivas dei estado
vos estados en estados nacionales soberanos. i Cómo podemos precisa que determinan su conformación lzacia dentro en su apariencia. espe-
esta afirmación? cíficamente burguesa como condensaciôn de lo ilusoriamente general
EI principio formal del estado nacional soberano -en eso estáb de una soriedad.
mos- presupone un contexto reproductivo integrado dentro dei Vimos que son las características básicas de la reproducción
pacio nacional con base en capitales autóctonos. V_imos que .~~~lld talista las q~1e. posibilitan y exigen -lógiramente hablando- la des-
m~J:itom~~erial no se da en la periferia capitalist'.;l:;.~I]~~t<ie~mic vinculación de la coacción extraeconómica dei proceso de producción
;acional n;_;·cõ.iistitu);ê·uri·contexfüreproàuêtiv~.i!!~~gi;:<;L<i.O,,.JX!ierttr.~ y de apropiación, por consiguiente el desdoblamiento de una sociedad
··"···:·""··~··· ···•P···· ··• · · · 'm··1·c··o········u·e· ..s. 1, 'sirv·e··ae fuÍldamento re roductiv en su esfera rconómica. y política, y finalmente la materialización por
cor11un.to sqpqec9vo ... , g .. . .. ~·-~·"·-m······················~··-··~
no ~~ ad~pte. a. lí~ii~test;;:í;J:fes:·r;;:· pretendida soberanía queda pu separado de lo político enla forma del estado. En todo esto e! elemento
trl'tÍlc',;,' por lüs.éfos. lados: T1ãCí.a fuera no se puede hablar de un contr central es la subsunción de todas las rela-:::iones sociales, incluyendo
político efectivo --y aquí se pone en duda la soberania- y hacia dentr las relaciones de trabajo, bajo la forma de intercambio de mercancías
el control estatal es efectivo pero dudoso en cuanto a su carácte equivalentes. E..en:LeL.PLeç:isªm.e.nt~ u!1.a.. característica histórica dei
nacional. c.apitalisrrio p~rifériro e! que estas relacion~s ~e~~~~tiies equf\:alentes
Esta contradicción recuerda el hecho de que los estados "nuevos n_Q§e lia.Yall generalizado toda,da. En simhiosis con el modo de pro-
no surgieron históricamente de su propia sociedad, sino que tuviero ducción capitalista dominante subsisten múltiples formas no capitalistas
sus orígenes en la administración colonial, cuyas estructuras estatal de producción e intercambio, resultando entonces una sociedad frag-
fueron heredadas por los nuevos mandatarios locales, que much mentada, "estruéturalmente heterogénea", en cuyos componentes las
veces las transformaron sólo de modo superficial. En él régimén col relaciones de producción capitalistas se encuentran desarrolladàs en
nial abierto no había tal contradicción entre economía y política; 1 forma e intensidad dispares. Estas formas no capitalistas se encuen-
dos por igual eran meros anexos dei sistema de dominación de las clase tran especialmf"nte eh la esfera de la producción como relaciones
dominantes metropolitanas. A la dependencia económica correspondí de trabajo no plenamente constituídas como trabajo asalariado libre.
la heteronomía política. 128 Para la conformación burguesa dei estado es precisamente deci-
Estas formas abiertas de subordinación en el plano político hoy e sh·o el carácter de mercancía de la fuerza de trabajo. "Es cada \'ez la
día son ya una excepción. Al finalizar el gobierno colonial las estruc relación inmedia ta del propietario con los productores directos [ ... J
turas políticas existentes o creadas a través de las luchas por la inde én la que encontramos el secreto íntimo, e! fundamento recóndito de
pendencia se reorganizaron de acuerdo con el nuevo principio rect toda la construcción social y por ende también de la forma política
dei estado nacional soberano. Sociedades que económicamente seguí de la rel.ación de soberanía y subordinación, en suma, de la forma de
siendo periferias políticamente asumieron un principio formal q estado específica respectiYa." 129 La generalización inco. mpleta de Iat-i
contenía la pretensión de ser un centro propio. Tendremos que anal relaciones mercantiles en la esfera de la producción deja pues una · 1
zar quê exigencias funcionales hicieron necesaria esta constrilcció
~recha ,?ecisiva en esa "base producti\·a; real, de :oda . igualdad y \
contradictoria. hbertad , 1 ~ 0 sobre la cual el estado tendna que erguirse en la forma
Pero antes observemos de quê manera el otro aspecto dei subdesarr burguesa de la generalidad abstracta. ..../
llo económico afecta a las condiciones constitutivas dei estado peri
Pero también en la esfera de la circulación la generalización de las
férico. relaciones de intercambio equh·alente se topa con númerosos obstáculos.
1o 7 No obstante, abordaríamos un análisis empmco de. estos. casos con
Por un lado siguen existiendo formas de intercambio no mediatizadas
hipótesis de que ya en la época de la dorninación colonia! las formas polític
cohraron mayor vida propia con respecto a las estructuras socialcs de la rnetr 1
~9 Karl. Marx, Das Kapital, t. 3, )!EW 25, pp. 7.99s [t. m/8, pp. 1007s].
poli que la reproducción económica.
130 Karl Màrx, Grundrisse, p. 156 [t. 1, p. 183].
12s Es la tesis de Sonntag [371] y de Alavi [169], comentada en la nota 121
92 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 93

por el mercado y el dinero. Allí donde sí Ilega el mercado basado en parar en forma directa el .entrelazamiento incompleto de las relaciones
valores de cambio no se establece una medida nacional dei valor a capitalistas de pr,o~ucción con el concepto abstracto de .estado burgués
causa de las diferencias extremas de productividad entre las distintas que presupone logicamente un modo de producción capitalista plena-
ramas y regiones, sustrayéndose entonces la base objetiva al cambio mente desenvuelto. Hacer constar una discrepancia entre estos dos
de equivalentes. puntos de referencia sería trivial: justamente necesitamos de Ias abs-
Esto tiene que provocar graves trastornos en los mecanismos com- tracciones. lógicas porque la dinámica intrínseca de la materia nunca
pensatorios que debían regular el proceso reproductivo del capital de ar,are~e e~ su for~a p~ra en la realidad concreta. Nuestra compara-
acuerdo con su lógica inmanente. Una competencia libre, a través c.1on sol~ t~e':1e sentido s1 lo que comparamos son Ias respectivas expre-
de la cual tendría que efectuarse la repartición dei trabajo social a los s1ones hzstorzco-concretas de lo político y lo económico.
diferentes sectores productivos, no puede desplegarse sino en forma Precisamos, pues, de un concepto mediador que traduzca la noción
fragmentaria. 131 lógica de la "forma" dei estado burgués ai nível dei análisis histórico
En el plano de los agentes soeiales esta fragmentación dei contexto corr~~pon.dii;n_te ai conc:pto de "formación social" que designa Ia con-
social se refleja en una estructura de clase inacabada y difusa. Algunos crec10n histonca de u:q modo de producción". Para ello ofrecemos el
intereses sociales esenciales no se han constituído todavía en fuerza concep~o de "forma de dominación" que ya se usa con este significado
social sino se presentan como intereses particulares. Fracciones de clase, en la ltteratura sobre. el tema sin haber sido introducido de manera
dases intermedias y de transición se sobreponen y entremezclan de Ia sistemática.
manera más variada. Con eso tampoco hay base material para la abs- Gusto~a~ente nos ahorraríamos estos esfuerzos terminológicos si fue-
tracción dei ciudadano libre e igual. ran prescmd1bles. Pero no lo son si queremos comprender lo siguiente:
Empero, a pesar de estas estructuras capitalistas no plenamente 1] La "forma" general del estado burgués es una sola; formas de
desarrolladas, el estado de la periferia capitalista sigue, en lo funda- dominación burguesa puede haber en infinitas variantes: valen como
mental, el principio formal general dei estado .burgués esto es consti- tales todas Ias estructuras estatales que en lo esencial se acogen a este .
. como instancia separada de lo político y como ' materialización
tuirse ' principio formal.
dei interés aparentemente común "fuera y ai lado" de la sociedad. 2] "El" estado burgués no ha existido nunca históricamente, ni
Toda~ las peculiaridades e impurezas de su conformación funcional y mucho menos en la periferia dei sistema mundial capitalista; sino tal
organizadora que enumeramos en la introducción y que estamos tra como la penetración. y expansión del capitalismo a lo largo de un pro-
tando de explicar no son óbice para que los estados que hoy compo- ceso secular y contradictorio procrea condiciones sociales que se acercan
nen este "tercer mundo" compartan dicho principio constructivo con paulatinamente a la dinámica "pura" dei capital, así también las
todos los demás estados burgueses, que los distingue a todos por. igual formas políticas de l.a periferia capitalista se encuentran en un proceso
de los principíos básicos, divergentes por ejemplo dei estado feudal o de. constitución histórica de formas estatales más abiertamente bur-
socialista con sus modalidades específicas de integrar lo político en guesas, en cuyo transcurso se liberan los unos más, los otros menos de
lo social. componentes no burgueses. Y tanto en el nível socioeconómico como
Así como comprobamos una discordancia en la forma externa dei en el político resulta improbable ai máximo que en este proceso lleguen
estado periférico entre su principio formal de estado nacional soberano a desarrollarse jamás formas "totalmente" burguesas, ni que se repitan
y la realidad de una economía dependiente dei mercado mundial, tam- expresiones históricas parecidas a Ias que hoy se encuentran en las
bién con respecto a la forma interna dei estado encontramos una sociedades capitalistas avanzadas.
discrepancia entre principio político formal y realidad socioeconómica: 3] El análisis de tales formas de dominación heterogéneas no obs-
la forma de la generalidad abstracta no concuerda con Ia heteroge· tante tiene que partir metodológicamente dei concepto dei estado
neidad estructural de sus raíces sociales. burgués. Tal como las expresiones socioeconómicas dei subdesarrollo
Aquí nos acecha un extravío metodológico: sería inadmisible com· ,no constituyen sino .el modo específico en que se van imponiendo las
leyes dei capitalismo, expresiones que sólo podemos comprender con
131 "La producci6n basada en e! capital s61o se realiz~ en las formas q base en nuestro conocimiento de estas leyes del capitalismo acabado,
le s~n aaeruadas cuando y hast~ d~nde se haya desarrollado la libre CO!TIP también los fenóm.enos políticos dei "tercer mundo" sólo se desentraiia~
tenc1a, ya que ella representa el hbre desarrollo dei modo de produtci6n basado partiendo de Ia relatión general entre lo económico y lo político en e]
en el capital" (Karl Marx, Grundrisse, p. 543 [t. 2, p. 167].
94 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA' EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 95

capitalismo. Si a estas países les llamamos "periferia capitalista", "hacia fuera" del estado nacional soberano se adelanta históricamente}
postulando así e! carácter eseneialmente capitalista de sus relaciones' .ai grado de internalización dei contexto reproductivo, así también la 1
sociales. entonces también las formas de dominación áhí existentes constitUción de un estado en la forma "hacia dentro" de una esfera!
constituyen en primera línea estados burgueses, y sólo t>r! segunda línea política separada se anticipa al grado alcanzado por la generalización/
sus respectivas modificaciones históricas. .de las relaciones mercantiles. r
4] Si un sistema de dominación es o n<,>_1:11§ forma de,_~inac:ión Podemos, pues, partir en lo subsiguiente de la conformación típica
bur.guesa,_l}Q..depende.d.e_~usionuas_or~izati:.:aS:í!:::lV:§iiw_dQIJales, sino ara la periferia capitalista de que es la esfera estatal la que lleva la
de 1;·-;:f~ción intrínseca entre ecdnomía v. política. La exteriorización delantera en el desarrollo capitalista con respecto a las demás estruc-
instit~--arorde "'.(:or1erpri~~ií;i~-f~~r11afgeneral es la república luras sociales. Existe, sin embargo, a manera de excepción, también
democrático-burguesa. Pero también aquellos estados dei "tercer mun- 1 caso opuesto de que los elementos no burgueses de las formas de
do" que hoy están constituidos fonnalmente como monarquías (impe- minación resultan tan fuertes que son ellos los que se "retrasan"
rios, reinados, jequías, etc.) por su función sodoeconómica casi siempre on respecto ai desarrollo socioeconómico y lo frenan. En el pasado
representan formas de dominación burguesas~ casos ·es preci- ue esto lo que muchas veces dio origen a guerras de liberación contra•
samente este manto formal exterior e! que se cuenta entre los elementos na ocupación colonialista. Circunstancias análogas se encuentran hoy
no burgueses dei respectivo sistema de dominación; por su contenido, ·países en que aún subsisten restos de colonialismo (por ejemplo
estas monarquías no son otra cosa que dictaduras burguesas. odesia), en que formas precapitalistas de dominación siguen tenien-
Podemos ahora precisar la frase que dio origen a este excurso fenni- alguna vigencia (por ejemplo, el musulmán, el hindú; la organi-
nológico: son las formas de dominación en el "tercer mundo" las. ción tribal) o cuyas formas políticas se estancan en un nível relati-
que no cuajan -por e! principio formal de la generalidad abstracta que mente primitivo y deformado de dominación burguesa (por ejemplo
encarnan- con la heterogeneidad de sus raíces sociales. Queda así aití). Finalmente, la conquista dei pod~r estatal por parte de fuerzas
a:darado que comparamos las concreciones históricas de lo político tremadamente retrógradas puede provocar una reversión histórica
y lo económico, las que constituyen ambas expresionêS- necesariament las formas políticas que detiene el desarrollo socioeconómico capita-
inacabadas de relaciones capitalistas "puras". Lo que queremos deci ·ta. de un país o incluso lo vuelve hacia atrás por varias décadas
es que las formas capitalistas se encuentran en fases desiguales de s Chile, Uruguay, Uganda).
desarrollo, originándose por consiguiente una tirantez dialéctica entre
la forma de dominación y las estructuras socioeconómicas.
Es ineYitable que en estas condiciones la forma política y la ·rea"
lidad social se obstaculicen mutuamente. Un estado 'constituido a la .3 LAS FUNCIONES DEL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALÍSTA
imagen de una "generalidad" abstracta no puede ser e! más apto para
hacer justicia a la compleja diversidad de una formación social heter~ esumamos lo que encontramos como problemas constitutivos del es-
génea, ni puede ser ésta la atmósfera más idónea para que se fortalezca o periférico: en su forma externa tanto como en la interna se atiene
la forma abstracta dei estado. Tendremos que indagar las circunstan- princípios constructivos que presuponen unas condiciones constitu-
cias históricas y las necesidades funcionales específicas dei capitalism as lógicas muy alejadas de la realidad histórica de países económi-
subdesarrollado que exigen y producen esa discrepancia entre la eco- ente subdesarrollados: no representa a un capital surgido de una\
nomía y la política. ulación interior en su paso ai mercado mundial como competidor /
Aquí es casi siempre en la esfera política donde el grado de desarro rnacional, que sería la base para un estado nacional soberano ni se
1

llo de las formas propiamente burguesas se encuentra más avanzad re a una sociedad capitalista de clase plenamente desem·uel~a que
Concurre para ello la influencia determinante de la parte extern espondería a su apariencia como instancia política separada y
dei contexto reproductivo integrado ai mercado mundial con sus estru trai "por encima" de las dases.
turas capitalistas desenvueltas; concurre también la mayor autonomí AI examinar estos dos princípios formales cada vez terminamos
1\1relativa de la esfera política amparada por el principio de soberaní ~gun~ándono~ por la~ razo~es de esa discrepancia: .parece que h~y
\COn respecto a la esfera económica obstaculizada en su desarrollo p gi;ncias func10nales melud1bles que el estado sólo puede cumplir a
\el aprovechamiento desequilibrado de sus recursos. Tal como la form ves de formas que contradicen la realidad de su sociedad. La res-
96 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA. f,I. ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 97

puesta tiene que surgir del análisis de las funciones del estado en l~ E.videntemente sólo ese cont.exto reproductivo integrado ai mer-
periferia capitalista. 13 " · · cado mundial puede entonces c.onstituir aquella "reproducción" a que
AI recapitular la discusión sobre la teoría dei estado vimos que una! se refiere la funcionalidad dei estado. En condiciones de inserción peri.J
deducción y una sistematización lógicas de las funciones esta tales no ~. férica a. l mercadC: mundial Ia funci.ón básica dei estado capitalist.a

1
existen todavía y quizá tampoco puedan existir en el futuro. La selec~. asume pues la variante: garantía de las condiciones generales de repro-
ción, la dominación y la sistematización de las funciones estatales siguen' ducrión dependiente del mercado mundial.
siendo necesariamente subjetivas y provisionales. ' Parece una constancia simple, y sin embargo conlleva consecuen-
. Si~uiendo, a los. intentos .clasificatorios .de. Altvater y Lapple, ci.~e i rias amplísima~ .. Si l.<J.:-.Yi11c.11Jªc,ión_con el.1;11er.c<td.o .mu~ciial constituye
discutimos mas arnba, exammaremos los s1gu1entes campos de acc1onr el CQrdon umb1hcal sm e! cual el .m.etabohsmo económico. de la. soci~­
estatal: a) la relación con el mercado mundial, que llamaremos "ga•v sl.ªd.. r>e:ifé.rica. no podría imbsistir, e11~qnces tierie qll,e s~r tªrea ~s~pcial
rantía de la inserción ai mercado mundial", b) la garantía de regias; de su. insta~cia pQlítica garantizar esta conexión con .las economías
generales de intercambio, que rebautizamos "imposición de las re; ~~J.rales. Nmguna de las demás funciones estatales puede ya definirse
glas generales de mercado'', c) la garantía de la disponibilidad de{ umcamente con base en las necesidades dei aparato productivo local
fuerza de trabajo, y d) la garantía de las condiciones generales mate· Y sus agentes sociales haciendo abstracción de esa inserción ai sistema
riales de prod~cción. ~I porq~~ de las denomina:io~es divergentes quel intern~t~on.al. Recordand? ,1~ que dijimos_ ,sobre la "base" histórico-
acabamos de mtroducir surgira del argumento s1gmente. · matenahsta dei estado penfenco, Ia conclus10n de que su funcionalidad
trasciende el _marc? nacional para orientarse primordialmente por el
contexto reproduct1vo global no constituye ninguna sorpresa sino una
4.3.l Garantía de la insercíón al mercado mundial consecuencia directa.. Si el universo socioeconómico dei cual el estad·
periférico recibe sus determinaciones sociales esenciales es un conjunt:-J
a] La esencia de la función. ;, Cómo puede el estado cumplir con su fu
1~tegrado ~l mercado mundial, entonces el estado periférico "es" e~ j
c1erto sentido el estado de ese contexto reproductivo global. Y eso
cionalidad básica de "mantener las condiciones. generales exteriores
no por alguna magia conceptual, sino muy concretamente a través de la
la reproducción capitalista",13 3 si los bienes producidos dentro dei esp
materiªlización que asume la orientación externa de la e.conomía en
cio económico nacional distan de ser suficientes para la reproducci
sus sectores hegemónicos con sus respectivos efectos concéntricos sobre
de la base material de la vida social y precisan forzosamente
el resto de la economía, sus personificaciones sociales y su articulación
complementadas a través de intercambio con el mercado nnmdi
en las instancias políticas locales.
l Cuáles son las consecuencias para el accionar estatal dei hecho
que elementos tan decisivos para la dinámica social de la econo La función del estado burgués de representar el capital nacional:1
local como el desarrollo tecnológico, la formación de capital produ hacia fuera frente a otros competidores en el mercado mundial se in-
tivo, el control social de inversiones, técnicas de producción, model vierte entonces: la "garantía de la existencia 134
y de la expansión dei
de consumo, etc., no se encuentran en el propio espacio económi capital nacional en el mercado mundial" pasa a ser: garantía de la
existencia y de la expansión de los intereses del capital extranjero
sino total o primordialmente en las metrópolis?
en el espacio económico periférico. Mientras que en el caso de los !
países de desarrollo capitalista originaria la función externa del estado 1
132 Para la tesis de una contradicci6n entre forma y funci6n del esta
periférico, que sustenta buena parte del argumento que pensamos desarrol siguió a la conformación histórica de un contexto reproductivo nacio- 1
debemos importantes indicaciones a los siguientes autores: por un .lado na!, en los países de desarrollo capitalista secundario es la garantía \
Gerstenberger [105] y su análisis de las funciones burguesas dei estado ab de esta vinculación con el mercado mundial la que con su orientación 1
tu tista (que a su vez se basa en claras observaciones de Marx ai respe revertida "hacia dentro" origina y guía los comienzos de una reproduc- )
por ejemplo en Der Bürgerkrieg in Frankreich [dei afio 1871, MEW 17, p. 33
ción capitalista en e! seno de estas sociedades. 135 ~"'
"El poder estatal centralizado [ .•. ] data de los tiempos de la monarquia a
luta, cuando sirvi6 a la sociedad burguesa naciente como arma poderosa
i 34 Altvater [75], p. 9.
sus luchas contra el feudalismo"); por otro lado, a Claus Offe, especialmente
trabajo "Tauschverhaltnis und politische Steuerung. Zur Aktualitãt des Legí
135 Ahí radica la diferencia decisiva con respecto a casos de una industriali-
mationsproblems'', en su antología [143], pp. 27-64. zaci6n "tardia" realizada, sin embargo, con base en e! capital nacional. Véanse.
133 Friedrich Engels, Anti~Dühring, MEW 20, p. 260.
por ejemplo, Gerschenkron [26] y Senghaas [59].
98
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA ; EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 99

Esta orientación contrapuesta de la relación con e! mercado' m'un- 'como contradicción intrínseca: la contradicción entre el principio
dial -"hacia fuera" en el caso del capitalismo originaria, "haci~ den~ ' formal de constituir un estado nacional soberano y e1 principio formal
tro" en e! secundario-- no es expresión de dinámicas distintas, smo, al de garantizar una reproducción capitalista dependiente del mercado
contrario de una racionalidad única del capitàlismo como sistema mundial. ;.Por qué esta contradicción entre una forma que conlleva
mundial:' a la expansión del capital a partir de las me~rópolis. Y a·, e! postulado de una independencia económica y política en e] marco
. través dei mercado mundial corresponde como otra cara ele la ~isma nacional, y una función que niega este postulado? .:,No estaria más
moneda su penetración en aquellas regiones del mundo que se mcor- acorde con esa función una forma de dominio externo abierto?'
poran como periferias al mercado mundial en el transctn:so de este . Efectivamehte, durante mucho tiempo estas formas de domínio
proceso. . .. . •político directo poir parte de las metrópolis eran las estructuras estatales
\' Sin embargo, para los dos "tipos" de sociedades .el.s1gmf1c~do social más difundidas en las regiones periféricas del mercado mundial. La
de este proceso histórico único es completamente d1stmto: :r:i1entras ~n forma dei estado naciohal soberano es de implantación bastante re-
el caso de Jas metrópolis la expansión por el mercado mundial aparece .. ciente: en Amériéa Latina hace mi siglo y medio, en Africa y Asia
como consecuencia y emanación de un i;Io~inio ~el càpi~al Y.~ estable-. (abstracción hecha de raros remanentes) durante las últimas décadas.
ciclo en su interior, en el caso de las penfenas la mter~ahzacmn de. los Así que se concreta históricàmente la pregunta por la razón de la
requerimientos del sistema económico internacio~ial tiene .Pº~ conse- mencionada contradiceión: ;. Ouáles fueron las causas que obligaron
cuencia establecer àhí el domínio de las relaciones capitalistas de a abandonar Ia forma de domínio colonial aparentemente más acorde
producción. · . . con la función de garantizar unà subordinación económica internacio-
Con esto ·podemos ya conceptualizar con más preci~ión. el, :onte- na! y adoptar otra forma en contradicción con esa función subsistente?
nido de la función representativa externa: po~ su. esi;~cia h_iston:a. ~a Son dos las explicaciones posibles: o la necesidad de una organi-
garantía de la inserción en el mercado mundial s1gmfica: zmposicwn zación nacional estatal puede haber surgido "desde dentro" en e)
de los mecanismos capitalistas de reproducción. . . , . . ·. transcurso dei desarrollo capitalista en el interior de la sociedad pefi-
~ y eso en ~! fondo no es. otra cosa q~e. la func1ona:1dad basica de~ férica y como expresió? de un grad? al.c~nzado de co~plejidad socia.J
t stado capitalista de garant1zar las cond1c10nes genera.es de reproduc que ya no era CQ!!l~!t~.C.Ol=l~nn~.e:fe.rcm~~.~Q.!~r!SUkLRo9er)

t ción capitalista, tra_ducida. a la. di?á.mic.a histórica .de.· un ~esarroll~ o esa forma dei estado na~ion~I s; ~llegó a la. socieda? per_ifér'.~ª "desde
capitalista secundarw. Se c1erra el circulo. vemos que}ª funci~n rep.r; · uera" como consecuencia h1stonca de la: mternac10nahzac10n de las
sentativa externa dei estado se convierte en la garantia de la msercmn !aciones capitalistas de producción y corno consecuencia política
al mercado mundial y confluye con la funcionalidad básica dei estado' e un cambio en las condiciones dei mercado mundial.
capitalista ahí donde la garantía de l~ re,rrodi:cc~~n capit.alista .ª. ;ausa De hecho ainbos factores deben de haber ido unidos, condicionán-
del grado precario dé desarrollo c~pllal.1sta s1gmfica su zmfoszcwn. en se e influyendo uno sobre otro. No obstante, la motivación externa
circunstancias y a partir de la exzstencia acabada del capital ª nwel s parece claramente la primaria. La complejidad creciente de la.'I
del mercado mundial. . · ' rticutaciones sociales -a que nos referiremos todavía con más deta-
Dijimos arriba que la constitución del estado periférico como estado e- en sí sólo fundamenta la necesidad de un aumento gradual de
nacional soberano tiene un asidero social tambaleante por causa de su utonomía de las estructuras políticas que podría ser previsto sin
interrelación escindida con las estructuras socioeconómicas. Ahora nos' ayores inconvenientes dentro dei marco de un dominio externo flexi-
ºpercatamos de que esta ambigüedad del fun.damento social,. que hasta e ("indirect rule", "província de ultramar", "Commonwealth").
ahora parecía una debilidad empírica contmgente, en r:ahdad ,co?s- demás, entonces la creación de estados "nuevos" en América Latina,
tituye Ia esencia de su f unción social dé insertar el espacio economiCO' frica y Asia debería estar ligada al "tamano" del respectivo país y
nacional al sistema capitalista mundial Y propagar de esta manera grado de complejidad socioeconómica alcanzado, y ~sparcirse históri-
la imposición de relaciones capitalistas de producción. ente a todo lo largo de los siglos xrx y xx. En realidad, la ernancipã_:..-1
n de l?s países coloniales se produjo en dos "arranques" históricos /
arados entre sí por más de un siglo y prácticamente independientes i
b] La contradicción con la forma del estado. ~aci~nal soberano. Lm 1grado de desarrollo capitalista alcanzado por dichos países. -J

que hasta aquí tenía que parecer una mera defic1enc1a, ahora se revela Tenemos que buscar, pues, las razones de la forma externa del
100 EL ESTADO EN LA PERlFERlA CAPITALISTA, EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA

estado capitalista periférico en primer lugar en las condiciones "exte- manera de imponerse históricamente dependía mucho de circunstan-
riores" del merca:do mundial. cias históricas concretas. Al c;omienzo la expansión del mercado mun-
Al resumir la polémica sobre la teoría del estado vimos que la dial no tuvo el efecto de impulsar la creación de estados nacionales
explicación lógica de esta forma externa del e~tado burgl!és hasta soberanos, sino, muy por el contrario, iba acompaiíada de la sumisión
ahora no ha recibido. suficiente atención. 136 No podemos reparar esta de amplias regiones dei orbe al yugo colonial.
laguna aquí; tendremos que guiamos por unas tesis basadas. en la El principio de soberanía tuvo desde el comienzo una función am-
plausibilidad y la analogía: bivalente: al reconocer la autonomía de los "pueblos civilizados", la
Tal como la generalización de las relaciones mcrcantiles .en el inte- negaba a los que no se consideraban como tales. Mientras aseguraba
rior de una socicdad produce la figura del propietario de mcrcancías a las burguesías en control de capitales nacionalcs el principio. de la
libre e igual en abstracto, las formas de interc;ambio en el meraad.o "transacción libre, sin violencia de ninguna parte'', 1 " 8 sancionaba
mundial se basan en la competencia de capitales nac.ionales conside- ai mismo tiempo la opresión y la expoliación de aquellos países no
rados en forma abstracta como iguales. Y tal como del propietario organizados todavía según e! modo capitalista. Uno de los escritos más
de la mercancía se desdobla la figura del ciudadano Jibre e igual, el tempranos acerca de la cuestión de la soberanía, considerado como
capital nacional que se presenta en el mercado mundial conoce su trans- una de las obras fundadoras del derecho internacional contemporáneo,
figuración política en el principio de soberaní(l, en la igualdad y liber- lleva a manera de resumen involuntario el título contundente: "De
tad abstractas de los estados. iure belli Hispanorurri in barbaros" (Vitoria, ca. 1538). También aquí
También históric;amente las primeras formulaciones. dei principio cabe el paralelismo con los principias constitutivos internos de la so-
de soberanía (Vitoria, Bodin) coinciden con las formas mercantiles ciedad burguesa, donde bajo la apariencia dei intercambio de equiva-
primarias de un mercado mundial en expansión. Como piedra angular lentes se encubre la desigualdad material entre trabajo y capital.
está el derecho internacional, que no es otra cosa que una forma em- · El principio· de soberanía no se irppone entonces en la periferia
brionaría de estructuras estatales supranacionales, que -para comple- capitalista gratias a alguna lógica abstracta formal dei mercado mun-
tar la analogía- deberían surgir como condensación de los interese.s dial, sino por causa de intereses de competencia muy concretos. Los
generales del conjunto de los capitales nacionales, tal como el inte- ~_2_!:~n.9.l!~s'.'.. histórirn.s.:i, par!iE~f'..}()5,C:IJªks _se ..RE()dujo .la ~
rés general de los propietarios individuales privados se resume en el
pend~1;~ia _de.. Io.~.-~st<J.dc:is, periférico.s están. relªcicmªQ91LÇ_9u::iL~.i::gi­
estado burguês. Reformulando la conocida cita de Engels, 137 se podría miento _?e una ngeyª pote.n.c.iª hegerpÓl)ÍCª lll!JI).<:lial y el respectivo
decir: la rnmunidad jurídica de estados nacionales soberanos es la
organizanon que se da el mercado mundial para asegurar las condi-
cambio. de las es)'.rat~gias é!~ rier,iet.i::acióI!.ffgI1fünifa. :L; -Índei*nci~~~Ía
ciones generales externas de la reproducción capitalista a escala
de América Latina a comienzos de! siglo x1x refleja el ocaso dei im-
mundial. perio mercantilista de las metrópolis ibéricas Espana y Portugal y el
a~ge del nuevo imperialismo inglés. La independencia formal de Amé-
De ser así, el surgimiento de "nuevos" estados soberanos en la peri-
feria capitalista estaría relacionado con la expansión del mercado mun- rica del .Sur facilitaba a Inglaterra la incorporación de esta región
dial y la generalización de las relaciones mercantiles a nível mundial geográfica a su sister;na de división internacional de trabajo basado
como forma adecuada de intercambio internacional. El paso de las co- en la exportación de sus productos industriales a cambio de matnia~
lonias a la independcncia sería entonccs expresión política de que primas. Que su apoyo a la independencia política de los países latino-
los privilegios comerciales coloniales ilegaron a ser tan incompatibl americanos no fue sino el medio para estahlc:cer ahí una dependencia
con un mercado mundial basado cn la competencia li.bre de capita económica se expresa en forma çaracterística en la siguiente .nota de]
nacionales como son las relaciones de dependencia personal con u diario dei canciller británico Canning, de 1823: "Spanish America is
producción capitalista de mercancías. free. And if we don't mismanage our affairs, it will be British" [Hispa-
De modo abstracto esta relación parece correcta; sin embargo, s noamérica es libre; y si nosotros no desgobernamos tristemente nues-
tros asuntos, es inglesa].1'rn Era además el medio de segunda elección:
i:rn Un intento m esta dirección esla investigación de Diner/Schmitt-Eg
lamcntablemente no pudimos ver hasta después de finalizado e Karl Marx, Grundrisse, p. 156 [t. 1, p. 182].
138
139
. Galcano [24 ], p. 198 [Las venas abiertas de América Latina, México,
1:J7 l..oc. cit .• en la nota 133. S1glo xxr. 1971, p. 269].
102 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPI1'ALISTA EL ESTADO DE LA PERIFER~ CAPITALISTA 103

antes habían fraca.sacio dos intentos de establecer un dominio inglé~ ~ e] La articulación entre los requisitos del mercado mundial y los requi-
directo (invasiones en Buenos Aires, 1806 'lf 1807). sitos de la producción local como. materialización de la, función. Hasta
Y al mismo tiempo que Inglaterra se convertía en el adalid dei aquí consideramos la función de la inserción al mercado mundial sólo
libre comercio para América Latina, se apropiaba un imperio de colo· desde el punto de vista de los requisitos del mercado mundiaJ: la defini-
nias en África y Asia, en competencia abierta con las demás "cultura.~ mos como la imposición de relaciones capitalistas de producción a
occidentales". La independencia de estos países siguió a un segundo partir de la existencia acabada dei capital a escala mundial; la forma
"arranque", desencadenado por la segunda guerra mundial pero cau- dei estado nacional soberano que parecía contradecir esta finalidad re-
sado por el traspaso de la hegemonía mundial de Inglaterra a los Esta- sultá que ta:mbién depende de las exig~ncias cambiantes del mercado
Las sociedades nP:riféricas mi~mª5.-Sill.O-.<i~~o
dos Unidos. Las colonia.s de las potencias europeas resultaban un escollo mundial. ~-~__...,-~ """'t"''
para Ia internacionalización de la producción y la circulación capita- objetoL_Easivos de ~tas .J>~~":m~~s. .
listas capitaneada por los grandes consorcios norteamericanos. Se· afia· ~-p~ro en''reãTidãci sus estructµras internas constituyen un muro social
dieron a ello consideraciones políticas necesarias originales por la guerra co11tra el cual la.s exigepcias exterrni.s del mercado mundial se .estre-
fría con la Unión Soviética. llan, obligándolas a someterse a un proceso de adaptación al ambiente
El surgimiento del estado soberano en la periferia capitalista no local. La imposición de relaciones capitalistas de producción no. es ~ri'\
corresponde, pues, al proceso de una acumulación que cobra impulso acto único y monolineal, sino un proceso trabajoso y contrad1ctono \
en el marco nacional que originariamente produce y fundamenta esta en cuyo transcurso las exigencias del capital metropolitano en expan- !
forma. Aunque las estructuras capitalistas se hayan e:xtendido y dife. sión deben articularse una y otra vez con las realidades y necesida.des _)
rendado en e! seno de estas sociedades, no llegaron todavía al puntc 1>0ciales de la sociedad periférica respectiva. ·
de conformar un capital nacional capaz de presentarse en el mercado Para comenzar, la reproducción dependiente del mercado mundial ·
mundial como competidor de los grupos financieros tran,snacionales significa en lo económiço: jnserción en µn sist~ma de división de tra-
de los países industriales. (Hasta muy recientemente, mucho. después de bajo internacional a fin de hacer funcionales los recursos internos
la independencia y sólo en algunos países económicamente fuertes del para las estrategias internacionales de acumulación de las metrópolis.
"tercer mundo" no observamos el surgimiento de algo que podría. ~la­ Aquí los intereses globales del sistema capitalista mundial en una e:xplo-
marse "capital nacional".) Es así como ya en la misma génesis histórica tación racional y a largo plazo de sus periferias económicas entran
de la emancipación de estas antiguas colcnias está inscrita la contra· muchas veces en conflicto con los intereses de los capitales individuales
dicción de que su independencia política formal sirvió para los fines c,le operantes en determinados países que quieren obtener ganancias máxi-
una dependencia económica material. · mas. a corto plazo, Pero el apoderamiento no mediatizado dei aparato
Esta génesis explica también el "adelanto" de la autonomía polí- productivo periférico por parte de intereses inmediatos conlleva el peli-
tica con respecto a la económica, Ia discrepancia entre forma política .gro de perjudicar o destruir las prccondiciones para un aprovecha-
y realidad socioecon6mica. E! establecer estructura.s estatales burguesas miento a más largo plazo por parte del mercado mundial ---ela historia
sin tomar en cuenta e] grado de desarrollo de las relaciones capita- conoce suficientes cjemplos,
listas de producción y reproducción en e! seno de estas sociedades pone En el nivel económico se impone, pues, un,;_ mediación entre las
de manifiesto que para ellas las relaciones mercantiles con el mercado fuerzas productivas superiores de las metrópolis y las condiciones pro-
mundial antecedieron histórica y funcionalmente a las relaciones mer- ductiva.s dei espacio económico periférico. El estado de _l;:i__periferia
canti!es en su interior. Lo que la teoría de la modernización estructu- .<:ªPi1:?J~!<tsólo puede cumplir con su co1Ileticto-prÍmario de garantizar
ral-füncionalista designa como nation building no es otra cosa que la inserción funéionàl der espacio econorriico loéal âl mér-tado mun-
una expansión subsecuente de los mercados internos. 140 qjaT;sTeri aigima medida también ló protege de infll1eficias téndencial-
mente destructoras de! mercado mundial.
HO Para muchos otros: Deutsch [93]. Hay bastante acierto en el título de Una ojeada r~trospectiva a la forrnación histórica de las funciones
un libro dei entonces corresponsal de la Neue Züricher Zeitung para América estatales en América Latina puede servir para ilustrar esta aseveración:
Latina, Carl H. Hillekamps: Lateinamerika - Staaten suchen ihre Nation (lite-
ralmente: estados en la búsqueda de su nación), Stuttgart, 1963. (Hay versión ya el primer acto de presencia de un poder estatal -después de la con-
castellana: Transición de estados a naciones en Latinoamérica, Buenos Aires, ·quista, organizada en gran medida como latrocínio privado-'- se expli-
Ed. Pleamar, 1965.) ca por esta lógica éontradictoria: con las "Leyes de Indias" la coron:i
104 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA >J!L ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 105

espafíola procur6 impedir a los conquistadores que destruyeran, con eada vez más extendidos y completos de la vida econ6mica en: la misma
su afán de enriquecimiento inmediato, los flindamentos para la pro- periferia. En correspondencia se amplifica y diversifica e! cuerpo social
ducci6n de un excedente en el futuro. Los indígenas de Santo Domingo que mueve este aparato productivo. Ya no se trata s6lo de articular los
fueron exterminados por las condiciones de trabajo asesinas a que intereses globales a largo plazo. con los interêses particulares inmediatos
fueron sometidos. 141 dei capital metropolitano. Los componentes locales de las dases domi-
Durante la época colonial el poder estatal de la "madre patria" nantes dejan de ser meras prolongaciones de làs burguesías metropo-
deleg6 como representantes directos a virreyes, gobernadores, audi- litanas y comienzan a construirse una base de acumulaci6n propia con
tores, etc., cuya funci6n como agentes de los intereses metropolitanos capital productivo' nacional. Las dases dominantes se abren en un
no podía ser otra que velar por la manera más beneficiosa de la expio~ abanico de fracciones diferentes; surgen dases medias urbanas a partir
taci6n de las colonias -pero precisamente su explotaci6n a largo pla::o. dei comercio, Ia administraci6n y el artesanado. La funci6n origina-
Y ya por entonces esta funci6n s61o podía cumplirse de modo contra· ria de adaptar el aparato productivo a las exigencias externas se con-
dictorio, adaptando los mandatos abstractos de la corona a la realidad vierte así en una tarea cada vez más compleja de articulaci6n social
social de la colonia: ante la resistencia infructuosa o la tolerancia entre ·sus diferentes agentes sociales.
c6mplice de los funcionaFios peninsulares se pervirtieron instituciones En el promedio dê intereses de todas estas fuerzas sociales a que
de protecci6n al índio que se convirtieron en mecanismos de domínio el estado sirve como "capitalista global ideal" Ias dases y fracciones
personal, se burlaron restricciones comerciales y se eludieron tribufos. locales adquieren un peso creciente. Lo que en épocas coloniales todá-
EI proverbial "se acata pero no se cumple" denota por un lado una vía era un acfo de fransformaci6n dirigido "hacia dentro" en fomia
traba a los requerimientos metropolitanos, pero por otro lado su ma- casi exclusiva, ahora se presenta como mediaci6n también en e! sentido
nera necesariamente mediatizada de imponerse. de una búsqueda permanente de compromisos y equilíbrios siempre
La constelaci6n b:ísica de aquel conflicto entre peninsulares y crio- precarios y conflictivos.
llos se puede trazar enformas cambiantes hasta e! presente: Un ejemplo Siendo que las partes internas y externas de Ias dases dominantes
actual: las consecuencias ruinosas de la política econ6mica de la junta rnmponen conjuntamente la expresión social de este contexto repró-
militar chilena ilustran c6mo el aprovechamiento inmediato dei apa- ductivo integrado ai mercado mundial, cuyas condiciones de produc-
rato productivo nacional para los intereses de capitales individuales ci6n y distribuci6n se debaten en esta mediaci6n, sus intereses diver-
externos y sus aliados nacionales termina por poner en peligro las bases gentes en principio no son otra cosa que pugnas de competencia, y la
par;i la apropiaci6n dei plusvalor tâmbién por parte de estas fraccio- tarea de la mediaci6n en el fondo no difiere de la que se da en e! seno
nes imperialistas dei capital; la crítica creciente a que el gobierno de una sociedad capitalista entre fracciones competidoras dei capital.
militar se ve expuesto en las esferas políticas de Washington demUestra Sin embargo, el hecho de que estas fracciones pertenezcan a dife-
c6mo los intereses generales de este capital imperialista se inquietan rentes formaciones sociales con grados de desarrollo distintos confiere
por el abuso.14 2 a: esta Iucha de competencia contenidos específicos originados justa-
Cuanto más complejo e! aparato productivo que se va a insertàr mente en esta diferencia entre las condiciones productivas locales y
en el mercado mundial, tanto más necesaria y multifacética Ia articu- las internacionales, contenidos que a su vez exigen formas específicas de
laci6n. La internacionalizaci6n de las relaciones capitalistas de pro- mediaci6n política. El contexto reproductivo del cual estas fracciones
ducci6n pone en marcha un desarrollo -aunque obstaculizado y en cierto modo forman "la" clase dirigente se distingue precisa-
deformado- de fuerzas productivas también en las regiones periféricas, mente de un contexto reproductivo surgido hist6ricamen:te en el marco
que en su tendencia hist6rica conducen a la conformaci6n de 6rganos nacional por e! hecho de componerse de dos partes estructuradas de
141 Respecto a este conflicto, véase el iibro esclarecedor de Severo Martíne2 manera completamente desigual. Mediar entre ambas significa hacer
Peláez, La patria del crio/lo, Guatemala, Ed. Universitaria, 1970. compatible lo que apenas es comparable.
142 Véase, por ejemplo, la crítica del Banco Múndial a la política econó-
El interés de las fracciones internas por promover e! desarrollo de
mica dei gobierno militar chileno en The Observer, 15 de diciembre de' 1974. los recursos locáles, o por lo menos por mejorar la distribuci6n de sus
Kissinger, premio Nóbel de la paz, la persona con la mayor responsabilidad
individual por la cruenta represión en Chile a partir dei golpe de estado rendimientgs eµ.' favor de las dases dominantes locales, agrega a .esta
en 1973, dos anos más tarde se mostraba preocupado por los derechos huma- lucha competitiva internacional aspectos de políticas de desarrollo, de
nos en Chile (Süddeutsche Zeitung, 1 de octubre de lj)75). comercio exterior y de envoltura ideol6gica nacionalista que están nor-
106 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALIS.'I\ ;L:l.L ;ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 107

malmente ausentes en las pugnas entre competidores de un mi rt:ancias políticas a tra>-·és de las cuales se realizan•estas articulaciones. El .
mercado nacional. 143 El resultado de esta lucha depende de una co "pacto de dominación entre las fracciones externas e internas de las bur-
lación histórica de fuerzas en que tampoco cuenta sólo el menor e guesías está plagado de contradicciones muy intrincadas, las funciones
de la producción; hay desigualdades económicas mucho más pronun ."comunes" se h an vue1to tan amp1·ias y comp1eJas . que para su regu 1a-
ciadas que las comunes dentro de una econornía capitalista desarr ::.ción se precisa un órgano político plenamente desenvuelto con todas
llada, pero también hay -precisamente- factores sociales y. polític Ias atribuciones necesarias de decisión y realización. La disponibilidad
que derivan del hecho de que esta plaza de competencia se compo ;de fuerza .de trabajo en la cantidad y calidad requerida ya no queda
de más de un mercado nacional. !lSegurada por la mera represión, hacen falta estruçturas políticas que
La fracción externa puede por ello valerse de su superioridad t ,.contengan tambié.n mecanismos de integración, con inclusión de las
nológica y financiem, de su control de los elementos indispensables d apariencias necesarias para ello.
círculo reproductivo y dei apoyo de su respectivo aparato estatal metr; Resumiendo, la función de la inserción en e] mercado mundial sigue
politano, y por lo tanto está en condiciones de determinar .el contenid siendo la misma, pero las formas necesarias para su puesta en práctica
esencial dei resultado -el "qué". Las fracciones internas tienen desarrollan cada vez más vida propia. A medida que se complican lai;J
ventaja de que controlan la econornía y la organización del apara articulaciones económicas, sociales y políticas tiene que cobrar má~ 1
productivo local y en general su "proximidad" en el sentido de la vinc autonomía la esfora política en la cual los intereses. en juego se con- \
1

lación social estrecha con el contexto social periférico, con lo e frontan y se resuelven,144 !'

normalmente logran influir si no en las grandes .direcciones de 1 · La contradi.cción entre· la autonomía formal dei estado capitalista
estrategias económicas, sí en su puesta en. práctica concreta ~. periférico -su soberanía política~ y su subordinación real a un con-
"cómo"~ texto reproductivo integrado .ai mercado mundial ....,...,su funcionalidad
Estos contenidos específicos de una lucha .de competencia en económica- recibe pues una explicación complementaria "desde den-
los agentes sociales externos e internos de un contexto reproductiv tro": la autonomía relativa dei estado frente a su ambiente socioeco-
integrado ai mercado mundial. exigen también formas de expre~ió nómico - y también frente ai mercado mundial- es una premisa
específicas. Si ya dentro de una economía basada en un capital naci necesaria para el cumplimiento de su función de garantizar la inser-
na! los mecan.ismos de competencia de por sí no bastan .para garanti ción de la economía local en el mercado mundial.
la reproducción del sistema global, mucho menos un proceso tant La relación ambígua del estado periférico con un contexto soci~
más comp)(!jo de mediación puede quedar librado a la mera 1.e .económico bipolar que al principio pareda una peculiaridad casi pat~
dei más fuerte. lógica se revela ahora corno la razón esencial de su existéncià. Su)-
Con la diversificación creciente de la sociedad periférica se acen· posición intermedia entre una sociedad parcial externa que lo .deter-.
túa también e! papel de las cla5es dominadas .en un sentido cuantitativo mina históricamente sin estar sometida a su yez a su .contrai políticoJ
y cualitat.ivo. La separación progresiva de sectores cada vez más am· y otra sociedad no menos parcial dentro de su espacio económico:
plios dé productores de sus rnedios de producción y subsistencia y las nacional que controla políticamente pero de la cual no recibe sus
exigencias crecientes en la calificación de la mano de obra conviert orientaciones socioeconómicas básicas, se comprende ahora como pbsi- 1
a la reproducción de la fuerza de trabajo en una tarea que ya no puede · ción mediadora entre exigencias económicas externas v condiciones. de.
dejarse en manos de la misrna fuerza de trabajo o de la previsión producción internas. '·
capitalista privada.
A medida que se complican y se entrelazan las articulaciones so-
ciales necesarias cobran tarnbién más relevancia y autonornía las .in.s d] La dinámica .. de la contradiaión entre forma y función. PerÓ..el
hecho de pasàr por esa mediación estatal da también una dinámica
143 Así, por ejemplo, la fracción externa tiene interés en materias prim específica ª. aquel conflicto entre los intereses propios de ·las estructu-
baratas, la interna en precios altos para su principal producto de exportaci r.as socioeconórnicas locales y su función primaria de ser\"Ír a los desig-
{véase la discusión sobre el nuevo orden económico internacional). La burgue
doméstica puede insistir en una ampliación dei porcentaje de insumo; nacional
H 4 , Es la tesis centr;il dei libro de Cardoso/Faletto [12), que verifican a
mientras que para la externa resulta más económica la importación de l
productos semielaborados, etcétera. · través de sucesivas fases. de acumulación.
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALIS EL ESTADO DE LA PEJUFEJUA CAPttALISTA 109
108

nios de una división internacional del trabajo. Ya dijimos que la lu puede sustraerse -y estas condiciones económicas dominantes interna-
de competencia entre las fracciones burguesas externru: e internas n nómica periférica cual ley natural y se inscriben en su misma textura
distingue de la competencia dentro de un marco nacional en su ~$ social, ejercen desde ahí un poder condicionante al que el estado no
eia, pero sí en sus formas por causa de la barrera del estado nac10. cionalmente ya ~e sabe que no son sino Ias condiciones impuestas por
que las divide: justamente por realizarse no sólo en el mercado, s1 los que internacionalmente dominan.
muy en particular también a través y dentro dei estado. En comparación, las formas de influencia política directa son secun-
En ese segundo escenario la lucha competitiva adquiere la forma darias, pero no por eso menos usuales y eficaces; las burguesías externas
~xigencias políticas rivalizantes. Y las políticas estatales siemp~e imp cuentan también con el apoyo de sus estados meti:opolitanos. 1 ~ Estas 1
,f can también una toma de partido dentro de esa pugna económica. Es formas de intervención diplomática, secreta o militar pueden sei; \
; queda evidenciado empíricamente por e! enorme peso de lo~ miriis~ las formas más llamativas de "dependencia", pero en realidad sólo 1
rios económicos y demás agencias económicas estatales en la vida soei cu01plen un papel suplementaria de ocasionales reparaciones dentro
política de cualquier país periféric? y la viva i~q.uietud c,on. que l de.una trabazón sociopolítica en que la salvaguardia de sus intereseR )
medias de comunicación de roasas s1guen a la poht1ca econom1ca. Y por parte dei estado local ya es automática. ·
hecho de que sean precisamente las cuestiones de economía (y en gene Si las fracturas e incoherencias en la constitución del estado perifé-
ral de política) exterior las que más sen:sibilidad poH~i~a s~sciten-mu rico encuentran así su explicación teórica, esto no. es garantía de que
ohas veces muy por encima de cuestiones de poht1ca mterna- re encuentren también una solución adecuada al sistema en la práctica.
cuerda que ahí se encuentra la transfigu:ación política de .aquel Una cosa es puntualizar las contradicciones, y otra muy distinta resol-
competencia entre burguesías externas e mternas que constituye verias. No es fácil cumplir con un principio funcional negándolo en el
145
meollo de la dinámica socioeconómica de la sociedad periférica. principio formal.
A este respecto, las fracciones externas de las clases dominantes Para. facilitar el acceso de las burguesías externas a los recursos
la gran mayoría de los casos cuentan con los suficientes medias a internos en lo económico, es menester dificultarlo en lo político por
favor. Su modo principal de influir en las políticas estatal~s. de un p medio de Ja valla interpuesta dei estado nacional. Se erige esta barrera
periférico es al mismo tiempo el menos visible: las c.o~d1?1ones ?º política del estado soberano, pero con la función primaria de hacerse
nantes en el mercado mundial, que se imponen a la dmam1ca soc10e permeable al máximo a todos los fines económicos, cen lo cual retro-
actirnmente queda, socavada también en lo político. "Mediar" signi-
145 Como ejemplo de tales items, en los cuales el papel m~d;ador rf-e~ est ll<:â..Qª1:J.?llJQ~!~r.t()Sj_I1~~seS.J:)()1:!!1~~,i2c:!.~.si;i1?.~gac:~~1?..E.~!~i;:li.~s~,
se vuelve práctico y que por consiguiente están en e1 centro e con ic 0 P est~t~I!!1!I1()Q~.:iJmriencia tan apacible y armónica revela un contenido
tico de estos países, se podrían nombrar: sumamente conflictivo.
En e1• ~ampdo ~con mt ic?; de exportación Y de aranceles
6
. N~ hay ninguna garantía de que en la práctica estas contradic-
-po11t1ca e impor ac10n, ·• • · · ·
-inversiones extranjeras (fomento o restricci6n, encauzamiento Y regu1acio ):ciones se sorteen siempre por el cammo que meJor Sll"Ve a la rac1ona-
control, impuestos) ,. lidad socioeconómica original. AI ser imprescindibles funcionalmente,
-polític;i cambiaria Y de .divisas . . . . . , • :. . ,las estructuras formales políticas cobran una .realidad .propia también
relaci6n con organizac10nes e mst1tuc1ones mternac1ona1es econom1cas ' . 1 11 d. , . 1 .
--:- · ( B
fmanc1eras FMI, anco un 1a , M a· l UNCTAD , OPEP , etc · ) . . · r. fuera de este contexto func10na . Desarro an una
, · mam1ca re. at1va-
,
-relación con arrrupamientos económicos regionales (en América Latinà .. mente autonoma que puede resultar una amenaza para la func10n de
ALALC, MccA, Pact~ Andino, Cuenc~ d;I Pla~a, ~;I Amazoi:a~, SELA, etc.)
1
origen, en casos extremos hasta para la misma inserción en e.1 sistema
-políticas con respecto a tecnologia, mvestigacion Y pubhcidad. [capitalista mundial.
En el. campaº· Políti.c?: .. l't" n eneral con las metr6polis e Así bajo ciertas circunstancias históricas la pretensión formal dei
Relacwnes 1p1omat1cas, m111tare>, po 1 1cas e g ' ' : , . . . I . . .
1
"t mundo" con el "campo socialista"; con los países limítrofes -con\. estado penfer1co de ser un apoderado mdepend1ente y p empotenc1ano
• 11
eparticularidad
ercer , muchas de es.ta~ rela~iones no se rea'.izan tan so'l 0 e:i 2· t<de
de que 1•
los intereses nacionales surgido del contexto SOCJa oca1 pue d e m· d e-
ámbito internacional, sino con más 1r:s1stencia dei;t;o dei m.ismo ma:co nacio~, ~1pen:dizarse de la función subyacente contrapUesta: en el sentido de que
con los diversos representantes de mtereses pohticos ~oraneos ,ª~1 pres:~tej '
embajadas, misiones militares, servidos secretos, fundac10nes pohttcas, mmon !, HG Esto lo demostr6 Marx valiéndose dei caso de la East Indilm Company;
de apariencia cultural o religiosa, delegaciones extranjeras, proyectos de "ayu f;'véasc Die Ostindische Kompanie, ihre Geschichte und die Resultate ihres
a1 desarrollo" de algún organismo oficial metropolitano, etcétera. 11'1rke11s, MEW 9, pp. 120ss.
ltL 'ÉSTAOO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA Ul
110 E!. ESTADO, EN LA PERIFERIA CAPI1'ALISTA

Sirve a esta finalidad todo el sistema del derecho civil, que garan-
el estado periférico comienza de verdad a defender los intereses de laíi tiza la observancia de las ·regias de mercado por parte de las partes
fuerzas sociales locales de una manera contraria con los intereses de cóntratantes y cuida de que no haya bienes que se salgan de la circu-
las burguesías metropolitanas. Vemos así córrio capitales nacional , lación capitalista; sirve tamhién a esta función tbdo el sistema estatal
de países del "tercer mundo" entran en el mercado mundial como·'; de coacción, con el cual por medio de la. "fuerza pública" se reencau-
competidores de los países industrializadós, se foi:man consorcias de\ zan actitudes que se desvían de los cánones dei comportamiento mer-
países productores de materias primas con la pretensión ins~lita de ~eci- cantil (derecho penal, "salvaguardia dei orden público", "lucha anti-
dir ellos mismos los precios de sus productos, en las Naciones U mdas subversiva", "pacificación" de indígenas, etcétera).
cunde una "tiranía de las mayorías", etc. Estos intereses locales descon~ Siguiendo a Engels, hay quienes designan esta función como la "ga-
trolados también pueden entrar en conflicto con los desígnios metro- rantía de las condiciones generales externas de producción", queriendo
politanos por ser disfuncionalmente r~~rógra~os; así, la '_'Aii~nza pa.ra cón eso expresar que en el capitalismo el carácter de rriercancía de los
e1 progreso" ( léase: para la expans1on flmda del capital mdustiI'Ia:I bienes y las relaciones sociales se impone "nonnalmente" de manera
norteamericano) fracasó entre otras causas por la resistencia de 1 automática, a través de los mismos mecanismos reproductivos sin
oligarquías tradicionales agrarias. . necesidad de una intervención extraeconómica. 149 ·Pero justamente este
Viceversa, tampoco la forma política es inmune a ser traspasada en mecanismo "normal" tiene qí.te fallar en sociedades estructuralmente
circunstancias especiales por la función. Es el · caso cuando · las bur•-" heterogéneas cuya característica es la generalización incompleta y des·
guesías externas, para asegurar sus intereses económiéos, se sobrepo:: equilibrada de las relaciones mercantiles.
nen a la autonomía política concedida por el medio directo de una Bajo estas condiciones, un papel de mero vigilant~ externo dei inter-
íntervención militar o instalando un gobierno títere que guardá penosa/ cambio económico ya no basta para asegurar la observancia de las
mente las apariencias. 147 feglas generales de mercado. Más todavía, ni siquiera puede haber
Y finalmente la referencia formal al marco nacional crea ihevi- tales reglas generales en el sentido de t~ner efectos similares en ,una
blem~nte una br:cha ideológica aprovechable para movimientos revó.:: variedad de situaci?n.es. En. tonces, . l.a .circulación tápitalista d.e.pendel
Jucionarios que sepan demostrar que el grado de autonomia que pueden' en gran medida, para su continuidad y cónsolidación, de la interven-
alcanzar las burguesías locales no supera la subordinación al sistemà tión directa de las instancias estatales en el intercambio económico,
económico mundial, y que una emancipación nacional real presupone intervención que ya no se limita a· reencauzar, sino que debe coadyu~
la emancipación social de estas burguesías en el seno de la sociedad. ar a impulsar la reproducción capitalista.
Así el estado que debe asumir y tratar estas. contradicciones 'se. La garantía de las regias generales de mercado asume entonces, en
konvie;te en el foco de todo conflicto social. La contradicción básica 1 ' iedades de desarrollo capitalista secundaria, el significado de su im-
lentre las condiciones socioeconómicas internacionales y locales se trans- fwsición. Con ello, esta función .estatal resulta idéntica por su esencia
iforma en una lucha por el control dei estado. a la función ya considerada de la inserción en el mercado mundial. La
imposición de reg]as capitalistas de mercado es la "prolongación hacia
dentro" de la subordinación a] sistema económico ·del capitalismo
e] Consecuencias para los límites de acción del estado. De todo ello sé· mundial.
deduce una primera determinación general de los límites de acción Dijimos que por causa de la posición social ambígua .entre las fuer-
en el estado periférico: frente a la parte externa de su conjunto repro-' ~s sociales externas de un grado de desarrollo capitalista àvanzado y
ductivo determinante y a sus formaciones internas, sus facultades de · rzas internas subdesarrolladas el estado de la periferia capita'lista
intervenir se topan de inmediato con las resistencias que las burguesía.s nte su funeionalidad básica. de garantizar las condiciones genetales ·
149 Es cierto que incluso en los centros industriales el capitalismo ya no
Aqui también, entre parêntesis, encontramos la analogia nadá casual
147
rtciona'' sin la intervención estatal; pero otra vez queda una diferencia
con contradicciones internas de una sociedad burguesa, "clásicamente" expre.;
portante de grado. Por otro lado, véase también la· tesis de Wirth [165],
sadas por Marx en. aquella cita en que se refiere a la ambigüedad de las. formas. 1
39, de "que el estado [en la Alemania Federal de posguerra], desde una
políticas democráticas en la república burguesa: "De las unas [las dases domi·
spectiva más global, desempefió un papel mucho menor en la reproducción
nadasl demanrla que no avancen de la emancipación política a la social, de las
capital de lo que podrian sugerir !às apariencias de sus acciones en la
otras [las dases dominantesj, que no retrocedan de la restauración social a
.erficie".
la política" (Die Klassenkãmpfe in Frankreich 1948 bis 1950, MEW 7, p. 43).
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALI.ST.,• F:L ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 113
112

externas pueden oponerle ·al. controlar component.es ~senciales ~el con- de reproducción capitalista en Ia variante de tener que imponerlas
texto reproductivo internacional. . Frente a la prop1a economia .. lo_c,al activamente. Ya podemos precisar esto: tal como el contexto reproduc-
esta presión de intereses metropolitano~ se traduce en una amphac1on tivo a que se refiere esta funcionalidad está atravesado por la valla
de las fuerzas interventoras dei estado siempre y cuando el est~do hag~ del estado nacional, desdoblándose por consiguiente su análisis en los
eco a estas presiones externas y las articule frente al con1u~1t~ de dos aspectos de la reproducción dependiente dei mercado mundial y la
fuerzas Jocales, contando para .ello con el apoyo de la supe:1on~~d! heterogeneidad de las estructuras sociales internas, así también esta
económica y política de las burguesía~ externas. 148 En e~a direcc1on funcionalidad básica se bifurca en dos direcciones complementarias:
la debilidad relátiva de estos agentes sociales locales le pe,~1te al estadq, la garantía de la inserción en el mercado mundial se refiere a la dinán
avanzar bastante más lejos, tendencialmente hasta el hm1te donde se mica capitalista global como eje histórico determinante de la expan- 1
pone en peligro la existencia misma de estos agentes y con ello. el f':1?~ sión de las relaciones capitalistas de producción; la imposición de regias
damento para la apropiación dei plusvalor; o sea,, e? esa di:ecc10n generales de mercado, en cambio, se refiere a la articulación y concre-
los Jímites de acción convergen teóricamente con los h~mtes dei s1.s~ema:. ción de esta dinámica en el seno de la sociedad periférica.
Esto significa una desfiguración específica de los Ií~.1tes de a~c10n en
l/el sentido de desplazarse "hacia ?e.n~ro" -en benef1c10 de l?s mteres.es
~capitalistas mundiales y en pequ1c10 dei aparato product1vo local ~ b] La contradicción con la forma del estado burgués. Pero a raíz de
sus agentes sociales. · esto surge una discrepancia con la forma burguesa dei estado: si
no puede garantizar el sistema social capitalista meramente con las
condiciones gene rales externas ai quehacer económico, i por qué enton-
4.3.2 Imposición de reglas generales de mercado ces lo hace en forma de una generalidad separada? iNo estaría más
acorde con su tarea de impulsar activaip.ente las regias capitalistas de
a] El contenido de la función. Una· de las funciones esenciales de}
mercado una forma estatal que no tratara de disimular el carácter
estado burgués consiste en proveer el marco general para que ;odos
de clase de la sociedad que se va a establecer, sino que lo postule
los bienes sociales adopten en lo posible la forma de m_ercanc1as .Y precisamente por. medio de jerarquías políticas abiertas? No faltan
todas ]as relaciones sociales se desarrollen en la forma dei mtercamb10
ejemplos históricos ai respecto: está ahí el estado absolutista con sus
de equivalentes entre propietarios de mercancías. estamentos sociales a través dei cual se impusieron por vez primera
HB Créditos teC"nología know-how, pero también recursos políticos; cientí relaciones capitalistas de mercado;15 º está ahí el estado de la Antigüe-
ficos e ideológic~s. Por cost~mbre ya estamos insensibilizados para pon.derar e~te dad con sus derechos de ciudadanía escalonados correspondientes a
flujo permanente de recursos que se realiza dia a dí:: ante nu~s~ros OJOS. Qmz~ una sociedad parcialmente productora de mercancías, 151 o también las
para resensibilizarse haya que recurrir a aquella pehcula fem_m1sta ~an~s:: que
vi~ualizabá la práctica diaria de domínio masculino, nada mas ~ue mv1rt1en ,sociedades esclavistas del "nuevo mundo" con su desdoblamiento dei
los papeles trâdicionales: imaginemos, por ejemplo, una delegac1.on de expert principio that all m,en are created equal. 152 Quizás el sistema polí-
guatemaltecos elaborando el plan energético de los Estados Unidos; u~ gru tico que más fielmente reflejaría la realidad socioeconómica de un
de investigadores nigerianos haciendo . encuestas en el sur de Alei;nama pa país periférico sería algún tipo flexible de dominación externa.con una
establecer las costumbres de consumo de la población bávara; e! gob1erno hm
ofreciendo becas de capacitación para líderes sindica~e~ britá~icos; .la _econo discriminación jurídica de sus súbditos, tal como existió por ejemplo
Francesa firmemente en manos de inversores de Haiti, Mali Y yr:nc1palr:ie en la colonia hispanoamericana: arriba los peninsulares, por debajo los
Argelia; Italia traduciendo los manuales de economia de Et10pia; etcete criollos y por último los índios y negros.
Rectiérdese el escándalo que se suscitaba cuando este mundo ai reves cobra De hecho, restos. de estas expresiones formalmente sancionadas de
algún resquicio de. realidad con la política de precios de la OPEP o con, desigualdad. subsisten en las estructuras políticas de varios países afri-
compra de un pàquete accionario de là Krupp por parte. de.l cha de.. Ira
La importancia de este respaldo que reciben los esta.dos cap1tahstas de: terc canos y asiáticos en forma de restricciones políticas para los miembros
mundo" por su relación con las bµrguesías metropohtan?s se revela mas ela ..de ciertas castas, religiones, tribus o grupos étnicos ( apartheid). Ni
mente por otro tipo de inversión: es el caso dei confhcto •que surge cuan
las metrópolis retíran su apoyo y lo entregan a fuerzas opositoras, que por . 1so Véase Gerstenberger [105].
mismo se vuelven poco menos que intolerables para c;I poder estat<0il establec m Véase Müller [135].
-la caída dei gobierno uP en Chile es un ejemplo, otro s.ería la de Nkru :~2 Declaración de Independencia de los Estados Unidos ( 1776). Pii,ra un
en 1966 con la "ayuda" de la Fundación Friedrich Ebert alemana. análisis de ia consliturión dei estado norteameticano, véase Gerstenberger [104].
114 EL ES'l'ADO EN LA PERIFERIA CAPl'rALISTÁ EL ESTADO DE LA PliaUFERlA OAPJ'l'ALIS'l'A. 115

hablar de discriminaciones de hecho que a pesar de contradecir· ya el lado en el promedio de los casos históricos pertenece a los elementos
precepto legal de la igualdad siguen funcionando en la práctica social que expresan y propalan la dinámica de là transición. Esto no exclu-
con tanto rigor como si tuvieran rango de ley ( discrimrrtación de la ye que contenga también elementos expresivos de la obstaculización
mujer; "apartlzeid social", muchas veces relacionado con ·diferencias social de. esta tendencia (por ejernplo formas de dominación persona-
étnicas; en su forma más abierta: el racismo) ; lizadas; continuismo de fracciones históricamente caducas de las dases
Como la explicación más fructífera que encontramos para la forma dominantes en el poder, etc.) que subsisten históricamente éorno rema-
externa del estado nacional soberano resultó ser la históriéa a partir nentes de fases anteriores no completamente superadas, estructuralrnen-
de las condiciones cambiantes del mercado mundial, comenzaremos te como compr.omiso inevitable con fuerzas sociales obsoletas pero
también la uúsqueda de una explicación para su forma "hacia dentro" todavía relevantes en la propia sociedad.
esencialmente burguesa indagando en las circunstancias históricas de las Vemos entonces que en la tendencia histórica no hay tal contra·
respectivas sociedades al tiempo de adoptarse esta forma. 153 Tenemos dicción entre la forma y la función: ambas se sintetizan en la dinámica
que preguntarnos: t'. cuáles fueron las fuerzas sociales que establecieron del desarrollo capitalista. La contradicción existe como necesaria y
este estado o lo heredaron de los anteriores amos coloniales, y cuáles esencial sólo en lo que se refiere ai accionar concreto del estado forzado
fueron los intereses sociales por los cuales en la mayoría de las veces a adaptarse a la reálidad actual de una formación social heterogénea.
le dieron a este estado una forma republicana y no monárquica, aristo· La forma corresponde a la tendencia histórica bacia un capitalismo
crática, corporativa u otra no burguesa? Aquí nuestras posibilidades más desarr9llado 1 la funci6n, a la tarea actual de desarrollarlo.
de generalización sin un ·análisis de los casos concretos están evidente•
mente reducidas. Sin embargo, parece plausible que en estas sociedades
los "padres fundadores" de los tiempos de la independencia · pertene· e] La articulaci6n entre componentes sociales capitalistas y no capita:'
cieran a fuerzas sociales que en su momento resultaban dominantes listas como materializaci6n de la función\ Vimos que los elementos no
precisamente por representar. el más alto ~rado de desa;rollo c;apita· capitalistas en una sociedad periférica por una parte obstaculizan la .
lista. Si estas fuerzas no dommaban el conjunto de la vida social, de expansi6n de las relaciones capitalistas de producción, pero por otra
todos modos eran ellas las que mantenían el vínculo con las antiguas
parte constituyen también el "ambiente" social necesario para el avance
0 nuevas metrópolis y los que se beneficiaban por ende dei apoyo mate~
capitalista en situaciones de desarrollo capitalista secundario. O están
ria!, político e ideológico de las burguesías externas. Gradas a su
directamente al servicio de la acumulación capitalista en los sectores
posici6n superior lograron entonces imponer una forma de estado que
modernos y entonces só lo representan formas no capitalistas para conte-
correspondía a las formas de intercambio social ya transformadas en
relaciones mercantiles que usaron entre sí y en su trato con las me• nidos esencialmente capitalistas; o cumplen un papel de reserva econó-
mica que en el proceso de una acumula~ión originaria va absorbiéndose
tr6polis.
Podemos entonces concretar la tesis dei "adelanto" del estado con al intercambio capitalista por medio de la fuerza o del intercarnbio
respecto a las demás estructuras sociales: vemos ahom que no se tratá desigual; o constituyen remanentes históricos de una de estas dos mane-
de un desfase histórico fortuito, sino de una contradicci6n intrínseca ras de relacionarse con los polos de crecimiento capitalista que sub-
a la existencia misma dei estado capitalista periférico. Si las socfodades sisten de fases anteriores de acumulación, y pertcnecen hoy a aquellos
periféricas se caracterizan por la transición obstaculizada al capitalismo elementos sociales que han sido .eliminados del proceso productivo pero
en la cual los elementos del impulso transicional mantienen una rela· cuya subsistencia exige algún tip0 de atenci6n social mínima. De todos
ción dfaléctica con los elementos de la perseverancia, entonces el es· modos, la expansión de las relaciones capitalistas de producción no
puede pasar por alto estos sectores, sino que tiene que tornar en consi-
ua Nos referimos al momento de la independencia nacional s6lo en un sen: deración su existencia y sus intereses precisamente para los fines de
tido indicativo: La separaci6n del domínio político de las relaciones econ6micái una generaliza.ción de las relaciones mercantiles más completa y a más
puede comenzar mucho antes de la independencia formal (las províncias largo plazo~
Nueva Inglaterra), pero también seguir sin iniciarse siquiera hasta much
después (Brasil en la ép{)ca del imperio). El indicio pierde todo sentido en el La ·ínstancia política que encarna lo supuestarnente "general" de
caso de aquellos países cuya independencia formal nunca qued6 interrumpida este conjunto heterogéneo y que debe velar por las condiciones gene-
por un lapso históricamente decisivo (Etiopía, Persia). rales de su reproducción tiene que garanti;.-,ar también en cierta medida
ÉL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
116 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA 117

la subsistencia de estos componentes sociales no (plenamtnte) capi, capitalista dei conju.nto. Su funció? ~orno mediador entre las exigencias
talistas. 154 dei mercado mundial y las cond1c1ones socioeconómicas internas to-
E! carácter contradictorio de su fundamento social se trasmite, madas en su conjunto, que consideramos en el punto anterior se pro-
pues, ai estado en forma de un encargo contradic.torio: como expresión lon~a J?Ues "hacia d~nt:o"; también es mediador entre los s:gmentos
política de una sociedad en transicíón ai capitalismo debe fomentar la cap1ta~1stas Y. no capitalistas dentro de su sociedad periférica.
expansión de las relaciones mercantiles y favorecer así la descomposi- . Mas precisamente, Ia misma función mediadora, que en un princi-
ción de estas estructuras no capitalistas. Por otro lado, como estado p1~ presentamos de manera sumamente simplificada como una articu-
de una sociedad existente, estructuralmente heterogénea y con una lac10n entre lo "externo" y lo "interno", es Ia que ah ora se desdob1a
simbiosis indispensable e indisoluble para el futttro previsible entre en. el seno de la sociedad periférica en una multitud de articulaciones
elementos capitalistas y no capitalistas, justamente tiene que impedir la necesarias entre los diferentes segmentos rurales mineros industriales
descomposición de estos últimos en la medida en que sean inherentes Y. de servidos más ",cercanos" Y. más "lejanos" d~ los sect~res hegemó-
a este tipo específico de acumulación capitalista. nicos,. que a su vez solo por med10 de una burda simplificación podemos
Lo que se pide de la esfera política es entonces nada menos reducir a la fórmula "capitalista-no capitalista".
que garantice a la vez el apoyo a las relaciones capitalistas de produc- Se trata en última instancia de una sola tarea mediadora entre-
ción y su negación. Para asegurar la acumuiación capitalista en el las formas más desarr.olladas dei capitalismo internacional, en un extre-!
conjunto de la sociedad, debe obstaculizaria en algunas de sus partes. mo; Y los sectores menos desarrollados en el interior de la propia
Para secundar a las "leyes naturales" de la economía, tiene que soc1e~ad, en el otro, pasando por todos los escalones y variantes inter-
frenarias. me~ios del desarroll~ capitalista, independientemente, en esencia, de su
,1- Por un lado, como cualquier estado capitalista, ha de apoyar la :aracter externo o interno, que. pesarán en esta tarea mediadora y
\ transformación de las relaciones de trabajo en relaciones mercantiles, su prob~bl: resultado en la medida en 1que su respectivas expresiones
iªl imponer políticamente la proletarización de las masas trabajadoras; soc1ales mc~dan por .s,u fuerza social en la dinámíca de1 conjunto. Y, en
( por otro lado, tiene que tolerar y hasta proteger relaciones no capita· consecuenc1a, . tam~1en las dos contradicciones entre la dependencia
: listas de trabajo en tanto que sigan siendo indispensables para el dei .mercado mundial de la base reproductiva y la forma de! estado
l funcionamiento de! conjunto, dadas las circunstancias históricas. de nac10nal sob.e;ano por un lado, entre la heterogeneidad estructural
' desarrollo capitalista secunda.rio e incompleto; volveremos a este aspec- de la form~c1?n s~cial y l.a forma del estado burgués por el otro, repre-
to con más detalle en el punto siguiente. sentan en ultima mstanc1a una sola contradicción entre una economía
En cuanto a la relación de los capitales individuales y de las frac· ~e menor gra~io de de~arrollo capitalista y estructuras estatales expre-
ciones de capitales entre sí, el estado tiene que arbitrar las regias de la SIVas. de r~I;c10nes. sociales .de un desarrollo capitalista más avanzado
libre competencia; pero en la medida en que haya sectores no compe· cuya func10n consiste precisamente en implantar estas relaciones
titivos que sean funcionales para la reproducción dei conjunto social, las demás estructuras sociales.
debe protegerlos precisamente de la competencia. ~I constatar esta identidad "en última instancia" entre lo externo
En síntesis, el estado debe velar por un equilíbrio -siempre pre· Y. lo mtern?, ~o.s percatamos de que la frontera nacional que los separa
cario y conflíctivo-- entre los componentes heterogéneos de su sociedad, tlene un s1gn!f~cado muy relativo que cambia enormemente según e!
por ser ésta la única manera como puede garantizar la reproducción context~ anaht1co: es mayor en el nivel político gue en el económico;
hace, ~as a las formas que a las funciones; domina los fenómenos
15• Con toda claridad, este carácter contradictorio queda expresado en el empmcos,. pero apenas existe en su dinâmica intrínseca. Distinguir
texto df' 11n llamamif'nto dei concurso para. un puesto de la FAO en M'baban~; entre el aspecto "externo" de la reproducción dependiente deJ merc,ado
Swazilandia: "EI prim:ipal objetivo de la política agraria dei gobierno consiste
en ayudar a los agricultores swazi a realizar la lransición de una agricul; mundial Y el "inter~~" de la heterogeneidad estructural social es ape-
tura de subsistenc·ia a una de tipo comercial (capitalista). Para alcanzar est~ rui!S un resorte heunst1co; desde luego, el contexto rcproductivo abarca
nhjctivo principal, proycctos de desarrollo y programas de planifícación de~de Wall Street hasta el último agricultor indígena, y la heteroge-
cl '""!rir ai;-rícola tienrn que tomar en consideración los valores soriales y ne1dad que marca este contexto reproductivo incluye precisamente el
aspiradones [no capitalistas) de la pohlación para aseg1trar plena aceptaci con:iponente internacional como "heterogeneizante" del conjunto. Se
(FAo Vacancy Announcement Aoo/EsH/196, 25 de abril de 1975; corchete1
y rnrsivas mias). entiende entonces -y con esto volvemos ai tema de las funciones esta-
118
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAI>ITALISTA ·• 1 EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 119

tales- que la tarea dei estado de garantizar el equilíbrio de todo . ral" de las leyes de mercado -y tampoco se concreta siempre la salva"
este conjunto reproductivo externo/interno• en esenda no· puede ser 1 guardia de segmentos no capitalistas necesariamente por u11 acto
más que una -lo que no excluye que se manifi~ste ~n dos vertient~s inhibitorio de estas regias de mercado. EI que un determinado compor-
f uncionales diferenciables justamente por estar mflmdas por lo poh· tamiento estatal obre en una u otra dirección depende de la situación
tico, lo formal y lo empírico. empírica concreta.
Ya dijimos que la figura de "vigilante nocturno" dei estado que se Pero en estas condiciones tampoco es de fiar la correspondencia
limita a un papel de garante externo de regias generales de mercado "normal" entre la :imposición de .reglas de mercado formalmente igua-
presupone el tipo ide~l de un c~pitalismo co~pet.itivo ~ut~treproduc;· litarias y Ia garantía de condiciones generales de reproducción capi-
tivo dei cual las realidades soc1ales de la penfena capitalista constt- talista. La tarea de salvaguardar y afianzar a largo plazo los funda-
1

tuy:n el opuesto diametral. Las tareas necesarias de ~rticulaci~n entre mentas de la reproducción capitalista puede muy bien entrar en
los elementos desigualmente desarrollados de su soc1edad ex1gen de) conflicto con un impulso momentáneo de relaciones mercantiles.
estado una intervención permanente y activa en el proceso econó- En resumen: no sólo el estado de la periferia capitalista se enfrenta
mico. Esto significa que su manera de regular la socíedad no puede con la t<i:rea contradictoria de. propulsar las relaciones capitalistas de
tomar Ia apariencia de expresar un interés g1meral abstracto ''por producción e intercambio y de amparar ai mismo tiempo en cada
encima" de intereses particulares, como correspondería a su forma de momento de este proceso la existenci&. necesaria de sectores no capita-
estado burgués, sino que debe dar la cara de una política concreta listas; para el cumplimiento de esta tarea tampoco puede valerse sino
en favor y en perjuicio de intereses sociales determinados. 155 Es un con suma cautela de su facultad de influir en las regias generales de
aspecto en relación con el cual tendremos que volver al analizar los mercado; y, cuando lo hace, éstas no tienen e! resultado "general"
medias y formas institucionales del estado. deseado. Este efecto fragmentado de la acción estatal también tendrá
E! acto de equilibrismo entre fomento y freno a Ia racionalidad su importan~ia ai analizar más abajo su~ medios de acción.
capitalista que debe realizar e! estado periférico sólo puede logr~r~e · La necesidad de perseguir continuamente fines contradictorios con
por media de una actividad incesante, nunca con la sola abstenc1on instrumentos de doble filo pone al estado en el apuro de tener que
pasiYa. ~ad~~teryención eJL pern:an!J1cia. ~stas interven· aplicar de manera conjunta o cíclica medidas contradictorias, con Ias
ciones tienen que ser no sólo permanentes, smo adernas permanente· cuales apoya a veces a los sectores modernos en su impulso expansivo,
mente contradictorias. Frente a la heterogeneidad de la sociedad que : a veces a las necesidades de supervivencia de los sectores retrasados,
hay que regular cada medida tiene un efecto fracturado difícil de ora los intereses globales de la sociedad, ora intereses particulares de
predecir en detalle. Una medida que "en principio'' corresponde a la determinados sectores, hoy finalidades de largo plazo y mafían~ urgen..,
1
racionalidad capitalista (por ejemplo derogar una ley de arriendo ciás dei momento. contrapuestas.
forzoso) no necesariamente obra uniformemente en la dirección de una La misma medida: puede originar toda una serie de efectos impre-
ampliación de las relaciones mercantiles: en condiciones de un desarro- , vistos, que obligan a una secuela de intervencianes correctivas. Así,
llo capitalista retrasado y deformado puede ser precisamente la acción ' por ejemplo, la creación de un impuesto a la tierra puede tener el
desenfrenada de la competencia la que cree relaciones no capitalistas de efecto deseado de obligar a los grandes terratenientes a hacer un uso
1

trabajo e intercambio ( en nuestro ejemplo: los pequeõos agricultores . más productivo de sus tierras; pero puede también tener los efectos
arrendatarios desprovistos ahora de protección legal no son e.chados 1 secundarios indeseados: de empujar a los. sectores latifundistas más
de la propiedad, pero tienen que comprometerse a un trabajo gra· 1 retrasados a formas todavía menos intensivas de. producción al podar
tuito en terrenos dei duefío como pago de arriendo de su parcela. los pocos recursos financieros que se destinaban a la inversión; de
creándose una forma de trabajo asalariado semidependiente 1 perver· ; arruinar a minifundistas; de aumentar los precios de comestibles en el
tido en su forma). sector urbano, etc. Todas las medidas necesarias para compensar estas
No se puede aseverar entonces que el estado fomenta siempre la efectos secundarias pueden sumarse hasta dejar prúcticamente sin efec-
dinúmica capitalista ai insistir en una aplicación formalmente "gene· to la presión modernizadora del impuesto sobre la tierra.
Como resultado, su función de mediador social entre los diferentes
1

155 Con respecto a problemas análogos de domínio estatal en los centr01


componentes heterogéneos de la sociedad condena al estadn a la
capitalistas, véase Offe [143], especialmente pp. 36s. "incoherencia inherente" de un intervencionismo permanente y contra-
llL ESTADO DE LA PERIFERIA CAl'ITALISTÁ 121
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
120
promedio de los factores prodUctivos, sino que están distorsionadas
d.ict ono.
• Por el carácter ambivalente de la côrrespo.ndiente sociedad
!' d ' e en forma múltiple por incentivos fiscales, regímenes cambiarios, fran·
en situación de transíción duraderamente obstacu 1z~, a, s7 ~eu~en n quicias aduaneras, primas de fomento, controles de precios, subven.:.
él las obligaciones intervencionistas de la acumulac1on ongmana con ciones, créditos oficiales, encargos públicos, etc. Con esto, tales medidas
las dei capitalismo monopolista. Mientra:i por u;:i .lado el poder estatal estatales se convierten para todas las fracciones dei capital en "cuestio-
aparece como "partero de cualqui~r. ~oc1edad .v1eJª que and~ embara- nes de tenedor y cuchillo" 160 vi tales.
zada de una nu eva", 1se la superpos1c1~n de unidades pr~ductivas ultra- En condiciones de heterogeneidad estructural, la ley de valor, con
modernas "procrea en esferas determmadas e! monopoho, provocando sus efectos de compensación y distribución, no deja de funcionar, pero
así Ja intromisión estatal"· 1 57 • • • • • • . lo hace a través de un doble filtro que fragmenta sus efectos: una
Marx formuló para el caso del capitalismo ongmano con su his- vez por la heterogeneidad de las condiciones productivas que trastorna
torial de transiciones "puras" lo siguiente: la libre competencia, y otra vez por Ias intervenciones dei estado.
M' entras el capital está débil, busca él mismo las muletas d~ modos de Sin embargo, la lucha por los favores estatales no es una lucha
· r~ducci6n pasados 0 que pasan con su aparici6n. En cu.anto se s1ente fuerte, entre iguales. Los sectores hegemónicos detentan una ventaja casi
~ra las muletas y se mueve de acuerdo con sus propias, leyes ..E~ cuanto imposible de superar por causa de su mayor potencial económicÕ;
· · tomar conciencia de que se esta conv1rt1endo en
com1enza a sentir Y a · d 1 culmi- además, cuentan en su favor con e! apoyo político de las metrópolis
obstáculo dei desarrollo, se refugia en formas que, parec1en o . a y la "depP.ndencia estructural" ya inscrita en el aparato reproductivo
. ' dei domínio dei capital, ai poner freno a la lihre competencia resul~:n
nlac10n . d su superaci6n y de la disoluci6n dei modo de producc1 n
de la sociedad periférica. La historia de cualquiera de estos países
e presagio e abunda en ejemplos de cómo estos intereses hegemónicos instalan y
basado en él.1 58 derriban gobiernos, compran presidentes y ministros, imponen leyes,
En el caso dei capitalismo periférico se reúne la P.rimera c?n lt
obligan a gastos estatales en su favor, etcétera. 161
última fase. Ya no están separadas históricamente,. s.mo fuh?c1,º1:1ª · iso Karl Marx, Der 18. Brumaire des. Louis Bo11;aparte, MEW 8, p. 202.
. adas Sigue vigente que en las cond1c1ones IStoncas 1 6 1 Hasta 1943, en Argentina se observaba la tradición de dar a conocer ai
mente corre1ac1on · . " 159
del subdesarrollo el capitalismo no puede tirar sus mu1eta~. candidato presidencial dei partido gubernamental ( invencible, desde luego)
en ocasión de la comida anual de la Câmara de Comercio Anglo-Argentina
-o sea ante la instanria representativa de los intereses econ6micos hegemónicos
de la época y en presencia de integrantes representativos de las burguesías ex.ternas.
d] L dinámica de la contradicción entre forma. y _tunción. ~h~ra De las declaraciones que hicieron los hermanos Born, dei mayor consorcio
. . a ue el estado resulte im·olucrado en el movnm.ento e;onom1c? argentino, Bunge y Born, durante su cautiverio en manos de la organización
~~~:O~lica que éste pierda su dinâmica propia. La competen:ia. no e.sta político-militar Montoneros, se desprende que el soborno de ministros, generale$,
. e a no se realiza sólo en el plano econom1co smo 6rganos de prensa v diri~entes sindicales formaba parte rutinaria dcl quehacer
aboh~~; ~::1 q~lítTco como pugna por medidas estatal:s beneficiosa;. gerencial, independientemente de si el gobierno en turno fuera uno civil o
militar (La operación "mellizas": Bunge y Born ante la justi'cia popular, Evita
~m~:mpete:cia de los capitales individuales deriva as1 la lucha Pº{{" Montonera, suplemento especial, Buenos Aires, Movimiento Peronista Monto·
ti:a de las diferentes fracciones del capital en el estado -y con e o nero, 1975). Cuando en la época dei presidente transitorio Levingston se cor·
taron los créditos dei hanco central para Bunae y Born, en un día intercedieron
b" p el estado
tamL:snint~~eses econcSmicos ya no se ventilan: s6lo en el ~~reado, sino 15 generales en favor de la empresa ante el gobierno (Evers [212], p. 142, n. 399).
Son demasiado conocidos los casos de la participación de la United Fruit
a través de relaciones radiales con el ~stad?. Las cond1~10nes ,!e d~ Company en el derrocamiento dei gobierno Arbenz en Guatemala en 1954, como
plaza que deciden su existencia y superv1vencia ya no resu tan so tambi~n de la rTT y otras empresas extranjeras en la preparación dei golpe
de 1973 en Chile; véase por ejemplo US Senate, f!earing on Covert Action in
15a Karl Marx, Das Kapital, t. 1, p. 779 [t. 1/3, P· 940]. Chile 1963-1973, Washington, US Government Printing Office, 1975.
157 Ibid., t. 3, p. 454 [~. m/7' p. 565]. 68s . Empresas especializadas en e! asesoramiento de inversionistas extranjeros
15s Karl Marx Grundrisse, PP· 544s [t. 2, PP· 1 ]. . t d ("consulting") suelen Jlevar una lista de riesgos potenciales en determinados
159 También c~be aq1;1í 1:1 anal~gía con el inte~:;~!~n:~~;e ~~~r::~~p~li países; muchas veces encontramos ahi expresamente e! renglón "facilidad de
es.tado en los centros. ~~P~~~~:tt~~ ~h~tt~u~~~: ~~ hbre competencia causados p acceso a las instancias políticas" como faêtor atenuante dei riesgo; véase, por
Sm embarg~, no son ~ en 1 '6 dei mercado como resultado de la heter ,ejemplo,, Jack N. Berham, Decision Criteria for Foreign Direct lnvestment in
los 1'.1onopohos a la! draglme~t::::acl6n social y tampoco son idênticas las "mu; 'Latin America, Nueva York, Council of the Americas, 1974.
gene1dad estructura e a • Respecto a las incesantes oportunidades de influencia de los consorcias trans-
letas" de la compensación estatal.

p
N
122 EL ;ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA J;L Ji:STADO D!l. LA l'E!UFERIA CAPITALISTA 123

Si e! estado puede cumplir ~u fut;1ció~ de g~r~ntiza~ las ~eglas "gene· , : tendencialmente para seguir garantizarido los intereses globales de la
rales" de mercado sólo a traves de çontmuas mJeren9as duectas en la reproducción capitalista, con lo cual también su control pierde valor.
economía, y si, viceversa, la sociedad traslada su compe~encia ec?nó·m·i· Por sus propios intereses o impulsadas por fracciones rivales, las partes
ca a la esfera política, entonces no puede dejar de resenttrse el prmc1p10 dominantes. de las dases dominantes se ven obligadas a reconocer, ai
formal dei estado como encarnación de un supuesto interés general "por menos parcialmente,· los intereses de otros sectores, Y en e} caso con-
encima" de los intereses particulares. Su "separación" de la sociedad trario de llegar el estado a la expresión de intereses más auténticamente
sólo puede Iograrse parcialmente; en luga~ dei "d.esdob~:UUien.to" postu· generales; esa elevacíón por encima de lo particular sólo puede durar
\ lado entre sociedad y estado habrá una interpenetracwn mutua. mientras varias funciones tengan algt:ína tarea común que cumplir a
Con cualquiera de los actos que realiza en ~~mplimi~nt~ d~ sus través del estado (por ejemplo desmovilizar a un movimiento obrero
funciones el estado necesaria y visiblemente beneficia o pequd1ca. mte- amenazador); una vez cumplida, sale otra vez a la luz la diferencia
reses condretos negando así parcialmente su.pretensión formal de repre· de sus intereses en todo lo demás, comienza la. pugna entre las frac·
sentar al "bi~n común". Como estado constituído pretende ser . e! . ciones hasta hace poco aliadas por el contra} dei estado y con ello su
"capitalista general idea~"; como esta~o actua~te se revel~ co°!? ~omite ' paulatina repdvatización.
político de ciertas fracc1ones dei capital. EI desdoblam1ento i~com· Ahóra bien, e! estado no está dotado de ninguna lógica· superior
pleto puede manifestarse en cualquiera de sus dos aspectos: o ~1en la . gracias a la cual sepa en cada momento, sln peligro de error, inter·
función vacía a la forma, cuando el estado aparece como. mero mstru.· pretar los signos dei desarrollo capitalista para deducir de ahí todos los
mento anexado a determinados intereses ("privatización dei estado"), o pasos necesarios de ef!lta contradanza de intervenciones estatales, Más
bien la forma ahoga a la función, ai convertirse el estado en u~ Levia· ii,ún, de todas estas necesidades compensatorias sólo se entera por los
tán omnipresente que se entromete hasta en los detallesde la vida eco· reclamos de fuerzas sociales para las cuales los intereses y menesteres
nómica y privada de sus súbditos ("estatización de lo privado"} .. Y ya dei sistema en su conjunto ·no son precisamente los suyos, l Hasta
no nos extrana que ambos casos, en apariencia .ex_cluyentes mµ.tuame~te, dónde es inevitable en cada momento esta tendencia ai particularismo,
puedan darse al mismo tiempo en p~rc.elas d1stmtas, ~e la vida social. y dónde comienza a convertirse en un peligro? tDe dónde ha de
La interpenetración de lo econom1co y lo pohuco se enc~;ntra saber el estado hasta qué punto tiene que respetar los elementos no capi·
basta en Ias relaciones sociales del individuo, en el cual t~mb1en se talistas de su sociedad, y a partir de qué punto estas consideraciones
mezclan dimensiones económicas y políticas. Quedando inconcluso atentan contra su función original de· imponer relaciones capitalistas
el "desdoblamiento" entre estado y economía, tampoco puede ha~er de producción? Una adaptación temprana o demasiado rápida a con.
uná separación nítida en;re el "b~urgeois" y el "citoyen", el prop1e· diciones modificadas dei comercio internacional puede suscitar tensio·
tario privado de mercanc1as y el cmdadano. Comenzando con el con- nes sociales peiigrosas, pero también una adaptación excesivamente
quistador, pasando por el encomendero, el hace~dado, lo~ "rey~s" (!) retrasada y reticente.
dei estafío hasta e! gerente de un gran consorcio extranJero, s1empre El estado de intervención permanente es entonces también el estado
se unen funciones económicas con funciones políticas en los represen· de crisis incesante. Podemos distinguir, con fines analíticos; aquello11
tantes de las clases dominantes. Y viceversa los fun~io~arios del ~stado conflictos que se derivan de las incoherencias irresueltas e irresolubles
siempre están también "metidos" en intereses. econom1cos. ~s evidente en el futuro previsible de una sociedad fragmentada y deformada
, que este compromiso económico dei estado t1ene que refl.eJarse en su pueden rotularse como crisis política permanente; se expresa en ella
\!estructura orgánica -tema aparte al que volvere~os a su tiempo. aquel aspecto dei carácter ambíguo de estas formaciones periféricas
La dialéctica entre intereses generales y particulares ?~n~uce con que atane a su relath·a autonomía como sistema social estructuraJ.
el tiempo a un movimiento cíclico: cualquier punto de equ1hbn~.aI:an· mente heterogéneo con sus formas específicas de reproducción capita-
zado en algún momento entre ambos es inexorablement:, prov1sor:o lista y a la obstaculización de su transición ai capitalismo. Pero, por
precisa al poco tiempo de compensación y complementac10~. Al pr~ cuanto estas mismas formaciones, con la otra cara de su ser, representan
tizar al estadoi las fracciones dominantes del momento lo mcapac1ta también sociedades en transición hacia relaciones de clase más nítidas,
los cambios sociales que este proceso implica se expresan en crisis polí-
nacionales sobre los estados dei "tercer mundo", véanse. l()s artículos dt; Tetzl... ticas agudas, en las que las nuerns formas de penetración capitalista
y de Elsenhans en Senghaas/Menzel [60], pp. 145ss y 170ss, respccttvament I<' enfrrntan con la resistencia de todas aquellas fuerzas sociales para
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA \ EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 125
124

las que este nuevo avance capitalista significa -según su posición de Se entiende que este .esquema no puede pretender ser aplicable direc-
clase- alguna desmejora de su situación social.1 62 tamente a procesos reales; las tendencias se pueden entrelazar y anular
A este respecto, la crisis política aguda muchas veces se expresa mutuamente de las más variadas maneras. o· pueden quedar eclipsadas
en una forma abierta y explosiva por tratarse de una reacción de los por otros factores.
secto!'es no hegemónicos contra intereses minoritarios pero poderosos Sin embargo, creemos que esta dinámica tiene alguna plausibilidad
que los amenazan en su existencia, mientras que la crisis política pe:ma· en su favor, y de todos modos puede servir como instrumento heurÍs·
nente se expresa más bien como larga y confusa querella de fracc1ones tico. Para demostrarlo, trataremos de ilustrarlo sucintamente con el
y como proceso de descomposición generalizada. AI mismo ti~mpo, el jemplo de los últimos 20 afios de historia argentina que efectivamente
avance de la penetración capitalista muchas veces va apare1ado con l \seguido un tal movimiento cíclico: durante el gobierno de Frondizi
un auge de tendencias autoritarias en el estado --expresivas de la supe· {, 958-62) se "liberalizan" las condiciones para las inversiones extran-
rioridad de los intereses metropolitanos, pero también como única jer. lS, instalándose en el país una cantidad de grandes consorcios
"salvación" dei estado para no perder su funcionalidad para el sistema , extranjeros, especialmente dei sector automovilístico (impulso de expan-
capitalista en su conjunto al hundirse en un marasmo de particularis· sión capitalista). Como consecuencia, hay una serie ininterrumpida de
mos contrapuestos-, mientras la crisis aguda abre un cauce represen· · huelgas de los trabajadores de aquellas industrias (especialmente ali-
tativo de los intereses secundarios postergados, dando lugar muchas · mentaria y textil) que ahora son relegados a un segundo plano en
veces a formas más democrático-burguesas. defensa de sus anteriores .salarios de punta, así como una resistencia
En su transcurso "típico ideal" hay entonces, por un lado, un movi.· enconada de la oligarquía tradiciona.1 agroexportadora y de los media•
miento cíclico que va desde una fase de empuje expansivo de las rela- nos Y pequenos empresarios Iocales, representados políticamente por la
ciones capitalistas de producción a otra fase en que este avance se Unión Cívica Radical dei Pueblo (ucRP) y por el peronismo. En 1962
estanca de vuelta a un nuevo "arranque" de penetración capitalista, cae Frondizi por la acción conjunta de, estas dos fuerzas antagónicas
y por otro lado un movimiento pendular entre tendencias autoritarias Y abriéndose un interregno militar disfrazado, caracterizado por una
democráticas como expresión de una gama más estrech.a o más am· lucha abierta entre generales de orientación tradicional oligárquica-
plia de intereses que en cada momento logran el apoyo estatal. agraria y otra fracción nueva "industrial" dentro de las fuerzas armadas
A manera de esquema, este movimiento doble se presenta así: (crisis aguda) .
En 1963 se elige presidente ai candidato de la UCRP Illia. Su go·
bierno anula contratos petroleros, reconoce Ia autonomía de los sindi·
impulso a la catos y reinstaura las paritarias, concede una amplia participación
tendencias expansiõn política a las tradicionales. élites del interior con la consiguiente recu-
autoritarias e.j.~v. capitalista Pr. peración económica, y afianza la situación social dela pequena burgue-

/ ~
sía urbana a través de una extensa red de favores oficiales e inoficiales,
política distribucionista que va acompafiada de un respeto estricto de
las formas democrático-burguesas (freno de la expansión capitalista).
cnsis e ris is
Sin embargo, esta orientación económica termina por dejar insatis·

··=·"'"~ '""". ,, ~ ·•••· fechos a todos por igual ai carecer de una perspectiva de crecimiento
económico y por quedar cada vez más enredada en sus contradicciones
inherentes; en consecuencia, hay inflación, una ola de huelgas cada vez
expansiõn cendendas más agresivas y una resistencia sorda dei gran capital extranjero )'
capitalista democráticas nacional. El país se siente a la deriva, sin pr;irspectiva y sin gobierno
(crisis permanente).
En 1966 Illia es sustituido por un gobierno militar encabezado por
162 La diferenciación entre crisis. política aguda y crisis. política permanent .el general Onganía, que en lo subsiguiente impone condiciones óptimas
y su modo de sobreponerse una a la otra, son explicadas por Mandei [295], p. 1 .para el gran capital: mientras haja el salario real, e! producto bruto
Para el concepto de "crisis polltica", véase Portantiero (146), basándose
Gramsci [108), pp. 282ss, y en Poulantzas (151], pp. 58ss.
.social alcanza tasas de c.recimiento "brasilefias", se reduce notable·
126 EL ESTADO EN LA PEllIJIERIA CAPITALISTA EL ESTADO ">E LA PERIFERIA CAPITALISTA
127
mente la inflación. Muchas empresas extranjeras utilizan sus ganancia! pia base, y también por organizaciones terroristas parapoliciales (im-
para comprar empresas nacionales, progresando así el contrai externó pulso de la expansión capitalista). Esta construcción en Ia cual los
de la economía argentina. La oligarquia agraria y los intereses dei aparatos sin?~cales ~el peronismo ofi~ial pasan a ocupar el papel dei
interior se ven marginados del proceso político y sometidos a una Iuerte personal pohtico de mtereses metropolitanos, resulta demasiado'contrà~
presión fiscal. Se cierran empresas estatales deficitariasi se retiran sub· . d~ctoria y débil para poder ganar la cortfianza de los sectores hegemó-
venciones para industrias privadas no competitivas y se levanta la esta• m~os. En marzo de 1976 es ~ustituida por un gobierno militar bajo
bilidad laboral, creándose un desempleo masivo. Todo eso necesaria· V~d~la que desde entonces esta tratando de ganar una guerra de exter-
mente se acompafia con formas de dominación rígidamente autoritarias mm10 contra cualquier expresión política o sindical de todas aquellas
(impulso de la expansión capitalista). Las tensiones creadas estallan · f~erzas sociales 9u~ en los veinte afios anteriores habían impedido repe-
en 1969 en forma de un amplio movimiento de protesta social propul• · tidamente un. rapido proceso acumulativo dei gran càpital industria)
sado por una alianza espontánea entre trabajadores, pequena burguesía (crisis aguda) .163 ·

y hasta burguesía mediana, especialmente dei interior ("cordobazo11}•i Una vez más, el movimiento cíclico que pusimos de relieve en este
De esta experiencia política se origina el come back dei peronismo, rápido recuento es una forma típica ideal de un prc>ceso dialéctico
pero también el surgimiento de sindicatos clasistas de base y de organi• . cuya verificación en la práctica histórica es más la excepción que )a
zaciones armadas de la izquierda revolucionaria ( crisis aguda) . regia. Además, en sí no dice nada sobre el contenido social de cada
Por no haber sabido controlar estas crisis, Onganía cae en 1970j u~~ .~e sus fases, sobre el cual tendría que centrarse precisamente e.l
en 1971 asume el gobiemo el general Lanusse, que inicia una libera• • a:ttahs1s.
lización · política y una política económica más proteccionista. Lo~ ?<>n el e)emplo argentino sólo se propuso dar una impresión de )a
peronistas logran unir casi todas las fuerzas de la burguesía local, de reah?ad social que con una infinidad de variaciones posibles .se esconde
la pequena burguesía y de las roasas trabajadoras en un frente electoral · detr~~ de ~ª. f~rmula abstracta "imposiciém de regias generales de mer-
amplio, Frente Justicialista de Liberaeión, cuyo candidato Cámpora • cado : cns1s mc~san~es que exigen del estado intervendones perma-
obtiene una abrumadora victoria en las elecciones de 1973. Su corto nentes Y. contradict.orias, con las cuales sin embargo sólo logra llevar
gobierno transitorio, caracterizado por libertades políticas· casi abso• : estas crlSls a otros niveles, nunca superarlas dei todo. Y cada. una de estas
lutas y una política económica de fuerte orientación social, marca el · c.risis contie?e ~ambién elementos potencialmente amenazadores para el
punto culminante de este movimiento pendular compensatorio en sistema cap1tahsta en sí.
favor de los intereses no hegemónicos (freno de la expansión capita• .
lista). A fines de 1973 el mismo Perón retoma el gobierno en respuesta
a presiones de derecha, proclamando una política que dice poder armo· r ~] C:0 nsecuencias p~ra los límites de acción dei estado; La parcialidad
nizar absolutamente todos los intereses internos y externos, ai hacer · inevitabl~ de cu~lqmer medida estatal sugiere 1auconclusión de .que la
compatible una expansión capitalista lidereada por la gran industria : autonomia relativa del estado frente a estos intereses particulares no
extranjera-nacional con una protección dei capital local mediano y · ~uede ser gran ~º~ª· En .realidad ocurre lo contrario, de la imposibi-
pequefio y con la salvaguardia dei salario real de la clase trabajadorà, hdad ~e una pohtica auténticamente "general" resulta una ampliación
Sin embrgo, el "pacto social" dictado a tal efecto se pulveriza en medió. potencial de la ~~tonomía esta.tal. i Cómo llegamos a esta tesis aparen-
de aumentos incontenibles de precios y huelgas incontroladas (crisis temente paradó11ca?
permanente). · En una sociedad capitalista desenvuelta el grado de desarrollo de
Perón muere en julio de 1974 y el ejecutor de su política económica~ fas fuerzas productivas en los diferentes sectores de la economía es,
tiene que renunciar unos meses después. Bajo el gobierno de la viudá ' àunque no igual, por lo menos comparable; dejando de lado ciertos
de Per6n y su consejero íntimo López Rega la política económicàl •sec~ores rezagados sin peso social, los problemas dei proceso de acumu-
abandona cualquier apariencia de equilibrio y se subordina nue-', •.laC16n Y. la~ tareas dei desarrollo productivo del momento son más o
vamente a los designios dei gran capital transnacional. El descenso de!! menos s1m1lares. Hay entonces cierto margen de problemas comunes
salario real que estos intereses exigen se impone a través .de una repré'~; :11ue se transmiten ai estado como intereses "generales". Aunque tam-
sión cada vez más abierta, ejercida no sólo por la policia, sino por:l••
misma burocracia sindical integrada a la cúpula estatal contra su pro. ' 163 Véase también O'Donnell [323).
128 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
129

poco en el capitalismo desarrollado se puede establecer con exactitud vivas". Si e1 fundamento de clase del estado está tan fragmentado que
cuáles son las condiciones "generales" de reproducción capitalistu en ·· de ahí no derivan tareas más concretas que la garantía del sistema,
un momento dado, por lo menos se puede delimitar un campo dentro entonces tampoco pueden derivarse de ahí limitaciones a la atción dei
del cual éstas se mueven, Por ejemplo, cuando el estado inglés fijó un estad? que supondrían un común acuerdo de lo que no ·se quiere .o
máximo de horas diarias de trabajo, se hizo sentir un peligro com]Ín neces1ta en un momento dado.
para todas las fraccione~ del capital: el de agotar la reserva de mano Pero a ello se contrapone como tendencia empírica' la probabilidad
de obra en un momento dei desarrollo industrial; la paulatina "juri• de que su indeterminismo teórico termine tirando aI-estado no haciá el
dificación" de las relaciones de trabajo a través de sucesivas codifica, lado de un fortalecimiento efectivo de su autonomía, sino hacia e! lado
dones esta tales de derecho laboral se .correlaciona con la creciente com~ opuesto, .el de su sub.ordinación a los intereses particulares más fuertes
posición orgánica del capital en su promedio nacional que exige m~ 1
dei momento. En la gran mayoría de los casos, el estado no saidrá de la
continuidad y previsibilidad dei proceso productivo, etcétera. c.ompetencia política como árbitro bonapartista por encima de las frac-
Pero en formaciones estructuralmente heterogéneas esta franja de ciones, sino como esclavo de la fracción victoriosa.
condiciones materiales comunes se estrecha para tender hacia cero; El estado periférico queda entonces tirante entre la posibilidad
al divergir completamente la composición tecnológica y los mecanis. teórica de una ampliación casi ilimitada de su autonomía relativa y la
mos de reproducción del capital en los diferentes segmentos de la probabilidad empírica de que esta autonomía resulte por el contrario
economía periférica, resulta imposible encontrar un denominador • severamente restringida. En qué punto entre est?s dos·. polos se uhique
común a los intereses de todas las fracciones (importantes) de las . en cada momento depende de la respectiva relación de fuerzas sociales.
dases dominantes. No hay manera de establecer cuáles son las condi- ' y en la medida en que ]::is fracc.iones ligadas a los sectores ecoptSmiôos
dones "generales" que el estado debe garantizar; las puede haber sólo hegemónicos suelan dominar en: ese diagrama ~de fuerzas, eÚa imtl:U ..
para alguna parte, nunca para el conjunto de la economía. Los inte' mentaci6n probable dei estado recibe tam:bién Úna.orientaêi6n pr'.~~3ie.
reses de los sectores hegemónicos -estén personificados por un Somoza1 Es más, por causa de la heterogeneidad de Ias fuerzas sodáleS' ya:
por 14 familias, por 100 empresas transnacionales o por 5 000 gana, no se excluye la atadura dei estado a los sectores más fuertes dei· mó-
deros- no pueden ser los intereses de la "generalidad". Pero tampoco
mcnto ni una autonomía relativâmente amplia frente a los demás
lo son los intereses de capitales locales medianos o pequenos, de la sectores. Y como estas fuerzas dominantes en e! caso extremó pueden
producción manufacturera o artesanal, de latifundistas tradicionales
reducirse a la fracción externa de la burguesía, puede ocurrir que e!
o del capitalismo agrario moderno tipo agroindustrial de bancos urba·
estado se "independice" de todas las dases dominantes locales, sin
nos o de usureros rurales.
haberse en realidad desligado de su atadura a determinados intereses
Esto no quiere decir que no haya ningún interés común de todos
sectoriales. Internamente aparece entonces 'Como estado de upa auto-
los capitalistas; convergen al nivel más alto en el. interés común de
nomía cÍisi absoluta, porque lo relativo de esta autonomía sólo se revela
una garantía estatal de la propiedad privada. En p.erío~os de amenaza desde u.n punto de vista más global.
revolucionaria al sistema se hace patente que el mtere.s de todas las
fracciones dirigentes en mantener e! carácter de clase de la sociedad Una ampliatión de la autonornía relativa no depende entonces,
es reconocido y defendido como común por encima de las profundas en estados de la periferia capitalista, de algún empate de fuerzas so-
!
divergencias que las separan Chile) ', , . . ciales entre las diferentes fracciones de la burguesia o entre las dases
dominantes en su conjUnto y las clases dominadas. El estado "fu.erte"
Por debajo de esta garantia de! sistema se !lega rapidamente, sm
embargo ai punto donde estas divergencias se ponen de manifiesto e dr.! "tercer mundo" por regia general no es un árbitro bonapartista
forma de' una ramificación de intereses particulares cada vez mas ' i. por encima de.las dases, sino el brazo político ejecutor de una fracción
conciliables entre sí y de los que ya no se deduce. ningún mar burguesa fuerte.
"general". Dijimos arriba que la dependencia reproduct!va 'dei mercado'rnun-
Ahora bien si los intereses sociales difieren tanto entre sí que dial desplaza los límites de acción dei estado "hacia dentro". Podem0-~
única demand~ común que saben hacer al estado es la garantía ~intetizar esto ahora con la tensión existente entre la ampliación po-
la apropiación de plusvalor, entonces toda concreción ulterior de las n 1~ncial y la restricción probablc de la autonornía dei estado frente a
<"esidades "generales" queda librada ai libre juego de las "fuerz ]as clases: e! ámbito de acción ei:tatal ~stá comprimido cn relar.ión
130 EL ESTADO EN LA PERll<'lH<IA UAPITALIS'rÀ • l!L ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 131

con los componentes más "cercanos" a! mercado mundial de su base. tales. De ahí tienen que surgir necesariamente exigencias divergentes
social, y ampliado en relación con los más "alejados" de é!. con respecto aI accionar estatal. Veamos esto en detalle:
En algunos países dei "tercer mundo" e! mercado capitalista toda-
vía no ha penetrado en todas las regiones dei país. Quedan en Ias
4.3.3 Garantía de la disponibilidad de fuerza de trabajo "periferias de las periferias" zonas fronterizas en que apenas se está
efectuando la separación de los productores directos de sus medios de
Si Ja funcionalidad básica de la instancia estatal en el capitalismo perÍ'· ' producción (indígenas, pequenos colonos sin título legal). No cabe
férico consiste en apoyar políticamente Ia imposición de relaciones de • hablar aún aquí de formas burguesas de acción política: la subsunción
producción capitalistas e impulsar la dinámica expansiva de relaciones ; de esta fuerza de trabajo nuevo a las regias de mercado se hace
de mercancía en el seno de su espacio económico nacional, enton~es • con violencia abierta sea por parte dei estado, sea por parte de particu-
esta "razón de ser" dei estado periférico tiene que trazarse como "htlo lares con respaldo dei estado.
rojo" en todas las dem<'is facetas de la actividad estatal. Veamos ~sto · En los sectores integrados ya a la economía capitalista, pero que
en el caso de las otras dos funciones que bajo una u otra denom1~a- constituyen su parte más rezagada ..:.....:especialmente en Ia pequeõa
ción se reconocen como estatales: primero la regulación de las r~l~c10· agricultura orientada hacia el mercado interno, e! sector artesanal y
nes entre trabajo y capital, segundo la garantía de las cond1c1ones manufacturero y en los servidos más simples-, sólo se dan m~rgenes
generales materiales de producción. . . de ganancia si los gastos para el capital variable se reducen ai mínimo.
La premisa para que pueda apropiarse un plusvalor es la dispo· Bntonces, el" efecto de ese salario mísero no basta por sí solo para
nibilidad de fuerza de trabajo en cantidad y calidad apropiadas ai garantizar la disponibilidad de una fuerza trabajadora dispuesta a
grado de desarrollo de las fuerzas productivas y en condiciones. bené- dejarse explotar en tales condiciones. Se necesita algún complemen-
ficas. Con la separación del productor directo de sus med1os de to dei salario, como puede ser el "pago"1 parcial en especie o presta-
producción queda garantizado en principio, por la. "fuerza muda" de la ciones más b menos reales ( prestación de una parcela, por ejemplo),
realidad económica, que su capacidad de trabajo aparezca como mer· o medios adicionales particulares de subsistencia (minifundio, trabajo
cancía en el mercado de traba jo, de manera que la disponibilidad de · adicional a costa dei descanso, a veces en forma seudoindependiente,
fuerza de trabajo se asegura en la medida en que las regias generales : como vendedor ambulante, lustrabotas, etc.). Pero también se necesita
de mercado están aseguradas también. . ( alguna garantia social adicional, como pueden ser formas de depen-
Pero a1 estar ligada esta mercancía al hombre vivo, surge una serie dencia personal (trabajo familiar, endeudamiento, "mozo colono").
de requisitos cuya compra y cons~?1º son indisr.e,nsable7 .par~ Ja. En es~~ franja deu~ t:abaj? asal~riado todavía. rudinientario algu-
fuerza de trabajo y en cuya producc1on o reproducc1on no m.erv1en~1 .na coacc1on extraeconom1ca s1gue s1endo necesana como "elemento
Son: las condiciones generales de reproducción de la fuerza de trabaJO: 1csencial de la apropiación". 164 En correspondencia con el carácter
como educación, formación profesional, sa1ud, que lindan con tareas:transitorio de tales relaciones de trabajo muchas veces asumen la forma
más propiamente políticas, como la creació~ de condicio~es qu~ favo· ;de contrato laboral, típica ?el interca1?bio de mercan.cías equivalentes,
recen la integración social de las clases dominadas a traves de sistemas a pesar de que su contemdo de des1gualdad material queda por lo
de seguridad social, "escoltados" a su vez po: los .i;nec~ni~~os ideoló· .demás patente.rn:; En algunos países de la periferia capitalista, espe-
gicos y represivos dei estado. Depende de la s1t.uac1011 l11stonca (grado,
de desarrollo de las fucrzas productivas y de las estructuras de ela se, ' 164 Karl Marx, Grundrisse, p. 400 [t. 1, p. 462]. Véase también la p. 263:
etapa de acumulación, coyuntura dei conflicto de .dases) en qué m:· "En países plenamente civilizados, el trabajador, a pesar de ser libre, depende dei
dida y combinación el estado se vale de estas variantes para cu. mphr.•. capitalista por ley natural; en las colonias esta dependencia tiene que instituirse
por medios artificiales."
con su función de velar por que nunca se agote la fuente viva d~····· 1os Como ejemplo extremo, un "contrato" de trabajo de Bolivia de la época
lusvalor anterior a la reyolución de 1952: "Entre nos, Hugo González, mayor de edad,
P Ahor~ bien es característica central de formaciones sociales estruc~ .9acido en Río Negro, domiciliado en Victoria, y Seiler & Co., concertamos el
t 1 t" h ~erogénras la coexistencia de diferentes relaciones de}~uiente contrato: Yo. Hugo González, colono, me .comprometo a lo siguiente:
ura men
v e , . d t b . l iadu >E~tregar todos los productos futuros a los Sres. Se1ler & Co. y no venderlos. a
trabajo, observándose no solo muchas variedades e ra ª·!º ~sa ar · 'terceros. El precio será establecido por los propietarios ai comienzo de cada
Jibre, sino también formas de trabajo no plenamente constitmdas comcrimedio afio, teniendo en consideración la fluctuación del producto en el mer·
132 EL ESTADO EN LA PERIFE.RiA CAPITALIST.J:I EL ESTADO DE LA PERIFÉRIA CAPI'rALlSTA 133

cialmente. en Africa y Asia, se encuentran todavía forµias abiertas df' sóciales y huelgas, cunde una mala disciplina de trabajo y el ausen-
dependencia y de. desigualdad para algunos grupos sociales (castas, . tismo por enfermedad, desinterés y rebeldía latente ("A esos indígenas
esclavos), y también en América Latina .subsistieron hasta los .anos 40 no hay que pagarles demasiado, cuando tienen lo suficiente para
obligaciones legales de trabajo forzoso no remunerado impuestas d!! comer ya no vienen").
modo extraecónómico a la poblacióI} indígena. La presión incesante que pesa sobre las condiciones reproductivas
Aquí, el ejercicio dei poder político no se ha desliga?o .por com. de las masas trabajadoras no se mantiene tan sólo con la "fuérza muda"
pleto de las relaciones económicas, la fuerza.no se ha const1tmdo pleI}a• ; económica; necesita también del respaldo siempre ,visible de la fuerza
mente como pública, sino "es ella misma una potencia económica" ·16q t explícita dei estado que asegura con medios más represivos o más inte-
Como estas relaciones no plenamente capitalistas forman parte de una. gradares la subordinación del trabajador a la relación social del capital
sociedad globalmente capitalista, también el ejercicio de la violencia ! también en estas condiciones abiertamente explotadoras.
se hace en una combinación de coacción privada y pública en la que 1 Son características de este grueso de relaciones laborables las com-
domina la segunda: la fuerza exrraeconómica ya no es ejercida exc~u- binaciones entre algunas concesiones sociales y la represión latente.
sivamente de modo privado por parte dei propietario de los med10~ En algunos países se institucionaliza esta cabeza de Jano por medio de
de producción, sino que aparece -también o sobre todo- como el sindicatos oficiales controlados por el estado, que en mínima medi-
respaldo que !e presta la fuerza pública. Pero tampoco faltan meca, da siguen articulando intereses reivindicadores de la clase trabajadora,
nismos de coacción en que predomina el aspecto particular, como pero principalmente sirven de "sistema de alerta" que comunica sínto-
cqpataces armados, servi cios privados de "vigilancia", jurisdicción de mas de posibles amenazas sociales al estado, y como mecanismo
empresa o sistema disciplinario interno con. amplias facultades de pena;; integrador forzoso dotado muchas veces de considerables faculta<les
lización. 167 represivas legales o de hecho. También se sitúan en este contexto
Sin embargo, la mayoría de las relaciones de trabajo en los países formas de paternalismo o clientelismo, tanto por parte de particulares
dei "tercer mundo" están ya organizadas de acuerdo. con el sistema de.! como de funcionarios públicos, en que son más pronunciados los ele-
tra.bajo asal::i.riado libre, aunque con un sueldQ o salario tan bajo que mentos ideológicos que los de coacción política para afianzar las rela-
no puede aparecer como equivalente. Para poder acumular, los capi" ciones de trabajo existentes.
tales qµe componen este "promedio" de industrias pequenas Ymedianf,}s, La continua interpenetración mutua de lo económico con lo político
sectores exportadores más tradicionales, de construcción Y servié:ios necesariamente se refleja también en los papeles individuales de los
menos sofisticados, se ven obligados a coartar en lo posible la part~ agentes sociales; no puede funcionar (completamente) la mistificación
varl.able de su capital. de las relaciones de trabajo como relaciones entre propietarios priva-
En estas condiciones el trabajo ya no aparece como pagado en s~ dos de mercancía libres e iguales; sigue siendo visible la respectiva posi-
totalidad y se transparenta el trasfondo de e_xplotació?. El mec~nism.o ción de clase (ya vimos cómo el burgués sigue siendo portador de algún
económico es de poca confianza para garant1zar por s1 solo la d1sppm; resabio de supremacía política). Y menos aún puede lograrse una trans:..
b!lidad de fuerza de trabajo en estas condiciones; hay recurrentes crisi~ figuración completa dei trabajador en ciudadano: para que siga apare-
cndo [ ... ] Las mcjoras que realice durante la vigencia dei presente contrato ciendo en el mercado de trabajo como propietario de su capacidad
en el camparnento, corno ·cor1strucciones o plantaciones de toda índole, queda; productiva, que dispone "libremente" de ella, es necesario restringir
rán cn posesión de los propictarios, sin indcmnización alguna, en e) caso de mi demasiado sus posibilidades de expresión política para que todavía
"retiro voluntario. En cuanto a la administración, disciplina Y organización de pueda sentirse "libre e igual" en ese terreno.
las labores me someto a las órdenes dei administrador y dei capataz de la Finalmente, en los sectores hegemónicos no sólo está fuera de duda
compaiiía, 'a quienes prometo obedienc1a y subordinaci?n ,l· .. ] En el e
de mi fuga o dcserción dei campamente los cestos de m1 busqueda y captu, el carácter capitalista de las relaciones entre capital y trabajo, sino
correrán por mi cuenta" (Raúl Alfonso Garcia, Di~z anos dm reforma agrar ya se hacen notar las tendencias propias dei capitalismo monopólico de
en Bolívia La Paz Direcci6n Nacional de lnformac1ones, 1963). fortalecer los mecanismos integrativos de "bienestar social" y de norma-
ioe K~rl Marx.' Das KapitaC, t. t, MEW 23, p. 779 [t. x/3, p. 940]. . ... ción jurídica para garantizar la fuerza de trabajo necesaria: el alto
16T En Guatemala, el ejército "presta" soldados a los terratemente~
gerentes de fábricas, quedando de hecho bajo sus ó.rdene.s: un caso de repri valor materializado en el capital fijo y Ia. complejidad dei proceso
tizaci6n de la fuena caactiva dei estado, dec.larada "fuerza legítima" preci productivo exigen imperiosamente la eliminación de errores, là conti-
mente con el argumento de ya no pertenecer 11 particulares. nuidad ininterrumpida y la posibilidad de una planificación total dei
134 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTJ, r EJ, ESTADO DI> LA PERIFERIA CAPITALISTA 135

proceso como. condición para la creación de valores superiores a, los veces, formalmente o de hecho, a aquellos sectores de las masas traba-
enormes castos inevitables. Entonces, la calificación y la disciplim1. jadoras cuyas condiciones de trabajo hacen ineludiblcs estos costos
de los trabajadores se vuelven decisivas para el cálculo económico; integrativos; así, la legislación laboral o de seguridad social muchas
tampoco pueden ya ser remplazados sin más por otros trabajadores; veccs contiene cláusulas que limitan la vigencia de las estipulaciones
Cobran entonces importancia creciente las funciones intrgrativas como respectivas a las ciudades de cierto mínimo de habitantes, ai sector
la educación, sanidad, seguridad social, el recreo, finalmente la indoc- industrial o a empresas con un mínimo de empleados.
trinación ideológica, que por su envergadura y .sus enormes castos se En muchos países de la periferia capitalista los sistemas de segu-
pasan ai estado corho función pública. "En vista de estas condiciones, ridad social, formación profesional, garantías laborales y salud confor.
los costos de integración pesan menos, los costas de la represión m<lS man un agregado caótico de instituciones estatales, semiestatales, pri-
que en la fase de las pequenas unidades de capital." in~ vadas, a veces también eclesiásticas y sindicales, que prest<m servicios
Sin embargo, en situaciones de subdesarrollo económico este meca-: distintos según criterios divergentes a grupos de personas diversos
nismo funciona sólo de manera deficiente: es relativamente fácil con. · -reflejo lógico d.e la heterogeneidad de las condiciones de trabajo
trarrestar su empuje hacia medidas integrativas, recurriendo a la oferta que imposibilita una regulación "general" por parte del estado de las
siempre sobreabundante de mano de obra que con algún entrenamiento relaciones entre trabajo asalariado y el capital.rnn
adicional es capaz de sustituir a trabajadores rebeldes, o importando Pero ai estado no se lo "necesita" sólo para garantizar la disponi-
una tecnología más productiva que ahorre buena parte de la mano bilidad de la fuerza de trabajo por medio de una combinación variable
de obra empleada. Estos expedientes, que no se dan en las sociedades de medidas integrativas y represivas -ineludiblemente queda también
metropolitanas, permiten rebajar la necesidad de medidas integrativas involucrado en la fijación dei valor de la mercancía trabajo. Los meca-
hasta el punt.o donde su costo comienza a sobrepasar aquel de las me· nismos de la competencia no bastan en vista de la heterogeneidad de
<lidas escapatorias. las condiciones

productivas para establecer
1
un promedio
.
dei trabajo
Por consiguiente, se desconecta la relación necesaria en el capita, nçcesano como base de una medida general de su valor, de la cual
!ismo "originario" entre el incremento de la composición orgánica dei podrían derivarse las diferencias salariales en las diferentes ramas pro-
i

capital y la creciente "estatización" de las condiciones reproductivaff .: ductivas segím su grado de complejidad. EI libre juego de la ley de la
de la fuerza de trabajo. La presencia de un sector industrial mo· : oferta y la demanda podría poner en peligro la cxistencia física de
<lemo en un país periférico no es seíial segura de que el estado tenga los trabajadores en algunos sectores, la capacidad de acumulación
que abrir líneas de acción integrativa. Puede seguirse con la ambi~ en otros.
güeôad de algunas concesiones sociales m<1s represión. Por eso,. en muchos países del "tercer mundo" la fijación dei nível
Además, como las medidas sociales toda\'Ía no son condición general salarial y .de las demás condiciones de trabajo ha pasado a ser tarea
de reproducción de la fuerza de trabajo sino sólo la de una pequena exclusiva o compartida dei estado. Por supuesto, el sentido en que
"élite" trabajadora, muchas \'eces su prestación aún no. ha pasado ejerce esta función no queda enteramente librado ai antojo de los res-
sino parcialmente a manos del estado; en parte, son todavía los capi- pectivos funcionarias estatales. En última instancia, es la relación de
tales privados los que organizan las medidas necesarias para asegurar fuerzas entre los agentes productivos que se expresa en la fijación
la calificación, disciplina y lealtad ideológica de sus asalariados. Las dei salario y que se transmite ai estado como limitaciones económicas
grandes empresas industriales, prefrrentemt>nte extranjeras, suelen brin· Y políticas que sólo puede modificar dentro del margen de su auto-
dar a sus trabajadores sistemas de formación profesional, de seguridad nomía relativa.
social y de salud propios de la empresa. En cuanto estas prestaciones La utilización concreta de este margen se convierte entonces en
han quedado ya en manos del estado, su alcance se restringe muchas materia de conflicto político. Si el estado se intercala como mediador

1r.s Blanke/Jürgcns/Kastendiek [87], pp. 96s; véase también ibid., p. 100; 1G 9 Véase Hejo Heussen, Weltmarkt und soziale Not. Über die Unsicherheit

y Agnoli [71], p. 89, que cita los Grundrisse, p. 591 [t. 2, p. 226]: "A medid~ wzialer Sicherheit in .Argentinien, Berlín, tesis doctoral, mimeo., 1978. En Chile
que va subiendo de escala [ ... ] el capital fijo en su desarrollo [ ... ] ta · había en 1976 .más de 200 diferentes sistemas de seguro social, administrados
más la continuidad dei proct'so de producción y el f!ujo constante de la repro'· por 40 instituciones y regulados por más de 2 000 normas legales (La Tercera,
ducción se convierten t'n condiciones externas indispensables dei modo dé 26 de septiembre de 1976), EI periódico "olvida" mencionar que en la prác-
producción basado en e! capital." tica se agregan las disr.riminaciones por influencias políticas.
136 EL ESTADO EN LA PERlFERl.\ ÜAl'ITALISTA EL l:STADO DE LA PI:RIFl:RIA CAPITALISTA
137

indispensable en la relación capital-trabajo, entonces la lucha de dases "populistas" en América Latina en la fase de la industrializaci6n por
tiene que pasar inevitablemente a través dei estado. Lógicamente, en sustitución de importaciones, cuando a través del poder político se
este "arbitraje" el estado no se desprende de su carácter de clase; es, ai implantaron regímenes de segúridad social, se abrieron áreas de con-
contrario, precisamente en la "regulación" dei salario donde más sumo colectivo, se fundaron sindicatos y se instauraron formas "juri-
patente se hace su función como órgano político de la dominación dificadas" de conflicto social, que sobrepasaban lo estrictamente nece-
burguesa. sario por e! nível de desarrollo de las fuerzas productivas dei momento. y
Sin embargo, dentro de esta determinación general queda siempre también la capacidad de lucha de las organizaciones obreras preexÍs-
un campo amplio para políticas salariales y sociales diferenciadas entre tentes. Lo mismo el estado puede anticipar ciertas medidas de califi-
sí. En la relación de fuerzas entre los agentes sociales antagónicos que cación o de contención de Ia fuerza obrera, cuidando intereses del ca-
enmarca en última instancía su autonomía relativa al respecto incide pital antes de que ninguna fracción concreta de capital existente en el
tambíén el grado de unidad entre las diferentes fracciones de la clase país lo exija.
dominante, unidad dificultosa en sociedades estructuralmente hetero- En la medida en que cl estado se convierte en instancia central
géneas. Como vimos, esta disparidad de intereses aumenta potencial- para la fijacíón de las condiciones de trabajo, es lógico que esto quede
mente la autonomía relativa del estado. Pero, como también vimos, la reflejado también en Ia estructura interna, las formas de contiencia
aumenta en el sentido de una dirección probable: la de favorecer Y los modos de acción de las organizaciones sindicales que tienen a
los intereses de los sectores hegemónicos, en desmedro de los demás este estado como interlocutor-adversario permanente. Hasta puede
intereses Jocales. Según que estos sectores tengan o no interés en gastos llegarse a la deform:ación de. que por su propia heterógeneidad las
sociales 0 en cíerto poder de compra a nível de las masas trabajadoras, diferentes fracciones de la clase trabajadora se' a.costumbren a vincu-
se inclinará entonces la política estatal. larse radialmente con el estado. más que directamente entre sí. Esto
Obra en favor de estos sectores hegemónicos no sólo su fuerza plantea la temática de cómo ~as condiciones socioeconómicas del sub-
socíal, sino también la misma estructura productiva trasladada desde desarrollo se reflejan tambíén en las estructuras políticas de las fuerzas
!ai: metrópolis. Mientras ahí la composición tecnológica d~ los equipes sociales opuestas al estado burguês --gran tema aparte del que no
se desarrolla tomando en cuenta las relaciones laborales existentes e .. podremos ocupamos en el marco del presente trabajo.
incorporando por consiguiente e! resultado de un proceso de luchas . También en la garantía de la disponibilidad de la fuerza de trabajo
de clases en el diseíio tecnológico del capital fijo, la importación de 1 encontramos pues una interpenetración entre lo político y lo económico;
estas maquinarias a las periferias significa trasladar también las rela~ la relación económica de apropiación de plusvalor no puede prescindir
ciones de trabajo que ellas suponen, pero ya no como resultado de un . definitivamente de la violencia, y tampoco puede el estado cumplir su
desarrollo social, sino como su impulso a cuya presión imperiosa los . !_ función de garante con medios meramente extraeconómicos. También
agentes productivos no pueden sustraerse. 170 Así, la dinámica histórica . en este aspecto la constitución formal del estado queda menguada,
de las relaciones de clase, que se expresan a través de la ''regulación" · por su destinación formal. Y también aquí las contradicciones emer-
estatal, queda parcialmente desligada de las co~}iiciones internas y gentes no tienen solución fácil e ideal, sino que se van sorteando de
sujeta a condicionantes externos a través de un contexto reproductivo manera apenas provisional y en medio de crisis sociales.
dependiente de! mercado mundial.
En la misma medida en que este condicionamiento de la acc1on
estatal por parte de los intereses metropolitanos limita su autonomíif ~!> Garantia de condiciones generales materiales de producción
en esta dirección, la amplían potencialmente en dirección a los demás ! .
sectores no hegemónicos de su espacio económico. En momentos h!s:ó-,i Ciertas premisas materiales dei proceso de reproducción capitalista n~
ricos excepcionales, puede darse el caso de que el estad~ en su J?ohtica ; pueden ser proporcionadas por los mismos capitales privados expues-
salarial y soci::tl se "adelante" a todas las fuer.laS sociales existent~s:.;· tos a la presión de la competencia; en consecuencia, tienen que ser
en su espacio económico nacional, refiriéndose directamente al desarrO; proporcionadas por una instancia no partícipe de la competencia.
llo social en las metrópolís. Fue por ejemplo el caso de los estados; A este respecto, los tipos de estos bienes necesarios s.on tan variados y
('.ambiantes según la situación histórica, como lo son también las causas
170 Véase Haas [235].
por las que quedan excluidos de una producción capitalista privada.
138 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITAUSTA EI. ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 139

EI suministro de tales condiciones materiales de producción queda La separación de estos medias de produccíón como generales sólo
entonces como campo de acción estatal. comúnmente denominado se debe entonces ai carácter capitalista de la producción. pues el sumi-
"garantía de condiciones generales materiales de prodticción". 171 Esta nistro de estos bienes es igualmente necesario para la reproducción
designación, sin embargo, no es exacta: económica y para parte del trabajo social, como el de aquellos medias
-primero, el concepto de "condiciones generales materiales de de producción que se producen como mercancía y se incorporan a
producción" es independiente de la cuestión de si tienen que ser pro- capítales particulares. La distinción entre medias de producción gene·
porcionadas por el estado o no; rales y particulares es entonces fluida y queda sujeta al grado de
--segundo, e! estado tarnbién produce bienes que no son condicio- desarrollo de las fuerzas productivas. A medida que aumenta el carác-
nes generales de producción, sino mercancías comunes y corrientes quf' ter social de la producción, se ensancha el campo de las condiciones
~e producen privadamente para su venta en el mercado. generales materiales de producción. También depende de la situación
Ambos aspectos, el suministro estatal de condiciones generales mate· histórica cuándo el estado se hace cargo de su suministro a expensas
rialcs de producción y la producción estatal de mercancías, cumplen dei excedente social.: depende. ( además de consideraciones políticas) del
un papel importante en el proceso de desarrollo capitalista secundaria. nivel de complejidad tecnológica promedio, dei grado de centralización
pero de. un modo distinto. y concentración del capital y de sus condiciones medias de valorízarse.
Todas estas razones. con sus respectivos criterios. àe las cuales se
desprende el carácter. "general" de ciertos medias de producción, presu·
a1 Suministro estatal de condiciones generales materiales de produc· ponen entcmces un mínimo de comparabilidad de las condiciones econó-
ción. Algunos medios de producción indispensables para e! proceso de micas que rigen para la mayoría relevante de los capitales. En socie-
reproducción global tienen características materiales que impiden dades, es.tructuralmente heterogéneas. sin embargo. falta precisamente
(o por lo menos dificultan) producirlos com.o valor de cambio. Son este marcp de referencia objeó·o comúi:i: resulta imposible determinar
«valor de uso necesario'', 172 pero se sustraen a la venta como mercan- jlara todos los sectores y regiones quê ~s en cada momento un valor
das por ser "su modo de consumo necesariamente social por la natu· de uso imprescindible y a la yez impropio de la producción privada.
raleza dei bien respectivo" ;173 es e! caso de calles, carreteras. vías Una gran f.íbrica extranjera de automódles eyidentemente tiene otras
navegables, energía, agua,· alcantarillado, etcétera. 174 necesidades en ruanto a i~fraestructura material que un pequeno indus-
111Altvater [75]. trial local, un latifundista otras que un pequeno chararero. un conglo-
~12Karl Marx, Grundrisse, p. 424 [t. 2, p. 15]. merado urbano otras que una zona selvática. Y no menos distintas
173 lbid., p. 431 [t. 2, p. 22]. son sus respectÍ\·as posiciones en el mercado que deciden si estos biene~
174 Pueden equipararse ciertas condiciones inmateriales de producción "in· necesarios se prestan o no para una realización priYada.
<iirectarnente productivas" (Willi Semmler, Zur Theorie des ôffentlichen Sekto~s,
La línea diYisoria entre condi'ciones materiales de producción gene-
Berlín, mimeo., 1975), en el sentido de que facilitan o abaratan los ciclos de
muchos capitales privados, como por ejemplo la investigàción tecnoló~ica estatal. rales y particulares se vuelve entonces fluida y amplia en extremo. 175
Las razones por las cuales tales medios de producción no puedan incluirse AI no haber un grado de desarrollo de las fuerzas productivas más o
dentro de la producción privada como mercancías (o sólo con dificultad) menos "general" dei cual podrían desprenderse criterios objeth·os para
radican, por un lado, en su forma material, que exije un gran mínimo de capital la acción estatal, la decisión concreta queda a merced de las influen-
indivisible para su elaboración e implica un largo tiempo de maduración, v
por el otro lado en su función específica dentro del proceso social de produc- cias y presiones competidoras de intereses particulares. disputa que se
ci6n, que excluye que durante el tiempo de su utilización puedan servir direc• transforma necesariamente en lucha política y en la cual los sectores
tamente para la producción de mercancías, quedando descartados como fuentes hegemónicos vuelven a tener una ventaja difícil de superar.
de plusvalor. Con respecto a una parte de tales medios generales de producción~ Así, el âmbito de los bienes suministrados por el estado a expensas
los problemas de este tipo que se presentan no son tan insalvables que imposil
biliten de plano una valorización privada: hay cantidad de ejemplos de cómo
dei conjunto social puede desplazarse considerablemente bacia o.bras
a través dei derecho de uso.. tarifas, peajes, etc .., tales instalaciones puedel) que sólo beneficien a unos pocos capitales privados y que por consi-
funcionar como capital privado, Esto presupone, sin embargo, la posibilidad guiente "deberían" ser tarea de ellos ("estatización de lo privado").
de excluir de su uso a los que no hayan pagado el derecho correspondiente, IÔ
que presupone costos adicionales de control, y que puede ser' poco prácti
bajo la perspectiva dei "interés superior" en una reproducción global flui irs Por ello a veces resulta imposible hacer una distinción empírica según
Es básico para toda esta problemática el trabajo de Llipple [125]. .-ritrrios· teóricos, como la de trabajo productivo y trabajo improductivo.
140 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA &L ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
141

Es, por ejemplo, el caso de la exploración estatal de recursos naturales La coexistencia de unidades de producción ultramodernas con obso-
explotados después por particulares; urbanización pública de colonias letas trae. consigo que en el suministro estatal de condiciones gene~ales
de trabajadores de una empresa determinada; invcstigación estatal de inatçriales de pro<lucción se mezclen aquellos casos en.que la interven-
productos, de tecnología, de marketing; entrega gratuita de terrenos c.ión .estatal ~e debe ai bajo grado de desarrollo de las fuerzas produc-
estatales. A veces estas facilidades previstas por el estado aparecen t1vas (por eJemplo centros estatales de· almacenamiento y comerciali-
como meras rehajas de costos, por ejemplo como precios y tarifas de zación para pequenos agricultores) con aquellos casos motivados por
subvención para el uso de ciértas instalaciones estatales de infra- un ~lto grado de desarrollo (por ejerpplo medidas de protección dei
estructura. amb1erüe). También, los cambios de la orientación global de la econo-
Por e! contrario, hay bienes que tienen claramente e1 carácter de mía que se imponen .a través de modificaciones de Ia economía mundial
medios de producción materialmente generales, y sin embargo son pueden dar p~r tierra en poco tiempo con una demarcación penosa-
provistos por particulares, o porque ·el estado se muestra incapaz o ' ment~ ~s.t~blec1da entre lo p.riva~o ~ lo estatal y exigir una corppleta
renucnte a proporcionarlos, o porque alguna distorsión del mercado re~efm1c1on ?e lo q~e se estima md1spensable para el desarrollo capi-
permite su explotación privada ( "privatización de lo estatal") . Así, talista pero 1mprop10 de producirse con provecho..A este respecto,
por ejemplo, encontramos centrales privadas de energía; vías y medios aunque la tendencia histórica si::a hacia una ampli?ción del âmbito
de transporte privados ( carreteras de peaje, ferrocarriles, puertos), estatal, los programas de "saneamiento" económico tipo "shQck" que se
servicios pr:.~uuo ...!~ correos o teléfonos (a veces como red privada ,, están aplicando en varios, países latinoamericanos derpuestran que
cara pero eficiente al lado de una estatal más barata pero deficiente). también puede haber fases de acumulación en que los intereses domi-
Es lógico,, entonces, que las necesidades atendidas por el estado n~nt~s exigen la reprivatización total o parcial de ciertas prestaciones
se destaquen menos por su carácter efectivamente general que por la publicas, excluyendo de su uso a aquellos sectores sociales que no las
presión política que ejerzan los interesados. Así, los sectores no capita- pueden pagar una vez que se venden. como mercancía privada con
listas muchas veces carecen de fuerza económica o política suficiente fines de lucro. · '
para hacerse oír. Aquí, los particulares afectados tienen que hacerse
cargo en forma directa, por medio de organizaciones de "autoayuda'',
de aquellos segmentos de "interés general" que no tienen cabida den- b] Producción estatal de mercancías. Pero el estado produce no sólo
tro de la visión de clase del estado (por ejemplo urbanización en medias de producdón generales sino tamb.ién mercancías destinadas
barrios marginados) . al consumo productivo o no y que se venden en e! mercado como cual-
En el otro extremo, también los requisitos de los sectores más mo- quier otra mercancía. A diferencia del caso del suministro ·de condicio-
dernos pueden quedar sin respuesta estatal, esta vez no por falta de nes generales materiales de produación por el es.tado periférico, en que
peso político, sino por superar sus posibilidades técnicas y financieras. la diferencia con actividades análogas dei estado capitalista desarro-
AI suplir entonces la acción dei estado, puede ocurrir que grandes . llado radicaba sólo en e1 "cuándo" y el "cómo", aquí queda afectado
empresas extran jeras no sólo construyan sus pro pias condiciones gene· también el "qué": en el área de la producción estatal de mercancías
rales materiales de producción ( caminos, puertos, ferrocarriles priva:~ se perfilan nece.sidades materiales que surgen del carácter secundario y
dos), sino que incursionen también en el campo de las condiciones dependiente dei mercado mundial dei des;J.rr.ollo capitalista, y no tie-
externas, que "corrigen" a su favor. Así, los "pulpos" extranjeros pue• ncn por consiguiente parangól') en el capitalismo desarrollado.
den convertirse en un estado dentro del estado no sólo con su propia Para llegar a ello, primero hay que clarificar la imagen confusa
red de comunicaciones, sino también con un reglamento jurídico ; . que ofrece en muchos países dei "tercer mundo" e} sector productivo
propio, sus propios cuerpos armados e incluso cárceles privadas. ·1 estatal: .compone un conglomerado caótico de ramas y empresas que
La falta de marcos de referencia objetivos comunes en formacionell pasaron a manos del estado por razones muy diversas, muchas ve.ces
estructuralmente heterogéneas a veces se refleja también en situaciones · más políticas que económicas. Así, encontramos actividades económicas
esquizofrênicas en que las mismas instalaciones de infraestructura son ; ; de las cuales el estado tuvo que hacerse cargo para mantener bajos los
privadas en algunas regiones y estatales en otras (por ejemplo compa· precios de productos "socialmente sensibles", para salvar los puestos
füas de electricídad privadas en competencia con estatales, unos puertos de trabajo en una empresa deficitaria o para quebrar el chantaje polí-
o ferrocarriles privados y otros estatales, etcétera). tico de algún político opositor que derivaba su fuetza: de su control
142 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPIT/>LISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
14~
de ciertos sectores claves de la economía. No van Jejos los casos surgidos tiene que intervenir el estado No cum 1 h'1 .
históricamente de la nacionalización de un monopolio extranjero, la nariamente "pública" 0 "g · ,, . P e a nmguna funci6n origi-
enera1 smo sólo
confiscación global de propiedades de los miembros de un partido de concentración y centralización alcanzad comp1e~enta ~l grado
(o una etnia) perseguido, o también de los nacionales de un estado
extranjero enemigo en conflicto bélico.17 6 En esta aglomeración histó-
que queda particularmente patente cuand~
blecen en forma de empresa . ..· a
;ºr:s
el cap1.tdal privado, lo
act1v1 ades se esta.
.
Por cons1guiente s m1xtas entre capital t t 1 .
ricamente casual de actividades económicas estatales no se vislumbra tampoco ha . . d' es a .a y privado.
ningún denominador común relacionado con las condiciones específicas logren ganancias' o sean repriv~t::~e imen~o para que estas empresas
del capitalismo periférico -a no ser que se la considere expresiva: de o política propicia. as en ª guna coyuntura económica
la fuerte interpenetración de los intereses económicos y políticos y . A diferencia de las prestaciones estatales 1
dei carácter inconsistente y contradictorio del marco socioeconómico c1ones generales materiales de p od ., en e cam~o de las condi-
global en que se inserta. rios obJ'tivos de lo que ·Se t' r ucc10n, en que se d1luyen los crite-
es ima una neces'd d " l"
Dejando de lado. este conjunto "inorgánico" de producción estatal mento histórico dado por caus d 1 I a .genera en un mo-
de mercancías, queda sin embargo un sector productivo estatal "estra- en juego, en el campo de Ia a d e ~, heterogene1dad de los intereses
tégico" para el desarrollo capitalista, con preferencia en el área de lds tramos que es precisament 1 pro ucc1on .i;statal de mercancías encon-
perifético la que indica c~ a bsegmentac10~ dei contexto reproductivo
insumos básicos (especialmente química, metalurgia), en algunos países
tambié.n de bienes de equipo. También en estos sectores la producción
privada se encuentra obstaculizada por el hecho de que se exige un
riales de! momento Desde rastantel clandad las necesidades mate-
estado efectivamen~ perc·b uego, no rny ninguna .garantía de que el
mínimo de capital alto de muy larga maduración. Sin embargo, en prin• ahí la lucha política. I a y asuma estas neces1dades -intervient

cipio no es imposible la producción lucrativa de estos bienés, y efecti•


vamente algunas de estas empresas estatales logran ganar millones. 17 '
El que el estado se baga cargo de estas ramas se debe al modo e] Condiciones generales materiales d ~ d .'
específico del desarrollo productivo en economías dependientes dei de mercancías y reproduccio'n dep d~ ro duclczon, producción estatal
mercado mundial: ahí, la producción no se expande tanto por impul- . en zente e mercad · d' l T
como c1ertas tareas económicas dei t d. o mun ia • al
sos internos, sino a consecuencia de nuevas formas de penetración .
de me d 10s generales de prod· ucc·, es a o -tanto . en el · ·
summ1stro
externa que se imponen en un contexto reproductivo que no ha gene• , 10n como en 1a prod ·, d
c1as-- s.e imponen por la mserc1on
. . , d el espac· ucc1on
, · e merca.
. , . n-
rado aún todos los órganos necesarios para la nueva modalidad de en el mercado mundial ést t b. , d . 10 econom1co penfenco
acumulación. Así surgen "cuellos de botella" materiales que por orientación con que deben ~ ª~· ien es1gna los medios y fija la
un tiempo pueden sortearse a través de importaciones, pero que al productivos y los modelos de ulmp irsed Las tecnolog~as, los métodos
poco tiempo reaparecen como crisis de la balanza de pagos, escasez investigación nueva s1'no q os pdro uctos no prec1san de ninguna
de divisas e inflación. . , ue pue en ser corrip d ..
matenalizado, importando bienes de ca ital d 1ra .ºs co1.11o trabaJO
Como estas fases nuevas de acumulación se derivan siempre de un desarrollaron en las rnetrópolis cu d p e mismo tipo que se
nivel dado de las fuerzas productivas a escala mundial, sus requeri· nómicas análogas. an o se presentaron necesidades eco-
mientos técnicos y materiales no demuestran un crecimiento paulatino, Esto abre la posibilidad 1
sino que se imponen en sucesivos "saltos"; la adaptación tiene que \·idades económicas anticipeP~f:r~~~ef:se:s~dod per,ifé[iico. e? sus acti-
hacerse de una vez y hasta alcanzar el nível productivo de las técnicas nuevas condiciones de prod ., e esairo o e mtroduzca
. uccmn por cuenta p · d.
recientemente incorporadas. Esto significa que se requiere una inver· nmguna fuerza social existente en e! p , 1 .. ropia, antes e que
sión alta para una realización a muy largo plazo, lo que sobrepasa sentida. Así se crean indust . ~1s o ex13a ya como necesidad
las capacidades dei capital privado, o bien no le interesa por haber adelantan a' los intereses de ~~:my se. ;ncorporan tecnologías que se
alternativas de realización a más corto plazo en otros sectores. con la finalidad de crearlos. ulac1on dei momento, precisamente.
Para superar estos "saltos" con sus respectivos "estrangulamientos", · Este ªJJarente "'llltervenctOillSDlO
· · estatal precoz" lõS r
que e! estado periférico no articula tan sólo el . d dsedexp ica por-
106 Véase CEPAL [193].
gia o · e esarrollo de
177 Véase Suzigan [380]. 11s V'•~ase M.
e1reles (304], pp. 95s.

'· t
EL ESTADO EN LA PERIF~RIA CAP!TALlSTA
EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
145
las fuerzas productivas dentro del espacio económico nacional, .. sino
también sus víncul.os reproductivos con las metrópolis. Lo ~ue parece resistencias económicas y políticas prácticamente insalvables. Mientras
un "adelanto" con respecto a la economía local, en reahdad es .un un país queda dentro del campo de gravitación del sistema capitalista
"retraso" con respecto a la parte externa del contexto repropuct1vo mundial, quedan como alternativas de desarrollo sólo funciones más
integrado al mercado mundial. Da la impresión de que el estado tu· modernas o más rezagadas, mejores o peores condiciones de partici-
pación de las fracciones locales del capital.
viera un poder de decisió.n por encima de la :ey. de valor, . ?uando
de hecho sólo aprovecha la ampliación de sus I.1m1t.es de ª?c1on que Este campo reducido de alternativas reales, sin embargo, ya es
corresponde a la amplitud de su .?ase reproduct.1va m~ernac1onal. 1;Jn más que suficiente para suscitar agrias disputas políticas. Y ahí se asoma
Atatürk, un Perón o un Bumed1en no se exph?an sm esta a~pha- la segunda limitación: a la posibilidad potencial de una ampliación
.' de la autonomía relativa del estado en sociedades. subordinadas de los límites de acción estatal se contrapone como tendencia empí-
c1on . , · hº d' J rica la probabilidad de su captación por intereses particulares. La
al sistema económico mundial, y tampoco la bomba atomica m u o e
contrato nuclear entre Brasil y la RepúbJtca Federal Alemana. misma situ.ación de inserción periférica al mercado mundial que abre
Referido a su propio espacio económico'. el. estado ~s:á .. enton:es la. posibilidad de una intervención estatal "anticipada" también suele
cumpliendo funciones históricas que en e! cap1tahsmo penfen~o tem;n crear constelaciones políticas y sociales que dificultan · enormemente
la utilización de esta posibilidad teórica.
el papel de clases sociales. Más todavía, alg~nas dases so?1ales solo
emergen en algunos países de! "tercer mundo' a consec~~nc1a de, tales
actividades estatales. Esto plantea e! problema de la burguesia. de
estado" y en general de la relación entre estado y clases en e! .cap_1ta-
lismo periférico, al que volveremos con más detalle antes de fmahzar 4.4 LOS MEDIOS DE LA ACCIÓN ESTATAL EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
este capítulo. ·, l '
Esta posibilidad teórica de ampliar ~os_lím!;es de acc1on estata esta, En los párrafos que anteceden examinamos las consecuencias que se
sin embargo expuesta a su vez a una hm1tac1on doble: derivan pata la esfera política de las condiciones económicas especí-
S. ] fac~ltad de "adelantarse" se deriva dei "retraso" con que el ficas de] subdesarrollo. Vimos que en formaciones sociales de la peri-
i a d ·
desarrollo productivo periférico sigue a las fuerzas pro uct1vas supe- feria capitalista la interrelación entre lo económico y lo político se
riores con que se conecta en el mercado mUndial, ~ntonces no puede hace extremadamente compleja y fluida, y que la atención funcional
haber dudas acerca de la dirección que debe seguir globaln:ente tal que exige una economía deformada por parte de la "generalidad"
desarrollo inducido por e! estado: tiene que tratar de aproxn:i~r~e a extraeconómica aumenta tanto en su volumen como en su contra-
dictoriedad.
estas condiciones predominantes internacionalmente. La po!zbzlzdad
de incorporar tecnologías, know-how y productos elaborados t1ene por En todo esto no hemos hablado todavía propiamente del estado,
contrapartida la necesidad de incorporados en aqu:lla forma, Y ~~ en sino del marco condicionante que recibe de su "base" económica. Pero
otra con que se usan en los países céntricos. 179
S1 el. estado qm~1e~a la política no se reduce a un mero objeto pasivo de la economía -es
desa'.rro!lar forinas de organización y técnicas produ?~1vas al:ernat1vas, cierto que esta trivialidad parece haber caído en el olvido en algunos
más adaptadas a las necesidades reales de su poblac10n y mas acord~s de los intentos de "deducir el estado"-,1 80 sino constituye una esfera
con un desarrollo amplio y equilibrado de los recursos locales_, tendna propia con sus propias leyes y contradicciones, su propio cuerpo social,
que prescindir de la fuerza de atracció~ ~:1 mercado mun~1al de sus medias e instrumentos y con una historia propia.
cual se desprendía justamente la amphac10n de sus capacidades Éste sería e] campo genuíno de una teoría dei estado propiamente
intervención. . dicha -a la cual se integraría entonces la interrelación entre política
Es más, la experiencia histórica demuestra que las .:entatlvas y economía como determinación esencial, pero no como la única y
un desarrollo secundario según otros moldes .que los p:ef1.i~dos por desde luego no como mecânica.
necesidades de acumulación de las respectivas metropohs topa Tal teoría dei estado no existe todavía, por lo menos no como
teoría materialista. La discusión reciente acerca de la teoría ·marxista
trn Véasc Urs Müller-Plantenberg, "Technologie und . dei estado por lo pronto no pretende llegar más allá de este primer
Sen 7 haas [57], pp. 335-355 (hay versión fran~e~a: ."Technolog1e et
en Critique.t de l'2conomie Politique, 3, abril-Junto, 1971, PP·
t80 Véase Arbeits-Konfrrrm: Münrhf>n (811.
146 EL ESTADO EN LA l'ERIH:RIA CAPITA1.1>;1'A EL ESTADO DE LA PERIFERIA. CAPITALISTA 147
paso de conceptualizar esta relación escncial entre lo económico y lo les en una .sociedad burguesa se organizan como relaciones mercan-
político. Y en consecuencia cl presente trabajo no tiene más ambición tiles ;. por su lado económico-material, se presentan como relacione.s
que "traducir" los resultados ( provisionales) de esta discusión a las entre valores de cambio, expresados y mediados por el dinero; por su
condiciones específicas de la periferia capitalista. No podemos entonces lado social, la interacción entre los indivíduos que personifican estos
decir nada conclusivo respecto de Ia materialización de estos deter- valores de cambio aparece como relación entre propietarios de mercan-
minantes económicos en la esfera política: la manera como el sub- cías libres e iguales cuyo comportamiento social se define por .el dere-
desarrollo económico penetra las instancias estatales, qué recursos cho. AI querer influir el estado .en su contorno social tiene que dirigirse
tiene para orientarse en esta maraíía de imperativos contrapuestos y en primerísimo lugar a estos . dos mediadores, dinero y derecho, que
para cumplir, aunque precariamente, con ellos, cómo se conforma el surgen de las relaciones sociales burguesas, las expresan y las ge-
aparato político-administrativo y quê ropajc institucional asumen ~os neralizan.
procesos políticos, para todo cso nos falta no sólo una teoría materia- Sin embargo, estos medios reguladores de la circulaczón pueden
lista de la política strictu senm, sino tambiéu e! análisis histórico de los resultar insuficientes para garantizar que los indivíduos se compor-
casos concretos cuyas configuraciories específicas despliegan una inten- ten de acuerdo con las regias de mercado. Hacen falta entonces medios
sa vida propia. de dominación directa que se dirijan dí.rectamente a los indivíduos
Sin embargo, pueden indicarse algunos aspectos en que la autono- para reencauzar su comportamíento en los cánones de las relaciones
mía de la esfera política sigue siendo "alcanzada" por las condiciones capitalistas merc.antiles. Estos medios, que trascíenden y garantizan la
económicas específicas dei subdesarrollo. A pesar de toda la enorme di- esfera del intercambio, pueaen estar dirigidos a la conciencia de los
versidad que asumen los fenómenos estatales concretos, seguimos encon- indivíduos, tratando de modificar su percepcíón de la realidad por
trando entre ellos algunos que demuestran cierta regularidad suscep- medio de la ideología, o finalmente pueden orientarse directamente
tible de una generalización histórica. Y no es casual que sean fenómenos a su actuacíón, tratando de doblegarla por medio de la violencia.
que dejan entrever una relación bastante directa con los dos aspectos ,: Cómo, entonces, modifican .. las condiciones específicas del sub-
básicos dei subdesarrollo: la dependencia reproductiva dei mercado desarr.ollo la disponibilidad y la efectividad de estos cuatro medios de
mundial y la heterogeneidad estructural de la formación social corres-' acción estatal?
pondicnte. AI referimos a estos fenómenos generalizables en lo que
resta dei capítulo, hacemos pues una primera incursión en el ámbito
propio y concreto dei estado, sabiendo que nuestro instrumental a:bs- 4.4.1 Dinero
tracto no basta para explorarlo en su totalidad, pero tratando de
averiguar cómo un instrumental así puedc aprovecharse para análisis a] Como mediador de las relaciones sociales, el dinero sólo puede
más concretos. desplegar su función en cuanto estas relaciones ya asumen la. forma
Tales fenómenos específicos recurrentes deben encontrarse espe- de un intercambio de equivalentes expresado en dinero. Mientras el di- ·
cialmente entre los medios con los cuales el estado opera sobre su nero .no se ha impuesto· totalmente como la "comunidad real", las
ambiente social, reaccionando a los determinantes que recibe de él. intervenciones estatales que se sirven de este medio tambien tienen
Estos medias, con los cuales el estado responde a las exigencias funcio- que quedar limitadas en su alcance. E! destinatario de este medio son
nalcs que la esfera socioeconómica impone ai nível político, tienen su los propietarios de çlinero;. todas las relàciones sociales que no se
·origen en las instancias estatales y forman parte de ellas; pero ai estar desarrollan entre estas personificaciones abs.tractas dei valor de cambio
dirigidos a la sociedad civil también forman parte todavía de la interre• quedan pues fuera dei alcance de este medio. .
lación entre la economía y la política. Para ser efectivos, lps med.ios Así, por ejemplo, no se pueden calcular las jubilaciones con base
cstatales tienen que adaptarse a la rcalidad social, quedando reflejados en cl sueldo rii retener de él las contribuciones rorrespondientes si la
en ellos los rasgos csenciales dei sistema material de esta vida social. fuerza de trabajo no se paga ( el)teramente) en dinero. Las facilidades
<'. Cuúles son los medíos de la acción estatal? 181 Las relaciones socia" impositivas no son releva.ntes para los agricultores de subsistencia ql;le
1' 1 Que se sepa, no existe hasta la frcha una sistemática te6ricamente fun·
no pagan impuestos. La poJ.ítica crediticia sólo puede tener un efecto
dada ck los mcdios de acción estatal. Lo que siguc no pretende llenar esta pleno y directo s.obre aquellas partes de la economía que mantienen
laguna. a) continuas relaciones de crédito, b) en mon.eda nacional, c) a través
EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 149
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
148
mundial que fija los precios para sus principales productos de expor·
de bancos Iocales, sometidos al control estatal; no afeita por ~nde ni tación origina oscilaciones imprevisibles en el monto de los. ingresos
a esta amplia red del pequeno crédito particular (usura) m a .las fiscales, dificultando cualquíer planificación a más. largo plazo. 182
fuentes internacionales de financiamiento de los grandes consor01os. Así, las mismas insuficiencias y deformaciones dei. capitalismo peri-
Pero también dentro de los sectores conectados al medio dinero rigen férico que requerirían mayores gastos estatales para su ·corrección im-
condiciones tan divergentes que los resultados de una medida. de tip~ plican precisamente una merma tajante de los recursos. financieros
fiscal tienen que ir en direcciones muy distintas y en parte 1mprev1- disponibles. El círculo vicioso -que también se observa en el capita-
sibles. Así Ia creación de algún impuesto puede tener el efecto deseado lismo altamente desarrollado-,1 83 según el cual la superación de crisís
de reba ja; la demanda en algunas ramas, pero ai mismo tiempo puede . presupone la ausencia de crisis, se agudiza pues en economías subdes-
colocar a otras ramas ai borde de la: ruína, originar un boyante mer~ arrolladas hasta convertirse en una brecha insalvable entre lo indispen-
cado negro, etcétera. . . . sable y lo disponible.
Finalmente las crisis de economías subdesarrolladas que ex1gen la i Todas las estrategias alternativas que tratan de eludir este escollo
intervención e;tatal sólo secundariamente se deben a desajustes entre en el mejor de los casos traspasan el problema ai futuro y por lo
oferta y demanda creados por un sistema de producción caótico. Su común terminan por agudizaria. Una posibilidad es el financiamiento
debilidad principal es el frágil y deformado desarrollo de las fuerzas externo a través de créditos extranjeros; los resultados se reflejan en
productivas que se expresa en "cuellos de. botella'/ d; tipo. ~ateria!. las deudas externas astronómicas de los países dei "tercer mundo".
Ahí no basta cofi regulaciones fistales al mvel de la circulacmn: para · Además profundizanJa dependencia económica y política de las metró-
rem'ediar estos problemas no cabe sino la intervención directa a nível polis y ahondan así las causas estructurales de las ctisis.
de la producción. Otra posibilidad es. la contratación de deudas fiscales en el mer-
cado interno de capitales. Pero también así la escasez de recursos sólo
se transfiere ai futuro, a no ser que se tzlate de una forma solapada de
b] Como recurso, e~ dinero es el funda~ei:to y la pi:;misa para. prá~- tributación con apariencia de ahorro forzoso.
ticamente todos los mstrumentos y estrateg1as de accmn estatal 1mag1- A corto plazo también pueden aumentarse los ingresos Jiscales por
nables. El apoyo estatal al desarrollo de las fuerzas productivas, la · · medio de la devaluación, mejorando la posición internacional compe-
compensación de crisis estructurales y coyunturales, la previsión de con- , •titiva de los principales productos de exportación. Sin embargo, las
diciones generales materiales de producción, todas las medidas. para ... posibilidades de una ampliación real dei mercado se ven restringidas
garantizar las regias de mercado y la rep;°:ducció? de la ~uerz.à dé • por el volumen absoluto de la producción local y por la rigiqez de
trabajo con sus respectivos aparatos burocratlcos ex1gen med1os fman-. • las relaciones comerciales internacionales condicionadas por tratados,
cieros cuantiosos. Hasta los medios alternativos de intervención estatal,• cuotas y acuerdos; así, una devaluación por lo general no logra sino
derecho, ideología y violencia, cuestan también din:ro. ,' hinchar transitoriamente la expresión equivalente en dinero interno,
La única manera de proveerse el estado de dmero es a traves de; dejando que un pronto proceso inflacionario lo reduzoa a su valor real.
impuestos a costa dei excedente social. Para fortalecer su potencial Finalmente, el estado puede recurrir directamente a la emisión de
financiero, tiene que debilitar el fondo social de acumulación. · papel moneda y proveerse así de recur.sos financieros nominales no
Ahora bien, este fondo de acumulación ya de por sí resulta bastante correspondidos por la producción real de excedente social. La inflación
.exíguo en una economía subdesarrollada: la reproducción ampliada. subsiguiente termina por obstaculizar retroactivamente el proceso de
se realiza sobre la base estrecha fijada por el nivel bajo de desarrollo de;' acumulación, con lo cual el proceso inflacionario se acelera; las crisis
Ias fuerzas productivas; la inserción dependiente en el mercado mmvl y deformaciones secundarias que esto suscita exigen recursos compen-
diai significa una continua pérdida de recursos financieros a manos de.' j ,
burguesías externas; la heterogeneidad estructural de·los órganos ec?n6:: 1a2 "Basta con una pequena haja coyuntural dei precio internacional dei
micos significa costos y pérdidas adicionales. De lo que queda fmal•) café, v el íinandamirnto de la reforma•agraria en el valle de Convención. está
mente como fondo social imponible todavía una parte significativlf'. .en dificultades." (Piei [334], p. 370.)
logra sustraerse de la contribueión al estado por medio de la evasión~ 1 1
"' Vi-ase Agnoli [7l], P· IC3: "Paradé>jicamente, el objetivo de la paz

7
. social tendría que estar alcanzado, para de veras restablecer la paz social."
tributaria (en América Latina por lo menos un 50% · ) ' Cuando más faltá hace.el dinero, más escaso es.
Además, la dependencia de economías periféricas del mercadé!J \
} '
150
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA Y,L ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITAUSTA 151

satorios adicionales y socavan la racionalidad de la acción social en latinoamericana constituye una secuencia ininterrumpida de intentos
todos los dernás árnbitos. ., desesperados por construir una congruencia entre la pretendida genc-
Queda finalmente como única opción el abandon~ o la reduc_c1on ralidad de la ley escrita y la desigualdad material de las situaciones
drástica de ciertas funciones estatales, presentados baJO e! euf~r;11smo y relaciones reales. Más sincero cs el refrún popular: hecha la ley,
de una "política de austeridad". Naturali:n~nte, esta reducc10n de hecha la trampa. En el plano dei derecho constitucional que formaliza
prestaciones siempre comienza por las cond1c10nes generales de repro- las estructuras del estado la incongruencia se reflcja cn la coexistencia
ducción de la fuerza trabajadora y por el apoyo compensator~o a de una "constitución de jure'', expresiva de la prctcnsión de un poder
sectores más débiles de la burguesía, agudizando la heterogene1dad . estatal representativo dei "interés general", c:on una "constitución de
estructural de la sociedad nacional y acentuando su carácte~ de cl~s:. l facto" que resume todas aquellas estructuras esta tales neccsarias para
El incumplirniento de funciones estatales significa retransfe:!f la. cns1si realizar e! interés de clase subyacente en un ambiente insuficiente-
a Ja sociedad que ai producirla ya dio prueba de ser mcapaz de · mente permeabilizado por los automatismos de la producción ca-
evitaria por ~í sola, y dejar la "solució~" precisamente en manos pitalista.
de aquellos mecanismos que originan la crisis. La superposición de sistemas de dcrecho difercntPs en muchos
países dei "tercer mundo" -por ejemplo en Argelia: cl nuevo derecho
nacional, el anterior derecho francés, a su vez supcrpuesto al dere-
4.4.2 Derecho l'.ho islúmico y tribal- no es entonces una desviación patológica, sino
una. expresión adecuada de la heterogencidad suhyacente de las rPla-
al Como mediador de relaciones sociales, un derecho "común" sólo 1 cionf's sociales.
puede surtir efecto en cuanto estas relaci?nes se. desarrollan entre
propietarios de mercancías abstractamente libres e iguales. T~l como i
el dinero también el derecho se fragmenta por la heterogene1dad es- . b] Como recurso sólo tiene valor aquel derecho que logra influir efec-
tructural 'de la sociedad. En sectores en que la desigualdad y la ~ep:?­ tivamente en .el comportamiento de los indivíduos. Leycs irrealizables
dencia personail siguen siendo elemen.tos co:istitutivos de la ~propiac10n -ai igual que dinero inflacionado- sólo valen su papel de imprenta.
de un excedente no existe este destmatano abstracto. Ah~, la ley .no · El problema de las sociedades heterogéneas reside pn·c:isamf'nte rn que
media: manda. Un derecho "general" prácticamente no tiene. sentido • cualquier ley general lleva una mayor o menor c:arga de irrealizabilidad.
para aquellos productores dir~cto~ que se encuentran en relaciones de · Como normas geperales, las leyes muchas veces no pasan dr. princi-
trabajo no (plenamente) capitalistas. pias programáticos, planes sin aplicación directa, vagas dedarac:iones
Por el otro extremo las burguesías externas quedan fuera dei al- · de intenciones y tendencias sin contenido real inmediato y no pocas
' •
cance del derecho nacional. Lo que queda fmalmente como " comu- ·! veces engaiíosa.s. Para surtir algún efec:to, el derrcho tiene que salirse
nidad de ciudadanos libres e iguales ante la ley'' se diferencia t~n precisamente de la apariencia. dr. lo general y refrrirsr. rn forma
profundamente en sus respectivos ra~gos estruc:urales que _cualqmer conc:reta a situaciones concretas. Pero con eso pierde paulatinamente
ordenamiento formalmente general e igual termma profund1zando de ' su carácter de derecho común y se transforma en ordenanza pspecial y
hecho las desigualdades materiales y volviéndose imprevisible en sus finalmente en acto administrativo. La promulgación de leyes se con-
efectos concretos. sustancia con su implementac:ión, la función legislativa se une a la
E! principio formal dei estado burg~és se ,re~el:1 así co~o hueco ejecutiva. 184 Así, encontramos en muchos países del "tercrr mundo"
e inoperante precisamente en su expres10n mas tip1ca y deificada,. el •. gobiernos (especialmente militares) que han asumido expresamentc la
derecho común v abstractamente igual. Al producir efectos tan obvia• · 184 La junta militar chilena creó "comisiones legislativas" para ayudarla cn
y
mente parciales materialmente desiguales, la ley pier.~e su capacidad; sus funciones ]rgislativas. "Las comisionrs legislativas son currpos ascsores cn cl
de disimular el interés de clase que se expresa en la acc10n estatal. · prorcso de lcgislación, cncargados principalmente de vebr que los proyectos
La contradicción entre la realidad social y la pretensión de ~~; de legislación guardcn consonancia con la política y la línea d" acción dei
derecho general es una constante en América Lati~a des~e los tiempos l; gobierno." (El Mercurio, édición semanal internacional, 10 de octubre de 1976.)
La invcrsión de dos siglos de pcnsamicnto republicano s<'g1Ín cl cual cs la arción
de la colonia. A partir de la recepción dei pensam1ento liberal ai com~' dei gobicrno la que debe guiarse por la lcy cs completa ( el dato cs de U rs
pás de la subordinación ai "libre comercio" inglés, la jurisprudencia Müller-Plantenbcrg).
EL ES,TADO EN LA }'Ek!FERIA CAl'ITALISTA
EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 153
152
de la transferencia del poder y de la toma de decisiones ( elecciones,
función legislativa, integrándola a su poder ejecut~vo.llY como q~e­ división de poderes, etc.) , cayendo en el olvido que estos procedi-
riendo expresar el carácter híbrido de sus mandatos as aman muc as
185
mientos sólo pudieron llegar a ser portadores de legitirnidad por cuanto
eces "decretos-leyP · • • , • • l ofrecían cierta garantía de resultados materiales globalmente adecuados
v Agreguemos finalmente también que un sistema Jund1co -al iguá
. t ma f1ºscal- nunca puede funcionar meJor que el aparato ai sistema. 188 Al lado de· estas formas de conciencia política surgidas
que un s1s e de las mismas relaciones sociales la producción estatal de ideología
que lo administra. sólo tiene la función de un correctivo posterior.
Ahora bien, todos los mecanismos a través de los cuales la repro-
ducción capitalista procrea su "cielo" de apariencias en situaciones de
4.4.3 Ideología subdesarrollo económico sólo pueden funcionar de un modo parcial:
e ' do entonces los mediàdores dei intercambio social típicos. de uná launageneralización incompleta de las relaciones mercantiles hace patente
realidad de desigualdad y de dominación real. EI carácter de clàse
so~fe~ad burgues~ resultan parcialmente in?perante~ para se7ir ~orno de las relaciones entre los productores directos sale a relucir, lo
medios de la acción estatal, para poder seguir cumphendo sus unc1ones
. dad· el estado se ve obligado a echar mano en mayor mismo que la "competencia desleal" con Ia cual las fracciones más
para con esa soc1e · 1 ·' fuertes de la burguesía monopolizan sus cotos privados en e! mercado.
medida de aquellos medias que penetran esa esfera de ':1"ª circu.ac1~n
trastornada para dirigirse directamente al comportam1ento sacia~ e
Sin embargo, el hecho de que Ias relaciones sociales' reales hayan
. d .. d os Ahí las alternativas que se presentan son en pnmer quedado al descubierto no implica necesariamente que efectivamente
los m iv1 u · , . . d 1 · ' d los se descubran: tan fragmentados como operan los m.ecanismos econó-
lu ar la de influir en la conciencia onentado.ra e ~ ac?wn e
. gd. "d (ºdeología) o en segundo lugar mtervemr directamente micos, tan fragmentadas son también las formas de conciencia pro-
!TI IV! UOS 1 . • ( • l • ) 186 ducidas por ellcis. Por un lado, siguen asirhilándose las ideas de libertad
en su acc1on, t ras poniºe'ndose también
·'
' a su conc1encia . v10
d enc1ad .
Primero la ideología: ya vimos cómo los mecamsmos e repr? u:· e igualdad de los individuas como "buenas" y "naturales" -en última
ción capitalista llevan consigo la producción de las ~o~m~s d~ corc1en~~a instancia porque concuerdan con aspiraciones perpetuas del ser hu-
ue les corresponden. En la "superficie" de !~ socie a . to as . as re ~ mano. Por otro lado, la misrna sociedad que dice ser el garante de estos
q. oci'ales aparecen como relaciones de mtercamb10 eqmvalente, princípios en la vida diaria depara experiencias continuas de injus-
ciones s " clase ticia, opresión y miseria. Para salvar esta contradicción, al hombre
la desigualdad material subyacente queda ocu 1ta, se crea una l
traba ·adora que por educación, tradición, costumbre recon~e as común muchas veces no !e queda sino interpretar su mala fortuna como
· J · d el modo de producción como leyes naturales mcues- el resultado de circunstancias adversas o de un fracaso personal. E!
ex1genc1as e aqu · · d l'b t d
tionables" .187 Transferida al nível político, en esa apanencrn ~ .1 er a resultado es una escisión de la conciencia casi esquizofrénica que
e igualdad, se funda Ja mistificación dei estado como admm1strador suprime constfintemente lo real para realzar lo irreal.
imparcial del bien común. , . . A esa escisión de co,nciencia "vertical", debida a las deficiencias
Al aceptarse las estructuras económicas y ias formas poht.1~as corres- dei capitalismo periférico, se agrega muchas veces otra "horizontal",
ndientes como naturales, Ia dominación burgue~~ se legztzm_~ c?mo originada por la subsistencia de relaciones de producción no capita-
k única adecuada a los intereses generales. Tamb1en est~ leg~t1~md~d listas por debajo dei modo de producción capitalista dominante. La
· · miºsti'fícada La legitimidad materzal ongmana, situación social dei individuo -y esto rige también para las dases
asumc una apanencia · , . , d ·'
basada en una real utilidad dei sistema po!tt1co par~ la .repro ucc10n dominantes- muchas veces está determinada por varias de estas rela-
social, se transforma en una formal, en la cu~! la c.onc1encia de ~u~ ~ste ciones de producción ai mismo tiempo (por ejemplo el índio serrano,
·
sistema es ·e l "b ue no" ya no comprende smo c1ertos procedzmze ztos ricultor de subsistencia, que en Ia época de cosecha haja a Ia costa
ra trabajar como asalariado en una plantación; el rniembro de una
1ss Este origen híbrido plantea problemas. insolubles al ju~iscons~lto; ~éa~~. sta guerrera que va a trabajar como industrial, etc.). Se acumulan
"Die 'Gesetzesdekrete· argent1mscher Revolut10nsre"'1crun5en '
Til man E ver ' . 333-351
Verfassung und Recht m Ubersee, 3, 1968, PP: ' . d" de acción
13s Respecto al "lugar" sistemático de la 1deolog1a como me 10
} 88 Véase Dieter Lãpple, "Zum Legitimationsproblem politischer Herrschaft
,z:,,tatal, véase, entre otros, '\lthusser [7 4 ). e , 221 ln der kapitalistischen Gesellschaft", en Ebbighausen [96], pp. 106-170.
3
181 Karl Marx, Das Kapztal, t. l, MEW 23, p. 765 [t. u · • P·
9 ·
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALlSTA.J. EL ESTADO DE LA PERIFERIA CA·PITALISTA
155
entonces exigencias diversas y muchas veces contrapuestas a su auto· ; Se pl~~te~ así el prob!erna de la conciencia política, en especial
definición social. iso de la leg1t1m1dad de los sistemas políticos y su capacidad de agluti-
En la mente de los grupos sociales esto aparece como ideologías · nar la lealtad de Ias roasas;
superpuestas y entreiazadas que confluyen en sistemas cognitivos contra. Cuando los intereses sociales resultan tan dispares que ya no puede
dictorios y difusos, reflejos de una estructura de clase híbrida e in· aparecer como "generales" dentro de un sistema socioeconómico dad:
forme. Ideologías más compactas sólo se dan como subsistemas insu- ' se ~caba cualquier posibilidad del sistema político rorrespondiente d~
lares con marcos de referencia cambiantes que reflejan algún vínculo satisfarer '_'en general" estos intereses. Por consiguiente. Ia legitimidad
social específico de! grupo respectivo (de tipo económico, histórico, de detc:mmadas estructuras políticas en sociedades e~tructuralmente
étnico, regional, religioso; por ejemplo: las colonias alemanas, l;i.s hcterogcneas, n~nca puede llegar a ser una legitimidad general acep-
sectas norteamericanas, etc.) . Para conciliar una tal ideología homo. tad·ª· P?r practicamente todas las fuen:as sociales. En su lugar hay
génea con una realidad heterógenea, el comportamiento práctico de legitumdad:s parciale~ super Y contrapuestas que se refieren a distintos
estos grupos tiene que contradecir a sus postulados ideológicos con , sectores ~ocial_es, J?erc1bidos por éstos como adecuarión a sus in.tereses
un oportunismo muchas veces espeluznante. reales 0 imagmanos por conductos cognitivos diferentes. E! resultado
Va de sí que fonnas de conciencia tan contradictorias ya no cons· e~ la "norma _de la ilegitimidad", mo más precisamente: una· Jegitimidad
tituyen una garantía segura de un comportamiento social acorde con siempre parcial, difusa y precaria.
el sistema imperante. Se hacen necesarios aparatos ideológicos que Entonces, tampoco resulta concebible que la conciencia legitima-
apuntalan la conciencia de lo irreal proyectando imágenes de socieda- dora se, desprenda de los contenidos materiales de la acción estatal
des capitalistas de consumo de masas (radio, televisión, cine, propa.. contentand_ose to~ la observancia de ciertos proredimientos formàles:
ganda), suscitando esperanzas de ascenso social (por ejemplo por medio · &~n demasi?do d~ver~entes _los intereses sociales para que un procedi-
de sistemas de educación compensatoria, bienes de prestigio comprados· mie~ito de mvestlf c1ertas mstancias es~atales con poder de decisión
a pJazos) O drogando Jas conciencias COn real.izaciones quiméricas SUS·'.' pu~iera ser comprendido como el "correcto" por todas las fuerzas
titutivas (lotería, culto de "estrellas" de cine y televisi6n). Aquellos: sociales relevantes, en e! sentido âe avalar decisiones materialmente
de estos aparatos ideológicos que no son administrados directament~ concordai:tes ton sus intereses. Donde regias formales· determinadas
por el estado cuentan o con su apoyo indirecto o con su. t.oleranci.~. · lograron imponerse como los "en principio" correctos (especialmente
sistemática (por ejemplo juegos de azar formalmente proh1b1dos perQ. !as re~l?s de la democracia parlamentaria; muchas ~·eres por la presión
nunca perseguidos en forma efectiva). . ,; , ideologica de ,Ia potencia ~olonizadora y de una fracrión hegemónica
Sin embargo, los productores de ideologia no escapan de un dilema: de la bur?uesia local relatrvamente compacta), esta conciencia social
cuanto más sugieren que el sistema burgués está intacto y es provechoso, queda SUJeta a. re.ser:'as, resulta· desmentida por la experiencia real y
tanto más apremiantes se hacen las demandas por una libertad. e ~o l.?gra por consigme~~e refutar efectivamente las dudas que puedan
1

igualdad reales. La mayoría de los movimientos sociales en la periferia surgir respecto a la ut1hdad material de dichas regias.
capitalista se guían por formas de conciencia plenamente capitalistas/ . EI estado mismo, con sus diarias incursiones en la vida social con-
aunque sus objetivos a veces resulten objetivamente anticapitalis· • tnbuye a corroer la vigencia de los princípios formales de domi~ación
tas. Las protestas contra el statu quo no surgen tanto de que las masas• bu~guesa _que serían la pie~ra angular de una legitimidad general y
se hayan percatado de lo ilusorio de las promesas dei sistema burgués, ' foi~al. s~ no logra cumph~ con ·sus funciones frente a un proceso
sino, ai contrario, por tomarias ai pie de la letra. No es posible prO' repioduc_ti_v? fragm.entado smo a traves de medidas ad hoc abierta-
yectar una sociedad de consumo de tipo norteamericano por todos;. 1~_en~e dmg1das a mtereses determinados 0 a través de prestaciones
los medios de comunicación de masas sin originar una "revolución de; piopias en forma de Yalores de uso concreto, ya no pueden acallarse
expectativas crecientes". las pregu?t.~s acerca de. la finalidad concreta de estas acciones esta"
. _ . . , . !ales .:enutiendolas a la titularidad formal de las instancias que
1so Un ejernplo registrado en Sao Paulo: actuaba como 1efe de culto e~;, mten1enen.
unacornunidad religiosaafrobrasileiía ("umbanda") u.~ individuo_q_l!e en su vi4; Vemos, así, que la misma heterogeneidad social que socava la
profesional ocupaba el cargo de gerente de una estac1on de telev1S1on. Respecto; '.
a las formas fragmentadas de conciencia social, véase Frantz Fanon, Los condt+;
190
nadas de la tierra, México, FCE, 1963. Horowitz [243], en el título.
156 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPI'l'ALISTA
lS.7
legitimidad de un sistema político, retroactivamente y en contradicción
oon ello, crea una necesidad mayor de legitimación material, al exigirse desígnios. ;xtranjeros i:iara legitimarse se esfuerzan por demostrar que
ahora una justificación material para cada medida estatal por se- la s.~lva~i<?n. ?e la s?c1edad local pasa, precisamente por esa subordi-
parado.191 ~ac1on, c1vil!z~dora ',o "modernizadora", a intereses extranjeros. La
Esta necesidad acrecentada del estado de legitimarse materialme* id~ologia ~ohtica .esta .estrechamente ligada ai.marco nacional, quizá
recibe un refuerzo adicional por la exaltación de que es objeto su mas todavia que la misma política. La ambigüedad de las instancias
función central para el sistema .social en la conciencia del "hombre s~pe:estructurales, doblemente determinadas por el contexto. reproduc~
común". Su omnipresencia conlleva que también todo se espere de él. ti:-o mte~~ado al mercado. mundial y por la economía local, que en el
No sólo sus acciones, también sus omisiones exigen una justificación. La ruvel p~htic? qu:d~ cohes1onado por la posición mediadora del estado,
fijación en el estado muchas veces se mezda, sobre todo en la concien- ~ el ruvel ideolog1co conduce a una incongruencia abierta. El domi-
cia de las dases y capas dominadas, con una desconfianza producto mo de las burguesías externas. consiste, en última instancia -por más
de largas experiencias: "Sin la ayuda dei gobierno no podemos hacer esfuerzos que se hagan (Puerto Rico)-, en no legitimar.
nada, pero i a nosotros no nos va a· ayudar nunca!" Pero, po: razones complementarias, tampoco se legitima el domínio
;_ Qué posibilidades tiene el estado de la periferia capitalista de de. las frac:iones internas, "nacionales'', de la burguesía. A ellas les
conseguir esta legitimación material? ,::En qué tendría que fundarse? falta. materialmente casi todo lo que podría justificar su domínio a
La pregunta por la razón social de una determin:;1da política estatal los OJOS ~e las ~Iases dominadas. Administran sólo una parte de Ia re-
pane ai descubierto que en última instancia no se trata de la legiti- ~roduccion social, una parte además que obviamente no es viable por
midad de un estado o sus medidas, sino de la dominación de una clase 51 sola. Su apo~te hist~ri~o al desarrollo de las fuerzas productivas
sobre otras que él representa. En el fondo todo el problema de la . dentro de! e~pac 1 ?, econom1co local ha sido flojo y secundario. Y, final-
legitimidad gira alrededor del problema de qué es lo que mueve '· mente, la situacmn económica de las dases dominadas resulta tan
a las clases dominadas a aceptar la dominación de otras dases. Para penosa que su dominación tampoco se justifica con base en la utilidad
ello, la clase dominante debe acreditar. que sabe gi;trantizar ciertos ' que presta para .el conjunto de la sociedad.
intereses generales de la sociedad global, incluso en alguna medida La. legitimación ?is~órica de Ia burguesía, por su superación del
los intereses de las dases dominadas. feudalismo. Y el subsigmente progreso social también en favor de las
Así, la dominación burguesa tiene que legitimarse por el papel dases dom~na~as, q~e. en algunos países centrales sigue formando parte
históri.co de la burguesía como protagonista de la revolución antifeudal de ~a c.onciencia pohtica general, no tiene paralelo en Ia periferia dei
y d~l desarrollo de las fuerzas productivas, y por su posición como : capitalismo?. excepción hecha de contados casos (Revolución mexi-
personificación de los medios de producción sociales. Aparece legiti. cana, Ata~urk) ·. ~n parte puede sustituirse por el recuerdo de la
mada en la medida en que logra garantizar un proceso de reproducción lucha de, hberacmn contra el dominio colonial; donde este recuerdo
social fluido y que incluye la garantía de que la fuerza de trabajo •·. ya no esta P:;sen.te de hecho:, se lo evoca artificialmente por medio de
puede venderse. por su valor real en el mercado. ·· una veneracion ritual de los próceres" nacionales.
Todas estas premisas no se dan en la periferia capitalista o bien En relación con las míseras estructuras socioeconómicas actuales no
resultan inciertas. La clase dominante que conduce el proceso repro- hay pue~ manera de legitimar la dominación burguesa en sociedades
ductivo y a cuya dominación tendría que referirse una legitimidad · caracterizadas por el subdesarrollo. Una legitimidad material sólo
se compone de fracciones internas y externas. Una tal reproducción puede fundarse entonces, a manera de sustituto, en Ia promesa para
integrada a un sistema económico internacional no puede obviamente el futuro ~e que. ~ste sería el sistema político capaz de consumir tal
revestirse con la apariencia del "interés general" dentro de la sociedad base m~tenll;l, legiti.madora, vendendo sus actuales deficiencias y crisis.
periférica. La pregunta por la utilidad social de determinadas estruc- ; No. ~a situacio~ ex1ste?te del ~ubdesarrollo sino el proceso de su sµpe-
turas y políticas estatales se refiere siempre, consciente o inconscien;1 I racion se .conv1erte as1 eI'l objeto dei "interés general" y con ello en
temente, a la sociedad local circunscrita por el marco del estado~ .fundamento de legitimidad material. '
nacional. Hasta aquellos intereses más directamente subordi.nados a·\ 1 . ,~n los paí~es del. "tercer 1:1undo", es legítimo entonces un régimen
poht1co que t1ene visos fehaóentes de poder coadyuvar a superar las
i 91 Véase Offe [143], pp. 151s. caus~s del subdes:irrollo, resumidas en los dos aspectos de la depen-
denc1a reproductiva dei mercado mundial y de Ia heterogeneidad
158 EL 'ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALiSTA ; tL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 159

estructural de la formación social. Desde lUego, ninguna programúticà ,Primordial de un sistema reproductivo periférico la liberación de los
burguesa Hamaa los causantes por estas nombres; sin embargo, estando :.males del subdesarrollo, tiene legitimidad material aquel sistema polí-
el problema ahí, las mentes más esclarecidas del pensamiento político tico que se revela útil para este fin.
burgués no pueden deja:r de encontrar alguna aproximación descrip- ' Así, pues, distan de acabarse los problemas de los aparatos legiti-
tiva a estas dos dimensiones básicas del subdesarrollo, ocultando siem- ''madores en países dei "tercer mundo". AI contrario, de la reorientación
pre sus raíces en el modo de producción capitalista. '. hacia el desarrollo capitalista surgen contradicciones nuevas y es-
No es casual, entonces, que sean dos los conceptos legitimadores pecíficas:
a que suelen. recurrir ba jo diversos nombres làs ideologías oficiales: · Son por una parte las contradicciones que surgen entre estas dos
es, por una pane, el concepto de "crecimiento", entendido como ·. finalidades, al tratar de conciliar en la práctica un "crecimiento"
desarrollo capitalista de las fuerzas productivas con el fin de disminuir J capitalista con una rnayor "imegración" nacional. Son reflejo de estas

la distancia que las separa dei nível productivo metropolitano; y por contradicciones la existencia de dos grupos de ideologías políticas refii-
otra parte el concepto de "integración", con o sin el aditivo "nacio- : das entre sí, ambos reclamándose propulsores dei "desarrollo'', pero
nal", entendido como ampliación y homogeneización del mercado ;interpretándolo de modo divergente: mientras los unos proponen un
capitalista interno, a fin de eliminar todos los obstáculos físicos, econó- recimiento acelerado, también a costa de una rnayor dependencia
micos y sociales ai movimiento de capitales y 'de transferir todas las extranjero y de una agudización de los desequilibribs estructu-
relaciones de trabajo en trabajo asalariado libre, resolviéndose cón s, los otros por el contrario dan preferencia a la integración del
ello también el problema básico de la ''integración'', de las clases domi· acio económico nacional aunque ello signifique un crecirniento más
nadas ai sistema por medio de sus propios mecanismos económicos. to. En expresiones y combinaciones cambiantes este enfrentarniento
Estas dos conceptos se encuentran a veces por separado, a veces raviesà todas las pugnas ideológicas de la historia latinoamericana
juntos, con denominaciones, prioridades e interpretaciones cambiantes, ciente ( unitarios contra federales; libierales contra nacionalistas;
en los más diversos contextos, por ejemplo como el lema "Ordem e anced vs. unbalanced growth, etc.). Explica por otra parte coinciden-
Progresso" en la bandera nacional brasilefía de 1891, o como los con- 'as y alianzas programáticas inirnaginables en sociedades capitalistas
ceptos claves "Seguridad y Desarrollo" en las ideologías de los actuales sarrolladas (pôr e jemplo la confluencia. de pensarniento nacionalista
gobiernos militares. latinoamericanos y corno nombre de una revista· tólico con el marxista en la guerrilla urbana argentina, unidos ambos
correspondiente. 192 su rechazo a un modelo de crecirniento "liberal" lidereado por las
En relación con el estado, encontramos aquí el equivalente ideoló- ransnacionales) .
gico de su funcionalidad básica: vimos que bajo condiciones de sub- Por otra parte, la legitirnidad material ya no sólo surge detrás de
desarrollo esta función básica dei estado ya no es la garantía de unà formal, sino que se antepone a ella en una contradicción abierta.
reproducción capitalista existente, sino su imposición en un ambiente ando la fuente material de legitimidad de un sistema político es su
social donde no existe todavía plenamente -la rnisma reórientación acidad de superar los problemas dei subdesarrollo, resulta práctica-
de una situación a un proceso encontramos respecto de la legitimidad. nte imposible reconciliar la legitimidad de un estado burgués con
y los dos conceptos legitimadores "crecimiento" e "integración" no princípios formales. Porque no son los regímenes parlamentarios,
son sino el reflejo ideológico de los dos aspectos principa:Jes de esta alistas y aferrados a determinados procedimientos, los más capaci-
funcionalidad, la "garantía de la inserción en el mercado mundial" os para la tarea dei desarrollo capitalista,. sino por regia general
y la "imposición de regias generales de mercado". Siendo la exigencia ún sistema autoritario.
Vale tarnbién la conclusión contraria: siempre que en países de la
• ~
92
Véase, p~r ejem~I?, Edgardo Mercado Jarrín (general peruano y primer
i:im1stro de! gob1erno militar d.e Velasco Alvarado), "Reflexiones sobre la segu~ riferia capitalista se realzan criterios forrnales de legitimidad, existen
ndad Y el desarrollo en América Latina", Estrategia, Buenos Aires, 24, 1973, ones para sôspechar que algo anda mal con la funcionalidad dei
pp. 29-41, y ?siris Villegas (general argentino y secretario .dei Consejo Nado· ectivo régimen para el desarrollo capitalista _:_sea que la forma-
nal de Seguridad en el gobierno militar de Ongania:), Pollticas y estrategias d tiene que justificar el estancamiento socioeconómico (la legiti-
Para el desarrollo y la seguridad nacional, Buenos Aires, Pleamar, 1969. Es
notable cómo en fases de agudización de! conflicto social la meta de la "integra•
ación tradicionalista del trono etíope por su descendencia mitológica
ción_:' se reduce a la "seguridad", desnudándose en el mismo lenguaje de 101 e la reina de Saba), sea que no es de fiar el carácter capitalista del
duenos dei poder su esencia última, la preservación dei sistema. esarrollo ( el hincapié que se hizo en la constitucionalidad del gobier-
!;"'

~
160 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALLST~' '. ~L .ESTADO .DE LA PERIFERIA CAPITALISTA· 161
1(
no de la Unidad Popular en Chile). Y, viceversa, mientras dura ~~~ midos en Ia palabra mágica "desarrollo". Donde no hay un credmien-
éxito económico de algún régimen, le resulta relativamente fácil çogê; to real convincente, tiene que ir en su lugar Ia ilusión dei mismo a
tener Ias protestas contra su forma política (Brasil). través de planes, quinquenios y consejos de desarrollo o mediante pro-
Que a pesar de todo las demandas de un sistema más democrá· yectos de prestigio de grandes dimensiones pero .aislados. Y cuando
tico nunca se acallen se debe al carácter de una sociedad productora.; no se sabe· cómo superar la heterogeneidad social en Ia práctica, hay
de mercancías y por consiguiente no se puede evitar dei todo. La corv; que superaria mentalmente por medio dei culto a símbolos y héroes
tradicción entre legitimidad material y formal no se puede resolv~rí integrativos. El vehículo más típico ai respecto es el nacionalismo
definitivamente a favor de la primera -sería establecer un sistema;· vocinglero, que sin embargo no puede evitar el suscitar demandas de
político basado en la desigualdad formal, difícil de defender ante l'l) emancipación nacional real y que pierde entonces la legitimidad gana-
presión internacional de signo burgués (África del Sur). Una aproxif da ai reprimir estos movimientos auténticamente nacionales.10~ Ése
maeión la puede brindar la construcción de un "estado de em~7·. también es el lugar funcional dei culto a la personalidad dei jefe de
gencia" (estado de sitio, ley marcial, etc.), en el cual los criterios .d~; estado de turno, que cumple una tarea integradora más aliá dei afian-
la legitimación formal siguen vigentes "en principio", mientras en l(zamiento de su poder personal.
práctica rigen otros criterios declarados como restricción "transitoria'' • Constituyen raras excepciones los intentos de ofrecer una ideología
y "legal" de los primeros. 193 Lógicamente, estos estados de excepci oficial más acabada y declarada oficialmente como eI "pensamiento
tienden a perpetuarse de hecho; sin embargo, mi entras sigan dec nacional''. Se. explica porque son excepcionales las circunstancias his-
rándose y considerándose estados de excepción su ·legitimidad seg t6ricas que les permiten tomar cuerpo y conseguir arraigo en las masas:
siendo abiertamente precaria, escindida .entre lo que "es" y lo presuponen una expansión económica real ("crecimiento") por rnedio
"debe ser", y dependiente de contínuos éxitos materiales en la sup de una ampliarión dei mercado interno y un aumento sensible dei
ración de la presunta emergencia de origen. consumo de masas ( "integrarión"), liclereado por el capital local
En vista de todas estas adversidades estructurales conjuradas pa o con su participación relevante (portadores, carácter nacional de la
socavar la legitimidad de sistemas políticos dei "tercer mundo'', ideología). Todos los ejeinplos conocidos ( el "justidalismo" de Perón,
estado no le queda más remedia que tratar de apuntalar su agrieta el Nasokorn de Sukarno, etc.) caen en épocas de un primer empuje
fachada de credibilidad por medio de la producción estatal de ide industrializador orientado hacia la sustitución de importaciones de
logía. Ahora, el problema que se presenta reside en que las mis. artículos de consumo masivo. En el fondo, también estos intentos
cai,rnas sociales que originan el déficit de legitimidad también obstac; no pasan de un sincretismo empirista y contradictorio; muchas veces
lizan la elaboración de un sustituto ideológico medianamente útil. realzan precisamente los aspectos irracionales de la política y se vuel-
En vista de la fragmentación de los fundamentos de la sociedad ven en contra de teorias más cerradas ( "ni capitalismo ni comu-
imposible que haya un sistema ideológico coherente. Por eso, la.li ide nismo"). Desde aqucllos sistemas ideológicos más completos hasta las
logías oficiales casi nunca se presentan como una totalidad estru apelaciones aisladas, puede trazarse una Hnea de mayor a menor cohe-
turada. Por lo común se contentan con poner "parches" en punt renda ideológica y cfectividad legitimadora, correlacionada rnuchas
neurálgicos, con los que se divulgan emblemas inconexos. La funci' veces con la presencia, en mayor o menor grado, de las premisas histó-
ad hoc correspondiente tampoco se da en la medida en que est ricas arriba mencionadas ("crecimiento" e "integración" real, propul-
elementos ·suehos son conciliables con la realidad o son una revisi' sados por e! capital nacional) .
de ella. Basta con propalar estos \'spots" con tanta más intensidad. En consonancia con .su incoherencia intrínseca, estas ideologías
agresividad, al estilo de las agencias publicitarias que efectivamen pfiriales tampoco suelen ejercer mucha presión para que sean efcctiva-
son las que producen y divulgan estas ideologías oficiales por enca ente aceptadas por todos. No tienen pretensión totalizadora; si no
estatal ("Argentina Potencia" - "Brasil - ame-o o deixe-o"). gran acaparar legitimidad, sirven siempre como indicadores de por
Tratándose de suplir las deficiencias de la legitimidad materi
esta propaganda oficial tampoco puede dejar de .referirse de ai~ 194
Véase Alonso· Aguilar, "Naciónalismo burgués y nacionalismo rcvolu·
forma a los mismos dos conceptos '~crecimiento" e "integración'', re nario'', en Problemas de~ Desarrollo, 23, agosto~octuhre de 1915, pp. 13~24.
emplos históricos son el papel dei nacionalismo en la revoluci6n cubana, o
la pugna entre las diferentes fracciones dei peronismo por apropiarse dei
19 3 Véase Meyer-Franck/Frommann [305]. nacionalismo.
162 EL ESTADO EN LA PERIFERIA·'.CAPITALIS EL ES'X'ADO DE LA PERI!'ERIA CAPITALISTA 163

dónde pasan aproximadamente los límites de la tblentnbia estatal antt! creando otros nuevos; la necesidad de medidas se le transmite por
actos disconformes. conducto de una encanada lucha de· competencia;. eri la cual las causas
Desde luego, la sujeción de la conciencia política por medio dê de las crisis resultan falseadas hasta lo irreconodble, y en la cual
tales sustitutos estatales de ideología nunca puede ser digna de' con" además se impide sistemáticamente ai estado desarrollar una raciona-
fianza. Queda como alternativa la de desviar las mentes hacià objetos lidad por encima de intereses particulares.
sustitutivos, como pueden ser "enernigos'' externos o internos {conflio; Los recursos que necesitaría para resolver los problemas sociales
tos limítrofes,. comunistas), u ofreciendo una participación sustitm por causa de estos mismos problemas son escasísimos y Operan de
tiva (f útbol) . manera desigual y parcial; además, su uso se difkulta por las deficien-
AI lado o en lugar de ello también se utiliza el expediente de tr cias del aparato administrativo. Y, sin embargo, no se puede prescindir
de impedir cualquier toma de concientia, privando a los indivíduos dtl dei cumplimiento de ciertas tareas so pena de poner en peligro ai
los medios para orientarse ..-sea en la forma arcaica dei análfabe1 sistema mismo. El último recurso dei poder estatal se convierte así
tismo planeado o en la forma moderna de la censura. La supresión , tendencialmente en el único para cortar el nudo gordiano de los círcu-
de la conciencia asume aquí la función de la fijación social, que en las' los viciosos.
sociedades precapitalistas la cumplía la religión y la · sigue · cum- Mientras los medios regulatorios de la circulación -dinero y dere-
pliendo en muchos países de! "tercer mundo". El condicionamiento, cho-~ tratan de modificar los parámefros dei comportamiento social
ideológico se convierte en .este caso en violencia ideológica, antesala y de atacar con eso las causas de las crisis (quedando sistemáticamente
de la física, con la cual sigue aparejada: en la combinación moderna de. fuera de su alcance las ca'usas últimas ubicadas en la esfera de la
la censura con la tortura persiste el "A Dios rogando y con el mazo producción), y mientras el medio de la ideología modifique, aunque
dando" de los conquistadores. no la realidad, por lo menos su percepción, la represión no intenta
Con todo, no se puede prescindir completamente de ofrecer alguna remediar las causas de los conflictos -opera exclusivamente sobre sus
legitimación formal dei gobierno respectivo. E! "tercer mundo" es consecuencias ai obligar a los agentes sociales a comportars'e como si
verdadero musco de los ejemplos más inverosímiles de cómo los a no existieran las crisis, independientemente de su continuidad. Quiere
ratos ideológicos de los respectivos estados tratan de investir de al decir que la 'represión tiene la ventaja, en comparación con todos
justificativo formal a sistemas políticos obviamente basados en la vi los demás, de ser el medio más eficaz y directo para hacer desapa-
lenda. Así, cuando se derroça 'a un gobierno electo, nunca .se deja· recer los sintomas de las crisis. Por e!Io, la violencia asume el papel
explicar que la supresión dei principio ,de la soberania popular se de de receptáculo en el cual Càen (o debería:n ca:er) todas las éxigencias
precisamente a la observancia de dicho principio y obedeciendo " funcionales no· satisfechas por ottos medios. Desde luego, no se trata
reclamo de la nación entera". de superar las contradicciones subyacentes, sino de suprimirias.
Las grietas de la consttucción social de una sóciedad · capitalista
subdesarrollada son tan múltiples y profundas que el estado necesa-
4.4.4 Violencia riamente tiene que fracasar en su intento de medía:r' entre todas estas
contradicciones o mistificarias eficientemente; nb le queda entonces
En el curso de nuestras consideraciones nos encontramos con toda u sino el recurso a la violencia. La represividad de muchos sistemas polí-
serie de contradicciones sociales, que agobian de exigencia:s funci ticos del "tercer mundo", que eh parte es respohsable de la irrip1'esión
nales ai estado de la periferia capitalista, pero al mismo tiempo de "estados fuertes"; eri rea:lidad se dehe a su debilidad fÍinéionaL
coartan los medios para cumplir con ellas. La situación de inserci' En ese traslado dei acento hacia los medias de dominación directa
periférica en el mercado mundial confronta al estado con la t ,en desmedro de. los medias regulatorios de la circulación típicos de]
gigantesca de mantener funcionàndo a un contexto reproductivo d estado burgués se refleja también en sus modos de acción la çontra-
garrado por innumerables fisuras y de impedir la desintegración dicción entre su principio formal y sus exigencias funcionales. AI orien~
una sociedad incoherente. Estas mismas fisuras, por otro lado, lo ob tar su acción directamente hacia el com1)ortamiento social de los
gan a acometer sus tareas por medio de intervenciones individualiza grupos e indivíduos, ya no se refiere a ellos como propietarios de mcr-
y concretas, con lo cual se contradice a'. sí mismo como estado burgu cancias y ciµdadanos abstractamente librcs e iguales, sino como agentes
c.on tales medidas ad hoc sólo puede resolver determinados problem de producción concretos, materialmente desiguales. Con eso1 ya nn
164 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA l EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
165

entra cn esccna corno encarnación dei interés com{m, sino· como (~ara ~ue la máxima de.l presidente brasileno Washington Luiz ( 1929)
1

representante político de un dc>minio. de clase. siga vigente: "La cuest1ón social es una cuestión de polida". y en los
A esta tcndencia general dei estado capitalista periférico hacia la 1 sectores más modernos cualquicr presión hacia los mcdios integrativos
rcpresividad como compensación de deficiencias funcionales se agre- puede ser contrarrestada ya sea aprovcchando la abundante oferta de
gan otras causas 1rnís específicas de la violencia que radican en los mano de obra q~e con alg;ím entrenamiento adicional puede tomar
principales focos de crisis propios dei subdesarrollo económico y se rela- , el pu.e;~to d; traba.1ad.orcs revoltosos, o bien importando medios de pro-
cionan por ende. con sus aspectos principales, los contrastes entre ~ucc1on mas producti~~s que reduzcan el total de mano de obra reque-
diferentes niveles de desarrollo de las fuerzas productivas primero en rido y con ello tamb1cn el problema social que representan; así, la
comparación con el mercado mundial y segundo entre los distinto~ · f~.erza ~aboral de estos sectores modernos sólo está a salvo de la repre-
sectores dentro del espacio económico nacionál. s10n m1entras los costos de medidas integrativas queden por debajo
de los costos de las alternativas mencionadas.
l] En aquellas ramas que producen para el mercado mundial o que Como reverso de la misma moneda, cualquier reivindicación econó-
compiten en el mercado interno con productos extranjeros el cotejo con ~ica constituye ya una amenaza potencial a la posibilidad de apro·
el superior nível productivo de las metrópolis genera una presión per- piar~ de un plusvalor, base de cualquier acumulación. Quiere decir
manente sobre los salarios. Para akanzar condiciones de producción que simples demandas salariales tocan la esencia material dei derecho
lucrativos frente a un mercado en que los precios son fijados de de propiedad y por ende los límites dei sistema. En su consecuencia
acuerdo con una mayor productividad media, estos capitales están económica cons~ituyen unasituación objetivamente prerrevolucionaria·
forzados a mantener bajo su capital variable y a restringir correspon- 3.'lÍ se explica por qué el estado muchas veces reacciona con sum~
dientemcnte el fondo reproductivo de la fuerza de trabajo.rnr. En los brutalidad a simples reivindicaciones laborales. 1 98
sectores más rezagados, donde no hay competencia internacional, rige 1

una presión similar por causa de lo exíguo de la masa total de plusvalor 2] . Donde subs!sten relaciones de trabajo no capitalistas, las formas
alcanzable. ab1ertas de des1gualdad y de dominación siguen siendo un sine qua
Esta depresión estructural de los salarios ya no puede mantenerse non. de. la apropia~!ón. Vimos que esta fuerza extraeconómica ya no
tan sólo "por fuer1.a de las circunst.ancias en vez de la coacción directa, es e1erc1da (exclusivamente) por el propietario de los medios de pro-
y por el mandato legal en vez dei látigo". 1911 Especialmente cuando las: ducción, sino que ha sido asimilada (parcialmente) a la "fuerza
cambiantes coyunturas internacionales obligan a bajar bruscamente pública".
el sueldo por debajo de un nivrl anterior (la situación actual de Amé-
rica Latina), la violencia abierta se hace inevitable para imponer esta 3] Subsiste finalmente también la violencia prop"a de 1 1 ·•
· · • a 1a c lase tra bªJª
pnvacmn · d ora. 1•11
· "e a lia tam b"' ·
1en e1 mecamsmo por eI . originaria cuando se trata
. de separar a pequei os1 p oda acumu
t dac10n
l 1 · · d ..d d · 1 r uc ores e sus
cdual en os paidses ?entra 1el.s e1 plau1abtmo a~mento e comlp1ejdl' ª.
i medios de producción y someterlos al sistema dei trabajo asalariado,
el' prdoceso bpr? uct1vo ~biga a as 'lurgues1as dª. asegurar. a i~c1- ·.por ejemplo echando de su tierra a pequenos colonos, desalojando o
p m~ e tra ªJº necesa~1a _no tan. soo por me 1.os r~pres1vos, s1~0 embargando a pequenos artesanos arruinados, etcétera.1u9
crec1entemente con med1os mtegratlvos. La s~perv1~enc1a de amphos . Por más que se diferencie teóricamente aquella violencia que "abre- .
.sectores. r~;agad~s ?acedq ue n~ se ~resen~e adiu todavr~ª. el problemab, ~a v1a a manera de incubadora las transiciones" 200 de aquella que es
1
compos1c1on orgamca e1 capita1 s1gue s1en o o su 1c1entemente aja
198
"La pugna por el ac:ceso a las !'.T:manrias c)p la procluctividad por rmrtt'
. de las dases sub privilegiadas se transfonna necesariamcnte en una declara-
mã Esta depresión dei sueldo es entonces consecuencia dei subdesarrollif~ ,.ción de lucha ai sistema, Y la pugna por ascgurar las posibilidades de acumu·
económico, y no su causa, como lo postula la escuela "tercermundista" de~ ;lación se transforma necesariamente en represión." (Oliveira [50], pp. 69s.)
Emmanucl; véase supra nota 49. ' ' 199 Véase, entre otros, Octavio Ianni, ·A classe operária vai ao campo, São
196 Karl Marx, Das Kapital, t. 3, MEW 25, p. 803 [t. m/8, p. 1011]. , ,Paul~, Cuadernos CEBRAP, 24, 1976. Véasc también la novela "clásica" latino·
1111 Obsérvese la analogia con la fase histórica de la acumulación originaria;~· americana sobre la paulatina destrucción de la economía comuncra indígena
"La burguesia emergente neresita y utiliza la fuerza estatal para 'regular' 1~~ 'de! ~utor peruano Ciro Alegria, El mundo es ancho y ajeno, 1941 ; hay varias
remunerarión dei trabajo" (Karl Marx, Das Kapital, t. 1, MEW 23, p. 765\ ed1ciones.
lt. 1/:~. pp. 922-923]). 20
° Karl Marx, Das Kapital, t. I, Mt:w 23, p. 779 [t. 1/3, p. 940].
166 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA E,l. ESTADO DE LA PERIFERIA .CAPITALISTA
167
201
"eUa misma una potencia económica", en su apariencia empírica a· sus métodos y sus destinatarios. Princípios de adeeuación resultan
estas dos causas de violencia suelen confluir en un solo poder represivo ilusorios, las víctimas de la represión muchas veces no son los mismos
omnipresente en las regíones y los sectores más atrasados, que sistemá~ individuos o grupos que con su acción pusieron de manifiesto una
ticamente está del lado de "los ricos" y mantiene al "hombre común'i crisis deter:minada, ni hablar de aquellos que la causaron. La represión
en una situación de privación de derechos que lo obliga a someterse .a se vuelve mcoherente: en el medio de una represión generalizada se
cualquier dictado económico. encuentran de repente algunas libertades insulares insospechadas o una
Esto tiene también su reverso: cualquier reclamo contra estas rela" ob:mrvancia pulcra de algunos restos de un estado de derecho. Deter-
ciones de trabajo conlleva entonces necesariamente también cuna rebe-. minados actos · hoy son tolerados y maiíana reprimidos; la misma
lión contra la fuerza extraeconómica que las garantiza, convirtiéndose. organización política es perseguida en una parte dei territorio nacional
en rebelión política, aun sin quererlo.. Si los órganos delestado tilda?- de y, actúa·abiertamente en otra,
"subversiva" cualquier articulación organizada de intereses soc1ales 'Un.intento de corresponder a las causas y finalidades rnúltiples de
que sus protagonistas no conciben sino como demandas más elementales • la represión es,tatal puede ser el desdoblamiento del aparato coorcitivo
de justicia dentro del sistema imperante, ambas interpretaciones en"' estatal en una multitud equivalente de órganos de represión "especia-
caj(j-n perfectamente con l·as dos caras objetivas de la misma realidad: , lizados". Como resultado observamos en muchos países de la periferia
la justicia real ·es subversiva. . capitalista todo un haz de unidades militares, paramilitares y policiacas,
Mientras la violencia siga implicada abiertamente en las funcione's uniforrnadas o no, públicas o secretas, legales o ilegales, muchas veces
econón:úcas no puede constítuirse plenamente como política. C!i>ncor•. embarcadas en una viva competencia entre sí. 20 2 ,
dantemente, muchas veces tampoco se ha conv~rtido en monopolio Ahora bien, si la represión debe compensar las deficiencias de i
estatal: al lado de! aparato represivo estatal en muchos país~s dei t?dos los demás medios de acción estatal y hacerse cargo de una can- :
"tercer mundo" encontramos otros órganos de coacción or-ganizados ttdad de problemas no resueltos, ide dónde consigue el estado el pode-
1
por particulares, en forma de "servicios de vigilancia'' de e~presas, río necesario para ello? La sociedad capi talist<i. que Jo .agobia de pro-
guardaespaldas con funciones obviamente no sólo defensivas, sindicatos blemas i puede dotarlo de un poder coercitivo digno de confianza?
de tipo mafia, guerreros tribales, etcétera. , Las burguesías locales seguramente serían incapaces de. proveer de
También en su dimensión espacial, en lo. tocante al territorio na- fuerza. suficiente. a un· órgano de, represión . .,-pero ellas n.o son sino
cional, el monopolio e.statal de la violencia resulta a v.eces atajado po" ~na parte de las dases ,dpm,inantes ~uyo poder político s,e encarna en
otros sistemas de dominación no integrados efectivamente al poder e!estado. Sus .recursos de vio.lencia no. son. sólo aquellos que corres-
estatal: domínios tradicionales o regionales, el poder incontrolable pon,den al bajo nivel, de desarrollo productivo de la sociedad loca},
de latifundistas, zonas prácticamente extrate:;-ritoriales en manos de sino 5<: arma también -c--en el sentido literal y figurativo- de los medios
empresas extranjeras, zonas de intereses econÓmieüS ilegales militari~ repres1vos modernos que le: proporcionan. las fracciones externas de la
zados (contrabandistas, traficantes de esclavos, productores de drogas; hurguesía: Forman parte de este tipo de "ayuda" no sólo envíos (paga·
e'tc.) o de fuerzas insurgentes. · , dos o gratuitos) de armamento, sino también cursos de entrenamiento,
También puede darse e) caso de que la fuerza política dei estad.o sistemas de información, cooperación internacional de aparato11 mili-
vuelva a privatizai-se parcialmente en situaciones de conflicto agudo, tares y policiacos, hasta el reaseguro que presta el aparato represivo
cuando la fuerza represiva del estado se revela impotente para copar de las mismas m.etrópolis, dispuestas en casos de. emergencia a salvar
por sí sola con una situación y se delega a grupos privados desligados
de ataduras jurídicas o administrativas (terror blanco, bandas parapo- 202
liciales). Aquí, el domínio de clase ya no es ejercido tan sólo _ror e;\ En la Argchtin:a hay p0r lo méfÍós' cliez serv1c1os secretos oficiales, sin
cóntar los organismos y ·grupos ·eufemísticamente llamados "descontrolados".
estado, sino ·revierte en el mismo poder social de la clase domman~1 los servicios de infom!adórr ,.de' las tres armas, ejér.cito, marina y fuerza
Cuanto más numerosas las .contradicciones y cuanto má&. entre- ea ( srn, SIM, SIFA), de la Gendannería Nacional, de la Prefectura Maríti-
lazadas sus apariencias en crisis sociales, tanto más inespecífica tiene ' de la Guardi.a de la Hacienda, .de la p0licía federal (Coordinac.ión Federai)
que quedar la represión estatal desplegada para combatirlas en cua.rito e cada uría de las policías pro.vinciales, y finalmente un servicio direétamente
rdinado ai presidente '( SIDE )'. A esto hay que agregar los servicios secretos
jcros, .tanto de las metrópolis (principalmente la CIA), como los ele otras
º
2 1 Loc. cit. taduras· latinoamericanas, especialmente brasileiíos, chilenos y uruguayo~.
EL ESTADO EN LA PERIFERIA· CAPITALISTA EL J;;>TAUO DE LA PERffERIA CAPITALISTA 169
168

"la vida y la propiedad de los ciudadanos" por medio de una inter• . de las relaciones capitalistas de producción en un medio social hetero-
vención directa. géneo es en forma fragmentada y a través de continuas inteivenciones
En comparación con otros medios de acción estatal, la capacidad refiidas entre sí, cuyos resultados nunca concuerdan ptenamente con
represiva es un recurso de transferencia relativamente simple y barato. los fines perseguidos. En los aparatos esta tales de los países dei "tercer
Es la única para la cual no vale aquello de que se incrementa su escasez mundo" estas exigencias contradictorias de acción estatal suelen reper-
cuanto mús apremiantemente se necesita. La inserción en el mercado cu.tir en ~a crea~ión de una mezcolanza de ministerios, dependencias
mundial repercute aqui directamente en una ampliación dei poderío i e mstancms. dedicados cada cual a tareas específicas de . acuerdo con
estatal. .Resultado de ello es un aparato represivo que por regia general J c:!terios ~ preceptos propios, y cuya ~olabotación mutu~ en la persecu-
se adeianta en mucho a la sociedad local en cuanto a su "modemidad". · c1on de fmes mas globales re.sulta mas que dudosa.~ºª
Sin embargo, la violencia no es. ningún deus ex machina. Primero, · . Prácticamente, no hay estructuras formales que puedan ser ade-
no sabe resolver las contradicciones sociales, sino sólo suprimirias. cuadas a tanta heterogeneidad social. En consecuencia; surgen estruc-
Y, segundo, como poder resumido de la clase dominante queda limitá.do · turas de decisión informales que cortan a través de las instancias
por el poder contrapuesto de las dases dominadas. f~rmales, prácticas no avaladas por la estipulación legal y competen-
cias confusas. . · ·
Pero la diversidad de las necesidades soc.iales por atender no s6lo
crea una multiplicación cuantitativa de órganos, penetra también su
4.5 LA ORGANJZACIÓN DE LA ACCIÓN ESTATAL conformación cualitativa·: el grado de "modernidad". de un órgano
EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
de estado, sus métodos específicos, hasta la ideología de los respectivos
funcionarios se diferencian profundamente según el aspecto de la vida
social ai cual se dirige principalmen~ la respectiva fUnción estatal.
4.5.1 El aparato del estado
Así, las agencias ligadas a los sectores hegemónicos de la economía
· están dotadas profusamente de personal calificado, técnica moderna
La capacidad del estado de cumplir con las tareas que le son tránsmi· e ideología tecnócrata-progresista, mientras las cajas de jubilación, las
tidas no puede ser mejor que el aparato de que dispone para.ello .. Pero oficinas de sanidad pública y en general las dependencias fuera de
este aparato no es un mero instrumento, moldeable ai antOJO: s1endo los conglomerados urbanos residen en barracas, tienen que hacer sus
el "cuerpo" del estado, tiene que en"carnar"se en él la interrelaci6n cálculos a mano y pagan de su propio bolsillo los bolígrafos que usan.
qu~ éste mantiene con su sociedad de origen. Tiene que reflejarse en su La multiplicación y heterogeneidad de los órganos estatales no es
estructuración la yuxtaposici6n de lo económico y lo político típi de por sí patológica; al contrario, en principio está enteramente
de la sociedad burguesa, que se expresa en un aparato burocrático Y acorde con sus funciones y constituye Ia única manera eri que el estado
una "clase política" desligados formalmente dei intercambio econÓ· puede realizar con fines de organización su papel de "estado de inter-
mico separados de los agentes de producción y dotados con una apa· vención permanente". Sin embargo, esta incoherencia necesaria no se
riencla de imparcialidad. Pero tienen qqe reflejarse también todas las mantiene en un nível provechoso: la confusión las contraórdenes
incoherencias y contradicciones que caracterizan a esta interrelació~ la duplicación de instancias con su secuela de tr~bajo doble, compe~
en el caso dei capitalismo periférico, dando origen a múltiples insufi· tencia y falta de coordinación tienen que terminar por crear más pro-
ciencias y deformaciones de los órganos estatales. Ya podemos pronos· blemas de los que solucionan.
ticar entonces que el estado periférico queda atrapado en un círculo EI intento de solución más a mano es la creación de instancias
,·icioso también por lo que respecta a su funcionalidad organizativa:) • 2 ~3 Fuen!e importante de fenómenos empíricos de contradicciones y defi·
por un lado se confronta con una variedad de exigencias funcional c1enc1as func1ónales de los aparatos estatales en países periféricos son los trabajos
contradictorias; por otro lado, estas mismas contradicciones se rep de Kaplan, especialmente [261]. Siri embargo, Kaplan no tiene explicación
ducen en la estructura y el funcionamiento de su aparato de u teórica para estos fenómenos, por lo cual no pierde la esperanza de poder racio·
nalizar el aparato en el futuro. Resume: "La administración .pública aparece
manera que reduce aún n1áS su capacidad reguladora. r.omo una adición de grandes y pequenas ruedas que giran separadamente en el
Vimos que la única manera en que el estado periférico puede d vacfo" ([253], p. 34). Metáfora impresionante pero falsa: las ruedas están
empenarse en su funcionalidad global de propulsar la generalizació conectadas por su necesaria contradictoriedad.
170 EL ESTADO EN LA l\.ERIFERIA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 171

especiales dedicadas a controlar y coordinar esta multitud de agencias, l dad circundante. Así, la hipertrofia y la cen.tralización. ,se impl,llsan
por medio de nuevos órganos o consejos centrales. Pero así sólo se mutuamente. ,
resuelve el problema en apariencia y a corto plazo: la "incohere.ncia En estrecha comb.inación se da tamhién la diaÚctica entre privati~
inherente" de sus tareas obliga al poco tiempo a la instancia rec1en zación y burocratización d{!l estado. Por un lado, eJ.:estado debe.garan-
creada a abandonar su pretensión de consistencia; queda sólo una tizar. las necesarias condiciones generales de producción y reproducción;
por otro lado, estas. nece.sidades generales se le transmiten transformadas
agencia, un trámite. más.
Otro posible intento de cumplir con estos imperativos funcionales en intereses particulares no generalizables entre sí, a las cuales sólo
puede dar respuestas individuales. . , ·.
contrapuestos consiste en incorporar Ia función social respectiva ai
Por eso, la fragmentación dei aparato de estado en .múltiples fun-
aparato de estado, con la esperanza de poder resolveria Ihejor una
ciones diferenciadas sue)e ir acompafiada de una. tendencia, .hacia la
vez que quede bajo el control exclusivo del estado. Sin ·embargo, al
captación de Jos diferentes segmentos por intereses particulares. La fun-
poco andar suele quedar patente que no sólo se incorporó la funcióri
ción estatal y el )nterés privado se entrelazan, re.sulta a veces difícil
al estado, sino también las contradicciones sociales que le dieron·origen. discernir si una agencia de.termin.ada sigue .siendo órgan~ .de estado
Cuando, por ejemplo, se nacionaliza una empresa a fin de eximirla o ya, se ha convertido .en antesa.la de, uno u otro grupo de pre~ión y
de las asperezas de la competencia, tarde o tempran~ resulta que sólo se en su representación ,ante el estado. La constitución incompleta dei
dio cabida a la competenda dentro del estado, donde' estorba fa fun- estado en su forma burguesa abstrâcta se expresa, pues, en su "cuerpo"
cionalidad de otros. órganos, sin que se haya mejorado la racionalida:d comp segmentación y .particularización de sus miembros.
económica de la empresa incorporada. ta·necesidad de proveer algún T.ambién aquí, una estrecha vinculación ent~e el estado y los inte-
seguro de desempleo puede Jlevar' a crear' puestos superfluos y .disfun- ' re,ses privados en principio no es.tma anomalía, sino un supuesto de sµ
cionales -'-por ejemplo, en la empresà que acabamos de menc1onar- correcto funcionamiento, que sólo así puede ac;lecuarse .a la contradic-
con lo cual sólo se encubre provisionalmente el problema del ~esem­ toriedad inevitable de los jr*reses en litigio. Ha,sta la corrupción como
pleo, dificultando a, más largo plazo lá. regulación de los problemas procedimiento abreviado y éxpeditivo para satisfacer un interés par-
de desarrollo económico subyacentes. ' ticular pued,e ser un método "racional" para mantener ágiles las, rela-
. Así la materialización de las diversas exig~nciàs funcionales en ·.el 1 ciones recíprocas entre el estado y la sociedad en vista de una variedad
interio~ de la maquinaria dei estado produce u'na tendenfia hacia .la imprevisihlede casos no genera.lizables entre sí, que rebasan · necesaria-
hipertrofia y la heterogeneidad dei aparato estatal sin qúe aumente p01· mente cualquier cauce formalizado. 204
ello su capacidad reguladora. · Pero en la medida. en que se instrumenta . al estado en favor de
La única salida de este círculo vic.ioso consis,te en. fortalecer Ja intereses particulares surge por otro lado el peligro de que quede inca•.
imtancia central de las decisiones. Si los. órganos separados dei estado pacitado toda:vía para cumplir con las funci~ne.s generales. que siguen
ya no son capaces de operar según un criterio funcional cpmúni en- 1 si~ndo necesaria~ para la salvagµardia del conjm;ito dél sistema: su
tonces.la cúpula del ap~ato tiene que poseer poderes tanto más omní- defensa contra enemigos de fuera y de dentro, la. gara,ntía .de las reglas
modos para. poder seguir imponiendo ~ necesaria c~herencia en. lç básicas de mercac;lo, el .suministro de. ciertos supµestos esenciales mate-
global. De ahí resulta una tendencia contrapuesta hacia .la centraliz(E- riales de la producción -.todas son y siguen siendo tareas, globales que
ción dei poder en manos de un gobiemo central absorbente y por ende no pueden de.satenderse so pena de interrumpirse .el .pr~o .de acu-
en la persona de un jefe de estado o de gobierno "fuerte". mulación. .
Pero tampoco así se soluciona el problema; mientras los niveles Para seguir estaFldo capacitado para estas .tare.as i~dispensables, el
inferiores quedan anquilosados en su cap~cidad ~esoluti~a1 las. instan-
cias máximas se estrangulan en su prop1a ommpotenc1a. Todos los · 204 · "En términos de crecimiento económico, la única cosa peor que 'u:na

asuntos de estado dependeu de la capacidad .de trabajo de pocas perso- sociedad con :una burocracia rígida, hipercentralizada y deshonesta es una con
~na burocracia rígida, hipercentraliza<;la y honesta" (Huntington. [245) 1 p. 69)
nas. Resulta imprescindible a:horrar su tiempo·:asegurando una óptima (nosotros diríamos "desarrollo capitalista periférico" en vez de "crecimiento
preparación de los asuntos que llegan a su · decisi0n: surgen .· nuevm económico"). Véase también J. G. Scott, "The analysis of corruption in
consejos consultivos y organismos de planificacióri, que no tardan ep develóping countries".• Comparati11e St'udies in Society and History, vol., 11,
independizarse y enredarse a su vez en las contradicciones de la socie- pp. 315-341.
EL ESTADO EN LA PERlFERlA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 173
172
estado tiene que esforzarse por refrenar un acceso incontrolado de inte- asociación de Jatifundistas. Quedan finalmente los casos de instituciones
rest>s privados. Esto se expresa en un empeno por formalizar sus rei~- formalmente privadas, pero controladas de hecho por el estado (por
ciones exteriores, materializado en el ap~rato estatal .~omo tendenc~a l ejemplo, sindicatos y rnedios de jnformación "verticalistas", organismos.
liacia la burocratización. De paso se realimenta tamb1en la tendencia de ensefianz~ o de asistencia social financiados en buena medida por el
hacia )a hipertrofia, al crearse nuevas instanci~s. por de~confianza de estado) o que llegaron a asumir de hecho un papel dentro de las estruc-

las anteriores que ya demostraron su permeab1hdad .mtereses par- turas de dominación estatal existentes (por ejemplo sindicatos y medios
ticulares "inconfesables". Pero ante la disparidad objetivamente irre- de inforniación "ofidalistas", cámaras de comercio, asoeiaciones em-
conciliable de intereses, tam~oco esta burocracia puede dejar de presariales y colegios profesionales que controlan los sectores hegemÓ•
atender intereses concretos con cada decisión concreta que toma. nicos de la economía, etcétera). .
Cuanto mayor el número de instancias intervinientes, tanto más acce- Con · esa división dei trabajo entre un "centro" y una "periferia"
!"
sibles son para intereses individuales., través dei "comp~dre" Y el dentro dei aparato.estatal se traslada el problema de la "separación de
"amigo" en la oficina de control rec1en creada vuelve a ~1It.rarse en lo general" a1 interior dei estado. Si e! estado no puede "desdoblarse"
el aparato de estado aquel favoritismo que se bu~caba .ehm1~ar por enteramente de la sociedad circundante por causa de la generalización
medi o de Ia creación de dicha oficina. La tendenc1a hac1a · la impla~- incompleta de las relaciones mercantiles, entonces ·él mismo tiene que
tación de otras instancias de .control se prolonga Y vuelve a conducir "desdoblarse" en una parte exterior privatizada y una parte interior
al punto de partida. . . .. · . . que sigue .representando una generalidad .abstracta. Figurativamente,
La relación conflictiva entre el necesano cumphm1ento de mtereses el estado se repliega detrás de murallas interiores, ante la superioridad
globales y el inevita,ble enredo en. interese~ p~rticulares suele inseri· arrolladora de los intereses privados que lo sitian.
birse dentro del aparato de estado por algun tipo de est~uctura con- Este escalonamiento concéntrico de diferentes grados de abstrac-
céntrica: un núcleo formado por órganos de estado que s1guen repre· ción estatal es la. expresión material de l.a dialéctica arriba expuesta
sentando un poder estatal relativamente general y abstracto, se ~ea entre una potencial ampliación de· los límites de acción dei estado y
de un halo de diversas agencias que articulan aquella generabdad s su probable instrumentación por parte de intereses particulares, resul-
abstracta con la realidad social, pasando por varios niveles de "priva· tado dei particularismo inevitable de todas las relaciones entre el
tización" hasta llegar a sus ramificaciones particularistas. estado y la sociedad.
Típicamente, forman parte dei núcleo e;itatal: las fuerzas ~ada!!, i ·· Es obvio que en sus permanentes oscilaciones entre hêterogeneiza·
el jefe de estado 0 de gobiemo con .su equipo de çola??radore~ mme- ·. ción e hipertrofia, estatización y particularización, centralización y
diatos la alta burocracia ministerial, a veces tamb1en los organos •· dispersión el estado tiene que producir una serie de deficiencias funcio·
centr~les de planificación y partes de la justicia. En las esferas estatales nales secundarias: ai. abrirse el aparato estatal a Ias contradicciones
circundàntes, parcialmente privatizadas, se congr~gan órganos de muy sociales, la lucha de competencia se traslada a su interior; en forma
distinto signo, siendo entre ellos el parlamento (s1 es que hay alg~ ~ue abierta como disputa ent.re intereses económicos contrapuestos, 0 en
sele asemeje) no necesariamente el más importan~~· aunque el umco forma solapada como permanentes rencillas entre los diferentes órga·
legitimado por la teoría liberal para una tal func1on tra,nsformado~. · nos de estado. De la privatización de segmentos dei estado hay sólo
Algunas agencias han sido creadas expresamente como ~r~anos semi· un paso bacia la "feudalización" de ciertos reductos oficiales. Así,
estatales de autoadministración en el lindero entre la act1v1dad estatal muchas agencias estatales en países dei "tercer mundo" ofrecen la
y la privada (empresas del estado, organismos mixtos, compuestos pot Jmagen de fuentes celosamente ·custodiadas de caudales y poderes de
representantes dei estado y de las "fuerzas vivas", como. pueden ser las un clan, una minoría étnica o regional o de una "mafia", independi-
juntas reguladoras.º los org~ni.smos ~e fom:nt~ pa.ra c1ertas ramas de ~ándose por., cpmpleto el interés por la conservación de la prebenda
producción, conseJOS econom1co-sociales, mst1tuc1ones es~atales ~on ·de la finaligad funcional originaria dei respectivo órgano de estado.
el status de "autarquías" o "entes autónomos", etc.). En .?tras, la bga• .,Instancias o~letas, que visiblemente ya perdieron su razón de ser,
zón con intereses particl.llares es el resultadó no pref1Jado de una ·fübsisten por,Ia ley de inercia y "taponan los poros de la sociedad". 20s
captación exitosa por parte de ~etermin~dos grupos soci~les "que mo- Un cuerpo de funcionarios engrosado significa necesariamente un
nopolizan el acceso a esta agencia o sup1eron c~locar ahi a . su hom·
bre"; un ejemplo muy común: el ministro de agncultura proviene de la 205 Karl Marx, Der 18. Brumaire dei Louis Bonaparte, MEW 8, pp. l 15ss.
174 EL ESTADO EN LA i'ERIFERIA. CAPHALISTA
EL ESTADO IDE LA· PERIFERIA .CAPITALISTA
. 175
nivel de salarios más bajo, lo que conduce a una selección néglitiva de deficiencias funcionales con 1 b. . . ,
entre los aspirantes aI servido público· y convierte el soborrio en U:ri poder por parte del estado ex er~ u 1~~1dad ~e. las reivindicaciones de
sobresueldo indispensable (y 'tácitamente computado) . No alcariza 'él del "tercer mundo"? ' p mentada cot.Idiananiente en los países
presupuesto. para ~quipar técnicamente de manera ·adecuada tántail Pues bien, esta ubicuidad sólo . T . . ..
oficinas. Con las dimensiones del aparato aumentan tambíén las pérdi- ta.da; no es indicio de un estad f~1gm ic:a una admm1stración abul:
das "natura:les" de eficiencia como incorripetencia, nepotismo, flujos de td' o e icaz smo al cont . . p ,
. o o,. s11s debilidades foncionales f ' . ' . . •. rano. ero, .sobre .
infori:nati6n pesados, 'etc. La duplicàción de agencias, su iinpermeabi~ en aquelias. áreàs foncionales . ien;n una log1~a: es ineficaz y. débil
Iidad. recíproca y su orientación exclusivamente radial hacia un lejano social amplio yequilibrado. esq~~rse~ian nece.sa:i:~as para un .desarrollo
poder central, la sobrecarga de los trâmites con lastre burocrático todas aquellas áreas que si' 1e .contrario . sobredesarrollado" en
-todo ello tiene que redundar en adicionales deficiencias de .comu- r netración capitalista sean ~·senda la ~mposición de lás formas ·de pe- •
nicaeión y de ·acción. · .
Una percepción cotrecta de la$ crisis so'ciales muéhas veces resulta
más bien' difü:ultada: que facilitada por un tal aparato. Igualmente
. 1 d j
ejemp o epartamentQs de comerció éxt ... b
e a mstrumentació .. e
· o sean. las del resguardo polític ( . e~10r, ancas de• fomento, etc.)
presión). 0
, .
. .· n conom1ca (por
espemalmente ·los aparatos de re-
·1

J
difícil se vuelve una planificación realista: los datos de base y las Los rec.ursos a d'ic1onales
· ( financieros ·t, .
. . · · •
metàs a alcanzar a veces corresponden· más a .un compromiso entre qu~ ·.lo proveen sus burguesías exter ' 1;c~ucos, repn~sivos, etc.) de
los intereses representados en las diversas instancias estatales que a: ub cas1 exclusivamente para l . . na~ og1camente sirven tainbién
análisis de la realidad social. Todos los indicadores económicos de órganos esta tales eq~ipados· ed mejordam1ento de estas •funcio. nes .. ~
un país dependiente· del mercado mundial se basan ·en factores tan , . · . e acuer o con 1 · ''lt'
te.cmca sou éstos y no otros S. t ' . os u imos adelantos de la
ímponderables como las fluttuaciones de los precios internacionales l f . . is emat1camente estas . . d .
a. as' uncumes centrales del estad 'f' . ' agencias ed1cadas
o de 'los factórés climatológicos que determinan el volumen de la cose~ mas . al "núcleo" estatal del o ~en enco se encuentran muy próxi-
cha · del. produi::to principal de expottación. Por la heterogeneidad ·es" dentro de él. Ese "halo" h trespectivo ., .
ia:parato. ad · . .
. · mm1strat1vo 0 bien
e erogeneo · con toda· d' '
truciural de los diferentes sectores de producdón se entrecruzan infi~ y pesad ez, es la. materialización d t. d su contra ictoriedad
riitas variables, cargando de un amplísimo margên de error a cualquiêt ces~ de articulac\ón que necesita lae o o e~e ~enoso ~ conflictivo pro..
pronóstico global acerca de producción, sueldos, precios, importaci0nes nan~ est;atal p;µ-a cumplir co . fart:,centnca y eficaz de la maqui-
y exportaéibnes, volumen del crédito, inverslones, etcétera. n su unc1on de penetración capitalista.
Un aspecto capi~l de ello es la estabilidad nibnetaria, influída por
todos estas factores imprevisiblesl Todà plàBificacíón estatal que tiem .4.S.2 La cuestión de Ias ;,clases sociales'~
que contar con el dinerci como recurso o medió dê regulación tiene en-
tonces U:n ásidêro muy poco firme. Con la expa nswn · ' d el aparato estatal s · ·
l· ·
Estos defectos de la percépción y planificación ti:eneh por re8ul· ~e los que trabajan en el . . . . ~ n:u tiphca también la cantidad
tado una pérdida de realismo que se hace patente en la implànefli.. empleador más importante sdervl1c10, publico. EI estado siempre es el
tación de Ias. decisiones tomadas' sobre estas bases: al' tratar de poner ·
serruestatales
.
· . y· empresas p, bl'
·
· e . pais ,· entre
u 1cas sue1e JUnt r
. ad · ·
. mm1strac1on, · , · agencias.
.
en práctica determinadas medidas, éstàs resultan inadecuàdas, irreili· ç.atJvo de la población econo'm. i'c. . ~ se un porcent.aJe signifi~
zables o contraproducentes. Lá ·mencionada segmerttación dél aparato ' amente activa total d
comun .una· cu.i'arta.
· · · ·. ·
o ·tercera.
.
part.e. d ·. ·. .
. . e ese tota
·1· . ' sµman o por lo
·
estatal ahora se hàce presente con el efecto de· retrasar o diluir estáS . Surge aqui la cuestión de la posició . . .•
medidas, adaptándolas a los respectivos intereses partiéulares. ta.les, 'en un sentido. dobl'e. po' r. . . . n soc1.a1. de. los. empleados esta-
En las condiciones sociáles .dei. "tercer mtmdó" hay pues · Hmi . · · · .· una parte por l l .· · ·
man un elemento esencial de . ]· t ' a soa cantipad confor-
estrechos para· una regulacíón racional de los procesos sociales' a es ructura soe' I 1 d · ···
re1evante en cualquier análisis. de dases. ia que es a un papel
parte dei estado. Como consecuencia, tiene que acentuarse retrba:cti llevan a la práctica las distintas fu . ' podr ?tra part~, son ellos los. que
mente· ia tendencia r~presiva. ª!ª'· .1a pro~lemática . nc10nes el estado.
de Ias posibilidades
,1• •
1· ,; . ../ en u tima inst~n-
Si el aparato de estado resulta plagado de pesadez ·e ineficacia1 estatal rev1erte en una problemática d 1 y 1m1t:ic1o~es .de la acc1ón
l cómo puede cumplir a pesar de ello con su papel central en el pr0< de este grupo de indivíduos. . e comportan:uento organizado
ceso reproductivo de estas sociedades? l Cómo se vincula este éatáloga Tanto t ' ·
eor1ca como prácticamente, la determinaci6n. doble de este
EL ESTADO EN "LA PERIFERIA CAPUALISTA
EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 177
176
estado tiene una importancia apenas secundaria, modificadora. 210 Sin
grupo como parte dei estado. por un lado, como pa~te de u~a ~s~C· embargo, esta determinación secundaria puede pasar a un primer plano
tura de dases, por el otro, plantea ~na d~ las.,cuesti~nes mas dificdes en momentos de crisis, en que el estado pierde su coherencia interna;
y al mismo tim1po capit:iles de la mvestigacion social. Esto vale ?0 es. por eso por lo que en el estado periférico -el "estado de crisis
sólo para las sociedadl's dei "tl'rcer 1:11undo"; aunque a~í con es~cial permanente"- el accionar visible de los diferentes componentes de la
énfasis a causa dei papel de protagomsta dei est;id? Y las mte~relaciones maquinaria estatal puede aparecer por .períodos prolongados marcado
extremadamente amplias Y fluidas entre lo publico Y lo privado; No por su pertenencia de dase más que por su función dentro del estado
podemos resolver estos problemas aquí; trataremos sin embargo de ("privatización del aparato estatal").
sefialar algunas diferenciaciones que tendrían que formar parte de un Por otro lado, los empleados .de estado también forman parte de
análisis más profundo. · · : clases, fracciones de dases y capas sociales fuera dei aparato estatal,
A veces a los empleados estatales se les designa con un término ; aunque estrechamente correlacionados con su posición 1·erárquica,· inte'!.
' d " 206 " 1. l' t" " 207 p
englobante como "clases d~l esta o.'., º. .~as~ po 1 ica ·. . ero resan aquí especialmente las diversas gradaciones de la pequena bur-
mientras no se distingan segun su poslClon 1erarqmca dentro dei apa· guesía, en parte también la burguesía y los terratenientes y --en lo que
rato administrativo y según su correspondencia con las dases. sociales, se refiere a los.obreros de empresas estatales- la clase trabajadora. Su
seguirán quedando en una combinación meramente aforístic~ en.t~ , función social como integrantes de estas estructuras de clase se deter-
"estado" y "clase" que no contribuye nada a .und conce~~~ahza~i~n mina en primer lugar por la posición y el interés de estas respectivas
de la relación entre ambos. Un término globaliza or no . 1 erei:cia 0 ; fuerzas sociales en el contexto global de la sociedad. Aquí, a la inversa,
tiene que conducir a adjudicar no menos globalmente determinadas •. su incorporación profesional al estado es el elemento· secundario, me-
cuàlidades y faculta d es a una ta l " e1ase es t ª t ªl" ·208 . . ramente modificador.
AI introducir un término como "clase estatal" se postula que la . Hasta aquí no hay necesidad de tal concepto, "clase estatal"; en
función social .del grupo de personas así desig1:adas · no se ?gota con · principio, los empleados públicos son a la'. vez "estado" y "clase", deri-
su función c()mO personificación de.l estado, si no, bastaria con la vándose dei respectivo contexto analítico una separación y una prio-
expresión "erripleados de estado". Esto tiene profundas consecuencias · ridad clara (teóricamente) de ambas determinaciones. .
para un análisis de clase y una práctica polític.a fund~da en él; una 2] Otro es el caso de aquellas dases y fracciones de clase que
"clase estatal" así sería entonces una fuerza social relativamente aut~ ; surgieron históricamente a consecuencia de ciertas políticas socioeco-
noma capaz de tener intereses y fines históricos propios y, por cons1- nómicas dei estado y que crecieron a su amparo. 211 Mientras estas dases
guien~e también de formar parte de alianzas sociales, que habría que $fl ubiquen fuera dei aparato estatal, no hay ningún problema teórico,
tener ~n cuenta para posibles frentes políticos. .El problema sería • aunque sí un amplio campo de investigación histórico-empírica ( sería
entonces: lpara cuáles? absurdo llamarlas "dases de estado" por su origen histórico).
Vamos por partes: · 3] .Sólo se puede analizar el concepto "dases estatales" en un con-
1] Los empleados estatales son en primer lugar agentes dei estado, texto definido que presupone una situación histórica específica: aque-
y como tales no son una "clase" sino una ~ategoría. de pers?nas.~on lla situación en que el estado, dentro de un proceso de desarrollo
1

En su función oficial su comportamiento esta determinado pnmana· capitalista secundario, toma a su cargo funciones históricas que, en
mente por su posición en el contexto funcional dei es.tado; expresan el caso de la génesis originaria clel capitalismo en Europa occidental,
los intereses de clase que el estado representa en su conjunto, .no aque· · tenían que ser funciones de dases sociales. EI problema se analiza con
llos. de su pertenencia individual a una u otra clase social. Su proce· respecto a dos situaciones concretas:
dencia y actual posición social para su actuación como agentes dei í En determinados países de África y Asia, cuya población se com·

210 Esto vale especialmente para e! papel político de los militares: ai con·
206 Elsenhans [209], en el título. . . trario de lo que tnuchas veces se intenta en la literatura (por ejemplo [317]),
201 Roger Murray, cit. por John S. Saul, "1:h.e unsteady state: Ugand~, ' la procedencia social de los oficiales es un factor de segundo orden frente a su
Obote and general ·Amin", Review o/ African Pohtical Eeonomy,. 5 ~ enero-abril • íunción como integrantes dei órgano armado dei aparato estatal burgués.
de l 9i6, pp. l 2-38, 17. · 211 "Puede decirse que en gran medida [las burgues!as] tuvieron que for-
2os Es la tendencia en el artículo de Elsenhans [209}. marse a partir de! hecho estatal" (Zavaleta [67], p. 18).
209 Poulantzas [l!H], p. 85.
EL F.STADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
178 EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 179

pene predominantemente de nómadas, pequenos ag:icultores de subsis" rrecta para esa categoría de personas sigue siendo la de funcionarios
tencia sociedades tribales indiferenciadas o pequenos productores de o agentes del estado: según ellos, no importa el contenido histórico
merca~cías el estado es por el momento el único agente de_l desarrollo. específico de su acción., sino el hecho de que en definitiva se trata de
de las fue~s productivas y de la ampliación dei _mercad? mterno. N~ una acción estatal y no privada, que la función so.cial respectiva la
existe todavía ni una burguesía ni una clase trabapdora sn:o en form~s cumpla el estado y no una fuerza social. Esta argumentación tiene
sumamente rudimentarias y embrionarias. Aquí, una pequena bu~~uesta a su favor la apariencia de la ortodoxia; sin embargo, resulta impo-
burocrática eri fa función pública obra como . agente TY expresmn
212
de tente para dar cuenta de la ambigüedad del estado capitalista perifé-
una diferenciación de clase que apenas comienza ª ven icarse: ., i rico, en el cual la interpenetración de lo privado con. lo estatal impide
En países de más avanzado desarrollo capitalista;. cuya msercion · precisamente una delimitación simple y precisa por medio de la fórmu-
en el mercado mundial en una primera fase se basaba prmmpalmente en la "es estatal lo que hace el estado".
f!l exportación de productos primarios, las empresas estatalt;s muc?as · Además, apartarse de esta argumentación no significa apartarse
veces constituyen el fundamento Y el pivote de un desarrollo mdust:ial: de la ortodoxia, sino ai contrario: en países de reproducción depen-
En algunos países, estas empresas han desbordado el sector conside- cliente el estado es determinado socialmente por el conjunto de las
rado de "infraestructura", expandiéndose hacia el área productora fuerzas sociales. que mantienen en movirniento este proceso reproduc-
de mercancías; pueden llegar a representar buena parte del t?tal de la tivo integrado a] mercado mundial, o sea, también por parte de
producción industrial, <lejando amplios márgenes de g~nancia Y c~m- 1 burguesías externas. Su funcionalidad primaria consiste en adecuar
portándose en sus decisiones económicas como cualqmer gran capital ' las condiciones productivas locales a las condiciones predominantes ai
privado. . ., ; nível mundial. Al analizar la garantía estatal de Ias condiciones gene-
Para los gerentes de estas empresas se ha propuesto la denommaci?~ rales materiales de producción vimos que este "retraso" de] estado con
de "burguesía estatal"; son empl~ados _es~atales ( ~u.chas ~eces, n_iih- . respecto a las exigem:ias del mercado 1 mundial se transforma en la
tares), sin embargo en gran medida asi~ml.ados pohtica e ideologica. posibilidad de un "adelanto" con respecto a la sociedad local. Más aliá
mente a la burguesía. En el nivel econoffilCO, por una parte, _po~en · dei llamado "intervencionismo prematuro" y de la anticipación de
en movimiento un capital de la misma manera ~ue un c~pitalista medios generales de producción .pueden darse situaciones en que el es-
privado y muchas veces también disfrutan de un :U~el de VJda, Y un tado anticipe también la función histórica de clases sotiales que
status social correspondiente; por otra parte, se distmguen de el por . en el momento dado existen sólo en la parte externa dei contexto socio·
213 1
no ser ellos los propietarios del capital que manejan. En el pro; · económico "base", y todavía no en la parte interna. Sólo en apariencia
ceso de desarrollo socioeconómico, estas "burguesías estatales" cum~ e] estado traspasa el marco histórico de las fuerzas sociales que lo sus-
plen un papel histórico equiparable al de las burguesías indus;riales en tentan; al restringir la visión ai marco nacional da la impresión de
1
el capitalismo originario. Donde e! estado controla adernas buena ·. que el estado procrea una clase, cuando en realidad só lo articula
parte del sistema bancario y creditício, se agrega a ello el papel de la función social de una clase existente pero externa en el seno de la
una burguesía financiera. sociedad local.
Una noción de "clase estatal" no puede por consiguiente abarcar Siendo así, el concepto de "clase estatal" vuelve a ser cuestionado,
jamás la totalidad de los emplea_d?s esta tales, sir~o que se refiere exclu· ahora dei lado de su otro elemento definitorio: si esta categoría de
sivamente a aquella parte que dmgen en su conjunto aquellos segmen- personas no es en definitiva "estado sin más", ,'. quizá resulte "clase
"tos de la acción estatal que sirven a su función histórica de propulsor. sin más"? De tratarse de meros representantes locales de burguesías
de un desarrollo capitalista secundaria. . .. . externas que se sirven dei estado a manera de instrumento, se disol-
Pero aun con esta delimitación de su alcance, l no sigue siendo, vería el ingrediente estatal del binomio terminológico como mero ropaje
un conc~pto apenas descriptivo, extraiío a un. sist~~a t~ó:ico materia·j ajeno a una esencia de fuerza social con intereses particulares directos.
lista? Hay quienes insisten en que Ia denommac10n teoricamente co--s Así, por ejemplo, en el análisis sobre el sector estatal en Ia economía
' "' brasilefía algunos autores niegan la relevancia propia de este sector;
212 Véanse Saul [357] y Olivier [324), así como los artículos en e! núm. -'. según ellos, las empresas estatales no son sino un "caballo de Troya"
.de Review of African Politica1 Economy, enero-abril d: 19]6· . ., "· J .
21s F. H. Cardoso, "0 autoritarismo e a democratizaçao necessária , ~n su ·· y un abrecaminos de los consorcias transnacionales. Con esto se mega a
libra [188], pp. 11-23, l5ss. su vez la autonomía relativa de los 2rocesos· sociales y políticos en
EL ESTADO DE l.A PERIFERIA CAPITALISTA 181
EL ESTAOO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
180
y de las relaciones de producción hacia una adecuación a las exigen-
sociedades periféricas. El hecho de que el estad o no ""mvent~" l ª. fun-
. cias del mercado mundial.
ción respectiva sino que la deriva del contexto reproduct1vo i:iter- Sin embargo, no hay nada de mecánico en esto: una. burguesía
nacional no invalida e! otro hecho de que dentro del marco nacmnal de estado puede demostrar una gran autonomía y capacidad de con-
esa función está a cargo del estado, y que el modo de ~ctuar de los flicto con respecto ai capital extranjero -tanta autonomía como el
agentes estatales que la personifican también está determmado por su mismo estado· potencialmente posee, y tanta capacidad de conflicto
posición dentro del estado. ., . como puede tener una fracción de la burguesía frente a la otra. Más
Llegamos pues a la conclusión de que en la. e~tructurac1on. social difícil todavía resulta el pronóstico con respecto a una pequena bur-
de sociedades capitalistas periféricas pueden existir en determmadas guesía burocrática: en la mayoría de los casos será una burguesía
circunstancias "dases estatales" que son a la vez agentes dei est~d~ en formación, bajo la hegemonía de burguesías externas. Pero la mayor
y fuerza social.214 Pero las causas y condiciones históricas .~ue ~os~b1- indeterminación propia de una pequena burguesía por su posición
litan su surgimiento en el seno del aparato dei estado f11an hm1tes entre las dases principales, y la peculiaridad de que se trata de estruc-
estrechos a la validez del concepto: · turas sociales en una fase muy incipiente de su formación, 215 abre un
1] Sólo debería hablarse de una. "clase. es~~tal" cu;1ndo el estado campo bastante amplio de alternativas hist6ricas. No es, por consi-
efectivamente está cumpliendo funcwnes historzcas. analogas ~ ~as de guiente, un mero extravío ideológico si bajo el rótulo de "Socialismo
una clase social en el capitalismo originario. Cuando l~s ,ªc~1v1da~es Africano" se discute la capacidad de esta pequena burguesía burocrá-
económicas del estado no participan de los sectores dmam1c.os. smo tica de ser la portadora de un posible desarrollo no capitalista ( aunque
que se limitan ai ámbito de la "in~ra~structura" o al mantem~~ento la probabilidad sea ínfima).
de empresas anticuadas y antieconom1cas, no se puede llamar ?ur-
guesía de estado" a sus gerentes, por más qu~ se rodee? ~e los atribu-
tos exteriores de una burguesía a costa de las fmanzas publicas. . 4.5.3 Las formas institucionales del e~tado
2] El concepto tampoco tiene sentido si .el grupo a que se :ef1~re
no despliega una existencia social propia relevante en lo .cuah.tauv.o i Qué formas institucionales216 son las adecuadas para un estado que
y lo cuantitativo, actuando efectivamente como fuerza social. S~mph· se ve en la necesidad de negar parcialmente, en cada acto concreto de
ficado: no cualquier gerente de una empresa estatal puede const1tmrse interrelación con la sociedad, aquel principio formal de domínio gene-
en un "burgués de estado". ral, abstracto e impersonal propio de su esencia como estado burgués?
:t) La "clase estatal" es por su propia defin.ición. ~na clase de i Cuál es el sistema institucional más idóneo para que el estado de la
transición: su existencia presupone el desarrollo msuf1c1ente de una periferia capitalista pueda hacer frente a sus tareas aumentadas con
fuerza social correspondiente en la estructuración social nacional fuera medi os disminuidos? i Qué formas puede asumir el interés de clase
del estado. Pero esa fuerza social se materializa precisamente en el representado en el estado para disimular, legitimar y en definitiva
estado como primer paso para que pueda desarrollarse y extenderse imponerse si no concurren sino muy deficientemente los mecanismos
al conjunto de la sociedad. El surgimiento de un~, elas.e ~s~tal es socioeconómicos que "deberían" garantizar la reproducción de estos
entonces también el primer paso para su superac1on h1stonca (no intereses, y cuando ni siquiera terminaron de formarse con nitidez las
hablamos aquí ni de plazos ni de posibles tendencias contrapues- dases cuyos intereses se trata de propulsar? La obvia imposibilidad
tas hacia su persistencia) . de indicar una forma adecuada ya nos da una primera respuesta nega-
. 4] Así como su existencia, también su función se inscribe en e! tiva: en vista de la multiplicación contradictoria de tareas, la forma
mant de las relaciones entre la sociedad periférica y el mercado mun- adecuada de todos modos no puede ser una forma coherente, acabada
dial. Si el "adelanto" del estado es en realidad un "retraso" con res• y continua.
pecto a las condiciones económicas metropolitanas, entonces una cl~,se
estatal surgida en esta brecha histórica no puede tener otra func1on 215 Roger Murray, cit. por Saul [357], p. 357.
que llenarla, o sea, propulsar el desarrollo de las fuerzas productivas 216 Respecto a la diferencia entre la "forma" dei estado burgués ( en cuanto
i:ategoría teórica de la política económica) y sus "formas institucionales" ( en
cuanto ropaje dei primem, de acuerdo con situaciones históricas cambiantes),
2u En igual sentido, Poulantzas [151], p. 346, aunque sin una explicaci6n véase supra la sección 3.2.
de su argumento.
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 183
182

Más aliá no podemos dar una respuesta positiva en nuestro nível metropolitano, de latifundistas tradicionales, de una casta de sacerdotes
de una teorí~ general: Ios órganos estatales que se forma~: las maneras y funcionarias y de especuladores financieros parasitarias? (. Cómo cons-
como se reclutan sus funcionarias, sus facultades Y_ hab~~1dad.es, f:ente truir los transformadores institucionales encargados de traducir inte-
· d d y entre sí ' todo ello depende de· la situacron
a 1a soc1e a .
h1stonca Y
, A , 'l reses particulares tan divergentes en abstractos y generales?
de la coyuntura de! conflicto de dases en e! respectivo p~s. . q1:11 sq ? El problema se agudiza todavía más cuando se trata de las bur-
demos sefía!ar a\gunos problemas generales de una II~St1tuc1~n_ah­ guesías externas, que suelen constituir la fracción hegemónica de las
:ción política que se deducen de los condicion~ntes sociales bas1cos dases dominantes. Una tarea central dei estado periférico consiste
de una inserción periférica en el mercado mundial; co~, bas~ en, e.llo precisamente en la mediación de estos.intereses de la frac.ción externa
podemos finalmente trazar algunas lí~eas de · correlacmn h1potet1c~ de las dases dominantes, pero (.Cuáles pueden ser los canales institu-
con los fenómenos institucionales mas recurrentes de lo_s estados. cionales que garanticen la articulación de intereses sociales cuyos porta-
''nuevos". . ., ,, dores no residen en el país respectivo y jurídicamente no forman parte
La posición dei estado capitalista como "separaoon de lo geni:ral dei estado nacional? En otras palabras, .'. cómo se transforma una hege-
frente a una sociedad de propietarios de mercan,cí~s formalmerte lrbres monía externa en dominancia interna? 217 Los vaivenes institucionales
e iguales conlleva algunos· requisi.tos .fon:1ales i:ummos a que t1ene que en muchos de esos países se explican en · buena parte como búsqueda
dar respuesta cualquier sistema mst1tuc10nal, mcI:iyendo el del estado incesante de una solución a este problema,
de la periferia capitalista. Cuando estado y socredad se encue~tran. Finalmente, (.a través de qué mecanismos se logra la integración
"desdoblados'', es necesario establecer Jazos entre ambos. A t~aves .de de las clases dominadas ai sistema, si la generalización incompleta de las
ellos tienen que trasmitirse los intereses s?ciales al estado; m~l.us1ve ; relacipncs mercantiles impide garantizar la "libertad" dei propietario
deben ofrecer una garantí.a de que estos mtere~es pueden prevalecer ·. de la fuer.m de trabajo, a no ser que sea negando su libertad e igualdad
cn momentos en que .la separación de lo político .amenaza .con des- ., como ciudadano? \
viarse hacia una independización dei estado contra;ia a estos mterese~. Partidos políticos y parlamentos -,-Jos canales "clásícos" tanto para
Por otro lado, e! estado tiene que estar dotado d': organ?s que le pos1- • la representación dei conjunto de la burguesía como para la integra-
218
biliten influir en los diferentes aspectos de la vida social para pone.r 1 ción de las dases dominadas- obviamente no resuelven el proble-
en práctica su función de velar por las. condiciones genernl~s de .repro- ma. Para que los intereses divergentes de las fracciones· de clase puedan
ducción capitalista y para imponerla en contra de la res1stenc1a que '.'parlamentarse", tienen que ser comparables; las fracciones minorita-
pueda encontrar por parte de indivíduos o grupos. " ,, ; rias tienen que tener ese mínimo de identidad de .intereses con las
Además, si lo que se materializa en el estado es. lo ge~e~al de! fracciones mayoritarias que consiste en que las decisiones de éstas no
sistema social, sus vías de comunicación con la soc1edad tienen que ponen en peligro la supervivencia de aquéllas. Precisamente esta "cer-
cumplir también un papel transformador; los conductos que recogen cania" de intereses no se· da en sociedades estructuralmente heterogé-
los intereses sociales deben trasmitirlos al. estado n~ en su es:ado natu- neas, con su fragmentación de los intereses vitales de los diferentes
·al como un sinnúmero de intereses.part1culares dispersos, smo abstra- componentes de las clases dominantes, por una parte, y e! volumen
1 ' . 1 ,
yendo de ellos unos pocos intereses gener~les. Y, ncevers~, os or~a.nos ; reducido de excedente que se reparte, por otra. De. la misma manera
de acción estatal tienen que estar capacitados para aplicar P?ht1cas en que las tasas de ganancia no pueden igualarse en la competencia,
generales dei estado a una gran variedad de casos concreto.s, cu1dan~o tampoco lo pueden los intereses sociales en el parlamento. La lucha
además de que se adecuen en lo posible a las formas de mtercamb10 '.política en que se transforma necesariamente la competencia econó-
social propias de las relaciones ~e~can:iles .. i mica en el capitalismo perifér.ico es demasiado ardua para no desbor-
A hora bien ' é.· cómo pueden mst1tuc10nahzarse estos canales
• 1
necesa-
.
. dar un campo de batalla tan restringido como es un sistema par-
rios para la trasmisión y transformación de intereses sona es en socie- litmentario.
dades capitalistas periféricas? . . .. Muy en especial, partidos políticos y elecciones son incapaces de
Respecto a las dases dominantes; el problema prmc1pal .res:de .en . ~roveer una representación .política de las burguesías externas acorde
la extrema hetero"eneidad de tales mtereses. (.Que formas mst~tuc10- 217 Lechner [282].
nales pueden serv~ por igual a la trasmisión de intereses tan d1s~ares . 21a Véase el resumen muy didáctico de la función de ins.tituciones demo-
como por ejemplo los de un sector hotelero moderno para el turismo , rrátic:o-burguesas en Projekt Klassenanalyse [ 15 7],. pp. 136ss.
lM EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTÀ EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
185
con su peso socioeconómico. No es tanto el problema de que las. burgue- ~rticulación las formas de organización directa de estos intereses par-
sías externas no pueden participar personalmente en las elecc10nes; lo ticulares: grupos de interés, asociaciones, cámaras de comercio la
decisivo es más bien el hecho de que los sectores hegemónicos que ellos bois~, colegio.s pr~fesionales, grandes empresas individuales, los 6~ga- ,
controlan siempre representan actividades muy minoritarias -a veces nos mformat1vos importantes, etc. Una síntesis de estos intereses en
de enclave- en el conjunto de la economia local, quedando por ende instancias preliminares no se realiza, o só lo de manera rudimentaria:
su "cuerpo" social y su presencia político-ideológica muy atrás con todos se refieren directa y radialmente ai poder ejecutivo.
respecto a su poder económico. Un procedimiento electoral que se En consecuencia, el aparato de estado tiene que plasmar los embra-
abstrae de diferencias materiales tiene que terminar siempre en una gues necesarios para tales contactos directos. En principio tienen que
infrarrepresentación de estas burguesías externas. ser tan het~r~géneos 'en su. ~onformación como son los intereses que se
En sociedades periféricas, el sistema de elecciones y parlamentos trata de as1m1lar, lo que dificulta enormemente su institucionalización.
tiende a marginar los intereses de la fracción más fuerte de las dases Los,ipuntos de enlace entre estado y sociedad son entonces consejos
dominantes en vez de garantizar su representación mayoritaria; quizás asesores, "anillôs burocráticos'', 220 antesalas, "amigos", clubes. Lo nece-
ésta sea la :Uás grave de todas las causas que se han conjurado contra ' sariamente h.íbrido de estas formas de acceso inmediato se refleja en
la democrada burguesa p~rlamentaria en los países dei "tercer mundo". • los esfuerzos mfructuosos de la ciencia social para dar con un concepto
De ahí también el resultado paradójico, muchas veces observado en adecuado a estos fenómenos dei "tercer mundo"; el resultado de dichos
tales intentos democráticos: el que consigue votos no puede gobernar; esfuerzos no pasa de, aforismos como "estado clientelístico" 221 "cuasi-
el que puede gobernar no consigue votos. 219 Y de ahí también la ten- corporativismo" 222 o "estado empresarial". 22 3 '
tación muy difundida de "corregir" esta contradicción por medio dei 1
Cuando no hay manera de sintetizar los diferentes intereses sociales
fraude electoral: tú ganaste las elecciones, pero yo gané el escrutínio. y transf?rmarlos en pocas corrientes políticas, el partido político en su
Por lo general, el sistema parlamentario tampoco presta los servi-: forma liberal-burguesa pierde su razón de ser. Y efectívamente los
cios que le son propios en el capitalismo desarrollado en cuanto . 3; la; parti~os, pol~ticos dei "tercer mundo" pueden ser cu~lquier cosa ---circu-
integración de las dases dominadas. En parte, faltan los prerreqms1tos las ohga~qmcos, aparatos de control social, pantalias de unos pocos
prácticos mínimos ( nivel cultural elemental, registro adecuado de la; grandes mtereses, círculos electoralistas efímeros movimientos caris-
pôblación), no habiendo fuerza polític;i. interesada en proveer~os. EI i máticos, tendencias separatistas, organizaciones 'clandestinas etc.-
reconocimiento de plenos derechos poht1cos a una roasa traba1adora i:ienos asociacion~s de ciudadanos libre e iguales organizados ~olunta­
que se encuentra parcialmente todavía en relaciones de. dependenc~à, namente en cornentes de opinión.
personal o en la necesidad de vender s.u fuerza de trabaJO po~ d.ebaJO\ Tambi~n e~tos partidos políticos se orientan principalmente bacia
del costo de su reproducción puede abrir las compuertas a mov1m1entos e~ poder eJecuttvo -un trabajo parlamentario les resulta 'Secundaria 0
sociales incontrolables. Las burguesías de las economías periféricas: ªJeno por completo. Que el personal más encumbrado del aparato
muchas veces simplemente no son lo suficientemente ricas para poder estatal se re~~ute de est_os partidos es más bien la excepción que la
1

hacer las mínimas concesiones necesarias para ligar una fuerza traba.1 regi~. Ta~b1en_ }os partidos vencedores casi siempre tienen que com-
jadora a un sistema parlamentario. partir la d1.recc10n dei estado con otro personal político reclutado por
Si los intereses sociales que se articulan en el estado resultan dema- co:id~ctos ii:formales (representantes de los grandes intereses de los
siado heterogéneos para poder ser transformados en "generales" a prmc1pales '·factotes de poder"). "Nos resta aún ver un caso ~!aro de
través de mediadores políticos, como partidos y parlamentos, entonces
tienen que persqnarse en el estado en forma "in-mediata", como inte• 22
reses concretos o sólo parcialmente abstractos. , , °
Cardoso [187]; pero, inclerendientemente, casi ,con Ia misma expresión
En vez de partidos políticos, sirven entonces como canales dé para el ~a.so dei _estad? rn.e,tropohtano, Hirsch [115], p. 263: "Las decisiones
sobre pohtic-a de mvestu~arion se toman prácticarnente [rbn exclusión dei parla-
mento, T. E,-J en estos círculos administrativos-industriales" (cursivas mías.) ,
~ Heho .Jaguaribe, "Stabilité sociale par le 'colonial-fascisme' ", Les Temps
21
219 En Argentina, en las cinco elecciones presidenciales habidas desde 1945{:
siempre perdió el candidato apoyado por los "grandes" intereses económico Modernes, 257, ortubre de 1967, pp. 602-623.
~ ,,F. H. C_ardoso, "Industrialización, dependencia y poder en América
22
-y los candidatos electos siempre fueron derrocados, tarde o temprano, por•
un golpe de estado. En e! Ecuador, el mismo juego pendular se repitió duranté' Latma , en su hbro [186], pp. 37-56, 52.
223
treinta afios, hasta con el personaje político Velasco Ibarra mismo. Cardoso [189], p. 5.
186 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPI'l'ALlSTA
187

control del poder del estado sin ambigüedades por parte de un partido de "excepción" puede oscurecer el hecho de
normalidad. que se trata ya de una
político en una sociedad poscolonial." 224
· Viceversa, ~ en qué andadura institucional puede el estado realizar ~d~más, la _r;c.uliari~ad de un "estado de excepción" ai estilo del
sus tareas frente a la sociedad cuando éstas tienen que tomar la. forma capitalismo penfe:1co reside en que formas autoritarias de dominación
de intervenciones concretas, permanentes y contradictorias? Obvia- ?º excluyen precisamente que el estado esté estrechamente atado a
/mente, tampoco aquí se gana mucho con instancias mediadoras; el m.tereses
d" .,particulares. Muchas veces no se puede hablar d euname- · d
'estado de la periferia capitalista tiene que reconocerse en sus formas pen .12ac1on descontrolada del estado también respecto de las . dases
dommante~, t:i,l como lo connota el término "estado de excepción".22s
1
institucionales como estado de la injerencia directa.
· Este tipo de acción estatal sólo puede cumplirlo un ejecutivo fuerte, La exprop1ac1on de lo~ derechos de los ciudadanos toca primordial-
ampliamente diversificado. Otros órganos de estado tienen que .ade- mente a las dases dommadas, a veces también a la pequena b '
hast f . , d' urgues1a
cuarse necesariamente a esta institución central y se convierten tenden~ a a r~cc10nes mas ebiles de las dases dominantes. Pero las
cialmente en parte de ella: el principio de Ia división de poder resulta ~~-··~''"" mas, ~elevantes de las dases dominantes no sólo mantienen
carcomido y abolido. control poht1co del estado, sino además suelen disfrutar de un
En ausencia de condiciones estructurales comparables, el parla- margert de "plur~lismo" político: dentro dei margen reducido
mento no sólo no puede constituirse, tampoco puede actuar, porque pueden ~ener sus d1vergenc1as, éstas encuentran todas Ias Jiber-
su papel legislativo pierde significancia. Las leyes generales chocan con necesanas para hacerse valer.
la diversidad de situaciones reales que se resisten a una generalización: Pero t~rnbién en períodos de crisis más agudas, cuando hasta las
El decreto ad hoc no puede desligarse 'de su implementación, sólo , dorn_mantes se ven forzadas a ceder sus derechos políticos al esta-
rige para el caso concreto y es entonces atributo privativo dei poder este tlene q.ue man:enerse lo suficientemente abierto y flexible
ejecutivo. El parlamento "agoniza", se asirnila de hecho al poder poder segmr c~mphendo su papel ,piediador entre los diferentes
ejecutivo como un órgano consultivo entre varios o como fachada legi- "~"'""-'"-v", ~e la soc1edad y para servir como receptáculo de Ias ten-
timadora (Brasil) .225 poh ticas que asume .la competencia económica. El problema a
Si la función legislativa se traspasa de hecho o de derecho al poder por i::arte de un sistema institucional reside precisamente en
ejecutivo, entonces también la justicia se convierte en mero .órgano compatible un auto:itarismo político con un relativo "libera-
auxiliar, dedicado a evacuar los pequenos conflictos cotidianos antes en cuanto .~ !;s diferentes fuerzas económicas en pugna. EI
de que asuman una relevancia política. La "independencia" de la jus- .de _excepc10n del tercer mundo no es un estado totalitario.
ticia se convierte en pura ficción; su función ya no es controlar sino totahtansmo .presupone un grado de organización social que no
encubrir ai poder ejecutivo. 2 u logra;se sm un r:iodel~ de desarrollo .fundado en un concepto
Después de lo dicho se sobrentiende que Ias formas adecuadas para autonomia :eproductiva, ªJeno precisamente a una economía subor-
las tareas materiales del estado no pueden ser sino formas autoritarias al capital internacional.
y en gran medida arbitrarias. Si las crisis permanentes de una estruc- Así, por ejemplo, el editor de un gran periódico puede estar some-
tura social inconsciente restan eficacia a los medios regulatorios de la ª l~ censura en cuanto a su papel como opinion /eader, pero ai
esfera de circulación y exigen para su superación medios de dominación t1empo encontrar todas las puertas de los ministerios abiertas
directa, cuando ya no se puede gobernar .por medio dei "imperio de cua~to dueno ~e un imperio económico. En América Latina el
la ley", sino sólo a través de decretos y mandatos directos, entonces eJemplo. de como el estado puede cerrarse ai juego político pero
obviamente no hay lugar para que el estado se ~ista de estado de '""'ª""e' ab1ez:~ a l~ competencia económica es Brasil. El poder polí-
derecho. En el sentido de un apartamiento continuo de formalidades y s~s pe:s~mf1cac1ones son intocables, pero Ia política económica
jurídicas efectivamente se puede llamar "estado de excepción en perma- a d1si:os1c10n de los grandes intereses para sus críticas, influencias
nencia" 227 al estado capitalista periférico -aunque entonces hablar pugnas mternas.
~ Cu~les ~?n entonces los sistemas institucionales que puede asurnir
m Alavi [169}, p. 63 [p. 191]. orgamzac1on dei poder estatal para responder a los requisitos men-
225 Véase el ejemplo citado en la nota 184.
2 u Véase también Projekt Klassenanalyse [159], pp. 92ss.

m Sonntag[371]. 22~ Poulantzas [150), pp. 57ss [pp. 57ssJ.


188 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA
EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
189
cionados? Obviamente, tienen que ser sistemas de jormas híbridas,
compuestas de varios sistemas parciales. Además, tiene que tratarse vadas Y est~tales Y "consejeros" extranjeros. Este "círculo interno" de
necesariamente de sistemas sólo parcialmente formalizados, en los que la burocracia estatal cumple varias funciones al mismo tiempo: en él
las estructuras informales pesen tanto o más que las formales. convergen todos los ca~ales de interrelación con la sociedad. Es el órga-
De estos conglomerados institucionales, un componente muy f.re- ?.º
en e~ cu~,l se c?teJan los intereses divergentes para llegar a una
cuente lo constituyen los fragmentos de la democracia burguesa --so· • ?ene:ah~~d relativa. AI ~mo tiempo representa el necesario poder
breviven por lo menos como reminiscencias ideológicas hasta en las ~Jecuttvo . fuerte":, Su configuración informe con sus amplias posibili-
dictaduras más cerradas. Son pocos los estados del "tercer mundo",: ades de mteraccmn tanto con el contorno burocrático como directa-
que han abolido formalmente el sistema de división de poderes; prác-" mente :on los más relevantes intereses particulares le da la flexibilidad
ticamente ninguno deja de clamar, de una u otra manera, por el prin·; ~ecesana. de ser eI receptor de las exigencias más variadas y al mi.smo
cipio de la soberanía popular etc. Lo que exige una explicación .no es: ttempo ejecutor de las múltiples funciones del estado.
'
que la democracia liberal parlamentaria no haya logrado imponerse. ·.. E n es.t "T ª.e ite de Pºd.er." , reclutada con base en. todo un crucigra-
plenamente en ninguna parte dei "tercer mundo", sino que siguen; m~ d~ ~nteno~, se matenahza el compromiso entre la inevitable multi-
manteniéndose pertÍnazmente restos y elementos de ella en las SÍtUa• rhcacion de .org~!10S estatales Y la necesaria COntrabalanza de una
ciones más diversas y a pesar de condiciones sociales de lo más adversas. u~rte, centrahzacmn: es. la máxima centralización posible en que están
~in embargo, no es de extrafiar; algún reflejo en .el plano institucional ~: avia pr~sent:es rnateriahnente todas las funciones más importantes
1
tiene que tener el hecho de que todas estas sociedades forman parte . estado, el Jefe de estado muchas veces no pasa de ser el primus
de un solo sistema global: el capitalismo internacional. Sus. ataduras: ~nte~ pares.º el mero portavoz de este "parlamento", que es donde
económicas a países centrales organizados según princípios democrá-. .e ~':h~ ttene que conseguir una "mayoría" en su labor guberna-
1 tico-burg~eses l~~ exponer: a presi~:mes de adaptación po~í;ica. P~ro: lo· ttvaM iana. . , .
que es mas decisivo todavia, el mismo modo de produccion cap1tahsta 1 uy en ~special, este co?glomerado. burocrattco se ofrece corno ef

genera inevitablemente la tendencia hacia formas de organización polí· mediador ~~s apto para los mtereses de las burguesías externas. AI con-
tica acordes con los principios rectores del intercambio económico,; ~ner este qrculo mterno" todas las funciones estatales en su esencia, ·
aunque esta tendencia se vea trastornada por tendencias contrapuestas.~ ~ proble;na del ~cceso al estado se resuelve con el acceso a esta alta
Así, pueden seguir existiendo los parti.dos políticos, pero ya no'. f urocrac.ida. ?onstituyendo una estructura informe exenta de princípios
representan sino una parte de los intereses sociales. Son por lo general;. orrna . 1es e igualdad
. ' l a supenon· 'da d material · d e 1.os intereses
· externos
los.intereses de las burguesías locales más débiles y de la pequena bur•' no tiene problemas para hacerse valer acorde con su peso real.229
guesía urbana. Y no por azar: son aquellos grupos sociales cuya l Est.e conglomerado burocrático en la cúspide ,del aparato estatal
existencia social se identifica más con la esfera de la circulación dentro! ~ a ptedra an~lar de las formas institucionales de. los regímenes polí-
del marco nacional -o sea con aquellos segmentos de la vida econ6· ;c~ coi;ite~~oraneos ~lel "tercer mundo" --esencia de las estructuras
mica que se acercan más a los supuestos materiales de la democracia d~ ommacion en sociedades estructuralmente heterogéneas y depen- ·
burguesa. Entre ellos puede el concepto de propiedad hermanarse toda· ie~~ d.el ~~reado mun~al.
vía con las apariencias de igualdad y libertad; "por encima" y "por·' f · ~:incipto fo:rnaI basico de este conglomerado, de acuerdo con
debaJ'o" de estas capas intermedias sus contenidos de desigualdad ma· su uncmn, es precisamente su informidad. Esto quiere decir primero
teria! resultan demasiado visibles. que no . . f u nd
. hay . arnen t os 0b'Jettvos
· suf'ic1entes
· para derivar de ' ahí un'
Si los partidos no pueden representar sino fuerzas sociales secun: ropaJe mstitucmnal adecuado para esta médula funcional· puede
darias, el aparato de estado tiene que dotarse de un personal polític~ entonces haber una gran variedad de ropajes posibles (órgano; de ase:
redutado por.otros medios y capaz de representar a las fuerzas so.cialei; 229 "El neocolonialismo es sin embargo P b bl b .
' · ' · · d 1 · . ' • ro a emente e1 mayor enef1•
mas importantes. Esto nos conduce al segundo elemento recurren~; :Clarto e a relativa ~utonomía de la oligarqufa burocrático-militar. Es re i-
de los sistemas institucionales dei "tercer mundo": en la cúspide de. ($lllllen te .ta1 papel ~e~ativamente autónomo el que abre e! gobierno de la soJed~d
aparato estata1 se encuentra cas1. s1empre
. .posco1on1a1le lo sufactente
un conglomera d o b urocrur,,. ·neocoloni ,
para
.. d
permitir .una ex1'tosa mtrom1s10n
· · .• d .
.e mtereses
. f · · · . ª 5
en 1a 1onnu1ac1on e políticas nacionales" (Alav· [169]
tzco poderoso, pero amorfo, compuesto por a1tos uncionanos mimstf!'.• [417], p. 203). En el mismo senti'd E! nh [ 1
• :,P·
270
;
· l l ·r· ·, ·1· d' d " R: b' º• se ans 2091 , p. 256, rem1tiendose a
na es, expertos en p am icac1on, mi itares, irectores e empresas pn• o mson: 1a ''.clase estatal" asumiria hoy dia la función de las "élites cola.bo-
• raqoras y mediadoras".
EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
190 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA 191

soramiento, "brain trusts", cbmisiones interministeriales, estado mayori chando s~tuaciones históricas propicias en que las condiciones de
"Consejo Nacional ·de Seguridad", Consejo de Estado, etc., más todas ac~mu.l~c1ón permitaX: disimular transitoriamente la insuficiente gene-
las combinaciones posibles) . Ségundo, estas estructuras precisamente no rahzac1on de las relac10nes mercantiles.
deben pasar de mero embalaje para no restringir la informidad fun• . 2), Quizá. la expresión más consecuente de una tal instituciona·
cionalmente necesaria. hzacion parcial seá e! partido ·único (e! caso latinoamericano más
E! problema: de las instituciones políticas se revela: así en gran cercano es el de~ PRI mexicano) . Ahí, el estado mismo se "desdobla"
medida como problema de cómo disimular o legitimar institucional- ; en estado Y partido; el partido sirve de trastienda, en la cual ingresan
mente esta cúspide burocrática informe, cómo se ia inserta en las ~ Y. se confrontan en su forma cruda todos los intereess sociales y ambi-
demás estructuras parciales y cómo se dedaran los mecanismos a través 1 c10nes personales, antes de presentarse en forma filtrada y asimilable
de los cuales se relaciona con la sociedad. Las formas institucionales al e~capara~e. ~e! estado oficial. La heterogeneidad casi irrestricta del
híbridas e informes, aun cuando son las únicas socialmente adecuadas, , parti.do pos1b1hta así una relativa homogeneidad dei estado. Con tod
no dejan de ser inestables; no es de extrafíar entonces que práctica: . tal. sistema d.e ·~aPtido único pre~upone ya una considerable homog~~
mente todos los estados del "tercer mundo" constituyan un laboratorio ne1dad real o 1mpuesta de los mtereses sociales relevantes además
. de combinaciones siempre nuevas, cambiantes y provisionales. de un alto grado de autonomía relativa dei estado '
1] V na "salida" que ofrece posibilidades de cierta estabilidad rela- 3J Quedan finalmente como soluciones posibles .los diferentes tipos
tiva puede ser la seudodemocracia, donde el conglomerado burocrático 1 de d1ctadura, como :xpresión abierta de una incapacidad de integrar
se esconde detrás de una fachada democrática lo suficientemente ela- to~os los sectores soc1ales relevantes en un sistema político: dictaduras
borada para servir de paragolpes político y como cortina de humo ~mpersonales o ,d~ apar~tos, dictaduras como expresión directa de
legitimadora. No deja de ser una estructuración parcial e ihestable a mtereses hegemo?1cos, d1ctaduras disimuladas con e! ropaje vetusto
más largo plazo, por cuanto no puede aspirar a integrar efectivamente de una monarqma, etcétera. .
a las clases dominadas y por cuanto tampoco suele conseguir la acep-: El· ". estado ~: excepc1ón
· '
en permanencia" no es necesariamente
tación de todas las fracciones de las dases dominantes como el medio un go~zern~, militar, pero hay múltiples factores que lo empujan en
más apto para la articulación de sus intereses. ' es~ d1recc10n. Y, efectivamente, hoy por hoy Ia dictadura militar
Salvo rar~ excepcione~, la~mayor aproxinl<,i,c;ió11 a una. democracia ab~erta o solapa~a coi:stituye "e!" sistema político en Ia periferia: capi-
liberal-burguesa que·;; p~ede alcanzar en un país def' t~~~e~ II1.l!E1.ªfi' talista. Como v10lencia organizada, las fuerzas armadas concentran
1

ês.i.ína democraçia restringlda otrg~féiuicã ele Ia~ fraccio~es bl1rguesàs . en sus mru;os e! recu:so ~ás importante del poder estatal, multipli-
más fuertes, con base en una h~g~!!1(}J1Í::t. incontestâcla. cÇ,nre~f>~~!C>~ cado t~a'::1a e?" su pnmac1~ por las condiciones específicas dei "tercer
laS ·derriás fricciones ~cunda;üas . . y una exclusíón efeêtiva de. las clases 1 ~undo · Grac1as. a. su eqmpo .técnico y a su for.rµación profesional,
. d~riliríadM. Esto presupone que la vinculación con el mercado mundial . tlenen u~ super10ndad organizativa con respecto a los demás porta·
. no''esl:é en manos de una burguesía externa sino de una fuerte burgue- d?res po~1bles d:I poder estatal. Casi siempre tienen con las metrópolis
sía local, para que los intereses hegemónicos puedan apoyarse en un vm culaciones directas propias de tipo político, tecnológico ideológico
y 11asta económico. 230 · ·· · '
amplio arraigo en e! contexto social. Además, presupone una debilidad
histórica extrema de las dases dominadas. éllando ante un avance Pero, por encima de todo, por su estructura organizativa rígida y
potênciafmente peligroso de éstas se traia por e! contrario de acentuar cerr~da !:15 fue.rzas. annadas constituyen la parte más difícil de "hetero-
la capacidad integradora de formas democráticas, e! óptimo alcanzablé; geneizar Y pn~a~z:;ir del estado, y por consiguiente son las más aptas
suelen ser movimientos populistas que por medios manipulativos tras· · (y ª veces las umc.as) par:1 asumir las funciones generales necesarias.
miten a Ias roasas una mera sensación subjetiva de estar integradas ... para la salvaguard1a del sistema, cuando los demás componentes deí
Así, los movimientos populistas del "tercer mundo" se revelan como' a,parato estatal se muestran incapacitados para ello por su excesiva
un susti tu to del capitalismo periférico para los mecanismos integrati• 0 230
vos de la democracia parlamentaria: cúando ésta puede apoyarse en Ta1· . .. "Un hecho notªble d e l ª situac1 · '6n poI'1ttca
· en Pakistán ha sido la capa-
objetividad que los princípios de libertad e igualdad adquieren en up. ~tdad de la~ fuerzas armadas de sostener un trato directo con potencias extran·
)eras (especialmente los Estados Unidos) por encima de las cabezas dei gob"
intercambio social regido por relaciones mercantiles, aquéllos tiene.n de tur;~·. (Alavi [169], p. 67; [417], pp. 198-199). i Observación válida n;e:i~
que contentarse con la mera ilusión de libertad e igualdad, aprove" .. para istán!
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 193
192
identificación con los intereses sociales en conflicto. A:demás, son l_a fracciones externas para las cuales las es.trechas vinculaciones de
única institución del estado presente en todas las ex.tens10nes del terr1- las fuerzas armadas con la metrópoli ya prepararon el terreno para .
torio nacional y -más todavía- sierripre en la m1sma forma estatal aceptarlas como representantes políticos. Así, fos altos mandos militares ·
2a1 se convierten en el "partido" dei capital extranjero y en el instrfü
abstracta.
El gobierno militar. es Ia violen?1a
. . _orgamzada.
. " desd obla d a" d el mento de dominacion ' interna
· para una hegemonía externa.
234

estado que asume el papel ~el cap1tal.1sta ~lobal ideal en remplaz? Desde luego, la apariencia relativamente abstracta de un gobierno
de otras instituciones demasiado particulanza??-s para u~ cumph- , militar no puede mantenetse por mucho tiempo. En cuanto toma
miento seguro de sus funciones. Las fuerzas m1htare;i co.~stituyen un decisiones cóncretas, éstas son necesariamente particularistas, con la
"estado dentro del estado'', en el sentido de una dorrunac10n abstracta consecuencia de que la sõciedad civil, con todos sus conflictos, comien-
en medio de una concreta. 232 za a filtrarse en el aparto castrense, en el baluarte de un poder estatal
· Esta. culminación de la abstracción estatal en las. fuerzas armadas abstracto; Las fuerzas armadas se politizan y se fraccionan, se desgasta
hace que suelan participar ta~b.ién e~ a~uellos gob1ernos en que no su capacidad operativa en favor de necesidades más generales del sis-
aparecen como el personal poht1co pnnc1pal; forman par~e ent~n?1s tema, y llega el momento en que hay que remplazarlas por otra
del conglomerado burocrático, impregnán?olo de aquel caracter tip1c~ forma. 2 3s
233
de un establishment cívico-rnilitar. Y, v1ceversa, tampoco faltan casi Lo híbrido e informe de los sistemas institucionales en la periferia
nunca los civiles que ocupan cargos de responsabilidad en gobiernos capitalista contribuye también a su dimensión regional y temporal.
militares -muchas veces en el ámbito de la economía, acorde con este Las enonties disparidades de la geografia económica y social de socie-
rasgo recurrente del "estado de excepción" periférico que no s~ele dades estructuralmente heterogéneas tienen su reflejo político en una
expropiar a la burguesía de sus derechos políticos en lo que se refiere amalgama de formas polítieas que se superponen e interpenetran mu-
a Ia conducción económica. tuamente. Com{) primera orientación poclemos atenernos a la siguiente
Con todo la forma abstracta del poder militar no deja de ser ; correlación: cuánto más las relaciones de intercambio social se pre-
parte de Ia ~isma mistificación que envuelve al estado bur~és en su sentan como relaciones mercantiles, tanto más se aproximan estas
conjunto; la racionalidad global que viene a defe~der no de.ia de ser fonnas políticas a las de la democracia burguesa_ Los fragmentos dél
la racionalidad de las dases dominantes. En su acc1onar concreto nece- . sistema democrático se encuentran más fácilmente en la capital y
sariamente revela una vinculación con intereses concretos, que suelen · demás conglomerados urbanos; de todos modos, en estos polos "moder-
ser los de las fracciones hegemónicas, muchas veces idénticas ª las nos" de la vida·social el poder político puede ejercerse en forma sepa-
h rada dei poder económico y religioso (una excepción recicnte: el
2a1 Expresarnente para evitar una identificación demasiado estre~ a con "
una situación regional particular se acostumbra cambiar en ,foT?1a rotativa a los etnarca" Y arzobispo Macario de Chipre) . Pero a medida que nos
comandantes de las diferentes guarniciones -en nuestros tennmos para mante· alejamos de estos centros, encontramos que la separación entre estas
ner el carácter abstracto de la institución militar. ., ' esferas comienza a diluirse.
2a2 Una descripción !iteraria grandiosa de esta relacion entre agentes esta- . Así, ya en el plano regional el poder político no se separa de! poder
tales militares y civiles desde la perspectiva castrense la .encontr:u:ios ~n la ·
novela dei argentino Roberto Arlt, Los site locos, Buenos A1r7s, Fabril Editora,
(l929), t. 1, PP· 282s: "El ejército es un estado sup7rior dentr? de u~a 2a 4 Véanse, por ejemplo, Sader [355], Mires [308] y otros. Como estudio
1962
sociedad inferior, ya que nosotros somo~ la fuerza e_speciftca ·dei pais. Y sm empírico también Niosi [314], que investiga exhaustivamente las concxiones
embargo, estamos sometidos a las resoluc1ones del go_b1erno ~·: .] ! el gobierno, entre los interescs económicos privados y las fuerzas armadas, concluycndo que

iY qué representantes, sefiores! Ustedes saben meJ?r que yo que dara


1i
,!quién lo constituye? [ .•. ] hombres elegidos por P'.1-rtidos pohttcos info~~s -~~ los militares constituxçn e! sustituto de un partido conservàdor inexistente.
v~gí) 2 ª5 Un paralelo alemán: uno de los ámbitos civilcs cn que cl ejército ale-

tado hay que haber tenido una carrera de mentiras, comenz~n ºd com~ mán se está ·entrometicndo es el de la educación superior, con sus "univcrsi-
1
de comité· transando y haciendo vida común con pendulan~s Ne t? ~s ~ dades de las fuerzas ·armadas" (Bundeswchrhochsr.hulcn). No podía faltar que
calafias e~ fin, una vida al margen dei código Y de la verd~ · 0 ,se 51 es 0 z de rebote las conductas civiles comcnzaran a filtrarse por esta institución cn
ocurre 'en países más civilizados que los nuestros, pero aqm e~.~si [. · ·i!c:! '. el comportamiento de los oficiales-estudiantes. El resultado es un conflic:to con-
parlamento resulta aqu_í la co~edia más grotesca .que haya po 1 0 envi · ' tinuo por el grado de "militarización" o "dvilización" d!! estas universidades;
a un país" (dato de D1eter Re1chardt). , . · T ,, véasc, por ejcmplo, la carta abicrta dcl rertor de la Bundcswchrhorhschulc de
233 Véase Alavi [169], quien habla de una "oligarquía burocratlca·ml itar,1 Hamburgo, coronel Genschcl, que motivá su .xclcvo, cn Frankfurter Rundschau.

y O'Donnell [322]. 20 de encro de 1977.


194 EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPl'rALlSTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA
195
económico; confluye en la mano de un jefe regional -cabeza de tribu, La misma discontinuidad necesaria la encontl'.amos también en el
"caudillo" líder de un partido regionalista, etc.- que controla su transcurso del tiempo: los cambias continuas de regímenes políticos
región ya ~o sólo a través de los órganos impersonales del estado, sino l~; golp~s de estado, las c~nstituciones efímeras, la creación y disolu~
también a través de un sistema de clientela personal profusamente c!on de ,º~ganos representativos, etc., no son expresión de "inmadurez",
ramificado. En el plano local el poder político muchas veces es expre- smo la umca manera en que el estado periférico puede estar a la altura
sión de un dominio personal, y se confunde en ocasiones con funciones d: las e~i?encias sociales heterogéneas por un tiempo prolongado. Esta
religiosas; ahí, es el cura, el cacique, el usurero, el duefio de la única ''.1~estab1hdad c.om~ , form~ de sup.ervivencia" 23 9 no significa que el
tienda o el campesino más fuerte el que representa al "estado" .236 s~s.ema de dommac10n soei.ai estu~1era en peligro; al contrario, cons-
Todos estos escalonamientos no se entienden como meras degra- tltuye una forma de su af1anzam1ento. Muchas veces estos vaivenes
daciones con respecto a la forma burguesa, sino como mediaciones i~sti~ucionales ~i. siqu~e:a alcanzan a la composición 'personal de la
necesarias. "En situaciones de articulación de diferentes modos de cusp1de burocrat1co-m1htar. ·
producción se presenta la necesidad histórica de 'intermediarios poli· Tampoco es posible relacionar los distintos intereses económicos
ticos' entre la clase dominante del modo de producción dominante y con d:terminadas forn:as institucionales: según la coyuntura política,
los grupos del modo de producción dominado. Este fenómeno general lo~ .mismos grupos soc1ales pueden favorecer unas veces un gobierno
adepta características particulares según los modos de producción militar, .?~ras veces u?a seudodemocracia, o de repente un intento
que se articulan entre sí." 231 Estos mediadores políticos ejercen pues, corporativista o populista. 240 El empirismo necesario en la conforma-
en un nivel inferior, la misma función que el estado periférico en su ción ins~itucional dei estado periférico puede llegar al extremo de un
conjunto cumple cem respecto a la. articulación entre el mercado.mun- opo,rtumsmo descarado: las formas institucionales se hacen y. deshacen
dial y la sociedad local. Figurativamente, en el pequeno campesino segun convenga en cada momento y de acuerdo con las oscilaciones
indígena investido con la función más subalterna de corre~idorJ por ser políticas; la falta de princípios se convierte en principio forma1.2u
el único en su caserío que además del quechua habla lo suficiente De lo que se desprende que estos cambias institucionales no expre-
espafiol para poder comunicarse con su superior, el alcaide del muni-
cipio más próximo, reencontramos en miniatura simbólica el estado los Sardaris es siniestro, pero ya no continuará por mucho tiempo a pesar
capitalista periférico. 238 de representar una dificultad momentánea. Lo que pasa en Beluchistán no es
una lucha política entre e! gobierno ·central y una posible oposición sino una
luc~a entre progreso y estupidez." Esto evoca la consigna "civilizacÍón 0 bar-
_236 La combinación de un poder económico con un poder político en ~ar1e''.> ,en la cu'.1_1 durante 130 afios la burguesia comercial ·de Buenos ..Aires
persona de mediadores entre el poder e.entrai de la capital y el sintetizo su vers1on de las guerras contra los caudillos dei interior en favor
agrario, con sus típicas formas clientelísticas, es a tal punto un fenómeno recu· dei libre comercio (inglés); véase Hurtienne [28].
239
rrentc y determinante que el folklore político no podía dejar de ponerle nom· Horowitz [243], p. 304.
bres propios: "caciquismo" en 11éxico, "gamonalismo" en Perú, "caudillismo" 240
Tom,an?o el caso de la historia argentina desde 1940, se podria demos-
en Argentina, "coronelismo" en Brasil, etc. Véase también Flynn [220). trar .que p;act1c~ente t?das _Ias c~ases y. fracciones importantes en esta época
237 Paré (327], p. 5. ["Caciquismo y estructura de poder en la sierra norte -;ohgarqma agra~ia, capital, fmanc1ero e mdustrial extranjero, burguesia indus-
de Puebla'', en Roger Bartra et al., Caciquismo y poder político en d trial I.ocal, pequena burguesia urbana y hasta Ja clase obrera en su expresión
rural, México, Siglo XXI, 1975, p. 34.] per?msta- a~ostaron en ui;i momento u otro a cada una de las formas de
2:is Estas mcdiaciones con las regiones que tienen una organización gob1erno hab1das en este t1empo: seudodemocracia liberal seudodemocracia
-no (plenamente) capitalista, a pesar de ser neccsarias, no están excntas
conflictos, y a vcces bastante agudos. V éase, por ejemplo, la sigt1iente
1;
de tin!e. c?rporativista-p~pulista, gobierno militar. O sea, es oportunidad y no
la leg1tlm1dad la que dieta la forma de gobierno y la manera de alcanzarlo.
caci6n de S. M. Haq, agregado de prensa de la emqajada de Pakistán 241
Después de la destitución dei presidente uruguayo Bordaberry los mili-
Bonn (Süddeutsche Zeitung, 5 de enero de 1974): "Los Sardaris tares nombraron . pri~ero un presid7nte interino con la función principal de
tribales) son déspotas fcudales que pueden disponer de la vida y la prc)píedil.dl decretar la const1tuc1on de un coleg10 de electores para "elegir" ai presidente
de su pueblo corno en su época los sefiores feudales dei Occidente. "definitivo". Este grandioso "Consejo Nacional" quedó integrado de la siguiente
tan un aT)acronismo en nuestro mundo de hoy. Se aferran [ •. manera: todos los generales en actividad ( ! ) más civiles en número igual ( ! ! ) ,
su autoridad a costa dei progreso y dei bienestar de sus pueblos nombrados e.stos segundos por los militares ( ! ! ! ) . ·
que no quieran renunciar a su poder y a sus privilegios, pero su uu.,,.. .. .,,.~,~... Cuando en 1969 murió el p'residente brasilefio general Costa e Silva los
acabará incxorablcmente, porque ya se están planeando y llevando militares violaron la constitución que ellos mismos se habían hecho dos ~fios
reformas socioecon6micas, agrarias y educacionales que convertirán .a para itnpe~ir que asumiera el ca:go ;I vicepresidente Aleixo ( un civil).
en una democracia progresista y próspera en poco tiempo. El modo de actuar Y cuando a com1enzos de 1977 una minoria opoiücional bloqueó en el parla-
EL ESTADO EN LA PERIFERIA CAPITALISTA EL ESTADO DE LA PERIFERIA CAPITALISTA 197
196
san necesaria.mente mudanzas socioeconómicas relacionadas con modi- estado de la periferia capitalista, en vista de las realidades sociales y de
ficacianes en las condiciones de acumulación. Pero, cuando lo. hacen, las tareas por cumplir nunca puede ser uno que concuerde límpida-
los momentos de avance de las relaciones capitalistas de producc1ó~ por mente con su principio formal general como estado burgués. Para 1

regla general no van aparejados con un avance de formas pohticas poder realizar sus funciones burguesas, tiene que asumir formas institu-
burguesas, por lo menos a corto plazo: En situaciones d~ un desarrollo cionales parcialmente no burguesas. 242
capitalista secundario, ambas tendenc1as, ~or el contra~10, suelen con- ,~sto I?uede aparecer como mero problema teórico, como impureza
tradecirse por períodos prolongados. El impulso hac1a !1n~ genera- estetica sm con.secuencias prácticas :. si no con instituciones burguesas,
lización de Ias relaciones mercantiles en los sectores econom1cos hege- pues sin el!as. Pero no es tan fácil desligar el vínculo inherente entre
mónicos altamente monopolizados, constituye una amenaza no sólo forma y función. Descartar las formas burguesas no es gratuito.
para el 'nivel de vida de las dases domii:_adas, sinc~ también. pata la El mismo proceso de producción y reproducción capitalista exige
existencia de amplios sectores del pequeno y mediano capital local y produce el propietario de mercancía libre e igual. Con eso, también
que sólo puede revestirse de formas polí~cas ª?to.ritarias. En co?~ra­ produce la tendencia bacia el ciudadano con "igualdad ante la ley".
partida, las fases de cierto statu quo soc10eco?om1co pueden ~ac~htar Todas las construcciones institucionales que interfieren con esta ten-
un mínimo de formas democráticas. Redescubnmos en este mov1m1ento dencia son, pues, fuentes de contradicciones. AI garantizar el estado
histórico contrapuesto la contradicción entre el principio formal y la el sistema capitalista, hace también que continúen surgiendo Ias. c.leman-
función dei estado periférico. Las funciones y derechos que esto~ siste- das de emancipación política.
mas políticos asignan al individuo. no pueden ~~r menos híbndos Y U n estado que en sus medi~s de acción rompe sistemáticamente la
a.mbivalentes que ellos mismos. La mterpenetrac1on entre estado y ~­ esfera de circulación renuncia con ello a la ~pariencia de neutralidad
ciedad significa, a nível de indivíduos, que. a través de todos .los pos1- social. Se coloca entonces en la necesidad de justificar materialmente
bles papeles cívicos se trasluce su pertenenc1a a l~s e.Iases domman,t~s o cada una de sus medidas; cuando no puede hacerlo, su capacidad de
dominadas. Tal como se combina el poder econom1co con :1
pohtic?, hacerse obedecer depende exclusivamente de su capacidad coactiva.
la desigualdad y la dependencia no pue?en quedar escon~!das de:i:as Cualquier resquebradura en el aparato represivo amenaza entonces
de los pÔrtones de las fábricas. Ya const1tuyen una excep~1on las f13a- la existencia. misma dei sistema.
ciones formales de desigualdad (esclavismo, castas, aparthezd . .. ) ; pero Sobre todo, bajo las condiciones sociales imperantes en la periferia
otros mecanismos informales garantizan con no menos eficacia la capitalista no hay sistema político que pueda garantizar una integra-
exclusión política de los sectores respectivos de la población: menores ción duradera de la clase trabajadora y en general de las cJases 4omi-
oportunidades para la mujer, discriminaci~n ét?ica o racial,~frau~e nadas; éste es históricamente el problema clave dei sistema capitalista
electoral, eliminación de los analfabetos del padron electoral, v1olenc1a en e! "tercer mundo", y alrededor de él gira en gran medida el proceso
"estructural" o también abierta. político de los países que lo constituyen.
Resumamos: sea cual sea el ropaje institucional que asuma el
mento los proyectos gubernamentales de una refonna constitucio~al y electoral, ~J
presidente Geisel suspendi6 transitoriamente el congreso el uempo necesar10
para decretar "revolucionariamente" las reformas ~eseadas, . ~econvocando
el parlamento después para que reasumiera sus funciones leg1t1madoras. El
corresponsal de la Frankfurter Allgemeine Zeitimg (22 de . abril d.e 1977.)
coment6: "Para un observador orientado en normas democráticas occ1dentales,
es deprimente ver con qué frivolidad si; ma~ose6 la .c.onstitu~i6n."
Una reprimenda similar se la gano la JUnta m1htar chilena por parte dei
peri6dico de la alta burguesia El Mercurio ( edici6n aérea internacional, 30. de
enero de 1977) cuando Pinochet cambi6 el articulado de un "acta constitu·
cional" decretado poco antes para despojar a la oposici6n cristiano-dem6crata
de ui'.i. recurso legal ·en el caso dei cierre de su radio ''Balmaceda": "1;-a ,gran " 2 La misma discrepancia necesaria en funciones materiales burguesas e
obra política tiene algo de una máqui~a qu~ se guia por. su peso prop10 [. · .] instituciones fonnales no burguesas la analiza Gerstenberger [105], p. 221, en
sin necesidad de interferir en su func1onam1ento y camb1arlo cada vez que .se el caso dei estàdo absolutista.
presenta un caso presuntamente imprevisible."
RESUMEN E INDICACIONES DE USO 199

estuvie~a tentado de omitir por ello los pasos intermedios de concredón


5. RESUMEN E INDICACIONES DE USO necesana en realidad s6lo seguiría ilustrando lo abstracto en vez de
explicar lo concn~to, que es lo que en definitiva importa y para lo cual
el presente traba30 no es sino un paso preliminar.
. .~ Cuáles son esencialmente estos pasos de concreción, y cómo puede
ut1h:arse un modelo heurístico semejante en los diferentes niveles
anahticos?
AI finalizar nuestra exploración de las determinaciones básicas del
1] La base de cualquier análisis de formas políticas concretas en
estado en la periferia capitalista, el listado introductorio de fenómenos
un pais ' d el " tercer mun d o' ' es el análisis de su insercíón económica en
"anormales", así como la pregunta inicial de si se trataba de un estado
el rr1;ercado mundial, sus estructuras económicas internas y la expresíón
"fuerte" o "débil", retrospectivamente nos parece una fase ya muy
de estas en la composición social del país.
alejada de nuestro proceso de aprendizaje, caracterizado todavía por
una gran desorientación. "Desde luego" -diríamos ahora- es fuerte Aquí,. nuestras ~onsid.eraciones t:óricas nos alertan a indagar muy
y débil al mismo tiempo; pero ni esa respuesta nos satisface ya en en ;~pecial en los mtereses del capital internacional que se expresan
vista de los problemas multidimensionales que están en la base de esta poht1c~mente en el estado y de los cuales se deriva una profunda ambi-
ambivalencia. Suena demasiado como una yuxtaposici6n fortuita dei valenc1a de su autonomía relativa. Estamos también preparados para
tipo "por una parte-por otra parte", cuando en realidad se trata encontrar una estructura de dases incoherente, en la cual coexisten
de todo un sistema de relaciones dialécticas funcionalmente necesarias. dases y fracciories modernas y caducas, embrionarias y residuales, defor.
La ambigüedad del estado de la periféria capitalista no es la inde- madas y transicionales de todo tipo, transfigurándose en extremo Ias
terminación, sino la determinación bipolar. Tiene su causa última apariencias de los conflictos sociales reales· en consecuencia tampoco
en ·ia duplicidad de la infraestructura social. Vimos cómo el estado se ai nivel de los fenómenos políticos nadai pdede tomarse confÍadamente
intercala como mediador político entre las estructúras sóciales subdes- por l.o que p~rece, y ya no nos sorprenden alianzas y antagonismos que
arrolladas del espacio económico local y las fuerzas económicas preva- a pnmera vista parecen refíidos con la lógica.
lecientes al nivel del mercado mundial representativas de un grado de 2] Lo que no es común a todos los estados dei "tercer mundo"
desarrollo capitalista más avanzado, que en su conjunto forman no puede ser materia de observaciones generales. Queda entonces por
su base reproductiva material. De este papel de mediador surge la hacer el análisis de la conformación histórica concreta del estado res-
contradicción entre un principio formal correspondiente a relaciones pectivo y sus relaciones oon la sociedad. No se gana nada para el análisis
capitalistas plenamente establecidas, y la fundón de imponerlas defini- concreto con una referencia general a la contradicción entre forma
tivamente, desajuste constitutivo que se puede trazar a través de y función. Hay que determinar cuáles son las exigencias funcionales
todas las funciones del estado, sus medios y sus formas organizativas, que se presentan al estado en un momento histórico dado, cómo el
reapareciendo siempre en nuevas transfiguraciones y contradicciones esta~o trata de cumplir con estas exigencias, por qué estas obligaciones
cada vez más específicas. func1onales lo compelen a procrear elementos formales híbridos, y cómo
Sin embargo, semejante inventario de problemas estructurales por esta inevitable falta de coherencia repercute en su capacidad regu-
lo que toca a los rasgos históricos más generales de las sociedades de la ladora en otras áreas de acción.
periferia capitalista no puede constituir por sí solo un instrumental Nuestras consideraciones estructurales no pueden remplazar este
teórico aplicable directamente a la realidad histórica como contexto examen concreto, pero sí "sensibilizamos" para cornprender las contra-
explicativo. No queremos finalizar sin poner una vez más de realce dicciones emergentes no como patológicas o como falias de nuestro
esta limitàción. En este nível de abstracción, sólo puede trazarse una
análisis, sino .como expresión genuina de la "incoherencia inherente"
"matriz" heurística que ayude a reconocer contradicciones reales y a
de estos sistemas de dominación, su esencia misma que se trata precisa..
ubicarlas en su justa dimensión como necesarias y críticas a la vez.
m~i:te ~e saca~ ª.luz. Así, por ejemplo, ya no nos sorprende si un
El contcnido social concreto de estas contradicciones, sin embargo, i
mm1steno econom1co combina una política de laissez-faire con medidas
nunca puede concluirse únidmente con base en un sistema tal de
determinaciones abstractas, aun cuando en algunos casos sugiere una abiertamente !nterve.ncionistas. Y los regímenes muy cerrados y rígidos
explicación relativamente satisfactoria para ciertos fen6menos. Quien ya no pueden 1mpres10nar como especialmente estables; precisamente su

[198]
200 RESUMEN E lNDICACIONES DE USO RESUMEN E INDICAClONES DE USO
201.
negativa de asimilar las contradicciones de la sociedad circundante Finalmente, las formas de l~cha de estas fuerzas no puedehzdéjar
son e! germen de futuras crisis. de adecuarse ,en parte ~}os med1os y formas de dominación que utiliza
3) E! poder de este instrumento de dominación que es el. estado el estado. As1, la cues~1?n de la toma d~ conciencia política se plan-
no puede llegar más aliá del poder social de las dases dominantes tea de u~. modo e.spec1f1c~ frente a un sistema de dominación que no
que se encarna en él. Es entonces limitado y condicionado po~ la capa- logra legit1marse smo parcialmente y por medio de la "violencia ideoló-
cidad de negación, eI poder contrapuesto de las clases domi~adas. EI gica". AI ig~al, el problema de métodos violentos de lucha se plantea
análisis de las expresiones políticas de aquellas fuerzas sociales q~e de manera diferente frente a un estado para el cual la violencia consti-
constituyen una alternativa histórica a la sociedad burguesa ten?na tuye un medio indispensable y cotidiano para garantizar su existencia.
que ser parte integral de un análisis global de las formas de domma- ~]. Con todo, queda por dar el paso más decisivo de com:reción
ción en países dei "tercer mun~o". Aquí, .sólo p~emos dar al~un~ anahtica: el de la coyuntura concreta del conflicto de dases y de la
indicaciones de cómo los determmantes sociales bas1cos en la penfena dinámica histórica que de ahí resulta.
capitalista tienen que influir también en las estructuras y estrategias En esto, el. conocimiento de problemas estructurales básicos puede
de fuerzas contestatarias. ayudar a d.es~1.frar. esta dinámica histórica, penetrando las contradic-
Las estructuras de clase informes y heterogéneas son un dato no cio?es Y, m1st1f:ca~1one~, como expresión de un proceso de internacio-
menos característico parà las dases dominadas que para las domi- nal1za~1on c~pi:ahsta impulsado por las exigencias de un mercado
nantes. Estas discontinuidades tienen que reflejarse en la composición mundial. cap1tal1~ta plenamente establecido. Está claro, entonces, que
social, en la programática política y en las formas de conciencia de los confhctos soc1ales centtales --por más trastornados y mistific~os
movimientos emancipatorios. Organizaciones ideológicamente "puras" que se ~resenten-: no pueden ser otra cosa que el antagonismo entre
son necesariamente parciales y no pueden ser las portadoras de una el traba30 y el capital, antagonismo que asuznirá formas' cada vez más.
alternativa viable para el conjunto social. claras Y crudas a medida que avance la penetración capitali~ta.
La cuestión de las alianzas asume un cariz nuevo cuando se incluye
a las burguesías externas en el análisis de las dases dominantes, como
fracción muchas veces hegemónicas. Aquí tiene un papel preponde-
rante la respectiva forma de inserción en el mercado mundial; todo
el diagrama de alianzas y a~tagonismos p~ede .c~mbiar. según sea una
función más moderna y mas retrasada, diversificada. o monoproduc-
tcra del sector primaria, secundario o terciario, la que cumple la
eco~omía nacional en el contexto de la división internacional dei
trabajo.
El marco del estado nacional tiene una importancia mucho más
decisiva para contextos políticos que económicos. El análisis econó-
mico y e! político no deben, por consiguiente, ni borrarse ni sustituirse
mutuamente. La falta de congruencia entre ambas esferas con su
secuela de desajustes sociales define también el marco condicionante
de una fuerza opositora.
En este contexto cobra especial relieve la falta de identidad entre
"estado" ( en cuanto sistema de dominación política) y "nacióD:" ( en
cuanto proyecto de desarrollo socioeconómico integral) ; de ahí el papel
neurálgico de las reivindicaciones nacionalistas en estos países: pueden
constituirse en arma ideológica importante en manos de movimientos
emancipatorios, pero ai mis~o tiempo se prestan para su domesticación
por parte de intereses burgueses locales, aparte de contener el peligro
de "balcanizar" las fuerzas revolucionarias.
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Basaldua, Raúl, 216 . ' Cibotti, Ricardo, 212
' Ba53am Tibi, Handbuch 202 Cogoy, Mario, 59, 202, 207, 200
, Basso, Lelio, 206 ' Coleman, James S., 211

{225J
226 · ÍNDICE DE .NPMBIU!iS

227
Colleti, Lucio, 207 Fitzgerald, E. V. K., 213 Hag, S. M., 194
Collins, 210 von Flatow, Sibylle, 60, 64, 68, 207 Hamilton, Nora 10 214 Kossok, Manfred, 21 6
Cordera Campos, Rolando, 212 Flynn, Peter; 194, 213 · Harding, Timothy F.,214 Kraiker, Gerhard, 20 7
Kress, 209
Có1 dova, Armando, 86, 88, .202 Fontana, 210 Haya de la Torre, Raul, 222
C61 dova, Arnaldo. 212 Fortín, Carlos, 213 Hem, Wolfgang 7 10 12 64 6 5 · Kr:ye, Otto, 203, 204, 209
Costa e Silva, 195 Frank, Andre Gtinder, 19, 20, 31, 214 . , ' •' , ' ·• Knppendo;f, Ekkehart, 204, 216
Cmler, Julio, 212 44, 88, 203 Heinrich, Brigitte, 208 Krysmansk1, 208 ·
Coutinho, Luciano G., 220 Frerichs, .Tohann, 207 Heinrichs, Jiirgen, 203 Kuartim, Jofio, 219
Freyre, Gilberto; ·213 Herbert, Jean-Loup, 27 K~~gelmann, Ludwig, 36, 4-8
Chiaramonte, José Carlos, 86 Friedland, Rodger. 207 Heussen, Hejo 135 Kuhnl, Reinahrd, 208
Frõbel, Folker, 203 H~llekamps, C~rl H., 10 2
Dahm. B., 217 Ftommann, Rainer, 160, .218' H~nkelammert, Franz, 7, 203 Laclau, Ernesto, 88, 210, 2 rn
Danckwerts, D., 216 Frondizi, Arturo, 125 ... H1rsch, Joachim. 50, 59, 61, 64, 65. L,fer, Celsó, 2l6
Debray, Régis, 212 Funken, Klaus, 59. 202. 207, 208 185, 202, 207, 208, 209 . Lamb, G., 216
Deutsch, Karl W., 102, 207 Furtado, Celso, 87, 203, 215,' 223 Hochberger, ·Hanno, 208 .Lamounier, Bolívar, 216
Dick, Vera María, 222 Hoff1?ann, Jürgen, 210 L~nusse, ~Iejandra A., 126
Diner, Dany, 62, 100, 207. Ga1eano, Eduardo; 101,. 203 · Hopkins, Jack w., 214 Lapple, D1eter, 48 50 59 60, 62,
Di Tella, Torcuato, 212 Garcés, Joan, 213 Horowitz, Irving Louis l5'í 65, 96, 138, 153,' 2óà ,
Do1fman,. Adolfo, 212 García, Antonio. 214 215 . . , .· - , t 9Jí. Leal, Juan Felipe, 216
Dos Santos, Theotonio, 40; 203 García, Ra{1l Alfonso, 132 Huisl~en; Freerk, 60, 64, 68 , 207 Lechner, Norbert. 10 50 183 216
224 ' ' . • • '
Draguhn, W., 217 Galbraith. Tohn Kenrieth. 207 Hun~mgton, Samuel P., 171, 215
Durnnd Ponte, Víctor Manuel, 212 Gantzel, Klaus Jürgen, 203 Hurt1enne, Thorria~, 7 16 40 87: . Leggewie, Claus, 204
Geisel. Erne~to, 196 · 195, 203 .• ' . . ' ,. Lehmann, David 216
Ebbighausen, Rolf, 153, 207 Genschel, 193 • Lenin, V, I., 204, 208, 209
Eekl, Jiirgen, 213 Germani, Girio, ·214 Ianni, Octavio. 165. :215 Levingston, Roberto M 121
E.lsenhans, Hartmut, 122; 176~ 189, Gerschenkron, Alexander, 97; 203 Illia, Arturo, fa5 ' Libertini, 207 · "
213, 222 Gerstenberger, Reide, 37,.47. 49, 61, fmaz, José Luis de, 215 Linz,
I. Juan J. , 216
Emmanuel, Arghiri, 16, 40, .164, 202 · 62. 64. 68, 96. t r3, 197, 201 Izaguirre, Inês, . 203 'Jmdenberg, Klauss, 217, 223
Engels, Friedrich, 33, 36, 42~ 47, 50, Gildemeister, 22 Jalée, Pierre, ?.03 Lo, Clarence. J. H., 47, 207
Lock, Peter, 211
58, 96, 100, 112, 208, 209 Girling.. Robert, 219 J~~aribe, Helio, 40, 185,. 203 • 215
Erber, Fabio Stéfano, 213 Gold, Davirt A.; 47. 207 Jamcke, Martin, 208, 222 López Rega, José, l 26
Ernst, Dieter, 211 Gomález, Hugo, 1-31 : Joxe, Alain, 215 Lloyd, Mecham, 217
Espíng-Andersen, Costa. 207 Comález, Vinicio, 222 Jürgens, Uurich, 39, 57, 60 62 64, Lo~venthal, Abraham F., 217
Esteban, Juan Carlos, 23 González Casanova, .Pablo. · 214 66, 68, 134, 206 '. ' Lmz, Washington, 165
Esser, Josef, 207, 221 Gnmález Snriann, RM1l, ·~14 Luther, Hans U., 217
Evers. Tilman T., )6, 152, 202, 213 Grithner. Karl-Christian, 214 Kaplan,_Marcos, 11, 169, 215, 224
von Eynerri, Gert, 206 Grabendorff, Wolf~ 214 Kastendtek, 39. 57, 60 62 64 66 Maca rio ( ar1'obispo' 193
Craciarena. Jorge P.. 214 68, 134, 206 ,, . ' ,, ' . Maggiolo, Oscar .r.,' '217
Feder, Erne~t, 203 Graebener; Jürgen, 216 Katzenst~in, Robrt, 208 Magri, Lucio 207
fajnzylber, Fernando, 213 Cramsci. Antonio, 124; 208 Kerstenetzky, Isaac, 211 · Maitan, 207 '
Faletto, Emo, l O, 83, 107, 202 Greenstrin, 217 · Kestin, Hakki, 216 Malloy, James, 217
Fanon, Frantz, 154 Cuggenbergrr, B., ·6·1, 208 Keynes, John• M., 209. Mandei, Ernest, 12, 19 59 65 66
Feinbenr, ·Richard, 222 Guillén Martínez, fp_rnando, 214 ~a!atbari; Parviz; '204 124 ' . ' ' •
Fernandes, André, 213 Guzmán Bõckler; Carlos, ·27 Kis~mger, Henrf, 104 Mansilla, H. e. F., 217
Fernandes, Florestan, 203 Kmeper, Rolf, 208 Mao. Tse-tung, 88
Fernández, Raúl A.. 213 Haas, Ulrich. 136, 214 •,Konlychizky, s., 2 16 Mari~tegui, José Carlos, 217
Ferrer, Aldo, 203, 213 Habermas, Jürgen, 208 ·Kostede, Norbert, 61, 208 Mart!ms, Carlos Estevan, 217
Marhms, Luciano, 217
228 ÍNDICE DE NOMBR.E~ i fNDICE DE NOMBR.ES
229
]\farini, Ruy Mauro/ 17, 34, 40 O'Connor, James, 66, 67, 209 Roddick, J ackie, 220 Snrj, Bernardo, 221
Martinelli, Alberto, 217 O'Donnell, Guillermo, 10, 11, :~bkkan, Stein, 216-217 Sotelo, 221
Martínez Pclácz, Severo, 104 51 127, 192, 218, 224 . Rõmer, Peter, 210
Offe: Cfa.us, 50, 68, 96, 118, 159:•.
1 Snuroville, Juan, 211
Marwedel, 208 Ílonge, Volker; 66, 67, 68; 210
Marx, Karl, 12, 16, 19, 20, 29, 30, 32, 206, 209 Souza, Herbert. 221
Rouquié, Alain, 220 Spalding .Tr., Hobart A., 214
33, 35, 36, 42, 43, 47, 48, 50, 51, Olle, Werner, 22, 37, 40, 68, ,{vwthom, Robert E., 210 Spohn, W., 220
52,55,56,57,58,60,62,69, 71, 72, Oliveira, Francisco de, 17, 29, -i~xborough, Jan, 220 StaJlings, Barbara, 222
73, 79, 85. 87' 91, 92, 96, 101, 109, 87, 165, 204 Rudolph, Klauss; 220
110, 120, 121, 131, 132, 138, 152, Olivier, Jean Pierre. 178~ 218 Stenzel, Konrad, 10, 12, 214
Steinhaus, Kurt, 205
164, 165, 173, 208, 209 Onganía, Juan Carlos, 125, 126;
Oxaal, I., 204
~hs, Ignacy, 220 Stcpan, Alfred. 222
Mattick, Paul, 206, 209 · Sader, Emir, 193, 220
Meireles, José, 10, 143, 217 St~itch, Thomas, 219, 221, 223
Sandoval Rodriguez, Isaac, 220 S;1kamo, 161
Menzel, Ulrich, 122, 205, 213, 222 Palloix, Christian, 16,. 204 Saritamaría, Horacio, 211
Mercado Jarrín, Edgardo, 158 Paré, Luisa, 86, 194, 219 Suzigan, Wilson, 142
Saul, John S., 12, 176, 178, 181, Szanky, Zoltan, 203
Merhav, Meir, 204 Paschukanis. Emten, 61, 209 202, 220
Meschkat, Klaus, 203 Peláez, Carlos M., 219 Szentes, Tamás, 17, 205
1 Schãfer, Gert, 209
Mever-Franck, Wolfgang, 160, 218 Penth, Boris, 206 Sd1affer, Carlos, 220
MiÍiband, Ralph, 209, 210
Mires, Fernando. 193, 218
Peralta Ramos, M6pica, 10, 17,
Per6n, Isabel, 126 .
%Himer, ~ri, 66 Tavares de Arau.fo Tr., José. 213, 222
Sehmarling, Paul, 221 T!'tzlaff, Rainer. 122. 205, 222
Molina Mena, Armando, 218 Per6n, Juan Dominf?"o, 126, 144, .16. SH1midt, Alfred, 204, 213, 214 Tihi, Bassam, 31, 222
Moltmann, 221 Petras. James F., 219 s,:hmidt, Helmut, 25 Tiulpanow, S. I.. 86
Moore, Barrington, 209 Piccioto, Sol, 209 Sc.hmieg, Günter, 66, 67, 68, 210 TPrres Rivas, Edelberto, 10, 12, 222
Müller-Planteqberg, Urs. 144, 151 Piel, Jean, 27, 28, 149, 219 i~ Trf'her, Salvador, 222
Sthmitt-Egner, Peter, 62, 100, 207
Müller, Wolfgang, 49, 60. 113, 144, Pike, Frederick, 219, 221, 223 Sí'hmitter, Philippe C:, 220
204, 209 Pinochet, Auf?"usto, 196, 212
S.:hoeller, Wolfgang, 7, 16, 17, 22, Valedllos, Héctor, 50, 206, 208, 211,
Murmis, Miguel, 10, 218 Pohlmann. Jõrg, 206 23, 24, 31, 34, 37, 40, 68, 202, 205, 221, 224
Murray, Robin, 209 Polsbv, 217 218; 221 VaJenzuela Feijoo, José, 222
Murray, Roger, 176, 181 Pompermayer, Malori, 12, 219 ) Sc-hooyans, Michel, 221 V:illenila Lanz. Laureano; 222
Myrdal, Gunnar, 11, 204 Portantiero, Juan Carlos, 10, 124~ Schuhler, Conrad, 17, 205 Velasco Alvarado, Juan, 158
209, 218 Scl:wartzmann, Simon, 221 Vdasco Iharra, José Maria, 184
Narr, W. D., 209, 221
Poulantzas, Nicos, 44, 48, 124, 176. Veneroni, Horacio, 223
Needler, Martin C., 218 '8chwember, Hermann, 221
180, 187, 207, 209 Srott, J. e., 171
Negri, Antonio, 209 \ \
Videla, Jome Rafael, 127
I'uiggr6s, Rodolfo, 88 Selow, 16, 202 Villei;.is, Osiris, 158
Negt, Oskar, 203
Nettl, Joseph, 209 Semmler, Willi, 138, 210 Villela, Annibal, 211
Quijano, Aníbal, 219 Senghaas, Dieter, 16, 24, 30, 44, 97, Vincent, Jean-Marie, 50, 224
Neusüss, Christel, 16, 60, 204, 206, "
209 144, 205, 209, 213, 219, 222 Vitale, Luis, 88
Rahehl, Bernd, 220 Shofield, W. R., 210 Volmer, 22
Nikolinakos, Marios, 204
Radice, Hugo, 209 . Sigrist, Christi;tn; 221
Nina, Andrés, 218
Ramalho, Luiz, 7, 14, 32, 220 Silva Michelena, José A., 22.1 ·
Niosi, Jorge, 193, 218 Rankin, Richard C., 220 . 'Waldmann, Peter, 223
Nitsche, Manfred, 218 Simonis, Georg, 10, 12, 64, 65, 214 Wallerstein, Jmmanuel, 205, 223
Reichardt, Dieter, 192 Skidmore, Thomas E., 221
Nkrumah, Kwame, 111 Warren, Bill, 205
Reichelt, Helmut,· 209 Smith, William C., 12, 219
Nohlen, Dieter, 204 W<'ffort, Francisco, 212, 223
Reichstuhl, Henri Philipp, 220 Somaini, Eugenio, 217
Nun, José, 204, 218 Wells, John, 223
Reimann Weigert, E!isabeth, 220 Scmoza, Anastasio, 128
Nuscheler, Franz, 204 Whitehead, L., 223
Rezende, Fernando, 220, 222
Sonntag, Heinz Rudolf, 11, 12, 50, Wiarda, Howard, 223
Philipp, 218, 220 Rivas Sánchez, Fernando, 220
88, 186, 205, 206, 207, 211, 221, Wirth, Margareth, 50, 60, 64, 67,
José F., 213 Robinson, 189 224 68, 112, 210
230 ÍNDICE bg. NOMl>R.H

von Wog·au, Peter, 16, 202 Würtele, Wemer, 223


von Wolter, 40, 220 Yaffe, David S., 210
Wright, Erik Olin: 47, 207 . ,,' ·,' . \, .
Wulf, Hebert, 211 · iavaleta, René, 177, 205, 2~

impreso en editorial melo, s. a.


av. ~iio de juárez 226-local d/col. granjas san antonio
•· 1ztapalapa-o9070 méxico d f
mil ejemplares y sobrant~s · ·
agosto de 1985

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