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Es
interesante observar cómo los granos de arroz crecen cuando los cocemos. Gracias al experimento
con zanahorias que te traemos en esta ocasión, verás que los efectos de la ósmosis hacen que
ocurra todo lo contrario. Veamos qué pasa en este caso.
Materiales
3 zanahorias.
Un vaso transparente
Agua
Sal
Azúcar
¿Cuál es el resultado? Observamos que la zanahoria que hemos dejado al aire libre se arruga y se
deshidrata, pero no pierde su tamaño. En la zanahoria de agua dulce su tamaño ha aumentado.
Por último, la zanahoria de agua salada ha disminuido en tamaño y se ha podrido.
Explicación
El agua, que tiene un gran poder disolvente, puede pasar a través de las membranas vegetales de
la zanahoria. En el caso de la zanahorias vemos cómo es produce el proceso de ósmosis. En
síntesis, la ósmosis consiste precisamente en el paso del agua a través de la membrana
semipermeable, desde la solución más diluida a la más concentrada. Esto significa que cuando
tenemos un cuerpo –en este caso la zanahoria– metido en un líquido con una alta concentración
de sal, el elemento que menos sal tiene soltará agua hacia el que tiene más sal con el objetivo de
que la concentración sea igual en ambos. Por tanto, el agua va en un sentido o en otro en función
del nivel de concentración de los elementos.
Además, como hemos visto con nuestras zanahorias, la ósmosis afecta de manera desigual a un
mismo organismo en función de la tonicidad de la solución en la que se metan. Cabe destacar que
las soluciones hipertónicas tienden a ser más peligrosas para un ser orgánico, mientras que las
soluciones hipotónicas no tienen un efecto tan nocivo. Esto depende fundamentalmente del grado
de concentración de la disolución.
El peligro de la hipertonicidad en las plantas
Cuando se coloca una célula en una solución hipertónica, el agua sale de la célula y la célula se
encogerá. En un entorno isotónico, no hay variaciones en el agua, por lo que tampoco se verá
alterado el tamaño de la celda. Por último, cuando una célula se coloca en un entorno hipotónico,
el agua entra en la célula y la célula crece.
Las células de las plantas viven mejor en soluciones extracelulares hipotónicas. La membrana
plasmática solo puede expandirse hasta el límite marcado por la pared celular. Por esta razón, la
célula crecerá pero no estallará. De hecho, el citoplasma en las plantas es generalmente un poco
hipertónico. Así, el agua entra en una célula hasta que su presión interna, la presión de turgencia,
impida una mayor afluencia.
En este experimento hemos visto los efectos de la ósmosis en las zanahorias al meterlas en
distintas soluciones. Con ello aprendemos que mantener el equilibrio de agua y solutos es muy
importante para la salud de una planta. Si una planta no se riega, el líquido extracelular se volverá
isotónico o hipertónico, provocando que el agua salga de las células de la planta. Esto da como
resultado una pérdida de presión de turgencia, que es la que hace que una planta se marchite.
Turgencia y Plasmólisis
Este experimento de ósmosis con las zanahorias nos ha llevado a observar un fenómeno muy
importante: los procesos osmóticos de turgencia (ganancia de agua) y plasmólisis (pérdida de
agua). La turgencia causa el crecimiento de las plantas y la plasmólisis su decaimiento o
putrefacción.
En medios con alta concentración de sal (hipertónicos), el agua sale a través de las membranas
semipermeables y los tejidos se deshidratan o plasmolizan. La plasmólisis es el proceso de ósmosis
que ha ocurrido al meter las zanahorias en el vaso con sal.
Por el contrario, si el medio externo a las células es hipotónico, el agua entra en ellas y
experimentan turgencia.
ZANAHORIA