Está en la página 1de 19

INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES

DE PROGRESO DE OBREGÓN, HIDALGO

PROYECTO DE
INVESTIGACIÓN
“LA ANOREXIA EN LA PANDEMIA DEL COVID-19”

QUE PRESENTA:

DIANA KARINA ROMO AVILES

RVOE SEP ACUERDO NO. 20071013

DE FECHA: 13 DE JNIO DE 2023

ASESOR METODOLOGICO:

LIC. ARTURO ESTRELLA FAJARDO

GENERACIÓN 2020 – 2023

PROGRESO DE OBREGÓN, HIDALGO, JUNIO DEL 2023


La anorexia en la pandemia del COVID-19

Planteamiento del problema

Anteriormente la anorexia debido a la pandemia se vio afectada la vida

cotidiana y tuvo efectos en la salud física y mental de las personas y esto afecto

principalmente a niños y adolescentes ya que tuvieron miedo al contagio y esto

aumento los síntomas que estaban relacionados con problemas de salud por la

búsqueda de problemas.

La anorexia es un trastorno de origen neurótico que se caracteriza por un

rechazo sistemático de los alimentos y que se observa generalmente en personas

jóvenes; suele ir acompañado de vómitos provocados, adelgazamiento extremo y,

en el caso de las mujeres, desaparición de la menstruación. La anorexia nerviosa,

a menudo simplemente denominada «anorexia», es un trastorno de la

alimentación que se caracteriza por el peso corporal anormalmente bajo, el temor

intenso a aumentar de peso y la percepción distorsionada del peso.

El coronavirus del 2019 afecto profundamente la vida cotidiana en todo el

mundo, con efectos en la salud física y mental de la población. El contexto actual

es especialmente desfavorable para la población en riesgo o que se encuentra

cursando un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), en especial la anorexia

nerviosa (AN). La interrupción de las rutinas diarias y la limitación de las

actividades al aire libre se ha asociado a un aumento en la preocupación en


relación al peso y la forma corporal lo que afecta negativamente los patrones de

alimentación, ejercicio y sueño.

La anorexia provoca problemas como la pérdida de peso excesiva, fatiga,

insomnio, mareos o desmayos, en el caso de las mujeres ausencia de la

menstruación, estreñimiento y dolor abdominal, piel seca o amarillenta,

intolerancia al frio, ritmo cardiaco irregular, presión arterial baja, deshidratación,

también puede provocar la muerte.

Dos han sido los mecanismos principales que han intentado explicar el

creciente riesgo en esta época de los TCA en adolescentes y niños. Temor al

contagio, lo que puede aumentar los síntomas relacionados específicamente con

problemas de salud o por la búsqueda de dietas restrictivas. Las elevadas tasas

de estrés debido a la pandemia y al aislamiento social también contribuyen a

aumentar el riesgo.

La preocupación de un individuo por su cuerpo o peso, así como los

cambios en las conductas de alimentación o ejercicio, pueden preceder al

cumplimiento de los criterios completos del diagnóstico de AN entre 6 a 12 meses,

agravado además en los individuos muy jóvenes, por la negación al impulso por la

delgadez y el miedo a aumentar de peso, dificultando aún más la sospecha. Por

todo esto, estos jóvenes constituyen poblaciones vulnerables que requieren

enfoques específicos para su manejo oportuno. Así, la pandemia puede precipitar

el desarrollo de conductas de TCA en algunos, exacerbar la patología existente y

hacer el diagnóstico más tardíamente en otros.


La AN es una entidad prevalente. Se le considera la tercera enfermedad

crónica en adolescentes (después de la obesidad y el asma bronquial) y alcanza

una mortalidad de 6% a 12% por causas médicas y psiquiátricas (lo que a su vez

constituye 6 a 12 veces más que la observada en mujeres jóvenes de la población

general). Su aparición conlleva consecuencias orgánicas graves derivadas de la

desnutrición, las restricciones nutricionales y los desequilibrios hidroelectrolíticos.

Se estima que un 30% de las causas de muerte son de origen cardiológico,

fundamentalmente muerte súbita dado por los cambios estructurales y funcionales

observados en los enfermos. De ahí la necesidad de una oportuna derivación ante

la sospecha clínica por parte del personal sanitario tratante. (Santiago 2021)

Las complicaciones cardiovasculares son frecuentes en pacientes con AN

y, dependiendo de los métodos de evaluación utilizados, su incidencia puede

llegar hasta el 80% de los casos. Existen anomalías de la repolarización y la

conducción, alteraciones estructurales, cambios hemodinámicos y alteraciones

vasculares periféricas. Uno de los hallazgos más frecuentes es la bradicardia

sinusal, que se observa en un 95% de los casos y se asocia a un aumento del

tono vagal. Puede ser la única manifestación y en no pocas ocasiones permite

establecer la sospecha diagnóstica.

Además, se describe un intervalo QT mayor que la población general,

(pero generalmente dentro de límites normales) lo que debe ser tomado en

consideración ante el uso de fármacos que prolonguen éste, como, por ejemplo,

algunos antidepresivos utilizados en el manejo de la AN u otros medicamentos.

También se observa una dispersión aumentada del QT, que se asocia a riesgo de
arritmias graves por diferencias regionales en la repolarización ventricular. Junto

con lo anterior se presenta una reducción de la presión sistólica y diastólica, lo que

facilita la aparición de episodios de síncope, que puede ser el primer y único

motivo de consulta en los servicios de emergencia. (Santiago 2021)

Dentro de las alteraciones estructurales, entre un 33 a 66% de los

pacientes se observa una atrofia ventricular izquierda, cuyo origen no está del todo

claro. Destaca, además, el hallazgo de derrame pericárdico, especialmente

encontrado en los casos severos y que es reversible luego de la realimentación y

que en raras ocasiones desarrolla taponamiento cardíaco. (Santiago 2021)

Las repercusiones finales del confinamiento todavía están bajo

investigación, es esperable que en este contexto global aumente el riesgo y la

frecuencia de los síntomas de los trastornos de conducta alimentaria (TCA), en

especial la anorexia nerviosa (AN). Así, cobra importancia el alto índice de

sospecha que deben tener pediatras, internistas y cardiólogos frente a hallazgos

sugerentes, aun cuando estos sean sutiles: adolescentes con bradicardia sinusal,

síncope y/o fenómenos vasomotores periféricos, especialmente aquellos con

largos períodos de restricción de la movilidad y los factores de riesgo

mencionados. Si bien las alteraciones cardíacas se inician desde los primeros

estados de la enfermedad, estas son reversibles con su identificación, terapia

nutricional y psiquiátrica precoz. (Santiago 2021)

Dada las características de la patología presentada se requiere

necesariamente de un enfoque multidisciplinario, en que el cardiólogo tiene un rol


fundamental en el diagnóstico y el seguimiento. Por esto, recomendamos una

evaluación cardiovascular exhaustiva en todo paciente con sospecha de AN que

incluya al menos un ECG y un Ecocardiograma Doppler color, cuya periodicidad o

complemento con otros estudios serán determinados de acuerdo al caso en

específico. (Santiago 2021)

Se desconoce la causa exacta de la anorexia. Al igual que con muchas

enfermedades, probablemente sea una combinación de factores biológicos,

psicológicos y del entorno.

Factores biológicos. Si bien aún no está claro qué genes están

involucrados, podría haber cambios genéticos que hacen que algunas personas

presenten un mayor riesgo de padecer anorexia. Algunas personas pueden tener

una tendencia genética al perfeccionismo, la sensibilidad y la perseverancia:

características vinculadas a la anorexia.

Factores psicológicos. Algunas personas con anorexia pueden tener

rasgos de personalidad obsesiva compulsiva que les facilitan seguir dietas

estrictas y privarse de comer, aunque tengan hambre. Es posible que tengan una

tendencia extrema al perfeccionismo, lo que hace que piensen que nunca están lo

suficientemente delgadas. Además, pueden tener niveles altos de ansiedad y

restringir su alimentación para reducirla.

Factores del entorno. La cultura occidental moderna resalta la delgadez. El éxito y

la valoración suelen estar equiparados con la delgadez. La presión de grupo


puede traer problemas de querer el estar delgado, esto ocurre especialmente en

las mujeres jóvenes.

Pregunta de investigación

● ¿Cuáles fueron las principales causas que determinaron en los adolescentes

para que presentaran anorexia durante la pandemia (COVID-19)?

 ¿El proceso de la pandemia Covid-19 genero mayores síntomas de

anorexia en niños, niñas y adolescentes?

 ¿Cuáles fueron las áreas de vida que se vieron afectadas en los niños

niñas y adolescentes con anorexia después de la pandemia?

Objetivos

Objetivo general

● Identificar cuáles fueron las principales causas que determinaron en los

adolescentes para que presentaran anorexia durante la pandemia (COVID-19)

Objetivos específicos

● Determinar cómo fue el proceso de la pandemia Covid-19 si genero mayores

síntomas de anorexia en niños, niñas y adolescentes

● Indagar cuáles fueron las áreas de vida que se vieron afectadas en los niños,

niñas y adolescentes con anorexia después de la pandemia


Supuestos teóricos

Durante la pandemia del covid-19 muchos adolescentes fueron

afectados en especial se vio afectada su vida cotidiana porque varios dejaron de

hacer muchas cosas que hacían y eso los deprimió, frustro y desespero, esto

causo que en algún punto de la pandemia los llevo a tener anorexia a causa de

todo lo que se vivó y los adolescentes que ya tenían este trastorno alimenticio

empeoro mucho más por el hecho de estar encerrados en sus casas y no poder

hacer las actividades cotidianas que antes hacían.

Muchos adolescentes sienten que si no están con sus amigos o no pueden hacer

nada estando en sus casas sus vidas no tienen sentido y es por eso que los lleva

a tener anorexia y los que tienen este trastorno llegan a morir por la falta de

alimento y porque no quieren consumir alimento por miedo a subir de peso.

Justificación

Este tema fue escogido porque hay muchos y muchas adolescentes que

sufrieron o siguen sufriendo de anorexia que fue causada por la pandemia y que

empero este trastorno ya que los adolescentes dejaron de hacer sus actividades

que estaban acostumbrados hacer como ir ala escuela, salir con sus amigos, ver a

su familia, el hecho de que no pudieran salir con nadie fue lo que se cree que
afecto a los adolescentes y les causo o por la frustración los orillo a tener

anorexia.

Una de las principales problemáticas de la anorexia a causa de la

pandemia es que afecto y tuvo efectos en la salud física y mental de las personas

y esto afecto principalmente a niños y adolescentes ya que tuvieron miedo de

contagiarse y esto aumento más los síntomas que están relacionados con

problemas de salud o por la búsqueda de dietas.

El contexto se vio desfavorecido para aquella población que se vio en

riesgo o que se encuentro cursando un trastorno de la conducta alimentaria, en

especial la anorexia nerviosa. La interrupción de las rutinas cotidianas y la

limitación de las actividades al aire libre que ocasiono un aumento en la

preocupación en el peso y la forma corporal y afecto negativamente la

alimentación, el ejercicio y el sueño.

La población tuvo temor al contagio y esto puedo aumentar los síntomas

relacionados específicamente con problemas de salud o por la búsqueda de dietas

restrictivas. Las elevadas tasas de estrés durante la pandemia y el aislamiento

social contribuyeron a aumentar el riesgo.

Aproximación del estado del arte

Sheehan, en 1938, establece claramente las diferencia entre A.N. y caquexia

hipofisaria de origen isquémico, lo cual no impide que hasta los años 50 la A.N.

sea considerada de origen endocrinológico.


Precisamente el hecho de ser la enfermedad psicosomática y somatopsíquica por

antonomasia, ha hecho que, a lo largo de la historia de la Medicina, distintas

especialidades (Neurología, Psiquiatría, Endocrinología) hayan establecido

hipótesis causales, desde las más físicas hasta las más psicológicas. Ello explica

las numerosas denominaciones (más de 25 distintas) que ha recibido y las

distintas etapas por las que ha transcurrido su descripción e interpretación.

Desde el punto de vista de la Psiquiatría, el psicoanálisis fue la primera escuela

que estableció interpretaciones causales. Freud, Abraham, Fenichel o M.Klein

consideraron la A.N. una neurosis, relacionándola primero con la histeria (Freud) y

después con la melancolía. También la fenomenología, las escuelas de medicina

psicosomática, el conductismo y la psiquiatría biológica más recientemente han

establecido hipótesis sobre un trastorno de cuya difícil ubicación nosológica y

etiopatogénica puede suponer un ejemplo el caso de Ellen West, descrito por

Binswanger, que fue diagnosticada de melancolía por Kraepelin, de esquizofrenia

simple por Bleuler y Binswanger, y de "trastorno endógeno psiquiátrico y

endocrinológico" por Zutt. La A.N. ha sido considerada, pues, como enfermedad

adscrita al espectro depresivo, al histérico, al obsesivo-compulsivo, al psicótico y a

otros, hasta que tomó entidad propia, aún cuando frecuentemente curse

comórbida con otros trastornos.


En la adolescencia se hace más patente que en ninguna otra edad la explicación

etiológica que Lacan propone para la anorexia señalando la diferencia entre

necesidad demanda y deseo: en el hombre, a diferencia del mundo animal la

relación con el entorno está mediada por el lenguaje cuyas leyes modifican el

campo de las necesidades en su totalidad: ni el acto de comer, ni la comida como

objeto conservan rastro alguno de su condición natural sino que están

transformadas por el efecto del lenguaje y de la norma social que organiza la

conducta alimentaria (preferencias, deseos, horarios, gastronomía...)

La anorexia nerviosa (AN) es una enfermedad psicosomática que se caracteriza

por una pérdida ponderal inducida y mantenida por el propio paciente, que le

conduce a una malnutrición progresiva y rasgos psicopatológicos peculiares

(distorsión de la imagen corporal y miedo a la obesidad)1.

La prevalencia de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) entre adolescentes

y adultos jóvenes en un estudio reciente realizado en nuestro país en población

femenina entre 12 y 21 años, es del 0,3 % en AN, del 0,8 % en bulimia nerviosa

(BN) y del 3,1 % en TCA no especificados; en suma, el 4,1 % de la población

española estudiada padece algún tipo de TCA2. La AN tienen importantes

repercusiones sobre múltiples órganos y sistemas (cardiovascular, gastrointestinal,

hematológico y renal, entre otros). Estas alteraciones son producidas por múltiples

causas y su desarrollo es consecuencia de la interacción de distintos factores

inespecíficos: genéticos, perinatales, genéricos, de personalidad y familiares, entre


otros; con otros específicos, llamados factores dietéticos, responsables de las

decisiones voluntarias de perder peso. En las pacientes con AN se han descrito un

gran número de anomalías endocrinológicas y metabólicas, entre las que se

incluyen: amenorrea-oligomenorrea, retraso puberal, hipotiroidismo,

hipercortisolismo, alteraciones en el eje de la hormona de crecimiento (GH) y del

metabolismo óseo, entre otras.

Marco teórico

Generalmente, la anorexia nerviosa suele ser asociada al mundo

occidental, a la mujer y a la asimilación de la delgadez como concepto ideal de

belleza, que cobró fuerza en el siglo XIX y que culminó en el XX hasta el día de

hoy. Pero esta asociación es, tal vez, demasiado simplista.

Con independencia de las interrelaciones de cada sociedad, cultura y

religión con sus conductas alimentarias, especialmente en sentido prohibitivo, la

anorexia nerviosa es una enfermedad con largo recorrido histórico.

Cuantificar el número de enfermas de anorexia nerviosa a lo largo de la

historia, haciendo distinción de las conductas de carácter anoréxico, es

ciertamente una tarea propia de Odiseo. No podemos olvidar que anorexia es un

vocablo de origen griego que significa “falta de apetito” y que dicha definición no

es exactamente aplicable, por su significación y por su limitación, a la anorexia

nerviosa.
Sin embargo, no podemos obviar o negar las múltiples referencias a la

anorexia que aparecen desde tiempos inmemoriales. El propio Hipócrates,

considerado el padre de la medicina, hacía referencia, en su obra Aforismos, a

determinados cuerpos impuros que detestaban cualquier tipo de alimento y se

negaban a probar bocado alguno.

En esta parte del marco teórico se hablará sobre lo que es la anorexia

nerviosa y lo que dicen algunos autores lo que es para ellos y lo que dicen es lo

siguiente:

Para Santiago (2021) la anorexia significa perdida del apetito (derivado del

prefijo “an” y del griego “orexis”) no está adecuadamente expresado, pues las

personas con anorexia nerviosa se niegan a comer para conseguir la delgadez,

pero la sensación de abre puede estar presente, no solo al inicio de la

enfermedad, sino también durante esta. (P2)

Para Bravo M. (2000) la anorexia es una enfermedad que se caracteriza

por una fuerte obsesión de verse delgado. La imagen de la persona se distorsiona

para ella misma perdiendo la percepción real. La ingesta de comida se disminuye

en cantidades escasas, lo que se manifiesta en problemas severos de todas las

funciones básicas del organismo, ya que no se está recibiendo las vitaminas y los

nutrientes necesarios.

Lo que tratan de decir estos autores es que la anorexia es la pérdida de

apetito, que se deja de comer para conseguir la delgadez, este trastorno se


presenta fundamentalmente en las mujeres menos del 10% de las personas

anoréxicas son del sexo masculino.

La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio, se caracteriza por un bajo

peso excesivo, rechazo de los alimentos, hay un temor excesivo a aumentar de

peso, hay una percepción distorsionada del peso, esto pasa generalmente en

personas jóvenes, especialmente en niños y adolescentes.

La anorexia nerviosa a veces suele ir acompañado de vómitos que son

provocados, hay adelgazamiento extremo para quienes lo padecen, en el caso de

las mujeres esta la desaparición de la menstruación.

Quienes padecen este trastorno están obsesionados con su peso y quieren

bajar más para poder estar muy delgados.

Los jóvenes no se dan cuenta que se están haciendo daño en su cuerpo,

suelen saltarse las comidas para no engordar, pueden causar daños en su

sistema digestivo, pueden quedar infértiles a causa de su trastorno alimenticio y

no podrán tener hijos, y también puede causarles la muerte.

Marco metodológico

1. Referentes metodológicos

La investigación se realizará bajo un enfoque cualitativo en razón que se

pretende recolectar datos sobre las historias de vida y experiencias de los

adolescentes con anorexia para poder describirlas y analizarlas. Además de poder


explicar la realidad de lo que viven los adolescentes con la anorexia y como les ha

afectado durante la pandemia del covid-19, así como las situaciones que pasan al

tener este trastorno. Así mismo se utilizará el diseño narrativo con el fin de poder

recolectar datos sobres sus historias de lo que han vivido los adolescentes.

2. Alcance descriptivo

En los diseños narrativos el investigador recolecta datos sobre las historias

de vida y experiencias de ciertas personas para describirlas y analizarlas.

Resultan de interés los individuos en si mismos y su entorno, incluyendo, desde

luego, a otras personas.

Creswell (2005) señala que el diseño narrativo en diversas ocasiones es

un esquema de investigación, pero también una forma de intervención, ya que el

contar una historia ayuda a procesar cuestiones que no estaban claras o

consientes. Se usa frecuentemente cuando el objetivo es evaluar una sucesión de

acontecimientos. Así mismo, provee de un cuadro microanalítico.

3. Muestra

El universo de la investigación serán los alumnos del CEMH de Progreso

de Obregón Hidalgo, la cual hay adolescentes entre 12 a 18 años que tienen

anorexia y que les pudo haber afecto a un más en la pandemia.


La población adolescente en el CEMH es mediana y sus integrantes son

adolescentes entre 12 a 18 años.

El alcance descriptivo será en adolescentes que sufrieron anorexia durante

la pandemia y como fue que les ha afecto.

Instrumentos de recolección de datos

En la recolección de datos utilizare los diseños narrativos con el fin de

recolectar datos de personas con anorexia, para eso entrevistare (entrevista

enfocada- entrevista no estructurada) a adolescentes que tengan este trastorno

alimenticio, con el propósito de que me narren su historia, como es que lo han

vivido, como ha sido su experiencia con este trastorno y como lo ha afrontado.

Según Carlos Sabino (2002), las entrevistas se dividen en dos tipos,

entrevista estructurada y no estructurada.

La entrevista no estructurada o en profundidad es aquella que se realiza

sin un guion previo. Sigue un modelo de conversación entre iguales. En esta

modalidad, el rol del entrevistador supone no sólo obtener respuestas sino

también saber que preguntas hacer o no hacer.

La entrevista no estructurada hay tres tipos de entrevista; entrevista a

profundidad, entrevista enfocada y entrevista no enfocada.

La entrevista a profundidad es una técnica para obtener que una persona

trasmita oralmente al entrevistador su definición personal de la situación. La


entrevista comprende un esfuerzo de inmersión (más exactamente re-inmersión)

del entrevistado frente a/o en colaboración con el entrevistador que asiste

activamente a este ejercicio de representación casi teatral. La entrevista a

profundidad, al igual que la observación puede plantearse holísticamente, pero

también puede ceñirse a un solo acto experiencia social (entrevista enfocada).

La entrevista enfocada, es una entrevista en profundidad, pero

específicamente dirigida a situaciones concretas. Va dirigido a un individuo

concreto, caracterizado y señalado previamente por haber tomado parte de la

situación o experiencia definida. A diferencia de la entrevista a profundidad, la

entrevista enfocada no revive toda la vida, sino la reconstrucción de una

experiencia personal concreta.

Muestra poblacional

Según Viggiano C. (2021) en México hay 22 mil casos anuales de

trastornos alimenticios que se presentan principalmente en jóvenes de entre 13 y

18 años de edad, dentro de los que destacan la anorexia, mismos que afectan

más a las mujeres que a los varones en una proporción de nueve a uno.

Diversos estudios concluyen que hasta 10% de las mexicanas presentan

algún grado de trastorno en su conducta alimentaria y de ellas el 1% tendrá un

desorden severo. Estos trastornos tienen la mayor tasa de mortalidad que

cualquier enfermedad mental y se calcula que el 10% de los jóvenes con anorexia

y el 17% con bulimia intentaron suicidarse.


En los últimos 20 años se han incrementado en un 300% en México,

debido a diversos factores como la presión social, los medios de comunicación y

últimamente las redes sociales, que muestran a personas extremadamente

delgadas como sinónimo de éxito y fama.

Desafortunadamente en nuestro país no hemos visto este problema con un

enfoque de salud pública, que debe ser atendido de manera integral. Si bien el

IMSS y el ISSSTE cuentan con tratamiento médico, psicológico y nutricional para

este tipo de trastornos, solo se atiende uno de cada 10 casos.

Es un problema complejo que requiere de un tratamiento multidisciplinario,

de una política pública que responda a esta realidad y considere una campaña

que brinde mayor información a padres y educadores, pero, sobre todo, que

existan centros de atención y prevención que ofrezcan atención a este grave,

silencioso y creciente problema.

Procedimiento de la investigación y logística

Este proyecto se realizará en el CEMH que está en Progreso de Obregón

Hidalgo en la comunidad terapéutica margaritas con adolescentes de 12 a 18 años

de edad.
El método que se utilizará será en base a una entrevista no entrevista

enfocada (entrevista no estructurada) que realizare a adolescentes con anorexia

para investigar más a fondo sobre este tema.

En este proyecto solo participare yo (Diana Karina Romo Avilés)

entrevistando a los adolescentes que padecen anorexia.

Referencias bibliográficas

Santiago (2021) anorexia, revista de pediatría, vol.40, pp1-4

Brabo M. (2000) anorexia características y síntomas, revista de pediatría, vol.72,

pp1-4

Fernández (2021) la anorexia y la pandemia, revista de cardiología, vol.40, pp1-3

Viggiano C. (2021) trastornos alimenticios, revista de México, vol.65, pp1-2

Creswell (2005) libro de metodologías cualitativas, pp365

Carlos Sabino (2002) entrevista, estructurada y no estructurada

También podría gustarte