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Mastitis

Definición

La mastitis es una inflamación de la glándula mamaria y sus tejidos secretores, que reduce la
producción del volumen de leche, alterando su composición —incluso su sabor—, además de
elevar su carga bacteriana normal. De acuerdo a su duración, se puede clasificar en aguda o
crónica. En relación a sus manifestaciones clínicas, puede ser clínica o subclínica. Esta
enfermedad provoca graves pérdidas económicas a la industria lechera. Aunque en muchos
casos hay tumefacción, calor, dolor y endurecimiento de la glándula mamaria, la mastitis no se
identifica fácilmente, ni por examen visual ni por leche obtenida en la copa de ordeño.

MASTITIS SUBCLÍNICA

La mastitis subclínica se caracteriza por la presencia de un microorganismo en combinación


con un conteo elevado de células somáticas en leche, esta puede desarrollar fácilmente una
inflamación y no tener tratamiento. Este tipo de mastitis no presenta cambios visibles en la
leche o ubre. Apenas se percibe una reducción en el rendimiento de la leche, siendo alterada
su composición por la presencia de componentes inflamatorios y bacterias. Esta presentación
de la enfermedad es la más persistente en el ganado lechero; Ocurre frecuentemente, y puede
conducir a grandes pérdidas económicas no solo por la reducción de la producción, también
por los elevados conteos de células somáticas presentes en los tanques de leche. En la
práctica, los casos de mastitis subclínica con frecuencia no son detectados rápidamente, o
pueden incluso no ser reconocidas por el ordeñador. Para identificar estos casos de mastitis se
hace necesario las técnicas de laboratorio como la medición del conteo de células somáticas y
el cultivo bacteriológico.

MASTITIS CLÍNICA

La mastitis clínica es definida como una anormalidad en la glándula mamaria de la vaca o la


leche, que puede ser fácilmente observada. Se caracteriza por la tumefacción o dolor en la
ubre, enrojecimiento de esta, la leche puede presentar una apariencia anormal y, en algunos
casos, hay aumento de la temperatura rectal, letargo, anorexia e incluso la muerte. Además,
las bacterias están presentes en la leche, lo que reduce el rendimiento y la calidad
considerablemente. En los casos en que la inflamación de la ubre es acompañada de signos
clínicos es diagnosticada entonces como mastitis clínica. La mastitis clínica puede presentarse
de forma aguda y se caracteriza por su aparición súbita. En la forma crónica, se presenta una
infección de larga duración, con leche de apariencia anormal y/o cambios al realizar la
palpación del tejido de la ubre.

Etiología

La principal causa de esta enfermedad es infecciosa, aunque existen otras. Son diversos los
agentes infecciosos productores de mastitis.

En los bovinos los agentes comúnmente encontrados son: Bacterias, como Streptococcus
agalactiae, Streptococcus dysgalactiae, Streptococcus uberis, Escherichia coli, Pasteurella sp.,
Staphylococcus aureus, Clostridium perfringens, Nocardia asteroides, Mycoplasma bovis,
Corynebacterium pyogenes, Pseudomonas sp., Leptospira sp., Serratia sp., Klebsiella sp.,
Fusobacterium sp.; algas, como Prototheca sp.; hongos, como Aspergillus fumigatus,
Trichosporon sp. y Candida sp.; además de levaduras, como Cryptococcus neoformans,
etcétera.

Si bien, no son todas las que se pueden aislar, sí son las más comunes. Es importante
mencionar que generalmente son gérmenes asociados y se aíslan de acuerdo a el agente que
predomine en la infección.

Factores de riesgo

Errores de manejo como el sobreordeño.

Mamilas de ordeño de tamaño inadecuado.

Falta de sellado de los pezones al término del ordeño.

Lavado deficiente o inadecuado de la ubre.

Equipo o material contaminado.

Época de lluvias, edad, implantación de la ubre, etcétera.

Un medio ambiente sucio predispone en gran medida a la presentación de la mastitis.

Patogenia

La infección de la glándula mamaria siempre ocurre a través del conducto glandular. Luego de
la invasión del agente infeccioso, sigue la infección y la inflamación. La invasión es la etapa en
que los microorganismos pasan del exterior de la ubre al conducto glandular. En la etapa de
infección, los gérmenes proliferan e invaden el tejido mamario. Lo anterior y el daño causado
al tejido crea una inflamación y se produce la mastitis clínica. Dependiendo de la severidad y la
duración, en uno o varios de los cuartos de la ubre se puede encontrar fibrosis, edema
inflamatorio y atrofia del tejido mamario. Puede haber aumento difuso de tejido conjuntivo.
En casos graves puede haber gangrena o abscesos en el tejido glandular. La etapa terminal de
la mastitis crónica es la atrofia de la glándula. Agentes más frecuentes en el desarrollo de la
mastitis

1. Mastitis por Streptococcus (agalactiae y dysgalactiae):

Se presentan formas clínicas y subclínicas, en el caso del S. agalactiae, el germen vive en


los sueros de leche y la ubre; coágulos de fibrina en cuartos afectados pueden impedir el
drenaje de la ubre. El tejido secretor se atrofia rápidamente o se hace fibroso e
improductivo en forma permanente. La infección de S. agalactiae puede diseminarse
rápidamente en hatos libres aun tras breve exposición, el único reservorio conocido son
las ubres infectadas o las lesiones de la teta. La mastitis por Streptococcus dysgalactiae
generalmente es subclínica, estas infecciones son transitorias y no causan daños serios.
Otros estreptococos, como el uberis, se localizan en piel y superficie de la ubre así como en
vejiga y vagina. Generalmente no se transmite de vaca a vaca durante el ordeño.

2. Mastitis por Staphylococcus aureus.

La mastitis causada por este germen es difícil de controlar con sólo recurrir al tratamiento;
el control exitoso se logra mediante medidas preventivas. Uno de los tipos más comunes
de mastitis crónica es causada por esta bacteria; generalmente es subclínica, aunque las
vacas pueden tener ataques agudos o subagudos, especialmente en la etapa posparto.
Persiste en las glándulas afectadas y es contagiosa, especialmente en el proceso de
ordeño. Una vez establecida, es de difícil tratamiento con antibióticos, por lo que la
eliminación puede ser la única opción para animales con afección crónica. La eficacia del
tratamiento es decreciente en medida que las vacas son más viejas. Los niveles de curación
para vacas en primera lactación se reportan en 77 a 91%, mientras que, para 2ª y 3ª
lactación es de 64 a 74%, en tanto que, para la 4ª lactación sólo de 47 a 50%.

3. Mastitis por coliformes.

Este tipo de mastitis es causado por varios tipos de gérmenes, que incluyen: Escherichia
coli, Klebsiella pneumoniae y Enterobacter aerogenes. El 90% de los casos de este grupo
son producidos por Escherichia coli. La mayor fuente de organismos coliformes es el medio
ambiente de la vaca. Generalmente los coliformes no se transmiten de vaca a vaca. La más
alta incidencia se produce en hatos con lotes pavimentados, sucios, húmedos y
sobrepoblados. La E. coli es habitante natural del tracto intestinal y, en consecuencia, el
estiércol es su mayor fuente. Las infecciones de coliformes se acentúan en época de
lluvias.

La mastitis coliforme puede tener varios efectos sobre la vaca:

a) Los casos leves se recuperan en varios días.

b) Los casos crónicos persisten varios meses.

c) Lo más común es la infección aguda o sobreaguda que se acompaña con fiebre y


anorexia con leche acuosa, serosa y amarillenta con tolondrones.

Otros agentes infecciosos causantes de Mastitis

1. Mycoplasma bovis. Es un germen causante de brotes agudos de mastitis que, en su


totalidad son incurables con la terapia conocida; la recuperación espontánea de los
animales es la única opción de desaparecer la infección. El Mycoplasma produce mastitis,
en general, produce descenso agudo de la producción láctea. La eliminación de los
animales afectados previa identificación es recomendable.

2. Clostridium perfringens. Esporádicamente puede ocasionar mastitis fulminante. La


secreción de la ubre es sanguinolenta y con burbujas de gas, la muerte sobreviene en 20
días.

3. Pseudomonas aeruginosa. Generalmente vive saprófita en suelo y agua y es un


patógeno potencial. La mastitis por Pseudomonas puede permanecer en estado latente y
ocasionar el tipo agudo, subagudo y agudo sistemático. Por lo general, la Pseudomona
resiste el tratamiento usado para combatir al Streptococcus.

4. Nocardia asteroides. Es un germen que ocasionalmente causa la mastitis. Su tratamiento


es ineficaz, siendo la eliminación de los animales la mejor vía de deshacerse de este
agente. En casos severos puede haber ruptura del tejido inflamado apareciendo
ulceraciones mamarias.

Signos clínicos de la mastitis en general

1. Mastitis aguda

La mastitis aguda puede resultar de un arranque repentino o derivarse de la exacerbación


de un caso crónico. Puede presentarse en cualquier momento, sin embargo, la mastitis es
más frecuente después del parto. Puede ser resultado de invasión bacteriana debida a
heridas en la teta o ubre; inoculación de bacterias vía cánulas en proceso de terapia, o por
infecciones sistémicas. Se reconoce la mastitis aguda por su aparición repentina y por
cambios físicos evidentes en la leche (hojuelas, grumos o tolondrones). La secreción de
leche disminuye y puede tener apariencia de suero sanguíneo. La inflamación de la
glándula varía de edema ligero a inflamación dura, caliente y dolorosa que involucra a uno
o más cuartos. A menudo son evidentes signos de anorexia, depresión y fiebre. En casos
severos de toxemia, el animal puede presentar paraplejia similar a la observada en la
fiebre de leche.

2. Mastitis aguda gangrenosa

En este tipo de mastitis el cuarto afectado está inicialmente caliente, enrojecido e


inflamado; la secreción de leche cesa y sólo una pequeña cantidad de fluido decolorado
está presente en la glándula. En pocas horas el contenido de la glándula se hace acuoso
sanguinolento y, poco después, puede notarse una zona azulosa bien definida que
involucra la teta y parte de la glándula. Un exudado sanguinolento fluye constantemente
de los tejidos necrosados; los signos locales son acompañados de fiebre, anorexia,
depresión y deshidratación. En casos más severos, la vaca exhibe signos de toxemia y
eventualmente ocurre la muerte. Debido a su ocurrencia posparto, este tipo de mastitis
puede confundirse con fiebre de leche, por lo que debe hacerse un cuidadoso examen
clínico.

3. Mastitis crónica

Cuando no se conoce la historia clínica, no hay una distinción definida entre mastitis aguda
y crónica: los repuntes agudos ocurren en casos crónicos y la mastitis aguda puede
persistir lo suficiente para convertirse en crónica. La mastitis crónica a menudo es
acompañada de endurecimiento de la glándula y la cisterna, el edema tisular también
puede estar presente, pero lo más característico es la continua —o intermitente—
apariencia de leche acuosa (residual) y hojuelas, grumos, tolondrones, coágulos y fibriones
en los primeros chorros de leche. En la mastitis crónica por Streptococcus agalactiae el
tejido cicatrizal en la cisterna es característico.

Las formas agudas e hiperagudas de la mastitis clínica pueden llevar a la pérdida de la


glándula mamaria e incluso a la muerte del animal.

Diagnóstico de mastitis

La observación de la leche con cedazo o tazón de fondo oscuro, acompañado de palpación


de la ubre o cuarto afectado, es la forma de diagnosticar la mastitis clínica en cada ordeño.
En caso de mastitis sobreaguda, aguda o leve, se pueden observar alteraciones físicas de la
leche tales como: grumos, tolondrones, coágulos o secreción anormal, aunado con
frecuencia a tumefacción, calor y dolor de la ubre o cuarto afectado. En el caso de la
mastitis subclínica, es necesario realizar pruebas de campo, como la prueba de California
y/o la prueba de Wisconsin; la primera ampliamente aplicada y conocida en el medio
ganadero.
Monitoreo del conteo de células somáticas

Con el nombre de células somáticas se designa a las células del propio organismo. Por
tanto, las células somáticas son células corporales. Éstas pasan a la leche procedente
de la sangre y del tejido glandular. El contenido de células somáticas en la leche nos
permite conocer el estado funcional y de salud de la glándula mamaria en periodo
lactante; debido a su estrecha relación con la composición de la leche, es un criterio de
calidad muy importante.

La leche de una ubre sana presenta pocas células somáticas. En este caso se trata de
células de tejido (células epiteliales) y células inmunes (neutrófilos polimorfonucleares,
granulocitos, macrófagos, linfocitos). El porcentaje de los diferentes tipos de células
somáticas en la leche de las glándulas mamarias sanas es como sigue: a) macrófagos
(60%); b) linfocitos (25%); y c) neutrófilos o leucocitos polimorfonucleares (15%).

De todas las células de la leche de un cuarto infectado, aproximadamente el 99%


serán leucocitos, mientras que el resto 1% serán células secretoras que se originan de
los tejidos de la ubre. Juntos esos dos tipos de células constituyen la cuenta de células
somáticas (CCS) de la leche que comúnmente es expresada en mililitros (ml).

El conteo de células somáticas (CCS) es la medición más ampliamente utilizada para


supervisar en estado inflamatorio de las glándulas mamarias, y puede ser realizada en
la leche de: 1. cuartos individuales; 2. vacas individuales; 3. el hato completo; 4. un
grupo de hatos.

La infección intramamaria es el principal factor causante de cambios en la CCS en la


leche. Cuando los microorganismos causantes de mastitis invaden un cuarto de la
ubre y empiezan a multiplicarse o cuando el número de estos aumenta
significativamente en un cuarto infectado, el organismo de la vaca tiende a reclutar
leucocitos para combatir a dichos microorganismos causantes de la mastitis.

La prueba de California se basa en la mezcla de un reactivo (púrpura de bromocresol) en


cantidades similares de leche y se hace a nivel de cuarto individual o nivel de tanque de
leche. A mayor inflamación de la ubre, mayor el contenido en la leche de células somáticas
(neutrófilos). Al mezclarse leche y reactivo, el mayor o menor contenido de células en la
leche determina una mayor o menor viscosidad de la mezcla, la cual se diferencia en
grados —negativa, trazas, 1 (ligera), 2 (media) y, 3 (fuerte)—, dichos grados corresponden
a la presencia de cierto número de células somáticas por ml de leche, ejemplo: negativa,
de 50 a 150,000; trazas, de 150,000 a 500,000; 1, de 400,000 a 1,500,000; 2, de 800,000 a
5,000,000; y 3, más de 5,000,000.

La prueba de Wisconsin se basa en el principio de la prueba de California, aunque es más


lenta y elaborada, ya que su principio se basa en la cantidad de drenado de una mezcla de
leche y reactivo en un tiempo dado, utilizando tubos de ensayo provistos de un tapón
calibrado. A menor viscosidad de la leche (casos leves), más rápido es el drenado; a la
inversa, una reacción fuerte de mayor viscosidad y, por tanto, menor cantidad de mezcla
drenada, representa mayor gravedad. Se utiliza una tabla para cotejar el drenado con su
equivalente.

Tratamiento de la mastitis

Aunque la prevención de la mastitis es de mayor relevancia que su tratamiento, todos los


casos de mastitis clínica que se presentan en un hato deben ser tratados sin dilatación
debido a su gran peligrosidad.

El tratamiento quimioterapéutico se recomienda en casos de mastitis clínica sobreaguda y


aguda o subaguda, y en los casos recientes o crónicos. Para que el tratamiento sea efectivo
deben cumplirse los siguientes requisitos:

1. Que el fármaco elegido sea el indicado para la mastitis, basándose en los reportes de los
exámenes de identificación bacteriana.

2. Que la concentración del fármaco sea la adecuada.

3. Que la frecuencia del tratamiento no sufra interrupciones hasta lograr la curación.

4. Administración de terapia de soporte, si el caso lo demanda. El método convencional de


tratar la mastitis es mediante la infusión intramamaria de un fármaco específico, previo
vaciamiento o drenaje completo del cuarto o cuartos afectados,

En las mastitis agudas, se atribuye la falla de la terapia intramamaria a una distribución


deficiente de los fármacos en el parénquima glandular, sobre todo cuando está
intensamente inflamado y edematoso, ya que con frecuencia hay obstrucción de los
ductos mamarios, ya sea por comprensión, coágulos o tolondrones, según el tipo de
mastitis.

Antibióticos utilizados en el tratamiento de mastitis

Bencilpenicilina G. Este antibiótico es eficaz contra estreptococos que no han desarrollado


resistencia importante contra la penicilina G. Combinada con estreptomicina, tiene acción
sinérgica incrementando el espectro de acción contra estafilococos.

Cloxacilina.

Es un antibiótico semisintético que tiene la ventaja de no ser inactivado por la enzima


lactamasa, generada por los estafilococos penicilino-resistentes.

Ampicilina. Penicilina semisintética eficaz contra gérmenes grampositivos y gramnegativos,


no obstante, es ineficaz contra Staphylococcus resistentes a penicilina.

Cefalosporina. Pertenece al grupo de penicilinas semisintéticas y es eficaz contra


gérmenes grampositivos y gramnegativos. En general, su acción es parecida a la de la
ampicilina. z Neomicina. Se le considera de amplio espectro, pero es menos eficaz contra
Streptococcus y Staphylococcus que las penicilinas.

Gentamicina. Este antibiótico es activo contra organismos gramnegativos.

Estreptomicina y dihidroestreptomicina. Estos antibióticos son eficaces contra muchos


organismos gramnegativos y la mayoría de los Staphylococcus. A menudo se utiliza la
estreptomicina combinada con penicilina, aunque las bacterias pueden desarrollar
rápidamente resistencia contra la estreptomicina.
Cloranfenicol. En general, es de amplio espectro. Eficaz contra coliformes,
específicamente, pero no es el agente de elección contra Streptococcus y Staphylococcus.

IMÁGENES DE PREZI

Tratamiento de rutina de la Vaca en seca, para tratar


infecciones subclínicas. El producto es activo contra Staphylococcus aureus, Streptococcus
agalactiae, Streptococcus dysgalactiae, Corynebacterium ulcerans, Arcanobacteriumpyogenes,
Streptococcus uberis, E. coli, Proteus spp, Klebsiella spp y Citrobacter spp.

Aplicar al momento del secado de las ubres, para reducir el riesgo de mastitis que comúnmente
ocurre al momento del parto.

Mastitis aguda por E. coli.


Bovinos: Carbunco Bacteridiano, Carbunclo Sintomático o
Pierna Negra de los Terneros, Septicemia Hemorrágica, Fiebre de Transporte,
Neumoenteritis, Mastitis, Leptospirosis, Actinomicosis, Actinobacilosis, Pedera,
Anaplasmosis, metritis y en todas las infecciones no específicas como
neumonías, bronquitis, pleuresía, pericarditis traumática, peritonitis e
infecciones génitourinarias.

Cada jeringa contiene

Tetraciclina (HCL) 200 mg

Neomicina (sulfato) 250 mg

Bacitracina 2,000 U.I

Prednisolona 10 mg

Excipiente c.s.p. 8 g

Para el tratamiento de mastitis


bovina sensible a la asociación de antibióticos incluyendo casos graves de coliformes y
Staphylococcus.
Tratamiento de mastitis clínicas
en vacas lecheras en lactación, producidas por los siguientes organismos sensibles a la cefquinoma:
Streptococcus uberis, Streptococcus dysgalactiae, Staphylococcus aureus y Escherichia coli.

Oxitocina como tratamiento

La Oxitocina se conoce como la hormona de eyección de la Leche, y ha sido


empleada para tratar la Mastitis. En condiciones naturales es liberada por la
glándula pituitaria hacia el torrente sanguíneo en respuesta a los estímulos
asociados al ordeño.
Provoca la contracción de los alveólos secretores de la leche de la glándula
mamaria po rlo que se produce la EYECCION.

Se cree, que administrando oxitocina se ¨exprime¨o barre el fluído residual cargado


de bacterias después del ordeño, lo que ayudaría a eliminar la infección.

Además se remueven los productos generados por la inflamación y las toxinas


bacterianas. Por otro lado, la evacuación de leche estimula la secreción de más
leche , la migración de los leucocitos hacia el cuarto y la activación de otros
componentes antimicrobianos de la leche

Normalmente los veterinarios recomiendan el ordeño frecuente de los cuartos


afectados ( 6 x VECES POR DÍA ) antecedido por la administración de 40-50
UNIDADES INTERNACIONALES ( UI) INTRAMUSCULAR .O Bien 20 UI
intravenosa.

Esto puede acompañarse de terapia complementaria con Meglumine de Flunixin.


Por lo general, las vacas se recuperan de los síntomas clínicos dentro de las 24-48
horas. El uso de OXITOCINA NO PROVOCA LA CONTAMINACIÓN DE LA
LECHE, NO PROVOCA EL ABORTO ( POR SI SOLO NO ES SUFICIENTE
ESTIMULO PARA QUE SE DESENCADENE EL ABORTO ), NO TIENE PERIODO
DE DESCARTE Y ES MAS ECONÓMICO.

Sin embargo, pueden ocurrir recaídas.

Veterinarios de CALIFORNIA compararon los beneficios económicos de 3


regímenes de tratamiento.

A) Vacas con mastitis clínica leve fueron divididas en 3 grupos


A1) 62,5 mg de AMOXICILINA INTRAMAMARIA cada 12 horas por 3 ordeños.
A2) 200 mg de CEFAPIRINA cada 12 horas por 2 ordeños.
A3) Aplicación INTRAMUSCULAR con 100 UI de oxitocina cada 12 horas por 3
ordeños.

LA TASA DE CURACION CLINICA FUE SIMILAR PARA LOS 3 GRUPOS. Sin


embargo, el tratamiento con OXITOCINA no aportó ventajas económicas, porque la
leche necesitó más tiempo para ser normal. Este problema fué acentuado por el
hecho de que entre esas vacas la tasa de recaídas fué más alta ( 41 porciento ).

Es más, el 65 porciento de las vacas sufrió al menos un caso adicional de mastitis


clínica durante ese periodo de lactancia. Muchas recaídas ( 38 porciento ) y casos
clínicos adicionales ( 69 por ciento ) fueron causados por estreptococos
ambientales.

Control de la mastitis

El control de la mastitis implica la aplicación de un programa completo que abarque


medidas higiénicas y de manejo, cuyo objetivo final de reducir al máximo la necesidad de
recurrir al tratamiento quimioterapéutico; usualmente muy costoso, un programa
completo comprende los siguientes puntos:

1. Mantenimiento óptimo de las condiciones de limpieza en los alojamientos (áreas


pavimentadas y/o camas individuales).

2. Higiene personal de los ordeñadores (manos y salud en general).

3. Prácticas de ordeño que abarquen lavado de ubre baja y pezón, secado y sellado de
pezones con solución desinfectante después de cada ordeño.

4. Mantenimiento funcional óptimo de las ordeñadoras mecánicas.

5. Diagnóstico periódico del funcionamiento del equipo de ordeño.

6. Pruebas mensuales de detección de mastitis subclínica (prueba de California o de


Wisconsin).

7. Muestreo frecuente de leche en casos clínicos para análisis bacteriológicos de


sensibilidad a antibióticos.

8. Tratamiento de todas las vacas al momento de secarse para reducir la incidencia a la


siguiente lactación.

9. Cambio periódico de pezoneras y piezas de hule.

10. De ser posible ordeñar vacas de primera lactancia en grupo aparte para evitar
contagios del hato adulto.

11. Eliminación de casos crónicos y contagiosos.


Vacunación en vacunos

Hace unas semanas Hipra presentó en Lima y Trujillo la nueva vacuna


STARTVAC®. Tras una breve bienvenida del Ing. Luis López, gerente de
Hipra Andina, el encargado de inaugurar dicho acto fue el Dr. Alfredo
Delgado, profesor principal de la Facultad de Medicina Veterinaria de la
UNMSM, con su conferencia “Mastitis bovina: una mirada a la realidad
peruana”. 
STARTVAC® activa la inmunidad de vacas y novillas previniendo las infecciones intramamarias y
reduciendo la severidad de las mamitis clínicas y subclínicas producidas por E. coli, S. aureus y
Estafilococos coagulasa negativos (CNS), gracias a la actividad de su principio activo, que
bloquea la formación del Biofilm y la difusión de los patógenos.

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