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CÓMO ENAMORARNOS

OBSERVACIÓN
Proyectar el siguiente video e invitar a las personas a reflexionar sobre la manera
cómo nuestra actitud influye en los diferentes ambientes donde nos movemos
diariamente.
https://youtu.be/bqobahFw9VM

VINCULACIÓN
Con base en el video proyectado, se invita reflexionar sobre las siguientes
preguntas:
 ¿Qué pudo haber pasado en la vida de este hombre para que su
comportamiento relacional sea tan frío?
 ¿Qué es lo que se necesita para que personas como el hombre del video,
cambien de actitud?
 ¿Qué resultados obtuvo al cambiar su forma de reaccionar ante otros?

CONCIENTIZACIÓN


Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos
los unos a los otros.”
(Romanos 12:10)
Introducción
¿Cómo enamorarnos? Esta pregunta tan sugestiva en sí misma nos invita a
pensar en primera instancia en las relaciones amorosas o de pareja, pero es
necesario abrir el compás y ampliarlo a las relaciones que en el día a día debemos
enfrentar: en la familia, en el trabajo o en la comunidad en general.
Cómo enamorarnos tiene que ver también con aquellas cosas que debemos
aprender a amar en relación con nuestro trabajo, situaciones y personas de la
cotidianidad que tal vez no asociaríamos directamente con el “amor”. Esto nos va
a ayudar a cultivar relaciones interpersonales saludables.
A continuación, vamos a hacer un paralelo entre lo que es el enamoramiento en el
marco de la pareja, con otros aspectos que también nos afectan en nuestra vida.
Identificaremos tres etapas, por las que pasan las relaciones y tres
recomendaciones para aprender a reconciliarnos con las personas y las cosas por
las que hemos perdido el entusiasmo y necesitamos “volver a enamorarnos”.

1. El flechazo
Es ese momento en el que al mirar a la otra persona sabemos que algo cambió en
nosotros, y de ahí en adelante nos parece que nada más importara; nuestros
pensamientos, sentimientos e incluso acciones se enfocan en esa persona que
nos atrae.
Si lo aplicamos a otros aspectos de la vida como el trabajo, podemos asociarlo
con lo que representó hallar ese trabajo en su momento, talvez después de estar
desempleados por algún tiempo o inmediatamente después de acabar la carrera.
Fue un “flechazo” que nos impactó, probablemente, el primer día de trabajo fue de
gran expectativa, tratamos de hacer las cosas de la mejor manera posible,
buscando impresionar y hacerle saber a quién nos contrató que no se equivocó
con nosotros. Pero algo pasó con el tiempo, talvez la rutina o las exigencias nos
llevaron a perder ese primer impulso.
¿Qué debemos hacer entonces para volver a “enamorarnos”?
La Biblia nos da un principio, que, aunque está en un contexto diferente, nos da
pautas para aplicar: “Pero tengo una queja en tu contra. ¡No me amas a mí ni se
aman entre ustedes como al principio!  ¡Mira hasta dónde has caído! Vuélvete a
mí y haz las obras que hacías al principio… “(Apocalipsis 2:4-5 NTV)
Hacer memoria de aquello que un día nos cautivo es no sólo recordar, sino volver
al principio. La Palabra de Dios nos exhorta muchas veces a recordar de donde el
Señor nos sacó y valorar lo que él nos ha dado; esto también aplica en renovar
nuestro agradecimiento por todo lo recibido sumado a renovar nuestra entrega y
compromiso en lo que hacemos y en nuestras relaciones.

2. La conquista
En el proceso cuando estamos ganándonos un espacio en el corazón de esa
persona que nos impactó, comenzamos a hacer muchas cosas que antes no
hacíamos, pero por amor estamos dispuestos a hacer de “todo”.
En este proceso de conquista es muy importante tomar en cuenta la empatía, no
hay nada que conquiste más que ser empático con las personas. Cuando
perdemos de vista los sentimientos de la otra persona cometemos un gran error,
pues permitimos que la rutina nos asfixie, dejamos a un lado los detalles, el
servicio y la ayuda mutua; en resumen, perdemos, pues nos volvemos fríos y
calculadores.
Existe la “empatía arrítmica”, que quiere decir moverme al ritmo de la otra
persona. Una vez que camino y me ajusto al ritmo de la otra persona, más
adelante puedo motivarlo a que siga “mi ritmo”. Esto implica aprender a ceder para
que las cosas cambien en las diferentes relaciones, con la familia y aún en el
ambiente laboral; de esta manera fortalecemos a otros y se fortalecen las
relacione (Romanos 15:1-2).

3. La crisis
Con el tiempo aparecen las crisis, vienen los desacuerdos, aparentemente se
acaba el amor; pero, estas crisis son al mismo tiempo, la oportunidad para
conocer aspectos distintos de las personas con las que interactuamos o
convivimos. Cuando vemos las crisis como una oportunidad para madurar y crecer
espiritualmente, aprendemos la necesidad de pedir perdón, de renunciar al orgullo
y la autosuficiencia, valorando las relaciones y los espacios donde Dios nos ha
colocado para ser de bendición a otros: “Soportándoos los unos a los otros,
y perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro; de la manera
que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”. (Colosenses 3:13)
Como hijos de Dios somos más que vencedores en medio de toda situación
crítica; no se trata simplemente de ser “positivos”, sino como nos enseña la
Palabra de Dios, en lugar de buscar culpables, debemos orar y tomar acción en
búsqueda de soluciones sabias. Esto implica no quedarnos en el lamento, tomar la
iniciativa y comprometernos en todo momento, aun motivando a otros para que se
involucren en la búsqueda de la solución. Nehemías, es un claro ejemplo de cómo
gestionar las crisis, cuando tenía el reto de reconstruir las murallas de Jerusalén
en medio de grandes presiones y amenazas. “Edificamos, pues, el muro, y toda la
muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo
para trabajar “. (Nehemías 4:6).

Aplicación teoterápica
Estas tres etapas que podemos ver en una relación de pareja, nos pueden ayudar
a ver las cosas diferentes en todas las demás áreas de nuestra vida. En la
marcha, las relaciones, los proyectos, el trabajo, etc., tienden a perder su brillo
inicial, perdemos el “primer amor”, el entusiasmo con el cual empezamos todo.
Necesitamos disponernos a ceder (perder un poco), morir a nuestro propio
egocentrismo e intereses personales para mejorar y facilitar las relaciones, en los
diferentes escenarios en los que nos movemos.
DETERMINACIÓN
Taller evaluativo
Socializar este recuadro con los asistentes y motivarlos a identificar en qué áreas
de su vida deben volver a “enamorarse”.

Área de vida ¿Qué he dejado de Decisiones de cambio


hacer?
Pareja

Familia

Trabajo

Amigos y/o compañeros

CONSAGRACIÓN
Con base en el anterior taller, guiar a las personas en un tiempo de oración,
motivándolos a comprometerse para tomar decisiones respecto a las áreas o
relaciones que han descuidado.
Se sugiere para el tiempo de oración usar la canción: “Hasta acabar mi viaje” de
Jesús Adrián Romero: https://youtu.be/pl6qyvZMp_A

REPRODUCCIÓN
Se invita a los asistentes a compartir con otra persona de su ámbito familiar o
social, la enseñanza personal recibida respecto a cómo dinamizar sus relaciones
que han caído en la apatía y la indiferencia.

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