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Liceo San Felipe

San Felipe Profesor: Lorena Urbina Triviño


Asignatura: Religión 8° año básico

Nombre: _______________________________________ Fecha: ________________________


OA: Identificar los valores universales, éticos y morales “empatía y respeto”.

Es tiempo de que los buenos


propósitos se vuelvan realidad

Normalmente a principios de año comenzamos nuestra lista de "buenos propósitos". El


final de un ciclo nos impulsa reflexionar sobre nuestras virtudes y defectos, hasta el
punto de tomar una resolución firme y realizar cambios. Todos sabemos cuán efímeros
son esos propósitos, y que no pasarán ni siquiera un par de semanas antes de que se
olviden. Sin embargo, esto no solo ocurre en año nuevo, puede ocurrirnos en nuestras
vidas en muchos aspectos.

La perseverancia es hermana de la fortaleza. Con frecuencia en muchos aspectos de la


vida, existe una verdadera lucha. Desde la escuela, el "aguantar" a un jefe lleno de
defectos, tener una novia o un novio que hace cosas que nos desagradan, tener un marido
o una esposa que a veces nos rompe los nervios y muchos otros momentos de la vida son
difíciles. Desde pequeñas crisis hasta grandes huracanes, la vida nos depara un hecho
innegable: la vida es hermosa, pero no necesariamente sencilla. Si somos como un
barquito de papel, la menor llovizna nos hunde irremediablemente. Hace falta la
fortaleza.

La perseverancia es un esfuerzo continuado. Es un valor fundamental en la vida


para obtener un resultado concreto. Existen muchos matices al vivir la perseverancia:
existen aquellos que son necios irremediables, y otros que son veletas que cambian de
rumbo. Estos últimos, tienen grandes problemas.

Siempre es emocionante iniciar algo: existe una gran ilusión, sueños y esperanzas. Ese
"algo" puede ser un nuevo trabajo, vivir en una nueva ciudad, conocer a una persona que
potencialmente puede ser nuestra pareja, un nuevo proyecto de trabajo. Sin embargo,
fácilmente comenzarán a existir resistencia y problemas. En el nuevo trabajo,
comenzaremos a conocer gente que no nos agrada, o las exigencias podrán ser
agotadoras, al vivir en una nueva ciudad tal vez la gente no nos acepte fácilmente por
nuestro acento o nuestra costumbres, tras el "enamoramiento" inicial, comenzamos a
descubrir que esa persona ideal no lo es tanto y que en su personalidad hay aspectos que
pueden rayar en lo insoportable. Si una persona abandona un trabajo porque su jefe no le
agrada, tras cambiarse de ciudad decide regresar a su lugar de origen porque el hicieron
el feo por su acento, si abandonamos a la pareja porque "no es perfecta", entonces
estamos ante la falta de perseverancia, y en el fondo siempre existe un sentimiento en el
corazón: el de haber sido derrotado, vencido y el no haber luchado por algo que valía la
pena.

El combustible para que la perseverancia pueda moverse largamente es el de la visión


de largo plazo y la profundidad. Los seres humanos somos hedonistas, es decir,
preferimos el bien inmediato. Una persona puede utilizar una droga porque en el
momento de administrársela a su cuerpo percibe sensaciones que le gustan, pero no le
importa que su cuerpo se dañe en el largo plazo. Esa miopía provoca que hagamos
grandes tonterías en nuestras vidas por obtener satisfacción instantánea. El punto es que
con la perseverancia, debemos tener la fortaleza de no dejarnos llevar por lo fácil y lo
cómodo, a cambio de obtener algo más grande y mejor en el futuro. Si vemos la vida con
superficialidad entonces nos dejaremos llevar por las cosas inmediatas.
Cuando hablamos de perseverancia, valdría la pena tomar un papel y ver nuestros
propósitos de año nuevo. El problema con los propósitos es que siempre decimos el
"qué" pero nunca el "cómo". Por otro lado, a veces no conocemos a fondo nuestras
capacidades (o falta de ellas) para poder establecer objetivos que realmente podamos
alcanzar.

La lista de año nuevo, y cualquier propósito que emprendamos (una relación afectiva,
un trabajo, un cambio de residencia), debería estar acompañado de un recuento de los
medios con los que vamos a lograr ese trabajo. Si queremos arreglar una cañería rota,
necesitaremos herramientas, y sería muy bobo desalentarnos porque no pudimos llegar
hasta la cañería por el muro con las uñas ¡Hacen falta herramientas! Esas herramientas
son nuestras habilidades, circunstancias, posibilidades y conocimientos. ¿Cómo aplico
mis habilidades, circunstancias, posibilidades y conocimientos para que mi relación de
pareja sea estable?
¿Cómo intervienen mis posibilidades en ese nuevo trabajo? ¿Qué se hacer bien y mal?

La perseverancia requiere sentido común. A cambio de contar con el valor de la


perseverancia obtendremos el gozo de luchar por lo que queremos. Tal vez no lo
logremos de inmediato, incluso tal vez no logremos algo en el final, sin embargo es
importante disfrutar el camino. La perseverancia brinda estabilidad, confianza y es
un signo de madurez.

A veces nos olvidamos de la sabiduría popular, pero no sería mala idea reflexionar
solo un momento el viejo refrán El que persevera alcanza.

 Conteste a estas preguntas en su cuaderno:

a) ¿Cuál es el segundo modo de ejercitar la voluntad?


b) ¿Cuál es el primer modo, la abnegación o la acción?

c) ¿Qué aconsejaba el psicólogo James?

d) ¿Qué hizo Mucio Scévola?

e) Señala varias maneras de ejercitar la paciencia.

f) ¿Qué quiere decir “Quien perseverare hasta el fin, se salvará”?

g) ¿En qué podemos nosotros perseverar?

“Compromiso y Responsabilidad es
Participación”

Participar es tomar parte, hacer parte del todo. En las cosas de las personas y de la
sociedad, participar es
no excluirse, es comprometerse con las decisiones que influyen en la vida de todos.

En nuestro país, para muchos no resulta interesante participar: son grandes y frecuentes
que hemos vivido, tal vez nos queda un recuerdo en nuestra memoria.

Pero esto no puede desalentarnos, es posible participar y también necesario. Se requiere


primero, querer. Querer a la gente, nuestra gente: la cercana y la otra; la que lucha,
sufre, sueña y se esfuerza como nosotros.

Se requiere, además, creer, confiar, tener esperanzas, creer en nosotros, en nuestra


experiencia, y en la sabiduría que nos dan años, décadas, siglos de organización y de
luchas. Creer es vencer el miedo, es aceptar que la vida puede ser mejor como el
futuro y cuando uno quiere y cree se llena de poder, tiene fuerza para hacer, para
construir aquello que quiere y en lo que cree.

Tenemos poder para decidir, para cambiar las cosas, entonces, nuestro poder como
ciudadanos tiene sentido, fuerza, vitalidad. Pero participar no es solo posible ni
necesario; es indispensable, si no participamos decidirán por nosotros.

Participar es también compartir, comunicar, concertar, convenir. La participación es la


clave para crear una nueva ciudadanía activa y entusiasta, que viva la tolerancia y el
respeto por las diferencias en una sociedad.

1- De acuerdo con el texto anterior, contesta en tu cuaderno:

- ¿Qué es participar? explicar


- Mencionar los valores asociados al texto y describirlos brevemente
- Escribir los sinónimos que se le atribuyen en el texto a la palabra participar
- ¿Qué se requiere antes de participar? explicar
- ¿Cuál es la relación que hay entre compromiso y responsabilidad?
- De acuerdo con el texto, mencionar algunos antivalores
- Crea un esquema conceptual describiendo las ideas principales del texto.

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