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Arquitectura y naturaleza. Antonio Armesto
Tres sospechas sobre el próximo milenio

La arquitectura se las ha de ver ne-


cesariamente con el uso, con el sitio y
con la técnica. Los tres ingredientes
remiten a la naturaleza de manera ob-
via: el uso, a través de lo que algunos
se empeñan en llamar función, se iden-
tifica con la vida, con su conservación y
organización; el sitio como escena so-
bre la tierra y bajo el cielo, como geo-
grafía o topografía, incluso cuando el
marco es la propia ciudad; la técnica
porque toma de la naturaleza sus ma-
34 teriales aunque los transforme con des-
treza hasta hacer irreconocible su
origen.
Pero los hechos arquitectónicos,
cuando de verdad llegan a serlo, se
sustraen a esa determinación natural y
alcanzan a tener especificidad y auto-
nomía, es decir, obedecen a las leyes
generales que gobiernan la naturaleza
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pero además, y esto es esencial, tie-


nen sus leyes propias. Son objetos cul-
turales que se recortan contra un fondo
que es la historia. Los usos, los sitios y
las técnicas se articulan y componen,
se formalizan, a través del tiempo, en la
arquitectura y en la ciudad. Diríamos que
es la naturaleza la que, mediante estos
y otros utensilios alcanza a entrar en la
historia humana, a poseer historicidad:
el uso toma forma en las instituciones y
éstas se articulan significativamente a
través del concepto de lugar que impli-
ca al sitio con su reconocibilidad y su
memoria y a la técnica con su desarro-
1 llo. La arquitectura es, así, una forma
humana de naturaleza. tectura, aunque a alguien pueda pare- 1. Postal Escudo de Oro con un dibujo de
La arquitectura es, pues, una crea- cerle que con esto ponemos la carreta Josep Opisso representando la Barcelona
actual
ción artificial que, como el lenguaje hu- delante de los bueyes.
mano, posee una substancia formal. El La arquitectura, de este modo, se 2. Enric Miralles, Carme Pinós. Pérgolas en la
mundo de lo formal es el mundo de las pone al lado de la naturaleza -y de su Avenida Icária.
operaciones con las cosas, de las po- lado-, es decir, se com-pone con ella
siciones relativas entre ellas, de sus re- pero no la mixtifica. La arquitectura, aun-
laciones, por tanto es abstracto que sirva a la vida, no es un ser vivo con
respecto a la naturaleza, como lo son funciones fisiológicas; aunque tenga
las matemáticas o la música. El alfabe- relieve no se confunde con una geogra-
to y las cifras no deben nada a la natu- fía o una topografía naturales; aunque
raleza, aunque se sirvan de ella para esté hecha de materiales y destrezas
trazar sus signos. Algunas lecciones de no es una prolongación ciega o mecá-
la historia nos permiten comprender, nica de las leyes de la naturaleza. Y cuan-
con meridiana claridad, que la arquitec- do se pretende que algunas o todas
tura no tiene porqué confundirse con la estas cosas ocurran, entonces se
vida ni con el sitio ni con las técnicas mixtifica la naturaleza, se incurre en
materiales. Basta que consiga estable- naturalismo y la arquitectura falla res-
cer con ellos unas correspondencias o pecto a la esencia de su utilidad. Por-
relaciones. Y eso lo hace a través de la que la utilidad última de la arquitectura
construcción de límites. La noción de y también su primera utilidad, es res-
límite es universal y concreta, está en guardar al hombre de su intemperie
todas las cosas. Con esta noción se moral, de su desorientación.
inaugura un mundo que es deductivo,
es decir, lógico y formal, y que en arqui- 1. Vitalismo (facción gastronoia) 35
tectura posee caracteres específicos, Desde algo antes de 1992 se viene
vinculados a las tres dimensiones del construyendo en Barcelona la nueva
espacio de la experiencia. Este mundo fachada marítima de la ciudad. Esta fa-
discurre en paralelo, converge y se chada, como se sabe, no se resume
entrecruza con los usos, los sitios y las en un plano o telón sino que posee un
técnicas y les presta su forma. Entre ellos espesor. Y es tan marítima que está li-
y la forma arquitectónica no se da una teralmente sobre el mar.
relación de causa y efecto pues la for- En los años precedentes a los even-
ma no se deriva del uso, del sitio o de la tos olímpicos no se hablaba de otra
técnica, sino que entre aquella y éstos cosa: por fin la ciudad restablecería su
se establece una relación para- idilio con el mar. El llano entre los dos
digmática. La imaginación se sirve de ríos, delimitado por la sierra de
la metáfora formal (no retórica) o analo- Collcerola, se abriría a su verdadero
gía para transcribir los caracteres for- horizonte. Con la reforma del marco fí-
males del uso (rituales de conducta sico se trataba de animar el despertar
personal y social) del sitio y de la técni- de la vitalidad urbana, después de un
ca, al plano sintáctico, es decir, pura- interminable letargo predemocrático. Y
mente formal, en el que el proyecto de hombres emprendedores lo llevaron
arquitectura consiste, sin residuos na- adelante con gran éxito. Pero, simultá-
turalistas. Diríamos, entonces, que po- neamente, sucedió algo curioso desde
demos saber qué y cómo son los usos, el punto de vista cultural. Las necesaria
los sitios y las técnicas porque, gracias puesta al día de las infraestructuras,
a la arquitectura, poseen forma, es de- con la construcción de las cloacas (sis-
cir porque, propiamente, poseen arqui- tema excretor), y la sugestión marinera, 2
excitaron lo que podríamos bautizar una señal informativa, nos indica hacia
como paradigma gastronoico. dónde queda el mar. Algo más allá, el
Desde entonces nada de lo que se gran pez metálico (hermoso en su con-
hace escapa a la comparación con el dición de umbráculo y por su papel
proceso de cocinar-deglutir-excretar. La escultórico) y, enseguida, las lámparas
nueva fachada marítima, con su conte- que rezuman grasa de sardina y de
nido arquitectónico y urbano, puede ser gamba (¿vendrá de ahí el vocablo
comparada con un apreciable plato de lamparones?) en el Puerto Olímpico,
la cocina tradicional. Nos referimos a la episodio que constituye, de por sí, otra
Zarzuela de Pescado y Marisco (ZPM). intensa ZPM. Las moreras, entre los
Es un plato que se empezó a servir en rascacielos, aportan en mayo su fruto
la parte catalano-holandesa (Moll de la maduro para ayudar a ligar la salsa. Si-
Fusta) de un parque temático que pron- guen aún la secuela de los chiringuitos,
to abarcará la totalidad de la fachada ya informes por el consumo (la forma
marítima: desde los aledaños del puer- ausente tras la información y los vahos).
to industrial, frente a Montjuïc, hasta el No faltan en la representación ni los ca-
río Besós, cerca del cual nacerán el charros ni los accesorios: la cazuela del
nuevo zoológico (tema: fieras y bichos WTC o el taco de mantequilla, aún no
en cautividad) y algo más allá otro par- derretido, de los cines panorámicos. Al
que: el Foro 2004 (tema: la cultura, la pasar por la Villa Olímpica aún pode-
paz). Al lado, cabe, en, detrás, sobre..., mos encontrar, en el antiguo P.º del Ce-
otras áreas (tema: actividad y especu- menterio, las raspas abigarradas de un
lación inmobiliaria). banquete de gigantes o dioses
¿Qué es la ZPM?: un caldo más bien olímpicos...Y no sabemos aún que nos
36 espeso, escaso y muy sabroso, atibo- deparará la desembocadura del río
rrado de ilustres tajadas ya descarna- Besós. En conjunto y de momento, po-
das e insípidas. El inventario podría demos acceder ya a una experiencia
empezar con la gran cigala reseca del gustativa, olfativa y táctil de gran enver-
Moll de la Fusta, y seguir con el conjun- gadura.
to de siluetas pisciformes y pasarelas Tal coherencia en obedecer a un pa-
hacia el Maremagnum -con su panza radigma cultural podría llevarnos a
de atúnido-, que se empeñan en ser creer que el autor de la obra sea colec-
playas -¿de qué mar?- (queda lo justo tivo y no personal. No hay mente tan po-
para permitir escenificar el atasco de derosa ni autoridad democrática capaz
multitudes cuando hay que dar paso al de gobernar un proceso con tales ras-
mástil de un velero); incluso las embar- gos de unidad. Para explicarlo habría
caciones apiñadas en el agua se ven que acudir, una vez más, al fantasma
como antenas de marisco y conchas determinista del zeitgeist. Si así fuera,
de molusco;... luego, el propio acuario, el parque temático resultante de esa
donde el espectador puede ser inclui- sintonía con el espíritu de la década se
do en el menú si se descuida. El agua podría encontrar hasta divertido y un
del mar ha sido reducida, como dicen ejemplo de modernidad, pero, enton-
que hay que hacer con algunas salsas, ces, sabríamos que la banalidad mis-
por un hervor excesivo o quizá es que al ma de la comparación procede del
cocinero se le fue la mano en la canti- substrato banal de la realidad analiza-
dad de tajadas. La efigie de Colón, per- da ya que, en esta ocasión, entre mo-
diendo su dimensión conmemorativa, delo y realidad no hay metáfora formal
ya no muestra la supuesta dirección ha- o analogía sino parecido literal, seme-
cia las Indias sino que, convertido en janza exenta de ironía. Lamentablemen-
te, este espectáculo vitalista, provincia- solidadas queda, en unos casos, amor- Peter Eisenman. Proyecto de La Ciudad de la
no, pintoresco y naturalista está suplan- tiguada, en otros ocluida, obliterada, Cultura de Galicia, en Santiago de Compostela
tando otras aspiraciones colectivas. cancelada. La relación de composición 3. Fotografía de la maqueta del proyecto
Eso sí, sin producir frustración aparen- con la naturaleza queda de este modo
te en el público y provocando una no confundida y los rasgos que definen el
disimulada autocomplacencia entre locus y el concepto de individualidad a
políticos, gestores y arquitectos. Y ello él ligado, en algún modo, temporalmen-
porque, según creemos, el éxito que el te destruidos.
acceso de la ciudad al mar representa, Así que el concepto de ambiente, tan
estaba, de todos modos, garantizado. propio del parque temático, del museo
Tal es la fuerza de la geografía y de los naturalista y de la reconstrucción
hechos urbanos heredados del pasa- historicista, ha desplazado al concepto
do. de lugar, vinculado como está con la
Pero aún así, ¿qué se ha usurpado geografía y con la historia. En la repre-
al ciudadano? Los primeros cientos de sentación descrita, la triunfante Esce-
metros de costa, que son los que dan na Cómica, que es la del mercado, del
la dimensión de profundidad perspec- consumo y de la fiesta, ha excluido casi
tiva al paisaje marino -ya que los kiló- íntegramente a la Escena Trágica que
metros que quedan hasta el horizonte es la del espacio público y de los mo-
se reducen a unos pocos centímetros numentos recortados contra la natura-
en el plano del cuadro- están ocupa- leza, la que sostiene y vertebra lo político
dos (excepto en las playas). Las lade- de la ciudad, lo público en el sentido
ras artificiales del Port Vell obstruyen la más abstracto.
visión y excluyen el agua; la sección
topográfica que alberga la Ronda Lito- 2. Toponoia 37
ral define al Poble Nou como un falso Al final del verano del año 1999 se
polder, tan sólo en apariencia más bajo falló el concurso internacional, convo-
que el mar, pero ajeno a él. Los edifi- cado por la Xunta de Galicia, para elegir
cios que en la VO cabalgan sobre las el proyecto para construir La Ciudad de
calles -ambiente entre medieval y pop- la Cultura de Galicia, una notable con-
impiden ver el horizonte marino, desde centración de equipamientos culturales
ventanas y balcones, a los habitantes a implantar en el Monte das Gaias, un
de las calles cabalgadas. Las enormes, suave y virgen promontorio en el entor-
costosas y frondosas raspas de la Ave- no de Santiago de Compostela. La pro-
nida Icaria ocluyen la visión de la carac- puesta de Peter Eisenman resultó
terística silueta de la montaña de ganadora. El programa incluía la Biblio-
Montjuïc, elemento de orientación geo- teca General y la Hemeroteca de Galicia,
gráfica, con gran significado histórico un Teatro de la Ópera, un Auditorio, un
para la ciudad. La propia avenida, que- Centro Audiovisual con Estudios de Te-
riendo huir de los modelos levisión, un Centro de Documentación
ochocentistas, es la rue corridor por an- del Camino de Santiago, el Museo de
tonomasia, espacio encerrado y Historia de Galicia, el Bosque de
claustrofóbico, con fachadas continuas Galicia, diversos Centros de Estudios
apenas transitivas transversalmente e Investigación sobre etnología, arte-
con los interiores de manzana, etc. En sanía, moda, etc. Foros de debates y
resumen, las relaciones con el mar, con exposiciones, Centros de Congresos,
Montjuïc, con la silueta de la ciudad his- seminarios, cursos, conferencias y pro-
tórica, con el cerco montañoso, con la yecciones, un Hotel y Residencias para
ciudad precedente y sus imágenes con- estudiantes e investigadores y los co- 3
rrespondientes aparcamientos y acce-
sos viarios y peatonales.
El proyecto ganador nos presenta a
La Ciudad de la Cultura construida so-
bre el monte virgen como si fuera otro
monte. Veremos que, en realidad, no
se trata de una redundancia. La pro-
puesta de Eisenman nace como un hijo
de nuestro tiempo, de una fecundación
gráfica in vitro -en el ordenador- entre la
figura del Casco Histórico y la Vieira
Peregrina. Consciente o no de ello, el
discurso del arquitecto sigue una me-
táfora explícitamente sexual que acaba,
naturalmente, con el parto de los mon-
tes. Explica el autor: "Nuestra propues-
ta para la Ciudad de la Cultura en
Santiago representa una respuesta tác-
til a una nueva lógica social: la de la
codificación genética. Las fuentes
genéticas de nuestro proyecto son la
concha de Vieira (símbolo de Santia-
go) y el plano del centro histórico (...)
Más que ver el proyecto como una serie
38 de edificios discretos -la forma tradicio-
4 nal del urbanismo de figura/fondo- los
edificios de nuestro Centro están literal-
mente tallados en el terreno para confi-
gurar un urbanismo de figura/figura en
la que los edificios y la topografía se fun-
den en figura. (...) Contracción e
implosión entremezcladas en la super-
ficie doblada y alabeada de la concha
(...) activan el plano de la ciudad y pro-
ducen un nuevo tipo de centro, en el
que el código del pasado medieval de
Santiago aparece no como una forma
de nostalgia de la representación sino
como un presente activo encontrado en
una nueva forma táctil, pulsante -una
concha fluida."
La insistencia en la dimensión táctil
nos hace pensar que el proyecto ha sido
concebido con la luz apagada o con los
ojos cerrados, que es como mejor se
aprecia la figura, las dobleces y los
alabeos, lo pulsante y lo fluido. La co-
nocida afición del autor por la gramáti-
5 ca generativa se naturaliza aquí en
apego por la metáfora genética, adop- san la profundidad territorial del sitio y Peter Eisenman. Proyecto de La Ciudad de la
tando ahora unos elementos menos de su significado. El ámbito público es Cultura de Galicia, en Santiago de Compostela
abstractos y conduciendo, gráficamen- un espacio ensimismado entre edificios 4. Secciones
te, el proceso deductivo a una imagen que se funden con el suelo, que no po-
de antemano prefigurada con astucia. seen fachadas transitivas, carácter pre- 5. Fotografía de la maqueta
La apariencia del proyecto es absoluta- ciso, ni identidad tipológica por haber
6. Superposición de la concha de vieira
mente sintética y, gracias precisamen- sido sometidos a una leyes
te a la condición táctil de su figura y de morfológicas sin tradición urbana. Son 7. Maqueta del emplazamiento
la maqueta, fácilmente comprensible más bien personajes, gigantes vesti-
para el presidente de la Xunta, para el dos con un extraño ropaje, que obede-
público de arquitectos y paisanos y, aun- cen y se subordinan al papel que les
que con algunas dudas, suponemos toca representar en la farsa geográfica.
que también para las vacas. Figuras particulares que no atienden a
Bajo la apariencia de una ninguna lógica espacial, constructiva o
fundamentación rigurosa en la realidad distributiva como no sea a una versión
del sitio, de su geografía, de su histo- laxa y degradada de la planta libre. Pero
ria, de sus mitos, se toman, de hecho, son los dibujos en sección los que
algunos rasgos epifenoménicos del muestran con más claridad la pobreza
monte (la figura evocada del perfil); del conceptual de la propuesta y los que,
casco (la silueta de la planta y sus ca- debido al esquematismo de su defini-
lles convertidas ahora en "estrías"); de ción arquitectónica, suscitan algunos
la concha (que es también la venera, el inte-rrogantes sobre el futuro: ya que los
sexo de la Afrodita clásica y el emble- edificios carecen casi de fachadas ¿la
ma comercial de la Shell Oil & Co.) y iluminación será cenital?; ¿el público 6
con ellos se da forma a un texto litera- podrá andar por los tejados? Si los te- 39
rio. La trama y silueta del casco, reduci- jados fueran de tejas u otros materia-
das a líneas cualesquiera, deformadas les, el conjunto parecería un montón (y
arbitrariamente, no conservan ni rastro no un monte) de tejas u otros materia-
del rol estructurador de la morfología les, así que ¿deberían estar plantados?
urbana, ni de la sabia implantación Si se tratan como prados, ¿podrán pa-
topográfica, ni de las relaciones entre cer en ellos las vacas? Ningún espec-
Camino y Arribada, entre itinerario y ciu- táculo sería más genuinamente gallego
dad. Lecciones, todas ellas, que, a que el derivado de contemplar, desde
nuestro juicio, pueden aprenderse ana- el regazo monumental del Apóstol, las
líticamente, intelectualmente, de forma entrañables vacas amarelas fertilizan-
concreta -porque son paradigmas do la cultura bajo sus generosas ubres;
específicamente arquitectónicos- pero y nada más romántico y pastoril, a la
que no tiene sentido reproducir vez que cosmopolita, que admirar las
sintéticamente ni trasladar mecánica- augustas torres, entre el ganado, des-
mente, en una simplista, reductiva y re- de el Prado de la Cultura, mientras tri-
tórica -aunque a la vista del éxito- na, subterránea, una mezzosoprano
brillante figuración. japonesa ...
El espacio público en la propuesta Este mimetismo geográfico, que sa-
de Eisenman se resume en un estre- crifica la lógica interna de los edificios
cho "valle" interior desde el que, debido hasta la parodia, se traduce en una ex-
a la orientación de los callejones-es- plicación pseudocientífica que escon-
trías, no se puede ver, ni la ciudad his- de, sin rubor, una impostura: es pura
tórica ni tampoco el paisaje hacia el Pico retórica decir que los edificios están "li-
Sacro, elementos del locus que expre- teralmente tallados" en el monte por- 7
que, previamente a su construcción,
sería necesario arrasar la orografía ori-
ginal para luego rehacer su figura
aproximada con los tejados de los edi-
ficios. ¿Cuál es la rentabilidad colectiva
y cultural de esta farsa? Si se consu-
mara la costosa operación, a los pro-
motores sólo les quedaría una ocasión
para la ironía: remedando a Magritte,
podrían escribir debajo del nuevo Mon-
te das Gaias, con grandes letras: "Esto
no es una montaña" pero también "Esto
no es una ciudad".

3. Tecnonoia
En 1997, los equipos de arquitectos
Nox Architekten y Oosterhuis Associates
construyen, en los Países Bajos, junto
al mar, dos pabellones de exposición
cuyos temas son el agua dulce y el agua
salada, respectivamente. Esta construc-
ción aparece publicada en numerosas
revistas y antologías sobre la produc-
8 ción arquitectónica de los noventa, lo
40 que prueba su éxito mediático y su po-
sible influencia.
Los pabellones son las dos partes
de una construcción realizada con per-
files y láminas metálicas. Las directri-
ces de la sección transversal, pórticos
o bastidores poligonales, varían por
simples transformaciones topológicas
(recordemos que un cuadrado y un cír-
culo y los infinitos polígonos interme-
dios, regulares o no, son todos curvas
de Jordan, topológicamente equivalen-
tes). Esas variaciones resultan relati-
vamente sencillas de controlar a través
del dibujo con ordenador. De uno a otro
bastidor se tienden viguetas que se
cubren con láminas impermeables
alabeadas. En su interior se instalan
sofisticados equipos de sensores co-
nectados a sistemas interactivos: pro-
yectores de cristal líquido, una línea de
190 fuentes de luz azul, un sistema de
sonido, etc. Los sensores lumínicos
están conectados a una onda u ola cuya
9 aparición y desplazamiento provoca el
espectador al andar; los sensores tác- suele ser en su mayor parte líquido. Pabellón H2O en Neeltje Jans, Paises Bajos.
tiles crean rizos en una retícula proyec- Y añaden, en tono visionario de ma- NOX Architekten
tada sobre las superficies interiores; los nifiesto profético: "Estamos experimen- 8. Perspectiva exterior del cuerpo central
sensores impulsores se vinculan a la tando una licuación extrema del mundo,
proyección reticular de una esfera que de nuestro lenguaje, de nuestro géne- 9. Fotografía del espacio interior
se puede manipular topológicamente ro, de nuestros cuerpos. Una situación
como una gota de agua en un estado en que todo deviene mediato, en que 10. Modelado del cuerpo estructural
de gravedad cero, etc. toda la materia y todo el espacio se fu-
El resultado del proyecto, visto des- sionan con sus representaciones
de el exterior, se asemeja a una platea- mediáticas, donde todas las formas
da y gigante lombriz que parece estar quedan fusionadas con la información...
surgiendo de la tierra y reptando hacia El líquido en arquitectura no solamente
el mar. El ambiente interior, en el que significa generar la geometría de lo flui-
no es posible diferenciar suelo, pare- do y de lo turbulento sino que también
des y techos, pues se integran todos significa la disolución de todo lo que es
en una superficie ondulada continua, sólido y cristalino en arquitectura. La
recuerda las imágenes de esos docu- fusión fluida de acción y forma que se
mentales en los que una diminuta cá- denomina interacción -porque el punto
mara de TV permite acceder al interior de acción se encuentra entre el objeto y
de una víscera o de un conducto anató- el sujeto- comienza con el abandono
mico. El aspecto y actitud de los visitan- de la base ortogonal de la percepción
tes, en las fotografías es, en cambio, basada en la horizontalidad del suelo y
perfectamente ordinario. la verticalidad de las paredes. Al fusio-
Nox Architekten describen así su in- nar suelo y pared, suelo y pantalla, su-
tervención: "El pabellón de agua dulce perficie e interficie, abandonaremos la 41
no contiene una exposición en el senti- visión mecanicista del cuerpo por una
do clásico del término, como en un visión más plástica, líquida y táctil don-
museo en el que los pies y los ojos se de se sinteticen acción y visión".
encuentran separados. En lugar de esto, La fusión fluida de acción y forma, la
las imágenes y los sonidos que emerjan síntesis de acción y visión, la disolu-
dependen de las actividades de los vi- ción de la forma en la información apun-
sitantes. Y éstas dependen de la imá- ta a la descripción de un organismo, en
genes y de los sonidos, que siempre el que estructura y función están inte-
son diferentes. En un edificio en el que grados; y a la pérdida de la conciencia
el suelo se mezcla con las pared y la del límite entre sujeto y objeto y entre
pared con el techo, donde nada es hori- sujeto y sujeto, a una especie de conti-
zontal y donde nadie es capaz de afe- nuidad viscosa del espacio y de la ex-
rrarse al horizonte porque no hay periencia. Otra vez la dimensión táctil
ventanas, andar se convierte en una de lo sintético convertido en paradigma
acción vinculada al caer...debemos, de la realidad.
pues, convertirnos en parte del agua Oosterhuis Associates, los autores
para pasar a través del edificio". del pabellón de agua salada -y, por lo
Los autores parecen reconocer que que parece , nietos correalistas de
cuando los pies y los ojos se juntan, el Frederich Kiesler-, nos lo confirman
suelo se mezcla con la pared y la pared postulando: "Vemos la masa artificial
con el techo, nada es horizontal y ade- que nosotros, los humanos, hemos crea-
más no se ve el horizonte, la respuesta do como una extensión de naturaleza
natural del cuerpo pueda ser el mareo, ecológica. Ya no pensamos en natural
la alucinación y el vómito. Y el vómito y artificial como términos antitéticos. 10
Consideramos el mundo artificial om- espacial en la biosfera permitiendo, por
nipresente, el sistema sintético global, fin, no sólo hermanar a los hombres
como un inmenso organismo comple- con los otros hombres sino con los co-
jo. Ciudades, edificios, coches, motores, ches, los motores y las aspiradoras.
ordenadores, etc. todos participan del Algo que ni el santo de Asís se hubiera
organismo global, pequeños organis- atrevido a soñar.
mos unicelulares que contribuyen a la Nos preguntamos, haciendo gala de
vida y al futuro desarrollo de esta inmen- una ingenuidad no menor que la de
sa estructura global. El papel de las estos arquitectos, pero de signo con-
personas en esta estructura artificial es trario: ¿no se trata, más bien, de una
muy interesante: son los enzimas, los puesta al día, con más medios, de una
portadores y los engendradores de la experiencia semejante en todo a la que
información. Es por eso que nos aveni- de niños teníamos en el túnel de la risa,
mos tanto con los ordenadores. Hemos el tren de la bruja o la casa de los horro-
eliminado la dominación de los volú- res? ¿No será, en resumen, una atrac-
menes platónicos"... Es un esperan- ción de feria con más recursos
zador consuelo comprobar que a las energéticos, costeada por un hipócrita
personas les queda un interesante pa- Estado del Bienestar?
pel que jugar en este sistema: ser los
enzimas dentro de este Gran Organis- Nota única:
mo orwelliano. A nadie se le oculta que estos tres
No queda duda alguna. Lo que se neologismos han sido acuñados en
proponen estos pabellones es base a la palabra paranoia. En su va-
liberarnos de la aburrida experiencia riante de monomanía supone la fijación
42 cognoscitiva sobre la composición quí- obsesiva en una idea con autoengaño
mica del agua, sus propiedades físicas, y menoscabo del principio de realidad.
su relación con la vida, las posibilida- Así, en el ejemplo de Barcelona, la
des de su manipulación artística o los gastronoia indicaría un énfasis singu-
11 problemas de su administración, dis- lar en una forma específica del consu-
tribución, etc., cosa que podríamos ob- mo que acaba alejando al ciudadano
tener tras entrar-hacer-un-esfuerzo de un uso áulico y civil del espacio pú-
-intelectual-de-observación-salir, en un blico que, en esta ocasión, ha sido re-
anticuado museo de provincias. Más presentado más que construido, al
bien se trata de ser engullidos, digeri- faltarle los vínculos de claridad con el
dos y, finalmente, expulsados por un sitio. La toponoia, ejemplificada en el
esfinter, excretados, no sin antes haber segundo caso, supone una visión del
producido en las entrañas del animal- proyecto como productor de "topogra-
museo algunos retortijones. De la ex- fías o geografías artificiales" que, en su
12 periencia de ser metabolizados por una generalización mundial, tenderían a
víscera y reducidos poco menos que a construir un paisaje de la noosfera, ni
excrementos, ¿en qué sentido saldre- natural ni artificial, intermedio, como el
mos transformados?. Después de sen- que deja la carcoma sobre una materia
tirnos que somos waves, ripples y blobs, lígnea, similar al ambiente apolillado y
o sea de comportarnos como olas, ri- belenístico que respiran los parques
zos y gotas, ¿podremos dejar de serlo? temáticos por regiones geográficas. La
o imprime carácter la experiencia. Pa- tecnonoia, en su afección apasionada
rece ser, además, que el desarrollo por la tecnología tendería a confundir y
cibernético y de la información va a es- sintetizar la forma con las funciones
13 tablecer una especie de continuidad dando ser a una "arquitectura" de arte-
factos que funcionan y son parodias de dinámica de lo político, la mecánica Pabellon H2O en Neeltje Jans, Paises Bajos.
animales existentes o inexistentes, en policial y judicial; del genuino sentido NOX Architekten
la línea de Parque Jurásico (desde aquí de la fiesta, el ruido de los gritos y la 11. Perspectiva interior del espacio central
un recuerdo para el descomunal pár- descomposición del vómito.
pado de una "Ciudad de la Ciencia" que 12. Urinarios del pabellón
nos lanza un guiño desde la pantalla En las tres monomanías se observa
de plasma doméstica para que nos una caída en una figuración chata, de 13. Fotografía exterior del cuerpo central
animemos a hermanarnos con un co- cromo, a lo Disney, muy complaciente, 14. Fotografía aérea
che). al servicio de una consigna inter-
Si bien todas las obras tienen autor nalizada: el realismo capitalista (basa-
conocido, no hay en este discurso ani- do en la raíz naturalista del liberalismo
madversión alguna por las personas económico). Estos burdos naturalismos
concretas, ni siquiera se afirma que las muestran, todos, una falta de distancia
obras comentadas sean malos par- crítica respecto a lo real que los identifi-
ques temáticos. Se trata más bien de ca con una precisa figura de pensa-
un intento de identificación de unos sín- miento: la hipocresía. Como se sabe,
tomas generales que, a nuestro juicio, se trata de una actitud intelectual que
menoscaban de modo grave la dimen- supone una impostura, la suplantación
sión cultural de la arquitectura y, por ello, de lo genuino por lo inauténtico: el hi-
la conciencia individual y colectiva. Por- pócrita, bajo la apariencia de dar más,
que, insistimos, esta dimensión cultu- no da lo imprescindible. Frente a ella
ral reposa sobre la idea antropológica sólo cabe el antídoto de la ironía pues,
de lugar y éste surge, de modo comple- como explica de modo magistral
jo y dinámico, de una tarea de compo- Suhamy, en su tratado sobre las Figu-
sición entre la vida, el sitio y la técnica. ras de Estilo: "La ironía se parece a la 43
El sitio, como naturaleza dada, está, en hipocresía pero mientras el hipócrita
cierto modo, fuera del tiempo, mientras quiere engañar, el irónico quiere des-
que la técnica y su progreso son pura engañar... El irónico combate la hipo-
temporalidad. La vida busca, por me- cresía con las armas de ésta;
dio de la arquitectura, construir un es- pareciendo convencido por la impostu-
pacio de claridad que congenie aquella ra, entra en su juego para destruirla...
tensión temporal y la resuelva en un to- Es un arma cruel pues simulando la re-
pos, un lugar, una conciencia fundado- tórica y las armas del adversario, se
ra del elemento civil, de la justicia y de apropia de su ser, lo desnuda, lo hace
la fiesta. La arquitectura realiza su ver- aparecer como una mecánica transpa-
dadera utilidad cuando lo consigue: rente, unidimensional e irrisoria. Pero
hace así su aportación a la cultura hu- es una técnica difícil. No es suficiente
mana formulando, entonces, el sentido tener talento, es preciso que el público
de construcción de la realidad como también lo tenga". De aquí se despren-
aspiración a la polis. La mixtificación de una disyuntiva y un arduo programa
naturalista, por el contrario -que supo- para los arquitectos y el público que quie-
ne siempre parcialidad, complicidad ran ser hombres en su siglo: en este
con ciertos valores- produce ambien- siglo que tiene tanta prisa por comen-
tes ilusorios, sintéticos, taxidérmicos, zar.
populistas, táctiles y escatológicos. Lle-
vados al extremo, en estos ambientes,
del sentido del sacrificio ritual repara-
dor y fundacional sólo queda el espec-
táculo del crimen y sus víctimas; de la 14

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