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Como antes, como siempre VENTANA

sino también de su proyección hacia el exte-


rior. Gracias, amigos y compañeros de vicisi-
tudes, ¡sois lo que no hay!
torial. Para ser sincera, debo confesar que
me importan un pepino —como diría la du-
quesa— los sombríos vaticinios de los pre-
siglo, será radicalmente distinta de la que
hemos conocido hasta ahora; pero será. Será,
pese a quien le pese.
EDITORIAL TUSQUETS-BARCELONA EDITORIAL

Beatriz de Moura Entre éstos, ¡cómo no!, están nuestros


compinches de las filiales de Argentina y
México, que se la siguen jugando, cada cual a
dicadores de las nuevas tecnologías que, de
año en año y desde hace ya demasiados, arro-
jan sobre nosotros —incautos y periclitados
Reirá mejor quien sepa y pueda resistir, y
éste siempre será el más cauto y el más sabio...
Por tanto, de momento no se nos ocurre
Hace quince años, en julio de 1994, cuando itinerario cambiante y diverso, pero no por truye mediante biografías y memorias de su manera y según sus posibilidades, para editores de libros, según estos nuevos prego- nada mejor que permanecer muy atentos,
organizamos en el actual CosmoCaixa de Bar- ello menos coherente. personajes que la han protagonizado po- abrir nuestro catálogo a otras geografías, pa- neros— toda suerte de apocalípticas amenazas; sin por ello dejar de publicar en papel libros
celona un encuentro internacional de edito- Quiero dejar constancia aquí, de una vez lítica, cultural o socialmente. ra aportar diversidad y novedad a una línea demuestran así una vergonzosa ignorancia que nos gusten y que deseamos sigan sedu-
res para celebrar el 25 aniversario de Tusquets, por todas, de que hemos sido siempre cons- • La colección Ensayo, dirigida por el filó- editorial que tiene voluntad de compartir, en con respecto a la historia de las industrias ciendo a esos amigos desconocidos que son
yo manifestaba mi perplejidad ante el hecho cientes de que coherencia no implica obe- sofo Josep Ramoneda, estudia lo que po- igualdad de condiciones, nuestra riquísima culturales desde el comienzo de la era Gu- nuestros lectores, habituales frecuentadores
de que la editorial hubiera sobrevivido a toda diencia a un ideario o a una rutina, ni siquiera dría describirse, aun con ciertas reservas, lengua —a la vez común y múltiple—, inge- tenberg y no tienen en cuenta que el futuro de librerías. Como antes. Como siempre.
suerte de avatares y hubiese alcanzado la úl- a un gusto preconcebido e inmutable. De ahí como reflexión política sobre el complejo niárselas para que todo esto se difunda de la está siempre sujeto a curiosos azares. Los Ya veremos si, estando alertas, corrigiendo
tima década del siglo en plena forma. Porque, la diversidad de intereses que, a través de los mundo de hoy. mejor manera posible y, al fin, conformar lo editores han sabido siempre ponerse al día, algún desfase y actuando con cautela, también
pocos años antes, el mundo editorial había años, ha ido llevándonos a la creación de nue- • La colección Marginales, una de las más que ya se ha dado a conocer como «la más la mayoría sin morir en el intento. De modo nosotros llegamos un día a formar parte de
sufrido una conmoción ante la irrupción de vas líneas editoriales —unas veces erróneas, antiguas y conocidas de la editorial, está pequeña multinacional del mundo». Cha- que, pese a mi natural resistencia a las pre- los más sabios.
las nuevas tecnologías y ante los vertigino- otras incluso truncadas, pero la mayoría acer- dedicada a la varia invención y al ensayo peau!, colegas, hermanos de oficio. dicciones, si me apuran, me atreveré a aven-
sos cambios que empezábamos a detectar no tadas— con el fin de abrir ventanas hacia otros estrictamente literario, aunque no aca- En estos tiempos, parece de buen tono turar que la industria editorial —la grande y Beatriz de Moura es, desde hace 40 años la cabeza de edi-
sólo en los hábitos y técnicas del trabajo edi- horizontes. Evoco con cariño aquellas colec- démico, de autores relevantes. cavilar acerca del futuro de la industria edi- la pyme—, tal vez hacia mediados de este torial Tusquets.

torial, sino en los usos y costumbres relacio- ciones históricas que muchos aún recuer- • La colección científica Metatemas (que
nados con el ocio y, por tanto, también con dan a los dos lados del Atlántico y siento una ha cumplido 25 años, con más de 100
la lectura. A estas alturas del nuevo siglo, se- inmensa satisfacción cuando veo retrospec- «Libros para Pensar la Ciencia») es úni-
guimos todavía algo aturdidos por esa revo- tivamente el gran éxito de las colecciones li- ca en su género en Europa y la dirige el
lución que nos ha arrojado casi de la noche terarias que más lectores siguen atrayendo a conocido físico y ensayista científico Jor-
a la mañana en una nueva era, cuyos efectos
definitivos no acabamos de percibir en toda
nuestro catálogo, como Andanzas, La Son-
risa Vertical (dirigida por el cineasta Luis G.
ge Wagensberg.
Especímenes de folclore bosquimano
su magnitud. Berlanga) y Nuevos Textos Sagrados de poe- En suma, ¡cinco colecciones de ensayo!
Sin embargo, y pese a esa perplejidad, cua-
renta años después de la fundación de la
sía (dirigida por Antoni Marí).
Sin embargo, me veo ante la necesidad de
En cuanto a los tiempos pasados, no me
cuesta nada afirmar que no siento ni una piz- W.H. Bleek y Lucy C. Lloyd
editorial, en Tusquets Editores proseguimos destacar también las múltiples facetas que ca de nostalgia. La añoranza sólo se entien-
—con un catálogo que prestigian autores a reviste el vastísimo territorio del ensayo en de si lo que quedó atrás fue infinitamente Especímenes de folclore bosquimano, libro de próxima aparición en español en coedición entre la UNAM y
quienes admiramos (y que confían en noso- Tusquets. De hecho, hemos ido creando, poco mejor. De hecho, en lo que a mí se refiere, Sexto Piso, recoge los mitos, leyendas y creencias de una de las tribus más fascinantes de la historia de la
tros)— muy contentos de haber evoluciona- a poco y desde hace muchísimos años, colec- desde el primer segundo he seguido paso a humanidad. El antropólogo W.H. Bleek convenció a las autoridades surafricanas para que liberaran a
do, ampliado criterios, variado y aumentado ciones que abordan varias disciplinas, algunas paso la trayectoria de esta editorial con las
notablemente nuestras propuestas editoria- de ellas muy poco exploradas en ese momento. mismas dosis de placer, curiosidad y entre- bosquimanos presos y los pusieran a su servicio, para así poder comprender su lengua, y de esa manera
les sin haber traicionado el propósito que im- ga. Y las satisfacciones diarias que me sigue registrar y plasmar sus tradiciones orales. Elias Canetti dedicó un capítulo de Masa y poder a los bos-
pulsó nuestros inicios y luego nos orientó en • La colección Los 5 Sentidos, por ejemplo, proporcionando han ido desplazando con cre- quimanos, y alguna vez llegó a decir de la obra de Bleek y Lloyd que: «Este libro está en mi poder desde
su evolución. Para entendernos, podríamos indaga en las costumbres y la historia ces en mi memoria tanto los posibles disgus- 1944, hace dieciséis años. Con frecuencia he llegado a pensar que es el libro más importante entre todos
formular ese propósito así: nunca dar gato cultural de la cocina y de los múltiples tos cotidianos, como los duros periodos, ¿por
los que conozco».
por liebre a los lectores, tanto a los ya habitua- asuntos que atañen a la sensibilidad del qué no decirlo de una vez?, de extrema penu-
les como a los neófitos. La verdad es que, a individuo en su vida cotidiana. ria y dificultades de todo tipo. IX.-99. PRESENTIMIENTOS BOSQUIMANOS1 nos) se muevan. Ellos (los bosquimanos) les Con respecto a una vieja herida, un bos-
cambio, ellos nos lo han agradecido con cre- • La colección Tiempo de Memoria explo- Ahora bien, sí añoro, en el rincón reser- ordenan a los otros que guarden silencio. Un quimano siente un repiqueteo en el lugar de
ces haciendo posible que la editorial siga, ra la Historia no sólo como disciplina en vado a los hondos afectos de aquéllos que ya hombre está completamente quieto cuando la herida, durante el repiqueteo siente que el
cuarenta años después de su creación, un sí misma, sino también la que se cons- no están para seguir espoleándonos personal Las cartas bosquimanas2 están en sus cuer- siente que su cuerpo repiquetea (por dentro). hombre (el cual tiene la vieja herida) cami-
y profesionalmente, a personas como, entre pos. Éstas (las cartas) hablan, se mueven, Un sueño habla con falsedad, es una cosa que na, moviendo su cuerpo. El hombre siente
bastantes otros, Gabriel Ferrater, Jaime Gil hacen que sus cuerpos (los de los bosquima- engaña. El presentimiento es aquél que habla al otro hombre que viene, él dice a los ni-
de Biedma, Ricardo Muñoz Suay o AdolfoBioy con la verdad, es aquél por medio del cual el ños: «Busquen a su alrededor al abuelo, pues
Casares, y, por supuesto, a «nuestra» Rosa 1 Esta pieza de literatura nativa bosquimana es descrita
bosquimano obtiene (o percibe) carne, cuan- parece que el abuelo se acerca; es por esto por
María Segalá, colaboradora y factotum du- por el Dr. Bleek como sigue: «99 presentimientos bos- do ésta ha repiqueteado. lo que yo siento el lugar de la vieja herida en su
rante tantos años, siempre con la atención quimanos. Ellos sienten en su cuerpo que ciertos even- Los bosquimanos perciben que la gente se cuerpo». Los niños buscan a su alrededor,
puesta en todo y en todos. tos van a ocurrir. Existe una manera de golpear la carne acerca por medio de éste. Los bosquimanos los niños perciben al hombre que viene. Ellos
Una de nuestras mejores recompensas —de que les dice cosas. Aquéllos que son estúpidos no entien- sienten el repiqueteo (cuando) otras perso- dicen a su padre: «Un hombre viene por
Antonio y mías— a lo largo de estos años ha den estas enseñanzas, ellos las desobedecen y se meten nas se acercan.3 ahí». Su padre les dice: «El abuelo (su pro-
en problemas —tales como ser matados por un león,
sido no sólo la confianza de autores y lecto- pio padre) viene por ahí, él vendrá hacia mí.
etc.—. Los golpes comunican cosas a quienes los entien-
res, sino, muy particularmente, la lealtad, la den, qué camino no deben tomar y cuál flecha es mejor tas» bosquimanas, y se parecen a las cartas que portan Era aquél cuyo acercamiento yo sentí en el
dedicación y la constancia de nuestros más no utilizar, y también los previene cuando mucha gen- el mensaje de algún recuento sobre lo que sucede en lugar de su vieja herida. Quería que ustedes
próximos colaboradores, que siguen traba- te va a la casa en una carreta. Éstos informan a la gente otro lugar. vieran que realmente viene por ahí. Pues
3 El bosquimano, cuando un avestruz se acerca y se está
jando con nosotros, juntos y sincronizados dónde pueden encontrar a la persona que buscan, es ustedes contradicen mi presentimiento, el
pero no revueltos, y llevando a cabo durante decir, por dónde deben ir para encontrarla con éxito». rascando la parte trasera del cuello con el pie, siente el cual habla con la verdad».
(«A Brief Account of Bushman Folklore and other repiqueteo en la parte inferior de la parte trasera de su
muchos años (incluso décadas) una pacien-
Texts» por W.H.I. Bleek, Ph.D. Ciudad del Cabo, 1875, propio cuello, en el mismo lugar donde el avestruz se
te y poco lucida labor de filigrana que, no por págs. 17 y 18.) está rascando. regresando a casa, el hombre que está sentado ahí
discreta, contribuye menos a situar y a soste- . - era utilizada por los bosquimanos para
2 La palabra |gwe La gacela, al venir, se rasca a sí misma con los cuernos siente en sus hombros el cinto con el que el hijo de la
ner muy alto el listón no sólo de la línea edi- referirse tanto a cartas como a libros. ||kábbo explicó que y con el pie. Es entonces cuando el bosquimano siente mujer está colgado de sus hombros; él tiene la sensa-
torial y de la calidad del libro como objeto, los golpes en sus cuerpos aquí descritos son las «car- el repiqueteo. Cuando una mujer que se ha ido está ción ahí.
Sin título

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