Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Esta traducción fue hecha sin fines de lucro.
¡DISFRUTA LA LECTURA!
2
Página
Página
3
CONTENIDO
1. Laney
2. Anders
3. Laney
4. Anders
5. Laney
6. Anders
7. Laney
8. Anders
9. Laney
10.Anders
11.Laney
12.Anders
Epilogo
4
Página
1
LANEY
¿Él? No.
Mis ojos bailan alrededor del pequeño bar, moviéndose
entre los pocos clientes dentro. Esto no va nada bien.
¿Quizás él? De ninguna manera. Hombre, este whisky
es fuerte.
No hay un solo hombre en esta habitación con el que
pueda verme follando. Mis ojos siguen moviéndose por
la habitación, esperando ver solo un candidato probable
para llevar a casa. Solo necesito uno, solo uno. Ahora
mismo no veo ninguno.
Suspirando para mí misma, bajo la mirada al vaso de
alcohol. Un poco más de esto podría ayudar a facilitar
un poco la elección… Riendo para mí misma, tomo otro
sorbo.
Esa mujer mintió. Este no es un bar caliente en
absoluto.
Hoy en el supermercado, la cajera me dijo que este era
un lugar para estar, el Bear Claw Saloon. Lo hizo sonar
como un club nocturno caliente, un club que estaría
lleno de gente para pasar un buen rato.
5
Página
Echando un vistazo a la larga barra, veo un anciano al
final, con un abrigo de invierno grueso y andrajoso, con
parches gastados en los codos. Deja otro trago y eructa
en su mano mientras deja escapar una carcajada a
nadie más que a sí mismo.
Hay una pareja en la mesa de billar que muestra
demasiado afecto en público y otro tipo que hace
demasiado ruido en el bar mientras habla con el
camarero, diciéndole que cree que Sasquatch robo un
buen cuchillo de caza y puede mostrarlo.
¿Qué demonios estoy haciendo aquí?
Sentada en la pequeña mesa de madera, que se
tambalea ligeramente mientras agito la pajita delgada y
la muevo alrededor del hielo dentro del vaso. Puedo
sentir el calor del alcohol cuando golpea mi vientre y me
calienta por todas partes.
Lo único que quiero es pasar un buen rato y olvidar la
realidad en la que vivo actualmente. Debería ser simple,
al menos eso es lo que pensaba.
Tomando el resto de whisky en mi vaso, toso levemente
mientras me quema la parte posterior de la garganta.
―¿Necesitas otro, cariño?― pregunta la camarera
mientras se detiene en mi mesa con la bandeja de
comida para la pareja.
Al levantar la vista, me encuentro con una sonrisa
amistosa. La mujer tiene el pelo rojo brillante y parece
6
lado y lo toma.
―Um sí, soy nueva por aquí―. Mi corazón da un vuelco
cuando una pequeña emoción se extiende por mi
columna vertebral.
¡Finalmente!
Mirando hacia arriba con una sonrisa coqueta, mi
corazón se hunde y me apago instantáneamente. Mi
sonrisa se convierte rápidamente en medio ceño
fruncido.
Él sonríe, sus dientes amarillos y su piel
extremadamente pálida. Tiene el cabello grasiento
peinado hacia atrás y lleva una camisa teñida con un
lobo aullando al frente. Su aliento huele a alcohol y
tabaco y su voz es rasposa.
―Una bella dama como tu…― Su voz se arrastra
mientras se acerca suavemente para tratar de tocar mi
cabello.
Alejando mi cabeza, me aclaro la garganta. ―¿Eres de
aquí, no? ―Estoy tratando de ser amable. No quiero
crear enemigos, pero él no será el hombre que me lleve
a casa.
―Tú lo sabes― Se humedece los labios y acerca su silla.
―Entonces, tengo curiosidad. Tienes el pelo negro…―
―Si― digo, mi cuerpo se encrespa sobre sí mismo,
mientras siento mis manos en mi regazo y trato de
empujar más lejos. No me gusta este hombre. Es
espeluznante y me hace sentir incomoda. Las banderas
12
18
Página
2
ANDERS
Mirando hacia el lado del pasajero, la chica está
apoyada en mi brazo mientras conducimos de regreso a
mi cabaña. Su chaqueta está abierta y su falda le sube
hasta los muslos, dándome pequeñas vistas de su ropa
de encaje.
Mis ojos se desvían continuamente de la carretera a la
suave piel de sus piernas y la forma en que su escote
estalla cuando su pecho se eleva con cada respiración.
Mi sangre comienza bombear fuerte y mi polla se está
reafirmando.
¿Qué demonios estoy haciendo?
Solo vine a la ciudad desde mi cabaña porque se me
corto la luz y me quede sin gasolina para el generador.
Normalmente puedo vivir mi vida, sin socializar mucho
en la ciudad. De vez en cuando hago una aparición,
pongo al día con los chismes de la cuidad y las cosas
que pasan.
19
Página
Hoy fue uno de esos días. Hice algunos recados para
abastecerme de algunos elementos esenciales, me puse
a la mierda con Gerry cuando compre gasolina para el
generador y pedí un tazón de gumbo de Candice. El
plan era disfrutar de mi gumbo, saludar a algunos
vecinos y luego regresar a casa. Sería bueno
socializando durante las próximas semanas. No tenía la
intención de que mi viaje terminara así, con una chica
sin nombre, borracha en mi asiento delantero, con los
ojos llorosos porque es una borracha emocional.
―¿Llegamos? ―
―Sí, este es mi lugar―. Tirando de mis jeans, trato de
ajustar mi pene.
―Está bastante oscuro aquí― mientras abre la puerta y
salta de la camioneta, con los pies bastante inestables.
―Bueno, estamos en el medio del bosque, además de
que no tengo luz en este momento―. Ella me sigue
mientras camino hacia la puerta. Hojeando mis llaves,
encuentro la correcta y abro lo puerta.
brazos.
―Déjame encender el fuego―. Me alivia que su mente
este ahora en el presente y que haya pasado de donde
sea que haya estado hace unos minutos.
Agarro algunos troncos de madera, me agacho junto a
la chimenea y los coloco. Enciendo la cerilla para
encender la leña.
Cuando me doy la vuelta, ella está sentada en el sofá y
su rostro cubierto por la luz que desprenden las llamas,
mirando fijamente, como hipnotizada por el fuego.
Sentándome a su lado, ahueco mis manos entre mis
piernas y le doy una suave sonrisa.
―Listo, eso quitara el frio aquí dentro. La energía
debería volver a funcionar pronto, pero por ahora, esto
es todo lo que tengo―.
―Lo siento― dice, volviéndose para mirarme.
Me impresiona su belleza, la forma en que las llamas
iluminan su piel, como sus ojos verdes parpadean con
oro y amarillo cuando el fuego comienza a rugir. Sus
mejillas están sonrosadas y su boca brilla mientras
mordisquea su labio inferior.
Mi polla se contrae y tengo que aclararme la garganta
mientras trato de ajustarme sin que ella se dé cuenta.
―No te disculpes, no es necesario―.
―Gracias―. Sus ojos regresan al fuego mientras se frota
la parte superior de los muslos. ―¿Puedo pedirte que
hagas algo por mí?
26
Página
28
Página
3
LANEY
Mis ojos están pesados y secos mientras trato de
abrirlos, pero es jodidamente difícil. Finalmente los abro
un poco y vuelven a cerrarse por sí solo.
Hay un pequeño rayo de luz que quema mis pupilas
cuando las mantengo abiertas. El sol proyecta largas
sombras alrededor de la habitación y mientas trato de
estirarme, me doy cuenta de que estoy atrapada entre el
sillón y un brazo grueso y pesado.
¿Qué demonios?... ¿De quién es esta cama y como
termine aquí?... Mi cerebro comienza a trabajar a una
milla por minuto, Pequeños destellos de anoche
explotan en mi cabeza. Bebí. Una gran cantidad. El
asqueroso bar, yo de pie en el frio helado. El tipo que
me rechazo para comer su sopa en paz. Oh. Dios mío.
Yo llorando… Mucho…
¿Qué hice?
Tomando un par de respiraciones profundas, miro hacia
atrás por encima de mi hombro y veo al hombre gruñón
29
contra su polla.
Página
―¿Estas segura?― pregunta, su voz es grave por el
sueño y áspera por el deseo. Asiento, mordiéndome el
labio inferior suavemente. ―Y estas sobria ¿verdad?―.
―Sobria como una monja en la iglesia―. Tomando su
mano, la llevo a mis labios y paso las yemas de sus
dedos por mi boca. Su piel es áspera, arañando mis
labios, pero me gusta. Envía un escalofrió a través de
mi cuerpo. Trabaja con las manos, eso está claro. Son
dedos gruesos y callosos, no suaves y lizos. Pongo su
dedo en mi boca y succiono suavemente, pasando mi
lengua alrededor. Como esperaba, lo hace pensar en mi
chupando algo mas y clava sus dedos en mi cadera y
agarra mi trasero, tirando de el con más firmeza contra
su erección.
―Tómame― le digo, chupando su dedo con más fuerza.
―Te necesito―. Mi lengua gira a través de la punta y sus
ojos se iluminan con pequeñas llamas. Gruñendo
mueve su rostro hacia adelante y me besa fuerte y
ferozmente. Con dolorosa pasión su lengua barre a
través de mis labios y empuja, lamiendo, saboreando.
¡Si! ¡Necesito esto!
Gimiendo en el beso, separo más los labios y lo chupo.
Su mano recorre la parte de atrás de mi cabeza y clava
sus dedos en mi cuero cabelludo, tirando de mí, me
acerca.
Otro gruñido hace que sus labios retumben mientras
34
***
47
Página
Dando vueltas y vueltas en la cama parece que no
puedo sacar esta chica de mi cabeza, estaba a mitad de
camino a casa cuando me di cuenta de que ni siquiera
me molesté en intentar conseguir su número.
Maldito idiota. ¿Por qué no pregunte?
Rodando sobre mi estómago me froto la cara con la
manta. Todavía puedo olerla allí, el olor de las flores
silvestres es tenue, pero inconfundible. Ella todavía está
aquí. Aquí mismo a mi alrededor, abriéndose camino en
cada uno de mis pensamientos.
Han pasado 5 días desde nuestra pequeña cita y
todavía no puedo dejar de pensar en ella. Y lo he
intentado. He pasado los últimos días trabajando
furiosamente.
Estoy revisando mi lista de cosas por hacer tan rápido
que no creo que me quede un solo proyecto sin terminar
el fin de semana. Mis manos están llenas de ampollas,
las callosidades que tenía antes ahora están rotas y
otras nuevas están ocupando rápidamente su lugar.
Incluso trabajando incansablemente, ahora se está
abriendo camino en mis proyectos. Ayer planee una
ventana personalizada para un cliente y los tulipanes de
vidriera que había estado planeando terminaron siendo
lilas. No pude sacar esta chica de mi cabeza
¿Qué diablos me ha pasado?
Tirando las mantas, me siento en la cama y miro la
48
¿Porque no le pregunté?
Página
Entonces ¿qué hago para intentar corregir ese error?
me he pasado todos los días conduciendo hasta la
ciudad con la esperanza de volver a encontrarme
accidentalmente con ella. Incluso Candice está
empezando a notar la huella que estoy dejando en su
taburete.
Y aquí estoy de nuevo sentado en mi camioneta afuera
del Bar Craw, esperando tener algo de suerte.
Empujo la puerta para abrirla, me paró y miro a mi
alrededor pero el lugar está vacío como siempre. Una
vez que llegue el verano este lugar estará lleno de
turistas de punta a punta. Los lugareños se
mantendrán alejados hasta finales del otoño.
Tomó asiento en mi mesa habitual en la esquina, miro
hacia arriba y veo a Candice mirándome desde la
cocina, sus labios forman una delgada línea mientras
niega con la cabeza. Se mueve detrás de la barra y
agarra un vaso sirviéndome lo único que pido Jack y
Coca-Cola y viene a la mesa dejándolo, me lanza una
gran sonrisa.
―Ya estoy empezando a pensar que tienes algo por mí,
Anders. Nunca te veo tanto―
Riendo levanto el vaso Y tomo un sorbo ―Tal vez me
guste mucho tu gumbo― le digo con una sonrisa.
― A nadie realmente le gusta el gumbo. Ni siquiera a ti―
se limpia las manos con la toalla metida en la cintura y
51
54
Página
5
LANEY
La música resuena a través de los altavoces mientras
redacto otra imagen para el libro infantil que estoy
ilustrando. Las líneas fluyen perfectas, sin esfuerzo en
realidad y se siente bien. Como si estuviera
encontrándome de nuevo.
¡Bienvenida de nuevo Laney!
Sonriendo para mí misma, mi cabeza rebota al ritmo y
mis manos barren el papel. Un ruido detrás de mí
interrumpe mi atención así que bajo la música y
escucho.
Toc. Toc. Toc.
Es la puerta de entrada. ¿Quién podría ser? no espero a
nadie.
Demonios no conozco a nadie.
Dejando mi lápiz me dirijo a la puerta y trató de mirar
por la pequeña mirilla pero está completamente
congelada.
―¿Quién es? ―
55
nosotros.
Me da vergüenza. Probablemente piense que soy una
especie de puta.
―Mira― digo rápidamente, haciendo rebotar mi mano en
el aire. ―Normalmente no hago cosas así, simplemente
no soy yo―.
―No es necesario que me expliques nada― interrumpe
rápidamente.
―Pero lo hago― respondo, decidida a explicar. ―Las
cosas han sido difíciles y con todo lo que bebí esa
noche, simplemente…―Hago una pausa, dejo caer mis
ojos hacia la mesa y luego los levanto. ―Solo buscaba
sentirme bien, eso es todo. Olvídate de toda la mierda
durante unas horas―.
Levanta ambas manos, apoyándolas contra su barbilla
mientras trenza sus dedos. Sus ojos revolotean
alrededor de mi cara mientras una sonrisa de
complicidad hace que sus labios se muevan hacia
arriba. Su boca es delgada, su sonrisa compasiva. ―Te
dejaron, ¿eh? ―
Suspirando ruidosamente, niego con la cabeza.
―Apestaba. De hecho, todavía apesta―.
―Siento escuchar eso.―
―No, no lo estés. Está bien —digo, pasando una mano
perezosa por el aire. ―Él era un idiota. Y lo que es peor,
yo sabía que él era un idiota, pero a veces el amor te
hace ignorar todas esas banderas rojas―. Anders gruñe
62
de consuelo? ―
Página
―No, no― digo rápidamente, abriendo mucho los ojos.
―Eso no es lo que quiero decir. Mira, habíamos vivido
juntos durante seis años y no podía quedarme más allí,
tenía que salir. Así que reservé este lugar por dos meses
para escapar. Necesitaba aclarar mi cabeza. He estado
trabajando, leyendo, haciendo un poco de yoga también.
Pero la ruptura fue tan desagradable. Hizo todo lo posible
para derribarme de verdad y funcionó. Mi apariencia,
mi inteligencia, todo. Así que la otra noche terminé este
libro de autoayuda y creo que llevé el consejo un poco
demasiado lejos.
Interpreté 'invertir en el cuidado personal' como
recomendó el autor, como 'ir a la mierda y echar un polvo
masivo'. Sentí que me daría la confianza que necesitaba
para sentirme realmente como yo misma de nuevo. El
alcohol era realmente mi arma secreta. ―
―¿Funcionó? ¿Recibiste el impulso adicional que
necesitabas? ―
―Sí, en realidad lo hizo―. Sonriendo mientras muerdo mi
sándwich de queso, digo, ―También me ayudó a darme la
chispa que necesitaba para poner esa bolsa de mierda en
su lugar en el bar―.
―Mm― gruñe, moviendo la cabeza en señal de acuerdo.
―Esa basura trabaja en la ferretería local y tenía un ojo
morado al día siguiente―.
Anders traga y sonríe mientras toma un sorbo de su
64
botella de agua.
Página
―Bien, espero que se arrepienta de coquetear con la
chica equivocada―. De pie, recojo mis platos y agarro los
suyos también.
―No tienes que hacer eso, lo tengo―. Anders me los quita
todos y los pone en el fregadero.
―Entonces, me contaste un poco sobre tu trabajo,
¿quieres ver algunos de los míos? ―Pregunto.
―Seguro.―
―¿Tienes tiempo? Sé que tienes trabajo que hacer y sé
que Marla puede ser un poco dura. No quiero que te metas
en problemas―.
―No, ella me ama. ¿No has aprendido que soy un chico
bastante sociable? ―La comisura de su labio se contrae
juguetonamente.
Golpeando su brazo, lo empujó hacia adelante y lo llevo
a mi mesa de arte. Saco mi carpeta, la dejo sobre la
mesa y la abro.
Anders agarra la esquina de uno de los papeles
mientras sus ojos se agrandan. ―Esto es asombroso,
Laney―. Dando vuelta al papel, sus ojos estudian mi
arte, escaneando arriba y abajo. ―¿Dibujaste todos
estos? ―
―Sí, ha sido mi pasión desde que era niña. Mis padres
me daban una resma de papel y estaba ocupada durante
horas―.
65
68
Página
6
ANDERS
Al romper una parte de la pared, el yeso se desmorona y
hace que una nube de polvo explote en el aire. Hay un
fuerte olor a tiza y polvo, pero aún puedo oler a Laney a
través de la nube de escombros.
Amo su aroma, la forma en que me tranquiliza de una
manera que nunca antes había sentido. Lo anhelo. Y
este sentimiento, me ha eludido durante años. Me
siento vivo de nuevo. Me siento más ligero, como si me
hubieran quitado un peso de encima de mis hombros.
Suspirando, me obligo a volver al modo de trabajo,
tratando de ignorar este deseo irracional de tener lo que
no es mío. Ella no es mía. Arranco otro trozo de yeso
para dejar espacio a las puertas nuevas. El yeso se
suelta rápidamente, lo que hace que mi codo retroceda
y golpee una botella de champú al suelo.
Cogiendo la botella, reconozco el olor al instante. Esto es
lo que he estado oliendo. Laney en una botella.
Mi nariz se cierne sobre la pequeña abertura y tomo
unas cuantas respiraciones profundas. Al captar mi
69
esperaba esto—.
Sus ojos vuelven a los míos e inclina la cabeza. —
Anders, le di un puñetazo a un chico en la cara y dejé
que me llevaras a casa, ¿pero mi oferta para cenar es
sorprendente? —
Me río entre dientes y paso una mano nerviosa por mi
cabello.
—Supongo que debería tener miedo de ti, no
sorprenderme, ¿eh? —
Laney se ríe y juro que esa risa ilumina algo dentro de
mí. Es cruda, fresca, una llama que ha estado
parpadeando en la oscuridad y ahora es un infierno
ardiente.
Quiero a esta mujer y no creo que haya nada que pueda
hacer para hacerme cambiar de opinión.
―Bien, puedes ayudarme a pelar patatas―. Sirve dos
copas de vino y me trae una. ―Vamos, me muero de
hambre―.
La sigo de regreso a la cocina y ella me prepara con un
plato de patatas y el pelador. Se sienta frente a mí con
una tabla de cortar y comienza a picar algunas cebollas
y otras verduras para una ensalada. Trabajamos,
bebemos y hablamos. Charla ociosa. Me pregunta los
planos de las puertas de la ducha, cuándo estarán
listas. Le pregunto un poco más sobre su trabajo y me
explica su proceso artístico.
Para cuando ella cocina un bistec en el horno y yo hago
72
gruesa.
―¿Quieres un café?― pregunta, tomando mi plato frente
a mí y colocándolo en el fregadero.
―Sí, claro, tomaré un café―.
Observo cómo su cuerpo se mueve mientras estira la mano
para agarrar la plancha francesa, su camisa subiendo
lentamente y revelando una hermosa franja de piel
suave y pálida. Recuerdo lo que era tocarla. Cuando el
café está preparado, me pasa uno mientras asiente con
la cabeza para que la siga. Moviéndose por la sala,
agarra una manta del sofá y se dirige a la puerta
principal.
―¿Dónde vamos? ―Pregunto.
―El porche delantero. Me gusta acurrucarme en una
manta con un café caliente cuando hace frío―. Empuja
la puerta para abrirla y la mantiene abierta con la
espalda, dándome espacio para pasar junto a ella.
Hay un columpio al aire libre en el porche, con nieve
amontonada debajo y un poco en el asiento. Cepillando
el banco, tomo asiento.
Laney se deja caer a mi lado y nos cubre a los dos con la
manta.
―Ahí― dice ella, acurrucando su cuerpo más
profundamente mientras se acerca un poco más.
―Quiero decir, mira lo despejado que está el cielo aquí.
Es asombroso.―
74
Página
―Sí lo es. Puedes ver todo Crestline desde aquí―.
Apuntando con mi dedo, apunto hacia abajo entre la línea
de árboles. ―Lake George está justo ahí―.
Entrecierra los ojos y mira la línea de mi brazo y sigue mi
dedo. ―Oh, sí, puedo verlo―.
Nos sentamos en silencio así, meciéndonos suavemente
y bebiendo nuestros cafés. Los grillos chirrían con
fuerza aquí y de vez en cuando una estrella fugaz cruza
el cielo negro haciendo que Laney grite. No recibe
muchos de esos en la ciudad.
Cuando termina su café, hace un gesto hacia el mío.
―¿Terminaste con eso? ―Bebo las últimas gotas y le
entrego la taza. Los coloca en el suelo y luego mueve su
cabeza cerca de mi pecho. Su cabello roza el costado de
mi mejilla y la necesidad de envolverla en mis brazos me
consume instantáneamente.
Lentamente, envuelvo mi brazo alrededor de sus hombros
y tiro de ella. Laney cierra la brecha entre ellos y levanta
sus piernas debajo de la manta. Usando mi otro
brazo, señalo un letrero brillante en la distancia. ―Ahí
está el Bear Claw. Esa es la señal que se puede ver desde
la carretera―.
Acurrucándose más profundamente en el rincón de mi
brazo, no puedo evitar la sonrisa que se extiende por mi
rostro. Mi brazo se engancha a ella con fuerza y doblo
mis dedos alrededor de su muslo. No quiero dejarla ir,
75
ahí mismo? ―
Página
―Ese es uno de los pocos que realmente conozco― digo
con una sonrisa.
―Bueno, odio hacer estallar tu burbuja, pero no es una
constelación, es parte de la Osa Mayor. Su dedo marca
las estrellas y trato de seguirlo.
―No tenía ni idea. ―Mi tono es seco y juguetón.
―Mira, te salvé de avergonzarte un día. Me lo puedes
agradecer después. ―Riendo, señala un conjunto de
estrellas, pero sé lo que es.
―Eso es Orión― le digo antes de que pueda decirme.
― “Ah, pero, ¿ves esas tres estrellas bajando de su
cinturón? Se supone que son un cuchillo de caza, pero
¿sabes cómo creo que se ven? ―Ella ya se está riendo
cuando dice: ―Creo que parece una polla gigante en el
cielo―. Ella se ríe de nuevo, hipando levemente mientras
inhala.
—¿Es aquí donde se supone que debo decir que tengo
una polla gigante que no necesitas un telescopio para
ver? —
Ella me mira con una pausa y de repente no estoy
seguro de si debería haber mantenido la boca cerrada.
Espero ansiosamente a que ella haga algo. Reírse o
abofetearme.
Sus labios se vuelven a pelar en una sonrisa gigante y
deja escapar una risa histérica. Bajando los párpados,
77
por la columna.
Página
La mano de Laney comienza a deslizarse por mi pecho,
moviéndose lentamente sobre mis abdominales, hasta
que alcanza mi polla y simplemente la agarra. Sus ojos
se fijan en los míos y rompe nuestro beso.
Se queda callada por un segundo, acariciando
suavemente mí dura polla sobre mis jeans. Mi polla
está hinchada, presionando enojada contra mi
cremallera mientras ella pellizca la punta y traza mi eje
hacia abajo.
Gruñendo, presiono mi frente contra la de ella mientras
ella mueve sus dedos hacia arriba y hacia abajo.
Mordiéndose el labio inferior, sus ojos cambian entre los
míos.
—Puedo…—Su voz se apaga mientras sus ojos brillan
como armas de fuego. —¿Probarte?— pregunta mientras
se muerde el labio.
—Joder, sí puedes—. Ni siquiera tengo que pensar en
eso. —Chúpame la polla—. Enredo mis dedos en su
cabello y la empujo hacia mi regazo. Se deja caer debajo
de la manta y me desabrocha los pantalones. Sacando
mi polla, siento que deja escapar un suspiro caliente. Se
extiende por mi punta y por mi longitud mientras ella
gime bajo la manta. Estiro mi mano por su espalda,
deslizando mis dedos debajo de su camisa para
tocar esa piel suave con la que he estado soñando
durante días.
79
agrandan.
Página
Puedo ver las estrellas reflejándose en mí, brillantes
y centelleantes. Capto un destello de algo más en el
espejo de sus ojos. Es primordial, es crudo. . . Soy yo.
Ella tira de su labio inferior y sus cejas se suavizan
mientras inclina la cabeza. Sus dedos bailan
suavemente hacia arriba y hacia abajo por su cuello y la
veo tomar aire. Ella lo retiene por un momento, solo
para exhalar cuando su voz sale baja.
—Adentro— dice, —ahora—.
82
Página
7
LANEY
Su polla era tan grande en mi boca. Y su gusto… Sabe
muy bien.
Echándome hacia atrás, tomo su mano y lo llevo a la
casa. Lo llevo a mi habitación y me doy la vuelta para
mirarlo una vez que entro en la habitación.
No puedo aguantar más. Lo necesito dentro de mí.
Necesito sentirlo de nuevo.
Anders me mira fijamente, su pecho sube y baja
rápidamente mientras sus ojos lamen arriba y abajo de
mi cuerpo. Su mandíbula se tuerce y deja escapar un
leve gruñido mientras me envuelve en un brazo y me tira
para besarme.
El cabello de su rostro me hace cosquillas en la piel
mientras sus labios se abren y me besa más fuerte. Sus
dedos se curvan debajo de mi camisa y la levanta, solo
rompiendo su beso para tirarla por encima de mi
cabeza.
Dejando caer mi camisa a un lado, sus labios están de
vuelta en los míos mientras se mueve hacia mis
83
los brazos.
Él ve que el escalofrío me recorre, así que me acerca
a su cuerpo. Mis ojos se desplazan hacia los hermosos
colores y diseños de su brazo. Mis dedos trazan los
remolinos y siguen las líneas gruesas mientras me
abraza.
―¿Dolió?― Pregunto.
―Nada me duele. Ya no.― Su voz es ronca y dura mientras
aprieta sus labios contra los míos de nuevo. Con manos
firmes, me agarra el culo y me levanta del suelo.
Envolviendo mis piernas alrededor de su cintura, tira de
sus labios a los míos y eleva mi cuerpo más alto. Su
boca cae sobre mi pezón, succionando el cordón de mi
sostén. Su lengua gira a su alrededor y la fricción del
cordón y su lengua caliente me dejan jadeando. Su
lengua se mueve hacia adelante y hacia atrás sobre mis
picos, provocando un largo gemido mientras paso mis
dedos por su cabello y apoyo la mejilla en su cabeza.
Me acompaña sin esfuerzo de regreso a mi cama y me
acuesta suavemente como si estuviera hecha de
porcelana delicada. Mi cabeza se encuentra con el
colchón y Anders suelta mi teta. Levantando la cabeza,
comienza a gatear encima de mí y luego se detiene a
mitad de camino.
―Mierda, no tengo condón. ¿Tu si? ―
―No, no lo sé―. Comienza a retroceder, pero
rápidamente lo agarro por los hombros y lo detengo.
85
95
Página
8
ANDERS
Se ve tan vulnerable sentada a mi lado. El pánico que vi
en ella cuando me desperté por primera vez esta
mañana se ha ido, pero está tan callada. Sus manos se
tocan nerviosamente mientras conducimos hacia su
antiguo lugar. Puedo decir que está pensando. Su mente
debe estar rodando con todo tipo de emociones.
Simplemente no puedo decir cuáles son.
No sé si está nerviosa por sus pertenencias, o si es la
posibilidad de encontrarse con su ex, o tal vez solo por
estar aquí conmigo.
Estoy intentando con todas mis fuerzas no dejarme
enamorar de esta chica.
Es obvio que todavía está realmente molesta por su
ruptura, y me mata pensar que solo soy un puto de
rebote para ella. El pensamiento envía un cuchillo a
través de mi estómago.
Ella no es tuya. No todavía, de todos modos.
El camino de la montaña está resbaladizo y Laney está
pálida mientras lo recorremos. Sus nudillos se ponen
blancos mientras se agarra al tablero frente a ella. Un
96
bien―.
―Lo siento, pero no nos conocemos. Soy Beth―. Me
tiende la mano para que la estreche.
―Oh, lo siento, Beth, este es Anders― dice, moviendo
una mano entre nosotros. ―Anders, esta es Beth―.
―Encantado de conocerte― le respondo, tomando su mano.
―Encantada de conocerte también, Anders―. Beth me
da una sonrisa y le guiña un ojo a Laney con una
pequeña sonrisa en su rostro. ―Él es lindo. ―Ella
susurra no tan sutilmente.
Laney se ríe de nuevo y sus mejillas se sonrojan
mientras niega con la cabeza para estar de acuerdo.
―Lo es, ¿no? ―Sus ojos saltan a los míos mientras su
sonrisa se hace más profunda. Aclarándose la garganta,
vuelve a mirar a Beth. ―Voy a ir a buscar una unidad
de almacenamiento y quitare esto de aqui―.
―No, no te preocupes por eso. Ahorra tu dinero, puede
permanecer aquí todo el tiempo que necesites―.
―¿Estás segura? No quiero ocupar todo el espacio de tu
garaje―.
―Está bien, de verdad, ven a buscarlo cuando estés lista.
Todavía hay mucho espacio―.
La cara de Laney se arruga mientras sus ojos se ponen
vidriosos. Su pecho comienza a subir y bajar
rápidamente parpadeando, suelta un torrente de
lágrimas. ―No tengo ni idea de dónde voy a vivir―. Sus
103
106
Página
9
LANEY
Observo los árboles mientras Anders nos lleva de
regreso a la cabaña. De vuelta a la cabaña que no ES de
mi propiedad. De vuelta a la cabaña que no es mi hogar.
Apoyando mi cabeza contra la ventana, mi mente está
rugiendo con pensamientos. Me siento vacía y perdida.
Como si el mundo hubiera sido arrancado de debajo de
mis pies y estuviera colgando de un hilo.
¿Marc hizo esto a propósito para castigarme? ¿Sabe
que me acosté con otra persona?
Eso es estúpido, Laney.
Sé que el pensamiento no tiene sentido. Pero se me
queda grabado por alguna razón, como si todo esto fuera
una repercusión de mis acciones. ¿Dormir con este
gigante causó la caída definitiva? ¿La completa
destrucción de todo lo que sé? ¿Donde están mis
amigos? ¿Dónde está la gente de mi lado?
Nadie me ha contactado desde que Marc me dejó. Beth
tiene razón, para empezar, no eran mis amigos. Pero
eso es lo que sucede cuando tu mundo es consumido
por una persona. Sus amigos se convierten en tus
107
este hombre?
Página
No, la vida no funciona así. Los cuentos de hadas no son
reales. Esto no es más que un escape que encontré.
Una distracción.
***
De vuelta en la cabina, Anders trae la última caja
adentro y la deja en el piso.
―Eso es todo― dice.
―Esto es raro― le digo, recogiendo la canasta de tejido
de mi madre. ―Esta cosa ha estado al final de mi sofá
desde que ella falleció. Es tan extraño verlo en un lugar
diferente―. Dejándolo en el suelo, me arrodillo al lado.
¡Maldita sea, me encantaba ese sofá! Amaba ese sofá
más de lo que amaba a Marc. . .
Tomando una bocanada de aire, ni siquiera me doy
cuenta de que estoy llorando hasta que Anders se
arrodilla detrás de mí y me abraza con fuerza.
Dejo que me abrace, le doy la bienvenida, necesito a
alguien que me consuele. Inclinándome hacia atrás
mientras me rodea con más fuerza los brazos, me hundo
en su cuerpo.
Acaricia una palma hacia arriba y hacia abajo por mi
espalda mientras empapo su camisa en mis lágrimas.
Inclinando mi cabeza hacia arriba para mirarlo, usa su
pulgar para limpiar debajo de mis ojos.
109
de besarlo.
Levantando mi rostro, acerco lentamente mis labios a los
suyos, están tan cerca, a punto de tocarse, cuando me
doy cuenta de que no puedo volver a hacer esto. No
puedo confiar en un hombre para mejorar mi vida. No
puedo enamorarme de alguien para que solo se
decepcione al final.
Me libero, me limpio los ojos y me pongo de pie de un
salto. No puedo enamorarme de un chico tan fuerte de
nuevo. No puedo dejar que se meta en mi cabeza. No
necesito un salvador. Pensé que tenía uno, solo para
descubrir que era un villano todo el tiempo.
¿Por qué debería dejar entrar a otra persona? ¿Solo para
que me puedan herir de nuevo?
―Laney... ―
Anders empieza a decir, pero lo corté. ―Mira, realmente
aprecio todo lo que has hecho por mí. Pero es demasiado
pronto, no puedo, no, no permitiré que me lastimen de
nuevo―. Mis ojos se elevan hacia los suyos mientras se
para sobre mí. ―No puedo soportar más dolor―.
Sus labios delgados mientras sus párpados bajan
a media asta. Parece que quiere hablar, pero no dice
nada. Anders se pasa una mano por el cabello, tirando
de el con fuerza contra su cuero cabelludo. Se lleva la
mano a la mandíbula y se rasca la barba.
Nos miramos el uno al otro, a centímetros de distancia,
la tensión es tan densa que podrías cortarla con un
110
113
Página
10
ANDERS
He estado donde tu estas.
Sé lo que sientes.
Y nunca dejaré que lo vuelvas a sentir.
Besando sus mejillas, todavía puedo saborear el rastro
salado de las lágrimas. Mis labios bajan por su
garganta y planto besos a través de la vena gruesa y
palpitante. Puedo sentir su pulso mientras patea, golpe
tras golpe mientras su corazón late con fuerza.
―Mereces ser amada― le digo, mi voz tranquila mientras
mi boca recorre su cuello de un lado a otro.
Laney gime, echando la cabeza hacia atrás. Empujando
hacia adentro y hacia afuera, sigo hablando. Le digo lo
que siento. Le digo lo que necesita saber. Le digo la
verdad.
―Eres perfecta. ―Mis dientes tiran de su piel,
mordisqueando suavemente su clavícula. ―Nunca he
conocido a nadie como tú―.
Agarrando sus caderas, conduzco tan profundo como
puedo. Golpeando su clítoris, sus piernas se aprietan
114
122
Página
11
LANEY
¿Qué demonios estoy haciendo?
En el segundo en que vi a la pequeña señorita perfecta
sonriendo a Anders, con su elegante vestido y sus
elegantes zapatos, algo se apoderó de mí. Llenaba mi
vientre como alcohol de cien grados. Podía sentir el
calor mientras se extendía por mi pecho, haciendo
que mis dedos se apretaran y mi corazón se pusiera
rígido.
Y luego, cuando me di cuenta de que era ella, la chica
que había arrancado el corazón de Anders de su pecho,
apuñalándolo con su estilete frío y muerto, no pude
evitar ser maliciosa.
Mi corazón todavía late por la repentina descarga de
adrenalina.
Nunca antes había sido tan descarada y directa con
alguien. Salió de la nada y me golpeó como un toro al ver
rojo. Y habiendo estado con el hombre, mis bragas
todavía estaban húmedas por su semen, no había
ninguna posibilidad en el infierno de que ella se saliera
123
―Finalmente.―
Página
Se mueve hacia un lado y yo camino detrás de él.
Estoy asombrada. No es como esperaba en absoluto.
Pensé que vería pilas de madera, aserrín por todas
partes, herramientas esparcidas. Eso no es lo que veo en
absoluto.
Cada herramienta cuelga perfectamente sobre su banco
de trabajo o se encuentra en una caja de herramientas.
Hermosos tablones de madera están ordenados en
pilas, separados por color y tipo. Hay vidrios de colores
brillantes en diferentes contenedores y hay montones de
gruesas tiras de hierro.
―Wow― digo, dándome la vuelta. ―¿Tú y tu papá
construyeron esto? ―
―Sí, construimos este lugar hace unos catorce años.
Bueno, él lo construyó, yo solo era su aprendiz―.
―Es bonito. ―Mis ojos están saltando por toda la
habitación y estoy pasando los dedos por las diferentes
vetas de la madera y el vidrio liso. ―Esto es increíble. Es
mucho más genial de lo que pensaba―.
―¿Qué pensaste? ¿Que sería una pocilga?―
Encogiéndome de hombros, sonrío.
―Bastante.―
―Entonces probé que estabas equivocada.―
―Ya me has demostrado que estoy equivocada más de una
vez―. Los ojos de Anderson saltan a los míos, y la forma
129
132
Página
12
ANDERS
Envié a Laney a la casa para poder descargar los
alimentos y ponerlos en la cocina. Me dijo que no tenía
miedo de los lobos que había mencionado antes, e
insistió en ayudar, pero cuando un coyote aulló y
prácticamente saltó a mis brazos, aprovechó la
oportunidad para correr adentro.
En el momento en que subo los escalones del desván,
ella está desnuda en mi cama, sus piernas se cruzan
una sobre la otra mientras muerde la punta de su dedo.
Su espalda se arquea levemente y se pasa la mano por
el vientre y la teta.
Esta mujer es asombrosa.
Sé lo que siento, sé lo que atraviesa mi cuerpo y sé que
no puede ser real. Simplemente no puede. Solo la
conozco desde hace una semana, ¿cómo diablos podría
ser esto más que un flechazo?
He pasado los últimos años solo y esta pequeña
muestra de tener una chica a mi lado es estimulante.
Estar dentro de ella es como una droga. Una maldita
133
ella?
¿Qué quiere ella de mí?
Soy una mierda de rebote para ella. No hay forma de que
pueda ser algo más que eso. Esto no puede ser amor. No
puedes amar alguien que no conoces. No puedes amar a
alguien con quien no tienes historia. No sé su segundo
nombre, su cumpleaños, sus sueños para el futuro. . .
―¿Vienes aquí? ¿O simplemente te quedarás ahí con
la boca abierta?―. Se acerca a mí y me hace señas para
que entre con un solo dedo.
Parpadeando un par de veces, me doy cuenta de que
estoy parado aquí mirándola.
Sonriendo, muerdo la punta de mi lengua. No importa,
nada de eso importa. ¿Cómo podría no amarla? ¿Cómo
no permitirme sentirme así? No es justo fingir que estos
sentimientos no existen.
Y realmente no me importa si ella también me ama. Le
daré la luna si eso significa que se quedará conmigo.
Incluso solo por la noche.
No la voy a dejar ir. Haré lo que nadie más ha hecho
por ella.
Lucharé por conservarla.
Rompiendo mi ropa, miro sus ojos mientras caen hacia
mi polla hinchada y luego se disparan hacia mi cara.
Sus ojos se iluminan y se muerde el interior del labio
mientras me arrodillo y agarro sus muslos. Tiro de su
134
quiere.
Laney lo sabe, tiene demasiado miedo de admitirlo.
Creo que necesita un empujón, necesita que alguien la
ayude a agarrarlo.
Sus labios tiemblan mientras sus ojos buscan los míos.
―¿Cómo puedes saber eso? ―
―Lo sé por lo que siento. Nunca me sentí de esta
manera antes. Y no voy a dejar que se me escape―.
―Pero ¿qué pasa con Cara? Es hermosa y vi la forma
en que te miraba. ¿Y si ella te quiere de vuelta? ―
―¿Quieres que Marc vuelva? ―
―Dios, no, ni una oportunidad en el infierno―.
―Igual que aquí. ―Pasando mi pulgar por su labio
inferior, sonrío. ―Te dije lo que quiero. Te dije como me
siento. Ahora es tu turno de ser honesta contigo misma―.
Sus ojos permanecen fijos en los míos y se muerde el
interior de la mejilla. ―Me siento igual. Creo que Te amo.
He estado tratando de decirme a mí misma que esto no
puede ser real. Pero no puedo negarlo más, se siente
demasiado bien para estar equivocada―.
―No estoy tratando de presionarte― empiezo a decir,
pero ella me corta con un beso.
Sus labios son suaves, pero feroces. Me besa varias
veces, sosteniendo mi cara y luego se aparta un poco,
su frente aún tocando la mía.
142
143
Página
EPILOGO
LANEY
Un año después
Mis ojos se abren y me golpea un escalofrío helado.
Temblando, me incorporo un poco. Al mirar hacia abajo,
veo las mantas en una bola en el suelo, dejándonos
expuestos y desnudos.
Tomando un momento, dirijo mi atención a Anders.
Está fuera como una luz, tirado sobre la cama como si
fuera pleno verano. Ni siquiera el aire frío de la mañana
es suficiente para despertarlo. Eso es porque es un
hombre que nació para esta vida.
Y ahora esta vida es mi vida. Empujándome en la cama,
miro a mí alrededor medio despierta. Está tranquilo, lo
que significa que el aguanieve se detuvo o se convirtió
en nieve. Espero que sea nieve. Me encanta despertarme
a un mundo cubierto de blanco. Es una belleza que
nunca envejece.
Mirando hacia el tragaluz sobre nuestra cama, veo que
una nieve ligera ya ha comenzado a caer. El sol entra a
raudales en el desván y las paredes de roble y las
144
FIN.
154
Página
Página
155