Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Staff
Moderación:
Isa´s Coldness
Traducción:
Aree.rd
Diseño:
Isa´s Coldness
4
Tabla de contenidos
Sinopsis Página 5
Jade Página 6
Carter Página 14
Jade Página 22
Jade Página 29
Carter Página 36
Jade Página 42
Carter Página 50
Jade Página 56
Epílogo / Carter Página 62
Sobre Lila Younger Página 66
5
Sinopsis
Jade
Me siento en la incómoda banca de metal roja y dejo caer mi bolso.
Rebuscando alrededor, me las arreglo para encontrar mi pluma azul y
suspiro. Esta es la última, pienso para mí. Mi mano está a punto de caerse, y
sólo hay un número limitado de solicitudes que puedo llenar. Decido
obsequiarme un frapuccino después de esto y empezar desde el principio.
Todas estas solicitudes son lo mismo y la repetitividad definitivamente me
está afectando. Por supuesto, talvez si no me hubiera metido en este
desastre, no estaría aplicando para Target. No tiene nada de malo, pero
para alguien que siempre se ha enfocado en ser un doctor o abogado, es
definitivamente decepcionante.
Me paso la mano por mi grueso cabello castaño y suspiro una vez más.
Ya he aplicado en todas las firmas de diseño gráfico y puestos de
recepcionista en oficinas que he podido encontrar. Todas sin respuesta.
Luego comencé a buscar en servicio al cliente y también en la industria
restaurantera. Si algo no sale, no estoy segura de lo que voy a hacer. Mis
padres han dejado en claro que no me darían pase libre. Intenté explicarles
lo que pasó, pero estaban muy ocupados buscando una mentira plausible
de porque no estoy regresando a la universidad.
No hay nada más que hacer que aguantar y terminar, así que eso es
lo que hago. Una vez que termino de poner la misma información que he
puesto cientos de veces, le regreso la solicitud al chico gordito detrás del
mostrador de servicio al cliente y me dirijo al Starbucks de Target. A medida
que avanzo, capto la atención de un chico que está en la caja, y me sonríe.
Me sonrojo y bajo la cabeza por costumbre. Es el síndrome del patito feo,
7
pero, aunque soy consciente de ello, sigue siendo difícil de romper. Mi familia
se mudaba mucho cuando estaba en la secundaria, así que era casi
imposible para mi hacer amigos. Ya que siempre era la niña nueva, era
naturalmente molestada.
Parece tener dos o tres años, y sé lo rápido que las cosas pueden
ponerse feas a esa edad. Bella se queda quieta mientras intento arreglar su
corona, acariciándola una vez que termino.
—Oh, no es gran cosa —digo. Miro al tipo que debe ser su padre y me
congelo.
8
Una vez que Luna está asegurada al carrito, se dirigen hacia mí.
—Por supuesto que lo serás. Fuiste niña una vez, y tienes todos esos
hermanos, ¿no? De cualquier manera, creo que, entre tú y yo, eres la más
informada. Puedo hacerlo solo, pero sería mucho más fácil si te me unieras.
una falda blanca con volantes, y un par de mallas azules con estampado
de leopardo. Levanta las manos.
Atrás quedaron los días cuando podía hacer lo que quisiera, eso es
seguro. Desde que tengo memoria, he tenido que ser la responsable, como
la mayor. Fui elogiada como inteligente, responsable, sensata. Fui tratada
como un adulto antes de que estuviera lista para crecer. Así que, por
supuesto cuando metí la pata, fue una gran conmoción para mis padres. Y
ahora que he tomado un desvío en mi vida, no sé qué hacer. ¿Volver a las
cosas como eran antes? Siempre he sentido insatisfacción con mi vida. Una
especie de sensación incomoda de que tal vez estaba cometiendo un gran
error. Nunca lo supe. Pero tal vez era porque lo que estaba haciendo con
mi vida, no tenía nada que ver con lo que yo quería, y todo que ver con lo
que los demás esperaban de mí.
Si tan solo pudiera tener algún tipo de señal diciéndome que hacer,
pienso soñadoramente.
Nos miramos el uno al otro, luego toco y abro la puerta. Luna está de
vuelta en su vestido de Bella. La ropa está en un montón arrugado en el
suelo.
—Si, por favor —dice Luna, girándose. Subo la cremallera por ella y me
da una sonrisa.
—Oh, por supuesto. No, si, me encantaría cuidar a Luna. ¡Gracias por
la oportunidad señor Sedgwick!
Carter
—Buenos días, Gina —saludo mientras paso por el escritorio de mi
secretaria—. Día ocupado, ¿no es así?
Hace seis meses, recibí una llamada, pidiendo que nos reuniéramos.
No vi necesidad de reavivar el rollo de una noche, pero algo en su voz me
15
Pero había pasado casi un mes desde la última vez que llamó, y la
última vez que nos encontramos, parecía nerviosa todo el rato. Incluso
intenté llamarla para programar una reunión, pero hasta el momento no
había respondido. Lo reconozco, los días festivos son agitados para todos,
pero Stacie no tenía familia a la que visitar y, ¿era realmente malo de mi
parte querer ver a mi hija en navidad? Y ahora después de todo ese silencio,
¿estaba acosando mi oficina? ¿qué estaba pasando?
Luna tiene una obsesión tan grande por los panqueques casi como la
que tiene por la bella y la bestia. Creo que nunca había visto una niña tan
feliz como el día en que le di un vestido de Bella como regalo. Fue la primera
vez que me dio un abrazo, y desde entonces, incluso se ha referido a mí
como “papi” un par de veces.
Gina es la única a la que le he dicho sobre Luna. Ella tiene más de diez
nietos y ama a cada uno de ellos.
—Si. Haz lo que tengas que hacer. Llevaré trabajo conmigo a casa un
par de noches si tengo que hacerlo. Sé que Sherman ha estado esperando
por algunos de los casos grandes. Ve si puede tomar el nuevo cliente por mí.
La mañana pasa hasta que finalmente son las 11:40 y puedo irme para
ver a Luna. El restaurante no está lejos, es un viaje de quince minutos, pero
como dije antes, nunca llego tarde para ver a mi niña. No solo es una manía,
sino que no quiero ser ese tipo de padre. El lugar está lleno cuando llego,
pero me las arreglo para ocupar la última cabina. Le mando un mensaje a
Stacie para hacerle saber dónde estoy ya que es al fondo del restaurante.
Para pasar el tiempo, saco mi celular para ver qué podemos hacer. Las
únicas películas en cartelera ya las hemos visto, y la bella y la bestia no sale
hasta dentro de unos meses. Maldita sea.
Pasa casi una hora antes de que Stacie aparezca con Luna. Está
usando el vestido de la princesa Bella que le di, con una mochila rosa en su
espalda.
17
Una mesera llega con café y los menús. Luna abre el suyo, lo
suficientemente grande para ocultarla completamente. Ha hecho una
misión el revisar todas las opciones de IHOP.
Platicamos por otros diez minutos, antes de que tenga suficiente. Luna
y yo estamos hambrientos. Así que decido que deberíamos seguir adelante
y ordenar. Sin embargo, me empiezo a preocupar. Sé que las mujeres se
tardan en el baño, pero esto es excesivo. Trato de mirar alrededor del
restaurante, pero el lugar tiene forma de U, y estamos justo al final. Cuando
la mesera aparece con nuestra comida, la aparto un poco para preguntarle
si puede revisar a Stacie en el baño, en caso de que algo haya pasado. Su
rostro cuando regresa me dice todo.
19
Stacie se fue.
Una vez que está organizado, llamo a Luna para que regrese. Si se
quedará conmigo, tendremos que abastecernos. Mi departamento de
soltero no es cualquier cosa excepto apto para niños.
Jade
Guau.
Subo por los escalones de piedra hasta la gran puerta doble y toco el
timbre. Puedo escuchar el eco dentro, seguido de un gritito de una niña
pequeña. Unos minutos después, la puerta se abre. Carter y Luna están ahí,
ambos sonríen tan pronto como me ven.
—Hola —digo tímidamente. Dios, el hombre luce bien. Creí que talvez
lo había imaginado, pero nop, luce increíble en su traje. Alto, intimidante, y
poderoso, su mirada se suaviza sólo por la corbata azul que resalta el color
de sus ojos.
—No —dice Carter con una mueca—. Pero está bien. Mientras más
me entero de cómo ha sido la vida de Luna, más resuelto estoy a obtener
su custodia.
Luna parecía ser una niña maravillosa, pero los niños a veces tienen
acciones retardadas a las cosas, y realmente puede hacer que actúen.
Simplemente no tienen palabras para expresar sus sentimientos y
pensamientos, y eso puede abrumarlos. Espero que Carter sepa eso. Va girar
su mundo al revés el tener una niña bien adaptada a su alrededor, mucho
menos una pequeña de un hogar problemático.
—Lo eres —digo con una sonrisa—. Ahora vamos a darte un baño.
—Gracias por hacer eso —dice—. Parece que le has caído muy bien.
Tal vez incluso más que yo.
—De todos modos, ella cree que eres increíble —repito de nuevo
porque necesito un momento para recolectar mis pensamientos—. ¿Hay
algo de lo que me quieras hablar para mañana o debería irme?
—Quédate —ordena.
29
Jade
El aire crepita con tensión.
El aire se calienta.
—Vi la manera en que mirabas durante la cena —dice con voz grave.
—¿En serio? Porque yo sí. Y creo que tú también lo has hecho notado.
—No —susurro.
Sus labios descienden sobre los míos, un beso que es suave al principio,
luego más insistente. Estoy congelada en el lugar. Sé que debería besarlo de
vuelta, pero me toma unos momentos registrar el placer que está
despertando en mi cuerpo. Levanto mis manos y las coloco suavemente
sobre sus hombros, sosteniéndome mientras chupa suavemente mi labio
inferior. Quiero esto más que nada, y ahora que está aquí, quiero que
continúe por siempre. Sus manos me jalan, acercándome a su tenso cuerpo
30
—Te deseo.
Quiero que me toque, que me bese y me lama por todas partes. Pero
no aquí. Está demasiado abierto, demasiado arriesgado. Carter me lleva
arriba, lo más rápido que podemos. Casi me tropiezo en la escalera, estoy
tan excitada. Caemos juntos en la primera habitación del segundo piso.
Tanteo sus botones, no estoy acostumbrada a quitárselos a nadie, hasta que
él se hace cargo. Mi ropa es igual de difícil, el botón de mis jeans es como
algo ajeno, hasta que nos desplomamos juntos en la cama.
—No lo sé. ¡No lo sé! ¡Nunca he hecho esto antes! —sale de mi boca.
—¿Qué es?
No puedo creer que sea así, una bola de deseo sin sentido, ¡Yo! La tímida y
aburrida Jade. Y luego saca sus dedos, y casi lloro ante la pérdida de su
toque. Pero entonces escucho el sonido de una envoltura, luego Carter
regresa, su verga chocando contra mí todavía apretado agujero. La
abrumadora necesidad de impide detenerlo, temerle a lo que pueda
suceder cuando intente romperme.
Por alguna razón, se siente como si debiera ser gran cosa o algo. Y, sin
embargo, todo sigue siendo igual. Nada ha cambiado, pero todo mi mundo
es diferente. Mi mano se desliza sobre mis pechos, mi coño. ¿Realmente dejé
a un hombre hacerme todo eso? ¿Realmente grité su nombre salvajemente
como lo hice? Siempre había pensado que ese tipo de gemidos sólo
pasaban en las porno, pero Carter simplemente hacía imposible que me
sintiera cohibida o insegura. Así de bueno fue.
Carter
La mañana siguiente es una muy ocupada. Necesito inscribir a Luna
para el prescolar. Gina es una trabajadora milagrosa, se las ha arreglado
para conseguirme medios días de trabajo, pero no para siempre. Además,
algo me dice que Stacie no se molestó en trabajar con Luna con su
formación básica. Es una pena, porque Luna es muy, muy brillante y debería
estar mucho más adelantada de lo que estaba, según Jade. Supongo que
fueron a la biblioteca, y Luna parecía una persona en el desierto que
encontró agua. No podía creer cuantos libros había allí.
—¿Escuela?
Jade…la idea de verla esta noche hace que la sangre corra hasta mi
verga. No puedo esperar para tener mi camino con ella de nuevo, ver sus
pechos rebotar mientras la follo profundamente, su rostro radiante con
placer mientras grita mi nombre. Me encanta que no sea como las mujeres
a las que estoy acostumbrado a salir. Es todo lo contrario a Stacie en
realidad. Jade es natural, abierta y curvilínea en todos los lugares correctos.
Su coño es tan suave, apretado y femenino que haría a un hombre menos
experimentado venirse en el acto. Contemplo no ir a trabajar para salirme
con la mía con ella, pero me resisto a sacar mi teléfono. Esperar lo hará aún
mejor, y tengo algo muy divertido que hacer con ella esta noche.
38
La miro, pero Luna no parece estar molesta. Miro a Jade, quien sonríe
con tristeza. Tengo la sensación de que hay mucho más pequeños trozos de
tristeza como esta que escucharé de Luna. Estoy feliz de ver que molesta a
Jade casi tanto como a mí, y que ella ha decidido hacer algo al respecto
por mi pequeña.
Sólo toma una hora acostar a Luna, pero se siente como el doble ya
que estoy impaciente. Mi verga está rozando mis pantalones, y me rindo en
concentrarme en mi trabajo.
—Está dormida —dice—. Le leí tres historias y eso fue todo. No podía
mantener los ojos abiertos.
—No, yo, ah, le dije a mis padres que saldría con amigos —dice Jade
con un rubor—. Así que tenemos, tenemos mucho tiempo para…
—¿Luna? —pregunta.
Corremos por la casa, bajamos las escaleras y salimos por las puertas
traseras al patio. Luna duerme como un tronco, pero no quiero que se
despierte asustada y sola, así que tomo el monitor de bebé de la cocina y
lo llevo con nosotros. Ya tengo el jacuzzi en marcha. Nuestra ropa se ha ido,
tirada a un lado, y observo a Jade mientras camina cautelosamente hacia
el agua caliente, bañada por la luz de la luna. Su piel cremosa es
luminiscente, absolutamente hermosa y suave. Puedo ver la curva de sus
pechos, pesados, llenos y perfectamente formados para apretar en mi
41
—Date vuelta—gruño.
Quiero hacerla esperar, para jugar con ella un poco más y que estire
el momento, pero el anhelo que he tenido por ella todo el día, lo hace
imposible. Mi verga está justo ahí contra su coño, así que me inclino hacia
atrás y me empujo dentro de ella.
42
Jade
Jadeo. No sé qué es, si estoy aturdida por el vapor o por los chorros de
agua, pero casi me corro cuando él me penetra. Me aferro con fuerza al
borde del jacuzzi, mi cabeza floja mientras trabajo para tomar toda su
longitud. Intento empujar mis caderas hacia atrás, pero Carter me está
sujetando en un fuerte agarre.
—Te sientes tan bien, Jade —susurra Carter, bajo y sombrío. Hay un
borde ahí, como si el también tuviera problemas para mantener la
compostura, y eso es muy sexy.
Una vez que está dentro todo el camino, comienza a moverse, gentil
y suave, nunca saliendo por completo antes de empujar profundamente
dentro de mí. La fuerza del agua le dificulta retroceder, pero no me importa,
porque me está llenando hasta el tope. Me relajo, dejando mi cuerpo flotar
en el líquido caliente, apoyándome contra su cuerpo duro como una roca.
Sale del jacuzzi y nos trae algunas toallas. Me levanto del agua
caliente y él me envuelve en una.
—¿Lista?
—No tienes que agradecerme —dice riendo—. Solo estoy feliz de que
te sientas de la misma manera.
Una parte de mi desea que pudiera quedarme más tiempo para que
podamos disfrutar este momento intimo juntos, pero son casi las seis, y Luna
definitivamente se despertará pronto. A pesar de que es una niña tranquila,
incluso ella querrá saber porque me quedé a pasar la noche, y eso podría
45
traer todo tipo de preguntas. Así que de mala gana dejo la cama de Carter,
con suerte por última vez. Me acompaña a la puerta de nuevo, lo cual amo.
No soy solo algo de sexo para él y es definitivamente más respetuoso que
algunos de los chicos que mis amigas me cuentan. Esa es la diferencia entre
salir con un hombre y un chico de universidad.
Ahora son casi las 10:30, así que decido ir a casa. Mi mamá está en la
cocina, limpiando los platos de anoche cuando entro.
—Te ves muy alegre para alguien que estuvo fuera toda la noche —
observa.
—Lo sé, ¿verdad? Es por eso que el Sr. Sedgwick me quiere alrededor.
Luna realmente se ha encariñado conmigo, mamá, y él cree que sería
bueno si estuviera alrededor en lugar de tener un desfile de otras personas
entrando y saliendo de la casa. Hará que Luna se sienta más segura.
—Lo haré. Ahora es mejor que empaque, porque necesito ir por Luna
al preescolar pronto —digo, dándole un abrazo a mi mamá—. Y no te
preocupes, tendré tiempo libre para venir y visitar. Más de lo que hice en la
universidad, al menos.
—Ben.
—¿Quién es Ben? —pobre niño. Estoy segura de que nadie quiere ser
la bestia.
Carter
Nuestras vidas empiezan a caer en una cómoda rutina. En la mañana,
Jade o yo haremos el desayuno y comemos juntos. Luego dejo a Luna en el
preescolar, y Jade la recoge. Ellas pasan la tarde haciendo toda clase de
cosas divertidas: la biblioteca, el museo de ciencias, haciendo
manualidades en casa, o cualquier otra cosa que se le ocurra a Jade. Y
luego están las cenas. He estado tan acostumbrado a la comida para llevar
que he olvidado lo que se siente tener una comida hecha desde cero en
casa. Y Jade es una buena cocinera, una de las mejores. Ella es tan devota
a Luna como yo, y pasa las tardes después de que Luna esté en la cama,
buscando cosas para que hagan cuando no está poniéndose al corriente
con la tarea de sus clases universitarias. Algunas veces contratamos a una
niñera y salimos a ver una película o a un concierto, pero, ¿honestamente?
Sólo salgo porque hace a Jade feliz, y eso me hace feliz. Estaría bien si
pudiéramos quedarnos en casa y follar toda la noche. Nada, y quiero decir
nada, en el mundo le gana a ver a Jade llorar de placer, su coño
convulsionando alrededor de mi grueso eje mientras estremezco su mundo.
Luna retrocede, con los ojos iluminados. Supongo que tampoco había
escuchado de ángeles de nieve antes. Las dos corren al patio delantero, y
51
las sigo lentamente. He intentado proveer todo lo que puedo para Luna, y
nunca me ha pedido nada. Ella simplemente es ese tipo de niña, siempre
feliz y agradecida. Ahora me ha pedido esto. Observo a mis dos chicas
jugando juntas, sacudiendo sus brazos y piernas para hacer ángeles. El
trabajo ya no es lo más importante. Ahora lo veo. Sólo ha sido un medio para
llenar un vacío en mi vida. Provengo de una familia adinerada, y mi abuelo
puso más que suficiente en un fideicomiso para que nunca tuviera que
preocuparme. ¿Así que por qué sigo trabajando sin descanso? ¿Por qué he
estado dejando que mi desalmado trabajo me prive de los momentos más
importantes?
Mientras pienso que las cosas no podrían ir mejor, recibo una llamada
en mi teléfono. Lo saco y veo el nombre de Stacie en la pantalla.
—La próxima vez que me veas, será en la corte familiar, y por todo lo
que ha pasado hasta ahora y lo que Luna me ha dicho, sé que tenemos un
muy buen caso de obtener la custodia completa. Adiós.
Jade me mira con preocupación en sus ojos. Puede leerme muy bien,
y se da cuenta de que algo no está bien. Le doy a mi cabeza una sacudida
imperceptible. No delante de Luna.
—Sip. Lo primero que hice. No hay forma de que vaya a dejar que eso
pase. Todavía me pateo a mí mismo por no intervenir antes e intentar
obtener la custodia.
—Eres una buena persona, Jade. Siento que te haya pasado eso —
digo.
—Para nada —respondo—. Te trajo hasta mí. Eso nunca va ser algo
malo.
mujer en mi cama, y mi propia hija viviendo bajo mi techo. Todo está bien
con el universo. ¿Qué demonios estaba haciendo persiguiendo ser un socio
mayoritario en una firma prestigiosa? Esa mierda ya no me importa. No
comparado con la petición de Luna de quedarme en casa más seguido.
Jade
—Mmm… ¿qué más necesitaba conseguir…? —reviso dos veces la
aplicación de la lista de compra en mi teléfono. Como Carter trabaja
mucho, ha empezado a darme dinero para comprar los comestibles. No me
importa hacerlo para nada; una de mis cosas favoritas es ir de compras, sea
lo que sea que esté comprando. Estoy de regreso en el Target donde me
encontré con Carter y Luna. Nunca me llamaron para una entrevista, pero
no importa ahora. Tengo un trabajo mucho mejor.
Mucho tiempo.
Me detengo.
Mis manos están temblando, pero termino con eso, cierro las tapas y
pongo los palos al lado del lavabo. Luego tengo que esperar. Lavar mis
manos me toma quince segundos, lo que significa que quedan otros dos
minutos y cuarentaicinco segundos. Entro a Facebook, pero lo primero que
veo es una amiga que ha posteado una fotografía de un ultrasonido, y se
siente demasiado real, así que apago el teléfono de nuevo. En su lugar, me
paseo de un lado a otro en el pequeño espacio, contando los segundos.
Finalmente es tiempo de mirar, pero realmente no quiero. Todos los
pensamientos arremolinándose en mi mente me están dando un dolor de
cabeza, y ni siquiera puedo decir si estoy emocionada, nerviosa o asustada.
Finalmente reúno el valor para mirar. Dos líneas rosas, claro como el
día. Mi boca se abre. Reviso la otra. Dos líneas de nuevo.
—¿Qué es, Jade? —pregunta con el ceño fruncido—. ¿Qué está mal?
Cierro mis ojos, porque no quiero ver la decepción o la ira o lo que sea
que tenga en el rostro.
—¿Estás…embarazada?
Asiento miserablemente.
—¡Estás embarazada!
—No, por supuesto que no Jade —dice con incredulidad—. ¿Por qué
pensarías que me enojaría? Ya soy padre, pero ahora, esta vez, estaré ahí
desde el principio. Estoy feliz. Ridículamente feliz.
—¡Voy a ser padre de nuevo! —dice aún más alto—. ¡Jade, esto es
fantástico!
—Te amo Jade —dice—. Siempre sentí que éramos una familia, y
ahora lo seremos realmente.
Me quita las bragas y separo las piernas para él. Su mano se mueve
perezosamente a través de mi cuerpo, arrastrándose por la parte superior
antes de volver a subir por mi íntima y más sensible carne. Es como un juego
para él, la manera en que se burla de mí con ligeros toques, casi ahí pero
no del todo, hasta que siento que me voy a volver loca. Y luego alivio, sus
anchos dedos se sumergen dentro de mis pliegues rosados, uno, dos, tres de
ellos, estirándome con experta facilidad.
Carter me mira, abierta solo para él. Sus ojos se mueven sobre mi rostro,
mis pechos, entre mis piernas.
61
Así que es así como se siente el amor, pienso por un momento antes
de que sus manos encuentren mi clítoris, presionando el nudo lo
suficientemente duro para enviarnos en espiral hacia el placer juntos, juntos,
juntos. Este es el futuro que estoy eligiendo, y por una vez en mi vida, todo
es perfecto.
62
Epílogo
Carter
Dos meses después…
un agente para ver una hermosa casa estilo cape cod, está a dos minutos
a pie de la escuela y quince minutos conduciendo al trabajo. Tan pronto
como entramos, Jade se gira hacia mí y dice —Esta es. Este es nuestro hogar
eterno—. Y resulta que está en lo correcto. No porque está en la ubicación
perfecta, o porque tiene molduras de corona por todos lados. Es perfecta
porque puede ver a nuestra pequeña familia creciendo en ella, y eso la
hace perfecta para mí también.
66
Traducido, corregido y
Diseñado por…
Miracleofbooks.com