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Ciudadanía: 4° secundaria

Fuente de información y actividad semanal:


El papel del Estado en la diversidad lingüística
En parejas, lean el siguiente texto jurídico promulgado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y ratificado en nuestro país. Luego,
respondan:

convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales, artículo 28


1. Siempre que sea viable, deberá enseñarse a los niños de los pueblos interesados a leer y a escribir en su propia lengua indígena o en la lengua
que más comúnmente se hable en el grupo al que pertenezcan. Cuando ello no sea viable, las autoridades competentes deberán celebrar consultas
con esos pueblos con miras a la adopción de medidas que permitan alcanzar este objetivo.
2. Deberán tomarse medidas adecuadas para asegurar que esos pueblos tengan la oportunidad de llegar a dominar la lengua nacional o una de las
lenguas oficiales del país.
3. Deberán adoptarse disposiciones para preservar las lenguas indígenas de los pueblos interesados y promover el desarrollo y la práctica de las
mismas

• ¿Qué mecanismos para el reconocimiento y defensa de las lenguas indígenas establece el documento de la OIT?
• Si fuera el caso, ¿consideran que alguno de esos mecanismos podría aplicarse en su región para la conservación de la diversidad lingüística?
Fundamenten.
Participo en acciones que promueven el bienestar común:

¿Crees que los planteamientos de los personajes promueven la conservación de nuestra diversidad lingüística? , Marca si o no luego explica ¿por qué?

El dirigente indígena El ciudadano critico La lingüista investigadora La estudiante consciente


SI-NO SI-NO SI-NO SI-NO

¿Crees que los argumentos de los personajes favorecen la construcción de una comunidad integrada? Marca si o no , luego explica por qué
El líder indigenista El ciudadano criollo La señora provinciana El antropólogo observador
SI-NO SI-NO SI-NO SI-NO

DOCUMENTOS PARA PROFUNDIZAR:


La diversidad cultural y lingüística del Perú:

El respeto a la diversidad:

El concepto de diversidad en términos sociales hace referencia a una o varias características de un grupo de personas que las distingue de las demás. Esas
diferencias son parte de su identidad y, por lo tanto, constituyen parte fundamental de ellas. Tratar de anularlas u homogeneizarlas atenta contra la dignidad y
afecta la esencia de los derechos humanos. El respeto por la diversidad es una condición necesaria para posibilitar el acceso a la cultura, patrimonio común de
los seres humanos, y lograr una convivencia pacífica y enriquecedora. Por eso, en esta época en que la democracia es defendida en todo el mundo, las sociedades
tienen el desafío de consolidar el respeto por los diversos modos de vida y considerar que la existencia misma de esa diversidad es un valor importante.

Tres conceptos fundamentales para la diversidad

Para que el respeto a la diversidad se convierta en un valor compartido y practicado por todas las personas que forman parte de una sociedad determinada, se
deben definir, en primer lugar, tres conceptos clave: multiculturalidad, pluriculturalidad e interculturalidad.

• La multiculturalidad es un concepto básicamente descriptivo, pues define un tipo de sociedad en la que diversas culturas coexisten en un mismo espacio. No
determina, por lo tanto, si existen relaciones comunicativas entre estas culturas; solo se limita a señalar una situación en la que un conjunto de grupos vive unos
con otros.

• La pluriculturalidad, en cambio, alude a una historia que comparten estos grupos culturalmente diversos y que los vincula en un mismo conjunto. Este concepto
resalta el carácter desigual de tales relaciones, ya que reconoce que algunos grupos han ejercido dominio sobre otros y han impuesto sus patrones culturales. El
mestizaje entre es tas culturas sería producto de estas relaciones inequitativas.

• La interculturalidad propone la superación de tales desigualdades y el establecimiento de relaciones en las que las contrapartes tengan la misma jerarquía.
Este concepto, más que explicar una coyuntura histórica, trata de establecer un proyecto social de igualdad de derechos y de equidad de oportunidades. Busca,
por lo tanto, derribar la hegemonía de las culturas históricamente establecidas como dominantes y empoderar a las culturas dominadas para posibilitar el
intercambio de experiencias en un ambiente de respeto y paz.

Luego de revisar estos conceptos, debemos entender que si queremos construir un proyecto intercultural que promueva espacios de encuentro entre las diversas
culturas que componen la sociedad, debemos pro mover el compromiso de la ciudadanía, el Estado y la sociedad civil. En este proceso será fundamental la
aplicación de los derechos humanos, una actitud tolerante y dialogante hacia lo diferente y la valoración de la libertad, la igualdad y la solidaridad.

El papel del Estado en la diversidad lingüística

En los primeros años de la República, las autoridades creyeron que la diversidad lingüística era un problema que complicaba la tarea de construir un Estado
nación comparable con los de Europa y Estados Unidos. Esto se debió a que las élites pensaban que las lenguas originarias eran formas primitivas de comunicación
que, con el tiempo, debían ser reemplazadas por el español. Sin embargo, esto fue contradictorio, pues mientras el Estado mostraba un pobre desempeño en
materia de difusión de la lengua española, las masas campesinas y los pobladores originarios continuaron hablando sus lenguas vernaculares, al margen de las
políticas públicas y de la vida nacional. La situación no cambió hasta finales de siglo XX, cuando la Constitución de 1979 reconoció al quechua, junto al castellano,
como una lengua oficial, y promovió su enseñanza a nivel nacional. Otro hito importante para el reconocimiento y valoración de la diversidad lingüística del Perú
fue la promulgación de la Ley 29735, que regula el uso, preservación, desarrollo, recuperación, fomento y difusión de las lenguas originarias del Perú. En el
capítulo II, artículo 9, se establece que “Son idiomas oficiales, además del castellano, las lenguas originarias en los distritos, provincias o regiones en donde
predominen, conforme a lo consignado en el Registro Nacional de Lenguas Originarias”. El año 2017 se promulgó en nuestro país el Decreto Supremo 005-2017-
MC, que aprueba la Política Nacional de Lenguas Originarias, Tradición Oral e Inter culturalidad. Esta política reconoce que los ciudadanos, donde su lengua
predominante no es el español, progresivamente deben ser atendidos en su lengua. En ese mismo sentido, la Constitución Política establece un marco jurídico
que busca preservar las di versas manifestaciones culturales y lingüísticas del país. Por ello, el artículo 17 establece la protección de las diversas lenguas mediante
la aplicación de la educación bilingüe e intercultural según las características de cada zona.

El principio de la inclusión

La inclusión valora la diversidad, fortalece la aceptación de las diferencias entre las personas, mejora la convivencia y fomenta el trabajo en favor de un mundo
con oportunidades reales y equitativas para todos. Las personas que son incluyentes, tienen una actitud solidaria y toman siempre la iniciativa para involucrar a
todos, considerando sus intereses y necesidades, y aprovechando las características específicas que los diferencian.

En este sentido, el Estado es el principal responsable en promover la inclusión en el país. Por ello, debe apli car políticas como las siguientes:

• Reducir los índices de pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso. La principal política de inclusión es asegurar que todos los ciudadanos tengan
cubiertas sus necesidades básicas.

• Promover mecanismos de participación ciudadana. Con ello, los ciudadanos podrán participar activa mente en la solución de los problemas de su entorno. Es
necesario, con este fin, fomentar la aplicación de mecanismos como el presupuesto participativo.

• Impulsar políticas de inserción escolar y alfabetización en sectores rurales, especialmente de mujeres. De esa manera se podrán eliminar las diferencias étnicas
y de género. Saber leer y escribir son capacidades básicas para ser un ciudadano que participe en las decisiones públicas.

• Crear una legislación que proteja los derechos de los grupos vulnerables o minoritarios. Se deben crear, por ejemplo, normas que sancionen a los centros
laborales que evitan contratar personas con discapacidad o promulgar leyes que protejan los territorios ancestrales y la identidad étnica de los pueblos
originarios.

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