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SEPSIS Y MENINGITIS BACTERINA

SEPSIS BACTERINA

La sepsis es una reacción del organismo ante una infección provocada por microorganismos
patógenos. La sepsis puede ser causada por diferentes agentes infecciosos. Entre los más
frecuentes predominan las bacterias (Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae o
Neisseria meningitidis), seguidas por los virus (adenovirus, citomegalovirus), parásitos
(Toxoplasma gondii) y, con menor frecuencia, los hongos (Candida sp.), entre otros, de
acuerdo con las características del huésped, la edad y el lugar de adquisición de la infección.

La virulencia de los microorganismos desencadenantes conlleva a la respuesta sistémica, más


bien es la cascada de citocinas que desencadena. La infección sistémica por bacterias
gramnegativas es la situación que más se estudia en modelos experimentales y humanos. El
factor de virulencia más constante de estos microorganismos gramnegativos es una endotoxina
que forma parte de la membrana celular externa de la bacteria, es un lipopolisacárido que se
libera hacia el torrente sanguíneo cuando hay lisis bacteriana. Mecanismos fisiopatológicos:
Factores genéticos, cascada inflamatoria, coagulación y apoptosis. Los factores de riesgo de
la sepsis se agrupan en factores biológicos y sociales, y entre los primeros se encuentran:
infección genérica, factores de riesgo de fuga anastomótico, infección pulmonar, infección
del tracto urinario.

Se clasifica de la siguiente manera:

1. Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS): Respuesta sistémica a una


gran cantidad de estímulos.
2. Sepsis: Principal causa de muerte por infección, especialmente si no es reconocida y
tratada con prontitud. Su reconocimiento requiere atención urgente. Síndrome formado
por factores patógenos y factores del huésped (sexo, raza y otros determinantes
genéticos, edad, comorbilidades, ambiente) con características que evolucionan con el
tiempo.
3. Sepsis severa: Sepsis asociada a disfunción de órganos, hipotensión o hipoperfusión.
4. Shock séptico: El shock séptico es una subdivisión de la sepsis en la que las anomalías
circulatorias y celulares/metabólicas subyacentes, son lo suficientemente profundas
como para aumentar sustancialmente la mortalidad.
El diagnóstico de sepsis debe basarse en los síntomas y signos clínicos y en los datos de
laboratorio (bioquímico, hematológico y microbiológico). Se realizan pruebas en
hemocultivos, urocultivos, hemogramas, entre otros estudios de análisis.

En cuanto al tratamiento se empieza con un reconocimiento de la sepsis, reanimación inicial,


monitoreo hemodinámico y de la perfusión, administración de fluidos, y administración de
drogas vasoactivas e inótropos como: dopamina, noradrenalina, corticoides, entre otros.
MENINGITIS BACTERINA

La meningitis es una inflamación del líquido y las membranas (meninges) que rodean el
cerebro y la médula espinal.
Los tipos de bacterias que pueden causar meningitis bacteriana incluyen Haemophilus
influenzae, Streptococcus pneumoniae y Neisseria meningitidis.
Se caracteriza por la entrada de bacterias en el líquido cefalorraquídeo (LCR) y el crecimiento
bacteriano en este compartimento que conduce a la inflamación dentro del LCR y el tejido
cerebral adyacente. Las secuelas neurológicas a largo plazo y la muerte son causadas
conjuntamente por los siguientes factores: un aumento de la resistencia al flujo de salida del
LCR y edema cerebral, Las células inmunitarias dentro del parénquima cerebral, en particular
la microglía, pueden ser estimuladas por compuestos bacterianos proinflamatorios, lo que
puede conducir directamente a una lesión neuronal. Algunos compuestos bacterianos, por
ejemplo, neumolisina, poseen toxicidad directa sobre las neuronas.

Se clasifica de acuerdo a:
1. Su evolución:
a. Aguada
b. Crónica
c. Recurrente
2. Etiología:
a. Infecciosa: Bacteriana, no bacteriana o aséptica, viral, fúngica, parasitaria,
Otros (Treponema pallidum y Borrelia burgdorferi -causante de Enfermedad de
Lyme).
b. No infecciosa: Tóxica, enfermedades sistémicas, tumores.

Para el diagnóstico el médico de cabecera o pediatra puede diagnosticar la meningitis


basándose en los antecedentes médicos, una exploración física y determinadas pruebas de
diagnóstico. Durante evaluación, tu médico podría controlar signos de infección alrededor de
la cabeza, las orejas, la garganta y la piel a lo largo de la columna vertebral.
El paciente podría tener que someterse a las siguientes pruebas de diagnóstico: Hemocultivos,
pruebas de diagnóstico por imágenes o punción lumbar.
El tratamiento de una meningitis bacteriana consiste en:
• La administración de corticoides por vena.
• La administración de antibióticos. deben iniciarse de forma inmediata, aunque no se
conozca el microorganismo responsable de la infección. El tipo de antibiótico que se
administra depende del microorganismo que se sospeche, una sospecha que viene
condicionada por la edad del paciente y por otras enfermedades que pueda tener. En el
caso de que se llegue a identificar el microorganismo responsable con las técnicas
microbiológicas, se debe seleccionar el antibiótico preciso para el microorganismo en
cuestión. El tratamiento se debe mantener entre 1 y 3 semanas. En raras ocasiones puede
necesitarse la administración de antibióticos directamente en el espacio subaracnoideo.

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