Está en la página 1de 6

ALUMNO: TICONA NAAVARRO ANTHONY JEAN PIERRE

PROBLEMÁTICA SOCIAL, SITUACION DE LOS SERVICIOS Y REFORMA

DEL SECTOR - SUNASS

Durante los años noventa, el Estado Peruano realizó un esfuerzo sostenido por
promover el libre mercado en el país, reduciendo substantivamente su propia
participación en la economía. De este modo, el gobierno de Fujimori desarrolló con
amplitud un proceso que incluyó diversas medidas: la privatización de las grandes
empresas públicas, la anulación de todo tipo de control de precios y la liberación de las
leyes para la circulación y repatriación del capital. Así, la década del noventa será
recordada como el mayor esfuerzo realizado en el siglo XX para reducir la participación
del Estado en la economía, liberando al mercado para que opere de acuerdo a sus propias
reglas. Sin embargo, pasada la experiencia, se constata que el mercado peruano dispone de
escasa libertad; por el contrario, se halla firmemente controlado por un pequeño número
de grandes empresas muy concentradas y con amplio dominio de su posición. Sucede
que los mercados pequeños con fuertes tradiciones monopólicas, como es el caso peruano,
en forma espontánea se orientan hacia la concentración del capital. Para la historia de las
empresas en el Perú, el gobierno del general Juan Velasco constituye un hito de primer
orden. Durante este lapso, 1968-1975, el mundo empresarial peruano se transformó
radicalmente, apareciendo un amplio sector de empresas públicas que dominó el mercado
en forma monopólica. Con algunos altibajos, este esquema estuvo vigente durante las
décadas del setenta y ochenta. Antes de Velasco, la estructura económica peruana tampoco
fue competitiva sino altamente concentrada, aunque en manos privadas y normalmente
extranjeras. De este modo, Velasco constituye un hito porque fue una excepción; pero
incluso en ese período del reformismo militar, la tradición empresarial peruana fue
uniforme en más de un sentido, entre otros el correspondiente al monopolio, sea público o
privado, nacional o extranjero. Esa persistencia de la tradición monopólica fundamentó el
rumbo adoptado por la reforma de la propiedad de la empresa efectuada durante los
noventa. La tendencia espontánea del mercado peruano al monopolio se refuerza por la
inmensa asimetría en la información de la que disponen los diversos agentes. Así, por
ejemplo, las grandes empresas disponen de profesionales y de recursos materiales
destinados a acumular información para prever inversiones, a registrar la evolución de los
mercados y a seguir con atención a sus rivales. Al otro extremo de la cadena, el
consumidor aislado carece de información, excepto la que pueda leer en las etiquetas de
los productos. Entre ambos extremos de la cadena, se hallan una serie de empresas y
ALUMNO: TICONA NAAVARRO ANTHONY JEAN PIERRE

pequeñas compañías proveedoras de servicios que disponen de cantidades muy


heterogéneas de información. Esta heterogeneidad provoca que unos agentes
económicos actúen con premeditación, mientras que los otros son sorprendidos por los
acontecimientos. En esas condiciones, algunos obtienen extraordinarias ganancias y
ponen la cadena productiva a su servicio, obteniendo una renta considerable por disponer
de información privilegiada. Mientras que el pequeño productor aislado y el
consumidor suelen ser víctimas de los intermediarios y de los grandes proveedores. A
diferencia de este patrón nacional, otros países que vivieron la fase inicial del
despegue económico atravesaron por una sustantiva democratización de la
información económica y empresarial, como parte de los mecanismos que impulsaron el
mercado hacia la libertad y a los diversos agentes económicos hacia el progreso
permitiendo una mejor distribución de la ganancia.
En el Perú y como parte de un proceso relativamente similar al que se experimentó en
países de nuestro entorno como Argentina y Chile, entre otros la aparición de la mayoría de
los organismos reguladores de los servicios públicos se produjo en el marco del proceso de
transformación del rol del Estado en la economía, que se desarrolló durante la última
década del Siglo XX y que determinó la liberalización de amplios sectores del mercado, la
transferencia al sector privado de la propiedad de numerosas empresas estatales y el
otorgamiento de concesiones de servicios públicos y de obras públicas de infraestructura.
Consecuencia de la reorientación del papel del Estado en la economía se crearon
organismos reguladores de los servicios públicos. Muchos Estados en el mundo a través de
las gestiones de sus gobiernos de tumo han cambiado su rol de dueños y operadores de
empresas de servicios dando lugar al establecimiento de acuerdos regulatorios con el fin
principal de mejorar la prestación de diversos servicios considerados como esenciales para
lograr un adecuado desarrollo económicos. En este proceso las entidades denominadas
reguladores han jugado un rol crítico dentro del ambiente, influyendo en la
implementación de reformas, ante la presencia de la presión del gobierno, del sector
privado, de los consumidores y otros grupos de interés. El correcto rol del regulador y el
respeto por el mismo, trae un beneficio social como así lo demuestra la experiencia
internacional y nacional, un regulador independiente mejora el desempeño del sector
regulado, disminuye el riesgo de los inversionistas y mejora por lo tanto la situación del
consumidor y con ello la economía y condición social del país, fin principal de todo
Estado.
ALUMNO: TICONA NAAVARRO ANTHONY JEAN PIERRE

Como grupo hemos visto que una problemática que se presento fue la crisis económica en
la que se encontraba el país a finales de los años ochenta, la epidemia de cólera ocurrida en
el año 1991 y el continuo crecimiento de las ciudades intermedias que fueron los factores
más resaltantes que explicaron y evidenciaron la mala calidad de los servicios de
saneamiento, a nivel nacional, a inicios de los años noventa. De acuerdo con información
del Programa Conjunto de Vigilancia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se
tiene que, en el año 1990, el acceso a los servicios de agua potable en zonas urbanas era de
un 88 %, mientras que en las áreas rurales llegaba a un 45 %. Por su parte, el acceso a los
servicios de saneamiento resultaba aún más alarmante, pues la cobertura en áreas urbanas
se ubicaba en un 71 %, mientras que para las zonas rurales solo alcanzaba un 16 %, es así
que con el inicio del gobierno de Fujimori (a inicios de la década de los noventa), se
reestructuraron las instituciones públicas para que asumieran nuevos roles, con el propósito
de revertir la crisis económica y social por la que atravesaba el país a finales de los
ochenta, esta reforma tuvo como propósito dejar de lado las políticas proteccionistas y
emprender un conjunto de medidas orientadas a establecer el rol subsidiario del Estado,
uno que promueva y complemente la iniciativa privada con el propósito de mejorar el
desempeño de los mercados, mas no con miras de sustituir esa iniciativa, basándose
específicamente al sector de saneamiento, el motivo principal de la reforma emprendida
estuvo dirigido a mejorar la cobertura y la calidad de los servicios brindados a la
población. En esa línea, la estrategia iniciada por el Gobierno contempló: a separación de
las funciones referidas a la rectoría, regulación y supervisión de los servicios; la
confirmación de la responsabilidad de los Gobiernos locales en la prestación de los
servicios; la definición de nuevos esquemas tarifarios que permitan la sostenibilidad y
viabilidad de las empresas prestadoras de servicios de saneamiento; y el establecimiento de
un marco regulatorio y organizacional que fomente la Participación del Sector Privado
(PSP). Mediante el Decreto Ley Nº 574, Ley de Organización y Funciones del Ministerio
de Vivienda y Construcción, de abril de 1990, se dispuso la transferencia de las filiales y
las unidades operativas del Servicio Nacional de Abastecimiento de Agua Potable y
Alcantarillado (Senapa) a los Gobiernos locales de nivel provincial y distrital.
La disposición no contempló la transferencia del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado
de Lima (Sedapal), la cual se mantuvo como una empresa dependiente del Gobierno
central. Esta medida se llevó a cabo en medio de un proceso de descentralización a cargo
de un gobierno saliente, aspecto que ocasionó que la transferencia se realizara de forma
apresurada, con muy poca planificación y sin considerar las capacidades que requerían los
ALUMNO: TICONA NAAVARRO ANTHONY JEAN PIERRE

Gobiernos locales para asumir esta nueva responsabilidad. Como consecuencia, en un


lapso menor a 6 meses ya se habían transferido 19 servicios (entre empresas y unidades
operativas) a las municipalidades 3 y se inició un proceso de traspaso más lento para las
unidades operativas del Senapa. Con relación a la separación de funciones, en 1992, se
creó la Sunass, a la cual se le otorgó el rol de regulador del Estado, sien do así que el
Ministerio de la Presidencia (Minpres) era el rector del sector, por lo que se encargaba de
formular la política sectorial para los ámbitos urbano y rural, así como del control,
operación y mantenimiento de la infraestructura de los servicios de saneamiento. Sin
embargo, la no implementación de su estructura organizacional le impidió implementar la
reforma.

En julio de 1994, se promulgó la Ley Nº 26338, LGSS, la cual recogió la estrategia


propuesta para el sector y permitió, entre otros aspectos, organizar EPS a nivel nacional
(sociedades anónimas), de las cuales 44 fueron adscritas a los Gobiernos locales de nivel
provincial y distrital, y se mantuvo a Sedapal como una empresa pública dependiente del
Gobierno central. Un hecho a destacar es que esta ley definió también que la escala mínima
de una empresa sería la correspondiente al ámbito provincial; es decir, no podía
constituirse un prestador a nivel de un municipio distrital. No obstante, no estableció
ningún criterio de sostenibilidad ni escala óptima.

Con relación a la definición de nuevos esquemas tarifarios, el otorgamiento de la función


de regulación económica a la Sunass representó un cambio significativo en la manera en
que se venía administrando a las empresas de servicios de saneamiento y cuya fuente de
financiamiento se soportaba únicamente en los recursos públicos. En esa línea, en el marco
de lo previsto en la Ley Nº 26338, la Sunass inició el proceso de implementación
progresiva de un nuevo esquema tarifario, para que las EPS soporten el financiamiento de
sus inversiones en tarifas que cubran los costos marginales de largo plazo y en el
establecimiento y cumplimiento de metas de gestión o Planes Maestros (PM).

Por último, en lo concerniente al fomento de la participación privada en el sector, se


promulgó el Decreto Ley Nº 697, Ley de Promoción a la Inversión Privada en el Campo
del Saneamiento, y el DL Nº 758, Normas para la Promoción de las Inversiones Privadas
en la Infraestructura de Servicios Públicos, ambos dirigidos, de forma particular, a
promover la inversión privada en las actividades de explotación de los servicios de agua
potable, alcantarillado, disposición de excretas, reúso de aguas servidas y limpieza pública,
así como a la inversión privada en obras de infraestructura y/o de servicios públicos,
ALUMNO: TICONA NAAVARRO ANTHONY JEAN PIERRE

respectivamente. Estas leyes eliminaron la exclusividad de los organismos


gubernamentales para la operación en el sector, dando paso a la inversión privada a través
del mecanismo de la concesión

En ese contexto, en 1991, se inició la participación privada en el sector con la inclusión de


Sedapal en el programa de privatización iniciado por el Gobierno y la posibilidad de que
los inversionistas privados puedan establecer concesiones con los Gobiernos locales para la
prestación de los servicios de agua y saneamiento. Asimismo, en esos años, comenzó el
proceso de privatización de Sedapal, hecho que motivó a que, con apoyo del Banco
Mundial (BM) y del Gobierno central, se realizaran mejoras importantes en la gestión de la
empresa a fin de hacerla atractiva para los inversionistas. A pesar de esto, el intento de
privatización de Sedapal no se concretó, en buena medida por el riesgo político que la
ejecución de esta operación podía implicar.

Tomando como referencia lo expuesto por el (Grupo Macroconsult, 1997), se debe señalar
que, con el propósito de reducir el riesgo de oposición política a la privatización y evitar la
posible resistencia de la población al traspaso de la empresa, el otorgamiento de la
concesión de Sedapal debió llevarse a cabo en 1994, y culminó su transferencia antes de
las elecciones generales programa - das para el primer semestre de 1995. Sin embargo, una
vez concluido el proceso electoral, el interés del Gobierno por realizar la privatización se
fue diluyendo con el paso de los meses, lo que disminuyó el interés de

Como parte del proceso de reforma del sector saneamiento, en diciembre de 1992, por el
DL Nº 25965, se creó la Sunass como un organismo descentralizado del Minpres, con
autonomía funcional, económica, técnica, financiera y administrativa; como el organismo
regulador del Estado con funciones normativas y fiscalizadoras, a fin de responder a la
cobertura del vacío en el sector, causado principalmente por la transferencia de los
servicios de agua potable y alcantarillado a las Municipalidades Provinciales y para
facilitar, supuestamente, la participación del sector privado. Además, se le asignó la
finalidad de garantizar a las personas usuarias la prestación de los servicios de saneamiento
en las mejores condiciones de calidad, contribuyendo así con la salud de la población y con
la preservación del ambiente.

En este proceso las entidades denominadas reguladores han jugado un rol crítico dentro del
ambiente, influyendo en la implementación de reformas, ante la presencia de la presión del
gobierno, del sector privado, de los consumidores y otros grupos de interés. El correcto rol
ALUMNO: TICONA NAAVARRO ANTHONY JEAN PIERRE

del regulador y el respeto por el mismo, trae un beneficio social como así lo demuestra la
experiencia internacional y nacional, un regulador independiente mejora el desempeño del
sector regulado, disminuye el riesgo de los inversionistas y mejora por lo tanto la situación
del consumidor y con ello la economía y condición social del país, fin principal de todo
Estado.

CONCLUSION

La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) es el regulador


económico de los servicios de saneamiento en Perú, los cuales incluyen agua potable,
alcantarillado y disposición sanitaria de desechos.

Este organismo regulador fue creado en 1992 por el Decreto Ley núm. 25965, en conjunto
con las grandes reformas al sector orientadas a descentralizar y comercializar la prestación
de servicios. A la Sunass se le otorgó la responsabilidad de supervisar las recién creadas
Empresas Prestadoras del Servicio de Saneamiento (EPS) que operaban en zonas urbanas y
estaban separadas de las municipalidades en términos legales y financieros.

En diciembre de 2016, una nueva Ley Marco de la Gestión y Prestación de los Servicios de
Saneamiento (en adelante Ley Marco 1280) amplió el papel de la Sunass y le asignó
diversas funciones adicionales. Previamente, el organismo regulador se encargaba de
fiscalizar los servicios de saneamiento en las ciudades de más de 15 000 habitantes, lo que
en la práctica implicaba fiscalizar a 50 EPS. La Ley Marco 1280 amplió el ámbito de
competencia de las funciones del regulador e incluyó la fiscalización de más de 25 000
prestadores de servicios en zonas rurales (conocidos como Juntas Administradoras de
Servicios de Saneamiento, JASS) y 450 operadores en ciudades pequeñas (con una
población de 2 000 a 15 000 habitantes), con el fin de garantizar la calidad del servicio y la
sostenibilidad financiera. Se trata de un gran número de operadores para supervisar en
comparación con otros países

También podría gustarte