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El Derecho Administrativo Edgar Carrasquel

C.I: V- 27.517.005
3er año Derecho UC

La actividad que cumple el Estado en forma de función administrativa es regulada


por el Derecho Administrativo, determinando así el régimen jurídico en la que se
encuentra sujeta. La función administrativa tiene diversos puntos de vista en los
cuales pueda enfocarse.

Primeramente, es necesario entender que el Estado es aquel que desempeña una


autoridad de alcance nacional, siendo así capaz de tomar decisiones obligantes para
el cual ejerce su mando. Es un ente que conduce su política y sus relaciones
internacionales, debe contar con una hacienda pública unificada y un cuerpo
administrativo profesional y estable.

Según la obra El Espíritu de las Leyes de Montesquieu, nos habla acerca de la


separación de poderes, una teoría elaborada para la distribución equitativa de
funciones que hoy en nuestros días sigue siendo sostenida por los estados modernos
de nuestra sociedad actual; de acuerdo a esta teoría los poderes son: ejecutivo,
legislativo y judicial.

Cada uno de estos posee una competencia delimitada: el poder ejecutivo se


encarga de la administración y gobierno, siendo el responsable de la jefatura del
Estado, el poder legislativo lleva a cabo la elaboración y aprobación de las leyes
necesarias para el ordenamiento jurídico y el poder judicial tiene la potestad de
impartir justicia y hacer cumplir las sentencias que los jueces ejecuten.

La función administrativa ha sido partícipe por diferentes criterios doctrinarios


que han tratado de caracterizarla, tales como: el Criterio Orgánico cuya actividad es
llevada a cabo por el Poder Ejecutivo; el Criterio Formal que mediante su labor traía
como resultado la exclusión de la actividad legislativa y jurisdiccional siendo así que
la jurisdicción era una ejecución inmediata de la legislación y ejecución mediata de
la Constitución; el Criterio Material que se encargaba de realizar actos jurídicos
subjetivos pero sin tomar en cuenta la ejecución reglamentaria de la administración;
la Doctrina Italiana que afirmaba la realización de actos subjetivos a través de los
servicios públicos, aunque de igual forma excluía a los reglamentos aun siendo útil
en la administración; y por ultimo el Criterio Finalista agrupaba lo que era la función
y actividad administrativa, pero fue repudiada porque aquí el Estado en sus
diferentes contextos procuraba sus fines por medio de distintas funciones.

De igual forma, a la función administrativa se le atribuyen una serie de


características que le son particulares, como: el de satisfacer necesidades no solo al
colectivo social, sino a cada uno de los individuales que integren dicho colectivo; es
permanente y continua porque actúa para el presente mientras que la legislación y la
justicia se conduce para el pasado o para el futuro; es una función inmediata porque
la ejecutan sus propios órganos correspondientes, y sus decisiones son con la mayor
prontitud posible; la función administrativa puede ser de carácter autónomo ya que
debe ajustarse a derecho y producir así un resultado material; y se caracteriza por ser
concreta y practica ya que consiste en actos jurídicos y operaciones materiales.

Nos encontramos con unos mecanismos de control el cual la función


administrativa se encuentra sometida, primero basándose en el principio de legalidad
y segundo manejándose por la revisión judicial de sus actuaciones, siendo idóneos
para el correcto comportamiento y funcionamiento de la administración.

En Venezuela, los órganos del Estado entran en una relación jurídica con los
administrados, clasificándose así: el Poder Ciudadano ejercida por el Consejo Moral
Republicano, El Poder Electoral representado por el Consejo Nacional Electoral, El
Poder Legislativo delegado por la Asamblea Nacional, El Poder Ejecutivo encargado
por el Presidente de la Republica y el Poder Judicial por el Tribunal Supremo de
Justicia.

La administración pública no es más que aquel cuerpo o conjunto de entes u


órganos que tiene a su cargo, y tienen principalmente la tarea de hacer cumplir las
leyes y corresponde al Derecho Administrativo su regulación para su eficaz
funcionamiento. Es entendida desde dos sentidos diferentes, un sentido objetivo
como actividad, tarea o función del Estado, y en el sentido subjetivo como un cuerpo
o conjunto de entes y órganos ordinariamente encargados de ejercer la expresada
actividad o función.

También, nos encontramos con varias doctrinas persiguiendo el fin de la


Administración Pública, integradas por escuelas, entre las que se ubican la Escuela
Italiana representada por Guido Zanobini que afirma que la administración como “la
actividad práctica que el Estado desarrolla para atender de manera inmediata, los
intereses públicos que toma a su cargo para el cumplimiento de sus fines”; la
Escuela Alemana defendida por Otto Mayer quien se refería a la actividad total del
Estado, es decir, a la legislación, justicia y administración, todo esto bajo el término
“gobierno”, pero que con el pasar del tiempo fue cambiando su concepto y
separándose una rama de la otra, para la legislación que fuera representada por un
cuerpo de la voluntad general, mientras que para la justicia atribuirse el dominio de
los tribunales ordinarios, y que toda actividad que no fuera justicia ni legislación
fuera catalogada como administración y la Escuela Vienesa sostenida por Adolf
Merkl y Hans Kelsen proponía que toda función del Estado es función creadora del
derecho, y se vería realizado por grados, siendo así una norma jurídica regulada por
otra norma superior, y que esa norma inferior regulara el modo de creación de otra
norma jurídica subordinada a ella, fundamentándose en la pirámide de Kelsen
descrita en su obra la teoría pura del derecho, colocando a la Constitución como la
norma suprema y que las leyes serian elaboradas pautándose en los preceptos
constitucionales; perteneciendo estas dos ultimas escuelas a la Doctrina Germánica.
En la Doctrina Francesa contamos con la Escuela de Burdeaux que es expuesta por
León Duguit que trae a colación los servicios públicos siendo gerenciados por sus
gobernantes y asegurando de tal modo su funcionamiento ininterrumpido de los
mismos, no obstante, en la Escuela de Tolosa representada por Maurice Hauriou,
nos habla de que el poder público y los servicios públicos son responsables de la
administración pública, uno siendo la obra que ha realizar y el otro es el medio de
realización.

Conociendo todo esto podemos definir que el Derecho Administrativo es aquella


rama del Derecho Publico que regula la Administración Publica, sus órganos y
organismos, imperando así sus normas y reglamentos de tipo administrativo y a su
vez la relación jurídica entre estos y los individuales de la sociedad.

El origen del Derecho se remonta a la época de acontecimientos históricos como


la Revolución Francesa y la Revolución Norteamericana. Estas tuvieron un
surgimiento en la búsqueda del respeto de las libertades y garantías del ciudadano,
obteniendo así un Estado de Derecho con una soberanía plena e instituciones sólidas,
presentándose así el Derecho Administrativo como la fórmula que mantendría el
equilibrio entre el Poder del Estado frente a los derechos de sus administrados.

Por otro lado, hay características que vale la pena resaltar del Derecho
Administrativo, los cuales se mencionan: es Estatal porque opera el propio Estado
junto a la practica de su gobierno, es Dinámico porque tiene que ir actualizándose al
ritmo de las situaciones jurídicas que se presenten mejorando así cada día su eficacia;
y es un Regulador ya que mantiene la equidad entre el control del Poder del Estado
y los derechos y garantías de las personas, pero solo esto podría suceder en un Estado
democrático.

En otro orden de ideas, queremos exponer las fuentes del Derecho


Administrativo, que son: La Constitución como fuente por excelencia, consagra las
normas necesarias para el ordenamiento y desarrollo jurídico del Estado, aludiendo
a la inclusión cada día de preceptos administrativos en la Carta Magna, logrando de
tal manera una mayor jerarquía y una estabilidad mas segura de tales normas; la Ley
que, después de la Constitución, es la fuente más importante, debido a que es aquella
norma jurídica obligatoria para regular la conducta de las personas y establecer los
órganos necesarios para el cumplimiento de requeridos fines; los reglamentos son
aquellas que se declaran de forma escrita y unilateral y provienen de las autoridades
administrativas creadoras de derecho y se ubican en un grado inferior a las leyes;
mientras que los decretos son dictados con rango de fuerza de ley y establecen
normas que son propias de una ley formal, siendo adoptados por el Poder Ejecutivo
y suelen darse en situaciones sobrevenidas; también están los tratados
internacionales que son aquellos acuerdos entre países miembros de la comunidad
internacional y las resoluciones que no son más que decisiones suscritas por el
Ministro correspondiente por disposición del Presidente de la República, las
instrucciones administrativas que son aquellas pautadas por superiores que van
dirigidas a funcionarios bajo la dependencia de estos.

En el mismo contexto, tenemos la costumbre como fuente del Derecho que


sabemos que es aquella generada por la repetición constante y reiterada de un mismo
modo de obrar, con la certeza de que es jurídicamente obligatoria; la doctrina
constituye las exposiciones científicas de los estudiosos de una determinada materia,
en este caso, el del Derecho Administrativo y la jurisprudencia es esa fuente que
trata sobre los dictámenes de jurisconsultos para la creación y correcta aplicación de
la norma jurídica.

Así mismo, es relevante hablar un poco acerca de los Reglamentos, siendo ellos
una manifestación voluntaria de manera general, unilateral y formulada por el Poder
Ejecutivo, se caracterizan por ser emanados de la administración e implican la
creación de normas al crear derecho y establecer deberes para grupos de personas
que se encuentren en sucesos específicos.

Para los reglamentos, se encuentran sumergidos en una clasificación siendo así


en lo siguiente: según su vinculación de la ley tenemos a los ejecutivos cuyos son
subordinados para ser alusión frente a la situación en la que se encuentra frente a la
Ley; se menciona de igual manera a los reglamentos delegados siendo estos
proveedores de elementos jurídicos al Estado, frente a situaciones de emergencia; a
los reglamentos de necesidad que se sitúan en ser dictados al estar haciendo
presencia frente a un estado de necesidad, como desastres naturales que afecten el
entorno social y a los reglamentos autónomos que son redactados cuando existen un
“vacío legislativo” regulando de cierto modo materia propia de la Administración.

A partir de esto, podemos conseguir una segunda clasificación de los


Reglamentos, sucediendo así conforme al órgano del cual emanan: Los Reglamentos
Nacionales siendo facultados por el presidente de la República para reglamentar las
leyes sin alterar su razón de ser, los Reglamentos Estadales les corresponde a las
autoridades regionales de cada estado y por último los Reglamentos Municipales
entendiéndose puestos en marcha por los funcionarios de cada municipio.
De todo esto, se deriva la Potestad Reglamentaria, que se entiende como el poder
de estatuir por vía general siendo acordado a las autoridades administrativas. Sus
principales limitaciones son: no puede ser contravenir en ninguna circunstancia con
lo establecido en la Constitución; no pueden afectar el espíritu, propósito o razón de
la ley reglamentada; y no menos importante no pueden intervenir en la reserva legal,
significando así en los asuntos reservados a la potestad del legislador.

Otro punto a tocar es sobre la extinción de los Reglamentos, y estos pueden


extinguirse desde tres vías: por la vía ejecutiva que pueden derogarlo de manera
expresa ocurriendo cuando en un nuevo reglamento en su disposición especial dice
que éste o determinados artículos han sido derogados, y de manera tacita cuando no
exista una clausula derogatoria expresa, sino la creación de un nuevo reglamento;
igualmente tenemos la extinción por vía legislativa siendo decisión de la Asamblea
Nacional y la vía judicial tomada por el Tribunal Supremo de Justicia.

Para concluir, tocaremos el punto de los contratos administrativos, que, de


acuerdo a nuestra jurisprudencia venezolana, se clasifican en tres clases: los
excepcionales que son aquellos que requieren para su validez una intervención
previa o a posteriori del órgano legislativo, los especiales que necesitan para
celebrarse la intervención del Consejo de Ministros, y los ordinarios que solo están
permitidos directamente a los órganos públicos en ejercicio de la función
administrativa.
Bibliografia

- Temario de Derecho Administrativo – Iraida Fermín de Izaguirre


-
https://prodavinci.com/concepcion-y-desarrollo-del-estado-moderno-venezolano-a-lo-
largo-del-siglo-xx/
https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20201113/49383261035/separacion-
poderes-garantia-democratica.html

Temario de Derecho Administrativo - Iraida Fermín de Izaguirre

Manual de Derecho Administrativo - Eloy Lares Martínez

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