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Derecho Administrativo.

Las Funciones del Estado.

Las funciones del Estado y su relación con las atribuciones del mismo, se puede iniciar a
conocer con los siguientes conceptos:

Con el concepto de atribuciones del Estado, encontramos el de las funciones del mismo.

El concepto de atribuciones comprende el contenido de la actividad del Estado; es lo que


el Estado puede o debe hacer.

El concepto de función se refiere a la forma de la actividad del Estado. Las funciones


constituyen la forma de ejercicio de las atribuciones.

Será fácil apreciar la relación que guardan las atribuciones con las funciones legislativa,
administrativa y judicial, estudiando el papel que juega cada una de las últimas en la
realización de las primeras.

1. Respecto a las atribuciones que se refieren a la reglamentación de las actividades de


los particulares, la función legislativa constituye el medio de realizar esa regulación,
puesto que ella se hace por normas generales de derecho.

La función administrativa interviene muy poco en esta categoría. Aunque se pueden


señalar algunos casos como:

- Funciones administrativas que se presta el servicio del registro civil que da validez,
publicidad y certidumbre a esas relaciones.
- Los registros de propiedad y de comercio, cuyas actuaciones son también
administrativas
- El servicio notarial
La intervención de la función administrativa va creciendo a medida que la legislación civil
se va transformando de supletoria en imperativa.

También es la función legislativa un medio para desarrollar esas atribuciones; ella se


encarga de organizar las empresas que el Estado ha de asumir, la competencia de los
agentes públicos en esas empresas, y la situación de los particulares que se han de
relacionar con ellas, pues el funcionamiento de las empresas se verifica por actos
materiales y jurídicos de alcance individual.

El estudio de la teoría de las funciones del Estado requiere como antecedente


indispensable el conocimiento, aunque sea en forma sumaria, de la teoría de la división
de Poderes que es de donde aquélla deriva.

La división de Poderes, expuesta como una teoría política necesaria para combatir el
absolutismo y establecer un gobierno de garantías, se ha convertido en el principio básico
de la organización de los Estados constitucionales modernos.

Desde el primer punto de vista, la separación de Poderes implica la separación de los


órganos del Estado en tres grupos diversos e independientes unos de otros, y cada uno
de ellos constituido en forma que los diversos elementos que lo integran guarden entre sí
la unidad que les da el carácter de Poderes.

Desde el segundo punto de vista, la separación de Poderes impone la distribución de


funciones diferentes entre cada uno de los Poderes; de tal manera, que el Poder
Legislativo tenga atribuido exclusivamente la función legislativa; el Poder Judicial, la
función judicial, y el Poder Ejecutivo, la administrativa.

Las funciones del Estado, consideradas con independencia del órgano que las realiza, se
exteriorizan por medio de actos de distinta naturaleza: unos que producen consecuencias
jurídicas y otros que sólo producen consecuencias de hecho.

El Estado al expedir leyes, dictar sentencias, dar órdenes administrativas, afecta el orden
jurídico existente.

La Función Legislativa.
La autoridad y el imperio del Estado se evidencian en el ejercicio de la función legislativa,
al imponer patrones de actuación a la conducta externa humana a través de normas
generales, abstractas, impersonales, obligatorias y coercitivas; en ejercicio de dicha
función el Estado crea, modifica, adiciona, deroga y abroga la ley.

Como cualquier otra función del Estado, la legislativa lo puede ser en sentido formal y en
sentido material; hablamos de función formalmente legislativa cuando es ejercitada por los
órganos específicamente previstos por la Constitución para tal efecto; La función
legislativa, desde el punto de vista formal, es la actividad que el Estado realiza por
conducto de los órganos que de acuerdo con el régimen constitucional forman el Poder
legislativo.

La función materialmente legislativa será, sin importar el órgano que la ejerza, la que
produzca normas jurídicas generales, abstractas, impersonales, obligatorias y coercitivas,
que son no únicamente las leyes emitidas por el Congreso, sino también los reglamentos
expedidos por el Poder Ejecutivo en ejercicio de la facultad que le confiere la fracción I del
artículo 89 constitucional, y los reglamentos interiores en materia administrativa, de
carrera judicial, de escalafón y régimen disciplinario del Poder Judicial de la Federación,
expedidos por el Consejo de la Judicatura Federal, en ejercicio de la atribución que le
asigna la fracción II del artículo 81 de la Ley Orgánica del Poder Judicial federal; así como
los bandos de policía y gobierno y los reglamentos aprobados por los ayuntamientos, con
base en la fracción II del artículo 115 constitucional.

La función legislativa lo es en el doble sentido formal y material, siempre que sea producto
de la actividad del Poder Legislativo y se traduzca en leyes o normas jurídicas de carácter
general, abstracto, impersonal y coercitivo.

La Función Jurisdiccional.

La numeración primaria de las funciones del Estado incluye la función jurisdiccional, la


cual también admite la distinción de formalmente jurisdiccional, que en el ámbito federal
viene a ser la realizada mediante los órganos depositarios del Poder Judicial previstos en
el artículo 94 constitucional, a saber: Suprema Corte de Justicia, Tribunal Electoral,
tribunales colegiados y unitarios de circuito, y juzgados de distrito; en tanto que la función
materialmente jurisdiccional tiene por objeto  declarar el derecho, aplicar la ley en caso de
controversias o conflictos suscitados entre los particulares, entre éstos y los órganos del
Estado, así como en los surgidos entre los órganos del Estado, mediante la resolución
respectiva contenida generalmente en la sentencia, que asume fuerza de verdad
definitiva.

La función jurisdiccional, en su sentido material, es ejercida no sólo por los órganos


depositarios del Poder Judicial, sino también por los de los poderes Legislativo y
Ejecutivo; así, por ejemplo, el Senado de la República asume el ejercicio de la función
materialmente jurisdiccional cuando se erige en jurado de sentencia para conocer en
juicio político de las faltas u omisiones que cometan los servidores públicos y que
redunden en perjuicio de los intereses públicos fundamentales y de su buen despacho.

A su vez, el presidente de la república, en su carácter de depositario del Poder Ejecutivo,


también asume el ejercicio de la función materialmente jurisdiccional, por ejemplo, al
conceder, en los términos previstos en las leyes, indultos a los reos sentenciados por
delitos de la competencia de los tribunales federales.

La Función Administrativa.

En contraste con la legislativa y la jurisdiccional que se pueden considerar funciones


públicas intermitentes, la función administrativa requiere de ejercicio permanente y
constante; prueba de ello es que los órganos legislativos se reúnen sólo durante sus
periodos de sesiones y los órganos judiciales actúan dentro de ciertos horarios en
determinados días de la semana en ejercicio de sus funciones, mientras que las funciones
administrativas se desempeñan, en ciertos casos, permanente y constantemente, así las
corporaciones policiales, por ejemplo, actúan en el mantenimiento del orden público y de
la seguridad pública las veinticuatro horas de todos los días del año.

La función administrativa, como todas las funciones públicas, tiene por objeto la
satisfacción de necesidades públicas, distintas de las necesidades de carácter general,
suma de muchas necesidades individuales, en las que podemos identificar nuestra propia
necesidad; el ejercicio de la función administrativa implica el cumplimiento del mandato
legal con miras al logro de los fines del Estado, concretamente del bien público, del
establecimiento y mantenimiento de la paz y del orden públicos.

En principio, la función administrativa pertenece formalmente al órgano depositario del


Poder Ejecutivo, sin perjuicio de que los depositarios de los otros poderes la ejerciten
materialmente.

Las Funciones en la Constitución Mexicana.


Los aspectos que revisten las funciones del Estado, el formal y el material, es necesario
utilizar los conocimientos allí expuestos para tener una idea exacta de los temperamentos
y excepciones con que nuestro sistema constitucional ha adoptado el principio de
separación de Poderes.

Al efecto, debemos aclarar que entendemos por temperamentos los casos en los cuales
existe colaboración de varios Poderes en la realización de una función que, materialmente
considerada, sólo debiera corresponder. Uno de ellos, y por excepciones, aquellos en los
cuales falta coincidencia entre el carácter material y el carácter formal de la función.
Con referencia a las disposiciones constitucionales relativas al Poder Legislativo,
tomaremos, en primer término las contenidas en el artículo 73 que señala las facultades
del Congreso, funciones formalmente legislativas.

La Constitución ha adoptado respecto de los Estados y Territorios (Título V y art. 73, frac.
VI), a un caso concreto, el del nuevo Estado o Territorio que se admite a la Federación.

Por tanto, se trata de un acto que determina una situación jurídica para un caso individual
y consecuentemente debe reputarse como materialmente administrativo.

Cuando un Estado se incorpora a la Federación, o cuando un Territorio se transforma en


Estado, o un Estado surge con elementos de los ya existentes, el acto por virtud del cual
se hace la incorporación, transformación o segregación no enumera las facultades y
obligaciones que el nuevo Estado tendrá ni las normas a que habrán de sujetarse los
vecinos de él, puesto que no se trata de crear un orden jurídico nuevo sino que va a ser
aplicado el régimen establecido de antemano en el capítulo denominado "De los Estados
de la Federación" y en las demás disposiciones relativas.

En la Constitución se establecen las redes normativas que dan soporte al Estado y


propiamente nos indica las facultades del congreso en el art. 73 Constitucional y su
función administrativa.

Conclusiones.
La Administración del Estado puede entenderse como un instrumento donde el
gobierno realiza su función. Se constituye por un conjunto de órganos u
organismos creados para realizar esa función. Se visualiza como un conjunto de
funciones públicas.

Bibliografía.
Gabino, Fraga, Derecho Administrativo, Editorial Porrúa.
Constitución de los Estado Unidos Mexicanos.
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/4/1920/8.pdf

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