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INTRODUCCIÓN
Mediante la práctica Continuada del role-playing los alumnos exploran los sentimientos,
actitudes, valores y percepciones que influyen en su conducta, a la vez que se sienten
forzados a descubrir y aceptar el rol de los demás. La mejora de la capacidad de
resolución de conflictos, así como la asunción de las consecuencias que se derivan de
la toma de decisiones son también aspectos trabajados en role-playing.
Es decir, el problema que se plantee debe ser «abierto», pudiendo dar lugar a posibles
interpretaciones y soluciones. La presencia de distintos personajes permitirá introducir
puntos de vista distintos y lecturas diferentes ante el mismo suceso.
Los juegos de roles, juegos simulados o role-playing como también son conocidos, son
aquellos en dónde uno o más jugadores desempeñan o simulan un determinado papel
o personalidad.
Por su parte Emunah (1994) decía que el role-playing o juego de rol es:
Por lo tanto, consiste en una técnica que no solo involucra a los actores, también al
público observador. El objetivo es transmitir una enseñanza, un valor, de una situación
ocurrida en el pasado o en el presente. De esta forma puede ayudar a fomentar la
convivencia en el centro escolar, a aprender de manera más fácil un hecho histórico o a
fomentar la participación en grupo.
Las dinámicas en grupo o role playing nacen con el fin de ayudar a que los alumnos
desarrollen de forma adecuada sus habilidades sociales, la percepción de sí mismos,
su autonomía y que aprendan a socializar con los demás en un entorno tolerante y
empático.
2.1.1 Role playing
INTRODUCCION
El role playing en el aula constituye una herramienta de aprendizaje activo que permite
a los alumnos asimilar los conceptos de una forma más práctica y amena. En este
caso, los alumnos pasan a ser actores activos y el profesor tan solo se encarga de dar
las herramientas necesarias para llevar a cabo el role playing.
Se trata de una técnica aplicable a todos los niveles educativos que aumenta la
motivación y el interés de los alumnos, así como también mejora capacidades como la
empatía y el trabajo en equipo.
Esta técnica educativa con la que se experimentan nuevos roles individuales dentro de
grupos sociales figurados, comenzó su andadura dentro de la rama educativa infantil
durante los años 60, perfeccionándose hasta nuestros días. En ella, dentro de una
dinámica grupal, todos los participantes son intérpretes y espectadores durante el
proceso. Un proceso donde se estimula la improvisación, la creatividad, la capacidad
de adaptación a nuevos entornos y situaciones, la resolución de conflictos, toma de
decisiones o el espíritu crítico.
Tras estas primeras fases de preparación del Role-Playing, se dejará paso a los
alumnos, quienes deberán llevar a cabo la dramatización. Siempre tratando de
favorecer el diálogo y la resolución de problemas. A mejor y más completa información
aportada por el docente, mejor será la simulación por parte del grupo y sus resultados
finales.
Para finalizar el Role-Playing, se deberá realizar una fase de debate, donde de manera
conjunta se analizarán los resultados de la dramatización. Se recabarán opiniones de
quiénes han sido espectadores, y sensaciones de los actores protagonistas del nuevo
rol. En esta última fase, el docente ejercerá de moderador del debate, planteando
alternativas a las resoluciones de conflictos aportadas y fomentando el debate
El Role-Playing no solo es una técnica de gran valor por trasladar al aula situaciones
propias de la realidad que servirán al alumno para aplicarlas en su vida futura, también
supone beneficiar la participación del alumno y fomentar su implicación y atención
dentro del grupo, de una forma amena y lúdica. Un método de gran versatilidad,
aplicable y adaptable tanto para la Educación Infantil, como en Primaria y Secundaria.
Si quieres saber qué es realmente un curso homologado te lo contamos.
INTRODUCCION
El desarrollo infantil no es una ciencia exacta, algunos niños pueden crecer a ritmos
diferentes que otros, pero puede servir como guía para los pasos normales del
desarrollo. El estudio del desarrollo infantil suele limitarse a sujetos comprendidos entre
la infancia y la adolescencia tardía.
El desarrollo infantil puede servir como guía para los pasos normales del desarrollo.
Los procesos físicos que ocurren para llevar a un niño desde el nacimiento hasta la
edad adulta son tremendos. Al nacer, los niños están casi completamente indefensos,
mientras que en la edad adulta un niño puede crecer hasta cinco veces su altura
original y más de 20 veces su peso al nacer.
El estudio del desarrollo físico también busca comprender las dolencias y lesiones que
pueden afectar el desarrollo, sus causas y posibles curas.
El desarrollo infantil se preocupa por qué algunos niños crecen a ritmos diferentes que
otros.
El desarrollo mental y psicológico son otra fuente importante de investigación y estudio
en el campo. El desarrollo mental puede referirse a cambios en el intelecto y la
capacidad de la memoria, así como al desarrollo de habilidades motoras como el habla
y la coordinación ojo-mano.
El estudio del desarrollo infantil está asociado con muchas otras áreas de investigación
médica y de salud mental. Los problemas del desarrollo pueden surgir de una variedad
de fuentes, incluida la disposición genética, lesiones, enfermedades infantiles, traumas
de nacimiento, traumas físicos o mentales durante la niñez y desequilibrios químicos en
el cerebro.
Con este énfasis generalizado, los investigadores del desarrollo infantil pueden tener
diversos antecedentes médicos y de salud mental que les permitan especializarse en el
tratamiento o la investigación de un conjunto particular de problemas.
Recuperado de https://facultadeducacion.uft.cl/blog-fepf/vygotsky-y-la-educacion-
actual/#:~:text=Para%20Vygotsky%20el%20pensamiento%20del,la%20maduraci
%C3%B3n%20determine%20totalmente%20el
Por lo tanto, el desarrollo infantil consiste en una sucesión de etapas o faces es en las
que se dan una serie de cambios físicos y psicológicos, que van a implicar en el
crecimiento del niño.
Los niños se desarrollan más durante los primeros 5 años que en cualquier otra etapa
de desarrollo. El desarrollo infantil es un término que identifica como los niños
aumentan sus capacidades para hacer cosas más difíciles. Al crecer, los niños
aprenderán y dominar destrezas como hablar, brincar, y atarse los zapatos. Ellos
también aprenderán como dirigir sus emociones y formar amistades y conexiones con
otros.
Los niños desarrollan habilidades en 4 áreas principales:
1. Desarrollo cognitivo (Aprendizaje y Pensamiento)
Es la capacidad del niño para formar relaciones. Esto incluye ayudar a sí mismos y el
manejo de sus emociones. – A las seis semanas de edad un bebé sonríe. A los 10
meses de edad un bebé hace gestos para decir hola y adiós. A los cinco años de edad
sabe cómo tomar turnos en los juegos de la escuela.
4. El desarrollo físico
Esta es la capacidad del niño para utilizar los músculos menores, específicamente sus
manos y dedos. Un bebé de 9 meses y utilizará el dedo y el pulgar para recoger un
cereal. Un niño de tres años puede utilizar tijeras para cortar a través de una hoja de
papel.
2.1.3 Tipos de role playing.
Introducción.
Es deseable que el niño tenga al menos una hora diaria de actividad física (caminar,
correr, bailar, brincar, jugar futbol, practicar gimnasia). Es por ello que los padres tienen
un rol importante en el juego y pueden alentar a sus niños proporcionándoles
materiales interesantes que promuevan la exploración y el aprendizaje. Jugar con los
hijos les ayuda a aprender a manipular materiales, a usar juguetes y a imitar nuevas
acciones según sus singularidades.
Antes de iniciar la descripción de los diferentes tipos de juego conviene tener en cuenta
las siguientes precisiones:
1. Una vez que aparece un nuevo tipo de juego no desaparecen los anteriores. Al
contrario, el juego anterior avanza, se perfecciona y normalmente pasa a estar al
servicio del juego posterior.
2. La secuencia de aparición de los tipos de juegos es invariable, en todos los
niños sigue el mismo orden. Pero varia en la edad de inicio.
Tipos de juegos
Juego funcional o de ejercicio: Son aquellos que son propios del estado
sensoriomotor, y por lo tanto de los dos primeros años de vida y son aquellos que
consiste en repetir una y otra vez una acción por el puro placer de obtener el resultado
inmediato.
Por ejemplo, como el mover la cajita de música, el sonajero, etc. en el cual buscan
fomentar los sentidos: oír, morder, escuchar, ver, tocar, chupar. También en esta etapa
de juego el niño manipula con sus manos o necesita moverse de un lugar a otro,
ejemplo con una pelota. Estas actividades ayudarán a los niños a alcanzar un buen
desarrollo sensoriomotor durante sus tres primeros años de vida.
Estas acciones se pueden realizar tanto con objetos como sin ellos.
El desarrollo sensorial.
La coordinación de los movimientos y los desplazamientos.
El desarrollo del equilibrio estático y dinámico.
La comprensión del mundo que rodea al bebe (que los objetos no desaparecen,
que las cosas suceden por causa-efecto, que los objetos se pueden combinar
entre ellos, etc.)
La autosuperación: cuanto más se practica, mejores resultados se obtienen.
La interacción social con el adulto de referencia.
La coordinación ocular-manual
Juego simbolico.
Es el juego al que nos referimos como juego simbólico, que incluye los distintos
sistemas de representación simbólica que utilizamos para darle sentido y comunicar el
significado. Por esta razón, un nombre alternativo para este tipo de juego puede ser el
juego “semiótico”. Este tipo de juego surge en los niños cerca de los 12 meses de
edad, cuando empiezan intencionalmente a usar sonidos para expresar un significado
(aunque podría argumentarse que juegan con sonidos, cuando balbucean a una edad
más temprana y también con gestos que usan para expresar significado durante el
primer año de vida).
En si el juego simbolico es propio del estado preoperacional, por lo tanto, entre los 2 y
6/7 años, es el que consiste en simular situaciones, objetos y personajes que no están
presentes en el modo del juego.
Aquí los juegos son fundamentalmente simbólicos. En este momento los niños cuando
juegan están imitando a los adultos y es de este modo como van comprendiendo el
mundo que les rodea. Thió de Pol, Fusté, Martín, Palou y Masnou (2007) defienden el
interés por promover el juego simbólico ya que posee grandes funciones cognitivas,
sociales y afectivas.
Algunos de los beneficios que aporta al desarrollo de los niños, a nivel general, serian:
Como bien afirma Ortega Ruiz (1992), Piaget considera que entre estos dos tipos de
juego comentados hasta el momento (el juego motor y el juego simbólico) hay un
“innegable parentesco” pues entre ellos hay una gran relación-
Sin embargo, aunque estos son los juegos que caracterizan a cada etapa según
Piaget, hay dos tipos de juego que son también muy comunes, que son el juego de
construcción y el juego de experimentación
Juego de reglas.
Habitualmente creemos que solo existen reglas en los juegos colectivos, como es el
caso de los deportes o los juegos de mesa. Sin embargo, las reglas están presentes en
el juego del niño mucho antes, por ello el uso de las reglas aparece mucho antes de
que el niño llegue a las operaciones concretas a partir de los 6 o 7 años.
Por ello los niños pequeños están muy motivados por la necesidad de darle sentido a
su mundo y, parte de ello hace que estén muy interesados en las reglas. Desde muy
temprana edad, los niños empiezan a disfrutar de los juegos con reglas que ellos
inventan sus propias reglas. Estos incluyen juegos físicos tales como juegos de
persecución, las escondidas, lanzar y cachar la pelota, etc.
Hassinger-Das et al. (2017) considera cómo los juegos pueden sustentar el aprendizaje
de los niños de forma similar al de los adultos, así como promover la curiosidad e
inhibir la realidad.
A partir del uso de esas primeras reglas decididas y utilizadas por los jugadores en el
juego simbolico, los niños pueden empezar a realizar otros juegos con reglas con la
participación o no del adulto. En estos juegos de reglas los jugadores saben antes de
iniciar el jugo lo que cada uno debe de hacer.
De todas maneras, existen diferencias entre el juego de reglas que desarrollan los
niños mas pequeños y el que desarrollo los mayores:
a) En el caso de los niños más pequeños, los niños juegan por su cuenta, sin
considerar las acciones de los demás. Ganar solo sirve para volver a empezar el
juego.
b) Los mayores se organizan para alcanzar la meta teniendo en cuenta las
acciones de los otros y tratando de impedirlas o dificultarlas.
Son elementos socializadores que enseñan a los niños y niñas a ganar o perder,
turnos y normas y considerar las opiniones o acciones de los compañeros de
juego.
Son también fundamentales en el aprendizaje de distintos tipos de
conocimientos y habilidades.
Favorecen el desarrollo del lenguaje, la memoria, el razonamiento, la atención y
la reflexión.
Puede ser que simplemente los aspectos sociales de los juegos aumentan la
motivación y la participación y por consiguiente aumentan cualquier resultado potencial
de desarrollo. O la interacción social en un contexto de juego puede ser beneficiosa
para aspectos más amplios en el ámbito social. El elemento de resolución de
problemas en algunos juegos, con los inevitables patrones iterativos de
comportamiento allí inducidos, puede apoyar el desarrollo de estrategia mental y un
estudio meta cognitivo, que, a cambio, amplía el pensamiento creativo. Como en todo
el campo de investigación sobre el juego, hay mucho aún por descubrir.
Juego de construcción.
Romero y Gómez (2008) afirman que el juego de construcción comienza alrededor del
primer año y lo definen como “un conjunto de acciones coordinadas hacia un fin
específico –crear elementos más próximos a la realidad- donde los materiales
utilizados cobran especial relevancia” (p. 42). Estos además afirman que cuando un
niño construye un elemento de la realidad no la está representando, sino que está
imitando la realidad, de modo que ya necesita tener cierto conocimiento sobre ella.
El juego de se realiza simultáneamente a los demás tipos de juegos. Primero, los niños
apilan un objeto encima de otro, perfeccionando únicamente la acción. Posteriormente,
la construcción se hace, a veces, para hacer una forma simbólica, (un avión, una
cacita, un garaje para los coches) superando los 6 años el niño suele construir para así
poder ejercitar otras capacidades cognoscitivas.
Al inicio los niños hacen sus construcciones individualmente, sin en cambio cuando son
más mayores puede participar en el mismo proyecto en común.
Y Los niños se sienten orgullosos de sí mismos cuando concluyen una tarea durante el
juego constructivo. Los niños que ganan confianza manipulando objetos se hacen
buenos en crear ideas y trabajar con números y conceptos
Potencia la creatividad.
Facilita el juego compartido.
Desarrolla la coordinación ocular-manual.
Aumenta el control corporal durante las acciones.
Mejora la motricidad fina: levantar, manipular, presionar con cuidado.
Aumenta la capacidad de atención y concentración.
Facilita la comprensión y el razonamiento espacial: arriba-abajo, dentro-fuera, a
un lado-a otro, encima-debajo.
Desarrolla las capacidades de síntesis y de análisis.
Juego de roles.
Juego de experimentación.
Este juego les gusta a los niños desde sus primeros meses de vida que ya intentan
descubrir el mundo que les rodea. Thió y otros (2007) afirman que “cuando uno o varios
niños por propia iniciativa se ponen a actuar libremente con objetos inespecíficos de su
entorno manipulándolos, combinándolos, interactuando con ellos, se dice que realizan
actividades exploratorias, pero, como se lo pasan bien, en las escuelas hablamos de
juego de experimentación” (p 144).
Juego libre.
En los primeros meses de la infancia, desde el nacimiento hasta alrededor de los tres
meses, el niño está ocupado en el juego libre. A esta edad los niños hacen
movimientos al azar sin un propósito claro, esta es la forma inicial de jugar.
Juego solitario.
De los tres a los 18 meses, los bebés pasan gran parte de su tiempo jugando por su
cuenta. Durante el juego solitario, los niños están muy concentrados en su propio juego
y parecen no notar la presencia de otros niños sentados a su lado o que estén jugando
cerca. Están explorando su mundo, observando, agarrando y sacudiendo objetos. El
juego solitario comienza en la primera infancia y es común en los niños pequeños. Esto
se debe a las limitadas habilidades sociales, cognitivas y físicas de los niños pequeños.
Sin embargo, es importante que todos los grupos de edad tengan tiempo para jugar por
sí mismos.
Juego de espectador.
El juego del espectador ocurre más a menudo durante los 12 a 36 meses, el niño mira
a otros niños jugar y así aprende a relacionarse con los demás y a comunicarse de
diferentes maneras. Aunque los niños pueden hacer preguntas a otros niños, no se
esfuerzan en hacerlo, simplemente miran. Este tipo de juego por lo general comienza al
año de edad, pero puede tener lugar a cualquier edad.
Juego paralelo.
Desde la edad de 18 meses y hasta los dos años, los niños comienzan a jugar junto
con otros niños sin ninguna interacción. Esto se llama juego paralelo. El juego paralelo
les brinda a los niños oportunidades para hacer juegos de rol, como vestirse y
representar. También ayuda a los niños a construir la idea de pertenencia “mío".
Comienzan a mostrar su necesidad de estar con otros niños de su misma edad.
Aunque el juego paralelo se encuentra generalmente en los niños pequeños, puede
suceder en cualquier grupo de edad.
Juego asociativo:
Cuando los niños tienen alrededor de tres a cuatro años de edad, se interesan más en
otros niños que en los juguetes. Empiezan a socializar. El juego asociativo ayuda a los
niños de prescolar a aprender qué hacer y qué no hacer y qué pueden conseguir junto
a otros. El juego asociativo enseña el arte de compartir, estimula el desarrollo del
lenguaje, la capacidad de resolver problemas y la cooperación. En el juego asociativo,
los grupos de niños tienen metas similares. No establecen reglas, aunque todos
quieren jugar con los mismos tipos de juguetes e incluso pueden comerciar con ellos.
No existe una organización formal.
Juego social.
Desde los tres años los niños empiezan a socializar con otros niños. Al interactuar con
ellos en entornos de juego, aprenden reglas sociales como dar, recibir y cooperar. Los
niños son capaces de compartir juguetes e ideas.
Juego expresivo.
Algunos tipos de juegos ayudan a los niños a aprender a expresar sentimientos. Aquí
se usan muchos materiales diferentes, pueden incluir pinturas, crayones, lápices de
colores y marcadores para dibujar o escribir. También pueden usar elementos tales
como arcilla, agua y esponjas para experimentar diferentes texturas. Las bolsas de
fríjoles, los bloques de golpear y los instrumentos de ritmo son juguetes para el juego
expresivo. Los padres pueden tomar un papel activo en el juego expresivo usando los
materiales junto a sus niños.
Para finalizar el juego es una parte esencial y crítica del desarrollo de todos los niños.
El juego comienza en la infancia e idealmente, continúa a lo largo de su vida el juego
es la manera en que los niños aprenden a socializar, a pensar, a resolver problemas, a
madurar y lo más importante, a divertirse. El juego conecta a los niños con su
imaginación, su entorno, sus padres, su familia y el mundo.
La participación de los padres en el mundo del juego del niño no sólo es beneficiosa
para el niño, sino que es extremadamente beneficiosa para el padre. Jugar con los
niños establece y fortalece los vínculos que durarán para siempre. El juego de padres e
hijos abre las puertas para el intercambio de valores, aumenta la comunicación, permite
momentos de enseñanza y ayuda en la resolución de problemas. Jugar proporciona
oportunidades para que el padre y el niño puedan confrontar y resolver las diferencias
individuales, así como las preocupaciones y asuntos relacionados con la familia.
Finalmente, permite al padre ver el mundo a través de los ojos de un niño una vez más
El juego es esencial para para aprender las habilidades para la vida durante el
desarrollo infantil. Jugar es una de las principales ocupaciones de los niños, y es
importante para su desarrollo y para que se unan con otros niños. Es también una
oportunidad para que los padres se conecten con sus hijos. A medida que los niños
crecen, el juego les ayuda a aprender y actuar en la sociedad. El juego ocurre de
manera espontánea desde que el niño es un bebé, así como es un mecanismo
agradable y espontáneo que le ayuda a aprender habilidades sociales y motoras y a
desarrollar el pensamiento cognitivo.
El juego es necesario para el desarrollo saludable del niño. El 75% del desarrollo
cerebral ocurre después del nacimiento, el juego ayuda con ese desarrollo estimulando
el cerebro a través de la formación de conexiones entre las células nerviosas. Este
proceso ayuda con el desarrollo de habilidades motoras finas y gruesas. Las
habilidades motoras finas son acciones tales como ser capaz de sostener un crayón o
un lápiz. Las habilidades motoras gruesas son acciones como saltar o correr. Jugar
ayuda también a los niños a desarrollar el lenguaje y les permite aprender a comunicar
emociones, a pensar, a ser creativos y a resolver problemas.
Jugar con los niños construye vínculos afectivos duraderos, permitiendo a los padres
apreciar la singularidad de cada niño, así como también es un reductor de estrés para
el exceso de trabajo. Reírse y relajarse es importante tanto para el bienestar de los
niños como para el de los adultos.
Hay tres aspectos que caracterizan la concepción del desarrollo. En primer lugar, el
desarrollo cognitivo, lingüístico, social y afectivo de los niños. En segundo lugar, el
desarrollo no tiene como tal un principio definitivo y claro, es decir, no inicia desde cero.
Y, en tercer lugar, el desarrollo no parece tener una etapa final, en otras palabras,
nunca concluye, siempre podría continuar. Estas tres características resultan
fundamentales para la concepción que se propone sobre desarrollo y tienen diversos
tipos de implicaciones.
El Role Playing o juego de roles es una actividad cultural (Vigotsky, 1995) que permite
que los niños avancen en el camino de la adquisición de la experiencia cultural
(Solovieva y Quintanar, 2012). Y se usan medios culturales, objetos, dibujos, lenguaje,
que se transforman de medios externos a medios internos los cuales mediatizan la
psique en la actividad de juego. El desarrollo psicológico de los niños depende de la
adquisición e interiorización de la experiencia durante su participación en el juego.
Al observar a los niños podemos comprobar que, a medida que crecen, juegan de una
manera diferente y que hay una evolución del juego a través del desarrollo infantil.
El autor Jean Piaget ha establecido unos estadios evolutivos en los que predomina,
una determinada forma del juego. La secuencia establecida por Piaget es la siguiente:
Piaget propuso que el desarrollo cognoscitivo sigue una secuencia invariable, es decir,
todos los niños pasan por las cuatro etapas en el mismo orden, ya que no es posible el
omitir ninguna de ellas. Las etapas se relacionan generalmente con ciertos niveles de
edad.
En cada etapa se supone que el pensamiento del niño es cualitativamente distinto al de
los restantes. Una vez que el niño entra en una etapa no retrocede a una forma anterior
de razonamiento ni de funcionamiento.
Actualmente, en la primera infancia se reconoce la importancia del juego de roles
sociales para el desarrollo psicológico infantil tanto en el ámbito de la psicología como
en el de la educación (Solovieva y Quintanar, 2012; González-Moreno, Solovieva y
Quintanar, 2014; González-Moreno, 2015, 2016, 2019; Hakkarainen y Bredikyte, 2015).
En el juego, los niños aprenden a someter sus propios deseos a las exigencias que se
les plantean. El juego es una actividad colectiva que impulsa a seguir una serie
de normas sociales. De esta manera, los niños siguen las reglas, y se hace lo
que el juego exige. En la actividad lúdica se garantiza un sistema de actividad
que ayuda al niño a ampliar sus propios límites y posibilidades y contener otros,
es así como se va desarrollando la personalidad.
Es por ello que se consideran importantes las acciones pedagógicas desde las
primeras etapas. De esta forma, se ayuda a que los niños alcancen un mayor nivel de
habilidad efectivas en la relación que establecen con ellos mismos, con los demás y
con el mundo, logrando que se mejora su calidad de vida y se evitan problemas de
aprendizaje y comunicación; también se impacta positivamente el desarrollo de su
personalidad y se contribuye a que puedan enfrentar y afrontar con mayor facilidad los
retos que impone el contexto socio-cultural.
En el momento en que alcanza aquel nivel de desarrollo, cuando en cierto grado puede
someter sus acciones a un objetivo determinado, entonces se puede decir que dio un
paso importante hacia la asimilación consciente de los conocimientos y las habilidades
complejas en las condiciones de la enseñanza escolar (Neverovich, citado por
Solovieva & Quintanar, 2010, p. 189).
El juego se convierte en escuela para la vida. Naturalmente, el niño no juega a fin de
prepararse para la vida, sino que en el juego adquiere por sí mismo esa preparación,
porque regularmente siente la necesidad de estar jugando, precisamente en aquellos
actos que, aunque nuevos, todavía no se han convertido en costumbre. En el juego se
desarrolla y se prepara para su posterior actividad. El niño juega porque se desarrolla y
se desarrolla porque juega. El juego es la práctica de su desarrollo (Rubinstein, 1967,
p. 651).
La noción del desarrollo nos lleva a pensar que es un proceso en el que nunca hay un
final, siempre hay reorganizaciones que llevan a transformar el conocimiento y esto
también sucede con las relaciones afectivas y sociales. En ninguno de estos casos se
tienen límites que permitan establecer que ya no habrá más cambios. Todos creemos
que ya habíamos comprendido todo de manera definitiva y de pronto recibimos otra
información que cuestiona el conocimiento que teníamos y nos deja inquietos.
Esta característica del desarrollo y del funcionamiento no es sólo propia de los niños, ni
se da exclusivamente en la infancia, está presente a lo largo del ciclo de la vida.
Y se caracteriza por:
Esta edad es de gran importancia para el desarrollo posterior del niño en la etapa
escolar. No obstante, en la práctica dentro del aula de clase se da más valor a la
introducción de la lectura y la escritura sin reflexionar en el desarrollo del niño a nivel
psicológico.
Para Vigotsky “el juego temático de roles sociales es la fuente del desarrollo del niño y
crea la zona de desarrollo próximo” (1984, p. 74). En este juego, el niño siempre se
comporta arriba de su propia edad. Cuando el adulto le ayuda al niño a tomar los roles
en el juego, se amplía su zona de desarrollo próximo. Es así como el juego de roles se
constituye en una actividad transitoria que pasa de ser compartida dependiente hacia la
realización independiente de acciones porque el niño juega de acuerdo con su propio
deseo. Aquí, las acciones lúdicas se hacen más complejas.
El juego de roles no puede surgir sin un desarrollo previo tanto del juego de
manipulación de objetos, que constituye la generalización y la abstracción de las
acciones objétales y su uso con sentido social, como del juego simbólico que implica la
posibilidad de generalizar las acciones adquiridas dentro del juego objetual (Solovieva
& Quintanar, 2012)
En este proceso, los objetos transforman su significado porque al principio son usados
como objetos de acuerdo con el uso cultural que se les da en la sociedad, pero
después empiezan a transformarse en sustitutos de otros de forma variada y creativa.
Asimismo, “el juego es un rol en desarrollo, las reglas son la escuela de la voluntad (el
trabajo del escolar) y la situación imaginaria o ficticia es el camino de la abstracción”
(Vigotsky, 1997, p. 88).
En conclusión, se puede decir que inicialmente surge una acción simbólica aislada
cuando el niño propone sustituir un objeto por otro, después el niño logra relacionar
entre si dos acciones, después surgen vínculos de acciones imaginarias, a
continuación, surge el nivel simbólico desarrollado por iniciativa propia del niño. Este es
el nivel óptimo para involucrar al niño en el juego de roles sociales, para incluirlo así en
la interacción amplia con otros niños (Solovieva & Quintanar, 2012).
Por medio del juego de roles el niño asimila la esencia de las relaciones sociales y se
contribuye con su desarrollo emocional, lo que tiene impacto en su personalidad
reflexiva. Esta actividad organiza la actividad cognitiva del niño. Siempre son juegos
creativos que se garantizan con una serie de condiciones. Para su desarrollo, se
considera el interés del niño y su edad psicológica.
En el juego de roles, los niños representan diversas situaciones imaginarias que hacen
parte de la vida real y de la fantasía. La imaginación tiene un gran significado no solo
para la actividad escolar, sino también para la educación de la personalidad creativa
(Talizina, 2009). La imaginación se encuentra en relación directa con la riqueza y
variedad de la experiencia acumulada por el hombre (Vigotsky, 2007).
Los niños conciben ideas acerca del juego, sus roles y representaciones
características, después los esquemas internos que se forman (ideas) se despliegan
por medio de las acciones verbales simbólicas reflexivas. El primer eslabón que genera
la reflexión es el motivo, es decir, que se formula la necesidad de expresarse de
manera verbal con un contenido específico. Así, las acciones verbales simbólicas
contribuyen a la complejizarían del juego e incluso lo transforman.
2.1.6 Diferencias entre los infantes con intervención y sin intervención de role
playing.
Introducción.
El juego de roles (o Role Playing) pretende simular una situación de la vida real en un
ambiente académico y formal. Usualmente el formato de los juegos de roles se limita a
la discusión en parejas en torno a roles asignados por el docente, en donde cada
estudiante representa ese papel por un lapso breve.
2. Genere parejas o tríos de roles relacionados factibles de ser representados por los
estudiantes.
Diseñe un sistema en que los roles se roten (es decir, cada participante puede
pasar por determinado rol).
Eso sí, aunque sean muchas sus ventajas, un role playing no sirve para cualquier
situación en el aula. No todas las temáticas pueden traducirse en una acción práctica
donde tengan sentido determinados roles asumidos por los alumnos.
Así que, antes de realizar un role playing en el aula tómate tu tiempo para analizar si
esa formación que tienes entre manos o esa clase que quieres preparar puede ser
traducida en un role playing. O bien hay opciones mejores.
Por esta razón surge la preocupación por apoyar a los educadores en pedagogía
infantil con estrategias de cómo jugar con los niños. De esta manera se alcanzará el
desarrollo adecuado por medio de su participación activa en juegos de roles complejos.
En este sentido, se hace necesario generar planeaciones pedagógicas innovativas que
incluyan al juego de roles para lograr transformaciones dentro del aula de clase. Así se
puede contribuir con la calidad educativa relevante y pertinente. El pedagogo debe
preguntarse si el niño jugó o no jugó en el nivel preescolar. Esto determina en gran
medida si el niño está preparado o no para iniciar la etapa escolar.
Además, por la versatilidad que implica esta técnica, permite adaptarla a contextos
variables. Al no requerir un aprendizaje o formación previa, puede ser llevado a cabo
en grupos de adultos o de niños, entre personas sanas o enfermas. Solo se necesita
imaginación y el valor de intentarlo.
En algunos casos, esta técnica sirve para preparar a los individuos para afrontar
situaciones nuevas y complicadas, esto facilita su aplicación en diversos espacios y
disciplinas.