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CONCLUSIÓN

Gabriel García Márquez, nos muestra la travesía que paso Prudencia Linero
después de la muerte de su esposo en busca de cumplir sus sueños: conocer y
confesarse con el Santo Padre. La señora Linero sin imaginar todo lo que tendría
que vivir lejos de su natal Riohacha, un puerto de pescadores y vestida con el
hábito de San Francisco, inicia su viaje sin prever que era una cultura diferente a
la suya.

El escritor nos enseña los diversos sentimientos, que padece Prudencia al


compartir con las personas que conoce, un idioma diferente, un mundo y una
sociedad nueva para ella, donde los italianos tienen claro que hay una sola vida y
la deben vivir como ellos la desean.

La señora Linero siente miedo por todo lo desconocido; Después de haber


experimentado muchas cosas que le han producido angustia, donde la muerte y el
sufrimiento es igual en todas partes, Prudencia quien siempre estuvo protegida por
Dios, no logra cumplir sus sueños, encerrada sola en la habitación del hotel,
aterrada y decepcionada por todo lo ocurrido en un solo día en ese país, inicia una
cadena de 17 rosarios por cada uno de los ingleses envenenados.

OPINIÓN

Personalmente veo una historia que nos muestra claramente la realidad de


muchas mujeres que quieren cumplir sus sueños, y salir de la vida rutinaria que
han llevado por varios años; A demás, se puede ver en Prudencia a una de esas
mujeres, que desean indirectamente huir de ese mundo que las rodea. Ella decide
viajar a Italia para conocer al Papa, pero pienso que Prudencia cometió un error
que le costó frecuentes angustias y tristezas, actuó impulsivamente sin investigar
antes sobre este país, su idioma, costumbres y otros aspectos que son
importantes saber antes de viajar para no sentirnos extranjeros fuera de nuestra
patria; Esa pequeña equivocación a cabo con su tranquilidad, pues se llenó de
miedos, sufrimientos y el deseo de no haber salido nunca de su amada Riohacha.

VOCABULARIO.

Brocado: Tela de seda entretejida con oro o plata.

Decrépito: Aplíquese a la persona que por su vejez suele tener muy reducidas las
potencias.

Quimérico: Fantástico, fabuloso.

Tufarada: Olor vivo o fuerte que se percibe de pronto.


Escafandra: Aparato compuesto de una vestidura impermeable y un casco de
bronce perfectamente cerrado, con un cristal frente a la cara y orificios y tubos
para renovar aire.

Aria: Composición musical sobre cierto número de versos para que la cante una
sola voz.

Estentóreo: Muy fuerte, ruidoso o retumbante, aplicado al acento o a la voz.

Fénico: Ácido que se obtiene de la destilación del alquitrán de la hulla y se


emplea como desinfectante.

Lises: (Flor de lis) Emblema heráldico de los reyes de Francia.

Floresta: Terreno frondoso y ameno poblado de árboles.

Letargo: Sueño morboso que constituye el síntoma de varias enfermedades


nerviosas, infecciosas o tóxicas.

Vericueto: Sitio áspero, alto y quebrado, por donde no se puede andar sino con
dificultad.

Encurtido: Fruto o legumbre que se ha hecho que tomen el sabor del vinagre.

Ápice: Extremo superior o punta de alguna cosa.

Emparrado:  Armazón que sostiene una parra u otra planta trepadora.
Diáfano: Que está muy limpio, sin empañamiento ni manchas agua.
Sopor: Adormecimiento o somnolencia
Fuelle: Instrumento que atrapa aire del exterior y lo lanza con fuerza en una
dirección
Vetusto: Que es muy antiguo, de tiempos remotos.
Vestigio: Señal o huella que queda de algo o de alguien que ha pasado o que ha
desaparecido.
Lúgubre: Que es oscuro o sombrío y recuerda lo relacionado con la muerte o el
más allá.
Apelotonados: Juntar a personas o cosas sin orden.
Estridente: Que es agudo, desapacible y chirriante.
Aspavientos: Demostración excesiva o exagerada de sensaciones o sentimientos
Vapuleada: Golpear a una persona, un animal o una cosa de modo enérgico.
Impávida: Que hace frente a una situación de peligro o riesgo sin dejarse dominar
por el miedo o la angustia.

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