Está en la página 1de 51

“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ALUMNOS:

Carcamo Ochoa, Gerin

Casiano Paucar, Milenka

Lazo Palacios, Linder

Loro Silva, Karlita

Santos Matias, Diana

DOCENTE:

Amalia Magdalena Gómez Guevara

CARRERA:

Derecho

ASIGNATURA:

DERECHO CIVIL II: ACTO JURIDICO

1
Índice

Introducción……………………………………………………………………… 4

Dedicatoria……………………………………………………………………………… 5

Vicios de Voluntad…………………………………………………………………….. 7

1. El error de hecho y derecho…………………………………………………… 8

· Concepto…………………………………………………………………………..9

· Partes………………………………………………………………………………13

· Ejemplos………………………………………………………………………….. 23

2. Dolo………………………………………………………………………………… 26

· Concepto…………………………………………………………………………. 27

· Partes……………………………………………………………………………… 30

3. Error en el Derecho…………………………………………………………….. 39

· Concepto………………………………………………………………………….. 39

· Formas……………………………………………………………………………… 40·
4. ERROR DE CÁLCULO Y ERROR DE CANTIDAD……………………………. 46

· Concepto……………………………………………………………………. 46

· Partes………………………………………………………………………… 47.

5. Conclusiones………………………………………………………………… 49

2
Introducción

3
En el ámbito del derecho, los actos realizados por las personas requieren de una
voluntad consciente y libre para que puedan considerarse válidos. Sin embargo, en
ocasiones esta voluntad se ve influenciada por factores externos que la distorsionan,
generando lo que se conocen como vicios de la voluntad. Estos vicios, que pueden
darse tanto en contratos como en actos jurídicos unilaterales, son objeto de estudio y
regulación por parte del ordenamiento jurídico.
Entre los vicios de la voluntad más comunes se encuentra el error, el dolo, la violencia
y la intimidación. En este informe, nos centraremos en analizar los aspectos más
relevantes de cada uno de ellos, comenzando por el error.
El error es uno de los vicios de la voluntad más habituales. Se produce cuando el
sujeto que realiza el acto jurídico tiene una convicción errónea sobre la realidad de los
hechos que rodean a dicho acto. Este error puede ser de hecho o de derecho, y en
ambos casos tiene consecuencias diferentes en cuanto a su posible anulación.
El error de hecho es aquel que se refiere a la realidad tangible que se da en el
momento del acto. Por ejemplo, si una persona compra un coche creyendo que es del
año 2015 cuando en realidad es del año 2012, se habla de un error de hecho. Por otro
lado, el error de derecho se da cuando el sujeto desconoce una norma jurídica
aplicable al acto que está realizando. En este caso, si el desconocimiento de dicha
norma influye en el acto, se producirá un vicio de la voluntad por error.
Otro de los vicios más comunes es el dolo. Este surge cuando una de las partes del
acto jurídico engaña a la otra, con el objetivo de conseguir algún tipo de beneficio. El
dolo se divide en dos partes: el dolo principal y el dolo incidental. El primero se da
cuando el engaño es el motivo principal del contrato, mientras que el segundo se da
cuando el engaño es un medio para conseguir otro fin.
La violencia es otro de los vicios que influyen en la voluntad del sujeto. Surge cuando
se ejerce una presión física o psicológica que impide a la persona actuar con libertad.
En este caso, la violencia puede ser directa o indirecta.

Dedicatoria

4
Queridos lectores,

Hoy les quiero dedicar unas líneas sobre un tema muy importante en el ámbito del
derecho civil: los vicios de la voluntad. En particular, quisiera profundizar en dos de sus
manifestaciones más comunes: el error y el dolo.

El error es un fenómeno que ocurre cuando alguien tiene una creencia falsa sobre
algún aspecto de un negocio jurídico. Este puede ser de hecho, cuando la percepción
que se tiene sobre los hechos es errónea, o de derecho, cuando se desconoce algún
aspecto legal que puede ser influyente en la decisión a tomar. Aunque el error puede
ser justificado, por ejemplo, si se realiza una transferencia bancaria a una cuenta
equivocada debido a un número erróneo, en otras ocasiones puede conducir a la
invalidación de un contrato.

Por su parte, el dolo es una maniobra maliciosa por parte de alguna de las partes para
engañar o inducir en error a la otra parte y obtener así un beneficio indebido. Para que
se configure el dolo, es necesario que quien lo realiza actúe con intención de perjudicar
a la otra persona, que haya algún tipo de engaño o maquinación, que el engaño haya
sido efectivo y que la víctima haya sufrido algún daño. Por ejemplo, si alguien vende un
coche asegurando que está en perfectas condiciones sabiendo que no es así, estaría
incurriendo en un acto de dolo.

Además, dentro del dolo, encontramos la violencia y la intimidación como dos formas
de presión que pueden ser utilizadas para forzar la voluntad de la otra parte. La
violencia se entiende como una fuerza física o psicológica ejercida sobre la otra
persona, mientras que la intimidación es una amenaza de daño a la persona, a su
reputación o a sus bienes. Ambas pueden ser clasificadas como graves o leves,
dependiendo del nivel de coacción que se ejerce.

En definitiva, los vicios de la voluntad son un tema que debe ser conocido por cualquier
persona que se dedique al mundo del derecho, ya que pueden ser determinantes a la

5
hora de la validez o nulidad en los contratos o convenios. Por ello, les animo a
profundizar en este tema y a estar atentos a cualquier indicio de error o dolo en sus
prácticas cotidianas.

CAPÍTULO VIII

6
Vicios de voluntad: El error de Hecho y Derecho

La voluntad del sujeto forma la esencia de la voluntad.

La voluntad sola no basta, pues su expresión requiere una conexión esencial entre
ambas, pues la expresión debe dar contenido a la voluntad interior real y verdadera del
sujeto, además, la voluntad expresada debe corresponder a una decisión seria
encaminada a lograr un resultado legítimo.

Definida por Aguiar prefiere llamar " jurígena", es una sana y decidida voluntad de
crear, cambiar, transformar y destruir derechos, provocada por la combinación de
elementos que los crean.

La formación interna de la voluntad, como juicio, intención y libertad, y sus factores


externos, expresión en cualquiera de sus formas.

Cuando cesa la presencia de factores intervinientes, resulta un testamento defectuoso


porque ya no existe la necesaria conexión entre lo que el testador pretendía y su
voluntad exterior.

Así surgen los llamados vicios de la voluntad. Sin embargo, los pleitos no sólo se ven
afectados por los vicios que hemos mencionado. Por tanto, es necesario aclarar su
concepto y facilitar su referencia

Otros vicios que también afectan la validez y eficacia de la legislación, como los
llamados vicios formales, es decir, la legislación resultante de la inobservancia de las
formalidades prescritas por la ley. estos junto con otros

Defectos sustanciales o materiales, tales como falta de expresión, falta de capacidad


del sujeto, imposibilidad o ilegalidad del objeto de la reclamación es la base de nulidad
del acto jurídico.

La autoridad de los hombres y el reconocimiento de su autoridad por la ley objetiva


legislará para que la ley los proteja de sus propios errores, del fraude de los que con

7
ellos celebran el acto, o pueden convertirse en víctimas de acoso o violencia. Por tanto,
la codificación civil no sólo exige que todo acto jurídico sea realizado voluntariamente
por un sujeto competente, sino que también exige que

Hacer esto con la intención de que el conocimiento y la libertad creen sin el


conocimiento y la libertad.

Según Ospina, para la existencia de actos jurídicos, es necesaria la manifestación de la


voluntad, pero, además, es indispensable para la validez del mismo acto que dicha
voluntad sea sana, es decir, no padecerá ciertos vicios, cuya existencia destruiría la
libertad y la conciencia previstas por la ley.

El agente o representante reconoce facultades suficientes para establecer,


reglamentar, modificar o terminar la relación jurídica.

El Código Civil de 1852 trata el pecado de voluntad como pecado de consentimiento


siguiendo el modelo napoleónico de aceptar los testamentos del derecho romano en
términos contractuales.

El Código Civil de 1936, como ya explicamos introdujo la teoría de los actos jurídicos y
su sistematización, cambió el nombre.

El consentimiento para el uso del código de vicio es revocado por el vicepresidente.

Una voluntad que la exprese en actos jurídicos similares. Sin embargo, el codificador
no lo hace debido a diferencias conceptuales.

León Barandiarán, en sus Comentarios al Código Civil de 1936 no abandona la


referencia a la declaración de consentimiento, explicando que la declaración del
mandatario debe en principio ser contestada, y por tanto el vínculo debe defenderse
jurídicamente.

No existen errores en la solicitud del consentimiento, es decir, no existe discrepancia


entre lo declarado y lo deseado, así como la organización de determinados eventos.

8
Solución cuando suceda. El docente agregó que no basta que el agente consienta de
buena fe, sino que también debe señalar alguna deficiencia que le impida verificar
plenamente lo dicho, por lo que quizás

Un testamento no es fundamento jurídico de un negocio jurídico, sino un testamento


según la razón última, finalidad perseguida, si se formula en determinadas
características protegidas.

Como señalan Arauz Castex y Llambías, por tanto, tradicionalmente se considera que
el vicio de la voluntad es propio de aquellos contratos en los que se sistematiza la
declaración del consentimiento, ya que la celebración del contrato requiere el
consentimiento de las partes.

En parte, es decir, parte. El Código Civil vigente, con la sistematización en él adoptada,


determina la falta de voluntad en los actos jurídicos Libra, de lo cual se puede concluir
sin vacilación que su concepto y aplicación se refiere a la formación de la voluntad
interna y su conexión con todo lo que puede clasificarse como regla general, la
presentación del concepto del acto, por supuesto, incluyendo el contrato.

Los requisitos internos de la voluntad legal son:

Juicio, Intención y Libertad, mientras que los requisitos externos son:

Declaración o Ejecución.

Dado que el acto o compromiso es una expresión de la voluntad, debe ser razonable y
libre de error o intención de afectar la voluntad, o violencia o intimidación para afectar la
libertad. Estos vicios son defectos congénitos que determinan la nulidad de las
acciones que afectan.

El error, el dolo, la violencia y la intimidación son tradicionalmente llamados vicios de la


voluntad, que empeoran las condiciones subjetivas para el correcto ejercicio de la
autonomía de la voluntad privada e impiden a los sujetos actuar en su interés por
cambios en la evaluación y decisión.

9
La legislación que puede ser invalidada por estos defectos tiene un efecto temporal
hasta que sea declarada nula por el poder judicial.

Los defectos de la voluntad, como la incapacidad para ejercer la voluntad, alteran el


juicio del sujeto para actuar y el normal desarrollo del proceso de toma de decisiones,
dificultan el justo y razonable ejercicio de su autonomía privada, que le permite actuar.

Parte de la doctrina se refiere a los "vicios de la voluntad" expresados como "vicios del
consentimiento". Ya sea que se base en un acto bilateral o multilateral, el
consentimiento es la fusión de la voluntad común de las partes en el acto. También
puede entenderse como la voluntad de una de las partes de aceptar celebrar un
contrato con la otra parte.

Los defectos en el testamento no afectan el consentimiento como pacto, sino la


voluntad de una de las partes, por lo que se declaran nulas las acciones revocables a
instancia de la parte afectada por el delito, dolo, violencia o amenazas (art. 221 y 222).
Por ello, estaría bien decir "Vicios de voluntad" y no "Vicios del consentimiento".

En cuanto a la atribución de la no emisión de voluntad a la eficacia de la legislación, la


teoría de la voluntad y la teoría de la declaración argumentan si la supremacía de la
voluntad interna o la supremacía de la voluntad declarada es incompatible con la
integridad, confianza y seguridad empresarial; el segundo viola el estándar de equidad
porque las declaraciones que no correspondan a la buena fe debidamente verificada
serán determinantes.

En el derecho romano clásico, ya fuera buena o mala la voluntad, la escritura era


válida siempre que se observara el formalismo del ceremonialismo; el dolo y la
violencia eran delitos, no delitos de voluntad, pero luego el pretor concede nulidades
por actos cometidos por error, dolo o violencia. El "Código Napoleón" proclamó el
principio de la autonomía testamentaria, y se reconoció ampliamente la nulidad de un
contrato causado por un defecto testamentario. Una ley alemana de 1900 adoptó la
doctrina de las declaraciones, limitando el reconocimiento de los defectos del
testamento.

10
La teoría de la voluntad y la teoría de la demanda pronto tuvieron que ceder para
proteger la voluntad de ambas partes, a menos que la seguridad y la confianza de la
empresa se vieran comprometidas.

Surge así una teoría intermedia de la responsabilidad del declarante y del fiduciario del
representante: Primero, si hay diferencia entre el testamento y la declaración, si la
diferencia es por culpa del declarante, debe prevalecer la declaración; Si el demandado
actuó de buena fe y con cuidado, se basó en la declaración, la declaración tiene
prioridad.

Discusiones doctrinales anteriores (en francés y alemán) han creado una actitud
fragmentada hacia la teoría de los vicios de la voluntad: se hace una distinción entre los
vicios destructivos que afectan a la voluntad, que son intrínsecamente inválidos, y los
vicios que no afectan a los fundamentalmente inválidos. Escritura de exclusión de
testamentos, que se limita a una simple impugnación para declarar la nulidad del
testamento, suspender la acción por las acciones de la parte afectada por él (acciones
afectadas por el derecho de renuncia). Por tanto, según el art. Artículo 1110 de la ley
francesa: "un error no es causa de anulación de una convención a menos que se
refiera a la esencia de la materia que es objeto de la convención"; por el contrario,
según el art. Artículo 119 del Código alemán:

Cualquier persona que, al hacer una declaración de intenciones, se equivoque en su


contenido o no quiera en absoluto hacer una declaración de tal contenido, puede
impugnar esta declaración si se entiende que no la habría hecho a sabiendas de ello, y
hacer una evaluación razonable del caso.

Un caso emblemático del debate sobre si un error es causa de nulidad o de


impugnación (revocabilidad) es la ley italiana, que reconoció un error obligatorio como
causa de nulidad en una ley de 1865, mientras que la aproximación del actual Código
de 1942 es una causal de nulidad.

11
Hoy en día, predomina una sola teoría de la falta de voluntad como fundamento de la
simple rescisión por el requisito de proteger la confianza del destinatario en la
declaración.

El Código Civil francés y la mayoría de los códigos inspirados en él, así como el Código
Civil italiano de 1942 y los códigos inspirados en él, se ocupan de los defectos
testamentarios en la teoría general de los contratos.

Los códigos de Argentina, Alemania, Brasil y Perú tratan los vicios testamentarios en
una teoría general de la conducta jurídica común a todo el derecho civil, no sólo a los
contratos.

En el Código Peruano, los defectos testamentarios se tratan en el art. 201 a 217


corresponden al segundo libro titulado Ley.

Si el abogado pierde su testamento por error, deliberación, violencia, amenazas, etc.

Por ello, puede exigir la derogación del acto jurídico.

El error, el dolo, la violencia y la intimidación son causas de la ineficacia de los actos


jurídicos, ya que afectan el proceso testamentario y contradicen el derecho del sujeto a
la libre determinación para regular su propia esfera de derecho.

12
Vicios de voluntad

1. Violencia

La violencia, desde una perspectiva jurídica, es la coacción o fuerza ejercida por una
parte sobre la otra con el fin de obligar a la otra parte a celebrar un acto o contrato
jurídico en contra de su voluntad. Se realiza mediante el uso de la fuerza, causando
daño a la víctima, o cuando la amenaza de forma violenta puede causarle temor
provocando un temor racional en la persona que llega a pensar en su familia que está
en peligro o que algún patrimonio corre el riesgo, lo cual termina estando de acuerdo
con los términos del contrato.

Los romanos la conocieron como vis absoluta, para distinguirla de la violencia moral a
la que llamaron vis compulsiva, que consiste en producir un temor .el autor arauz
castex y llambías señalan que la concepción romana, la violencia física o vis absoluta
resultaba del empleo de una fuerza material que reducía a la víctima a un estado
pasivo, convertida en mero instrumento de voluntad de otro, destruiría la voluntad y, por
lo tanto, el acto obrado carecía de existencia como acto jurídico.

Formas

Física. Encontramos golpes ya sea en cualquier parte del cuerpo, fuerza física como
castigos corporales que puede causar dolor, incluso la muerte de la persona o traumas.

Verbal. Agresión a otra persona mediante el lenguaje, palabras obscenas, soeces e


insultos refiriéndose a ella de manera degradante, bajándole su autoestima y
humillándola. Esta viene acompañada de la violencia psicológica y física.

Al ocurrir algunas de estas violencias la víctima inmediatamente debe avisar todo lo


que ha sufrido como son los actos de violencia por parte de su contraparte o por algún
tercero, esto implica los actos como los golpes o las amenazas por llamada o

13
mensajes, así la contraparte no pueda celebrar el contrato bajo la voluntad de la
víctima.

Efectos

la violencia se ha orientado a señalar como su efecto propio el de hacer nulo el acto


jurídico, a negarle existencia precisamente por la falta de consentimiento, por la
ausencia de voluntad . Mazeaud sostiene que la violencia física entraña la nulidad
absoluta y considera que la víctima dispone de una acción de responsabilidad que
permite demandar al autor de la violencia, la reparación de los perjuicios que hay
sufrido, sin embargo no es nulidad absoluta del acto como la codificación civil sanciona
a la violencia .

la violencia en sí constituye un ilícito civil que obliga a indemnizar . La víctima tiene


expedito su derecho a la reparación de los daños y perjuicios que al acto violentado le
haya irrogado.

Irrenunciabilidad de las acciones fundadas en la violencia

Artículo 218 del código civil es nula la renuncia anticipada de las acciones fundadas en
la violencia , como la norma no distingue y porque la violencia constituye un ilícito civil
la prohibición está plenamente justificada, por lo que se interpreta como el sentido que
prohíbe no solo la renuncia anticipada a la acción anulatoria sino también a la
indemnizatoria .

Vía procesal

el código civil, como tampoco el código procesal civil, al igual que en el caso de error y
del dolo, han señalado la vía procesal para el trámite de las acciones anulatorias e
indemnizatorias fundadas en la violencia , por ello se considera que la vía del proceso
de conocimiento corresponde al órgano jurisdiccional fijarla en definitiva .

La prueba de la violencia

14
La violencia tiene que ser aprobada por quien la alegue como causal de nulidad del
acto , onus probandi incumbit actori. No hay restricción, por lo que el autor podrá
recurrir a cualquier medio probatorio idóneo si el autor acumula una acción
indemnizatoria, debe aprobar el daño .

la prueba de la violencia es suficiente para la anulación del acto y, como preciso leon
barandiaran , la violencia física no hay nada que examinar, salvo el hecho mismo de
esa violencia , el artículo 216 establece pautas para la calificación de la violencia.

Prescriptibilidad de las acciones

Las acciones fundadas en la violencia son prescriptibles y se extinguen en un plazo de


2 años, tanto la acción anulatoria como la indemnización. así lo establece el inc. 4 del
artículo 2001 del código civil que fija el plazo prescriptorio en dicho año para la acción
anulatoria y para la acción indemnizatoria por responsabilidad extracontractual. El plazo
se computará desde el día en que pudieron ser ejecutadas las acciones conforme al
artículo 1993 .

Intimidación y violencia

Art. 214 la violencia o la intimidación son causas de anulación del acto jurídico, aunque
hayan sido empleada por un tercero que no intervenga en él.

Violencia fuerza irresistible, intimidación violencia moral o psíquica como vicios de


voluntad atentan con la libertad de la persona. son penadas por la ley con la
anulabilidad del acto jurídico, cuando incluso son usadas por terceros. En cambio, en el
dolo se dice que no importa que la parte que es beneficiada con el acto se desconozca
por el comportamiento de aquel tercero. El acto jurídico es anulable por el solo hecho
de la violencia y la intimidación.

Violencia moral ha motivado a la jurisprudencia romana considere al comercio como


eficiencia del dolo, donde opera el criterio de la autorresponsabilidad privada, la
violencia se representa como un comportamiento injusto, por razón de justicia,
constituyeron remedios apropiados para ayudar a las víctimas. los pretorianos no

15
otorgan protección contra todas las formas de violencia, sino solo cuando la amenaza
es real y efectiva, no solo definitiva, sino grave, es decir aterradora para una persona
de suficiente firmeza, como se afirma en el D. 4,2,6 “ Metus non vani hominibus sed qui
merito et in homine constantissimo cadat”; el miedo a una persona insegura es
irrelevante, pero cuando afecta a un muy constante a la persona . Las amenazas deben
ser injustas, es decir, contrarias a la ley.

Ya sea física o psíquica, la violencia empuja al individuo a reconocer la legalidad de un


acto en base a consideraciones de convivencia. Sin embargo, esta reacción es menos
dañina cuando la persona violentada celebra el acto. En términos de violencia física, la
voluntad del sujeto normalmente no se elimina por completo, ya que aún puede resistir
la presión de manera abstracta. El individuo está motivado a celebrar el acto jurídico
como medio de evitar el daño que puede resultar de no hacerlo.

Asumiendo los dominios de la violencia moral y física, se pueden identificar escenarios


cuestionables como se demuestra cuando un individuo firma un acuerdo mientras mira
fijamente el cañón de un arma. Esto, a su vez, ha llevado a que la mayoría de los
códigos, incluido el nuestro, entiendan tanto la vis absoluta como la vis compulsiva
como justificaciones viables para anularlos contratos legales. La voluntad del sujeto
puede ser anulada por la violencia física o la coacción natural, eliminando por completo
su capacidad de elección. en España en el artículo 1267 ofrece un ejemplo de este tipo
de violencia, que se produce cuando el consentimiento se obtiene a través de una
fuerza irresistible. Por ello, algunos expertos creen que la violencia absoluta anula el
acto mientras que la violencia relativa sólo corrompe la voluntad porque la primera
erradica totalmente la elección y la segunda solo la contamina.

Por su carácter de acciones lesivas de voluntad, tanto el dolo como la violencia se


consideran ilegales y pueden dar lugar a la nulidad de un acto jurídico, así como a la
concesión de daños y perjuicios. Estos remedios pueden utilizarse de diversas
maneras a discreción de la víctima. podrán optar por solicitar únicamente la

16
cancelación del acto o perseguir la indemnización sin nulidad, además, estas opciones
pueden perseguirse por separado o simultáneamente.

Para aplicar el recurso de nulidad, se debe establecer una conexión entre la conducta
hostil y el proceso judicial en cuestión. En esencia, la víctima debe haber sido
compelida a participar en el acto jurídico por la violencia o intimidación dirigida
directamente al acto de celebración. Cuando los delincuentes amenazaron con la
muerte de su hijo a menos que les pague un millón de soles, se vio obligado a obtener
el dinero de su propiedad para evitar daños. Esto crea una conexión entre la amenaza
y el pago y, por lo tanto, el pago puede anularse. Sin embargo, no existe un vínculo
directo entre la amenaza y la venta, por lo que no es posible anular la venta. Debe
quedar claro que la amenaza estaba destinada a afectar el acto jurídico, de lo contrario
no se puede establecer la conexión entre la amenaza y el acto.

Clasificación: violencia e intimidación.

Artículo 216: criterios para la calificación de la violencia o intimidación

Para calificar la violencia o la intimidación debe atenderse a la edad, al sexo, a la


condición de la persona y a las demás circunstancias que puedan influir sobre su
gravedad.

Sufrir una lesión grave e injusta debe ser una posibilidad significante e inquietante de
que haya ocurrido violencia o intimidación, lo que hace que haya ocurrido violencia o
intimidación, lo que hace que una persona razonable tema exponerse a sí misma a sus
allegados a tal daño , es decir como dice Passarelli, la violencia o intimidación son
valoradas por el ordenamiento jurídico según un criterio objetivo ponderado, que no
toma en cuenta la reacción suscitada en concreto sobre la víctima, sino la reacción que
puede suscitar en una persona normal que se encontrase en la misma situación de la
víctima.

17
Casos donde se encuentra la violencia

Violencia en un contrato

La nulidad del contrato surge de la violencia de un tercero, con independencia de que


la víctima tuviera o no conocimiento de ella. Es el epítome del vicio de voluntad, ya que
le ocasiona violencia que fuerza un contrato no deseado o la aceptación de cierto
contenido sobre un individuo.

Verosímil y actual

No es una amenaza que invalide una transacción lícita, sino solo una amenaza seria o
creíble capaz de infundir en la víctima un temor creíble para obligarla a realizar una
transacción lícita. Debe ser actual o presente en tal sentido que debe ser concomitante
es decir llevada a cabo antes o desplegada en el momento de la celebración del
contrato. Por lo tanto, las amenazas no son relevantes, se entiende que la víctima ha
tenido tiempo para reaccionar y superar aquella.

Debe ser injusta

Las amenazas deben ser injustificadas. Es decir, debe resultar de una conducta ilícita,
reprobable o inaceptable contra la persona o la propiedad del sujeto al celebrar un
trabajo comercial.

Nexo causal entre amenaza y celebración del negocio jurídico

Para prevenir el mal amenazado, es fundamental que la violencia tenga un vínculo


claro con el negocio jurídico que se celebra. Este enfoque garantiza que se valide el
consentimiento de la parte contratante, lo cual es fundamental para el proceso legal. La
violación de la libertad del contratante es inaceptable y contraria al ordenamiento

18
jurídico, ya que se produce como consecuencia del acto de verificación del
consentimiento. Si la parte contratante no hubiera sido coaccionada con violencia, no
habría aceptado el contrato, lo que habría afectado la validez del acuerdo.

Violencia en el Matrimonio

El código civil en el inc.3 de su artículo 277 prescribe que es anulado el matrimonio


realizado por el raptor con la raptada o la viceversa como puede ser el matrimonio
realizado con retención violenta .

La violencia en el acto del testamento

El art.809 del código civil también ha previsto a la violencia como causal de anulación
del acto del testamento, sin que haya lugar a la duda pues además menciona a la
intimidación, el dolo y error. Sin embargo creemos que una declaración testamentaria
por medio de la violencia es poco menos que imposible por las formalidades que debe
revestir dicho acto .

si se trata el testamento por escritura pública es imposible por las formalidades que
prescribe el art. 696, si se trata de un testamento cerrado es sumamente difícil, casi
imposible,que se extienda con violencia , por la dimensión del documento y las
formalidades posteriores prescritas por dicho artículo , y si se trata de un testamento
ológrafo, tiene que ser extendido de puño y letra del testador, es también sumamente
difícil. Además el testador puede, libremente y en cualquier momento, revocar sus
disposiciones testamentarias, careciendo de valor toda declaración que haga en un
contrato, como la preceptúa en el art. 798.

19
La intimidación
La intimidación en acto jurídico se refiere a la presión indebida que se ejerce sobre una
persona para que realice un acto jurídico en contra de su voluntad. Esto puede incluir
amenazas, coerción o cualquier otra forma de presión que haga que la persona se
sienta obligada a actuar de cierta manera.

El Código Civil define la intimidación como "una especie de violencia moral ejercida
sobre una persona para determinarla a contratar, disponer o ejecutar algún acto
jurídico". Esta definición destaca la importancia del consentimiento libre y voluntario en
cualquier transacción legal.

Es importante tener en cuenta que la intimidación puede invalidar un acto jurídico, lo


que significa que el acto no tiene efecto legal. Para que esto ocurra, la persona
afectada debe demostrar que la intimidación fue lo suficientemente grave como para
justificar la anulación del acuerdo.

En algunos casos, la intimidación puede ser difícil de probar ya que puede ser sutil o
implícita.
Sin embargo, cualquier forma de presión indebida que haga que una persona se sienta
obligada a tomar una decisión en contra de su voluntad puede ser considerada como
intimidación en acto jurídico.

Intimidación es un término legal que se refiere a la coacción o amenaza utilizada para


influir en la voluntad de una persona durante un acto jurídico. La intimidación puede ser
física o psicológica y puede tener lugar en una variedad de situaciones, incluyendo
transacciones comerciales, contratos, acuerdos y otros actos legales.

20
La intimidación se define como el uso de la fuerza o la amenaza para influir en la
voluntad de una persona. Esto puede incluir amenazas verbales o físicas, así como el
uso de la fuerza física para obligar a alguien a hacer algo que no quiere hacer. La
intimidación también puede incluir el acoso y el hostigamiento.

En resumen, la intimidación en acto jurídico es una forma de violencia moral que se


ejerce sobre una persona para obligarla a realizar un acto jurídico en contra de su
voluntad. Es importante tener en cuenta que esto puede invalidar el acuerdo y que
cualquier forma de presión indebida debe ser evitada en cualquier transacción legal.

Partes
La intimidación en acto jurídico se refiere a una situación en la que una de las partes
involucradas en un contrato o acuerdo utiliza la amenaza o el miedo para obtener
ventaja sobre la otra parte. Esta intimidación puede tomar muchas formas, incluyendo
la amenaza de violencia física, la amenaza de dañar la propiedad de la otra parte, la
amenaza de emprender acciones legales costosas o la amenaza de dañar la
reputación de la otra parte.

En términos legales, la intimidación en acto jurídico se considera un vicio del


consentimiento, lo que significa que puede invalidar el contrato o acuerdo en cuestión.
Para que se considere que ha habido intimidación en acto jurídico, debe haber una
conexión causal entre la amenaza y el consentimiento dado por la otra parte. Además,
la amenaza debe haber sido lo suficientemente grave como para influir en el juicio de la
otra parte y hacer que acepte los términos del contrato o acuerdo.

Es importante tener en cuenta que no todas las amenazas constituyen intimidación en


acto jurídico. Las amenazas que son vagas o poco creíbles no suelen ser suficientes
para invalidar un contrato o acuerdo. Además, si la parte que recibió la amenaza tuvo
tiempo suficiente para reflexionar sobre los términos del contrato o acuerdo antes de
aceptarlos, es posible que se considere que no hubo intimidación.

21
Existen varias partes involucradas en un acto de intimidación. El intimidador es la
persona que está tratando de influir en la voluntad de otra persona. La víctima es la
persona que está siendo intimidada. También puede haber testigos que presencian el
acto de intimidación.

En resumen, la intimidación en acto jurídico es una situación en la que una de las


partes utiliza una amenaza o el miedo para obtener ventaja sobre la otra parte en un
contrato o acuerdo. En términos legales, esto se considera un vicio del consentimiento
y puede invalidar el contrato o acuerdo en cuestión si se cumplen ciertos criterios.

Hay dos tipos principales de intimidación: directa e indirecta. La intimidación directa es


cuando el intimidador utiliza la fuerza física o verbal para influir en la voluntad de la
víctima. La intimidación indirecta es cuando el intimidador utiliza tácticas más sutiles,
como amenazas veladas o insinuaciones, para influir en la voluntad de la víctima

Existen varios tipos de intimidación en el acto jurídico, que incluyen:

1. Intimidación física: esto ocurre cuando una de las partes utiliza la violencia o la
amenaza de violencia para obligar a la otra parte a aceptar los términos del contrato.
Por ejemplo, si un contratista amenaza con golpear a un cliente si no paga más dinero
por un trabajo, eso sería intimidación física.

2. Intimidación moral: esto ocurre cuando una de las partes utiliza amenazas no
violentas para obligar a la otra parte a aceptar los términos del contrato. Por ejemplo, si
un empleador amenaza con despedir a un empleado si no acepta trabajar horas extras
sin pago adicional, eso sería una intimidación moral.

3. Intimidación económica: esto ocurre cuando una de las partes utiliza su poder
económico para obligar a la otra parte a aceptar los términos del contrato. Por ejemplo,

22
si un banco amenaza con embargar la casa de alguien si no acepta una tasa de interés
exorbitante en un préstamo, eso sería intimidación económica.

Es importante destacar que cualquier tipo de intimidación en el acto jurídico puede


invalidar el contrato o acuerdo legal en cuestión, ya que el consentimiento no se dio
libremente y sin coacción.

En conclusión, la intimidación en el acto jurídico es una práctica ilegal y poco ética que
puede tener graves consecuencias legales. Es importante que las partes involucradas
en cualquier acuerdo legal den su consentimiento libremente y sin coacción para
garantizar la validez del contrato.

Ejemplos

- Un ejemplo de intimidación en un acto jurídico podría ser cuando una persona


amenaza a otra con dañar su propiedad si no firma un contrato. En este caso, la
persona está utilizando la intimidación para obligar a la otra parte a cumplir con sus
demandas.

- Un ejemplo podría ser cuando un empleador amenaza a un empleado con


despedirlo si no acepta ciertas condiciones laborales injustas. En este caso, el
empleador está utilizando la intimidación para obligar al empleado a aceptar algo que
va en contra de sus derechos laborales.

- Por ejemplo
Un vendedor utiliza tácticas agresivas para persuadir a un comprador a realizar una
compra. Esto puede incluir amenazas veladas o insinuaciones sobre las consecuencias
negativas si el comprador no realiza la compra. En algunos casos, el vendedor puede
incluso utilizar la fuerza física para obligar al comprador a realizar la compra.

23
- Un ejemplo de intimidación en un acto jurídico es cuando un empleador utiliza
tácticas agresivas para influir en la voluntad de un empleado durante una negociación
salarial. Esto puede incluir amenazas veladas o insinuaciones sobre las consecuencias
negativas si el empleado no acepta la oferta salarial del empleador.

Es importante tener en cuenta que la intimidación en un acto jurídico es ilegal y puede


tener graves consecuencias legales para la persona que la ejerce. Si una persona se
siente intimidada en un acto jurídico, debe buscar ayuda legal inmediatamente.

En algunos casos, la intimidación puede ser tan grave que se considera un delito. Por
ejemplo, si alguien utiliza la fuerza física para obligar a otra persona a realizar un acto
jurídico, esto se consideraría un delito de coacción.

La intimidación puede ser clasificada en dos tipos:


intimidación absoluta e intimidación relativa.
- La intimidación absoluta se refiere a una situación en la que una de las partes es
amenazada con un mal inminente, como la muerte o lesiones graves, si no celebra el
acto jurídico. Por otro lado,
- La intimidación relativa se refiere a una situación en la que una de las partes es
amenazada con un mal que no está relacionado con el acto jurídico, como la pérdida
del empleo o el fin de una relación personal.

Para que la intimidación pueda anular un acto jurídico, debe cumplir con ciertos
requisitos. Primero, debe ser lo suficientemente grave como para influir en la voluntad
de la parte afectada. Segundo, debe haber sido ejercida por una de las partes o por un
tercero actuando en nombre de esa parte. Tercero, debe haber sido determinante para

24
obtener el consentimiento de la parte afectada. Cuarto, debe haber sido ilegítima, es
decir, no puede haber sido justificada por ninguna razón legal o moral.

En conclusión, la intimidación es un término legal que se refiere a la coacción o


amenaza utilizada para influir en la voluntad de una persona durante un acto jurídico.
Puede ser física o psicológica y puede tener lugar en una variedad de situaciones
legales. La intimidación puede tener graves consecuencias legales y puede ser
considerada un delito en algunos casos.

Concepto de intimidación

- Artículo 215. Hay intimidación cuando se inspira al agente el fundado temor de


sufrir un mal inminente y grave en su persona, su cónyuge, o sus parientes dentro del
cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad o en los bienes de unos u otros.

Tratándose de otras personas o bienes, corresponderá al juez decidir sobre la


anulación, según las circunstancias.

- Concordancias: CC. Art. 277 inc. 6.

Calificación de la violencia y de la intimidación

- Artículo 210. Para calificar la violencia o la intimidación debe atenderse a la


edad, al sexo, a la condición de la persona y a las demás circunstancias que puedan
influir sobre su gravedad.
- Concordancias: CC. Art. 277 inc. 6.

25
3.- El Dolo:

El dolo es un concepto fundamental en el ámbito jurídico, que se refiere a la intención


maliciosa de cometer un delito. Se trata de una condición mental en la que una persona
actúa conscientemente con el propósito de causar daño o perjuicio a otro individuo o a
la sociedad en general.

El dolo puede manifestarse de diferentes maneras, como el dolo directo, donde el


sujeto actúa con total

conciencia y voluntad de realizar el acto ilícito; el dolo eventual, en el cual el sujeto


prevé la posibilidad de que ocurra un resultado dañino, pero decide llevar a cabo la
acción de todos modos; y el dolo eventual compartido, cuando varias personas
comparten la intención maliciosa de cometer un delito.

Es importante destacar que el dolo requiere de un elemento subjetivo, es decir, la


intención de realizar el acto ilícito. Esto contrasta con la culpa, que se refiere a la
negligencia o falta de cuidado en la realización de una acción, sin la intención de
causar daño.

El dolo tiene implicaciones legales significativas, ya que un delito cometido con dolo
puede conllevar penas más graves que aquellos cometidos por negligencia. La
determinación de la existencia del dolo puede basarse en evidencias como testimonios,
circunstancias del caso y pruebas materiales.

En resumen, el dolo es la intención maliciosa de cometer un delito, y su presencia o


ausencia es fundamental para establecer la culpabilidad de una persona en el sistema
judicial. Su correcta identificación y evaluación son esenciales para garantizar la justicia
en la aplicación de la ley.

El Dolo en el ámbito legal es un concepto importante que hace referencia a la intención


maliciosa de cometer un acto delictivo. Consiste en un estado de ánimo en el que una
persona actúa a sabiendas con la intención de causar daño o perjuicio a otra persona o

26
a la sociedad en su conjunto. El fraude puede tomar muchas formas. Por un lado,
existe el fraude descarado, y el sujeto sabe y quiere infringir la ley. Por otro lado,
encontramos intención final cuando el agente prevé la posibilidad de resultados
dañinos, pero decide actuar de todos modos. La intención común también es posible
cuando varias personas comparten una intención maliciosa de cometer un delito. Vale
la pena señalar que el fraude requiere un componente subjetivo, es decir, la comisión
intencional de un delito penal. Esto difiere de la negligencia, que es negligencia o
descuido al realizar un acto sin intención de causar daño.

El dolo tiene una gran importancia jurídica, ya que los delitos dolosos se castigan con
mayor severidad que los delitos imprudentes. La determinación de si se trata de fraude
puede basarse en testimonios, hechos del caso, pruebas físicas y otras pruebas. En
términos simples, la intención significa una intención maliciosa de cometer un delito,
cuya presencia o ausencia es esencial para establecer la culpabilidad de una persona
en el ordenamiento jurídico. La identificación y evaluación adecuadas del fraude son
esenciales para garantizar la aplicación justa de la legislación.

El dolo es un concepto central en el ámbito jurídico que se refiere a la intención


maliciosa de cometer un delito. Se trata de una condición mental en la cual una
persona actúa conscientemente con el propósito de causar daño o perjuicio a otro
individuo o a la sociedad en general. El dolo es un elemento fundamental para
establecer la culpabilidad de un individuo en el sistema judicial, ya que implica una
intención consciente de cometer un acto ilícito.

Existen diferentes formas en las que el dolo puede manifestarse. Una de ellas es el
dolo directo, en el cual el sujeto actúa con plena conciencia y voluntad de realizar el
acto delictivo. En este caso, no existe ninguna duda acerca de la intención maliciosa de
la persona. Otra forma de dolo es el dolo eventual, en el cual el sujeto prevé la
posibilidad de que ocurra un resultado dañino, pero decide llevar a cabo la acción de
todas formas. Aquí, el individuo asume el riesgo de que se produzca el resultado
perjudicial y, a pesar de ello, sigue adelante con su conducta.

27
Es importante resaltar que el dolo requiere de un componente subjetivo, es decir, la
intención de realizar el acto ilícito. Esto contrasta con la culpa, que se refiere a la
negligencia o falta de cuidado en la realización de una acción, sin la intención de
causar daño. En el dolo, se busca determinar si el sujeto tenía conocimiento y voluntad
de realizar el acto delictivo, mientras que en la culpa se evalúa si la persona actuó de
manera negligente o imprudente.

La determinación de la existencia del dolo es un proceso complejo que se basa en la


evaluación de diversas evidencias. Pueden tomarse en cuenta testimonios de testigos,
circunstancias del caso, pruebas materiales y otros elementos que permitan inferir la
intención maliciosa del sujeto. En algunos casos, puede resultar difícil probar de
manera concluyente la presencia del dolo, lo cual puede llevar a la imposición de penas
menos graves o a la absolución del acusado.

El dolo tiene importantes implicaciones legales, ya que un delito cometido con dolo
puede conllevar penas más graves que aquellos cometidos por negligencia. La
intención consciente de causar daño se considera una circunstancia agravante y puede
influir en la gravedad de la pena impuesta. Además, la presencia del dolo puede tener
repercusiones en otros aspectos legales, como la responsabilidad civil y la
indemnización a las víctimas.

La correcta identificación y evaluación del dolo son fundamentales para garantizar la


justicia en la aplicación de la ley. Los jueces y fiscales desempeñan un papel crucial en
este proceso, ya que deben analizar cuidadosamente las pruebas presentadas y llegar
a una conclusión fundamentada sobre la presencia o ausencia del dolo en un caso
específico.

En conclusión, el dolo es un concepto esencial en el ámbito jurídico que se refiere a la


intención maliciosa de cometer un delito. Su presencia o ausencia es fundamental para
establecer la culpabilidad de una persona en el sistema judicial. El dolo puede
manifestarse de diferentes maneras y su determinación depende de la evaluación de
pruebas y evidencias que demuestren la intención consciente del individuo de cometer
un acto ilícito. La distinción entre el dolo directo y el dolo eventual es relevante, ya que

28
en el primero no hay dudas sobre la intención maliciosa, mientras que en el segundo se
evalúa si el sujeto asumió el riesgo y decidió llevar a cabo la acción a pesar de la
posibilidad de un resultado dañino.

El proceso de determinar la existencia del dolo implica un análisis detallado de los


elementos subjetivos de la conducta delictiva. Se considera la capacidad mental del
individuo, su conocimiento de la ilicitud del acto y la intención consciente de causar
daño. Además, se deben evaluar las circunstancias en las que se produjo el delito y
cualquier otra evidencia que pueda respaldar la presencia del dolo.

Es importante tener en cuenta que la presunción de inocencia también se aplica al


análisis del dolo. La carga de la prueba recae en la acusación, y se requiere un nivel de
certeza suficiente para establecer la presencia del dolo más allá de cualquier duda
razonable. Esto garantiza que no se condene injustamente a personas que podrían
haber cometido un acto ilícito sin intención maliciosa.

El dolo tiene implicaciones significativas en la aplicación de la ley, ya que puede afectar


la gravedad de las penas impuestas. Los delitos cometidos con dolo suelen recibir
sanciones más severas que aquellos cometidos por negligencia. La intención maliciosa
se considera una agravante que refleja una mayor culpabilidad y maldad en la conducta
delictiva.

En algunos casos, la determinación del dolo puede ser compleja y subjetiva. Las
motivaciones y los estados mentales de los individuos pueden ser difíciles de
demostrar con certeza. Por lo tanto, es fundamental que los profesionales del derecho,
como jueces y abogados, realicen una evaluación imparcial y exhaustiva de las
pruebas disponibles, garantizando la aplicación justa y equitativa de la ley.

En resumen, el dolo es un concepto crucial en el ámbito jurídico que se refiere a la


intención maliciosa de cometer un delito. Su determinación requiere una evaluación
cuidadosa de las pruebas y evidencias disponibles, considerando tanto los elementos
subjetivos de la conducta delictiva como las circunstancias en las que se produjo el

29
acto. La presencia del dolo puede tener un impacto significativo en las consecuencias
legales y en la gravedad de las penas impuestas.

Dolo Directo:

El dolo directo es una forma de intención maliciosa en la comisión de un delito. Se


caracteriza por la certeza y claridad en las intenciones del autor, quien actúa
conscientemente con el propósito específico de causar daño o perjuicio a otro individuo
o a la sociedad en general. Para comprender mejor este concepto, explicaremos
ejemplos ilustrativos.

El dolo directo se distingue por la ausencia de ambigüedades en las intenciones del


autor. Este actúa con pleno conocimiento y voluntad de llevar a cabo el acto ilícito, sin
importar las consecuencias negativas que puedan derivarse.

Ejemplo de Dolo Directo:

Un ejemplo concreto de dolo directo es el caso de un individuo que, movido por celos y
enojo, planea y ejecuta el asesinato de su pareja. Este individuo adquiere un arma
deliberadamente y se dirige específicamente al lugar donde se encuentra la víctima,
con la clara intención de quitarle la vida. No hay espacio para la interpretación: el autor
es consciente y decidido en su objetivo de cometer el asesinato.

Otro ejemplo representativo de dolo directo es un individuo motivado por el odio racial,
quien lleva a cabo un ataque violento contra una persona debido a su origen étnico.
Esta persona, guiada por prejuicios y discriminación, busca activamente causar daño a
alguien debido a su pertenencia étnica, sin importar las consecuencias físicas o
emocionales para la víctima.

30
Ambos ejemplos ilustran de manera clara la presencia del dolo directo. Los autores
tienen pleno conocimiento de sus intenciones y actúan con conciencia y determinación
para causar daño. La motivación y el propósito son evidentes, lo cual los diferencia de
otros casos donde la intención maliciosa puede ser menos clara.

Es importante destacar que el dolo directo no requiere que el autor logre su cometido.
La intención maliciosa y la voluntad de cometer el acto ilícito son suficientes para
establecer este tipo de dolo. Aunque el resultado deseado no se materialice, la
intención original sigue siendo determinante para establecer la culpabilidad del
individuo.

En resumen, el dolo directo implica una intención maliciosa clara y sin ambigüedades
en la comisión de un delito. Los ejemplos presentados ilustran casos donde las
intenciones del autor son evidentes y no admiten dudas en cuanto a su propósito. El
dolo directo constituye un elemento relevante en la determinación de la culpabilidad en
el ámbito jurídico, ya que refleja una voluntad consciente y deliberada de causar daño a
otros.

Ejemplos:

1.-Un individuo disparó intencionalmente a otra persona con el objetivo claro de


causarle la muerte.

2.-Una persona envenena la comida de alguien con la intención directa de causarle


daño o incluso la muerte.

3.-Un individuo golpea repetidamente a otra persona con un objeto contundente con el
propósito expreso de causar lesiones graves o la muerte.

4.-Un sujeto planta una bomba en un edificio sabiendo que, al detonarla, causará daño
físico y posiblemente la muerte de las personas presentes.

5.-Una persona contrata a un asesino a sueldo con el objetivo explícito de eliminar a


alguien específico.

31
Dolo Indirecto:

El dolo indirecto es un concepto utilizado en el ámbito jurídico para referirse a una


forma de intención o conocimiento en el contexto de la comisión de un delito. Se
diferencia del dolo directo en cuanto a la relación que existe entre la voluntad del autor
y el resultado producido.

En el dolo directo, el autor del delito actúa con plena conciencia y voluntad de realizar
un acto que infringe la ley, con el propósito específico de alcanzar un resultado delictivo
previsible y deseado. Por ejemplo, si una persona dispara a otra con la intención de
causarle la muerte, se estaría en presencia de un dolo directo.

Por otro lado, el dolo indirecto se presenta cuando el autor no tiene como objetivo
principal la consecución del resultado delictivo, pero prevé que su acción provocará
dicho resultado y, aun así, decide llevarla a cabo. En otras palabras, el autor sabe que
su conducta puede causar un daño o un resultado delictivo, pero no es su objetivo
central. Sin embargo, asume ese riesgo y sigue adelante con su acción.

Un ejemplo de dolo indirecto sería cuando una persona, con la intención de robarle a
otra, le propina una golpiza tan severa que la víctima falleció debido a las lesiones.
Aunque el autor no pretendía directamente causar la muerte, sabía que la golpiza podía
resultar peligrosa y poner en riesgo la vida de la víctima. A pesar de ello, decide
continuar con su acción delictiva y el resultado fatal se produce.

Es importante destacar que el dolo indirecto no exime de responsabilidad penal al


autor. Aunque su intención principal no sea el resultado delictivo, se considera que ha
actuado con conocimiento y aceptación del riesgo, por lo cual puede ser imputado por
el delito correspondiente. La gravedad de la pena puede variar en función del grado de
culpabilidad y otros factores establecidos por la legislación de cada jurisdicción.

32
Ejemplos de Dolo Indirecto:

1.- Un individuo, con el propósito de herir a otra persona, lanza una bomba a una casa
sin saber si hay personas en su interior. Aunque su objetivo principal es causar daño,
es consciente de que existe la posibilidad de que haya personas presentes y de que
puedan resultar heridas o fallecer por la explosion. En este caso, si alguien resulta
muerto por la explosion, se configura el dolo indirecto.

2.- Una persona decide conducir a alta velocidad y de manera temeraria por una zona
escolar, a pesar de saber que podría atropellar a niños que cruzan la calle. Aunque su
intención no es atropellar directamente a ningún niño, es consciente del peligro que
implica su conducta y de que podría causar lesiones graves o la muerte. Si
efectivamente atropella a un niño y éste fallece, se estaría ante un caso de dolo
indirecto.

3.- Durante una pelea, una persona golpea repetidamente a otra en la cabeza con un
objeto contundente, siendo consciente de que podría causarle lesiones graves. Aunque
su intención no es matar a la persona directamente, asume el riesgo de causarle la
muerte al golpearla de forma violenta en una zona sensible. Si la persona golpeada
muere como consecuencia de los golpes, se configuraría el dolo indirecto.

4.-Un individuo decide iniciar un incendio en un edificio, sin saber si hay personas en su
interior. Aunque su objetivo principal sea causar daños materiales, es consciente de
que existe la posibilidad de que haya personas atrapadas en el fuego y de que puedan
fallecer como resultado. Si alguna persona muere debido al incendio provocado, se
estaría ante un caso de dolo indirecto.

5.- Una persona coloca veneno en la comida de otra sin tener la intención directa de
causarle la muerte, pero siendo consciente de que puede causarle daño o incluso la
muerte. Aunque el propósito inicial sea causarle enfermedad o malestar, asume el

33
riesgo de que la ingestión del veneno pueda resultar fatal. Si la persona envenenada
muere como resultado, se configuraría el dolo indirecto.

Dolo Eventual:

El dolo eventual es un concepto utilizado en el ámbito jurídico para referirse a una


forma de intención en la comisión de un delito. Se diferencia del dolo directo e indirecto
en cuanto a la forma en que el autor percibe el resultado delictivo.

En el dolo directo, el autor del delito tiene la intención clara y directa de cometer el
delito, es decir, busca y persigue conscientemente el resultado delictivo. Por ejemplo, si
una persona dispara a otra con la intención de causarle la muerte, se trata de un dolo
directo.

En cambio, el dolo eventual se presenta cuando el autor no persigue directamente el


resultado delictivo, pero prevé su posible ocurrencia como una consecuencia probable
de sus acciones y, a pesar de ello, decide llevar a cabo la conducta. En otras palabras,
el autor no tiene la intención directa de alcanzar el resultado delictivo, pero lo acepta
como una posibilidad razonable y sigue adelante con su acción a pesar de ello.

Para que se configure el dolo eventual, es necesario que el autor sea consciente y
acepte la alta probabilidad de que su acción pueda ocasionar el resultado delictivo. El
grado de probabilidad requerido puede variar según la jurisdicción y el tipo de delito en
cuestión.

Es importante tener en cuenta que el dolo eventual no exime de responsabilidad penal


al autor. Aunque no tenga la intención directa de cometer el delito, si acepta y asume el
riesgo de que el resultado delictivo ocurra, puede ser imputado por el delito
correspondiente. La gravedad de la pena puede depender de la gravedad del delito, el
nivel de probabilidad prevista y otros factores determinados por la legislación aplicable.

En resumen, el dolo eventual se presenta cuando el autor no persigue directamente el


resultado delictivo, pero lo acepta como una posibilidad razonable y sigue adelante con

34
su acción a pesar de ello, siendo consciente y aceptando el alto riesgo de que el
resultado ocurra.

- Diferencia del dolo con la culpa

Anteriormente ya hablamos acerca del dolo y sus diferentes tipos que existen, pero
también hay que tener en cuenta un de los términos similares a este, la culpa

Culpa: La culpa se define tradicionalmente como la falta de previsión de un resultado;


el mismo que puede cometer por imprudencia o negligencia en la conducta de la
persona

Existen 2 tipos de culpa:

a) Culpa consciente: cuando el sujeto si bien no quiere causar el resultado advierte


la posibilidad que este ocurra, pero confía en que no ocurrirá.
b) Culpa inconsciente: no sólo no se quiere el resultado lesivo, sino que ni siquiera
se prevé su posibilidad: no se advierte el peligro.

La diferencia entre el dolo y la culpa es la mala fe necesaria en el dolo,ya que la culpa


puede ser consciente o no, pero el daño derivado del delito culposo no se persigue de
manera consciente.

En otras palabras, la culpa es el resultado de la realización de una acción sin aplicar el


deber objetivo de cuidado y sin intencionalidad (por ejemplo, una persona que dispara
a otra sin querer), mientras que un delito doloso busca producir el daño de manera
voluntaria y consciente (por ejemplo, una persona que dispara a otra a propósito).

Son delitos y faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley.
Por lo tanto, el dolo puede entenderse como la intención de cometer un delito.

35
TEORÍA DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA DEL DOLO

Esta teoría busca cambiar la relación de causalidad por la imputación objetiva, es decir
por una conexión elaborada en base a consideraciones jurídicas y no naturales. Desde
la perspectiva de la imputación de la conducta podemos notar que contempla
conceptos que funcionan como filtros, los mismos que tiene la finalidad de determinar si
una conducta es susceptible de ser considerada típicamente objetiva o no.

Esta teoría se puede analizar desde una imputación objetiva a la conducta y al


resultado., ya que la imputación requiere comprobar:

a) si la acción ha creado un peligro jurídicamente desaprobado


b) si el resultado es producto del mismo peligro.

IMPUTACION OBJETIVA DE LA CONDUCTA

● Riesgo permitido: El peligro generado por el sujeto activo debe ser un riesgo
relevante y no debe estar relacionado con el ámbito del riesgo permitido
● Riesgo insignificante: Supone un insignificante daño al bien jurídico, ya que
dicha acción es tolerable a su escasa actividad
● Prohibición de Regreso: Existe una prohibición de regreso cuando se propone
que un comportamiento de modo estereotipado es neutral y no constituye
participación en el delito cometido por tercero
● Ámbito de responsabilidad de la víctima: Existirá imputación al ámbito de
competencia de la víctima quien con su comportamiento contribuye a la
realización del riesgo no permitido.

IMPUTACIÓN OBJETIVA DE RESULTADO:

● Relación de riesgo: Además de la relación de causalidad se requiere de una


relación de riesgo entre la conducta y el resultado.

36
● Nexos causales desviados: Importa verificar si el supuesto se desarrolló dentro
de los márgenes del riesgo que objetivamente existían durante la realización del
riesgo en el resultado
● Interrupción del nexo causal: Los cambios de la causalidad natural se tomaran
en cuenta siempre y cuando esta genere un aumento en el tiempo el resultado
mediante la intensificación del peligro.

Ejemplos de Dolo eventual:

1.-Durante una manifestación, un individuo lanza una piedra en dirección a las fuerzas
de seguridad sin tener la intención directa de golpear a ningún agente. Sin embargo, es
consciente de que existe una alta probabilidad de que la piedra impacta en uno de los
agentes y le cause lesiones graves. Si efectivamente la piedra golpea y lesiona a un
agente, se estaría ante un caso de dolo eventual.

2.-Un individuo, en un acto de ira, amenaza a otra persona con un arma de fuego sin
tener la intención directa de dispararle. A pesar de ello, es consciente de que existe
una alta probabilidad de que se produzca un disparo accidental o de que se
descontrole la situación y se genere un enfrentamiento armado con consecuencias
letales. Si finalmente se produce un disparo que causa la muerte de alguien, se
configuraría el dolo eventual.

3.-Un individuo decide conducir su vehículo en estado de embriaguez, a pesar de saber


que existe una alta probabilidad de causar un accidente. Aunque no tiene la intención
directa de ocasionar daño o lesiones a otras personas, acepta el riesgo y sigue
conduciendo. Si finalmente causa un accidente en el que resultan heridas otras
personas, se configuraría el dolo eventual.

4.-Un sujeto, durante una pelea callejera, golpea violentamente a otra persona en la
cabeza con un objeto contundente. Aunque su intención principal no sea causarle la
muerte, es consciente de que al golpear en una zona sensible como la cabeza, existe
una alta probabilidad de ocasionar lesiones graves o incluso la muerte.

37
Si la persona golpeada fallece como consecuencia de los golpes, se estaría ante un
caso de dolo eventual.

5.- Un individuo decide llevar a cabo un robo en una casa, sabiendo que el dueño se
encuentra en el interior. Aunque no tiene la intención directa de causarle daño físico al
propietario, acepta que existe una alta probabilidad de que se produzca un
enfrentamiento violento y de que puedan surgir lesiones o incluso la muerte. Si durante
el robo se produce un altercado en el que el propietario resulta muerto, se configuraría
el dolo eventual.

38
Error en el Derecho

Definición:

El error en la voluntad o error vicio consiste en la ignorancia o en la representación


falsa de la realidad (de los acontecimientos, de los bienes, de las personas o del
Derecho) que determina la malformación de la voluntad, «que, de otra manera, o no se
hubiese formado, o habría tenido un contenido diverso»

Hay un desacuerdo entre la voluntad mal formada que se ha manifestado exactamente,


y aquella voluntad que se habría tenido si no hubiese existido el error, considerada
como voluntad efectiva

No hay un desencuentro entre la voluntad y su declaración, sino entre la realidad y el


conocimiento que se tiene de ella. Si quiero una cosa y digo que la quiero, pero en
tanto la quiero en cuanto erróneamente estimó que es la que yo imagino o que está
dotada de aquellas cualidades, sin las que no la querría, hay desacuerdo no entre la
voluntad y la manifestación, sino entre la voluntad actual y la eventual, o sea la que
habría tenido si no hubiera habido error. Se dice lo que se quiere; pero se quiere con
fundamento en la ignorancia o falso conocimiento de la realidad de las cosas, esto es,
con fundamento en el error

Consiste en la ignorancia o falso conocimiento de la normativa por la que se rige un


negocio jurídico cuando el mismo se celebra por esta falta de conocimiento.

La voluntad puede ser considerada en su doble aspecto: sea en su proceso de


formación en la conciencia del individuo, caso en el que se habla de “determinación de
la voluntad” o de” voluntad de contenido”, sea en su externa expresión, a la cual se
refiere la locución “manifestación de la voluntad” o “declaración de voluntad”.

39
Clases de Error

1. Error en la voluntad o error vicio y error en la declaración:

La voluntad puede ser considerada en dos de sus aspectos: ya sea en su formación en


la conciencia del individuo, en este caso estamos hablando de "determinación de la
voluntad" o "voluntad de satisfacer", o en su manifestación externa, que es se entiende
por la expresión "expresión de la voluntad" o "declaración de la voluntad".

Los errores o vicios incorrectos de la voluntad consisten en la ignorancia o distorsión de


la realidad (suceso, cosa, persona o ley) determinando la deformación de la voluntad,
“de lo contrario no se habría formado o tendría contenido diferente”. Hay una diferencia
entre un testamento incorrecto que aparece con precisión y un testamento que se
consideraría válido si no hubiera errores. No hay diferencia entre la voluntad y sus
pretensiones, pero no hay diferencia entre la realidad y lo que la gente sabe de ella. Si
quiero algo, digo que lo quiero, pero en la medida en que lo quiero, creo falsamente
que es lo que imagino que es, o que está dotado de cualidades sin las cuales no lo
tendría. Aquí es donde la diferencia no está entre la voluntad y la manifestación, sino
entre la voluntad presente y la voluntad final, es decir, si no hay error. Dices lo que
quieres; pero se basa en la ignorancia o en una falsa percepción de la verdad de las
cosas, a saber. basado en errores. Los errores en las declaraciones (también
conocidos como error obstativo u obstrucción, molestia o error correcto) se refieren a
las declaraciones (y cuando digo 100 me refiero a 1.000; el secretario escribió mal el
texto del contrato). No afecta la formación de la voluntad quebrantándola, por lo que
también se le llama error injusto. Esto crea una distinción inconsciente entre un
testamento y una declaración, "porque el declarante no expresa una voluntad efectiva,
sino una voluntad múltiple, ausente". Por ejemplo, si es por distracción o cansancio o
falta de concentración, cuando quiero una cosa, por error digo que quiero otra, cuando

40
digo alquiler, digo uso, habló con Juan, cuando realmente quería hablar con Pedro, En
este caso, hay una diferencia entre mi voluntad y mi desempeño.

Los errores en la declaración pueden ser simple distracción, estrechez o estrechez, en


lugar de decir vendo, digo alquiler, digo donar a Tizio. Cuando quiero donar a Cayo, no
dono 'mando fax a Pedro, sino Enviado a Juan, no lo llamo A, sino B facsímil,
telegrama, contrato, etc.) .

2. El error de hecho y de derecho:

El error puede ser de hecho (error facti) o de Derecho (error iuris). El error de hecho es
el conocimiento equivocado o la ignorancia que se tiene sobre los elementos del acto
jurídico o sus circunstancias externas. El error de Derecho es el conocimiento
equivocado o la ignorancia que se tiene del Derecho objetivo o del derecho subjetivo.
Tanto el error de hecho como el de Derecho puede ser esencial o indiferente.

Se discute sobre si el error de Derecho vicia o no la voluntad, existiendo al respecto


dos aforismos: «La ignorancia de hecho exime la responsabilidad» (Ignorantia facti
excusat) y «la ignorancia no excusa de cumplir la ley» (Ignorantia non excusat legem).
Ambos aforismos han sido reconocidos o desconocidos a través de los tiempos y en la
actualidad van perdiendo vigencia.

Por regla general, el error de Derecho es considerado inexcusable (imperdonable),


debido a que la ley debe ser aplicada, aunque el sujeto no la conozca, prevaleciendo el
presupuesto de la garantía de la certeza del Derecho.

El Derecho romano clásico conoce excepciones a esta regla, referidas a las hipótesis
en las cuales el errante debe ser socorrido en presencia de errores de Derecho
justificables. Así, el error de Derecho era admisible si el que realiza el negocio no ha
podido consultar a un jurisconsulto para obtener una orientación o no ha podido
procurarse por sí el conocimiento necesario de las normas. El Derecho justiniano
introdujo la presunción de conocimiento de la norma por el cual no es posible librarse

41
de las consecuencias negativas del error iuris ni aun cuando se prueba que el error no
se debe a culpa del sujeto.

El principio general de la inexcusabilidad del error de Derecho y la prohibición de


ignorar la ley es recogido en la constitución de los emperadores Valentino y Teodosio
del año 391: Constitutiones principum nec ignorare quemquam nec dissimulare
permittimus (C. 1,18,2). De otra parte, también en el Derecho postclásico-justinianeo
existieron excepciones a la inexcusabilidad del error iuris. Se trata de circunstancias
personales de excusa relativa a particulares categorías de sujetos, por ejemplo, las
mujeres, los menores, los campesinos, los militares.

El código alemán establece:

Art.119 - Impugnación de errores. El que, al presentar una declaración de intenciones,


se equivoque en su contenido o no quiera pronunciarse en absoluto sobre el contenido,
si se puede suponer que, conociendo la verdad de los hechos y valorándolos
racionalmente, puede oponerse a ella, no lo publicarán.

Los errores en el contenido de la declaración también significan errores en la calidad


de las personas o mercancías en relación con el transporte. Al comentar sobre esta
especificación, Flume escribió:

En caso de error relevante, la declaración de intenciones es inicialmente válida de


acuerdo con las disposiciones del BGB, independientemente del error. La persona que
cometió el error tiene derecho a impugnar su declaración de intenciones solo en caso
de un error relevante (artículo 1). 119), por lo que la declaración debe considerarse
nula desde el principio (artículo 142, párrafo 1). En arte. 119 La ley habla de

42
declaraciones de voluntad; En art. 142, en cambio, en cuanto a la cancelación de
negocios jurídicos. Si el negocio jurídico se basa en varias declaraciones de
intenciones (como un contrato), la anulación significa que la declaración de intenciones
de la parte responsable de la celebración del negocio jurídico se vuelve nula. El Código
italiano de 1942, su art. El artículo 1429 dice: "El error es esencial (..), y en el caso de
error de ley, es la causa única o principal del contrato". Esta regla incluye comentarios
del Domat francés.

Al comentar sobre el Código italiano, Trabucchi dijo que un error legal es una
incomprensión o ignorancia de las normas que determinan la voluntad del sujeto. No se
pueden alegar errores de derecho para eludir la autoridad de la ley; más bien, la
ignorancia se utiliza como excusa de que el sistema legal no se aplicará. La ley misma
está en vigor, lo sepan o no los ciudadanos; la base de la vida jurídica es el principio
expresado en la máxima: Los errores son imperdonables. La incomprensión de la ley,
que no determina plenamente la voluntad, es la base para la cancelación de la fuerza
jurídica de la sociedad.

3. Partes del error:

Teniendo en cuenta las partes del acto jurídico encontramos la voluntad, la causa, el
objeto y las solemnidades en los casos que la ley las exige la sanción a la falta por
cada uno de los elementos, de allí partiendo la necesidad de cumplir con todos los
requisitos de forma y de fondo por ello partimos que el error se subdivide en:

43
· Error esencial:

Se debe distinguir el error determinante del error esencial. El error determinante se


presenta cuando de no haber mediado el error, el contratante no hubiese celebrado el
contrato. Por el contrario, el error es esencial cuando recae sobre

i) La esencia o naturaleza del contrato

ii) El objeto del contrato (cualidad),

iii) Las cualidades personales de la otra parte,

iv) Alguna norma jurídica que incide en el fondo del contrato (art. 202 CC).
Solo el error esencial es causal de anulabilidad.

El error sobre la esencia o naturaleza del contrato es aquel que recae sobre el tipo
contractual. En este supuesto no es necesario que el error sea determinante, siendo
suficiente que recaiga sobre el tipo contractual. Por ejemplo, “X” entrega un bien de su
propiedad a favor de “Y” en arrendamiento, pero en realidad lo hace a título de
comodato.

El error que recae sobre las cualidades del objeto del contrato es causal de
anulabilidad cuando “de acuerdo con la apreciación general o en relación a las
circunstancias, debe considerarse determinante de la voluntad”. En otras palabras, no
basta que el error recaiga sobre el objeto del contrato, sino que es necesario que sea
determinante de la voluntad. Piénsese en el caso en que un sujeto compra un terreno
edificable, pero que en realidad tiene destino agrícola.

44
El error que recae sobre las cualidades personales de la otra parte es esencial
“siempre que aquellas hayan sido determinantes de la voluntad”. En este supuesto
también es necesario que el error sea determinante de la voluntad. Por ejemplo,
alguien compra una obra de arte (pintura) creyendo que es de un pintor famoso “X”,
cuando en realidad corresponde al pintor “Y”, uno no tan conocido.

El error de derecho es esencial cuando ha “sido la razón única o determinante del


contrato”. Para que este tipo de error sea causal de anulabilidad debe recaer sobre i) la
esencia o naturaleza del contrato, ii) el objeto del contrato (cualidad), o iii) las
cualidades personales de la otra parte. Por tanto, no es anulable el error de derecho
que recae sobre los motivos. Piénsese en el caso en que “X” compra mercadería con la
intención de exportarlo, desconociendo que había una norma que prohibía la
exportación del mencionado producto. Se trata de un caso de error de derecho que
recae sobre la cualidad del objeto.

El error de derecho no puede confundirse con el principio en virtud del cual nadie
puede sustraerse de la aplicación de una norma alegando ignorancia de la misma. Lo
anterior, puesto que el sujeto que alega el error de derecho no pretende sustraerse de
la aplicación de la norma, sino todo lo contrario, reconoce su plena vigencia, y por eso
mismo, solicita la anulabilidad del contrato, por cuanto éste fue celebrado teniendo en
cuenta que dicha norma no existía.

· Error conocible:

El error es causal de anulabilidad del contrato cuando es esencial y conocible por la


otra parte. El error se considera conocible cuando, en relación al contenido, a las
circunstancias del acto o a la calidad de las partes, una persona de normal diligencia
hubiese podido advertirlo (art. 203 CC). Como acota la norma, para calificar si un error
es conocible por la otra parte es necesario tener en cuenta los siguientes elementos:

45
Un primer elemento a considerar es el contenido del acto o contrato. Un error sobre el
tipo de material adquirido que de por sí no es conocible, pero puede devenir si el
contrato contiene, en alguna de sus cláusulas, referencias al empleo que el adquirente
hará de él.

Un segundo elemento a tener en cuenta son las circunstancias del acto o contrato,
tales como:

i) si las partes se conocen bien entre ellos.

ii) si antes han realizado negocios entre ellos

iii) o si hubo demora en las negociaciones, etc.

Por último, se debe tener en cuenta las calidades de las partes. Desde la posición del
declarante, debemos considerar su edad, sexo, posición socioeconómica, etc., puesto
que son factores relevantes. Asimismo, también adquiere relevancia las cualidades de
la contraparte, como, por ejemplo, su mayor o menor conocimiento profesional de la
materia del contrato.

· ERROR DE CÁLCULO Y ERROR DE CANTIDAD

El art. 204 CC dispone que el error de cálculo no da lugar a la anulación del acto sino
solamente a rectificación, salvo que consistiendo en un error sobre la cantidad haya
sido determinante de la voluntad.

El error de cálculo es aquel que se resuelve mediante una operación aritmética simple.
Por ejemplo. “X” compra 10 barriles de aceite a un precio de US $100 cada uno, no
obstante, por error se consigna en el contrato que "X” debe pagar US $2000 por la

46
compra de los mismos. Dado que el problema se puede resolver a través de una simple
operación aritmética (100×10), basta la rectificación.

El error en la cantidad si es causal de anulabilidad del contrato siempre que haya sido
determinante de la voluntad. Piénsese en los casos en que una parte se convenza, en
base a una apariencia errónea, de que los barriles de aceite, materia de adquisición,
contienen 20 libros, cuando en realidad solo contienen 10.

· Error en los Motivos

El error en los motivos es aquel que recae no sobre elementos objetivos del contrato,
sino sobre elementos externos al mismo, como la esfera subjetiva de una de las partes.
Por ejemplo, “X” adquiere un departamento porque cree erróneamente que obtuvo un
trabajo en la localidad en la que se encuentra el inmueble. En estos casos, el contrato
es válido, y por tanto no es impugnable a través del remedio de la anulabilidad.

La justificación de la mencionada solución es que los motivos que inducen a un sujeto a


celebrar un contrato son irrelevantes, por lo que no hacen parte de su contenido, y en
ese sentido, el ordenamiento jurídico no los toma en consideración.

No obstante, el error en el motivo si es causal de anulabilidad “cuando expresamente


se manifiesta como razón determinante y es aceptado por la otra parte” (art. 205 CC).

· Error Obstativo

El error obstativo es aquel que recae no sobre la voluntad, sino sobre la declaración.
Aquí el proceso formativo de la voluntad no está viciado, no obstante, la declaración no
se corresponde con la voluntad, y esta es la razón por la cual es impugnable mediante
la anulabilidad. Piénsese en el caso en que un contratante ordena el envío de 1000 de
mercadería, pero por error su secretaria ordena 1100.

Para que este error sea anulable debe recaer sobre

47
i) la esencia o naturaleza del contrato

ii) el objeto del contrato (cualidad),

iii) la identidad de la otra parte.

Asimismo, hay error obstativo cuando la declaración hubiese sido transmitida


inexactamente por quien estuviere encargado de hacerlo (art. 208 CC).

Se logra determinar que el error es un vicio de la voluntad entendiendo que este tiene
que ser relativo ya sea por desconocimiento o intencionado.

El error de derecho consiste en creer que se celebra un acto jurídico, cuando en


realidad se lleva a cabo otro. Por ejemplo, si alguien quiere rentar su casa y se le hace
firmar un contrato de compraventa a plazos, esta persona se encontraría en un error de
derecho y por lo tanto el contrato carecería de validez.

48
Conclusiones

Respecto al código civil de la violencia se deriva una acción anulatoria a la que puede
acumularse una acción indemnizatoria. Si la violencia fue empleada por un tercero en
concilio con una de las partes, la acción de nulidad y de la indemnizatoria se dirigen
contra el tercero y la parte, si solo fue empleada por el tercero contra este se dirige la
acción indemnizatoria y contra la parte de anulación.

Se logra determinar que el error es un vicio de la voluntad entendiendo que este tiene
que ser relativo ya sea por desconocimiento o intencionado.

El error de derecho consiste en creer que se celebra un acto jurídico, cuando en


realidad se lleva a cabo otro. Por ejemplo, si alguien quiere rentar su casa y se le hace
firmar un contrato de compraventa a plazos, esta persona se encontraría en un error de
derecho y por lo tanto el contrato carecería de validez.

En conclusión, los temas tratados en este documento son fundamentales para entender
los conceptos de error, dolo, violencia e intimidación en los contratos. El error de hecho
y derecho se refiere a la falta de conocimiento o información en el momento de la
celebración del contrato, lo que puede dar lugar a su anulación o rescisión. Por otro
lado, el dolo implica el engaño por parte de una de las partes para obtener una ventaja
en el contrato, lo que también da lugar a su anulación.

La violencia, por su parte, puede manifestarse de diversas formas en un contrato, ya


sea a través de amenazas, intimidación o coerción. Es importante destacar que existen
diferencias entre intimidación y violencia, siendo la primera más sutil y menos
perceptible, pero igualmente reprochable.

49
Finalmente, la intimidación es un tipo de violencia que se utiliza para forzar a una de las
partes a aceptar los términos del contrato, y puede ser clasificada según su forma y
gravedad. En suma, entender estos conceptos es fundamental para proteger los
derechos y garantías de las partes en un contrato y evitar situaciones de abuso y
coerción en su celebración.

50
Referencias Bibliográficas
https://lpderecho.pe/acto-juridico-vicios_voluntad/violencia
https://lpderecho.pe/clases-error-vicio-voluntad-acto-juridico/
https://www.conceptosjuridicos.com/pe/dolo/
Libro de el Acto Jurídico Fernando Vidal Ramirez
https://www.expansion.com/diccionario-juridico/principio-de-imputacion-
objetiva.html#:~:text=La%20imputaci%C3%B3n%20objetiva%20es%20la,la
%20concreci%C3%B3n%20de%20dicho%20peligro.
https://es.wikipedia.org/wiki/Vicios_de_la_voluntad
https://lpderecho.pe/violencia-intimidacion-acto-juridico-anibal-torres-vasquez/
#:~:text=Siendo%20la%20intimidaci%C3%B3n%20un%20vicio,ha%20sido%20o%20no
%20determinante.

51

También podría gustarte