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Uno de los primerísimos textos litúrgicos que recuerdan a María, de entre los
que han llegado hasta nosotros, está en relación con la celebración de la
pascua: se encuentra en la homilía Sobre la Pascua, de Melitón de Sardes, que
se remonta a la segunda mitad del siglo II.
También la profesión de fe
Encontramos otras dos bautismal recuerda la
encarnación con estas palabras:
referencias, incluidas en el
¿Crees en Cristo Jesús, Hijo de
contexto de la plegaria
Dios, que ha nacido por obra
eucarística y de la profesión de
del Espíritu Santo de la Virgen
fe bautismal, que se nos han
María?
conservado en la Tradición
El misterio de la encarnación
“En este ambiente florecen con fines apologéticos textos apócrifos ricos
en detalles sobre la vida de María: pensamos en el Protoevangelio de
Santiago o en la narración apócrifa del Transitus gloriso. Tampoco faltan
composiciones poéticas, alusivas a la admirable maternidad de María,
que parecen pertenecer al uso litúrgico, como algunos pasajes de las
Odas de Salomón o los Oráculos sibilinos”. P. 2037
INVOCACIONES Y PLEGARIAS Se remonta probablemente al siglo III una de las
primeras oraciones que invocan a María como
THEOTÓKOS (Madre de Dios), conocida en occidente
con una fórmula semejante en la invocación SUB
TUUM PRAESIDIUM.
Referencias a María las encontramos además en la homilética, que a veces toma el tono de
oración o de alabanza poética a la Madre de Dios, como acontece en los textos primitivos
griegos del s. IV.
Aun cuando la fórmula del “canon romano”, que recuerda a María con los santos
es postefesina en su redacción actual, refleja, no obstante, un texto anterior y se
corresponde con el de otras fórmulas semejantes de las primitivas anáforas
alejandrinas y antioquenas.
“En esta época, la misma iconografía mariana tiene ya un desarrollo inicial en lugares que,
al menos momentáneamente, están destinados al culto: piénsese en el famoso fresco de
la Virgen en las catacumbas de Priscila”. P. 2037
PRIMEROS VESTIGIOS DE LA MEMORIA EN EL CICLO
TEMPORAL Y SANTORAL DEL AÑO LITÚRGICO
La proclamación del dogma de la Maternidad Divina en Éfeso ha sido decisiva para la ampliación de la
presencia de María en las liturgias de Oriente y de Occidente, ante todo, a nivel eucológico e himnográfico,
con cánticos, oraciones y conmemoraciones de la Madre de Dios en la celebración eucarística y en la oración
en general. A este período se remonta (ss. V-VI) uno de los más famosos himnos a la Madre de Dios, el
AKATHISTOS”.
En todas las liturgias orientales se nota una verdadera explosión de culto mariano. La memoria de la Virgen halla un puesto privilegiado, tanto
en la celebración de los misterios de Cristo como en las múltiples fiestas marianas de tipo devocional ligadas a milagros, lugares y
experiencias espirituales de grupos o familias religiosas. En Occidente la memoria de la Virgen se ha hecho semanal con una especial
celebración el sábado, mientras que algunas liturgias orientales, como la bizantina, la memoria semanal de María se hace los miércoles.