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LA

CONTEMPLACIÓN
CRISTIANA
POR: FR. IVÁN FERNANDO MEJÍA CORREA OP
·“El proceso de la conversión cristiana, de
la purificación del espíritu y de la
experiencia de la fe nos va llevando y
adecuando a la experiencia de Dios”.

.“La experiencia de Dios es la intimidad


profunda, amorosa y oscura con Dios
vivo”.

·“En la contemplación, el espíritu de Jesús actúa densa y


eficazmente en nosotros, para hacernos crecer en la vida que
nos asemeja a Cristo”.
·“La experiencia de Dios es tanto más profunda cuanto
más viva es la fe y el amor que la produce siempre en la
limitación y la oscuridad propias de la luz de la fe”.

·“Contemplar a Dios es experimentarlo en la realidad de nuestra vida. Es la


viva convicción, experimentada en el fondo del espíritu, más allá de la
sensibilidad y del razonamiento, de que el Dios de Jesús está presente en
nosotros, en los demás y en la historia”.

·“Contemplar a Dios es saber


vivencialmente que estamos en sus
manos”.

·“El contemplativo es el que tiene una experiencia viva del Dios de Jesús,
que lo va vaciando de su egoísmo y orgullo y de los ídolos del corazón”.

·“La contemplación purifica el corazón, y la conversión y


purificación del corazón preparan a la contemplación”.

·“La humanidad de Jesús vivió la experiencia de la


contemplación de su Padre, y ser cristiano contemplativo es
seguirlo y participar en su camino contemplativo”.

·“En él se nos revela la naturaleza y el sentido de nuestra propia contemplación, pues no entendemos la
contemplación cristiana fuera de la perspectiva de Jesús contemplativo”.

·“La contemplación cristiana es la experiencia del Dios de


Jesús. No de cualquier Dios abstracto y religioso, sino del
único Dios vivo que se nos revela en Jesús”.

·“La experiencia de Dios de Jesús conduce a la muerte de


los falsos dioses-ídolos-que viven en nosotros”.

·“La experiencia del Dios cristianao lleva a la muerte del egoísmo; va


más allá de una experiencia que satisfaga el sentimiento religioso,
sin inquietar ni cuestionar, y sin producir un cambio radical y
progresivo en la orientación de la vida”.

·“El camino de la contemplación cristiana es el camino irreversible


de la muerte del hombre viejo, egoísta e idolátrico, para renacer
como discípulo y seguidor de Jesús en el Espíritu”.

·“La experiencia del Dios cristiano es oscura. Pero Jesús otorga la


gracia y la llamada a contemplar a Dios tal cual es como Padre”.

·“La vida de fe es el único camino que


·“Por Jesús tenemos acceso a Dios, de otro
tenemos en la condición terrestre para
modo inaccesible: al darnos el Espíritu,
contemplar a Dios tal como es, y no sólo
desarrollar en nosotros la capacidad para la
en sus destellos del mundo”.
experiencia de Dios”.

·“Los ojos de la fe nos adaptan para ver la luz inaccesible, pero como la
fe está más allá de la pura razón y sensibilidad, la contemplación de
Dios que nos aporta la vida de fe resulta, para nuestro modo habitual
de experimentar, oscuro”.

·“Estamos hechos para la contemplación, para ver la fuente de la luz


y de la vida, pero en la noche”.

·“La experiencia del Dios de Jesús es encarnada en la historia. Con esto queremos decir que estamos llamados a
experimentar a Dios no sólo en los momentos de oración, sino también en la vida, en la acción, en la naturaleza y en
la historia”.

·“La contemplación cristiana es experimentar el amor de Dios que quiere realizar su


Reino en nosotros, en los demás, en la sociedad”.

·“El Dios de Jesús se revela en el corazón de cada hombre, y también en la realidad histórica”.

·“Su amor se revela en la historia, y


nos empuja a renovar la historia: a
nosotros mismos, a los demás, a la
sociedad”.

·“La experiencia de Dios en la realidad de la vida tiene las


condiciones que su experiencia en la oración: es oscura y
supone la vida de la fe”.

·“La contemplación como llamada y promesa a


experimentar a Dios, nos asegura que el hombre
está hecho para ver a Dios”.

·“Está programado para la contemplación igual como


está programado para hablar un idioma”.

·“En el hombre hay una raíz contemplativa, que no debe ser ahogada ni
frustrada, so pena de una deshumanización o de una mutilación de su
realización humana”.

·“La llamada a la contemplación de Dios es universal. Es ofrecida a


todos, especialmente a los pobres de corazón y sencillos”.

·“El don de Dios es para cualquiera, para los marginados,


para los incultos, para los que llevan la vida del trabajo
diario”.

·“La experiencia cristiana de Dios tiene dos lugares


fundamentales:

-La persona misma de Jesús contemplando en la oración


- El prójimo, cuyo servicio por amor es igualmente una


experiencia de Cristo”.

·“La llamada a experimentar a Dios es una llamada a


crecer en la amistad y entrega a Jesús en la oración, y una
llamada a aprender a encontrarlo en el servicio de la
fraternidad”.

MUCHAS GRACIAS
Referencias: Segundo Galilea. El camino de la
espiritualidad. Bogotá: Paulinas, 1983, pp. 159-165

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