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INTRODUCCIÓN
1. INTRODUCCIÓN
La preocupación de los seres humanos ante la evidencia del deterioro de la naturaleza, tiene
probablemente miles de años de historia. Podemos recordar al heleno Platón, a quien se atribuye
haber comparado las polvorientas montañas deforestadas de Ática con “los huesos mondos de un
cuerpo consumido, al que se ha desprovisto de todas las partes blandas y jugosas”. O los mandatos del
emperador indio Ashoka, que menciona Jean Dorst, promulgados más de dos siglos antes de nuestra
era y que otorgaban completa protección a peces, animales terrestres y bosques. En la Edad Media, los
soberanos europeos solían emitir edictos proteccionistas, con frecuencia para reservarse la caza mayor
para sí mismos, pero también para preservar la cubierta vegetal. Guillermo el conquistador de Inglaterra,
dictó normas en el siglo XI creando reservas para ciervos y castigando severamente el furtivismo. La
conservación del medio y sus recursos, ya fuera por divertimento o necesidad, ha sido por lo tanto una
vieja aspiración de nuestra especie (Delibes, 2002).
Así, en la actualidad somos testigos de un deterioro ambiental a nivel global con repercusión en todos
los ecosistemas, lo que ha sido la causa que en diferentes partes del mundo se implementen acciones para
poder rescatar diversos ordenes taxonómicos que se encuentran en riesgo, tanto por su tráfico ilegal, así
como por el desplazamiento de las poblaciones silvestres que han tenido que ingresar en áreas urbanas y
adaptarse a ellas.
Intentos recientes por predecir las tasas de extinción, estiman que de continuar con las tendencias
actuales, podrían perderse entre 400 y 1 200 especies en los próximos 100 años y el tiempo que llevaría
la extinción de la mitad de las aves del mundo (4850 especies), sería de entre 800 y 2 800 años. Sin
embargo, estos eventos predictivos de extinción son atribuibles a las actividades humanas, por lo que la
pérdida de especies puede ser disminuida a través de acciones de conservación (Crosby, et al., 1994).
Estas estimaciones nos sitúan en la 6ª Gran Extinción sufrida por la biosfera y renueva el interés por
comprender la lógica de las cinco ocasiones anteriores, en las que la complejidad de formas vivas fue
simplificada traumáticamente. En éste caso, la especie humana parece empeñada en demostrar que se basta
ella sola para exterminar en las próximas décadas a un 50% de toda la biodiversidad planetaria actual. La
biosfera tardará en recuperarse varios millones de años (de dos a cinco por norma tras una gran extinción),
un tiempo suficientemente largo como para que nuestra especie sea, entonces, un simple fósil más (Esteve
y Calvo, 2004).
Como amenaza principal se ha declarado a la pérdida de hábitat, para la mayoría de las especies de
vertebrados, invertebrados, plantas y hongos (Heywood, 1995). En muchos países con alta densidad
poblacional humana, la mayoría de los hábitat originales han sido degradados. En 49 de los 61 países
tropicales del Viejo Mundo, más del 50% de los hábitat de vida silvestre han sido destruidos (IUCN/UNEP,
1986). En Asia tropical se ha perdido el 65% del bosque primario y en el Sub-Sahara africano también.
Las tasas actuales de deforestación varían considerablemente entre países, en Latinoamérica se presentan
tasas anuales superiores al 2%. En Paraguay y Costa Rica se ha eliminado un cuarto de la superficie forestal
durante la última década. El caso de Costa Rica es especialmente paradójico, puesto que posee a la vez
la mayor proporción de área protegida (23%) y la mayor tasa de deforestación anual en Latinoamérica
(2.6%) (WCMC, 1994).
Introducción 11
Como ejemplo de éste impacto es el crecimiento de la población en los últimos 50 años. En síntesis,
entre 1960 al 2000, la demanda de los servicios de los ecosistemas creció significativamente en la población
mundial, ya que la misma incremento hasta 6 mil millones de personas. La tendencia de dicho crecimiento
se observa en el siguiente gráfico (Figura 1).
Como se observa en 1800, la población ascendía a 1 mil millones, llegando a incrementarse a 2 mil
millones en 1927 (127 años para duplicar), 4 millones en 1974 (47 años para duplicar), para julio de
2005 la población ascendía a 6,5 millones. En los últimos 45 años (desde 1960) un mayor número de
personas se han añadido en el planeta (3,4 millones).
Las especies con mayor riesgo de extinción en la actualidad, frente a los cambios provocados por la
sociedad contemporánea son:
1. Especies con distribuciones geográficas muy restringidas.
12 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
2. Especies con poblaciones pequeñas. Paradigma de la población pequeña (Caughley y Gunn, 1996).
3. Especies en las cuales el tamaño de las poblaciones están disminuyendo. El llamado paradigma de la población
en disminución señala que si la tendencia de la población es hacia una continua disminución, probablemente
se extinguirá a menos que se identifique y corrija la causa de tal disminución (Schemske, et al., 1994).
4. Especies con baja densidad poblacional. Una especie con baja densidad de población (pocos individuos
por unidad de área), tiende a tener sólo pequeñas poblaciones remanentes si la actividad humana
fragmenta su distribución. Dentro de cada fragmento la especie puede ser incapaz de persistir y
gradualmente desaparecerá de todos ellos.
5. Especies de gran tamaño que requieren áreas extensas para sobrevivir.
6. Especies que no tienen dispersión efectiva. Algunas especies pueden responder a los cambios
ambientales con adaptaciones conductuales o fisiológicas. Sin embargo, otras son incapaces de
adaptarse a un ambiente rápidamente cambiante y deben migrar o enfrentarse a la extinción. Cuando
la única alternativa es migrar, aquellas especies incapaces de cruzar caminos, tierras de cultivo y hábitat
degradados están destinadas a la extinción, si sus hábitat desaparecieran debido a transformaciones del
uso de tierra, contaminación, especies exóticas, invasoras o al cambio climático global.
7. Especies migratorias estacionales. En el caso de especies que migran estacionalmente y dependen de
dos o más tipos de hábitat, el daño a cualquiera de éstos puede poner en peligro su supervivencia.
8. Especies con escasa variabilidad genética.
9. Especies con requerimientos especializados de nicho.
10. Especies características de ecosistemas relictuales.
11. Especies con distribución agregada. Las poblaciones que se concentran en lugares específicos son
vulnerables a la extinción local debido a depredadores, perturbaciones naturales o su captura por el
ser humano.
12. Especies que evolucionaron en aislamiento. Las especies insulares son especialmente frágiles a la
introducción de nuevas especies.
13. Especies cazadas (Primack, et al., 2001).
Introducción 13
2. ANTECEDENTES
2. ANTECEDENTES
2.1. GESTIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES EN MÉXICO
La presión sobre los recursos naturales aumenta día con día y el efecto sobre los ecosistemas se manifiesta
notablemente en la pérdida de especies, así como en la desaparición, fragmentación y degradación de los
hábitat, paisajes y ecosistemas. Nuestro país a partir de la segunda mitad del siglo XX (cuando la demanda de
los recursos se incrementaron de manera explosiva), ha adoptado a nivel gubernamental una preocupación
que responde al reclamo social y a la opinión pública mundial, ya que la pérdida de especies carismáticas ha
sido uno de los puntos que ha conmovido en su esencia a la sociedad.
Así, México a finales de 1988, crea el Subprograma Nacional de Centros de Rescate y Rehabilitación
de Fauna Silvestre, a cargo de la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue). Este
subprograma derivó del Programa Nacional de Inspección y Vigilancia de los Recursos Naturales (1986),
y de la necesidad de contar con Centros de Acopio de Fauna Silvestre que albergaran a todos aquellos
especímenes decomisados o entregados por particulares para su rehabilitación, canalización o liberación a
su lugar de origen.
Cuando nuestro país ingresó a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas
de Fauna y Flora Silvestres (CITES), en 1991, adquirió el compromiso de contar con Centros de Rescate,
a través de una institución designada por una autoridad administrativa para cuidar el bienestar de los
especímenes vivos, especialmente de aquellos que hayan sido confiscados, creándose los Centros de Rescate
y Rehabilitación de Especies Silvestres (Cereres); momento a partir del cual se creó el Subprograma
Nacional de Apoyo a la Normatividad de Centros de Acopio y Recuperación de Especies Silvestres, dentro
del Programa Nacional de Protección y Conservación de la Flora y Fauna Silvestres, el cual formaba parte
del Programa Ambiental de México. Partiendo de lo anterior, se inició la operación de cinco Cereres y la
construcción de uno más en Ciudad Juárez, Chihuahua, todos ellos distribuidos estratégicamente en el
territorio nacional y contando con un área de influencia regional.
Para 1997, en el marco del Programa de Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Productiva
en el Sector Rural, los Cereres se incorporaron como elementos estratégicos del Sistema de Unidades para
la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (SUMA), con el nombre de
Centros Integrales para la Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (CICAVS), que
bajo los preceptos de la Ley General de Vida Silvestre (D.O.F. 03/07/2000) se denominan ahora Centros
para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS).
Antecedentes 17
2.2. CENTROS PARA LA CONSERVACIÓN E INVESTIGACIÓN DE LA
VIDA SILVESTRE, CIVS
Los CIVS tienen como objetivo la recepción, protección, recuperación, reintroducción y canalización de
ejemplares de vida silvestre que son producto de rescate, entregas voluntarias o aseguramientos por parte
de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(Profepa), estipulado en su Artículo 38, de la Ley General de Vida Silvestre, en sus párrafos I y II.
A través de los CIVS se desarrollan programas de recuperación de especies clave o en riesgo, actividades
de difusión, rescate, rehabilitación, evaluación, muestreo, seguimiento permanente, investigación científica,
monitoreo ambiental, asesoría técnica, educación, capacitación y cualesquiera otras que contribuyan a la
conservación y al desarrollo del conocimiento sobre la vida silvestre y su hábitat, así como a la integración
de éstos a los procesos de desarrollo sustentable.
En la actualidad existen 6 CIVS, ubicados en los estados de Jalisco, Oaxaca, Yucatán, Quintana Roo y
Estado de México, este último con dos centros (Figura 2).
18 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
En el marco normativo, no fue hasta el año 2000 cuando fue publicada la Ley General de Vida Silvestre,
que es cuando se establece de manera oficial quien asumiría la responsabilidad de la vida silvestre en México;
dichas actividades recaen en la Dirección General de Vida Silvestre, perteneciente a la Subsecretaría de
Gestión para la Protección del Ambiente de la Semarnat.
Tanto en México como a nivel mundial, las diferentes poblaciones silvestres de aves de presa se
encuentran sometidas a múltiples presiones como la caza, captura, uso de pesticidas y la destrucción de sus
hábitat naturales, entre otras, colocando algunas de ellas al borde de la extinción.
A nivel internacional la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus
siglas en inglés) ha publicado desde 1988, “La Lista Roja de Animales Amenazados (The Red List of
Threatened Animal), la cual cataloga las especies que a nivel mundial se encuentran amenazadas o en
peligro de extinción.
Por otro lado la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y
Flora Silvestres (CITES), surge como resultado de una resolución aprobada en una reunión de la UICN en
1963, con representantes de 80 países. Esta convención es un acuerdo internacional concertado entre
los gobiernos y tiene como finalidad velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y
plantas silvestres no constituya una amenaza para su supervivencia. Hoy día la Convención está conformada
por 175 países.
Las especies amparadas por la CITES están incluidas en tres Apéndices, según el grado de protección
que necesiten. En el Apéndice I se incluyen las especies en peligro de extinción, autorizándose el comercio
de estas bajo circunstancias excepcionales.
En el Apéndice II se incluyen las especies que no se encuentran necesariamente en peligro de extinción,
pero cuyo comercio debe controlarse a fin de evitar una utilización incompatible con su supervivencia,
cabe mencionar que en este Apéndice se encuentran las aves de presa, a excepción de las especies Falco
peregrinus y Falco rusticolus que se encuentran en al Apéndice I.
Y en el Apéndice III se incluyen las especies que están protegidas al menos en un país, el cual ha solicitado
controlar su comercio.
Actualmente México cuenta con la norma oficial NOM-059-SEMARNAT-2010 Protección ambiental–
Especies nativas de México de flora y fauna silvestres-Categorías de riesgo y especificaciones para su
inclusión, exclusión o cambio-Lista de especies en riesgo. En la cual se han incluido 65 (73%) de las 89
especies de aves de presa presentes en el país (de acuerdo con Navarro y Gordillo, 2006), bajo alguna
categoría de riesgo. Estas categorías son: Probablemente Extinta en el Medio Silvestre (E), en Peligro de
Extinción (P), Amenazada (A) y Sujeta a Protección Especial (Pr).
Las aves de presa que han ingresado en los CIVS, se encuentran en las siguientes categorías de riesgo
(Tabla 1):
Antecedentes 19
TABLA 1. RESUMEN DE LAS ESPECIES DE AVES DE PRESA QUE HAN INGRESADO EN LOS
CIVS
Especie Nombre común CITES apéndices IUCN NOM-059-
SEMARNAT-2010
Aquila chrysaetos Águila real II LC A
Falco peregrinus Halcón peregrino I LC Pr
Falco femoralis Halcón aplomado; fajado II LC A
Falco rufigularis Halcón murcielaguero; enano II LC S/C
(Sinónimo: Falco albigularis)
Buteo platypterus Aguililla ala ancha II LC Pr
Buteo magnirostris Aguililla caminera II LC S/C
Buteo albicaudatus Aguililla cola blanca II LC Pr
Asturina nitida Aguililla gris II LC S/C
(Sinónimo: Buteo nitidus)
Buteo swainsoni Aguililla de Swainson II LC Pr
Buteogallus anthracinus Aguililla negra menor II LC Pr
Parabuteo unicinctus Aguililla de Harris II LC Pr
Buteo jamaicensis Aguililla cola roja II LC S/C
Falco sparverius Cernícalo americano II LC S/C
Accipiter cooperii Gavilán de Cooper II LC Pr
Accipiter striatus Gavilán pecho rufo; estriado II LC Pr
Caracara cheriway Caracará; quebrantahuesos II LC S/C
(Sinónimo: Polyborus
cheriway)
Tyto alba Lechuza de campanario S/C LC S/C
En las figuras 3 y 4, se muestran los ejemplares de aves de presa que ingresaron al CIVS “Los Reyes”,
durante el periodo 2007-2008.
20 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 3. RELACIÓN DE AVES DE PRESA QUE INGRESARON AL CIVS “LOS REYES”
EN EL AÑO 2007
(ELABORADO POR: DÍAZ DE LA VEGA M. A.)
14
12 1
1
10
2
8
1
2
1
6 2
1 1
6 2
1
4 2 2
1
2 2
1 1 1 1 1 1
2 2
1 1 1 1 1 3 1 1
2 2 2
1 1 1 1 1 1 1 1
0
Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
14
1
12
2
10 1
2
3
8 1
2
1
6 2
3 1
2
2
1
4 2
1 1 1 1 1
2
1 1 1 1 3 1 1 1
2 1
2
1
2
1 3
2 2 2 2 2
1 1 1 1 1 1
0
Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
Falco sparverius (Cernícalo americano) Bubo virginianus (Búho real)
Buteo swainsoni (Aguililla de Swainson) Tyto alba (Lechuza de campanario)
Caracara cheriway (Cara cara; Quebrantahuesos) Micrathene whitneyi (Búho enano)
Parabuteo unicinctus (Aguililla de Harris) Falco peregrinus (Halcón peregrino)
Athene cunicularia (Tecolote zancón) Otus sp. (Búho enano)
Buteo jamaicensis (Aguililla cola roja)
Antecedentes 21
Las especies representadas suman un total de 14, siendo las más frecuentes Buteo jamaicensis (Aguililla
cola roja), Caracara cheriway (Caracara) y Parabuteo unicinctus (Aguililla de Harris), esta última incluida
en la NOM-059-SEMARNAT-2010, Sujeta a Protección Especial (Pr).
El manejo de la fauna posterior al decomiso o entrega voluntaria es un tema que ha ido adquiriendo
importancia en los últimos años, sobre todo por el efecto que puede llegar a tener sobre la conservación de
las especies. Existen tres opciones para el destino de estos animales: liberación al medio natural, reubicación
en cautiverio (canalización) o eutanasia.
Con respecto a lo anterior, se observa que el volumen de ejemplares que ingresan respecto a los que
son liberados o canalizados, muestran diferencias evidentes. Un ejemplo de ello, es el balance de ingresos
del CIVS Guadalajara en el periodo comprendido entre 2002 a 2005, en donde es mayor la cantidad de
ejemplares que se reciben, que los liberados, este comportamiento se da básicamente por el estado físico en
que los ejemplares llegan y por la situación legal que guardan; así mismo, el número de bajas es importante
ya que el manejo previo al ingreso al CIVS se desconoce (Figura 5).
450
400
350
300
250 2002
2003
200 2004
150 2005
100
50
0
Ingresos Liberaciones Canalizaciones Bajas En rehabilitación
22 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
En el año 2005, el volumen de ingreso fue de cerca de 400 ejemplares, de los cuales
aproximadamente el 50% de ellos, mueren por diversas causas. Por lo tanto, la rehabilitación es una
piedra angular en los programas de los CIVS, ya que la pérdida de un ejemplar puede representar un
potencial genético irrecuperable.
La rehabilitación de aves de presa posee efectos positivos directos e indirectos tales como:
1. Contribuir a restituir las poblaciones de aves de presa, a través de la liberación.
2. Reintroducción de individuos al medio silvestre.
3. Auxiliar en la investigación de aves de presa para identificar causas de mortalidad y morbilidad de
ejemplares.
4. Cambios en el estatus de riesgo de las diferentes especies de aves de presa (al contribuir en la restitución
de las poblaciones).
5. Por ser monitores ambientales y controladores biológicos naturales.
Desde la creación y operación de los centros de rescate y rehabilitación de fauna silvestre se han recibido
innumerables ejemplares de aves; del 2005 al 2009 ingresaron 1112 ejemplares de la clase Aves en el
CIVS “Los Reyes” (Cerecedo y Montesinos, 2010); en los últimos dos años (de 2009, a noviembre del
2010), se recibieron 339 ejemplares de aves de presa en condiciones tanto físicas como etológicas muy
diversas, siendo candidatos idóneos para iniciar un procesos de rehabilitación física y conductual, con el
objetivo de reintegrar la mayor cantidad de ejemplares recuperados al medio silvestre.
Por lo que se ha implementado el Programa de Rehabilitación y Liberación de Aves de Presa, a partir
del 2009, en el que se han rehabilitado y liberado a su hábitat natural al 46% (156) de los ejemplares de
aves de presa recuperados y que han ingresado en los CIVS, a partir de ese año, siguiendo el método aquí
descrito. Es de mencionarse que hay liberaciones de ejemplares que no están contempladas dentro del
Programa, ya que al realizar la evaluación de los ejemplares a su ingreso, se determina que no requieren de
una permanencia innecesaria dentro de los Centros, reintegrándolos de manera inmediata al medio silvestre.
Por otro lado, cabe señalar que las técnicas desarrolladas a lo largo de miles de años para la práctica de la
cetrería, son una de las estrategias metodológicas utilizadas rutinariamente en el manejo, rehabilitación y en
su caso liberación de los ejemplares de aves de presa por muchos biólogos de vida silvestre y profesionales
clínicos. La cetrería no es sólo una modalidad más de cacería deportiva, es un arte vivo, que combina el uso
sustentable de los recursos naturales renovables y la conservación de las rapaces y la caza, que consiste en
cazar piezas silvestres en su entorno natural con aves de presa entrenadas (Rivera, 2008).
Antecedentes 23
Como puntos básicos la cetrería se compone de tres elementos:
1. Adiestramiento
2. Mantenimiento en cautividad de aves de presa
3. Caza
A partir de estos tres elementos, la mala práctica de la cetrería origina:
1. Tráfico ilegal de especies silvestres
2. Malos tratos y prácticas en las aves utilizadas
3. Inadecuada intervención en los ecosistemas ocasionando su deterioro
La modificación de la conducta animal es un tema sustancial en la rehabilitación, todos los esfuerzos
encaminados a su recuperación física y de salud, no tendrían éxito si su conducta no es habilitada
para interaccionar en el mundo silvestre. Por tal motivo, las aves de presa deben adquirir y detonar sus
habilidades que les permita obtener alimento, evadir predadores, huir de la presencia humana, obtener
lugares de resguardo y el reconocimiento e interacción con sus co-específicos, desarrollando estrategias
sociales y de reproducción.
24 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
3. MARCO NORMATIVO
3. MARCO NORMATIVO
En el apartado de presentación de la Ley General de Vida Silvestre, específicamente en el último párrafo,
textualmente se lee: “… Es la primera Ley en materia de vida silvestre con que cuenta México para enfrentar
los retos derivados de su megadiversidad y su problemática socioeconómica…” El presente apartado
pretende seguir una línea congruente con uno de los ejes de la política ambiental, ésta es, la conservación
de los recursos naturales.
Es imprescindible que nuestra nación cuente con instancias oficiales que le den cabida a los recursos
biológicos que son asegurados o que son entregados voluntariamente a efecto de poder darles la atención
que amerite dicho recurso. Sobre lo anterior, es importante mencionar que la referida Ley y su Reglamento,
en su Título V, Capítulo VII, Artículo 38 y en el Título Tercero, Capítulo Tercero, Artículo 18 respectivamente,
se señalan las funciones que deberán llevar a cabo los Centros para la Conservación e Investigación de la
Vida Silvestre (CIVS): “Recepción, rehabilitación, protección, recuperación, reintroducción, canalización,
y cualquiera otras que contribuyan a la conservación de ejemplares producto de rescate, entregas
voluntarias, o aseguramientos por parte de la Profepa o la PGR. Además de la difusión, capacitación,
monitoreo, evaluación, muestreo, manejo, seguimiento permanente y cualquiera otras que contribuyan al
desarrollo del conocimiento de la vida silvestre y su hábitat, así como la integración de éstos a los procesos
de desarrollo sostenible” (D.O.F., 2000). En tanto que el reglamento de la Ley, se señala como una función
básica de los CIVS: “el manejo médico veterinario y etológico (medicina preventiva, tratamientos, medidas
de seguridad, recuperación y rehabilitación)” (D.O.F., 2006).
Una vez señalado el fundamento legal por el cual se delimitan las funciones que persiguen los CIVS,
podemos ahora hablar de temas específicos, como el que da lugar a éste escrito, y por lo cual se trabaja en
la rehabilitación física y conductual de las aves de presa que ingresan en los CIVS, con el propósito de ser
devueltas a sus respectivas áreas de distribución natural y contribuyan al mantenimiento de ecosistemas y
hábitat saludables, lo que finalmente dará como resultado la conservación de las diversas especies biológicas
que se encuentren dentro de la zona.
La gestión para la rehabilitación y liberación de aves de presa en México, debe basarse en los lineamientos
dictados por la Ley General de Vida Silvestre y su Reglamento.
Por lo tanto, es conveniente hacer mención textual de los mismos, lo cual se refiere a continuación:
Artículo 79. La liberación de ejemplares a su hábitat natural, se realizará de conformidad con lo establecido
en el reglamento. La Secretaría procurará que la liberación se lleve a cabo a la brevedad posible, a menos
que se requiera rehabilitación.
Marco Normativo 27
Si no fuera conveniente la liberación de ejemplares a su hábitat natural, la Secretaría determinará un
destino que contribuya a la conservación, investigación, educación, capacitación, difusión, reproducción,
manejo o cuidado de la vida silvestre en lugares adecuados para ese fin.
Artículo 80. La Secretaría podrá autorizar la liberación de ejemplares de la vida silvestre al hábitat natural
con fines de repoblación o de reintroducción, en el marco de proyectos que prevean:
a) Una evaluación previa de los ejemplares y del hábitat que muestre que sus características son viables
para el proyecto.
b) Un plan de manejo que incluya acciones de seguimiento con los indicadores para valorar los efectos de
la repoblación o reintroducción sobre los ejemplares liberados, otras especies asociadas y el hábitat, así
como medidas para disminuir los factores que puedan afectar su sobrevivencia, en caso de ejemplares
de especies en riesgo o de bajo potencial reproductivo.
c) En su caso, un control sanitario de los ejemplares a liberar.
Artículo 81. Cuando no sea posible realizar acciones de repoblación ni de reintroducción, la Secretaría
podrá autorizar la liberación de ejemplares de la vida silvestre al hábitat natural en el marco de proyectos de
traslocación que incluyan los mismos componentes señalados en los dos artículos anteriores. Los ejemplares
que se liberen deberán, en lo posible, pertenecer a la subespecie más cercana, genética y fisonómicamente,
a la subespecie desaparecida.
En cuanto a las disposiciones que expone su Reglamento:
REGLAMENTO DE LA LEY GENERAL DE VIDA SILVESTRE. TÍTULO CUARTO, CAPÍTULO QUINTO
LIBERACIÓN DE EJEMPLARES AL HÁBITAT NATURAL
Artículo 83. Se requiere autorización previa de la Secretaría para la liberación de ejemplares de vida silvestre,
para lo cual la solicitud correspondiente deberá:
I. Señalar el objeto de la liberación: repoblación, reintroducción, traslocación o medidas de control, y
II. Contener el listado de especies a liberar, identificadas por nombre común y nombre científico hasta
el grado de subespecie, cantidad de ejemplares, edades, proporción de sexos y la relación de marcas
a utilizar.
A la solicitud se anexará el proyecto a que se refieren los artículos 80 y 81 de la Ley.
Las medidas de liberación que se encuentren en el plan de manejo aprobado, se entenderán autorizadas.
28 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
La Secretaría podrá establecer medidas para realizar el seguimiento de los ejemplares o poblaciones
liberadas en la resolución de la autorización respectiva.
Artículo 85. Para autorizar la liberación se tomará en consideración la información técnica y científica
disponible sobre la viabilidad de la liberación, en función de las características biológicas de la especie, de la
calidad del hábitat y de las condiciones del área, en su caso.
Artículo 86. La Secretaría deberá establecer en la autorización de liberación las medidas para disminuir los
factores que puedan afectar la supervivencia y reproducción de los ejemplares a liberar, cuando se trate de
especies en riesgo o de bajo potencial reproductivo y, en su caso, las medidas para realizar el seguimiento
de los ejemplares o poblaciones.
Artículo 87. Cuando la Secretaría determine que no es procedente efectuar la liberación de ejemplares de
vida silvestre al hábitat natural de manera inmediata por razones conductuales o sanitarias, éstos deberán
sujetarse a los procesos de rehabilitación respectivos en sitios señalados por la Secretaría en la resolución
respectiva, en los que podrá evaluar, de acuerdo a la especie, la conveniencia de una etapa de pre-liberación.
Asimismo, dichos ejemplares deberán sujetarse a los controles y medidas sanitarias correspondientes.
Artículo 88. En los casos en que los ejemplares no puedan ser rehabilitados física, sanitaria o
conductualmente, o su liberación constituya un riesgo para las personas o para el sano desarrollo de las
poblaciones de especies silvestres que se encuentran en su hábitat natural, se depositarán en los CIVS o
en las instalaciones con capacidad para mantener ejemplares de la vida silvestre en condiciones adecuadas,
conforme a lo establecido en el Artículo 18 del Reglamento.
Artículo 89. En caso de colecta o captura ilícita flagrante, la Secretaría podrá liberar inmediatamente
a los ejemplares de que se trate, previa evaluación positiva de la viabilidad de la liberación, mediante el
levantamiento del acta respectiva en la que se deberán asentar explícitamente los elementos valorados.
Artículo 18. Las actividades que la Secretaría realice a través de los CIVS se sujetarán a su programa
respectivo, el cual contendrá los objetivos, metas e indicadores de éxito de acuerdo con las características
de cada centro.
Cada CIVS llevará un sistema de control, que contendrá:
Marco Normativo 29
I. El control de movimientos de inventario de ejemplares (ingresos, liberaciones, canalizaciones,
nacimientos y defunciones) en el que se deberá indicar la cantidad, género y especie, así como señalar
el sistema de marca utilizado y los datos de identificación individual;
II. El manejo médico veterinario y etológico (medicina preventiva, tratamientos, medidas de seguridad,
recuperación y rehabilitación);
III. Las medidas de contingencia, y
IV. Los resultados que respondan a los objetivos específicos, metas e indicadores de éxito programados
para cada CIVS.
Así, en cuanto a los destinos y actores involucrados en el proceso de rehabilitación el Artículo 21 del
RLGVS, la Semarnat, podrá canalizar ejemplares que se encuentren confinados en los CIVS a las personas
inscritas en el registro a que se refiere el Artículo 38 de la LGVS, dónde menciona: “En dichos centros
se llevará un registro de las personas físicas y morales con capacidad de mantener ejemplares de fauna
silvestre en condiciones adecuadas. En el caso de que existan ejemplares que no puedan rehabilitarse
para su liberación, éstos podrán destinarse a las personas físicas y morales que cuenten con el registro
correspondiente de conformidad con lo establecido en el capitulo sexto de éste título”, el cual nos refiere al
trato digno y respetuoso a la fauna silvestre.
Para pertenecer al padrón de personas físicas y morales y estar en condiciones de recibir ejemplares de vida
silvestre de los CIVS, los interesados deberán presentar al CIVS correspondiente los datos y documentos a
que se refiere el Artículo 15 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo; así como la información que
demuestre su capacidad para el mantenimiento de ejemplares de fauna silvestre en condiciones adecuadas
y se deberán seguir los lineamientos de acuerdo al trámite con homoclave: SEMARNAT- 08-039, como lo
dicta la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer).
30 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
4. CONSIDERACIONES GENERALES
4. CONSIDERACIONES GENERALES
4.1. CAUSAS POR LAS QUE SE RECIBEN EJEMPLARES DE AVES DE
PRESA EN LOS CIVS
Existe una diversidad de ejemplares de aves que constantemente ingresan a los CIVS por medio de diferentes
vías de procedencia, tales como, entregas voluntarias a través de particulares, del H. cuerpo de Bomberos,
de la Brigada de Protección Animal (que es un agrupamiento de la SSP y que opera sólo en el D.F.), o bien,
por conducto de decomisos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa, dependiente
de la Semarnat), o por la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Ambiente y Previstos
en Leyes Especiales (UEIDAPLE, dependiente de la PGR), trátese de aves, mamíferos, reptiles, arácnidos
o anfibios, entre otros.
Particularmente lo concerniente a las aves de presa, la cantidad de ejemplares que ingresan en los CIVS
es considerable. Las razones son varias dependiendo de la vía de procedencia por la que ingresen, es decir; los
ejemplares que son productos de aseguramientos precautorios por parte de la PGR, por ejemplo, son a causa
de que el propietario del ejemplar no cumple con la documentación correspondiente a efecto de comprobar la
posesión legal del ejemplar al momento de que la autoridad actúe por denuncia pública o porque el infractor
sea sorprendido en vía pública portando al ejemplar. Profepa por su parte, es la autoridad competente en
actividades de Inspección y Vigilancia en los lugares donde se comercialice fauna y flora silvestre, así como
en centros de exhibición de especies silvestres o atender de la misma manera las denuncias públicas.
La Brigada de Vigilancia Animal, atiende llamadas de la ciudadanía relacionadas al maltrato de perros y
gatos, aunque también intervienen en casos donde la Profepa o la PGR lo requieran cuando se traten de
especies silvestres. El personal de la referida brigada cuenta con la capacitación técnica básica para hacer
reconocimiento de las especies de fauna silvestre e intervenir para realizar captura y contención física de los
ejemplares en cuestión.
El H. Cuerpo de Bomberos, generalmente realizan captura y traslado de ejemplares de fauna silvestre
encontrada o rescatada tanto en el DF como en la zona metropolitana.
Eventualmente Protección Civil de las diferentes delegaciones o municipios, también contribuyen para
el ingreso de las referidas aves, aunque normalmente el personal de estas dependencias, sólo se encargan
del traslado de los ejemplares.
Respecto a los particulares, la razón predominante que argumentan quienes hacen entrega de sus
ejemplares, es porque el ave llega a sus domicilios o que los encuentran en la vía pública, lo cual es difícil
de creer en algunos casos, dado el apego que tienen las aves con esta gente. Hay ocasiones en que
personalmente los técnicos del CIVS hacen rescates en los domicilios de particulares y se puede constatar
que efectivamente, los ejemplares llegan por accidente. Si bien, lo común es que los particulares adquieran
a las aves de presa a través del comercio ilegal en la mayoría de los casos y en lugares diferentes a sus sitios
Consideraciones Generales 33
de origen de los ejemplares, lo que representa al mismo tiempo, la mayor dificultad para obtener datos de
las zonas de extracción de los ejemplares en cuestión, para poder liberarlos posteriormente al medio silvestre
dentro de sus áreas de distribución natural.
34 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Con base en lo anterior, podemos consignar a estos ejemplares a dos vías:
1. Liberación en la naturaleza (únicamente animales rehabilitados, traslocados o relocalizados).
2. Canalización a UMA, instituciones zoológicas o particulares, de animales rehabilitados pero discapacitados
para ser liberados, de acuerdo a la normatividad vigente.
El destino que se da a un ejemplar debe ser constatado con una evaluación clara de sus capacidades,
ya que con regularidad se toma conocimiento de liberaciones indiscriminadas de animales, muchas veces,
respaldadas o justificadas con argumentos técnicamente inconsistentes. Dar libertad a un animal en la
naturaleza suele ser bien visto por la mayoría de gente, sin importar si ha realizado bien o mal.
En el caso de los ejemplares inhabilitados nos referimos a los que presentan problemas físicos
como fracturas o mutilaciones que les imposibilitan su reintegración al medio, en este caso lo ideal es
acostumbrar el ejemplar al ser humano volviéndolo filial así evitando que se estrese, se siga lastimando
y presente un riesgo para el ser humano, pudiéndolo utilizar para reproducción en cautiverio o bien para
platicas de concientización.
Beneficios de la rehabilitación. La rehabilitación y liberación de animales silvestres va más allá del solo
rescate de un individuo de una especie determinada, a continuación se enumeran los puntos esenciales:
1. Incrementa el número de individuos de especies en déficit poblacional, repoblando zonas donde han
desaparecido o disminuido, favoreciendo su intercambio genético.
2. Facilita la difusión y educación sobre la necesidad de interrumpir la demanda ilegal de especies
silvestres protegidas, a través de una acción que capta fácilmente la atención de la comunidad; Odell
(1985), sostiene que “rehabilitando animales silvestres, la gente fortalece sus actitudes de atención
y consecuentemente, permite extender su inmediata preocupación y conocimiento por una criatura
particular hacia el mundo natural”.
3. Ejemplificar al público las consecuencias posibles del tráfico ilegal de fauna o el maltrato de las mascotas.
4. La posibilidad de aprovechar los ejemplares inhabilitados para su liberación, ya que un animal con cierto
tipo de discapacidad puede ser canalizado para formar o reforzar pie de cría o exhibición en zoológicos,
entre otros.
5. Aporta datos al acervo de conocimientos sobre sanidad, recuperación y biología de animales silvestres.
Consideraciones acerca de los riesgos de una rehabilitación y liberación. Una rehabilitación será
realmente exitosa cuando el animal liberado no impacte negativamente sobre la naturaleza, sobreviva en su
hábitat (por haber superado incapacidades, la dependencia antrópica y sus eventuales patologías) y tenga
éxito reproductivo (Aprile y Bertonatti, 1996).
Es importante considerar que no todos los animales pueden ser rehabilitados y que la liberación de esos
ejemplares “inhabilitados” es sumamente peligrosa para la naturaleza, por lo que deberá ser desaconsejada
e impedida cuando:
1. Presenten enfermedades crónicas o congénitas.
Consideraciones Generales 35
2. Tengan discapacidades físicas o psíquicas.
3. Se desconozca su identidad taxonómica (especie y en ocasiones raza o subespecie). La liberación
de individuos de una especie exótica si se instalan lo harán a expensas de las especies autóctonas,
compitiendo o desplazándolas. Incluso pueden convertirse en una de sus principales amenazas de
supervivencia. La liberación de un animal cuya especie se desconoce o es dudosa puede contaminar
genéticamente a las poblaciones naturales provocando hibridación, con consecuencias difíciles de
evaluar, pero ciertamente indeseables.
Un programa de rehabilitación es interdisciplinario, deberá contar con la asistencia de veterinarios y
biólogos, que brindarán su asesoramiento en dos grandes campos: el sanitario y el biológico/ecológico.
Esto permitirá analizar y tomar decisiones que contarán con el respaldo de especialistas, minimizando así la
posibilidad de cometer errores (Aprile y Bertonatti, 1994).
36 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Los ejemplos más evidentes de sistemas con capacidad de aprendizaje los constituyen el sistema nervioso
central o el inmunitario (Sánchez y Loredo 2005).
La acción del ambiente sobre el desarrollo de la conducta no es constante a lo largo de la vida del
animal, sino que en determinados períodos resulta particularmente intensa y duradera. Dichos períodos se
denominan sensibles o críticos y su existencia tiene repercusiones prácticas importantes. Como lo son las
etapas tempranas de desarrollo, en donde la susceptibilidad a estímulos tiene efectos marcados. Dentro
del repertorio conductual de las aves algunos periodos son: la impronta filial e impronta sexual, entre otros.
La impronta, como término en el idioma castellano, es el equivalente de “imprinting”, acuñado por
Konrad Lorenz, que por definición, se dice de la “capacidad de ciertas especies animales con posibilidades
de locomoción precoz para aprender a edad temprana y quizás permanente las características de sus
progenitores”.
La función de la impronta filial es la de identificar al progenitor y mantener a la cría próxima a él, a fin de
asegurar la alimentación y protección.
Es importante definir estas características en el desarrollo de las aves; las de tipo precociales pueden
proporcionar proteínas de alta calidad en sus huevos y sus crías al eclosionar están capacitadas para
que en ésta temprana etapa puedan protegerse de los depredadores (patos o pavos) y las hembras, en
consecuencia (las madres) tienen menos participación postnatal. Las aves altriciales son menos capaces de
aportar nutrientes en la etapa prenatal, sus huevos son más pequeños y los jóvenes todavía necesitan de
mucha atención y protección de los depredadores.
Los términos altriciales o precociales fueron presentados por Sundeval (1836) y como aves nidícolas
o nidífugas por Lorenz Oken en 1816. Las dos clasificaciones se consideran idénticas en general, pero el
significado es ligeramente diferente, en que “altricial” y “precocial” se refieren a la etapa de desarrollo,
mientras que “nidícolas” y “nidífugos” se refieren a quedarse o dejar el nido (Starck y Ricklefs, 1998).
Los estímulos de la impronta tienen gran variedad y son:
1. Visuales: los animales prefieren los estímulos similares a su especie.
2. Auditivos: lo que el animal oye.
3. Movimiento: los animales prefieren objetos en movimiento.
4. Hábitat.
Las dos características más importantes de la impronta filial son que: 1) prevalece en ausencia de
refuerzo externo y 2) al retirar el estímulo no implica la desaparición de la pauta de comportamiento.
Por otro lado la impronta sexual tiene como función dotar al animal del modelo de pareja, esta impronta
difiere de la filial ya que es menos obvia, breve y rígida, y dura toda la vida.
Uno de los puntos básicos en el manejo de la conducta en rehabilitación de aves de presa es utilizar ésta
característica ontológica de las mismas, a fin de detonar las habilidades innatas del animal (epigénesis), a
través de estímulos clave. Por lo tanto, es presumible asumir la teoría de que un ave de presa es capaz de
ser habilitada en cualquier periodo en el que sea extraído de vida libre, gracias a su plasticidad conductual.
Consideraciones Generales 37
Experiencia y aprendizaje. La conducta adquirida es aquella que está cambiando continuamente con la
experiencia, es el conjunto de manifestaciones conductuales (reflejos condicionados, respuestas aprendidas
y hábitos generales), que se obtienen mediante el aprendizaje. De manera muy general, se puede decir que
el animal aprende por dos vías: 1) por interacción con su medio ambiente y 2) por imitación de un modelo,
como lo son los padres (papel que tomará el rehabilitador).
Una experiencia es considerada como una construcción mental resultante de algún suceso en
el medio, no solo del cuerpo sino también del cerebro. Algunas experiencias son consecuencias de
cambios en los niveles hormonales o de otros aspectos del medio físico o químico del cerebro y otras
tantas lo son sensoriales.
Cuando ocurre el aprendizaje, alguna experiencia ha producido un cambio en la conducta, que a su
vez debe ser el resultado de un proceso dentro del cerebro. Así, se podría definir el aprendizaje como
“un cambio en el cerebro que, como consecuencia de la información proveniente del exterior, modifica
el comportamiento por más de unos segundos”. La referencia a “unos segundos” excluye las reacciones
simples. Es importante considerar, como dice Hinde (1976), que “el aprendizaje no es episódico, ocurre
continuamente, aunque no necesariamente afecta a la conducta de inmediato”.
Función del aprendizaje. Se puede analizar al aprendizaje en términos de costos y beneficios para una
especie, bajo la luz de la ley de la máxima parsimonia que prevalece en los sistemas biológicos:
Beneficios: Adquirir información relevante en un medio cambiante que por su variabilidad no puede ser
heredada filogenéticamente.
Costos: Desarrollo de estructuras altamente especializadas y organizadas (genoma más complejo).
Síndrome de inmadurez. La inmadurez ha evolucionado bajo la acción de la selección natural a pesar
del costo, compensando las desventajas por la ganancia neta en eficacia biológica. Un individuo puede
desarrollar un fenotipo general más eficaz para explorar los recursos vitales, evadir depredadores o para
competir, si al comienzo de su vida dedica mucha energía al crecimiento físico, a expensas de la reproducción
(Colmenares y Gómez, 1994).
Función del síndrome de inmadurez. Para los estrategas de tipo “k”, dónde la calidad se favorece sobre
la cantidad, debido a la competición intensa intraespecífica y a la estabilidad relativa de los hábitats en los
que se desarrollan estas especies.
Potencial adaptativo. Proporciona al animal una mayor adaptabilidad, cuya manifestación principal es
la plasticidad de su conducta.
La rehabilitación etológica de las aves de presa engloba los conceptos mencionados; en primer término
presentan periodos de inmadurez más prolongados, lo que permite por razón evolutiva una plasticidad
correspondiente a su filogenia, ya que para tener éxito, debe de moldear sus respuestas con base a la mayor
eficiencia. Y recordando que el comportamiento es el fenotipo que exhibe una mayor capacidad de cambio,
como el motor evolutivo (Wilson, 1980); el paradigma que refiere a el animal como máquina que responde
de manera automatizada, se desploma y nos refiere a la visión de que ciertas conductas pueden aún ser
detonadas por técnicas adecuadas, restableciendo las habilidades y capacitar a su ejecutor para interactuar
adecuadamente en su ambiente natural.
38 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
5. RECEPCIÓN DE AVES DE PRESA EN LOS CIVS
5. RECEPCIÓN DE AVES DE PRESA EN LOS CIVS
FIGURA 6. PROCESO DE RECEPCIÓN DE AVES DE PRESA EN LOS CIVS
Como base para la recepción de ejemplares de aves de presa se recomiendan las acciones primarias siguientes:
1. El ave está aparentemente sana (juvenil o adulto). El animal fue capturado recientemente (no más de
cinco días), mantenerlo aislado de otros cautivos y tratar de liberarlo en el mismo lugar en que fue hecha
su captura (registro previo).
2. Si aparentemente está enferma o lastimada. Podrá notar que presenta ojos opacos, esta decaído, pasivo,
rodeado de insectos o flaco:
1. Ubique al ejemplar preferentemente en una caja de madera agujereada por la parte inferior, bien
aireada (no utilizada previamente para otros animales). Las jaulas pueden provocar fracturas de
patas, alas o picos; la función de la caja será que lo aísle visualmente del exterior, lo que evitará que
el animal se lastime y disminuirá su estrés.
2. Colóquelo en un lugar tranquilo, oscuro y preferentemente cálido. Si no sabe qué alimento darle, no
se lo dé, pero ofrézcale agua fresca.
42 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 7. PROCEDIMIENTO AL INGRESO DE LOS EJEMPLARES EN LOS CIVS
Cuarentena:
El ejemplar es colocado en albergue aislado, Eutanasia
monitoreo etológico y sanitario.
Las especies que han ingresado en los CIVS, se muestran en la tabla siguiente:
TABLA 2. LISTA TAXONÓMICA DE LAS ESPECIES DE AVES DE PRESA QUE HAN INGRESADO
EN LOS CIVS
Nomenclatura científica Nombre común
Orden: Falconiformes (Sharpe, 1874)
Familia: Accipitridae (Vieillot, 1816)
Subfamilia: Accipitrinae
Género: Accipiter (Brisson, 1760)
Especies: Accipiter cooperii (Bonaparte, 1828) Gavilán de Cooper
Accipiter striatus (Vieillot, 1808) Gavilán pecho rufo; estriado
Género: Aquila (Brisson, 1760)
Especie: Aquila chrysaetos (Linnaeus, 1758) Águila real
Género: Asturina (Vieillot, 1816)
Especie: Asturina nitida (Latham, 1790) Aguililla gris
(Sinónimo: Buteo nitidus)
Género: Buteo (Lacépède, 1799)
Especies: Buteo albicaudatus (Vieillot, 1816) Aguililla cola blanca
Buteo jamaicensis (Gmelin, 1788) Aguililla cola roja
Buteo magnirostris (Gmelin, 1788) Aguililla caminera
Buteo platypterus (Vieillot, 1823) Aguililla ala ancha
Buteo swainsoni (Bonaparte, 1838) Aguililla de Swainson
Género: Buteogallus (Lesson, 1830)
Especie: Buteogallus anthracinus (Deppe, 1830) Aguililla negra menor
Género: Parabuteo (Ridgway, 1874)
Especie: Parabuteo unicinctus (Temminck, 1824) Aguililla de Harris; rojinegra
Suborden: Falcones
Familia: Falconidae (Vigors, 1824)
Subfamilia: Caracarinae
Género: Caracara (Merrem, 1826)
Especie: Caracara cheriway (Jacquin, 1784) Caracara; quebrantahuesos
(Sinónimo: Polyborus cheriway)
Subfamilia: Falconinae
Tribu: Falconini
Género: Falco (Linnaeus, 1758)
Especies: Falco femoralis (Temminck, 1822) Halcón aplomado; fajado
Falco peregrinus (Tunstall, 1771) Halcón peregrino
Falco rufigularis (Daudin, 1800) Halcón murcielaguero; enano
(Sinónimo: Falco albigularis)
Falco sparverius (Linnaeus, 1758) Cernícalo americano
44 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Orden: Strigiformes (Wagler, 1830)
Familia: Strigidae (Vigors, 1825)
Género: Bubo (Duméril, 1806)
Especie: Bubo virginianus (Gmelin, 1788) Búho real; cornudo
Género: Megascops (Kaup, 1848)
Especies: Megascops asio (Linnaeus, 1758) Tecolote oriental
(Sinónimo: Otus asio)
Megascops trichopsis (Wagler, 1832) Tecolote enano; rítmico
(Sinónimo: Otus trichopsis)
Género: Micrathene (Coues, 1866)
Especie: Micrathene whitneyi (Cooper, 1861) Tecolote enano
Familia: Tytonidae (Ridgway, 1914)
Género: Tyto (Billberg, 1828)
Especie: Tyto alba (Scopoli, 1769) Lechuza de campanario
Las aves que llegan a los centros por lo general se encuentran al interior de una caja de transporte, la cual
debe manipularse con cautela y en silencio. Es necesario planificar con anticipación lo que se va a hacer y no
tener miedo. Una vez que se localice al interior el ave, se introducirán las dos manos para sujetar sus alas,
de manera que queden flexionadas contra su cuerpo. Se actuará siempre con rapidez y seguridad, pero sin
brusquedad y sin dejar de tener presente en cada instante el daño que el ave puede ocasionar; se debe estar
muy concentrado y pendiente (Figura 8).
46 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 9. EXTRACCIÓN DEL EJEMPLAR DE LA CAJA DE TRANSPORTE
Manipulación. Se mantendrá un orden disciplinado en cuanto a las partes del ave que se irán
inmovilizando:
1. Ambas alas.
2. Cuerpo. Levantar el cuerpo del animal abarcando y manteniendo sus alas flexionadas contra su cuerpo,
cogiendo la porción más proximal de sus patas al mismo tiempo.
Cuando se sujete el ejemplar ser cuidadosos con las plumas, especialmente con las primarias y
secundarias, así como con las timoneras de la cola, todas ellas esenciales para el vuelo.
3. Patas. Mantener inmovilizadas las patas una vez que se apoye su espalda contra nuestro cuerpo o bien
sobre la mesa de exploración.
Para sujetar bien al animal es mejor coger las patas justo en los tarsos, normalmente ambas patas con la
misma mano y colocando el dedo índice entre ellas. Con el otro brazo se podrá abrazar las alas al cuerpo.
De todas formas, se debe ser estrictos y respetar el orden al ir inmovilizando las diferentes partes del
cuerpo del ave (alas, cuerpo y patas) (Figura 12).
Con este método de sujeción, la cabeza del animal queda libre, por lo que hay que estar atentos a sus
movimientos para evitar que nos lesione (Alcántara de la Fuente, 2009).
48 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 12. SUJECIÓN DE ALAS Y PATAS
4. Cabeza. Se recomienda la colocación de una caperuza, a fin de bloquear completamente la visión del ave
y con ello mantenerla tranquila (Figura 13).
En todo momento, el ave deberá de permanecer junto al cuerpo del manejador inmovilizada, sobre la
mesa de exploración o posada en el guante.
En algunas manipulaciones complejas o que requieren cierto grado de precisión, se hará preferible la
utilización de fármacos para una inmovilización química, el procedimiento de dicho método está expuesto
más adelante.
El estrés (del inglés, “stress”), “fatiga” es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en
juego diversos mecanismos de defensa para enfrentar una situación que se percibe como amenazante o
de alta demanda.
El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia a pesar de lo cual, hoy en día se
confunde con una patología. Esta confusión se debe a que este mecanismo de defensa puede acabar
desencadenando problemas de salud graves.
En las primeras fases, el organismo se prepara para una reacción que origina un estado de tensión
constante, presentándose situaciones de ansiedad que puede degenerar hacia el shock; supresión de la
respuesta inmunitaria, lo que puede desarrollarse rápidamente un cuadro septicémico que termine con
la vida del animal en muy poco tiempo. Por otra parte, se dificulta la cicatrización normal de las fracturas
y heridas.
Como norma general, el estrés es mayor para las aves de tamaño pequeño; datos en zoológicos de España
reportan que, aves como el autillo o el gavilán, superan con dificultad el periodo crítico de los primeros días,
si no se vigila cuidadosamente el estrés causado por su manejo (Alcántara de la Fuente, 2009).
Algunos de los factores que desencadenan el estrés son: calor o frío extremos, ruidos anormales,
manipulaciones no adecuadas, capturas, lesiones y principalmente por la presencia del hombre.
50 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Es posible que se presente un grave cuadro de acidosis metabólica que será necesario controlar
rápidamente, bien mediante la administración de sueros tipo ringer-lactato, o bien, con la ayuda de otros
complejos minerales y electrolíticos, que restituyan la normalidad al organismo (Kannan y Mench, 1996).
Por lo tanto, como punto crítico es controlar dichos factores durante el manejo de éstas aves.
52 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 14. SUJECIÓN DE ALAS Y PATAS FIGURA 15. EXPLORACIÓN DE EJEMPLAR
SOBRE MESA
En el transporte:
1. Se ha de procurar que sea tranquilo y rápido.
2. El método más usual consiste en depositarlo en una caja de cartón, madera o plástico, con el ave libre
en el interior. Puede estar acolchada con papel de periódico y suficientemente ventilada (agujeros en la
parte baja de las paredes).
3. Se ha de evitar temperaturas extremas y no proporcionar alimentos a menos que el transporte sea de
larga duración y habrá que dejarlo reposar.
Es muy importante que en el transporte de tratarse de una caja, contenga una superficie donde el ave
se pueda perchar, para que pueda mantener un buen equilibrio durante el traslado.
Si el ejemplar no se encuentra con traumas evidentes se pueden sujetar o enmallar para su transporte,
con una media común, para viajes cortos.
A continuación se muestra la secuencia de la contención con media (Figura 16):
54 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
La temperatura debe mantenerse alrededor de 26°– 27°C (grados centígrados). Los calentadores deben estar
estratégicamente colocados, de forma que el animal pueda apartarse de la fuente de calor si éste es excesivo. También
se deben eliminar las causas obvias de estrés. Los ambientes oscuros parecen tener un efecto tranquilizador. Cubrir las
jaulas o colocar a las aves en cajas de cartón elimina los estímulos visuales y acústicos más estresantes. Todas las jaulas
o cajas deben mantenerse en lugares donde el ruido ambiental sea poco o nulo (Fowler, 1978).
El equipo mínimo es indispensable para atender a un ejemplar de aves de presa, cada clínica, hospital
o centro de rescate tendrá condiciones distintas y equipo diferente, pero este que se menciono debe ser el
básico para iniciar la atención de un ejemplar.
Exploración del ave, observar a distancia:
1. Conocer el temperamento: Un animal manso y tranquilo permanece quieto en la percha o guante,
picotea el alimento que se le ofrece y se deja colocar la caperuza. Por otro lado un animal estresado
emite vocalizaciones, salta de la percha o del guante. Esta observación permitirá evaluar si el animal está
enfermo o es un ejemplar criado en cautiverio.
2. Actitud: Posturas anormales, cojera, incapacidad para volar.
3. Aspecto general: Estado nutricional, plumaje, pico y uñas.
4. Respiración: Frecuencia respiratoria y tipo de respiración (Murphy, et al., 1982).
Examen físico del ave sujeta. En animales muy deprimidos y debilitados no se practicará un examen
minucioso que requiera manipulación prolongada, si no que se aplicará únicamente el tratamiento general y
se pesará (a menos de tratarse de una emergencia).
En aquellos casos en que sea posible se obtendrá una muestra de sangre para determinar el hematocrito,
los sólidos totales y se valorará el hemograma.
El examen físico debe incluir la evaluación de lo siguiente:
1. Examen de la cavidad oral y estructuras asociadas. Los restos de comida o cuerpos extraños deben ser
retirados. El examen de la mucosa indica el grado de hidratación del ave. Puede detectarse la presencia
de ulceraciones o placas causadas por diversos agentes etiológicos (Figura 17).
56 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 18. AUSCULTACIÓN CARDIACA Y RESPIRATORIA
Acciones inmediatas. Hay dos facetas importantes en este rubro: el tratamiento específico y el tratamiento
de soporte (Cooper, 1984). El tratamiento específico se limita al control de las hemorragias, atención de
lesiones externas, inmovilización de extremidades que presenten fracturas o luxaciones, rehidratación,
alimentación, entre otros. El de soporte es una parte esencial del tratamiento de aves accidentadas. Los
mismos términos a él aplicables lo son a la hospitalización. Tanto en uno como en otra debemos proporcionar
al animal las condiciones óptimas para su supervivencia.
Los cuidados intensivos son aquellos que se deben prestar a un paciente con enfermedad o herida que
puede representar un grave riesgo para su vida y que puede empeorar de forma rápida. En el contexto de la
medicina de aves silvestres la mayoría de animales que son atendidos sufren alguna enfermedad grave que
requiere la aplicación de cuidados intensivos.
Heaney y colaboradores (1982), mencionan que independientemente de la enfermedad sospechada se
deberá establecer una prioridad de atención, que consiste en asegurar las funciones vitales de la siguiente forma:
58 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Las vías de administración más prácticas son la oral, la subcutánea, la intravenosa y la intraósea. Pueden
darse líquidos por vía intracelómica, pero no se recomienda, pues el riesgo de introducir el líquido en un saco
aéreo es grande y conlleva graves consecuencias.
Administración de líquidos vía oral. De primera elección cuando el rehabilitador u operario no posea la
experiencia necesaria con las otras rutas de administración y sobre todo cuando el manejo no está hecho por
un médico. Todos los líquidos deben calentarse a temperatura corporal antes de ser administrados.
La técnica de administración consiste en pasar un tubo de alimentación (pueden utilizarse sondas naso-
gástricas humanas del 4 al 9 francés) hasta el proventrículo o molleja. El líquido se inyecta mientras se
sujeta la cabeza del ave y se vigila que no haya reflujo de la solución a la glotis del animal (Figura 19 y 20).
Esta vía nunca debe utilizarse en aves débiles, en estado de shock o comatosas. Si el animal está alerta y
acepta los líquidos oralmente, pueden utilizarse fórmulas de rehidratación, a razón de 30 ml de solución por
kilogramos de peso, al finalizar el examen físico y radiológico, justo antes de devolverlo a su jaula o percha.
Se deben recordar algunos puntos básicos de la fisiología digestiva aviar:
1. Sólo se absorben los azúcares sencillos (glucosa más rápidamente que fructosa).
2. Los azúcares compuestos, como la sucrosa, maltosa y polisacáridos deben ser digeridos antes de
absorberse.
3. La presencia de sodio, bicarbonato y aminoácidos favorece la absorción de glucosa.
4. El agua se absorbe pasivamente por presión osmótica a medida que se absorben los nutrientes.
Existen productos para rehidratación oral en aves que pueden ser utilizados el problema de estos es que
son muy especializados y en ocasiones difíciles de conseguir.
En particular la primer formula y el Gatorade® son los de elección, se recomienda la adición de polvos
que contengan aminoácidos (Tabla 3). Es recomendable la aplicación de multivitamínicos orales y la adición
de antibióticos si es necesario.
60 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Administración de líquidos por vía subcutánea. Este método está indicado cuando los animales son
incapaces de guardar el equilibrio, presentan colapso venoso o vomitan. También está indicado en aquellos
animales que comienzan a recuperarse y en los que ya no es preciso utilizar la vía endovenosa. En estos
casos, el peligro de regurgitación y la subsiguiente aspiración descarta la administración por vía oral como
un sistema seguro.
Se pueden utilizar 4 puntos de inyección: la cara interna de las alas y los pliegues de piel que se forman
entre los fémures y la pared abdominal (espacio inguinal).
Se inserta una aguja del calibre 22 ó 25 justo bajo la piel hasta crear una pequeña burbuja, entonces
se inserta algo más lejos para depositar el resto. Se deben administrar no más de 5 ml en cada ala en aves
del tamaño de una aguililla cola roja y 15 ml en cada espacio inguinal. La absorción tiene lugar a las pocas
horas. Los líquidos deben calentarse antes de ser inyectados y ser estériles e isotónicos. Puede utilizarse
Ringer-lactato o Dextrosa 5%.
Administración de líquidos por vía intravenosa. Este método está indicado en la mayoría de los casos
como inicio de la terapia de apoyo. Pueden suministrarse soluciones isotónicas, hipotónicas y con cierta
precaución, hipertónicas. También puede suministrarse cualquier compuesto en solución acuosa indicado
en la terapéutica inicial o de choque. Las venas utilizadas comúnmente son la basilar (o cefálico-humeral)
del ala, la tarso-metatarsiana, y la vena yugular derecha. Esta última se prefiere a la vena yugular izquierda
debido a su mayor tamaño. Todas las venas son superficiales y claramente visibles bajo la piel del animal una
vez que se han mojado y hecho a un lado las plumas del área utilizando un poco de alcohol.
Administración de líquidos por vía intraósea. Este método ha sido desarrollado recientemente para
utilizarse en aves en estado crítico o con colapso vascular. La técnica consiste en introducir una aguja espinal
desechable del calibre 20 de 6.35 cm, en la médula ósea del cúbito. Estas medidas son para un ave de
aproximadamente un kilogramo de peso. La aguja espinal puede reemplazarse con una aguja hipodérmica
del calibre 20 a 22 larga, siempre y cuando se tenga en cuenta que la luz de la aguja se puede ver obstruida
por material óseo, y que la presión necesaria para aliviar la obstrucción puede ser mayor que con una aguja
espinal. Por esta vía se pueden administrar desde líquidos parenterales hasta transfusiones de sangre
completa. Deben evitarse soluciones irritantes o hipertónicas.
62 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Cálculo de las necesidades de fluidos. ¿Cómo calcular la administración de fluidos?
Cálculo de las necesidades para la rehidratación.
Déficit de fluidos = peso (gr) X grado deshidratación (decimal)
¿Cómo calcular las necesidades para mantenimiento?
Necesidades de mantenimiento = 20 - 30 ml / Kg p.v.
¿Qué vía de administración?
1. En las primeras 12 horas, la mitad del déficit.
2. La dosis inicial administración IV rápida.
3. El resto de la mitad del déficit y las necesidades para mantenimiento en las siguientes 48 horas.
Ejemplo práctico de rehidratación en un ave debilitada:
Paciente: Hembra de aguililla cola roja (Buteo jamaicensis).
Presentación: Fractura abierta de húmero por disparo.
Datos clínicos: PCV= 28 %; TPP= 2.6 mg/dl; P.V.= 1.200 gr; Hidratación= 10 % deshidratación.
1. Cálculo del déficit:
Déficit de fluidos: 1.200 gr X 0.10= 120 ml.
Mantenimiento = 30 ml/día.
2. Primeras 24 horas:
Déficit = 30 ml.
Mantenimiento = 30 ml.
Total = 60 ml.
Administrar 20 ml IV 3 veces al día.
3. 48 horas:
Déficit = 30 ml.
Mantenimiento = 30 ml.
Total = 60 ml.
Administrar 20 ml IV 3 veces al día.
Comienzo de alimentación sin residuos (30 gr/kg de carne)
Proporcionar suplemento calórico.
64 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
2. Evitar sobrecarga de fluidos si se sospecha edema cerebral.
3. Diuréticos: Furosemida (2 mg/kg, por vía oral, cada 12 horas); manitol (0,5 mg /kg cada 24 horas,
por vía intravenosa).
Sospecha de intoxicación:
1. Lavado gástrico con suero fisiológico y administración de aceite mineral (6- 10 ml/kg, una sola
toma por vía oral) o carbono activo (2-8 gramos por Kg, de una solución de 1g en 10 ml de agua,
por vía oral).
2. Plomo u otros metales pesados: Ca EDTA, a 25-45 mg/kg (IV, IM y SC) cada 8-12 horas, durante 2
tandas de 4 días separadas por dos días de descanso.
3. Organofosforados: Carbamatos, ventilación artificial; Sulfato de Atropina (0.1-0.2 mg/kg por IV o IM,
cada 4 horas, hasta que cesen los efectos.
4. Botulismo: Tratamiento de apoyo, administración de fluidos, alimentación forzada, baños con agua
limpia, antitoxina botulínica tipo C.
Estabilizar fracturas y luxaciones:
Existen factores a tomar en cuenta antes de comenzar con las técnicas de traumatología y ortopedia:
1. Valorar la importancia de la especie a tratar, para evaluar la relación costo del tratamiento con el valor de
la especie afectada. En este sentido, debemos determinar las especies de aves de presa de mayor valor
ecológico (su tratamiento y recuperación tiene mayor interés) y económico. De la misma manera, la
especie puede ser un factor determinante del tratamiento a realizar (la resolución quirúrgica de fracturas
es sólo aplicable a aves de más de 100 gramos de peso).
2. Realizar una pre-evaluación del caso y tener claro el criterio de sacrificio.
3. Estado de salud del paciente aviar: Es prioritario tratar las enfermedades que comprometan la vida del
animal antes de acometer la resolución de cualquier fractura (Figura 21).
Tipo de vida del ave de presa en concreto:
1. En el caso de aves silvestres, donde el objetivo principal es recuperar al animal para su posterior
reintroducción en el ambiente, es de máxima importancia conseguir una recuperación funcional del
animal al 100% de sus capacidades.
2. Valorar si el ejemplar ha de recuperar totalmente la función de la extremidad (aves destinadas a vuelo
libre), es muy importante recuperar al 100% la funcionalidad del vuelo.
3. Se deben considerar las posibilidades de que el animal reciba los cuidados necesarios para la óptima
recuperación.
4. Experiencia clínica del veterinario: debe estar familiarizado con la anestesia y las técnicas ortopédicas y
traumatológicas aplicables a las aves.
66 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Los tres primeros puntos favorecen aún más que el animal se encuentre en estado de shock; el último
punto limita el margen de tiempo hábil para tratar al animal y conseguir una resolución favorable. Por todo
lo anterior, el protocolo que debemos seguir desde la llegada del ave es:
1. Primeros auxilios
Dirigidos a estabilizar el estado general del ave y superar un posible estado de shock. Tan pronto como el animal
haya superado el estado de shock se realizará propiamente la evaluación del animal y la aplicación de las técnicas
complementarias. Todo ello nos permitirá establecer el diagnóstico y decidir el tratamiento más adecuado.
2. Evaluación del animal
- Evaluación de las fracturas, estado de los huesos y articulaciones, por palpación externa.
- Limpieza de heridas.
- Eliminación de tejido necrótico.
- Mantenimiento de huesos expuestos (vendajes húmedos con gasas embebidas en SSF y recubierto
el conjunto por un apósito impermeable).
- Colocación de un vendaje mínimo para evitar complicar la fractura y reducir el daño a los tejidos
blandos circundantes.
- Terapia analgésica (para reducir el dolor y favorecer el bienestar del ave).
- Terapia antibiótica (si es necesaria).
3. Técnicas complementarias al tratamiento ortopédico
Radiología. La evaluación radiológica es fundamental en caso de traumatismos, causa frecuente de
ingreso en centros de recuperación. Como prueba complementaria en la evaluación clínica, permite observar
alteraciones en el tamaño, forma, situación y densidad radiológica de los diferentes órganos y sistemas. Sin
embargo, se obtiene muy poca información sobre la funcionalidad del órgano o sistema examinado, por lo
que debe complementarse con otras técnicas.
Este método permitirá diagnosticar el tipo de fractura exacta que padece el animal y determinar su
antigüedad por el grado de formación de callo óseo que se observe. Es también muy importante para
pronosticar la evolución de la fractura una vez tratada, y determinar el momento en que el animal puede
pasar a la fase de rehabilitación física.
Existen dos reglas fundamentales en radiología; la primera es que una mala radiografía, por error en la
técnica o en el posicionamiento, no tiene valor diagnóstico. Y la segunda, que toda alteración detectada no
se considera como tal mientras no se demuestre lo contrario.
Para la interpretación radiológica es fundamental estar familiarizado con la anatomía normal de las
diferentes especies de aves. Para conseguir una radiografía de valor diagnóstico es importante considerar
tres aspectos: 1) la técnica radiológica, 2) la posición radiológica y 3) la reducción del paciente.
68 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
5. El resto de huesos en sus epífisis, tienen centros de osificación diferentes a los mamíferos (el centro de
osificación que es cartilaginoso, crece hasta su tamaño definitivo y entonces se osifica en su totalidad).
La osificación en las aves depende de:
6. El grado de separación de los fragmentos a osificar.
7. La integridad para hacer llegar sangre a la zona.
8. Que no se presente infección.
9. Grado de movilidad del punto de fractura.
En cualquier fractura en general hay dos tipos de callo óseo:
Endosteal: En el endósteo, es de formación rápida y da un soporte muy rígido. Es el más importante en
la osificación de huesos aviares.
Periosteal: En el periósteo; de formación lenta y actúa como soporte secundario.
TIPOS DE OSIFICACIÓN:
Primaria: Se da por el crecimiento de los conductos de Havers a través del punto de fractura (callo
endosteal), con una mínima o nula formación de callo óseo periosteal (si hay buena alineación e inmovilidad).
Secundaria: Produce estadios de inducción, inflamación, formación de callo óseo blando, duro y
remodelaciones del callo óseo endosteal y periosteal. Todo ello produce una alta formación de callo óseo
periosteal (mala alineación y/o movilidad de los fragmentos).
Manejo de fracturas. Para conseguir un buen desenlace en el tratamiento aplicado, se debe asegurar
siempre lo siguiente:
1. Estabilización rígida que prevenga los movimientos de compresión, rotación, flexión y deslizamiento.
2. Alineación anatómica con mínima interferencia en la formación del callo óseo endosteal y con mínimo
daño a los tejidos blandos circundantes.
3. Prevenir la infección.
4. Retorno rápido a la funcionalidad para prevenir la anquilosis de las articulaciones.
5. Mantener la distancia ósea normal, el ángulo de rotación y de orientación angular normal.
El primer control radiográfico se realiza a los 10 días. A partir de aquí se empieza la rehabilitación física (con
el ave bajo anestesia). Se realiza posteriormente un control hasta la total osificación clínica (normalmente
a los 10-21 días). Seguidamente se eliminan todos los vendajes y se pasa al ave a una instalación mediana,
con ejercicio restringido una semana más. A partir de aquí se puede empezar la ejercitación para iniciar la
rehabilitación física.
Problemas derivados del mal manejo de una fractura. Se producen por una mala estabilización de
la fractura, ejercicio prematuro con el miembro afectado o manejo agresivo de los tejidos blandos, callo
óseo o hueso.
Viables: Hay fibrocartílago en los extremos fragmentados que impiden la unión de los fragmentos.
Tratamiento de las heridas. Las heridas es algo muy común en la medicina de aves de presa, quemaduras
por electrocución, cortadas, heridas de bala, heridas hechas por depredador, entre otras; estas deben de
tener un tratamiento adecuado y oportuno, para evitar lesiones más grandes que pongan en peligro la
funcionalidad de un órgano o sistema (Figura 22 y 23).
70 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 22. LACERACIÓN CUTÁNEA FIGURA 23. TRATAMIENTO TÓPICO
DE LA HERIDA
Tratamiento provisional de las heridas. Debe procederse rápidamente a las siguientes operaciones:
Desbridamiento: Desbridar los fragmentos de carne desprendidos.
Irrigación: Irrigación copiosa de la herida con una solución diluida de iodo en solución salina.
Deben inspeccionarse todas las heridas del cuerpo para comprobar que no estén infestadas por larvas.
Preparación de las heridas: Las heridas deben prepararse arrancando las plumas del área afectada en
un perímetro de 1-2 cm con alrededor del área lesionada y mojando la piel con una torunda quirúrgica
impregnada con solución iodada. La piel y plumas adyacentes se pueden secar con un secador.
Protección de las heridas: Las heridas deben ser protegidas con un material permeable al agua y al vapor
(Tegaderm 3-M Co. S. Pablo, MN) (Degernes y Redig, 1990).
Vendaje de apoyo: Este puede realizarse siempre que sea necesario. Las fracturas de los huesos
largos deben estabilizarse con un vendaje o entablillamiento adecuado hasta que sea posible su corrección
(Redig, 1986).
Las heridas pueden estar en proceso de recuperación durante la rehabilitación, se deberá poner especial
cuidado con estos pacientes para evitar infecciones y complementar con tratamiento sistémico si es
necesario, esto a consideración del médico veterinario encargado de la salud de los ejemplares.
Instalar los tratamientos de apoyo para estabilizar al paciente. La medicación en aves de presa se
realiza siguiendo los mismos métodos de administración utilizados en los mamíferos, aunque deben tenerse
presentes una serie de aspectos característicos de este tipo de aves.
Las aves enfermas de gravedad que presentan estado de shock o estén moribundas no tolerarán bien la
manipulación, ni la administración de inyecciones. El estrés que supone esa manipulación y la administración
de algún tipo de inyección, puede ser a menudo suficiente para acabar con la vida del animal, en el caso de
un ave realmente enferma. En casos necesarios, se aplicará la técnica adecuada a pesar del riesgo existente.
72 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 24. ADMINISTRACIÓN ORAL DE SUSTANCIAS
De esta forma se podrá rehidratar al ave, administrar medicamentos, nutrir al animal (dando alimentos
líquidos o en forma de papilla) y eliminar tóxicos del buche, del estómago glandular, de la molleja o del
intestino, empleando sustancias quelantes y forzando la evacuación.
La técnica de intubación esofágica requiere la manipulación e inmovilización del ejemplar, la apertura
del pico y la introducción de una cánula o sonda de derecha a izquierda del técnico, siguiendo la dirección
normal del esófago.
Para llevar a cabo la intubación y posterior administración de sustancias líquidas o en forma de papilla
siempre es preferible que una o dos personas estén encargadas de la sujeción y apertura del pico del ave, así
como de mantener su cuello extendido, mientras que otra persona realiza exclusivamente la intubación y la
administración del producto en sí.
Para la técnica de administración, propiamente dicha, se utilizará una jeringa y un tubo de plástico, goma
o metal del diámetro adecuado y con el extremo romo. En esta punta colocar algo de lubricante para ayudar
a su paso por el esófago. Introduciendo el tubo con la jeringa ya conectada y con el contenido a temperatura
corporal por el esófago, de la manera apuntada anteriormente, nunca por la tráquea. Al llegar con la sonda
al buche administrar la sustancia allí, o bien, ubicar la continuación del esófago y seguir introduciendo la
sonda hasta el estómago (recordar que las aves de presa diurnas tienen buche, mientras que las nocturnas
no lo tienen).
Es importante conocer el volumen aproximado que se puede administrar mediante esta vía (oral) y que
la persona que realiza la intubación observe constantemente el interior de la boca del ave, de manera que si
se produce un sobrellenado del proventrículo (estómago glandular), con el consiguiente reflujo, se evite la
aspiración de líquidos por la tráquea. Por ejemplo un águila real tiene una capacidad de 50-60 ml.
De la misma forma que para cualquier manipulación de este tipo de animales, la administración forzada
de sustancias debe hacerse lo más rápido que se pueda para reducir el estrés en el animal. Una vez realizada
se debe dejar al ejemplar tranquilo para evitar que regurgite el producto administrado.
Administración subcutánea: Suele emplearse para la rehidratación de las aves mediante sueros en casos
leves, aunque pueden administrarse otras sustancias (corticoides, ivermectina, complejos vitamínicos, entre
otros). Normalmente se inyecta el producto a nivel de los pliegues inguinal, interescapular o axilar y en la
zona posterior del cuello (tener cuidado de no introducir líquidos en el saco aéreo cérvico-cefálico).
Para realizar una inyección subcutánea se deben separar las plumas del animal y ver la piel, pinzar o
pellizcar levantando la piel hacia arriba e inyectar en el espacio creado bajo este pliegue que se ha formado.
La aguja ha de ser lo más fina posible e introducirla paralelamente a la piel. Tener cuidado para no crear
varios orificios y que el contenido administrado salga posteriormente a través de estos orificios formados.
En cada uno de los puntos mencionados anteriormente se podrá administrar hasta 10-15 ml de sustancia
en aves de un tamaño medio a grande. En otros puntos del cuerpo administrar pequeños volúmenes
(inferiores a 5 ml). Puede ser una técnica algo dolorosa para el animal pues se está separando una porción
de piel del tejido muscular subyacente.
Administración intramuscular: Esta administración se realizará con una aguja adecuada al tamaño del
ave y en la musculatura pectoral o en la musculatura de la parte posterior del tibiotarso. Siempre se debe
aspirar para comprobar que no se haya accedido a un vaso.
74 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
En el interior de la masa muscular administrar sólo volúmenes muy pequeños, inferiores a 0.5 ml de ser
posible (si son volúmenes mayores se repartirán en dos inyecciones intramusculares). Además, no se debe
inyectar la sustancia rápidamente y a alta presión, ya que se aumentará el daño en el tejido.
Por otro lado, tampoco administrar productos oleosos en la musculatura del tibiotarso, porque tienden
a producir abscesos, con las consiguientes complicaciones (cojeras, alteraciones de la circulación en las
extremidades, entre otros).
Al igual que para la inyección subcutánea, hay que apartar las plumas para ver la piel y la masa
muscular que está debajo. Empleando la aguja más fina posible, dependiendo de la sustancia que se
quiera inyectar.
Mediante esta vía se pueden administrar antibióticos, hierro, vitaminas, corticoides, entre otros (Figura 26).
Administración intraperitoneal: Se trata de una vía poco utilizada (para sueros y algunas anestesias). Se sitúa al
ejemplar en decúbito esternal inclinado para que las vísceras queden hacia la parte anterior y se puedan inyectar las
sustancias sin lesionar órganos internos, se introducirá la aguja en dirección dorsal, por el espacio inguinal.
Administración endovenosa o intravenosa: Se emplea mucho, tanto para la administración de sustancias
como para la toma de muestras de sangre.
En las aves de presa se aplicará la inyección endovenosa normalmente en la vena braquial o en la vena
cubital cutánea, en la parte ventral del ala. En algunas aves de gran tamaño puede accederse con facilidad a
la vena tarsiana medial. También se podrá utilizar de ser necesario, la vena yugular.
Otras posibles vías con acceso mucho más difícil son la vena retrobulbar y el seno occipital. Puede
practicarse cardiocentesis si se conoce la topografía cardiaca de la especie, accediendo por el espacio
Administración intrasinusal: Esta vía se reserva para el tratamiento de procesos localizados en los
senos respiratorios. La técnica, propiamente dicha, consiste en trepanar el seno afectado con una jeringuilla
y aguja de un tamaño adecuado, lo que permitirá realizar lavados del seno, así como tratamientos locales
mediante antibióticos, antiinflamatorios, entre otros.
Administración inhalatoria: Es una vía en principio poco utilizada, aunque resulta de gran eficacia para
el tratamiento de determinados procesos respiratorios. El producto podrá administrarse por medio de la
respiración normal del animal en cámaras especiales de tratamiento, mediante sondaje de la tráquea o por
canulación de algún saco aéreo.
El método está basado en la volatilización del fármaco para que pueda ser respirado por el animal. Su
difusión se realizará hacia todos los senos de la cabeza, sacos aéreos y pulmón.
Se podrá realizar este tipo de administración mediante tres técnicas:
76 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
1. Humidificación: Se aumentará el índice de humedad en el aire gracias a la acción de aparatos
humidificadores comerciales (vapor frío) o caseros (llevando a ebullición el agua y formando vapor
de agua caliente). Esto permitirá lubricar el tracto respiratorio superior y fluidificar el moco existente,
favoreciendo la respiración.
2. Vaporización: Incrementar la humidificación, también mediante el empleo de aparatos comerciales que
vaporizan el agua. Se sugiere añadir determinados productos (derivados del eucalipto, por ejemplo),
que se vaporizarán en partículas más o menos grandes y cuyo ámbito de acción será la mucosa traqueal,
no podrán llegar a vías respiratorias bajas.
3. Nebulización: Es el método que realmente puede considerarse terapéutico. Se emplean nebulizadores
comerciales que humidifican el aire y rompen esos productos adyuvantes en partículas mucho más
pequeñas capaces de llegar a todo el sistema respiratorio.
De esta forma se administrarán antibióticos, antifúngicos, entre otros; que difundan hacia pulmones y
sacos aéreos, con lo que al mismo tiempo que se hidratan todas estas estructuras, se ejerce el efecto del
principio activo que se ha añadido.
Puede considerarse como la técnica de primera elección en los tratamientos de procesos que afecten al
sistema respiratorio.
Administración intraósea: Puede considerarse como la única vía posible para rehidrataciones prolongadas
en las aves. Mediante esta vía se pueden administrar fluidos, suplementos nutricionales y una multitud de
medicamentos que difundirán muy rápidamente por la circulación periférica hacia la circulación general.
En las aves es bastante difícil mantener en su sitio un catéter endovenoso, debido a la fragilidad de las
venas y al poco soporte que tienen. Por este motivo, la rehidratación endovenosa consiste generalmente en
la administración de bolos únicos repartidos durante el día, sin posibilidad de establecer un goteo continuo
en el animal.
La técnica intraósea se basa en el empleo de trócares para punción medular en pequeños animales
(diámetro adecuado y longitud no inferior a un tercio del cúbito del ave), en ocasiones podrá ser necesaria
la anestesia del animal.
Para realizar la técnica debe procederse a desplumar, limpiar y esterilizar el punto de entrada (parte
centro-lateral de la porción distal del cúbito; puede emplearse también el tibiotarso). Una vez atravesada
la cortical del hueso, el trócar se introduce paralelo al eje longitudinal del hueso de forma más o menos
fácil. Para asegurarse que el trócar se encuentra alojado en la cavidad medular intraósea, aspirar con una
jeringuilla y comprobar que se extrae médula ósea. La boquilla del trócar se fijará al carpo (con cinta
adhesiva, por ejemplo), y se realizará un vendaje en ocho de la extremidad, para prevenir movimientos y
para dar sujeción al trócar.
La administración de sustancias mediante esta vía se podrá realizar gracias a un sistema de goteo, o bien,
por conexión a jeringa en el momento que se estime oportuno. El resto del tiempo la boquilla del trócar
podrá taparse para evitar la entrada de cuerpos extraños o la salida de material medular.
Mantener el sistema unos tres días, siempre y cuando se heparinice el trócar unas dos veces al día (10
unidades de heparina/ml).
78 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
5.5. CUARENTENA
Las enfermedades de las especies de fauna silvestre tienen importancia por distintos motivos. En primer
lugar, son uno más de los factores que modulan la dinámica de las poblaciones naturales, igual que lo hace la
disponibilidad de alimento o la predación. En algunos casos, esto afecta a su abundancia o a la abundancia de
sus depredadores o poblaciones de estos. En otros casos, las enfermedades pueden contribuir a la extinción
de poblaciones locales, particularmente cuando convergen varios factores adversos tales como la pérdida de
hábitats naturales o la aparición de especies competidoras. Por tanto, las enfermedades de la fauna silvestre
tienen implicaciones económicas, ecológicas y de conservación de las especies.
En segundo lugar, algunas enfermedades son compartidas entre especies silvestres y domésticas.
Cuando esto ocurre, la existencia de un ciclo silvestre de enfermedad puede dificultar su control en especies
domésticas, lo que puede tener graves consecuencias económicas por las pérdidas directas de producción,
así como por eventuales restricciones a la exportación. Como ejemplo podría citarse la enfermedad de
Newcastle en distintas especies silvestres y en la avicultura doméstica.
La fauna silvestre puede mantener procesos infecciosos o parasitarios transmisibles al hombre. Las vías de
contagio pueden ser directas (mordeduras, aerosoles) o indirectas (vectores, aguas o alimentos contaminados,
entre otros) (Gortazar, et al., 2002). Es así como la importancia del estudio de las enfermedades en especies
silvestres y en este caso de las aves de presa se convierte en un punto importante, al ingresar ejemplares al
medio silvestre se debe asegurar no introducir con ellos patógenos que pudieran desencadenar problemas en
un ambiente equilibrado, ya que las consecuencias podrían ser graves.
Generalidades de la sanidad en aves de presa. Afortunadamente, son pocas las zoonosis relevantes
en las que participan las aves silvestres (Palmer, et al., 1998). La de mayor actualidad es la influenza aviar
altamente patógena. Se trata de una enfermedad de importancia en ganadería, cuya transmisión a personas
es muy limitada.
Actualmente todos los países cuentan con mecanismos de vigilancia y planes de contingencia frente a
esta enfermedad. Entre los procesos de etiología vírica cabría citar también la enfermedad de Newcastle;
sin embargo, distintos muestreos serológicos sugieren que los anticuerpos frente a paramixovirus-1 no son
frecuentes de detectar en aves silvestres en España (Hoefle, et al., 2001), no contando con suficiente
datos en aves silvestres en México.
Recientemente se han producido en Europa suroccidental, diagnósticos del virus del Oeste del Nilo
(West Nile Virus), una arbovirosis en caballos y aves silvestres.
Los datos más recientes indican la existencia de contacto con este virus en aves silvestres en España, y
la existencia de personas seropositivas e incluso de un caso clínico aislado (Figuerola, et al., 2007; Jiménez-
Clavero, et al. 2007; Kaptoul, et al. 2007; Höfle, et al. en evaluación). Conviene por tanto, tener en cuenta
esta zoonosis en investigaciones sobre aves (Hars, et al. 2001).
Entre los procesos de etiología bacteriana, posiblemente el principal riesgo de zoonosis lo constituye
la chlamydiasis. Sin embargo, este problema parece más frecuente en centros de recuperación de aves
80 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
de manejo, dietas, entre otros; habitualmente generan un compromiso inmunológico, poniendo en riesgo al
animal si éste fuera sometido a nuevos patógenos o bien, exacerbando patologías existentes.
Asimismo, estas instalaciones deben proporcionar protección a los animales que ingresan a la cuarentena,
al personal y a la comunidad. El área debe estar separada del acceso público y debe disponer de sistemas de
descontaminación e instalaciones para higiene del personal.
Estas instalaciones deben contar con un pasillo central con desagües entre éstas, un vestidor, cuarto de
baño, un área de examen físico de los animales y un almacén de alimentos. Y debe al menos estar a 200
metros de otra instalación.
También debe contar con un cercado perimetral con el fin de evitar el ingreso de animales, personas
ajenas. No está permitido el ingreso de otros animales que no estén cumpliendo la etapa de cuarentena.
Las instalaciones de la cuarentena poseerán puertas con llave para controlar el acceso.
El ingreso a la cuarentena estará conformado por un sistema de doble puerta, una de las cuales contará
con mosquitero. Asimismo, de ser factible, se sumará un sistema de aire a presión para maximizar las
medidas tendientes a evitar el ingreso de potenciales vectores, como mosquitos y moscas.
Las dependencias internas para la higiene del personal deben constar de duchas y piletas para el lavado
de manos.
Tanto las ventanas como las rejillas deben estar provistas de una cobertura de tela tipo mosquitero.
El personal. El veterinario será el encargado del adecuado funcionamiento y mantenimiento de
la cuarentena, junto con la atención y cuidado de los animales presentes en ésta. Éste podrá delegar la
aplicación diaria de estas responsabilidades en el cuidador o cuidadores designados y entrenados para
este fin. El acceso a la cuarentena estará restringido únicamente a estas personas y los terceros que sean
explícitamente autorizados por el veterinario.
Para todo el personal rige la prohibición de comer, beber o fumar dentro de la cuarentena. Asimismo, no
se deben almacenar alimentos para uso humano en áreas de trabajo.
El personal debe someterse a las inmunizaciones y análisis serológicos al momento de su ingreso a la
Institución y posteriormente a chequeos anuales. Se sugiere vacunación antitetánica, Hepatitis B y control
serológico de toxoplasmosis, brucelosis y leptospirosis.
Duración de la cuarentena. Se establecen 30 días como duración estimada promedio de la estadía en
la cuarentena. La duración de la cuarentena estará directamente relacionada con las condiciones previas
del ejemplar, el estrés que implique su mantenimiento en cautiverio, su alimentación y los resultados del
examen clínico, etológico y chequeos sanguíneos.
Mantenimiento de las instalaciones y profilaxis. El equipo utilizado para la limpieza de recintos,
alimentación y manipulación de animales, deberá ser utilizado exclusivamente dentro de las instalaciones
de la cuarentena.
Se debe contar con los métodos necesarios de descontaminación de los desechos y de los equipos.
Los desechos generados en la cuarentena serán transportados en bolsas de color rojo selladas con
abrazaderas plásticas.
82 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Materiales de alimentación y bebida: Cada animal debe tener dos bandejas de alimentación y agua,
que se utilizarán alternativamente. Los comederos y bebederos serán higienizados diariamente. Después
de su uso, deben ser lavados con agua y detergente, enjuagados con agua corriente y posteriormente
colocados en solución de hipoclorito de sodio al 0.5% durante un mínimo de 12 horas. Cada bandeja
puede permanecer en esta solución hasta pocos minutos antes de su utilización y deberá ser correctamente
enjuagada con agua corriente antes de ser utilizada.
Material de limpieza. Todo el material de limpieza que entre en contacto directo con los animales o sus
restos deberá permanecer dentro de la instalación. Luego de su uso, deberá ser limpiado y desinfectado,
quedando posteriormente sumergido en solución de amonios cuaternarios.
Posterior a la salida de un animal de la cuarentena, el recinto deberá ser tratado con hipoclorito de sodio
al 0.5% y amonios cuaternarios según corresponda, durante 10 días para poder ser utilizado nuevamente
con otro ejemplar.
Manejo y Cuidado de los animales. Los animales mismos pueden presentar riesgos, tanto a nivel sanitario
por las patologías que pueden presentar, como por funcionar como posibles reservorios de enfermedades, o
bien por poder provocar lesiones por ataques al personal. Por estas razones es que se aconseja que el personal
asignado al manejo y cuidado de las especies sea idóneo y posea experiencia en el manejo de estas.
Recinto. Cada recinto estará conformado por dos ambientes, uno interno y otro externo. Las paredes serán
de cemento y estarán azulejadas hasta una altura de 1 metro. El suelo será de concreto para facilitar su limpieza.
Alimentación. No es recomendable realizar cambios bruscos de dieta. En el momento de recepción
de un animal y previo a su traslado a la cuarentena, se recopilará la información acerca de la dieta que ha
recibido hasta ese momento. Ya que el destino último de los animales deberá ser la vida libre, se ofrecerá
gradualmente una dieta similar a la natural, a las que existan en la futura área de liberación.
Para lograr esto, se cumplirán los siguientes pasos:
1. Alimentación con una dieta similar a la que consumía anteriormente en su lugar de origen.
2. Transición gradual a una dieta natural.
En el caso de que el animal no logre alimentarse adecuadamente se tratará de establecer una dieta
“artificial” adecuada de pendiendo de su especie (carne molida, alimento balanceado, suplemento
vitamínico, agua, entre otros).
Los animales deben tener libre acceso a agua potable. Se debe llevar a cabo el análisis de agua de bebida
1 vez cada 2 meses.
Diagnósticos de laboratorio. Es una ayuda importante en el diagnóstico y evolución de un tratamiento
en aves de presa.
Constituye un método indirecto de diagnóstico:
La falta de valores de referencia para muchas de las especies que se tratan, pueden suponer una limitación
importante a la hora de interpretar los resultados. Igualmente, el significado o trascendencia clínica de la
presencia de algunos patógenos o parásitos puede ser complicado y subjetivo.
El primer paso para el examen hematológico de un ave es la toma de muestras. La sangre puede recogerse
de las venas braquial, en la cara interna del ala; metatarsial media, en la cara medial del tarso o yugular
(Figura 28). El volumen de sangre que puede perder un ave sin que resulte perjudicial para su salud oscila
hasta al 10 % de su volumen sanguíneo total, que representa el 1% de su peso vivo. Por ejemplo, para un
ave de 200 gramos el volumen sanguíneo total es de 20 ml y la pérdida que puede tolerar es de 2 ml.
Para hematología debe emplearse EDTA con anticoagulante, ya que otros pueden producir alteraciones
importantes en algunos parámetros hematológicos. Para la bioquímica sanguínea se emplea normalmente
suero, o en su defecto plasma a partir de sangre heparinizada.
En las aves existen tres diferencias hematológicas fundamentales con respecto a los mamíferos. La
primera es la existencia de eritrocitos nucleados y ovales con un considerable tamaño. En segundo lugar,
el heterófilo aviar es el homólogo al neutrófilo de los mamíferos y a diferencia de este, presenta gránulos
eosinófilos en su citoplasma. Una tercera diferencia importante es la presencia de trombocitos nucleados en
vez de plaquetas que son fragmentos de citoplasma y que además de intervenir en la coagulación, presentan
una marcada actividad fagocitaria, superando incluso la de heterófilos y monocitos.
84 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Muchas de las técnicas de laboratorio han de modificarse antes de aplicarse en sangre aviar. Sin embargo,
las mayores diferencias se establecen a nivel de interpretación de resultados. Las aves pueden clasificarse
como heterofilicas, linfocíticas o heterófilo-linfocíticas, según el predominio de uno u otro tipo de leucocitos.
Existe un cuarto grupo donde se están encuadrando muchas especies de aves silvestres, entre ellas las
aves de presa, que son las aves eosinofilicas. Este grupo recoge aquellas especies en las que predomina el
heterófilo sobre cualquier otro leucocito, se dan recuentos altos de eosinófilos de forma fisiológica, es decir,
sin que estén ligados a ningún proceso patológico.
Mientras el examen hematológico nos da una idea del estado general de un ave y es particularmente útil
en la detección y definición de enfermedades infecciosas, mediante el análisis bioquímico del plasma o suero
se determina que órganos y en que grado están afectados, es decir, valorar la funcionalidad de los principales
órganos. Igualmente, el estudio de los parámetros bioquímicos permite conocer la evolución del paciente.
Desde hace algunos años se están publicando valores de referencia para hematología y bioquímica
sanguínea de multitud de especies (Hernández, et al. 1990). La mayoría de los parámetros pueden ser
determinados mediante técnicas empleadas en mamíferos.
Algunos tienen poco valor cuando se interpretan de forma aislada, ya que pueden presentar amplios
rangos de variación. Una precaución importante a la hora de la interpretación es la consideración de las
circunstancias fisiológicas del ave, el método y la técnica de laboratorio empleadas. Algunos parámetros
pueden determinarse por métodos diferentes y dentro de un mismo método puede haber diferentes
condiciones de trabajo.
Todo ello no hace más que sumar variabilidad al parámetro determinado. Dos conceptos son importantes
a la hora de valorar la utilidad de un parámetro bioquímico: su especificidad y su sensibilidad.
Un parámetro sensible es aquel que con pequeñas alteraciones se ve modificado, mientras un parámetro
específico es el que varía sólo con alteraciones de un órgano particular.
Diagnóstico parasitológico. Son, en principio, las mismas técnicas que se emplean en animales
domésticos o de producción. La patogenicidad de muchos parásitos en aves de presa es aún desconocida.
En la mayoría de los casos es baja, estableciéndose un equilibrio hospedador-parasito. Sin embargo, al
someter al ave a un estrés grande por el accidente, la cautividad o los cambios en la alimentación, actividad,
entre otros, dicha patogenicidad puede verse exacerbada. Es por ello aconsejable la desparasitación
rutinaria de todos los ejemplares y el control periódico de los diferentes individuos durante su permanencia
en cautividad.
El método de diagnóstico de las parasitemias depende del parásito buscado. Para el diagnóstico de
ectoparásitos es suficiente una inspección macroscópica de la superficie corporal y la identificación de los
parásitos encontrados a pocos aumentos. Existen centenares de especies de endoparásitos, en especial de
nemátodos. Para su diagnóstico es necesario el aislamiento de formas adultas o reproductoras en heces,
siendo la metodología igual a la empleada en mamíferos. No es necesario en ocasiones una identificación a
nivel específico, ya que determinar el tipo de parásito es suficiente para un tratamiento. El nematodo más
frecuente y patógeno es Capillaria spp., responsable de cuadros de diarreas crónicas y pérdidas de peso y
condición, es también frecuente la presencia de Ascaridia spp., Dispharinx spp. y Tetrameres spp.
El examen microbiológico es fundamental para el control sanitario de las aves que ingresen y las que se
mantienen en cautividad.
Al igual que con los parásitos, la patogenia de algunos microorganismos no está suficientemente clara.
Igualmente, muchos de ellos actúan como patógenos secundarios y su patogenicidad se ve exacerbada con
factores como el estrés, que provocan una disminución de las defensas locales y generales.
Existen tres razones fundamentales que justifican el empleo de la microbiología en la clínica de aves de
forma rutinaria:
1. La mayoría de las infecciones son asintomáticas en sus primeros estadios.
2. Una misma lesión puede estar causada por microorganismos muy diferentes, con aproximaciones
terapéuticas diferentes.
3. El mismo organismo puede mostrar sensibilidades diferentes al mismo fármaco y muchos microorganismos
patógenos pueden estar presentes como parte de la flora normal sin causar patología.
El examen microbiológico consta del aislamiento e identificación del agente y las pruebas de
sensibilidad (antibiograma). El método más sencillo es el GRAM, el cual se utiliza en el estudio de
fluidos, secreciones, órganos o lesiones. La información básica que proporciona permite saber si hay
86 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
bacterias y hongos, el tipo de bacterias presentes y su número, es también útil para controlar la evolución
del paciente y la respuesta al tratamiento.
La mayoría de las floras del organismo aviar son GRAM positivas, con la excepción de la flora digestiva
de las aves de presa, en las que hay una predominancia de flora GRAM negativa, en especial coliformes.
Normalmente, en el control rutinario se examina la flora digestiva y la respiratoria. La flora respiratoria es
GRAM positiva, por lo que cualquier GRAM negativa aislada puede ser patógeno. Las muestras del sistema
respiratorio se pueden tomar de la tráquea, de la glotis o en las coanas, en el techo del paladar. Las muestras
del sistema digestivo pueden tomarse de las heces directamente o bien de la cloaca.
Así mismo, es importante el estudio de las diferentes floras de las aves de presa por la existencia de
muchas enfermedades crónicas subclínicas y de individuos que actúan como portadores, diseminando
las enfermedades. El ejemplo más ilustrativo es el de la Salmonella. En principio se puede encontrar con
cierta frecuencia como parte de la flora digestiva normal de muchas aves de presa. En tal caso no produce
patología, porque los restantes microorganismos intestinales limitan su proliferación; sin embargo, son
eliminadas periódicamente con las heces, diseminando la enfermedad y contagiando a las aves con las que
tienen contacto. Al someter a un cierto grado de estrés al ave o a cambios de alimentación, se favorece
su proliferación. Como patógeno pueden producir cuadros agudos o crónicos, y la sintomatología es muy
variada y diversa, desde diarreas a síntomas neurológicos.
La detección de estos portadores sólo es posible con el cultivo periódico de las heces de estas aves, ya que en el
estado de portador no se eliminan de forma continua. Y es una enfermedad igualmente delicada, porque es zoonosis.
En lo que respecta a las zoonosis, las aves silvestres son portadoras en ocasiones de enfermedades que
pueden afectar al hombre. Esto es particularmente importante en el caso de aves destinadas a educación
ambiental, en las que el control sanitario debe ser muy estricto.
En cuanto a la terapéutica de las enfermedades infecciosas de aves silvestres, y en particular de
aves de presa, es siempre aconsejable determinar el espectro de sensibilidad del microorganismo a los
diferentes fármacos.
Normas generales para la toma y envió de muestras. Para la adecuada recolección, conservación y
envío de las muestras, es indispensable tener presentes las siguientes normas:
1. Toda muestra debe ser remitida con su historia clínica completa y perfectamente identificada.
2. Las muestras ideales se obtienen de animales vivos en distintos estadios de la enfermedad. Si es
necesaria la necropsia, ésta debe guardar un orden y metodología adecuados; además, debe realizarse
en el menor tiempo posible después de la muerte del animal (dentro de la 1ª hora).
3. Las muestras para estudios bacteriológicos deben tomarse antes de la administración de medicamentos
y empleando siempre material estéril. Para evitar que la muestra se seque y lograr una adecuada
conservación, en algunos casos es necesario utilizar medios de transporte.
4. Para la recolección de cualquier otro tipo de muestra, utilizar material limpio y seco.
5. Los envases utilizados para el envío de muestras deben ser en lo posible irrompibles, herméticos y de
dimensiones adecuadas. Las precauciones a considerar varían con la clase de muestra, temperatura
88 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Suero:
1. En tubos sin anticoagulante. No precisan refrigeración si van a llegar al laboratorio en 24 horas tras
extracción. Si necesita conservarlos varios días (sueros pareados), se puede congelar el suero limpio tras
retirar el coágulo. Nunca congelar los sueros con coágulo.
2. Proteger los tubos frente a los golpes.
3. Para maximizar el volumen de suero, una vez extraída la sangre, dejar el tubo inclinado o invertido a
temperatura ambiente unos 30 minutos.
Heces:
1. Para análisis coprológico: No precisa refrigeración. No congelar. Emplear un recipiente hermético, bolsa
o frasco. Recoger directamente del recto con guante o bolsa de plástico.
2. Para cultivos bacteriológicos: Refrigeradas, no congeladas, envío en el menor tiempo posible.
3. Utilizar un hisopo rectal con medio de transporte.
Raspados cutáneos:
1. Enviar en frascos o tubos estériles.
2. Para diagnóstico de ectoparásitos, infecciones bacterianas o fúngicas, no precisan refrigeración.
3. Limpiar y lavar la piel con jabón.
4. Raspar suavemente con una hoja estéril de bisturí los bordes del área afectada tomando pelo y piel
y profundizando hasta que sangre. En caso de infecciones bacterianas puede tomar la muestra con
un hisopo.
Hisopos o escobillones:
1. No precisan refrigeración. Deben de llevar medio de transporte tipo AMIES o STUART. Se recomienda
enviar el mismo día al laboratorio, pero si ha de conservarlos, no olvide refrigerarlos.
2. En animales vivos permiten recoger muestras de exudados con alto contenido en células en las cavidades
nasal, traqueo-bronquial, cloacal, conjuntival. Introducir el hisopo profundamente en la cavidad y frotar
suavemente contra las paredes haciéndolo girar sobre sí mismo (Figura 31).
3. Evitar arrastra mucus traqueo-bronquial. En hisopos oculares frotar suavemente el fondo de saco
conjuntival.
90 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Salmonela aviar. La Tifoidea Aviar, es una enfermedad bacteriana producida por Salmonella
gallinarum y a la que se le conoce con el nombre de Salmonelosis Aviar, enfermedad altamente
contagiosa, que afecta tanto a aves jóvenes como adultas, produciendo mortalidad, disminución en la
producción de huevo, baja incubabilidad, gastos en tratamientos, vacunación y pérdidas económicas
importantes para la avicultura nacional.
La Campaña contra la Salmonelosis Aviar, tiene el firme propósito de impulsar la producción de huevo
y carne de ave, así como el de mejorar la calidad sanitaria de los productos de origen avícola, siendo
indispensable el establecimiento de un control estricto sobre esta enfermedad, con la tendencia a su
erradicación del territorio nacional, (México fue declarado el 17 de mayo de 2002, como país libre de
Salmonella pullorum), permitiendo así que la avicultura nacional se desarrolle en condiciones sanitarias
favorables para el país.
La enfermedad de pollorum, (S. pullorum) y tifoidea aviar (S. gallinarum), son dos enfermedades
clásicas y distintivas de las aves de corral que han recibido una considerable atención debido a su impacto
económico. Las aves silvestres han sido infectadas con pollorum y tifoidea aviar, pero las aves silvestres
son mayormente infectadas por variantes de la salmonella que esta colectivamente referida como una
forma paratifoide, de las cuales S. typhimurium es su representante prominente. Las formas paratifoides
constituyen la gran mayoría de las salmonelas, y se han convertido en la causa más común de enfermedad
y muerte en aves silvestres (Friend, et al. 1999).
La Norma Oficial Mexicana NOM-005-ZOO-1993 Campaña Nacional Contra la Salmonelosis Aviar,
menciona que para el diagnostico se debe considerar lo siguiente:
Para fines de la Campaña, las muestras deben ser remitidas a los laboratorios oficiales o aprobados por
la Secretaría.
Las pruebas oficiales para la Campaña son:
1. Aglutinación rápida en placa con sangre completa; y
2. Prueba bacteriológica para el aislamiento e identificación de S. pullorum y S. gallinarum.
Para el aislamiento e identificación de S. pullorum y S. gallinarum, las muestras deben ser:
De aves de ornato, canoras y silvestres sembrar a partir de:
1. Hisopos cloacales y/o hisopos con heces frescas.
2. De aves de ornato, canoras y silvestres muertas sembrar a partir de:
1. Hígado
2. Bazo
3. Vesícula biliar
4. Ovarios
5. Médula ósea
92 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Dulcitol
Maltosa
5. Antisueros requeridos para serotipificación:
Antisuero Polivalente AI-vi
Antisuero somático “O” Grupo D
Método para el aislamiento de S. pullorum y S. gallinarum, muestra:
Caldo de enriquecimiento selectivo 1:10 muestra-caldo y/o Inocular en medios sólidos selectivos
incubar 24 horas a 37°C. En caso de ser negativo el crecimiento a Salmonella sp., resembrar a las 48 y 72
horas antes de desechar el medio líquido.
Inocular colonias sospechosas a medios para bioquímica incubar 24 horas a 37°C.
Serotipificación
Prueba serológica
Para la realización de la prueba se utilizará antígeno K Polivalente, la cual se considerará como prueba
complementaria a la bacteriológica.
La APSP se considera positiva, si la aglutinación es suave o fuerte, que deberá aparecer entre los cero y
noventa segundos, después de realizar la mezcla sangre-antígeno.
La APSP se considera sospechosa si la aglutinación aparece entre 90 y 120 segundos, después de
realizada la mezcla sangre-antígeno.
La APSP se considera negativa, si la aglutinación aparece después de 120 segundos de realizada la
mezcla sangre-antígeno.
La realización de las pruebas bacteriológicas será responsabilidad del laboratorio aprobado y las pruebas
serológicas corresponden tanto al Médico Veterinario aprobado en el área, como al laboratorio aprobado.
NOM-005-ZOO-1993.
Enfermedad de Newcastle. La Enfermedad de Newcastle (ENC), es una enfermedad viral, contagiosa
y letal que afecta a las aves domésticas y silvestres, causando alta morbilidad y mortalidad en las mismas, se
divide por su grado de patogenicidad y virulencia en cepas lentogénicas (baja patogenicidad), mesogénicas
(moderada patogenicidad) y velogénicas (alta patogenicidad), representado estas dos últimas, un serio
problema sanitario y de comercialización para la avicultura nacional.
La Campaña contra la Enfermedad de Newcastle (presentación velogénica), tiene el firme propósito de
impulsar la producción de huevo y carne de ave, así como el de mejorar la calidad sanitaria de los productos
de origen avícola, siendo indispensable el establecimiento de un control estricto sobre esta enfermedad, con
la tendencia a su erradicación del Territorio Nacional, permitiendo así que la avicultura nacional se desarrolle
en condiciones sanitarias favorables para el país.
94 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
1. Centrifugar a 2500 rpm. Durante 20 minutos; decantar y filtrar por membrana millipore de 0.45 I;
2. Inocular cinco embriones de 9 a 11 días de edad con 0.2 ml del sobrenadante por vía amnioalantoidea;
3. Examinar los embriones con un ovoscopio por lo menos cada 24 horas.
Los embriones que mueran en 24 horas se consideran muertos por traumatismo.
Generalmente el virus de la ENC mata a los embriones entre los dos y siete días post-inoculación, por
lo que todos los embriones que mueran después de las 24 horas, deberán conservarse en refrigeración
a 4°C para pruebas posteriores.
El fluido amnio-alantaoideo de los embriones muertos, tiene niveles suficientes de hemoaglutininas para
producir la aglutinación de eritrocitos de pollo. Esta propiedad provee una base conveniente y sencilla
para la identificación del virus mediante la aglutinación en placa y la inhibición de la hemoaglutinación
por un suero monoespecífico.
4. Obtener fluido amnio-alantoideo de cada embrión muerto utilizando una jeringa para tuberculina.
5. Colocar 0.050 a 0.100 ml de fluido en tres sitios diferentes sobre una placa de vidrio.
6. La primera gota será únicamente fluido amnio-alantoideo, a la segunda añadir un volumen igual de
suero negativo y a la tercera antisuero contra el virus de la ENC (suero positivo), mezclar bien utilizando
palillos de madera diferentes para cada gota e incubar de tres a cinco minutos a temperatura ambiente.
7. Añadir a cada una de las suspensiones 0.050 a 0.100 ml de eritrocitos lavados de pollo al 5 %, mezclar
con palillos. Mover la placa suavemente por 10 a 15 segundos y observar si hay hemoaglutinación. Los
casos positivos hemoaglutinan rápidamente.
8. Si la muestra es positiva se observará hemoaglutinación en la suspensión de fluido más eritrocitos
y en la de fluido más suero negativo más eritrocitos y además se presentará una inhibición de la
hemoaglutinación en el fluido más suero contra ENV más eritrocitos, como se representa en la
siguiente tabla:
TABLA 10. AGLUTINACIÓN DE ERITROCITOS POR TIPO DE MUESTRA
Mezcla Aglutinacion de eritrocitos
Fluido problema + eritrocitos Positiva o negativa
Fluido problema + suero contra ENC + eritrocitos Positiva o negativa
Virus de ENC conocido + eritrocitos Positivo
Virus de ENC conocido + suero Negativo
contra ENC + eritrocitos
Los embriones muertos después de las 24 horas se ponen en refrigeración mínimo 30 minutos, para
una obtención más fácil del fluido alantoideo libre de eritrocitos que puedan alterar la lectura de la reacción.
Posteriormente, se examina únicamente el fluido amnio-alantoideo de color claro o ligeramente rojizo. Si
se utilizan fluidos hemolizados o contaminados se pueden presentar reacciones falsas-positivas.
En donde:
X= Hora X
Y= Hora Y
96 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
tipo A, perteneciente a la familia Orthomixoviridae, que se clasifica según sus proteínas de superficie
denominadas: Hemoaglutinina (H) y Neuroaminidasa (N), existen 16 diferentes H y 9 N, de la combinación
de estas resultan 144 subtipos diferentes.
Todos los subtipos del virus normalmente son de baja patogenicidad (IABP), que causan una infección
que puede ser inaparente o una enfermedad leve; sin embargo, pueden mutar hacia alta patogenicidad
produciendo una grave enfermedad con alta mortalidad en aves domésticas. Sólo los subtipos con H5 y H7
se han relacionado con brotes de alta patogenicidad (IAAP).
En México se detectó por primera vez el virus de la IABP en mayo de 1994, en granjas comerciales de
11 entidades del país, éste mutó hacia IAAP en diciembre de 1994, causando un grave daño en los estados
de Puebla y Querétaro; el brote fue rápidamente controlado y erradicado el virus de la IAAP en junio de
1995 por el Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (Dinesa), de la Secretaría, en donde
participaron los gobiernos de ambos estados y los avicultores organizados de todo el país. Este brote tuvo
un costo de 49 millones de dólares norteamericanos. La IAAP en México fue exclusivamente de las aves
domésticas y no afectó a otras especies incluyendo el humano.
Actualmente se opera una Campaña Nacional contra la influenza aviar, NOM-044-ZOO-1995,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 16 agosto de 1996.
La NORMA Oficial Mexicana NOM-044-ZOO-1995, Campaña Nacional contra la Influenza Aviar,
menciona que para el diagnóstico se debe considerar lo siguiente:
Diagnóstico clínico. Puede sospecharse de una infección por virus de IAAP en cualquier parvada, cuando
las muertes repentinas siguen a una severa depresión e inapetencia y en ponedoras, además, puede haber
una caída drástica de la producción de huevo. La presencia de edema en cabeza o con cresta y barbillas
inflamadas y cianóticas con hemorragias petequiales en tarsos, piel y membranas internas, aumenta la
posibilidad de que la enfermedad sea originada por un virus de la IAAP.
Diagnóstico de laboratorio. Las muestras colectadas deben enviarse a los laboratorios de CPA,
CENASA o a los laboratorios aprobados por la Secretaría, en los que se practican las técnicas de serología y
aislamiento viral de I.A. y están obligados a informar a la Dirección en forma inmediata cuando se detecte
serología positiva y/o aislamiento viral.
El diagnóstico será confirmado mediante las pruebas de inhibición de la hemoaglutinación (HI), así
como de precipitación en gel de agar (PAG), utilizando exclusivamente las técnicas y los reactivos de
diagnóstico autorizados por la Secretaría.
La prueba de PAG se interpretará como positiva cuando aparezca una línea de precipitado entre el pocillo
que contiene el antígeno y el suero problema, considerando que esta banda deberá mostrar identidad con el
antisuero control positivo, es decir, no mostrar cruzamiento.
En la prueba de HI se utilizarán 4 unidades hemoaglutinantes y serán positivos todos los sueros que
produzcan inhibición de la hemaglutinación franca de la dilución 1:10 y continuando las diluciones en
logaritmo base dos 1/10, 1/20, 1/40, 1/80. Los sueros con títulos sospechosos se deberán remuestrear
de 14 a 21 días posteriores al primer muestreo, en el caso de que las aves no se hayan sacrificado.
98 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
virus se replican fácilmente en huevos embrionados y aglutinan eritrocitos. La prueba de inhibición de
hemaglutinación con antisuero de la enfermedad de Newcastle, es una prueba rápida y confiable para
descartar a la enfermedad de Newcastle, a menos de que exista una mezcla de ambos virus.
La IAAP debe de ser cuidadosamente diferenciada de otras enfermedades de las aves, además de la
enfermedad de Newcastle, otras infecciones por paramyxovirus, micoplasmosis, clamidiasis y cólera aviar.
Debido a que el virus de la IA es de notificación obligatoria a la Secretaría, es esencial su confirmación
por aislamiento viral y pruebas de patogenicidad.
No se puede efectuar un diagnóstico definitivo en base a los signos de la enfermedad o lesiones, sin
la evidencia serológica y/o el aislamiento e identificación del virus. Sin embargo, en una zona donde la
enfermedad producida por un virus de la IAAP es enzoótica, puede efectuarse un diagnóstico presuntivo en
base a la historia, los signos y lesiones macroscópicas de la parvada. La virulencia de los virus de la IA no está
asociada con su designación “H” o “N” y tales pruebas no son un requisito antes de hacer el diagnóstico de
un virus de la IAAP.
La identificación de los antígenos “H” y “N” del virus son de utilidad en las investigaciones epizootiológicas
de los brotes de la enfermedad. Las tipificaciones pueden efectuarse en el Laboratorio de Alta Seguridad de
la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas
(CPA) o en otros laboratorios de referencia de la Organización Mundial de la Salud.
5.6. ALIMENTACIÓN
Como en cualquier especie, la nutrición es un aspecto clave para mantener la salud de las aves de presa,
y en su caso, para recuperar la misma en un proceso de rehabilitación ya sea parcial o integral, para su
mantenimiento en cautiverio o para su reliberación. La longevidad, la buena condición física, la habilidad de
caza, el éxito reproductivo, la resistencia a enfermedades infecciosas, son resultado en buena medida de la
nutrición adecuada.
Desafortunadamente, existe muy escasa información científica sobre las necesidades nutricionales
de este grupo de aves, por lo que, en principio, la dieta debe ser balanceada tomando en cuenta lo que
cada especie en particular obtiene como alimento en sus hábitat naturales: insectos, roedores, lagomorfos,
reptiles, aves pequeñas y medianas, entre muchos otros, constituyen las presas más usuales para las aves
de presa más conocidas en nuestro país. El ideal es lograr ofrecer alimentos similares a éstas, y en la mayor
variedad posible, pues ello resultará en una mayor disponibilidad de todos los nutrientes importantes para
su adecuado desempeño metabólico, aunque esto no significa que hay que tratar de reproducir las dietas
naturales de las aves, pues tal cosa es imposible.
Por todo lo anterior, la nutrición en aves de presa es una actividad bastante empírica, que depende
aún de la experiencia y la capacidad de observación y análisis del comportamiento de los animales por sus
rehabilitadores y de su creatividad para balancear sus dietas.
100 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
8. Si en el proceso de rehabilitación se requiere un entrenamiento para la recuperación de la condición
física y de las habilidades para la caza, lo que obviamente incrementará las demandas metabólicas.
9. Las necesidades nutricionales básicas o elementales de cada espécimen.
Para este último aspecto, desgraciadamente como se apuntó arriba, no existen datos científicos acerca
de las necesidades nutricionales para cada especie de ave de presa. Algunos autores sugieren diferentes
métodos para hacer una estimación de éstas, que van desde los completamente empíricos “a ojo de buen
cubero”, hasta algunos que consideran ciertos parámetros científicos. De éstos últimos, incluso, se han
tomado algunos desarrollados en las especies domesticadas para la avicultura y la cría comercial, que
obviamente son poco transpolables al caso de las aves de presa.
Por lo tanto, es importante que aquellos establecimientos, organismos, instituciones o dependencias
que mantienen aves de presa en cautiverio, dediquen algunos esfuerzos, a fijar parámetros confiables para
el cálculo de estas necesidades.
Cantidad de Alimento. Algunos trabajos proponen porcentajes sobre el peso corporal de los animales
para determinar el monto de la ingesta diaria de alimento. Si promediamos las propuestas más serias,
podemos construir la siguiente tabla:
TABLA 11. PROMEDIO DE INGESTA DIARIA DE ALIMENTO EN AVES DE PRESA
Peso Corporal (Kg) Ingesta de Alimento (% de peso corporal)
0.100 a 0.200 20-25
0.200 a 0.800 11-19
0.801 a 1.2 7-10
Más de 1.2 4-6
Estas cifras son solamente una referencia general, y no deben seguirse al pié de la letra en todos los
casos. Resulta evidente que mientras más pequeña es el ave, mayor cantidad relativa de alimento requiere
debido a que sus tasas metabólicas son mucho más altas que en los animales grandes. Sin embargo, estas
cantidades variarán en virtud de los factores ya anotados antes y de algunos otros.
Es útil recordar algunos conceptos básicos importantes en la nutrición animal para entender mejor cómo
se pueden calcular al menos las necesidades energéticas reales de las aves de presa.
La Energía Bruta (EB), de un alimento es la cantidad total de kilocalorías que puede producir ese alimento
en un organismo vivo. La Energía Digestible (ED), es la energía que es capaz de asimilar el animal en los
procesos digestivos del alimento ingerido, es decir, la energía que realmente puede aprovechar el organismo
de un alimento. La Energía Metabólica Basal (EMB), es la cantidad de kilocalorías que necesita un animal en
reposo para mantener sus funciones vitales, es decir, sin desarrollar ninguna actividad más que el sobrevivir.
Este grupo de vertebrados presenta los valores más altos de EMB en el reino animal, siendo inversamente
proporcional al tamaño corporal de los individuos. La energía de un alimento aprovechable por el individuo
constituye la energía metabolizable (EM), que es la energía total del alimento menos la desperdiciada en
las heces, uratos y egagrópila. Por lo tanto, es la que cubre (o debe cubrir) la EMB más la energía adicional
que consume el animal si ejecuta alguna actividad.
102 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
La deshidratación se presenta rápidamente en las aves por su elevado metabolismo, y en pocas horas
puede causar su muerte, por lo que escatimar el agua resulta inaceptable.
Pollitos de un día de edad. Según algunos autores, los pollitos de un día de nacidos tienen 85% de
EM, mientras que un ratón de laboratorio presenta el 75%, lo que los hace una buena fuente de energía.
Sobre este alimento hay opiniones encontradas. Algunos autores los descalifican por tener una relación
Ca:P inadecuada, y por carecer de otros nutrimentos necesarios para la mayoría de las aves de presa; otros,
los recomiendan por razones exactamente opuestas; o sea, por tener una buena relación Ca:P y por tener
cantidades adecuadas de los demás nutrimentos, siempre y cuando no les sea retirado el saco vitelino, que
es, por cierto, una práctica recomendada por muchos manejadores de estas aves pues aseguran que es la
que tiene mayores concentraciones de fósforo y causa desbalance de calcio. Sin embargo, el vitelo es rico en
lípidos, vitaminas liposolubles, proteína de gran calidad, además de aportar importantes cantidades de agua.
Lo que en opinión del autor es destacable, es que es un buen alimento siempre y cuando se proporcione
entero, solo retirando el pico y las garras, y ofreciéndolo no como único alimento de la dieta, sino como un
ingrediente más junto con otros, por lo menos dos más.
Algunos manejadores recomiendan comprar pollitos de un día de buena calidad, y alimentarlos por una o
dos semanas con alimentos y suplementos para aves comerciales de alta calidad (concentrados iniciadores
y calcio, Vionate o Vitafort A), y luego sacrificarlos para ofrecerlos a las aves de presa. Esto mejoraría la
disponibilidad y balance de los nutrimentos.
Codorniz. Originalmente la codorniz era una especie silvestre y pieza de cacería socorrida para la actividad
de las aves entrenadas por cetreros. Ahora, prácticamente domesticada la Coturnix spp., es relativamente
accesible pues en nuestro país existen bastantes criadores del ave para carne y huevo a nivel comercial.
En general, la codorniz puede proporcionar entre 20% y 22% de proteína cruda, entre 4% y 5% de
lípidos y entre 130 y 135 kcal de energía., aunque esto variará en función de su edad y alimentación.
Su valor nutricional no la hace elegible para ser ingrediente base de una dieta, pero si para bajar y regular
el peso de aves sobrealimentadas y que se someten a programas de entrenamiento y/o rehabilitación o
como dieta de mantenimiento de aves con poca actividad (tienen buen balance Ca:P y buena concentración
de vitaminas) siempre y cuando sean animales de 5 a 8 semanas de edad, de preferencia hembras por tener
mejor concentración y balance de nutrimentos que los machos, y que procedan de criaderos confiables.
Sin embargo, tal dieta no debe ser utilizada por más de 6 meses, y considerar algunas peculiaridades de
las familias, como por ejemplo, que los accipítridos son más sensibles que las demás rapaces a la carencia
de vitaminas y minerales. Por otro lado, si se utilizan en pollos o juveniles de cualquier especie, se deberá
suplementar calcio y vitaminas (Blanco y Höfle, 2004).
Definitivamente se debe evitar ofrecer hembras ponedoras de desecho (de 7 o más meses de edad) por su
alto contenido en grasa y por representar mayores riesgos sanitarios para las aves de presa (Figuras 32).
Ratas. Estos roedores, obviamente, deben ser de las cepas de laboratorio y preferentemente criadas
en bioterios confiables. En general, las ratas son una fuente buena de nutrimentos, aunque no la mejor.
Es preferible ofrecer animales de destete y hasta de 5 semanas de edad, antes de la madurez sexual, pues
son las que mejor concentración de nutrimentos tienen, particularmente de vitamina E, lo que las hace un
alimento elegible para reproductores, aunque este aspecto no es objeto de este trabajo.
Se debe evitar los animales maduros sexualmente y los reproductores que han concluido su vida
productiva y se convierten en desecho, porque contienen demasiada grasa y relativamente su disponibilidad
de nutrimentos es baja. Otra desventaja relativa es que, con relación a otras fuentes de alimento, las ratas
poseen un tracto digestivo muy largo, lo que disminuye su potencial nutricional: Sin embargo, una gran
ventaja es que sanitariamente son recomendables pues son escasas la enfermedades que podrían transmitir
a las aves de presa.
Ahora en nuestro país, operan bioterios como el de la empresa estadounidense Harlan que comercializan
ratas de buena calidad sanitaria, tanto vivas como congeladas y de todos los segmentos de edad, además a
precios accesibles. Constituyen una alternativa a considerar (Figura 33).
104 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 33. RATAS UTILIZADAS EN EL CIVS “LOS REYES”
Ratones. En razón a la demanda de estos animales como alimento para reptiles, aves y como mascotas, la
relación costo beneficio puede no ser buena pues el precio relativamente alto en el mercado no correspondería
a su relativamente baja calidad nutricional comparada con otros alimentos.
Lo anterior es especialmente cierto si consideramos que la mayor parte de los ratones disponibles en
el mercado o como donación de bioterios de instituciones educativas o gubernamentales son animales de
desecho (machos adultos o hembras que han terminado su vida como reproductoras), que tienen altas
concentraciones de grasa y correlativamente, baja disponibilidad de proteínas, vitaminas y minerales.
Solamente podrán ser considerados como parte de una dieta variada (no como base de ella), si son
recién destetados y hasta 5 o 6 semanas de edad.
Por lo anterior y desde la misma óptica de lo comentado para las ratas, los ratones de bioterios como
Harlan ofrecen ratones vivos y congelados de muy buena calidad sanitaria, de diferentes rangos de edad,
por lo que se hacen a un lado las desventajas de los animales de desecho tradicionalmente disponibles en
nuestro país (Figura 34).
Cuyos o cobayos. Aunque no son tan comunes en nuestro país. Los cuyos eventualmente pueden
ser una alternativa en las regiones donde hay criaderos confiables en su operación. Sin embargo, su valor
nutricional es similar a la de ratas y ratones: su concentración de nutrimentos no es buena pues tienen un
tubo digestivo muy largo, piel muy gruesa y laxa y una cabeza grande y de huesos muy duros. Sólo deberían
utilizarse animales recién destetados, retirando al menos el 50% de la piel, el 100% de la cabeza y todo el
tubo digestivo, lo que significa mucha mano de obra.
Conejos. Los lagomorfos son ampliamente utilizados por los cetreros de todo el mundo como alimento
para las aves de presa, particularmente aquellas que son iniciadas en el entrenamiento de caza. El conejo
doméstico en general, puede aportar entre un 20% y 22% de proteína cruda, 5 a 6% de lípidos totales y
135 a 137 kcal de energía por cada 100 gramos de conejo (Gil, 2000).
No es el mejor alimento en cuanto a su concentración de nutrimentos, pero cuando se ofrece entero
sin tubo digestivo, proporciona uno de los mejores balances calcio-fósforo y dada su musculatura muy
magra, es excelente para bajar de peso a las aves sobrealimentadas sin afectar su estado nutricional general,
utilizándola por períodos cortos de tiempo. Sus vísceras, exceptuando el tracto digestivo, son buena fuente
de proteínas, vitaminas, minerales y algunos lípidos por lo que es recomendable ofrecerlas junto con el
músculo y los huesos.
La cabeza del conejo ayuda a que el pico de las aves se mantenga en forma y con filo adecuados y si se
ofrece el hueso y la piel de la manera adecuada (más adelante se explicará cómo), son un buen recurso para
limpiar su buche.
106 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Es ineludible señalar que la calidad sanitaria de los conejos, con frecuencia, deja mucho qué desear, por
lo que aquellos que sean utilizados para alimentar a las aves de presa, deben provenir de criaderos con buen
manejo zootécnico y sanitario, para minimizar los riesgos de la exposición a bacterias, parásitos y virus que
son comunes en estos mamíferos.
Vísceras y pescuezos de pollo. Es posible utilizar algunas vísceras de pollo en la alimentación de las
aves de presa. Por ejemplo, la molleja puede proporcionarles entre 18% y 19% de proteína, 4% a 5% de
lípidos y 100 a 120 Kcal. de energía, aunque, como en otros casos ya señalados, estas cifras variarán de
acuerdo a varios factores.
Las mollejas son músculo con poca grasa, fáciles de cortar en porciones manejables en el entrenamiento.
Sin embargo, es necesario recordar que las vísceras siempre son fuentes potenciales de contaminación
biológica por lo que su procedencia debe ser muy confiable, o de lo contrario no utilizarse.
El corazón de pollo proporcionará de 15% a 16% de proteína, 9% a 10% de lípidos y alrededor de
150 a 155 kcal.
El hígado de pollo dará alrededor de 18% de proteína, de 3 a 5% de lípidos con alrededor de 125 kcal de
energía. Con éstos órganos, que también aportarán vitaminas y minerales en concentraciones convenientes,
se deberán tener las mismas precauciones sanitarias.
En cuanto a los pescuezos, pueden funcionar como un buen complemento de la dieta, no como la
base, por lo que sólo se deberán utilizar una o dos veces a la semana. Si se les retira la piel para disminuir el
aporte de grasas y se parten a la mitad para exponer la médula de los huesos cervicales, aportarán buenas
cantidades de calcio y otros minerales y algunas vitaminas además de proteínas en alrededor del 18%.
Huacales de pollo. Esta parte del cuerpo de los pollos constituye otro recurso barato para variar y
complementar las dietas, no como base de ellas. Cuentan con huesos, importantes cantidades de lípidos y
algunas vísceras que aportarán proteína, vitaminas y minerales.
La desventaja consiste en la excesiva cantidad de grasa que entonces debe ser separada, y en la posibilidad de
que el ave sufra daños en la boca, esófago o buche por los huesos delgados que pueden convertirse en objetos
punzocortantes. Más adelante se explicará cómo debe ser preparada este alimento para evitarlo. Si la preparación
es adecuada, el alimento servirá además para que el ave trabaje su pico y lo mantenga en buenas condiciones,
además de ejercitar los músculos de la mandíbula, haciéndolos más fuertes y aptos para la vida silvestre.
Otra desventaja es la posibilidad de transmisión de enfermedades infecciosas, por lo que se deberán
tomar precauciones que más adelante se detallarán.
Insectos. Los grillos, chapulines, tenebrios, gusanos de cera, entre otros, deben ser utilizados como parte
de la dieta de aquellas aves de presa que tienen a los insectos como parte de su dieta en vida libre, como es
el caso de los cernícalos y otras especies pequeñas.
Presas silvestres. En muchos países y en menor medida en México, algunos manejadores de aves de
presa “aprovechan” presas silvestres que se obtienen por cacería de las propias aves, por cacería con armas,
capturadas por trampeo, o animales muertos en carreteras y caminos. En algunos parques y zoológicos,
ocasionalmente se busca aprovechar los cadáveres de animales de sus colecciones o silvestres que mueren
en sus instalaciones por cualquier causa.
108 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
si se sospechara de que la procedencia o su manejo sanitario no fueran siquiera mínimamente confiables,
puede ser necesario sumergirlos en una solución de hipoclorito al 0.1% durante 5 a 10 minutos para
eliminar contaminantes biológicos, para después enjuagar al chorro de agua corriente, secarlo con un
paño limpio o con toallas de papel, y luego congelarlo por algunas horas para inactivar el cloro.
3. Esto es importante sobre todo cuando se preparan alimentos para pollos o animales enfermos o
debilitados, pues su aparato inmunológico no funciona adecuadamente y son más susceptibles a las
patologías infecciosas y parasitarias.
4. Las presas completas deben ser abiertas “en canal” y de preferencia, extraer completo el tubo digestivo
teniendo cuidado de no rasgar ningún tramo para evitar la contaminación del resto del alimento.
5. Dependiendo de las particularidades de cada caso, se recomienda ofrecer al menos parte de la piel
con pelo o plumas que constituyen materiales que favorecerán la formación de la egagrópila que es
indispensable para mantener la limpieza e integridad física y funcional del buche. Parte de ella también
la constituirán las fracciones de los huesos no digeridas.
6. En el caso de contar con presas grandes como conejos o pollos enteros, y que deban alimentarse con
ellos a aves de talla pequeña, será necesario cortarlos en piezas del volumen adecuado. Estas deben
llevar entonces parte de piel (escasa si es de pollo para evitar el exceso de grasa, a menos que se
deba subir de peso al animal o esté sometido a temperaturas ambientales bajas, situaciones en las
que deberá aumentarse el aporte energético), huesos y parte de las vísceras, para que el aporte de
nutrimentos sea el mayor posible. Sin embargo, se debe poner gran cuidado en que al fraccionar las
partes óseas no queden aristas, ángulos ni bordes afilados o puntas aguzadas que podrían causar daños
a los frágiles recubrimientos de boca , esófago y buche, y que incluso podrían producir perforaciones
fatales. Por ello es preferible ofrecer piezas anatómicas completas que el animal pueda fraccionar con
su pico. Cuando por el tamaño y dureza de los huesos no es posible, se deben cortar de forma pareja,
de preferencia longitudinal primero, y transversalmente después, evitando los bordes y puntas, lo que
además hará más accesible la médula ósea rica en nutrimentos para su rápida ingestión.
7. Cuando se usan aves enteras como alimento (pollo, codorniz, palomas de criaderos comerciales),
deben ser retirados sus picos y uñas pues cabe la posibilidad de que si los tragan las rapaces puedan
sufrir también heridas y perforaciones en su tubo digestivo proximal.
8. En el caso de los huacales, es necesario eliminar los riesgos de traumatismos que significan las costillas,
y los inconvenientes de la grasa presente en estas piezas. Con un cuchillo de carnicero debe retirarse
toda la grasa visible (la cual se debe desechar), al igual que la piel. Se puede intentar recuperar de la
parte superior del huacal la carne disponible mientras que las costillas y las vértebras de esta parte
desechadas. Lo que realmente se puede utilizar junto con la carne que ya se separó, es la porción baja
que corresponde a la cintura pélvica y la región sacra, con los riñones que habitualmente se quedan ahí.
Existe la posibilidad de contaminación biológica de esta porción del pollo, es conveniente desinfectarla
con la solución de hipoclorito como ya se explicó líneas arriba.
9. El conejo debe de ser preparado de tal manera que sus huesos tampoco representen riesgos de
traumatismos para las aves. La caja torácica puede ser cortada separando la columna vertebral de las
110 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
a los utilizados en las paleterías y heladerías, o como los congeladores de exhibición de los supermercados).
Sin embargo, estos equipos resultarán demasiado caros para la mayoría de dependencias o instituciones de
rehabilitación de fauna silvestre.
Para éstas últimas, la opción más viable es la de los congeladores de refrigeradores domésticos, pero no
hay que olvidar que algunas cantidades de ciertos nutrimentos, principalmente vitaminas, se perderán al
congelarlos en estos equipos.
Para descongelar los alimentos y ser ofrecidos al ave, se pueden seguir dos procedimientos: sacar la
bolsa del congelador y sumergir el contenido en agua caliente, o pasar las bolsas congeladas a refrigeración
con temperaturas de 4º C a 8º C por al menos dos horas, y luego sumergir el contenido por unos minutos
en agua caliente. Esto permitirá que el alimento se descongele y adquiera una temperatura tibia adecuada
para el consumo del animal, sin los inconvenientes de que se pierdan muchos nutrimentos y de que se
contaminen biológicamente. Además, se rehidratará y podrá proveer de agua al ave que lo consuma.
Se debe tener mucho cuidado en no ofrecer alimentos fríos o calientes a las aves de presa, pues cualquiera
de las dos condiciones pueden dañar la integridad de las mucosas del aparato digestivo.
El alimento no debe ser almacenado por más de tres meses (si se trata de congeladores comerciales o
domésticos), pues los nutrimentos se deterioran y al cabo de ese tiempo la calidad nutrimental será inferior
a lo calculado para los animales en proceso de rehabilitación.
Trastornos por deficiencias de nutrimentos:
Para la generalidad de las aves de presa existen algunos nutrimentos críticos cuya deficiencia con mucha
frecuencia son causa de severos trastornos de la salud.
El más frecuente y devastador es el relacionado con el complejo calcio-fósforo-vitamina D. La deficiencia
nutricional causada por el desequilibrio entre estos tres nutrimentos desemboca en la enfermedad metabólica
del hueso. Las aves presentan signos que van desde un leve arqueo de las piernas, rotación longitudinal de
los miembros inferiores, hasta múltiples fracturas de pliegue del esqueleto. La enfermedad metabólica de
los huesos es más común en especies grandes de crecimiento rápido. Una manifestación clínica en ellas es
la llamada “ala de ángel” que consiste en una rotación exterior de la sección del ala de la cual se originan las
primeras plumas, observándose una o las dos alas anormalmente situadas hacia atrás y arriba del cuerpo,
particularmente en especies grandes.
La prevención es mejor que el tratamiento, pues los daños provocados a las aves, principalmente pollos y
juveniles, no son reversibles y los puede invalidar para la vida libre e incluso, puede hacer su calidad de vida
tan baja que la eutanasia sea la mejor decisión (Redig, 1992).
La deficiencia de tiamina o vitamina B1 también es relativamente frecuente en aves cautivas. Esta
sustancia interviene en la oxidación de los carbohidratos y grasas para la obtención de energía. Es un
factor anti-neurítico, por lo que su ausencia en las dietas de las aves conduce a la polineuritis. La tiamina
está disponible en la mayoría de los alimentos pero necesita una constante ingesta ya que el cuerpo no
la almacena. Las manifestaciones clínicas pueden ser disminución del apetito, incoordinación, rigidez de
miembros y descuello y cabeza, y muerte (Forbes y Flint, 2000).
112 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
6. PROCESO DE REHABILITACIÓN POR EL SISTEMA
PARENTAL
6. PROCESO DE REHABILITACIÓN POR EL SISTEMA
PARENTAL
6.1. REHABILITACIÓN FÍSICA Y ETOLÓGICA
Cada ser vivo supone un compendio de milagrosas adaptaciones a un medio y circunstancias en los que es
capaz de sobrevivir. La evolución constante esculpe a veces biotipos sorprendentemente especializados,
otras oportunistas capaces de colonizar áreas muy diversas, en definitiva, son muchas las estrategias que
están presentes dotando a cada especie de rasgos únicos. La rehabilitación de animales salvajes debe
entenderse dentro de este conjunto global que es la biodiversidad, fundiéndose en él, respetando las leyes
nunca escritas que rigen en los ecosistemas, buscando que cada ejemplar siga encontrando los estímulos
que le están moldeando en la naturaleza (Núñez-Laiseca, et al., 2007).
Existen diferentes técnicas de rehabilitación de aves de presa, una de las más utilizadas es el método
“Hacking”, recomendado por Stewart (1987) y Varland (1992) (Aprile y Bertonatti, 1996).
Dicho método apunta a:
1. Criar rapaces huérfanas, preservando su estado silvestre.
2. Alimentar a cada animal con la comida apropiada.
3. Liberar a las aves en su época “nidífuga” natural.
4. Ofrecerles un apoyo alimentario post-suelta.
Esta técnica hace alusión al manejo de pollos de aves de presa de la misma puesta o ejemplares de
la misma edad, el método no funciona muy bien en individuos solos, los pollo serán alimentándolos a
través de títeres de mano, con el objetivo de evitar el contacto con el ser humano y que se establezca una
dependencia con el hombre. De acuerdo con Jácome “al suprimir cualquier contacto entre el pollo y los seres
humanos se evita que el animal quede condicionado a la presencia humana” (Aprile y Bertonatti, 1996).
Manteniéndolos en confinamiento, hasta a la quinta semana de edad cuando son marcados y movidos a
la estructura de hacking, que consiste en una caja de madera terciada con un frente vertical de barras, en
donde completaran su desarrollo y maduran el plumaje. Son alimentadas mediante un dispositivo que deja
caer el alimento de manera automática, ya sea en la noche para especies nocturnas o en la mañana para
especies diurnas, la estructura estará ubicada en acantilados o en una torre. Las aves serán liberadas en la
fecha normal de vuelo, proporcionándoles escaso alimento dentro y fuera de la caja durante tres días; a
partir de este momento, las aves son “abandonadas” para que vuelen impulsadas por su apetito para buscar
alimento (Aprile y Bertonatti, 1996).
La edad de las aves es muy importante puesto que si se trata de ejemplares que ya se encuentran
brincando de rama en rama, este método resulta ineficiente porque las aves no asociarán el alimento al
116 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
alimento será atado a un mecanismo especial para que sea liberado cada vez que el ave lo golpeé. La ventaja
de este método es que el ave puede observar el cometa a grandes distancias.
FULL FALCONRY HACK
Existen algunas dudas sobre si este método de rehabilitación es el ideal para aves que han sufrido traumas
severos. Desafortunadamente no es ideal para todas las especies que pueden encontrarse.
Este método engloba un entrenamiento donde el ave acepta al rehabilitador como un compañero de
caza. El ave gana condicionamiento físico por el constante vuelo natural en su hábitat. La ventaja de este
método es que la actuación del ave puede ser atestiguada y evaluada por el rehabilitador, y así poder evaluar
el éxito de caza, esto dará pie para tomar la decisión de liberarla. El método también introduce y familiariza
al ave a su nuevo territorio. El ave es liberada cuando los vuelos y la caza se tornan exitosos regularmente
(Raptor Rescue, 2008).
A partir de la experiencia obtenida en los Centros de Conservación e Investigación de la Vida Silvestre,
para el manejo de aves de presa dado que llegan en diferentes estados de desarrollo físico y conductual
se emplea la técnica que se ha denominado “Método Parental” el cual se describe en el apartado 6.3.
(Figura 35).
4. Formación de 4. Acondicionamiento
grupos de trabajo: físico y conductual
solos, parejas
(coplas) y familias Vuelos:
a) En vertical
b) A la tira
c) En persecución Señoleo
Caza controlada
El equipo que se utiliza para el manejo y rehabilitación de las aves de presa en los CIVS, es el que comúnmente
se utiliza en cetrería y es conocido universalmente (Figura 36):
118 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Pihuelas Aymeri. Constan de una bota que va en el tarso del ave unida por un ojillo y lleva correas
intercambiables de percha y vuelo, ya que las primeras miden 12 cm y tienen un ojal en el cuál se coloca
un destorcedor con una lonja de 50 cm en su parte inferior para amarrarlo en el mosquetón que tiene la
percha; y las segundas que son lisas para evitar que el ave pudiese quedar atorada en un rama durante la
rehabilitación física y miden 20 cm (Figura 37).
Caperuzas. Es el elemento más importante en el manejo, ya que con ella se reduce considerablemente
el estrés del ejemplar, permitiendo tener control sobre este. Hay diferentes tipos de caperuza como la
Holandesa, Árabe, Marroquí, Angloindia, éstas dos últimas son las utilizadas en los Centros (CIVS).
Las caperuzas son elaboradas de acuerdo a las características de cada de ejemplar, tales como, sexo,
edad y complexión. Además, las caperuzas son rotuladas con la clave de identificación de cada ejemplar
(Figura 38).
Guantes. Están hechos de igual forma que las caperuzas, en este caso a la medida de la mano del
manejador, con esto evitaremos una mala sujeción de la lonja o las pihuelas ya sea porque quede holgado o
demasiado justo, evitando el mal manejo y por consiguiente una posible lesión del ejemplar. Normalmente
son guantes largos que cubren la mano y el antebrazo asegurando así la integridad del rehabilitador y una
mayor área de estabilidad para el ave (Figura 39). Estos serán utilizados única y exclusivamente para el
traslado de los ejemplares.
120 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 39. GUANTES
Perchas. Para el manejo de aves de presa se utilizan diferentes tipos de perchas tales como bancos,
barra algándara, perchas de piso, entre otros, adaptándose a las necesidades de cada especie. En el método
parental se emplean las “percha de pantalla”, con la cual se lleva varios años trabajando y ha dado excelentes
resultados, ya que proporciona un lugar seguro para el ave y cómodo para su aseo. Además ayuda a optimizar
los espacios, sobre todo con la idea de poder formar parejas (coplas) y familias (Figura 40).
Considerando que no todas las aves necesitan el mismo tipo de posadero, esta percha proporciona una
gran ventaja, siendo versátil, ya que se puede adecuar a las necesidades específicas de cada especie.
El esqueleto de la percha puede ser de un sinfín de materiales como tubos de metal, PVC, bambú,
entre otros. Lo que se encontró más funcional y duradero, es la madera tratada con un baño de chapopote,
tinner y barniz.
Las medidas del esqueleto para aguilillas, halcones, gavilanes, búhos y lechuzas son las siguientes:
1. Base: Polines de 80cm largo x 10cm ancho x 10cm grosor.
2. Tirantes de 75cm largo x 7cm ancho x 2.5cm grosor.
3. Marco: Altura 130cm x 7cm ancho x 2.5cm grosor.
Para Águilas:
1. Base: Polines de 160cm largo x 20cm ancho x 20cm de grosor.
2. Tirantes de 130cm x 20cm ancho x 5cm grosor.
3. Marco: Altura 130cm x 20cm ancho x 5cm grosor.
Es necesario contar con diferentes tipos de posadero específico para cada especie, pues así se evitarán
problemas de pododermatitis y lesiones por abrasiones.
122 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Para la cubierta del posadero se utiliza pasto sintético de uso rudo, sin embargo, existen diversos
materiales para este fin como el Astroturf, el cual es más adecuado para este fin pero de difícil adquisición.
Posadero para aguilillas y gavilanes:
1. Madera de 50cm largo x 7cm ancho x 2.5cm grosor.
2. Cubierta de pasto sintético 50cm largo x 34cm ancho.
Posadero para halcones, búhos y lechuzas:
1. Madera de 50cm largo x 2.5cm grosor con una concavidad de 10cm de circunferencia x 9cm de base.
2. Cubierta de pasto sintético de 50cm largo x 40cm ancho.
Posadero para águilas:
1. Madera de 80 largo x 3cm grosor con una concavidad de 25cm de circunferencia x una base de 20cm.
2. Pasto sintético de 80x55cm.
El pasto sintético lleva un ribete de piel o vinyl de 3cm, esto con el fin de que no se deshilache, donde
se coloca ojillos a 5cm de separación entre sí para sujetar la pantalla entre ambas orillas del pasto sintético.
La importancia de la pantalla o lona radica en que va a impedir que el ave se enrede en el posadero con
las pihuelas y pudiera quedarse colgando, ya que al abatirse amortiguará con la pantalla proporcionándole
una forma segura de subir al posadero, evitando con esto que se lastime las plumas o pudiese sufrir
lesiones graves.
Pantalla para aguilillas, gavilanes, halcones, búhos y lechuzas:
1. Lona de 80 cm de largo y 50 cm de ancho.
Pantalla para águilas:
1. Lona de 80 cm de largo y 80 cm de ancho.
La pantalla lleva un doblez triple de 3cm pegados entre sí con pegamento de contacto, esto con el fin de
que no se deshilache y lleva en las orillas ojillos a 5cm de separación entre sí a lo ancho y a lo largo remaches
con 10cm de separación.
Cámara de recuperación. Cuando llega un ejemplar lesionado lo principal a considerar es reducir el
grado de estrés así como proporcionarle un espacio seco, tibio, oscuro, protegido y tranquilo. Para lo cual se
sugiere una caja de cartón forrada en su interior y exterior de hule cristal, esto da un espacio térmico en el
cual el ave podrá permanecer en el mayor confort posible y sin estresarse, pues se encontrará en oscuridad
total; por lo que la caja deberá estar tapada y debe tener ventilación suficiente, resguardándola del sol
directo y nunca a la intemperie.
Las características de ésta cámara de recuperación en cuanto a sus dimensiones variará de acuerdo al
tamaño del ejemplar. Las medidas estándar son de: 60 x 60 cm., con una altura de 60 cm (Figuras 41).
En la base de esta cámara se pondrán tiras de papel periódico para proporcionar una cama térmica,
con ella se evitará lastimar las plumas del timón, el ave podrá deyectar y no ensuciarse pues el periódico
absorberá la mayor parte de los líquidos, esto ayudará a que el aseo sea más fácil, esté deberá ser diario para
evitar infecciones y maltrato de las plumas.
Cámara de muda. Para el manejo de familias, se ubicarán los ejemplares de manera paralela con
divisiones entre las perchas por plástico cristal, la importancia de colocarlo es evitar que se lastimen entre
ellos y al mismo tiempo se observen para que se familiaricen y así establecer jerarquías. En el caso de las
parejas (coplas), también se utiliza el plástico cristal con el mismo fin.
Para ejemplares solos y para separar las familias y parejas, unas de otras se utiliza plástico negro, con esto
se favorece que se detone la conducta de territorialidad (Figura 42).
124 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 42. CÁMARA DE MUDA, CIVS “LOS REYES”
Cámara de muda para cernícalos: La cámara de muda para esta especie consta de una cubo de madera
de 40 cm por lado. El interior y exterior de las cámaras serán forradas con plástico cristal, esto con la misma
función que las cámaras de recuperación. Estas cámaras serán por ejemplar.
Al interior del cubo llevará una percha de 40cm de largo x 6 cm de ancho x 2 cm de altura forrada de
pasto sintético. El ejemplar no se encontrará atado a la percha.
El acceso de la cámara será por el frente de ésta, será una cortina corrediza de plástico negro, la cortina
lleva ojillos arriba y abajo y van sujetos con una piola de cortinero.
Báscula. Es un elemento importante ya que gracias a ella determinaremos el peso idóneo en el que debe
estar el ejemplar, por lo que será utilizada a largo del proceso de rehabilitación. En este caso es una báscula
de balanzón, con una “T” como posadero forrada de pasto sintético, construida en acero (Figura 43).
Percha en “T” (Flushing). Se usa una “T” de bambú de dos metros de altura, por ser resistente y ligera,
sin embargo, puede ser elaborada con algunos otros materiales con estas características (Figura 44).
126 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Señuelos. Debido a que la mayoría de las aves son extraídas del medio silvestre, en diferentes etapas
de desarrollo físico y conductual, generalmente no han desarrollado las habilidades de caza, por lo que se
utilizan señuelos con forma de conejo y ave, para enseñarles a diferenciar y sujetar a las presas de una
manera adecuada (Figura 45).
6.3. FASE I
Para una valoración de los ejemplares se requiere de una observación detallada del comportamiento del
animal. Considerando las condiciones de manejo, buscando cuales son los estímulos que faltan y aquellos
que se deben suprimir para mejorar el estado del ejemplar. En general, deben anotarse las pautas de
comportamiento observadas, tales como (adaptado de Núñez-Laiseca, et al., 2007):
1. Relaciones intra e interespecíficas.
2. Conductas típicas de la especie, sexo y edad.
3. Selección de alimento, comportamiento ante la dieta natural (alimento vivo, entre otros).
128 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
6.3.3. Adecuación de la dieta
Previa valoración médica descrita en el número 5.4 (atención médica) y una vez restablecida su salud, se
adecuara la alimentación a lo que consumen en vida silvestre, ver sección 5.6. Alimentación.
2. Una familia está constituida por individuos de diferentes edades, siendo en mayor proporción
hembras, con una pareja alfa (dominante), aquí los primeros que comerán serán los alfa, después
los pollos o juveniles y al final los de menor jerarquía. El número de integrantes de un grupo para
conformar una familia dependerá de la cantidad de ejemplares que se hayan recibido, siendo
aconsejable que esté formado por 4 hembras y 2 machos. Al igual que en el trabajo anterior, nos
estamos erigiendo como los animales dominantes e integrándonos a la familia para que acepte
nuestra presencia, a través de proporciona de manera adecuada el alimento, ya que de ahí se
establecerán los lazos filiales, que permitirán detonar el proceso de adquisición de las habilidades
que le permitan la integración al medio silvestre (Figura 48).
130 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 48. FAMILIA DE Parabuteo unicinctus
Es de suma importancia que el manejo se lleve a cabo por no más de tres personas y que estén aislados
del resto del personal ya que lo que se está buscando es el desapego al ser humano y de realizarse lo
contrario se estará contribuyendo a que él o los ejemplares no pierdan esa familiaridad con el hombre.
Cabe diferenciar la familiaridad que se busca entre el ejemplar y su rehabilitador, de la que pudiera tener
con cualquier persona, ya que con la primera se pretende que se reconozca al rehabilitador como el padre de
los ejemplares, partiendo de esta característica natural para la rehabilitación; mientras que la segunda es el
resultado de la impronta por estar en cautiverio.
6.4 FASE II
Las parejas y familias formadas se irán reafirmando a través del manejo de rehabilitación conductual,
generalmente los ejemplares requerirán de un aislamiento ya sea de los ejemplares solos, de las parejas o
familias formadas, lo cual se hará a través del proceso de muda.
En el caso de que los ejemplares no requieren ser sometidos al proceso de muda, el tiempo que se
requerirá para consolidar una pareja será de un mes y medio; para una familia de dos meses.
La cámara de muda se ha manejado desde los inicios de la cetrería y es el método por el cual se ayuda a
inducir y acelerar la muda (pelecha), de una manera controlada, de un ejemplar a la vez.
132 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
El método por el cual determinamos el porcentaje de la muda es mediante el conteo directo, ya que
todas las aves cuentan con un número determinado de diferentes plumas, como por ejemplo, el timón
cuenta con 12 plumas, si ha mudado 9 plumas, se puede concluir que ha mudado el 75% del mismo y así
sucesivamente con el resto de las plumas.
Es importante mencionar que en el manejo que se hace no se necesita manipular al ejemplar ya que
mediante las plumas que ha mudado se determinar el avance total de la muda evitando la manipulación
innecesaria.
En el caso de que el ejemplar al momento de entrar a la cámara de muda presente daños en las plumas del
timón, es recomendable realizar lo siguiente:
1. Reparación de plumas dobladas. Una pluma doblada está especialmente predispuesta a partirse y
puede suponer un obstáculo durante la muda. Para devolverle un aspecto normal basta con meterla
en agua caliente, en donde se sugiere que se haya hervido previamente una papa en trozos (60° C),
por espacio de un minuto aproximadamente estirando la pluma correctamente. Posteriormente deberá
sumergirse en agua fría para que recupere su rigidez.
2. Injerto de plumas. Se realiza en los casos en que una pluma se rompe o se dobla excesivamente.
Es necesario disponer de plumas de aves de la misma especie, sexo y edad que nuestro paciente. La
pluma injertada debe ser la homóloga a la rota. Seccionaremos limpiamente y de forma oblicua con una
cuchilla el cañón de la pluma dañada a 2-5 centímetros de su extremo proximal, respetando el resto de
la pluma. La medida varía en función de la longitud del tramo a injertar, de modo que cuanto mayor sea
más cañón original debe respetarse para asegurar una correcta sujeción. A continuación, cortaremos la
pluma homóloga en el mismo punto. Debe confeccionarse una varilla ovalada que se adapte a la sección
del cañón de las plumas a acoplar con un material flexible y resistente, como plástico, fibra de vidrio,
bambú, metal, entre otros. Dicha varilla debe poseer los bordes y extremos romos para evitar dañar el
cañón y estar seccionada transversalmente a modo de arpón para sujetarse mejor a los laterales del
mismo. Finalmente, se añade pegamento de secado rápido altamente resistente en un extremo de la
varilla y se introduce en el cañón del trozo de la pluma que queremos añadir. Una vez seco se aísla con
un papel el cañón de la pluma rota del resto del plumaje para evitar mancharlo, se añade pegamento en
el extremo sobrante de la varilla y se inserta colocando correctamente ambas partes (Figura 50).
Una vez establecida la relación entre el ave y el rehabilitador, y esté sea reconocido como miembro alfa,
permitirá realizar un manejo lo más similar posible al que se desarrolla en vida silvestre entre padres e hijos;
lo que evita el uso de vocalizaciones por parte del rehabilitador al alimentar al ejemplar y el ave no asociara
un sonido determinado con el alimento.
La habituación de las aves a tomar el alimento de la percha en “T” (flushing), deberá ser paulatina,
esto permitirá desacostumbrar al ejemplar tomar el alimento directamente de la mano del rehabilitador,
sin afectar la jerarquía establecida anteriormente; pero si favoreciendo que se vaya independizando de esté,
como lo harían en vida silvestre de sus padres.
Para el caso de las aves de presa nocturnas (Strigiformes), la percha difiere en que se le colocaran unas
correas de cuero, para generar un sonido para llamar la atención del ave, ya que su principal sentido de caza
es el oído.
134 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
6.4.4. Acondicionamiento físico y conductual
Después del proceso de habituación a la percha en “T” (flushing), se le dará un acondicionamiento físico
durante el cual también se tratará el estado conductual, ya que se debe recordar que han tenido un periodo
largo de inactividad. Si bien es cierto que durante este periodo ya se establecieron jerarquías, parejas y
familias se deberá de propiciar el desarrollo de experiencias que encontrarán en vida silvestre, como es
el hecho de cazar, reconocer tipos de presa, adaptación a los cambios climáticos, ya que no es lo mismo
permanecer resguardado en un medio cerrado que sufrir las inclemencias del ambiente y lo más importante
independizarlos del ser humano.
El acondicionamiento físico consta de diferentes tipos de ejercicios, los cuales son utilizados en
cetrería, como son: 1) vuelos en vertical, 2) vuelos a la tira y 3) vuelos en persecución; los cuales se irán
incrementando hasta obtener la condición óptima del ejemplar.
Una vez logrado el acondicionamiento físico del ejemplar se procederá a realizar ejercicios de
reconocimiento de presas y desarrollo de habilidades de caza, a través del señoleo y cacería controlada.
En cualquiera de los ejercicios a realizar la calidad y cantidad del alimento es fundamental para cubrir las
demandas energéticas y nutricionales de los ejemplares.
A continuación se describen los ejercicios para el acondicionamiento físico:
1. Vuelos en vertical. Es uno de los ejercicios que demanda mayor esfuerzo físico, consiste en hace volar
el ave desde el piso hasta la percha en “T” (flushing), en repetidas ocasiones y a diferentes alturas;
inicialmente la altura de vuelo será del piso a la percha (2 metros), para aumentarla paulatinamente a
cerca de 3.5 metros que será la altura de la percha más la del rehabilitador. Al día se realizaran 10 vuelos,
incrementándolos de 5 en 5 de acuerdo a la capacidad del ave y cada vez que se incremente la altura. El
alimento deber ser de alta calidad, principalmente ratas de bioterio. El objetivo de este ejercicio es darle
potencia a los músculos (Figura 51).
2. Vuelos a la tira. En este ejercicio se hará volar el ave en línea recta, para lo cual se puede posar al
ejemplar en la percha de pantalla o en algún otro lugar, como en la rama de un árbol (a una altura
aproximada de 1.5 m.). Posteriormente alejarse a una distancia de 10 de metros para llamar al ejemplar
a que se pose sobre la percha en “T” (flushing); la distancia se irá incrementando paulatinamente (de
10 en 10 metros), hasta alcanzar vuelos en línea recta de 100 a 200 metros. Cabe señalar que el
tiempo necesario para ir incrementando la distancia estará en función de la respuesta física del ejemplar,
por lo que si a una distancia inicial de 10 metros el ave llega con facilidad se podrá incrementar a 20
metros al siguiente día.
De igual forma el alimento deber ser de alta calidad (ratas de bioterio). El objetivo de este ejercicio es
darle elasticidad a los músculos y resistencia para la persecución (Figura 52).
136 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 52. VUELO A LA TIRA, EJEMPLAR DE Parabuteo unicinctus
3. Vuelos en persecución. Se basa en hacer que el ave nos vaya siguiendo, volando de árbol en árbol.
Durante estos vuelos aprenderán a posarse en las ramas, cosa que muchos de ellos no saben hacer y
buscar atalayas naturales (lugares de fácil acceso en las ramas para observar el territorio), para cazar,
así como, aprender a mimetizarse en el follaje.
En este ejercicio también se les enseñara en algunos casos a realizar los vuelos a vela, en los cuales
aprenden a utilizar las corrientes térmicas.
La alimentación consistirá principalmente de conejo, combinando con rata y/o pollo. El objetivo es
aumentar la capacidad pulmonar (Figura 53).
Es importante señalar que el alimento será proporcionado al término de los ejercicios, los cuales serán
realizados de forma alternada a lo largo de la rehabilitación, de la forma siguiente:
Ejercicio Día
1 2 3 4 5 6 7 8 …
1. Vuelos en vertical
2. Vuelos a la tira
3. Vuelos en persecución
Durante la realización de los ejercicios los ejemplares serán trabajados en familias, parejas o solos, según
se hayan establecido los grupos, y así continuar con el trabajo conductual.
Una vez que tenemos en óptimas condiciones físicas a los ejemplares, es necesario, en la mayoría de
los casos enseñarles a cazar ya que hasta el momento han recibido el alimento de manos del rehabilitador
y en la percha en “T”. Para tal efecto, nos apoyaremos en herramientas como señuelos, con los cuales
aprenderán inicialmente cómo y dónde deben capturar a sus presas a través del señoleo y después a través
de la caza controlada:
138 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
4. Señoleo. En vida silvestre las aves de presa que matan por asfixia (águilas, aguilillas y gavilanes),
capturan abalanzándose hacia sus presas con el objetivo de sofocarlas, esto lo hacen al sujetar a sus
presas por la cabeza y el cuello, evitando así sufrir daño alguno que puedan ocasionar las presas al
defenderse del ave y de igual forma, matar lo más rápido posible. Así que para enseñarles a cazar, se
colocará el alimento en las zonas donde se quiera que ataque, como es la parte dorsal a la altura del
cuello y la cabeza del señuelo, se sugiere que sea en forma de conejo.
En el caso de los halcones la mayoría son ornitófagos y cazan por golpe, es decir, utilizan la velocidad
para arremeter a sus presas en pleno vuelo, por lo que se utilizará un señuelo con forma de ave. Estos
animales sujetan a la presa por la quilla entonces, se colocará el alimento en la parte ventral del señuelo.
Cabe mencionar que el señuelo debe ser de la misma forma y tamaño que la presa real. Para el caso de las
aves carroñeras se utilizarán cadáveres de distintos animales.
Es importante hacer buen uso del señuelo, para poder desarrollar las habilidades de caza de los ejemplares
y no crear conductas redirigidas hacia objetos que no tienen que ver con el entorno natural. La forma correcta
de señolear, será en el caso del conejo ubicarlo en un lugar en que no sea visible para el ave (matorral, piedras,
arbustos, árboles, entre otros), previamente atado con un sedal de pesca por ser transparente y resistente.
La longitud promedio del sedal será de 30 metros aproximadamente, el cual puede variar dependiendo del
tipo de terreno en el que se realizará el ejercicio. Posteriormente tirara del señuelo una segunda persona que
deberá estar camuflajeada para mimetizarse y pasar desapercibida lo más posible.
Una vez que el ave atrape el señuelo se deberá seguir tirando de esté alrededor de un par de minutos de
forma intermitente, a fin de simular la lucha con la presa. Y dejándola comer la porción de alimento que se
haya puesto en el señuelo.
Este ejercicio se realizará en inicio individualmente para el caso de parejas y familias, para posteriormente
integrar a todos los individuos que conformen el grupo en el mismo ejercicio. En donde las parejas comerán
al mismo tiempo del señuelo y las familias de acuerdo a las jerarquías establecidas.
En el caso del señuelo en forma de ave es muy importante que el rehabilitador practique previamente
con el señuelo, ya que es muy fácil enredarse con él ocasionando que el ave pudiese chocar contra el
rehabilitador, el piso o bien golpear el ave con el señuelo directamente, provocando serias lesiones o incluso
la muerte (Figura 54).
Para llevar a cabo este ejercicio de manera adecuada es importante que nunca se pierda de vista el ave,
teniéndola siempre de frente para poder controlar los movimientos con el señuelo.
Deberá hondearse de forma suave y uniforme incrementando poco a poco la circunferencia descrita por
el movimiento del señuelo, hasta que el ave vuele en su dirección, momento en el cual es arrojado en una
trayectoria recta y ascendente; repitiendo el ejercicio durante 5 veces incrementándolo paulatinamente.
140 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
4. Si el ave apresa y se aferra al señuelo, el rehabilitador no deberá quitárselo; debe dejar que lo cubra
con las alas y que consuma el alimento colocado en éste.
5. Caza controlada. Siguiendo con la rehabilitación conductual, una vez que los ejemplares capturen el
señuelo fácilmente ya sean solos, en pareja o en familia. Se procederá a realizar ejercicios con caza
controlada; enfrentando a los ejemplares a presas vivas, con las cuales se realizarán escapes, procurando
que esté ofrezca la mayor dificultad posible en cuanto a su captura, es decir, se liberará a la presa a
distancias mayores a 150 metros, esto con el fin de que el ave se esfuerce en la captura y les sea de
ayuda el ejercicio.
Es importante mencionar que llegada esta parte de la rehabilitación, los ejemplares ya muestran temor
hacia el ser humano, tolerando únicamente a los rehabilitadores (Figura 55).
Se buscará que la caza controlada se apegue a lo que naturalmente serán sus presas en vida silvestre.
Una vez concluidas las fases anteriores, se deberá determinar si el ave está en condiciones para ser liberada,
para esto, se realizará un proceso de evaluación. El cual consistirá en que cada uno de los ejemplares realice
todos los ejercicios anteriormente descritos de manera satisfactoria, para esto se recomienda basarse en el
promedio de los parámetros de la tabla siguiente:
Durante el proceso de rehabilitación se ha llevado un control estricto de salud de los ejemplares, pero en
base a la normatividad en la materia se tendrán que realizar los estudios pertinentes para corroborar que los
ejemplares a liberar cumplen satisfactoriamente los controles y medidas sanitarias correspondientes. La ya
fueron explicadas con anterioridad en el apartado 5.5. Cuarentena (Figura 56).
7.2. FASE IV
Para llevar a cabo la liberación de los ejemplares, se procederá primeramente a realizar la deshabituación in
situ. La cual consiste en volar el animal en la zona de liberación (familia, copla o individuo) y asegurarse de
que cacen en ella; de esta manera la familia o pareja se independizara del rehabilitador posicionándose del
lugar como su territorio.
Para el caso de los ejemplares solos, se recomienda posarlo en una rama permitiéndole que el ave
vuele cuando así lo decida, teniendo en cuenta que estos difícilmente permanecerán en el lugar de
la liberación por mucho tiempo, ya que se moverán buscando una pareja o familia para establecer su
territorio (Figura 57 y 58).
146 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
FIGURA 57. EJEMPLAR DE Buteo jamaicensis
7.3. FASE V
7.3.1 Monitoreo
Por otro lado es de señalarse que una vez liberados los ejemplares (parejas o familias), se realice un
monitoreo de por lo menos una semana, a fin de asegurar que los ejemplares se posicionaron del territorio
y se estén alimentando en el mismo.
Cabe señalar que es necesario llevar a cabo evaluaciones previas de la situación de las aves de presa en
vida silvestre, y de las áreas propicias para su liberación; en base a las características de los ecosistemas,
su grado de conservación, entre otros factores, de manera que asegure que el ejemplar liberado podrá
reinsertarse de manera estable al ecosistema.
Es importante contar con el registro de cada una de las etapas al ingreso de los ejemplares en los Centro,
como durante las Fase del Procesos de Rehabilitación, para llevar a cabo un seguimiento del ejemplar.
La generación de bitácoras de cada una de ellas es responsabilidad del rehabilitador.
Los formatos que se manejan en este método de rehabilitación de aves de presa pueden verse en el
Anexo. 9.1.
CONSIDERACIONES GENERALES PARA LA LIBERACIÓN
De acuerdo con Aprile y Bertonatti (1996), deben evitarse los riesgos siguientes:
1. Liberar animales sin previo chequeo sanitario.
2. Liberar animales sin certeza de su identidad taxonómica (especie y, de ser posible su raza o subespecie).
3. Liberar y trasladar animales sin documentación o autorización de la autoridad gubernamental
competente.
148 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
4. Liberar animales enfermos o de estado sanitario desconocido (físico o psíquico).
5. Liberar especies o subespecies (razas) en lugares que no coinciden con su área de distribución geográfica.
6. Liberar animales sin marcas de identificación.
7. Hacer liberaciones masivas sin estudios de impacto ambiental previo (capacidad de carga animal por
superficie de área, enfermedades locales, uso de hábitat, entre otros).
Educación ambiental. Es de fundamental importancia para el éxito de las liberaciones involucrar a
las comunidades locales en la conservación del hábitat y en los esfuerzos de rehabilitación y seguimiento
post-liberación.
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158 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
9. ANEXO
9. ANEXO
9.1. FORMATOS
CARTA DE ENTREGA
La Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales Semarnat, a través de la Dirección General de Vida
Silvestre por medio de este conducto certifica que el ave de presa de especie
de sexo de edad aproximada
ingresó al Centro para la Conservación e Investigación de Vida Silvestre CIVS , por
medio de .
México, al día de de .
Observaciones
Anexo 161
CARTA DE DONACIÓN VOLUNTARIA
México, al día de de .
162 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
HOJA CLINICA DE RECEPCIÓN DE FAUNA SILVESTRE
AVES
CIVS:
Fecha de Ingreso: Procedencia: EV: Profepa: PGR:
Evaluación Física:
Plumas:
Piel:
Mucosas:
Cavidad Oral:
Oídos:
Fosas Nasales:
Sistema Muscular:
S. Esquelético:
Vacunas:
Desparasitaciones:
Tratamiento a seguir:
Dieta recomendada:
Exámenes de laboratorio recomendados:
Observaciones:
Anexo 163
REPORTE DE ENFERMEDAD O ACCIDENTE
México D.F., a de de .
Clave de Identificación:
Constantes fisiológicas Temp: F/C: F/R: Peso:
Mucosas:
Historia clínica:
Diagnóstico presuntivo:
Análisis solicitados:
Diagnóstico:
Tratamiento:
Pronóstico:
Observaciones:
164 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
CERTIFICADO DE PÉRDIDA O MUERTE
el día de de en
Se extiende el presente certificado, habiendo realizado las investigaciones pertinentes para corroborar la
información.
A los días de de .
Anexo 165
CERTIFICADO DE SALUD
México D.F., a de de .
166 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
HOJA DE MUDA DE LAS ALAS
1
2
3
4
CUCHILLOS 5
6
7
REMERAS PRIMARIAS
(AGUADERAS) 1 2 3
1
REMERAS SECUNDARIAS 2
3 4
(CORVAS) 5
Anexo 167
HOJA DE MUDA DE LAS COLA
6
6 5
5 4
4 3
3 2 2
1 1
1 1
2 2
3 3
4 4
5 5
6 6
Fecha: del: al de de 20 .
168 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
CONTROL DE INSTALACIONES Y SANIDAD
Rehabilitador: Fecha:
Inspector: Hora:
Condiciones de la cámara de muda
Observaciones:
Indicaciones:
Observaciones:
Indicaciones:
Anexo 169
REGISTRO DE ENTRENAMIENTO DE FAUNA A LIBERAR
170 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
REPORTE DE ENTRENAMIENTO DEL AVE DE PRESA EN LA ZONA DE LIBERACIÓN
Clave de Identificación:
Fecha: Lugar:
Reporte
* SE ANEXAN FOTOGRAFÍAS.
Anexo 171
FORMATO PARA LA EVALUACIÓN DE LA LIBERACIÓN DE EJEMPLARES
Fecha:
Hora:
Concepto Observaciones
Cantidad de ejemplares
a liberar (Especie)
(1 de ...)
Familia
Copla
Solitario
Hábitos de residencia
Zona de liberación
Caracterización previa
Requerimientos de hábitat
Amenazas identificadas
Estudios previos
172 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
REPORTE DE CONOCIMIENTO DE LA ZONA PARA LIBERACIÓN
Fecha:
Lugar:
Guía:
Anexo 173
CARTA DE LIBERACIÓN
Clave de Identificación:
Estatus NOM-059-SEMARNAT-2010:
Nombre científico:
Nombre común:
Clasificación: Sexo:
Edad aproximada:
Lugar de liberación:
Fecha: Hora:
* SE ANEXAN FOTOGRAFÍAS.
174 Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre-CIVS
Manual para la Rehabilitación de Aves de Presa en los
Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS)