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1.

El oso polar

2. El oso panda

3. El elefante

4. La ballena

5. El chimpancé

6. El gorila de montaña

7. El leopardo de las nieves

8. El tigre de Sumatra

9. El rinoceronte

10.Las tortugas marinas

11.El delfín de agua dulce

12.El tiburón ballena

Animales en peligro de extinción


El Informe de Evaluación Global sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de
2019 de IPBES apunta que más de un millón de especies animales y plantas
estarán en peligro de extinción durante las próximas décadas. En la actualidad, la
‘Lista Roja de Especies Amenazadas’ de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza, indicador crítico de la salud de la biodiversidad
mundial que se compone de la evaluación de numerosos grupos de especies,
incluidos mamíferos, anfibios, aves, corales formadores de arrecifes y coníferas,
recoge que de las casi 130.000 especies, más de 35.500 especies están en
peligro de extinción. De esta cifra, el 40% son anfibios, el 34% coníferas, el 33%
de los corales formadores de arrecifes, el 26% mamíferos y el 14% aves.
Así se produjeron las primeras extinciones
Aunque cuando se habla de las extinciones del planeta hay que remontarse a
millones de años, los datos ponen de manifiesto que los periodos entre unas y
otras son cada vez más cortos y que la desaparición de especies avanza a un
ritmo incesante. El Presidente de IPBES, Robert Watson, afirma que “la salud de
los ecosistemas de los que dependemos nosotros y todas las demás especies se
está deteriorando más rápidamente que nunca”.

La primera gran extinción, también conocida como del ‘Ordovícico-Silúrico’,


ocurrió hace 443 millones de años y duró entre 500.000 y un millón de años,
Durante ese periodo, el 86% de las especies que existían en aquel momento
desaparecieron. Principalmente se trataba de especies marinas, y el motivo de la
extinción provino del período glacial o la disminución de la cantidad de oxígeno
disponible para la supervivencia de las especies.

Hace 367 millones de años se produjo la segunda gran extinción o del


‘Devónico-Carbonífero’. Perduró durante tres millones de años, tiempo en el que
desaparecieron el 82%. La proliferación de algas a partir de la aparición de plantas
terrestres que al remover la tierra liberaron nutrientes en el océano, está entre las
causas de esta extinción. Las algas, al absorber el oxígeno del agua, provocaron la
desaparición de gran parte de la vida animal.

Para hablar de la tercera gran extinción hay que remontarse 251 millones de
años atrás. También conocida como la extinción del ‘Pérmico-Triásico", tuvo una
duración de un millón de años y se saldó con la desaparición del 96% de las
especies. ¿La causa? La actividad volcánica, la misma que, según apuntan los
científicos, pudo contribuir a la desaparición del 76% de las especies del ‘Triásico-
Jurásico’, la cuarta gran extinción. Un hecho que tuvo lugar hace 210 millones de
años y que duró un millón de años.

La quinta gran extinción ocurrió hace 65 millones de años y con ella


desaparecieron los dinosaurios y otros muchos organismos. Conocida también
como la extinción masiva del ‘Cretácico-Paleógeno’, supuso la desaparición del
76% de las especies. El impacto de un gran asteroide que en la Península de
Yucatán (México) puso fin a la era de los dinosaurios.
Especie en peligro de extinción
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El tigre siberiano es una subespecie de tigre que se encuentra en peligro crítico; tres subespecies ya
se han extinguido.1

Una especie en peligro de extinción es una especie biológica que está en


peligro de desaparecer (extinguirse), ya sea global o regionalmente. Esto
puede deberse a la pérdida de hábitat, contrabando de ejemplares silvestres o
acción de especies invasoras.
En la versión de 2008 de la Lista Roja de la UICN (Lista Roja de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza), se encuentran bajo la
categoría en Peligro, 2448 taxones de animales, 2280 de plantas,2 a los que se
acoplan los encuadrados bajo la categoría «En peligro crítico», los que
comprenden 1665 taxones de animales,3 y 1575 de plantas.2
Antes, la gente apenas se preocupaba por ello, matando tantos animales como
necesitaba para obtener comida, pieles y otros muchos recursos derivados de
los animales. A medida que la población y el comercio crecían, el número
aumentaba, lo que más de una vez llevó a la extinción de algunas especies. No
fue hasta mediados del siglo XVI cuando la gente se preocupó de que los cotos
de caza estuvieran a veces vacíos, y fue entonces cuando se empezaron a
imponer las primeras restricciones a la caza. Sin embargo, dicha prohibición
tenía un objetivo diferente: continuar con la caza una vez recuperado el número
de animales. Las primeras prohibiciones de la caza y otras crueldades con los
animales no se promulgaron antes de finales del siglo XIX, cuando incluso en la
propia Europa empezaron a desaparecer algunas especies: el bisonte casi se
extinguió, en 1627 desapareció el toro y el caballo salvaje euroasiático se
extinguió en 1918.
Muchos países cuentan con leyes para proteger a estas especies: por ejemplo,
prohibiendo la cacería, restringiendo el desarrollo de la tierra o
creando reservas naturales. De hecho, pocas especies en peligro de extinción
reciben protección legal. La mayoría de las especies se extinguen o pueden
extinguirse sin una respuesta pública.
El gran número de especies que se han extinguido en los últimos ciento
cincuenta años es motivo de preocupación. El ritmo actual de extinción es entre
diez y cien veces superior al de cualquier otra extinción masiva anterior en la
historia de la Tierra. Si este ritmo de extinción persiste o se acelera, el número
de extinciones de especies en la próxima década podría calcularse en
millones.4 Aunque la mayoría de la gente responde fácilmente a la amenaza de
extinción de mamíferos individuales o pájaros, el problema más importante de
la ecología es la amenaza a la estabilidad de ecosistemas enteros, siempre
que desaparezcan especies clave en algún nivel de la cadena alimenticia.
Problema de extinción
Cuatro razones para preocuparse por la extinción:

1. La extinción de las especies como entidades biológicas.


2. Desestabilización de los ecosistemas.
3. Amenaza a otras especies.
4. Pérdida de material genético insustituible.
La extinción de especies es un factor crítico tanto por la reducción de la riqueza de la
naturaleza como por una cuestión moral para quienes creen que los humanos tienen el
deber de preservar el entorno natural (así como para quienes creen que las especies
animales tienen derechos legales).
La "desestabilización" se entiende bien cuando un eslabón de la cadena alimentaria
desaparece del ecosistema. Cuando una especie desaparece, es muy frecuente que se
produzcan cambios poblacionales en la abundancia de las especies secundarias. Puede
darse una situación en la que el ecosistema cambie de forma notable e irreversible.
La cuarta razón es más sutil, pero quizá sea la más importante para la humanidad. Cada
especie lleva un material genético único en su ADN y produce compuestos químicos
únicos según sus instrucciones genéticas. Por ejemplo, en los valles del centro de China
existe el ajenjo dulce, una planta parecida al helecho que es la única fuente
de artemisinina, un fármaco que es casi 100% eficaz contra la malaria (Jonietz, 2006). Si
esta planta desapareciera, el control de la malaria (la temida enfermedad actual),
disminuiría. Hay muchos otros ejemplos de compuestos químicos exclusivos de
determinadas especies. No se puede determinar el número de compuestos aún no
descubiertos que podrían extinguirse como consecuencia de la extinción de especies, pero
es un motivo de gran debate, y sin duda muy importante. [cita requerida]
Aunque las extinciones pueden ser el resultado natural de la selección natural (por
ejemplo, la extinción masiva de especies en el Holoceno), el periodo de extinción moderno
es único. Los periodos anteriores se debieron a causas físicas como la colisión con
cuerpos celestes, el movimiento de placas tectónicas, la elevada actividad volcánica y el
cambio climático. El actual periodo de extinción está causado por los humanos y comenzó
hace unos cien mil años con la dispersión de los humanos por el planeta. Al entrar en
contacto con ecosistemas que eran nuevos para ellos y que nunca habían experimentado
la presencia humana, los humanos destruyeron el equilibrio ecológico mediante la caza, la
destrucción de los hábitats y la propagación de enfermedades. El período comprendido
entre hace cien mil años y hace diez mil años se ha denominado "primera fase" del sexto
período de extinción.5
La segunda fase del periodo comenzó hace unos diez mil años con la aparición de
la agricultura. El ser humano inició el proceso de domesticación de los animales. De este
modo, el ser humano se convirtió en la primera especie capaz de vivir alterando
notablemente los ecosistemas históricos. Con la capacidad de vivir fuera del ecosistema
local, los humanos se liberaron de las limitaciones del tamaño máximo de la población y la
superpoblaron, creando grandes tensiones en el medio ambiente y produciendo las
acciones destructivas necesarias para un crecimiento de la población aún mayor. En la
actualidad, estas acciones incluyen la deforestación de bosques tropicales, la destrucción
de los arrecifes de coral, otras destrucciones de hábitats, como las asociadas al uso diario
de coches6 la sobreexplotación de especies, la introducción de especies exóticas no
características en los ecosistemas, la contaminación del suelo, el efecto invernadero.5
A veces, la extinción de especies se produce en cuestión de décadas: por ejemplo, la vaca
marina de Steller, especie extinta de mamífero sirénido de la familia Dugongidae.

Estado de conservación
Los estados de conservación son los indicadores básicos de las probabilidades de que una
especie siga existiendo en un corto o mediano plazo, en vista de factores tales como la
población y su distribución, su historia natural y biológica, sus depredadores y otros
aspectos.
La Lista Roja elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN) es la más difundida de las clasificaciones de los estados de
conservación de las especies. En la lista, hay dos categorías con criterios específicos en
los cuales son clasificados los taxones que corren el riesgo de desaparecer: “en peligro”
(abreviado oficialmente como EN desde su nombre original en inglés, Endangered) y “en
peligro crítico” (abreviado oficialmente como CR desde su nombre original
en inglés, Critically Endangered). Estas últimas dos categorías, junto con “vulnerable”,
integran a las especies amenazadas dentro de la lista.[cita requerida]

Lista Roja

Las categorías "en peligro" y "en peligro crítico" incluyen a todas las especies que han
mostrado importantes fluctuaciones en su distribución geográfica, junto con una
disminución o fragmentación de ella; una población de individuos maduros menor de los
doscientos cincuenta o los dos mil quinientos ejemplares con una probabilidad de un 50 %
o un 20 % de extinción en su forma silvestre, y una fuerte disminución en su población
general en los últimos diez años o tres generaciones, en orden del 70 % y el 80 %,
respectivamente.8
La lista de especies extintas incluye aquellas que desaparecieron después de 1500 d. C.
Anteriormente, los europeos prácticamente no podían enfrentarlos debido al hecho de
que América y Australia no fueron descubiertas, y también debido al hecho de que la
mayoría de las veces los animales morían por otras razones naturales. Además, antes de
esa era, la caza furtiva no existía, debido a la abundancia de animales, a pesar de la
ausencia de restricciones a la caza, así como la estructura no desarrollada y las armas
débiles, incluso las especies comerciales valiosas lograron sobrevivir sin mucha dificultad.
Otro sistema de clasificación para especies en peligro de extinción es la clasificación
CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y
Flora Silvestres), diseñada para prevenir el comercio internacional de especies que
podrían amenazar su existencia.

CITES
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y
Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés) regula el comercio de las especies
amenazadas, con el objetivo de asegurar su supervivencia. Consta de tres “apéndices” en
los cuales estas especies son clasificadas. Todas las especies que se encuentran en
peligro de extinción son clasificadas en el Apéndice I, el que impone mayores restricciones
y restringe el comercio de estas especies solo a casos excepcionales. 9 A 2009, 175 países
se habían adherido al tratado.10

Clasificaciones nacionales
Además de las clasificaciones internacionales —las que comprenden la totalidad de los
ejemplares de un taxón a nivel mundial—, otras emplean las mismas categorías para listar
el grado de amenaza de las poblaciones de los taxones que habitan en zonas específicas,
generalmente a nivel nacional, aunque también se emplea para regiones biogeográficas o
entidades subnacionales. En estos casos las categorías asignadas a un mismo taxón
pueden ser diametralmente opuestas; por ejemplo un taxón puede ser abundante a un
nivel mundial, pero estar en peligro crítico en un país.

En Australia, el Acta de Protección Medioambiental y Conservación de la Biodiversidad de


1999 clasifica a las especies en riesgo de desaparecer en las categorías “en peligro” y “en
peligro crítico”, de manera similar a la Lista Roja de la UICN. La Lista de especies en vida
salvaje bajo riesgo de Canadá posee las categorías “en peligro” y “extraer” las especies en
peligro de desaparecer y las que ya lo hicieron a nivel local, respectivamente.
En los Estados Unidos, la categoría "en peligro" de la lista de especies amenazadas del
Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos es la que ofrece más
protección, mientras que en Nueva Zelanda las categorías “crítico a nivel nacional” y “en
peligro a nivel nacional” integran a las especies con un alto riesgo. 11
Las especies animales se ven en peligro de extinción debido a la caza
ilegal. GlobalPost publicó la lista de las seis especies animales que corren mayor
peligro: elefantes, rinocerontes, tigres, tortugas de mar, lémures y gorilas.12

Causas
Cambio climático
Antes de la aparición de los gases de efecto invernadero y del avance del calentamiento
global, las especies eran capaces de sobrevivir en su hábitat natural. Sin embargo, el
rápido desarrollo del cambio de temperatura ha sido una de las causas de que especies se
encuentren en peligro de extinción. Nigel Stork, en su artículo Re-assassing Extinction
Rate, explica que "la causa principal de la extinción es el cambio climático, y en particular
el aumento de temperaturas, en lugar de tan solo la deforestación." Stork afirma que se
trata de la principal razón para que las especies se vean amenazadas, y explica que el
incremento de las temperaturas a nivel local y global hace más difícil la reproducción de
los organismos. Dado que el calentamiento global continúa, las especies no son capaces
de afrontar el cambio repentino, por lo que comienzan a deteriorarse. Se trata de un ciclo
que se incrementa a un ritmo acelerado a causa del cambio climático, por tanto, gran
cantidad de especies están siendo incorporadas a la lista de organismos en peligro de
extinción.13

Destrucción del hábitat

La destrucción del hábitat natural es una de las mayores causas que hacen peligrar la
subsistencia de las especies. La acción del ser humano afecta en gran medida este factor.
Entre ellas, la sobreexplotación del medio, el uso descontrolado de los recursos naturales,
provoca que el ecosistema no pueda regenerarse por la extracción de recursos por encima
de su capacidad natural. La destrucción o modificación de los distintos biomas para suplir
las necesidades humanas ponen en peligro a las especies que los habitan: más de 100
millones de hectáreas de bosque tropical se han perdido entre 1980 y el 2000,
principalmente a causa de la ganadería en Sudamérica y de las plantaciones en el sureste
asiático (el 80% de estas son de aceite de palma).14 Respecto a la reducción de
ecosistemas, las prácticas más comunes incluyen la deforestación, la transformación de
selvas y bosques o el drenaje de humedales. 15 Por otra parte, la presencia de agentes
contaminantes en el agua, el aire y el suelo produce una alteración nociva (mayormente
por acción humana), causante de pérdidas de biodiversidad destacadas. 16

Especies invasoras
La introducción de especies no autóctonas en un área puede alterar el ecosistema hasta
tal punto que las especies autóctonas se ponen en peligro. Estas introducciones pueden
denominarse especies exóticas o invasoras. En algunos casos, las especies invasoras
compiten con las especies nativas por alimento o se alimentan de los nativos. En otros
casos, un equilibrio ecológico estable puede verse alterado por la depredación u otras
causas que conducen a una disminución inesperada de las especies. Las especies nuevas
también pueden ser portadoras de enfermedades a las que las especies nativas no tienen
exposición ni resistencia.17

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