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PAPILOMA VIRUS

Con la denominación de papiloma se suele hacer referencia a lesiones verrucosas de origen viral,
pero el alcance del término es más amplio y general. En este trabajo los autores describen la
clínica, el diagnóstico y los posibles tratamientos de estas lesiones.

Un papiloma es un tumor epitelial de crecimiento exofítico que forma estructuras de proyección


en su superficie. Estas proyecciones son las denominadas papilas, que poseen una morfología
digitiforme en su parte externa.

Verrugas víricas

Las verrugas víricas son tumores intraepidérmicos de la piel y de las mucosas, de naturaleza
benigna, secundarios a la infección por el virus del papiloma humano (VPH). Son más frecuentes
en la población infantil (pueden afectar hasta al 10% de los niños y adolescentes) y en el género
femenino. El VPH penetra en la epidermis y se extiende por autoinoculación, apareciendo la lesión
clínica en un período variable, que puede ser de hasta 18 meses tras la infección primaria. Hay más
de 100 serotipos distintos del virus del papiloma humano, y en las verrugas vulgares los más
frecuentes son los tipos 2, 4 y 7. Las verrugas genitales o condilomas acuminados suelen estar
causados por los serotipos 6 y 11. En referencia a los condilomas acuminados debe recordarse que
los papilomavirus 16, 18, 31, 33 y 35 han sido relacionados con el desarrollo del carcinoma
intraepitelial cervical en la mujer y con el carcinoma escamoso. En la transmisión de las verrugas
genitales se han implicado la vía vertical, la sexual, la autoinoculación y el paso a través de fómites.

Lesiones cutáneas papilomatosas

Las lesiones cutáneas papilomatosas más comunes son las verrugas víricas, aunque también
destacan las queratosis seborreicas, las queratosis actínicas y los carcinomas escamosos, todos con
una elevada frecuencia de presentación en la población general. La mayoría de lesiones cutáneas
papilomatosas son de naturaleza benigna, aunque debe tenerse en cuenta que el carcinoma
escamoso, una neoplasia maligna, puede adoptar morfología papilomatosa. Algunas lesiones
papilomatosas benignas pueden transformarse en un carcinoma escamoso invasivo, por lo que es
importante su diagnóstico y tratamiento precoz.
Clínica

La presentación clínica depende del tipo de verruga. En general, las verrugas víricas tienden a
borrar los surcos fisiológicos de la piel (incluidos los dermatoglifos palmoplantares) en la zona
donde se asientan. Las vulgares se sitúan con mayor frecuencia en el dorso de las manos y en las
palmas. Inicialmente son diminutas, y en el transcurso de semanas aumentan de tamaño y se
tornan hiperqueratósicas, con una superficie papilomatosa de color amarillo, marrón o negro.
Típicamente, la decorticación con un bisturí muestra puntos negros en su interior, que
corresponden a capilares trombosados. Las verrugas filiformes son más frecuentes en el área
facial, alrededor de las narinas y en el cuero cabelludo. Se presentan como pápulas exofíticas del
color de la piel, hiperqueratósicas y pediculadas. Las verrugas plantares, de aspecto similar a las
vulgares, se localizan en las zonas de apoyo del pie (dedos, metatarso, talón) y pueden ser
profundas y dolorosas.

Diagnóstico

Para el diagnóstico de las verrugas víricas no suelen necesitarse pruebas complementarias y es


suficiente la exploración clínica. La interrupción de los dermatoglifos y la presencia de capilares
trombosados intralesionales son muy sugestivas de verruga vírica. Cuando se duda del diagnóstico,
se puede recurrir a la biopsia cutánea por punch o a la extirpación quirúrgica y a su estudio
histológico.

Tratamiento

El tratamiento está indicado en casos recalcitrantes, extensos, con alteraciones estéticas,


funcionales o psicológicas secundarias. La eficacia del tratamiento tópico aumenta con la
decorticación mecánica de la lesión. Los baños de agua caliente o la oclusión con cinta adhesiva de
las lesiones pueden ir seguidos de la resolución del cuadro en algunos casos, aunque es habitual
que debamos recurrir al tratamiento farmacológico. La aplicación de ácido salicílico acompañada
de decapado sistemático con bisturí consigue una tasa de curación del 75%. Constituye la primera
opción terapéutica para verrugas planas no faciales, verrugas plantares, y cualquier tipo de
verruga de las manos. También es posible emplear ácido glicólico al 15% para las verrugas planas
faciales y al 70% en las palmoplantares rebeldes. La crioterapia aplicada en dos ciclos, cada 2-3
semanas, es una alternativa terapéutica que no ha demostrado mejores resultados que el ácido
salicílico en verrugas no genitales, y puede ocasionar efectos adversos locales notables (dolor,
ampollas, cicatrices y daño en la matriz ungueal).

Conclusión

Los papilomas son tumores cutáneos exofíticos que en su extremo poseen formaciones
digitiformes. Es una forma de presentación de distintas lesiones cutáneas, en su mayor número
benignas, como las verrugas víricas o las queratosis seborreicas. No obstante, lesiones premalignas
(como las queratosis actínicas) y los carcinomas epidermoides, con poder metastásico, pueden
tener una presentación papilomatosa. La semiología de la lesión y su localización suelen ser muy
orientativas para el diagnóstico, que acostumbra a ser clínico. El análisis histológico de la pieza
concreta el diagnóstico final en los casos dudosos. Pese a que normalmente se trata de lesiones
benignas, algunos papilomas deben ser tratados precozmente para evitar su progresión a procesos
neoplásicos o deben ser extirpados por poseer ya en el momento del diagnóstico potencial
maligno.

ORTHOMYXOVIRIDAE

Orthomyxoviridae es una familia de virus de ARN que infectan a los animales. Incluyen a los virus
causantes de la gripe.

Presencia en distintas especies

La familia Orthomyxoviridae incluye varios géneros de virus que infectan a diferentes animales:

Influenzavirus A: aves y humanos, equinos, suinos, visón, focas, ballenas.

Influenzavirus B: humanos y focas solamente.

Influenzavirus C: humanos y suinos (porcinos) (rara enfermedad seria).

Isavirus: salmón coho, trucha arcoíris, otras variedades de salmón.

Thogotovirus: infección humana ocasional (orthomyxovirus trasmitidos por garrapatas).

Morfología del virión

Se caracteriza por presentar envoltura y ser isométrico, con la siguiente morfología (del interior al
exterior):

Ribonucleoproteínas (8 segmentos en tipos A y B, 7 en C).

ARN-Pol dependiente de ARN.

Proteína NS2.

Proteína de la matriz.

Glicoproteínas de membrana: Hemaglutinina (HA) y Neuraminidasa (NA).

La hemaglutinina (HA) es un trímero formado por tres polipéptidos cada uno de los cuales tiene
una secuencia señal. Tras ella, aparece un dominio rico en sitios de glicosilación, y finalmente, una
zona hidrófoba: el péptido fusogénico, que va a ser el responsable de la fusión de la membrana
vírica con la celular para permitir la entrada a la célula. Por último, otra zona con la que se ancla a
la membrana.

Se caracteriza por tener varios puentes disulfuro internos responsables de la estructura. Para que
la proteína sea funcional, debe producirse un corte justo antes del péptido fusogénico. Si no se
produce este corte, la proteína es afuncional y el virus no puede infectar. Las dos partes cortadas
de la molécula siguen unidas por puentes disulfuro.

Organización del genoma


El genoma de los virus de Influenza están fragmentados en 8 moléculas (7 en Influenzavirus C): Las
6 primeras codifican una proteína cada una. Las 2 últimas, codifican dos proteínas cada una.

El fragmento 7 codifica la proteína de la matriz (M1)y una segunda proteína capaz de funcionar
como canal iónico en la membrana (M2).

El fragmento 8 codifica proteínas que mejoran la efectividad de la infección. Algunas zonas del
genoma se aparean para ganar resistencia contra ARNasas celulares. Todos los fragmentos están
unidos a nucleoproteínas. En el interior de la partícula, además, está la ARN-Pol, que es un
complejo de tres proteínas codificadas por los fragmentos 1, 2 y 3.

Ciclo replicativo

Toda la primera fase del ciclo replicativo es estándar de acuerdo a los virus ARN con polaridad
negativa. La principal particularidad es que el proceso de replicación no se lleva a cabo si se trata
con amantidina (inhibe la ARN-Pol celular) o si se infectan células anucleadas. Esto se debe a que
los procesos de replicación y transcripción ocurren en el núcleo.

1. En el ciclo de infección del virus, las primeras dianas son células epiteliales en las que el virus
reconoce restos de ácidos siálicos de las glicoproteínas de membrana a través de la hemaglutinina.
Aquí actúa la neuraminidasa, que hidroliza estos restos de ácidos siálicos de las proteínas a las que
pertenecen, evitando que el virus quede anclado a los ácidos siálicos de la mucoproteínas que
recubren los epitelios.

2. La entrada se produce por endocitosis.[5] El endosoma se fusiona con un lisosoma, lo que baja
el pH. Esto provoca un cambio en la hemaglutinina, que va a interaccionar con la membrana del
endosoma. Las cabezas globulares de la proteína se apartan hacia un lateral y queda expuesto el
péptido fusogénico, que es hidrófobo. Esta secuencia hidrófoba busca su estabilidad integrándose
en la membrana del endosoma. En este momento, una región bisagra de la proteína acerca ambas
membranas, facilitando su fusión.

Paralelamente a esto, la proteína M2 bombea protones al interior del virión, lo que induce la
liberación de la proteína de la matriz y de los complejos ribonucleoproteícos, que al fundirse las
membranas, salen libres al citoplasma.

3. El ingreso del genoma del virus en el núcleo se produce gracias a mecanismos celulares. Las
nucleoproteínas tienen afinidad por una serie de intermediarios que interaccionan con el complejo
del poro nuclear, permitiendo el acceso al núcleo. Esto solo puede ocurrir si las nucleoproteínas
están libres, es decir, no asociadas a la proteína de la matriz.
4. Una vez en el núcleo se produce la transcripción. La lleva a cabo la ARN-Pol del virus, siempre y
cuando el ARN esté unido a las nucleoproteínas. La enzima necesita usar como cebador un CAP
con unos cuantos nucleótidos.

Como hemos dicho, la ARN-Pol está formada por tres proteínas:

-La PB1 tiene actividad endonucleasa y ARN-Pol. Tiene 3 regiones: dos de reconocimiento de los
extremos del virus y otra que es el centro activo.

-La PB2 tiene un sitio de unión al CAP, de manera que se asocia a los mensajeros celulares.

La PB2 se une al CAP de un mensajero celular. La PB1 corta este mensajero, dejando el CAP y una
pequeña secuencia de nucleótidos, que será usada como cebador. Después reconoce los extremos
del fragmento de ARN vírico a transcribir, e inicia el proceso. La cola de poliA se añade al final,
gracias a que la polimerasa copia varias veces seguidas un mismo fragmento de poli U. De este
modo, se forma una copia de ARN (+) de cada fragmento, excepto de los segmentos 7 y 8 que se
copian varias veces. Estos, además, se caracterizan porque necesitan splicing ("maduración" del
ARN), que puede darse de dos modos:
FAMILIA PARAMYXOVIRIDAE
GENERO NEUMOVIRUS

El virus sincitial respiratorio (RSV) es un virus ARN que se clasifica como neumovirus. Se
identificaron los subgrupos A y B. El VSR es ubicuo y casi todos los niños ya padecieron la infección
a los 4 años. Se desarrollan brotes todos los años en invierno o al comienzo de la primavera en los
climas templados. Dado que la respuesta inmunitaria al VSR no protege contra la reinfección, la
tasa de ataque es de alrededor del 40% en las personas expuestas. No obstante, los anticuerpos
contra el VSR reducen la gravedad de la enfermedad. El VSR es la causa más frecuente de
enfermedad de las vías respiratorias inferiores en lactantes pequeños y es responsable de >
50.000 hospitalizaciones por año en los Estados Unidos en niños menores de 5 años.

El metaneumovirus humano es un virus similar pero perteneciente a otro tipo. La epidemiología


estacional de hMPV parece ser semejante a la del VSR, pero la incidencia de la infección y la
enfermedad parece ser mucho menor.

Signos y síntomas

Las enfermedades por el VSR y hMPV tienen manifestaciones similares. Los síndromes clínicos
identificados con mayor frecuencia son bronquiolitis y neumonía. Estas enfermedades se inician
típicamente con síntomas de las vías aéreas superiores y fiebre, para progresar tras varios días a
disnea, tos, sibilancias o estertores en la auscultación torácica. La apnea puede ser el síntoma
inicial de una infección por el VSR en un lactante < 6 meses. En los adultos y los niños mayores
sanos, la enfermedad suele ser leve y puede pasar inadvertida o sólo manifestarse como un
resfriado común afebril. Sin embargo, la enfermedad grave puede desarrollarse en las siguientes
situaciones:

Los pacientes que tienen < 6 meses, son ancianos o inmunocomprometidos

Pacientes con trastornos cardiopulmonares o neuromusculares subyacentes

Diagnóstico

Evaluación clínica

A veces, pruebas rápidas de antígeno, reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa


inversa (RT-PCR) o cultivo viral, todo realizado en lavados o hisopados nasales

La infección por el VSR (y tal vez también la infección por hMPV) se sospecha en lactantes y niños
pequeños con bronquiolitis o neumonía durante la temporada en la que afecta el VSR. Dado que
en general no se recomienda tratamiento antiviral, las pruebas de laboratorio específicas no
suelen ser necesarias para el control de los pacientes. Sin embargo, el diagnóstico con pruebas de
laboratorio puede facilitar el control de la infección intrahospitalaria al permitir la segregación de
los niños infectados por el mismo virus. Se desarrollaron pruebas antigénicas rápidas con elevada
sensibilidad para detectar el VSR y otros virus respiratorios en niños y también se indican lavados o
hisopados nasales para obtener las muestras. Estas técnicas presentan menor sensibilidad en los
adultos. Los ensayos de diagnóstico molecular, tales como RT-PCR han mejorado la sensibilidad y
están generalmente disponibles como ensayos individuales o múltiples.
Tratamiento

Tratamiento de sostén

El tratamiento de las infecciones por el VSR y hMPV consiste en medidas de sostén, con
administración de oxígeno suplementario e hidratación según se considere necesario (véase
tratamiento de la bronquiolitis).

Los corticoides y los broncodilatores generalmente no son útiles y en la actualidad no se los


recomienda.

Los antibióticos se reservan para pacientes con fiebre, evidencias de neumonía en la radiografía de
tórax y sospecha clínica de una coinfección bacteriana.

El palivizumab (anticuerpo monoclonal contra el VSR) no resulta útil para el tratamiento de la


infección.

La ribavirina, un antiviral activo contra el VSR que se administra por vía inhalatoria, presenta
eficacia marginal en esta infección, puede ser tóxica para los profesionales de la salud y ya no se
recomienda salvo para la infección en pacientes con inmunodeficiencia grave. Numerosos
fármacos dirigidos a la fusión viral, la entrada y la replicación para adultos y actantes se
encuentran actualmente en desarrollo y en ensayos clínicos
RHABDOVIRIDAE
HEPATITIS

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