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QUE ES?

El examen mental psicológico o evaluación psicológica forense es una parte de la


historia clínica donde se describen las funciones mentales y psicológicas del
paciente. Es la descripción del funcionamiento del psiquismo del paciente al
momento del examen y equivale al examen físico en el área corporal.
Su uso en psicoterapia
El examen mental no es una evaluación de una sola vez, sino que
constantemente, durante todo el tratamiento terapéutico, el psicólogo debe estar
analizando y evaluando estos aspectos para tener un panorama más amplio de la
evolución del individuo. Es importante que todos los cambios que sean
observados, sean anotados para encontrar posibles causas e inferir
consecuencias. Y de esta forma, ir moldeando la terapia según las necesidades
del paciente.
1. Aspecto físico
Poner atención a la postura, aseo personal, forma de vestir y constitución corporal.
Si ya se lleva tiempo tratando al paciente, es importante anotar cambios que se
observen desde la última sesión, ya que suelen relacionarse con la evolución del
estado mental.
2. Orientación
Asegurarse de que abarca las 3 dimensiones: personal, temporal y espacial.
Preguntas básicas de cómo se llama, fecha de nacimiento, fecha de la sesión,
lugar donde se realiza la entrevista.
3. Habla y lenguaje
Evaluar la velocidad del habla, volumen de la voz, articulación de las palabras,
coherencia y espontaneidad.
4. Actividad motora
Énfasis en bipedestación, deambulación, postura, gesticulación facial, tics,
movimientos anómalos (temblores, automatismos) y movimiento general del
cuerpo. Observar si son movimientos exagerados, puede ser signo de una fase
maníaca, o lentos, que podrían ser signo de una fase depresiva o trastorno
esquizofrénico. Es importante que en sesiones posteriores, se observen cambios
como respuesta a fármacos y a terapia.
5. Afecto
Es el estado emocional expresado por el paciente a lo largo de la entrevista. Se
pueden observar incongruencias y que el afecto es inapropiado en relación a los
hechos que cuenta, así como ausencia de respuesta afectiva o inestabilidad.
6. Estado de ánimo
No puede ser observado, más bien es inferido por el psicólogo y se tiene que
hacer una comparación entre lo que observa y lo que el paciente dice. Éste
describe su estado de ánimo en los últimos días o semanas.
7. Expresión del pensamiento
Valorar la forma de expresión, velocidad de pensamiento y calidad de flujo
ideacional. Si es lógico, si tiene una finalidad, si es tangencial, si hay fugas
ideacionales o falla en las asociaciones. Las alteraciones en este elemento
pueden representar trastornos de pensamiento, una fase maníaca de Trastorno
Bipolar, intoxicación por sustancias.
8. Contenido del pensamiento
Lo que contiene: si hay presencia de pensamiento delirante, común en trastornos
esquizofrénicos y del pensamiento; obsesivo, principalmente en trastorno obsesivo
compulsivo, pero que también pueden aparecer en trastornos de conductas
alimentarias y de control de impulsos; o ideas sobrevaloradas.
9. Alteraciones perceptivas
Es necesario preguntar directamente si el paciente ve, oye, huele o siente cosas
que no se basan en ningún estímulo sensorial o sensitivo, que sepa que los
demás no lo sienten o perciben. También el terapeuta debe estar atento a las
reacciones del paciente ante las preguntas, si al contestar primero voltea a otro
lado o habla con alguien más. Las alteraciones están relacionadas con
alucinaciones, trastornos esquizofrénicos y psicóticos o intoxicación por
sustancias.
10. Ideación suicida y/u homicida
Es sumamente importante abordar en pacientes que tienen antecedentes de actos
violentos, problemas con la justicia, antecedentes personales de intento autolítico
o familiares. Si en la entrevista surge que planea suicidarse o matar a alguien, se
debe cambiar el foco inmediatamente, se convierte en urgencia este elemento. Es
necesario dirigirlo a atención hospitalaria en caso de ideación suicida o notificar a
la policía, en caso de ideación homicida.
11. Atención, concentración y memoria
Se puede evaluar sin necesidad de preguntas específicas, sino sólo analizando
conductas y respuestas durante la sesión. Si no se tiene información suficiente, se
puede pedir al paciente que deletree palabras al derecho y al revés, hacer que
recuerde series de números o letras. Es imporante que en este apartado se tenga
en cuenta el nivel cultural y educativo del paciente. En caso de que se sospeche
de un déficit cognitivo, se recomienda aplicar el Mini-Examen Cognoscitivo.
12. Pensamiento abstracto
La forma más sencilla de evaluar este elemento es pidiéndole al paciente que
explique el significado de algún refrán o proverbio. El pensamiento concreto puede
presentarse como una alteración o como síntoma de algún trastorno mental como
por ejemplo la esquizofrenia.
13. Insight
Es el nivel de comprensión de la situación mental actual, se tenga trastorno o no.
El grado de cumplimiento terapéutico puede servir como indicador para este paso.
14. Capacidad de juicio
Es recomendable formular preguntas sobre cómo reacciona ante situaciones
específicas que tengan alta probabilidad de ocurrir y que estén relacionadas con la
vida cotidiana del paciente.
15. Neurovegetativa, sexual y apetito
Estos elementos se evaluan con preguntas específicas: ciclo de sueño, cuánto
duerme, calidad de sueño y frecuencia. Si ha habido cambios en su motivación
sexual y prácticas con su pareja (en caso de tener) o si ha habido algún cambio en
sus hábitos alimenticios o en su apetito.

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