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El 

creacionismo de la Tierra joven es una forma de creacionismo que sostiene como dogma


central que la Tierra y sus seres vivos fueron creados en sus formas presentes por la acción
sobrenatural de una deidad hace aproximadamente 6000 o 10 000 años atrás.12 En su versión
más difundida, se basa en la creencia religiosa de la inerrancia de ciertas interpretaciones
literales del Libro del Génesis.34 Sus principales adherentes son cristianos que sostienen
que Dios creó la Tierra en 6 días,56 en contraste con el creacionismo de la Tierra vieja, que
sostiene que las interpretaciones literales del Génesis son compatibles con las edades
científicamente comprobadas del universo y la Tierra.78
Desde la mitad del siglo XX, los creacionistas de la Tierra joven —empezando con Henry
Morris (1918-2006)— han desarrollado y promovido una
interpretación pseudocientífica llamada «ciencia de la creación» como base de su creencia
religiosa en una creación sobrenatural y geológicamente reciente.9 Algunos creacionistas de la
Tierra joven contemporáneos plantean protestas contra el consenso científico, establecido por
numerosas disciplinas científicas, que demuestra que la edad del universo ronda los 13 800
millones de años, que la formación de la Tierra y el sistema solar sucedió hace cerca de 4 600
millones de años y que el origen de la vida ocurrió hace aproximadamente 4 000 millones de
años.1011121314
Una encuesta de Gallup del 2019 encontró que el 40 por ciento de los estadounidenses creía
que Dios había creado a los humanos en su forma presente, el 33 por ciento creía que los
humanos habían evolucionado, pero con dirección divina, y solo el 22 por ciento creía los
humanos habían evolucionado sin intervención divina. Además, de entre los que tenían título
universitario, el 23 por ciento creía que Dios había creado a los humanos en su forma
presente, el 40 por ciento creía que los humanos habían evolucionado, pero con dirección
divina, y solo el 33 por ciento creía los humanos habían evolucionado sin intervención divina.15
Se sugirió sin embargo que los resultados de esta encuesta no resultan concluyentes por no
considerar más específicamente la incertidumbre y la ambivalencia.16
Algunas de las organizaciones creacionistas de la Tierra joven más grandes son Answers in
Genesis, Institute for Creation Research and Creation Ministries International.

Antecedentes e historia[editar]
Datación bíblica de la creación[editar]
Los creacionistas de la Tierra joven afirman que su visión tiene sus raíces más tempranas en
el judaísmo, citando por ejemplo el comentario del Génesis de Abraham ben Meir ibn Ezra.5
Shai Cherry, de la Universidad Vanderbilt, observa no obstante que los teólogos judíos
modernos generalmente rechazan dichas lecturas literales e incluso los comentaristas judíos
que se oponen a algunos aspectos de la ciencia suelen aceptar la evidencia de que la Tierra
es mucho más vieja.17 Muchos de los primeros judíos también siguieron una interpretación
meramente alegórica del Génesis, incluyendo notablemente a Filón de Alejandría.18
La datación cronológica de la creación en el 4004 a. C. era la más aceptada y popular,
principalmente por haber sido incluida en la Biblia del rey Jacobo.19 La menor datación
registrada entre las tradiciones cristianas y judías tradicionales ubicaba la creación en el 3616
a. C. y fue dada por Yom Tov Lippmann en el siglo XVII, mientras que la mayor ubicaba la
creación en el 6984 a. C. y fue dada por Alfonso X de Castilla.20 Algunos defensores
contemporáneos del creacionismo de la Tierra joven, sin embargo, han datado la creación
varios miles de años atrás, proponiendo huecos significantes en las genealogías de los
capítulos 5 y 11 del Génesis. Harold Camping por ejemplo ha datado la creación en el 11 013
a. C., mientras que Christian Karl Josias von Bunsen la ha datado en el 20 000 a. C.21
La hermenéutica de la Reforma protestante llevó a muchos reformistas, incluyendo a Juan
Calvino,2223 Martín Lutero24 y otros protestantes más tardíos, a una lectura literal de la Biblia,
manteniendo esta visión de la Tierra joven.25
La visión dominante de principios de la Edad moderna fue que la Tierra tenía unos miles de
años de edad y se puede encontrar típicamente referenciado en trabajos de poetas y
dramaturgos reconocidos de la época, incluyendo a William Shakespeare.26

Revolución científica y la Tierra vieja[editar]


El apoyo por la Tierra joven disminuyó entre los científicos y filósofos del siglo XVIII debido a
la Ilustración y la Revolución científica. En particular, los nuevos
descubrimientos geológicos requerían de una Tierra mucho más vieja que unos pocos miles
de años.
La teoría imperante hasta ese momento era el catastrofismo, que sostenía que la Tierra había
llegado a su estado actual mediante catástrofes, eventos violentos y repentinos, de corta
duración y alcance global. En particular, Abraham Gottlob Werner había propuesto
el neptunismo, que atribuía el origen de las rocas a la cristalización de minerales en océanos
primitivos. Este modelo habilitaba la posibilidad teórica del diluvio y asumía la validez histórica
del Génesis.
No obstante, James Hutton, ahora considerado como el padre de la geología moderna,
exploró el concepto de tiempo profundo y propuso el uniformismo o gradualismo, que supone
que las leyes y los procesos naturales que operan en la actualidad tienen que ser uniformes y
haber operado en el pasado, por lo que entiende que no hubo catástrofes, sino que la Tierra
llegó a su estado actual por procesos graduales desarrollados a lo largo de millones de años.27
En concreto, James Hutton defendía el plutonismo, que entendía al calor como causa agente
de estos cambios.
Si bien el plutonismo terminó siendo rechazado, el uniformismo fue popularizado por Charles
Lyell a principios del siglo XIX y, para 1830, el consenso científico había abandonado la Tierra
joven como una hipótesis seria.282930 A la luz de este descubrimiento, los reverendos William
Buckland y Adam Sedgwick, así como otros geólogos que antes defendían el catastrofismo y
el diluvio bíblico, confinaron sus explicaciones a diluvios locales. Además, el académico John
H. Mears desarrolló el creacionismo del día-era y encontró apoyo en reconocidos académicos
y científicos cristianos.31 Entre ellos, uno de los padres de la mineralogía, James Dwight Dana,
le dedicó cuatro artículos al tema.32
El abandono del creacionismo de la Tierra joven en el siglo XIX encontró oposición en los
llamados «geólogos bíblicos»33 y los fundadores del Victoria Institute.34

Fundamentalismo cristiano y la Tierra joven[editar]


El desarrollo del fundamentalismo cristiano a principios del siglo XX trajo consigo el rechazo
de la evolución. Sin embargo, sus exponentes defendían principalmente el creacionismo de
los huecos o del día-era.35 En 1890, la profeta adventista del séptimo día Ellen G.
White escribió Patriarchs and Prophets, que describía el impacto del gran diluvio en la forma
actual de la Tierra. En 1906, el adventista del séptimo día George McCready Price
escribió Illogical Geology, que argumentaba que, aunque algunos fósiles parecieran más
viejos que otros, era imposible demostrarlo, porque las fallas posibilitaban que se encontraran
en cualquier orden y consecuentemente invalidaban su dataje secuencial. Price en cambio
afirmaba que todos los fósiles habían sido producidos en el diluvio universal y que la escala
temporal geológica era un engaño promovido por el diablo.36 En 1913, escribió The
Fundamentals of Geology, y, en 1923, The New Geology. Su trabajo atrajo poco seguimiento y
sus principales defensores fueron pastores luteranos y adventistas del séptimos día
norteamericanos.37 Price adquirió popularidad entre fundamentalistas por su oposición a la
evolución, pero sus ideas de la Tierra joven fueron mayoritariamente ignoradas.35
En 1954, Bernard Ramm escribió su libro The Christian View of Science and Scripture, que
criticaba severamente el trabajo de Price. Este autor, en conjunto con J. Laurence Kulp,
geólogo miembro de los Hermanos de Plymouth, y otros científicos, influyó en que
organizaciones cristianas como la American Scientific Affiliation no apoyaran la geología
diluviana.38
Subsecuentemente, en 1961, Henry M. Morris y John C. Whitcomb escribieron The Genesis
Flood, que adaptaba y actualizaba el trabajo de Price. Morris y Whitcomb argumentaban que
la Tierra era geológicamente reciente y que el gran diluvio había formado los estratos
geológicos en el espacio de un solo año, reviviendo argumentos catastrofistas. Para estos
autores, los registros geológicos eran evidencia del creacionismo. Este libro fundó una nueva
generación de creacionistas de la Tierra joven que se articularon alrededor de la Creation
Research Society y el Institute for Creation Research.39
Mientras que muchos creacionistas de la Tierra joven sostienen que los dinosaurios no
existieron, en ese libro, Morris, citando a Clifford L. Burdick, afirmó que los dinosaurios habían
coexistido con los humanos ya que recientemente se habían hallado huellas de dinosaurios y
huellas humanas en la misma capa rocosa en la formación Glen Rose, en el río Paluxy. Sin
embargo, la familia de George Adams, considerado como el primer hombre en proclamar el
hallazgo, posteriormente admitió que se trataba de un fraude y esa sección fue removida de la
tercera edición del libro.40
Langdon Gilkey comenta que los creacionistas de la Tierra joven entienden que todos los
sistemas y movimientos anticristianos, tales como el ateísmo, el agnosticismo, el socialismo, el
comunismo, el fascismo, el racismo, el humanismo, el liberalismo y el conductismo,
encuentran su fundamento en una comprensión anticristiana de la ciencia, el gradualismo
evolucionista. Si se estableciera un entendimiento cristiano, la geología diluviana, con una
base científica firme, entonces, todos estos sistemas colapsarían, quedando privados de su
fundación pseudocientífica.41

Impacto[editar]
La Tierra joven ha tenido un considerable impacto en el creacionismo y el fundamentalismo
cristiano, pero no ha gozado de tanta repercusión en los sectores menos literalistas del
cristianismo. La iglesia católica y las iglesias ortodoxas orientales, por ejemplo, aceptan la
posibilidad de una evolución teísta, aunque algunos de sus miembros individuales apoyen el
creacionismo de la Tierra joven sin explícita condena.42
La adherencia al creacionismo de la Tierra joven y, en general, el rechazo de la evolución son
más comunes en los Estados Unidos que en el resto del Occidente.4344 Una encuesta de
Gallup del 2019 encontró que el 40 por ciento de los estadounidenses creía que Dios había
creado a los humanos en su forma presente, el 33 por ciento creía que los humanos habían
evolucionado, pero con dirección divina, y solo el 22 por ciento creía los humanos habían
evolucionado sin intervención divina. Además, de entre los que tenían título universitario, el 23
por ciento creía que Dios había creado a los humanos en su forma presente, el 40 por ciento
creía que los humanos habían evolucionado, pero con dirección divina, y solo el 33 por ciento
creía los humanos habían evolucionado sin intervención divina.15 Asimismo, una encuesta de
The Harris Poll del 2009 encontró que el 39 por ciento de los estadounidenses creía que Dios
creó el universo, la Tierra, el Sol, la Luna, las estrellas, las plantas, los animales y las dos
primeras personas dentro de los últimos 10 000 años; el 60 por ciento creía que hubo un
diluvio dentro de los últimos 10 000 años que cubrió toda la superficie de la Tierra y que fue
responsable de la mayoría de los estratos geológicos y registros fósiles que se observan en el
mundo; el 18 por ciento creía que la Tierra tenía menos de 10 000 años, y el 35 por ciento
creía que Dios creó a los dinosaurios, junto con los humanos y otros animales, hace menos de
10 000 años.45
Uno de los motivos para la mayor repercusión en Estados Unidos es la abundancia de
fundamentalistas cristianos. Una encuesta de Gallup del 2017 encontró que el 24 por ciento
de los estadounidenses creía que la Biblia era la palabra de Dios y debía ser tomada
literalmente.46
La inauguración del llamado creacionismo de la Tierra joven como una posición religiosa ha
llegado a impactar incluso a la educación estadounidense, en que aparecen controversias
periódicas acerca de su enseñanza en escuelas públicas junto con o en lugar de la evolución.
En 1981, la corte de distrito de Arkansas determinó que la ciencia de la creación no podía ser
enseñada en las escuelas públicas porque carecía de artículos publicados en revistas
científicas y, aunque se habían presentado testigos que habían sugerido que estaban siendo
censurados, sus denuncias eran poco creíbles y ninguno de ellos había producido algún
artículo cuya publicación hubiera sido rechazada. Además, el juez tampoco concebía cómo el
nuevo pensamiento podría ser censurado tan eficientemente en todos los variados campos de
la ciencia.12
En 1985, se encontró que solo 18 de 135 000 contribuciones en revistas científicas abogaban
por el creacionismo4748 y, en 1987, se estimó que solo 700 científicos estadounidenses, de
entre un total de 480 000, daban crédito a la ciencia de la creación.49 En 1991, una encuesta
de Gallup encontró que solo el 5% de los científicos estadounidenses se identificaban a sí
mismos como creacionistas.5051 Brian Alters, un experto en la controversia entre ciencia y
creacionismo, ha sostenido que el 99,9% de los científicos aceptan la evolución.52

Características y creencias[editar]
La creencia común de los creacionistas de la Tierra joven es que la Tierra y la vida fueron
creadas en 6 días hace menos de 10 000 años.53 Sin embargo, hay diferentes aproximaciones
sobre cómo esto es posible dada la evidencia geológica de escalas de tiempo mucho más
largas. El Science Education Resource Center del Carleton College ha identificado dos tipos
principales de sistemas de creencias:

 Los defensores de la geología diluviana le dan gran importancia al diluvio universal


en la explicación del registro fósil y los estratos geológicos.54 Las principales
organizaciones estadounidenses creacionistas de la Tierra joven, como el Institute
for Creation Research y el Answers in Genesis, defienden este enfoque con
argumentaciones detalladas y referencias a evidencia científica.55
 Los defensores del estado estático claman que el universo, la Tierra y la vida no
han experimentado ningún desarrollo y se han mantenido esencialmente iguales.56
De acuerdo con Ronald L. Numbers, esta creencia no ha sido tan ampliamente
promovida por razones históricas.57 Sus defensores no creen que haya habido
extinciones masivas y sostienen que los fósiles tienen que ser engaños o mentiras
promovidos por el diablo.58
Visión de la Biblia[editar]
Véanse también: Inerrancia bíblica  y  Literalismo bíblico.

Los creacionistas de la Tierra joven sostienen que la Biblia es un registro históricamente


certero y factualmente inerrante de la historia natural. Henry Morris, un exponente del
creacionismo de la Tierra joven, explicaba que las lecturas menos literales de la Biblia
conducían al desastre teológico y que los cristianos, para ser coherentes, debían, o bien creer
todo lo dicho en la Biblia, o bien no creer en nada de lo dicho en la Biblia.5960 Si no se leyeran
todos los episodios bíblicos con literalidad, no habría motivo para leer algunos de los aspectos
centrales del cristianismo, como la muerte y resurrección deJesús de Nazaret, con literalidad.
Los creacionistas de la Tierra joven defienden entonces que Adán y Eva son ancestros de
todos los humanos que han vivido,61 que Noé y su esposa son ancestros de todos los
humanos posdiluvianos62 y que la diversidad lingüística se originó con la torre de Babel.

Visión de la ciencia[editar]
Los creacionistas rechazan cualquier conclusión científica que se desvíe de la lectura literal de
la Biblia y en consecuencia se ven obligados a rechazar el naturalismo metodológico y el
uniformismo del método científico.

Edad de la Tierra[editar]
Las genealogías del Génesis son registros que intentan establecer que Abraham es
descendiente de Adán por medio de Noé. Los creacionistas de la Tierra joven las interpretan
literalmente, incluyendo las edades. Por lo tanto, estos creacionistas sostienen que la edad de
la Tierra es de entre 6000 y 10 000 años. Ahora bien, esto se contradice con la edad de
4543.9 millones de años medida usando métodos geocronológicos como la datación
radiométrica. No obstante, la datación radiométrica asume tasas de desintegración de
radioisótopos constantes, que son rechazadas por los creacionistas de la Tierra joven.636465 El
Science Education Resource Center del Carleton College ha sostenido que, como este
argumento rechaza el uniformismo, se trata de una postura acientífica, que no puede ser
demostrada ni refutada.66

Diluvio universal[editar]
Los creacionistas de la Tierra joven creen que el diluvio descrito en Génesis 6–9 sí que
ocurrió, tuvo extensión global y sumergió a todas las tierras secas del mundo. Algunos
creacionistas de la Tierra joven van un paso más allá y abogan por una geología diluviana,
apropiándose de argumentos en favor del catastrofismo de científicos de finales del siglo XVIII
y principios del siglo XIX, como Georges Cuvier y Richard Kirwan. Una de las adopciones más
famosas de este modelo ha sido hecha por George McCready Price. Su legado todavía se
refleja en las organizaciones creacionistas de la Tierra joven más prominentes. El
creacionismo de la Tierra joven ha propuesto diferentes ideas para explicar la masiva cantidad
de agua necesaria para que un diluvio sea de escala global.

Dinosaurios y dragones[editar]
Los creacionistas de la Tierra joven sostienen que algunos de los animales mencionados en la
Biblia tienen que corresponderse con dinosaurios o dragones y que, por lo tanto, tales
criaturas tienen que haber coexistido con los humanos. En particular, el libro de Job menciona
al behemot67 y al leviatán.68 La mayoría de académicos entiende al behemot como
un hipopótamo, un elefante o un toro,6970 pero los creacionistas discrepan, ya que la Biblia dice
que su cola es como un cedro. Además, ya que se lo describe como el animal más grande de
la creación, si se aceptara que fuera el elefante o el hipopótamo, se tendría que rechazar los
fósiles de dinosaurios de mayor tamaño como engaños o mentiras que no se corresponden
con animales que realmente hayan existido. Por esto, los creacionistas defienden que el
behemot tiene que corresponderse con el dinosaurio de mayor tamaño. El leviatán, en cambio,
suele ser entendido como un cocodrilo o un caimán, pero los creacionistas difieren, ya que la
Biblia afirma que es una criatura marina, que es imposible librarse de la sujeción de su
mordisco, que es inmune a las armas humanas y que respira fuego. Como tampoco pueden
suscribirse a una lectura hiperbólica o puramente mitológica de la criatura, sostienen entonces
que se trata de una especie de dragón. En su descripción, se emplea además el término
hebreo tanniyn, que los académicos suelen entender como «reptil» o «criatura marina», pero
que los creacionistas sugieren que se trata de un término genérico para referirse a los
dragones.71
Los creacionistas ocasionalmente afirman que los dinosaurios han sobrevivido en Australia y
que las leyendas aborígenes son evidencia de esto.72 Sharon A. Hill y Jeb J. Card han
observado que muchos creacionistas han financiado y conducido
expediciones criptozoológicas con el propósito de hallar un dinosaurio vivo, esperando
invalidar el evolucionismo.7373
En un artículo de 2019 del Skeptical Inquirer, Philip J. Senter detalló varios engaños a los que
llamó los hombres de Piltdown del creacionismo, ya que fueron citados por muchos
creacionistas para demostrar una Tierra joven. Entre ellos, muchos ejemplos de supuestos
dragones hallados durante los siglos XVI y XVII, el gigante de Cardiff, el ídolo de Granby, los
artefactos de Tucson, las huellas de Burdick y las figuras de Acámbaro.74

Relación con otras formas de creacionismo[editar]


Como se trata de una posición desarrollada del lado explícitamente antiintelectual de la
controversia entre fundamentalistas y modernistas del principio del siglo XX, no existe un
único consenso acerca de cómo el creacionismo debe reconciliar la inerrancia bíblica con la
evidencia empírica. El creacionismo de la Tierra joven es una las posiciones más
estridentemente literalistas, si bien también hay ejemplos de adherentes al geocentrismo75 y
la Tierra plana.76 Por esto, los conflictos con otras corrientes son habituales. En particular,
difieren con los defensores del creacionismo del día-era, del creacionismo de los huecos y de
la hipótesis Ónfalo.

Creacionismo del día-era[editar]


El creacionismo del día-era es la rama del creacionismo de la Tierra vieja que sostiene que el
Génesis no se refiere a días de 24 horas. Los creacionistas de la Tierra Joven, en cambio,
creen que, aunque el Génesis pudiera ser interpretado de distintas maneras, esto sería
innecesario porque la evidencia científica apunta a una Tierra joven.
Ahora bien, con respecto a la interpretación del génesis, los creacionistas de la Tierra joven
esgrimen dos argumentos. Primero, que, aunque la palabra hebrea para día pueda significar
un periodo extenso de tiempo, en otros lugares de Biblia claramente no lo hace. En Éxodo 20,
por ejemplo, el mandato de descansar los sábados no tendría ningún sentido. A esta objeción,
los creacionistas del día-era afirman que se está cometiendo una falacia exegética, ya que no
hay incompatibilidad con que, en algunos lugares de la Biblia, se emplee un significado y, en
otros lugares, se emplee el otro.77
Los creacionistas de la Tierra joven también argumentan que, aunque la palabra pudiera
significar un periodo extenso de tiempo en alguna parte de la Biblia, en el caso del Génesis,
no parece que lo haga, porque los días aparecen enumerados y porque se dice que acaece
una «noche y mañana», con lo que los días tienen que tener 24 horas. Sin embargo, algunos
académicos hebreos no observan contradicción alguna y admiten que sí que puede ser
posible.78

Creacionismo de los huecos[editar]


El creacionismo de los huecos es la rama del creacionismo de la Tierra vieja que sostiene
que, entre los días de la creación, pueden existir huecos indefinidamente largos. Los
creacionistas de la Tierra joven consideran que esta postura es innecesaria, ya que creen que
la evidencia científica apunta a una Tierra joven.7980

Hipótesis Ónfalo[editar]
La hipótesis de Ónfalo propone que, aunque la Tierra sea joven, esta ha sido creada para
aparentar ser más vieja. Esta fue propuesta por Philip Henry Gosse en su libro homónimo. El
nombre de esta hipótesis viene del griego para «ombligo», porque supondría que Adán y Eva
fueron creados con ombligo. Es rechazada por la ciencia porque se trata de una
hipótesis infalsable y es rechazada por la teología porque presupone un Dios engañoso. Los
creacionistas de la Tierra Joven consideran que esta postura es innecesaria, ya que creen que
la evidencia científica apunta a una Tierra joven.81
La idea, no obstante, de la edad aparente del mundo sigue siendo un concepto usado en la
literatura creacionista de la Tierra joven.828384

Críticas[editar]
Consideraciones teológicas[editar]
Los creacionistas de la Tierra joven adhieren fuertemente al principio de inerrancia bíblica y
consideran que la Biblia ha sido inspirada por Dios y es infalible, completamente autoritaria en
todos los temas de los que trata y carente de error de cualquier tipo, sea científico, histórico,
moral o teológico.85
Sin embargo, incluso los teólogos modernos que afirman que la Biblia carece de error no la
interpretan de manera literal. Este es el caso de la Iglesia católica86 y algunas Iglesias
evangélicas.87
Otros teólogos afirman que, si bien la Biblia carece de error moral o teológico alguno, sí que
puede caer en errores históricos o científicos. Tal es caso de un artículo publicado por la
Iglesia católica en Inglaterra y Gales, en el que comenta que no se le puede exigir completa
precisión en materias seculares.8889 Contra esto, los creacionistas de la Tierra joven afirman
que la precisión histórica y científica de la Biblia está íntimamente conectada con su autoridad
moral y teológica. Para esta visión, o bien se mantiene, o bien cae como un único e indivisible
bloque de conocimiento.90
Los creacionistas también rechazan algunas posiciones teológicas cristianas modernas, tales
como la del sacerdote jesuita, geólogo y paleontólogo francés Pierre Teilhard de Chardin o la
del historiador cultural y ecoteólogo Thomas Berry, que descubren la revelación divina
primaria en la evolución de las especies y en el desarrollo del universo, respectivamente.

Refutación científica[editar]
El creacionismo de la Tierra joven contradice directamente el consenso científico. Una
declaración conjunta de la InterAcademy Partnership, compuesta por 68 academias científicas
nacionales e internacionales, ha enumerado las verdades científicas que el creacionismo de la
Tierra joven contradice. Entre ellos, niega que el universo, la Tierra y la vida tengan miles de
millones de años, que cada uno de ellos haya estado experimentado continuos cambios
durante ese lapso de tiempo y que la vida en la Tierra haya evolucionado a partir de
un antepasado común hasta todas las formas de vida observadas en el registro fósil y en la
actualidad.11 El evolucionismo es por ahora el único modelo que da cuenta completa de todas
las observaciones, mediciones y evidencias descubiertas en los campos de la biología,
la ecología, la anatomía, la fisiología, la zoología, la paleontología, la biología molecular,
la genética y la antropología, entre otros.9192939495
La vasta mayoría de científicos rechaza el creacionismo de la Tierra joven. Cerca del principio
del siglo XIX, la ciencia ortodoxa abandonó la idea de que la Tierra tenía menos de millones
de años.96 Mediciones en escalas arqueológicas, biológicas, químicas, geológicas y
cosmológicas difieren de la edad que el creacionismo de la Tierra joven estima para la Tierra
por hasta 5 órdenes de magnitud, esto es, por un factor de cien mil. Los científicos estiman
que los árboles más viejos que siguen vivos datan del 12 000 a. C., que las obras de cerámica
más antiguas que se poseen datan del 20 000 a. C., que depósitos de limo en el lago Suigetsu
tienen 52 800 años y que los núcleos helados de los glaciares tienen más de 800 000 años.
Todas estas son medidas significantemente más viejas que la edad que el creacionismo de la
Tierra joven estima para la Tierra. Otra contradicción aun mayor consiste en nuestra
capacidad de observar galaxias a billones de años luz.
Los creacionistas de la Tierra joven sugieren que los defensores del entendimiento científico
moderno, con el cual están en desacuerdo, se ven principalmente motivados por el ateísmo.
Los críticos rechazan esta afirmación, indicando que muchos defensores del entendimiento
científico moderno son creyentes y que muchos de los grandes grupos religiosos, como la
Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Anglicana, creen que ciertos conceptos, tales
como la cosmología física, el origen químico de la vida, la evolución biológica y los registros
fósiles, no implican un rechazo de las escrituras. Además, los científicos que trabajan
contemporáneamente en campos relacionados con la biología, la química, la física y la
geología no firman declaraciones de ninguna creencia particular, al contrario que los
compromisos de defender la inerrancia bíblica que los creacionistas de la Tierra joven se ven
muchas veces obligados a aceptar en sus organizaciones.97
Los creacionistas también son acusados frecuentemente de sacar citas de contexto.98 Por
ejemplo, los científicos reconocen que en efecto hay numerosos misterios acerca del universo
que todavía no han sido resueltos, y trabajan activamente para resolverlos. Sin embargo,
muchos estos científicos abrazan abiertamente el ateísmo. Desde el punto de vista teológico y
filosófico, también resulta reprochable esta visión del Dios de los huecos.99
Los científicos, además, señalan que todos los problemas que los creacionistas de la Tierra
observan en el evolucionismo son formulados en términos poco científicos o resultan
fácilmente explicables.100

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