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Introducción.
¿Recuerdas que Moisés subió al monte Sinaí para recibir la ley de Dios? Mientras estuvo allí,
Dios le dijo a Moisés algo más que Moisés y el pueblo de Israel tenían que hacer por Dios.
El pueblo de Israel escuchó que Dios quería que le construyeran una casa.
Moisés les dijo: "Todos los que estén dispuestos deben traer al Señor una ofrenda para
construir su tabernáculo". Los hijos de Israel felizmente comenzaron a juntar oro, joyas,
telas, pieles y madera para donar para hacer la casa de Dios para Él.
"Si alguien es experto en crear artículos de madera, metal o tela, debe venir
y usar sus habilidades para construir la casa de Dios", dijo Moisés.
Todos los que estaban dispuestos y cuyo corazón los conmovió vinieron y trajeron una
ofrenda a Dios. Algunos trajeron oro. Otros trajeron plata. Las personas que podían bordar
bien vinieron y se ofrecieron a pasar su tiempo creando hermosas telas bordadas para la casa
de Dios. Los hombres que sabían trabajar con metal dijeron: "Usaremos las habilidades que
Dios nos dio para trabajar con metal para construir la casa de Dios". Todos estaban muy
felices de hacer algo por Dios.
Por fin, habían terminado el plan que Dios les había dado a seguir. Moisés inspeccionó el
trabajo que habían hecho los israelitas y vio que habían trabajado muy duro para hacer todo
exactamente como Dios le había ordenado. Moisés los bendijo.
Finalmente, llegó el momento de armar todo su trabajo y establecer el tabernáculo.
Entonces la nube cubrió el tabernáculo y la gloria del Señor llenó la casa que habían hecho
para Dios.
Cuando era hora de que los israelitas se movieran, la nube se levantaría del tabernáculo. Si
no se levantaba, los israelitas se quedarían dónde estaban. Por la noche, el fuego estaba en
la nube. Todo Israel podía ver la presencia de Dios sobre la casa que le habían hecho.
Hay varias preciosas razones por las que Dios
ordenó a Moisés que edificara el tabernáculo.
Cuarto lugar -Representar grandes verdades espirituales que Dios deseaba grabar
en la mente humana, tales como su majestad y santidad, su proximidad y la forma
de acercarse a un Dios santo. Los objetos y ritos del tabernáculo también
prefiguraban las realidades cristianas (Heb. 8:1-2, 8-11; 10:1). Desempeñaban
un papel importante en preparar a los hebreos para recibir la obra sacerdotal de
Jesucristo.
Éxodo 25:1-9 Materiales, necesario para el Tabernáculo, tenía que ser recogidos.
Dios pedía una ofrenda de todos los que primeramente fueron conmovidos en su
corazón -2Cor. 9:5-8.
El orden lógico, sería comenzar con la entrada en el Atrio Exterior y luego proseguir
hacia el Lugar Santísimo. Sin embargo, Dios, al iniciar con el Lugar Santísimo, nos
está mostrando que Su deseo para nosotros es que moremos con Él detrás del
velo y que tengamos una comunión íntima con Él. El tabernáculo no fue hecho
para el hombre, sino para el Señor, para satisfacer Su deseo de tener comunión
con Su pueblo.
Espiritualmente, cada uno de nosotros somos llamados a entrar detrás del velo,
al Lugar Santísimo (a la presencia literal de Dios). Este es el supremo llamamiento
para todo cristiano. Sin embargo, hay muchos pasos progresivos que debemos
tomar antes de poder entrar al Lugar Santísimo.
Las cortinas tenían unos 2 metros 20 de altura, es decir, una altura que supera la
estatura del hombre, enseñándonos así que necesitamos una justicia mayor que
la de nosotros mismos. Dios estima nuestra justicia como trapos de inmundicia.
Isa. 64: 6; Rom. 3:20-23; Mat. 5:20.
Materiales y forma del Altar. Fue hecho de madera de acacia y cubierto de bronce
y tenía las siguientes medidas: 2.20 metros de largo por 2.20 de ancho y 1.30 de
alto, aproximadamente. La madera era de gran durabilidad, hablándonos de la
humanidad de Cristo, sin corrupción ni pecado.
Relación del altar con el propiciatorio en el Lugar Santo. Era hueco, pero adentro
tenía un enrejado de bronce sobre el cual se encendía el fuego y se ponían los
sacrificios. El enrejado estaba elevado' al mismo nivel que el propiciatorio. Como
el altar habla de justicia y juicio, y el propiciatorio habla de misericordia, el hecho
de estar al mismo nivel nos enseña que la misericordia y la justicia de Dios son
iguales. No puede haber misericordia sin satisfacer la justicia por medio del
sacrificio.
No había gradas en el altar. Ex. 20:26. Esto nos enseña que el hombre no puede
subir hacia Dios con su justicia humana sin exponerse al juicio. Dios desciende
hasta el hombre. Tito 3:6.
El Sacrificio. Todos los días tanto de mañana como de tarde, era
ofrecido el cordero, de manera que a toda hora del día se encontraba el sacrificio
quemándose y la puerta abierta. De la misma manera, el sacrificio de Cristo es
siempre recordado por Dios. Siempre habla a favor de nosotros. Siempre es eficaz.
Ex. 29:38, 39.
Cuatro aspectos de la Redención, que corresponden a los cuatro lados del altar:
El lavacro nos habla de Cristo, la Palabra Viviente. El agua en el lavacro nos habla
de la Palabra escrita. La verdad espiritual que este vaso enseña es la de la
Santificación por la Palabra de Dios. Efe. 5:25-27. Llegamos al lavacro después de
pasar por el altar. El altar es para los pecadores; el lavacro es para los sacer-
dotes y tiene que ver con su separación para entrar en el santuario con el fin de
adorar.
1. Debemos ser limpios en espíritu, alma y cuerpo para ministrar delante del
Señor. 2 Cor. 7:1.
2. Un solo pecado puede hacernos inútiles para el servicio del Señor. Los pecados
secretos no afectan nuestras vidas delante de los hombres, sino nuestra
comunión con Dios. Nos roban el poder con Dios y con los hombres.
Se ponían doce panes en la mesa. Estos representan también a las doce tribus de
Israel, unidas como Dios las vio. 1 Reyes 18: 31; Eze. 37:21, 22; Apoc. 7:4 -8;
Isa. 66: 19-23. También representan a los verdaderos creyentes en Cristo, que
están siempre delante de Dios en El.
El Candelero de Oro. El Candelero fue hecho de una pieza sólida de
oro, labrado a martillo. Pesaba como 57 kilos. Ha sido avaluado en más de 25.000
dólares. Fue colocado al lado izquierdo. Consistía en un pie y su caña, y de sus
lados salían seis brazos, tres de cada lado. En cada brazo había tres copas, figura
de almendras, una manzana y una flor. Estas copas contenían aceite de oliva.
Todo este trabajo fue labrado a martillo, como emblema de tristeza y sufrimiento.
Habla de los sufrimientos de Cristo. Isa. 53 y Heb. 5:8.
El candelero es tipo del Espíritu Santo. Toda la luz natural fue excluida del
Tabernáculo. Todo el servicio fue hecho con la luz del candelero de oro.
EL LUGAR SANTISIMO
¿cómo concibe Dios su adoración?. Creo que esa es la pregunta prioritaria que
tenemos que hacer o hacernos ¿cómo concibe Dios su adoración? porque es a él
a quien se la vamos a rendir, el resto son opiniones.
Pero hay otra realidad y es que en ese antiguo testamento Dios moraba
simbólicamente ahí dentro del tabernáculo hoy él mora realmente en el interior
del corazón de la persona que ha recibido a Cristo como Señor y Salvador.
Ese templo funciona entonces, hasta que viene Herodes unos años antes de Cristo
y Herodes entonces requiere o quiere hacer algo todavía mucho más laborioso,
destruye el templo en sí mismo, y conserva parte del complejo, agranda el
complejo del templo y ese es un templo que funcionó entonces hasta el año 70
d.C cuando fue destruido por las tropas de Tito, bajo el gobierno o la dirección del
general Tito.
Este lugar que era movible, el tabernáculo que era donde moraba a Dios para el
pueblo, entonces ¿cómo permite Dios que su morada sea saqueada de esta forma
se preguntarán muchos? bueno esa es la voluntad permisiva de Dios fue parte de
su juicio, Dios le había revelado ya el profeta Ezequiel alrededor del tiempo
anterior o alrededor del tiempo del exilio qué había pasado y Ezequiel ve en una
visión como la nube que representaba la presencia de Dios, que moraba encima
del arca del pacto, como esa nube se levanta en un momento dado, se va al dintel
de la puerta, y del dintel de la puerta el profeta ve cómo se va a la montaña, a la
cima de la montaña y de ahí se desaparece. Con lo cual Dios estaba representando
que él estaba retirando su presencia manifiesta de medio de Israel. Y cuando el
templo es saqueado, Dios lo permite como parte de ese juicio y como símbolo
también de que él no está ahí ya con Israel.
Éxodo 25:8-9
8 9
Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo
te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.
Entendemos que darle adoración a Dios es mucho más que un género musical, es
mucho más que darle canciones cristianas y cantarle con nuestros labios, estamos
hablando de una vida que se ofrece a él, y ese ofrecimiento cuando estamos
hablando ya del día a día debe ser de manera voluntaria, cuanto le das de tu vida
a Dios no puede ser manipulado, no puede ser impuesto por nadie, sino que es
Dios que mueve tu corazón a darle a él.
Lo primero con lo que nos encontramos al pasar la puerta del tabernáculo es con
el altar de bronce o del holocausto, y estaba hecho de acacia y bronce nos
dice el texto. Y lo que ocurría era lo siguiente, si yo iba a adorar a Dios yo traía
un sacrificio, yo traía un cordero, el sacerdote yo solo presentaba, el sacerdote lo
inspeccionaba, luego yo colocaba mis manos sobre la cabeza del cordero
simbólicamente transfiriendo mis pecados a ese cordero, y luego el cordero era
sacrificado.
Yo creo que aquí hay también un simbolismo, en primer lugar yo creo que Dios
está tratando de recordarnos, que si nosotros nos vamos a acercarnos a él en
adoración, lo primero que yo necesito es, tratar con mi pecado, de ahí que yo
necesitaba este este paso de ir al cordero, traspasar simbólicamente mis pecados
yo necesito tratar con mi pecado, número 1, número 2, nos está ayudando a
entender que la paga del pecado es muerte, el cordero a quien yo la había
simbólicamente traspasado mi pecado terminaba muriendo, precisamente porque
merecía la muerte. Y, en tercer lugar, ese cordero era puesto sobre el altar y era
dejado
Entonces Dios prescribe un incienso, una fórmula especial, que nadie más podía
usar, ni ninguna otra fórmula podía ser usada, mira como él lo dice en el libro del
Éxodo 34: 34,37-38 “ Entonces el Señor dijo a Moisés; toma especias, toma estacte,
una aromática y galvano, especias con incienso puro; que haya de cada uno igual peso. 37
Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada
para Jehová. 38 Cualquiera que hiciere otro como este para olerlo, será cortado de entre
su pueblo”.
Dios estaba tratando de tener la diferenciación clara, entre lo ordinario que
nosotros somos y lo extraordinario que él es.
Y dije mencione dos palabras claves una es la palabra exclusivo, y lo otro es que
lo separa de lo de lo cotidiano. La palabra santo implica literalmente eso separado,
apartado, distinto del resto. Lo que Dios está tratando de comunicar, no es que
tengamos vidas sofisticadas, de oro y demás, no, no, él está tratando de
ejemplificar que le es santo, separado, distinto, él está tratando de separar lo puro
de lo impuro, lo sagrado de lo profano, lo ordinario de lo extraordinario. El hombre
de Dios, en lo que el hombre es y lo que él es.
Entonces hay una necesidad de diferenciar lo que es separado y santo para Dios,
lo extraordinario para Dios de lo ordinario que es para el hombre, y que es algo
que vemos como un requisito con todo lo que Dios llama para sí, que se haga esta
distinción y esta diferenciación.
Yo creo que hay un gran peligro y una línea muy fina que no debemos tratar de
cruzar. En cuanto a esto, dos cosas que yo pudiera decir, un ritmo musical en sí
no es pecaminoso o no porque el ritmo no es un ente moral, eso es una cosa pero
por otro lado yo necesitamos recordar que a pesar de que nuestra adoración en
las diferentes culturas tendrá matices culturales, típica de esa cultura, nosotros
necesitamos mantener un principio muy claro, y es que cualquier cosa, ya sea
música u otra cosa, que en un contexto cultural X no contribuya a mantener la
diferenciación entre lo sagrado y lo mundano, entre lo ordinario y lo
extraordinario, eso llámese música o lo que sea no debe usarse entonces, porque
confundimos lo que es la adoración de Dios, lo especial de Dios.
Muchos cantantes están enfocados más que en darle algo a Dios en darle al pueblo
y con ésta este argumento entonces le ponen una letra bíblica para llegarle al
inconverso. El problema con eso es que no entienden entonces lo que es la
adoración, la adoración no es para llegarle a inconverso, la adoración es para
llegarle a Dios.
Entonces yo no puedo diseñar algo que tiene como foco a Dios para él inconverso,
porque yo no entiendo lo que es la adoración entonces.
Ese es el fin no es para adoración, sino sería como una manifestación de arte más
- bueno entonces tú tienes que colocar eso en otro lugar, en otro renglón en otro
en otra actividad que no es el culto de adoración a Dios porque si es Dios a quien
adoramos, tiene que ser algo que a él le agrade, y no que le agrade al inconverso
o aún al creyente, ni siquiera el foco de la adoración, no es ni siquiera el creyente,
es Dios.
Yo creo sí algo debe movernos todo está revisión de lo que el Antiguo Testamento
tiene y está cargado de todo este simbolismo, es a revisar más bien nuestro
corazón, la intención detrás de lo que hacemos, de cómo usamos los símbolos, de
cómo idolatramos los símbolos, como lo llegamos y los movemos del lugar y
entonces desplazando a Dios de su lugar, del centro y ponemos cualquier otra
cosa. Cuando el hombre deja de adorar a Dios termina adorando cualquier otra
cosa. Y esto lo vemos fácilmente cuando vemos a muchos cristianos que dejaron
el agua bendita para agarrar el aceite, la cruz para agarrar la biblia, muchos dejan
de adorar a Dios para adorar la adoración o la oración y de ahí que algunos dicen
“es que el poder esta en la oración” no el poder no está en la oración el poder esta
en Dios que la oración desata ese poder es otra cosa, el poder no esta en la fe
sino el objeto de la fe. Las canciones que cantamos en nuestros en nuestros cultos
están escrita más para ministrarnos a nosotros, para hacernos sentir cosas a
nosotros que para ministrar a Dios.
“la verdadera adoración no se origina con la necesidad del hombre, sino con lo
digno que Dios es de recibir esto que llamamos adoración” “la adoración es un
buen barómetro de cómo anda una congregación”
Mis hermanos esa es la realidad “Dios es quien tiene que ser ministrado por
nosotros en la adoración” porque es a él que se le rinde. Y yo tengo que
preguntarme si lo que yo hago, cuando yo brinco, cuando yo salto, cuando yo
hago todo lo que hago, creo yo realmente que eso contribuye a diferenciar lo que
es un culto a Dios de lo que es un concierto secular, que tienes actitudes similares,
yo puedo honestamente decir no, no, yo como quiera con esto ayudó al pueblo a
dice a discernir lo que es ordinario y extraordinario. Yo creo que esa pregunta
tenemos que hacerla y responderla.