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El Tabernáculo

Introducción.
¿Recuerdas que Moisés subió al monte Sinaí para recibir la ley de Dios? Mientras estuvo allí,
Dios le dijo a Moisés algo más que Moisés y el pueblo de Israel tenían que hacer por Dios.

“Hazme un tabernáculo, porque quiero morar entre ustedes”. Dios le dijo a


Moisés. "Te diré exactamente cómo debe hacerse el tabernáculo". El tabernáculo es una
tienda muy especial donde Dios moraría mientras Israel viajaba por el desierto. Dios quería
que todo fuera perfecto, desde el tamaño del tabernáculo hasta los colores y los muebles.
Dios les dijo cuán grande debería ser cada cosa: qué colores usar y cómo hacerlo.

El pueblo de Israel escuchó que Dios quería que le construyeran una casa.
Moisés les dijo: "Todos los que estén dispuestos deben traer al Señor una ofrenda para
construir su tabernáculo". Los hijos de Israel felizmente comenzaron a juntar oro, joyas,
telas, pieles y madera para donar para hacer la casa de Dios para Él.

"Si alguien es experto en crear artículos de madera, metal o tela, debe venir
y usar sus habilidades para construir la casa de Dios", dijo Moisés.

Todos los que estaban dispuestos y cuyo corazón los conmovió vinieron y trajeron una
ofrenda a Dios. Algunos trajeron oro. Otros trajeron plata. Las personas que podían bordar
bien vinieron y se ofrecieron a pasar su tiempo creando hermosas telas bordadas para la casa
de Dios. Los hombres que sabían trabajar con metal dijeron: "Usaremos las habilidades que
Dios nos dio para trabajar con metal para construir la casa de Dios". Todos estaban muy
felices de hacer algo por Dios.
Por fin, habían terminado el plan que Dios les había dado a seguir. Moisés inspeccionó el
trabajo que habían hecho los israelitas y vio que habían trabajado muy duro para hacer todo
exactamente como Dios le había ordenado. Moisés los bendijo.
Finalmente, llegó el momento de armar todo su trabajo y establecer el tabernáculo.
Entonces la nube cubrió el tabernáculo y la gloria del Señor llenó la casa que habían hecho
para Dios.
Cuando era hora de que los israelitas se movieran, la nube se levantaría del tabernáculo. Si
no se levantaba, los israelitas se quedarían dónde estaban. Por la noche, el fuego estaba en
la nube. Todo Israel podía ver la presencia de Dios sobre la casa que le habían hecho.
Hay varias preciosas razones por las que Dios
ordenó a Moisés que edificara el tabernáculo.

La primera, para cumplir el anhelo del corazón de un Dios santo de reestablecer


con Su pueblo la comunión que se había perdido desde que Adán pecó. Dios
anhelaba morar en medio de Su pueblo. Él dijo a Moisés en Éxodo:

Éxodo 25: 8 Y harán un santuario para mí, y habitare en medio de ellos.


Éxodo 29:45 Y habitare entre los hijos de Israel y seré su Dios.
La segunda, para enseñarle a Su pueblo Sus caminos. El salmista dice en el Salmo
77:13: “Oh Dios, santo es tu camino.” N.T. Al estudiar el Tabernáculo de Moisés,
somos instruidos en los caminos de Dios, pues Sus caminos son revelados en el
tabernáculo. Dios quiere que conozcamos Sus caminos, tal como Moisés los
conoció, no como los hijos de Israel que solamente vieron Sus obras poderosas
(ref. Salmo 103:7).

Tercero- Ser el centro de la vida religiosa, moral y social. La tienda siempre se


ubicaba en medio del campamento de las doce tribus (Núm. 2:17) y era el lugar
de sacrificio y el centro de la celebración de las fiestas nacionales.

Cuarto lugar -Representar grandes verdades espirituales que Dios deseaba grabar
en la mente humana, tales como su majestad y santidad, su proximidad y la forma
de acercarse a un Dios santo. Los objetos y ritos del tabernáculo también
prefiguraban las realidades cristianas (Heb. 8:1-2, 8-11; 10:1). Desempeñaban
un papel importante en preparar a los hebreos para recibir la obra sacerdotal de
Jesucristo.

El tabernáculo tenía varios nombres. Se llamaba por regla


general "la tienda" o "el tabernáculo" por su cubierta exterior que lo asemejaba a
una carpa. También se denominaba "el tabernáculo de reunión" porque allí Dios
se reunía con su pueblo (29:42-44). Puesto que contenía el arca y las tablas de la
ley, se llamaba "el tabernáculo del testimonio" (38:21). Testificaba de la santidad
de Dios y la pecaminosidad del hombre. Se llamaba además "el santuario" (25:8)
porque era una morada santa para Jehová.

Dios mismo diseño el plan y Él era El Maestro.


Éxodo 25: 9 Conforme a todo lo que Yo te muestre, el diseño del Tabernáculo, y el diseño
de todos sus utensilios, así lo haréis. Moisés era el ejecutor de este plan, y Dios le
mostró a Moisés sus ayudantes, hombres llenos de sabiduría.

Éxodo 31:1-6 Reina-Valera 1960


Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri,
hijo de Hur, de la tribu de Judá; 3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en
inteligencia, en ciencia y en todo arte, 4 para inventar diseños, para trabajar en oro, en
plata y en bronce, 5 y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera;
para trabajar en toda clase de labor. 6 Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo
de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de
corazón, para que hagan todo lo que te he mandado.
El Tabernáculo Israelita tenía su modelo en el cielo. Dios le mostró
esto a Moisés en el monte Sinaí, cuando él ayunaba cuarenta días y cuarenta
noches, después Dios le ordeno que hiciera el Tabernáculo Israelita, según el
modelo en el cielo que Dios le mostró. Éxodo 25:8-9; Hebr. 8:1-5

Éxodo 25:1-9 Materiales, necesario para el Tabernáculo, tenía que ser recogidos.
Dios pedía una ofrenda de todos los que primeramente fueron conmovidos en su
corazón -2Cor. 9:5-8.

El Tabernáculo de Moisés es descrito en las Santas Escrituras desde la


perspectiva de Dios. En otras palabras, en la descripción que el Señor hace del
tabernáculo, Él comienza en el Lugar Santísimo (pues es allí donde Él habita);
luego continúa describiendo el Lugar Santo y el Atrio Exterior, y finalmente la
Puerta del tabernáculo, que en realidad es la entrada.

El orden lógico, sería comenzar con la entrada en el Atrio Exterior y luego proseguir
hacia el Lugar Santísimo. Sin embargo, Dios, al iniciar con el Lugar Santísimo, nos
está mostrando que Su deseo para nosotros es que moremos con Él detrás del
velo y que tengamos una comunión íntima con Él. El tabernáculo no fue hecho
para el hombre, sino para el Señor, para satisfacer Su deseo de tener comunión
con Su pueblo.

En esta clase, estudiaremos el tabernáculo desde el punto de vista humano,


comenzando con el Atrio Exterior, avanzando hacia el Lugar Santo, hasta llegar a
nuestra meta final, el Lugar Santísimo. De esta manera en este estudio
consideraremos cómo el Tabernáculo de Moisés se relaciona con nuestra caminata
y ministerio cristiano.

El Tabernáculo de Moisés es tipo y sombra de cosas celestiales y espirituales.


Hebreos 8:5 dice de los sacerdotes del Antiguo Testamento: “Los cuales sirven a
lo que es figura y sombra de las cosas celestiales”. El Tabernáculo de Moisés fue
una réplica del tabernáculo celestial (Ap. 15:5). Asimismo, el tabernáculo reveló
los caminos de Dios y Sus propósitos para Su pueblo. El Salmo 77:13 dice: “Oh
Dios, santo es tu camino”.

Espiritualmente, cada uno de nosotros somos llamados a entrar detrás del velo,
al Lugar Santísimo (a la presencia literal de Dios). Este es el supremo llamamiento
para todo cristiano. Sin embargo, hay muchos pasos progresivos que debemos
tomar antes de poder entrar al Lugar Santísimo.

Sorprende sobremanera descubrir hasta qué punto la Biblia se encuentra saturada


de símbolos, esto es, de figuras semejanzas de personas o cosas que vendrían
después. En los primeros cinco libros hay abundancia de estos símbolos. Este fue
el método que Dios usó para enseñar a su pueblo en la antigüedad, y cuando el
Señor Jesucristo estuvo en la tierra, El usó estos símbolos para ilustrar las
verdades que enseñaba. Juan 3:14: 6:31-33: 2 Tim. 3:16; Rom. 15:4.

Los símbolos señalan a Cristo. En el Antiguo Testamento vemos a Cristo en el


cordero, en el altar, en el sacerdote, etc. Cuanto más conozcamos y amemos de
veras a Jesús, tanto más claramente veremos la belleza de los símbolos.

Los muebles del tabernáculo

Hay siete muebles en el Tabernáculo de Moisés. En el Atrio Exterior


estaba el Altar de bronce y la Fuente de bronce. En el Lugar Santo estaban el
Candelero, la Mesa del pan de la proposición y el Altar del incienso. Dentro del
Lugar Santísimo estaban el Arca del pacto y el Propiciatorio o Asiento de
misericordia, el cual reposaba sobre el Arca. Era sobre el Propiciatorio que la
plenitud de la gloria de Dios residía.
EL ATRIO DEL TABERNACULO.
Ex. 27:9-18.

El Tabernáculo miraba hacia el Este. El atrio era un patio de unos


45 metros de largo por 23 de ancho, aproximadamente, cerrado por cortinas de
lino torcido, sostenidas por 60 columnas—que descansaban en basas de bronce.
Las cortinas tenían doble fin: daban habitación a Dios y excluían al hombre.

Las Cortinas del Atrio.

Eran de lino torcido. Este es símbolo de justicia. y pureza en


Dios y en el hombre. En cuanto al hombre, es símbolo de la justicia que Dios
requiere y de la cual el hombre carece, motivo por el cual está excluido de la
presencia de Dios.

En Dios, es símbolo de la justicia que rodea su habitación y que excluye


cualquiera cosa impura e inmunda. Revela lo que Dios es en sí: absoluta santidad.
Nos da a conocer nuestra necesidad de justicia como el primer requisito para
acercarnos a Dios, al mismo tiempo la clase de justicia que necesitamos—esto es,
la de Dios.

Las cortinas tenían unos 2 metros 20 de altura, es decir, una altura que supera la
estatura del hombre, enseñándonos así que necesitamos una justicia mayor que
la de nosotros mismos. Dios estima nuestra justicia como trapos de inmundicia.
Isa. 64: 6; Rom. 3:20-23; Mat. 5:20.

Las Columnas del Atrio. Ex. 27:10-12. Estas fueron hechas de


bronce, sostenidas en basas de bronce. El bronce habla del juicio del pecado. Los
capiteles de las columnas y sus molduras eran de plata. La plata representa la
expiación. Ex. 38:25-28; 30:12-16. Las columnas de bronce representan a Cristo
quien llevó en la cruz el juicio divino por los pecados de todos nosotros. 1 Ped.
2:24; Isa. 53:6. Las molduras de plata, o varas conexivas, y los ganchos, unían y
sostenían toda la pared. Las columnas del atrio no solamente hablan de Cristo,
sino también hablan de su pueblo. Nos muestran la seguridad, estabilidad, unidad
y responsabilidad de los creyentes.
La Puerta del Atrio. Ex. 27:16, 17. Esta nos dice que Cristo vino a ser
la Puerta de acceso a Dios; que el hombre por naturaleza está afuera y que El vino
a llevarnos a Dios. Juan 10. Había una sola puerta para entrar al atrio. Esta era
una cortina de lino fino torcido, de unos 9 metros de largo por 2.20 de alto,
sostenida por 4 columnas.

LOS VAS OS DEL ATRIO


Los Vasos del Atrio eran el altar de bronce y el lavacro. Son símbolos de Cristo en
la obra de redención que hizo en la tierra, mientras los del Lugar Santo
representan a Cristo glorificado en los cielos, y su obra en favor de los santos.

El Altar de Bronce. Ex. 27:1-8; 38:1-7. La palabra "altar" significa "un


lugar levantado." Aquí se derramaba la sangre de los sacrificios. En el altar vemos
la bondad y severidad de Dios—bondad hacia nosotros, severidad hacia la víctima
que lleva nuestros pecados; amor e ira; justicia y paz. El fuego de este altar era
perenne. El altar de bronce nos enseña que la demanda y derechos de Dios han
de ser satisfechos antes de poder gozar de comunión con El.

Materiales y forma del Altar. Fue hecho de madera de acacia y cubierto de bronce
y tenía las siguientes medidas: 2.20 metros de largo por 2.20 de ancho y 1.30 de
alto, aproximadamente. La madera era de gran durabilidad, hablándonos de la
humanidad de Cristo, sin corrupción ni pecado.

Relación del altar con el propiciatorio en el Lugar Santo. Era hueco, pero adentro
tenía un enrejado de bronce sobre el cual se encendía el fuego y se ponían los
sacrificios. El enrejado estaba elevado' al mismo nivel que el propiciatorio. Como
el altar habla de justicia y juicio, y el propiciatorio habla de misericordia, el hecho
de estar al mismo nivel nos enseña que la misericordia y la justicia de Dios son
iguales. No puede haber misericordia sin satisfacer la justicia por medio del
sacrificio.

Los cuernos del altar. En la Biblia, son símbolos de fuerza o poder.


Ex. 27:2: Apoc. 17: 12: Sal. 18:2. El sacerdote ponía la sangre en los cuernos.
Ex. 29:12. Eran lugar de refugio para el pecador. 1 Reyes 2:28.

No había gradas en el altar. Ex. 20:26. Esto nos enseña que el hombre no puede
subir hacia Dios con su justicia humana sin exponerse al juicio. Dios desciende
hasta el hombre. Tito 3:6.
El Sacrificio. Todos los días tanto de mañana como de tarde, era
ofrecido el cordero, de manera que a toda hora del día se encontraba el sacrificio
quemándose y la puerta abierta. De la misma manera, el sacrificio de Cristo es
siempre recordado por Dios. Siempre habla a favor de nosotros. Siempre es eficaz.
Ex. 29:38, 39.

Cuatro aspectos de la Redención, que corresponden a los cuatro lados del altar:

1. Propiciación. —Para aplacar el juicio de Dios y llevar la culpa de la ley violada.


Esta fase tenía que ver solamente con Dios. Rom. 3:25.

2.Substitución. —Cristo llevó la culpabilidad del hombre. En Lev. 16 encontramos


en el día de la Expiación la lección de substitución. Aarón coloca las manos sobre
la cabeza del macho cabrío y confiesa los pecados del pueblo.

3. Reconciliación. Ella significa pasar de la enemistad al favor de Dios. La culpa


perdonada por el sacrificio en la cruz. Cristo es el medio de reconciliación. Rom.
5:10: Efe. 2: 16; Col. 1:20.

4. El Rescate. —Quiere decir que el precio ha sido pagado. Todos estábamos


vendidos al pecado. El vino a rescatarnos. El rescate es completo, suficiente para
espíritu, alma y cuerpo. Nos libra de la pena y del dominio del pecado y de la
carne, del mundo y de Satanás. Mat. 20:28; Hech. 20:28.

La sangre del Sacrificio por el pecado fue colocada así:


1. Rociada enfrente del velo en el Lugar Santo.
2. Sobre el propiciatorio en el Lugar Santísimo. Lev. 16:14, 15.
3. En el altar de incienso en el Lugar Santo. Lev. 16:10.
4. Sobre Aarón y sus hijos, los sacerdotes. Lev.8:30.
5. Sobre los cuernos del altar. Lev. 4:17, 18.
6. El resto fue derramado cerca del altar de bronce. Lev. 4:7, 8.

La sangre derramada en la tierra nos habla de la redención de la tierra. Rom.


8:20-22. El poder de la sangre es suficiente para todo el universo.

El Lavacro. Ex. 30:17-21. El lavacro fue hecho de bronce, y fue colocado


entre el altar de bronce y el Lugar Santo. No sabemos la forma ni el tamaño del
lavacro, ni tampoco sabemos cómo era llevado durante la marcha. Tenía un pie
de bronce. En esto se diferenciaba de todos los otros vasos. El pie lo conectaba
con la tierra, y al mismo tiempo lo elevaba. enseñándonos que estaba relacionado
con el andar terrenal de un pueblo que tiene su ciudadanía en el cielo.

El lavacro nos habla de Cristo, la Palabra Viviente. El agua en el lavacro nos habla
de la Palabra escrita. La verdad espiritual que este vaso enseña es la de la
Santificación por la Palabra de Dios. Efe. 5:25-27. Llegamos al lavacro después de
pasar por el altar. El altar es para los pecadores; el lavacro es para los sacer-
dotes y tiene que ver con su separación para entrar en el santuario con el fin de
adorar.

Unos pensamientos prácticos (W. S. Hottel)

1. Debemos ser limpios en espíritu, alma y cuerpo para ministrar delante del
Señor. 2 Cor. 7:1.

2. Un solo pecado puede hacernos inútiles para el servicio del Señor. Los pecados
secretos no afectan nuestras vidas delante de los hombres, sino nuestra
comunión con Dios. Nos roban el poder con Dios y con los hombres.

3. Lavarnos no es asunto de nuestra propia opinión o gusto, sino de absoluta


necesidad. El juzgarnos a nosotros mismos, y la obediencia a la Palabra son
imprescindibles para que nuestras vidas sean bendecidas y útiles. El sacerdote
tenía que lavarse en el lavacro o morir, y así tenemos nosotros que guardarnos
limpios y puros o la vida espiritual se acabará.

SUS BASAS, TABLAS, CUBIERTAS Y CORTINAS

El Tabernáculo era un rectángulo de 13.50 metros de largo, por 4.80 de ancho y


4.50 de alto, aproximadamente. Fue hecho de 48 tablas, cubiertas de oro, paradas
y sujetas en basas de plata. Las tablas fueron unidas por cinco barras que se
extendían a lo largo del tabernáculo. Cuatro de las barras pasaban por los anillos
afuera de las tablas, y la quinta pasaba por medio de las tablas de un extremo al
otro, y no podía verse.

La Cubierta de cueros de carneros teñidos de rojo. Ex. 26:14. Está


cubierta habla de la consagración hasta la muerte. No hubo dimensiones dadas,
significando que no podemos sondear las profundidades del divino amor en la
consagración y muerte de Cristo, y no podemos limitar el poder de la sangre de
Cristo. Juan 1:29; Heb. 10:19-22. Esta cubierta nos muestra el objeto de la
Encarnación—la muerte en la cruz. Los cueros de carneros teñidos de rojo lo
identifican como ofrenda voluntaria. Lev. 1:3-9; Heb. 10:4-9. Los creyentes en
Cristo deben también consagrarse a Dios para servirle como ofrenda voluntaria,
como exhorta el apóstol Pablo en Rom. 12:1, 2.

Las Cortinas de pelo de cabra. Ex. 26:7-13. Estas cortinas simbolizan


el sacrificio de Cristo por el pecado. Rom. 5:9; Heb. 10:17. Tenían 13.50 metros
de largo por 1.80 de ancho aproximadamente, y se componían de 11 tiras, (una
más que las de la cortina de lino torcido).
EL LUGAR SANTO

La Puerta, La Mesa de los Panes, El Candelero de Oro, El Altar de


Incienso, El Velo.

La Puerta del Tabernáculo. Ex. 36. Esta fue hecha de cinco


columnas de madera de acacia cubiertas de oro y sostenidas sobre basas de
bronce. De estas columnas colgaba el primer velo o cortina, de lino torcido,
bordado de jacinto, púrpura y carmesí. Esta puerta es tipo de Cristo quien nos da
entrada a la presencia de Dios, y a la comunión con El.

El Lugar Santo. Este representa los lugares celestiales, donde el


creyente está sentado por la fe con Cristo. Era el lugar donde el sacerdote
ministraba. Nuestro privilegio ahora, según 1 Pedro 2:5; es entrar a la presencia
de Dio: y ofrecer sacrificios espirituales. Dios no sola- mente salva a los pecadores,
sino que hace de ellos adoradores.

La Mesa de los Panes. Ex. 25:23-30. Esta fue hecha de madera y


cubierta de oro. Tenía unos 90 centímetros de largo, por 45 de ancho y 70 de alto.
Estaba colocada al lado derecho en el Lugar Santo. La madera representa la
humanidad y el oro la Divinidad de Cristo, y por estar en el Lugar Santo representa
a Cristo glorificado en los cielos "el hombre Cristo Jesús." Heb. 10:12, 13.

Sobre esta mesa fue colocado el pan de la pro-posición, o de "la presencia"


llamado así porque estaba en la presencia de Dios. Ex. 25:30. Estos panes eran
cambiados cada sábado por pan fresco, y los sacerdotes comían el pan que
quitaban de la mesa. Estos nos hablan de Cristo resucitado, siempre en la
presencia de Dios, quien es el Pan de Vida que sostiene la vida espiritual de cada
creyente. Juan 6:33-35; Juan 6:51-53.

Se ponían doce panes en la mesa. Estos representan también a las doce tribus de
Israel, unidas como Dios las vio. 1 Reyes 18: 31; Eze. 37:21, 22; Apoc. 7:4 -8;
Isa. 66: 19-23. También representan a los verdaderos creyentes en Cristo, que
están siempre delante de Dios en El.
El Candelero de Oro. El Candelero fue hecho de una pieza sólida de
oro, labrado a martillo. Pesaba como 57 kilos. Ha sido avaluado en más de 25.000
dólares. Fue colocado al lado izquierdo. Consistía en un pie y su caña, y de sus
lados salían seis brazos, tres de cada lado. En cada brazo había tres copas, figura
de almendras, una manzana y una flor. Estas copas contenían aceite de oliva.
Todo este trabajo fue labrado a martillo, como emblema de tristeza y sufrimiento.
Habla de los sufrimientos de Cristo. Isa. 53 y Heb. 5:8.

El candelero es tipo del Espíritu Santo. Toda la luz natural fue excluida del
Tabernáculo. Todo el servicio fue hecho con la luz del candelero de oro.

El Altar del Incienso. Ex. 30:1-11. Este fue llamado también el


altar de oro, porque fue hecho de madera de acacia cubierta de oro. En el altar de
bronce no había corona porque nos presenta a Cristo en su muerte y humillación;
la única corona que Él tuvo en la tierra fue la corana de espina.

EL LUGAR SANTISIMO

El Arca, El Propiciatorio, Los Querubines.

El único mueble en el Lugar Santísimo era el arca con su cubierta llamada el


propiciatorio, que era una pieza con los querubines.

El Arca. Ex. 25:10-22. El arca era un mueble hecho de


madera de acacia, cubierto por dentro y por fuera de oro puro. El oro simboliza la
Deidad y la madera la humanidad de Cristo. Por estar en el Lugar Santísimo es
símbolo de Cristo en la gloria, en la presencia del Padre. El Señor Jesús retiene la
forma de hombre allá en el cielo. Medía 1.15 metros de largo, por 70 centímetros
de alto y de ancho, aproximadamente. Tenía una cornisa de oro encima, y dos
anillos en los dos lados para las varas. La cubierta del arca era el propiciatorio.
Dentro del arca estaban las dos tablas de la ley. Esto nos habla de Cristo, el arca
verdadera, quien guardó y cumplió la ley. Salmo 40:8. 41
El arca era el trono de Dios y de allí hablaba con Moisés. Salmo 80:1. El
propiciatorio, sobre el cual era rociada la sangre, formaba un trono. Encima de
éste estaba la columna de fuego y la nube, que se veían afuera. La nube era
símbolo de la presencia de Dios. Sólo Moisés podía entrar en cualquier momento
y sin sacrificio. Moisés es tipo de Cristo como Mediador entre Dios y el hombre. 1
Tim. 2:5. Aarón podía entrar una vez al año con sangre. Así Cristo ha entrado en
la presencia de Dios como nuestro representante, llevando su propia sangre, por
la cual nosotros tenemos entrada, Heb. 10:19, y el trono de Dios es para nosotros
"trono de gracia." Heb. 4:16.

El Propiciatorio. Ex. 25:17-22. Este fue hecho de oro puro. No


tenía madera en su construcción como tenían muchos de los muebles del
Tabernáculo. El oro siempre simboliza la Divinidad y Deidad, y en el propiciatorio
nos manifiesta que la obra de propiciación es obra Divina. Fue labrado a martillo,
tipificando así los terribles sufrimientos de Cristo en su obra de hacer propiciación
por el pecado. El arca, con el propiciatorio y los dos querubines, tenía la semejanza
de un trono. El propiciatorio habla de la misericordia de Dios manifestada hacia el
hombre, en Cristo. La sangre rociada sobre el propiciatorio nos recuerda que la
misericordia está basada sobre la justicia.

Cómo concibió Dios la Adoración

¿cómo concibe Dios su adoración?. Creo que esa es la pregunta prioritaria que
tenemos que hacer o hacernos ¿cómo concibe Dios su adoración? porque es a él
a quien se la vamos a rendir, el resto son opiniones.

Pero hay otra realidad y es que en ese antiguo testamento Dios moraba
simbólicamente ahí dentro del tabernáculo hoy él mora realmente en el interior
del corazón de la persona que ha recibido a Cristo como Señor y Salvador.

El tabernáculo se le revela a y lo construye Moisés en el desierto, pero luego el


primer templo, porque el tabernáculo fue una estructura móvil durante el tiempo
en el desierto, posteriormente ya en Jerusalén Salomón construye el primer
templo y ese es un templo que fue destruido en el año 586 por la invasión de
Nabucodonosor antes de Cristo. Entonces el pueblo se va al exilio por 70 años,
cuando regresa Esdras y ayudado por el profeta Hageo estimulan al pueblo a
reconstruir el templo.

Ese templo funciona entonces, hasta que viene Herodes unos años antes de Cristo
y Herodes entonces requiere o quiere hacer algo todavía mucho más laborioso,
destruye el templo en sí mismo, y conserva parte del complejo, agranda el
complejo del templo y ese es un templo que funcionó entonces hasta el año 70
d.C cuando fue destruido por las tropas de Tito, bajo el gobierno o la dirección del
general Tito.
Este lugar que era movible, el tabernáculo que era donde moraba a Dios para el
pueblo, entonces ¿cómo permite Dios que su morada sea saqueada de esta forma
se preguntarán muchos? bueno esa es la voluntad permisiva de Dios fue parte de
su juicio, Dios le había revelado ya el profeta Ezequiel alrededor del tiempo
anterior o alrededor del tiempo del exilio qué había pasado y Ezequiel ve en una
visión como la nube que representaba la presencia de Dios, que moraba encima
del arca del pacto, como esa nube se levanta en un momento dado, se va al dintel
de la puerta, y del dintel de la puerta el profeta ve cómo se va a la montaña, a la
cima de la montaña y de ahí se desaparece. Con lo cual Dios estaba representando
que él estaba retirando su presencia manifiesta de medio de Israel. Y cuando el
templo es saqueado, Dios lo permite como parte de ese juicio y como símbolo
también de que él no está ahí ya con Israel.

Si traemos entonces todo este tema del tabernáculo a un contexto actual se


entiende que aplica hoy porque el Espíritu Santo después que Jesús viene a la
tierra queda morando en la vida de cada creyente, y en ese sentido somos templos
del Espíritu Santo.

De hecho en 1ª de Corintios 8:18-19 nosotros podemos leer lo siguiente dice: Huid


de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más
el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo
del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

Ahí está el texto literal de lo que Dios considera el creyente hoy.

Éxodo 25:8-9
8 9
Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo
te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.

Es importante mirar que Dios prescribe que su tabernáculo se ha construido en


medio del campamento hebreo en ese momento y que todas las casas, de todos
los judíos fueran construido alrededor de ese tabernáculo, en un ángulo de 360
grados y las casas mirando todas hacia el tabernáculo. Y la idea era recordarle al
pueblo la centralidad de Dios en medio de nuestras vidas, la centralidad de su
adoración, obviamente hoy nosotros no construimos nuestras casas de esa
manera, ni tenemos un solo tabernáculo o templo, pero nosotros somos el templo
del Espíritu Santo y lo que implica siguiendo el mismo principio, que nuestras vidas
si debieran estar construidas, edificadas, nuestros estilos de vidas, nuestros
futuros, en dirección a lo que es Dios, su persona, lo que él es, y debiéramos girar
alrededor de sus propósitos, yo creo que eso es más o menos como aplicaríamos
el principio.
Dios pidió al pueblo que dieran ofrendas voluntarias para la construcción del
tabernáculo así que otra enseñanza que sacamos de esto es que las ofrendas,
aquello que le damos a Dios debe ser algo que nace naturalmente voluntariamente
del corazón de la persona, la biblia enseña que la adoración debe costarle algo al
adorador.

Entendemos que darle adoración a Dios es mucho más que un género musical, es
mucho más que darle canciones cristianas y cantarle con nuestros labios, estamos
hablando de una vida que se ofrece a él, y ese ofrecimiento cuando estamos
hablando ya del día a día debe ser de manera voluntaria, cuanto le das de tu vida
a Dios no puede ser manipulado, no puede ser impuesto por nadie, sino que es
Dios que mueve tu corazón a darle a él.

Igualmente es importante que yo no puedo darle a Dios lo del tiempo que me


sobra o llegar a la iglesia después que el tiempo de adoración pasó porque lo que
me interese es la palabra, porque la adoración que es lo que tú le das a Dios tiene
que costar costarte algo. La oración tiene que costarle al adorador algo, porque
eso es lo único que tiene que darle a Dios, lo único le puede dar a dios es su
adoración.

Lo primero con lo que nos encontramos al pasar la puerta del tabernáculo es con
el altar de bronce o del holocausto, y estaba hecho de acacia y bronce nos
dice el texto. Y lo que ocurría era lo siguiente, si yo iba a adorar a Dios yo traía
un sacrificio, yo traía un cordero, el sacerdote yo solo presentaba, el sacerdote lo
inspeccionaba, luego yo colocaba mis manos sobre la cabeza del cordero
simbólicamente transfiriendo mis pecados a ese cordero, y luego el cordero era
sacrificado.

Yo creo que aquí hay también un simbolismo, en primer lugar yo creo que Dios
está tratando de recordarnos, que si nosotros nos vamos a acercarnos a él en
adoración, lo primero que yo necesito es, tratar con mi pecado, de ahí que yo
necesitaba este este paso de ir al cordero, traspasar simbólicamente mis pecados
yo necesito tratar con mi pecado, número 1, número 2, nos está ayudando a
entender que la paga del pecado es muerte, el cordero a quien yo la había
simbólicamente traspasado mi pecado terminaba muriendo, precisamente porque
merecía la muerte. Y, en tercer lugar, ese cordero era puesto sobre el altar y era
dejado

Entonces Dios prescribe un incienso, una fórmula especial, que nadie más podía
usar, ni ninguna otra fórmula podía ser usada, mira como él lo dice en el libro del
Éxodo 34: 34,37-38 “ Entonces el Señor dijo a Moisés; toma especias, toma estacte,
una aromática y galvano, especias con incienso puro; que haya de cada uno igual peso. 37
Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada
para Jehová. 38 Cualquiera que hiciere otro como este para olerlo, será cortado de entre
su pueblo”.
Dios estaba tratando de tener la diferenciación clara, entre lo ordinario que
nosotros somos y lo extraordinario que él es.

Y quizás a muchos le choca ver tanta rigurosidad y tanta parafernalia alrededor


de las cosas de Dios, cuando Dios es un Dios de sencillez, cuando deciden nacer,
nace en un pesebre, Dios nunca ha venido con ostentosidades y sin embargo,
cuando vemos todo esto, si hay una elección de unos materiales que son caros,
que son finos, que son exclusivos, que son diferentes, que se separan de lo que
es ordinario.

Y dije mencione dos palabras claves una es la palabra exclusivo, y lo otro es que
lo separa de lo de lo cotidiano. La palabra santo implica literalmente eso separado,
apartado, distinto del resto. Lo que Dios está tratando de comunicar, no es que
tengamos vidas sofisticadas, de oro y demás, no, no, él está tratando de
ejemplificar que le es santo, separado, distinto, él está tratando de separar lo puro
de lo impuro, lo sagrado de lo profano, lo ordinario de lo extraordinario. El hombre
de Dios, en lo que el hombre es y lo que él es.

Entonces hay una necesidad de diferenciar lo que es separado y santo para Dios,
lo extraordinario para Dios de lo ordinario que es para el hombre, y que es algo
que vemos como un requisito con todo lo que Dios llama para sí, que se haga esta
distinción y esta diferenciación.

Y me pregunto si esta diferenciación tristemente no vemos como dentro del pueblo


cristiano con las canciones, con las composiciones musicales, al revés se está
celebrando lo mucho que se parecen a las canciones populares y lo mucho que
aparentan tener cierto atractivo para personas e incluso no creyentes,
precisamente por lo similar que son.

Yo creo que hay un gran peligro y una línea muy fina que no debemos tratar de
cruzar. En cuanto a esto, dos cosas que yo pudiera decir, un ritmo musical en sí
no es pecaminoso o no porque el ritmo no es un ente moral, eso es una cosa pero
por otro lado yo necesitamos recordar que a pesar de que nuestra adoración en
las diferentes culturas tendrá matices culturales, típica de esa cultura, nosotros
necesitamos mantener un principio muy claro, y es que cualquier cosa, ya sea
música u otra cosa, que en un contexto cultural X no contribuya a mantener la
diferenciación entre lo sagrado y lo mundano, entre lo ordinario y lo
extraordinario, eso llámese música o lo que sea no debe usarse entonces, porque
confundimos lo que es la adoración de Dios, lo especial de Dios.

Cuando tu tomas y copias un reggae, un reggaetón, un rap y le pone música


cristiana y le se le ofrece eso a Dios, tu no le estas ofreciendo a Dios algo que es
distintivamente cristiano o sano o santo, de hecho, el reggae está demostrado es
una música, un ritmo ampliamente usado en religiones paganas. Entonces como
nosotros vamos a tratar de ofrecerle a Dios algo que es simplemente una copia de
lo que el mundo hace.
Nosotros necesitamos pedirle a Dios que nos dé inspiración, para que el pueblo de
Dios, inspirado por Dios, componga música que le agrade a Dios ¿porque tiene el
pueblo de Dios que esperar que el mundo desarrolle el próximo ritmo para irlo a
copiar? ¿es que no hay inspiración en el pueblo de Dios?

Muchos cantantes están enfocados más que en darle algo a Dios en darle al pueblo
y con ésta este argumento entonces le ponen una letra bíblica para llegarle al
inconverso. El problema con eso es que no entienden entonces lo que es la
adoración, la adoración no es para llegarle a inconverso, la adoración es para
llegarle a Dios.

Entonces yo no puedo diseñar algo que tiene como foco a Dios para él inconverso,
porque yo no entiendo lo que es la adoración entonces.

Ese es el fin no es para adoración, sino sería como una manifestación de arte más
- bueno entonces tú tienes que colocar eso en otro lugar, en otro renglón en otro
en otra actividad que no es el culto de adoración a Dios porque si es Dios a quien
adoramos, tiene que ser algo que a él le agrade, y no que le agrade al inconverso
o aún al creyente, ni siquiera el foco de la adoración, no es ni siquiera el creyente,
es Dios.

Yo creo sí algo debe movernos todo está revisión de lo que el Antiguo Testamento
tiene y está cargado de todo este simbolismo, es a revisar más bien nuestro
corazón, la intención detrás de lo que hacemos, de cómo usamos los símbolos, de
cómo idolatramos los símbolos, como lo llegamos y los movemos del lugar y
entonces desplazando a Dios de su lugar, del centro y ponemos cualquier otra
cosa. Cuando el hombre deja de adorar a Dios termina adorando cualquier otra
cosa. Y esto lo vemos fácilmente cuando vemos a muchos cristianos que dejaron
el agua bendita para agarrar el aceite, la cruz para agarrar la biblia, muchos dejan
de adorar a Dios para adorar la adoración o la oración y de ahí que algunos dicen
“es que el poder esta en la oración” no el poder no está en la oración el poder esta
en Dios que la oración desata ese poder es otra cosa, el poder no esta en la fe
sino el objeto de la fe. Las canciones que cantamos en nuestros en nuestros cultos
están escrita más para ministrarnos a nosotros, para hacernos sentir cosas a
nosotros que para ministrar a Dios.

“la verdadera adoración no se origina con la necesidad del hombre, sino con lo
digno que Dios es de recibir esto que llamamos adoración” “la adoración es un
buen barómetro de cómo anda una congregación”

Esa responsabilidad hermanos es de nosotros los líderes. Cuando nosotros no


somos extremadamente cuidadosos en ayudarle al pueblo hacer la diferenciación
y ayudarlos a discernir no solamente lo llevamos a pecar, pero pecamos nosotros
junto con ellos y de mayor manera.
Hace un par de años atrás Jesús Adrián Romero hizo una nueva producción y en
la carátula de la nueva producción él hace una confesión que cuando uno la lee
dice finalmente hubo un líder de adoración que se atrevió a decirlo, él dice: por
mucho tiempo nosotros los líderes de adoración nos hemos preocupado de
administrarle al incrédulo, nos hemos preocupado administrar el creyente y nos
hemos olvidado de Dios.

Mis hermanos esa es la realidad “Dios es quien tiene que ser ministrado por
nosotros en la adoración” porque es a él que se le rinde. Y yo tengo que
preguntarme si lo que yo hago, cuando yo brinco, cuando yo salto, cuando yo
hago todo lo que hago, creo yo realmente que eso contribuye a diferenciar lo que
es un culto a Dios de lo que es un concierto secular, que tienes actitudes similares,
yo puedo honestamente decir no, no, yo como quiera con esto ayudó al pueblo a
dice a discernir lo que es ordinario y extraordinario. Yo creo que esa pregunta
tenemos que hacerla y responderla.

Creo que hay consecuencias enormes, no solamente en términos de las vidas


nuestra frente de como Dios nos ve, nos juzga y nos separa. Algo que a mí me
llama poderosamente la atención es un texto en el libro de Ezequiel capítulo 44
donde Dios hace una separación de sus ministros y toma un grupo, y dice: ese
grupo le va a administrar al pueblo, pero a mí no, y toma otro grupo donde dice:
estos a mí, si me van a administrar y él dice del primer grupo; ellos van a estar
en el templo van a ofrecer los sacrificios, pero para el pueblo no para mí.

Mira como lo dice el texto, quizás no tanto despectivamente pero sí de forma


enjuiciado ahora como parte del juicio que le está trayendo sobre ello, que no los
quiere ni siquiera acerca, oye como lo dice Ezequiel 44:10-14

Ezequiel 44:10-14 La Biblia de las Américas

10 Y los levitas que se alejaron de mí cuando Israel se descarriaba, que se alejaron de mí


tras sus ídolos, llevarán el castigo por su iniquidad. 11 Serán servidores en mi santuario,
encargados de las puertas del templo y servidores en el templo; ofrecerán[a] el holocausto
y el sacrificio para el pueblo, y estarán delante de ellos para servirles. 12 Por cuanto les
sirvieron delante de sus ídolos, y fueron tropezadero de iniquidad para la casa de Israel,
por tanto he jurado[b] contra ellos”, —declara el Señor Dios— “que llevarán el castigo por
su iniquidad. 13 No se acercarán a mí para servirme de sacerdotes, ni se acercarán a
ninguna de mis cosas santas, ni a las cosas santísimas, sino que cargarán su ignominia y las
abominaciones que han cometido. 14 Los pondré[c] como guardas de las ordenanzas del
templo, de todo su servicio y de todo lo que se ha de hacer en él.
Hay un grupo que le va a administrar el pueblo, ósea Dios no los manda fuera de
su templo, los mantiene ahí y lo mantiene sirviendo con trabajo, pero Dios dice:
no, yo los he rechazado y como parte del juicio, ustedes le darán al pueblo lo que
el pueblo le pida y ustedes le servirán al pueblo, a mis cosas santísimas a mí cosas
sagradas no los quiero cerca. Pero hay un grupo que si Dios permite que se
acerque.
Yo no creo que eso ha cambiado hoy, yo creo que hoy Dios tiene grupos, él tiene
que hacerlo, no nosotros, nosotros no podemos entrar en eso, pero Dios yo creo
que tiene dos grupos, hay personas, grupos, líderes, que le estarán administrando
al pueblo, que Dios dice al pueblo le podrá ministrar, pero a mí no. Y hay otros
que se han tomado más el cuidado realmente de honrarle y Dios dice: esos se
podrán acercar a mi cosa santísimas, a mi palabra, tendrán discernimiento de mi
sabiduría. Y Dios está haciendo eso hoy, él es el mismo ayer, hoy y siempre.
Mis hermanos ¿cuál es la pregunta más importante que tienes que enfrentar
cuanto vemos los servicios de adoración?
¿Cuál es la pregunta que debemos hacernos diariamente, en todo momento, en
cuanto a la oración, en cuanto a nuestra predicación a nuestra adoración y todo
lo que hacemos?
La pregunta seria ¿esto que yo hice, esto que yo dije, esto que yo le ofrecí en
adoración, esto que permitimos que se ofreciera, es algo esto que pudo haber
agradado a Dios?
Hermanos yo quisiera en un sentido, oír en mi corazón, no audiblemente, pero si
en mi corazón, que Dios se ha agradado con lo que le hemos presentado. Hasta
que esa pregunta no esté contestada, nosotros no podemos dormir tranquilo,
porque eso es lo único que importa ¿cuál es la opinión de Dios?
Hoy en día se celebran cultos como se diría en ingles “amistoso para buscadores”
yo quiero ser sensible una vez más, pero recuerda la palabra categóricamente dice
que nadie busca de Dios, no hay tal cosa. Si el buscador es Dios, que es realmente
quien ha buscado al hombre, entonces si yo creo que debemos ser “amistoso para
buscadores” y tenemos que ser sensibles al buscador que es Dios. Pero el hombre
no es el buscador, número uno, es un problema conceptual.
Número dos, mi servicio de adoración no puede tener una sensibilidad para el
incrédulo, cuando él no es el foco del servicio de adoración, tienen que tener una
sensibilidad para Dios, que si es el foco y Dios se encargará a través de su Espíritu
de traer al incrédulo.
Estamos moviendo a Dios de su centro y estamos colocando al hombre en el
centro, en el trono donde solamente se puede sentar Dios. Es un problema
conceptual grave, aunque sé que tenemos hermanos ahí, en ese tipo de iglesias y
quiero ser sensibles a ellos, pero al mismo tiempo quiero hacerle un llamado de
que tenemos que volver a la fuente, tenemos que volver a preguntarnos ¿qué es
lo que Dios quiere? y no ¿qué es lo que la gente quiere?

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