Está en la página 1de 7

LOS ANTIGUOS GNÓSTICOS Y EL

CRISTIANISMO PRIMITIVO
de De Christianismi restitutio, el miércoles, 04 de agosto de 2010 a las 13:57

Soy la voz del despertar en la noche eterna

(Himno gnóstico)

El Gnosticismo: ¿Herejía u Ortodoxia?

El Gnosticismo, doctrina filosófico-religiosa de los gnósticos, es la enseñanza


basada en la gnosis, término griego que significa literalmente conocimiento.
Obviamente, en este caso, se trata del conocimiento sagrado (o Sophia).

Durante mucho tiempo, fue mostrado como una herejía, una simple secta del
cristianismo: primero habría existido el cristianismo, con su teología, y solo
después habría surgido la herejía gnóstica. Von Hartman, un historiador alemán
de finales del siglo XIX, aún consideraba que los gnósticos, interpretando la
doctrina cristiana a la luz de la filosofía griega, distorsionaron aquel mensaje y
propagaron formas falsas de la enseñanza cristiana.

Con el desarrollo del estudio de la Historia de las Religiones, esta perspectiva fue
abandonada, pasando a dejar clara y resuelta la idea de que el gnosticismo es un
fenómeno básicamente precristiano y un movimiento religioso independiente. En el
comienzo del siglo XX, Wilhelm Bousset declaró que “el gnosticismo es antes que
nada un movimiento precristiano con raíces en sí mismo. Deberá por tanto ser
entendido (....) en sus propios términos y no como una excisión o derivado de la
religión cristiana.” 1. Walter Bauer publicó en 1934 una obra que reconocía que
“originalmente, ciertas manifestaciones de vida cristiana que los autores de la
Iglesia denuncian como herejías, no habían sido nada de tal género, siendo por el
contrario las únicas formas de la nueva religión; esto es, en esas regiones, eran
simplemente el cristianismo”. 2
Los descubrimientos de Nag-Hammadi – Una nueva perspectiva

En 1945, un campesino encontró, en Namag-Hammadi, una pequeña localidad del


Alto Egipto, un gran jarro de cerámica conteniendo 12 libros de papiro
encuadernados en cuero. En total fueron descubiertos 52 textos. Después de largas
investigaciones, los estudiosos llegaron a la conclusión de que los papiros tenían
cerca de 1500 años y eran traducciones en copto de manuscritos aún más antiguos.
Las fechas de los textos originales están estimadas entre los años 50 y 180 de
nuestra Era. Se cree que los manuscritos fueron enterrados alrededor del siglo IV,
cuando, en la época de la conversión del Emperador Constantino, los obispos
católicos pasaron al poder y desencadenaron una campaña, por momentos muy
violenta y falta de escrúpulos, contra las llamadas herejías. 3

El descubrimiento de estos textos inició una época de investigación completamente


nueva, iluminando las raíces y los orígenes del Cristianismo, que difieren de la
versión que el poder vigente quiso hacernos llegar. La mayor parte de esta
literatura es netamente cristiana; sin embargo, algunos textos se aproximan a la
tradición judáica y otros a las tradiciones hindú y budista. En su conjunto, tales
escrituras apuntan a la idea de que los gnósticos fueron los primeros y verdaderos
cristianos, encontrándose entre aquellos que mejor comprendieron el mensaje más
profundo del Señor. Teniendo en cuenta la importancia de los Esenios y grupos
semejantes en la formación del Cristianismo primitivo, hay que hacer notar que
Helena Blavatsky, en el volumen III de su obra “Isis sin Velo”, sugiere que los
gnósticos serían los esenios: cuando éstos últimos desaparecieron, los gnósticos
surgieron y afirmaron su doctrina.

De manera que, el Gnosticismo deberá ser entendido como un penetrar en la cara


oculta del Cristianismo, comprendiendo, no solo sino además, las enseñanzas
destinadas a aquellos espiritualmente maduros y capaces de penetrar en los
Misterios. En uno de sus libros más maravillosos, el “Cristianismo Esotérico”,
Annie Besant declara que, de la misma forma que todas las tradiciones religiosas,
el Cristianismo tiene un lado secreto destinado a apenas solo a algunos, pues “las
religiones son dadas al mundo por hombres más sabios que las masas que los
reciben. Son destinadas a acelerar la evolución humana, y su acción, para ser
efectiva, debe alcanzar e influenciar individualmente a los hombres. Ahora, no
todos los hombres alcanzarán el mismo grado de evolución (...). Es, por lo tanto,
inútil querer dar a todos la misma enseñanza religiosa (...). Una religión debe de
ser graduada como la propia evolución, si no jamás alcanzará su fin.”
Las propias palabras del Maestro son claras y explícitas: “Y cuando se halló sólo,
los que estaban junto a él con los doce apóstoles le preguntaron acerca del sentido
de esta parábola. El les dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino
de Dios mas, a los que son de afuera, todas estas cosas son dichas a través de
parábolas”. “Así, les anunciaba la palabra mediante muchas parábolas semejantes,
según lo que eran capaces de oir. El no les hablaba sino por parábolas, pero
cuando estaba en privado, les explicaba todo a sus discípulos”. 4

Algunos de los propios padres de la Iglesia habían reconocido incluso la existencia


de una doctrina oculta. San Clemente de Alejandría escribió que “el Señor
permitió que participasen de esos Misterios divinos los que fueran capaces de
recibirlos. Ciertamente El no reveló a muchos lo que a esos muchos no pertenecía,
sino a los pocos a quienes sabía que pertenecía, los que eran capaces de recibirlos y
de amoldarse de acuerdo con ellos” 5. Y así, en cuanto los ortodoxos dependían
exclusivamente de las enseñanzas públicas y exotéricas que Cristo y los Apóstoles
proporcionaban a muchos, la mayor parte de los cristianos gnósticos poseían su
conocimiento secreto, conocido solamente por unos pocos. Nótese que los gnósticos
aquí retratados no se refieren a ninguno de los movimientos autodeterminados
gnósticos, sino a hombres auténticamente sabios como Valentín, Basílides, Marción
y Simón el Mago, entre otros.

Gnosis – autoconocimiento como conocimiento de lo divino

La gnosis es el conocimiento espiritual y sagrado, correspondiente al Gupta-vidya


de los hindús, la visión con los ojos del alma o percepción espiritual, y solo puede
ser alcanzado a través de la Iniciación en los Misterios Espirituales. 6

Para los gnósticos, la gnosis es (era) esencialmente un proceso de autoconocimiento


como conocimiento de Dios.

Abandonad la búsqueda de Dios y de la creación y demás cuestiones de índole


semejante. Conseguidlo tomándoos a vosotros mismos como punto de partida.
Aprended qué es lo que, dentro de vosotros, hace suyo todo cuanto existe y decid: “
Dios mío, mi razón, mi pensamiento, mi alma, mi cuerpo”. Aprended las fuentes de
la tristeza, de la alegría, del amor, del odio (...). Si investigaseis cuidadosamente
estas cuestiones, descubrireis a Dios en vosotros mismos. 7

El hombre que se conoce a sí mismo, al más profundo nivel, conoce


simultáneamente a Dios y para de hacer.
Golpead a la puerta que sois y caminad por la linea recta que sois. Pues si
caminaseis por la línea, será imposible que os extravieis (...). Abrid la puerta por
vosotros mismos, de manera que podais llegar a conocerla (...). Todo aquello que
abrieseis por vosotros mismos, lo abrireis efectivamente. 8

Mientras tanto, la idea, explicitada por Annie Besant en la “Sabiduría de los


Upanishads”, de que la Naturaleza del Espíritu Universal también se encuentra en
nosotros mismos, de que el Atman o Yo más interno, que es (uno con) Brahman
conoce la manifestación externa de Brahman, contribuye a la comprensión del
Reino de Dios referido en el Evangelio de Tomás. Tal como el Espíritu Universal se
encuentra en nosotros y fuera de nosotros, es posible conocer el Reino de Dios
dentro de nosotros, a través del autoconocimiento, y fuera de nosotros, a través del
conocimiento de las leyes que rigen el Cosmos, siendo éstas el Pensamiento Divino
encarnado. De hecho, el reino se encuentra dentro de vosotros, y a la vez se
encuentra fuera de vosotros. Cuando llegueis a conoceros, sereis entonces
conocidos, y percibireis que sois los hijos del Padre vivo. 9

En este viaje de autodescubrimiento la mente es nuestro guía fiel y la razón


nuestro maestro: (...) forjad vuestro guía y vuestro maestro. La mente es el guía,
pero el maestro es la razón. Vivid de acuerdo con vuestra mente (...). Adquirid
fuerza, pues la mente es fuerte (...). Encended la lámpara que teneis dentro de
vosotros. 10

La Resurrección como Iniciación

La Resurrección de Cristo no era interpretada de una forma literal sino simbólica.


Ella simbolizaba la forma como era posible experimentar la presencia de Cristo a
un nivel espiritual; ella es el momento de la iluminación, el momento en que se
alcanza la gnosis. Sobre este asunto, el Tratado sobre la Resurrección dice:

No supongan que la resurrección es una aparición. (...). En vez de eso lo que


deberíamos de sostener es que es el mundo que constituye una aparición y no la
resurrección. Esta es una revelación de aquello que en verdad existe y una
migración para lo nuevo.11
El autor de este texto considera la existencia humana normal como una muerte
espiritual y que, a través de la Resurrección, el hombre se vuelve espiritualmente
vivo. En el “Evangelio de Felipe” encontramos presente la misma idea:

Tú viste el Espíritu, tú te convertiste en el Espíritu. Tú viste al Cristo, tú te


convertiste en el Cristo. Tú viste al Padre, tú te convertiste en el Padre... 12

“Para los cristianos de los primeros siglos, Cristo era el símbolo vivo de la propia
divinidad en ellos, el fruto glorioso del germen que ellos forjaban en su propio
corazón. La doctrina del Cristianismo Esotérico no era la salvación por un Cristo
exterior, sino la glorificación y la perfección de todos en el Cristo interior.” 13

El Cosmos

De la misma manera que la tradición hindú, la filosofía gnóstica se asienta en la


concepción de un Dios Absoluto, la Divinidad Suprema, Transcendente a todo el
universo manifestado. Este Dios es El único Señor y Dios (...). Pues no fue generado
(...). Por consiguiente, en la acepción debida, el único Padre y Dios es aquél que no
fue generado por nadie. 14

La Raíz de Todo, el Inefable que reside en la Mónada. Reside por sí sólo en el


silencio (...) ya que, al final, El era una Mónada, y nadie existió antes que El. 15

En el “Libro de Melquisedec”, del Evangelio del Mar Muerto, se nos da una


magnífica descripción del Dios Inmanifestado:

Antes de que existiese una estrella brillando, antes de que hubiese ángeles
cantando, ya había un cielo, el hogar del Eterno, el único Dios. Perfecto en
Sabiduría, Amor y Gloria, el Eterno vivió una eternidad, antes de concretizar Su
bello sueño, la creación del Universo. Los incontables seres que componen la
creación fueron, todos, ideados con mucho amor. Desde el ínfimo átomo a las
gigantescas galaxias, todo mereció Su suprema atención.

Valentín, uno de los más sabios entre los gnósticos, comienza su exposición
filosófica con la premisa de que Dios es esencialmente indescriptible: nada se
puede decir acerca de su Seidad pues el mismo concepto está mucho más allá de
nuestra comprensión. No en vano sugiere que el Divino puede ser considerado
como una deidad “consistiendo, por un lado, en el Inefable, la Profundidad, el
Padre Primordial; y, por otro lado, en la Gracia, el Silencio, el Vientre y la Madre-
de Todo”. La misma idea puede encontrarse en dos textos más recientemente
hallados, “o Protenoia Trimórfico” (literalmente, el “Pensamiento Primordial
Triplemente Formado”):

Yo soy Protenoia, el Pensamiento que reside en la Luz (...). La que existe antes que
Todo (...). Yo soy la percepción y el conocimiento, y emito una Voz a través del
Pensamiento. 16

Yo soy Andrógino, Yo soy tanto Padre como Madre, ya que copulo conmigo mismo
(...). Yo soy el vientre que da forma al Todo. 17

En la Gran Anunciación, el origen del Universo es explicado de la siguiente forma:

Del poder del Silencio surgió un gran poder, la mente del Universo, que genera
todas las cosas, y que es un varón (...), el otro es una gran Inteligencia (...) es una
hembra que produce todas las cosas. 18

Helena Blavatsky, al describir las filosofía de Basílides, otro gran sabio gnóstico,
nos dice que él afirmaba que el “Padre desconocido, Eterno y No Creado, dió
nacimiento en primer lugar al Nous, la Mente, Esta emanó de sí misma al Logos.
El Logos (el “Verbo” de Juan) emanó a su vez a las Phrónesis, las Inteligencias. De
las Phronesis nació Sophia, la Sabiduría femenina, y Dynamis, la fuerza. Tales
fueron los atributos personificados de la misteriosa Divinidad, el quinterno
gnóstico, que simboliza a las cinco sustancias espirituales, aunque inteligibles, las
virtudes personales o los seres exteriores de la Divinidad desconocida. Esta es una
idea eminentemente cabalística; y más todavía es budista.”19

A través del estudio y el análisis comparativo de todas las grandes tradiciones


religiosas llegamos, necesariamente, a la conclusión de que no son más que las
vestiduras externas de aquélla que es la Religión Universal, la Sabiduría de “todos
los tiempos y lugares”. Incluso en este artículo, tratándose de una pequeña
introducción, podemos verificar que las semejanzas del sistema filosófico-religioso
gnóstico con las tradiciones hindú, budista y judaica son evidentes. Es importante,
por consiguiente, mostrar al mundo, enfermo y herido a causa de su propia
ignorancia, que la unidad de todas las religiones es un hecho y que es posible que
todas las naciones de la Tierra se respeten y vivan bajo la misma bandera, la
bandera de la Eterna Sabiduría.

Ana Isabel Neves


1 W. Bousset, Kyrios Cristos; traducción inglesa, 1913

2 W Bauer, Orthodoxy and Heresy in Earliest Christianity, 1971

3 Originalmente, una herejía nada más significaba un grupo; pero, gradualmente,


el significado adicional se unió a la palabra y se convirtió en un grupo que
profesaba una doctrina falsa.

4 S. Marcos IV, 10, 11, 33, 34; S. Mateo XIV, 11, 34, 36,; S. Lucas VIII, 10

5 Stromata, Libro I, cap.28

6 Blavatsky, Glosario Teosófico

7 Hipólito, REF 8.15.1-2

8 Enseñanzas de Silvano 106.30-117.20, NHL

9 Evangelio de Tomás 32-19-33.5, NHL

10 Enseñanzas de Silvano, 85.24-106.14, NHL

11 Tratado de la Resurrección 48.10-16, NHL

12 Evangelio de Felipe, 61.29-35, NHL

13 Annie Besant, El Cristianismo Esotérico

14 Tratado Tripartito, 51.24-25.6, NHL

15 Una exposición Valentina, 22.19-23, NHL

16 Protenoia Trimórfica 35.1-24, NHL

17 Protenoia Trimórfica 45.2-10, NHL

18 Hipólito, REF 6.18

19 Helena Blavatsky, Isis sin Velo

También podría gustarte