Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Las personas que ejercen el poder en estos estados van a transferir el poder a una
autoridad más grande. Se forma una monarquía, que va a definir a los Estados Modernos.
Van a tener también un control más extendido sobre territorios más amplios.
Los reinos se hacen más grandes, y van incorporando una multiplicidad de territorios.
Tenemos un proceso de transferencia de funciones, atribuciones, privilegios, derechos de
los múltiples estados a una autoridad mayor con una característica mayoritaria en Europa,
que estos estados se van a constituir como estados absolutistas.
Va a surgir una disciplina conocida como estadística, para cuantificar cuántas personas
habitan en un territorio monárquico, que producen, cuántos nacen, cuántos mueren.
Morgan: La revolución cautelosa APUNTES CLASE AGUS TEORICA
Lo moderno es que aparecen conceptos que definen un nuevo lenguaje político, la noción
del pueblo. Nueva identidad política abstracta. Podría haber sido radical, transformado el
orden político y social existente, reacomodamientos, pero no tan radicales como la
revolución francesa, que construye una sociedad con pilares nuevos.
Características:
Tudor, monarquía que llevaba a cabo este proceso de modernización. Avanzar en los
derechos que pertenecían a comunidades campesinas. Buscaban la eficiencia del uso de
las tierras. Cambio en el orden feudal, movilidad social ascendente.
Gentry, pequeños propietarios rurales, estrategias económicas que les permiten invertir.
- Parlamento, peso político y social en el régimen inglés. Sólo podía funcionar si el rey lo
convocaba, no era autónomo. Relación de equilibrio, reciprocidad. El rey convoca al
parlamento y el parlamento controla al rey.
La corona inglesa no tenía intención de ser absolutista. Hasta que llegan los Estuardo al
poder, que eran anglicanos.
Se dividen:
- Inglaterra anglicana.
- Irlanda católica.
- Escocia calvinista.
Revolución cautelosa (Morgan), escenario abierto entre el 1653 y 1659: porque estaban
las situaciones dadas para erradicar la monarquía, pero el parlamento destituido por la
misma monarquía, decide volver a ella. Lo único que podría asegurar el equilibrio era
volver a la monarquía, pero una que obedezca al parlamento.
Tories y Whigs: incipientes, grupos diferentes dentro del parlamento que luego serán
partidos políticos.
Sistema mixto, monarquía mixta. Se consolida la figura del primer ministro que surge de la
revolución gloriosa. Democracia, aristocracia y monarquía.
Revolución cautelosa: El cambio genera miedo, sobre todo a los nobles, por un nuevo
orden en la sociedad.
Con la muerte de Carlos II se produjo una crisis constitucional que llevaría a la Revolución
Gloriosa. Lo sucede Jacobo II, católico que podría llegar a imponer un régimen absolutista
como el francés. El parlamento se opone y se conforman dos grandes partidos políticos:
Whigs: Intereses de la burguesía, del comercio de ultramar. Buscan evitar que Jacobo
ascienda al trono. En contra del gobierno por derecho divino. Revivieron la soberanía del
pueblo. Temían que Jacobo o cualquier otro soberano católico, eliminará todas las
barreras constitucionales contra el catolicismo y el gobierno arbitrario que iba con él.
Esta vez no querían establecer un régimen republicano, sino que eligieron a Maria
Estuardo y Guillermo de Orange, a los que les correspondía el título por dinastía y eran
protestantes.
Jacobo acababa de tener un hijo varón, pero se hizo correr el rumor de que no era hijo
suyo. Juntos los tories, los whigs y Guillermo organizan un levantamiento y deponen a
Jacobo, que huye a Francia. Se formó una Convención (no Parlamento) que no sólo podía
juzgar la actuación anterior del rey Jacobo y cancelar su contrato, sino que también podía
comprometer a la comunidad en un nuevo contrato sobre las mismas bases, u otras
diferentes, con un nuevo rey o una nueva reina.
Antes de asumir Guillermo debió jurar lealtad al Bill of Rights. No podía revocar leyes, no
podía poner límites a la libertad de expresión, no podía disolver ni suspender el
Parlamento, el Parlamento se debía reunir periódicamente y el rey no podía establecer
impuestos sin su autorización.
Religiosamente: estipula que ningún católico fuera ungido rey y se purgó el Estado de
gente que no fuera anglicana. Fuera de eso se estableció la libertad de credo: fin a la
persecución de disidentes religiosos. Las funciones del rey fueron acotadas por ley a
cuestiones meramente protocolares.
El Parlamento gana poder frente al rey, pero estaba conformado por nobles y era muy
conservador.
Fue posible considerar lo ocurrido en 1689 como una disolución del gobierno y la
continuación de la comunidad. Pero incluso entonces la Declaración de Derechos tuvo
que ser interpretada no como una innovación, sino como una restauración de la antigua
constitución. Así pues, de manera cautelosa los ingleses restablecieron la soberanía
popular como la ficción de gobierno imperante, con el Parlamento sin reformar como su
beneficiario.
Clase 8:
Roger Chartier
En primer lugar, no es seguro que la multiplicación de los textos impresos que toman
partido en los "asuntos de Estado" implique, de por sí, el carácter popular de sus
compradores y lectores.
Los revolucionarios franceses tienen como modelo a seguir el caso inglés. Fenómenos
que son diferentes a la sociedad francesa, presencia de nobles, sectores privilegiados,
marca que el modelo contrario al inglés es el absolutismo.
1 Siglo de distancia, Inglaterra modelo político a seguir por los franceses. Los
revolucionarios deciden ser una monarquía parlamentaria, antes de ser una república.
Vovelle: La Revolución francesa puede ser vista como una revolución popular por una
participación central del pueblo en la calle, en las revueltas, tomando las armas. Violencia
popular sin precedentes.
Gobiernos populares, contaban con el apoyo del pueblo, pero no eran dirigentes de clases
bajas de origen burgués.
Los diferentes grupos políticos que emergen tienen origen burgués. No vemos al pueblo
en el gobierno, sino que el pueblo es representado por burgueses.
Grupo más radical: los jacobinos, liderados por Robespierre. El terror jacobino, sector de
mayor apoyo popular.
Proviene del iluminismo que se viene gestando en Francia, voluntad popular, todos los
ciudadanos tienen derechos, no son súbditos del rey, son sus ciudadanos. La ilustración
es previa a la revolución francesa.
Los pensadores, fundadores del iluminismo plantearon la revolución como algo factible.
Cultura popular: conocimientos, formas sociales que pueden ser alcanzadas por toda la
sociedad. Contraria a la cultura cortesana, elitista.
Los sectores más bajos no podían leer a los ilustrados franceses iluministas. Pero se
informan, primero viviéndolo día a día en la práctica, y además pueden leer escritos más
sencillos de fácil difusión. La política aparece como humor, arte, teatro…
Capítulo 7: Una nueva cultura política, Chartier – RESUMEN TEXTO (CAMI -TUT)
Burke sostiene que entre el siglo VI y VIII sucede una solicitud de la cultura popular. Los
campesinos y artesanos en Francia se interesaron cada vez más en las cuestiones
políticas, lo que en el largo tiempo produjo el desarrollo de su conciencia política. Por el
contrario, Chartier sostiene, que no hubo una “politización de la cultura popular” por medio
de la literatura, sino que esta politización se ve mediante las formas de imponerse ante la
autoridad → lecturas no son políticas.
Chartier afirma que la conciencia política y comprensión no va por lo que leen los
campesinos, sino por lo que hacen.
Biblioteca Azul:
Los temas de estos textos no tienen nada que ver con asuntos políticos
Se inclinan por cuestiones relacionadas a la religión y a la tradición
Son textos conformistas y tradicionales
El peso de la tradición religiosa en el campo francés es muy importante
Víctimas de estas rebeliones: los oficiales de la justicia, los soldados y los agentes
recaudadores
Características:
Cambian los objetivos: odio del campesino hacia el señor del lugar, el cura
diezmero, el granjero emprendedor.
Cambian los métodos: recurso sumarial ante la administración pública o ante la
justicia real
Se invierte la geografía de la resistencia: Francia del Este.
↳ Se transforma la visión que los campesinos tienen sobre las autoridades (fenómeno que
puede ir en su contra) → politización de los campesinos.
1614:
Hay expectativa por una reforma religiosa y protestas contra el régimen
feudal.
Se protesta contra las exigencias del estado y se respeta a las instituciones
protectoras→ señor feudal y el cura.
Reclamos por el aumento de la talla (tributo de mucho peso)
Proponen una forma de mecanismos de recaudación
Se lleva a cabo un control de las cuentas
Participación de los campesinos en asuntos políticos → Politización
Hay una gran preocupación religiosa
1789:
La queja fiscal sigue siendo significativa, siguen teniendo importancia las
reivindicaciones anti señoriales, y las que se refieren a la justicia y a los
oficios. No hay preocupación religiosa, pero si quejas contra el señor y el
diezmero.
Los impuestos directos son los más desprestigiados y lo esencial reside en
la reivindicación igualitaria.
Las expectativas son muy diferentes y tienden a cuestionar lo que antes
era evidente y a exigir que las autoridades tomen en cuenta las opiniones y
las aspiraciones populares.
Críticas a los distintos derechos feudales → el estado absolutista empieza
a emerger como autoridad
Los campesinos van hacia la justicia del rey
La monarquía canaliza y pacífica las demandas del campesinado →
demuestra su poder
Para fortalecer su poder, el rey escucha los reclamos de los campesinos
hacia los señores feudales → “(...) llevaron a intolerable la independencia
que antes se admitía como algo indiscutible”
La politización de las aldeas es la otra cara por la cual el estado
monárquico instaura su monopolio de violencia.
En las ciudades, de los conflictos multiplicados entre operarios y patrones, nace una
"politización" que transforma la relación con la autoridad.
Masonería: espacio nuevo donde los individuos no se distinguen entre sí por su condición
jurídica y donde sólo él mérito puede justificar la obtención de grados y dignidades.
Todos estos surgimientos de campos en los cuales los individuos participan como iguales,
donde se permite el libre ejercicio de la crítica y empieza a aparecer la idea de público: se
encarna espíritu de cuestionar la tradición, lo establecido. A medida que se difunde esto,
se hace más pensable un evento tal como la revolución francesa.
Conclusión
"No existe una verdadera revolución sin ideas que la alimenten -de lo contrario, sólo se
está en presencia de una revuelta o un golpe de Estado-: por eso, las bases intelectuales
e ideológicas de la oposición al gobierno son de una importancia primordial."
1. Aspiración religiosa
2. Referencia jurídica
3. Ideal cultural
4. Estado de ánimo
5. Frustración intelectual
Religioso y político.
Inglaterra: puritanismo
El lenguaje se transforma en causas políticas, siendo un canal y recurso para reforzar los
descontentos sociales.
Francia
Erosión de la autoridad.
Inglaterra.
Francia.
Los campesinos empiezan a cuestionar su rol y el rey empieza a ser mirado cada vez con
más crítica. Deja de ser autoridad indiscutida y respetada. A su vez, los burgueses son
movilizados por la frustración que ven en los puestos de trabajo: no valoran el mérito, se
valora “la sangre” porque son parientes del rey.
Intelectuales frustrados.
Francia
Muchos de los que se dedican a escribir panfletos en contra de autoridad real, y que van a
ser revolucionarios; son jóvenes que pretenden dedicarse a carrera literaria pero no
encontraron oportunidades de hacerlo. Empiezan a enarbolar la bandera de los derechos
del talento en contra de los privilegios.
Los accidentes económicos más graves eran las crisis de subproducción agrícola (la
importancia de la industria en esta época quedaba relegada a segundo término).
El tradicionalismo y el atraso de las técnicas agrícolas, evidente en comparación con
Inglaterra, refuerza la imagen de un campo inmutable.
El sistema social francés seguía aún reflejando la importancia de los tributos señoriales.
Los juristas llamaban complejo feudal al peso de los tributos feudales y señoriales que
recaían sobre la tierra. Esta nebulosa de derechos incluía rentas en dinero y un porcentaje
que debía entregarse sobre las cosechas, entre otros impuestos. El señor detentaba un
derecho de justicia sobre los campesinos de sus tierras, si bien es cierto que la apelación
a la justicia real ponía este derecho cada vez a menudo en tela de juicio.
La versión francesa del feudalismo, a mitad de camino entre uno y otro sistema
(feudalista-capitalista, no como Inglaterra que ya se encontraba más en el otro extremo),
es vivida tal vez tanto más dolorosamente cuanto que se hallaba ya en la última fase de
declinación.
El clero y la nobleza se beneficiaban con los privilegios fiscales que los ponían casi por
completo a cubierto del impuesto real. Pero también había privilegios honoríficos y en el
acceso a los cargos (se prohibía al Tercer Estado en el acceso a los grados oficiales
militares). Detrás de estas ficciones de una sociedad de órdenes se vislumbra la realidad
de los enfrentamientos de clases.
Francia padecía la debilidad e incoherencia del sistema del impuesto real: la carga de
este impuesto era diferente según los grupos sociales, así como lo era también según los
lugares y las regiones.
La crisis social de fin del Antiguo Régimen es una impugnación del orden de la sociedad.
Uno de sus niveles fue la declinación de la aristocracia nobiliaria: una parte de la nobleza
vivía por encima de su capacidad económica lo que la llevó a endeudarse (tanto la alta
nobleza parasitaria de la corte de Versalles como para la nobleza media provinciana).
Esta riqueza que poseía la nobleza, que era originada en la renta de la tierra, está en
declinación relativa en relación con la explosión del beneficio burgués.
Consecuentemente, los señores resucitan antiguos derechos y a menudo se aferran
con éxito a las tierras colectivas o a los derechos de la comunidad rural.
Sería imposible describir la crisis final del Antiguo Régimen exclusivamente en términos
de contradicciones internas; pues también sufrió un ataque desde el exterior, a partir de la
burguesía y los grupos populares.
Una crisis económica generó el descontento sobre todo en las clases populares.
Los conflictos sociales, asociados a la carestía de la vida, otorgan una amplitud
inédita al malestar político, que hasta ese momento se había polarizado hacia el
problema del déficit (el que es tan antiguo como la monarquía).
Mediante la utilización del marco de las asambleas electorales de los Estados Generales,
a partir de los primeros días de junio la burguesía parisina echa las bases de un nuevo
poder y el pueblo de parís comienza a armarse: se apodera de la Bastilla, fortaleza y
prisión real. El alcance de este episodio trasciende con mucho el mero hecho
considerado en sí mismo para convertirse en el símbolo de la arbitrariedad real y, en
cierto modo, del Antiguo Régimen que se hunde.
Las conquistas más importantes, las que han cuestionado profundamente el orden social,
son el fruto de la presión revolucionaria de las masas. La realización del nuevo sistema
político, lejos de tener como base un compromiso amistoso, reveló la existencia de
tensiones cada vez más grandes.
La denuncia del feudalismo de parte de los nobles más lúcidos y realistas llevó a una
moción general que tendía a destruir el conjunto de las cargas feudales y de los
privilegios. El decreto final declara que la Asamblea Nacional elimina el sistema
feudal en su conjunto; sin embargo, introduce distinciones sutiles entre derechos
personales y derechos reales que gravaban la tierra. A pesar de esta distinción, el decreto
se fundaba en la igualdad y la libertad de iniciativa.
La escalada revolucionaria
La contrarrevolución en acción corre primero a cargo del grupo de los emigrados. Esta
disponía aún de muy sólidos apoyos en el aparato del Estado y, junto con las actividades
de conspiración, no es difícil distinguir una contrarrevolución oficial o desde arriba.
Como contrapartida de esto surge la politización y el compromiso creciente de las masas
urbanas y rurales. El resurgimiento del malestar económico contribuyó a esta creciente
movilización. Es en este tiempo que se lleva a cabo la emancipación de los restos
del derecho señorial que aún quedaba. Por otro lado, el gran aumento de volumen de
la prensa fue uno de los elementos de esta politización acelerada de las masas.
Con este nuevo sistema por base se reunió la nueva asamblea llamada Asamblea
Legislativa, donde muchos de los constituyentes se presentaron con la intención
de clausurar la revolución. (“La burguesía y el pueblo unidos han hecho la
Revolución. Solo su unión puede conservarla” (p. 38)).
Esta condición de supervivencia es mucho más que una simple alianza. Sin embargo, los
girondinos solo veían en esta alianza una necesidad sufrida con impaciencia al
no compartir aspiraciones sociales y económicas, de modo que muy pronto se abriría un
abismo entre los unos y el otro.
El acelerador de esta evolución fue la guerra que haría más rígidas las opciones políticas
y más graves las tensiones sociales: La Constituyente ya había chocado con la hostilidad
de la Europa monárquica, y sobre todo por temor al fermento revolucionario. Tal como lo
preveían los girondinos, la guerra obligó al rey a quitarse la máscara y poner
al descubierto sus armas. Pero las esperanzas del rey y de los aristócratas también se
vieron confirmadas, pues las primeras acciones resultaron desastrosas para las armas
francesas, en plena desorganización por la emigración de la mitad de sus oficiales. El
aumento de los peligros provocó en Paris una jornada revolucionaria en 1892, la que fue
un fracaso anunciando la movilización popular que se estaba gestando. En el país se
multiplicaron las declaraciones que pedían la destitución del rey.
La Asamblea votó la suspensión del rey de sus funciones y la familia real será
encarcelada. Se decidió la convocatoria a una Convención Nacional elegida por sufragio
universal, para que dirigiera el país y la dotara de una nueva constitución.
Es evidente que para una parte de la burguesía francesa el mayor peligro era la
subversión social, es por esto que veían el retorno al orden como una necesidad.
Para otros, por el contrario, lo más importante era la defensa de la Revolución contra el
peligro aristocrático (contrarrevolución o coalición Europea) y esta defensa impone una
alianza con el movimiento popular, aun cuando esto obligaba a dar satisfacción a las
reivindicaciones sociales de estas capas, y adoptar una política muy alejada del
liberalismo burgués.
- Vovelle menciona que para definirse mejor a los girondinos y montañeses debe tenerse
en cuenta a una tercera fuerza fuera de las asambleas: los sans-culottes; más tarde
surgieron los hebertistas, quienes aspiraron a apoyarse en este.
Una vez aprisionado, Luis XVI fue juzgado por la Convención en diciembre de 1792.
Los líderes de la montaña, cada uno a su manera, se unieron para pedir la muerte de Luis
XVI en nombre del Comité de Salvación Pública y de las necesidades de la Revolución.
La muerte se aprobó, y eso aseguró la marcha de una revolución irreversible.
Consecuentemente, las guerras en las fronteras aumentaban de intensidad con la
ejecución del rey.
En una primera fase, la Revolución aportaba la libertad; solo más tarde aparecen
los aspectos negativos de la conquista. La ejecución del rey enriquece la coalición con
nuevos aliados: España, el reino de Nápoles, los príncipes alemanes y, sobre todo,
Inglaterra, que se siente directamente amenazada por la anexión de Bélgica.
¿Se trataba de una solidaridad sin fisuras? La fuerza colectiva de los bras-nus sería mero
instrumento de la burguesía roberspierrista para sus fines propios.
El término Terror abarcaba mucho más que la represión política, pues se extiende al
dominio económico y define la atmosfera que reinaba en ese momento.
A pesar de que la política de precios máximos se fue haciendo cada vez más impopular
tanto entre los productores como entre los asalariados, no por ello dejó de asegurar a las
clases populares urbanas una alimentación adecuada durante toda la época del Terror.
El entusiasmo revolucionario, junto con general jóvenes que utilizan una técnica nueva de
guerra conquistan en esos años victorias decisivas en los Países Bajos y en Alemania.
Clase 10: Peter McPhee, La Revolución Francesa, 1789-1799. Una nueva Historia
Características de la revolución:
- La velocidad de la revolución, ocurre en meses.
- Nivel de cambio constante
- Violencia.
• Mayo de 1788: Luis XVI anuncia la celebración de los Estados Generales para el
próximo año.
• 5 de mayo de 1789: Apertura de los Estados generales en Versalles
• 17 de junio de 1789: Los integrantes del Tercer Estado se constituyen en Asamblea
Nacional
Los ingleses miran a la revolución francesa como pura violencia sin control, no es una
revolución. Burke (1790) (otro Burke, no Peter): la revolución va a llevar a una violencia
sin límites.
Participación del pueblo, tomar armas. En cambio, en Estados Unidos se daba a través de
las urnas.
McPhee:
Busca una solución intermedia. Igual que Anderson. Si el terror fuese una característica
de la revolución francesa desde un primer momento, el terror es constante, la violencia de
los jacobinos tendría que ser la misma. Para McPhee, el terror jacobino es la
radicalización de ese movimiento radical.
La radicalización en los jacobinos está en cómo quieren ellos quieren que se lleve a cabo
la reforma. Todos quieren cambiar, ser revolucionarios, pero está el cómo (Levellers/
protestantes radicales). A ojos del rey, el parlamento también es radical, a ojos del
parlamento los levellers son radicales.
Según McPhee los jacobinos son radicales por el cómo quieren hacer la revolución,
porque el objetivo que tienen es el mismo que el de los girondinos, hasta Napoleón.
Salvar la revolución, por un lado consolidarla, y por otro, evitar la contrarrevolución. Todos
siguen esto, para los girondinos, era ganar la guerra. Para los jacobinos, la revolución era
cambiar la identidad cultural y nacional en Francia.
Si el pueblo participa a gran escala, y sus primeras acciones son violencia. Por eso se
limita la violencia, la asamblea nacional ofrece voto, hombres, blancos, etc., voto
restringido. (Agregado, principio de restricción, se limite, no solo quienes pueden votar,
sino quienes pueden ser elegidos). Para cuidar quienes van a ser representantes en
Francia, para evitar que la violencia llegue al gobierno.
El pueblo está presente en la toma de la Bastilla, en la fuga del rey, fin de la monarquía,
comienzo de la república, victorias militares de Napoleón.
Ataque a la iglesia.
McPhee:
Proceso de desacralización: reducir la influencia de la Iglesia en los asuntos públicos. Les
confiscan las tierras, y su poder sobre la educación. El Estado revolucionario se queda
con la educación, crea una identidad nacional, no católica, francesa.
Atacar al papa, al Vaticano, al resto de las monarquías. Proceso a gran escala en Europa.
Independencias latinoamericanas. De ahí surge la guerra.
Ejército: revolución política, hombres dispuestos a morir por la revolución, en un ejército.
Era requisito para acceder al voto.
La guerra: todos menos Francia, evitar que avance la revolución, por eso todos temen por
el avance de la revolución en el resto de Europa, se alían. Ruta austríaca, María Antonieta
era la hermana del emperador de Austria, no solo se escapan los nobles, sino que el
propio rey se escapa para atacar a la revolución. Surge otra postura, ya no se puede
sostener la monarquía, el jefe del ejército no es el rey de Francia, no tiene sentido, sino
que son Robespierre, etc. Capturan al rey en su camino a Austria. Fuga de Varennes
(Junio de 1791). Sin la caída de la monarquía no hay revolución. El rey cae por su propio
absolutismo. Lo retienen en París, Astillerías (Louvre).
Constitución, monarquía constitucional, cambia el título del rey. No es rey de Francia, sino
que es rey de los franceses. No hay lógica de sostener una monarquía.
McPhee:
Del 92 al 94: Papel de las mujeres en Francia: ocupar lugares que antes estaban
ocupados por hombres. Las mujeres obtienen una serie de derechos, como el divorcio,
asociados a los bienes.
Jacobinos, ampliación de los derechos, todos los hombres pueden votar, abolición a la
esclavitud. Pero Robespierre no quiere que las mujeres participen. Todo lo que habían
llegado a ampliar, termina, llega a 0.
Monarquía constitucional:
Convención: participantes burgueses, girondinos y jacobinos. Los dos tenían la intención
de salvar la revolución. Los girondinos quieren juzgar al rey, hacerse cargo de la guerra,
ganar la guerra. Tenían un ejército de miles y miles de soldados, pero no tenían órden,
jefes de ejército (nobles muertos o exiliados). Aparece Napoleón. Al ejército le va mal, y
por eso dominan los jacobinos.
Robespierre: al rey no hay que juzgarlo porque ya ha sido juzgado (por el pueblo). Habla
como si él fuera la única voz del pueblo.
Para los jacobinos ganar la guerra era secundario, primero debían tener un cambio
cultural profundo (sentido cívico), asegurar la revolución. Para esto:
Lo que une a todos los revolucionarios son los ideales, la revolución. Los jacobinos son
radicales en el sentido de la radicalización del cambio. Sin violencia no hay cambios, pero
guillotina no es lo mismo que jacobinos, la guillotina ya estaba antes del Terror.
Una de las experiencias de mayor apoyo popular, perdió todo su apoyo. Caída de
Robespierre, cierre de la etapa radical, comienza etapa termidor. Discusiones sobre
cuándo termina la Revolución Francesa. Nuevo espíritu moderado. Los nuevos deseos
son moderados en su planteamiento.
La Constitución de 1793 se había comprometido como nunca lo había hecho antes con
los derechos sociales y la Convención adoptó las medidas necesarias para ampliar los
derechos a los niños. Al igual que en la política educativa, el compromiso de los
jacobinos para erradicar la pobreza fracasó debido a las exigencias financieras de la
guerra y la falta de tiempo.
En las ciudades y en los pueblos, las reuniones de los clubes y las secciones a menudo
se inspiraban en formas religiosas en lo concerniente a su organización, pero en cuanto
su contenido se basaba en la experiencia revolucionaria.
La visión de Robespierre de una sociedad regenerada, virtuosa y abnegada era, para él,
la única razón de ser de la revolución. Sin embargo, al final el pueblo francés que
Robespierre veía en el espejo no era un reflejo de sí mismo. Para la mayor parte de la
Convención el objetivo del Terror era la consecución de la paz, y los controles
económicos y políticos no eran más que imposiciones temporales y lamentables para
alcanzar aquel fin: la habitual extensión de los poderes del Comité era un
reconocimiento de sus logros y de la persistente crisis de guerra, pero no una medida de
apoyo a la ideología jacobina.
Los partidarios de Robespierre caminaban por un angosto sendero entre sus seguidores
cada vez más desorientados dentro y fuera de la Convención, y decidieron tratar de
moldear la opinión pública en nombre de la voluntad y moralidad revolucionaria que
aseguraban monopolizar.
Las divisiones entre los patriotas desesperaban a los dirigentes jacobinos. Se inició un
debate sobre si las obras no revolucionarias eran necesariamente no patrióticas. En
mayo, Robespierre tomó cartas en el asunto permitiendo que las obras del antiguo
régimen se representasen intactas, en un intento por resolver la tensión y utilizar
material prerrevolucionario con fines revolucionarios. La implicación directa de las artes
creativas en la política del Terror iba a tener consecuencias trágicas.
Periodo donde el terror adquirió mayor intensidad: va en mediados del año 1793 y 1794;
se empiezan a tomar medidas para silenciar ya aumentan el número de gente apresada
y ejecutada por el gobierno.
Medidas llevadas a cabo por distintos sectores sociales para terminar con el pasado y
crear un orden nuevo:
El país era ya una economía de mercado con un amplio y creciente sector manufacturero.
Los ingresos medios de los ingleses aumentaron sustancialmente en la primera mitad del
siglo XVIII por una población que se estancaba y a la falta de trabajadores. Quizás tres
casos especiales sean excepción: el transporte, los alimentos y los productos
básicos, especialmente el carbón. Desde principios del siglo XVIII se llevaron a cabo
mejoras muy sustanciales y costosas en el transporte tierra adentro con el fin de disminuir
los costos prohibitivos del transporte de superficie.
La principal ventaja del mercado interior preindustrial era, por lo tanto, su gran
tamaño y estabilidad. Es posible que su participación en la revolución industrial según
Hobsbawm fuera modesta, pero es indudable que promovió el crecimiento económico y
siempre estuvo en condiciones de desempeñar el papel amortiguador para las industrias
de exportación más dinámicas frente a las repentinas fluctuaciones y colapsos. Este
mercado proporcionó la base para una economía industrial generalizada. Es posible que
el mercado interior no proporcionara la chispa, pero suministró el combustible y el tiro
suficiente para mantener el fuego de la revolución.
La base preindustrial de la industria del carbón fue más importante que la del hierro, por
su función como combustible; mientras que la demanda de hierro se basaba en
cuestiones agrícolas. La auténtica revolución industrial de ambos materiales debería
esperar hasta la época del ferrocarril. Sin embargo, las mejoras descritas en el trasporte
terrestre fueron fundamentales para establecer una amplia plataforma para estas
industrias. Las industrias para exportación trabajaban en condiciones muy distintas y
potencialmente mucho más revolucionarias. A la larga, estas se extendieron más y con
mayor rapidez que las de los mercados interiores. La demanda interior crecía, pero la
exterior se multiplicaba (principalmente con la manufactura del algodón). Este
extraordinario potencial expansivo se debía a que las industrias de exportación no
dependían del modesto índice “natural” de crecimiento de cualquier demanda interior del
país. El país que conseguía monopolizar o concentrar los mercados de exportación de
otros podía desarrollar sus industrias de exportación a un ritmo que hacia la revolución
industrial no solo practicable para sus empresarios sino virtualmente compulsoria. Esto
sucedió en Inglaterra.
El nuevo tipo de relaciones establecido en las zonas adelantadas y el resto del mundo
tendió constantemente a intensificar y ensanchar los flujos del comercio. La poderosa,
creciente y dinámica corriente de comercio ultramarino
que arrastró con ella a las nacientes industrias europeas era difícilmente imaginable sin
este cambio. En Europa, la constitución de un mercado para productos ultramarinos de
uso diario, en ultramar en la creación de sistemas económicos para la producción de tales
artículos y en la conquista de colonias destinadas a satisfacer las ventajas económicas de
sus propietarios europeos.
Los ingleses, tanto por su política y fuerza como por su capacidad empresarial e inventiva
se hicieron con el mercado. Detrás de la revolución industrial inglesa, está esa proyección
en los mercados coloniales y “subdesarrollados” de ultramar y la victoriosa lucha para
impedir que los demás accedieran a ellos. La economía industrial británica creció a partir
del comercio, y especialmente del comercio con el mundo subdesarrollado. A todo lo largo
del siglo XIX iba a conservar este peculiar modelo histórico: el comercio y el transporte
marítimo mantenían la balanza de pagos británica y el intercambio de materias primas
ultramarinas para las manufacturas británicas iba a ser la base de la
economía internacional de Gran Bretaña. Mientras aumentaba la corriente de
intercambios internacionales, en algún momento pudo advertirse una revitalización
general de las economías internas. La revolución industrial se forjó en las
décadas posteriores a 1740, cuando este masivo pero lento crecimiento de las economías
internas se combinó con la rápida expansión de la economía internacional, y en el país se
supo movilizar las oportunidades internacionales para llevarse la parte del león en los
mercados de ultramar.
Los que llevaron a cabo esta revolución la concibieron como una serie de adiciones y
sustracciones, la diferencia de coste entre comprar en el mercado más barato y vender en
el más caro, entre costo de producción y precio de venta, entre inversión y beneficio. No
obstante, el autor considera que esta revolución no fue un simple proceso de adición
y sustracción, sino un cambio social fundamental que transformó las vidas de los
hombres. En sus fases iniciales destruyó sus viejos modos de vida y les dejó en libertad
para que se descubrieran o se construyeran otros nuevos si podían y sabían cómo
hacerlo.
Una consecuencia importante de esta continuidad fue que las nacientes clases
comerciales hallaron un firme patrón de vida aguardándoles. El éxito social no iba a
significar ninguna incógnita, ya que, a través de él, cualquiera podía elevarse a las filas de
la clase superior. La revolución industrial no supuso tampoco para él
transformaciones esenciales excepto quizá las que pudieran experimentar los artículos
que compraba y vendía. Sin embargo, la inserción en la oligarquía aristocrática era solo
asequible a una minoría. La gran masa de gentes que se elevan desde inicios modestos a
la opulencia comercial era demasiado numerosa para poder ser absorbida. Este grupo fue
adquiriendo cada vez mayor conciencia como “clase media” y no ya como una “capa
media” de la sociedad. Como tal clase, exigía derechos y poder, además de no estar
vinculada emocionalmente con el antiguo régimen. Aunque la revolución industrial cambió
fundamentalmente sus vidas asentándoles en nuevas ciudades, planteándoles a ellos y al
país nuevos problemas, no les desorganizó. Las sencillas máximas del utilitarismo y de la
economía liberal les dotaron de la guía que necesitaban. Las fortalezas del privilegio
aristocrático, la superstición y la corrupción les protegían también de las incertidumbres y
problemas que acechaban al otro lado de sus muros.
El ideal de una sociedad individualista, una unidad familiar privada que subvenía a todas
sus necesidades materiales y morales sobre la base de un negocio privado, les convenía
porque eran gentes que ya no necesitaban de la tradición. La clase media triunfante y
aquellos que aspiraban a emularla estaban satisfechos. No así el trabajador pobre
cuyo mundo y formas de vida tradicionales destruyó la revolución industrial, sin ofrecerle
nada a cambio.
El trabajo en una sociedad industrial está constituido, sobre todo, por la labor de los
“proletarios”, que no tienen otra fuente de ingresos más que el salario en metálico que
perciben por su trabajo. La revolución industrial sustituyó al servidor y al hombre por el
“operario” y el “brazo”. El trabajo industrial también impone una regularidad, rutina
y monotonía completamente distintas de los ritmos de trabajo preindustriales. La industria
trajo consigo la tiranía del reloj, la máquina que señalaba el ritmo de trabajo y la compleja
y cronometrada interacción de los procesos. Si la gente no quería tomar estos nuevos
caminos, se les forzaba a ello por medio de la disciplina laboral y las sanciones. El trabajo
en la época industrial se realizaba cada vez con mayor frecuencia en los alrededores de la
gran ciudad (generando una gran contaminación).
Hobsbawm concluye que la ciudad destruyó la sociedad. Para sus habitantes pobres
la ciudad era más que un testigo presencial de su exclusión de la sociedad humana: era
un desierto pedregoso, que a costa de sus propios esfuerzos tenían que hacer habitable.
La experiencia, tradición, sabiduría y moralidad preindustriales no proporcionaban
una guía adecuada para el tipo de comportamiento idóneo de una economía capitalista.
La misma ignorancia material acerca de cuál era el mejor modo de vivir en una ciudad o
de comer alimentos industriales podía hacerles más pobres de lo necesario.
Este conflicto entre la “economía moral” del pasado y la racionalidad económica del
presente capitalista era evidente en el ámbito de la seguridad social. Mientras esta
dependió de los propios esfuerzos de los trabajadores, solio ser económicamente ineficaz
comparada con la situación de la clase media, cuando dependió de sus gobernantes,
quienes determinaban el grado de asistencia pública, fue el motor de degradación y
opresión más que medio de ayuda material. La Gran Bretaña semi-industrial preparó y
anticipó en cierto modo la era industrial (por ejemplo, la institución fundamental para la
defensa de la clase obrera, la trade union, ya existía).
En un sentido muy real, el grueso de los trabajadores británicos se había adaptado a una
sociedad cambiante, que se industrializaba, aunque aún no estuviera revolucionada. Para
determinados tipos de trabajo, cuyas condiciones aún no habían cambiado
fundamentalmente, las viejas tradiciones podían ser suficientes. Por encima de todo, las
profesiones como las de los artesanos o jornaleros agrícolas representaban el ideal de
libertad e independencia en una época en que todo el mundo conspiraba para degradar al
trabajo. Sin embargo, aun estas no eran más que soluciones de transición para el
problema obrero.
En Gran Bretaña no existió nunca la más mínima escasez de capital, dada la riqueza del
país y el bajo costo de los primeros procesos industriales, pero una gran parte de los que
se beneficiaron de esta transferencia de las rentas invirtieron el dinero fuera del desarrollo
industrial directo o lo dilapidaron sin más, obligando así al resto de los empresarios (más
pequeños) a presionar aun con mayor dureza sobre el trabajo. No hay duda, tampoco, de
que las condiciones de vida de determinadas clases de población, se deterioraron. Estas
clases estaban compuestas básicamente por los jornaleros agrícolas en general. Los
tejedores ingleses se fueron empobreciendo progresivamente en un vano intento de
competir con las nuevas máquinas a costa de trabajar más barato. Lo que sí es
completamente cierto es que no existió una mejora general significativa.
Puede haber habido un deterioro hasta el 1845, pero a partir de entonces hubo una
mejoría indudable. A partir de 1840 el consumo creció de forma significativa (hasta
entonces, no había experimentado grandes cambios). Tras esta década las cosas
mejoraron durante la mayor parte de estos años, el palpito de una inminente explosión
social que había flotado en Gran Bretaña casi constantemente desde el fin de las guerras
napoleónicas desapareció. Los ingleses dejaron de ser revolucionarios. Este penetrante
desasosiego social y político no refleja tan solo la pobreza material, sino la pauperización
social: la destrucción de las viejas formas de vida sin ofrecer a cambio un sustitutivo que
el trabajador pobre pudiera contemplar como equivalente satisfactorio. Partiendo de
distintas motivaciones, el país se vio inundado por poderosas marcas de desesperación
social. En las zonas agrícolas las algaradas fueron ciegas, espontaneas y cuando tenían
objetivos definidos obedecían casi enteramente a motivaciones económicas.
McPhee, en cambio, habla más de los Jacobinos y el Terror. Profundidad del terror, dice
que fue el recurso para consolidar el proceso revolucionario por los jacobinos. Violencia
simbólica y física.
La consolidación de la sociedad francesa se da gracias a la idea del nacionalismo.
Revolución francesa:
1789 - 1791: etapa democrática liberal.
1792 - 1794: jacobino = terror.
1794 - 1799: termidor, directorio. 1814
Hobsbawm:
Hobsbawm propone pensar al S18 como una serie de transformaciones, un proceso que
impacta en lo política en Francia, y económico social en Inglaterra. Inglaterra ya tenía
marcos institucionales para darle lugar al desarrollo económico.
Para la burguesía francesa que buscaba librar sus fuerzas, era seductora la idea del
ascenso social y político que sucedía con la burguesía inglesa. En Inglaterra se estaba
dando un modelo de tracción para la burguesía francesa.
Para Hobsbawm no era una revolución industrial, sino un proceso de industrialización. Los
efectos de este proceso, si bien cambian la sociedad inglesa, el proceso en sí mismo es
paulatino y silencioso, no radical y esplendoroso como el de la revolución francesa.
Take off, despegue de la economía inglesa, no hay un despegue drástico de la economía,
es una revolución agrícola, cambiando las formas de explotación de la tierra, y las formas
de acumulación. La industrialización se da en el marco del S17.
¡Por qué en el S18 es la revolución?:
Revolución científica. Ideas vinculadas al pensamiento científico adquieren importancia en
el mundo europeo, predominio de la razón. Esas ideas van a ser utilizadas en una clave
racional para mejorar las claves de producción. Conjunto de hombres que estaban
familiarizados con el mundo de los negocios, y empiezan a tomar riesgos, sus estrategias
de negocios son más riesgosas, y tiene que ver con la revolución. Ya no solo se invierte
en tierras, sino que también en la producción de manufacturas. Se requieren flujos de
capital, que intervienen en el comercio. Parte del excedente del cual se disponía, provenía
de la exportación de cereales del norte de Francia. Procesos de acumulación que les
permite a los propietarios de tierra comenzar a invertir en la industria manufacturera.
Factores externos:
Factores internos:
Gran Bretaña logra sacar una extensa ventaja sobre sus dominios de ultramar:
Producción activa:
- Mercado interior: hay que construirlo, hay que generar una demanda de nuevos
productos. En el consumo de las poblaciones inglesas no era habitual consumir
vestimenta,
por ej. La estrategia comienza a ser cómo se ubica la burguesía en ascenso como grupo
consumidor, productos múltiples, grupos que pasan a ser consumidores, para eso se
necesita que los bienes sean baratos. La llegada de determinados productos era
compleja, y los productos se distribuían de manera restringida, trayecto a sangre.
Ferrocarril, abarata y acorta distancias. Todo eso permite la creación de un mercado
interno.
- Mercado exterior
Tres factores:
Transporte
Alimentos.
Insumos.
Industria rural a domicilio: tiene una especialización, es decir, alguien que sabe como
buscar las materias primas y cómo transformarlas. Sale más caro, por más tiempo y más
trabajo. Maestro artesano que dispone de familia o aprendiz que lo ayudan. Son caros
porque con la venta de esos artículos deben sustentar a su familia.
Van perdiendo peso porque en el contexto inglés son reemplazados por un taller. Luego
se le da el lugar a la fábrica. Corazón de la actividad industrial. Espacio que dispone de
máquinas, reemplazan a la mano de obra calificada, porque abarata los costos de
producción y multiplica los bienes producidos.
Por esto, puede ir creando un mercado, alta oferta de bienes manufacturados.
Thompson: ya había un grupo social que se identificaría con lo que luego va a ser una
clase obrera.
El autor comienza su texto con el concepto de clase. Por esto entiende un fenómeno histórico
que unifica una serie de sucesos dispares y aparentemente desconectados, tanto por lo que se
refiere a la materia prima de la experiencia como a la conciencia. Lo ve como algo que tiene
lugar de hecho (y se puede demostrar que ha ocurrido) en las relaciones humanas. Entraña la
noción de relación histórica. La experiencia de clase está ampliamente determinada por las
relaciones de producción en las que los hombres nacen, o en las que entran de manera
involuntaria. La conciencia de clase es la forma en la que se expresan estas experiencias
en términos culturales: encarnadas en tradiciones, sistemas de valores, ideas y formas
institucionales. Se la puede describir como hombres que se encuentran en una determinada
relación con los medios de producción.
La clase obrera existe, y se puede definir con cierta exactitud como componente de la estructura
social. Thompson cree que, si se detiene la historia en un tiempo determinado, entonces
no hay clases sino simplemente una multitud de individuos con una multitud de
experiencias. Pero si se observa a estos hombres durante un periodo de tiempo
suficiente de cambios sociales se pueden observar pautas en sus relaciones, sus ideas y
sus instituciones. La clase la definen los hombres mientras viven su propia historia, y al
fin y al cabo, esta es su única definición.
La energía del vapor y la fábrica de algodoneros = la nueva clase obrera. Se veía a los
instrumentos físicos de la producción dando lugar a nuevas relaciones sociales, instituciones y
formas culturales. Quizá sea la escala e intensidad de esa agitación popular multiforme la que,
más que cualquier otra cosa, ha dado lugar a la sensación de algún cambio
catastrófico. Cuando toda esa agitación popular se asocia al espectacular ritmo de cambio de la
industria del algodón, es natural suponer una relación causal directa. La fábrica de
algodoneros aparece no ya como el agente de la Revolución industrial, sino también de la
social; produce no solo las mercancías, sino también el propio Movimiento Obrero. La
revolución industrial, que empezó como una descripción, se invoca hoy como una explicación.
El algodón fue la industria puntera de la Revolución industrial, y la fábrica del algodón sirvió de
modelo básico para el sistema fabril. Sin embargo, no se debería dar por sentado cualquier
correspondencia automática, o demasiado directa, entre la dinámica del crecimiento económico
y la dinámica de la vida social o cultural. El énfasis exagerado en la novedad de las fábricas de
los algodoneros puede conducir a una subestimación de la continuidad de las tradiciones
políticas y culturales en la formación de las comunidades obreras. Es discutible si la mano de
obra fabril formó el núcleo del movimiento obrero antes de los últimos años de la década de
1840.
El énfasis exagerado en la novedad de las fábricas de los algodoneros puede conducir a una
subestimación de la continuidad de las tradiciones políticas y culturales en la formación de las
comunidades obreras, porque los trabajadores fabriles eran los recién llegados y no los
“primogénitos” de la revolución industrial”. Por esto, es discutible si la mano de obra fabril formó
el núcleo del movimiento obrero antes de los últimos años de la década de 1840. En muchas
ciudades, el núcleo real de donde el movimiento obrero extrajo ideas, organización y lideres
estaba constituido por zapateros, tejedores, talabarteros y guarnicioneros, libreros, impresiores,
obreros de la construcción, pequeños comerciantes y otros por el estilo. El vasto mundo del
Londres radical, entre 1815 y 1850 no sacó su fuerza de las principales industrias pesadas, sino
de la multitud de oficios y ocupaciones menores. Por esta diversidad de experiencias muchos
autores prefieren el término clases trabajadoras, que subraya la gran disparidad por lo que hace
a posición, adquisiciones, calificaciones y circunstancias, que incluye en su seno aquella hibrida
expresión.
A pesar de todo esto, el hecho destacable del periodo comprendido entre 1790 y 1830 es la
formación de la clase obrera. Esto se revela, primero, en el desarrollo de la conciencia de clase;
la conciencia de una identidad de intereses a la vez entre todos esos grupos diversos de
población trabajadora y contra los intereses de otras clases. Por otro lado, en el desarrollo de
las formas correspondientes de organización política y laboral. La formación de la clase obrera
es un hecho de historia política y cultural tanto como económica.
No nació por generación espontánea del sistema fabril. Las relaciones de producción
cambiantes y las condiciones de trabajo de la Revolución industrial fueron impuestas sobre el
inglés libre por nacimiento. Era el objeto de un adoctrinamiento religioso a gran escala y el
creador de tradiciones políticas. La clase obrera se hizo a sí misma tanto como la hicieron otros.
Considerar a la clase obrera de ese modo es defender una visión clásica del periodo frente a la
actitud predominante de las escuelas contemporáneas de historia económica y sociología.
En lugar de contemplar esa etapa al modo habitual (como de desequilibrio económico, intensa
miseria y explotación, represión política y agitación popular heroica), hoy existe una visión que
dirige la atención hacia la tasa de crecimiento económico. En general, esta visión sugiere que la
situación del obrero industrial en 1840 era, en muchos aspectos, mejor que la del trabajador a
domicilio en 1790. La revolución industrial con esta mirada ya no sería una época de catástrofe
o de grave conflicto y opresión de clase, sino de mejora. La ortodoxia catastrófica clásica ha
sido reemplazada por una nueva ortodoxia anti catastrófica, que se distingue de forma muy clara
por su prudencia empírica. Lo que se ha perdido es un sentido de todo el proceso: el contexto
político y social global del periodo. Al final, tanto el contexto político como la máquina de vapor
tuvieron una influencia determinante sobre la conciencia y las instituciones de la clase obrera
que se estaban configurando.
La aristocracia estaba interesada en reprimir las conspiraciones jacobinas del pueblo, los
fabricantes estaban interesados en frustrar sus conspiraciones para aumentar los salarios. De
ese modo, los obreros se vieron abocados al apartheid político y social durante las guerras. Lo
que era nuevo era que coincidiese con una revolución francesa; con una conciencia creciente de
la propia identidad y unas aspiraciones más amplias; con un aumento demográfico, en el que la
pura sensación de cantidad se volvió más impresionante de año a año; y con unas formas de
explotación económica más intensas y transparentes.
Thompson incluye en su texto una declaración de Brougham acerca de las condiciones de vida
de esta clase obrera. En ella se especifican las injusticias que los obreros sentían como cambios
en el carácter de la explotación capitalista: la ascensión de una clase de patronos que no tenía
autoridad tradicional ni obligaciones; la creciente distancia entre el patrono y el hombre; la
transparencia de la explotación en el origen de su nueva riqueza y poder; el empeoramiento de
la condición del trabajador y sobre todo su pérdida de independencia; su reducción a la
dependencia total con respecto a los instrumentos de producción del patrono; la parcialidad de
la ley; la descomposición de la economía familiar tradicional; la disciplina, la monotonía, las
horas y las condiciones de trabajo; la pérdida de tiempo libre y de distracciones; la reducción del
hombre a la categoría de “instrumento”.
Los temas que provocaron la mayor intensidad de sentimiento fueron aquellos en los que
estaban en litigio valores como las costumbres tradicionales, justicia, independencia, seguridad
o economía familiar, más que los simples temas de “pan y mantequilla”. Los primeros años de la
década de 1830 están encendidos por agitaciones que versaban sobre temas en los que los
salarios tenían una importancia secundaria.
El trabajador se ha convertido en un instrumento, o una entrada entre las demás partidas del
coste. La necesidad de paz industrial, de una fuerza de trabajo estable y de un cuerpo de
trabajadores cualificados y con experiencia exigía la modificación de las técnicas de dirección en
las fábricas de los algodoneros hacia la década de 1830. El proceso de industrialización debe
acarrear sufrimiento, en cualquier contexto social que podamos concebir, y la destrucción de las
formas de vida más antiguas y apreciadas.
Thompson discute la mirada del obrero como víctima sin negar que ocurrió. También critica
visiones de la izquierda, de ver a la clase obrera como una que resiste y triunfa y tiene que
hacer la revolución. (¿Y los que perdieron?). La clase obrera no es una cosa, por lo que no
viene con una consciencia ya elaborada, hay que estudiarla en cada período.
Visión anti catastrofista (positiva) --> Thompson la discute ya que plantea que se trata a la clase
obrera como variables económicas. Thompson repite que toman a la clase obrera como un dato,
como una variable, y NO es eso, es una relación social.
Thompson:
Es un error pensar a la Revolución Industrial sólo por lo económico. Crecimiento
exponencial de la población, aumento del comercio. Hobsbawm: la revolución es el
cambio tecnológico, que afecta a la economía y la sociedad de manera tal que eclipsa el
cambio tecnológico inicial.
La primera gran revolución del transporte no son los trenes, son los barcos. Experiencia
previa, perfeccionamiento de las naves por el tiempo que ya se llevaba utilizando la
navegación.
Occidente conectado.
Thompson:
Explotación:
Conciencia de clase: sentirse identificado por la cultura de TU grupo social. Donde los
trabajadores se dan cuenta de que las experiencias individuales son parte de una
experiencia colectiva.
Lo que pierde todo tu sentido es que tu poder nazca de un título, quien domina es el que
tiene capital, el burgués, por ser adinerado.
Con el aumento de la población, crece la protesta. Al mismo tiempo que los obreros
empiezan a protestar en Inglaterra, en Francia se está dando la Revolución. El terror del
gobierno inglés es que las ideas jacobinas lleguen a los obreros ingleses. Prohíben todo
lo relacionado con la revolución.
Quienes pagaron los platos rotos por esto fueron los trabajadores. Las condiciones de
vida de los trabajadores mejoraron, pero le quedó el recuerdo de la lucha por sus mejoras,
derechos. Seguía sufriendo esas pequeñas mejoras como una experiencia catastrófica.
Clase 12: Asa Briggs y Patricia Clavin. Las revoluciones burguesas y los
nacionalismos. Capitulo II y Capitulo III.
Los liberales de las grandes ciudades de Europa, consideraban que la libertad económica
era más urgente que la política, mientras que los de las grandes ciudades buscaban la
libertad de reunión y expresión.
El descontento del campo se veía en incendios, para exigir soluciones a escala local. Su
religión era su fuente de consuelo.
EL ACUERDO
Se crearía una «Santa Alianza» de monarcas, a los que Alejandro describía como
«padres de familia», que garantizase el orden cristiano «en el nombre de la santísima e
indivisible Trinidad».
«El proceder que antes seguían las Potencias en sus relaciones mutuas tenía que
someterse a cambios fundamenta/es», clamaba Alejandro en la primera versión de su
propuesta de alianza.
Las grandes potencias habían alcanzado un acuerdo previo en el primer tratado de París
(mayo de 1814) después de enviar a Napoleón exiliado.
Las cinco grandes potencias que supervisaban la paz eran las mismas que habían
dominado el panorama europeo antes de 1789, pero sus interrelaciones habían cambiado
después de que Gran Bretaña llegase al término de las guerras revolucionarias y
napoleónicas con un nivel de prosperidad nacional mayor y con la posibilidad de acceder
a fuentes de riqueza fuera de Europa mucho mayores que cualquier otra gran potencia.
Aunque el «sistema de congresos» era nuevo y no se había probado nunca, los cuatro
congresos europeos celebrados entre 1815 y 1822 ya habían dejado muy claro, en primer
lugar, que los países aliados durante la guerra tenían puntos de vista diferentes en tiempo
de paz, y, en segundo lugar, que era un error afirmar sin matizaciones que se había
«restaurado» el viejo mundo, porque había demasiados indicios de que estaba surgiendo
un mundo nuevo.
Con la entrada de las tropas francesas en España en 1823, apoyada por Austria y Rusia,
el «sistema de congresos» llegó a su fin.
“movimiento” “liberal” --> palabras que se involucraban al vocabulario político europeo del
siglo XIX. Avance del nacionalismo, cooperativas y organizaciones socialistas. La decisión
de incorporarse a un movimiento llevaba implícita una serie de compromisos y lealtades
nuevos.
Además, había acabado con el reconocimiento de un nuevo país qué ocupaba un lugar en
el mapa no como un simple estado, sino como un estado nacional. El hecho de que la
nueva nación adquiriese una dinastía real en 1833 no disminuyó la importancia del
cambio a escala europea, aunque complicaría la política griega en lo sucesivo, tanto en el
siglo XIX como en el xx. Europa iría hacia adelante, no se quedaría quieta.
Y entonces tres días bastaron para derribar un trono y hacer que los demás temblasen.»
El primer trono que tembló fue el de Holanda. En agosto de 1830, se vio coronada por el
éxito una revuelta en Bruselas, que estalló, como no podía ser de otro modo, después de
una ópera de argumento antiautoritario.
El hecho de que Bélgica pudiese obtener la independencia, mientras que Polonia fue
aplastada, y que los británicos pudiesen aprobar en el Parlamento una ley de reforma
(Reform Act) mientras que a los estados alemanes se les advertía que debían aceptar sin
rechistar las decisiones de la Dieta, son indicios de las divisiones cada vez más agudas y
evidentes entre la Europa del este y la del oeste. Igualmente, luego en discusiones
posteriores, Gran Bretaña y Francia hacer acercaron sus posiciones y se alinearon como
potencias liberales frente a las conservadoras: Austria, Prusia y Rusia.
NACIÓN Y CLASE
Cuando los carlistas empezaron su agitación durante una grave depresión económica, la
más grave desde el comienzo de la revolución industrial, la primera reforma parlamentaria
importante ya se había llevado a cabo en Gran Bretaña. Esta circunstancia proporcionó a
los cartistas uno de sus argumentos principales: que se limitaban a pedirle al Parlamento
que concediese a la clase obrera lo que ya habían concedido los whigs a la clase media
gracias a la ley de reforma de 1832. Pero no se aceptó la ley y tuvieron que organizarse y
manifestarse. Los cartistas demostraron la fuerza de la presencia de la nueva clase
obrera británica pero nunca amenazaron con una revolución.
1846: Los Whigs (partido aristocrático), dominaron la política británica durante más de un
cuarto de siglo, sin embargo, durante esta etapa aparece un nuevo partido liberal
encabezado por William Gladstone.
Mientras que los británicos defendían el librecambismo, los franceses seguían aplicando
las medidas proteccionistas de la Restauración. Y mientras que los británicos no sólo se
beneficiaban del desarrollo fulgurante del ferrocarril, sino que se dedicaban a construir
ellos los ferrocarriles, los franceses en general se dedicaban a hablar del tema y a
especular sobre su construcción
París era el centro de las finanzas, el comercio, la administración y las comunicaciones, y
no había ningún centro de actividad 0 autoridad comparable. Las provincias, rurales o
urbanizadas, contaban con su propia historia y geografía, y seguían un ritmo más
tranquilo.
La especulación estaba mal vista, y era mayor el miedo al desastre que la iniciativa
empresarial, y la gente prefería quejarse de la usura en lugar de ampliar las posibles
fuentes de financiación.
LA DINÁMICA DE CLASE
De todos modos, es evidente que Luis Napoleón contaba con apoyos de muy diversa
procedencia. Los campesinos, que tan beneficiados habían salido de la Revolución
francesa, lo apoyaron no sólo porque se opusieran frontalmente en 1848 a la idea de
continuar la revolución social, sino porque para ellos el liberalismo republicano carecía de
sentido.
El liberalismo del parlamento de Frankfurt frente al poder autoritario fue menos destacado
en su momento.
Algunos alemanes estaban convencidos de que les resultaba ventajoso que los
Habsburgo alemanes gobernasen a pueblos no alemanes, y había pocas personas en la
política y el gobierno de Austria que opinasen que los Habsburgo tenían que
desprenderse de sus dominios no alemanes. Algunos alemanes creían que Alemania no
era un concepto territorial, sino metafísico: todo individuo de sangre alemana debía lealtad
a la patria alemana
EL PAPEL DE LA FUERZA
La tercera lección de 1848 y 1849 fue que la fuerza se impuso a los principios en el
campo de batalla y en las barricadas.
El ejército prusiano procuró alcanzar este espíritu resuelto, pero fue en el ámbito de la
economía alemana, y no en el terreno militar, donde Prusia superó a Austria antes de
1848 gracias a las actividades del Zollverein, así como en la política
LA DIPLOMACIA Y LA GUERRA
Napoleón 111 creía con toda la razón que una política firme en la Europa del Este y una
alianza con Gran Bretaña proporcionarían a su régimen la seguridad y el prestigio que
necesitaba, mientras que la opinión pública británica (más aún que los gobiernos
británicos) creía que los intereses vitales de Gran Bretaña estaban en juego. En 1859 y
1860 Gran Bretaña también apoyaría oficial y extraoficialmente la unificación de Italia
La guerra entre Austria y Francia (en la que Prusia, pese a padecer una aguda
francofobia, no participó) no sólo provocó cambios de bando, sino que alteró el mapa de
Europa. Al acabar con la derrota austríaca y la unificación parcial de Italia, dio alas al
nacionalismo alemán.
Napoleón obtuvo un gran aumento de prestigio con la guerra de Crimea, mientras que
Gran Bretaña, debilitada pese a la victoria, se dio cuenta de los problemas a los que tenía
que enfrentarse un «estado liberal en guerra»
LA UNIFICACIÓN DE ITALIA
Las diferencias regionales -económicas, sociales y culturales- entre el sur y el norte eran
enormes, y también en muchas ciudades, antiguas y nuevas, existían diferencias entre
«clericales» y «anticlericales», políticos «respetables» y revolucionarios radicales.
Otra fue la guerra llamada «de los bandoleros», en la que perecieron numerosos civiles
debido a los disturbios en zonas rurales. Y hubo otro momento dramático más al norte
cuando en 1862 Garibaldi fracasó en su tentativa de apoderarse de Roma
LA UNIFICACIÓN DE ALEMANIA
Bismarck, que quería que todas las guerras en que se viese involucrado fueran cortas,
tuvo que evitar establecer alianzas o coaliciones internacionales que le estorbasen. Para
Bismarck, el primer año crítico fue 1863, cuando estalló una revuelta de los polacos
después de que Rusia intentase reclutar para su ejército a los polacos de las ciudades.
Como consecuencia de la revuelta, Rusia anuló las libertades que aún conservaban los
polacos, y desapareció incluso el antiguo nombre de «reino de Polonia».
No se convocó ningún congreso europeo, a pesar de que tanto Prusia como Austria
habían desafiado el recién firmado tratado de Londres, con lo que aparentemente quedó
demostrada la capacidad de cálculo de Bismarck
El objetivo de Bismarck, por supuesto, era superar la oferta de Austria, y no dar al pueblo
alemán una mayor participación en el gobierno, pero era difícil que los liberales, una vez
se dio publicidad al plan, se opusieran al mismo.
Guerra Alemania- Austria, gana Alemania
Por culpa del modo en que se había constituido el imperio, pronto surgieron dificultades a
la hora de encontrar los símbolos imperiales adecuados.
En Alemania, menos atormentada por la pobreza de algunas regiones y por las disputas
parlamentarias, los problemas políticos eran muy diferentes, y la era de Bismarck, que
duró hasta 1890, fue una época que se distinguió por el ejercicio del poder sin oposición,
con una gran fe en el porvenir de la nación. Pese a todo, hubo problemas en el ritmo y la
escala de la industrialización y · sus implicaciones políticas, entre otros, para la corte y
para la vieja clase dominante de los Junkers.
La diferencia más importante entre las revoluciones industriales, separadas por un siglo,
de Alemania y Gran Bretaña era estructural: el papel del Estado; que en Alemania a
menudo intervenía directamente en la economía, como ya era tradicional. La economía
política adquirió una dimensión histórica, y la economía política británica clásica, que
había culminado en la teoría del librecambio universal, se consideraba en el mejor de los
casos abstracta y teórica, y, en el peor de los casos, una justificación ideológica de los
intereses económicos británicos.
La adquisición de los ricos yacimientos de hierro de Lorena, uno de los frutos de la victoria
alemana ante Francia, permitió un crecimiento enorme de la producción de hierro y acero,
a la que se pudo sacar un rendimiento aún mayor, irónicamente, gracias a la aplicación de
un nuevo proceso de producción de acero inventado en Gran Bretaña
Estaba claro que la competitividad alemana dependía tanto de la investigación como de la
formación, y que la competencia implicaba una ampliación de los mercados. El
proteccionismo fue la clave de la política interior de Bismarck durante su último decenio
en el poder.
Las divisiones en el liberalismo alemán dificultaron que la política alemana reflejase
plenamente los cambios socioeconómicos que se produjeron como consecuencia de la
transformación económica de Alemania, y que se aceleraron después de que Bismarck
abandonase el cargo. El Partido Liberal Nacional supervivientes a la derrota de 1881
sirvió más para apuntalar al gobierno que como formación política independiente, deseosa
de debatir cuestiones políticas y de despertar en los demás la conciencia política.
Bismarck, en 1878, hizo aprobar una ley antisocialista que dispuso la disolución de todas
las asociaciones socialdemócratas, socialistas y comunistas, aparte de incluir artículos en
los que se amenazaba a impresores, libreros y posaderos con la pérdida de sus permisos
de trabajo si se enfrentaban a la ley.
Bismarck no fue nunca el líder de un partido político, que hiciera salir a la calle a sus
partidarios y los animase a participar del poder. No hizo ningún esfuerzo por educar a sus
compatriotas, y cuando tenía que hacer algún tipo de pronunciamiento constitucional
insistía en su apoyo incondicional a la monarquía. Lo que quedó fue una ideología
nacional que los alemanes habían alimentado en lugar del liberalismo. Bismarck hablaba
en el lenguaje del deber, pero muchos exponentes del poder nacional alemán expresaban
su ideología en un lenguaje que oscilaba entre el sentimentalismo y el totalitarismo.
NACIONES E IMPERIOS
En la mayor parte de Europa, aunque no en toda, la rivalidad entre las grandes potencias
influyó en las alianzas y las aspiraciones nacionales. Los irlandeses tenían algo en común
con los polacos, pero no estaban sujetos a la triple influencia -austríaca, rusa y prusiana-
a la que estaban sometidos éstos. y fuera de los Balcanes, no había ningún otro lugar
cuya población estuviera compuesta por cristianos (de varias clases) y musulmanes.
No fue hasta la primera guerra mundial -y tampoco del todo- cuando las fronteras del
mapa de Europa empezaron a coincidir con las fronteras nacionales, e incluso entonces
reflejaban de manera imperfecta, como todos los mapas, la distribución de las
«nacionalidades», algunas de las cuales se encuadraban dentro de unidades superiores,
«paneslavas», «panalemanas» o «pan escandinavas»
Desde 1814 hasta 1848. Tensión entre grupos que plantean la restauración y aquellos
que plantean el proyecto de la revolución.
¿Qué hacer con Europa tras la derrota de Napoleón?
- ¿Cómo se reconfigura el espacio?
- ¿Qué sucede con las ideas heredadas de la revolución?
Posturas de restauración:
Santa Alianza: Integrada por Inglaterra, Austria, Prusia y Rusia. Propósito, derrotar a
Napoleón y restaurar las monarquías que habían sido desplazadas por Napoleón.
Volver al orden anterior, 1789, anterior a la revolución francesa.
Luego de que Napoleón es desplazado, Francia integra la Alianza. Mantener un equilibrio
europeo, tras la derrota de Napoleón. Era una manera de contener a Francia dentro del
pacto de Estados monárquicos, imposibilitar que volviese a resurgir.
No buscaba una transformación radical del orden político existente. Que se garanticen
cambios dentro de los límites constitucionales establecidos, Estados de 1814. Se oponían
a los revolucionarios. Son un impedimento para los proyectos de restauración más
extremos.
Procesos Revolucionarios alimentados por las ideas liberales. Se establecieron con textos
institucionales. No es la restitución del antiguo régimen, con un sentido de estatus y
privilegios, sino que existe la posibilidad de tener un gobierno moderado que garanticen
un orden, con el derecho a la libre empresa.
Las ideas circulan, a partir de la circulación de los textos, libros, diarios, expansión de la
opinión pública.
Aparición de revolucionarios profesionales. Tener un armazón de ideas, estar convencido
de su importancia, y organizar agrupaciones que compartan esas ideas.
(Ambas eran herencia de la revolución francesa).
Nacionalismo:
Nacionalismo secular, no parte de marcos religiosos, sino que se va generando a partir de
la idea que la población le da, con símbolos y etc.
Surge del liberalismo, que propone la libertad individual, el nacionalismo propone la
libertad de la nación.
Genera una tensión frente a las ideas de la nación. Construcción de lo que entienden
como un espacio común.
A largo plazo, lo que resultó importante no fue tanto el grado de apoyo que concitó la
causa nacional entre este o aquel pueblo como la transformación de la definición y el
programa del nacionalismo:
Hay un proceso de creación lingüística artificial se vuelve a inventar un idioma,
un alfabeto y un diccionario → La lengua se convierte en un campo de batalla
Identificación de las naciones con un territorio exclusivo. (no confundir el
territorio de la patria con el estado-nación moderno)
Homogeneización de la sociedad: la sociedad debe identificarse con el estado
Estado nación (nueva característica): idea de que la nación establece un lazo
de lealtad mucho más fuerte que las clases, hasta más fuerte que la religión
“La nación era la nueva religión cívica de los estados”.
Se le dio mayor importancia a la educación, militancia y administración →
herramientas modernas para la solidificación de lo nacional.
Sin embargo, así como el nacionalismo unía, también rechazaba y separaba. Esta
idea se constituyó como un arma estratégica de dos filos: homogeneiza la población que
es parte de la nación, pero, excluye a aquellos que no lo son → la separación va a estar
condicionada por la xenofobia y el racismo.
Discurso nacionalista:
o Militancia lingüística
o Exigencia de estados independientes
o Identificación con la derecha política
o Lengua:
Sentirse rechazado en el ámbito de la cultura y administración
Problemas para alcanzar altos puestos de gobierno
Reflexiones finales:
El S19 es un siglo de nuevas ideas, cambios sociales, creación de un nuevo sector, una
nueva clase.
Vuelven los borbones, los nobles, en monarquía parlamentaria. Los nobles son los
principales dirigentes de la monarquía borbónica. Los burgueses pierden poder, pierden
su centralidad en la revolución. Pero gracias a la revolución industrial, ganan cada vez
más.
Por este motivo, los burgueses vuelven a asumir una responsabilidad política en 1830,
estaban mejor preparados.
Asume un rey aliado a la burguesía, Luis Felipe de Orleans, el “rey burgués”. Luego,
Francois Guizot, en 1830.
Guizot era defensor del voto calificado, el voto no era un derecho, era una capacidad.
Quienes votaban tenían que generar confianza para que se les conceda el voto. El
sufragio universal en Francia = época del Terror. Concepto de que cuando se instaló el
sufragio universal, se llegó a Robespierre.
Primavera de las naciones: florecen los estallidos revolucionarios, pero luego, se van a
marchitar. Rápidos en propagación, pero también rápidos en su caída. Esto tiene que ver
con que quienes las lideraban, obreros. Les faltaba unión. El manifiesto comunista se da
para que los obreros se organicen.
Marx: El capitalismo va a generar su propia caída. Las ciudades más preparadas para la
revolución comunista son las que están más industrializadas.
Movimientos de Agitación del 1848: La mayoría de los movimientos revolucionarios
fracasaron. Los exitosos fueron los que tuvieron como objetivo central crear una identidad
nacional. 3 casos: Italia, Alemania y Hungría. Formación de 3 Estados.
Darwinismo social: sobrevive el más apto, etnias superiores que deben dominar a etnias
inferiores. Nazismo, xenofobia.
Lo que antes era por cuestiones religiosas, ahora son cuestiones raciales (españoles en
América). El africano nunca va a ser un europeo, por eso un europeo puede “controlarlo”.
Nacionalismo vs Nación:
En el S19 hay aparición de grupos que tienen este objetivo, con diferentes opiniones.
Lo que inicialmente era el objetivo de un pequeño grupo, a fines del S19 ya era un
fenómeno de masas.
1era Guerra Mundial, millones de personas dispuestas a dar su vida por su patria.
2 voluntades:
- Identificación. Viene desde abajo, todos pueden relacionarse o identificarse
emocionalmente.
- Política. Los de arriba.
Lengua, cultura, fechas, historia, valores, símbolos, tradiciones. Todo eso genera guerras.
Pasa de ser un nacionalismo que construye un pasado a uno que elimina a quien no es
parte de la nación.
Tensiones armadas, militares.
No todo lo que el poder diga que es parte de la Nación es aceptado por los sectores más
bajos como parte de la identidad nacional.
A medida que se desintegraba el poder dual, sólo los bolcheviques quedaron en posición
de beneficiarse. Esta relación de poder dual se interpretaba como una alianza entre la
burguesía y el proletariado. A medida que la sociedad urbana se polarizaba
crecientemente entre la derecha comprometida con la ley y el orden y la izquierda
revolucionaria, el campo intermedio de la coalición democrática comenzó a agrietarse.
Durante los primeros meses, el gobierno provisional estuvo integrado básicamente por
liberales, mientras que el comité ejecutivo del soviet estaba dominado por intelectuales
socialistas, quienes pretendían ser custodios del gobierno provisional. La relación que se
desarrolló entre el comité ejecutivo del soviet y el gobierno provisional durante la
primavera y el verano de 1917 fue intensa, íntima y pendenciera.
Los bolcheviques
Estos no solo se oponían a la participación rusa sino que argüían que una derrota rusa
favorecería los intereses de la revolución. Los bolcheviques querían volver del exilio,
principalmente Lenin. A Alemania le convenía permitir que revolucionarios rusos que se
oponían a la guerra regresaran a Rusia, aunque los bolcheviques tenían miedo de quedar
comprometidos políticamente. Habían comenzado a reconstruir la organización
bolchevique.
Sin embargo, los dirigentes mencheviques y SR del soviet no habían olvidado cuántos
problemas podría causar Lenin, lo aguardaban con intranquilidad.
Lenin volvió con sus tesis de abril, apuntando al derrocamiento de la burguesía por parte
del proletariado. Lenin predijo que los soviets serían las instituciones clave en la
transferencia de autoridad de la burguesía al proletariado. Los bolcheviques, aunque
respetaban la visión y el liderazgo de Lenin se sintieron conmovidos ante las tesis de abril,
por lo que terminaron adoptando una postura más intransigente que los aisló de la
coalición socialista. La necesidad de unidad socialista parecía evidente a la mayor parte
de los políticos asociados al soviet.
La revolución popular
Las fuerzas armadas habían sufrido pérdidas tremendas. La revolución de febrero era una
promesa implícita de que la guerra no tardaría en concluir y esperaban impacientes a que
el gobierno provisional se encargarse de que esto ocurriera. Estos soldados eran
proletarios en virtud de su presente empleo, pero lo más importante es que así se veían a
sí mismos.
En términos de Crane Brinton, una revolución es como una fiebre que se apodera de un
paciente, sube hasta alcanzar una crisis y finalmente cede, dejando que el paciente
prosiga su vida normal. Para emplear la metáfora de Brinton, la revolución rusa pasó por
varios accesos de fiebre:
¿Cómo se finaliza una revolución sin repudiarla? → Stalin terminó con la revolución
declarando la victoria. La retórica de la victoria llenó el aire de la primera mitad de la
década de 1930.:
Las batanas de la industrialización y la colectivización han sido ganadas
Los enemigos de clase habían sido liquidados
El desempleo había desaparecido.
La educación primaria se había vuelto universal y obligatoria, el nivel de
alfabetización de los adultos en la Unión Soviética alcanzaba el 90 por ciento
En conclusión, Rusia había dado un salto hacia adelante, los hombres ya no eran víctimas
indefensas de fuerzas económicas que no podían controlar. Un "nuevo hombre soviético"
emergía como resultado del proceso de construcción del socialismo.
Todos tenían igual derecho de voto. Régimen de Stalin revolucionario por origen
y por legitimidad más bien que
revolucionario en la práctica. Todos deben
obedecer.
Existían clases (campesinado, obreros, Élites beneficiadas, podían comprar ciertos
intelingista) pero no había explotación productos que el resto de la gente no tenía
de una a otra ni jerarquías. acceso.
Rol de la mujer: Stalin revaloriza el valor de la mujer en la familia, ningún trabajo era tan
importante como ser buena esposa o madre.
Terror: purgas
Fitzpatrick: la revolución se acaba cuando llega Stanlin, para la década del 30 ya no hay
revolución.
En 1860 todavía existían los siervos. Una vez que el zar estableció que no debían haber
más siervos, este grupo pasó a ser el campesinado pobre. El modelo socioeconómico era
el mismo, pero sin servidumbre atada a la tierra. Seguía siendo un modelo feudal.
Clausura de cualquier tipo de participación política, luego del asesinato del zar.
Sublevación del Acorazado Potemkin: el zar mandó a matar a los sublevados del
Potemkin, que estaban llegando a un puerto en Rusia, y a quienes los esperaban en el
puerto.
La respuesta es la represión, pero el zar tiene que negociar, ya que nunca antes en Rusia
se dieron organizaciones, movimientos sociales que cuestionaron tan fuertemente los
privilegios del zar. Cierra los soviets.
Todo esto pasaba en las zonas rurales, campesinado europeo. La población vivía en
aldeas miserables. En el mismo período en Inglaterra, en el campo vivían con luz
eléctrica. El centro de la vida rural eran las aldeas.
La revolución tiene que poder dar una respuesta a esta forma de vida. El reclamo de los
sectores más bajos, las condiciones de vida pobres.
La 1ra Guerra Mundial. Rusia interviene, junto a Inglaterra y Francia. Enfrentan al Imperio
Austrohungaro, el Alemán y el Otomano
Produce:
- Gastos.
- Aumento en el costo de vida.
Clase 13:
Así y todo, Lenin predijo que los soviets -bajo una renovada conducción revolucionaria-
serían las instituciones clave en la transferencia de autoridad de la burguesía al
proletariado. “¡Todo el poder a los soviets!”, uno de los lemas de las tesis de abril de Lenin
era, en efecto, un llamado a la guerra de clases. “Paz, pan y tierra”, otro de los lemas de
abril de Lenin, tenía implicaciones igualmente revolucionarias. “Paz”, según el empleo que
le daba Lenin, no sólo significaba retirarse de la guerra imperialista sino reconocer que tal
retirada “es imposible ... sin derrocar al capital”. “Tierra” significaba confiscación de las
fincas de los terratenientes y su redistribución a los propios campesinos, algo muy
cercano a las tomas de tierras espontáneas. No es sorprendente que un crítico haya
acusado a Lenin de “plantar la bandera de la guerra civil en medio de la democracia
revolucionaria”.
Dado que los campesinos aún daban por sentado puntos de vista referidos a la tierra que
se retrotraían más de medio siglo a la época de la servidumbre, no es sorprendente que
las reformas agrarias llevadas adelante por Stolypin en los años que antecedieron a la
Primera Guerra Mundial hubieran hecho escasa mella en la conciencia campesina. Aun
así, la evidente vitalidad del mir campesino en 1917 sorprendió a muchos. Desde la
década de 1880, los marxistas afirmaban que, en lo esencial, el mir se había desintegrado
internamente y que sólo sobrevivía porque era una herramienta útil para el estado. Sobre
el papel, el efecto de la reforma de Stolypin había consistido en disolver el miren una
importante cantidad de las aldeas de la Rusia europea. Pero así y todo, en 1917, el mir
era claramente un factor básico en la percepción que los campesinos tenían de la tierra.
En sus petitorios, los campesinos solicitaban una redistribución igualitaria de la tierra en
poder de la nobleza, el estado, la iglesia; es decir, el mismo tipo de reparto equitativo
entre hogares aldeanos que el mir había organizado tradicionalmente con los campos de
la aldea. Cuando en el verano de 1917 comenzaron las tomas de tierra no autorizadas y a
gran escala, éstas se realizaron en nombre de las comunidades aldeanas, no de hogares
campesinos individuales, y el patrón general era que ulteriormente el mir dividía las
nuevas tierras entre los aldeanos del mismo modo en que había repartido las viejas
tierras. Además, el mira menudo reafirmaba su autoridad sobre sus ex integrantes en
1917-8: los "separatistas" de Stolypin, quienes habían dejado el mir para instalarse como
pequeños granjeros independientes en los años anteriores a la guerra fueron, en muchos
casos, forzados a regresar e integrar sus propiedades a las tierras comunales de la aldea.
Causas:
- Sistema de alianzas.
- La paz armada.
- Crisis de los Balcanes. Asesinato del principe …
- Hay mas (chat gpt)
Italia no entra en ese momento, entra después, a presión de los nacionalistas del pueblo.
Italia entra del lado de Reino Unido y se cambia de bando.
Lo mismo pasa con Alemania, entusiasmo del pueblo por entrar en la guerra.
Habla del nacionalismo, millones de personas se movilizan por su país.
Versalles:
Reino Unido, USA, Francia.
Los italianos hablan de una victoria mutilada, humillación. Eso lleva al fasismo.
El ataque a Bélgica por parte de los alemanes, hace que Inglaterra se una a la guerra en
el bando de Francia.
El país que más hombres moviliza y el que más bajas tiene. Porque no tenían alimentos.
1 de cada 4 soldados rusos tenían armas.
Fitzpatrick:
Introducción: El por qué de la revolución.
Rusia era una potencia, en términos territoriales y poblacionales (ejército), pero estaba
atrasada, sistema feudal y economía, todavía tenía prácticas de servidumbre, política
atrasada.
Tenía prácticas que se habían dejado de ver desde el 1700.
Era industrializada, pero en comparación con otros lugares era tardío, en 1890 se había
industrializado. Empezó más de medio siglo después que Francia.
Había obreros y burgueses. Y si están estos, hay socialismo. Lenin le habla a los obreros.
El zar hizo: Legaliza los partidos y forma la Duma (con peso nulo), podía darse el lujo de
cerrarlo. El zar la cierra 6 veces.
Revolución de febrero, toma de la bastilla. Espontánea, sin líderes, del pueblo. Dar fin al
régimen zarista.
Solución a febrero, seguir el camino de Francia. Revolución, asamblea, Constitución.
Fitzpatrick:
Poder dual: Revolución de la élite, y revolución popular. Iban a coexistir las dos
revoluciones, repitiendo las ideas de solidaridad de 1905. Gobierno provisional, que
representaba a la elite y los soviets de Petrogrado representaba a la gente popular.
AMbas iban a convivir en armonía, no iban a competir, iban a ser compatibles.
Estas dos revoluciones no lograron convivir. Pero en febrero de 1917 pensaban que esto
iba a poder ocurrir, liberales y socialistas pensaban que iban en un mismo camino. Porque
el socialismo ruso era no revolucionario. La revolución obrera era la revolución comunista.
Lenin era el único socialista ruso que no veía una alianza con el liberalismo. Porque la
predicción de Marx de que los capitalistas iban a caer no estaba ocurriendo. La condición
de vida de los trabajadores no empeoraba, mejoraba, entonces no se iba a dar la
revolución socialista.
Los Bolcheviques, partido de Lenin, eran quienes pensaban que revolución era la lucha
armada de los trabajadores.
Lenin estaba exiliado desde 1904. Cuando vuelve plantea que no hay que perder tiempo
con la burguesía, son el enemigo. Hay que romper la alianza con los burgueses y pasar
directo al comunismo. Si nos aliamos con los burgueses, quienes toman el poder
finalmente son ellos, y no se dará la revolución.
En febrero, más que darse el camino a la revolución, se debilita. Y eso podría dar lugar a
que vuelva el zar (parecido a segunda etapa de rev francesa, república, jacobinos).
Octubre es, según Fitzpatrick, un golpe palaciego. Para octubre Lenin no tiene el control
de los soviets. Toman el poder siendo un grupo pequeño, Lenin hace varios meses planea
tomar el poder, y en octubre por fin logra obtenerlo.
Lenin: No se debía respaldar al gobierno provisional, todo el poder a los soviets. Octubre
1917.
Dos bandos:
Ejército rojo: Trotsky, bolcheviques. Contaban con todos los recursos del Estado.
Ejército bancos: todos los que no apoyaban a los bolcheviques. Zaristas, mencheviques,
liberales.
Las minorías no quieren apoyar al ejército blanco, pero tampoco al rojo (no es
nacionalista, habla un lenguaje de clases, dato: Stalin no es de Rusia).
Lenin:
Dos objetivos:
- Ganar la guerra.
- Llegar rápidamente al comunismo.
Comunismo de guerra. Ilegal: comercio y moneda. Colectivización, propiedad pública. De
ahí salen los recursos para ganar la guerra. Los resultados del comunismo de guerra son
desastrosos. Rusia tiene más bajas en la guerra civil que en la mundial.
Recuperar ciertos lazos capitalistas para llegar más ordenadamente al comunismo. NEP:
Nueva Política Económica. Un paso hacia atrás para dar dos hacia adelante.
Rusia no se ve afectada por la gran depresión. LA economía rusa mejora de a poco.
Ascenso de Stalin.
Para 1921, la economía rusa estaba devastada: requisas obligatorias a los campesinos
para poder alimentar al ejército y mantener la industria bélica. La industria estaba
quebrada por falta de personal gerencial, falta de mano de obra, obligación de responder
a las necesidades del ejército.
Se producen revueltas distintas revueltas de dif sectores en contra del gobierno que son
reprimidas, pero tiene un gran costo político ya que los que se levantan son los que
habían apoyado.
En este contexto, Lenin intenta retomar la iniciativa política mediante lo que se conoce
como la NEP (new economics politics). Por primera vez, el gobierno bolchevique
establece medidas favorables a la economía de mercado. Apuntan a fortalecer el rol del
mercado como asignador de recursos. Combinar una economía centralizada de estado,
con una economía de mercado con el fin de salir del comunismo de guerra.
Las NEP fueron un éxito ya que elevó el estándar de vida de los sectores populares y
logró recuperar parte de la producción industrial y agropecuaria, recuperando
aproximadamente los niveles previos a la primera guerra mundial. Esta recuperación
económica basada en la relativa liberalización, coincide con cambios políticos que
terminan revirtiendo por completo las NEP.
Lenin muere en 1924, no deja un sucesor claro → lucha por el poder entre las 2 figuras
debajo de Lenin: Trotsky y Stalin. Trotsky era el candidato natural, porque había sido el
gran organizador de la rev de 1917, y luego comandante del ejército rojo. Además, era
muy carismático políticamente, y un intelectual muy original. Pese a todo esto, Stalin tenía
la ventaja que el poder radica en ganarse la confianza de los dirigentes del partido
comunsita. El que triunfaba era el que operaba mejor dentro de esa burocracia. Esto le
permitió llegar a Secretario General del partido comunista, imponiéndose sobre Trotsky
Stalin tenía una visión más realista. Trotsky creía que la supervivencia de la URSS
dependía puramente de que el comunismo se expandiera internacionalmente. Creía que
no iba a poder sobrevivir en aislamiento. Firme creyente en el internacionalismo proletario.
Stalin era mucho más pragmático, y consideraba que había que enfocarse en construir un
sistema que le permitiera a la URSS vivir en aislamiento → reformas económicas que le
dieran a la URSS gran poder militar, gran poder económico, de modo que fuera
autónomo.
Para 1927 Stalin había logrado erradicar totalmente a la oposición,→ todos los que se
apartaran de la línea política de Stalin serían considerados enemigos de la patria.
Stalin lleva a cabo una segunda revolución. Revolución desde arriba, sin ninguna
participación popular. Es el régimen que gobierna la URSS hasta el fin de sus tiempos.
Los campesinos hacen todo lo posible para que la colectivización falle. Los
resultados son desastrosos. Para 1933, el ganado se redujo a la mitad. La
colectivización puede haber matado 10 millones de personas tanto por las
hambrunas como por la represión. → Para 1938, todos los campesinos pasan a
ser trabajadores estatales.
Stalin mandó a matar y deportar a todos los dirigentes que quedaban de la época de la
revolución de 1917. Los manda a campos de trabajo forzado o los ejecuta. Incluyendo a
aquellos que no ofrecían oposición a sus políticas. Aproximadamente 8 millones de
personas fueron enviadas a los gulags. Una enorme cantidad de personas fue ejecutada.
La gran depresión de 1929-1939 dejó una profunda huella en la historia de Europa. Sus
efectos se hicieron sentir durante los años treinta hasta que Europa se sumergió en una
tragedia de otro tipo: la segunda guerra mundial.
En grandes rasgos:
Causas de la depresión:
La recesión Europea no se inició en los EE.UU. Pero el impacto del Crash de Wall
Street, el “jueves negro”, el 24 de octubre de 1929, afecto sin duda a Europa.
Pérdida de inversiones norteamericanas en Europa. (Plan Dawes).
Desplome de los precios primarios mundiales y aumento del proteccionismo.
Mantenimiento a toda costa del patrón oro.
Fracaso de los políticos a la hora de la recuperación económica.
Sin inversiones norteamericanas en Europa los bancos Europeos eran cada vez
más inestables
CRISIS DEL 30
La crisis se inicia en wall street es en principio una crisis bursátil pero luego se extiende a
todo el mundo. Fue la crisis más aguda y severa que afrontó la economía capitalista
mundial, a excepción de los periodos de guerra; su pico fue entre 1929 y 1933. Sus
efectos se extiende hasta la SGM
Comienza con una crisis bursátil en octubre de 1929. El precio de las acciones se había
duplicado. La gran mayoría de la población participa de la bolsa en USA. La clase media
participaba activamente. El problema es que cuando las acciones empiezan a caer y
estalla la burbuja, básicamente, la gente empieza a desprenderse para proteger sus
posiciones, se crea pánico, y el sistema financiero colapsa. Las personas defaultear sus
deudas, transformándose en una crisis financiera a gran escala. En europa, incluso se
produce una gran corrida bancaria, ya que los bancos no tienen dinero para responder.
Entre 1923 y 1933, la producción mundial cae cerca del 40%. Esto genera una caída del
empleo, ocasionando una caída de la demanda agregada, generando una caída también
de la oferta → países optan por cerrar su economía
Las políticas económicas estaban muy mal preparadas para responder ante la crisis
vigente. Hasta entonces, ante una crisis económica se debía mantener las finanzas sanas
y esperar que la economía retome su curso (laissez faire). Con esto, mantenía tasas altas,
lo cual desincentiva el consumo, impulsando aún más la recesión, deflación → medidas
Keynesianas (aumento del gasto público para aumentar la producción, y por ende el
empleo, la demanda, y la oferta.)
En 1932 ganó las elecciones: Franklin Roosevelt. Roosevelt era de la clase más patricia,
muy parecido a una aristocracia. Había sido gobernador de NY en la década del 20.
Pos-PGM vuelven muchísimos soldados desempleados, sin acceso a la educación
y salud. El gobierno debe implementar políticas activas para reincorporar a esa
masa de soldados.
También se producen enormes accidentes industriales. Ante esto, el estado de
NY, con Roosevelt en la cabeza empieza a regular las relaciones laborales
(cuestiones de seguridad, acceso al sistema de salud, salarios, etc).
Sin embargo, el New Deal nunca logró sacar del todo a USA de la recesión. Roosevelt
mitigó los efectos de la gran crisis, pero no logró superarla. Esto se logra solamente con la
SGM.
Clase 14:
Sin embargo, la transformación no trajo cambios sustanciales, sino que le aportó orden.
Ahora el PNF parecía un partido nuevo, con una forma original e inédita denominada
“partido milicia“que actuaba dentro de una democracia liberal, despreciando sus leyes e
instituciones. El secreto de la estrategia fascista residía en mantener el dinamismo
revolucionario adaptándose, al mismo, a la realidad. Defender la tradición, sentimientos
por la nación a contramano de los partidos acusados de ser “antinacionalistas”. Mussolini
clasificó en tres categorías a los ciudadanos: los indiferentes, los simpatizantes, y los
enemigos.
Los años siguientes a la marcha de Roma fueron difíciles para el PNF, con choques
internos entre los moderados y extremistas; marcando un declive del partido debido a su
frágil unidad organizativa, fragmentándose. “La instauración del Gran Consejo quitó
autoridad a los organismos dirigentes elegidos democráticamente y abrió el camino al
tormentoso proceso de subordinación del partido al gobierno central”. Se abrió un amplio
abanico de posibilidades, proponiéndose la disolución del partido mismo ante el
agotamiento de su función debido al ascenso al poder de Mussolini, mientras que otros
objetaban que el PNF no había agotado su función revolucionaria.
Los revisionistas eran quienes deseaban revisar hombres, ideas y métodos del partido,
buscando crear una nueva clase de dirigentes y crear un estado nuevo. Por otro lado se
encontraba el escuadrismo provincial que apuntaba a la conquista plena del poder,
intentando poner en práctica una segunda oleada revolucionaria. Mientras tanto, Mussolini
no era todavía indiscutido, y ciertos extremistas dudaban de la voluntad de éste para con
la revolución. Mientras tanto, el partido milicia se alineaba al plan político a conciencia
para conquistar el estado con métodos revolucionarios.
Mediante distintos estatutos se logró esta simbiosis entre el partido y Estado, con el Gran
Consejo como órgano constitucional supremo. El partido constituía la fuerza civil
voluntaria a las órdenes del Estado, con un PNF dependiente directamente del jefe de
gobierno aunque no se encontraba completamente subordinado. El secretario general era
entonces quien más alta jerarquía tenía después del Duce. Se produjo la obligatoriedad
de la afiliación al PNF, lo cual supuso renunciar a la voluntad propia al precio de adquirir
poderes y privilegios exclusivos.
En este nuevo estado nacional, sólo cabían italianos devotos a la autoridad del estado y a
engrandecer la nación. La operación de subordinación del partido pos 1926 no provocó
intentos de revuelta anti-mussolinista; aunque sí se tuvo que realizar un reordenamiento
interno del partido. La fuente primaria de conflicto interno eran los vínculos entre los
secretarios federales y los prefectos, aún pese a las resoluciones de Mussolini que
buscaban frenar esto. Estas relaciones consisten en un precario equilibrio, con una clara
subordinación del secretario federal al prefecto aunque nunca esto se haya pasado a
tinta.
Los secretarios del PNF eran los jefes, aún subordinados al Duce, con suficiente poder
para imponer sanciones y excluir del partido a personas, lo cual significaría quedar fuera
de la sociedad civil. El PNF se había transformado en una máquina burocrática y
maquinaria propagandística de culto al Duce; reforzando, ampliando y perfeccionando la
maquinaria partidaria y su presencia en el régimen y en la sociedad misma. El secretario
era en este punto el garante de la subordinación del PNF al estado, y del mismo modo
“custodio de las prerrogativas y de los privilegios revolucionarios”.
El PNF era un ejército de fieles y combatientes a las órdenes del Duce, celebrando
ceremonias que se regían por el nuevo calendario del régimen. Se buscaba
constantemente “formar a los nuevos italianos del fascismo desde el punto de vista físico,
militar e ideológico, mediante manifestaciones deportivas, maniobras militares,
conferencias políticas” (235).
Se analizan tres modalidades de ampliar el poderío del PNF. La primera era la infiltración,
generalmente sobre instituciones tradicionales del Estado (fuerzas armadas). La segunda
era el ejercicio del control directo, tanto sobre sindicatos (ejerciendo un poder desde el
exterior), como en la economía, entre otras formas. La tercera forma eran distintas
anexiones, como la conquista de nuevos territorios, la organización del tiempo libre de las
nuevas generaciones, la conquista del monopolio de la educación (disputándoles
generalmente a los organismos públicos como los distintos ministerios).
Starace fue el gran sacerdote del culto al Duce, logrando una presencia del PNF en la
sociedad de manera invasiva y obsesionante. Se debe reconocer que este líder, y
secretario general, aumentó el poder del PNF y su injerencia hacia el estado; partido que
ahora representaba un nuevo estado en potencia.
La mezcla entre privado y público fue un punto clave del totalitarismo fascista, generando
un aspecto coreográfico, lúdico y litúrgico del partido mismo. Se proponía seguir a los
ciudadanos durante todo su desarrollo.
La aparición de los Fasci femeninos fue poca debido al lugar que el partido le otorgó a la
mujer, el cual era hostil a la emancipación de la mujer y al feminismo íntegramente. Se la
tildaba a la mujer como la mejor colaboradora de la educación fascista, instaurando un
espíritu familiar mientras formaba a los hijos de la patria y futuro hombre fascista.
“La articulación y la multiplicación de las jerarquías periféricas (...) servían para ordenar a
los fascistas de vieja data y para dar una porción de poder del partido a los fascistas
diligentes”. La poderosa organización del PF no era eficiente compacta ni disciplinada,
con fuertes internas que ponían en jaque al enorme aparato burocrático encargado del
encuadramiento de tendencia militar, propaganda pedagógica que se encontraba
desacreditado a los ojos de la opinión pública. Las fuertes instituciones tradicionales
aparecían al régimen como un “obstáculo tenaz para la fascitización”.
La principal búsqueda mediante todo esto era la conquista de las conciencias, lograr la
adhesión espontánea al fascismo. Esto se continuaba con la manía de matricular, acto
paralelo a las intenciones de Mussolini para hacer historia. Todo este denominado
laboratorio cumplió con sus objetivos cuantitativos, logrando la obra de cohesión y
educación que llegase hasta el individuo italiano. Sin embargo, es difícil de medir la
adhesión fiel y pura que había ganado el partido.
La guerra generó una sensación de malestar y crisis que aumentaba ante la perspectiva
derrota militar. La prensa juvenil fascista se encontraba de todos modos inquieta, con
pretensiones revolucionarias muy vivas. Estos se encontraron desmoralizados por la
contrariedad que existía entre los programas y las prácticas fascistas.
Nadie podía dejar de ver el tamaño inmenso de la multitud fascista. La noche del 30 de
enero representó el triunfo del nacionalismo alemán, una dulce reivindicación de
Versalles. Se trataba de un nacionalismo diferente, revolucionario. Casi un millón de
berlineses participaron de esta extraordinaria devoción a un partido que prometía terminar
con el pasado de preguerra como con la confusión de la democracia y establecer un
estado racial y fuertemente armado, una Alemania del siglo XX por completo nueva.
Aunque por supuesto, no todos apoyaban a los nazis.
El ímpetu parecía estar del lado de los nazis; sus adversarios, en cambio, habían sido
detenidos, atacados y hechos a un lado. Entre los bien organizados ejércitos políticos de
izquierda y derecha, el dramático cambio en el gobierno no tardó en anunciarse. El
nombramiento de Hitler como canciller alemán significaba la coronación de largos años de
una difícil labor.
Los ataques clandestinos cobraban victimas de todas las facciones políticas, pero poco
después resultó casi imposible para comunistas y socialdemócratas organizar actos
públicos. La policía prohibió las manifestaciones comunistas, confabulándose con el
Partido Nacionalsocialista para proscribir, a su vez, los periódicos comunistas. Al estar la
policía del lado nazi, los partidos de izquierda dejaron de disponer de protección alguna y
las reuniones públicas se volvieron imposibles, mientras los nazis concentraban la
atención del público pareciendo irresistibles.
La conquista violenta de las calles por parte de los nazis culminó con un incendio, un
acontecimiento fortuito que utilizaron para proscribir al Partido Comunista, ampliar
extensamente el poder de la policía e impedir por otros medios el acceso de los rivales
políticos a la esfera pública en la última semana crucial previa a las elecciones
convocadas por Hitler para otorgarle a los nazis la mayoría parlamentaria. Sin embargo,
estuvieron algo desilusionados por los resultados de las elecciones, por lo que no tuvieron
más alternativa que buscar nuevamente el apoyo en el Partido Nacional del Pueblo
Alemán. No obstante, la escasa mayoría obtenida en los comicios no reflejaba el poder
que el partido nacionalsocialista poseía.
Esta dictadura era interpretada como una “saludable determinación” por la mayoría de los
alemanes, quienes habían recibido con agrado el hecho de que se pusiese fin a los
altercados partidarios y sentían que estos acontecimientos reivindicaban la senda política
que buscaban hacía tiempo. La violencia nazi incrementó significativamente la
popularidad del régimen y fue por esto que Hitler evitó la guerra civil.
Los nazis coordinaron la vida civil y política con el fin de construir una dictadura
unipartidaria, siendo proscritos los partidos políticos y sindicatos independientes y
“nazificados” los clubes sociales y las asociaciones voluntarias. La prensa también fue
eficazmente amordazada. Pero lo que resultaba sorprendente era el apoyo de los estratos
más populares al régimen nazi.
El partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores pasó a ser el partido más
grande en 1931 ya que los nazis destruyeron a sus rivales políticos: los partidos liberal y
conservador. Una vez que el partido de Hitler estuvo en el poder, eliminaron al Partido
Social Demócrata. De esta manera, por primera vez no había partidos o foros partidarios
que materializaran la política pública.
El factor que le puso fin a la democracia en 1933 fue la fuerza insurgente del nazismo y la
amplia atracción popular de sus propuestas políticas. Se trata de explicar el por qué del
nazismo desde dos explicaciones que Fritzche cree que no resultan del todo
satisfactorias: los duros términos del Tratado de Versalles y las penurias económicas
provocadas por la Gran Depresión.
Primera explicación: el pueblo alemán sentía que los términos del Tratado de Versalles
y el pago de las reparaciones que éste imponía eran excesivamente severos. Durante
casi una década Alemania quedó excluida de la comunidad internacional. El precio que
debía pagar Alemania por haber perdido la guerra resultaba más elevado de lo impuesto
porque Alemania estaba convencida de que ellos no habían sido derrotados; es por esto
que seguían enfurecidos a principios de los años treinta y esperaban que los nazis
restaurasen el prestigio internacional de Alemania. Eran pocos los alemanes que no
condenaban el Tratado de Versalles. Aunque los socialdemócratas se unieron a los
nacionalistas en contra del Tratado, los partidos políticos diferían respecto del mejor modo
de revisar el tratado. Parecía que los alemanes votaban a los nazis para vengarse de
Versalles.
Aunque los obreros fueron los que más sufrieron y corrían mayores peligros, la Gran
Depresión afectó a casi todos los sectores, como los oficinistas o comerciantes, quienes
sufrieron al caer el total de las transacciones. En el campo, los precios de los productos
agrícolas arruinaron la vida de los granjeros y empresarios que dependían del comercio
rural.
- De Hindenburg a Hitler
Los electores de Hitler fueron los mismos que Hindenburg (fue un militar opositor al
nazismo y presidente de Alemania antes del nuevo régimen) diez años antes. Aunque
Hindenburg despreciaba profundamente a Adolf Hitler, las similitudes entre ambos
(principalmente en sus campañas electorales) fueron sorprendentes.
A primera vista, la relación entre ambos surge de que Hitler reagrupó a su alrededor a
aquellos alemanes nacionalistas y anticomunistas que jamás habían hecho las pases con
la Revolución de noviembre, y que habían votado por Hindenburg pero lo abandonaron
para formar una “nueva nación”. Los nazis parecían ser un movimiento
contrarrevolucionario que debía su energía a “ideas nacionalistas, conservadoras e
incluso monárquicas, sancionadas por la tradición”.
El hecho de que las lealtades a la tradición (Hindenburg) fueran tan frágiles sugiere que
los ideales del pasado habían perdido su poder, y el pueblo alemán no quería volver a los
“buenos viejos tiempos”, sino darle forma a un nacionalismo popular que, en última
instancia, Hitler podía encarnar mucho más factiblemente que Hindenburg.
La Alemania de los Stahlhelm era anti socialista pero no aristocrática; nacionalista pero no
monárquica; autoritaria y reaccionaria pero no exclusivista. Era un producto de la
naturaleza auténticamente popular de la guerra mundial. La elección de Hindenburg no
fue un resabio de otra época. Fue más bien un precursor de la fusión fascista que
vendría.
A lo largo del país, los granjeros se habían alzado en armas. En cada ciudad, los oradores
de este grupo condenaban furiosamente las políticas agrícolas del Reich, en particular los
acuerdos comerciales que reducían las tarifas de algunos productos y abrían la vía de
importación: eran circunstancias calamitosas. Los granjeros abandonaron sus
herramientas de trabajo y colmaron las ciudades, donde se les unieron comerciantes y
artesanos, ansiosos de manifestar contra las leyes laborales, los altos impuestos y la
corrupción general de Berlín. La escala y el número de protestas y la naturaleza y de los
resentimientos políticos que estas expresaban indican que se trataba de algo más que
una simple reacción a una época de penurias económicas.
Entre 1924 y 1930, los granjeros, los propietarios de viviendas, y los empleados públicos
propusieron listas electorales propias. Se acusaba a los partidos burgueses de buscar
mantener relaciones amistosas con los ricos y poderosos y de ignorar la situación de los
alemanes comunes. Las políticas fiscales ortodoxas de cada uno de los viejos partidos de
clase media, a principio de los años treinta, comprometían cada vez más su capacidad
para ayudar a aquellos votantes que seguían fieles a ellos. A primera vista, el sistema de
partidos alemán parecía encontrarse en un estado total de confusión. No sorprende
entonces que los parlamentarios se sintiesen cada vez más incómodos durante las
campañas electorales.
En esta atmosfera, los activistas locales no podían hacer mucho más que convencer a los
Stahlhelm a asumir una actitud más amistosa hacia los partidos, encontrando esta como
única salida. Sin embargo, la disolución de los partidos liberales y conservadores fue solo
una parte. Estos activistas animaron a una amplia gama de votantes de clase media y
trabajadores tories a adquirir poder político. Los alemanes buscaban una representación
más efectiva de sus intereses particulares en partidos consagrados a un solo tema. Pero
por lo general, expresaban un descontento general con los partidos políticos y los
acuerdos parlamentarios.
Los pequeños partidos políticos independientes resaltaban los derechos constitucionales
y los intereses públicos, representando una visión de nación. Los partidos que no
adherían a ese sentimiento populista se derrumbaban, que hasta los Stahlhelm perdieron
poder por oponerse a partidos independientes en nombre de la unidad nacionalista.
No obstante de toda la situación, no pasó a ser más que un mero episodio en la historia
alemana. Las relaciones entre granjeros y comerciantes se deterioraron y, aunque se
invocaba el bien común, se lo hacía según una plataforma política acotada. A fines de los
años veinte, los votantes se volcaron masivamente hacia los partidos pequeños para
expresar el enojo popular con los grandes partidos, pero pronto los abandonaron, una vez
que se hizo evidente la incapacidad de los nuevos grupos para reconstruir la comunidad
política. Sin embargo, hubo un lugar al que ya no regresaron: a los grandes partidos
burgueses, que en ningún momento recuperaron sus pérdidas de los años veinte. A pesar
de la gran volatilidad de la política alemana, los partidos tradicionales no revivieron.
Insertos en la vida social de provincia, los nazis podían fácilmente atraer una multitud de
gente. Para los burgueses, los nacionalsocialistas no eran ni una presencia prohibida ni
un partido extremista. Los activistas nazis fueron haciéndose cada vez más presentes en
los barrios ganándose de esta forma al pueblo alemán. En pocos años, sus esfuerzos
dieron frutos. Para fines de 1929, el ímpetu político estaba con los nacionalsocialistas.
Los nazis se oponían a los socialdemócratas por traición al pueblo alemán y conspiración
con los “capitalistas judíos”, atrayendo de esta manera una y otra vez el apoyo del pueblo.
Al mismo tiempo, el partido nazi hacia lo posible por encajar en cada entorno de la
sociedad alemana, en especial a los trabajadores (se ganaron el apoyo de protestantes y
católicos también). Mientras que el estado reducía los programas de bienestar social, los
nazis creaban uno en beneficio de sus seguidores para responder a la crisis. De manera
distinta, los socialdemócratas no reforzaban su reputación. Como ningún otro movimiento
político, los nazis lograron los indicios para construir una nueva Alemania.
- La revolución nazi
A fines de los años veinte, los barrios de clase media se hallaban en el centro de una
verdadera insurrección popular. Las luchas sobre qué bandera enarbolar (comunista o
nacionalsocialista) consumían la política cotidiana. Con el paso del tiempo, estos
conflictos fueron tornándose cada vez más peligrosos. Los movimientos políticos de todo
tipo hacían un uso efectivo de las calles, creando una propaganda visual y acústica cada
vez más impactante. Los partidos tradicionales se habían derrumbado, en particular a
nivel local.
Sin embargo, fue el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores y no otro
grupo “nacional socialista” el que sorprendió a los observadores políticos, obtuvieron el
derecho a asumir el gobierno de la nación. Los partidos independientes y las campañas
centradas en una sola temática no podían evitar ser parte de la misma inmovilidad política
que condenaban. Los nazis, con sus manifestaciones masivas y su retórica apocalíptica,
crearon un foro político, en el que la nación podía ser imaginada como un todo nacional
en el que cada alemán no judío independientemente de su estatus social, ocupaba un
lugar de honor y participaba, por lo tanto, de un deslumbrante futuro de prosperidad. Era
un populismo que prometía ir más allá de las instituciones liberales para recuperar una
identidad nacional esencial y poderosa.
El inicio de la Gran Depresión en 1929 generalizó aun más las razones para no votar a los
partidos de intereses sectoriales o a los nacionalistas alemanes. La escala
verdaderamente dramática de la emergencia nacional resaltaba la mezquindad de los
grupos independientes. Contra ese telón de fondo, la insistencia nazi en un cambio radical
más que en la efectiva representación de los intereses sectoriales parecía razonable.
Nada revelaba mejor el éxito obtenido por los nacionalsocialistas en su política de
asociarse a la idea de la Volksgemeinschaft (“comunidad popular”) y distanciarse de las
fuerzas reaccionarias que su empeño por atraer a los trabajadores alemanes. En la era de
la movilización de las masas, la clase comenzó a perder fuerza como factor determinante
de las lealtades políticas. Muchos trabajadores se sentían atraídos por el mensaje nazi de
que la solidaridad nacional, la productividad económica y las aspiraciones imperiales
podrían traer prosperidad a todos los alemanes. Para ellos, una autentica
Volksgemeinschaft volvía innecesario el separatismo de clases.
Los nazis supieron insertar mejor que ningún otro partido el deseo de una reforma social
dentro del marco nacional tenían la impresión de que los nazis estaban del lado de la
“justicia social”. El mensaje nazi era brutal, y muchos observadores lo consideraban
demagógico y propagandístico; no obstante, debe recordarse que miles de alemanes se
sintieron atraídos hacia el movimiento por idealismo, y que respondieron con un genuino
entusiasmo la tarea de renovar la nación. En la mente de un número cada vez mayor de
alemanes, tanto de trabajadores como de burgueses, de protestantes y católicos por
igual, los nazis representaban la renovación, sus adversarios la reacción y la transigencia
con los enemigos de la nación; los nazis hablaban por el pueblo, sus adversarios a través
de corruptos grupos de interés, burocracias ineptas y una cancillería distante y distraída.
A fines de 1932, los nazis eran el único partido aceptable para los votantes no marxistas y
no católicos, que constituían la mayoría de los votantes alemanes. El nacionalsocialismo
constituía la culminación de un proceso de movilización popular que se remontaba a 1914
y más allá aun, y no puede ser considerado simplemente como la consecuencia de la
catástrofe económica y el trauma social. Aunque era un heredero reconocible de ellas.
Sin embargo, Hitler no consiguió tener consigo todos los votantes: tres culturas políticas
se mostraron más o menos resistentes al nacionalsocialismo: los socialdemócratas, los
comunistas y el Partido Católico de Centro. Especialmente en las grandes ciudades, una
cultura socialista bien desarrollada mantenía a las comunidades de clase trabajadora
políticamente intactas. Los comunistas también se resistían a los nazis. Es un lugar
común considerar que el voto nazi reflejaba básicamente el resentimiento y la frustración
de las clases medias bajas. No obstante, la creencia de que los votantes de clase alta en
los distritos urbanos más acomodados se mantuvieron inmunes a los atractivos del
nazismo resulta insostenible. De hecho, cuanto más rico era el distrito mayor fue la
cantidad de votos nazis. La vasta mayoría de los opositores burgueses del nazismo no
apoyaba la republica, y seguía esperando su desaparición.
Sin embargo, había un punto clave en la visión del mundo de Hitler que no era compartido
entusiastamente ni comprendido plenamente por la mayor parte de los votantes: el
lenguaje racista de su darwinismo social; su absoluto antisemitismo. Decir que los
alemanes votaron por el Partido Nazi porque expresaba mejor un antisemitismo
generalizado en la sociedad de Weimar es perder de vista por completo los modos en los
que los nazis se distinguieron de los otros partidos y de esa manera dieron al electorado
razones para votar por ellos. Frietzche ve a los alemanes como cómplices de los
crímenes del nazismo. Estos no ganaron votos porque eran similares a los partidos
tradicionales de clase media, sino porque tenían una visión convincente de la nación
como una entidad solidaria.
Por más que las elites locales trabajaron junto con el partido, el éxito de los nazis se
basaba en un levantamiento popular más amplio, que había desafiado y socavado el
poder de la elite conservadora a lo largo de los años veinte. Considerar a los nazis como
un movimiento conservador o reaccionario o pequeñoburgués es perder de vista la
destrucción que provocaron los partidos tradicionales. Su agresivo nacionalismo y
virulento antisemitismo y su concepción elitista del liderazgo no borraban su atractivo
populista y anticapitalista.
Tratado de Versalles
• Cuenca del Saar bajo administración francesa (Plebiscito en 15 años)
• Desmilitarización de la región de Renania
• Reducción del ejército alemán y prohibición para fabricar material de guerra
• Artículo 231: Cláusula de culpabilidad de guerra: Alemania y sus aliados responsables
de todos los daños y pérdidas del Conflicto.
• El pago de las reparaciones e indemnizaciones: 132 millones de Marcos mediante
cuotas anuales.
Hasta la década del 30 el partido nazi era un partido regional de Munich. Se convierte en un
movimiento de alcance nacional en el 30.
Traición, apuñalada por la espalda. El ejército, apuñalado por la espalda por un gobernante.
La guerra no terminó, ahora el problema es el comunismo, es una amenaza real. Los
fascistas quieren hablarle a los obreros y tomar las calles. El partido nazi antes tenía otro
nombre en relación a los trabajadores.
Brigadas paramilitares, formadas por ex combatientes de la primera guerra mundial. En el
caso de Alemania era la SA.
A las masas se las convence a partir de los sentimientos, no de las ideas. Predomina el
sentimiento y no la razón. No tienen poder decisión, siguen al líder. Ahí cobra importancia
la propaganda, los deportes, la juventud, etc., (McPhee).
Gentile:
Religión de Estado. La religión le ofrece rituales conocidos, para una sociedad religiosa
como la italiana. Si los italianos antes de ser italianos eran católicos, el mensaje católico
llega de manera eficiente.
Igual que Russoe: Tácticas, estrategias para adoctrinarlos. No recuperan los valores,
libertad, igualdad y fraternidad de la revolución francesa. Concepción antiliberal, pero
innovadora, camino alternativo.
Gente moviéndose, movilizaciones, alemanes marchando y participando. Tiene que ver con
lo que genera la guerra en agosto del 14. Genera movilizaciones, la mayoría a favor de la
guerra. Marchan para celebrar al Kaiser, por declarar la guerra a Francia e Inglaterra. Es lo
que mueve al pueblo alemán, quieren pelear y defender a Alemania, corren a anotarse en el
ejército.
Enero del 33: Un pueblo alemán marchando a favor del ascenso de Hitler (para destruir la
república).
Paralelismo con el 18: Tropas movilizadas, marchas, a favor de la república.
Fue perdiendo fuerza, ganó el poder el discurso antirepublicano.
Grupos nacionalistas que van a ser cada vez más republicanos, pero estos grupos no estaban
liderados únicamente por Hitler. El partido es uno más de los partidos antirepublicanos
luego de la guerra. El partio Nazi consigue poder luego de la gran depresión .
Hitler daba sus discursos en cervecerías, por eso solo lo votaban los hombres (al
principios).
La mayoría de la población alemana no quería que Hitler llegara al poder. Por eso cuando
llega al poder persigue a los líderes de los partidos políticos opositores, porque los otros
partidos políticos tenían fuerza.
Fritzsche dice que el fin de la republica era algo que se acercaba, y que fue Hitler como
poodría haber sido cualquier otro grupo nacionalista. El liderazgo de Hitler podría
explicarse por su carisma y habilidad oratoria.
La república nace como un movimiento popular, lo quería la mayoría, no se dió por crisis
económicas y guerra. No era como decía Hitler, que solo lo quería la minoría.
Hitler sacó los votos de las personas que desde un primer momento no apoyaban la
república, grupos nacionalistas que volvieron derrotados de la guerra.
Alemana nacionalista y Alemania republicana.
Elección presidencial, fallece Herbert. Hindenburg, un hombre del imperio, líder del
ejército alemán en la 1ra guerra alemán.
Elección del año 25: cantidad de votos importante a Hindenburg. Los mismos que votan a
Hitler en el 30.
Hasta el último momento Hinderburg estuvo reticente a ofrecerle el cargo a Hitler. Porque
era un cabo austríaco. Pero no le quedaban muchas opciones además de ofrecerle un cargo
político a Hitler.
Cap 4:
Un hombre y una crisis = Mussolini y la crisis de posguerra.
→ Tanto el caso de Alemania, Italia y Rusia son tres tendencias radicalizadas que vienen
a romper el sistema: son antisistemas: vienen a romper el mismo; son radicales y
revolucionarios.
Mussolini venía del partido socialista italiano pero se va ir porque el mismo cuando se
inicia la primera guerra mundial pide la neutralidad por eso Mussolini se va a asociar con
partidos nacionalistas (Fascio Rivoluzionario) que querían la intervención. La presión que
meten los mismo es tanta que terminan consiguiendo la intervención de italia en la
guerra.
Italia queda del lado vencedor pero de la misma no obtiene nada, entonces los grupos
nacionalistas empiezan a desarrollar la idea de la victoria mutilada, lo único que obtienen
es deuda, crisis, pobreza → los grupos nac empiezan a echarle la culpa al gobierno (en
ese momento liberal), específicamente a Giolitti.
Camisas negras:
Los camisas negras fueron organizados por Benito Mussolini como el instrumento de
acción violenta por parte de su movimiento fascista. Sus métodos se hacían cada vez más
violentos a medida que crecía el poder de Mussolini, y usaron la violencia, la intimidación
y el asesinato contra sus oponentes políticos y sociales.
Mussolini llega al poder gracias a la alianza sobre el rey, sin embargo, él establece la idea
de que él llegó al poder a través del accionar de las camisas negras → tomaron el poder
por su propia fuerza y poder.
→ Liturgia fascista
ENERO 1933:
9 de noviembre de 1918 el Káiser (emperador) abdica y deja el gobierno a cargo del líder
del partido más importante de alemania: Socialdemocracia alemana (SPD). De tal
manera, Friedich Ebert asume la cancillería y se establece la república de Weimar →
“rev. de alemania”
Para comprender el ascenso del nazismo hay que entender el fracaso de la 1GM, el
tratado de versalles, la república de Weimar y la crisis económica del 23 y del 29; pero
además de estos elementos el autor menciona que el elemento clave es el nacionalismo
popular: identificación por parte de los alemanes que va a liderar hitler, el nacionalismo
extremo de hitler va a tener apoyo popular.
→ El movimiento nacionalista surge desde abajo (idea de que la causa le pertenece a los
alemanes)
Hay que definir al nacionalismo como una ola de emoción popular y colectiva que en 1914
salió a manifestarse → Volksgemeinschaft (sentimiento nacionalista del pueblo)
Que los alemanes salgan a la calle, va a debilitar al imperio alemán, imperio muy
conservador y tradicional → vertientes del movimiento
Para noviembre de 18 es una república, sin embargo, en esta época arranca su peor
crisis, política, moral, y en los próximos años, económica → La república se va debilitando
constantemente
Sistema político muy fragmentado, hay tantos partidos uno no puede gobernar por sí solo,
tienen que armar alianzas