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Características de la literatura medieval en España y el resto de Europa 

1.- Las obras literarias tienen un poso teocéntrico en la temática 

(Hay familiaridad con todo lo referente a lo sagrado, con las vidas de los santos, con los milagros,
con todo lo sobrenatural que llega del cielo. Y no se hace desde la perspectiva de las Sagradas
Escrituras sino que la Virgen (Milagros de Nuestra Señora) baja a ayudar a todo aquel que tiene
una tribulación comportándose como una dama corriente. Por otro lado, en el Libro de Buen
Amor hay una mezcla entre la piedad, lo sagrado, lo piadoso y lo más profano (incluso con los
pecados). La literatura medieval es la expresión de una cultura que gira alrededor de la religión en
su vertiente más fervorosa. Además, en esta época se inicia la costumbre de la peregrinación hacia
Santiago de Compostela para venerar la tumba del apóstol.

2.- Buena parte de la literatura medieval nació en los monasterios

(Los monjes eran los únicos que sabían escribir y leer. Además estaban en posesión de los textos
clásicos. Eso no quita que todos los escritos se realizaran para consumo interno o de la elite
aristocrática. La literatura medieval no solo tuvo una finalidad de entretenimiento o de regocijo
artístico y sirvió también para vehicular temas diversos desde los filosóficos hasta los que trataban
de los pocos adelantos científicos de la época. Incluso la reintroducción del teatro se hizo a través
de los monasterios, especialmente a partir de la propagación de la Orden de Cluny por buena
parte del territorio europeo.)

3.- La literatura medieval conservada es en lengua romance 

Ni que decir tiene que se escribían textos en latín y se copiaban, además, los pocos escritos que
llegó de la cultura grecorromana. Esto siguió haciéndose así hasta bien entrado el Siglo de las
Luces cuando se incentivó los idiomas nacionales como lengua de cultura. A lo largo de la Edad
Media el latín había completado buena parte de su proceso evolutivo hasta convertirse en las
distintas lenguas romances conocidas y diferentes entre sí. La literatura medieval que
conservamos (Poema del Mio Cid por poner un ejemplo) están ya realizadas con estas nuevas
lenguas.

4.- La literatura medieval, como el resto de las manifestaciones artísticas, es anónima

Los artistas (de todos los ramos, géneros y disciplinas) no firmaban sus obras. En una época tan
centrada en lo religioso este trabajo se consideraba una entrega total a la divinidad. Por eso, no
conocemos a ciencia cierta quienes fueron los creadores de la mayoría de los romances que se han
conservado. También desconocemos la rúbrica de buena parte de las iglesias románicas o de las
tablas religiosas de la época. La gloria en este mundo se consideraba orgullo, pecado capital. 

5.- La literatura medieval tiene tres vertientes temáticas: épica, religiosa y poesía amorosa

La libertad creativa tal como comienza a entenderse a partir del siglo XIX no se conoce en la
literatura medieval. Esta está muy clasificada y siempre responde a los preceptos de autoridad.
Esto es, se hace algo siempre y cuando alguien anterior (considerado que pertenece al canon) ya
lo haya abordado. Por tanto, los temas se reducen a tres. El primero de ellos es la épica que trata
las hazañas de héroes abandonados que van en busca de bienes o tesoros importantes. Un buen
ejemplo es el Poema del Mio Cid. La religiosa puede abordar temas diversos en el orden de lo
sagrado, desde vidas de héroes santos hasta milagros. En esta clasificación entraría la obra de
Gonzalo de Berceo. La tercera línea nace en la Provenza en el siglo XII y se basa en p oemas de tipo
cortesano, de amor platónico que se extendió por todo Europa a través de la labor de los juglares
anónimos.  

6.- Predomina la poesía sobre otros géneros

Aunque se han conservado textos en prosa, el grueso de la creación de la época (incluso cuando se
trata de teatro) adquiere la forma de verso. Desde las jarchas mozárabes de corte amoroso hasta
las grandes obras de Petrarca están escritas como poemas largos o cortos. La literatura medieval,
además, no diferenciaba entre la finalidad artística de la divulgativa y entendía estos escritos como
una forma de propagar valores morales.  

7.- La literatura medieval oral estaba dirigida al pueblo

De aquí la gran cantidad de romances de todo tipo con rimas marcadas fáciles de memorizar que
propagaban los juglares normalmente de pueblo en pueblo. Hay críticos que señalan incluso que
este tipo de obras pudieran ser cantadas acompañadas de instrumentos musicales básicos, tal
como se aprecia en diferentes miniaturas de los libros de la época.  

8.- La literatura medieval, como la cultura de la época está impregnada por la filosofía de las
correspondencias

Este mundo, este plano no es real, casi no existe. Es, sencillamente, un reflejo de lo que sucede en
el otro plano, en el divino, en lo sagrado. Por eso, es tan importante que las acciones de aquí sean
las correctas para corresponder a aquello que Dios quiere. La filosofía de las correspondencias
hunde sus raíces en las propuestas de Platón.  

9.- Los símbolos tienen fuerte preponderancia en todas las artes medievales

Por eso, tanto la literatura medieval como el resto de las artes (ya sean arquitectónicas o plásticas)
están plagadas de  símbolos. Ellos transmiten, mensajes ocultos que hay que desentrañar. De
todos modos, esta lengua era bien conocida en la época incluso para el pueblo analfabeto que
entendía, por poner un caso, lo que significaba un águila o un león en una fachada de una iglesia.
De alguna manera también cumplían una función educativa al comunicar conceptos abstractos
gentes sin la mínima instrucción. 

10.- Buena parte de la literatura medieval está dominada por la alegoría al creer que este mundo
es el reflejo de los deseos de Dios, los artistas de la época encuentran en la alegoría su mejor
vehículo de comunicación. En palabras de Fernando Lázaro esta figura retórica se puede definir
como “La expresión de la correspondencia prolongada entre una serie de hechos o fenómenos
reales y la interpretación transcendente que se da a cada uno de ellos. Así, Gonzalo de Berceo
(siglo XIII), en la Introducción de los Milagros, nos cuenta que, sintiéndose cansado, entró en un
prado a descansar. Pero aquel prado (término real) se le convierte en una alegoría del Paraíso y va
presentándonos las correspondencias que observa. Las fuentes son los Evangelios; las aves son los
Santos; las flores son los nombres que dan los fieles a la Virgen María…”
11.- Las primeras manifestaciones de la literatura medieval fue la lírica 

Son pequeñas canciones cantadas por los juglares o por las gentes sencillas. Al transmitirse de
forma oral (ya que la cultura escrita estaba reservada a los monasterios), la mayoría de ellas se
han perdido. Eso ha sucedido en toda Europa aunque en España se han conservado las jarchas
mozárabes, pequeños poemas de amor cortesano para ser recitado o cantado. 

12.- La épica y los cantares de gesta 

A esta clasificación pertenecen los grandes poemas de la literatura medieval europea. Aquí nos
encontramos tanto el Poema del Mio Cid como la Chanson de Roland. Tratan las tribulaciones de
un héroe caballeresco expulsado de su emplazamiento original que lucha por recobrar un puesto o
tesoro (también en el sentido figurado) de importancia.  

13.- Lírica cortesana provenzal en la literatura medieval

Aparece más tarde, en el siglo XII y XIII, vinculada a las cortes o palacios de la aristocracia. Son
pequeños poemas de amor platónico (o real) que se cantaban. La composición de estos versos
corrían a cargo de los trovadores que, a veces pertenecían a los estratos altos de la sociedad. Estos
poetas entregaban gratuitamente sus creaciones a los juglares que memorizaban los versos para
luego cantarlos en las plazas y mercados populares.

14.- El mester de clerecía frente al mester de juglaría

Géneros eminentemente castellanos de la literatura medieval, surgen en el siglo XIII y pretenden


diferenciar (seguramente ante la cantidad de poemas en circulación) el origen de los mismos. El
primero, el de clerecía, utiliza una estrofa fija (la cuaderna vía) y se afana en temas morales,
filosóficos o más cultos. En contraposición, en el mester de juglaría entrarían esos versos
destinados al público popular compuestos con mayor libertad en todos los sentidos, desde el
meramente formal hasta el temático. 

15.- El teatro de la literatura medieval es eminentemente religioso

No se parece en nada a los corrales de comedia que surgirán después o las obras de un
Shakespeare. Son piezas sencillas de tema religioso vinculadas a la liturgia. Al parecer nacieron
para dar más visibilidad a ciertos días del calendario sacro como la Navidad o la Epifanía.  

16.- El inicio de las novelas de caballería 

Aunque estas son posteriores, la crítica ha señalado que las bases se pusieron en la Edad Media
con un género en prosa conocido como Roman courtois. Su maestro, del cual conocemos el
nombre, fue Chrétien de Troyes. 

Desde el siglo XII hasta el XIV, en toda Europa, con sus particularidades locales, se cultivó una
literatura sencilla dirigida al pueblo y que se trasmitía de manera oral a través de poemas,
romances o cantares. Estos, aunque se produjeran en los centros monásticos, se extendieron a
través de la actividad de los juglares, artistas callejeros casi que vivían de recitar sus versos de
pueblo en pueblo. Como las comunicaciones eran tan escasas y peligrosas, la propagación de
cualquier obra llevaba décadas incluso. Mientras tanto el sabor filosófico, científico, arquitectónico
o artístico se atesoraba en los scriptoria monásticos donde fueron saliendo con cuentagotas hacia
las incipientes universidades o  colegiatas. La vida giraba en torno a la divinidad, al mundo celestial
del otro lado cuya correspondencia se encontraba en este lado impregnándose todas las
manifestaciones culturales de un profundo sentido sacro. Hasta el teatro de la literatura medieval
tenía un carácter religioso que iría perdiendo en los siglos posteriores.

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