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TÍTULO

PÓLIZAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL DE SERVIDORES PÚBLICOS EN LOS


PROCESOS DE RESPONSABILIDAD FISCAL.

¿SU COBERTURA Y ALCANCE SATISFACEN LAS NECESIDADES ACTUALES DEL


MERCADO COLOMBIANO?

ESTUDIANTE: PAOLA SILVANA VANEGAS SÁNCHEZ

TESIS COMO REQUISITO DE GRADO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE MAGISTER


EN DERECHO DE SEGUROS.

DIRECTOR DE LA TESIS: DOCTOR ARMANDO GUITIERREZ VILLALBA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE DERECHO


DEPARTAMENTO DE DERECHO DE SEGUROS.

MAESTRÍA EN DERECHO SEGUROS.

BOGOTÁ, D.C, NOVIEMBRE DE 2022


Tabla de Contenido

Resumen ...………………………………………………………………………………………...1

Introducción ………………………………………………………………………………………2

1. Historia del control fiscal, sinopsis …………………………………………............................4

2. Acción fiscal ……….…………………………………………………………………………11

2.1.¿Qué es la acción fiscal? ……………………………………………………..…….. 11


2.2.¿Quiénes tienen competencia para ejercer la acción fiscal? ………………………...16
2.3.¿Quiénes son sujetos de la acción fiscal? …………………………………………. 23
2.4. ¿Cuáles son los elementos de la responsabilidad fiscal?……………………………25
2.4.1. Conducta dolosa o gravemente culposa ..………………………………....26
2.4.2. Daño patrimonial al estado …...…………………………………………..32
2.4.3. Nexo causal entre la conducta y el daño……...…………………………...33
2.4.3.1. Teoría de la causa próxima ……………………………………..34
2.4.3.2. Teoría de la equivalencia de condiciones ..……………………..34
2.4.3.3. Teoría de la causalidad adecuada ………..……………………...34
2.4.3.4. Teoría de la imputación objetiva ……………...………………...35
2.4.3.5. Teoría de la concurrencia ...……………………………………..35
2.5. Ejercicio de la competencia de la Contraloría General de la República …………....35
2.6. Vinculación de los responsables fiscales en el proceso de responsabilidad fiscal en
Colombia ………….……………………………………………………………………..39
2.7. Vinculación de las compañías de seguros en los procesos de responsabilidad fiscal en

Colombia ………………………………………………………………………………...40

3. Póliza de responsabilidad civil de servidores públicos…………………..…………………....44

3.1. Generalidades .....…………………………………………………………………....44


3.2. ¿Por qué se diferencia la culpa grave y el dolo? ..…...………………………….......45
3.3. ¿Cómo se estructuran y operan estas pólizas en Colombia? …………….............:....54
3.4. Generalidades de cobertura y exclusiones en Colombia ..…..……………….…...:...57
3.4.1. Previsora ………………. ..……………………………………………......57
3.4.2. Equidad ………………. ..…………………………………………….......58
3.4.3. Axa …...………………. ..…………………………………………….......58
3.4.4. Chubb ………………. ..…………………………………...………….......59
3.4.5. Liberty ………………. ..…………………………………..………….......59
3.4.6. Estado ………………....…………………………………………………..60
3.4.7. Solidaria ………………....………………………………………………..61
3.4.8. Exclusiones……………. ..………………………………………………...61

4. Análisis de sentencia C-090 de 2022, la cual declaró la inexequibilidad de los artículos 124 al

148 del Decreto 403 de 2020...…………………………………………………………………..64

4.1. Respecto a la calificación de la conducta ...…………………………………………65


4.2. Respecto a los elementos de la responsabilidad fiscal ...……………………………67
4.3. Respecto al concepto de daño patrimonial al estado ..………………………………67
4.4. Respecto al término de caducidad de la acción fiscal.………………………………68
4.5. Modificaciones del artículo 1 del Acto Legislativo 4 de 2019 ...…………………...72

Conclusiones…..…………………………………………………………………………………76
PÓLIZAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL DE SERVIDORES PÚBLICOS EN LOS

PROCESOS DE RESPONSABILIDAD FISCAL. ¿SU COBERTURA Y ALCANCE

SATISFACEN LAS NECESIDADES ACTUALES DEL MERCADO COLOMBIANO?

RESUMEN

La presente investigación pretende un análisis y estudio de las pólizas de responsabilidad

civil de servidores públicos, que en ocasiones son vinculadas en los procesos de responsabilidad

fiscal, para determinar si las mencionadas pólizas, vigentes y ofrecidas actualmente por el mercado

asegurador colombiano, satisfacen las necesidades de cobertura requeridos por la norma;

particularmente, respecto a los procesos adelantados por la Contraloría.

Para ello, se hace indispensable revisar previamente aspectos esenciales de la

responsabilidad fiscal como: su objeto, elementos, término de caducidad y prescripción; de cara a

plantear de forma adecuada si el alcance en la cobertura de las pólizas de responsabilidad civil de

servidores públicos, ofrecidas por el mercado asegurador colombiano son suficientes y otorgan la

cobertura necesaria, cuando estas son vinculadas dentro de los Procesos de Responsabilidad Fiscal

que adelanta la Contraloría.

Finalmente, se analizarán y revisarán los cambios introducidos con ocasión de la

promulgación del Decreto 403 de 2020, sin pasar por alto la decisión de la Corte Constitucional

adoptada en sentencia C-090 de 2022 por virtud de la cual se declaró la inexequibilidad de los

artículos 124 al 148 de la precitada norma, relacionados, entre otros aspectos, con la calificación

de la conducta, los elementos de la responsabilidad fiscal, su término de caducidad y prescripción.


INTRODUCCIÓN

Debido a la importancia de contar con una cobertura adecuada que proteja el patrimonio público

en atención al mandato constitucional, artículo 90, en virtud del cual se genera responsabilidad del

Estado derivado de los daños antijuridicos que cause éste a través de sus agentes, funcionarios o

servidores públicos, es que se hace necesario contar con un mecanismo de cobertura en donde se

trasladen dichos riesgos a una entidad legalmente autorizada para ello, esto es una aseguradora, el

cual es materializado a través de un contrato de seguro.

De igual forma, con ocasión del mandato constitucional del artículo 268 numeral 5, se instituye al

Contralor General de la República para establecer responsabilidad que se derive de la gestión

fiscal, buscando el resarcimiento del daño que se cause al patrimonio del Estado como

consecuencia de actuaciones irregulares en que hayan podido incurrir los servidores públicos y los

particulares, de manera dolosa o gravemente culposa, en la administración los recursos. En virtud

de ello, la Contraloría con el fin de determinar y establecer si hay lugar o no a la responsabilidad

en el ejercicio de esa gestión fiscal, tanto por acción como por omisión de esos sujetos o

responsables fiscales, adelanta los procesos denominados de responsabilidad fiscal.

Es por ello por lo que, las entidades públicas trasladan los riesgos, en los cuales pueda verse

afectado su patrimonio o el de los gestores fiscales, a entidades autorizadas para ello, esto es

compañías aseguradoras, a través de contratos de seguros, los cuales permiten cubrir parte de

dichos peligros. Ahora bien, el presente estudio pretende analizar jurídicamente el alcance de la

cobertura de las pólizas de responsabilidad civil de servidores públicos ofrecidas en el mercado

asegurador colombiano; así como, el proceso de vinculación de las garantes dentro de los procesos
de responsabilidad fiscal adelantados por la Contraloría General de la República, en virtud de

dichas pólizas.

Adicionalmente, se pretende analizar, si la cobertura otorgada es suficiente, si cumple con el objeto

para el cual fue instituida y si satisface las necesidades actuales del mercado colombiano. Por ello,

se hace necesario revisar, analizar y responder algunos interrogantes, como: ¿Las Pólizas de

Responsabilidad Civil de Servidores Públicos ofrecidas por el mercado asegurador colombiano

satisfacen las necesidades actuales de cobertura requeridos por la norma? ¿Las Pólizas de

Responsabilidad Civil de Servidores Públicos actualmente ofrecidas por el mercado asegurador

colombiano otorgan protección a todos los eventos que generan responsabilidad del Estado,

derivado de los daños antijuridicos que cause éste a través de sus agentes, funcionario o servidores

públicos? ¿Las Pólizas de Responsabilidad Civil de Servidores Públicos otorgan plena cobertura

dentro de los procesos adelantados por la Contraloría? ¿Su cobertura y alcance satisfacen las

necesidades actuales? ¿Todos los riesgos actuales relacionados con el órgano de control fiscal

pueden ser cubiertos dentro de la Pólizas de Responsabilidad Civil de Servidores Públicos?

Finalmente, se pretende analizar el alcance de la modificación generada con ocasión de la

expedición del Decreto 403 de 2020, particularmente la aclaración respecto a la calificación de la

conducta del asegurado (culpa grave) en los procesos de responsabilidad fiscal, sus elementos, el

término de caducidad y prescripción; así como, revisar la decisión de la Corte Constitucional, al

declarar inexequible los artículos 124 al 148 del Decreto 403 de 2020, relacionados con dichos

aspectos.
CAPÍTULO 1. HISTORIA DEL CONTROL FISCAL, SINOPSIS.

Con el fin de entender las particularidades y el progreso que ha tenido el concepto de

control y responsabilidad fiscal en Colombia, se hace necesario hacer una breve introducción

respecto a su evolución en nuestro ordenamiento jurídico, así como, reseñar de manera sucinta, la

historia del control fiscal en nuestro país hasta el día de hoy; entendida desde la visión

constitucional y del órgano de control como, una función pública, desarrollada por órganos con

autonomía técnica y administrativa, concebida bajo los pilares de la eficiencia, eficacia y

economía.

En virtud de lo anterior, se hace necesario mencionar que desde 1923 con ocasión de la

misión Kemmerer, en el gobierno de Pedro Nel Ospina Pérez, se llevó a cabo una reforma tendiente

a mejorar el manejo de las finanzas públicas nacionales, dando recomendaciones al gobierno

colombiano, respecto al control fiscal.

Así mismo, es importante mencionar que, las medidas recomendadas por la misión del

profesor Kemmerer se materializaron mucho más rápido debido a la situación económica que

atravesaba el mundo y particularmente algunas circunstancias coyunturales en Colombia, tales

como, la quiebra del Banco López y el impacto negativo en los precios del café, las cuales

obligaron al gobierno de turno a decretar tres días de fiesta nacional por independencia con el fin

de evitar el pánico económico. En virtud de lo anterior, encontramos que se concretaron

importantes cambios, así: la creación de instituciones en el nivel central, como la Contraloría

General de la República, el Banco de la República y la Superintendencia Bancaria; estas


instituciones, creadas en aras de organizar la función de crédito y vigilancia de recursos del público

y públicos, al amparo de la institucionalidad del estado colombiano.

Como consecuencia de dichas recomendaciones, fue promulgada la “Ley de Contraloría”,

la cual, transformó la antigua Corte de Cuentas en la Contraloría General de la República, creando

la figura de un funcionario con el fin de recalcar la importancia de otorgar al pueblo la posibilidad

de conocer cómo se recauda, maneja y administra el dinero del erario. Dicha posibilidad se

materializó a través de un representante o delegado autorizado denominado Contralor General de

la República, quien llevaría a cabo esas facultades de fiscalización bajo su responsabilidad.

Tenemos entonces que, si bien la institución de la Contraloría General de la República tiene

sus orígenes desde la Ley 42 de 1923, sólo con la Constitución de 1991, en su artículo 267, se

instituyó claramente como uno de los órganos autónomos e independientes del Estado, teniendo a

su cargo la vigilancia de la gestión fiscal. La decisión de elevar a rango constitucional la vigilancia

de la gestión fiscal, dicho sea de paso, se dio siguiendo la oleada reformista latinoamericana y

reformulando la visión de las instituciones en busca de “reforzar las instancias estatales de control,

fortaleciendo la autonomía y la capacidad fiscalizadora de las mismas”.

Entonces, a partir de la constitucionalización de la responsabilidad patrimonial del estado,

que emerge para servidores públicos y particulares al infringir los preceptos legales, es que

encontramos, de forma individualizada y particular, la responsabilidad fiscal . Así las cosas, se

hizo necesario elevar a rango constitucional el concepto y la institución de la Contraloría General


de la República, por lo que, se hace pertinente citar los mandatos constitucionales que le sirven de

sustento y hacer unas precisiones conceptuales, así:

Artículo 6. Los particulares solo son responsables ante las autoridades por infringir

la Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y por

omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones.

Artículo 90. El Estado responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que

le sean imputables, causados por la acción o la omisión de las autoridades públicas.

En el evento de ser condenado el Estado a la reparación patrimonial de uno de tales

daños, que haya sido consecuencia de la conducta dolosa o gravemente culposa de

un agente suyo, aquel deberá repetir contra este.

De manera que, de la lectura de las normas antes transcritas tenemos que, la responsabilidad

patrimonial del estado puede apreciarse desde dos ópticas. La primera desde la responsabilidad

que surge, a cargo del estado, por los daños antijurídicos que pudieran ser causados por sus

funcionarios; y la segunda, por la acción que tiene el estado en contra de esos funcionarios que,

con ocasión a un comportamiento, gravemente culposo o doloso, causen un daño antijurídico.

Ópticas que, dada las aristas y complejidades, serán analizadas y desarrolladas más adelante en la

presente disertación.

Por otro lado, siguiendo con la constitucionalización de las herramientas de control fiscal,

tenemos que el artículo 267 de la Constitución consagra que tanto la Contraloría General de la

República como las contralorías departamentales, municipales y distritales ejecutan control fiscal
en Colombia, significando ello que, éstas también tienen la función de vigilar la gestión fiscal de

los servidores del estado y las personas de derecho privado que manejen o administren fondos o

bienes públicos, así:

Artículo 267. La vigilancia y el control fiscal son una función pública que ejercerá

la Contraloría General de la República, la cual vigila la gestión fiscal de la

administración y de los particulares o entidades que manejen fondos o bienes

públicos, en todos los niveles administrativos y respecto de todo tipo de recursos

públicos. (…). El control ejercido por la Contraloría General de la República será

preferente en los términos que defina la ley.

El control fiscal se ejercerá en forma posterior y selectiva, y además podrá ser

preventivo y concomitante, según sea necesario para garantizar la defensa y

protección del patrimonio público. El control preventivo y concomitante no

implicará coadministración y se realizará en tiempo real a través del seguimiento

permanente de los ciclos, uso, ejecución, contratación e impacto de los recursos

públicos, mediante el uso de tecnologías de la información, con la participación

activa del control social y con la articulación del control interno. La ley regulará su

ejercicio y los sistemas y principios aplicables para cada tipo de control.

El control concomitante y preventivo tiene carácter excepcional, no vinculante, no

implica coadministración, no versa sobre la conveniencia de las decisiones de los

administradores de recursos públicos, se realizará en forma de advertencia al gestor

fiscal y deberá estar incluido en un sistema general de advertencia público. El


ejercicio y la coordinación del control concomitante y preventivo corresponde

exclusivamente al Contralor General de la República en materias específicas.

La vigilancia de la gestión fiscal del Estado incluye el seguimiento permanente al

recurso público, sin oponibilidad de reserva legal para el acceso a la información

por parte de los órganos de control fiscal, y el control financiero, de gestión y de

resultados, fundado en la eficiencia, la economía, la equidad, el desarrollo

sostenible y el cumplimiento del principio de valoración de costos ambientales. La

Contraloría General de la República tendrá competencia prevalente para ejercer

control sobre la gestión de cualquier entidad territorial, de conformidad con lo que

reglamente la ley. (…)”

Adicionalmente, es preciso indicar que, la Ley 42 de 1993 en su artículo 5 instauraba:

Artículo 5. Para efecto del artículo 267 de la Constitución Nacional se entiende por

control posterior la vigilancia de las actividades, operaciones y procesos ejecutados

por los sujetos de control y de los resultados obtenidos por los mismos. Por control

selectivo se entiende la elección mediante un procedimiento técnico de una muestra

representativa de recursos, cuentas, operaciones o actividades para obtener

conclusiones sobre el universo respectivo en el desarrollo del control fiscal.

Para el ejercicio del control posterior y selectivo las contralorías podrán realizar las

diligencias que consideren pertinentes.


La precitada norma fue derogada, por el artículo 166 del Decreto 403 de 2020, en atención

a la reforma al régimen de control fiscal; el cual actualmente se encuentra regulado conforme las

disposiciones del Acto Legislativo 4 de 2019 y el Decreto Ley 403 de 2020; aclarando que,

respecto a esta última disposición, conforme sentencia C-090 de 2022 de la Corte Constitucional

se dispuso declarar inexequibles sus artículos 124 al 148; y declarar la reviviscencia de los artículos

4, 5, 6, 9, 12, 13, 14, 16, 18, 20, 37, 39, 42, 43, 49, 50 y 57 de la Ley 610 de 2000; así como los

artículos 100, 101, y 110 de la Ley 1474 de 2011, respecto a los trámites de los procesos de

responsabilidad fiscal de competencia de las contralorías.

Ahora bien, continuando con las herramientas del control fiscal, tenemos que, el artículo

268 de la Constitución atribuye expresamente al Contralor General de la República, facultades

para dictar y armonizar el sistema de control fiscal en todas las entidades públicas, dentro de las

cuales se destacan las siguientes:

Artículo 268. El Contralor General de la República tendrá las siguientes

atribuciones: (…)

5. Establecer la responsabilidad que se derive de la gestión fiscal, imponer las

sanciones pecuniarias que sean del caso, recaudar su monto y ejercer la jurisdicción

coactiva, para lo cual tendrá prelación.

(…)

12. Dictar normas generales para armonizar los sistemas de control fiscal de todas

las entidades públicas del orden nacional y territorial; y dirigir e implementar, con

apoyo de la Auditoria General de la República, el Sistema Nacional de Control


Fiscal, para la unificación y estandarización de la vigilancia y control de la gestión

fiscal.

(…)

13. Advertir a los servidores públicos y particulares que administren recursos

públicos de la existencia de un riesgo inminente en operaciones o procesos en

ejecución, con el fin de prevenir la ocurrencia de un daño, a fin de que el gestor

fiscal adopte las medidas que considere procedentes para evitar que se materialice

o se extienda, y ejercer control sobre los hechos así identificados.”

De lo anteriormente expuesto, podemos concluir en primera medida que, el control fiscal

que fue institucionalizado en la Constitución de 1991 ha evolucionado hasta nuestros días en forma

de un control posterior y selectivo de manera general; pero, atendiendo las necesidades de

protección del erario, también podrá ser preventivo y concomitante, con carácter excepcional no

vinculante, adelantándose como advertencia a los gestores fiscales.

Así entonces, tenemos que la última reforma al control fiscal en Colombia que se

instrumentó mediante el Acto Legislativo 4 de 2019 y el Decreto Ley 403 de 2020, consolidó un

moderno sistema en atención a las necesidades del estado colombiano, instituyendo un modelo de

control fiscal, preventivo y concurrente el cual complementa articuladamente, el ya existente

control posterior y selectivo. Aclarando que, el nuevo control no implica coadministración sino

seguimiento actual, real y eficaz de los recursos públicos, haciendo uso de tecnologías,

participación social y control interno.


CAPÍTULO 2. ACCIÓN FISCAL.

2.1. ¿Qué es la acción fiscal?

Tenemos que, puede considerarse la acción fiscal como el medio administrativo

otorgado, por la Constitución y la ley, a la Contraloría General y a las Contralorías

Departamentales, Distritales y Municipales con el fin de obtener de los gestores fiscales el

resarcimiento de cualquier perjuicio causado al patrimonio público, originado por acción u

omisión de quienes ejercen gestión fiscal o con ocasión de esta, a título de dolo ó culpa

grave.

En virtud de lo anterior, es importante tener en cuenta qué se entiende por dolo y culpa

grave, para lo cual es menester recurrir a las definiciones del Código Civil, así como, las

acepciones previstas en materia de responsabilidad fiscal, para lo cual el artículo 118 de la Ley

1474 de 2011, instauró presunciones, tanto a título de dolo como de culpa grave, respecto a

determinadas conductas desplegadas por los gestores fiscales.

Así las cosas, se entiende por dolo, conforme el artículo 63 del Código Civil, como: “(…)

la intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro” y conforme el artículo 118

de la Ley 1474 de 2011, “se presumirá que el gestor fiscal ha obrado con dolo cuando por los

mismos hechos haya sido condenado penalmente o sancionado disciplinariamente por la comisión

de un delito o una falta disciplinaria imputados a ese título”

Adicionalmente, conforme el artículo 39 de la Ley 2195 de 2022 que modificó el artículo

5 de la Ley 678 de 2001, que regula la acción de repetición, en lo referente a la determinación de


responsabilidad patrimonial de los agentes del Estado a través del ejercicio de la acción de

repetición o de llamamiento en garantía con fines de repetición, se tiene una presunción legal frente

al dolo, así:

La conducta es dolosa cuando el agente del Estado quiere la realización de

un hecho ajeno a las finalidades del servicio del Estado.

Se presume que existe dolo del agente público por las siguientes causas:

1. Que el acto administrativo haya sido declarado nulo por desviación de

poder, indebida motivación, o falta de motivación, y por falsa motivación.

2. Haber sido penal o disciplinariamente responsable a título de dolo por los

mismos daños que sirvieron de fundamento para la responsabilidad

patrimonial del Estado.

3. Haber expedido la resolución, el auto o sentencia contrario a derecho en

un proceso judicial.

4. Obrar con desviación de poder.

Por otro lado, respecto a la definición de culpa, tenemos clara la misma, desde la acepción

de los Hermanos Mazeaud desde 1959 como “el error de conducta que no lo habría cometido una

persona cuidadosa situada en las mismas circunstancias externas”.


De igual forma, dentro del artículo 63 del Código Civil, también se encuentra la definición

de culpa, clasificándola en tres especies, así:

Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los

negocios ajenos con aquel cuidado que aun las personas negligentes o de poca prudencia

suelen emplear en sus negocios propios. Esta culpa en materias civiles equivale al dolo.

Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y

cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o

descuido, sin otra calificación, significa culpa o descuido leve. Esta especie de culpa se

opone a la diligencia o cuidado ordinario o mediano. El que debe administrar un negocio

como un buen padre de familia, es responsable de esta especie de culpa.

Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre

juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes. Esta especie de culpa se

opone a la suma diligencia o cuidado. [cursivas añadidas]

Ahora bien, previo a indicar en qué casos se presume la culpa grave del gestor fiscal,

conforme lo ordenado en la Ley 1474 de 2011, se hace pertinente puntualizar el concepto de gestor

fiscal, entendido este en los términos del artículo 3 de Ley 610 de 2000, como:

(…) los servidores públicos y las personas de derecho privado que manejen o

administren recursos o fondos públicos, tendientes a la adecuada y correcta adquisición,

planeación, conservación, administración, custodia, explotación, enajenación, consumo,


adjudicación, gasto, inversión y disposición de los bienes públicos, así como a la

recaudación, manejo e inversión de sus rentas en orden a cumplir los fines esenciales del

Estado, con sujeción a los principios de legalidad, eficiencia, economía, eficacia, equidad,

imparcialidad, moralidad, transparencia, publicidad y valoración de los costos ambientales.

Por otro lado, tenemos entonces que, conforme al artículo 118 de la Ley 1474 de 2011, se

presumirá la culpa grave del gestor fiscal, así:

“a) Cuando se hayan elaborado pliegos de condiciones o términos de referencia en

forma incompleta, ambigua o confusa, que hubieran conducido a interpretaciones

o decisiones técnicas que afectaran la integridad patrimonial de la entidad

contratante;

b) Cuando haya habido una omisión injustificada del deber de efectuar

comparaciones de precios, ya sea mediante estudios o consultas de las condiciones

del mercado o cotejo de los ofrecimientos recibidos y se hayan aceptado sin

justificación objetiva ofertas que superen los precios del mercado;

c) Cuando se haya omitido el cumplimiento de las obligaciones propias de los

contratos de interventoría o de las funciones de supervisión, tales como el

adelantamiento de revisiones periódicas de obras, bienes o servicios, de manera que

no se establezca la correcta ejecución del objeto contractual o el cumplimiento de

las condiciones de calidad y oportunidad ofrecidas por los contratistas;


d) Cuando se haya incumplido la obligación de asegurar los bienes de la entidad o

la de hacer exigibles las pólizas o garantías frente al acaecimiento de los siniestros

o el incumplimiento de los contratos;

e) Cuando se haya efectuado el reconocimiento de salarios, prestaciones y demás

emolumentos y haberes laborales con violación de las normas que rigen el ejercicio

de la función pública o las relaciones laborales.” [cursivas añadidas]

Finalmente, en atención a la regulación particular respecto a la determinación de

responsabilidad patrimonial de los agentes del Estado a través del ejercicio de la acción de

repetición o de llamamiento en garantía con fines de repetición, la Ley 678 de 2001 modificada

por el artículo 40 de la Ley 2195 de 2022, define en su artículo 6 la presunción de culpa grave así:

“Se presumirá que la conducta del agente del Estado es gravemente culposa cuando

el daño es consecuencia de una infracción directa a la Constitución o a la ley o de

una inexcusable omisión o extralimitación en el ejercicio de las funciones”.

[cursivas añadidas]

Así las cosas, entendiendo la definición de cada una de las calificaciones de conducta que

se plantean en las normas, es clara la razón de ser y finalidad de la acción fiscal, al buscar el debido

resarcimiento que debe darse por el daño sufrido por el patrimonio del estado, cuando como

consecuencia de actuaciones o conductas irregulares, calificadas como dolosas o gravemente


culposas, estas sean cometidas por personas que realizan gestión fiscal; y finalmente, exista un

nexo de causalidad entre ese daño y su conducta.

2.2. ¿Quiénes tienen competencia para ejercer la acción fiscal?

La competencia para ejercer la acción fiscal está dispuesta en el artículo 2 del Decreto Ley

403 de 2020, donde se definen cuáles son los órganos encargados del control fiscal, aclarando que

cada uno actuará en el ámbito de competencia territorial o funcional que le corresponda, así:

ARTÍCULO 2o. DEFINICIONES. Para los efectos de la vigilancia y el control

fiscal se tendrán en cuenta las siguientes definiciones: (…)

Órganos de Control Fiscal: Son la Contraloría General de la República, las

contralorías departamentales, las contralorías distritales, las contralorías

municipales y la Auditoría General de la República, encargados de la vigilancia y

control fiscal de la gestión fiscal, en sus respectivos ámbitos de competencia.

De lo anterior, tenemos que la norma indicó claramente cuáles son los órganos dispuestos

para ejercer vigilancia y control fiscal.

Por otro lado, es pertinente en este punto indicar que la estructura de la Contraloría General

de la República se encuentra regulada, en el ámbito orgánico y funcional de sus dependencias,

conforme lo dispuesto en el artículo 11 del Decreto 405 de 2020, el cual dispone:


ARTÍCULO 11. ESTRUCTURA ORGÁNICA Y FUNCIONAL. La Contraloría

General de la República tendrá la siguiente estructura orgánica y funcional:

NIVEL CENTRAL

Nivel superior de dirección.

1. Despacho del Contralor General de la República.

1.1. Secretaría Privada.

1.2. Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata.

1.2.1. Unidad de Información.

1.2.2. Unidad de Análisis de la Información.

1.2.3. Unidad de Reacción Inmediata.

1.3. Sala Fiscal y Sancionatoria

1.4. Unidad de Investigaciones Especiales contra la Corrupción.

1.5. Unidad de Seguridad y Aseguramiento Tecnológico e Informático.

1.6. Unidad de Cooperación Nacional e Internacional de Prevención, Investigación

e Incautación de Bienes.

1.7. Unidad de Apoyo Técnico al Sistema Nacional de Control Fiscal- SINACOF.

1.8. Unidad de Apoyo Técnico al Congreso.

1.9. Oficina Jurídica.

1.10. Oficina de Control Interno.

1.11. Oficina de Control Disciplinario.

1.12. Oficina de Comunicaciones y Publicaciones.

1.13. Centro de Estudios Fiscales (CEF).


1.13.1. Comité Asesor del Centro de Estudios Fiscales.

1.13.2. Fondo Cuenta de Capacitación y Publicaciones.

2. Despacho del Vicecontralor.

2.1. Oficina de Planeación.

2.2. Oficina de Sistemas e Informática.

Contralorías Delegadas Generales

3. Contraloría Delegada para la Participación Ciudadana.

3.1. Dirección de Atención Ciudadana.

3.2. Dirección de Promoción y Desarrollo del Control Fiscal Participativo.

3.3. Dirección de Seguimiento Regional.

4. Contraloría Delegada para Economía y Finanzas Públicas.

4.1. Dirección de Estudios Macroeconómicos.

4.2. Dirección de Cuentas y Estadísticas Fiscales.

5. Contraloría Delegada para el Posconflicto.

6. Contraloría Delegada para Población Focalizada.

6.1. Dirección de Estudios Intersectoriales de Políticas Públicas Focalizadas.

6.2. Dirección de Orientación del Control Fiscal.

Contralorías Delegadas Sectoriales.

7. Contraloría Delegada para el Sector Agropecuario.

7.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

7.2. Dirección de Estudios Sectoriales.


8. Contraloría Delegada para el Sector Minas y Energía.

8.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

8.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

9. Contraloría Delegada para el Sector Salud.

9.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

9.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

10. Contraloría Delegada para el Sector Trabajo.

10.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

10.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

11. Contraloría Delegada para el Sector Educación, Ciencia y Tecnología, Cultura,

Recreación y Deporte.

11.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

11.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

12. Contraloría Delegada para el Sector Inclusión Social.

12.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

12.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

13. Contraloría Delegada para el Sector de Infraestructura.

13.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

13.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

14. Contraloría Delegada para el Sector de Tecnologías de la Información y las

Comunicaciones.

14.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.


14.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

15. Contraloría Delegada para el Sector Vivienda y Saneamiento Básico.

15.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

15.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

16. Contraloría Delegada para el Sector Comercio y Desarrollo Regional.

16.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

16.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

17. Contraloría Delegada para la Gestión Pública e Instituciones Financieras.

17.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

17.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

18. Contraloría Delegada para el Sector Defensa y Seguridad.

18.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

18.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

19. Contraloría Delegada para el Sector Justicia.

19.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

19.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

20. Contraloría Delegada para el Medio Ambiente.

20.1. Dirección de Vigilancia Fiscal.

20.2. Dirección de Estudios Sectoriales.

20.3. Dirección de Desarrollo Sostenible y Valoración de Costos Ambientales.

21. Comité de Evaluación Sectorial.

22. Grupos de Exámenes Especiales.


Resarcimiento del Daño al Patrimonio Público

23. Contraloría Delegada para la Responsabilidad Fiscal, Intervención Judicial y

Cobro Coactivo.

23.1. Unidad de Responsabilidad Fiscal

23.1.1. Direcciones de Investigaciones.

23.2. Unidad de Cobro Coactivo.

23.2.1. Direcciones de Cobro Coactivo.

23.3. Unidad de Intervención Judicial.

Gerencias Nacionales

24. Gerencia Administrativa y Financiera.

24.1. Dirección de Contratación.

24.2. Dirección de Infraestructura, Bienes y Servicios.

24.3. Dirección Financiera.

24.4. Dirección de Gestión Documental.

25. Gerencia del Talento Humano.

25.1. Dirección de Gestión del Talento Humano.

25.2. Dirección de Carrera Administrativa.

NIVEL DESCONCENTRADO

26. Gerencia Departamental Colegiada.


26.1. Grupos Delegados de Vigilancia Fiscal.

26.2. Grupos de Responsabilidad Fiscal.

26.3. Grupos de Cobro Coactivo.

26.4. Grupos de Participación Ciudadana.

ÓRGANOS DE ASESORÍA Y COORDINACIÓN

27. Comité Directivo.

28. Junta de Licitaciones o Adquisiciones.

29. Comisión de personal.

30. Comité de Control Interno.

31. Consejo Superior de Carrera Administrativa.

(…)

PARÁGRAFO 2. En cada Gerencia Departamental Colegiada el Contralor General

de la República creará, previo estudio técnico de la Oficina de Planeación, los

grupos internos de trabajo que sean necesarios para cumplir con las funciones y

responsabilidades asignadas.

PARÁGRAFO 3. En cada Dirección de Vigilancia Fiscal, el Contralor General

creará, previo estudio técnico de la Oficina de Planeación, los grupos internos de

exámenes especiales que sean necesarios para cumplir con las funciones y

responsabilidades asignadas.

Finalmente, encontramos que conforme al Artículo 30 del Decreto 267 de 2000, se detalla

el concepto de sectorización, instituido con el fin de garantizar el adecuado ejercicio de las


funciones, facultades y actividades de vigilancia fiscal asignadas a la Contraloría General de la

República. En virtud del concepto antes indicado, el ente de control agrupará por sectores las

labores de control y fiscalización, considerando la especialización sectorial, la funcionalidad y la

simplificación, con el fin de que se desarrolle correctamente la gestión pública encomendada

constitucionalmente.

Así las cosas, tenemos que conforme a los decretos reglamentarios y atendiendo al

concepto de sectorización podemos concluir que la competencia para ejercer la acción fiscal de la

Contraloría General de la República está reglada en el ámbito de competencia territorial y

funcional.

2.3. ¿Quiénes son sujetos de la acción fiscal?

Conforme el Decreto Ley 403 de 2020, en su artículo 2 se definen como sujetos de

vigilancia y control, a cualquier persona que administre, maneje, disponga o invierta recursos

públicos, así:

ARTÍCULO 2o. DEFINICIONES. Para los efectos de la vigilancia y el control

fiscal se tendrán en cuenta las siguientes definiciones: (…)

Sujeto de vigilancia y control: Son sujetos de vigilancia y control fiscal los órganos

que integran las ramas del poder público, los órganos autónomos e independientes,

los de control y electorales, los organismos creados por la Constitución Política y

la ley que tienen régimen especial, el Banco de la República, y las demás entidades
públicas en todos los niveles administrativos, los particulares, las personas jurídicas

y cualquier otro tipo de organización o sociedad que a cualquier título recauden,

administren, manejen, dispongan o inviertan fondos, recursos del Estado y/o bienes

o recursos públicos en lo relacionado con estos.

Por otro lado, es conveniente indicar que los sujetos sometidos a la vigilancia y control

fiscal también sufrieron cambios conforme el Decreto 405 de 2020, el cual modificó el artículo 4

del Decreto Ley 267 de 2000, quedando en los siguientes términos:

ARTÍCULO 4. SUJETOS DE VIGILANCIA Y CONTROL FISCAL. Son sujetos

de vigilancia y control fiscal por parte de la Contraloría General de la República los

órganos que integran las ramas del poder público, los órganos autónomos e

independientes, los de control y electorales, los organismos creados por la

Constitución Política y la ley que tienen régimen especial, y las demás entidades

públicas en todos los niveles administrativos, los particulares, las personas

jurídicas y cualquier otro tipo de organización o sociedad que a cualquier título

recauden, administren, manejen, dispongan o inviertan fondos, recursos del Estado

y/o bienes o recursos públicos en lo relacionado con éstos.

Lo anterior, sin perjuicio del ejercicio de las competencias de las contralorías

territoriales y la aplicación de los principios de coordinación, concurrencia,

prevalencia y subsidiariedad, de conformidad con la ley.


PARÁGRAFO. El Banco de la República es sujeto de vigilancia y control fiscal

por parte de la Contraloría General de la República cuando administre recursos de

la Nación, ejecute actos o cumpla actividades de gestión fiscal y en la medida en

que lo haga.

Así las cosas, de las normas antes transcritas tenemos como sujetos a vigilancia y control

por parte de la Contraloría General de la República a cualquier persona que administre, maneje,

disponga o invierta recursos públicos, es decir, todos ellos son considerados sujetos a la acción

fiscal. Aclarando que la responsabilidad fiscal sólo puede predicarse de los gestores fiscales o de

quienes causen un daño con ocasión de esa gestión, concurriendo, eso sí, los elementos de la

responsabilidad fiscal.

2.4. ¿Cuáles son los elementos de la responsabilidad fiscal?

Conforme la norma actualmente vigente, esto es el artículo 5 de la Ley 610 de 2000, la

responsabilidad fiscal estará integrada por los siguientes elementos:

-Una conducta dolosa o culposa* atribuible a una persona que realiza gestión fiscal. En

este punto es preciso indicar, que conforme el artículo 118 de la Ley 1474 de 2011 y la sentencia

C-512 de 2013, la conducta desplegada objeto de responsabilidad fiscal, debe ser calificada como

gravemente culposa.

- Un daño patrimonial al Estado.

- Un nexo causal entre los dos elementos anteriores.

Al respecto es importante el estudio y análisis de estos, haciendo una breve exposición, así:
2.4.1 Conducta dolosa o gravemente culposa

Considerando las definiciones de dolo y culpa enunciadas anteriormente, se puede precisar

que la conducta dolosa es aquella que se realiza con la intención de causar un daño o injuria a la

persona o propiedad de otro; y, la conducta culposa es aquel error que no habría cometido una

persona diligente y cuidadosa, puesta en las mismas circunstancias.

Ahora bien, resulta pertinente recordar la posición de la Corte Constitucional, con ocasión

de la sentencia C-619 de 2002, donde en ejercicio de la acción pública de constitucionalidad, en

donde se demandó el parágrafo 2 del artículo 4 y la expresión leve del artículo 53 de la Ley 610

de 2000, ley que establecía el trámite de los procesos de responsabilidad fiscal competencia de las

Contralorías.

Las normas objeto de debate, artículo 4, parágrafo 2, y artículo 53, expresión leve, se

transcriben a continuación y los apartes demandados se diferencian en cursiva.

Artículo 4°. Objeto de la responsabilidad fiscal. La responsabilidad

fiscal tiene por objeto el resarcimiento de los daños ocasionados al patrimonio

público como consecuencia de la conducta dolosa o culposa de quienes

realizan gestión fiscal mediante el pago de una indemnización pecuniaria que

compense el perjuicio sufrido por la respectiva entidad estatal.


Para el establecimiento de responsabilidad fiscal en cada caso, se

tendrá en cuenta el cumplimiento de los principios rectores de la función

administrativa y de la gestión fiscal.

Parágrafo 1°. La responsabilidad fiscal es autónoma e independiente y

se entiende sin perjuicio de cualquier otra clase de responsabilidad.

Parágrafo 2°. El grado de culpa a partir del cual se podrá establecer

responsabilidad fiscal será el de la culpa leve. [cursivas añadidas]

Artículo 53. Fallo con responsabilidad fiscal. El funcionario

competente proferirá fallo con responsabilidad fiscal al presunto responsable

fiscal cuando en el proceso obre prueba que conduzca a la certeza de la

existencia del daño al patrimonio público y de su cuantificación, de la

individualización y actuación cuando menos con culpa leve del gestor fiscal y

de la relación de causalidad entre el comportamiento del agente y el daño

ocasionado al erario, y como consecuencia se establezca la obligación de pagar

una suma líquida de dinero a cargo del responsable.

Los fallos con responsabilidad deberán determinar en forma precisa la

cuantía del daño causado, actualizándolo a valor presente al momento de la

decisión, según los índices de precios al consumidor certificados por el DANE

para los períodos correspondientes.


Adicionalmente, es preciso indicar que el pronunciamiento de la Corte en la sentencia C-

619 de 2002 abordó y reconoció que existe responsabilidad de órganos del estado por acción u

omisiones de quienes lo integran. Por ello, es importante abordar y traer a colación los conceptos

y aclaraciones que para este caso se sentaron, así:

El reconocimiento de la personalidad jurídica a los órganos constitucionales

del Estado permite y facilita su sometimiento al orden institucional en los mismos

términos en que se encuentran los demás sujetos de derecho -personas naturales y

jurídicas de derecho privado-, haciéndolo particularmente responsable por las

acciones u omisiones de quienes legalmente lo integran y representan. En este

sentido, la personalidad jurídica y política reconocida a los órganos del Estado,

fundada en los principios de la representación y del mandato, no sólo le confieren

a este último capacidad y cierto grado de libertad para desarrollar y ejecutar sus

actos, sino que también configura un centro de imputación jurídica, que le permite

a los asociados formular en su contra las pretensiones de responsabilidad

contractual y extracontractual, las cuales constituyen una garantía constitucional de

las personas frente a los daños antijurídicos que puedan causar los distintos

órganos estatales en el ejercicio de los poderes de gestión e intervención (…)

[cursivas añadidas]
Entonces, es valioso el análisis y la sentencia de la Corte Constitucional, en tanto que, deja

clara la necesidad que existe de resarcir los daños ocasionados y las condiciones bajo las cuales se

soporta el instituto resarcitorio, así:

Con fundamento en este postulado de principio, el instituto resarcitorio se

configura siempre y cuando: (i) ocurra un daño antijurídico o lesión, (ii) éste sea

imputable a la acción u omisión de un ente público y (ii) exista una relación de

causalidad entre el daño y la acción u omisión del ente público; ampliándose de

este modo el espectro de la responsabilidad estatal al superar el postulado inicial de

la falla en el servicio, para adentrarse en el ámbito del daño antijurídico -entendido

como aquél daño patrimonial o extrapatrimonial que se causa en forma lícita o ilícita

al ciudadano, sin que éste se encuentre en la obligación jurídica de soportarlo.

[cursivas añadidas]

En el mismo fallo, también deja claro que, por un lado, es importante declarar la

responsabilidad patrimonial del estado, por intermedio de sus representantes, cuando a través de

estos se ha producido un daño antijurídico que le resulta imputable al primero; y por otro, la

obligación de dichos representantes de indemnizar al Estado, cuando la consecuencia pecuniaria

de ese daño, le sea imputable y consecuencia de una conducta en la que concurre la especial

calificación prevista por el constituyente: Dolosa o gravemente culposa. [cursivas añadidas]

Puntualiza el alto tribunal que:


(…) mientras la responsabilidad patrimonial del Estado en nuestro sistema

jurídico encuentra sustento en el principio de la garantía integral del patrimonio

de los ciudadanos (C.P. arts. 2°,13, 58 y 83), el fundamento jurídico de la

responsabilidad patrimonial de los agentes frente al Estado no es otro que el de

garantizar el patrimonio económico estatal, el cual -lo ha dicho esta Corte- debe

ser objeto de protección integral con el propósito de lograr y asegurar “la realización

efectiva de los fines y propósitos del Estado Social de Derecho” , en los términos

de lo estatuido por los artículos 2° y 209 de la Constitución Política. [cursivas

añadidas]

Sumado a lo anterior, respecto a la Responsabilidad Fiscal, la Corte en dicha sentencia

resalta que:

(…) viene a constituir “una especie de la responsabilidad que en general se

puede exigir a los servidores públicos o a quienes desempeñen funciones públicas,

por los actos que lesionan el servicio o el patrimonio público, e incluso a los

contratistas y a los particulares que hubieren causado perjuicio a los intereses

patrimoniales del Estado”. En esa medida, igual a lo que acontece con la acción de

repetición, la responsabilidad fiscal tiene como finalidad o propósito específico la

protección y garantía del patrimonio del Estado, buscando la reparación de los

daños que éste haya podido sufrir como consecuencia de la gestión irregular de

quienes tienen a su cargo el manejo de dineros o bienes públicos -incluyendo

directivos de entidades públicas, personas que adoptan decisiones relacionadas con

gestión fiscal o con funciones de ordenación, control, dirección y coordinación,


contratistas y particulares por razón de los perjuicios causados a los intereses

patrimoniales del Estado-. [cursivas añadidas]

En conclusión, la Corte muy acertadamente al evidenciar lo paradójico de las expresiones

acusada con la norma constitucional decide declarar la inexequibilidad de la expresión “leve” tanto

del parágrafo 2 del artículo 4 como del artículo 53 de la Ley 610 de 2000.

Y es precisamente en ese punto en donde se resalta la contrariedad de las expresiones

acusadas en la Constitución, en tanto impone un régimen de responsabilidad fiscal, más acucioso

que el que se contempló para la responsabilidad patrimonial por parte de la Constitución en su

artículo 90. Esto, puesto que un servidor público o aquel que maneja recursos públicos podría ser

declarado responsable fiscalmente hasta por conductas leves, mientras que un servidor que cumple

gestión fiscal se limita a la calificación de su conducta sólo por dolo o culpa grave. En ese sentido

es claro, que era más gravoso el régimen de responsabilidad en los procesos fiscales que el

consagrado en el mandato constitucional; por ello, la acertada decisión de la Corte al declarar la

inexequibilidad de la expresión “leve”.

Finalmente, es importante concluir que, si bien el artículo 6 de la Ley 610 de 2000 ordenaba

que la conducta desplegada para determinar responsabilidad fiscal debía ser dolo o culpa;

posteriormente, conforme al artículo 118 de la Ley 1474 de 2011, quedó aclarado que el grado de

culpabilidad para establecer la existencia de responsabilidad fiscal se establecía en virtud de la

conducta dolosa o gravemente culposa del gestor fiscal.


2.4.2. Daño patrimonial al Estado

Ahora bien, respecto al daño patrimonial al Estado, este concepto ha sido pacífico y se

entiende como una lesión al patrimonio público, es decir, un menoscabo, disminución, perjuicio,

detrimento, pérdida o deterioro de los bienes o recursos públicos; la cual se produce por una gestión

ineficaz o inexistente en el cumplimiento de los fines del Estado.

En igual sentido, el artículo 6 de la Ley 610 de 2000, lo define como:

Para efectos de esta ley se entiende por daño patrimonial al Estado la lesión

del patrimonio público, representada en el menoscabo, disminución, perjuicio,

detrimento, pérdida, uso indebido o deterioro de los bienes o recursos públicos, o a

los intereses patrimoniales del Estado, producida por una gestión fiscal

antieconómica, ineficaz, ineficiente, inequitativa e inoportuna, que en términos

generales, no se aplique al cumplimiento de los cometidos y de los fines esenciales

del Estado, particularizados por el objetivo funcional y organizacional, programa o

proyecto de los sujetos de vigilancia y control de las contralorías.

Dicho daño podrá ocasionarse por acción u omisión de los servidores

públicos o por la persona natural o jurídica de derecho privado, que en forma dolosa

o culposa produzcan directamente o contribuyan al detrimento al patrimonio

público.

Es importante puntualizar, que el daño puede darse por acción u omisión; lo importante es

que produzca un impacto negativo en el erario. Así las cosas, por acción, el daño puede ocasionarse

como extralimitación de las funciones ordenadas al funcionario público, por ejemplo, al incurrir
en gastos adicionales o en mayores precios en la contratación de bienes y servicios, ello con

ocasión de una mala planeación o asignación de recursos, afectando desfavorablemente los costos

de adquisición de productos que son requeridos por la administración. Por otro lado, en términos

de omisión, el daño puede ocasionarse por conductas permisivas de los funcionarios al no

controlar, vigilar o sancionar actividades que van en contravía de normas o derechos. Entonces,

encontramos casos en donde no se adoptan medidas para la protección de los recursos naturales o

se decide no suspender obras o actividades que terminan produciendo daños a esos bienes

protegidos. Finalmente, en términos de omisión, también hallamos situaciones en donde los

funcionarios no adelantan procedimientos sancionatorios contractuales, ni trámites para hacer

efectivas multas o sanciones pactadas, ni se llevan a cabo las acciones tendientes a hacer efectivas

las pólizas de responsabilidad cuando les asiste la obligación de hacerlo, dejando con ello de

percibir recursos a favor del patrimonio del estado.

Así mismo, es menester recordar la naturaleza resarcitoria de la responsabilidad fiscal, por

ello, cobra sentido únicamente cuando existe la certeza del daño que se ocasionó al patrimonio del

estado y se cuantifica el mismo. Así las cosas, se hace necesario que dentro del proceso obre

prueba suficiente que conduzca a evidenciar dicho daño y que en el fallo se impute la

responsabilidad fiscal a dicho responsable, estableciendo a su cargo la obligación de pagar una

suma liquida de dinero.

2.4.3. Nexo causal entre la conducta y el daño

Ahora bien, se abordará el concepto de nexo causal, entendido como la relación o conexión

fáctica que debe existir entre la conducta humana y el daño que se produce al erario. Es importante
señalar que, ese nexo, debe ser real, próximo, determinante y adecuado. Es por ello por lo que,

dicho vínculo es imprescindible que exista y se pruebe dentro del proceso, para que el Estado, a

través de la Contraloría, pueda declarar la responsabilidad a cargo del investigado fiscalmente.

También, es importante indicar que, en torno al nexo causal, se han esbozado diversas

teorías con el fin de exponer y explicar la vinculación que debe presentarse entre los dos elementos

inicialmente expuestos, conducta culposa o dolosa y el daño patrimonial al estado. Así las cosas,

se enunciarán someramente algunas teorías al respecto, con el fin de entender el nexo de

causalidad.

2.4.3.1 Teoría de la causa próxima

Se entiende que la causa que origina el resultado lesivo es aquella que se

halla, temporalmente, más próxima al daño; las demás son simples condiciones.

2.4.3.2 Teoría de la equivalencia de condiciones

Se entiende que todas las condiciones que originaron el daño son

semejantes, por lo tanto, si falta una de ellas no se produciría el menoscabo. Así las

cosas, deberán considerarse todas y cada una de las situaciones que confluyeron en

torno a la materialización del daño, puesto que, cada una reviste igual condición

para producir el hecho que se pretende sea indemnizado.

2.4.3.3 Teoría de la causalidad adecuada

Esta teoría contempla como causa del daño aquel que tenga vocación y

posibilidad de provocar el daño, es decir, se hace un juicio de probabilidad para

determinar si la conducta, activa u omisiva, es idónea para producir el daño. En este


caso, además del hecho que origina el daño, es necesario que bajo los juicios de

probabilidad resulte adecuado para la producción del hecho dañoso.

2.4.3.4 Teoría de la imputación objetiva

Esta teoría analiza a la luz de la normatividad, las circunstancias fácticas

para identificar las situaciones que llevaron al daño antijurídico. Se analiza la

conducta de quienes estaban obligados a proceder de determinada manera,

conforme cargas u obligaciones como agentes del estado; así mismo, evaluar la

capacidad de la conducta desplegada por el funcionario en la producción del daño.

2.4.3.5 Teoría de la concurrencia

Se presenta cuando el mismo daño es provocado por varios agentes, el cual

se produce independientemente del actuar del otro, es decir, existen varias acciones

autónomas que contribuyen a materializar el daño, siendo todas detonantes y

partícipes en la concreción del daño.

2.5. Ejercicio de la competencia de la Contraloría General de la República

Como en efecto se indicó en capítulos anteriores la Contraloría General de la República

ejerce la acción fiscal a través de distintos órganos; por ello, en el presente aparte se enunciarán

someramente los procesos y las etapas que deben agotarse al interior de cada uno.
Tenemos entonces que, la Controlaría General de la República adelanta procesos de

responsabilidad fiscal para lo cual están previstos dos tipos de procedimientos: el ordinario y el

verbal.

En primer lugar, el procedimiento ordinario, netamente escritural, se encuentra regulado

en los artículos 40 y siguientes de la Ley 610 de 2000 y los artículos 110 a 120 de la Ley 1474 de

2011, normas en las cuales se indican las etapas que deben surtirse dentro de dicho procedimiento,

así:

1. Apertura del proceso de responsabilidad, originado como resultado de la posible

existencia de un daño patrimonial avistado en la indagación preliminar, en una queja de la

ciudadanía, un dictamen o cualquier acción de vigilancia adelantada por el órgano de control. En

esta etapa se podrán adelantar diligencias como: decreto y práctica de medidas cautelares (artículo

41 de Ley 610 de 2000), recepción de versiones libres (artículo 136 del Decreto Ley 403 de 2020

y vinculación del garante (artículo 44 de Ley 610 de 2000).

2. Imputación o cierre: Es importante aclarar que posteriormente, la Contraloría cuenta con

cinco meses para imputar responsabilidad fiscal o proceder con el archivo del expediente (artículo

46 y 48 de Ley 610 de 2000). A continuación, los presuntos responsables fiscales contarán con 10

días contados a partir de la notificación del auto de imputación para que presenten sus argumentos

de defensa; así como, solicitar y aportar pruebas y se contará con 30 días para la práctica de las

pruebas (artículo 51 de la Ley 610 de 2000).


3. Fallo: Finalmente, una vez vencido el término de traslado y practicadas las pruebas

dentro del proceso, se procederá con la decisión de fondo, fallo con o sin responsabilidad fiscal

(Artículos 53 y 54 de la Ley 610 de 2000), que deberá proferirse dentro de los 30 días siguientes.

Contra dicha decisión proceden los recursos de reposición y en subsidio apelación. (Artículo 55

de la Ley 610 de 2000 y artículo 76 del CPACA). Finalmente, el ente de control profiere decisión

final dentro del proceso, la cual presta mérito ejecutivo, en el evento de existir una condena y ésta

tenga la característica de ser: clara, expresa y exigible; agotando con ello el trámite dentro del

proceso ordinario de responsabilidad fiscal.

En este punto, es importante aclarar que conforme el artículo 106 de la ley 1474 de 2011,

las únicas providencias que se notificarán personalmente son: el auto de apertura, el auto de

imputación y el fallo de primera o única instancia. Las demás decisiones dentro del proceso serán

notificadas por estado.

Por otro lado, encontramos el procedimiento verbal regulado en el artículo 97 de la Ley

1474 de 2011, trámite donde impera la celeridad y concentración para el pronto resarcimiento del

patrimonio público. Así las cosas, tenemos un procedimiento, con las siguientes etapas:

1. Apertura e Imputación: Frente a la existencia de un daño patrimonial al Estado y con la

prueba que compromete al gestor fiscal, se expedirá un auto de apertura e imputación de

responsabilidad (artículos 41 y 48 de la Ley 610 de 2000), conteniendo la individualización de los

presuntos responsables fiscales, los cargos que se imputan y la vinculación al garante. Dicho auto

será notificado personalmente al presunto responsable fiscal y a la aseguradora, en este se fijará


fecha y hora para llevar a cabo la audiencia de descargos; aclarando que, el procedimiento verbal

está regulado en los artículos 97 al 105 de Ley 1474 de 2011.

2. Audiencia de descargos: Atendiendo la concentración y celeridad de este proceso en

esta audiencia se procede a ejercer el derecho de defensa, presentar descargos, aportar y solicitar

pruebas, interponer nulidades por cada uno de los presuntos responsables fiscales y sus garantes;

así mismo, la Contraloría resuelve las solicitudes probatorias y las nulidades propuestas. La

práctica de pruebas, cuando no se realice en la misma, diligencia, deberá realizarse en el término

máximo de 1 año (artículos 98, 99 y 100 de la Ley 1474 de 2011)

3. Audiencia de decisión: Las partes presentan sus alegatos de conclusión y posteriormente

se proferirá el fallo con o sin responsabilidad fiscal, el cual deberá estar debidamente motivado.

Se aclara que el fallo podrá proferirse en la misma la diligencia o podrá suspenderse por 20 días

para dictar el fallo correspondiente (artículo 101 de la Ley 1474 de 2011, modificado parcialmente

por el artículo 142 del Decreto Ley 403 de 2020). Contra el fallo proceden los recursos de

reposición y en subsidio apelación (artículo 102 de la Ley 1474 de 2011) sustentándose en la

misma diligencia o dentro de los 10 días siguientes.

Finalmente, el ente de control resolverá los recursos interpuestos dentro de los 2 meses

siguientes a la sustentación, con ello se tendrá una decisión final dentro del proceso, la cual presta

mérito ejecutivo; agotando con ello el trámite dentro del proceso verbal de responsabilidad fiscal.
Adicionalmente, es importante indicar que conforme el artículo 18 de la Ley 610 de 2000,

procede el grado de consulta en los eventos en los cuales dentro del proceso de responsabilidad se

dicte auto de archivo, fallo sin responsabilidad fiscal y fallo con responsabilidad fiscal (cuando el

responsable condenado fue representado por apoderado de oficio). El proceso de consulta consiste

en el envío del expediente, al superior jerárquico o funcional, dentro de los tres días siguientes a

la decisión, para su revisión y pronunciamiento. Si dentro del mes siguiente a la recepción del

expediente, el superior no ha proferido providencia alguna, la decisión consultada quedará en

firme.

2.6. Vinculación de los responsables fiscales en el proceso de responsabilidad fiscal en Colombia

Como en efecto se indicó en capítulos anteriores la Contraloría ejerce la acción fiscal a

través de distintos órganos y procedimientos, por ello en el presente aparte se enunciará la forma

en que se vincula a los responsables fiscales dentro los procesos que adelanta la Contraloría

General de la República, de acuerdo con la disposición normativa.

Así las cosas, tenemos que, conforme al artículo 67 de la ley 1437 de 2011 y el artículo

104 de la ley 1474 de 2011, se puede notificar personalmente al presunto responsable fiscal, a su

representante o apoderado, o a la persona debidamente autorizada por el interesado para

notificarse.

El artículo 104 en su literal d, ordena que la vinculación del garante, en calidad de tercero

civilmente responsable, se realizará mediante el envío de una comunicación, de la misma manera

se procede cuando se trata de su desvinculación.


En el mismo sentido, el artículo 44 de la ley 610 de 2000 en su inciso segundo, dispone

que la vinculación hecha al garante se surtirá mediante la comunicación del auto de apertura del

proceso al representante legal o al apoderado designado por éste, con la indicación del respectivo

motivo. Sin embargo, el primer inciso de la respectiva norma aclara que la vinculación hecha a la

compañía de seguros dentro del proceso es en calidad de tercero civilmente responsable, teniendo

los mismos derechos y facultades del principal implicado. Por ello, se analizará dicha vinculación

en el siguiente aparte.

2.7. Vinculación de las compañías de seguros en los procesos de responsabilidad fiscal

De conformidad con el artículo 44 de la Ley 610 de 2000, el cual dispone:

ARTÍCULO 44. VINCULACIÓN DEL GARANTE. Cuando el presunto

responsable, o el bien o contrato sobre el cual recaiga el objeto del proceso, se

encuentren amparados por una póliza, se vinculará al proceso a la compañía de

seguros, en calidad de tercero civilmente responsable, en cuya virtud tendrá los

mismos derechos y facultades del principal implicado.

La vinculación se surtirá mediante la comunicación del auto de apertura del proceso

al representante legal o al apoderado designado por éste, con la indicación del

motivo de procedencia de aquella. (Resaltado fuera de texto).


En virtud de la consagración normativa, es claro que la vinculación hecha a la Compañía

de Seguros se hace a título de tercero civilmente responsable y no como responsable fiscal; así lo

ha sentado la Corte Constitucional en sentencia C-648 de 2002, en donde se pronunció respecto a

la demanda de constitucionalidad impetrada en contra de los artículos 44 y 61 de la Ley 610 de

2000, siendo contundente respecto a la vinculación del garante, en los siguientes términos:

(…) la vinculación del garante está determinada por el riesgo amparado,

en estos casos la afectación de patrimonio público por el incumplimiento de las

obligaciones del contrato, la conducta de los servidores públicos y los bienes

amparados, pues de lo contrario la norma acusada resultaría desproporcionada si

comprendiera el deber para las compañías de seguros de garantizar riesgos no

amparados por ellas.

(…)

La vinculación del garante constituye, junto con la coadyuvancia y la

denuncia del pleito, una modalidad de intervención de terceros en el proceso

permite la acumulación de acciones y representa la concreción del principio de

economía al permitir que dos conflictos puedan resolverse en la misma actuación.

El llamamiento en garantía permite hacer efectivas las obligaciones surgidas en el

contrato de seguro. Constituye también un mecanismo para que el asegurador, que

es una persona jurídica diferente a la administración y al servidor público, participe

en el proceso de responsabilidad fiscal para representar y defender sus intereses en

el resultado del proceso.


Además, no debemos perder de vista la intención del legislador con la consagración de la

vinculación del garante, tal como acertadamente lo expone la Corte en la sentencia antes aludida,

así:

(…) cuando el legislador dispone que la compañía de seguros sea vinculada

en calidad de tercero civilmente responsable en los procesos de responsabilidad

fiscal, actúa en cumplimiento de los mandatos de interés general y de finalidad

social del Estado. El papel que juega el asegurador es precisamente el de garantizar

el pronto y efectivo pago de los perjuicios que se ocasionen al patrimonio público

por el servidor público responsable de la gestión fiscal, por el contrato o el bien

amparados por una póliza. (…)

El objeto de las garantías lo constituye entonces la protección del interés

general, en la medida en que permiten resarcir el detrimento patrimonial que se

ocasione al patrimonio público por el incumplimiento de las obligaciones

adquiridas por el contratista, por la actuación del servidor público encargado de la

gestión fiscal, por el deterioro o pérdida del bien objeto de protección o por hechos

que comprometan su responsabilidad patrimonial frente a terceros.

En igual sentido, concluye que no encuentra reparo para las normas acusadas, en tanto que

las mismas determinan momentos para ejercer debidamente los mecanismos de resarcimiento de

los daños que puedan causarse al patrimonio del estado, para lo cual encuentra asidero el ejercicio

de la acción fiscal, en los siguientes términos:


1ª) Las contralorías sí pueden ejercer control fiscal sobre los contratos

estatales, en dos momentos, a) una vez concluidos los trámites administrativos de

legalización de los contratos y b) una vez liquidados o terminados los contratos; tal

actuación no constituye vulneración del carácter posterior del control asignado a

estos organismos por los artículos 267 y 272 de la Constitución Política; 2ª) La

naturaleza y el carácter administrativo, resarcitorio y autónomo del control fiscal

permiten la determinación de responsabilidad fiscal con ocasión de la gestión fiscal,

lo cual no significa que las contralorías invadan órbitas de competencia de otras

autoridades que tengan a cargo la determinación de otros tipos de responsabilidad

de los servidores públicos o de particulares, incluso por una misma actuación; y 3ª)

La vinculación de las compañías de seguros en los procesos de responsabilidad

fiscal representa una medida legislativa razonable en aras de la protección del

interés general y de los principios de igualdad, moralidad, eficiencia, economía,

celeridad, imparcialidad y publicidad de la función pública.

En virtud de lo anterior, tenemos la obligación constitucional y legal que tiene la

Contraloría General y las contralorías territoriales de vigilar, proteger y controlar cualquier tipo de

recurso público, acorde con su competencia funcional y territorial; para lo cual en los procesos de

responsabilidad fiscal se vinculan todas las pólizas que se considera puedan verse afectadas y que

podrían proteger ese recurso público; por ello, encontramos vinculaciones a compañías de seguros

en virtud de pólizas de cumplimiento, pólizas de multi riesgo, pólizas todo riesgo daño material y

pólizas de responsabilidad, tales como la de servidores públicos.


Por lo anterior, teniendo claro que en los procesos de responsabilidad fiscal son vinculadas

pólizas de responsabilidad de servidores públicos; se procederá en el siguiente apartado a resolver

las siguientes cuestiones: ¿La cobertura otorgada en las pólizas de responsabilidad civil servidores

públicos, ofrecida por el sector asegurador colombiano, es suficiente para cubrir la responsabilidad

de los funcionarios en los procesos adelantados por la Contraloría General de la República? ¿La

cobertura de las pólizas de responsabilidad civil servidores públicos cumplen con el objeto para el

cual fue instituida y satisface las necesidades actuales de mercado?

CAPÍTULO 3. PÓLIZA DE RESPONSABILIDAD CIVIL DE SERVIDORES PÚBLICOS

3.1. Generalidades

En primera medida, es importante precisar que la póliza responsabilidad civil de servidores

públicos es un seguro de daños de carácter patrimonial, comercializada en el mercado colombiano

como una especie de pólizas de responsabilidad directors and officers (D&O) adaptada al sector

público, encaminada a proteger el patrimonio del asegurado, entidad pública y los funcionarios,

generalmente enunciados por cargos en la póliza, contra las posibles consecuencias patrimoniales

gravosas, con ocasión de comportamientos u omisiones, de carácter culposo, desplegados por los

servidores o funcionarios en ejecución de sus labores; comprometiendo la responsabilidad de la

entidad estatal o afectándola directamente a ella.

Como segunda precisión lógica, se hace necesario dejar sentado desde ya, que la cobertura

de la póliza de responsabilidad civil de servidores públicos está delimitada a cubrir


comportamientos, que para efectos de afectar la póliza debe ser catalogado como culposo, de los

servidores públicos y/o funcionarios, listados en la póliza generalmente por cargos.

Por ello, se hace pertinente analizar la divergencia existente entre los comportamientos,

culposo y doloso; así como, analizar por qué se hace necesaria su diferenciación para efectos del

contrato de seguro.

3.2. ¿Por qué se diferencia la culpa grave y el dolo?

En primera medida, previo a indicar la diferencia entre las dos calificaciones de la

conducta, es importante adicionar a la definición que se indicó al principio del presente escrito, las

definiciones bien ilustradas en el texto de Nicolas H. Barbato, Culpa grave y dolo en el derecho

de seguro, en donde acertadamente define dichos conceptos, así:

El dolo, constituye una noción multifacética que tiene diversa conceptualización en

el derecho penal que, en el civil, y aún dentro de este último hace referencia tanto a la

deliberada intención de cometer un daño cuanto a la de no cumplir una obligación

contraída, y también a las maniobras realizadas para confundir a otro, haciéndolo incluso

incurrir en error a fin de que se realice un acto que no hubiera llevado a cabo de haber

conocido la verdad de las cosas. (…).(Barbato, 1988. p.24) [cursivas añadidas]

Ahora frente al contrato se seguro, el mismo autor, puntualiza la definición y el alcance del

dolo en los siguientes términos:


En el dolo, que quien tiene lugar cuando media injustificada provocación

intencional del siniestro, la razón estriba por una parte, en que ese acto intencional modifica

el esquema esencial tomado en cuenta por el asegurador al diseñar el contrato de seguro,

ya que, por definición, se ha partido de un riesgo, esto es, de un acontecimiento incierto,

y el acto doloso quiebra, precisamente esa incertidumbre, causando voluntariamente el

siniestro, alterando la hipotesis sobre la base de la cual se calculó la prima (contraprestación

a cargo del asegurado, que constituye la medida económica del riesgo; y, por otro lado, el

acto doloso implica normalmente un ingrediente de mala fe que el derecho castiga

sistematicamente en toda su normativa, lo que reitera en el ámbito asegurativo. (Barbato,

1988 p.24-25) [cursivas añadidas]

Cuando se analizan los elementos comunes a las diversas formas del dolo se tiene en lo

que hace a su naturaleza de ingrediente subjetivo, ello es consecuencia de su índole

constitutivamente intencional. Es intención disvaliosa, que se torna jurídicamente relevante

cuando trasciende el campo de lo subjetivo e ingresa en el ámbito de lo externo, al convertirse en

elemento intencional de una conducta concreta que tiene lugar en el tiempo y el espacio, a la que

impregna de contenido axiológicamente negativo . (Barbato, 1988 p.34-35) [cursivas añadidas]

Ahora frente al contrato se seguro, el mismo autor, puntualiza la definición y el alcance de

la culpa grave en los siguientes términos:

En cuanto a la culpa grave, el caso es un tanto diferente: se trata de un acto no

intencional – en razón de que la voluntad correspondiente al hecho que causa el siniestro


no estaba dirigida a provocarlo-, en el que su excesiva imprudencia o negligencia se torna

fronteriza con el dolo- del que difiere por su falta de intención específica de provocar el

siniestro-, acrecentando extraordinariamente la probabilidad de ocurrencia del hecho

descrito en la cobertura asegurativa. (Barbato, 1988 p.24-25) [cursivas añadidas]

Teniendo claros los conceptos de dolo y culpa, es evidente que dada la naturaleza y las

condiciones particulares de la póliza de responsabilidad servidores públicos, el dolo y la culpa

grave no sea objeto de cobertura, con la excepción contemplada en el artículo 1055 respecto a las

pólizas de cumplimiento y de responsabilidad civil que se detalla más adelante. Y es que no podría

serlo, si tenemos en cuenta los elementos del seguro, conforme el artículo 1045 del Código de

Comercio, el riesgo asegurado configura uno de sus elementos esenciales, conforme el cual se

entiende este como:

(…) El suceso incierto que no depende exclusivamente de la voluntad del tomador,

del asegurado o del beneficiario, y cuya realización da origen a la obligación del

asegurador. Los hechos ciertos, salvo la muerte, y los físicamente imposibles, no

constituyen riesgos y son, por lo tanto, extraños al contrato de seguro. Tampoco constituye

riesgo la incertidumbre subjetiva respecto de determinado hecho que haya tenido o no

cumplimiento.

Con lo anteriormente expuesto, el riesgo que se asegura debe ser un suceso futuro incierto

que no depende de la voluntad del tomador, asegurado o beneficiario; para efectos de la cobertura

de responsabilidad civil de servidores públicos, constituye esa posible afectación patrimonial que
pueda surgir en torno a las conductas activas o pasivas de los funcionarios públicos, expresamente

detallados en la póliza, en virtud de los reclamos que provengan de terceros.

Complemento de lo anterior, el artículo 1055 del Código de Comercio individualiza los

riesgos no asegurables, afirmando tajantemente lo siguiente:

El dolo, la culpa grave y los actos meramente potestativos del tomador, asegurado

o beneficiario son inasegurables. Cualquier estipulación en contrario no producirá efecto

alguno.

Tenemos entonces claro que, ni el dolo ni la culpa grave del tomador, asegurado o

beneficiario pueden ser cubiertos mediante un contrato de seguro, a excepción de las pólizas de

cumplimiento, por virtud de las cuales se puede cubrir el dolo o la culpa grave del tomador, en

favor del asegurado o beneficiario, y las pólizas de responsabilidad civil, que pueden cubrir la

culpa grave del asegurado, en tanto la norma es enfática y concretamente así lo dispone, artículo

1127 del Código de Comercio. Lo anterior tiene todo el sentido, si tenemos en cuenta la intención

del legislador y el componente técnico de las pólizas de responsabilidad civil, al querer proteger a

las víctimas que se han visto afectadas con ocasión de las conductas desplegadas por el asegurado

cuando estas sean culposas, incluso gravemente, sin que se llegue al extremo de cubrir actos

premeditados, intencionales, o meramente potestativos del asegurado que afecten a terceros, lo

cual sería contrario a la moral, a las buenas costumbres y al orden público.

Así las cosas, tenemos que la obligación que surge a cargo del asegurador en el seguro de

responsabilidad, conforme el artículo 1127 del Código de Comercio se concreta en:


(…) indemnizar los perjuicios patrimoniales que cause el asegurado a un tercero,

con motivo de determinada responsabilidad en que incurra de acuerdo con la ley y tiene

como propósito el resarcimiento de la víctima, la cual, en tal virtud, se constituye en el

beneficiario de la indemnización.(…)

Entonces, siendo clara la función del seguro de responsabilidad, resarcimiento a la víctima

con el fin de dejarla indemne de las consecuencias patrimoniales nocivas derivadas del evento

ocurrido; también es importante puntualizar cuándo se entiende ocurrido el evento que activa la

cobertura, esto es cuándo se materializa el siniestro en este tipo de pólizas.

Es por ello por lo que, para dar respuesta a ese interrogante, se hace necesario citar el

artículo 1131 del Código de Comercio, en donde se establece que el seguro de responsabilidad

opera para el sistema de ocurrencia, así:

En el seguro de responsabilidad se entenderá ocurrido el siniestro en el momento

en que acaezca el hecho externo imputable al asegurado, fecha a partir de la cual correrá

la prescripción respecto de la víctima. Frente al asegurado ello ocurrirá desde cuando la

víctima le formula la petición judicial o extrajudicial.

Con ocasión de la norma antes transcrita la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de

Justicia, en sentencia del 10 de febrero de 2005, Exp, 7614, se pronunció en los siguientes

términos:
El surgimiento de una deuda de responsabilidad a cargo de aquel [el asegurado], es

lo que determina el siniestro, en esta clase de seguro (…) Bien puede decirse entonces, que

de acuerdo con la orientación legislativa vigente en materia del seguro de responsabilidad

civil, ocurrido el siniestro, es decir, acaecido el hecho del cual emerge una deuda de

responsabilidad a cargo del asegurado, causante del daño irrogado a la víctima –artículo

1131 del Código de Comercio-, surge para el perjudicado el derecho de reclamarle al

asegurador de la responsabilidad civil de aquél, la indemnización de los perjuicios

patrimoniales experimentados

Por otro lado, en atención a lo dispuesto en el artículo 4 de la Ley 389 de 1997, se permitió

que, para los seguros de responsabilidad, adicional al sistema de ocurrencia, podrían pactarse las

modalidades de delimitación temporal de cobertura: claims made / reclamación o reclamación

especial sunset / ocurrencia cola corta, así:

ARTICULO 4. En el seguro de manejo y riesgos financieros y en el de

responsabilidad la cobertura podrá circunscribirse al descubrimiento de pérdidas durante

la vigencia, en el primero, y a las reclamaciones formuladas por el damnificado al

asegurado o a la compañía durante la vigencia, en el segundo, así se trate de hechos

ocurridos con anterioridad a su iniciación.

Así mismo, se podrá definir como cubiertos los hechos que acaezcan durante la

vigencia del seguro de responsabilidad siempre que la reclamación del damnificado al


asegurado o al asegurador se efectúe dentro del término estipulado en el contrato, el cual

no será inferior a dos años.

Tenemos entonces que, respecto a la primera modalidad por reclamación o claims made la

Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil con ponencia de Aroldo Wilson Quiroz

Monsalvo, se pronunció respecto al siniestro en las pólizas de responsabilidad de directores y

administradores en sentencia del 18 de julio de 2017, así:

Así mismo, se podrá definir como cubiertos los hechos que acaezcan durante la

vigencia del seguro de responsabilidad siempre que la reclamación del damnificado al

asegurado o al asegurador se efectúe dentro del término estipulado en el contrato, el cual

no será inferior a dos años.

Por ello, para que proceda la indemnización se requiere, además de la reclamación

del tercero al asegurado, que éste haya generado un daño que comprometa su

responsabilidad civil, porque de bastar lo primero, sería suficiente que el asegurado

recibiera el requerimiento para que la aseguradora tuviera que pagar, lo cual es

inconcebible, dado que vulnera el principio indemnizatorio previsto en el canon 1088

ibídem.

Por lo tanto, el siniestro en las pólizas «claims made» no puede entenderse como

hecho único y aislado circunscrito a la pretensión de pago de un tercero, sino que es un

acto complejo compuesto por varios elementos que termina de configurarse con la
presentación de un reclamo por la víctima, pero que se inicia con una actuación

antijurídica del asegurado que le causó daños a esta. (Resaltado fuera de texto).

Ahora bien, respecto a la segunda modalidad, reclamación especial sunset u ocurrencia

cola corta, prevista en el inciso final del artículo 4 de la Ley 389 de 1997, tenemos que se trata de

un sistema mixto que necesita la comprobación de dos requisitos así: 1. Que el hecho dañoso se

produzca en vigencia del seguro. 2. Que por ese hecho dañoso, se presente reclamación contra el

asegurado y/o aseguradora dentro de plazo máximo contado desde la finalización de la vigencia.

Respectando el periodo mínimo previsto en la ley para verificar la reclamación en contra del

asegurado, el cual es dos años.

Así las cosas, dejando claras las generalidades de las pólizas de responsabilidad, se hace

necesario abordar las particularidades de las pólizas de responsabilidad de servidores públicos,

para lo cual, en primera medida se hace necesario indicar lo que se persigue con la contratación de

este tipo de pólizas. Tenemos entonces que se busca, no sólo la protección de los patrimonios de

los directores o administradores de las entidades públicas que puedan verse afectados por cuenta

de errores en su gestión, sino proteger el patrimonio de la propia entidad, que puede verse

impactado como consecuencia de que los actos incorrectos de sus directores o administradores

generan un menoscabo directo de aquel, bien sea que esos actos incorrectos derivan en

reclamaciones de terceros que deben ser asumidas por la entidad con cargo a su patrimonio. Tanto

uno como otro menoscabo puede resarcirse como consecuencia de un proceso de responsabilidad

fiscal.
Al respecto, la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado se pronunció frente

a este tipo de contratos de seguro, mediante Consulta 2131 de 14 de febrero de 2013, en donde

afirmó:

La finalidad de esta póliza es dar un respaldo al ejercicio de la función de control

fiscal, en la medida en que los funcionarios se encuentren protegidos por los eventuales

perjuicios que puedan generar sus actos u omisiones en las auditorías de control fiscal, los

procesos ordinario y verbal de responsabilidad fiscal (…)

En consecuencia, si la Contraloría de Bogotá D.C. considera dentro de sus políticas

de administración de personal y de fortalecimiento de su labor misional de control fiscal

sobre la Administración Distrital, que sería conveniente otorgar a sus funcionarios la

protección que brinda un seguro de responsabilidad civil por el desempeño de sus

funciones, con la cobertura adicional de los respectivos gastos de defensa, podría hacerlo

con base en su autonomía administrativa y presupuestal, siempre y cuando cuente con la

partida presupuestal para el pago oportuno de las primas correspondientes.

Por otro lado, dentro del mismo pronunciamiento, se abordó la cuestión respecto a la

posibilidad de asegurar las actuaciones de los servidores públicos, calificadas como dolosas o

gravemente culposas, indicando que, conforme al artículo 1127 del código de comercio, es

asegurable la culpa grave, eso sí, con la restricción del artículo 1055 del mismo compendio

normativo, lo que significa que en ningún caso el dolo podrá resultar asegurado por virtud de este

producto en particular. Ahora bien, esa posibilidad de asegurar la culpa grave, que se viene

materializando en la práctica en la mayoría de las pólizas de responsabilidad civil, abre la puerta


para que la Contraloría pueda afectarlas en procesos de responsabilidad fiscal. En efecto, en

aquellos eventos en que la póliza correspondiente no ampara la culpa grave, se cierra el paso a que

la contraloría pueda afectarlas en sus procesos, en la medida en que la responsabilidad fiscal se

funda en que el gestor fiscal haya incurrido bien en dolo bien en culpa grave.

3.3. ¿Cómo se estructuran y operan estas pólizas en Colombia?

Como se dijo con anterioridad, siendo una póliza muy especial para el mercado

colombiano, las pólizas de responsabilidad civil servidores públicos son un seguro de daños

patrimonial, que se constituye para proteger tanto el patrimonio del asegurado, entidad estatal,

como el patrimonio de directores o administradores de dichas entidades, cuando como resultado

de una conducta culposa, activa o pasiva, del representante, director o gerente de una entidad

pública en ejercicio de sus funciones (servidores públicos y/o funcionarios con regímenes de

responsabilidad similares cuyo cargo se lista en la póliza), cause un perjuicio que comprometa la

responsabilidad de la entidad.

Así las cosas, podemos indicar que se trata de un contrato de seguro de responsabilidad

cuya cobertura se encamina a mantener indemne el patrimonio del asegurado, ante las posibles

consecuencias patrimoniales adversas, por las acciones u omisiones culposas, cometidas por los

servidores públicos y/o funcionarios listados en la póliza, en desempeño de sus funciones dentro

de la entidad estatal, que comprometa la responsabilidad de esta última.

Entonces, podría decirse que es un seguro por cuenta, en los términos del texto Teoría

General del Seguro del tratadista Efrén Ossa, quien afirma:


(…) En el seguro por cuenta, el Tomador puede o no tener interés asegurable en el

contrato, pero normalmente lo tiene, pues la contratación del seguro no es un acto

espontáneo o de liberalidad, sino que más bien responde a que el Tomador “aspira a

proteger su propia eventual responsabilidad” y es por ello que el artículo 1042 de Código

de Comercio señala que “salvo estipulación en contrario, el seguro por cuenta valdrá como

seguro a favor del Tomador hasta concurrencia del interés que tenga en el contrato,” lo que

patentiza que el tomador tiene normalmente un interés y que el mismo, en desarrollo de la

autonomía de las partes puede asegurarse o no simultáneamente con el del tercero, pero

que en todo caso, queda directa o indirectamente protegido con el aseguramiento.

Ahora bien, al tratarse de un seguro de responsabilidad, conforme la disposición normativa

de la Ley 389 de 1997, las pólizas de responsabilidad de servidores públicos están estructuradas

bajo la modalidad temporal de cobertura, permitida para pólizas de responsabilidad, denominada

claims made o reclamación. Y es que, tiene mucho sentido si tenemos en cuenta que en el mercado

colombiano dichas pólizas son otorgadas con respaldos importantes, sino mayoritarios de

reaseguro internacional, principalmente del mercado de Londres y de Estados Unidos, con algunas

dificultades respecto a consecución de cobertura en atención a los fallos de la Contraloría y

pronunciamientos de dicha entidad, lo que en muchos casos ha generado inseguridades jurídicas y

solicitudes adicionales por parte de los reaseguradores y de las mismas compañías de seguros a la

hora de la asunción de este tipo de riesgos.


En este punto, se hace necesario indicar que, por las características de la póliza, en atención

a que el pago de la prima se hace con cargo al presupuesto de la entidad estatal, se requiere de una

apropiación presupuestal previa para ello. Apropiación que se encuentra asignada dentro del

presupuesto de rentas y recursos de capital, Ley 2159 de 2021, la cual conforme su artículo 54

dispone:

(…) También podrán contratar un seguro de responsabilidad civil para servidores

públicos, mediante el cual se ampare la responsabilidad de los mismos por actos o hechos

no dolosos ocurridos en ejercicio de sus funciones, y los gastos de defensa en materia

disciplinaria, penal y fiscal que deban realizar; estos últimos gastos los podrán pagar las

entidades, siempre y cuando exista decisión definitiva que exonere de toda responsabilidad

y no sea condenada la contraparte a las costas del proceso. (…)

Así la cosas, con presupuesto asignado y recursos disponibles es pertinente indicar que,

para la contratación que materializa la adquisición de este seguro, los mecanismos empleados son

los procesos de Licitación Pública o Selección Abreviada, dependiendo de la menor cuantía

establecida para la entidad que contrata. En todo caso, por el alto costo de este tipo de seguro, la

mayoría de los casos se seleccionan mediante licitación pública. Igualmente es importante aclarar

en este punto que, previamente deberá haberse seleccionado el intermediario de seguros que

gestiona, asesora y recomienda a la entidad estatal respecto al programa de seguros en general.

Finalmente, una vez elegido el proponente, Compañía Aseguradora para la expedición de

la póliza, se procederá con la emisión de esta, en las condiciones ofertadas. Luego, la misma es

aprobada por la entidad estatal, cumpliendo con los requisitos y condiciones, respecto a coberturas,
valor asegurado y deducibles de la oferta presentada, entendiéndose perfeccionado el contrato de

seguro de responsabilidad civil de servidores públicos con el acto administrativo de aprobación de

la póliza.

3.4. Generalidades de cobertura y exclusiones en Colombia

En el presente apartado se enunciarán las generalidades de cobertura respecto a la culpa

grave y las exclusiones generales ofrecidas por el mercado asegurador colombiano, aclarando que,

en atención a la siniestralidad del ramo, las tasas aplicadas a este seguro son realmente altas,

comparadas con los demás seguros de responsabilidad que se comercializan. Adicionalmente, los

requisitos de suscripción y las condiciones de negociación hacen que sea aún más complejo su

manejo y expedición.

Con las precisiones antes indicadas, se comparará el amparo básico, particularmente en lo

relacionado con la culpa grave, de los clausulados generales de siete compañías de seguros que

manejan el ramo de responsabilidad servidores públicos, con una participación importante del

mercado en este producto, precisando como se indicó anteriormente, que las condiciones

particulares de la póliza están sujetas a los requerimientos dados por la entidad estatal asegurada,

en las condiciones de la licitación y aceptadas o no, por la entidad proponente, aseguradora.

3.4.1. Previsora.

Se encuentra contenido dentro de los amparos básicos; consagrando expresamente

cobertura en procesos de responsabilidad fiscal cuando los asegurados han sido declarados

responsables de haber cometido acto incorrecto siempre que los mismos ocurran dentro de
la vigencia de la póliza o dentro de la retroactividad pactada; así como la responsabilidad

reclamada por primera vez durante la vigencia de la póliza o el periodo extendido. Cuenta

con costos y gastos de defensa, los cuales deben ser previamente aprobados por la

aseguradora. Condicionado 09/08/2021-1324-P-06-RCP013VERSIÓN009-D00I -

09082021-1324-NTP-06-RSERVPUBLIRCP017

3.4.2. Equidad.

Se encuentra contenido dentro de los amparos básicos; consagrando expresamente

cobertura en procesos de responsabilidad fiscal, de acuerdo con la Ley 610 de 2000,

causado por un acto incorrecto del asegurado, provenientes de reclamación que se presente

por primera vez dentro de la vigencia de la póliza o del periodo extendido de reporte en

caso de ser contratado. Cuenta con costos del proceso con valor sublimitado en condiciones

particulares. Condicionado 30/04/2021-1501- NT-P-06-GGENG00011100301

30/04/2021-1501-P-06-GGENG00011100301-D00I

3.4.3. Axa Colpatria

Son las únicas condiciones generales, analizadas, que tienen excluida expresamente

la culpa grave del amparo básico; aclarando que consagra expresamente cobertura en

procesos de responsabilidad fiscal, delimitando su amparo a las pérdidas económicas

sometidas a reclamación dentro del proceso fiscal exclusivamente por falta de gestión,

errores, omisiones en el ejercicio de sus funciones, de conformidad con el acuerdo

particular de cobertura, puntualiza que las reclamaciones se efectúen dentro de los términos

de prescripción de la acción derivada del contrato de seguro, artículo 1081 código de

comercio. Cuenta con costos del proceso cuando por sentencia judicial o fallo con

responsabilidad fiscal se vea obligado a sufragarlos. Incluye costos del proceso y gastos
para la constitución de cauciones judiciales. Condicionado 10/07/2018 - 1306 - P-06 -

P633/2018

Ahora bien, se llama la atención sobre el hecho de que excluir la culpa grave puede ser

contradictorio con la mención expresa de que se cubren las pérdidas cobradas en procesos de

responsabilidad fiscal, pues estas solo pueden cobrarse sobre la base de que encuentran origen en

una conducta, por lo menos, gravemente culposa; en ese sentido la Compañía debería eliminar la

exclusión con el fin de evitar la contradicción, en atención a que en caso de ambigüedad o

imprecisión se debe acudir a las reglas de la hermenéutica tendientes a producir efectos adversos

a quien redactó la cláusula, en este caso Compañía de Seguros y favorecer a quien las acepta, en

este caso asegurado.

3.4.4. Chubb

Se encuentra contenido dentro de los amparos básicos; consagrando expresamente

cobertura en procesos de responsabilidad fiscal, indicando que pagará en exceso del

deducible los perjuicios patrimoniales y costos provenientes de la reclamación presentada

por primera vez en su contra dentro de la vigencia de la póliza o del periodo extendido de

reporte en caso de ser contratado. Condicionado 19/05/2021-1305-P-06-CLACHUBB

20160045 -000I - 31-07-2020-1305-NT-06-P&CNTCHUBBSEG048

3.4.5. Liberty

Se encuentra contenido dentro del amparo básico. Cuenta con concepto de

reclamación expresamente definido en el clausulado, el cual lo constituye la notificación

del auto de apertura del proceso fiscal en contra de los funcionarios como consecuencia de

un acto incorrecto cometido o presuntamente cometido. Incluye condiciones en caso de

tener conocimiento de procesos fiscales tales como: 1- Asumir su defensa. 2- Informar a la


compañía de seguros dentro de los 3 días siguientes a cualquier circunstancia que pudiera

dar lugar a reclamación. 3- No asumir ninguna responsabilidad sin la autorización de la

compañía de seguros. Cuenta con costos y gastos de defensa, los cuales deben ser

previamente aprobados de forma escrita por la aseguradora. Cuenta con cobertura a

investigaciones preliminares con pacto expreso. Cobertura de la reclamación presentada

por primera vez en su contra dentro de la vigencia de la póliza. El Periodo extendido de

reporte se otorga como amparo adicional, siendo opcional. Condicionado 22/05/2020-

1333-P-06-PRSP000 000000003-DR0I - 23/08/2019-1333-NT-P-06-LB-RCSPUTOT-

P000

3.4.6. Estado

Se encuentra contenido dentro del amparo básico. Cubre los detrimentos o

perjuicios patrimonial sufridos por el estado cuando se es legalmente responsable dentro

de un juicio de responsabilidad fiscal, adelantado por el proceso ordinario o verbal. Los

actos incorrectos cubiertos deben ocurrir durante la vigencia de la póliza o con

posterioridad a la fecha de retroactividad pactada y la responsabilidad reclamarse por

primera vez durante la vigencia de esta póliza o dentro del periodo extendido de

reclamación. Los costos y gastos de defensa se otorgan a partir de la imputación, salvo

acuerdo expreso desde la apertura; operando por rembolso, siempre y cuando el fallo

declare “inocente” al asegurado o el hecho por el cual es responsable no se califica como

doloso; dichos gastos, deben ser previamente aprobados por la aseguradora y opera la

reducción del valor asegurado. Condicionado 31/03//2022 –1329–P–06–0000000E-RC-

012A-D00I - 31/03/2022-1329-NT-P-06-RCE-SERPUB-PA-01
3.4.7. Solidaria

Se encuentra contenido dentro del amparo básico. Cubre los detrimentos o

perjuicios patrimonial sufridos por el estado cuando se es legalmente responsable dentro

de un juicio de responsabilidad fiscal, adelantado por el proceso ordinario o verbal. Los

actos incorrectos cubiertos deben ocurrir durante la vigencia de la póliza o con

posterioridad a la fecha de retroactividad pactada y la responsabilidad reclamarse por

primera vez durante la vigencia de esta póliza o dentro del periodo extendido de

reclamación. Los costos y gastos de defensa se otorgan sublimitado por condiciones

particulares; operando por rembolso, siempre y cuando el fallo declare “inocente” al

asegurado o el hecho por el cual es responsable no se califique como doloso; dichos gastos,

deben ser previamente aprobados por la aseguradora. Condicionado 04/03/2021-1502-P-

06-GENER-CL-SUSG-35-D00I – 02/10/2020-1502-NT-P-06 - P021020MGG18G180

3.4.8. Exclusiones Generales

A continuación, se enunciarán las exclusiones más comunes a las pólizas de

responsabilidad civil de servidores públicos, dentro de las cuales podemos encontrar:

- Dolo del tomador, asegurado o beneficiario.

- Daños o pérdidas por incurrir el asegurado en faltas, errores u omisiones no

relacionadas con el ejercicio de su cargo y sus funciones.

- Retribuciones improcedentes

- Procesos pendientes ya avisados o en reclamación en curso.

- Actuaciones de funcionarios desvinculados de la entidad tomadora antes de la fecha de

retroactividad.

- Daño moral y perjuicios extrapatrimoniales.


- Responsabilidad contractual y profesional

- Actos fraudulentos o de infidelidad

- Reclamaciones provenientes de socios o accionistas

- Lesiones personales y daño material

- Multas, penas y sanciones

- Daños punitivos, ejemplarizantes y morales

- Garantías o avales personales otorgados por los asegurados, entre otros.

Así las cosas, de las coberturas otorgadas en los amparos básicos tenemos entonces que,

en su mayoría las condiciones generales son muy parecidas, determinada principalmente por las

condiciones de mercado, las cuales se encuentran particularizadas para cada caso en concreto

acorde a las necesidades de la entidad mediante una convocatoria pública. Esta articula las

necesidades de cobertura de la entidad pública con las condiciones de mercado ofrecidas por el

sector asegurador en determinado momento. Lo expuesto, si tenemos en cuenta que si bien, el

poder de contratación de las entidades públicas es bastante significativo, ello no implica que se

omitan las condiciones mínimas de suscripción, así como el respeto por los criterios técnicos de

los seguros.

Finalmente, se podría afirmar que las condiciones ofrecidas por el mercado asegurador

satisfacen las necesidades de cobertura para el producto de responsabilidad servidores públicos,

acorde con los parámetros legales y la técnica del seguro, al asumir y delimitar de manera clara y

precisa los riesgos asegurados. Lo expuesto, si tenemos en cuenta que la conducta cubierta por las

pólizas de responsabilidad servidores públicos se circunscriben a errores u omisiones, es decir,


conductas meramente culposas que pudieran impactar el patrimonio del asegurado, entidad estatal,

y que sea reclamada por terceros. Por otro lado, es importante indicar que el artículo 44 de la Ley

610 de 2000 ordena al órgano de control vincular al proceso de responsabilidad fiscal a la compañía

de seguros, en calidad de tercero civilmente responsable, cuando el presunto investigado, o el bien

o contrato sobre el cual recae el objeto del proceso, se encuentre amparado por una o varias pólizas.

Así las cosas, tenemos entonces que dicha disposición no se limita únicamente a pólizas de

responsabilidad de servidores públicos sino a todas las pólizas que pudieran afectarse en virtud del

objeto del proceso fiscal. Entonces tenemos que, el órgano de control debe analizar e individualizar

en cuales casos aplica la cobertura de cada una de ellas, dada la naturaleza de la póliza que se

vincula y la conducta, bien o contrato que se investiga.

También es claro que las pólizas de responsabilidad civil de servidores públicos ofrecidas

en Colombia no otorgan protección a todos los eventos que generan responsabilidad; y es que no

podrían hacerlo, si tenemos en cuenta que los daños antijuridicos, causados por el Estado a través

de sus agentes, funcionarios o servidores públicos, son calificados acorde a la conducta desplegada

por el actor. Adicionalmente, tenemos que una cosa es la responsabilidad anónima del Estado, y

otra la responsabilidad fiscal. Es por ello que, en aquellos casos en que la conducta es calificada

como dolosa, por el órgano de control fiscal, no es objeto de cobertura.


CAPÍTULO 4. ANÁLISIS DE SENTENCIA C-090 DE 2022, LA CUAL DECLARÓ LA

INEXEQUIBILIDAD DE LOS ARTÍCULOS 124 AL 148 DEL DECRETO 403 DE 2020.

Ahora bien, la sentencia C-090 de 10 de marzo de 2022 que se analiza, corresponde al fallo

de constitucionalidad que profirió la Sala Plena de la Corte Constitucional, como providencia final

en torno a la demanda de constitucionalidad, impetrada por Juliana Padrón Villafañe, soportada en

la acción pública prevista en el artículo 40, numeral 6 de la Constitución:

Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder

político. Para hacer efectivo este derecho puede: (…) Numeral 6. Interponer acciones

públicas en defensa de la Constitución y de la ley.

La mencionada demanda fundó sus pretensiones en contra de la constitucionalidad de los artículos

124 al 148 del Decreto 403 de 2020, normas referentes a la reforma y el fortalecimiento del

régimen de control fiscal. Con la providencia de la Corte Constitucional, se agotó el procedimiento

en torno a asuntos competencia del máximo tribunal constitucional, previsto en el Decreto Ley

2067 de 1991, esto es el procedimiento que se lleva a cabo en los juicios y actuaciones que deben

surtirse ante la Corte Constitucional; con ello se pone fin al trámite respecto de la demanda de

constitucionalidad impetrada.

Así las cosas, para efectos prácticos, se tomará como referencia la comparación que la

Corte Constitucional estructuró en dicha providencia y se reproducirá de forma paralela la norma,


para el posterior análisis y comentarios frente a cada artículo relevante respecto al objeto del

presente escrito.

Lo expuesto, para un análisis académico y un razonamiento crítico, en atención a que el

fallo de la Corte Constitucional decidió declarar la inexequibilidad de parte del articulado del

Decreto 403 de 2020, en ese sentido operó la reviviscencia normativa de la Ley 610 de 2000 y de

la Ley 1474 de 2011, quedando con el régimen de control fiscal que venía operando.

Así las cosas, se abordarán las disposiciones demandadas referentes al fortalecimiento del

proceso de responsabilidad fiscal, reguladas de los artículos 124 al 126 del Decreto 403 de 2020,

en tanto que, los cambios previstos radican en modificaciones sustanciales frente a la calificación

de la conducta que da lugar a la acción fiscal investigada y la ampliación conceptual de los sujetos

objeto de responsabilidad fiscal.

4.1. Respecto a la calificación de la conducta

Ley 610 de 2000. Artículo 4. La Decreto Ley 403 de 2020. Artículo 124. La
responsabilidad fiscal tiene por objeto el responsabilidad fiscal tiene por objeto el
resarcimiento de los daños ocasionados al resarcimiento de los daños ocasionados al
patrimonio público como consecuencia de patrimonio público como consecuencia de la
la conducta dolosa o culposa de quienes conducta dolosa o gravemente culposa de
realizan gestión fiscal mediante el pago de quienes realizan gestión fiscal o de servidores
una indemnización pecuniaria que públicos o particulares que participen,
compense el perjuicio sufrido por la concurran, incidan o contribuyan directa o
respectiva entidad estatal. Para el indirectamente en la producción de los mismos,
establecimiento de responsabilidad fiscal en mediante el pago de una indemnización
cada caso, se tendrá en cuenta el pecuniaria que compense el perjuicio sufrido
cumplimiento de los principios rectores de por la respectiva entidad estatal. Para el
la función administrativa y de la gestión establecimiento de responsabilidad fiscal en
fiscal. cada caso, se tendrá en cuenta el cumplimiento
de los principios rectores de la función
administrativa y de la gestión fiscal.
PARAGRAFO 1o. La responsabilidad fiscal PARÁGRAFO. La responsabilidad fiscal es
es autónoma e independiente y se entiende autónoma e independiente y se entiende sin
sin perjuicio de cualquier otra clase de perjuicio de cualquier otra clase de
responsabilidad. responsabilidad.”

De acuerdo con lo anterior, la principal modificación propuesta se centraba en la

calificación de la conducta objeto de la responsabilidad fiscal, incluyendo la connotación de

gravemente culposa, es decir, intrínsecamente se requería probar dentro del proceso fiscal que la

conducta no solo fue cometida de forma culposa, sino que ésta fue gravemente culposa. Al

respecto, es importante precisar que actualmente, conforme el artículo 118 de la Ley 1474 de 2011,

el grado de culpabilidad para establecer la existencia de responsabilidad en los procesos fiscales

se hace a título de dolo o culpa grave. Por lo tanto, lo que pretendía la norma, era unificar ese

criterio que era claro por expreso mandato legal, así como por la visión que frente al asunto siempre

ha sostenido la Corte Constitucional.

Así mismo, incluía como posibles responsables fiscales a todos aquellos servidores

públicos o particulares que participarán o concurrieran, directa o indirectamente, en la afectación

de recurso público, haciendo casi imposible el seguimiento y control, en tanto que, con la actual

planta de personal fijo y provisional del ente de control, es poco probable lograr una correcta

investigación no sólo de los directos responsables sino de todo aquel que participara o concurriera

en la afectación de recurso; así como atribuyendo a los particulares obligaciones y cargas que ni

constitucional ni legalmente tienen asignadas; a excepción de los contratistas e interventores en

virtud de la Ley 1474 de 2011.


4.2. Respecto a los elementos de la responsabilidad fiscal

Ley 610 de 2000. Artículo 5. La Decreto Ley 403 de 2020. Artículo 125. La
responsabilidad fiscal estará integrada por responsabilidad fiscal estará integrada por los
los siguientes elementos: siguientes elementos:

-Una conducta dolosa o culposa atribuible a - Una conducta dolosa o gravemente culposa
una persona que realiza gestión fiscal. atribuible a una persona que realiza gestión
fiscal o de quien participe, concurra, incida o
- Un daño patrimonial al Estado. contribuya directa o indirectamente en la
producción del daño patrimonial al Estado.
- Un nexo causal entre los dos elementos
anteriores. - Un daño patrimonial al Estado.

- Un nexo causal entre los dos elementos


anteriores”.

Asimismo, como consecuencia de la unificación normativa en el objeto de la

responsabilidad fiscal, se hacía necesario el ajuste de uno de sus elementos, esto es la conducta

que configura la responsabilidad fiscal. Ello con ocasión de la unificación que bien se indicó en el

numeral anterior.

4.3. Respecto al concepto de daño patrimonial al estado

Ley 610 de 2000. Artículo 6. Daño Decreto Ley 403 de 2020. Artículo 126. Daño
patrimonial al Estado. Para efectos de esta patrimonial al Estado. Para efectos de esta ley se
ley se entiende por daño patrimonial al entiende por daño patrimonial al Estado la lesión
Estado la lesión del patrimonio público, del patrimonio público, representada en el
representada en el menoscabo, disminución, menoscabo, disminución, perjuicio, detrimento,
perjuicio, detrimento, pérdida, o deterioro pérdida, o deterioro de los bienes o recursos
de los bienes o recursos públicos, o a los públicos, o a los intereses patrimoniales del
intereses patrimoniales del Estado, Estado, producida por una gestión fiscal
producida por una gestión fiscal antieconómica, ineficaz, ineficiente, e
antieconómica, ineficaz, ineficiente, e inoportuna, que en términos generales, no se
inoportuna, que en términos generales, no se aplique al cumplimiento de los cometidos y de los
aplique al cumplimiento de los cometidos y fines esenciales del Estado, particularizados por
de los fines esenciales del Estado, el objetivo funcional y organizacional, programa
particularizados por el objetivo funcional y o proyecto de los sujetos de vigilancia y control
organizacional, programa o proyecto de los de los órganos de control fiscal. Dicho daño
sujetos de vigilancia y control de las podrá ocasionarse como consecuencia de la
contralorías. Dicho daño podrá ocasionarse conducta dolosa o gravemente culposa de
por acción u omisión de los servidores quienes realizan gestión fiscal o de servidores
públicos o por la persona natural o jurídica públicos o particulares que participen,
de derecho privado, que en forma dolosa o concurran, incidan o contribuyan directa o
culposa produzcan directamente o indirectamente en la producción del mismo.”
contribuyan al detrimento al patrimonio
público.

Encontramos que el artículo 126 se extiende a incluir a los órganos de control fiscal y,

nuevamente, califica la conducta como dolosa o gravemente culposa de quien realiza la gestión

fiscal, como requisito para que constituya daño al patrimonio del estado. Así mismo, como se

indicó antes, actualmente conforme el artículo 118 de la Ley 1474 de 2011, el grado de

culpabilidad para establecer la existencia de responsabilidad en los procesos fiscales se hace a

título de dolo o culpa grave. Por lo tanto, lo que pretendía la norma, era unificar ese criterio que

era claro no solo en la Ley sino en la jurisprudencia de la Corte Constitucional.

De igual forma, incluye no solo a los servidores, sino también a quienes realizan gestión

fiscal o particulares que participen, concurran, incidan o contribuyan directa o indirectamente en

la producción del daño.

4.4. Respecto al término de caducidad de la acción fiscal

Ley 610 de 2000. Artículo 9. Decreto Ley 403 de 2020. Artículo 127.
La acción fiscal caducará si transcurridos La acción fiscal caducará si transcurridos diez
cinco (5) años desde la ocurrencia del hecho (10) años desde la ocurrencia del hecho
generador del daño al patrimonio público, generador del daño al patrimonio público, no se
no se ha proferido auto de apertura del ha proferido auto de apertura del proceso de
proceso de responsabilidad fiscal. responsabilidad fiscal. Una vez proferido el auto
de apertura se entenderá interrumpido el término
de caducidad de la acción fiscal.

Este término empezará a contarse para los Este término empezará a contarse para los hechos
hechos o actos instantáneos desde el día de o actos instantáneos desde el día de su
su realización, y para los complejos, de realización, y para los complejos, de tracto
tracto sucesivo, de carácter permanente o sucesivo, de carácter permanente o continuado
continuado desde la del último hecho o acto. desde la del último hecho o acto.

La responsabilidad fiscal prescribirá en La responsabilidad fiscal prescribirá en cinco (5)


cinco (5) años, contados a partir del auto de años, contados a partir de la expedición del auto
apertura del proceso de responsabilidad de apertura del proceso de responsabilidad fiscal,
fiscal, si dentro de dicho término no se ha si dentro de dicho término no se ha dictado
dictado providencia en firme que la declare. providencia en firme que la declare.

El vencimiento de los términos establecidos El vencimiento de los términos establecidos en el


en el presente artículo no impedirá que presente artículo no impedirá que cuando se trate
cuando se trate de hechos punibles, se pueda de hechos punibles, se pueda obtener la
obtener la reparación de la totalidad del reparación de la totalidad del detrimento y demás
detrimento y demás perjuicios que haya perjuicios que haya sufrido la administración, a
sufrido la administración, a través de la través de la acción civil o incidente de reparación
acción civil en el proceso penal, que podrá integral en calidad de víctima en el proceso
ser ejercida por la contraloría penal, que podrá ser ejercida por la contraloría
correspondiente o por la respectiva entidad correspondiente o por la respectiva entidad
pública. pública”.

Ley 610 de 2000. Artículo 14. Por cada Decreto Ley 403 de 2020. Artículo 130. Unidad
hecho generador de responsabilidad fiscal procesal y conexidad. Por cada hecho generador
se adelantará una sola actuación procesal, de responsabilidad fiscal se adelantará una sola
cualquiera sea el número de implicados; si actuación procesal, cualquiera sea el número de
se estuviere adelantando más de una implicados; si se estuviere adelantando más de
actuación por el mismo asunto, se dispondrá una actuación por el mismo asunto, se dispondrá
mediante auto de trámite la agregación de mediante auto de trámite la agregación de las
las diligencias a aquellas que se encuentren diligencias a aquellas que se encuentren más
más adelantadas. Los hechos conexos se adelantadas, sin que en ningún caso se afecte el
investigarán y decidirán conjuntamente. término de prescripción o caducidad, según el
caso. Los hechos conexos se investigarán y
decidirán conjuntamente”.

El artículo 129 extiende el término de caducidad de la acción fiscal de 5 a 10 años;

dispone que este se interrumpe una vez expedido el auto de apertura; precisa que el término de

prescripción de la responsabilidad fiscal se cuenta a partir de la expedición de dicho auto; y

contempla que el vencimiento de términos no impide que se pueda obtener la reparación del

detrimento a través del incidente de reparación integral en calidad de víctima en el proceso


penal, cuando se trate de hechos punibles. La ampliación del término de caducidad, de alguna

forma premiaba la negligencia y la tardanza del actuar de la Contraloría en iniciar los procesos

fiscales, los cuales deben ser ágiles y expeditos en búsqueda de la reparación del detrimento

patrimonial.

Por otro lado, la modificación de la unidad procesal y la conexidad, prevista en el artículo

130 del Decreto Ley 403 de 2020 respecto al artículo 14 de la Ley 610 de 2000, fue bastante

necesaria, en tanto se adelanta una actuación procesal cuando existe el mismo hecho generador

de responsabilidad fiscal sin que la agregación de las diligencias implique, que se afecte el

término de prescripción o caducidad.

Ley 610 de 2000. Artículo 13. El cómputo Decreto Ley 403 de 2020. Artículo 129. El
de los términos previstos en la presente ley cómputo de los términos previstos en la presente
se suspenderá en los eventos de fuerza ley se suspenderá en los eventos de fuerza mayor
mayor o caso fortuito, o por la tramitación o caso fortuito, por la tramitación de una
de una declaración de impedimento o declaración de impedimento o recusación hasta
recusación. En tales casos, tanto la la comunicación de la decisión correspondiente,
suspensión como la reanudación de los o por la proposición de conflicto de competencias
términos se ordenará mediante auto de hasta el momento en el cual el funcionario a
trámite, que se notificará por estado al día quien se le remite asuma el conocimiento del
siguiente y contra el cual no procede recurso asunto o el conflicto sea resuelto y comunicado.
alguno.
En tales casos, tanto la suspensión como la
reanudación de los términos se ordenará mediante
auto de trámite, que se notificará por estado al día
siguiente de su expedición y contra el cual no
procede recurso alguno”.

La modificación dispuesta por el artículo 129 consiste en que, en el marco de un proceso

de responsabilidad fiscal, la suspensión de términos por la tramitación de una declaración de

impedimento o recusación opera hasta la comunicación de la decisión correspondiente.

Adicionalmente, el artículo introduce una nueva causal de suspensión: la proposición de

conflicto de competencias, la cual se mantiene hasta que el funcionario a quien se le remite

asuma el conocimiento del asunto, o el conflicto sea resuelto y comunicado. Por último,
especifica que el auto de trámite que ordene la suspensión o la reanudación de términos se

notificará por estado al día siguiente de su expedición.

Ley 610 de 2000. Artículo 16. Decreto Ley 403 de 2020. Artículo 131. Archivo
de la Indagación Preliminar.

En cualquier estado de la indagación En cualquier estado de la indagación preliminar,


preliminar o del proceso de responsabilidad procederá su archivo cuando se establezca que la
fiscal, procederá el archivo del expediente acción fiscal no podía iniciarse o proseguirse por
cuando se establezca que la acción fiscal no haber operado la caducidad, cuando se demuestre
podía iniciarse o proseguirse por haber que el hecho no existió o que no es constitutivo de
operado la caducidad o la prescripción, daño patrimonial al Estado o no comporta el
cuando se demuestre que el hecho no existió ejercicio de gestión fiscal, o se acredite una causal
o que no es constitutivo de daño patrimonial eximente de responsabilidad fiscal o aparezca
al Estado o no comporta el ejercicio de demostrado que el daño investigado ha sido
gestión fiscal, o se acredite la operancia de resarcido totalmente por pago o reintegro del
una causal eximente de responsabilidad bien.
fiscal o aparezca demostrado que el daño
investigado ha sido resarcido totalmente.
PARÁGRAFO. En todo caso, el Contralor
General de la República o quien él delegue, el
Auditor General de la República o el contralor
territorial correspondiente, podrán efectuar la
revisión de las decisiones de archivo de
indagaciones preliminares y ordenar que se
reinicie la indagación preliminar o impartir las
órdenes que considere pertinentes para proteger
el patrimonio público, sin que le sea oponible
reserva alguna; contra esta decisión no
procederá ningún recurso”.

En este punto es preciso indicar que, el artículo 131, por un lado, restringía el archivo del

expediente a la indagación preliminar; eliminaba la prescripción como causal de archivo; y

precisa que, para archivar por aparecer demostrado el resarcimiento total del daño, debe

acreditarse el pago o reintegro del bien. Por otro, adiciona que el Contralor General de la

República o quien él delegue, el Auditor general de la República o el Contralor Territorial

correspondiente, podrán efectuar la revisión de las decisiones de archivo y ordenar que se


reinicie la indagación preliminar o impartir las órdenes pertinentes para proteger el patrimonio

público, sin que le sea oponible reserva alguna. Especifica que contra esa decisión no procede

recurso.

4.5. Modificaciones del artículo 1 del Acto Legislativo 4 de 2019

Por otro lado, también es necesario precisar lo dispuesto por la Sala respecto a la

modificación introducida por el Acto Legislativo 04 de 2019 no señaló las modificaciones

puntuales que introdujo a los artículos superiores que reformó, sino que dispuso, reproduciéndolos

integralmente, cómo quedarían las modificaciones a la norma. En lo material, ello no significa que

el citado acto legislativo haya modificado por completo todos los artículos 267, 268, 271, 272 y

274 de la Constitución Política, como puede apreciarse en el siguiente cuadro comparativo, pero

sí pretendió un giro sustancial respecto a la óptica desde la que se aborda la gestión fiscal.

Artículo 267 de la Constitución Política, Artículo 1º del Acto Legislativo 04 de 2019 (se
previa modificación del Acto Legislativo 04 resaltan y subrayan las modificaciones)
de 2019

ARTÍCULO 1o. El artículo 267 de la Constitución


Política de Colombia quedará así:

ARTÍCULO 267. El control fiscal es una Artículo 267. La vigilancia y el control fiscal son
función pública que ejercerá la Contraloría una función pública que ejercerá la Contraloría
General de la República, la cual vigila la General de la República, la cual vigila la gestión
gestión fiscal de la administración y de los fiscal de la administración y de los particulares o
particulares o entidades que manejen fondos entidades que manejen fondos o bienes públicos,
o bienes de la Nación. en todos los niveles administrativos y respecto de
todo tipo de recursos públicos. La ley
Dicho control se ejercerá en forma posterior reglamentará el ejercicio de las competencias
y selectiva conforme a los procedimientos, entre contralorías, en observancia de los
sistemas y principios que establezca la ley. principios de coordinación, concurrencia y
Esta podrá, sin embargo, autorizar que, en subsidiariedad. El control ejercido por la
casos especiales, la vigilancia se realice por Contraloría General de la República será
empresas privadas colombianas escogidas preferente en los términos que defina la ley.
por concurso público de méritos, y
contratadas previo concepto del Consejo de El control fiscal se ejercerá en forma posterior y
Estado. selectiva, y además podrá ser preventivo y
concomitante, según sea necesario para
La vigilancia de la gestión fiscal del Estado garantizar la defensa y protección del patrimonio
incluye el ejercicio de un control financiero, público. El control preventivo y concomitante no
de gestión y de resultados, fundado en la implicará coadministración y se realizará en
eficiencia, la economía, la equidad y la tiempo real a través del seguimiento permanente
valoración de los costos ambientales. En los de los ciclos, uso, ejecución, contratación e
casos excepcionales, previstos por la ley, la impacto de los recursos públicos, mediante el uso
Contraloría podrá ejercer control posterior de tecnologías de la información, con la
sobre cuentas de cualquier entidad participación activa del control social y con la
territorial. articulación del control interno. La ley regulará
su ejercicio y los sistemas y principios aplicables
La Contraloría es una entidad de carácter para cada tipo de control.
técnico con autonomía administrativa y
presupuestal. No tendrá funciones El control concomitante y preventivo tiene
administrativas distintas de las inherentes a carácter excepcional, no vinculante, no implica
su propia organización. coadministración, no versa sobre la conveniencia
de las decisiones de los administradores de
El Contralor será elegido por el Congreso en recursos públicos, se realizará en forma de
Pleno, por mayoría absoluta, en el primer advertencia al gestor fiscal y deberá estar
mes de sus sesiones para un periodo igual al incluido en un sistema general de advertencia
del Presidente de la República, de lista de público. El ejercicio y la coordinación del control
elegibles conformada por convocatoria concomitante y preventivo corresponde
pública con base en lo dispuesto en el exclusivamente al Contralor General de la
artículo 126 de la Constitución y no podrá República en materias específicas.
ser reelegido ni continuar en ejercicio de sus
funciones al vencimiento del mismo. La vigilancia de la gestión fiscal del Estado
incluye el seguimiento permanente al recurso
Solo el Congreso puede admitir la renuncia público, sin oponibilidad de reserva legal para el
que presente el Contralor y proveer las faltas acceso a la información por parte de los órganos
absolutas y temporales del cargo. de control fiscal, y el control financiero, de
Para ser elegido Contralor General de la gestión y de resultados, fundado en la eficiencia,
República se requiere ser colombiano de la economía, la equidad, el desarrollo sostenible
nacimiento y en ejercicio de la ciudadanía; y el cumplimiento del principio de valoración de
tener más de 35 años de edad; tener título costos ambientales. La Contraloría General de la
universitario; o haber sido profesor República tendrá competencia prevalente para
universitario durante un tiempo no menor de ejercer control sobre la gestión de cualquier
5 años; y acreditar las calidades adicionales entidad territorial, de conformidad con lo que
que exija la ley. reglamente la ley.

No podrá ser elegido Contralor General El control jurisdiccional de los fallos de


quien sea o haya sido miembro del responsabilidad fiscal gozará de etapas y
Congreso u ocupado cargo público alguno términos procesales especiales con el objeto de
del orden nacional, salvo la docencia, en el garantizar la recuperación oportuna del recurso
año inmediatamente anterior a la elección. público. Su trámite no podrá ser superior a un
Tampoco podrá ser elegido quien haya sido año en la forma en que lo regule la ley.
condenado a pena de prisión por delitos La Contraloría es una entidad de carácter técnico
comunes. con autonomía administrativa y presupuestal. No
tendrá funciones administrativas distintas de las
En ningún caso podrán intervenir en la inherentes a su propia organización y al
postulación o elección del Contralor cumplimiento de su misión constitucional.
personas que se hallen dentro del cuarto
grado de consanguinidad, segundo de El Contralor será elegido por el Congreso en
afinidad y primero civil o legal respecto de Pleno, por mayoría absoluta, en el primer mes de
los candidatos. sus sesiones para un periodo igual al del
Presidente de la República, de lista de elegibles
conformada por convocatoria pública con base en
lo dispuesto en el artículo 126 de la Constitución
y no podrá ser reelegido ni continuar en ejercicio
de sus funciones al vencimiento del mismo.

Solo el Congreso puede admitir la renuncia que


presente el Contralor y proveer las faltas
absolutas y temporales del cargo mayores de 45
días.

Para ser elegido Contralor General de la


República se requiere ser colombiano de
nacimiento y en ejercicio de la ciudadanía; tener
más de treinta y cinco años de edad; tener título
universitario en ciencias jurídicas, humanas,
económicas, financieras, administrativas o
contables y experiencia profesional no menor a 5
años o como docente universitario por el mismo
tiempo y acreditar las demás condiciones que
exija la ley.

No podrá ser elegido Contralor General quien sea


o haya sido miembro del Congreso o se haya
desempeñado como gestor fiscal del orden
nacional, en el año inmediatamente anterior a la
elección. Tampoco podrá ser elegido quien haya
sido condenado a pena de prisión por delitos
comunes.

En ningún caso podrán intervenir en la


postulación o elección del Contralor personas que
se hallen dentro del cuarto grado de
consanguinidad, segundo de afinidad y primero
civil o legal respecto de los candidatos.
Tenemos entonces que, de forma general, las principales modificaciones al artículo 267

de la Constitución se centran principalmente en : Incluir la vigilancia fiscal como función pública

en la Contraloría General, precisar el alcance de la vigilancia y control ejercidos por la

Contraloría General, abarcando todo tipo de recursos públicos en todos los niveles; buscó el

ejercicio del control coordinado, concurrente y subsidiario. Estableció el control preferente de la

Contraloría General de la República, incluyendo la figura del control preventivo y concomitante;

así como la prevalencia de la misma frente a otras entidades. Como parte de las herramientas

para el fortalecimiento del control fiscal, se instituyó la inoponibilidad de la reserva legal para

acceso a la información por parte de la Contraloría, escudado en la necesidad de hacer

permanente seguimiento a los recursos públicos. Se buscó un control jurisdiccional expedito de

un plazo no mayor a 1 año, para los fallos de responsabilidad fiscal. Finalmente, se incluyeron

requisitos para ostentar la calidad de Contralor General e incompatibilidad para ostentar el cargo,

si se ha sido gestor fiscal del orden nacional, en el año anterior.

De lo anterior tenemos que, si bien las intenciones para el fortalecimiento del control

fiscal y el correcto seguimiento de los recursos públicos debe prevalecer y no verse afectado por

la deficiente administración de los gestores fiscales, esto no insta para que se le otorguen

facultades desproporcionadas y desmedidas a una entidad, menos tratándose del órgano de

control fiscal. En cambio, debe propenderse por velar, dentro de su institucionalidad, por el

cumplimiento del mandato constitucional encomendado, siguiendo de forma diligente,

consecuente, profesional y seria los procesos fiscales que tiene a su cargo.


CONCLUSIONES

En virtud de la disertación expuesta en las anteriores páginas, con ocasión del análisis de

las pólizas de responsabilidad civil de servidores públicos vinculadas en los procesos de

responsabilidad fiscal adelantados por la Contraloría, es posible establecer que las condiciones de

cobertura actualmente ofrecidas por el mercado asegurador colombiano, si bien satisfacen las

necesidades y requerimientos generales, no cubren todos los eventos por los cuales el órgano de

control apertura, adelanta y falla con responsabilidad fiscal. Lo anterior, particularmente en

aquellos casos en que la conducta desplegada por el funcionario o servidor público, asegurado de

la póliza, es calificada como dolosa. Adicionalmente, es importante precisar que dentro de los siete

condicionados analizados, se puede evidenciar que seis de ellos incluyen la cobertura expresa de

la culpa grave dentro del amparo básico y solamente una compañía de seguros la excluye de

manera particular, aunque cubriendo el efecto de los procesos de responsabilidad fiscal, con lo

que podría interpretarse que por esa vía se pretendió cubrir la culpa grave. Así la cosas, podemos

entender como una práctica generalizada de mercado, la cobertura de culpa grave dentro del

amparo básico.

De igual forma, también es claro que la cobertura de las pólizas objeto del presente escrito,

pólizas de responsabilidad servidores públicos, está enfocadas a un número reducido de servidores

o funcionarios públicos, siendo ellos por lo general aquellos encargados de la dirección y gestión

de las entidades públicas, los cuales dada la arquitectura del estado colombiano no comporta el

grueso del personal, siendo gestores fiscales, que genera daños patrimoniales a terceros con sus

decisiones debiendo responder por sus actuaciones sin contar con una cobertura como la analizada

en el presente escrito.
Así las cosas, quedan desprotegidos, por lo menos por esta vía, los eventos en que otro tipo

de actores intervienen en gestión de los recursos públicos, generando daños a la entidad.

Por otro lado, es evidente que dado el gran número de procesos fiscales adelantados por

la Contraloría General de la República y la necesidad de entregar resultados visibles en los

informes anuales de gestión que rinde ante el Congreso y Presidente de la República, con ocasión

de la gestión fiscal, sea más imperiosa la necesidad de materializar dicha labor en fallos con

responsabilidad fiscal y resarcimiento de daños patrimoniales, concretados con la afectación de

pólizas, que proceder con un análisis detallado y acucioso de las conductas de cada vinculado

como sujeto en el procesos fiscal, a fin de poder individualizar la conducta que despliega cada

uno y determinar de manera certera la póliza a afectar frente a cada responsable fiscal.

Entonces, con dicha problemática nos encontramos frente a una institución de control,

muy robusta, que busca el resarcimiento de los daños originados al estado, pero que aún no

utiliza correctamente los elementos a su alcance, particularmente, respecto a la afectación de las

pólizas de responsabilidad civil servidores públicos, con valor asegurados muy importantes que

tienen todas las entidades públicas, en atención al desconocimiento de la forma de afectación y el

cumplimiento de los requisitos para hacerla efectiva.

Así mismo, dentro de los procesos de responsabilidad fiscal debería propenderse como

ideal que dentro de la investigación, análisis y decisión se individualice la conducta de

aquel que generó o participó en el daño al patrimonio del estado y se haga una evaluación
real del tipo póliza que se debe afectar; en el caso de la póliza de responsabilidad civil de

servidores públicos, como se indicó en capítulo anterior, instituida para proteger el

patrimonio de la entidad estatal, cuando como resultado de una conducta culposa del

asegurado (servidores públicos y/o funcionarios con regímenes de responsabilidad

similares cuyo cargo se lista en la póliza), cause un perjuicio que comprometa la

responsabilidad de la entidad.

De manera que, podemos reiterar que se trata de un contrato de seguro de responsabilidad

cuya cobertura se encamina a mantener indemne el patrimonio del asegurado, servidor público,

que incurre en acciones u omisiones que pueden generar afectación de terceros o de la entidad

estatal a la cual presta sus servicios. Esto, sin perjuicio de que como en cualquier seguro de

responsabilidad, se halla presente también el propósito de proteger a las víctimas de aquellos actos,

entre las que se cuenta la propia entidad de la cual aquel servidor hace parte, y quien

ordinariamente obra como tomadora en este tipo de pólizas.

Finalmente, respecto al Decreto 403 de 2020 lo que pretendía la norma, respecto a la

calificación de la conducta que debía ser reparada era unificar el criterio que actualmente se

encuentra dispuesto conforme el artículo 118 de la Ley 1474 de 2011, en el cual es totalmente

claro que el grado de culpabilidad para establecer la existencia de responsabilidad en los

procesos fiscales, se hace a título de dolo o culpa grave, ello para no generar ningún tipo de

ambigüedad o interpretación contraria, más allá de que es un asunto que se encuentra totalmente

claro como consecuencia de que la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha sido enfática al

respecto. En todo caso no fue posible la aclaración normativa a que se hace referencia , en tanto
que, la Corte Constitucional mediante sentencia C-090 de 2022, declaró la inexequibilidad de los

artículos 124 al 148 del Decreto antes mencionado.


Referencias

Normas

Congreso de la República de Colombia (1971). Decreto 410 del 27 de marzo de 1971 por

el cual se expide el Código de Comercio. Bogotá D.C. Congreso de la República

de Colombia.

Congreso de la República de Colombia (1873). Ley 84 de 26 de mayo de 1873 por la cual

se expide el Código Civil Colombiano. Bogotá D.C. Congreso de la República de

Colombia.

Congreso de la República de Colombia (1991). Constitución Política de Colombia

expedida el 13 de junio de 1991. Bogotá D.C. Congreso de la República de

Colombia.

Congreso de la República de Colombia (1993). Ley 42 de 26 de enero1993 por la cual se

reglamenta la organización del sistema de control fiscal financiero y los

organismos que lo ejercen. Bogotá D.C. Congreso de la República de Colombia.

Congreso de la República de Colombia (1997). Ley 389 de 18 de julio de 1997 por la

cual se modifican los artículos 1036 y 1046 del Código de Comercio. Bogotá

D.C. Congreso de la República de Colombia.

Presidente de la República de Colombia (2000). Decreto 267 de 22 de febrero de 2000

por el cual se dictan normas sobre organización y funcionamiento de la

Contraloría General de la República, se establece su estructura orgánica, se fijan

las funciones de sus dependencias y se dictan otras disposiciones. Bogotá D.C.

Presidente de la República de Colombia en ejercicio de las facultades


extraordinarias que le confiere el artículo 1º de la Ley 573 del 7 de Febrero del

2000 y previo concepto del Contralor General de la República.

Congreso de la República de Colombia (2000). Ley 610 de 15 de agosto de 2000 por la

cual se establece el trámite de los procesos de responsabilidad fiscal de

competencia de las contralorías. Bogotá D.C. Congreso de la República de

Colombia.

Congreso de la República de Colombia (2001). Ley 678 de 3 de agosto de 2001 por

medio de la cual se reglamenta la determinación de responsabilidad patrimonial

de los agentes del Estado a través del ejercicio de la acción de repetición o de

llamamiento en garantía con fines de repetición. Bogotá D.C. Congreso de la

República de Colombia.

Congreso de la República de Colombia (2011). Ley 1437 de 18 de enero de 2011 por la

cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso

Administrativo. Bogotá D.C. Congreso de la República de Colombia.

Congreso de la República de Colombia (2011). Ley 1474 de 12 de julio de 2011 por la

cual se dictan normas orientadas a fortalecer los mecanismos de prevención,

investigación y sanción de actos de corrupción y la efectividad del control de la

gestión pública. Bogotá D.C. Congreso de la República de Colombia.

Presidente de la República de Colombia (2019). Acto Legislativo 4 de 18 de septiembre

de 2019 por medio del cual se reforma el Régimen de Control Fiscal. Segunda

Vuelta. Bogotá D.C. Presidente de la República de Colombia.

Presidente de la República de Colombia (2020). Decreto 403 de16 de marzo de 2020 por

el cual se dictan normas para la correcta implementación del Acto Legislativo 04


de 2019 y el fortalecimiento del control fiscal. Bogotá D.C. Presidente de la

República de Colombia.

Presidente de la República de Colombia (2020). Decreto 405 de16 de marzo de 2020 por

el cual se modifica la estructura orgánica y funcional de la Contraloría General

de la República. Bogotá D.C. Presidente de la República de Colombia.

Congreso de la República de Colombia (2021). Ley 2159 de 12 de noviembre de 2021

por la cual se decreta el presupuesto de rentas y recursos de capital y ley de

apropiaciones para la vigencia fiscal del 1 o. de enero al 31 de diciembre de

2022. Bogotá D.C. Congreso de la República de Colombia.

Congreso de la República de Colombia (2022). Ley 2195 de 18 de enero de 2022 por

medio de la cual se adoptan medidas en materia de transparencia, prevención y

lucha contra la corrupción y se dictan otras disposiciones. Bogotá D.C. Congreso

de la República de Colombia.

Sentencias y Laudo

Corte Constitucional. Sala Plena. Expediente D-3873. Sentencia C-619/2002. M.P. Jaime

Córdoba Triviño y Rodrigo Escobar Gil; 8 de agosto de 2002.

Corte Constitucional. Sala Plena. Expediente D-3918. Sentencia C-648/2002. M.P. Jaime

Córdoba Triviño; 13 de agosto de 2002.

Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Expediente 7614. Sentencia 030/2005.

M.P. Jaime Alberto Arrubla Paucar; 10 de febrero de 2005.

Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Primera. C.P. Rafael

Ostau de Lafont Pianeta; 29 de septiembre de 2011.


Consejo de Estado. Sala de Consulta y Servicio Civil. Consulta 2131. C.P. Augusto

Hernández Becerra; 14 de febrero de 2013.

Tribunal Arbrital Fondo Nacional del Ahorro Carlos Lleras Restrepo vs Mapfre Seguros

Generales de Colombia S.A. Caso 15891. Árbitros, Antonio Pabón Santander,

Jorge Santos Ballesteros y María del Pilar Galvis; 10 de julio de 2020.

Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Primera. C.P. Nubia

Margoth Peña Garzón; 11 de marzo de 2021.

Corte Constitucional. Sala Plena. Expediente D-13782. Sentencia C-090/2022. M.P.

Antonio José Lizarazo Ocampo; 10 de marzo de 2022.

Condicionados

Condicionado 09/08/2021-1324-P-06-RCP013VERSIÓN009-D00I - 09082021-1324-

NTP-06-RSERVPUBLIRCP017 – Condicionado de Previsora para pólizas de

responsabilidad de servidores públicos; 09 de agosto de 2021.

Condicionado 30/04/2021-1501- NT-P-06-GGENG00011100301 30/04/2021-1501-P-06-

GGENG00011100301-D00I - Condicionado de Equidad para pólizas de

responsabilidad de servidores públicos; 30 de abril de 2021.

Condicionado 10/07/2018 - 1306 - P-06 - P633/2018 - Condicionado Axa Colpatria para

pólizas de responsabilidad de servidores públicos; 10 de julio de 2018.

Condicionado 19/05/2021-1305-P-06-CLACHUBB 20160045 -000I - 31-07-2020-1305-

NT-06-P&CNTCHUBBSEG048 - Condicionado Chubb para pólizas de

responsabilidad de servidores públicos; 19 de mayo de 2021.


Condicionado 22/05/2020-1333-P-06-PRSP000 000000003-DR0I - 23/08/2019-1333-

NT-P-06-LB-RCSPUTOT-P000 - Condicionado Liberty para pólizas de

responsabilidad de servidores públicos; 22 de mayo de 2020.

Condicionado 31/03//2022 –1329–P–06–0000000E-RC-012A-D00I - 31/03/2022-1329-

NT-P-06-RCE-SERPUB-PA-01- Condicionado Estado para pólizas de

responsabilidad de servidores públicos; 31 de marzo de 2022.

Condicionado 04/03/2021-1502-P-06-GENER-CL-SUSG-35-D00I – 02/10/2020-1502-

NT-P-06 - P021020MGG18G180 - Condicionado Solidaria para pólizas de

responsabilidad de servidores públicos; 04 de marzo de 2021.

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constitucionales%253Fp_p_id%253Dcom_liferay_document_library_web_portlet

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