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UNIVERSIDAD JOSE CARLOS MARIATEGUI

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, EMPRESARIALES Y


PEDAGOGICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

SISTEMA CONCURSAL PERUANO:


DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN - QUIEBRA
PROCEDIMIENTO CONCURSAL PREVENTIVO

INTEGRANTES:

- CHRISTIAN JHON ZAPANA NEIRA


- RUTH KATY BERRIO HUAMANI
- MILAGROS JIMENA CONDORI MAMANI
- MARIA CRISTINA QUISPE MENDOZA
- JORGE
- ALEJANDRA
CURSO: DERECHO CONCURSAL

DOCENTE: Dr. VICTOR CORNEJO

CICLO: XI

PERU – 2022
ÍNDICE
INTRODUCCION.......................................................................................................................................3
CAPÍTULO I................................................................................................................................................5
MARCO TEORICO....................................................................................................................................5
1. EL SISTEMA CONCURSAL.................................................................................................................5
1.1 DEFINICIÓN DEL SISTEMA CONCURSAL..................................................................................5
1.2 IMPORTANCIA DEL SISTEMA CONCURSAL.............................................................................5
1.3 FINALIDAD Y OBJETIVOS DEL SISTEMA CONCURSAL.........................................................6
1.4 RESEÑA HISTÓRICA.......................................................................................................................7
1.5 ANTECEDENTES LEGISLATIVOS................................................................................................8
1.6 PRESUPUESTOS PARA EL CONCURSO PROCESAL.................................................................9
CAPITULO II............................................................................................................................................10
2. EL DERECHO CONCURSAL............................................................................................................10
2.1. DEFINICIÓN E IMPORTANCIA...................................................................................................10
2.2. UBICACIÓN DEL DERECHO CONCURSAL..............................................................................10
2.3. FUENTES DEL DERECHO CONCURSAL...................................................................................11
2.4. CLASIFICACIÓN DEL DERECHO CONCURSAL......................................................................12
2.5. RELACION CON OTRAS RAMAS...............................................................................................12
CAPITULO III...........................................................................................................................................14
3. LA LEGISLACION PERUANA EN MATERIA CONCURSAL.....................................................14
3.1. LA NUEVA LEY GENERAL DEL SISTEMA CONCURSAL.....................................................14
3.2 LEY GENERAL DEL SISTEMA CONCURSAL...........................................................................14
3.3. LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL SISTEMA CONCURSAL...............................................16
3.3.1 EL PRINCIPIO DE LA UNIVERSALIDAD............................................................................16
3.3.2 EL PRINCIPIO DE LA COLECTIVIDAD...............................................................................17
3.3.3 EL PRINCIPIO DE LA PROPORCIONALIDAD....................................................................18
3.4 LAS ENTIDADES EXCLUIDAS DE LOS ALCANCES DE LA LEY N° 27809.........................18
CAPITUO IV.............................................................................................................................................19
4. EL PROCEDIMIENTO CONCURSAL EN EL PERÚ.....................................................................19
4.1 DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN...................................................................................................19
4.2 CONVENIO DE LIQUIDACIÓN....................................................................................................20
4.3 QUIEBRA.........................................................................................................................................20
4.4 QUIEBRA DEL DEUDOR...............................................................................................................21
4.5 PROCEDIMIENTO CONCURSAL PREVENTIVO.......................................................................23
4.6 PROCEDIMIENTO CONCURSAL PREVENTIVO Y EL ACUERDO GLOBAL DE
REFINANCIACIÓN...............................................................................................................................25
GLOSARIO................................................................................................................................................27
CONCLUSIONES:....................................................................................................................................28
BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................................................29
INTRODUCCION
Para empezar a tratar el tema encargado, SISTEMA CONCURSAL PERUANO,
iniciamos diciendo que el origen de la concurrencia de acreedores en torno a un deudor
común, con el fin de ejecutar sobre sus bienes las deudas que tuviere en impago, se da
desde el año 326 a. C., según algunos y 428 a. C. según otros, en Roma, con la
expedición de la Lex Poetelia Papiria por parte del cónsul Cayo Poetelio Libón.
En el Perú, la historia del derecho concursal peruano se remonta a inicios del siglo XX
con la Ley de Quiebras, en el marco de la cual una situación de crisis derivaba en el
inicio de un proceso judicial y los principales afectados, léase los acreedores impagos,
se limitaban a esperar el largo desenlace de un concurso con vertiente
predominantemente liquidatoria en el que el Estado, mediante el Juez de Quiebras,
decidía los aspectos más trascendentes para el pago de los créditos.
Aquí, el Juez determinaba la liquidación del deudor, así como la forma de pago de las
acreencias, sin tomar en cuenta que una empresa en crisis no está financiero, podría
derivar en una reestructuración empresarial. Sin embargo, esta última opción estaba casi
descartada, pues los acreedores carecían de facultades y por tanto de incentivos para
reflotar una empresa o de liquidarla fijando las condiciones que más les favorezca. El
Estado, representado por la autoridad judicial, tampoco tenía incentivo alguno para
mantener una empresa en el mercado.
En la última década del siglo XX, la historia y visión del concurso peruano cambió
radicalmente, puesto que con la promulgación, en el año 1992, de la Ley de
Reestructuración Empresarial, el procedimiento concursal pasó a ser tramitado ante una
entidad administrativa, el Indecopi, a cargo de especialistas en derecho concursal,
comercial, societario y comercial, entidad a la que se le asignó como principales
funciones la de verificar el real pasivo del deudor, velar por el cumplimiento de la Ley,
sancionar infracciones administrativas y verificar que en los acuerdos de los acreedores
no se configure el abuso de derecho. Lo demás se basará en la libre autonomía privada
de los acreedores.
Conforme este nuevo esquema, en contrapartida con la anterior normativa, podemos
apreciar que la actuación del Estado, en el concurso, está limitada a determinadas
competencias que, si bien se orientan a la consecución del objetivo del sistema, que es
el recupero de las acreencias, no le otorgan decisión alguna

para definir las decisiones que más les convienen a los acreedores. En efecto, bajo ese
nuevo moderno esquema, ya no es el Estado quien decide los aspectos trascendentales
sobre la deudora sometida a concurso, sino ahora son los acreedores quienes cuentan
con los mejores incentivos para ello, al ser los mayores perjudicados por la crisis y la
cesación de pagos. Con el anterior esquema los acreedores eran meros observadores
mientras que con el nuevo sistema concursal pasaron a ser protagonistas con facultades
para adoptar decisiones sobre el destino del deudor, liquidación o reestructuración y
definir la forma y condiciones de pago de los créditos. Es más, los acreedores pasaron
literalmente a ser los nuevos dueños de la empresa al suspenderse las funciones de la
Junta de Accionistas.
Por lo tanto, los incentivos económicos para la toma de acuerdos están situados en el
lugar correcto, es decir, en los acreedores que tienen los mayores intereses en que el
concurso funcione, para lograr la recuperación de sus créditos.
CAPÍTULO I

MARCO TEORICO

1. EL SISTEMA CONCURSAL

1.1 DEFINICIÓN DEL SISTEMA CONCURSAL


El derecho concursal es una rama del derecho comercial y societario, que regula las
relaciones existentes entre un deudor cuya insolvente situación económica y financiera,
producida por factores internos o externos, ha derivado en cesación de pagos a sus
acreedores quienes están realizando las acciones legales y judiciales necesarias para
procurar el cobro de sus acreencias. Dependiendo de la opción legislativa, el derecho
concursal en principio busca ordenar esa situación a fin que no se produzca un
desmedro desordenado del patrimonio del deudor que lo lleve indefectiblemente a una
muerte anunciada, y a partir de ello, otorgarle a los acreedores las mejores herramientas
e incentivos para que adopten las decisiones que les permitan recuperar sus acreencias
de la manera más eficiente posible, en concordancia con la realidad patrimonial del
deudor sometido al concurso.

Para tener una mejor visión panorámica del derecho concursal, es muy relevante
conocer a qué objetivos apuntaba el sistema a través de la derogada Ley de Quiebras
frente al actual sistema concursal.

1.2 IMPORTANCIA DEL SISTEMA CONCURSAL


El derecho concursal es importante porque su principal objetivo es que las relaciones
mercantiles que hay entre un deudor y un acreedor, lleguen a buen puerto.

De esta manera, el derecho concursal mejora la seguridad mercantil y financiera en el


comercio entre las empresas. Se apoya del derecho mercantil y del derecho procesal.

Si el derecho concursal no existiera, la inseguridad mercantil que tendrían las empresas


sería mucho mayor.

Desde cualquier punto que se mire es beneficioso para todos los involucrados.
 Para los acreedores porque recibirán el pago que les corresponde por el asunto
acordado.
 Mientras que los deudores podrán responder a sus compromisos de una
forma ordenada y regulada por la ley.
Pero para que todo esto marche adecuadamente, hace falta seguir los procedimientos
previstos en el ordenamiento jurídico. Y en este entorno también juega un papel
fundamental, pues se puede adelantar de forma judicial o extrajudicial.

Por ejemplo

Una empresa no puede acceder a financiación, sin embargo, tiene una serie de
acreedores que reclaman pagos. La falta de liquidez provoca que la empresa tenga que
declarar el concurso de acreedores voluntario u obligado.

Con el judicial las partes son sometidas a un trabajo ante los tribunales y son estos los
que deciden cuál es la mejor forma para avanzar en orden con el tema de discusión. El
sistema extrajudicial lo que busca es evitar los gastos que genera el anterior a través de
una serie de acuerdos. Estos acuerdos son capaces de frenar todo tipo de riesgos y
dificultades que sean capaces de generarse en el proceso.

1.3 FINALIDAD Y OBJETIVOS DEL SISTEMA CONCURSAL.


Se ha explicado la finalidad del concurso indicándose que esta es la de propiciar un
ambiente idóneo para la negociación entre los acreedores y el deudor sometido a
concurso, que les permita llegar a un acuerdo de reestructuración o, en su defecto, a la
salida ordenada del mercado, bajo reducidos costos de transacción.

Objetivos:

El artículo I de La Ley General del Sistema Concursal, antes de su modificación por el


Decreto Legislativo del 27 de junio de 2008, establecía que el objetivo del Sistema
Concursal era la permanencia de la unidad productiva, la protección del crédito y el
patrimonio de la empresa.

Con dicha modificación, hasta la fecha, el objetivo es la recuperación del crédito


mediante la regulación de procedimientos concursales que promuevan la asignación
eficiente de recursos a fin de conseguir el máximo valor posible del patrimonio del
deudor.
1.4 RESEÑA HISTÓRICA.
De acuerdo a la evolución de la institución concursal podemos hacer referencia diversas
etapas, pero claramente diferenciadas. De esta manera podemos señalar los siguientes
periodos:

La antigua roma, donde la responsabilidad era personal, por lo que el deudor moroso era
considerado delincuente y el acreedor tenía derecho a detener a su deudor y
adjudicárselo para venderlo como esclavo. Se señala que el acreedor tenía incluso el
derecho de matar a su deudor.

En el año 300 a.c. empieza el sistema de ejecución patrimonial, se facilita al deudor


ofrecer todos sus bienes al acreedor y los mecanismos de pago se van humanizando.

La de la edad media, en el que nace la quiebra debido a la gran actividad comercial Otra
clasificación es la que propone Antonio Toñón, quien considera cuatro etapas en la
evolución histórica del Sistema Concursal:

La del Derecho Estatutario, entendido como la regulación de la insolvencia del deudor,


tiene su origen en los estatutos de las ciudades italianas dentro de los primeros siglos de
este milenio. Se conoció no solamente el procedimiento sino el medio para ponerle fin
(el concordato resolutorio) y el medio para prevenirlo (el concordato preventivo).

La del Derecho Francés, expresado en la codificación. Se señala que el primer intento


fue la célebre Ordenanza de Colbert de 1673 y el máximo exponente el Código de
Comercio de Napoleón de 1807.

El sistema concursal francés giraba en torno a la quiebra con posibilidad del concordato
resolutorio. Posteriormente en 1889 se introdujo el procedimiento de liquidación
judicial que posibilitaba una especie de concordato preventivo.

La del Derecho Italiano, sobre todo el de fines del siglo XIX y comienzos del XX.
Hacia 1942 se regula junto con el procedimiento de quiebra, con posibilidad de
concordato resolutorio, el procedimiento de concordato preventivo, el procedimiento de
administración controlada, que tenía por finalidad conceder a los empresarios que estén
en dificultades temporales una moratoria que no fuera a exceder de los dos años y el
procedimiento de liquidación coactiva administrativa aplicable a empresas sujetas a un
especial control administrativo.
La de la tendencia actual, que, sin afectar la preocupación por la satisfacción de los
acreedores, observa con marcado interés salvar a la empresa, si esta es viable,
orientando todo el esfuerzo a ese propósito, y si la empresa ya no es rentable, sin mayor
determinación que liquidarla.

1.5 ANTECEDENTES LEGISLATIVOS.


En el Perú, la evolución de legislación en materia concursal, se desarrolló de la
siguiente manera:

La ley Procesal de Quiebras, N° 7566, emitida en el año de 1932 a 1933, donde señala
que el proceso concursal está a cargo de la autoridad judicial, siendo su objetivo realizar
un proceso a cargo de una autoridad judicial, con los bienes del deudor, para pagar su
deuda, se privilegiaba al acreedor individual en iniciar un proceso de quiebra.

La Ley N° 26116, Ley de Restructuración Empresarial promulgada en 1992, que tenía


como característica fundamental la privatización de los acuerdos empresariales y la
desjudicialización de los procedimientos concursales. Se consideró importante la
participación de los acreedores, quienes deben tomar las decisiones sobre el
reordenamiento o salida del mercado de la empresa en concurso, todo ello bajo la
supervisión de una entidad administrativa, INDECOPI.

En 1996 se promulgó el Decreto Legislativo N° 845, Ley de Restructuración


Patrimonial, que reguló nuevas alternativas como el procedimiento simplificado y el
concurso preventivo.

Ley N° 27809, Ley General del Sistema Concursal, la misma que se encuentra vigente
hasta la actualidad. Desarrolla como objetivo central la protección del crédito,
definiendo la posición que deben ocupar los privados y el Estado en el procedimiento en
materia concursal.

La última modificación data del 2008, en el que se dictó el Decreto Legislativo N°


1050, estableciéndose un nuevo objetivo del sistema concursal, nuevas relaciones entre
el deudor y los acreedores, nueva forma de iniciar el procedimiento concursal ordinario
y nuevos efectos en la aprobación del Plan de Restructuración.

1.6 PRESUPUESTOS PARA EL CONCURSO PROCESAL.


El concurso procesal necesita necesariamente como requisitos constitutivos, los
siguientes:
Un deudor, ya sea persona natural o jurídica.

Uno o más acreedores, de cualquier naturaleza, frente a los cuales el deudor tenga una
obligación económica de pago.

Bienes o patrimonios sobre los que recaerán las obligaciones económicas, así como
títulos o instrumentos con los que se acrediten las obligaciones.

La Administración Pública, expresada en una autoridad administrativa y/o judicial ante


la que se desarrolle el proceso concursal.

Una normativa de reglas y procedimientos que regulen precisamente el procedimiento,


en la que se establezcan plazos, condiciones, emisión de resoluciones y otros aspectos
vinculados. Igualmente es importante mencionar la relación entre el crédito y la
empresa, puesto que como son las empresas las que adquieren muchos créditos, por lo
que no puede atender las mismas y debe salir del mercado a través de la quiebra. Las
que pueden ser declarados en concurso y quebrar son las siguientes:

- Las empresas.
- Las personas naturales.
- Las personas jurídicas.
- Los entes autónomos.

En ese sentido, es claro que todas las sociedades inscritas o no inscritas pueden ser
declaradas en concurso y quebrar, al igual que todas las personas jurídicas. El concurso
de acreedores es lo que antes era la insolvencia por lo cual se registra en las oficinas
registrales, exactamente en el registro personal, registros de bienes y registros de
garantías. Es necesario precisar que en las oficinas registrales se inscribe la quiebra, por
lo cual debemos dejar constancia que se inscriben en los registros de bienes, registros de
garantías, y el registro personal. El concurso de acreedores y la quiebra se inscriben en
otros registros como por ejemplo en las matrículas de acciones, registros de protestos y
moras, registros de bienes de Indecopi, entre otros.
CAPITULO II

2. EL DERECHO CONCURSAL.

2.1. DEFINICIÓN E IMPORTANCIA.


La definición de Jorge Chessal Palau (2010) al derecho concursal señala que, es el
conjunto de normas jurídicas que tiene por objeto establecer las condiciones en que se
debe declarar el estado de incumplimiento generalizado de obligaciones del deudor,
comprendiendo en este concepto, tanto al comerciante como al no comerciante, así
como la apertura de los procedimientos necesarios, a cargo de los órganos competentes
para lograr la solución integral de sus obligaciones pendientes de pago, ya sea mediante
un convenio o mediante la liquidación forzada de sus activos.

El Derecho Concursal, entonces, se encarga de la regulación de los procedimientos


aplicables a los casos de quiebra o suspensión de pagos. Es conveniente diferenciar, sin
embargo, que cuando la persona sujeta del concurso es comerciante o una empresa o
sociedad comercial, se aplica el Derecho Comercial, pero cuando la persona no es
comerciante, o se trata de una asociación civil, entonces la aplicación será del Derecho
Civil. No obstante, lo indicado, generalmente se ha considerado al Derecho Concursal
como parte del Derecho Comercial en atención a que fundamentalmente se trata del
proceso que desarrollan las empresas deudoras frente a otras de la misma naturaleza.

De esta manera el Derecho Concursal estudia y regula el concurso de acreedores y la


quiebra, lo que permite indicar que la insolvencia no se encuentra regulada en el
Derecho Concursal Peruano. El Derecho Concursal resulta sumamente importante,
puesto que:

- No hay otra rama del Derecho que regule el sistema concursal.


- Constituye un campo de estudios con un objeto propio, métodos e instrumentos
que establecen la autonomía de esta disciplina.
- Se trata de una rama del Derecho que ha venido desarrollándose paulatinamente
habida cuenta que cada vez más son las empresas y personas que adoptan

2.2. UBICACIÓN DEL DERECHO CONCURSAL.


El derecho concursal se ubica en el campo del Derecho Público, puesto que la
participación del Estado no es coadyuvante, dado que ejerce su potestad imperial a
través de las instancias administrativas o a su vez las judiciales correspondientes.
El Derecho Concursal se ubica asimismo en el ámbito mercantil, dado que ejerce
principalmente su incidencia sobre personas jurídicas de naturaleza comercial, es decir,
sobre empresas, o sea, sociedades comerciales, sociedades civiles y empresas
individuales. Existe entonces una vinculación particular entre el Derecho Concursal y
las empresas, puesto que fundamentalmente son este tipo de organizaciones económicas
que producto de su dinámica han venido acarreando una serie de obligaciones y deudas
que al final no necesariamente pueden ser cumplidas con la oportunidad que se han
pactado. Finalmente el Derecho Concursal presenta igualmente una perspectiva
corporativa, dado que la situación de las empresas no tiene una gravitación que se
reduce solo al ámbito de la misma, sino más bien trasciende ese aspecto, puesto que el
eventual incumplimiento en el pago de sus deudas, va a general diversos problemas en
otras empresas, lo que significa probablemente implicancias en remuneraciones, en
compras, en una serie de transacciones con otras corporaciones, determinándose que
exista no sólo un problema focalizado sino de verdadero interés público, dados los
efectos que se generan.

2.3. FUENTES DEL DERECHO CONCURSAL


Las fuentes del derecho concursal provienen de una variedad de fuentes, de las cuales
podemos enumerar fuentes formales y materiales directas o indirectas. Estas fuentes
son:

- La ley Concursal, entendido como el conjunto de normas jurídicas que rigen los
procedimientos concursales. Es una fuente oficial, obviamente, es una fuente directa o
coactiva, porque la ley se debe cumplir de forma coactiva. Aquí, podemos referirnos al
derecho civil u otras disposiciones complementarias que pueden complementar la ley
concursal aplicable.

- La Costumbre, como hecho que ocurre con frecuencia y es obligatorio por su


regularidad. Para el derecho concursal, el derecho concursal no es una fuente importante
debido al desarrollo del derecho escrito y al desarrollo de los estatutos modernos que
han abandonado en gran medida la costumbre como fuente anterior.

- Principios del derecho concursal, entendidos como principios naturales que informan
la legislación concursal. Su importancia es crucial porque permite el paso de juicios
discrecionales en un campo que siempre ha tenido deficiencias regulatorias.
- La jurisprudencia concursal, constituida por un conjunto de resoluciones, fallos y
sentencias dictadas por funcionarios públicos y autoridades judiciales sobre aspectos
relacionados con cuestiones concursales. Es una fuente formal e indirecta y no es
obligatoria. Es importante destacar que la jurisprudencia concursal es de carácter
fundamentalmente administrativo, es decir, prescrita por la autoridad concursal.

- La Doctrina Concursal se compone de opiniones, teorías, ensayos, tratados e


investigaciones de autores y escritores especializados en la materia. También es una
fuente no vinculante, así como una fuente oficial de naturaleza formal.

2.4. CLASIFICACIÓN DEL DERECHO CONCURSAL


El Código Concursal propone varias clasificaciones basadas en las corrientes de
pensamiento del autor. Sin embargo, en la clasificación generalmente aceptada podemos
citar las siguientes:

- Con base en el aspecto espacial, podemos distinguir entre leyes concursales peruanas y
comparadas. Evidentemente, cuando nos referimos al primer aspecto, nos referimos a la
regulación de los regímenes concursales que se desarrollan dentro de los límites
geográficos de nuestro país, y si nos referimos al derecho concursal comparado, nos
referimos a otros aspectos de la regulación. internacional.

- Conforme a la materia regulada que es el Derecho Concursal Material o Sustantivo así


mismo el Derecho Concursal Procesal o Adjetivo se requiera. El primer caso se trata de
las disposiciones sustantivas del sistema concursal de nuestro país, es decir lo que es el
sistema concursal peruano, y el sistema concursal adjetivo se refiere a cuestiones
procesales partiendo del tema concursal, es decir, el estudio de las normas procesales
normativas de nuestros procedimientos ordinarios y otras formas de concurso.

2.5. RELACION CON OTRAS RAMAS


Evidentemente el Derecho Concursal no conforma una materia desligada de las otras
ramas jurídicas, puesto que es absolutamente posible encontrar nexos significativos, en
mayor o menor medida, con otras ramas del Derecho. A razón de ello precisaremos
algunos vínculos con otras ramas:
- Con el Código de Procedimiento Civil, dado que la insolvencia se tramita ante un juez
civil o mixto, se aplica la Ley Orgánica del Poder Judicial y el Código de Procedimiento
Civil peruano de 1993, por lo que debe recurrirse a los tribunales y no a las autoridades
administrativas.
- Con el Derecho Penal, puesto que cuando se tramitan concursos y quiebras se pueden
cometer algunos delitos regulados en el Código Penal Peruano de 1991.
- Con el Derecho Procesal Penal, dado que cuando se cometen delitos relacionados con
el Derecho Concursal se debe aplicar y estudiar el Código de Procedimientos Penales y
los Códigos Procesales Penales.
- Con el Derecho Tributario, dado que este último regula algunos supuestos de
privilegios de los créditos tributarios frentes a los otros créditos regulares.
- Con el Derecho Constitucional, dado que esta disciplina estudia las normas expresadas
en la Constitución Política, señalando por ejm. como lo hace para los deudores,
estableciendo preferencias en los créditos del deudor.
- Con el Derecho Civil, dado que éste último regula a las personas, las cuales pueden ser
materia de procedimientos concursales.
- Con el Derecho Societario, dada su aplicación a las Sociedades Comerciales y
Sociedades Civiles, entidades que con frecuencia están sujetos al procedimiento
concursal.
CAPITULO III.

3. LA LEGISLACION PERUANA EN MATERIA CONCURSAL

3.1. LA NUEVA LEY GENERAL DEL SISTEMA CONCURSAL


En nuestra legislación Peruana la Ley N° 27809, desde que se creo es la ley vigente que
regula el sistema concursal fue promulgada el 05 de agosto del 2002 y ha empezado a
regir desde el 09 de octubre del 2002. Como nuestra sociedad es muy cambiante y
dinámica nuestras legislaciones también sufren algunas modificaciones de acuerdo a la
realidad de nuestra sociedad, así mismo la finalidad de la ley era “la permanencia de la
unidad productiva, así como la protección del crédito y el patrimonio de la empresa” lo
cual ha sido objeto de críticas severas, respecto de que muchos casos se trataban de
propósitos incompatibles.

3.2 LEY GENERAL DEL SISTEMA CONCURSAL


TÍTULO PRELIMINAR
Artículo I.- Objetivo de la Ley
El objetivo de la presente Ley es la recuperación del crédito mediante la regulación de
procedimientos concursales que promuevan la asignación eficiente de recursos a fin de
conseguir el máximo valor posible del patrimonio del deudor.
(*) Artículo modificado por el artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 1050, publicado el
27 de junio de 2008.
El objetivo principal del Sistema Concursal es la recuperación del crédito y no la
protección del crédito, como pudo haberse interpretado en el original Artículo I de la
Ley, el cual contenía tres objetivos aparentemente contradictorios.
En ese sentido, la protección del crédito se constituyó como el objetivo principal de
todo procedimiento, pretensión y trámite en el Sistema Concursal, sobre otros objetivos
como la protección de puestos de trabajo, empresas o incluso, industria nacional; los
cuales debían conseguirse a través de políticas distintas.
Artículo II.- Finalidad de los procedimientos concursales
Los procedimientos concursales tienen por finalidad propiciar un ambiente idóneo para
la negociación entre los acreedores y el deudor sometido a concurso, que les permita
llegar a un acuerdo de restructuración o, en su defecto, a la salida ordenada del mercado,
bajo reducidos costos de transacción.
La finalidad de los procedimientos concursales como aquella en la que agentes
económicos con intereses contrapuestos buscan conciliar los mismos en un escenario
idóneo en el que los costos de transacción se reducen y los beneficios pueden
maximizarse para la mayoría.
Artículo III.- Decisión sobre el destino del deudor
La viabilidad de los deudores en el mercado es definida por los acreedores involucrados
en los respectivos procedimientos concursales, quienes asumen la responsabilidad y
consecuencias de la decisión adoptada.
Apunta a la viabilidad de la empresa y a la decisión que los acreedores deben adoptar
respecto a dicha viabilidad, determinando si la reestructuración patrimonial o si la
liquidación de la empresa, una de estas consecuencias, es el mejor camino para
recuperar los créditos comprometidos en el concurso. Este derecho con que cuentan los
acreedores se basa en el principio de la autonomía privada de los acreedores en el
derecho concursal, el cual se origina en el derecho civil y como tal cuenta con algunos
límites, así como las responsabilidades emanadas del mismo.
Artículo IV.- Universalidad
Los procedimientos concursales producen sus efectos sobre la totalidad del patrimonio
del deudor, con las excepciones establecidas expresamente por la ley.
El concurso afecta a todo el patrimonio del deudor: efectos de la suspensión de pagos y
de la protección patrimonial.
Artículo V.- Colectividad
Los procedimientos concursales buscan la participación y beneficio de la totalidad de
los acreedores involucrados en la crisis del deudor. El interés colectivo de la masa de
acreedores se superpone al interés individual de cobro de cada acreedor.
Participación de todas las acreedoras del deudor, con excepción del acreedor post-
concursal o del acreedor concursal no reconocido.
Artículo VI. - Proporcionalidad
Los acreedores participan proporcionalmente en el resultado económico de los
procedimientos concursales, ante la imposibilidad del deudor de satisfacer con su
patrimonio los créditos existentes, salvo los órdenes de preferencia establecidos
expresamente en la presente Ley.
Supone un trato igualitario en la distribución de pérdidas y ganancias del negocio: “par
conditio creditorum”.
Artículo VII.- Inicio e impulso de los procedimientos concursales
Los procedimientos concursales se inician a instancia de parte interesada ante la
autoridad concursal. El impulso de los procedimientos concursales es de parte. La
intervención de la autoridad concursal es subsidiaria.
El procedimiento se inicia a instancia de la parte interesada. Resta eficacia al principio
de oficiosidad.
Artículo VIII.- Conducta procesal
Los sujetos del procedimiento, sus representantes, sus abogados y, en general, todos los
partícipes de los procedimientos concursales, deben adecuar su conducta a los deberes
de veracidad, probidad, lealtad y buena fe. La temeridad, mala fe o cualquier otra
conducta dolosa son objeto de sanción, de acuerdo a Ley.
Garantía del buen funcionamiento del Sistema, aplicación de sanciones.
Artículo IX.- Integración de la norma
La autoridad concursal no podrá dejar de resolver por defecto o deficiencia de las
normas. En tal caso, aplicará los principios generales del derecho, especialmente
aquellos que inspiran el Derecho Concursal.
Deber de la autoridad concursal para resolver todos los casos presentados.
Artículo X.- Rol promotor del Estado
El Estado, a través del INDECOPI, facilita y promueve la negociación entre acreedores
y deudores, respetando la autonomía privada respecto de las decisiones adoptadas en los
procedimientos concursales con las formalidades de ley.
 Actor Principal / Actor de Reparto
 Impulsa el proceso / Facilita la negociación
 Adopta decisiones empresariales / Cautela legalidad
 Maximiza el valor de la empresa / Reduce costos de administración

3.3. LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL SISTEMA CONCURSAL.


Con la última modificación a la Ley Concursal, también se incorporan principios
importantes que antes no se consideraban. Dentro de tales principios podemos citar los
establecidos en el Título Preliminar de la Ley General del Sistema Concursal.

3.3.1 EL PRINCIPIO DE LA UNIVERSALIDAD


Está establecido en el Artículo IV del Título Preliminar, que el principio de
universalidad se refiere a que los procedimientos concursales producen sus
efectos sobre la totalidad del patrimonio del deudor, con las excepciones
establecidas expresamente por la Ley.
Al procedimiento concursal se le conoce como universal porque afecta todo el
patrimonio del deudor, para satisfacer a los acreedores. En caso el deudor
disponga de su patrimonio, aquel acto de disposición, sin perjuicio de su
eventual eficacia entre las partes, resultara ineficaz frente a los acreedores, el
acto resultará inoponible a los mencionados acreedores.
La totalidad de patrimonio del deudor, se usara en beneficio de los acreedores,
ya sea mediante una reestructuración, realizando actividad para recibir
ganancias, o liquidándolos en caso no se puedan reestructurar. Carbonell
O’Brien señala la importancia del principio de universalidad:
“constituye uno de los principios rectores de todo proceso concursal en la
medida que no solo satisface el interés individual, sino también el interés de la
comunidad en general, ya que mediante una sistematización normativa basada
en los mismos, el Estado, mediante de lo posible el equilibrio económico
jurídico alterado por la situación de quebranto del deudor común” .

3.3.2 EL PRINCIPIO DE LA COLECTIVIDAD


Al igual que el principio de universalidad, este principio también se ha
mencionado en el Título Preliminar de la Ley, en el Artículo V, el cual hace
referencia a que los procedimientos concursales buscan la participación y
beneficio de la totalidad de los acreedores involucrados en la crisis del deudor.
El interés colectivo de la masa de acreedores se superpone al interés individual
de cobro de cada acreedor.
Como ya se mencionó anteriormente, este proceso, tiene como finalidad velar
por la protección del interés colectivo, es por ello, que este procedimiento
también es considerado excepcional, pues a diferencia de los mecanismos
individuales, por ejemplo, los acreedores tienen la posibilidad de ejecutar su
garantía o embargar el activo del deudor, es por este procedimiento, que los
acreedores dejan su acción individual de lado por la acción colectiva, y es por
ello que, se reúnen en Junta para optar por la mejor decisión para todos.
Para PINKAS FLINT, los procesos concursales persiguen la participación y
beneficio de la totalidad de los acreedores involucrados, priorizando el interés
colectivo de la masa de acreedores antes que el interés individual de cobro de
cada acreedor. Por otra parte ECHEANDÍA, sostiene que el mencionado
principio está referido precisamente a la naturaleza misma de los procesos
concursales, es decir, a la concursalidad como elemento característico y
necesario. Es la intervención en el proceso de todos los acreedores a quienes
alcanza la aplicación del principio de universalidad.

3.3.3 EL PRINCIPIO DE LA PROPORCIONALIDAD


Este principio, es establecido como último principio de los recogidos en el
Título Preliminar de la Ley vigente, establecido en el Artículo IV, mediante el
cual los acreedores participan proporcionalmente en el resultado económico de
los procedimientos concursales. Ante la imposibilidad del deudor de satisfacer
con su patrimonio los créditos existentes, salvo los órdenes de preferencia
establecidos expresamente en la presente Ley.
El autor PINKAS FLINT considera que este principio es aquel por el cual los
acreedores tienen derecho de participar equitativamente de las ganancias y
pérdidas resultantes de los procesos concursales, ante la imposibilidad del
deudor de satisfacer con su patrimonio créditos contraídos. Encontrándose aquí
también el principio de equidad, en donde los acreedores internalizan la crisis
del deudor y distribuyen las pérdidas del concursado de manera eficiente.

3.4 LAS ENTIDADES EXCLUIDAS DE LOS ALCANCES DE LA LEY N° 27809.


Por mandato de la Ley General del Sistema Concursal, se encuentran excluidas de su
alcance:
- Las AFP.
- Las Empresas del Sistema Financieras y de Seguros.
- Las entidades autorizadas por la CONASEV,
- Los patrimonios autónomos de seguros de créditos.
- Las sucursales, con autonomía de gestión y de capital, pero no total.
- La sucesión mortis causa.
CAPITUO IV

4. EL PROCEDIMIENTO CONCURSAL EN EL PERÚ


4.1 DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN
Tiene como objetivo la ejecución de los activos del deudor concursado, el pago de los
pasivos y, de darse la situación, la entrega del remanente del patrimonio entre los
titulares de la Compañía, frente a la inviabilidad del deudor de superar sus
inconvenientes económicos financieros.

Este proceso tiene 2 causas:

- Cuando la deuda sea mayor al capital social pagado


- Por ejecución del apercibimiento dictado por el Juez

Los créditos materia del Procedimiento de Disolución y Liquidación, refieren a todos,


cualquiera sea la oportunidad en que se devengaron, debiéndose también incluir a los
titulares de créditos generados con posterioridad a la publicación del aviso de difusión
del procedimiento, quienes tendrán que presentar sus respectivas solicitudes de
reconocimiento de créditos con el propósito de participar en la Junta de Acreedores y
lograr el pago de sus créditos.

En este procedimiento debe establecerse el Convenio de Liquidación, es decir, el


documento mediante el cual el Liquidador y todos los acreedores dejan establecido el
resultado de la negociación, así como las condiciones especiales para el pago de las
obligaciones que componen la denominada masa concursal.

Dicho Convenio debe contener:

- La identificación del liquidador, del deudor y del Presidente de la Junta de


Acreedores, la fecha de aprobación y las condiciones bajo los cuales se
realizarán los pagos de los créditos.
- La proyección de gastos estimada por el liquidador.
- Los honorarios del liquidador, así como la forma y oportunidad de pagos.
- Los mecanismos en virtud de los cuales el liquidador cumplirá los
requerimientos de información periódica.
- La modalidad y condiciones de realización de los bienes del deudor.
- El régimen de intereses, aplicándose a los créditos tributarios a la tasa de interés
compensatorio que corresponda a la mayoría de los acreedores incluidos en el
orden de preferencia.

Cabe indicar asimismo que el Convenio de Liquidación debe ser aprobado en la Junta
de Acreedores en el momento que se acuerde el ingreso del deudor a un proceso de
disolución o liquidación, o dentro de los treinta días siguientes a la adopción de dicho
acuerdo. En el caso de que la Junta no tomase ese acuerdo, la autoridad concursal
deberá disponer la disolución y liquidación del deudor.

La aprobación del Convenio de Liquidación tiene como efectos, el cese definitivo del
negocio del deudor, la indivisibilidad entre el deudor y sus acreedores, el
desapoderamiento mediante el cual el deudor pierde el poder de gestión y disposición de
su patrimonio, así como la exigibilidad de los pagos del deudor, aunque no se
encuentren vencidas, descontándose los intereses correspondientes al plazo que falte
para el vencimiento.

4.2 CONVENIO DE LIQUIDACIÓN


También debe ser aprobado con la mayoría calificada en la Junta de Acreedores.
Asimismo, el Convenio de Liquidación es aprobado por los acreedores en base a la libre
autonomía privada, y la Ley también le otorga un carácter de oponibilidad.

Ello está contemplado en el artículo 81.1 de la Ley: El Convenio de Liquidación será


obligatorio no sólo para quienes lo hubieran aprobado, sino también para quienes no
hayan asistido a la Junta, se hayan opuesto a dicho Convenio o no tengan créditos
reconocidos por la Comisión.

Por otro lado, el Convenio de Liquidación es propuesto por la entidad registrada ante el
Indecopi en quien ha recaído, previa aceptación, el cargo de Liquidador por designación
de la Junta de Acreedores.

4.3 QUIEBRA
Cuando el patrimonio del deudor se extingue quedando acreedores pendientes de ser
pagados, lo cual debe ser declarado judicialmente. Verificada dicha situación, el
liquidador deberá solicitar la declaración judicial de quiebra del deudor en un plazo no
mayor de 30 días, siendo competente para dicho pronunciamiento, el Juez Especializado
en lo Civil. Conforme lo establece la disposición legal, dentro de los 30 días posteriores
a la presentación de la demanda, el Juez previa verificación de la extinción del
patrimonio, sin más trámite, declarará la quiebra y la incobrabilidad de la deuda,
debiendo dicha resolución ser publicada en el Diario Oficial El Peruano, por dos días
consecutivos.

Cuando se declare consentida o ejecutoriada dicha resolución, concluirá el proceso y el


Juez ordenará su archivamiento y la inscripción de la extinción del patrimonio del
deudor, debiendo emitirse también los certificados de incobrabilidad para todos los
acreedores impagos.
La declaración de quiebra conlleva diversos efectos, particularmente para el quebrado,
sea una persona natural o jurídica, debiendo perdurar dicha situación mientras se
encuentre en ese estado. Dentro de tales efectos, se puede indicar:

- Está impedido de constituir sociedades o personas jurídicas o formar parte de


otras ya constituidas.
- No podrá ejercer el cargo de director, gerente, apoderado o representante de
sociedades o personas jurídicas.
- No podrá ser tutor o curador o representante legal de personas naturales.
- No podrá ser administrador o liquidador de deudores en los procedimientos
regulados en la ley.

No obstante, lo indicado, debe precisarse que la condición de quebrado, no impide al


deudor o a sus representantes, el pleno goce de sus derechos civiles; lo cual significa
que el quebrado no es incapaz, pudiendo además ser rehabilitado luego de cinco años
desde la fecha del auto de expedición de quiebra, excepto haya sido condenando por los
delitos previstos en los Arts. 209. 211, 212, y/o 213 del Código Penal.

4.4 QUIEBRA DEL DEUDOR


Bajo la Ley Procesal de Quiebras se tramitaban procesos concursales bajo competencia
exclusiva del Juez bajo una vertiente liquidatoria, en los que el deudor ya era
considerado un quebrado, que simplemente había que liquidar. En el marco de la actual
normativa concursal, una empresa ingresa a un proceso judicial de quiebra como
consecuencia de la culminación del procedimiento de disolución y liquidación, cuando
habiendo aún deudas por pagar ya no existen activos por liquidar.

Esta es la causal “natural” para que un Procedimiento Concursal Ordinario Liquidatorio


derive en manos del Juez quien, al declarar la quiebra, en un acto de mero trámite,
dispondrá de la extinción de la empresa deudora, así como la incobrabilidad de las
deudas.

El artículo 88.7 de la Ley, que se indica a continuación, contempla el supuesto en el


cual el Liquidador habiendo terminado con realizar todos los activos de la concursada,
tiene la obligación de solicitar al Juez su declaratoria de Quiebra.

Si luego de realizar uno o más pagos se extingue el patrimonio del deudor quedando
acreedores pendientes de ser pagados, el Liquidador deberá solicitar, bajo
responsabilidad, en un plazo no mayor de treinta (30) días, la declaración judicial de
quiebra del deudor, de lo que dará cuenta al Comité o al Presidente de la Junta y a la
Comisión.

El deber del Liquidador de solicitar la quiebra también está contemplado en el artículo


99.1 de la Ley:
Artículo 99.- Procedimiento judicial de quiebra 99.1 Cuando en los procedimientos de
disolución y liquidación se verifique el supuesto previsto en el Artículo 88.7 el
Liquidador deberá solicitar la declaración judicial de quiebra del deudor ante el Juez
Especializado en lo Civil. El liquidador en el caso que verifique la extinción de los
activos, bajo responsabilidad, deberá emitir un informe final de la liquidación previo a
solicitar la quiebra, tal como lo prescribe el artículo 97.5 de la norma.

97.5. El liquidador designado deberá realizar todos los actos tendientes a la realización
de activos que encontrase, así como un informe final de la liquidación, previo a la
presentación de la solicitud de declaración judicial de quiebra.

El supuesto legal para la declaratoria de quiebra antes mencionado, se constituye como


la regla general para que el concurso derive en sede judicial. De esa manera, la labor del
Juez revierte mucha trascendencia para los acreedores impagos quienes podrán obtener
sus respectivos certificados de incobrabilidad, tal como está contemplado en el artículo
99.4 de la Ley:

99.4 Consentida o ejecutoriada la resolución que declara la quiebra, concluirá el


procedimiento y el Juez ordenará su archivo, así como la inscripción de la extinción del
patrimonio del deudor, en su caso, y emitirá los certificados de incobrabilidad para
todos los acreedores impagos. Asimismo, la declaración de la extinción del patrimonio
del deudor contenida en dicho auto, deberá ser registrada por el Liquidador en el
Registro Público correspondiente. Finalmente, en caso de declaratoria de Quiebra por el
Juez la competencia de la Comisión como autoridad concursal, culmina
indefectiblemente. En esos casos, la Comisión deberá emitir un pronunciamiento, que es
de mero trámite e inimpugnable puesto que recoge un pronunciamiento judicial firme,
declarando la conclusión del procedimiento concursal.

Ante ello, cualquier solicitud de reconocimiento de créditos, impugnaciones contra


acuerdos o actos administrativos, solicitudes de convocatorias a Juntas, entre otros,
devendrán en improcedentes por carecer la Comisión, en base al principio de legalidad,
de competencia para atenderlos.

Al respecto, el artículo 3.3 de la Ley señala que La competencia de la Comisión para


conocer cualquier asunto vinculado a un procedimiento concursal se extiende hasta la
fecha de declaración judicial de quiebra del deudor o conclusión del procedimiento,
salvo en lo previsto en el numeral 125.4 del Artículo 125.

La quiebra judicial no afectará la competencia de la Comisión para investigar y


sancionar cualquier infracción a la ley cometidas con anterioridad. Esta es una de las
garantías que la norma otorga a los acreedores frente al Liquidador, ante conductas
tipificadas en la norma concursal como infracciones cometidas por este último, que
pudieron afectar a la masa concursal.

El artículo 125.4 de la norma lo prescribe de la siguiente manera: 125.4 La Comisión


mantiene competencia para investigar y sancionar los actos constitutivos de infracción
según esta ley que se hayan realizado en el transcurso del procedimiento. Dicha
competencia no se ve afectada por la conclusión del procedimiento.

4.5 PROCEDIMIENTO CONCURSAL PREVENTIVO.


El procedimiento concursal preventivo como su nombre mismo lo indica, lo que busca
es prevenir mediante sus mecanismos posibles situaciones riesgosas, tal es así que está
dirigido completamente a brindar soluciones a empresas que se encuentren en un
escenario de crisis financiera y debido a esto ocurra una afectación a su normal
funcionamiento. En otras palabras podemos decir que este procedimiento sirve para
evitar una crisis patrimonial respecto al deudor, y de alguna forma lo que genera es un
mecanismo de restructuración de obligaciones.
Es importante señalar que el procedimiento concursal preventivo podrá ser solicitado
por la parte que tenga calidad de deudor, cualquiera sea la persona, sin embargo, no
tendrá que tener cargo de insuficiencia patrimonial ni de cesación de pagos. Dentro de
este procedimiento concursal preventivo podemos identificar las siguientes dos etapas:

- La etapa Pre Concursal, esta etapa comienza cuando la persona interesada en


calidad de deudor presenta la solicitud para poder acogerse a dicho
procedimiento, cumplido eso tendrá que ser admitido por la Comisión
correspondiente siempre y cuando se hayan observado los requisitos
establecidos para la presentación de la solicitud, como el requisito de
admisibilidad para que posteriormente se disponga la publicación de aviso
respectiva para el procedimiento.
- Posteriormente la siguiente etapa inicia cuando se ha publicado el aviso
correspondiente y continúa con la presentación para solicitar reconocimientos
de créditos respecto a los acreedores y va concluir con un acuerdo global de
refinanciación, este acuerdo es aquel compromiso de pago que se manifiesta por
quien tenga calidad de deudor y tiene por finalidad contar con una
reprogramación para sus deudas. Cuando nos referimos a este acuerdo de
compromiso de pago, se dice que es el deudor quien tendrá que proponer a sus
respectivos acreedores las distintas formas de cancelación de pago que fueron
pactadas con anterioridad. Lo siguiente será aprobar dicho acto con el voto de
todos los acreedores concernientes al procedimiento, y deberán constituir
créditos por un importe al %66.6 del monto total de créditos registrados en la
primera convocatoria.
Cuando se lleve a cabo la segunda convocatoria, a diferencia de la primera, será
suficiente contar con el voto favorable de acreedores representando un importe
superior al 66.6% del total de créditos asistentes.
Una vez mencionado el Acuerdo Global en el presente procedimiento, es necesario
señalar en lo que debe constar su contenido, para ello tenemos lo siguiente; deberá
contener el Cronograma de Pagos, la tasa de interés aplicable así como también las
garantías ofrecidas de ser el caso. La legislación peruana ha establecido de la misma
manera que la Junta de Acreedores tiene la facultad de prorrogar la aprobación del
Acuerdo, pero sólo podrá hacerlo una vez en un plazo máximo de quince días que sea
posteriores a la instalación correspondiente. Si ocurre el caso de que la Junta de
Acreedores disponga desaprobar el acuerdo, procederá a una conclusión del presente
procedimiento concursal preventivo.

4.6 PROCEDIMIENTO CONCURSAL PREVENTIVO Y EL ACUERDO


GLOBAL DE REFINANCIACIÓN.
Como ya tratamos anteriormente, el Procedimiento Concursal Preventivo, que ahora
representaremos con las siglas PCP, es aquel que tiene su naturaleza transitoria, ya que
esto le permite a la parte deudora la opción de proponer y de esta forma negociar con
sus acreedores bajando sus costos de transacción, lo que busca la refinanciación de los
créditos es que surjan condiciones favorables para poder prevenir situaciones probables
de quiebra o insolvencia.

Tenemos entonces que esto es lo que lo diferencia del Procedimiento Concursal


Ordinario, ya que el PCP va iniciar únicamente cuando la empresa deudora bajo
conocimiento de acogerse a la condición que en un plazo previsto y por razones del
mercado interno, el deudor va poder incurrir en un cuadro de cesación de pagos, y esto
va requerir nuevas condiciones para poder afrontar las situaciones difíciles que se
presentan comúnmente en las empresas a nivel nacional.

Cabe mencionar que el Procedimiento Concursal Preventivo tiene propias variantes que
se producen con las consecuencias que se han estudiado de manera precedente para el
Procedimiento Concursal Ordinario, estas vienen a ser la suspensión de exigibilidad
respecto a las obligaciones, la protección del patrimonio, los créditos oportunos y
tardíos, los mandatos judiciales, etc. Es importante señalar que existen diferencias y
entre ellas tenemos lo siguiente; el siguiente ejemplo tendrá como situación a un deudor
que quiere presentar una solicitud para poder acogerse al presente régimen concursal
preventivo, para ello, el deudor no tendrá que estar inmerso en alguna de las causales
previstas en el artículo número doce de la correspondiente Ley, lo que quiere decir que
más de sus obligaciones no deberán tener condición de vencidas o impagas en un plazo
o periodo mayor a treinta días calendario, de la misma forma no debe tener pérdidas
acumuladas con un importe mayor al tercio del capital social pagado, cabe mencionar
que el presente ejemplo resulta interesante ya que el requisito tiene forma fundamental,
ya que cuando ingresa un nuevo deudor al procedimiento concursal preventivo, tiene
que llegar a una negociación con los acreedores para prevenir la posible situación de
crisis en que se encuentra; otro ejemplo que nos logra demostrar la diferencia entre PCP
y PCO, es que los procedimiento que se realicen en cuanto al reconocimiento de
créditos es tramitado en ambas situaciones de manera parecida, en el Procedimiento
Concursal Preventivo, no podrán participar o incluirse los créditos invocados mediante
solicitudes presentas fuerza del plazo previsto. Los pedidos para el reconocimiento de
créditos tardíos los prevé la norma:

- Acreedores hábiles para participar en la Junta, (Artículo 105). Solo podrán tener
derecho a ser partícipes de la Junta del Procedimiento Concursal Preventivo los
acreedores que hayan presentado sus solicitudes de reconocimiento de créditos
según las disposiciones de la Ley bajo conocimiento que no procederá el
reconocimiento presentado fuera de plazo.
- El procedimiento de reconocimientos de crédito estará sujeto a los efectos del
artículo 38, ya que la aprobación o desaprobación del instrumento concursal
propio del presente, denominado Acuerdo Global de Refinanciación (AGR)
concluirá totalmente y no podrá haber otras Juntas de Acreedores como en el
caso que sí ocurre en el Procedimiento Concursal Ordinario ya sea si es
restructuración o liquidación. Cabe mencionar que no habría sentido en tramitar
solicitudes tardías cuando los créditos no participarán en la junta de instalación
de acreedores, es muy relevante que los acreedores lo tengan en cuenta para que
la autoridad concursal se manifieste sobre la existencia, cuantía, legitimidad,
titularidad de títulos y origen para que esto sean debidamente integrados al
Acuerdo Global de Refinanciación, el cual deberá contemplar de manera
fundamental todos los créditos reconocidos y aquellos devengados hasta la fecha
de culminación del procedimiento, será oponible a sus titulares según los efectos
que disponga la legislación.
Cuando se aprueba el AGR en un concurso de naturaleza transitoria bajo un supuesto de no
cesación de pago y de no insolvencia económica, se tendrá como finalidad principal la
reprogramación de obligaciones con nuevas condiciones para contribuir a la prevención de una
probable crisis futura respecto al deudor. El Acuerdo Global de Refinanciación deberá tener
detallado:

- El cronograma de pagos a realizar


- La tasa de interés aplicable
- Las garantías que se ofrecerán de ser el caso
La normativa concursal les proporciona a los acreedores el rol necesario para definir el curso y
destino del presente procedimiento, lo mismo ocurre en el PCP, ya que pese a que la solicitud de
este concurso es admitida por una comisión y el deudor elabore un impecable proyecto de AGR,
solo los acreedores serán los únicos con la facultad de aprobar el documento o no. Como lo
señalamos anteriormente, si en Junta de instalación los acreedores consideran desaprobar el
acuerdo, concluirá el proceso, lo mismo ocurrirá si la Junta de Acreedores no se instala en las
fechas establecidas o no se pronuncien sobre ello. Entonces podemos decir que la ley establece
que la Junta pueda desaprobar el AGR, y asumir el rol protagónico para un control mayor y
llegar al acuerdo de enviar al deudor a un PCO.

Cuando se derive del Procedimiento Concursal Preventivo al Procedimiento Concursal


Ordinario, no se va requerir que las parte de los acreedores se apersonen reiteradamente, esto
implica una oportunidad para quienes no se presentaron en el PCP. Es de vital importancia
señalar que toda solicitud que se tramita ante la autoridad administrativa se da bajo la
presunción que la información proporcionada por la parte administrada es leal y cierta, esto
también se aplica para el PCP ya que si el deudor falsificó documentos de la información que
brindó que condujo a algún error para los acreedores para la aprobación de su AGR y
posteriormente la comisión los descubren conseguirán declarar sin perjuicio de poder asignar
una sanción por falsedad de la información y declarar la nulidad del procedimiento, tal como lo
implanta el artículo N° 111 de la normatividad, que señala que de contarse con información
falsa en declaraciones efectuadas por el deudor en el transcurso de los actos del procedimiento
la comisión la declarará nula y este plazo prescribe al año de haber si aprobado el mismo.

GLOSARIO.

- Sistema Concursal.- Está conformado por normas aplicables a los procedimientos


concursales, por los agentes intervinientes en ellos y las autoridades administrativas y
judiciales a las asigne la ley.
- Comisión.- Se refiere a la Comisión de Procedimientos Concursales de la Sede Central
y las Comisiones de Procedimientos Concursales Desconcentradas en las oficinas de
INDECOPI.
- Deudor.- Es aquella persona ya sea natural o jurídica susceptible de ser sometido al
procedimiento concursal que realice actividad empresarial según disponga la Ley.
- Acreedor.- Persona natural o jurídica, sociedad conyugales y otros patrimonios
autónomos que sean titulares de un crédito.
- Crédito.- Es el derecho que posee el acreedor para obtener una prestación del deudor
como efecto de su relación jurídica.
- Actividad Empresarial.- Es la actividad económica y autónoma desarrollada para
producir o prestar servicios.
- Tribunal.- Se refiere al Tribunal de Defensa de la Competencia y Protección de la
Propiedad Intelectual de INDECOPI.

CONCLUSIONES:

- El sistema concursal peruano actual intenta proteger la cobranza del crédito de


todos los acreedores pertenecientes a un sólo deudor, esto porque existe un
asimetría real entre todos los acreedores que puede beneficiar a unos y
perjudicar a otros. En tal escenario el sistema concursal ofrece vías y
procedimientos para poder decidir sobre el futuro de la empresa deudora y el
cobro de los créditos: el procedimiento preventivo y el procedimiento ordinario
(reestructuración o liquidación). De esta manera, la totalidad de acreedores
podrán satisfacer sus acreencias de la manera más óptima.
- El método concursal se hace una vez que una compañía con crisis de deudas no
puede llevar a cabo con sus obligaciones, por lo cual el deudor o confiable
solicita a la Comisión de Métodos Concursales (CCO) de Indecopi un ambiente
correcto para la negociación.
- El sistema concursal peruano actual intenta proteger la cobranza del crédito de
todos los acreedores pertenecientes a un sólo deudor, esto porque existe una
asimetría real entre todos los acreedores que puede beneficiar a unos y
perjudicar a otros. En tal escenario el sistema concursal ofrece vías y
procedimientos para poder decidir sobre el futuro de la empresa deudora y el
cobro de los créditos: el procedimiento preventivo y el procedimiento ordinario
(reestructuración o liquidación). De esta manera, la totalidad de acreedores
podrán satisfacer sus acreencias de la manera más óptima.
- El procedimiento concursal preventivo está dirigido a brindar soluciones
aquellas empresas que se encuentran es una situación de crisis financiera para
poder llegar a un acuerdo entre las partes (deudor y acreedor) y así solventar el
contexto.
BIBLIOGRAFÍA

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PÁGINAS WEB
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