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Trabajo en equipo
Introducción
Actualmente las organizaciones presentan equipos de trabajo desorganizados, con baja motivación y
no tienen en cuenta los objetivos personales para alinearlos a los objetivos empresariales,
impidiendo así que se llegue al cumplimiento de los objetivos planteados. No solo se deben analizar
los factores internos, si no que se deben evaluar los cambios externos y globales los cuales afectan a
las organizaciones. Otros componentes que se deben tener en cuenta a nivel interno son los valores,
ideas, formas de comunicación y de hacer las cosas, los cuales se pueden convertir en lazos de
convivencia complejos, pues no todas las personas trabajan de la misma manera ni al mismo ritmo
lo que puede causar que los objetivos no se cumplan o se lleven a cabo.
El trabajo en equipo esta denominado un modelo de gestión que permite evidenciar resultados de
una manera eficaz y eficiente, si es un equipo funcional se convierte en un patrón de imitar, estará
finamente ligado a un positivo liderazgo, de lo contrario nos encontramos ante un grupo de trabajo
en el que se cumplan resultados, pero a largo plazo. Cuando se habla de trabajo en equipo el
ejemplo más acertado es un equipo de fútbol, debido a que en este deporte todos sus jugadores
deben interactúan, participar y estar unidos, pues la alianza de estos factores permite que todos los
jugadores se alineen y entiendan la importancia de trabajar en torno al mismo objetivo.
El libro La Paradoja cuenta la historia de John, un hombre que parecía
tener una vida muy exitosa, pero cada vez estaba sintiendo más presión
de todas las organizaciones de las cuales formaba parte porque no
estaba satisfaciendo adecuadamente las necesidades que sus integrantes
tenían. Ya no estaba disfrutando de la vida y la comunicación con sus
allegados era cada vez peor. El destino pareció llevar a John a que
intentara buscar una luz a sus problemas en un pequeño monasterio
cristiano, donde conocería al hermano Simeón, quien le enseña una
forma diferente de encarar su relación con los demás, lo cual puede
cambiar para siempre su vida. Siete son los días en el monasterio, siete
son los capítulos del libro que describen didácticamente las enseñanzas
impartidas
por Simeón acerca del liderazgo.
Liderazgo de servicio
Construyendo una autoridad con honestidad, buen ejemplo, saber oír, incentivar a las personas,
confiable, que le guste relacionarse con los demás, etc. Un líder debe ser capaz de escuchar y no
puede interrumpir a la gente cuando trata de decir algo. Es fundamental aceptar cambios tantos
personales, como institucionales, debiendo comprender que los clientes son la máxima prioridad, ya
que sin ellos no hay negocio, por lo cual el papel del líder es servir. Cuando nuestras acciones están
alineadas con nuestras intenciones es ahí cuando tenemos la voluntad de convirtiéndonos en lideres
coherentes y armoniosos, con el fin de conquistar nuestros objetivos. Un líder necesita dejar de lado
sus intereses, voluntades y necesidades buscando en bien para los demás con paciencia, bondad,
humildad, respeto, abnegación, perdón, honestidad y compromiso. A vez debe ser capaz de advertir,
pero de manera personal, permitiendo que las propias personas perciban la necesidad de cambio,
motivándolas, siendo positivo y darle valor a su trabajo, para crear un ambiente más amigable,
armonioso y hasta más productivo. No se debe asumir más de lo necesario, pero tampoco se debe
ser irresponsable, para ello debemos hacer las elecciones correctas y también los sacrificios, para
eso es necesario mucha diciplina para cumplir todas las responsabilidades el liderazgo es mucho
más satisfactorio y dé que estamos haciendo lo que realmente es correcto.
Capítulo 1. “Las definiciones”
El liderazgo, “Es el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución
de objetivos en pro del bien común.”, el liderazgo es una habilidad que puede ser desarrollada. Para
eso es necesario saber cómo involucrarse con las personas que trabajan en una determinada acción,
y entonces ser capaz de extraer de ellos, las capacidades como la creatividad, confianza y
excelencia.
- Poder: capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que este, aunque prefiera no
hacerlo, haga la voluntad debido a tu posición o tu fuerza.
- Autoridad: el arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieras debido
a tu influencia personal.
En otras palabras, poder es la libertad que se tiene para mandar a alguien, y la autoridad es una
habilidad que se conquista, creando relaciones como, por ejemplo: jefes que tienen poder para
mandar en sus funcionarios, pero no tiene autoridad sobre ellos, además hay situaciones contrarias
en donde las personas tienen muchas influencias y autoridad, pero no ocupan un cargo de poder.
Para tener autoridad, una persona debe presentar los siguientes comportamientos:
Honestidad.
Buen ejemplo.
Ser cuidadoso.
Saber oír.
Ser confiable.
Respetar.
Incentivar a las personas.
Saber relacionarse con los demás
Las relaciones son la base para que las personas cooperen y se ayuden unas a otras, y como no hay
negocio sin personas, es esencial construir relaciones fuertes y saludables.
El nuevo paradigma puede ser entendido como una pirámide invertida, en la cual los clientes son la
máxima prioridad, puesto que sin ellos no hay negocio. Es por ello por lo que la pirámide se va a
desarrollar, con los empleados abajo y luego los supervisores, hasta llegar al presidente. La idea en
este modelo es que cada uno de los niveles jerárquicos es cliente de su nivel superior, por lo cual el
papel de líder es servir. Es decir, que es necesario que la entidad abajo sirva a la de arriba hasta
concluir su objetivo, satisfaciendo al cliente.
Es como el padre de familia que le da a sus hijos lo que necesitan, no lo que ellos quieren.
El liderazgo empieza con la voluntad, que
es la única capacidad que, como seres
humanos, tenemos para que nuestras
acciones sean consecuentes con nuestras
intenciones y para elegir nuestro
compartimiento. Con la voluntad adecuada,
podemos elegir amar, verbo que tiene que
ver con identificar y satisfacer las legítimas
necesidades, no los deseos de aquellos a los que dirigimos.
Como humanos más que como líderes, tengo la idea que todos seríamos mejores personas y
pusiéramos en práctica en nuestros día a día los valores que Simeón nos enseña a lo largo de este
capítulo. Algo curioso que me llamo mucho la atención de estos párrafos fue lo de la palabra amor,
a la cual estoy muy familiarizado con este concepto; sin embargo, no creí que tuviera otros
significados al de un sentimiento, si no de la acción deliberada de poner
en practica la paciencia y demás valores que en el curso señalan. Una frase del libro que me llamo
mucho la atención sobre esto es “Amar veinte hombres en un año no es nada comparado a amar un
hombre por veinte años”, ya que esto representa un compromiso de tratar a las personas como
quisiéramos que nosotros fuéramos tratados, de tener un espíritu de servicio y de sacrificio.
Paciencia (honrado y digno de confianza): mostrar dominio de uno mismo ante la
adversidad. Uno de los ejemples es la reacción que tiene el sargento en decir, si mis
hombres no dan una a derechas, lo tengo que hacer, sencillamente, deshacerme en
amabilidades y no enfadarme. Seguro que así consigo que hagan lo que tiene que hacer.
Respeto (Comprometido): Tratar a los demás como si fueran gente importante. Como lo
expresa Theresa, deberíamos añadir a esta definición porque son importantes, tratando de
pensar que se merecen respeto, ya que son parte de tu equipo, de tu familia, de tu pelotón,
etc. El líder tiene un interés personal en el éxito de quienes dirige, ayudándoles a conseguir
el éxito.
Generosidad (atento): Satisfacer las necesidades de los demás. Aunque esto signifique
sacrificar tus propias necesidades y deseos.
Honradez (Trata a la gente con respeto): Estar libres de engaños. Implica ayudar a la gente a
tener perspectivas claras, hacerlas responsables, estar dispuesto a dar tanto las buenas como
las malas noticias, informales sobre los resultados de su trabajo, ser consecuente, tener
reacciones predecibles y ser justo. El comportamiento debe de estar libre de engaños y
consagrado a la verdad, ante todo.
Compromiso: (anima a la gente, actitud positiva, entusiasta y aprecia a la gente): Atenerse a
las propias elecciones. Es una visión del desarrollo personal y del desarrollo del grupo,
junto con una mejora continua. El líder comprometido esta consagrado a un desarrollo
integral de su persona y a una mejora continua. Es una pasión por la gente y por su equipo,
por presionarles para que lleguen hacer tan buenos como les sea posible, que se esfuercen
por mejorar siempre.
Cuando tomamos de decisión de ser líderes, decidimos amar, dar lo mejor de nosotros mismos por
los otros y eso requiere paciencia, humildad, afabilidad, respeto, generosidad, indulgencia, honradez
y compromiso. Servir a los otros y sacrificarse por ellos exige estos comportamientos. Puede que
tengamos que sacrificar nuestro ego o incluso nuestro malhumor en determinadas ocasiones.
Cuando lideras con autoridad, estás necesariamente llamado a dar lo mejor de ti mismo, a amar, a
servir e incluso a sacrificarte por los demás. Una vez más, el amor no consiste en lo que sientes por
los demás, sino en lo que haces por ellos.
El liderazgo empieza por una elección. Algunas de estas elecciones con llevan asumir las
responsabilidades que voluntariamente se aceptan, y hacer que nuestros actos sean consecuentes
con nuestras buenas intenciones. Todos los seres humanos están sometidos a todo tipo de estímulos:
malos jefes, problemas personales, problemas con los empleados, problemas con los hijos, con los
vecinos, problemas con todo. Estos problemas no se pueden evitar, pero como seres humanos, se
tiene la capacidad de elegir la respuesta que les damos. Sólo hay dos cosas que se deben hacer en
esta vida: morir y tomar decisiones. De esto no hay persona que se libre. El hombre es un animal de
costumbres. Existen cuatro etapas en el desarrollo de nuevos hábitos o destrezas, buenos o malos:
3.- Consciente y experimentado: aquí ya se han adquirido las destrezas y la persona está cada vez
más a gusto con el nuevo comportamiento o con las nuevas técnicas. Por ejemplo, ahora el niño ya
sabe cepillarse solo, cuando lo de tocar el piano ya no resulta tan difícil y no hay que mirar tanto el
teclado.
4- Inconsciente y experto: la persona ya no tiene que volver a pensar en ello. Por ejemplo, lavarse
los dientes o tocar el piano es la cosa más natural del mundo. Cuando la persona ya no es consciente
de su comportamiento, de su hábito. Son los líderes que no tienen que intentar ser buenos, porque
ya lo son. El liderazgo no es sólo una cuestión de personalidad, posesiones o carisma, sino de lo que
se es como persona.
Las obras de liderazgo son asunto de carácter, paciencia, simpatía, humildad, generosidad, respeto,
indulgencia, honradez y compromiso. Estos son aspectos del carácter o hábitos que han de ser
desarrollados y madurados si se quiere llegar a ser un líder de éxito y a prueba de tiempo.
El liderazgo de servicio, el trabajo de prestar atención., de dar lo mejor de sí mismo por los demás,
y la disciplina que se requiere para adquirir esas nuevas destrezas y esos nuevos comportamientos,
requiere de un gran esfuerzo. El esfuerzo tiene múltiples compensaciones o “resultados”. Entre ellos
está lograr tener influencia sobre los demás, tener una misión en la vida y lograr la conformidad
espiritual. Pero la principal recompensa es el gozo. El gozo es un fenómeno profundo y no se basa
en circunstancias exteriores. Muchos de los grandes líderes han hablado de ese gozo: Buda,
Jesucristo, Gandhi, Martín Luther King, la madre Teresa, etc. El gozo tiene que ver con la
satisfacción de estar siguiendo los profundos e inmutables principios de la vida. Servir a los otros
nos libera de las cadenas del egoísmo que estrangulan el gozo de la vida. Amar a los demás, dar lo
mejor de uno mismo, dirigir con autoridad, nos obliga a derribar esa muralla de egoísmo y
acercarnos a los demás. Al posponer nuestras propias necesidades y deseos, a dar lo mejor de
nosotros, estamos creciendo. Dejamos de preocuparnos tanto por nosotros mismos y tomamos más
conciencia del otro. El gozo que experimentamos es un derivado de esta entrega. Es probable que el
propósito de todo ser humano durante su vida no consista en ser feliz, ni siquiera en satisfacer sus
ambiciones personales. El propósito real como seres humanos es desarrollarnos hasta alcanzar una
madurez en lo psicológico y en lo espiritual. Amar, servir, dar lo mejor de nosotros mismos por los
demás nos obliga a salir de nuestro egocentrismo. Amar a los demás nos obliga a crecer
CONCLUSION