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REPÚBLICA DE COLOMBIA

DEPARTAMENTO DE BOLIVAR

TRIBUNAL SUPERIOR
DISTRITO JUDICIAL DE CARTAGENA
SALA PENAL

MAGISTRADO PONENTE: FRANCISCO ANTONIO PASCUALES HERNÁNDEZ

Radicación: 110016000717201500042-00
Interno G. 27 No. 003 de 2017
Procedencia: Fiscalía 9ª Delegada ante Tribunal Superior de
Bogotá
Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

APROBADO POR ACTA No. 159

Cartagena, diecinueve (19) de septiembre de dos mil veintidós (2022).

I. OBJETO

Culminado el juicio oral, procede la Sala a dictar sentencia de primera instancia, en el


sentido anunciado en la sesión del pasado 8 de agosto, en esta actuación adelantada
en contra del doctor Jhonatan José Peláez Sáenz, a quien, en su condición de Juez
Octavo Penal Municipal de Cartagena, la Fiscalía acusó por el delito de prevaricato
por acción.

Para dicho efecto, resulta conveniente hacer un breve recuento de los eventos que
fueron objeto de la investigación y acusación por parte de la Fiscalía General de la
Nación.

II. IDENTIDAD DEL ACUSADO


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Radicación: 110016000717201500042-00
Interno G. 27 No. 003 de 2017
Procedencia: Fiscalía 9ª Delegada ante Tribunal Superior de Bogotá
Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

Se trata de Jhonatan José Peláez Sáenz, quien se identifica con cédula de ciudadanía
No. 1.047.392.204 de Cartagena, de sexo masculino, 1.73 m de estatura aproximada,
nacido el día 1° de noviembre del año 1987.

III. HECHOS

El día 22 de julio de 2015, la Fiscalía 48 adscrita a la Dirección Nacional Especializada


Antinarcóticos y Lavado de Activos de la ciudad de Barranquilla, dentro del proceso
identificado con CUI No. 110016000098201380134, radicó, en el centro de servicios
judiciales del Sistema Penal Acusatorio de Cartagena, solicitud de audiencia
preliminar concentrada de legalización de registro y allanamiento y de captura,
formulación de imputación e imposición de medida de aseguramiento en contra de las
siguientes ocho personas:

- Dayron Manuel Plata Julio, alias “Yeison” o “El Señor”


- Nafer Galindo Ramos, alias “Fredy”
- Jorge Eduardo Sánchez Muñetón, alias “Miami”
- Henry Suarez Crispin, alias “Comino”
- William Santoyo Quitian, alias “Mechacoco”
- Jorge Luis Ayola Arrieta, alias “Caballo”
- Wilson Perilla Velásquez, alias “Galleta”
- Jesús Antonio Santoyo Santamaría, alias “Chucho”

El trámite del asunto correspondió al Juzgado Octavo Penal Municipal de Cartagena,


a la sazón, regentado por el doctor Jhonatan José Peláez Sáenz, quien propuso que
las dos audiencias iniciales de legalización de registro y allanamiento y de captura se
celebraran en forma conjunta.

Fue así como, en sustento de su pretensión, el representante de la Fiscalía dio


traslado e hizo entrega al juez del Informe de Policía Judicial de fecha 20 de julio de
2015, suscrito por el investigador Gerson Piñeres Porto, junto con la documentación
referida a la captura de cada una de los procesados presentes en la audiencia.
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Escuchas las intervenciones de las partes, el juez Peláez Sáenz decidió declarar
ilegales los procedimientos de registro y allanamiento, bajo el argumento de que la
Fiscalía no le hizo entrega del soporte de las actividades investigativas que
sustentaron el Informe Policivo, esto es, las diligencias de vigilancia y seguimiento a
personas, interceptaciones telefónicas y controles realizados por los jueces de control
de garantías.

Concluyó entonces que no se cumplían los requisitos del art. 221 de la ley 906 de
2004, relacionado con el respaldo probatorio de los motivos fundados que determinan
la procedencia de los registros y allanamientos, bajo la consideración de que el
Informe de Policía Judicial de fecha 20 de julio de 2015 no era válido para el efecto,
en razón a que el Fiscal no hizo entrega de los EMP relacionados en aquel.

Consideró juez que no recibió de parte del Fiscal del caso los elementos materiales
referidos a los procedimientos de seguimiento y vigilancia de personas, las actividades
de interceptaciones telefónicas, así como las constancias de las diligencias
adelantadas por los jueces de control de garantías que dieran cuenta del control
previo y posterior que se refirieran a la legalidad de lo consignado en el informe
policial.

Coligió entonces que la supuesta irregularidad afectaba las garantías de las personas
capturadas pues, conforme a la pacifica jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia, la función del juez de control de garantías consiste en erradicar la
arbitrariedad del ente acusador al limitar los derechos fundamentales de los
indiciados.

Sin embargo, reprocha la Fiscalía en su acusación, que el funcionario judicial conocía


claramente el contenido de los artículos 219, 220 y 221 de la ley 906 de 2004, sobre la
procedencia de los registros y allanamientos y el fundamento de los mismos, como
quiera que expresamente se refirió a ellos en su decisión.

Amen de que también conoció el contenido del referido informe policial, en el cual se
consignó el trabajo investigativo realizado por aproximadamente dos años, mediante
técnicas de vigilancia y seguimiento pasivo e interceptaciones telefónicas, que
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permitieron establecer, entre otros hechos, los lugares de residencia de los miembros
de la organización internacional de tráfico de estupefacientes.

Igualmente, sostuvo la acusación que el juez Peláez Sáenz no tuvo en cuenta que el
informe de policía judicial es un documento rendido por un funcionario público en
cumplimiento de sus funciones y bajo la gravedad de juramento. Tampoco que en su
intervención el Fiscal, en forma verbal, contextualizó el caso, dando a conocer las
técnicas investigativas emprendidas “donde labores de vigilancia y seguimiento
sometidas a juez de control de garantías pudimos establecer dónde residía el
ciudadano y por ello ese fue el objeto de la orden y, como quiera que la persona podía
estar en cualquiera de las dependencias de la casa se dispuso el allanamiento en toda
la residencia.”

También, explicó la Fiscalía una a una las circunstancias en que se materializaron las
capturas impartidas en desarrollo de las diligencias, tras lo cual, hizo entrega del
informe en mención, y de las carpetas individualizadas en las que el juez pudo
apreciar la plena identificación de cada uno de los capturados, los resultados de los
registros y allanamientos y los elementos incautados.

Con fundamento en lo anterior, la Fiscalía consideró que el procesado desconoció no


solo las normas procedimentales referidas sino también los art. 2º, 229 y 230 de la
Constitución, que desarrollan el acceso a la administración de justicia y la potestad de
su administración en cabeza de los jueces de la República, cuyas decisiones deben
estar encaminadas siempre a la consecución de la justicia material.

Del mismo modo, el ente acusador señaló la transgresión de lo contemplado en la


sentencia C- 396 de 2007 que desarrolla el tema en específico respecto al rol del juez
de control de garantías.

IV. ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE

1. Con fundamento en los anteriores hechos, la Fiscalía solicitó audiencia preliminar


para formularle imputación de cargos a Jhonatan José Peláez Sáenz por el punible de
prevaricato por acción, diligencia que se llevó a cabo en sede del Juzgado Doce Penal
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Municipal de Cartagena, el día 26 de enero de 2017, en el cual el imputado decidió no


aceptar los cargos formulados por la Fiscalía.

2.- El día 26 de abril de ese mismo año, la Fiscalía Novena Delegada ante el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Bogotá radicó el escrito de acusación en contra de
Jhonatan José Peláez Sáenz por el delito de prevaricato por acción agravado,
actuación que fue asignada a esta Sala Penal, para su trámite.

3. La audiencia de formulación de acusación se llevó a cabo los días 20 de noviembre


de 2017, 4 de diciembre de 2017, y el 9 de julio de 2018, luego de haber sido incoada
por parte del procesado una pretensión nulitatoria, que fue despachada de manera
desfavorable, y en sede de apelación se rechazó el recurso. Seguidamente, se
formuló la acusación y se estableció fecha para llevar a cabo la respectiva audiencia
preparatoria.

4.- El día 17 de septiembre de 2017 se dio inicio a la audiencia preparatoria, la cual se


desarrolló en varias sesiones, en la que las partes hicieron solicitudes que fueron
resueltas en su mayoría favorablemente por la Sala. Tras haberse resuelto el recurso
de apelación por parte de la Corte Suprema de Justicia, confirmándose lo decidido por
esta Corporación, se fijó fecha y hora para dar inicio al juicio oral.

5.- El día 12 de julio de 2021 se dio inicio al juicio oral, con la exposición de la teoría
del caso por parte de la Fiscalía, la defensa y el procesado, para luego emprender la
práctica probatoria. Después de agotar varias sesiones, el juicio oral culminó el
pasado 8 de agosto, cuando se anunció sentido del fallo absolutorio.

6. Así las cosas, corresponde a la Sala emitir la respectiva sentencia de absolución.

V. CONSIDERACIONES

1. La Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cartagena, de


conformidad con lo previsto en el numeral 2º del artículo 34 de la Ley 906 de 2004,
para actuar como juez de conocimiento en este asunto, como quiera que el
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procesado, Jhonatan José Peláez Sáenz, ostentaba la calidad de Juez Penal


Municipal para la época de los hechos.

2. Ahora bien, tal y como se anunció en el sentido del fallo, las pruebas recaudadas en
el juicio oral no le permitieron a la Sala llegar al convencimiento, más allá de toda
duda razonable, de que Jhonatan José Peláez Sáenz, es responsable del delito de
prevaricato por acción agravado, por ausencia de demostración del elemento subjetivo
de la conducta punible- dolo-.

La Fiscalía General de la Nación, en el acto complejo de acusación, y con base en los


hechos en precedencia relatados, formuló cargos contra Jhonatan José Peláez Sáenz,
en calidad de autor del delito de prevaricato por acción agravado, en razón a que, en
la decisión cuestionada, el entonces Juez Octavo Penal Municipal de Cartagena
declaró la ilegalidad de unos procedimientos de registro y allanamiento aduciendo
para ello la falta de acreditación de los motivos fundados de que trata el art. 221 del
C.P.P.

Ponderados los alegatos de conclusión y evaluados individual y conjuntamente los


medios de convicción aportados en el juicio oral, la Sala Penal del Tribunal Superior
del Distrito Judicial Cartagena ha decidido no acoger la solicitud elevada por la
representante de la Fiscalía General de la Nación y, en su lugar, ABSOLVER al
doctor Jhonatan José Peláez Sáenz, en su condición de Juez Octavo Penal Municipal
de Cartagena y de acuerdo con las pruebas que fueron practicadas en el juicio, según
las siguiente consideraciones:

3. Se demostró la calidad de funcionario judicial del juez acusado, para la época de


los hechos, no solo mediante la certificación de fecha 1° de octubre de 2018,
expedida por la Coordinadora de Talento Humano de la Rama Judicial Seccional
Bolívar, sino con las demás restantes pruebas que informan que el señor Jhonatan
José Peláez Sáenz era el juez titular del Juzgado Octavo Penal Municipal de
Cartagena para el día 22 de julio del año 2015.

La conducta de prevaricato por acción está descrita en el artículo 413 del Código
Penal, y para que se configure requiere que se haya proferido una resolución,
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dictamen o concepto que resulte contrario a la ley de manera manifiesta, lo que indica
claramente que esa conducta constitutiva de delito tiene como referente necesario a la
ley en cada caso concreto, para comparar, luego, la actuación del servidor público, al
emitir la resolución, dictamen o concepto, de lo que podrá concluirse, por parte del
funcionario penal competente, si se ajustó a la ley, o si la quebrantó, y si esa violación,
en caso de existir, resulta manifiesta, es decir, ostensible.

Esto por cuanto la acriminación del punible en cuestión se sustenta en la


consideración de que quien tiene a su cargo –servidor público- la función de aplicar el
derecho, bien como consecuencia de la interpretación de una norma sustantiva, ya de
la aplicación de un procedimiento, ora de la contemplación materia o jurídica de las
pruebas, se ajuste al ordenamiento jurídico como máxima expresión del deber de
fidelidad a la función pública que ha jurado cumplir dentro de los parámetros de
legalidad, eficiencia y rectitud, ya que con la conducta punible de prevaricato suele
protegerse, primordialmente, el principio de legalidad en la administración pública, que
equivale a mantener sometidas las determinaciones estatales al influjo integral de las
normas jurídicas.

En esencia, lo injusto del comportamiento se fundamenta en que la decisión del juez


(funcionario) se aparta ostensiblemente del derecho, sin que importen los motivos que el
empleado tuvo para ello; dicho de otra manera, la adecuación típica de una acción u
omisión prevaricadoras no está determinada por los móviles del juez sino por la
justificación jurídica de lo que hizo o dejó de hacer1.

En síntesis, desde una óptica objetiva basta con demostrar que el actor agravió de
manera evidente u obtensible el ordenamiento jurídico para que se configure
materialmente la conducta punible de prevaricato por acción. La Sala Penal de la
Honorable Corte Suprema de Justicia, ha manifestado reiteradamente que “dicha
conducta prohibida se realiza, desde su aspecto objetivo, cuando se presenta un
ostensible distanciamiento entre la decisión adoptada por el servidor público y las

1CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, auto del 16 de junio de 1981 (cfr. Régimen Penal Légis, envío
número 97, junio de 2008, & 3972); sentencia del 18 de mayo de 1999, rad. núm. 13827 (ib. Légis &
3973); sentencia del 20 de mayo de 1997, rad. núm. 6746 (ib. Legis & 3979); sentencia del 4 de
abril de 2002, rad. núm. 17 008 (ib. Legis & 3979 – 3); sentencia del 3 de septiembre de 2002, rad.
núm. 15 513 (ib. Legis & 3979 – 4).
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normas de derecho llamadas a gobernar la solución del asunto sometido a su


conocimiento.

También ha señalado la Sala que al incluir el legislador en la referida descripción un


elemento normativo que califica la conducta, el juicio de tipicidad correspondiente no
se limita a la simple y llana constatación objetiva entre lo que la ley manda o prohíbe y
lo que con base en ella se decidió, sino que involucra una labor más compleja, en
tanto supone efectuar un juicio de valor a partir del cual ha de establecerse si la
ilegalidad denunciada resiste el calificativo de ostensible por lo cual, como es apenas
natural, quedan excluidas de esta tipicidad aquellas decisiones que puedan ofrecerse
discutibles en sus fundamentos pero en todo caso razonadas, como también las que
por versar sobre preceptos legales complejos, oscuros o ambiguos, admiten diversas
posibilidades interpretativas por manera que no se revelan como manifiestamente
contrarias a la ley...”2

Por lo anterior la conducta penal se basa en la franca discrepancia que surge entre la
decisión emitida por el servidor público y la descripción legal, es decir, esa característica
de abierta ilegalidad de la providencia ocurre cuando de manera sencilla y diáfana es
posible constatar que lo decidido es opuesto a la solución que el ordenamiento jurídico
prevé para el asunto analizado.

Lo anterior, es justo lo que aconteció objetivamente en este caso, en el que el doctor


Jhonatan José Peláez Sáenz decidió declarar la ilegalidad de las diligencias de
registro y allanamiento asociadas a ocho personas que fueron capturadas con ocasión
a las mismas, aduciendo para ello la falta absoluta de acreditación por parte del fiscal
solicitante, de los motivos fundados, desatendiendo que, como soporte de su
pretensión, aquel suministró el informe de policía judicial de fecha 20 de julio de 2015,
que se refería a las actividades investigativas realizadas durante un periodo de tiempo
considerable, a partir de las cuales era posible establecer razonablemente, en grado
de probabilidad, que los indiciados podían ser encontrados en determinados
inmuebles, mismos en los en que efectivamente fueron capturados.

2 CSJ RAD:25627/06
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Lo anterior, porque en nombre de las garantías de los procesados, el juez acusado, de


manera exagerada, advirtió como necesario, no siéndolo, realizar una constatación del
contenido de todas esas actuaciones que precedieron o sirvieron de sustento a lo que
exponía el investigador que se encargó de elaborar el referido informe de policía
judicial, sin que en el transcurso de la audiencia que presidió quedara en evidencia o
se haya develado por las partes ninguna circunstancia relevante que permitiese al
menos dudar de la fidelidad y la información allí vertida, esto es, que cada uno de los
sujetos a capturar podía ser encontrado en los inmuebles.

Sobre el curso de la audiencia, sea lo primero precisar que, en los albores de la


misma, por iniciativa del juez, se acordó evacuar en una sola intervención de las
partes sus respectivas postulaciones en torno a la diligencia de legalización de
registro y allanamientos y la de legalización de las capturas.

Así fue que, el fiscal Onilio Yepes pasó a sustentar una a una sus solicitudes. Para
ello, explicó que la investigación en cuestión se encontraba relacionada con la
incautación de 274 kilos de cocaína, el día 3 de agosto del año 2013, en el municipio
de San Juan Nepomuceno- Bolívar, en cuyo contexto se detectó que el cargamento
pertenecía al señor Dairon Manuel Plata Julio, alias Jeison o El Señor, y que los
demás capturados eran miembros de la organización, donde desempeñaban
diferentes roles, relacionados con la fabricación y comercialización de
estupefacientes.

A continuación, el Dr. Onilio Yepes explicó que, una vez consolidada la investigación,
se solicitaron las respectivas órdenes de captura, con fines de vinculación, por el
delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado, conforme a lo
dispuesto por el art. 384, numeral 3º del C.P., y el punible de concierto para delinquir,
de acuerdo al 340, inc. 2º del C.P., siendo expedidas el día 16 de julio de 2015 por el
Juzgado Segundo Penal Municipal Ambulante de Cartagena.

Después de libradas las órdenes de captura, mediante Informe de Policía Judicial de


fecha 20 de julio de 2015, el investigador Gerson Piñeres Porto solicitó al fiscal del
caso que tramitara las correspondientes órdenes de registro y allanamiento de
inmuebles donde, según las averiguaciones efectuadas, se determinó que se podían
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encontrar a los procesados, esto a través de seguimientos a personas e


interceptaciones telefónicas que, su momento, fueron legalizadas.

En esa misma data, se obtuvo de parte del mismo Juez Segundo Penal Municipal
Ambulante de Cartagena las órdenes de registro y allanamiento, con una vigencia de
10 días, las cuales, de acuerdo a lo explicado por el fiscal Onilio Yepes, también
tenían la finalidad de recolectar EMP.

El siguiente 21 de julio, se materializaron las nueve diligencias de registro y


allanamiento, con solo ocho capturas efectivas correspondientes a las ocho personas
que le fueron puestas a disposición, en audiencia preliminar concentrada, al aquí
acusado, el día 22 de julio del 2015, estas fueron: i.) Jorge Eduardo Sánchez
Muñeton, alias Miami, en la calle 18, No. 58- 16, de la ciudad de Medellín; ii.) Jesús
Antonio Santoyo Santamaría, alias “Chucho”, en la finca La Esmeralda o Los
Santoyos, en la vereda Agua Bonita, de San José del Guaviare; iii) Jorge Luis Ayola
Arrieta, en la calle 114# 21- 18, barrio Julio Orozco del municipio de Turbo- Antioquia;
iv) William Santoyo Quitian, alias “Mechaecoco” calle 12 A #1991- 95 de San José de
Guaviare; v.) Dairo Manuel Plata Julio, alias Jeison o El señor, en el corregimiento
“Las changas”, vereda Mulatico, del municipio de Necoclí- Antioquía, en las
coordenadas 8°, 32 minutos, 34.0 segundos, norte, 76° grados, 33 minutos, 55.6
segundos al oeste; vi.) Wilson Perilla Velásquez, en la calle 21#32-19, barrio Coxagua
de San José del Guaviare; vii) Henry Suarez Crispin, en la calle 7 #6- 61, de Calamar-
Guaviare; viii.) Nafer Galindo Ramos, en el barrio El Uno, del municipio de Turbo-
Antioquia, inmueble sin nomenclatura, pero ubicado en razón de la diligencia de
registro y allanamiento, y en coordinación con la Oficina de Agustín Codazzi.

Igualmente, se solicitó la legalización del registro y allanamiento realizado, en la calle


7, no. 22- 124 del barrio Centro, de San José de Guaviare, que tenía como propósito
capturar a de Luis Herarbo Rincón, alias Lucho, sin que fuera encontrado en el
inmueble, y sin que se recolectaran EMP.

Para todos los procedimientos, se indicó que se llevaron a cabo en horas


comprendidas entre las 6 y 7 de la mañana, y que telefónicamente se le informó al
fiscal, quien dio la instrucción de traer a los capturados a la ciudad de Cartagena. Así
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mismo, el doctor Onilio Yepes refirió que los informes de los registros y allanamientos
fueron recibidos por su despacho a las 5 y 45 pm, del mismo día 21 de julio, motivo
por el cual, a partir de la puesta a disposición, se encontraba dentro de las 24 horas
para solicitar la legalización de dichas diligencias, y dentro de las 36 horas, en lo que
respecta a la legalización de las capturas.

Al concluir su intervención, expresó lo siguiente: “No contaba la Fiscalía con otro acto
de investigación que permitiera lograr la materialización de estas capturas, por ello, al
no haber otro medio menos invasivo se optó por este medio que igualmente es
adecuado y tiene consagración legal en el art. 221 y siguiente, y tuvo sus motivos
fundados en el informe del 20 de julio de 2015, firmado por el patrullero Gerson
Piñeres Porto, quien expresó la necesidad de hacer esos allanamientos, todas estas
direcciones fueron sometidas a control y vigilancia del juez de control de garantías.”

Como soporte probatorio de su solicitud, el fiscal Onilio Yepes dio traslado a las partes
del informe de policía judicial de fecha 20 de julio de 2015, y para cada procesado:
orden de registro y allanamiento, orden de captura, acta de lectura de los derechos del
capturado, formatos de plena identidad y arraigo, constancias de consentimiento para
revisión por medicina legal de los capturados, con sus respectivos informes,
igualmente los informes de las diligencias de registro y allanamiento y las actas de
incautación de elementos, y constancias de las conversaciones entre los capturados y
sus defensores.

Dicha petición fue coadyuvada por el representante del Ministerio Público, en aquella
oportunidad, bajo la titularidad del doctor Iván Díaz Sabaag, quien realizó un recuento
de la exposición efectuada por la Fiscalía, y halló procedente la legalización tanto de
los registros y allanamientos, como de las capturas.

A continuación, intervino el abogado del señor Jorge Eduardo Sánchez Muñeton,


quien refirió, en primer lugar, que la orden de captura expedida por el Juzgado
Segundo Penal Municipal Ambulante de Cartagena, no cuenta con una relación de los
motivos razonablemente fundados. Igualmente, se quejó el togado de la temporalidad
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de la puesta a disposición del capturado ante el juez de control de garantías, esto


desde el momento en que el fiscal fue enterado de la aprehensión vía telefónica.

Seguidamente, intervino el apoderado de los señores Jorge Luis Ayola y Nafer


Galindo Ramos, quien, al igual que su colega de bancada, que le precedió, se quejó
acerca de la temporalidad para realizar la puesta a disposición ante el juez de control
de garantías.

A su turno, el apoderado del señor Dairo Manuel Plata Julio expuso que se debieron
haber presentado los elementos materiales probatorios que suministraran información
acerca de los motivos fundados que dieron lugar a emitir las órdenes de captura.
Igualmente, alegó que, si bien, ante el juez de control de garantías que autorizó el
registro y allanamiento, se habían llevado los elementos relacionados con las actas de
seguimiento a personas, las mismas no fueron objeto de traslado en la audiencia
concentrada.

Por último, este defensor refirió que la dirección que aparecía en la orden de registro y
allanamiento de su asistido no coincidía con el lugar de su residencia, y que el informe
de esta diligencia fue recibido por alguien desconocido, conforme a la rúbrica que se
visibilizaba, de tal manera que no le fue posible establecer la oportunidad de la puesta
a disposición ante el juez de control de garantías.

Por último, el defensor de los señores Jesús Antonio Santoyo, William Santoyo, Henry
Suarez Crsipin y Wilson Perilla Velázquez, se quejó también de la temporalidad de la
puesta a disposición de los capturados, y de que no se les exhibió el soporte
probatorio de los motivos fundados para solicitar la legalidad de las diligencias de
registro y allanamiento a inmuebles.

Escuchadas las intervenciones de las partes, el juez Jhonatan José Peláez Sáenz
ordenó un receso de una hora para tomar la decisión correspondiente. Fue en dicho
receso en el cual, los testigos de descargos María Isabel Santos Ramos y Juan David
Flórez García, en aquel entonces jueces de control de garantías de la ciudad de
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Cartagena, fueron convocados de manera informal por el aquí procesado, como su


homólogo, para consultarles sobre el asunto que debía resolver.

En la sesión de juicio oral del día 31 de enero del 2022, declararon los referidos
testigos, María Isabel Santos Ramos y Juan David Flórez García, quienes narraron lo
que, con dificultad, recordaban acerca de lo que les consultó el acusado sobre la
actuación en comento. En primer lugar, aquella expresó:

“Defensa: No importa la fecha, pero lo importante, dígales a los señores magistrados


presentes ¿en qué consistió la consulta o la referencia de la referencia Peláez santos en ese
punto?

T1 María Isabel Santos: yo recuerdo que esto era un caso, de varios capturados, recuerdo
que el líder de la investigación era Ricardo Carriazo y recuerdo que, por el número de
capturados, eran muchos, el Dr. Ricardo decidió dividir ese proceso, decide hacer
audiencias separadas, para que fuera más fácil el manejo recuerdo que el Dr. Ricardo
Carriazo se fue con un juez de un grupo de capturados y el otro fiscal era el Dr. Onilio
entonces se fue con el Dr. Jhonatan Peláez y también un número importante de capturados.
Recuerdo que él me consultó y lo que ocurrió en ese caso es lo que yo recuerdo, era que el
doctor Onilio, me comentó Jhonatan, no había dado traslado de los EMP que él necesitaba
para tomar la decisión. Yo recuerdo que era la primera audiencia, digo puedo ser inexacta, al
decir esto ha pasado hace más de 6 años, yo creo que fue un allanamiento con capturas me
imagino por el tipo de caso y yo me acuerdo que el Dr. Jhonatan me dijo que necesitaba el
informe, los informes que refrendan el proceso, que acompañan el proceso de captura y que
el Dr. Onilio no le dio traslado de esos elementos, lo que me dijo Jhonatan es que el Dr.
Onilio le respondió que ahí estaban esas cajas y que el Dr. Jhonatan se encargaran dentro
de esas cajas que eran muchas, que buscara el EMP que él necesitaba para resolver el
caso. El me consultó que y me preguntó que en ese caso qué se hacía y yo recuerdo que yo
le contesté que ese fiscal, quien es la parte quien presenta una solicitud, es la que está
obligada presentarle al juez, los EMP necesarios para tomar la decisión y si el fiscal en ese
caso no le había presentado los EMP suficientes para que el juez, sencillamente él no tenía
forma de respaldar la decisión, eso es lo que recuerdo, recuerdo que el Dr. Jhonatan
extrañaba el informe que daba cuenta del proceso de captura pero como digo puedo ser
inexacta, no recuerdo exactamente el documento, sí sé que era la consulta, qué pasa
cuando el fiscal no me pone a disposición un EMP que yo necesito para tomar la decisión
que debo admitir, esa fue la consulta.”

Tras algunas preguntas aclaratorias del anterior relato, el interrogatorio de la defensa


apuntó a dilucidar con qué frecuencia y en qué circunstancias, los jueces de control de
garantías se consultaban entre sí aspectos laborales, esto, de la siguiente forma:

“Defensa: para culminar, era una costumbre por decirlo así que entre los colegas jueces de
control de garantías frente a temas no tan particulares y muy sui generis se consultaran.
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Radicación: 110016000717201500042-00
Interno G. 27 No. 003 de 2017
Procedencia: Fiscalía 9ª Delegada ante Tribunal Superior de Bogotá
Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

T1 María Isabel Santos: sí doctor, eso no era frente a cualquier decisión, no era que todos
los días, los jueces le consultaran todos los días, porque los jueces de control de garantías
en ese momento estábamos capacitados, pero sí frente a decisiones difíciles a casos, por
supuesto yo creo que ningún juez quiere equivocarse, entonces esa era la razón frente a
casos difíciles se tenía esa costumbre de consultar al compañero al que uno le tenía mayor
confianza en todos los aspectos, frente a casos fáciles, complejos, frente a temas los que de
pronto no había mayor claridad lo consultábamos entre otras cosas, la jurisprudencia de la
Sala de Casación Penal de la Corte, no se suele ocupar sobre esa función de control de
garantías, entonces era en ese momento realmente poca la jurisprudencia que había sobre
el desempeño de esa función, siempre la jurisprudencia de la Corte se encargaba en la
función de conocimiento, audiencia preparatoria, pero en función de garantías es muy poco
el desarrollo jurisprudencial, le tocaba hacerse a la ley y a la Constitución y pare de contar.

En el contrainterrogatorio, la representante de la Fiscalía exploró con esta testigo el


por qué estimaba que el caso sometido a consideración del juez Jhonatan Peláez, era
de complejidad. Así:

“Fiscal: explíquele al honorable Tribunal cuál era la complejidad del caso que se le consultó
por parte del Dr. Jhonatan Peláez para el 2015 mes de julio.

T1 María Isabel Santos: realmente, yo creo que el objeto de la decisión no era complejo si
no lo que había alrededor de esta decisión se trataba, como le contaba de un caso grande,
un número importante de capturados, si estaba en Dr. Ricardo Carriazo, supongo que se
trataba de un caso grande narcotráfico, una investigación importante y eso el que fueran un
gran número de capturados, que fueran una operación de ese nivel pues volvía
transformaba ese caso en un caso complejo pero la misma no era compleja, si no lo que
había alrededor de ese caso

Fiscal: es decir que la complejidad la dedujo usted porque supo que el proceso era Dr.
Ricardo Carriazo, eso quiere decir que el Dr. Jhonatan jamás le refirió pormenores del caso.

Magistrado Pascuales: se cógelo la imagen.

Fiscal: voy a repetirle la pregunta, me escucha testigo María Isabel Santos, de acuerdo a su
respuesta le pregunto que en entonces se dedujo la complejidad del caso porque usted
conoció que era un caso de narcotráfico del Dr. Ricardo Carriazo, mi pregunta es el Dr.
Jhonatan le dio a conocer pormenores del caso y que efectivamente se relacionaba en
captura múltiple en narcotráfico

T1 María Isabel Santos: como le digo, yo no le puedo dar información exacta de que fue lo
que me dijo el Dr. Jhonatan, es decir, cada detalle de lo que él me contó, no estoy en
posibilidad de decirle porque ya pasó mucho tiempo, por eso les decía, lo que yo puedo
recordar que él me narró, pero no puedo yo decir exactamente una a una cada detalle o que
me dijo o que no me dijo yo recuerdo, no sé si él me lo dijo pero yo recuerdo perfectamente
ver al Dr. Ricardo Carriazo, como le digo estos son casos que uno fija en la mente porque
son operación que uno sabe son casos que uno sabe son importantes. Yo puedo por
ejemplo en el desarrollo de mi función recordarme de unos casos muy complejos que
ocurrieron y este caso por tratarse de una operación de narcotráfico en el que estaba en el
Dr. Carriazo, no recuerdo si el Dr. Jhonatan me lo dijo, pero recuerdo ver al Dr. Carriazo en
una sala de audiencia y al Dr. Onilio en otra sala de audiencias, recuerdo lo que ocurría en el
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Radicación: 110016000717201500042-00
Interno G. 27 No. 003 de 2017
Procedencia: Fiscalía 9ª Delegada ante Tribunal Superior de Bogotá
Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

centro de servicios porque se trataba de un gran número de capturados, pero esto de mi


propia percepción, no puedo recuerdo que Jhonatan me lo dijo o no.”

En el caso del testigo Juan David Flórez García, con iguales dificultades de
recordación, explicó lo siguiente:

“JUAN DAVID FLOREZ: Bueno, las particularidades de pronto se me puede escapar algún
detalle o puedo ser impreciso, tengo el recuerdo de una audiencia de hace muchos años,
que él estaba realizando o estaba, después de una audiencia de un control posterior de
allanamiento y registro, legalización de captura, imputación y medida de aseguramiento, y se
le generó un problema jurídico atinente, si la memoria no me falla, era en atención de que no
estaba bien sustentado tanto verbal como a partir de las evidencias, ese control posterior del
allanamiento.

Defensa: Perfecto, Dr. Pero vamos a tratar de ser estrictos, en sí, ¿Cuál fue la consulta?
¿Qué le consultó? ¿Qué le dijo el colega?

JUAN DAVID FLOREZ: Bueno, de lo que recuerdo, específicamente era que la diligencia de
allanamiento y registro, si la memoria no me falla, se basaba en un seguimiento en el cual no
se aportaron los controles ante un juez de garantía del mismo, y a partir de ello, si se podía
generar o no la ilicitud de dicha actuación. Creo que fue ese el dato que recuerdo.

Defensa: Antes de seguir con esa temática, usted nos dice que también el Dr. Jhonatan,
recuerda que en su memoria, ¿recuerda qué le consultó a la juez de la época María Isabel
Santos?

JUAN DAVID FLOREZ: Sí señor, estábamos los tres reunidos.

Defensa: Correcto, ¿Pero la consulta fue estando María Isabel ahí con usted o fue por
separado?

JUAN DAVID FLOREZ: Estábamos los tres.

Defensa: De esa inquietud que tenía Peláez en su momento, ¿Cuál fue su opinión? Desde
el punto de vista estrictamente jurídico.

JUAN DAVID FLOREZ: Bueno, no podemos desconocer que es un aspecto que ya fue hace
bastante tiempo, pero lo que recuerdo es que naturalmente, como era el que estaba en la
audiencia, el planteo el problema jurídico que se le había presentado por las partes en dicha
diligencia, consideró la existencia de una salida la cual se debatió, y a mí en particular
también me pareció razonable esa posición y acorde a derecho. Las particularidades de
cómo se desarrolló esa discusión en ese día, pues no estaría en capacidad de afirmarla.”

Retomado el curso de la diligencia preliminar, en el audio No. 5, reproducido en el


juicio oral, se pudo apreciar la decisión del entonces Juez Octavo Penal Municipal con
función de control de garantías de Cartagena, la cual es señalada por la Fiscalía
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Radicación: 110016000717201500042-00
Interno G. 27 No. 003 de 2017
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Decisión: Absolver

contraria a la ley, de forma manifiesta. Por esto, considera la Sala pertinente


trascribirla en su integridad, tal y como fue reproducida en el Juicio:

“Entonces para tomar esta decisión el juzgado debe tener como norte unas normas que
están en el código de procedimiento penal sumado a la jurisprudencia constitucional y de la
CSJ frente a la materia, para ello entonces hacer un control posterior a la orden de registro
de allanamiento la cual el señor fiscal profiere de oficio y que el juez de control de garantías
entra a realizar ese control posterior, es decir, si cumplió con los requisitos del art 219 y
subsiguiente.
Ese art 219 establece: Procedencia de los registros y allanamientos.

El fiscal encargado de la dirección de la investigación, según lo establecido en los artículos


siguientes y con el fin de obtener elementos materiales probatorios y evidencia física o
realizar la captura del indiciado, imputado o condenado, podrá ordenar el registro y
allanamiento de un inmueble, nave o aeronave, el cual será realizado por la policía judicial.

Art 220 Fundamento para la orden de registro y allanamiento

Sólo podrá expedirse una orden de registro y allanamiento cuando existan motivos
razonablemente fundados, de acuerdo con los medios cognoscitivos previstos en este
código, para concluir que la ocurrencia del delito investigado tiene como probable autor o
partícipe al propietario, al simple tenedor del bien por registrar, al que transitoriamente se
encontrare en él; o que en su interior se hallan los instrumentos con los que se ha cometido
la infracción, o los objetos producto del ilícito.

Art 221 Respaldo probatorio para los motivos fundados

Los motivos fundados de que trata el artículo anterior deberán ser respaldados, al menos, en
informe de policía judicial, declaración jurada de testigo o informante, o en elementos
materiales probatorios y evidencia física que establezcan con verosimilitud la vinculación del
bien por registrar con el delito investigado.

Inciso final, Cuando los motivos fundados surjan de la presencia de elementos materiales
probatorios, tales como evidencia física, vídeos o fotografías fruto de seguimientos pasivos,
el fiscal, además de verificar la cadena de custodia, deberá exigir el diligenciamiento de un
oficio proforma en donde bajo juramento el funcionario de la policía judicial certifique que ha
corroborado la corrección de los procedimientos de recolección, embalaje y conservación de
dichos elementos.

Entonces se practicaron unas diligencias de registro de allanamiento, tuvo como


consecuencia la captura de personas mencionadas al inicio de la intervención, la de Jorge
Gonzales Muñeta se produjo en la CLL 18 No 58- 16 en la ciudad de Medellín. La de Jesús
Santoya Santa María allanamiento en vereda agua bonita finca esmeralda San José del
Guaviare, la de Jorge Ayola Arrieta allanamiento en la calle 114 No 21-18 Barrio Julio
Orozco en Turbo-Antioquia, la de William Santoyo quintanin calle 12ª No 1971 en San José
del Guaviare, Dairo Plata Julio en las changas vereda muratico en necocli Antioquia, Wilson
Perilla Velásquez allanamiento CLL 21 No 3219 Barrio Cosagua en San José del Guaviare,
la de Henry Suarez Crispí CLL 7 No 671 barrio centro zona urbana calamar Guaviare y la
Najer Galindo Ramos Barrio el humo en Turbo Antioquia.

De una manera sometida en control de legalidad posterior una diligencia de registro fallida
que sucedió en San José del Guaviare el cual tenía como objetivo la captura de Luis Rincón,
diligencia de allanamiento y registro, pero como bien nos dijo el señor fiscal fue fallida ya que
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Delito: Prevaricato por acción agravado
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no se logró capturar a la persona a la cual se dirigía esta orden de allanamiento y registro


para captura.

Entonces es claro, que con las normas en mención el fiscal, debe contar con EMP con los
cuales construya unos motivos fundando para inferir que el bien por registrar tenga como
propietario, poseedor o simple persona que este como transistor a la persona que vive el
bien entonces esos motivos fundados deben estar respaldado al menos en informe de PJ y
las demás premisas que trae el art 221

El señor fiscal nos ha presentado un informe de investigador de campo FPJ11 de fecha 20


de julio del año 2015 recibida el mismo día a las 18h donde el patrullero de la DIJIN policía
nacional Yerson José Jiménez Porto, le solicita de conformidad con el art 209, 255, 257,261,
275 del CPP ordenar diligencia de allanamiento y registro en las direcciones de los
departamentos Urabá y meta ya mencionadas.

Dice lo siguiente: Actuaciones realizadas dentro de la investigación que se ha venido


realizando dentro de la coordinación de la FGN dirección de fiscalías nacional
especializadas anti narcótico y lavado de activos, a través de diferentes técnicas de
investigación especialmente la interceptación telefónica, la vigilancia y seguimiento, se han
venido identificando diversas personas conformantes de una estructura delincuencial
dedicada al narcotráfico a nivel trasnacional la cual tiene como epicentro delictivo la costa
norte y con destino intermedio a países de centro américa, agregando que todas las
actuaciones incluyendo búsqueda selectiva en base de datos ha sido sometida a control
previo o posterior como corresponde a los jueces constitucional, el cumulo de actuaciones
realizadas, el hallazgo de comicios y más fueron recopiladas en informe ejecutivo donde se
da a conocer el listado de indiciados de igual forma además de las personas identificadas el
despacho considero pertinente hacerle solicitud a los jueces constitucionales la expedición
de ordenes de captura con el fin de hacerlos comparecer en audiencia de formulación de
cargos, orden emitida por el juez sexto penal municipal de Cartagena.

Así las cosas y con el ánimo de hacer las órdenes de captura efectiva, EMP Y EF, de
acuerdo al art 19 y siguientes del CPP solicito al fiscal ordenar diligencia de allanamiento y
registro de las viviendas que se relacionan para los fines… comúnmente así empieza a
describir cada una de las direcciones ya mencionadas donde fueron capturadas cada una de
estas personas aquí presentes con la respectiva fotografía.

El señor Fiscal aquí de manera verbal al momento de su intervención nos manifestó que
señor juez los bienes por registrar de donde los obtuvimos de la vigilancia y seguimiento
pasivo de personas, el señor fiscal fue claro al manifestar cómo habían llegado a esa
identificación de los bienes donde fueron capturados cada una de estas personas y así se
advierte en informe donde el agente del patrullero donde solicita el allanamiento…

* Interrupción del audio*

DEFENSOR: No se escuchó cuando el Dr. Peláez en su intervención dice que el señor fiscal
de viva voz y su palabra dijo esa parte, no se escuchó bien, es importante para la defensa
que eso quede muy claro ya que estamos incorporando una prueba documental en un juicio
que posteriormente ustedes deben de evaluar, agradezco que se repita esa parte porque la
verdad no se escuchó, muy amable.

MAGISTRADO PASCUALES: Lo que vamos hacer señora fiscal para democratizar el


asunto, con el propósito de y de verdad que la sala, no se el Dr. Cumplido de mi parte
escuche claramente toda la intervención de Dr. Peláez pero ya que el señor defensor nos
está diciendo que no pudo escuchar adecuadamente ese apartado, entonces señora fiscal
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Decisión: Absolver

vamos a repetir esa parte de la intervención del señor juez, vamos a retroceder unos dos
minutos.

MAGISTRADO CUMPLIDO: Señor presidente ante su requerimiento debo indicar que yo


escuché perfectamente.

MAGISTRADO PASCUALES: Vamos a reproducir esos dos minutos aproximadamente


donde el juez, el Dr. Peláez se refiere a ese punto que echa de menos el señor defensor.

FISCAL: Así lo haremos su señoría.

MAGISTARDO PASCUALES: ahí a partir del minuto 7

* Reproducción del audio No5 a partir del min7*

Juez: coordinación de la FGN dirección de fiscalías nacional especializadas anti narcótico y


lavado de activos, a través de diferentes técnicas de investigación especialmente la
interceptación telefónica, la vigilancia y seguimiento, se han venido identificando diversas
personas conformantes de una estructura delincuencial dedicada al narcotráfico a nivel
trasnacional la cual tiene como epicentro delictivo la costa norte y con destino intermedio a
países de centro américa, agregando que todas las actuaciones incluyendo búsqueda
selectiva en base de datos ha sido sometida a control previo o posterior como corresponde a
los jueces constitucional, el cúmulo de actuaciones realizadas, el hallazgo de comicios y más
fueron recopiladas en informe ejecutivo donde se da a conocer el listado de indiciados de
igual forma además de las personas identificadas, el despacho consideró pertinente hacerle
solicitud a los jueces constitucionales la expedición de ordenes de captura con el fin de
hacerlos comparecer en audiencia de formulación de cargos, orden emitida por el juez sexto
penal municipal de Cartagena

Así las cosas y con el ánimo de hacer las órdenes de captura efectiva, EMP Y EF, de
acuerdo al art 19 y siguientes del CPP solicito al fiscal ordenar diligencia de allanamiento y
registro de las viviendas que se relacionan para los fines comúnmente, así empieza a
describir cada una de las direcciones ya mencionadas donde fueron capturadas cada una de
estas personas aquí presentes con la respectiva fotografía.

El señor Fiscal aquí de manera verbal al momento de su intervención nos manifestó que
señor juez los bienes por registrar de donde los obtuvimos de la vigilancia y seguimiento
pasivo de personas, el señor fiscal fue claro al manifestar cómo habían llegado a esa
identificación de los bienes donde fueron capturados cada una de estas personas y así se
advierte en informe donde el agente del patrullero donde solicita el allanamiento y aparte de
ellos se pone de presente en dicho informe que no es solamente la vigilancia y seguimiento
de personas sino también interceptación de comunicaciones, búsqueda selectiva en base de
datos con control previo o control posterior.

Entonces es un momento trascendental de la audiencia que estamos haciendo ese control


posterior a una facultad que tiene la fiscalía de ordenar registro de allanamiento, para ello
debemos citar la sentencia del 18 de junio de 2014 MP Eugenio Carlier, RAD 43572 donde
se hace mención a una de las funciones del juez de control de garantías que ya se han
venido reiterando del año 2005 que entro en vigencia la ley 906 de 2004, en esa
jurisprudencia citándose el radicado 36562 del 13 de julio de 2012 la CSJ hablando de un
juez de control de garantías en sus funciones manifestó: En las audiencias preliminares el
punto de gravedad gira en torno de la erradicación de la arbitrariedad con la que el fiscal
pudiera realizar las intervenciones o limitaciones a derechos fundamentales del indiciado o
imputado, básicamente a la libertad y la intimidad.
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La pregunta que debe hacerse dicho funcionario, es decir el juez de control de garantías, en
cada audiencia de control de legalidad de actividades investigativas de la Fiscalía debe ser
si existieron, o existen –según se trate de control previo o posterior- motivos fundados para
tal proceder, o si por el contrario, tal actividad responde al mero capricho de quien ostenta el
máximo poder de represión como es el ejercicio de la acción penal, cuyo uso debe ser
severamente controlado en vigencia del Estado de derecho

Así, el test que realiza el juez de control de garantías en relación con los actos de
investigación adelantados por la Fiscalía, determina si las medidas de intervención de los
derechos fundamentales se llevaron a cabo de acuerdo con la Carta y con la ley: si están
llamadas a cumplir un fin constitucional claro, si eran adecuadas y necesarias para
producirlo, y si el objetivo compensa los sacrificios de tales derechos para sus titulares y la
sociedad; es decir, si fueron proporcionales; eventos en los cuales habría de declararse legal
dicho procedimiento.

Entonces haciendo énfasis y retomando al centro de la audiencia que es hacerle control


posterior a las órdenes de allanamiento, este despacho se encuentra con un tropiezo para
decretar la legalidad de esta actuación, teniendo en consideración de que cuando a uno le
llegan con un informe, al fiscal le llegan con un informe donde le están poniendo de presente
que de acuerdo con la labor que ya se lleva en investigación vigilancia y seguimiento de
personas el fiscal enfatizó en vigilancia y seguimiento de personas, búsqueda selectiva en
base de datos, intercepción de comunicaciones, el fiscal con eso verifica “ombe” si de
acuerdo a este vigilancia y seguimiento de personas, búsqueda selectiva en base de datos,
intercepción de comunicaciones, está relacionada x persona con quien vamos a librar las
órdenes de allanamiento y registro.

Pero vamos a ver que esa… si bien puede que exista esas diligencias legalizadas ante
jueces constitucionales tenemos pues que aquí le asiste razón a uno de los defensores que
de eso no se le dio traslado, yo pensé que de pronto había sido una omisión del señor fiscal
de mencionarlo, pero que si de pronto corrió el traslado, pero nosotros verificando cada una
de las carpetas a las que se les dio traslado omitimos o más bien se echa de menos esas
diligencias diligenciadas ante el juez de control de garantías, control previo o control
posterior de vigilancia seguimiento de personas que el señor fiscal hizo énfasis que en eso
era si como había obtenido la ubicación de cada uno de los bienes inmuebles a registrar

Pareciera que es un mero formalismo, no considero que sea un mero formalismo porque eso
repercute en el derecho fundamental a la intimidad de las personas investigadas
independientemente del apellido del delito que se tenga, independiente que la investigación
sea concierto para delinquir agravado, tráfico de estupefacientes agravado porque a las
personas les asiste la presunción de inocencia y aquí en esta audiencia de control posterior
de legalidad donde el fiscal debería de venir con todas las herramientas , con toda esa
actividad investigativa de que seguramente o posiblemente se hizo ante homólogos míos
jueces de control de garantías y presentarse simplemente para corroborar, porque no es mi
competencia determinar no eso es ilegal pero si mostrar ante el juez de control de garantías
en esta etapa mire el bien por registrar de nomenclatura tal donde capturaron Jesús Santoyo
Santa María se obtuvo de la vigilancia y seguimiento de personas mire la orden, aquí está el
acta de legalización ante un juez de control de garantías No 15 por poner de ejemplo.

Y con esas uno dice ombe hay motivo fundado para expedir la orden de registro de
allanamiento, ahí tenía el señor fiscal una vigilancia y seguimiento de persona con control
previo y control posterior ante el juez de garantías, pero eso aquí se echa de menos si no
que uno diga ñerda este señor de policía judicial tiene hablando en términos coloquiales una
bola de cristal aquí tiene la dirección CLL 7 No 671 aquí está la fotografía como se le
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demuestra eso al señor fiscal ya ellos el conocimiento privado que se le tenga de la


investigación, porque es una investigación que lleva dos años debe ser materializado aquí y
no quedarse con el conocimiento de la policía judicial, sino aportárselo al fiscal, el fiscal con
ello emitir la orden, porque las órdenes lo que demuestran al parecer eso tampoco se tuvo
en cuenta, porque al revisar todas y cada una y las órdenes dicen objeto de la orden,
ubicación , fotografía, finalidad, aquí estoy leyendo la del señor Muñeton que fue la primera
dice aportado por el funcionario Yerson, pero ¿cómo llegaron ahí?, ¿Cómo llegaron a esa
residencia? De eso parece de que es de conocimiento y si es así vamos a plasmarlo, aquí
esta, se tiene certeza de eso pero entonces muestren la juez de control de garantías donde
acuden para ejercer este control posterior como llegan a esa diligencia.

Sumado a ello también se echa de menos que en el art 221 inciso final se establece un
requisito específico para cuando los motivos fundados provengan de vigilancia y seguimiento
de personas esa norma dice cuando los motivos fundados surjan de la presencia de
elementos materiales probatorios, tales como evidencia física, vídeos o fotografías fruto de
seguimientos pasivos, el fiscal, además de verificar la cadena de custodia, deberá exigir el
diligenciamiento de un oficio proforma en donde bajo juramento el funcionario de la policía
judicial certifique que ha corroborado la corrección de los procedimientos de recolección,
embalaje y conservación de dichos elementos.

Requisito que se echa de menos en dicho asunto, teniendo como norte del informe de
investigador de campo que sirvió como motivo fundado que el señor fiscal enfatizó al inicio
de la audiencia de que la vigilancia y seguimiento de personas había sido fundamental para
logar la identificación de la residencia donde vivían cada una de estas personas.

Pues al despacho no tiene herramientas para decretar legal la orden de allanamiento y


registro que se profirió en cada una de estas personas que se encuentran aquí a capturadas
sumado a ello y lo que tiene que ver con el procedimiento que sigue a continuación al
despacho le surgen unas inquietudes tal cual como le surgieron a algunos defensores, la
diligencia de allanamiento y registro, terminó a las 6:00 am alguno de las 8:00 am.

Que la persona va a comparecer, entonces todos estos informes fueron recibidos por una
persona que al parecer no fue el Dr.Onilio a las 5:45 porque fue una firma diferente a la de
él. 21 de 2015 firma otra persona, no es la misma firma, es una firma diferente a la que se
dejó la constancia en el acta de derechos del capturado de cada una de estas personas. El
Dr. Onilio Yepes firma y dice: Dejo constancia, dice: Recibí comunicación una vez se produjo
la captura. Está la firma del Dr. Onilio, ¿Entonces quién recibió a las 5:45 de la tarde el
informe que debe recibir el fiscal? Porque es el fiscal el que recibe el informe, no la Policía
de Chambacú, es que no sé dónde se recibe este informe, eso no se explicó, debe dejarse
claro las constancias, ombe, sí, llegaron al medio día, pero hubo este inconveniente y por
eso duramos 5 o 6 horas para poner a disposición el informe. Pero entonces le conviene a la
fiscalía recibir el informe sino 8,9,10 horas después para que las 24 horas empiecen a
contar. Eso es algo que no es admisible en un procedimiento de esta magnitud. Entonces
son varios los reparos que no pueden legalizar este procedimiento, uno, la orden de
interceptación. Los motivos fundados no fueron, tienen que convencer al juez de garantías
que en el momento esté haciendo la audiencia de control a la orden de interceptación, no
quedarse en las cajas de la fiscalía o la policía judicial, las otras actividades investigativas
que seguramente han venido haciendo con mucho juicio durante estos dos años.

No sabemos las actas de legalización de la ¿? No se nos puso de presente. No se nos puso


de presente las actas de legalización ante jueces de control de garantías de interceptación
de líneas telefónicas, hay dudas con respecto a la materialización de derecho con respecto a
la puesta en disposición, cómo se hizo ese control previo de legalidad que la fiscalía tiene
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Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

que hacer. Lo hace por teléfono a las 6 de la mañana, pero después lo hace la policía a las
12 del día y después a las 5:45 recibe alguien de la fiscalía seguramente el informe y ahí sí
vemos donde el señor juez que ya a las 5:45, son 24 horas, mañana se vence el término.
Entonces por esta razón nosotros debemos decretar la ilegalidad como ya lo dijimos de las
órdenes de allanamiento y registro como consecuencia de los resultados obtenidos que
fueron las incautaciones de los celulares, sim cards y demás aparatos que se mencionaron
en la diligencia y por ende la libertad, porque la captura dependió de esas diligencias de
allanamiento y registro de Jorge Eduardo Sánchez Muñetón, Jesús Antonio Santoyo, Jorge
AyolaArrieta, William Santoyo, Dairon Plata Julio, Wilson Perilla, Henry Suarez Crispin, Nafer
Galindo Ramos, notificado en estrado la decisión, procede recurso.”

Una vez anunciada la decisión anterior, el representante de la Fiscalía interpuso el


recurso de reposición y, en subsidio el de alzada, para cuya sustentación se concedió
un receso de 45 minutos. Tras la suspensión, el Dr. Onilio Yepes anunció que
desistiría del recurso de reposición, y que solo procedería con el recurso vertical. Fue
así que se procedió, y en su sustentación, el fiscal delegado abordó varios aspectos,
en los cuales dejó ver su sorprendimiento con el hecho de que se le exigieran más
EMP, además del informe policial de fecha 20 de julio de 2015, y que se desconfiara
de la información consignada en esto. Así se expresó:

“nunca, señor Juez, nunca, en mi experiencia judicial ningún juez de la Republica me había
dicho que yo para respaldar un allanamiento debo anexarle el resto de evidencias, y usted
se quedó corto señor juez, porque usted advirtiendo esa irregularidad que cometió este
señor de mentir en este informe, porque si usted no le cree al informe, es que está diciendo
que esto es falso o que el mintió, usted debió compulsarle copias como era su deber por
falsedad ideológica por consignar mentiras, entonces estamos en el dilema, ¿Mintió o no
mintió? ¿Por qué no le cree, señor juez? Así, queda difícil actuar cuando me están exigiendo
requisitos que no me exige la ley.

Ahora, usted no es un convidado de piedra, si usted quería ver el respaldo probatorio de


esto, no porque me lo exija la ley sino porque usted no le creyó a este señor, hubiera pedido
señor juez, ahí están, esta investigación tiene más de dos años, sendos controles se han
hecho ante jueces de control de garantías, aquí nada se ha hecho sin autorización cuando
se requiere una orden de un juez de control de garantías, créame que si la norma exigiera
un motivo distinto a un informe de policía judicial para impartir una orden, yo no estuviera
haciendo este recurso, su posición señor juez llega al extremo de incluso de que el fiscal
para impartir cualquier acto de investigación, siempre debe estar precedido por un informe
de policía judicial, y eso no es cierto.

Yo soy del criterio que un fiscal puede hacer una orden de allanamiento contando con los
elementos materiales probatorios que tenga, porque si el legislador fue laxo y dijo que
incluso podría hacerlo un informante, un testigo, quien más que un funcionario de policía
judicial en el ejercicio de sus funciones con las consecuencias que ello acarrea. Ahora bien,
es que el allanamiento tampoco era para demostrar la responsabilidad de los procesados en
este asunto, los fines eran materializar la captura, que en el evento de la materialización de
la captura se encontrara evidencias, por ello se extiende la orden a ese punto.”
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Radicación: 110016000717201500042-00
Interno G. 27 No. 003 de 2017
Procedencia: Fiscalía 9ª Delegada ante Tribunal Superior de Bogotá
Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

Acto seguido, al disponer el traslado a los no recurrentes, el funcionario judicial


acusado, además expresó lo siguiente: “Gracias señor fiscal, voy a darle traslado de
este recurso de apelación a los no recurrentes que es el procurador y a los
defensores, haciendo manifestación enseguida de que nunca compulsé copias porque
yo nunca dije que ponía en duda la veracidad del contenido del informe. Dije esta es
una investigación seria, seguramente están en las cajas las cosas que eché de
menos. Entonces le voy a dar el traslado a los no recurrentes para que se pronuncien
acerca de este recurso de apelación, que parecía de reposición porque me estaba
hablando directamente a mí, señor procurador.”

En relación al trámite del recurso, y a los motivos del desistimiento del recurso
horizontal de reposición y, posteriormente, del de apelación, el fiscal Onilio Yepes, al
momento de rendir su declaración en el juicio oral, explicó que ello hizo parte de una
estrategia para tramitar nuevamente las órdenes de captura, y aprehender a los
procesados, mientras estuvieran confiados por la espera de la resolución del recurso
de apelación:

“FISCAL: doctor igualmente manifiesta usted que interpuso recurso de apelación y desistió
para acudir a pedir las ordenes de captura, dígale a la honorable Sala si en efecto usted
acudió a otro juez para solicitar las capturas

TESTIGO: sí se desistió del recurso y se acudió ante el juez BACRIM de la ciudad de


Barranquilla, quien accedió a nuestra petición e impartió nuevamente las órdenes de captura

FISCAL: ¿recuerda cuánto tiempo transcurrió desde estas diligencias y el desistimiento de


recurso a cuando usted vuelve a acudir al juez de garantía para las nuevas capturas?

TESTIGO: no recuerdo con exactitud pero no debieron pasar más de 2 días o al día
siguiente, fue inmediata .porque quisimos como estrategia investigativa aprovechar la
convicción que tenían los procesados a que no se resolviera el recurso no podían ser
capturados, en ese orden de ideas se renuncia al recurso, se solicitan las capturas y se le
entrega a policía judicial para que sean ya materializada, la mayoría se fueron
materializando una a una y hoy en día casi que un 95% todas esas personas pre acordaron
y todas están condenadas.

FISCAL: creo que fui yo, la última parte señor testigo que no la escuche, ¿discúlpeme?

TESTIGO: indicaba, repítame la pregunta señora fiscal, no…

FISCAL: es que la última parte de su respuesta no la escuche sino hasta que se “fueron
materializando una a una” creo que dijo algo adicional
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Radicación: 110016000717201500042-00
Interno G. 27 No. 003 de 2017
Procedencia: Fiscalía 9ª Delegada ante Tribunal Superior de Bogotá
Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

TESTIGO: correcto, se fueron materializando una a una, a la fecha de hoy creo que en un
95% todas las personas están capturadas solamente Luis Fernando Quitian Rincón, alias
Lucho es la persona que está en juicio porque no aceptó cargos, del resto que tenga
conocimiento en la mayoría de los casos aceptaron cargos.”

Tras el anterior recuento, como comentario preliminar, constata esta Sala Penal que,
en efecto, la decisión que adoptó el Juez Jhonatan Peláez recaía sobre una actuación
que se adelantaba por un delito relacionado con el tráfico de narcóticos, de tal manera
que, se estructura objetivamente la causal de agravación del punible de prevaricato
por acción, establecida en el art. 415 del C.P., y que fue materia de acusación.

De cara a la tipicidad objetiva del punible de prevaricato por acción, soslayó el juez
acusado tres aspectos que lo llevaron al equívoco que lo trajo a juicio: el primero, es
que el código de procedimiento penal en sus artículos 219, 220 y 221, establece que
para la procedencia del acto investigativo de registro y allanamiento se requiere
apenas de motivos razonablemente fundados, que bien podían ser acreditados
simplemente a través de un informe de policía judicial como el presentado.

Ahora, en la actividad instructiva no es extraña la elaboración de informes que se


remitan a otras actuaciones, pues es apenas comprensible, y en particular en un
proceso complejo, que los resultados reportados por diferentes investigadores dentro
de un mismo programa metodológico converjan en un solo informe en el que se
reporte al fiscal la necesidad de proseguir con otro acto investigativo determinado,
como el registro y allanamiento de inmuebles.

En estos casos, debe auscultarse la naturaleza de la información vertida en el informe


para verificar si era razonable la vinculación de sus propietarios, poseedores o
visitadores con la realización de un delito, pues lo pretendido con la normatividad
pertinente es que la intromisión en la morada de los procesados, o en cualquier otro
lugar que frecuente, no sea capricho del fiscal ni de las autoridades a cargo, en
desmedro de sus garantías constitucionales.

Es el caso del informe policial de fecha 20 de julio de 2015, extendido por el patrullero
Gerson Piñeres Porto, mediante el cual se indicaban una serie de inmuebles en los
que, de acuerdo a pasadas diligencias de interceptación de comunicaciones y
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Radicación: 110016000717201500042-00
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Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

seguimientos a personas, a juicio del investigador sería posible encontrar a las nueve
personas cuya captura se había ordenado ya apenas unos días atrás, el 16 de julio de
mismo año.

Dichas actuaciones debían contar cada una con sus respectivos controles posteriores,
tal y como lo sostuvo el fiscal Onilio Yepes en su intervención, sin embargo, lo echado
de menos por el juez Peláez Sáenz fue más allá, al pretender revisar el contenido de
todos los informes de las vigilancias y seguimientos a personas e interceptaciones
telefónicas que ya habían sido objeto de análisis por un funcionario de policía judicial,
el cual relacionó en el informe del 20 de julio de 2015 las conclusiones que extrajo, y
que tuvo a su vista el doctor Peláez, y que ya habían sido objeto de control posterior.

Considera la Sala que para satisfacer el grado de conocimiento mínimo que demanda
la ley para impartir aprobación al acto investigativo denominado registro y
allanamiento bastaba con tomar en consideración la reseña contenida en el informe
de policía judicial, pues en este se especificaban los métodos de investigación, las
direcciones obtenidas, con nomenclatura y fotografías, con indicación suficiente para
constatarlas con los datos contenidos en los correspondientes informes de captura.

Es que debe recordarse que la diligencia que dirigió el doctor Peláez Sáenz no tenía
por objeto hacer el control posterior de las vigilancias y seguimientos a personas ni de
las interceptaciones telefónicas, luego no le correspondía a este propiamente
auscultar sobre la legalidad de esas actividades.

Así las cosas, en respuesta al extenso alegato de la defensa atinente a que el informe
de policía judicial adiado 20 de julio de 2015 no cumplía con la totalidad de los
requisitos de que trata el art. 209 del C.P.P. para el caso de los informes de
investigador de campo, y además no tenía diligenciado todos los acápites del formato,
incluido el de los anexos, debe la Sala apuntar a que tales inconsistencias mínimas
debían apreciarse de manera razonada por el funcionario judicial, para determinar si
tenían la potencialidad de anular del todo el valor probatorio del elemento.

Entonces, si de lo que se trataba era de solventar las inquietudes que postularon los
defensores en tal sentido al hacer las respectivas intervenciones, por principio de
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Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

buena fe lo pertinente era darle traslado de esas manifestaciones a la Fiscalía, e


invitarla a despejar todo manto de duda sobre lo reportado por su investigador en el
informe del 20 de julio de 2015, por ejemplo, a través de la exhibición de las actas de
las audiencias de los respectivos controles posteriores.

Lo anterior, vale decir que en modo alguno constituía actividad probatoria de oficio a
favor de la Fiscalía, como lo planteó la defensa en sus alegaciones, solo es el derecho
a réplica que un funcionario judicial debe conceder dentro de una correcta dirección
de la audiencia cuando una parte pone en entredicho la regularidad o la legalidad de
un elemento trasladado.

Dentro de ese pertinente derecho de réplica, en últimas, era potestad de la Fiscalía


decidir si para superar las observaciones en torno al informe de fecha 20 de julio de
2015 lo complementaba con otros EMP y/o las actas de las audiencias preliminares de
controles previo y posterior. En caso de no proceder de conformidad, el panorama
habría sido distinto, pues el doctor Peláez Sáenz al menos hubiese podido enterarse
de las razones por las cuales el doctor Onilio Yepes, Fiscal del caso, optaba por no
complementar su sustentación inicial, y así apreciar el cuadro a completitud. Pero no
se le dio esa oportunidad al fiscal solicitante, quien posteriormente, en la sustentación
de su recurso dejó ver toda la sorpresa que le generó la decisión y sus
consideraciones, pues tenía a la mano todos los EMP y se encontraba dispuesto a
mostrarlos.

Finalmente, como tercer aspecto, tampoco tuvo en cuenta el ex servidor enjuiciado


que se encontraba habilitado para requerir directamente al Fiscal Onilio Yepes a la
exhibición de elementos materiales probatorios determinados, o a la entrega de las
constancias de controles posteriores echadas de menos, pues en su rol de juez de
control de garantías estaba obligado a velar tanto por el eficientismo y el garantismo
del derecho penal, en tanto que le corresponde a estos jueces preservar los derechos
y libertades individuales que consagra la Constitución y, al mismo tiempo, favorecer la
eficacia de la investigación penal como método escogido por las sociedades
civilizadas para sancionar el delito y materializar la justicia, como se explicó
ampliamente en la sentencia C- 396 de 2007.
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Radicación: 110016000717201500042-00
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Decisión: Absolver

En estas condiciones, deviene manifiesta la trasgresión del orden jurídico con la


declaratoria de ilegalidad de los procedimientos de registros y allanamientos puestos a
consideración del procesado el día 22 de julio del año 2015, a la cual se arribó tras un
deficiente manejo de la audiencia por parte del entonces juez de control de garantías y
tras una errada determinación del estándar de conocimiento requerido para decidir el
asunto puesto bajo su consideración.

En tal virtud, la decisión del juez resulta ser palmariamente contraria a la ley, porque
no está soportada en una hermenéutica aceptable sino que por el contrario, tal como
fue concebida, responde objetivamente a un grosero desconocimiento de las normas
aplicables a la materia, sin que sea posible establecer que haya correspondido a un
querer arbitrario y caprichoso del funcionario.

Ahora, igualmente se observa que el juez Peláez en su decisión también realizó


algunos cuestionamientos en torno a la oportunidad de la puesta a disposición de los
capturados, debido a que se indicó por parte del fiscal solicitante que, una vez
materializadas las capturas y finalizadas las diligencias de registro y allanamiento, fue
enterado de ello vía telefónica, antes de que fueran traídos a la ciudad de Cartagena.

En principio, tal razonamiento tampoco se avizora atinado, en la medida de que una


llamada telefónica no puede equipararse a la formalidad que amerita la puesta a
disposición de un capturado, ni la entrega del respectivo informe de las diligencias de
registro y allanamiento, por parte de los agentes de la policía judicial al fiscal del caso.
Sin embargo, estas consideraciones de la decisión cuestionada, no le merecieron
reproche alguno a la Fiscalía en su acusación, de manera que la Sala, por principio de
congruencia, tampoco se detendrá en este aspecto, para solventar a partir de allí la
tipicidad objetiva del punible de prevaricato por acción.

4. La decisión absolutoria que adoptará esta Sala tiene como sustento la ausencia de
medios de pruebas que den cuenta, bien sea directa o indirectamente, de que el
procesado actuó con la intención de transgredir con su decisión el orden jurídico.

En ese sentido, se incorporó en el juicio oral el audio de la audiencia de fecha 22 de


julio de 2015, en la cual se registra todo el direccionamiento de la diligencia por parte
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Radicación: 110016000717201500042-00
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Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

del doctor Peláez Sáenz, quien durante la intervención del fiscal solicitante no
demostró ninguna iniciativa en aras de obtener de este un medio de prueba en
específico que considerara faltante en el traslado de los EMP, y que, en efecto, fueron
referidos de manera reiterativa por el fiscal Onilio Yepes como el sustento o el punto
de partida del informe policial de fecha 20 de julio de 2015, las cuales eran las resultas
de las actuaciones investigativas de seguimientos a personas e interceptaciones
telefónicas.

Es por lo anterior, que resulta plausible la tesis de la defensa consistente en que,


desde el momento mismo de la sustentación de la solicitud por parte del fiscal, el juez
Peláez se interesó en dichas actuaciones de vigilancia y seguimiento a personas e
interceptaciones telefónicas, que eran referenciadas por el propio solicitante. Lo
anterior, quedó corroborado en las consideraciones ofrecidas por el doctor Peláez en
su decisión, donde apuntó una y otra vez a que él esperaba que el fiscal le entregara
las actas de control previo y posterior, y los EMP relacionados con las vigilancias y
seguimientos a personas e interceptaciones telefónicas, lo cual no sucedió.

Respecto a esa tangible realidad, no se acreditó que el juez Peláez Sáenz dominara
con anterioridad a ese día el tema de que un informe de policía judicial, con las
características del que le fue puesto de presente, esto es, uno signado por un policial
que realizara una reseña de otras actuaciones investigativas, sin adjuntarlas o sin
incorporar las actas de controles posteriores, tuviese una capacidad probatoria
autónoma a estas. Aptitud probatoria que, si bien no es contundente ni alta, sí era
suficiente frente a la naturaleza del asunto que debía decidir el acusado en aquella
oportunidad.

Tampoco se tiene conocimiento de que el acusado, en su corta experiencia como juez


de control de garantías para la época de los hechos, aproximada apenas a un año y
medio, hubiese exteriorizado en otros escenarios un criterio distinto al que desarrolló
el día de la audiencia, es decir, que tuviese dominio sobre los deberes que tenía como
juez de control de garantías en caso de duda, como la que tuvo en el sub examine,
para dar el derecho a réplica o requerir de las partes la exhibición de elementos
materiales probatorios adicionales al informe de policía judicial que de ordinario se
esgrimen en ese tipo de solicitudes.
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Radicación: 110016000717201500042-00
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Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
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El aspecto relacionado con el manejo de asuntos similares en la experiencia del


procesado, entre otros, ha sido tenido en cuenta por la Sala de Casación Penal de la
Corte Suprema de Justicia, a la hora de examinar la intencionalidad de los
funcionarios acusados por el punible de prevaricato por acción. Así, lo vemos, por
ejemplo, en el estudio del caso en concreto abordado en el pronunciamiento SP- 641-
2021, proferido dentro del Rad. 54.153, en el que, además de la constatación
protuberantes razonamientos inconsistentes o falaces, la Corte descontó de forma
desfavorable al procesado, en sede de tipicidad subjetiva, la amplia experiencia con la
que contaba:

“Dicho esto, con relación a la tipicidad subjetiva – dolo- el Tribunal indicó que tal categoría
aparece acreditada dado que DILIO CÉSAR DONADO MANOTAS: (i) tiene experiencia por más de
15 años, por lo que conocía cuál era la normatividad que debía aplicar y, pese a ello, decidió
no aplicarla; (ii) fundamentó su decisión en una providencia emitida por el Tribunal Superior
de Cundinamarca que no guardaba similitud con el caso que él debía resolver; (iii) en otros
asuntos, frente a solicitudes similares, el juez sí aplicó el artículo 540 del C. P. C., que en este
asunto caprichosamente soslayó; y, (iv) de manera caprichosa «se enfrascó en el estudio de
la garantía hipotecaria, aspecto que, en lo absoluto, fue objeto de lo que se le requirió, ya
que, por enésima vez, se le deprecó un trámite ejecutivo simple y no uno hipotecario».

La Sala comparte los argumentos del Tribunal. En efecto, la valoración conjunta de los
elementos probatorios presentados en la audiencia, permite afirmar, más allá de toda duda
razonable, que el enjuiciado conocía la contrariedad manifiesta entre las decisiones del 13 de
junio y 14 de julio de 2008, y la ley, y, además, quiso su materialización.

En primer lugar, a fin de precisar el punto, fue demostrado que el acusado, desde el año 1992
se encuentra vinculado a la Rama Judicial en el cargo de Juez Segundo Civil del Circuito de
Barranquilla en propiedad,3 y que ha cursado diferentes estudios, entre ellos,
especializaciones en derecho procesal civil y comercial. De modo que no solo contaba con
amplia experiencia específica en los temas y situaciones propias del cargo, sino que se
encontraba altamente capacitado para el cumplimiento de las funciones que se le asignaban.

Además de lo anterior, con el fin de darle visos de legalidad a sus decisiones, DILIO CÉSAR
DONADO MANOTAS se fundamentó en la providencia de fecha 13 de junio de 2005, emitida por
la Sala Civil-Familia-Agraria del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca,
decisión que, en primer lugar, no se constituye en un precedente jurisprudencial; y, en
segundo término, no guarda similitud con el caso que él debía resolver, pues, el asunto
resuelto por esa Corporación se trató de un proceso ejecutivo hipotecario al interior del cual el
demandante cedió sus derechos a favor de otras personas; en este asunto, la cesión del
crédito hipotecario que realizó Mariela Mariela Vecino de Rueda a favor de Carolina Rueda
Vecino, no guardaba ninguna relación con la ejecución de las once letras de cambio que ésta
última le endosó a Promotora Kosmos S.A.

3 Estipulación probatoria N° 2.
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Radicación: 110016000717201500042-00
Interno G. 27 No. 003 de 2017
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Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

Sumado a lo anterior, otro hecho demostrativo del dolo con el que actuó el procesado, se
radica en sus maniobras encaminadas a desviar de manera caprichosa y arbitraria el que era
el objeto de su análisis – la ejecución de las once letras de cambio- a un tema que no era de
su competencia – cesión del crédito hipotecario que realizó Mariela Mariela Vecino de Rueda
a favor de Carolina Rueda Vecino-, al punto que, en ninguna de las dos decisiones mencionó,
siquiera tangencialmente, las once letras de cambio, precisamente los títulos valores que se
pretendían ejecutar. Si el juez se hubiese ceñido al que era el objeto de su estudio, la
decisión no hubiese sido otra que admitir la demanda promovida por Promotora Kosmos S.A.,
y la acumulación al radicado N° 2003-00308, como finalmente se lo ordenó el Tribunal en el
proveído del 26 de noviembre de 20094, que revocó la decisión del 13 de junio de 2008.”

Como vemos de la anterior cita, además de aspectos circundantes o externos a la


resolución judicial que se tilda de contraria a derecho, como lo es la experiencia del
funcionario, o cuando se demuestran intereses corruptos5 o ilegítimos en la decisión
adoptada6, en ocasiones es posible derivar la intencionalidad del agente a partir de
aspectos internos de la decisión misma, sin que esto constituya un juicio de
responsabilidad eminentemente objetivo. Así, sucede, por ejemplo, cuando la
argumentación de la decisión es torcedera de la realidad procesal, presenta
razonamientos alejados de toda lógica judicial o nula sustentación7.

Sin embargo, en este caso, no se observan planteamientos descabellados o


impensables en la decisión cuestionada, como quiera que el eje central de la
determinación del juez Jhonatan Peláez lo fue el hecho de considerar que, como juez
de control de garantías, no estaba facultado para instar a las partes a que aclararan o
complementaran aspectos probatorios de sus solicitudes, tal y como sucedería si se
tratara de una audiencia de conocimiento, en virtud de la prohibición de la prueba
oficiosa derivada del principio adversarial que rige esta fase procesal.

El anterior fue el razonamiento que en todo momento esbozó el funcionario acusado, y


que, incluso, resulta coherente con el particular comportamiento pasivo que asumió
durante la dirección de la audiencia preliminar a su cargo. De ahí que sea plausible
que esta fuese el criterio jurídico del acusado, sin que, necesariamente, entrañara una
intención ilícita o corrupta.

4 A folios 33 a 40, cuaderno de anexo N° 9.


5
CSJ, SP3434-2021. Radicación No. 57286
66
CSJ, SP3450-2021. Radicación No. 49417
7
CSJ, SP2129-2022. Radicado No. 54153
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Delito: Prevaricato por acción agravado
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También vale la pena destacar que quedó demostrado, a partir de los testigos de
descargo Juan David Flórez García y María Isabel Santos Ramos, quienes eran
jueces de control de garantías de esta ciudad para la época hechos, que el doctor
Peláez, al suspender la audiencia en cuestión para decidir, les consultó sobre el tema,
y si bien los testigos no recordaban de la mejor manera muchos detalles de la reunión,
sí fueron claros al señalar que en ese momento al procesado le inquietaba la falta de
entrega de los elementos materiales probatorios que sustentaban la solicitud, lo cual
se acompasa con lo que posteriormente decidió.

La falta de acreditación puesta de relieve, respecto a que el juez Peláez Sáenz, en su


experiencia profesional para ese entonces había conocido de asuntos de la misma
naturaleza y en las mismas circunstancias, impide inferir un mayor grado de
conocimiento de este sobre la materia a decidir. En ese sentido, el procesado depuso,
indicando que era la primera vez que, en una diligencia de legalización de registro y
allanamiento, se le entregara como soporte de la solicitud un informe policial en las
mismas condiciones que el que le fue exhibido en la audiencia del 22 de julio del año
2015:

MIN. PÚBLICO: creo que ya se había manifestado el Dr. Jhonatan al respecto, pero quiero
volver a escucharlo… con el Dr. Onilio usted había dicho que era la primera vez que se le
presentaban ese tipo de audiencias con tantos capturados y pues de las circunstancias que
tuvo, ¿pero tuvo alguna otra diligencia en el mismo sentido, que usted considere que haya
existido este defecto factico en la carga argumentativa de EMP por parte del fiscal?

PROCESADO: Sí tuve otras audiencias, incluso con el Dr. Ricardo Carreazo en los meses
anteriores, había realizado 2 audiencias de narcotráfico, como con 10 o 15 capturados, que
demoré tres semanas y en esa audiencia no encontré esa falencia, sino que por el contrario,
él respaldó esa orden de allanamiento con anexos y EMP, le dieron traslado a las otras
partes, me corrieron el traslado a mí y yo pude verificar en ese momento que la solicitud de
la policía judicial si guardaba verosimilitud con la actividad investigativa que se realizaba. Es
más, el fiscal me corrió traslado de resultados de interceptación de comunicaciones, de
búsqueda selectiva en bases de datos que me permitía a mi encontrar esa verosimilitud. Y
había un informante que era el que había dado las direcciones, entonces el Dr. Carreazo
además de entregármelas direcciones que estaban en el informe de policía judicial, eso
estaba respaldado además con la declaración del informante y ahí pude verificar la
verosimilitud, pero además así que tuvieran falencias parecidas no, era la primera donde
aplicaba el tema de vigilancia y seguimiento y era la primera y única diligencia que hice,
donde no me dieron traslado de los elementos materiales probatorios y los motivos fundados
aparte del informe de policía judicial.
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Sobre este tema, la Sala de Casación Penal, en reciente pronunciamiento SP- 1371
de 2022, proferido dentro del proceso con rad. 58077, vemos cómo el Alto Tribunal
destacó la importancia de que, en asuntos de esta estirpe, la Fiscalía realice un
esfuerzo probatorio encaminado a acreditar la experiencia especifica del funcionario
acusado en asuntos similares a los resueltos en la actuación donde se profirió la
decisión manifiestamente contraria a la ley, y tendiente a acreditar la falta de
complejidad que revestía el caso:

“A pesar de lo anterior, para la Sala de Casación Penal no es viable predicar, más allá de la
duda razonable, que el Juez implicado hubiese procedido con conocimiento y voluntad, esto
es, dolosamente encaminada su conducta a ignorar el artículo 41 de la Ley 153 de 1887.

Más allá de afirmaciones en torno de otras maneras de interpretar las normas jurídicas
pertinente y deducciones a manera de indicios, en el juicio oral no quedó demostrado que
dicha conducta haya sido ejecutada con la clara intención de subvertir el ordenamiento
jurídico.

En efecto, se destacó la experiencia específica del Juez implicado, para derivar de ahí que
maliciosamente se apartó del mandato legal. Empero, no aparece medio de prueba alguno
en relación con los estudios supuestamente adelantados por aquél. En cambio, lo único que
se certificó fue su nombramiento y posesión como Juez Civil del Circuito de Descongestión
de Sabanalarga, el 3 y 4 de abril de 2014, respectivamente, esto es, sólo 7 meses antes de
haber proferido la sentencia tildada de prevaricadora.

Que el asunto sometido a la decisión del implicado no resultaba complejo, es la particular


apreciación de ese asunto por parte del Tribunal Superior, al punto de afirmar que la «norma
a aplicar era fácilmente comprensible y además estaba suficientemente decantada por la
jurisprudencia». El Juez Colegiado no se hizo estudio acerca de pronunciamientos
jurisprudencias en los cuales se hubiese dilucidado por completo la problemática en
discusión.

En vez de una percepción anticipada acerca de la simplicidad o facilidad del tema relativo al
conteo de los términos de prescripción del derecho de dominio sobre inmuebles, no se hizo
un análisis específico del caso concreto, en aspectos tales como el volumen de las pruebas,
la cantidad de partes, las vicisitudes propias del asunto, las diferentes alternativas que
apareja la solución a los problemas jurídicos, las convergencia y articulación de las normas
aplicables; y las diversas hermenéuticas, entre otros aspectos.

En lo atinente a que el acusado actualizó su conocimiento, al habérsele enterado en la


contestación de la demanda sobre las implicaciones del artículo 41 de la Ley 153 de 1887,
ello tampoco quedó claro; pues no fue desmentida la afirmación de la defensa, según la
cual, como se trató de un acto de parte extemporáneo, esos planteamientos para
excepcionar no se tuvieron en cuenta; y tampoco a partir de ahí podría deducirse un
ocultamiento malintencionado; pues, es posible que el Juez haya leído o conoció el memorial
con aquellas explicaciones, pero ello, a lo sumo demostraría que no ignoraba la vigencia del
mencionado artículo 41; lo cual nada claro permite inferir acerca de la interpretación
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otorgada al conjunto normativo convergente y a la fuerza de convicción asignado a las


pruebas practicadas.

Tampoco es apropiado que, para deducir el dolo, el A-quo se haya adentrado en una crítica
severa a algunos argumentos de la defensa para plantear como hipótesis alterna, que el
implicado pudo haber incurrido en error. De ese modo, quedó la impresión de que se estaba
realizando un juicio de desvalor sobre los planteamientos defensivos, con otra serie de
afirmaciones y deducciones basada en derecho civil, antes que fortaleciendo la inferencia
indiciaria contra el procesado.

4.4. Para la Sala de Casación Penal, el examen íntegro de la sentencia proferida por el
acusado, permite inferir cuando menos, la falta de suficiente conocimiento y experiencia,
antes que una conducta dolosa; dado que, si bien, en el texto del fallo cuestionado se insertó
un resumen de la contestación de la demanda, a renglón seguido se escribió que tal
contenido no será valorado por extemporáneo.

En aquel contexto, que el juez GÓMEZ LOZANO no haya explicado en la sentencia de


pertenencia las razones por cuales no aplicó artículo 41 de la Ley 153 de 1887, no
demuestra el ánimo doloso, como parece haberlo entendido el A-quo.

Para demostrar lo contrario, la Fiscalía habría podido acreditar la experiencia del


acusado en el ejercicio de la función judicial, en lugar de suponerla o darla por obvia;
ni podía soslayarse, como sugiere el Procurador, bajo su personal convicción de que
al tratarse de un asunto de escasa complejidad, el mayor o menor conocimiento del
oficio de Juez Civil del Circuito resultaba irrelevante, desconociendo que aún en lo
más simple, si se carece de bases y fundamentos, se puede incurrir en yerros que, no
por ello, reflejan una decisión dolosa, arbitraria y caprichosa.” (Negrillas y subrayas
de la Sala).

Aunada a la nula actividad probatoria en este sentido, tal y como vehemente lo


destacaron la defensa y la representante del Ministerio Público, tampoco la Fiscalía en
sus alegaciones finales demandó de la Sala una valoración de las restantes
probanzas, distinta a la aquí efectuada, pues lo cierto es que en estas no se refirió en
absoluto al aspecto subjetivo de la infracción.

5. En ese sentido, se insiste, no se aprecia una voluntad dirigida a la realización del


tipo penal de prevaricato por acción agravado, con lo que no se encuentra completo el
juicio de tipicidad para proseguir con el análisis del resto de categorías dogmáticas del
delito, y como quiera que no se acreditó más allá de toda duda la estructuración del
elemento subjetivo del delito de prevaricato por acción, tal como lo demanda el artículo 381
del C.P.P, se proferirá la decisión absolutoria.
33
Radicación: 110016000717201500042-00
Interno G. 27 No. 003 de 2017
Procedencia: Fiscalía 9ª Delegada ante Tribunal Superior de Bogotá
Procesado: Jhonatan José Peláez Sáenz
Delito: Prevaricato por acción agravado
Decisión: Absolver

En mérito de lo expuesto, el TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL DE


CARTAGENA, EN SALA DE DECISIÓN PENAL, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley,

R E S U E L V E:

PRIMERO: ABSOLVER al doctor Jhonatan José Peláez Sáenz, de los cargos que le
fueron enrostrados por el delito de prevaricato por acción agravado, conforme a
hechos motivo de investigación.

SEGUNDO: Notifíquese esta decisión en estrados. Contra la presente sentencia


procede el recurso ordinario de apelación.

TERCERO: Una vez en firme esta decisión, procédase al archivo definitivo de las
diligencias.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

FRANCISCO ANTONIO PASCUALES HERNÁNDEZ


Magistrado Ponente

JOSÉ DE JESÚS CUMPLIDO MONTIEL


Magistrado
(Con salvamento de voto)

ANTONIO LAITANO LEAL


Conjuez

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