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Apuntes y Aportes para La Gestion Curricular
Apuntes y Aportes para La Gestion Curricular
APUNTES Y APORTES
PARA LA
GESTIÓN CURRICULAR
. tíCJJJ~Iusz
DEPARTAMENTO DE EDICIONES
ÍNDICE
P:tg
Dirección: Martha Güerzoni de García Lanz
Prólogo ...,
Directora de colección: Dra. Graciela Frigerio
l. ¿De qué hablamos cuando hablamos -:
Correctora de estilo: María Emma Barbería de gestión curricular?
Virginia Piera Margarita Poggi
Primera aproximación a la gest1on curricular.
DEPARTAMENTO DE ARTE El recorrido se complica: los directivos.
¿especialistas o generalistasí
Dirección: Sandra Don in En.tre algunas rupturas y otras certezas: el asesoramiento.
Apuntes y aportes para una apertura a la gestión curricular.
Diseño de tapa: Fabiana Di Matteo
Ariana jenik 2. Currículum, racionalidad y discurso didáctico. 21
Diego Salinas
¿Qué es eso llamado currículum?
¿Qué nos dicen las definiciones'
Currículum: proyecto y realidad.
La teoría del currículum.
Perspectivas de teorización e investigación curricular.
Modelos de racionalidad en el discurso curricular.
curricular?
MARGARITA POGGI*
PRIMERA APROXIMACIÓN
A lA GESTIÓN CURRICID..AR
No rodemos hablar de la gestión curricular sin enmarcarla en la sentación escénica.· Seúalar. Jnclicar.; Puntu:1r. poner por escrito los
signos onogdficos necesarios./ Apunr:dar. poner puntales.
gestión educati\·a, la cual imrlica construir saberes teóricos i prácticos
en relación con la organización del establecimiento escolar. con las Aportar: Arribar a un puerto./ Llegar a pane no pensada después
cuestiones de la administración, con la vinculación con los organisn1os ele haberse e:-.:rraviaclo./ Acudir a determinado lugar. :1cercarse.
·h: centrales del gobierno escolar, con los actores que forman parte ele la llegarse./ Dar. proporuonar./ LLevar cada cual su parte al fondo co-
institución, con otras instituciones, etc. ·Por supuesto, no podríamos mún.
agotar aquí la enun1eración del conjunto de saberes requeridos para la
gestión educativa. Ahora bien, ¿qué significados desearíamos recortar y subrayar respec-
Ahora bien, la gestión curricular supone focalizar algunos ele los as- to del tema que nos convoca:> En relación con el término "apuntar", nos
pectos incluidos en la gestión educativa y profundizarlos, ampliarlos, parece importar..te recordar los otros significados que se pueden asociar,
._complejizarlos, completarlos¡¡ Se trata en realidad de "poner una lupa" luego del primero que generalmente se nos ocurre (apuntar con un ar-
·sobre algunas cuestiones para agrandar la imagen, percibir los detalles ma} los ele señalamiento y anotación; el apuntador que lee a los acto-
con mayor nitidez y avanzar en algJ.mas líneas de acción. Se trata de res; la puntuación, en tanto poner signos y marcas; el apuntalamiento
abordar, centralmente, los saberes vinculados en forma directa con la en tanto sostén y apoyo. Otra asociación que se nos pasa "por la cabe-
dimensión pedagógico-didáctica. La misma da cuenta ele las tareas sus- za" es la de "tener en la mira", con la idea de mirada y focalización.
tantivas de las instituciones educativas, el enseñar y el aprender, es de- "Apuntes" nos reenvía entonces a la idea de notas, esbozos, boce-
cir aquellas actividades que nos permiten afirmar la especificidad ele la tos, pero también a la de ayuda, sostén, soporte y sustento.
escuela, en términos del contrato Estado - Sociedad- Escuela'. Respecto del término "aportar", nos parece importante destacar la
( / Cabe anticipar que la gestión curricular, tal como la entendemos, no idea de llegar a un destino, ya sea prefijado o no ("llegar a buen puer-
\ implica ajustarse a las exigencias de una racionalidad técnica, la cual to"); de aproximación; de contribuir a una sociedad común (nos refe-
~ ( crearía la ilusión ele proveernos ele recetas, de caminos casi mágicos, rimos acá a cualquier tipo de sociedad).
) de alternativas ele acción sin reflexión ni deliberación, sino decidirnos "Aportes", en consecuencia, nos remite a las nociones de contribu-
\ a trazar juntos un camino. · ción, aportación y, nuevamente, a la de ayuda.
L Para ello, querríamos comenzar por algunas reflexiones sobre el Hemos destacado algunos de los significados que nos importa remar-
sentido del título de este libro. Se trata de Apuntes y aportes para la car respecto del título de este libro. ¿Podemos recurrir ahora a una breve
gestión curricular. Analicemos su significado, lo cual nos permitirá historia para empezar a pensar un poco más sobre la gestión curricular?
avanzar pistas sobre el contenido que se desplegará a lo largo de es- Un cuento de]. L. Borges, "Del rigor en la ciencia", nos habla acerca
tas páginas. de un Imperio en el cual el arte de la cartografía había alcanzado tal
Los términos "apuntes" y "aportes" remiten a los verbos apuntar y grado de desarrollo, que el mapa del Imperio ocupaba toda una pro-
aportar. Cuando recurrimos al clkcionario', encontramos que cada uno vincia. "Con el tiempo esos Mapas Desmesurados no satisficieron y
los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que te-
de ellos presenta varias acepciones, algunas de las cuales quisiéramos nía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él". Las ge-
recordar aquí. neraciones siguientes, según el relato de Borges, destruyeron ese ma-
pa y salvo ciertas ruinas despedazadas, "en el País no hay otra reli-
Apuntar: Asestar un arma arrojadiza o de fuego./ Señalar hacia un si-
quia de las Disciplinas Geográficas"·'.
rio u objeto determinado, con el dedo o de otra manera./ Tomar no-
ta por escrito./ Comenzar a fijar algo interinamente, como el empezar
a clavar una tabla o lienzo, sin introducir completamente los clavos./ ¿Qué podemos pensar a propósito del cuento mencionado, y en tér-
Ir leyendo el apuntador a los actores lo que han de decir, en la repre- minos ele lo que nos convoca como pasión cotidiana; es decir, la preo-
cupación por hacer de nuestro rol de directivos un rol profesionaP Nu-
merosas cuestiones. Cabe primero enumerarlas, por lo menos algunas
ele ellas.
2 Este punto fue abordado en G. Frigerio y M. Poggi, Las instituciones educativas,
Cara y ceca, Buenos Aires, Troquel, 1992, y es reformulado por G. Frigerio en el capí-
tulo "Cara a cara", de De aquí y de allá. Textos sobre la institución educativa y su di-
rección, para equipos de conducción y otros interesados, Buenos Aires, Kapelusz, 1995. 'J. L. Borges, "El Hacedor", en Obras Completas, Buenos Aires, Emecé, 1974, p. 847.
5 Enciclopedia Universal Sopena, Barcelona, 1963.
10 MARGARITA POGGI ¿DE QUt HABLAMOS CUANDO HABL.AMOS DE GESíiÓN CURRICULAR') 11
Por un íaclo, la cuestión ele b canografía y. en consecuencia. de los y· verdade:-; clefiniti\·as. y. en consecuenci~t. :-;e obture y anule' b po~i
mapas y los espacios. En nun1erosas ocasiones' hemos ll[ilizaclo estas hilidacl de futuros interrogante::;.
referencias cartogr{tficas para pensar sobre las instituciones educativas, A partir de lo que venimos afirmando. podemos decir que una pri-
y ello por variados mmivos. En principio. nos permite pensar en un mera cuestión por pensar en la gestión curricular se vincula con:
topos, es decir en una localización, la cual supone a su vez un conti-
nente, delimitador y clelimitante, con los distintos significados que po- - los espacios y los territorios, ele la institución escolar, del
demos destacar: un límite. una demarcación, una frontera, un recorte. directivo, de los docentes, entre otros;
También podemos hacer referencia a los contenidos, es decir, a los tra- - los tiempos y las historias que se bosquejan, es decir, las
zos, las huellas, las marcas que quedan encerrados en ese continente, huellas que nuestros pasos por los territorios (ellas mismas lí-
en el sentido de ligazones, uniones y articulaciones. Pero, para comen- mites limitantes y, a su vez, limitados) imprimen en la institu-
zar a complejizar estas líneas, poden1os constatar que los trazos cons- ción escolar que gobernamos; y
tituyen tanto al continente como al contenido. - los continentes y los contenidos, aquellos que pueden co-
Por otra parte, no puede pensarse el trazado y la delimitación sin rresponder a nuestras intervenciones y las de otros actores (los
una referencia al tiempo y, en este sentido, la traza es tanto una traza contenidos que los maestros o profesores enseñan, los que los
en el espacio como una huella en la historia. alumnos aprenden; los contenidos disciplinares; otros saberes
En segundo lugar, el cuento hace referencia a las disciplinas. Una ele los actores, etcétera).
primera asociación con estas cuestiones nos conducirá a las diversas
"puestas en texto" de un saber, del saber científico, del saber por en- Entre el territorio del mapa y.el territorio real, salvo en el caso im-
señar, del saber enseñado, del saber aprendido, y a su vez, de los clis- posible de este cuento en el que uno y otro coinciden, median distan-
tintos portadores de texto (las políticas educativas, las propuestas de cias, variadas proporciones y escalas, por lo que parece necesario pro-
los directivos y de los docentes, las propuestas editoriales, etc., todas veerse de diferentes instrumentos, ya sea que ello implique procurar-
ellas a través de su palabra y de su acción). Para decirlo en otros tér- nos algunos, o crear y recrear otros. Y, a la hora de pensar las prácti-
minos, la necesaria referencia a la-transposición didáctica". cas, los principales instrumentos que poseemos como directivos son
Por último, también podemos anunciar un tema central en el cuen- las categorías teóricas.
to mencionado, es decir, la cuestión del mapa como, y en tanto, una Pero no se trata. de proponer caminos únicos y excluyentes, ni si-
representación de la realidad. ¿Se trata entonces de proponernos cons- quiera imponer "metodologías de gestión",· sino que "se trata de hacer
truir una representación que intente "levantar la realidad" tal cual· es? resaltar que entregarse a una práctica educativa presupone un esque-
Tarea seguramente imposible y estéril, ya que partiremos ele conside- ma teórico que e~, al mismo tiemflo, constitutivo de esta práctica y el
rar que sobre la realidad se construyen múltiples significados, a veces medio de entender las prácticas educativas de otros" 7 . En otros térmi-
coincidentes, a veces contradictorios, en otras ocasiones, paralelos. nos, nos ocuparemos de presentar algunas reflexiones teórico-prácti-
Por lo· dicho, conviene anotar desde ya que tendremos que renun- cas, partiendo del supuesto de que tanto teoría como práctica son mu-
ciar a encontrar una forma exacta para nuestro desempeño en la ges- tuamente constitutivas, es decir que no puede haber práctica que no
tión curricular como directivos. Esto equivale a renunciar a la construc- esté constituida por una teoría, ni teoría que no se encuentre, a su vez,
ción de una "ciencia", en la que sólo se ofrezcan evidencias y conoci- constituida por la práctica.
mientos únicos y acabados, sólo se desplieguen y desarrollen certezas
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12 MARGARITA POGGI ¿DE QL:É HABLAMOS CUANDO HABLAMOS OE GESTIÓN CURRICULAR? 13
patihiliz:tr la:; clem:mcbs para que un clirectiYO se con\·ierta en un es- Pero para comprender y complejizar esta doble clemancb realizada a
pecialista y en un generalista simultáneamente:> ;.Por qué aparecen es~ los directores. la ele voh·erse un generalista y un especialista. es necesa-
ras demandas. por m01nentos. como inextricahlemente entrelazadas. y rio explicit~tr algunas ele las tendencias presentes en el sistema educativo
en consecuencia, difíciles ele desanudar y desatar en la gestión ele un c.le implicancia directa para el ejercicio de los roles ele conducción ..
establecimiento escolar' ¿Por qué aparecen. en otros momentos, como Por un lado, es innegable que estan1os asistiendo a procesos en los
aspectos incompatibles en el ejercicio ele la conducción ele los esta- que se hallan involucradas, con matices según jurisdicciones y ten;po-
blecimientos escolares? ralidades diferentes, las siguientes tendencias, algunas de ellas hasta
Digamoslo con otros ténninos: en algunas ocasiones se nos solicita contradictorias entre sí:
que conozcan1os "un poco de todo"; en otras, se nos reclan1a "por qué
- el reconocimiento de la autonomía de los establecimientos
no somos más especialistas" en alguna área o disciplina. ¡Y en otras,
escolares, que aun cuando de hecho siempre fue efectiva en
se nos reclama por una cuestión y por la otra en forma simultánea!
las prácticas ele gestión educativa, parece ahora reconü<;-!=rse
¿Cuántas veces se nos exige volvernos especialistas en las distintas
desde los discursos académicos y oficiales;
disciplinas, cuando no avanzar en algunas cuestiones interdisciplina-
rias? Si egresamos del profesorado de Matemática 'y dirigimos una es- - la descentralización ele algunos aspectos de la gestión educa-
cuela media, ¿cótno podremos orientar a los docentes de Historia, de tiva y la centralización ele otros aspectos, lo cual implica pro-
Lengua, etc., etc.? Por el contrario, si obtuvimos nuestro título de Maes- cesos combinados de regulación y desregulación de la institu-
tro Normal Nacional 1 ¿cómo podremos "mantenernos al día" en las dis- ción escolar y, en particular, del currículum;
tintas áreas que integran generalmente, aunque con variadas denomi-
-una demanda para que los procesos de enseñanza posibiliten
nacione.::;, los diseños curriculares del nivel primario: Matemática, Len-
aprendizajes cada vez más complejos, ya no reducidos a
gua, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Educación Física, Área Ex-
"aprendizajes básicos" o "instrumentales", lo cual implica, en
presiva, etcétera?
otros términos, que se están redefiniendo los saberes escolares;
Pero a esto agreguemos el reclamo de otros saberes, justos por cier-
to. Estos etcéteras son tantos que parecen "agotarnos" con el solo he- - la demanda por la calidad educativa, que como prinnp1o
cho de nombrarl¿s. aparecería, por lo menos en algunos contextos y actores, qpe-
Citemos un párrafo extenso de F. Beltrán Llavaclor, que ejemplifica rando a partir del deslizamiento y la exclusión del principio ele
claramente lo que sostenemos como un punto de conflicto en el ejer- democratización de la educación.
cicio de los roles directivos, si bien se refiere a cuestiones propias de
otra geografía. Nd es nuestro propósito central profundizar en estas tendencias, pe-
a) (. .. ) Los directores son, por su rol, generalistas, debiendo sin em- ro es imposible desconocerlas y reflexionar sobre cómo operan las
bargo trabajar como especialistas: se trata de una más ele las manifes- mismas y los efectos que producen en el nivel de las instituciones edu-
taciones ele la clásica tensión entre burocratismo y profesionalización. cativas, y en particular, en la figura ele quienes las están conduciendo.
b) Los directores no pueden hacer valer su autoridad jerárquica en te- Por otra parte, es importante contextualizar estas tendencias en las
mas de. enseñanza sobre profesores que poseen gran cohocimiento políticas que las engloban y las llevan a la práctica, así como estimar
sobre sus propias materias.
e) Lo anterior induce una deslegitimación de los directores para el las coherencias y las contradicciones entre los discursos y las prácticas.
ejercicio de la supervisión sobre las actividades de enseñanza de los Ahora bien, ¿cuáles son algunos ele los efectos de las tendencias
profesores, que se hace extensiva a una falta de control sobre los re- mencionadas que pueden constatarse en el nivel ele la conducción de
sultados del aprendizaje ele los alumnos. los establecimientos escolares?
d) Los procesos de selección ele directores no valoran especialmente Por un lado, el supuesto presente en muchas de estas tendencias, aun-
ni la autoridad académica ni la implicación con el liderazgo instructi-
voK. que no siempre explícito,' es la solicitación de llevar a cabo innovaciones
continuas y continuadas en diversos ámbitos. Es decir que los docentes,
pero en particular los directivos, se encuentran en el.cruce de denuncias
" F. Beltrán Llavador. Tradición y cambio en la direccióll escolcu; Departamento de permanentes por "mejorar la calidad", "innovar en las propuestas ele con-
Dichctica y Organización Escolar, Valencia, Universidad de Valencia, 1993 tenidos", "interesar a la comunidad y a los padres en los procesos eclu-
i
i4 MARGARITA POGGI ¿DE QUÉ H.l\BLAMOS CUANDO HABLAMOS DE GESTIÓN CURRICULAR? 15
L'~ttinl:->
ele ;;u::; hijo::;", "elaborar proyecto::; insticucionale::; participativo;;''. La ensenanza y el aprendizaje. mfts all:t ele las diferentes teorías que
por mencionar sólo aiguno::; ele lo::; discur::;os que podemos constatar en se ocupan en detalle ele los mismos. ponen en juego rupturas y con-·
di\·ersas geografías. ya sea nacionales cotno internacionales. t1ictos cognitivos.
En segundo término, otro supuesto subyacente, que no se deriva Tanto el nino,-cu¡tndo llega a clase. como el adulto docente, cuan-
necesaria ni directamente ele las tendencias tnencionadas. pero que sí do accede a su formación, disponen de una serie de "saberes", que
pare'ce operar en la visión de ciertas políticas educativas, sería aquel se constituyen, sünultáneamente, en puentes para acceder a otros sa-
que propondría a los directivos el dominio de ciertas reglas y princi- beres más complejos y en obstáculos para dicho acceso, si no se in-
pios técnicos como suficientes para la solución ele los problemas de troducen situaciones de enseñanza que provoquen la reelaboración y
la práctica institucional. En este sentido, la manipulación y el empleo la reestructuración de los conocimientos en niveles de formulación di-
ele ciertas técnicas de gestión, algunas de ellas "validadas científica- ferentes. Bachelard ya planteó esta cuestión en términos muy sencillos
mente" y provenientes ele los ámbitos empresariales, ofrecerían solu- al afirmar que se conoce en contra ele un conocimiento anterior y al
ciones instn..1n1.entales a los problemas cotidianos. avanzar el concepto de ruptura epistemolÓgica.
Cabe señalar que entender la gestión educativa, y la gestión curri- Ahora bien, es impottante abordar las cuestiones vinculadas a tres
cular en particular, a partir ele este significado simplificador, se orien- rupturas de órdenes diferentes: las rupturas epistemológicas, las pe-
ta en el sentido ele convertir los discursos organizacionales y de ges- dagógicas y las didácticas (M. Develay, 1992), que se pondrían en
tión educativa en una "tecnología del control". A lo largo de este tex- juego en las escudas en relación con el conocimiento (de los alum-
to, trataremos de presentar otra opción a esta posición. Por ello, el lec- nos, de los docentes, de los directivos).
tor no encontrará recetas, ni aseveraciones acabadas, sino elementos En primer lugar, debemos referirnos a las rupturas epistemológi-
para pensar, para discutir, para acordar y disentir; sugerencias para en- cas en el interior de los distintos campos del saber elaborado. Dos
riquece~ sus prácticas de gestión, las cuales requerirán que sean mol- cuestiones, centralmente, no,<¡ permitirían hablar de campo disciplina-
deadas en función del establecimiento escolar donde trabaja, el nivel rio. Por un lado, la reflexión epistemológica e histórica en relación con
y moclalidacl del mismo, el contexto social en el que está inmerso, las un cuerpo de conocimientos; por otro, ciertas estructuras nocionales o
características del personal docente y de los alumnos que asisten coti- tramas conceptuales y los modos de producción específicos de esas
dianamente a cláse, los recursos con los que cuenta, etcétera. estructuras y tramas. Las rupturas epistemológicas se refieren, de he-
cho, a la reformul¡¡,cíón, la reorganización y la reestructuración alrede-
dor de nuevos conceptos. Podríamos hablar aquí de verdaderas, "re-
composiciones" e_n los campos disciplinarios.
ENTRE ALGUNAS RUPTURAS Y OTRAS CERTEZAS: En segundo término, también no enfrentamos a .rupturas pedagó-
EL ASESORAMIENTO gicas, que. hacen referencia a las reorganizaciones de la relación edu-
cativa en 'tiürno a nuevas perspectivas que reestructuran dicha relación.
De alguna manera, ya se ha puesto en evidencia lo complejo de la A modo de ejemplo podemos mencionar la pedagogía que instala el
tarea. La gestión curricular implica volver a centrar la escuela en torno proyect~ .en el centro de las pr:J.cticas de enseñanza, la cual puede re-
a la enseñanza y al aprendizaje, sin_ dejar de desconocer las otras acti- lacionarse con la intencíonalidad docente y con la pedagogía .del con-
vidades y funciones que ésta toma a su cargo, ni dejar de reconocer trato9. -
que un conjunto de aprendizajes se despliegan fuera de sus muros. Pe- Por último, también debemos mencionar las rupturas didácticas,
ro se trata, entonces, de poner énfasis en el hecho de que la gestión a través de las cuales la relación entre el alumno y el saber escolar se
curricular supone, en primera y última instancia, la gestión de los vincula con las nuevas posiciones en torno a la comunicación ele los
aprendizajes que son responsabilidad de la escuela en tanto insti- conocimientos y sus transformaciones, y a los efectos en los usuarios
tución social. y las instituciones que produce esa comunicación. Podría considerar-
Se trata, en consecuencia, ele pensar sobre las "enseñanzas" y los se un ejemplo de ruptura en esté sentido el pasaje que se instala des-
"aprendizajes" que se despliegan en la institución escolar; enseñanzas_
y aprendizajes que no sólo involucran a los alumnos, sino a todos
aquellos que asisten a ell~a los docentes y al personal directivo en 9 Este punto será abordado con mayor protundidad en el capítulo "Sobre continen-
de la did::ictica de la mostración-iínitación-repeticiém hasta b did::í.ctiGI directores. ~1sesores. coordinadores) preguntas en torno a aquello que
heurística con Ll emergencia de las situaciones-problema'". enseñamos y que aprenden los alun1nos. refonnular y refonnularnos
En relación con lo que afirmamos. sostenemos que para todos aque- algunas prácticas, ya que consideran1os que un cutTículum itnplica una
llos que ocupan los lugares de directores en las instituciones educati- construcción cultural.
vas (así con1o aquellos que tengan por tarea la coordinación ele áreas Es una construcción cultural en dos. sentidos. Por un lacio, porque
o ciclos, .el asesoramiento pedagógico en las diferentes áreas. los jefes no podemos entender el currículllln sin considerar las circunstancias
de departamento, etc.), el ejercicio del rol se despliega entre ser sociales e históricas que atraviesan la enseñanza institucionalizada. Por
un "provocador" de rupturas y un "constructor" de algunas cer- otro, porque también el currículum ap.arece teñido, atravesado, deter-
tezas que puedan volver a ponerse en cuestión en otro momen- minado en parte, contextualizado, por la cultura institucional escolar
to. Para ello, las funciones de asesoramiento, de orientación, de segui- propia de cad~1 establecimiento".
miento, de supervisión, en fin, todas aquellas funciones centrales pa- Contt·eras Domingo define, de manera muy sencilla, del siguiente
ra que la escuela asegure una propuesta intencional de enseñanza y modo a la Didáctica: "La Didáctica, en vez de ser la disciplina que di-
de aprendizaje, son claves. ce a los profesores qué deben hacer con los alumnos, trabaja con los
No obstante, para la realización de estas funciones de asesoramien- profesores para que sean ellos los que decidan qué deben hacer con
to, cabe destacar algunas cuestiones vinculadas con las prácticas insti- los alumnos y con su trabajo en general como profesionales de la en-
tucionales y las áulicas en particular. señanza"1'. Parafraseando esta definición podríamos afirmar que allí se
Por un lado, así como los conceptos previos que los alumnos han encuentra una clave para definir la gestión curricular de los directivos
constmido en la interacción cognoscitiva con otras personas, adultos y en las instituciones escolares; es decir, el director trabaja con los
niños, con el mundo ele lo social y de los fenómenos de la naturale- profesores para que sean ellos los que decidan qué deben hacer
za, no pueden transformarse sin un cambio conceptual que reformule con los alumnos y con su trabajo en general como profesionales
esos conceptos previos, no se pueden "suplantar", en sentido estricto, de la enseñanza.
unas prácticas áulicas por otras, si no se consideran aquellas sobre las
cuales se pueden "anclar" las nuevas prácticas.
En este sentido, no se podría "detener" una escuela para aprender APUNTES Y APORTES PARA UNA APERTIJRA A lA
a trabajar de otro modo, ni esto se hace sin un andamiaje en las vie- "GESTIÓN CURRICUlAR
jas prácticas. Para ello, cabe recordar algo obvio: en las clases ya está
"funcionando" un currículum que retoma, integra y retraduce, de ma- Pensar sobre la tensión presente entre volverse undirector genera-
neras variadas y con diferentes matices, a;¡pectos del currículum pres- lista o especialista,, y recuperar la -función de asesoramiento pedagógi-
cripto, de las propuestas editoriales, de las prácticas hegemónicas vi- co nos conduce, en consecuencia, a la siguiente pregunta: ¿cuáles son
gentes, las cuales se "transmiten" bajo la forma de "principios pedagó- algunos de los saberes necesarios para la gestión curricular? Para es-
gicos en estado práctico" (P. Bourdieu; J-C. Passeron, 1977), de las re- bozar-y delinear una primera aproximación a los mismos, nos aventu-
presentaciones de los docentes respecto de los alumnos, el conoci- raremos .en nüestro· recorrido. No se trata aquí de responder con el
miento, etcétera. conjunto de saberes posibles, sino de explicitar el recorte de este tex-
En consecuencia, este currículun1 "funcionando" es un punto de ··to, sus temáticas centrales, sus perspectivas. ·
partida s<?bre el cual puede, y debe, operar el director cuando desea Supone, en primer lugar, abordar las cuestiones curriculares, con la
sostener ciertos principios en torno a la eriseñanza y el aprendizaje ele complejidad que supone definir "lo curricular". En el capítulo "Currícu-
las áreas y disciplinas en su escuela. lum, racionalidad y discurso didáctico", Dino Salinas rastrea los distin-
Por otro lado, para el conjunto de docentes que integran el equipo tos significados del concepto de currículum y diferentes perspectivas
ele un establecimiento, la gestión curricular no puede proveer "rece- sobre las teorías curriculares. Comprender cómo se juega el debate en-
tas", sino que intentaremos hacer Úl los docentes) y hacernos (como
11
10 Para ampliar este puma relativo" las culturas institucionales escolares, puede con-
Este puma se retomará con más detalle en el capítulo sobre el aprendizaje escolar
sultarse Frigerio y otras, op. cit., 1992.
y. en particular. por P~Hricia Sadovsky. al abordar las cuestiones sobre la matemática en
la escuela.
12
J. Contreras Domingo, Enseñanza, currículum y profesorado, Madrid, Akal, 1990,
p. 243.
MARGAR!TA POGGI ¿DE QUE HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE GESTIÓN CURRICULAR? 19
18
ae Lis teorías. qué implica y (¡ué .supuestos ofrecen las cli\·ersas posi- bería atender \' cuidar cuando supen·is~l las pr:tctiGIS. És¡e puede_· n.:-
ciones pennite pensar cómo las pr~·tcticts curriculares en las institucio- sultar. aclem:.ís. un valioso ejercicio para realizar con los docemes \
nes educativas est:.'tn atravesacbs por estos planteas que parecen. a pri- "poner sobre la mesa" diferentes posiciones. discutirlas. argumcnur y
tnera vista. generales. llegar a acuerdos sobre qué y cómo ensenar y qué y cómo e\·alu~lr en
ConstrL;ir un s~tber sobre lo curricular nos reenvía directamente a la esas disciplinas y área:;.
obsenración ele las prúcticas institucionales y úulicas como espacios cla- En el capítulo "Los proyectos institucionales: de una tarea aislad<t
ve por analizar. prácticas que deben ser complejizadas, a su vez, con hacia una implicación colectiva en la tarea". se abordan algunas cues-
los elementos que aporta el an{tlisis de las propuestas editoriales. Abor- tiones relativas a los proyectos institucionales, centralmente desde
daremos algunas cuestiones para reflexionar sobre la observación de aportes prácticos para pensar en su elaboración y en su seguimiento,
prácticas en el capítulo "La observación: elemento clave en la gestión orient<:~ción y evaluación. Ello implica empezar .1 asegurar un trabajo
curricular", retrazando ~tlgunas huellas que la observación puede haber colectivo en las instituciones educativas, a partir del intento de supe-
dejado en nuestra memoria, así como cuestiones prácticas para resigni- rar aquellos aspectos que generalmente atentan contra el mismo.
ficar esta práctica que, junto con la devolución, son necesarias para ha- Por último,_ el capítulo "El instrumentalismo y el pragmatismo críti-
cer de la intervención del director en este punto una intervención es- co, dos opciones para pensar la educación", elaborado por Silvia Dus-
pecífica de asesoramiento y orientación pedagógica y didáctica. chatzky, pone en perspectiva discusiones actuales y nos permite avan-
Ahora bien, no alcanzaría con entender lo curricular sólo como pl~O zar en algunas claves de interpretación de lo curricular desde la pro-
puesta, ya sea la propuesta educativa oficial a través de su concreción blemática sociocultural. Es decir, es un capítulo que "abre" nueva-
en un diseño, ya sea la propuesta editorial, que la puede completar, mente la mirada y contextualiza las cuestiones curriculares considera-
enriquecer, banalizar, "clidactizar". Es necesario avanzar en saberes das en este libro, al permitir enmarcarlas en una perspectiva "instru-
vinculados con.el currículum en acción, es decir las propuestas de en- mentalista" o en otra de carácter "crítico".
señanza y de aprendizaje que una institución escolar propone y sos- En otro apartado de este mismo capítulo decíamos que el término
tiene intencionalmente para sus alumnos. Por ello, el capítulo "Sobre ·--rrapuntes" remite a marcas, trazas. Estas marcas se despliegan a lo lar-
continentes y contenidos: el aprendizaje escolar" aborda algunas pers- go de est~ libro con la intención de colaborar y ayudar a directivos y
pectivas para pensar la relación educativa y el aprendizaje escolar, docentes en la reflexión y en las prácticas sobre la gestión curricular
con sugerencias prácticas para ser pensadas con los docentes en espa- Ello forma parte de nuestro agradecimiento, en tantQ han· sido interlo-
cios ele reflexión, ele capacitación. cutores permanentes, a lo largo de rnuchos años, de nuestras preocu-
En los capítulos s1guientes, "Pensar la lengua en la escuela" y "Pen- paciones en relación con la escuela. Recordamos aquí un breve frag-
sar la matemática en la escuela'', Sara Melgar y Patricia Sadovsky pre- mento de I. Calvino sobre los signos'·':
sentan cuestiones centrales para pensar en Ia escuela sobre Len- Es difícil decirlo, porque si uno dice signo, ustedes piensan en segui-
gua y Matemática, que un director, no siendo especialista de la disci- da en algo que se distingue de algo (. .. ) Qué forma dar al signo, us-
pÚna, debería integrar en sus saberes profesionales para observar, ase- tedes dicen que no e.s un problema, cualquiera sea su forma, un sig-
sorar y orientar en esas disciplinas y áreas. Encontrará allí sugerencias no basta que sirva de signo, es decir que sea distinto o igual a otros
y aportes para analizar y diséutir con los docentes que integran su ins- signos; también esto es fácil decirlo, pero yo en aquella época no ce-
nía ejemplos a que remitirme para decir lo hago igual o diferente: cn-
titución. sas para copiar no había ( ... ).
Sugerimos que estos dos capítulos sean tomados a modo de ejem-
plo. Cada director, con su equipo de asesores, ele coordinadores, de Como no se trata ele copiar, sino de aventurarnos a explorar ·un te-
jefes de departamento, ele docentes, podría completar estos capitulas rritorio poco explorado, emprenderemos nuestro recorrido, coinci-
y redactar aquellos-otros que correspondan a las Ciencias Sociales, las
diendo con I. Calvino en que "los signos sirven también para juzgar a
Ciencias Naturales, las Lenguas extranjeras, la Tecnología, la Educación quien los traza'"·'.
Física, el Área Expresiva, etc.; es decir, el conjunto ele áreas o discipli-
nas que integran el diseño curricular de su nivel y modalidad. En este
sentido, se podría tomar el esquema ele trabajo adoptado por las au-
toras y pensar, para cada una de las áreas o disciplinas, cuáles son los '·' I. Caivino, Las cosmicómicas. Barcelon:J. Minotauro. 19R~. p. 43.
,_, 1 (alvino, op. cit., 1985, p. 50
aspectos centrales que un director, no especialista en la disciplina, de-
Currículum,
racionalidad
y discurso
didáctico
DII-.JO SALINAS*
• Univer~iclacl de Valencia.
¡ i
[¡,¡
2¿ DINO SAL!~JAS CURRÍCULUM. RACIONAL!D.~.D Y DISCURSO DIDÁCTICO
23
cuela. no estamo::; haciendo referenci~l. tal como sei'l~1Lt Gruncly ( 1991 l. de rexto con el fin ele profuncliz~1r en el tcllLI solne el que el alumnu
a concepto::; abstrae-ro::; cuya existenci~l es a¡ena o esrj por enc¡m:t ele ha incidido.
la experiencia humana. Cuando hablamos sobre el currículum escolar
no h:1blamos sino ele la forma en la que una sociedad. en un momen- 1) En el primer caso. la utilización del término <;:urrículum es la ele
w concreto de su historia. organiza un conjunto de pr{lcticas educati- mayor tradición histórica en nuestro contexto, como programa o
vas. De la rnisma forma, pocle!'hos entender por currículum de una es- plan de estudios de carácter oficial, o como conjunto de mate-
cuela, la manera en la que se organizan en ella las prácticas educati- rias o disciplinas, .a veces como objetivos generales, que confor-
vas; en suma, la oferta educativa propia de esa escuela. marían ese plan de estudios, o también, el conjunto de temas que
Desde la perspectiva general de que el currículum escolar no represen- componen una determinada materia o disc_iplina El currículum
ta sino la forma en la que una socíedad se enfrenta al problema ele orga-. de la Educación Infantil, por ejen'\plo, sería 1;1 programa general (obje-
nizar un conjunto de prácticas educativas, las opciones para clefi!)ir y or- tivos, contenidos ... } que da cobertu¡;a. a ese tramo~concreto de la esco-
ganizar dichas prácticas son diversas; las asunciones, creencias, teorías y laridad.
técnicas puestas en juego para optar por unas formas u otras pueden ser 2) En "el segundo caso, el término currículum se encuentra asocia-
diferentes; y, asociada a cada visión o pensamientÓ sobre cómo se orga- do a la idea tanto del contenido escolar como las actividades que se
nizan dichas prácticas, explícita o implícitamente hay una definición so- derivan del trabajo sobre tal contenido, en otras palabras, "lo que ocu-
bre lo que significa el currículum, esto es, sobre qué es lo significativo en rre en el aula". En este caso podríamos hablar del currículum de una
"aquello que ocurre o pasa" o debería de ocurrir en la escuela. Por otra escuela como el conjunto de actividades educativas ofertadas por esa
parte, previamente a estudiar cómo se ha definido el currículum desde di- escuela.
ferentes perspectivas y por especialistas diferentes, podríamos comenzar 3) En el tercer caso, el término currículum se asocia fundamental-
por analizar algunos ele los significados del término desde su utilización mente a propuesta o proyecto educativo, esto es, 'planificación de "lo
en determinadas situaciones prácticas, más o menos cotidianas o posibles: que la escuela puede o debe ofrecer". El currículum, en este caso,
adquiere la consrde.ración de currículum proyectado o currículum pla-
a) Una profesora señala a un profesor del ciclo anterior: nificado. El currículum de una escuela, en este caso, sería el proyecto
"Convendría coordinar el currículum de su ciclo y el del nuestro, cultural, a corto, .rriedio y largo plno,. siempre discutible y mejorable,
pues he leído los programas y algunos contenidos se repiten". en el cual se enmarcan las. actividades y la organización de esa escue-
la.
b) El director de U!l centro a algunos padres:
4) En el cuarto ejemplo, no aparece de forma explícita el término
, ''El currículum de esta escuela se basa fundamentalmente en el es-
currículum; sin embargo se encuentra presente en la situación, en la
fuerzo individual de los alumnos, en su trabajo personal; también ad-
medida en que el currículum puede ser también definido como un
quieren especial importancia las actividades al aire libre y los depor-
"cruce de prácticas". El currículum de una escuela, en ese caso, será
tes, pero todo ello sin olvidar que sólo a través del esfuerzo individual tanto lo que ocurre en sus aulas, planificado o improvisado, como el
se puede alcanzar el éxito. De hecho, la mayor parte de nuestros alum-
pensamiento individual y colectivo, sobre las posibilidades y limitacio-
. nos accede a la universidad ... ". ·
nes de diversa índole para que ocurra eso o puedan (o no) ocurrir
e) Un equipo de profesores ha realizado una planificación conjun- otras cosas.
ta de su trabajo a principios de curso. Cuando acaba el primer trimes· 5) Si el lector o lectora, a estas alturas de lectura, se preguntara "pe-
tre, uno de ellos señala: ro ¿de qué diablos trata este capítulo?", la respuesta vendría a estable-
"Creo que va siendo hora de revisar el currículum, noto cierta in- cer un quinto uso del término desde la consideración del currículum
satiifacción en algunos de nosotros, y los alumnos no estdn muy cómo- como ámbito de reflexión, de estudios, de análisis, de investiga-
dos con eL tipo de material con que trabajamos, al menos eso es lo que ciones y teorizaciones. Desde el momento en que el currículum, sea
he deducido de la e.valuación". como proyecto cultural, sea como realidad o cruce ele prácticas de di-
versa índole, sea co1no conjunto ele relaciones interpersonales, sea co-
d) Un profesor está dando clase, un alumno levanta la mano y ha- mo conjunto ele relaciones institucionales, sea como conjunto de ob-
ce determinada pregunta. El profesor tl'ata de responder y, mientras, jetos e instrumentos por utilizar en dichas relaciones, puede y debe ser
piensa que sería conveniente fotocopiar un material alternativo al libro analizado, interpretado, criticado y, por supuesto, mejorado.
24 DINO SAUNAS CURRÍCULUM. RACIONALiDAD Y DISCURSO DiDÁCTICO
25
Partiendo de los signihcac\os anteriormente set1alaclos en b utiliza- Desde cs:ts consideraciones. hablar ele! currículum significa. sobre
ción del término currículum. podemos tratar de organizarlos en el es- todo. debatir los problemas del currículum: qué proyecto queremos.
q uem:1 ele la figura l. cuál es la mejor forma de desarrollarlo, cómo establecemos sus crite-
A través del esquen1a poden1os observar b progresiva ampliación rios y procedimientos ele valoración y justificación. Y eso nos lleva a
del significado de currículum. El discu¡·so en torno a cada uno ele esos enti·emarnos a la práctica de la ensenanza como "algo más" que aque-
significados -lo que es y lo que puede ser el currículum- se constru- llo que hacen profesores y estudiantes entre las cuatro paredes de su
ye sobre la base de opciones ele racionalidad que siempre vienen a re- aula, porque resulta que "aquello que hacen", en gran medida, se en-
presentar visiones diferenciadas sobre la realidad, sobre aquellos as-· cuentra mediatizado por otro tipo de prácticas: sociales, políticas, eco-
pectos de la realidad que merecen ser problematizados o cuestiona- nómicas, que conforman un conjunto de posibilidades y limit:.Jciones
dos, y también sobre aquellos que no son definidos como problemas. que clan un sentido cultllral específico al diset1o, desarrollo y evalua-
Ello quiere decir que un modelo educativo para la práctica o desde la ción del currículum y la ensenanza.
práctica si.empre representa una opción, no sólo pedagógica, sino tam- Si el currículum representa esa práctica social e institucionalmente
bién ideológica, sobre el papel y las funciones de la escuela, y ele no- organizada, compleja y dinámica -que es, a la vez, de ensenanza y de
sotros n1ismos como docentes, con respecto a la sociedad, los alum- aprendizaje, organizativa, política, de relaciones personales y de co-
nos y alumnas, el conocimiento, etcétera. municación, de relaciones de poder, etcétera-, que tiene lugar, que
"ocurre" día a día en nuestras aulas;· escuelas e institutos y en general
en nuestro quehacer educativo, someter a la discusión crítica, al deba-
j Significados de currículum J te y al análisis aquello que "octJrre" en la escuela sólo puede hacerse
en el-marco de una sociedad democrática. Tratar de responder a las
~
cuestiones de qué ensenamos, cómo lo hacemos y por qué o para qué
así y no de otra manera, en otras palabras, reflexionar críticamente so-
bre el currículum, al igual que sucede en otros tantos ejercicios des-
de el debate público sobre "lo social", sólo puede impulsarse y desa-
cruce
proyecto que rrollarse en ámbitos democráticos, más desde el momento en que el
de prácticas
actividades da sentido diversas que currículum también puede ser considerado, entre otros aspectos, co-
plan de y coherencia mo un instrumento de poder y de dominación. Por lo tanto, discutir
organizadas definen
estudios a una oferta
de enseñanza los procesos sobre "lo que sucede en la escuela" y sobre lo que querríamos
educativa de enseñanza que sucediera" es, también, un ejercicio de y desde la libertad. En
y aprendizaje palabras de Kemmis:
. .
• _J.._
&
...
¿QUÉ NOS DICEN lAS DEFINICIONES? En este C\so. Lt consiclet·aciCm ~ohre el currículum se centra mucho
mjs en "~¡quello que sucede" en Lt escuela: el concepto de "aprendi-
A continuación daremo~ un paso mCt~. tratando de analiz~1r ~tlgunas zaje" \'a m:ts allá del concepto de "aprendizaje predeterminado"_ Por
ele hts definiciones que hemos seleccionado, desde la bibliografía. so- supuesto que bajo el "paraguas" ele currículum se incluyen b planifi-
bre el térn1ino currículun1. tratando ele descubrir algunos ele los su- cación, los objetivos y las finalidades previstas, en suma, la intencio-
puestos ele partida que clan lugar a la misma, todo ello bajo la consi- nalidad de las propuestas educativas_ Pero no necesariamente se esta-
deración de que las definiciones, si bien no. resuelven los problemas blece una relación causal entre "lo que sucede" en la escuela y el
que el -currículun1 plantea, al menos. nos sugieren perspectivas para ''aprendizaje previsto"; queda la puerta abierta a la existencia de otros
considerarlos (Stenhouse, 1984 ). aprendizajes derivados de la vida escolar que, hasta- resulta posible, no
Veamos, en ptimer lugar, un grupo de tres definiciones: estuvieran predetenninados. Una teoría del currículum. en este caso,
se centrará en los problemas ele la enseñanza desde su ubicación en
Es el esfuerzo conjunto y planificado de toda escuela, destinado a contextos específicos: aulas, escuelas, sociedad; su objetivo no será só-
conducir el aprendizaje ele los alumnos hacia resultados dé aprendi-
zaje prec\eterminados (G Inlow, 1966). lo optimizar, sino también a;,_alizar qué medios y actividades clan lugar
a qué formas de conocimiento, ele evaluación, etcétera_
Es el conjunto ele experiencias planificadas proporcionadas por la es- Por último, veamos este otro grupo de definiciones:
cuela para ayudar a los alumnos a conseguir, en el mejor grado, los
ohjetivos de aprendizaje proyectados, según sus capacidades (R Nea- Proyecto flexible que contempla la posibilidad ele modulación para
gley y N. Evans, 1967, citados por L. Stenhouse, 1984). acomodarse a las situaciones singulares, pero es, ante todo, un pro-
yecto teórico, una hipótesis de trabajo que se somete continua y pro-
Programa ele actividades, diseñado de forma que los alumnos alcan- gresivamente a la contrastación práctica (A_ Pérez Gómez, 1988)_
cen, tanto como sea posible, detexminados fines y objetivos educacio-
nales (P. Hirst, 1973). Tentativa para comunicar los principios y rasgos esenciales de un pro-
pósito educativo, de forma tal que permanezca abierto a la discusión
¿Qué tienen en común estas -definiciones? Básicamente la idea de crítica y pueda ser trasladado efectivamente a la práctica (L Stenhoü-
predeterminación de fines, objetivos o resultados de aprendiz;>i_e~- Nos se, 1984)_
encontramos ante una perspectiva sobre el currículum centrada en el
El currículum expresa una filosofía o fílosofías de educación que
problema de establecer cuáles son los caminos o medios más idóneos transforman los fines socieducativos fundamentales en estrategias de
para alcanzar los objetivos educacionales proyectados. Así púes, des- enseñanza (U_ Lundgren, 1992).
de esta perspectiva, una teoría del currícul_um se centrará en el proble-
ma de cómo se pueden establecer y organizar esos medios que tengan A través ele estas últimas definiciones se pone ele manifiesto la im-
la potencialidad de generar los fines y objetivos- prescritos. portancia de relacionar "aquello que sucede" en la escuela con la ra-
Veamos ahora otro grupo de definiciones: cionalidad, la teoría o la "razón de ser" de aquello y no ele otra cosa_
Es lo que ocurre a los niños en la escuela como consecuencia.de la Es decir, el carácter experimental, de "hipótesis que se pone a pn1eba"
actuación de los profesores. Incluye todas las experiencias de los-ni- de todo currículum, y que se justifica no sólo "porque funciona", sino
ños por las que la escuela debe aceptar responsabilidades (A. Oliver, porque "vale la pena" que funcione de esa 1nanera. Una teoría del cu-
1965). rrículum, desde esta perspectiva, encuentra su función básica en la po-
El currículum consiste en la suma ele las experiencias que los alum- sibilidad ele mejorar la enseñanza desde su comprensión y explicación
nos realizan mientras trahajan bajo la supervisión de la escuela (H_ como proceso social complejo, siempre discutible y no fácilmente pre-
Johnson, 1970). visible en todas sus facetas.
La mayor parte ele las definiciones apuntadas en las líneas anterio-
Actividad trazada y experiencia -organizada, enfocada y sistemática-
que la vida, sin ayuda, no proporciona. (. _) En forma adecuada se- res forma parte de libros o trabajos referentes a una teoría del currícu-
lecciona, organiza, elabora y acelera artificialmente el proceso de la lum, lo cual quiere decir que la definición sobre el término no hace si-
vida real (p_ Musgrove, 1973). no establecer el "campo ele juego" desde el cual tendrá un sentido es-
pecífico el consiguiente discurso en torno al currículum y sus proble-
Todas las oportunidades ele aprendizaje que la escuela proporciona
(j. Saylor y W_ Alexander, 1966) - mas asociados_ Cuando leemos unas u otras definiciones, el problema
28
01NO SALINAS CURRÍCULUM. RACIONALIDAD Y DISCURSO DIDÁCTICO 29
no estriba en las diferencia~ se1n::inticas. sino funcbment;tlmente en el w anteriormente. definir d currículum ele una fornw y no cite· otr;t.
conjunto ele creencias y asunciones asociadas a las misn1as. y que clan Por otra parte. aunque el desarrollo del currículum y la escuela en\
lugar a diferentes formas de entender y pensar sobre el currículum y . nuestras sociedades modernas se ve afectado por el avance ele los J
la enseñanza. y también sobre el papel ele la escuela ante la cultura y discursos organizados sobre la enseñanza, el aprendizaje, la organi- l /
' .,..._
la sociedad. zación escolar, la evolución ele las disciplinas, etc .. los cambios tam- ··
(' Pensar, analizar y tratar de mejorar el currículum y, como parte ele bién han· de ser relacionados con la sutil interacción entre las ideas
i ello, pensar, analizar y tratar de mejorar las escuelas, no es una ta-(· y el contexto y las condiciones de las cuales se generan (R. Sharp,
,:_._:'--.~ rea neutra ni neutral, es una tarea que parte de compromisos. ;~sun 1988) .
.. ~<- c10nes e rntereses, en tnuchas ocasrones aJenos al dtscurso ctenttfrco.
Los intereses políticos, económicos y administrativos, por ejemplo,
! tienen una función primordial a la hora de legitimar, d_esde los dis- CURRÍC-pLUM: PROYECTO Y REALIDAD
¡ cursos y prescripciones oficiales, determinadas formas de pensar y
actuar en la enseñanza. La definición que sobre currículum ofrece A. Oliver (1965), por
Así pues las definiciones propuestas representan formas de enten- ejemplo, como "programa de actividades, diseñado de forma que los
der el objeto de los pensamientos, análisis e intentos de mejora de alumnos alcancen, tanto como sea posible, ·determinados fines y ob-
eso que llainamos currículum. Y resulta que en ocasiones esas for- jetivos educacionales", podemos sitúarla frente a la aproximación
mas de pensamiento compiten entre sí, generando conflictos que, no que; sobre el mismo término, ofrece S. Grundy como "cruce de prác-
lo olyidemos, son necesarios y saludables tanto para el avance del ticas". Creo que no son excluyentes ni contradictorias, entre otros as-
discurso pedagógico y curricular, como pafa el debate social en tor- pectos, porque el objeto de la definición no es el mismo. Oliver de-
no a la educación. fine el currículum como proyecto o plan y, por su parte, Grundy tra-
Por ello, al abordar el problema de las definiciones, y tras ellas, las ta de hacerlo desde la perspectiva del currículum como realidad o
tendencias, enfoques, paradigmas y concepciones sobre el currícu- práctica.
lum, jamás debemos partir del simplismo que supone el pensar que Y es que una cosa es cómo estructurar un progran1a de enseñan-
el conocimiento, en este caso el conocimiento sobre el currículum y za por escrito, es decir, cómo formatear una propuesta o proyecto
la escuela, podría ser resumido en un tratado o conjunto de princi- de currículum -y éste es un problema al que tanto se enfrenta el le-
pios y leyes que enlazados entre sí conformaran un todo coherente. gislador cuando· presenta los programas oficiales como cualquier
Un todo que podría ser presentado en su conjunto recogiendo lo me- profesor o profesora cuando proyecta o planifica su easeñanza en un
jor y "más científico" de los diferentes enfoques, tendencias, paradig- documento- y otra cosa es pensar que cuando hablamos de currícu-
mas y concepciones que a través del tiempo han tenido lugar en la lum sólo lo hacemos en referencia a un documento escrito. Ello nos
historia de la educación y del currículum. llevaría a asumir que toda la problemática y el sentido de la enseñan-
/ - Si consideramos el currículum como construcción cultural, esto es, ~ za encuentra su pleno significado en la definición, por escrito, de los
f un modo de organizar una serie de prácticas educativas en una so- ~ mejores objetivos, los contenidos más idóneos, los métodos pedagó-
l ciedad, concluiremos que su estudio es más un dominio interdiscipli- t gicos más actualizados y eficaces, y excelentes criterios de evalua-
-.. / nar, sujeto a debate e interpretación, que un campo de conocimien- ción. En realidad, ese documento escrito no deja de ser una declara-
[ ·< tos estables y establecidos. ~
ción de intenciones, de las mejores intenciones, si se quie¡¡e. El pro-
f A la ·vez, y dentro de estas posibles caracterizaciones, cada con- blema, a la hora de cristalizar esas intenciones en un aula, y en pro-
\_ cepción teórica, cada enfoque, cada perspectiva, responde -o al me- cesos concretos de enseñanza y aprendizaje, es de otra naturaleza.
nos trata de hacerlo- a una situación histórica concreta, que en cier- El problema de cristalizar esas intenciones en el aula nos traslada
ta forma determina una visión sobre lo que denominaremos "reali- a un escenario diferente, y nos enfrenta a situaciones en su rnayor .
í
dad", una "lectura" sobre la realidad que, coino intelectuales, nos lle- parte cotidianas, frente a colectivos de personas agrupadas por eda-
va a plantear, en momentos y situaciones puntuales, unos problemas
y no otros, a relacionar determinados aspectos de forma diferencia-
1
¡;
des en espacios llamados aulas, individuos, niños y niñas con un
nombre y un rostro que a veces denota alegría y otras tristeza, frente
da, a recoger e interpretar unos elatos y rio otros, a, como hemos vis- 1 a profesionales que siguen un horario, que a veces trabajan a gusto,
\
r~~=~---
Aunque, y esto conviene no olvidarlo, ese cruce de prácticas se Grundy ( 1991. P- ')) plantea el mismo problema cuando hace refe-
orienta, en parte, en sus lineas generales, por lo contenido en rencia a los dos enfoques complementarios a través de los cuales po-
demos observar el currículum: un enfoque netamente conceptual y un
esos documentos escritos.
enfoque cultural: y la n1isn1a autora utiliza una analogía que. desde mi
punto de vista, puede se1virnos perfectamente para ejemplificar ambos
~---- enfoques_
¡ ' 1
- - ¡- - - - - - , . El enfoque conceptual, señala Grundy, en la construcción de una vi-
vienda, corresponde a los conocimientos puestos en juego por la per-
......... sona o personas responsables del diseño de la casa. Cuando un arqui-
tecto diseña una casa, y planihca los pasos o etapas por seguir, resul-
ta fundamental tener presentes los parámetros dentro de los cuales es
posible diseñar y construir la casa. Hay ciertos requerimientos para
que una construcción pueda ser denominada y reconocida como casa,
otro tipo de requerimientos que vienen determinados por el interés del
cliente, o por el propio presupuesto, requerimientos de carácter insti-
currículum como tucional y legal, y, por supuesto, requerimientos ele carácter técnico.
currículum como
REALIDAD El diseño, entonces, es una especie ele plan que, atendiendo a aque-
PROYECTO
llos requerimientos, pueda guiar ele forma ordenada las acciones de
los operarios que construirán la casa. El currículum se definirá como
Fig. 3. el plan que guía las acciones de enseñanza.
Un enfoque cultural de la vivienda tiene más que ver con la gente
Así pues, nos encontramos freme a dos perspectivas.·sobre un mis- que vive en ella, lo que hacen, las razones para vivir en esa casa y no
mo fenómeno: el currículum como plan o proyecto, y 'el currículum en otra. Y esa forma de "vivir" la casa lógicamente viene determinada
por la forma en la que se la diseñó y construyó; pero también, y fun-
como realidad o cruce de prácticas.
En los estudios sobre el currículum, y en la práctica de la enseñan- damentalmente, por la· forma en la que se organiza "lo que hacen" y
za, el problema central justamente se sitúa, volviendo a Stenhouse, en "lo que no hacen" los moradores de la casa. De la misma forma, un
"el hiato existente entre nuestras ideas o aspiraciones, y nuestras ten- enfoque cultural sobre el currículum tiene que ver con "lo que ocurre
tativas para hacerlas operativas" (1984, p. 27). Es decir, entre lo que en la escuela" como consecuencia de la existencia de un currículum
pensamos y consideramos que es posible y necesario, y la forma en la como proyecto, esto es, la acción como consecuencia de la exis-
que tratamos de hacerlo real, de concretarlo en acciones en el interior tencia de un marco para la acción. Pensar sobre el currículum, en
de un aula o de un centro escolar. Ese es, justameme, el problema al este caso, tiene mucho más que ver con las valoraciones que, como
que se enfrenta un equipo de profesores cuando trata de diseñar el profesionales, hacemos sobre lo que "vale la pena" hacer y vivir den-
Proyecto Curricular de un centrÓ, o de un ciclo, o de un nivel, el es- tro del aula_
tablecer los puentes más adecuaóos eritre lo que se quiere y lo que Frecuentemente, en la enseñanza, en nuestra práctica cotidiana en
posiblemente se puede; eJ'l suma, entre ,teoría y práctica de la enseñan- las escuelas y en las aulas se produce una clara disociación entre am-
bos enfoques sobre el currículum. Por una parte, estamos viviendo,
za.
Posteriormente, Kemmis propone considerar el problema planteado trabajando y experimentando un proyecto cultural a lo largo ele mu-
por Stenhouse desde el contexto 'más amplio de la relación entre edu- chas horas al día, y muchos días al año; un proyecto cultural que, en-
tre otros aspectos, se concreta en vivencias en el centro y en experien-
cación y sociedad:
cias y relaciones dentro de un aula y aunque nuestras reflexiones co-
En esta monografía, el problema central de la teoría del currículum lectivas: reuniones ele claustro, de consejo escolar, de seminario, de
debe ser entendido como el doble problema de las relaciones entre departamento, ele ciclo, de área, sea para confeccionar el plan de cen-
la teoría y la práctica, por un lado, y el ele las relaciones entre educa- tro o 1;¡. memoria anual, o el proyecto curricular, o una planificación
ción y sociedad, por otro (S. Kemmis, 1988, p. 30)_ .
r-34
F,¡
;ii conjunt~l.
OINO SA~!NAS
~
nes. tanto p_rescriptivas como descriptivas (P. H. Taylor. 1979). Creo que las tres referencias seii.aladas son evidencias suficientes para
entender la complejidad del área, y la complejidad de definir. ele forma
~ De las preguntas formuladas por Taylor, y que vendrían a representar el precisa, esos límites tem:'iticos. Sin embargo, y desde mi punto de vista, h:¡y
,,~t objeto de una teolia del cuniculum, se desprende no sólo la ;,¡mplitud te- un punto sobre el que podría basarse b discusión en cuanto a los diferen-
~
mática del área, sino también la necesidad y existencia de enfoques inter- tes posicionamientos, tendencias o enfoques sobre la Teoría del Currícu-
~
1' disciplinares y mtlltidisciplinares para abordarla (entendiendo por discipli- lum: ¿qué es lo que significa "t:esponder coherentemente" a dichas cuestio-
'i nas los enfoques, con entidad propia y áreas de conocimiento académicas nes?, ¿qué es lo que supone la consolidación ele un "edificio teótico" que
l1 que de, una forr'na u otra, puede plantear la temática educativa: sociología, nos ayude en la mejora ele la calidad ele la enseñanza?, o en otras palabras,
I
M~I
psicología, economía, histotia, política, derecho, etc.) y la neces-idad de en- ¿en qué radica la coherencia de un discurso cutricular?
1
~
foques más o menos parciales que nos ayuden a responder cohere~temen Y en este punto lo cieno es que entramos en una problemática que
~ no sólo tiene que ver con lo que podríamos denominar la "estntctura in-
1
'.._,_,_
te a las cuestiones planteadas, así como a suscitar nuevos interrogantes que
terna del conocimiento curricular", como conjunto de conceptos, relacio-
1 ~
~·
nos sirvan para avanzar en la consolidación de un edificio teórico lo sufi-
nes, etc., que responden a una lógica interna, sino que también tiene que
cientemente elaborado como para que, a su vez, nos ayude u oriente en
~~' ver -y mucho- con la respuesta o posicionamiento que dicha teoría to-
el estudio, análisis y mejora de la calidad de la enseñanza.
Sin embargo, el planteamiento de Taylor no deja de ser un enfoque so- ma ante problemáticas que, inevitablemente, se relaci0nan con "~o so-
bre la Teoría del Cunículum elaborado desde una perspectiva histórica y cial", con las prácticas de enseñanza, con las políticas de enseñanza, etc.
1~
~~1 epistemológica determinada. Pues no cabe duda de que la Teolia del Cu- Todo ello, además, sin olvidar que la ciencia, y entre ella, el conocimien-
rrículum, por otra parte, recaba sobre sí diversidad de enfoques y perspec- to curricular, se desanolla a través de colectivos de científicos, ele teóri-
irf!tf·: tivas a lo largo de su relativamente corta historia (suele situarse el naci- cos e investigadores que no sólo forman parte, a su vez, de comunida-
miento de la teolia del currículum, corno campo de teorización e investi- des ideológicas o filosóficas de pensamiento (en ocasiones enfrentadas
gación, a principios de los años veinte). entre sí), sino que trabajan desde un marco de posibilidades y limitacio-
;:,:_,
-En parecidos términos a los de Taylor se expresa Kliebard (1983) cuan- nes frente a una estmctura educativa con particularidades complejas que
varían de un sistema a otro.
do define el "tenitorio". de una teoría del cuniculum, señalando como cues-
tión primera la del "qtré debemos de enseñar", interrogante cuyo valor fun-
damental reside "más en los problemas que genera que en el hecho de
que tenga una respuesta directa". Efectivamente, porque el "qué debemos
PERSPECTIVAS DE TEORIZACIÓN
de enseñar" nos introduce en una nueva cuestión, la de explicar razona-
E INVESTIGACIÓN CURRICULAR
blemente "por qué debemos de enseñar esto, yno otra cosa", lo cual, a su
vez, nos introduce en el interrogante de "a quién debemos de enseñar qué El estudio del currículum no puede hacerse más que considerando és-
te como un producto histórico y social que cambia (como tbdas las
cosa", al del "cómo debemos de hacerlo", y por último, al "cómo se inte·- construcciones sociales) a rachas, como varían las circunstancias, co-
rrelacionan las diferentes partes del currículum para conformar un todo co- mo son reformuladas las ideas o ideales, como cambian el orden de
herente". los discursos y la ordenación de la vida social (en respuesta a la di-
Beauchamp, por su parte, establece los límites de una teoría cunicular, námica interna y a las exigencias del discurso, y -a la dioámica y exi~
sobre b hase de que dicha teoría tiene como finalidad el dar sentido o sig- gencias de la vida social en general), y como las consecuencias hu-
manas, sociales y econótnicas de b práctica curricular actual son
nificado a las decisiones que tomamos a la hora de diseñar, desarrollar y identificadas y evaluadas (S. Kemmis, 1988)_
evaluar un cuniculum (1981} De hecho, la posición de Beauchamp pare-
ce más centrada en la necesidad de racionalidad interna o coherencia en- Tal como seii.ala Popkewitz 0988), la investigación social, y la edu-
i j
cativa en particular (1), tiene lugar, y encuentra sentido, dentro ele co-
l
. ¡,
'1'
- ]¡;.,_[,
DINO SALINAS CURRÍCULUM. RACIONALIDAD Y DISCURSO DIDÁCTICO 41
40
significado ele Ll propuesta curricuhlr que pueda sen·ir cl(é h~1se ~~ ese
municbdes discursivas que mantienen y hacen enJlucionar los parro-
contenido. Jx"¡sicamente. el an;,"dísis o. en su caso. la prescri¡xión sobre
nes de cuestionamienro y arülisis ele la realicbcL que. a Lt ,-ez (21. res-
cómo se establece (o debe hacerlo) la cultura escolar en el marco ele
ponde a los planteamientos políticos y morales e\( esas comunic.bdes
rel~Kiones sociales de la escuela y del sistema educativo.
y que. por último (3). la investigación y la teorización se encuentran
Soy consciente ele que tal diferenciación presenta limitaciones. ya
"ubicadas" en una .con11.midad ocupacional que se halla relacionada es-
que se trata de dos ejes completnentarios, y de que determinadas
tructuralmente con otras instituciones sociales. De esa forma, los enfo-
orientaciones curriculares no pueden ser adscritas a uno u otro. Así,
ques y perspectivas sobre el currículum, la teoría curricular y, en ge-
por ejemplo, tomando como referencia el trabajo de Walker (1982),
neral. los problemas que el currículun1 genera, en ocasiones se presen-
quien, a través del análisis sobre la literatura curricular, establece cua-
tan como con1plementarios, pero en otras son contradictorios entre sí,
tro tipos "tradicionales" de teoría curricular: a) Teoría curricular como
y sería ahistórico y acrítico el intentar asumir una posición ecléctica
racionalizadora de los programas escolares; b)Teoría del currículum
que nos llevara a intentar unificaciones y síntesis que carecen de sen-
como racionalizadora de los procedimientos ele constn.icción o deter-
tido, desde el momento en que parten de concepciones sustancial-
minación curricular; e) Teoría del currículum como conceptualización.
mente diferentes sobre la concepción del mundo, el papel de la escue-
del fenómeno curricular; y el) Teoría del currículum como interpreta-
la, del currículum, etc. Ni la ciencia, ni mucho menos la teoría del cu-
ción del fenómeno curricular. Quizás la primera orientación haga una
rrículum y la didáctica, es por necesidad acumulativa, ni procede de
referencia más explícita a esa forma de entender el currículum c;omo
un criterio básico de consenso entre las comunidades discursivas, an-
construcción cultural, y las dos últimas al currículum como construc-
tes al c.ontrario, la evolución de la ciencia deriva, fundamentalmente,
ción social. Sin embargo, cuando se habla ele la teoría del currículum
de la competencia entre los programas de investigación de aquellas
como racionalizadora de los procedimientos de construcción o deter-
comunidades discursivas (M. Apple, 1986).
minación curricular, nos encontramos ante ese espacio "indefinido"
Por ello, ante los relativamente.numerosos intentos por clasificar las
(desde mi propuesta), donde no resulta tan fácil deslindar la forma de
tendencias, enfoques y perspectivas en teorización curricular, yo dis-
precisar la cultura escolar del marco de prescripciones (en este caso)
tinguiría dos grandes áreas o campos de clasificación:
que rodea dicha definición.
a) Por una parte, aquellos intentos ele clasificación que se centran Quizás uno de los intentos más exhaustivos por clasificar los diver-
en diferenciar las distintas concepciones .o enfoques que el currícu- sos enfoques sobre el currículum (que no sobre la Teoría Curricuiar)
lum como construcción o diseño de cultura a transmitir por y en la sea el de D. Tanner y L. Tanner (1980, p. 6 y ss.), los cuales diferen-
cian hasta un total de diez concepciones diferentes: como tradición en
escuela.
el conocimiento organizado (perennialistas, esencialistas y currículum
b) Aquellos intentos de clasificación que se centrar{ más en el pa- centrado en las disciplinas tradicionales), como desarrollo de forr'nas
pel constitutivo de la teoría curricular, es decir, en la racionalidad mis- de pensamiento (centrado en el análisis de las disciplinas y pensa-
ma que da cobertura a un modo de teorización y, consecuentemente, miento "reflexivo), como experiencia de la raza (o comunidad), como
a un modo de estructurar el currículum y de investigarlo, y de enten- marco de aprendizaje planificado, como contenidos y procesos cogni-
der las relaciones entre teoría y práctica. Y quizás este segundo cam- •ivós y afectivos, como plan de instn.Icción, como los fines de la ins-
po de análisis es el que nos puede resultar más útil para tratar de en- trucción, como sistema tecnológico de producción (análisis de activi-
tender y transformar lo que es la teoría e investigación curricular y sus dades, objetivos de conducta, interacción de componentes, análisis de
relaciones estructurales con la pr~ctica, con el profesdr, con la institu- sistemas) y como reconstrucción del conocimiento y la experiencia.
ción escolar, con la política educativa, con alumnos y estudiantes, et- Desde mi propio punto ele vista, lo que el esquema prese;;tado por
cétera. Tann~r y Tanner gana en extensión lo pierde· en comprensión. Es de-
cir, creo que dicha clasificación no responde a un criterio común·y uni-
En otras palabras, si partimos ele la caracterización genenca ele cu-
forme en su estructuración; así, si bien cuando hacen referencia al cu-
rrículum como "proyecto de cultura", quizás podríamos hablar de dos
rrículum como. tradición en el conocimiento organizado, como desa-
enfoques ·en el análisis de tendencias u orientaciones: el análisis sobre
rrollo de formas de pensamiento, como ~xperiencia de la raza, o co-
el contenido de ese proyecto de cultura (básicamente hablamos de la
mo reconstrucción del conocimiento y la experiencia, en realidad es-
definición de la cultura escolar), y el análisis sobre la' estructura y el
42 DtNO SALINAS
CURRÍCULUM. RACIONALIDAD Y DISCURSO DIDÁCTICO
43
ría del Currículum -lo que clenomina un "m~1pa del Gllnpo"-, sobre la ll.Jeurizing. en el '70. son e1·idenci~ls de tal mo\·imiento te(Jrico
hase ele justificar la aparición y el sentido ele una ele esas perspecti\·as Desde mi perspecti\·a. b clasificación ele Pinar no es sólo un imen-
en la que él mismo se sitúa: el movimiento reconceptualista del currí- to de establecer "un mapa del campo". sino que se constituye en un
culum. Establece tres categorí~ts: tradicionalistas, conceptual-empiristas intento ele establecer "un mapa del campo desde la teorización recon-
y reconceptualistas. ceptualista" _ lo cual quiere decir que el tradicionalismo (en tnenor me-
al El n1.ovimiento tradicionalista_ Pinar, y en general. desde el elida el conceptual-empirismo. en el sentido en que aparece como un
an{disis reconceptualisra_ clefme el movimiento o perspectiva t~·ac\icio movimiento más difuso o menos definido) es analizado desde una
nalista como un enfoque teéJr(co sohre el currículum, y sobre determi- perspectiva política y desde la crítica histórica. En otras palabras, no
nados problemas curriculares, que viene a caracterizarse funda;llental- parece ser la intención de Pinar definir y describir un modo ele teori-
mente por su función normativa, centrada en el "servici.o a los clocen- zación -el traclicio~alista- desde los ejes ele racionalidad que le dan
tes'1, esto es. en la construcción y la revisión ele curricula, basada en sentido propio (lo que hacen, por ejemplo, Tanner y Tanner desde su
un "convencional sentido cotnún" del campo. Siendo antecedentes de clasificación), sino justamente desde los ejes críticos que vendrían a
tal moVimiento las ideas y los planteamientos de Bobbitt, Charters, Sn- definir el modo de conceptualización reconceptualista.
neden, etc., son sus máximos representantes Tyler, Taba, Saylor y Ale- Podríamos decir que, en general, el discurso reconceptualista, como
xander, y D. Tanner, Zais, etcétera. discurso crítico-radical de la escuela y del currículum, recoge sobre sí
b) El movimiento conceptual-empirista. Tal movimiento se pro- las posibilidades y limitaciones de cualquier discurso radical sobre lo
duce por el "desen1barco" de especialistas en ciencias sociales en el escolar. En concreto, se trata de un discurso que nos "abre" nuevas
catnpo del currículum, cmno consecuencia del "estado del campo" de- puertas y perspectivas sobre el currículum como construcción cultural
rivado del esquema tradicionalista, falto de una cobertura teórica y de y social, que es capaz ele situarnos en unas coordenadas sociopolíticas
investigación científica potente. De esta forma, se tiende a utilizar la que demandan emancipación. Por otra parte, creo que el discurso re-
teoría y práctica ele la ciet;cia social en la investigación empírica del conceptualista ha contribuido, entre otros factores, a la aparición y la
fenómeno curricular. Suele señalarse como el "dispar:o de salida" que evolución de lo que Westbury 0979) denomina la "nueva investiga-
rompe con el tradicionalismo, y da lugar al conceptual-empirismo y al ción" educativa_ Sin embargo, a la vez, se trata de un discurso alejado
reconceptualismo, el ya clásico artículo de Schwab 0983, p. 197 y ss.), de los problemas práctico-reales del currículum-en-acción que tiene
y en concteto, su aseveración de que el campo del currículum está lugar en las escuelas y en las aulas. Grundy plantea el problema con
"moribundo". Son representantes de tal tendencia autores como Wal- una claridad absoluta:
ker, Westbury, Johnson, Beauchamp, etcétera.
e) El movimiento reconceptualista. Sin constituir un paradigma, si- Otros teóricos del currículum más radicales han propuesto otros fun-
no más bien un conjunto de trabajos de temáticas más o menos varia- damentos para la construcción de currícula. Puedo citar los trabajos
de Michael Apple (1979, 1982) y Henry Giroux 0981) a este respec-
das, bajo la consideración de que la investigación curricular, y en gene-
to.(. .. ) Pero mientras el conjunto de críticas sobre lo educativo de
ral la actividad intelectual, conlleva una dimensión política, cuya finali- marxistas y neo-marxistas nos proporciona una alternativa radical
dad es transformar la realidad, a finales de los setenta comienza a desa- desde la que los fundamentos del currículum se plantean, se deja la
rrollarse un movimiento que Pinar denon1ina "reconceptualista", y que "estructura" de un currículum alternativo a la imaginación. Esto es,
desde diversas instancias ha venido en denominarse "la nueva Teoría del desde la teorización curricular de la "nueva izquierda" no siempre se
es capaz de dar respuesta a la cuestión "¿Qué haré el Lunes"? (S.
Currículum"- En opinión de Mazza (1982, pp, 8-9) dos son las caracte- Grundy, 1987, p. 1.).
rísticas que resumen el sentido del movimiento reconceptualista: a) la
oposición a las limitaciones de la racionalicbtd tecnocrática dominante
Barone 0987), reconociendo la utilidad del discurso reconceptua-\
en la teoría curricular, que da lugar a un discurso crítico-radical, antes lista, señala su marcada orientación filosófica antes que propiamente ¡
que a una especie de reformismo liberal; y b) la recuperación de tradi-
curricular, y añade "va siendo hora derecuperar el sentido tradicional :
ciones teóricas europeas como el existencialismo, la fenomenología, el de la teoría curricular de servicio al docente en la planificación y en la
psicoanálisis y el neo-marxismo. Los trabajos de Pinar (1974., 1975), Pi- utilización de currícula actuales" (p. 333). Y como alternativa propone l
nar y Grumet 0976), Huebner 0983), Apple (1974), Giroux, Penna y Pi- una teoría que, a partir del análisis de los materiales y programas es- ;-~
nar 0981), entre otros, así como la creación del ]OLtrnal of Curriculum colares concretos, sea capaz de unir los aspectos específicos ele dichos
-'-~v
46 DINO SAUNI'.S CUilRÍCULUivl. RACIONALiüAQ Y DISCURSO DIDÁCTICO
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¡H·o~r~tl1l~L~t·on Llo; ~lCCli~tc·i()IlL'S de Ll gc'lilt: qut: le>~ utiliLt. L'Sto ,._,_ ut·:~t l·_·¡¡t._!,___-¡h_·i~t
tt:orí~t que'~tya ele! criricismo ~tl currículum~en~u~o. Y .'-'t:r1~tb tr<-'S Gt- l-~1 .-.upuc.~t<J ,_, lll.~r:n at!uti'tllc> tic· 1~1.'- l)o.~it'lllllt..'.-. tuclrcionalistas se
r~tcterístiGts de <::sa teoría: a) pont:r ~¡] lector en po:-;ición ele ,-eí· Lls tr~m~ t..'l·itlerJCi~r en t:l reclu,·uonisrno t..¡ue supone pLrntl'~tr el ~tprencliz,rje co-
s~Kciones curriculares cksde las perspecriv~ts de.: los alun1nos: h) pro- mo Lt rransmisi<.lll de· un conocimiento predehniclo. y lucer girar los
porcionar una interpretación y asesoramiento ele aquellas experiencias anj)isis acerct ele Lr e.sureLt sohre los pa¡j¡w.:tros ele b supuesta efi-
c\escle el pur¡to ele Yista del evaluaclor~crítico: y e) establecer las· cuali- cacia de b instituci(m en tr~msmitir ese mensaje: "( ... ) ninguno ele ello.-;
dades típicas o comunes en la interacción ent1'e los alumnos con as~ (se refiere a Jackson r a Dreehen) discute el currículum oculro en tér-
pectos relativos al currículum. minos ele su significación ideológica y políticr en el mantenimiento ele
Sin embargo. un elen1ento crucial para la posterior historia y evolu- un't sociedad ele clases" (Sharp. 1975).
ción curricular que el discurso reconceptualista ''pone sobre el tapete" h) Enfoque liberal El entoque liberal sobre el currículum oculto
es el análisis sobre la racionalidad ele .la teoría (fundamentalmente so- se centra en el an:tlisis sobre cómo se producen los significados en el
bre la racionalidad inherente al movimiento uaclicionalista), y la nece- aula. desde la perspectiva ele que
sidad de perspectivas sobre lo descriptivo y normativo de la teoriza-
c.ión curricular, que superen una tradicional reducción positivista o Existe una relación dialéctica entre el acceso al poder y la oponuni-
cientificista, ausente, en muchos casos ele reflexión y crítica· colectiva. dad de legimitación de cienas categorías clominameo )i el proceso a
través del cual la clisponihiliclael ele ciertas categorías por algunos gru-
El cientificismo puede ser definido como el modo en que los rnéto- pos les proporciona la oporrunielacl ele ejercer el poder y el comrol
sobre los otros (Young, 1979).
dos inductivos ele las ciencias naturales nos ofrecen el único enfoque
posible sobre el conocimiento acerca ele las crencias humanas y cues-
tiones sociales (D. Lawton, 1983, p. 23). Tanto el comeniclo oculto o latente de la enseñanza. como los prin-
cipios que gobiernan las formas y el contenido de la interacción en el
Como reacción a ese enfoque positivista-cientificista, podemos cons- aula, así como la necesidad de plantear el conocimiento educativo eles-
tatar recientes aportaciones a la teorización curricular, dominadas por un ele un conjunto de categorías y significaciones que son seleccionadas
interés en conectar los intereses teóricos con los prácticos, a partir ele desde el campo cultural y social, y que profesores, estudiantes e inves-
una acción de reflexión sobre y desde la práctica que sea capaz de tigadores utilizan para dotar de significado a sus propias acciones, son
orientar la racionalidad de la acción (de dotarla de un significado sus- algunas de las áreas de investigación y análisis acotadas desde la pers-
~:-;{-:. tanrivo) y que potencia el marco de relaciones intersubjetivas que da pectiva liberal.
sentido a la reflexión y crítica. En ese sentido hay que destacar la utili- Giroux señala el doble servicio teórico realizado por los teóricos
zación que, desde diferentes autores, se realiza sobre la obra del filóso- desde la perspectiva liberal. Por una parte, el desarrollo de una crítica
fo ]urgen Habermas para tratar de conceptualizar el fenómeno curricu- -cinte los modelos pedagógicos tecnocráticos o posirivistas que vienen
lar como fenómeno social (Carry Kemmis, 1983; Bullough y Goldstein, a ocultar o distorsionar los verdaderos significados de la experiencia
1982, 84; Grundy, 1987, entre otros), influidos quizás por el empleo de escolar cotidiana; y por otro, el desarrollo de modelos que destacan la
los planteamientos ele la Escuela de Frankfurt inicialmente por parte de importancia de la intencionaliclad, ele las percepciones y relaciones in-
Giroux (1981, 83, 86). Así, el mismo Giroux (1983, p. 47 y ss.) diferen- terpersonales, en la construcción de lo experiencia! y significativo den-
cia tres perspectivas en cuanto al análisis del currículum oculto: tro del aula. De esta forma, se citan como representativos los trabajos
a) Enfoque tradicional. To¡na como una de sus cuestiones centra- de Keddie 0971), con respecto al análisis de las categorías y tipifica~
les la pregunta sobre ¿qué hace posible la existencia de la sociedad? ciones utilizadas por el profesor con respecto a la actividad del alum-
Desde esta cuestión, la asunción básica consiste en que la educación no; los de Arnot (1982, 1984), con relación al papel de la escuela en
juega un rol fundamental en el mantenimiento del orden social esta- cuanto a la reproducción ele los roles sexistas; o los de Menham 0979)
blecido, y que desde el enfoque tradicional se aceptan, de forma acrí- y Vallance (1973, 1980), en la línea del estudio de las necesidades del
tica, las relaciones existentes entre escuela y sociedad; el papel del cu~ alumno en orden a operar de forma eficaz en el aula.
nículum oculto, como función del proceso de escolarización, es acep- Si bien Giroux recalca la importancia ele tales trabajos, a la vez los
tado como positivo. Giroux cita, entre otros, los trabajos de Dreeben relativiza en la medida en que no van acompañados ele un análisis so-
(1968, 1983) y Jackson 0975) como exponentes representativos de tal bre cómo las condiciones económico-SQciales crean, directa o·inditec-
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48 DINO SALINAS
CURRÍCULUM. RACIONALIDAD Y DISCUR.'30 DIDÁCTICO
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~-
50 DINO SAUNAS
CU1~PÍCULUM. RA.C!ONAUD,A,D Y DfSCURSO DIDÁCTICO
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Jllec!t{) .1 !!.LI\t....'"' t.k· ur: ¡J¡··..H.·C."'-•1 l!l· l_k·l)i_l<._•_:{)~i 1,1,1\.t li:l tiHJ.:d l'.'-, !,: ck·
<."l<lll ,:-;\liJrL' );¡ C'lb<.:IUil/:1 pu~·ciL· l"L'tlrUtSC c'll LtriaiJk-.~ e.-;pecítilcl:-; C[LIL
Lk:,-..;cul)rit- LL" reg~ll~tric.LtLlc-..; L¡LIL' L'.\i'--ilL'I1 L'rllt\..' Lt."- \ ~ 1 r·i~J!)k·.-.... ¡1LttHc·~tlLI.~
puL·clcn .'L't. mec!icbs en fonn~t itlclepctldiente con respecto :1 otns \·:~
t:n el t:sruclio. DL· e:-;r~t r·cHm:l. el cc>tloLil11iL'1lt<l e-L' c:-;uhk'c"L' ck·.~Lk lo
ri:thles del sistema. A b \·ez. Lt m'ciélll ele "sistema ele \':tri:lhle,.;" cl:t
Ull1LTeto. oh.:-;en·ahk~ ,. mt:dihk. ,. es e<H1\t:Tticlu en pru¡•o~ici(lll ge-
un significado preciso ~~ b noci(l!1 ele "cltllsación" dentro del enfoque
ner:ll (desde b húsquec.Lt de ese conjunto ele "lt:,·e:-;" c¡utc' regubn los
empírico-analítico. A::;í. la po::;il lilicLtcl de producir resu!Ltdos o "s::li-
acontecimientos) :t tr:t,·és de un proceso ele ahstr:tcci(m-gener:tliza-
cbs" ele! ::;istema previamente planificadas. a través de b explicación
ción.
o la manipulación de las relacione.~ emre variables meclihles, es uno
2'2 Se concihé el conocimiento -resultado de ese proceso de incb-
ele los procesos cleri vados de ese, J:{t'incipio ele causaliclad.
gación científico- "libre de valores"; esro es. el conocimiento es ob-
jetivo y descrito de:->dt: un discursu neutral. En Li medicl:t en que la
-±". Existe interés en formalizar5.el conocimiento a través de la de-
finici(J!l clara y r::reci::;a de las \i;u~iahies; los conceptos pueden ser
objetividad se plantea como uno de los ejes h:1sicos del discurso
operacionallzados a través ele significados invariables, ele modo tal
científico. los hechos o eventos por tener en cuenta en la investiga-
que puedan ser identificados y medidos "de forma precisa. "Plantean-
ción tienden a ser por lógica los supuestamente "objetivables", es de-
do las unidades ele análisis como invariables, el investigador puede
cir, aquellós observables y probablemente reductibles a medición
crear variables 'independientes' y 'dependientes' en orden a estudiar
empírica.
cómo unas influyen c:n las otr<is o cómo la manipulación sobre una
3º. La noción de "causalidad" (o causación), desde este enfoque, produce efectos sobre otras" (p. 38).
se encuentra asociada a la noción ele predicción. Desde el momento
5º. El intento de crear un conocimiento altamente formalizado y
que el conocimiento del mundo social es objetivo, y puede ser redu-
desinteresado determina la relevancia ele la matemática "en el proce-
cido a un conjunto de partes o elementos que interactúan de acuer-
so ele construcción de la teoría. La reducción de la ambigüedad y po-
do con leyes o regularidades de funcionamiento, las que debe "des-
sibles contradicciones se produce a través ele la cuantificación preci.-
cubrir" el científico o investigador, el mismo descubrimiento de esas
sa de las variables. Por otra parte, se limita b consideración sobre "el
leyes supone la posibilidad de predecir futuros eventos.
dato" en la medida en que éste se reduce a lo "convertible" en nú-
4º. Por último, existe la creencia de que los mismos profesores mero.
pueden operar desde una posición "libre de valores'', a tr;J.Vés de la
Gimeno y Pérez (1983, p. 88 y ss.), por su parte, realizan un aná-
separaciÓn del mundo de los valores de los "hechos" y "modos de
lisis de los supuestos O" asunciones que recaba sobre sí el llamado en-
análisis" mediante los cuales alcanzamos la objetividad ..
foque racionalista o positivista, a -partir de la consideración de los tres
Pop,kewitz, por su parte, y desde una crítica muy similar a la d~ grandes grupos de problemas a los que, de una forma u otra, se in-
Giroux, señala las siguientes asunciones: tenta dar respuesta desde la investigación didáctica: a) la definición
del objeto, b) el planteamiento epistemológico, y e) los procedimien-
1 º· La teoría se construye en orden a su universalidad y su finali- tos metodológicos. En este punto nos centraremos en los aspectos
dad es la de describir y predecir eventos o sucesos. Desde este inte- epistemológicos, señalados por los autores, entre otros: 1) la afirma-
rés por la generalización, los principios básicos o axiomas de la teo- ción sobre la unidad del método científico, el método hipotético-de-
ría adquieren un alto nivel de abstracción y tienen lugar al margen ductivo, tanto para las ciencias naturales como para las humanas; 2)
de contextos sociales o históricos específicos. consideración unitaria y estática de la realidad como "algo dado"; 3)
2º. La universalidad de la teoría se plantea como una empresa de- concepción del conocimiento científico como una forma de descu-
sinteresada, esto es, libre o independiente de los valores y los fines brimiento de las relaciones causales que configuran esa realidad; 4)
a través de los cuales las personas actúan en una situación. La teoría cuya finalidad es explicar dicha realidad; 5) para llegar a establecer
se limita a describir las relaciones entre los "hechos". Desde estas los principios que prescriban la intervención racional en la práctica,
consideraciones se distingue entre teorías específicas (explicación so- fundamentada de formá científica; y 6) la prescripción tecnológica se
bre "cómo los hechos ocurren") y teorías morales o norn1ativas (ex- convierte en el puente o fundamento de la continuidad lógica esta-
plicaciones sobre "cómo los hechos deberían de ocurrir"). blecida entre la teoría y la práctica.
3". Se concibe el mundo social como un sistema de variables que Por último, señalaré un elemento que a mi juicio resulta funda-
son analizadas de forma independiente. De esa manera, la investiga- mental para eme.nder la evolución y la contribución real al conocí-
3
52 DINO SALIN.~S
CURRÍCULUM. RACIONALIDAD Y DISCURSO DIDÁCTICO
53
Fí_..;nL"r. E. ( llJ-LJ >. "HununL"'l ic r1 l._'llLI'"' .t11tl ti lL' l u ¡·n<.. ctlur11 f¡L·Icl" L'l1 T~1~ l< ll (¡/J. ci!. ¡)p. ~-1 ~
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