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SESIÓN DE

APRENDIZAJE 7
BIENVENIDOS
A NUESTRA
AULA VIRTUAL
BASES
CONCEPTUALES

Docente: Mg. Carlos Eduardo Cabell Miguel


Regulación del crecimiento celular normal
Las células proliferan aumentando su contenido de moléculas y orgánulos (crecimiento
en masa o tamaño) y duplicando y segregando sus cromosomas, para posteriormente
dividirse en dos células hijas que son genéticamente iguales. La proliferación celular
tiene lugar de un modo controlado de acuerdo a las necesidades generales del
organismo.

La regulación del ciclo celular ocurre de diferentes formas. Algunas se dividen


rápidamente, otras como las células nerviosas pierden la capacidad de dividirse una vez
que llegan a la madurez. Algunas, como las células hepáticas, conservan, aunque no la
utilizan, su capacidad de división. Las células del hígado se dividen si se remueve parte
del hígado y su división continúa hasta que el hígado retorna a su tamaño normal.
Todas la células eucariotas tienen un "reloj
molecular" que determina cuando debe dividirse.
Para programar estos sucesos el "reloj del ciclo
celular" se vale de diversas moléculas proteicas.
Los dos " engranajes" moleculares de este reloj
son:

Las ciclinas

Las quinasas (las CDK)


En el control de la división celular intervienen dos tipos de
moléculas:

CICLINAS: llamadas así porque alternan períodos de síntesis con


períodos de degradación. Se reconocen dos:

QUINASAS (CDK) dependientes de las ciclinas: actúan cuando son


activadas por la ciclinas fosforilando moléculas cruciales para la
división celular. En los seres superiores se identificaron dos
principales:

cdc2 (cell division cicle)

cdk2 (quinasa dependiente de la ciclina)


Estos "engranajes" se asocian entre sí e inician los
"movimientos" que llevan a iniciar los diferentes
estadios del ciclo celular. Por ejemplo en la G1
temprana las ciclinas del tipo D se unen a la CDK4 o
CDK6 y el complejo resultante "libera" el freno que
impedía la progresión hacia la G1 tardía y, por lo
tanto, el pase a la fase S (el complejo ciclina D-
CDK4/6 desarma un potente inhibidor de la
progresión del ciclo: el formado por la proteína pRB
y los factores de transcripción inactivos).
Sustancias inductoras de la proliferación celular:

Factores de crecimiento: en su mayoría son de secreción paracrina,


algunos son los factores de crecimiento fibrobásticos FGF, plaquetarios
PDGF y epidérmico EGF, que estimulan la proliferación de muchos tipos
celulares.

SOMATOMEDINA: estimula la proliferación de células cartilaginosas


durante el crecimiento óseo. Esta sustancia se sintetiza en el hígado en
respuesta a la hormona de crecimiento hipofisiaria.

ERITROPOYETINA: originada por secreción endócrina en los riñones,


estimula la proliferación de glóbulos rojos en la médula ósea.
MATRIZ EXTRACELULAR
Los tejidos están constituidos por células y por material extracelular producido por las
células. Este material recibe el nombre de matriz extracelular (MEC).

A través de moléculas proteicas integrales de la membrana plasmática se establece una


continuidad entre el interior de la célula y la matriz extracelular. Las moléculas del
citoesqueleto se unen a proteínas de la membrana, que son receptores para
macromoléculas de la matriz extracelular, estableciendo una conexión entre el citoesqueleto
y la matriz extracelular.

Un componente importante de la matriz es la lámina basal (LB), que se dispone entre los
tejidos epiteliales, células musculares, capilares sanguíneos y linfáticos, y el tejido
conjuntivo.

La matriz tiene un significado funcional bastante amplio en los tejidos, participando en la


mantención de la estructura, del desarrollo embrionario y post-natal, de la proliferación
celular, de la regeneración, de la nutrición y de procesos patológicos.
La vida de la célula está íntimamente ligada a las macromoléculas externas que
están formando la matriz extracelular (MEC). Influyen tanto en su crecimiento,
diferenciación y muerte. Además interviene también en la regeneración,
curación y fibrosis.

La MEC está formada por fibras –reticulares, elásticas y de colágeno-, y


sustancia fundamental. La sustancia fundamental amorfa constituye la matriz
símil gel en la que están incluidas las fibras y las células, ya a través de la cual
se difunde el líquido tisular. La sustancia fundamental está compuesta por
glicosaminoglicanos (GAG), proteoglicanos y glicoproteíanas. Las células que
contiene la sustancia fundamental son entre otras, fibroblastos, macrófagos,
células plasmáticas, mastocitos, pericitos, leucocitos y células adiposas.

Las células son las que secretan localmente la MEC formando una red que
constituye una importante proporción del volumen del cualquier tejido.
Las funciones de la MEC son varias, y entre ellas destacaremos las siguientes:

Las proteínas de matriz captan agua que aporta la turgencia a los tejidos
blandos y minerales que proporcionan la rigidez a los tejidos esqueléticos.
Es un reservorio de factores de crecimiento que controlan la proliferación
celular.
Interviene en la interacción célula-célula, y aporta un sustrato para la
adhesión, migración y proliferación de células, modulando directamente la
forma y la función celulares.
Juega un importantísimo papel en la morfogénesis, la curación de heridas y
los procesos fibróticos crónicos, así como la invasión tumoral y metástasis.
La MEC está formada por tres grupos de macromoléculas (A) que están
presentes en la uniones intercelulares y en las superficies celulares, y pueden
ensamblarse con dos organizaciones generales (B): matriz intersticial y
membrana basal (MB).
(A) Grupos Macromoleculares:

Proteínas estructurales fibrosas (colágenos y elastinas).


Un grupo diverso de glucoproteínas adhesivas.
Proteoglicanos y ácido hialurónico.

(B) Organización de la Matriz:

La matriz intersticial: Está presente en los espacios entre células epiteliales,


endoteliales, células de músculo liso, y en el tejido conectivo. Se compone de
colágeno fibrilar y no fibrilar, elastina, fibronectina, proteoglicanos, hialuronato y
otros componentes.
La Membrana Basal están producidas por células epiteliales y mesenquimales, y se
encuentran estrechamente asociadas con la superficie celular. Constituyen una red de
colágeno no fibrilar amorfo (mayoritariamente de tipo IV), laminina, heparán sulfato,
proteoglicano y otras glicoproteínas.
La matriz extracelular también es importante en la patología, ya
que su viscosidad retarda la penetración de microorganismos en
los tejidos. Bacterias que producen enzimas capaces de digerir
macromoléculas de la MEC, se infiltran con mayor facilidad en
los tejidos. Es el caso de los Estafilococos que secretan
hialuronidasa y el caso del Clostridium (responsable de la
gangrena) que secreta colagenasa.
El colágeno cumple una importante función estructural en nuestro
organismo. Sin él, el ser humano sería una masa de células
interconectadas por unas pocas neuronas.

Los colágenos se componen de una triple hélice de tres cadenas


polipeptídicas α. Hay 27 tipos de colágenos distintos codificados .
Sintetizado por fibroblastos.
El colágeno fibrilar se sintetiza a partir del procolágeno (derivado del
preprocolágeno). El procolágeno es secretado desde las células y
escindido por proteasas para formar la unidad básica de las fibrillas. La
formación de fibras de colágeno se asocia con la oxidación de residuos
específicos de lisina e hidroxilisina por la enzima lisiloxidasa. Gracias a
esto se produce una unión cruzada con las moléculas adyacentes
permitiendo la disposición ordenada que es característica del colágeno.
Ésta unión contribuye en la tensión del colágeno.

La Vitamina C es necesaria para la hidroxilación del procolágeno, un


requerimiento que explica la inadecuada curación de las heridas en el
escorbuto (ésta enfermedad es debida a la falta de vit. C).

También se pueden dar alteraciones en la formación de colágeno por


defectos genéticos.
Encontramos fibras elásticas en tejidos como los de los vasos sanguíneos, la piel,
ligamentos, el útero y el pulmón, ya que para desarrollar sus funciones correctamente
requieren la elasticidad que les aporta estas fibras. Estos tejidos también están
sometidos a la tensión del colágeno pero para recuperar su forma necesitan de las
fibras elásticas.

Las fibras elásticas se caracterizan por ser más finas que las fibras colágenas y por
estar distribuidas en un patrón ramificado que forma una red tridimensional. Las
fibras están entretejidas con fibras de colágeno para limitar la distensibilidad del
tejido y prevenir el desgarro debido al estiramiento excesivo.

Las fibras elásticas son producidas por la mayor parte de las células productoras de
fibras de colágeno y reticulares, en particular los fibroblastos y las células musculares
lisas.
Morfológicamente, las fibras elásticas tienes un núcleo central
compuesto por elastina, rodeado de microfibrillas. Además
encontramos grandes cantidades de elastina, una proteína que, al igual
que el colágeno, es rica en prolina y glicina, pero se diferencia por ser
pobre en hidroxiprolina y por carecer por completo de hidroxilisina.

La red periférica de microfibrillas está compuesta fundamentalmente


de fibrilina que se asocia consigo misma o con otros componentes de la
MEC. Las miofibrillas sirven de armazón para el depósito de elastina y el
ensamblaje de las fibras elásticas.
Reparación de los tejidos conjuntivos

Los tejidos están constantemente sometidos a fuerzas o estímulos que pueden causar el
daño de los mismos. El organismo responde mediante la reparación del mismo, es decir,
intenta restaurar el tejido lesionado a su estado original. Así, hablaremos de:

Regeneración: implica la sustitución de componentes tisulares, idénticos a aquellos


extirpados o muertos. Se produce en tejidos que son capaces de reconstruirse de forma
completa tras el daño (Ej.: tejido óseo tras una fractura, regeneración de la superficie
epitelial tras una herida cutánea).
La capacidad de regeneración de los tejidos del hombre es limitada y está relacionada con
el grado de evolución de cada tejido, así pues la capacidad de los tejidos para poder
repararse viene determinada, en parte, por su capacidad regenerativa intrínseca. Según
este criterio, los tejidos del cuerpo se dividen en:
1 Tejidos lábiles: las células de estos tejidos se destruyen y
reponen continuamente, por maduración a partir de
células madre adultas y por proliferación de células
maduras. Entre estas células se encuentran las
hematopoyéticas de la médula ósea y la mayoría de los
epitelios superficiales (cavidad oral, cuello uterino, vagina) ;
los epitelios cúbicos de los conductos que drenan los
órganos exocrinos; el epitelio cilíndrico del tubo digestivo,
útero y trompas de Falopio y el epitelio de transición de las
vías urinarias. Estos tejidos se pueden regenerar fácilmente
después de una lesión, siempre que se encuentre
preservada la reserva de células madre.
2 Tejidos estables: las células de estos tejidos se encuentran en
reposo , sin embargo son capaces de dividirse en respuesta a una
lesión.
Las células estables conforman el parénquima de la mayoría de los
órganos sólidos, como hígado, riñón y páncreas y se incluye las
células endoteliales, fibroblastos y células del músculo liso. Estos
tipos de tejidos (a excepción del hepático) tienen una capacidad
limitada de regeneración tras una lesión.
3 Tejidos permanentes: las células de estos tejidos están
diferenciadas de modo permanente y no son proliferativas en la vida
posnatal, como ocurre con la mayoría de las neuronas y de las
células cardíacas. La reparación predominante es la formación de
cicatriz y la lesión es irreversible.
Cicatrización o curación: es una respuesta
fibroproliferativa que más que restaurar el tejido, lo
"parchea". Se lleva a cabo en tejidos que son incapaces de
regenerarse, produciéndose un depósito de tejido
conjuntivo, formando una cicatriz. (Ej.: curación de heridas
en la piel, o reemplazo de células parenquimatosas por
tejido conjuntivo en un infarto de miocardio):
Una agresión grave o persistente puede dañar las células
parenquimatosas de un tejido y llegar a afectar incluso a
su estroma. En este caso, se produce la sustitución del
mismo por tejido conjuntivo, que consta de CUATRO
FASES:
FASE TEMPRANA: ANGIOGÉNESIS: formación de
nuevos vasos sanguíneos a partir de otros vasos
preexistentes. Hemostasis.
FASE INTERMEDIA: MIGRACIÓN y PROLIFERACIÓN
de FIBROBLASTOS.
FASE TARDIA: DEPÓSITO de MEC: * Síntesis de
colágeno y matriz. * Contracción.
FASE FINAL Remodelación: maduración y
organización del tejido fibroso.
Fibrosis: en inflamación crónica, el daño tisular y la
reparación pueden ocurrir al mismo tiempo. En este
caso, el depósito de tejido conjuntivo produce una
fibrosis. La fibrosis es el depósito anormal de tejido
conjuntivo independientemente de la causa.
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