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Diferencie y compare el tratamiento que hallan los conceptos de pasión en Descartes y

Hume. ¿Cómo re interroga los conceptos de emoción y sentimiento, según Darwin y


Wundt, los desarrollos de la primer parte del programa?
Señale puntos de convergencias entre tales desarrollos y la mentalidad y escena
histórica en que se inscribe cada autor.

René Descartes fue un filósofo y físico francés del siglo XVII, representante de la
corriente intelectualista que se mantenía en auge en dicho siglo y que sostiene que la
base del conocimiento la forman conjuntamente la experiencia y el pensamiento.

Sus obras mas notorias fueron “Discurso del método” (1937) y “Tratado de las
pasiones del Alma” (1649) que se relacionaran entre si ya que en ambas se pueden
observar las características de la escena en la que se encuentra inmerso, un contexto
de monarquías absolutas, de origen hereditario y bajo el signo de Dios, donde además
actúan los tribunales de inquisición que evalúan las producciones de la época.
Por lo tanto, la imagen de Dios tendrá una importancia central en sus obras ya que
esta será atribuida como garante de su producción lógica. A su vez utilizará el modelo
mecánico y por tal motivo, su teoría estará atravesada por la mentalidad mecanicista
propia de la época.

Descartes concibe al sujeto gnoseológico como un sujeto pensante, racional. Llega a


tal afirmación partiendo de la aplicación del método analítico, el cual consiste en
analizar (descomponer el problema en sus elementos) y sintetizar (recomponer el
todo).

“…todas las cosas, de que el hombre puede adquirir conocimiento, se siguen unas a
otras en igual manera, y que, con sólo abstenerse de admitir como verdadera una que
no lo sea y guardar siempre el orden necesario para deducirlas unas de otras, no
puede haber ninguna, por lejos que se halle situada o por oculta que esté, que no se
llegue a alcanzar y descubrir” (Descartes, 1637)

Con el uso de este método llega a la primera premisa que es la duda. Aquello que de
lugar a dudas va a ser descartado. Primero realiza una maniobra de introspección por
la cual la conciencia se considera el modelo de todo conocimiento científico. Es decir,
lo primero es el pensar y de eso no puedo dudar. “Pienso luego existo”

Una vez que llega a la premisa de que el pensar es lo primero, se encuentra en


condiciones de cosificar el pensar y obtener así un dualismo entre sujeto y objeto
donde la diferencia entre ellos es máxima. Así, nacen los conceptos de Res Cogitans
(sujeto) y Res Extensa (objeto).
Mientras que del primero se ubican la conciencia, la razón y el pensamiento, del otro
se ubican los sentidos, el calor y los movimientos.

Es a partir de este recorrido por lo cual es posible arribar al primer concepto que
permite abordar la pasión. Este es el cuerpo, ubicado del lado de la Res Extensa,
cuyas funciones son el calor y el movimiento, impulsados por los espíritus animales,
organismos muy diminutos que viajan por todo el cuerpo a través de la sangre,
generando el movimiento y la percepción.
1. Descartes, R. (1637) El discurso del método,
Segunda parte, pág. 3, Buenos Aires.
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El segundo concepto es el alma, la cual se compone de pensamientos, que pueden
ser de dos clases: las acciones del alma, que se dividen asimismo en las que terminan
en el alma y las que terminan en el cuerpo; y las percepciones, que son pasiones del
alma, de las cuales algunas son causadas por el alma y otras por el cuerpo. Estas
últimas son divididas por Descartes en tres clases: las pasiones que dependen de los
objetos exteriores; las percepciones causadas por el cuerpo que refieren al cuerpo
mismo y las pasiones que se refieren solamente al alma y son causadas por el
movimiento de los espíritus, refiriendo específicamente a las pasiones del alma y
definidas por el autor como sentimientos causados, sostenidos y reforzados por algún
movimiento del cuerpo. (Descartes, 1649)

Descartes plantea que, si bien el alma y el cuerpo son dos cosas diferentes, están
unidas sin embargo por una glándula ubicada en el cerebro, la cual es la principal sede
del alma.
El alma comenzó a estar unida al cuerpo en el momento en que ciertos objetos
impulsaron los sentidos, moviendo los espíritus animales de una forma particular, los
cuales pasaban por esta glándula, llevando así una representación de este objeto al
alma y produciendo determinadas pasiones.

Para Descartes, lo que es pasión en el alma, es acción en el cuerpo y en el mundo. Es


decir, que es una juntura del alma con el cuerpo.

Un siglo después, ubicamos a Hume, filosofo, economista y sociólogo perteneciente al


siglo XVIII, el siglo de las revoluciones. Representante de la corriente empirista, lo que
propone es hacer ciencia de lo natural. Su meta consiste en demostrar que nuestras
representaciones o contenido de la conciencia están fundamentadas por la
experiencia. Su método es inductivo, de búsqueda y recolección de datos, a diferencia
del propuesto por Descartes basado en la matemática, la lógica y la deducción.

Hume define al sujeto como una tabula rasa, explicando que al nacer se encuentra en
blanco y que ira transformándose a partir de cómo lo real se inscribe en el, esto se da
a través de los sentidos, la experiencia inmediata.

Hume, va a considerar como primaria la impresión y a las ideas como un punto de


llegada. Sostiene que se aprenden por asociación y repetición, definiendo a la idea
como una impresión debilitada.
A su vez, divide a las percepciones en impresiones e ideas simples y complejas,
siendo las primeras las que no poseen división en partes y provienen de impresiones
simples; mientras que las segundas son fragmentadas en impresiones o ideas
simples.

Retomando el concepto de idea, Hume plantea que el principio universal de la unión


entre ideas es la asociación, una fuerza dócil e involuntaria, guiada por tres leyes: la
semejanza, la contigüidad y la causa-efecto.
La asociación de impresiones con ideas por el hábito forma las creencias. A partir de
todo esto ya no se confunde el pensar con el sentir. Ésta asociación se produce por
repetición.

1. Descartes, R. (1637) El discurso del método,


Segunda parte, pág. 3, Buenos Aires.
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En su texto “Disertación sobre las pasiones” Hume plantea que se juzgan a los objetos
como buenos o malos a partir de la sensación que estos nos provocan. Se los llama
buenos si nos producen sensaciones agradables o se los llama malos is nos producen
sensaciones desagradables.

No obstante, la presencia de un mal influye en la imaginación y produce una especie


de creencia. Y esa creencia, que es una idea vivaz asociada a una impresión, va a
despertar la pasión.

Entonces, hay un primer momento que es la impresión y un segundo momento en


donde se asocia con una idea y solo es ahí cuando podemos hablar de pasión. Para
Hume, la pasión es la doble asociación de ideas e impresiones. Diferenciándose de
Descartes, la pasión no es originada por el cuerpo si no por los objetos. Es decir, lo
que causa la pasión es la cualidad o atributo del objeto.

1. Descartes, R. (1637) El discurso del método,


Segunda parte, pág. 3, Buenos Aires.
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