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USO CLÍNICO

La flucitosina es administra principalmente para el tratamiento de infecciones micoticas producidas por


la criptococosis, pero también es útil en algunos casos de candidiasis generalizada (incluso en la
endocarditis), otras infecciones por levaduras y en aspergilosis invasoras graves. La flucitosina asociada
con los azoles antimicóticos puede ser beneficiosa para el tratamiento de la meningitis por criptococos y
algunas otras micosis.

La flucitosina está indicada en el tratamiento de infecciones producidas por los siguientes


microorganismos: Aspergillus sp.; Candida glabrata; Candida sp.; Cladosporium sp.; Cryptococcus
neoformans; Cryptococcus sp.; Phialophora sp.; Sporothrix schenckii (E: extrajero y off-label).

Actividad antimicótica. La fl ucitosina posee actividad útil en el ser humano contra Cryptococcus
neoformans, especies de Candida y los agentes causales de la cromoblastomicosis. En esas especies, la
medición de la sensibilidad in vitro ha dependido sobremanera del método utilizado, y los estudios de
sensibilidad realizados en muestras aisladas obtenidas antes del tratamiento han generado datos que no
han tenido correlación con los resultados clínicos.

Mecanismo de acción. Los hongos sensibles pueden desaminar a la fl ucitosina para convertirla en 5-fl
uorouracilo, antimetabolito potente que se utiliza en la quimioterapia contra el cáncer (fi g. 48-2) (véase
cap. 51). Al principio el fl uorouracilo se metaboliza en la forma de monofosfato de 5-fl uorouracilo-
ribosa (5-fl uorouracil-ribose monophosphate, 5-FUMP) por medio de la fosforribosiltransferasa de
uracilo ([uracil phosphoribosyl transferase, UPRTasa], llamada también pirofosforilasa de monofosfato
de uridina). Al igual que en las células de mamífero, el 5-FUMP se incorpora en el RNA (a través de la
síntesis de trifosfato de 5-fl uorouridina) o se metaboliza para formar 5-fl uoro-2-desoxiuridina-5-
monofosfato (5-fl uoro-2-deoxyuridine-5-monophosphate, 5-FdUMP), inhibidor potente de la sintetasa
de timidilato. El resultado fi nal de esta última reacción es la defi ciencia en la síntesis del DNA. La acción
selectiva de la fl ucitosina se debe a la ausencia o a la concentración reducida de desaminasa de citocina
en las células de mamífero, que impide el metabolismo para formar fl uorouracilo.Resistencia de
hongos. La resistencia al fármaco que surge durante su administración (secundaria) es causa importante
de inefi cacia terapéutica cuando se utiliza solala fl ucitosina en criptococosis y candidosis. En la
cromoblastomicosis, la reaparición de las lesiones después de mejoría inicial ha llevado a suponer que
surge resistencia secundaria. En cepas de Cryptococcus y Candida, esta última se ha acompañado de un
cambio en la concentración inhibidora mínima, de menos de 2.5 a más de 360 µg/ml. El mecanismo de
dicha resistencia puede ser la pérdida de la permeasa necesaria para transporte de citocina, o la menor
actividad de

Aplicaciones terapéuticas. La fl ucitosina (ANCOBON) se administra


por vía oral a razón de 100 mg/kg/día cada 6 h. Esta dosis se ajusta

cuando la función renal es defi ciente. La fl ucitosina se utiliza principalmente combinada con
anfotericina B. En los enfermos de SIDA no se
han observado efectos adversos aditivos al combinar fl ucitosina con 0.7
mg/kg de anfotericina B durante las primeras dos semanas de tratamiento de la meningitis
criptococócica. La cuenta de colonias del líquido
cefalorraquídeo (LCR) disminuyó con mayor rapidez con el tratamiento
combinado, pero no se observaron cambios en la mortalidad o morbilidad (van der Horst et al., 1997;
Brouwer et al., 2004). También se recomienda utilizar un esquema oral a base de fl ucitosina y fl
uconazol como

el tratamiento de los enfermos de SIDA y criptococosis, pero esta combinación tiene efectos adversos
considerables en el aparato digestivo sin
que se haya demostrado que la fl ucitosina añada benefi cios al esquema
(Larsen et al., 1994). En la meningitis criptococócica del paciente sin

SIDA, la participación de la fl ucitosina es todavía más controvertida.

La adición de fl ucitosina a las seis semanas o más de tratamiento con C-AMB tiene el riesgo de provocar
supresión de la médula ósea o colitis cuando la dosis no se ajusta de inmediato en cuanto aparece
hiperazoemia inducida por la anfotericina B. En la actualidad es común que los

pacientes VIH negativos con meningitis criptococócica comiencen con C-AMB o AMBISOME más fl
ucitosina y cambien a fl uconazol una vez que mejoran (Pappas et al., 2001). Se necesita un estudio
prospectivo de este esquema en los pacientes seronegativos, en quienes el objetivo es curar y no
únicamente suprimir los síntomas.

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