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INTRODUCCION

El documento presente que será analizado y sintetizado, muestra a la sociedad la


nueva generación de políticas para combatir las principales amenazas que afectan a los
agentes económicos de América Latina y el Caribe.

Debemos resaltar que este importante libro de lineamientos claves para erradicar la
pobreza y la desigualdad, fue presentado por la Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (CEPAL) en la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y
el Caribe que tuvo lugar en la ciudad de Lima, en noviembre de 2015. Dado este evento en
nuestro país, tenemos que estar orgullosos de que un proyecto tan grande se haya presentado
en el Perú, y por eso, la responsabilidad y el actuar de nuestros gobernantes deberá ser
fundamental para impulsar y fortalecer la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

En aquel documento se presenta ante el pleno tales avances en materia económica,


social y política, en representación por ministros de cada país, lo cual se busca ver el balance
de progreso o receso que tuvo el país miembro. Entre ellos, la disminución significativa de la
pobreza, la indigencia y la vulnerabilidad de estas en su conjunto.

Por otro lado, en materia de salud, se trata de exponer el destacado avance que se tuvo
de la disminución de la mortalidad infantil, como también el sector educación es pieza clave
del desarrollo y crecimiento de un país, por eso no debemos dejar de lado. Por lo que este
sector tuvo una excelente aceleración en la universalización de la educación primaria, la
ampliación de la matrícula y la conclusión de la educación secundaria.

Los avances presentados se dieron en un contexto político caracterizado por la


preocupación de los gobiernos de los países de la Región, con los objetivos de desarrollar
políticas públicas de magnitud social que busquen mejorar la calidad de vida de las personas.
Enfocándonos en un contexto económico, con el pasar de los años, los países ampliaron su
presupuesto con la recaudación y capacidad fiscal, de tal forma se complementó la
distribución en educación, salud y protección social, con la finalidad de que los recursos
beneficien a todos.

Pero no todo fue color de rosa para los países, si bien los años pasaban, ciertos
coyunturas también afectaban a las economías, tal motivo llevo a crear la Agenda 2030, para
el desarrollo sostenible de los países.
CAPITULO I

1.1 Desigualdad
Esta primera parte hace énfasis en dar una mirada clara y concreta a la desigualdad
que es el principal desafío que debemos combatir en base a políticas y ver nuestra realidad.
Para ello, se planteó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible cuyo proceso es de análisis
y reflexión mundial.
La desigualdad es un tema que conlleva desde hace muchos años atrás, por lo que la
CEPAL adopta como un nuevo desafío a partir del año 2010 y gana centralidad, de esa
manera se comienza darle mayor importancia.
Durante décadas, los famosos debates y análisis sobre la desigualdad en América
Latina y el Caribe se han centrado en torno a la precariedad del ingreso. Esta medida
responde a que el pilar de consumo y la calidad de vida de las familias dependen
significativamente al nivel de ingreso. La CEPAL ha contribuido a este análisis en la
cuantificación del desequilibrio del ingreso y el estudio de sus determinantes de que le hace
tan complejo.
Según la CEPAL, reconoce que la desigualdad es un enfoque multidimensional,
porque se ha señalado su heterogeneidad en su estructura. En otras palabras, “las brechas
productivas no operan solo en el plano socioeconómico, en el que se genera la desigualdad de
ingresos, sino que también existen factores como la cultura y las capacidades” (Bárcena y
Prado, 2016, pag.51).
En otro ámbito, un enfoque de noción de igualdad para la CEPAL, hace referencia
que comprende varios campos, como la igualdad a los derechos humanos y la igualdad de
capacidades, todo esto son ejes primordiales que se trata de alcanzar con toda plenitud y tener
un horizonte normativo y practico de acceso para todas las personas, sin distinguir clase
social, raza, sexo, etc. En ese sentido, como se menciona en líneas arribas, la desigualdad es
todo lo contrario, la manera de manifestarse es que no todos los individuos pueden ejercer
plenamente los derechos.
Mediante la diferencias de estos dos enfoques, se busca que el principal beneficiado
sean las personas en base al acceso de buenos derechos y de esa manera se alcance un nivel
suficiente de bienestar.
1.2 La matriz
La matriz de la desigualdad social en América Latina y el Caribe, se ha señalado que
es el mercado laboral que este vincula a la estructura productiva heterogénea, a una acentuada
variedad de ingreso en los hogares.
Una manifestación clave, es que la estructura demanda pocas capacidades técnicas,
por lo que hace, que los empleos de los trabajadores en general, se caracterice por ser de baja
calidad y lo peor que sea informal. Todo esto conlleva, a que los ingresos seas bajos e
inclusive nulo, de tal forma limitando a los accesos de una protección social buena y de
derechos fundamentales para el vivir.
Podemos mencionar que el primer eje de la desigualdad, es la clase social, lo cual es
la matriz económica y productiva de las familias. Sus elementos centrales de este eje son la
estructura de la propiedad y la distribución del poder.
Pero esto no queda aquí solamente, las desigualdades se manifiestan en diversos
ámbitos, según la CEPAL, los otros ejes están marcadas por el género, raza y etnia. Y sin
dejar de lado, también existen otros ejes soberanos, como la desigualdad territorial y social.
Esta matriz tan importante necesitara una actualización porque con el pasar del tiempo
el mundo cada vez está más globalizado, entonces se requerirá de un análisis mayor para
poder identificar otros ejes y dimensiones que tendrán que ser tema de solución a la larga.
En este documento será pieza clave el analizar tres ejes fundamentales que componen
en su estructura la desigualdad social en América Latina y el Caribe, las cuales son; a)
desigualdades étnicas y raciales y la relación con la desigualdad de género; b) el
encadenamiento de las desigualdades a lo largo de la vida, y por ultimo; c) las desigualdades
territoriales, es un eje que conlleva a hablar porque a base de eso, depende el desarrollo y
crecimiento de los países.
CAPITULO II
2.1 Desigualdades étnicas vs Desigualdades de genero
El principio por velar las desigualdades es una preocupación tanto a nivel étnico y
racial, lo cual se suma, que es un tema central en la Agenda Internacional de Derechos
Humanos (1948). Principalmente en la Agenda, se señala que en el artículo 1, se declara que
“todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” y por consiguiente
en el artículo 2 señala, que “toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados
en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, etc. Estos dos
artículos son el punto de partida de muchos más instrumentos adoptados para velar los
intereses de las personas y defender a toda costa los derechos humanos.
Para ello, estos lineamientos influyen en la agenda de derechos de los distintos países,
con el objetivo de tomar decisiones solidas que aporten resguardo a toda la soberanía
territorial.
La CEPAL siempre ha acompañado el proceso de poner interés, mediante la
formulación sobre la centralidad de la igualdad como horizonte estratégico, lo que genera
tener mayor acercamiento y profundizar las diferencias que afectan a los pueblos indígenas.
Como parte de ese acercamiento o preocupación, la CEPAL, ha dedicado un gran esfuerzo a
apoyar a los países en el desarrollo de las capacidades de identificación y caracterización de
tales poblaciones con el lema “que nadie se quede atrás”.
Por otro lado, en contra parte de todo esto, aparece también la promoción de la
igualdad de género, lo cual constituye un eje central de la propuesta de desarrollo de la
CEPAL, lo cual forma parte de los diagnósticos sobre la desigualdad social, lo cual esto se
fundamenta con las recomendaciones de política y actividades de asistencia técnica.
Desde hace décadas la CEPAL, ha logrado incorporar un importante programa de
cooperación, por lo que el compromiso que tiene se fundamenta en la construcción e
implementación de una agenda regional de promoción de la igualdad de género.
En consecuencia se dio la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y
el Caribe, este es un órgano subsidiario que busco y alcanzo consolidar “el foro de
negociación de una agenda regional para la igualdad de género amplia, profunda y
comprehensiva, en que la autonomía y los derechos principales estén en el centro, pero estas
negociaciones también se buscan promulgar políticas de desarrollo para combatir con la
pobreza.
Como lo confirma la CEPAL, las desigualdades de género están asentadas en una
división sexual de trabajo, lo que significa que a las mujeres se les asigna la responsabilidad
primaria del cuidado de los hijos y el mantenimiento del hogar y otros dependientes
relacionado a la laburar en casa. Todo esto conlleva a que las mujeres tengan un límite de
tiempo y sus oportunidades decaigan para poder alcanzar al menos un cupo en el mercado
laboral, accediendo a beneficios de protección social y que generen una autonomía
económica sin depender de nadie.

CAPITULO III
3.1 Ciclo de Vida
La primera etapa de nuestra vida, comienza con una fase tan increíble e importante, la
infancia es el punto de partida de todo ser humano, es donde se sientan las bases para el
futuro desarrollo de las personas.
En una etapa donde el individuo tendrá que consolidar áreas tan sensibles para su
óptimo desarrollo, como la salud, nutrición, estimulación temprana y la educación. Debemos
mencionar que el crecimiento no se da en una línea recta, en esta etapa es fundamental
proteger los derechos humanos, porque si dejamos de lado estos derechos, con el paso de los
años se podría tener efectos profundos y perdurables para el bienestar y para las futuras
posibilidades de retrasar el desarrollo de las personas.
Nos enfocaremos en un tema especial, lo cual lo llamaremos vulnerabilidad de la
población infantil, haremos un análisis en comparación a tramos etarios del ámbito de la
pobreza. Este es un desequilibrio etario, que comprende a niños, niñas y adolescentes en una
situación de desventaja, debiéndose a diferentes factores. El primero de ellos tiene que verse
con la disminución estratificada de la fecundidad, lo que quiere decir es que en los hogares
más pobres proporcionalmente más niños. El segundo factor, es la estructura de la familia, lo
cual viene ligado a quien dirige el hogar, si es encabezado por el padre o madre, pero estos
tienen a liderar solos, ya sea por diferentes motivos. Lo que resume a esto, que la familia
tiene una posibilidad muy alta a encontrarse en situación de pobreza o pobreza extrema.
Todo esto origen conlleva a que las mujeres o varones no logren la incorporación al
mercado de trabajos, pero esta coyuntura se ve más reflejado en la lado femenino. Asimismo,
que las sociedades envejecen, existe el compromiso de destinar mayores recursos públicos
pero con la intención y voluntad de que se cumplen y ejecuten.
A su vez, estas brechas estarías, inciden a los otros ejes transversales de la
desigualdad, como el género, la pertenencia étnico – racial y la heterogeneidad territorial, lo
que en su conjunto estas brechas se magnifiquen.

Como mencionamos en líneas arribas, la infancia es el cimiento de la bases para el


futuro de las personas, pero ahora viene una etapa donde deberás escoger un único camino, a
esta faceta podemos llamarlo la etapa crítica, según los expertos, porque es donde las
desigualdades pueden ensancharse o reducirse. En esta etapa, se definen los lineamientos que
marcaran la vida adulta, donde se esperar que los jóvenes culminen sus estudios, inicien su
trayectoria laboral y formen una familia, si bien sabemos este proceso no tiene una
trayectoria lineal directa.
El principal desafío de la juventud, es liberar ese obstáculo del proceso de
independización, tiene una duración de 5 a 7 años en promedio, aunque suele complicarse
más en las mujeres que en los hombres. El pilar educativo, está siendo un tema mucho de
hablar, los jóvenes de hoy en día ya no quieren estudiar, simplemente se buscan un trabajo y
ejercen de a poco su vida, por eso la finalización escolar tiene tasas bajas pero la deserción
escolar cuenta con tasas altas. Pero como bien sabemos, estos procesos se ven marcados por
las desigualdades relacionadas con el nivel socioeconómico de los hogares de origen, en
consecuencia aquellos jóvenes no han podido adquirir esa formación tan importante y
necesaria para su futuro.
Existe un grupo que realmente preocupa mucho, porque es una población juvenil en
América Latina y el Caribe que no estudia y tampoco se encuentra en actividad del mercado
de trabajo. Es un grupo con una alta gama de vagancia y delincuencia, en los datos regionales
se diferencia que el sector femenino es el más afectado. Porque se trata de una expresión más
de las desigualdades asociadas a la división sexual del trabajo, entre lo que están en esta
situación, son jóvenes, en el caso de las mujeres se dedican al trabajo doméstico y de cuidado
no remunerado, y el caso de los varones la mayoría se encuentran desempleados o buscado
por primera vez trabajo.
En algunos casos toda esta situación es más estructural y en otros, más coyuntural,
porque podemos afirmar que en las mujeres jóvenes, la ausencia de servicios de cuidado es
un limitante que dificulta finalizar sus estudios o intentar participar en el mercado laboral,
mientras que los jóvenes varones, llegan a insertarse en el mercado de trabajo, lo hacen pero
trabajos con precariedad e inestable, lo que significa estar parado en actividades informales,
sin acceso a una planilla y lo más grave no contar con un seguro de protección social.
Es aquí donde las políticas e instituciones del mercado tendrán que desempeñar un
papel crítico a la hora de hacer frente a estos desafíos, primer paso, apoyar la transición de la
educación al empleo, así finalmente se lograra satisfacer la demanda de trabajo.

Ahora hablaremos de otra etapa de la vida, que también es fundamental para el


desarrollo de la persona, estamos hablando de la adultez, durante este tiempo en tema
económico, el acceso a los ingresos y el bienestar dependerán del mayor grado de las
personas para insertarse en el mercado laboral. También es la etapa en que el cuidado y la
integridad física, mental deberán tener más importancia, porque si no tenemos una buena
salud, nuestro futuro se verá limitado y a la vez de nuestros hijos. El gran desafío de esta
etapa, es enfocar la vinculación de cada persona en el tipo de mercado que se encuentra, ya
sea de carácter formal o informal, esta focalización revelara el camino hacia el futuro de las
personas, si hablamos de carácter formal, el trabajador tendrá asegurado su jubilación,
hablando en temas monetarios, pero si la persona se encuentra en el sector más vulnerable, lo
cual ya sabemos que es el informal, se verá en afectado porque no tendrá acceso a una
jubilación, lo cual estará obligado a trabajar hasta el día de su deceso.
Por estas razones, los principales riesgos de esta etapa, tendrán que ser materia de
discusión de parte las autoridades, tenemos que brindar un mercado ampliamente estable para
la adultez, generar empleos de calidad lo cual tenga ingreso lo suficiente para poder satisfacer
las necesidades y finalmente tener una protección social justa y buena.
Pasando de un salto de años, ahora nos encontramos en la última etapa, donde la vida
se prolonga cada vez más rápido. Durante el siglo XX se produjo un hito, donde la esperanza
de vida de la población latinoamericana y caribeña aumento en consideración. Este hito,
viene gracias al resultado positivo en mejoras de materia nutritiva, salud, saneamiento y de
cambios tecnológicos, todo esto implica que se verá reflejado en un voluminoso aumento de
años en las próximas décadas de las personas de 60 años a más. Si nos guiamos de los datos,
América Latina y el Caribe es la región donde se proyecta el incremento más acelerado de
personas mayores, con un aumento de 71 puntos porcentuales en los próximos 15 años
(Naciones Unidas, 2015)
Se puede mencionar con total validez que en el 2031 el grupo de 20 a 39 años pasara a
ser el de mayor volumen, y en 2045 la población de 40 a 59 años superara a la de 20 a 39
años. Finalmente en 2052 las personas de 60 años y más pasaran a ser la población
predominante.
A vista de que las personas mayores tendrán mayor protagonismo en las próximas
décadas, se tendrá que velar por su inclusión en todas las esferas y abrir espacios para su
desarrollo personal. Es importante señalar, la transformación demográfica, lo cual nos
referimos a la extensión de la esperanza de vida, esta gran transformación demográfica muy
probablemente dará origen a nuevos arreglos familiares.
Es por eso, que ahora hablaremos de las desigualdades que se enfrentan los adultos
mayores, el limitado acceso a pensiones y jubilaciones, como también cambios en el estado
de salud y la autonomía física e intelectual.

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